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ESTUDIO NACIONAL SOBRE LAS FUENTES, ORGENES Y
FACTORES QUE PRODUCEN Y REPRODUCEN LA
VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES
ESTUDIOS REGIONALES TOMO II, VOLUMEN II
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Contenido CAPTULO IV REGIN CENTRO: DISTRITO FEDERAL, HIDALGO, MXICO Y MORELOS Introduccin ............................................................................................................................................... 1 4.1 Propuesta terico-metodolgica ........................................................................................................ 2 4.2 Resultados ........................................................................................................................................ 33 Tipo y modalidades segn la LGAMVLV ............................................................................................... 68 Conclusiones ......................................................................................................................................... 210 Referencias bibliogrficas ..................................................................................................................... 223 CAPTULO V REGIN GOLFO: PUEBLA, TLAXCALA Y VERACRUZ Introduccin .......................................................................................................................................... 236 5.1 Propuesta terico-metodolgica ................................................................................................... 237 5.2 Resultados ..................................................................................................................................... 245 5.3 Recomendaciones hacia una agenda de polticas pblicas .......................................................... 369 Conclusiones ......................................................................................................................................... 387 Referencias bibliogrficas ..................................................................................................................... 398 CAPTULO VI REGIN SURESTE: CAMPECHE, CHIAPAS, GUERRERO, OAXACA, QUINTANA ROO Y YUCATN Introduccin .......................................................................................................................................... 409 6.1 Marco terico-metodolgico ......................................................................................................... 410 6.2 Perspectivas tericas de violencia y violencia de gnero ............................................................. 413 6.3 Violencia de gnero ........................................................................................................................ 418 6.4 Metodologa ................................................................................................................................... 422 6.5 Resultados ...................................................................................................................................... 435 6.6 Caracterizacin de la zona de estudio ........................................................................................... 445 6.7 Resultados por modalidades .......................................................................................................... 491 Conclusiones ......................................................................................................................................... 627 Referencias bibliogrficas ..................................................................................................................... 653
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CAPTULO IV
REGIN CENTRO: DISTRITO FEDERAL, HIDALGO, MXICO Y MORELOS
Soc. Fiorella Caldern, Soc. Lluvia Castillo, Psic. Karla Flores, Psic. Jssica Gutirrez, Psic. Soc. Fiorella Caldern, Soc. Lluvia Castillo, Psic. Karla Flores, Psic. Jssica Gutirrez, Psic. Soc. Fiorella Caldern, Soc. Lluvia Castillo, Psic. Karla Flores, Psic. Jssica Gutirrez, Psic. Soc. Fiorella Caldern, Soc. Lluvia Castillo, Psic. Karla Flores, Psic. Jssica Gutirrez, Psic. Michel Michel Michel Michel
Retama, Psic. Mara Teresa Saltijeral, Soc. Adriana SerenoRetama, Psic. Mara Teresa Saltijeral, Soc. Adriana SerenoRetama, Psic. Mara Teresa Saltijeral, Soc. Adriana SerenoRetama, Psic. Mara Teresa Saltijeral, Soc. Adriana Sereno
Coordinadora: Dra. Luciana Ramos LiraCoordinadora: Dra. Luciana Ramos LiraCoordinadora: Dra. Luciana Ramos LiraCoordinadora: Dra. Luciana Ramos Lira
Introduccin
Acorde con los objetivos planteados por el Estudio Nacional sobre las Fuentes, Orgenes y Factores
que reproducen la Violencia contra las Mujeres, el presente Informe hace referencia a la denominada
Zona Centro, que incluye al Distrito Federal (DF), Hidalgo, Estado de Mxico y Morelos. El objetivo
general del estudio para la Zona Centro fue la elaboracin de un diagnstico regional cualitativo y
cuantitativo que profundice, desde una perspectiva multidisciplinaria, en el conocimiento de las
violencias que se ejercen en contra de las mujeres e identifique las relaciones estructurales de
desigualdad que la generan y las construcciones culturales y simblicas que la refuerzan y expresan,
con el propsito de brindar informacin para la construccin de conocimiento estratgico y accin
tctica que oriente el diseo y la instrumentacin de la poltica pblica, principalmente en los
mbitos laboral, institucional y comunitario.
Para ello, se indag cmo, en contextos y territorios determinados, la subordinacin de las mujeres
se entrecruza con otras formas de subordinacin que reproducen de manera sistmica la violencia
hacia las mujeres y le otorgan expresiones y dinmicas propias, intentando explorar si existe alguna
interrelacin y/o interaccin y de qu tipo entre las causas estructurales de la violencia de
gnero y la violencia social en el marco de la creciente criminalidad e inseguridad pblicas
registradas en el pas en los ltimos cuatro aos.
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4.1 Propuesta terico-metodolgica
Las violencias que experimentan las mujeres pueden considerarse como crmenes basados en el
gnero que se sustentan en los valores culturales y sociales que afectan las desigualdades de gnero,
y representan un abuso de poder y control. En este sentido, cabe aclarar que
[] usamos gnero para referirnos a las relaciones sociales que, basadas en las versiones
dominantes en un tiempo y espacio determinado sobre la diferencia sexual, hacen parte
del orden social, as afirmamos el carcter estructural de la desigualdad de gnero. Esto es,
al igual que podemos hablar y observar las relaciones sociales basadas en las diferencias
del color de la piel, podemos hacerlo de aquellas que se fundan en la diferencia sexual.
Gnero aqu no significa o no es sinnimo de las diferencias socialmente ni culturalmente
construidas del sexo, significa la relacin o las relaciones que tienen como elemento
distintivo el basarse en la construccin social de la diferencia sexual y sus productos en
trminos de normas, valores, conductas e instituciones. (Castro y Riquer, 2011: 13)
Por lo anterior es fundamental superar la visin dicotomizada sobre los hombres y las mujeres que
llega a confundir otra vez el sexo con gnero: los hombres son as y asado, y las mujeres de esta u
otra manera, pues nos llevan a esencializar lo que es aprendido y socioculturalmente promovido.
Como seala Saucedo Gonzlez:
Esta visin se manifiesta de manera particular cuando al analizar la violencia hacia las
mujeres se supone que lo malo asociado al comportamiento violento es lo masculino
corporeizado en los hombres; y lo bueno de esa dicotoma es la vctima corporeizada en
las mujeres [] Si aceptamos que los comportamientos humanos que se manifiestan de
manera diferenciada entre hombres y mujeres se deben primordialmente a las diferencias
sociales de gnero inscritas en su subjetividad y representan el resultado de un orden
sexista, necesitamos intentar comprender cmo ese orden marca la forma diferenciada en
que hombres y mujeres hacen uso de la violencia (2005: 62-63).
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En este sentido, en los estudios e investigaciones con perspectiva de gnero podemos observar que
el concepto de gnero tiene una triple dimensin, donde el sujeto asume, significa y subjetiva la
relacin con el propio sexo, con el sexo opuesto y la relacin entre ambos:
[] la violencia de gnero, en tanto representacin de las opciones accesibles a la hembra
y el macho de la especie humana, seguir manifestndose de la manera que hasta ahora se
ha presentado, no porque exista una impronta biolgica, sino porque sus
comportamientos estn regulados por la identidad de gnero que slo les permite
respuestas alineadas a su identidad social y psquicamente construida (Ramos y Saucedo,
2010: 247).
De hecho, en el nuevo escenario mundial de crisis econmica, social y de reconfiguracin de
relaciones entre los gneros han surgido nuevas formas de violencia contra las mujeres, sin que
quiera esto decir que est desapareciendo la violencia domstica.
Lo especficamente nuevo es que, junto a estas frecuentes agresiones, estn surgiendo
otras formas de violencia contra las mujeres en las que aparecen nuevas variables. La
principal de todas ellas es que se asesina a mujeres por el simple hecho de serlo y sin tener
una relacin con el asesino o el agresor. Por decirlo con otras palabras, en estas nuevas
formas de violencia contra las mujeres [], no se juega slo la propiedad de la mujer
propia sino la de las mujeres como genrico propiedad de los varones. (Cobo, 2002: 2-
3).
Aunque este tipo de violencia sucedi antes en guerras o en cierto tipo de violencia delincuencial,
hoy algunos consideran que podra ser una respuesta reactiva del patriarcado ante las innegables
conquistas de las mujeres en trminos de equidad y libertad en sus vidas personales y a niveles
macrosociales. Al respecto, Castro y Riquer sealan que precisamente el nuevo reto relacionado con
la articulacin terico-metodolgica en torno a la visin reduccionista que se tiene sobre la violencia
contra las mujeres radica en que al , considerar la presencia de las mujeres fuera de su lugar,
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como factor de riesgo o como justificacin para castigarlas (2011: 25), no se da cuenta de las
relaciones estructurales y las diversas lgicas (demogrficas, econmicas, polticas y culturales) que
pueden estar asociadas con diferentes manifestaciones violentas.
Ms an si consideramos el fenmeno del crimen organizado actual, se ha hecho evidente la
presencia de mujeres y nias en diversos papeles y escenarios:
[] como parte de las organizaciones, como eslabn de las cadenas de distribucin, sobre
todo de drogas (mulas y narcomenudistas) y desde luego como mercanca: trfico de
personas para prostitucin forzada, cine porno y divertimento de integrantes de las
organizaciones. Estas presencias muestran que las mujeres son vctimas pero tambin
pueden ser victimarias, lo que debiera contribuir a problematizar la idea de que las
mujeres, en el mundo de la violencia vinculada al crimen organizado, tampoco son
vctimas colaterales de conflictos que no les competen. De igual modo, contribuye a
problematizar los supuestos y argumentos esencialistas sobre el ser femenino que slo
admiten su participacin en el crimen y el delito como actos contra natura. Pero lo que
nos parece ms importante, si cabe, la presencia de las mujeres como vctimas y
victimarias, como sujeto y objeto en el mundo del crimen organizado, contribuye a
subrayar que la problemtica de gnero, es un asunto del modo como se establecen
relaciones sociales a partir de los cuerpos sexuados y no de los cuerpos en s. Es esa
relacin y no los cuerpos sexuados lo que permite comprender la participacin de mujeres
en el crimen organizado. (Castro y Riquer, 2011: 26).
