emocion

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64 MENTE Y CEREBRO 51 / 2011 L a celeridad con la que pasa el tiempo va- ría según nuestras emociones. Aumenta durante una comida festiva o en un momento de ternura con un hijo o un ser querido. En di- chas ocasiones transcurre tan rápido que nos gustaría retenerlo, convertir esos instantes en eternos. En cambio, en situaciones desagrada- bles, como una discusión con un amigo o cuan- do sufrimos, el tiempo parece dilatarse, incluso paralizarse. Durante años, los psicólogos relegaron el estudio de las emociones a un segundo plano. Para ellos, las emociones, foco de los males del cuerpo y del espíritu, se hallaban disociadas del pensamiento racional. En la actualidad, por el contrario, se sabe que los factores emo- cionales son indisociables de la cognición. Los razonamientos, la toma de decisiones o la forma de enfrentase al mundo dependen de las emo- ciones, las cuales resultan un modo eficaz de adaptarse al medio. Además, los estudios sobre la percepción del tiempo muestran que el ritmo del reloj interno varía según el estado emocio- nal: dependiendo de si se acelera o ralentiza nos indica si debemos darnos prisa o, por el contra- rio, tomárnoslo con calma. Con el fin de investigar la relación entre emo- ción y percepción temporal, los científicos se han centrado, sobre todo, en el miedo. Diversos experimentos les han servido de herramienta: desde una plataforma rodante que lleva al pro- bando hacia un precipicio, pasando por saltos en paracaídas, hasta la presencia de una araña de gran tamaño ante personas con aracnofobia. En nuestro laboratorio nos hemos contentado con someter a los voluntarios a sonidos desagrada- bles. Con todo, cualesquiera que sea el procedi- miento experimental utilizado, los resultados confirman que el ser humano sobrestima el tiempo que pasa cuando siente miedo o se en- cuentra estresado. Junto a la influencia de las propias emocio- nes influyen en la percepción temporal de cada persona el estado emocional de los individuos con los que se relaciona, además de los aconte- cimientos a los que se enfrenta. Según el caso, el reloj interno pierde la calma o avanza al ralentí. El miedo acelera el cronómetro interno Desde los años ochenta del pasado siglo se admite que un mecanismo neuronal, que funciona como un reloj interno, permite a los humanos estimar el tiempo de forma precisa. También se conoce que ciertas fluctuaciones de la percepción temporal dependen de la cantidad de dopamina (neurotransmisor que impulsa la actividad neuronal) presente en el cerebro. Así, bajo los efectos de una concentración elevada del neurotransmisor de marras, el reloj se ace- lera, el tiempo transcurre más rápido y la dura- Las emociones marcan el sentido del tiempo Nuestra percepción del tiempo cambia en función de las situaciones emocionales y con quién interactuamos SANDRINE GIL Y SYLVIE DROIT-VOLET RESUMEN Cronómetro cambiante 1 En caso de peligro, el reloj interno se acele- ra para que reaccionemos con rapidez. 2 La aceleración del reloj también asegura que se activen con celeri- dad los comportamientos de cooperación. 3 El cronómetro interno puede correr con mayor celeridad ante una persona triste, pero también ralentizarse si se siente tristeza.

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  • 64 MENTE Y CEREBRO 51 / 2011

    La celeridad con la que pasa el tiempo va- ra segn nuestras emociones. Aumenta durante una comida festiva o en un momento

    de ternura con un hijo o un ser querido. En di-

    chas ocasiones transcurre tan rpido que nos

    gustara retenerlo, convertir esos instantes en

    eternos. En cambio, en situaciones desagrada-

    bles, como una discusin con un amigo o cuan-

    do sufrimos, el tiempo parece dilatarse, incluso

    paralizarse.

    Durante aos, los psiclogos relegaron el

    estudio de las emociones a un segundo plano.

