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UNIVERSIDAD CENTRAL FACULTAD DE ARQUITECTURA, URBANISMO Y PAISAJE VICERRECTORIA ACADÉMICA DIAGNOSTICO DEL CAMPO OCUPACIONAL y DEL EJERCICIO PROFESIONAL DE LOS TITULADOS DE ARQUITECTURA, ECOLOGÍA Y PAISAJE Fondo Proyecto de Investigación Vicerrectoría Académica 2009 – 2010 Informe Nº 1 Estado del Arte

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UNIVERSIDAD CENTRAL FACULTAD DE ARQUITECTURA, URBANISMO Y PAISAJE VICERRECTORIA ACADÉMICA

DIAGNOSTICO DEL CAMPO OCUPACIONAL y DEL EJERCICIO PROFESIONAL

DE LOS TITULADOS DE ARQUITECTURA, ECOLOGÍA Y PAISAJE

Fondo Proyecto de Investigación Vicerrectoría Académica

2009 – 2010

Informe Nº 1

Estado del Arte

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

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DIAGNOSTICO DEL CAMPO OCUPACIONAL y DEL EJERCICIO PROFESIONAL DE LOS

TITULADOS DE ARQUITECTURA, ECOLOGÍA Y PAISAJE

Autores Marco Valencia Palacios Cecilia Muñoz Zúñiga

Equipo de Investigación

Investigador Responsable : Marco Valencia Palacios Co-investigador : Cristian Frías Bello Ayudante de investigación : Francisco Herrera Profesional Consultor : Cecilia Muñoz Zúñiga

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

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INDICE

Resumen Ejecutivo /Abstract ………………………………………………………………… 04 Introducción ……………………………………………………………………………………. 05 Primera Parte 1.1- La Elite del Conocimiento en la Sociedad Moderna: Intelectuales, Científicos y Profesionales …………………………………………………… 07 1.2 ¿Qué es una Profesión? ……………………………………………………………... 12 1.3.-Consolidación del sector profesional en el siglo XX …………………………………. 16 1.4.-El Sistema Profesional: origen y consolidación moderna …………………………… 21 1.5.-La Formación Profesional y el presente del sistema………………………………….. 23

Segunda Parte 2.1.-Escuelas de Arquitectura y Perfil Profesional: discursos tras la oferta y la demanda educacional ………………………………………… 29

2.1.1.-Breve Historia de la profesionalización de la arquitectura en Chile......................... 30

2.1.2.- El surgimiento de la educación privada en el contexto de los 80´s y 90´s ……. 41 2.2.-El Querer Ser Arquitecto: imaginario social de un oficio aspiracional ……………… 47 2.3.- El Cómo Ser Arquitecto: la enseñanza de una disciplina …………………………. 52 2.4.- El Poder Ser Arquitecto: el estallido Técnico- Profesional sobre el campo laboral .. 54 2.4.1.-Primer Perfil : Arquitecto Gestor Inmobiliario vendedor especializado con cuotas de autogestión ………………………………………. 56

2.4.2.- Segundo Perfil : Arquitecto Emprendedor Gestor de proyectos privados, asesorías y facilitador de procesos……………………… 58 2.4.3.- Tercer Perfil : Arquitecto Comunitario y Gestor Local Motor de proyectos con participación ciudadana …………………………………………. 61 Conclusiones Preliminares………………….……………………………………………….... 65 Bibliografía ………………………………………………………………….. ………………… 68

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RESUMEN EJECUTIVO

El proyecto de investigación “Diagnostico del campo ocupacional y del ejercicio

profesional de los titulados de arquitectura y ecología y paisaje en Santiago” , tiene

como objetivo central conocer la situación de los profesionales arquitectos y ecólogos

en el Gran Santiago, comprendiendo las condiciones y características generales del

campo, de la práctica y del perfil profesional. Se plantea para ello, un estudio

exploratorio de recopilación y sistematización de información actual y relevante sobre el

ejercicio profesional de jóvenes titulados durante los años 2000 y 2006 de seis

universidades públicas y privadas, los cuales actuarán como informantes calificados

para poder analizar las condiciones del mercado ocupacional que han debido enfrentar.

ABSTRACT

The research project "Diagnosis of occupational field of practice of graduates in

landscape architecture and ecology and in Santiago," has as a central objective to know

the status of professional architects and ecologists in Santiago, understanding the

conditions and general characteristics of the field, and of the practice and professional

profile. To face that we propose an exploratory study of recollection and systematization

of information on current and relevant work experience of young graduates in the years

2000 and 2006 of six public and private universities, which act as qualified informants to

analyze market conditions occupational they had to face.

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

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INTRODUCCION

El proyecto de investigación. “Diagnostico del campo ocupacional y del ejercicio

profesional de los titulados de arquitectura y ecología y paisaje en Santiago” , tiene

como norte principal conocer la situación de los profesionales arquitectos y ecólogos en

el Gran Santiago, a través de un estudio de recopilación y sistematización de

información actual y relevante sobre el ejercicio profesional de jóvenes titulados de seis

universidades públicas y privadas y las condiciones del mercado ocupacional que han

debido enfrentar. Se propone un tipo de investigación de carácter exploratorio,

utilizando técnicas cuantitativas y cualitativas, que permita conocer las tendencias,

discursos, percepciones, opiniones y propuestas de informantes calificados titulados

entre los años 2000 y 2006.

Las preguntas que guían la investigación son ¿cuál es el campo ocupacional para los

titulados de las carreras de Arquitectura y Ecología y Paisaje en Santiago?; ¿cuál es el

perfil profesional que demanda el campo ocupacional actual de las profesiones

estudiadas?, ¿cuáles son las nuevas competencias requeridas por el campo

ocupacional? .

El presente documento corresponde a un Estado del Arte sobre el tema.

Entendiéndolo como “la presentación analítica y organizada del conocimiento que se

cuenta en un campo o subcampo determinado del saber”1. Por ello, el texto busca

reconocer el territorio temático en que se instalan los estudios sobre perfil profesional y

campo ocupacional.

La primera parte de este estudio, comprende la premisa teórica básica de esta

investigación, que es una aproximación al concepto de la profesión. Ello, se ha

construido desde un enfoque sociológico, que tiene como referente al profesional

universitario. Esta visión permite conocer y analizar al profesional en su desempeño

1 La definición está tomada del Convenio Financiamiento proyectos de investigación . Universidad Central de Chile, 2009. p.2

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

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laboral porque destaca las capacidades y habilidades adquiridas en un proceso de

formación universitario, como así también, las características que les permiten lograr

un lugar en la estructura ocupacional, para luego ofrecer soluciones o respuestas a las

diferentes necesidades y problemáticas propias de su ámbito laboral.

Una segunda parte, se centra en diagnosticar el desarrollo de la formación en

Arquitectura en Chile, haciendo hincapié en su importancia identitaria y sociocultural

para nuestra sociedad, en la situación actual de compra y venta de servicios

profesionales y en el escenario laboral actual. El análisis se realizó tomando como

referencia los discursos sobre el perfil profesional del arquitecto planteado por las

universidades chilenas; así como un análisis de la oferta laboral para arquitectos

presente en los medios de comunicación. Se construyen, a partir de estas fuentes,

mediante un análisis de contenido, tres perfiles profesionales del arquitecto hoy en

Chile.

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PRIMERA PARTE

1.1- LA ELITE DEL CONOCIMIENTO EN LA SOCIEDAD MODERNA: INTELECTUALES, CIENTIFICOS Y PROFESIONALES Uno de los acontecimientos más importantes en las sociedades contemporáneas es la

emergencia y consolidación de nuevas elites cuya importancia en la dirección de

asuntos nacionales e internacionales va en constante aumento. La fuerza que tiene

cada una de estas elites depende directamente del impacto creciente de los

conocimientos de alto nivel en casi todo el quehacer social, y de la fusión de estos

conocimientos con el poder político2.

Los conocimientos científicos y tecnológicos que orientan el destino de las sociedades

contemporáneas, se adquieren sólo tras largos años de estudios formales, de

naturaleza compleja, en instituciones especializadas.

Hasta mediados del siglo XX, las élites económicas y políticas podían asignar una

posición inferior, de consultantes ocasionales, a los que llamaban expertos. Hoy, en

cambio, el ámbito social, económico y político en que se reconoce que las ciencias

naturales y las ciencias sociales ejercen una influencia directa y fundamental, se ha

ampliado enormemente y, al mismo tiempo, la creciente complejidad de estas ciencias

las ha puesto más allá de la comprensión de la mayoría de la gente. De esta manera, el

rol de las élites dominantes ya dejó de ser la formulación y selección de soluciones

sustantivas, conforme a los conocimientos que tuvieran de su operación y de sus

eventuales efectos. La élite política ya no diseña políticas porque no sabe como

hacerlo; no posee instrumentos intelectuales que se requieren para ello. Su papel se

reduce a la selección de expertos ideológicamente afines, carentes de responsabilidad

pública, ya que, supuestamente, ellos son “tecnócratas“ y no políticos.

2 VVAA. Gyarmati, Gabriel (comp.) Las profesiones. Dilemas del conocimiento y del poder. Ed. Universidad Católica de Chile. Santiago, 1984. P.17

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Los investigadores dan el nombre genérico de intelectuales a estos grupos que

dominan y controlan los conocimientos. Sin embargo, no existe un consenso respecto a

la composición de dichos sectores. ¿Cuál es la situación de los intelectuales en relación

a la estructura general de la sociedad?

Algunos autores plantean la existencia de una relación directa entre intelectuales y

clases sociales específicas. El sector mayoritario de ellos estaría ligado a los intereses

de la clase dirigente y las clases dominantes aliadas con ella. Los intelectuales actuarán

como voceros de esas clases, formulando y difundiendo la ideología del estatus quo. De

hecho gran parte de la crítica marxista a la vanguardia socialdemócrata europea se

basa en que los “intelectuales orgánicos” se han vuelto una burocracia conservadora y

reformista, “que en la práctica diaria se ha convertido en parte del estatus quo”.3 Por

otra parte, “Los menos, los intelectuales excluidos de la estructura del poder, se

identificarán con las clases postergadas”4, elaborando las interpretaciones

contestatarias de la realidad y las contra-ideologías que expresan y legitiman la

aspiración de las clases postergadas.5

Para otros investigadores, los intelectuales en el marco de la sociedad del

conocimiento, se están constituyendo como una nueva clases social, gracias al

creciente poder que están adquiriendo dentro de la estructura social cada vez más

burocratizada de las sociedades contemporáneas. Si bien esta perspectiva surgió

principalmente de los investigadores de la órbita soviética (la llamada “inteliguentsia”),

también desde la década de los setenta se reconoce una evolución similar en las

sociedades capitalistas.

Esta última posición se encuentra cristalizada en la ya clásica obra de Daniel Bell “El

advenimiento de la sociedad post-industrial”; donde el autor defiende la consolidación

3 Mandel, Ernst. La teoría leninista de la organización. Serie popular, Ediciones Era. México, 1971. p.37 4 VVAA. op. cit. P.20. Hoy no se puede asegurar que sea minoritario el grupo de los intelectuales que están fuera de las estructuras de dominación. 5 Ver entre otros a Poulantzas, Nicos. Hegemonía y Dominación en el Estado Moderno, ed. Siglo XXI, México, 1997.

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

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de la “sociedad del conocimiento”6, como nuevo paradigma hegemónico, en el marco de

la crisis del modelo de acumulación industrial y de regulación keynesiano. Para este

autor, la sociedad post-industrial, es una sociedad del conocimiento en un doble

sentido. Primero: las fuentes de la innovación derivan cada vez más de la investigación

y del desarrollo. Ello produce una nueva relación entre la ciencia y la tecnología en

razón del papel capital del conocimiento teórico. Segundo, la carga de la sociedad,

medida por su participación en el PNB y de participación en el empleo, reside cada vez

más en el campo del conocimiento.

Para Bell la división de clases en la futura sociedad del conocimiento ya está

determinada. Tres clases sociales: “la elite creadora de los científicos y los altos

administradores profesionales; la clase media de ingenieros y profesorado superior; y el

proletariado de técnicos, profesores adjuntos y auxiliares de enseñanza”7. El grupo más

crucial de la sociedad del conocimiento es el de los científicos, y es allí donde se ha

dado, durante la segunda mitad del siglo 20, el crecimiento más marcado de todos los

grupos profesionales.

Este crecimiento va de la mano de una democratización de la educación superior en

una escala nunca antes vista en el mundo. En EEUU, en las décadas posteriores a la

segunda guerra mundial, aumentaron radicalmente el número de estudiantes en

colleges, así como el porcentaje de jóvenes que obtuvieron licenciaturas, master y

doctorados.

Según Bell, el principal recurso de la sociedad post-industrial es su personal científico.

Su distribución por sectores (empresas, gobierno, universidad), por funciones

(investigación, producción, enseñanza) constituye el punto de partida de cualquier

6 Para Bell, conocimiento se define, en términos de política social, “como aquello que se conoce objetivamente, como una propiedad intelectual, ligado a un nombre o a un grupo de nombres y certificado por el copyright, o por alguna otra forma de conocimiento social (por ejemplo, la publicación). Ese conocimiento tiene su precio: en el tiempo empleado en escribir e investigar, en la compensación monetaria por los medios de comunicación y de educación. Se sujeta a los dictámenes del mercado, de las decisiones políticas o administrativas de los superiores (…) en este sentido el conocimiento forma parte de las altas inversiones sociales; es una exposición coherente de, presentada en un libro, en un artículo, o en un programa computacional (… ).”. En Bell, Daniel. El advenimiento de la sociedad post-industrial. Ed. Alianza, Madrid, 1994 (1977).p 207. 7 Bell, Daniel. Op. cit. p.251.

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

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política científica coherente sobre la utilización de recursos escasos sobre la sociedad.

Para las sociedades avanzadas las cifras son contundentes desde la década del

setenta: un 5 %, de la población mundial, se encontraba trabajando en una ocupación

de carácter intelectual.8

Es así como, en EEUU, la población universitaria se duplicó cada veinte años. De

hecho, desde la década de los cincuenta el número de graduados se ha duplicado.

Según Bell, ya hacia la década de 1980, del total de la fuerza laboral en EEUU, el grupo

de “trabajadores profesionales y técnicos”, se calculaba en más de 13 millones;

equivalentes al 15% de la población trabajadora. Ahora bien si se añade a esta

categoría los grupos gerenciales, funcionarios y propietarios, el total de la fuerza laboral

vinculada al conocimiento ascendía a 25%. En términos del capital cultural; ya a

mediados de la década 70 y de cada cuatro estadounidenses tenía cuatro años o más

de educación superior.

La transformación de las economías keynesianas hacia lógicas de acumulación pos-

fordistas o pos-industriales, presuponen a su vez un aumento de los puestos de

trabajos vinculados al desarrollo de trabajo inmaterial (intelectuales, tecnócratas,

publicistas, diseñadores, etc). Por ello, el aumento de la tecnocracia en las décadas

posteriores a la crisis de 1975, acelera aún más la tendencia de las sociedades

keynesiano- fordistas en materia de generación e importancia del conocimiento en la

sociedad de la información.

¿Cuál es la relación entre economías post industriales y sociedad de la información?

Ya en la década de 1970 Francoise Lyotard, en su clásico texto “la condición

posmoderna” 9advertía que “desde hace cuarenta años las ciencias y las técnicas

llamadas de punta se apoyan en el lenguaje, la lingüística, las teorías de la

comunicación, la informática, los ordenadores, la cibernética, las bases de datos”. De

8 Ibid p. 252 9 Lyotard, Francoise. La condición Postmoderna., ed. Cátedra, Madrid, 1986.

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esta manera el lenguaje se desplaza del espacio de los sujetos que enuncian, norman y

describen al espacio de la acción, la producción y la circulación.

Esta despersonalización del proceso de conocimiento va de la mano de creciente

importancia del saber, reducido a información y a procesamiento de información, como

insumo productivo y como factor principal de competitividad empresarial. Todo

conocimiento debe ser convertido en el “bit”, unidad mínima de información, equivalente

general de todos los valores de cambio del conocimiento.

