EMJ Colombia Spanish

ÍNDICE

Minería en Colombia: introducción .................. 80

Hacia unas instituciones sólidas .................... 87

Oro ............................................................ 90

Carbón ..................................................... 104

Otras materias primas ............................... 110

Medio ambiente y comunidades ................. 111

Proveedores de servicios ............................ 114

Este es un reporte especial de Global Business Reports para Engineering & Mining Journal.

Autores: Thomas Willatt, Sarah Timson, Sidonie Pichard, Madeleine Furuvald y Liliana Ávila Sánchez.Para más información, contacte con:[email protected]

DICIEMBRE 2011

Imagen de portada: Operación carbonífera de Cerrejón en La Guajira (foto cortesía de Cerrejón).

Traducción al español: Cándido Tejerina

UN REPORTE DE GBR PARA E&MJ

MINERÍA EN COLOMBIAEl último gran tesoro andino

A su llegada a Colombia, los conquistadores españoles oyeron leyendas de un rey fabulosamente rico que se cubría con láminas de oro y arrojaba grandes cantidades de oro y piedras preciosas a las profundidades de un lago sagrado. Los españoles llamaron a este rey “El Dorado”, y este mito atrajo a Colombia a exploradores que, generación tras generación, buscaban sus tesoros. Todavía hoy, el principal punto de entrada para cualquier visitante extranjero es el aeropuerto El Dorado de Bogotá, un nombre que no solo es un recordatorio de las leyendas del pasado, sino que da una pista acerca del potencial que el país aún esconde para encontrar grandes fortunas.

La historia reciente de Colombia, sin embargo, había otorgado al país una fama poco dorada en otros lugares del mundo. Una violencia duradera tenía hasta hace muy poco a la población viviendo en el miedo, y el resultado era una economía mutilada.

Por el contrario, en la última década el país ha experimentado un renacimiento en estabilidad política y seguridad jurídica y personal. Colombia es el tercer país latinoamericano más atractivo para invertir en minería según el Instituto Fraser, y se está convirtiendo rápidamente en uno de los destinos más deseados a nivel mundial.

En los últimos 15 a 20 años, las empresas mineras han ido rotando desde Chile hacia Perú, y ahora finalmente llegan a Colombia. Es el último gran destino de los Andes, mayormente inexplorado por la industria moderna. Según muchos geólogos, Colombia cuenta hoy con lo que tenía Perú a inicios de los 90: un extraordinario potencial minero que no ha podido cristalizar en riqueza debido a los problemas de seguridad del pasado.

“Colombia me recuerda a Chile o Perú hace 20 años. Creo que Colombia puede aprender mucho de esos mercados en cuanto

MINERÍA EN COLOMBIA

a las legislaciones que aprobaron, y que crearon las condiciones para el desarrollo”, afirma Jeff Stufsky, director del sector de metales y minería en la banca corporativa y de inversión de BNP Paribas.

Sin embargo, la absoluta falta de desarrollo en gran parte de Colombia ha llevado a otros a considerar que este país ofrece claras oportunidades, posiblemente mucho mayores. “Todos sabemos que aquí no ha habido realmente exploraciones durante los últimos 40 años. No es como Chile o Perú, que cuando se abrieron a la inversión tenían depósitos conocidos de dos o tres millones de onzas que solo necesitaban una resolución sobre su propiedad. Eso no existe aquí. En este país hay que partir de las bases”, explica Ari Sussman, presidente y gerente general de Continental Gold, la empresa que quiere ser la primera en abrir una gran mina moderna de oro en Colombia.

Mientras los países vecinos son objeto de una atención cada vez más crítica o negativa, Colombia aparece en los titulares por sus vastos recursos mineros, su economía en rápido desarrollo, su política relativamente estable y un constante flujo de sonadas adquisiciones en el sector de

recursos naturales. “En Toronto, Colombia constituye ahora el tema más candente. El aspecto decisivo es la seguridad, y aunque no está resuelto del todo, ha mejorado mucho. Actualmente confluyen varios factores: la seguridad, la geología, el precio del oro y la disponibilidad de capital. Todo esto hace pensar ahora mismo en Colombia”, explica Stufsky.

Entre los que invierten en el país se encuentra Eike Baptista, director general de MPX y el hombre más rico de Brasil, que compró su primera mina de oro a los 24 años. A principios de 2011 adquirió Ventana Gold por una cifra estimada en 1.500 millones de dólares americanos. Esta operación ha hecho que muchos inversionistas pongan sus ojos en Colombia.

Sin embargo, han surgido algunas preocupaciones por el hecho de que la empresa Greystar, después de haber invertido grandes cantidades en la exploración y el desarrollo de su mina en Angostura, se ha quedado estancada en el proceso debido a problemas ambientales. Algunos inversionistas temen que los grupos ecologistas, cada vez más fuertes, y la mala reputación de la industria minera puedan hacer descarrilar el boom.

La seguridad como base de prosperidadLos colombianos están felices con los cambios de los últimos diez años. Aunque las agencias internacionales de noticias a menudo parecen insistir en la mala reputación del país, los ocho años de presidencia de Álvaro Uribe han transformado Colombia por completo.

Es imposible generalizar sobre la situación de la seguridad en Colombia, ni siquiera sobre una base regional. Existen serios riesgos en pequeños núcleos en varias zonas del país. El gobierno ha mostrado su apoyo a la colaboración del ejército con el sector privado, y ha expresado su creencia de que la industria minera puede contribuir a


Perforación exploratoria en la espectacular pero difícil topografía de los Andes (cortesía de Logan Drilling).

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Minería en ColombiaEstabilidad política y mayor seguridad impulsan las oportunidades de inversión

mantener la seguridad en zonas rurales. “El gobierno tiene voluntad política de apoyar la inversión y entiende claramente que la minería y el petróleo pueden crear, en zonas remotas del país, las condiciones necesarias para mantener el nivel de seguridad conseguido hasta ahora. Todos queremos empleo, atención médica para nuestros hijos y que no se vaya la luz. Esto ocurre con el desarrollo económico y la actividad comercial”, comentó Timothy Russell, presidente y gerente general de Trident Gold Corp., una empresa canadiense que cotiza en bolsa.

A pesar de las peticiones de reformar la constitución colombiana para continuar en la presidencia, Uribe tomó la decisión de nombrar a su ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, como su sucesor. A Santos se le reconoce el mérito de enfrentarse a los elementos criminales de las zonas rurales y expulsarlos.

Dada la gran popularidad del presidente saliente, no fue una sorpresa que el candidato de su Partido Social de Unidad Nacional, Juan Manuel Santos, obtuviera una victoria aplastante con el 69% de los votos. La historia probablemente recordará la etapa Uribe-Santos por su campaña de “seguridad democrática”, que bajo la administración de Santos redujo en gran manera el

tamaño, alcance e impacto tanto de las guerrillas izquierdistas como de los grupos paramilitares de derechas. Sin embargo, los dos líderes íntimamente ligados deberán ser recordados también por su postura a favor de las empresas. Ambos se dieron cuenta de que el destino del país gira en torno a la capacidad de atraer inversión extranjera y desarrollar la industria.

Colombia es ahora la cuarta economía más importante de Sudamérica, con un PIB de 240.000 millones de dólares. Al momento de escribir este reportaje, el banco central esperaba un crecimiento del 4,5% en 2011, tras crecer un 4,1% en 2010.

Además, la inflación de los últimos 12 meses es casi del 2% y es muy probable que el banco central mantenga el tipo de interés de referencia en el 3%.

Como la democracia más antigua de Sudamérica, Colombia nunca ha dejado de pagar un préstamo o expropiado bienes extranjeros. Es el país más favorable para hacer negocios de América Latina, según el Banco Mundial, y hace poco recibió calificaciones altas de las principales agencias de calificación: Standard & Poors, Fitch y Moody.

El reciente informe Doing Business del Banco Mundial dice lo siguiente: “Colombia

Ari Sussman, presidente y gerente general, Continental Gold.

Las fuerzas armadas colombianas han contribuido en gran manera a la seguridad interior del país.

Jeff Stufsky, director general de metales y minería, BNP Paribas.

MINERÍA EN COLOMBIA MINERÍA EN COLOMBIA


ha sido una de las diez primeras economías que más mejoras han efectuado durante tres años consecutivos: 2008, 2009 y 2010”. Entre 2007 y 2010 la posición de Colombia en el ranking internacional ha subido 42 posiciones.

La locomotora mineraEn 2010 el presidente Santos expuso cómo Colombia puede continuar progresando desde la “seguridad democrática” a la “prosperidad democrática”. Su plan se funda en el estímulo de cinco locomotoras económicas: construcción de viviendas, infraestructuras, minería, agricultura e innovación. De esta manera, se reconoce el potencial de Colombia para aprovechar su riqueza minera, en gran parte inexplorada, y Santos expresó sus deseos de apoyar ese desarrollo.

Según el sondeo anual del Instituto Fraser 2010-2011 (publicado en marzo de 2011), un informe de referencia para evaluar el riesgo de la inversión en minería a nivel mundial, la mejora más destacada dentro de América Latina es la aparición de Colombia como destino atractivo para la inversión. En el informe Fraser de 2006-2007, Colombia estaba en el séptimo lugar de la región, detrás de Chile, México, Brasil, Argentina, Ecuador y Perú. El informe de 2010-2011 coloca a

Colombia en tercer lugar en América Central y del Sur, solo detrás de Chile y México.

De las 79 jurisdicciones cubiertas por el informe, Colombia aparece en el tercer puesto en cuanto al potencial minero. Grandes zonas del país aún no han sido exploradas exhaustivamente con técnicas modernas de exploración.

Esto no ha pasado desapercibido a las empresas exploradoras. Entre 2002 y 2010 las áreas con títulos de minería escalaron de 2,8 a 21 millones de acres.

Según la ANDI (Asociación Nacional de Empresarios de Colombia), el sector de la minería contribuye con el 2,2% al crecimiento del PIB de Colombia y representa

el 23,7% de las exportaciones del país. Se calcula que las operaciones mineras legales crean también unos 300.000 empleos. “Somos importantes para la economía de Colombia, pero queremos desempeñar un papel más destacado en los próximos años. Creemos que en poco tiempo la minería puede representar más del 5% del PIB de Colombia, con el inicio de operaciones de casi 10 proyectos mineros tan importantes como los que ya están trabajando en el país”, comenta César Díaz, director ejecutivo de la Cámara Colombiana de Minería.

En la carrera internacional de las grandes empresas en busca de nuevas reservas, Colombia representa una oportunidad de oro. Empresas importantes, como BHP Billiton, Vale, AngloGold Ashanti, Drummond Coal, Glencore y Anglo American, tienen oficinas y operaciones de exploración o extracción en Colombia.

Luc Gerard es presidente de Tribeca, una empresa fundada por él para traer a Colombia la primera firma internacional de capital privado estándar. El capital está apoyado exclusivamente por fondos de pensiones colombianos y Colombia actualmente supone el 65% de las inversiones de la empresa. En un principio Tribeca centró su interés en el sector de gas y petróleo, pero en 2010 lanzó Brexia para vehicular la inversión en minería. Gerard cree que esta será la nueva ola de oportunidad para inversionistas en Colombia. “El nuevo boom de inversión extranjera en Colombia en los próximos cinco o seis años se dará en la minería”, cree Gerard. Piensa que este sector puede superar en el futuro los altos niveles de inversión realizados en petróleo. “La diferencia entre el sector de gas y petróleo y la minería es que Colombia nunca llegará a ser una potencia mundial en gas y petróleo. Podemos tener cierta importancia y obtener inmensos beneficios para el país, pero sencillamente no tenemos el potencial geológico para convertirnos en líderes mundiales. Sin embargo, los expertos coinciden en que Colombia podría

llegar a ser uno de los protagonistas en la minería mundial, junto con Canadá, Chile y Australia”, explica.

Unión de una industria nacienteColombia ha extraído minerales desde la época precolombina, pero la afluencia actual de inversiones es un fenómeno relativamente reciente. Por ello, el sector minero se enfrenta ahora a los retos típicos de hablar con una sola voz, conseguir directrices y normas claras y comunicar sus beneficios a una audiencia preocupada por las personas y el medio ambiente.

“Es necesario entender que no sobreviviremos si no actuamos juntos. Existen varias asociaciones mineras y creemos que tienen un papel importante que desempeñar. Algunas cuestiones no pueden y no deben trasmitirse por empresas individuales, sino realmente a través de asociaciones que representen al sector en su conjunto”, dice Rafael Herz, presidente de AngloGold Ashanti Colombia.

Tres son las instituciones principales que apoyan a la industria minera en Colombia. ASOMINEROS, fundada en 1936, representa a la industria minera organizada. Tiene 36 empresas asociadas; su presidente, Eduardo Chaparro, explica: “Nuestro objetivo principal es promover y mantener un entorno comercial óptimo, mediante la colaboración con el sector público en el desarrollo sostenible de la minería en Colombia”.

“Nuestra asociación fue la primera en establecerse y ha representado a empresas pequeñas, medianas y grandes que trabajan el carbón, el oro, el níquel, el cemento y otros materiales. ASOMINEROS tiene una larga historia de cooperación, respeto y comunicación sincera entre el sector privado y la administración pública”, comenta Chaparro.

ASOMINEROS forma parte de ANDI, la asociación de empresarios de Colombia, que está dividida en 22 cámaras, según

los sectores. Hace cinco años, cuando algunas de las empresas mineras que habían abandonado el país regresaron, se pensó que en Colombia debía existir una asociación independiente y por esa razón crearon una nueva cámara de minería.

“La Cámara Colombiana de Minería es una organización que reúne a las empresas del sector minero de Colombia; nuestro objetivo principal es defender y promover una minería responsable”, dice César Díaz Guerrero, director ejecutivo de la cámara.

“En este país, a pesar de numerosos proyectos importantes que empezaron hace muchos años, como Cerrejón o Cerro

Matoso, hay una nueva generación de empresas en la industria minera, y nuestro propósito es asegurar que estas nuevas compañías puedan trabajar con las mejores prácticas sociales, ambientales, corporativas y de seguridad posibles”, dice Díaz.

En 2010 las grandes empresas mineras, considerando que sus problemas son bastante diferentes de los de las empresas pequeñas, más artesanales, crearon la Sociedad de Minería a Gran Escala (SMGE). La SMGE está presidida por Claudia Jiménez, estrecha aliada de Uribe y ex-embajadora en Suiza.

“La SMGE surgió en respuesta a la necesidad de una asociación que pudiera representar de forma colectiva a las empresas de minería a gran escala y que pudiera trasmitir sus necesidades, sus resultados y sus opiniones acerca de la política nacional sobre minería”, explica Jiménez.

“Las empresas que forman nuestra asociación necesitan tener las mejores prácticas industriales, programas ambientales y operaciones sostenibles que puedan garantizar el compromiso de esas empresas con el desarrollo de Colombia y de su economía”.

“Queremos que la gente nos conozca como un sector y un mercado diferenciado del de gas y petróleo. La minería no está

Luc Gerard, presidente de Tribeca. Eduardo Chaparro, presidente de ASOMINEROS.Operaciones de minería subterránea de oro (cortesía de Mineros).



mucho interés en continuar estimulando a las empresas foráneas que tengan los conocimientos y el capital necesarios para explotar los recursos mineros del país.

Como ocurre con el desarrollo minero en América Latina y en otras regiones del mundo, las empresas de capital canadiense han sido las primeras y las más numerosas en entrar en este mercado. Según la Asociación Minera de Canadá, América Latina es el mayor receptor de inversiones canadienses directas en minería fuera de ese país, inversiones que en 2008 ascendían a 57.000 millones de dólares. Los tratados de libre comercio han reforzado los vínculos con América Latina, lo que se traduce en empleo y oportunidades de negocio para los mineros y proveedores de servicios canadienses.

Las empresas australianas también están empezando a darse cuenta de las oportunidades mineras que ofrece Colombia. Aunque Canadá parece dominar el sector de las júniors en Colombia, las firmas australianas empiezan a aparecer en mayor número, sobre todo en proyectos carboníferos.

“Se ve a muchas júniors de exploración llegar a Colombia desde Australia, con una tradición de minería responsable. Tenemos buena reputación y no nos asusta empezar exploraciones desde cero, lo que

requiere mucho capital inicial y supone mucho riesgo”, comenta Daniel Sullivan, responsable de minería en América Latina de Austrade.

Mientras que hay más de 200 empresas australianas explorando en África, en América Latina hay solo 30, la mitad de las cuales ha llegado en los últimos 12 meses. En contrapartida, hay entre 300 y 400 empresas canadienses activas.

Una de las empresas que ha llegado más recientemente es New Age Exploration, una firma australiana que busca conformar una cartera de proyectos de carbón en Colombia. La empresa es una de las primeras júniors cotizadas en la bolsa australiana que entra en este mercado, pero su director gerente, Gary Fietz, cree que otras podrían seguir sus pasos si Colombia gana atractivo en Australia.

