Espiritualidad de Los Derechos Humanos (2)

34
ESPIRITUALIDAD DE LA PASTORAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Pbro. Gustavo Javier Rodríguez ESPIRITUALIDAD PARA LA PASTORAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Pbro. Gustavo Javier Rodríguez - Cátedra Abierta – Instituto de Derechos Humanos – UCASAL – 2014 - Página 1

Transcript of Espiritualidad de Los Derechos Humanos (2)

Page 1: Espiritualidad de Los Derechos Humanos (2)

ESPIRITUALIDAD DE LA PASTORAL

DE LOS DERECHOS HUMANOS

Pbro. Gustavo Javier Rodríguez

ESPIRITUALIDAD PARA LA PASTORAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Pbro. Gustavo Javier Rodríguez - Cátedra Abierta – Instituto de Derechos Humanos – UCASAL – 2014 -

Página 1

Page 2: Espiritualidad de Los Derechos Humanos (2)

ESPIRITUALIDAD DE LA PASTORAL

DE LOS DERECHOS HUMANOS

1. Introducción.

2. Presupuestos antropológicos.

3. Espiritualidad.

4. Espiritualidad de los Derechos Humanos.

5. Conclusión.

6. Bibliografía.

ESPIRITUALIDAD PARA LA PASTORAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Pbro. Gustavo Javier Rodríguez - Cátedra Abierta – Instituto de Derechos Humanos – UCASAL – 2014 -

Página 2

Page 3: Espiritualidad de Los Derechos Humanos (2)

1- INTRODUCCIÓN .

La “Guía de Pastoral de los Derechos Humanos”1, fruto de talleres, seminarios, reuniones

y encuentros latinoamericanos, continúa el camino señalado por las Conferencias de Río de

Janeiro, Medellín, Puebla, Santo Domingo y Aparecida, como así también el rico

patrimonio eclesial fruto de la valoración de la dignidad de la persona humana.

Abordar la espiritualidad de los Derechos Humanos, nos invita a cada uno de nosotros a

recuperar conceptos antropológicos que subyacen en la valoración del hombre y de su

consecuente modo de expresar su relación con Dios, el mundo y los demás hombres, sus

hermanos. Desde esta perspectiva no podemos olvidar aquella enseñanza conciliar que nos

recuerda que “el hombre es, en efecto, por su íntima naturaleza, un ser social, y no puede

vivir ni desplegar sus cualidades sin relacionarse con los demás”2; por tanto atendiendo a

ese llamado a realizarse con los demás y a la vez responder a la exigencia de entrega

sincera de sí mismo para encontrar plenitud, es que el hombre “única criatura terrestre a la

que Dios ha amado por sí mismo”3, se descubre inmerso en un proyecto comunitario en el

cual la presencia de los “otros”, lo interpela a encontrar caminos de comunión y solidaridad

a los cuales no puede renunciar.

El llamado a la espiritualidad de los Derechos Humanos, que tiene como punto de partida la

valoración de la dignidad de la persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios, no

puede quedar aislada en una autocomplacencia subjetiva, sino que impulsa al hombre al

encuentro de los demás, y en fidelidad al Espíritu “que viene en nuestra ayuda”4 para que

1 C.E.L.A.M. Departamento de Justicia y Solidaridad. “Defiende el Derecho, ama la Justicia y camina humildemente con tu Dios”. Guía de Pastoral de los Derechos Humanos. 1° Ed. C.E.A. Oficina del Libro. Bs. As. 2011.-

2 Gaudium et Spes 12.

3 Ibid 24

4 Cf. Romanos 8, 26

ESPIRITUALIDAD PARA LA PASTORAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Pbro. Gustavo Javier Rodríguez - Cátedra Abierta – Instituto de Derechos Humanos – UCASAL – 2014 -

Página 3

Page 4: Espiritualidad de Los Derechos Humanos (2)

sepamos discernir “los signos de los tiempos”5, permite al hombre percibir los distintos

rostros humanos6 y sus realidades existenciales, y acudir a su atención.

En el presente trabajo partiremos de una consideración antropológica, fruto de la reflexión

filosófica y teológica de Emmanuel Mounier y Bruno Forte, para luego prestar atención a la

riqueza de la espiritualidad en la mirada eclesial; finalmente, se indica los planteos frente a

una espiritualidad de los Derechos Humanos.

2- PRESUPUESTOS ANTROPOLÓGICOS .

5 Gaudium et Spes 11

6 Documento de Aparecida 407-430

ESPIRITUALIDAD PARA LA PASTORAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Pbro. Gustavo Javier Rodríguez - Cátedra Abierta – Instituto de Derechos Humanos – UCASAL – 2014 -

Página 4

Page 5: Espiritualidad de Los Derechos Humanos (2)

Abordar una espiritualidad de los Derechos Humanos, también requiere de nuestra parte la

consideración antropológica desde la cual estableceremos esos vínculos que suscita el

Espíritu en el corazón del hombre.

