Engels, Friedrich: La Marca y Otros.

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    LA MARCA

    Y OTROS TEXTOS

    DE FEDERICO ENGELS

    Materiales recuperados para el debate contemporneo con el Difusionismo y el NuevoInstitucionalismo

    DIFUSIONISMO,FORMACIN SOCIAL Y

    NUEVO INSTITUCIONALISMO(Avance de una investigacin en proceso:

    notas para un debate)

    Seleccin, recuperacin, ordenamientoy presentacin de

    Len Vallejo Osorio

    GRUPO DE INVESTIGACIN SUJETO PEDAGGICO Y CONDICIONES MATERIALES DE LAPRCTICA ESCOLAR

    CEID-ADIDA

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    LA MARCA Y OTROS TEXTOS DE FEDERICO ENGELS

    Materiales recuperados para el debate contemporneo con el Difusionismo y el Nuevo Institucionalismo.Seleccin, recuperacin, ordenamiento y presentacin de Len Vallejo Osorio.

    Correccin de Textos Csar Julio Hernndez y Eulalia Hernndez Ciro.

    Reproducido por el Centro de Estudios e Investigacin Docente CEID-ADIDA, para el trabajo de los equipos y lneas de investigacin.

    Nota del copilador: Los textos que aqu incluimos, fueron dados a conocer antes de 1955 en las Obras de Marx y Engels y en otras publicaciones delque fuera el Instituto de Marxismo-Leninismo. A excepcin de La Marca, todos circularon en un grueso volumen editado por la Editorial Cartago quecontena una rigurosa compilacin que apareci bajo el ttulo Carlos Marx, Federico Engels SOBRE LA RELIGIN, en una edicin de 1959fechada en Buenos Aires. De La Marca, se conoci en castellano una vieja edicin sin fecha que confrontamos con versin de S. Meremer, incluida enDel socialismo utpico al socialismo cientfico, fechada en 1946, por la Editorial Lautaro, en Buenos Aires. Esta misma versin fue recogida en el volumen Sobreel modo de produccin asitico que public, en 1969, la editorial Martnez Roca en Barcelona; all se inclua adems un trabajo monogrfico de MauriceGodelier sobre este vital tema, junto a otros textos de Marx y Engels.

    L V O

    _____________________________________________________________________________Presentacin de La Marca y otros textos de Federico Engels:DIFUSIONISMO, FORMACIN SOCIAL Y NUEVO INSTITUCIONALISMO(Avances de una investigacin en proceso: notas para un debate)

    Por:Len Vallejo Osorio

    Para la primera edicin: CEID-ADIDA Len Vallejo Osorio

    Avance de investigacin del trabajo realizado en el Grupo de Investigacin Sujeto pedaggico y condiciones materiales de la prctica escolar delCEID-ADIDA

    Editado para uso exclusivo del trabajo de investigacin del CEID-ADIDA y la proyeccin del Instituto Pedaggico Superior.

    ISBN: 978-958-98690-0-0

    Direccin editorial: Len Vallejo Osorio

    Cartula: diseo de Juan Manuel Vallejo Moreno

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    Segn la concepcin materialista de la historia, el factor, que en ltima instancia determina la historia es laproduccin y la reproduccin de la vida real. Ni Marx ni yo hemos afirmado nunca ms que esto. Si alguien lo

    tergiversa diciendo que el factor econmico es el nico determinante, convertir aquella tesis en una frasevacua, abstracta, absurda. La situacin econmica es la base, pero los diversos factores de la

    superestructura que sobre ella se levanta las formas polticas de la lucha de clases y sus resultados, las

    Constituciones que despus de ganada una batalla, redacta la clase triunfante, etc., las formas jurdicas, eincluso los reflejos de todas estas luchas reales en el cerebro de los participantes, las teoras polticas,

    jurdicas, filosficas, las ideas religiosas y el desarrollo ulterior de stas hasta convertirlas en un sistema dedogmas ejercen tambin su influencia sobre el curso de las luchas histricas y determinan,

    predominantemente en muchos casos, su forma

    Federico Engels

    Si el poder poltico es econmicamente impotente, por qu entonces luchamos por la dictadura poltica delproletariado? La violencia, (es decir, el poder del Estado) es tambin una potencia econmica!

    Federico Engels

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    MARCAS

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    I.

    DIFUSIONISMO, FORMACIN SOCIAL Y NUEVO INSTITUCIONALISMO(Avance de una investigacin en proceso: notas para un debate)

    Presentacin de La Marca y otros textos de Federico Engels

    Len Vallejo Osorio

    GRUPO DE INVESTIGACIN

    SUJETO PEDAGGICO Y CONDICIONES MATERIALES DE LA PRCTICA ESCOLAR

    CEID-ADIDA

    Medelln

    2008

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    DIFUSIONISMO, FORMACIN SOCIAL Y NUEVO INSTITUCIONALISMO

    (Notas para un debate)1

    1. Materiales para un debate contemporneo con el Difusionismo y el Nuevo Institucionalismo

    El GRIN2El sujeto pedaggico y las condiciones materiales de la prctica escolardel CEID-ADIDA (con sulnea de investigacin Las condiciones materiales de la prctica escolar) ha venido escudriando la relacinentre las llamadas instituciones y la generacin histrica de los sujetos3. As, hemos constatado que laformacin de los sujetos requiere de currculos histricamente establecidos y sobre todo que lasinstituciones (en cuanto son formas de los aparatos de Estado) concretan el lugar y los instrumentosdonde y con los cuales estos currculos despliegan su carcter o como dira Marx su rango yfuncin.

    En importantes sectores de la academia, pero tambin en las esferas de direccin de los Estadoscapitalistas contemporneos, se tiene entendido desde los fundamentos tericos de las llamadaspolticas pblicas que la causade las dificultades por las cuales atraviesan hoy estas sociedades(los problemas de gobernabilidad dicen ahora), radica (esencialmente) en las caractersticas actuales (o

    en las deficiencias) de sus instituciones.Nuestra indagacin ha arrojado una luz contraria: la naturaleza de las instituciones depende de losprocesos histricos; vale decir, de las formaciones sociales histrico-concretas, donde ellas se forjan.Alrespecto seala Federico Vallejo Mondragn:

    Vale la pena anotar que el debate y consecuente generacin de teoras en el seno de los Neo Instucionalismos histrico, sociolgico y econmico, nose ha interesado en la preguntade dnde surgen los arreglosinstitucionales?. Su cuestin gira en torno a las preguntascmo afectan las instituciones aldesenvolvimiento de las sociedades? Qu papel juegan stas en el resultado del juegosocial?. En el mejor de los casos se preguntan cmo se adaptan las organizaciones y lossujetos al cambio institucional (exgeno)?. Dicho de otra forma, las instituciones son tomadas

    como un dato exgenoasumido como el contexto en el cual organizaciones y sujetos actan4

    Esto nos pone en el corazn de un debate, ahora necesario, tanto con el Nuevo Institucionalismo (oNeoinstitucionalismo), como con el Difusionismo y el Eclecticismo que los sustenta.

    Como resultado indirecto de nuestra investigacin, hemos re-encontrado y retomado estosesclarecedores textos de Engels (La Marca5 y otros textos relacionados), muy poco conocidos yextremadamente difciles de ubicar en el mercado editorial. Hoy los proponemos como referentes de unnuevo debate con el Neo-Institucionalismo.

    El esfuerzo de publicarlos y ponerlos a disposicin de la academia, en el curso de la formacin denuestro Instituto Superior de Pedagoga, vale la pena.

    1 Transcripcin (editada y ampliada) de la versin magnetofnica de la conferencia impartida bajo el mismo ttulo, el 19 de Marzo de 2008, en elSeminario Vigotski.

    2 Grupo de investigacin.3

    En estrecha relacin con la lnea de investigacin Educacin y polticas pblicas del Grupo de Investigacin Gestin y Polticas pblicas, Categora A-COLCIENCIAS, de la Facultad de Administracin de la Universidad del Valle, del que hago parte. Debemos en particular a Federico Vallejo Mondragn(miembro de ese Grupo y partcipe de nuestros debates) las pistas iniciales y nuestro aterrizaje en el punto de partida que hizo necesario el ejercicio denuestra crtica al espectro general del Institucionalismo viejo y nuevo.4 VALLEJO MONDRAGN, Federico. Comentarios a La Marca y otros textos. Correspondencia con el autor, va mail.5

    En 1982, Federico Engels public la versin inglesa de Del socialismo utpico al socialismo cientfico . En su prlogo escribi: El pequeo trabajoque tiene delante el lector, formaba parte, en sus orgenes, de una obra mayor. () A instancias de mi amigo Paul Lafargue () arregl tres captulos de este libro [Lasubversin de la ciencia por el seor E. Dhring] para un folleto, que l tradujo y public en 1880 con el ttulo de Socialisme utopique et socialismescientifique. (...) El apndiceLa Marcafue escrito con el propsito de difundir entre el Partido Socialista Alemn algunas nociones elementales respecto a la historia y aldesarrollo de la propiedad rural en Alemania. En aquel entonces era tanto ms necesario cuanto que la incorporacin de los obreros urbanos al partido estaba en va de concluirse y seplanteaba la tar ea de ocuparse de las masas de obreros agrcolas y de los campesinos. Este apndice fue incluido en la edicin, teniendo en cuenta la c ircunstancia de que las formas

    primitivas de posesin de la tierra, comunes a todas las tribus teutnicas, as como la historia de su decadencia, son menos conocidas todava en Inglaterra que en Alemania. He dejadoel texto en su forma original, sin aludir a la hiptesis recientemente expuesta por Maxim Kovalevski, segn la cual al reparto de las tierras de cultivo y de pastoreo entre los miembrosde la Marca precedi el cultivo en comn de estas tierras por una gran comunidad familiar patriarcal, que abarc a varias generaciones (de ejemplo puede servir la zdrugade lossudeslavos, que an existe hoy da). Luego, cuando la comunidad creci y se hizo demasiado numerosa para administrar en comn la economa, tuvo lugar el reparto de la tierra. Esprobable que Kovalevski tenga razn, pero el asunto se encuentra ansub judice.

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    Los textos que aqu incluimos, fueron dados a conocer antes de 1955 en las Obras de Marx yEngels y en otras publicaciones del que fuera el Instituto de Marxismo-Leninismo (de la, porentonces, URSS). A excepcin de La Marca y las cartas de Engels a Marx sobre este texto, losdocumentos aqu incluidos, circularon en un grueso volumen editado por la Editorial Cartago quecontena una rigurosa compilacin que apareci bajo el ttulo Carlos Marx, Federico EngelsSOBRE LA RELIGIN, en una edicin de 1959, fechada en Buenos Aires6.