Para Fietz, esta tendencia podría abrir una nueva fuente de inversiones para proyectos en Colombia. “Los inversionistas australianos están dirigiendo su atención hacia las oportunidades que hay aquí, lo que da a Colombia acceso a otro mercado financiero. El carbón es un recurso natural muy importante y a muchas empresas júnior de la bolsa de Australia les está yendo muy bien con proyectos de carbón coquizable. Hay, por tanto, fácil acceso al capital en la bolsa

australiana y un buen entendimiento tanto de las materias primas como de cualquier mercado en el mundo”, explica Fietz.

Hace poco el gobierno australiano anunció la apertura de un consulado general en Colombia, lo que refleja su creencia de que los resultados comerciales y la profundización de las relaciones económicas se verán favorecidos por una mayor presencia en el país andino. “Nos centramos en atraer inversiones australianas a Colombia y en ayudar de forma activa a las júniors y otras empresas mineras que buscan establecerse aquí, pues creemos que el comercio sigue a la inversión”, dice Sullivan.

Código colombiano de mineríaAparte de un puñado de operaciones, la minería moderna a gran escala es un fenómeno relativamente nuevo en Colombia. Esto ha supuesto un periodo de transición en la normativa, mientras los responsables buscan un punto de equilibrio entre su deseo de atraer inversiones y la necesidad de que los colombianos obtengan el mayor beneficio posible.

La constitución de Colombia, redactada en 1991, establece que el estado es el propietario del subsuelo y de los recursos naturales no renovables. El Código de Minería de Colombia (ley 685) entró en vigor en 2001, con el propósito de incentivar una exploración y una minería sostenibles. Este código fue enmendado en 2010 (ley 1382) para mejorar la productividad y la competitividad.

Los puntos fuertes del código son: la previsibilidad de la propiedad de los títulos mineros, la larga tradición de Colombia en el respeto de los contratos, y el hecho que inversionistas nacionales y extranjeros cuenten con los mismos derechos. Haciendo hincapié en el segundo punto, es prácticamente imposible encontrar un caso en que el gobierno de Colombia haya roto o ignorado un contrato o una obligación en acuerdos de concesión de cualquier tipo.

Luis Gabriel Pérez, socio de una importante firma de abogados de Colombia, Brigard & Urrutia, es experto en el desarrollo del código de minería. Piensa que estos últimos cambios permiten al país incorporar los mejores elementos regulatorios de los mercados más maduros.

“El conjunto de normas que tratan de los contratos de minería y de las concesiones mineras es muy moderno. Fue promulgado hace menos de diez años y permite una gran flexibilidad en términos de la posible transferencia de propiedades mineras y de la independencia de los operadores. El propietario de un título minero tiene total

independencia y autonomía para desarrollar el proyecto de la forma que crea más adecuada para esa área. El papel del gobierno se reduce a asegurar que se cumplen los términos del contrato, específicamente el pago de regalías y la protección del medio ambiente”, comenta Pérez.

Sin embargo, algunos cambios hechos al código de minería del país en 2010 (ley 1382) han sido declarados inconstitucionales

hace poco; el gobierno tiene dos años más para aprobar nuevas regulaciones antes de volver al código antiguo.

Pérez no tiene ninguna duda de que el Código de Minería está en proceso de transición. “No hay ninguna duda. Sabemos que el gobierno ha contratado ya una firma internacional de consultoría para analizar cuál es la mejor forma de proceder”.

Costos, impuestos y regalíasSegún Proexport, el sector de la minería aporta el 2,3% de producto interno bruto de Colombia, 852 millones de dólares en regalías y otros 908 millones de dólares en impuestos. Actualmente se debate si lo que recibe el país de la industria minera es una cantidad adecuada.

La normativa impositiva del país no ha sufrido casi ningún cambio desde 1974. Con un impuesto de sociedades a las empresas mineras del 33% y unas regalías sobre el valor de la producción que varían entre el 3 y el 12%, según el producto, la normativa aparece en posición favorable si se compara con otros países de América Latina.

tan desarrollada y aún queda mucho por hacer en esta industria. Estamos centrando nuestra agenda en asuntos que importan al sector, como los impuestos y las relaciones entre la nueva institución de minería y el viceministerio”, comenta Jiménez.

Interés internacionalComo se ha dicho antes, la favorable actitud del gobierno hacia las empresas ha traído al país una nueva ola de inversiones extranjeras. Según Proexport, el sector minero ha inyectado 2.000 millones de dólares en inversión extranjera directa, y los responsables gubernamentales muestran

De las modificaciones al marco regulatorioLuis Gabriel Pérez, Socio de Brigard & Urrutia Abogados S.A.En virtud de las facultades conferidas por virtud de la Ley 1444 de 2011, el Gobierno Nacional profirió una serie de decretos, el 3 de noviembre del mismo año, por medio de los cuales realizó importantes reformas a la estructura de la administración central, dentro de las cuales se destacan las introducidas al sector minero.

Dentro de modificaciones introducidas al marco regulatorio minero, está la creación de la Agencia Nacional de Minería (ANM). Está entidad constituida para subrogar al Instituto Colombiano de Geología y Minería (Ingeominas) en varias de las funciones que hasta la fecha realiza, estará encargada fundamentalmente de administrar los recursos mineros de la Nación, adjudicar las concesiones y llevar el Registro Minero Nacional. Por su parte, Ingeominas que en adelante adoptará el nombre de Servicio Geológico Colombiano, desarrollará las funciones de recopilación, almacenamiento y procesamiento de la información geológica. Con la creación de la ANM, el Gobierno Nacional busca emular lo alcanzado con la creación de la Agencia Nacional de Hidrocarburos en el año 2003. De otra parte, se espera que con la creación de la ANM por el Gobierno Nacional la mayoría de las atribuciones que en materia minera le ha atribuido a las entidades territoriales, pasen a la ANM.

Por otra parte, el Gobierno Nacional contempla la posibilidad de introducir una serie de medidas que aseguren una mayor profesionalización de la industria minera. Como ejemplo de lo anterior, se ha anunciado el rechazo de un número significativo de propuestas de contrato de concesión mineras sobre las cuales aún no se ha determinado el área libre por contratar y además no cumplen con los requisitos mínimos de ley. Con ello se busca liberar áreas de especial interés geológico y migrar de un sistema en el cual las concesiones mineras se adjudicaban mediante solicitud de la parte interesada a uno mediante el cual se adjudican al mejor proponente en el marco de un concurso.

Finalmente, la creación del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible después de haber sido fusionado Vivienda y Desarrollo Territorial en el año 2002, marca un punto de inflexión en la política ambiental del Estado. Con esta escisión se prevé una mayor especialización de esta entidad y una incidencia cada día mayor de sus decisiones sobre el desarrollo de la industria minera, particularmente en lo que atañe al otorgamiento de instrumentos de gestión y control ambiental.

Claudia Jiménez, presidenta, SMGE. Luis Gabriel Pérez, socio de Brigard & Urrutia.



precaución a los responsables políticos. “El gobierno quiere estar bien informado antes de dar los primeros pasos en esta cuestión. Quieren conocer cuáles son las potenciales consecuencias, en qué posición estamos en cuanto a competitividad y cómo pueden pasar a un sistema que no aleje al inversionista al mismo tiempo que asegura al país la obtención de legítimos beneficios sobre sus recursos. El tener unas cifras exactas es de vital importancia en este debate”.

“Estamos en el momento más crítico para el sector de la minería en este país. Hay mucho interés en invertir en nuestro potencial minero, pero deben considerarnos

un país que mantiene la estabilidad en sus normas. Al mismo tiempo, el pueblo de Colombia debe estar convencido de que obtenemos un beneficio adecuado para el estado”, comenta Ruiz.

Ernst & Young tiene como objetivo duplicar su tamaño en Colombia en tres años, basándose en el aumento de sus clientes de petróleo y minería. “Nuestras actividades en minería van detrás solo de las de gas y petróleo en magnitud. Queremos ser considerados especialistas en el sector de la minería y hemos creado un equipo especializado para poder ayudar a las empresas mineras”, dice McGregor.

La empresa global de auditoría y consultoría Ernst & Young ha estado activa en Colombia durante más de 25 años y algunas de las empresas que se fusionaron para crear Ernst & Young tienen una historia mucho más larga aquí.

“De un total de 140.000 empleados en todo el mundo, en Colombia trabajan 700 personas. Es un número importante en términos de América Latina, debido al crecimiento experimentado por la economía y, en particular, al auge de las industrias del petróleo y de la minería en este país”, dice Joss McGregor, socio de Ernst & Young Colombia.

Esta firma internacional cree que hay elementos muy positivos para los inversionistas internacionales en minería. “El gobierno ha querido controlar algunas desgravaciones impositivas el último año, pero eso ha sido necesario para equilibrar las cuentas del estado. Hay todavía un déficit fiscal que el gobierno necesita corregir y está intentando hacerlo sin afectar demasiado a los inversionistas extranjeros, sin embargo es un delicado equilibrio”, explica Ricardo Andrés Ruiz Cabrera, alto directivo de Ernst & Young Colombia.

A medida que se desarrolla el debate, con fuertes rumores de aumento de impuestos a la minería, Ruiz aconseja

Los colombianos necesitan fortalecer sus instituciones regulatorias. El Ministerio de Minas y Energía es la principal autoridad minera del gobierno central. El ministerio lleva la responsabilidad tanto de la minería como del sector de gas y petróleo.

Algunos observadores piensan que el Código de Minería implementado por el ministerio es sólido y está mejorando, pero creen que es la aplicación de este marco legal la que ha empezado a constreñir el desarrollo de la industria minera de Colombia.

“Se dijo que en algunas instituciones se había colado mucha corrupción e ineficiencia. Si el país puede limpiar eso, se habrá ganado mucho”, dice Carlos Gustavo Arrieta, socio de Arrieta, Mantilla & Asociados, una firma de abogados que se especializa en los sectores de recursos e infraestructuras.

Declive y caída de IngeominasIngeominas fue fundada en 1916 como una institución geológica para supervisar la localización y exploración de la riqueza minera del país. Varias reestructuraciones aumentaron el alcance de su responsabilidad inicial, que consistía en realizar la cartografía geológica, explorar los recursos mineros y estudiar las aguas subterráneas. En 2004 sus funciones se adaptaron a las de una autoridad delegada en minería en relación con regalías, promoción de la industria minera y gestión del catastro de minería. Recibió también la responsabilidad de acordar y controlar las concesiones.

En los últimos años el nivel de interés y actividad en el sector ha sobrepasado la capacidad de Ingeominas. Según el hebdomadario Semana, un estudio gubernativo descubrió que, como resultado de fallos sistémicos de Ingeominas, las peticiones de concesiones tardaban una media de 600 días en resolverse, una verdadera pesadilla burocrática para los exploradores.

Esos retrasos y la consiguiente incertidumbre también fueron terreno fértil para la corrupción; hay una amplia creencia en que los funcionarios de Ingeominas han vendido información privilegiada, han autorizado concesiones en zonas protegidas y han ofrecido una rápida gestión de permisos a cambio de dinero. Además, Ingeominas había permitido un sustancioso aumento de

la especulación al dar títulos de concesión a individuos que presentaron apenas el mínimo de información, con la única intención de venderlos a otras empresas.

“Actualmente hay personas que mantienen concesiones mineras desde hace dos o tres años sin haber pagado nada al gobierno ni haber desarrollado sus proyectos de ninguna manera, y que piden millones de dólares por ellas”, señala Alejandro Mesa, socio de Baker & McKenzie Colombia, una firma de abogados internacional presente en el país.

“Varios líderes del sector han repetido que las instituciones mineras se han visto expuestas a las típicas vulnerabilidades del mercado en cuanto a escape de información y problemas potenciales de corrupción y colusión. Aunque tenemos un buen conjunto de normas, hasta ahora no se han aplicado de manera efectiva en Ingeominas”, comenta Luis Gabriel Pérez, socio de la firma de abogados Brigard & Urrutia.

En febrero de 2011 se decretó una

moratoria de seis meses en las solicitudes para poder resolver un atraso de 19.629 peticiones de concesión. La moratoria se ha ampliado después, de forma provisional, hasta febrero de 2012. “Pienso que la moratoria en nuevos permisos era necesaria. No creo que el sistema legal pueda trabajar sin replantearse la forma en se que conceden

Hacia unas instituciones sólidasPeriodo de transición para los reguladores del sector minero

Joss McGregor, socio, Ernst & Young Colombia.

Alejandro Mesa, socio, Baker & McKenzie Colombia.

Ricardo Andrés Ruíz, gerente senior, Ernst & Young Colombia.



los permisos de minería, de modo que los especuladores queden fuera del sistema”, dice Mesa. Además de la moratoria, el Ministerio de Minas ha emprendido una profunda revisión del sistema de asignación de zonas y hace poco decidió retirar esta función a Ingeominas para encargársela a una agencia especial.

Aplicando el modelo del petróleoEl gobierno ha creado una Agencia Nacional Minera (ANM) para regular el sector en forma similar a como lo hace la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) en la industria petrolera. En los últimos siete años, la ANH ha recibido muchos elogios por la gran prosperidad que ha vivido el sector de gas y petróleo bajo su dirección.

“La ANH nos muestra lo que puede ocurrir cuando una institución es fuerte. Desde finales de los 90 hasta 2004 hubo pocos contratos, pero cuando se creó una agencia efectiva la industria despegó de verdad”, explica Mesa. Se espera que la nueva ANM intente poner en práctica la forma en que la ANH concede los títulos, basándose en una serie competitiva de concursos en los que las empresas deben demostrar que tienen capacidad financiera y hacer una oferta sobre la base del trabajo que van a hacer para desarrollar el proyecto.

Sin embargo, han surgido algunas inquietudes sobre si este es el modelo adecuado para la industria minera. “El sector del petróleo es un mundo mucho más sofisticado que el de la minería. Si lo que se quiere es concentrar el interés de la agencia minera en los grandes inversionistas internacionales, podría funcionar. Pero no creo que el problema esté ahí. No sé si la agencia minera va a ocuparse de los problemas sociales relacionados con las pequeñas empresas mineras”, dice Carlos Gustavo Arrieta, de la firma de abogados Arrieta, Mantilla & Asociados.

Por otra parte, algunas personas apuntan más al sistema de trabajo de Ingeominas

que a la institución como tal. Líderes entrevistados para este reportaje piensan que la corrupción que se introdujo en Ingeominas se debe a la falta de claridad en su forma de actuar. “No creo que los problemas de corrupción desaparezcan cambiando Ingeominas; solo desaparecerán cuando tengamos la necesaria transparencia en las actuaciones. El gobierno debe darse cuenta de que, si de verdad quiere estimular la inversión extranjera, debe mantener una línea política clara y debe apoyar la minería con un modelo legal eficiente y competente”, comenta Tamara Romero Restrepo, gerente general de Alianza W. J., una firma de abogados y consultoría con base en Medellín.

Carlos Gustavo Arrrieta, socio de Arrieta, Mantilla & Asociados.

Tamara Romero Restrepo, gerente general de Alianza W. J.

Una visita al Museo del Oro de Bogotá es una actividad cultural de primer orden en América Latina. Su colección consta de miles de artefactos indígenas de oro, entre ellos la famosa balsa de Guatavita, una composición de oro puro que representa la ceremonia de El Dorado que inspiró a tantos buscadores de tesoros. Bajo la tenue iluminación de los corredores del museo se hace obvia la significación cultural del oro en Colombia, que precede claramente a la llegada de los conquistadores.

Colombia es el país con la historia más larga y productiva de explotación de oro en Sudamérica, historia que se remonta a la época precolombina y al periodo colonial español. Hasta el siglo XX, el 30% de todo el oro del mundo provenía de Colombia y el país fue el mayor productor de oro de Sudamérica hasta 1937.

Aunque tiene unas reservas estimadas en más de 25 millones de onzas, Colombia no se codea aún con los grandes productores mundiales de oro. En 2009, la producción fue de 1,57 millones de onzas. La cifra real es más alta, pues una parte considerable de la minería del oro ha sido realizada por mineros informales durante mucho tiempo; no obstante, la capacidad de crecimiento es enorme y la mayor parte de la inversión minera está siendo canalizada hacia la exploración de oro. La producción creció más de un 30% en 2010 y ASOMINEROS espera que se llegue a tres millones de onzas anuales en 2015.

Para 2020, ASOMINEROS prevé que unos 4.500 millones de dólares habrán sido invertidos en la exploración y desarrollo del oro en Colombia. Ese nivel de inversiones, en combinación con las reservas conocidas, deberían incrementar la producción de manera significativa y devolver a Colombia su rol pasado de gran productor mundial de oro.


La mayor parte de la producción actual de oro de Colombia proviene de operaciones en terrenos de aluvión, efectuadas sobre todo por buscadores artesanales del lugar. La recuperación de oro en estas operaciones es baja, en algunos casos inferior al 60%. El auténtico potencial para el oro que se observa actualmente en Colombia es el que permanece en las rocas duras del país, relativamente sin explotar, o en recursos dispersos por la región andina.

AngloGold Ashanti, la gran empresa que se atrevió a quedarseComo se ha dicho antes, Ingeominas se ha visto tan saturada de solicitudes de concesiones en los últimos años que en la actualidad se ha impuesto una moratoria a nuevos petitorios mientras se replantea todo el sistema. Por tanto, aunque continúan surgiendo muchas oportunidades, los jugadores que están ya bien establecidos en Colombia disfrutan de una ventaja competitiva, y son muy demandados como socios.

