EL SUELO EN LA CIUDAD: TRANSFORMACIONES DEL ESPACIO...

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UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN PROYECTO CURRICULAR DE CIENCIAS SOCIALES LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS EN CIENCIAS SOCIALES. EL SUELO EN LA CIUDAD: TRANSFORMACIONES DEL ESPACIO URBANO EN TORNO A ESTACIONES “BRT”, CASO BOGOTÁ. John Fredy Valbuena Lozano BOGOTÁ D.C. SEPTIEMBRE DE 2017

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UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN

PROYECTO CURRICULAR DE CIENCIAS SOCIALES

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS EN CIENCIAS SOCIALES.

EL SUELO EN LA CIUDAD: TRANSFORMACIONES DEL ESPACIO URBANO EN

TORNO A ESTACIONES “BRT”, CASO BOGOTÁ.

John Fredy Valbuena Lozano

BOGOTÁ D.C.

SEPTIEMBRE DE 2017

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS EN CIENCIAS SOCIALES.

TÍTULO:

EL SUELO EN LA CIUDAD: TRANSFORMACIONES DEL ESPACIO URBANO EN

TORNO A ESTACIONES “BRT”, CASO BOGOTÁ.

Trabajo de grado para optar al título de Licenciado en Educación Básica con Énfasis en

Ciencias Sociales.

ESTUDIANTE:

John Fredy Valbuena Lozano

Código: 20112155016

DIRECTORA:

Nubia Moreno Lache

BOGOTÁ D.C.

SEPTIEMBRE DE 2017

“No hay mejor manera de organizar extensiones de

tierra tan vastas y tanta información geográfica que

en un mapa. Son las más eficaces expresiones de

como acumular el tiempo y el espacio en una simple y

elegante representación plana.”1

A mis padres: En procura de

responder a su vieja pregunta

¿Para qué sirven las Ciencias Sociales?

1 Nieto, Mauricio, (2013). Las maquinas del imperio y el reino de dios: reflexiones sobre ciencia, tecnología y religión en el mundo atlántico del siglo XVI. Bogotá: Uniandes, P. 208.

ÍNDICE

1. Pensar la ciudad: ¿cómo se usa el espacio? 6

1.1 Introducción 6

1.2 Por qué estudiar el suelo del espacio urbano 8

1.3 Espacio, uso y ciudad 10

1.4 La investigación y sus alcances 14

1.5 Sobre el sustento teórico 15

1.6 Posibilidades en su aplicación 16

2. BRT, espacio y ciudad: abordajes recientes 18

2.1 BRT, Breve historia del modelo 18

2.2 ¿Qué es el BRT? 19

2.3 BRT Bogotá: “Transmilenio Gold” 22

2.4 Transporte y usos de suelo 23

3. Espacio geográfico en el contexto urbano: concepto y variable 27

3.1 Orden y causalidad en el espacio urbano 28

3.2 Densidad poblacional urbana: el gradiente de Clark 30

3.3 Información y Conocimiento: el papel de las tecnologías de información en la geografía 32

3.4 Big Data, nuevos horizontes en la investigación social 37

4. Del azar al orden: interacciones espaciales abordadas mediante el análisis espacial 39

4.1 El suelo urbano, la distribución de los usos en el centro de Bogotá 39

4.2 El suelo urbano: Caso Bogotá “Centro” 40

4.3 El suelo urbano en el tiempo 41

4.4 Análisis exploratorio de datos espaciales 44

4.5 Estadística: Método, tratamiento y análisis 51

4.5.1 U de Mann – Whitney 54

5. Análisis espacial en ciencias sociales: ¿posibilidad o anacronismo? 62

Anexo 1. Tablas 65

Anexo 2. Cartografía densidad de usos de suelo 67

Referencias bibliográficas 68

ÍNDICE DE GRÁFICOS

Gráfico 1. Localización general de la zona de estudio, información adquirida a través de Catastro Bogotá ................................................................................................................................................... 12

Gráfico 2. Gradiente de Clark para Bogotá ........................................................................................... 31

Gráfico 3. Matriz de pesos espaciales, figura ejemplo de la construida para el análisis realizado. ...... 42

Gráfico 4. Porcentaje de cambio 2011 – 2016 identificado a partir de la matriz de pesos espaciales. . 43

Gráfico 5. Histograma de distribución para variables cuantitativas, Distancia a BRT y SITP. ............ 46

Gráfico 6. Prueba de normalidad Kolmogorov – Smirnov .................................................................... 47

Gráfico 7. Histogramas y curva normal para variables analizadas. ....................................................... 47

Gráfico 8. Estadísticos descriptivos para variables cuantitativas, sesgo y curtosis. .............................. 48

Gráfico 9. Mapa de uso específico de suelo urbano para la zona de estudio, Lotes .............................. 49

Gráfico 10. Mapa de uso general de suelo para la zona de estudio, Lotes. ........................................... 50

Gráfico 11. resultados test de Levene y prueba T de Student. .............................................................. 53

Gráfico 12. Resultados Test de Levene y prueba T de Student para variables normalizadas. .............. 53

Gráfico 13A. Gráficos y estadísticos prueba U de Mann Whitney aplicada a distancia a estaciones BRT – usos de suelo .............................................................................................................................. 55

Gráfico 13B. Resultados aplicación prueba U de Mann Whitney aplicada a distancia a estaciones BRT – usos de suelo ....................................................................................................................................... 55

Gráfico 14. Líneas apiladas para la relación “Distancia BRT/ Uso del suelo”. .................................... 56

Gráfico 15. Mapa rango de distancias con respecto a estaciones BRT. ................................................ 57

Gráfico 16. Mapa densidad de uso comercial respecto a estaciones BRT en la zona de estudio. ......... 60

Gráfico 17. Mapa densidad de uso residencial con respecto a estaciones BRT en la zona de estudio.. 61

ÍNDICE DE CUADROS

Cuadro 1. Ciudades con sistema de transporte BRT ............................................................................. 19

Cuadro 2. Elementos constitutivos de un BRT ..................................................................................... 21

Cuadro 3. ITDP, Clasificación 2013 para Transmilenio, puntaje por troncales. ................................... 22

Cuadro 4. Categorías constitutivas del análisis espacial ....................................................................... 36

Cuadro 5. Clasificación de usos de suelo para la investigación ............................................................ 40

6

Capítulo I

1. Pensar la ciudad: ¿cómo se usa el espacio?

1.1 Introducción

El espacio urbano como campo de análisis brinda diversas posibilidades de observación;

basta con sumergirse en la cotidianidad de éste para encontrar un gran número de fenómenos

susceptibles de ser indagados. El desarrollo reciente de la capital colombiana muestra

trasformaciones profundas tanto en su morfología como en su distribución asociado con

fenómenos atados a la urbanización general acaecida durante el siglo XX; su densificación ha

sido notable y ni hablar del crecimiento de la mancha urbana. Sin embargo estos hechos son

aún susceptibles de ser analizados, pues pueden ser interpretados como simples datos

descriptivos o como variables a relacionar entre diversos fenómenos urbanos.

La presente investigación busca orientar la mirada hacia el análisis de fenómenos concretos

y dinámicos dados en la ciudad, los cuales han venido configurando la distribución capitalina

durante los últimos años, camuflándose en la cotidianidad, pasando desapercibidos ante

quienes de manera incauta le habitamos a diario sin preguntarnos por su desarrollo en el

tiempo. Uno de los cambios que más atraen la atención de esta reflexión está dado tanto por la

distribución poblacional como por el cambio del uso del suelo que ésta habita; éste fenómeno

es natural y esperado pues el espacio urbano se caracteriza por su gran y rápido dinamismo.

Las aproximaciones que se hacen hacia dicho fenómeno pasan por evaluar los cambios dados

en la distribución de infraestructura de transporte (conforme el sistema se va transformando e

implantando) además de la aparición y desaparición de construcciones, para así observar con

algún grado de detalle las dinámicas que intervienen en la distribución y cambio del uso del

suelo urbano.

La investigación entiende como elemento preponderante la transformación de los sistemas

de transporte adoptados por la ciudad durante el siglo XX, particularmente la implementación

del modelo Bus Transit Rapid (Transmilenio para el caso Bogotá, en adelante BRT)

entendiendo la ejecución de este modelo como una variable detonante para la dinámica urbana

de la capital.

Con miras a generar un análisis a las dinámicas descritas se expondrán también algunos

ejemplos sobre la aparición e implementación del BRT como modelo de transporte en el

7

mundo, su clasificación mundial y las características que le componen y diferencian. Por otro

lado se contemplan también algunos elementos sobre la distribución poblacional en Bogotá, el

concepto de suelo y la definición que da soporte al abordaje propuesto y desarrollado. A partir

de ello también se han descrito los principales aportes teóricos y metodológicos que para el

caso se han incorporado; con ello se procuró entablar una relación sólida entre el fenómeno,

las posturas o conceptos de la geografía aterrizados a un hecho particularizado y delimitado

espacio-temporalmente. Finalmente el lector encontrará un capítulo que agrupa las técnicas y

métodos que fueron aplicadas en torno a la problemática formulada, allí se describen tanto los

métodos estadísticos como cartográficos implementados, los resultados puntuales y los

análisis que de este ejercicio emanaron, para así tejer una conclusión que responda de manera

satisfactoria a la línea de trabajo que a continuación será expuesta.

8

1.2 Por qué estudiar el suelo del espacio urbano

La movilidad hace parte indisociable de la vida urbana; la naturaleza de la ciudad trae

consigo flujos, movimientos cotidianos y estandarizados que hacen parte de su dinámica. El

movimiento transforma un espacio -de apariencia invariable- en zonas de transición o paso

que configuran el paisaje urbano habitual. El movimiento de una ciudad pasa por su

capacidad de transportar a sus ciudadanos y la manera en la que estos deciden hacerlo

responde a tres opciones que pueden ser abstraídas como fundamentales: cómo me puedo

mover, en dónde y hacia dónde. De lo anterior se infieren patrones de movimientos de los

cuales el más sencillo y cotidiano es el desplazamiento vivienda – lugar de trabajo/ lugar de

estudio (Origen – Destino). La posibilidad efectiva de conectar dos puntos de una misma

ciudad da una primera idea de su organización; mientras el transporte aporta los primeros

reflejos de una planeación efectiva, son los complejos habitacionales y por lo tanto los

ciudadanos los que en su práctica padecen o disfrutan la planeación urbana con la que se

dirigen los movimientos propios de una ciudad dinámica. En consecuencia, la caracterización

del inmobiliario dedicado al transporte urbano está -en teoría- respondiendo a necesidades

concretas e inmediatas de la población por dirigirse a un destino u otro, siendo privilegiados

con mayor cubrimiento e infraestructura aquellos espacios que dentro del entramado urbano

representan para la población un interés particular, ya sea éste mediado por su capacidad para

ofertar bienes o servicios, o porque en dichos puntos se concentren actividades laborales de

gran tamaño, generando tropismos urbanos que configuran grandes y constantes flujos de

desplazamiento al interior de las ciudades.

El movimiento, como cualquier otro fenómeno, se desenvuelve en el espacio y el tiempo.

La intensidad con el que este ocurre determina la existencia o no de una incidencia sobre el

espacio que le contiene. La ciudad no se escapa a esta lógica porque en ella la movilidad es

parte estructuradora de su formación; transforma el espacio urbano mediante la posibilidad

que brinda para transportarse dentro y fuera de la urbe. Las ciudades tienen entonces dos

posibles formas de apropiar la movilidad dentro de sí: concentrándose y creciendo

verticalmente en un área determinada y cercana, o expandiéndose superando sus límites para

crear nuevas fronteras de manera horizontal en su espacio próximo. Esta concentración o

expansión de las ciudades es causa y efecto de su fisionomía ya que el tiempo demandado

para recorrer una distancia dada entre dos puntos configurará espacios cercanos y lejanos. Así,

el tiempo empleado será creado a partir de la eficiencia o no para transportarse sobre el

9

espacio urbano; tiempo y espacio son las variables dicotómicas sobre las cuales se configura y

transforma la realidad urbana.

La movilidad es evidentemente un aspecto central en la cotidianidad urbana. Por ende

analizarla es un esfuerzo por explicar el medio por y en el cual las dinámicas urbanas se

desenvuelven. Su carácter sistémico permite analizarle como totalidad; es un objeto situado

que por su naturaleza permite su descomposición y en su análisis focalizado da cuenta de

dinámicas particulares, de “microsistemas” que interactúan entre si guardando una correlación

entre singularidades propias y aspectos comunes. El sistema de transporte, su infraestructura,

constituye un elemento central, representa de alguna manera ideas sobre la distancia y los

objetos pueden clasificarse como cercanos o lejanos al tomarle como punto de referencia.

Los eventos anteriormente descritos se desenvuelven en el espacio; su carácter regular da

cuenta de áreas claramente definidas en el espectro, configurando así formas de distribución y

estableciendo un orden que se naturaliza y da vida a dinámicas de diversa índole a partir de la

posibilidad de concatenar u originar sistemas de flujos a diferentes escalas. Ahora bien,

transportar guarda ciertas diferencias con movilizar ya que el primero imprime un carácter

regulado al movimiento sobre un espacio. Se entiende por transportar como el acto de llevar

algo o a alguien más allá de un lugar por dónde hay un camino, transportar no es sólo mover,

también requiere un lugar para estacionar; el transporte demanda entonces no solo vías o

caminos, también estaciones. (Herce, 2009).

