Escenas Breves

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- 1 - La Moribunda [una tragedia en cuatro estaciones] De Alejandro Urdapilleta y Humberto Tortonese Transcripción desde video por Andrea Di Cione. Las palabras que vienen subrayadas son porque no se entiende lo que dicen. En unos días las entenderemos y corregiremos. Personajes: Las hermanas Te Kanawa: Kiri, Karen y Kara. PRIMER ACTO. Transcurre en una habitación iluminada escasamente, decorada con objetos pesados, alfombras y cortinados. Noche tormentosa. A la izquierda, una mesa de costura y un silloncito. A la derecha, sobre una tarima, una tinaja con agua. La habitación tiene dos escaleras de acceso, una a la izquierda, que da a una especie de entrepiso, y otra a la derecha, que conduce directamente a la habitación de la Moribunda. Por allí ingresa Kara a escena. Karen, sentada en una silla, la mira. Kara se sienta en la tarima, se descalza, y comienza a lavarse: primero los pies, luego el resto del cuerpo. Karen se acomoda el pelo, y toma asiento en el sillón de costura. Kara: Karen, Karen, se muere, Karen. Se muere. [Karen comienza a tejer.] Kara: Karen… [Silencio.] Kara: Me siento rara, Karen. A veces cuando camino por la casa, Karen, siento que estamos en un sueño. No puedo dormir, Karen. No duermo. Nadie duerme. La vida no es un sueño, Karen. Yo sé que soy superficial, e infantil. Vos has leído mucho más que yo. Has estudiado, has dado cátedras… Yo sólo vivo para escucharla cantar, y ya no canta, Karen. Carilina, ¡carilina! ¿Por qué no nos tocamos, Karen? [Karen la mira con cara de espanto.] Kara: Tengo necesidad de tocarte. Déjame que te toque, Karen.

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De Alejandro Urdapilleta

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    La Moribunda

    [una tragedia en cuatro estaciones]

    De Alejandro Urdapilleta y Humberto Tortonese

    Transcripcin desde video por Andrea Di Cione. Las palabras que vienen subrayadas son porque no se entiende lo que dicen. En unos das las entenderemos y corregiremos.

    Personajes:Las hermanas Te Kanawa: Kiri, Karen y Kara.

    PRIMER ACTO.

    Transcurre en una habitacin iluminada escasamente, decorada con objetos pesados, alfombras y cortinados. Noche tormentosa.A la izquierda, una mesa de costura y un silloncito. A la derecha, sobre una tarima, una tinaja con agua. La habitacin tiene dos escaleras de acceso, una a la izquierda, que da a una especie de entrepiso, y otra a la derecha, que conduce directamente a la habitacin de la Moribunda. Por all ingresa Kara a escena.Karen, sentada en una silla, la mira. Kara se sienta en la tarima, se descalza, y comienza a lavarse: primero los pies, luego el resto del cuerpo. Karen se acomoda el pelo, y toma asiento en el silln de costura.

    Kara: Karen, Karen, se muere, Karen. Se muere.

    [Karen comienza a tejer.]

    Kara: Karen

    [Silencio.]

    Kara: Me siento rara, Karen. A veces cuando camino por la casa, Karen, siento que estamos en un sueo. No puedo dormir, Karen. No duermo. Nadie duerme. La vida no es un sueo, Karen. Yo s que soy superficial, e infantil. Vos has ledo mucho ms que yo. Has estudiado, has dado ctedras Yo slo vivo para escucharla cantar, y ya no canta, Karen. Carilina, carilina! Por qu no nos tocamos, Karen?

    [Karen la mira con cara de espanto.]

    Kara: Tengo necesidad de tocarte. Djame que te toque, Karen.

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    [Se acerca a Karen, le coloca torpemente la mano en la boca y le besa un ojo. Karen bocifera unos sonidos. Forcejean y gritan revolcndose por el suelo. Karen finalmente se la saca de encima.]

    Karen: No me obligues a quererte. Pero desde cundo en esa casa ese tipo de emotividades efusivas?,,, que el besito, y el abracito, y la saliva en la crnea ajena. Qu asco! Pero, qu es lo que pretends?, eso es lo que quiero saber, qu quers?, absorverme el globo ocular y tragrtelo? Eso es lo que quers?Parecs poseda. Ests poseda. Ya tens la cara como la de Virginia Luque Estuviste escuchando la radio? Repito: estuviste escuchando la radio?

    Kara: No.

