Región, región económica y polos de desarrollo: un debate.

Alumno: Mtro. José Rafael Mazadiego Cruz.

Para estudiar las particularidades que hacen únicas a ciertas zonas de los países,

se conforma una categoría que permite realizar estudios muy situados sobre ello,

a esa categoría es la al que se le ha llamado región.

Este concepto tomó un lugar central en los estudios geográficos, pues lo

que se estudiaban eran ciertas zonas en las que por sus características se hacían

observables cierta morfología, dinámicas y cultura, que variaban respecto a otras

incluso cercanas.

El primer concepto de región que se tomó directamente de la geografía fue

el de región natural o geográfica hace referencia a la geografía física de un área

que muestra varios rasgos comunes como lo son el clima, el relieve, la vegetación

natural, las cuencas hidrográficas entre otros. Sin embargo, esa noción fue

ampliándose cuando la historia, la sociología y la economía hicieron uso de ella

para delimitar su área de estudio. Por ejemplo, la historia utiliza el término y lo

comprende como región histórica, que es aquella que se asocia tradicionalmente a

un pueblo, sociedad o nación con rasgos específicos que se exteriorizan en

elementos culturales de esa región, especialmente la lengua y la arquitectura, y

con la cual se identifican sus habitantes, es decir, el espacio vivido, aquel terruño

en el que se ha creado una identidad históricamente construida, lo cual va de la

mano con la noción de región cultural, en la que confluyen numerosos rasgos

sociológicos, históricos, económicos, lingüísticos, ambientales y políticos que se

desarrollan a través del tiempo con cierta independencia de las regiones vecinas,

por lo que se va creando una diferenciación originada por ese aislamiento,

absoluto o relativo, con relación a dichas regiones vecinas.

Sin embargo con la llegada de las teorías marxistas y su giro economicista,

se empezó a utilizar otra noción, en la que se empezó a demarcar una región no

por sus características lingüísticas, culturales, históricas o naturales, sino por su

dinámica económica. Así surge el concepto de región económica, que es es un

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concepto de origen marxista que se refiere al espacio construido por unas

determinadas relaciones sociales de producción, consumo e intercambio comercial

o económico.

La región no es algo dado, sino que es construido, y para la economía, esta

construcción de delimita por una serie de relaciones y dinámicas económicas

enclavadas en un área geográfica, al respecto dice Rionda Ramírez (2006):

“Región es una construcción que se hace en torno a la compresión o

identificación de un patrón o parámetro de conducta de una variable

de interés […] la región es no sólo un criterio paramétrico, sino

territorial, esto es, geográfico.” (Rionda Ramírez, 2006)

Esta noción nos habla de que la región económica no es sólo una especie

de abstracción de relaciones económicas y flujos comerciales, sino que es una

realidad geográfica, que está en relación con los demás aspectos que implica la

región, es decir, se ve influida por la morfología del territorio, influye y es influida

por lo social, lo cultural e histórico. Y es en esta relación bilateral, en la que

observamos que lo económico incide en esa construcción histórico-social y

cultural de las regiones. Entendiendo esto, como veremos más adelante, los

países, estados y municipios deben realizar diagnósticos para encauzar mejor los

proyectos de relación de sus regiones.

Para comprender a la región desde su aspecto económico, tenemos una

gama de teorías. Tenemos por un lado la teoría del lugar central, que es una

teoría que dice que nace de la escuela alemana con von Thünen y su teoría de la

localización, en la que se toma una ciudad industrializada que es el centro de las

interacciones económicas de una región en la que tiene una influencia, dicha zona

de influencia o hinterland es caracterizada por cierto uso de la tierra, rutas de

transporte y demás dinámicas que ordenan y dan cierta homogeneidad a la

región; todas estas interacciones son dictadas por la naturaleza de cada producto

o servicio desarrollado en relación al centro.

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Sin embargo, hay una teoría diferente como la teoría de región polarizada o

de polos de desarrollo. La noción de región polarizada fue acuñada por Perroux,

en la que hay un polo de desarrollo y áreas satelitales a la misma, cuyo centro

dicta el dinamismo de las otras partes. La región funcional es el área que define o

delimita la acción de aquel centro motor.