10

1.3 Espacio, uso y ciudad

La conectividad generada entre dos o más lugares hace que el desplazamiento entre los

mismos adquiera un sentido articulado a la dinámica urbana. La construcción de espacios en

la topografía urbana densifica las ciudades y añade niveles de complejidad a las mismas. El

carácter dinámico de las ciudades se entiende como una propiedad intrínseca a su naturaleza y

el movimiento que le caracteriza guarda estrecha relación con el comportamiento y

constitución de su sistema de transporte y los usos que adopta el suelo periférico a la

infraestructura vial. La presente investigación se cuestiona sobre el comportamiento del suelo

periférico con respecto al sistema de transporte público; sin embargo, sería erróneo ubicar

trasformaciones solo en el suelo periférico de nodos fijos pertenecientes al transporte público.

La evaluación que efectúa la investigación centra su atención en los espacios periféricos a

nodos de transporte constitutivos del sistema, para ello se ha delimitado un perímetro en el

cual confluyen tanto fenómenos de trasformación en marcha como procesos de más de una

década asociados al mismo factor: la infraestructura de transporte público. Dichas

observaciones buscan describir el comportamiento que el espacio urbano periférico tiene, en

procura de entablar relaciones entre estos dos fenómenos para que, de esta manera, sea

posible abrir brechas para la comprensión de estos fenómenos urbanos, esta vez apoyando

dichas observaciones en el uso de información georeferenciada.

Históricamente el centro de la ciudad de Bogotá ha albergado en si misma símbolos del

poder político, religioso y comercial, sin embargo a lo largo del tiempo la importancia y

densidad de este espacio ha venido creciendo dado que el centro es el eje nodal o “destino

general” más importante dentro de la ciudad de Bogotá. Actualmente se han generado

diversas iniciativas distritales por intervenir y planear este espacio: la peatonalización de la

carrera séptima entre calles 11 y 24 y el plan centro ampliado entre otras iniciativas hacen del

centro de Bogotá un espacio idóneo para la reflexión porque, si se quiere, es una síntesis de la

ciudad de Bogotá. De igual forma el centro de la ciudad alberga dos momentos importantes en

los que a las aplicaciones del sistema Transmilenio se refiere; la carrera 14 cuenta con la fase

I del sistema, siendo esta infraestructura un inmobiliario ya interiorizado y fusionado con este

espacio, de otro lado las intervenciones por la carrera 10 y la Calle 26 han aportado

transformaciones recientes añadiendo fuerza a la fase III del sistema; ejemplo de ello son las

apariciones de nuevas e imponentes construcciones a los costados de la calle 26, o incluso las

nuevas viviendas multifamiliares que hoy se ubican al margen de lo que otrora fuera la “calle

11

del cartucho” sobre la carrera 10. Por ende esta zona puede ofrecer a futuro, dos momentos de

transformaciones con lapsos suficientemente grandes como para realizar una comparación u

observar posibles fenómenos decantados allí a partir de la instalación de dichos inmobiliarios.

Ahora bien, la investigación ha procurado tomar una muestra que agrupe espacialmente zonas

de intervención tanto de la fase I como de la fase III de Transmilenio; por ende el centro de

Bogotá toma relevancia al reunir allí tanto intervenciones finalizadas como proyectos en

curso. En consecuencia la zona de estudio (Gráfico 1) ha procurado ser una síntesis de las

características ya mencionadas, además de reunir en su interior una diversidad representativa

en cuanto a usos de suelo y distancias con respecto a estaciones que serán evaluadas en detalle

a lo largo de la presente investigación.

12

Gráfico 1. Localización general de la zona de estudio, información adquirida por medio de Catastro Bogotá.

Fuente: elaboración propia.

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El crecimiento expansivo de la ciudad de Bogotá generado por múltiples factores, trajo

consigo retos para su planeación; es difícil definir bajo qué modelo de ciudad se ha generado

este crecimiento acelerado dado que la existencia del mismo bien puede encontrarse en

entredicho. La transformación morfológica de la ciudad capital construyó una multiplicidad

de espacios urbanos conectados más por acreción que por planeación de los mismos. Este

hecho dificultó en gran medida la generación de espacios concéntricos y por lo tanto conexos;

a primera vista es válido conjeturar que la aparición de estos nuevos espacios urbanos se dio

de manera insular, creando la necesidad por conectarse a posteriori para sobre ello buscar un

sentido a la generación de dichas conexiones. Sobre este aspecto es pertinente señalar la

aparición de Tropismos que conformaron el espectro urbano de la ciudad; estos comenzaron a

guiar la expansión capitalina en función de las necesidades generadas sobre la marcha. Del

panorama mencionado se desprende el interrogante guía para la investigación en curso el cual

busca conocer cómo se transforma el suelo urbano periférico a estación de BRT en Bogotá,

asumiendo el impacto que la implementación de este sistema de transporte ha causado en el

desarrollo reciente de la ciudad. La resolución de este interrogante será en todo caso el

resultado final de un proceso en el cual el cuestionamiento mismo confrontará los fenómenos

reales por analizar.

14

1.4 La investigación y sus alcances

Los objetivos a los cuales la presente investigación busca brindar respuesta, se enmarcan

en la necesidad apremiante por establecer parámetros de comprensión y explicación frente a la

influencia generada en la trasformación del uso del suelo a partir de la aparición de las

estaciones de BRT. Para ello el principal objetivo planteado es identificar la transformación

del uso del suelo, asociado con variaciones en los sistemas de transporte público, y su

incidencia en la dinámica urbana, invitación clara a contemplar la metamorfosis del espacio

urbano en el tiempo. En aras de buscar un desarrollo del objetivo planteado se definen una

serie de objetivos específicos, los cuales servirán como indicadores de evolución en la tarea

fijada para esta investigación. Estos son enunciados como:

� Caracterizar los usos del suelo presentes en la zona de estudio.

� Identificar las transformaciones en los sistemas de transporte presentes en la zona de

estudio.

� Analizar las dinámicas del uso del suelo en la zona de estudio a la luz de la

infraestructura de transporte BRT y la densidad poblacional general y focal.

� Potenciar elementos para comprender la transformación de usos del suelo por medio de

herramientas SIG.

Cada uno de estos ítems se postula como secuencial dado que de su resolución surgen

insumos necesarios para el objetivo siguiente, de esta manera se busca que el lector se

involucre en el cuestionamiento general del trabajo asumiendo éste como una reflexión

escalonada, en dónde la sólida resolución del siguiente objetivo depende de la firmeza del

inmediatamente anterior. Por ende el análisis bien puede identificarse como una reflexión

sistémica engranada, para así dar lugar en su interior solo a los elementos estrictamente

necesarios y nutritivos para el cuerpo general de la reflexión.

15

1.5 Sobre el sustento teórico

La geografía como disciplina científica ha evolucionado de manera pausada y si se quiere

tardía; sin embargo los debates que en ella se han dado han permitido la confrontación entre

diversas posturas, de las cuales ninguna se ha logrado alzar como predominante sobre las

demás. Este hecho sin duda representa más una ventaja que un inconveniente dado que un

mismo objeto de estudio -el espacio- ha sido abordado con diferentes enfoques, y las

reflexiones que sobre el mismo se han hecho dejan ver un abanico que se enriquece con cada

postura e invita a dialogar al interior de la geografía.

Recientemente las metodologías cuantitativas han tomado un nuevo aire al convertirse en

uno de los principales sustentos de los análisis geográficos a partir de sistemas de información

geográfica (SIG). Desde el horizonte que la geografía cuantitativa ofrece sobre el orden del

territorio se entiende el análisis geográfico como “un análisis del territorio dónde se integran y

sintetizan diferentes variables sobre el modo de lograr la composición de un todo por la

reunión de sus partes.” (Bexandale, 2015, p.27). La definición aquí mencionada parte de

tomar el conocimiento científico como un corpus racional, sistemático, ordenado y sujeto a

verificación en busca de establecer o descartar regularidades en el espacio geográfico. Por su

parte David Harvey realizó una destacable exposición de la labor de la geografía al afirmar

que es papel fundamental de ésta el aplicar criterios explicativos a los fenómenos geográficos

en busca de comprender la forma en la que estos se desenvuelven, buscando así dar una

descripción que permita explicar y entender el comportamiento de un fenómeno espacial dado

(Harvey, 1969). Sin embargo cabe aclarar que la opción por un método cuantitativo en

geografía no rechaza de tajo la participación de variables cualitativas; más bien, se trata de

incorporar estas variables a la luz de una intención definida: Explicar la transformación del

suelo urbano bajo la influencia de la infraestructura del sistema BRT.

16

1.6 Posibilidades en su aplicación

Desde la teoría ya referida se hace necesario mencionar algunos aspectos metodológicos

que harán de bisagras integradoras entre la realidad y la abstracción que se pretende construir

a partir de ella, para así generar y evaluar modelos del fenómeno a investigar. En

consecuencia la investigación se enmarca en dos (2) ejes que definirán su proceder:

� Procedimiento

� Diagnostico

Evidentemente el diagnóstico varía en función de la zona de aplicación, sin embargo los

procedimientos marcan la pauta para el establecimiento de estos ítems. A partir de las

reflexiones metodológicas elaboradas por Bexandale (2015) se proponen los siguientes

procedimientos a seguir en el marco de la investigación en curso:

• Generalización y clasificación

• Modelo cartográfico

• Análisis de evolución temporal

• Clasificación multivariada (mapas síntesis)

• Análisis de áreas de influencia (concentración de usos del suelo)

• Análisis de concentración relación espacial entre elementos (comportamiento espacial de

entidades y su relación consigo mismas y con otras)

La adopción de este marco de acción y metodología busca dotar a la investigación de orden

tanto procedimental como de análisis. De acuerdo a lo expuesto en el primer ítem se formula

de manera general tanto la hipótesis inicial, sus cuestionamientos y objetivos, como algunas

características de la zona de estudio y la forma de abordarle como objeto de investigación,

todo ello con la intención de diseñar el marco general para el desarrollo óptimo de la reflexión

espacial que aquí se plantea. En adelante se desarrollaran por separado aspectos sobre las

investigaciones precedentes que el análisis ha considerado como base, tanto por coincidencia

espacial o de objeto como por pertinencia metodológica, realizando un contexto general de la

historia de estos modelos de transporte como una alternativa urbana. Por otro lado se

describirán las principales fuentes teóricas y metodológicas que han potenciado las

reflexiones aquí descritas, para ello se mencionan los principales autores e ideas que

convergen activamente en el problema planteado, finalmente se convocan estos dos elementos

17

para la desarrollo en un marco espacial y temporal concreto, aplicando lo descrito en la zona

de análisis general, cuestionando así a las evidencia y señalando las afirmaciones que,

posterior al proceso, emanan de los procedimientos y métodos aplicados, sin perder de vista la

secuencia metodológica planteada en los objetivos general y específicos. El trabajo cerrará

con algunas reflexiones en torno a la geografía como ciencia social, el análisis espacial como

metodología vigente y su articulación como posibilidad para la reflexión y ejecución de la

labor docente en ciencias sociales.

18

Capítulo II

2. BRT, espacio y ciudad: abordajes recientes

"Everything is related to everything else,

but near things are more related

to each other”2

El transporte urbano como problema viene tomando fuerza a modo de foco de

investigación en varios campos disciplinares que abordan el tema con diferentes ópticas e

intereses. Este auge acompaña el desarrollo de un evento relativamente reciente, cuya

expansión se viene dando de manera acelerada y representa una alternativa en materia de

conectividad para ciudades que, como en América Latina, han presentado tasas de

crecimiento acelerado. En un afán por generar más y mejores sistemas de transporte diversas

ciudades vienen explorando alternativas que brinden soluciones funcionales a su densificación

en un corto tiempo. El telón de fondo en el que se desarrolla el problema de la presente

investigación hace necesario rastrear algunos de los trabajos que se han interesado por el

estudio del BRT como fenómeno espacial aplicable a la solución de problemas urbanos de

transporte, pero principalmente analizándole como un componente activo sobre el impacto en

la transformación del uso del suelo periférico a sus estaciones. Para tal fin se expondrán en

este apartado algunas de las miradas más interesantes y afines con el objetivo planteado,

además de mencionar algunas de las posturas teóricas que le han apostado al abordaje del

BRT como un fenómeno que transforma las lógicas espaciales en las ciudades que le adoptan.

2.1 BRT, Breve historia del modelo

La acelerada urbanización dada durante el siglo XX demandó de sistemas de transporte

con mayor capacidad tanto en términos de pasajeros como en su labor a la hora de ofrecer

conectividad, este panorama generó variadas experiencias que se relacionan directamente con

el BRT como modelo seleccionado para cubrir dichas necesidades. Si bien la experiencia con

mayor renombre fue la implementada en Curitiba, Brasil para el año 1974, son variados los

ejemplos a nivel mundial tanto antes como después del “Modelo Curitiba”.

2 Principio de autocorrelación espacial o “primera ley de la geografía”. Tobler, W. R (1970). A computer model simulation of urban growth in the Detroit region. Economic geography (46).

