Elliott Elizabeth - Serie Remmington 01 - El Señor De La Guerra

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    El seor de la guerra

    El seor de la guerra

    Prlogo

    Tierra Santa, 1278

    Quedaba muy,poco de la antigua ciudad. La obra de incontables generaciones qued

    reducida a escombros en una batalla que dur poco ms de tres d!as. Los esqueletos de las

    murallas y edi"icios que #ab!an estado en pie desde los tiempos de $risto se al%aban como una

    sombra de su gloria pasada, silueteados contra el cielo del amanecer en el desierto. Los

    rescoldos liberaban "inas columnas de #umo que serpenteaban #asta unirse al neblinoso manto

    que cubr!a la ciudad como un sudario.

    &n caballero solitario cabalg a tra'(s de lo que quedaba de un arco, pasando por encima de las

    puertas #ec#as peda%os que #ab!an cerrado el paso a los enemigos durante cerca de mil a)os. *ispersa

    entre las piedras ca!das y las 'igas quemadas, yac!a la gente que una 'e% 'i'i all!. Sus cad'eres

    daban mudo testimonio de la "iera luc#a que #ab!a tenido lugar en la ciudad el d!a anterior.$on las 'isiones y sonidos de la batalla a+n "rescos en la memoria, el caballero no

    parec!a a"ectado por la carnicer!a que lo rodeaba. Su corcel iba escogiendo cuidadosamente el

    camino a tra'(s de los escombros, atento al lugar donde pisaba pese a inclinar la cabe%a por el

    agotamiento. l sombr!o rostro de -enric de ontague permaneci ine/presi'o. l caballero se

    sent!a tan poco conmo'ido por aquellas muertes como por las muc#as otras presenciadas a lo

    largo de los tres a)os que lle'aba de $ru%ada en Tierra Santa.

    La poblacin de 0l0bar se #ab!a negado a rendirse. Su ciudad #ab!a sido sitiada #asta que no

    qued nada de sus murallas ' ni un solo edi"icio entero que pudiera pro'eer alg+n cobio. Todos

    murieron. Sucesos similares se #ab!an repetido demasiadas 'eces con el paso de los a)os, para que

    -enric sintiera algo ms que no "uera el cansancio #asta los #uesos que segu!a a una larga batalla.

    0l igual que la de su caballo, la armadura de -enric se encontraba cubierta de una corte%a de

    ceni%a ' sudor, y el cuero estaba r!gido por la sangre seca. 3tra t+nica arruinada, pens distra!damente,

    baando los oos a la 'estimenta que una 'e% "ue blanca con la cru% escarlata blasonada en el pec#o.

    Slo las costuras que delineaban la cru% di"erenciaban el emblema sagrado del resto de la tela

    desgarrada. Peer suerte, en aquella ocasin la sangre no era suya. $on un irritado suspiro, urgi a su

    caballo para que siguiera adelante cuando (ste, "atigado, se detu'o.

    Lo primero que 'io "ue el escudo, tres leones dorados sobre un campo roo encendido.

    staba abandonado "rente a las ruinas de lo que podr!a #aber sido el #ogar de un prspero

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    comerciante. 1 cuerpo semidesnudo de una muer 'ac!a unto al escudo. l guerrero que -enric

    estaba buscando se #allaba boca abao a menos de un paso de la muer, cubierto casi por

    completo por el cad'er de un muc#ac#o rabe.

    -enric e/amin la escena con la "r!a lgica de alguien que 'a no se ' e impresionado por

    las atrocidades de la guerra. 45 c#ico probablemente "uera el #io o el #ermano de la muer. 0lparecer, la #ab!a sal'ado del primer asaltante, pero otros terminaron lo que el primero comen%.

    -enric desmont ' empu el cuerpo del caballero con la punta de su bota, #aciendo rodar

    el cad'er #asta que qued de espaldas. eti la mano bao la cota de malla del guerrero '

    arranc una cadena de oro con un diestro tirn. *espu(s sac un anillo de la mano del muerto y

    puso a resguardo ambos obetos bao su armadura, antes de 'ol'er a montar y dirigir su caballo

    #acia las a"ueras de la ciudad.

    6ormalmente -enric no se molestar!a por tales baratias, pero el rey dard 'er!a con desagrado

    que el anillo de sello de su sobrino o su cruci"io cayera en manos de los in"ieles. Las pertenencias

    tambi(n probar!an al rey que su "amiliar muri en la batalla, en 'e% de #allar una muerte ignominiosa

    bao alguna de las muc#as torturas in"ligidas a los cristianos por sus captores rabes. Sab!a que los

    tro'adores compondr!an a"ligidas baladas sobre el o'en repletas de gloria y #ec#os 'alerosos, sin

    mencionar que #ab!a muerto intentando 'iolar a una muer. -enric dudaba que los poemas que #ablasen

    de (l "ueran tan generosos si cayese en la batalla. 6o, 'a #ab!a demasiadas baladas sobre -enric de

    ontague y de ninguna de ellas podr!a decirse que "uese #alagadora.

    &no de los caballeros del peque)o grupo que se #ab!a reunido en las a"ueras de la

    ciudad, se)al #acia -enric cuando emergi de las ruinas. Los #ombres se 'ol'ieron al

    un!sono para 'er acercarse a su l!der, tratando de adi'inar su estado de nimo mientrascabalgaba #acia ellos desde la ciudad. $on certe%a, el res, se sentir!a apenado por la muerte

    de su sobrino "a'orito, pero -enric no #ab!a mostrado ms preocupacin por su muerte que

    por la de un 'ulgar pen de tropa. 0lgunos se preguntaban lo que #ar!a "alta para que apuna

    emocin cru%ara el semblante del cru%ado.

    &n o'en escudero se apresur a suetar el caballo de -enric y, cuando (ste

    desmont, un caballero llamado oger 9it% 0lan se apart del grupo para saludarlo. &n o'en

    sacerdote lo imit y tambi(n trat de acercarse a -enric: ambos ad'irtieron la presencia del

    otro en el mismo momento ' apresuraran sus pasos tratando de ser el primero en alcan%ar al

    guerrero.;Sir -enric ;llam el sacerdote, #aciendo se)as con su rolli%a mano;. $oncededme un

    momento.

    -enric ignor al sacerdote y tiro las riendas del caballa a su escudero.

    ;0seg+rate de que beba agua en abundancia, 'ard. < dale un buen cepillado. *at(

    prisa en #acerlo, salimos dentro tic una #ora. ;S!, milord ;murmur el escudero, lle'ndose al

    caballo.

    ;

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    ;n'!a a Simon para asegurarte de que las carretas de suministros estn cargadas y listas para

    partir. Los rastreadores 'ol'ieron al amanecer con noticias de que el e(rcito de as#id est a menos de

    dos d!as de marc#a de aqu!, Los #ombres estn demasiado "atigados para en"rentarse a ese diablo

    a#ora mismo. $on suerte, no tendremos ms que algunas escaramu%as antes de llegar al mar.

    9it% 0lan #i%o una peque)a re'erencia y "ue en busca de Simon para lle'ar a cabo laorden de -enric.

    ;Sir -enric ;llam el sacerdote otra 'e%. Se detu'o cerca del codo de -enric y se

    irgui, pero ni siquiera su metro setenta de estatura le #i%o parecer menos peque)o e

    insigni"icante al lado de la imponente "igura del guerrero. Su cara estaba sonroada por el

    calor de la ma)ana temprana ' el sudor 'a se acumulaba en los carnosos pliegues de su p;

    lido cuello;. 6o pod(is estar #ablando en serio sobre lo de castigar a los de =ra'elle de la

    manera que #e o!do. 6o importa cul #aya sido su crimen, ning+n cristiano merece semeante

    muerte.

    ;arc#aos, sacerdote. ;-enric despidi al padre 4ac#el con un indolente gesto de la

    mano, como si se sacudiera al sacerdote de encima. 0'an% con paso resuelto #acia el grupo de

    #ombres, dendolo atrs. Los caballeros estaban reunidos en torno a dos #ombres que ;'a c!an

    uno al lado del otro en la arena, despoados de sus ropas ' atados a estacas con los bra%os y las

    piernas e/tendidas. Se detu'o a sus pies, mirando detenidamente a ambos. Las e/presiones de

    sus rostros re"leaban su miedo. -enric cru% los bra%os sobre su anc#o pec#o ' pronunci su

    sentencia.

    anul" y *ominic de =ra'elle, #a quedado demostrado que conspirasteis para asesinarme. 6o

    conseguisteis lle'ar a cabo 'uestro obeti'o, pero 'uestro 'ino en'enenado mato a cuatro de mis#ombres. orir(is por ello.

    -enric concedi a los #ermanos de =ra'elle un momento para comprender su destino. ir( al sol

    que se al%aba rpidamente en el #ori%onte y luego su mirada abarc las ruinas ele la ciudad.

    ;S!, morir(is por el calor del sol o a manos de los in"ieles que 'endrn desde todos los puntos del

    desierto, atra!dos por el #umo que a+n surge de 0l0bar.

    anul" de =ra'elle apret los dientes con bra'ura, pero *ominic se derrumb ' empe% a

    sollo%ar, emitiendo s+plicas de piedad casi incomprensibles. -enric desen'aino lentamente su espada

    sin que sus oscuros oos denotaran emocin alguna.

    ;3 pod(is tener una muerte ms #onrosa que la que planeasteis para m!; continu.*ominic sigui gimoteando, pero anul" entorn, los oos, sopesando a su se)or.

    ;Quer(is saber qui(n nos contrato ;a"irm llanamente. 0l% los #ombros, luc#ando contra sus

    ataduras para mirar la cara surcada de lagrimas de su #ermano. Tras una bre'e oeada, su cabe%a 'ol'i

    a caer en la arena, 'encida. &na muerte rpida era la +nica compasin que pod!an esperar: morir a

    manos de un #ombre que deberla estar muerto.

    anul" maldio en 'o% baa, re#usando re'elar la identidad del #ombre que #ab!a tramado la

    conura.

    ;9uimos abordados en la corte ;solt *ominic;. >icimos saber que (ramos mercenarios y que

    nuestras espadas ten!an precio. i #ermano y yo no ten!amos intencin de con'ertirnos en asesinos,

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    pe;pero la recompensa por 'uestra muerte era demasiado tentadora, milord. 3ro, un buen castillo '

    tierras prsperas. 0 anul" tambi(n le prometieron la dote que acompa)a al matrimonio con 'uestra

    #ermana.

    ;! padre ;dio -enric con calma, sin parecer sorprendido. Sab!a, sin que se lo dieran, que el

    'ieo caudillo maneaba los #ilos de la conura. Pero quer!a estar seguro.*ominic asinti 'acilante.

    ;l barn de ontague dice que sois un bastardo. &n engendro del diablo. Se #ace 'ieo ' est

    en"ermo, pero est resuelto a que 'uestro #ermano menor, =uy, #erede su t!tulo ' tierras. Ten!a la

    esperan%a de que murierais aqu! en Tierra Santa, como tantos otros. *e #ec#o, se sabe que los

    in"ieles os buscan en el campo de batalla para ganar la glor!a de daros muerte. >asta ellos #an puesto

    precio a 'uestra cabe%a.

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    peones, todos ellos ansiosos de oro y gloria. < todos ellos #allar!an la misma muerte que los que

    les precedieron.

    < anul" de =ra'elle se preguntaba como pod!a sobre'i'ir -enric entre tanta destruccin.

    La respuesta era tan sencilla que le daban ranas de re!r en 'o% altaB ya no le quedaba ning+n

    temor a la muerte. Se #ab!a en"rentado al $uarto Cinete todos los d!as de su 'ida durante los+ltimos tres a)os y se #ab!a acostumbrado a la constante presencia del espectro. Lo que

    manten!a con 'ida a -enric era, unto con su #abilidad con la espada, la aceptacin de la muerte.

    &n guerrero que luc#a sin miedo comete pocos errores, con su mente liberada para concentrarse

    +nicamente en la estrategia y las tcticas.