Lo primero que debemos afirmar es aquello que nos enseña el Compendio de la Doctrina

Social de la Iglesia: “El libro del Génesis nos propone algunos fundamentos de la

antropología cristiana: la inalienable dignidad de la persona humana, que tiene su raíz y

su garantía en el designio creador de Dios; la sociabilidad constitutiva del ser humano,

que tiene su prototipo en la relación originaria entre el hombre y la mujer, cuya unión es la

expresión primera de la comunión de personas humanas; el significado del actuar humano

en el mundo, que está ligado al descubrimiento y al respeto de las leyes de la naturaleza

que Dios ha impreso en el universo creado, para que la humanidad lo habite y lo custodie

según su proyecto. Esta visión de la persona humana, de la sociedad y de la historia hunde

sus raíces en Dios y está iluminada por la realización de su designio de salvación”7. Por

ello al afirmar la dignidad de la persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios, no

podemos perder de vista la dimensión de la sociabilidad, que refleja la vida de comunión de

la Trinidad8.

Pero también desde los aportes filosóficos y teológicos encontramos orientaciones que

pueden ayudarnos en la consideración de estos presupuestos antropológicos.

La consideración de la “persona” según Emmanuel Mounier, gira en torno a los siguientes

aspectos:

El ser en sí.

El ser para sí.

El ser hacia el otro.

7 Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia. 37

8 Ibid 34

ESPIRITUALIDAD PARA LA PASTORAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Pbro. Gustavo Javier Rodríguez - Cátedra Abierta – Instituto de Derechos Humanos – UCASAL – 2014 -

Página 5

Page 6: Espiritualidad de Los Derechos Humanos (2)

El ser con.

Desde estas dimensiones es como la persona alcanza su desarrollo pleno y ejerce sus

capacidades propias según lo propone este autor.

El ser en sí de la persona corresponde a su subjetividad incomunicable, lo cual quiere decir

que la persona experimenta la posesión de sí misma; experiencia que le permite

comportarse como fuente de sus propias elecciones y de sus propios actos. Esta experiencia

de pertenecerse a sí misma, le permite a la persona, percibir su singularidad, lo cual

fundamenta su valor personal único e irrepetible. Dirá Mounier: “La persona no es un

objeto, sino precisamente aquello que en todo hombre no puede ser tratado como un

objeto… La persona es la única realidad que se nos ha dado a conocer y que a la vez se

nos ha permitido construir desde el interior… La persona es una actividad contemplada

como autocreación, comunicación y adhesión, que se capta y se conoce en su acto como

movimiento de personalización”9.

La idea de subsistencia del ser personal, a la cual se asocia la incomunicabilidad y la

originalidad, es lo que brinda el fundamento contra toda posible manipulación de la persona

y nos permite reconocerla como manantial de dignidad.

El ser para sí manifiesta el rol determinante que tiene la conciencia y la libertad en los

actos. La consideración del ser para sí expresa el momento de finalización y auto-

mediación de los actos, propios de la persona. A través de la finalización, el sujeto personal

refiere a sí mismo y mide su relación con lo exterior, frente a lo cual ejerce la libertad.

Mediante la auto-mediación, la persona distingue el objeto con el cual se relaciona, o sea lo

objetiva y objetivándolo lo conoce. Escribe Mounier: “Escogiendo esto o aquello, yo me

escojo siempre indirectamente a mí mismo, y me construyo en esa elección”10.

9 Emmanuel Mounier. El personalismo. Pág. 11 ss. Ed. Sígueme. Salamanca. 2002

10 Ibid. Pág. 93

ESPIRITUALIDAD PARA LA PASTORAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Pbro. Gustavo Javier Rodríguez - Cátedra Abierta – Instituto de Derechos Humanos – UCASAL – 2014 -

Página 6

Page 7: Espiritualidad de Los Derechos Humanos (2)

Pero tanto el ser en sí como el ser para sí, o sea tanto el acto de conocimiento y de la

decisión, no se hacen la competencia; ni tampoco el sujeto es producido por el objeto, ni el

sujeto es desvanecido frente al objeto; sino que el acto del conocer y el acto finalizante de

la libertad, le permiten al sujeto afirmarse en su acto de referencia al objeto.

El ser hacia el otro expresa su apertura constitutiva a lo que es el otro distinto de él mismo

y expresa la dinámica de autotrascenderse que edifica la vida personal. O sea, que el

recogerse en sí mismo y luego el salir de uno mismo hacia el otro, le permiten a la persona

su realización personal y favorece la estabilización de sus relaciones. En pocas palabras, el

salir hacia el otro nos permite, desarrollarnos y lograr realizarnos como persona. Expresa

Mounier: “La vida de la persona es afirmación y negación de sí. Este ritmo fundamental se

encuentra en el fondo de todos sus actos… La expansión de la persona implica, como

condición interior, una expropiación de sí y de los propios bienes que priva el

egocentrismo de unos de sus polos: la persona no se encuentra si no es perdiéndose”11.

Por ello la característica de la comunicación debe ser entendida como el salir de sí mismo

de la persona, el encontrarse con el otro, recibirlo al otro (respetando su alteridad), y

regresar a sí mismo enriquecido. La comunicación entendida de esta manera es la vida del

ser personal. Por ello, el dinamismo de la vida personal consiste en un permanente salir de

sí para dirigirse hacia el otro, para comprenderlo y asumir sus cargas, para dar y darse al

otro en una relación fiel. Sólo de esta manera la persona existe y alcanza su ser personal.

