Entrevista a Nicanor Restrepo

4
PERFIL Presidente del Consejo Directivo de Proantioquia. Fue Presidente del Grupo Empresarial Antioqueño, de la Corporación Financiera Internacional, Su- ramericana de Seguros y Suramericana de Inversiones. Asimismo, presidió las Juntas Directivas de Bancolombia, Cementos Ar- gos, Inversiones Nacional de Chocolates, Smurfit Cartón de Colombia, Sofasa, Éxito y Carvajal Internacional, entre otras orga- nizaciones, y la Junta de Dirección General de la ANDI, organización que le otorgó la Orden al Mérito Empresarial ‘José Gutié- rrez Gómez’ en el 2010. En el sector públi- co, fue Gobernador de Antioquia y participó en el proceso de paz del ex presi- dente Belisario Betancur y en la primera fase de conversaciones entre las Farc y el Gobierno de Andrés Pastrana. Fue funda- dor de la Corporación Antioquia Presente y de la Fundación Ideas para la Paz. Es egre- sado de la Escuela de Ingeniería y Minas de la Universidad Nacional, con Máster en Sociología y Ph.D en Sociología Política de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París (EHESS). Nicanor Restrepo CONVERSACIÓN

description

Entrevista al empresario y líder Nicanor Restrepo.

Transcript of Entrevista a Nicanor Restrepo

Page 1: Entrevista a Nicanor Restrepo

PERFIL Presidente del Consejo Directivo de Proantioquia. Fue Presidente del Grupo Empresarial Antioqueño, de la Corporación Financiera Internacional, Su-ramericana de Seguros y Suramericana de Inversiones. Asimismo, presidió las Juntas Directivas de Bancolombia, Cementos Ar-gos, Inversiones Nacional de Chocolates, Smurfit Cartón de Colombia, Sofasa, Éxito y Carvajal Internacional, entre otras orga-nizaciones, y la Junta de Dirección General de la ANDI, organización que le otorgó la Orden al Mérito Empresarial ‘José Gutié-rrez Gómez’ en el 2010. En el sector públi-co, fue Gobernador de Antioquia y participó en el proceso de paz del ex presi-dente Belisario Betancur y en la primera fase de conversaciones entre las Farc y el Gobierno de Andrés Pastrana. Fue funda-dor de la Corporación Antioquia Presente y de la Fundación Ideas para la Paz. Es egre-sado de la Escuela de Ingeniería y Minas de la Universidad Nacional, con Máster en Sociología y Ph.D en Sociología Política de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París (EHESS).

Nicanor Restrepo

CONVErsACIÓN

Page 2: Entrevista a Nicanor Restrepo

La función de la empresa no es solo el lucro; tiene también una serie de obligaciones con el progreso sostenible de la sociedad. Esto piensa Nicanor Restrepo, cuyo conocimiento y experiencia, moldeados tanto en el sector privado como en el público, incluyen un compromiso y una entrega constante por trabajar en beneficio de la sociedad, actitud que se extiende a lo largo de toda su trayectoria profesional.

LA soLIDARidad,un principio empresarial

Además de una profunda huella en la historia empre-sarial del país, Nicanor Restrepo ha dejado también un importante legado en el ámbito social. El que fue uno de los gestores, junto con otros importantes lí-deres, del Grupo Empresarial Antioqueño, y que hoy preside el Consejo Directivo de Proantioquia, está

seguro de que la educación es el camino hacia un progreso sostenible y un desarro-llo incluyente en Colombia.

Reconocidos empresarios colombia-nos lo ubican hoy como uno de los pione-ros de la responsabilidad social en el país, y se caracteriza también por estar conven-cido de que Colombia puede alcanzar la paz a través de una solución política nego-ciada del conflicto armado. En entrevista con la Revista RS, cuenta cómo adquirió los valores que lo han caracterizado en su gestión, su pasión por ayudar a los demás y sus deseos para el futuro de la nación.

¿De dónde nace esa sensibilidad social que ha demostrado a lo largo de su carrera?De mi padre, que fue un hombre muy particular. Yo soy el mayor de 14 hijos, y a todos nos enseñó desde pequeños muchos principios que hoy aún conservamos. Nos crió lejos de las ambiciones, y siempre tuvo presentes a los demás.

Tuvo muy presentes a los conciudadanos con los que se relacionaba. Fue un hombre que tuvo mucho brillo en la vida política y pública. Muy joven fue Alcalde de Medellín, Minis-tro de Estado varias veces y diputado. También tuvo oportu-nidades de figurar en el sector empresarial: fue Presidente de Avianca a finales de los años 50. Tenía también muchos defectos, pero estaba siempre enfocado en luchar contra sus

debilidades. Era abierto, a pesar de ser de una familia conservadora. Entendía la sociedad desde una visión pluralista, respetando las diferencias de opinión. Mientras más humildes eran las per-sonas, más cercanas las sentía. Vivir

a plenitud, pero sin convertirse en escla-vo de los bienes te-rrenales del hombre (como el dinero, el poder, la gloria), fue una de las primeras lecciones que apren-dimos de él.