    S!, -enric conoc!a su 'al!a para su rey y el resino. Ten!a todas las ca racter!sticas del

    guerrero per"ectoB un cuerpo moldeado desde la in"ancia para el arte del combate, una mente

    educada en las estrategias mili tares de un millar de a)os e incontables culturas, y un cora%n

    despoado de su alma largo tiempo atrs. &n guerrero semeante no deaba ms que 'iolencia

    y destruccin a su paso, siendo un instrumento de la misma muerte. Para un guerrero as! no

    #ab!a pensamientos de gloria y #onor, ni regocio y actancia, tan slo una impasible

    resignacin. 3tra batalla ganada. 3tra le seguir!a muy pronto.

    -enric se dirigi #acia una tienda de "ranas a%ules ' blancas, la +nica que quedaba del

    campamento de asedio que se #ab!a le'antado unto a la ciudad durante casi una quincena.

    Tras tomar una rpida comida y cambiarse de ropa, dar!a rdenes al e(rcito de a'an%ar rumbo

    al mar, #acia 5nglaterra < #acia otra guerra.

    S!, en 'erdad el barn de ontague ten!a moti'os para temer su re greso. l 'ieo sab!aque el poder de -enric crecer!a enormemente cuando el rey le en'iara a participar en la guerra

    en =ales. 0sesinar al lugar teniente "a'orito del rey no ser!a tarea "cil en 5nglaterra. 6i siquiera

    en los brumosos bosques de =ales. Puede que #asta 'i'iese lo su"iciente como para #eredar las

    tierras por las que el barn de ontague luc#aba tan desesperadamente, intentado e'itar que

    cayeran en sus manos.

    ;Sir -enricD ;grit el sacerdote, tirando de la manga del cru%ado en un intento de lograr

    que se detu'iera. -enric se limit a sacudirse su bra%o de encima ' continu sin cambiar el paso.

    ;mpe%is a incordiarme, sacerdote. Ser meor que ec#(is 'uestras bendiciones sobre

    0l0bar y que encontr(is 'uestro burro. 6o nos demoramos aqu!.6o le disteis a los de =ra'elle una oportunidad de con"esar sus pecados para que pudieran

    encontraran con el $reador con la conciencia tranquila ;;dio el padre 4ac#el en tono desa"iante, aunque

    parec!a aplacado por el austiciamiento de los traidores. l abandonarlos 'i'os all! #abr!a sido el mayor

    de los pecados.

    ;

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    ;6o es lo mismo. Los pocos caballeros pertenecientes a 'uestro e(rcito que dieron sus

    'idas 'alientemente en la batalla, no ten!an necesidad de con"esin ;dio el padre 4ac#el,

    intentando ra%onar;. < los in"ieles de la ciudad no ten!an derec#o a ella. urieron por la 'olun;

    tad de *ios.

    ;6o ;dio -enric despacio, 'ol'i(ndose por "in para encarar al sacerdote.l padre 4ac#el retrocedi ante la "r!a mirada de los oos que no parpadeaban. Se lle' la

    mano al pec#o, santigundose para protegerse de lo que 'io en ellos.

    ;urieron por la m!a.

    $ap!tulo 1

    $inco a)gos ms tarde

    6orte de 5nglaterra

    La in'ernal noc#e no era lo bastante oscura para la misin de -enric. Su mirada barri la

    negra silueta de la torre de Langston, e/plorando las sombras de las almenas, buscando alg+n

    mo'imiento "uera de lo normal mientras maldec!a en silencio el cielo despeado. La brillante me dia

    luna te)!a el terreno cubierto de nie'e de un mati% a%ul plateado, #aciendo que cualquiera que se

    a'enturara al descubierto "uera un blanco "cil para los guardias apostados en las murallas ele la

    "ortale%a.

    ;Puede que esto sea una trampa, despu(s de todo ;susurr 9it% 0lan.

    -enric asinti, reconociendo que era probable. Pudo 'er el 'a#o de su aliento bao la d(bil lu% de

    la luna se agit inquieto, tratando de librarse del g(lido aire nocturno ' de sus propios recelos. Los

    bosques que se #allaban tras ellos apenas proporcionaban proteccin. Ser!an presa "cil, si les

    tendiesen una emboscada. l mismo #ec#o de que su plan estu'iera supeditado a que un escoc(straicionara a otro, casi garanti%aba una trampa. Pero -enric estaba decidido a conseguir su obeti'o y

    9it% 0lan no osar!a oponerse a su decisin. 6o cuando el mismo rey participaba en la complea trama.

    ;l plan parece demasiado sencillo ;le pre'ino 9it% 0lan en 'o% baa;. *eber!amos #aber tra!do

    algunos #ombres para guardarnos las espaldas.

    -enric no contesto. Listaba mirando "iamente un grupo de grandes arbustos que

    estrangulaban un barranco que lle'aba #asta el casti llo. Las 'agas siluetas de dos "iguras

    en'ueltas en capas "ueron de"ini(ndose a medida que emerg!an de los arbustos. Su apro/imacin

    'en!a anunciada por el sua'e cruir de la nie'e bao sus pies. 01 pesar del peli gro en el que se

    #allaban, -enric tu'o que contenerse para no re!r cuando a'isto a sus presas. &na era alta y de

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    gran en'ergadura, la otra, baa ' sorprendentemente 'oluminosa. Los soldados de -enric no

    podr!an e'itar carcaearse cuando 'ieran a sus prisioneros. &n oso y una bola de manteca no eran

    tro"eos apropiados para dos de los caballeros ms "ieros de 5nglaterra. $inco a)os en =ales,

    su"riendo todas las penalidades que pudiera conocer un guerrero, ?y (sta iba a ser su

    recompensa@;Tal 'e% su cara no sea tan desagradable de contemplar como su persona ;susurr 9it% 0lan,

    riendo en la oscuridad;. s la muer de "ormas ms e/tra)as que #e 'isto nunca.

    l #ombre que se acercaba le'anto la cabe%a como si #ubiera ol"ateado el peligro. -enric se

    mo'i silenciosamente #acia el borde ele los arbustos, desapareciendo entre las negras sombras del

    bosque. 9it% 0lan se agac#o pegndose al suelo, obser'ando a las dos e/tra)as siluetas mientras

    caminaban con cautela procurando ocultarse.

    Se detu'ieron a menos de die% pasos de distancia. ;sto podr!a ser una

    trampa, t!o lan.

    La sua'e 'o% "emenina pertenec!a a la bola de manteca. Sus palabras agradaron a -enric

    considerablemente. l que su presa compartiera su preocupacin era una buena se)al.

    La muer ec#o #acia atrs su capuc#a para poder mirar alrededor del peque)o claro, escrutando

    el oscuro bosque mientras susurraba su ad'ertencia.

    ;;$reo que ser!a meor que escapramos por nuestra cuenta mientras podamos. Puedo cubrirte

    la espalda si nos encontramos con bandidos. s ob'io que no 'a a 'enir nadie. 4aymonos de aqu!.

    La muer solt un grito a#ogado en el mismo instante en que su t!o se gir con su espada

    desen'ainada.

    ;Poned 'uestra espada en el suelo, laird *uncan. *espacio ;orden -enric.5an *uncan no se mo'i. La luna proporcionaba su"iciente lu% para que -enric pudiera distinguir

    la "orma del lord escoc(s, pero su e/presin permanec!a oculta por las sombras de la noc#e.

    ;>aced lo que os digo ;a'iso -enric, tocando ligeramente con la punta de su espada el

    bulto que "ormaba la muer; S! nos obedec(is, #undir( mi espada entre sus costillas.

    5an obedeci la orden y luego atrao a su sobrina a su lado, apartndola de la espada del

    guerrero. iraba a -enric, pero #i%o un gesto con la cabe%a se)alando a 9it% 0lan.

    ;Ten!ais que 'enir solo.

    Gi #ombre es leal ;contest, encogi(ndose de #ombros;. Trae los caballos, 9it%0lan.

    ;Lady emmington cabalgar conmigo ;dio tan, manteniendo un bra%o protector sobre la o'en;.

    *e( mi caballo a menos de un Hilmetro de aqu!.

    ;Tenemos 'uestro caballo. ;-enric recogi la espada del laird y en'ain la suya, e/tra)amente

    decepcionado por el #ec#o de que la dama cayera en;sus manos con tanta "acilidad. 6o ten!a el menor

    deseo de mirar desde ms cerca a su cauti'a. 6o importaba lo bonita que "uese la cara, no podr!a

    compensar el resto de su persona. Sin duda alguna era tan atracti'a como su caballo o 'a se #ubiera

    mostrado.

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    ;Tambi(n se #an #ec#o los preparati'os en la abad!a de $elso. ;?stis seguro de

    lle'ar esto a cabo y #acer lo que se os pide@; pregunt 5an. 0guard una respuesta durante

    un largo ' silencioso momento.

    ;S!. ;La respuesta de -enric "ue "irme;. Pod(is quedaron en la abad!a de -elso #asta que las

    partidas de b+squeda sean llamadas de regreso, o dirigiros a 'uestra "ortale%a inmediatamente despu(s.;$abalgar( a scocia esta misma noc#e Einterrumpi 5an.

    ;?Por qu( 'amos a la abad!a de $elso@ ;pregunt lady emmington en un susurro

    apenas audible, a causa de la pesada capuc#a de la capa. ;$alla, Tess ;la rega) tan;. 0qu!

    estn los caballos. S( buena c#ica y todo ir bien. 4amos, debemos apresurarnos.

    ;S!, t!o ;contest Tess, sumisa.

    9it% 0lan regres con los caballos y los dos guerreros montaron. l laird coloc a la

    rolli%a o'en en su caballo y monto tras ella. Los animales se mo'ieron casi en silencio a

    tra'(s del bosque, con sus cascos en 'ueltos en trapos para amortiguar el ruido. n aquella

    #ora tan tard!a de la noc#e no tendr!an que preocuparse por patrullas pro'enientes del cas;

    tillo de Langston, pero los bosques eran el re"ugio de proscritosB ladrones 4 asesinos que

    controlaban los caminos del rey y #ac!an prisioneros a los 'iaeros desprotegidos. -enric

    sab!a que pod!an encargarse de ese peligro, pero no ten!an tiempo que perder en una

    distraccin semeante. La mitad de la noc#e ya #ab!a transcurrido y cada #ora contaba.

    Tess de emmington no pensaba en los ladrones. Su preocupacin se centraba en

    la partida de soldados que podr!an salir de estampida de la "ortale%a en cualquier momento.

    Su padrastro se pondr!a "urioso cuando descubriera su #u!da. Slo pensar en *unmore

    acLeit#, #acia que se le #elara la sangre. n apariencia, no #ab!a nada que desagradara en

    el escoc(s. 0lto ' "ornido, las sienes plateadas en centraste con su oscuro cabello le daban un

    aire distinguido. Pero Tess, ms que ninguna otra persona, conoc!a la maldad escondida bao

    la enga)osa "ac#ada, capa% de asesinar a sangre "r!a. La bestia se #ab!a casado con su

    madre tan slo una semana despu(s de la sospec#osa muerte de su padre. l e/tra)o

    conunto de circunstancias que se dieron para que *unmore acLeit# estu'iera en la "ortale%a

    usto en aquel momento, parec!an demasiado con'enientes. &n mes ms tarde su madre

    #ab!a recibido sepultura en el cementerio de los emmington, tras una Ica!daJ por las es;caleras de la torre. Todo el mundo sab!a que la baronesa planeaba #acer una peticin de

    nulidad a la 5glesia y al rey dard. 0lgunos, 5ncluido *unmore acLeit#, cre!an que podr!a

    obtenerla.

    Tess se pregunt una 'e% ms cmo el rey dard pod!a #aber mirado para otro lado,

    ignorando las atrocidades cometidas por acLeit# durante los +ltimos a)os. ?0caso la guerra en

    =ales, los problemas con la 5glesia y las interminables disputas entre sus barones #ab!an

    mantenido al rey demasiado ocupado para preocuparse por una baron!a tan remota@ S!, se "ue 6 se

    ol'id de todo, deando a Tess sin medies para presentar su causa ante (l. *unmore acLeit# se

    sentaba en el silln de ceremonias como se)or del castillo de emmington, mientras que Tess, la

    leg!tima #eredera, lle'aba encerrada en la distante torre de Langston ms de cinco a)os.