El ser con expresa la plena reciprocidad de las conciencias en las que se realiza el destino

de la persona. La presencia del otro y la irradiación de su ser personal, llegan hasta la

misma interioridad de quien sale al encuentro del otro, y por ello mismo se establece entre

las personas una reciprocidad y solidaridad, dando paso a la comunión interpersonal y su

concreción histórica que es la comunidad de los hombres (sociedad). Señala Mounier: “El

acto primero de la persona es suscitar, junto con otros, una sociedad de personas en la

11 Emmanuel Mounier. El personalismo. Ed. Sígueme. Salamanca. 2002. Pág. 65

ESPIRITUALIDAD PARA LA PASTORAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Pbro. Gustavo Javier Rodríguez - Cátedra Abierta – Instituto de Derechos Humanos – UCASAL – 2014 -

Página 7

Page 8: Espiritualidad de Los Derechos Humanos (2)

cual las estructuras, las costumbres, los sentimientos y finalmente las instituciones queden

marcadas por su naturaleza de ser personas”12.

Por ello, la concreción histórica del ser personal es la solidaridad, que debe ser entendida

como ética de la responsabilidad y de la preocupación por los otros; en ella el bien del

sujeto encuentra su auténtica realización.

Por tanto, a la luz del pensamiento de Mounier, podemos concluir que la subsistencia y la

relación constituyen al hombre como persona en el doble movimiento de afirmación de la

interioridad y de reconocimiento y acogida de la exterioridad. Por esto se pude considerar

a la persona como el sujeto consciente y responsable del devenir histórico. El ser personal,

a su vez muestra, su irrepetible singularidad y su relación constitutiva con los otros. En

consecuencia, la persona se presenta, desde esta consideración, como el ser de la

trascendencia, interioridad abierta desafiada y enriquecida por la presencia del otro,

responsable de sí y de la dignidad del otro.

A partir de la propuesta de Mouiner, el teólogo napolitano, Bruno Forte, nos invita a

dimensionar estas consideraciones de la persona desde la clave o perspectiva de la oración

del fiel cristiano.

Forte, nos propone recuperar la oración desde las cuatro dimensiones del ser personal

según la consideración de Mounier, el ser en sí, el ser para sí, el ser hacia le otro, el ser

con. Lo cual desarrollaremos a continuación en las consideraciones de la espiritualidad.

12 Ibid. Pág. 45

ESPIRITUALIDAD PARA LA PASTORAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Pbro. Gustavo Javier Rodríguez - Cátedra Abierta – Instituto de Derechos Humanos – UCASAL – 2014 -

Página 8

Page 9: Espiritualidad de Los Derechos Humanos (2)

3- ESPIRITUALIDAD .

Cuando consideramos la “espiritualidad” debemos reconocer que hay diversos modos de

abordar este concepto y su estudio, como así también distintos paradigmas para su análisis;

los cuales tienen a la base una concepción sobre Dios (teología), y sobre el hombre

(antropología), que nos orientarán en el tratado sobre la espiritualidad considerada como

una respuesta a estas aspiraciones profundas del corazón humano.

ESPIRITUALIDAD PARA LA PASTORAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Pbro. Gustavo Javier Rodríguez - Cátedra Abierta – Instituto de Derechos Humanos – UCASAL – 2014 -

Página 9

Page 10: Espiritualidad de Los Derechos Humanos (2)

Ya en el Documento de Puebla, en el Discurso inaugural, el Beato Papa Juan Pablo II,

invitaba a los obispos del Episcopado Latinoamericano a ser “maestros de la verdad” y

recuperar en toda su dimensión la “verdad sobre Jesucristo, la verdad sobre la Iglesia y la

verdad sobre el hombre”13; de la cual brota una vida en el Espíritu (espiritualidad), como

respuesta discipular ante los signos de los tiempos que nos interpelan. De la trascendencia,

interioridad abierta desafiada y enriquecida por la presencia del otro, responsable de sí y

de la dignidad del otro.

A. “Espiritualidad” a la luz de la “Guía de Pastoral de los Derechos Humanos” .

En la citada Guía del CELAM, encontramos las siguientes consideraciones sobre la

“espiritualidad”.

“Podemos definir la espiritualidad como la vida según el Espíritu, es decir, la vida que se

deja guiar por el Espíritu de Jesús. Una persona espiritual es la que vive según el Espíritu

de Jesús. La espiritualidad abarca la vida entera de la persona. No sólo su “espíritu”, sino

también su cuerpo, no sólo su individualidad, sino además sus relaciones sociales,

públicas, políticas, su condición de ciudadano del mundo”14.

Desde esta definición podemos avizorar cómo una de las continuas tentaciones que asolan a

la espiritualidad, es la tendencia a oponer por un lado la acción del espíritu y por otro la

acción corpórea, como si se tratara de dos dimensiones irreconciliables. En este punto, es

importante recordar que el fiel cristiano aborda esta realidad desde la mirada antropológica

que considera al hombre como ser creado a imagen y semejanza de Dios. En Jesucristo,

13 Documento de Puebla. Discurso Inaugural de la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano.

14 C.E.L.A.M. Departamento de Justicia y Solidaridad. “Defiende el Derecho, ama la Justicia y camina humildemente con tu Dios”. Guía de Pastoral de los Derechos Humanos. 1° Ed. C.E.A. Oficina del Libro. Bs. As. 2011.- n°142

ESPIRITUALIDAD PARA LA PASTORAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Pbro. Gustavo Javier Rodríguez - Cátedra Abierta – Instituto de Derechos Humanos – UCASAL – 2014 -

Página 10

Page 11: Espiritualidad de Los Derechos Humanos (2)

hecho nuestro hermano, hecho carne, el Padre, ha reconciliado lo más íntimo de nuestra

naturaleza humana y nos ha devuelto la gracia de la filiación; por eso la mirada sobre el

hombre no puede estar sesgada, sino que se reconoce como una unidad corpóreo espiritual,

en cuya manifestación se vislumbra todo el ser del hombre15.