En este sentido, si se toman en cuentan los trabajos relacionados con la violencia contra mujeres y
nias durante y despus de conflictos armados, es innegable reconocer que sta no puede ser
conceptualmente elaborada
[] si no se comprende que los actores de la violencia operan sobre la base de formas de
relaciones de gnero previamente establecidas, que slo se exacerban en contextos de
conflictos armados. En otros trminos, en el siglo XXI asistimos a la reactualizacin de la
ancestral prctica de usar a las mujeres y nias como medio ritual para mostrar
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supremaca ante el enemigo (sea este otro grupo del crimen organizado o las mujeres y
nias de una comunidad o sector que no cede o acepta las condiciones que aquellos). De
igual modo, hemos asistido al uso de la violencia contra mujeres y nias, por parte de las
fuerzas del estado. (Castro y Riquer, 2011: 28).
Chiarotti (2009) seala que la violencia contra las mujeres es consecuencia de la discriminacin de
las mujeres, fuertemente relacionada con el no reconocimiento ni respeto de los derechos humanos
de mujeres y nias, siendo por lo tanto el Estado responsable, ya sea por accin u omisin. As, el
que no se sancionen acciones o conductas basadas en el gnero que daan de diversas formas a las
mujeres, al igual que las legislaciones inapropiadas, la falta de capacitacin para la implementacin
de las leyes y reglamentos, los problemas en el acceso a la justicia por parte de las mujeres y para la
reparacin del dao, as como la falta de medidas para modificar patrones socioculturales de
conducta de hombres y mujeres, pueden considerarse factores que, interrelacionados y en su
conjunto, posibilitan que esta violencia persista y ms an, se incremente.
Dado lo anterior, es importante sealar adems que existe una enorme diferencia entre los mbitos
urbanos y los rurales en cuanto a las propias manifestaciones de violencia y criminalidad.,
Moser y Mcllwaine (2009) categorizan a la violencia urbana con base en la motivacin consciente o
inconsciente que lleva al acto para ganar o mantener el poder, e incluye entre sus manifestaciones,
las siguientes:
Violencia social, fuertemente relacionada con las relaciones de poder y, en este sentido, con las
relaciones de gnero y la construccin de masculinidades. Esta violencia se hace evidente en el
espacio ntimo y domstico, principalmente en la violencia en la pareja y la dirigida hacia las y los
hijos (donde es el abuso sexual una manifestacin frecuente entre padres e hijas, o entre hombres
que deberan de ser figuras de confianza para ellas), as como en el mbito pblico en la forma de
violencia territorial y tnica, y la que ocurre en agrupamientos juveniles (como las maras). Se pone
en juego aqu efectivamente una masculinidad construida bajo los supuestos socio-culturales de que
el dominio y la expresin de fuerza son ejes de la identidad, y que se manifiestan tanto en las
relaciones con los hombres como con las mujeres. Nosotras agregaramos tambin otras formas de
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violencia de gnero que ocurren en el espacio pblico como la violacin, el acoso sexual y los propios
feminicidios, relacionados con una misoginia socialmente tolerada.
Violencia econmica, motivada en trminos generales por afn de control de recursos o a travs de
ellos; ya sea slo respecto de ganancias familiares o tambin asociada con la delincuencia callejera,
tanto la denominada comn asaltos y robos, principalmente como la relacionada con las
drogas y los secuestros. Nosotras agregaramos como formas de violencia de gnero el trfico de
personas, la explotacin sexual, la prostitucin forzada, etc.
Violencia institucional, perpetrada por instituciones, y motivada por mantener el poder y el estado
de cosas. La que es ms evidente es la que ejerce la polica, el poder judicial o la milicia, pero incluye
tambin la ejercida por funcionarios de instancias de salud o educativas. Moser y Mcllwaine (2009)
incluyen a grupos fuera del Estado como la vigilancia privada. Aqu tambin se hace evidente la
violencia basada en el gnero, como ocurre con las violaciones o abusos sexuales que comete la
polica o el ejrcito. Tambin se puede considerar violencia institucional la que se impone a travs de
las leyes y a travs de funcionarios como mdicos y enfermeras que por ejemplo, se niegan a realizar
un aborto cuando la legislacin lo permite o Ministerios Pblicos que minimizan o hacen mofa del
testimonio de una mujer violada.
Violencia poltica, que se ejerce por la voluntad de ganar o mantener el poder poltico y que incluye
a la guerrilla y los asesinatos polticos, y que no ocurre solamente en tiempos de guerra. En esta
forma de violencia tambin es frecuente la violencia contra las mujeres, muy especialmente la de
tipo sexual, en la medida en que, ante el enemigo, uno de los peores ataques que pueden cometerse,
es el violar a sus mujeres.
A stas, agregan la violencia estructural, que va ms all de las violencias evidentes, e incluye a otras
que ms fcilmente aparecen como desapercibidas, tales como la pobreza, la explotacin, la
exclusin, la desigualdad y la injusticia; puede hablarse de la desigualdad de gnero como un tipo de
violencia estructural Un ejemplo de cmo esta violencia afecta a amplios sectores de la sociedad
hombres y mujeres y cmo impacta especialmente a estas ltimas aparece en el libro de Julia
Monrrez (2009) Trama de una injusticia, que gira en torno a los feminicidios sexuales sistmicos
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en Ciudad Jurez, y en el que analiza ampliamente las condiciones estructurales que posibilitan el
asesinato de ciertas mujeres y el que prevalezca la impunidad en la resolucin de estos casos1.
Para tratar de comprender estas violencias predominantemente urbanas, Moser y Mcllwaine (2009)
plantean la existencia de causas estructurales y factores desencadenantes de riesgo. Las primeras se
relacionan principalmente con relaciones inequitativas de poder y los segundos hacen referencia
principalmente a circunstancias situacionales que incrementan la probabilidad de que ocurra la
violencia de gnero y, ms especficamente, ciertos tipos y modalidades de sta. En este sentido, las
autoras sealan la importancia de utilizar modelos holsticos y sistmicos, destacando al modelo
ecolgico, que permite ubicar factores que operan en diferentes niveles y muestra claramente que
no hay solamente una causa de las diferentes violencias. Pero tambin plantean otros marcos
holsticos basados en las percepciones comunitarias sobre la violencia urbana, que pretenden
localizar la naturaleza situacional especfica de la violencia de las personas en un contexto ms
amplio. Tres factores son considerados en este marco: estructura, identidad y agencia. La estructura
amplia de poder poltico y socioeconmico es el marco dentro del que se debe analizar para
comprender las expresiones de violencia; las identidades individuales son otro componente que da
cuenta de experiencias particulares de violencia e incluyen la formacin de gnero, la edad, y el
origen tnico; y el concepto de agencia humana, entiende a los individuos como actores sociales
que enfrentan formas alternativas de formular sus objetivos, a pesar de que tengan recursos
limitados o restringidos.
Entre los factores que de suyo se han encontrado relacionados con la violencia social, destacan: i) el
crecimiento o persistencia de la pobreza e inequidad; ii) la debilidad y los cambios en el proceso de
socializacin y las redes que limitan la violencia; iii) la crisis de identidad; iv) el debilitamiento de
la legitimidad, autoridad y viabilidad del estado nacin; v) la proliferacin global de una creciente
exposicin a los smbolos e imgenes de una cultura de la violencia (Burgess, 2009). Las causas que
este autor considera ms pertinentes para explicar la violencia en los pases en desarrollo incluyen,
1 En esta lnea tambin es fundamental agregar otra violencia que permea a todas las dems, y que aborda, la violencia simblico-cultural que hace referencia a dispositivos que tratan de mantener o incrementar los abusos de poder histricamente ejercidos por el gnero masculino en relacin a las mujeres, y que refieren a distintos sistemas de creencias y organizaciones discursivas promotoras de estereotipos y prejuicios. stos forman parte del imaginario social que organiza una serie de significaciones que se inscriben en la organizacin social e institucional y en la subjetividad de hombres y mujeres a travs de dispositivos de poder. De esta manera, entendemos que paralelamente a condiciones objetivas que marginan y excluyen, existen una serie de discursos que son reproducidos incluso en las propias subjetividades de las mujeres para que dichas exclusiones sean invisibilizadas y toleradas como parte natural del mundo.
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en primer trmino, a la desigualdad en ingresos ms que a la pobreza, ya que dicha desigualdad ha
acompaado a las polticas neoliberales de ajuste, principalmente en las zonas urbanas de estos
pases. Esta violencia puede incrementarse an ms si existen diferencias de otro tipo, como
culturales, religiosas, tnicas o raciales. En segundo trmino, Burgess concuerda con que la debilidad
y los cambios en el proceso de socializacin y las redes son fundamentales para explicar la violencia.
Menciona que muchos autores consideran que el impacto que ha tenido la globalizacin en estos
aspectos, se debe a una crisis de identidad derivada del intento de imponer lo que llama
estructuras de identidad modernas, como un individualismo autnomo, una identidad nacional, y
redes de integracin en quienes operan en sociedades y culturas tradicionales.
Sin embargo, seala que otros creen que con el neoliberalismo global se han quebrado los procesos
de integracin social y que ha emergido con violencia la identidad basada en otros valores como
la raza o la religin por las desigualdades econmicas que se asocian con ganadores o
perdedores de distintas religiones, etnias o grupos. Pero, adems, cuando disminuyen los
beneficios del crecimiento econmico basado en el modelo neoliberal global (ajuste estructural y
recesin), las viejas identidades se fortalecen. Existen todava otras explicaciones que menciona
Burgess, incluyendo el que neoliberalismo global por s mismo ha socavado los mecanismos de
integracin social y las redes de solidaridad.
