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EL PROCESO DE INTEGRACION EN AMERICA LATINA Y EL CARIBE EN 1993

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EL PROCESO DE INTEGRACION

EN AMERICA LATINA Y EL CARIBE

EN 1993

1 E-3ID-INT

Centro de Documen[aciOn

Buenos Aires

Distribución General BID / INTAL DP 504

Publicación N° 424

BANCO INTERAMERICANO DE DESARROLLO

INSTITUTO PARA LA INTEGRACION DE AMERICA LATINA BID / INTAL

EL PROCESO DE INTEGRACION

EN AMERICA LATINA Y EL CARIBE

EN 1993

Buenos Aires 1994

Instituto para la Integración de América Latina / BID-INTAL Esmeralda 130 (1035) BUENOS AIRES Casilla de Correo 39, Sucursal 1 (1401) BUENOS AIRES REPUBLICA ARGENTINA

Impreso en la Argentina BID-INTAL El Proceso de Integración en América Latina y el Caribe en 1993. Buenos Aires, 1994. 318 pp. BID/INTAL/DP 504, Publ. N° 424.

I.S.B.N.: 950-738-050-7

INDICE

PROLOGO

SECCION PRIMERA

LAS RELACIONES HEMISFERICAS EN EL UMBRAL DEL SIGLO XXI: LOS NUEVOS ROSTROS DE LA INTEGRACION

REGIONAL

1. Introducción 1 2. Internacionalización 3 3. Regionalismo 7

a. Los viejos esquemas 7 b. El nuevo esquema 12

• La regionalización impulsada por el mercado 12 • La integración impulsada por la política 14

4. Hemisferismo 17 5. Conclusiones: Hacia procesos de integración abiertos. 19

SECCION SEGUNDA

ASOCIACION LATINOAMERICANA DE INTEGRACION (ALADI)

CAPITULO I

INTRODUCCION 25

CAPITULO II

EL ROL DE LA ALADI EN EL PROCESO DE INTEGRACION REGIONAL 27

a. La ALADI como marco de acuerdos "de nueva generación" 27

b. La ALADI en 1993 32

CAPITULO III

EL COMERCIO INTRAZONAL EN LA ALADI 34

1. Evolución del Intercambio 34 a. Las exportaciones intrazonales y su importancia para cada

país 35 b. Las importaciones intrazonales y su significado para cada

país 42 2. Participación de los países miembros en las corrientes de

comercio intra-ALADI 45 a. Exportaciones 45 b. Importaciones 47

3. Principales ejes bilaterales de comercio intra-ALADI 47 4. El comercio entre Chile y México 49

CAPITULO IV

ASPECTOS MONETARIOS Y FINANCIEROS 52

1. El convenio de Pagos y Créditos Recíprocos 52 a. Operatoria del Convenio 52 b. Las operaciones realizadas a través del Convenio 54 c. Utilización del sistema por los países miembros 56 d. Importancia del sistema en cuanto a ahorro de divisas

convertibles 56 e. Participación de los países miembros en el Sistema 58 f. Utilización de instrumentos de pago 58 g. Incorporación de nuevos instrumentos 61

SECCION TERCERA

El MERCADO COMÚN DEL SUR (MERCOSUR)

CAPITULO I

CARACTER1STICAS Y PRINCIPALES INSTRUMENTOS DEL PROCESO DE INTEGRACION 63

CAPITULO II

LA LIBERACION COMERCIAL Y LA FORMACION DE LA UNION ADUANERA 66

1. El programa de liberación comercial 66 2. La marcha hacia la Unión Aduanera 67

a. El Arancel Externo Común 67 b. Los requisitos mínimos para el funcionamiento de la

Unión Aduanera 69

CAPITULO III

EL COMERCIO INTRA-MERCOSUR 71

CAPITULO IV

COORDINACION DE LAS POLITICAS MACROECONOMICAS Y SECTORIALES 78

1. Las políticas macroeconómicas 79 2. Las políticas comerciales 80 3. Otros acuerdos 81

SECCION CUARTA

EL GRUPO ANDINO

CAPITULO I

INTRODUCCION 83

CAPITULO II

RELACIONAMIENTOS DE PAISES MIEMBROS DEL GRUPO ANDINO CON PAISES EXTRASUBREGIONALES 85

1. Con Chile 85 2. Con el Grupo de los Tres (Colombia, Venezuela y

México) 85 3. Necesidad de multilateralización de los acuerdos 86

CAPITULO III

EL ARANCEL EXTERNO COMUN Y. LA ZONA DE LIBRE COMERCIO 87

1. El Arancel Externo Común (AEC) y sus excepciones 87 2. La Zona de Libre Comercio 93 3. Eliminación de subsidios y armonización de los

incentivos a las exportaciones intrasubregionales 93

CAPITULO IV

EL COMERCIO INTRASUBREGIONAL 96

I. Comercio subregional de combustibles 96 2. Comercio intrasubregional de no combustibles 100 3. Exportaciones mundiales del Grupo Andino 103 4. Importancia de las exportaciones intrasubregionales 104 5. Participación de los países miembros en el comercio

intrasubregional 104 6. Los problemas del comercio externo subregional 105

CAPITULO V

LA INTEGRACION EN EL SECTOR AGROPECUARIO . . . . 107

1. Política Agropecuaria Común Andina (PACA) 107

2. Libre circulación subregional de productos agropecuarios 108

3. Coordinación andina de planificación agropecuaria 109 4. Sistema andino de sanidad agropecuaria 109

CAPITULO VI

LA LIBERACION DEL COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS 112

1. Transporte 112 a. Transporte por carretera 112 b. Sistema Andino de Carreteras 114

2. Otros servicios 114 a. Telecomunicaciones 114 b. Turismo 115 c. Servicios Profesionales 115 d. Servicios Financieros 115

SECCION QUINTA

EL MERCADO COMUN CENTROAMERICANO

CAPITULO I

INTRODUCCION 117

1. El contexto político-económico 117 2. La "nueva integración" en Centroamérica 120 3. La estrategia de las "distintas velocidades" en el proceso de

integración 124 4. La ratificación de los nuevos lineamientos en la integración

centroamericana: El Protocolo de Guatemala 126

CAPITULO II

LA REORGANIZACION DEL SISTEMA DE INTEGRACION EN CENTROAMERICA 130

CAPITULO III

LOS RELACIONAMIENTOS EXTERNOS DE LOS PAISES DEL MCCA 136

a. Relaciones con México 136 b. Relaciones con Venezuela y Colombia 138 c. Relaciones con los Estados Unidos 140 d. Relaciones con la Comunidad del Caribe (CARICOM) . 144

CAPITULO IV

LIBERACION DEL COMERCIO INTRACENTROAMERICANO Y ADOPCION DEL ARANCEL EXTERNO COMUN 146

1. Liberación del comercio 146 a. Disposiciones y acciones adoptadas 146 b. La facilitación del tránsito intracentroamericano 149

2. El Arancel Uniforme Centroamericano de Importación 151

CAPITULO V

EL COMERCIO INTRACENTROAMERICANO 154

1. Evolución del intercambio 154 2. Participación en el Comercio Intra-MCCA 160 3. Principales corrientes bilaterales de comercio

intracentroamericano 162

CAPITULO VI

EL DESARROLLO Y LA INTEGRACION DE LOS SECTORES PRODUCTIVOS 164

1. Sector Industrial 164 2. El sector agrícola 166

a. Disposiciones principales en relación con el sector agrícola

166 b. Breve diagnóstico de la agricultura centroamericana 167

b.l. Producción 167 • Maíz 168 • Frijol 169 • Arroz 169 • Sorgo 170

b.2. Comercialización de granos básicos 170 • Las Bandas de Precios 171

c. Principales acciones adoptadas en relación con el sector

agrícola 172 d. Propuestas destinadas a reforzar las medidas adoptadas para

impulsar el desarrollo del sector agrícola 174

CAPITULO VII

LA INFRAESTRUCTURA Y LOS SERVICIOS RELACIONADOS 176

1. La situación actual y el significado de la infraestructura en Centroamérica 176

2. Transporte 180 a. Transporte terrestre 181

a.l. Transporte por carretera 181 a.2. Transporte ferroviario 182

b. Transporte marítimo 184 c. Transporte aéreo 185

3. Energía 188

4. Telecomunicaciones 191

CAPITULO VIII

EL BANCO CENTROAMERICANO DE INTEGRACION ECONOMICA (BCIE) 193

1. La gradual recuperación del BCIE 193 2. La captación de recursos externos y la búsqueda de nuevos

socios 195 3. Operaciones del BCIE en 1992/93. 199

a. Préstamos 200 b. Desembolsos 202 c. Cooperación y asistencia técnica 203 d. Operaciones con fondos especiales 205

• Fondo Centroamericano del Mercado Común (FCMC) 205

• Fondo de Cooperación Técnica (FONTEC) 205 • Fondo Regional para la Reconversión de Deuda

Externa (FOREDE) 206 • Fondo de Microproyectos (FOMIPRO) 206

CAPITULO IX

INTEGRACIÓN MONETARIA Y FINANCIERA 207

1. Requisitos e instrumentos de la integración monetaria y financiera 207

2. Avances en materia de integración monetaria y financiera . . 208 3. Integración de los mercados de valores 209

CAPITULO X

LA ARMONIZACION Y COORDINACION DE POLITICAS . 212

1. Significación y problemática de la armonización y coordinación de políticas 212

2. Los avances en materia de armonización de políticas 215 a. Armonización de políticas tributarias 215 b. Armonización de las políticas monetarias y cambiarias .

217

CAPITULO XI

LA COOPERACION INTERNACIONAL EN FAVOR DE CENTROAMERICA 221

1. El Plan Especial de Cooperación (PEC) 221 2. La cooperación de la Comunidad Europea 222 3. Asociación para la Democracia y el Desarrollo de América

Central (ADD) 225 4. El Programa Regional de Apoyo al Desarrollo y la Integración

de Centroamérica (PRADIC) 225 5. La cooperación de Colombia, México y Venezuela 227

SECCION SEXTA

LA COMUNIDAD DEL CARIBE (CARICOM)

CAPITULO I

LA CARICOM EN 1993: VISION DE CONJUNTO, HECHOS Y TENDENCIAS RECIENTES 231

CAPITULO II

LA MARCHA HACIA UN "MERCADO Y ECONOMIA UNICOS" 236

1. Antecedentes 236 2. Acontecimientos recientes 239

a. El Libre Comercio, el Arancel Externo Común (AEC) y las Reglas de Origen 239

CAPITULO III

DESARROLLO LEGAL E INSTITUCIONAL DE LA COMUNIDAD 243

1. La Carta de la Sociedad Civil 244 2. La Asamblea de Parlamentarios 244 3. La Corte Suprema de Justicia 244

CAPITULO IV

LA PROYECCION EXTRARREGIONAL DE LA CARICOM . 246

1. El acuerdo CARICOM - Venezuela 246 2. Relaciones de la CARICOM con el Mercado Común

Centroamericano 247 3. Relaciones CARICOM - Grupo de los 3 (México, Colombia y

Venezuela) 248 4. Relaciones CARICOM - Cuba 249 5. Relaciones CARICOM - Colombia 250 6. La Asociación de Estados del Caribe (AECar) 250

CAPITULO V

LA RELACION DE LA CARICOM CON LOS ESTADOS UNIDOS 254

1. La CARICOM y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCNA) 254

2. El Programa de Desarrollo del Caribe (Programa 936) 256

CAPITULO VI

EL INTERCAMBIO INTRARREGIONAL EN LA CARICOM . 259

1. El comercio intrarregional en 1993 259

CAPITULO VII

EL DESARROLLO DE LOS SECTORES PRODUCTIVOS . . . 269

1. El sector agrícola-ganadero y pesquero 269 2. El sector industrial 273

CAPITULO VIII

ASPECTOS MONETARIOS, FINANCIEROS Y TRIBUTARIOS 276

1. Hacia la Unión Monetaria y la moneda común 276 2. El Fondo de Inversiones del Caribe 278 3. La Bolsa Regional de Valores 278 4. La acción del Banco de Desarrollo del Caribe 279 5. Asuntos tributarios 280

CAPITULO IX

COOPERACION FUNCIONAL 281

1. Educación 281 2. Ciencia y Tecnología 282 3. El sector salud 283 4. Hacia la armonización de las leyes laborales 284 5. Medio ambiente 285 6. Información 286 7. Facilitación de viajes y movilidad de trabajadores en la

región 287

CAPITULO X

PARTICIPACION EMPRESARIAL 289

CAPITULO XI

LA COOPERACION INTERNACIONAL EN FAVOR DE LOS PAISES DE LA CARICOM 291

PROLOGO

El proceso de integración regional se está concretando en un mundo en fenomenal transformación. Se va configurando, asimismo, a través de un conjunto de acuerdos entre pares y grupos de países en los cuales los objetivos, plazos e instrumentos que establecen muestran diferencias sustanciales con los de los años iniciales de ese proceso. En ellos, la meta, a plazos relativamente breves, es la de constituir Zonas de Libre Comercio o Uniones Aduaneras. Desde 1990 se han celebrado más de diez de tales acuerdos y, en 1991, la constitución del MERCOSUR le dió una dinámica desconocida al proceso de integración y convirtió a ese esquema en un factor catalizador de enorme significación.

A ello cabe agregar, sin agotar la lista, que las negociaciones llevadas a cabo desde 1990 por Colombia, México y Venezuela derivaron en la suscripción reciente del Acuerdo para dar forma definitiva al Grupo de los Tres, los que Chile celebró con Colombia y Venezuela con miras a complementar sus respectivas economías y liberar el comercio recíproco, y los acuerdos, en avanzada gestación, entre los países centroamericanos, por una parte, y México, Colombia y Venezuela, respectivamente, por la otra.

La nueva estrategia de la integración guarda concordancia con el cuadro que se observa a nivel mundial, caracterizado por una acentuada tendencia hacia la globalización de los fenómenos económicos. Es así como los países de la región enhebran relacionamientos múltiples con el fin, por una parte, de fortalecer su interdependencia recíproca y, por otra, vincularse más intensamente con terceros países. De tal modo, la integración se ha convertido hoy en una pieza estratégica fundamental para lograr profundizar su inserción en la economía mundial de un modo más intenso y, sobre todo, distinto a la del pasado.

Así, la puesta en vigor de políticas en las cuales la sustitución de importaciones -que constituyó, a nivel regional, la rationale de la integración desde sus inicios hasta comienzos de la década de los años ochenta- deja paso a formulaciones en las que se la acompaña de una sustancial reducción de las barreras hacia terceros países. Ello implica el abandono del enfoque de la integración "hacia adentro" para dar lugar a una integración "extrovertida".

Con este nuevo enfoque se procura que la integración sea un medio

para mejorar la capacidad de negociación y la competitividad de los países de la región en el contexto internacional y, en consecuencia, constituya una base firme para el crecimiento a largo plazo. Expresión de esa nueva orientación es la intención declarada por los gobiernos de la región en adherir al Acuerdo para conformar una Zona de Libre Comercio entre Estados Unidos, Canadá y México. Los países latinoamericanos y del Caribe han depositado grandes esperanzas en que tal adhesión -que, de producirse, implicaría avanzar hacia la integración hemisférica- habrá de brindar renovadas posibilidades para potenciar los beneficios de su comercio exterior y, por ende, su crecimiento.

Desde otro punto de vista, las políticas que los países de la región fueron adoptando como imperativo ordenador de sus economías están generando condiciones para un más acelerado proceso de integración. Las medidas de ajuste orientadas a poner en caja las cuentas fiscales, la ya mencionada reducción de la otrora excesiva protección arancelaria frente a terceros países y la privatización de actividades que implicaban fuertes erogaciones del erario público han resultado en disminuciones sustanciales de los elevados índices de inflación antes prevalecientes. Todo ello genera condiciones mucho más favorables para estructurar espacios económicos comunes en la región.

No podría dejar de mencionarse que el ininterrumpido proceso de democratización observado en los últimos años ha sido también fundamental. La legitimidad de los gobiernos hace posible acordar compromisos internacionales cuyo cumplimiento resulta más factible que en épocas pasadas. En algunos casos esas condiciones se unieron a la finalización de contiendas político-militares que durante años perturbaron seriamente el proceso de integración al que pertenecían los países afectados y produjeron un retraso dramático de sus condiciones económico-sociales.

En el presente informe se formulan, entre otras, consideraciones acerca de lo señalado, tanto desde una perspectiva regional como desde la que hace a aspectos específicos de cada uno de los esquemas subregionales de integración. El mismo consta de seis secciones. En la primera se realiza un análisis sobre los componentes de la estrategia actual de integración y se señala su contraste con la seguida desde los comienzos del proceso en los años finales de la década de 1950 y comienzos de los sesenta; la segunda sección está dedicada a la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI); la tercera al Mercado Común del Sur

..✓ ...-- José ppo

'rector a.i.

(MERCOSUR); la cuarta al Grupo Andino; la quinta al Mercado Común Centroamericano y la sexta a la Comunidad del Caribe (CARICOM).

El informe fue elaborado por los funcionarios de la División de Integración, Comercio y Asuntos Hemisféricos del Banco Interamericano de Desarrollo, señores Robert Devlin, jefe de la misma, Martín Arocena, Arturo Vera y Florencio Ballesteros, y los consultores del INTAL, señores Fernando Mateo y Joaquín Izcúe. El señor Devlin tuvo a su cargo la Sección Primera, el señor Arocena la Sección Segunda, el señor Vera la Sección Tercera, el señor Ballesteros la Sección Cuarta, el señor Mateo la Sección Quinta y el señor Izcúe la Sección Sexta. El señor Mateo tuvo a su cargo asimismo la coordinación de los trabajos.

La Dirección el INTAL agradece la colaboración prestada por las Secretarías y demás órganos de los esquemas subregionales de integración, tanto en el suministro de información documental y estadísticas de base como en el apoyo brindado por sus funcionarios en las entrevistas concedidas a los responsables de las distintas secciones del informe.

Expresa asimismo su reconocimiento a la CEPAL por el apoyo similar brindado por medio de sus oficinas de México y Puerto España.

Buenos Aires, noviembre de 1994

SECCION PRIMERA

LAS RELACIONES HEMISFERICAS EN EL UMBRAL DEL SIGLO XXI: LOS NUEVOS ROSTROS DE LA INTEGRACION

REGIONAL

1. Introducción

América Latina es un fenómeno singular en muchos sentidos: más de 400 millones de personas agrupadas en 18 países que abarcan un hemisferio, con raíces históricas comunes y una gran afinidad cultural. Como todos estos elementos están presentes en un área donde existe naturalmente la posibilidad de una intensa interacción humana, no puede causar sorpresa que desde la independencia se hayan gestado en la región diversos impulsos hacia una América Latina integrada. De hecho, la idea más grandiosa, más generosa, de todas fue la del Libertador Simón Bolívar, quien preconizó que una América Latina unificada era la mejor garantía para la nueva emancipación política de la región.'

En la historia contemporánea de posguerra, el tema de la integración económica de la región, ha ocupado un lugar destacado. Durante los últimos cuarenta años han surgido numerosas ideas, propuestas, negociaciones y planes concretos para integrar las economías de la región. El ritmo de actividad en el frente de la integración ha fluctuado con el tiempo y ha pasado periódicamente por crisis abiertas. Sin embargo, incluso en los momentos más difíciles, la integración siempre ha sido, en una medida u otra, un asunto de interés para los gobiernos de la región, lo cual confirma que América Latina es algo más que una categoría geográfica. No obstante, es evidente que, en la práctica, la integración

I Townsend, Ezcurra, La Nación de República: Proyecto Latinoamericano del Libertador, Ministerio de Relaciones Exteriores, Caracas, 1988.

económica ha sido hasta recientemente una meta huidiza.

Antes de la crisis de la deuda de 1982, el comercio intrarregional en los principales grupos de intercambio comercial de la región —ALADI, el Grupo Andino y el MCCA— era bastante moderado: como porcentaje del total de las exportaciones, ALADI se situaba en un 15%, el MCCA excedía ligeramente del 20% y el Grupo Andino se limitaba al 5%. Durante los años ochenta se produjo la peor crisis económica de la región desde la Gran Depresión. Evidentemente, los planes de integración económica no podían escapar al impacto del problema; en consecuencia, las transacciones intrarregionales sufrieron una contracción marcada, que fue más pronunciada que la contracción del comercio mundial de exportación. Este fenómeno reflejó, entre otras cosas, los efectos de una profunda recesión en la región, la escasez de divisas y el surgimiento de barreras a las importaciones, que parecían más fáciles de imponer entre los países de la región que mantenían relaciones comerciales.

La crisis económica resultó ser un catalizador de importantes transformaciones de la política estructural en la región, que ahora están dando fruto en los años noventa en forma de economías más competitivas a nivel internacional y una reactivación del crecimiento en varios países. La recuperación económica ha estado acompañada también por una reanudación de los procesos de integración económica de la región. Hacia fines de los años ochenta se inició una recuperación del comercio intrarregional, que en los años noventa se ha vuelto intenso, con un crecimiento más acelerado que el del comercio total. En 1993, el comercio intrarregional en el marco de la ALADI llegó al equivalente del 19% del total de las exportaciones, en comparación con el 8% a mediados de los años ochenta. Entretanto, el comercio en el MCCA alcanzó el 22.3%, en comparación con el 10.7% en 1985, respecto de las exportaciones totales de esa región.

Sin embargo, la recuperación del comercio intrarregional es algo más que un fenómeno estadístico, ya que los procesos de integración también han experimentado una transformación en consonancia con la nueva orientación de la política económica. Por una parte, con la proliferación de acuerdos bilaterales y plurilaterales en la región, las medidas de integración son más espontáneas y flexibles. Por otra parte, la integración ahora es claramente extrovertida, surge en forma paralela a las medidas

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unilaterales y relativamente radicales de liberalización del comercio internacional y, por lo general, tiene planes de mayor alcance en lo que atañe al libre comercio. Por último, un ejemplo de la índole extrovertida de los procesos de integración es que varios países han expresado el objetivo de integrarse económicamente con Estados Unidos y Canadá, algo que probablemente habría sido difícil de prever hace diez años. La participación de México en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) es el primer paso en este proceso de integración hemisférica.

La reanudación actual de los procesos de integración tiene sus raíces en tres tendencias paralelas del comercio que hasta ahora han sido inseparables: internacionalización, regionalismo y hemisferismo.

2. Internacionalización

Los primeros treinta años de la posguerra se caracterizaron por una estrategia económica predominante: sustitución de las importaciones orientada hacia el interior, con intervención estatal en la economía de mercado. Los lineamientos generales de la estrategia en realidad comenzaron a arraigarse en la región a principios del siglo. En buena medida, eso se debió en parte al éxito del laissez faire del siglo XIX; el crecimiento económico desarrolló nuevos mercados nacionales de consumo y oportunidades de inversión. Asimismo, los estados-nación se consolidaron y dieron más rienda suelta a las expresiones de nacionalismo. Hubo también efectos de demostración en Europa, donde los argumentos de la industria incipiente tenían seguidores. Sin embargo, el empuje decisivo provino de la Gran Depresión. Cuando los mercados internacionales se desmoronaron, incluso las economías liberales se volcaron hacia adentro, y los gobiernos, frente al clamor público por una recuperación, fueron interviniendo directamente para estimular el crecimiento y regular los mercados nacionales inseguros.'

2 Devlin, Robert y Rosella Corninetti. La Crisis del Sector Público, las Privatizaciones y la Equidad Social, CEPAL, Santiago, 1994.

3

La estrategia ayudó a mantener un grado importante de actividad económica en América Latina durante los años treinta, en contraposición al estancamiento relativo de las economías del Norte. 3 Después de la segunda guerra mundial, y a pesar de que las restricciones externas eran bastante severas, las economías de América Latina continuaron teniendo una actuación moderadamente buena, con un crecimiento anual de más del 5% en promedio hasta principios de los años sesenta.

Debido a que surgió de un mundo subóptimo de crisis en los mercados, la estrategia dominante tuvo una orientación mucho más cuantitativa (industrialización) que cualitativa (eficiencia). No obstante, su éxito relativo atrajo a seguidores y alimentó ideas nuevas para una profundización de la estrategia. De hecho, la experiencia de América Latina inspiró teorías del desarrollo importantes e históricamente influyentes como los que aporta el rico pensamiento de CEPAL de los años 50, con respecto a la sustitución de importaciones, la intervención estatal y conceptos de "crecimiento equilibrado" y "grandes empujes" por medio de la planificación gubernamental y la selección de vínculos sectoriales. También imprimieron un impulso conceptual a la estrategia las ideas en maduración de la vulnerabilidad externa causada por la dependencia internacional y la consiguiente necesidad de una mayor autosuficiencia, tal como se expresa en las distintas versiones de la teoría de la dependencia.

El éxito es, a veces, su peor enemigo. Es evidente que muchos países de América Latina demostraron una confianza excesiva en su orientación hacia el interior y, por consiguiente, no reaccionaron a tiempo frente a las nuevas e importantes fuentes de crecimiento que surgieron después de la segunda guerra mundial. En efecto, a principios de los años sesenta, los mercados internacionales exhibieron un dinamismo renovado y el comercio creció geométricamente. Entretanto, se iban agotando las oportunidades para el mercado nacional de aprovechar las pautas de sustitución de las importaciones. Sin embargo, la transición a una estrategia más orientada hacia el exterior resultó difícil debido a la

3 Díaz-Alejandro, Carlos. "The Early 1980 in Latin America: 1930 s One More Time?", U.N. Expert Meeting on Crisis and Development in Latin America and the Caribbean. Santiago, Chile, 3-5 de mayo de 1985.

4

existencia de sectores nacionales fuertes que apoyaban el statu quo, la ideología de la autosuficiencia y el sostén artificial de una política de fácil endeudamiento externo con bancos comerciales extranjeros. No obstante, las fuerzas centrípetas de la economía internacional eran tan dinámicas después de 1970 que los países no podían evitarlas; de hecho, en estos años la mayoría trató de mejorar gradualmente su articulación con la economía mundial, y algunos países, como los del Cono Sur, lo hicieron en forma bastante radical. Sin embargo, fue la prolongada crisis de los años ochenta la que asestó un golpe mortal a la estrategia económica orientada hacia el interior que predominaba en la región.

La crisis de los años ochenta indujo muchos cambios radicales de política, entre ellos la decisión de liberalizar el comercio unilateralmente, a fin de mejorar la asignación de recursos y estimular la competitividad internacional para aplicar una estrategia de crecimiento orientada hacia las exportaciones. Se produjo una disminución notable de las medidas de protección en la región debido a los programas de liberalización comercial de gran alcance que se iniciaron, en su mayoría, en los años ochenta. Prácticamente ningún país de América Latina ha omitido liberalizar drásticamente su comercio internacional.

La política de apertura de la región ha promovido indudablemerite una mayor integración en la economía mundial. Por ejemplo, las exportaciones de bienes y servicios como porcentaje del PIB regional fueron del 21 % en 1992, en comparación con un promedio de sólo el 14% durante los años setenta. Las importaciones, entretanto, han pasado del 10% del PIB en 1985 al 16,5% en 1992. No sólo ha habido una marcada disminución de los niveles arancelarios medios; la diferencia entre ellos y su número también han disminuido, lo cual significa que la protección es más uniforme entre sectores.4 Asimismo, muchas barreras no arancelarias han sido eliminadas o convertidas en aranceles. Por último, las normas del

4 CEPAL. Equidad y Transformación Productiva: un Enfoque Integrado, Santiago, Chile, 1992.

5

GATT han adquirido una importancia mucho mayor para la región.5

La integración no se ha limitado a la cuenta corriente de la balanza de pagos. A pesar de que en los años ochenta las corrientes de capital prácticamente desaparecieron, en los años noventa la región está experimentando una entrada sin precedentes de capital internacional: US$58.000 millones en 1992-1993 (4,7% del PIB), en comparación con sólo US$8.000 millones (1,2% del PIB) en 1983-1989 y US$29.000 millones (4,5% del PIB) durante los cinco años que precedieron a la crisis de la deuda. Asimismo, la integración financiera se ha profundizado. Por una parte, los bancos comerciales internacionales prácticamente han sido reemplazados por inversiones de cartera y fuertes corrientes de inversiones extranjeras directas. Por otra parte, los principales receptores se encuentran en el sector privado. Esta inserción nueva y más completa en los mercados internacionales de capital se debe en parte a acontecimientos exógenos (especialmente la caída de las tasas de interés a nivel internacional), y también a las reformas económicas nacionales, como la apertura de la cuenta de capital y la liberalización de las normas relativas a las inversiones extranjeras, las cuales reciben, en muchos casos un tratamiento similar a las inversiones nacionales.

La transición a una mayor internacionalización de las economías de América Latina forma parte de una tendencia a la integración económica mundial. Sin embargo, la internacionalización que se ha venido produciendo en la región durante los últimos años probablemente sea uno de los procesos más acelerados de la economía mundial. Mientras que muchos países han procedido con cautela frente a la tendencia creciente a la internacionalización, a veces recurriendo incluso al proteccionismo para frenarla, América Latina ha estado tratando de recuperar el tiempo perdido, lanzándose con ímpetu en pos de esta meta con medidas de liberalización unilaterales. La conclusión de la Ronda Uruguay dará a la región una dosis de reciprocidad mundial.

5 Lusting, Nora. "The Future ofTrade Policy in.Latin America". Documento presentado en la conferencia "Future of Western Hemisphere Economic lntegration", patrocinado por The Center for Straiegic and International Studies y el Inter-American Dialogue, Washington, D.C., 2-4 de marzo de 1994.

6

3. Regionalismo

a. Los viejos esquemas

Como se mencionó, desde la época de la independencia han circulado en América Latina sentimientos que reflejan distintos grados de regionalismo. Antes de la crisis, la experiencia de la posguerra con la integración económica regional pasó por varias etapas, que se caracterizaron por un propósito económico similar, adelantos importantes y, a la larga, un sentimiento de frustración.

En cuanto al propósito, el pensamiento económico tradicional se mostraba escéptico frente a los planes de integración preferencial. Consideraba que el libre comercio multilateral era la opción óptima, en tanto que la protección disminuiría el bienestar social. Asimismo, se pensaba que la liberalización comercial no preferencial era mejor que la disminución preferencial de las barreras. Ello debido a que frente a un grado considerable de protección era muy probable que los efectos de los acuerdos comerciales preferenciales se inclinaran en el sentido de una desviación del intercambio hacia fuentes de producción de costo más alto en vez de hacerlo hacia la formación de nuevas corrientes de intercambio.'

La óptica del libre comercio suponía que los mercados privados funcionaban bastante bien y que las distorsiones del mundo real no eran suficientemente serias como para poner en peligro las conclusiones teóricas basadas en la hipótesis de una competencia perfecta. Sin embargo, los proponentes de la estrategia de sustitución de las importaciones encaraban el asunto de otra forma. Como ya se dijo, su enfoque, cuyos orígenes se remontaban a la época de la depresión, se centraba en los fracasos del mercado privado, a nivel tanto internacional como nacional. En particular, se creía que la lentitud del comercio

6 Blejer, Mario. "Integración Económica: Visión Panorámica Analítica", en Banco Interamericano de Desarrollo, Progreso Económico y Social en América Latina, Washington, 1984, págs. 3-38. Corden, Max. "A Western Hemisphere Free Trade Area: Possible Implications for Latin Ametica", IDB-ECLAC Working Papers on Trade in the Hemisphere, N° 3, Washington, D.C., mayo de 1992.

7

internacional, sumada a las distintas interpretaciones de la escasa elasticidad de la oferta y la demanda de productos básicos y el poder asimétrico del mercado en los países industrializados, contribuía a una contracción de los términos del intercambio de productos básicos; por ese motivo, el libre comercio y la consiguiente especialización en las áreas tradicionales en que las regiones tenían ventajas comparativas presentaban desventajas estratégicas desde el punto de vista del desarrollo. Se afirmaba que la sustitución de las importaciones podía corregir el problema al promover la industrialización.

Sin embargo, en los años cincuenta la sustitución espontánea de las importaciones estaba agotándose. Se creía que la planificación del mercado era una forma de contrarrestar este problema. La otra era la integración económica.'

Los debates sobre la integración económica en la región se intensificaron en los años cincuenta. Estaban motivados principalmente por la lógica económica nacional, es decir, la necesidad de mantener el crecimiento nacional volcando hacia afuera el proceso de sustitución de las importaciones orientado hacia el interior. Como es de suponer, la integración se produciría tras barreras proteccionistas para las importaciones de terceros. Más aun, a diferencia del enfoque tradicional, la desviación del intercambio como consecuencia de la integración regional se consideraba como una virtud, más que un vicio. Este enfoque analítico de las ventajas de la integración se basaba en efectos que no eran estáticos, sino intertemporales y dinámicos. En efecto, la integración económica permitiría que las firmas se especializaran y fuesen más viables aprovechando las economías de escala internas, particularmente en la difícil etapa de sustitución de industrias de bienes de capital. Aun más importantes eran las posibles economías de escala externas, que son endógenas en el proceso de industrialización y están vinculadas al

' Salgado, Germánico. "El Mercado Regional Latinoamericano: el Proyecto y la Realidad". Revista de la CEPAL, N° 17, abril de 1979.

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aprendizaje práctico.' Por lo tanto, el concepto tradicional de la ventaja comparativa se consideraba como un enfoque estrecho en un momento dado, mientras que la esperanza económica de la integración generalmente se basaba en efectos dinámicos intertemporales. De hecho, aunque la CEE, que fue el principal proyecto de integración de la posguerra, se basó en objetivos más amplios que la economía, en general se acepta que los beneficios en términos de eficiencia de los efectos dinámicos de la integración fueron mayores que la desviación del intercambio.'

Las conversaciones oficiales de los años cincuenta culminaron en 1960 en dos acuerdos gubernamentales muy conocidos: el Tratado de Montevideo, en virtud del cual se creó la ALALC, que terminó agrupando a México y a los países sudamericanos de lenguas latinas, y el Tratado de Managua, que formó el MCCA. El propósito de la ALALC era crear en el largo plazo una zona de libre comercio (y dar un paso en la dirección de un mercado común) mediante una reducción gradual de las barreras arancelarias, mientras que el MCCA tomó la forma de una unión aduanera de mayor alcance. Aunque ambos acuerdos contenían algunas disposiciones orientadas a la programación industrial, desde el punto de vista económico se centraban básicamente en el intercambio comercial. Una segunda etapa del proceso de integración de América Latina, que tuvo un alcance mayor, fue la formación del Grupo Andino en 1969.10 Este grupo subregional se formó en el marco de la ALALC en forma de unión aduanera, pero con planes programáticos de gran alcance en lo que atañe a la industrialización y los mecanismos para la armonización de políticas, comenzando por un reglamento común para las inversiones

8 Las economías de escala del segundo tipo son externas a las firmas y son devengadas por sectores y países; se producen incluso cuando las firmas se enfrentan individualmente con un rendimiento a escala creciente. Si se desea más información sobre el tema, véanse Chichilnisky, Graciela. "Strategies for Trade Liberalization in the Anzericas", 1DB-ECLAC Working Papers on Trade in the Hemisphere, N° 30, Washington, D.C'., December 1992 y Blejer, Mario, op. cit.

9 Chichilnisky, Graciela, op. cit.

1° Bolivia, Colombia, Chile, Perúy Ecuador; Venezuela se incorporó en 1973 y Chile se retiró en 1976.

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extranjeras.

Aunque las evaluaciones de estas experiencias difieren en cuanto a los detalles, existe consenso respecto de que los planes de integración no tuvieron los resultados esperados y a la larga se estancaron en logros de menor alcance." En líneas generales, el ciclo de cada acuerdo se ha descrito de la siguiente forma: un período inicial de optimismo y ejecución intensiva, seguido de una desaceleración del progreso que lleva a los países miembros a esforzarse por perfeccionar los instrumentos existentes, a pesar de lo cual no se logra revitalizar el acuerdo y se produce una crisis que lleva a una búsqueda de fórmulas de integración nuevas y más flexibles.'

Hubo muchos factores tras los problemas de los movimientos de integración en el período de 1950 a 1970.'3 Sin embargo, uno de los obstáculos más importantes debe haber sido la índole "introvertida" (o cerrada) del proceso, dictada por la estrategia dominante de desarrollo orientada hacia el interior. Los mercados nacionales tenían barreras al comercio que podían ser extraordinariamente altas; por ejemplo, era

11 Sin embargo, hasta fines de los años sesenta, época en que sufrió problemas devastadores, el MOCA resultó ser "el esquema más avanzado y fructífero de integración económica entre países en desarrollo, no sólo en América Latina, sino también en otros continentes". Véase Lizano, Eduardo. "Economic Development and Regional lntegration in Central America", Banco Interamericano de Desarrollo, Grupo Consultivo Regional de Centroamérica, Washington, D.C. , marzo de 1993.

12 Vacchino, Juan Mario. "Organismos Latinoamericanos de Integración: Evolución y Perspectivas" en Nuevas Formas de Concertación Regional en América Latina, Luciano Tomassini (compilador). Grupo Editor Latinoamericano, Buenos Aires, 1990, págs. 119-152.

13 Ibídem y Blejer, Mario, op. cit. , Salgado, Germánico, op. cit. y Tomassini, Luciano. "El Contexto Internacional y la Concertación Regional", en Nuevas Formas de Concertación Regional en América Latina, citado en nota anterior.

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común que la protección efectiva excediera del 100 o del 200%. 14 Por lo tanto, los incentivos para que las firmas se abrieran, incluso recíprocamente entre países limítrofes, eran escasos en comparación con las ganancias interesantes y seguras de los monopolios en su mercado nacional protegido. Debido a los fuertes intereses creados en la protección, los mecanismos que se adoptaron para la liberalización del comercio regional a menudo eran tímidos y de alcance parcial, y estaban sujetos a arduas negociaciones. Incluso en los casos en que tenían un alcance mayor, como en el Grupo Andino, el gran interés de cada país en proteger las ganancias en los mercados locales, sumado a mecanismos centralizados inadecuados para coordinar y financiar el reasentamiento de la producción y la especialización intraindustrial, bloqueó el progreso. Irónicamente, la renuencia interna a competir, que estaba arraigada en las estrategias nacionales de desarrollo orientadas hacia el interior, a la larga malogró los planes de integración regional que buscaban rescatar las lánguidas estrategias nacionales.

Otro problema importante fue la ausencia de mecanismos adecuados para armonizar políticas, lo cual habría sido muy difícil de todas maneras debido a la inestabilidad macroeconómica crónica de los países inherente a sus estrategias de crecimiento estructuralmente desequilibradas. 15 Por consiguiente, los cambios repentinos y frecuentes de la tasa de inflación, el tipo de cambio real y la disponibilidad de divisas en los países perturbaron el comercio intrarregional. 16 Además, como los movimientos de integración estaban orientados casi exclusivamente hacia el interior, los países a menudo pasaban por alto las oportunidades de aumentar los beneficios dinámicos con la penetración paralela en los mercados internacionales. Por último, debido a la heterogeneidad del grado de desarrollo de los países en bloques relativamente grandes, los beneficios de los esquemas de liberalización regional tendían a ser asimétricos. Ante

14 Little, Jan, Scitoválcy, Tibor y Scott, Maurice. "Industria y Comercio en algunos países en desarrollo". México, Fondo de Cultura Económica, 1975.

15 Altimir, Oscar. "Development, Crisis and Equity". CEPAL Review N° 40, Santiago, Chile, 1990.

16 Blejer, Mario, op. cit.

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la falta de mecanismos compensatorios efectivos, surgieron tensiones que estancaron las negociaciones sobre la liberalización del comercio en la región.'

La frustración de los esfuerzos de integración empujó a la región a una tercera etapa en la segunda mitad de los años setenta, durante la cual fueron surgiendo lentamente esquemas más flexibles que promovían objetivos limitados pero concretos en sectores o proyectos específicos." El nuevo enfoque tuvo una expresión más plena en la ALADI, creada en 1980 para reemplazar la ALALC, que se había estancado. Este nuevo marco no estableció objetivos o plazos fijos y redujo al mínimo la acción a nivel regional. En efecto, los países se centraron en la negociación ad hoc de acuerdos preferenciales de alcance limitado entre dos o más países, en los cuales podía participar cualquier otro miembro. Incluso en los años de crisis se firmaron varios acuerdos bilaterales de cooperación y complementariedad en el marco de la ALADI y se trató de profundizar la preferencia regional. Por otro lado, varios gobiernos tomaron la iniciativa de revitalizar el Grupo Andino y el MCCA, pero tropezaron con obstáculos formidables durante los años turbulentos de la crisis de la deuda.'

b. El nuevo esquema

El nuevo proceso de integración presenta perspectivas interesantes, en parte porque se ha logrado revertir muchos de los obstáculos descritos con las transformaciones recientes de la política económica en la región.

• La regionalización impulsada por el mercado

Dos fuerzas impulsan la nueva integración regional de los años noventa. La primera es la regionalización impulsada por el mercado, como

17 Salgado, Germánico, op. cit.

18 Tomassini, Luciano, op. cit.

19 Vacchino, Mario, op. cit.

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consecuencia de la fuerte convergencia de las políticas económicas de la región orientadas en forma directa o indirecta a la apertura de la economía. La consolidación de la disciplina fiscal ha estabilizado los precios nacionales, la privatización y la desregulación han dado rienda suelta a los instintos empresariales del sector privado, y la apertura de las cuentas de capital ha promovido la entrada de capitales extranjeros, todo lo cual ha ayudado a estabilizar el tipo de cambio y a estimular el crecimiento y la demanda interna de productos importados.

Por supuesto, un factor sumamente importante de la nueva orientación política ha sido la liberalización unilateral del comercio, que permite aprovechar mejor las relaciones comerciales "naturales" en la región. La idea de que pueden surgir zonas de intercambio naturales debido a la proximidad geográfica tiene aceptación general.' En países limítrofes o cercanos, las empresas pueden obtener información con mayor facilidad, enterarse de oportunidades para invertir, y establecer y mantener redes de distribución y servicios. La afinidad cultural (gustos similares) y el uso de un mismo idioma fortalecen considerablemente los lazos naturales2I y facilitan la comercialización y las transacciones comerciales transfronterizas. Una zona natural de intercambio puede formarse también debido a que los gastos de transporte son mucho menores en comparación con otras subregiones o continentes.22 Evidentemente, los países de América Latina tienen características que posibilitan el surgimiento de importantes zonas de intercambio naturales. Sin embargo, hasta hace poco el grado excesivamente alto de protección entre los países de la región había obstaculizado su surgimiento. Con la liberalización unilateral pueden aparecer esquemas naturales, que también pueden basarse en parte en la

20 Balassa, Bela. The Theory of Economic Integration, Invin, Homewood, Illinois, 1961.

21 Frenkel, Jeffrey, Ernesto Stein y Schang-jin Wei. "Continental Trading Blocs: Are They Natural or Super-natural?", Nacional Bureau of Economic Research, Working Paper N° 4588, Cambridge, Mass, 1993.