AngloGold Ashanti, la firma minera internacional con base en Sudáfrica, tiene el mérito de ser una de las primeras compañías internacionales de oro en invertir en Colombia. La empresa ha gastado más de 250 millones de dólares desde que llegó a Colombia en 2003. En 2011 invirtió 110 millones y planea gastar 100 millones anuales en 2012 y 2013.

“Hace unos 10 años AngloGold Ashanti decidió aumentar su nivel de exploración en Colombia, porque era la frontera inexplorada de los Andes. Cuando llegamos, no había muchas empresas dispuestas a invertir en el país debido a los problemas de seguridad existentes”, dice Rafael Herz, presidente de AngloGold Ashanti Colombia.

AngloGold Ashanti está implementando un amplio programa de nuevas exploraciones,

de manera especial en Colombia, donde mantiene una posición destacada y donde ha descubierto dos yacimientos nuevos, en Gramalote y La Colosa, que juntos representan 13,5 millones de onzas de recursos minerales.

“Colombia es la apuesta a largo plazo de AngloGold Ashanti en América. En Colombia estamos en la fase de exploración y todavía no tenemos ninguna explotación en marcha, pero algunos proyectos exploratorios son muy interesantes para la empresa y podrían suponer un aumento considerable de la producción regional desde mediados de esta década hasta la siguiente”, comenta Herz.

AngloGold Ashanti está centrada ahora en la exploración sistemática y el desarrollo de sus concesiones, que suman más de 1,5 millones de hectáreas. “La empresa fue la primera exploradora importante del país, y ha buscado oro sistemáticamente en un número importante de concesiones, bien mediante prospecciones iniciales o exploraciones físicas. Dado que fuimos los primeros en llegar, creemos que estamos ya en las zonas más interesantes para nosotros”, explica Herz.

AngloGold está trabajando en operación conjunta con B2Gold en algunas concesiones, y Clive Johnson, presidente y gerente general de B2Gold, coincide en que las anticipadas previsiones sobre Colombia representarán una buena ventaja para la gran empresa internacional. “AngloGold arriesgó mucho cuando vino a Colombia hace varios años, cuando todavía era un lugar muy peligroso. Pudieron conseguir tanto terreno porque muchas otras empresas temían andar por allí. Me quito el sombrero por ello”.

La estrategia inicial de la empresa era buscar proyectos más amplios de pórfidos. Pero ahora que tiene presencia en el país y dos proyectos avanzados en estudio de prefactibilidad, ha alcanzado el punto crítico que le permite considerar proyectos

Vista actual del proyecto La Colosa. (Foto cortesía de AngloGold Ashanti).


OroEn busca de El Dorado

más pequeños que puedan desarrollarse más deprisa.

“La característica destacada ya no es el tamaño sino la rentabilidad, y aunque haya un tamaño mínimo para una empresa de nuestras dimensiones, puedo prever que entraremos en el desarrollo de proyectos rentables más pequeños”, dice Herz.

El principal proyecto de la empresa sudafricana en Colombia es el de La Colosa, en el departamento de Tolima, que según las primeras estimaciones contiene 12,8 millones de onzas de oro.

“Es un centro importante, ya que constituye un proyecto considerable para esta empresa. En términos de tamaño, localización, problemas tecnológicos y ambientales, el proyecto plantea retos significativos y, por tanto, supone una oportunidad estimulante para la empresa, que le está dedicando la mayor parte de sus recursos en el país desde todos los puntos de vista. Tiene todos los elementos para convertirse en un proyecto importante, no solo para la empresa, sino también para el país”, comenta Herz.

B2Gold y AngloGold Ashanti, socios en GramaloteB2Gold fue fundada por los directivos de Bema Gold, una empresa adquirida por Kinross con grandes beneficios para sus accionistas. El equipo busca ahora repetir su éxito con un interés continuo en América Latina que incluye minas en Nicaragua. B2Gold y AngloGold Ashanti tienen en la actualidad algunos proyectos conjuntos en Colombia, en diversas fases de desarrollo. Clive Johnson, presidente y gerente general de B2Gold, cree que esta asociación es poco corriente en la industria minera. “La mayoría de las júniors que hacen descubrimientos no llevan sus minas a la fase de producción y la mayoría de las majors no hacen descubrimientos, aunque AngloGold es una excepción, como hemos visto en La Colosa”, dice.

Rafael Herz, presidente de AngloGold Ashanti Colombia.

Clive Johnson, presidente y gerente general de B2Gold.



Actualmente, la operación conjunta más interesante es el proyecto de Gramalote, que sigue mostrando resultados prometedores en sus perforaciones y puede convertirse en una oportunidad relativamente libre de riesgos. “Tenemos la suerte de que el depósito está en una de las zonas más convenientes del país para una mina de oro”.

El emplazamiento está a poca altitud, no hay mucha agricultura ni población en la zona y es un distrito muy favorable a la inversión. Mientras el proyecto de La Colosa es tal vez una operación a largo plazo de AngloGold, debido a su magnitud y al nivel de perforación y cantidad de permisos requeridos, Gramalote representa una oportunidad a más corto plazo.

“Es un buen lugar para tener una de las primeras minas grandes de oro en Colombia. Será importante, no solo para AngloGold y para nosotros, sino también para toda la industria, al demostrar que se puede construir una mina responsable con el medio ambiente al tiempo que se dejan grandes beneficios al país y a la población local. Contábamos con unos recursos de 2,4 millones de onzas de oro pero, como el proyecto está tomando unas proporciones mayores de las previstas, los resultados de las últimas exploraciones y de los tests metalúrgicos realizados muestran unos recursos mucho más elevados.

Además, tenemos ya adelantado el estudio de prefactibilidad, que estará acabado en junio de 2012. Juntos estamos gastando 38 millones de dólares en 2011 para hacer perforaciones exploratorias e intensivas del depósito principal, y se ha programado que el estudio final de viabilidad esté terminado a finales de 2013. Resultados recientes nos llevan a ver ahora la oportunidad de construir una mina que podría producir más de 400.000 onzas al año”, explica Johnson.

Los primeros en llegar consiguen la recompensaRobert “Bob” Allen, fundador de Grupo de Bullet, ha estado interesado en derechos y propiedades de minerales en Colombia desde los primeros años 80. Grupo de Bullet S.A. es ahora una empresa privada colombiana con una abultadísima cartera de proyectos de oro, cobre y minerales polimetálicos con una extensión total de más de un millón de hectáreas.

“Estamos en Colombia desde hace 25 años y básicamente nuestro objetivo ha sido siempre descubrir y desarrollar proyectos mineros. Somos una empresa privada especializada en generar proyectos, pero también hemos sido capaces de formar empresas conjuntas con otros socios para desarrollar nuestros proyectos y finalmente

poner las propiedades en producción. Hemos firmado acuerdos con AngloGold Ashanti, B2Gold, Antioquia Gold y Colombia Crest. Fuimos uno de los socios fundadores de Continental Gold y de Solvista”, dice Allen.

Muchos consideran que Allen es uno de los pioneros de la exploración de oro en Colombia. Si se investiga el emergente sector aurífero, queda claro que la mayoría de los proyectos llevan la marca de Grupo de Bullet en algún momento de su desarrollo. Durante el periodo de investigación para este reportaje, muchos entrevistados dijeron que una visita a Colombia en búsqueda de concesiones es inútil si no se consulta a Grupo de Bullet.

Allen hace hincapié en lo importante que ha sido para la empresa mantener un buen nombre a nivel local. “No somos para nada una gran empresa, pero tenemos muy buena fama aquí. Nuestra activo más importante ha sido la reputación. Eso es lo que la gente debe mirar cuando llega aquí; si podemos mantener una buena ética en todas las fases, entonces podremos actuar”, explica.

Grupo de Bullet sigue dispuesto a asociarse para el desarrollo de sus proyectos, pero lo que buscan en los nuevos socios, señala Allen, es la posibilidad de permanencia y la capacidad de trabajar en Colombia.

“Mucha gente ha venido a Colombia en los últimos 20 ó 30 años. Llegan y hacen una promoción de acciones: después, debido al estallido de la burbuja punto com o a una crisis económica mundial, se marchan y nos dejan a nosotros la responsabilidad de arreglar lo que dejan detrás. Buscamos a personas de valía que tengan no solo la capacidad económica, sino también el conocimiento técnico para poder operar en Colombia”, comenta Allen.

Minatura es otra empresa que cuenta con un buen portafolio de terrenos en Colombia. Su director general, Paul Dias, invirtió por primera vez en Colombia a finales de 2001. “Desde entonces hasta 2006 la cosa estaba muy tranquila. No había mucha actividad. Debías viajar con mucho cuidado y conocer muy bien las zonas donde ibas, debido a los problemas sociales del momento”, recuerda. “En 2001 vine a crear una mina, pero la operación creció orgánicamente. Llegué a conocer el país por ósmosis. No vine con grandes planes, pero me fui dando cuenta de su potencial día a día. ‘¡Vaya, no hay nadie aquí!’ Estaba en un área pequeña y fui creciendo desde allí”, explica Dias.

En su cartera actual, Minatura maneja unas 380.000 hectáreas con recursos potenciales de cobre, oro, platino y otros metales. Como sociedad holding, Minatura



es ahora una incubadora que generará nuevas empresas con diferentes proyectos.

“Estamos planeando llevar al mercado cuatro proyectos en los próximos doce meses. Buscamos invertir alrededor de 15 millones de dólares en exploración este año”, dice Dias.

Además de sus activos en rocas duras, Minatura busca también crear un cambio de paradigma en terrenos aluviales. “Creemos que hemos hallado un método mucho más eficiente de establecer recursos en terrenos de aluvión. Hacer eso lleva mucho tiempo y los métodos empleados son antiguos y obsoletos”.

Dias ha descubierto una tecnología que Minatura ha contribuido a desarrollar con socios holandeses y estadounidenses. “La tecnología no se ha usado nunca en minería, pero nos permite perforar 30 metros en unas cuatro horas, lo que antes llevaba una semana”, comenta.

La empresa ya ha perforado en algunas zonas y ha encontrado recursos. “El trabajo en terrenos de aluvión es caro, pero es el camino más corto para llegar a la producción. No se habla mucho de estos proyectos, porque la mayoría de las empresas son privadas, pero pueden llevarse a cabo de forma respetuosa con el medio ambiente. No somos una empresa dedicada a terrenos aluviales, sino que tenemos un modelo híbrido. Nuestro interés y el mayor valor a largo plazo van a estar en estructuras de roca dura, pero los trabajos aluviales tienen posibilidades asombrosas a corto plazo”, explica Dias.

Afianzado en el mercado y con la ventaja de haber sido de los primeros en llegar al país, Dias considera que Minatura tiene un gran potencial de crecimiento en Colombia. “Estamos creando valor tanto para el pueblo como para los accionistas. No hay mejor sensación que esta. Espero que seamos uno de los líderes del país. Estamos en camino de ser una empresa de exploración de primera categoría y, al final, una empresa minera aluvial de primera categoría. Creo que el potencial de Colombia puede superar al de muchos países de América Latina. Los Andes están todavía sin explorar en Colombia. Hemos visto algunos éxitos iniciales, pero pienso que mucha gente va a quedar sorprendida”.

Cinturón del Cauca MedioEl cinturón del Cauca Medio está atrayendo mucho interés para la exploración de oro. Su potencial en pórfidos ha mantenido la atención de muchas compañías de

exploración, tanto grandes como pequeñas, y es probable que sea la primera región en iniciar la producción de oro a gran escala. Continental quiere ser la primera

Continental Gold Ltd. es una empresa en fase avanzada de exploración y desarrollo, con nueve proyectos auríferos que abarcan más de 197.000 hectáreas en zonas con mucho futuro de producción.

“AngloGold fue la primera en llegar al país en los tiempos modernos, pero su modelo era buscar enclaves de pórfidos. Conocen esas estructuras muy bien”, dice el presidente y director general de Continental, Ari Sussman. “Nuestro modelo es buscar otras cosas. En primer lugar buscamos sistemas de vetas de gran calidad, de varias clases, y tenemos una forma de identificarlos a partir de una base muy amplia. Esto nos permite empezar con una imagen de satélite y después centrarnos en zonas concretas una vez que encontramos los objetivos adecuados”.

El proyecto fundamental de Continental está en Buriticá, donde ven un gran potencial para la producción de oro en vetas de gran calidad. Continental ha emprendido una política muy dinámica de perforaciones, con un presupuesto para el año 2011 de unas 30 millones de dólares. “Es realmente un planteamiento muy ambicioso”, declara Sussman. “Vamos a hacer perforaciones y no vamos a parar. Nuestra visión es que vamos a construir la primera mina moderna de oro en este país”.

Continental tiene como objetivo empezar la producción en Buriticá en algún momento de 2014. Sussman considera que el proyecto se plasmará en una sencilla mina subterránea. “Tiene un proceso metalúrgico simple y se ve con claridad el camino hacia la producción. Para hacerlo, solo necesitamos perforar con fuerza”.

Sussman quiere conseguir una primera cifra de recursos de unas 2,5 millones de onzas pero piensa que Buriticá puede contener cantidades mucho más altas. “Los recursos —dice— son la instantánea en un momento dado, pero creemos que hay muchas más onzas de las que se fijan en el proyecto, tal vez más de cinco millones. Dicho esto, debemos obtenerlas de acuerdo con la normativa 43-101 o el código JORC. Para entonces habremos hecho más de 100.000 metros de perforación diamantina”.

Continental no quiere ser considerada una empresa de exploración júnior con un solo proyecto, dado que su amplia cartera incluye varias propiedades con potencial para proporcionar otros descubrimientos. Además, mediante un contrato de opción

Paul Dias, gerente general de Minatura.

Empleados de Continental Gold con algunas muestras de su agresiva campaña de perforación. (Foto cortesía de Continental Gold).


con Grupo de Bullet, la empresa tiene un potencial sostenible de crecimiento gracias a una cartera excepcional de proyectos en distritos colombianos clave para el oro.

Sussman sostiene que esto es lo que hace a Continental distinta. “Tenemos la cartera de proyectos más seria del país y la capacidad de generar más. Tenemos un equipo especializado cuya única función es evaluar nuevas oportunidades en los más de cuatro millones de hectáreas de propiedad sobre las que tenemos una primera opción. Esto se está haciendo ahora y seguimos generando más proyectos, así como estrategias para obtener el máximo beneficio de nuestra cartera”.

Gran ColombiaEn 2011 la fusión de dos prometedoras compañías colombianas especializadas en oro dio como resultado un nuevo jugador importante en el sector. En junio, Gran Colombia Gold anunció que había concluido su fusión con Medoro Resources, dando lugar a la mayor productora subterránea de oro y plata de Colombia, con seis minas subterráneas operativas. La empresa espera aumentar su producción conjunta de oro de 120.000 onzas al año en 2011 a más de 600.000 en 2016.

Pieza clave en la cartera del nuevo grupo es la famosa mina Frontino de Segovia, Antioquia, que lleva en funcionamiento más de 150 años. En este periodo la mina ha producido más de 4,5 millones de onzas de oro usando una tecnología minera relativamente sencilla.

Otro activo destacado de la cartera de Gran Colombia es el proyecto Marmato. Una sección subterránea de la mina ha estado en producción de forma intermitente desde 1900. Ahora la empresa está revisando un proyecto a largo plazo de explotación a cielo abierto. La página web de Gran Colombia Gold declara que el proyecto contiene 10 millones de onzas de oro y 64 millones de onzas de plata entre recursos medidos e indicados.

La empresa empezó el estudio de prefactibilidad de este proyecto en 2011, con la esperanza de empezar la producción en 2015.

Sin embargo, el plan exigiría trasladar la ciudad de Marmato de su actual localización, lo que todavía no tiene el apoyo de la comunidad.

Grandes proyectos de pórfidos, objetivo de SunwardSunward Resources Ltd. Se centra en la exploración de grandes proyectos de pórfidos de oro y cobre en Colombia. “Estamos interesados en proyectos grandes y duraderos de oro y cobre. Nuestra estrategia de adquisiciones se basa en la historia minera anterior de las áreas que nos interesan. Las zonas que poseemos han tenido operaciones mineras desde 1990. Se trata en su mayoría de buenas concesiones con todas las licencias, unos recursos iniciales con producción minera en el pasado”, dice su gerente general, Colin Andrew.

Su activo más importante es el proyecto Titiribi, que tiene 3,7 millones de onzas de oro según la norma de recursos 43-101. Sunward cree que Titiribi es el proyecto de pórfidos de oro y cobre más accesible entre los que se están investigando en el cinturón del Cauca Medio.

La empresa tiene en la actualidad siete equipos de perforación en la zona y Andrew se siente animado por la acogida que ha tenido en la comunidad hasta la fecha. “Pienso que nuestro proyecto tiene la ventaja de estar localizado en un área que ha tenido actividad minera durante mucho tiempo, así que trabajamos con una comunidad que entiende la minería y quiere saber más sobre ella”, comenta.

Sunward ha adquirido también el proyecto Mandé Norte, en el norte de Colombia, que considera uno de los sitios de pórfidos de cobre no perforados con mayores posibilidades en Sudamérica.

