EntrEvistA A AnA eportajeMª LAjUstiCiA por Marina Torne ... Saber... · EntrEvistA A AnA...

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Ana María Lajusticia (Bilbao, 1924) es licenciada en Cien- cias Químicas por la Universidad Autónoma de Madrid y ha realizado estudios sobre agricultura y alimentación animal, publicando diversos artículos sobre la materia en revistas especializadas. Desde principios de los años setenta se dedicó al estudio de la dietética, basándose en la bioquímica y la biología molecular, especializándose en los problemas procedentes de las deficiencias en nuestra dieta. El colágeno y el magnesio ayudan a evitar fracturas en la menopausia y a aliviar la artrosis ENTREVISTA A ANA Mª LAJUSTICIA por MARINA TORNE ¿Cuándo empezó a interesarse por este mundo? Comenzó con mis problemas de salud. Con ocho o nueve años me caí aprendiendo a patinar. La consecuencia: un desplazamiento de la quinta lumbar hacia dentro y de la cuarta cervical hacia fuera. Esto lo averigüé después. Tenía unos dolores terribles, pero no dije nada en casa y poco a poco los dolores fueron cediendo. Luego vino la guerra. En la primera parte estuve en Canarias, y comíamos bien, luego en La Coruña, y seguíamos comiendo bien, pero en la posguerra, en sexto, o séptimo de bachillerato, y du- rante toda la carrera viví en Madrid, y allí comíamos mal. Estábamos internas y las pobres monjas tampoco tenían nada para darnos. A partir del cuarto o quinto año de carrera, en el año cuarenta y cinco, empecé a tener pro- blemas de salud: anginas rebeldes, dolores, molestias… Siempre me dolía la cabeza, siempre. A esto se le dice “estar delicado”. Mis problemas de salud no cesaron con los años y, a partir del cuarto hijo, me diagnosticaron artrosis. El internista más importante de Barcelona me dijo que tenía que po- nerme un corsé con varillas y que no me lo podía quitar ni para dormir. El corsé lo llevé durante veintiún años. Pero un día decidí cuidar mi alimentación y también des- cubrí las propiedades saludables del magnesio, a través de un librito escrito por un jesuita, titulado “virtudes cura- tivas del magnesio”. En este libro también se explicaba que la falta de magnesio en la dieta era debida al abonado químico. ¿Y entonces mejoró su salud? Sí, después de 6 o 7 años comiendo bien y 3 años toman- do magnesio descubrí que podía vivir sin corsé. Alimen- tarme bien y tomar magnesio me había permitido fabri- car cartílago. La artrosis es una degeneración por falta de regeneración y, además de depender de otros factores, es también consecuencia de una carencia en la dieta. ¿Y esto fue lo que la llevó a profundizar en la dietética? Durante veinticuatro años, con mi formación de quími- ca, con el conocimiento de los suelos, estudié agricultura y nutrición animal. Tenía una formación poco corriente. Entonces empecé a escribir sobre nutrición, pero desde el punto de vista científico. Escribía para dar una explica- ción más sobre las causas de esta enfermedad, que se ha comprobado que puede mejorar, y mucho, con cambios en la alimentación. ¿Se podría considerar una medicina alternativa? Para mi representa una solución. Yo había ido a los mejo- res traumatólogos del momento y todos insistían en que el cartílago no se regenera y eso me generaba mucha im- potencia. Pero más adelante me di cuenta que nadie me preguntó: “Y usted ¿qué come?”. Para mi esto es funda- mental porque el cuerpo se fabrica con lo que comemos. ¿Y qué ocurrió a partir del año setenta y ocho? Después de haber escrito varios libros sobre alimentación y el magnesio en la dieta, artrosis, rendimiento intelectual y alimentación en la infancia, entre otros, hubo cierto des- crédito hacia mi. Muchos médicos consideraban que nada tenía que ver el equilibrio de la alimentación con una me- jora de la artrosis. Hace sesenta años, en el pueblo, cuando mis hijos eran pequeños, matábamos un ternero todos los miércoles y comíamos el hígado, sesos, criadillas, es decir tomábamos grandes cantidades de fósforo, de vitaminas del grupo B, de hierro…. Si además matábamos un pollo los sábados, también consumíamos los higadillos del pollo y “botifarra” de sangre y había gente que comía sangre frita, se comían pies de cerdo… Ahora nadie se alimenta así. Y de huevos ninguno, o con cuidado. ¿Cómo podemos saber si tenemos un déficit de mag- nesio? En realidad es algo muy sencillo porque solo hay que “mirarse” uno mismo. Si tienes contracturas, si tienes ca- lambres en pantorrillas y dedos de los pies, o si te late el párpado…hay que tomar unos 375mg de ión Mg al día. En uno de sus libros habla de osteoporosis. Yo les digo a los médicos: “Señores, ustedes han olvidado la definición de ‘hueso’ y la definición de ‘osteoporosis’”. Voy a explicarlo como se explicaba antes y como se expli- ca ahora. El hueso está formado por una proteína llama- da “osteína” y depósitos de calcio. El hueso está formado por colágeno, que es una proteína, y depósitos de fosfato cálcico. Y para que el calcio se fije en el hueso intervie- ne la vitamina D. Al eliminar las grasas animales hemos suprimido los alimentos que contienen vitaminas A y D. ¡Ojo, que ahí tenemos un problema gordo! Y ahora de- finición de “osteoporosis”: la osteoporosis es una rarefac- ción del hueso con pérdida de masa orgánica y mineral, y “rarefacción” de un tejido quiere decir que el tejido sigue manteniendo su tamaño y formas primitivas pero que ha perdido densidad, porque ha perdido masa orgánica y masa mineral. ¿Y eso que consecuencias tiene? Yo he comprobado que la osteoporosis se puede mejo- rar tomando colágeno, y el colágeno lo fabricamos con proteínas, fósforo, magnesio y vitamina C que hay que tomarlo en las tres comidas del día. Yo desayuné duran- te cuarenta años un huevo y una loncha de jamón york. Entonces cambié el huevo del desayuno por colágeno con magnesio. El colágeno forma huesos, cartílagos, tendo- nes y ligamentos. Abunda en encías, paredes de los vasos sanguíneos, paredes del tubo digestivo, en la córnea, en la piel, cuero cabelludo y uñas. El treinta y ocho por ciento de la proteína total del cuerpo humano es colágeno. Esta mujer sorprendente, de vitalidad y memoria admira- bles, y camino de los noventa años, me confiesa que cui- da muchísimo su alimentación y ha suprimido las grasas saturadas, el exceso de calcio y en la cena siempre toma verdura y pescado. La fruta, con medida. “La osteoporosis puede mejorar tomando colágeno, y el colágeno lo fabricamos con proteínas, fósforo, magnesio y vitamina C que hay que tomarlo en las tres comidas del día” publirreportaje Escanea el código QR para ver los vídeos sobre salud y nutrición de Ana Mª Lajusticia www.anamarialajusticia.es