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    Lo +nico bueno que le #ab!a ocurrida +ltimamente era el reciente descubrimiento de un

    pasae secreto que comen%aba en su alcoba < que conduc!a al barranco "uera de las murallas. se

    tipo de pasadi%os eran construidos para proporcionar a la "amilia un medio de "uga si la torre ca!a

    ante un e(rcito in'asor, 6; sol!an ser #abituales en los "eudos "ronteri%os tan antiguos como

    Langston. 0#ora, #ab!a proporcionado a Tess una clase di"erente de #uida. scapaba de los planesque *unmore acLeit# ten!a para ella.

    *os #oras ms tarde, el grupo desmont ante la puerta principal de la abad!a de -elso.

    &na peque)a puerta lateral se abri y, como si #ubiera estado aguardando su llegada, un

    mone encapuc#ado sac un "arol a tra'(s del umbral. Tess obser' cmo el ms alto de los dos

    #ombres con los que se #ab!an encontrado en el bosque se acercaba para mostrar su cara. l

    mone asinti y se gir para se)alar, sin decir palabra, la entrada a un oscuro pasillo.

    Tess apret la capa a+n ms a su alrededor, intentado protegerse del s+bito "r!o que

    se propag en su interior. l mone parec!a un imp!o espectro de la muerte, con sus negros

    ropaes y su largo y #uesudo dedo indicndoles que a'an%aran. 0"err la parte de atrs de la

    capa de su t!o y camin tan pegada a (l como se 1o permit!a el angosto pasae.

    l estrec#o pasillo conduc!a #asta las puertas de una capilla grande, ' el grupo se

    adentr en ella. Tess ec# a un lado su capuc#a, pero slo lo su"iciente para poder 'er meor

    el lugar. antu'o la precaucin de mantener su cara oculta, tal y como su t!o lan le #ab!a

    ordenado. l no estaba seguro de la clase de #ombres con los que se encontrar!an esa no;

    c#e, ' cuanto menos supieran de Tess, meor. 0 pesar de su ad'ertencia, una 'e% dentro de

    la capilla, no pudo e'itar quedarse asombrada y mirar mara'illada, con los oos muy abiertos,la elegante arquitectura gtica y, artesan!a normanda que con'ert!a la abad!a de -elso en una

    de las oyas ms preciadas de la 5glesia. Tess estaba segura de no #aber 'isto nunca nada

    tan magn!"ico. Kellas pinturas sacras cubr!an las paredes y tec#os, y la mayor!a de las

    estatuas ten!an pan de oro. l sua'e brillo de un incontable n+mero de 'aliosas 'elas de cera

    de abea con"er!a a la capilla una apariencia de castillo de cuento de #adas. &n anciano

    sacerdote los esperaba de pie cerca del p+lpito, ata'iado de sat(n roo con ricos brocados y,

    'estiduras orladas de #ilo de oro. Su presencia dotaba a la escena de un aire de

    maestuosidad. Los a)os #ab!an deado su #uella en el rostro del sacerdote surcndolo de

    arrugas, pero sus oos brillaban con una sonrisa que se ensanc#aba a medida que el peque)ogrupo se acercaba, deando atrs las "ilas de los reclinatorios.

    ;Kien'enido seas, #io m!o. ;l sacerdote camin con rigide% #acia -enric, con pasos

    'acilantes por la edad, y cogi las "uertes manos del guerrero entre las suyas, delgado y

    "rgil;. >an pasado muc#os a)os ' #as crecido #asta con'ertirte en un gran #ombre.

    ;=racias, padre 3len. s agradable 'er un rostro "amiliar como el 'uestro en esta

    noc#e. ;-enric sonri tor'amente al sacerdote

    stoy; seguro de que recordis a mi amigo oger 9it% 0lan. ste otro caballero es el

    Laird *uncan.

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    El seor de la guerra

    -enric se gir entonces para poder 'er bien por primera 'e% al gigante escoc(s. 0unque (l

    med!a ms de un metro no'enta, 5an *uncan casi lo superaba en altura. La cara del Laird escoc(s

    mostraba los signos de su edad, < las pronunciadas arrugas en las esquinas de sus oos a%ules

    indicaban que era un #ombre que sonre!a a menudo. 5ncluso en ese momento, dirig!a una sonrisa en

    direccin a -enric.l moti'o del buen #umor del escoc(s pronto qued al descubierto. Su capa descansaba

    sobre sus #ombros para re'elar, no slo el tartn a%ul y blanco del clan *uncan, sino tambi(n la

    empu)adura de una enorme espada claymore, t!pica de los escoceses, que estaba sueta "irme;

    mente por correas a su espalda.

    Y yo que cre que lo baha desarmado. -enric reconoci su descuido con un le'e asentimiento, y

    despu(s sus oos baaron al costado del escoc(s para inspeccionar a lado emmington. Le daba la

    espalda < parec!a absorta contemplando las pinturas sobre el Cuicio 9inal en un muro de la capilla.

    Trat de imaginarse una 'ersin corpulenta y baa de 5an *uncan, e inmediatamente se sinti

    ali'iado de que tu'iera el buen gusto de permanecer tapada. Quienquiera que le diera al rey dard

    que aquella muc#ac#a era un deleite para la 'ista ten!a un e/tra)o sentido del #umor.

    l sacerdote interrumpi los pensamientos e -enric aclarndose la garganta,

    indicndole con sutile%a que esperaba que se #icieran las presentaciones.

    -enric dio sencillamenteB

    ;Padre 3len, (sta es lady emmington.

    La muc#ac#a dio un respingo. Ka la cabe%a y se gir para mirar al sacerdote.

    ;e complace conoceros, querida m!a. ;l padre 3len dio un paso adelante y suet

    las manos de la o'en, dndoles un "irme apretn; stas circunstancias no son muy ,

    #abituales, pero estoy seguro de que podemos...

    ;*isculpadme, padre;interrumpi 5an. 5gnor la mirada de sorpresa del sacerdote y

    atrao a Tess de 'uelta a su lado;. ;?>ay alg+n lugar donde pueda #ablar con Lady

    emmington en pri'ado@

    ;?Par qu(@ $reo que #ay una

    ;Lo que tengis que decirle a la dama, lo pod(is #acer aqu! mismo. ;sta 'e% "ue

    -enric, con e/presin amena%adora, quien interrumpi al sacerdote.

    ;6o estoy, tan seguro de eso Edio 5an, dubitati'o;. 61i sobrina sabe muy, poco de este plan.

    Pens( que era meor e/plicar la situacin una 'e% que estu'i(ramos a sal'o leos de Langston.

    ;?6o sabe nada del matrimonio@ ;pregunto -enric con dure%a. ;;?atrimonio@ ;

    gra%n el 'oluminoso bulto.

    ;spera, peque)a, no te en"ades antes de que tenga ocasin de e/plicrtelo ;rog lan,

    obligando a Tess a darse la 'uelta para poder cogerle las manos.

    ;FatrimonioD ;repiti, en 'o% ms alta. 0rranc de un tiran sus manos de las de su

    t!o y trat de ponerlas en sus caderas.

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    El seor de la guerra

    Los caballeros y el sacerdote obser'aron con asombro cmo la amplia cintura de lado

    emmington ca!a al suelo de repente, "ormando una masa abultada a sus pies. $ontinuaban mirando

    asombrados ' en silencio, cuando Tess dio unos pasos acercndose a 5an, arrastrando su capa y

    re'elando a su paso dos grandes sacos de lino ca!dos en el suelo. Solo les lle' un momento darse

    cuenta de que los bultos #ab!an colgado de sus #ombros bao la capa, con la intencin de mantenersus bra%os cubiertos por ellos ' protegerse as! contra el "r!o.

    ;F6o diiste nada sobre un matrimonioD

    Los #ombres dearon de mirar al suelo y centraron su atencin en Lady

    emmington, casi al mismo tiempo.

    ;6o es gorda despu(s de todo ;susurr 9it% 0lan.

    Lady emmington toda'!a estaba de espaldas a los #ombres, pero -enric sonri

    cuando la reci(n adelga%ada "igura cla' un dedo en el estmago de Laird *uncan. Lacapuc#a de su capa cay sobre sus #ombros cuando irgui la cabe%a para mirar

    "ero%mente la cara del alto escoc(s, proporcionando un agradable atisbo de su cabello,

    rubio como la miel. ;6o estaba seguro de cmo te tomar!as la noticia ;empe% lan, ;

    FSabias condenadamente bien como me la tomar!aD F< a#ora me #as #ec#o maldecir

    delante de un sacerdoteD ;Se 'ol'i a toda prisa para dirigirse al padre 3len, con las

    manos entrela%adas con recato y sus oos "ios en el suelo;. Perdonadme, padre. >e dic#o

    una palabra imp!a lle'ada por la ira. uego a *ios que sea consciente de que estos son

    tiempos di"!ciles para m!, ' pueda perdonarme esta trasgresin. 0l parecer, los planes de

    mi t!o para esta noc#e y los m!os propios son completamente di"erentes.

    -enric no se dio cuenta de que estaba conteniendo el aliento, #asta que la muer se

    'ol'i de nue'o #acia su t!o. &n solo 'ista%o a esos deslumbrantes oos 'ioletas #i%o que le

    "laquearan las rodillas. 0#ora estaba seguro de que el rey ,se #ab!a burlado de (l. Slo un

    ciego describir!a a aquella muer como IbonitaJ. Tess de emmington era magn!"ica. ;Te e/io

    una e/plicacin ;orden Tess a su t!o, asintiendo bruscamente para dar mayor (n"asis a sus

    palabras. *esabroc# su capa y se la quit, doblando la prenda cuidadosamente sobre un

    bra%o como si tu'iera todo el d!a para o!r la e/plicacin;. < ms te 'ale que sea buena. ;5ba adec!rtelo ;dio lan. >abl en ga(lico, baando la 'o%;. Pero ten!as la idea del con'ento tan

    metida en la cabe%a, que no estaba seguro de que accedieras a marc#arte si #ubieras sabido

    que ibas a casarte con un #ombre al que nunca #as 'isto.

    ;ste plan no tiene sentido, t!o. Tess contest tambi(n en ga(lico, mirando de soslayo a los

    dos mercenarios que los #ab!an escoltado #asta all!;. ntrar en un con'ento puede e/plicarse como

    'ocacin religiosa. Pero, ?un matrimonio con un conocido tu'o@ 6o es probable que ni tu rey ni el m!o,

    crean que no ests in'olucrado. 0rriesgas tu 'ida con este plan.

    ;$lmate peque)a. ;5an puso sus grandes manos en los #ombros de Tess;. Sabes que

    slo pienso en lo que es meor para ti. Tu propio rey dard #a escogido a tu prometido.

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    El seor de la guerra

    ;?Qu(@ ;Tess pareci esperan%ada por un momento, luego su e/presin se 'ol'i suspica%;.

    Pero el rey 'a #a dado su aprobacin a la eleccin de esposo que #i%o mi padrastro. ?$mo puede

    cambiar de opinin cuando 'a #a dado su palabra a acLeit#@

    ;Msa es la parte ms di"!cil de e/plicar ;admiti lan, "rotndose la barbilla;. Las acciones de

    acLeit#, desde que tom el control de emmington, #an tenido muy preocupado al rey dard. napariencia, #a sido un s+bdito leal estos +ltimos cinco a)os, pero dard sabe que tu padrastro no es

    ms que un traidor. as o!do demasiadas #abladur!as. l barn de ontague es un

    #ombre temido por sus enemigos ' respetado por aquellos que luc#an por tu pa!s. 6i yo

    mismo podr!a #aber #ec#o meor eleccin de #aber tenido la oportunidad. *ormir( ms

    tranquilo teniendo al barn de ontague en mi "rontera, en 'e% de ese c#acal de acLeit# que

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    El seor de la guerra

    slo desea apoderarse de mis castillos. ?0caso #ubieras pre"erido la eleccin de tu

    padrastro@

    ;Sabes muy bien el destino que me esperaba.