    Para ellos, las emociones, foco de los males del

    cuerpo y del espritu, se hallaban disociadas

    del pensamiento racional. En la actualidad,

    por el contrario, se sabe que los factores emo-

    cionales son indisociables de la cognicin. Los

    razonamientos, la toma de decisiones o la forma

    de enfrentase al mundo dependen de las emo-

    ciones, las cuales resultan un modo ecaz de

    adaptarse al medio. Adems, los estudios sobre

    la percepcin del tiempo muestran que el ritmo

    del reloj interno vara segn el estado emocio-

    nal: dependiendo de si se acelera o ralentiza nos

    indica si debemos darnos prisa o, por el contra-

    rio, tomrnoslo con calma.

    Con el n de investigar la relacin entre emo-

    cin y percepcin temporal, los cientcos se

    han centrado, sobre todo, en el miedo. Diversos

    experimentos les han servido de herramienta:

    desde una plataforma rodante que lleva al pro-

    bando hacia un precipicio, pasando por saltos en

    paracadas, hasta la presencia de una araa de

    gran tamao ante personas con aracnofobia. En

    nuestro laboratorio nos hemos contentado con

    someter a los voluntarios a sonidos desagrada-

    bles. Con todo, cualesquiera que sea el procedi-

    miento experimental utilizado, los resultados

    confirman que el ser humano sobrestima el

    tiempo que pasa cuando siente miedo o se en-

    cuentra estresado.

    Junto a la inuencia de las propias emocio-

    nes inuyen en la percepcin temporal de cada

    persona el estado emocional de los individuos

    con los que se relaciona, adems de los aconte-

    cimientos a los que se enfrenta. Segn el caso, el

    reloj interno pierde la calma o avanza al ralent.

    El miedo acelera el cronmetro internoDesde los aos ochenta del pasado siglo se

    admite que un mecanismo neuronal, que

    funciona como un reloj interno, permite a los

    humanos estimar el tiempo de forma precisa.

    Tambin se conoce que ciertas uctuaciones de

    la percepcin temporal dependen de la cantidad

    de dopamina (neurotransmisor que impulsa la

    actividad neuronal) presente en el cerebro. As,

    bajo los efectos de una concentracin elevada

    del neurotransmisor de marras, el reloj se ace-

    lera, el tiempo transcurre ms rpido y la dura-

    Las emociones marcan el sentido del tiempoNuestra percepcin del tiempo cambia en funcin de las situaciones emocionales

    y con quin interactuamos

    SANDRINE GIL Y SYLVIE DROIT-VOLET

    RESUMEN

    Cronmetro cambiante

    1En caso de peligro, el reloj interno se acele-ra para que reaccionemos

    con rapidez.

    2La aceleracin del reloj tambin asegura que se activen con celeri-

    dad los comportamientos

    de cooperacin.

    3El cronmetro interno puede correr con mayor celeridad ante

    una persona triste, pero

    tambin ralentizarse si se

    siente tristeza.

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    CRONMETRO INTERNO Y RITMO

    Frente a una amenaza (un animal

    peligroso o un rostro hostil), el tiempo

    del observador se acelera. En presencia de

    un rostro triste o alegre, su reloj interno tam-

    bin corre ms deprisa, puesto que el sujeto

    se prepara para manifestar empata hacia la

    persona en cuestin: apoyarlo si se siente

    triste o acogerlo si desprende alegra.

  • 66 MENTE Y CEREBRO 51 / 2011

    cin de un acontecimiento se juzga ms larga.

    Cuando sentimos miedo aumenta la frecuencia

    cardiaca, respiramos ms deprisa y transpira-

    mos en exceso. Tales reacciones fisiolgicas

    van de la mano de la liberacin de dopamina

    en el cerebro, respuesta que produce el efecto

    de acelerar el reloj interno. De esta manera, la

    funcin de la dopamina en la maquinaria del

    reloj y en la expresin cerebral de las emociones

    explicara la correspondencia entre los estados

    emocionales y el modo de percibir el paso del

    tiempo.

