La Isla Grande de Chiloé ha sido por años la ruta de las islas, un archipiélago

plagado de historia misterios, transformaciones, elementos constructores de la

realidad existente en esta región, apartada de la conectividad continental. Si

debemos la construcción de identidad de esta región a diversos elementos es

también prudente expresar la incidencia clave en este proceso, la llegada de los

españoles a la conquista y colonización de este fructífero territorio.

A partir del proceso de conquista, la demografía de la isla se vio afectada,

consecuencia directa de la relación entre nativos y españoles. En este sentido

resulta relevante ¿cómo se produce la llegada de los españoles a la isla y cuál ha

sido su legado en el tiempo?

La interrogante propone, reconocer el estado en que se encontraba la isla antes

de la recalada española. Posteriormente, un análisis del arribo español y su

legado.

En primera instancia, la realización de un Censo como método de medición

demográfico, vivienda, etc; posibilita el reconocer la estructura social de la Isla de

Chiloé a fines del siglo XVIII, catastro del número de casas y sus respectivos

moradores, entregando cantidad de habitantes al interior del hogar y los nombres,

apellidos respectivamente.

El archipiélago de Chiloé se encuentra conformada por más de treinta islas, con

una extensión de 9.181 Km2, la Isla Grande tiene una longitud de 180 Km. de

norte a sur. Esta prolongada extensión, sumado esto a sus numerosas islas, es

posible obtener conclusiones acerca de la Isla Grande Chiloé en el periodo del

Antiguo Régimen, característica de poblamiento y las dinámicas históricas y

sociales.

El archipiélago de Chiloé fue la posesión más austral del Imperio español en

América, conformó durante el período colonial una sociedad de características

marcadas por el aislamiento, la pobreza y el marcado sincretismo cultural. Hacía el

año 1767, se encontraba separada de lo que era, en ese entonces, la Capitanía

General de Chile, apartada, tanto de la capitanía general como del continente. La

isla se encontraba dividida por provincias, de las cuales solo cuatro concentraban

la mayor cantidad de población, como lo son; Castro, San Carlos, Chacao y

Calbuco; La población que se encontraba en estas provincias se asentó en los

márgenes costeros de cada sector, ya que la alimentación y el comercio veían un

desarrollo favorable, esta forma de comercio se traducía en el famoso “trueque”.

Este sistema de comerciar es tildado de negativo debido a que los isleños solo

lograban subsanar sus necesidades y solos los de afuera obtienen utilidades.

El desembarco español a la isla tenía un sentido estratégico para la corona

española, esto porque la condición de territorio estratégico permitió que con la

autorización de Real Orden en 1767, el archipiélago pasara a depender

directamente del virreinato del Perú, y que se fundara la ciudad de Ancud como

principal refugio militar. Con el desembarco de los español, también se sumó la

llegada de misiones evangelizadoras a la zona, en primera instancia estuvo a

cargo de la “Compañía de Jesús”, posteriormente a cargo de los franciscanos del

convento de “Ocopa”.

Estas misiones religiosas llegaron a la isla con la idea de evangelizar, volcar a la

religión a toda la población de la isla, pero también pudieron emprender

expediciones a distintas otras islas cercanas al archipiélago.

Con el desembarco y el establecimiento de los españoles en la isla, la sociedad

chilena se sustentó económicamente de la exportación de madera hacia el Perú,

esto se genera con la dependencia del archipiélago al Virreinato del Perú.

Un aspecto relevante y que se logra evidenciar hasta los días de hoy, es la

utilización de apellidos, estos se han mantenido como herencia y forman parte de

la sociedad chilena sin discriminar zona geográfica del país. Dentro de lo

estrictamente demográfico, es de un gran interés debido a que logra atender la

mezcla cultural durante el Antiguo Régimen entre españoles y población nativa, lo

cual explica como se ha ido conformado la sociedad hasta los días de hoy.

En conclusión, la emanación de la Real Orden desde la corona que logra anexar el

Archipiélago de Chiloé al virreinato del Perú, generó la recalada de cientos de

españoles quienes se asentaron en esta zona, establecieron relaciones y

generaron actividades que logró alcanzar un sincretismo junto a los nativos. Este

sincretismo se ha desplazado por la loca geografía de Chile y ha dejado su legado

en aspectos económicos, demográficos, vivienda, sociales, urbanismo,

comunicación, etc.