Burgess tambin menciona otro tema que se ha relacionado con la violencia: el de la erosin de la
legitimidad, la autoridad y la viabilidad del Estado-nacin que ha acompaado a la globalizacin.
Seala varias explicaciones que sin duda tienen un fuerte impacto, pero sobre todo llama la
atencin la relacionada con el debilitamiento del Estado como la instancia del ejercicio monoplico
de la fuerza, fomentado por polticas de ajuste estructural que se asocian con una reduccin de la
polica, el incremento de la seguridad privada, la privatizacin de funciones de seguridad propias del
Estado, y la adopcin de sistemas electrnicos de control y de tecnologas de vigilancia.
Finalmente, el autor seala que la propagacin global de una cultura de evidente consumismo,
fortalecida por el culto a la celebridad, ha llevado a ausencia de horizontes, competencia personal y
debilitamiento de lazos comunitarios, que en consecuencia lleva a que algunos individuos usen la
violencia para adquirir bienes que son vistos como estimulantes de la auto-estima y como un
medio para lograr el respeto de otros. La promocin de la violencia adems es una preocupacin
promovida por una prensa globalizada que induce a una psicologa y una cultura del miedo, en un
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mundo donde, ante la fragmentacin social y la privatizacin del espacio, emerge la sociedad del
espectculo, y se mediatiza la experiencia social a travs de estereotipos.
Por su parte, Moser y Mcllwaine (2009) apuntan tambin a condiciones estructurales como la
pobreza, la desigualdad de ingresos, los procesos de globalizacin y ajuste estructural y la
democratizacin poltica como asociados a la violencia social. A la par, las condiciones cotidianas de
vida de los pobres urbanos aumentan la probabilidad de conflicto, violencia y delincuencia; y segn
lo reseado por las autoras sobre algunos trabajos, la politizacin de la delincuencia y la
privatizacin de la seguridad vienen a ser factores causales importantes de la violencia urbana
considerando el cuestionamiento de las instituciones estatales y las cada vez ms frecuentes formas
de gobernanza social no estatales con las que responden las comunidades.
Los posibles vnculos entre la violencia social y la violencia hacia las mujeres por razones
de gnero
Las violencias, como sealan Moser y Mcllwaine (2009), no se presentan en forma separada o sin
relacin, sino que configuran un continuo que es importante abordar para tejer las relaciones entre
diferentes formas de violencia que suelen visualizarse como independientes o autnomas, como en
el caso de la violencia que ocurre en los espacios pblicos versus la que ocurre en los privados.
En este sentido, es fundamental reconocer que un grave problema que tiene que ver con las
relaciones de gnero y el poder en Amrica Latina, es que mucha de la violencia ocurre entre los
hombres jvenes, aniquilando a muchsimos de ellos, lo que se sostiene tanto en la grave exclusin
social de amplios sectores que son considerados desechables como en su estigmatizacin cultural
(Perea Restrepo, 2005). Por lo anterior, es fundamental asumir una postura crtica ante posiciones
dicotomizadas que propone la ecuacin: hombres=violentos, mujeres=violentadas, lo que niega las
posibilidades y resistencias ante el poder e impide cuestionar la violencia real y simblica que el
patriarcado ejerce contra las mujeres y contra muchos hombres que no cumplen con los requisitos
econmicos y socioculturales de una masculinidad hegemnica que les presiona.
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Como seala Giulia Tamayo (2009), los Estados han ido perdiendo la capacidad de garantizar los
derechos y, ms bien, se han creado mbitos de no derecho, en donde se han privilegiado a
algunos y se ha visto afectada la actividad redistributiva y correctora de las desigualdades. Es claro
que los Estados han reducido las inversiones sociales y han perdido facultades para prevenir abusos
y proteger derechos fundamentales, en gran medida gracias a las presiones del capital. El discurso de
los derechos humanos se ha vuelto precisamente eso, un discurso vaco, carente de significado,
polticamente correcto pero inoperante en la realidad.
En el caso de las mujeres, no se han planteado verdaderas polticas inclusivas de carcter correctivo
para modificar su condicin de desigualdad. Si bien hay avances legales en cuanto a la sancin de la
violencia contra ellas, se ha dado un retroceso en cuanto a los derechos sexuales y reproductivos y
queda por delante un largo camino para hacer efectivos de manera general los derechos econmicos
y sociales.
Algo que ahora caracteriza al derecho internacional ante el uso ilimitado de la fuerza, es su debilidad
para contrarrestar los poderes y el fuerte resurgimiento de los fundamentalismos, siendo las mujeres
afectadas fuertemente en trminos de castigo, control y regulacin. El nuevo orden mundial ha
incrementado la violencia en general y particularmente ha afectado a las mujeres utilizando como
pretexto a la seguridad, a la vez que ha florecido en todo el mundo el crimen organizado.
Paralelamente, violencias extremas hacia las mujeres como el feminicidio se han incrementado sin
que los Estados hayan cumplido sus obligaciones para resolver los casos.
Otro aspecto que cabe resaltar es que en el caso de las ciudades, el enfoque en la seguridad tiene
el efecto de generar una percepcin en la que claramente se hace una separacin entre nosotros y
los otros, de modo que estos otros son vistos como los causantes de la violencia y el miedo.
Adems de que el miedo generalizado afecta el modo de vida general y pone en crisis el ejercicio de
la ciudadana, como plantea Rotker (2000), los proyectos autoritarios y securitarios han llevado a
estigmatizar a muchos sectores, incluyendo a quienes en forma pacfica disienten del orden actual;
se han usado para limitar o imposibilitar formas distintas de pensar y han llevado a pensar que para
que haya seguridad es deseable hasta renunciar a los derechos y libertades fundamentales. As, los
derechos humanos han llegado a ser vistos por autoridades y ciertos sectores sociales como
obstculos para la seguridad.
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El que la visin securitaria permee todos los mbitos de nuestras vidas puede ser uno de los
vnculos fundamentales entre la violencia social, particularmente urbana, y la violencia contra las
mujeres por cuestiones de gnero: si desde el Estado y parte de la sociedad se considera que
violando derechos es posible restablecer el status quo, el ejercicio de una mayor violencia estatal en
aras de la seguridad de la poblacin estara generando un respeto menor por los derechos humanos
en general y, en particular, por los de las mujeres, ciudadanas de tercera quienes, no obstante, se
siguen organizando, expresando y buscando estrategias para resistir.
Un ejemplo claro de lo anterior es el trabajo de Julia Monrrez (2009), quien muestra tras un
detallado anlisis cuantitativo y cualitativo, cmo la resistencia a perder el monopolio del poder
patriarcal, se ha asociado al incremento de la violencia hacia las mujeres en Ciudad Jurez, como
reaccin al acceso de stas a mejores empleos, salarios y xito profesional aunque esta violencia
no se dirija necesariamente a las mujeres exitosas, sino a aquellas pertenecientes a las clases ms
empobrecidas. De hecho, la autora propone tres elementos como estructuras violentas que
mantienen el feminicidio: la migracin, incluyendo la de mujeres; el proceso de industrializacin que
consolid a la maquiladora como fuente principal de la manufactura mexicana, bajos salarios y pocos
beneficios a obreros y especialmente a obreras; y las creencias culturales acerca del papel de las
mujeres de forma tal que interactan con las condiciones estructurales.
No es posible por tanto hacer una lectura mecanicista que presuponga que en todas las ciudades
existe una misma construccin de ciudadana respecto a las mujeres y un mayor o menor respeto a
sus derechos. Desde el trabajo de Monrrez, queda claro que, por ejemplo, el feminicidio en Ciudad
Jurez persiste precisamente por el lugar que se le reserva a las mujeres, porque el Estado ha
renunciado a la universalidad y garanta de los derechos humanos, especficamente los derechos de
las mujeres, y aspira a controlar la vida social sin admitir ninguna responsabilidad, rebotndola
hacia las propias vctimas de forma tal que las mujeres de ciertos grupos sociales, claro deben
de controlar el riesgo de ser asesinadas a travs de una lgica moralista que utiliza precisamente el
discurso de la seguridad (no salgas sola, no salgas a la calle en la noche, etc.). As pues, el Estado
no solamente no protege los derechos de hombres y mujeres, sino que reproduce para estas ltimas
una cultura tolerante a la violencia y a la violencia extrema que, adems, establece mecanismos de
control para todas las mujeres, con el pretexto de la seguridad.
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Castro y Riquer (2011) plantean como hiptesis que cada expresin de la violencia contra las
mujeres, quiz responda analticamente a lgicas que pueden ser diferenciadas, aunque
evidentemente estn relacionadas. Sobre la base de esta hiptesis, su este estudio desarrolla un
modelo analtico en el que se ponen en juego algunas dimensiones, variables e indicadores que
presuponemos pueden dar cuenta de la relacin entre la violencia social, particularmente el
crimen organizado, y la violencia contra las mujeres. ste se basa en una perspectiva metodolgica
situacional. Para ello, se utilizaron diversas estrategias metodolgicas con el fin de elaborar un
diagnstico que ilustrara la complejidad del fenmeno bajo anlisis.
La intencin fue construir, en primer trmino, los contextos en los que ocurren las diferentes
expresiones de violencia de gnero (dimensiones del contexto). En segundo trmino, los factores
que podemos llamar situacionales (dimensiones intervinientes), y en tercero los actos de violencia
de gnero, por modalidad, tipo y gravedad (dimensiones dependientes o resultados). Esto incluir
tambin las percepciones de las y los expertos en la problemtica en cada estado, y las de mujeres
que habitan en algunas de sus comunidades. Con ello se busca acercarse en lo posible al abanico que
abarca el fenmeno y desvelar, al mismo tiempo, las zonas ocultas o contradictorias de la violencia
de gnero.