    De La Marca, se haba conocido en castellano una vieja edicin sin fecha que confrontamos con laversin de S. Meremer, incluida en Del socialismo utpico al socialismo cientfico y fechada en 1946, por laEditorial Lautaro, de Buenos Aires. Esta misma versin fue recogida en el volumen Sobre el modode produccin asitico, que public, en 1969, la editorial Martnez Roca en Barcelona; all loseditores incluyeron junto a otros de Marx y Engels que posibilitaban el anlisis que el pensador francspropuso, un trabajo monogrfico de Maurice Godelier, a nuestro modo de ver imprescindible por estosdas a la hora de abordar este vital tema de los planteamiento del Marxismo sobre la marcha de lassociedades por la historia. Sin duda alguna, invitamos a escudriar a fondo el aporte de Godelier tantocomo los documentos aqu reunidos7.

    Las cartas de Engels sobre La Marca aparecieron proporcionadas por la Editorial Problemas de

    Buenos Aires, en 1947. De all las tom la edicin de Martnez Roca que, en este caso hemos utilizado.Considerando las dificultades en el presupuesto, no hemos incluido los textos Las condicionessociales en Rusia, redactado por Engels en 1875, y su postcriptumde 1894, que tambin arrojaclaridad sobre este debate; pero convocamos igualmente a estudiarlos con responsabilidad. El hechosegn el cual en Internet y en algunas bibliotecas particulares (y no tanto ya en las pblicas) anpodemos encontrarlos las Obras escogidas de Marx y Engels , nos tranquiliza un tanto yremitimos a su bsqueda y consulta en el tomo II (pgina 409 y 421) de las mismas8.

    Bruno Bauer y el cristianismo primitivo, El Libro de la Revelacin ySobre la historia delcristianismo primitivo, son trabajos donde Engels a contrava de las que son las actuales apuestasde todo Difusionismo y de todo Institucionalismo viejo o nuevo muestra con suficiente claridady solvencia intelectual cmo, de qu manera, y bajo cules formas, las formaciones socialesconcretan esoque pudiramos llamar instituciones; as como las condiciones histricas que, a partir de la aparicinde la propiedad privada, determinaron la lucha de clases.

    Vemos all desplegarse ante nuestros ojos la lucha social (poltica e ideolgica, de clases) que, en elperiodo que va de la consolidacin a la declinacin del Imperio Romano, concret el surgimiento delcristianismo. La presentacin que de estos artculos hace el Instituto de Marxismo Leninismo, sealacmo ellos demuestran con claridad y en forma convincente que el cristianismo naci como una concepcin de personastotalmente desesperadas, despus de que las numerosas rebeliones de esclavos, indigentes y nacionalidades esclavizadascontra el yugo del Imperio Romano fueron ahogadas en sangre. La institucin de la Iglesia catlica (y, luego, lasde las otras iglesias cristianas) tiene en su origen el rastro de la lucha de clases. Su estudio, y las leccionesque en ello encontramos, sin duda, nos permiten avanzar tambin en el conocimiento de nuestra

    realidad actual, en la medida en que nos entregan claves esenciales de las articulaciones histricas denuestra propia formacin social.

    2. Sobre el origen de nuestra propuesta

    As, pues, al invitarlos esta noche a estudiar estas obras de Engels, quisiera empezar sealando cmo ydnde surge, en la dinmica del Seminario Vigotski, la necesidad de hacer los planteamientos que ahoraexponemos a manera de avance de la investigacin que por estos das adelantamos. Al hacerlo,presento la propuesta de trabajo que pretende continuarla sobre los ejes que hoy vamos a tratar dehacer explcitos y pblicos.

    6 MARX, Carlos y Federico Engels. Sobre la religin. Editorial Cartago; Buenos Aires: 1959. Traducido de la versin en ingls preparada por elInstituto de Marxismo-Leninismo (1955)

    7 GODELIER, Maurice; Marx, Engels. Sobre el modo de produccin asitico. Ediciones Martnez Roca. Barcelona: 1975.8 MARX, CARLOS y Federico Engels. Obras escogidas en tres tomos (tomo II). Editorial Progreso; Mosc: 1981.

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    El Seminario est, en este momento, asumiendo el cruce de varios vectores, a saber: a) retomar elrastreo que venamos haciendo sobre las vicisitudes del determinismo en la historia del pensamientohumano y en el camino de la ciencia; b) profundizar en nuestra comprensin de la actual crisis delcapitalismo, vale decir de las condiciones materiales, base de fenmenos tales como los ajustescurriculares propuestos (en realidad impuestos) en y desde el aparato escolar contemporneo comomatriz de de la mueva organizacin del trabajo 9 y c) sintetizar nuestra posicin sobre la generacin

    de los sujetos (tambin los escolares), partiendo de los anlisis que venamos desplegando sobre lanaturaleza del currculo y las sospechas que veamos aparecer en nuestro discurso sobre la vinculacinhistrica de las instituciones como matrices de todo sujeto.

    En relacin con el primer punto, el intento se hizo fructfero ya en la tercera sesin de trabajo de esteao, donde la intervencin de los compaeros de COPROGE, as como los comentarios, rplicas ynotas que ella gener (entre otras, las que hicieron los compaeros del GRIN) nos catapult, otra

    vez, a preguntarnos por los rescoldos que tanto el Difusionismo como el Institucionalismo podran tenerentre nosotros. El debate qued as planteado en trminos concretos.

    3. El Difusionismo

    Precisemos, inicialmente, sobre el Difusionismo: Los alemanes Leo Frobenius, Wilhelm Schmidt y FritzGraebner, son sus representantes ms ilustres y reconocidos. Pero, ms all de esta constatacin,debemos especificar que el Difusionismo es un esquema ideolgico que marc la academia, de nuevo, enlos penltimos decenios del siglo XX. Se present, desde sus orgenes, bajo la forma de una reaccincontra el Evolucionismo del XIX. Las diferencias y similitudes culturales se explican all por unamisteriosa tendencia de los seres humanos a imitarse entre s, y no por la inventiva de la mente humana.

    As por ejemplo, desde el punto de vista de los difusionistas, la tecnologa y arquitectura de los incas yde los aztecas, se explican porque fueron supuestamente difundidas desde Egipto o desde el sureste asitico,pues debieron copiarse, traerse de alguna parte ya que no pueden concebir que pudieran serinventados independientemente por nuestros aborgenes del Per o de Mxico10. La carga racista de estosplanteamientos es inocultable. Como se ve, para los difusionistas las culturas son como un mosaico deelementos derivados de una serie fortuita de prstamos entre pueblos cercanos y distantes, en un proceso que designala transmisin de rasgos culturales de una cultura y sociedad a otra distinta por cuanto, segn esta lgica queaqu se disculpa siempre ocurre que la mayora de los rasgos hallados en cualquier sociedad se han originadoen otra11.

    En la conversacin con Federico Vallejo, han venido quedando establecidas estas precisiones 12:

    Versiones renovadas de ese Difusionismo que por entonces buscaba desde la Antropologa claves universalesdel comportamiento humano se encuentran en autores como Peyton Young13, los cuales usan modelosmatemticos para analizar la difusin en contextos locales o particulares en el marco de una lgicasituacional dira Popper. Su enfoque es derivado (con total ausencia de dialctica) de los desarrollos de lamecnica de fluidos; donde, por ejemplo, al sumergir un cuerpo caliente en una piscina el calor tiende a difundirsecambiando la temperatura de todo el sistema.

    Por eso, estos modelos teoras estudian la manera cmo ciertos comportamientos son homogeneizadosen procesos dinmicos de imitacin en las sociedades. Su enfoque particularista (no universal) responde a

    preguntas tales como: Cmo todo el mundo termina usando el sistema Windows? Cmo una estrategiacomercial se generaliza? A qu velocidad y bajo qu condiciones? Cmo se generaliza un comportamiento

    9 Al respecto vase nuestro Guantes para la mano amoral.www.pedagogiaydialectica.org10 HARRIS, Marvin.Antropologa cultural. Alianza Editorial. Madrid: 1998. Pg. 548. Cf: Harris, Marvin. El desarrollo de la teora antropolgica.

    Siglo XXI, Madrid 1983. SOL, Carlota. Modernidad y modernizacin. Anthropos: Barcelona: 2001. Para constatar el origen de los planteamientosque a continuacin reseamos, vase,http://sapiens.ya.com ywww.idoneos.com., adems del primer texto de Harris mencionado en esta nota. Otroimportante referente en esta discusin es la conferencia de Estanislao Zuleta Tres culturas familiares en Colombia. En: Ensayos selectos. IDEA;Medelln: 2004. Cf.: nuestro Hacer creer, libro en preparacin, prximamente disponible en www.pedagogiaydialectica.org.

    11 Ob. Cit. Pg. 24.12 VALLEJO MONDRAGN, F Ob. Cit.13 Nota de F.V.M.: Por ejemplo, en su The Economy as a Complex Evolving System, vol. III, Lawrence E. Blume and Steven N. Durlauf, eds.

    Oxford University Press, 2003.

    http://www.pedagogiaydialectica.org/http://www.pedagogiaydialectica.org/http://www.pedagogiaydialectica.org/http://sapiens.ya.com/http://sapiens.ya.com/http://www.idoneos.com/http://www.idoneos.com/http://www.idoneos.com/http://www.pedagogiaydialectica.org/http://www.pedagogiaydialectica.org/http://www.pedagogiaydialectica.org/http://sapiens.ya.com/http://www.idoneos.com/http://www.pedagogiaydialectica.org/http://www.pedagogiaydialectica.org/
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    corrupto en una organizacin? Cmo aprenden los sujetos a decidir en qu momento emigrar (convertirse endesplazados) tras una amenaza de la los factores armados a su pueblo de residencia o a su regin?

    Su enfoque es un claro matrimonio entre la llamada Teora de Juegos y la Teora de las Redes Sociales tan enboga por estos das.

    Otros enfoques, que aparecen para usar un trmino Lakatosiano dentro del mismo Programa de

    Investigacin y que conducen al mismo resultado es el anlisis de los llamados comportamientos demanda o lgicas del contagio el cual analiza bajo qu condiciones alguien se encontrara por ejemplo inmersoen una asonada saqueando almacenes aunque en circunstancias aisladas no se le ocurriera robar a nadie.La pregunta que ah hace este programa es: Cul es ese lmite de cambio de conducta?

    Vemos as por qu la pregunta que, en ese contexto no se puede hacer y el asunto que no se explica es:de dnde surge la innovacin, cul es su causa? De dnde y por qu se hace necesario un comportamiento como el de losemigrantes? Qu lo determina histricamente?14

    Por eso, segn la mirada difusionista, si comemos lo que comemos, es porque nos lo ensearon otrospueblos y otras culturas superiores que copiaron de otros que a su vez copiaron (hasta que podamosencontrar en la cadena esos seres superiores que inicialmente s fueron, en ello, dignos y

    originales). El Difusionismo explica que si una sociedad como la nuestra piensa en las claves judeo-cristinas, es simple y solamente porque ese pensamiento, que proviene del oriente medio, nos fueimpuesto por medio de una especie de contagio. Otro tanto dir la aprehensin sobre por qu ennuestras formaciones sociales hemos asumido las formas republicanas y parlamentarias de lademocracia burguesa: sencillamente porque las imitamos y tomamos de Europa occidental (avanzada) En el fondo, y reducido al absurdo, el Difusionismo tiene a la base una creencia: los rasgosculturales tienen un nico origen a partir del cual se dispersan geogrficamente y son adoptados por otras sociedades. Es,ni ms ni menos que la tesis que deniega la existencia de las formaciones socialescomoformacioneshistricasconcretas.