    Karen: No me mientas! No te dije mil veces que la podredumbre baja por los cables de la radio? Que se mete en las casas por los resquicios de las puertas como un chiflete? Busca almas dbiles, penetra, empolla, enhueva y crea monstruos hijos de la podredumbre. Y vos sos la candidata: vos, poseda inmunda. Inmundis, enchastrada, arrastrada, inmundis.Y parece que no quisieras aceptar: ya muere. Hoy se muere. Tenemos que estar atentas a todo: a los catteres, los emplastes, los ungentos, los ligamentos, el goteo, el bombeo, el sondeo, el conteo hay que espantarle las moscas, hay que cambiarle las arpilleras Si hay deposiciones de ella, hay que cambiarla, hay que tratar de que ella no vea sus propias deposiciones. Es elemental.Quin le va a reventar esos sabores gigantescos tornasolados? Vos? No claro, yo, la estpida, para que me salte el jugo negro en la cara Un poco ms de dignidad, de secrodo, de don de gentes para la tragedia.Hay reglas! Hay un orden, una moral, un civismo. Los hay! Mir chiquita, te voy a decir algo de mujer a mujer: hay un tiempo para parir, y hay otro tiempo para cagar.

    [Karen sube a la habitacin de la Moribunda. Baja asqueada y vomitando.]

    Karen: En este momento Kiri duerme la siesta. A lo mejor, lo que te voy a decir te va a sonar un poco crudo, pero en esta casa mientras yo, tu hermana mayor, est con vida y tu otra hermana ms mayor siga con vida, se van a respetar los horarios tradicionales. Se acabaron los horarios no se entiende! Se acabaron. Y la siesta es un horario tradicional. En esta casa no ha cambiado nada. Nada!

    [Se escucha un trueno. Se enciende una luz en la habitacin.]

    Karen: Se hizo la luz elctrica! Habr terminado la guerra hay que subir.

    Kara: Yo no, Karen.

    Karen: S mi amor, te toca a vos. Hay que subir a buscar el alimento.

    Kara: No, no me toca a m.

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    Karen: Si yo no puedo, por la enfermedad que tengo en las manos. And vos. Metete por los sistema de ventilacin. And tranquila, mantenete inclumne, reza dos o tres palabras. Si se acab la guerra, volv y avisame, no te vayas sola. No toqus el cao hirviente. And corazoncito. Vos, mosca, tranquilit. And, and. Si aparece el capitn con cabeza de buey que quiere degollarte, vos mosca, porque todo va a desaparecer.

    [Kara trepa la escalera.]

    Karen: Con mucho cuidado, hermanita. No te subas al elevador! Apret la palanca! Acordate del cao!

    [Se escucha un alarido.]

    Karen [cacarea]: Kara, karaca kakara kara, kara Karita!

    Kara: Auuuuuuuuuuuuch!!

    Karen: Eoog! Eoog! Aiaiaiaiay! Ojou Aeee! A, E, I, O, U Ay! La mataron a mi desbarajadita. Ay! Me qu solita, sin Karita. Soy nada. Nada, soy sin Kara.

    [Karen llora ruidosamente en el piso. Se escuchan ruidos de arriba.]

    Karen: Sos vos?

    Kara: S, soy yo Karen.

    Karen: Ests viva o ests muerta?

    Kara: Estoy viva.

    Karen: Muy bien. Lanza los quesesillos a tu derecha. No, no, a la derecha, mi amor. Lanza las guillerminas contra el canusillo. Ah est. Mirame. Eso. Bambole la caja y embanderame la guillermina y el quesesillo. Ah est. Dale, mi amor. Ah viene bajando Dale, con sumo cuidado, mi amor. Ah baja. No, est subiendo. Baj, mi amor, hacia abajo. No chills, carajo! Vente bajando. Ests enredada, pero tira para abajo. Desenrdalos. No, as no, te vas a hacer una grieta en el ojete. Lnzate! Lnzate, lnzate!

    [Kara logra bajar.]

    Karen: Ests bien?

    Kara: No.

    Karen: Da igual. Conseguiste? Muy bien, muy bien. Vamos a poner la mesa. Estaba con el corazn en la boca.

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    [Kara acerca la mesa. Sobre ella hay unos vasos con agua y un candelabro con una vela encendida.]

    Karen: Vamos a poner la mesa y vamos a comer como una familia decente.

    [Karen intenta acomodar los objetos sobre la mesa, pero la tullidez de su manos complica la accin. Finalmente, lo logra, y se sientan a comer.]

    Karen: La vida es un collar de disgustos. Es celebrar un disgusto atrs del otro.

    Kara: Vamos a rezar, Karen, te lo pido por Dios. [Ambas juntan las manos un instante en posicin de rezo.] Ya est!

    [Kara comienza a sacar latas de una bolsita. Se las muestra a Karen de una en una, y las coloca sobre la mesa.]

    Karen: Harts! Hasta ac estoy de latas de pat de foi! Hasta ac! Cundo vas a agarrar una buena suprema Maryland? Es que tens miedo. Tens miedo, eso es lo que te pasa. Agarrs al boleo lo ms chiquito que encontrs. Agarr bultos grandes!, ya te lo tengo dicho.

    [Karen quiere beber, pero sus manos atrofiadas se lo impiden. Batalla un rato con el vaso, y finalmente desiste. Mientras, Kara come lentamente. Le alcanza una latita y un abrelatas a su hermana, quien vuelve a perder la batalla y termina arrojando la latita a un rincn. Kara la recoge y comienza a abrirla con el abrelatas.]