El conocimiento y la información se han convertido progresivamente en el principal

insumo de producción. Como lo advirtió Marx “la base de la producción y de la riqueza

se convierte en la inteligencia y la dominación de la naturaleza en la existencia del

hombre en tanto que cuerpo social…el saber social general, el conocimiento se vuelve

en fuerza de producción inmediata”10. Y agrega Lyotard que, en la sociedad pos-

industrial la ciencia conservará, y sin dudas, reforzará aún más su importancia en la

batería de capacidades productivas de los estados –naciones. El uso masivo y

multifuncional de las nuevas tecnologías en el campo cultural permite extender la lógica

de la sociedad informacional al ámbito de la investigación, a las agencias de noticias, a

las aula escolares, a las actividades recreativas, etc. “la racionalidad insumo-producto

se ha extendido de la fabrica al hogar, del empresario al cientista social, del campo de

batalla al campo de datos”11

¿Pero que ocurre con los países del tercer mundo, aquellos que no alcanzaron el

umbral de industrialización y que deben enfrentar el desafío de la sociedad del

conocimiento?

Para Martín Hopenhayn, tanto las sociedades periféricas como las centrales enfrentan

el problema común de racionalizar su inteligencia para poder competir con mejores

perspectivas de en un orden global de mercado. La interconexión competitiva adquiere

hoy el carácter de competencias entre inteligencias. Esta necesidad competitiva de

10 Citado por Lyotrad, op.cit. p.108. 11 Hopenhay, Martín. Ni apocalípticos ni integrados. Aventuras de la modernidad en America Latina. Ed. FCE, Santiago, 1995. p. 110.

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

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construir en las sociedades núcleos duros de inteligencia que pueden hacer de eje

dinámico de las economías nacionales, tienen fuertes impactos sociales y culturales12.

Para el caso latinoamericano, este nuevo escenario puede agravar problemas

endémicos. En primer lugar, el rezago de la región en desarrollo científico-técnico, y la

baja inversión e investigación; pueden agravar la situación periférica. En segundo

término, la coexistencia entre actividades incorporadas a este nuevo paradigma

“postmoderno” y actividades que operan en otras intensidades históricas, productivas y

culturales: en particular el mundo étnico y rural.

En tercer término, sino se combina esta racionalización de inteligencia con la difusión

social de nuevos saberes de competencia, podrán darse más altos grados de

fragmentación sociocultural, de dominación de los excluidos por los integrados, con el

consiguiente aumento de la desigualdad estructural.13

1.2.- ¿QUÉ ES UNA PROFESION?

El concepto profesión, tal como se le usa habitualmente, no tiene un solo significado.

Según Goode, un centenar de ocupaciones han reclamado para sí el estatus de

profesión. “El término se usa con mucha soltura, en el lenguaje cotidiano”14 Pero la

confusión no está solo en el ámbito del lenguaje popular. Según Ben David15, no existen

definiciones específicas de las profesiones, existe más bien un conjunto de

características que se encuentran presentes, en diversos grados, en un número

creciente de ocupaciones. Para efectos estadísticos lo que usa es la totalidad de

egresados de la enseñanza superior, para definir el universo de profesionales de una

sociedad. Tomando en cuenta este criterio las profesiones sobrepasarían las cien.

Esa sí como, en términos generales, la concepción de profesión destaca las

características y capacidades que distinguen al profesional, cuya formación se realiza 12 Ibid. p. 110. 13 Ibid. p. 104. 14 Goode, Williams. “The theoretical limits of professionalization”, in Etzioni. A. (ed.) The Semi-professions and their organization. The free press, New York, 1969. 15 Ben- David, J. The growth of the proffesions and the class system, in Bendix, R. et alt. (eds) Class, status and power, Free Press, N. York, 1966. Citado por VVAA. Gyarmati, Gabriel (comp.) Las profesiones. Dilemas del conocimiento y del poder. Ed. Universidad Católica de Chile. Santiago, 1984.

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en el complejo sistema universidad-academia.16 Dicha noción se encuentra, entre otras,

en la definición de De la Peña y Rosenblueth que se plantea de la siguiente manera. “El

término profesión hace en principio referencia a una categoría de personas

especializadas que son capaces de aplicar la ciencia a la solución de problemas

concretos de una sociedad dada”.17

Se debe aclarar que esta definición del concepto de profesión, se refiere a la dimensión

laboral de la misma y la delimita al tipo de actividad y a las capacidades que ejerce un

profesional en su desempeño , para responder a las necesidades sociales relacionadas

con su campo de acción.

Sin embrago, la mayor parte de los autores coincide en que “la mera educación superior

no basta para que la ocupación sea considerada como profesión. Ella es una condición

necesaria, pero no suficiente.” Por ello, que la mera enseñanza superior como criterio

no permite distinguir entre ciencia y profesión. Las practicas de las ciencias son

esencialmente libres, y la práctica de las profesiones tradicionales está restringida

legalmente (arquitectura, derecho, medicina). Por otro lado, a veces se aplica el termino

profesional a individuos que reciben ingreso por una determinada tarea o actividad,

como los deportista profesionales18. ¿En qué consiste la diferencia entre estos

profesionales y los que egresan de la educación superior? En primer término, el

conjunto de conocimientos formales que debe tener el profesional, que se asume más

complejo. Además éste posee un título o grado académico emitido por una universidad.

En los países anglosajones se diferencian las profesiones complejas (ingeniería,

arquitectura, medicina, etc.) de las semi-profesiones o para profesiones (ocupaciones

de nivel técnico, pedagogías). Las ocupaciones que reciben la calificación de

profesiones adquieren una posición especial dentro de la sociedad. Se les otorga

16 Ibarra, Guadalupe. “La profesión del ecólgo en México”. En Perfiles. Revista de investigaciones en Educación y Ciencias Sociales. Año 24, 2003.p.59. 17 De la Peña G. y Rosenblueth I. Posibilidades de una Educación Paralela. México. Ed. Nueva Imagen, 1981. p.256. 18 Para salvaguardad esta distinción los mexicanos diferencia profesional de profesionista; donde el segundo hace referencia a los trabajadores egresados de la educación superior.

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

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ciertos privilegios y derechos, a veces respaldados por disposiciones legales, que se

niega a otras ocupaciones.

Para Gyarmati, este conjunto de características constituyen la definición teórica de

profesión. Sin embrago, en la práctica estos rasgos se dan de forma más relativa. Es

así como, alguna ocupación podrá tener en un cierto período, un ingreso promedio alto,

pero poco prestigio. Otras exigirán un largo proceso de especialización, algunas

tendrán altos grados de autonomía, etc. Dado ese importante número de variables es

que Gyarmati propone hablar de “perfiles de profesionalización”, en que se analizan los

distintos elementos que constituyen la profesionalización en un momento histórico

determinado. Esto da grados de diferenciación de acuerdo a las características.

Los ejes principales para analizar el perfil de profesionalización son:

a) Las profesiones son ocupaciones que producen un impacto tan directo sobre la

vida social que requieren estar regidas por reglamentos especiales

b) Su desempeño requiere la aplicación de conocimientos de gran complejidad y

rigor intelectual muy superiores alo común

c) Entre los que realizan estas profesiones y sus clientes se generan relaciones de

naturaleza especial, muy profunda y delicada.

d) Son generalmente los miembros de las profesiones los únicos que logran

desarrollar eficientemente el tipo de tareas anteriormente descritas.

c) Durante el período de preparación a los profesionales se les inculcan normas

éticas las que, junto al espíritu de servicio garantizan el desempeño de actividades

con la responsabilidad moral y abnegación que el ejercicio requiere.

Ahora bien, dado que sólo los profesionales combinan simultáneamente los

conocimientos, la formación ética y la vocación, es indispensable que gocen de

autonomía, es decir, del libre ejercicio de su profesión. “La profesión representada por

su colegio o asociación, debe tener derecho a gobernarse de acuerdo a sus propias

reglas, a determinar su esfera de competencia exclusiva para ofrecer servicios (…) se

suponer que cualquier interferencia de entidades externas en las actividades de la

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

15

profesión, necesariamente menoscabará la capacidad de ellas de servir a la comunidad

en forma eficiente y abnegada”19

Además se establece que la aplicación de los conocimientos profesionales debe ser

reservada para los miembros certificados de la profesión respectiva. Luego, para

motivar la gente idónea para desarrollar estas exigencias y abrazar una carrera

profesional, se hace necesario ofrecer incentivos sustanciales, tanto económicos como

simbólicos, en especial de estatus social y prestigio.

Del mismo modo, desde una perspectiva sociológica, se considera a las profesiones

como un fenómeno sociocultural complejo que se configura en un contexto histórico,

económico, político y cultural que determina sus características. En esta línea, la

profesión es más que una ocupación ya que los grupos que dominan una disciplina o

ámbito de conocimiento, también conforman estructuras sociales y grupos de poder,

establecen normas y reglas de conducta entre sus miembros, son capaces de crear

identidad y comunidad, y se distinguen por un código de ética que garantiza la

integridad profesional y la realización de un servicio como bien público.

En suma, se pude sostener, siguiendo a Gomez C.20 que toda profesión o carrera es un

fenómeno sociocultural formado por dos grandes componentes. El primero consiste en

el conjunto de habilidades y conocimientos que objetiva y legítimamente pertenecen a

determinada disciplina o práctica. El segundo es el conjunto de conocimientos,

habilidades, tradiciones, costumbres y prácticas, que dependen del contexto

económico, social y cultural en que surge y se desarrolla una profesión. Por

consiguiente, toda profesión, carrera o practica profesional asume características tanto

universales y necesarias, como particulares y relativas a su desarrollo histórico en una

determinada sociedad. El significado de una profesión ,esto es, su legitimidad

intrínseca, validez y función, está determinada por las características de la sociedad en

19 VVAA. Gyarmati, Gabriel (comp.) Las profesiones. Dilemas del conocimiento y del poder. Ed. Universidad Católica de Chile. Santiago, 1984. p.43 20 Gómez, Victor Manuel. “Educación superior, mercado de trabajo y práctica profesional. Análisis comparativo de diversos estudios en México.” Centro de Estudios Económicos y Sociales del Tercer Mundo (CEESIM), México (s/f) p. 2.

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

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que surge y se desarrolla. De la misma manera, las formas especificas formación,

reproducción, exclusión, certificación y evaluación de una profesión dependen de las

condiciones en las que surge, de los intereses de quienes las promueven y del poder

político de sus miembros. Esto implica, que ninguna profesión o carrera se explica

totalmente por las necesidades objetivas del desarrollo del conocimiento o de su

aplicación a la solución de determinado problema. Más bien, la especificidad cultural y

política es una mezcla de elementos objetivos, universales y de elementos particulares.

Ambos elementos están sometidos a una continua evolución y profundas

transformaciones en la estructura del conocimiento y de las ocupaciones u oficios,

generadas por los continuos cambios en la estructura económica, social, cultural, o

tecnológica21.

La relación de determinismo entre la profesión y el contexto social en que surge y se

desarrolla, señala la gran importancia teórica y metodológica del análisis de las

profesiones, como medio de comprensión de las relaciones entre la sociedad y la

educación superior, asunto en el que nos concentraremos más delante en el presente

texto.

1.3.- CONSOLIDACION DEL SECTOR PROFESIONAL EN EL SIGLO XX

Para definir el sector profesional, es necesario resituarse nuevamente en el marco de

las elites del conocimiento. El grupo de trabajadores, denominado genéricamente como

“intelectuales”, puede definirse según la naturaleza de la actividad principal. Ella no

está definida solamente por la cantidad o complejidad de los conocimientos que su

práctica le exige: hay actividades técnicas, sean industriales o agrícolas, que a menudo

requieren un importante volumen de conocimientos especializados y de gran

complejidad (por ejemplo un técnico en electrónica); sin embargo nadie llamaría

intelectuales a los que se dedican a tales trabajos. A la inversa, hay actividades que no

requieren conocimientos más complejos, ni de mayor sofisticación científica que las

arriba mencionadas, sin que, por esta razón, se cuestione el carácter de intelectual de 21 De la Peña G. y Rosenblueth. op. cit p.256

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

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ellas (el caso de los literatos, por ejemplo)22 . ¿A que se debe esta diferenciación?.

Muchos autores tratan de explicarla distinguiendo entre dos tipos genéricos de

actividades: la creación de ideas y el uso o aplicación de ellas. Individuos dedicados al

primer tipo de labores, son los científicos, artistas, humanistas. A segundo grupo

pertenecen todos aquellos quienes utilizan en sus actividades conocimientos generados

por otros.

A ello se debe agregar una distinción adicional, esto es la naturaleza de los

conocimientos con los que se trabaja. El saber humano se divide en dos grandes

categorías: una relacionada con la descripción y verificación precisa de la realidad, sin

emitir juicios de valor sobre ella; y aquella que tiene que ver con los valores y la

interpretación de la realidad a partir de ello. En esta categoría suelen ubicarse los

científicos de las llamadas “ciencias duras” (químicos, astrónomos). Si bien, este grupo,

crea conocimientos nuevos, generalmente son considerados como hombres con un

alto saber especializado, más que intelectuales, propiamente tales. En cambio los

filósofos, los historiadores, los literatos inmediatamente se les ubica entre el grupo de

los intelectuales. Esta distinción, centrada en lo valórico, permite sostener que en

términos gruesos “la elite del conocimiento”, aquella capaz de influir en la sociedad y

asumir roles protagónicos, no se limita solo a los intelectuales y científicos; sino que

también a los profesionales.

Por tanto, a elite del conocimiento abarca tres grandes grupos: a los intelectuales, a los

científicos y, entre las dos, a los miembros de las profesiones.23

Los profesionales usan conocimientos desarrollados por otros, fundamentalmente por

científicos, y sólo una minoría de ellos se dedica a la investigación, es decir a la

generación de nuevos conocimientos, como parte esencial de su trabajo. La gran

mayoría, si bien algunas veces realiza labores de investigación, lo hacen como una

actividad anexa y subordinada a su labor principal, que es la aplicación de

22 VVAA. Gyarmati, Gabriel (comp.) Las profesiones. Dilemas del conocimiento y del poder. Ed. Universidad Católica de Chile. Santiago, 1984. P.22 23 Ibid p.23

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

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conocimientos para la solución de problemas específicos. Por tanto, la distinción entre

profesionales y científicos, hace que su inserción en la estructura social sea diferente.

Una visión radicalmente crítica a la institucionalización de las profesiones está en la

posición de Iván Illich. Para este autor, las profesiones, en cuanto a institución de la

sociedad, constituyen el encuadramiento de roles a través de los cuales se produce una

lectura oficial de las necesidades humanas y se prescribe la forma legítima de

satisfacerlas. A través de la actividad profesional se constituye el cuadro aplicado de la

ciencia para la interpretación de los asuntos humanos y a intervención en ellos. En ella,

los significados valóricos originales que generó la institucionalidad, son paulatinamente

olvidados y circunscritos por objetivos vinculados a las operatorias de las

organizaciones sociales24.

“El comportamiento médico llega a ser confundido con el cuidado de la salud, el trabajo

social con el mejoramiento de la vida comunal, la protección policial con la seguridad”25

Y agrega Illich: “Las burocracias del bienestar reclaman un monopolio profesional,

político y financiero por sobre la imaginación social, estableciendo estándares de lo que

es valioso y plausible, este monopolio constituye la raíz del poder de la

modernización.”26

La crítica de Illich a las instituciones se extiende a los mecanismos de dominación de

que son portadoras las prácticas del ejercicio profesional. “propongo que a los años

centrales del siglo XX los denominemos Era de las Profesiones Inhabilitantes, una

época en que la gente tenía problemas, los expertos tenían soluciones y los científicos

medías imponderables tales como capacidades y necesidades. La era de las

profesiones será recordada como un tiempo en que la política aplastaba, en que los

votantes, guiados por profesores, confiaban a tecnócratas el poder de legislar

necesidades (…) Esta autoridad profesional comprende tres roles: la autoridad

24 VVAA; Raposo, Alfonso (comp). Notas sobre participación y equidad social. Discursos de la racionalidad alternativa. Ed. U. Central 1997. p.93 25 Illich, Iván. Profesiones inhabilitantes. Ed. H. Blume, 1981 26 Ibid.