    Preguntamos, en la lgica de Harris, a las posturas difusionistas: Existe una tendencia automtica a ladifusinde rasgos culturales o de relaciones econmicas y sociales?

    Desde luego que se da el caso de sociedades prximas entre s en el espacio geogrfico que, ocupandoambientes similares tengan semejanzas. Algunos creen ver all procesos de adaptacin impuestaspor condiciones parecidas. La demoledora crtica a la cual somete Harris al Difusionismo estambin esclarecedora. Pregunta el socilogo: cmo explicar entonces la existencia de sociedadesque, a pesar de estar en estrecho contacto durante cientos de aos mantienen estilos de vida radicalmentediferentes?. Son muchos los ejemplos: junto a pueblos nmadas han permanecido pueblos sedentarios(por ejemplo, los incas tuvieron un gobierno de tipo imperial, mientras que las vecinas sociedades de la selva carecande cualquier forma de liderazgo centralizado) .15 Cmo explicar que pueblos que no han tenido ningncontacto entre s, tengan sin embargo herramientas, dispositivos tcnicos o tecnolgicossemejantes o esquemas mticos idnticos?16.

    Cmo explicar que la proximidad entre dos culturas pueda unas veces influir en la direccin y el ritmo delos cambios, y moldear detalles especficos [particulares] de la vida sociocultural pero no logre moldear los rasgos

    generales de las dos culturas?El autor del texto que aqu voy leyendo pregunta por qu el mundo enteroaprendi a fumar tabaco tomando y difundiendo esta costumbre de los pueblos nativos del hemisferiooccidentaly sin embargo, cientos de otros rasgos originarios de Amrica (como vivir en tiendas de campaa o cazarcon arco y flecha) no fueron asimilados ni siquiera por los colonos que se establecieron en la vecindad de los pueblosnativos?17

    El Difusionismo, nacido a finales del siglo XIX como una exageracin simplificadora delEvolucionismo, lleg a extremos tales de pretender que todo objeto cultural puede inventarse slo unavezen una sociedad en particular y que slo es posible imaginar que a partir de all se expanda a travs

    14 VALLEJO MONDRAGN Ob. Cit.15 Ob. Cit. Pg. 25.16 Tal como lo mostr Lvi-Strauss. Cf: entre otras, en:Antropologa estructural. Eudeba; Buenos Aires: 197217 Harris.Antropologa cultural. Pg. 26.

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    de diferentes pueblos por imitacin o contagio.

    As, en contraste con el Evolucionismo que postula un desarrollo paralelo entre civilizaciones, o de laendoculturacin que aparece como su teora contraria (y explica los mismos fenmenos en referenciaa la transmisin de rasgos culturales por va generacional), el Difusionismo enfatiza el contacto cultural y elintercambio, de modo tal que el progreso cultural mismo se comprende como una consecuencia delintercambio que lo explica todo, por s mismo; a tal punto que se acepta la evidencia segn la cual al

    producirse un contacto entre dos culturas, se establece un intercambio de rasgos asociados que pasan a formar parte de lacultura que los ha tomadoen calidad de prstamo, suponiendo un indefinido traspaso de elementos culturalesa travs de un proceso selectivo, luego del cual los rasgos que ms se adaptan a la culturason asimilados de modo talque se transforman incluso en su funcin.18

    El Difusionismo, pretende as que los problemas (no las contradicciones) y las relaciones socialestanto como los dems elementos que se construyen en la historia, simplemente se dan por meradifusin, digamos por contagio. Por ejemplo, una explicacin difusionista dir que el tipo decapitalismo que existen, hoy por hoy, en los Estados Unidos y el que se da en Amrica Latina, enparticular en Colombia, se debe a que sencillamente el norteamericano fue llevado all por losingleses amalgamados en unos elementos culturales que tenan que ver con ciertas concepciones

    religiosas de sus iglesias cristianas (cuqueros, entre otros), fundadas en una tica del trabajo; y de talmodo seguir diciendo el Difusionismo que all tuvieron la fortuna de ser colonizados por losingleses, mientras que ac tuvimos la desgracia de que, por azar, nos tocaran los sinvergenzas, losbandidos, ignorantes espaoles que trajeron otras concepciones, amalgamadas adems con lapereza y otros vicios unidos a enfermedades: junto a la gonorrea, la sfilis y la viruela, nos pegaron uncapitalismo enfeudado. Mientras que a ellos les pegaron el amor al trabajo y un sano capitalismo; anosotros, la pereza y este tipo de desarrollo que hoy tenemos de tal modo que en muchos casos, encircunstancias, segn una perspectiva racista de nuevo tipo, reconocemos que se nos sale el espaol yno el indio como el racismo contrario nos haba enseado a decir

    Mofndose un poco de eso, Marx deca que los hindes tambin haban tenido la fortuna de sercolonizados por los ingleses... Parece obvio que el tipo de capitalismo que se desarrolla en la India

    (tambin burocrtico como el de nuestra formacin social), es bien distinto del tipo de desarrollocapitalista que se ha dado en Estados Unidos.

    Es necesario, pues, discutir con el Difusionismo. Esta discusin re-aparece entre nosotros, reitero, en eldebate generado en la excelente presentacin que hicieron los compaeros de COPROGE19.Propusimos al finalizar su exposicin que podamos retomar, profundizar y reconstruir sus elementosclaves, partiendo de los textos de Engels aqu reunidos. Uno de esos textos es el que utilizaron ellos ensu intervencin y que hoy planeamos estudiar a fondo en el Seminario Vigotski. El texto que se titulaLa Marca es, como hemos dicho, muy poco conocido (incluso, muy desconocido). Apareci, segnhemos informado ya, como un agregado, como un anexo, a una primera edicin alemana de su Delsocialismo utpico al socialismo cientfico.

    4. Al rescate de la herencia de Engels

    As las cosas, hemos dedicado, en las ltimas semanas, una parte del tiempo de nuestra investigacin arevisar nuestros archivos, teniendo como referencia las inquietudes que nos quedaron de la discusin.

    All pudimos recuperar esos textos y otros de Engels sobre el asunto, en particular el que contiene unhomenaje de Engels a Otto Bauer, en el cual reconoce todo el trabajo que ste hizo en el intento deexplicar la problemtica de la religin; y otro, muy similar, donde el camarada de Marx se remite alorigen del cristianismo (llamado primitivo). Rescatamos e incluimos tambin otro bellsimo texto,donde Engels hace un brillante anlisis del Apocalipsis de Juan.

    Todos estos documentos estn aqu a disposicin de Ustedes, como lo explicamos al iniciar nuestra

    intervencin. Ya estn disponibles en la seccin libros, en nuestra pgina Web18 Cf:WWW.wikilearning.com( 2005, de Graciela Paula Caldeiro).19 La Corporacin de Gestin de Procesos Educativos.

    http://www.wikilearning.com/http://www.wikilearning.com/http://www.wikilearning.com/http://www.wikilearning.com/
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    www.pedagogiaydialectica.org, bajo el ttulo La Marca y otros textos fundamentales para laconcepcin materialista y dialctica de la historia.

    Partiendo de ese trabajo de investigacin y recuperacin, nuestro Grin propuso y el CEID y ADIDAhan decidido apoyar nuestra peticin de publicarlos y, como ya les dije, lo va a hacer bajo el ttulo LaMarca y otros textos de Federico Engels , con un perentorio Materiales recuperados para eldebate contemporneo con el Difusionismo y el Nuevo Institucionalismo. Este resultado de

    nuestra discusin y de nuestra investigacin que hoy presento como avance y sntesis inicial, se agregarseguramente ampliada a la edicin de los mismos.

    Esta Presentacin de La Marca y otros textos de Federico Engels: Difusionismo, Formacinsocial y el Nuevo Institucionalismo bajo cuya designacin hemos citado esta conferencia, har las

    veces de introduccin. Pero debo decir que nuestra intervencin en la noche de hoy tal como lopropusimos en la reunin operativa de la semana pasada aspira a ser una sntesis de lo que hemosencontrado y vislumbramos en nuestra indagacin sobre el Institucionalismo, que empieza a caminar;ahora ms conscientemente, desde la formidable herencia de Engels.

    En los trabajos de Engels hay unos planteamientos que, segn pensamos, son esenciales. Algunos deesos son los que vamos a tratar de resear o subrayar aqu. Lo reiteramos: estn, desde luego, al servicio

    de todo aqul que los quiera leer; pero estn propuestos especialmente para quienes hemos asumidoeste proceso de investigacin, en apoyo de la fundacin del Instituto Pedaggico Superior. Muchoagradecemos, una vez ms, a los compaeros que, en la discusin, nos han recordado la existencia de LaMarca, el extraordinario texto que hace mucho tiempo yo, por ejemplo, no trajinaba: nos parece reitero esencial en el debate contemporneo. l seala un elemento clave que se deriva de la tesis quelos compaeros propusieron o sugirieron en su intervencin: cualquiera que sea el invasor, cualquieraque sea el colonizador, cualquiera que sea quien llegue a ejercer un proceso de dominacin e imposicinde procesos histricos, tiene que partir de las condiciones materiales que encuentra; vale decir, que alcolonizador tambin se le imponen y como cimiento las relaciones que all en la que va a ser lacolonia estn dadas como resultado de su propioproceso histrico, de su propiaformacin social(vase, sino, el lance histrico de Roma en Grecia). Es ms: tal como lo enfatizaron los compaeros, los

    procesos de evolucin e involucin, y el desarrollo en espiral de la propia historia de Espaa, tantocomo de una buena parte de Europa, tendran la traza de la Marca, como una presencia histricaanterior al proceso de la romanizacin, como parte esencial de sus formaciones sociales. En la Marcaestn las claves del feudalismo y, en su herencia, el remanente de las instituciones de lasemifeudalidad que heredamos por estas tierras en claves catlicas, apostlicas y romanas

    5. Contra la ausencia de dialctica

    Es ste, entonces, un buen dato que nos ha permitido preguntarnos por otras cosas. sa, es la primeramotivacin de la conversacin iniciada: la urgencia insistimos de hacer una discusin con el asuntodel Difusionismo, y la necesidad de entender otro elemento que en otros textos de Engels estn

    suficientemente claros contra la metafsica, vale decir contra la ausencia de dialctica. Esto es la tesis segn lacual no podemos mecnicamente decir que tal fenmeno ideolgico ocurre, automticamente,porque se corresponde con tal fenmeno econmico, como si eso fuera as directo, maquinalmentegenerado. Engels dice con toda claridad que tratar las cosas as es tratarlas con una ausencia total dedialctica.