    Karen: Abrila con el chirimbolo, tiene chirimbolo

    [Finalmente, Karen tiene la latita de pat abierta en sus manos. Logra ingresar un bocado, se saca la cuchara de la boca y mira la latita.]

    Karen: Est vencido.

    [Intenta beber agua nuevamente, pero no lo logra. Mira a su hermana.]

    Karen: Es verdad, tengo problemas con las manos. No me responden, tienen ideas propias. Una quiere ir para all, la otra para all, y yo ac, en el medio. Ahora que hablo de ellas estn ms tranquilas. Tienen ideologas distintas. Y yo estoy de acuerdo con ellas. S, s. Pero cmo hago? me las corto? Ja, ja, j de lo que me acabo de acordar porque viene a colacin Dnde fue?, en Toronto? No. Ontario? No Salsipuedes! All di una conferencia una vez, donde coment, fijate vos eh, que ac mismo, ac en este preciso lugar donde estamos sentadas nosotras ahora, ac andaban los indios chuchurrucos, los m-nubes. Sabs qu hacan? Se cortaban un dedo de la mano. Sabs cundo? Cuando se les mora algn pariente.

    Kara: Ayyyyyyyy! Ayayayayaya!

    Karen [se re]: para amenizar un poco el dilogo.

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    Estuve pensando seriamente en suicidarme. Es desagradable, denigrante, pero duradero, eh. Para m sera muy fcil. Trepo por ah, saco la cabeza a la noche con bombazos, y el primer bazucazo me degella. O mejor por ah, por el cuarto de Kiri, que es potico. Trepo, bajo por el hueco que hay debajo de su cama, subo a la primera torre, bajo a la segunda, paso a la bohardilla vos sabs muy bien por dnde, subo a la otra torre, y al final subo a la ltima torre de todas las torres, y me tiro de cabeza al mar, para hurgar en el agua salada, a ver si me encuentro con la muerte. Desagradable y degradante, pero duradero.Tenemos que charlar sobre cmo vamos a hacer despus del funeral. Digo, con las cosas, con los objetos, la repartija. Ya s lo que ests pensando. No te preocupes: las alhajas van a quedar para vos, todas para vos; especialmente el prendedorote ese gigantesco con los rubes, y las esmeraldas, y el oro, y los brillantes. Va a quedar para vos, no te hags ningn tipo de problemas. Ya est estipulado as: va a quedar para vos. Pero, no s la coleccin de loza me gustara que me quedara a m.

    [Ambas permanecen calladas un rato. Karen se levanta y se acerca a Kara.]

    Karen: Quers que te corte los deditos de los pies? Bien picaditos en juliana quers que te los corte? No es el tipo de conversacin que esperabas para una noche de invierno, mientras ests comiendo con tu hermana mayor y mientras tu otra hermana ms mayor se est muriendo, no es cierto? Querida hermana Kara, si supieras lo encantadoras que me han resultado siempre tus coqueteras, tus apliques, tus peinados, tus miraditas de soslayo, tus sonrisas, tu entusiasmo Cmo me gustara arrancarme de cuajo el tronco cerebral! S, ah donde estn la amgdala y el hipocampo, donde se concentran la memoria y la inteligencia emocional, el sistema lmbico, eso. Al sistema lmbico me gustara arrancrmelo de cuajo. Mucho ms posterior en la evolucin humana fue la operacin de las neocortezas conectadas. Est comprobado cientficamente de qu modo en esta danza porque es una danza entre pensamiento y sentimiento, la facultad racionarqua a la facultad emocional produciendo, o bien imposibilitando de este modo el pensamiento mismo. Ahora, el amor abro corchetes yo no consigo entender el amor, no lo entiendo. Vos lo entends?

    [Se apagan las luces. Slo queda la luz de la vela sobre la mesa. Se escuchan pasos que se acercan.]

    Kara: Karen!

    Karen: Callate la boca.

    Kara: Karen!

    Karen: Seriedad!

    Kara: Karen! Aaaaayyyyyyy! Karen!

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    [Karen intenta calmarla, y ambas se esconden detrs de una cortina. Siguen escuchndose pasos y quejidos de una mujer. Se cierra una puerta y los ruidos cesan.]

    Karen: Hermana? Ests muerta? Si ests muerta, l est con vos? Pods hablar el idioma que l entiende?, le pods hablar a ese Dios? Si es as, escuch bien, decile que se acuerde que nosotras siempre estuvimos de parte de la hermana Pelloni.

    SEGUNDO ACTO.

    [Karen y Kara tararean canciones alegremente e imitan sonidos de animales. La habitacin se ilumina de a poco, hasta quedar completamente iluminada. Ambas estn vestidas de blanco.]

    Kara: Karen escuchame, si este ao todo va bien festejamos Hallowen tambin.

    Karen: Qu hermosa primavera! Feliz cumpleaos Kiri!

    Kara: Feliz cumpleaos! Escuchame, le estoy preparando un florero con las flores que a ella le gustan.

    Karen: Yo le voy a hacer una coronita digna de Sarah Kay.

