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EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN
AL LÍMITE
SARA CAROLINA ESTRADA LEÓN
DANIELA RODRÍGUEZ MONTOYA
MARÍA ALEJANDRA CORREA MOSQUERA
UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA
FACULTAD DE EDUCACIÓN
LICENCIATURA EN LENGUA CASTELLANA
MEDELLÍN
2015
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN
AL LÍMITE
SARA CAROLINA ESTRADA LEÓN
DANIELA RODRÍGUEZ MONTOYA
MARÍA ALEJANDRA CORREA MOSQUERA
Trabajo de grado presentado para optar al título de
Licenciado en Lengua Castellana
Asesora: María Nancy Ortiz Naranjo, Magíster en Educación
UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA
FACULTAD DE EDUCACIÓN
LICENCIATURA EN LENGUA CASTELLANA
MEDELLÍN
2015
DEDICATORIA
A ellos, y
a nosotras
que entregamos
una y otra vez
las fuerzas, el deseo y la necesidad
de tener presente al
otro.
Dedicamos este trabajo a nuestras familias y docentes quienes fueron un
apoyo muy fuerte en nuestro proceso de formación profesional, pedagógica e
investigativa.
AGRADECIMIENTOS
Antes que nada agradecemos a DIOS por todas sus bendiciones y ayuda
para alcanzar nuestros objetivos, y lograr ser unas profesionales.
Agradecemos también a nuestras familias por ser un apoyo incondicional
en nuestro proceso de formación con su acompañamiento.
A los docentes de la Universidad de San Buenaventura por todos sus
aportes y conocimientos, especialmente al docente Edgar Arias Orozco por su
acompañamiento académico y formativo, además por su calidad humana.
De igual manera a nuestra asesora de este trabajo, la docente Nancy
Ortiz Naranjo, por sus recomendaciones, sugerencias, aportes y por estar
siempre guiándonos, siendo una luz de conocimiento y fuente de sabiduría para
nosotras en este proceso. De hecho, nos permitió encontrar muchas
respuestas a nuestros cuestionamientos e inspirarnos para dar cuenta de lo
que nos apasiona y que está plasmado en dicho trabajo.
Y por supuesto agradecemos a la Universidad de San Buenaventura por
abrirnos sus puertas del conocimiento y permitir que nos formáramos como
profesionales en educación, garantizando la calidad de nuestros saberes.
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................... 6
1. EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE ......... 7
1.1 PRESENTACIÓN .......................................................................................... 7
1.2. LAS NARRATIVAS COMO ENFOQUE DE INVESTIGACIÓN…..……….17
1.3 DISCURSOS SOBRE INCLUSIÓN ……………………………………….42
1.4 DIVERSIDAD Y OTREDAD……………………………………….. 60
2. ESCRITURAS OTRAS….……..……………………………………………………..87
2.1 YO COMO OTRO………………………………………………………………..87
2.2 CORAZÓN Y EDUCACIÓN SON SINÓNIMOS DE VIDA………………..92
2.3 LA HUMANIZACIÓN DEL SER, DE MI SER………………………….103
3. CONCLUSIONES.…………………………………………………………………..111
4.REFERENCIAS ................................................................................................ 114
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 6
INTRODUCCIÓN
Este trabajo de grado plantea la posibilidad de explorar escrituras otras
en una academia atravesada por la demostración de datos y resultados desde
una dinámica deshumanizante. De este modo, nos enfrentamos con escrituras
de frontera a través de nuestros interrogantes existenciales y conjeturas sobre
lo humano, establecidas bajo diferentes itinerarios teóricos y sociales, que
emergen y se consolidan en tres tópicos: Otredad, Inclusión y Narración. Dichos
tópicos convergen en la instauración de tres capítulos; la línea de sentido que
los conecta es el devenir del ser, en diferentes escenarios académicos, políticos
y sociales. Para ello, entonces, tuvimos presente el acercamiento a la noción de
Otredad en relación con la de diversidad, reconociendo al sujeto como un ser
que forma parte discursiva de la realidad en tensión, al mismo tiempo, con la
idea de Inclusión, que resignificamos desde el encuentro con el otro a partir de
su condición propiamente humana, pensando de forma crítica, la manera en
que se viven los discursos oficiales de inclusión en la experiencia educativa.
Así, desde el umbral, fuimos tejiendo una escritura que imbricó ensayo e
imagen poética y narrativa. En efecto, la investigación narrativa, además de ser
nuestro enfoque, se convirtió en la fuente para dar vida a los discursos, desde
una perspectiva de resistencia en torno al poder del lenguaje, que nos permitió
ubicarnos al límite del mundo academicista y desde allí fijar la experiencia como
acontecimiento poseedor-comprensivo de conocimientos y saberes.
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 7
1. EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE
1.1 PRESENTACIÓN
A través de grandes interrogantes e hipótesis humanísticas, que hemos
logrado establecer a lo largo de diferentes itinerarios teóricos y en relación con
la sociedad misma, en donde existe de forma directa el contacto con el otro y lo
otro, se ha tratado de indagar o reconocer los distintos niveles de significación
determinables en torno a la construcción de tres partes que develan otras
posibilidades de hacer significativa y creativa la escritura y por qué no, el
balbuceo del lenguaje1. Asumiendo así, posturas críticas en cuanto a la
solidificación y consolidación de este, en una cultura meramente política y
académica, en donde las nuevas formas de hacer posible la escritura, hacen un
contraste en nuestro pensamiento como sujetos pertenecientes en una
sociedad, y aquí es donde esta lengua resulta extranjera y extraña ante las
percepciones de maestros, estudiantes y personas del común; ya que se esta
en una afán de estandarizar las formas de escribir, mostrando con esto, que se
va dejando a un lado que cada una está expuesta al estilo personal, tiempo y
espacio, en el que el otro logra movilizar al pensamiento, y ser creativo por
medio de sus letras; para ello entonces, se tendrá en cuenta la otredad y la
diversidad como noción directa al reconocimiento del individuo como un ser
diferente e indeleble que toma parte discursiva desde su realidad. Para ello,
1Expone que lenguaje es un sistema de códigos con la ayuda de los cuales se designan los objetos del mundo exterior, sus acciones, cualidades y relaciones entre los mismos. Esta definición la considero interesante dado a la importancia que le presta a los códigos para la delineación de objetos, ya sean concretos o abstractos, los cuales en gran medida nos ayudan a visualizar el mundo que nos rodea considerando nuestros preceptos socioculturales. Luria (1977)
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tejemos una relación dialógica con la homogeneidad, heterogeneidad, el
descubrimiento del otro y su lugar en el mundo, esto quiere decir que el docente
en su ejercicio de acompañamiento se percate de las narrativas de vida que
atraviesan el ser de cada estudiante; las cuales empiezan a ser pieza clave
dentro de su constructo de identidad2, el cual estará perfilado bajo normas y
estándares que propone un campo educativo obsoleto, que no le da cabida a
nuevas formas interpretativas de comportamientos y pensamientos que
convergen en que ser, transformarse y comportarse están ligados uno al otro,
pero generando impactos diversos, los cuales, simplemente, vincularan la
consolidación del ser, no de forma individual, sino más bien como algo
colectivo, en donde prime el acercamiento al otro, a su realidad a su
trascendencia en el aquí y en el ahora.
En este sentido, vemos reflejado el límite, (el otro, con lo otro y el extranjero
con lo extraño) concebido entonces desde algunas perspectivas, como una
imposición autoritaria de relaciones no emparentadas que sirven, sobre todo en
los horizontes de la modernidad, para delimitar territorios, defender intereses,
definir identidades, organizar centros y periferias dentro y fuera del Estado –
Nación. Sin embargo; la óptica desde la que se abordará el límite, tendrá que
ver ciertamente entonces, en cómo este desata pasiones, impulsos de agresión
y defensa, apropiación y posesión; inspiran acciones guerreras que, con
frecuencia, cobran vidas y dejan rastros duraderos en la configuración política –
administrativa de los Estados y en los imaginarios colectivos. Pero ninguna
frontera impide la penetración cultural.
2Entendiendo así la identidad desde la teoría de Ricoeur, la cual estará abordada desde la óptica del devenir, encontrando entonces la identidad narrativa, la cual constituye un análisis de la subjetividad y de su composición a partir del entrecruzamiento entre el relato histórico y el de ficción. (Ricoeur, 2006).
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Convirtiendo así, el límite en un llamado, una provocación, es decir, no
sentir temor de traspasarlo, correr el riesgo de cruzarlo y encontrarnos allí con
la diferencia, enriquecerse con la diversidad cultural, rompiendo paradigmas,
transformando perspectivas y produciendo un saber verdadero enfocado en
conocer la otredad, al darle su lugar. El límite, la frontera deben dejar de ser
invisibles, no pueden estar naturalizados, por el contrario, es ideal que cobren
su existencia.
[…] No hay vida sin límites y la existencia de los límites establece
necesariamente, la necesidad de ciertos poderes que nos cabe a todos. Me
gustaría decir a ustedes que a veces se afirmó o se afirma, que Paulo Freire
redujo educador y educando a un mismo nivel. No. Si educador y educando
fueran la misma persona, no habría por que hablar de uno y de otro, porque
uno no sabría. Yo reconozco que sin límites no es posible vivir, pero hay
series de límites que yo rehúso y rehúso por cuestiones éticas, políticas,
culturales, etc…Cambien los límites, pero para dejar claro que cambiar los
límites implica transformar más cosas. (Freire, 2013.)
Ahora bien, relacionando el aporte anterior, con los discursos sobre
inclusión, vale la pena reiterar cómo a través de la observación la educación
incluye a sus educandos indistintamente de las capacidades y talentos
intelectuales dentro de cada acontecimiento pedagógico; entendido este
encuentro como un espacio en el que la relación está ligada al otro y a su
condición propiamente humana, por tanto, se trata de pensar sobre el reflejo y
la manera en que se viven los discursos de inclusión en la experiencia
educativa. Teniendo todo que ver, con respecto a la penetración de lenguajes
que posibilitan la expresión y divulgación de lo que realmente encarna la piel
humana.
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Para dar cuenta de lo anterior, utilizaremos el enfoque de investigación
narrativa, ya que hallamos en esencia la forma de acercarnos a esa frontera, y
a la vez acercarnos a varios discursos que nos hacen inquietarnos y movilizar
nuestra mente y alma cada vez que pensamos en ellos, es entonces darnos la
oportunidad de hacer viva nuestra lengua y con ello de lo que decimos y de lo
que nos dicen o de otra manera lo que pasa y lo que nos pasa, es colocar y
darle validez a la experiencia, a esa que todos poseen pero que es difícil dejar
hablar, experiencia que cuando hace referencia al ámbito educativo duplica su
significado, porque lo que sucede en la escuela es el reflejo de lo que pasa en
la sociedad, en si, se trata de dejarnos ver lo que como docentes, estudiantes y
humanos vivenciamos para crear una voz, una voz que al menos pronuncie lo
que hay después del umbral, de la escuela y con ella de la educación, para
construir bases en donde los sujetos sean únicos y den otra significación de
vida en la homogeneización que maneja la escuela.
Quizá construir estas bases o darles forma se torne utópico, sin
embargo, se trata de eso, de permitir que las experiencias del sujeto cobren
verdadera vida, sean auténticas y tengan validez tanto en nuestro sistema
educativo como en la sociedad misma. De hecho es precisamente la quimera lo
que mueve al ser; son las ilusiones, los ensueños los que permiten trascender y
posiblemente cruzar ese umbral entre lo real y lo que es concebido como
imposible, puesto que soñar es avanzar y luchar para alcanzar ese sueño, lo
importante es no detenerse, no flaquear, pues por muy lejos que sea la
escalada de la montaña es hermoso llegar y disfrutar contemplando el paisaje.
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De ahí que Eduardo Galeano (2012) afirma bellamente “La utopía está
en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se
corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve
para caminar”.
Es de resaltar que, finalmente la narrativa, es
el enfoque de nuestra investigación la que le brinda solidificación a los
discursos establecidos alrededor de esos interrogantes establecidos al inicio,
de esa ola que nos ha movido y también golpeado, esa que ha sido la que nos
echó navegar hasta aquí, deseando tener un espacio para impartir la
subjetivación ya que los aspectos que mueven el trascender en el mundo o al
menos en actos tan importantes como la educación, la experiencia de vida y el
discurso poético, parte de ese proceso en el que nos constituimos como sujetos
dejando en escena la identidad propia que posee cada individuo, en este caso
cada uno de nosotros cuando dejamos en el papel y la tinta lo que hace
subjetivo el existir o más bien el develar la vida entorno la escuela, creando allí,
un diálogo intertextual con la literatura en la que se plasma nada más que la
propia vida y la manifestación de la cultura.
De igual manera, para constituir con bases sólidas el qué y por qué de la
investigación narrativa como enfoque recurrimos a referentes teóricos
principales como Lieblich, (1998) quien afirma que la investigación narrativa, es
un estudio de las formas en que los seres humanos experimentamos el mundo.
Desde el punto de vista metodológico, la investigación narrativa es un proceso
de recolección de información a través de los relatos que cuentan las personas
sobre sus vidas y las vidas de otros. En el cual se hará imprescindible la
humanización del estudiante y del lector, invitándolos y motivándolos a la
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movilización y transformación del pensamiento, para que de esta manera haya
mayor congruencia entre lo que necesitamos expresar y la intención que
queremos proyectar al otro, permitiendo de esta manera, otras formas de
divulgar la realidad que afronta el ser humano en la búsqueda de aceptabilidad
y de estabilidad escolar.
Dejando ver de esta manera, cómo la posibilidad de vinculación de la
academia con otros lenguajes, le permite al sujeto liberarse, despojarse y sobre
todo, no dejarse domesticar; por el contrario, le genera ambientes desde los
cuales puede reconocer que cada sujeto interpreta el mundo a partir de su
mundo interior; y como si fuera poco, comprender el discurso como una
mediación que permite tejer las relaciones entre docente - estudiante, por tanto,
la palabra es un recurso del que todos nos valemos y que pedagogiza. Dando
en este un importante lugar al otro, a través de su discurso, porque es ahí en
donde empieza a tener sentido su conocimiento previo a cerca de lo que le
compone, de lo que intenta aferrar del afuera para solidificar su constitución
plenamente humana; teniendo presente a Ricoeur cuando en hacia una
hermenéutica de si, se remite al ser de la siguiente manera.
Sujeto ensalzado, sujeto humillado: parece que uno se aproxima siempre
al sujeto mediante semejante inversión del pro y del contra; de ahí sería preciso
concluir que el “Yo” de las filosofías del sujeto es atopos, sin un lugar
asegurado en el discurso. (Ricoeur, 2006, p.28)
Con esto entonces podemos considerar que, una vez se le da vida y
espacio al discurso del otro, se está dando en un primer aspecto la posibilidad
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de dejarse hablar, significando de cierta manera una forma de no resistirse, ni
condicionar el habla del otro por medio de prejuicios, ideas o críticas; mostrando
con esto, un intento desesperado por confiar únicamente en nuestras propias
opiniones o hipótesis, clausurando de esta manera toda aptitud de apertura a
nuevas visiones de lo que acontece; sin embargo, desde un segundo plano,
seria, intentar frenar nuestras voces internas o pensamientos, para así dejar
penetrar dichos argumentos, por las afirmaciones, declaraciones y juicios que
hacen los demás (en torno a alguien o algo), y por último, es asumir una
completa actitud de disposición y equivalencia argumentativa movilizando el
lenguaje, por medio de la comprensión y validación de estos, otros discursos.
Sin olvidarnos tampoco en este ejercicio de, la intersubjetivación, es
decir, constantemente en nuestro ejercicio de maestros debemos tener
presente la pregunta de quién es el otro, de estar pensando siempre en sus
intereses y necesidades, al igual que tener como horizonte y enfoque el hecho
de aprender a construir sentido por la vida. y así es como el docente también
debe liberarse y no dejarse domesticar para no caer en la pedagogía del
Bonsái, quien Quintar (2015) define muy bien: “Es esa maravillosa técnica
increíble de que algo muy grande, muy grande, muy grande, muy hermoso y
muy único termine siendo pequeño, desarraigado de su tierra, de su territorio
pero además sirve de adorno para ponerlo en cualquier lado, entonces esto
puede ser la educación”. Es con esta metáfora que Quintar relaciona el
estudiante con un la técnica que se aplica a un árbol para evitar que adquieran
su tamaño natural, que es grande, esto es lo que el docente no puede o no
debe hacer con el estudiante, cortar sus ramas, entorpecer su crecimiento, su
capacidad, manipular su pensamiento y reducirlo a unos cuantos elementos
básicos exigidos por sociedad, y esto no es lo que se requiere, si nos ubicamos
en la pedagogía de la potenciación de igual forma en donde Quintar dice que
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“es aquella en la que se debe pensar en el sujeto para potencializar, para
activar su deseo de saber, su deseo de construir alternativas y respuestas en
un pensamiento crítico”, por lo tanto el docente debe liberarse de la pedagogía
del Bonsái e incluir en su quehacer pedagógico un sujeto que se acerque a la
viveza de su propio pensamiento que al menos le permita acercarse e
interesarse por conocer sus intereses y sus principales necesidades.
Para dar cuenta de esto, y llevar el aquí consolidado, a uno con matices
mucho más poéticos, vale la pena resaltar un aporte hecho por escritor Mario
Benedetti, cuyo nombre es Utopías, dando a conocer un claro reflejo en lo que
significa apelar el lugar del otro, encontrando y dando valor a la palabra
humanizar; puesto que en el campo educativo, nos vemos inmersos y limitados
a lo drástico, lógico, frío, estático, entonces esto nos lleva a pensar dónde
queda la sensibilidad, la humanidad, y es así como el rescate de dicha
humanidad puede considerarse utópico. Vale la pena aclarar, que en el poema
que se presentara, Benedetti, alude al amor como una utopía, en nuestro caso
la utopía es el rescate de la humanidad, en pocas palabras, del sujeto;
desdibujando la frontera, dejando al descubierto que al estar allí, se encuentra
un equilibrio entre mente y cuerpo, encontrando un verdadero lugar al dar la
posibilidad de encontrarme con el otro, quien ayuda a reafirmarme a través del
contacto directo.
Utopías
Cómo voy a creer / dijo el fulano
que el mundo se quedó sin utopías
cómo voy a creer
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que la esperanza es un olvido
o que el placer una tristeza.
cómo voy a creer / dijo el fulano
que el universo es una ruina
aunque lo sea
o que la muerte es el silencio
aunque lo sea.
cómo voy a creer
que el horizonte es la frontera
que el mar es nadie
que la noche es nada.
cómo voy a creer / dijo el fulano
que tu cuerpo / mengana
no es algo más de lo que palpo
o que tu amor ese remoto amor que
me destinas
no es el desnudo de tus ojos
la parsimonia de tus manos.
cómo voy a creer / mengana austral
que sos tan sólo lo que miro
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acaricio o penetro.
cómo voy a creer / dijo el fulano
que la utopía ya no existe
si vos / mengana dulce
osada / eterna si vos / sos mi utopía.
Mario Benedetti
Considerando importante cada discurso e idea vinculada hasta aquí, (en
este intento apresurado de búsqueda de respuestas con respecto a la
consolidación y el devenir humano si así se le quiere llamar), es que se dará la
posibilidad de integrar esas narrativas individuales que sobrepasan el límite de
cada ser, concibiendo entonces la escritura, como la herramienta más eficaz
para dar a conocer cada aspecto que de ella atraviesa el ser y revuelca de
forma positiva o negativa su pensamiento, sus relaciones y su lugar en un
espacio tiempo; dando de esta manera, vida y forma a una segunda parte que,
validará en todo sentido todos los planteamientos sumergidos, en donde se
encontrará desde un lenguaje mucho más sublime o aberrante de la afirmación
como humanos, en el cual, se vinculará o hará alusión al ciento por ciento de
creaciones poéticas - narrativas, que, ayudaran en gran medida a ese cruce de
escrituras que, ejercitan el vínculo del poder y hacer visible a los ojos y mentes,
realidades que solo a través de estas narrativas afloran para dar un verdadero
sentido a las cuestiones netamente humanísticas.
Cabe entonces señalar que, al apoyarnos en diferentes autores, cuyas
prácticas, metáforas y representaciones en las últimas tres décadas, han
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sentado las bases de un imaginario colectivo de gran impacto social en torno a
la posibilidad de generar espacios en los cuales, pueda verse reflejado la
sensibilidad del ser, en donde predomine no tanto su capacidad académica
interpretativa, sino que por el contrario, a través de la proyección de nuevas
formas literarias discursivas, el sujeto sea capaz de delimitarse, en el sentido en
que él mismo sea su voz, sea quien explore su mundo por medio de lo real y
cotidiano; mostrando esto entonces como una alternativa de mezclar lo
corpóreo con lo cognitivo, dando paso, a que la literatura que sea o no
abordada desde el campo educativo, proponga en el sujeto una variedad de
lenguajes con los que pueda incluir e incluirse, llegando a una frontera, en
donde no se desligan los pensamientos, sino que por el contrario, convergen
entran en sintonía para demostrar que sentir y percibir el espacio exterior de un
forma distinta, significa develar más que la intuición o el instinto, su propio yo.
Lo anterior, en consonancia con el planteamiento de Graciela Montes (1999,
p.55) enseñar literatura no puede significar otra cosa que educar en literatura,
que ayudar a que la literatura ingrese en la experiencia de los alumnos, en su
hacer, lo que supone, por supuesto reingresarla en el propio. Educar en la
literatura es un asunto de tránsito y de ensanchamiento de fronteras.
1.2 LAS NARRATIVAS COMO ENFOQUE DE INVESTIGACIÓN
El proceso de generación de conocimiento en el campo educativo se
consolida día a día, se esparce en una búsqueda continua y profunda dentro de
la academia, pero claramente dicha consolidación está en manos de unos
cuantos, que son los que establecen qué genera conocimiento y qué no.
