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Número 307 Mayo 2021 EN LAS CASAS DE MARÍA ““En esperanza fuimos salvados” (Rom 8, 24) DOMUS MARIAE C/ Andrés Mellado, 84 – 5º. I, escalera B 28015 Madrid “Sin mí no podéis hacer nada” (Jn 15, 5). El tiempo de Pascua avanza con rapidez y el comienzo del mes de mayo -mes en que tradicionalmente honramos a la Virgen de un modo especial-, renueva nuestra alegría pascual y nuestro anhelo de vivir con la vida nueva que nos regaló Cristo con su muerte y resurrección. Pero este año, nuestro honrar a la Virgen, cobra un matiz nuevo con motivo de la celebración del Año de San José, y el Año de la Familia, pues nos habla del plan creador y redentor de Dios. De cómo, al encarnarse Dios, quiso identificarse con su plan sobre el ser humano y la familia y contar no sólo con el “Sí” libre de María, sino con el asentimiento de José para que fuera en una familia en donde creciera Jesús en edad, sabiduría y Gracia. En todo este contexto, las palabras de Jesús: “Yo soy la vid. Vosotros, los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante, porque sin mí no podéis hacer nada” (Jn 15, 5), cobran un sentido especial. Al contemplar a María y a José y tratar de imitarlos, pues esa es la verdadera devoción, el verdadero modo de honrarles, lo primero que brota ante nuestros ojos es su íntima unión con Dios. Si ambos acatan la propuesta divina es porque toda su vida se ha tejido en torno al querer divino, porque han permanecido unidos a la vid. Para nosotros, Domus Mariae, que nuestra espiritualidad se construye en torno a la Palabra de Dios, este mes de mayo ha de ser una nueva oportunidad para hacer con mayor perfección su lectura orante; para que, esa lectura orante, sea verdadera poda de la hojarasca que sólo sirve para desperdiciar la savia divina; para que su recuerdo, a lo largo del día, nos ayude a permanecer en Jesús, contemplando su inmensa grandeza y nuestra pequeñez, que eso es adoración; dándole gracias por compartir con nosotros todo lo que conoce del Padre; pidiéndole perdón por los tropezones, que siempre acompañan nuestros caminar; y para, mirando a Santa María y a San José, decir “Sí” a sus propuestas, se ajusten o no a nuestros planes y proyectos, haciendo aquello que la Palabra del Señor nos diga. También este mes de mayo ha de estar presente en nuestro vivir diario el rezo amoroso del Rosario, evitando la rutina, haciendo de él, no una mera repetición mecánica, sino un saborear de las Ave Marías y de las escenas que contemplamos. No tirando la toalla si las distracciones nos acucian, sino disculpándonos ante nuestra Madre y retomando nuestro conversar con ella. Sí, este mes de mayo es el momento de decirle al Señor, desde lo hondo del corazón: “Sin ti no puedo hacer nada”, ayúdame a ser sarmiento bien arraigado en ti, quiero dar frutos, frutos abundantes como dieron María y José, esos que has soñado que dé. Recuerda: www.domusmariae.es Preside: D. Juan Bautista Granada Marín Lunes, 17 de Mayo de 2021 Preside: D. Juan Bautista Granada Marín DOMINGO, 30 de mayo de 2021 18:30 h. Eucaristía SIERVAS DE JESÚS DE LA CARIDAD. C/ Guzmán el Bueno, 107 (entrada capilla por C/ Aviación Española, 7).

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Número 307

Mayo 2021

EN LAS CASAS

DE MARÍA

““En esperanza fuimos salvados” (Rom 8, 24)

DOMUS MARIAE

C/ Andrés Mellado, 84 – 5º. I, escalera B

28015 Madrid

“Sin mí no podéis hacer nada” (Jn 15, 5).

El tiempo de Pascua avanza con rapidez y el comienzo del mes de mayo -mes en que tradicionalmente honramos a la Virgen de un modo especial-, renueva nuestra alegría pascual y nuestro anhelo de vivir con la vida nueva que nos regaló Cristo con su muerte y resurrección.