    Porque el Marxismo no es una dialctica mecanicista, nos blinda contra los desafueros tanto delDifusionismo como de los del Institucionalismo viejo y nuevo (tal como ms adelante lo haremosexplcito). Hay que mirar, desde las implicaciones y exigencias de lo que se nos aparece como evidente,incluidas las evidencias de las fbulas que tabulan y ordenan el pensamiento sociolgico en losmrgenes del Funcionalismo, tanto como en el Difusionismo y el Institucionalismo, o el Eclecticismo

    que suele fundarlos.Engels, en una de las cartas que proponemos estudiar, seala precisamente que uno de los problemasque tenemos con los epgonos del Marxismo (vale decir con quienes desarrollaron del Marxismo slo

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    su letra), radica, precisamente, en que stos resultaron copiando mal la tesis segn la cual lo econmicodetermina lo dems. Al hacerlo, llegaron hasta asumir lo econmico como el nico elemento, por demsexcluyente en esta lgica que rige y determina el conjunto de la prctica social. Y, de tal maneralo hicieron, que no pudieron ver lo que, por ejemplo, Engels en otro texto denomin la accin derplica20.

    Contrario a estos despilfarros de la razn, que los idelogos de la postmodernidad y especficamente

    del neoliberalismo le achacan al Marxismo, ste siempre mostr cmo los elementos ideolgicostambin influyen y determinan aunque no en ltima instancia los procesos de las formacionessociales.

    En una carta de Engels a W. Borgius en 1895, puede leerse que el desarrollo poltico, jurdico, filosfico,religioso, literario, artstico, etc., descansa en el desarrollo econmico; pero todos ellos repercuten tambin los unos sobre losotros y en su base econmica. De tal modo son las cosas que no es que la situacin econmica sea la causa, [valedecir]lo nico activo, y todo los dems efectos puramente pasivos sino que hay un juego de acciones y reacciones,sobre la basede la necesidad econmica, que se impone siempre, en ltima instancia.21

    La referencia que Engels hace a rengln seguido es lo suficientemente clara:

    el Estado, por ejemplo, acta por medio de los aranceles protectores, el librecambio, el buen o mal rgimen fiscal;y hasta la mortal agona y la impotencia del filisteo alemn por efecto de la msera situacin econmica deAlemania desde 1648 hasta 1830, y que se revelaron primero en el pietismo y luego en el sentimentalismo y enla sumisin servil a los prncipes y a la nobleza, no dejaron de surtir su efecto econmico, [de tal modo que]fue ste uno de los principales obstculos para el renacimiento del pas, que slo pudo ser sacudido cuando las

    guerras revolucionarias y napolenicas vinieron a agudizar la miseria crnica.

    La orientacin metodolgicaes clara y precisa: no es por razones de comodidad, y de vez en cuando, quepodamos imaginar, que la situacin econmica ejerza un efecto automtico; sino, por el contrario,que

    son los mismos hombres los que hacen la historia, aunque dentro de un medio dado que los condiciona, y a basede las relaciones efectivas con que se encuentran, entre las cuales las decisivas, en ltima instancia, y las que nosdan el nico hilo de engarce que puede servirnos para entender los acontecimientos son las econmicas, por muchoque en ellas puedan influir, a su vez, las dems, las polticas e ideolgicas.

    Y agrega: Los hombres hacen ellos mismos su historia, pero hasta ahora no con una voluntad colectiva y con arreglo aun plan colectivo, ni siquiera dentro de una sociedad dada y circunscrita. Por eso, cuando sus aspiraciones seentrecruzan, en todas estas sociedades impera la necesidad, cuyo complemento y forma de manifestarse es lacasualidad. As, la necesidad que aqu se impone a travs de la casualidad es tambin, en ltima instancia, laeconmica. (Recuerdo, entre parntesis, que este seminario particular que hoy desarrolla el Seminario

    Vigotski, se denomina precisamente Determinismo y casualidad, siguiendo esta lnea depensamiento).

    ste es el lugar, dice Engels, de los llamados grandes hombres. Si surge uno de stos (precisamente ste

    y en un momento y un pas determinados), eso es pura casualidad. Perosi lo suprimimos, se plantear la necesidad de remplazarlo, y aparecer un sustituto, ms o menos bueno, pero ala larga aparecer. Que fuese Napolen, precisamente ese corso, el dictador militar que exiga la RepblicaFrancesa agotada por su propia guerra, fue una casualidad; pero que si no hubiese habido un Napolen habravenido otro a ocupar su puesto, lo demuestra el hecho de que [ha surgido] siempre que ha sido necesario unhombre: Csar, Augusto, Cromwell, etc..

    Otro tanto, finaliza diciendo Engels, acontece con las dems casualidades y aparentes casualidades de lahistoria. Y cuanto ms alejado est de lo econmico el campo concreto que investigamos y ms se acerque a lo ideolgico

    puramente abstracto, ms casualidades advertiremos en su desarrollo, ms zigzagueos presentar la curva. Perobasta trazar el eje medio de la curva para que veamos que cuanto ms largo sea el perodo en cuestin y ms

    20 No es el momento ni el lugar para precisar nuestro deslinde con las tesis que al respecto, y a propsito del Eclecticismo, sostiene Marvin Harris enrelacin con la posicin terica de Lenin y Mao Ts-tung.

    21 Subrayamos

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    matemtica no de la realidad (de la mano del Modus Tllens)24.

    Ahora bien, si se observara un cisne negro, el consecuente o implicacin lgica de las premisas aparecer comofalso ante nuestros ojos en tal caso la evidencia emprica habr refutado la teora. Es decir que, para elfalsacionismo popperiano, las teoras son empricamente refutables (pero no son confirmables o, en rigor,demostrables). En ese mundo no interesa que los postulados bsicos (abstracciones de las que est hecha la teora)sean empricamente corroborables o verdaderos, no interesa su relacin con la realidad o base emprica.25

    Como puede verse, en este mundo popperiano, lo universal es una teora que (aun siendo falsa) se leimpone provisionalmente a la realidad y se mantiene como verdadera en el sentido de la lgicamatemtica mientras no sea refutada por un cisne negro, por un dato emprico.

    Federico concluye que en el dispositivo lgico del fundamento popperiano (Modus Tllens), loparticularemprico (el cisne individual negro) es lo que permite negar la verdad universal de unateora falsa desde siempre. Por eso agrega la relacin de lo emprico (la realidad) con lo histrico aparecedislocada y, en ese trance, se reemplaza una conexin histrica de la abstraccin con la realidad por una conexinlgica (matemtica) donde lo emprico es lo particular y no lo histricamente determinado comouniversalidad. En ese escenario (como a ellos les gusta decir), la universalidad habita slo en elmundo de la lgica (metafsica) formal.26

    La formulacin althusseriana que arriba citbamos, no slo le hizo el mandado filosfico a lo quesera el neo liberalismo, sino que llevaba en sus entraas el germen tanto del Dogmatismo y laMetafsica,como el delEmpirismo y el delEclecticismo

    Lo universal no se mezcla con lo particular; simplemente son dos polos de la misma contradiccin, yambos son inseparables de la prctica social. El concepto de formacin socialhay que entenderlocomo formacin histrico-social, tal como este concepto establece y encierra: formacin, vale decir

    proceso. La formacin ocurre en la historia, la historia forma. As, laformacin socialque nosotros tenemosaqu seformy se sigue formando histricamente (Digamos entre parntesis que es necesario depurar elconcepto de formacin de la carga aristotlica que le impone su aproximacin al concepto deforma).

    Para poner un ejemplo, as muy sencillo, retomemos el asunto de lo que son las regiones en este pas,sas que nos hacen aparecer como si fueran regiones naturales determinadas simple y naturalmentepor la existencia de las montaas, los ros, los valles, las bahas, etc. Nos dicen que la gente aprendeall a hablar de una determinada manera, tal vez influenciados por el clima, o porque imitaron a los

    vecinos; que de la presencia del clima o del piso trmico se derivan, directamente, las costumbres, entreotros fenmenos Pues no, la realidad social es muy otra: esas formaciones sociales tambin(y sobretodo) seformaronhistricamente. Por ejemplo, las regiones se formaron en este pas en concreto, a partirde los enclaves que la colonia espaola tuvo que montar para hacer el saqueo de las materias primaspartiendo de las bases de la organizacin social que aqu encontraron los colonialistas y determinaronlas caractersticas de esos enclaves vale decir de las regiones. se, es el origen remoto de lasfamosas regiones que hay en este pas y en toda Amrica Latina, desde luego con sus propiasespecificidades.

    En ese mismo proceso se origina como un problema jams resuelto, el tipo de tenencia de la tierra y loscorrespondientes desplazamientos de los campesinos despojados de la tierra en Colombia. Estosfenmenos no son, como muchos quisieran o pudieran creer, una invencin de Ralito, ni empez hacecinco aos, ni hace seis aos, ni hace dos aos, ni hace ocho das. No se es un problema histrico. Eneste pas, los seores de la guerra tuvieron siempre ejrcitos ms o menos particulares, mesnadas a suservicio, desde los orgenes mismos de la actual formacin social colombiana. De cmo se desarroll(sin resolverse realmente) aqu el problema colonial; de cules fueron las lneas que en poltica, valedecir, en la conduccin de la lucha de clases, se impusieron ideolgica y militarmente, e impusieron su

    24

    Tambin llamado razonamiento indirecto, el modus tollendo tollens (del latn, modo que negando niega), es el nombre formal para laprueba inferencialcontra-positiva o indirecta(se abrevia como "MTT)". Implica una tautologaque se formaliza como una ley lgica, en la siguiente forma: Si P, entonces Q; Q es falso; Entonces P es falso. Vase, por ejemplo el informe de Wiquipedia al respecto.25 Idem26 Vase por ejemplo POPPER, Karl. La lgica de la investigacin cientfica. Tcnos; Madrid: 1973.

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    concepcin de Estado y de desarrollo; de cules fueron las correlaciones de fuerza que seconcretaron en el desenvolvimiento de la guerra de independencia y de los procesos que atravesarontodo el siglo XIX y, luego, el XX; de cmo finalmente no se resolvi el problema nacional al noresolverse ni este problema de la tierra ni el problema de la democracia; de cmo en esta formacinsocial los monopolios, el capital financiero, reproducen y profundizan las relaciones sociales capitalistas,poniendo a su servicio viejas formas pre-capitalistas y renovadas formas corporativas y las

    articulaciones de todas estas aristas que definen al modo de produccin capitalista depende el carcterde la formacin social colombianahoy da, y marca el camino que esta sociedad transitar hacia el futuro.Esto determina el tipo de desarrollo, el tipo de economa y las caractersticas culturales que en lasregiones y en el conjunto de la formacin social se han impuesto y se desplegarn a futuro.