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 18
Por lo tanto es gracias a ellos que durante el transcurrir del tiempo y bajo
una detallada argumentación se han establecido dos métodos, que contribuyen
hasta el momento a elaborar conocimiento, uno de ellos, es el positivista que se
argumenta mediante lo paradigmático, es decir lo objetivo y el otro consiste en
lo narrativo que se fortalece con base al relato que conlleva directa e
indirectamente a la ontología. Pero entre estos dos métodos, visualizamos que
hay uno que se impone sobre el otro, dialogando un poco con Bolívar (2002)
frente a ello, agrega que “el conocimiento, para que pueda ser válido, debe ser
abstracto y formal, desdeñando los aspectos singulares y únicos de cada
historia” (p. 13). Postulado que deja en clara evidencia el discurso exclusivo que
el propio método científico ha impartido colectivamente desde tiempo atrás.
Estableciendo la investigación como aquello generalizador y estructural
que agrupa en categorías las narraciones de los individuos, mientras que la
investigación narrativa lo que pretende es darle vida a esas historias
transmitidas mediante relatos. Y aun así; en esta misma línea lo argumenta de
la siguiente manera “El ideal positivista fue establecer una distancia entre
investigador y objeto investigado, correlacionando mayor despersonalización
con incremento de objetividad. La investigación narrativa viene justo a negar
dicho supuesto, pues los informantes hablan de ellos mismos, sin silenciar su
subjetividad” (Bolívar, 2002, p.2). Es entonces cuando hallamos en el camino
dos aspectos que deja a los sujetos en medio de objetividad vs subjetividad.
Acerca de lo anteriormente planteado referente a la investigación en la
educación, se hace necesario profundizar más en este término, con el fin de
hacer una significación para adentrarnos en ella y comprender sus fortalezas y
así mismo sus debilidades.
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 19
Para iniciar, se retomará desde luego, el término de la investigación pero
desde lo científico o desde lo que normalmente se conoce como investigación
dentro de la academia, esta, es una fuente de conocimiento que conlleva a
generar hipótesis de algo poco conocido de forma sistemática y, por ende,
contribuye a que los docentes tanto en formación como en ejercicio de carácter
simple y llanamente profesional, analicen una determinada situación, dejando
en muchas ocasiones a un lado ese ser interior que poseen los individuos, o en
este contexto los estudiantes, además es un esquema formulado para captar
las problemáticas sociales de la humanidad, con el propósito de describirlas y
conocer su naturalidad; es decir, desnaturalizarlas, para convertirla en algo
medianamente conocido dentro del lenguaje, pero desconocido en cuanto a que
se puede hacer para mejorar la situación, en sí, esto se ha transformado en
algo tan rutinario, tan de costumbre, tan esquemático, tan del papel, que
conlleva a pensar ¿De qué sirve lo que estoy haciendo? ¿Realmente se
escucha mi voz dentro de la investigación? O quizás dentro de este proceso
investigativo, no hay cabida para lo particular sino que por el contrario el objeto
de estudio debe ser un fenómeno social; desconociendo que es a través de lo
particular que se puede construir lo colectivo en la medida en que para
sobrevivir los individuos deben primero consolidarse particularmente e
individualmente pero tomando elementos culturales y sociales de los demás
seres que los rodea.
Las incógnitas anteriores, fueron las causantes que nos impulsan a
buscar en profundidad un método investigativo que no nos opaque sino por el
contrario, que le diera vida al sujeto que se encuentra allí, escondido detrás de
unas palabras en tercera persona, que lo único que generan es distanciamiento
con el conocimiento adquirido y niegan la posibilidad de pensarse dentro de la
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 20
sociedad como otro distinto capaz de intervenir e influenciar dentro de la
realidad. Es por esta razón que encontramos el método narrativo, hallando en la
narración que no busca elementos comunes sino singulares que configuran la
historia, es de la misma manera, pero de forma distinta ya que no aspira a la
generalización, no busca manipular la voz de los otros sino que busca quitar la
máscara del carácter único de un caso en particular que se esconde en lo
subjetivo. Es también apropiarnos de nosotros mismos, de habitar el mundo no
como actores pasivos sino que muy por el contrario como actores activos
generadores de aprendizajes atravesados en cuerpo y alma por las
experiencias que golpean mejilla a mejilla durante el trascender de la vida.
Para adentrarnos más en el tema, en palabras propiamente de Bolívar
(2002), “la investigación narrativa permite representar un conjunto de
dimensiones de la experiencia que la investigación formal deja fuera, sin poder
dar cuenta de aspectos relevantes (sentimientos, propósitos, deseos, etcétera)”
(p. 22). Argumento que deja una ventana abierta, para determinar que la
investigación formal apunta a lo objetivo, a lo que permea y de cierta manera
desestabiliza a la sociedad, a lo común, a lo que se ve aquí y allá, más que un
ente generador de un conjunto de conocimientos, es un sistema que aparte de
alterar, controla el modo como debe ser visto dicha temática dentro de la
humanidad, ya que los individuos fácilmente direccionan e internacionalizan la
forma de señalar en los otros lo que desde un inicio pretende mostrar, es un
sistema que rotula, designa y caracteriza situaciones en las cuales lo único que
se encuentra es un espejo roto, en donde se refleja una supuesta realidad pero
sin sujetos, sin hablantes, una realidad que en definitiva es de muchos y no es
de nadie porque a través del lenguaje fijan la diferencia en otros y no en sí
mismos.
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 21
En ese mismo hilo, el concepto de investigación formal ha girado en
torno a postulados como el anterior, aspecto ante el cual hoy por hoy los
estudiantes nos debemos someter si se desea alcanzar un título, pero es
exactamente bajo este sometimiento que se nos hace cada vez más elemental
hablar del yo, un yo que también es generador de aprendizajes, un yo quién
también hace parte de una sociedad, un yo que también escucha, ve y actúa,
de un yo que como en este caso es excluido o incluido, en si es una necesidad,
de narrar lo que como docentes corresponde pasar, vivir, experimentar, porque
lo que nos pasa, es de vital importancia para rescatar la humanidad de un decir
sin habitar las palabras con emotividad, sin sentir lo que se está planteado, y es
por ello que no queremos contribuir a decir mucho sin saber nada, queremos
decir poco y saber y sentir mucho, es un deseo de describir narrativamente y
no analíticamente ni mucho menos objetivamente la sociedad, sociedad en la
que se encuentra paulatinamente un otro, el otro y el yo. Es un escape del
sistema de academización, para crear nuestro propio lenguaje para permitirnos
habitar en el mundo y no que el mundo habite en nosotros, un habitar
constituido básicamente por la aceptación de la diversidad y por el
reconocimiento que se logra mediante el relato, la vivencia y la experiencia,
porque en definitiva somos humanos porque tenemos la capacidad de hablar y
es a través de ese lenguaje que cobramos vida e importancia en el espacio,
debido a que no existe ningún humano sin experiencia y de ese modo sin
narraciones, es así como se posibilita establecer un balbuceo que conecta a
los demás con el sentir, con la tristeza o con la felicidad, es un mostrar lo que
todos quieren ocultar.
Por tal motivo es que necesitamos una lengua para la conversación,
como un modo de resistir al allanamiento del lenguaje producido por esa
lengua neutra en la que se articulan los discursos científico-técnicos, por esa
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 22
lengua moralizante en la que se articulan los discursos críticos, y sobre todo,
por esa lengua sin nadie adentro y sin nada adentro que pretende no ser otra
cosa que un instrumento de comunicación. Necesitamos una lengua para la
conversación, porque solo tiene sentido hablar y escuchar, leer y escribir, en
una lengua que podamos llamar nuestra, es decir una lengua que no sea
independiente de quién la diga, que a ti y a mí nos diga algo, que esté entre
nosotros. (Larrosa, 2006, p. 41)
Es entonces, pretender encontrar una lengua, pero más que encontrarla
es también brindarle el espacio para que se establezca como una lengua tanto
mía, como suya, de él, de ella, de todos y de todas que sienta desde el dedo
hasta el alma, lo que pasa, lo que sucede, lo que agobia, lo que atrapa, lo que
cuestiona y envuelve al ser humano en su difícil tarea de vivir, una lengua que
no dé lugar a las formas de escritura que niegan la humanidad porque es por
ello que en la actualidad se ha dado el momento para el término contrario,
inhumanidad instaurada como la superioridad del hombre en todos las
situaciones posibles y no posibles, en donde es el único gobernador y
controlador de todo y es exactamente allí donde no hay lugar para el sentir, no
se puede y no se debe sentir, de tal forma es que mediante estas letras que
posiblemente nadie lea, es que hacemos un fuerte grito abrumador y
ensordecedor para intentar que se continúe utilizando esa lengua llena de
contenido pero muy vacía de humanos.
Por lo tanto se nos hace indispensable hacer conciencia de la historia
para llegar a la Modernidad y lo que engloba dicha composición de morfemas,
para comprender dentro de ella la posición de los seres humanos frente a
temas que tocan y mueven paradójicamente a lo que aquí se pretende plantear,
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 23
el auge de la Modernidad (estamos hablando de finales del siglo XVIII y
principios del XIX), en donde, hablar de ciencia es hablar de una forma de
conocimiento que separa asépticamente sujeto de objeto, que se pretende
universal, neutral, lógica, el hombre es dueño de la racionalidad, por lo tanto la
forma para crear conocimiento debe ser con la razón más objetiva posible. Pero
en otros términos ajenos a mí.
La Modernidad, es entonces, la puesta en movimiento de la caída
definitiva, de la separación originaria iniciada por la construcción de la cultura.
La decisión del hombre de renunciar a lo sagrado, está dada por la confianza en
sí mismo. En la razón, que a partir del siglo XVII no es la razón del ser, como lo
veían los griegos o los renacentistas, sino la razón del hombre; éste se
convierte en el “sujeto” en el que “soporta”, “sostiene” o fundamenta el mundo a
la inversa del concepto de sujeto antiguo o “subjectum” que era el ser, al cual
pertenecía entre otros entes el hombre. (Noguera, 2004, p. 4).
Asumir la Modernidad en su efecto, es apropiarnos de la época histórica
en donde el hombre se forma así mismo, en donde no necesita de Dios, es ese
preciso momento en el que el hombre todo lo sabe, todo lo puede y todo lo ve;
este discurso, desde luego repercute en el sistema académico, es más, diría
que realmente es gracias a él, que este término se apodera del tiempo y de la
forma de pensar de los sujetos que componen el mundo. Noguera (2004) “Con
el imperio normativo de la razón se da entonces, nacimiento a la separación
entre fe y saber, mito y verdad, sueño y realidad” (p.4). De tal manera que en la
academia en lo absoluto la producción del conocimiento debe ser verificable, y
es así como aquellos discursos en el que todo se puede comprobar de forma
científica, dejan otros aspectos a un lado, es más, hoy cuando por fortuna existe
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 24
la investigación narrativa, es tomada como algo sin mayor importancia
precisamente por el esquema que los intelectuales y académicos han
contribuido o han brindado en términos de investigación.
Dicha situación lo que hace es motivarnos, porque creemos en la
propuesta generada por la narrativa, porque siendo parte del auge moderno
queremos hablar de la subjetividad que acompaña el entorno educativo y
personal de los humanos, o en este caso de tres humanos, porque no
queremos más inhumanos, porque todos mediante la narración nos
posicionamos del mundo, porque creemos en que el sistema necesita algo
diferente, porque estamos seguros que la narración permite que la enseñanza
no se quede en la transmisión de lo que otros ya dijeron, porque somos
conscientes que nos hemos pasado 4 años hablando de teóricos, pero nunca
hemos hablado de nosotros, de lo que pensamos, de lo que sentimos, de lo que
vivimos, de lo que vemos, estamos fatigados, cansados de pasarnos las vida
hablando de los demás. Esto es un más allá, es un reclamó, un
cuestionamiento en aras de darle vida a la investigación narrativa, pero en este
camino evidenciamos que no solo nosotros hemos mediante letras ensordecido,
miremos como otros sujetos también percatan lo expresado y lo argumentan
con más propiedad.
La investigación biográfica y narrativa en educación, en lugar del modo
de cientificidad dominante en la modernidad, reclama otros criterios, superadora
del contraste establecido entre objetividad y subjetividad, para basarse en las
evidencias originarias del mundo de la vida. Como modo de conocimiento, el
relato capta la riqueza y detalles de los significados en los asuntos humanos
(motivaciones, sentimientos, deseos o propósitos) que no pueden ser
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 25
expresados en definiciones, enunciados factuales o proposiciones abstractas,
como hace el razonamiento lógico formal. (Bolívar, 2002, p. 6)
Es por lo anterior que en la narración encontramos una fuga
majestuosa que nos permite vernos, pensarnos, criticarnos, pero lo más
importante, es que, más que vernos nosotros mismos, permite que los demás
nos vean, pero no para cobrar valor ante los demás por las experiencias ya
sean positivas o negativas, sino para abrir puertas que quizá en tiempo atrás no
se podían abrir, por no considerarse la narración como un elemento
fundamental en la elaboración del conocimiento; pero hoy cuando se presenta
esta posibilidad, se encuentra también la oportunidad de vincular los relatos, los
cuales son algo personal pero también son algo social y cultural y de una u otra
forma contribuyen a mostrar lo que guardan nuestras almas. El relato es en
esencia lo que atraviesa más que un cuerpo, un alma. Si, así como lo
puntualiza Bolívar (2002) “El relato capta la riqueza y detalles de los
significados en los asuntos humanos (motivaciones, sentimientos, deseos o
propósitos) que no pueden ser expresados en definiciones, enunciados
factuales o proposiciones abstractas, como hace el razonamiento lógico formal”
(p. 6). Es eso, salir del enfoque formal, porque cada uno de nosotros desde lo
específico es objeto de conocimiento, no es más que otra forma de ver e
igualmente de verse.
Es una cuestión de ruptura, de resistencia, una resistencia a ciertas
formas de academización, pero en sí una resistencia, marcada por el crear, por
el no querer hacer, lo que todo el mundo hace, y en ese mismo sentido, no
queremos decir lo que todo el mundo dice, es un querer contar lo que nadie ha
querido contar; es querer hacer lo que nadie ha querido hacer y es así como
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 26
llegamos a conocer de la investigación narrativa, en donde se distingue que el
docente en formación no es un mero reproductor de conocimiento, sino que
muy por el contrario cada sujeto, mediante su narrativa, mediante su propia voz
son objetos de saber; la narración ligada directamente a la creación de
conocimiento da un tinte mágico que ingresa a subjetivar la vida, de hecho
conlleva a replantear el sentido de la investigación, a preguntarnos, a
movernos, a reflexionar e indiscutiblemente a consolidarnos como seres dentro
de lo insensible.
Desde esta perspectiva al igual que la investigación narrativa
reclamamos por tanto un modo distinto del paradigma cualitativo, convencional,
sin limitarse a una metodología de recolección y análisis de datos. En esa
medida altera algunos supuestos de los modos asentados de investigar,
haciendo de esta práctica algo más accesible, natural o democrática. Contar las
propias vivencias y “leer” (en el sentido de “interpretar”) dichos hechos y
acciones, a la luz de las historias que los actores narran, se convierte en una
perspectiva peculiar de investigación. (Bolívar, 2002, p. 3)
Así que somos individuos que estamos dispuestos a mostrar la forma en
cómo le hemos dado significado al mundo, somos sujetos que no tenemos
miedo, porque precisamente tenemos claro que el lenguaje es todo lo que nos
hace humanos, somos un alguien que reconoce el lenguaje como la maravilla,
ya que es el resultado de nuestro pensamiento permeado indisolublemente por
la experiencia, es un sujeto que a través de la vivencia, le muestra a los demás
otras posibilidades de asumir bien sean los éxitos o los fracasos de la vida,
porque el ser humano es tan vulnerable que hasta en el éxito, termina
perdiéndose, olvidándose de sí mismo; el acto de la narración
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 27
indudablemente trastoca a todos los profesionales y más si de educación se
refiere, somos futuros docentes, pero para ser específicos somos y seremos
docentes de Lengua Castellana, no cualquier docente, es un docente que
conoce que el lenguaje le permite al estudiante pensarse como alguien distinto,
le permite mediante la narración ya sea oral o escrita conocer el mar de
diferencias que existen en el aula de clase y esto ayudará para que así se cree
un mundo menos generalizador, en el que sea posible comprender y
comprenderse, en otras palabras la narrativa presenta otra forma para
acercarnos y habitar el mundo. No estamos diciendo que la parte de la razón
deba desaparecer en el espacio educativo o del investigativo lo que evocamos
con lo hasta acá planteado es una combinación entre la razón y el sentir, en
donde aquello racionalizado emerja de un sentir que movilice más que el
pensamiento las ganas por ver las cosas con otro toque distinto, y es
precisamente mediante la posibilidad de decir.
Abordando y adentrando en el campo que nos compete, la investigación
narrativa se desenvuelve dentro de los modelos de investigación cualitativa, y
lo que hace es darle validez a las historias de vida, a la escritura de nuestra
propia voz, a la narración del yo, es su mayor virtud y es así, como logra desde
esta perspectiva una resignificación al término investigación, postulando otra
forma de conocer el mundo y por lo tanto estudia el carácter en cómo los seres
humanos experimentamos el mundo o dicho de otra manera, se enfoca en
cómo las personas habitamos, y aquí es de relevancia las experiencias, sí, las
experiencias, que han pasado por un cuerpo, el cual ya no es el mismo, desde
que se logra poner en palabras lo que nos pasa y no lo que pasa, es, en ese
instante donde se genera una enseñanza, en donde se transgreden los límites
del temor y se narra para tener la posibilidad de que los humanos se
constituyan como sujetos, como agentes pertenecientes al mundo y no ajenos a
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 28
él, que es lo que hasta el momento se había hecho, maestros en formación que
simulaban leer toda cuanto cosa ya alguien lo había pensado y propiamente
dicho, para continuar reproduciendo la voz de todos. El giro narrativo, dentro
de la investigación, también se ha considerado adecuado para comprender los
significados con el que las personas componemos el mundo. “Un enfoque
narrativo prioriza un yo dialógico, su naturaleza relacional y comunitaria, donde
la subjetividad es una construcción social, intersubjetivamente conformada por
el discurso comunicativo” (Bolívar, 2002, p. 10)
Aunque se supone que apareció en el año 1920, la investigación
narrativa es relativamente nueva en la vida académica, y no es un secreto que
nace por la necesidad de crear una lengua que nos permita compartir, hablar y
escribir en nombre propio, con un sujeto permeado por lo que se está diciendo,
y que indudablemente es para un alguien que también siente, quien también
vive, visto en esta medida es una lengua en éxtasis, que nos permite construir
la realidad; y por supuesto esta iniciativa respeta y deja de lado ese lenguaje
vacío, sin sujetos, en el que se dice mucho pero no se comprende nada, para
potencializar las narrativas como un discurso estético, que hace visibles otras
cosas, el de no callar por ejemplo ante la academia, de pensar no sólo en mí,
sino también en el otro, ese otro que es quien me hace subjetivar, del que no
sería un yo, sino estaría un él.
A partir del discurso construido, conviene agregar que la investigación
narrativa no es algo, sin esencia, o sin producción de conocimiento, al contrario,
se deja en evidencia que es un ejercicio riguroso y de mucha exigencia, es un
proceso que moviliza y genera pensamiento, debido a que se requiere escribir
de tal modo que se refleje lo que hay bajo la piel desde una perspectiva
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 29
estéticamente atrapadora y filialmente bella, que impacte, que deslumbre, que
deje huellas en cada uno de los individuos, que desnude completamente el
pensamiento del ser, que deje un pedazo de mi en usted, que vincule el
sentimiento del nacer, permanecer y fallecer.
Desde este momento se inicia a encontrar lo elemental que es el
discurso planteado desde lo propio, para transgredir el sistema impuesto por los
que saben, por los que mediante el lenguaje, se sitúan en posiciones de poder,
desestabilizando las posiciones de saber. Continuamente los argumentos para
determinar el uso de la investigación narrativa como método de nuestra
propuesta, radica en que, el enfoque narrativo nos permite una nueva mirada
sobre la realidad social, es un encontrarnos con nosotros mismos, es abrir el
umbral que durante años ha estado en la frontera, pero que hoy decidimos
acercarnos y colocar en la academia nuestra propia identidad lingüística,
jugando con las distintas maneras que tenemos para decir, pero que hoy por
hoy se adhiere a nosotros como ese dulce que trae la miel, como ese niño que
no abandona su juguete, así sentimos la narrativa, como la palabra que
necesitamos para vivir, para no dejarnos fallecer en la oscuridad de lo formal.
Ahora bien, en medio de todas las generosidades que encontramos
dentro de la narración, se hace fundamental, para concebir el sentido de la
investigación narrativa como enfoque, no confundirla con un leve narrar, sino
como un espacio de construcción, de análisis de la palabra hablada o escrita
generadora de catarsis que ofrece muchas posibilidades para investigar el yo
y las identidades, lo personal y lo social, en donde la experiencia es un
lenguaje que permite construir otro mundo.
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 30
Difiriendo significativamente lo anterior, es sustancial concluir con lo que
el enfoque narrativo nos permite desde el punto de vista profesional y en ese
mismo sentido desde el personal, y eso nos lleva a plasmar nuestras voces en
el siguiente argumento, la oferta para adquirir un docente conocimientos
también implica adentrarse en el mundo y así mismo en el sistema, para crear
narrativas que generan golpes y puramente fuertes que desinstalen todo
aquello a lo que nos hemos acostumbrado.
A través de lo anterior, también conviene decir que la Investigación
Narrativa permite generar conocimiento a partir de los relatos de vida y los
escritos autobiográficos. Es también sabido que se implanta en el campo de las
ciencias sociales y humanas, siendo estudiada a través del enfoque cualitativo.
Sin embargo, generar conocimiento es de carácter positivista, pero no por eso
podemos ser ajenos a que la realidad es heterogénea, diversa, complicada y en
constante movimiento, por ello la investigación narrativa se convierte en una
herramienta que genera condiciones de posibilidad para abrir paso a la
elaboración de textos reflexivos y experimentales alejados de las leyes
generales-universales y acercados a lo cotidiano, a la individualidad, dado que
cada sujeto tiene su propia realidad pese a que esté inmerso en una realidad
global, cultural, histórica y social, entonces se trata pues de acercarse a la vida
humana desde la narrativa.
Es así como la escritura considerada desde esta perspectiva se
convierte en un método de investigación en el que la experiencia cobra sentido,
puesto que a través de una biografía, una narración es posible leer una
situación, leer un fenómeno social, por tanto, la investigación narrativa es esa
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 31
manera de conocer el mundo, abordarlo y relacionarnos con él de forma
diferente.