22 Krugman, Paul. "ls Bilateralism Bad?" en International Trade and Trade Policy, editado por Elharar Helpman y Assaf Razir, MIT Press, Cambridge, Mass, 1991, págs. 9-23.

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explotación de la capacidad industrial resultante de la época anterior de sustitución de las importaciones.

• La integración impulsada por la política

El segundo factor que promueve el nuevo regionalismo es una proliferación asombrosa de pactos de intercambio preferencial, tanto bilaterales como plurilaterales, impulsados por políticas, que compiten con los acuerdos tradicionales de la región. Desde 1990 se han celebrado más de diez pactos bilaterales. Además, en 1991 se creó el MERCOSUR con su plan de gran alcance de convertirse en un mercado común subregional. Entretanto, Brasil propuso hace poco la formación de una zona de libre comercio sudamericana.

En todos los acuerdos se establece el tratamiento preferencial recíproco para el intercambio con respecto a productos de terceros. Asimismo, los acuerdos tienen, por lo general, un alcance mayor que en el pasado: abarcan una gama más amplia de productos y muchos concentran las negociaciones en excepciones en vez de listas de productos admisibles, en la eliminación de aranceles en vez de su reducción, en la disminución de las barreras no arancelarias, en la celebración de acuerdos sectoriales de distintos tipos, en la armonización de ciertos reglamentos, etc. Sin embargo, los acuerdos pueden contener también importantes restricciones; por ejemplo en los sectores de la industria automotriz.

Si bien los motivos que impulsan los nuevos acuerdos difieren de un país a otro, existen algunos factores que podrían revestir especial importancia.

Primero, muchos países probablemente estén tratando de afianzar sus reformas recientes de la política comercial.' Por lo tanto, el anuncio de

23 Esto sería muy importante si fuese cierto, como afirma Naim, que grandes segmentos de la sociedad latinoamericana están muy lejos de abrazar la ideología del libre comercio. Véase Naim, Moisés. "Towards Free Trade in the Amen cas: Building Blocks, Stumbling Blocks and Entry Fees". Documento presentado en la conferencia "The Future of Western Hemisphere integral-ion", patrocinado por The Center of Stratégic and International Studies y el Inter-American Dialogue,

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un nuevo acuerdo de libre comercio con países de la región es, en parte, un acto político que pone de relieve el compromiso de un gobierno con la nueva orientación liberal del comercio. Los acuerdos también podrían ayudar a fortalecer una base nacional de apoyo para un comercio más libre. Por una parte, crean los posibles beneficios de la reciprocidad que están ausentes en la liberalización unilateral.' Por otra parte, los acuerdos de libre comercio con países con un nivel similar de ingresos, adelanto tecnológico y desarrollo de los recursos humanos podrían ser más interesantes para los protagonistas económicos nacionales que la liberalización unilateral debido a las condiciones de relativa igualdad y a las oportunidades de un intercambio intraindustrial, que puede ser menos perturbador que la especialización interindustrial.25 En este contexto, los acuerdos bilaterales deberían interpretarse como complemento de la liberalización unilateral.'

Washington, D.C., 2-4 de marzo de 1994. Sin embargo, hay que tener en cuenta también que las fuerzas de la integración internacional en la economía mundial son tan fuertes en la actualidad que sería objetivamente difícil, e incluso imposible, volver a los esquemas del pasado orientados hacia el interior.

24 Corden, Max, op. cit.

25 Hufbauer, Gary Jeffrey Schou. "Western Henzi.sphere Economic Integration", Institute for International Economics, Washington, D.C. , 1993. Se ha verificado que el desarrollo industrial de los últimos veinte años ha creado condiciones propicias para un mayor intercambio intraindustrial. Véase Primo Braga, Carlos, Raed Safadi y Alexander Yeats. "Regional lntegration in the Americas", Banco Mundial, Washington. February, 1994.

26 El aumento del costo de la producción para las industrias oligopólicas que sufren una contracción de la producción debido a la competencia extranjera podría contrarrestar algunas de las ventajas de la liberalización unilateral del comercio; por lo tanto, al permitir que estas firmas aprovechen las economías de escala, el comercio intrarregional puede ser un complemento útil de los programas de liberalización unilateral. Véase Cáceres, René. "Consideraciones sobre los Costos y Beneficios de la Integración Económica Centroamericana", Banco Interamericano de Desarrollo, Washington, D. C, 1994.

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Segundo, la tremenda demora de la conclusión de la Ronda Uruguay mostró las dificultades de la acción colectiva de un gran número de países para producir un bien público. Por eso es, en parte, que los bloques comerciales regionales se han puesto de moda.27e Los pactos comerciales de mayor alcance de América Latina también pueden ser engorrosos, y frente a ellos los acuerdos bilaterales ofrecen una alternativa para alcanzar resultados rápidos con la liberalización del comercio. Además, los acuerdos bilaterales pueden impulsar a los signatarios de acuerdos comerciales a acelerar las negociaciones tendientes a la liberalización; de ahí el fenómeno de los acuerdos bilaterales, incluso entre países que ya son miembros de una zona de comercio preferencial subregional." Los acuerdos pueden constituir también una estrategia defensiva frente a la formación de bloques comerciales extrarregionales e, incluso, ser un medio para aumentar el poder de negociación a fin de tener acceso a dichos bloques con el tiempo.

Tercero, los riesgos de una desviación del intercambio respecto de un acuerdo bilateral intrarregional son menores en la actualidad debido a los programas de gran alcance de liberalización unilateral del comercio iniciados en la mayoría de los países.' Asimismo, varias décadas de sustitución nacional de las importaciones tras altas barreras proteccionistas han creado estructuras industriales rivales en muchas de las economías de la región. En general se reconoce que el libre comercio entre países con estructuras similares puede conducir a un aumento considerable de la eficiencia de la producción.

Según la CEPAL," el primero de los factores nombrados ha sido hasta ahora el más importante para la renovación del comercio

27 Hallet, Andrew and Primo Braga, Carlos. "The New Regionalism & The Threat of Protectionism", Banco Mundial, Washington, D. C., 1994.

28 Lustig, Nora, op. cit.

29 Corden, Max, op. cit.

3° CEPAL. Open Regionalism in Latin Ainerica and the Caribbean, Santiago, Chile, 1994.

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intrarregional en los años noventa. Eso parece lógico, ya que varios de los acuerdos bilaterales más dinámicos son relativamente nuevos y todavía se encuentran en las primeras etapas de ejecución. No obstante, algunos acuerdos de libre comercio, como el de Colombia y Venezuela, fueron explosivos al principio, al igual que el acuerdo plurilateral del MERCOSUR.

4. Hemisferismo

La aprobación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en 1993, fue una decisión histórica que reflejó cambios importantes en el pensamiento estratégico del hemisferio.

Por una parte, refleja un cambio en el pensamiento estratégico en Estados Unidos, que tiene una larga tradición de apoyar exclusivamente la profundización del sistema de intercambio multilateral y el GATT. La creación de la zona de libre comercio de Estados Unidos y Canadá a fines de los años ochenta, en medio del estancamiento de la Ronda Uruguay, constituyó un cambio radical en la política de Estados Unidos y contribuyó a la intensificación del debate internacional sobre los bloques comerciales y sus efectos en el sistema multilateral. La nueva orientación estratégica quedó confirmada con el anuncio en junio de 1990 de la Iniciativa para las Américas, una de cuyas metas expresas era crear una zona de libre comercio en las Américas. Por lo tanto, el gobierno de Estados Unidos ahora considera la liberalización multilateral del comercio y la integración hemisférica como estrategias que se refuerzan recíprocamente.

Por otra parte, el TLCAN es también una manifestación de la profundidad de los cambios recientes en América Latina. Como ya se dijo, hace diez años habría sido difícil prever que un país latinoamericano mirara hacia el Norte en busca de un acuerdo de integración económica impulsada por la política. De hecho, la mayoría de los países de la región ya han expresado oficialmente su interés en examinar la posibilidad de un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos con la firma de acuerdos marco bilaterales. México, por supuesto, ha concretado un acuerdo de libre comercio con el TLCAN, el primer acuerdo de intercambio preferencial recíproco entre un país desarrollado y un país en desarrollo.

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La mayoría de los expertos están de acuerdo en que el acuerdo redundará en grandes beneficios para México.'

El TLCAN ocupa actualmente el centro de las relaciones hemisféricas. Si la intensidad de las modalidades del comercio bilateral es un indicador de la existencia de relaciones comerciales "naturales", ya existe un grado importante de integración hemisférica de hecho en la región, lo cual indica la utilidad de explorar un acuerdo institucional de intercambio más profundo con Estados Unidos.' Asimismo, la integración hemisférica ahora es un concepto de tanto peso que es prácticamente imposible hablar de procesos de integración regional sin tener en cuenta la integración hemisférica.

El TLCAN es un acuerdo de libre comercio de gran alcance, con algunas dimensiones que trascienden incluso el GATT. El acuerdo elimina barreras arancelarias y no arancelarias en un plazo de 10 a 15 años, no sólo en la industria, sino también en el sector de la agricultura, lo cual, por supuesto, suscitó grandes controversias durante la Ronda Uruguay. Hay normas estrictas de origen y mecanismos oficiales para la resolución de controversias. Con pocas excepciones, las inversiones de los signatarios del TLCAN reciben el mismo tratamiento que las inversiones nacionales. Contiene también disposiciones para asegurar el respeto de los derechos de propiedad intelectual, abrir el sector financiero de los tres países y permitir un acceso sin discriminación a las redes de telecomunicaciones. Por último, se celebraron acuerdos adicionales relativos a la aplicación de principios establecidos de común acuerdo en lo que atañe a prácticas laborales y el medio ambiente.

No cabe duda de que las normas del TLCAN son muy exigentes; además, es probable que hayan sentado precedentes para las negociaciones futuras sobre el libre comercio hemisférico. El cumplimiento de estas

3 1 Green, Roy (ed.). The Enterprise for the Americas Initiative, Praeger, Westport, Conn, 1993.

32 El análisis estadístico realizado por Primo Braga, Safadi y Yeats (op. cit.) de las modalidades del comercio en la región indica que en las Américas hay elementos de un bloque comercial natural.

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normas tiene un precio, que en el caso de México se compensa con las ventajas del afianzamiento del programa de liberalización que adoptó unilateralmente, la profundización de la especialización con el principal país con el que mantiene relaciones comerciales en un marco que ha establecido reglas de juego transparentes y estables, el acceso a nuevas inversiones extranjeras y financiamiento externo, y el estímulo de la modernización de la producción y de los reglamentos que afectan a las empresas.

La mayoría de los productos que América Latina exporta a Estados Unidos ya están exentos de derechos o casi exentos. Sin embargo, los países tienen motivos importantes para examinar la posibilidad de sumarse al TLCAN o de celebrar un acuerdo bilateral de libre comercio con Estados Unidos. Por una parte, algunos países, pero especialmente los que gozan de ventajas geográficas, ya tienen profundas relaciones comerciales con América del Norte; un acuerdo de libre comercio podría fortalecer las bases institucionales de dicha relación. Asimismo, una consecuencia importante de un acuerdo de libre comercio con América del Norte puede ser el estímulo de nuevas inversiones extranjeras y corrientes financieras. La búsqueda de un afianzamiento de los programas nacionales de liberalización del comercio es otro posible motivo, al igual que el temor de ser excluído, ya sea debido al temor de una posible desviación del intercambio y de las inversiones a México o al pronóstico de que la economía mundial está encaminada indefectiblemente hacia bloques comerciales regionales de diménsiones gigantescas.

Hay que comparar estos posibles beneficios, entre otros, con sus respectivos costos, que tal vez no sean sólo de índole comercial. Por supuesto, en el cálculo hay que tener en cuenta también la opción de adoptar otras estrategias. Evidentemente, debemos aceptar que un esquema de integración hemisférica formal tal vez no sea del agrado de todos.

5. Conclusiones: Hacia procesos de integración abiertos.

Las expresiones recientes de regionalismo y hemisferismo son alentadoras porque hasta ahora han sido compatibles con economías más modernas y competitivas a nivel internacional en América Latina y con el

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apoyo a un sistema de intercambio multilateral abierto. Sin embargo, para conservar estas características en los procesos de integración se debe estar alerta a fin de mantener un sentido de propósito común y una conciencia colectiva con respecto a la necesidad de acuerdos comerciales abiertos e impulsados por la competencia.

El mundo es, evidentemente, el mayor mercado potencial para América Latina. Por lo tanto, a la región le conviene sobremanera contribuir a la conservación y el perfeccionamiento de un sistema de intercambio multilateral abierto, el cual, después de todo, es un bien público internacional de valor incalculable. La conclusión de la Ronda Uruguay tras arduas negociaciones, y a pesar de la limitación de logros en algunas áreas claves para América Latina, ha validado la fe en el sistema. Entre otras cosas, impulsó otra serie importante de reducciones multilaterales de barreras arancelarias, redujo ciertas prácticas de la agricultura que distorsionan el comercio y estableció un marco normativo para un intercambio de servicios más justo. En efecto, los países industrializados han reforzado su compromiso de mantener sus mercados abiertos y los países en desarrollo participantes se han comprometido a no dar marcha atrás en sus medidas recientes de liberalización del comercio. Cabe señalar también los mecanismos multilaterales, más transparentes y rápidos, para la resolución de controversias que surgirán de la Organización Mundial de Comercio.

La primera salvaguardia para un proceso de integración abierto consiste en mantener el principio del multilateralismo a la vanguardia de la política comercial. De hecho, los principios del GATT, plasmados en la nueva Organización Mundial de Comercio, deberían ser "numerarios" constantes de la labor futura para celebrar acuerdos comerciales regionales y hemisféricos. A fin de mantener esta conciencia y aprovechar mejor las ventajas del comercio multilateral, los países deben mejorar su inserción unilateral en la economía mundial y prepararse para importantes acontecimientos futuros, en particular las medidas multilaterales para fortalecer los reglamentos del intercambio en los campos de vanguardia de la agricultura, los servicios y el medio ambiente. La región debe estar preparada también para desempeñar un papel activo y constructivo en la implantación eficiente y el perfeccionamiento de los nuevos mecanismos para la resolución de controversias que han surgido de la Ronda Uruguay.

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A fin de que la integración regional avance sin tropiezos, se deben respetar ciertos principios básicos. Un sine qua non es la consolidación y convergencia de la estabilidad macroeconómica en la región. Sin ella, será difícil mantener o profundizar los acuerdos existentes y es muy probable que no se celebren otros. Los acuerdos de integración regional deben estar abiertos también a la participación de otros países; la exclusividad probablemente lleve a la formación de bloques defensivos que estarían menos dispuestos a resistir los incentivos para aprovechar el poder del mercado por medio del proteccionismo. Entretanto, las normas para la participación deberían ser transparentes, congruentes con los principios de competencia nacional y compatibles con las normas multilaterales. Esto es muy importante porque con una proliferación de acuerdos con normas difíciles de interpretar y disposiciones más restrictivas de lo que permite el GATT se correría el riesgo de convertir los acuerdos comerciales subregionales en obstáculos, en vez de pilares, para el libre comercio hemisférico e internacional.

Los acuerdos comerciales recíprocos, tanto bilaterales como plurilaterales, deben tener un marco institucional compatible con la profundidad de la integración que se busque. Sin embargo, incluso las simples zonas de libre comercio podrían beneficiarse de mecanismos institucionales creados con el propósito de intensificar. los efectos dinámicos de un comercio más libre, especialmente entre países que mantienen relaciones comerciales en forma natural. Por lo tanto, podrían adoptarse mecanismos para mejorar el transporte transfronterizo, promover la cooperación en la transferencia de tecnología, trasladar y readaptar mano de obra, financiar el comercio y la inversión, armonizar los reglamentos nacionales que influyen en las corrientes comerciales (incluído el tratamiento de las inversiones regionales como si fueran nacionales), la protección de los derechos de propiedad, etc.

Otro asunto es la incorporación de países menos favorecidos al proceso de integración. Para que los acuerdos sean verdaderamente abiertos, es necesario considerar la disponibilidad de una reciprocidad asimétrica en los casos en que sea necesario. Con este enfoque, los países menos desarrollados tendrán más tiempo para cumplir las normas del libre comercio regional e incluso recibirán asistencia directa y ayuda compensatoria en los casos en que corresponda a fin de que puedan participar simétricamente en los beneficios de la integración.

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A pesar del TLCAN, la integración hemisférica todavía se encuentra en una etapa inicial. Todavía quedan muchas preguntas por responder antes que surja un panorama claro respecto de este proceso. Afortunadamente, y como es debido, las partes del TLCAN han expresado su compromiso con una zona de libre comercio hemisférica abierta. En parte ya se han sentado las bases para la iniciativa, que se definirá mejor cuando el gobierno de los Estados Unidos indique, como está obligado por ley, los países con los cuales debería tratar de negociar un acuerdo de libre comercio. Sin embargo, los aspectos operacionales del libre comercio hemisférico exigen una reflexión profunda.

Algunas de las principales preguntas que quedan pendientes son: ¿Cómo se puede negociar la integración hemisférica sin perjudicar los procesos de integración regionales? ¿Deberían los países tratar de incorporarse al TLCAN o de celebrar acuerdos bilaterales con Estados Unidos? ¿Habrá transparencia en los criterios, procedimientos y plazos para celebrar un acuerdo de libre comercio hemisférico? ¿Debería haber más mecanismos especiales para intensificar los efectos dinámicos de la integración y mitigar algunos de los posibles costos a corto plazo? ¿Existirán acuerdos de tipo intermedio o provisional compatibles con la sucesión de reformas estructurales de un país y con su grado de desarrollo? ¿Debería haber mecanismos compensatorios para los países excluidos de los acuerdos hemisféricos? ¿Deberían los países menos favorecidos recibir asistencia especial para cumplir los requisitos de un acuerdo hemisférico?

Evidentemente, los países no pueden dejar de hacerse preguntas como éstas ni de comenzar a prepararse individualmente para la tarea de cumplir los probables requisitos técnicos para el ingreso y negociar en los nuevos ámbitos de interés hemisférico, como la legislación ambiental y laboral. Aunque la iniciativa individual es indispensable, no debemos pasar por alto las posibles ventajas de la cooperación en este campo. En realidad, se podría usar algún tipo de mecanismo multilateral para iniciar un debate colectivo de los principales problemas en torno a los procedimientos operacionales para la integración hemisférica, divulgando información entre las partes interesadas, proporcionando asistencia técnica a los negociadores y, en última instancia, observando el progreso en este campo. Cabe recordar que la integración hemisférica es un asunto

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colectivo y que el diálogo y una buena corriente de información exacta facilitan la acción colectiva eficiente. Un mecanismo multilateral podría resultar útil. Tal vez sea aquí donde deban centrarse las deliberaciones iniciales.

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SECCION SEGUNDA

ASOCIACION LATINOAMERICANA DE INTEGRACION (ALADI)

CAPITULO I: INTRODUCCION

La ALADI fue creada en 1980 con la finalidad de promover el crecimiento del intercambio comercial y la complementación económica en la región. Más recientemente le fueron asignadas, además, otras funciones relacionadas con la integración regional.

Esta Asociación entre once países' -que representan más del 90% del producto bruto de América Latina y el Caribe- utiliza como instrumentos para lograr sus objetivos en el campo comercial a los acuerdos de libre comercio, que pueden ser bilaterales, plurilaterales o regionales según participen dos, varios o la totalidad de los países de la Asociación.

Las concesiones que se otorgan en los acuerdos consisten en la eliminación total o parcial de los aranceles aduaneros y/o de las restricciones no arancelarias vigentes para terceros países. Pueden abarcar el universo de productos o sólo una parte de éstos.

Las preferencias que incluyen tales acuerdos no se extienden a los demás miembros de la Asociación, pero éstos pueden ser incorporados previa negociación. Si un país de la ALADI firma un acuerdo de libre comercio con países no miembros, debe extender las concesiones a los demás socios de la Asociación, excepto en caso de tratarse de un país en vías de desarrollo de América Latina y el Caribe o de otras áreas.

Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, México, Perú, Paraguay, Uruguay y Venezuela.

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Durante los primeros años de la ALADI los países renegociaron las preferencias acordadas durante el período 1960-80 en el ámbito de la ex-ALALC. 2 Como resultado se concertaron más de 40 acuerdos de libre comercio bilaterales y uno entre cuatro países, a los que se suman más de 20 acuerdos sectoriales con distinto número de participantes según el sector.

Posteriormente se implementaron acuerdos regionales, en los que participan todos los países de la Asociación, para los países de menor desarrollo económico relativo: Bolivia, Ecuador y Paraguay y también otro acuerdo regional denominado Preferencia Arancelaria Regional (PAR).

Por su parte los países andinos,3 también miembros de la ALADI, continuaron con el desarrollo del esquema subregional que está regulado por disposiciones propias del mismo. Las relaciones entre los países andinos con los demás de la ALADI están reguladas por ésta.

2 Asociación Latinoamericana de Libre Comercio, creada en 1960 y sustituída por la ALADI en 1980.

3 Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.

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CAPITULO II: EL ROL DE LA ALADI EN EL PROCESO DE INTEGRACION REGIONAL

a. La ALADI como marco de acuerdos "de nueva generación"

En el informe anterior del INTAL figura una descripción detallada de las nuevas realidades que enfrenta la ALADI4 y es en función de ellas que se hace necesario redefinir su rol.

Durante los últimos años el proceso de integración se ha dinamizado en torno a la proliferación de acuerdos subregionales, plurilaterales y bilaterales, concertados en un contexto de coincidencia democrática que dió lugar al aumento de diversas interacciones entre pares y grupos de países y de políticas económicas similares en cuanto a la conveniencia de abrir las economías para lograr una mejor inserción en el mercado internacional.' A pesar de que todavía existe inestabilidad macroeconómica en algunos países y asimetrías que dificultan los avances del proceso, no cabe duda de que las nuevas condiciones de la región constituyen un marco adecuado para impulsar la integración.

Es en este marco que, en pocos años, surgieron una serie de acuerdos llamados de "nueva generación" que abarcan un amplio espectro del universo de productos, establecen programas de desgravación automática del comercio e incluyen también temas nuevos como medio ambiente,

4 INTAL: El Proceso de Integración en América Latina y el Caribe en 1992. Págs. 16 y siguientes.

5 Mientras que en 1985 varios países de la ALADI mostraban aranceles promedio cercanos y superiores al 50%, actualmente los promedios vadan entre el 9% y el 16%, además se progresó significativamente en relación con la eliminación de restricciones no arancelarias. "Situación), perspectivas del proceso de integración en el marco de la ALADI". Doc. ALADI/CM/VIII/dt 1/Rey. 1 del 3de febrero de 1994.

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propiedad intelectual, garantía de inversiones, comercio de servicios, normas técnicas, etc.6

Las características señaladas contrastan profundamente con las que se dan en los anteriores acuerdos vigentes en el ámbito de la ALADI y que fueron el resultado de la renegociación de las preferencias otorgadas durante la ex-ALALC.

En el nuevo contexto de la región los países han preferido negociar los acuerdos sin utilizar a la ALADI, excepto para su posterior compatibilización con sus principios y normas.

El panorama de la región en 1993, mostraba el rápido perfeccionamiento de dos áreas subregionales de libre comercio, 1VIERCOSUR y el Grupo Andino, que presentaban también avances significativos hacia la constitución de una unión aduanera; una negociación avanzada para la firma de un acuerdo trilateral de libre comercio entre Colombia, México y Venezuela y la concertación de acuerdos de libre comercio bilaterales por parte de Chile con varios de sus socios de la Asociación.

Por otra parte estaban siendo negociados acuerdos con los países centroamericanos y del Caribe, por parte de Colombil, México y Venezuela.

Finalmente, a fines de 1993 entró en vigencia el acuerdo de libre comercio de América del Norte, más conocido por su sigla inglesa NAFTA, que incluye a México, también miembro de ALADI, conjuntamente con Canadá y los Estados Unidos, existiendo la posibilidad de que otros países de la región pasen a integrar este acuerdo en el futuro.

Estos arreglos tienen las características comunes descritas anteriormente y, de acuerdo a la evolución que muestran, es presumible que a partir de 1995 y antes del final de este siglo estén perfeccionadas varias zonas de libre comercio en la región y se manifieste la conveniencia de impulsar su convergencia para lograr una mayor

6 ALADI, documento citado.

28

ampliación de los mercados regionales y también para simplificar el manejo de los acuerdos a nivel de las administraciones nacionales.

En buena medida como consecuencia de la apertura económica y de los nuevos acuerdos de libre comercio, el intercambio intrarregional está creciendo a un ritmo más elevado que con el resto del mundo y muestra un mayor equilibrio en cuanto a la participación de manufacturas, contenido tecnológico y proporción de flujos intrasectoriales, que sugieren la explotación creciente de posibilidades de especialización en la región. Lo anterior, a su vez, se está traduciendo en un mayor flujo de capitales entre los países, orientados hacia la producción conjunta de bienes.'

Los nuevos acuerdos de integración que se dan en la región fueron negociados mediante mecanismos más ágiles y operativos y sin utilizar los mecanismos regionales. Además, estos arreglos están fundados en un fuerte apoyo político.

El panorama descrito refleja la nueva estrategia para avanzar en el proceso de integración mediante acuerdos acotados en cuanto al número de países miembros. En función de ello y de acuerdo a las circunstancias vigentes en 1993, el rol de la ALADI en este campo no aparece como muy significativo. Sin embargo, esto puede revertirse en la medida en que los nuevos acuerdos se consoliden y se detecte la necesidad de multilateralizarlos procurando su convergencia. En este caso la Asociación podría volver a desempeñar un rol principal por constituir el foro natural de la región para ello.

La propia Asociación expresa: "Una visión realista de la situación actual de la ALADI lleva a la conclusión que el organismo está en una fase de transición. Se percibe una sustitución del protagonismo institucional e importancia real de la ALADI como foro de negociación de la integración, que fue su rol tradicional, como consecuencia de la dinámica que han adquirido los Acuerdos subregionales y bilaterales. Sin embargo, la institución mantiene toda su importancia como el marco jurídico institucional de la región y sigue contando con el apoyo político de los países miembros como órgano central de la integración, papel que

7 ALADI: Documento citado.

29

podría volver a ejercer en un futuro cercano. Adicionalmente, en los últimos años se ha ampliado el espectro de actividades de la Asociación, abarcando nuevas áreas de cooperación tendientes a crear dependencias reales y permanentes entre los países de la región, las cuales serán de gran importancia en el proceso de convergencia hacia la unidad regional" . 8

El Consejo de Ministros de la ALADI examinó esta situación en 1990 y en dos reuniones posteriores perfeccionó una nueva versión de la dimensión regional, mediante la cual se le asignaron nuevas funciones que van más allá de las acciones en el campo comercial y, además, se consolidó el rol tradicional de la Asociación en materia de convergencia.

En función de ello y de las realidades actuales que presenta la integración en la región, las actividades de la ALADI deberían estar orientadas a brindar apoyo a los esquemas subregionales y bilaterales para facilitar su convergencia en el futuro y, en este mismo sentido, procurar acercamientos con los esquemas de integración de Centroamérica y el Caribe y, también, con el NAFTA.

Como se mencionó, existe un grado importante de coincidencia de objetivos, metas plazos e instrumentos entre los acuerdos subregionales y bilaterales de nueva generación y es posible que varios de ellos alcancen sus objetivos en la segunda mitad de la década presente, transformándose en zonas de libre comercio o en uniones aduaneras.

Una vez consolidados esos acuerdos surgirá con mayor intensidad la necesidad de su convergencia, lo que permitirá ampliar sus alcances y simplificar su administración. Tal vez el mejor caso para ejemplificar lo anterior sea el de Chile. Los acuerdos bilaterales firmados por este país, con características similares, hacen presumir que una vez alcanzados sus objetivos se buscará ampliar su alcance geográfico propiciando la convergencia entre ellos. Por otra parte, la cantidad de acuerdos vigentes, incluyendo los de renegociación de las preferencias de la ex-ALALC y otros firmados en el ámbito de la ALADI, dificultan enormemente su administración a nivel de las aduanas y otros entes nacionales que

8 ALADI: Documento citado, pág. 15.

30

intervienen en las operaciones generadas por estos acuerdos. Esta situación puede llegar a ser inmanejable si continúa aumentando su número.

En el ámbito de la ALADI existe una propuesta para establecer un mecanismo para facilitar la información sobre los distintos procesos de integración en que participan los países miembros. Si ésta se concreta, la Secretaría de la Asociación contaría con información complementaria que le permitiría prestar asistencia técnica a los distintos acuerdos subregionales y bilaterales para, entre otros objetivos, contribuir a la homogeneización o compatibilización de los instrumentos de dichos acuerdos y posibilitar así su convergencia.

Un caso concreto en el que, a breve plazo, la ALADI podría prestar su apoyo en el sentido señalado se presenta debido al factible perfeccionamiento, en poco tiempo más, de zonas de libre comercio -incluso de uniones aduaneras- en el MERCOSUR y en el Grupo Andino. De acuerdo a los niveles que se mencionan de protección frente a terceros países, O a 20% en ambos casos, una vez vigente el arancel externo los países miembros de estos dos acuerdos podrían otorgarse entre sí preferencias crecientes a negociar en el marco de la ALADI. Podría también buscarse fórmulas que permitan incorporar a Chile y México en éstas o en negociaciones similares.

Una ayuda importante para facilitar la convergencia podría surgir del acuerdo para la liberación y expansión del comercio de servicios a nivel regional, que está siendo negociado en la ALADI, que contempla la facilitación del tránsito de bienes, personas y capitales en la región.

Tal vez el tema en el que la Asociación puede efectuar un aporte más importante en el momento actual para facilitar la convergencia es el referente al marco normativo de los distintos acuerdos, o sea, la posibilidad de armonizar lo referente a las normas de origen, tratamientos de subsidios, cláusulas de salvaguardia, etc. Asimismo sería conveniente contar con un acuerdo regional en lo relativo a solución de controversias. Estos aspectos están siendo abordados por la Asociación como consecuencia de un mandato del Consejo de Ministros.

31

Otro campo de cooperación potencial a nivel de la región es el referente a los aspectos financieros de la integración: mercado de capitales, inversiones, modalidades de financiamiento, etc. que se agregarían al eficiente sistema de pagos y créditos vigente desde hace casi treinta años.

El próximo establecimiento de un sistema de información y apoyo al comercio exterior de los países de la región, constituye también un paso importante en el sentido de apoyar la aproximación progresiva de los diversos acuerdos de libre comercio.

En lo que respecta a la acción externa de la Asociación, sería conveniente un acercamiento con los organismos de integración de Centroamérica, el Caribe y NAFTA, para obtener la información que permita identificar los temas o puntos en los que se podría proponer acercamientos a nivel de toda la región y, eventualmente, del hemisferio.

b. La ALADI en 1993

En lo que respecta a los aspectos comerciales, la actividad en 1993 se centró principalmente en los acuerdos de complementación económica firmados entre Chile y Venezuela y entre Chile y Colombia', que tienen las características descritas anteriormente en cuanto a alcance y extensión del programa de liberación y a inclusión de cláusulas sobre inversiones, acceso al mercado, infraestructura, etc., que no son usuales en los acuerdos aprobados anteriormente en la Asociación.

Chile y Bolivia firmaron también un acuerdo de complementación económica,' pero de alcance mucho más reducido en cuanto a los productos que abarca, que los citados en el párrafo anterior.

Los demás protocolos aprobados durante 1993 están relacionados con prórrogas de los acuerdos vigentes, con inclusiones de nuevos productos

9 Protocolos del 2 de febrero y del 6 de diciembre de 1993, respectivamente.

I° Protocolo del 6 de abril de 1993.

32

en algunos casos, que no alcanzan a modificar sustancialmente lo vigente con anterioridad y también con adecuaciones a la nueva nomenclatura de la Asociación (NALADISA), basada en el Sistema Armonizado del GATT.

En el campo científico y tecnológico fue suscrito un acuerdo regional," con el objeto de promover la cooperación regional orientada tanto a la creación y desarrollo del conocimiento como a la adquisición y difusión de la tecnología y su aplicación, procurando al mismo tiempo la especialización, interdependencia y complementación de las acciones llevadas a cabo por los países miembros en el marco de la integración. La Secretaría General de la ALADI será el órgano técnico del acuerdo.

En materia de servicios, la Secretaría General sometió a la consideración de los países miembros un proyecto de acuerdo-marco con el objetivo de promover la liberación y expansión del comercio de servicios en la región y establecer un conjunto de conceptos y principios fundamentales sobre cuya base podrán concertar acuerdos específicos con aquella finalidad.'

El proyecto abarca la totalidad de los servicios que son o pueden ser objeto de comercio entre países, estableciendo la posibilidad de contraer, entre pares o grupos de países, compromisos relacionados con el acceso a los mercados, pagos y transferencias de divisas, origen, salvaguardias, normas sobre competencia y otros que los países estimen necesarios para regular el intercambio recíproco de servicios.

11 Protocolo del 19 de octubre de 1993.

1 2 Documento ALAD1/SEC/dt 335 del 28 de julio de 1993.

33

CAPITULO III: EL COMERCIO INTRAZONAL EN LA ALADI

En este capítulo se muestra la evolución del comercio entre los países de la Asociación que es el resultado de la interacción de varios factores: las corrientes de intercambio previas a los acuerdos de integración, la posterior vigencia de múltiples acuerdos bilaterales y de alcance regional negociados en su ámbito y también de otras variables difíciles de evaluar en cuanto a su impacto en el intercambio, como es el caso de las oportunidades comerciales que surgieron de los numerosos encuentros entre empresarios de la región, convocados por la Asociación y por asociaciones gremiales surgidas como consecuencia de su existencia.

Resulta difícil apreciar la importancia relativa de cada uno de los factores citados en la generación de corrientes de comercio, máxime si se tiene en consideración que, muchas veces, éstas son el resultado de una combinación de ellos, por ejemplo, rebajas arancelarias combinadas con contactos entre empresarios.

Recientemente han sido puestos en vigencia nuevos acuerdos de alcance parcial entre países de la ALADI, llamados de segunda generación, con una cobertura mucho más extensa en cuanto al número de productos que los llamados "acuerdos de renegociación del patrimonio histórico" de la ex-ALALC. Uno de los países que mayor dinamismo ha mostrado en la concertación de los nuevos arreglos ha sido Chile, que en años recientes firmó uno con México en 1991 y posteriormente otros similares con Venezuela y Colombia. Más adelante se analiza la evolución del acuerdo entre Chile y México.

I. Evolución del Intercambio

Las exportaciones globales de la ALADI crecieron un 6% en 1993, debido fundamentalmente al aumento del volumen que compensó con creces el deterioro de los precios internacionales de la mayoría de los

34

productos básicos de exportación de la región'.

Las importaciones globales de los once países crecieron 8% con respecto a 1992. Dicho aumento fue menor que en años anteriores. El saldo negativo del intercambio con el resto del mundo, iniciado en 1992, alcanzó a 13.500 millones de dólares durante 1993. 14

En 1993 continuó creciendo en forma acelerada el comercio intrarregional. En los cuadros II-1 y 11-3 se puede apreciar ese crecimiento en relación con los años inmediatos anteriores y también con los distintos períodos que afectaron dicho comercio a partir de 1979. También se observa el intercambio por país y la desigual intensidad con que evolucionaron las compras y ventas de cada uno en la región. Las ventas intrazonales crecieron un 21 % con respecto a 1992 acentuando así el rol compensador del escaso crecimiento de las exportaciones al resto del mundo.'5

La crisis de pagos externos que enfrentaron los países a comienzos de los años 80s registró su máxima intensidad durante el período 1983-1986, pero sus efectos se extendieron hasta el final de la década citada. Si se compara la evolución tanto de las exportaciones como de las importaciones intrarregionales y globales a lo largo del período 1979-1993, se aprecia de qué manera la crisis afectó la evolución de cada corriente y cómo éstas recuperaron -y posteriormente superaron- los niveles de intercambio registrados durante el período previo.

a. Las exportaciones intrazonales y su importancia para cada país

Durante 1993 las exportaciones intra-ALADI continuaron creciendo rápidamente aunque con un ritmo menor (21 %) que el registrado durante el período 1987-1992: 29% en 1992, 44% en 1991 y 39% en promedio

13 ALADUSEC/di 569, 8 de junio de 1994.

14 ALADI, documento citado.

15 ALADI, documento citado.

35

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Cuadro 11-2 ALADI: CRECIMIENTO DE LAS EXPORTACIONES DE LOS PAISES MIEMBROS

1979-1993 (En porcentaje)

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Argentina A la ALADI -23 57 Al resto del mundo 1 12

Bolivia A la ALADI 12 -18 Al resto del mundo -45 21

Brasil A la ALADI -23 38 Al resto del mundo -32 29

Colombia A la ALADI -43 89 Al resto del mundo 26 45

Chile A la ALADI -39 70 Al resto del mundo 1 90

Ecuador A la ALADI -64 91 Al resto del mundo 26 -13

México A la ALADI 25 16 Al resto del mundo 32 9

Paraguay A la ALADI -14 151 Al resto del mundo -5 150

Perú A la ALADI 41 21 Al resto del mundo -15 10

Uruguay A la ALADI -15 73 Al resto del mundo 2 41

Venezuela A la ALADI -42 -10 ' Al resto del mundo -21 -9

TOTAL ALADI A la ALADI -26 39 Al resto del mundo 11 17

*: Promedio anual FUENTE: Cuadros II-1 y 11-3.

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en 1987-1990 respecto al cuatrienio anterior. (Cuadro 11-2). Cabe destacar que el crecimiento acelerado de 1991 en relación al promedio 1987-1990 se debe, en buena medida, al bajo nivel registrado en este período que, en valores corrientes, fue similar al promedio del cuatrienio previo a la crisis de la deuda (Cuadro II-1).

Las ventas a la región durante 1993 alcanzaron un valor de 23.522 millones de dólares. Las ventas de Argentina a la ALADI fueron de 5.262 millones de dólares, con un aumento del 45% con respecto al año anterior. Venezuela, en alta medida como consecuencia del acuerdo de libre comercio con Colombia firmado a fines de 1992, aumentó sus exportaciones a la zona en un 35%, alcanzando los 1.736 millones de dólares. Brasil exportó a ésta por un valor de 9.145 millones de dólares, 20,4% superior al de 1992, cifra que por otra parte representó el 38,9% del total de las exportaciones intrazonales. Paraguay, Uruguay y Ecuador también incrementaron sus ventas en proporciones similares a la de Brasil. En el otro extremo, las exportaciones de Perú a la región decrecieron un 10% (Cuadro 11-2).

En el cuadro II-1 se observa la evolución de las exportaciones intrazonales y globales durante los distintos períodos. Tomando como base los años pre-crisis (1979-1982) en que las ventas a la región representaban el 13% de las exportaciones al mundo, en consonancia con la relación que se dio a partir de mediados de los años 60s, se aprecia la caída sustancial de dicha relación durante los años siguientes cuando la crisis adquirió su máxima intensidad.

Ello sugiere una vulnerabilidad de las exportaciones intrarregionales durante años críticos, superior a la que experimentan la ventas al resto del mundo. Dicha relación cayó para todos los países de la Asociación, excepto Bolivia, habiéndose registrado los mayores descensos en los casos de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador y Perú.

Durante los años 1987-1990 se produjo una importante recuperación de la ventas de Argentina y Ecuador a la región, siempre en relación con las globales, que no fue acompañado por los demás.

A partir de los años 90s, una vez superados los aspectos más acuciantes de la crisis, se incrementaron con mayor ritmo las ventas a la

41

región que las efectuadas al resto del mundo. Ello es particularmente válido en los casos de Argentina y Brasil, cuyas exportaciones recíprocas crecieron también debido a la liberalización del comercio entre ellos, que comenzó a implementarse durante la segunda mitad de los años 80s y que continuó con el MERCOSUR.

En 1993, la relación entre ambos destinos para las exportaciones de Argentina alcanzó al 40% y en el caso de Brasil al 24%, ambas cifras nunca registradas desde los comienzos de la ex-ALALC. Las ventas intra-ALADI representaron el 19% de las globales, cifra también sin precedentes.

Cabe destacar la importancia del mercado regional no solamente para los dos países citados, que son los que más venden en su ámbito, sino particularmente para Paraguay y Uruguay que en 1993 exportaron más de la mitad del total a dicho mercado. La región ha venido creciendo en importancia también para Colombia y Venezuela debido a la relación comercial creciente entre ambos países. En el caso de Chile también se registra un crecimiento sostenido en la participación relativa de las ventas a la ALADI a partir del período 1987-1990, aunque sin llegar a alcanzar todavía la relación vigente con anterioridad a la crisis de la deuda debido al rápido crecimiento que experimentaron las ventas de este país al resto del mundo.

b. Las importaciones intrazonales y su significado para cada país

Como se destacó en la sección anterior, los mercados de la región como destino de las exportaciones de los países de la ALADI fueron menos receptivos que los del resto del mundo durante la crisis y más receptivos que estos últimos a partir de 1990. En cambio, las importaciones desde ambos orígenes presentan una relación mucho más estable (cuadro 11-3).

Ambos fenómenos se debieron a que, por tratarse de una crisis de la región, los países afectados durante los años 80s restringieron sus importaciones desde todos los orígenes disminuyendo en forma similar las provenientes del resto del mundo y de la región. En cambio las exportaciones a la región cayeron más durante la crisis debido a que

42

disminuyeron las importaciones de sus miembros, pero las exportaciones al resto del mundo no se vieron afectadas e inclusive continuaron creciendo en valores absolutos a lo largo de todo el período.

Desde los comienzos de la crisis hasta 1991 la relación entre las compras intrazonales y las totales permaneció estable en 15%. Durante los últimos dos años dicha relación viene aumentando un 1% anual como se aprecia en el cuadro 11-3.

Este aumento relativo es demasiado pequeño como para anticipar una tendencia hacia un mayor abastecimiento de origen regional con respecto al que se origina en el resto del mundo; pero teniendo en cuenta el importante grado de apertura alcanzado en los últimos años es destacable que aumenten más rápidamente las compras desde la región a pesar de la reducción de los márgenes de preferencia producidos por la apertura.