    Por otra parte, la aceleracin automtica del

    cronmetro interno por efecto del miedo resulta

    de la adaptacin del organismo al medio fsico y

    social. Ante un peligro, el sentido comn obliga

    a reaccionar con la mayor rapidez posible. Las

    emociones fuertes nos preparan para la accin.

    Frente a un peligro potencial, el reloj interno se

    acelera y el tiempo subjetivo (duracin que pro-

    cesa el organismo) resulta inferior que el tiempo

    objetivo (duracin real). Por tanto, nuestro pro-

    pio cronmetro nos engaa con el objetivo de

    que nos preparemos con celeridad para actuar,

    huir o defendernos.

    Tiempo e interacciones socialesLas expresiones faciales desempean una fun-

    cin primordial en las interacciones sociales

    y la comunicacin emocional: proporcionan

    informacin sobre lo que siente un individuo,

    acerca de sus intenciones y de lo que espera del

    otro. En este sentido, la interpretacin correcta

    de las expresiones de un rostro resulta esencial

    para un comportamiento social adecuado. En

    nuestro laboratorio comprobamos que las ilu-

    siones temporales de un individuo varan segn

    la expresin facial de otro sujeto.

    Primero mostramos imgenes de caras que

    expresaban emociones a un grupo de adultos

    y a otro de nios. A continuacin pedimos a los

    participantes que calicaran de corto o lar-

    go el tiempo de exposicin ante cada una de

    las fotografas. Comprobamos que los proban-

    dos sobrestimaban la duracin en relacin a la

    muestra de imgenes de rostros que expresaban

    clera o miedo con respecto a la duracin de

    exposicin ante caras que reejaban una expre-

    sin neutra, aunque el tiempo fuera el mismo

    en todos los casos. Los probandos interpretaban

    las fotografas de caras colricas o temerosas

    como seales de amenaza inminente (agresin

    o peligro), por lo que se aceleraba el ritmo de

    su reloj interno, fenmeno que preparaba a su

    organismo para actuar con rapidez.

    De la misma manera, las expresiones de ale-

    gra y tristeza provocan sobrestimaciones tem-

    porales, aunque de menor importancia. Cuando

    alguien nos sonre, quiere decirnos: Estoy dis-

    puesto a acogerte. De hecho, los mecanismos

    de adaptacin comprenden tanto la actitud de

    acercarse a alguien en el momento oportuno

    como la de protegerse de un peligro. Ante una

    sonrisa, el reloj se activa para permitir que se

    pongan en marcha de forma clere los compor-

    tamientos de cooperacin. Si alguien expresa

    tristeza, una persona interpreta la expresin

    como una peticin de amparo: Aydeme!.

    En ese caso, el reloj interno se acelera para que

    se activen los comportamientos de ayuda. Por

    consiguiente, las distorsiones del tiempo no re-

    ejan un mal funcionamiento del cronmetro

    interno. En otras palabras, las emociones no

    deterioran el mecanismo de nuestro reloj: esa

    aceleracin proporciona un medio de asegurar

    nuestra supervivencia.

    Ante esos resultados, podemos concluir que

    las expresiones faciales de las emociones, cual-

    quiera que sea el sentimiento que reejen, en-

    traan siempre una sobrestimacin temporal?

    La respuesta es negativa. Ciertas expresiones

    faciales no son activadoras, ya que su nalidad

    no consiste en incitar al organismo a reaccionar

    deprisa (como sucede con la vergenza). Tam-

    bin se sabe que los mecanismos de activacin

    (de vigilia) no son los nicos que alteran el fun-

    cionamiento del reloj interno. Pese a que no

    siempre resulta fcil identicar los mecanismos

    que originan tales distorsiones temporales, en la

    percepcin del tiempo inuye la atencin que le

    concedamos al mismo: cuanto menos pendiente

    estemos de l, ms corto nos parecer.