19

Antes de 1980 8 Ciudades

1981 – 2002 19 Ciudades

2001 – Hoy Más de 104

Cuadro 1. Ciudades con sistema de transporte BRT, (Bus rapid transit – a review, 2013, págs.

Wirasnghe, S.C.; Kattan, L.; Rahman, M.M; Hubbell, J.; Thilakaratne, R.; Anowar, S.)

Para 1930 es posible ubicar la realización de estudios para la aplicación de sistemas de

buses con carriles exclusivos con paradas definidas y limitadas, algunas de las experiencias

con mayor éxito son: Chicago (1937), Washington (1956) y St Louis (1956 – 1959). Estas

ciudades implementaron para ello vehículos convencionales con tránsito en carriles

exclusivos. Para esta época el modelo resultaba ser algo poco o nada conocido y su

exploración fue más bien un intento por regularizar un transporte con paradas limitadas cuya

construcción resultase fácil y rápida. Del mismo modo no generó gran interés como objeto de

estudio fuera de aspectos técnicos. Ahora bien, no sería sino hasta 1974 cuando se ejecuta el

proyecto BRT en Curitiba introduciendo una serie de particularidades que permitieron

caracterizarle de manera diferenciada, diversos autores convergen en señalar que la

implementación de Bi-articulados en este modelo constituyó un enlace que generó un

transporte “término medio” entre el tren ligero y pesado. (Wirasnghe,[et al.], 2013). Si bien se

habían dado ya experiencias en las que se regulaban las distancias y se asignaban carriles

exclusivos a buses convencionales, la experiencia Curitiba incorpora a su modelo los

elementos (Cuadro 2) que posteriormente completarían las características fundamentales que

definen hoy a los BRT. Sobre este punto se realiza una distinción fundamental en dónde el

enfoque de los trabajos consultados toman una caracterización especifica de lo que este es y

cuál es su función, ante ello se mencionan tres miradas reiterativas: El BRT en función del

transporte, en función de su estructura, pasando por el sistema que le clasifica globalmente y,

por supuesto, como un agente dinamizador del espacio. La presente investigación observa con

mayor interés la última caracterización sin que ello indique una omisión total de los otros dos

enfoques.

2.2 ¿Qué es el BRT?

A partir de la experiencia Curitiba se ha hablado bastante sobre lo que es esta alternativa de

transporte para las ciudades, entre las definiciones se menciona al BRT como un modelo en

tanto se viene realizando una implementación en diversas ciudades del mundo, calcando su

funcionamiento estructural, sin embargo al BRT se le ha abordado como la alusión a la

20

integración de diversos componentes que forman un sistema funcional de transporte, su

aplicación puede definirse en términos de velocidad, capacidad, confiabilidad, accesibilidad y

satisfacción (Wirasnghe, [et al.], 2013). De la caracterización realizada se desprenden dos

elementos útiles al desarrollo del trabajo, por un lado se ofrecen las bases para la definición

del BRT como un sistema de transporte articulado mientras que, por otro lado, se mencionan

los criterios básicos con los que estos son evaluados y clasificados. A continuación se

mencionan los puntos en común con los cuales los diversos autores han realizado estas

definiciones. Un Sistema BRT cuenta con implementos y características estandarizadas que le

diferencian de otros medios de transporte; a partir de las definiciones de algunos autores se

identifica al sistema como la conjunción de elementos y características descritas a

continuación:

Elementos constitutivos de un BRT

Vías y guías (delimitaciones de ruta): Uso exclusivo de calzadas o

vías por parte de los vehículos del sistema, esta exclusividad puede

ser delimitada mediante una separación física o grafica según sea el

caso

Vehículos distintivos: la implementación de biarticulados es un

distintivo del sistema, por otro lado hay que destacar el

equipamiento tecnológico con el que estos cuentan, resaltando la

incorporación de receptores GP que permiten realizar seguimientos

en tiempo real a la velocidad y posición del vehículo en servicio.

Estaciones: Las estaciones articulan la comunicación entre el

usuario y el bus siendo la localización de las mismas un factor

importante, su interior es equipado con elementos tecnológicos que

permiten guiar al usuario además de comunicarle sobre la operación

de las diferentes rutas en servicio, su acceso se plantea como

inclusivo.

Sistema de recolección de tarifas: Permite al usuario una

planificación de sus viajes además de consentir el recaudo de un

capital mayor costo de operación del sistema. Entre otras funciones

este puede capturar información tal como; principales orígenes/

destinos, puntos con mayor concurrencia entre otros.

21

Sistema de control operativo: el sistema de control de viajes es

probablemente la característica principal del BRT, a partir de la

especialización del servicio es posible dinamizar la oferta de viajes

según la demanda media de operación. Entre otros se encarga de

medir tiempos y principales rutas recorridas, es el principal medio

para la planeación futura del sistema.

Sistema de información a pasajeros: La oferta de plataformas

interactivas al servicio del usuario permite divulgar con mayor

efectividad la información que el usuario necesita para planear sus

viajes, estas herramientas también fungen como recolectoras de

información para el sistema.

Cuadro 2. Elementos constitutivos de un BRT, Fuente: (Alcaldia Mayor de Bogotá, 2005, Wirasnghe[et al.],

2013), Fuente: elaboración propia.

La presencia y uso de estos elementos son entonces un indicador para la identificación de

un sistema BRT en las diversas ciudades del mundo. La articulación y funcionalidad de sus

características permite que institutos internacionales tales como el ITDP (Institute for

Transportation and Development Policy) realicen seguimientos y clasificación a las diversas

experiencias que se adoptan a nivel global, al respecto es interesante mencionar que el ITDP

emite una clasificación anual para todos los sistemas BRT, la cual está dada por un puntaje

absoluto tomando como parámetro el desempeño de los sistemas al evaluar criterios como la

satisfacción de sus usuarios, capacidad total de transporte, velocidades promedio, entre otros.

De la evaluación de estos criterios se asigna un puntaje que otorga una clasificación mundial,

esta última se realiza de la siguiente manera:

• Gold: 85 o más

• Silver; 70 - 84

• Bronze: 55 - 69

• Basic BRT: 54 o menos

Resulta ser de gran interés observar que para el año 2011 el sistema Transmilenio de

Bogotá se encontraba clasificado en categoría Gold con 93 puntos, y para 2013 la

clasificación ubicó a 5 de las 7 troncales actuales del sistema en categorías GOLD, siendo las

restantes dos valoradas como SILVER. Este hecho que no solo lo ubicaba en los niveles de

22

efectividad más altos del planeta, también posibilitó que a nivel internacional se tomara como

ejemplo de aplicación para la implementación de diversos BRT en el mundo (Wirasnghe, [et

al.], 2013). Para el año 2016 el sistema BRT de Bogotá cuenta con 86 puntos lo cual le

continúa dando el calificativo Gold a nivel mundial. (Fuente: ITDP). Cabe resaltar que de

acuerdo a estos estándares los BRT Gold del mundo se encuentran única y exclusivamente en

la zona centro y sur de América, específicamente en Guatemala, Colombia y Brasil.

Cuadro 3. ITDP, Clasificación 2013 para Transmilenio, puntaje por troncales. Fuente: (Institute for Transportation and Development Policy, s.f.)

Los autores hasta el momento mencionados evidencian una preocupación frente a los BRT

como objeto de estudio netamente funcional, frente a las demandas de transporte generadas

por ciudades en crecimiento, en consecuencia sus trabajos privilegian la evaluación de

características como capacidad / velocidad. Este aspecto resulta ser relevante en especial para

ciudades que han incrementado considerablemente sus tasas de densidad poblacional en

periodos recientes. Realizado este breve paneo histórico del BRT es posible dar espacio a la

evaluación de la bibliografía, que a manera de estado del arte, versa sobre implementación del

sistema Transmilenio para Bogotá. A este respecto se ubicaran las principales consideraciones

estructurales adoptadas en la ciudad para la implementación del BRT en su infraestructura fija

sobre el espacio urbano.

2.3 BRT Bogotá: “Transmilenio Gold”

La adopción del modelo BRT para Bogotá se dio durante la primera administración de

Enrique Peñalosa (1998 – 2000) , para el momento se planteó la posibilidad de ejecución del

proyecto bajo la consigna del desarrollo sostenible. La implementación del sistema se

mostraba como un imperativo en la ciudad, impulsado entre otras cosas por el acelerado y

repentino crecimiento experimentado durante la segunda mitad del siglo XX. Transmilenio

S.A entrega un balance institucional que aborda la construcción y evolución del proyecto en

sus primeros 5 años de vida (2000 – 2005); en este documento se retratan tanto elementos

técnicos de su construcción como las proyecciones para el joven sistema de transporte. En

cuanto a las fases I y II vale la pena mencionar algunas características que dotan de forma a la

Colombia Colombia Colombia Colombia Colombia Colombia Colombia

Bogotá Bogotá Bogotá Bogotá Bogotá Bogotá Bogotá

TransMilenio TransMilenio TransMilenio TransMilenio TransMilenio TransMilenio TransMilenio

Autonorte Suba Caracas Calle 80 Americas NQS El Dorado

89 83 86 88 89 86

Silver Gold Silver Gold Gold Gold Gold

23

aplicación de las primeras redes de conexión, para la fase I fueron habilitados 42 kilómetros

de vías, por su parte las fase II contó con 13 Kilómetros para un total de 55 kilómetros de

carriles exclusivos, estos implementados sobre la Av. Caracas y la Av. NQS respectivamente.

Su implementación elevó la velocidad promedio de circulación a 26 Km/h frente a los 16

Km/h calculados en sistemas de transporte convencionales o tradicionales. Transmilenio S.A

se estructura como “el ente gestor del sistema coordina, planea y controla la prestación del

servicio” (Alcaldia Mayor de Bogotá, 2005, p.12), para tal fin se estructura bajo la tutoría de

la dirección de planeación de transporte, entidad responsable de la gestión de recursos para el

distrito capital.

El modelo implementado en Bogotá funciona bajo la estructura “tronco – alimentado”

(Troncal), lo cual significa que Transmilenio utiliza los carriles centrales de las principales

vías de la ciudad, cada carril cuenta con 3.5 metros de ancho, mientras que los separadores se

establecen en un espacio promedio de 5 metros, esto aplicado siempre y cuando lo permita el

espacio dado para la instalación de estaciones; la distancia planeada según POT corresponde a

una separación entre estación / estación de 700 metros (Alcaldia Mayor de Bogotá, 2005). El

enfoque técnico que adopta Transmilenio es pertinente y necesario en su función como

entidad responsable de la construcción y edificación tanto del sistema como de su

infraestructura e inmobiliario público pertinente para su aplicación y comunicación con el

usuario, sin embargo la presente investigación se apoya de estos datos como una antesala para

caracterizar las particularidades del modelo BRT en Bogotá y así incorporar la forma en la

que el sistema se ha venido instalando en el espacio urbano.

2.4 Transporte y usos de suelo

Como tal el sistema de transporte ha transformado tanto la imagen proyectada de la capital

como las relaciones espaciales que en ella se desarrollan. Tras 16 años de su aplicación en el

espacio urbano de Bogotá son múltiples y diferenciadas las renovaciones que el sistema ha

posibilitado. Esta cualidad intrínseca del BRT es susceptible a ser analizada como propiedad

generalizada de la implementación de estos sistemas de transporte, o como una particularidad

según la zona de aplicación. Realizando un primer paneo de información es posible afirmar

que, en general, existe un consenso al afirmar que los BRT introducen cambios efectivos

sobre el espacio aledaño en el que estos son construidos, pero ello no quiere decir que esta

interacción se da de manera determinística sobre una de las dos variables en juego. Sobre ello

es necesario destacar miradas representativas que sobre este objeto han desarrollado

24

investigaciones precedentes; en primer lugar aparece la investigación que (Silva A, 2010)

realiza; allí se relaciona la evolución del sistema de transporte en Bogotá y su participación

activa en las dinámicas urbanas de transformaciones y ordenamiento, para ello emplea el

modelo de localización de Von Thünen – Formulado en 1826- a una escala mucho más local,

relacionando tanto el costo de la renta para usos comerciales y residenciales, como el impacto

diferenciado que puede apreciarse según la zona observada, teniendo en cuenta que dicha

investigación tuvo como escenarios la troncal Caracas y la troncal Norte.

Sobre el valor de la renta en usos comerciales o urbanos se identificó que cada uno de ellos

se comporta de manera creciente o decreciente en función de la distancia a una estación BRT.

Resulta de gran valor señalar que tal afirmación surge como una conclusión del proyecto de

maestría elaborado por Targa (2010 citado por Aparicio, 2003) en el cual se abordó la

relación entre distancia y renta mediante técnicas de correlación espacial. De este ejercicio el

autor concluyó que:

Overall, the study finds strong evidence that accessibility benefits of busways are capitalized

into residential property rental prices. The capitalization effects of local accessibility

suggests that properties located 0.1 km closer or more accessible to a busway station exhibit

premiums between 2.4 and 3.7 percent in the advertised rental price, all else held equal. Said

differently, a one percent increase in distance to the closest busway station is associated with

property monthly rental price premiums that range between 21.7 percent and 31.2 percent.

Given the empirical housing rent-land value relationship, these results suggest that property

rental prices are a theoretical representation of the land value for housing services (Targa,

2003, p.109).