Pero este año, nuestro honrar a la Virgen, cobra un matiz nuevo con motivo de la celebración del Año de San José, y el Año de la Familia, pues nos habla del plan creador y redentor de Dios. De cómo, al encarnarse Dios, quiso identificarse con su plan sobre el ser humano y la familia y contar no sólo con el “Sí” libre de María, sino con el asentimiento de José para que fuera en una familia en donde creciera Jesús en edad, sabiduría y Gracia.

En todo este contexto, las palabras de Jesús: “Yo soy la vid. Vosotros, los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante, porque sin mí no podéis hacer nada” (Jn 15, 5), cobran un sentido especial.

Al contemplar a María y a José y tratar de imitarlos, pues esa es la verdadera devoción, el verdadero modo de honrarles, lo primero que brota ante nuestros ojos es su íntima unión con Dios. Si ambos acatan la propuesta divina es porque toda su vida se ha tejido en torno al querer divino, porque han permanecido unidos a la vid.

Para nosotros, Domus Mariae, que nuestra espiritualidad se construye en torno a la Palabra de Dios, este mes de mayo ha de ser una nueva oportunidad para hacer con mayor perfección su lectura orante; para que, esa lectura orante, sea verdadera poda de la hojarasca que sólo sirve para desperdiciar la savia divina; para que su recuerdo, a lo largo del día, nos ayude a permanecer en Jesús, contemplando su inmensa grandeza y nuestra pequeñez, que eso es adoración; dándole gracias por compartir con nosotros todo lo que conoce del Padre; pidiéndole perdón por los tropezones, que siempre acompañan nuestros caminar; y para, mirando a Santa María y a San José, decir “Sí” a sus propuestas, se ajusten o no a nuestros planes y proyectos, haciendo aquello que la Palabra del Señor nos diga.

También este mes de mayo ha de estar presente en nuestro vivir diario el rezo amoroso del Rosario, evitando la rutina, haciendo de él, no una mera repetición mecánica, sino un saborear de las Ave Marías y de las escenas que contemplamos. No tirando la toalla si las distracciones nos acucian, sino disculpándonos ante nuestra Madre y retomando nuestro conversar con ella.

Sí, este mes de mayo es el momento de decirle al Señor, desde lo hondo del corazón: “Sin ti no puedo hacer nada”, ayúdame a ser sarmiento bien arraigado en ti, quiero dar frutos, frutos abundantes como dieron María y José, esos que has soñado que dé.

R e c u e r d a : w w w . d o m u s m a r i a e . e s

Preside: D. Juan Bautista Granada Marín

Lunes, 17 de Mayo de 2021

Preside: D. Juan Bautista Granada Marín

DOMINGO, 30 de mayo de 2021 18:30 h. Eucaristía

SIERVAS DE JESÚS DE LA CARIDAD. C/ Guzmán el Bueno, 107 (entrada capilla por C/ Aviación Española, 7).

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Resumen Retiro Mensual de Abril. P. Gaetán

Este mes, por un contratiempo de nuestro Consiliario, se

encargó de dirigir el Retiro Mensual el P. Gaetán, al que ya

conocíamos, pues hace unos años nos celebró la Eucaristía de

preparación a la Navidad. Mostró su satisfacción por poder

“compartir la Palabra de Dios con personas –según dijo– que

tienen un corazón disponible para escuchar”. Nosotros, le agradecemos su disponibilidad, su servicio y sus palabras

enriquecedoras. Centró su homilía en las apariciones de Jesús

resucitado.

Hay cuatro apariciones y todas tienen un punto común bastante inquietante, preocupante. En todas, los suyos no le reconocen.

La primera es a María Magdalena, una mujer importante en el equipo de Jesús, que tenía una amistad fuerte con Él. María, al tercer día, junto al sepulcro se encuentra con Jesús y no lo reconoce, lo confunde con el jardinero.

Ese mismo día, a otros discípulos que le conocían bien, se les une el Señor, dicen que les ardía el corazón mientras les hablaba pero después de todo un día hablando no le reconocen; es preocupante.

