¿Es más eficaz la escuela privada?

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 U no de los principales mitos que des- lumbra a los defensores de las políti- cas de mercado en educación consiste en considerar que la expansión de la escuela de titularidad o gestión privada es un poderoso instrumento para la mejora de los sistemas educativos, por la competencia que introduce. Es una creencia que se basa además en atribuir mayor ecacia a la escuela privada que a la pública. Bajo tales ideas subyace la convicción de que lo público está generalmente aquejado por el inmovilismo, la burocracia y la rutina, mientras que lo privado se caracteriza por el dinamismo, la innovación y el afán de mejora, factores que redundarían en su mayor ecacia. Dado que estamos hablando de un asunto muy sensible, debemos analizarlo con rigor. Por tanto, vale la pena ir más allá de los mitos, para estudiar qué nos dicen las evidencias nacionales e internacionales que hoy poseemos al respecto. Comencemos por analizar los datos de PISA 2009. El informe publicado arma sin matices que el hecho de que un país posea una alta proporción de escuelas privadas no le supone ninguna ventaja en cuanto a sus resultados globales. Esto es, los países con mejores resultados no son necesariamente los que cuentan con una mayor proporción de escuela privada. Aunque se trate de una aproximación general, no parece avalar pre- cisamente aquella idea de partida. Avanzando algo más en el análisis, PISA conrma que los resultados obtenidos por los estudiantes de los países de la OCDE que asis- ten a escuelas privadas superan en 26,6 puntos de promedio a los de las escuelas públicas. Sin embargo, cuando analiza tal diferencia, con- cluye que se debe mucho más a la extracción sociocultural del alumnado que a las carac- terísticas intrínsecas de dichas escuelas. Y al descontar el efecto del Índice Socioeconómico  y Cu ltural (ISEC), la dif eren cia se re duc e a 3,4 puntos. Tan patente es esa realidad que, de los 16 países que tienen una diferencia signi cativa de puntuaciones a favor de la escuela privada, tan solo tres la mantienen tras descontar el efec- to del ISEC. Dicho de otro modo, según PISA, las mejores puntuaciones obtenidas por las es- cuelas privadas se explican en buena medida por el hecho de que cuentan con un alumnado favorecido social y culturalmente. España se encuentra entre los países con diferencias de puntuación a favor de la escue- la privada pero que pierden su signicación estadística al detraer el efecto de la extracción social de los estudiantes. Y ese dato se conr- ma en los estudios de evaluación de la Edu- cación Primaria y la ESO de los años 90 y en las recientes evaluaciones de diagnóstico. Se puede armar en consecuencia que los mejo- res resultados de la escuela privada en España se deben en su mayor parte a la extracción social de su alumnado. Este último factor parece estar en la base de muchas decisiones tomadas por las fami- lias. PISA 2009 arma que el atractivo de la enseñanza privada se debe en buena medida a las ventajas, tanto académicas como de otro tipo, derivadas de tener compañeros proce- dentes de medios favorecidos. Y el baróme- tro del Centro de Investigaciones Socioló- gicas de marzo de 2012 parece conrmarlo cuando, aun preriendo mayoritariamente la escuela pública, un 41,1% de los encuesta- dos responden que asistir a una escuela pri- vada aumenta las posibilidades de tener un empleo, frente al 15,8% que opina lo mismo de la pública. Si nos desplazamos hasta Estados Unidos  y analiza mos los datos relativos a las charter schools, una iniciativa emblemática de los im- pulsores de la escuela privada como solución a los problemas de la pública, comprobamos que estamos hablando realmente de un mito. Así, según los datos aportados en el estudio CREDO por la economista de Stanford, Margaret Raymond, relativos a la mitad de las 5.000 escuelas de este tipo, solo un 17% de sus alumnos obtienen resultados superio- res a los de escuelas públicas análogas, mien- tras que un 37% los obtienen peores. Y ello pese a las muy cuantiosas inversiones reali- zadas por diversas empresas, corporaciones y fundaciones, Bill Gates incluido. Volviendo a España, este análisis permite concluir que el impacto del actual desequilibrio en la es- colarización es más notable que el efecto de la supuesta mayor ecacia de la escuela pri- vada. Y dado que la diferencia de resultados escolares existe y que choca con la igualdad de oportunidades, no resulta aceptable. Es indudable que las redes escolares no son in- ternamente homogéneas y que no todos los centros actúan del mismo modo. También sabemos que el modelo establecido en la Constitución de 1978 supone la coexisten- cia de dichas redes. Pero eso no implica que debamos renunciar a un sistema educativo que refuerce la cohesión social, respete el de- recho de todos a una educación de calidad y fomente la justicia social. La escuela pública, tan desacreditada, sigue siendo un instru- mento indispensable de construcción de una sociedad justa y cohesionada. Opinión ¿Es más ecaz la escuela privada?  