El estudio regional describe, por lo tanto, las variables demogrficas, sociales, econmicas y polticas
de los estados; asimismo utiliza dos grandes estrategias para dar cuenta, con base a fuentes
secundarias, de:
El conocimiento construido en torno a la violencia contra las mujeres (estado del arte), que
implica lo que se ha investigado, cmo, con qu calidad, as como lo que se ha mantenido
invisible, con el fin de dar cuenta de aquellos procesos o circunstancias estructurales o
simblicas que pueden dar pistas sobre las relaciones estructurales de desigualdad que la
generan, como las construcciones culturales y simblicas que la refuerzan y expresan.
Los datos duros que proporcionan encuestas e informacin oficial sobre violencia contra
las mujeres, criminalidad y victimizacin de instancias gubernamentales y no
gubernamentales, con la finalidad de establecer las posibles relaciones entre violencia contra
las mujeres y violencia social (especficamente la relacionada con el crimen organizado y la
guerra contra el narcotrfico).
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Asimismo, con base a un anlisis crtico de lo reportado, as como de la calidad de la informacin
recopilada, se detectan las dimensiones regionales intervinientes especficas (estructurales y/o
simblicas) y se desarrolla un estudio cualitativo para dar cuenta carcter idiosincrtico de la
violencia de gnero y su re-significacin en contextos de violencia social.
A continuacin se presentarn las estrategias a travs de las cuales se recopil la informacin para
cada uno de los dos grandes apartados que, a partir de diversas tcnicas, permitieron cubrir la
amplitud o, en su caso, la profundidad de la informacin necesaria para cumplir los objetivos de este
estudio.
Recopilacin de documentos para el Estado del Arte
Para poder tener un panorama general del conocimiento generado entre los aos 2000 y 2011 en
torno a la temtica de la violencia contra las mujeres en las cuatro entidades que se incluyeron en la
Zona Centro, se seleccionaron trabajos que incluyeran todas las modalidades de violencia incluidas
en la LGAMVLV: violencia familiar, institucional, feminicida, en el mbito laboral, en el escolar, y en
la comunidad, as como los diversos tipos de violencia que en ella se especifican.
Se valor la calidad de la informacin particularmente la emprica, los temas indagados y los
vacos de informacin. Asimismo, se trat de dar cuenta de la trayectoria conceptual de la
problemtica; tarea sin duda difcil, considerando que la Zona Centro incluye al Distrito Federal,
donde se produce la mayor parte de la literatura cientfica y la formacin de profesionales e
investigadores del pas.
Materiales y disciplinas
Se identificaron todas las publicaciones acadmicas (artculos de revistas, libros y captulos de libro
sobre el tema) y tesis de pre y posgrado cuyo objetivo central abordaba la violencia contra las
mujeres en cualquiera de sus manifestaciones, y que fueron publicadas entre el ao 2000 y el 2011,
aunque el trabajo de campo o datos de los estudios fueran anteriores a este lapso temporal. Se
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excluyeron productos que abordaban indirectamente la temtica de inters, aquellas que hicieran
referencia a estudios de corte histrico, las publicaciones internacionales y aquellas que, aunque se
produjeran en alguno de los estados de la zona, no hicieran referencia a dichas entidades.
Las reas de conocimiento abordadas fueron utilizando los criterios del Consejo Nacional de
Ciencia y Tecnologa (Conacyt) para agrupar disciplinas para las convocatorias de Ciencia Bsica:
Humanidades y Ciencias de la Conducta (que abarcan principalmente Psicologa, Antropologa, y
Filosofa), Ciencias Sociales y Economa (que incluyen a la Sociologa y la Demografa) y, en mucho
menor medida, Medicina y Ciencias de la Salud (que incluyen desarrollos en Salud Pblica y
Epidemiologa) y la denominada Investigacin Multidisciplinaria.
El material fue localizado por medio de bases de datos electrnicas y bsqueda in situ en las
universidades y centros de investigacin. El tiempo que tom esta bsqueda fue de poco ms de
cinco meses. Las visitas in situ a universidades y centros de investigacin evidenciaron la diversidad
de contextos institucionales en las que se produjeron las publicaciones, pues no slo difieren en
ubicacin, sino en las dinmicas poblacionales en las que se adscriben. Por ejemplo, algunas
bibliotecas del Estado de Mxico son mucho ms pequeas y alejadas de las zonas urbanas de
desarrollo econmico y comercial y fungen como salas de estudio ms que como bibliotecas, pues
los estudiantes se renen ah a realizar tareas y otras actividades que no necesariamente tienen que
ver con la consulta de bibliografa. En lugares como Zumpango o Teotihuacn, se enfrentan adems
con las dificultades de acceso al transporte pblico a determinadas horas.
Por otro lado, las bibliotecas visitadas en Hidalgo se observan mucho ms ordenadas y respetuosas
de las reglas, el servicio parece ms centralizado y con ms posibilidades de acceso para los
estudiantes y los usuarios en general, alrededor del centro universitario se puede acceder a distintos
servicios de alimentacin y transporte. En el Distrito Federal, generalmente, los acervos son mucho
ms numerosos y la informacin ms variada; en la mayora se puede acceder a catlogos va
electrnica; los horarios de atencin, adems, son ms extendidos.
En Morelos, en la biblioteca de la Universidad Autnoma del Estado de Morelos, donde se
concentran las tesis, hubo limitaciones fsicas y temporales para poder hacer la revisin de las
mismas por parte de tres investigadoras. La del Centro Regional de Investigaciones
Multidisciplinarias-UNAM fue la mejor organizada y donde ms gilmente nos atendieron. En el
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Instituto Nacional de Salud Pblica, al igual que otras bibliotecas del Estado de Mxico, hubo que
revisar directamente los estantes para abordar todo el perodo investigado.
Por tanto, no es posible decir que logramos identificar todo lo existente sobre el tema, pues aunque
la bsqueda fue exhaustiva, hubo publicaciones que fueron imposibles de conseguir, por las
condiciones en las que se encuentra el acceso a la informacin en los planteles universitarios
visitados, por el riesgo fsico particularmente en el Estado de Mxico que implic en algunos
municipios llegar a los campus, o simplemente porque algunas tenan un ttulo que pareca hacerlas
susceptibles de ser incluidas, pero no cumplan con los criterios de inclusin sealados.
Lo anterior influy no slo en la variedad de informacin que pudimos localizar desde distintos
enfoques, sino tambin en dificultades y riesgos, propios del trabajo de campo, que sin embargo
estn estrechamente relacionados con las formas en las que sucede la dinmica cotidiana en cada
lugar y que, de hecho, fueron muy tiles para poder dar cuenta de los contextos que rodean estos
espacios acadmicos.
Sistematizacin y anlisis
Todos los documentos seleccionados fueron ledos, excluyendo aquellos que no cumplan con los
requisitos de la bsqueda. De esta manera, si bien en la bsqueda se identificaron 346 publicaciones
y tesis, se sistematizaron 291. Los materiales fueron vaciados en un primer momento en una base
bibliogrfica, donde se les asign una clave. El formato de esta base fue proporcionado por el grupo
coordinador del Estudio Nacional y fue llenado y en algunos casos complementado por el
equipo de este Diagnstico. Esta primera base permiti asegurarnos de que el material a
sistematizar cumpla todos los criterios sealados.
De forma paralela se construy una segunda base que denominamos de contenido, en la que se
vaci la informacin fundamental para construir este estado del arte. En ella se incluyeron los temas
principales, los temas asociados, el tipo de publicacin (documental, terica, emprica cuantitativa,
emprica cualitativa) y la calidad del trabajo, considerando dos criterios: 1. Existe problematizacin
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o solamente repeticin de ideas o autores? y 2. Existe coherencia entre los planteamientos
conceptuales y los datos empricos?
Con base en estas dos preguntas se clasific cada documento con alguna de las siguientes
categoras: 0 = malo, 1 = regular y 2 = bueno. Junto a lo anterior, cada integrante del equipo que
particip en el anlisis, realiz notas en un diario de campo, las cuales son parte de las herramientas
utilizadas para integrar el anlisis. El establecimiento de los ejes temticos fue producto de la
discusin de las dos bases mencionadas, as como de los reportes cualitativos, logrando un consenso
que permiti triangular tanto los datos cuantitativos derivados de las primeras, como los
cualitativos derivados del reporte.2
Recopilacin de la informacin cuantitativa
El acercamiento cuantitativo tuvo como base el reconocimiento de que se debe caracterizar, a partir
de datos duros, las condiciones que prevalecen en los cuatro estados que conforman la Zona
Centro, las particularidades entre e intra estatales, la presencia y modalidades de la violencia social y
contra las mujeres incluyendo la laboral, la comunitaria, la institucional y la feminicida, e
interpretar a partir del conocimiento existente aquellos factores sobre los que se puede incidir y dar
cuenta a nivel de datos subjetivos cmo son significadas estas violencias por actores
institucionales y no institucionales estatales y municipales, as como por mujeres que viven en
comunidades ubicadas en delegaciones o municipios de media o alta violencia social en cada uno de
los cuatro Estados. Por tanto, una parte del trabajo se aboc al anlisis del conocimiento generado
sobre el tema en la Zona, as como a registros estadsticos institucionales y no institucionales.
Se recolect informacin acerca de tres grandes rubros, tomando como base el modelo analtico que
plantean Castro y Riquer (2011) en la propuesta terica-metodolgica del proyecto; este apartado
presenta exclusivamente cmo fueron detectados y sistematizados las fuentes secundarias para los
cuatro estados a partir de: 1.- Las denominadas dimensiones de contexto: caractersticas polticas,
2 Dada la poca literatura acerca de cmo realizar un Estado del Arte, realizamos una bsqueda de Estados del Arte sobre temas relacionados, entre los que destacaron dos que nos fueron muy tiles para estructurar el presente documento por su claridad y calidad, aunque no abordaran el campo de la violencia contra las mujeres ni necesariamente tuvieran el mismo enfoque: uno de este ao, elaborado en Mxico por Parrini y Hernndez (2012) y otro de 2002, elaborado en Colombia por Serrano y cols.