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

19

sapiencial, para aconsejar, dirigir e instruir; la autoridad moral que hace que su

aceptación no sólo sea útil sino también obligatoria y la autoridad carismática que

permite al profesional apelar a cierto interés supremo de su cliente el cual no sólo a

veces supera la conciencia sino también a la razón de estado”27

Por otro lado, la profesión, como colectividad organizada (gremios, colegios),

desempeña una función primordial. Apoyadas por elevado prestigio social del que

gozan en las sociedades contemporáneas, las profesiones ejercen una influencia

preponderante sobre la construcción valórica del cuerpo social y en el modelamiento de

lo cotidiano (piénsese en la penetración del lenguaje médico o jurídico en los dominios

del sentido común). Constituyen así una de las fuerzas más importantes en la creación

de la cultura y la formulación de ideologías que subyacen y legitiman el orden social y

encuadran los roles, actitudes, comportamientos de los sujetos en ella. Desempeña,

igualmente, un valor importante en materia de generación de ideologías contestatarias,

destinadas a cuestionar el estatus quo. Dentro del campo de los profesionales, quienes

desarrollan más claramente esta posición, son los sectores vinculados a la docencia e

investigación universitaria.

Es en las universidades donde, como parte indispensable del trabajo académico, se

definen los modelos profesionales: “sus esferas de acción, sus doctrinas, el cuerpo de

conocimientos sistemáticos en que se basa su práctica, sus postulados éticos, sus

relaciones con los individuos y con los organismos e instituciones de la sociedad global.

(…) Este es un proceso de singular importancia: por medio de él la acción combinada

de las escuelas universitarias en que se enseñan las profesiones y los organismos

profesionales llega a constituir uno de los aspectos más importantes que une los

aspectos netamente intelectuales de la cultura con el orden sociopolítico y ético de la

comunidad.”28

27 Ibid. 28 VVAA. Gyarmati, Gabriel (comp.) Las profesiones. Dilemas del conocimiento y del poder. Ed. Universidad Católica de Chile. Santiago, 1984p.25

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

20

Por ello, para Daniel Bell, uno de los principales problemas de la sociedad post-

industrial, consistirá en disponer de la cantidad adecuada de personas preparadas

profesional y técnicamente. Desde los albores de la era de la información ya se suponía

un avance continuo en la demanda por profesionales, “la expansión de las industrias

fundadas en la ciencia requerirá más ingenieros, químicos, matemáticos. Las

necesidades de planificación social, en educación, medicina y asuntos urbanos;

precisará gran cantidad de personas preparadas en ciencias sociales y biología.”29

Si se mira la historia del siglo XX, en EEUU; el college hasta 1945, aceptaba sólo una

pequeña elite. Con el advenimiento del Welfare State, entre 1945 y 1975, se pasó a una

educación superior de masas. Ello ha sido explicado por los especialistas debido al

aumento demográfico, a la mayor inversión publica en educación y programas sociales

y a los nuevos requerimientos del mercado laboral. Como afirmaban las fuentes

oficiales en EEUU, en 1967. “Puede aceptarse que el crecimiento en investigación y

desarrollo exija un número siempre en aumento de expertos de muchas disciplinas

profesionales y técnicas. Por end., se necesitará una mayor cantidad de planificadores

urbanos, ingenieros y arquitectos para reconstruir y reproyectar áreas en ruinas de

muchos de nuestros principales centros metropolitanos. Serán utilizados los talentos de

una amplia gama de científicos sociales para rescatar los recursos humanos de estas

ciudades. Se precisarán muchos mas profesores. Entre otras ocupaciones susceptibles

de mayores incrementos figuran las que suponen un personal necesario para llevar a

cabo el nuevo programa médico y otros programas desarrollados por órganos federales

y locales, con el fin de mejorar la salud de los ciudadanos de la nación.”30. Este

aumento progresivo generó que en 1970 el 50% de los egresados de escuelas

secundarias ingresara al college; y de ellos el 21% lo terminara.

Según Bell, en la década de 1980 se produjo una leve sobre oferta de profesionales,

después del boom de las décadas anteriores. En adelante las exigencias de potencial

humano han dependido en gran medida de tres elementos: los balances demográficos,

29 Bell, Daniel. op.cit. p. 272. 30 U.S. Department of Labor. Manpower Report of the President. 1967. p.44. citado por Ibid. p.273

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

21

las demandas de nuevas tecnologías y la proporción de la cohorte de edad que asistirá

al college.31 Para el caso de México, la cantidad de carreras ofrecidas en los centros de

enseñanza superior, aumentó de 113 en 197 a 206 en 1976. En 1981 había

aumentado a 352, un aumento de 311 % en una década.

Como se ha señalado la sociedades pos-industriales han requerido un aumento

significativo de la demanda por profesionales durante las ultimas décadas de l siglo XX .

Ello ha traído consigo una tensión en la formación de especialistas como en la

configuración y rol del sistema profesional.

1.4.-EL SISTEMA PROFESIONAL: ORIGEN Y CONSOLIDACION MODERNA

Una vez definidos el acervo de conocimientos oficiales que competen a una profesión,

queda delimitado el grupo de personas con la autorización legal para aplicarlos: los que

hayan obtenido títulos y grados en las instituciones de educación superior debidamente

acreditadas para ello. Estas, al fijar el número de estudiantes que admiten cada año,

restringen el ingreso al campo ocupacional. Esta mancomunión entre las profesiones y

la universidad la que determina los límites de la esfera de competencias en las que de

las diversas profesiones, dentro de la cual éstas deben tener el monopolio de la oferta

del servicio. En consecuencia, este monopolio de la oferta del servicio, debe ser

entendida como un atributo del sistema profesional. De este modo, pueden las

profesiones negociar efectivamente con la elite del poder económico y político.

Uno de los fenómenos más importantes dentro del sistema profesional es el

denominado proceso de profesionalización. Este concepto urgió dentro del enfoque

tradicional de las profesiones, en un esfuerzo por superar los problemas de definición

antes vistos.

La literatura reconoce dos formas de profesionalización. La primera de ellas, llamada

profesionalización inducida, se genera cuando el proceso de desarrollo económico de

31 Bell, Daniel. op. cit. p.277.

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

22

un país, o el avance de los conocimientos y la tecnología, requieren aumentar el nivel

de preparación de las ocupaciones encargadas de producir determinados bienes o

servicios. En este caso, son las necesidades concretas del sistema productivo las que

inducen a un grado creciente d profesionalización, como respuesta.

La segunda forma, denominada profesionalización ficticia, en vez de surgir de las

necesidades objetivas del contexto económico y social, consiste en una secuencia de

movidas estratégicas que realiza una ocupación con el fin de mejorar o defender su

posición dentro de la estructura de poder del campo cultural en que se desarrolla.

La estrategia seguida por las ocupaciones en esta fase de la profesionalización se

caracteriza por aumentar el número de años de estudio que se exige para obtener el

título. Mientras mayor el número de años, mayor el estatus de la profesión. La segunda

estrategia consiste en rellenar con conocimientos mistificados el programa de estudios.

Se introducen en él materias cada vez más abstractas, aún cuando el nexo entre estas

y el campo ocupacional sea cada vez más difuso.

Estas lógicas generan una competencia entre diversa profesiones por legitimarse al

interior de los campos culturales y negociar de mejor forma con las élites.

Otro resultado del proceso es la proliferación de especializaciones y de títulos. Ello ha

conducido a cierta deformación en la estructura ocupacional. Donde más claramente se

ve esto es en la planificación de los “recursos humanos”. Se acostumbra a hacer una

serie de proyecciones del aumento demográfico y de las actividades productivas del

país y, acto, seguido, se calcula el número de profesionales que habrá que formar en

las universidades. Según los resultados, se proyecta el número de matriculas, para que

en un tiempo determinado se cuente con la cantidad necesaria de recursos humanos.

“Lo que más llama la atención de estos estudios es que prácticamente no se hacen

análisis serios de los trabajos concretos que deben realizar los profesionales.”32

32 VVAA. Gyarmati, Gabriel (comp) p. 206.

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

23

1.5.-LA FORMACIÓN PROFESIONAL Y EL PRESENTE DEL SISTEMA

En esta investigación, el desarrollo de la categoría de profesión se centra en los

atributos y características, que están relacionadas con la dinámica laboral del

profesional universitario, porque constituye el ámbito de análisis de la investigación .

La dimensión laboral se vincula directamente con la formación profesional, ya que las

actividades y competencias que diferencian al profesional en su desempeño son

resultado de una preparación formal, en donde adquieren los atributos científicos y

técnicos de la profesión, así como una visión cultural de la misma.33 En palabras de

Tenti y Gómez. “En el campo académico- profesional , la constitución de especialidades

y carreras supone siempre la constitución de un grupo de especialistas que reivindican

el dominio de un ‘corpus de normas’ y de saberes explícitos, deliberadamente

sistematizados en el marco de instituciones socialmente encargadas de reproducir

mediante una acción pedagógica (plan de estudios)”34.

Siguiendo esta lógica, se puede afirmar que las profesiones modernas se nutren de la

ciencia a través de un proceso de educación formal como es el universitario, que les

permite monopolizar y realizar un serie de practicas profesionales que son valoradas

socialmente. Desde esta óptica la posesión del saber institucionalizado representa el

dominio de un área o campo de acción de conocimiento en el que se sustenta la

autoridad científico profesional, entendida como el conjunto de conocimiento y

capacidades técnicas y como el poder social que garantiza adquirir el estatus de

profesional.

La diferencia entre el saber profesional y los conocimientos y técnicas que intervienen

en la realización de toda tarea laboral, es que el saber profesional se basa en un cuerpo

de conocimiento teóricos que se asumen como los conocimientos propios del

33 Ibarra, Guadalupe. op.cit. p.59 34 Tenti Fanfani, E et alt. Universidad y profesiones. Crisis y alternativas. Miño y Dávila eds. Argentina, 1989. P.34

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

24

profesional y que lo dotan de autonomía para desarrollarse en diferentes ámbitos

laborales. Es decir, como aclara Philip E., gracias a los conocimientos teóricos, el

profesional no centra su desarrollo en una institución u organización especifica, sino en

una carrera u orientación ocupacional. 35 De este modo, el profesional egresado de la

academia, logra el estatus de experto, en gran medida por el conocimiento teórico en el

que se basan el conjunto de capacidades cognitivas de alto nivel que requieren

ocupaciones complejas no rutinarias. Como lo señala De la Torre. “Las profesiones

modernas además de ser resultado de un proceso de formación escolarizado y tener

una certificación formal, se distinguen por apoyarse por completo en la explicación

teórica; esto es la visión científica - técnica de los fenómenos y procesos en los que se

involucra el profesional.”36

De este modo, plantea Ibarra, el saber especializado tiene un componente teórico y un

componente técnico que se articula para la formación en actividades especializadas,

que no se reducen a la operación manual, sino que demandan la reflexión o

comprensión teórica de los fenómenos sobre los que se actúa. El sentido de este

saber, será, entonces, la aplicación de esa estructura de conocimiento a campos

específicos de la producción o servicios. Esto se traduce, en el proceso de formación

universitaria, en que la especialización tiene una orientación practica perfilada a la

resolución de problemas específicos 37. Desde esta perspectiva, el saber especializado

adquiere una dimensión práctica que colabora en hacer explicita la tarea o función que

cumple el profesional.

El modelo de formación en el que se estructuran las profesiones universitarias, tiene en

la modernidad, el propósito de “formar recursos humanos para la realización de

actividades de una ocupación especifica que forma parte de la estructura laboral de los

mercados profesionales. A través de esta función la universidad se vincula con la

35 Philip, Elliot. Sociología de las profesiones. Ed. Tecnos. Madrid,1975. 36 De la Torre, G. et alt.. Sociología y profesión, Universidad Autónoma de Nueva León, México, 2000. p.79 37 Ibarra. G. op. cit. P 61

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

25

sociedad y de manera especifica con las necesidades y requerimientos de los sistemas

de bienes y servicios”38

En este sentido, varios autores definen la naturaleza de la universidad posmoderna,

como una institución profesionalizante, para hacer referencia a la estructura y

orientación de los programas de estudio los cuales están pensados y orientados hacia

la interpretación de las necesidades sociales; organizando los requerimientos del

mercado de servicios profesionales, preparando a los estudiantes en este sentido.39

Otra forma de mirar el mismo fenómeno es plantearlo desde la crisis posmoderna de la

universidad. Willy Thayer señala que la Institución ha quedado reducida a un ámbito

mucho menor que el relato épico “del sabio, del universitario como héroe y sacerdote de

la historia”, donde el nombre de universidad designaba autonomía del Estado y la

sociedad; archivo, centro del saber universal, educación y construcción del espíritu del

pueblo; unidad de la ciencia, la cultura y la épica; y las múltiples aristas del meta relato

de la “misión de la Universidad “. “Para Thayer “Los vientos que corren hoy respecto del

saber (...), si bien no son contrarios a la industria universitaria ni a la circulación

ampliada del saber en el mercado, ni al imperativo contextual de la profesionalización,

han moderado el brillo, el fulgor epopéyico con que embestía su papel de heroína de la

historia(...)40.” Todos esos emblemas constituyen, para Thayer, ahora el kitsh de la

universidad y del saber, Y no podría ser de otra manera en un contexto donde lo

heroico de .la ciencia y la trascendencia utópica, “ha sido paulatinamente relevado por

la inmanencia operacional de las dietas curriculares y los circuitos metódicos de

apropiación por cuotas de inteligencia profesional, las mallas curriculares de

acreditación transitables con la libertad de un supermercado (...), donde a partir de una

carta de especialidades y códigos de oferta , y a condición de disponerse en los hábitos

en curso, cada cual puede organizar su propio refrito profesional. (...) Ser universitario,

equivale entonces a estar equipado con un conjunto de hábitos que facultan y dan

derecho aunque no aseguren de facto, a un salario de buen pasar.” 41

38 Ibid. 39 Entre otros Otto R. “Sobre la naturaleza profesionalizante de la Universidad”. En pensamiento universitario nº 56. México ed. CESU-M.A. Porrúa. México, 1982 40 Thayer, Willy. La crisis no moderna de la universidad moderna. Ed. Cuarto Propio, Chile, 1996. p. 40-41 41 Ibid p.42-43

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

26

Es así como la ocupación es uno de los principales elementos que dan sentido a las

profesiones contemporáneas; en las que las calificaciones o formación están

directamente relacionadas con la ocupación o la vida activa. Las profesiones

universitarias están directamente relacionadas con le ejercicio profesional mediante la

prestación de servicios de naturaleza específica, asociada conocimientos técnico-

científicos especializados y de alto nivel de formación.

Este tipo de formación representa, para Otto Richard, el ideal cultural del trabajo para

las sociedades latinoamericanas modernas, pues precisa que esa profesionalización

surge en el contexto de industrialización de la región y cuyas transformaciones en le

sistema de producción, demandaban la incorporación de la ciencia o del saber para

impulsar y consolidar la modernización de las. Sociedades. Bajo esa premisa, la

formación profesional universitaria se realiza bajo el supuesto de que las carreras

profesionales son expresión y reflejo de los diferentes quehaceres de la sociedad. Esa

así como en el contexto industrial de las sociedades fordistas keynesianas, la

universidad jugó un papel en la generación de recursos humanos capaces de adaptarse

a las nuevas lógicas de división social del trabajo que generó la economía capitalista

industrial y el estado desarrollista latinoamericano.

Ahora bien, el nuevo tipo de organización social del trabajo, de los intercambios, de la

experiencia, y de las forma de vida y poder, que se ha dado en llamar una sociedad

global de redes, sustentada por una economía, cuya base es la utilización de

conocimiento, ha tensionada los cimientos en que se sostiene la generación del saber

universitario. Por ello, es que una gran cantidad de carreras profesionales han

experimentado, en Latinoamérica, profundas modificaciones en su desarrollo. El

advenimiento de las redes tecnológicas del conocimiento y la información, la

consolidación de las economías de corte neoliberal y los procesos de creciente

globalización económica y cultural han modificado las necesidades de la sociedad,

alterando las formas de ejercer las profesiones. A su vez las descompensaciones del

mercado han hecho que la enorme oferta de profesionales de algunas carreras deban

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

27

reorientar los campos de su quehacer.42. Por ejemplo, para el caso de periodismo, la

supremacía de la oferta por sobre la demanda parece haber colapsado a los medios

tradicionales como campo labora. De hecho, se ha señalado que una porción

considerable de periodistas en Latinoamérica hoy trabaja en áreas de la comunicación

diferente a los medios de comunicación masivos. La propiedad con que el profesional

se desarrolla en estas nuevas áreas emergentes del campo de la comunicación, así

como la legitimidad alcanzada, está aún en duda. Por ello, se ha recalcado la hibrides

del perfil educativo que ha moldeado la formación de este profesional en la región. A

2007 se calculaban 1400 programas de pregrado posgrado en comunicación y

periodismo en Latinoamérica, con ceca de 700 mil estudiantes.

