Estudiantes yDerechos Humanos

Por César Iván Hernández Vega

“Los Derechos Humanos notienen una raza, un idioma,

ni credo determinado.Sólo reconocen una cosa:

el género humano”César Iván Hernández Vega

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El conocimiento de nuestros Derechos como seres humanos no es

propio sólo de los estudiosos en la materia. Cualquier persona, sin

distingos, puede (y debería) conocer sus Derechos Humanos. No sólo

eso: Debe hacerlos valer. Para concretizar en este artículo, dedicaré

mi atención particularmente en las y los estudiantes. Estudiantes de

escuelas públicas y privadas. Estudiantes de primaria, secundaria,

bachillerato, universidad y grados más avanzados.

Bien dicen que la escuela es como la segunda casa del estudiante; y

como segunda casa, no podemos negar que su educación se

complementa en el aula. Por tanto, cabe realizar dos preguntas:

<¿Qué educación queremos recibir en la escuela? Y ¿Qué educación

queremos que reciban nuestros hijos e hijas?> Estas preguntas

necesitan respuestas concienzudas por parte de todos nosotros.

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El incipiente siglo XXI está viviendo una época dual: Por un lado, se

fortalecen los sistemas Ombudsman (de Derechos Humanos) en los

países del mundo, y a la par se hace un esfuerzo loable por instaurar

sistemas de Derechos Humanos donde aún no los hay. Sin embargo, y

aunque sea contrastante, pareciera que las sociedades del mundo se

empeñan en hacer de la violencia, algo artístico o cultural. Peor aún,

las constantes guerras, que sólo crean miseria, hambre y desamparo

continúan permeando en nuestros días. ¿A qué se enfrenta el mundo

con una época dual, donde se pretende que todos vivamos en entera

libertad y dignidad, y por otra parte se atacan los unos a los otros?

Esta dualidad que lejos de complementarse, se repele. Pareciera que

se está dividiendo el mundo en dos hemisferios, y es la misma

división entre las personas la que está obstaculizando el progreso

humano que se ha anhelado en todos los tiempos y espacios.

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Las estudiantes y los estudiantes como seres humanos, como

miembros de una sociedad determinada y como habitantes de este

planeta se enfrentan ante complejidades y contradicciones en la vida

cotidiana. Por esta razón, las maestras y los maestros deben tomar

seriedad en la educación que están proporcionando a sus alumnos. Es

decir: Proporcionarles la educación y la formación que fomenten el

sentido de respeto hacia la vida humana (la propia y de la

colectividad). Fomentar la convivencia entre los estudiantes, y dejar

de lado los viejos modelos que dividen y seccionan a los grupos.

Formar estudiantes que respeten la libre creencia y la libre

asociación, que está constituida en nuestra Carta Magna. Formar

estudiantes que sean incluyentes.

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Los estudiantes no debiéramos permitir que la pasividad nos llegue

hasta la cabeza. Todo lo contrario. Este nuevo siglo busca personas

que además de preocuparse por la situación de la globalidad, y la

localidad, se ocupen en laborar activamente a solucionar algunos de

los problemas que aquejan a cada sociedad. La inclusión en el tema

de Derechos Humanos amplía nuestro panorama de comprensión. Y

un primer paso para ocuparnos activamente es la difusión de los

principios de Derechos Humanos reconocidos en la Constitución

Federal, en los tratados internacionales en los que México ha

participado, en las leyes federales y locales de nuestra entidad

federativa, incluida la misma Constitución Política del Estado.

En Guanajuato, contamos con la Procuraduría de Derechos Humanos,

donde podemos acudir libremente a recibir información y material

para su difusión.

Afortunadamente, el conocimiento de nuestros Derechos y validez de

los mismos es para todas y todos sin distinción alguna.