Esta idea, potenciada en los casos particulares ya mencionados, evidencia cambios

diferentes según la densidad (número de pisos) de la zona en la que los BRT se ubican (Silva

A, 2010). Sin lugar a dudas estos referentes presentan ya una idea sobre la posible relación

entre las variables que este estudio considera, sin embargo -y al ser el BRT un modelo

ampliamente adoptado a nivel mundial- se hace necesario considerar un enfoque que

comparativamente aborde la relación planteada entre transporte y uso del suelo. Esta relación

ha sido comentada ya por algunos estudios que se han interesados por la evaluación de esta

interacción en diferentes modelos. A este respecto se argumenta que,

(…) As also acknowledged in several of the studies reviewed here, the research examining

the BRT’s ability to induce land development is still scarce. Rodriguez and Targa (2004),

25

who in their study investigate the relationship between accessibility to the location of BRT

stations in Bogota´ and multifamily apartment rents, point out that only in a few cities

(Ottawa, Curitiba, and Brisbane) has the BRT been a cornerstone of an integrated

transportation and land-use strategy (Stokenberga, 2014, p.280).

Con lo anterior se presentan algunos de los abordajes que se han preguntado cómo es

considerada las transformaciones urbanas a partir de BRT. Con tal fin se busca ser claro

cuando a usos de suelo se refiere. En este caso se identifican cinco posibles usos

diferenciables sobre el espacio urbano “comercial, residencial, industrial, institucional,

transporte, público/ dotacional y gubernamental “ (Guilbe, 2012, p.105). Al respecto hay que

mencionar el papel del centro como unidad de análisis pues, para diversas ciudades, la idea de

un espacio central suele estar asociada con la idea de un centro de negocios, el cual puede

tomarse como centro gravitacional del espacio urbano. En Bogotá han sido variadas las

representaciones que sobre el centro se han hecho a lo largo de su historia reciente; la

evaluación de cambios en el POT es un indicador sobre la forma en la que este ha sido

pensado y por lo tanto, producido. Beuf (2016) realiza un valioso aporte a este respecto pues

su investigación indica en primera instancia la necesidad por diferenciar el centro de la

centralidad, este último es definido como:

Lugares con capacidades de polarización de naturaleza variada (económica, política) y de

alcances diversos, que son más o menos reconocidos por las autoridades y los habitantes

[sobre el caso Bogotá, las centralidades y su relación con el transporte menciona] La

centralidad se volvió un problema percibido con mucha agudeza por los habitantes de las

periferias, que soportaban todos los días en carne propia las dificultades de los transportes

hacia el centro metropolitano (p.204).

Resulta enriquecedor observar cómo análisis puntuales sobre la construcción de

centralidades en Bogotá pueden observarse a la luz de los sistemas de transporte, su

configuración guarda entonces una estrecha relación con la organización espacial de la

ciudad, y por ende con los usos que esta adquiere.

En este punto es necesario dedicar algunas líneas a la diferenciación efectiva entre dos

categorías que pueden tomarse como similares, pero que en esencia guardan contrastes tanto

en aplicación como en la los linderos disciplinares que de ellas se encargan. En primer lugar

hay que resaltar que el suelo como categoría de análisis suele relacionarse estrechamente con

estudios orientados a conocimientos agrológicos, luego en este sentido el suelo es asumido

26

como el producto de las interacciones entre: clima, geología, tiempo, relieve y vida (Jenny,

1941). Su estudio, por ende, es más una responsabilidad de edafólogos, agrónomos, geógrafos

y geólogos. Sin embargo el estudio físico del suelo como objeto reconoce en este

posibilidades tanto para el surgimiento de la vida, como para ser tratado y manejado en

función de una actividad concreta previamente determinada, es decir, el suelo a pesar de ser

un condicionante físico para el desarrollo de algunas actividades (en su mayoría agrícolas)

también puede ser intervenido para cambiar o potenciar actividades que, en un estado natural,

no podría soportar. Con ello solo busco resaltar una idea concreta, la cual bien puede ser

migrada a un estudio social del suelo urbano, a saber: el suelo como espacio-objeto puede ser

intervenido en busca de potenciar en él actividades definidas y ordenadas, algunas de las

cuales no podrían desarrollarse allí de forma natural.

Ahora bien, la investigación toma en cuenta la categoría de suelo urbano, la cual parte en

algunos aspectos de la definición ya mencionada de suelo, pero integra características

completamente singulares para esta, es por ello que la investigación asume el suelo urbano

como aquel espacio

constituido por las áreas del territorio distrital destinadas a usos urbanos… que cuentan con

infraestructura vial, redes primarias de energía, acueducto y alcantarillado, lo cual posibilita

su urbanización y edificación, según sea el caso. Pertenecen a esta categoría aquellas zonas

con procesos de urbanización incompletos, comprendidas en áreas consolidadas con

edificación, al igual que las áreas del suelo de expansión que sean incorporadas (Centro de

análisis técnico y desarrollo inmobiliario (CATDI), Universidad del Norte , 2015, p.9)

Esta definición se acoge procurando entablar un diálogo con las características que le

componen y contrastando su ubicación relativa frente a estaciones BRT. Así, permite generar

un panorama general de las dos categorías claves para la resolución del problema expuesto.

En los capítulos siguientes se desarrollara puntualmente cómo los fenómenos aquí

identificados pueden ser abordados teóricamente, esta vez prestando especial atención al

análisis espacial con base en sistemas de información geográfica (SIG). Los referentes aquí

mencionados son una fuente rica de experiencias en torno a la pregunta que guía la

elaboración de la presente investigación.

27

Capítulo III

3. Espacio geográfico en el contexto urbano: concepto y variable

El espacio urbano como unidad de análisis ha sido tradicionalmente un objeto preferido

por la arquitectura, el urbanismo y algunas ramas de la historia, sin embargo la geografía

encontró durante el siglo XX una posibilidad de análisis en este tipo de espacio, y es que no

podía pasar desapercibido ante ninguna disciplina pues fue este el siglo de la urbanización en

el mundo. Su organización es una incógnita abierta y ciertamente dinámica, podría afirmarse

que para cada ciudad existe una mirada adecuada y quizás en algunos casos única. Ante este

hecho surgieron clasificaciones que buscaron anidar algunas ciudades por tipologías o

ubicaciones; para algunos ya no está en discusión que un tipo de ciudad para analizar es la

que caracteriza a Latinoamérica y que se ubica en la denominada ciudad latinoamericana,

abordada y ampliamente estudiada por autores como J. L. Romero3.

Como ya se ha mencionado en apartados anteriores la presente investigación se ha

decantado por observar el espacio urbano por medio de los lentes de la geografía cuantitativa,

apoyándose simultáneamente en los desarrollos recientes de las geotecnologías, sin embargo

es pertinente realizar un recorrido teórico y conceptual por aquellos aportes que han

conceptualizado sobre la forma y organización de las ciudades en diferentes momentos; para

ello este capítulo presenta al lector algunos de los instrumentos conceptuales que

arbitrariamente he decidido tomar para llevar a cabo los análisis propuestos sobre las zonas

periféricas de las estaciones de BRT ya señaladas. Cada uno de los autores e ideas presentes

constituyen un elemento fundamental en el desarrollo del proyecto, si bien puede que otras

ideas hayan quedado por fuera de este capítulo, considero que los aportes aquí consignados

son una columna teórica sólida para el desarrollo integral de la idea que motiva la presente

investigación.

3 Se refiere en particular al libro Romero, J. L. (2006) Latinoamérica, sus ciudades y sus ideas. Buenos Aires: siglo XXI.

28

3.1 Orden y causalidad en el espacio urbano

La conceptualización en geografía está directamente ligada con las ideas predominantes en

esta disciplina durante el momento histórico en el que fueron concebidas. Algunas de las

teorías más importantes forjadas durante el siglo XX fueron las elaboradas por Thünen

(1826), Weber (1909) y Christaller (1933), ideas que más adelante fueron adoptadas como

herramientas para comprender la organización de las ciudades del momento, cada una con sus

particularidades pero con un denominador común: la relación ubicación y proximidad entre

dos elementos como marco de interacción en un mismo espacio. Sin embargo desde otras

orillas de la geografía- específicamente en la meteorología- aparecieron distintas formas de

buscar la organización de algunos fenómenos espaciales, ideas que han atravesado las barreras

de las disciplinas que le han creado para ser implementadas en otros contextos, tal vez el

ejemplo más claro esté dado por la invención de los polígonos de thiessen (1911) , pensados

originalmente en el contexto de la meteorología pero que son funcionales para diversos

análisis espaciales. Para la investigación es de gran importancia recordar algunas de las ideas

formuladas por la teorías de lugares centrales, en diálogo con los análisis locacionales

propuestos por Hagget, involucrando así el rol de los flujos, nodos, centros y superficies

(Delgado M, 2003), categorías útiles para el análisis del comportamiento que tiene el suelo

periférico frente a puntos nodales específicos, para el caso, estaciones seleccionadas de BRT.

Durante el auge disciplinar de la Nueva Geografía se otorgó gran importancia a los

modelos que consideraban la distancia como elemento preponderante para la explicación de la

organización espacial, dichos modelos se enfocaron en caracterizar tanto los elementos en el

espacio, su distancia, posible relación y preponderancia de uno frente a otro, lo cual quiere

decir que si bien la herramienta principal estaba dada por lo modelos euclidianos, solo es

aplicable en el marco de relaciones dadas entre estos objetos, los cuales en últimas son los que

permiten crear superficies o áreas concretas de análisis, delimitando así espacios específicos

sin que ello signifique abstraer porciones de espacio para incomunicarlas de su contexto, tal

como se haría con una rebanada de pastel. Bajo este marco de interpretación se presentaron

dos posibilidades; la primera de ellas enmarcada por el espacio absoluto, en dónde el objeto

ocupa un espacio dado y medible por medio de coordenadas geográficas que le identifican en

el globo, y por otro lado un espacio relativo susceptible a análisis dinámicos, dotados de

movimientos y de múltiples relaciones dinámicas en su interior. Estas ideas son explicadas

con solvencia por Delgado, quien expone que:

29

Las clasificaciones áreales en el espacio absoluto generan regiones uniformes compuestas por

fenómenos estáticos y con poca variación en la densidad y en la intensidad de su ocurrencia.

Pero, en cambio, las regiones nodales, identificadas en el espacio relativo, dependen de

fenómenos en movimiento cuya intensidad y densidad del flujo es significativamente variable

dentro de las mismas (Delgado M, 2003, p.47).

No sobra recordar la afinidad que la problemática planteada encuentra con la lectura del

objeto de estudio como un espacio relativo, dinámico y en constante cambio e interrelación.

Ahora bien, la teoría de los lugares centrales y los aportes realizados por Hagget (citado por

Delgado, 2003) son una base que no pierde de vista una de las cuestiones fundamentales en

los análisis espaciales; la pregunta por el ¿en dónde? Pero no se trata de realizar una mera

descripción locacional acompañada de distancias absolutas. Un factor fundamental a la hora

de analizar las transformaciones espaciales en torno a estructuras de transporte está dada por

la demanda del mismo, es decir, a la pregunta por el en dónde le surge un complemento

propio y dinamizador de las lógicas urbanas, su población.

30

3.2 Densidad poblacional urbana: el gradiente de Clark

Un aliado estratégico de la geografía urbana es sin duda la demografía, a partir de la

información estadística que se obtiene y mediante su implementación es posible construir

análisis variados a diversas escalas. El cálculo de la densidad poblacional es un referente

importante a la hora de conocer el carácter de organización que adopta una urbe; una ciudad

expandida puede arrojar datos inversos en cuanto a densidad poblacional y mancha urbana,

mientras que una ciudad densa o concentrada tiende a mostrar valores elevados de densidad

poblacional frente a una mancha urbana menor (Guilbe L, 2012). Sin embargo el análisis de la

densidad poblacional urbana puede darse como un dato o estimación per se o articularse con

otras variables propias de su entorno. Ejemplos independientes que se relacionan son

referenciados y usados con frecuencia en el contexto de la geografía física; probablemente el

más usado y referenciado sea el cálculo del gradiente altitudinal, el cual propone como una

consecuencia normal el descenso de la temperatura con el aumento de la altura. Ahora bien,

una apuesta por integrar la lectura de la densidad poblacional a los fenómenos urbanos

generales de las ciudades fue descrita por (Clark, 1951) quien relacionó los valores de

densidad poblacional y la distancia en unidades de longitud con respecto al centro de una

ciudad- o centro de negocios- , esta relación fue descrita por Clark a modo de máxima,

afirmando que:

in every large city, excluding the central bussines zone, which has few resident inhabitants, we

have districts of dense population in the interior, whith density falling off progressively as we

proceed to the outer suburbs (Clark, 1951, p.490).

El método consiste en generar una regresión simple entre dos variables, una dependiente y

otra independiente; la variable dependiente es el cálculo de densidad, mientras que la

distancia que le separa al centro financiero se toma como independiente, esta función adopta

la forma de una exponencial negativa, lo cual indica una relación inversamente proporcional

entre densidad y distancia al centro financiero urbano. Dicho modelo fue aceptado y

fundamentado mediante la comprobación en diversas ciudades, sin embargo esta es solo una

forma de aproximarse a la densidad urbana como variable relacionada con otros factores,

además de no tener una pretensión universalista. Son variadas las respuestas que ha suscitado

la Ley de Clark, sin embargo es un insumo de gran valor para el análisis del comportamiento

tanto total como localizado de la ciudad de Bogotá. Para ello la mirada a representaciones

espaciales de la densidad poblacional aporta una mirada introductorio a la dinámica de flujos

31

en la ciudad, Beuf (2016) presenta un panorama contemporáneo sobre la distribución de este

fenómeno.