    Resumiendo, esta noche decimos algo elemental: la mejor manera de salirle al paso a los planteamientosdel Difusionismo, la asumiremos al pararnos en el concepto de formacin social, y en la crtica a la visinestructuralista y althusseriana del mismo, porque esta categora (formacin social) reclama una miradasobre el proceso histrico y sobre cmo se construye el conjunto de las relaciones sociales, en todos losterrenos y en todos los niveles de laprctica social.

    7. Produccin y reproduccin: la instancia decisivaEl otro concepto que tendramos que retomar de la discusin que hemos venido asumiendo, y que esde mucha importancia para la crtica del Difusionismo, lo tendremos que esclarecer al entender esoque en su momento la academia alcanz a denominar instancias: lo econmico, lo poltico, loideolgico...

    La pregunta, la cuestin esencial que hacemos es sta: Qu relacin hay entre esto que acabamos deplantear y la explicacin, por ejemplo, de en cules de estos niveles de la sociedad, en una formacinsocial concreta, se produce el fenmeno de la reproduccin social? A esta interrogante se une esta otra:Cmo una prctica especfica se articula en el conjunto de la prctica social?

    Engels, en uno de los documentos que proponemos al estudio, sostiene una tesis cardinal: dice que loque hay que entrar a explicar y, la diferencia que existe con otros procesos que son digamos deorden natural, es que aqu hay que hablar no slo de la produccin, sino de la reproduccin. As, entonces, elproblema de cmo se reproducela sociedad, de cmo se reproduce el conjunto de la prctica socialy elconjunto de las relaciones de produccin, es un problema primordial.

    Es necesario resolver, tericamente el problema explicar cmo maana (es decir el da siguiente) esto que hoy tenemos sigue siendo capitalismo; cmo se reproduce la sociedad capitalista; cmo sereproduca la sociedad feudal, cmo se reprodujo la sociedad esclavista, cmo se reproduca unadeterminada formacin social como esclavista, feudal, o capitalista... Este concepto clave (de lareproduccin) es importante porque nos permite pensar otra categorizacin: definitivamente loeconmico y las relaciones econmicas determinanlos procesos, pero no mecnicamente. Encontramos

    aqu otro elemento clave que es ste: en dnde est lo propio (el fundamento) de la reproduccindeuna determinada formacin social? Por ejemplo: Por qu en el capitalismo la reproduccin de lasrelaciones sociales de produccin est en la economa misma, en el hecho mismo de la venta de lafuerza de trabajo, en la reproduccin de la fuerza de trabajo, de tal manera que en el proceso de cmose acumulaest el fenmeno mismo de la reproduccin? En cambio, en el feudalismo los elementos clavesde la reproduccin estaban en el terreno ideolgico y especficamente en el funcionamiento de lasinstituciones religiosas, que es un asunto que vamos a trabajar en las primeras de cambio de lassesiones siguientes en el desarrollo del Seminario que hoy estamos proponiendo desde una de las lneasde nuestro grupo de investigacin, para abordar la explicacin de cmo se generan los sujetos alinterior de las instituciones, y cmo ellas hacen creer, y cmo no slo forman los sujetos necesarios ala reproduccin de la prctica social, sino a su movilizacin activa, incluso militante, al servicio de la vieja

    cultura.Al indagar por el camino que estas preguntas abren, encontramos cmo, en sociedades anteriores a laexistencia del feudalismo, no solamente en el esclavismo, sino en las que se han llamado sociedades

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    asiticas, el fenmeno de la reproduccin estaba ubicado en otro terreno; sobre todo en las sociedadesesclavistas. Estaba en el terreno de lapoltica. Eran sociedades esencialmenteguerreras, dependan de queel Estado hiciera la guerra para capturar fuerza de trabajo esclava. Eso tena que ver con la ideologatena que ver con los fundamentos ideolgicos que movilizaban la poblacin hacia la guerra y en laguerra, pero lo decisivo de este mecanismo de reproduccin no era el problema ideolgico, tampoco eralo econmico directamente, aunque all se originara lo decisivo era esa continuacin de la poltica por

    otros medios. Entonces cul es la instancia decisiva?Como ven, el concepto de instancia decisiva, la instancia donde se reproducen las relaciones de produccin,donde se reproduce la formacin social, es un aspecto bsico en esa discusin, y clarificarlo permitedesmontar las falsificaciones, quimeras y artificios que galopan tanto en el Difusionismo como en elInstitucionalismo, en el intento de marginar la lucha de clases o de segregar la historia para presentarla almargen de la lucha de clases.

    Un aspecto no menos importante de esta discusin tiene que ver con la presencia de los programasy loscompromisos; vale decir, la existencia de los sujetos individuales y colectivos. Maana, cualquier da,esta sociedad capitalista seguir siendo capitalista, tanto como al otro da de cualquier da del Medioevo,segua siendo feudal esa sociedad. En el corto plazo, la contradiccin entre la tendencia a la reproduccin

    de las relaciones sociales y el rumbo de la revolucinse resuelve a favor de la reproduccin; pero, en ellargo, se impone la revolucin, la transformacin radical de la sociedad, de las relaciones de produccin.La hiptesis dulzarrona del mecanicismo dice que el desarrollo de las fuerzas productivas llega al lmite en querompe las relaciones de produccin. El lmite es, como sabemos ese conjunto d contradicciones que Lenindenomin situacin revoiconaria.

    El Marxismo, desde el principio, marc esto como una tendencia objetiva que genera tambin lascondiciones subjetivas: la activa y militante participacin de los sujetos. La contradiccin entre lareproduccin de la vieja sociedad y su revolucin es un problema de programas (los programas de lareproduccin y el de la revolucin), es un asunto del conocimiento de la sociedad por transformar, unasunto de sujetos que usan ese conocimiento a favor o en contra de la historia, una cuestin demilitancia de propsitos. Reivindicamos la frrea presencia de estos sujetos, de los Ulises que somos,

    cuando sabemos de taca y afrontamos los Ciclopes, Sirenas, Calipsos y Lestrigones y nos negamos aingerir el mentiroso manjar del olvido que parece ms fcil y gratificante

    Por eso, una vez ms, agradezco a los integrantes del grupo de investigacin que con sus intervencioneshan hecho posible retomar el debate en torno al Difusionismo y al Institucionalismo; agradezco quetengamos odos receptivos a estos planteamientos y que todo esto lo tengamos que retomar, afrontar yasumir con todas sus consecuencias.

    Hoy estamos buscando el camino por donde hay que buscar la salida de ese debate.

    8. La educacin y las crisis del capitalismo

    El segundo elemento que nos ha permitido asumir estas reflexiones, y la propuesta de investigacin queaqu se est abriendo paso (uno de cuyos avances presentamos y se concreta en esta parte delSeminario), tiene que ver con otros hallazgos iniciales que este Grupo ha hecho en el proceso de lainvestigacin que iniciamos hace por lo menos diez aos y que hemos mantenido como un todo conprocesos diferenciados y problemas especficos asumidos como preguntas de investigacin relacionadasentre s.

    Hemos planteado unas tesis bsicas tratando de explicar el fenmeno de los cambios que en laeducacin se han dado, sobre todo preguntndonos por qu (se generan) los cambios en la educacin yen la legislacin escolar. Los primeros hallazgos han llevado nuestras preguntas a buscar las respuestasen la explicacin de la crisis del capitalismo, sobre todo en las races econmicas de la crisis; pero tambin en

    sus implicaciones, en otros niveles, digamos que culturales de la misma, y claro a explicartambin sus repercusiones en el conjunto del entramado social.

    En el anlisis, encontramos una mirada que sobre el desarrollo del capitalismo, durante el proceso del

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    siglo XX, que tiende a negar la existencia de la crisis del capitalismo, negando de paso y al mismotiempo la existencia de las leyes objetivas que regulan los procesos sociales(tal cual son stos, la educacin, elcurrculo o la legislacin escolar, an considerados en s mismos).

    Una vez superada esta barrera en el anlisis, encontramos que la ltima gran crisis del capitalismo seorigina en el ao 72 del siglo pasado, y especficamente aparece como una crisis energtica. Peroencontramos ms: esa crisisno era, estrictamente hablando, una crisis energtica, ni an se ha podido

    resolver. Estamos todava gravitando en esa misma crisis. Por eso muchos pasaron de la idea segn lacual al capitalismo ya no le dan crisis, a la contraria: el capitalismo est en una crisis permanente.

    Pero ni lo uno ni lo otro es cierto27. Las leyes objetivas que determinan el proceso del capitalismo,generan crisis peridicas. Pero el desarrollo de la lucha de clases y el carcter de sus contradiccionesesenciales ha hecho que esas crisis sean cada vez ms profundas, de mucho ms duracin (comparadascon otras presentadas en los ciclos anteriores). stas, son las crisis que corresponden a los cicloslargos o ciclos Kondratief (reconocidos con el nombre del economista que los propuso y estudi).Cada ciclo tiene una onda ascendente (por ejemplo la que va entre el fin de la Segunda Guerra Mundialy el ao 1972), donde todoparecair muy bien, donde las contradicciones parecan haberse esfumado.

    A esta fase ascendente sigue una cada que, como parte de un nuevo ciclo, an no concluye.

    Contra la creencia segn la cual el sistema econmico moderno (el capitalismo) es un proceso que sedesarrolla linealmente y sin traumas, su proceso real est sometido a fluctuaciones bruscas ydolorosas, a retrocesos y movimientos contrarios que marcan y entraban su camino de la expansina lacontraccin.

    Como quiera que haya sido, las crudas manifestaciones de estos fenmenos fueron llevando a laaceptacin ms o menos universal de la hiptesis que supone la existencia de ciclos cortos (en unperodo aproximado de diez aos en el cual producen cortas fases de expansin y contraccin de laeconoma capitalista). Tambin se acept, ms all de los optimismos radicales del liberalismorampante, que estos ciclos cortos, se enmarcaban en los ciclos largos, descritos por economistas ehistoriadores, como compuestos por cuatro fases que se articulan como un ciclo patrn: depresin recuperacin auge recesin depresin etc.28

    Todo ocurre, an sin superar la mera evidencia, en este recorrido: Primero, la depresin es el puntoinferior del ciclo y se caracteriza por la baja produccin y el fuerte desempleo, tanto de los hombrescomo de los equipos. Este paro genera la incapacidad de consumo, golpea la industria de bienes deconsumo y disminuye la demanda de bienes de inversin, reponindose menos equipo del que sedeteriora; Segundo, en larecuperacin, crece la produccin y el empleo, aumenta la renta, se incrementala inversin (no disminuye e, incluso, aumenta el consumo); Tercero, en elauge,que representa la crestade la ola del ciclo econmico, la recuperacin se generaliza en los diversos sectores de la economa;Cuarto, la recesin, surge en cuanto que, prontamente aparecen nuevas fricciones que originan27

    Para un anlisis detallado, Cf: VALLEJO OSORIO, Len. Un traje neo para el soberano liberal . Lukas Editor; Medelln: 1999. VALLEJOOSORIO, Len. Psimos remedios (observaciones sobre la crisis: capitalismo, tasa de ganancia, gerencia estratgica, postmodernidad ycorporativismo). Lukas Editor, Revista Pedagoga y dialctica; Medelln: 2005. VALLEJO OSORIO, Len. Guantes para la mano amoral .Revista Pedagoga y dialctica. Pueden consultarse en:www.pedagogiaydialectica.org.