En 1993 las importaciones intrazonales alcanzaron a 22.741 millones de dólares, con un crecimiento respecto del año anterior del 13%. Colombia importó por valor de 2.321 millones, 62% más que el año anterior, en buena medida debido a la aplicación del acuerdo de libre comercio con Venezuela, a la mayor demanda producida por el alto índice de crecimiento de Colombia y a la paridad cambiaria favorable para las exportaciones de Venezuela como consecuencia de la devaluación del Bolívar.

Se destaca también el incremento de las compras de Brasil en la ALADI, que alcanzaron a 4.902 millones de dólares, 27% superior a la cifra del año anterior. Debido a este aumento, no acompañado por uno similar por parte de Argentina, disminuyó sustancialmente el déficit de este país en su relación bilateral con Brasil.

En el otro extremo las compras de Venezuela en la región disminuyeron un 13 % por la depreciación de su moneda. Esta disminución es similar a la que se produjo en las importaciones de este país desde el resto del mundo, que guarda relación con la caída del ingreso de divisas debido a la fuerte baja del precio del petróleo (Cuadros 11-3 y 11-4).

Uruguay, Paraguay y Bolivia, en ese orden, fueron los países que se abastecieron en mayor proporción desde la región durante 1993. Los tres

43

Cuadro 11-4

ALADI: CRECIMIENTO DE LAS IMPORTACIONES DE LOS PAISES MIEMBROS 1979-1993

(En porcentaje)

PAIS 1983-86/* 1979-82*

1987-90/* 1983-86*

1991/ 1987-90*

1992/ 1991

1993/ 1992

Argentina Desde la ALADI -15 4 76 81 9 Desde el resto del mundo -53 13 68 79 15

Bolivia Desde la ALADI 0 22 23 10 17 Desde el resto del mundo -32 11 68 16 7

Brasil Desde la ALADI -33 34 42 -2 27 Desde el resto del mundo -33 18 19 -3 22

Colombia Desde la ALADI 2 5 8 45 62 Desde el resto del mundo -8 16 -2 32 29

Chile Desde la ALADI -33 82 40 18 1 Desde el resto del mundo -42 93 33 30 15

Ecuador Desde la ALADI 22 3 38 6 -10 Desde el resto del mundo -24 9 26 8 6

México Desde la ALADI -47 63 141 32 7 Desde el resto del mundo -34 89 79 26 2

Paraguay Desde la ALADI 0 13 57 21 6 Desde el resto del mundo -14 81 91 -15 -1

Perú Desde la ALADI 4 68 37 30 2 Desde el resto del mundo -31 8 2 35 3

Uruguay Desde la ALADI -52 124 22 24 23 Desde el resto del mundo -48 48 29 34 10

Venezuela Desde la ALADI -36 24 52 31 -13 Desde el resto del mundo -46 22 15 25 -13

TOTAL ALADI Desde la ALADI -25 33 49 29 13 Desde el resto del mundo -36 39 42 23 7

*: Promedio anual FUENTE: Cuadros II-1 y 11-3.

44

tienen como principales vendedores a sus vecinos Brasil y Argentina. Uruguay y Paraguay han importado más del 40% del total desde la ALADI durante todo el período 1979-1993.

Las importaciones zonales de Perú y Argentina también alcanzaron una alta relación con las totales. Por otra parte, en ambos casos dicha relación creció significativamente a partir de 1979. México continuó presentando el caso de menor proporción de compras en la región (cuadro 11-3).

2. Participación de los países miembros en las corrientes de comercio intra-ALADI

El cuadro 11-5 permite apreciar la importancia relativa del comercio de cada país con la ALADI.

a. Exportaciones

Brasil ha sido el país con mayor participación en las ventas intrarregionales durante el período 1979-1983. Dicha relación se acentuó durante los dos últimos años alcanzando a representar cerca del 40% del total de exportaciones a la zona, debido fundamentalmente al incremento del comercio con el MERCOSUR, en particular con Argentina. Esta le sigue en importancia y también aumentó su participación relativa en 1993. Las exportaciones sumadas de los dos países representaron el 61,3% del total intrazonal.

Los demás miembros de ALADI tuvieron una participación muy inferior. Venezuela en 1993 alcanzó el 7,4% debido al incremento de sus ventas a Colombia, pero esta relación es inferior a la registrada con anterioridad a la crisis de pagos de la región cuando los precios del petróleo eran más elevados. Sin embargo cabe destacar que el cambio en la estructura y destino de las exportaciones de Venezuela resulta beneficioso para ella al depender en menor proporción de las ventas de petróleo a la región.

La participación de las exportaciones de Bolivia, Paraguay y Perú declinó durante los años recientes, mientras que la de los demás países

45

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3.

46

permaneció en torno a la media de los últimos quince años, acompañando así el crecimiento de la ventas intrazonales que comenzó diez años atrás.

b. Importaciones

En 1993 Brasil revirtió ligeramente la tendencia declinante de Su participación en las importaciones intrazonales registrada entre 1979 y 1992. Aún así su relación actual, 21,6%, es poco más de la mitad de la que se da en el caso de sus exportaciones a la región (Cuadro II-5).

Argentina continuó siendo el país con mayor participación en las compras desde la zona, con tendencia a incrementar la misma a partir del período 1987-1990, aunque con una ligera disminución en 1993.

Igual que en el caso de las exportaciones, los demás países participan con una porción mucho menor que los dos citados anteriormente. México aumentó su relación a partir de 1990 a niveles cercanos al 10% y Venezuela la disminuyó en 1993 como consecuencia de la crisis de pagos que enfrenta desde entonces. Los demás países continuaron participando en torno al promedio de los quince años últimos.

3. Principales ejes bilaterales de comercio intra-ALADI

El cuadro 11-6 muestra la importancia relativa de las exportaciones recíprocas entre los principales ejes en el ámbito de la Asociación. Dichos ejes están ubicados verticalmente en el cuadro, de acuerdo al orden de importancia registrado durante 1993.

La relación comercial entre Argentina y Brasil, la más alta en la región desde antes del inicio de la ex-ALALC, en 1993 acentuó aun más su importancia relativa alcanzando a representar más de la cuarta parte del intercambio.

En segundo término, muy distante de la anterior, figura la relación entre Colombia y Venezuela. Este eje bilateral que durante los años 80s registró en general cifras de comercio inferiores a los demás que figuran en el cuadro, en 1993 fue el segundo en importancia debido al fuerte

47

Cuadro 11-6

ALADI: PRINCIPALES EJES BILATERALES DEL COMERCIO INTRA-ALADI (En millones de dólares)

1980 1985 1990 1991 1992 1993

Eje Argentina/Brasil De Argentina a Brasil 765 496 1.423 1.488 1.590 2.790 . De Brasil a Argentina 1.091 548 451 1.475 3.070 3.659 Total Eje (1) 1.856 1.044 1.874 2.963 4.660 6.449 Total ALADI(2) 10.859 7.069 12.169 15.047 19.412 23.522 (1)/(2)x100 17.1 14.8 15.4 19.7 24.0 27.4

Eje Colombia/Venezuela De Colombia a Venezuela 279 129 204 430 580 697 De Venezuela a Colombia 261 121 364 308 498 855 Total Eje (3) 540 250 568 738 1.078 1.552 (3)/(2)x100 5.0 3.5 4.7 7.6 7.1 6.5

Eje Brasil/Chile De Brasil a Chile 457 238 456 677 930 1.110 De Chile a Brasil 460 208 492 474 451 424 Total Eje (4) 911 446 948 1.151 1.381 1.534 (4)/(2)x100 8.4 6.3 7.8 7.6 7.1 6.5

Eje Brasil/México De Brasil a México 470 222 505 758 1.114 995 De México a Brasil 343 298 165 184 427 290 Total Eje (5) 813 520 670 942 1.541 1.285 (5)/(2)x100 7.5 7.4 5.5 6.3 7.9 5.5

Eje Argentina/Chile De Argentina a Chile 218 111 462 488 544 591 De Chile a Argentina 278 84 113 257 460 588 Total Eje (6) 596 195 575 745 1.004 1.179 (6)/(2)x100 5.5 2.8 4.7 5.0 5.2 5.0

Eje Brasil-Paraguay De Brasil a Paraguay 409 302 381 496 543 961 De Paragua a Brasil 40 60 312 203 171 217 Total Eje ( 449 362 693 699 714 1.178 (7)/(2)x100 4.1 5.1 5.7 4.6 3.7 5.0

Eje Brasil/Uruguay De Brasil a Uruguay 311 141 278 337 517 775 De Uruguay a Brasil 191 143 506 384 284 366 Total Eje (8) 502 284 784 721 801 1.141 (8)/(2)x100 4.6 4.0 6.4 4.8 4.1 4.9

Eje Argentina/Uruguay De Argentina a Uruguay 182 99 263 311 380 513 De Uruguay a Argentina 142 63 82 163 250 279 Total Eje (9) 324 162 345 474 630 792 (9)/(2)x100 3.0 2.3 2.8 3.2 3.2 3.4 Eje Brasil/Venezuela De Brasil a Venezuela 230 295 268 429 442 393 De Venezuela a Brasil 652 254 304 340 261 376 Total Eje (10) 882 549 572 769 703 769 (10)/(2)x100 8.1 7.8 4.7 5.1 3.6 3.3

FUENTE: Años 1980 y 1985: ALADI: Estructura y Evolución del Comercio Regional. Años 1985-1989. Años 1990, 1991 y 1992: INTAL El proceso de Integración en América Latina y el Caribe en 1992, pág. 54 y ALADI: Estructuray Evolución del Comercio Intrarregional 1985-1992. ALADI/SEC/Dic. 557. Año 1993: ALADI: Comportamiento del Comercio Exterior Global e Intrarregional en 1993. ALADI/SEC/Dic. 569.

48

incremento del comercio entre ambos países, como consecuencia de las razones expuestas anteriormente. Las exportaciones venezolanas a Colombia en 1993, 855 millones de dólares, superaron en 357 millones al registro del año anterior.

Los ejes que figuran en el cuadro muestran la tradicional preeminencia del comercio entre los países del cono sur dentro de la ALADI, ya que seis de las nueve principales relaciones son entre pares de países de esa área a pesar de que en tres de ellas figuran dos países con mercados pequeños: Uruguay y Paraguay.

4. El comercio entre Chile y México

Como se mencionó anteriormente, durante los últimos años se han concertado una serie de acuerdos de libre comercio bilaterales con características muy distintas de los acordados en los primeros años de la ALADI: en primer lugar los acuerdos de la nueva generación comprenden la totalidad del universo de productos, con listas de excepciones, en tanto que los anteriores incluían listas de bienes que, en la mayoría de los casos, representaban una parte reducida de dicho universo; por otra parte, los nuevos acuerdos utilizan el método de desgravación automático y lineal, mientras que las rebajas en los anteriores eran negociadas producto por producto y generaban márgenes de preferencia diferentes según la profundidad de la reducción otorgada en cada caso; adicionalmente, los nuevos acuerdos establecen plazos breves para la liberación del intercambio entre sus miembros.

Chile ha sido el país de la Asociación más activo en la negociación de estos nuevos acuerdos durante los últimos años. En setiembre de 1991 firmó uno con México,' luego de la reanudación de las relaciones diplomáticas entre ambos estados, que tiene las características señaladas en el párrafo anterior. Posteriormente, firmó acuerdos similares con otros países de la ALADI.

16 Para una descripción del Acuerdo entre Chile y México, ver INTAL: El Proceso de Integración en América Latina y el Caribe en 1992, págs. 39-41.

49

Cuadro 11-7

COMERCIO ENTRE CHILE Y MEXICO (En millones de dólares)

AÑO Exportaciones de Tasa de Crecimiento

Chile a México Anual (%)

1990 58

1991 44 - 24

1992 90 105

1993 124 38

AÑO Exportaciones de (%) México a Chile

1990 90

1991 123 37

1992 151 23

1993 194 28

FUENTE: ALADI/SEC/Dic. 557, 23 de marzo de 1994 y ALADI/SEC/Dic. 569, 8 de junio de 1994.

50

Si bien la importancia relativa del intercambio entre estos dos países ha sido baja (en 1993 las exportaciones recíprocas representaron el 1,4% de las ventas intrazonales), el comercio entre ellos viene creciendo aceleradamente en los últimos años y si a esto se agrega que el acuerdo firmado es representativo de la nueva tendencia, se justifica analizar los resultados que están siendo obtenidos. Un trabajo publicado recientemente provee abundante información al respecto.'

Es importante destacar que Chile y México aplican políticas de apertura muy similares, el arancel único del primero es del 11% mientras que el promedio de la tarifa mexicana es del 10%. Además Chile eliminó las barreras no arancelarias y su socio la licencia previa para importar."

En el cuadro 11-7 se aprecian los montos del intercambio bilateral, medido por las exportaciones, durante los últimos cuatro años. Es importante el crecimiento de éstas en los dos sentidos, sin embargo, en el caso de Chile las ventas crecieron a un ritmo más acelerado a partir de la vigencia del acuerdo (1-1-1992). En el caso inverso, las exportaciones mexicanas crecieron menos rápidamente a partir de esta fecha, aunque continuaron creciendo a un ritmo elevado. El intercambio ha sido superavitario para México, aunque con tendencia a la reducción de dicho saldo a partir de la aplicación del acuerdo.

17 CEPAL: "An examination of the Chile-México Agreement: A viable form of Integration", por Patricia Gray Rich. Working Paper N° 26, April 1994.

18 CEPAL, obra citada.

51

CAPITULO IV: ASPECTOS MONETARIOS Y FINANCIEROS

1. El convenio de Pagos y Créditos Recíprocos'9

a. Operatoria del Convenio

Con la finalidad de estimular la relaciones financieras entre los países de la región, facilitar la expansión de su comercio recíproco y sistematizar las consultas mutuas en materias monetaria, cambiaria y de pagos, los países de la ALADI y la República Dominicana, suscribieron en 1982 el Convenio de Pagos y Créditos Recíprocos que sustituyó al anterior Acuerdo de Pagos y Créditos vigente desde 1965 durante el período de la ex-ALALC.

El Convenio opera a través de los Bancos Centrales de los países citados y el Banco Central de Reserva del Perú actúa como agente del sistema.

Mediante este mecanismo, los Bancos Centrales se otorgan líneas de créditos por pares de países cuyos montos guardan relación con la magnitud del comercio y otras transacciones recíprocas. En caso de que un país se exceda en la utilización de su línea de crédito es común que ésta sea ampliada por el Banco Central del otro país.

Durante cada cuatrimestre los saldos bilaterales devengan intereses a favor del país acreedor.

19 La información que se detalla en esta sección tuvo como principal fuente: "Evaluación del funcionamiento del Sistema de Pagos de la ALADI en el año 1993", ALADI/SEC/di 554/Rev.1, 2 de mayo de 1994.

52

A través del sistema se cursan la gran mayoría de las transacciones financieras originadas por el intercambio de bienes y servicios, aunque su utilización no es obligatoria.

Los saldos bilaterales registrados al finalizar cada cuatrimestre calendario son comunicados al Banco agente y éste se encarga de compensarlos multilateralmente y de comunicar inmediatamente a cada Banco Central su posición neta, deudora o acreedora, con el sistema. A continuación los Bancos con posición deudora transfieren su saldo a una cuenta especial y el Banco agente ordena los créditos correspondientes a los Bancos con saldo neto acreedor. De esta manera se cierra la operatoria del sistema cada cuatro meses.

Cuando un país agota las líneas de crédito con otro durante un cuatrimestre, debe transferir a éste las divisas correspondientes al monto del sobregiro o arreglar bilateralmente otra forma de cancelación de ese saldo.

Mediante este mecanismo se simplifica mucho la operatoria financiera del comercio intrarregional ya que los países no necesitan cancelar cada transacción en forma individual e inmediata con cada miembro del Convenio, lo que a su vez produce un importante ahorro de divisas por el no pago de comisiones bancarias evitadas mediante la utilización del sistema.'

Otro beneficio, consecuencia de lo anterior, es una mayor vinculación entre las instituciones financieras privadas de la región que intervienen en cada operación mediante la apertura o recepción de documentos de crédito, dependiendo del país que exporte o importe, los que luego son transferidos a los Bancos Centrales para su contabilización en el marco del Convenio.

El mecanismo de compensación de pagos contribuyó desde sus orígenes en forma muy significativa a facilitar la integración comercial y financiera de la región e inclusive operó con éxito durante el difícil período en que

'A lo largo de toda la historia de este convenio solamente el 25% del valor total de las operaciones cursadas generó transferencias de divisas (Cuadro 11-12.

53

se manifestó con mayor intensidad la crisis de pagos externa durante la década anterior.

b. Las operaciones realizadas a través del Convenio

En 1993 los países miembros canalizaron a través del Convenio, en cifras ajustadas,' 13.176 millones de dólares, lo que representó una disminución del 4.5% con respecto a la cifra del año 1992. Es la primera baja que se produce luego de seis años de creciente utilización del Convenio.

A partir de 1966 y hasta fines de 1993, se canalizaron operaciones por un total de 154.691 millones de dólares (Cuadro 11-12), o sea, aproximadamente el 76% del valor de las importaciones intrarregionales durante dicho período. Durante los dos últimos años se redujo esa participación relativa al 69% en 1992 y al 58% en 1993 (Cuadro 11-8). Ello se debió a la cancelación anticipada de los saldos bilaterales que efectuaron los países como consecuencia de la situación coyuntural de alta liquidez por la que atraviesan.

El diferencial de tasa de interés entre la que deben abonar los bancos centrales por los saldos deudores durante cada período cuatrimestraln y la que obtienen por colocar las reservas en el mercado financiero internacional determinó, durante los dos últimos años, la conveniencia de cancelar anticipadamente por parte de los países con saldos deudores que contaban con reservas para ello. Dichos pagos no pasan por la cancelación multilateral que se efectúa al final de cada período de cuatro meses y,

21 Los saldos acreedores y deudores bilaterales y multilaterales al cabo de cada período de compensación conforman los montos que se cursan por el sistema. Sin embargo, sucede con frecuencia que dos bancos centrales acuerdan dejar sus cuentas en cero o anticipar pagos en el curso de un cuatrimestre. Estos montos son deducidos de las cifras originales para dar lugar a las "cifras ajustadas" a las que se hace referencia.

22 Durante todo el año 1993 la tasa de interés aplicable a los saldos bilaterales deudores fue del 5,4% anual.

54

Cuadro 11-8

SISTEMA DE PAGOS DE LA ALADI: RELACION ENTRE OPERACIONES CURSADAS E IMPORTACIONES

(En millones de dólares)

Años Operaciones Importaciones Relación

cursadas ALADI (1)/(2)x 100 (1) (2)

1981 9.331 12.199 76

1982 7.770 10.620 73

1983 6.471 7.711 84

1984 6.776 8.533 79

1985 6.726 7.533 89

1986 6.673 7.654 87

1987 7.492 8.711 86

1988 8.753 9.651 91

1989 10.137 11.147 91

1990 10.020 12.610 80

1991 11.521 15.661 74

1992 13.632 19.960 69

1993 13.176 22.741 58

FUENTE: ALADI. Evaluación del funcionamiento del sistema de pagos en el año 1993. Doc. ALADI/SEC/Dic. 554/Rev.1

55

como consecuencia, la operatoria del sistema disminuye en lo que concierne a la compensación, pero no en lo referente a la utilización de los créditos otorgados.

c. Utilización del sistema por los países miembros

En los Cuadros II-9 y II-11 se observa el grado de utilización del Convenio por parte de cada miembro. El mismo es diferente para cada país, siendo Ecuador, Brasil y Uruguay los que más lo utilizan en relación con las importaciones desde la ALADI, en tanto que Venezuela, Bolivia, Colombia y México representan lo opuesto.

En casi todos los casos se nota una disminución en el grado de utilización durante 1993 en relación con el año anterior, lo que es particularmente significativo en los casos de Argentina, Colombia y Uruguay. Ello se explica por la razón coyuntural descrita, encontrándose estos países con una situación holgada en materia de reservas que les permite cancelar anticipadamente sus saldos deudores cuando éstos se producen.

Conviene señalar que las cifras de los cuadros citados no constituyen un indicador exacto sino aproximado del grado de utilización del sistema. Ello se debe, por un lado, a que no todos los débitos canalizados por los países corresponden al comercio de bienes y, por otro, a que existen desfasajes entre las fechas de vencimiento de los instrumentos que respaldan las importaciones, especialmente las financiadas, y la del registro estadístico de las operaciones comerciales de cada país. El Cuadro II-10 muestra cifras acumuladas que permiten apreciar los desfasajes si se lo compara con el anterior. En ambos se puede observar el elevado grado de utilización del sistema por los países de la ALADI.

d. Importancia del sistema en cuanto a ahorro de divisas convertibles

Durante 1993 fueron transferidos solamente 3.824 millones de dólares sobre un total de 13.176 millones correspondientes al valor de las operaciones que se cursaron a través del Convenio. La diferencia -9.352 millones- representa el monto de divisas compensadas durante el año por

56

Cuadro II-9

RELACION ENTRE PAGOS DE LA COMPENSACION Y EL COMERCIO INTRARREGIONAL

(En millones de dólares)

1992 1993

PAIS Débitos Importa- Relación Débitos Importa- Relación (1) ciones (1)/(2)x (1) ciones (1)/(2)x

(2) 100 (2) 100

Argentina 3.653,1 4.981 73 3.085,2 5.434 57

Bolivia 131 7 402 33 123 0 471 26

Brasil 3.942 8 3.839 103 4.641 9 4.902 95

Colombia 703,7 1.432 49 554 3 2.321 24

Chile 1.827,9 2.392 76 1.588 8 2.424 66

Ecuador 612,4 489 125 538,3 438 123

México 685,5 2.019 34 521,3 2.154 24

Paraguay 125,9 598 21 133,4 633 21

Perú 932 0 1.232 76 937 8 1.375 68

Uruguay 873 9 933 94 871 3 1.143 76

Venezuela 276 8 1.643 17 167 7 1.446 12

Rep.Domin. 6 3 N/D 12 7 N/D

Total 13.772,2 19.960 69 13.175 8 22.741 58

FUENTE: ALADI. Evaluación del funcionamiento del sistema de pagos en 1993. Doc. ALADI/SEC/Dic. 554/Rev. 1

57

lo cual su transferencia no fue necesaria (Cuadro 11-12).

El grado de compensación a nivel de cada país (Cuadro II-11), o sea la proporción entre débitos y créditos, muestra la medida del equilibrio existente entre las cuentas de los Bancos Centrales con cada uno de los demás. En 1993 dicha relación fue equilibrada en los casos de Argentina, Colombia, Chile y México. En el caso del primer país citado se aprecia que su Banco Central recurrió a los pagos anticipados de modo de mantener un equilibrio prácticamente total entre sus débitos y créditos.

Cabe señalar que antes de la existencia de este mecanismo las operaciones financieras se cursaban a través de la banca comercial, generalmente de terceros países, debido al escaso conocimiento recíproco que existía entre los bancos de la región. Como consecuencia, se abonaban importantes montos en divisas correspondientes a comisiones cobradas por los bancos intermediarios. Con el Convenio de pagos la necesidad de estos servicios ha disminuido notablemente y la región se ha beneficiado, además, con un mayor conocimiento entre los bancos privados de los países miembros, los que operan en el sistema con el respaldo de sus respectivos bancos centrales.

e. Participación de los países miembros en el Sistema

Brasil fue el país que más participó de las operaciones del mecanismo durante 1993, seguido por Argentina, Chile, Perú y Uruguay, en este orden. En 1992 y 1993 Argentina y Brasil sumados participaron con el 56/ y 58% del total, lo que guarda estrecha relación con la preponderante participación de ambos países en el comercio i ntrarreg io nal .

f. Utilización de instrumentos de pago

Entre los diferentes tipos de instrumentos canalizables a través del sistema, las órdenes de pago y los créditos documentarios representaron alrededor del 90% del total, con aproximadamente la mitad de este total para cada uno. En general las órdenes de pago reflejan pagos al contado, en tanto que los créditos documentados se relacionan con pagos que

58

Cuadro II-10

SISTEMA DE PAGOS DE LA ALADI: ACUMULACION ANUAL DE PAGOS E IMPORTACIONES

(En millones de dólares)

Operaciones Importaciones Relación Años cursadas ALADI (1)/(2)x 100

(1) (2)

1981 9.331 12.199 76

1981/1982 17.101 22.819 75

1981/1983 23.572 30.530 77

1981/1984 30.348 39.063 78

1981/1985 37.074 46.596 80

1981/1986 43.747 54.270 81

1981/1987 51.239 62.981 81

1981/1988 59.992 72.902 82

1981/1989 70.129 84.049 83

1981/1990 80.149 96.502 83

1981/1991 91.670 112.163 82

1981/1992 105.302 132.123 78

1981/1993 118.478 154.864 77

NOTA: Cifras ajustadas FUENTE: ALADI. Evaluación del funcionamiento del sistema de pagos en

1993. Doc. ALADI/SEC/Dic. 554/Rev.1

59

Cuadro II-11

SISTEMA DE PAGOS DE ALADI: GRADO DE COMPENSACION INDIVIDUAL TOTALES AÑO 1993

(En millones de dólares)

Grado de PAIS

Débitos Créditos compensación %

Argentina 3.025 3.064 99

Bolivia 123 212 58

Brasil 4.624 4.052 87

Colombia 554 380 69

Chile 1.589 1.260 79

Ecuador 538 163 30

México 521 654 80

Paraguay 134 580 23

Perú 938 323 34

Uruguay 871 1.695 51

Venezuela 168 793 21

Rep.Dominicana 13

Total 13.176 13.176

FUENTE: ALADI. Evaluación del funcionamiento de pagos en 1993. Doc. ALADI/SEC/Dic. 554/Rev.1.

60

Cuadro II-12 SISTEMA DE PAGOS DE LA ALADI: OPERACIONES DEL MECANISMO

(En millones de dólares)

Pagos Divisas Operaciones Relación Años anticipados transferidas cursadas (1)/(2)x 100

(1) (2)

1966 0 31 106 30

1967 0 94 333 28 1968 0 130 392 33

1969 0 81 482 17

1970 15 110 560 20

1971 24 136 695 20

1972 9 189 979 19

1973 10 281 1.398 20

1974 78 387 2.276 17

1975 3 662 2.385 28 1976 105 652 2.923 22

1977 170 887 3.936 23 1978 56 1.135 4.457 25 1979 300 1.630 6.421 25 1980 682 2.021 8.643 23

1981 869 2.554 9.331 27

1982 633 2.245 7.770 29 1983 309 1.809 6.471 28

1984 155 2.052 6.776 30

1985 62 1.499 6.726 22

1986 14 1.066 6.673 16

1987 65 1.269 7.492 17

1988 61 1.458 8.753 17

1989 162 2.513 10.137 25 1990 472 3.469 10.020 35 1991 769 2.866 11.610 25 1992 2.347 3.845 13.772 28 1993 3.293 3.824 13.176 29

Total 10.663 38.893 154.691 25

FUENTE: Evaluación del funcionamiento del Sistema de Pagos en el año 1993, Doc. ALADI/SEC/554/Rev. 1. NOTAS: (1) Se entiende por "Divisas Transfendas" la sumatoria de los saldos multilaterales de la compensación,

más los pagos anticipados más/menos los resultados de los ajustes derivados de la operación de los arreglos bilaterales. (2) Se entiende por "operaciones Cursadas" aquellas que realmente pasaron por Convenio, es decir, la sumatoria del total global de débitos del conjunto de países más/menos los resultados de los ajustes derivados de la operación de los arreglos bilaterales.

61

cuentan con algún tipo de financiamiento.

g. Incorporación de nuevos instrumentos

El mecanismo de descuento financiero, que constituye una forma de financiamiento al exportador, movilizó recursos por unos 1.100 millones de dólares durante 1993, lo que representó el 39% más que la cifra registrada el año anterior. Este instrumento ha pasado ha ser parte integral del Convenio de Pagos y Créditos Recíprocos al haber sido incorporado a su reglamento. En lo sucesivo estas operaciones se canalizarán a través de un instrumento definido como "pagarés para operaciones de descuento de instrumentos derivados de operaciones comerciales, emitidos o avalados por instituciones autorizadas".

Además se avanzó en un proyecto de protocolo adicional al Convenio que prevé la institución de un mecanismo de solución de las controversias que surgieran entre bancos centrales como consecuencia de la interpretación del mismo.

62

SECCION TERCERA

El MERCADO COMÚN DEL SUR (MERCOSUR)

CAPITULO LCARACTERISTICAS Y PRINCIPALES INSTRUMENTOS DEL PROCESO DE INTEGRACION

El Mercado Común del Sur (MERCOSUR) fue instituido el 26 de marzo de 1991 con la firma del Tratado de Asunción. Este Tratado consigna el compromiso de los cuatro países signatarios -Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- para liberar el comercio recíproco de bienes y servicios y para establecer un Arancel Externo y una Política Comercial comunes frente a terceros países o agrupaciones económicas al primero de enero de 1995. El Tratado de Asunción consigna además el compromiso de los gobiernos para liberar el movimiento de la mano de obra y de capitales; coordinar las políticas macroeconómicas y sectoriales y armonizar las legislaciones nacionales, a fin de asegurar condiciones adecuadas para la competencia. Por lo tanto, los países miembros aspiran a establecer un Mercado Común y no simplemente una Unión Aduanera.

Una vez constituido,' el MERCOSUR será el grupo económico regional más grande en América Latina. La extensión territorial de los cuatro países miembros (11,9 millones de km2) es el 58 porciento del territorio de América Latina; mientras que el Producto Interno Bruto

1 En realidad, el Tratado de Asunción no es un tratado con el cual se crea un mercado común, sino más bien es un acuerdo marco para la constitución de un mercado común, tal como se indica en el título del tratado mismo. El Artículo No. 3 especifica claramente que el Mercado Común del Sur estará conformado después de un período de transición que se inicia con la entrada en vigor del Tratado y que culmina el 31 de diciembre de 1994.

63

(PIB) de esta subregión era en 1993 más de la mitad del PIB latinoamericano en tanto que su población correspondía al 44 por ciento de la población total de América Latina.2 La modalidad predominante en el proceso de integración del MERCOSUR es la integración comercial. El Programa de Liberación Comercial es la columna vertebral del proceso de integración entre los cuatro países del Cono Sur y es el único instrumento operativo con un cronograma de ejecución definido en el Tratado de Asunción (veáse el Anexo I del Tratado). Los otros instrumentos -el Arancel Externo Común (AEC), la coordinación de políticas macroeconómicas, y la adopción de acuerdos sectoriales- sólo se enuncian como objetivos pero no están sujetos a un cronograma de ejecución explícito ni tienen una estructura definida, que sólo se va gestando durante el período de transición.'

El Programa de Liberación comercial, sin embargo, debe ir acompañado con la identificación, la negociación y la gestión de otros instrumentos de integración económica que se consideren pertinentes para la efectiva realización del proceso de integración. Estos instrumentos deben ejecutarse gradualmente y en forma convergente con el programa de desgravación arancelaria y con la eliminación de las restricciones no arancelarias. Este modus operandi, previsto en el Tratado de Asunción, imprime un carácter flexible, pragmático y dinámico al proceso de integración del MERCOSUR, pero además ha permitido la resolución de conflictos y ha tenido resultados rápidos y visibles como se demuestra en el vertiginoso crecimiento del intercambio comercial regional desde del inicio del Tratado.

2 Progreso Económico y Social en América Latina, Anexo estadístico, Banco Interamericano de Desarrollo, 1994. De acuerdo con estimaciones preliminares para 1993, el PIB del MERCOSUR, a precios constantes de 1988, excedió los 518 mil millones de dólares. La población combinada era 198 millones de habitantes correspondiendo a Brasil 156 millones o más de dos terceras partes del total.

3 Las disposiciones del Tratado rigen únicamente durante el denominado período de transición, que termina el 31 de diciembre de 1994. Después de esta fecha, los Estados miembros deberán aprobar la estructura institucional permanente.

64

En cuanto se refiere a la futura estructura institucional del MERCOSUR se avanzó en la definición de criterios básicos y de temas objeto de tratamiento. El Grupo "ad-hoc" de Asuntos Institucionales destacó que los órganos previstos para el período de transición se adecuaron a las necesidades del proceso integracionista. Los mismos deberán ser perfeccionados y responder a los progresos alcanzados en las negociaciones globales de forma tal de dotar al MERCOSUR de los instrumentos y las garantías jurídicas necesarias; preservando el Tratado de Asunción.

65

CAPITULO II: LA LIBERACION COMERCIAL Y LA FORMACION DE LA UNION ADUANERA

1. El programa de liberación comercial

En la etapa presente, el MERCOSUR se caracteriza por ser esencialmente un compromiso para el intercambio de bienes y servicios entre los países miembros, libres de aranceles y restricciones no arancelarias. El Programa de Liberación Comercial (PLC) consiste en la desgravación arancelaria lineal, automática y progresiva, empezando con una fuerte reducción del 47 porciento a la entrada en vigencia del Tratado, continuando con reducciones semestrales del 7 porciento y culminando el 31 de diciembre de 1994 con la eliminación total de aranceles, excepto para algunos bienes, considerados sensibles en las economías de Paraguay y Uruguay, cuyos aranceles se eliminarán un año después, es decir al 31 de diciembre de 1995.

Es importante destacar el estricto cumplimiento del programa de desgravación arancelaria. Tal como estaba previsto, durante 1993 se realizaron dos reducciones semestrales con las cuales el nivel arancelario disminuyó en 82 porciento, aumentando con ello el margen de preferencia regional. La liberación del comercio recíproco no se limitó solamente a la desgravación arancelaria sino que también hubo cabal cumplimiento en retirar un número importante de la lista de excepciones.4

4 El Tratado prevé en el Anexo I una lista de excepciones de productos especialmente sensibles en las economías de los países miembros y que inicialmente quedaron fuera del Programa de Liberación Comercial, pero que se han venido incorporando progresivamente a un ritmo anual entre 20 y 25 porciento. Al iniciarse el proceso, el número de excepciones era el siguiente: Argentina, 394 productos; Brasil, 324; Uruguay, 960 y Paraguay, 439. La incorporación total al PLC de los productos .exceptuados de Paraguay y Uruguay se realizará a un ritmo más lento que concluye el 31 de diciembre de 1995. Esta es la única excepción al principio de reciprocidad que rige los derechos y

66

Durante 1993 también se avanzó en las discusiones técnicas sobre restricciones no arancelarias y sobre las barreras al comercio de productos agrícolas, elaborándose un anteproyecto y un cronograma para su eliminación. De esta manera, y con la inclusión de las restricciones al comercio en otros sectores que serán identificadas en los respectivos subgrupos de trabajo, se completará en 1994 el Programa de Liberación Comercial; dicho de otra manera, se podrá concretar la eliminación de las restricciones no arancelarias.

2. La marcha hacia la Unión Aduanera

En la 5a reunión del Consejo del Mercado Común, los presidentes de los cuatro países miembros concedieron una alta prioridad a la definición del Arancel Externo Común con objeto de consolidar, al primero de enero de 1995, la Unión Aduanera como una etapa previa y transitoria hacia la conformación del Mercado Común. En dicha ocasión el Consejo del Mercado Común aprobó la Decisión No. 13/93, con la cual se redefine una agenda y un cronograma específico para la puesta en funcionamiento de la Unión Aduanera. En dicho documento se reconoce que "...distintos factores coyunturales y la propia evolución del MERCOSUR generan la necesidad de una redefinición de la secuencia del proceso de integración y del perfeccionamiento de los instrumentos que el mismo requiere".5

a. El Arancel Externo Común

Para estos propósitos se asigna alta prioridad a la consolidación del Arancel Externo Común en las posiciones acordadas en el Subgrupo de Trabajo 10, cuyos aspectos centrales pueden resumirse en: (i) el AEC deberá "estimular la competitividad internacional de los países miembros"

obligaciones de los Estados Partes del Tratado de Asunción.

5 Anexo Decisión No. 13 /93 . "Consolidación de la Unión Acuanera y Tránsito al Mercado Común", pág.]. Reunión del CMC en Colonia del Sacramento, Uruguay, 14 de enero de 1994.

67

razón por la cual tiene que ser necesariamente bajo;6 (ii) el AEC estará dentro de un margen de cero y 20 porciento; (iii) se contempla la posibilidad de un número reducido de posiciones arancelerias (ocho dígitos de la Nomenclatura Arancelaria del MERCOSUR) que quedarían excluidas del AEC a su entrada en vigor el primero de enero de 1995, pero que se reduciría en un período de transición en forma similar que el PLC, es decir en forma lineal, automática y progresiva para alcanzar el nivel máximo acordado en un plazo no mayor de 6 años: (iv) la convergencia será operativa al final de cada año calendario y se hará en tramos iguales hasta cubrir la diferencia del arancel nacional vigente al primero de enero de 1995 y el nivel correspondiente del AEC acordado; (y) se analizarán asimismo las distintas posibilidades de convergencia, en la negociación de niveles arancelarios para aquellos productos -bienes de capital, telecomunicaciones e informática- donde existen diferencias. Con el objeto de analizar las distintas opciones y su posible impacto económico, se acordó extender el tiempo para las discusiones, pero la definición del Arancel Externo Común no deberá exceder a junio de 1994, antes de la próxima reunión del CMC.

Durante 1993, se finalizó, con algunas excepciones, una de las tareas técnicas previas más relevantes para la formulación del AEC, esto es, la Armonización de la Nomenclatura Arancelaria de los cuatro países. El Grupo de Trabajo a cargo de la elaboración del Arancel Externo Común se reunió en diversas oportunidades, para examinar la mayoría de los capítulos de la Nomenclatura Arancelaria Armonizada y para definir alícuotas tentativas. Dicho Grupo estimó conveniente hacer una evaluación final de la estructura resultante del trabajo realizado, con el objeto de asegurar la coherencia del conjunto de bienes incluidos en la Nomenclatura.

Adicionalmente, durante el segundo semestre de 1993 se elaboró un anteproyecto de Código Aduanero que constituirá un instrumento normativo indispensable para la Unión Aduanera conforme a lo establecido en el Tratado de Asunción, restando únicamente la elaboración

6 Evidentemente el propósito de los fundadores del MERCOSUR es la creación de un espacio económico abierto a los mercados mundiales y no un espacio económico cerrado y protegido.

68

de las normas de aplicación del Código las cuales se harán con la colaboración de la Unión Europea.

b. Los requisitos mínimos para el funcionamiento de la Unión Aduanera

Igualmente importante, los presidentes acordaron en la reunión de Colonia la continuación de los trabajos técnicos para solucionar un conjunto de "requisitos mínimos" que deberán entrar en vigencia simultáneamente con la Unión Aduanera con objeto de garantizar su adecuado funcionamiento. A continuación se enumeran dichos requisitos:

• Reglas de origen de los productos exceptuados del AEC y aplicables a productos de terceros países.

• Restricciones no arancelarias.

• Regímenes aduaneros especiales y estímulos a las exportaciones.

• Normas administrativas para el tratamiento de las importaciones y las exportaciones.

• Defensa contra prácticas desleales por importaciones provenientes de terceros países.

• Régimen de salvaguardias frente a terceros países.

• Relaciones MERCOSUR-ALADI y con terceros países.

• Zonas francas, zonas de procesamiefito de exportaciones y áreas aduaneras especiales.

• Coordinación y armonización de la organización aduanera requerida para la instrumentación y aplicación del arancel externo común.

• Coordinación de los sistemas nacionales de promoción y estímulo a las exportaciones. Situación para el comercio intra-MERCOSUR. Aspectos tributarios.

69

• Posiciones comunes frente a los organismos internacionales y las negociaciones comerciales multilaterales.

• Trato nacional y no discriminación para la radicación y actividad de empresas de los países miembros.

• Reglamento de defensa de la competencia.

• Régimen de defensa del consumidor.

• Mecanismos de coordinación de políticas cambiarlas.

Los temas arriba indicados requieren de un conjunto de medidas e instrumentos necesarios que deben ponerse en práctica el primero de enero de 1995. Con tal finalidad se establecieron los grupos de trabajo pertinentes y se aprobó un cronograma de reuniones y un programa de actividades hasta el 31 de diciembre de 1994.7

7 Véase MERCOSUR/GMC/RES No. 5/94. Cronograma de reuniones y Programa de Actividades/ SGT Nos. 1, 2 y 10 y Grupo Ad-hoc.

70

CAPITULO III: EL COMERCIO INTRA-MERCOSUR

Desde el inicio del proceso de integración en el MERCOSUR, el comercio entre los cuatro países miembros ha aumentado a tasas aceleradas. El valor de las exportaciones en 1993 excedió 10 mil millones de dólares, duplicando con creces el valor de 4.1 mil millones de dólares registrado en 1990 (ver Cuadro III-1).

Este dinamismo refleja en parte el progreso alcanzado en el Programa de Liberación Comercial que a finales de 1993 otorgaba a los Estados Partes una preferencia arancelaria del 82 porciento, pero también captura la gradual eliminación de restricciones no arancelarias al comercio recíproco y mayores iniciativas comerciales y productivas de los empresarios de la región.

Por cuarto año consecutivo aumentó la participación de las exportaciones intrasubregionales en el total, la que alcanzó en 1993 al 18.6% del valor de las exportaciones totales de los países del MERCOSUR, lo cual se compara favorablemente con una participación menor al 9 porciento registrada en 1990.

Este comportamiento confirma la tendencia de años recientes cuando el MERCOSUR se consolida como el principal socio comercial de Paraguay y Uruguay; al mismo tiempo que se convierte, en 1993, en el principal mercado para las exportaciones argentinas, desplazando con ello a la Comunidad Europea. Otra característica sobresaliente del intercambio comercial en años recientes ha sido la creciente participación de los productos manufacturados en el intercambio comercial del Grupo MERCOSUR. El sostenido aumento de las exportaciones intrasubregionales se ha originado en la fuerte expansión de las ventas de productos manufacturados que entre 1990 y 1993 aumentaron a un ritmo promedio anual de 43 porciento alcanzando en el último año de este período un valor estimado en 6.2 mil millones de dólares; es decir, más del 60 porciento de las exportaciones intra-MERCOSUR.