Solvista, la unión de expertos colombianos y canadiensesSolvista Gold Corp. fue constituida en Ontario, Canadá, en 2010, como resultado de un acuerdo conjunto entre Norvista Resources Corp., con base en Toronto, y Grupo de Bullet. Mientras esta última tiene una experiencia y unos contactos sin parangón en Colombia, Norvista proporciona la financiación y su experiencia en el mercado de capitales.

Solvista Gold posee en la actualidad dos proyectos de exploración en el departamento de Antioquia: Guadalupe y Caramanta.

“Hay unas 2.000 empresas de exploración que cotizan en Toronto. Tienes que hacer algo por encima de lo normal para sobresalir entre la multitud”, dice Miller O’Prey, presidente y gerente general de Solvista. “Pienso que tenemos un equipo sólido de profesionales dentro de la empresa y en nuestros socios, Grupo de Bullet y Norvista. No creo que haya muchas compañías en Colombia que tengan tal grado de pericia y experiencia, tanto en el nivel local como en el corporativo y financiero”.

Los modelos geológicos de los dos proyectos de Solvista son muy diferentes. Los dos se centran en el oro, pero el de Caramanta es más bien una operación a cielo abierto con grandes cantidades de mineral de bajo contenido, mientras que el de Guadalupe, tal como se ve ahora, es un depósito con una estructura más controlada y un contenido de leyes más altas, más susceptible de explotación subterránea.

Ambos proyectos avanzan conjuntamente, aunque el de Guadalupe, por razones logísticas, está más desarrollado. Es un lugar de más fácil acceso y la geología es más sencilla. “En Guadalupe estamos en el proceso de conseguir los permisos y esperamos empezar a perforar en noviembre. La campaña contempla un mínimo de 4.000 metros, pero esperamos superar esa cifra si tenemos resultados positivos”, declara O’Prey.

O’Prey piensa que el hecho de operar en Antioquia supone una gran ventaja para el proyecto. “Fue una decisión tomada a conciencia teniendo en cuenta varios factores. Antioquia es la cuna de la minería de Colombia. Es el departamento con más experiencia en minería, lo que facilita encontrar trabajadores para la exploración y la explotación, y también la gestión de las regulaciones. Tiene menos problemas sociales y una autoridad ambiental que parece más en sintonía con las necesidades de la región”.

El batolito de AntioquiaLejos del cinturón del Cauca Medio, Antioquia ofrece también muchas oportunidades de exploración en su batolito, una formación eruptiva compuesta de granodiorita y diorita de cuarzo. Varias empresas están desarrollando proyectos en esta región, que da señales de contener depósitos de primera categoría.

Antioquia Gold, con expertos peruanosAntioquia Gold está en el país desde 2007. La empresa tiene cerca de 40.000 hectáreas esparcidas por toda Colombia. El principal activo de Antioquia Gold es el proyecto Cisneros, de 5.630 hectáreas, localizado 5,5 kilómetros al nordeste de Medellín.

“Estructuralmente, el proyecto Cisneros se considera un depósito de oro en vetas controladas, y es esencial concentrar esfuerzos en comprender la estructura geológica y su control de la mineralización de oro. Es lo que hemos estado haciendo, y estamos obteniendo los resultados deseados con continuados éxitos en perforación”, afirma Brad Van Den Bussche, vicepresidente de exploración en Antioquia Gold.

“Se trata de un proyecto tremendo y creo que obtendremos el reconocimiento merecido a su potencial cuando definamos un recurso significativo que demuestre que tiene oportunidades reales”, dice. La empresa se encuentra en el tercer año de perforaciones y cuando termine el programa habrá completado más de 32.000 metros.

“El plan es terminar el programa de perforaciones, concentrado en varias zonas estructurales en el corazón del área del proyecto, y definir un recurso próximamente”, explica Van Den Bussche. La empresa continúa explorando agresivamente y definiendo nuevos objetivos en la propiedad.

Buena parte de la financiación y el soporte técnico que recibe Antioquia Gold proviene de Desafío Minero. Para Van Den

Brad Van Den Bussche, vicepresidente de exploración de Antioquia Gold.



Cordillera GoldCordillera apareció en el mercado en noviembre de 2010; hizo sus primeras adquisiciones y realiza actualmente exploraciones iniciales con la esperanza de conseguir los requisitos de la norma 43-101 para poder cotizar en bolsa. La empresa controla más de 21.000 hectáreas en el batolito de Antioquia.

“Nuestra estrategia consistió básicamente en obtener propiedades en el departamento de Antioquia: estábamos interesados en esa región porque hay datos de muy alto nivel sobre la zona que apuntan a una gran cantidad de oportunidades”, comenta el director general, Robert Fia.

El proyecto clave de Cordillera es Guatape en San Francisco, que consta de dos concesiones. La empresa ha terminado su programa de exploración de suelos, corrientes y muestras de rocas sobre el terreno. Una vez realizados análisis combinados con estudios aeromagnéticos y radiométricos, se identificarán varios objetivos de perforación en un futuro próximo. Aunque todavía en las fases iniciales, Fia tiene puestas muchas esperanzas en sus operaciones. “Esperamos que dentro de cinco años habremos encontrado depósitos con uno o dos millones de onzas de oro en esta zona y con otros proyectos de exploración”.

Distrito minero de CaliforniaAparte de los desarrollos del cinturón del Cauca Medio, otra zona aurífera de interés es California, departamento de Santander. Aunque el área no está tan familiarizada con la minería como Antioquia, se está convirtiendo rápidamente en el segundo núcleo de la minería de roca dura en Colombia.

Eco Oro, el renacimiento de GreystarGreystar era una de las empresas de oro más prometedoras de Colombia y su proyecto Angostura mostraba extraordinarias posibilidades. Sin embargo, después de una inversión importante en exploración y desarrollo, los planes de la empresa de abrir una gran mina a cielo abierto se vinieron abajo por las preocupaciones suscitadas en torno al impacto social y ambiental del proyecto. Ahora, la compañía quiere renacer con otro nombre, Eco Oro, y un plan minero reelaborado por completo.

El nuevo plan del proyecto Angostura prevé una mina subterránea en vez de a cielo abierto como en la primera propuesta; la empresa espera proyectar un nuevo comienzo y hará mucho más hincapié en las cuestiones sociales y ambientales.

Angostura seguirá siendo el proyecto insignia. Si los resultados de las operaciones

Bussche, se trata de un socio estratégico de enorme importancia. “Tienen un proyecto muy similar a Cisneros en Parcoy, Perú, y cuando su vicepresidente de exploración vino a Cisneros dijo que era muy similar a lo que habían visto en su mina de Perú hace 25 años. Vieron un gran potencial”.

Desafío ha participado en dos financiamientos y posee el 35,5% de Antioquia Gold. Desafío produce unas 200.000 onzas de oro anuales y cuenta con 32 años de experiencia en exploración, desarrollo y operación de minas subterráneas de vetas estrechas. “Hemos recibido formación muy valiosa de esta empresa y pensamos enviar a trabajadores de Cisneros a aprender del proyecto de clase mundial de Desafío”, dijo Van Den Bussche.

Waymar, del yeso a los masivos de sulfuroWaymar Resources Ltd. de Canadá cuenta con una opción de compra del 100% del proyecto Anzá, localizado al oeste de Antioquia. Anzá fue en el pasado una mina de yeso a cielo abierto, dentro de la cual los mineros empezaron a encontrar sulfuros, que trataban como material de desecho. Como las cantidades de sulfuro aumentaban, alguien decidió examinarlo. Se descubrió un cuerpo sulfuroso masivo, rodeado de un tipo desconocido de mineralización con altas


leyes de zinc y oro. En los últimos años la mina de yeso se transformó en dos minas subterráneas, separadas por un río. Así pues, hay dos elementos interesantes; uno es el sulfuro masivo, que es polimetálico, pero la región también tiene muchos depósitos de oro explotados por mineros artesanales.

La mina de yeso original tenía varios propietarios; Continental Gold y Grupo de Bullet tenían algunas propiedades en los alrededores. Varias empresas se implicaron entre 2007 y 2008 en la búsqueda en Anzá, pero Waymar consiguió cerrar el trato en 2010.

“Llegamos, nos consolidamos y terminamos comprando las posesiones de Continental y firmando una opción por tres años sobre las propiedades principales que constituyen la mina de yeso y los hallazgos de sulfuros”, dice Pablo Marcet, presidente y gerente general de Waymar.

Marcet ha descubierto que la mina de yeso ha sido enormemente beneficiosa. “Ya había un campamento en el sitio, que al principio compartimos, y los habitantes del lugar están entrenados y han trabajado en la minería durante algún tiempo. Existe ya una buena relación con las comunidades y, por suerte, la mayor parte de la minería ilegal de la zona está fuera de nuestras posesiones”, explica.

de perforación y de otros estudios confirman sus cálculos, esperan tener los permisos ambientales hacia finales de 2012 para poder empezar la fase de construcción, que podría llevarles dos o tres años.

AUX, la gran apuesta de BatistaEn marzo de 2011, Eike Batista consiguió el control de la empresa minera canadiense Ventana Gold en una operación valorada en 1.500 millones de dólares. El proyecto insignia de Ventana era La Bodega, localizado en el distrito de California.

Según publicó E&MJ en diciembre de 2010, Ventana había publicado unos recursos minerales inferidos, según la norma 43-101, de 3,5 millones de onzas de oro, 19,2 millones de onzas de plata y 84,6 millones de libras de cobre. El estudio de alcance indicaba 14 años de minería subterránea, procesando hasta 7.500 toneladas al día.

Batista dijo que compró Ventana porque pensaba que los activos eran tres veces más grandes de lo que sus propietarios creían. Expuso también su plan de invertir otros 100 millones de dólares en activos de Ventana, estudiar la posibilidad de adquirir otros valores y después sacarlos a bolsa conjuntamente en Bogotá, Londres y Sao Paulo con la etiqueta AUX.

CB Gold en Las VetasCB Gold empezó con un proyecto nuevo llamado Norte de Santander en junio de 2009. Al llegar al sitio, Fabio Capponi, gerente general de CB Gold, quedó inmediatamente impresionado por las posibilidades de la zona: “Las Vetas es un distrito donde ha habido minas en explotación legal durante más de 60 años y donde se ha producido oro durante más de 400 años. El potencial era obvio, así que nos establecimos allí”.

Aunque había minas funcionando en el sitio, CB Gold ha suspendido sus operaciones para centrarse en su exploración. “Estas minas solo sacaban el oro visible, nunca sintieron la necesidad de hacer ni una sola perforación. Como empresa minera profesional que quiere conseguir un nivel según la norma 43-101, tenemos que trabajar de otra manera”, dice Capponi.

Los resultados de la exploración hasta ahora han animado mucho a Capponi. “Pasamos el primer año y medio cartografiando y tomando muestras de toda la zona, tanto bajo tierra como en superficie. En superficie, algunas muestras de vetas visibles alcanzaron una ley de 667 g/tm de oro y más de 3.000 g/tm de plata. De las más de 2.000 muestras que tomamos, la ley media de las subterráneas está en torno a 7 g/tm de oro y 75 g/tm de plata; y la ley media


10.000 metros en una primera fase, y en California cada semana obtenemos mejores resultados, así que tendremos que cambiar algunas cosas”, explica Hinchcliffe.

El proyecto está bastante por debajo de los 3.000 metros de altura, por lo que no debería haber ninguna preocupación sobre contactos con los páramos. Sin embargo, desde los problemas del proyecto Angostura, de Greystar, todas las empresas se han dado cuenta de la necesidad de mostrarse activos para cambiar la percepción de la gente sobre la minería en la región.

“El problema es que no hay mucha información sobre las actividades económicas tradicionales desarrolladas en esas áreas, y en cualquier caso la minería puede no ser ni la mejor ni la peor opción. Por eso el gobierno y las empresas están estudiando más las condiciones económicas y culturales en las zonas que tienen posibilidades para la minería, para saber si el proyecto es viable desde el punto de vista social y ambiental”, comenta Hinchcliffe.

Los MatesLos Mates es una productora de oro con base en Colombia, fundada como empresa privada en 2009, cuyos proyectos principales están en la rica región minera de Senderos de Oro, vecina de California y Vetas. “El proyecto Senderos de Oro comprende dos de nuestras cuatro licencias y abarca más de 1.300 hectáreas, así que hay mucho que explorar”, dice Ary Marquis Pernett, presidente y gerente general de Los Mates.

La compañía ha presupuestado no menos de cinco millones de dólares para exploración en 2011, y recibe asesoramiento tecnológico de empresas canadienses que la ayudan en las primeras fases de exploración. “En estos momentos preparamos más estudios geofísicos de campo y otros estudios de superficie, pero creo que a finales de 2011 o principios de 2012 podremos empezar con las perforaciones”, comenta Pernett. Los Mates tiene como objetivo producir 100.000 onzas de oro al año en su primera mina en un plazo de cinco años desde su formación. Aunque ya tiene posesiones importantes, para poder alcanzar ese objetivo la empresa sigue buscando otros activos mineros para su adquisición. “Ahora tenemos 5.000 hectáreas de concesiones mineras, pero estamos buscando otros títulos”, explica Pernett.

Apertura de otros distritosAdemás de estas zonas auríferas, cada día más conocidas en todo el mundo, otras áreas con mucho futuro se están abriendo a las empresas de exploración.

Ashmont en ChocóAshmont Resources es una empresa privada canadiense con base en Vancouver. Nació de la iniciativa de dos firmas canadienses, que tenían actividades de minería en África, y de un banco de inversiones colombiano, que entró en el sector de la minería inyectando capital en dos empresas mineras colombianas.

Tras considerar las oportunidades que ofrecía Colombia, la empresa, fundada en noviembre de 2010, empezó a trabajar en tres proyectos diferentes: Chocó, Córdoba (mina El Alacrán) y Bolívar (mina Santa Cruz), y en otras tres propiedades. La empresa tomó la decisión de trabajar en áreas con poca actividad pero con buenas oportunidades. “En Antioquia vimos que muchas empresas iban en busca de los mismos activos. Además, queríamos diversificarnos, pues nuestro objetivo no era solo el oro, y la única mina con resultados positivos en cobre era El Alacrán”, dice Mario Escobar, presidente y gerente general de Ashmont Resources.

Chocó es una región costera del Pacífico afectada por muchos problemas sociales, con una historia de algunos fracasos en proyectos mineros. Sin embargo, Escobar está preparado para superar este reto. “Vamos a desarrollar el proyecto de Chocó de una forma especial, con una estrategia a largo plazo. Las dificultades de transporte y los problemas con las guerrillas y los tráficos ilícitos hacen que debamos ser cuidadosos y trabajar con un proyecto bien elaborado”, comenta Escobar.

Córdoba MineralsPaul Dias, director general de Minatura, también piensa que las nuevas zonas mineras cada vez ofrecen más oportunidades. “Antioquia tiene una rica historia en minería, pero otros distritos está mejorando rápidamente. El ponerse al día es solo cuestión de tiempo”, dice. En Córdoba, por ejemplo, su empresa ha encontrado unas perspectivas de futuro extraordinarias para los metales de base. “Está justo al lado de Cerro Matoso, Minera El Roble y Carbones del Caribe. También espero que Sur de Bolívar emerja como una región de primera categoría por sus grandes depósitos de oro. Todas estas son zonas sin explorar ni desarrollar, pero pronto oiremos mucho de ellas”, comenta.

Dias planea segregar los activos de Córdoba y pasarlos a Córdoba Minerals Corp., una empresa de cobre y oro. “Los afloramientos en esta región son gigantescos; son estructuras de 3 a 200 metros de ancho que se prolongan a lo largo de kilómetros. Ahí tenemos unas 26.000 hectáreas y unos socios muy interesantes”.

Cosigo, el Witwatersrand colombiano en el TarairaMuy lejos de otros emprendedores, Cosigo intenta abrir un nuevo distrito colombiano de exploración bastante al sur de los Andes, en la profundidad de la selva tropical del Amazonas.

El buque insignia de la empresa es el proyecto Machado, que posee al 100%, en el cinturón de oro de Taraira, al sudeste del país, junto a la frontera entre Brasil y Colombia. El trabajo de Cosigo en las 9.973 hectáreas del proyecto Machado es el primer programa de exploración moderna en una zona en la que ha habido más de 100 operaciones de minería del oro en el pasado.

Esta zona tiene en el subsuelo rocas similares a las del famoso complejo Witwatersrand de Sudáfrica, de donde se ha extraído aproximadamente el 40% de todo el oro del mundo. Geólogos del gobierno colombiano trabajaron en el Proyecto Machado por primera vez a finales de la década de 1980. “El gobierno perforó 12 ó 13 hoyos en la zona. Encontraron un depósito interesante, de unas 40 toneladas, lo que no es viable según la norma 43-101. Nuestra intención es añadir nuevos conocimientos”, dice Andy Rendle, vicepresidente de Cosigo Resources en América Latina.

de las de superficie es de 1 g/tm de oro y 6,7 g/tm de plata. Es decir, la relación entre plata y oro es aproximadamente de 10 a 1”.