    ;S!, escogi a =ordon, su propio #io. 0unque tengo mis dudas sobre si =ordonacLeit# es un #ombre de 'erdad.

    ;?0caso es meor este otro destino@ ;susurro Tess.

    Se dio cuenta de que toda'!a ten!a sus manos sobre su garganta y rpidamente, las

    ba a su cintura apretndolas con "uer%a, preguntndose qu( le #ab!a #ec#o ella a su rey para

    merecer lo que le ocurr!a. Todo el mundo, desde scocia #asta 6ormand!a, #ab!a o!do #ablar

    del barn de ontague. Primero, se gano la reputacin de ser in'encible en los torneos. s

    tarde, se "ue a las cru%adas del rey, donde creci su "ama de intr(pido guerrero. Su nombre se

    con'irti en leyenda en la guerra centra =ales. Pero las #istorias de sus #a%a)as nuncaestaban en'ueltas en gallard!a o #ero!smo. 0l contrario. Los relatos sobre el $arnicero de =a les

    estaban ba)adas en sangre. Tess pensaba en el barn de ontague ms como en un demonio,

    que como en un #ombre que de 'erdad caminara por la tierra al igual que el resto de los

    mortales. >asta los #ombres de acLeit# susurraban su nombre con re'erencia, como s! su

    sola mencin "uese ra%n su"iciente para santiguarse, y de esa "orma protegerse contra el mal.

    Tess sab!a la ra%n de su sobrenombre se estremec!a corra solo pensarlo. l $arnicero de

    =ales no #ac!a prisioneros. Se dec!a que #ab!a %onas en =ales donde no era posible encontrar

    a nadie de sangre galesa #asta donde alcan%ara la 'ista, porque los #ab!a masacrado a todos.

    Por supuesto, algunas de las #istorias no eran ms que e/ageraciones, pero deb!a

    #aber alg+n "ragmento de 'erdad en los #orribles rela tos. Tess no sent!a ning+n deseo de

    comprobarlo por s! misma. Sabia, por su "orma de permanecer erguido y el "irme tono de su

    'o% que la decisin de su t!o estaba tomada y que cualquier protesta por su parte ser!a

    malgastar el tiempo. *ecidi que escuc#ar!a lo que el Laird ten!a que decir y luego le pedir!a

    al sacerdote acogerse a la proteccin de la 5glesia. Seguramente un #ombre de *ios no

    desear!a 'er a una gentil doncella "or%ada a casarse con semeante monstruo. $uando el

    barn llegara, estar!a bao la proteccin de la 5glesia, a sal'o y "uera del alcance de cualquier

    #ambre.

    Tu rey eligi al barn de ontague #ace alg+n tiempo ;continu 5an;. l padre 3len,

    aqu! presente, "ue su con"esor cuando era ms o'en. $elebrar la ceremonia y en'iar una

    copia del acta de matrimonio a Londres. Los acLeit# tienen que creer que escapaste por tu

    cuenta. Se les dir que el barn de ontague te atrap pensando en cobrar una recompensa,

    pero que en 'e% de eso decidi casarse contigo.

    ;acLeit# #ar cualquier cosa para recobrarme. Si lo consiguiera, el matrimonio

    podr!a ser anulado. >asta los barones ingleses tendr!an que respetar ese derec#o. ?Qu(pasar!a entonces con el plan del rey@

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    5an "runci el ce)o ante su lgica, pero sigui tratando de #acerla entrar en ra%n.

    -enric entend!a el ga(lico lo bastante bien como para seguir la con'ersacin, pero

    en realidad no estaba escuc#ando. *e que sus oos recorrieran la longitud de la gruesa

    tren%a rubia, pasando por una cintura incre!blemente peque)a ' unas caderas

    'oluptuosamente redondeadas. Sus dedos ansiaron tocar ese sedoso cordn, des#acer losri%os pulcramente entreteidos y llenar sus manos con su oro.

    sa idea mantu'o la atencin de -enric #asta que empe% a preguntarse si se #ab!a

    imaginado el color de sus oos. 0lgunas oyas pod!an re"lear ese intrigante e #ipntico tono

    a%ul 'ioleta, pero nunca lo #ab!a 'isto en los oos de una muer. ientras -enric pensaba en

    aquel inslito color, lady emmington 'ol'i su cabe%a ligeramente dndole la oportunidad

    de poder atisbar su rostro. Los "ascinantes oos se #allaban 'elados por gruesas pesta)as

    entrecerradas, permiti(ndole e/aminar sus rasgos sin distraccin. Su e/presin era

    tranquila, serena, casi maestuosa. Pero not la "orma en que las comisuras de su boca se

    torc!an #acia abao cada 'e% que su t!o mencionaba la palabra matrimonio. l gesto no

    restaba e/uberancia a su boca. l labio superior "ormaba un arco e/quisito ' el in"erior

    estaba deliciosamente lleno. 6o pod!a esperar a sentir esos deliciosos labios bao los suyos.

    *eseaba tocarla, seguro de que su piel ser!a tan sua'e como parec!a. Sus labios se

    entreabrieron ligeramente para re'elar la punta de su lengua cuando se #umedeci los

    labios. l gesto "ue tan inconscientemente inocente y, sin embargo, tan dulcemente

    seductor, que -enric se encontr conteniendo el aliento de nue'o. 6o le lle' mu c#o tiempo

    darse cuenta de que su incre!ble belle%a no necesitaba unos oos embruadores para distraer

    la atencin de un #ombre. Por s! sola, su cur'il!nea silueta lograba ponerlo r!gido #asta elpunto del dolor.

    Se "or% a apartar la mirada, tratando de controlar su desbocada imaginacin. 6o pudo

    recordar cundo "ue la +ltima 'e% que reaccion "!sicamente ante una muer sin ni siquiera tocarla.

    *iablos, ni siquiera la conoc!a. ?Qu( le pasaba@ Su mirada se dirigi #asta 9it% 0lan y se sin ti

    complacido al ad'ertir que su 'asallo estaba tan aturdido como (l por la apariencia de lado

    emmington. 9it% 0lan ten!a la boca abierta de una "orma casi rid!cula.

    ;sts babeando ;le susurr -enric al o!do.

    La boca de 9it% 0lan se cerr de golpe, pero no quit los oos de la muc#ac#a.

    ;Ten!as ra%n despu(s de todo ;continuo -enric, con cierto engreimiento en su 'o%;. 6o

    me disgusta contemplar su rostro.

    ;s un ngel ;susurr 9it% 0lan, asombrado.

    Sonriendo, -enric mir a lado emmington de nue'o. staba discutiendo con "uria con su

    t!o. *eb!a tratarse de un ngel con carcter. La sonrisa desapareci por completo cuando oy sus

    siguientes palabras.

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    ;La +nica solucin es ingresar en un con'ento. Tomar( los 'otos. ;Los +nicos 'otos que

    tomar(is sern los del matrimonio ;gru) -enric desde la espalda de Tess, en un ga(lico casi

    per"ecto.

    ;

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    alcan%aba a de"inir. Para empe%ar, sus oos eran demasiado oscuros, decidi Tess, "runciendo el

    ce)o pensati'a. < los rasgos de su cara eran demasiado a"ilados, demasiado marcados. 4ol'i a

    contemplarle de la cabe%a a los pies, tratando de recordar dnde #ab!a 'isto a aquel #ombre con

    anterioridad.

    -enric sab!a que su e/presin era lo bastante sombr!a como para inquietar tanto a amigoscomo enemigos. Pero comprob que su gesto no ten!a ning+n e"ecto en lado emmington. La

    "orma en que lo recorr!a con la mirada, como un cocinero inspeccionando un solomillo de buey, era

    insultante. staba a punto de redoblar sus es"uer%os para poner en su lugar a la descarada

    muc#ac#a cuando sus oos se encontraron. ;Sois 'os ;susurr ella, pareciendo a punto de

    gritar.

    ;Por supuesto que soy yo ;contest con 'o% sarcstica. Por un momento #abr!a urado

    que sus oos lo #ab!an reconocido. Se trataba de la misma mirada que una muer usar!a para

    saludar a un amigo querido o un amante. Pero la calide% en sus oos desapareci tan repentina;

    mente, que se pregunt si lo #ab!a imaginado. La actual e/presin de aturdida incredulidad de la

    muc#ac#a, se adaptaba ms a la reaccin normal de una doncella. Le acababan de presentar al

    $arnicero de =ales: un #ombre que lle'aba el nombre que las madres usaban para asustar a los

    ni)os que se portaban mal.

    0l menos no se #ab!a desmayado.

    ;3s casar(is conmigo tanto si os gusta como si no ;dio en in gl(s. 6o se le daba bien la

    di"!cil pronunciacin del ga(lico escoc(s con sus marcadas erres, y quer!a que la dama

    entendiera todas N' cada una de sus palabras. 6o importaba que ella pre"iriera casarse con una

    cabra de tres cabe%as. l rey de 5nglaterra le #ab!a prometido a Tess de emmington y -enric

    estaba decidido a quedarse con ella. Se detu'o para dedicarle una bre'e y escalo"riante sonrisa

    de triun"o.

    ;?O acaso os atre'(is a desa"iar la orden de nuestro rey@

    Tess luc# por recobrar la serenidad bao la #elada mirada del #arn. &n es"uer%o casi

    imposible, pues la #ab!a cogido despre'enida por completo. Pero, ?qui(n no se sorprender!a al

    'er una imagen salida de sus sue)os con'ertida en realidad@ ra demasiado incre!ble. sa era

    la ra%n, sin duda, de que se le #ubiera "ormado un nudo en el estmago. *e repente, sinti queiba a desmayarse.

    6o seas cobarde, se reprendi a s! misma, sacudiendo la cabe%a para librarse de esa

    tonta idea. *e acuerdo, #ab!a 'isto la imagen de un #ombre de cabello oscuro mientras dorm!a,

    un #ombre cuyo rostro se le #ab!a aparecido en sue)os tan a menudo, que crey reconocerlo al

    'er al imponente caballero que se ergu!a ante ella. S!, #ab!a tenido el mismo sue)o todas las

    noc#es durante la semana anterior. &na coincidencia. *e eso se trataba, una simple y sencilla

    coincidencia. Se arriesg a mirar de nue'o la cara del barn, slo para asegurarse.

    &na energ!a, escalo"riante y despiadada, emanaba del #ombre que estaba " rente a ella.

    &n #ombre que podr!a matar sin emocin ni remordimiento. 6o #ab!a ning+n rastro de calide%

    en los "r!os ' negros oos que la contemplaban, ni el menor asomo de gentile%a en su tensa man;

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    El seor de la guerra

    d!bula. Sus miradas 'ol'ieron a encontrarse y, en aquella ocasin, no le pas desapercibido el

    propsito de su "ero% e/presin.

    Vaya, intentaba intimidarla! < lo estaba

    consiguiendo.

    Sinti un escalo"r!o recorrer su espalda y que la piel se le eri%aba. staba tan atrapada por esosoos como una presa cogida en una trampa. La cauti'aban. l poder que sent!a en ellos era absoluto,

    capa% de "or%ar a cualquiera a someterse a su 'oluntad. Para su sorpresa, las emociones que la

    abrumaban eran completamente opuestas al temor u #orror que deber!a e/perimentar. ra de lo ms

    e/tra)o, porque sent!a un impulso casi irresistible de acercarse ms al guerrero. . . de tocarlo. . . de...

    ;?4ais a responder, lady emmington@ ;La 'o% del barn de ontague re%umaba sarcasmo;. ?3

    tendr( que repetir la pregunta@ Parec(is con"undida.

    Tess se indign, deando 'er su temperamento.