    28 MARTN URIZ, Ignacio. Crisis econmicas del siglo XX. Aula abierta Salvat; Madrid: 1985

    Depresin

    Recuperacin

    Auge

    Recesin

    Tiempo

    Ciclos cortos de la economa

    Depresin

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    nuevos estancamientos (escasea fuentes de trabajo y algunas materias primas, los aumentos en lademanda se pretenden cubrir con la subida de los precios se deterioran los salarios reales, laconstruccin se frena y reducen las inversiones, comienza a darse el paro (el desempleo) y sederrumban los beneficios, de tal modo que ya los empresarios no encuentran incentivos para lainversin). As, al final de este proceso nos encontramos donde haba comenzado el ciclo.

    Pero esto es slo una descripcinque no explicael proceso, aunque sea cierto y tambin claro que las fases

    del ciclo largo marcan de igual manera las de los ciclos cortos; y estos son cada vez ms cortos. Elgran ciclo largo que se inici en 1972, an no se cierra. Las recuperaciones vividas desde entoncescorresponden a ciclos cortos y el auge es an ms efmero, mientras la depresin es ms larga. Laburguesa, los cuadros del imperialismo, han hecho todos los intentos para resolver todo esto. Peroaqu, de 1972 a la fecha, han fracasado estructuralismos, ofertismos, monetarismos, Institucionalismos

    viejos y nuevos Reaganomics, Thatcherismos, pinochetismos (cuyos asesores con Haberguer a lacabeza fueron los mismos que elaboraron el programa de Alessandri, el candidato de la derecha queperdi las elecciones con un reformista llamado Salvador Allende), Carter-ismos, Putinismos Enfin, los Chicago boys, las mancuernas de Friedman, los herederos de Hayek los militantes detodas las derechas junto a los realistas razonablemente ganados para la nueva doctrina en lasizquierdas de Europa y Amrica latina (Brandt, Soares, Shimon Peres, Mitterrand, Felipe Gonzlez,

    Lagos, Lucio, Garca o Menem, entre muchos, que incluyen a Lula y su peculiar poltica) queaplicaron (unos y otros) la mismareceta.

    Ninguno de los esquemas de la economa burguesa, incluso las formas ms puras del neoliberalismo ode quienes han pretendido aplicarlas tomando distancias, ha podido resolver el problema de la crisisdel capitalismo ms all de unas pequeas recuperaciones que siempre terminan en una cada msprofunda y ms prxima.

    Hemos dicho, desde el Marxismo, que la clave y la explicacin de la crisis estn, han estado, en latendencia a la cada de la tasa de ganancia. Y esa tendencia es objetiva, mientras que las contra-tendenciassonpolticasydependen de la lucha de clases:dependen de las correlaciones de fuerzas, de la direccin queest al frente de unas y otras clases enfrentadas dependen de muchos factores (objetivos y

    subjetivos): todas las determinaciones econmicas e implicaciones polticas. Por ello en la explicacinmarxista si bien hay un determinismo histrico NO hay una tal teleologa que ubique el desarrollo delas contradicciones a favor de una u otra, de forma inevitable, como se ha pretendido decir por parte dealgunos crticos.

    Carlos Marx explica el fenmeno cuando liga estos diferentes factores29.

    El llamado desarrollo tecnolgico, resultante del aumento de la composicin orgnica del capital 30,determina un descenso gradual de la cuota general de ganancia, siempre y cuando la cuota de plusvala (elgrado de explotacin del trabajo por el capital) permanezca invariable. Todo, porque muyprecisamente la nica fuente de valor, y por lo tanto degananciaes la mercanca denominadafuerza detrabajo. Por eso todas las maniobras del capital parasitario monopolista por embolsicarse inmensas

    ganancias extraordinarias a cuenta de maniobras rentsticas, generan lo que los propios economistasburgueses denominan burbujas especulativas que estn destinadas a romperse, multiplicando yprofundizando la crisis.

    Pero la ley de la cada de la tasa de ganancia no es una ley absoluta. Ocurren en su contravacontra-tendencias conscientesque pueden manejarse y se despliegan comopolticas de Estado que terminanpresentndose como Polticas Pblicas(como polticas generadas por la sociedad civil).

    La tendencia gradual y paulatina de la cuota de ganancia a bajar, es una manifestacin caracterstica delrgimen capitalista de produccin, que es esencialmente un rgimen de acumulacin. Esta baja de latasa de ganancia lo afecta en sus fundamentos y origina la crisis que se precipita en los lmites omrgenes de las maniobras o polticasque se trazan para impedir su cada.

    29 MARX, Carlos. El Capital. Fondo de Cultura Econmica. Mxico, 1975. Tomo segundo, seccin tercera, captulo XIII. Pgs. 213 y ss30 Es decir, el incremento del capital constante(destinado a la compra de maquinaria) en relacin con el capital variable(el destinado a comprar la fuerza de

    trabajo).

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    Las llamadas por Marx contra-tendencias31 se aplican y estn a la base de los remedios que se intentanpara superar las crisis.

    El nico camino viable que las clases que controlan el Estado asumen, radica en el aumento eintensificacin de la explotacin del trabajo. Esto lo hacen los capitalistas por medio de paquetes quereforman la legislacin y reorganizan las relaciones laborales, afectando el conjunto del sistema degobierno y el rgimen poltico del cual es expresin. Con esos paquetes y esas maniobras garantizan la

    prolongacin de la jornada de trabajo o la intensificacin del trabajo, la reduccin del salario por debajo de suvalor, el abaratamiento de los elementos que forman el capital constante, el incremento de lasuperpoblacin relativa (que resulta inseparable de la capacidad productiva del trabajo), el desplieguedel comercio exterior, el aumento del capital-accin Todas estas medidas aparecen comocabezazos de los responsables de la economa capitalistas y las encontramos en diferentes momentosde la historia del capitalismo, pero sobre todo en los ltimos 35 aos En realidad constituyen losmrgenes de maniobra que el propio Marx enunci como contra-tendencias que,inexorablemente, terminarn reproduciendo la crisis de manera ampliada, no slo en lo econmico.

    Tal como lo decamos en otra parte32,

    entre tanto, la ultra explotacin de la fuerza de trabajo (hasta los niveles de la plusvala absoluta), el despliegue

    militar de los Estados contra las masas para impedir la expresin incluso de su inicial inconformidad, las descargasideolgicas que le dicen al micro empresario [y ahora al nano-empresario de Usted mismo Limitadagenerado por el emprenderismo]que no es un proletario sino un micro-burgus, proyecto de burguscompleto darn curso al cumplimiento irremediable de las leyes del capital donde el pez grande se traga al chico y noaguarda a la digestin. Ello, sin embargo, trae tambin la lucha de los nada que perder por cambiar las reglas, todaslas reglas de la condicin humana que, ahora, nos devora...

    Por eso nos diferenciamos de quienes entienden el neoliberalismo simplemente como un problemaque radica en un estilo de conducir a los Estados burgueses, pero tambin de quienes trataban reducirsu presencia, simplemente, a unapoltica.

    Para nosotros el imperialismo es una etapadel capitalismo. En esa etapa ubicamos los ciclos que marcan

    su proceso. All, ubicamos un cambio de ciclo que se inicia en 1972. Nos ocupamos de explicar cmo latendencia genera contra-tendencias jalonadas conscientementepor los Estados capitalistas a favor de unasu otras fracciones de las burguesas, como unas polticas que finalmente intentan intervenir pararesolver el problema por donde lo tienen que resolver: tal cual como tienen que gestionar elproblema de la cada de la tasa de ganancia

    Es importante sealar en este punto de la discusin que las llamadas Polticas de Estado (las quederivan del carcter del Estado en este caso burgus), toman distancia de la Polticas Pblicas

    Aunque stas se basan en aquellas, hacen referencia al Sistema de Estado que se hace concreto en unaforma de gobierno, vale decir en la organizacin concretadel poder del Estado (burgus) en un puntodel tiempo o la historia. Por ello las Polticas pblicas del Estado Bienestar aparecerancomo diferentes alas polticas pblicas del neo liberalismo (democracia participativa incluida); pero su diferencia es slode forma.33 Ambas, en tanto que Polticas de Estado, construyen simplemente contra-tendencias a lacada de la tasa de ganancia. Es lo que Absaln Machado en relacin con el tema agrario ha ilustradocomo una misma orquesta tocando ritmos diferentes.34

    Lo decimos con todas las letras: eso se puede resolver slo de dos maneras a) con una mayorexplotaciny captando ganancias (ojal extraordinarias) donde haya posibilidad de obtenerlas, o b) removiendo las causasprofundas de la crisis, lo cual implica liquidar las relaciones de produccin capitalistas,liquidando la apropiacin privada que de la produccin social hacen los capitalistas y liquidando laanarqua de la produccin, para poner al servicio de la humanidad todos los maravillosos logros

    31 Ob. cit. cap. XIV. pg. 232 y ss.32

    VALLEJO OSORIO, Len. Un traje neo para el soberano liberal . Lukas editor; Medelln: 1999.33 VALLEJO MONDRAGN, Federico Op. Cit.34 Vase La Academia y el sector rural 5 de Absaln Machado et al. Centro de Investigaciones para el Desarrollo CID. Universidad Nacional de

    Colombia. Bogot.2005. Asequible por la WEB o la resea del mismo por Federico Vallejo M. en Pedagoga y dialctica:(http://www.pedagogiaydialectica.org/debates.htm el linkLa Academia y el Sector Rural

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    cientficos, econmicos y culturales que esa misma humanidad ha alcanzado

    A la solucin a, aspiran las clases que usufructan las actuales relaciones de produccin; a la b, sucontrario dialctico.

    Mientras el asunto no se resuelva de raz, vale decir de esta manera radical, los que ahora controlan elpoder y son dueos de los medios de produccin, los que excluyen de su disfrute a quienes no puedan

    pagar por vivir, intentan resolver suproblema: cmo captar ms y mayores ganancias, cmo acumular yacumular, cmo generar condiciones de inversin.

    9. El asunto de la renta

    Nuestra investigacin nos ha llevado al anlisis de lo que se presenta como un mecanismo maestro de laapropiacin de ganancias extraordinarias, incluso con la utilizacin del Estado burgus como instrumentodirecto, al servicio de algunas fracciones de las clases en el poder.

    Tal mecanismo es la renta.