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socioeconmicas y demogrficas; 2.- Las intervinientes: marcos normativos en torno a la violencia
contra las mujeres y los derechos sexuales y reproductivos, la participacin poltica de las mujeres,
situacin delictiva y de crimen organizado, as como la respuesta gubernamental ante ste; y 3.- Las
dependientes: tipos y modalidades segn la LGAMVLV.
Dimensiones del contexto
Se integr una base de datos con informacin geogrfica, poblacional, demogrfica, social y poltica.
La elaboracin de la base de datos e integracin de la informacin se presenta a continuacin en dos
secciones: 1. Mtodo, en el que se describe la estrategia de bsqueda de informacin y se detalla
cmo se estructur la base de datos; y 2. Alcances, en la que se enlistan los indicadores y algunas
dificultades detectadas durante el procesamiento de la informacin.
Debido a la amplia variedad de fuentes a las que se tuvo que recurrir para obtener la informacin, y
dado que cada una de ellas tiene su propia periodicidad, cobertura y niveles de desagregacin, no es
posible contar con todos los datos para un mismo momento, ni de manera homognea; sin embargo,
en todos los casos se presentan los ltimos datos disponibles respecto al estado. Una de las
principales limitaciones fue la ausencia de informacin desagregada por sexo y entidad federativa,
as como la falta de consideracin en algunos temas de alguno de los sexos, lo que deja ver la
desigualdad y la visin patriarcal que sustenta algunos sistemas informativos.
Mtodo
Para contextualizar la zona centro se utilizaron varias estrategias en cuanto a la recoleccin, el
ordenamiento y la captura de informacin.
A) Recoleccin de la informacin. Se hizo una bsqueda preliminar de informacin sobre las
caractersticas generales de cada uno de los estados que integran la zona centro, a fin de definir los
ejes necesarios para describir el contexto.
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Para obtener la informacin, se consultaron distintas fuentes y bases de datos, de las que se
rescataron tabulados, grficas, mapas, entre otros materiales. Se utilizaron las diversas fuentes de
informacin disponibles, algunas generadas por el Instituto Nacional de Estadstica, Geografa e
Informtica (INEGI) en forma directa; otras en coordinacin con distintos sectores e instituciones y,
otras ms, elaboradas por diversas organizaciones de la entidad, con el propsito de presentar un
panorama lo ms completo y actualizado posible (ver en el Anexo A las fuentes y los recursos
consultados). Al realizar la bsqueda de informacin en estas fuentes, se procur:
Que los datos se tuvieran por sexo, a fin de conocer las condiciones y situacin de las
mujeres en diferentes esferas, especialmente las vinculadas a la educacin, salud, economa,
poltica y seguridad, las cuales pueden reflejar los problemas y desigualdades entre hombres
y mujeres en la sociedad.
Recuperar la informacin estadstica a nivel nacional como referencia comparativa de la
situacin de hombres y mujeres, para despus presentarse por los Estados que integran la
zona centro.
Que los datos fueran los ms actuales disponibles, lo que implic la revisin y comparacin
de la informacin brindada por distintas fuentes tanto nacionales como internacionales.
Identificar los tpicos donde se presentaran avances, retrocesos o transformaciones
significativos a lo largo del tiempo, a fin de recuperar la informacin en retrospectiva para
poder distinguir esos cambios.
B) Ordenamiento de la informacin. Para conjuntar la informacin obtenida, se crearon cinco
carpetas de informacin: una por cada uno de los estados y otra ms con aquellos documentos que
incluan informacin general y que presentaban tablas de datos en conjunto (de los cuatro estados)
o de toda la Repblica Mexicana.
Una vez hecha una revisin preliminar de la informacin recopilada, se definieron seis ejes para
organizar la informacin de los cuatro estados y se cre una base de datos en un archivo del
programa Excel. En un segundo momento, se hizo un reclasificacin de estos ejes a fin de mejorar el
ordenamiento y sistematizacin de los datos, as como para hacerlos comparables con los datos
incluidos en la revisin del contexto de otras zonas del pas, los cuales se incluyen en los sub
proyectos que integran este estudio. Los ejes identificados para la sistematizacin fueron:
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Informacin Geogrfica, Poblacional, Demogrfica, Desarrollo social, Condiciones educativas,
Condiciones de salud, Condiciones de empleo y Condiciones polticas.
C) Sistematizacin la de informacin. Se captur la informacin en hojas de Excel de acuerdo
con los nueve ejes citados en el punto b). Esta tarea result laboriosa, ya que no existe uniformidad
en la descripcin de los datos o indicadores. Asimismo, hubo que capturar los datos no editables y
ajustarlos a los formatos creados. Por otro lado, tambin se gener informacin a partir de los datos
recabados. Por ejemplo, se calcularon las tasas de homicidio por sexo a nivel estatal y municipal.
Alcances
Se cre una base de datos con informacin que permiti abordar aspectos demogrficos y sociales
fundamentales de la zona de injerencia del proyecto, y que sirvi como referente para la
planificacin, el seguimiento y la evaluacin del estudio.
Dimensiones intervinientes
Se realiz una bsqueda de informacin estadstica de 2005 a 2011 en diferentes portales y pginas
gubernamentales y no gubernamentales con el fin de contar con datos sobre la delincuencia y el
crimen organizado en los cuatro estados. Se utilizaron las diversas fuentes de informacin
disponibles, incluyendo encuestas (ver en el Anexo A las fuentes y los recursos consultados).
Como en las dimensiones anteriores, no fue posible contar con todos los datos para un mismo
momento, ni de manera homognea; sin embargo, se seleccionaron los ltimos datos disponibles
respecto al estado. Asimismo, se trat de obtener informacin desagregada por sexo y entidad
federativa; sin embargo, esto no siempre pudo lograrse.
Una vez que se recopil la informacin, se vaci en tablas y grficas. Se ubicaron en estas
dimensiones otros indicadores, derivados de la sistematizacin realizada para el contexto, como fue
la participacin poltica de las mujeres y otros dos no estadsticosrelacionados con la
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normatividad jurdica en torno a los derechos sexuales y reproductivos y con las leyes y
disposiciones en torno a la violencia contra las mujeres en las cuatro entidades, as como algunas
creencias sobre los roles de gnero y la violencia.
Dimensiones dependientes
Se realiz una bsqueda de informacin estadstica de 2005 a 2011 en diferentes portales y pginas
gubernamentales y no gubernamentales con el fin de contar con datos sobre los diferentes tipos y
modalidades de violencia contra las mujeres comparables en los cuatro estados. Se utilizaron
diversas fuentes de informacin incluyendo la ENDIREH 2011 (ver en el Anexo A las fuentes y los
recursos consultados).
Una vez que se recopil la informacin, se vaci en tablas y grficas, con base en las modalidades de
violencia contra las mujeres especificadas por la LGAMVLV. Cabe sealar que las primeras dos
dimensiones son reportadas en el captulo Caracterizacin del rea de estudio, mientras que lo
sistematizado en la tercera se incluye en Resultados por modalidades de violencia.
Estudio de campo cualitativo
Con base en el documento Terico-metodolgico del Estudio Nacional (Castro y Riquer, 2011), se
desarroll un estudio cualitativo en la Zona Centro. Nuestro principal inters estuvo centrado en
abordar cmo son significadas las diversas violencias por actores institucionales y no institucionales
estatales y municipales, as como por mujeres que viven en comunidades ubicadas en alguno de los
municipios de alta violencia social en los respectivos estados.
Es fundamental abordar los aspectos socioculturales asociados a las diversas manifestaciones de la
violencia de gnero, por lo que es necesario complementar los aspectos cuantitativos con un
abordaje cualitativo que de cuenta de estos aspectos. Como mencionan Garca y Cabral (1999) en
su Socioantropologa de la violencia de gnero, es importante rastrear el discurso de la violencia
mediante las representaciones socio-simblicas (sistemas de creencias, valores, imgenes,
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pensamientos, ideas, lenguaje cotidiano, formas de relacin y prcticas sociales), las cuales
proporcionan a hombres y mujeres los cdigos para nombrar y clasificar el mundo, as como para
experimentar su historia individual y grupal. Es prcticamente imposible, empero, realizar este
rastreo desde un enfoque cuantitativo; de aqu la relevancia de contar con una mirada cualitativa.
La investigacin cualitativa permite abordar tanto la experiencia vivida como el significado que se le
da a algn suceso en un contexto especfico; implica describir e interpretar los temas en el mundo
vivido de los sujetos. Mientras que la investigacin cuantitativa analiza el mundo social en trminos
de variables y produce datos numricos, la cualitativa es una fuente para obtener ricas descripciones
y explicaciones sobre los procesos en contextos locales, narradas en las palabras de los participantes.
(Ramos Lira, 2005).
Como se seala en la publicacin sobre la ruta crtica de las mujeres afectadas por la violencia
intrafamiliar en Amrica Latina (Sagot y Carcedo, 2000), el paradigma cualitativo tiene una serie de
implicaciones ticas, rechaza el paradigma cientfico tradicional que separa a los sujetos y objetos de
la investigacin y busca establecer una relacin igualitaria y horizontal entre quien investiga y los
participantes. Este tipo de investigacin pretende comprender la realidad desde el punto de vista de
los actores, tiene inters por el contexto, es flexible en la implementacin de tcnicas de recoleccin
de los datos y da importancia a la subjetividad de los/las investigadores/as y de las/los
participantes.
Consideraciones previas o de lo tico en la investigacin sobre violencia
La investigacin tom en cuenta consideraciones ticas y de seguridad que tocaron tanto al equipo
de investigacin como a las personas con las que se tuvo contacto para su desarrollo.