Para el caso de la ingeniería química en México43 se ha señalado que desde fines de

los años ’40, la posibilidad de crear una industria química nacional fue una prioridad

para los gobiernos nacionales de la época. Es así como el Estado, dado los altos costos

de producción y el reducido mercado interno, adoptó una política proteccionista que

favoreció la generación de una industria química de escala reducida y de escasa

competitividad tecnológica. El énfasis de los gobierno en la sustitución de importaciones

llevó a no concentrar los esfuerzos en la tecnología, lo que llevó a la paradojal

circunstancia de importar insumos de alta tecnología desde los países centrales. Una

de las más importantes consecuencias de esta situación sobre la práctica profesional de

los ingenieros químicos consistió en el descuido del nivel tecnológico, a favor del nivel

administrativo. En el marco del proceso de globalización económica de las últimas

décadas, la carrera ha visto aun más agravada la tendencia a la poca innovación y la

baja calificación tecnológica de los estudiantes. De hecho, los principales sectores de

empleo de estos profesionales son el industrial y el de servicios; en financieras,

42 Para el caso de periodismo ver Mellado, Claudia. “Evolución del campo ocupacional y académico del periodista latinoamericano: lógicas de mercado y esquemas de formación”. Rev. Opción, nº 59, Maracaibo, 2009. Para ecología ver, Ibarra, Guadalupe. “La profesión del ecólogo en México”. En: Perfiles. Revista de investigaciones en Educación y Ciencias Sociales. Año 24, 2003.Para arquitectura revisar, Assael, David. Arquitectura ¿salario ético o salario tétrico?, en: www.plataformaarquitectura.cl, Santiago, 2007 42 Se utiliza como fuente la investigación.de Rosenblueth, I. “Dependencia tecnológica e involución profesional: la industria y la Ingeniería Química en México”. Relaciones. Estudios de Historia y Sociedad. Nº 1, Vol. 1, El Colegio de Michoacán. 1980.

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

28

aseguradoras, en la administración pública y privada, en departamento agrícolas e

industriales de bancos.

Por su parte, la evidencia es clara en mostrar que la Arquitectura en Chile, como

disciplina de formación académica, ha experimentado un gran aumento en su matrícula

anual nacional dada la masiva apertura de Facultades y Escuelas en diversas

universidades a lo largo del país. Actualmente existen 44 universidades (incluyendo

sedes regionales) que imparten arquitectura. De ellas 17 están ubicadas en Santiago. El

crecimiento de la oferta de escuelas ha sido explosivo y reciente, ya que en 2003, había

29 escuelas y en 1980 sólo 15 en todo el país. Cada año en Chile se titulan cerca de

1.400 profesionales. En los próximos 10 años se titularán más arquitectos de los que

fueron formados en los últimos 100 años, sin ningún incremento proporcional en la

demanda.44

Es así como se ha sostenido que la arquitectura requiera modificar su formación, la cual

pretendiendo ser generalista, constituye en la mayoría de las escuelas una

especialización por defecto: la del arquitecto diseñador de edilicia. “Más allá de las

diferencias declaradas en los perfiles del egresado y de los énfasis que se impriman en

lagunas de las áreas intra- disciplinarias, aún las Escuelas de más reciente formación

están preparando un arquitecto ideal, capaz de desarrollar como proyecto de título una

gran obra, ficticia, que desarrolla en solitario – sin un equipo de trabajo, lo que es

imposible en la realidad - y en que lo plástico sigue siendo fundamental y decisivo” 45

44 Los aranceles anuales de las universidades tradicionales fluctúan entre $ 1.720.000 hasta los $ 2.780.000. 45 Rugiero, Ana María. “Las prácticas profesionales en Chile como eje de la formación del arquitecto. Desafíos y proyecciones.” Tesis para optar al grado de Magister en Pedagogía Universitaria. Fac. Educación, Universidad Mayor. Santiago. 2003.p. 1.

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

29

SEGUNDA PARTE 2.1.- ESCUELAS DE ARQUITECTURA Y PERFIL PROFESIONAL: DISCURSOS TRAS LA OFERTA Y LA DEMANDA EDUCACIONAL

El desafío de retomar una reflexión y un análisis en torno a la enseñanza de la

arquitectura en nuestro país, involucra necesariamente la revisión de contextos globales

y específicos que incidieron en la situación académica y profesional actual, no sólo

porque fueron causas y efectos de políticas específicas, sino porque ya transcurridos

los años, es posible analizar- con cierta distancia- los vaivenes de los procesos de

aprendizaje y profesionalización de la disciplina. El análisis que es posible realizar hoy

en día, permitirá tener mayor claridad en torno a la relación existente entre el proceso

formativo de arquitectos y ecólogos y las competencias laborales demandadas y

ofertadas por el mercado, diagnóstico de completa relevancia si se quiere posicionar a

una Escuela de Arquitectura en un escenario altamente competitivo y diferenciador y

legitimar un modo de enseñanza y un discurso teórico-práctico en el contexto nacional.

Para eso, es necesario tener una visión histórica y traer a la mesa la mayor cantidad de

antecedentes que nos permitan comprender los procesos sociales que han

caracterizado el nacimiento y transformación de la disciplina, porque los cambios no

sólo han venido de la mano voluntariosa de las universidades, rectores y directores,

sino que también ha existido una mano estructural que ha transformado las condiciones

bajo las cuales se piensa, se crea y se ofrece la arquitectura.

Quisimos además, comenzar a analizar el discurso que hay tras la oferta educacional

en Chile y profundizar en las estrategias de venta que han debido integrar las diversas

universidades para lograr entregar un “producto diferenciado”. Tal como es posible

apreciar, el lenguaje asociado a la historia de la enseñanza de la Arquitectura también

ha cambiado y es claro nuestro interés también por acercar el análisis hacia el discurso

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

30

profundo y la descripción densa de lo que significa hoy en día formar arquitectos en

Chile.

2.1.1.-Breve historia de la profesionalización de la arquitectura en Chile

La enseñanza de la arquitectura en forma sistematizada se inicia en Chile con la

creación de la Clase de Arquitectura en la Universidad de Chile, el año 1849.

Uno de los factores decisivos de la consolidación de la enseñanza de la arquitectura fue

la creación de la Universidad de Chile. Corresponde a primer rector de la Universidad,

Andrés Bello, recoger la sugerencia del gobierno de fundar en Santiago una Escuela a

de Arquitectura Civil. Es así como, según decreto del 17 de noviembre de 1849 se crea

la Clase de Arquitectura, a cargo del ingeniero francés Brunet de Baines, quien, dentro

de las tareas, que se le encomendaron como arquitecto del gobierno; estuvo ”hacerse

cargo de la dirección de la Escuela de Arquitectura en caso de que el gobierno

decretara su creación”46

La clase de Arquitectura fue organizada como un curso autónomo, pero en su parte

teórica dependía de la Facultad de Ciencias Matemáticas y Físicas. Con la iniciación de

la enseñanza de la arquitectura, en 1850, dicha facultad quedó en condiciones de

ofrecer los siguientes títulos: agrimensor, ingeniero en minas ingeniero geógrafo,

ensayador general y arquitecto.

De acuerdo con el programa elaborado por Brunet de Baines, la duración de los

estudios fue fijada en dos años y medio, distribuidos en un curso bienal de arquitectura,

a continuación del cual se establecían seis meses de práctica. Además se exigía

paralelamente el estudio de elementos de geometría descriptiva, teoría e historia de la

arquitectura, dibujo, construcción, para terminar con una práctica de edificación.

46Myriam Waisberh et alt “La clase de arquitectura y la sección de bellas artes 1849-1899”. Rev. Facultad de Arquitectura de la U. Chile nº1, 1961.

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

31

Tanto la clase de arquitectura, como la de Pintura y las de ornamentación y estatuaria,

funcionaban en forma autónoma; en atención a su desarrollo incipiente, se consideró

recomendable agruparlas en un organismo que les proveyera una organización más

efectiva. Es así como el año 1858 se creó la sección de Bellas Artes, en el

Departamento Universitario del Instituto Nacional.

Durante la década de 1960 es escaso el numero de estudiantes que se matricula en la

clase de Arquitectura47. Cabe su poner que la razón más profunda d la carencia de

atractivos de la profesión de arquitecto para los jóvenes de la época, residía más bien

en que su campo de acción no estaba aún bien determinado ni se había organizado la

labor del arquitecto como una actividad específica. De hecho, el curso permaneció

cerrado entre 1870 y 1872. Durante los diez años precedentes, sólo dos arquitectos

lograron diplomarse.48

El auge de la edificación, estimulado por los proyectos de transformación urbana del

Intendente Vicuña Mackenna, fue probablemente uno de los motivos que llevaron al

Consejo Universitario a preocuparse de la reapertura del curso. En toda la etapa que va

desde la reapertura hasta 1896, no quedan claramente establecidos los límites del

curso de arquitectura. “Sí que tenemos que este formaba parte de la Sección de Bellas

Artes, sección que había sido incluida en la Facultad de Filosofía y Humanidades y

Bellas Artes a partir de 1979 y, sin embargo, el título de arquitecto seguía siendo

otorgado como siempre por la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas.”

Esta indefinición creaba malestar tanto en el alumnado como en el profesor. Es así

como, a fines de 1894, Manuel Aldunate, elaboró un nuevo plan de estudios que fue

acogido con entusiasmo por los estudiantes que, después de dos años de discusiones y

modificaciones dio origen a la Escuela de arquitectura como tal.

47 Por ejemplo: en 1863, 10 alumnos; en 1866, 3 alumnos. 48 El primer título de arquitecto entregado a, en 1962 a Ricardo Brown.

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

32

El Plan de 1896 establecía una extensión de 4 años para la carrera: los ramos

consultados en su mayoría científicos, aparecían distribuidos por año y la organización

general de los estudios implicaba ya un sentido matemático dominante. El plan

comenzó a regir en 1900, quedando desde ese año la Escuela de Arquitectura

bajo la tuición de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas. El plan de

estudios, modificado en 1903, establecía una duración de cinco años. El año 1906 los

alumnos matriculados fueron 43 y en 1907, 55.

En 1929 se aprobó un nuevo plan de estudios, que integraba las repetidas revisiones ,

estudios y proposiciones de varios años de trabajo. En el curso de Arquitectura se

introdujo el curso de Historia de la Arquitectura y el Urbanismo. Se incentivó la

contratación de profesionales extranjeros para dictar cursos en la Escuela y se autorizó

la salida de profesores a diferentes eventos europeos. Es así como, le destacado

arquitecto austriaco Karl Brunner, contratado por el gobierno en relación a

planeamientos urbanos, dictaba en la Universidad de Chile, el primer curso de

Urbanismo en la carrera de arquitectura.

La década del ’30 se inició con algunos conflictos, cuyas causas coincidieron con nueva

tendencias de pensamiento de caracteres más sociales y doctrinas políticas foráneas

que venían penetraron en le país y que correspondías a la expansión del socialismo y el

comunismo europeo.49

Los movimientos reformistas cristalizaron el año 1933 con un nuevo plan de estudios,

“basado en nuevas tendencias europeas”. El decano de la época, explicaba que los

fundamentos del plan, “ponían de manifiesto las dos tendencias de la enseñanza que

predominaban en Europa, una de carácter artístico, que ha predominado en Francia, y

otra de carácter técnico, que ha tenido especial desarrollo, en algunas escuelas

alemanas”50

49 Anduaga Gracía, Magda. “La escuela de arquitectura años 1900- 1945”. En VVAA. Ciento cincuenta años de enseñanza de la arquitectura en la Universidad de Chile. Ed. FAU, U Chile, 1999. P.69. 50 Ibid p.70

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

33

Los primeros años de los cuarenta encontraba a la Escuela de Arquitectura abocada a

las tareas de estudiar los conocimientos y nuevas ideas que los diferentes profesores

traían a su regreso del exterior.

En el año 1942 se creó el Colegio de Arquitectos de Chile. Anterior a su creación

habían surgido algunas organizaciones gremiales de arquitectos de las universidades y

de libre profesión.51

La necesidad de una reforma de la escuela se hace más intensa a partir de 1942. Una

de las ideas que inquietaba a los arquitectos era independizarse de la Facultad de

Ingeniería. Luego de intensas y prolongadas discusiones; y de la huelga de 1944; se

creó ese mismo año la Facultad de Arquitectura.

La enseñanza de la arquitectura con fines exclusivamente profesionales se estableció

en 1900, como un rama de la ingeniería y en la Facultad de Ciencias Físicas y

Matemáticas. En consecuencia, tenía ya 44 años al momento de crearse al Facultad de

Arquitectura.

En los años de la reforma” El movimiento racionalista europeo ya llegaba a su plena

madurez. La Bauhaus pregonaba a los cuatro vientos su experiencia didáctica y el

auspicioso campo que se abría al diseño industrial. Emergían entre los estudiantes, los

grandes postulados teóricos de la arquitectura contemporánea, representados por tres

vertientes fundamentales: La tecnología, la estética y lo social”52

El Plan de estudios de 1946 establecía que el objetivo era obtener un tipo de arquitecto

integral, vale decir, un profesional dotado de conocimientos complejos y ampliamente

vinculados a la realidad “Con una educación en el campo de lo artístico, filosófico y

técnico; para poder realizar de una manera completa su actividad profesional en un país

que como el nuestro, a causa de su estado económico y social así lo requiere (...) Se

51 La Sociedad Central de Arquitectos, el Instituto de Arquitectos de Universidad de Chile y el sindicato de la Universidad Católica. Estas agrupaciones se reunieron en 1923 para constituir la Asociación de Arquitectos de Chile. 52 Sahady, Antonio. “Creación de la Facultad de Arquitectura”; en VVAA. . Ciento cincuenta años de enseñanza de la arquitectura en la Universidad de Chile. Ed. FAU, U Chile, 1999. p.100

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

34

rechaza abiertamente cualquier tipo de dogma y todo tipo de educación conducida en

beneficio clasista, olvidando la condición primordial de servir a la sociedad 53.

El Plan establece dos grandes ciclos de enseñanza: el ciclo de análisis y el ciclo de

síntesis. El ciclo de análisis es la etapa inicial de la carrera que tiene por objeto entregar

los conceptos generales que informan la labor creadora.

El ciclo de síntesis procura realizar la educación técnica del estudiante sobre la base

científica adquirida en el ciclo de análisis; persigue, además resolver integralmente

problemas de composición arquitectónica; esto es proyectar.

La nueva actitud científica que adopta la Facultad al despuntar la década del ´50, se

materializó al crearse en el sexto año de carrera, la cátedra que recibió el nombre de

Seminario de Investigación. En el mismo tenor el año 1952 se crearon nuevos institutos

para promover la investigación: El Instituto de Vivienda, Urbanismo y Planeación

(IVUPLAN), el Instituto de investigación histórica sobre Arquitectura y Estética y el

Instituto de Estabilidad Experimental.

La reorganización de la Facultad de Arquitectura a fines de 1963, vino a resolver el

conflicto éntrelos defensores de la reforma del ‘45 y la nueva generación de

académicos. Estos últimos defendían la idea de una formación profesional más flexible,

que permitiera, partir de un año común, optar por distintas alternativas.

En marzo de 1965 se cambia el nombre de la Facultad, a Facultad de Arquitectura y

Urbanismo. Las líneas centrales de la nueva estructura son: “diversificación de los

estudios, correlación entre labores docentes y de investigación, robustecimiento del

taller central, y correlación de las labores que se desarrollan entre los distintos

establecimientos de la Facultad.”54

53 Ibid. P.101 54 VVAA Ciento cincuenta años de enseñanza de la arquitectura en la Universidad de Chile. Ed. FAU, U Chile, 1999. p.139.

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

35

Con la incorporación del urbanismo como disciplina medular de la Facultad, el

IVUPLAN adquirió una importancia gravitante en la estructura y el primer curso de

Planificación Urbano - Regional se realiza el año 1965.