    ;6o es de buena educacin mirar de esa "orma a una gentil dama. ;Se 'ol'i #acia el

    padre 3len, perdi(ndose la e/presin de incredulidad en la cara de -enric;. Tal 'e% podis

    ayudar a estos #ombres a entrar en ra%n, padre. e gustar!a e/plicaros la situacin. $uando lo

    #aga, estoy segura de que 'er(is lo uicioso de mi decisin y aconsear(is a los presentes en

    consecuencia.

    ;Lo #ar( lo meor que pueda;dio el padre 3len con inseguridad;, pero deber!ais saber que el

    mismo rey dard me in"orm del moti'o de este matrimonio, lady emmington.

    Tess asinti. Luego ec# su tren%a sobre un #ombro y empe% a retorcer la punta.

    ;Tessss.. . ;protest 5an, alargando su nombre, sonando casi como el siseo de una

    serpiente o como una ad'ertencia.

    ;6o deseo casarme. ;Tess obser'o que su t!o se apro/imaba y se apresur a darle al sacerdote

    sus ra%ones;. i deseo es #acerme mona. $omo es costumbre, mis tierras pueden ser repartidas cuando

    #aga los 'otos. Ser como si #ubiera muerto.

    ;stis muy leos de estar muerta, milady.

    ;emmington re'ertir!a al rey dard;continu Tess, ignorando la interrupcin del

    barn. Trat de no pensar en su pro"unda 'o%, en cmo llenaba la estancia sin es"uer%o, en lo

    penetrante que era. $asi pod!a sentir el sonido 'ibrando a tra'(s de su cuerpo. Santo *ios, ?qu(me estpasando? se pregunt, sintiendo pnico. Se es"or% en continuar con su argumentacin;

    Si entro en un con'ento, emmington seguir en manos inglesas sin derramamiento de sangre.

    i padrastro y el rey 0le/ander no podrn protestar, porque las leyes cannicas son las mismas

    en ambos reinos y no se atre'er!an a en"rentarse a la 5glesia en este asunto. Si me caso con

    alguien, #abr guerra. ;9inali% su peque)o discurso inclinando la cabe%a, incapa% de seguir

    mirando a los oos al padre 3len ni un momento ms. FLe #ab!a mentido descaradamente a un

    sacerdoteD;. ?4eis lo acertado de mi plan, padre 3len@

    l sacerdote "runci los labios, mirando al suelo mientras se mec!a #acia delante y #acia atrs

    sobre sus talones. Tess ad'irti al "in que la punta de su tren%a estaba des#ec#a y alis la borla

    des#ilac#ada antes de dear que cayera a un costado. staba segura de que su t!o sab!a que ment!a.

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    El seor de la guerra

    Ml siempre pod!a darse cuenta de sus argucias. Pero, ?qu( pasar!a con el barn de ontague@

    ?Tambi(n sospec#ar!a@ Que el Se)or la ayudara, Fsent!a un demencial impulso de casarse con el

    sal'ae caballeroD

    ;?Qu( dec!s de la #istoria de la dama@ ;pregunt el sacerdote a -enric.

    ;Por lo que yo s(, todo es cierto ;dio, mostrndose de acuerdo a"ablemente;. /cepto unaparte.

    Tess sinti que su cora%n deaba de latir. sper conteniendo el aliento a que el barn

    descubriera su enga)o.

    ;>abr guerra sin importar lo que ella #aga con su 'ida.

    $err los oos y suspir ali'iada. Su mentira estaba a sal'o del #arn de ontague. 6o le oy

    mo'erse en silencio a tra'(s de la estancia, ni supo que se le acercaba, #asta que las clidas puntas

    de sus dedos le'antaron su barbilla, #aciendo que sus prpados se abrieron de golpe por la sorpresa.

    La mir "iamente a los oos con e/presin insondable. Tess #ubiera podido asegurar que el tiempo se

    detu'o. Se miraron el uno al otro sin decir una palabra mientras algo parecido a un mensae pasaba

    entre ellos en ese intercambio silencioso. &na ad'ertencia, s!, pero qui%s algo ms.

    ;Se casar conmigo ;a"irm, arrogante, sin quitar los oos de los suyos. 0l% su mano y

    desli% el pulgar por el labio in"erior de Tess, #aciendo que otro e/tra)o escalo"r!o recorriera su

    espalda;. Seguro que ya sospec#abais esto cuando estbamos en el bosque, lady emming ;

    ton.

    6o le dio ocasin de responder. Su mano ca' de golpe a un costado, como si no pudiera

    soportar seguir tocndola ni un momento ms. ;6o os #agis la di"!cil, milady. 6o soy un #ombre

    conocido por su paciencia con los ardides "emeninos.

    Tess "runci el ce)o ante su arrogancia, pero permaneci en silencio. 6o iba a e/plicarle que

    #ab!a pensado que eran mercenarios, espadas de alquiler contratadas para escoltarla #asta un

    con'ento. Si lo #iciese, (l pensar!a con toda seguridad que estaba tratando con una est+pida.

    ;eor que #agamos esto de una 'e% ;apremi -enric al sacerdote. Tom la mano de Tess y la

    arrastr #acia el altar;

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    El seor de la guerra

    ;Se #ace tarde ;dio -enric en tono seco;. 4uestro t!o tiene que estar muy leos cuando 'uestra

    ausencia sea descubierta.

    ;FTodo est sucediendo demasiado deprisaD ;Tess mir a tu t!o pidi(ndole apoyo. 5an

    al% las manos, sugiriendo que deb!a seguir adelante con el asunto. lla ba la cabe%a y

    susurr sua'emente sus obeciones;. Tengo tan poco tiempo para pensar sobre este nue'oplan...

    ;eor que pens(is deprisa, o 'uestro padrastro estar aqu! para presenciar la ceremonia.

    -enric suspir con impaciencia;. Pod(is elegir, milady. acLeit# o yo.

    $onsider seriamente la idea de casarse con acLeit#, pero solo por un momento. 0

    su modo de 'er, el $arnicero de =ales no era ni de leos una buena eleccin. staba "uera del

    alcance de su padrastro por primera 'e% en cinco a)os ' no ten!a prisa en renunciar a esa

    libertad. Pero, ?el matrimonio@ ?$on ese #ombre@ l precio de su libertad era demasiado

    alto. Sin embargo, si "uera lo bastante lista, podr!a escapar del barn tal como #ab!aescapado de acLeit#. Si pudiera llegar #asta el rey dard y e/plicarle su plan sobre

    ingresar en un comento, (l 'er!a lo acertado de sus acciones a anular!a el precipitado

    matrimonio. Su mirada "ue lentamente desde las puntas de las botas del barn de ontague

    #asta los poderosos bra%os, de nue'o cru%ados sobre el pec#o. $asi sonri ante la iron!a de

    la situacin, pues el barn de ontague era el +nico #ombre en toda 5nglaterra cuya

    reputacin como #ombre peligroso sobrepasaba a la de acLeit#. 6o importaba cunto

    durase su matrimonio, dar!a casi cualquier cosa por estar presente en el saln del castillo

    cuando *unmore acLeit# se enterara de que se #ab!a casado con el $arnicero de $ales.

    $ap!tulo 2

    0penas tardaron una #ora en "irmar las actas del matrimonio y ser conducidos #asta sus

    caballos. La ceremonia "ue un borrn con"uso para Tess, aturdida como estaba. Las palabras ole

    buenos deseos, pro'enientes de su t!o, sonaron leanas en sus o!dos cuando la terno del bra%o al

    "inal de la ceremonia, conduci(ndola "uera de la capilla. ;$umple con tu deber ;orden lan con

    brusquedad a su sobrina. Se detu'ieron "uera de las puertas de la abad!a, donde rode, la o'en con

    sus bra%os y, la abra% estrec#amente;. >a% que tu "amilia se sienta orgullosa, muc#ac#a.

    ;Lo #ar(. ;Tess ba los oos sinti(ndose culpable. Posiblemente "uera su propio plan el que

    #iciera que su "amilia se sintiera orgullosa, ra%on. Pese a lo muc#o que lo deseaba, sab!a que no pod!a

    ir a scocia con su t!o. l rey 0le/ander era aliado de *unmore acLeit# y ordenar!a a lan que la

    de'ol'iera a su padrastro. 6o pod!a permitir que su t!o cayera en desgracia con su rey. 0bra% a su t!o

    con "uer%a, preguntndose cmo la recibir!a si 'ol'!a a 'erlo alguna 'e%;. *ios te guarde.

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    El seor de la guerra

    ;Trata de no preocuparte ;dio 5an con ligere%a. Su angustiada e/presin desment!a sus

    palabras;. Si no deas de "runcir el ce)o, los ontague pensarn que ests emparentada con osos.

    Tess trat de o"recerle una sonrisa de nimo, pero no lo consigui. Supo que se acababa el

    tiempo cuando su t!o le dio un rpido y tranquili%ador apretn a su mano. &rgiendo a su caballo, el barn

    de ontague se acerc, se inclin ' la al% sin es"uer%o para sentarla en su rega%o.esultaba e/tra)o estar sueta tan cerca del desconocido que era su esposo. Su cabe%a

    apenas llegaba a sus #ombros, y sus bra%os la rodeaban con "acilidad para sostener las riendas.

    staba apretada contra la solide% de su cuerpo desde la cabe%a a los pies y su calor la rodeaba por

    todas partes. *ecidi que, despu(s de todo, le gustaba la sensacin de estar protegida por tanto

    poder. eprendi(ndose por ese pensamiento, se record que su "uer%a podr!a ser utili%arla contra ella

    alg+n d!a. ;S( que la tratar(is bien, barn ;;dio lan a su espalda. >ubo una clara nota de ad'ertencia

    en su 'o%.

    ;La mantendr( a sal'o ;replic el barn con arrogancia, como si se o"endiera por la

    insinuacin de que no "uera a #acerlo.

    0 sal'o. sas eran las palabras que Tess estaba buscando. 6o se #ab!a sentido segura en

    a)os. ?6o era e/tra)o que un #ombre conocido por toda 5nglaterra por su crueldad, le proporcionara

    esa sensacin con tanta "acilidad@ Su cuerpo se rela un poco y apoy la cabe%a en los anc#os

    #ombros del barn.

    -enric al% una mano en se)al de despedida y oblig a su caballo a darse la 'uelta, ansioso por

    acercarse a su "ortale%a. l cielo empe%aba a te)irse de roo en el #ori%onte. Sab!a que la desaparicin

    de Tess ser!a descubierta en poco ms de una #ora. Por "ortuna, no ten!an que cru%ar las tierras de los

    emmington como el Laird se 'er!a obligado a #acer. l escoc(s ser!a condenadamente a"ortunado silograba cabalgar por la "rontera #asta su propio castillo, sin encontrarse con una de las patrullas de

    acLeit#. n cuanto a ellos, ten!an por delante una dura cabalgada de dos ornadas, pero llegar!an a la

    primera de sus propias patrullas en pocas #oras. >ab!a lle'ado consigo a ms de doscientos #ombres

    que se #allaban diseminados a lo largo del camino, pre'iendo que era menos probable que los

    alcan%aran al comien%o de su "uga. Quer!a que sus #ombres ' sus caballos estu'ieran "rescos '

    descansados si se 'e!an obligados a en"rentarse a acLeit# en campo abierto. Se tom un momento

    para en'ol'er a su esposa con los bordes de su capa y luego espole al corcel.

    $on el plan ya en marc#a, no ten!a que preocuparse por el 'iae. n 'e% de eso, los

    pensamientos de -enric se 'ol'ieron #acia su nue'a esposa y la sorpresa tan agradable que #ab!aresultado ser. &n momento despu(s, sinti cmo su cabe%a se apoyaba contra su pec#o mientras se

    abandonaba al sue)o. $ada una de sus sua'es cur'as parec!a "undirse contra su duro cuerpo, causando

    una inesperada y calurosa reaccin en sus entra)as. *e nue'o, se qued sorprendido del pro"undo

    deseo que despertaba la o'en en (l. 6o pudo contener un gru)ido cuando ella mo'i las caderas y se

    apret contra (l buscando su calor. Le estaba lle'ando a un punto de e/citacin tal, que #ac!a que

    cabalgar "uese doloroso. Tir de las riendas para que el caballo "uera al paso, y respir pro"unda y

    tranquili%adoramente en un intento de ali'iar su incomodidad. ;?>ay alg+n problema@ ;pregunt 9it% 0lan,

    acercndose a su lado. ;6o ;contest -enric, con ms brusquedad de la pretendida. ;?