71

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Aunque ha habido un aumento de las exportaciones de todos los países integrantes del MERCOSUR, el crecimiento más impresionante ha ocurrido entre Argentina y Brasil, cuyo comercio bilateral se expandió de 2 mil millones de dólares en 1990 a 6.4 mil millones de dólares en 1993, representando en este último año el 65 porciento del comercio total en la subregión. Esto ha sido el resultado combinado del dinamismo exportador brasileño y de la reactivación económica en Argentina que, sin embargo, se tradujo en 1992 en un amplio déficit comercial para este último país que causó algunas dificultades en las relaciones comerciales del MERCOSUR.8

Durante 1993 las exportaciones brasileñas aumentaron 6.7 porciento y alcanzaron una cifra sin precedentes de $38.6 mil millones de dólares. Esta expansión se debió a la recuperación económica de los Estados Unidos y a las crecientes ventas al MERCOSUR (5.4 mil millones) y a otros países latinoamericanos que registraron relativas apreciaciones del tipo de cambio. Las exportaciones brasileñas al MERCOSUR tuvieron un crecimiento de 31 porciento en 1993 generados principalmente por las ventas a Argentina que alcanzaron 3,659 millones de dólares, destacándose la participación de las ventas de manufacturas cuya participación fue el 78 porciento del total. Por su parte, las ventas argentinas en el MERCOSUR aumentaron 58 porciento y alcanzaron 3684 millones de dólares en 1993 como resultado principalmente de la reactivación económica en Brasil y de acuerdos comerciales bilaterales que permitieron la expansión de las exportaciones de automóviles y petróleo. Las ventas a Brasil ascendieron a 2814 millones, o tres cuartas partes de las exportaciones totales argentinas al MERCOSUR.

8 Para contrarrestar el déficit comercial, Argentina optó en 1992, entre otras medidas, por un aumento de la "tasa estadística" de 3 porciento a 10 porciento (impuesto a las importaciones), lo cual causó una protesta de los otros socios del MERCOSUR que se solucionó posteriormente en negociaciones bilaterales. Los acuerdos comerciales entre Argentina y Brasil dieron como resultado una reducción del déficit comercial argentino de 1399 millones de dólares en 1992, a 845 millones de dólares en 1993.

76

Con excepción de las ventas de Paraguay a Uruguay las exportaciones de este país a los otros socios del MERCOSUR aumentaron en 1993 reflejando un favorable aumento de las ventas de productos primarios de origen agrícola, principalmente al Brasil. Por otro lado, las exportaciones del Uruguay al resto de MERCOSUR aumentaron por segundo año consecutivo a un ritmo anual superior al 12 porciento. Este crecimiento se explica fundamentalmente por las mayores ventas de alimentos, bebidas y tabaco al Brasil.

77

CAPITULO IV: COORDINACION DE LAS POLITICAS MACROECONOMICAS Y SECTORIALES

En la medida en que se avanza en el proceso de integración se hace evidente una mayor interrelación económica entre los países miembros del MERCOSUR,9 razón por la cual las medidas económicas independientes que tienen un efecto sobre el sistema de precios, incluyendo la paridad `cambiarla, transcienden las fronteras nacionales. Con la aceleración del proceso de desgravación arancelaria se han acentuado algunas asimetrías entre los países del MERCOSUR que ha dado como resultado el surgimiento de focos de protesta empresarial «) demandando una mayor coordinación de las polfticas macroeconómicas y una mayor armonización de las polfticas sectoriales que afectan las condiciones de competitividad, por ejemplo, los distintos regímenes laborales que inciden en el costo de la mano de obra o prácticas comerciales que subsidian a las exportaciones.

Durante 1993 hubo numerosas reuniones de los once subgrupos de trabajo," cuyos análisis y propuestas técnicas fueron las bases para las

9 Además de la reactivación comercial ampliamente reconocida, ha habido una respuesta de los inversionistas a las oportunidades brindadas por un espacio económico más grande. Corporaciones multinacionales en el sector automotriz, por ejemplo, han empezado a modificar sus líneas de producción buscando la especialización y la complementariedad industrial.

10 Recientemente han proliferado artículos en diarios y revistas expresando la posición empresarial. Véase, por ejemplo, "to carve out and preserve" in Latin Finance Magazine, March 1994, pág. 96, e 'informe sobre el MERCOSUR" en Comercio Exterior, junio de 1994, páginas 22 y 23.

11 Estos grupos están organizados en forma temática y su principal responsabilidad es producir informes y propuestas de negociación en las áreas de su responsabilidad. Los subgrupos de trabajo son: (1) asuntos comerciales; (2)

78

negociaciones y las decisiones que el Consejo del Mercado Común adoptó en el curso de 1993, a fin de coordinar las acciones conjuntas del MERCOSUR.

1. Las políticas macroeconómicas

En relación a las polfticas macroeconómicas, que constituyen el mayor desafío de coordinación, se comenzó en 1993 el análisis de una propuesta en materia de paridades cambiarias, que tiene como propósito minimizar las consecuencias adversas derivadas de pronunciadas oscilaciones en los tipos de cambio que distorsionan los precios relativos y afectan la competitividad y el comercio intrarregional.

Con relación al movimiento de capitales y polfticas de inversión, durante 1993 los cuatro países adoptaron los principios y normas básicas establecidas por el Comité de Basilea para las regulaciones bancarias y prácticas de supervisión que norman a los sistemas financieros internacionales. Esta decisión tiene como propósito sentar las bases para la armonización de los sistemas financieros de los países de la región. Hubo acuerdo, además, en continuar trabajando en la coordinación de las regulaciones de los mercados de capitales y en medidas que promuevan y protejan las inversiones intrarregionales. Se procedió también a la elaboración y aprobación de un Acuerdo Intra-Zona de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones, el cual se prevé creará nuevos flujos de comercio e inversión. El mencionado Acuerdo prevé el arbitraje internacional directo y el trato nacional.

Respecto a la armonización tributaria se realizaron estudios comparativos sobre los impuestos internos sobre bienes y servicios en el

asuntos aduaneros; (3) normas técnicas; (4) políticas fiscal y monetaria relacionadas con el comercio; (5) transporte terrestre; (6) transporte marítimo; 7) política industrial y tecnológica; (8) política agrícola; (9) política energética; (10) coordinación de políticas macroeconómicas y (11) relaciones laborales, empleo y seguridad social. Para una descripción detallada de las funciones de cada subgrupo véase INTAL, El proceso de integración en América Latina y el Caribe en 1992. Buenos Aires, 1993, págs. 97 a 100.

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MERCOSUR, sobre estímulos a las exportaciones, e impuestos en materia de seguridad social. Se identificaron algunas asimetrías y las posibles alternativas y modalidades para la instrumentación de los gravámenes. Asimismo, se está evaluando la incidencia fiscal de los impuestos indirectos en el marco de la Unión Aduanera y las posibilidades de ajuste en las fronteras.

2. Las políticas comerciales

La coordinación de posiciones de los Estados Partes del MERCOSUR en relación a las negociaciones de la Ronda Uruguay del GATT, fue objeto de especial preocupación técnica y política. La misma tuvo diversas instancias preparatorias que se llevaron a cabo con éxito en 1993, en especial en lo que respecta a las negociaciones de acceso a los mercados y a la consolidación de un sistema multilateral de comercio libre.

Durante 1993 se avanzó en la elaboración de criterios comunes de renegociación de los acuerdos entre los Estados Partes y terceros países en el marco de la ALADI a partir de enero de 1995, para lo cual el Grupo Mercado Común creó en el ámbito del Subgrupo de Trabajo sobre Asuntos Comerciales un Grupo "ad-hoc" a tales efectos. Se analizó el estado de vigencia de los acuerdos y se solicitó a la Secretaría General de la ALADI información sobre el estado de situación de las preferencias negociadas, extremándose esfuerzos por renegociar los mismos antes del 31 de diciembre de 1993.

Con objeto de asegurar la efectiva implementación del Reglamento sobre Prácticas Desleales de Comercio, aprobado por el CMC, con la Decisión No. 07/93, el Grupo Mercado Común resolvió acelerar el análisis del instrumento jurídico a aplicar en el caso de importaciones provenientes de terceros mercados que sean objetos de subsidios o prácticas de "dumping".

También se procedió a la elaboración de un Anteproyecto de Acuerdo Marco sobre Comercio de Servicios en el que se acordaron los principios generales, se manejaron diferentes alternativas de liberalización y en base a las asimetrías detectadas se identificaron los grados de

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restricciones y el nivel de las normas aplicables a nivel sectorial.

3. Otros acuerdos

En 1993 se aprobó el establecimiento de la sede del Comité MERCOSUR de Normalización, en Sao Pablo, República Federativa del Brasil. Se acordó que tanto las normas obligatorias, como las de carácter voluntario deberán contribuir al desarrollo del comercio y no constituirse en barreras no arancelarias. Por lo tanto, hubo acuerdo en reforzar la Decisión 2-93, reglamentos y normas técnicas, indicando que en aquellos casos en que los países decidan adoptar normas en forma unilateral, las mismas sean previamente informadas a los Estados Partes.

En materia de defensa de la competencia se formuló un Proyecto de Estatuto Común que permitirá asegurar condiciones adecuadas de competitividad entre los Estados partes de acuerdo a lo previsto en el Tratado de Asunción, en especial para los casos con efectos a través de las fronteras.

En materia ambiental se acordó establecer condiciones adecuadas de competitividad interna y externa de los productos originarios del MERCOSUR. Se convocó en 1993 por primera vez a la Reunión Especializada de Medio Ambiente a fin de coordinar y orientar los trabajos que sobre ese tema se vienen desarrollando en diferentes Subgrupos Técnicos.

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SECCION CUARTA

EL GRUPO ANDINO

CAPITULO I: INTRODUCCION

El Grupo Andino comenzó a funcionar en 1969. En ese entonces sus miembros eran cinco países: Colombia, Chile, Perú, Ecuador y Bolivia. Más tarde, en 1973, se incorporó Venezuela. Su estructuración inicial fue altamente proteccionista y su objetivo la sustitución de importaciones a nivel subregional. Chile se retiró en 1975 por no estar de acuerdo con dicha política. Para el resto de los miembros del Grupo tal política y los problemas derivados de la deuda externa, culminaron en la crisis del mismo, en el primer quinquenio de los años 80.

En agosto de 1992, por Decisión 321 de la Comisión del Grupo Andino, se acordó la suspensión temporaria de la participación de Perú en cuanto se relacionase con la ZLC y las negociaciones del AEC. La Decisión señalaba también que Perú no participaría en las decisiones relativas a la armonización de políticas macroeconómicas, ni en las negociaciones comerciales que los restantes países tuviesen con terceros. El Perú se mantendría simplemente como observador en las reuniones de la Comisión.

Para que Perú reconsiderase su participación se convino en el Grupo Andino fijar un plazo hasta fines de 1993, que luego se amplió hasta mayo 1994. Mientras tanto, Perú -para compensar su no participación en la ZLC y mantener las corrientes comerciales ya establecidas- suscribió con cada uno de los otros países una serie de convenios comerciales bilaterales que entraron en vigencia en enero de 1993, cuyo vencimiento se fijó para fines de abril de 1994.

83

De estos acuerdos sólo el realizado con Bolivia liberaba la casi totalidad del universo arancelario creando, prácticamente, una ZLC entre ambos países. El acuerdo con Colombia liberó sólo 4% del universo arancelario, aunque dicha liberación afectaba el 76% de las exportaciones de Perú a Colombia y el 28% de las de Colombia a Perú (basado en la estructura del comercio bilateral en 1990-91). Los acuerdos con Ecuador y Venezuela fueron similares al hecho con Colombia: muy restringidos en lo referente al universo arancelario y favorables a las exportaciones peruanas. Dichas concesiones fueron hechas temporalmente en vista de los problemas económicos y de balance de pagos que enfrentaba Perú. Las cifras para el acuerdo con Ecuador son 7,8%, 57% y 5%, respectivamente. Para el de Venezuela 5,6%, 85% y 45%, repectivamente. Estos acuerdos fueron autorizadas por la misma Decisión 321 de la Comisión del Acuerdo de Cartagena.'

Los cinco países del Grupo Andino han respondido a las crisis nacionales y regionales liberalizando sus economías, incluso liberalizando su comercio exterior. El nuevo Grupo Andino lleva las estrategias de liberación económica nacionales a nivel subregional. Los principales hechos que muestran esta nueva estrategia son el establecimiento de la Zona de Libre Comercio de bienes, el diseño y próxima puesta en vigencia del Arancel Externo Común y la liberalización del comercio intrasubregional del transporte. Los países miembros del Grupo Andino, además, se encuentran negociando -o ya han negociado- acuerdos bilaterales o multilaterales de liberación del comercio con países extra andinos en los que se acentúa la política de liberalización comercial externa de la región en su conjunto. Colombia y Venezuela han sido los países que más han progresado en el comercio intrasubregional y encabezan el proceso de reorganización del nuevo Grupo Andino. La participación de Perú en este proceso ha sido marginal, aunque se espera su plena incorporación a la Zona de Libre Comercio en 1995. Desde 1990 a 1993 el comercio intrasubregional ha crecido a alto ritmo.

I Véase más detalles sobre estos acuerdos en INTAL El Proceso de Integración en América Latina y el Caribe en 1992. Buenos Aires, setiembre de 1993, págs. 116 a 118.

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CAPITULO II: RELACIONAMIENTOS DE PAISES MIEMBROS DEL GRUPO ANDINO CON PAISES EXTRASUBREGIONALES

1. Con Chile

Durante 1993 Venezuela y Colombia firmaron con Chile acuerdos de Complementación Económica para el establecimiento de un espacio económico ampliado. El primero entró a funcionar el 1° de julio de 1993 y el segundo el 1° de enero de 1994.

Los acuerdos son similares en cuanto establecen reducciones anuales de aranceles hasta eliminarlos totalmente el 1° de enero de 1997 para un conjunto de bienes y el 1° de enero de 1999 para otro conjunto. Sin embargo, existe una lista de excepciones a esta liberalización. Por ejemplo, las exportaciones colombianas de petróleo, carbón, algunos textiles y confecciones están en la lista de excepciones. Igualmente lo están las exportaciones chilenas de manufacturas de cobre, tableros de madera, autopartes con cobre y algunos productos agropecuarios con franjas de precios.

Por su parte Bolivia también ha firmado con Chile, en abril de 1993, un Acuerdo de Complementación Económica. Este acuerdo es más limitado que los suscritos con ese país por Colombia y Venezuela. Chile otorgó a Bolivia preferencias arancelarias de 100% para 192 partidas NALADI a siete dígitos y Bolivia a Chile para 125 partidas. También Ecuador y Perú están actualmente negociando un acuerdo de liberalización comercial con Chile.

2. Con el Grupo de los Tres (Colombia, Venezuela y México)

Colombia y Venezuela continuaron avanzando en sus negociaciones con México -con el que constituyeron el denominado "Grupo de los Tres"

en febrero de 1989- para el establecimiento de una Zona de Libre

85

Comercio. Hacia finales del año esas negociaciones estaban avanzadas y los países miembros consideraban próxima la suscripción del Acuerdo correspondiente.'

3. Necesidad de multilateralización de los acuerdos

La multiplicidad de acuerdos bilaterales de liberalización crearía implicítamente una amplia área de comercio liberalizado. Sin embargo, dadas las distintas coberturas y especificidad de las reglas que contienen, estos acuerdos podrían también crear trabas burocráticas a un comercio libre entre todos los países firmantes. Por lo tanto, se hace crecientemente necesario hacer converger estos acuerdos bilaterales en su cobertura y reglas. Los acuerdos de los países andinos con Chile así lo sugieren. Por ejemplo, el Art. 40 del acuerdo Bolivia-Chile dice los países signatarios examinarán, conjuntamente con los restantes países de la ALADI, la posibilidad de proceder a la multilateralización progresiva de las preferencias hechas en el acuerdo.

En 1993 Venezuela firmó también acuerdos para formar áreas de libre comercio con los países centroamericanos, por un lado, y la Comunidad del Caribe (CARICOM), por otro, que tienen carácter asimétrico. Así por ejemplo, en el acuerdo con los países centroamericanos, Venezuela reducirá sus aranceles a cero un año antes. Colombia está en un proceso de negociación de otros acuerdos con la CARICOM y Centro América, posiblemente similares a los de Venezuela.'

2 Sobre los antecedentes del Grupo de los Tres véase 11VTAL Proceso de Integración en América Latina y el Caribe en 1992, Buenos Aires, setiembre de 1993, páginas 7 a 9. El Acuerdo fué firmado finalmente en el mes de junio de 1994, después de tres años de negociaciones. La parte principal de su texto se publicó en Integración Latinoamericana N° 205, Buenos Aires, noviembre de 1994.

3 Ver, para mayores detalles el Capítulo IV de la Sección VI de este Informe.

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CAPITULO III: EL ARANCEL EXTERNO COMÚN Y LA ZONA DE LIBRE COMERCIO

1. El Arancel Externo Común (AEC) y sus excepciones

En marzo de 1993, por medio de la Decisión 335, la Comisión aprobó el AEC con cuatro niveles arancelarios: 5%, 10% , 15% y 20%. La gran mayoría de las productos del universo arancelario está incluida en esos niveles y su nómina figura como Anexo 1 (Estructura del Arancel Externo Común) de la Decisión.

Un conjunto de productos vinculados a la salud, educación, comunicación masiva o sujeto a acuerdos internacionales o a políticas sociales en los países del Grupo Andino no tendrán aranceles ; se trata de los productos que figuran en el Anexo 3 (Lista de Ceros) de la Decisión.

En-el Anexo 2 (Tratamiento Especial de Ecuador) de la Decisión figuran alrededor de 600 productós para los cuales ese país podrá tener una tarifa de 5 puntos porcentuales por arriba o por debajo del AEC durante cuatro años (Anexo 1).

A Bolivia, con un proceso de apertura externa más avanzado, le estará permitido seguir usando su presente sistema de aranceles, que tiene sólo dos niveles: 5% y 10% .4

Los productos cubiertos por el Anexo 1 y 3 contemplan el 92% del universo arancelario. El otro 8% -alrededor de 500 partidas- figura en el Anexo 4 (subpartidas pendientes de definición) de la Decisión. Ellos debiesen tener para fines de 1994 sus aranceles negociados o mecanismos fijados para incorporarlos posteriormente al AEC.

La situación especial de Perú es la señalada en el Capítulo 1.

87

Todos los productos no producidos actualmente en la región tendrán aranceles del 5% y, si en el futuro se llegasen a producir, los aranceles máximos permitidos serían del 10%.

Los niveles arancelarios aprobados significan una importante reducción de la protección aduanera en los países de la subregión. El promedio ponderado de las tarifas de los productos que figuran en el Anexo 1 de la Decisión 335 es de sólo 11% (Véase Cuadro IV-1). Compárese este promedio con el 35 % que tenía el Arancel Externo Mínimo Común (AEMC)5, aprobado por Decisión 30 de la Comisión en 1970, que además tenía una dispersión de aranceles entre O% y 120%, con 19 niveles arancelarios.

CUADRO IV-1

GRUPO ANDINO: ESTRUCTURA DEL ARANCEL EXTERNO COMUN (Decisión 335. Marzo 1993)

Nivel Número de % de arancelario subpartidas subpartidas

5% 454 7,3

10% 1528 24,6

15% 2529 40,8

20% 1690 27,3

Total 6201 100,0

Promedio Simple 14,4

PONDERADO 11,0

Fuente: JUNAC: Informativo Andino

5 Dada la naturaleza altamente proteccionista de la estrategia de integración andina en los años de la década de 1970, las tarifas comunes fijaban un mínimo, que cada país podía superar si lo desease.

88

El cambio de estrategia - de integración proteccionista a integración abierta- ha experimentado varias etapas. En febrero de 1990 los niveles arancelarios del AEMC se redujeron de 19 % a 7% y el arancel máximo de 120% a 50%. En noviembre del mismo año, por Decisión 273, los niveles arancelarios se redujeron a sólo cinco (0, 5, 10, 20 y, el máximo, 30%). En diciembre de 1991 el Consejo Presidencial Andino dispuso, en el Acta de Barahona, la adopción de un AEC -no ya más un AEMC- con 4 niveles arancelarios. El criterio dado por el Acta para ubicar los productos en los cuatro niveles arancelarios fue el de grado de elaboración (grado de valor agregado en la subregión). Finalmente, en marzo de 1993 se aprobó la presente estructura mediante la Decisión 335 de la Comisión, ya mencionada, cuya característica es ser un AEC con baja protección y poca dispersión, propia de un modelo abierto de integración.

Algunos productos agropecuarios y de la industria automotriz tienen un tratamiento subregional arancelario diferente a la estructura adoptada en el AEC. Algunos observadores critican estos regímenes como menos favorables que el AEC al espíritu de integración abierta.

En cuanto se refiere a la industria automotriz la Decisión 335 permite que Colombia, Ecuador y Venezuela puedan aplicar a los vehículos aranceles especiales de hasta 40%. El Acuerdo de Complementación Automotriz de estos tres países se realizó en Septiembre de 1993, y establece:

• un impuesto de 35% para la importación de vehículos livianos originados fuera del área de los tres países;

• un impuesto de 15% en Colombia y Venezuela y 10% en Ecuador para la importación de automotores pesados;

• un impuesto a la importación de partes para la industria de ensamblajes de vehículos que están entre 3% y 5%.

• la no autorización de importación de vehículos usados o nuevos (de modelos viejos) desde fuera de los tres países.

Este Acuerdo Automotriz es de duración temporal y susceptible de extenderse a Perú y Bolivia.

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En lo referido a productos agropecuarios, al presente Colombia, Venezuela, Ecuador y Perú tienen sistemas de bandas de precios agrícolas nacionales que tienen como modelo el sistema de bandas de precios de Chile. Sin embargo, la magnitud del recargo sobre aranceles aduaneros y la cobertura de productos difiere de país a país (véase Cuadro IV-2). Estos países adoptaron el sistema de franjas para sustituir su sistema tradicional de regulación de importaciones de alimentos (cuotas, licencias previas y monopolios estatales de importación) que fue eliminado durante el proceso de liberación del comercio exterior.

La Decisión 335, por la que se creó el AEC, requería también que se creara un mecanismo de derechos variables armonizado a nivel subregional para entrar a funcionar junto con el AEC, con el objetivo de comenzar una política agropecuaria común del Grupo Andino6. Es decir, requería un mecanismo por medio del cual los países miembros del Grupo Andino aplicaran, para un grupo de productos agropecuarios (afectados por fluctuaciones de los precios internacionales), derechos aduaneros específicos variables adicionales a los niveles contemplados en el AEC.

6 La formulación de un SAFP es uno de los objetivos que los Presidentes andinos dieron en el Acta de la Paz (1989) con la finalidad de armonizar las políticas agrícolas. La Política Agropecuaria Común Andina se trata más adelante.

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La Decisión 335 creó también el Consejo de Coordi ación Arancelaria con la misión de estudiar modificaciones que se propon an al AEC aprobado por dicha Decisión. Las propuestas del Consejo serán presentadas a la Comisión por medio de la JUNAC, que es la Sec etaría del Acuerdo de Cartagena.

La existencia de un AEC implica sólo la armonización de aranceles de importación extrasubregionales. El AEC podría distorsionarse si el valor de las mercancías a las que se lo aplica difiriese de país a país por carencia de criterios armonizados de valoración.

Por la Decisión 326 de la Comisión, de octubre de 1992, los países del Grupo Andino se comprometieron a suscribir individual y simultáneamente el Código de Valoración Aduanera del GATT (CVAG); por lo tanto, contarán con los mismos métodos para establecer el valor imponible a sus importaciones. Y, dada la aceptación mundial del CVAG, también tendrán los mismos métodos que una amplia mayoría de los países del mundo 7 . Un beneficio adicional de la adopción del CVAG es la prevención de la subfacturación de las importaciones con la que se evitan las pérdidas fiscales consiguientes y la distorsión de la competencia que se deriva de ello.

De acuerdo con el CVAG el valor de aduana debe ser el real, o valor de transacción de las mercancías que es, generalmente, el indicado en la factura de venta o exportación. El CVAG contempla otros cinco métodos de valoración en caso de que no existiese el valor de transacción o éste fuese puesto en discusión por la Aduana del país.

Es para estos últimos casos donde la existencia de un banco de datos con valores de transacción resulta absolutamente necesario. La Decisión 326 establece a este respecto que la JUNAC constituirá un banco de datos subregional -sin perjuicio de que cada país miembro establezca el suyo-que permita el más amplio intercambio de información en forma periódica y actualizada.

7 Los países que adoptaron el CVAG llevaron a cabo el 80% del comercio mundial de 1992.

92

La misma Decisión 326 creó el Comité de Valoración en Aduanas constituido por representantes de los países miembros. Dicho Comité aprobó la "Declaración Andina de Valoración", en mayo de 1994, y recomendó a la JUNAC ponerla a consideración de la Comisión para que fuese adoptada como Decisión. Se cree que ello hará más viable la implementación del Banco de Datos Subregional de Valoración Aduanera.

2. La Zona de Libre Comercio

La Decisión 324 de la Comisión, aprobada en 1992, requería que desde el 30 de septiembre de ese año los países miembros del Grupo Andino eliminaran cualquier gravamen o recargo equivalente para las importaciones provenientes de la subregión. También disponía la eliminación de las tasas correspondientes a los servicios que prestan las aduanas nacionales en el comercio subregional. De tal forma, el 1° de octubre de 1992 entró en vigencia la ZLC entre Colombia, Venezuela, Ecuador y Bolivia,' por lo cual todos los productos originarios de cada uno de estos cuatro países circulan libremente en la subregión, sin aranceles ni restricciones. Con la puesta en vigor del AEC el área andina entraría en un proceso avanzado de Unión Aduanera.

3. Eliminación de subsidios y armonización de los incentivos a las exportaciones intrasubregionales

Desde el comienzo del proceso de "integración abierta" se reconoció, por el Acta de Barahona, la necesidad de eliminar los subsidios cambiarios, financieros y fiscales a las exportaciones intrasubregionales. La Decisión 324 (Agosto de 1992) de la Comisión -como medida complementaria del simultáneo acuerdo de crear una ZLC y un AEC- dio carácter legal a la eliminación y puso en marcha el proceso de implementación. Posteriormente, la Decisión 330, identificó los distintos

8 la situación especial de Perú es la señalada en el Capítulo 1.

93

mecanismos de fomento a las exportaciones que se consideran subsidios y que, por lo tanto, deben ser eliminados (véase Cuadro IV-3) y los que deben ser armonizados para su aplicación uniforme en los países del Grupo Andino.9

9 La JUNAC, por medio de una cooperación técnica del BID, finalizó, en febrero de 1994, los estudios básicos para dar cumplimiento a los objetivos de armonización de mecanismos.

94

Cuadro IV-3

GRUPO ANDINO: INCENTIVOS A LAS EXPORTACIONES INTRASUBREGIONALES QUE CONSTITUYEN SUBSIDIOS Y ESTAN PROHIBIDOS

Incentivos cambiarios - Sistemas de cambio múltiple y sistemas de asignación de divisas que discriminen en favor

de ciertas operaciones o productos de exportación.

Incentivos Financieros - Créditos a tasas de interés inferiores a las que tienen que pagar los gobiernos para obtener

fondos empleados con este fin. - Pagos de la totalidad o parte de los costos en que incurren los exportadores para lograr

una ventaja importante en las condiciones de los créditos de exportación. - Creación de sistemas de garantías y seguros de crédito a la exportación, a tipos de primas

manifiestamente insuficientes para cubrir los costos y pérdidas de funcionamiento de estos sistemas derivados de riesgos comerciales.

Incentivos tributarios - Exención, devolución o aplazamiento total o parcial de impuestos directos o de

cotizaciones de seguridad social. Concesión, para el cálculo de la base sobre la cual se aplican los impuestos directos, de deducciones especiales directamente relacionadas con las exportaciones o resultados obtenidos en la exportación, superiores a las concedidas respecto de la producción y distribución de productos similares cuando se venden en el mer-cado doméstico.

- Exención, devolución o aplazamiento de los impuestos directos sobre la producción y distribución de productos exportados, por una cuantía que exceda a los impuestos sobre la producción o distribución de productos similares cuando se venden en el mercado doméstico.

Incentivos fiscales no tributarios - Otorgamiento de subvenciones directas a una empresa o producción, haciéndolas depender

de su actuación exportadora. - Suministro de bienes o servicios importados o nacionales, para uso en la producción de

mercancías exportadas, en condiciones más favorables que las aplicadas al consumo doméstico.

- Tarifas de transporte interior y de fletes para las exportaciones a niveles más favorables que las aplicadas para los envíos internos.

Regímenes aduaneros - Devolución, suspensión o aplazamiento total o parcial de gravámenes a la importación de

materias primas, insumos y bienes intermedios que formen parte de las mercancías de exportación, cuya cuantía exceda a los montos efectivamente percibidos o que corresponda percibir.

- Subsidios de naturaleza cambiaria, financiera, tributaria y fiscal no tributaria derivados de la aplicación de regímenes aduaneros.

FUENTE: JUNAC

95

CAPITULO IV: EL COMERCIO INTRASUBREGIONAL

El comercio intrasubregional descendió drásticamente durante los años críticos de 1981 a 1986 (de 1300 millones de dólares en 1981 a 665 millones en 1986). Su recuperación comenzó en 1987 con el mejoramiento de la economía regional; desde 1990 ha estado creciendo a paso muy acelerado y en 1991 ya había superado el previo máximo valor alcanzado en 1981. En 1993 su valor fue más del doble del de 1990; alcanzó a 2900 millones de dólares, lo que significó un ascenso del 30% respecto a los 2200 millones del año 1992.'

1. Comercio subregional de combustibles

Los combustibles (principalmente petróleo, pero también carbón y gas natural) constituyen un alto porcentaje de las exportaciones totales mundiales del Grupo Andino. Ello se debe, fundamentalmente, a dos países petroleros: Venezuela y Ecuador, donde las exportaciones de combustibles representaron, en 1993, el 77% y 44%, respectivamente, del valor total de sus exportaciones (véase Cuadro IV-5). Pero también en Colombia (19%) y Bolivia (12%) las exportaciones de combustibles son importantes y, en Perú, algo menos (6% en 1993). 11

Aunque el volumen de las exportaciones mundiales de combustibles del Grupo Andino ha crecido entre 1990 y 1993, la reducción del precio del petróleo (en alrededor de 27%) redujo el valor de las exportaciones

1° En el primer trimestre de 1994 las exportaciones intrasub► egionales volvieron a crecer a un alto ritmo, pero menor al promedio de crecimiento de 1993: 19% respecto al primer trimestre de 1993.

11 Sin embargo, estos tres países tienen el potencial de desarrollar la producción y exportaciones de combustibles.

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andinas mundiales en 19% entre esos años (de 18 mil millones de dólares a 15 mil millones). Ello, y el crecimiento de las exportaciones intrasubregionales de no combustibles, determinaron una importante caída de la participación de los combustibles en las exportaciones mundiales del Grupo Andino: del 57% en 1990 a 50% en 1993.

Los combustibles tienen una participación importante las exportaciones intrasubregionales, aunque mucho menor que en las exportaciones mundiales. Como ocurrió con estas últimas, también la participación de los combustibles en el comercio intrasubregional ha caído drásticamente entre 1990 y 1993: del 20% al 9% (véase cuadro 3), permaneciendo su valor constante en unos 250 millones de dólares. Ecuador es el país con mayor dependencia en la exportación intrasubregional de combustibles, aunque la disminuyó mucho en los últimos años: del 70% en 1990/91 al 31 % en 1993. Venezuela es el segundo país en dependencia, experimentando su participación un proceso similar al de Ecuador: de 20% en 1990/91 al 8% en 1993. La participación de combustibles de Colombia se mantuvo alrededor del 7% entre 1990 y 1993. Para Perú y Venezuela los combustibles tienen mínima importancia en las exportaciones intrasubregionales.

2. Comercio intrasubregional de no combustibles

Entre 1990 y 1993 el comercio intrasubregional de bienes creció en algo más de 1500 millones de dólares, atribuible totalmente a los bienes no combustibles (véanse Cuadros IV-4 y IV-6). En 1993 la tasa de crecimiento de este tipo de bienes fue del 34%.

Factores muy importantes que explican las recientes altas tasas de crecimiento del comercio intrasubregional son las políticas nacionales de liberalización del comercio exterior de los cinco países y el pleno funcionamiento de la ZLC entre cuatro de los países miembros.' Los

1 2 Las políticas nacionales de liberalización del comercio exterior fueron también un factor muy importante en la creación de la Zona de Libre Comercio. Luego de las drásticas reducciones de las tarifas y restricciones no tarifadas a las importaciones generales en cada país, el paso más lógico de estas preferencias arancelarias a los países de la subregión era crear esa Zona.

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102

convenios comerciales bilaterales de Perú con el resto de los países del Grupo 2 (al amparo de la Decisión 321 de la Comisión del Acuerdo de Cartagena) también son una fuente importante de la explicación del crecimiento del comercio de este país con los otro cuatro.

3. Exportaciones mundiales del Grupo Andino

Al contrario de las exportaciones intrasubregionales, el valor de las exportaciones mundiales del Grupo Andino alcanzó su máximo en 1990 con 31 mil millones de dólares. En 1991 y 1992 su valor ha decaído y en 1993 tuvo un leve repunte, que solo las llevó al valor de 1991 (29,5 mil millones de dólares). 13 Es decir, de 1990 a 1993 su valor cayó en casi 2 mil millones de dólares. Ello se explica por una caída de 3.3 mil millones de dólares de las exportaciones mundiales de combustibles, compensadas parcialmente por una subida de 1.3 mil millones de exportaciones que no son combustibles. El crecimiento de este último tipo de exportaciones, a su vez, se explica por su crecimiento intrasubregional de 1.5 mil millones y una caída de sus exportaciones al resto del mundo de unos 200 millones de dólares.

Es decir, en los años 90, dejando de lado las exportaciones de combustibles y sus problemas de caída de precio, los países del Grupo Andino en su conjunto no pudieron incrementar sus exportaciones extrarregionales de bienes no combustibles. Durante esos años el mercado subregional sirvió para expandir las exportaciones de estos bienes. Sin embargo, en el futuro -para asegurar el crecimiento a mediano y largo plazo de la economía y el comercio intrasubregionales- la subregión debe superar los problemas que han llevado al estancamiento de las exportaciones extrasubregionales de no combustibles.

13 El comportamiento de las exportaciones mundiales del Grupo Andino responde fundamentalmente a las exportaciones de Venezuela, pero también Perú y Bolivia tienen un valor en 1993 inferior al de 1990. Los dos países más exitosos (Colombia y Ecuador) apenas tienen sus exportaciones de 1993 superiores en 8% a las de 1990.

103

4. Importancia de las exportaciones intrasubregionales

Dada la caída del valor de las exportaciones extrasubregionales entre

1990 y 1993, la importancia del comercio intrasubregional creció

significativamente como proporción de las exportaciones mundiales de la

subregión, la que pasó del 4,2% en 1990 a 9,8% en 1993. Aún con este

aumento el comercio intrarregional sigue siendo una baja proporción del

comercio de la subregión con el mundo. Sin embargo, si no se considera

el comercio de combustibles y derivados, las exportaciones

intrasubregionales tienen una proporción mucho más grande (8 % en 1990

y 17,8% en 1993). 14

5. Participación de los países miembros en el comercio intrasubregional

En 1993 Ecuador ha sido el país de la región con la mayor tasa de

crecimiento de las exportaciones a la región: 76% (111% sin considerar

combustibles y derivados). Venezuela fue el segundo con 48% (60% sin

combustibles). Luego Bolivia con 30% (30% sin combustibles).

Finalmente, Colombia con 14% (17% sin combustibles) y Perú con 10%

(10% sin combustibles).

Pese a lo ocurrido en 1993, Colombia sigue siendo el principal exportador intrasubregional con 40% de ellas, seguido por Venezuela con

34%, Ecuador con 11%, Perú con 10% y Bolivia con 5%.

El comercio entre Colombia y Venezuela es el principal del comercio

bilateral intra-andino. En 1993 Colombia exportó 711 millones de dólares

a Venezuela y este país 851 millones (808 millones sin combustibles) a

Colombia, constituyendo sus exportaciones bilaterales un 53% de las

exportaciones totales intra-andinas. Colombia desplazó a Estados Unidos en 1993 como mejor cliente de los productos y manufacturas venezolanas

14 En el primer trimestre de 1994 las exportaciones mundiales del Grupo Andino descendieron en 1,4% respecto al mismo trimestre de 1993 y, como las intrasubregionales crecieron en 19%, volvió en este trimestre a crecer la importancia de las exportaciones intrarregionales en las totales.

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(sin incluir petróleo y hierro). Colombia y Venezuela han sido los principales países en impulsar el nuevo proceso de integración andina, comenzando con la ruptura de las barreras comerciales entre ellos.

El comercio bilateral más importante en la subregión después del de Colombia-Venezuela, es el de Colombia con Ecuador y Colombia con Perú, con el 14% y 11 %, respectivamente, de las exportaciones intrasubregionales de 1993. Luego le sigue el comercio bilateral de Perú con Ecuador, Venezuela y Bolivia, con 7%, 6% y 5%, respectivamente. El comercio bilateral de Bolivia con Colombia y Venezuela constituye, en cada caso, sólo el 2%.

La participación de Ecuador, Perú y Bolivia en las exportaciones mundiales de la región andina prácticamente no difieren de la que tienen en las exportaciones intraandinas; por el contrario, las de Colombia y Venezuela sí. En las exportaciones al mundo, Colombia sólo proporciona el 25% del total que exporta la subregión (contra el 40% de las intrasubregionales). Para Venezuela las proporciones son, respectivamente, del 51 % y 34%. Claramente, en la presente situación el mercado andino tiene mucho más importancia para Colombia que para Venezuela. De cualquier forma, con una visión dinámica del mercado andino, éste también ofrece una importante posibilidad para facilitar la diversificación productiva y el crecimiento de las exportaciones venezolanas. 15

Colombia es el país con mayor diversificación en sus exportaciones intrasubregionales, seguida por Venezuela, luego Perú, Ecuador y, finalmente, a bastante distancia, Bolivia.

6. Los problemas del comercio externo subregional

Los problemas de inestabilidad macroeconómica y financiera que está experimentando Venezuela y la importante devaluación experimentada por

15 Dicha posibilidad la señala el hecho de que en el primer trimestre de 1994

Venezuela fue, por primera vez en la historia del Grupo Andino, el principal exportador intrasubregional, desplazando a Colombia de ese puesto.

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su moneda influirán negativamente en el comercio bilateral con Colombia y el intrasubregional durante 1994. La estabilidad macroeconómica no sólo es un importante respaldo al crecimiento a mediano y largo plazo de sus exportaciones internacionales sino, también, al de su comercio con la subregión y su integración con la misma. La realización de planes nacionales de estabilización económica que permitan estabilizar las economías de los países del Grupo Andino y sus tipos de cambios bilaterales crearían una convergencia macroeconómica que será un importante respaldo a los esfuerzos de desarrollo del comercio y la integración intrasubregional.

El mercado andino representa una importante área de ensayo para la producción de manufacturas para exportación de sus países miembros. Un 87% de las exportaciones intrasubregionales del Grupo Andino son manufacturas y, junto con su crecimiento en los últimos años, se nota en ellas una creciente diversificación. Sin embargo, dado el estancamiento del valor de las exportaciones mundiales de la subregión, es claramente necesario mejorar la capacidad competitiva extrasubregional de las manufacturas del conjunto de los países.

El comercio intrasubregional muestra también problemas que perjudicarían sus posibilidades de crecimiento en el futuro. Por ejemplo, el comercio entre Colombia, Venezuela y Ecuador estuvo creciendo rápidamente en los últimos años pero la infraestructura en los puntos fronterizos, por donde se realiza, se encuentra sobrecargada. Ese problema subsiste a pesar de que se crearon puestos especiales de frontera para proveer servicios al transporte, ya que todavía existen muchas dificultades causadas por las diferencias de legislaciones nacionales y problemas de capacidad de enforzamiento de la legislación. 16

16 Algunos problemas fueron creados por la reacción de gremios de transportistas automotores de un país a la competencia de transportistas de otros países andinos ante la liberación del servicio de transporte intrasubregional. Este problema se está tratando de resolver mediante el financiamiento del reequipamiento de los transportistas menos competitivos (por ejemplo los de Ecuador). La Corporación Andina de Fomento (CAF) está estudiando este financiamiento.

106

CAPITULO V: LA INTEGRACION EN EL SECTOR AGROPECUARIO

1. Política Agropecuaria Común Andina (PACA)

El Diseño Estratégico para la Restructuración del Grupo Andino' señala tres objetivos para el sector agropecuario subregional: i) consolidar el mercado ampliado subregional para los productos del sector; ii) disminuir la dependencia alimenticia externa de la subregión y iii) incrementar las exportaciones de productos agrícolas y agroindustriales.

Para conseguir estos objetivos se adopté la siguiente estrategia que constituye la PACA:18 i) Libre circulación de la totalidad de los productos agropecuarios y agroindustriales en la subregión; ii) Armonización y coordinación de los mecanismos de fomento de la producción (subsidios, exenciones impositivas, etc.), política crediticia, apoyo a zonas deprimidas y fomento de exportaciones; iii) Armonización y coordinación de los mecanismos de estabilización del costo de las importaciones de productos procedentes de terceros países (Sistema Andino de Franjas de Precios Agrícolas); iv) Actualización y fortalecimiento del Sistema Andino de Sanidad Agropecuaria; y) Adopción de un régimen común para el tratamiento de donaciones extra subregionales de alimentos y para los mecanismos antidumping; vi) Impulso de programas conjuntos subregionales de desarrollo agropecuario y agroindustrial (investigación, extensión, regadíos, caminos rurales, redes de silos, etc.); vii) Adopción de posiciones únicas del Grupo Andino en los foros internacionales sobre producción y comercios agropecuarios y agroindustrial; viii) Establecimiento de mecanismos para el financiamiento de los programas subregionales que cree la PACA.

17 Documento de la JUNAC del 18 de diciembre de 1989.

18 Véase JUNAC Hacia una Política Agropecuaria Andina Documentos

Andinos N° 3, 1994.

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A continuación se hace referencia a algunos avances hechos en la implementación de esta estrategia:9

2. Libre circulación subregional de productos agropecuarios

Como ya se observó en el capítulo de políticas arancelarias las restricciones al comercio intrasubregional fueron eliminadas como resultado de las políticas generales de apertura comercial, de la puesta en marcha de la Zona de Libre Comercio (ZLC) y del proceso de privatización. Estas políticas condujeron a la eliminación de controles cuantitativos a las importaciones y al desmantelamiento de los monopolios estatales que controlaban la comercialización externa de los principales alimentos.