La “espiritualidad es un estilo de vivir el Evangelio en una determinada situación. Ese

estilo, esa forma de vida y de comportamiento, no puede ser otra que la que encarna los

valores evangélicos. Es una espiritualidad que se nutre de la meditación asidua de la

Palabras de Dios”16. Continúa la Guía señalando que “El punto de partida de toda

espiritualidad cristiana es el seguimiento de Jesús. Seguir a Jesús no es seguir una idea, un

programa o un proyecto. Es seguir a una persona. Y seguirla de tal manera que ese

seguimiento no admite condiciones: ni el enterrar a su propio padre, ni despedirse de la

propia familia, ni siquiera tener una piedra donde reclinar la cabeza (Mt 8, 18-22). El

punto de partida de la espiritualidad cristiana está allí donde se toma en serio ese

seguimiento, con todas sus consecuencias”17.

En este punto, es importante recordar aquellas palabras de Benedicto XVI: “No se

comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con

un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una

orientación decisiva”18. De allí que la espiritualidad desde la clave discipular, desde el

15 Véase Gaudium et Spes 22.

16 C.E.L.A.M. Departamento de Justicia y Solidaridad. “Defiende el Derecho, ama la Justicia y camina humildemente con tu Dios”. Guía de Pastoral de los Derechos Humanos. 1° Ed. C.E.A. Oficina del Libro. Bs. As. 2011.- n°143

17 Ibid 144

18 Deus caritas est 1

ESPIRITUALIDAD PARA LA PASTORAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Pbro. Gustavo Javier Rodríguez - Cátedra Abierta – Instituto de Derechos Humanos – UCASAL – 2014 -

Página 11

Page 12: Espiritualidad de Los Derechos Humanos (2)

seguimiento de Jesús19, es ante todo el encontrarse con su persona, seguirlo y establecer

una relación vital que renueva permanentemente la vida del discípulo creyente.

Al respecto señala la Guía del CELAM: “Seguir a Jesús es, ante todo, seguir a una

persona, encontrarse con esa persona, relacionarse con ella. Pero toda relación

interpersonal, si es auténtica y profunda, lleva consigo necesariamente la exigencia de

diálogo, de presencia, de intimidad. Eso, en el caso del encuentro con la persona de Jesús

mediante la fe, es la oración. Por eso, donde hay auténtica fe cristiana tiene que haber

oración. De lo contrario, esa fe se convierte insensiblemente en una pura ideología”20.

Indica la Guía en la cita anterior la “relación interpersonal, si es auténtica y profunda,

lleva consigo necesariamente la exigencia de diálogo, de presencia, de intimidad. Eso, en

el caso del encuentro con la persona de Jesús mediante la fe, es la oración”. En este

aspecto, de la oración como dialogo, presencia e intimidad, recuperemos el aporte del

teólogo Bruno Forte, que nos puede ayudar a ahondar en la dimensión relacional de la

oración del creyente.

B. Aportes a la oración del creyente desde la enseñanza de Bruno Forte .

En primer lugar algunas consideraciones de la “oración” según el teólogo napolitano.

La oración es:

19 Véase Documento de Aparecida n° 240-245

20 C.E.L.A.M. Departamento de Justicia y Solidaridad. “Defiende el Derecho, ama la Justicia y camina humildemente con tu Dios”. Guía de Pastoral de los Derechos Humanos. 1° Ed. C.E.A. Oficina del Libro. Bs. As. 2011.- n°147

ESPIRITUALIDAD PARA LA PASTORAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Pbro. Gustavo Javier Rodríguez - Cátedra Abierta – Instituto de Derechos Humanos – UCASAL – 2014 -

Página 12

Page 13: Espiritualidad de Los Derechos Humanos (2)

“La experiencia del misterio de la filiación divina… en ella el cristiano no se

relaciona con un ausente o desconocido, sino que permanece en el Espíritu, por

medio del Hijo, en el misterio del Padre (Cf. Gál. 4, 6)”21.

“Es el terreno de la venida de la Trinidad a la historia del mundo, es el lugar de

vinculación entre la historia eterna de Dios y la historia humana”.

“La oración es al mismo tiempo el diálogo de Dios con Dios en el corazón del

hombre y la entrada del orante en la Trinidad divina: el cristiano no ora a un Dios,

sino que ora en Dios”.

“Es el lugar en que el individuo y la Iglesia reconocen la originaria gratuidad del

amor fiel y siempre nuevo del Padre”.

“Orar significa principalmente para el cristiano convertirse en el terreno de la

llegada del misterio de Dios al corazón de la historia humana”22.

“Es dejarse amar por Dios, es estar de pie ante la gratuidad pura del Padre, para

que éste inunde el corazón y la vida con su generosidad desbordante”.

“Orar es recibir, escuchar con la paciencia y la perseverancia del silencio lleno de

la admiración y el asombro del amor”.