CB Gold empezó a perforar en diciembre de 2010. “Empezamos con el plan de perforar 25.000 metros, pero lo hemos ampliado hasta 30.000-35.000 metros. El programa de perforaciones ha quedado más claro desde que terminamos el estudio geofísico en mayo de 2011”, explica Capponi.

Una preocupación de los inversionistas era que las propiedades de CB Gold están a gran altura, como las de Greystar. El proyecto se extiende desde una altitud de 2.800 metros hasta un máximo de 3.500 metros. Sin embargo, Capponi no considera que esto sea un impedimento y tiene interés en distinguir esta situación de la de Greystar: “No hemos tenido problemas con la altura. Las autoridades ambientales controlan nuestras operaciones cada 15 días y nos han felicitado más de una vez por nuestra actuación”, comenta. “No es un proyecto a cielo abierto, sino subterráneo, de modo que la cuestión es muy diferente, porque no se toca la superficie si no es necesario. Se espera que la boca de la mina esté a 3.300 metros de altitud y en ese punto estamos por debajo de la línea del páramo. Ninguno de nuestros terrenos ha sido calificado como páramo y en esta zona se han realizado

actividades a estas alturas mucho antes de la llegada de CB Gold. La misma ciudad de Vetas está a 3.200 metros de altitud. Aquí ha habido minas operando legalmente durante 60 años o más”, concluye Capponi.

Galway ResourcesGalway Resources centra su interés en el carbón y el oro de Colombia. Como sus activos de carbón están empantanados actualmente en procesos de aprobación, el núcleo de su actividad es la exploración de oro en el nordeste de Colombia, con programas de perforación en marcha en las zonas auríferas de California y Vetas.

“Vimos el potencial de oro de Santander y más concretamente de California. Estamos orgullosos de haber sido la primera empresa en reunir concesiones en la zona”, dice Robert Hinchcliffe, presidente y gerente general de Galway. “Nos centramos en esta esta región con Vetas y California, proyectos que esperamos que lleguen al millón de onzas de producción”, explica.

Galway se ha asegurado una posición importante en California. Sus concesiones en esta zona son vecinas a los proyectos La Bodega, de AUX, y Angostura, de Eco Oro. El presupuesto de 2011 ha sido de 13 millones de dólares entre los dos proyectos. “En el proyecto de Vetas planeamos perforar

Con proyectos y operaciones en Colombia, Perú y Brasil, la empresa quiere ser importante en la región. Brexia Resources es el vehículo de inversión minera de Tribeca, el primer fondo de capital privado colombiano de nivel internacional, liderado por Luc Gerard y respaldado sobre todo por fondos de pensiones colombianos. Con ese importante respaldo financiero y la mentalidad propia de un fondo de capital privado, Brexia está adquiriendo proyectos adecuados tanto en Colombia como en otras partes de América Latina.

La empresa busca en especial proyectos avanzados de exploración, con altas posibilidades de entrar en producción. “Buscamos ese valor oculto. Es muy fácil evaluar una propiedad cuando ya se han hecho 20.000 metros de perforaciones. Pero cuando no se ha hecho ninguna, ¿cómo se valora un proyecto y se ve su potencial? Nosotros aplicamos las mejores técnicas para la evaluación de proyectos”, dice Alexey Duarte, presidente de Brexia.

La compañía ha comenzado ya sus actividades de exploración y desarrollo en Colombia a través de El Bagre, un proyecto de oro en vetas, localizado al noroeste del departamento de Antioquia. “El Bagre es el punto de partida de esta compañía, donde esperamos empezar la producción en el tercer trimestre de 2012”, explica Duarte. En la actualidad Brexia Resources está empezando a operar en un depósito de pórfidos de oro, plata, cobre y zinc y en un depósito en vetas de oro y plata en el sur de Perú, cerca de la mina Tintaya y del proyecto Antapaccay de Xstrata. Esta operación, llamada Brexia Goldplata Perú, producirá oro, plata, zinc y concentrados de plomo; además el equipo de exploración estudiará el potencia real de esta propiedad de 20.000 hectáreas. Asimismo, Brexia está a punto de cerrar un acuerdo sobre un recurso muy atractivo de pórfidos de oro y cobre, con unos 12.000 metros de

perforación, en el departamento de Cauca. Más recientemente, Brexia ha iniciado negociaciones en Brasil para el desarrollo de un paquete de 43.000 hectáreas, con 300.000 onzas de oro ya definidas como recursos inferidos.

En suma, la estrategia de Brexia Resources se basa en una cartera equilibrada de opciones cercanas a la producción o ya en producción, con un gran potencial de exploración, lo que asegura un prometedor horizonte de desarrollo para el futuro combinando el crecimiento orgánico con fusiones y adquisiciones.

Latam Resources, proveedores de alianzas y financiaciónLatam Resources es una empresa de InterBolsa, grupo financiero del mercado de capitales colombiano. Latam se centra en la compra y venta de activos mineros en Colombia. Tiene más de 100 proyectos en estudio, siendo capaz de evaluarlos técnicamente al nivel requerido por la bolsa de Toronto.

“Los recursos naturales constituyen uno de los sectores más importantes en busca de capital. En nuestra banca de inversión vimos que siendo más activos en el proceso, tendríamos más oportunidades”, dice Leonel Narea, gerente general de Latam.

A través de InterBolsa, Latam puede ayudar en la financiación y entrar en operaciones conjuntas con empresas de recursos naturales en la fase de exploración y descubrimiento de proyectos.

“Nuestro sistema es acumular bastante información para atraer a empresas júniors internacionales. Entonces les proporcionamos financiación con nuestro brazo de banca de inversión; también podemos ofrecer otros servicios, como la gestión de activos”, dice Alejandro Ochoa, director de Latam Resources.

“La sección de banca de inversión de InterBolsa puede ayudar a reunir capital. Estamos en mejor posición que la mayoría de competidores porque tenemos la mayor agencia de bolsa en un mercado como el de Colombia. Ofrecemos algo parecido a una operación llave en mano”, explica Narea.

Latam busca ahora socios para llevar adelante su cartera de proyectos. “Buscamos empresas que puedan hacer avanzar los proyectos hasta el siguiente nivel. Y queremos proporcionarles los medios para conseguir estos activos”, dice Ochoa.

Caramanta CondeEzequiel Llanes es un ingeniero de minas colombiano que ha participado en muchos proyectos destacados del país, como Frontino y Providencia. Junto con otros socios, Llanes adquirió hace poco un proyecto nuevo, llamado Caramanta, en el suroeste de Antioquia, que se está desarrollando con el nombre de la empresa, Caramanta Conde.

El proyecto incluye más de 480 hectáreas en una región con buenas perspectivas, en la que se ha realizado minería artesanal durante más de 100 años. “Creemos que Caramanta puede convertirse en uno de los proyectos mineros más importantes de Colombia a corto plazo”, dice Llanes.

Llanes concede que si el proyecto se muestra a la altura de sus expectativas necesitarán un socio. “Disponemos de la logística necesaria para un proyecto de exploración, pero no para construir una mina. Una vez que el proyecto empiece a dar buenos resultados, creo que alguna gran empresa internacional estará interesada en asociarse con nosotros”.

Sin embargo, en esta fase, la empresa estudia sus opciones. “Cuando conozcamos exactamente las reservas de este proyecto podríamos pensar en la posibilidad de cotizar en bolsa. Una vez que estemos seguros del valor de la empresa y del proyecto, estaríamos también interesados en recibir propuestas sobre posibles asociaciones”, comenta Llanes.


Cosigo ha terminado un amplio estudio geoquímico del suelo que, junto con la cartografía geológica, ha permitido identificar grandes objetivos anómalos para las dos perforadoras de circulación inversa que están ya en el sitio. La empresa espera ahora del gobierno un permiso de sustracción de las Reservas Forestales para proceder con su programa de perforación.

Cosigo tiene que trabajar en triangulación entre la empresa, los grupos indígenas y las ONGs para acordar la mejor forma de contribuir al desarrollo de la zona. Para Rendle, esto no solo es un reto, sino que es parte del compromiso ético de la empresa. “Nuestra ilusión es que la tribu indígena del sur de Taraira pueda estar entre las más ricas del mundo. Si se ha de conocer a Cosigo por una cosa, queremos que sea esta. Les apoyamos en sus proyectos y mostramos que la minería puede darse de forma segura, sin dañar el ambiente”.

Cosigo desea que comunidades indígenas de Estados Unidos y Canadá vengan a actuar como una especie de mentores para las comunidades con las que están trabajando. Un modelo para esto es la British Columbia Aboriginal Mine Training Association (BCAMTA), que ha colaborado con muchas empresas, ayudando a los jóvenes nativos a alcanzar un estándar técnico para que puedan trabajar en minería. Esto hace que pequeñas empresas mineras con presupuestos bajos puedan confiar a la comunidad local unos equipamientos caros, cuyo manejo exige una formación adecuada.

Capital colombianoAdemás del interés provocado por parte de la comunidad internacional, también se está empleando capital colombiano en la exploración y explotación de los recursos auríferos. Aunque Colombia no tiene unos fondos tan abundantes como Toronto, las empresas de capital local tienen la ventaja de conocer bien el país.

Mineros, la número 1 en oroCon más de 35 años de experiencia en el sector y en la actualidad el mayor productor de oro del país, Mineros es la empresa de oro más afianzada de Colombia. Es la única empresa del segmento que cotiza actualmente en la Bolsa de Valores de Colombia y está respaldada enteramente por capital colombiano.

Siendo el mayor productor, el objetivo de Mineros para 2011 es producir más de 120.000 onzas de oro. El 80% de esta producción proviene de minería aluvial, y el otro 20% de minería subterránea, todo ello de minas en el departamento de Antioquia.

“Nuestra producción ha ido aumentando gracias a la campaña de crecimiento que emprendimos hace cuatro años, y esperamos que esta tendencia continúe. En estos momentos tenemos actividades de exploración en Antioquia y en otras regiones de Colombia”, dice Beatriz Uribe, presidenta de Mineros.

En los últimos cuatro años Mineros ha trabajado en una operación conjunta con AngloGold Ashanti para explorar algunas de sus propiedades. “Pienso que este tipo de asociaciones son buenas, porque ayudan a las dos partes a compartir, aprender y mejorar sus prácticas, como ha ocurrido con AngloGold”, comenta Uribe.

Mineros planea expandirse más allá de Colombia y convertirse en un importante jugador regional. Además de los objetivos de exploración en varias partes del país, está estudiando iniciar actividades de exploración en Perú y Ecuador. “Dentro de cinco años queremos ser una empresa internacional con actividad en al menos tres países de América Latina, y duplicar la producción que tenemos ahora”, señala Uribe.

Brexia, de TribecaBrexia tiene como objetivo convertir activos con valor oculto en operaciones a gran escala, rentables y, sobre todo, sostenibles.


Beatriz Uribe, presidenta de Mineros.Vista aérea de unas operaciones de Mineros. (Foto cortesía de Mineros).

Alexey Duarte, presidente de Brexia Resources.


Colombia tiene la mayor base de recursos carboníferos de Sudamérica, calculada en más de 6.400 millones de toneladas, y es el quinto mayor exportador de carbón del mundo, con 68 millones de toneladas en 2010. En ese año, los impuestos y regalías sobre el carbón sumaron 931.428 millones de pesos (484 millones de dólares). Según Proexport, el país planea aumentar la producción a 200 millones de toneladas al año para 2020.

La mayor parte de los recursos de carbón térmico están localizados en los departamentos de La Guajira y César, y la mayoría de los recursos de carbón coquizable, calculados en más de 1.400 millones de toneladas, están en los departamentos de Norte de Santander, Santander, Cundinamarca y Boyacá.

Cerrejón, líder de la expansión del carbónCerrejón es la mina con mayor producción del país y una las mayores explotaciones de carbón térmico a cielo abierto del mundo. Es un complejo que integra la minería con el transporte, situado en el departamento de La Guajira; actualmente tiene una capacidad de exportación de 32 millones de toneladas al año.

Cerrejón es la empresa privada que más trabajadores emplea, que más impuestos paga y una de las que más regalías paga en Colombia. El proyecto está considerado un líder en el país.

Durante mucho tiempo presidente y director general de Cerrejón, León Teicher ha dejado su puesto para dedicar más tiempo a su familia, pero dice: “Cerrejón ha sido pionera en términos de minería seria a gran escala. La operación empezó hace unos treinta años. Tenemos la ventaja de haber estado aquí mucho tiempo y de conocer el país muy bien. Ya hemos

conseguido buenos beneficios de nuestras inversiones y todo lo que empecemos ahora será expansión de lo existente más que creación de algo nuevo. Esta es una buena ventaja sobre las empresas que están llegando ahora a Colombia”.

Según Teicher, esta ventaja seguirá haciendo crecer a Cerrejón. “La expansión es parte de nuestro ADN. La infraestructura de la mina, en cuanto a carreteras, ferrocarril y puertos, se pensó originalmente para 15 millones de toneladas al año de exportaciones de carbón. En su momento, fue la mayor operación de este tipo del mundo”.

A través de sucesivas expansiones, Cerrejón ha alcanzado el nivel actual, que le permite exportar 32 millones de toneladas al año, y hace poco aprobó una ampliación para poder exportar 40 millones.

La mina pertenece a un consorcio de empresas mineras de primer nivel, a saber, BHP Billiton, Anglo American y Xstrata. Ninguna de ellas ejerce el control y Cerrejón, como operadora, es una empresa independiente y autónoma.

Ese respaldo tan importante es lo que ha permitido a Cerrejón seguir su ambicioso

camino de crecimiento. “Aunque Cerrejón por sí misma genera una buena cantidad de efectivo, también tenemos acceso a algunas de las empresas mejor capitalizadas del mundo para continuar con nuestra expansión. La cultura corporativa y la riqueza de la experiencia acumulada durante los pasados 30 años se complementa con los sólidos conocimientos en minería de nuestros propietarios”, explica Teicher.

Cerrejón planea empezar nuevas mejoras que se espera estén terminadas en 2013, y aumentar la producción hasta 40 millones de toneladas al año en 2015. El elemento clave es la construcción de un nuevo terminal con facilidades para carga directa en Puerto Bolívar, pero la empresa está invirtiendo también en nuevo equipamiento para la mina y el ferrocarril.

Drummond mira a AsiaLa segunda mina de carbón más grande de Colombia es propiedad de Drummond. Durante los últimos años de la década de 1980, Drummond Ltd. adquirió los derechos mineros sobre importantes recursos carboníferos situados en el norte de Colombia. Entre los carbones exportados actualmente en Colombia, el de Drummond es de los que tiene menos azufre y cenizas.

Las operaciones colombianas de Drummond Ltd. incluyen las explotaciones de carbón a cielo abierto Mina Pribbenow y El Coloso, situadas en la cuenca minera de César, cerca de La Loma; Puerto Drummond, un puerto oceánico de aguas profundas en el mar Caribe, cerca de Santa María, e instalaciones para transporte y tratamiento del carbón.

Itochu Corp., de Japón, ha unido fuerzas con Drummond Coal, de Estados Unidos, en un acuerdo de 1.500 millones de dólares por el que se hará con el 20% de las acciones de la filial colombiana de Drummond para comercializar su carbón en Asia.

En la segunda Conferencia Coaltrans de Colombia en septiembre de 2011, Augusto Jiménez, director general de Drummond Colombia, destacó la creciente importancia que la compañía otorga a las exportaciones a Asia del carbón colombiano. También perfiló las nuevas perspectivas de crecimiento de Drummond e Itochu.

Drummond International planea aumentar la producción de carbón en 10 millones de toneladas al año, hasta llegar a 35 millones en 2014. Itochu declaró que un 70% de esos 10 millones de toneladas adicionales se venderá en Asia, especialmente en China, India y Japón, aunque Europa seguirá siendo el mercado clave para el carbón colombiano.

Las instalaciones de clase mundial de Cerrejón han contribuido en gran manera a la reputación de Colombia como exportador mundial de carbón. (Foto cortesía de Cerrejón).

CarbónInversiones en exploración y desarrollo de proyectos

Prodeco, de GlencoreProdeco, propiedad al 100% de Glencore, la mayor empresa comercializadora de materias primas del mundo, comprende dos proyectos mineros a cielo abierto (Calenturitas y La Jagua) en el departamento de César; instalaciones portuarias para la exportación (Puerto Zúñiga y Puerto Nuevo), y una participación del 39,76% en la concesión Fenoco, que opera el ferrocarril de enlace entre las minas y los puertos colombianos. Las minas exportan carbón térmico según la normativa norteamericana y carbón metalúrgico muy volátil (PCI) a Europa y las Américas.

Prodeco tiene unas reservas JORC de 337 millones de toneladas de carbón y unos recursos totales (incluyendo las reservas) de 540 millones de toneladas. Prodeco prevé una vida útil de 30 años para la mina Calenturitas y de 20 años para La Jagua, sobre la base de las reservas y suponiendo que algunos recursos existentes serán convertidos en Calenturitas.

Prodeco atraviesa ahora un periodo de expansión importante; la empresa tiene planes de aumentar la producción de carbón de 10 millones de toneladas al año en 2010 a 19,9 millones en 2013 y a 20,7 millones hacia 2015. Se calcula que esta expansión tiene un coste de unos 2.600 millones de dólares, de los que a finales de 2010 se llevaban gastados aproximadamente 1.500 millones en concesiones mineras, equipamiento de minería, transporte y otras infraestructuras.