Es de destacar que la ZLC subregional permitió, por primera vez, liberalizar totalmente el comercio intraandino de productos agropecuarios, lo que ha influido significativamente en el elevado reciente crecimiento de comercio intrasubregional agropecuario y agroindustrial.

El libre comercio subregional de productos agropecuarios y agroindustriales mostró grandes diferencias de precios entre países para algunos productos y el consiguiente movimiento compensatorio de mercancías. Ello generó inicialmente resistencia o demandas de protección por parte de algunos sectores afectados (azúcar, arroz, soya, papa) en algunos países. La voluntad política de los gobiernos andinos de abstenerse de invocar medidas de salvaguardia contempladas en el Acuerdo de Cartagena ha permitido el triunfo de la competencia en el mercado subregional. Ella rompió también con pactos de caballeros a nivel privado.'

19 Con respecto al objetivo de la PACA sobre Sistema Andino de Franja de Precios Agrícolas véase el Capítulo 111, punto 1.

20 El Grupo Andino no cuenta actualmente con disposiciones para el control de condiciones monopólicas u oligopólicas de mercado.

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La totalidad de los productos agropecuarios y agroindustriales está cubierta en el Anexo I del AEC.

3. Coordinación andina de planificación agropecuaria

Los ministerios de Agricultura de la subregión establecieron unidades responsables en cada uno de ellos para coordinar sus acciones y acordaron crear una red subregional de información para el seguimiento y evaluación de políticas.

La coordinación subregional de fomento a las exportaciones a terceros países tiene prioridad. La JUNAC avanzó en la identificación y divulgación de posibilidades comerciales y formuló las bases para un programa subregional para el desarrollo del potencial productivo y exportador de cultivos y crianzas andinos. Dada la naturaleza de estos productos el éxito en la implementación de este programa podría llegar a producir un claro impacto positivo en el bienestar de la población campesina.

Para la coordinación de la exportación de frutas y hortalizas existe un programa subregional de fomento y se creó la Confederación Andina de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas. Existen, además, la Confederación Andina Agropecuaria y la Confederación Andina de Ganaderos que han estado participando en todos los eventos subregionales.

4. Sistema andino de sanidad agropecuaria

La Decisión 328 (Sanidad Agropecuaria Andina), de octubre de 1992, actualiza el Sistema Andino de Sanidad Agropecuaria establecido en 1975. El Sistema sirve de marco para la preservación y mejoramiento del estado sanitario de la agricultura y ganadería subregional y para facilitar el comercio andino de estos productos.

El Sistema está integrado por el Indice General de Normas Sanitarias, el Registro de Normas Subregionales de Aplicación al Comercio, el Inventario de Plagas y Enfermedades de Importancia Económica para la Subregión Andina, la Estructura Institucional, la Infraestructura Física de

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la Sanidad Agropecuaria, los Programas de Acción Conjunta, el Comité Técnico Andino y los Comités Técnicos Nacionales de Sanidad Agropecuaria.

La Decisión 328 prevé la asistencia mutua entre los países andinos para el combate y control de plagas que entrañen amenaza de contagio, la organización de una Red Andina de Laboratorios de Diagnóstico en aspectos agrícolas y pecuarios y el fomento de programas de manejo integrado de plagas. A través de la Red Andina de Laboratorios se busca identificar laboratorios de diagnóstico y de referencia, cuyas certificaciones sean reconocidas a nivel subregional e internacional. Actualmente se están homologando técnicas de diagnóstico a nivel de los cinco países, así como las pruebas a las cuales deben ser sometidas para su reconocimiento a nivel andino y en terceros países.

La Decisión 328 prevé también la complementación de recursos humanos y materiales disponibles, la generación y transferencia de tecnologías de control y combate de enfermedades y plagas que entrañen riesgos para dos o más países, la capacitación del personal profesional, operadores de campo e inspectores sanitarios y el fomento de prácticas sanitarias. Dispone asimismo que los certificados fitosanitarios expedidos por instituciones u organizaciones nacionales del sector oficial y privado, debidamente autorizados, sean reconocidos automáticamente como válidos por los demás países miembros. Además, contempla el desarrollo de acciones conjuntas para el control sanitario y la aplicación del Registro de Normas Fitosanitarias y Zoosanitarias.

La JUNAC ha aprobado últimamente varias Resoluciones regulando la Decisión 328. La Resolución 344, de diciembre de 1993, actualiza el Capítulo Andino de Plagas y Enfermedades Exóticas en su Contenido Zoosanitario (fiebre aftosa, peste bovina, perineumonía contagiosa bovina, cowdriosis hidropericardia, viruela ovina y caprina, peste equina, peste porcina africana, peste aviar, enfermedad vesicular del cerdo, encefalopatía bovina espongiforme y síndrome disgenésico y respiratorio del cerdo). También ha sido actualizado el Catálogo Andino de Plagas y

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Enfermedades Vegetales (mosca de la fruta, roya y broca del café, sigatoka negra del banano, plagas del algodón, caña de azúcar y soya).21

La JUNAC aprobó, además, el Proyecto Andino de Armonización de Plaguicidas, y tiene bajo estudio otro sobre la Armonización de Productos de Uso Veterinario -que aprovechará la experiencia del MERCOSUR- y un Programa Subregional de Control y Erradicación de la Fiebre Aftosa.

Los países andinos han comenzado a utilizar modelos comunes de permisos y certificados fito y zoosanitarios para el comercio subregional y están cumpliendo con el envío a la JUNAC de las legislaciones fito y zoosanitarias para actualizar el Registro Subregional de Normas Sanitarias.

El enforzamiento exitoso del Sistema Andino de Seguridad Sanitaria requerirá un significativo apoyo financiero e institucional de los países andinos y la comunidad internacional.

21 En febrero de 1994 la JUNAC aprobó la Resolución 347 por la que se establecen los requisitos zoosanitarios armónicos a nivel subregional para facilitar el comercio de animales y productos y subproductos de origen pecuario sin riesgo de difundir las plagas y enfermedades y sin que el aspecto sanitario se constituya en una barrera encubierta al comercio intrasubregional. Asimismo, ha elaborado un proyecto de Resolución que, se espera, estará aprobado antes de fin de 1994, por la que se crea la Norma Andina Fitosanitaria cuyos objetivos son similares a los de la Resolución 347, pero aplicado a productos agrícolas.

111

CAPITULO VI: LA LIBERACION DEL COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS

1. Transporte

Dada la geografía de los países Andinos los problemas del Transporte son un problema permanente que se reflejan en el alto costo de construcción de infraestructura y en su mantenimiento. Las trabas que introducían las legislaciones nacionales y su falta de armonización subregional era otro elemento que afectaba el costo del transporte y, por ende, el desarrollo del comercio de bienes y servicios. En este último aspecto -liberalización y armonización- se han hecho importantes avances en los últimos años.

a. Transporte por carretera "

El transporte terrestre es el principal medio de transporte para el comercio: el 18% de los productos que se comercian dentro de la subregión lo hacen por esta vía.

Las Decisiones de la Comisión 257, de 1989, 289, de 1991, y una serie de Resoluciones aprobadas por el Comité Andino de Autoridades de

22 Referencias a los avances en la integración de los servicios de transporte en los subsectores aéreo y marítimo alcanzados en 1991 y 1992 pueden verse en los informes del 1NTAL El Proceso de Integración en América Latina y el Caribe de 1991 y 1992, especialmente en el primero. En estos subsectores no se produjeron acontecimientos destacables en 1993.

112

Transporte Terrestre han establecido la política de liberalización del transporte terrestre subregional.23

Las Decisiones 257 y 289 fueron complementadas por otras Decisiones de la Comisión. Una es la 327, de octubre de 1992, de Tránsito Aduanero Internacional por la que se crea el Documento Aduanero Unico para el tránsito intrasubregional y se regula el uso intrasubregional de precintos aduaneros. Otra es la 331, de marzo de 1993, de Transporte Multimodal cuya práctica se encuentra en franco crecimiento. La Decisión 290, de abril de 1991 crea la Potiza Andina de Seguro de Responsabilidad Civil para el Transportador Subregional Autorizado.

La Decisión 327 permite que las cargas en contenedores precintados transiten sin revisión por las aduanas de entrada en la subregión y las de tránsito, siendo su contenido recién nacionalizado en la aduana de destino.

El objetivo de la Decisión 331 es evitar la proliferación de normas nacionales para el transporte multimodal. Cuando se aprobó esta Decisión, Perú ya había promulgado legislación y Colombia y Venezuela la tenían bajo estudio. La Decisión determina las condiciones que debe observar el Operador de Transporte Multimodal (OTM) para ejercer su actividad, señalando como condición su establecimiento en uno de los países del Grupo Andino y que, al menos, una de las interfases de la operación de transporte se ejecute dentro de la subregión. La Decisión señala que el vínculo comercial regulado en una operación de transporte multimodal es sólo el existente directamente entre el usuario del servicio y el OTM. Las relaciones con los transportistas y demás prestatarios de servicios en cada una de las interfases de la operación están contempladas en otro tipo de normas de transporte.

23 Detalles adicionales sobre la política andina en materia de transporte carretero se dan en la sección del Grupo Andino de los informes del 11VTAL sobre El Proceso de integración en América Latina y el Caribe correspondientes a 1991 y 1992.

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b. Sistema Andino de Carreteras

Junto con la liberalización y armonización de la reglamentación del transporte por carretera existen planes (algunos de los cuales se han comenzado a implementar) para mejorar el mantenimiento y expandir el Sistema Andino de Carreteras.'

Este sistema, que hasta ahora articula a los cinco Países Miembros, a través de la Vía Panamericana, se encuentra en plena consolidación. Existen proyectos en ejecución que en el corto plazo van a crear ejes troncales alternos en el oriente y costa de los países andinos. Uno de los objetivos previstos del Sistema es fortalecer y crear la infraestructura física necesaria para facilitar las comunicaciones terrestres entre el Océano Pacífico y el Mar Caribe y abrir nuevos ejes de conexión inter-oceánica.

2. Otros servicios

a. Telecomunicaciones

La JUNAC ha elaborado un anteproyecto de Creación del Mercado Andino de Telecomunicaciones (Correos electrónicos, redes de transmisión de datos, telefax, etc.) que contiene los principios y criterios fundamentales que guiarán, en cualquiera de los países miembros, las actividades de las empresas operadoras en estos servicios. Con este anteproyecto se busca liberalizar y armonizar las telecomunicaciones a nivel subregional, facilitando la competencia entre los proveedores de estos servicios y estimulando (como es el caso de los transportes) una rebaja de su costo, mejor calidad y mayor oferta. Se espera que una Decisión de la Comisión sobre el Mercado Andino de Telecomunicaciones se apruebe a más tardar a fines de 1995.

Se espera que la Red Andina de Transmisión de Datos (ANDINET) pueda estar funcionando para fines de 1994. La Red Científica Andina

24 La Decisión 271 de la Comisión, de octubre de 1991, describe el sistema en forma detallada.

114

está ya en funcionamiento permitiendo un notable avance en las comunicaciones entre los principales centros de enseñanza e investigación subregionales.

b. Turismo

La vieja Decisión 171 sobre integración turística, aprobada en 1982, buscó dicha integración a través de ejes corredores y circuitos turísticos, sin prever la futura liberalización y armonización subregional del transporte y la posibilidad de disponer del capital extranjero para proyectos turísticos. El establecimiento de una política de cielos abiertos, la eliminación de la reserva de carga en el transporte marítimo, la creación de condiciones para el libre tránsito por carretera y la liberalización de la inversión extranjera permitirán el desarrollo acelerado de la industria turística en la región. En concordancia con ello la JUNAC está estudiando un anteproyecto de integración turística que tenga en cuenta estos nuevos incentivos al turismo.

c. Servicios Profesionales

El proyecto de Decisión sobre el "Régimen Común para la Liberalización del Comercio de Servicios del Grupo Andino" establece el objetivo de que los países andinos se comprometan: i) A facilitar el tránsito y presencia temporal de todas las personas naturales prestadoras de servicios y de los empleados de las empresas prestadoras de servicios y ii) A establecer los mecanismos necesarios para el reconocimiento y calificación de títulos profesionales a cualquiera actividad de servicios que requiera licencia.

d. Servicios Financieros

Existen ya tres Decisiones de la Comisión relacionados con el tema. La Decisión 40, que evita la doble tributación dentro de la subregión, la Decisión 292, de 1991, que regula el régimen de empresas multinacionales y la Decisión 291, también de 1991, que regula la inversión extranjera.

115

La Decisión 291 declara que: i) el inversionista extranjero tendrá los mismos derechos y obligaciones que los inversionistas nacionales; ii) que los inversionistas extranjeros y subregionales tendrán derechos de transferir al exterior en divisas libremente convertibles las utilidades netas de su inversión y el capital principal que liquiden.

Los cinco países andinos, individualmente, ya han liberalizado sus mercados financieros. Actualmente la JUNAC está haciendo estudios y seminarios para establecer las características de los sistemas financieros -banca, seguros y mercado de valores mobiliarios- liberalizados en cada país, para establecer su armonización y si existe necesidad o no de proceder a una mayor liberalización a nivel subregional. Se espera que para 1995 haya ya proyecto de Decisión para someter a la Comisión.

116

SECCION QUINTA

EL MERCADO COMÚN CENTROAMERICANO

CAPITULO I: INTRODUCCION

1. El contexto político-económico

El proceso de integración centroamerica. no continuó en 1993 en un marco que confirmó algunas tendencias y, sobre todo, ratificó definiciones que se fueron gestando en los años previos. Esas tendencias y definiciones se refieren a las condiciones políticas internas, al comportamiento de las economías nacionales y a la confirmación de orientaciones en cuanto se refiere a las estrategias de desarrollo, integración e inserción internacional adoptadas por los países miembros.

Sin duda, las limitaciones que enfrentó el proceso de integración durante prolongado tiempo han disminuido sustancialmente y en la actualidad los problemas que subsisten, sin ser despreciables, no gravitan tan negativamente como lo hicieron durante la década de 1980 en la cual el proceso de integración no solo se detuvo sino que retrogradó.

En la presente etapa se observa la consolidación de los gobiernos democráticos cuya alternancia se concreta, en cada país, dentro de los marcos institucionales establecidos. En El Salvador prevalece el plan de paz acordado y solamente se registran incidentes aislados con la guerrilla, en tanto que en Guatemala el Poder Ejecutivo reabrió las negociaciones con algunos dirigentes de la guerrilla a fin de sentar definitivamente las bases de la conciliación política.

En lo económico, la situación no puede calificarse como enteramente positiva. La actividad económica mostró en 1993 una disminución de la

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tasa de crecimiento en Costa Rica, Guatemala y Honduras; mientras que El Salvador presentó una evolución similar a la de 1992 y Nicaragua una situación recesiva. En efecto, el PIB real aumentó 5.5% en Costa Rica (7.3% en 1992); 4% en Guatemala y 3.7% en Honduras (4.8% y 5.6% en 1992, respectivamente). En El Salvador la producción se incrementó 5% (5.1% en 1992), mientras que en Nicaragua declinó 0.9%. Como consecuencia, el PIB per capita mejoró en El Salvador en 2.4% (2.2% en 1992); en Costa Rica y Guatemala aumentó en 3.1% y 1.1 % (4.95 y 1.8 % en 1992, en ese orden), pero en Honduras sólo significó 0.3 % sobre el nivel del año anterior, y en Nicaragua declinó en 4%.'

En cuanto se refiere al sector externo, en casi todos los países -la excepción es El Salvador- se observó un desequilibrio bien marcado en la cuenta corriente de la balanza de pagos. El déficit de la balanza comercial con relación al PIB se elevó a 13.4% (11.5% en 1992) en Costa Rica; a 10.3% (7.5% en 1992) en Honduras; y se mantuvo en alrededor del 9% en Guatemala. En El Salvador y Nicaragua disminuyó; en el primer país a 15.5% (16.8% en 1992) y en el segundo a 25.2% (33% en 1992), relaciones que continúan siendo elevadas.'

Esos resultados reflejan en buena medida el debilitamiento de la cuenta de mercancías, originado por el crecimiento más acelerado de las importaciones, alentadas en algunos casos por la mayor disponibilidad de divisas dentro de un marco en que todos los países han acentuado su política de apertura en materia de comercio exterior.3

Las políticas de ajuste, que mostraron resultados altamente positivos reflejados en los años anteriores en un mayor control de las variables macroeconómicas fundamentales, no se tradujeron en 1993 en un progreso

1 Consejo Monetario Centroamericano, Secretaría Ejecutiva. Informe sobre la situación económica de los países centroamericanos en 1993. San José, Costa Rica, abril de 1994, pág. 20. Estimaciones más recientes señalan un crecimiento real para Costa Rica del 6.5% en 1993.

2 Ibídem, pág.25

3 Ibídem, pág. 25

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hacia menores índices inflacionarios, salvo en dos de los países de la región. Esos países fueron Costa Rica y El Salvador en los cuales la inflación 4 pasó en el primero, del 17% en 1992 a 9% en 1993 en tanto que en el segundo se redujo del 19.9 % al 12.1% entre ambos años.'

Si bien con un objetivo general común, los programas de ajuste estructural de los países centroamericanos muestran algunas diferencias, particularmente en cuanto se refiere a la velocidad y profundidad de aplicación pero todos incluyen condicionalidades establecidas para garantizar el cumplimiento de los principios contenidos en los programas económicos respectivos.°

Como contrapartida de los efectos estabilizadores de los programas de ajuste estructural cabe señalar algunos de sus costados negativos, como el abandono de plantas industriales, la tendencia hacia la maquilación vía Iniciativa del Caribe y el incremento de la desocupación.

Es indiscutible que Centroamérica enfrenta en la presente etapa un déficit de inversiones que no permite retomar un sendero de rápido crecimiento a los países miembros del MCCA, en particular a los menos desarrollados y a los que se vieron más perjudicados por las condiciones político-militares de la última década. Un crecimiento sustancial de la tasa de inversión es condición imprescindible para reconstruir y modernizar el aparato productivo y consecuentemente, incrementar de manera significativa la producción y mejorar las condiciones sociales de sus ciudadanos. La posibilidad de incrementar sensiblemente la inversión u se enfrenta una fuerte restricción en cuanto se refiere al ahorro nacional,

4 Definida por la variación del índice de precios al consumidor respecto del mismo mes del año anterior.

5 Consejo Monetario Centroamericano, Secretaría Ejecutiva. Informe citado, pág. 22.

6 Sobre los programas de ajuste estructural y sus resultados en Centroamérica puede verse SIECA, Informe comparativo de los programas de estabilización y ajuste estructural en Centroamérica. Centroamérica, noviembre de 1993, páginas

20 al 28.

119

por lo cual la cooperación e inversión externas aparecen como necesidades insoslayables. Sin embargo, en la propia región se percibe que la posibilidad de atraer capitales externos hacia la región no se presentan favorables debido a la competencia de otros espacios transnacionales -como el creado por el Tratado de Libre Comercio de Norte América (TLCNA)- que ofrecen condiciones más ventajosas que la que significa la opción centroamericana.' De allí que se sugiera que la política de inversiones en Centroamérica se ligue a otras modalidades que resulten novedosas de modo de asegurar, por una parte, una exportación creciente y competitiva con el resto del mundo y, por la otra, un abastecimiento interno suficiente, lo que resultaría más factible si tal política se encara a nivel regional antes que a los respectivos niveles nacionales.'

2. La "nueva integración" en Centroamérica

La reiniciación del proceso de integración a partir de los lineamientos establecidos en la Declaración de Antigua, de julio de 1990 9, conlleva las características de una "nueva integración". Son componentes principales de esa "nueva integración" la apertura externa y la modernización productiva que se señalan en la citada Declaración.' La concepción estratégica de conciliar el fortalecimiento de la integración centroamericana con la paulatina apertura respecto del resto del mundo -que se encuentra en línea con la posición adoptada por las restantes agrupaciones subregionales- constituye, sin duda, un desafío enorme.

7 Centroamérica: La integración económica posible en el contexto de la apertura. Texto del informe elaborado por el Consultor Alvaro de la Ossa. San José, Costa Rica, julio de 1993.

8 Ibídem.

9 Declaración de Antigua, Antigua Guatemala, (Guatemala), 17 de junio de 1990. (En Integración Latinoamericana N° 158. Buenos Aires, julio de 1990.)

1° Ibídem, puntos 24 a 27.

120

Esa estrategia es compartida no solamente por los gobiernos de los países miembros del Mercado Común -si bien con ciertos matices diferenciadores- sino, también, por organismos de cúpula representativos de la actividad privada. Así, para uno de esos organismos el desarrollo regional debe basarse en un comercio más libre y mercados más abiertos, una mejora sustancial en el clima de inversión, el fortalecimiento de la integración regional y la realización de esfuerzos organizativos e inversión en áreas estratégicas para mejorar la incidencia de aquellos factores que determinan la competitividad a largo plazo. De tal manera, y de acuerdo con ese enfoque, la integración -expresada en una Comunidad Económica Centroamericana- debe considerarse como un instrumento complementario y funcional para lograr una inserción internacional de alta calidad a la economía mundial."

La SIECA ha interpretado los lineamientos estratégicos del proceso de integración en Centroamérica al afirmar que el objetivo siguiente es la unión económica considerada como una etapa superior de integración en contraste con los modelos teóricos más difundidos en la materia. La SIECA considera que la llamada integración no es hoy más que un compromiso para coordinar las políticas de apertura sustentado en la integración del pasado que se erosiona, al menos en lo que se lleva en práctica. Según la SIECA, el paradigma para el futuro es a su vez una integración distinta a la de los modelos teóricos pero que, a la luz de las circunstancias que se analizan, es una alternativa razonable que consiste en crear un mercado único centroamericano que incluya, desde el punto de vista de la integración interna, una unión aduanera y desde el punto de vista externo, un mecanismo de apoyo sustantivo a la producción y la competitividad internacional de la región.'

11 GCR-CA. Los nuevos desafíos para el desarrollo de Centroamérica. Presentación del sector privado a través de FEDEPRICAP. Primera Reunión del Grupo Consultivo Regional de Centroamérica (GCR-CA). Marzo de 1993, págs. 4 y 6.

12 S1ECA. La integración centroamericana. Algunos principios y conceptos. Centroamérica, 1993; citado en Centroamérica: La integración económica posible en el contexto de la apertura. Texto del informe elaborado por el Consultor Alvaro de la Ossa. San José, Costa Rica, Julio de 1993, pág. 47.

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Los pronunciamientos de las Cumbres Presidenciales posteriores a la de Antigua fueron precisando los compromisos que, en distintos ámbitos, darán lugar a la conformación del Mercado Común Centroamericano en el futuro. Así es como se destacan orientaciones específicas en relación con el comercio intrarregional y el arancel externo común, la política comercial externa, las políticas sectoriales y otras acciones y políticas referidas a temas diversos, como el medio ambiente, el turismo, la pesca y el perfeccionamiento institucional.'

En los hechos, el "modelo" de la nueva integración oficial, parte de dos elementos sustantivos: el perfeccionamiento del Mercado Común como espacio comercial interno y la participación en el mercado internacional. Para ambos casos se revisa y fortalece la institucionalidad, y se apoyan los mecanismos complementarios nacionales y regional."

Las orientaciones específicas emanadas a nivel de los presidentes prevén la eliminación de los obstáculos al comercio intrarregional que aún subsisten, el mejoramiento de la infraestructura física con miras a un desarrollo integral hacia adentro y hacia afuera, la simplificación de los trámites aduaneros y migratorios para facilitar el transporte de personal y mercancías, la modernización de los puestos fronterizos y el establecimiento de ventanilla únicas, así como de la guía internacional de tránsito y otras facilidades, y la aprobación de normas para su buen funcionamiento con base a las normas del GATT.

A lo señalado corresponde agregar las directivas que los Presidentes fueron fijando sobre políticas sectoriales, a saber:

13 Ver el desarrollo de los tenias decididos en las sucesivas Cumbres de los Presidentes Centroamericanos en los Informes Anuales del INTAL El Proceso de Integración en América Latina y El Caribe, Buenos Aires, 1987 a 1992.

14 Centroamérica: La integración económica posible en el contexto de la apertura. Texto del informe elaborado por el Consultor Al varo de la Ossa. San José, Costa Rica, julio de 1993, página 48.

122

a. Elaboración de una política de reconversión industrial, de modo de mejorar la eficiencia productiva y permitir así conquistar nuevos mercados y lograr la complementariedad regional así como una sustitución selectiva de importaciones en donde la misma amerite,

b. Elaboración de una política de desarrollo agrícola, con capacidad de competencia internacional, incremento y diversificación de las exportaciones, reducción significativa del papel del Estado en la comercialización de productos del sector y eliminación de todo sistema de control y fijación de precios.

Los lineamientos de la "nueva integración" no están, sin embargo, exentos de crítica u observaciones. Se argumenta que como consecuencia de la desnaturalización de las preferencias recíprocas por parte de los países miembros del Mercado Común la región se quedaría sin la base necesaria para aprovechar las ventajas de la apertura alcanzada, por lo cual se postula que la construcción del mercado único centroamericano debería satisfacer algunos requisitos a saber: 15

a) perfeccionar el mercado interno y ampliarlo, más allá de los esfuerzos hasta ahora logrados;

b) establecer una red interna centroamericana de apoyo a la producción, su eficiencia y competitividad interna e internacional;

c) desarrollar todo un conjunto de políticas sectoriales que amplíen la capacidad productiva eficiente de la región y faciliten la política comercial frente a terceros;

d) modificar sustantivamente los sistemas aduaneros de los países centroamericanos; y,

e) adoptar un plan global de readecuación de la política de desarrollo de la infraestructura regional.

15 Ibídem

123

3. La estrategia de las "distintas velocidades" en el proceso de integración

Aún dentro de una filosofía general compartida en cuanto hace a la estrategia de desarrollo -integración- inserción internacional se constata que no todos los países miembros del Mercado Común Centroamericano coinciden en la adopción de determinados compromisos de integración, en la rapidez de su aplicación o en la concertación de posiciones respecto de sus relacionamientos con terceros países.

El proceso seguido para la firma del Protocolo de Guatemala, al que se hará referencia en el punto siguiente, es una expresión de ello. El gobierno de Costa Rica suscribió el Protocolo pero no parece dispuesto, por el momento, a constituir una Unión Aduanera y muestra, por el contrario, su preferencia porque cada país cuente con márgenes de libertad para implementar su propia estrategia en materia de niveles arancelarios frente a terceros países.' Es así como este país negocia en forma bilateral con México y conjuntamente con los demás países del Mercado Común Centroamericano con Venezuela y Colombia.

Luego de arduas negociaciones se llegó a un consenso para adecuar el texto del Protocolo de modo de satisfacer las posiciones de los cinco países miembros del Mercado Común Centroamericano. El Protocolo comenzó a negociarse en el mes de abril sobre la base de un proyecto presentado por la SIECA. Panamá que manifestó su voluntad de incorporarse al Mercado Común Centroamericano de manera "complementaria" y "gradual"," no negoció el Protocolo y aunque ha suscrito todos los compromisos políticos sobre integración, no participa tampoco en organismos regionales como el Parlamento.

16 El Ministro de Comercio Exterior de Costa Rica expresó que si bien los demás países de la región estaban dispuestos a constituir una unión aduanera, consideraba que su país no se hallaba en esas condiciones. Véase declaraciones hechas al diario La República, Costa Rica, 6 de octubre de 1993.

17 Ver declaraciones del presidente de Panamá en Carta Informativa de la SIEGA N° 351, Guatemala, julio-setiembre de 1991.

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Al momento de la firma del Protocolo de Guatemala ya se había constituido el Grupo CA-4, ya que Nicaragua se unió a los países del denominado "Triángulo del Norte" que, el año anterior, habían suscrito un acuerdo de Comercio e Inversión " que los ubicó en un plano más adelante en cuanto a compromisos para acelerar la integración.

Al firmar el Acuerdo de Managua 19 los integrantes del Grupo CA-4 -Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua- se comprometieron a avanzar hacia el perfeccionamiento de una zona de libre comercio, adoptar medidas para llegar a la unión aduanera y la unión económica en el menor plazo posible, e inclusive, trabajar para alcanzar la unidad política entre ellos. Asimismo acordaron promover la libre movilidad de capitales, adoptar una política común de promoción de inversiones y mantener posiciones regionales conjuntas en las relaciones comerciales externas.'

De tal manera, como se aprecia, esos cuatro países están imprimiendo una mayor velocidad al proceso de integración en Centroamérica, actitud que reafirmaron posteriormente con medidas relativas a aspectos migratorios y aduaneros, y armonización tributaria, entre otras.'

No obstante la configuración del Grupo CA-4, sus Presidentes han reafirmado el propósito de "contribuir a alcanzar de manera gradual, complementaria y progresiva, la Unión Económica Centroamericana".'

18 Acuerdo sobre Comercio e Inversión entre El Salvador, Guatemala y Honduras. Nueva Ocotepeque, Honduras, 12 de mayo de 1992.

19 Acuerdo de Managua. Nicaragua, 22 de abril de 1993.

20 Ibídem, puntos 1, 3, 5, 7 y 8.

21 Comunicado de la Reunión Presidencial CA-4. Amapola, Honduras. 30 de julio de 1993.

22 Declaración Conjunta de los Presidentes de las Repúblicas de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua Santo Tomás, Escuintla, Guatemala, 21 de setiembre de 1993.

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La estrategia de las "distintas velocidades" no afecta el objetivo final de largo plazo de una integración que incluye a todos los países centroamericanos en tanto que aquellos que avancen más rápidamente respeten los términos de la relación de integración que tengan con los que no los acompañan.

Se considera que, a fin de evitar que surjan dificultades como consecuencia de esa estrategia es necesario que los países se obliguen a pactar los términos de la convergencia de modo que todos lleguen a la unión aduanera en el período de transición que se establezca. De acuerdo con este punto de vista, tal pacto debería incorporar las modalidades a seguir para dirimir las divergencias y evitar que se recurra a mecanismos de control del comercio u otras modalidades de compensación sin previo aviso.'

4. La ratificación de los nuevos lineamientos en la integración centroamericana: El Protocolo de Guatemala

Las negociaciones destinadas a configurar un nuevo marco para el fortalecimiento del Mercado Común Centroamericano culminaron en el mes de octubre de 1993 con la firma del Protocolo de Guatemala.' El Protocolo readecua las normas del Tratado General de Integración, de 1960, a la realidad y necesidades actuales del proceso de integración en Centroamérica y complementa, en el orden jurídico, al Protocolo de Tegucigalpa, de diciembre de 1991, por el cual se dió nacimiento al Sistema de la Integración Centroamericana (SICA).

El Protocolo es sumamente comprensivo. Amplía -y, en casos, precisa- los consensos alcanzados en la Declaración de Antigua, de 1990. Además de ratificar objetivos generales anteriormente establecidos,

23 Centroamérica: La integración económica posible en el contexto de la apertura. Texto del informe elaborado por el Consultor Alvaro de la Ossa. San José, Costa Rica, julio de 1993, pág. 114.

24 Protocolo al Tratado General de Integración Económica Centroamericana (Protocolo de Guatemala). Guatemala, 29 de octubre de 1993.

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incluye señalizaciones específicas respecto de los instrumentos que los países centroamericanos prevén implementar. Entre ellos se encuentra la conformación de la Zona de Libre Comercio, el compromiso de constituir una Unión Aduanera y de perseguir la obtención de la libre movilidad de los factores productivos, avanzar hacia la integración monetaria y financiera, diseñar políticas en los sectores agropecuario, industrial y de servicios, entre los principales, y la adopción de políticas a seguir en sus relaciones frente a terceros países.

De la lectura del Protocolo de Guatemala resulta claro que si bien los países miembros del Mercado Común Centroamericano han ratificado la decisión de intensificar sus relaciones recíprocas, ya expresada en oportunidades anteriores, se reservan la posibilidad de encarar, paralelamente a la integración, estrategias para establecer relacionamientos con otros países.25 En el Protocolo de Guatemala esa intención se explicita en el artículo 12 en el cual se señala que los Estados Partes podrán negociar unilateralmente con terceros países con la condición de que informen previamente de su intención al Comité Ejecutivo de Integración Económica y acuerden un mecanismo de coordinación e información sobre los avances de las negociaciones y que el resultado de dichos acuerdos respeten los compromisos contraídos por el Protocolo.

El Protocolo revela que los países centroamericanos han recogido la experiencia de períodos anteriores del proceso de integración. De allí que no incluya cláusulas relativas a plazos estrictos para el cumplimiento de los objetivos que en el mismo se establecen; éstos son generales y los compromisos sumamente flexibles. Es así como se expresa que la Unión Económica Centroamericana -objetivo sin duda ambicioso- se alcanzará de manera voluntaria, gradual, complementaria y progresiva... ".26 Ello despeja del horizonte eventuales situaciones desfavorables que podrían

25 Véase en el capítulo III referencias sobre los Acuerdos suscritos con México y con Colombia y Venezuela. Asimismo, sobre las gestiones encaradas con los Estados Unidos con miras a suscribir, eventualmente, un acuerdo de libre comercio con ese país o para adherir al TLCNA.

26 Protocolo de Guatemala, Título II, art. 1°.

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surgir en los casos en que no fuere factible cumplir metas para las cuales se establecieran con precisión fechas y/o niveles cuantitativos referidos, por ejemplo, a la Unión Aduanera o a la armonización de las políticas económicas en cada uno de los distintos campos.

Pero, cabe reconocerlo, esa misma laxitud -que está presente en varias partes del Protocolo- podría llegar a convertirse en un freno que retardase el logro de estadios cada vez más avanzados de integración cuya culminación, como lo expresa el propio Protocolo, es la Unión Económica Centroamericana.

El giro ya observado en años anteriores en la estrategia de desarrollo de los gobiernos centroamericanos vuelve a reflejarse en el Protocolo de Guatemala en el que se destaca el objetivo central de lograr la transformación y modernización de las estructuras productivas, sociales y tecnológicas de los países del MCCA, a fin de elevar la competitividad y lograr una eficiente inserción de los países de la región en la economía mundial.27 Así, pues, en el Protocolo se expresa la intención de los gobiernos signatarios de estabilizar las economías mediante la aplicación de medidas macroeconómicas congruentes y convergentes y mejorar las condiciones de acceso a los mercados internacionales.'

Por otra parte, aún dentro de una enunciación laxa de objetivos y metas, el Protocolo incorpora aspectos que no habían tenido cabida suficientemente explícita -o, simplemente, no habían sido considerados-en acuerdos anteriores. Tales por ejemplo, lo que se refieren a los servicios, la armonización de legislaciones para el libre ejercicio de las profesiones universitarias, el aprovechamiento de los recursos humanos y su capacitación, la incorporación de la ciencia y la tecnología al proceso

27 Ibídem, arts. 3 y 4.

28 Ibídem, arts. 3, 4, 11, 21, 22, 24, 28 y 32.

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productivo 29 , el desarrollo sostenible y la preservación de los recursos naturales del área."

La preocupación por el bienestar de los habitantes de los países miembros del Mercado Común y la equidad distributiva se halla también reflejada entre los enunciados del Protocolo.'

29 Aun cuando debe considerarse que el Instituto Centroamericano de Investigación y Tecnología Industrial (ICAITI) ha llevado a cabo desde sus inicios una destacable tarea en el campo del desarrollo y aplicación de tecnologías en Centroamérica.

3° Protocolo, arts. 31 a 35.

31 Ibídem, art. 3.

129

CAPITULO II: LA REORGANIZACION DEL SISTEMA DE 1NTEGRACION EN CENTROAMERICA

Con la suscripción del Protocolo de Tegucigalpa a la Carta de la ODECA32 se inició el reordenamiento institucional del proceso de integración centroamericano.

El Protocolo de Tegucigalpa dio origen al Sistema de Integración Centroamericana (SICA) cuya Secretaría General, tal como se había previsto, entró en funciones el 1° de febrero de 1993 en la ciudad de San Salvador. La Secretaría coordina las labores que llevan a cabo el Parlamento Centroamericano (PARLACEN), la SIECA y la Corte Centroamericana de Justicia, además de una quincena de otras instituciones que tienen competencia en distintas áreas.

Con el objeto de garantizar la seguridad jurídica de los actos administrativos de los órganos del SICA, su Secretaría General elevó un proyecto de Reglamento de Actos Institucionales del Sistema que presentó a la consideración de los presidentes centroamericanos. 33

El reordenamiento institucional del Sistema de Integración Centroamericana se completó en 1993, al firmarse el Protocolo de

32 Protocolo Adicional a la Carta Constitutiva de la Organización de los Estados Centroamericanos (ODECA). Tegucigalpa (Honduras), 13 de diciembre de 1991. Véase detalle de ese Protocolo en 1NTAL El Proceso de Integración en América Latina y el Caribe en 1991, Buenos Aires, 1992.

33 Agenda de Guatemala. XIV Reunión Cumbre de Presidentes Centroamericanos. Guatemala 27, 28 y 29 de octubre de 1993.

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Guatemala,' el que, entre otras decisiones fundamentales, establece el Subsistema de Integración Económica Centroamericana." El Subsistema implica la creación de nuevos órganos y la readecuación de otros ya existentes a fin de hacerlos funcionales a los objetivos sancionados en el mismo Protocolo y a las condiciones de la etapa actual del proceso de integración. El nuevo esquema, que confirma y complementa lo decidido por el Protocolo de Tegucigalpa, establece los órganos de subsistema, a saber: 36

• el Consejo de Ministros de Integración Económica,' • el Consejo Intersectorial de Ministros de Integración Económica; • el Consejo Sectorial de Ministros de Integración Económica;" y • el Comité Ejecutivo de Integración Económica.'

34 Protocolo al Tratado General de Integración Económica Centroamericana (Protocolo de Guatemala), Guatemala, 29 de octubre de 1993. Véase su texto completo en Integración Latinoamericana N°196, Buenos Aires, diciembre de 1993.

35 Ibídem, Título IV, Capítulo I.

36 Ibídem, art. 37

37 Formado por los Ministros de los Gabinetes Económicos y los Presidentes de los Bancos Centrales de los países centroamericanos. Se denominará también Gabinete Económico Centroamericano. (Protocolo, art. 38). Si un Estado Parte no tuviere Banco Central, la designación recaerá en el titular de la entidad bancaria estatal que ese Estado designe.

38 El Consejo Sectorial de Ministros de Integración Económica está integrado por la Reunión de Ministros por ramo. Entre otros, son partes del mismo el Consejo Monetario Centroamericano y los Consejos de Ministros de Hacienda o Finanzas, de Economía, de Comercio, de Industria, de Infraestructura, de Turismo y Servicios. (Protocolo, art. 41).

39 El Comité Ejecutivo de Integración Económica estará conformado por un Representante Permanente titular y un alterno nombrados por el Gabinete Económico de cada uno de los países Centroamericanos. (Protocolo, art. 42)

131

Además de los órganos principales, el Subsistema de Integración cuenta con órganos técnico-administrativos e institucionales. Los órganos técnico-administrativos son: la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA), la Secretaría del Consejo Agropecuario Centroamericano (SCA),4° la Secretaría del Consejo Monetario Centroamericano (SCMCA)4I y la Secretaría de Integración Turística Centroamericana (SITCA).

Las instituciones son: el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el Instituto Centroamericano de Administración Pública (ICAP) y el Instituto Centroamericano de Investigación y Tecnología Industrial (ICAITI).

Forma parte también del Subsistema el Comité Consultivo de Integración Económica (CCIE), de conformidad a lo dispuesto en el artículo 12 del Protocolo de Tegucigalpa.

La formulación de las propuestas de políticas generales y directrices fundamentales del Subsistema de Integración Económica Centroamericana, que serán sometidas a la aprobación de la Reunión de Presidentes Centroamericanos, es responsabilidad del Consejo de Ministros de Integración Económica.' El Consejo de Ministros tendrá además a su cargo la coordinación, armonización, convergencia o unificación de las políticas económicas de los países.'

4° El Consejo Agropecuario Centroamericano se integra con los Ministros de Agricultura o la autoridad competente de los países del Istmo y estará encargado de proponer y ejecutar las acciones necesarias conducentes a conformar secciones, programas y proyectos regionales en el campo agropecuario, forestal y pesquero. (Protocolo, art. 45)

41 El Consejo Monetario Centroamericano está integrado por los Presidentes de los Bancos Centrales. (Protocolo, art. 47)

42 Ibídem, art. 39.

43 Ibídem, art. 38.

132

Por su parte, cada Consejo Sectorial tratará los temas específicos que le correspondan de conformidad a su competencia con el objeto de coordinar y armonizar sectorialmente sus acciones.

Al Comité Ejecutivo de Integración Económica le corresponde aprobar los planes, programas y proyectos, así como adoptar los actos administrativos que se requieran para ejecutar las decisiones del Consejo de Ministros de Integración Económica.

Dentro del nuevo ordenamiento la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA) servirá de enlace de las acciones de las otras Secretarías del Subsistema Económico y tendrá a su cargo, asimismo, la coordinación de la Secretaría General del Sistema de Integración Centroamericana (SICA). En el futuro, la SIECA verificará que a nivel regional se aplique de manera correcta el Protocolo de Guatemala y los demás instrumentos jurídicos de la integración económica regional y que se ejecuten las decisiones de los órganos del Subsistema Económico. Realizará también los trabajos y estudios que los órganos del Subsistema Económico le encomienden y tendrá capacidad de propuesta en lo relacionado con la integración económica.

El Consejo Monetario Centroamericano propondrá y ejecutará, de conformidad con su acuerdo constitutivo, las acciones necesarias para lograr la coordinación, armonización, convergencia o unificación de las políticas monetarias, cambiadas, crediticias y financieras de los países del Istmo.

El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el Instituto Centroamericano de Administración Pública (ICAP) y el Instituto Centroamericano de Investigación y Tecnología Industrial (ICAITI), tomarán en cuenta, al formular sus políticas, planes y proyectos, los objetivos y principios establecidos en el Protocolo de Tegucigalpa, en el Protocolo de Guatemala y en las políticas y directrices regionales adoptadas en el Subsistema de Integración Económica Centroamericana, pero conservarán su plena autonomía funcional.

Los órganos e instituciones del Subsistema de Integración Económica Centroamericana serán asesorados por el Comité Consultivo de la Integración Económica (CCIE). Este ultimo se integrará con

133

representantes del sector privado, será organizado regionalmente y actuará a instancia de los órganos o instituciones del subsistema para evacuar consultas sobre determinados asuntos de integración económica, o por iniciativa propia para emitir opinión ante ellos."