“La oración cristiana, terreno de llegada, es a la vez movimiento de respuesta, acto

de referirlo todo a Dios, vehículo de la nostalgia de Dios que está en el corazón del

hombre y, en cuanto tal, es sacrificio de alabanza, acción de gracias, intercesión en

la cual se asume el mundo entero para que el hombre se encuentre a sí mismo en su

verdadero origen”23

Estas consideraciones de la oración, por más elevadas que nos parezcan ya que nos

introducen en el misterio trinitario, no deben enajenarnos en un espiritualismo sino que nos

21 Bruno Forte. A la escucha del otro. Editorial: Sígueme. Salamanca 2005. Pág. 91

22 Ibid. Pág. 91

23 Ibid. Pág. 92

ESPIRITUALIDAD PARA LA PASTORAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Pbro. Gustavo Javier Rodríguez - Cátedra Abierta – Instituto de Derechos Humanos – UCASAL – 2014 -

Página 13

Page 14: Espiritualidad de Los Derechos Humanos (2)

sitúan en un contexto de realidades históricas y de un ambiente vital, desde el cual el

cristiano responde a ese amor gratuito y frente al cual no puede permanecer ajeno.

Por esto, la oración también se hace escuela en la cual “el cristiano aprende a ver todas las

cosas a la luz de Dios y, por consiguiente, a denunciar la injusticia y a proclamar la

justicia del Reino que viene. Orando, el cristiano orienta sus vicisitudes personales, la de

los hombres y las de la Iglesia, hacia la Patria, entrevista pero no poseída todavía, del

misterio de Dios. Dentro de esta perspectiva, el ethos contemplativo es para el cristiano

inseparable del hacerse voz de los que no tienen voz, para que todo sea conducido de

nuevo hacia el Padre; es poseer un sentido tan intenso de las cosas de Dios, que la lucha

por la justicia y el compromiso por la liberación del hombre se unan al hambre de otra

justicia y de otra liberación, propias únicamente del Reino que ha de llegar”24. Desde ese

ethos contemplativo es como el cristiano aprende a recibir a los demás como un don de

Dios; desde el aprendizaje en la escuela de la contemplación, la escucha y la relación con el

Dios trinitario, el cristiano aprende a recibir a sus hermanos desde la mirada centrada en el

misterio de la llegada de la Trinidad a la historia de los hombres25.

Con los aportes de Mounier26, el teólogo italiano, nos propone reflexionar sobre la

revelación del ser personal a partir del acto del “orar en Dios”, avanzamos en la reflexión,

retomando sus aportes.

El ser en sí nos permite vislumbrar la experiencia del orante cristiano en cuanto

subjetividad incomunicable, por la cual él se pertenece a sí mismo y se constituye en fuente

de sus elecciones. En esta acción se manifiesta el ser personal, que en el cristiano, por

24 Ibid. Pág. 92

25 Véase: Juan Pablo II. “Novo Millenio Ineunte”. Carta Apostólica al concluir el gran Jubileo del año 2000. Editorial San Benito. Bs. As. 1° ed. Marzo 2001. N° 43-45.

26 Véase los puntos de Emmanuel Mounier desarrollados anteriormente.

ESPIRITUALIDAD PARA LA PASTORAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Pbro. Gustavo Javier Rodríguez - Cátedra Abierta – Instituto de Derechos Humanos – UCASAL – 2014 -

Página 14

Page 15: Espiritualidad de Los Derechos Humanos (2)

medio de la oración es el descubrimiento del terreno de la llegada del misterio de Dios al

corazón de la historia humana. La subsistencia de la persona (que tiene como basamento la

consistencia ontológica de la singularidad, percibida por el orante en Dios, o sea la

distinción entre el Creador y la criatura), custodia desde la oración al cristiano de toda

reducción a un “nirvana”, de allí el rechazo a todo intento de masificación que pretende

disolver a la persona en la pura exterioridad27. De esto da testimonio la experiencia de “los

místicos cristianos que aunque estén abismados en Dios se reconocen a sí mismos como

seres que son otros que él y que son libres en él”28.

El ser para sí de la persona se revela a sí mismo en el acto de orar; el orante en oración en

el marco del misterio divino expresa el acto de finalización y auto-mediación que lo

caracteriza como así también la conciencia y libertad de sus actos. Dirá el respecto Forte:

“El orante no crea a su Dios, ni es determinado simplemente por Él, sino que lo conoce y

ama en libertad. Esta inseparable correlación de subjetividad y objetividad muestra

también la profundísima unidad del “yo” y de su cuerpo: la corporeidad es la persona en

su acoger es la persona en su acoger y afrontar la exterioridad del otro… Por eso el

personalismo de inspiración cristiana, dista mucho de cualquier concepción basada en el

dualismo entre el alma y el cuerpo. Contempla al hombre como totalidad personal, abierta

o cerrada a la trascendencia”29.

El ser hacia el otro expresa su apertura a lo que el otro es distinto de sí mismo y expresa el

salir al encuentro del otro a partir de lo cual se construye la vida personal. La comunicación

(el salir de sí mismo), es una experiencia fundante en la persona. Dirá Forte: “La oración es

la forma suprema de la comunicación. La comunicación no es un puro salir de sí, el

vaciarse si residuos en el otro, lo cual equivaldría a dependencia y alienación. No es

27 Bruno Forte. A la escucha del otro. Editorial: Sígueme. Salamanca 2005. Pág. 96

28 Ibid.

29 Ibid. Pág. 98

ESPIRITUALIDAD PARA LA PASTORAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Pbro. Gustavo Javier Rodríguez - Cátedra Abierta – Instituto de Derechos Humanos – UCASAL – 2014 -

Página 15

Page 16: Espiritualidad de Los Derechos Humanos (2)

tampoco el acoger al otro en sí, haciéndolo objeto del propio conocer y del propio querer.