    Renta, es un concepto clave que nos permite, incluso, explicar muchos procesos que estn

    sucediendo en la educacin.Es importante pues estudiar cmo en las sociedades actuales el fenmeno de la renta se haconvertido en un fenmeno fundamental y cmo (en el capitalismo que el imperialismo siembra,genera, reproduce e implica en pases como ste y en estos procesos) cazar renta es un mecanismoesencial. Pero se convierte tambin en unproblemaclave.

    En la investigacin que hemos adelantado, encontramos elementos bsicos de esta problemtica aldescubrir que una manera que marca el carcter de los nuevos regmenes propiciados por las renovadasreformas polticas, radica en los mecanismos institucionalesque permitan cazar renta a travs del Estado.

    Muchas de las medidas adoptadas sobre el piso puesto en Colombia por la constitucin de 1991 (ypor la legislacin que a partir de ella se gener), establecen mecanismosexplcitos para hacerlo.

    Por ejemplo el artculo 355 de esta Constitucin, que comienza declarando que ninguna de las ramas urganos del poder pblico podr decretar auxilios o donaciones en favor de personas jurdicas o naturales de derecho

    privado, termina imponiendo que: El Gobierno, en los niveles nacional, departamental, distrital y municipalpodr, con recursos de los respectivos presupuestos, celebrar contratos con entidades privadas sin nimo de lucro y dereconocida idoneidad con el fin de impulsar programas y actividades de inters pblico acordes con el Plan Nacional y los

    planes seccionales de Desarrollo.

    Como si fuera poco, la norma constitucional termina dejando en manos del gobierno nacional lareglamentacin de esta materia. Y al hacerlo, ste fue diluyendo aquello del sin nimo de lucro.

    Es por esta avenida por donde transita la intermediacin como mecanismo rentista que ha hecho de laeducacin, la salud, el saneamiento bsico y la ahora llamada conectividad, el negocio perfecto: losintermediarios trabajan con recursos de la nacin, y sta les paga por cada clienteatendido (paciente,nio, usuario), prisionero de esa franja del mercado, en un proceso que avanza hacia la absolutaprivatizacin, mientras convierte entre tanto al Estado no slo en el garantede este orden infame,sino en una mquina que permite y acelera la acumulacin en manos de honrados mercaderes o deoscuras fuerzas que, con ello, financian tambin al Estado paralelo que ha gobernado, efectivamente alpas

    Desde aqu es posible entender la lgica de los ltimos eventos que han ocurrido en este pas (como elrecorte a las transferencias). Esas medidas aceitan la maquinaria de la caza de rentas; que ahora seconfunde con las instituciones estatales...

    Al consultar sobre este aspecto, y al desarrollar esta discusin con compaeros del grupo de

    investigacin Gestin y Poltica Pblica de la facultad de Administracin de la Universidad del Valle,ellos nos remitieron a un trabajo muy interesante, que se ubica en una perspectiva donde toma encuenta tanto el asunto del Nuevo Institucionalismo como el de la renta, pero con fundamentos tericos

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    (e ideolgicos) distintos a los nuestros. El solo ttulo les va a mostrar por dnde va el asunto: estedocumento se denomina Estado, empresarios y redes rentistas durante el proceso sustitutivo deimportaciones en Uruguay.35

    Como quien dice que en Uruguay tambin estn preocupados por el mismo fenmeno. Aqu cabe,desde luego, profundizar en la discusin y esta noche no podemos hacerlo, de tal modo que dejaremosplanteado el asunto para retomarlo en una prxima sesin del Seminario. El texto es de la investigadora

    Cristina Zurbriggen, y obedece a su tesis doctoral en Ciencias Polticas de la Facultad para lasCiencias Sociales y Conductuales de la Universidad de Tbingen. Ella, empieza mostrando justo esoselementos y lo dice:

    En la sociedad uruguaya es habitual escuchar expresiones tales como: los empresarios son buscadores de rentas,no son innovadores, buscan slo privilegios. Es frecuente ver a los empresarios clamando por refinanciaciones,exoneraciones, aranceles, subsidios, desgravaciones, devoluciones de impuestos, etc. [aunque] los empresarios, porel contrario, alegan que el Estado estimul la realizacin de actividades de bsqueda de rentas.

    Y contina:Los empresarios argumentan que Una de las caractersticas del accionar estatal, desde la dcada del treinta,ha sido la cantidad de medidas de poltica destinadas a legislar sobre casos especficos. El Estado, ms que fijarun marco general para el desarrollo de las diversas actividades econmicas, intervino a travs de medidas de

    poltica econmica cada vez ms selectivas, beneficiando a unos sectores y per judicando a otros. En este contexto,para los empresarios, buscar la proteccin del gobierno se hizo ms importante que ser eficientes en su propiaempresa(Comisin Intercameral Empresarial, 1989, p. 14)

    El rentismo, dice nuestra autora, es una expresin que se ha usado en la literatura latinoamericana y en otrassociedades subdesarrolladas para expresar la relacin entre empresarios y Estado que aliment la tendencia de labsqueda de rentas polticas antes que competitivas. Explica el concepto: Consiste en la bsqueda de

    privilegios por parte de los empresarios, a partir de una influencia poltica sobre el gobierno, que consigue modificaciones demedidas econmicas. Y precisa que la renta poltica termina siendo un sustituto de la renta econmica, esdecir que los empresarios, o los grupos empresariales, desplazan recursos pblicos en beneficio propio, a partir de lainfluencia poltica, en lugar de mejorar la competitividad de los bienes y servicios que producen en sus empresas

    Como encuentra limitaciones en el concepto llama a realizar una reconstruccin crtica del trmino para noquedar en lo peyorativo, en lo negativo, que sin duda nadie refrenda pero limita el proceso de compresin y particularmentela bsqueda de soluciones al problema.

    Aunque el rentismo se asocia a lo no productivo, al lucro fcil, a la especulacin, y se opone a competitividad(lo cual no es siempre exacto), es menos frecuente vincularlo a trminos como clientelismo. En una nota apie de pgina abunda:

    En el mbito acadmico, el clientelismo es considerado una relacin de dominacin hacia los pobres, una ciertalgica de intercambio social en la que se oferta una posibilidad de acceso a recursos, particularmente estatales, acambio de lealtad poltica. Se trata de transacciones de beneficio mutuo, para los dirigentes que ocupan posiciones

    privilegiadas y para los seguidores que, ocupando posiciones subalternas, obtienen sin embargo una actividad desobrevivencia o una va de movilidad social a travs del usufructo de las rentas pblicas. En principio, todo

    ciudadano, por su condicin de tal, debera acceder a esos recursos por mecanismos ms democrticos dedistribucin de las riquezas

    Para concluir que no obstante, el rentismo es expresin del mismo fenmeno, el particularismo, con el atributo de quelos clientes son empresarios. Estos tambin buscan el contacto poltico para obtener un prstamo especial, una exoneracin

    fiscal o mover el expediente en una oficina pblica, como lo hara otro ciudadano, aunque cuando el cliente es unpobre, la estructura clientelar puede generar una relacin de subordinacin a los polticos, pero en el segundo caso, porel contrario, puede forjarse una subordinacin del poltico al empresario. De all que, siguiendo a ODonnell, laautora que vamos rastreando, va a considerar al rentismo como expresin del particularismo, unfenmeno poltico que, a su juicio, es propio de las realidades polticas latinoamericanas.

    En realidad, ese particularismo es una forma que asumen las relaciones sociales en las formacionessociales donde la reproduccindel conjunto de las relaciones sociales capitalistas se da bajo la coyunda del

    35 ZURBRIGGEN, Cristina. Estado, empresarios y redes rentistas durante el proceso sustitutivo de importaciones en Uruguay. Tesis doctoralen Ciencias polticas. Facultad para las ciencias sociales y conductuales de la Universidad de Tbingen.

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    imperialismo, en las claves de la entidad histrica que el maosmo ha denominado capitalismoburocrtico.

    Si entendimos bien, hay que concluir que en un rgimen donde dominan los particularismos, elgamonalismo condiciona el manejo de las contradicciones, de tal modo que se generen mecanismosinstitucionaleseficientes para las fracciones de clase que detentan el poder gamonal, donde la distribucinde los recursos del Estado y el propio ejercicio del poder estatal (o para estatal) fomenta una forma

    patrimonial de ejercerlo, donde los espacios y los recursos polticos se usan para satisfacer los fines particularesde esos ya determinados grupos poderosos; lo cual, adems, aumenta el uso discrecional de los recursos

    pblicos.

    Como quiera que sea, gamonalismo y rentismo se articulan en el Estado y desde el Estado y susinstituciones como forma esencial de reproduccindel conjunto de la prctica social y de la formacinsocial.

    Cuando la Zurbriggen empieza a hacer su trabajo y a precisar el marco terico de su investigacin,encuentra necesario hacer una revisin directa de otro tema que nosotros, por otras razones, tambinestamos trabajando. Es el fenmeno de las instituciones y del Institucionalismo, como teora que laslegitima.

    En el trnsito del viejo al nuevo Institucionalismo aparece, como una indicacin esencial al rumbo desu intervencin, la indagacin sobre lo que es una institucin. Tal como lo pueden ver en esto que voydiciendo, qu es y cmo se forman las instituciones?, es una interrogante doble al que llega una indagacinseria, contempornea sobre el asunto del rentismo, si de verdad queremos explicar con seriedad de dndesurgen las ganancias extraordinariasque, en el actual ciclo de acumulacin, pretende sacar adelante la crisisde acumulacin. Su desarrollo consecuente tendr que mostrarnos, adems, cmo al pincharse laburbuja especulativa que se levanta sobre los goznes del Estado y del actual Rgimen para favorecer alos cazadores de renta prximos a los engranajes del poder central y de los poderes delparticularismo, la destorcida no slo profundiza la crisis (no slo econmica) sino que lleva almodelo hasta sus mrgenes ms oscuros, crticos y delirantes.

    10. Las instituciones: mquinas de hacer creer

    Precisamente, dentro del trabajo que hemos planeado para el Seminario, hemos bosquejado comoproblema preguntar por las relaciones que, en las instituciones, establece el Estado a la hora de lageneracin del sujeto: en las sociedades divididas en clases, los sujetos son generados por el Estado en sus estructurasbajo la forma de instituciones que operan como verdaderas mquinas de hacer creer36.

    Profundizar en la comprensin histrica de las instituciones y sus dinmicas, especialmente enrelacin a cmo en ellas los agentes del Estado conscientemente o no amasan y moldean lossujetos, hacen que crean todo lo que deben creer para que funcionen adecuadamente en el conjuntode la prctica social, como depositarios y portadores del orden establecido. Ello nos permitira explicar

    muchos de los problemas particulares que hemos abordado como objetos de investigacin de varias delas propuestas en curso37.

    Hemos venido estableciendo y develando cul es el tipo de sujeto que requieren las relacionessociales de produccin, no slo en la perspectiva de obtener los bienes materiales del hombre, sinoen la de reproducir la formacin social, vale decir en la posibilidad de hacer que la sociedad continesiendo tal como es, y al servicio de las clases que todo lo poseen y todo lo controlan.