Como resultado del proceso de reforma universitario iniciado en 1968, se crean el año

1971, los siguientes departamentos: departamento de diseño arquitectónico y

ambiental, departamento de matemáticas, departamento de tecnología y

acondicionamiento ambiental y el Departamento de Planificación Urbano Regionales,

DEPUR.

En 1979 se planta una nueva modificación de la estructura de la Facultad,

denominándose sus unidades: Departamento de Diseño, de Planificación Urbano

Regional, de Tecnología y Patrimonio Arquitectónico. impacto de la revolución

neoliberal. La crisis de escuelas y departamentos, la drástica disminución de las plantas

y los recursos, mas la intervención militar en la administración universitaria debilitaron la

importancia del urbanismo en la Facultad. Por ejemplo, el Departamento de Estudios y

Planificación Urbano-regionales (DEPUR), se vio duramente afectado durante los años

de la reestructuración neoliberal. La década 1975- 1985 “fueron años difíciles para el

DEPUR, algunos académicos abandonaron voluntariamente la Universidad, en tanto

muchos otros fueron obligados a hacerlo. Se inició el desmontaje de los grupos

académicos, reduciéndose a su más mínima expresión”.55

En 1982 se da inicio a la Escuela de Post Grado, en las siguientes áreas prioritarias,

Diseño arquitectónico, Diseño y planificación urbana, diseño estructural y conservación

y restauración arquitectónicas. El año 1984 de crean los Institutos de Restauración

Arquitectónica y de la Vivienda. Asimismo, la Facultad de Arquitectura y Urbanismo es

nombrada como Facultad examinadora de la primera carrera de arquitectura impartida

por una universidad privada : la Universidad Central.

55 Pavez, María Isabel. La institución del urbanismo en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile. (1928-1988), FAU, U. De Chile, 1992.

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

36

Proceso similar fue el que se dio en la Pontificia Universidad Católica de Chile, al ser

al alero de la Escuela de Ingeniería, como la Arquitectura comenzó a integrar las aulas

universitarias. Uno de los principales interesados, era don Abdón Cifuentes quien

mantenía como proyecto personal, poder levantar dentro de la universidad una

Facultad de Artes e Industrias, lo cual se canalizó en 1893 cuando se inaugura un

curso de Dibujo Instrumental y Arquitectónico en la Escuela de Ingeniería, en lo que

sería quizás un hito fundacional de la enseñanza de la Arquitectura en la Universidad

Católica. Al respecto, Don Abdón Cifuentes señala en sus memorias:

“Asi, por ejemplo, no existía en la Universidad del Estado ningún curso de Arquitectura.

El que yo establecí durante mi Ministerio se había clausurado. Una de mis primeras

diligencias fue que se crearen los cursos de Arquitectura, de donde han salido tantos

arquitectos distinguidos y donde tantos jóvenes han adquirido en poco tiempo, una

profesión honrosa y lucrativa”56

De esta forma, la Universidad Católica da curso al “Preparatorio de Matemáticas”, que,

con un programa idéntico al que ofrecía la Universidad de Chile, capacitaban a los

jóvenes para obtener el Bachiller en Matemáticas y continuar la carrera de Ingeniería.

Dentro de las cátedras incluidas, se encuentra Algebra, geometría y Dibujo Lineal. En

ese momento histórico, la clase de Arquitectura de la Universidad de Chile comienza a

pasar por uno de sus procesos de reestructuración, lo cual fue mirado por J. Agustín

Jara, Director del Preparatorio de Matemáticas, como una oportunidad de integrar la

Arquitectura de manera formal y autónoma, sin pasar por la figura de Ingeniero-

Arquitecto como era la forma de titulación que confería la Universidad de Chile a los

alumnos de Ingeniería de último año que recibían “clases de dibujo de los cuatro

órdenes clásicos y detalles constructivos de puertas y ventanas”57

En 1892, la Universidad Católica autoriza a Jara para que realice los cursos de

Arquitectura, sin desmedro de los tradicionales cursos de Ingeniería, por lo que al

segundo año de preparación, los alumnos podían optar seguir la carrera de Arquitectos.

56 Ballacey, Daniel et alt; 90 años de Escuela, Escuela de Arquitectura UC, Diuc, Santiago, 1984, pag. 67-68) 57 Ibid, pág. 70

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

37

En 1893, un grupo de egresados de los sextos años de varios colegios de Santiago,

inician su formación de Arquitectos, superando año tras año, las expectativas incluso de

sus propios gestores, quienes vieron el creciente interés de más alumnos por integrar

las filas de la Arquitectura. De esta forma, en 1894 de dicta el decreto que expresaba:

“En el presente año se ha creído conveniente establecer las clases del curso de

Construcción y Arquitectura, que ofrece a la juventud una carrera nueva que habilitará a

los alumnos que estudien con aplicación, para prestar servicios bien remunerados, en el

espacio de tres o cuatro años”58

Con el inicio de esta escuela, se marca un antes y un después en la enseñanza de la

Arquitectura, ya que de alguna forma se abandona la enseñanza modo “taller particular”

que había impulsado Joaquin Toesca y que la Universidad de Chile había

institucionalizado con la contratación de Brunet de Baines, y se comienza a estudiar

Arquitectura bajo un plan de estudios más elaborado, integral y autónomo de la

ingeniería. Los encargados de revisar y adaptar las mallas curriculares fueron el

arquitecto francés Emilio Jecquier, el profesor Forteza y Don Manuel Cifuentes (primer

arquitecto formado y titulado de la Universidad Católica)

Pero no es hasta 1900, cuando entra en funcionamiento nuevamente la cátedra de

Arquitectura en la Escuela de Bellas Artes en la Universidad de Chile, que se podría

entender un inicio formal de la enseñanza universitaria de la Arquitectura en nuestro

país, ya que ambos cursos marcan entonces “el comienzo de una forma de enseñanza,

en que, por existir una organización general, estructura, ubicación y desarrollo de las

materias, y respaldo institucional de ambas universidades, había una garantía de

seriedad y profundidad de los estudios”59

La escuela de Arquitectura de la Universidad Católica se nutre de una constante

vinculación con las Bellas Artes, énfasis esencial otorgado por la llegada de

58 Ibid., pág 75 59 Ibid, pág. 77

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

38

arquitectos franceses como Jecquier y Julien Guadet quienes ven en la formación del

arquitecto, la imperiosa necesidad de entrenarlo en dibujo, método de composición

clave en la vida de un arquitecto. Al respecto, Julien Guadet expresa en la charla

inaugural del curso de Arquitectura:

“Todo lo que hagais debe ser una obra de arte, debe ser compuesto y estudiado con el

amor y la pasión del arte, y es que entre nosotros, todo lo que está desprovisto de arte,

no cuenta. (…) Ser clásico no es asirse a un partido, no es ser exclusivo ni excluyente,

no es ni cerrar los ojos ni restringirse en el partido tomado, pero es situar en la base de

los estudios los elementos consagrados por la razón, por la tradición lógica, por el firme

respeto a principios superiores. Lo clásico es el equilibrio estable. (…) Estudien el dibujo

de arquitectura como arquitectos. Habitúense a ver en el dibujo el objeto dibujado, es

preciso que cuanto antes, la imagen no sea para ustedes sino el lenguaje y que vean

en realidad la cosa. Ni compás, ni metro, sólo el ojo como único elemento de medición y

de evaluación proporcional” 60

Tal como es posible apreciar, desde sus inicios los profesores a cargo de la Escuela de

Arquitectura tuvieron la intención de despegarla de la Ingeniería y lograr plena

autonomía de contenidos, que dotarían a la disciplina de la libertad temática y teórica

que tanto anhelaban sus precursores. Este hecho de independencia académica sólo fue

posible conseguir en 1920 cuando se constituye la Facultad de Arquitectura y Bellas

Artes de la Universidad Católica de Chile.

Con la facultad ya consolidada, la influencia de las grandes tendencias en arquitectura

mundial comienzan a llegar a las escuelas chilenas a través de revistas, el cine y los

viajes de los intelectuales de la época, que traen entre su equipaje, las particulares

miradas de Le Corbusier, Mies van der Rohe o Walter Gropius sobre el orden de las

cosas en un ambiente mundial post-guerra : “Aparece entonces en evidencia, una serie

de variables –lo urbano, lo constructivo, lo decorativo, lo contextual- a las que se suma

la aparición de algunas obras que en Santiago empiezan a mostrar un leguaje plástico y

formal muy distinto y claramente vinculado a la vanguardia europea”61

60 Ibid, pág. 93 61 Ibid. pág 118

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

39

El plan de estudios de la facultad siguió su curso normal hasta 1949 cuando, la Escuela

de Arquitectura se replantea su rol dentro de la sociedad dentro de un contexto de post-

guerra. Como vemos, la Arquitectura se encuentra en esta época completamente

inmersa en el ambiente político y económico mundial, atenta a las tendencias y a los

papeles que debería jugar en él. Además, se comenzó a notar el cambio en el

alumnado, el cual comenzó a tener mayor participación política y las discusiones

dentro de la aula no se hicieron esperar. Un nuevo tipo de alumno surgía, con voz

propia, con interés por debatir con sus maestros sobre Arquitectura Clásica o los

énfasis pedagógicos de Taller. Uno de los alumnos líderes de este grupo de estudiantes

era Sergio Larraín García Moreno, futuro Decano y referente en la arquitectura chilena

del siglo XX.

Los ánimos de reforma eran notorios y las discusiones en torno a seguir las líneas de

composición clásica o incorporar elementos de la Bauhaus principalmente, fueron

cotidianas en un “clima áspero y de gran violencia verbal y escrita”62. Épocas intensas,

pero que marcaron el devenir de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica

desde el año 1945 hasta 1966, ya que durante este tramo, el plan de estudios se

involucró muy de cerca con el diseño, la plástica, la estética, la forma, la luz y el color,

no sin estar exentos de críticas por los arquitectos docentes más clásicos63.

Los años 60´s sin lugar a dudas, marcaron tiempos agitados para la Universidad

Católica, y para la Escuela de Arquitectura significó continuas relecturas en torno al

sentido de la formación universitaria, la estructuración de la escuela y el desarrollo de

los cursos. Centros de Alumnos activos se reunían permanentemente con los grupos de

profesores para incidir en los lineamientos pedagógicos y teóricos de la escuela, y más

aún, entregaron propuestas que vieron la luz durante la década y que persisten como

62 Ibid. pág.173 63 Juan Borchers, en una serie de charlas dictadas a arquitectos durante 1965 sostenía: “Declaro absolutamente falsos en arquitectura, todos los cursos de “plástica”, “educación visual” y otros sui generis, como son igualmente falsos en pintura y en escultura (…) son ejercicios declamatorios, vacíos, sin contenido y a veces, pretenciosos y ampulosos” Ibid. pág. 180

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

40

estructura universitaria hasta el día de hoy.64 La FEUC fue dirigida casi toda la década

(1962-1967) por grupos de alumnos democratacristianos de la recién formada escuela

de Sociología, por lo que el ambiente universitario se inundó –casi naturalmente- de

contingencia nacional.

Los años 1966-1967 son referentes claros de “reforma universitaria” en las

universidades chilenas de la época y en el caso de la Universidad Católica, se trata de

una reestructuración profunda tanto de la casa de estudios como de la Escuela de

Arquitectura, de la mano del nuevo rector, el arquitecto Fernando Castillo Velasco.

En el plan de reestructuración de 1967, se señala que la Escuela de Arquitectura, “sólo

puede seguir siendo escuela si se decide a encarar la tarea de originar o por lo menos,

contribuir al origen de una arquitectura nuestra para hoy”.65 Esta condición, impulsó la

creación de nuevos departamentos tales como los de Urbanismo y Vivienda,

Arquitectura de Obras y Diseño, los que de alguna manera debían cumplir con el rol de

“llevar la Universidad a la realidad para luego realizar la Universidad en la Realidad”66

Sin embargo, la vida fue corta para estas instancias , ya que tras el golpe de Estado y

la asunción de las nuevas autoridades universitarias, se ordena según el Decreto de

Rectoría Nº 6 de 197467 suprimir los Departamentos de Arquitectura, Arquitectura de

Obras y Urbanismo y Vivienda y ser reemplazados por la Escuela de Arquitectura y

Diseño y el Instituto de Planificación Urbana. De forma paralela, se crea una comisión

que deberá definir programas curriculares, plantas de docentes y reglamentos, según

las directrices entregadas por el rector Almirante Jorge Sweet.

Profesores entraron y profesores salieron, dando paso a un cambio generacional en la

plana docente que integró a alumnos egresados de la Escuela. Desde ese momento, la

64 La Escuela de Diseño se propuso en 1967 y el CIDU (Comité Interdisciplinario de Desarrollo urbano) en 1966, el cual ofrece el primer programa de postgrado en Arquitectura en Chile y América Latina un año después. Ibid. pág 225. 65 Ibid. pág 295. 66 Ibid. pág 305. 67 Ibid. pág 334.

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

41

escuela de Arquitectua de la UC ha estado en constante redefinición de la composición

arquitectónica, del rol en el urbanismo y la planificación en los contextos socio políticos

que se presentan en nuestro país, bajo constante discusión interna de sus profesores,

alumnos y vinculaciones con el colegio de Arquitectos

2.1.2.- El surgimiento de la educación privada en el contexto de los 80´s y 90´s

A través de la revisión de la historia de consolidación de las Escuelas de Arquitectura

de la Universidad de Chile y la Universidad Católica, es posible dilucidar la importancia

que los contextos sociopolíticos del país como variable constante en la formación y

reformulación de las escuelas de arquitectura en Chile. Años después, en la década de

los 80´s, se comenzaría otro proceso fundacional, que daría origen a la Escuela de

Arquitectura de la Universidad Central de Chile. Cuando se funda en 1982, la

Facultad de Arquitectura y Bellas Artes68 surge casi espontáneamente considerando los

intereses y visión del equipo rector y académico. Era una disciplina tradicional que abría

su conocimiento a la educación privada del país en un contexto absolutamente

favorable para ello considerando la consolidación del neoliberalismo en América Latina

desde los inicios de los 80`s lo que significó obviamente, que los Estados se vieran

inducidos a reformar estructuralmente las orgánicas y los énfasis político-institucionales.

Uno de los más claros referentes de cambio, fue lo que sucedió con la apertura de la

educación hacia el sector privado, lo que significó para Chile, una transformación

general del escenario académico y laboral, situación que podemos constatar con la

distancia y cercanía que nos generan los eventos actualmente y que, pretendemos

analizar.

68 “En el año 1982, se crea la carrera de Arquitectura de la Universidad Central, la cual comienza sus actividades académicas en Abril de 1983. La actividad docente se inicia sobre la base de un programa autónomo aprobado por la Universidad de Chile como Universidad examinadora. La Carrera de Arquitectura es una de las siete primeras carreras que dan inicio a la actividad docente de nuestra Universidad.[El primer año recibe un contingente de 70 alumnos previamente seleccionados mediante un examen de admisión, de una postulación de 98 alumnos” (http://www.ucentral.cl/prontus_faup/site/artic/20080726/pags/20080726134433.html)

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

42

El surgimiento de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Central, se originó en un

momento en que surgen nuevas “mercancías”, nuevos valores económicos y nuevos

referentes culturales. El “estudiar” se transforma en una proyección familiar de la clase

media, que comprende con aguda prontitud los nuevos mecanismos de movilidad social

y confía, sobre todo confía, en que las oportunidades se despliegan efectivamente para

todos. Esto, sumado a la nueva forma de ofrecer educación (servicio educacional para

un alumno cliente/consumidor) detona una masificación de la oferta universitaria que

viene a recoger la creciente demanda tanto del mercado, como de las familias que

proyectan un cambio cultural en su calidad de vida.

[...] el neoliberalismo, en tanto teoría económica, tiene la característica de ser dos cosas

a la vez: por un lado una economía y, por otro lado, un eslogan, una publicidad. Si algo

caracteriza al neoliberalismo como teoría económica es esta conjunción de propaganda

y teoría; publicidad y concepto” (de la Fuente Lora en Crovi, 1995:47).