Una de las primeras consideraciones fue proteger la confidencialidad de la informacin para
garantizar la seguridad de las y los participantes y la calidad de los datos. La Organizacin Mundial
de la Salud (OMS) plantea que en condiciones de inestabilidad social o poltica, ciertas formas de
violencia como la sexual o la ejecutada por personas relacionadas con el crimen organizado o
instituciones del Estado pueden ser difciles de reportar por las vctimas directas o indirectas. Las
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investigaciones realizadas en este campo muestran que la victimizacin violenta se asocia con una
seria de secuelas psicolgicas que dificultan hablar de la misma, y que el impacto se vuelve
comprensiblemente ms delicado por las posibles consecuencias dainas inclusive para la libertad
o la integridad fsica personal o de los seres queridos que pueden ocurrir al develar la experiencia.
En contextos de emergencia, caracterizados por inseguridad, miedo, prdida de autonoma, y el
rompimiento de los mecanismos relacionados con la ley y el orden, y la disrupcin extendida de los
sistemas de apoyo comunitarios y sociales, las vctimas, familiares, organizaciones, defensores o
personas cercanas pueden tener grandes reticencias para revelar sus experiencias (World Health
Organization, 2007).
Por lo tanto, cuando la confidencialidad no est garantizada, compartir esta informacin puede ser
muy difcil porque requiere revivir experiencias pasadas o recientes sumamente dolorosas para las
vctimas y, sin duda, para quienes se encuentran recolectando la informacin.
Para garantizar la confidencialidad y disminuir el riesgo, se analizaron varios cdigos de prctica que
ofrecen orientacin en asuntos relacionados con la tica y la seguridad de la investigacin que
involucra a sujetos humanos. Sin embargo, encontramos que las pautas especficas de recoleccin de
informacin sobre vctimas en contextos de inseguridad y violencia no han sido del todo
desarrolladas y requieren pensarse cautelosamente.
La Organizacin Panamericana de la Salud (OPS) y la Organizacin Mundial de la Salud (OMS)
(1996) mencionan que cuando las investigaciones involucran la participacin de personas se debe
llevar a cabo un protocolo en el que los participantes tengan conocimiento de los beneficios y
riesgos relacionados con el estudio. Adems, es indispensable que el proyecto sea aprobado por un
comit cientfico o tico que tenga cabal conocimiento de las costumbres y tradiciones de la
comunidad en la que se desenvuelve y es necesario que el trabajo responda a las necesidades de
salud y a las prioridades de la comunidad
Cuando se realicen estudios sobre violencia contra las mujeres, las entrevistas deben realizarse en un
entorno privado y deben ser presentadas como un estudio sobre salud de las mujeres, con el fin de
evitar riesgos tanto para las participantes como para los integrantes del equipo. Adems, deben
pensar previamente la ubicacin de lugares alternativos para la entrevista, como centros de salud o
atencin local donde se puedan derivar los participantes en caso de ser necesario.
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En el caso de la recoleccin de informacin sobre violencia sexual en contextos de emergencia, se
han determinado ocho recomendaciones ticas y de seguridad asociadas con la planificacin y la
realizacin de actividades de acopio de informacin. Las tomamos como punto de partida y las
adaptamos para este estudio (WHO, 2007).
1. Los beneficios para los y las participantes, organizaciones o comunidades respecto a la
documentacin de vctimas de delitos y de abuso de poder deben ser mayores que los riesgos para
los y las participantes, organizaciones o comunidades. Es decir, si algn tipo de informacin que
requiere recolectarse pone en riesgo a participantes o personal, se debern evaluar otras maneras de
obtenerla o, en su caso, suspenderse.
2. La recopilacin de informacin y documentacin debe realizarse de modo que presente el
menor riesgo para las y los participantes, que sea metodolgicamente slida y se sume a la
experiencia actual y buena prctica.
3. La atencin y apoyo a las sobrevivientes/vctimas debe estar disponible antes de comenzar
cualquier actividad que involucre a personas que revelen informacin sobre las experiencias de
violencia investigadas.
4. La seguridad de las personas que participan en la recoleccin de informacin sobre las
experiencias de violencia investigadas es una preocupacin fundamental y deber ser monitoreada
de forma continua a travs de supervisores/as que estn en contacto con el personal. La
confidencialidad de las personas que proporcionan la informacin debe ser protegida en todo
momento.
5. Cualquier persona que proporcione informacin debe otorgar consentimiento informado
antes de participar en la actividad de recoleccin de datos. Sin embargo, este consentimiento no
puede reducirse solamente a la aplicacin de un formato, es necesario tomar en cuenta a los y las
participantes, sus condiciones particulares y reflexionar sobre los componentes culturales que
pueden asociarse con aceptar o no participar en un estudio de esta naturaleza.
6. Los miembros del equipo deben ser seleccionados cuidadosamente y recibir capacitacin
especializada pertinente y suficiente tanto tcnica como de respaldo emocional, prctico y operativo
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permanente. Incluye atencin al trauma, al trauma vicario y al desgaste para posibilitar la mejor
condicin personal, como el adiestramiento en intervencin en crisis y contencin emocional.
7. Se deben instalar medidas de seguridad adicionales si hay nias, nios y adolescentes
(menores de 18 aos de edad).
8. Es necesario pensar en formas de retribuir informacin a la comunidad investigada.
9. Es factible que al abordar la victimizacin, la respuesta del Estado haga evidente la
vulnerabilidad de las poblaciones bajo estudio y se corra el riesgo de incrementar las desigualdades
sociales cuando se divulga la informacin a pblicos acadmicos o polticos, por lo que es
fundamental valorar la manera en que debe de exponerse dicha informacin.
Considerando la propuesta de Barrios (2007), es fundamental que prevalezca el respeto a las
decisiones de las personas, asegurando su bienestar por encima de cualquier riesgo: la beneficencia y
el respeto a la capacidad de cada sujeto
de tomar las decisiones importantes para su propia vida, segn sus valores y deseos,
libres de coercin, manipulacin o interferencias, esto es la autonoma, la cual parte de
dos consideraciones ticas: la primera es que los sujetos deben ser tratados como
agentes autnomos, y la segunda, es que las personas con menos autonoma tienen
derecho a la proteccin, entendiendo la autonoma como concepto que nace en un
mbito legal y no mdico. Finalmente, el principio de justicia evita la discriminacin de
los sujetos para ser beneficiados de cualquier intervencin. (Barrios, 2007: 29).
Por lo anterior y alentadas por el estudio realizado por Ellsberg y Heise (2005) en el documento
Researching violence against women: A practical guide for researchers and activists basado en la
investigacin sobre violencia contra las mujeres, se identifica que sta puede ponerlas en riesgo
ms si, como en este estudio, se aborda en contextos de violencia social y crimen organizado, se
decidi descartar (por los tiempos, condiciones y posibles riesgos a la integridad fsica y emocional)
las entrevistas a mujeres que hubieran experimentado directamente alguna violencia extrema, as
como a aquellos familiares de mujeres vctimas de feminicidio.
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Las mujeres que viven violencia ya estn en riesgo, las/os investigadoras/es no pueden eliminar
esta realidad ni la posibilidad de que un dao posterior sea causado por su estudio. La obligacin de
las/los investigadoras es evaluar cuidadosamente los riesgos y beneficios de cualquier estudio y
tomar cualquier medida posible para reducir el posible dao y maximizar el posible beneficio.
(Ellsberg y Heise, 2005).
Estrategia de abordaje
Dado que el lapso de tiempo para abordar los cuatro estados era breve se opt por un enfoque de
evaluacin rpida3 (Ellsberg y Heise, 2005) mediante el cual se realiz un anlisis situacional,
utilizando una combinacin de entrevistas semiestructuradas y de grupos focales como tcnicas de
recoleccin de informacin. El acercamiento planteado por estas autoras recurre a varias tcnicas,
como los grupos focales, la observacin participante, las entrevistas a profundidad; o tcnicas ms
participativas como el trazado de mapas o zonas de vulnerabilidad y clasificacin por
conglomerados.
Este acercamiento sirvi para determinar la dimensin del problema, identificar reas de
vulnerabilidad en relacin con la violencia contra las mujeres, determinar los servicios y programas
existentes en las diferentes zonas, obtener informacin y percepciones de personas expertas y
afectadas directa o indirectamente por la violencia y ahondar en el conocimiento sobre la
complejidad de las creencias que perpetan la violencia y sus efectos en la vida de las mujeres.
La entrevista es una tcnica que permite acceder al universo de sentido del actor al plantearse como
una conversacin entre dos personas dirigida y registrada por un entrevistador con el objetivo de
generar un discurso continuo sobre cierto tema. Implica dar relevancia a la experiencia personal del
entrevistado y a su particular punto de vista (Vega, 2009). Ms especficamente, las entrevistas
semi-estructuradas posibilitan este dilogo pero cuentan con un guin temtico y con preguntas a
responder que requieren abordarse a lo largo de la entrevista, aunque posibilitan tambin abrir temas
3 El enfoque de evaluacin rpida posibilita la sensibilizacin comunitaria sobre la problemtica estudiada y puede propiciar la accin y el aprendizaje comunitario dadas su flexibilidad. Cabe mencionar al respecto, que la Investigacin y Accin Participativa (IAP) tiene sus races en los movimientos de educacin popular en los pases del sur de Amrica Latina y como tcnica de enfoque de evaluacin rpida se ha utilizado por la Organizacin Panamericana de la Salud (OPS) en varios pases para determinar rutas crticas en relacin a la respuesta institucional frente a la violencia domstica. (ver Ellsberg y Heise, 2007:84)
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no pre-establecidos y, por lo tanto, dar cuenta de nuevos aspectos sobre el asunto de inters en
cuestin.