A LEJANDRO TIANA  FERRER Director general del Centro de Altos Estudios Universitarios de la OEI / @atianaf Núm. 3.941 (611) ESCUELA 3 19 de abril de 2012 Coeducar para el cuidado E l signicado que me agrada otor- gar al término Coeducación  es el que hace referencia a “ una educa- ción donde niñas y niños se aprendan como diferentes y equivalentes a un tiempo y aprendan la obra humana, tanto si esta co- rresponde a los hombres como a las mujeres,  para lograr la construcción de un mundo común y no enfrentado, donde se destierre la división sexual del trabajo y la guerra de sexos”. La escuela actual debería contener, de forma sistemática, enseñanzas y aprendi- zajes referidos a los tres pilares en los que deberían también asentarse las biografías de mujeres y hombres, para que fueran com- pletas y compatibles, y no incompletas y complementarias. Estos pilares son: el aspecto relacional- familiar, el aspecto laboral-cívico y el as- pecto de tiempos de libre disposición. Pero, hasta el presente, nuestra escue- la enfatiza de forma desequilibrada solo el aspecto que va encaminado a la inser- ción en el ámbito laboral, ofreciendo en- señanzas y aprendizajes relacionados en su mayor parte con la educación intelectual, instrumental y enciclopédica, y algo de educación física y artística, encaminadas, en principio a uno solo de los aspectos de las biografías, al laboral que, por cierto, es el menos previsible hoy en día. Esto resulta un anacronismo, ya que las niñas y niños escolarizados en este momento van a tener vidas muy distintas a las que han tenido y tienen sus madres  y s us padres y, desde luego, sus abuelas y abuelos: empleo intermitente y a veces iti- nerante, exigente con la disponibilidad e inseguro, bastante tiempo de libre dispo- sición, vida intensa pero discontinua de relación y convivencia de tipo “familiar”, con descendencia limitada. Para ello sería imprescindible que las en- señanzas y aprendizajes escolares tuvieran en cuenta todos estos aspectos: conocimien- tos, habilidades y destrezas instrumentales que les permitieran un mínimo de solvencia en el paso a la vida adulta y activa. No es conveniente que las chicas y chi- cos salgan del sistema escolar con un alto grado de analfabetismo emocional, vital, social, cívico y relacional-familiar, pues les estará causando problemas casi irresolubles en el futuro. Tenemos que facilitar instru- mentos de resolución pacíca de conictos  y los conict os humanos tienen un com- ponente de género indiscutible, derivado de los aprendizajes que se realizan de for- ma explícita o implícita para convertirse en mujeres u hombres. Por otra parte, las modas educativas actuales, que centran toda la atención en la persona niña o niño, les alejan de su carácter social y del conocimiento de la responsabi- lidad sobre sus actos, en una etapa “feliz y descuidada”, plagada de mensajes narcisis- tas y de descuido individualista respecto al medio humano en el que viven y en la que la cobertura de las necesidades primarias y algunas más están garantizadas. Así es que se hace urgente diversicar las enseñanzas y aprendizajes escolares, in- troduciendo en los currícula aspectos que hagan referencia a la comunicac ión entre iguales, las habilidades para la autono- mía personal, y la cooperación y la inser- ción laboral y cívica. El cuidado neutralizaría al descuido y el buen trato al maltrato. Estos objetivos no los contiene la escuela en la actualidad y, sin embargo, son aspiraciones de todo ser hu- mano que, legítimamente, la escuela univer- sal mixta debería asumir para resultar útil al mayor número posible de gente. El estilo androcéntrico de enseñanza y aprendizaje deja a las chicas y a los chicos sin referentes femeninos y, por eso, aunque aprendan lo mismo en las mismas aulas, no se aprenden de igual modo quienes se ven como protagonistas que quienes no se ven o lo hacen como segundonas. El efecto en chi- cos de no ver a las mujeres como protago- nistas y el efecto en chicas de ver a los hom- bres siempre tampoco produce aprendizajes semejantes, ¿quién manda, hace, nombra, inventa, consigue, etc.? Sin embargo, todas las tareas de crian- za y cuidado, que permiten la autonomía personal, las habilidades para obtener cali- dad de vida propia y los valores y destrezas que hacen posible cuidar de las cosas y de las personas que lo necesiten, no se ad- quieren en la escuela. Y ya sabemos que los aprendizajes escolares tienen una relevan- cia muy especial, pues simbólicamente sig- nican que eso es lo importante y, además, se comparten, pues toda niña y todo niño que ha pasado por la escuela ha adquirido un mínimo de conocimientos y habilida- des compartidos. Estas enseñanzas serían un antídoto contra el maltrato, precisamente porque favorecerían el aprendizaje del buen trato. Cuidar es tratar bien, empezando por la propia persona. Cuidar es jarse en nece- sidades para cubrirlas, no para exigir su co- bertura a otras personas. Aprender a cuidar  y a cuid arse es garant ía de un empleo equi - tativo del tiempo entre niñas y niños, chicas  y chico s, mujer es y hombr es. ELENA  SIMÓN  Anal ista d e gén ero, expert a en coeducación y escritora feminista No es conveniente que las chicas y chicos salgan del sistema con un alto grado de analfabetismo emocional