Ahora bien, se desencadena aquí una lucha entre lo científico y lo
literario, pues por un lado tenemos que el método cientificista y positivista
pretende generar conocimiento a partir de las verdades absolutas y totales,
mientras que la investigación narrativa aborda realidades particulares teniendo
en cuenta lo micro para luego tratar de explicar lo macro.
En este sentido los argumentos para el desarrollo y uso de la
investigación narrativa provienen de una óptica de la experiencia humana en la
que los seres humanos, individual o socialmente, llevan vidas que pueden
historiarse. Las personas dan forma a sus vidas cotidianas por medio de relatos
sobre quiénes son ellos y los otros conforme interpretan su pasado en función
de esas historias. El relato, en el lenguaje actual, es una puerta de entrada a
través de la cual una persona se introduce al mundo y por medio de la cual su
experiencia del mundo es interpretada y se transforma en personalmente
significativa. Vista de esta manera, la narrativa es el fenómeno que se estudia
en este tipo de investigación. La investigación narrativa, el estudio de la
experiencia como un relato, entonces, es primero que nada y sobre todo una
forma de pensar sobre la experiencia. La investigación narrativa como una
metodología implica una visión del fenómeno [...] Usar la metodología de la
investigación narrativa es adoptar una óptica narrativa particular que ve a la
experiencia como el fenómeno bajo estudio. (Clandinin, Pushor & Murray.
2007, p. 22)
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 32
Lo anterior permite ver que el acto de escribir a través de la narrativa
puede ser concebido como una forma de conocimiento, análisis,
descubrimiento, y pese a que el positivismo critique la falta de rigurosidad
científica y la imposibilidad de generalización en la investigación narrativa, dado
que esta se basa en la experiencia propia de cada sujeto, no obstante la
narrativa es multidisciplinaria, transversaliza el saber y como si fuera poco
requiere de interpretación y de una elaboración clara del pensamiento y de la
historia para poderla narrar correctamente en el papel , de modo que no se
limite sólo al hecho de contar historias, por tanto, posee un sentido que va más
allá del sólo acto de escribir, y que a partir de lo particular, de lo específico
posibilita darle un verdadero sentido a la condición de existir.
Dicho de otro modo, y siguiendo Lapadat (p. 958) “El que narra
selecciona, relata y le da una fuerza interpretativa a recuerdos específicos [...]
Las narrativas autobiográficas se vuelven más complejas por el contexto en el
que son producidas –para quién o con quién se construye el relato, el momento
y la situación en que se da la elaboración, y el propósito”.
Entre otras cosas la ciencia pretende descubrir una realidad, pero más
que eso lo hace basada en la lógica formal, fría, esa que no le da lugar a la
experiencia, a los sueños, a las motivaciones, no se permite un espacio para la
sorpresa, el asombro, para las ambigüedades. De ahí que la materialización de
la experiencia hecha en las líneas de la escritura se torna un tanto difícil, sin
embargo, tenemos a nuestro favor la sensibilidad, pues constantemente está
con cada sujeto, por tanto, es nuestra misión rescatarla.
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 33
Es por ello que “Al reconocer nuestra participación imaginativa en un
mundo más-que-humano y los compromisos que esto conlleva, podemos
reconciliar la investigación científica con la sensibilidad religiosa en tanto que
formas de conocer siendo”. (Restrepo, 2015, p.14)
Así las cosas, la postura positivista y cientificista acoge únicamente lo
demostrable, los hechos, no tiene lugar como tal la imaginación, las
sensaciones, las certezas o los pensamientos, es decir, únicamente es válido lo
que se puede comprobar, el resto no es considerado como ciencia, ni mucho
menos como generación del conocimiento.
De este modo, Bacón argumentaba que si la mente fuera tan clara y
perfecta como un espejo, entonces relejaría los rayos genuinos de las cosas
(1858). Pero no lo es. La mente está fisurada y deformada por defectos innatos
y adquiridos, por el instinto y el adoctrinamiento, y distorsiona las imágenes que
se proyectan sobre su superficie a través de los sentidos, y no se puede confiar
en que — por cuenta propia— pueda proporcionar información verdadera sobre
las cosas tal como son. Bacón argumentó que solamente hay una salida para
esta situación, que consiste en apelar a los hechos. (Restrepo, 2015, p.14)
Con todo y lo anterior, queda muy claro el hecho de que el pensamiento,
quizá la reflexión, o la crítica están contaminados por la sensibilidad, por los
sentidos, por lo que produce en sí la experiencia, por tanto, no pertenecen al
positivismo, pues este es tajante, calculador, dominante, y por supuesto no da
lugar a dudas, es o no es, entonces los hechos son el arma de doble filo que
comprueban las verdades.
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 34
En este orden de ideas, aquel que quiera conocer la “verdad” no puede
estar involucrado directamente con el objeto de estudio, este debe ser externo,
ajeno al sujeto investigador, no se puede contaminar de la experiencia del que
investiga porque perdería su validez, pues la ciencia lo que pretende es
conocer, encontrar la verdad total, y por tanto no puede perder la objetividad.
Es así como “Aquellos que aspiren, no a adivinar sino a descubrir y
conocer, que no se propongan diseñar mundos fantasiosos y fabulosos
de su propia cosecha, sino examinar y diseccionar la naturaleza de este
mundo, deben ir a los hechos mismos para todo” (Bacón, 1858, p. 27-28)
Justo es decir, que si seguimos este enfoque positivista, perderemos de
vista la importancia de la investigación narrativa, pues nos descentralizaremos
de la experiencia, y seremos tan objetivos que continuaremos reproduciendo
saberes, que quizá pierden o carecen de sentido ante nuestros ojos, ante
nuestras vivencias.
Es necesario aclarar que no estamos atacando abruptamente lo
positivista y cientificista, pues como todo en la vida también tiene su valor, su
sentido, sólo que aquí queremos rescatar al sujeto, dado que está tan perdido
en este mundo de investigación en el que sólo prevalece la escritura como una
portadora de datos, y queda reducida a ofrecer una información.
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 35
La ciencia actual todavía se legitima apelando a los datos, que se
verifican una y otra vez en una búsqueda interminable de la verdad a través de
la eliminación del error. (Restrepo, 2015, p.14)
En otro sentido, tenemos que “Con nuestras esperanzas y sueños
inmersos en el éter de la ilusión, la vida parece disminuida. Al recortársele su
impulso creativo, ya no nos brinda motivos para el asombro o la sorpresa”.
(Restrepo, 2015, p.14)
Lo anterior refleja que si dejamos de lado nuestra experiencia como
sujetos al momento de hacer investigación, y más aún si te trata de la narrativa
que apela a los relatos de vida quedaremos simple y llanamente limitados a
perder nuestra creatividad, a ver desvanecer nuestros sueños y a seguir
tragando entero porque nada nos producirá emoción.
Sin duda alguna, debemos recobrar nuestro sentido de sujetos
expresivos, que se comunican, que establecen relaciones con el otro, con el
mundo, con la naturaleza, todo esto hace parte de nuestra existencia, por
tanto, no lo podemos dejar pasar de largo, es más son todas las vivencias, lo
que sentimos en cada momento lo que más impronta genera en nosotros; sin
embargo ,cuando hablamos de investigar, o de un método para llevarlo a cabo
nos toca alejarnos de toda esta maravilla, es por ello que debemos permitir
que la experiencia hable, ser escuchados desde lo más íntimo para poder
contribuir a mejorar y por qué no a hacer que el exterior se identifique con
nosotros.
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 36
Así las cosas al leer las voces de la naturaleza, del mundo más-que-
humano, la gente obtenía consejos y los seguía al recorrer el camino de su
experiencia. Con una sensibilidad sintonizada gracias a un compromiso
perceptual íntimo con sus alrededores, ellos podían decir no solamente lo
que había sido, sino lo que vendría. Así, el conocimiento de la naturaleza se
forjaba en movimiento, al desplazarse en ésta. (Restrepo, 2015, p.22)
En definitiva, la investigación narrativa echa mano de lo que se vive, se
siente, se cuenta, y más que todo de lo que atraviesa el ser del sujeto que narra
a partir de lo que ha sido, lo que es y lo que puede llegar a ser. Para ello, nos
valemos de algo muy poderoso y bello, que parece ser desmeritado muchas
veces, nos referimos aquí a la conversación, vaya palabra tan corta para
desentrañar lo que implica; conversar es volver a ese momento que tanto nos
emocionó, es recordarlo, narrarlo palabra a palabra como sucedió, es
también escuchar, atender eso que el otro quiere decir e interpretarlo a partir de
lo que significó y de lo que yo soy; conversar es adentrarnos en esos silencios
profundos y expresivos que están cargados de experiencia, en pocas palabras
de significado. Podríamos decir aquí que conversar también permite hacer
catarsis pues a medida que narro, cuento, digo o callo estoy sanando,
sintiendo, experimentando, viviendo y dejándome atravesar mi ser hasta llegar
a lo más recóndito de mi corazón, hasta donde la palabra bien sea oral o
escrita no alcanza.
Conviene entonces decir que es verdad que quizás los no humanos no
comparten sus percepciones del entorno con los humanos en un esfuerzo
colaborativo con el fin de establecer lo que realmente hay “allá afuera”. Pero
Klenk argumenta que insistir en que las conversaciones solamente pueden
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 37
asumir esa forma es tener una visión tan estrecha de la conversación que
excluiría lo que comúnmente llamamos conversación en el mundo humano.
Para casi todas las personas, la mayor parte del tiempo, la conversación
consiste en entender lo que otros nos cuentan, en “entender bien la historia”, no
en verificar su autenticidad (Klenk, 2008)
Habrá que decir que hablar de investigación narrativa es también hablar
de las relaciones que los sujetos establecemos con el mundo, pues todos
tenemos maneras diferentes de verlo, de concebirlo lo hacemos a partir de
nuestra historia familiar, personal y social, no sólo esto sino también que
influyen elementos culturales, geográficos, políticos, económicos; en pocas
palabras nuestra realidad está permeada por muchos factores, por múltiples
historias, por muchos acontecimientos y todo esto nos permite ser lo que
somos y poderlo expresar en una narración que más que ser investigación es
vida.
De este modo crecemos en el mundo a medida que el mundo crece en
nosotros (Ingold, 2011)
Como si fuera poco vamos a hablar un poco también sobre nuestro lugar
en el mundo como sujetos y que es tan imprescindible en la investigación
narrativa, pues sí , resulta que todo sujeto que investiga se ve atravesado por
unas condiciones de vida, por unos límites y unas posibilidades y a veces
estamos inmersos en ese umbral tratando de saber si avanzamos o nos
detenemos; las palabras a veces no afloran, pero las vivencias están ahí
haciendo acto de presencia, llamando fuerte a la puerta para que les sea
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 38
permitido dar un paso y entrar. Es una lucha constante entre el sujeto, el mundo
y el saber.
Es por ello que se trata de un territorio en constante conquista, nunca
conquistado del todo, siempre en elaboración, en permanente hacerse; por
una parte, zona de intercambio entre el adentro y el afuera, entre el
individuo y el mundo, pero también algo más: única zona liberada. El lugar
del hacer personal. (Montes, 1999, p. 52)
Por otro lado, cabe decir que la experiencia es para cada cual la suya
como lo dice Larrosa, y esto porque cada sujeto vive y experimenta las cosas a
su manera y lo que para mí es importante, puede que para ti carezca de
sentido, o también lo que a mí me hace feliz puede que a ti te cause dolor y
tristeza; estamos en constante devenir, en un caminar, un transitar que nos
permite ir siendo y en este acontecer, en este suceder de la vida nos
encontramos con muchos asuntos.
Para ser más precisos nos referimos a que los asuntos con que nos
topamos los humanos al entrar a la vida no son tantos: el amor y el desamor, el
tiempo, el cambio, la soledad, la compañía, el absurdo, la injusticia, la
extraordinaria variedad y riqueza del mundo y la búsqueda de señales para
encontrar en él algún sitio. (Montes, 2012, p.15)
En suma es conveniente rescatar que la investigación narrativa nos
permite ver un nexo estrecho con el objeto de estudio y el cual no tendrá el
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 39
mismo resultado sino es investigado con la experiencia del sujeto a bordo,
además narrar posibilita comprender e interpretar las experiencias, por qué no
inmiscuirnos en la ensoñación por un ratito, pues cada vez que leemos una
historia sabemos y sentimos que está cargada y atravesada por la experiencia
del sujeto, por tanto, la contemplamos con más sabor, con más ganas y por
supuesto con más sentido. Cada historia desentraña una situación esencial en
la vida de un sujeto, y nos permite disfrutar el sabor de la libertad.
Con la extraña manera en que de pronto, en medio de la vida cotidiana y
sus contundencias, se levantan las ilusiones de un cuento. Y con el modo
en que nos entregamos a él y resolvemos habitarlo, a pesar de ser una
construcción tan precaria, suspendida en la nada, hecha de nada y,
además, para nada. También con las razones que me han llevado a
creer que se gana en libertad con la mudanza. (Montes, 2012, p.16)
Finalmente, El objetivo de este capítulo es presentar los pilares sobre los
que se sustenta este argumento narrativo de la investigación educativa. Por
tanto, desde qué idea de la realidad se parte y de qué forma se comprende el
conocimiento y los modos como los sujetos acceden al mismo. En definitiva,
quiero presentar cómo la investigación narrativa supone una forma de
conocimiento que interpreta la realidad (educativa en nuestro caso) desde una
óptica particular: la de la identidad como una forma de aprendizaje de los
contextos en los que los sujetos viven y los modos como los narramos en un
intento de explicarnos el mundo en que vivimos. Un matiz importante que lo
diferencia de otros posibles argumentos es que, en este caso, lo relevante son
las voces propias de los diferentes sujetos, no las teorías previas sobre las que
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 40
intentamos encorsetar la realidad. Estas las entiendo como sistemas de
referencia para construir las diferentes voces y darles sentido.
De este modo, la «voz propia» de los sujetos de la investigación se
convierte en el componente relevante de la misma, desde la que se articula la
información y la interpretación. Se entiende que el conocimiento viene a ser
esencialmente una forma de narración sobre la vida, la sociedad y el mundo en
general. Por tanto, la forma como los propios sujetos construyen sus relatos es
un componente esencial en el proceso de comprensión.
Entiendo que el proceso de construcción del conocimiento es un diálogo
permanente de carácter sociohistórico, en el que nos incorporamos en un
momento dado para hacer nuestros aportes entorno a la reflexión sobre el tipo
de aportación que realizamos, su relevancia y el modo como contribuye a
mejorar nuestra comprensión del mundo y su transformación. El argumento
surge de ese diálogo permanente, con aquellos temas sobre los que se
establece la comunicación. Por tanto, asume el proceso previo de construcción
de los mismos y a su vez constituyen el punto de partida para realizar los
aportes correspondientes por parte del investigador. Se puede plantear de este
modo como el encuentro de dos historias, la social y colectiva, y la personal,
con los diversos caminos por los que ha transitado. La comprensión de los
temas a los que responde un argumento está en relación a las experiencias
previas del sujeto. Esto supone no solo plantear un recorrido teórico como fruto
de una razón objetiva, sino también como un proceso personal.
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 41
Consecuentemente, una vez que se habla de narración o narratividad, se
acerca al otro, a una de tantas posibilidades de darle sentido e importancia real
a una inminente forma de dar un valor no agregado, pero sí muy relevante a la
construcción del discurso a través del sentir y la conmoción humana que no
deja de verse más que como la experiencia ms grande y recíproca entre vida y
realidad, convirtiéndose de tal manera, en una forma, mas no opción de
develación e instauración en un tiempo espacio, que se permea con cada acto
social al que se expone el encuentro del yo con el otro, convirtiéndose en una
fuente inagotable de vida, de trascendencia a lo real. Siendo este, un icono
verdadero de la transformación del ser; reconociendo así, que,
[…] la narrativa no es meramente una forma discursiva neutra que pueda
o no utilizarse para representar los acontecimientos reales en su calidad
de procesos de desarrollos; es más bien una forma discursiva que
supone determinadas opciones ontológicas y epistemológicas con
implicaciones ideológicas e incluso específicamente políticas. (White,
1987, p.23).
Ahora bien, centralizando mucho más el aspecto en el que converge qué,
cómo y para qué narrar, vale la pena, precisar de forma clara que es aquí en
donde la persona se convierte en un narrador, no innato, si no que más bien, él
se da a la tarea de asumir posturas críticas en cuanto a las problemáticas o
hechos que desestabilizan o no de forma débil o fuerte sus concepciones e
ideas en torno a lo que desea conocer, para luego plasmarlas de una forma en
la que se sienta o perciba que el papel habla, o quizá mejor aún, que este,
convoque a la sensibilización del conocimiento humano, tan mundano y
efímero, que (a veces) no da razón lógica de las constituciones en sociedad, sin
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 42
embargo, esta posibilidad de darle fuerza al discurso humano, busca también la
estabilización de un cambio, que proporcione orientaciones distintas de la vida,
por tal motivo, es importante tener en cuenta que:
Un proceso de investigación narrativa implica la exposición al avatar del problema,
de las preguntas, a su trasformación; cada escritura constituye un avatar más del
interrogante originario, que vivencia el/la investigador/a en su narración y, de forma
especial, en los modos que tiene de nombrar algunos asuntos específicos del
quehacer investigativo. Que en el interior de una investigación uno de los
componentes sea nombrado de una manera diferente a la estandarizada, constata,
en efecto, movimientos de desestabilización, pero también de apropiación y
orientación, porque en medio de la incertidumbre construimos un sentido que –al
decir de Barnett Pearce (1994)- convoca ese componente o proceso a ser como
queremos que sea; entonces el avatar en la investigación narrativa es cambio,
pero también orientación. (Ortiz, 2015, p.1)
1.3 DISCURSOS SOBRE INCLUSIÓN
A lo largo de estas líneas, se pretende abordar y dejar en evidencia un
asunto muy recurrente y primordial dentro del ámbito del reconocimiento
humano, y a su vez una temática o problemática, de la cual se ha hablado
mucho política y académicamente, sin embargo, adviértase pues que la
intención es darle otra mirada, es también acercarnos a esa frontera que se
encuentra instaurada, desde una perspectiva que permita reconocer la
maravillosa experiencia de sorprenderse, y hacer extraño lo común. De modo
que será abordado el tema de la inclusión o para ser más exactos, trataremos
aquí los discursos sobre inclusión.
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 43
Basándose en lo anterior es oportuno iniciar con el concepto de inclusión,
es decir, debemos empezar por definirla para luego plantearla desde una
mirada realmente humana y que posibilite el encuentro con el otro. “Es así
como la inclusión es una experiencia de voces y narraciones que da cuenta del
otro, de su existencia y sus lugares, de sus visiones y perspectivas, de sus
compresiones y sus prácticas” (Skliar, 2010, p. 6)
Lo anterior permite ver que, en el acto de enseñar más que aprender a
vivir se trata de convivir en el aula con diversos modos de comprender el
mundo, por tanto, es imprescindible dejar hablar al otro, no quitarle la palabra y
establecer un diálogo intersubjetivo en el que se hace existente y no sólo
presente la voz del docente y la realidad del estudiante. Bien parecería que la
inclusión es un asunto posible en el aula, sin embargo, debemos tener en
cuenta que estamos enfrentados a un sistema educativo que está basado en
homogeneizar, es decir, en igualar todo para establecer iguales condiciones,
por lo que se hace ciertamente complicado pretender darle un lugar a la
heterogeneidad.
Al hablar de inclusión y claramente de su significado, hallamos cerca al
camino fronterizo el discurso sobre la diversidad y la diferencia ya que
mediante las diferencias, se configura la inclusión, en esencia vista como
aquel que acepta que todos somos diferentes pero aun así los incluye, con un
objetivo único dominar y ejercer control sobre los actos y pensamientos
humanos, esto al igual es una forma de no dejar a ninguno por fuera del círculo,
ninguna estrella fuera del firmamento, porque esto dará a entender que está en
contra, alejado, opuesto y en realidad los que ejercen el poder no tienen tiempo
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 44
para atender esas estrellas que buscan o se fijan en la parte más oscura y
solitaria del firmamento, así que por lejos que se encuentre siempre ante todos
va a ser incluida, sin importar su particularidad o el motivo de su
distanciamiento porque plenamente este debe fijarse en el firmamento e ir por
el mismo camino.
Los significados latinos de la palabra diverso, diversidad, son
sorprendentes para la buena conciencia del léxico técnica, jurídica,
económica y moralmente. Actualmente en vigencia: diverso proviene de
‘opuesto’, ‘enemigo’, ‘alejado’. Opuesto al ‘nosotros’, es decir: enemigo
de la idea de igualdad y de normalidad; aquello que está alejado del
sendero por el que todos transitamos. Nuestro deber educativo – político,
cultural – es reconducir a los alejados al sendero correcto, hacerlos
transitar por el mismo camino que pisamos a diario. (Skiliar, 2013, p. 3)
Enemigo de la idea de igualdad o de la normalidad, palabras
trascendentalmente fuertes en la medida en que dejan en entredicho o en el
umbral que todos aplicándolo en el campo educativo en el cual nos venimos
desenvolviendo, en sí que los estudiantes deben ser iguales haciendo en
múltiples ocasiones uno “diferente” otro “normal” aparte de la gran cantidad
existentes, es de dicha manera que se liga o se encuentran dos discursos, la
diversidad y con ella la inclusión; los cuales en la escuela se han convertido la
regla básica para pretender hacer del estudiante particular un completamente
general o común.