Gráfico 2. Gradiente de Clark para Bogotá. Fuente: (Beuf, 2016, p.208)

El análisis de la densidad poblacional como una variable pone de manifiesto una mirada

sobre el comportamiento del suelo con uso residencial en la ciudad de Bogotá, pues en

principio puede asumirse que una gran cantidad de predios con este uso se agrupan en zonas

periféricas de la ciudad. Este fenómeno aporta un valor agregado a la zona de estudio

propuesta dado que para el análisis resulta de gran importancia que tanto usos residenciales

32

como comerciales estén presentes en el área seleccionado; de acuerdo a la inversión del

gradiente Clark que claramente se da en la ciudad de Bogotá resulta idónea la ubicación del

centro de la ciudad, puesto que allí la presencia de usos del suelo diverso en mucho más rica

que en áreas periféricas, cualidad que permite poner en juego la relación planteada con una

muestra mucho más diversa que en cualquier otro punto de la ciudad. La descripción de este

gradiente tiene la intención de recordar al lector la importancia que tiene el comportamiento

de la “matriz” que sustenta el sistema de buses BRT para la presente investigación; además de

dejar manifiesta la opción por analizar este fenómeno retomando algunas ideas que en un

primer momento pueden parecer “arcaicas” o en “desuso”- ejemplo de ellos son los modelos

organizacionales anteriormente descritos- pero que serán potencializados por medio de los

SIG, elementos cuya relación describiré en las páginas siguientes.

3.3 Información y Conocimiento: el papel de las tecnologías de información en la geografía

Buena parte de las teorías y métodos formulados por las perspectivas cuantitativas en

geografía fueron generadas en el periodo comprendido entre 1960 y 1970, sin embargo y

como es ya conocido fueron diversos los virajes dados por la disciplina desde ese entonces

hasta hoy, durante este lapo han sido variadas las discusiones teóricas generadas entre

posturas, debates ricos y generalizados en geografía humana, los cuales han privilegiado en

los últimos años a los enfoques humanísticos, radicales y posmodernos (Bocco & Urquijo,

2011, p.263). Sin embargo poco se ha mencionado sobre el papel que ha desempeñado la

tecnología al interior de las disciplinas sociales, la producción, adquisición y tratamiento de la

información son un asunto poco desdeñable para la ciencia en general, es por ello que a

continuación se abordan algunos de los aspectos teóricos principales que se han desarrollado a

partir del sincretismo dado entre ciencia y tecnología, buscando así ofrecer un panorama de

las posibilidades que este hecho supone para la investigación social.

Las tecnologías de información geográfica (en adelante TIG) se han caracterizado por un

desarrollo privilegiado a partir de las contiendas militares, sin embargo estas pueden dividirse

en tres ramas o componentes principales, a saber:

- Sensores Remotos (SR)

- Sistema global de navegación por satélite (GNSS)

- Sistemas de información geográfica (SIG)

33

Cada una de estas partes desempeña una función específica y ha ganado popularidad en

ámbitos diferentes; las fotografías aéreas y satelitales hacen parte de los sensores remotos, el

sistema más reconocido en este ámbito está dado por los Estado Unidos, su programa de

monitoreo terrestre por medio de los satélites LANDSAT es el más antiguo y ofrece datos

gratuitos y continuos de todo el planeta (Vargas, 2009); por otro lado los GNSS son

reconocidos popularmente como GPS, de su origen y uso militar han saltado a la cotidianidad,

incorporando receptores de esta señal incluso en teléfonos celulares. Las principales

constelaciones de satélites gratuitas dispuestas con cobertura global son NAVSTAR (EU) y

GLONASS (RU).

El tercer elemento y de mayor interés para la investigación está constituido por los SIG, los

cuales están definidos como la conjunción entre el elemento tecnológico, la información

georeferenciada y el análisis propio orientado por el investigador -componente humano-

(Olaya, 2011) . Sobre los SIG se hace necesario realizar una mención especial, pues es posible

que el lector en este punto se pregunté sobre el por qué mencionar a los SIG al interior de un

acápite teórico y no metodológico, la respuesta parcial a esta pregunta está dada en uno de los

cuestionamientos que motivaron las reflexiones de Michael Goodchild, quien en el año 2010

planteaba un debate al preguntar si GIS is a Science or is a tool? (Goodchild, 2010, p.4), a

partir de esto ya se puede inferir cual es la postura que acoge la investigación frente a los SIG.

De acuerdo a la implementación de los SIG en la indagación estaría en capacidad de generar

conceptualizaciones o propender por aplicaciones teóricas sólidas, más allá de lo ofrecido por

una estéril herramienta, esta idea se sustenta a partir del contexto mismo de aplicación de

estos sistemas; al partir de un contexto científico dado por el marco de una disciplina – en

este caso la geografía – se entiende que la construcción de conocimiento está mediada por la

elaboración y captura de información, sin embargo esta información no se adquiere de manera

arbitraria ni es construida informalmente, es precisamente el contexto científico el que sugiere

y aplica metodologías para la construcción de conocimiento, el cual al contar con marcos de

estandarización se toma como conocimiento científico, esto en últimas es lo que diferencia la

producción de sentido por medio de las disciplinas – cuales quiera que sea su naturaleza o

enfoque- y los saberes populares, los cuales si bien son válidos necesitan ser sometidos a

filtros o estandarización antes de ser ingresados a un corpus de conocimiento valido al

interior de una disciplina. Por su parte los SIG construyen y almacenan información bajo la

estructura disciplinar de la geografía, lo cual permite que, a partir de esta información espacial

34

y temporal sea posible generar conceptualizaciones válidas para el abordaje de un fenómeno u

objeto del mundo real, además de involucrar en estos análisis herramientas cuantitativas sin

que ello genere un sesgo, esta idea es fuertemente apoyada por Goodchild cuando afirma que:

Geography, the discipline that studies the social and environmental phenomena of geographic

space, has long struggled with the question of whether it is a science. A movement that began

in the 1950s and flourished most notably at the University of Washington argued that

geography could indeed be a science, and could address its subject matter with quantitative

tools (Goodchild, 2010, p.6).

El análisis espacial con base en los SIG genera condiciones de posibilidad para el

tratamiento de grandes volúmenes de datos con atributos concretos, caracterizados por

representar un tiempo y espacio determinados, todo ello a altas velocidades.

El análisis espacial como práctica científica con base SIG no es un hecho novedoso, son ya

diversas las aplicaciones en las que estos sistemas han mostrado su potencialidad, sin

embargo trasladarlo al contexto urbano aún es un elemento a potenciar. La investigación

busca colocar en diálogo los corpus teóricos desarrollados con anterioridad a los SIG,

potenciando en ellos la velocidad y calidad de procesamiento en el abordaje del principal

concepto arraigado en la geografía, a saber, el espacio geográfico (Buzai G, 2015); el primer

elemento a señalar es la ubicación del objeto, la cual se dará en el marco de un espacio

relativo y absoluto, categorías que si bien ya fueron enunciadas anteriormente serán

entendidas puntualmente a la luz de la definición de ubicación descrita por Buzai:

Esta ubicación puede ser vista de dos maneras complementarias. Si se apela al denominado

espacio absoluto corresponde a un sitio específico y fijo de emplazamiento sustentado por la

topografía local y si se apela al denominado espacio relativo corresponde a una posición

específica y cambiante respecto de otros sitios con los cuales se pueden establecer vínculos

funcionales (Buzai & Baxendale, 2013).

Dicha complementariedad potencializa la articulación de un análisis de gran alcance, dado

que la posibilidad de visualizar información concreta en un espacio absoluto abre paso a la

realización de análisis más completos en dónde pueden intervenir diferentes escalas sin que

ello represente un problema para el investigador. Este tipo de análisis permite la puesta en

35

escena de varias categorías en simultaneidad -análisis multivariado-, dando cabida al uso de

herramientas cartográficas que antes trabajaban por separado o resultaban muy engorrosas

para un investigador. Buzai (2015) identifica algunas de ellas caracterizando su valor para el

análisis espacial (Ver Cuadro 1). Los SIG son entonces entendidos como un mapa de otro

orden (Olaya, 2011), en dónde la información puede ser producida, almacenada, interpretada

y analizada a la luz de referentes teóricos y metodológicos específicos para cada problema, su

potencialidad está dada al tener la capacidad de entablar un diálogo simultáneo entre el

analista, el problema espacio temporal y la información, este último elemento ha venido

desarrollándose a partir de la expansión de internet; el volumen exponencial del crecimiento y

acceso a esta información le ha valido el apelativo de Big Data, campo en discusión al que la

investigación considera oportuno dedicarle unas líneas, siendo este tal vez la beta de análisis

menos explorada en la geografía cuantitativa contemporánea.

Localización de fenómenos

geográficos

Posibilidad de entablar un diálogo simultáneo

entre el espacio absoluto y relativo de un

fenómeno en cuestión. Identificación de

patronos de distribución objetos espaciales

Índice de correspondencia espacial

(ICE)

Se establece a partir de un punto de vista

geométrico; considerando la superficie de

intersección (teoría de conjuntos) entre las dos

distribuciones se puede calcular el Índice de

Correspondencia Espacial (ICE) dividiendo el

valor de la superficie de intersección por el

valor de la superficie de la distribución espacial

de menor extensión.

Análisis de interacción espacial Los avances en cuanto al estudio de la

interacción espacial proporcionaron las bases

para el surgimiento de una geografía de los

servicios en la búsqueda de regularidades

empíricas que permitan la aplicación de

procedimientos y toma de decisiones en

planificación urbana y regional con bases de

racionalidad científica. Aquí merecen ser

36

destacadas las fórmulas de Reilly-Huff para la

determinación del lugar en el que debería ser

trazado el límite de las áreas de influencia de

dos centros, lo que podría ser considerado un

ajuste analítico al límite medio proporcionado

por las bases geométricas del trazado de

polígonos de Voronoi/Thiessen con lo cual se

obtienen las áreas de influencia perfectas entre

dos centros (localidades) de igual importancia.

análisis de matrices y la

incorporación de la temporalidad

Desde el punto de vista del análisis espacial

cuantitativo, el estudio de la evolución temporal

de configuraciones espaciales, puede ser

considerado un eje de cuarta dimensión en la

matriz de datos tradicional formada por filas

(unidades espaciales) x columnas (variables) o

en la matriz de datos geográfica formada por

filas (variables) x columnas (Unidades

espaciales), la primera perspectiva es la

utilizada en las bases de datos alfanuméricas de

un SIG vectorial.

Cuadro 4. Categorías constitutivas del análisis espacial. Fuente: Elaboración propia a partir de (Buzai G, 2015, p.66),

37

3.4 Big Data, nuevos horizontes en la investigación social

El flujo de información que se ha venido generando no solo ha sido mayor sino también

variado, el dato es un elemento de fácil acceso por medio de un PC e internet, hecho que

proporciona tanto la consecución del insumo como el procedimiento que este requiere para

convertirse en información (Kitchin, 2013). Este fenómeno -el cual se ha dado en llamar Big

Data- está transformando la cotidianidad y por ende la investigación y la formación de

profesionales en ámbitos diversos del conocimiento. Es válido reiterar que, tal y como lo

menciona Kitchen:

For positivistic [and general] social scientists, big data offers the potential for a environments;

new era of computational social science; a new paradigm of ‘data-driven science’ that

challenges established epistemologies through its blending abductive, inductive and deductive

approaches (Kitchin, 2013, p.263).

Estos terabytes de información pueden contribuir a la comprensión de lo real puesto que el

insumo está siendo generado constantemente y a un nivel de detalle sin precedentes en la

historia humana. Este panorama presenta tanto retos como posibilidades para el desarrollo de

múltiples análisis en diversas disciplinas, el uso de la información trae consigo reflexiones en

torno a su fuente o calidad, la veracidad de la misma y la consecución, sin embargo las

instituciones estatales y privadas vienen facilitando estos asuntos con la publicación de

diversos insumos bajo su tutoría, tales como información censal a diferentes escalas

espaciales y temporales, información predial, económica, etc.

El presente análisis trabaja en buena medida con los aportes dados por la base de

información catastral de Bogotá IDECA, puesta a disposición de cualquier persona. Sin duda

alguna éste hecho influye en el desarrollo y aplicación de conceptos en análisis que le toman

como insumo, el momento invita entonces al investigador para hacer parte -de manera

responsable- de un viraje novedoso en la forma de hacer investigación en el siglo XXI

potenciando las reflexiones decantadas en épocas anteriores.

A continuación se desarrolla el análisis final del trabajo, el cual busca tanto retomar como

incorporar elementos desarrollados en los capítulos precedentes, aplicando algunos

parámetros para la resolución efectiva de los objetivos planteados, finalizando con un

respuesta tentativa, apoyada en los hechos encontrados, que cierra de alguna forma el

cuestionamiento formulado en la zona de estudio presentada. Con ello se busca no solo

38

abordar el cuestionamiento de investigación, sino que es también una apuesta metodológica

para las ciencias sociales en general, apropiando para sí algunas de las herramientas

tecnológicas que hoy son mucho más asequibles, potenciando así las reflexiones de tipo

espacial en un contexto urbano y social.