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Ana María Lajusticia (Bilbao, 1924) es licenciada en Cien-cias Químicas por la Universidad Autónoma de Madrid y ha realizado estudios sobre agricultura y alimentación animal, publicando diversos artículos sobre la materia en revistas especializadas.Desde principios de los años setenta se dedicó al estudio de la dietética, basándose en la bioquímica y la biología molecular, especializándose en los problemas procedentes de las deficiencias en nuestra dieta.

El colágeno y el magnesio

ayudan a evitar fracturas en la

menopausia y a aliviar la artrosis

EntrEvistA A AnA Mª LAjUstiCiApor Marina Torne

¿Cuándo empezó a interesarse por este mundo?Comenzó con mis problemas de salud. Con ocho o nueve años me caí aprendiendo a patinar. La consecuencia: un desplazamiento de la quinta lumbar hacia dentro y de la cuarta cervical hacia fuera. esto lo averigüé después. Tenía unos dolores terribles, pero no dije nada en casa y poco a poco los dolores fueron cediendo. Luego vino la guerra. en la primera parte estuve en Canarias, y comíamos bien, luego en La Coruña, y seguíamos comiendo bien, pero en la posguerra, en sexto, o séptimo de bachillerato, y du-rante toda la carrera viví en Madrid, y allí comíamos mal. estábamos internas y las pobres monjas tampoco tenían nada para darnos. a partir del cuarto o quinto año de carrera, en el año cuarenta y cinco, empecé a tener pro-blemas de salud: anginas rebeldes, dolores, molestias… Siempre me dolía la cabeza, siempre.

A esto se le dice “estar delicado”.Mis problemas de salud no cesaron con los años y, a partir del cuarto hijo, me diagnosticaron artrosis. el internista más importante de Barcelona me dijo que tenía que po-

nerme un corsé con varillas y que no me lo podía quitar ni para dormir. el corsé lo llevé durante veintiún años. Pero un día decidí cuidar mi alimentación y también des-cubrí las propiedades saludables del magnesio, a través de un librito escrito por un jesuita, titulado “virtudes cura-tivas del magnesio”. en este libro también se explicaba que la falta de magnesio en la dieta era debida al abonado químico.