    36VALLEJO OSORIO, Len. Hacer creer (Instituciones, orden simblico y ley positiva) . Libro en preparacin.

    37Entre otros: 1) El Estudio exploratorio de la filognesis y ontognesis en la constitucin del sujeto y la educacin del movimiento , presentado por el equipo liderado por

    Ingrid Restrepo; 2) ElEstudio relacional desde una posicin histrica y dialctica de la Generacin del sujeto, l os procesos sicolgicos superiores y la prct ica significante, que yooriento; 3) El Estudio exploratorio sobre el pr oceso de desarrollo de la conciencia en la filognesis humana y sus consecuencias para el proceso ontognico en la prctica escolar,

    liderado por Jorge Paredes; 4) El Estudio descriptivo de la Educacin Popular en Colombia entre 1950 y 2008, dirigido por Magali Montoya; 5) El estudiocomparativo Incidencia de los procesos de enseanza y aprendizaje iniciales de la lectura y la escritura en la constitucin del sujeto, bajo direccin de Nubia Estella VergaraCastro y Betty Ciro; 6) El estudio exploratorio Efectos de la utilizacin de la Lingstica textual como enfoque terico de la enseanza de la lectoescritura y currculo delengua castellana, liderado por Jos Ivn Arbelez; 7) El estudio exploratorio sobre las Estrategias de enseanza, aprendizaje y evaluacin de las ciencias sociales desdeel saber antropolgico, planteado bajo la orientacin de Gladis Madrid. 8)El proceso de la Educacin pblica, que adelanta el equipo de Diana Luca Prez

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    La indagacin que durante los ltimos aos hemos levantado, nos llev a preguntarnos dnde ycmo se forman los sujetos?.

    Encontramos una primera respuesta: los sujetos se forman en las instituciones; o, lo que es lo mismo: latarea fundamental de las instituciones es formar sujetos. Pero ms all del encuentro de respuestas,nos mueve la pelea con las preguntas y por las preguntas. Por eso preguntamos de nuevo: si lasinstituciones sonformassociales yaparecenen la evidenciaocultando sus propias determinaciones Cul

    es su carcter, su naturaleza?Tenemos, pues, que hacer un esfuerzo terico por develar su esencia y su funcionamiento.

    Adems, la discusin sobre el asunto de las instituciones nos interesa por otra razn: porque en esedebate hemos llegado a ubicar cmo el currculo, que es la apuesta de formacin de los sujetos,funciona desdelas instituciones. Nos preguntamos: Quines (qu sujetos) forman a los sujetos?

    La familia forja a los sujetos, como dicen los muchachos de primeras, en primera instancia; lafamilia que es la institucin aparececomo la responsable de esa tarea de socializacin, y no, porejemplo, los afectos, o la funcin del padre o la de la madre, que se concreta histricamente en lafamilia: sta, es la forma de este proceso. A los sujetos, tal cual nos lo dice esa misma evidencia, losforjan no la religin(pongamos mucho cuidado en este punto!) sino las iglesias, que son las instituciones;la escuela, que es la institucin, hace la tarea y no el currculo.

    Este ltimo es implementado en y por el aparato escolar, en y por la escuela que aparece como laresponsable de la formacin de los sujetos.

    En esta misma lgica los sujetos seran generados por los partidos que operan como instituciones yhacen esta faena, y no por suprograma. De la misma manera ocurre con los equipos, las juntas, etc. y nocon sus propsitos Qu va, pues, de esta evidencia a las reales determinaciones, si el currculo, losprogramas y los proyectos desdoblados en metas definidos por estndares, son el mtodo (valedecir el camino y el proceso) con que las instituciones regulan la generacin de los sujetos, pero son tambin y al mismo tiempo el camino y el proceso que el Estado le impone a las instituciones?

    Por eso las Instituciones (incluidas las escolares) tienen que acreditarse. Est haciendo falta un trabajoterico que nos muestre cmo y de qu manera en las actuales instituciones se impone como metdicay algoritmo irrenunciable el Individualismo Metodolgico y de la Lgica Situacional.

    No es necesario hilar muy fino Basta con preguntar por los fundamentos de sus discursos paraestablecer el sutil lazo que engarza (o traslapa), en las apuestas liberales, las instituciones con laformacin de los sujetos. Al sacudir este encordado, podremos entender por qu por ejemplo,como lo denuncia Federico Vallejo autores liberales como Rawls en su Teora de la Justicia, de1971, dan tan importante papel (o rol) a las instituciones:

    Nos dice Rawls que las instituciones son las reglas del juego social (por ejemplo, las reglassociales que definen a la familia y hacen de ella una institucin). Ms adelante define que una sociedad bien

    ordenada es una sociedad con unas instituciones que distribuyen de forma correcta las cargas y beneficiosderivados de la cooperacin social38

    Por ello la propuesta de Rawls entorno a los velos de ignorancia y de los equilibrios reflexivos, sera unapropuesta apenas lgica para encontrar los supuestos principio sociales (universales) que den cuenta deuna sociedad bien ordenada. Es decir, con instituciones correctamente diseadas, o lo que sera lomismo: bajo un criterio de justicia imparcial (entendiendo como imparcial los criterios obtenidosreflexivamente mediante el velo de ignorancia). Todo en un juego que termina reivindicando comouniversal su ms corto tranco parroquial, su inters particularista

    Lo clave de notar, dice Federico Vallejo es esto: en

    la apuesta de Rawls si llevamos al lmite el uso de los velos de ignorancia y la reflexividad podemos

    descubrir que esos principios de justicia universales a los que apunta (aunque no lo diga explcitamente) sonslo los de la tica judeo-cristiana y los del liberalismo filosfico de la revolucin francesa: libertad, igualdad y la

    38 VALLEJO, Federico. Op.cit.

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    fraternidad o solidaridad (interclasista) que llaman hoy. En ese sentido, la sociedad bien ordenada (su diseoinstitucional) en la lgica de Rawls ser una que construya sujetos bajo esos principios universales (judeo-cristianos-liberales) Es decir que, la sociedad estar bien ordenada cuando todos los sujetos que laconfigurancreanen esosprincipios universales liberales. Vemos entonces con ms claridad el sentido general,

    pero tambin el especfico, de la apuesta por universalizar los principio que dan forma a las instituciones, y larelacin de stas con la formacin de sujetos que mantengan el orden vigente: Recordemos, en esa lgica, que las

    instituciones son reglas del juego y las reglas por su puesto implican unorden determinado: el quedeviene de esas reglas particulares y no de otras39.

    El mismsimo Popper lo define as:

    Como problemas bsicos de la sociologa terica pura pueden ser en principio provisionalmente aceptados lalgica general de la situaciny la teora de las instituciones y de las tradiciones. Lo cualacogera problemas como los dos siguientes:

    1. Las instituciones no actan; slo actan los individuos en y para las instituciones. La lgica general de lasituacin de estas acciones sera la teora de las cuasi-acciones de las instituciones.

    2. Cabra elaborar una teora de las consecuencias institucionales buscadas y no buscadas de las acciones

    efectuadas con vistas a fines. Lo cual podra dar lugar asimismo a una teora de las gnesis y desarrollo delas instituciones.40

    El relato (el cuento) del Institucionalismo fue tal y peg tanto en los ltimos aos, que el Estado,en la perspectiva del nuevo ciclo de acumulacin impuesto como poltica (pblica) y como contra-tendencia que intenta revertir la baja de la tasa de ganancia, convirti a las instituciones (y el conceptomismo de institucin), adems en un instrumento gerencial. Por eso las instituciones educativasson bsicamentepequeas (y a veces grandes) empresas, de tal modo que se supone que ellas debenproducir (no slo sujetos, sino ganancias), y reproducirse como tales empresas, alcanzando el punto deequilibrio. Nos dicen: si las instituciones escolares se ven como empresas, funcionan comoempresas, caminan como empresas es porque songrandes o pequeas empresas y deben atenerse a lalgica empresarial.

    S es cierto que la anatoma del hombre explica a la del mono. Por eso, entender la anatomaempresarial de las mquinas de hacer creer, debera proporcionarnos sus claves histricas y, con ellas,sus lmites y la naturaleza de sus contradicciones. El ejercicio que consiste en rastrear, desde laexplicacin que ilumina el carcter histrico de las instituciones, hace posible que expliquemos, porejemplo, laformacinde la institucin de la Iglesia Catlica y de las otras iglesias cristianas, en el procesoque va las sociedades gentilicias a los enclaves romanos (en su ordenamiento econmico y en laperspectiva de las nociones esenciales del derecho romano, donde encarnaron los ejes axiales de lasformaciones sociales feudales), y ello nos permitir encontrar las races, las claves de las formacionessociales formateadas bajo el imperialismo. Esto es, las articulaciones histricas del capitalismoburocrtico.

    11. El neo Institucionalismo

    Salomn Kalmanovitz, como ustedes saben, fue hace ya mucho tiempo, un marxista; y tuvo asiento enorganismos de direccin revoluciona en Colombia. Despus fue decano de una importanteuniversidad, y luego dio otro salto a la administracin del Banco de la Repblica. Ahora hace parte deun movimiento poltico que posa de izquierda y aporta ideas esenciales al avance del corporativismo,apurando los caminos del neoliberalismo. Este ciudadano escribi este texto 41. Se titula Lasinstituciones colombianas en el siglo XX, y es prcticamente su acta de presentacin en sunueva concepcin. Ya habr tiempo para discutir a fondo el folletito; hoy leo apenas la

    39

    Ibdem40 POPPER, Karl. La lgica de las ciencias sociales . En: Th. W. Adorno y otros, La disputa del positivismo en la sociologa alemana. Barcelona;Grijalbo: 1973. Pg. 119.

    41 KALMANOVITZ, Salomn. Las instituciones colombianas en el siglo XX. Alfaomega (Con el auspicio del Banco Santander y Corfinsura).Bogot D. C.: 2001.

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    Veamos algunas de esas miradas

    Es preciso reconocer, primero, que los propios neo-institucionalistascomienzan por afirmar que no hayunInstitucionalismo, uno que sea elInstitucionalismo. La base epistemolgica de la presentacin que as mismo se hace el Institucionalismo, es la misma de todo Eclecticismo: el Neo-Institucionalismo sloexiste en sus tendencias, de la misma manera que nos dicen, en un campo aledao, que el

    constructivismo slo existe en sus tendencias... As, desde el Institucionalismo (viejo o nuevo) se podrasostener casi que cualquier cosa, por contradictoria que resulte con otras tesis neo institucionalistas.

    Antes de abordar la presencia de estos mltiples discursos del Neo Institucionalismo, o los diversosInstitucionalismos, veamos, teniendo como ejemplo el constructivismo, lo realmente incoherente queresulta abrir el abanico para reconocer como tendencias de la misma doctrina, tesis que obedecen aconcepciones antagnicas del mundo: nos h