39

Capítulo IV

4. Del azar al orden: interacciones espaciales abordadas mediante el análisis espacial

El recorrido general que la investigación ha dado, expuso algunos apuntes sobre aportes

teóricos y metodológicos desarrollados en torno a diferentes experiencias estudiadas tanto en

Bogotá como en otras partes del mundo. Las líneas que aquí continúan pretenden mostrar al

lector cómo a partir de las comparaciones posibles, las reflexiones localizadas y la aplicación

de geotecnología se hace posible formular puntos de vista complementarios que son capaces

de entrar a dialogar y discutir con las ideas ya formuladas y expuestas en el estado del arte.

Los objetivos planteados en el capítulo uno serán desarrollados en el presente espacio,

exponiendo tanto la secuencia lógica que se ha dado para llegar a los resultados finales, como

las consideraciones y posiciones que, a lo largo de este ejercicio, se han dibujado para llegar a

convertirse en las conclusiones finales. Sin más preámbulo invito al lector a poner en juego la

síntesis de las posiciones expuestas, para así, decantar las reflexiones que el BRT y el uso del

suelo en el centro de Bogotá puedan llegar a generar.

4.1 El suelo urbano, la distribución de los usos en el centro de Bogotá

El recurso suelo ha sido entendido de diferentes maneras según la postura que sobre este

reflexiona; sin lugar a dudas la primera asociación que se traza está ligada a la ciencias de la

tierra; los estudios agronómicos y la clasificación taxonómica de suelos; en ella se describe el

suelo como un conjunto de áreas con propiedades definidas y diferenciables, recurso que por

medio de los estudios y levantamientos de suelo puede ser planificado, potenciado y tratado

(IGAC, Universidad Nacional de Colombia, 2014). Sin embargo estas ramas del

conocimiento dejan de lado la reflexión sobre el suelo urbano; estas áreas son más bien

diferenciadas y separadas del resto, ahora bien, esto no significa que la reflexión sobre ello no

exista, más bien hay que recalcar que de su indagación se ocupan esferas diferentes del

conocimiento.

El suelo urbano ha sido integrado como objeto de estudio tanto por la geografía urbana

como por la sociología, entre otras, allí su definición agrupa la reunión de servicios de diversa

índole, tales como la electricidad, el agua potable, gas, acceso vial etc. Definición ya expuesta

40

con mayor detalle en el capítulo 2. Dicho esto es momento de exponer el tratamiento

metodológico que se le dio al recurso suelo en el área de estudio.

4.2 El suelo urbano: Caso Bogotá “Centro”

El tratamiento metodológico para la construcción de un conocimiento con el nivel de

detalle suficiente que la investigación requiere se dio mediante el uso de los ya referenciados

SIG, para esta labor se usó la información geográfica levantada por IDECA, la cual fue

adquirida desde su portal institucional, obteniendo así cartografía a escala 1:10.000 de toda la

ciudad, además de bases de datos con información catastral que relacionan tanto el uso del

suelo como datos sobre estratificación socioeconómica. El uso del suelo urbano es clasificado

a nivel Bogotá en 99 categorías, cada una de ellas definida y formalizada para usos

catastrales; sin embargo el desarrollo del trabajo ameritó generar una simplificación de las

categorías en unidades que agruparan efectivamente usos similares, este ejercicio logró

reducir la clasificación oficial a 13 categorías, las cuales fueron además relacionadas por

medio del número de construcciones que en la zona de estudio presentan este uso, su

porcentaje de participación y finalmente un identificador único de cada uso asignado para

facilitar su manejo, esta clasificación se relaciona en el cuadro 5.

Cuadro 5. Clasificación de usos de suelo para la investigación Fuente: Elaboración propia a partir de IDECA 2016-03

Este insumo hace parte del análisis exploratorio de datos, pues si bien es de gran utilidad

para conocer el grado de participación que cada uso tiene en la zona general de estudio, esta

información tiene su potencial más alto al relacionar estos porcentajes con el grado de

concentración o agrupación espacial que cada uso tiene sobre el espacio urbano, para ello el

mapa de usos de suelo es de gran utilidad (ver gráfico número 8 y 9).

Usos de suelo clasificados Código de Uso Nº de Lotes % Usos

Residencial 1 4560 63

Oficinas 2 825 11

Centro o corredor comercial 3 1201 17

Deposito 4 300 4

Bodega 5 287 4

Industrial 6 63 1

Total lotes con

información

Porcentaje

acumulado

7236 100

41

El suelo urbano como variable de análisis fue observada durante la investigación con diversos

propósitos, en un primer momento se buscó generar una caracterización de los mismos en la

zona de análisis general, elemento que el primer objetivo de la investigación demanda como

imperativo, por otro lado esta caracterización permite entrar a evaluar dos tipologías más, a

saber: la agrupación o Clausster que la reunión de varios usos pueda generar, y la distancia

media lineal que cada construcción tiene con respecto a la estación Transmilenio más cercana;

conexo a ello identificaron las distancia medias de cada construcción frente a su estación de

SITP más cercana. La construcción de esta información tiene un objetivo claro, se buscó

determinar si la agrupación de estos usos tiene o no relación con la construcción de

infraestructura BRT, fenómeno que viene transformando el espacio urbano capitalino desde

inicios del segundo milenio, cuya exploración fue realizada en el capítulo dos, tanto para el

caso Bogotá como para el casos extranjeros en dónde el sistema ha cobrado alguna

importancia para la movilidad urbana.

4.3 El suelo urbano en el tiempo

La evaluación de este recurso no puede ni debe centrarse únicamente en la cuantificación y

agrupación espacial, pues una aproximación cartográfica que pretenda identificar algún tipo

de transformación en alguna variable espacial ha de tener en consideración al menos dos

momentos diferentes en el tiempo; con este propósito la investigación tomó como insumo la

cartografía básica de Bogotá publicada en 2011 y 2016, este lapo reúne en su interior la

implementación de la fase III de Transmilenio, tanto por la carrera décima como por la calle

26, fenómeno que en principio permite realizar un acercamiento a las variables

infraestructura de transporte urbano y uso del suelo urbano, categorías que en

investigaciones comentadas anteriormente postulan una relación (positiva o negativa) en

zonas que han tomado en cuenta la coincidencia espacial de los BRT y usos determinados del

suelo urbano (Silva A, 2010). En consecuencia se realizó el mismo ejercicio exploratorio para

el año 2011, el cual se presenta en el cuadro 5 y en el gráfico 9 y 10, con este esquema se

consolidó una imagen estadística del comportamiento del uso del suelo en la zona de estudio.

La información generada permite, de entrada, observar algunas diferencias entre los

insumos según el lapo que describen; en primer lugar se observó una reducción en el número

de construcciones totales presentes en la zona, fenómeno explicado por la demolición de

varios predios, entre estos los que anteriormente se encontraban en lo que ahora es el área

42

destinada al proyecto Estación Central. Otra diferencia está en los porcentajes de

participación que cada uso tiene en la zona general, ahora, también es necesario identificar de

manera puntual si hay o no cambios en la distribución de estos usos, pues la investigación se

interesa por identificar un fenómeno de esta naturaleza en relación con la variable que se

conforma a partir de la infraestructura de transporte BRT. Esta pregunta es solventada por

medio de un análisis temporal que ha permitido tanto la identificación de transformación

espaciales como su ubicación puntual en la zona general de estudio, información de gran valor

en el contexto que la investigación propone.

El análisis temporal del uso del suelo es una de las columnas vertebrales del análisis, tal y

como ya se ha mencionado, sin embargo las siguientes líneas son dedicadas a la exposición

del método que dio como resultado la identificación de cambios de uso de suelo en la zona; la

metodología usada ha sido tomada de estudios que buscan identificar transformaciones

espaciales en variables ambientales, tales como cambio de cobertura o masa glacial. Para tal

fin se adoptó una Matriz de pesos espaciales; esta funge como una tabla dinámica que

relaciona los códigos que a cada uso han sido asignados, buscando coincidencias o

diferencias. La matriz fue construida a partir de la homologación de los usos ofrecidos por

IDECA para los años en cuestión, ya con los insumos clasificados y homogenizados por

código se procedió a construir la tabla que ejemplifica el gráfico 3, en dónde se observa

claramente cuál ha sido la implementación de este insumo en la identificación de cambios en

el espacio urbano analizado.

Gráfico 3. Matriz de pesos espaciales, figura ejemplo de la construida para el análisis realizado. Fuente: Elaboración propia.

Los usos fueron agrupados por filas y columnas, las columnas agruparon los códigos de

uso para el año 2011, mientras que las filas reunieron los códigos de usos homologados para

Uso 2011

A B C

A A A C

B B BB BC

C C CB CC

Matriz de pesos espaciales

Uso 2016

43

el año 2016. La reunión de estos códigos en celdas únicas dieron como resultados

combinaciones de dos códigos: homogéneos para identificar una ausencia de cambio en el uso

de suelo y, heterogéneos para la designar el cambio de un uso a otro, mostrando así tanto el

uso precedente (2011) como el actual (2016). En algunos casos se identificaron celdas con

valores únicos, estos son de gran importancia pues van a referenciar aquellas construcciones

que tenían un uso en 2011 y que para 2016 han desaparecido, es decir, indican demolición o

desaparición de construcción, fenómeno que se corrobora con la comparación cartográfica de

los insumos generados.

Como resultado del análisis generado a partir de la matriz de pesos espaciales se elaboró

un documento cartográfico que identifica tanto las transformaciones dadas, su localización y

agrupación; los resultados sintetizados de esta matriz se ven reflejados en el gráfico 4, el cual

identifica el grado porcentual y tipo de trasformación dada en la zona.

Gráfico 4. Porcentaje de cambio 2011 – 2016 identificado a partir de la matriz de pesos espaciales. Fuente: Elaboración propia.

Este primer acercamiento a la transformación temporal en el suelo urbano de la zona

identifica una variación mínima repartida en 4 categorías de uso, de las cuales una de ellas

muestra la demolición o perdida de uso. Por otro lado, se observa un cambio hacia usos

residenciales de un 0.2 %, mientras el cambio más pronunciado se generó hacia el uso

comercial, agrupando una transformación del 32.5%, por último el porcentaje de

construcciones que continuaron sin transformación aparente según la información oficial fue

de 58.8 %. En consecuencias es posible afirmar que las transformaciones o cambios de uso

0,0 20,0 40,0 60,0 80,0 100,0

Demolido

Residencial

Comercial

Cultural, institucional

Sin uso oficial

Sin cambio

Cambio en uso del suelo: 2011 – 2016

44

del suelo han sido mínimas, y las que se han presentado se agrupan en zonas específicas,

haciendo posible atarlas a proyectos de renovación urbana, tales como el Plan Parcial

Estación Central (en dónde se concentra la mayor cantidad de predios demolidos en este

lapo); sin embargo llama la atención el hecho de encontrar un aumento en la migración hacia

usos comerciales del suelo, característica que contribuye a confirmar la inversión en el

gradiente de Clark, pues al asumir está idea dicho cambio no solo cobra sentido, también se

esperaría un aumento de usos comerciales, ya que esta zona históricamente central estaría

privilegiando cada vez más estas actividades, permitiendo así la generación o consolidación

de centralidades urbanas (Beuf, 2016). Los análisis mencionados hasta el momento no son

más que interpretaciones visuales realizadas a partir de la lectura de los insumos cartográficos

existentes y generados, de los mismos se desprenden las primeras ideas para señalar una

conexión fuerte entre la distancia a estaciones BRT y la regulación u ordenamiento del uso

del suelo periférico a las mismas -idea que cobra más fuerza cuando de uso comercial se

habla-. No obstante, estos insumos deben ser corroborados metódicamente por medio de

análisis más robustos, para tal fin la investigación ha decidido valerse de Análisis

Exploratorio de Datos espaciales (ESDA por sus siglas en inglés) como método para la

interpretación de los datos que convergen en el análisis (Cañada T, 2008, Ebdon, 1982),

buscando con ello aportar interpretaciones coherentes con los fenómenos espaciales dados a la

luz de procedimientos geoestadísticos básicos, dejando a la investigación en un nivel de

confianza suficiente para llegar a postular una conclusión a las reflexiones desarrolladas

previamente.

4.4 Análisis exploratorio de datos espaciales

La aparición y desarrollo de la geoestadística ha generado un escenario de potencia y

posibilidad, en el cual se combinan dos mundos disciplinares; la estadística clásica con sus

métodos de observación, clasificación, estimación y simulación numérica; protagonistas como

ciencia independiente y como auxiliar en campos como la economía, la demografía etc. desde

hace varias décadas, y la geografía (o ciencias espaciales afines) buscando generar análisis

sobre el continuo espacial, potenciando así técnicas clásicas como la regresión, para la

ejecución de simulaciones sobre espacios concretos. Una de sus definiciones le describe

como:

una rama de la estadística que trata fenómenos espaciales. Su interés primordial es la

estimación, predicción y simulación de dichos fenómenos […]. Esta herramienta ofrece una

45

manera de describir la continuidad espacial, que es un rasgo distintivo esencial de muchos

fenómenos naturales, y proporciona adaptaciones de las técnicas clásicas de regresión para

tomar ventajas de esta continuidad […], [se] define como una aplicación de la teoría de

probabilidades a la estimación estadística de variables espaciales (Henao G, 2002, p.17).