Una región polarizada muestra una desigualdad en el desarrollo entre el

polo y las áreas circundantes, esa es la crítica de Coraggio (1972), que las

regiones polarizadas no son neutras. Una región polarizada puede convertirse en

un enclave o zona productiva cerrada si no hay una adecuada filtración de los

beneficios económicos. Para evitar esos problemas, se han desarrollado una serie

de metodologías de diagnóstico regional encaminados a lograr el desarrollo de los

municipios. Los diagnósticos nos sirven para determinar los mejores programas

de desarrollo. El problema de la gestión estatal y municipal es que muchas veces

los programas se centran en peticiones u ocurrencias de los diferentes gobiernos

y no en los resultados de un diagnóstico. La finalidad de estos estudios es realizar

un perfil económico municipal (pem) que arroja datos importantes como la

posición socioeconómica del municipio respecto a los que colindan con el del

estudio, su especialización económica, la productividad de las actividades

económicas, factores que inciden en la variación del empleo, la distribución

territorial de las actividades económicas y un perfil funcional de las localidades

que integran el municipio. Estos estudios parten de indicadores fundamentales

que permiten una intervención oportuna de los programas de gobierno y de la

inversión privada. Para lograr una planificación acertada, se observan indicadores

y variables socioeconómicas como la composición de la población por sexo y

grupos de edad, escolaridad, perfiles laborales, la concentración del ingreso, la

distribución de la población en las localidades que abarcan las localidades de los

municipios, tipo de actividades, es decir si son del sector básico o del no básico y

la centralidad de alguna o algunas localidades.

Sin embargo, la teoría de los polos de desarrollo se ha ampliado, es decir,

no sólo se fija en lo económico y no es únicamente un teoría que se ocupe y se

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conciba únicamente para realizar ese tipo de estudios, sino que como comenta

Tormod Hermansen (1974), lo económico tiene cierta influencia sobre otros

procesos en las regiones como lo social, económico y cultural:

“Como teoría normativa debería sugerir criterios para la distribución

óptima de las actividades socioeconómicas, culturales y político-

administrativas entre los polos geográficos, y la forma en que la red

de polos debería ajustarse en el tiempo.” (Hermansen,1974:65)

En este sentido, si bien la dimensión económica sigue teniendo primacía,

ésta se asume como la modeladora de otras dimensiones del vivir humano.

Boudeville es quien inició esta ampliación de la teoría del desarrollo económico

polarizado al agregar el componente geográfico, sin embargo, dista de poder ser

identificada esta teoría con la del lugar central formulada por Christaller y Lösch.

En dicha teoría se toma como referencia los “lugares centrales” que son los

conglomerados de actividad económica. La diferencia fundamental entre estas

dos teorías es que Los polos de desarrollo no necesariamente son identificados

con lugares geográficos, sino que se pueden referir a espacios funcionales que

son espacios no necesariamente continuos, como si ocurre con el espacio

geográfico. Esto lleva a que no todo centro regional, como propone Christaller, es

necesariamente un polo de desarrollo, pues su posición geográfica, aunque

importante, no implica su posición en la jerarquía de los polos, por lo que para que

un lugar central sea un polo de desarrollo debe ser un lugar en donde hayan

empresas propulsoras.

La conciliación de ambas teorías es posible en el plano práctico de la

misma y ha dado lugar a debates y el cambio o añadido de conceptos dentro de la

teoría, para hacerlas compatibles y funcionales a los intereses de los teóricos de

las regiones funcionales.

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Referencias bibliográficas:

-Coraggio, José Luis. (1972). Hacia una revisión de la teoría de los polos de

desarrollo. En: http://www.coraggioeconomia.org/jlc/archivos%20para

%20descargar/REVISION_TEORIA_DE_LOS_POLOS_DE_DESARROLLO.pdf

-Hermansen, Tormod.(1974). Polos y centros de desarrollo en el desarrollo

nacional y regional: elementos de un marco teórico para un enfoque sintético.

Revista EURE, Vol. 4, No. 10. Disponible en:

http://www.eure.cl/index.php/eure/article/view/867

-Morales Barragán, Federico. Manual de diagnóstico económico municipal. Centro

de servicios municipales “Heriberto Jara” A.C.

-Rionda Ramírez J.I. (2006). Teorías de la región, Edición electrónica. Texto

completo en www.eumed.net/libros/2006/jirr-reg

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