Sino que es la relación circular por la cual la persona, saliendo de sí, vuelve a encontrarse

con el otro, y acogiendo en sí al otro se enriquece con ello a sí misma, precisamente

porque lo respeta en su alteridad…Entonces el dinamismo de la vida personal consiste en

un permanente salir de sí para dirigirse hacia el otro, para comprenderlo y asumir sus

cargas, para dar y darse al otro… Esto no es un añadido del ser personal sino que es

constitutivo, porque este ser está hecho no para la soledad de una interioridad saciada de

sí, sino para la comunión de una relación en la cual recíprocamente se da y se recibe. De

esta relación, el orar en Dios, es precisamente, profundísima experiencia”30.

El ser con expresa la plena reciprocidad de las conciencias en las que se realiza el destino

de las personas. Dirá Forte: desde “la interioridad abierta a la exterioridad y en

comunicación con ella…nace la comunión interpersonal. Desde el simple hecho de que

estén juntas existencias perdidas en la exterioridad, desde la suma de soledades de

existencias prisioneras de la propia interioridad, se llega a ser uno en la distinción…en la

cual cada uno es él mismo, en la medida en que se da a los otros y se preocupa por los

otros. En la oración, correspondiente a la revelación trinitaria, se tiene experiencia

precisamente de esta comunión de los seres personales, donde cada uno descubre ser

responsable de todos y, juntamente con ellos, se siente sostenido por la co-responsabilidad

de los otros… La oración es la gran escuela de la caridad, contemplada como éxodo de sí,

como un éxodo sin retorno”31.

De este modo, con las consideraciones sobre la espiritualidad y el aporte teológico de Forte

abordamos las claves para una espiritualidad de la Pastoral de los Derechos Humanos.

30 Ibid. Pág. 100

31 Ibid. Pág. 101

ESPIRITUALIDAD PARA LA PASTORAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Pbro. Gustavo Javier Rodríguez - Cátedra Abierta – Instituto de Derechos Humanos – UCASAL – 2014 -

Página 16

Page 17: Espiritualidad de Los Derechos Humanos (2)

4- ESPIRITUALIDAD DE LA PASTORAL DE LOS DERECHOS

HUMANOS.

Con las consideraciones anteriores abordamos ahora la propuesta de lineamientos que

pueden ayudar a fortalecer una “Espiritualidad de la Pastoral de los Derechos Humanos”.

Las claves que nos servirán para la consideración de la espiritualidad son las siguientes:

1) “La espiritualidad de los derechos humanos es una espiritualidad del encuentro

con el otro, un compartir permanente del dolor de la persona que queremos

acompañar. Es una espiritualidad que nos lleva a actuar en el sentido contrario de

la ideología de Caín, de considerar al otro como enemigo, sino a considerarlo

como un igual, acorde a la enseñanza bíblica de amar al prójimo como a sí

mismo”32. La consideración del “otro”, el ir hacia su encuentro, es brújula que

32 C.E.L.A.M. Departamento de Justicia y Solidaridad. “Defiende el Derecho, ama la Justicia y camina humildemente con tu Dios”. Guía de Pastoral de los Derechos Humanos. 1° Ed. C.E.A. Oficina del Libro. Bs. As.

ESPIRITUALIDAD PARA LA PASTORAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Pbro. Gustavo Javier Rodríguez - Cátedra Abierta – Instituto de Derechos Humanos – UCASAL – 2014 -

Página 17

Page 18: Espiritualidad de Los Derechos Humanos (2)

orienta la espiritualidad de la pastoral de los Derechos Humanos. Esto lo

encontramos ya en el Evangelio cuando el mismo Jesús se identifica con los

hombres, sus hermanos (cf. Mt. 25). El evangelista Juan, por su parte, señala la

asunción de la realidad del hombre con aquella expresión: “Y la Palabra se hizo

carne y habitó entre nosotros” (Juan 1, 14), con la cual expresa el acontecimiento de

la encarnación del Hijo de Dios. Al respecto, nos enseña la Constitución Pastoral

Gaudium et Spes: “El Hijo de Dios con su encarnación se ha unido, en cierto

modo, con todo hombre. Trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de

hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la

Virgen María, se hizo verdaderamente uno de los nuestros, semejantes en todo a

nosotros, excepto en el pecado”33. Aquí radica la importancia de la presencia del

“otro” como fuente de espiritualidad de la pastoral de los derechos humanos, ya que

se trata de descubrir el rostro de Dios en los hermanos34 y asumirlos en sus

realidades, como bien los describe el texto magisterial: “Los gozos y las esperanzas,

las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los

pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de

los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco

en su corazón. La comunidad cristiana está integrada por hombres que, reunidos

en Cristo, son guiados por el Espíritu Santo en su peregrinar hacia el reino del

Padre y han recibido la buena nueva de la salvación para comunicarla a todos. La

Iglesia por ello se siente íntima y realmente solidaria del género humano y de su

historia”35. Esta cercanía íntima y solidaria, que está “marcada por un intenso amor

a cada persona”36, es la que orienta en la espiritualidad de los derechos humanos; la

cual se expresa “como compañía silenciosa y compasiva, otras veces como palabra

2011.- n°136

33 Gaudium et Spes 22

34 Documento de Aparecida 407-430

35 Gaudium et Spes 1

ESPIRITUALIDAD PARA LA PASTORAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Pbro. Gustavo Javier Rodríguez - Cátedra Abierta – Instituto de Derechos Humanos – UCASAL – 2014 -

Página 18

Page 19: Espiritualidad de Los Derechos Humanos (2)

que alienta, abrazo que consuela, paciencia que perdona, disposición a compartir

lo que se posee; también se torna indignación por la injusticia y se expresa

proféticamente en la denuncia. Se trata siempre de hacernos cercanos y solidarios

con el que sufre”37. En las citas anteriores vemos como el rico Magisterio de la

Iglesia, tanto universal como de cada Iglesia particular, insisten en la importancia

del “salir” al encuentro del hermano. Ahora bien, este “salir” debe estar animado

por la acción del Espíritu el cual nos ayuda a vencer “la tentación del egoísmo”38.