Su aplicación está mediada por análisis intermedios, como ESDA, los cuales buscan

preparar adecuadamente las variables en modelos ordinales que permitan hacer de lo

aparentemente aleatorio y azaroso, un conjunto de datos analizables, contribuyendo así con la

visualización de la estructura espacial que adopta el fenómeno dado. Con ello el analista

puede identificar o descartar asociaciones espaciales de un fenómeno o característica. (Iris,

2015, Karen K, 2008). Posterior al planteamiento general de la pregunta, y la delimitación

espacial y temporal de la zona, es de vital importancia evaluar tanto el tipo de información

con la que se cuenta, su nivel de detalle y la distribución que esta tiene tanto en el espacio

como en el plano cartesiano (distribución estadística). Para ello el analista juega un papel

determinante en el proceso de observación, en procura de convertir dicha información en

conocimientos que cuenten con un rigor mínimo para generar aseveraciones confiables sobre

el objeto de interés. Hay que recordar que en su mayoría los análisis espaciales en su etapa

final buscan responder a un cuestionamiento planteado, además de orientar la toma de

decisiones, por lo que las afirmaciones que del estudio emanen deben estar respaldas con

datos confiables.

Para ello la investigación ha definido dos variables fundamentales por analizar,

diferenciándoles entre: variables dependiente y variables explicativa, cada una de ellas fue

inspeccionada mediante ESDA, valiéndose para ello de diversas herramientas, como el

análisis de distribución normal – o distribución de Gauss- , el coeficiente de sesgos y el

coeficiente de curtosis; todos calculados tanto en el módulo de análisis geoestadística de

ArcGis, como en softwares estadísticos especializados tipo SPSS. De dicho análisis se buscó

abstraer la distribución estadística y espacial de cada uno de los datos escogidos y creados

para así aplicar el método estadístico adecuado, en procura de obtener información verídica

con la cual ofrecer al lector una conclusión sólida. A continuación se presentan los resultados

obtenidos:

46

Gráfico 5. Histograma de distribución para variables cuantitativas, Distancia a BRT y SITP. Fuente: Elaboración propia.

La elaboración de diagramas de dispersión e histogramas resulta útil para conocer la

distribución estadísticas de las variables, pues de esta manera es posible reconocer si estas se

ajustan o no a una distribución normal, buscando en el histograma la forma de una campana

de Gauss; sin embargo las variables no se ajustan a esta figura, con lo cual es necesario

generar una transformación para que su distribución se ajuste en alguna medida a una normal;

dado que los análisis más comunes -tipo T de Student- plantean como deseable este tipo de

distribución estadística en las variables por analizar. De acuerdo a lo observado en la gráfica

esta transformación se aplica a las variables “Dist_BRT – Distancia a BRT”, y “Dist_SITP –

Distancia a SITP” obteniendo resultados más alentadores:

47

Gráfico 6. Prueba de normalidad Kolmogorov – Smirnov. Fuente: Elaboración propia.

Gráfico 7. Histogramas y curva normal para variables analizadas. Fuente: Elaboración propia.

48

Gráfico 8. Estadísticos descriptivos para variables cuantitativas, sesgo y curtosis. Fuente: Elaboración propia.

El resultado obtenido muestra notables mejoras con respecto a las primeras gráficas

presentadas, expresadas en los coeficientes de asimetría y curtosis. Sin embargo los

coeficientes de sesgo y curtosis en cada una de estas variables no logran ajustar por completo

a una distribución Gaussiana, fenómeno a tener en cuenta a la hora de definir un método de

análisis para la información general, pues descarta de entrada el uso de métodos

convencionales o paramétricos (Ebdon, 1982). Cabe aclarar que la realización de

transformaciones estadísticas a los datos originales no influye en la confiabilidad de los

análisis finales, pues estas solo tienen efecto en la distribución de los datos, no en su

significado; sin embargo será necesario tener en cuenta dichas transformaciones a la hora de

interpretar la información final, pues sería erróneo generar conclusiones tomando como base

unidades a escala logarítmica y no sus originales (Cañada T, 2008).

Por otro lado fue necesario analizar la distribución de variables categóricas o cualitativas,

tales como el uso del suelo y su clasificaciones (realizadas con la finalidad especifica del

trabajo) está segunda clasificación se desarrolló concatenando la disponibilidad de

información cuantitativa y cualitativa, es decir que para esta clasificación se han omitido los

valores nulos en información cuantitativa, para así evitar generar un análisis estadístico

sesgado. Así las cosas la clasificación general de suelos se redujo a 6 categorías, cada una de

ellas con información específica, catalogando estas en 2 usos específicos agrupados por

funcionalidad, obteniendo como resultado una división general de la zona entre “Uso

residencial” y “Uso comercial”, de este ejercicio se configuraron dos salidas gráficas, las

cuales muestran la ubicaciones espacial y distribución estadística de variables categóricas,

haciendo énfasis en la información fundamental que contempla el trabajo, es decir el uso del

suelo.

49

Gráfico 9. Mapa de uso específico de suelo urbano para la zona de estudio, Lotes. Fuente: Elaboración propia.

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Gráfico 10. Mapa de uso general de suelo para la zona de estudio, Lotes. Fuente: Elaboración propia.

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Luego de realizar los análisis descriptivos al conjunto de variables recolectadas, es

momento de definir el tratamiento estadístico capaz de otorgar pruebas que permitan tejer una

conclusiones en torno al problema planteado; varias opciones han sido contempladas a lo

largo del trabajo, desde análisis de regresión hasta pruebas no paramétricas. En aras de hacer

un uso correcto y responsable de la estadística como herramienta de análisis hay que remitirse

nuevamente a la naturaleza y distribución de las variables, ya se han señalado las pruebas

gráficas y estadísticas para conocer el comportamiento de las variables cuantitativas, las

cuales en últimas no lograron ajustarse a un modelo de distribución normal, asumiendo

entonces que cada una de ellas tiene una distribución libre; de otro lado es necesario

considerar que la variable dependiente del análisis (el uso del suelo) a pesar de ser codificada,

es una dato de naturaleza categórica, por ende, cualitativo. Se abre entonces el interrogante

final en cuanto al orden metodológico se refiere ¿Cómo tejer un análisis espacial teniendo

como insumos variables de orden cuantitativo y cualitativo?.

4.5 Estadística: Método, tratamiento y análisis

El tratamiento estadística de cualquiera fenómenos, en independencia de su naturaleza, trae

consigo una responsabilidad operacional para el investigador, pues del mismo modo que un

ciudadano que en el extranjero no está exento de cumplir las normas que no conoce, el

analista no está ajeno a cumplir los parámetros mínimos del análisis estadístico, para que sus

afirmaciones finales no solo sean verídicas sino responsables. Los métodos considerados para

efectuar el análisis final fueron:

- Regresión lineal (OLS)

- Comparación de medidas centrales en variables normales (T student)

- Comparación de medianas en variables no normales ( U de Mann – Whitney)

Cada método trae consigo algunas condiciones necesarias para que, al finalizar su

implementación, los resultados estadísticos que se obtengan tenga un grado de fiabilidad

frente al fenómeno real que buscan describir o inferir; en un primer término se presenta el

análisis de regresión. Este análisis demanda de características tales como la normalidad de las

variables a contrastar, y una fundamental: que éstas sean de carácter cuantitativo. De entrada

es un método a descartar pues como se mencionó, el uso del suelo funge como un dato

categórico, luego no es cuantitativo. El uso de regresiones puede darse como insumo de apoyo

al evaluar si las variables explicativas tiene relación entre sí, sin embargo su implementación

52

no estaría en capacidad de otorgar una respuesta fiable al cuestionamiento planteado, ya que

no logra entablar un diálogo coherente entre el uso del suelo y la distancia con respecto a

estaciones de BRT.

Luego de ello las posibilidades se restringen a métodos con la capacidad de relacionar de

manera eficiente variables de tipo cuantitativo y cualitativo, para ello es posible implementar

la comparación de medidas de tendencia central, método en el cual resalta la T de Student

pues es un modelo estadístico de gran potencia. Dado que el problema busca evaluar el

comportamiento de la distancia con respecto a estaciones BRT teniendo en cuenta la

clasificación de uso general de suelo (uso residencial y uso comercial) luego un modelo para

la comparación de medias de un factor común (distancia en metros a estaciones) entre grupos

independientes (categorías de uso de suelo) se visibiliza como la posibilidad más adecuada.

Sin embargo la prueba T de Student demanda de tres condiciones para su correcta

ejecución: distribución normal de los datos, igualdad de varianzas y división categórica por

grupos (grupos independientes, para este caso usos de suelo). En el apartado anterior se

demostró que las variables cuantitativas a confrontar no lograban ajustarse a una distribución

normal, sin embargo nada se ha mencionado sobre la Homocedasticidad o Heterocedasticidad

de las variables. Cualidad que se evalúa por medio del Test de Levene.

A partir de este punto será necesario asumir una de las convenciones generales de la

evaluación en estadística, el contraste de hipótesis. Estos análisis se concentran en la

evaluación de dos posibles casos numéricos expresados cada uno como H0 o H14, las cuales

toman la forma de:

en dónde M toma el valor del indicador a comparar, sea este la media, mediana o varianza

(según el modelo a aplicar). Dicho esto se buscó la afirmación o no de la homocedasticidad de

4 H0 hace referencia a la hipótesis nula o igualdad, en oposición a esta aparece la H1 Hipótesis alterna o del investigador, la cual asume deferencias entre las medidas comparadas. Para cada caso puntual H0 o H1 toman un significado en torno al fenómeno analizado. El contraste entre H0 o H1 es un método se falsación similar al descrito por Popper, por lo cual se advierte de la necesidad de abordar estos resultados con una mirada lógica

H0: M1 = M2

H1: M1 ≠ M2

M1 < M2

M1 > M2

53

la variable Distancia a estación BRT según los grupos de independientes de uso de suelo

previamente definidos.

Gráfico 11. Resultados test de Levene y prueba T de Student. Fuente: Elaboración propia.

Tomando en cuenta que el nivel de confianza asumido para la ejecución de esta prueba se

asume un nivel de confianza del 95% el valor de P será entonces 0.05, luego un valor

significativo (Sig. De acuerdo a la tabla de resultados SPSS) mayor a 0.05 se toma como un

indicador no suficiente para asumir una diferencia de varianzas, en consecuencia se retiene la

H0. Para este caso el valor obtenido es menor a 0.05, indicador de que existe una

heterogeneidad de varianzas o heterocedasticidad, para corregir este problema y llevar a la

variable a un cumplimiento de dos de tres condiciones para la aplicación de una prueba no

paramétrica se tomará en cuenta la variable Distancia a BRT Box la cual ha sido transformada

mediante el método de Box-Cox; si bien el resultado de esta transformación no logró dar una

distribución normal a la variable, si alivia por completo el problema de la diferencia en las

varianzas.

Gráfico 12. Resultados Test de Levene y prueba T de Student para variables normalizadas. Fuente: Elaboración propia

La prueba de Levene realizada para la variable transformada arroja un valor de P > 0.05,

con lo cual es posible afirmar que la variable ha tomado una distribución de varianzas

54

Homocedastica , logrando así cumplir dos de tres características necesarias para evaluar el

caso mediante pruebas de distinciones de medidas centrales con medidas paramétricas tales

como la U de Mann - Whitney.

4.5.1 U de Mann – Whitney

Al conocer las características que describe la variable fundamental a analizar, las

alternativas para la realización de dicha evaluación son cada vez más específicas. Si bien la

variable no cuenta con una distribución normal, en algunos casos hay quienes aplican medidas

paramétricas, confiando en su gran potencia para el cálculo de estimadores, de ser así la

prueba T de Student de la cual se acompañó el Test de Levene ya expuesto expondría un valor

de P < 0.05, con lo cual se daría por hecho la diferencia entre la distancia a estaciones BRT

según el tipo de uso de suelo, es decir, se dan luces para realizar una inferencia que ligue la

distancia a estaciones BRT con el uso del suelo que el predio ostente. Tal afirmación requiere

de una prueba que le confirme o desvirtué por completo. Para ello se ha optado por

implementar el modelo U de Mann – Whitney, el cual es el modelo no paramétrico alternativo

a la prueba T Student; dicho modelo contempla también tres características básicas para la

confiabilidad del resultado final, a saber: aplicación en muestras independientes,

homocedasticidad y distribución no Gaussiana. La utilidad del mismo está en que es una

prueba específica para variables con una distribución no Gaussiana, caso que se presenta con

la variable Distancia a BRT. Dicho esto es momento de trasladar la pregunta problema del

análisis a la formulación que propone el contraste de hipótesis, con lo cual se obtiene que:

Pregunta problema: cómo se transforma el suelo urbano periférico a estación de BRT en

Bogotá, asumiendo el impacto que la implementación de este sistema de transporte ha

causado en el desarrollo reciente de la ciudad.

H0: La variación en la mediana de las distancias a estaciones BRT es la misma en los usos de

suelo identificados en la zona, no hay evidencias que relacionen estos factores.