Participación de Vale, el gigante brasileñoVale, en la actualidad una de las empresas mineras más diversificadas y prósperas del mundo, tampoco ha quedado indiferente ante el potencial que ofrece Colombia.

En 2009 Vale adquirió la mina El Hatillo, en el departamento de César, por 300 millones de dólares. “Colombia es el mayor productor de carbón del mercado atlántico y exporta a Estados Unidos y a muchos países europeos. Vimos una oportunidad, vinimos a conocer el mercado y evaluamos las posibilidades que teníamos”, dice Leonardo Pires, gerente general encargado del carbón de Vale Colombia y unos de los artífices de la adquisición.

Desde esa compra, la empresa ha invertido grandes cantidades en mejorar la eficiencia para aumentar la producción. “Trajimos equipamiento nuevo e instalamos un nuevo sistema de carga del carbón en los trenes para perfeccionar las técnicas y las operaciones de la mina. En 2011 decidimos revisar el objetivo de producción y ponerlo en 4 millones de toneladas al año, pero todavía

estamos trabajando en las ampliaciones necesarias”, explica Marco Puccini, gerente general de operaciones de Vale Colombia.

MPX, en busca del Carajás del carbónMPX es la división de energía del Grupo EBX de Eike Batista. En Colombia la empresa posee 68.000 hectáreas en La Guajira, donde actualmente lleva a cabo una campaña exploratoria con la esperanza de empezar la producción en dos minas a cielo abierto en Cañaverales y Papayal en 2012; seguirá una gran explotación subterránea que espera tener operando en 2015.

En total la empresa espera tener un proyecto minero integrado, incluyendo un puerto y un ferrocarril propios, que producirá 35 millones de toneladas al año de carbón térmico de alta calidad. En la Conferencia Coaltrans de Colombia en septiembre de 2011, Gustavo Gómez, gerente de operaciones de gas y minería de MPX, llamó a la cuenca de La Guajira “el Carajás del carbón”.

Carajás es uno de los mejores depósitos de mineral de hierro del mundo, explotado con enorme éxito en Brasil; Gómez piensa que La Guajira ofrece todas las características necesarias para llegar a ser tan importante en la minería del carbón como ha llegado a ser Carajás en el mineral de hierro.

Gómez también dice que, en función del mercado, MPX considera la posibilidad de otro aumento importante de la producción por encima del objetivo de 35 millones de toneladas anuales ahora fijado.

La infraestructura que están construyendo estará pensada para su duplicación, ya que Batista quiere aprovechar al máximo las posibilidades del carbón colombiano.

Otros proyectos a la vistaAdemás de estos proyectos, hay otras ampliaciones en marcha por parte de grupos locales y extranjeros. Varias empresas internacionales están también emprendiendo


León Teicher, ex-presidente de Cerrejón.

Leonardo Pires, gerente general de operaciones de carbón de Vale Colombia.


otras exploraciones aparte de estos proyectos principales. Por ejemplo, Anglo American, Goldman Sachs, Argos y Mitsui tienen grandes extensiones de tierra en desarrollo.

No todos los proyectos de carbón son desarrollados por empresas extranjeras. En 1987 se fundó Carboandes, una empresa familiar, que empezó el desarrollo original de La Jagua, antes de su venta a Prodeco. En 2007 Carboandes comenzó a extenderse por el país con títulos mineros en diferentes regiones. El proyecto de carbón más importante de la empresa es ahora la mina de Rondón en Boyacá. “Está en fase de exploración y hasta ahora hemos tenido muy buenos resultados. Ya tenemos la licencia ambiental para minería inicial, lo que significa que podemos seguir con las operaciones de exploración y al mismo tiempo tener algo de producción”, dice María Victoria Saade Mejía, gerente general de Carboandes.

Carbón metalúrgicoA pesar de la altísima calidad de los depósitos colombianos de carbón metalúrgico, hasta ahora la producción de coque y de carbón coquizable representa solo una pequeña parte de las exportaciones. La mayoría de estas minas se trabajan manual o semi-manualmente.

La geología andina ha convertido estas vetas interiores en unos filones relativamente delgados y muy inclinados de carbón de muy alta calidad. En ellos se ha trabajado durante cientos de años, pero a escala muy pequeña y sin haberse logrado todavía una adecuada mecanización.

Sin embargo, se ha podido exportar pequeñas cantidades de carbón coquizable, que ha sido aceptado por acerías internacionales por su alta calidad. Camco, creada en Bogotá en 1976 como empresa comercial, al principio proporcionaba carbón térmico del centro del país como combustible para sus plantas, pero en 2002 empezó a exportar carbón coquizable.

“Desde entonces hemos creado una mezcla para satisfacer las necesidades de la industria del acero, al principio con el apoyo técnico de las acerías turcas del grupo ISDEMIR-ERDEMIR. Esto nos abrió las puertas del mercado europeo, y a partir de entonces comenzamos a vender a algunas de las acerías más grandes del mundo”, dice Guillermo Camacho Fajardo, presidente de Camco.

Desde ese momento Camco ha intentado crear una marca para su mezcla de carbón coquizable. “Hemos centrado nuestros esfuerzos en producir la mejor mezcla de carbón posible de las zonas productoras

de Cundinamarca, Boyacá y Santander. Hemos demostrado que con nuestra mezcla podemos controlar la calidad de las minas que nos sirven. La calidad de nuestro carbón coquizable ha sido aceptada por las acerías más exigentes del mundo”, explica Camacho.

Milpa, líder local en modernizaciónMilpa es una empresa familiar, creada en 1983, que opera tres minas diferentes, actividades de transporte y un puerto fluvial en el río Magdalena, cerca de Barranquilla. Milpa desarrolla todas las fases necesarias para producir carbón de coque, incluyendo el lavado del carbón y la transformación en coque. Sus reservas actuales suman unos 100 millones de toneladas de carbón coquizable, repartidas en cuatro minas distintas.

Carlos Enrique Parra, gerente general de la empresa, explica que las difíciles condiciones geológicas de los depósitos colombianos de carbón metalúrgico han constreñido la explotación a gran escala. “La geología del centro del país es realmente muy difícil, lo que limita el desarrollo de grandes minas con una producción de un millón de toneladas al año. Pero hemos demostrado que con los bloques mineros que tenemos en la región se puede desarrollar una minería a escala media”.

Para superar esta dificultad, Milpa ha estudiado todas las técnicas disponibles. “Hemos trabajado mucho para modernizar el proceso completo de producción en nuestra empresa. Lo primero que hicimos fue cambiar los métodos de explotación, con mayor apoyo hidráulico y mejores procesos de exploración. También cambiamos las plantas de lavado, que ahora son más eficientes”, comenta Parra.

El presupuesto para la modernización de procesos es de 120 millones de dólares, repartidos entre el puerto y mejoras de minería, lavado del carbón y transformación en coque. En la actualidad la empresa exporta 500.000 toneladas al año de coque y 200.000 de carbón coquizable. En 2012 Milpa espera poder producir 240.000 toneladas más de carbón. Cuando todas las inversiones previstas estén dando sus frutos, Milpa quiere alcanzar una producción de un millón de toneladas al año de coque y 500.000 toneladas al año de carbón coquizable. Parra piensa que a medida que esas técnicas se extienden por Colombia, la industria del carbón metalúrgico se irá haciendo cada vez más importante. “Creemos que va a ser una gran industria, aunque no llegue a equipararse con la producción de carbón de las regiones del norte del país. Estamos seguros de que

el carbón coquizable tiene un potencial importante de crecimiento”, dice.

La compañía sigue estando abierta a nuevas propuestas y a considerar posibles asociaciones siempre que sean rentables para su empresa. “Estamos realmente interesados en asociarnos con empresas que puedan colaborar con nosotros en el desarrollo y mejora de nuestras operaciones”, señala Parra.

NAE, en busca de asociaciones internacionalesNew Age Exploration es una empresa cotizada en la bolsa de valores de Australia que quiere desempeñar un papel importante en la industria colombiana del carbón. New Age tiene socios europeos con mucha experiencia en minería subterránea y cuenta también con acceso al mercado australiano de capitales. Además, se ha asociado con Aurora, importante proveedor de equipamiento minero y servicios de consultoría en el sector colombiano del carbón.

“Hemos estudiado otros proyectos y otras materias primas en diversas partes del mundo, pero desde finales de febrero de 2011 la oportunidad que ofrece el carbón colombiano se ha convertido en nuestro foco de interés. Aquí tenemos muchas

más posibilidades que en otras partes del mundo”, dice Gary Fietz, director gerente de New Age Exploration. Los dos grupos formalizaron un acuerdo conjunto, por el que 90% de todo lo que se adquiera pertenecerá a New Age Exploration y el 10% restante a Aurora. En 2011 la compañía creó rápidamente una cartera considerable de activos carboníferos colombianos, que ahora incluye concesiones de carbón duro coquizable 40 km al norte de Bogotá, en el departamento de Cundinamarca, y concesiones de carbón térmico para exportación en la cuenca de César.

El modelo de New Age Exploration es buscar dos o tres buenos proyectos de carbón coquizable que puedan mecanizar, y producir alrededor de 500.000 toneladas de carbón limpio al año en cada mina, con una vida útil de entre 10 y 20 años por mina. “El carbón de coque es una materia prima tan importante hoy que eso resulta factible. Estos proyectos no tienen el tamaño que interesaría a las grandes empresas cotizadas, pero para una compañía como la nuestra ofrecen un modelo muy adecuado, y hemos encontrado varias oportunidades similares”, señala Fietz.

En New Age piensan que el potencial de mecanización podría tener un impacto importante en estas minas. “Cualquiera

que haya visitado estas minas de carbón coquizable en Colombia se habrá dado cuenta de que usan ante todo mano de obra y pueden acceder a una profundidad limitada ya que básicamente elevan contenedores de una tonelada con tractores o camiones. Creemos que hay oportunidades de demostrar que con la mecanización se puede llegar más abajo. El buzamiento es de unos 20-30 grados y más, y el filón tiene un grosor de 2-2,5 metros, pero pensamos que nuestra destreza en minería de acarreo corto y retro-lavado respalda su viabilidad”, dice Donald Garner, vicepresidente de desarrollo de New Age.


Gary Fietz, director gerente de New Age Exploration.


Su socio en esta operación considera que, siendo realistas, este tipo de oportunidades es de lo mejor que pueden encontrar las empresas recién llegadas. “La minería a cielo abierto en César es algo que no va a ocurrir. Todo está ya en manos de las grandes empresas. Hay que ir bajo tierra. Estamos considerando operaciones de minería subterránea que hasta ahora habían sido desdeñadas. Hace diez años estas áreas no eran tan interesantes, pero sí lo son con los precios actuales. Ciertamente, es difícil ir a César o La Guajira, donde están los grandes jugadores, que tienen capacidad financiera ilimitada. Pero si se mira más de cerca, todavía se encuentran oportunidades”, dice Carlos Felipe Barrera, gerente de proyectos de Aurora Energy.

Fietz piensa que la asociación con Aurora ha sido fundamental para su éxito en Colombia hasta ahora, y que para una empresa extranjera es vital tener un socio adecuado para operar aquí con eficiencia. “La red de contactos que tiene Aurora en todas las cuencas carboníferas colombianas, a través de su negocio de equipamiento de minería, ha sido una enorme ventaja para nosotros. Ellos conocen a la gente, tienen relaciones y nos han señalado varias oportunidades. Su reputación nos ha permitido cerrar negociaciones rápidamente”, explica Fietz.

CERX: construcción de la primera planta moderna de coque en ColombiaColombia Energy Resources Inc. (CERX) es una empresa emergente de minería de carbón y de energía limpia. Actualmente controla casi 12.000 hectáreas en Colombia y espera operar en dos lugares principalmente, Santander y Boyacá.

En Boyacá CERX está definiendo grandes recursos en Otanche y Rakú, al mismo tiempo que desarrolla varias minas en estas propiedades. CERX desarrolla además un tercer proyecto, Boavita, que estará operativo a principios de 2012. Estas minas proveerán de carbón, 200.000 toneladas al año, a la primera planta colombiana de coque, que CERX espera tener en funcionamiento dentro de dos años. CERX controla más de 160 millones de toneladas de recursos carboníferos.

“El coque colombiano no se vende mucho en el mercado internacional, y se hace con grandes descuentos”, dice Carlos J. Soto, presidente de Colombia Clean Power SAS, la empresa con la que CERX opera en Colombia. “Uno de los problemas que ha tenido el coque colombiano hasta ahora es que su calidad es muy variable. Los productores usan tecnologías anticuadas y la calidad de los insumos no se controla bien. Nosotros planeamos introducir un sistema más

sofisticado, eficiente y con mayores controles de calidad que los actualmente usados. Eso nos dará una ventaja importante”.

CERX está invirtiendo con fuerza en 2011 y 2012 para desarrollar reservas de carbón metalúrgico y empezar a operar en varias minas. En un plazo de dos años, la intención de la empresa es tener levantada y en funcionamiento su primera planta de coque, abastecida por sus propias operaciones mineras. “A largo plazo, el objetivo es desarrollar un parque energético para procesar los dos tipos de carbón, el térmico y el de coque, y transformarlos en otros productos, como metanol, urea o energía eléctrica”, declara Soto.

Problemas de infraestructuraAunque Colombia tiene un emplazamiento envidiable, con puertos en los océanos Pacífico y Atlántico, la realidad es que el país se vio obligado a abandonar la mayor parte de su infraestructura interior hace unos 40 años. Esto supone una limitación importante para sus ambiciones de exportar carbón.

Fenalcarbón es la Federación Nacional de Productores de Carbón de Colombia. Su presidente, Jaime Olivella, teme que la infraestructura pueda ser el talón de Aquiles que obstaculice el crecimiento.

“La falta de infraestructuras está retrasando el desarrollo de todas las industrias. Creo que este es el reto más importante de Colombia en el futuro cercano, si quiere apoyar la exportación de la producción minera del centro del país”, dice Olivella.

Los costes de las infraestructuras pueden superar el precio de mercado del carbón. Esto es un obstáculo, sobre todo en proyectos de carbón térmico de bajo precio. El presidente Santos ha manifestado su intención de invertir 55.000 millones de dólares en infraestructuras en la próxima década. La cuestión será decidir dónde conviene hacer esas inversiones.

De vuelta al ferrocarrilLa red ferroviaria de Colombia, hace años muy extensa, está casi extinta. Los proyectos mineros importantes cerca de la costa, como Cerrejón y Drummond, invirtieron en sus propias infraestructuras ferroviarias y portuarias. Otras minas de carbón del norte del país se sirven de Fenoco, que funciona entre Chiriguana y Santa Marta.

Fenoco fue creada en el año 2000 como compañía administradora del sistema ferroviario del norte de Colombia. Es propiedad de un consorcio de productores de carbón de la región que incluye a Drummond, Prodeco, Vale y Carboandes. “Nuestra capacidad de transporte crece cada año gracias a la implementación de procesos más efectivos y de las mejores tecnologías. Este año podríamos transportar 48 millones de toneladas de carbón, una cantidad muy próxima a la capacidad total”, dice Peter Burrowes, presidente de Fenoco.

En 2006 la empresa llegó a un acuerdo con el gobierno para invertir 250 millones de dólares en la construcción de una segunda línea de ferrocarril, paralela a la existente. El objetivo de este proyecto es ofrecer a todos los accionistas de la empresa con intereses en la minería del carbón los servicios que necesitan para transportar su producción.

Se espera que el aumento de la capacidad de transporte de Fenoco de las actuales 45-50 millones de toneladas al año a 80 millones esté acabado en 2012. El coste de esta expansión será prorrateado entre los accionistas. Fenoco ha gastado 120 millones de dólares hasta ahora y los costes totales serán unos 250 millones de dólares. “En cinco años queremos tener la doble vía del ferrocarril terminada y tal vez pensemos en una tercera. También habremos invertido entre 60 y 80 millones de dólares en tecnología y mantenimiento. Y nos gustaría doblar nuestra capacidad de transporte hasta llegar a 96 millones de toneladas al año”, explica Burrowes.

El interrogante de CarareDe gran interés para los productores colombianos de carbón metalúrgico es el proyecto Carare. Esta línea de ferrocarril, propuesta hace tiempo, conectará el interior andino con puertos del Caribe.

El proyecto tiene como objetivo unir la red ferroviaria Carare con el Ferrocarril Central, formando una red que transportaría unos 30 millones de toneladas de carbón al año. La línea férrea empezará en el centro del departamento de Cundinamarca, pasará por los de Boyacá y Santander y finalmente alcanzará el sur de César antes de conectar con la costa del norte.

Es un proyecto complejo, que se propuso por primera vez a principios de los 80. La parte central de Colombia es muy importante para la producción futura de carbón, pero aunque esta es ya significativa, no es en la actualidad lo bastante grande como para justificar las inversiones requeridas.

“La producción actual en la cordillera andina no es suficiente para financiar un tren como el de Carare. Sin embargo la alternativa, el transporte por carretera, no es solo caro sino que tiene efectos ambientales que es preciso considerar”, dice Carlos Gustavo Arrieta, antiguo fiscal general y en la actualidad socio de Arrieta, Mantilla & Asociados, una firma de abogados que se especializa en temas de gas y petróleo, minería e infraestructuras.