    Kara: Karen, ests muy contenta. Algo pasa, Karen, ests ms contenta de lo comn.

    [Karen baila por la habitacin, cantando y revoloteando cintas.]

    Kara: Pero yo te digo que estoy mal, Karen.

    Karen: Lo que pasa es que tuve un sueo maravilloso. Lo tengo ac atornillado ac tambin, y ac tambin [se seala la cabeza, el pecho y el sexo].

    Kara: Contame.

    Karen: No no no, no no no no. No me pidas, por favor, eso. Si no, no se va a cumplir, por favor.

    Kara: Mir que sos loca, Karen. Un poco ms de olor a primavera

    Karen [cantando con la tonada de La novicia rebelde]: Dnde est aquel muchacho?

    Kara: reculando para atrs

    Karen: mi amor es un encanto

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    Kara: fa, marinero y amor

    Karen: sol, Karita nunca ms

    Kara: la alegra ya lleg

    Karen: Ya lleg! Si quedamos sin amor, y pues siempre brilla el sol

    Juntas: sol, sol, sol.

    Kara: Un brindis, por el cumpleaos de Kili y por la primavera. Fondo blanco

    Karen: Chin-chn. Ajj! Qu fuerte! Qu es?

    Kara: Es querosn, Karen. Llevado al blanco, destilado al blanco, Karen.

    Karen: Faltaran ac unos pebetitos, unas croquetitas, unos arrolladitos, unos cornalitos, unos pauelitos un colibr. [Subiendo a la habitacin del Kiri.] Me voy a probarle la coronita, a ver cmo le queda.

    Kara [desparramando flores por la habitacin]: Yo voy a poner primavera por todos lados.

    [Se escucha a Karen en la habitacin de Kiri: As, a ver No me abras ese ojo de golpe date vuelta, as. Ay! Te qued igualita a Laurita Hidalgo. Mientras tanto Kara se escondi detrs de una cortina. Karen baja y comienza a buscarla. La llama, cacareando.]

    Karen: Cocoroc, coco coc. Karita [Kara la soprende desde atrs. Karen se sobresalta.] Nunca ms me vuelvas a hacer lo que acabs de hacer. Acabo de ver el tnel con la luz en el fondo y Vctor Sueyro que me esperaba con los brazos abiertos.

    Kara [le ofrece un plato]: Es una picada, Karen. La tengo guardada desde la primavera pasada. Mir lo que tiene? Tiene cachos de esto cmo se llama?

    Karen: Zanahoria.

    Kara: Zanahoria! Y esto

    Karen: No, Est vivo, est vivo! El zapallo est vivo! Y la remolacha? Mir que es mucha la gente que va a venir

    Kara: Te fijaste, no? Cada bocado con su respectivo pinche.

    Karen: Qu amor! De dnde sacaste esas medialunitas con miel tan deliciosas? Cmo te quiero!

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    [Se abrazan. Kara le toca el pecho.]

    Kara: Mancha venenosa!

    [Karen comienza a perseguirla por la habitacin.]

    Kara: No, Karen, no. Era una joda. Noooooooo!

    Karen [tomndole la cara]: Envenenadita de por vida. No, mi amor, ven, ven. No sabs cmo est: est toda dorada, dorada, dorada, completamente dorada. La herida grande ni se le nota. Esas uitas negras que tena, se las saqu. Arranqu unas conchillas amarillas de su alhajero y se las pegu con La Gotita.

    Kara: Cmo le qued, Karen?

    Karen: Qu cosa?

    Kara: Las conchillas.

    Karen: Estupendas! No, pero lo mejor de todo es que mand a decir que en cuanto llegue el primer contingente de invitados ella va a bajar y va a cantar. Va a cantar! No, pucherote, no. No, no, no, no, no. Un banano de Ecuador. Una barcaza egipcia con alitas. Vamos. Alegrn, alegrn.

    Kara: Le voy a preparar un trono. Con el tacho?

    Karen: Mmmmm. Ah, en el silloncito Chesterton. Para que pueda ver toda la mansin, con las alas de brillante, las pelota-paletas, las bow-windows Esto tiene que ir ms de contraste.

    Kara: Karen, sabs a quien invit? A Kafka y a Kuitca. Yo deca meterlos ac, abajo del sobretodo.

    Karen: Y Rousseau y Rousselot por all. Mir que despus va a venir toda esa caterva de franceses, que son raros, y adems fuman cosas raras. Yo te advierto: son raros. Como por ejemplo Flaubert, Rimbaud, Mallarm, Apollinaire, Jean Genet, Jean Cocteau, Coc Chanel, Madame Bovary, Molire, Gig Ru

    Kara: Jean Jaurs

    Karen: Marguerite Duras, Marguerite Yourcenaire, Marguerite Terer

    Kara: Cuch-Cuch

    Karen: Malraux

    Kara: Jean-Pierre Noere, Gigigigig

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    Karen: Gig Rua

    Kara: Y la infaltable, la principal de todas

    Juntas: Tini de Boucourt.