Sólo quienes son alcanzados por la fuerza transformadora del Espíritu del

Resucitado son capaces de ser instrumentos de vida para los demás y, revestidos de

entrañas de misericordia, procurar la felicidad de los hermanos39. Esta insistencia

del asumir al hombre en su realidad también la encontramos en el rico Magisterio

del Beato Papa Juan Pablo II, de manera particular cuando al comienzo de su

Pontificado nos invitaba a todos a reconocer al hombre como el camino de la

Iglesia, dice el texto: “El hombre en la plena verdad de su existencia, de su ser

personal y a la vez de su ser comunitario y social, este hombre es el primer camino

que la Iglesia debe recorrer en el cumplimiento de su misión, él es el camino

primero y fundamental de la Iglesia, camino trazado por Cristo mismo, vía que

inmutablemente conduce a través del misterio de la Encarnación y de la

Redención”40.

2) Elemento importante en la espiritualidad de los Derechos Humanos, es la dimensión

“testimonial”, fruto de la acción del Espíritu en la vida del creyente. Nos indica al

36 CONFERENCIA EPISCOPAL ARGENTINA. Navega Mar Adentro. Editorial: Oficina del Libro. Buenos Aires. 2003. Número 11

37 Ibid

38 Ibid. Número 10

39 Ibid. Número 10

40 Juan Pablo II. Redemptor Hominis. Número 14

ESPIRITUALIDAD PARA LA PASTORAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Pbro. Gustavo Javier Rodríguez - Cátedra Abierta – Instituto de Derechos Humanos – UCASAL – 2014 -

Página 19

Page 20: Espiritualidad de Los Derechos Humanos (2)

respecto la Guía del CELAM: “En América Latina y El Caribe podemos reconocer

a miles de hombres y mujeres que, guiados por el Espíritu, entregaron su vida

proclamando los valores del Evangelio y anunciando el Reino. Auténticos

discípulos misioneros de Jesucristo, testigos de su palabra y su acción salvífica en

la redención de los derechos de aquellos que sufrieron por su atropello, a quienes

quisieron acallar mediante la tortura, la muerte, la desaparición de sus cuerpos, así

como también el olvido o cuestionamiento de sus sacrificios. Mencionando a

Monseñor Oscar Arnulfo Romero traemos a la memoria agradecida a todos

aquellos laicos y laicas, agentes de pastoral, misioneros, religiosos, religiosas,

sacerdotes y obispos que con su actitud martirial robustecieron nuestra fe”41. Esto

nos recuerda que a la par del testimonio brota otro elemento de la espiritualidad que

es la “siembra”, tarea que requiere la actitud discipular del sembrar sin desfallecer,

del sembrar sin perder de vista que entre las semillas también crecen espinas que

pueden entorpecer el crecimiento. Pero frente a esto el creyente, sostenido en la

misericordia divina y el consuelo del Espíritu, siembra pacientemente. Paciencia

que se hace compañía, cercanía, denuncia, acompañamiento. Nos indica al respecto

la Guía del CELAM: “La espiritualidad de los derechos humanos contiene las

actitudes de la siembra, el compromiso y la cosecha. Los discípulos misioneros no

siempre lograrán recoger los frutos, puesto que el principio es que lo que se

siembra hoy se cosechará mañana, como lo muestra el testimonio de los mártires,

cuya cruz significó la dignificación de la vida de muchos que vinieron después de

ellos”42.

3) Un elemento a fortalecer en la espiritualidad de los Derechos Humanos es la

“educación”. La dimensión de la espiritualidad relacionada con el ámbito que

41 C.E.L.A.M. Departamento de Justicia y Solidaridad. “Defiende el Derecho, ama la Justicia y camina humildemente con tu Dios”. Guía de Pastoral de los Derechos Humanos. 1° Ed. C.E.A. Oficina del Libro. Bs. As. 2011.- n°134

42 Ibid. Número 135

ESPIRITUALIDAD PARA LA PASTORAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Pbro. Gustavo Javier Rodríguez - Cátedra Abierta – Instituto de Derechos Humanos – UCASAL – 2014 -

Página 20

Page 21: Espiritualidad de Los Derechos Humanos (2)

hemos desarrollado, en muchos casos no es presentada como una respuesta del

Espíritu a la realidad en la cual se ve inmerso el creyente. Subyacen en muchos

casos miradas a partir de las cuales se sostiene “la distancia y contraposición entre

el “espíritu” y la “materia”, entre lo “divino” y lo “humano”, lo “sagrado” y lo

“profano”, lo “eterno” y lo “temporal”43, lo cual favorece una mirada desde la

exclusión, espíritu o materia, y parecería que no es posible tender un puente entre

ambas. Frente a esto hay que recuperar la realidad de la Encarnación, gracias a la

cual descubrimos la cercanía y solidaridad de Cristo frente a la realidad del hombre

(como ya se ha citado a partir de citas precedentes). Al respecto nos indica la Guía

del CELAM: “Cuando hablamos de espiritualidad y derechos humanos,

lamentablemente hemos de reconocer que hay un gran sector de cristianos para

quienes hay poca o ninguna relación entre ambos. Sin embargo, quienes

trabajamos como agentes pastorales en la defensa y promoción de los derechos

humanos sabemos que si el Espíritu es quien nos guía, nuestra tarea comunica la

vida que Dios quiere para cada uno de sus hijos e hijas. No es posible el

compromiso de vida con los derechos humanos, sin la presencia del Espíritu

guiando cada paso que damos en este campo central de la evangelización”44.