H1: La variación en la mediana de las distancias a estaciones BRT es diferente en cada uso

de suelo identificado en la zona, existen evidencias suficientes para identificar una relación

entre estos factores.

Con la implementación del modelo U de Mann – Whitney se busca comparar las

variaciones en las medianas de los datos recolectados, la información sobre distancia a

estaciones BRT fue elaborada mediante el cálculo de distancia euclidiana a la estación más

55

cercana para cada entidad lote, con lo cual el valor en metros obtenido designa la distancia

lineal en metros. La obtención de esta información permite confiar en la calidad del insumo.

Por lo cual la aplicación busca obtener un indicador que pueda ofrecer un nivel de confianza

del 95% sobre todas las observaciones realizadas. Teniendo en cuenta esto la prueba arroja los

siguientes resultados:

Gráfico 13A. Gráficos y estadísticos prueba U de Mann Whitney aplicada a distancia a estaciones BRT – usos

de suelo. Fuente: Elaboración propia.

Gráfico 13B. Resultados aplicación prueba U de Mann Whitney aplicada a distancia a estaciones BRT – usos de

suelo. Fuente: Elaboración propia.

56

De acuerdo a los resultados arrojados tras la aplicación del modelo, expresado por el valor

de significación, inferior a 0.05, se determina que hay evidencias suficientes para rechazar la

hipótesis nula, con lo cual es posible concluir que existe una relación entre la variación de la

distancia con respecto a estaciones BRT y el uso del suelo que se ubica en el espacio a

diferentes rangos. La salida grafica del modelo reitera dicha variación, pues se observa cómo

la variación de los rangos se diferencia claramente según el uso de suelo al que éste se asocia;

insumo que se añade a la confirmación de la afirmación dada a partir del análisis estadístico.

Ahora bien ¿Cuál es la expresión de este análisis en el espacio?

Dado que la prueba arroja un indicador único como síntesis de resultados su

espacializacion se hace compleja, sin embargo un análisis en detalle a la distribución de estos

usos por rangos de distancia muestran datos concluyentes que reafirman la conclusión

generada por la aplicación de la prueba. Mediante una clasificación por rangos de distancia

con intervalos de 100 metros es posible evidenciar cómo esta interacción se desenvuelve en el

espacio; si bien el número de lotes con uso comercial y residencial inician apareados hasta los

primeros 100 metros, posteriormente se configuran heterogeneidades en el total de usos que

aparecen, al evaluar el rango de distancia de los 300 a 400 metros es posible identificar un

aumento en el uso residencial cruzado con un descenso en los usos comerciales, tendencia que

aunque no permanece de esta manera en las siguientes distancias confugura proporciones muy

diferentes en la concentracion de usos para la zona de estudio.

Gráfico 14. Líneas apiladas para la relación “Distancia BRT/ Uso del suelo”. Fuente: Elaboración propia.

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Gráfico 15. Mapa rango de distancias con respecto a estaciones BRT. Fuente: Elaboración propia.

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Los gráficos realizados como resultado del análisis por rangos invitan a pensar en la

distribución de usos por “células” entendiendo estas últimas como unidades de área que

concentran N número de lotes con usos determinados (áreas con X densidad de usos de

suelo). Su realización permite visibilizar cómo en intervalos superiores a los 300 metros, en

su mayoría, se agrupan usos residenciales concentrados, siendo esta tendencia mucho más

marcada en barrios como la Perseverancia, Santa fe y Samper Mendoza, luego de ello estas

células continúan presentes pero con menor concentración, resultado que se vislumbra como

coherente frente a los análisis estadísticos realizados previamente.

Por otra parte, la distribución del uso de suelo comercial tiende a parecer como

protagonismo en los primeros 300 metros, las células de concentración más fuertes expresan

que estos usos se agrupan en torno a estaciones como San Diego, Calle 26, Aguas,

Universidades. Sin embargo se identifican importantes concentraciones de este uso a

distancias mayores, fenómenos que se expresa coherentemente dado que la alta concentración

en rangos inferiores no indica la extinción de este uso a intervalos mayores, pero su

concentración se ve altamente disminuida, con excepción de la zona “Park Way” en el barrio

La soledad, y algunas zonas sobre el barrio Santa Fe, lo que explica de manera gráfica la

relación sugerida por los resultados de la prueba U de Mann – Whitney, señalando así la

diferencia entre la relación Uso – Distancia a BRT, de acuerdo a la ubicación de zonas con

aprovechamientos económicos o residenciales.

Con la recopilación de las pruebas estadísticas otorgadas por los modelos anteriormente

explicados y ejecutados, sumando la espacialización y construcción de información geo

referenciada presentada por medio de diversas salidas graficas que apoyan los estadísticos

ofertados, es posible concluir que aunque la relación entre uso de suelo y distancia a

estaciones BRT existe en la zona de estudio, esta no tiene la fuerza suficiente para

condicionar la distribución del uso de suelo en el espacio, fenómeno que abre nuevos

panoramas para la reflexión del espacio urbano particularmente en la zona de estudio;

teniendo en cuenta que al tener evidencias sobre la existencia de esta relación también hay un

espacio para la planeación; potenciando este tipo de fenómenos para el ordenamiento espacial

y, a su vez, generar reflexiones novedosas y potentes sobre el espacio urbano, tales como:

análisis con miradas desde la econometría espacial, reflexiones orientadas al ordenamiento

territorial y productivo, estudios sobre la eficacia y posibilidades del transporte público

urbano, entre otros. Las discusiones que aquí se proponen, como aquellas emanadas desde

otros campos de las ciencias sociales pueden y deben enfocarse en las transformaciones

59

sociales del espacio, sin olvidar la necesidad por renovar la práctica de la docencia en

geografía como ciencia social.

60

Gráfico 16. Mapa densidad de uso comercial respecto a estaciones BRT en la zona de estudio.

Fuente: Elaboración propia. [Anexo 1]

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Gráfico 17. Mapa densidad de uso residencial con respecto a estaciones BRT en la zona de estudio. Fuente: Elaboración propia. [Anexo 2]

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5. Análisis espacial en ciencias sociales:

¿Posibilidad o anacronismo?

La implementación de métodos cuantitativos en geografía ciertamente no es una novedad,

el hoy reconocido geógrafo David Harvey realizó durante los albores de la Nueva Geografía

un trabajo de obligatoria consulta para quienes deseen revisar la introducción de análisis

numéricos y los modelos lógicos en el análisis espacial. Teorías, Leyes y Modelos

en Geografía es una muestra de cómo la geografía cuantitativa- o mal llamada “geografía

positivista”- ya tenía un recorrido dado durante la segunda mitad del siglo XX. (Alvarez,

1987). Sin embargo estas posturas no serían visibles con el valor que oferta sino hasta

principios del siglo XXI, apoyadas en el desarrollo tecnológico e incorporando la potencia de

los algoritmos computacionales y estadísticos a la creación de los SIG, con lo cual se abrió la

puerta no solo a una renovación del paradigma cuantitativo, sino también a la formulación de

campos capaces de abordar de otra manera, objetos otrora estudiados por distintos campos del

conocimiento; con ello me refiero en concreto a la formulación de lo que Goodchild daría en

llamar GIScience (Goodchild, 2010).

En consecuencia las ideas esbozadas en este trabajo no son más que una invitación y una

ventana de posibilidad hacia la investigación en ciencias sociales; ventana que toma en

consideración las posibilidades tecnológicas e informáticas que la historia ha puesto sobre la

mesa para cada uno de nosotros. Disciplinas como la geografía se encuentran más cercanas a

estas herramientas, sin embargo ello no quiere decir que la potencialidad de los análisis

estadísticos y espaciales sean un dominio exclusivo de ciertos campos del conocimiento.

La labor que a partir de estos ejercicios se configura para el docente en ciencias sociales

está en educar tanto la mirada como la capacidad de análisis, para así lograr construir la

facultad de ver en el mapa no solo un documento técnico, geométricamente coherente con el

espacio y susceptible de soportar análisis sobre una zona dada. También es pertinente buscar

en estos documentos la lectura de aquellos conceptos básicos de la geografía; el mapa brinda

la posibilidad de establecer un contacto visual con la presentación de conceptos de frontera,

limite, región, lugar, territorio, etc. Su aplicación al abordaje de la cartografía es una tarea

obligatoria para el docente, tanto para el análisis y construcción de documentos cómo para la

lectura de aquellos mapas históricos que guardan en sí fragmentos de nuestra historia, y de los

63

fenómenos que han modelado el espacio que hoy habitamos, construimos y enseñamos a

diferentes escalas.

Finalmente es necesario señalar la importancia de retomar abordajes analíticos a los

fenómenos sociales; esta invitación toma fuerza si se tienen en cuenta las capacidades que los

análisis estadísticos pueden generar sobre áreas o espacios físicos amplios. La potencialidad

que el investigador tiene al entrar en contacto con nuevas herramientas no solo le posibilitará

generar análisis más potentes, son también la puerta de entrada a la realización de reflexiones

interdisciplinares, que más allá de proponer ideas por el conocimiento en sí mismo, puedan

estar ancladas a la resolución de problemáticas sociales concretas, fin último que responde

en todo caso a los intereses fundamentales de las ciencias sociales como campo de

conocimiento.

Frente a la zona de estudio aquí trabajada hay que decir que estas ideas no son de ninguna

manera concluyentes sobre las transformaciones que están en curso, será necesario

potencializar y reformar algunas de las ideas aquí expresadas a medida que proyectos como

“Estación Central” entren efectivamente al espacio analizado, desatando tensiones que

probablemente estas reflexiones han pasado por alto. En todo caso hay una invitación

permanente para vigilar este tipo de fenómenos de cerca, apropiar y potencializar al máximo

insumos informáticos y cartográficos como los ofrecidos por IDECA, hoy más que nunca el

investigador tiene una muy buena fuente de datos base, para que estos, hoy libremente

distribuidos, se conviertan en catalizadores para la evaluación y resolución de conflictos

socio-espaciales.

De igual forma es útil recordar que la formación profesional en torno a la docencia en

ciencias sociales carece hoy en día de bases sólidas tanto en conceptos fundamentales de la

geografía, como en el desarrollo de habilidades para el tratamiento de información estadística

y espacial ateniente a fenómenos sociales; esta es una brecha que necesita ser superada tanto

desde las aulas como desde el desarrollo de esfuerzos personales y profesionales del

licenciado en ciencias sociales. Los cambios en la producción y acceso al conocimiento son

una clara demanda por renovar algunos aspectos de la formación en docencia e investigación.

La apuestas por generar reflexiones a la luz de las herramientas tecnológicas actuales es aún

una beta poco explorada por las ciencias humanas y sociales, del acercamiento efectivo a este

tipo de herramientas y posibilidades surgirán posturas renovadas en las teorías con las que,

64

hasta el momento, hemos venido acercándonos a las interacciones sociales como objeto de

estudio.

65

Anexo 1. Tablas

Tabla usos de suelo catastral – Uso de suelo especifico

Usos de suelo Catastral Usos especificoCódigo de Uso

especificoHabitacional mayor o igual a 4 pisos en PHHabitacional menor o igual a 3 pisos en NPHHabitacional menor o igual a 3 pisos en PHHabitacional menor o igual a 4 pisos en NPHHoteles en NPHHoteles en PHMoteles Amoblado y Residencias en NPHMoteles Amoblado y Residencias en PHOficinas en Bodegas y/o industriales en NPHOficinas en Bodegas y/o industrias en PHOficinas y Consultorias en PHOficinas y Consultorios en NPHOficinas y Consultorios oficiales en PHComercio puntual en NPHComercio Puntual en PHCorredor comercial en NPHCorredor Comercial en PHRestaurantes en NPHRestaurantes en PHDeposito de Almacenamiento en PHDeposito Lockers en PHDepositos de Almacenamiento en NPHBodega comercial NPHBodega de Almacenamiento en NPHBodega de Almacenamiento en PHBodega EconomicaIndustria artesanalIndustria artesanal en PH

1

2

3

4

5

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Residencial

Oficinas

Centro o corredor comercial

Deposito

Bodega

Industrial

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Tabla usos de suelo catastral – Uso de suelo general

Usos de suelo Catastral Uso de suelo especificoCódigo de uso

generalHabitacional mayor o igual a 4 pisos en PHHabitacional menor o igual a 3 pisos en NPHHabitacional menor o igual a 3 pisos en PHHabitacional menor o igual a 4 pisos en NPHHoteles en NPHHoteles en PHMoteles Amoblado y Residencias en NPHMoteles Amoblado y Residencias en PHBodega comercial NPHBodega de Almacenamiento en NPHBodega de Almacenamiento en PHBodega EconomicaComercio puntual en NPHComercio Puntual en PHCorredor comercial en NPHCorredor Comercial en PHDeposito de Almacenamiento en PHDeposito Lockers en PHDepositos de Almacenamiento en NPHIndustria artesanalIndustria artesanal en PHOficinas en Bodegas y/o industriales en NPHOficinas en Bodegas y/o industrias en PHOficinas y Consultorias en PHOficinas y Consultorios en NPHOficinas y Consultorios oficiales en PHRestaurantes en NPHRestaurantes en PH

1

2

Residencial

Comercial

67

Anexo 2. Cartografía densidad de usos de suelo

68

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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