Podrán ser miembros del Comité Consultivo las fuerzas vivas organizadas regionalmente que reúnan, entre los principales, los siguientes requisitos

a) Realicen sus actividades en alguno de los siguientes sectores: económico, social, cultural, medio ambiente;

b) Tengan carácter regional centroamericano. c) Representen a un considerable número de personas asociadas en

el sector concreto en que ejerza sus funciones.

La Secretaría de la SICA ha señalado a título de ejemplo los organismos que, en principio, podrían integrar el Comité Consultivo, entre los que se encuentran:"

• Federación de Entidades Privadas de Centroamérica y Panamá (FEDEPRICAP).

• Federación de Cámaras de Industrias de Centroamérica (FECAICA).

• Federación de Cámaras de Comercio del Istmo Centroamericano (FECAMCO).

• Federación de Cámaras y Asociaciones de Exportadores de Centroamérica y el Caribe (FECAECA).

" Protocolo, artículo 49.

45 SICA. Bases de Integración del Comité Consultivo del Sistema de la Integración Centroamericana (Memoranduni explicativo). San Salvador, El Salvador, 27 de agosto de 1993.

46 Ibídem.

134

• Confederación de Trabajadores de Centroamérica y las Antillas (CTCA).

• Confederación Centroamericana de Trabajadores (CCT).

• Confederación Centroamericana de Organizaciones Privadas de Desarrollo (CONCADE).

• Concertación Centroamericana de Organismos de Desarrollo (CONCERTACION CENTROAMERICANA).

• La Federación de Municipios del Istmo Centroamericano (FEMICA).

• Confederación Universitaria Centroamericana (CSUCA).

• Asociación de Universidades Privadas de Centroamérica y Panamá (AUPRICA).

• Asociación Consejo Interamericano de Solidarismo (CIS), Capítulo Centroamericano.

• Confederación de Cooperativas del Caribe y Centroamérica (CCC-CA).

• Confederación Centroamericana de Trabajadores de la educación y la Cultura (CONCATEC).

• Consejo Mundial de Pueblos Indígenas (CMPI), Capítulo Centroamericano.

• Federación Centroamericana de Transportes.

La Secretaría General del Sistema de la Integración Centroamericana (SG-SICA) asumió la responsabilidad de convocar a estas organizaciones para constituir una Comisión preparatoria con el fin de elaborar el proyecto de Reglamento.

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CAPITULO III: LOS RELACIONAMIENTOS EXTERNOS DE LOS PAISES DEL MCCA

En el marco estratégico definido por los países del Mercado Común Centroamericano a partir de la Declaración de Antigua, de 1990, y del Plan de Acción Económica de Centroamérica (PAECA) adoptado en la misma oportunidad, ha sido constante la búsqueda e intensificación de relacionamientos con terceros países, parí passu el fortalecimiento del proceso de integración. Los acuerdos celebrados con México y Venezuela, las negociaciones con este último país y con Colombia con miras a constituir una Zona de Libre Comercio, la manifestación de interés que los presidentes centroamericanos expresaron al presidente de los Estados Unidos de adherir al TLNA, los contactos mantenidos con los países de la Comunidad del Caribe (CARICOM), son hechos que ratifican aquella intención.

a. Relaciones con México

Las iniciativas para establecer vínculos de cooperación e integración económica con México partieron de los Acuerdos de Tuxtla Gutiérrez, de 1991.47

A esos acuerdos siguió el suscrito en 1992 " por el que se prevé: (i) fortalecer las relaciones económicas y comerciales estableciendo

47 Véase Acta de los Jefes de Estado de las Repúblicas de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua y los Estados Unidos Mexicanos, Tuxtla Gutiérrez, México, 11 de enero de 1991, y Acuerdo General de Cooperación entre los gobiernos de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua y el gobierno de los Estados Unidos Mexicanos.

48 Acuerdo Marco Multilateral para el Programa de Liberalización Comercial entre los gobiernos de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Nicaragua. Managua, Nicaragua, 20 de agosto de 1992.

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gradualmente una zona de libre comercio que se espera alcanzar a más tardar el 31 de diciembre de 1996, (ii) incrementar y diversificar el comercio recíproco, (iii) desarrollar acciones para aumentar sostenidamente la oferta exportable de los países centroamericanos, (iv) coordinar y complementar las actividades económicas, y (y) estimular las inversiones encaminadas a un aprovechamiento intensivo de los mercados y de la capacidad competitiva de los países firmantes en el intercambio mundial (artículo 1°).

El Acuerdo incluye, además, disposiciones relacionadas al rechazo del dumping y el comercio desleal, la eliminación de subsidios a la exportación y el establecimiento de un régimen de salvaguardia (arts. 3 y 4), en tanto que otras materias se refieren a tributación interna y la solución de controversias. (Arts. 6° y 7°).

En el hecho, las negociaciones para implementar el Acuerdo se han ido desarrollando, por un lado, entre México y el Grupo formado por Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua y, por el otro, entre México y Costa Rica.' Los países centroamericanos intercambian información sobre la marcha de sus respectivas negociaciones ya que consideran necesaria la unificación y armonización de sus posiciones en cuanto hace a la práctica y experiencias que se derivan de esas negociaciones.'

Por otra parte, el gobierno mexicano y los centroamericanos suscribieron un convenio de cooperación técnica por el cual el primero prestará cooperación en diversos campos con el fin de colaborar en el impulso al desarrollo y la integración centroamericana así como en la intensificación de las relaciones entre ambas partes. 5'

49 En enero de 1994, estos dos últimos países reanudaron las negociaciones que habían iniciado tres años antes. El 3 de marzo (le 1994 se llegó a un acuerdo definitivo que debe entrar en vigor el 1° de enero de 1995.

5° SIEGA. Boletín Informativo. Centroamérica, junio-julio de 1993.

51 En el capítulo XI de esta Sección se dan detalles del contenido de ese Acuerdo.

137

b. Relaciones con Venezuela y Colombia

En Abril de 1991 los países centroamericanos suscribieron con Venezuela un Convenio marco destinado a iniciar negociaciones con miras a establecer entre las partes una zona de libre comercio.'

Posteriormente Colombia, que a su vez tiene un Acuerdo de Libre Comercio con Venezuela, entró a formar parte de las negociaciones. Resultado de las mismas fue el acuerdo que los dos países sudamericanos suscribieron con los países del Mercado Común Centroamericano, en febrero de 1993 53 , que tiene por objetivos:

i) Intensificar las relaciones económicas y comerciales e impulsar su complementación económica.

ii) Crear una zona de libre comercio.

El libre comercio se irá alcanzando mediante la implementación de un Programa de Liberación Comercial, que se basará en el principio de "reciprocidad asimétrica" de modo de permitir a los Países Centroamericanos avanzar hacia el libre comercio según sus propias condiciones.

El programa de liberación -que se preveía establecer antes del 30 de junio de 1993-, comprende:

• Productos que serán objeto de desgravación inmediata, la que rige a partir de la fecha de iniciación del Acuerdo.

52 Bases para un Acuerdo Marco sobre Comercio e Inversión entre la República de Venezuela y las Repúblicas de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. San Salvador, el Salvador, 16 de julio de 1991.

53 Acuerdo sobre Comercio e Inversión entre las Repúblicas de Colombia y Venezuela y las Repúblicas de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. Caracas, Venezuela, 12 de febrero de 1993.

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• Productos que serán desgravados en tres años por Colombia y Venezuela y en cinco años por los países centroamericanos.

• Productos que serán desgravados en cinco años por Colombia y Venezuela y en diez años por Centroamérica.

• Productos incluidos en una lista especial, en un número reducido, cuya desgravación tendrá un plazo más largo, el que será objetó de negociación.

En lo relacionado con las inversiones, en el Acuerdo se señala que cada país dará un trato no menos favorable que el que brinda a sus propios inversionistas o a las provenientes de un tercer país (art. 21) y considera la creación de un fondo especial, por parte de Colombia y Venezuela, destinado a ejecutar proyectos productivos en los países firmantes.

Otras de las principales disposiciones del Acuerdo son el mejoramiento de los servicios de transporte, de modo de facilitar el intercambio entre los países centroamericanos y Colombia y Venezuela, y medidas de promoción comercial para potenciar el programa de liberación.

Las negociaciones realizadas en 1993 se centraron en la definición más precisa del programa de liberación.

En el mes de junio Venezuela ofreció la desgravación inmediata para el 76 por ciento de la oferta exportable centroamericana y Colombia el 90 por ciento mientras que Centroamérica ofreció una reducción para el 20 por ciento de productos de los dos países andinos. Más tarde, venezuela y Colombia disminuyeron su oferta al 53 por ciento y el 51 por ciento, respectivamente, en tanto que los países centroamericanos ampliaron su oferta al 45 por ciento. Por otra parte, Colombia y Venezuela propusieron definir una franja de precios que permitiera fijar aranceles complementarios a más de 100 productos procedentes del istmo mientras que los países centroamericanos solicitaron hacer lo mismo con solamente

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cuatro productos de los países sudamericanos.54

Hacia la finalización del año no se había alcanzado aún consenso sobre aspectos específicos del programa de liberación, en tanto que lo referido a las normas de origen es otro aspecto que ha retardado la suscripción definitiva del convenio.

c. Relaciones con los Estados Unidos

Los países del Mercado Común Centroamericano han manifestado su disposición en adherir al Tratado de Libre Comercio de Norteamérica - TLCNA- (NAFTA en su sigla inglesa)."

La eventual adhesión a ese esquema de integración y, particularmente, un eventual acuerdo con los Estados Unidos para establecer una Zona de Libre Comercio presenta potenciales ventajas y, a la vez, encierra peligros que están siendo analizados tanto por la CEPAL como por los gobiernos centroamericanos o La Secretaría Permanente del Tratado General de Integración Centroamericana (SIECA).

Una evaluación preliminar de las consecuencias probables de la vigencia del TLC para los países centroamericanos fue realizada por la SIECA. 56

54 Declaraciones del ministro de el Salvador al diario La República, 7 de diciembre de 1993. Algunas referencias al curso de las negociaciones entre Centroamérica, Colombia y Venezuela se hallan en el Boletín Informativo de la S1ECA de junio-julio de 1993.

55 Así lo expresaron en nota enviada al presidente de los Estados Unidos. Ver Relatoria General de la XIV Cumbre de Presidentes (le Centroamérica. Guatemala, Guatemala, 27-29 de octubre de 1993.

56 "Apreciaciones preliminares del efecto del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica para Centroamérica". Versión preliminar, SIEGA, 1993. (Citado en "El Tratado de Libre Comercio de América del Norte". Boletín Informativo del Banco de Guatemala. Año V, N° 101, 31 de diciembre de 1993).

140

En las conclusiones que la SIECA plantea a modo de recomendación, se señala que los países centroamericanos deberán diseñar una estrategia de negociaciones con los países miembros del TLCNA de modo de preservar las condiciones de acceso que gozan en esos mercados por aplicación de otros acuerdos e iniciativas.

Específicamente, en cuanto a los productos agrícolas, se han detectado algunos en los que Centroamérica y México compiten como abastecedores del mercado norteamericano. De allí que si, en el marco de las negociaciones propuestas por la SIECA, los países centroamericanos lograsen una mejoría en el acceso al mercado mexicano, tal acceso podría llegar a compensar una posible desviación de comercio, para lo cual se exigiría que la eficiencia de los exportadores centroamericanos igualasen, al menos, la correspondiente de los exportadores mexicanos."

La misma prevención que se observa respecto de los productos agrícolas se manifiesta en lo que se refiere a los productos textiles, respecto de los cuales la situación sería aún más difícil dado que México supera las ventajas que, en ese sector, presentan los países centroamericanos. Por lo tanto, se especula que las preferencias de los importadores norteamericanos de estos productos se orientarán hacia los provenientes de México.

Un segundo aspecto al que justificadamente se atribuye elevada importancia es el que se refiere al posible desplazamiento de las inversiones por los incentivos que presenta México como consecuencia de las condiciones negociadas en el marco del TLCNA."

Las máximas autoridades de los países centroamericanos han llevado a cabo gestiones orientadas a prevenir las posibles consecuencias negativas que sobrevendrían para los mismos como consecuencia de la vigencia

57 Ibídem

58 Diario el Gráfico, Suplemento Económico, 29 de setiembre de 1993, Guatemala, citado en "El Tratado de Libre Comercio de América del Norte". Boletín Informativo del Banco de Guatemala. Año V, N° 101, 31 de diciembre de 1993.

141

plena del TLCNA.59 Entretanto, han planteado la necesidad de que se equiparen los beneficios de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe con los que se desprenden del TLCNA.

Las exportaciones centroamericanas ingresan actualmente al mercado estadounidense al amparo de tratamientos preferenciales otorgados por el SGP y la Iniciativa para la Cuenca del Caribe o están sujetas a un tratamiento no discriminatorio (de nación más favorecida). Con la entrada en vigencia del TLC de América del Norte se plantea la posibilidad de una desviación del comercio y de las inversiones en detrimento de Centroamérica, como consecuencia de la erosión de las preferencias o de un tratamiento menos favorable para los productos centroamericanos que no las tienen.6°

La SIECA y la Secretaría de la CARICOM elaboraron un documento a fin de estimar los efectos que podría tener el TLCNA en los países de la Cuenca del Caribe. Acordaron asimismo proponer, en sus respectivos ámbitos, una estrategia conjunta de los países beneficiarios de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe que tome en cuenta:

i) La necesidad de evitar que los productos que actualmente disfrutan de trato preferencial en el marco de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe queden en desventaja como consecuencia de la entrada en vigor del TLCNA;

ii) Que los productos procedentes de los países de la Cuenca del Caribe que no gozan de trato preferencial no sean desplazados por los provenientes de otros países firmantes del TLCNA;

59 Los presidentes centroamericanos se reunieron con el presidente de los Estados Unidos en el mes de noviembre de 1993, en cuya oportunidad el tema señalado ocupó un lugar preferencial de la agenda de la reunión. La intención de los países centroamericanos de iniciar consultas con miras a ingresar al mercado ampliado del TLCNA fue también objeto de los temas tratados.

60 CEPAL. Opciones para una estrategia de negociaciones comerciales externas de Centroamérica. LC/MEX/R.400 -1 de abril de 1993, págs. 9/10.

142

iii) Una justificación de la necesidad de contar con un período de transición que permita a los países de ambos esquemas de integración completar sus reformas económicas y de ajuste estructural, condición que se requiere para obtener recursos financieros para la expansión del comercio con los Estados Unidos.61

Lo señalado ilustra acerca del análisis detenido que requiere la estrategia de formación de una zona de libre comercio con los Estados Unidos o, en un sentido más amplio, una adhesión al TLCNA. Además de las consideraciones que realiza la SIECA en el documento citado, la CEPAL ha planteado algunas alternativas al respecto. Según la CEPAL la estrategia de negociación comercial con los Estados Unidos pueden orientarse en dos direcciones: por una parte, la revisión de la Iniciativa para la Cuenca del Caribe; por otra, la adhesión al TLC de América del Norte.62

La primera opción implicaría ampliar la ICC de modo tal que cubriera aquellos productos centroamericanos que actualmente pagan aranceles en los Estados Unidos, así como los productos y servicios en los que Centroamérica tuviese una desventaja con México como consecuencia de normas y disposiciones no arancelarias del TLCNA. Para los países centroamericanos esta opción implica estar preparados para enfrentar crecientes exigencias de reciprocidad.

La segunda opción pareciera enfrentar, en relación con la anterior, las siguientes dificultades:

• Ausencia de un marco institucional y de una definición política en Estados Unidos de América que permita plantear esta posibilidad de negociación en el futuro ,cercano.

61 Ver anexo 111 del Informe de la Segunda Reunión entre la Secretaría de CARICOM y la SIECA. (Versión Preliminar). Guatemala, Guatemala, 15 y 16 de febrero de 1993.

62 CEPAL. Documento citado, pág. 10.

143

• Mayor reciprocidad y exigencias de condicionalidad muy superiores, cuyo cumplimiento tomaría más tiempo.63

La negociación en procura de una adhesión al TLCNA presenta, según la CEPAL 64 , dos cuestiones de procedimientos importantes que no se han resuelto en el marco de las políticas de los Estados Unidos, las que se refieren a los medios en los cuales enmarcar las negociaciones y a la forma que adquirirían las mismas.

La propia CEPAL sugiere que una posibilidad podría consistir en enfatizar la importancia de la integración subregional entre los países de América Latina y el Caribe por medio de negociaciones con los grupos de países que han logrado mayor progreso en el establecimiento del libre comercio entre sus miembros. Como alternativa plantea la posibilidad de que cada país negocie con los Estados Unidos y que se favorezcan a los socios comerciales que individualmente hayan logrado un mayor progreso en materia de reformas económicas, nacionales e internacionales.65

d. Relaciones con la Comunidad del Caribe (CARICOM)

Los países del Mes cado Común Centroamericano y los de la Comunidad del Caribe (CARICOM) crearon el año anterior el Foro Consultivo CARICOM/Centroamérica como mecanismo para facilitar el proceso de consultas a fin de apoyar la intensificación de las relaciones comerciales y las inversiones entre ambas áreas.

63 Ibídem, págs. 10/11.

64 CEPAL. Algunas consideraciones sobre las opciones de Centroamérica en sus relaciones comerciales con los Estados Unidos. LC/MEX/R.405 -6 de mayo de 1993, pág. 21.

65 Ibídem

144

En la segunda Conferencia Ministerial de la CARICOM, celebrada en el mes de mayo de 1993, se ratificaron aquellos objetivos y se avanzó en la definición de metas en diferentes planos, a la vez que se acordó:'

a) Sostener reuniones a nivel técnico entre ambas subregiones, dos veces al año.

b) Continuar con los programas de cooperación en el área de intercambio de información y estadísticas en los campos de integración, intercambio comercial, promoción del comercio y del turismo, realización de ferias comerciales, exposiciones y reuniones de negocios y aumentar las relaciones económicas comerciales entre ambas subregiones y con terceros mercados.

c) Apoyar el sostenimiento de seminarios y talleres a nivel empresarial de manera que las oportunidades del comercio, inversión y coinversión puedan ser identificadas por los agentes económicos de ambas subregiones.

d) Formar un grupo de expertos con la participación del sector privado que estudiaría y presentaría propuestas viables sobre transporte, especialmente marítimo, con el propósito de aumentar y fomentar los lazos de intercambio entre ambas subregiones.

e) Adoptar acciones coordinadas con el fin de preservar y mejorar las condiciones de acceso de sus exportaciones al mercado de los Estados Unidos.

66 Segunda Conferencia Ministerial de la Comunidad del Caribe (CARICOM) y Centro América, Kingston, (Jamaica), 28 y 29 de mayo de 1993.

145

CAPITULO IV: LIBERACION DEL COMERCIO INTRACENTROAMERICANO Y ADOPCION DEL ARANCEL EXTERNO COMUN

1. Liberación del comercio

a. Disposiciones y acciones adoptadas

Los países de Mercado Común Centroamericano continuaron avanzando en el camino iniciado en 1992 cuando varios de ellos firmaron acuerdos para establecer Zonas de Libre Comercio.67 A esos acuerdos bilaterales suscritos por los países del Triángulo del Norte se agregó posteriormente el acuerdo trilateral suscrito por El Salvador, Guatemala y Honduras," en mayo de 1992, por el cual los tres países ratificaron su decisión de constituir, en el menor plazo, una Zona de Libre Comercio y crear entre ellos una Unión Aduanera.

En 1993, los países firmantes del Acuerdo de Nueva Ocotepeque y Nicaragua se comprometieron a admitir, en sus respectivos territorios, el libre comercio irrestricto de las mercancías para las que se otorga el mismo tratamiento en el Tratado de Integración Económica

67 Acuerdo de Libre Comercio e Integración Económica entre las Repúblicas de Guatemala y El Salvador. Guatemala (Guatemala), 17 de marzo de 1992; Acuerdo de Libre Comercio, Inversión e Integración Económica entre las Repúblicas de Guatemala y Honduras, Guatemala, 28 de abril de 1992; y Acuerdo de Libre Comercio, Inversión e Integración Económica entre El Salvador y Honduras, San Salvador, El Salvador, 12 de mayo de 1992.

68 Acuerdo de Nueva Ocotepeque sobre Comercio e Inversión firmado por los presidentes de El Salvador, Guatemala y Honduras. Nueva Ocotepeque, Honduras, 12 de mayo de 1992.

146

Centroamericana,69 constituyendo así el Grupo CA-4. De tal modo, estos cuatro países lideran el proceso de liberación de comercio en el marco del Mercado Común Centroamericano.

Como consecuencia, a la fecha son pocos los productos que no gozan de libre comercio entre los países de la región. En el mes de octubre el Consejo Ejecutivo Centroamericano, integrado por los viceministros de Economía del área, acordó la reducción a sólo cuatro el número de productos que se encuentran en tal situación (petróleo, harina, azúcar y café en grano).

La harina quedó en la lista por gozar su materia prima, el trigo, de un tratamiento muy diferenciado en cada uno de los países, lo cual no permite de momento una comercialización abierta. El azúcar y el café se incluyeron por considerarse productos muy sensibles en la economía de todos los países miembros de la región en tanto que, en relación con los derivados del petróleo, Guatemala, Honduras y El Salvador acordaron exceptuar la comercialización de asfalto entre los tres países.'

Por otra parte, Costa Rica abolió las cuotas restrictivas que había establecido para algunos productos nicaragüenses y Honduras eliminó la mayoría de sobretasas a las importaciones de los países centroamericanos, aunque persisten algunas restricciones de otro tipo. Así, por ejemplo, al mes de octubre de 1993 todos los países requerirían certificado fitosanitario y para determinados productos algunos países exigían licencias o permisos de importación o aplicaban sobretasas impositivas.'

69 Acuerdo de Managua suscrito por los presidentes de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. Managua, Nicaragua, 22 de abril de 1993.

70 Agenda de Guatemala. XIV Reunión Cumbre de Presidentes Centroamericanos. Guatemala, 27, 28 y 29 de octubre de 1993 y declaraciones del viceministro de Economía de Guatemala al diario Prensa Libre, Guatemala, 9 de octubre de 1993.

71 SIECA. Estado de avance de los mandatos de los gabinetes económicos de los países del Istmo centroamericano. Octubre de 1993, pág. 5.

147

Con respecto a los productos del sector agropecuario existe la firme voluntad de los países del Grupo CA-4 de alcanzar el libre comercio de los insumos que el mismo requiere entre los países que lo constituyen.72 Estos países expresaron, además, que es necesario continuar eliminando paulatinamente los obstáculos que quedan al libre comercio de bienes y servicios así como a la libre movilidad de bienes y personas. De hecho, desde el mes de abril de 1993 opera una Zona de Libre comercio entre esos cuatro países que abarca 1500 productos a los que se aplican reglas comunes de origen y sobre prácticas comerciales desleales.' Esos mismos países suscribieron, en el mes de agosto, un acuerdo para liberar el comercio recíproco de alimentos y medicamentos.74

En la aplicación de las tarifas aduaneras y derechos arancelarios ha comenzado a aplicarse el Sistema Arancelario Centroamericano (SAC). En rigor, éste no se trata de un instrumento nuevo sino que, más bien, representa el elemento fundamental del Arancel Centroamericano de Importación. El reemplazo del NAUCA 11 por el SAC se explica por la necesidad de utilizar una nomenclatura moderna y de vigencia universal dentro de los esquemas existentes de clasificación para el intercambio comercial en los mercados internacionales.'

72 Declaración Conjunta de los Presidentes de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, miembros del Grupo CA-4. San Salvador, El Salvador, 27 de agosto de 1993 y Declaración Conjunta de los Presidentes de los países miembros del CA-4. Santo Tomás, Escuintla, Guatemala, 21 de setiembre de 1993.

73 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Desarrollo reciente de los Procesos de Integración en América Latina y el Caribe. (Doc. LC/R.1381), 5 de mayo de 1994.

74 Declaración Conjunta de los Presidentes de el Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, miembros del Grupo CA-4, citada.

75 Véase "Reactivación del comercio intrarregional en el marco de la integración centroamericana". Boletín Informativo del Banco de Guatemala, 30 de noviembre de 1993.

148

El establecimiento del SAC tiende a facilitar las estadísticas de comercio exterior y la identificación precisa de las mercancías sujetas a intercambio, gracias a una codificación estándar de seis dígitos. La configuración del SAC se basa en la nomenclatura internacional denominada "Sistema Armonizado de Designación y Codificación de Mercancías", más conocida como "Sistema Armonizado", que fue creado en junio de 1983. Su utilización generalizada a nivel internacional ha sido ampliamente promovida por el GATT al cual se han incorporado todos los países centroamericanos, con la excepción de Honduras, cuyo proceso de adhesión se encuentra muy avanzado.

Por otra parte, el Protocolo del Tratado General de Integración incorporó los instrumentos siguientes:

• Reglamento sobre el Origen Centroamericano de las mercancías;

• Nuevo formato del Formulario Unico Aduanero; • Reglamento sobre Comercio Desleal y Cláusula de

Salvaguardia; y • Protocolo de Modificación del Código Aduanero Uniforme

Centroamericano.

h. La facilitación del tránsito intracentroamericano

Junto con las restricciones arancelarias y no arancelarias que impedían un flujo libre de comercio entre los países del Mercado Común se encuentran las que se producen en las fronteras. Esta es una preocupación que ha llevado a los países de la región a ir adoptando medidas tendientes a eliminar esos factores obstaculizantes, entre los que se encuentra la falta de una homologación en la aplicación de medidas que faciliten el transporte de mercancías. En efecto, no hay coordinación entre funcionarios de los puestos, lo que ha determinado el cumplimiento solamente parcial de las medidas de facilitación acordadas.' Al mes de octubre de 1993 la mayoría de los países no habían enviado aún el informe sobre la situación de los puestos de control (mapa de localización

76 SIECA. Boletín Informativo. Centroamérica, junio-julio 1993.

149

de estaciones de control actuales y futuras, costos de construcción, etc.):"

En cuanto a la Guía de Tránsito Internacional, si bien se la aplica como plan piloto en todos los países de la región y se ha ampliado su utilización a 30 empresas de transportistas, se han detectado problemas para aquellos que no la usan, en tanto que Honduras exige una póliza adicional.78

También en relación con estos aspectos los avances más notorios se han registrado por parte de los países del Grupo CA-4. Guatemala, El Salvador y Honduras liberaron con carácter transitorio el tránsito de mercancías y vehículos automotores de turismo y comerciales, a través de sus fronteras terrestres,79 en tanto que esos mismos países más Nicaragua establecieron ventanillas únicas para efectuar los trámites administrativos del comercio, así como cobros únicos por diversos servicios que se prestan en los puestos fronterizos. Por otra parte, esos países acordaron en el año la unificación de registros de los medicamentos en todos los países del área.8°

77 SIECA. Informe de la Décimocuarta Reunión Ordinaria del Comité de Coordinadores Nacionales de REMITRAN. Versión preliminar. San José, Costa Rica, del 15 al 17 de octubre de 1993.

78 SIECA. Estado de avance de los mandatos de los gabinetes económicos de los países del istmo centroamericano. Octubre de 1993, pág. 3.

79 Resoluciones de la reunión de Presidentes de las Repúblicas de El Salvador, Guatemala y Honduras. Guatemala, 23 de marzo de 1993.

80 La primera parte del acuerdo abarca 54 productos monofármacos producidos en los cuatro países del CA-4. En etapas posteriores, los ministros de salud permitirán la apertura comercial, dentro del CA-4, de otras listas de productos. Ver "Reactivación del comercio intrarregional en el marco de la integración centroamericana". Boletín Informativo del Banco de Guatemala, 30 de noviembre de 1993.

150

2. El Arancel Uniforme Centroamericano de Importación

Los Ministros Responsables de la Integración Económica Centroamericana y Desarrollo Regional y el Consejo Arancelario y Alluanero Centroamericano aprobaron el Arancel Uniforme Centroamericano de Importación, el que entró en vigor el 1 de marzo de 1993 con un piso fiscal del 5% y un techo de 20% . En esa oportunidad se suscribió también el Protocolo que modifica el Convenio sobre el Régimen Arancelario y Aduanero Centroamericano a efecto de adoptar la Nomenclatura del Sistema Armonizado como base de la nomenclatura centroamericana.

El nuevo arancel cuenta con tres partes: la primera contiene la mayoría de los productos para los que se acordó una tarifa uniforme para los cinco países del área; la segunda más reducida, contiene aquellos productos respecto de los que no hubo consenso, por lo que se continuarán las negociaciones hasta acordar para ellos un arancel uniforme; y la tercera contiene rubros respecto de los cuales el Consejo Arancelario y Aduanero Centroamericano autorizó a cada uno de los países su manejo conforme a sus propias necesidades por tratarse de productos que no se producen ni se comercializan en la región."

Al mes de diciembre el Arancel Uniforme Centroamericano había entrado en vigor en tres países y se encontraba pendiente de aplicación en Costa Rica y Guatemala. Nicaragua logró un "waiver" por el cual se le permite aplicar un arancel máximo del 35% en tanto los demás países aplican el arancel máximo acordado del 20% . En diciembre Costa Rica

81 SIECA. Régimen arancelario y aduanero centroamericano en el proceso de integración económica centroamericana. Conferencia preparada por la Licenciada Laura Quinteros de Aguilera, Coordinadora del Programa de Comercio Intrarregional, con ocasión del Seminario sobre el Sistema Arancelario Centroamericano organizado por el Ministerio de Economía de Guatemala. Guatemala, 24 de febrero de 1993.

151

propuso a los demás fijar el tope del AEC en 15% .82 Guatemala, Honduras y Costa Rica aplican aún sobretasas generales a sus importaciones.

Hacia el final del año los países centroamericanos ya habían alcanzado acuerdo sobre el 95% de las partidas del arancel; del restante 5%, el 2% se encontraba aún en proceso de negociación y para el otro 3% se admitían tasas nacionales. 83

Algunos técnicos de la región han señalado que el arancel contiene un número elevado de limitaciones, tanto por la estructura como por su nivel, lo que; a su juicio, hace que resulte poco efectivo, ya sea como instrumento de desarrollo, como factor de negociación externa o para generar ingresos fiscales o atraer inversiones."

Queda por continuar con los esfuerzos para alcanzar una mayor uniformidad en el arancel, para lo cual se ha recomendado avanzar en ese sentido con las tarifas incorporadas en la parte II, facilitar las negociaciones y la uniformidad de los rubros que se incluyen en la parte III y renegociar los niveles arancelarios uniformes ya acordados de conformidad con las políticas de desarrollo sectorial."

En realidad, puede decirse que la región centroamericana se está moviendo de una unión aduanera restringida a una unión aduanera

82 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Desarrollo reciente de los Procesos de Integración en América Latina y el Caribe. (Doc. LC/R.1381), 5 de mayo de 1994.

83 El Sistema Arancelario Centroamericano está constituido por 5641 partidas y comprende cuatro tramos arancelarios de 5, 10, 15 y 20%, respectivamente. Su promedio no ponderado se estima en el 14%.

84 Véase Centroamérica: La integración económica posible en el contexto de la apertura. Texto del informe elaborado por el Consultor Alvaro de la Ossa. San José, Costa Rica, Julio de 1993, pág. 63.

85 Ibídem, págs. 142/143.

152

"perfecta". Para lograr la unión aduanera perfeccionada se requeriría, según el autor citado, cumplir con tres etapas: la primera consistiría en la preparación y consolidación de los acuerdos básicos ya alcanzados; la segunda, en la adopción de los instrumentos y el inicio de su funcionamiento; y la tercera, en la profundización y perfeccionamiento de los acuerdos.'

Para el Grupo CA-4 -Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua- la Unión Aduanera constituye una prioridad y, por lo tanto, se comprometieron a incrementar sus esfuerzos para lograrla.'

86 En la página 112 del informe citado en la nota 84, su autor señala las condiciones que satisfarían esa "unión aduanera perfecta". Cada una de esas etapas sugeridas comprenderían, a su vez, el cumplimiento de una serie de requisitos. Véase Ibídem, págs. 112, y 117 a 120.

87 Declaración Conjunta. de los Presidentes de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, miembros del Grupo CA-4. San Salvador, El Salvador, 27 de agosto de 1993.

153

CAPITULO V: EL COMERCIO INTRACENTROAMERICANO

1. Evolución del intercambio

La recomposición del Mercado Común Centroamericano, en particular a través de medidas de liberación del comercio, se han reflejado en los últimos años en los valores del intercambio que llevan a cabo entre sí los países de la región. Si bien con menor impulso que en los dos años anteriores, en 1993 continuó la tendencia ascendente de ese comercio, iniciada en 1987 al cabo de un prolongado período de deterioro producido como consecuencia de la crisis de la década de 1980.

Las cifras de las exportaciones intra-MCCA experimentaron un incremento del 13.3 por ciento en 1993 para situarse en 1.134 millones de pesos centroamericanos," en tanto que las importaciones intrarregionales lo hicieron el 5.8 por ciento en el mismo año, para sumar 1.127 millones de pesos centroamericanos (Cuadros V-1 y V-2).

La disminución de la tasa de aumento del comercio intracentroamericano en el último año pareciera mostrar que los efectos expansivos de las medidas de reconstitución del Mercado Común, particularmente en cuanto atañe a las medidas de liberación de las barreras al comercio, han ejercido su mayor efecto en los dos años previos y que de aquí en adelante el incremento de ese comercio deberán sustentarse más en el crecimiento de las economías impulsado por un aumento sustancial de las inversiones, ya sea para modernizar las unidades productivas existentes, incorporar actividades adicionales o mejorar la infraestructura; todo ello dando lugar a una mayor eficiencia.

Los niveles absolutos alcanzados en el comercio intrarregional igualaron, prácticamente, a los que ya se habían verificado en 1980, año

88 El peso centroamericano equivale al dólar de los Estados Unidos.

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en el que los países centroamericanos comerciaron entre sí por valor de 2.228,8 millones de dólares, sumadas las exportaciones y las importaciones.89 Esta referencia sirve para mostrar, una vez más, el grado de deterioro que padeció del programa centroamericano de integración, toda vez que se necesitaron ocho años solo para igualar los niveles máximos del intercambio recíproco que los países miembros del Mercado Común habían logrado ya hace trece arios.

El dinamismo del comercio intracentroamericano ha dado lugar a un aumento consiguiente de su proporción respecto del comercio total de los países del Mercado Común, la que se ubicó en el último año en el 15.6 por ciento, pero que, aún así, es inferior a las que se habían alcanzado desde 1980 -la más elevada de la historia del Mercado Común- a 1982.9°

Consideradas de manera independiente, las exportaciones intracentroamericanas muestran, como proporción de las totales, una recuperación sostenida desde el mínimo de 10.7 por ciento, alcanzado en 1986, hasta el 22.3 por ciento del último año.

En tanto, para el conjunto de los países y la proporción de las importaciones intracentroamericanas respecto de las totales llegaron al 12,1 por ciento en 1993, lo que expresa que el ritmo de esa corriente de comercio superó, aunque moderadamente, a las importaciones totales centroamericanas realizadas desde 1986 a la fecha.'

La circunstancia de que en un escenario de apertura generalizada la proporción de las importaciones intracentroamericanas haya sido en los

89 Véanse cifras de ese comercio en el informe del 11VTAL El Proceso de Integración en América Latina en 1989. Buenos Aires, mayo de 1990, págs. 134/135

9° Ver IIVTAL. El Proceso de Integración en América Latina en 1989. Buenos Aires, mayo de 1990, página 134, y los cuadros 1 y 2.

91 En otras palabras, la apertura de las economías frente a terceros países ha determinado un incremento de menor ritmo que las importaciones desde los países del Mercado Común.

159

últimos años superior a las provenientes del resto del mundo estaría mostrando un comportamiento competitivo de la producción comerciable centroamericana, dado que la reducción general de la protección respecto de terceros países genera, por definición, menores márgenes preferenciales para los bienes producidos en la propia región.

2. Participación en el Comercio Intra-MCCA

La participación de cada uno de los países miembros del Mercado Común en el comercio intracentroamericano continúa mostrando un patrón histórico que tiene estrecha relación con su nivel de desarrollo, sobre todo industrial.

Así, dos de los tres países de mayor desarrollo -Guatemala y El Salvador- siguen siendo responsables por alrededor de las dos terceras partes de las exportaciones dirigidas a la propia región, aunque en el último año se aprecia una disminución de esa magnitud.

Guatemala mantiene el liderazgo en su comercio exportador hacia los demás asociados de la región, pero cabe destacar que su aporte a la corriente exportadora intrarregional disminuyó del 46.5 por ciento en 1986 a poco menos del 37 por ciento en 1993, (Cuadro V-3). Los otros dos países considerados de mayor desarrollo relativo dentro del MCCA, a saber El Salvador y Costa Rica, siguen aportando a la corriente exportadora intrarregional proporciones no demasiado alejadas entre sí que, con algunas fluctuaciones en el período 1986-1993, se ubican en un rango que para El Salvador oscila entre el 21 por ciento, en 1986, y el 27.4 por ciento en el último año de la serie y, para Costa Rica, entre el 20 por ciento en 1990 y el 26.3 por ciento en 1993.

Por el lado de las importaciones la contribución de los países miembros del MCCA a las corrientes de comercio intrarregional muestra una menor dispersión, ya que el aporte de los países de menor desarrollo -Honduras y Nicaragua- es sustancialmente mayor que en las corrientes exportadoras. En este sentido el incremento de los abastecimientos Nicaragua desde la propia región ha sido notable, particularmente a partir de 1989. En ese año sus compras a los demás países del MCCA significaron el 6.9 por ciento del total de las importaciones intrarregionales, proporción que

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ascendió al 17.5 por ciento en 1993.

Corresponde destacar que la mayor contribución que, por el lado de sus importaciones, hace Nicaragua al comercio intracentroamericano se refleja en sus saldos deficitarios con los demás países del Mercado Común, los que pasaron de 21.7 millones de dólares en 1990 a 140.3 millones en 1993.92 En los últimos tres años este país y Honduras -precisamente los de menor desarrollo en Centroamérica- han sido los que acumularon los mayores déficit con sus socios del Mercado Común.

Por lo tanto, las modificaciones en esta corriente de comercio han sido destacadas y aunque no se ha modificado el hecho de que El Salvador y Guatemala continúan siendo los países que mayor aporte hacen a esta corriente de comercio, la significación actual conjunta sus importaciones intrarregionales (49.8 por ciento) es a todas luces inferior a la de 1986.

3. Principales corrientes bilaterales de comercio intracentroamericano

Los tres países de mayor desarrollo de la región no solo tienen la mayor participación en el comercio intrarregional, sino también llevan a cabo entre sí el mayor comercio bilateral. Con todo, ese hecho, que es ya tradicional, ha venido disminuyendo ya que el comercio que realiza El Salvador con Guatemala -que, en conjunto, llegó a totalizar las tres cuartas partes del total intracentroamericano- alcanzó entre el 56 y 57 por ciento en los dos últimos años, (Cuadro V-4). El significativo incremento que se observa en la participación del comercio de Honduras y Nicaragua en el comercio total intracentroamericano, particularmente por el lado de sus importaciones explica en gran parte lo señalado.

92 Véase cuadros 1 y 2 y el Boletín Estadístico de la SIECA, año 2, N° 1, marzo de 1994, página 6.

162

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163

CAPITULO VI: EL DESARROLLO Y LA INTEGRACION DE LOS SECTORES PRODUCTIVOS

1. Sector Industrial

Las disposiciones para estimular el desarrollo y la integración del sector industrial que rigieron durante años -aunque solamente con eficacia en las primeras etapas del proceso de integración- fueron eliminadas al aprobarse el Protocolo de Guatemala. Se trata del Régimen de Industrias Centroamericanas de Integración y del Convenio Centroamericano de Incentivos Fiscales al Desarrollo Industrial, que llegaron a ser consideradas dos piezas fundamentales para lograr una eficiente asignación de recursos en la región.93

Los lineamientos que se incorporaron al Protocolo de Guatemala en relación con el sector industrial son consistentes con las políticas económicas de corte liberal y aperturista adoptada por los países centroamericanos. No puede, pues, extrañar que en el Protocolo se exprese el compromiso de los países miembros del Mercado Común de "estimular la modernización del aparato productivo a fin de mejorar su eficiencia y promover la competitividad de los países" y la armonización de las leyes de propiedad industrial.94

Un especialista considera que las distintas medidas adoptadas para abrir las economías de los países de la región, la concertación de los tratados para constituir zonas de libre comercio con países no centroamericanos,

93 Protocolo al Tratado General de Integración Económica Centroamericana. (Protocolo de Guatemala). Centroamérica, octubre de 1993. (En Integración Latinoamericana N° 196, Buenos Aires,diciembre de 1993), art. 63

Ibídem, arts. 30 y 34.

164

las políticas de tasas de cambio y el impulso a las importaciones de todo origen podrían considerarse como fuertemente sesgadas en contra del desarrollo industrial de la región.95 Coherente con esta crítica recomienda poner en marcha un programa destinado a su desarrollo y competitividad que podría incluir, entre otras, las siguientes acciones:

i) Una política integrada de desarrollo industrial que permita generar una producción para el mercado interno y para la exportación sobre bases de una producción eficiente y competitiva;

ii

Una política integrada para el desarrollo de la producción de insumos básicos;

iii) Un impulso real y efectivo al desarrollo de las coinversiones, en apoyo de los propósitos indicados;

iv) Programas para proyectos específicos de sustitución competitiva y selectiva de las importaciones, durante un plazo de transición.%

Con todo, aún dentro del marco de políticas marcadamente liberales fijadas para el desarrollo industrial, algunas instituciones de Centroamérica se encuentran realizando actividades con el objetivo de cooperar para lograr un avance del sector. Así, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) se encuentra activo en el desarrollo de programas vinculados con la reconversión y modernización en la que se encuentran empeñados los países del Istmo, con la asistencia financiera de organismos internacionales y países cooperantes." Por su parte con el patrocinio de la CEPAL, el Instituto Centroamericano de Investigación y Tecnología Industrial (ICAITI) realizó un estudio sobre la

95 Centroamérica: La integración económica posible en el contexto de la apertura. Texto del informe elaborado por el Consultor Alvaro de la Ossa. San José, Costa Rica, Julio de 1993, pág. 63.