    Karen: O la l, quest que cest, and a cagar

    Kara: Yo estoy re loca. A m me peg el querosn, Karen.

    Karen: Yo estoy como arrebujada, arrecorcholada.

    Kara: Karen, vamos a contar ancdotas? S

    Karen: Pero ojo, eh, que hay comentarios que hieren. Por ejemplo, cmo una gran cantante con el Do de pecho va a quebrar el iceberg? El paquebote gitante se hunde, y se mueren todos menos ella. La gente es hija de puta.

    Kara: Escuchame, pero la de cuando cant con Teresa xxxxx en el mausoleo? Cmo explotaban los caireles, Karen. Le explotaban las lgrimas en la cara a la gente que pareca Carnaval.

    Karen: Y el viaje inaugural del Zeppelin? Que cant Kiri all arriba te acords? De un lado estaba la zarina Alexandra, del otro lado el Rasputn ese con un olor a chivo que rajaba la tierra

    Kara: Y cuando viajamos al Kremlin? Te acords?

    Karen: Krrreemlim.

    Kara: Me parece que pronuncis mal, Karen: Kremlim.

    Karen: Yo tuve preceptoras francesas, y vos fuiste a la Normal mixta. Krrreemlim, con q, kkrr, con k

    Kara: Con q o con k?

    Karen: Con qqkkg, no es con ggg. [Se ren.] Estoy como una concha en su propia tinta.

    Kara: Escuchame, Karen, y si nos jugamos un partidito a las cartas? Dale! Mientras llega la gente

    Karen: No, si hay que sumar, no.

    Kara: Y si jugamos un solitario?

    Karen: Dale, hagamos un solitario. Yo te contara el sueo, lo que pasa es sos muy teenager, y hay cosas que no

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    Kara [mezclando las cartas]: Ah est, yo corto. Vos sos pie.

    Karen: Yo soy luz.

    Kara: S, sos base, Karen. Sos pierna, cabeza, cabeza de compaa, eso. Agarr las cartas, te doy a elegir.

    Karen: sta. Ay, el sueo se me sale por la boca.

    Kara: Abramos bien las cartas.

    Karen: Che, los jocker yo te los regalo. No los soporto, son de una mala suerte espantosa. Bueno, mir, algo del sueo te voy a contar

    Kara: Disculpame, yo tres rojos no tengo.

    Karen: Y a m qu me importa.

    Kara: No, que te tir un ocho negro, y yo despus te lo cambio; si me viene te lo cambio.

    Karen: Me lo promets?

    Kara: Yo te lo prometo.

    Karen: El sueo el sueo suceda en un lugar hermoso, hermoso. En una playa. La arena era de un color verde loro furioso fosforescente. El color del mar era tan frutalmente anaranjado como para llegar a producir cncer a la vista. Despus haba una raya ancha y negra como horizonte, y el cielo blanco como los ojos de un ciego. Entonces en ese paisaje se me apareci el amor. Entonces yo me pregunt: cul es su nombre?

    Kara: Culo sucio, Karen.

    Karen:

    Kara: Culo sucio, yo te bajo un culo sucio, pods matarla?

    Karen:

    Kara: No, no, no, no. No estoy dispuesta a tolerar esto. Tachame la Generala.

    Kara: Tenas tachada la doble, Karen.

    Karen: Bueno, tachame el dos.

    Kara: Bueno, yo te lo aviso y despues me decs mulera

    Karen: Mientras tanto te voy bajando una escalerita virtual. Bueno, te sigo contando un poquito el sueo. Un hombre de tres metros de alto, Karita, con

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    unas patas as de grandes: el amor. Yo le dije Cul es su nombre?, y me dijo El amor. Le volv a repetir la pregunta y dijo: El amor. Treinta y cinco minutos, contados por reloj, del sueo estuvimos con el jugueteo ese: cul es el nombre, el amor, cul es, el amor, cul O me dice el nombre ya, o yo me mando a mudar inmediatamente

    Kara: Quiero retruco.

    [Karen mira sus cartas.]

    Kara: Pensalo.

    Karen: Yo te agradezco muchsimo, pero no, no, no, gracias.

    Kara: Entonces te tiro un nueve ac abajo.

    Karen: Entonces en un momento dado me dijo: Mi nombre es Hiplito. Y yo le pregunte El apellido cul sera, porque no acostumbra a charlar con gente de la que no s el apellido, y creo que me dijo porque estoy medio sorda: Hiplito Gallardo, el Amor

    Kara: Envido.

    Karen: No, no quiero.

    Kara: Bueno, entonces no quers nada

    Karen: Todos ponen!

    [Comienzan a arrojar las cartas de a una sobre la mesa.]

    Kara: Todos sacan! [y se lleva todas las cartas.]

    Karen: Ah, sos un lince para ganar. Me qued con una carta.

    Kara: Ah te doy una.