La tercera aparición es a los discípulos que están en el lago. Un “señor” les dice que echen la barca a la derecha. Seguro que se burlan de aquel hombre. Pedro, el amigo de Jesús, tampoco le reconoce; parece increíble.

Por eso tenemos que creer mucho en la inspiración de la Sagrada Escritura, porque tiene muchas cosas escondidas. Jesús dice que el Reino se parece a un tesoro escondido, si tú caminas superficialmente nunca ves el tesoro que hay ahí debajo.

La cuarta aparición es a los discípulos reunidos, que tampoco le conocen, siguen pensando que es un espíritu.

La primera enseñanza es que Jesús resucitado tiene su cuerpo, el mismo cuerpo, pero no es lo mismo. El cuerpo resucitado es distinto. El cuerpo que tengo está hecho para vivir, hay cosas que no puedo hacer, hay limitaciones de tiempo y espacio. El cuerpo resucitado es diferente. Jesucristo resucitado está fuera del tiempo y el espacio, puede entras y salir del tiempo y del espacio, por eso pude aparecer y desaparecer.

Cuando están reunidos, Jesús entra, sale de otra dimensión y entra en el tiempo y el espacio. Eso estamos llamados a ser. Cuando los santos o la Virgen se aparecen tienen la autorización para entrar de nuevo en el tiempo y en el espacio.

La segunda enseñanza que quiere Jesús que aprendamos es que ya no me vais a buscar en las calles o el lago. Ya no le van a encontrar así porque la misión en la tierra ha acabado. Tenemos que encontrarlo de otra manera. ¿Cómo lo vamos a reconocer? En la primera aparición, cuando Jesús le llama por su nombre a María Magdalena ella lo reconoce por su palabra. Jesús es la Palabra que hace mover el universo, el logos. A Jesús resucitado le

tenemos que reconocer en la Palabra de Dios. Cuando oímos, escuchamos la palabra de Dios le tenemos que reconocer. Leemos libros que hablan de la Palabra, pero hay que tener y que leer la Biblia que es la Palabra, es la fuente y tenemos que ir a ella.

El segundo lugar en que encontramos a Jesús es en el forastero. Jesús dijo que en el último día separaría a las cabras de las ovejas: he sido pobre, preso, no tenía ropa… y me habéis ayudado. En todos esos me encontraréis a mí. Los discípulos de Emaús lo reconocen cuando acogen al forastero. Vais a tener que acostumbraros a encontrarme en la debilidad de los hermanos que sufren. Cuando un cristiano no acoge a su prójimo no puede hablar a Dios a quien no ve.

Tercer lugar en que encontramos a Jesús. Cuando Jesús dice las palabras que dijo el Jueves Santo, los discípulos de Emaús le reconocen. Jesús les está enseñando que le vamos a encontrar vivo y resucitado en la Eucaristía. En ese trozo de pan Jesús está de verdad vivo, te da vida. Es el lugar por excelencia donde está Cristo resucitado. Sólo la Eucaristía introduce dentro de la Vida Eterna.

Cuarto lugar. Nos lo enseña cuando los apóstoles van a pescar. La pesca significa la Evangelización. Cuando Pedro va a pescar no coge nada porque lo que está pescando son peces. Pero cuando hace lo que le dice Jesús entonces pesca. Cuando vamos a evangelizar tenemos que ir con Cristo. Jesucristo resucitado está donde la Palabra produce fruto. Si vas con tus fuerzas no lo consigues. Donde hay evangelización que va con el Espíritu allí está Jesús.

Quinto lugar. Jesús había dicho: donde dos o más estén reunidos en mi nombre yo estaré en medio de ellos. Cuando nos reunimos en el nombre de Jesús, Jesús resucitado está presente.

Muchas veces vamos a Misa. La Misa es el único momento donde se concentran los cinco lugares de la presencia de Jesús:

1. Se lee la palabra de Dios. 2. Se congrega gente de toda clase. El que está a mi lado

puede ser un enfermo crónico, alguien con una inquietud profunda, un inmigrante, un pobre… es Jesús que está ahí.

3. Se hace la Eucaristía. 4. Se evangeliza, el Espíritu está presente y los que

participan tienen el cometido de anunciar el Evangelio.