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¿Es cierto que la escuela privada es más eficaz? Un análisis de imágenes preconcebidas

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Uno de los principales mitos que des-lumbra a los defensores de las políti-cas de mercado en educación consiste

en considerar que la expansión de la escuela detitularidad o gestión privada es un poderosoinstrumento para la mejora de los sistemaseducativos, por la competencia que introduce.Es una creencia que se basa además en atribuirmayor eficacia a la escuela privada que a lapública. Bajo tales ideas subyace la convicciónde que lo público está generalmente aquejadopor el inmovilismo, la burocracia y la rutina,mientras que lo privado se caracteriza por eldinamismo, la innovación y el afán de mejora,factores que redundarían en su mayor eficacia.

Dado que estamos hablando de un

asunto muy sensible, debemos analizarlocon rigor. Por tanto, vale la pena ir más alláde los mitos, para estudiar qué nos dicen lasevidencias nacionales e internacionales quehoy poseemos al respecto.

Comencemos por analizar los datos dePISA 2009. El informe publicado afirma sinmatices que el hecho de que un país poseauna alta proporción de escuelas privadas nole supone ninguna ventaja en cuanto a susresultados globales. Esto es, los países conmejores resultados no son necesariamentelos que cuentan con una mayor proporciónde escuela privada. Aunque se trate de unaaproximación general, no parece avalar pre-cisamente aquella idea de partida.

Avanzando algo más en el análisis, PISAconfirma que los resultados obtenidos por losestudiantes de los países de la OCDE que asis-ten a escuelas privadas superan en 26,6 puntosde promedio a los de las escuelas públicas. Sinembargo, cuando analiza tal diferencia, con-cluye que se debe mucho más a la extracciónsociocultural del alumnado que a las carac-terísticas intrínsecas de dichas escuelas. Y aldescontar el efecto del Índice Socioeconómico

 y Cultural (ISEC), la diferencia se reduce a 3,4puntos. Tan patente es esa realidad que, de los16 países que tienen una diferencia significativade puntuaciones a favor de la escuela privada,tan solo tres la mantienen tras descontar el efec-to del ISEC. Dicho de otro modo, según PISA,

las mejores puntuaciones obtenidas por las es-cuelas privadas se explican en buena medidapor el hecho de que cuentan con un alumnadofavorecido social y culturalmente.