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 45
En este sentido también cabe señalar la postura que asume Delia
Lerner frente al hecho de homogeneizar en lo que señala lo siguiente:
La escuela pretende homogeneizar a los niños independientemente de
sus diferencias y no se aprecia el valor que para nosotros tiene la
cultura o las singularidades de los otros. El trazar aquí este
cuestionamiento, nos permite reconocer que en una escuela
estandarizada, es decir, homogeneizada la inclusión no es la mejor
aliada porque con la inclusión, la escuela se desmarca y se mueve entre
la homogeneización y la adaptación, entre la igualdad y la individualidad,
entre los códigos colectivos y las experiencias individuales. (Lerner,
2007, p. 22)
Entre otras cosas, cabe señalar que Todorov, citado por (Lerner, 1987,
p.13) permite que nos cuestionemos y pensemos un poco sobre la verdadera
importancia que tiene el estudiante para el maestro, y nos plantea que si en
verdad nos interesa conocer las razones por las que nuestros estudiantes
actúan de una u otra manera debemos descubrirlos a ellos en nosotros mismos,
de modo que afirma lo siguiente:
Quiero hablar del descubrimiento que el yo hace del otro…Uno puede
descubrir a los otros en uno mismo; podemos tomar conciencia de que
no somos una sustancia homogénea y radicalmente extraña a lo que no
es uno mismo: yo es otro. Pero los otros también son yos: sujetos como
yo, que sólo mi punto de vista separa y distingue verdaderamente de mí,
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 46
porque es desde mi punto de vista que todos ellos están allí y sólo yo
estoy aquí. (Todorov, 1987, p.13)
De acuerdo con lo anterior podemos dilucidar que al hablar de inclusión
no se trata de permitir o hacer posible que el estudiante “diferente” o el “otro”
permanezca dentro de la misma aula de clase con los estudiantes que no
presentan “problemas”, o que son “normales” puesto que de esta manera
podemos estar incluyéndolos, pero al mismo tiempo excluyéndolos, dado que
cada sujeto tiene unas condiciones de vida tanto familiares como culturales
diferentes y todo esto se debe reflejar en el momento que se decide “incluirlo”.
De estas circunstancias nace el hecho de que en las aulas de clase
encontramos estudiantes con comportamientos inapropiados por decirlo de
algún modo, es decir no adaptados, y el docente no ve más allá de sus malas
notas, o por el contrario de su indisciplina y mal desempeño académico,
considerando dicha situación como un desequilibrio académico y social, por
tanto, esto se convierte en cierta manera en un drama que generalmente se
hace público y se empieza señalar a ese otro mundo como algo incomprensible
a las realidades inmediatas, que dentro de los esquemas académicos son
“normales” o se creen normalizantes a medida que la escuela ha decidido crear
patrones comportamentales, procedimentales y cognitivos para satisfacer las
necesidades de docentes y familias, que a veces están poco ligados o
comprometidos con los verdaderos intereses y expectativas que va generando
el medio para ellos.
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 47
El ejemplo más significativo aquí podrá ser el drama de un (mal)
alumno al que se refiere Daniel Pennac señalando lo siguiente:
De modo que yo era un mal alumno. Cada anochecer de mi infancia,
regresaba a casa perseguido por la escuela. Mis boletines hablaban de la
reprobación de mis maestros. Cuando no era el último de la clase, era el
penúltimo. (¡Hurra!) . Negado para la aritmética primero, para la matemática
luego, profundamente disortográfico, reticente a la memorización de las fechas
y a la localización de los puntos geográficos, incapaz de aprender lenguas
extranjeras, con fama de perezoso (lecciones no sabidas, deberes no hechos),
llevaba a casa unos resultados tan lamentables que no eran compensados por
la música, ni por el deporte, ni en definitiva por actividad extraescolar alguna.
(Pennac, 2008, p. 17)
Con todo y lo anterior conviene entonces afirmar que pues, el del incluido
no es sólo un cuerpo que se recibe en la escuela; es una voz que cuenta
historias, un habla que configura mundos y espacios para hablar en la
escuela. Son esos hilos de voz que marcan territorios y construyen
puentes. (Skliar, 2010, p.8)
Es por ello que vale la pena pensarnos un poco sobre una bella
deliberación que nos hace Skliar sobre la bonita experiencia de permitir que el
otro se haga presente con su voz, su historia, su vida misma, sin ser juzgado ni
considerado el “otro” ese otro que no interesa más que verlo ahí en el aula
haciendo solamente una presencia física, pero que no significa una existencia
en realidad, por tanto este autor señala que:
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 48
Ya casi no se conversa con los otros, ya no se conversa de otras cosas;
en el mejor de los casos sólo se conversa siempre entre los mismos y
siempre de las mismas cosas. El lenguaje se ha vuelto un refugio opaco
de narrativas sombrías donde cada uno repite para sí y se jacta
indefinidamente de sus pocas palabras, de su poca expresividad y de su
incapacidad manifiesta para la escucha del lenguaje de los demás. Casi
nadie reconoce voces cuyo origen no le sean propias, casi nadie escucha
sino el eco de sus propias palabras, casi nadie encarna la huella que
dejan otras palabras, otros sonidos, otros gestos, otros rostros. (Skliar,
2010, p.14)
En otro sentido, también es pertinente conocer lo que afirma Merieu, en
su texto Frankenstein Educador, frente al asunto de reconocer al otro, darle su
verdadero lugar; en pocas palabras, incluirlo, pero esto en el sentido esencial
de lo que significa la palabra inclusión , pues cierto es que se utiliza muchísimo
en nuestros contextos educativos, sin embargo, lo que solemos hacer no es
incluir, sino más bien se trata de un “tener ahí”, es decir, para muchos incluir un
estudiante es tenerlo dentro del aula y la institución, pero no interesa conocer
la narrativa de vida que ha forjado el estudiante hasta el momento, ni mucho
menos sus condiciones de aprendizaje, de vida para empezar a trabajar con él
desde ahí, desde su esencia, su ser como sujeto único y que al igual que todos
los sujetos enriquece la experiencia del otro, por tanto, Merieu afirma lo
siguiente:
Hacer sitio al que llega… y ofrecerle medios para ocuparlos”. Hemos dicho:
“ofrecerle” porque aquí no es asunto de imponer. Y eso han querido decir
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 49
los pedagogos, desde hace más de un siglo, al hablar de “educación
funcional”, como Claparède, o de “respeto a las necesidades del niño”,
como tantos otros. No se trata, en contra de lo que apuntan los discursos
caricaturescos de los adversarios de la pedagogía, de someterse a los
caprichos aleatorios de un niño-rey. Se trata de inscribir las proposiciones
culturales que le permiten crecer en una dinámica en la que pueda
convertirse en sujeto. Se trata de hacer que los saberes surjan como
respuestas a preguntas verdaderas. No hay espontaneísmo en esa actitud.
Muy al contrario: hay un esfuerzo permanente para que el sujeto se
reinscriba en los problemas vivos, fundacionales, de los saberes humanos,
e incorpore los conocimientos a la construcción de sí mismo. (Meirieu,
2007, p.82)
Entre otras cosas, conviene distinguir aquí que al hablar sobre los
discursos de inclusión nos adentramos también a abordarlo desde una
perspectiva política, social y cultural, no sólo educativa, pues bien es cierto que
la inclusión es un asunto correspondiente a la pedagogía y con ello a la
educación, sin embargo, son precisamente las formas de poder las que
conciben nuestra sociedad, o para ser más claros en el lenguaje, es la
organización política y social de nuestro país por ejemplo, la que ha instaurado
un concepto de “educación” y por tanto de “inclusión”, de modo que tomando la
postura de Alex Yarza frente a los discursos de inclusión estoy de acuerdo con
él en cuanto a que podríamos hablar también de una politización de la inclusión,
es decir, reconocer al otro y darle su lugar es un acto político, cultural, educativo
y social, por ello al conocer en cierta medida las políticas de nuestro país, y al
saber muy bien que prevalece es el hecho de acumular riqueza, puesto que el
dinero siempre es lo más “importante” y más aún si sabemos que estamos
inmersos en un mundo capitalista donde el dinero es sinónimo de poder, y para
obtenerlo se transfieren los límites, entonces, la inclusión también debe ser
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 50
mirada desde ahí como un asunto que contribuye a transformar, y que también
ejerce un gran poder, sin embargo, se trata de un poder que es justo,
equilibrado, en el que se piensa en el bien del otro, en su felicidad, donde la
diferencia se relaciona con las historias de vida, con las realidades del otro,
asimismo se trata de escuchar y para esto es necesaria la SENSIBILIDAD,
Porque aquí no se trata de riquezas ni dinero, sino de seres humanos, en pocas
palabras, esto es un llamado a reconocer la otredad y no tanto la relación
costo-beneficio que nos tiene tan agobiados actualmente. Es por ello que Alex
Yarza afirma lo siguiente:
La politización de la inclusión, con lo cual estaríamos avanzando en
comprender que los discursos y prácticas de la educación inclusiva se
encuentran conectados con un proceso de globalización cultural-educativo y
económico que requiere asumir una perspectiva política sobre la sociedad y el
mundo: “mirar el aula en sus relaciones con los procesos del sistema-mundo
capitalista y en su propia territorialidad local”. Además, tenemos la urgencia de
continuar comprendiendo el ensamblaje político pedagógico de la «educación
inclusiva»: en las políticas neoliberales y neoconservadoras en educación como
servicio y como derecho al servicio; en el gerencialismo escolar, con su lógica y
racionalidad dominante desde el discurso pedagógico oficial y desde los
“lenguajes hegemónicos”; en el diluimiento de lo público en la educación, con
sus procesos de privatización, tercerización y certificación de “calidad”; con la
reducción de la educación a un cuasi-mercado.
Conviene decir también que La educación inclusiva es una proclamación
desenfadada, una invitación pública y política a la celebración de la diferencia.
Para ello se requiere un continuo interés proactivo que permita promover una
cultura educativa inclusiva. (Corbet & Slee, 2000, p. 134)
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 51
Lo anterior permite ver que se hace imprescindible favorecer la
“diferencia”, es decir, se trata de incluir al otro sin exclusiones y desde sus
potencialidades. Por tanto, vale la pena pensarse sobre la forma cómo los
docentes al ejercer su labor permiten una educación inclusiva, es decir, no se
puede dejar pasar por desapercibido que en muchas ocasiones es el mismo
docente quien con su forma de dirigirse e interactuar con el estudiante también
se convierte en un sujeto que lo excluye.
Esto quiere decir que los maestros aparentan hacer una evaluación
ajustada a lo escolar cuando muchas veces lo que hacen implícitamente es
hacer un juicio social enmascarado sobre los alumnos. Lo que resulta
importante entonces es que en ocasiones los docentes vuelven a marcar a
los alumnos que llevan las marcas de la exclusión, esta vez con el lenguaje
que pronuncian para adjetivar a sus trabajos escolares. Y lo más
impactante es que este tipo de adjetivaciones, que son comunicadas más o
menos explícitamente a los alumnos, van siendo internalizadas
paulatinamente por éstos. Así escuchamos explicaciones que los propios
niños y/o familias construyen frente al fracaso escolar, del tipo: “no nací
para esto”, “lo que pasa es que la cabeza no le da”. La violencia simbólica
se ejerce a través de un poder que no se nomina, que disimula las
relaciones de fuerza. Kaplan (2006)
En este orden de ideas, se observa que el docente es una figura de
autoridad, sin embargo, el poder que ejerce también puede ser objeto de
exclusión en algunas situaciones, puesto que algunos comentarios o formas
como se refiere al educando que quizá es “diferente” pueden generar
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 52
determinados comportamientos y por supuesto hacerlo sentir excluido, o fuera
de lo “normal”.
Es por ello que se juega aquí la constitución de la autoestima social de
los alumnos en la institución escolar en el sentido de que ellos están
continuamente abocados a adoptar una imagen de sí mismos y de su
propio rendimiento escolar, adoptando el punto de vista de los docentes
en tanto que figuras autorizadas. El ser alumno es un ser percibido, un
ser condenado a ser definido en su verdad por la percepción y
expectativas de los demás. Los actos de nominación dirigidos a él
pueden tener un correlato fuerte en su autovalía. Kaplan (2006)
Indudablemente, lo anterior refleja el lugar de la autoimagen que se
hacen los educandos a partir de los comentarios por parte de los docentes, por
tanto, esto también pone de manifiesto las formas más sencillas de exclusión en
el aula.
De esta forma, en general, quien es estigmatizado asume como propios
los atributos con los cuales es clasificado explicando su destino como
parte de su naturaleza. Por medio de los juicios, las clasificaciones y los
veredictos que la institución educativa realiza, cada niño va conociendo
sus límites y también sus posibilidades. Kaplan (2006)
Al llegar a este punto es preciso decir que hay cosas evidentes que,
curiosamente, se olvidan pronto. Para empezar, que el hombre no está
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 53
presente en su propio origen. Que nadie puede darse la vida a sí mismo
aunque adquiera, o crea adquirir progresivamente la capacidad de
dirigirla por su cuenta y de conservarla cuanto más tiempo mejor. Nadie
puede darse la vida a sí mismo, y nadie puede, tampoco, darse su propia
identidad. No elegimos cómo nos llamamos: eso, por una parte, lo
heredamos, y por otra parte nos es impuesto por los padres. Nuestra
opinión no cuenta. Y, aunque no nos adhiramos las alegaciones
fantasiosas de quienes creen nuestra vida queda determinada en gran
medida por la elección de un nombre de pila en la que no participamos,
al menos hemos de admitir que somos introducidos en el mundo por
adultos que hacen, como se dice, “las presentaciones. (Meirieu, 2007, p.
20)
Lo anterior permite ver que los seres humanos somos presos de las
circunstancias, es decir, muchas de nuestras experiencias son provocadas o
convocadas por otras personas, por ejemplo cuando somos niños el hecho de
visitar algún lugar, nuestras creencias, formas de vestir, comidas que
preferimos tienen que ver con lo que nuestros padres nos dicen y nos ponen a
hacer, por tanto, vale la pena pensar aquí, que de igual manera ocurre con los
docentes, esto quiere decir que lo que un educador le impone a un estudiante
es reflejo de la idea que este va tejiendo en su mente y corazón sobre la
experiencia de estudiar, entonces, si un docente excluye a un estudiante
olvidando darle su lugar como un ser humano que es otro, y que por
consiguiente tiene una historia de vida con sueños, miedos, ilusiones y quizá
fracasos, tristezas , alegrías y todas las emociones que forman nuestro libro de
la vida genera esa “presentación” ante los demás estudiantes, y entonces,
como lo plantea Meirieu los adultos, en este caso, los docentes se encargan de
hacer las presentaciones de los estudiantes, por tanto la idea es que el otro se
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 54
sienta reconocido y aceptado como un sujeto con todo lo que ha sido, lo que es
y lo que puede llegar a ser.
En otro sentido, La educación escolar puede y debe jugar un papel
decisivo para que la nueva sociedad de la información en la que estamos
viviendo (Castells, 1997) no se configure también como una sociedad de
desigualdad, de guerra y de exclusión. Para ello se debe pensar que si otro
mundo es posible, como se señaló en Porto Alegre para indicar que podemos
construir un mundo orientado con otros valores y otras prácticas más acordes
con la dignidad de todos los seres humanos, es porque también otra educación
es posible…
Ahondando un poco más en el discurso, y más aún el que nos precisa
este capítulo, sobre la inclusión que generan los estados de poder y los
mecanismos de querer atraer y en efecto dominar al otro según el lenguaje que
se usa para que este intente sentirse parte de él, es por ello que el lenguaje
también es un elemento que cobra vital importancia en el momento en que
señala y así mismo limita a unos y deslimita a otros, es un elemento que
además en términos de inclusión y la diferencia , la cual hace ver al otro
“distinto” como uno “normal” para no tener que entablar una relación con ese
otro, sino que por el contrario tratarlo como un sujeto más.
Usar el lenguaje para atrapar, para enclaustrar, para agraviar, para
denostar, para empequeñecer, desvirtúa al lenguaje pero, sobre todo, a
la relación, a la vida. Como ya fue dicho, la diferencia no es un sujeto
sino una relación. Cuando la diferencia se vuelve sujeto hay allí una
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 55
acusación falsa y sin testigos, plagada de discursos autorizados,
renovados, siempre actuales, siempre vigilantes y tensos, que acusan al
otro por ser lo que no debería ser. (Skliar, 2013, p. 6)
Es entonces como el uso del lenguaje atraviesa el umbral, contribuyendo
a la creación de discursos ensimismados que establecen que debe ser y que
no debe ser y si es el caso de no ser, desde luego se busca la maneja para que
ese que es “distinto” actúe como lo que pronostica que todos deberían ser, así
que es allí donde se deja en evidencia que este aspecto muestra, cómo el
poder y los juegos del lenguaje, se apoderan del discurso atrayendo o no al otro
a nuevas posibilidades de estar y sentirse en relación a los demás. En este
punto se nos hace relevante retomar a Gadamer y Heidegger desde el círculo
hermenéutico, para luego, pasar ver cómo y porqué incluir a ese otro es igual a
mí, pero que difiere en aspectos, formas y condiciones.
Lo anterior, se retoma, ya que al tener presente que solo se tiene una
completa visión e interpretación del lenguaje, es al producirse con una
verdadera intención de comunicar, y más que ello, cuando se es realmente
consciente y trascendente para el ser vivo, por tal razón, es importante acudir a
algunas de las propuestas que, (Gadamer, 1993) manifiesta en algunos de sus
textos como Arte y verdad de la palabra y Verdad y método, las cuales han sido
fuente vital para reconocer el lenguaje como un ente movilizador del
pensamiento, retomando así las consideraciones sobre las ciencias humanas o
conocidas también como las ciencias del espíritu, las cuales están ligadas con
la utilización de métodos, entre ellos el hermenéutico, el cual está basado
principalmente en la comprensión de las cosas intentando de esta manera
explicar las relaciones existentes entre diferentes hechos y los contextos en los
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 56
que surgen; reconociendo entonces, que todo tipo de comprensión es un hecho
significativo, y es ahí donde se supone que le aportamos alto grado de nuestros
prejuicios, a lo cual Heidegger denomino círculo hermenéutico, del cual puede
deducirse que comprendemos sólo lo que ya sabemos, lo anterior desata varias
implicaciones que hacen tener diferentes visiones de ello, ante lo cual
identifican algunas de ellas, partiendo en un primer aspecto la pre-
comprensión, media el reconocimiento de las cosas, en donde empiezan a
fusionarse los horizontes que permite hacer una tradición de lo previamente
comprendido a través de la que se hace una actualización del conocimiento,
promoviendo así la escucha con sentido crítico que permita favorecer la
interpretación, lo cual estará siempre equilibrado por los interrogantes mediados
por los prejuicios.
Ahora bien, partiendo desde las concepciones del círculo hermenéutico,
sin duda alguna, cabe resaltar que la palabra no es sólo individual, sino que se
convierte en algo singular, ya que al estar unidas conforman el discurso , pues
la expresión está vinculada más bien con un uso lingüístico, según el cual la
palabra tiene un significado colectivo e implica una relación social; y es ahí en
donde se empieza con el juego del lenguaje, en el que se hace imprescindible
el reconocimiento de la técnica y de las reglas que se vinculan dentro del
proceso del habla, las cuales al momento de llevarlas al extremo dan una
completa transformación individual, partiendo así desde una movilización del
pensamiento y un acercamiento concreto entre lenguaje y el habla.
En efecto, para Gadamer la lingüisticidad de nuestra experiencia con el
mundo, se relaciona con todo aquello que puede ser reconocido o interpretado
como ente. En donde, las relaciones establecidas entre lenguaje y mundo, no
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 57
significan que este se haga objeto único del lenguaje; pues lenguaje y mundo
no están separados ni pueden estarlo, porque el mundo del lenguaje es el
lenguaje, que se funda en la representación del mundo. Para Gadamer, la
experiencia lingüística del mundo es absoluta, lo que significa que es ahí, en
esa experiencia, donde se encuentra la verdad, y que es ahí donde hay que
recolectarla, asimilarla en una palabra, que es ahí, donde nos apropiamos
literalmente de lo adecuadamente dicho y referenciado.
Ahora bien, teniendo en cuenta una vez más las reflexiones que logran
hacerse desde la otredad y la mismidad, entorno al otro, como sujeto que toma
parte y posición a través de los discursos, es importante, tener en cuenta que,
(Duschatsky, & Skliar, 2000) en su escrito “La diversidad bajo sospecha”, dejan
ver que tanto implica el discurso a medida que se vincula y se desarrolla en el
ámbito educativo, es por ello entonces que, nombran tres formas en que estos
discursos han tenido lugar en el pensamiento moderno y posmoderno,
correlacionándolos en el sistema educativo.
1- El “otro” como fuente de todo mal: La modernidad construyó
estrategias para regular y controlar la diferencia: delimitando las perturbaciones,
demonizando al distinto, estereotipándolo. El otro, diferente es depositario de
todos los males, el que se equivoca, el que tiene las “fallas sociales”. Hay una
regulación y control de la mirada que define quiénes somos nosotros y quiénes
son “los otros”. Necesitamos al otro porque de ese modo podemos justificar
quiénes somos, nuestras leyes, las reglas, la ética, la moral y hasta la estética.
Porque si existe “el otro” podemos nombrar la barbarie, la herejía, la mendicidad
y dicen, los autores, no ser nosotros mismos los mendigos, los bárbaros, los
herejes. Se homogeneiza la cultura, y se las piensa como libres de diferencias.
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 58
Y acerco esta frase que lo expresa tan claramente: “lo negativo es aquello que
irrumpe para dislocar la aparente normalidad”.
2- El “otro” como sujeto pleno de un grupo cultural: desde esta
perspectiva se piensa a cada cultura como un reducto, como una comunidad
homogénea y libre de toda relación de poder y jerarquía, una falsa convivencia.
El mito es creer que cada una de estas culturas es armoniosa, equilibrada,
como si en ellas no existieran las luchas de poder, las disputas. ¿No será
acaso, la modernidad, un modo elegante desarrollado para silenciar diferencias
y conflictos internos, para inhabilitar el diálogo cultural y disolver la construcción
de identidades plurales?
3- El tercer discurso es el pensar al “otro” como alguien a tolerar. La
tolerancia es una necesidad, pero es también una virtud. La tolerancia nos
exime de responsabilidades, de tomar posición, enmascara la desigualdad.
Tiene un cierto parecido o aire de familia con la indiferencia. Es un pensamiento
descomprometido, desapasionado. Es imposible si pensamos que educar es
“formatear al otro”, regular el pensamiento y la sensibilidad.
Es importante tener en cuenta que desde la educación este aspecto
impacta, ya que siempre se está en la búsqueda de “normalizar”, homogeneizar
los grupos de alumnos, construyendo una lógica incorruptible, teniendo como
prioridad que lo deseable es lo legítimo, y del otro lado, lo ilegítimo, lo
“anormal”. Así se pretendió eliminar lo negativo, encauzarlo, rechazando estilos
de vida diferentes, despojando de palabra al mal alumno, devaluando el
lenguaje “no oficial”, a su vez, estos autores nos invitan a pensar la educación
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 59
como un “ponerse a disposición del otro”, de todo aquello que le haga posible
ser distinto de lo que es, en algún aspecto. Una educación que apueste a
recorrer un itinerario creativo, plural, sin patrones ni reglas rígidas, que
promueva la construcción desde los acuerdos, pero también desde el
desacuerdo, desde una perspectiva intercultural, ética y estética, una inclusión
que abra las puertas así la construcción de la libertad que atraviese el límite,
que se aprenda de lo que no es “normal” mas no que se aprenda a ser
“normal”.