96 Ibídem

97 Ver el capítulo XI referido a la cooperación internacional en favor de Centroamérica.

165

industrialización de materias primas agrícolas para la industria farmaceútica, a la vez que completó otro estudio para con la finalidad de desarrollar un proceso de extracción de taninos del Mangle. Este organismo elaboró, además, para empresas privadas seis proyectos de reconversión industrial y siete consultorías técnicas, además de hallarse involucrado en eventos diversos sobre transferencia de tecnología orientado a la capacitación de profesionales y técnicos centroamericanos en campos varios relacionados con el sector industrial."

2. El sector agrícola

a. Disposiciones principales en relación con el sector agrícola

Hasta hace pocos años el sector agrícola centroamericano no gozaba de prioridad entre los objetivos de desarrollo e integración en Centroamérica. Ello a pesar de la significación que la agricultura tiene en el total del producto y consumo regional.

Este descuido comenzó a corregirse con la aprobación del Plan de Acción Económica para Centroamérica (PAECA), de 1990, en el que se señala el objetivo de "desarrollar un sector agrícola moderno con capacidad de competir internacionalmente dentro de un esquema de apertura comercial" .99

Posteriormente, ya de manera más específica, en el Plan de Acción para la Agricultura Centroamericana (PAC), de julio de 1991 100 se establecen medidas destinadas a liberalizar totalmente el comercio intrarregional de los productos del sector y, más adelante, en la Declaración de Panamá se

98 SIECA. Estado de avance de los mandatos de los gabinetes económicos de los países del Istmo centroamericano. Octubre de 1993, pág. 31.

99 Plan de Acción Económica para Centroamérica, Antigua, Guatemala, 17 de junio de 1990.

100 Plan de Acción para la Agricultura Centroamericana. San Salvador, El Salvador, 1° de julio de 1991.

166

reitera lo establecido en el PAECA, a lo que se agrega la decisión de proporcionar las condiciones para facilitar la integración vertical de los pequeños y medianos productores.'

Finalmente, en el Protocolo de Guatemala' se dispone que la Política agrícola centroamericana, que será llevada a cabo de manera gradual, propugnará la modernización y la reconversión del sistema productivo con miras a mejorar la mayor eficiencia y, de tal modo, alcanzar competitividad internacional. Los países centroamericanos procuran que el sistema de precios agrícolas se convierta en un estímulo para incrementar la producción, mejorar la eficiencia y desarrollar ventajas comparativas, avanzando también en la complementariedad y en el abastecimiento de los países miembros del Mercado Común.'

La proposición y ejecución de las acciones destinadas a conformar programas y proyectos regionales en el sector agropecuario, así como lo que concierne a las políticas de sanidad vegetal y animal y a la investigación científica y tecnológica en el campo agropecuario es responsabilidad del Consejo Agropecuario Centroamericano.'"

b. Breve diagnóstico de la agricultura centroamericana

b. 1. Producción

Los rendimientos promedios nacionales de los cuatro granos básicos -maíz, frijol, arroz y sorgo- están influenciados por los bajos rendimientos

1°1 Declaración de Panamá de la XII Reunión de Presidentes del Istmo Centroamericano, párrafos 5 y 7. Panamá (Panamá), 11 de diciembre de 1992.

102 Protocolo de Guatemala, art. 22.

1°3 Ibídem, art. 22

I" Ibídem, art. 45

167

de los pequeños agricultores,' los que son mayoritarios en Centroamérica, especialmente en la producción de frijol y maíz. En los casos extremos de baja productividad registrados de los pequeños productores la cultura ancestral en su cultivo y el hecho de que se destinen en su mayor parte al autoconsumo explica la razón de que su producción continúe.'

Los cinco países del Mercado Común Centroamericano presentan similares capacidades en la producción de esos productos básicos. Ello no obstante que por razones culturales y hábitos alimenticios de cada país algunos de ellos presenten características más acentuadas en la producción de algunos de los productos básicos. Así es como El Salvador y Honduras son productores típicos de maíz, en tanto que Nicaragua -y en menor proporción Costa Rica- lo producen en magnitudes reducidas mientras que en lo que respecta al arroz se observa una situación inversa. Por otra parte, en tanto que Guatemala y Costa Rica demandan y producen preferentemente frijol negro, los tres países restantes sustentan su dieta en el frijol rojo. En lo que sigue se presentan referencias sintéticas referidas específicamente a cada uno de los granos básicos mencionados.

• Maíz

Guatemala produce el 47 por ciento del total regional, El Salvador el 21,2 por ciento, Honduras el 20,1 por ciento, Nicaragua el 9,2 por ciento y Costa Rica el 2,5 por ciento del total regional.

Los rendimientos de El Salvador y Guatemala en la producción de maíz se ubican entre los más altos del mundo aunque aún así están por debajo de los seis países de más alta productividad como la Comunidad de los

1°5 Por ejemplo, en Guatemala el 37 por ciento de la producción se lleva a cabo en fincas de menos de 5 hectáreas. En El Salvador el 57 por ciento de la producción se genera en fincas de similar dimensión. (Información directa proporcionada por técnicos de la SIECA).

106 SIECA. La situación de los granos básicos y el libre comercio intra y extrarregional (maíz, frijol, arroz y sorgo). Centroamérica, febrero de 1993, pág. 4.

168

12, Estados Unidos, Canadá, Egipto, Sud Africa y la Argentina. Estos promedios, como se dijo, están influidos en gran parte por los rendimientos de los pequeños campesinos, que es sumamente bajo.'

• Frijol

En los últimos años se ha producido una tendencia creciente en la producción de este grano, en gran medida atribuible a la mejora en los rendimientos de El Salvador.

Los promedios de los rendimientos de los países centroamericanos, de manera especial los de El Salvador, Guatemala y Honduras, pueden considerarse aceptables si se los compara con los de los principales países productores de América Latina. 108

• Arroz

Costa Rica es el mayor productor de la región centroamericana, situación que es ya tradicional. La producción de este país representa el 45,5 por ciento del total regional, en tanto que Nicaragua produce el 16 por ciento y Guatemala el 11,5 por ciento. Los rendimientos más elevados se registran en El Salvador.'

Los promedios de productividad de El Salvador y Costa Rica en la producción de arroz se ubican entre los que corresponde a los países de mayores productores del mundo."'

1°7 Ibídem, págs. 10/13.

108 Ibídem, pág. 16.

1°9 Ibídem, pág. 19.

11° Ibídem, pág. 20.

169

• Sorgo

El principal oferente de sorgo de los países centroamericanos es El Salvador, que produce el 38,5 por ciento del total regional, seguido por Nicaragua y Guatemala con proporciones casi similares entre sí, (21,3 y 21,7 por ciento del total regional, respectivamente)."

Los rendimientos de la producción centroamericana de sorgo se ubican entre los de más altos del mundo.

b.2. Comercialización de granos básicos

De acuerdo con lo observado en los años que van de 1986 a 1991 el comercio exterior de granos básicos que realizan los países centroamericanos es poco significativo. De acuerdo con las cifras de esos años, las importaciones representan una relación de dependencia externa del 9,7 por ciento de la producción total, en tanto que las exportaciones alcanzan apenas al 0,3 por ciento de los totales producidos en la región. 112

El maíz es el producto que más pesa en las importaciones totales, siendo El Salvador y Costa Rica los países de la región que, con el 23,4 y 22,9 por ciento, respectivamente, acumulan los mayores niveles de esas importaciones.

Si bien el comercio no se encuentra sujeto a gravámenes tarifarios, ni en la región ni fuera de ella, se considera probable que las restricciones dadas por licencias previas que otorgan los organismos reguladores de cada país pueden incidir en ese comercio."'

111 Ibídem, pág. 23.

12 Ibídem, pág. 26.

113 Ibídem. En las páginas 41 a 46 de este trabajo se presentan, sinteticamente, las disposiciones que se aplican en la comercialización de esos productos.

170

En rigor, la magnitud de los granos que son objeto de comercio exterior poco significativa ya que la casi totalidad de las producciones nacionales se dedica a la satisfacción de las necesidades internas.'"

Las bases para la apertura amplia e irrestricta del comercio de productos agrícolas fueron establecidas a partir de la X Cumbre de Presidentes de San Salvador que en julio de 1991 aprobó el Plan de Acción para la Agricultura Centroamericana (PAC). 115

Anteriormente, a través del Protocolo de Limón, de octubre de 1965, en vigor a partir de 1967, se había procurado asegurar la más amplia libertad de comercio intrarregional de los granos básicos identificados. Ese Protocolo planteaba, además, la necesidad de coordinar las políticas de producción y abastecimiento de insumos, pero no se dieron las condiciones que aseguraran su eficaz funcionamiento." De allí que, finalmente, fuera derogado por una cláusula del Protocolo de Guatemala.'''

• Las Bandas de Precios

Cuatro de los países del Mercado Común Centroamericano -Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua- pusieron en vigor a partir del segundo semestre de 1992 el sistema de precios para las importaciones de arroz amarillo, sorgo y arroz. El sistema fue establecido a fin de proteger a los productores y consumidores de las consecuencias de las fluctuaciones extremas de los precios internacionales. El escaso tiempo de aplicación del sistema no había permitido, al menos hasta la primera parte del año, dete'rminar con certidumbre los efectos positivos o negativos derivados del

114 Ibídem, pág. 29.

115 Plan de Acción para la Agricultura Centroamericana elaborado por el Consejo Regional de Cooperación Agrícola (CORECA). San Salvador (El Salvador), I° de julio de 1991.

116 Ibídem, pág. 2.

117 Protocolo de Guatemala, art. 63.

171

mismo."'

c. Principales acciones adoptadas en relación con el sector agrícola

En mayo de 1992 los Ministros del Consejo Regional de Cooperación Agrícola, (CORECA) aprobaron una iniciativa para elaborar un plan para la reconversión del sector agropecuario en los países del Mercado Común a llevar a cabo con el apoyo de México. En la última parte del año se hallaba en proceso la conformación de los equipos nacionales y se había iniciado la elaboración de un diagnóstico de las necesidades de cooperación técnica para el desarrollo del programa de reconversión. "9

En lo que se refiere a la normativa sobre aspectos del comercio exterior de productos agropecuarios, en la Primera Reunión de la Comisión Biministerial de Ministros de Economía y Agricultura se acordó:

o Revisar las listas de productos agropecuarios naturales y procesados para identificar aquellos que necesitan una modificación de las tarifas vigentes en el Arancel Externo Común;

• Identificar los productos que tienen problemas de comercio desleal que necesitan mayores niveles de protección con el fin de hacer una oferta al GATT;

• Preparar la propuesta conjunta -posteriormente elevada y presentada a la Ronda Uruguay- para elevar el nivel de consolidación de los productos agropecuarios aplicados por el comercio desleal;

• Que el Grupo Técnico Biministerial proceda a definir criterios

118 SIECA. La situación de los granos básicos y el libre comercio infra y extrarregional (maíz, frijol, arroz ) ' sorgo). Centroamérica, febrero de 1993, págs. 48/50.

119 SIECA. Estado de avance de los mandatos de los gabinetes económicos de los países del Istmo centroamericano. Octubre de 1993.

172

generales destinados a servir de base a los Directores de Integración Económica para la elaboración del Anexo del Reglamento de Origen.'"

En relación con los procedimientos y controles fitozoosanitarios, mediante Resolución N° 11 del Comité Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (CIRSA) definió una mecánica de trabajo para determinar las normas, procedimientos y controles fitozoosanitarios que hay que armonizar. Por su parte, el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA) adoptó las acciones principales siguientes:

• Revisión de los tratamientos cuarentenarios en aeropuertos y puertos marítimos, así como las tarifas correspondientes.

• Preparación de lista de plaguicidas registrados, registro y uso de agroquímicos, biológicos, medicamentos y sustancias afines de los países del "triángulo norte" Guatemala, El Salvador y Honduras, para su armonización.121

Hay productos de origen agropecuario de la región que afrontan problemas competitivos en razón de los subsidios y subvenciones que otorgan terceros países a su producción. En relación con ellos en setiembre de 1993 la Reunión de Representantes de Agricultura y Negociadores ante el GATT preparó la lista de productos sensitivos, naturales y procesados.

Finalmente, entre otras acciones adoptadas e iniciativas propuestas atinentes al sector agrícola, cabe destacar:122

120 Primera Reunión de la Comisión biministerial Economía-Agricultura. Ver S1ECA, Boletín Informativo, año 31, N° 8, Centroamérica, agosto-setiembre 1993.

121 SlECA. Estado de avance de los mandatos de los gabinetes económicos de los países del Istmo centroamericano. Octubre de 1993, pág. 6.

122 Ibídem, págs. 24/26.

173

• El Sector agrícola fue incluido en el documento de estrategia para Modernización de los Sectores Productivos y Ciencia y Tecnología, elaborado por BCIE, CEPAL, FEDEPRICAP, ICAITI y SIECA para el Grupo Consultivo Regional para Centroamérica.

• El Instituto Interamericano de Cooperación Agrícola (IICA) preparó una propuesta ("Los Recursos y Mecanismos Financieros requeridos para la modernización productiva de Centroamérica") para presentar a la Asociación para la Democracia y el Desarrollo de América Central (ADD), que fue analizada con representantes de países los centroamericanos y se encuentra en proceso de ajuste.

• Se están actualizando los proyectos de la cartera agropecuaria incluidos en el Plan Especial de Cooperación Económica para Centroamérica (PEC), con el fin de establecer un mecanismo de seguimiento de los proyectos regionales y nacionales en el sector. Para ello se cuenta con la cooperación del PNUD.

d. Propuestas destinadas a reforzar las medidas adoptadas para impulsar el desarrollo del sector agrícola

Además del sistema de bandas de precios ya establecido y de la regulación de las importaciones concesionales algunos especialistas de la región consideran necesario asegurar la participación competitiva en el mercado internacional, satisfacer las necesidades internas y superar los obstáculos que siguen trabando el desarrollo de la agricultura en la región. Para lograrlo se ha sugerido la adopción de un programa que incluya, como principales elementos, los siguientes:123

i) Un incremento de la producción para garantizar la demanda interna de estos productos;

ii) el impulso de la producción para la exportación;

123 Centroamérica: La integración económica posible en el contexto de la apertura. Texto del informe elaborado por el Consultor Al varo de la Ossa. San José, Costa Rica, Julio de 1993, págs. 138/139.

174

iii) un reordenamiento del sistema de compra y distribución de granos básicos;

iv) el desarrollo de programas de acopio y almacenamiento de granos básicos;

y) el incremento de la eficiencia productiva;

vi) la creación de modalidades de financiamiento de cosechas y de recursos tecnológicos en términos accesibles a los productores;

vii) el impulso de asociaciones de pequeños productores;

viii) programas adicionales de mejora de los niveles de salud y educación, especialmente en favor de los productores de más bajos ingresos.

175

CAPITULO VII: LA INFRAESTRUCTURA Y LOS SERVICIOS RELACIONADOS

1. La situación actual y el significado de la infraestructura en Centroamérica

La reconstrucción, ampliación y modernización de la infraestructura constituye una condición sustancial para impulsar el desarrollo y la integración en Centroamérica. En general la infraestructura ha experimentado un deterioro acelerado en los últimos veinte años como consecuencia de la profunda crisis de la década de 1980 en la que las escasas inversiones se hicieron sobre todo para recuperar, a lo sumo, algunos tramos de carreteras considerados los más importantes para el movimiento de mercancías y personas.

Si la necesidad de mejorar y modernizar la infraestructura en los países centroamericanos ha sido una constante, en los presentes momentos adquiere una significación mayor, si es que cabe. Ello es así debido a que se deberán emprender enormes esfuerzos si se quiere abordar con éxito la estrategia orientada no sólo a reforzar el proceso de integración sino, también, a lograr una mayor inserción externa sobre la base de la competitividad de la producción de los países de la región. En efecto, como lo ha señalado una entidad privada de la región, "sin energía eléctrica abundante y económica, sin telecomunicaciones modernas y de amplia cobertura y sin infraestructura de transporte de gran capacidad con operaciones modernas y económicas, todos los emprendimientos con fines productivos de los países de la región no tendrán sentido económico". 124

124 FEDEPRICAP. Integración en marcha, N° 11, mayo-junio de 1993, pág. 26.

176

Reducir el déficit de infraestructura en Centroamérica de modo que permita satisfacer requerimientos básicos exigirá en los próximos años una inversión de alrededor de U$S20.000 millones, según los siguientes componentes: energía, U$S10.000 millones (para instalar 5.000 MW y red de líneas de transmisión); telecomunicaciones, U$S5.000 millones (para instalar 3-4 millones de líneas telefónicas y sistemas modernos de conmutación); transporte, U$S5.000 millones (para autopista y ferrocarril centroamericano, corredores centroamericanos de transporte, corredor Atlántico y puertos y aeropuertos modernos). 125

Ni los gobiernos, ni las empresas estatales organizadas en esos tres sectores disponen de capacidad financiera para hacer frente a esos niveles de inversión en un plazo no mayor de 10 años. De allí que FEDEPRICAP considere que los siete países de la región centroamericana deberían asumir una posición conjunta para brindar el marco general a las acciones consecuentes de índole nacional.126

El estado actual de la infraestructura económica de la región en los campos citados preocupa enormemente por lo que su modernización, ampliación y protección se considera fundamental. De allí que se haya constituido el Consejo Intersectorial de Ministros de Infraestructura de Centroamérica, como el órgano regional de máximo nivel de coordinación, para analizar la problemática del desarrollo de lós países de la región en los campos de Transporte, Energía y Telecomunicaciones y superar las condiciones de rezago que actualmente confrontan. 127

Los Presidentes del Grupo CA-4 reafirmaron la significación que tienen los tres subsectores, a los que consideran fundamentales para el desarrollo; crearon por lo tanto, una Comisión de Infraestructura a cuyo

125 Guillermo Calzia. "Centroamérica debe modernizar la infraestructura". (En Integración en Marcha. Mayo-junio de 1993, pág. 26.)

126 Ibídem, págs. 26/27.

127 Punto 33 de la Agenda de Guatemala, parte integrante de la Declaración de Guatemala, de la XIV Reunión Cumbre de Presidentes Centroamericanos, Guatemala, Guatemala, octubre de 1993.

177

cargo se encuentra el análisis de los proyectos de inversión en los mismos. Acordaron asimismo establecer un mecanismo de intercambio de experiencias y para la cooperación en nuevas modalidades en el manejo de la administración de los servicios públicos que cuente con la participación de diferentes sectores de la sociedad. Instaron finalmente a la citada Comisión a que revise los proyectos orientados a la integración en los subsectores mencionados a los que otorgaron el carácter de prioritarios dentro de los programas de inversiones establecidos en cada uno de los países del Grupo. 128

El desarrollo de la infraestructura física y de los servicios relacionados, particularmente en los campos de la energía, transporte y comunicaciones, forma parte del conjunto de objetivos establecidos en el Protocolo de Guatemala. 129 En este documento se destaca la intención de armonizar las políticas de prestación de los servicios en cada uno de esos campos a fin de que las dispersiones existentes no afecten la competitividad que constituye, como se expresó en el Capítulo I de esta Sección, un objetivo poco menos que excluyente de los países miembros del Mercado Común Centroamericano.

Sin duda el principal obstáculo para la reconstrucción, ampliación y modernización de la infraestructura centroamericana es la falta de recursos financieros dada la restricción de los presupuestos nacionales de los países de la región. Ese es el motivo por el cual, en la utilización de recursos propios, se ha ido dando prioridad a los proyectos según de la demanda que de ellos se recibe.

En cuanto a recursos del tipo de los proporcionados por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), se atiende al

128 Comunicado de la Reunión Presidencial CA-4. Amapala, Honduras. 30 de julio de 1993 y Declaración Conjunta de los Presidentes de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, miembros del Grupo CA-4. San Salvador, El Salvador, 27 de agosto de 1993.

129 Protocolo al Tratado General de Integración Económica Centroamericana. XIV Cumbre Centroamericana. Guatemala, octubre de 1993, artículo 28.

178

financiamiento de los proyectos que favorezcan de manera directa a las actividades productivas como, por ejemplo, los referidos al mejoramiento de los puertos. Aquellos proyectos que no queden comprendidos en estas calificaciones se hallan, por el momento, marginados de las prioridades. 130

Hay, en torno a la cuestión del financiamiento, algunas iniciativas y propuestas destinadas a incrementar los fondos canalizables para los proyectos de infraestructura en Centroamérica. Por una parte, están las acciones que se encaminan a través de los programas de cooperación en favor de la región;131 por la otra, las propuestas que postulan una participación privada para poder encarar las inversiones en los distintos campos de la infraestructura.

En lo que hace a esta última iniciativa, la Federación de Entidades Privadas de Centroamérica y Panamá (FEDEPRICAP) considera que las condiciones favorables a los capitales privados que se están poniendo en vigencia en la presente etapa deberían extenderse también al desarrollo de las obras de infraestructura de carácter público y a su explotación como actividad económica. Para ello sugiere la eliminación de discriminaciones nacionales y el establecimiento de reglas comunes en todos los órdenes que la ejecución de proyectos de infraestructura requiera. En particular, la citada entidad considera necesario y urgente la puesta en marcha de un programa de inversiones de capital privado en el sector transporte, tanto en la construcción como en su explotación y mantenimiento, en un marco de alcance regional.'"

13° Lo señalado excluye a Costa Rica y a Panamá.

131 A este respecto véase, en el capítulo XI de esta sección, referencias sobre la cooperación solicitada para cubrir necesidades de infraestructura.

132 FEDEPRICAP. Integración en marcha, N° 11, mayo-junio de 1993, página 13.

179

2. Transporte

En el transporte de carga por carretera existe hoy abundancia de empresarios y de equipos de transporte pero hay carencias severas de modernas técnicas de organización operacional, empresarial y financiera. En cuanto al transporte ferroviario, se encuentra en condiciones de mayor deterioro aún en lo referido a la calidad del servicio y no ofrece interconexión regional directa ni la variedad de corredores que ofrece el transporte por carretera. Situación similar padecen los puertos y aeropuertos regionales, en los que se observan altos costos operativos, atraso en habilitar infraestructura y monopolios en su administración por parte de los gobiernos.'

Cada país dispone de programas de inversión en transportes; los proyectos nacionales de interés o alcance regional conforman el Programa Regional de Inversiones "Proyectos de Infraestructura de Transporte en Centroamérica en la década del '90 -PRODECA". Este programa contiene las líneas de acción, políticas, estrategias de promoción de programas sectoriales y programas al servicio del comercio intracentroamericano y extrarregional y es el instrumento de planificación regional en el sector, aprobado por la Reunión de Ministros Responsables del Transporte en Centroamérica (REMITRAN). Una evaluación de los proyectos contenidos en el PRODECA consta en el estudio "Infraestructura Regional: Evaluación y Opciones"

Además se halla en proceso la elaboración 'de los términos de referencia para la realización de un Estudio Integrado del Transporte en Centroamérica tendiente a definir la priorización, especificación y optimización de la inversión conducentes a la modernización de los distintos componentes del sector, así como la preparación de un informe sobre una propuesta de políticas y estrategias para el futuro accionar de

133 Ing. Guillermo Calzia "Centroamérica debe modernizar la infraestructura" (En FEDEPRICAP. Integración en marcha, N° 11, mayo-junio de 1993, pág. 23).

134 SlECA. Estado de avance de los mandatos de los Gabinetes Económicos de los países del Istmo Centroamericano. Octubre de 1993, pág. 3 7.

180

la Reunión de Ministros Responsables del Transporte en Centroamérica (REMITRAN). 135 Por otra parte, en el ámbito del Grupo CA-4, se actualizarán los proyectos de interconexión vial priorizados por Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua.

FEDEPRICAP, por su parte, propuso una serie de proyectos de infraestructura del transporte con miras facilitar el transporte entre los países centroamericanos y de éstos con países extrarregionales, lo que, a su juicio, haría posible el progreso de la región centroamericana y su adecuada inserción en la economía mundial. Entre los proyectos que señala FEDEPRICAP se encuentran la autopista centroamericana, desde la frontera México-Guatemala, hasta la ciudad de Panamá, a lo largo de 2000 kilómetros, el ferrocarril centroamericano, en el mismo tramo, y el mejoramiento de los sistemas portuarios y aeroportuarios. 136

a. Transporte terrestre

a. 1. Transporte por carretera

Si bien el 90 por ciento del comercio exterior de los países centroamericanos se realiza por vía marítima, el tránsito terrestre centroamericano tiene importancia fundamental en cuanto hace a los flujos de carga entre los países de la región.

El corredor más importante entre esos países es el que une a la frontera de México-Guatemala con Panamá a lo largo de 2.700 kilómetros y es por donde se moviliza más del 60 por ciento de comercio intracentroamericano. Las necesidades para rehabilitar una parte de ese recorrido no son pocas: se estiman requerimientos financieros de alrededor de 600 millones de dólares.

135 Resolución REMITRAN XII-1-93. SIECA. Acta de la Décimosegunda Reunión Ordinaria de Ministros Responsables del Transporte en Centroamérica. Versión preliminar. San José, Costa Rica, 18 de octubre de 1993.

136 FEDEPRICAP. Integración en marcha, N° 11, mayo-junio de 1993.

181

A pesar de las limitaciones de recursos financieros se han encarado diversas iniciativas destinadas a recuperar y construir tramos carreteros de la red centroamericana de caminos.

Los presidentes de Guatemala y El Salvador expresaron el interés de sus respectivos gobiernos por llevar a cabo las actividades que se requieren para construir un nuevo puente sobre el Río Paz de la Carretera CA-8 y facilitar así el tránsito normal de vehículos de carga y pasajeros. En virtud de ello convinieron: declarar prioritario el Proyecto Construcción Puente sobre el Río Paz en los respectivos planes de gobierno, construir una Comisión Mixta con funcionarios de alto nivel para completar las etapas de preinversión y de ejecución del Proyecto, designar como Agente Financiero del Proyecto al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y solicitar a la Secretaría Permanente del Tratado General de Integración Económica Centroamericana (SIECA), en carácter de Secretaría de REMITRAN, prestar la asistencia y colaboración que le sea requerida por la Comisión Mixta para la consecución de sus objetivos.'"

El relevamiento realizado respecto de las condiciones del subsector revela que para lograr una red eficiente de carreteras en los países centroamericanos se exige realizar una ingente inversión.

Las decisiones de los Presidentes centroamericanos para corregir este estado de cosas se refleja_ en distintas declaraciones y en la labor que desarrollan los organismos con responsabilidad en este subsector.

a.2. Transporte ferroviario

El ferroviario es preponderante en el conjunto del sector transporte y su actividad se postula para el futuro dentro del marco de las políticas que establezcan los respectivos gobiernos encuadradas, además, en el

137 Acuerdo de los Presidentes de las Repúblicas de Guatemala y El Salvador para la Construcción del Puente sobre el Río Paz. Finca Santo Tomás, Escuintla, Guatemala, 21 de setiembre de 1993.

182

concepto de transporte multimodal. 138

En cuanto a calidad del servicio, el transporte ferroviario se encuentra en condiciones de mayor deterioro aún que el carretero y no ofrece interconexión regional directa ni la variedad de corredores que ofrece el transporte por carretera.. 139

La gravedad de las condiciones de la infraestructura ferroviaria y sus servicios, unida a la insuficiencia de recursos financieros para hacerle frente, siquiera a mediano plazo, llevó a la Comisión Centroamericana de Ferrocarriles (COCAFER) a solicitar a los gobiernos que consideren la participación conjunta de los sectores público y privado.'" La interconexión ferroviaria centroamericana exigiría desembolsar 2000 millones de dólares para su modernización.

Entretanto, dentro de sus posibilidades, el Banco Centroamericano de Integración económica (BCIE) continúa interviniendo en la gestión destinada a financiar proyectos relacionados con la renovación interconexión de los sistemas ferroviarios. En 1993 se firmó un Acuerdo Marco de Cooperación entre España y COCAFER para realizar el proyecto de corredor bloque Norte."'

Se cuenta, asimismo, con el perfil completo de un proyecto

138 Acuerdos de la XV Reunión del Directorio de la Comisión Centroamericana de Ferrocarriles (COCAFER). Guatemala, Guatemala, 26 de marzo de 1993.

139 Ingeniero Guillermo Calzia. "Centroamérica debe modernizar la infraestructura". (En FEDEPRICAP. Integración en marcha, N° 11, mayo-junio de 1993, pág. 23).

140 Acuerdos de la XV Reunión del Directorio de la Comisión Centroamericana de Ferrocarriles (COCAFER). Guatemala, Guatemala, 26 de marzo de 1993.

141 SIECA. Estado de avance de los mandatos de los Gabinetes Económicos de los países del Istmo Centroamericano. Octubre de 1993, página 38.

183

denominado Canal Seco, que unirá los puertos de Acajutla, en El Salvador, Puerto Barrios, en Guatemala, y Puerto Cortez, en Honduras, que incluye las estimaciones del movimiento global de carga en uno y otro sentido y los costos preliminares para su construcción. Además se han elaborado los términos de referencia para concretar el estudio de factibilidad y se firmó un convenio de cooperación técnica en materia ferroviaria entre México y COCAFER.142

Por su parte los ministros de Transporte instruyeron a la COCAFER continuar con los estudios orientados al desarrollo del subsector en Centroamérica. 143

b. Transporte marítimo

En este subsector la acción regional prevista en Centroamérica se relaciona con el mejoramiento de las condiciones para la prestación del servicio de transporte. Al presente cada país asigna por separado cargas al sistema naviero y esto induce niveles altos de fletes que, según los importadores y exportadores, tienen gran impacto en sus actividades económicas.

De allí que se considere importante iniciar un proceso de organización de embarques bajo concepción regional y buscar la posibilidad de una mejora en las tarifas para colocar los productos centroamericanos en condiciones de competencia efectiva en el comercio internacional.'

La Comisión Centroamericana de Transporte Marítimo (COCATRAM)

142 Ver Recomendaciones de la Comisión de Infraestructura de Guatemala, El Salvador y Honduras. Guatemala, 23 de marzo de 1993.

143 Resolución REMITRAN XIII-4-93. (En SIECA. Acta de la Décimosegunda Reunión Ordinaria de Ministros Responsables del Transporte en Centroamérica. Versión preliminar. San José, Costa Rica, 18 de octubre de 1993)

I" "Panorama del Tránsporte en Centroamérica". En FEDEPRICAP. Integración en marcha, N° 11, mayo-junio de 1993, pág. 4.

184

está realizando importantes programas relacionados con la legislación marítima (LEGISMAR), entrenamiento y capacitación marítimo (TRAIMAR) y desarrollo de la infraestructura marítima (INFRAMAR), los cuales tienen como objetivo fundamental modernizar y armonizar las legislaciones marítimas existentes, apoyar la capacitación y el entrenamiento calificado al personal técnico de los puertos y adecuar las operaciones marítimas y los servicios que se presten en los puertos a las condiciones que requieren el transporte de toda clase de bienes en los mercados de importación y exportación.

Otros proyectos en estudio por parte de la COCATRAM se refieren a la remodelación del puerto de Champerico, la ampliación del puerto de Quetzal y la ampliación y readecuación del Puerto Santo Tomás, todos en Guatemala; la ampliación y adecuación de los puertos de Cortez, Puerto Castilla y Henecan, en Honduras; y la ampliación del Puerto de Acajutla y la reconstrucción del Puerto de la Unión, en El Salvador.

Las labores que está desarrollando la COCATRAM han recibido el decidido apoyo de los gobiernos de la región. Algunos de ellos, específicamente Guatemala, Honduras y El Salvador manifestaron su apoyo a los proyectos de remodelación citados.'

c. Transporte aéreo

Los países centroamericanos avanzaron en dos aspectos relacionados con el subsector. Por una parte fijaron normas comunes en cuanto se refiere a los derechos de transportación y, por la otra, definieron necesidades actuales en materia de infraestructura aeroportuaria.

En relación con el primer aspecto, en ocasión de su reunión del mes de agosto los Ministros de Transporte de los países del Grupo CA-4 -Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua- adoptaron algunos

145 Recomendaciones de la Comisión de Infraestructura. Guatemala, 23 de

marzo de 1993.

185

acuerdos.' Esos acuerdos se sustentan en el convencimiento de que para lograr la integración de sus mercados se hace necesario adoptar políticas aéreas regionales y extrarregionales. Para ello los países componentes del Grupo CA-4 buscan consolidar una política aérea única que dé lugar al desarrollo de una industria aérea de nivel regional con base en la concesión de determinados derechos propios de la actividad. Consecuentemente con esa orientación, los gobiernos de esos países adoptaron decisiones relacionadas tanto con la política regional como extrarregional.

En lo referente a la política regional establecieron, en lo fundamental, que:

a) Los derechos de tráfico de Tercera,' Cuarta 148 y Quintal° Libertades, para el tráfico regional de pasajeros, carga y correo se otorgarán sin restricciones a las líneas aéreas designadas por los Gobiernos de los Estados signatarios.

b) Los pasajeros, carga y correo de la región, transportados en base a Tercera y Cuarta Libertades, podrán transportarse con las líneas aéreas regionales desde o hacia un país fuera del área, vía su país de origen.,

146 Ver Reunión de los Ministros Responsables del Transporte de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua. San Salvador, El Salvador, 27 de agosto de 1993.

147 Tercera Libertad: el derecho de transportar pasajeros, carga y correo hacia territorio extranjero desde el país de origen.

148 Cuarta Libertad: el derecho de transportar pasajeros, carga y correo desde territorio extranjero hacia el país de origen.

149 Quinta Libertad: el derecho de transportar pasajeros, carga y correo entre terceros países en ruta desde o hacia su país de origen.

186

c) Los derechos de tráfico de Quinta Libertad fuera de la región, que se concedan a las líneas aéreas designadas se otorgarán bajo el principio de reciprocidad.

d) Las líneas aéreas regionales 150 , en la prestación de sus servicios regulares, podrán utilizar aeronaves arrendadas de cualquier nacionalidad; o en fletamento, únicamente en caso de falta temporal de equipo debidamente comprobada por la autoridad aeronáutica del país de origen de la línea aérea.

Respecto del componente extrarregional de la política se destaca que los derechos de tráfico de Tercera y Cuarta Libertades del Aire para líneas aéreas extrarregionales se concederán en base a las leyes y políticas propias de los países de la región.

Los países del Grupo CA-4 acordaron que los convenios bilaterales y los derechos concedidos hasta la fecha deberán continuar en plena vigencia hasta su vencimiento. Para su renovación los países se ajustarán a los preceptos de la política por ellos establecida.

Por su parte, la Reunión de la Comisión de Transporte Aéreo Centroamericano, efectuada en octubre, se abocó al tema de la política de cielos abiertos en la región y a la fijación de una posición como bloque para negociar con otros países. Con esa política se busca hacer compatible la posición centroamericana con la internacional en cuanto a libertad en el aire y cielos abiertos.'5'

15° Son empresas de transporte aéreo propiedad de personas jurídicas constituidas en cualquier país de la región, accionario o participación mayoritaria y administración efectiva, pertenezca a nacionales de los Estados Signatarios debidamente autorizadas para prestar servicios de transporte aéreo internacional, con base de operaciones establecidas en su país de origen.

151 Dado que Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua ya cuentan con acuerdos de este tipo están tratando de lograr la adhesión de Costa Rica y Panamá, a fin de que sean adoptados por toda Centroamérica. Ver declaraciones del Secretario adjunto de la SIECA al diario Prensa Libre, Guatemala, 9 de octubre de 1993.

187

En lo referente a infraestructura aeroportuaria, algunos países han definido proyectos que se deberían apoyar: Guatemala, la remodelación de los aeropuertos de Guatemala, Puerto Barrios y Retalhuleo; Honduras, la reconstrucción del aeropuerto de Tegucigalpa -que servirá a la región sur y oriente del país-; y El Salvador, la ampliación del aeropuerto internacional de San Salvador.'"

Por su parte el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) está elaborando un programa de financiamiento para el subsector de aeropuertos y puertos con cuya atención crediticia sea posible responder con eficiencia y economía a las necesidades del comercio intrarregional y exterior de los países centroamericanos.'"

La inversión que requiere la modernización de los aeropuertos internacionales de los países centroamericanos se ha estimado- en 125 millones de dólares.

3. Energía

En el sector energético centroamericano se aprecia también una situación sumamente preocupante, ya que es muy poco cuanto se ha hecho en la materia en los últimos años. Con la excepción de Costa Rica no se visualizan en los demás países proyectos hidroeléctricos en marcha, en tanto que el parque térmico no se encuentra en buenas condiciones. Lo señalado incide negativamente en actitud de las empresas a invertir.

Las razones principales de la sitúación descrita debe buscarse en la falta de una adecuada planificación por parte de los resper:tivos institutos eléctricos. Los monopolios estatales no hd,i sido consecuentes con los propósitos de desarrollo y de eficiencia operativa o económica que se persigue ya que no existen aún proyectos importantes en ejecución para

152 Recomendaciones de la Comisión de Infraestructura de Guatemala, El Salvador y Honduras. Guatemala, 23 de marzo de 1993.

153 SIECA. Estado de avance de los mandatos de los Gabinetes Económicos de los países del Istmo Centroamericano. Octubre de 1993, pág. 27.

188

satisfacer la demanda insatisfecha. Ello obliga a recurrir a racionamientos en el consumo, por una parte, y a adquisición perentoria de plantas térmicas para hacer frente a los requerimientos de energía en plazos breves, por la otra . I54

Además las sequías -que han sido intensas en los últimos años- han agravado la situación, la que se ha tratado de paliar mediante la puesta en marcha o la reparación de plantas térmicas a cargo, sobre todo, de las propias empresas de manera individual. Ello ocasiona elevados costos de generación que se transmiten a los costos de producción y afecta, por lo tanto, la capacidad competitiva frente al exterior.

Debido a las razones señaladas tanto los gobiernos como las empresas que proporcionan el servicio eléctrico han comenzado a orientar sus políticas hacia el fortalecimiento de la integración eléctrica a nivel regional a través de proyectos de interconexión. Los presidentes y ejecutivos de las compañías eléctricas estatales de los seis países centroamericanos se reunieron en el mes de setiembre a fin de concretar el plan para establecer el "Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central" (SIPAC) por el que se prevé interconectar los respectivos sistemas eléctricos mediante una línea de alta tensión de 1680 kilómetros. La realización de este proyecto permitiría atender emergencias en los sistemas nacionales y, en general, contribuiría a incrementar la eficiencia de la generación y distribución de energía eléctrica en todo el istmo.'" La CEPAL trabaja con el Grupo Técnico Regional de Interconexión Eléctrica (GRIE)y ha producido un documento propositivo que contiene un estudio preliminar sobre la interconexión eléctrica entre Guatemala y México, el que fue presentada a la consideración de ambos

154 De dos millones de barriles consumidos en 1990 para generar energía se pasó a trece millones, aproximadamente, en 1993.

155 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Desarrollo reciente de los Procesos de Integración en América Latina y el Caribe. (Doc. LC/R. 1381), 5 de mayo de 1994, página 73.

189

gobiernos. 156

Entretanto El Salvador y Honduras se encuentran realizando gestiones tendientes a concretar un proyecto de interconexión eléctrica entre ambos países que cuenta con la promoción del Banco Centroamericano de Integración Económica.

Los gobiernos se hallan, además, armonizando sus políticas e incorporando reformas al marco jurídico e institucional correspondiente, de modo de estimular las inversiones privadas en proyectos de en generación eléctrica.

Por su parte, el ICAITI desarrolló un programa de conservación y uso eficiente de energía en la industria, a la vez que colabora con la Comisión de Energía de la Cámara de Industria de Costa Rica y la Comisión Técnica de Energía del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de Guatemala en esta materia. Suscribió, asimismo, un Acuerdo de Cooperación con la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) y la Comunidad Europea para desarrollar un proyecto regional de conservación de energía eléctrica en la industria y el transporte.'"

A la vez, El Salvador y Honduras decidieron encarar en conjunto estudios con miras a desarrollar un proyecto para aprovechar los recursos hídricos del río fronterizo Lempa. La preparación de las bases y procedimientos para encararlo fueron encomendadas por los presidentes de ambos países, en agosto de 1993.1"

156 SIECA. Estado de avance de los mandatos de los Gabinetes Económicos de los paises del Istmo Centroamericano. Octubre de 1993, pág. 40.

157 Ibídem, págs. 40 y 41.

158 Convenio entre la República de El Salvador y la República de Honduras para el aprovechamiento de los recursos hídricos del río Lempa en el tramo limítrofe El Salvador-Honduras. San Salvador, 27 de agosto de 1993.

190

La elevada magnitud de recursos financieros que exige la solución del problema enérgico en Centroamérica hizo que sus gobiernos incorporasen los proyectos en estudio en la lista de prioridades de la cooperación internacional que recibe el istmo.159

Los requerimientos de inversiones para el subsector eléctrico se estiman en aproximadamente U$S 7,400 millones para el período 1992-2000, lo que equivaldría a una inversión anual de cerca de U$S 822 millones.

Se han identificado ya varios proyectos de asistencia técnica por un monto de U$S 6.1 millones, de los cuales U$S 2.1 millones se dirigen al apoyo institucional, U$S 2.5 millones a estudios de factibilidad y U$S 1.5 millones a programas de capacitación de recursos humanos. Todos son altamente prioritarios para la integración regional de este subsector.

Solamente el proyecto de interconexión eléctrica tiene un costo aproximado de 500 millones de dólares y se estima que podría estar concluido en un plazo de diez años.

4. Telecomunicaciones

El mejoramiento, ampliación y modernización de los sistemas de telecomunicaciones es considerado fundamental para el desarrollo económico y social de los países centroamericanos."

159 Intervención del Lic. Richard Aitkenhead, Ministro de Finanzas de Guatemala, como vocero de los Gabinetes Económicos del Istmo Centroamericano en la Reunión del Grupo Consultivo Regional. Véase Boletín Informativo de la SIECA, año 31, N° 4, Centroamérica, marzo de 1993.

16° Declaración Conjunta de los Presidentes de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, miembros del Grupo CA-4. San Salvador, El Salvador, 27 de agosto de 1993.

191

En este subsector, Guatemala, Honduras y El Salvador han definido y están desarrollando proyectos que contribuirán a mejorar sus respectivos sistemas. 161

161 Recomendaciones de la Comisión de Infraestructura de Guatemala, El Salvador y Honduras. Guatemala, 23 de marzo de 1993.

192

CAPITULO VIII: EL BANCO CENTROAMERICANO DE INTEGRACION ECONOMICA (BCIE) 162

1. La gradual recuperación del BCIE

Al concluir el ejercicio 1991/92 la situación del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) era difícil. Los préstamos otorgados mostraban una proporción elevada de atrasos, lo que determinaba una posición desfavorable para otorgar nuevos préstamos aún cuando por entonces había comenzado ya a observarse una ligera recuperación ya que, en ese ejercicio, se registró una utilidad que contrastó con el resultado negativo del ejercicio previo. 'A la sazón se encontraba en sus comienzos el diseño de una nueva estrategia para mejorar la performance del Banco.