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    ;Los caballos necesitan caminar durante un rato ;minti -enric con 'o% cortante;. 4ol'ed a

    dormiros.

    -enric suet a Tess ms estrec#amente ' la apret contra su pec#o. Slo deseaba lle'arla entre

    los rboles, a lo ms pro"undo del bosque, y ali'iar la incre!ble luuria que despertaba en (l. l lado

    ra%onable de su mente le dec!a que la idea era una temeridad. l sol ya era 'isible ' se pod!an encontrarcon los #ombres de acLeit# en cualquier momento. 0dems, #ac!a un "r!o de mil demonios. $on todo, la

    idea no deaba de distraerle.

    ;6o pens( que pudiera quedarme dormida tan "cilmente. ;Se estir e intent colocarse meor

    #asta que -enric puso una mano "irme en su cadera, deteniendo el enloquecedor mo'imiento.

    ;4uestro cuerpo desprende un incre!ble calor, milord. ;Tess no pudo 'er la mueca de -enric #asta

    que se gir le'emente en la silla;. ?s mal momento a#ora para #acer una pregunta@ ;narc las ceas

    esperan%ada, pero la se'era e/presin del barn no cambi. Tampoco contest. La rude%a parec!a ser su

    rasgo predominante. 5ncapa% de en"rentarse a su intimidante mirada un momento ms, 'ol'i su atencin

    al camino, ignorando su silencio;. e preguntaba cmo debo llamaros.

    ;Soy 'uestro amo y se)or, milady. Pod(is dirigiros a m! como Imi lordJ, IbarnJ o...

    IesposoJ.

    Su incre!ble arrogancia de a Tess sin #abla. Pens en agradecerle que le permitiera #ablar, pero

    se lo pens meor. Se comportar!a educadamente mientras durase la "arsa aunque (l no lo #iciera.

    ;Lo que quer!a preguntar es 'uestro nombre propio, esposo. $ono%co 'uestros t!tulos, barn de

    ontague, pero no s( cul es 'uestro nombre de pila.

    Ml tu'o el descaro de sonre!rle. Tess ba rpidamente su mirada de 'uelta al camino, un tanto

    temerosa de ol'idar su en"ado y de'ol'erle la sonrisa.;i nombre es -enric.

    0unque su capuc#a se interpon!a entre ellos, Tess casi pod!a sentir sus labios contra su

    orea ' su aliento en la meilla. Se mara'ill de la "orma en que su pro"unda 'o% parec!a robarle

    la 'oluntad.

    ;Pod(is llamarme as! cuando estemos solos, esposa. Tras un momento de

    silencio, (l apart su capuc#a. ?ncontris mi nombre gracioso@

    ;?>nm@ ;inquiri ella, distra!da. ?Por qu( estis sonriendo@

    ;4uestra 'o% ;contest Tess enso)adoramente;. Puedo sentirla. Custo aqu!. ;Puso supalma entre sus pec#os, riendo sua'emente. e #ace cosquillas.

    -enric contempl su peque)a mano #asta que su cuerpo le dio que 'a era #ora de 'ol'er

    a respirar y tu'o que apartar la 'ista. $err los oos y un millar de imgenes pasaron ante ellos.

    La mayor!a eran de su esposa, desnuda por completo. 0bri los oos de golpe y torci el gesto,

    disgustado consigo mismo y con su "alta de control. ra demasiado. La o'en era una e/perta

    seductora, o la ms dulce inocente que ams 'i'iera. Pero estaba resuelto a estar a sal'o dentro

    del castillo de ontague antes de descubrir la 'erdad sobre sus encantos.

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    ;Parece que os gusta demasiado mi compa)!a para ser una muer que pretend!a ser

    mona. ;La e/presin culpable en el rostro de su esposa le record su "alta de colaboracin ante

    el altar. so le ayud a en"riar su deseo.

    ;Tengo que #acer una con"esin ;susurr. Su 'o% sonaba arrepentida;. >e pensado

    muc#o en ello ' creo que es meor in"ormaron de mi pecado.La declaracin cogi a -enric despre'enido. $asi pod!a sentir cmo la sangre de sus

    'enas se con'ert!a en #ielo. >a tenido un amante, pens sombr!o. Qu( delicade%a por su parte

    descargar las culpas de su de 'ota alma antes de que descubriera la 'erdad por s! mismo.

    ndureci su e/presin intencionadamente, preparndola para la clera que seguir!a. Si

    pensaba que tomar!a su con"esin como un acto de noble%a, se equi'ocaba. 0unque estaba

    obligado a quedarse con ella a pesar de que #ubiera tenido una 'eintena de amantes, no ten!a

    por qu( gustarle. Tir de las riendas del caballo y le #i%o se)as a 9it% 0lan para que se adelan ;

    tara, permaneciendo callado #asta que estu'o seguro de la pri'acidad de su con'ersacin.

    ;3s escuc#o ;dio en tono sarcstico, arrastrando las palabras. ;Le die una mentira al

    sacerdote.

    >abl en 'o% tan baa que -enric tu'o que inclinarse para o!rla. 9runci el ce)o,

    deseando que continuara.

    Le die que no quer!a casarme.

    ;$ontdmelo todo, Tess. ;La 'o% de -enric era tranquila, pero la "uria bao la super"icie no

    pod!a pasar inad'ertida.

    6o suelo mentir, milord, y ams #asta a#ora #ab!a mentido a un sacerdote. ;Se

    apresur a e/plicarse;. 6o os culpo si pensis que soy una pecadora, pero deseaba tanto queno #ubiera derramamiento de sangre...

    ;?< bien@ ;gru) (l.

    ;$uando nos encontramos en la capilla no me desagrad la idea de casarme con 'os. Pero aun

    as!, mi obligacin era intentar e'itar la guerra. l plan del con'ento parec!a tan bueno... Por otro lado,

    puesto que estaba diciendo que quer!a ser mona, "ui incapa% de admitir ante el padre 3len que me

    sent! atra!da por 'os desde que os 'i, y que la idea de ser 'uestra esposa me parec!a bastante

    atracti'a. Las monas no tienen semeantes pensamientos carnales. 3#... quiero decir... n realidad no

    tu'e muc#o tiempo para pensar en ser 'uestra esposa, pero estaba bastante intrigada con la idea,

    aunque mis deseos eran los de tomar los #bitos ' no casarme nunca. F3#, Se)orD ;Tess sinti cmosus meillas se encend!an, sorprendida de todas las con"esiones que de alguna "orma #ab!an salido de

    su boca. Maldita fuera su lengua y oal se pudriera y cayera! "#or qu$ no admitir abiertamente que

    haba sentido luuria por $l, ya puestos@ Su pobre esposo parec!a asombrado. $on toda seguridad, se

    estar!a preguntando sobre la clase de muer con la que se #ab!a casado. Tess apart la 'ista. =anarse

    su con"ian%a admitiendo su mentira era la idea ms est+pida que se le podr!a #aber ocurrido.

    ;iradme, Tess ;e/igi se'eramente. lla al% la mirada, con los oos llenos de

    lgrimas de 'ergen%a. -enric puso una mano en su meilla y acarici la cremosa piel con el

    pulgar; ?e estis diciendo la 'erdad a#ora@

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    ;0s! es ;admiti. Su mirada ba a su boca, incapa% de seguir mirndolo a los oos ni un

    momento ms; 0unque no pensaba decir tanto.

    La sonrisa que cur' su boca de a Tess atnita. Se ec# #acia atrs para 'er el resto de su

    cara, ' contempl asombrada cmo sus oos cambiaban de un color oscuro y acerado a un sua'e

    mati% de gris.s (l, se dio entre incr(dula ' aturdida. %enric de Montague era el hombre que haba

    &isto en sus sue'os! La imagen que repentinamente se #ab!a #ec#o realidad ante sus oos

    #i%o que a"loraran otros recuerdos. Su t!o tan le cont en cierta ocasin que su abuela ten!a la

    capacidad de 'er peque)os "ragmentos del "uturo. >asta ese momento, Tess desconoc!a que

    tambi(n ella pose!a ese e/tra)o talento.

    6ecesitaba meditar sobre una re'elacin tan importante, pero en aquel momento

    parec!a que no pod!a pensar en otra cosa e/cepto en la cauti'adora mirada de su esposo.

    0l% una mano #asta su meilla, "ascinada por la spera sombra que delataba que #ab!a

    pasado ms de un d!a sin a"eitarse. La sonrisa de -enric desapareci en el momento en que

    su mano toc su cara.

    ;4uestros oos son grises ;susurr cuando se encontraron sus miradas.

    ;e alegra que me lo #ayis dic#o.

    ;?6o sab!ais que 'uestros oos eran grises@ ;pregunt ella, deando caer su mano sobre su

    #ombro.

    0 -enric le l le' un momento ordenar sus pensamientos para poder seguir la

    con'ersacin. Los oos de su esposa bastaban para seducir a un santo. *e #ec#o,

    cambiaban de color seg+n su estado de nimo. a"iros un momento, amatistas al siguiente.;so lo sab!a ;contest. Le'ant la mano de Tess y le dio un beso en la palma,

    sonriendo ante el escalo"r!o que sinti que la recorr!a;. stoy contento de que me #ayis

    dic#o lo que sentisteis cuando nos 'imos por primera 'e%. 6o es pecado apreciar la eleccin

    de nuestro rey. lla se sonro y trat de darse la 'uelta de nue'o, pero -enric apres con

    "acilidad su barbilla, curioso por 'er su reaccin en el color de sus oos. 0%ul oscuro, casi

    negro, pens mientras sus labios se cur'aban en una sonrisa.

    ;?stis en"adado porque ment! al padre 3len@ ;pregunt, 'acilante.

    ;6o, Tess. ;-enric no pudo resistirse a darle un sua'e beso en la "rente. Le gust su

    tacto bao sus labios, pero se "or% a s! mismo a separarse. Su t!mida con"esin ser!arecompensada %anando de una 'e% por todas la idea de lle'rsela al bosque.

    ;La mentira "ue pecado, pero la diisteis impulsada por un moti'o noble concedi. *e

    nue'o, su actitud se 'ol'i arrogante, ', su e/presin, impenetrable;. Las mueres no siempre

    son responsables de sus actos.

    Tess se mordi el labio, intentando contener las cortantes palabras que luc#aban por salir de su

    boca. 6o era el momento de empe%ar una discusin. n especial, cuando no se encontraba precisamente

    armada con pruebas abrumadoras para re"utar su opinin sobre las mueres. n 'e% de eso, asinti

    r!gidamente y le dio la espalda, esperando que el desgraciado "uese lo bastante sensible para darse cuenta

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    El seor de la guerra

    de la ra%n por la que estaba en"adada. >ab!a cien preguntas que quer!a #acerle para descubrir cualquier

    cosa que "acilitara su #uida. Pero aquel #ombre necesitaba una buena dosis de silencio para meditar sobre

    su grosero comentario.

    ?*e 'erdad #ab!a imaginado que el barn de ontague era el #ombre adecuado para

    u%gar su pecado@ Piensa que no soy responsable de mis actos. $ualquier idea agradable quese #ubiera podido "ormar sobre (l "ue apartada a un lado. staba con'encido de que ella era un

    ser in"erior, una ni)a que no pod!a ser castigada porque era incapa% de distinguir el bien del

    mal. FCaD sa si que era buena. $omo si el $arnicero de =ales pudiera distinguir lo uno de lo

    otro.