Sin embargo, no puede dejar pasarse de largo, que en las instituciones
educativas, históricamente formadas en el proyecto homogeneizador y
homogeneizante que sirvió y sirve aún, para formar la nacionalidad, se instaló la
diversidad, desde el reconocimiento de mi propia persona y maneras de
entender la vida surge el reconocimiento del otro, separado de mí,
necesariamente distinto. La pregunta sería ¿hasta qué punto somos flexibles,
respetuosos, considerados con las naturales diferencias? Hay dos conceptos
que Skliar utiliza: hospitalidad/hostilidad, para hacer referencia a la posibilidad
de recibir, de acoger al otro, que sea bien- venido, aceptado por los sujetos que
componen la comunidad educativa con una actitud más democrática que,
diferenciando roles y funciones, permite abrirse a la presencia de otro, con los
mismos derechos e inquietudes, más que ver un sujeto “diferente” se trata de
inquietarnos por establecer una relación con él, enmarcado por diálogo y el
aprendizaje de aquello que proporciona ser en esencia “diferente”.
El que siempre lleva las de perder, porque es el diferente: el diferente
para una mirada fija y obsesiva, para una mirada adormecida. Si lo vemos de
lejos el vagabundo es una amenaza, un peligro, una alteridad para expulsar de
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 60
nuestra atmósfera de supuesta tranquilidad. Si lo vemos de cerca, lo único que
desearás que sea uno de los nuestros, un semejante. Allí no hay relación. Pero
si conversamos, si entramos en una relación que no tenga el ánimo de hacer
del otro una amenaza primitiva o un insulso semejante, quizá la diferencia valga
la pena, quizá la diferencia sea lo que mejor narre lo humano. (Skiliar, 2013,
p.7)
La inclusión requiere de verdaderos lapsos que lleven al sendero de la
frontera, que permitan establecer una relación en la que se aprenda y se narre
lo que se siente ser incluido o en el máximo término ser “distinto” , es más que
vincular al otro, es vincularse con él y hacer de la diversidad un espacio
enriquecedor que sea la puerta para llegar a movilizar lo que somos y lo que
seremos, en pocas palabras lo que se desea es de desdibujar esa frontera que
separa el “nosotros” del “ellos” (Skiliar, 2013, p.7)
1.4 DIVERSIDAD Y OTREDAD
Humanidad y academia: ¿Discursos de fronteras?
Éste es un mundo aparte, sin
parecido a ningún otro, con leyes,
usos,
hábitos y costumbres
propios: una casa de los muertos
vivientes, una vida
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 61
como no la hay en otro lugar,
y gente sin igual. Es este mundo
aparte el que
me dispongo a describir.
F. Dostoyewski, La casa de
los muertos.
Si bien es cierto que somos frágiles y emocionales, debido a nuestra
propia condición humana, es importante reconocer que a través de esta
fragilidad es que empezamos a inquietarnos, conocernos y a cuidar de nosotros
y quizá, hasta conocer verdaderamente cada estado que nos compone.
Dependiendo de esto, gran derroche de emocionalidad, eso somos, humanos
atravesados por el deseo y los sentimientos, unos cargados de represión y
otros colmados de espontaneidad que permiten observar el alrededor con más
calma y detalle, dejándose impregnar por cada acontecimiento que clarifica
nuestra razón de ser y de instaurarnos como humanos “integrales”,
mostrándonos como seres invadidos por situaciones y acontecimientos que
permiten revelar o no nuestra identidad, dejando en algunas ocasiones entre
dicho quienes decimos ser, simplemente, porque preferimos llenar el afuera, tan
vacío y lleno de vicios que poco interesan, que ocuparnos y preocuparnos por
descubrirnos y entender con mayor certeza qué me compone, qué me identifica
como ser autónomo e independiente y qué actos movilizan realmente mi
condición humanizante.
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 62
Es por ello que cabe señalar entonces, que la frontera se convierte en
un límite, una línea o una extensión que separa dos cosas, las fronteras son
fragmentaciones que dividen pero también vinculan; la frontera es lo que
permite que se conecte un territorio con otro, es el punto de unión que enlaza la
diversidad y la otredad, incluso la mismidad, ellas siempre están ligadas una a
la otra, se dan vida y se llenan de humanidad al instante en que se ponen en
acción dentro o no de un contexto; las fronteras restringen y esta restricción es
la que nos permite ser parte de algo; las fronteras existen en relación y en
oposición a un otro, el otro puede ser entendido como el yo - que no soy yo,
pero esta negación trae consigo “una certeza fundamental de que el otro me es
siempre presente en tanto que yo soy siempre para otro” (Sartre, 1976, p. 360)
Y, es a partir de esta línea, en donde han entrado en cuestión dentro
del sujeto, las perspectivas de construcción de identidad, por un lado tenemos
la que se atribuye al individuo como parte de un sistema social y por el otro,
aquella por la cual intenta o logra identificarse a sí mismo; esto dado en cuanto
a la autoidentificación, cómo me veo, cómo me reconozco, y qué espera la
sociedad de mí; y su vez, la confrontación con su otro, el otro, teniéndolo como
pieza clave el reconocimiento del sujeto en sociedad, además de tener
presente, el cómo lo interpreto y cómo lo vinculo haciendo un contraste entre la
mirada que me impone la sociedad sobre él, y sobre cual realizo por mí mismo.
Y como si fuera poco, vemos desde la escuela la reproducción una y otra vez,
de patrones en torno a una educación sustentada bajo un modelo de diversidad
e inclusión, (que no es más un discurso negador y utilizado como medio para
no reconocer las otras realidades); dejando en evidencia gran invisibilidad que
se nos ha estado inyectando mediante sus múltiples formas de transmisión, las
cuales están ligadas a los textos escolares, libros, enfoques curriculares, entre
otros, que permean indefinidamente el acontecer académico, escolar; teniendo
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 63
un acercamiento primordial en lo que tiene que ver sobre la formación de si, por
medio de Levinas, quien asevera entonces que “educar es transmitir (al que es
educado) el sentido de la alteridad. Esto significa que desde una perspectiva
ética, lo humano no da comienzo con la obediencia a una ley (algo así sería
propio de una visión moral), sino con el cuidado del otro (le souci de l’autre). La
educación es cuidar de la vulnerabilidad del otro, ocuparse de su sufrimiento”.
(Mélich, s.f. p.135)
Incluso desde la familia, podemos notar grandes aportes a esta masa de
ceguedad, pues este último núcleo, por así llamarlo, infunden ciertamente:
juegos, colores, formas, atuendos y características, a las que les atribuyen
connotaciones masculinas y femeninas, que empiezan a disociar las relaciones
de homogeneidad entre individuos, solo por el hecho de no sentirse
estigmatizados, ni verse envueltos en el no cumplimiento de la norma
“Socialmente aceptable”; puesto que una vez que se reconoce la existencia de
un otro, asumimos por asociación, su identidad como instauración en sociedad;
es en este aspecto, en que la otredad no implica, que el otro deba ser
discriminado o estigmatizado; por el contrario, las diferencias califican al
prójimo, como un otro constituyente de riqueza social que puede ayudar al
crecimiento tanto social como personal.
El choque del mundo de la realidad sobre la existencia humana se recibe
y siente como fuerza condicionadora. La objetividad del mundo -su carácter de
objeto o cosa- y la condición humana se complementan mutuamente; debido a
que la existencia humana es pura existencia condicionada, sería imposible sin
cosas, y éstas formarían un montón de artículos no relacionados, un no -
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 64
mundo, si no fueran las condiciones de la existencia humana. (Arendt, 2005,
p.23)
Teniendo en cuenta esto, es imprescindible reconocer que diversidad y
otredad convergen en el punto en que las dos consolidan una humanización,
pero ¿qué significa humanizar?, como respuesta a ello, podría decir que tiene
en efecto algunas aseveraciones, en donde como principal factor, se toma la
ocupación del otro a partir de su integralidad, forma y condición; las cuales
empiezan a tomar forma mediante la solidificación de intereses y necesidades,
que solo se verán reflejadas y abordadas en la medida en que se trata de
humanizar al otro, a través de contactos directos, que permiten una estrecha
correspondencia hacia lo que tratamos de vincular o aferrar del otro a nuestra
propia existencia, dejando ver una real convicción en la medida en que trato de
aprehenderlo y de ocuparme de situaciones que serán fundamentales en la
creación de resignificaciones válidas y con sentido, un sentido que puede ser
muy común, o por el contrario, con uno tan lógico que permite trascender los
escenarios más usuales por los seres humanos; considerando importante
dentro de este ámbito la observación de cómo la existencia de otras personas
se proyecta y se mantiene tras la vitalidad y el confort, un confort que solo les
es posible manifestar gracias a la plenitud o comodidad que dejan sus
actuaciones en este ahora, que es tan efímero y volátil, ya que estas son las
que ayudan a medir realidades, convicciones y otros asuntos no lejanos con un
tipo de experiencias ya obtenidas, que logran ser y aparecer de maneras
similares, las cuales van convirtiéndose en aliados para llegar y atrapar al otro
con enfrentamientos y revisiones dentro de cada actuar.
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 65
Ahora bien, asumiendo una postura histórica acerca del cimiento de
otredad, es bien importante tener presente que este concepto se desarrolló a
través de la antropología cultural, por medio de la cual se llegó a la conclusión
de que esta, significaría entonces reconocer una cultura diferente a la
acostumbrada o ya identificada, para así llegar al punto de reconocer al otro
como ese ser trascendente que permite no generalizar, pero sí colaborar al
avance dentro de un espacio determinado no temporal, dando paso al mismo
tiempo, a una civilización en la que emergen y participan todos los otros y los yo
de forma determinante. Todo esto, ciertamente vinculado a que,
Se acepta comúnmente que la Antropología se constituyó como
ciencia a partir de construir explicaciones sobre la “otredad cultural”,
pero nosotros agregamos que no sólo construyó sus explicaciones
sino que fundamentalmente construyó una imagen, un modelo de la
otredad (del otro cultural). De tal modo que ese “otro cultural”, que se
constituyó como objeto de estudio antropológico, no respondió a un
“hecho empírico” real. Por el contrario fue (y por supuesto lo sigue
siendo) un objeto construido de manera científica por las distintas
teorías que dominaron en cada uno de los momentos históricos. Así,
la teoría evolucionista –considerada como la primera teoría
científica– no se limitó a explicar la otredad cultural sino que
“construyó” su objeto (aquel que explicó) a partir de la “diferencia
cultural”, el “otro” como diferente al “nosotros”. Las teorías
posteriores, en cambio, construyeron un objeto caracterizado por la
particularidad y hablaron de “diversidad cultural”. El “otro cultural” fue
pensado como diverso, como distinto. (Boivin, Rosato & Arrivas,
2004, p.6)
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 66
Es por tanto que vale la pena reconocer al otro desde su cuerpo y
espíritu, retornando de forma imprescindible a la evolución, en donde, su
objetivo específico partió del reconocimiento del ser mediante el cuerpo,
entendiendo este como referente claro de presencia en el aquí y el ahora,
condicionado en todo momento por sus particularidades humanísticas, por el
otro lado sería entonces, el reconocimiento de su espíritu, el cual hace alusión a
su cultura y a las capacidades que tiene el ser para instaurarse en (lugar,
tiempo, espacio), a partir de sus distintas manifestaciones dentro del espacio
que intenta llenar.
La teoría de la evolución se constituyó como tal en función de la
aplicación del método comparativo y sobre la base de una concepción precisa
de su objeto: el hombre. Este objeto era concebido con una particularidad: su
dualidad; el hombre era tanto cuerpo como espíritu. Como cuerpo pertenecía al
mundo de la naturaleza, en tanto “espíritu” pertenecía a otro mundo, al de la
cultura. Siguiendo esta dualidad, la Antropología se constituyó en dos ramas: la
Antropología física y la antropología cultural. Pero, no obstante, las diferencias
entre los hombres fueron pensadas por estos evolucionistas, básicamente,
como “diferencias” culturales. Para estudiar al hombre en las distintas
manifestaciones en las que se presentaba, se estableció una división del trabajo
científico dentro de las ciencias humanas y sociales. Por un lado, la historia y la
sociología tomaron como objeto (objetivo) de estudio las sociedades complejas,
civilizadas, desarrolladas. Por el otro, las sociedades primitivas, no complejas,
no desarrolladas, sin historia y sin Estado pasaron a constituirse como el objeto
propio de la Antropología. (Boivin, Rosato & Arrivas, 2004, p.6)
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 67
Todo esto, estrechamente relacionado con los conceptos y términos
relegados a la diversidad, al asumir esta palabra como un término transitorio en
la década de los 40’, la cual surge como sustitución o derivación de la palabra
diferencia; reconociendo de esta manera que el uso o interpretación de esta
palabra tiene todo que ver con la variedad y la abundancia de las cosas
distintas, Malinowski proclama la universalidad de la naturaleza humana. Dicha
universalidad queda plasmada a partir del concepto de cultura, en tanto la
creación de un ambiente artificial por medio del cual todos los hombres
satisfacen sus necesidades. Malinowski define la especificidad de la condición
humana en torno a la relación hombre-naturaleza. (Boivin, Rosato & Arrivas,
2004, p.56)
Probablemente es aquí cuando el ser humano es reducido únicamente a
un "estar en" el mundo, a una pura permanencia, en donde la captación de la
realidad y las relaciones entre datos y, hechos son sólo un reflejo, entonces se
habla de un ser de contactos, quien tiene respuestas unívocas, singulares,
reflejas y no reflexivas, estas respuestas son culturalmente inconsecuentes;
porque entonces el ser se limita a vivir minimizado al acto biológico de estar
presente, y se caracteriza por la casi total centralización de sus intereses en
torno a formas vegetativas de vida; esto es, que sus preocupaciones se
centrarían más a lo que hay en él de vital, biológicamente hablando, y no en la
forma holística, de ver al otro como un agente inquietante y creador de
perspectivas humanísticas, de inquietantes realidades, convicciones y
preferencias humanas; es por tal razón que Paulo Freire precisó una lucha por
la humanización, una lucha para integrar al sujeto con el mundo
constantemente amenazado por los factores de la opresión y superar aquello
que hace del sujeto un individuo acomodado o ajustado, para mostrarlo como
un ser humano que dinamiza el mundo con su lucha a través de actos creativos,
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 68
recreativos y de toma de decisiones, lo que le permitirá tener un mayor campo
de dominio sobre la realidad, acrecentándola y humanizándola con algo que él
mismo construye: cultura e historia. Es decir, el sujeto comienza un proceso de
temporalización de espacios geográficos e instaura un juego de relaciones con
los demás seres y con el mundo, que le permiten alterar, crear y responder a
los problemas cotidianos dando un verdadero movimiento a la sociedad y, por
tanto, a la cultura. Freire (2009).
Sin embargo, no se puede idealizar este intento de humanizar como la
forma más placentera y real de acercarse al otro, ya que siempre bajo nuestra
condición humana estamos ligados a desatar relaciones y juegos de poder a
través del lenguaje, lo cual no hace más que dejar en evidencia la viva
expresión de vulnerabilidad e incompatibilidad hacia el otro, ese otro que
generalmente se convierte en un yo distraído y poco perceptible de su verdad;
y es justo por medio de estos efectos de poder, es donde vale la pena
preguntarse ¿Cuándo escuchamos? Pero esta cuestión entendida no desde un
sujeto ya definido desde los términos de instauración social e intelectual sino,
más bien, como un simple mortal que no va más allá de su propia fragilidad, y
considerando esta premisa, para tratar de dar respuesta, podría decirse que
escuchamos, cuando dejamos hablar al otro, en el preciso instante en que le
permitimos ejercer como co-participe en cada acto comunicativo. [Aunque sea
importante la respuesta], puede tomarse un poco incompleta, ya que por otro
lado, el acto de escuchar, debe considerarse como una experiencia que enseñe
y resocialice las experiencias por medio de los actos convencionales y no
convencionales que el hablante deja en tela de juicio mediante sus diálogos
constantes con otros.
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 69
Luego de identificar y de reconocer claramente lo que sin duda alguna
nos hace tener un acercamiento significativo con el otro y además de ello, de
dejar de ser en el momento en el que escuchamos, en el sentido más propio de
dicha palabra, dejamos ser a otro mientras nosotros no somos, siendo así un
acto humanizador generador de otras pieles, permitiendo ver mediante otros
ojos y con otro cuerpo las situaciones que conllevan a que el hombre se
consolide como humano; pero este acto no es el único que desnuda al hombre,
también lo es la escritura, una escritura muy fugada del mundo academicista
en donde nunca hay lugar para dejar en palabras lo que toca, desestabiliza la
existencia, lo que mueve, lo que genera otras formas en donde el humano
debe condicionar su actuar, ,muy por el contrario lo que ha hecho la concepción
académica es establecer qué y para quién se escribe.
Así que, escribir es un acto que en la academia se ha constituido tan de
costumbre, tan rutinario, se escribe para el uno y para el otro y sobre ambos,
mas no se escribe para sí, ni mucho menos sobre sí, encontrando allí, un
frontera, que acerca pero de una u otra forma aleja, acerca, llanamente al
ejercicio de pensar o de racionalizar un tema, agregando cohesión y coherencia
a palabras sin autoridad; es decir, con un sujeto completamente ausente,
difícilmente permeado por lo que dice, y de esta misma manera, aleja porque
hace esconder lo que emotivamente hay en el sujeto, todo con la finalidad de
convertir la escritura en ciencia, en una fuente de conocimiento en el cual la
“verdad” reluce a partir de objetos de estudio que buscan comprender e
interpretar en muchas ocasiones problemáticas que acosan el ser, pero no fijan
su mirada en el elemento principal que es el cómo se deviene el ser,
convirtiendo así la escritura en un elemento fatigador pero necesario para
alcanzar la intelectualidad requerida por muchos, puntualizando así la escritura
académica como hecho que depende en absoluto del ser pensante, es decir de
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 70
la racionalidad, en donde solo existe espacio para dar a conocer lo razonable,
suceso por el que consideramos que ya es hora de liberar la escritura de la
razón.
Se afirma la escritura pero se oculta quizá lo más interesante, esto
es, que no hay ninguna razón para escribir. Me refiero a que quizá
haya que liberar a la escritura de sus razones, de esas razones que
no tienen ninguna presencia ni esencia a la hora de escribir, ni
modifican en nada la posibilidad o la imposibilidad de la escritura. Y
lo mismo, ya se sabe, vale para la lectura. Y a la vez que se afirma
aquí el ‘para qué se escribe’, ése para uno y para otro de la escritura,
en donde se debe exponer toda su debilidad y toda su fragilidad.
Debilidad y fragilidad que no es, sino, su mayor virtud. Porque ese
‘para’ tiene que ver con el después de la escritura, con ese instante
en que la escritura, quizá, ya ha dejado de ser ‘escribir’. (Skliar, 2014.
p.2).
Ahora bien, despojándonos un poco de lo que hace y de lo que es la
escritura para el mundo academicista3, y conforme al postulado anterior, es
momento de retomar lo que es la escritura, lo estético de ella en su total
esencia y lo que la convierte en otra fuente que desnuda el hombre frente al
espejo, que permite dejar en evidencia que somos seres completamente
frágiles, delicados, débiles, endeblez para lograr recordarnos que no estamos
muertos y que mucho menos somos de palo, a la vez se consolida la escritura
como medio para conocer y reconocer la otredad, en función de darle sentido a
3 “Mi posición no es de rechazo a la academia, porque de alguna manera somos
académicos. Lo que no somos es academicistas”. (Freire, 2003, p.14)
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 71
ello, sería tal y como lo diría Skliar (2010)“se escribe para no olvidar que
estamos vivos” (p.15). Este corto argumento, es el que precisamente golpea la
puerta y hace preguntarse entonces ¿Qué es lo que nos hace saber que
estamos vivos? en respuesta a ello, solo nos viene a la mente la subjetivación,
entendida como proceso en el cual nos construimos como sujetos y
manifestamos nuestra subjetividad, así que a través de la subjetivación se hace
viva la escritura, la cual da la sensación al individuo que está enfermo, que no
existe cura para su sentir y su desasosiego en el mundo, desconociendo allí
que todos los individuos tienen las mismas expresiones que no son más que el
reflejo de los sentimientos, es decir lo que le pasa a usted también me puede
suceder a mí, en esa forma, y en concordancia con Deleuze […] “escribir, es el
paso de la vida al lenguaje”(p.8) . Abriendo paso inmediato a la escritura como
la creación de un propio lenguaje, un lenguaje que permea tanto cuerpo como
alma, un lenguaje vivo netamente vivo.
El lenguaje vivo que aún no se deja necrosar por el sistema de las
informaciones y las evaluaciones es el lenguaje de la travesía, el lenguaje que
atraviesa, que nos atraviesa. En la travesía no se pasa de una detención a un
movimiento. De una posición de caída a otra erguida. No hay pasaje del
malestar al bienestar. No se va de lo incompleto a lo completo. No se trata de
una salvación, de algo que se recupera y que regresa a casa pisando su misma
huella. Pasar como pasear, aun cuando resulte demasiada modestia la
expresión “pasear. Una travesía es la diferencia entre el tiempo que pasa y lo
que pasa en el tiempo. O, quizá, la diferencia que hay al interior del tiempo que
pasa. Diferencia como intensidad, tiempo como hondura. Ese lenguaje al que el
pensamiento le dedica sus mejores horas. Sin embargo, no se trata del ‘yo
paseo’, sino de un paseo sin el ‘yo. (Skliar, 2004, p.2)
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 72
Por lo tanto, se trata de crear un lenguaje que atraviese más que el
tiempo lo que pasa y ocurre en el mismo, tomando una noción del tiempo como
aquel que rige y determina la condición y actuar del ser humano, en sí, “El
lenguaje que es cuerpo está en el centro de la percepción, de una percepción
que es, al mismo tiempo, sensación y pensamiento; de una percepción que
hace que el lenguaje no muera, que reaccione, que proteste”( Skliar, 2004,
p.2).Que cuente, que grite, que jalone, que golpee y al mismo tiempo que se
establezca como escritura desde una mirada amplia, en la forma en que esta
se convierta para el hombre una manera para mirarse a sí mismo y no para
mirar a los demás, tan solo en esa circunstancia la escritura cobra valor y
significación para establecer diferencias en un mundo en donde todo se
pretende mostrar como totalitario, sólo así, el significado de la escritura girará
hacia lo trascendente, en donde el ser se pone en juego en ese mismo instante
en el que escribe.