España se encuentra entre los países condiferencias de puntuación a favor de la escue-la privada pero que pierden su significaciónestadística al detraer el efecto de la extracciónsocial de los estudiantes. Y ese dato se confir-ma en los estudios de evaluación de la Edu-cación Primaria y la ESO de los años 90 y enlas recientes evaluaciones de diagnóstico. Sepuede afirmar en consecuencia que los mejo-res resultados de la escuela privada en Españase deben en su mayor parte a la extracciónsocial de su alumnado.

Este último factor parece estar en la basede muchas decisiones tomadas por las fami-lias. PISA 2009 afirma que el atractivo de laenseñanza privada se debe en buena medidaa las ventajas, tanto académicas como de otrotipo, derivadas de tener compañeros proce-dentes de medios favorecidos. Y el baróme-tro del Centro de Investigaciones Socioló-gicas de marzo de 2012 parece confirmarlocuando, aun prefiriendo mayoritariamentela escuela pública, un 41,1% de los encuesta-dos responden que asistir a una escuela pri-vada aumenta las posibilidades de tener unempleo, frente al 15,8% que opina lo mismode la pública.

Si nos desplazamos hasta Estados Unidos

 y analizamos los datos relativos a las charter schools, una iniciativa emblemática de los im-pulsores de la escuela privada como solucióna los problemas de la pública, comprobamosque estamos hablando realmente de un mito.Así, según los datos aportados en el estudioCREDO por la economista de Stanford,Margaret Raymond, relativos a la mitad delas 5.000 escuelas de este tipo, solo un 17%de sus alumnos obtienen resultados superio-res a los de escuelas públicas análogas, mien-tras que un 37% los obtienen peores. Y ellopese a las muy cuantiosas inversiones reali-zadas por diversas empresas, corporaciones y fundaciones, Bill Gates incluido. Volviendoa España, este análisis permite concluir que

el impacto del actual desequilibrio en la es-colarización es más notable que el efecto dela supuesta mayor eficacia de la escuela pri-

vada. Y dado que la diferencia de resultadosescolares existe y que choca con la igualdadde oportunidades, no resulta aceptable. Esindudable que las redes escolares no son in-ternamente homogéneas y que no todos loscentros actúan del mismo modo. Tambiénsabemos que el modelo establecido en laConstitución de 1978 supone la coexisten-cia de dichas redes. Pero eso no implica quedebamos renunciar a un sistema educativoque refuerce la cohesión social, respete el de-recho de todos a una educación de calidad y fomente la justicia social. La escuela pública,tan desacreditada, sigue siendo un instru-mento indispensable de construcción de unasociedad justa y cohesionada.

Opinión 

¿Es más eficaz la escuela privada? 

 ALEJANDRO TIANA FERRERDirector general del Centro de Altos Estudios

Universitarios de la OEI / @atianaf 

Núm. 3.941 (611) ESCUELA 319 de abril de 2012

Coeducar para el cuidado 

El significado que me agrada otor-gar al término Coeducación es elque hace referencia a “una educa-

ción donde niñas y niños se aprendan comodiferentes y equivalentes a un tiempo y aprendan la obra humana, tanto si esta co-rresponde a los hombres como a las mujeres,

 para lograr la construcción de un mundocomún y no enfrentado, donde se destierrela división sexual del trabajo y la guerra desexos”.

La escuela actual debería contener, deforma sistemática, enseñanzas y aprendi-zajes referidos a los tres pilares en los quedeberían también asentarse las biografías demujeres y hombres, para que fueran com-pletas y compatibles, y no incompletas y complementarias.

Estos pilares son: el aspecto relacional-familiar, el aspecto laboral-cívico y el as-pecto de tiempos de libre disposición.