    -enric sonri por encima de la cabe%a de su muer, satis"ec#o al darse cuenta por la

    rigide% de sus #ombros que sus palabras le #ab!an a"ectado. spole al caballo, ms ansioso

    de alcan%ar el castillo de ontague de lo que #ab!a estado en toda su 'ida.

    La primera se)al de problemas lleg menos de una #ora despu(s. &na patrulla de doce #ombres

    'istiendo el tartn de los acLeit#, cabalgaba derec#a #acia ellos. pidamente, -enric y 9it% 0lan

    e'aluaron la situacin ' decidieron que #ab!a muc#as posibilidades de que la pa trulla no supiera de la

    desaparicin de Tess. l grupo cabalgaba #acia el norte, regresando probablemente de alguna misin de

    correo a Londres. -enric gui sus caballos #acia el margen del camino ' "ren #asta ir al paso. >ab!a

    en'uelto a Tess con su capa para escudarla del cortante 'iento, pero ec# rpidamente los bordes por

    encima de sus #ombros, de modo que la prenda no puc#era estorbar el maneo de su espada.

    ;*espertad, Tess.

    Las palabras "ueron pronunciadas con sua'idad, pero Tess reacciono al apremio en la 'o% de su

    esposo y a la s+bita tensin de su cuerpo. pidamente se despe de su letargo, sabiendo de "orma

    instinti'a que algo iba mal.

    -enric se inclin para susurrar en su o!doB

    Se acerca una patrulla de acLeit# pero dudo que sepan que #ab(is desaparecido. 4ienen

    del sur. $ubr!os el rostro ; manteneos agarrada a m! pase lo que pase.

    0ntes siquiera de poder asentir en se)al de que #ab!a entendido, -enric la le'ant de su

    rega%o i. la ele' en el aire para sentarla a su espalda. Tess se ba la capuc#a, rodeo la cintura de

    su esposo con bra%os temblorosos ' comen% a re%ar.

    Los guerreros se acercaron rpido, pero "renaron al encontrarse con los 'iaeros. l sonido

    de los cascos, el tintineo de los arreos y el cruido del cuero se apagaron #asta que se impuso el

    silencio, interrumpido por el resoplido de un caballo que "ue contestado por otro.

    ;Saludos ;dio su e"e. Se trataba de un #ombre ole aspecto tosco e insolente con una espesa

    barba que parec!a un intento de compensar que su pelo ya escaseaba. Su mirada iba de un caballero

    al otro, con e'idente curiosidad; ?Qu( #ace salir a #ombres #onrados en un d!a tan penosamente

    "r!o@

    ;4iaamos de e'ens"ort# a ontague;minti 9it% 0lan, tratando de enga)arlos con unamirada de total sinceridad en sus clidos oos marrones, mientras se "rotaba su propia barba

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    El seor de la guerra

    incipiente; l barn de ontague #a regresado de la guerra de =ales y se rumorea que busca

    guerreros para reempla%ar a los ca!dos en batalla. i primo y yo #emos cumplido nuestro ser'icio con

    el barn de e'ens"ort#, ' esperamos prestar nuestros ser'icios a ontague.

    Los peque)os oos del e"e e/aminaron despacio a los dos caballeros mercenarios. Su caballo

    pateaba ner'iosamente el suelo, como si aguardara una decisin. 6o era buena se)al. &n caballoinquieto era a menudo el re"leo del ner'iosismo de su amo. l #ombre gru) y se)al el camino con

    la cabe%a.

    ;4amos a emmington. ?st el camino despeado #acia all@ ;0s! es ;contest 9it% 0lan;. 6o

    #emos tenido ning+n problema.

    ;ntonces os deseo un buen d!a. El guerrero comen% a mo'er su caballo a un lado Ry

    entonces se detu'o. Se lade en la silla, tratando de mirar a Tess desde ms cerca. $orno no lo

    consigui, 'ol'i su atencin a -enric.

    ;6o creo que ontague acepte tu espada si 'as cargado con una mo%a. ?0caso es

    lo bastante 'aliosa como para arriesgar tu salario@

    ;s mi esposa;replic -enric, encogi(ndose de #ombros;. Se ganar su sustento.

    l guerrero asinti, pero no #i%o ning+n mo'imiento para marc#arse. Su mirada "ue

    de -enric a 9it% 0tan, ;luego de 'uelta a -enric. 0mbos reconocieron lo que re'elaba el

    gesto. staba e'aluando a sus ad'ersarios.

    ;is #ombres y yo #emos tenido una "r!a y larga cabalgada desde Londres. El

    inete no quit los oos de -enric, pero su mano se "le/ion en el pomo de su espada;. >a

    pasado ms de una semana des de que cualquiera de nosotros #aya tenido una muer para

    calentarse. E l e"e #i%o una se)al casi imperceptible y sus #ombres sacaron susespadas. $ru%ando los bra%os sobre el alto pomo de su silla, se inclin #acia delante,

    sonriendo desagradablemente a -enric. ETal 'e% tu muer pueda ganarse tambi(n el

    sustento en el camino del rey;.

    La sonrisa del #ombre "ue maligna, pero acab des'aneci(ndose cuando ninguno de los dos

    #ombres mo'i un solo m+sculo. -enric y 9it% 0lan simplemente se le quedaron mirando.

    ;$laro est, que os pagar!amos por sus ser'icios. ;Su caballo empe% a pisotear el

    suelo, inquieto, y (l se irgui en la silla.

    -enric desen'aino su espada tan 'elo%mente, que el cabecilla apenas tu'o tiempo

    de parpadear antes de que el "ilo encontrara su cuello. Sus compa)eros miraron sin podercreer lo que 'e!an cuando su dirigente cay del caballo. sos instantes perdidos les cost

    la 'ida a dos ms. Los guerreros pronto despertaron al ardor del combate y di'idieren sus

    "uer%as para atacar por separado a los dos caballeros. Sin embargo, no tardaron en

    lamentar el precipitado desa"!o de su capitn muerto.

    -enric y su caballo luc#aban como si "ueran un solo cuerpo, pero Tess, se sent!a como si

    tratase de agarrar un relmpago. antenerse sueta en torno a la cintura de -enric era una tarea

    casi imposible que requer!a toda su atencin. $ada 'e% que su espada daba un mandoble, el golpe

    repercut!a en sus #uesos con tanta "uer%a que casi la tiraba del caballo. 6o pod!a ni imaginarse cmo

    ser!a recibir semeantes golpes. -enric y, 9it% 0lan se dedicaron a su tarea con la metdica precisin de

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    luc#adores e/perimentados. 1B1 denso bosque les guardaba las espaldas y,manten!an las grupas de sus

    caballos lo bastante cerca como para proporcionarse proteccin en un costado, a la 'e% que se

    procuraban un amplio espacio para blandir sus espadas. 0unque los dos guerreros 'ia aban sin sus

    pesados escudos, compensaron esa des'entaa esgrimiendo una espada en cada mano. &na era

    utili%ada para atacar. La otra, para detener los golpes enemigos.;FSe lle'an a la perra de emmingtonD ;grit uno de los soldados cuando la capuc#a de

    Tess se cay. ; FatadloD FTiene a la c#icaD -enric apro'ec# la distraccin para #undir su espada

    en dos guerreros ms. 9it% 0lan no "ue tan a"ortunado y +nicamente derrib a uno. Slo quedaba de

    los escoceses la mitad de su n+mero inicial.

    &no de los ad'ersarios de 9it% 0lan trat de sorprender a -enric embisti(ndolo por la

    derec#a. 6o tu'o (/ito, pero lo distrao el tiempo su"iciente para que otro se abriera paso a tra'(s

    de las espadas del barn, y as! conseguir atacarle por su desprotegido lado i%quierdo. Tres

    atacantes ms arremetieron contra -enric sedientos de 'engan%a, mientras que el cuarto se

    a"anaba en separar a Tess de la cintura del barn. La tarea era di"icultada por la espacia de -enric,

    que deaba caer uno de cada dos golpes en el maltratado escudo del asaltante.

    $uando uno de sus camaradas ca' en el ataque "rontal, el guerrero perdi los ner'ios. *e

    caer su escudo y se abalan% para rodear el cuello de Tess con su bra%o, dando un poderoso tirn. lla

    opuso poca resistencia, y aquello sorprendi tanto a su atacante, que ambos se cayeron de sus

    respecti'os caballos. *e espaldas en el suelo y sin aliento por la ca!da, el soldado abri los oos para

    encontrarse con un ngel en"urecido al%ndose amena%ador sobre (l.

    ;6o os mo'is.

    Tess sostu'o la #oa de un pu)al a"ilado como una agua contra el cuello del escoc(s, pero

    no se dio cuenta de que la mano de (ste se mo'!a poco a poco #acia la espada que #ab!a soltado

    en la ca!da. l #ombre no paraba de mo'er los oos ner'iosamente #acia un lado, de modo que

    Tess gir la punta del pu)al para que descansara contra su garganta. Su intencin era la de darle

    un ligero pinc#a%o < conseguir as! que le prestase atencin. n ese mismo instante, la golpe en la

    cabe%a con la empu)adura de su espada. l golpe no estaba bien dirigido y caus ms sorpresa

    que dolor, pero la "uer%a de su ataque empu a Tess #acia delante. $on repulsi'a "acilidad, su

    daga se desli% cla'ndose #asta la empu)adura en el cuello de su atacante.

    Tess se apart del #ombre #erido con un adeo dolorido, como si se #ubiera quemado. Searrastr #acia atrs sobre la "r!a tierra #asta que estu'o a una distancia prudencial. *esde all! contempl

    al guerrero ca!do, "ascinada morbosamente por la 'isin. >ab!a sangre por todas partes, 'a que manaba

    de su cuello a modo de macabra "uente. 6adie que perdiese tanta sangre podr!a seguir 'i'o, pero

    toda'!a pod!a o!r los adeos y gorgoteos de su respiracin. /tra)amente, el #ombre no trat de taponar

    su #erida. &na mano a"erraba la espada sobre su pec#o, mientras que la otra 'ac!a in+til por encima de

    su cabe%a, mo'i(ndose espasmdicamente de tanto en tanto.

    La agoni%ante respiracin "inalmente se detu'o. Su piel se 'ol'i, casi al instante, tan dura '

    plida como la cera, y sus labios adquirieron un intenso tono a%ul. 6o podr!a reconocerlo a#ora como el

    mismo #ombre que la #ab!a atacado. Tess se inclin despacio #acia delante ' cubri la mscara

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    mortuoria que era a#ora su cara con el tartn ensangrentado, demasiado conmocionada para poder

    re%ar una plegaria por su alma. Se puso en pie ' dio unos cuantos pasos #acia el bosque, tra tando de

    borrar la #orrible 'isin de su memoria. 6o 'io cmo ca!an los otros soldados, ni la rpida pero " ren(tica

    b+squeda que estaba lle'ando a cabo -enric, tratando de encontrarla.

    ;F3s die que no os soltaraisD ;rugi mientras saltaba de su caballo. La agarr por los #ombros yle dio la 'uelta con brusquedad para mirarla a la cara;. FLo #icisteis a propsitoD

    lla no se estremeci ni mostr ninguna emocin mientras su esposo le gritaba, pero sus oos se

    llenaron de lgrimas.

    -enric no pudo recordar la +ltima 'e% que le #ab!a gritado a alguien ', muc#o menos, a una

    muer. Su ira era siempre tan "r!a t; escalo"riante como el acero, comunicando su desagrado en un tono

    bao y mortal que era muc#o ms e"ica% que le'antar la 'o%. Que su muer ignorase el grado de su "uria

    slo #ac!a que su ira "uese mayor.

    ;e ten!a cogida por el cuello ;susurr Tess. Su 'o% se al% temblorosa mientras pon!a sus

    manos en los bra%os de -enric para sostenerse;. Si #ubiera tratado de suetarme os #abr!a

    desequilibrado, dando 'entaa a los que os atacaban por el "rente.

    ;F6unca 'ol'is a desobedecermeD ;grit -enric, ignorando por completo su endeble e/plicacin.