Lo circunstancial, nos atreveremos a decir, radica en ver tal acto o
ejercicio como ese ente que traspasa la frontera, el límite, límite impuesto
desde la concepción de dejar a un lado lo subjetivo que habita en el ser para
darle cabida a lo objetivo; concebido esa idea y en correspondencia con
Gombrowicz (citado por Deleuze, 2001, p.1) quien dice que “Escribir es un
asunto de devenir, siempre inacabado, siempre en curso, y que desborda
cualquier materia vivible o vivida. Es un proceso, es decir un paso de Vida que
atraviesa lo vivible y lo vivido. La escritura es inseparable del devenir;
escribiendo, se deviene–mujer, se deviene–animal o vegetal, se deviene–
molécula hasta devenir–imperceptible”. Reflejando en este aspecto el como la
escritura es la única fuente que nos establece debido a que allí es en donde el
lenguaje toma voz y más que esto toma su propio cuerpo para actuar sobre el
pasado, permear el presente e imaginar el futuro, pero necesariamente debe
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 73
dejar en evidencia todas la sensaciones que trastocan al ser, para que de esta
forma logré ser un acto trascendente, porque se escribiría mediante el cuerpo y
no mediante la razón.
Se te deja una letra, una palabra, un fragmento, cientos de fragmentos,
una voz que convierte la lengua en una sensación del mundo. No, no dejes que
eso que te den sea una concepción del mundo. No dejes que te obliguen a
repetir una concepción del mundo. Pide, eso sí, que te den una sensación del
mundo. Una sensación del mundo, lo que es decir: un infinito de sensaciones
del mundo. Porque leer es una sensación del mundo que se dejó escribir en un
gesto indescifrado. Tener una sensación del mundo quiere decir, apenas, que
se piensa con el cuerpo. (Skliar, 2010, p. 15)
Por estos motivos es que consideramos que la escritura aparte de que le
permite en un sentido estético ser, es la vertiente perfecta que hallamos para
acercarnos a la vida y más que ello, es un camino que le permite a los humanos
acercarse tanto a su mismidad como a la otredad, en cortas palabras es una
forma de gritarle al mundo que aún no hemos muerto y que siempre hay algo
que decir.
Por eso el otro es un punto de partida de una escritura que crea
acontecimiento. Sin el otro, la escritura está despojada de alteridad. Y
despojada de alteridad no hay escritura. Es por eso que el otro es un
punto de llegada de una escritura que crea acontecimiento. La escritura
es un acto propositivo que vuelve hacia el otro para que se complete su
ficción, en la incompletud del lenguaje. La palabra, la letra del Uno, no
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 74
acaba por delinearse hasta que sobreviene la palabra, esa palabra que
es la letra viva del Otro. (Skliar, 2014, p. 18)
Por lo tanto, son tantos los elementos que intervienen cuando hablamos
propiamente del ser y como el de la humanidad o de lo que nos constituye
como humanos, que visualizamos de igual forma a las anteriores el acto de
hablar, en donde, podemos considerar, que dejarse hablar, significa en un
primer aspecto, no resistirse ni condicionar el habla del otro por medio de
nuestros prejuicios, ideas o críticas, mostrando con esto, un intento
desesperado por confiar únicamente en nuestras propias opiniones o hipótesis,
clausurando de esta manera toda actitud de apertura a nuevas visiones de lo
que acontece, en segundo aspecto, sería, intentar frenar nuestras voces
internas o pensamientos, para dejar penetrar los argumentos por las
afirmaciones, declaraciones y juicios que hacen los demás, en torno a una
situación determinada y por último, sería entonces asumir una actitud de
disposición y equivalencia argumentativa para movilizar el lenguaje, por medio
de la comprensión de mi propio discurso y el del otro.
El alemán Jürgen Habermas en su obra central Teoría de la acción
comunicativa, describió detalladamente un concepto que se basa en el
intercambio argumentativo sobre una cosa teniendo como fin consenso y
consecuencias prácticas. En contra de la razón el sujeto propone la razón
comunicativa. Según Habermas el paradigma de la conciencia de sí mismo y
del sujeto va a ser reemplazado por el nuevo paradigma de la comunicación, de
una relación intersubjetiva. En la conversación hacia un acuerdo un ego dice
algo y una alter responde, así se forma una relación interpersonal entre los
distintos individuos producidos por el lenguaje. El papel central del sujeto es
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 75
substituido por los miembros del intercambio. Habermas defiende la idea de un
exitoso intercambio con un consenso final que junta las opiniones de los
interlocutores y que los disentimientos queden solventados por medio de
razones. En la acción comunicativa los interlocutores tratan de buscar un
acuerdo que une los racionalmente motivados asentimientos de todos y por eso
se orientan hacia el entendimiento y definen su forma de actuar a través del
intercambio de argumentos en la fuerza desenvuelta del argumento mejor.
(Aljoscha, 2007, p. 76)
Sin embargo, para tener en cuenta una universalidad del lenguaje
mismo, podría partir entonces de algunos estudios realizados a través de la
filosofía del lenguaje, los cuales generaron distintas revisiones y análisis para
saber qué tipo de discurso o palabras son más utilizados desde nuestra realidad
social y cultural, pues si bien sabemos, el lenguaje no solo lo utilizamos para
hablar del mundo, sino que también es usado, para enunciar los deseos,
necesidades y demás acontecimientos humanos, partiendo de que todas estas
formas de expresión dan pie para observar que la forma del lenguaje, es tanto
desde lo ético como desde lo estético, refiriéndose así, a las cuestiones
netamente de pronunciación, expresión y articulación; pese a lo expuesto
anteriormente, considero que no basta solo con estudiar la estructura y la forma
de las expresiones hechas, sino que también es importante observar y
reconocer la finalidad del acto comunicativo, pues el lenguaje, cada vez más
incita al hombre a crear, a dar nuevos y diversos sentidos a sus prácticas
comunicativas, impregnándole de esta manera su sello, tan personal y radical
que a veces logra fastidiar; de todas maneras, cabe enunciar, que una vez que
se va interpretando el mundo por medio del lenguaje, debe tenerse un
consenso por medio de la palabra, lo cual permitirá hacer una cierta
identificación de la realidad en que se atrapa y desenvuelve el otro, y a partir
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 76
de ahí, comenzar una estrecha vinculación entre acto-lenguaje, que permita
involucrar al otro en los procesos del habla, ya que esta permite crear acciones
interpretadoras del mundo y la realidad vigente, tomando así el lenguaje, desde
una perspectiva subjetiva, la cual concluye en sentir propiamente la experiencia
humana, permitiéndole de esta manera al ser humano, hacer un nombramiento
certero a través del lenguaje, poniendo en práctica al mismo tiempo su
identificación previa con lo que expresa, vivencia y representa,
fundamentándose desde su conocimiento, el cual se hace explícito mediante la
resocialización con otros individuos; y para dar validez a este criterio un tanto
personal pero también anclado desde las teorías, es importante destacar cómo
Gadamer denomina al lenguaje como palabra creadora, y a su vez como arte,
tiempo y verdad.
Lo que es el lenguaje en cuanto lenguaje y eso que buscamos como
verdad de la palabra no es inteligible partiendo de las formas
“naturales” —así se las conoce— de la comunicación lingüística, sino
que, al contrario, estas formas de la comunicación son inteligibles en
sus posibilidades propias partiendo de aquel modo poético del hablar
(Gadamer, 1993, p.14)
Dado entonces que el lenguaje está completamente ligado al espacio
académico, es conveniente, tener en cuenta que, según Levinas, desde una
perspectiva fenomenológica ortodoxa aprender sería una derivación del
prender, es decir, del captar, del agarrar. El aprender domina y posee lo
aprendido, y no es un prender puramente metafórico. Digámoslo en una
palabra: en la tradición filosófica occidental, el aprender prende. Percibir es
captar, y, nos recuerda Levinas, que el “concepto” (Begriff) conserva ya este
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 77
significado de “dominación” (greifen). Según él, la relación con el otro no puede
comprenderse, como hemos visto, a partir de la intencionalidad; todo lo
contrario, hay que concebirla en términos opuestos a la luz (conocimiento,
saber, representación, intencionalidad). Y es aquí el lugar, en el que el joven
Levinas introducirá un término que ya no abandonará y que volverá a recuperar
en totalidad e infinito: el eros. La relación con el otro –la educación– no es
mayéutica, sino erótica. (Mélich, s.f. p.153)
Es por tal razón que Levinas, una y otra vez, por medio de sus
argumentos sobre la pedagogía y la formalización de la escuela, escudriña
ideas con base en una pedagogía guiada por el rostro, aspecto importante que
se convierte en el punto de partida para validar que la educación debería ser un
tú a tú, para que este espacio, sea completamente un vivir al otro y en el otro,
es por ello entonces, que teniendo como referente esta idea, puede asumirse
entonces, que la pedagogía debe:
(…) Saber, que, en sentido estricto, el rostro no se puede definir
porque no es, no es ser, es lo que está “más allá del ser”. El rostro escapa a
la ontología; la quiebra, la resquebraja. Y precisamente por esta razón, para
Levinas no hay, en rigor, fenomenología del rostro, porque el rostro no es
fenómeno. El rostro no es, acontece, rompe la identidad del yo. El rostro es
lo que no se puede comprender, es lo que no se puede asimilar. Por eso es
disimilador. No puede ni contenerse ni reconocerse. Es verdad que el otro
siempre es, de una forma u otra, una “imagen-de-otro”, pero el otro, como
rostro, es lo que rompe toda imagen, todo concepto y todo lenguaje. El
rostro del otro no puede ser expresado, no puede ser dicho. El rostro se
halla más allá del mythos y del logos. Es lo otro de la palabra, lo
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 78
radicalmente otro. No es posible describir el rostro, decirlo. No es posible
hablar del rostro. Una lectura de El tiempo y el otro nos da a pensar que, a
partir de Levinas, el rostro no se puede concebir en términos de
conocimiento o de representación; por eso, el rostro no es ni mythos ni
logos, sino eros. El rostro es más diabólico que simbólico, porque la palabra
del rostro ya no tiene vocación de síntesis, de una comprensión, no puede
ser simbólica. (Mélich, s.f. p.54)
Lo anterior, se retoma ya que al tener presente que solo se tiene una
completa visión e interpretación del lenguaje, al producirse con una verdadera
intención de comunicar, y más que ello, cuando se es realmente consciente y
trascendente para el ser humano. Avanzando en el discurso, es importante
reconocer las diferentes temáticas propuestas por Gadamer en sus textos “Arte
y verdad de la palabra” y “Verdad y método II”, las cuales han sido fuente vital
para reconocer el lenguaje como un ente movilizador del pensamiento,
retomando así las consideraciones sobre las ciencias humanas o conocidas
también como las ciencias del espíritu, las cuales están ligadas con la
utilización de métodos, entre ellos el hermenéutico, el cual está basado
principalmente en la comprensión de las cosas intentando de esta manera
explicar las relaciones existentes entre diferentes hechos y los contextos en los
que surgen.
A partir de ello, es importante reconocer que toda comprensión es algo
significativo y es ahí donde se supone que le aportamos alto grado de nuestros
prejuicios, a lo cual Heidegger denominó círculo hermenéutico, del cual puede
deducirse que comprendemos sólo lo que ya sabemos, lo anterior desata varias
implicaciones que hacen tener diferentes visiones de ello, ante lo cual
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 79
identifican algunas de ellas, partiendo en un primer aspecto la pre-
comprensión, mediar el reconocimiento de las cosas, en donde empiezan a
fusionarse los horizontes que permite hacer una tradición de lo previamente
comprendido a través de la que se hace una actualización del conocimiento,
promoviendo así la escucha con sentido crítico que permita favorecer la
interpretación, lo cual estará siempre equilibrado por los interrogantes que se
suelen hacer interrogantes y prejuicios.
Ahora bien, partiendo desde las concepciones del círculo hermenéutico,
sin duda alguna, cabe resaltar que la palabra no es sólo individual, sino que se
convierte en algo singular, ya que al estar unidas conforman el discurso , pues
la expresión está vinculada más bien con un uso lingüístico, según el cual la
palabra tiene un significado colectivo e implica una relación social; y es ahí en
donde se empieza con el juego del lenguaje, en el que se hace imprescindible
el reconocimiento de la técnica y de las reglas que se vinculan dentro del
proceso del habla, las cuales al momento de llevarlas al extremo dan una
completa transformación individual, partiendo así desde una movilización del
pensamiento y un acercamiento concreto entre lenguaje y el habla.
En efecto, para Gadamer (1993), la lingüisticidad de nuestra experiencia
con el mundo, se relaciona con todo aquello que puede ser reconocido o
interpretado como ente, en donde las relaciones establecidas entre lenguaje y
mundo no significan que este se haga objeto único del lenguaje; pues lenguaje
y mundo no están separados ni pueden estarlo, porque el mundo del lenguaje
es el lenguaje, que se funda en la representación del mundo. Para Gadamer
(1993), la experiencia lingüística del mundo es absoluta, lo que significa que es
ahí, en esa experiencia, donde se encuentra la verdad, y que es ahí donde hay
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 80
que recolectarla, asimilarla en una palabra, que es ahí, donde nos apropiamos
literalmente de lo adecuadamente dicho y referenciado.
Cabe resaltar entonces, que el ser humano en la medida en que es un
ser dotado de palabras, puede convertir su palabra en una palabra ética. Dicho
de otro modo, la ética reclama su clase de trato, de trabajo con la palabra,
evidentemente, pero especialmente con la palabra del otro; implicando así una
donación, un dar y darse en la palabra teniendo en cuenta entonces, que la
palabra se mantenga viva y logre manifestarse desde el ámbito relacional con
ese otro que a veces puede ser un yo mismo. Es de esta manera, como para
Levinas somos (éticamente) seres en cuyo ser nos va el ser del otro. La ética es
dar cuenta del otro que sufre, del otro-doliente, del otro-vulnerable. Y, en este
sentido, la ética es lo que distingue educar de adoctrinar. Es verdad que en toda
relación educativa se transmite una gramática moral, pero si la relación es
educativa entonces no solamente se transmite una gramática moral. Para que
la educación sea educación es necesario que tenga lugar lo que en otro lugar
hemos llamado un acontecimiento ético. (Mélich, s.f. p.53)
Se debe reconocer, que los seres humanos tenemos la necesidad de
formar parte de un círculo social, al igual que también se nos es vital día tras
día construir un equilibrio tanto del adentro como del afuera, es decir formar un
equilibrio partiendo de la frontera ubicada entre el mundo y yo, en donde entra
juego el exterior y el interior que subjetiviza a los individuos y por ende los
determina. Además se adhiere a esto, las costumbres que parten de una cultura
transgeneracional la cual forja nuestra personalidad desde pequeños y la
manera de convivir y ser hacía con los demás, así que al crecer y
desarrollarnos nos desenvolvemos en otros círculos como lo es la escuela y las
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 81
amistades, con el paso de los años también en el trabajo, lo cual esto también
nos enseña a comportarnos o determina el actuar bajo las algunas
circunstancias, claro que no se trata de fingir ser personas que no somos, sino
aprender de los demás y que sus enseñanzas y ejemplo tengan un impacto
positivo en nuestras vidas para poder vivir un equilibrio entre yo y el mundo.
Sin embargo, es indiscutible no acudirse a la palabra ética, que a partir
de Levinas, “Seria para comenzar teniendo en cuenta en que la ética no hace
referencia tanto al deber o al bien, la ética no hace referencia tanto al deber o al
bien, sino a la historia y al sufrimiento, a un sufrimiento que, como vamos a
comprobar, siempre es inútil”. (Mélich, S.F). Sería como partir de aquello que
determina al ser humano, aquí, resulta importante, resaltar que la ética no
constituye un andamiaje de límites predeterminados en la conducta, sino la
construcción de criterios de manera autónoma para llegar a la felicidad en un
marco de respeto y responsabilidad consigo mismo y la sociedad, lo que implica
un principio de compromiso y de permanente reflexión en torno a la conducta
que refleja el propio comportamiento, a fin de crear una mejor empatía con el
prójimo, y recibir del mismo modo un trato respetuoso y noble, siempre que se
lo propongan, pues la ética también nos orienta a ser autónomos y tomar
decisiones en nuestros comportamientos cuando en ocasiones no deseando
reflejar malas expresiones y malas palabras tenemos que actuar en una actitud
de distanciamiento a fin de evitar la agresividad o por el contrario de mesura a
fin de aportar para la reconciliación y activar la construcción de sentido desde lo
absoluto para moderar los actos triviales que hacen daño a sí mismos y al otro.
En este sentido se concibe la “ética no tanto por la idea del deber, sino
por la percepción de lo que de cualquier modo está bien, de modo que se tenga
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 82
en cuenta no solo la perfección en general mirada desde las virtudes éticas,
sino también aquellas que tienen que ver con la recta razón, de modo que se
sepa actuar estableciendo clara diferencia entre los actos éticos absolutos y las
acciones triviales que tratan de desvincular la razón del obrar humano y darle
más valor al placer y al poder que a la ética y la moral, cuando se trata de
construir un ser humano íntegro capaz de moderar sus instintos, sus pasiones y
su caprichos, a partir de sus principios y sus valores para alcanzar la verdadera
autonomía y la verdadera felicidad que nos hacen hombres libres capaces de
definirse y construirse de forma auténtica sin que influya en nuestro propio
carácter aspectos comportamentales que no corresponden ni en una vida, ni en
un actuar liberador del espíritu y mucho menos en poner a prueba esa
tenacidad que nos reafirme en convicción de hombres y mujeres.
Agregando a lo anterior el referirnos al rescate de la condición humana
es casi que nuestra misión en este trabajo, pues antes que ser docentes, somos
seres humanos, por tanto como dice Mélich somos seres frágiles, finitos, con
miedos, temores, inseguridades, pero así mismo con muchos sueños que nos
impulsan a vivir, qué sería de nosotros sin el deseo de materializar nuestros
sueños. Quizá muchos al leer esta parte piensen en que somos unas soñadoras
como todas las personas que se acercan a sus grados, y acaso graduarnos no
era también un sueño que estamos viendo hecho realidad, que está siendo
materializado.
En este sentido, humanizar es nuestra misión como docentes, y ya es
sabido que estamos inmersos en una educación que se dirige por el
adoctrinamiento, esto quiere decir una educación que se olvidó del ser, por
tanto, se pretende humanizar a partir de la otredad y con esto nos referimos a
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 83
reconocer al otro desde su historia, desde sus narrativas, atendiendo a la
diversidad y a la identidad del sujeto, se trata pues de una educación en la que
todos somos humanos a partir del saber, el sentir y el ser.
Entre otras cosas cabe también seguirnos preguntando por el papel que
juega la escritura en todo esto, pues valga la pena aclarar que el acto de
escribir es sinónimo de libertad y es el que nos permite materializar todas esas
historias y narrativas de vida, es decir, a través de la escritura la otredad, la
educación y la mismidad toman forma y cobran vida, pues para escribir
debemos partir de lo qué es el otro y de lo que soy yo mismo, en pocas
palabras, la escritura desde el punto de vista que la estamos planteando aquí
es poder ver diversas historias de vida convertidas en líneas. Así las cosas
debemos alejarnos de esa lógica racional y academicista que tanto acoge la
cientificidad, pues si bien es cierto que la escritura es concebida como un acto
desinhibidor y sinónimo de libertad, lo es con mayor razón el hecho de que no
podemos limitarnos a escribir sin que se sienta nuestra subjetividad. Pues el
sujeto está involucrado en todo.
Es por ello que Mélich nos invita a no tener miedo de las paradojas.
Dejar de pensar en categorías y hacerlo en escenas, en imágenes, en
metáforas, en relatos. Un pensamiento fragmentario, abierto, no
sistemático, un pensamiento contrario a la lógica metafísica, una lógica que
siempre tiene respuestas para todo y que, por eso mismo, nos aleja de la
vida. (2015, p. 6)
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 84
Lo anterior permite ver que nuestra relación con el mundo radica en la
relación con el otro y por supuesto con uno mismo, de igual manera se trata
pues de ser y no sólo estar en el mundo, además estamos inmersos en una
sociedad donde el concepto de educación, de humanidad, se ha reducido a lo
simple, a lo lógico, a lo científico. Donde tú voz como sujeto que piensa, siente,
tiene búsquedas y se cuestiona no cuenta, sólo importa lo exacto, los
resultados, pero dónde queda el proceso, el camino, el recorrido para llegar a…
de hecho nuestra mente se torna estática, alienada, inflexible; se trata pues de
romper un poco con esto, y dejar entrar la voz del sujeto.
Es así como Estanislao Zuleta también nos hace cuestionarnos sobre
ese asunto, de hecho plantea que ningún origen filosóficamente elevado o
supuestamente divino, inmuniza a una doctrina contra el riesgo de caer en
la interpretación propia de la lógica paranoide que afirma un discurso
particular – todos lo son- como la designación misma de la realidad y los
otros como ceguera o mentira. (1985, p. 11)
Con lo anterior, Zuleta se refiere a que socialmente tendemos a idealizar
un modelo a seguir, en este caso podemos tomar como ejemplo la educación,
entonces ocurre que nuestro sistema educativo pretende lo estático, lo riguroso,
someter los estudiantes a un sistema en el que la finalidad es salir a producir,
de modo que el sistema se reproduzca, así como la analogía de la fábrica, es
decir, la escuela es similar a una fábrica en el sentido que existen unas normas,
un uniforme, unos obreros( estudiantes) y una autoridad ( docente) , de este
modo prevalece tener este ideal, por tanto, no importa nada más, sólo ese
discurso técnico, disciplinario, objetivo de lo que debe ser y tiene que seguir
siendo la escuela, entonces, esto se convierte en una forma lógica de ver la
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 85
realidad y cualquier otro discurso como por ejemplo la pedagogía crítica, que
irrumpe con esto, o por ejemplo la investigación narrativa, o otros modos de ver
la escuela se convierten en un discurso no válido, por tanto, se le acusa de ser
falso, o de que las personas que lo suscitan sufren una ceguera educativa.