    Por otra parte, conviene distinguir entre las

    emociones primarias (clera, desagrado, alegra,

    miedo, tristeza o sorpresa), las cuales se en-

    cuentran determinadas biolgicamente, de las

    secundarias (vergenza, orgullo, apuro o culpa),

    que obedecen a un aprendizaje social y cultural.

    Estas ltimas son fruto de la interiorizacin de

    normas morales. En nuestro estudio analizamos

    el efecto de las emociones secundarias sobre la

    percepcin del tiempo. Segn demostramos, se

    juzga ms corta la duracin de la exposicin a

    un rostro que expresa vergenza (cabeza y mi-

    rada bajas, labios estirados...) que a uno neutro.

    Al parecer, el observador se pregunta por qu la

    otra persona experimenta vergenza; tambin

    se plantea cuestiones sobre s mismo en relacin

    a esta emocin, de manera que desva su aten-

    cin del procesamiento del tiempo que pasa.

    Las emociones no deterioran el reloj interno, sino que aseguran la supervivencia

    cia

    a reac

    emoci

    Frente

    acelera

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    objetivo

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    huir o defe

    Tiempo eLas expresio

    cin primor

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    acerca de sus in

    otro. En este se

    de las expresion

    para un compor

    nuestro laborato

    siones temporales

    la expresin facial

    Primero mostra

    expresaban emocio

    y a otro de nios. A

    participantes que ca

    go el tiempo de exp

    las fotografas. Comp

    dos sobrestimaban la

    muestra de imgenes d

    clera o mi d

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    Relojes al mismo ritmoSufrimos las mismas distorsiones temporales

    ante la manifestacin de emociones por parte de

    cualquier persona? No. El efecto de las expresio-

    nes faciales sobre la percepcin del tiempo resul-

    ta ms pronunciado en los sujetos que se ponen

    con mayor facilidad en el lugar de otro o que

    maniestan mayor empata con los dems. De

    hecho comprobamos que las caractersticas que

    nos identican con otras personas (sexo, edad,

    grupo tnico...) intensican la inuencia que las

    expresiones faciales ejercen sobre nuestra per-

    cepcin del tiempo. Es el caso de los ciudadanos

    de raza caucsica que viven en Francia. Estos in-

    dividuos sobrestiman la duracin de exposicin

    a los rostros que maniestan clera solo si estos

    pertenecen a personas del mismo grupo tnico

    (caucsico). En cambio, los probandos chinos re-

    sidentes en Francia de forma temporal sobresti-

    man la duracin de la exposicin a caras colricas

    trtese de rostros chinos (grupo de pertenencia) o

    caucsico (grupo externo). A los inmigrantes les

    interesa comunicarse tanto con sus compatrio-

    tas como con los miembros del grupo de acogida

    para lograr su integracin social.

    En el marco de la teora de la cognicin en-

    carnada (que da cuenta de las representaciones

    a partir de su contenido corporal), el efecto de

    la percepcin de las emociones de los dems

    sobre nuestra percepcin del tiempo se expli-

    ca, en parte, por un proceso de mimetismo, de

    imitacin de las emociones del otro [vase Ca-

    maleones sociales, por Arnd Florack y Oliver

    Genschow; MENTE Y CEREBRO, n.o 48], lo que crea

    una suerte de simulacin interna de la emocin

    percibida. Al sentir una persona aquello que el

    otro experimenta, lo comprende mejor. Esto

    explica fenmenos como el contagio emocio-

    nal. Segn comprobamos, el reloj interno de un

    individuo joven se ralentiza ante la presencia

    de una persona mayor. En denitiva, encarnar

    las emociones y el tiempo de otro permitira a

    ambos individuos sincronizar sus ritmos con el

    n de optimizar su interaccin. No olvidemos

    que el tiempo (proceso dinmico) constituye el

    centro de las interacciones sociales.