Las familias nu-merosas son muy unidas. La solidaridad está siempre presen-te en ellas, tanto en el día como en la noche.

Nuestra vida era muy frugal, austera y sencilla. El pollo en aquella época, por ejemplo, era símbolo de un aconteci-miento importante. ¿Cómo se reparte una cantidad limitada de pollos para 14 hijos, dos padres, empleadas, amigos y familiares? Debíamos aprender a com-partir de forma equitativa. Lo mismo su-cedía con las prendas de vestir. Yo nunca heredé ropa porque era el mayor, pero la que uno de nosotros ya no usaba se re-partía entre los demás. Se volteaban los cuellos o los puños de las camisas para

“Quienes dirigen las empresas deben creer en los valores y respetarlos. Violar los principios en aras de cualquier consideración es, para mí, el infierno. Vivir acorde con ellos es algo que se transmite”.

CENTRO INTERNACIONAL DE RESPONSABILIDAD SOCIAL & SOSTENIBILIDAD 33

Page 3: Entrevista a Nicanor Restrepo

extender así su vida útil. En general, no había dificultades, pero teníamos recur-sos limitados.

Pasé tres años en el seminario, en-tre los 11 y los 14, sin tener la menor idea de lo que quería hacer en la vida; pero esa experiencia me permitió ver otras realidades. La mayoría de los ni-ños que estaban allí eran campesinos. En esa época no había muchas escuelas en Antioquía; quienes lograban que el cura les diera una beca podían estudiar bachillerato. Me di cuenta entonces de que había una gran cantidad de perso-nas con condiciones difíciles, lo cual me reafirmó que es necesario ser soli-darios, ayudar a los demás, respetarlos y comprenderlos. Por eso, para mí, el mayor deleite individual es satisfacer las necesidades ajenas.

Tener privilegios, como nacer en un hogar bien conformado, con salud, ali-mentación y acceso a la educación, ge-nera un compromiso frente a quienes no han tenido las mismas oportunidades.

¿Cómo fue su formación académica y su primer acercamiento al mundo empresarial?Nunca pude conseguir una beca para estudiar. No fui un estudiante desta-cado, y el Icetex me negó el crédito, porque las posesiones de mi papá no eran suficientes. Me gradué como In-geniero en la Escuela de Minas de la Universidad Nacional. Una vez concluí esa carrera, a mediados de los 60, el

pensamiento francés había influido en mi generación. Me fui a Francia, animado por ese fragor intelectual. Tenía un certifi-cado de lengua que obtuve en la Alianza Francesa y un cuarto de hotel que otro paisa me había ofrecido en París. Deseaba estudiar allí, pero me faltó imaginación para conseguir los

recursos. Ese tipo de objetivos requieren mucho esfuerzo: vender tintos, cuidar ni-ños, atender mesas en un restaurante, en fin… A mí no se me ocurrió hacerlo, y pos-puse mi sueño. Tuve que esperar 38 años, cuando me jubilé, para hacer un posgrado.

Mi primer trabajo fue en Coltejer. Allí trabajé como estudiante en práctica de medio tiempo durante seis meses, en mi último año de universidad, en el departa-mento de Ingeniería; pero mi primera po-sición con responsabilidad de dirección sobre un grupo humano fue en el almacén de mi familia, donde dirigía a aproximada-mente 50 empleados.

El aumento salarial no era mi prioridad al momento de aspirar y asumir nuevos cargos. Si me alcanzaba para vivir, no había problema. Decía Tomás de Kempis, fraile católico del Re-nacimiento: ‘bástele al hombre para su subsistencia, una sana medianía’. Si se desea disfrutar la vida, tener una casa decente y educar a los hijos, no se necesita demasiado. De hecho, mi primer vehículo lo tuve ya viejo. Era un carro de “quinta”, le decía “Rigoleto” (el bufón jorobado del melodrama de Giusep-pe Verdi, que lleva el mismo nombre), porque era contrahecho. Cuando me trasladé de Bogotá a Medellín, tuve que traerlo en un camión, porque no hubiera aguantado el trayecto.

¿Desde su experiencia, qué caracteriza la cultura del empresariado antioqueño?En Antioquia hay una cultura empresarial que data de las épocas de la minería. Se montó sobre los principios de la so-lidaridad, porque era un proyecto común, con unos riesgos y unos resultados que se comparten.

“Tener privilegios, como nacer en un hogar bien conformado, con salud, alimentación y acceso a la educación, genera un compromiso frente a quienes no han tenido las mismas oportunidades”.