Por otro lado, tenemos un aspecto central que es el lenguaje y ya es
sabido que este se constituye como el vehículo por excelencia que nos permite
comunicarnos, y ese hecho de comunicar implica tener un intencionalidad en lo
que se quiere expresar, en el efecto que se quiere producir en el otro, es así
como al expresarnos en cierta medida exponemos nuestro ser, y es a través
de las palabras que también llevamos a cabo este acto de expresar, son
entonces las palabras un arte paradisíaco capaces de mover muchas cosas en
nuestro ser, como dice La muchacha de Catulo “Las palabras acarician o
hieren. Perduran. Y tienen tanto poder que pueden hundir o defender”. Con una
palabra te anulan o te engrandecen, y ni hablar del silencio, ese momento aquel
cuando la palabra brilla por su ausencia. Es tan fácil mitigar el dolor con las
suaves palabras que acarician lo más profundo de nuestra alma, pero es tan
fácil dañar con esas palabras aguzadas y ásperas que penetran en lo más
recóndito del corazón.
De este modo las palabras se van convirtiendo en un arma con poder,
por eso al hacer investigación narrativa que se trata precisamente de narrar
con palabras evocamos situaciones, historias de vida y con ello humanizamos,
de hecho las palabras nos permiten evocar, volver a vivir.
Se comprende entonces que el lenguaje nos permite relacionarnos con el
mundo, con el otro y con nosotros mismos. De igual manera, cada
acontecimiento que vivimos, nos mueve, nos impulsa a ser, a hacer, y a
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 86
cuestionarnos, por tanto, esto nos conduce a pensar nuevamente en la otredad,
en la diversidad, en permitir que el otro tenga un lugar, desde sus
acontecimientos.
Veamos que, según Mélich (2015) un acontecimiento es algo que nos
marca, deja una impronta en nosotros y son estos los que debemos tomar en la
educación, para llevar a cabo ese proceso de humanizar que tanto se ha
planteado.
Es por ello que un acontecimiento no es un suceso. Cada día suceden
hechos a nuestro alrededor que no nos cambian la vida, que nos alteran la
agenda cotidiana. Sin embargo, cuando tiene lugar un acontecimiento, nada
vuelve a ser como antes. Aparece una grieta en el tiempo, en la historia. Hay
un trauma implícito en el acontecimiento que no se puede suturar. Siempre
quedará una marca, una señal, una cicatriz. El acontecimiento es,
conscientemente o no, inolvidable. (p. 16)
En definitiva pretendemos abordar aquí al otro, en su totalidad, con sus
emociones, pensamientos, acontecimientos y mundo de la vida, propiciando así
un rescate de la subjetividad, de modo que se haga válida y patente esa
palabra humanizar, y como si fuera poco, no ser ajenos que para ello
recurrimos al lenguaje, la escritura, la palabra, el pensamiento flexible no lógico
y riguroso, y haciendo así un ejercicio hermenéutico e interpretativo de lo que
fuimos, somos y podemos llegar a ser en relación con el mundo, con el otro y
con nosotros mismos.
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 87
2. ESCRITURAS OTRAS
2.1 EL YO COMO OTRO
Es la identidad de la historia
La que hace la identidad del personaje.
Ricoeur.
El corazón me palpitaba fuerte e intensamente, nunca me he enamorado,
o bueno tal vez de mí, pero nunca lo había escuchado tan alborotado, tan
acelerado, tan inestable. Yo, que poco me he permitido escucharlo, en esta
ocasión no se trataba si quería hacerlo o no, porque el sonido de su latir me
hacía mover el alma pero de forma más notoria me hacía sacudir el cuerpo, no
sé si usted al igual que yo sintió esto antes de ingresar al aula de clase por
primera vez y quizá también por muchas veces.
Es así como mi corazón me grita que la tarea educativa, se apega a mí,
es un día aparentemente normal como cualquier otro, pero en el transcurso de
éste, recuerdo que hoy inicio mis prácticas pedagógicas en la nocturna, en la
institución educativa Diego Echavarría Misas en Itagüí; mediante este recuerdo,
se apodera de mí una fuerte preocupación, que no deja más que interrogantes
sin respuestas ¿Qué estudiantes me corresponderán? ¿Cuál es el sistema
interno allí? ¿Cuál es el nivel de vulnerabilidad de los estudiantes? ¿Qué
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 88
problemas envuelve la institución? Cuestionamientos en los que el otro o en
este caso los otros y su posible condición no dejaron de moverme hasta tiempo
después; esa noche, la incertidumbre fue la compañera de turno, conocí el
grupo clei II en el cual se suponía que me iba a desempeñar, pero cuando hago
contacto con la docente cooperadora me hace saber que no trabajaría con todo
el grupo, y que solo estarían a mi cargo 6 estudiantes que ante los demás son
los únicos que no han accedido a los procesos de lectura y escritura.
Al escuchar esto, comprendí que algo andaba mal, fueron unas palabras
rotundamente dolorosas, pero el hecho o más bien la realidad era esa, antes los
19 estudiantes que me había presentado, solo en 6 debería intervenir ¿Cómo
es posible que 6 estudiantes sean apartados del aula porque no saben leer y
escribir? ¿Por qué no saben leer y escribir? Para dar respuesta se debe iniciar
entonces por cuestionar el sistema operativo con el que el estado juega a
educar, en donde lo que le interesa es homogeneizar las situaciones y
circunstancias del ser, y en otras palabras es un sistemas que no está hecho
para reconocer el otro, ni mucho menos para aprender de él, y es en medio de
este sistema educativo que la labor de los docentes se basa en incluir pero a la
vez cuando se pronuncia la palabra ya se está excluyendo; y esto es lo que
transversaliza a los jóvenes y adultos que acuden a una educación bajo la
modalidad de nocturna, en donde la mayoría han tenido problemas en su vida
que no le han permitido desarrollarse dentro del ciclo normal establecido.
Aún rodeaban en mi mente esas palabras, pero era momento de conocer
a esas 6 personas, al suceder esto, delimitó que son seres humanos que han
sido permeados por situaciones que nadie desea pero que a muchos les
ocurren, situaciones como la violencia intrafamiliar, la escasez de recursos, el
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 89
bullyng al que fueron sometidos en las demás instituciones educativas, las
dificultades como el retardo mental leve, que claramente afectan lo cognitivo;
aspectos que han dificultado un poco, su acercamiento con la escuela, con la
vida académica y sobre todo la relación con la lectura y la escritura; pero esto
resulta ser paradójico e incoincidible se han pasado aproximadamente de 19 a
30 años divagando en el mundo, envueltos en una sociedad en donde se
requiere de estas dos habilidades básicas para sobrevivir; la pregunta sería
¿cómo se desenvuelven en la vida?¿Cuál es su fuente de ingresos? ¿Cuál es
la calidad de vida que llevan? Pero bueno el hecho es que están acá, o mejor
dicho la presencia de ellos en este lugar, es dado a que su ser se ha movilizado
hacia el deseo de saciar la necesidad que el mundo ha generado en los
individuos, esa necesidad, proporcionada de forma directa e indirecta. Hablo de
directa en momentos tan puntuales como tomar un bus, y tener la imposibilidad
de conocer hacia dónde se dirige, a no ser de que cada que te montes en un
bus, preguntes ¿para dónde va? o ¿pasa por “x” lugar?, y de forma indirecta un
ejemplo claro es la tecnología, que cada vez nos monopoliza más y más, pero
que nos exige leer y escribir para hacer un uso básico y correcto de ella.
No siendo más emprendemos una tertulia, en donde cada uno se
identifica, y narra su historia de vida de forma breve pero muy significativa, al
suceder esto percato, que cada sujeto que se narró , nace de un yo y de las
particularidades del mismo que cuando lo deja ver se convierte en otro, en otro
que puede identificarse o no con relación a los otros que lo rodean, en este
sentido todos mediante la subjetividad dejan ver a otro que ha carecido de
amor, pero que a su vez es el tema que más los apasiona, como es posible que
¿lo que más nos gusta es lo que menos tenemos? amor, sentimiento que el
mundo ha olvidado, nadie quiere a nadie, todos somos unas islas, en donde no
nos importa el otro, en donde predomina el “yo”, una y otra vez, en pleno
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 90
apogeo de la inhumanidad; es impactante, y además todo un reto, tomar el
amor como un pretexto para enseñar a leer y escribir, nunca lo había pensado,
pero es precisamente ese nuevo pensamiento quien carcome mi dormir en esta
noche.
Luego de una noche de insomnio, puedo ver de forma más clara una luz,
que me invita a perder el temor; el temor por abordar un tema del que yo misma
había olvidado, pero que a los estudiantes atrapaba e interesaba, el cual debía
acoger si quería obtener excelentes resultados con estos jóvenes y adultos, así
que saque ese miedo que habitó en mí por un par de horas, y luego pensé, si
esto es lo que les gusta, mediante esto van a aprender a leer y escribir
convencionalmente.
No fue fácil, el amor se manifiesta de formas tan distintas, y en
momentos tan fugaces durante la vida del ser, pero más que esto lo que me
inquietaba era cómo retomar el asunto del amor dentro de la escuela, o mejor
dicho ¿cómo jugármela con la malla curricular que claramente no lo toma por
no ser algo objetivo?, pero fue gracias al propio interés de los educandos que la
estrategia del amor los llevo a leer y escribir tal y como la escuela quería, así
que pude justificar mi actuar con los resultados que yo había logrado junto con
ellos.
Inician las sesiones de clase, y el amor es mi asociado para involucrar a
los estudiantes con las letras (vocales y consonantes) mediante hechos
netamente de cotidianidad; semblante que hace más vivencial y participativo el
proceso; el amor por una pareja, fue su principal interés, en esta medida, la
curiosidad por conocer cómo se escribía el nombre de esa persona a quien se
ama, fue un elemento fundamental, en el sentido a que nadie, se le olvida el
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 91
nombre de la persona que ama, y en el caso de la escritura, a nadie se le olvida
como se escribe el nombre de aquella persona, así que todos conocimos quien
amaba a quien, pero lo trascendental es que en su mayoría saben cómo se
escribe el nombre de su amado o amada; incluso el de sus compañeros y
compañeras; por ejemplo Rosa, es un personaje que ha cobrado vida dentro del
aula de tal forma que son capaces de escribir y leer la palabra, pero es eso lo
enriquecedor, conocer del otro y en esa misma línea aprender de él, de sus
gustos e intereses.
La historia de Rosa, está cargada de sentido y de gran importancia, esta
chica es una estudiante más de la nocturna, pero del grupo clei IV, y es fuente
de enamoramiento para un adulto del grupo, con la diferencia, de que ella no lo
sabe, y por ello, se ha convertido en una historia crucial, en el sentido en que es
un amor inconcluso del cual nadie conoce donde va a terminar, entre todos
intentamos escribirle cartas contándole lo especial que es el chico que por ella
siente algo especial.
Es precisamente mediante este tipo de relatos que se abre el espacio
para identificar la otredad y con ella la diversidad de personas que llegan al aula
de clase, y es así como cada sesión me generaba un sentimiento de felicidad,
fue un encontrarme con lo que yo he creado, y sobre todo fue volver a leer y a
escribir pero en otra piel.
Daniela Rodríguez Montoya
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 92
2.2 CORAZÓN Y EDUCACIÓN SON SINÓNIMOS DE VIDA
“Yo soy en la medida que dejo ser al otro”
Freire
Si la educación no trastoca lo más profundo de nuestro ser disipa
completamente su rumbo, podríamos hablar de aquel sujeto que “prepara” una
clase, quizá posee un saber, sin embargo, continua sin incomodarse,
cuestionarse o molestarse por alguna situación que se presente con alguno de
los seres tan maravillosos que en cierto modo tiene la oportunidad de
enseñarles a vivir, ser felices o simplemente frustrarlos y amargarles su vida,
llenándolos de sinsabores y haciendo que los días se pierdan entre las horas,
amaneceres, atardeceres y anocheceres que no provocan más que una
monotonía y nada de sorpresa.
En este sentido, que bonito es maravillarse, dejarse inquietar por
aquellas situaciones que sentimos ajenas, que de alguna manera escapan de
nuestro control, que no podemos nombrar, y por tanto, nos angustian porque no
podemos identificarlas ni mucho menos saber si son “normales” para darles la
“mejor” solución, sí es que en verdad se trata de un problema. Para muchos es
preferible quedarse estático, y continuar alienados a un régimen que de cierto
modo genera “tranquilidad”, pues no se le da lugar a la reflexión, al pensarse y
sentir realmente la educación.
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 93
Es así como me refiero al sentir porque en realidad es una palabra muy
bella que aborda cantidad de significados, pero que pocas veces se le da su
verdadero sentido; por tanto, ese sentir al que hago alusión trasciende más allá
de decir: “Los estudiantes son muy lindos, yo los quiero mucho”, dado que está
muy bien amarlos, pero el hecho radica es en pensar qué estoy haciendo yo
con ese “Los quiero mucho”, supongo que valdría la pena preguntarse “Los
quiero” cómo, quizá como futuros productores de un sistema que sólo
pretende “enseñarles” a hacer, y a restarle importancia a lo que les dicta su
corazón, a ser libres, autónomos, críticos, a que se reconozcan como sujetos
capaces de tomar decisiones; además con un valor tan grande para
transformar su mundo de la vida y tener una existencia plena, feliz, o por el
contrario, los quiero libres, capaces de enfrentar la vida, desafiando
experiencias que les permita tomar decisiones, asimismo aprender de los
errores, enfrentar miedos, fracasos y temores; capaces de afrontar las
incertidumbres de la vida por pensar demasiado en el pasado, y por no saber lo
que les aguarda el futuro, ya que de esta forma dejamos escapar lo que
tenemos de algún modo en nuestro control que es el hoy, el presente, el aquí y
el ahora; sencillamente son asuntos que dan vueltas en mi cabeza, y por los
que he llegado a pensar será que ahora lo veo así porque estoy iniciando este
maravilloso mundo de ser maestra, porque es lo que pretendo llegar a ser, o
será que en realidad siento que todo mi corazón, mi ser y mi vida están
expuestos cada vez que entro a un salón de clase y veo cantidades de ojitos
atentos esperando qué tengo yo para abrirles su mundo, sus posibilidades.
Pues en mí está alegrarlos o aburrirlos, y aunque es algo que quizá parezca
muy “normal”, muy cotidiano y pese a que a muchos les parece lo más banal
llegar a dar su clase e irse a la siguiente hora, al próximo grupo, pero es que a
mí todo esto me apasiona, y lo siento palpitar en todo mi ser de futura maestra.
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 94
Ahora bien, pretendo citar un planteamiento de Maria Zambrano que
presenta en un texto cuyo nombre es: “La mediación del maestro” en el que me
encanta esa forma como la autora alude a ese temblor que un verdadero
maestro siente antes de iniciar su encuentro con los estudiantes, pues ya su
sola presencia y silencio antes de la palabra están hablando a los estudiantes,
además me parece muy bello esto que ella dice de ese temblor porque cuando
a uno realmente le importan esas personitas que están allí esperándonos,
entonces, uno sabe y siente en su corazón que son seres humanos los que
están ahí y por tanto, merecen amor, entusiasmo, buena voluntad, saber y
esperanza de nuestra parte, dado que la educación es aprender del mundo, de
mi realidad como maestra y de las realidades y experiencias de mis
estudiantes.
Por lo anterior vale la pena citar aquí esa idea tan bella a la que alude
Zambrano: “Podría medirse quizás la autenticidad de un maestro por ese
instante de silencio que precede a su palabra, por ese tenerse presente, por
esa presentación de su persona antes de comenzar a darla en activo y aún por
el imperceptible temblor que le sacude. Sin ellos, el maestro no llega a serlo por
grande que sea su ciencia. Pues que ello anuncia el sacrificio, la entrega”.
En esos momentos en los que tienes que enfrentar tu mundo interno, tus
propias circunstancias, quizá tus angustias, miedos, sinsabores, incertidumbres,
fracasos, desilusiones con el mundo de tus prácticas. Al llegar allí al salón de
clase esos aconteceres internos que tú traes como maestro deben cambiar o
por lo menos alejarse de tu mente y de tu corazón. Desde el momento en que
entras al colegio lugar donde te aguardan ansiosas unas bellas y sinceras
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 95
sonrisas, unos cálidos y dulces abrazos que deben de animarte y generar en ti
una satisfacción y alegría que no se encuentran a la vuelta de la esquina .
Al llegar y sentarme en una de las sillas amarillas exactamente la que
queda frente al parquecito de los chiquitos más grandes de la institución, es
decir, transición, puedo contemplar en ese parquecito la esencia misma de la
infancia, de esa felicidad y alegría que implica ser niño, viven con tanta
naturalidad, espontaneidad que el tobogán y la pequeña casita reflejan ese
regocijo, esa plenitud de la infancia. Al estar aquí sentada esperando el sonido
de la campana para llegar a un salón donde me espera la ternura, las sonrisas
bellas, las miradas tiernas y de expectación, el grado 4-01 donde mis pequeños
se sumergen en sus grandes, fantásticas y dulces aventuras, donde siempre
tienen una sonrisa dulce para regalar y unas cálidas ganas de aprender.
Durante mi espera muchos pensamientos revolotean por mi cabeza, de
pronto pasa una chiquita para el baño: - ¡Hola profe! Y en sus labios se dibuja
una sonrisa, yo también le respondo a su saludo y continuo mirando la hoja de
papel en la que estoy escribiendo estas líneas. La verdad hoy es un día en el
que me siento bajita de nota por circunstancias personales que hacen flaquear
mis ilusiones, sin embargo, la sonrisa tierna, sincera y dulce de un pequeño se
convierten en una caricia suave para mi corazón, quizá esto esté sonando muy
poético… simplemente estoy permitiendo que las palabras afloren tal y como
las estoy sintiendo, es una necesidad el escribirlo y es inevitable desligar la
propia vida personal de otro hecho que también es importantísimo para mí tal y
como lo es la educación. Yo sé muy bien que en cualquier momento a todos
nos ha pasado así , llegamos a nuestro mundo laboral cargados y hasta
recargados de nuestras emociones, el hecho está es en saber reconocer que
ambas circunstancias son diferentes y que lo importante es hacer nuestro
trabajo con mucho amor y disfrutar de cada detalle porque en el momento de
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 96
ingresar al salón de clase todo cambia para mí, es como introducirme en otro
mundo, en el cual olvido esas desilusiones y empiezo a vivir como en un dulce y
mágico sueño , en el que los niños me contagian con su alegría, en el que mi
pasión por enseñar y compartir con ellos se desborda y todo fluye de una forma
tan bella que el tiempo se escapa como agua entre las manos y la experiencia
de estar en cada clase empieza a llenar de sentido mi práctica pedagógica, mi
ser de maestra resignificando y reafirmando que estoy en el lugar correcto, que
no pude haber elegido mejor profesión que esta de llenarse de alegría
mutuamente entre conocimiento y amor.
Lo anterior me lleva a pensar en una pequeña cita que leí hace poco de
un autor que me encanta cuyo nombre es Joan Carles Mélich, lo admiro mucho
porque siento muy bella su postura frente a que todos los seres humanos
somos frágiles, finitos, débiles y que nuestra condición es precisamente esa de
irnos desvaneciendo a medida que pasa el tiempo, un tiempo que es
apremiante y que nos va robando lentamente la vida, entonces vale la pena
pensar aquí que nosotros como maestros no trabajamos ni con números, ni
mucho menos con algún producto, pese a que así sean considerados los
estudiantes como también lo plantea Estanislao Zuleta, lo bello aquí es que
estamos trabajando con seres humanos, precisamente seres que tienen una
historia, un devenir en el tiempo porque todos somos, vamos siendo y podemos
dejar de ser, así que me parece oportuno citar aquí a Mélich con lo siguiente:
“El educador debe dar testimonio de la provisionalidad, de la
vulnerabilidad y de la contingencia propias de la condición humana. Sin este
testimonio, la educación llega a ser fácilmente un instrumento al servicio del
totalitarismo. Por este motivo, una filosofía de la finitud es sobre todo una crítica
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 97
radical del poder. Una filosofía de la finitud acaba siendo una poética de la
finitud. Llega un momento en que la palabra estrictamente filosófica descubre
que ante los aspectos más relevantes de la vida humana ha de dejar paso a las
palabras múltiples del universo literario. La palabra del filósofo permanecerá en
silencio y entonces será el poeta el que tome la palabra”.
Entre otras cosas tenemos también que son muchos los temas y
también los contenidos de lengua castellana por abordar, pero más que eso
están todos los momentos que tenemos segundo a segundo, minuto a minuto
por vivir, cada minuto compone una hora que puede ser un tiempo muy
maravillosamente vivido y aprovechado, o por el contrario, un tiempo aburrido y
que tan solo transcurre sin regalar el más mínimo sentido, no puede, ni mucho
menos debería ser así, por el contrario, cada segundo, cada minuto de ese
tiempo debe irse marcando a medida que transcurre la felicidad y alegría. Es
ese sumergirse en contenidos temáticos que están estrechamente entrelazados
con experiencias de vida y que trascienden más allá del reloj.