Pero, hasta el presente, nuestra escue-la enfatiza de forma desequilibrada soloel aspecto que va encaminado a la inser-ción en el ámbito laboral, ofreciendo en-señanzas y aprendizajes relacionados en sumayor parte con la educación intelectual,instrumental y enciclopédica, y algo deeducación física y artística, encaminadas,en principio a uno solo de los aspectos delas biografías, al laboral que, por cierto, esel menos previsible hoy en día.

Esto resulta un anacronismo, ya quelas niñas y niños escolarizados en estemomento van a tener vidas muy distintasa las que han tenido y tienen sus madres

 y sus padres y, desde luego, sus abuelas y abuelos: empleo intermitente y a veces iti-nerante, exigente con la disponibilidad einseguro, bastante tiempo de libre dispo-sición, vida intensa pero discontinua derelación y convivencia de tipo “familiar”,con descendencia limitada.

Para ello sería imprescindible que las en-señanzas y aprendizajes escolares tuvieranen cuenta todos estos aspectos: conocimien-tos, habilidades y destrezas instrumentalesque les permitieran un mínimo de solvenciaen el paso a la vida adulta y activa.

No es conveniente que las chicas y chi-cos salgan del sistema escolar con un alto

grado de analfabetismo emocional, vital,social, cívico y relacional-familiar, pues lesestará causando problemas casi irresolublesen el futuro. Tenemos que facilitar instru-mentos de resolución pacífica de conflictos

 y los conflictos humanos tienen un com-ponente de género indiscutible, derivadode los aprendizajes que se realizan de for-ma explícita o implícita para convertirse enmujeres u hombres.

Por otra parte, las modas educativasactuales, que centran toda la atención en la

persona niña o niño, les alejan de su caráctersocial y del conocimiento de la responsabi-lidad sobre sus actos, en una etapa “feliz y descuidada”, plagada de mensajes narcisis-tas y de descuido individualista respecto almedio humano en el que viven y en la quela cobertura de las necesidades primarias y algunas más están garantizadas.

Así es que se hace urgente diversificarlas enseñanzas y aprendizajes escolares, in-troduciendo en los currícula aspectos quehagan referencia a la comunicación entreiguales, las habilidades para la autono-mía personal, y la cooperación y la inser-ción laboral y cívica.

El cuidado neutralizaría al descuido y el buen trato al maltrato. Estos objetivos nolos contiene la escuela en la actualidad y, sinembargo, son aspiraciones de todo ser hu-mano que, legítimamente, la escuela univer-sal mixta debería asumir para resultar útil almayor número posible de gente.

El estilo androcéntrico de enseñanza y aprendizaje deja a las chicas y a los chicossin referentes femeninos y, por eso, aunqueaprendan lo mismo en las mismas aulas, nose aprenden de igual modo quienes se vencomo protagonistas que quienes no se ven olo hacen como segundonas. El efecto en chi-cos de no ver a las mujeres como protago-nistas y el efecto en chicas de ver a los hom-bres siempre tampoco produce aprendizajessemejantes, ¿quién manda, hace, nombra,inventa, consigue, etc.?

Sin embargo, todas las tareas de crian-za y cuidado, que permiten la autonomía

personal, las habilidades para obtener cali-dad de vida propia y los valores y destrezasque hacen posible cuidar de las cosas y delas personas que lo necesiten, no se ad-quieren en la escuela. Y ya sabemos que losaprendizajes escolares tienen una relevan-cia muy especial, pues simbólicamente sig-nifican que eso es lo importante y, además,se comparten, pues toda niña y todo niñoque ha pasado por la escuela ha adquiridoun mínimo de conocimientos y habilida-des compartidos.

Estas enseñanzas serían un antídotocontra el maltrato, precisamente porquefavorecerían el aprendizaje del buen trato.Cuidar es tratar bien, empezando por lapropia persona. Cuidar es fijarse en nece-sidades para cubrirlas, no para exigir su co-bertura a otras personas. Aprender a cuidar

 y a cuidarse es garantía de un empleo equi-tativo del tiempo entre niñas y niños, chicas

 y chicos, mujeres y hombres.

ELENA SIMÓN Analista de género, experta

en coeducación y escritora feminista

No es conveniente quelas chicas y chicos salgan

del sistema con un alto gradode analfabetismo emocional

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