5. La Asamblea congregada se reúne en nombre de Jesús.

Ahora nos estamos acostumbrando a suplir la asistencia por la Misa por Televisión, pero así no tienes Eucaristía, no hay Asamblea, no te juntas con los demás. La

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Asamblea es extraordinaria porque todos juntos a la vez alabamos al Señor. La Misa no es algo individual, es una reunión.

Vamos a pedir al Señor descubrir esos lugares donde se encuentra Vivo y Resucitado.

Como decía D. Feliciano… El tiempo sacramento de encuentro del hombre con Dios.

Seguimos con el tema que D. Feliciano desarrolló en el retiro de preparación de la fiesta de Cristo Rey en Lérida, el año 2002. Para que el tiempo sea para nosotros ese sacramento de encuentro con Dios debemos estar atentos: Todo puede hablarnos

de Dios

Todo está sembrado de las huellas de Dios. Y en todo momento podemos apreciar estas huellas. Todo puede estar

hablándonos de Dios. Si somos capaces de ver esas huellas en todo momento todo tiempo está siendo sacramento de

encuentro con Dios. Cuando tenemos fe, no es difícil ver las huellas de Dios en todas las cosas y en todos los

acontecimientos. En los grandes acontecimientos y en los pequeños podemos ver la hulla de Dios. De hecho, en todos

ellos está Dios presente. El Salmo 138 ensalza la omnipresencia de Dios. Con gran claridad nos dice cómo Dios está

en todas partes y en todos los acontecimientos que nos rodean. De dios depende todo. En las manos de Dios está los

destinos de cada hombre, de cada mujer, de cada joven, de cada anciano, de cada niño, de cada nación y de cada

pueblo. Dios está presente en todo tiempo.

San Francisco de Asís tuvo este don de Dios y veía a Dios en todas las cosas y en todos los acontecimientos. El aire

y el viento lo tenemos continuamente y lo palpamos con nuestra experiencia, ya que sin estos elementos, no

podríamos respirar, no podíamos vivir. Aire y viento están en el tiempo. Diríamos que toda la naturaleza, todas las

cosas, son como palabra de Dios que nos llama la atención para que elevemos nuestro corazón a Dios y nos

encontremos con Él.

Hortensia Cosmen

Agenda:

RETIRO MENSUAL y ACTO MARIANO: Lunes 17 de mayo. Dirigido por D. Juan Bautista Granada

Marín. 17:30 h. Eucaristía en la Iglesia de San Aurelio. Calle Evaristo San Miguel, 24. A continuación, 18:45 h. rezo del Rosario ante la imagen de la Virgen del Rosario en el Parque del Oeste. Respetando los

protocolos de seguridad a causa de la pandemia Covid-19. MASCARILLA OBLIGATORIA.

FIESTA DE INGRESO-COMPROMISO. Solemnidad de la Santísima Trinidad. Domingo, 30 de mayo. Preside: D. Juan Bautista Granada. Hora: 18:30. Lugar: Siervas de Jesús de la Caridad. C/ Guzmán el Bueno,

107 (entrada capilla por C/ Aviación Española, 7). Respetando los protocolos de seguridad a causa de la

pandemia Covid-19. MASCARILLA OBLIGATORIA.

Actividades de la DAS

Vigilia de Pentecostés: Sábado 22 de Junio, 19:00 h. Catedral de la Almudena.

El Papa propone Maratón para invocar el fin de la pandemia. Los Santuarios del mundo en oración

Un mes para invocar el fin de la pandemia: será el mes de mayo, mes de la Virgen, en el que

Santuarios del mundo entero se unirán para invocar el fin de la pandemia. La iniciativa

querida por el Papa está organizada por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva

Evangelización.

La iniciativa se realiza a la luz de la expresión bíblica: “De toda la Iglesia subía incesantemente la

oración a Dios” (Hch 12, 5)

La oración en treinta Santuarios de los cinco continentes, entre ellos Nuestra Señora de

Montserrat en España que se rezará por los voluntarios el próximo día 22, será transmitida

por los canales oficiales de la Santa Sede a las 18:00 horas, según el horario de Roma.