    Karen: No, no, no, limosnas no. Bueno, te sigo contando. La cuestin es que en un momento empez a hablar, y me dijo: El verano que viene nos encontraremos en este preciso lugar e iremos porque hablaba muy correctamente iremos caminando por sobre las aguas hacia all, y me sealaba un lugar en el horizonte. Yo dije Dnde?, All yo pens que era Paraguay y all fundaremos una nueva sociedad. Seremos los nuevos Adn y Eva. Le dije Yo voy a ser Eva, verdad, Sii,

    Kara: Siete ms dos cunto es?

    Karen: mmmmm.

    Kara: Siete ms dos, Karen

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    Karen: Ay, me mataste.

    Kara: Nueve, Karen, nueve. Y una que me llevaba?

    Karen: No s.

    Kara: Diez. Ms dos que le pido al vecino, son doce. Ms tres tuyas, son quince [apoyando las cartas sobre la mesa]: Escoba de Quince. Yo con todo, Karen, cierro Canasta.

    Karen: Hablando de amor, te canto flor.

    [Comienzan un dilogo con las seas del truco.]

    Kara: Disculpame que te pare as, pero qu ests haciendo con la cara? No te entiendo.

    Karen: No s, vos largaste con la mueca facial. Yo te contesto.

    Kara: Bueno, pero no entendiste. No es as. Es que no le ests prestando atencin al juego, ests jarajaraj. No, si no prests atencin yo me voy, yo me largo.

    Karen: No estoy pensando tengo miedo de volverme tarada cuando llegue el verano con el amor ese. Uf! El querosn al principio pega bien, despus te da un sueo

    Kara: Pker de ases, Karen.

    Karen: Hipolitn, porongun, chiquitn el Amor.

    [Se apagan las luces.]

    TERCER ACTO. VERANO

    Karen: Cara! Depertate

    Kara: Qu pasa?

    Karen: Nos quedamos dormidas, con el querosn ese, jugando a las cartas. No vino nadie. Se me pas la hora de la inyeccin. No s cuntas horas se me pasaron.

    Kara:Y quin gan, Karen?

    Karen: Qu importa. Te estoy diciendo que se me pas la hora de la inyeccin. No s cuntas inyecciones Qu hora es?

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    Kara: Las siete menos cuarto.

    Karen:Cmo sabs?

    Kara: No lo s, no tengo la menor idea. Estoy tan nerviosa Quera decir algo, siete menos cuarto

    Karen: Mir, hagamos una cosa. Por hoy, eh, slo por hoy te lo voy a permitir: agarr la radio, manipul la papa, sintoniz las coordenadas, el sistema de husos horarios la hora, Karita. And, Karita. And a saber con lo que me encuentro.

    Kara: Agarro la papa, Karen?

    Karen: P or ah me pas todas las inyecciones y con qu me encontrar?

    Kara: Agarro la papa?

    Karen:Agarr la papa!

    [Kara enciende la radio y manipula la papa, para sintonizarla.]

    Kara: Ah enganch algo, Karen!

    [Una voz masculina susurra en la radio: Tienes muchas ganas de esto, verdad? Pues te lo voy a dar ahora mismo, s, s. Cmo lo quieres? Te gusta fuerte, verdad? Eso es, por el culo, s. Ah, s, por el culo, qu lindo Oh, oh qu mujer me siento. S, s. ]

    Karen: La hora!

    [Te gusta sentirme en el cuello de tu culo, verdad?.]

    Karen: Apag esa radio! Est es, como una enorme pila de carne picada con ojitos, y boquita, y piecitos, y Igual balbuce, y mand a decir que aunque ninguno de todos sus admiradores fue siquiera capaz de enviar una esquelita de salutacin para el da de su honomstico, dice que igual ella va a tocar el piano, y va a cantar. Entonces agarr esa albndiga gigante, y la at con los arneses en la banqueta de la pianola de arriba. Lo que no s es cmo va a tocar: no hay mun, no hay mano, no hay nada.

    Kara:

    Karen: Es mi culpa, ya lo s. Me zarp con el querosn. Ven, sentate. Sentate ac, vamos a escucharla.

    [Se sientan y escuchan a la Moribunda. Desde arriba se escucha un piano y unos gorgojeos agudos. Se apaga la luz.]

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    CUARTO ACTO

    [Se encienden las luces. Suena un Cha-cha-ch. Karen y Kara bailan y acomodan unas reposeras.]

    Kara: Pueden bajar un poco la msica? Es intolerable!

    Karen: Doscientos noventa y ocho grados de sensacin trmica.

    Kara: Escuchame, nos quedamos ac.

    Karen: Pero no era ac, no es ac. Lo primero que yo quiero saber es quin invent la silla tijera.

    Kara: No s eso. Escuchame, desde las ocho de la maana que estamos caminando. No doy ms

    Karen: No era ac, no era ac. Bueno, hacemos un parate, luego retomamos, caminamos doscientos kilmetros ms, pasamos Necochea, y ah estamos.

    Kara: No, and vos sola. Adems, vos notaste que ests lenta? Porque ests lenta

    Karen: Por eso, creo que me he agarrado una difteria, una tos convulsa, como un dengue brbaro Por eso me puse el trapo sostenedor este, porque la mandbula, el maxilar inferior cae, y la lengua se ha agrandado. Por eso hablo como boluda, pero no soy boluda.