Cada clase es una experiencia diferente, pero no por eso deja de ser
enriquecedora, el día de hoy al entrar en el grado 4-01 los chiquitos me
esperaban alegres, así que después de saludarnos y ver sus caritas motivadas
y con las energías bien puestas para hacer una dinámica decidí hacerlo, así
que ellos me dijeron que sí hacíamos la pausa activa de la “Reina Pide”, de
modo que los complací e iniciamos el juego. Durante este nos divertimos
muchísimo porque la reina pedía desde unas medias, cordones, zapatos hasta
un chulo rojo, y empezando que el uniforme es café clarito lo cual indica que
está radicalmente prohibido un accesorio para el cabello de un color diferente y
más si se trata del rojo, la verdad fue muy divertido y una buena excusa para
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 98
iniciar mi clase y dejar lo de la baja de nota que les narraba en los párrafos
anteriores totalmente a un lado. Entonces después de jugar continuamos con
lo que seguía, se trataba pues de abordar un tema, en este caso fue conocer
las partes de la oración, es decir, sujeto y predicado, de modo que inicié con
una oración, pero que fuera creación de ellos, ya que me encanta hacer las
clases participativas y tener siempre en cuenta los pensamientos de mis
chiquitos, de hecho, son ellos mismos quienes me dan las ideas para trabajar,
pues a partir de sus propias construcciones en las que están reflejados sus
intereses yo oriento mis clases según mi intencionalidad pedagógica. Por tanto,
la oración con la que iniciamos fue escrita en el tablero por uno de los chiquitos
y era la siguiente: “El perro es lindo”, así pues que empezamos a identificar en
ella el sujeto y el predicado, es enriquecedor porque en el otro grupo (4-02) la
oración fue completamente diferente: “Yo juego fútbol” eh ahí la fiel muestra,
mejor dicho, el fiel reflejo de que los intereses de los chiquitos son diferentes y
su aprendizaje se basa en esto.
Más adelante creamos oraciones con las acciones que los pequeños
hacían: saltar, correr, montar en moto, gatear; acciones realizadas por los
mismos niños y sentí que el asunto había quedado entendido, pues ya no
quedaban dudas de los conceptos: sujeto y predicado, de modo que
proseguimos a realizar la actividad.
Ahora bien, todo en este grupo fue divertido, se sentía el interés y el
agrado de los chiquitos por trabajar, pues en palabras sencillas vale la pena
decir que en cada clase pasamos muy bueno, la verdad es que yo lo disfruto al
máximo y lo mejor de todo es que en sus miradas, palabras, sonrisas y la forma
en qué reaccionan frente a lo que yo les propongo me demuestra que ellos
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 99
también lo disfrutan, por lo que esta horita de 8:00 am a 9:00 am no sólo fue
divertida, sino también plena y feliz.
Luego vino el descanso a las 9:00 am y en este tuve la oportunidad de
tener la compañía de dos estudiantes de 4-02 entre ellos está mi niño hermoso,
el que aún continua en el colegio y que afortunadamente no ha corrido con la
misma suerte del otro, así que llegó y me contó que ya había comprado en su
tableta el “pez martillo” y pues esto para él fue súper emocionante, me dijo: -
“profe ya logré comprar el pez martillo, es un súper pez grande, gigante y
poderoso, y no le había contado porque estaba esperando que volviera a venir”,
también hablamos del día de los disfraces, me contó que todavía no sabía de
que se iba a disfrazar este año, pues el año pasado se disfrazó de pirata;
también me habló sobre la casa embrujada que él había visitado una de verdad
en la estación del metro y que allá estaban los ferrocarriles embrujados, de
pronto, se reía porque estas mágicas aventuras e historias suceden en su
cabecita, y después de comerse un gansito de chocolate se fue a jugar con su
amiguito, luego regresó y finalmente sonó la campana indicando el momento
de regresar a las clases.
Luego durante la clase en 4-02 he podido observar que la amistad se
apodera del salón, pero especialmente se hace más fuerte entre dos de las
niñas, son las más grandecitas, y ya se están introduciendo en el mundo de la
pre-adolescencia donde empiezan a descubrir la vida de otra forma, empiezan
a ver los niños con otros ojos…el niño más lindo, el que me gusta… que bonito
todo esto, sin embargo, todas estas historias pasan por desapercibidas ante la
mirada de los profes y es bastante lógico, pues ellos están haciendo su trabajo
mientras yo trato de reflexionar.
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 100
De acuerdo con lo anterior empieza a surgir en mí un cuestionamiento
por la ética, es decir, la forma cómo actúa el docente en el aula, cómo se
comunica y relaciona con los educandos, está bien o mal, pues eso depende,
por tanto, vale la pena citar de nuevo a Mélich con lo que él dice al respecto de
la ética, pero no cualquier ética, sino la ética de la compasión y valgan las
redundancias, entonces, él nos dice que:
“La ética es la respuesta a una interpelación que pone en cuestión el
orden moral. Lo que nos convierte en humanos no es la obediencia a un código
universal y absoluto sino el reconocimiento de la radical vulnerabilidad de
nuestra condición y el hecho de no poder eludir la demanda del dolor del otro.
No hay ética porque sepamos qué es el «bien», sino porque hemos vivido y
hemos sido testigos de la experiencia del mal. No hay ética porque uno cumpla
con su «deber», sino porque nuestra respuesta ha sido adecuada al sufrimiento.
No hay ética porque seamos «dignos», porque tengamos dignidad, sino porque
somos sensibles a los indignos, a los infrahumanos, a los que no son personas.
La ética, pues, a diferencia de la moral, es la respuesta compasiva que damos a
«los heridos» que nos interpelan en los distintos trayectos de nuestra vida”.
Entre otras cosas vale la pena decir que “una de las mayores
dificultades para el desarrollo de una educación intercultural que conduzca al
éxito académico de todo el alumnado, reside en la falta de vinculación entre las
teorías sobre educación intercultural y la práctica educativa que todavía se da
en la actualidad. Esta vinculación se establece cuando la investigación científica
permite construir conceptos teóricos de utilidad para implementar actuaciones
educativas de éxito, dentro y fuera del aula, desde una perspectiva intercultural.
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 101
En la sociedad actual de la información y del riesgo emergen nuevos retos
económicos, políticos y, por supuesto, educativos. En el mundo globalizado, el
reto ya no es el acceso a la información, sino la capacidad de seleccionar y
procesar la que es más relevante” Pág. 61. Revista Educación y Pedagogía.
Lo anterior permite ver que el hecho de hablar sobre la importancia que
tiene reconocer al otro es realmente fascinante, pero también difícilmente
complicado, sin embargo esto no quiere decir que como maestros no podemos
hacer nada, por el contrario, me atrevo a decir que en gran medida la
responsabilidad nos compete directamente a nosotros, dado que como lo
plantea Andrés Oppenheimer: “La educación es la única llave de transformación
mundial” y esto quiere decir que en nuestras manos como maestros bien sea en
formación o ya definidos tenemos este gran compromiso, pero también esta
maravillosa posibilidad de romper paradigmas , transformar perspectivas y por
supuesto darle un lugar al otro, reconociéndolo y aceptándolo con todo y sus
diferencias, puesto que cada ser humano es un mundo lleno de cualidades y es
precisamente a partir de estas bellas cualidades de nuestra existencia que
podemos producir un saber verdadero. Asimismo lo propone un autor que
admiro muchísimo, se trata pues de William Ospina, entonces en este caso ese
saber verdadero al que me refiero es concebido como un saber enfocado a
conocer al otro, darle su lugar y aceptarlo como un sujeto que pertenece al
mismo mundo al que pertenecemos todos, de igual manera no podemos
desvincular esto de otro asunto que está bien establecido en nuestra sociedad,
es decir las tecnologías de la información y la comunicación, pues con la
diversidad cultural y las tic es que se le puede apostar a la educación en
cuanto al reconocimiento del otro, de modo que como maestros en formación
tenemos infinidad de decisiones en nuestras manos, ya que la tecnología ha
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 102
invadido nuestro mundo constituyéndose así como otra forma de poder y
dominación.
En este sentido se puede decir que realmente como seres humanos
somos ajenos a todo lo que sucede y le restamos importancia al hecho de ser
aceptados, reconocernos y convivir con el otro así sea diferente, de hecho no
se trata solo de ser diferentes por pertenecer a un grupo étnico, por ser
“hiperactivo”, “pasivo”, por ser de la costa, o por ser de color blanco o negro
sino que el hecho de existir ya nos hace diferentes, es decir, somos diferentes
por naturaleza, porque cada ser humano tiene una esencia única, unos
pensamientos y sentires propios, haciéndonos esto diferentes y seres
totalmente valiosos.
Es por ello que un maestro debe creer, mantener siempre en su alma la
llamita de la esperanza bien encendida, luchar, no decaer a pesar de los
sinsabores y emprender un camino para hacer del mundo un lugar mejor, ya
que como hemos tomado esta bella decisión de estar en la educación tenemos
la posibilidad de empezar desde allí haciendo cambios que tal vez sean en un
principio considerados como pequeñas acciones, pero son precisamente los
pequeños actos los que constituyen los grandes impactos.
Del mismo modo como maestros tenemos una gran riqueza que es el
saber, por tanto, si el saber está fundamentado en el amor y la humildad no es
necesario buscar la sabiduría, puesto que ya la hemos encontrado, y mucho
más si le apostamos a que nuestros estudiantes tengan esa cualidad tan bella
en la que sientan de corazón la importancia de estar en todo momento de la
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 103
existencia aceptando, valorando, dándole un lugar al otro y así reconociendo la
diferencia.
María Alejandra Correa Mosquera
2.3 LA HUMANIZACIÓN DEL SER, DE MI SER
Nos acecha el cristal.
Si entre las cuatro paredes
de la alcoba hay un espejo,
ya no estoy solo. Hay otro.
Borges
Realmente es difícil consolidar una verdad absoluta, porque es a través
del devenir humano como nos inquietamos por nuestra constitución en un
tiempo, espacio y lugar; además, considero que la existencia está mediada por
muchos factores independientes a lo individual. Las experiencias humanas
garantizan que se esté a la expectativa del otro, de sus opiniones y de las
aseveraciones que el afuera transmite, las cuales fortalecerán o no la propia
idealización de ser, de sentirnos, de instaurarnos como sujetos conscientes de
las propias ideologías y percepciones de la vida. Éste trance se considera como
una incertidumbre entre el ahora y sus consecuencias, y el después y sus
temores, lo cual lleva en ocasiones a perdernos en la consolidación de sí, en la
manifestación de ese yo, que logra ser tan débil y fuerte a la vez. A partir de
esto es que empezamos a tener miedo por lo desconocido, por lo que creemos
tan distante a nuestra realidad, pues siempre estamos en esa búsqueda de la
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 104
mejor energía y suponemos que la crueldad del destino no formará parte de lo
tan preciado que, como ser humano, tengo: ese yo tan egocéntrico, que
presume no afectarse por su inquietante realidad.
No me mires de esa forma
como si fueras mi persona
favorita en el mundo,
tú, mejor casualidad
tú, buena suerte
no me mires así,
si después
te vas a marchar
De esta manera, puede tenerse en cuenta que nuestra construcción
como humanos va dándose por medio de múltiples presencias inquietantes que
también están mediadas por los sentimientos, unos muy infinitos otros más bien
fugaces. Por los recuerdos que invaden la mente humana, que en el diario vivir,
no hacen más que fijarte allá, en el pasado de tus sueños, de una realidad que
se quiere evadir a toda costa, porque es justo ahí, el punto clave de nuestro ser:
las emociones, pues las establecemos tan dentro que es inevitable dejarlas al
descubierto. Es por medio de ellas que intentamos conectarnos y encontrarnos
en la soledad o en la muchedumbre, incorporando cada sentido, cada latir del
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 105
corazón, en un intento por dar respuesta a lo desconocido. Esa existencia, claro
está, del otro cerca de ti, de mí, de nuestro ser, es tan inexplicable, que solo
podemos hallarla a través de su esencia y de su conexión con mi yo, relaciones
tan extrañas que solo cobran sentido cuando intento reconocerle y darle un
lugar en eso tan incierto que se llama realidad o, porque no, destino. según esta
base, se puede deducir que:
Si la noche o algún finito
Recuerdo me preguntan por ti
Le diría que llenaste de luz
Los amaneceres y anocheceres,
Que embriagaste de risas y picardías
La llovizna que azota
Nuestras mañanas,
Y que verte aunque
Fuera en millones de años luz
Hacía que se maravillara
La lejanía.
Entonces que, el yo vive primero encerrado en sí mismo y después se
abre al mundo y a los demás. A partir de ahí, es que me sumerjo en otra
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 106
cuestión: ¿Destino, realidad?; ya que esto en lo que existimos no se convierte
más que, en una balanza, en la que intentamos medir si todo aquello que se
vive hace parte de nuestra instauración (Dasein) en un espacio temporal o
indefinido, en donde principalmente me corroe el temor, si, ese que quizá y me
impida dejar de ser y sentir, ya que uno considera que mientras se
complemente la existencia, nos consolidamos como seres, unos esenciales y
otros llenos de luz. Sin embargo, intentamos, al mismo tiempo, desconocer o
aislar, que ese dejar de habitar ya sea el cuerpo o la matrería, (que a lo mejor y
no sea más que una constelación) permite dar un paso a una trascendencia
llena de goce y plenitud, en la que no nos inquiete nuestra propia naturaleza, el
devenir y el ser, sino que más bien, se esté pendiente de una entrega
desmedida en la que se haga consciente todo en cuanto me compone como ser
humano, aceptando cada adversidad como una nueva determinación en creer y
crecer.
Llueve, y el tiempo se ha paralizado
No parpadea
Ni siquiera para decir
¡Estoy aquí!
Todo esto, para llegar a una conclusión. Somos frágiles y todo esto
debido a nuestra propia condición humana. Reconociendo entonces, que a
través de esta fragilidad es que uno se empieza a identificar y quizá, hasta se
conoce verdaderamente cada estado que nos compone, dependiendo de allí un
gran derroche de emocionalidad. Pues eso somos, humanos llenos de
sentimientos, unos cargados de represión y otros colmados de espontaneidad,
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 107
que permiten observar el alrededor con más calma y detalle; dejándonos
impregnar por cada acontecimiento que clarifica nuestra razón de ser y de
instaurarnos como humanos “integrales”, mostrándonos como seres invadidos
por situaciones y acontecimientos que permiten revelar o no nuestra propia
identidad, dejando en algunas ocasiones en entre dicho quienes decimos ser,
simplemente, porque preferimos llenar el afuera, tan vacío y lleno de vicios que
poco interesan, que ocuparnos y preocuparnos por descubrirnos y entender con
mayor certeza qué me compone, qué me identifica como ser autónomo e
independiente y qué actos movilizan realmente mi condición humanizante.
Delegando entonces a la emocionalidad, una relación directa en la interacción
con las personas.
Considero importante tener presente una de las líneas de algún capítulo
leído, en donde se construye que: “el sentido de la vida del ser humano es el
vivir humano al ser humano en el humanizar”. Con la idea de mostrar que
nuestra verdadera misión en este cosmos, tan diverso e infinito, parte
principalmente de la plena identificación del otro, en mí, del cómo su
constitución como agente humano logra inquietar la existencia, hallando en
cada habitar un sentido, una respuesta a lo desconocido, una esencia tan
particular que permite una definitiva conexión entre seres. Consolidando
relaciones tan extrañas y contrarias que solo cobran una verdadera significación
cuando logramos darles un sentido a partir de las vivencias y de la
consolidación como humanos experimentales del otro. Consolidando, así, una
unificación que solo permite relaciones llenas de todo y para todo, en donde se
aprende a vincular y a abrir espacios en el aquí y en el ahora, para que estas
expresiones que no son más que la finitud de la vida se conviertan en un
compromiso ameno, invariable y variable a la vez, en donde cada trasegar se
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 108
convierta más que en una experiencia, en un aprendizaje significativo de
realidades que habitan en mí y en un espacio poco predecible.
Sin embargo, ¿Qué significaría entonces humanización? Como
respuesta, podría decir que asume varias implicaciones, considerando como
principal la ocupación del otro desde su integralidad, forma y condición. De ahí
depende la solidificación de intereses y necesidades, que solo se verán
reflejadas y abordadas en la medida en que se trata de humanizar al otro,
mediante contactos directos, que permitan una estrecha correspondencia hacia
lo que tratamos de vincular o aferrar del otro a nuestra propia existencia. Se
entrevé una real convicción en la medida en que trato de aprehenderlo y de
ocuparme de situaciones que serán fundamentales en la creación de
resignificaciones válidas y con sentido. Un sentido que puede ser muy común o,
por el contrario, lleno y cargado de lógica que permita permear y trascender los
escenarios más usuales por los humanos.
De allí es que surgen idealizaciones del ser que queremos proyectar,
que queremos dejar en evidencia en cada relación, demostrando que límite soy
capaz de sobrepasar. Importa poco que tan conveniente o no logra ser y qué
medidas adoptar para que esa ocupación del otro no sea tan perfecta. Sino que,
por el contrario, logre ser una construcción de ambas partes, para que la
adaptabilidad a contextos y situaciones un tanto ajenas se hagan cada vez
parte de la esencia, de la humanización y compasión que nos permita ser capaz
de instaurar nuevas libertades, decisiones y capacidades de habitar el mundo a
partir de la significación y vinculación que tenemos con él.
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 109
Luego de identificar y de reconocer claramente lo que sin duda alguna
nos hace tener un acercamiento significativo con el otro y además de ello, de
dejar de ser en el momento en el que escuchamos, en el sentido más propio de
dicha palabra, dejamos ser a otro mientras nosotros no somos, siendo así un
acto humanizador generador de otras pieles, permitiendo ver mediante otros
ojos y con otro cuerpo las situaciones que conllevan a que el hombre se
consolide como humano.
Ahora bien, cómo ha sido mi experiencia a través del devenir y de mi
consolidación como mujer. Considero entonces, que ha sido bien inquietante y
satisfactoria, ya que he tratado de vivir lo que necesito vivir, de soltar y de atar
lo que me significa una esencia trascendente, que puede reformar mi esquema
de vida de niña y mujer, me he hecho libre y plena con las actitudes que no
dejan de ser más sentimentales que sensatas, considerándome al mismo
tiempo, una mujer que hoy se atormenta con un sinfín de preguntas, que
algunas de ellas no tendrán explicación por lo menos no por ahora; soy una
mujer que ha logrado irradiar la vida de otros por medio de entregas indefinidas,
de sentimientos sublimes que elevan y exaltan cada vez el presente, sin
embargo también he logrado mostrarme como una mujer temerosa que
comprende poco algunos cambios que giran en torno a mi existencia, y por ello
es que me resulta tan inquietante, y es debido a que logro extasiarme tanto con
las experiencias vividas que tarda en comprenderse el pasado y su repercusión
en el presente en cual está lleno y se habita en medio de ausencias
agonizantes, tratando así de inmortalizar el tiempo, los actos, palabras, y cada
situación que del pasado se aprendió y que por ende trato de eternizarlo hoy y
siempre, en conversaciones que intentan dejar por sentado un algo maravilloso,
y por qué no, un vivir sentimental, pero no desde la melancolía, sino desde el
amor; intentando con este lenguaje reconocerme en medio de pérdidas y
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 110
reconocer al otro en situaciones semejantes o no, claro, y no puede negar que a
través de la huella que ha dejado en mi ser, en mi existencia. También, he
logrado consolidarme como una guerrera con múltiples defectos y maravillosas
fortalezas, que al fin y al cabo, se han convertido en mis aliados perfectos para
sacar adelante cada batalla y situación experimentada; asumiendo los discursos
como prototipos imperantes, los que a veces median voluntades de otros,
permeándome al ciento por ciento de ellos, para poder dar, lo que en esencia,
esperan o intentan que yo les dé.
Anhelo ese momento de ser leído
Ese momento donde las palabras
se conviertan en miradas,
en sonrisas
en suspiros
solo ahí,
comprenderé
que lograría ser
un libro sin fin.
Sara Carolina Estrada León
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 111
3. CONCLUSIONES
En la inclusión educativa importan el respeto a las diferencias
individuales y al derecho de participación en condiciones iguales en la
educación, La inclusión educativa es una necesidad, individual y social, existe la
esperanza de que a través de la educación podamos realizar los cambios, tan
necesarios, en nuestra sociedad y de la aplicación y éxito de la política
educacional igualitaria y equitativa éstos dependen.
En la actualidad se observan cambios significativos en la configuración
de los establecimientos educativos y los participantes de estos. Un gran
número de sujetos que habían sido tradicionalmente excluidos del sistema
educacional regular han ingresado a éste, dejando atrás la idea de que nuestras
salas de clase estaban constituidas por un grupo homogéneo de alumnos en
cuanto a sus habilidades, raza, género, lenguaje, estructura familiar, entre otros
marcadores de identidades. Por lo tanto, esta nueva configuración de las
instituciones educacionales implica una diversidad en los sujetos que las
habitan. Una de las respuestas a esta diversidad ha sido un llamado desde
organismos internacionales y estamentos gubernamentales a transformar las
escuelas en comunidades más inclusivas. Sin embargo, a pesar del énfasis de
la inclusión educativa en los discursos nacionales e internacionales, este
concepto no tiene una significación única, facilitando y reproduciendo así las
formas de exclusión que busca eliminar la voz del otro.
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 112
El enfoque narrativo es una modalidad de investigación que nos permitió
ampliar el conocimiento sobre lo que realmente sucede en el mundo no solo
escolar sino personal, a través del punto de vista de los implicados, personas
anónimas que aportan, por medio de relatos escritos, dejando en evidencia una
mirada personal e íntima de su proceso subjetivo, recuperando su propia voz al
hacerla pública. Pretendiendo así, rescatar lo genuinamente humano, a partir de
los distintos significados, significaciones, motivaciones, percepciones e
intenciones.
A través de la escritura, se explicita la historia no documentada,
recuperando lo cotidiano, como algo con sentido para los actores sociales, es
decir, categorizándolo central, teórica y empíricamente. Imponiéndose así, una
reflexión sobre la teoría y la práctica, a partir de la interpretación y la
reinterpretación. Esta estrategia, que permite explorar el pensamiento y el
desarrollo, está cobrando importancia en estos últimos tiempos.
(Sartre 1976) tematiza la comprensión de la existencia vista desde la
mirada del otro. La mirada como centro de reflexiones para descubrir en ella la
presencia del prójimo. Hecho tan cotidiano e invisible que suele ser significativo.
Es así como de manera involuntaria vivimos a diario la experiencia de la
otredad. Basta el hecho de mirar a otra persona para poderse ver reflejado en
ella. Pensamiento que establece lo diverso y lo afín que suele ser el humano,
pese a compartir un espacio físico- social.
El otro y lo otro, son en la medida en que son diferentes de nosotros; la
otredad es entonces esa posibilidad de reconocer, respetar y convivir con la
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 113
diferencia; es la única garantía de la diversidad, la que, por lo demás, hace
posible esa cualidad de los seres humanos de ser únicos e irrepetibles.
EL UMBRAL DE LA DIVERSIDAD, OTREDAD E INCLUSIÓN AL LÍMITE 114
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