    Ilusiones temporales segn el entornoSi bien los contextos emocionales afectan a la

    percepcin del tiempo, no siempre inuyen de

    la misma manera. Todo depende del estmulo

    emocional y de su signicado. El efecto que nos

    provoca ver a una persona que experimenta una

    emocin (una cara triste, por ejemplo) diere de

    nuestro sentimiento emocional (la tristeza). As,

    ante un individuo triste, el ritmo de nuestro reloj

    interno se acelera porque sentimos la necesidad

    de asistir a esa persona con rapidez. En cambio,

    cuando experimentamos un sentimiento de tris-

    teza prolongado e intenso, como el que siente al-

    guien depresivo, el ritmo del reloj no se acelera,

    sino al contrario, se ralentiza por inuencia emo-

    cional. En tal caso, cuanto ms se siente la tristeza,

    ms corta se juzga la duracin de la exposicin a

    estmulos, es decir, el reloj interno se ralentiza en

    relacin con el tiempo externo objetivo.

    Por ltimo, no todos los estmulos emocio-

    nales implican las mismas distorsiones tem-

    porales. La visin de una escena que despierta

    desagrado (verbigracia, un cuerpo mutilado)

    provoca una sobrestimacin temporal (el reloj

    interno se acelera, por tanto, se sobrestima la

    duracin), mientras que la de un alimento que

    despierta repulsin provoca una subestimacin

    temporal. En el primer caso, la activacin es pre-

    ponderante, el organismo debe preservarse lo

    ms rpidamente posible de una imagen funes-

    ta. En el segundo ejemplo entran en juego los

    procesos atencionales, puesto que el individuo

    debe dirigir toda su atencin a examinar una

    sustancia consumible pero que, segn el aspec-

    to o el olor, parece potencialmente peligrosa

    para la salud. De la misma manera, durante los

    momentos agradables, el tiempo parece corto.

    No se trata aqu del procesamiento rpido de

    un estmulo emocional: durante el momento

    agradable, inmersos por completo en el aconte-

    cimiento, no prestamos atencin al transcurrir

    de los minutos. Por el contrario, cuando nos abu-

    rrimos, el tiempo parece interminable puesto

    que es objeto de toda nuestra atencin.

    Cada situacin emocional presenta un sentido

    propio e implica procesos cognitivos diferentes.

    Los estudios desarrollados en relacin a las emo-

    ciones y a la percepcin del tiempo subrayan

    la funcin de la comunicacin emocional en la

    gestin temporal de nuestras interacciones con

    el medio. En suma, con frecuencia tenemos la

    impresin de experimentar de forma pasiva el

    tiempo, mas, de hecho, poseemos nuestro pro-

    pio tiempo, nuestro propio ritmo. La vida es una

    suerte de acuerdos y adaptaciones entre nuestro

    tiempo, el tiempo de los dems y el tiempo que

    marcan las agujas del reloj.

    Sandrine Gil es investigadora posdoctoral en el Labo-ratorio de psicologa social y cognitiva del CNRS, UMR

    6024, Universidad Blaise Pascal, en Clermot-Ferrand.

    Sylvie Droit-Volet es profesora de psicologa en el mismo laboratorio.

    BIBLIOGRAFACOMPLEMENTARIA

    ANGER AND TIME PERCEPTION.

    S. Gil et al. en Emotion,

    vol. 7, pgs. 219-225, 2007.

    HOW EMOTIONS COLOUR OUR

    PERCEPTION OF TIME. S. Droit-

    Volet y W. Meck en Trends

    in Cognitive Science, vol. 12,

    pgs. 504-513, 2007.

    THE EFFECT OF EMBODYING

    THE ELDERLY ON TIME PERCEP-

    TION. M. Chambron et al.

    en Journal of Experimental

    Social Psychology, vol. 44,

    pgs. 672-678, 2008.

    EMOTION AND TIME PER-

    CEPTION. Droit-Volet y S.

    Gil en Frontiers in Integra-

    tive Neuroscience, vol. 5,

    pgs. 1662-5145, 2011.

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