    Kara: Mir que bamos por la playa y todos decan Mir a esa boluda. Yo lo escuch.

    Karen [golpendola sobre el hombro]: Un mosquito. No, no haba mosquitos ac El Nio, la Nia, el Ahijado, la Sobrina nos arruinaron el planeta. Era un planeta brbaro. Ay! Mir los delfincitos.

    Kara: Habl ms bajo, Karen, hay gente en la playa.

    Karen: Mir qu lindos, tienen como una sonrisa son mejores que nosotras.

    Kara: Mir lo que traje, Karen, para que nos divirtamos. Son tipo variedades. Ponete crema.

    Karen [canturrea]: Quetequeteque, teque tum, tequete tum.

    Kara: No ves que ests boluda, Karen? Ponete crema que el sol est fuertsimo.

  • - 15 -

    Karen: Mir, Nivea Body Milk. Yo te voy a explicar cmo se pone la Nivea Body Milk. No, no tiene instrucciones. Vas a cortar las papitas? Bueno, esto se coloca en la palma de la mano, no demasiado y luego se sita en el lugar y se la expande hacia arriba [sealando las papas] ms finitas y con las yemas de los dedos se va hacia arriba ms finitas, as y se estira hacia arriba el cremamen, evitando bien finitas, cort bien finitas

    Kara: Basta! Par! Es que no las puedo cortar ms finitas las papitas. No, no! Ests arriba de la papa. Dejame disfrutar a m tambin. No puedo.

    Karen: Bueno, no te pongas as.

    Kara: Es que me ests encima: ms finito, ms finito.

    Karen: No sabs disfrutar vos. Digamos que viene cada una por su lado. Se pone otra capa de Nivea Crem en la palma de la mano, y se extiende hacia la cara ya con el palmotazo cortalas bien finitas, pero finititas. Finitas cortalas, pero que sean finitas.

    Kara: Basta! Basta! Basta! Quers que se pueda ver el mar a travs de la papa? No doy ms, Karen.

    Karen: Ah, no. Ests muy mal. Quera conversar de algo noms[Se para y le canta al mar.] Ohhh, ohhh.

    Kara: Karen, trat de olvidarte. Ven, sentate. Ven ac, Karen, ven. Quers la papita, Karen?

    Karen: Dale, poneme una papita ya que jods. [Kara le coloca unas rodajas de papa en los ojos.] Ah, ahora s. As es otra cosa. I love San Bernardo.

    [Kara sigue ponindole trozos de papa en la cara, en la frente, en el pecho.]

    Karen: Ponete papitas, porque no sabs lo que es Cancn.

    Kara: Karen

    Karen:Qu?

    Kara: Se est viniendo una ola para ac.

    Karen: Dejalas. Vienen y van. Son miles, milllones de olas.

    Kara: Pero se est viniendo para ac

    Karen: Dejalas a las olas. Cuando vos naciste ya estaban, y cuando vos te mueras van a seguir estando.

  • - 16 -

    Kara: Karen, pero se est viniendo para ac la ola. Ten cuidado, Karen. Karen te vas a mojar. Cuidado con el agua, Karen! Cuidado! [Se para y le tira un balde de agua encima.]

    Karen: Pedazo de pelotuda! Cul es la gracia?

    Kara [rindose]: Se te vino la ola.

    [Karen se tira al piso.]

    Karen: Enterrame viva en la arena.

    Kara: No me hagas este tipo de jodas, Karen. Karen, no te hagas la muerta, eh. Karen No me gusta que te hagas las muerta.

    Karen: Bueno, yo me voy a tirar al agua.

    Kara: Qu? Te vas a tirar con la enagua?

    Karen: No traje el traje de bao.

    Kara: Yo te traje una, me parece. Te traje sta.

    Karen:sa?

    Kara: La del 42. Y bueno, es la nica que tenemos, qu quers

    Karen: Bueno, dmela.

    [Kara mira la malla y pone cara de asco.]

    Karen:Qu?, vos fuiste la ltima que la us.

    Kara: Yo no percudo la malla de esta manera.

    Karen: Y yo no largo efluvios de ese modo, tampoco.

    Kara: La caca puede ser ma, pero esto no. Yo no la pienso lavar. Sos una asquerosa.

    Karen: Bueno, dmela igual. Siempre me echs la culpa a m. Bueno, tapame con la toalla.

    Kara: Pero si no viene nadie.

    Karen: S. Ya est la lnea de los pendex mirando. [Gritando hacia un costado] Qu mirs, mi amor! And a ser feliz un poco ms lejos, querida. And a pedirle a tu mam que te muestre los rganos reproductivos. Tan chiquitita y ya tan Puerto Pollensa!

  • - 17 -

    Kara: Vos no me lo vas a querer creer, pero te qued brbara. Mir lo que es esto: un modelo exclusivo. Escuchame, llevate esto.