Sin lugar a dudas, el contexto era muy favorable, considerando además que se instalan

como elementos del discurso global, conceptos tales como “sociedad del conocimiento”

y “sociedad de la información”, que vienen a confirmar las tendencias mundiales en

cuanto a transformaciones socioculturales de los “saberes”. En todo caso, es

importante aclarar que la discusión en torno a estos conceptos no está cerrada. De

hecho, son varios los autores que reclaman paternidad sobre estas ideas: T. Sakaiya

acuñó el término para referirse a las sociedades del futuro en tanto éstas mejoraban su

capacidades técnica, productiva y de gestión pero evidentemente también para

referirse al valor agregado que un colectivo le asigna al conocimiento socialmente

generado, transformado, transferido, aplicado y compartido. Se le reconoce, por tanto,

al conocimiento, una dimensión de carácter funcional en cuanto sirve para algo pero

otra más de carácter axiológico en cuanto a sus implicaciones socioculturales

(conocimiento para la formación, la integración, la participación, la solidaridad, la

justicia, la paz, la seguridad). (Cruz Cardona 2002:4) Por otra parte, André Gorz

considera que los conocimientos se refieren a contenidos formalizados, objetivados,

que no pueden, por definición, pertenecer a las personas. El saber está hecho de

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

43

experiencias y de prácticas que se volvieron evidencias intuitivas y costumbres para

una comunidad. Es así como, la internalización de estos saberes configura lo que

entiende por inteligencia ya que ésta cubre toda la gama de capacidades que permite

combinar saberes con conocimientos, Es así como Gorz sugiere que knowledge society

se traduzca por sociedad de la inteligencia. (Gorz 2008:32)

Desde otro enfoque, Peter Drucker escribió en su libro La sociedad post-capitalista, en

el que destacaba la necesidad de generar una teoría económica que colocara al

conocimiento en el centro de la producción de riqueza. Al mismo tiempo, señalaba que

lo más importante no era la cantidad de conocimiento, sino su productividad. En este

sentido, reclamaba para una futura sociedad de la información en la que el recurso

básico sería el saber, que la voluntad de aplicar conocimiento para generar más

conocimiento debía basarse en un elevado esfuerzo de sistematización y organización,

lo cual se condice absolutamente con las políticas estatales educacionales

implementadas durante Chile en el período 80-90´s .(Drucker 1998: 26) Sin embargo,

existe cierto consenso en que la “sociedad del conocimiento” se levanta más como un

referente utópico de funcionamiento de la sociedad, producto del desarrollo de la era de

la información y la tecnología, y que por tanto, debería tender a la instrucción y

educación universal y a una mayor humanización de las sociedades actuales.

Aparecen las diferencias y relaciones entre capital cognitivo y capital intelectual

como insumo estratégico de desarrollo para fortalecer los referentes de crecimiento

económico, de productividad, de competitividad y poder geopolítico para así contribuir a

la construcción, fortalecimiento y consolidación de una sociedad del conocimiento a

nivel nacional. ¿Cómo se consigue esto? Ofreciendo oportunidades de actualización y

reciclaje de saberes permanentemente, lo que detona obviamente, una maratón de

ofertas educacionales para cada potencial alumno consumidor.

En ese contexto y en tan sólo diez años, el panorama formativo educacional chileno

cambió, pudiendo constatarse los primeros quiebres gracias a investigaciones

académicas que prestaron oído al ruido generado por esta nueva forma de pensar -

hacer –vender universidad.

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

44

En el área de la arquitectura, se cuenta con un trabajo esencial desarrollado por Ángela

Schweitzer y equipo en 199069, en el cual confirmaron una situación clave que

caracterizaba el panorama de la arquitectura de esos años y que resulta de vital

importancia retomar como hipótesis en esta investigación para constatar el avance,

estancamiento o retroceso de dicho fenómeno.

Este trabajo se centró en la búsqueda de los elementos diferenciadores de las escuelas

de arquitectura de las Universidades de Chile, Católica, de Valparaíso y Católica de

Valparaíso pudiendo establecer la existencia de un “perfil común arquitectónico”

vinculado a los intereses que mostraron los estudiantes frente a los temas urbanos y a

las múltiples problemáticas socio espaciales existentes, que despiertan en cierta

manera, el lado vocacional más “social” de su formación. Es así como, los diferentes

acentos teóricos y metodológicos que caracterizaban a cada una de las escuelas de

arquitectura presentes en la muestra, perfilaba posteriormente el desarrollo profesional

de sus estudiantes, pudiendo esta investigación identificar diversas orientaciones en el

desarrollo laboral, abarcando una gama de intereses desde lo más artístico y estético

hasta lo más técnico y comercial.

Uno de los aportes más importantes de esta investigación, radica en que es pionera en

constatar el “desajuste” existente entre la enseñanza académica de la arquitectura

y el medio profesional que la alberga, concluyendo que uno de los factores

responsables de estas situación sería la escasa innovación metodológica en el aula

universitaria que hace de la enseñanza de la arquitectura un proceso estático y

estancado. Por el contrario, el entorno laboral que espera a los egresados de

arquitectura es altamente dinámico y competitivo, quedando en evidencia nuevamente

la desconexión entre los ámbitos académico y laboral. Es decir, lo que el medio laboral

exigía no necesariamente estaba en sintonía con los saberes de los estudiantes

egresados, ya que en muchos casos, no contaban con habilidades y destrezas técnicas

69 VVAA. El arquitecto en Chile: Universidad y profesión. Ángela Schweitzer editora. ED. CPU, Santiago, 1990.

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

45

específicas lo que dificultaba enormemente su inserción laboral en un entorno

competitivo de esta naturaleza. Asimismo, se diagnosticó una carencia de diálogo

interdisciplinar entre los egresados de arquitectura y las profesiones complementarias

que participan dentro de un proyecto de arquitectura. En ese sentido, consideran de

gran importancia replantear dentro de los objetivos del currículo académico, el desafío

que debe enfrentar la disciplina para interactuar con otras áreas del conocimiento

teórico y práctico. La arquitectura es una disciplina que requiere de la permanente

vinculación y retroalimentación con otros ámbitos del quehacer nacional, ya que eso le

proporciona al arquitecto, los elementos de análisis para enfrentar su obra, arte y oficio.

Han pasado veinte años desde la publicación del trabajo realizado por Ángela

Schweitzer y equipo en 1990 y se siente necesario y oportuno retomar la conversación.

No por el hecho que la única investigación realizada sobre este tema pueda estar

desactualizada, muy por el contrario, resulta imprescindible dar una nueva vuelta a las

reflexiones allí desplegadas y constatar el estado del proceso en curso. El desajuste

entre formación y futuro laboral es más evidente que nunca y convierte a la

investigación mencionada en un referente clave. A primera vista, podemos confirmar

muchos de los diagnósticos realizados por Schweitzer y equipo, sin embargo, con los

años se ha ganado mayor especificidad en el análisis. Es así como la transformación en

el mercado del trabajo profesionalizó la disciplina pero también la tecnocratizó y

burocratizó, generando una demanda excesiva y dañina, de una masa de

profesionales que aplican conocimiento pero no lo generan. Bajo esa misma

premisa, el rol académico y docente, ha quedado relegado al último escalafón

formativo, debilitando enormemente a la arquitectura en su desarrollo intelectual. La

investigación se torna escasa y se concentran los recursos en la operativa de la

disciplina más que en las relecturas académicas, por lo que el conocimiento se

concentra en centros de estudios de elite y se debilita dentro del contexto universitario

general.

La enseñanza de la Arquitectura en Chile ha estado históricamente ligada a la entrega

de conocimientos integrales en torno al ser humano, su entorno, contexto y vida social.

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

46

Es una disciplina que marcha al ritmo del país, que lo ha construído –literalmente- y por

ello quizás, resulta un catalizador legítimo de los cambios y transformaciones de

nuestra sociedad. Este documento pretende justamente eso: leer entre líneas la oferta

académica actual de las universidades70 que imparten hoy en día la carrera de

Arquitectura y deducir la particular mirada y visión de cada escuela, considerando los

antecedentes generales que han incidido en el panorama actual. Queremos analizar

cómo se piensa, proyecta y vende la enseñanza de la Arquitectura y para eso también

analizaremos las estrategias de compra y venta de esta disciplina. Queremos saber

cuáles son los elementos disímiles y de comunión en la entrega de herramientas,

conocimientos y misión profesional y su posterior canalización en trabajo para los

arquitectos.

Es importante señalar que este ejercicio de reflexión y análisis propuesto, no sólo se

vincula con la incertidumbre laboral que circunda el ambiente, sino que también busca

esclarecer los referentes que están tras el sentido y significado de la Arquitectura y el

oficio de Arquitecto en el contexto chileno hoy en día. Cualquier disciplina, cualquier

oficio, cualquier arte, debe realizar un ejercicio de autoconciencia que le permita

determinar su lugar en la sociedad y en la vida de las personas, para así poder

establecer un diálogo entre el conocimiento, la experiencia y las expectativas de la

comunidad frente a una disciplina. En ese sentido, la arquitectura ha jugado un rol

importante a lo largo de la historia en la intervención, creación y conservación de los

habitats culturales –por tanto- el papel que históricamente ha tenido que sobrellevar el

arquitecto no ha sido menor, considerando la tarea de conducción y construcción

material de los espacios sociales según el significado y sentido conferido a la obra.

Es así como, la mirada que se potencia en el trabajo arquitectónico influenciará y

determinará los enfoques y acentos puestos en la formación del arquitecto, pudiendo

evidenciar claras transformaciones en el perfil de este profesional gracias al

permanente vaivén entre lo estético-artístico y lo formal-técnico. Frente a estas

premisas, cabe preguntarse cómo las escuelas de Arquitectura se han hecho cargo en

70 Se adjunta en la bibliografía el listado de las Universidades de las cuales se extrajo la información relativa a su programa de estudios y perfil profesional.

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

47

cierta manera, de este historial y cómo se piensa la Arquitectura y la misión de los

arquitectos desde el ámbito académico. De esta manera sería posible analizar los

énfasis que ha tomado la formación y bajo qué referentes éticos y técnicos se forja el

trabajo del arquitecto.

2.2.- EL QUERER SER ARQUITECTO: IMAGINARIO SOCIAL DE UN OFICIO ASPIRACIONAL

La arquitectura es de aquellas disciplinas a las cuales las cubre un halo de

reconocimiento y dignidad que tan bien se acomodan en sociedades aspiracionales

como la nuestra. Posee un peso simbólico y cultural que llena de legitimidad un oficio

de origen artesanal que ha avanzado con la historia humana. En ese sentido, estudiar

arquitectura o “ser arquitecto” está validado y legitimado como oficio/profesión al ser un

canal aceptable de las inquietudes artísticas complementado con cuotas necesarias de

técnica y especialización. Es una profesión correcta y balanceada que se desplaza con

soltura y espontaneidad por el arte, el diseño y el humanismo científico. A partir de eso,

es que analizaremos el oficio de Arquitecto bajo la lupa de la percepción y aceptación

social, para tratar de definir y comprender cómo se ha construido históricamente esta

disciplina y cuáles han sido las relecturas a través del tiempo.

Hay que decir en primer lugar, que la mayor fortaleza histórica de esta disciplina ha

radicado en su formación integral y capacidad exploratoria que le ha permitido

redefinirse y no con ello perder el respeto social que posee. Al ser una disciplina que

mezcla en su justa medida el arte con la técnica, ha debido defender ambos campos de

desarrollo y nunca olvidar el norte social que la dirige, porque la Arquitectura es una

disciplina con responsabilidad social y así se erige como práctica discursiva.

El primer ejemplo de esto, lo entrega la “Carta de Ética Profesional de los

Arquitectos” dirigida desde el Colegio de Arquitectos de Chile a sus colegas. En ella

se definen como deberes y responsabilidades fundamentales que

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

48

“el Arquitecto deberá ser un profesional de sólida preparación científica, artística y

técnica, con un profundo sentido de la equidad y de la moral. Pondrá su servicio a

disposición de la sociedad y del hombre e impulsará su progreso y bienestar

buscando con su acción, colaborar al logro de esas metas”

En ese sentido, la declaración del Colegio de Arquitectos no es menor, ya que da

cuenta además de la presencia de un gremio activo en la vida nacional y con

reconocimiento social, cuyos lineamientos éticos deberían estar presentes en las

apuestas educacionales de las escuelas de arquitectura. Bajo estas premisas, se

debería sostener el sentido filosófico de la relación entre el arquitecto chileno y las

ciudades que piensa y ese énfasis sólo estará asegurado por las tendencias formativas

del proceso académico y su posterior despliegue profesional. De esta forma, es posible

evidenciar dentro de las escuelas de arquitectura chilenas, conexiones ineludibles con

los principios identitarios de la disciplina:

Las profesiones liberales, Arquitectura entre ellas, tienen significación social y

económica, satisfacen necesidades de la comunidad y ofrecen un desarrollo humano

cognitivo, cultural y artístico de la persona que las ejerce.(UTEM)

“Por eso es posible afirmar que formamos profesionales con una capacidad teórica

sensible para proponer y construir permanentemente el espacio del hombre”.

(Universidad Católica de Valparaíso)

La Arquitectura se presenta como disciplina humanista, por lo que resulta necesario

detenerse quizás un rato, en el nexo que existe entre la arquitectura y el arte, ya que no

sólo se despliega como antecedente histórico sino que entrega cimientos para la base

ideológica de la arquitectura. Si comenzamos desde las sutilezas, podemos en primer

lugar destacar lo característico que resulta, la relación profesor/alumno,

maestro/aprendiz, como clara evidencia de las herencias artístico-artesanales de la

disciplina. La arquitectura concebida como un cúmulo de saberes que buscan la captura

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

49

de la luz requiere de un proceso de aprendizaje donde el aprendiz va soltando su mano

creativa a través de la experiencia y la formación guiada. De esta forma, la “obra” en su

sentido concreto y simbólico representa el fin del aprendizaje inicial.

La arquitectura ha sido una revelación para los artistas, ya que permite la

materialización de las ideas, el concretar de la imaginación. Leonardo da Vinci ya lo

sabía y precisamente, llegó a la arquitectura como resultado de su experimentación

artística71. Esta característica está presente en algunas escuelas que relevan la alianza

entre arte y arquitectura como eje articulador del conocimiento.

“En nuestra Escuela concebimos el Diseño y la Arquitectura como un arte que

interpreta lúdicamente el mundo y el habitar del hombre (…)Todos los talleres

realizan, en la primavera de cada año, travesías; estos son viajes a través del

continente americano, en los que la verdadera magnitud nos revela nuevas

dimensiones continentales que son recogidas en el taller. Así también las actividades

de los talleres de arquitectura se desarrollan, tanto en la Escuela como en la Ciudad

Abierta de Ritoque, lugar dedicado a la experimentación artística” (Universidad

Católica de Valparaíso)

“La Escuela de Arquitectura formará profesionales cuya finalidad será concretar su

espíritu crítico y creativo para transformar una obra en una herramienta valiosa para

los hombres que deban habitarlo, siendo amigable con el medio y cuyo montaje sea

una expresión significativa de la capacidad creadora del espíritu humano”

(Universidad de Talca)

71 En el siglo XV Milán era una ciudad de apretujados caserones y foco propicio de numerosas epidemias, por lo que Leonardo proyectó "La ciudad ideal". En el diseño se pueden observar las casas elevadas, para dejar espacio libre al tránsito; las calles, a dos niveles diferentes: las que corren al nivel de las casas están reservadas a los peatones, y las más bajas, a los vehículos. Los cruces se solucionan por medio de puentes. Amplios túneles sirven para el transporte de desechos sirviendo de red sanitaria. (Prieto Pérez, Santiago 2007:216)

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

50

Asimismo, la vinculación con el arte permitió a la Arquitectura conectarse con el

conocimiento integral, a través del cual se buscaba que el Arquitecto fuera un sujeto

culto, letrado, instruido bajo el alero del arte, la ciencia y la vanguardia, y por tanto, con

una formación transversal en cuanto a los contenidos y principios forjadores del oficio.

Se proponía formar sujetos con opinión y tendencia crítica que estuvieran atentos a los

escenarios políticos y sociales ante los cuales manifestar su postura. Sujetos que

navegaban entre lo espiritual y lo racional, no siendo casualidad ni coincidencia el

simbolismo que hay tras la noción del “Gran Arquitecto” que asume por ejemplo, la

masonería72, con ideales fuertemente republicanos.