Por su parte, los grupos focales constituyen una tcnica cualitativa de recoleccin de informacin
basada en entrevistas colectivas y semiestructuradas realizadas a grupos homogneos. Robert
Merton (citado por Aigneren, 2009) en su artculo "La entrevista focalizada" define los parmetros
para el desarrollo de grupos focales: a) asegurar que los participantes tengan una experiencia
especfica u opinin sobre la temtica o hecho que se investiga; b) elaborar un guin de
funcionamiento que liste los principales temas a desarrollar, y c) que la experiencia subjetiva de los
participantes se explore en relacin a las hiptesis de investigacin.
Si bien esta tcnica no puede sustituir la informacin que puede obtenerse con investigaciones,
entrevistas individuales u observacin participante, permite acceder a ciertos tipos de datos que no
pueden obtenerse fcilmente con ninguna de las mencionadas tcnicas como: a) conocer conductas
y actitudes sociales, lo que ayuda a relevar informacin sobre una temtica; y b) obtener mayor
cantidad y variedad de respuestas que pueden enriquecer la informacin respecto de un tema.
Sobre la Recopilacin de la Informacin
Antes de que una persona pasara a ser informante, l/ella fue notificado/a en un formato por
escrito con respecto a los objetivos, mtodos, beneficios esperados y potenciales riesgos de la
investigacin; su derecho a abstenerse de participar en la investigacin; su derecho a cesar su
participacin en cualquier momento y la naturaleza confidencial y annima de sus respuestas.
Sobre el consentimiento informado
Adems de las consideraciones contempladas, el consentimiento informado no se reduce solamente
a la aplicacin del formato, por lo que se tom en cuenta el respeto a la dignidad, la libertad y
autodeterminacin de los sujetos de investigacin, sus condiciones particulares, sus normas, valores
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y concepciones sociales, as como los componentes culturales que pueden asociarse con el aceptar o
no participar en el estudio.
Sobre los/las informantes y el equipo
La seguridad e integridad de ambos fue prioritaria. Por ejemplo: no se realizaron visitas de campo a
lugares donde, por reporte de los propios informantes clave, la integridad fsica de los investigadores
pudiera estar en riesgo. Tambin se utiliz un diario de campo que cada uno de los integrantes del
equipo realizaba de manera individual y, sobre todo durante las visitas a los estados. Estos diarios
tuvieron la funcin de dar cuenta del contexto y reflexionar sobre las acciones realizadas
(supervisin, informes de evaluacin, memoria final de la prctica, sistematizacin de la
experiencia). Empero, tambin tuvo la finalidad de ser un medio de captura sobre la percepcin de la
subjetividad y contencin para las investigadoras/es.
Participantes
El inters principal del estudio fue contar con personas informadas, lcidas, reflexivas y dispuestas a
hablar ampliamente con las/los entrevistadoras/es. El criterio de experto se basa en el trmino
expertise, anglicismo que hace referencia a la cualidad propia de quienes poseen competencia y
experiencia en la realizacin de una tarea.4 El experto es reconocido por sus pares o por el pblico
en ciertos mbitos; es una persona que cuenta con conocimientos o habilidades derivados de su
contacto con la investigacin, de su experiencia, o de su ocupacin en un rea particular.
Los informantes fueron contactados por la tcnica de bola de nieve, partiendo de la red social
cercana al equipo de investigacin que se fue ampliando progresivamente a otros sujetos
(Salamanca-Castro y Martn-Crespo Blanco, 2007). Los criterios de inclusin que fueron tomados
en cuenta para los participantes eran su disposicin a ser entrevistados previo consentimiento
informado y la autorizacin para audiograbar la entrevista. Los criterios de exclusin que rigieron
esta investigacin tenan que ver con cualquier situacin que pusiera en riesgo la integridad de la 4 Artculo en lnea disponible en http://www.institutodechile.cl/lengua/notas/NI-40.pdf
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persona entrevistada o la integridad del/la entrevistador/a (Ver Formatos de Consentimiento
Informado, Anexo B). As, seleccionamos 3 tipos de informantes de acuerdo con el tipo de datos que
buscbamos nos proporcionaran:
Informantes clave a nivel estatal (Expertos)
Nuestro criterio de seleccin de los informantes fue que pudieran dar cuenta de la situacin que vive
el estado donde radican, investigan o trabajan respecto a la violencia contra las mujeres, la violencia
social (especficamente la relacionada con el crimen organizado y la guerra contra el narcotrfico),
los posibles vnculos entre ambas, y las zonas que son consideradas ms peligrosas para las mujeres.
Se entrevistaron a expertos que tuvieran experiencia de, al menos, dos aos abordando la violencia
contra las mujeres en sus respectivos estados y campos; o que estuvieran realizando investigacin o
trabajo profesional como funcionarios pblicos; o que estuvieran cubriendo, escribiendo o haciendo
algn tipo de activismo en el tema de la violencia contra las mujeres y/o sobre la violencia social. La
relevancia del criterio temporal radica en que se espera que los/as expertos/as tengan
conocimiento de los posibles cambios ocurridos en la problemtica a nivel estatal.
Informantes clave a nivel municipal (lderes formales o informales)
Los informantes municipales pueden ser denominados lderes formales o informales. En este caso se
considera que su expertise, es el tipo de labor y tiempo de contacto con la comunidad; es decir, su
experiencia. La experiencia es, pues, una forma de conocimiento o habilidad derivada de la
observacin, de la vivencia de un evento o proveniente de las cosas que suceden en la vida;
solamente se tiene experiencia de algo con lo que se tiene contacto.
En este sentido, es fundamental considerar que este informante clave, por su rol en la comunidad,
debe contar con acceso privilegiado a la informacin buscada. Por lo tanto, suponemos que estos
informantes son reconocidos por sus pares o por la misma comunidad con la que laboran como
expertos.
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En este caso, lo que interesaba era contar con personas que conocen la vida cotidiana del municipio,
particularmente en torno a la violencia contra las mujeres y la violencia social y que pudieran dar
cuenta de las manifestaciones de dicha violencia y sus posibles vnculos con la violencia social, as
como las estrategias para enfrentar esta situacin y las instituciones para dar respuesta.
De la misma manera que los informantes estatales, fueron contactados a partir de la tcnica de bola
de nieve, partiendo de la red social de los informantes clave estatales.
Informantes clave a nivel comunitario (Mujeres que habitan y/o trabajan en la localidad)
En este caso se contact con mujeres que vivan y/ o trabajaban en una misma comunidad,
delegacin o municipio, va alguna/o de las/los lderes, informantes u organizaciones contactadas a
nivel municipal anteriormente para participar en grupos focales en los que se hicieron preguntas
acerca de la dinmica cotidiana sobre la violencia contra las mujeres y la violencia social e incluso la
relacin entre ambas.
La informacin que se buscaba recabar con este tipo de informantes fue la identificacin de un
mapeo de las zonas o colonias de ms alta violencia contra las mujeres y los focos rojos de la
violencia social manifiesta que ellas pudieron detectar o nombrar, as como una mejor comprensin
de la dinmica que se desarrolla al interior de las comunidades que pudiera arrojar luz sobre los
resultados cuantitativos y cualitativos de esta investigacin.
En total fueron incluidos 86 informantes clave divididos en los tres tipos descritos anteriormente,
como se observa en el Cuadro 1: 28 Informantes clave a nivel estatal cuya informacin se captur a
travs de un guin de entrevista semiestructurada; 9 Informantes clave a nivel municipal cuya
informacin se captur a travs de un guin de entrevista semiestructurada; 49 Informantes clave a
nivel comunitario cuya informacin se captur por medio de la realizacin de grupos focales.
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CCCCuadro uadro uadro uadro 1111....
IIIInformantes clave por Estado y Tiponformantes clave por Estado y Tiponformantes clave por Estado y Tiponformantes clave por Estado y Tipo
Informante/ Estado Distrito
Federal
Edomex Morelos Hidalgo Total
Estatal 6 8 7 7 28
Municipal 4 3 0 2 9
Comunitario (Grupos Focales) 24 10 0 15 49
Total 34 21 7 24 86
Los informantes estatales y municipales fueron audiograbados en una entrevista individual, que
poda constar de una o dos sesiones dependiendo de la agenda del informante y de la cantidad de
informacin. Para el caso de los informantes a nivel comunitario se llevaron a cabo seis grupos
focales con mujeres que residen en zonas identificadas previamente como con alto ndice de
violencia. Tres de estos grupos se realizaron en el DF, dos en el estado de Hidalgo y uno ms en la
ciudad de Toluca. Los realizados en el Distrito Federal se llevaron a cabo en una escuela secundaria
de la delegacin Iztapalapa en los que participaron mujeres adolescentes entre 13 y 20 aos que
vivan en la delegacin.
En el caso de Hidalgo los grupos focales se realizaron con mujeres adultas. Uno de los grupos estuvo
conformado por mujeres de la sociedad civil y lderes comunitarias de diferentes municipios del rea
rural del estado; el otro estuvo integrado por funcionarias y mujeres de organizaciones sociales del
rea urbana. Finalmente, en el Estado de Mxico se realiz un grupo focal en la ciudad de Toluca con
un colectivo de 10 jvenes activistas en contra de la violencia contra las mujeres, las participantes
tenan entre 22 y 28 aos de edad.
Los informantes clave a nivel estatal y municipal se subdividieron adems de acuerdo al rea de
actividad en la que laboran o son especialistas. En total se realizaron 37 entrevistas
semiestructuradas, de las cuales 17 fueron con acadmicos, 12 con personas de la sociedad civil
organizada, seis con funcionarios de algn orden de gobierno en alguno de los cuatro estados de la
zona y dos con periodistas (Ver Cuadro 2).
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CCCCuadrouadrouadrouadro 2222....