    6o pudo resistir el impulso de %arandear a Tess una sola 'e%, antes de estrec#arla con "uer%a entre sus

    bra%os. Su cora%n toda'!a lat!a desbocadamente por el temor desacostumbrado que #ab!a sentido

    cuando ella "ue apartada de su lado, sabi(ndola desprotegida y ,completamente 'ulnerable. 0 ra!% le

    eso #ab!a luc#ado con la "uria de un demonio, despac#ando con rapide% a los necios que amena%aban

    con quitarle lo que era suyo.

    ;$allad a#ora;orden bruscamente. Tess estaba llorando sobre su pec#o. F(ios, c)mo

    detestaba las lgrimas de una muer! 0unque no le desagradaba acariciar su cabello, encontrndolo

    tan sua'e y sedoso como #ab!a imaginado. Su per"ume le record al de las " lores en prima'era. Sacudi

    la cabe%a, tratando de librarse de una idea tan "antasiosa;. 6o #ay ra%n para llorar. 0#ora estis

    segura.

    lla murmur algo contra su pec#o. -enric le le'ant la barbilla y esper a que lo mirara.

    Le mara'illaba lo incre!blemente bella que segu!a siendo pese a las lgrimas.

    ;?Qu( #ab(is dic#o@

    ;>e dic#o que siempre me sent! segura. ETess sorbi ruidosamente, pareciendocontrariada; 4aya esposa ser!a si no con"iase en que mi esposo me mantendr!a a sal'o.

    -enric casi sonri ante el destello de "uego en los oos de su o'en esposa. ra buena

    se)al. Las lgrimas se secar!an pronto.

    Tess 'ol'i a llorar con reno'ado entusiasmo. Su llorosa promesa se quebr a causa de

    los peque)os sollo%os.

    ;Pero me es"or%ar( ... muc#o... para obedecer 'uestras rdenes en el "uturo.

    ;stn todos muertos ;les in"orm 9it% 0lan alegremente, limpiando su ensangrentada

    espada en el tartn de un soldado ca!do. ;Ser meor que montemos;contesto -enric por encima

    de la cabe%a de Tess;. e sentir( meor cuando lleguemos a nuestro primer campamento.

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    ;0l menos slo eran doce ;coment 9it% 0lan. Se des#i%o del tartn tirndolo al suelo,

    conduo los caballos al camino y se preparo para montar.

    ;Te agrade%co la ayuda con el que intent atacar a mi dama ;dio -enric a su 'asallomientras guiaba a Tess #acia los animales;. Los otros me tu'ieron muy ocupado.

    9it% 0tan se detu'o con un pie en el estribo y, una e/presin e/tra)a en su cara.

    ;ab!a cru%ado los bra%os de nue'o y miraba

    con "iere%a a los caballeros, aunque las lgrimas amena%aban con caer por sus meillas;. s cruel por

    'uestra parte el #acerme sentir peor de lo que ya me siento por acabar con la 'i da de un #ombre. Lo

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    #abr!ais matado antes o despu(s, as! que el resultado es el mismo. 0#ora que lo pienso, deber!ais

    #aberos encargado del canalla antes de que me 'iera "or%ada a #acerlo yo misma. Por 'uestra culpa,

    a#ora tengo que cargar en mi alma con el pecado de matar.

    Les dio la espalda y camin #acia el corcel del barn, mientras -enric #ac!a un ademn a 9it%

    0lan ad'irti(ndole que no se riera. Su 'asallo cumpli la orden con di"icultad, pero no pudo ocultar unaamplia sonrisa.

    Se #i%o el silencio mientras -enric sub!a a Tess a la silla y montaba tras ella. c# su pesada

    capa de piel #acia delante para abrigarla, y la acomod "irmemente contra su pec#o antes de compartir

    una e/asperada sonrisa con 9it% 0lan.

    Tess suspir y cerr los oos. Le daba igual lo que su esposo pensara de ella: no #ab!a

    matado a aquel #ombre a propsito. 0unque el sol ni siquiera #ab!a llegado a su cenit, sab!a, sin

    lugar a dudas, que aqu(l era el peor d!a de su 'ida.

    $ap!tulo

    Tras abandonar el lugar de la contienda, cabalgaron sin tregua. 0l principio, Tess se 'io

    sorprendida por los grupos de guerreros de -enric que encontraron a lo largo del camino. Por la tarde,

    ms de un centenar de #ombres de armas cabalgaban tras ellos, y comen%aba a acostumbrarse al

    estruendo metlico producido por tantos caballos ' guerreros armados para la batalla. acLeit# deo de

    preocuparle. Sus nue'as preocupaciones se centraban en su esposo. 0 medida que a'an%aba el d!a se

    'ol'!a ms irritable, contestando las ocasionales preguntas de sus soldados con secas y cortas

    respuestas que les disuad!an de entablar con'ersacin.

    5ncluso el +nico intento que #i%o Tess de #ablar con (l acab mal. Pensando que -enric se

    tomar!a su pregunta como la preocupacin propia de una esposa, pregunt quedamente y con #umildad,

    si estaba complacido con la dote que #ab!a logrado mediante su matrimonio. Ten!a la esperan%a de que

    su respuesta a"irmati'a le permitiera saber ms sobre sus planes para el "eudo de emmington.

    ientras aguardaba su respuesta, e/amin los angulosos rasgos de su rostro. Tess se sinti

    abrumada de nue'o por el imponente aura de poder que lo rodeaba. staba ugando a un uego

    peligroso con un #ombre peligroso. 6i siquiera los acLeit# #ab!an logrado nunca ponerla tan ner'iosa

    con tan solo una mirada. 6o ten!a ninguna duda de que -enric de ontague era completamente distinto

    de cualquier #ombre que #ubiese conocido alguna 'e%. Tambi(n era el menos dispuesto a colaborar. n

    'e% de responder a una pregunta que slo pod!a tener una respuesta, continuo mirndola durante una

    eternidad sin re'elar los pensamientos que ocultaban sus oos de color gris in'ernal. Tess sostu'o su

    acerada mirada sin parpadear: una proe%a notable teniendo en cuenta el miedo que sent!a.

    ;6o lo esto.

    Tanto ella como su pregunta "ueron rec#a%adas.

    Tess "runci los labios para liberar un suspiro de decepcin. Se dio cuenta demasiado

    tarde de que su pregunta no ten!a sentido. 4iendo el asunto desde la perspecti'a de -enric,llego a la conclusin de que ella toda'!a carec!a de 'alor. l matrimonio le #ab!a aportado una

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    esposa que tan slo pose!a las escasas pertenencias contenidas en los dos sacos, ' un suegro

    que no ten!a ninguna intencin de entregar la #erencia que le correspond!a por derec#o. &n

    se)or "eudal no 'alorar!a eso en un matrimonio.

    ;Kueno, qui%s mi pregunta no #a sido muy clara ;admiti; e doy cuenta de que

    mi padrastro dar muc#os problemas.;ilady, encuentro que tanto 'os como 'uestro padrastro dais muc#os

    problemas. UR#ora, cesad en 'uestro parloteo.

    ;FParloteoD ;repiti como un eco, indignada por el insulto;. Slo #e #ec#o una

    pregunta educada que...

    ;0s! es, parloteis. 0dems, es completamente inapropiado que una esposa #aga

    preguntas a su esposo.

    ;?< qu( es lo que deseis en una esposa, milord@

    Las comisuras de la boca de -enric se tensaron ante la clara nota de reproc#e en su 'o%.

    ;6o quiero una esposa. 6o ms de lo que 'os deseis un esposo, milady. 6os

    casarnos por orden de nuestro rey y sugiero que os adapt(is a la idea lo antes posible.

    Pod(is empe%ar por permanecer en silencio #asta que me diria a 'os, pues me

    desagradan las mueres que no paran de #ablar.

    Tess permaneci callada prudentemente, #ir'iendo de indignacin ante la

    inusti"icada rude%a de los comentarios de su esposo. >ablaba de ella como si no tu'iera

    ms importancia que un sabueso, una bestia slo apreciada cuando se #allaba postrada

    "ielmente a los pies de su amo. S)lo que su amo no tena ning*n deseo de tener una

    rnascota. . $on esa actitud, probablemente se sentir!a e/ultante de alegr!a cuando el reyanulara su matrimonio. lla, desde luego lo estar!a.

    staba tan absorta en sus pensamientos, que actu instinti'amente cuando 'io a

    -enric le'antar la mano corno si "uera a golpearla. 0l instante, al% los bra%os para

    proteger su cabe%a y 'ol'i su cara #acia la proteccin de su pec#o.

    $omo el golpe nunca lleg, ec# un 'ista%o por encima del bra%o y 'ol'i a proteger

    rpidamente su rostro. La mano de -enric descansaba sobre su #ombro, como si se #ubiese

    detenido en el acto de austar su capa. FCaD lla no caer!a en ese 'ieo truco . =ordon y *unmore

    acLeit# la #ab!an enga)ado, golpendola en el momento que baaba la guardia. >ab!a aprendido

    con el paso de los a)os que si escond!a su cara el tiempo su"iciente, acababan por cansarse deesperar. Sin embargo, odiaba la espera.

    ;iradme.

    Tess apret sus bra%os con ms "uer%a sobre sus oreas y neg con la cabe%a. -enric resisti el

    impulso de sacudirla, sabiendo que eso no ayudar!a a con'encerla de que no pensaba #acerle da)o.

    ;6o 'oy a golpearos ;dio con impaciencia. *aba gracias porque cabalgaban a 'arios

    cuerpos por delante de su e(rcito. *e esa manera sus #ombres no presenciar!an la escena. 0

    algunos podr!a met(rseles en la cabe%a la idea de que la dama no se mostraba "eli% con la unin.

    6o necesitaba esa clase de problemas; ?Por qu( pensis que quiero #acerlo Tess@; se mantu'o

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    en silencio durante 'arios momentos. Por "in, su d(bil e/plicacin surgi por debao de uno de los

    bra%os con los que se cubr!a.

    ;3s #e #ec#o en"adar con mis preguntas.

    ;?$re(is que os pegar( cada 'e% que me en"ade@ EPero ?qu( otras cosa esperar!a ella del

    $arnicero de =ales@ le pregunto su conciencia con lgica. Sinti cmo Tess asent!a con la cabe%a contrasu pec#o; e irritasteis muc#os ms en la abad!a de -elso con 'uestras necias discusiones. ?0caso os

    golpe( entonces@

    ;i t!o podr!a #aberos de'uelto el golpe ;argument, toda'!a ocultando el rostro contra su

    pec#o.

    ;e en"urec! cuando desobedecisteis mis rdenes de soltaros de mi cintura durante la

    escaramu%a de esta ma)ana. ?0caso os golpe( entonces@

    lla sigui callada, inm'il.

    ;< tambi(n me desagrad que mintierais al buen sacerdote que nos cas. 6o #ac!a da)o

    a)adir una peque)a mentira de cosec#a propia. Se es"or% en pensar en otro eemplo, pero se

    dios cuenta de que ser!a est+pido se)alar que le estaba enoando sobremanera en aquel mismo

    momento. n 'e% de eso, apart con delicade%a los bra%os de su cabe%a. lla se lo permiti, y no

    protesto cuando la suet por los #ombros y la aparto de su pec#o. Pero se estremeci cuando

    le'ant la mano para al%ar su barbilla. -enric "runci el ce)o ante su reaccin, pero aguard

    pacientemente a que ella al%ara la 'ista para mirarlo. $uando lo #i%o, slo 'io temor y recelo en

    sus oos.

    ;3s golpeaban a menudo ;pregunt en 'o% baa.

    La mirada de Tess se apart a un lado y se encogi de #ombros. ;so depende de lo que 'osentendis por Ia menudoJ ;dio con rigide%; Los acLeit# creen que un pu)o es mas +til que las

    palabras duras si alguien les desagrada.

    ;

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    El seor de la guerra

    benditamente callada. *eber!a sentirse complacido, pero se qued mirando #osco la parte de

    arriba de la cabe%a de su esposa.

    Tess se despert #oras despu(s en u