    Karen: No, no no, el wind-surf no. No, lo vi en el Discovery Channel: al escualo le gusta el tergopor, y se te viene la manada de tiburones. No, el wind-surf no lo voy a usar. No, no, no.

    Kara: Te queds en la orilla, entonces.

    Karen [gritando hacia el mar]: Oooigggggo, oiiggg

    Kara: Karen ven. Tratemos de disfrutar, ven.

    Karen: Cochocochochoch cochcocchcoc. Anjetito, annn, anguetu, enguerendo, angueguita olvs

    Kara: No te entiendo, Karen.

    Karen: Anguenguita olca.

    Kara: Bueno, pronunci bien, Karen.

    Karen:Vos quers que hable bien? Perfecto. El Teorema de Hipcrates insiste en que la suma de los lados de un tringulo puede llegar a producir un enorme drama pasional.

    Kara: No es as, Karen; no s cmo es, pero Mir [le muestra una Bananita Dolca].

    Karen: Anguenguita olca, anguenguita, anguenguita

    Kara: Agarr de ac abajo. Cuidado que est derretida.

    Karen: Kara, ah viene. Tom, agarrala, dejame de joder con la Bananita Dolca. Ac viene Hiplito. Acacac acac Mir los zapatos ja, ja, ja los mocasines ah va subiendo ja, ja, ja

    Kara: Par, no me asustes.

    [Karen vocifera cosas inconexas. Gesticula, se golpea el pecho.]

    Kara: Par, Karen, par. Qu est pasando? Qu pasa Karen?

    Karen: Me peg el amor. Me peg el amor!

    Kara: No, basta! basta Karen! [y la abofetea]. Se acab el verano! Eso es lo que pasa: se acab el verano Que se apague la luz del sol, por favor.

    [Se apagan las luces.]

  • - 18 -

    Kara: No, no puede ser. No se puede ser tan tarada. Has llegado a un punto de taradez intolerable.

    No, y mi amor?

    Kara: Tu amor no existe, Karen. Es que no existe un Hiplito de tres metros de altura con una pata as de grande. No existe. Baj a la tierra, Karen! Escuchame: se acab el verano pasamos al otoo, s, pasamos al otoo. Escuchame, tenemos una hermana que se est muriendo. Agoniza, sufre, y nosotras inventando un verano ideal en Punta Cana. No, Karen, no no no no. Yo s que soy la hermana menor y que no tengo autoridad para hacer lo que estoy haciendo, pero alguien tiene que tomar las riendas del asunto se desbocan las yeguas No, se acab, pasamos al otoo. Hay un montn de cosas que hacer: hay que recoger las hojas secas, hay que podar la parra. Es que no lo puedo creer. Dnde qued mi hermana la antroploga? la teloga, la chivloga, la catedrtica, la que controlaba todo: la puntuacin, la coma, la diresis, el corchete. La perd, Karen. Y el catter, Karen? Dnde qued el catter? No eras vos la que deca que tenamos que estar siempre atentas al catter? Pareciera que el amor te hace olvidar que tens una hermana moribunda. Y el qu dirn? No era que haba que cuidar las apariencias? Todos en la playa nos estaban mirando, y decan: Mir las hermanas Te Kanawa, mientras la pobre Kiri se est muriendo, ellas cagndose de risa. Vergenza, Karen, eso es lo que siento: vergenza ajena. Fui la nia ms feliz del mundo hasta los trece aos. Hace veintin aos que sufro sin parar y que estoy pendiente del dolor, y no por eso soy fatalista. Yo tengo esperanza en que todo va a cambiar, y ah s, dejaremos los apsitos y nos iremos las tres a buscar Hiplitos. Pero par un poco, te volvs tarada porque no encontrs razones cerebrales para el amor. Reconocelo.

    [Se miran un momento. Karen comienza a subir a la habitacin de la Moribunda.]

    Kara: Karen, por ahora nos vamos a quedar en el otoo. No s por cunto. Yo voy a disponer de ahora en ms. Cuando ella est mejor, ah ya veremos cmo barajamos las estaciones.

    [Karen baja con una valija en la mano.]

    Karen: Se muri.

    [Karen se calza, se pone un abrigo. Toma la valija y espera. Kara le entrega el prendedor. Se abrazan. Karen se va.]

    Kara: Que el sol resplandezca sobre su podredumbre hasta cocerla a punto y devolverla a la naturaleza. Que el cielo contemple su osamenta magnfica expandirse como una flor. Tal vez, detrs de aquella roca una perra intranquila te mire con los ojos airados, acechando el momento de recuperar en tu osamenta el apetecido bocado. Y sin embargo igual sers a toda esa basura, a

  • - 19 -

    toda esa horrible infeccin, la estrella de mis ojos. Sol de mi vida entera, t, mi ngel y mi pasin. Si as tiene que ser, hermana ma, despus de mis ltimos rezos, cuando bajo la hierba florida y lujuriante te enmohezcas entre los huesos, entonces dile a los gusanos, que te devorarn a besos, que yo guardo la forma y la esencia divina de este amor descompuesto.

    Fin.

    La Moribunda