Este ejemplo sirve para evidenciar que la Arquitectura ha sido históricamente concebida

como una disciplina humanista conectada fuertemente con los contextos políticos,

sociales y culturales en que se desenvuelve y desarrolla. No es ajena, no es

independiente, no es autónoma de la realidad social y en ese sentido, los énfasis

académicos que caracterizaron la formación del arquitecto durante los inicios y

mediados del siglo XX, se han mantenido como “ideales” en muchas de las escuelas de

arquitectura de la actualidad, dando forma a la construcción de un sello identitario

basado precisamente en los pilares fundamentales del humanismo, esto es, la

arquitectura concebida -si y sólo si- dentro de un contexto sociocultural y en armonía

con la experimentación artística y el entorno ambiental.

Ejemplo de eso, fue el ejercicio realizado por Ángela Schweitzer en 1990 cuando

solicitó al grupo de arquitectos entrevistados, definir el perfil-deseable73 de un

profesional arquitecto, el cual fue definido y caracterizado como un individuo:

72 La palabra masón deriva de maçon que significa albañil. De esta forma, los fundadores de la francmasonería moderna ( herederos de los gremios de constructores medievales de castillos y catedrales) comprendían la búsqueda de progreso para el mejoramiento del Hombre y de la Sociedad, sustentada en un sistema particular de moral simbólica que se presenta a sí misma como una herramienta de formación, con un método particular basado en el simbolismo de la construcción, el cual permite a sus miembros desarrollar su capacidad de escucha, reflexión y diálogo, para transmitir estos valores a su entorno y comunidad. (Prieto Pérez, Santiago 2007:225)

73 VVAA. El arquitecto en Chile: Universidad y profesión. Ángela Schweitzer editora. ED. CPU, Santiago, 1990. Pág. 33

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

51

- Responsable del destino de la ciudad y de la calidad de vida de sus habitantes,

demostrando su espíritu público interviniendo en todas las esferas para cautelar

los valores del espacio urbano.

- Esforzado para que cada uno de sus intervenciones sea un aporte a la estética

del espacio urbano procurando que la calidad arquitectónica de sus proyectos

prevalezca a pesar de las presiones del mercado.

- Interesado en acceder a cargos públicos para poder auspiciar desde allí cambios

estructurales en las políticas espaciales del país, presionando para que la

arquitectura dejara de existir como consumo privado.

- Preocupado de organizar a la comunidad, liderando el equipo profesional que

apoyará sus acciones de desarrollo y consolidación del hábitat.

- Participante del “gran jurado” integrado por quienes se destacan en el ejercicio

privado y en la universidad, teniendo capacidad de censura frente a

intervenciones urbanas.

Como es posible notar, el perfil deseado en 1990 no es muy distinto al que se desea y

vende actualmente, dándose a conocer todo un abanico de sueños y utopías que si en

ese momento era complejo, hoy lo es más. De hecho, en 1990 se menciona que los

“verdaderos arquitectos” deberían trabajar en las municipalidades y en la universidad,

ambos definidos como “espacios libres” de la influencia del mercado…hasta ese

momento. La evidencia es clara en mostrar que el mercado ha entrado con mucha

fuerza en los municipios con potencial inmobiliario y que la carrera docente avanza en

carriles distintos dependiendo de la escuela de arquitectura que la patrocina.

¿es posible comprender la historia de la enseñanza de la arquitectura en Chile como un

permanente conflicto (o no diálogo) entre la utopía académica y el quehacer profesional

real? ¿Estará condenada la arquitectura a “venderse” de una forma y “ganarse la vida”

de otra?

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

52

2.3.- EL CÓMO SER ARQUITECTO: LA ENSEÑANZA DE UNA DISCIPLINA

La enseñanza de la arquitectura en Chile posee históricamente un fuerte componente

identitario que la ha caracterizado como disciplina integral humanista científica. Sin

embargo, este tono de empoderamiento comienza a bajar de intensidad cuando se

hace evidente la realidad académica nacional, que ha sobreexplotado a la Arquitectura

dentro y fuera del ámbito formativo. A partir del boom universitario desde principios de

los años 80´s, es fácil constatar cómo la Arquitectura experimentó un gran aumento en

su matrícula anual nacional dada la masiva apertura de Facultades y Escuelas en

diversas universidades a lo largo del país. En 1980 existían 15 escuelas de

Arquitectura, mientras que los últimos datos del 2006 nos señalan que son 44. Entre el

año 1849, en que se funda la primera escuela de arquitectura en Chile hasta el año

2000 se titularon alrededor de 10.000 arquitectos en Chile. En la actualidad, existen

alrededor de 14.000 alumnos estudiando arquitectura74 de los cuales se titulan en

promedio 33,42 titulados por escuela, lo que supone un total de 1.470 arquitectos

titulados por año considerando las 44 escuelas.75.

Esta situación, que ya ha sido alertada por el Colegio de Arquitectos dada la inminente

“saturación profesional”, obliga en cierta medida a las Escuelas de Arquitectura a

reflexionar, analizar y proponer estrategias de salida. Sin embargo, el ejercicio reflexivo

no sólo se genera por el estrecho mercado laboral actual sino que también consigna

como punto central de análisis, la brecha existente entre los contenidos de la

formación académica, el ejercicio profesional y las demandas-país requeridas a la

disciplina. Los antecedentes señalan que existe una falta de sintonía entre estos tres

elementos, por lo que la estrategia más común de las diversas universidades ha sido

potenciar la flexibilidad curricular para convivir con la flexibilidad laboral:

74 Revista CA nº134, Santiago, 2006. 75 http://www.plataformaarquitectura.cl/2006/07/15/arquitectos-chilenos-preocupense/

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

53

“En el campo de la enseñanza, por lo tanto estará siempre presente un doble rol, por

una parte el enseñar al alumno a enfrentar demandas siempre cambiantes y renovadas

en el tiempo, y por otro, responder a las exigencias profesionales contingentes de cada

generación. (…) Es por esto que el Plan de Estudios va a tener siempre una base que

es permanente y está en los principios que fundamentaron la creación de esta Carrera

de Arquitectura en el Norte de Chile, y otros que se irán incorporando para responder a

las exigencias propias de cada período y que son los que dan origen a las

modificaciones de cada Plan de EstudiosP” (Universidad Católica del Norte)

Como es posible evidenciar, las escuelas de Arquitectura ya han tomado conciencia de

las “estrategias” de diferenciación a las cuales pueden echar mano, en un contexto de

proliferación de especialidades y títulos, lo cual ha incidido directamente en la

deformación de la estructura ocupacional y formativa de la Arquitectura y en la

consolidación del KITSCH de la universidad, parafraseando a Thayer.

Atendiendo a la necesidad de profundización y actualización del conocimiento de la

disciplina y de creación de nuevos ámbitos laborales para nuestros egresados, la

Escuela de Arquitectura cuenta, entre otros programas de actualización profesional con

un Magíster de Continuidad de tres semestres de duración que permite la

especialización en áreas estratégicas para nuestro país tales como Componentes

Constructivos, Ahorro Energético y Reconversión de Edificios. (UNAB)

Mallas flexibles, encaje curricular, tácticas de adaptación de sus egresados, programas

de continuidad hacia especialidades un tanto espúreas, pareciera ser la característica

de esta época de docencia particular. Las universidades toman el guante de entregar

servicios académicos en arquitectura, y entregan al mercado el “producto-arquitecto”

que estiman pertinente generar, no existiendo por tanto, una sintoníaa mediana entre

los diversos proyectos académicos existentes. Cada escuela hace y deshace en virtud

de su orientación, por lo que se extraña una columna vertebral que entregue directrices

claras al país en cuanto a la calidad y cantidad de arquitectos que se están formando,

que el país necesita y con los conocimientos pertinentes para ello.

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

54

El segundo elemento diferenciador es que enfatizamos el desarrollo de tus capacidades

para que puedas insertarte con éxito en el mundo competitivo y globalizado en que

te desempeñaras profesionalmente. (UNAB)

2.4.- EL PODER SER ARQUITECTO: EL ESTALLIDO TÉCNICO- PROFESIONAL SOBRE EL CAMPO LABORAL

Según los últimos datos revelados por Plataforma Urbana76, sólo el 1% de los

arquitectos trabaja en diseño de proyectos de arquitectura. Las preguntas por tanto son

obvias: ¿En qué trabajan los arquitectos hoy en día?¿Se agotaron las estrategias

formativas de las escuelas públicas y privadas del país?

Las respuestas son disímiles dependiendo del análisis que se quiera realizar. Para

nosotros ha quedado en evidencia una vez más el desajuste entre formación y

desempeño laboral que Ángela Schweitzer y equipo analizaron en 1990. Sin embargo,

este fenómeno muestra algo más, muy relacionado a la cultura aspiracional chilena.

Vemos por qué. Desde el boom universitario de los 80´s, la enseñanza de la

arquitectura comenzó a ser “vendida” de distinta forma, partiendo de la necesidad

económica del mercado de contar con profesionales y productos adaptados a las

necesidades profesionales del país. La cáscara identitaria de la arquitectura se

comenzó por tanto a resignificar en cada una de las escuelas, manteniendo lazos

identitarios entre algunas pero no entre todas. La Arquitectura pasó de ser una

disciplina integral a una disciplina modular, donde el conocimiento y los saberes se

dividen por área temática y por especialización. Ya no se necesitaba un arquitecto que

supiera de todo, sino un arquitecto que supiera de algo preciso, por lo que los énfasis

entre las diferentes escuelas se comienzan a notar. La pugna se mueve entre las

escuelas que defienden una formación clásica del humanismo científico y aquellas que

se paran desde la vereda de la “innovación” (que al parecer actúa más como concepto

de venta que como principio metodológico).

Sin embargo, es necesario reconocer que la explosión de ofertas académicas dada la

apertura extrema del neoliberalismo al mundo de la educación, viene a llenar un vacío

76 http://www.plataformaarquitectura.cl/2008/06/01/mapa-2008-de-las-escuelas-de-arquitectura-en-chile/

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

55

profesional de las clases medias. La Arquitectura, como disciplina humanista, cientifica,

racionalista y liberal siempre se mantuvo en un espacio de aprendizaje reservado para

las elites. De ahí todo el espíritu identitario ligado a la Arquitectura que la legitima como

disciplina aspiracional. El tener un hijo arquitecto (o en vías de), todavía constituye

señal de bienestar familiar, por lo que estamos en presencia de un referente cultural

que no se transforma mayormente con los contextos laborales desfavorables actuales.

Quizás la frustración viene después, pero hoy en día, estudiar Arquitectura sigue siendo

una decisión acertada para la opinión social. Siguiendo con esa premisa, el boom

universitario se desplegó como maná del cielo para muchas de las aspiraciones de la

clase media que visualizó en la educación privada una real oportunidad de movilidad

social. Considerando que actualmente, los aranceles anuales sólo de las universidades

tradicionales fluctúan entre $1.720.000 y $2.780.00077, se confirma el alto estándar que

posee la disciplina. En ese sentido, hoy es posible desplegar un abanico de

posibilidades bajo las cuales estudiar Arquitectura, desde el sentido más tradicional de

una Universidad hasta la “Prestación de Servicios Educacionales en Arquitectura” que

entregan gran número de instituciones hoy en día.

Esta diferencia se produce cuando la mercancía tiene diferentes connotaciones y la

Arquitectura ha demostrado ser una disciplina que puede venderse y venderse bien, y

es precisamente en ese proceso, en el cual se producen los primeros desajustes entre

formación y futuro laboral porque las escuelas de Arquitectura, conociendo el

panorama, no han sido capaces de generar una autorregulación que claramente, el

mercado tampoco les dará. Por lo tanto, hoy existe un mar de egresados y titulados en

Arquitectura que han debido acomodarse en el mercado laboral, atendiendo más a las

posibilidades existentes que a los talentos disponibles.

Una de las principales preocupaciones que existen en torno al campo ocupacional del

Arquitecto, radica en la rápida y excesiva “tecnificación del oficio” que ha permitido la

homologación de la Arquitectura con otras disciplinas. Es así como el conocimiento

cautivo, que se pensó tenía la Arquitectura, se disemina entre nuevas especialidades

que comienzan a captar el mercado laboral.

77 http://www.plataformaarquitectura.cl/2008/06/01/mapa-2008-de-las-escuelas-de-arquitectura-en-chile/

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

56

Es así como proponemos construir una tipología de arquitectos, según el perfil

profesional que han adoptado. Estos canales profesionales son la más clara evidencia

del “desajuste” diagnosticado años atrás y precisamente, cobra especial relevancia

constatar que, veinte años después, la situación de saturación profesional no ha

mejorado, es más, se ha profundizado a tal punto, que ha inducido procesos de

relecturas y nuevas prácticas en torno a las competencias laborales de los titulados

de arquitectura de las últimas décadas.

Esto sin lugar a dudas demuestra dos cosas: por un lado, la perpetuación de las

distancias formativas y laborales producto de un mercado nocivamente competitivo que

exige la adaptación inmediata de los profesionales, si es que quieren aprovechar las

oportunidades que el mercado les ofrece. Por otra parte, la capacidad de los nuevos

profesionales por buscar salidas, alejadas o cercanas a los ideales, pero salidas que

permiten la sobrevivencia del oficio.

2.4.1.-PRIMER PERFIL: ARQUITECTO GESTOR INMOBILIARIO VENDEDOR ESPECIALIZADO CON CUOTAS DE AUTOGESTIÓN

La explosión inmobiliaria de los últimos años ha abierto un campo ocupacional en

temáticas habitacionales que requiere constantemente de un grupo de vendedores

especializados de los proyectos inmobiliarios en curso. Si bien en un primer momento,

este trabajo fue más cercano a un técnico profesional con perfil administrativo y

comercial, durante los últimos años se ha demostrado la entrada de arquitectos a la

venta especializada. Es así como el desajuste se hace presente y la disonancia hace

ruido en este punto, porque la oferta educacional está centrada en vender un perfil de

profesional aspiracional, siendo que las tendencias marcan otra salida. A modo de

ejemplo, dos ofertas educacionales actuales:

Profesionales capaces de incentivar cambios para la gestación de una mejor calidad de

vida, quedando preparado en su formación para dar cabida a diversos hábitat locales y

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

57

globales a los múltiples acontecimientos humanos contemporáneos. En

correspondencia a ello, instalará como columna vertebral de su discurso la intervención

éticamente responsable sobre el medio ambiente y sus recursos naturales. (UTFSM)

Las exigencias que demanda el proceso de estudiar Arquitectura, surgirán

principalmente de la vocación y la pasión que debe tener el alumno que decide esta

carrera, luego deberán aparecer las capacidades de: trabajar en equipo,

conceptualizar ideas, desarrollar la creatividad, representar los objetos en forma

bidimensional y tridimensional , y la necesaria resilencia y perseverancia en su actitud

personal. (Universidad Finis Terrae)

Sin embargo, el mercado laboral actual busca por ejemplo:

Importante empresa nacional requiere arquitecto o equivalente para el cargo de

gestor comercial técnico en ventas.

Requisitos : arquitecto o equivalente , sexo indistinto, sobre 35 años , con experiencia

de al menos 5 años en el área de ventas en empresas del rubro industrial , alto nivel de

contactos con constructoras, arquitectos e inmobiliarias, experiencia en la venta de

productos técnicos para la construcción. (www.oxl.cl)

Importante empresa industrial que fabrica revestimientos de acero para el mercado

habitacional, viviendas e industrias, necesita contratar Arquitecto.

Requisitos:P Título de arquitecto o equivalente,Pexperiencia mínima 3 años en

compañías o industrias (fábricas) de materiales de construcción, importadoras de

terminaciones.P Experiencia en área comercial, atendiendo clientes, ventas,

marketing, desarrollo de productos. Manejo de inglés nivel intermedio (no es

excluyente), Pmanejo de microsoft office nivel usuario, manejo de Autocad,

Pmovilización propia, disponibilidad para viajar dentro de Chile. (www.contratando.cl)

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

58

Importante empresa productiva necesita contratar vendedor para constructoras, 3

años de experiencia en empresas del rubro productos de terminación para la

construcción. Responsabilidad del cargo:P1. responsable por la venta y atención de

una cartera de clientesP2. seguimiento de proyectos y desarrollo de nuevos

prospectos.P3. visita a obras y oficinas de profesionales P4. hacer seguimiento a

especificaciones y/o cotizaciones efectuadas.P

Requisitos: Al menos 3 años de experiencia en ventas a constructoras, Ingeniero de

ejecución, arquitecto, diseñador, o profesional equivalente, vehículo propio.