“No es concebible el progreso humano sin la educación. En las compañías en las que trabajé, el respeto, la solidaridad, la formación y el trabajo son fuentes esenciales para el progreso. Es una concepción de mundo que va más allá de la empresa”.

34 www.rSNOTICIAS.COM

Page 4: Entrevista a Nicanor Restrepo

“En Antioquia hay una cultura empresarial que data de las épocas de la minería. Se montó sobre los principios de la solidaridad, porque era un proyecto común, con unos riesgos y unos resultados que se comparten”.

CONVErsACIÓN I NICANOr rEsTrEPO

Por otro lado, está la educación. No es concebible el pro-greso humano sin ella. En las compañías en las que trabajé, el respeto, la solidaridad, la formación y el trabajo son fuen-tes esenciales para el progreso. Es una concepción de mundo que va más allá de la empresa.

Cuando estaba vinculado a Suramericana, con el doctor Jorge Molina, aprendí algo más. Trabajábamos en un edificio muy grande, que no tenía ventanas. Un día se dañó el aire acondicionado. Hacía demasiado calor. Teníamos dos opcio-nes: traer el aparato de contrabando, que sería más barato y llegaría pronto, o hacer el trámite y pedir los permisos, lo cual tardaba hasta tres meses. Optamos por la segunda opción. Terminamos usando ropa muy ligera y cambiamos las jorna-das, hasta que llegó el repuesto. Si lo hubiéramos traído de contrabando, no hubiera habido coherencia; así que aguanta-mos calor hasta que lo recibimos.

Quienes dirigen las empresas deben creer en los valores y respetarlos. Violar los principios en aras de cualquier con-sideración es, para mí, el infierno. Vivir acorde con ellos es algo que se transmite.

Proantioquia es un modelo de promoción del desarrollo de una región. ¿De qué manera la organización aborda el aspecto social desde su gestión?Los empresarios que fundaron Proantioquia lo hicieron im-pulsados por una mezcla de convicción y pragmatismo. El fu-turo de la actividad empresarial depende de la sociedad que la rodea, así que ocuparse de solucionar las necesidades de esa sociedad es en parte asegurar el futuro de los negocios.

Para ello, la educación es fundamental. La única manera de tener mejores ciudadanos es con personas educadas. Si eso no se logra con los niños, va a ser muy difícil recuperar a los adultos.

La paz es también necesaria. Colombia ha hecho ensa-yos para alcanzar una solución política negociada del con-flicto. A unos les gusta, a otros no, pero nosotros estamos convencidos de que la salida de este problema es política. No creemos que la guerra sea ni el único ni el mejor camino.

Muchas de las tareas de Proantioquia las realizamos con discreción. Hemos pensado en un desarrollo social sostenible, incluyente, con salud. Lo que hacemos es trabajar con una vi-

sión de desarrollo económico y social desde una perspectiva de sostenibilidad.

¿Cómo desea que sea Colombia dentro de unos años?Estoy obligado a tener sueños porque tengo nietos; son sin embargo puramen-te utópicos, pues no podré ser testigo de ellos cuando se concreticen. Estanislao Zuleta decía que el hombre no se frustra porque no se realizan sus sueños, sino porque no sabe soñar. Por eso, en la me-dida que en esta generación hagamos un esfuerzo por construir una sociedad pluralista y educada, podremos estable-cer un sistema de justicia adecuado, con-vertir en oportunidades reales la riqueza de nuestros recursos naturales y aprove-char los humanos.

En cuanto a la diversidad (una de las ri-quezas de Colombia), imagino que por me-dio de la educación y el pluralismo el país será capaz de alcanzar condiciones de paz y tolerancia en las que todos podamos vi-vir con nuestras propias concepciones del mundo y de una manera civilizada. Nece-sitamos una educación que fortalezca las habilidades intelectuales de cada quien y una fuerte convicción de proteger los de-rechos humanos y la democracia.

Hay que estimular otras actividades, como la sostenibilidad. Las obligaciones no se agotan con los buenos resultados ni con el cumplimiento de la ley. Es ne-cesario ir más allá. Somos inquilinos de este planeta y vamos a dejarles a quie-nes vienen detrás de nosotros un mundo con muchas dificultades, que se habrían evitado si desde un principio hubiéra-mos concebido el desarrollo sostenible de una manera integral.

Nicanor Restrepo quién fue Alto Comisionado para la Paz en el Gobierno de Belisario Betancur, hace parte de la

generación que ha sido testigo del desarrollo del conflicto armado en el país, de la lucha contra el narcotráfico y de los más de 50 años de guerra contra las Farc. Por ello anhela un buen final para el proceso de paz que hoy avanza en la Habana: “Estoy convencido de que el fin del conflicto se da por la vía política. No creo que la guerra sea la única solución, ni el mejor camino”, indica.

El empresario de la paz

CENTRO INTERNACIONAL DE RESPONSABILIDAD SOCIAL & SOSTENIBILIDAD 35