IIIInformantes clave estatales y municipales segn actividadnformantes clave estatales y municipales segn actividadnformantes clave estatales y municipales segn actividadnformantes clave estatales y municipales segn actividad
rea / Estadorea / Estadorea / Estadorea / Estado Distrito Distrito Distrito Distrito
FederalFederalFederalFederal
Estado de Estado de Estado de Estado de
MxicoMxicoMxicoMxico
MorelosMorelosMorelosMorelos HidalgoHidalgoHidalgoHidalgo TotalTotalTotalTotal
AcademiaAcademiaAcademiaAcademia 4 8 2 3 17
OSCOSCOSCOSC 4 3 2 3 12
InstitucionesInstitucionesInstitucionesInstituciones 2 0 2 2 6
PeriodistasPeriodistasPeriodistasPeriodistas 0 0 1 1 2
TotalesTotalesTotalesTotales 10 11 7 9 37
Procedimiento
Para contactar a los y las informantes clave tanto a nivel estatal y municipal, se utiliz la
metodologa de la bola de nieve, que consiste en la ubicacin de un crculo inicial de actores y
expertos clave para luego derivar en un segundo nivel de informantes desde la dimensin estatal,
pasando por el nivel municipal para llegar al mbito comunitario. Esta metodologa es un
procedimiento de seleccin informal cuyo punto de partida permite nominar a otros informantes
con conocimientos y experiencia en la temtica investigada.
Cabe mencionar que en el caso del Distrito Federal la bola de nieve se inici a travs de la red que
una de las autoras ha mantenido desde el ao 2007 en la zona realizando proyectos de
intervencin sobre violencia contra mujeres y adolescentes en la delegacin Iztapalapa. Por otro
lado, en el estado de Hidalgo se cont con una red limitada de informantes, de manera que se hizo
necesaria una visita exploratoria de la zona. Para sta se ubicaron los municipios con ms violencia
contra las mujeres (Real del Mineral, Tulancingo, Ixmiquilpan y Pachuca), y se realiz una bsqueda
in situ de contactos con algunas organizaciones de la sociedad civil con las cuales se realizaron los
acercamientos posteriores.
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Las entrevistas semiestructuradas se llevaron a cabo solamente con los informantes clave estatales y
municipales (ver Gua Temtica de la Entrevista Semi-estructurada, Anexo B). Para la realizacin de
los grupos focales se contact primero a algn/a lder comunitario/a formal o informal que
generalmente funga como informante estatal o municipal y que tena contacto con las personas de
los municipios o delegaciones que cumplieran con los criterios descritos para los informantes
comunitarios. El lder comunitario gestion la disponibilidad de tiempo y lugar para el encuentro y
uno o dos integrantes del equipo realizaron las preguntas en cada grupo. A todos los grupos se les
explic los objetivos del proyecto y del grupo focal y que la sesin sera audiograbada, especificando
que su participacin era opcional. Adems, se les peda que anotaran algunos datos de identificacin,
como su edad o su colonia, en una lista de control (ver Gua Temtica del Grupo Focal, Anexo B).
Anlisis de datos
Para llevar a cabo la sistematizacin de entrevistas y grupos focales se gener una base de datos de
acuerdo a los ejes temticos antes mencionados y los tipos de violencia que considera la ley y por los
que indaga el estudio. Lo anterior con la finalidad de facilitar la observacin de semejanzas,
diferencias y particularidades de cada estado, municipio y/o comunidad. Las categoras temticas,
de hecho, fueron fundamentales para describir, comparar y, en cierta medida, comprender los datos
recopilados en la fase cuantitativa.
Para el anlisis, adems, se consideraron algunos puntos importantes como parte de las categoras o
ejes temticos; estos puntos tambin se pueden encontrar sealados en otros estudios (Opler,
1945, citado por Ryan y Bernard, 2003): qu tan frecuentemente aparecen, qu tan constantes son
a travs de diferentes tipos de ideas y prcticas; cmo reaccionan las personas cuando el tema es
cuestionado, y el grado en que el nmero, fuerza y variedad de una expresin del tema aparece en
contextos especficos.
Sin embargo, y en concordancia con Ryan y Bernard (2003), consideramos que los temas
provienen tanto de los datos (enfoque inductivo) como de las ideas tericas de los/as
investigadores/as acerca del fenmeno bajo estudio (enfoque deductivo); estas ltimas se derivan
en gran medida de la propia revisin de literatura y de datos estadsticos, pero tambin tienen que
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ver con las experiencias personales, las orientaciones tericas y los valores propios. Por lo anterior,
los resultados dan cuenta de hallazgos en varios niveles discursivos.
4.2 Resultados
4.2.1 Estado del Arte
Esta parte del reporte pretende mostrar un panorama general del conocimiento generado entre los
aos 2000 y 2011 en torno a la temtica de la violencia contra las mujeres en las cuatro entidades
de la Zona Centro. Se incluyen aqu todas las modalidades de violencia incluidas en la Ley General de
Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV): violencia familiar, violencia
feminicida, en el mbito laboral, en el mbito escolar, violencia institucional y en la comunidad, as
como los diversos tipos de violencia que en ella se especifican. Adicionalmente se llev a cabo una
valoracin de la calidad de la informacin, particularmente de la emprica.
Al principio se muestra el total de estudios registrados en toda la zona, no obstante, solamente se
detalla de manera ms sinttica la trayectoria conceptual de la problemtica de violencia contra las
mujeres utilizando nicamente aquellos documentos que fueron clasificados como de alta calidad.
Con base en la clasificacin y revisin de materiales acadmicos, se presenta a continuacin los
resultados considerando dos dimensiones:
La cuantitativa, en la que se reporta principalmente a nivel porcentual en el rea y por
estado, caractersticas tales como tipo de material revisado, ao de publicacin, institucin,
etc., para tambin dar cuenta numricamente de la calidad de los textos revisados.
La cualitativa, en la que se presentan los ejes temticos construidos, de manera tal que
aporta un panorama del conocimiento generado tanto por publicaciones cientficas como
por tesis a nivel en la zona de estudio.
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En el Anexo C, se presenta un breve panorama sobre las Organizaciones de la Sociedad Civil y sus
publicaciones, sobre las cuales no se profundiz por no haber encontrado documentos de corte
especficamente acadmico. Se reportan en ese documento las organizaciones que fueron rastreadas
de manera electrnica, no obstante, durante el trabajo de campo pudimos tener contacto con
organizaciones de la sociedad civil que no se encuentran en dicho cuadro, pues no contamos con el
tiempo suficiente para contactarlas, conocer sus objetivos y sistematizar esta informacin.
Reporte cuantitativo sobre los documentos acadmicos y cientficos generados en la zona
y por estado
A continuacin se presentan resultados cuantitativos sobre el conocimiento generado respecto al
tema de violencia contra las mujeres. Se muestran datos sobre la zona y en los casos que se
consider pertinente, resultados por entidad. Cabe aclarar que en trminos generales la mayor
cantidad de produccin acadmica y cientfica se concentra en el Distrito Federal y en el Estado de
Mxico.
En primer trmino se muestran los resultados cuantitativos de la bsqueda y recoleccin
especializada para la construccin del estado del arte. Se consultaron cinco bases de datos
electrnicas, y en cada estado se visitaron bibliotecas y centros de investigacin para dicha
recoleccin. En total se visitaron 28 bibliotecas y cinco libreras:
Lista de principales buscadoresLista de principales buscadoresLista de principales buscadoresLista de principales buscadores consultados en lnea consultados en lnea consultados en lnea consultados en lnea
1. Medigraphic http://new.medigraphic.com/cgi-bin/busqueda.cgi
2. Scielo http://www.scielo.org.mx
3. Redalyc http://redalyc.uaemex.mx/
4. Imbiomed http://www.imbiomed.com.mx/1/1/catalogo.html
5. Google acadmico http://scholar.google.com.mx
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Lugares visitados
Distrito FederalDistrito FederalDistrito FederalDistrito Federal
1. Biblioteca Central de la UNAM
2. Biblioteca de la Facultad de Economa
3. Biblioteca Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala
4. Biblioteca Universidad Autnoma Metropolitana (UAM)-Xochimilco
5. Biblioteca UAM- Azcapotzalco
6. Biblioteca UAM-Iztapalapa
7. Biblioteca Escuela Nacional de Antropologa e Historia (ENAH)
8. Biblioteca El Colegio de Mxico (Colmex)
9. Libreras Gandhi
10. Libreras Fondo de Cultura Econmica (FCE)
11. Libreras El Stano
12. Librera UAM-X
Estado de Estado de Estado de Estado de MxicoMxicoMxicoMxico
1. Biblioteca Central de la Universidad Autnoma del Estado de Mxico (Uaemex)
2. Biblioteca Facultad de Derecho, Uaemex
3. Biblioteca Facultad de Medicina, Uaemex
4. Biblioteca Facultad de Ciencias Polticas y Sociales y Administracin Pblica, Uaemex
5. Biblioteca Facultad de Ciencias de la Conducta, Uaemex
6. Biblioteca Facultad de Antropologa, Uaemex
7. Biblioteca Escuela de Enfermera y Obstetricia, Uaemex
8. Biblioteca Centro Universitario Atlacomulco, Uaemex
9. Biblioteca Centro Universitario Valle de Chalco, Uaemex
10. Biblioteca Centro Universitario Ecatepec, Uaemex
11. Biblioteca Centro Universitario Zumpango, Uaemex
12. Librera Uaemex Toluca
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13. Biblioteca Universidad de Chapingo
14. Biblioteca Universidad del Valle de Mxico (UVM)- Texcoco
HidalgoHidalgoHidalgoHidalgo
1. Biblioteca Central Universidad Autnoma del Estado de Hidalgo (UAEH)
2. Biblioteca del Instituto de Ciencias de la Salud, UAEH
3. Biblioteca del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades, UAEH
4. Biblioteca Universidad Pedaggica Nacional (UPN) Hidalgo
MorelosMorelosMorelosMorelos
1. Biblioteca Central de la Universidad Autnoma del Estado de Morelos (UAEM)
2. Biblioteca del Centro En el rea de Investigaciones Multidisciplinarias
3. Biblioteca del Instituto Nacional de Salud Pblica
De las referencias registradas, la mayora fueron ubicadas in