Ofrecemos incorporase a empresa multinacional, con renta atractiva acorde al mercado,

capacitación, etc. (www.oficios.cl)

Estos ejemplos nos muestran cómo la inserción dependiente de los arquitectos ha

tendido a la gestión inmobiliaria y en muchos casos autogestionada (movilización

propia, cartera de clientes), acrecentando la tendencia hacia la contratación de

vendedores especializados. También se hace evidente la homologación de disciplinas,

las cuales pierden especificidad cuando las labores se estandarizan.

2.4.2.- SEGUNDO PERFIL : ARQUITECTO EMPRENDEDOR GESTOR DE PROYECTOS PRIVADOS, ASESORÍAS Y FACILITADOR DE PROCESOS

Una revisión por diversos portales laborales de Chile78, nos permite tener una visión

cercana a las estrategias que utilizan los arquitectos para vender su trabajo, y por otra

parte, las condiciones que caracterizan la inserción laboral de estos profesionales en el

mercado actual. Por ejemplo, en el caso de ofrecimientos de servicios en arquitectura

encontramos situaciones similares a éstas:

Asesorías en proyectos de arquitectura asesorías sobre la ley del mono profesional con

gran experiencia en regularizaciones y de alto dominio de la ley 20.251 y OGUC. Todo

tipo de proyectos en el área habitacional, comercial, educacional, ya sea en

78 En la bibliografía se adjunta listado de sitios laborales visitados.

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

59

ampliaciones, regularizaciones u obras nuevas. Arquitectura, diseño y construcción,

tramites municipales (permiso de edificación,Precepción final, regularizaciones)

Arquitecto titulado con patente profesional y oficina de arquitectura en el centro, de fácil

contacto y atención de publico en horario continuado. Consulte ,y asesórese con

arquitectos y nadie más.

Subdivisión y fusión de roles- loteos. Incluye tramites municipales. Aproveche los

beneficios de ley n° 20.251 - ley del mono. Diseño y construcción a los mejores

precios y de alto estándar. No arriesgue multas construyendo sin permiso.PMantenga

al día su propiedad en caso de venta.PAumente su avalúo fiscal. Somos especialistas

en el tema por mas de 10 años recorriendo Santiago. Cotícenos sin compromiso.

Arquitecto inscrito en Colegio de Arquitectos de Chile. Profesional al servicio de

la comunidad. Opciones de pago. El mejor precio calidad, consulte y cotice.

Aquí claramente, se demuestra una vez más cómo la inserción laboral independiente de

los arquitectos se ha centrado en servicios de edificación menor (ley del mono) y en el

ofrecimiento de servicios asociados autogestionados (diseño, construcción, ploteos,

trámites municipales). La pugna del mercado laboral de la construcción, ha obligado a

los arquitectos a potenciar el conocimiento técnico y tecnológico que poseen para

intentar captar procesos completos de construcción más que entrega de servicios

puntuales. La demanda laboral exige cada día, más profesionales preparados para

enfrentar mayores eventualidades y por lo tanto, el ejercicio actual de la profesión de

arquitecto ha obligado a sus profesionales ha expandir sus focos de trabajo y otorgar

altos grados de multifuncionalidad que le permita tomar el control de sus propios

proyectos.

El arquitecto egresado de la Universidad Técnica Federico Santa María, poseerá

conocimientos y destrezas que lo habiliten para ser gestor de sus propios proyectos

y obras, apropiándose del emprendimiento como actitud de vida, orientando su labor

hacia la generación de trabajo y desarrollo de la comunidad en la que se

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

60

desenvuelve.(UTFSM)

En este sentido, el arquitecto se forma y se presenta como un articulador de

instrumentos y de múltiples “saber-hacer”, acercando su conocimiento al saber

tecnocrático que transita entre la gestión y la precisión. De hecho, la oferta educacional

así lo contempla:

Construirá un nuevo diálogo interdisciplinar vinculando de modo indisoluble la

creatividad e innovación arquitectónica con las ciencias de la ingeniería y la gestión

de los recursos. Empleará la indagación sistemática y la experimentación

apropiada como modalidades detonadoras en su aproximación al conocimiento del

mundo, practicando una actitud de vigilia constante frente a la obviedad y la reiteración

en la aplicación de soluciones obsoletas. (UTFSM)

Asimismo, este perfil se ha vinculado últimamente con el manejo tecnológico asociado a

la arquitectura que homogeniza las labores de un dibujante, un proyectista y un

arquitecto, centrando el potencial talento en el manejo de programas computacionales.

Proyectistas arquitectura y multidisciplinas. Tres meses de inducción y prueba en

departamento ventas y proyectos. Profesión: dibujante arquitectura, proyectista

arquitectura, licenciado en arquitectura o calificación equivalente. Capacidades:

manejo autocad 2d y 3d, desarrollo proyectos arquitectura y especialidades, se valorará

experiencia en arquitectura modular o arquitectura industrializada.

(www.acciontrabajo.cl)

Se trata de un profesional que trabaja bajo los preceptos de “Precisión, Supervisión y

Fiscalización” como ejes del profesionalismo, de su lugar en el mundo laboral y su

posicionamiento frente a otros profesionales. Este perfil basa su legitimidad profesional

en el manejo técnico de situaciones y en la entrega de soluciones, hermanando al

arquitecto con el asesor y consultor de proyectos.

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

61

“ El arquitecto está capacitado para proyectar, dirigir y fiscalizar la construcción de

edificios públicos y privados, obras de carácter artístico o monumental, urbanizaciones

de asentamientos territoriales, ciudades, barrios, parques y jardines.PAdemás puede

servir de árbitro y perito en asuntos propios de la Arquitectura y ocupar cargos de

asesor, consultor o director técnico en las empresas o reparticiones que requieren

servicios de Arquitectos” (Universidad Católica del Norte)

Nuestro Arquitecto es capaz de diseñar, proyectar, dirigir y fiscalizar la construcción

de edificios, centros urbanos y planes habitacionales. (UNAB)

Sin embargo, este grupo representa quizás una de las salidas laborales más clásicas de

los arquitectos, de hecho, Ángela Schweitzer lo confirmó en su diagnóstico de 1990:

“los arquitectos que han derivado su actividad profesional hacia la construcción, han

convertido sus oficinas-talleres en sedes de empresas que construyen más que nada

sus propios proyectos. La actividad empresarial, además de ser mejor remunerada, les

ha permitido un grado mayor de libertad al ser gestores de sus propios encargos. Este

grupo demuestra gran confianza en su futuro, entusiasmo y satisfacción por la opción

de ejercicio que han elegido” 79

¿Es tal el grado de satisfacción de los arquitectos emprendedores hoy en día?

¿realmente ven el futuro con entusiasmo y confianza?. Son preguntas que deben

responderse para poder analizar los reales impactos de esta salida laboral y diferenciar

la libertad de gestión con cesantía disfrazada.

2.4.3.- TERCER PERFIL : ARQUITECTO COMUNITARIO Y GESTOR LOCAL MOTOR DE PROYECTOS CON PARTICIPACIÓN CIUDADANA

79 VVAA. El arquitecto en Chile: Universidad y profesión. Ángela Schweitzer editora. ED. CPU, Santiago, 1990. Pág. 40

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

62

Este perfil canaliza las desplazadas tendencias humanistas que buscan la inserción del

arquitecto como un servidor comunitario, es decir, el conocimiento, talento y técnica

volcado en el beneficio de la sociedad. Bajo este prisma, la arquitectura toma el guante

de la responsabilidad social y se hace cargo del papel en el desarrollo del país. El

arquitecto se levanta como un referente, como un hacedor de cosas y como un

planificador local ya que maneja el conocimiento vinculante entre hábitat y sociedad.

“El estudiante de Arquitectura es un individuo con voluntad de servicio, lo que se

manifiesta a través del estudio, de la investigación, de la acción y de la participación

ciudadana, en materias referentes a la convivencia en la ciudad, en cómo habitarla y

poblarla (…) Nuestra Universidad es una institución estatal dirigida al servicio del país,

tarea de la que ningún joven debería marginarse” (UTEM)

“La Escuela de Arquitectura, busca formar profesionales-arquitectos comprometidos con

la realidad local y global, con capacidades para entregar respuestas de calidad a las

necesidades de la población en cuanto al diseño y desarrollo del hábitat construido en

sus diferentes escalas. De este modo, interesa formar profesionales integrales,

emprendedores, innovadores, con un alto sentido crítico y social en cuanto a la

intervención proyectual y el desarrollo del hábitat construido; es decir, diseñadores y

urbanistas competentes; pero, a su vez, ciudadanos socialmente responsables que

puedan constituirse como agentes de desarrollo capaces de promover y gestionar

respuestas proyectuales de calidad a problemas de interés público y privado. (UCEN)

El arquitecto vinculado a este perfil, trabaja en proyectos públicos desde dos

plataformas profesionales: en primer lugar, está el “arquitecto funcionario público

interno” es decir, un profesional contratado de planta al interior de un servicio público

centralizado (SERVIU, SEREMI, Gobiernos Regionales) desarrollando labores de apoyo

al ordenamiento territorial y/o a la planificación de obras. En segundo lugar, está el

“arquitecto funcionario público externo” que se vincula al Estado a través de la

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

63

ejecución de proyectos públicos municipales, con régimen de contrato a honorarios y

por ende, con toda la flexibilidad laboral impuesta80.

También se encuentran en este perfil de gestor comunitario, los arquitectos que

trabajan de manera voluntaria con organizaciones de base o centros culturales

autogestionados (sobre todo en el tema patrimonio el cual se ha levantado como un

espacio de desarrollo alternativo) ejerciendo a través de su profesión, gestión de

ciudadanía activa.

Es importante señalar que el perfil de gestor local, se encuentra minimizado como perfil

profesional dado el posicionamiento aspiracional de la arquitectura, sin embargo, es

quizás el que mayor crítica levanta hacia la arquitectura y el rol social que cumple, por

lo que es un perfil que está haciendo re-lecturas constantes a la disciplina. Los

arquitectos que se inclinan por esta línea de trabajo, se vinculan directamente con las

comunidades y utilizan plataformas como organizaciones de la sociedad civil, y/o

grupos de participación ciudadana para proyectar su quehacer, ya no desde la tribuna

del “gran planificador” sino desde la tarima ética y socialmente comprometida que le

permite favorecer por ejemplo, la construcción comunitaria en pequeños espacios, el

fortalecimiento del capital social y relacional de las personas, la gestión local como

motor y la entrega de soluciones apropiadas según diagnósticos certeros, que hablan

de la realidad, fortalezas y carencias de una comunidad. El arquitecto en este sentido,

se levanta como un constructor social y un articulador de las redes que se concentran

en un pequeño proyecto.

Todo indica al parecer, que este perfil profesional va muy a tono con las nuevas

generaciones de arquitectos que no pretenden optar por las salidas profesionales antes

mencionadas y que mantienen con mayor fuerza la vinculación entre el desarrollo de la

arquitectura y su proyecto de vida. De hecho, en el diagnóstico de 1990 de Ángela

Schweitzer, se manifiesta con claridad, el sentimiento de deuda del arquitecto de esa

80 Para varios autores (Gorz, Medá) el hecho que hoy se requieran cada vez menos trabajadores y que las formas en que estos se desempeñan sean cada vez más flexibles, constituye la expresión de una crisis política en su sentido estricto. (Aguilar (sin año): 2)

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

64

época con el compromiso laboral social de la Arquitectura, que si había sido una arista

importante del desarrollo profesional histórico.

“es posible reconocer distintos niveles de crítica (…) uno de ellos se organiza a partir de

constatar carencias en la orientación social del ejercicio profesional del arquitecto y

hacen notar su desencanto porque él está muy alejado de las iniciativas de trabajo

comunitario, que otrora lideró apoyando la participación del usuario en el diseño y auto-

construcción de sus viviendas” 81

Y aquí asoma un punto importante porque quizás estamos frente a un proceso circular

de redefinición de la arquitectura, tras pasar con sufrimiento por diferentes apuestas

laborales que, poco o nada han hecho por mejorar el posicionamiento de la arquitectura

dentro del panorama chileno. Al parecer, los arquitectos son pasados a llevar en toda su

impronta profesional y ética, en la medida que “no tengan nada que decir”, y esa

pasividad o inexistencia de discurso social, es lo que ha estado pasando la cuenta a

esta disciplina.

81 VVAA. El arquitecto en Chile: Universidad y profesión. Ángela Schweitzer editora. ED. CPU, Santiago, 1990. Pág. 32.

Diagnóstico del campo ocupacional y del ejercicio profesional de los titulados de arquitectura, ecología y paisaje

65

CONCLUSIONES PRELIMINARES

A continuación, algunas reflexiones producto del análisis preliminar de la evidencia

teórica existente, lo que permite ir estableciendo las primera hipótesis de trabajo que

guiarán el escenario metodológico e investigativo que viene en las siguientes etapas.

En primer lugar, es importante constatar que esta investigación en particular sobre la

situación laboral de los arquitectos y diseñadores en Santiago, viene a confirmar una

situación global de “profesionalización de la arquitectura” como parte de un proceso

histórico mundial de desarrollo de modernización del Estado y del capitalismo industrial.

El mundo no es el mismo después de los eventos económico-políticos que marcaron la

primera mitad del siglo XX, lo cual se vino a profundizar en la década del 70, dando

forma al escenario que abrazó la formación de múltiples escuelas de Arquitectura a lo

largo de nuestro país. En ese sentido, el contexto mundial no era muy distinto al que

sucedía en América Latina, donde la modernización de los Estados desarrollistas

promovieron el desarrollo de intelectualidad propia, técnicos y especialistas estratégicos

para el desarrollo económico consolidado finalmente en los 60´s.

Durante los años 80´s, se reafirman los procesos devenidos durante la segunda mitad

del siglo XX y se hace notorio la apertura y presencia de los servicios de las

universidades a las demandas neoliberales, que finalmente y como esperamos

constatar en esta investigación, produjo una transformación en el concepto del trabajo y

en la forma de producir conocimiento universitario. En ese sentido, el fin del siglo XX se

caracteriza además por formar y ofrecer un interminable ejército de profesionales al

servicio del mercado, generándose una nociva sobre-oferta de profesionales calificados,

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lo cual incide directamente en la tensión existente entre las diferentes disciplinas y en

una deformación de la esencia de las profesiones.

Parte de este análisis es el que se había realizado durante la década del 90´s, al

constatar un desajuste entre la formación universitaria del arquitecto y su salida laboral.

Sin embargo, nuestra apuesta radica en profundizar la mirada sobre este desajuste,

porque a nuestro parecer, el desajuste no sólo está presente en el salto universidad-

mundo laboral de los arquitectos, sino que se presentan señales durante toda la vida

universitaria-profesional, conformándose ciertos hitos que han incidido en la

transformación de la naturaleza de los arquitectos debido a la deformación del mercado

ocupacional y a la formación más generalizada y diversificada que reciben.

Y aquí hay un punto interesante, porque al revisar la historia de la enseñanza de la

Arquitectura, es posible notar como se mantiene, en cierta forma, el espíritu identitario

de la profesión de Arquitecto, cargado de simbolismo, historia y deber social, que

sobrevive, a duras penas en algunos casos, en los perfiles de carrera y planes de

estudio de nuestro país. Se evidencia de esta forma, una pugna entre las viejas y

nuevas formas de enseñar, entrenar y titular arquitectos, que comienza a presentar

mayores brechas a medida que se profundiza la crisis profesional y surgen nuevas

ofertas educacionales para la disciplina.

Una de nuestras hipótesis de trabajo se inclina a clasificar a los arquitectos egresados

y titulados según el campo laboral que desarrollan, es asi como, proponemos tres

perfiles : a) el Arquitecto Gestor Inmobiliario, b) el Arquitecto Emprendedor y c) el

Arquitecto Comunitario y Gestor Local. Nuestra investigación, deberá corroborar la

existencia de estos perfiles o indagar en otros nuevos que han surgido como respuesta

a la adaptación laboral actual.

Siguiendo estas premisas, es que se elaboró el siguiente mapa conceptual que nos

permitirá como equipo, orientar las evidencias de la investigación y profundizar las

líneas de análisis en curso.

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