Además de invertir en líneas ferroviarias, muchas empresas lo hacen también en operaciones de transporte fluvial en barcazas. Como el río Magdalena es navegable hasta bastante al interior, el transporte en barcazas ofrece posibilidades mucho más económicas que los camiones. Algunas comercializadoras internacionales, como Mercuria y Trafigura, consideran esta vía como una opción útil para entrar en el mercado colombiano. Además, muchos inversionistas locales y extranjeros están desarrollando instalaciones portuarias para transporte a granel a lo largo del río.

Aumento de la capacidad portuariaTambién los puertos colombianos se están aproximando a su nivel de máxima capacidad. Conscientes de esta oportunidad, varias empresas colombianas y extranjeras están tratando de hacer despegar proyectos portuarios. Sin embargo, como en los ferrocarriles, es difícil conseguir financiación para puertos de usuarios múltiples.

La obtención de los permisos necesarios, en un país decidido a proteger su turismo costero, es también un reto. Una nueva normativa del gobierno exige la carga directa a los barcos y la eliminación del uso de barcazas para limitar el impacto ambiental. Esto significa que muchos puertos deben modificar sus instalaciones. Esto, que exige altas inversiones, debe hacerse no más tarde de 2014, o de lo contrario los puertos tendrán que enfrentarse probablemente a muchos problemas legales.

Puerto Brisa es uno de los proyectos portuarios más grandes y ambiciosos de Colombia en estos momentos. Se desarrolla sobre una zona de 1.363 hectáreas en una ciudad del norte del país llamada La Dibulla, en el departamento de La Guajira. La primera fase del proyecto debería estar terminada en el segundo trimestre de 2012.

Con esta primera plataforma, el puerto podrá transportar 30 millones de toneladas al año.

“Creemos que Puerto Brisa es una respuesta inmediata a los retrasos que ha sufrido Colombia. Pienso que cuando nuestro proyecto esté terminado y hayan empezado otros proyectos de infraestructuras, habrá más inversiones en el sector de la minería colombiana”, dice Fernando Sanclemente Alzate, presidente de Puerto Brisa. Para Sanclemente, estos proyectos son vitales para el futuro de la minería. “Colombia tiene grandes reservas mineras, y la única forma de promover la inversión en exploración es tener la infraestructura adecuada”.

Boris Cordovez es una figura respetada de la minería colombiana y ha participado en varias operaciones mineras del país. Con su hijo Camilo Cordovez, Boris fundó C&ENER SA, una sociedad que ha explorado más de 800.000 hectáreas de operaciones conjuntas en Colombia con empresas grandes y pequeñas, incluyendo a Vale y contratos de opciones con Votorantim y Rio Tinto, entre otras.

C&ENER desarrolla operaciones de oro y está procediendo a sacar a bolsa su división de exploración de carbón, Colombian Mineral Resources. Esta empresa tiene un total de 25 títulos mineros en Colombia, con unos recursos iniciales de 604 millones de toneladas de carbón, entre térmico y metalúrgico.

Sin embargo, C&ENER también está avanzando su proyecto de infraestructuras. “Por la experiencia de mi padre conocemos bien que las restricciones impuestas por las infraestructuras pueden poner en peligro el futuro desarrollo del carbón en el país. Por ello empezamos a estudiar posibles soluciones y oportunidades y desarrollamos el corredor ferroviario entre Puerto Sinú y La Prosperidad”, dice Camilo Cordovez. “Puerto Sinú atraerá a los barcos con capacidad post-Panamax a la costa atlántica colombiana, con excelentes conexiones hacia el interior, entre ellas la línea ferroviaria que proponemos, La Prosperidad. Esta se adentrará 422 km hasta el centro de Antioquia y las zonas productoras del interior”.


Jaime Olivella, presidente de Fenalcarbón.

Camilo y Boris Cordovez, fundadores de C&ENER.

Mario Escobar, presidente y gerente general de Ashmont Resources, con un grupo de niños en la costa del Pacífico. (Foto cortesía de Ashmont Resources).

NíquelSegún el gobierno, Colombia tiene seis depósitos de níquel con unas reservas de 37,8 millones de toneladas (medidas) y 46,48 millones de tm (indicadas). La única mina que produce níquel es Cerro Matoso, de BHP Billiton, en el departamento de Córdoba. Cerro Matoso tiene los depósitos de níquel laterítico de mayor ley del mundo y produce en torno al 4% del níquel y el 10% del ferroníquel producido globalmente.

Es la mina de níquel más grande de América Latina; combina un yacimiento de níquel laterítico con un horno de fundición de ferroníquel de bajo costo, que produce gránulos de ferroníquel de gran pureza y bajo contenido de carbono. La producción de níquel comenzó en 1982; en 2007 se alcanzó un pico de producción de 50.800 toneladas anuales de níquel.

Cerro Matoso emplea a 900 trabajadores colombianos y se estima que tiene reservas para 42 años de explotación. BHP Billiton confía en ampliar la operación mediante una tercera y una cuarta línea de procesamiento y una operación de lixiviación en pilas.

CobreAunque el oro tiene obviamente mucha más prioridad para la mayoría de las empresas, Colombia también ofrece muy buenas oportunidades para el desarrollo del cobre.

Minera El Roble es una empresa privada que produce concentrados de cobre desde 1990. La mina está situada en el departamento de Chocó, cerca del límite con Antioquia. Tiene una capacidad instalada de 96.000 toneladas al año y de 6.000 toneladas de concentrados al mes.

Guillermo Gaviria, presidente de Minera El Roble, una figura legendaria de la industria, no tiene duda de que este es el mejor momento para la minería en Colombia. “Debido a cuestiones de seguridad, tuvimos muchos retrasos en comparación con otras empresas de la región, pero ahora las cosas están mejor. Creo que tenemos un gran futuro”, dice.

“El yacimiento que estamos explotando en estos momentos tiene aproximadamente 1,5 millones de toneladas. Poseemos 8.000 hectáreas y pensamos que en ellas existen muchas posibilidades de encontrar más depósitos. Estamos invirtiendo en un nuevo programa de exploración en nuestras


propiedades junto con Ático, una empresa peruano-canadiense,” dice Gabriel Ramírez, gerente técnico de Minera El Roble.

CuOro es una empresa de exploración y desarrollo de metales básicos y preciosos cuyo buque insignia, el proyecto de cobre Santa Elena, es un yacimiento polimetálico de pórfidos localizado en el batolito de Antioquia. La empresa tiene opción de conseguir el 100% del proyecto, que comprende más de 1.200 hectáreas.

Los seis primeros hoyos de perforación diamantina han dado buenos resultados cerca de la superficie en depósitos masivos de sulfuro de alta ley. “Antes de que llegaran las primeras torres de perforación habíamos enviado una unidad al sitio para conocer mejor su geología. Encontramos resultados muy interesantes con algunas secciones centrales de hasta 9,5% de cobre”, declara Robert Sedgemore, presidente y gerente general de CuOro. Una de las características que destaca Sedgemore en Santa Elena es su fantástica infraestructura, que sería muy beneficiosa en caso de llegar a la producción. “Tenemos una carretera pavimentada hasta la misma puerta de nuestra propiedad. En la zona tenemos un intercambiador y electricidad generada por dos plantas hidroeléctricas cercanas. El abastecimiento de agua está a cinco kilómetros”, dice Sedgemore.

La primera fase del programa de perforación comprende 25.000 metros; hasta ahora la empresa ha perforado 20 hoyos con un total de más de 4.000 metros. La empresa, que tiene aproximadamente 20 millones de dólares en tesorería, ha expresado su interés en buscar otras oportunidades.

UranioAdemás de los activos más conocidos, Colombia es también una fuente prometedora de uranio. U3O8 Corp. es una empresa canadiense de exploración que basa su estrategia en las posibilidades de América Latina como proveedora inexplorada de uranio.

Siguiendo esa estrategia, Colombia constituye ahora una parte importante de su cartera. “La minería de uranio no alcanzará el nivel de los proyectos de oro y carbón de Colombia, pero creo que su explotación tiene posibilidades de desempeñar un

papel importante en el sector minero. Estoy convencido de que pueden producirse descubrimientos de uranio de importancia mundial en Colombia”, comenta Richard Spencer, presidente y gerente general de U3O8 Corp.

En su proyecto Berlín se hicieron exploraciones en las décadas de 1970 y 1980. La información existente sobre ese periodo fue una enorme ventaja para U3O8, porque indicaba lo que podía esperarse y destacaba algunos puntos de interés. “Aunque estos datos no estaban elaborados según la norma 43-101, tuvieron de todas maneras una gran importancia en nuestra decisión de seguir adelante con el proyecto y, hasta cierto punto, en dirigir nuestra exploración”, dice Hugo Bastías, vicepresidente ejecutivo de U3O8 Corp. La compañía se centra ahora en elaborar el documento 43-101 para el proyecto. Tienen dos equipos de perforación en el sitio y realizarán más de 30.000 metros de perforación intensiva. La exploración de zanjas ha verificado los datos históricos y destaca las posibilidades del proyecto más allá de los recursos históricos.

Además de uranio, el depósito contenido en rocas sedimentarias es una mezcla de vanadio, fosfato y minerales de tierras raras. Estos ofrecen opciones muy interesantes de productos complementarios y subproductos que podrían representar una cesta de materias verdes para el desarrollo del proyecto. El ser los primeros en la minería de una nueva materia prima para el país implica retos, reconoce el Dr. Spencer: “Ciertamente preveo que surjan dificultades a medida que avanzamos, pero no veo ninguna insuperable”.


Otras materias primasColombia es más que oro y carbón


Colombia se encuentra entre los países con más riqueza biológica del mundo. Sus variados ecosistemas comprenden selvas tropicales, páramos a gran altitud, sabanas abiertas, valles con lagos y humedales.

Como en muchas naciones, la agricultura y el turismo son de gran importancia para la economía colombiana, de modo que debe encontrarse el equilibrio entre la necesidad de explotar los recursos naturales y la obligación de proteger el ambiente.

En todo el mundo se reconoce que la salud, la seguridad, el ambiente y las relaciones con las comunidades han dejado de ser temas sin importancia y se han convertido en indicadores fiables del éxito de un proyecto.

“La protección ambiental y las relaciones con la comunidad son clave para el desarrollo de las actividades mineras en Colombia. Sin buenas prácticas por parte de la industria sería imposible pensar en oportunidades de futuro para el sector, simplemente porque la gente y el gobierno no van a respaldar actividades que pongan en peligro la sostenibilidad del país”, dice César Díaz,

director ejecutivo de la Cámara Colombiana de Minería.

Aunque las grandes explotaciones de carbón de la costa y la mina de níquel de Cerro Matoso están bien arraigadas, existe todavía la sensación de que Colombia no es un país acostumbrado a la minería. “No tenemos una cultura ni un lenguaje de minería. Hoy, el interés internacional es enorme y llega a nosotros con una intensidad nunca conocida antes. Alcanza ecosistemas y colectivos vulnerables, y un país en conflicto”, declara Felipe Arango, director de BSD Consulting.

BSD Consulting es una empresa consultora para la gestión de la sostenibilidad en varios sectores, dedicada a ofrecer conocimiento y soluciones para un desarrollo sostenible. La compañía tiene a la minería en alta prioridad, porque es un sector que no siempre ha encajado de forma cómoda con el desarrollo sostenible.

“Tenemos que trabajar sobre la imagen de la minería en Colombia, pues ahora la mayoría de los colombianos no creen que sea una buena industria para el desarrollo. Lo que no saben es que las empresas como la nuestra no son ilegales y que no usan las técnicas que dañaron el ambiente en el pasado”, dice Mario Escobar, presidente y gerente general de Ashmont Resources, una compañía que trabaja en algunas de las comunidades colombianas más delicadas.

Rafael Herz, presidente de AngloGold Ashanti Colombia, piensa que Colombia debe mirar a países como Perú, Chile, Argentina y Brasil, donde se muestra que las industrias extractoras no solo pueden convivir con la agricultura, sino que pueden compaginarse con un crecimiento espectacular de la agroindustria. “El éxito económico de la agroindustria de Chile se basa en los recursos

Medio ambiente y comunidadesProtegiendo la naturaleza y la diversidad cultural

fiscales, en los desarrollos tecnológicos y en la mejora de las infraestructuras proporcionados por la industria del cobre. En términos de biodiversidad, la minería puede coexistir perfectamente con el desarrollo ambiental”, dice Herz.

Y continúa: “La percepción de que el país debe escoger entre minería y agricultura, entre minería y recursos hídricos, entre minería y desarrollo sostenible, es completamente errónea. La minería puede darse ‘junto con’ y no ‘en vez de’. La minería no está para competir con otras vocaciones de Colombia, sino para complementarlas”.

Comunicación entre ministeriosLa toma de decisiones sobre factores vitales para el éxito de la minería colombiana implica a varios ministerios: el de Transportes, el de Defensa Nacional, el del Interior, el de Justicia y Derecho, el de Salud y Protección Social y el de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

El sector minero colombiano se queja de la lentitud del proceso de toma de decisiones sobre licencias, que a veces se ha atribuido a la falta de comunicación entre ministerios. “Actualmente hay muchos enfrentamientos entre el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible y el de Minas acerca de la legislación y los objetivos que deben compartirse. Pero hasta ahora no ha habido muchas discusiones y las víctimas de este conflicto son las empresas, que quedan atascadas en medio de este proceso y ven cómo sus licencias ambientales son cada vez más difíciles de conseguir. Este es otro ejemplo de la necesidad de clarificar la normativa del sector”, dice Tamara Romero Restrepo, gerente general de Alianza, una firma de abogados y consultoría de Medellín especializada en la industria minera.

César Díaz, director ejecutivo de la Cámara Colombiana de Minería.

Robert Sedgemore, presidente y gerente general de CuOro.


general de Minatura. “Si se tiene el apoyo de la comunidad, eso llevará al apoyo del gobierno local, y así en cadena al de todas las instancias de gobernación. La comunidad debe recibirnos bien para que podamos tener éxito y ser sostenibles. Hemos sacado mucho provecho de este enfoque; dondequiera que vayamos, la gente recibe bien la oportunidad de trabajar con nosotros”, explica Dias.

Incorporación de los mineros ilegalesAl menos una tercera parte de la producción de oro del país proviene de operaciones ilegales. Con la actividad de unas 3.600 minas ilegales en todo el territorio nacional, según cálculos oficiales, el 70% de la producción colombiana de oro es informal y causa importantes daños ambientales. La minería ilegal supone la pérdida de 1.000 millones de pesos (550.000 dólares) en regalías e impuestos.

Colombia siempre ha tenido un sector informal del oro, pero con el enorme aumento de su precio ahora hay grupos ilegales que usan a los pequeños mineros para financiación y lavado de dinero. “Sería absurdo e ingenuo intentar erradicar la minería ilegal a pequeña escala. Es un problema social, y los problemas sociales

no pueden erradicarse. Se debe hacer lo que sea necesario para incorporar a esas personas a un planteamiento más formal”, dice Arrieta.

“La minería artesanal es un reto para Colombia. Dondequiera que vayamos o dondequiera que empecemos un desarrollo, nos vemos como una pequeña parte de la solución. Los mineros artesanales usan tecnologías de nivel muy bajo y mucha cantidad de mercurio. He escuchado cifras según las cuales una quinta parte del consumo mundial de mercurio se da en Colombia, todo ello en el procesamiento de depósitos aluviales y rocas con vetas de oro. Todo el mercurio termina en el circuito del agua, en los arroyos, ríos y en la cadena alimentaria. Esto tiene efectos devastadores sobre la salud de la gente,” dice Timothy Russell, presidente y gerente general de Trident Gold Corp.

Trident Gold se creó en 2010 como una empresa de exploración de oro que se alimenta de proyectos de calidad colombianos en sus primeras fases. Trident tiene más de 50.000 hectáreas de propiedades muy prometedoras en algunas de las zonas de oro emergentes de Colombia.

Russell no considera que los mineros artesanales representen una dificultad, sino más bien mano de obra que trabaja duro

y que quiere trabajar. “Es solo cuestión de comunicar quiénes somos y cuál es nuestra forma de trabajar. No es posible afirmar que no cambiaremos la comunidad, eso es inevitable; el desafío consiste en promover un cambio positivo y duradero que encaje con las necesidades y deseos de la comunidad”, señala Russell.

Russell piensa que Trident está muy bien situada para aprovechar las oportunidades que existen en Colombia. “Tenemos buenas relaciones con el gobierno, la industria y la comunidad y un equipo técnico muy sólido. Tenemos capacidad de financiación y esperamos un crecimiento fuerte y sostenido”.


Es preciso que las leyes de protección ambiental se desarrollen con más claridad. En 2010 la confianza del sector se vio sacudida cuando pareció que ciertos cambios del código minero iban a impedir la minería en los ecosistemas del páramo. Se trata de valles andinos de alta montaña, de praderas húmedas con una rica biodiversidad, en los que se encuentran varias especies en peligro de extinción, así como flora y fauna exclusiva de esos lugares. Eso ocasionó el desplome de las acciones de la empresa de Vancouver Greystar Resources, ya que buena parte de su proyecto insignia de oro, Angostura, está en uno de esos páramos.