¿Y entonces mejoró su salud?Sí, después de 6 o 7 años comiendo bien y 3 años toman-do magnesio descubrí que podía vivir sin corsé. alimen-tarme bien y tomar magnesio me había permitido fabri-car cartílago. La artrosis es una degeneración por falta de regeneración y, además de depender de otros factores, es también consecuencia de una carencia en la dieta.

¿Y esto fue lo que la llevó a profundizar en la dietética?Durante veinticuatro años, con mi formación de quími-ca, con el conocimiento de los suelos, estudié agricultura y nutrición animal. Tenía una formación poco corriente.

entonces empecé a escribir sobre nutrición, pero desde el punto de vista científico. escribía para dar una explica-ción más sobre las causas de esta enfermedad, que se ha comprobado que puede mejorar, y mucho, con cambios en la alimentación. ¿se podría considerar una medicina alternativa?Para mi representa una solución. Yo había ido a los mejo-res traumatólogos del momento y todos insistían en que el cartílago no se regenera y eso me generaba mucha im-potencia. Pero más adelante me di cuenta que nadie me preguntó: “Y usted ¿qué come?”. Para mi esto es funda-mental porque el cuerpo se fabrica con lo que comemos.

¿Y qué ocurrió a partir del año setenta y ocho?Después de haber escrito varios libros sobre alimentación y el magnesio en la dieta, artrosis, rendimiento intelectual y alimentación en la infancia, entre otros, hubo cierto des-crédito hacia mi. Muchos médicos consideraban que nada tenía que ver el equilibrio de la alimentación con una me-jora de la artrosis. Hace sesenta años, en el pueblo, cuando mis hijos eran pequeños, matábamos un ternero todos los miércoles y comíamos el hígado, sesos, criadillas, es decir tomábamos grandes cantidades de fósforo, de vitaminas del grupo B, de hierro…. Si además matábamos un pollo los sábados, también consumíamos los higadillos del pollo y “botifarra” de sangre y había gente que comía sangre frita, se comían pies de cerdo… ahora nadie se alimenta así. Y de huevos ninguno, o con cuidado.

¿Cómo podemos saber si tenemos un déficit de mag-nesio? en realidad es algo muy sencillo porque solo hay que “mirarse” uno mismo. Si tienes contracturas, si tienes ca-lambres en pantorrillas y dedos de los pies, o si te late el párpado…hay que tomar unos 375mg de ión Mg al día.

En uno de sus libros habla de osteoporosis.Yo les digo a los médicos: “Señores, ustedes han olvidado la definición de ‘hueso’ y la definición de ‘osteoporosis’”. Voy a explicarlo como se explicaba antes y como se expli-ca ahora. el hueso está formado por una proteína llama-da “osteína” y depósitos de calcio. el hueso está formado por colágeno, que es una proteína, y depósitos de fosfato cálcico. Y para que el calcio se fije en el hueso intervie-ne la vitamina D. al eliminar las grasas animales hemos suprimido los alimentos que contienen vitaminas a y D. ¡ojo, que ahí tenemos un problema gordo! Y ahora de-finición de “osteoporosis”: la osteoporosis es una rarefac-ción del hueso con pérdida de masa orgánica y mineral, y “rarefacción” de un tejido quiere decir que el tejido sigue manteniendo su tamaño y formas primitivas pero que ha perdido densidad, porque ha perdido masa orgánica y masa mineral.

¿Y eso que consecuencias tiene?Yo he comprobado que la osteoporosis se puede mejo-rar tomando colágeno, y el colágeno lo fabricamos con

proteínas, fósforo, magnesio y vitamina C que hay que tomarlo en las tres comidas del día. Yo desayuné duran-te cuarenta años un huevo y una loncha de jamón york. entonces cambié el huevo del desayuno por colágeno con magnesio. el colágeno forma huesos, cartílagos, tendo-nes y ligamentos. abunda en encías, paredes de los vasos sanguíneos, paredes del tubo digestivo, en la córnea, en la piel, cuero cabelludo y uñas. el treinta y ocho por ciento de la proteína total del cuerpo humano es colágeno.

esta mujer sorprendente, de vitalidad y memoria admira-bles, y camino de los noventa años, me confiesa que cui-da muchísimo su alimentación y ha suprimido las grasas saturadas, el exceso de calcio y en la cena siempre toma verdura y pescado. La fruta, con medida.

“La osteoporosis puede mejorar tomando colágeno, y el colágeno lo fabricamos con proteínas, fósforo,

magnesio y vitamina C que hay que tomarlo en las tres comidas del día”

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