43 Ibid. Número 141

44 Ibid. Número 133

ESPIRITUALIDAD PARA LA PASTORAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Pbro. Gustavo Javier Rodríguez - Cátedra Abierta – Instituto de Derechos Humanos – UCASAL – 2014 -

Página 21

Page 22: Espiritualidad de Los Derechos Humanos (2)

5- CONCLUSIÓN.

Finalmente, y a modo de conclusión, lo que en el trabajo se quiso plasmar es la importancia

de recuperar la dimensión de “espiritualidad” que debe nutrir una Pastoral de los Derechos

Humanos.

Espiritualidad que encuentra su punto de partida en el descubrimiento de la propia dignidad

de ser hijos amados de Dios, lo cual nos conduce a sondear las riquezas de la vida del

Espíritu, que se fortalece en la oración.

Espiritualidad que se vive como respuesta a la acción del Espíritu que nos moviliza a salir

al encuentro del otro, del hermano, y asumirlo en su real dimensión. Encuentro que

enriquece, que libera, que compromete…encuentro que sólo se sostiene si tiene a la raíz la

motivación del Espíritu que interpela y nos atrae desde las realidades de los otros.

Espiritualidad que encuentra en la Encarnación el manantial de la cual abrevar y frente a la

cual el Espíritu impulsa a un renovado compromiso.

Son desafiantes aquellas palabras de la Guía del CELAM que pueden servirnos de corolario

y a la vez de profunda exhortación: “Una espiritualidad rectamente entendida, tiene que

ESPIRITUALIDAD PARA LA PASTORAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Pbro. Gustavo Javier Rodríguez - Cátedra Abierta – Instituto de Derechos Humanos – UCASAL – 2014 -

Página 22

Page 23: Espiritualidad de Los Derechos Humanos (2)

empezar por tomar en serio este planteamiento. Pensamos en la pregunta que los santos

hacen a Dios en el juicio final relatado en Mateo 25. ¿Cuándo Señor te vimos con

hambre, o sediento, o desnudo, o enfermo o en la cárcel, o forastero y te dimos de comer?

Los santos no saben que lo estaban haciendo por el Señor. Solo estaban actuando con

amor sirviendo a sus hermanos pobres y marginados”45.

BIBLIOGRAFÍA.

C.E.L.A.M. Departamento de Justicia y Solidaridad. “Defiende el Derecho, ama la

Justicia y camina humildemente con tu Dios”. Guía de Pastoral de los Derechos

Humanos. 1° Ed. C.E.A. Oficina del Libro. Buenos. Aires. 2011.-

CONCILIO VATICANO II. “Documentos”. B.A.C. Madrid. 1978.-

C.E.L.A.M. V CONFERENCIA DEL ESPISCOPADO LATINOAMERICANO.

Documento de Aparecida. CEA. Oficina del Libro. Buenos Aires. 2007.-

PONTIFICIO CONSEJO JUSTICIA Y PAZ. “Compendio de la Doctrina Social de

la Iglesia”. C.E.A. Oficina del Libro. Buenos Aires. As. 2005.-

EMMANUEL MOUNIER. “El personalismo”. Editorial: Sígueme. Salamanca.

2002.-

C.E.L.A.M. III CONFERENCIA DEL ESPISCOPADO LATINOAMERICANO.

Documento de Puebla. CEA. Oficina del Libro. Buenos Aires. 1979.-

BENEDICTO XVI. “Deus caritas est”. Sobre el amor cristiano. Editorial San

Benito. Buenos Aires. 2006.-

BRUNO FORTE. “A la escucha del otro”. Editorial: Sígueme. Salamanca 2005.-

45 Ibid. Número 140

ESPIRITUALIDAD PARA LA PASTORAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Pbro. Gustavo Javier Rodríguez - Cátedra Abierta – Instituto de Derechos Humanos – UCASAL – 2014 -

Página 23

Page 24: Espiritualidad de Los Derechos Humanos (2)

JUAN PABLO II. “Novo Millenio Ineunte”. Carta Apostólica al concluir el gran

Jubileo del año 2000. Editorial San Benito. Buenos Aires. Marzo 2001.-

CONFERENCIA EPISCOPAL ARGENTINA. “Navega Mar Adentro”. Editorial:

Oficina del Libro. Buenos Aires. 2003.-

JUAN PABLO II. “Redemptor Hominis”. Ediciones Paulinas. Buenos Aires. 1979.-

JUAN PABLO II. “Novo Millenio Ineunte”. Ed. San Benito. Bs. As. 2001.-

ESPIRITUALIDAD PARA LA PASTORAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Pbro. Gustavo Javier Rodríguez - Cátedra Abierta – Instituto de Derechos Humanos – UCASAL – 2014 -

Página 24