Relaciones comunitariasColombia da a veces la impresión de no saber si quiere convertirse en un país minero o no. El diálogo es la clave del éxito para la presentación y éxito final de un proyecto. En todas las fases de la exploración y del desarrollo mineros, las empresas deben estudiar cómo elaborar planes de trabajo con los nativos para maximizar la contratación de trabajadores locales, proporcionar compensación adecuada a las personas desplazadas y reducir el impacto de daños funestos a la zona.

Para Felipe Arango, de BSD Consulting,

esto es un valor añadido: “Es una forma de crear valor. Si se han establecido buenas relaciones con los accionistas y se añaden valores ambientales y sociales, las operaciones serán más estables y se tendrá acceso a otros mercados y a inversionistas más inteligentes que estarán analizando esos riesgos”.

Arango hace hincapié en que a menudo los accionistas pueden ser un aliado mucho más importante que el gobierno. “Los accionistas están siendo cada vez más activos y, así, una comunicación eficaz con ellos será clave para obtener una licencia de operación a largo plazo.

Una licencia gubernativa puede perderse en un momento si una determinada sociedad decide movilizarse contra un proyecto. Los inversionistas previsores deberían preocuparse por los sistemas de gestión ambiental y social que tiene el proyecto”, dice.

“Es vital ser sinceros con las comunidades y ofrecer solo la verdad en todo momento, aunque sea poco popular”, señala Nicolás López Correa, ex secretario de minería de Antioquia. “Si se adquiere terreno que va a tener un impacto en las comunidades, hay que ofrecerles alternativas viables; de lo contrario, se perjudicará toda la economía de la región. Y esto no interesa a nadie”.

López también destaca la importancia de seguir los procedimientos correctos y de trabajar en estrecho contacto con las autoridades: “Las autoridades regionales y locales tienen sus propios planes sobre la mejor forma de desarrollo de la zona, y las compañías mineras deben trabajar dentro de ese marco. Trabajando juntos, los resultados pueden lograrse en un periodo de tiempo más corto y con mayores beneficios para ambas partes”.

Esto es una prioridad para la mayoría de las empresas. “Hacemos mucho hincapié en hacer que la comunidad se implique con la minería”, dice Paul Dias, gerente

Nicolás López Correa, ex secretario de minería de Antioquia.

Equipo de perforación transportado por mulas para reducir el impacto ambiental. (Foto cortesía de Trident Gold).

Como todos los países con una minería emergente, Colombia tiene mucho interés en desarrollar el sector de servicios mineros para complementar sus recursos y ampliar sus beneficios económicos. Dado que la industria es aún relativamente joven, la mayoría de los servicios mineros no están consolidados; ciertamente, no en la medida necesaria para satisfacer la demanda actual.

La innovación es una de las cinco prioridades fijadas por el presidente Santos para el crecimiento económico. El gobierno trata de incentivar la transferencia de tecnología con exenciones de impuestos a los equipos de minería. Estos incentivos contribuyen a hacer que resulte más interesante incluir a Colombia en la cartera de las empresas internacionales de servicios mineros, que están llegando a Colombia en gran número. Medellín se ha convertido en un centro importante, como pone de manifiesto el crecimiento astronómico de su Feria Minera anual, que en 2011 atrajo a más de 12.000 asistentes y 280 expositores.


Demanda de perforacionesEn una escenario de exploración, aumenta la demanda de servicios de perforación. Varias empresas de fama mundial han entrado en este mercado, entre las que están Kluane, Logan, Major y Globexplore.

Steve Mundle, de Logan Drilling, visitó el país por primera vez en septiembre de 2009 para ver si había posibles clientes interesados en servicios de perforación. “Tomamos la decisión de abrir una oficina en diciembre de 2009, y para abril de 2010 ya teníamos equipos aquí. Entonces había entre 25 y 30 perforadoras en el mercado, muchas de las cuales no funcionaban. Ahora hay más de 100”, explica Mundle.

En ese aumento ha jugado un papel importante Logan Drilling. La empresa tiene 78 empleados y seis equipos de perforación en Colombia, y para finales de 2012 espera tener 12. “Nuestra ventaja es que tenemos las perforadoras móviles más ligeras y con mayor profundidad de perforación. Nuestras máquinas tardan pocas horas en trasladarse


Proveedores de serviciosNuevas oportunidades para todos

Los recién llegados traen tecnologías y estándares nuevos, que benefician al sector y obligan a los proveedores locales a ser más competitivos en el plano internacional. “Con la llegada de nuevas inversiones, hay también muchas empresas de servicios que vienen a Colombia. Nuestro objetivo es mejorar nuestros servicios y hacerlos tan buenos como los de las firmas internacionales.

Así, estamos abiertos a trabajar en asociación con empresas que vengan al país”, dice Gonzalo Escobar, gerente general de Geominas, líder local en servicios de ingeniería.

Daniel Sullivan, responsable de minería para América Latina de Austrade, piensa que hay excelentes oportunidades para las empresas australianas de servicios mineros. “Nuestra industria ha crecido en un entorno regulatorio muy estricto y tenemos algunos proveedores líderes en términos de tecnología ambiental y seguridad, como WorleyParsons, SKM y Ausenco”.

y empezar a perforar de nuevo, mientras que otras pueden exigir varios días, porque tienen que desmontarse”, comenta Mundle.

Logan vio que la disponibilidad de equipos y el acceso a los mismos eran un reto en el país, pero piensa que ahora la situación está mejorando. “Solíamos traer equipos desde Canadá, pero el coste era muy elevado. Cuando se nos conoció mejor empezaron a acercarse los proveedores. No hay nada que no se pueda fabricar en Colombia y la calidad de la mano de obra y de la tecnología es estupenda”, señala.

Kluane Drilling entró en el mercado colombiano a solicitud de AngloGold Ashanti. Kluane opera 34 perforadoras en el país, lo que representa un 50% de su actividad en América Latina. “Durante años las compañías de perforación no venían a Colombia por los problemas de seguridad y el riesgo de las inversiones. A pesar de ello, decidimos comprometernos con este mercado. Hemos establecido un negocio sostenible y ahora vemos un gran aumento de la demanda”, dice Pedro Cano, presidente de Kluane Drilling Colombia.

LaboratoriosLos servicios de laboratorio constituyen otra área cada vez más demandada. En Colombia hay dos laboratorios principales de carbón y están presentes importantes empresas internacionales, como SGS y Bureau Veritas (a través de la inspección). En rocas duras hay también varias opciones, entre ellas SGS, ALS Group, Acme Labs y desde hace poco ActLabs.

SGS empezó a trabajar en el sector minero de Colombia hace unos 20 años con un contrato para Cerrejón, poniendo en práctica el primer laboratorio de carbón del país. Iván Domínguez Villamil, gerente de servicios mineros para Colombia y Venezuela, señala un continuo crecimiento desde entonces. “Abrimos nuestro laboratorio de Barranquilla hace 15 años,

y hemos ampliado su capacidad para ofrecer servicios completos. Hace unos años abrimos un laboratorio de preparación para muestras de rocas duras en Medellín. Además también operamos otros laboratorios in situ para empresas mineras. La división de minerales representa más o menos la mitad de los ingresos de la empresa. Estamos atravesando un periodo de crecimiento asombroso, alrededor del 35% anual”, dice Domínguez.

La compañía considera que este es un mercado importante e invirtió siete millones de dólares en Colombia en 2011. “Esto nos permitirá construir otros dos laboratorios de minerales, uno metalúrgico dedicado al oro y otro de carbón. También haremos otro laboratorio ambiental. Tenemos entre el 50 y el 55% del mercado del país, y nuestra fuerza principal es la calidad. Otros pueden ser más rápidos, pero todo el mundo sabe que nuestros resultados son fiables”, dice Domínguez.

La llegada de estas empresas está haciendo que los proveedores de equipos de laboratorio presten mayor atención a Colombia. FEI desarrolla aparatos y programas y ofrece apoyo técnico para Automated Mineralogy Solutions usando tecnologías de microscopio electrónico. “Colombia tiene un gran potencial de

desarrollo y crecimiento de la industria minera. Hay una demanda creciente de nuestros productos, vemos que se acepta bien y se aprecia nuestra presencia, y las soluciones que ofrecemos son únicas, todo lo cual constituye una ventaja”, dice Patricio Jaime, gerente de desarrollo de recursos naturales para Sudamérica de FEI.

En Colombia, FEI ha trabajado con el distribuidor BEL durante más de 10 años para proporcionar a sus clientes apoyo técnico. Carlos Villamil, gerente de la división de microscopios electrónicos de BEL, coincide en que el mercado está en una situación interesante: “Quedan muchos recursos por desarrollar en todo el país. Es una época de crecimiento para la minería y por eso estamos muy interesados en participar en la industria”, dice.

Sistemas de reconocimientoA medida que las campañas de exploración se hacen más sofisticadas, se aprecian oportunidades para otros servicios. “Cuando llegué, nadie hacía estudios geofísicos en Colombia y ahí vi una oportunidad. Tuve que luchar mucho los primeros años, pero ahora por primera vez los contratos empiezan a amontonarse. Esto me ha permitido reinvertir en nuevos equipos y desarrollar mi negocio”, dice Albert Crutcher, director


Pedro Cano, presidente de Kluane Drilling Colombia.



gerente de KTTM Geophysics. “Detesto decir que estamos en un boom, pero sí, parece que todo el mundo tiene dinero en el banco y consigue resultados razonables que no afectan mucho al precio de sus acciones”.

MPX Geophysics se creó en Toronto en 2005 para ofrecer estudios aéreos de magnetismo, radiometría y electromagnetismo. Se extendió a México en 2007 y realizó su primer proyecto en Colombia a finales de ese año. “Hablamos con otras empresas, como KTTM y Logan, y nos dimos cuenta de que había enormes posibilidades”, explica Daniel McKinnon, presidente de MPX Geophysics.

“En Colombia tenemos ahora dos helicópteros L3 Long Ranger, un Jet Ranger y un avión Cessna 206 y estamos creciendo. Junto con KTTM, que hace estudios sobre el terreno, podemos ofrecer soluciones completas. Nosotros nos centramos en el reconocimiento aéreo magnético y radiomagnético, dado el tipo de geología que encontramos”, explica McKinnon.

Como le pasó a Logan Drilling, también el negocio colombiano de McKinnon tardó en despegar. “En 2009 había poco trabajó aquí, pero desde 2010 hemos visto un aumento espectacular de la actividad, sobre todo desde que el interés se trasladó de Ecuador a Colombia. La paciencia tuvo recompensa. Cuando empezamos a volar en Colombia, facturábamos entre tres y cinco millones de dólares. Ahora facturamos unos siete millones y esperamos que esta cifra se mantenga o crezca en 2012. Lleva su tiempo establecerse aquí, pero no hemos dejado de volar desde agosto de 2010. Pronto llegarán dos nuevos sistemas, lo que muestra que tenemos muchas

posibilidades. Hemos trasladado nuestro foco de atención de Canadá a Colombia por las oportunidades que tenemos aquí”, dice McKinnon.

MPX posee y opera sus propios aparatos y alquila los aviones y helicópteros. En todos los países donde opera se asocia con empresas locales de aviación, Helifly en este caso. McKinnon dice que esto ha sido fundamental para su éxito aquí. “Al ser extranjeros aquí, sentimos que Helifly nos ofrece mucha más protección. Ellos conocen el país y cómo trabajar. Tienen contactos en el ejército y la policía y pueden aconsejar sobre cuestiones de seguridad. Las operaciones, la logística, la protección y la seguridad son muy complicadas aquí”, dice.

Necesidad de equiposMuchas minas pequeñas operan más o menos manualmente por todo el país. El reciente deseo de mecanización ofrece muchas oportunidades a los proveedores. Un ejemplo es la demanda de compresores. Kaeser Compresores es líder en el mercado colombiano; en los últimos tres años más del 40% de sus ingresos provienen de los sectores de la minería, del gas y del petróleo. Nelson López, gerente general de Kaeser Compresores de Colombia, ve más potencial de crecimiento, dado que el sector está en expansión y la tecnología ha progresado mucho en los últimos años. “Somos líderes del mercado porque nuestro enfoque es distinto al de nuestros competidores; tenemos una herramienta especial que nos permite ir al terreno de los clientes y evaluar sus necesidades específicas. Analizamos el terreno y aplicamos nuestros conocimientos para desarrollar una estación compresora de acuerdo con nuestro código de conservación de energía, y los clientes confían en nosotros. Nuestro secreto es que no hacemos negocio; lo que hacemos es ofrecer una tecnología que permite a nuestros clientes mejorar sus servicios, tener más rentabilidad y ser más competitivos. Muchas compañías mineras nos compran a nosotros y nuestra marca es bien conocida”, dice López.

Xylem Inc., líder mundial en tecnología de fluidos, lleva en Colombia cinco años. Lidera el mercado con una participación del 20%. “Esperamos doblar esa cifra. Hemos encontrado operaciones mineras muy básicas. En el pasado solo las grandes empresas invertían en tecnología. Ahora también las empresas pequeñas quieren hacerlo. Podemos ofrecerles formación, seminarios y opciones de financiación, y ayudarles en la seguridad de sus empleados y la productividad de sus minas”, dice Alex Eduardo de la Ossa, director gerente de Xylem Colombia.

Llegada en tropel de EPCMsEl boyante sector minero de Colombia ha atraído la atención de muchas empresas de ingeniería, entre las que se encuentran algunas de las más importantes del mundo.

Daniel McKinnon, presidente de MPX Geophysics.Nelson López, gerente general de Kaeser Compresores de Colombia.


La empresa australiana SKM quiere exportar su experiencia sobre materias a granel, en especial el carbón, desde su oficina central en Brisbane. “Podemos transferir ese conocimiento y usar nuestra tecnología en Colombia, que representa una buena parte de nuestra expansión en América Latina”, dice Jorge Alberto Nemina, gerente general de SKM Colombia.

“Queremos expandirnos en Colombia y albergamos muchas esperanzas para el país, cuya industria minera es cada vez más sofisticada y requiere mucho apoyo desde una perspectiva ambiental y de infraestructuras”, explica Nemina.

Uno de los proyectos más grandes de SKM es la expansión de la mina Cerrejón. El contrato EPCM es una operación conjunta entre SKM y SNC-Lavalin. “No es la primera actividad conjunta entre ambas empresas, pues ya hemos trabajado juntos en Australia. SKM proporciona la gestión de ingeniería y control del proyecto”, comenta Nemina. “Estamos trabajando con SKM y hemos establecido una alianza con ellos para otros proyectos por todo el mundo. Tenemos una relación de años con ellos, porque tienen una experiencia que se complementa con la nuestra”, dice Fernando García, vicepresidente sénior de minerales y cobre de SNC-Lavalin Chile.

SNC-Lavalin ha hecho negocios en América Latina desde principios de los 70. Fundó su primera filial en Chile en 1994, a través de una adquisición, y esa fue su única presencia permanente en América Latina hasta 2007. Entonces empezó su crecimiento orgánico en Colombia y ese mismo año emprendió una adquisición que la hizo crecer hasta más de 1.000 empleados en el país. García cree que Colombia representa una enorme oportunidad para empresas como SNC-Lavalin: “Es un mercado de minería emergente. Hasta ahora solo se ha explotado realmente el carbón y el níquel. En los últimos años hemos visto cómo florecía el sector colombiano de gas y petróleo. Da la impresión de que el gobierno tiene mucho interés en promover la minería, hay voluntad política para crear un mercado estable”, señala.

Ausenco es otra empresa internacional que está creciendo en Colombia, siguiendo un modelo orgánico. “Otras grandes empresas han entrado en el país mediante adquisiciones, pero nosotros nos hemos abierto camino en el mercado más lentamente y hemos ido creciendo de forma orgánica y conservadora a través de colaboraciones. El objetivo es hacer crecer la oficina trabajando con las oficinas de Perú y Argentina”, dice Rafael

Bernal, gerente general adjunto de Ausenco en Colombia. Para continuar con ese crecimiento, Ausenco está muy atenta a los desarrollos del sector minero. “La minería es nuestro principal objetivo, aunque el gas y el petróleo tienen mucho potencial y otras líneas de negocio de la empresa tienen intereses en esos mercados. Necesitamos encontrar oportunidades en la minería, pero también en otros mercados y tenemos planes de considerar el de las infraestructuras en el futuro”, explica Bernal.

Otras empresas están abriendo oficinas con la intención no solo de servir a clientes colombianos sino también de proporcionar ingenieros para proyectos internacionales. “Trabajamos mucho sobre la base de compartir proyectos, para repartir el trabajo entre nuestras operaciones mundiales. Esto se traduce en menores costes para los clientes y en mayores beneficios para nuestra experiencia global”, dice Juan Llovet, director gerente de WorleyParsons Colombia. Llovet espera estar sólidamente establecido en el país dentro de cinco años.

118 E&MJ • DICIEMBRE 2011 www.e-mj.com

Para una i n f o r m a c i ó n

actualizada sobre la industria minera de Colombia, consulte la página de Mundo Minero: http://mundominero.com.co.

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