Al 30 de junio de 1993 el patrimonio del BCIE registraba la suma de pesos centroamericanos' ($CA) 609.8 millones, de los cuales $CA 317.6 millones constituye el capital pagado. En comparación con el ejercicio 1987/88, el patrimonio prácticamente se ha duplicado.'"

162 Las referencias hechas en este capítulo tiene como fuente básica a la XXXII Memoria Anual 1992/93 del Banco Centroamericano de Desarrollo. Tegucigalpa, Honduras, 1° de julio de 1993.

163 Ver XXI Memoria Anual del Banco Centroamericano de Integración Económica. Ejercicio 1991/92. También 11VTAL. El Proceso de Integración en América Latina y El Caribe en 1992, Buenos Aires, setiembre de 1993.

164 El peso centroamericano es equivalente al dólar de los Estados Unidos.

165 Por otra parte, de un llamamiento de capital en divisas por $CA 50.0

millones, a ser pagado por partes iguales por los países miembros, se han recibido $CA 37.7 millones.

193

En el mismo ejercicio la utilidad de neta del BCIE fue 2,4 veces la obtenida en el ejercicio anterior, ya que alcanzó a 63,3 millones de pesos centroamericanos, resultado de una intensa gestión de cobro encarada ante los países miembros.

Al 30 de junio de 1993 las disponibilidades líquidas ascendían a 166,9 millones de dólares, de los cuales 139,7 millones estaban constituidas por divisas y 27,2 millones de dólares por monedas locales. Los saldos líquidos experimentaron una caída de 54,6 millones de pesos centroamericanos, lo cual es atribuible, principalmente, a la realización de depósitos a largo plazos en los Bancos Centrales para atender desembolsos y al traslado de monedas locales a inversiones.

Las pautas de acción establecidas para las operaciones del BCIE ponen énfasis en la necesidad de diversificar el riesgo vía una mayor participación en las operaciones del Banco utilizando los sistemas financieros nacionales. En lo que respecta al sector público, el crédito buscaría aprovechar nichos de oportunidades en los cuales el Banco ha adquirido un alto grado de especialización."

Las obligaciones totales del BCIE alcanzaron a los 769,9 millones de pesos centroamericanos al 30 de junio de 1993, de las cuales la contraída con Japón es la principal (26,4%), tal como se aprecia en el cuadro siguiente:

166 "Carta de Planificación", presentada por el presidente del BCIE a consideración del Directorio a comienzos del ejercicio 1992/93.

194

Cuadro V-5

BCIE: DEUDA EXTERNA POR FUENTES AL 30 DE JUNIO DE 1993

• (En millones de pesos centroamericanos)

Fuente Monto

EXIMBANK-Japón 203.0

128.7

AID 139.0

Bancos USA-Garantías AID 114.9

Banca Comercial Privada 86.5

Gobierno de México 51.1

KfW 31.0

Otros 15.7

TOTAL 769.9

Fuente: XXXII Memoria Anual 1992/1993 del Banco Centroamericano de Integración Económica, página 13.

2. La captación de recursos externos y la búsqueda de nuevos socios

La estrategia puesta en marcha por el BCIE en su última etapa incluye, además de un mejoramiento en la gestión interna, una decidida acción encarada para penetrar en los mercados financieros internacionales -a través de la colocación de bonos, la contratación de líneas de créditos con bancos internacionales oficiales o multilaterales- y las encauzadas para incorporar miembros extrarregionales. Esto último comenzó a gestarse en períodos anteriores y al respecto existe un pronunciamiento de los

195

Presidentes centroamericanos.'

Durante el ejercicio 1992/93 el BCIE colocó obligaciones en forma de bonos, certificados de inversión y certificados de depósito denominados en dólares de los Estados Unidos y en monedas centroamericanas, con las cuales se han financiado programas de vivienda y proyectos de interés general.

La estrategia de obtención de recursos externos del BCIE se completa con:

• La compatibilización del crédito atado a las exportaciones del país proveedor con las necesidades de desarrollo de Centroamérica, mediante la diversificación de este tipo de fuentes.

• La gestión de recursos de cooperación tomando en cuenta el beneficio que pueda generar su uso tanto para Centroamérica como para el país proveedor.

• La ampliación de la participación de la banca privada internacional para obtener recursos de libre utilización de corto plazo para atender las demandas de financiamiento por parte del sector productivo privado.

• La diversificación de los programas de financiamiento a ser atendidos por la Institución, con el objeto de mejorar la capacidad de negociación ante diversas fuentes.

Además, en el período finalizado el 30 de junio de 1993 se contrataron ocho créditos que sumaron 257,2 millones de pesos centroamericanos, entre los cuales se destacan los recursos provenientes de la firma del Tercer Convenio México/BCIE que ascendó a la suma de 100 millones de

167 Véase Agenda de Managua, párrafo 15. Managua, Nicaragua, 5 de junio de 1992.

196

pesos centroamericanos destinados a proyectos públicos y privados.'68 Asimismo se iniciaron negociaciones para obtener 18 líneas de crédito por 456.9 millones de pesos centroamericanos para atender proyectos del sector público y privado'69 a la vez que se reinició el restablecimiento de líneas de crédito provenientes de bancos comerciales, con los que se ha ampliado el financiamiento por 52.9 millones destinados a financiar operaciones de comercio exterior a corto plazo.'"

Por otra parte, a fin de reforzar su acción, el BCIE continúa gestionando acuerdos de asistencia y cooperación técnica ante organismos internacionales y países. En el curso del último ejercicio avanzó en las negociaciones con el PNUD para el desarrollo de la Fase II del proyecto "Fortalecimiento del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE)", para lo cual se elaboró el documento respectivo. Asimismo, se concluyó un proyecto con BID/CEPAL para la formulación de una "Estrategia de Programación de Inversiones para Centroamérica".

El BCIE también negoció y aprobó Convenios de Cooperación Interinstitucional con la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia

168 Las restantes líneas de crédito contratadas provinieron del EXIMBANK/USA por $CA 50.0 millones para atender requerimientos del sector público, del BANCOMEX III por $CA 30.0 millones destinados a los sectores productivos, del ABN-AMRO Bank, de Holanda, por $CA 25.0 millones para la adquisición de bienes de origen holandés, $CA 20.0 millones del ABN-AMRO Bank, de España, para la compra de bienes y servicios de origen español, $CA 23.5 millones del Gobierno de España para financiar el proyecto de la Red Regional Digital de Microondas, $CA 5.0 millones de EXIMBANK Corea y $CA 3.7 millones, en concepto de donaciones, del Gobierno de Dinamarca.

169 Se trata de las negociaciones encaradas con EXIMBANK-Japón, BID, FOEXCA, Comunidad Europea, EXIMBANK-China, Banca Comercial alemana y EXIMBANK-Corea, entre otros.

170 Se trata de los siguientes bancos: Hamilton Bank N.A., Barclays Bank, Bank of Boston, Capital Bank, Swiss Bank Corporation, Intercredit Bank, Deutsche Sudamerikanische Bank, Chemical Bank, Credit Lyonnais, Amtrade International Bank y The Bank of New York.

197

(UNICEF), el Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá (INCAP) y con la Asociación Latinoamericana de Instituciones de Desarrollo (ALIDE).

El BCIE mantiene convenios de cooperación con las diferentes instituciones representadas a nivel regional y a nivel internacional para atender a la modernización y transformación productiva a través de los diferentes programas de financiamiento que tiene en ejecución. 171 La República de China acordó financiar el programa del BCIE de reactivación y reconversión industrial por U$S20 millones mediante el mecanismo de cofínanciamiento. 172

En enero de 1993, el Banco firmó con el ICAITI un contrato de Fideicomiso y Reglamento de Operaciones del Fondo de Ciencia y Tecnología que permitirá a la Pequeña y Mediana Industria contar con recursos para solicitar la cooperación técnica del ICAITI al cual esta última institución se ha comprometido a aportar U$S150,000.00 como capital semilla.

Hasta el 30 de junio de 1993 el BCIE había recibido donaciones por 31,9 millones de dólares de la Agencia para el Desarrollo Internacional (AID), de los Estados Unidos, como parte de un préstamo y donación de 50 millones de dólares suscrito en setiembre de 1985 y 25 millones de dólares de la Comunidad Económica Europea destinados al apoyo de la pequeña y mediana industria centroamericana.

Como parte de los planes para incorporar socios extra centroamericanos el BCIE elaboró un proyecto de reforma de su Convenio constitutivo que incluye un mecanismo transitorio mediante la creación de un fideicomiso que haría posible la incorporación de Panamá, Belice y la República Dominicana al capital social del Banco, así como a otros países del Caribe

171 SIECA. Estado de avance de los mandatos de los gabinetes económicos de los países del Istmo Centroamericano. Octubre de 1993, página 35.

172 Ibídem, página 33.

198

en calidad de socios beneficiarios.'" México, por su parte, participa como socio extrarregional con pleno derecho, en tanto que se encuentran avanzadas las gestiones para la incorporación, con el mismo carácter, de Argentina y Venezuela, entre los países latinoamericanos y se ha producido ya el ingreso de China.174 A ello se agrega el ofrecimiento que el presidente de Honduras hizo al presidente de Colombia para su incorporación al BCIE y las tratativas con otros países extrarregionales desarrollados con miras a lograr su incorporación al BCIE en calidad de asociados.

3. Operaciones del BCIE en 1992/93.

Como parte de su nueva estrategia, el BCIE apunta a diversificar tanto sus fuentes de recursos como la naturaleza de los prestatarios. Las cifras del último ejercicio, como se verá, denotan una tendencia a ir dando prioridad a los préstamos al sector privado, aunque algunos programas orientados a la infraestructura están también recibiendo el apoyo del Banco.

En este último ámbito el BCIE está elaborando un programa de financiamiento para el Subsector Aeropuertos y Puertos que los ponga en condiciones de responder con eficiencia y economía a las necesidades del comercio intrarregional y exterior de los países.'" También continúa financiando proyectos relacionados con la renovación e interconexión de los sistemas ferroviarios. En el ejercicio 1992/93 se firmó, con este fin, un acuerdo marco de Cooperación entre la COCAFER y el gobierno de España, en el cual el BCIE tendrá participación, a fin de realizar el

173 Agenda de Guatemala. XIV Reunión cumbre de Presidentes Centroamericanos. Guatemala 27, 28 y 29 de octubre de 1993.

174 Declaración de Panamá de los presidentes de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá. Panamá, 11 de diciembre de 1992.

175 SIECA. Estado de avance de los mandatos de los gabinetes económicos de los países del Istmo Centroamericano. Octubre de 1993, pág. 39.

199

proyecto de corredor Bloque Norte. 176

a. Préstamos

Durante el ejercicio 1992/93 el BCIE aprobó operaciones de crédito por un monto récord de 319,4 millones de pesos centroamericanos, 55,7 por ciento de los cuales correspondieron al sector público y 44,3 por ciento al sector privado, significando esta última proporción un incremento sustancial respecto de los créditos concedidos a ese sector en los últimos años. El detalle es el siguiente:

Cuadro V-6

BCIE: PRESTAMOS EFECTUADOS POR PAIS 1992/93 (En miles de pesos centroamericanos)

País Monto

Guatemala 108.245,0

El Salvador 31.519,0

Honduras 64.495,7

Nicaragua 64.250,1

Costa Rica 50.850,1

TOTAL 319.359,9

Fuente: XXXII Memoria Anual 1992/1993 del Banco Centroamericano de Integración Económica, cuadros de páginas 22 a 25.

Con estas aprobaciones el total acumulado hasta, el 30 de junio de 1993 por sectores económicos, es el siguiente:

176 Ibídem, pág. 38.

200

Cuadro V-7

BCIE: MONTOS ACUMULADOS DE PRESTAMOS AL 30/6/93

Sector Económico

N° Monto %

Agropecuario, Silvicultura y Pesca 41 52.3 2.0

Minero 7 8.3 0.3

Manufacturero 335 183.2 6.9

Electricidad y Agua 91 452.1 17.1

Infraestructura Física 225 864.1 32.6

Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones 85 351.8 13.3

Turismo 92 99.1 3.7

Servicios Sociales 39 80.1 3.0

Vivienda 77 251.8 9.5

Multisectorial 172 306.7 11.6

TOTAL 1,164 2,649.5 100.0

Fuente: XXXII Memoria Anual 1992/1993 del Banco Centroamericano de Integración Económica, pág. 15.

Como se aprecia en el Cuadro V-8 al cierre del ejercicio 1992/93 la cartera bruta de préstamos del BCIE se situó en 1.172,1 millones de pesos centroamericanos, de los cuales el 95,6% corresponde al sector público y 4.4% al sector privado. Con la nueva política, el BCIE procura aumentar la significación de los préstamos a este último sector.

201

Cuadro V-8

BCIE: CARTERA DE PRESTAMOS POR PAISES. AL 30 DE JUNIO DE 1993

(En millones de $CA)

País

Total

Guatemala 142.2 12.1

El Salvador 111.1 9.5

Honduras 357.4 30.5

Nicaragua 384.3 32.8

Costa Rica 177.1 15.1

TOTAL

1,172.1 100.0

Fuente: XXXII Memoria Anual 1992/1993 del Banco Centroamericano de Integración Económica, pág. 10.

b. Desembolsos

Los desembolsos del BCIE en el ejercicio 1992/93 se elevaron a 180,6 millones de pesos centroamericanos, con lo cual continuó la tendencia alcista que se inició en el período 1990/91. La especificación por países de esos desembolsos es la siguiente:

202

Cuadro V-9

BCIE: DESEMBOLSOS DE PRESTAMOS POR PAISES (En millones de $CA)

País Ejercicio 1991/93 1961-Junio/93

Guatemala 28.8 326.0

El Salvador 24.8 267.5

Honduras 50.1 549.1

Nicaragua 42.0 321.0

Costa Rica 33.2 436.6

Org. Regionales 1.7 11.5

TOTAL 180.6 1,911.7

Fuente: XXXII Memoria Anuld 1992/1993 del Banco Centroamericano de Integración Económica, pág. 15

c. Cooperación y asistencia técnica

Durante el ejercicio 1992/93 el BCIE aprobó 4 proyectos de cooperación y asistencia financiera no reembolsable para los países centroamericanos por un monto de $CA 570.4 miles, que fueron destinados al Programa de Desarrollo y Aprovechamiento Integral de Bambú en Guatemala, a la actualización del diseño de una Carretera y Puente en la Frontera Honduras-Nicaragua, al desarrollo regional lel Patuca, Trojes y Zona Recuperada en Honduras y al Fortalecimiento 'nstitucional del Ministerio de Economía de Nicaragua. Además, se aprob( una ayuda financiera por $CA 250.0 miles para atender los daños causados por desastres naturales en Nicaragua y se autorizó una partida de $CA 125.0 miles para apoyar el - desarrollo de la Conferencia Mundial sobre feiversión y Comercio, realizada en San Pedro Sula a finales de julio de 1q93 bajo el auspicio de la Asociación para la Democracia y el Desarrollo XDD).

203

Además, el BCIE está prestando atención preferente a las demandas que surgen de la estrategia adoptada por los países centroamericanos, uno de cuyos principales componentes es la elevación de la eficiencia productiva con miras a una creciente inserción en los mercados internacionales. Es así que, como parte del Programa de Reactivación y Reconversión Industrial y Modernización, mantiene actualizado los Programas Centroamericano de Exportación de Productos no Tradicionales, Centroamericano de Infraestructura de Apoyo al Sector Productivo Privado y Centroamericano de Reactivación al Turismo, los cuales incluyen políticas y mecanismos de financiamiento que son afines con lo establecido por los Bancos Centrales de los países centroamericanos.'

Por otra parte, mediante el Programa de Apoyo a la Pequeña y Mediana Industria Centroamericana (PAPIC), el BCIE ha otorgado asistencia técnica destinada básicamente a atender necesidades de créditos de los usuarios, a la elaboración de diagnósticos industriales y a la realización de seminarios de capacitación sobre la pequeña y mediana industria de la región, y brindado capacitación a los intermediarios financieros en análisis de proyectos y a los inversionistas en la elaboración de estudios de factibilidad.

Finalmente, el BCIE suscribió un convenio con la Federación de Entidades Privadas de Centroamérica y Panamá (FEDEPRICAP) para apoyar a la micro, pequeña y mediana empresa de la región, con el cual se busca apoyar a ese estrato empresarial, mediante la asistencia técnica, financiera y tecnológica que requiere su inserción en la economía mundial. 178

177 SIECA. Estado de avance de los mandatos de los gabinetes económicos de los países del Istmo Centroamericano. Octubre de 1993, pág. 32.

178 Véase Acción Empresarial, N° 17, julio-octubre de 1993 (Incluido en Integración en Marcha. N° 12.)

204

d. Operaciones con fondos especiales

Dentro de la estructura operativa del BCIE operan fondos de carácter general y fondos que cuentan con patrimonio propio y atienden necesidades generadas en campos específicos. Los primeros son el Fondo Ordinario, el Fondo Centroamericano de Integración Económica, El Fondo de la Vivienda y el Fondo de Desarrollo Social; entre los segundos se encuentran el Fondo Centroamericano del Mercado Común (FCMC), el Fondo de Cooperación Técnica (FONTEC) el Fondo Regional para la Reconversión de la Deuda Externa (FOREDE) y el Fondo de Microproyectos (FOMITRO).

• Fondo Centroamericano del Mercado Común (FCMC)

Fue creado en 1981 con el propósito de financiar el pago de los saldos deudores derivados de las transacciones comerciales intrarregionales.

• Fondo de Cooperación Técnica (FONTEC)

Es un mecanismo destinado a integrar los procesos de programación, consecución y administración de recursos de cooperación técnica del Banco, con el objeto de fortalecer la capacidad de preparación y ejecución de proyectos de los países y del Banco en campos de alta prelación para la integración de Centroamérica y el desarrollo equilibrado de sus países. El FONTEC atiende, asimismo, iniciativas que propendan a la realización de estudios y publicaciones orientadas al conocimiento de la realidad centroamericana. Durante el ejercicio 1992/93 se canalizaron préstamos por aproximadamente $CA 0.6 millones con recursos del FONTEC como apoyo financiero no reembolsable hacia los países centroamericanos.

El Fondo contempla obtener recursos principalmente de fuentes externas no reembolsables, de recuperación contingente a préstamos obtenidos por el Banco, de gobiernos centroamericanos o extranjeros e instituciones multilaterales, instituciones públicas y privadas, nacionales e internacionales, fondos obtenidos por emisión de valores, fondos en fideicomiso que cualquiera fuentes de recursos constituyan en el Banco, y donaciones.

205

• Fondo Regional para la Reconversión de Deuda Externa (FOREDE)

Es un mecanismo financiero destinado a captar recursos de la comunidad internacional, administrarlos y utilizarlos para apoyar actividades relacionadas con conservación ambiental, desarrollo social y cualesquiera otras que sean aceptables al Banco. Para ello se usarían mecanismos de conversión de documentos de deuda externa de los países centroamericanos y del BCIE por moneda local.

• Fondo de Microproyectos (FOMIPRO)

Tiene por objeto financiar actividades productivas de micro-empresarios centroamericanos que actualmente no tienen acceso al crédito convencional.

El FOMIPRO prevé financiar sus operaciones, principalmente, con las cantidades que le asigne el BCIE de sus propios recursos, con donaciones de gobiernos, países e instituciones públicas o privadas interesadas en dar apoyo a los microproyectos de Centroamérica, y con fondos en fideicomiso y recursos en moneda local provenientes de donaciones que utilicen el mecanismo de reconversión de deuda interna.

La operación de esos Fondos ha sido poco significativa desde que fueron creados, destacándose, en todo caso, los préstamos efectuados en 1991/93 por el FONTEC ya mencionados.

206

CAPITULO IX: INTEGRACIÓN MONETARIA Y FINANCIERA

1. Requisitos e instrumentos de la integración monetaria y financiera

La constitución de un mercado único exige, como requisitos, alcanzar la libertad cambiaria y la estabilidad de las respectivas tasas de cambio, el funcionamiento de un mercado libre para las monedas nacionales para facilitar los pagos y la libre movilidad de capitales entre los países de la región. De allí que los gobiernos de los países miembros del Mercado Común Centroamericano hayan manifestado su disposición para avanzar en esa dirección.'

En el Protocolo se expresa que la integración monetaria y financiera se hará de manera progresiva, para lo cual los países centroamericanos propician la armonización de las políticas en los campos respectivos. Entre los instrumentos que se contemplan para hacer realidad ese objetivo se encuentran:1'

a) El mantenimiento de libertad irrestricta de pagos dentro de la zona y la facilitación del uso de los diferentes medios de pago;

b) La promoción del uso de las monedas nacionales de cada uno de los países en los pagos intrarregionalesm y la facilitación de su libre negociación;

179 Protocolo de Guatemala, arts. 9 y 18

18° Ibídem, art. 19

181 De hecho, algunos países miembros del Mercado Común Centroamericano ya han puesto en práctica esta disposición.

207

c) La facilitación de la libre transferencia de capitales así como la promoción y el fortalecimiento de los mercados de capitales centroamericanos;

d) La promoción de la integración financiera y de los mercados de capitales de los países miembros del Mercado Común Centroamericano facilitando el establecimiento de bancos y compañías aseguradoras, sucursales, subsidiarias y otras entidades financieras nacionales entre esos países y la vinculación de las bolsas de valores;

La prevención y contrarrestación de los movimientos financieros que tengan un carácter especulativo;

0 La acción coordinada en las relaciones monetarias internacionales y el fomento de la cooperación financiera con otras entidades regionales e internacionales.'"

2. Avances en materia de integración monetaria y financiera

Los países miembros del Grupo CA-4 -Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua- se encuentran avanzando en esta materia desde antes de la suscripción del Protocolo de Guatemala. En efecto, firmaron un "Convenio para facilitar la integración financiera de los países del Istmo Centroamericano", el que se hallaba pendiente de ratificación por parte de las respectivas Asambleas Legislativas a la fecha en que se realizó la XIV Cumbre de Presidentes, a fines de octubre.'" Estos

182 La proposición y ejecución de las acciones destinadas a lograr la coordinación, armonización, convergencia de las políticas monetarias, cambiarlas, crediticias y financieras de los países centroamericanos es responsabilidad del Consejo Monetario Centroamericano. Así lo establece el Protocolo de Guatemala, en su art. 47

183 "Convenio para facilitar la integración financiera del Istmo Centroamericano", citado en Agenda de Guatemala. XIV Reunión Cumbre de Presidentes Centroamericanos. Guatemala 27, 28 y 29 de octubre de 1993.

208

cuatro países consideran esencial la modernización y apertura del sistema financiero para consolidiar, entre ellos, el libre comercio. Específicamente han puesto énfasis en algunos aspectos del Convenio mencionado referidos al capital mínimo inicial de las sucursales, el sometimiento de las mismas y sus operaciones a las leyes y a la autoridad fiscalizadora del país anfitrión.'"

Por su parte, la Comisión Financiera de los países integrantes del Grupo de los Tres -Guatemala, El Salvador y Honduras- recomendó la agilización de la apertura de sucursales bancarias y que, para integrar los mercados de valores de esos tres países, se proceda a:

i) Averiguar la operatividad del mecanismo de pagos vigente (Acuerdo de Tela) e identificar los obstáculos que dificultan su funcionamiento;

ii) Establecer y mantener un sistema cambiario de mercado en los tres países, para lo cual Guatemala debería actualizar su sistema cambiario;

iii) Proporcionar el apoyo necesario a las Bolsas de valores de los tres países para que, en un plazo breve, se proceda a su integración.'"

3. Integración de los mercados de valores

En lo que hace a la integración de los mercados de valores lo que se persigue es la confirmación de un mercado regional y, en una etapa posterior, lograr la participación de este mercado integrado en los mercados internacionales. La primera etapa de integración de los mercados de valores estaría constituida por ocho pasos que se consideran

184 Comunicado de la Reunión Presidencial CA-4. Amapala, Honduras, 30 de julio de 1993.

185 Recomendaciones de la Comisión Financiera integrada por los Presidentes de las Bancas Centrales, Representantes de la Banca Privada y de las Bolsas de Valores de Guatemala, El Salvador y Honduras. Guatemala, 23 de marzo de 1993.

209

esenciales: 186

• Fortalecer y armonizar el marco regulatorio en cuanto a normas básicas.

• Fortalecer los conocimientos de la red de intermediarios financieros. • Consolidar los sistemas de custodia de valores. • Fortalecer la supervisión de los intermediarios bursátiles. • Establecer un sistema confiable de clasificación de riesgos. • Uniformar las modalidades operativas de la actividad bursátil. • Armonizar las normas contables aplicadas en toda la región. • Armonizar el tratamiento impositivo.

Durante los años del primer Programa de Integración Económica de Centroamérica se efectuaron estudios y actividades para el desarrollo del mercado de capitales de la región,' cuya finalidad era realizar un análisis preliminar conducente a promover la libre transferencia de capitales en la región y organizar un mercado de valores con vista al crecimiento económico regional. Como obstáculos básicos se señalaron, a la sazón, la falta de medios e incentivos que facilitaran su transferencia y la necesidad de una ley uniforme de títulos valores.

Posteriormente, la Asociación de Bolsas de Comercio de Centro América (BOLCEN), constituida en 1991, no alcanzó a materializar los objetivos perseguidos de desarrollar e integrar los mercados en Centroamérica, pero, a pesar de ello, los funcionarios de algunos países de la región -Guatemala, Honduras y El Salvador- continuaron reuniéndose con el fin de avanzar hacia la unificación de sus respectivos sistemas financieros.

186 PRAD1C. Informe sobre la coordinación de políticas macroeconómicas en Centroamérica (resumen), elaborado por José Roberto López, San José, Costa Rica, febrero de 1994, págs. 154/155

187 Los principales estudios en ese campo se llevaron a cabo a fines de la

década de los años 60's. Ver Boletín Económico del Banco Central de Reserva de El Salvador, N° 64, San Salvador, octubre de 1993.

210

Un resultado de esas reuniones fue la firma, en abril de 1993, de una "Declaración Conjunta", por parte de los Presidentes de la Bolsa de valores Nacional, S.A., de Guatemala, la Bolsa Hondureña de Valores y la Bolsa de El Salvador. En esa Declaración se acordó proceder a la interconexión de las tres Bolsas, por medio de sistemas electrónicos, para agilizar la negociación de sus valores y promover la unificación de requisitos para la inscripción y registro de los títulos susceptibles de negociación en cualquiera de las Bolsas. Se acordó, además, instar a las autoridades monetarias de los tres países a que implementen las medidas para alcanzar el libre movimiento de capitales y busquen los mecanismos legales para que las Casas Corredoras de un país puedan operar en las otras Bolsas, incluso a través de corresponsales. Ya se han negociado obligaciones de los Bancos Centrales de El Salvador en Guatemala y de Guatemala en El Salvador, empezándose a materializar así la transferencia y circulación de capitales.

No obstante, debido a la diversidad de regímenes monetarios, uno de los aspectos más difíciles que se enfrentan es, inicialmente, la liquidación de las operaciones entre las tres Bolsas de los países que conforman el "Triángulo del Norte" y, posteriormente, entre las Bolsas de todos los países de Centroamérica.

Con todo, se piensa que, por el momento, más práctico que crear una Bolsa Centroamericana de Valores sería fortalecer y desarrollar las Bolsas actuales, sin perjuicio de que se creen otros instrumentos indispensables de utilización a nivel regional. Entre estos se citan: una Corporación de Inversiones que actuase como filial del Banco Centroamericano de Integración Económica, similar a la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial y a la Corporación Interamericana de Inversiones del BID, para apoyar el crecimiento y apertura de las empresas privadas.'

1" Ibídem.

211

CAPITULO X: LA ARMONIZACION Y COORDINACION DE POLITICAS

1. Significación y problemática de la armonización y coordinación de políticas.

La armonización y coordinación de las políticas nacionales, en sus distintos ámbitos, ocupa un lugar de mayor significación que en el pasado como componente de los instrumentos destinados a fortalecer el proceso de integración centroamericana y para, a la vez, configurar un frente homogéneo en el contexto internacional que permita a los países de la región acceder lograr un mejor posicionamiento para captar mercados e inversiones.

Los países centroamericanos consideran importante la coordinación de sus polfticas macroeconómicas, más aún en el marco de globalización de la economía mundial ya que, según un especialista de la región, "es imprescindible a la hora de pensar en espacios económicos comunes y, en ese marco, es casi una necesidad imprescindible".'

Merecen consideración las polfticas fiscales y las monetarias y aquellas que inciden en las condiciones de producción dentro del espacio común, entre las cuales se encuentran las polfticas sectoriales, como la financiera, la industrial, la agrícola y las relacionadas con las políticas sociales. 193

189 Exposición del Lic. Oscar Menjivar en el Seminario Internacional sobre Integración Económica y Competitividad en Centroamérica, Véase: Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD). Secretaría permanente del Tratado General de Integración Económica Centroamericana (SIECA). Seminario internacional sobre integración económica y competitividad en Centroamérica. San Salvador, El Salvador, 19 y 20 de agosto de 1993.

19° Ibídem

212

Los hechos producidos en los últimos años han generado condiciones, si bien no sencillas, más favorables para que los objetivos de armonización y coordinación ,de las políticas macroeconómicas puedan ir lográndose. La democratización de Nicaragua, la consolidación de la paz en El Salvador y las reformas estructurales comenzadas a aplicar en la década de los noventa en los países del Istmo han favorecido un consenso creciente entre las autoridades económicas sobre la política macroeconómica básica a seguir.'

Si bien a la armonización y coordinación de las políticas' suele dársele un carácter específico -monetario, cambiario, fiscal, etc.- un enfoque comprensivo señala que, en Centroamérica, la coordinación de políticas macroeconómicas "debe concebirse como un proceso integrado de actividades y compromisos mutuamente interactuantes ya que no es posible concebir, con expectativas de éxito, actividades en un solo campo específico, pues ésto es contraproducente". 193

Hay, sin embargo, obstáculos que deberán ser tomados en cuenta en el proceso de coordinación de las políticas en Centroamérica, entre los que se señalan: '914

191 PRADIC. Informe sobre la coordinación de políticas macroeconómicas en Centroamérica (resumen), elaborado por José Roberto López, San José, Costa Rica, febrero de 1994, pág. 62.

192 Sobre los conceptos de armonización y coordinación de políticas pueden verse los diversos estudios publicados en la revista del IIVTAL Integración Latinoamericana, N° 203, Buenos Aires, agosto-setiembre de 1994. También los estudios incluidos en: SIECA. La integración Centroamericana. Algunos principios y conceptos. Centroamérica, 1993 y PRADIC. Informe sobre la coordinación de políticas macroeconómicas en Centroamérica (resumen), elaborado por José Roberto López, San José, Costa Rica, febrero de 1994, pág. 62.

193 Eduardo Gana, "Ensayo sobre coordinación de políticas macroeconómicas" , citado en SIECA. La integración Centroamericana. Algunos principios y conceptos. Centroamérica, 1993.

194 PRADIC. Informe citado.

213

• La negociación sobre objetivos de política puede dificultarse si algunos instrumentos de política son tratados como objetivos.

• Pueden haber desacuerdos profundos entre los países sobre los efectos de cambios de política sobre las metas de desempeño. La aplicación de esquemas de estabilización y ajuste estructural convergentes, pero no idénticos, aminora esta dificultad.

• Algunos países con un bajo nivel de intercambio regional pueden tener poco estímulo para coordinar sus políticas, a pesar de lo cual países como Honduras, con un bajo comercio regional, muestran una opinión pública muy favorable a la integración. 195

• Los costos de las negociaciones regionales pueden aumentar considerablemente con la cantidad de áreas de política que se incluyan y con la cantidad de instituciones que se involucren.

• Pueden producirse desacuerdos importantes entre los compromisos de política nacionales y regionales derivados de la coordinación.

En relación con el tema, en la Declaración de Panamá, de 1992, los presidentes centroamericanos solicitaron a la Reunión de los Gabinetes Económicos la preparación de un programa coordinador, viable y realista, de armonización de todas las políticas macroeconómicas nacionales. 196

Para entonces, ya la Reunión de los Gabinetes Económicos había aprobado el Primer Programa de Acción que incorpora objetivos relacionados a las políticas monetaria, cambiaria, crediticia y fiscal. 197

195 Ver Selingson, Mitchell, "Attitudes of the Central American Mass Public toward integration". Special Report N° 2 on "Report for the Commission of the European Community en Central American Integration". Bruselas, 1992.

196 Declaración de Panamá, Panamá, 9-11 de diciembre de 1992.

197 111 Reunión de los Gabinetes Económicos, Antigua (Guatemala), 18-20 de marzo de 1992.

214

El Protocolo de Guatemala incluyó también pautas referidas a la armonización y coordinación de políticas de los países centroamericanos. Se expresa allí que los países centroamericanos se comprometen a avanzar gradualmente en la coordinación y armonización de sus relaciones comerciales externas, hasta llegar a adoptar una política conjunta de relaciones comerciales con terceros países (art. 11), así como a propiciar la convergencia y la armonización de las políticas nacionales de desarrollo de exportaciones y la armonización de las políticas macroeconómicas, especialmente la monetaria y fiscal para asegurar, alcanzar y mantener la estabilidad interna y externa de sus economías.198

2. Los avances en materia de armonización de políticas

a. Armonización de políticas tributarias

El objetivo de alcanzar la armonización tributaria tiene, como fecha límite fijada por la Cumbre de Presidentes Centroamericanos,' el 21 de diciembre de 1999. En consonancia con ese mandato, el Consejo de Ministros de Finanzas Públicas' aprobó la creación del Grupo Regional de Apoyo-Técnico (GRAT) para que, juntamente con los funcionarios de la Secretaría Ejecutiva del Consejo de Ministros de Hacienda, elaborase propuestas en la materia. El GRAT fijó a cinco objetivos:

198 Protocolo al Tratado General de Integración Económica Centroamericana. X1V Cumbre Centroamericana. Guatemala, octubre de 1993. Arts. 11, 14 y 19.

199 Declaración de Panamá, Panamá (Panamá), 9-11 de diciembre de 1992.

200 Los Gabinetes Económicos establecieron el Consejo de Ministros de Finanzas Públicas o Hacienda para definir la política de armonización tributaria en la región y un Comité Ejecutivo de ese Consejo para estudiar, analizar y proponer lineamientos, mecanismos, acciones y acuerdos para avanzar la armonización tributaria, el sistema aduanero y el presupuesto los programas de financiamiento con organismos multilaterales. Ver: SIEGA. La integración Centroamericana. Algunos principios y conceptos. Centroamérica, 1993.

215

• Fomentar la inversión, nacional y extranjera • Estimular el movimiento de capitales de manera competitiva • Estimular la producción de bienes y servicios • Fomentar las exportaciones • Impulsar el intercambio comercial intrarregional

Se propusieron cinco etapas para avanzar en el programa de armonización, a saber, impuestos específicos al consumo, impuesto general sobre ventas o al valor agregado, impuesto sobre la renta, legislación para incentivar exportaciones y otros impuestos.201

La estructura técnica armonizada, con excepción de tasas, de los impuestos específicos o selectivos al consumo de cigarrillos, bebidas gaseosas, cervezas y bebidas alcohólicas fue elevada a consideración del Comité Ejecutivo de Ministros de Finanzas Pública o Hacienda de los países centroamericanos, en el mes de julio.202 En octubre los Presidentes Centroamericanos aprobaron el Programa de Armonización tributaria.2°3

Por medio del Programa se procura armonizar la imposición al consumo aplicada a una serie de productos, entre los cuales se llegó ya a consensos en lo referente al impuesto a los cigarrillos, a las bebidas alcohólicas, a

201 PRADIC. Informe sobre la coordinación de políticas macroeconómicas en Centroamérica (resumen), citado, pág. 145. El GRAT ha efectuado los estudios de base para la armonización de los impuestos sobre la renta. (Bonilla, Heriberto. "Centroamérica: Políticas Macroeconómicas y Programa de Armonización", SIECA/GRAT, setiembre de 1992; Mejicanos, Pluvio, "Los impuestos Específicos al Consumo y el Proceso de Armonización Tributaria en Centroamérica", SIECA/GRAT, Mimeo, enero de 1993 y Boccia, Angel, "Armonización de los Impuestos Específicos al Consumo en Centroamérica", SIECA/GRAT, Mimeo, Guatemala, febrero de 1993).

202 Tercera Reunión del GRAT de Directores Generales de Rentas internas de los países del Istmo Centroamericano. Roatan, Honduras, 21 al 23 de julio de 1993. Ver SIECA, Boletín_ Informativo, Guatemala, junio-julio de 1993.

2°3 Agenda de Guatemala. XIV Reunión Cumbre de Presidentes Centroamericanos. Guatemala 27, 28 y 29 de octubre de 1993.

216

las bebidas gaseosas y a las cervezas.

Hacia finales del año la SIECA estaba iniciando una serie de estudios sobre los incentivos fiscales en Centroamérica, a comenzar con los incentivos a las exportaciones para continuar posteriormente con otros incentivos. Por su parte, los gobiernos de los países miembros del Grupo CA-4 -Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua- reiteraron su interés en acelerar el proceso de armonización tributaria entre ellos, especialmente en cuanto se refiere a los aspectos que se relacionan con el comercio, a fin de facilitar el libre comercio de mercaderías entre los cuatro países.'

b. Armonización de las políticas monetarias y cambiarlas

La Reunión de los Gabinetes Económicos de los Países del Istmo Centroamericano adoptó, "como objetivo principal de las políticas monetaria y crediticia, tender a la estabilidad de las monedas nacionales y fomentar la eficiencia en la asignación de los recursos, guiándose por los principios básicos de limitar las funciones de los bancos centrales a la dirección y ejecución de las políticas monetaria, cambiaria y crediticia de sus respectivos países, con el fin de evitar el resurgimiento de presiones inflacionarias; fortalecer la situación financiera de los bancos centrales, cuando sea factible, con recursos de presupuesto nacional de cada país; limitar el uso de la política de encaje a su función de regular la liquidez de las instituciones bancarias; y avanzar de preferencia en la utilización de instrumentos menos rígidos y más orientados al mercado"?'

La situación en materia cambiaria en los países centroamericanos en 1993 era la siguiente:

204 Comunicado de la Reunión Presidencial CA-4, Amapala, Honduras. 30

de julio de 1993.

2°5 SIECA. La integración Centroamericana. Algunos principios y conceptos. Centroamérica, 1993, págs. 7 y 8.

217

En Costa Rica, a partir de marzo de 1992, se sustituyó el régimen cambiatio basado en minidevaluaciones por el de una flotación intervenida mediante la cual, básicamente, son las fuerzas del mercado las determinantes del tipo de cambio nominal.

En El Salvador la política cambiaria en 1993 continuó rigiéndose por un régimen libre, donde el tipo de cambio nominal es determinado por la oferta y demanda de divisas.

En Guatemala se mantuvo en 1993 el sistema de subasta de divisas, mediante el cual el quetzal fluctuó dentro de una banda establecida por el Banco de Guatemala, con el objetivo de mantener el valor real de la moneda.

Honduras también mantuvo durante 1993 la política de liberalización del tipo de cambio adoptada en junio de 1992, permitiendo que fueran las partes quienes determinen el precio de las divisas en todas las transacciones de compra y . venta.

En Nicaragua un tipo de cambio se mantuvo hasta el 9 de enero de 1993, cuando se devaluó en 20 % , adoptándose a partir de entonces una política de deslizamiento diario que incrementó el tipo de cambio nominal, inicialmente en 0.5% mensual y posteriormente en 1% mensual para un acumulado anual de 27% . 2"

Desde el punto de vista regional, en 1993 el grado de armonización de la política cambiaría mejoró, pues el indice de dispersión cambiaria regional -IDCR-207 pasó de 148 a 143; contrario a años anteriores, si se

206 Consejo Monetario Centroamericano, Secretaría Ejecutiva. Informe sobre la situación económica de los paises centroamericanos en 1993. San José, Costa Rica, abril de 1994, págs. 30 a 35.

2°7 El 1DCR tiene como base 1980=100 y corresponde esencialmente a un cálculo del promedio de los valores absolutos de las diferencias de los índices de tipo de cambio efectivo real de cada uno de los países centroamericanos en relación con sus socios comerciales (1TCER-CA). Cuando el valor del 1DCR tiende a cero, debe interpretarse como que disminuye el grado de desalineamiento

218

excluye a Nicaragua, el resultado es desfavorable, pues los índices pasan de 48 a 59.2"

Cuadro V-10

CENTRO AMERICA: INDICE DE DISPERSION CAMBIARIA REGIONAL [IDCR]

[1:DCR]4 [IDCR]5

Indice Variación Indice Variación

1989 83.3 107.3

1990 46.5 -44.2 202.6 88.9

1991 50.2 7.9 158.5 -21.8

1992 47.8 -4.8 148.5 -6.3

1993 59.3 24.1 142.8 -3.9

Fuente: Consejo Monetario Centroamericano. Secretaría Ejecutiva. Informe sobre la situación económica de los países centroamericanos. San José, Costa Rica, abril de 1994.

El Parlamento Centroamericano (PARLACEN) formuló consideraciones en favor de la armonización de las políticas monetarias, financieras y tributarias. Considera el órgano político regional que es imprescindible (i) armonizar los niveles de tasas de interés vigente en los países de la región de modo que las mismas guarden consistencia con las del mercado financiero internacional, (ii) promover una mayor integración financiera regional sobre las bases de un trato recíproco que permita una amplia movilización de capitales y que tienda, gradualmente, a una mayor

real entre las monedas centroamericanas. Ver Consejo Monetario Centroamericano, Secretaría Ejecutiva. Informe sobre la situación económica de los países aente-oamericanos en 1993. San José, Costa Rica, abril de 1994.

2" Ibídem, pág. 29.

219

apertura a los servicios financieros internacionales, (iii) desarrollar una política monetaria y crediticia realista y duradera que dé confianza a los inversionistas, (iv) facilitar el acceso del crédito a las empresas instaladas en la región y que las mismas estén en condiciones de colocar, en cualesquiera de los países, títulos valores denominados en monedas centroamericanas y otras monedas, y (y) que se establezca una normativa regional que garantice los contratos de ahorro un y financiamiento mediante la utilización de distintas monedas.'

2°9 Véanse las conclusiones y recomendaciones del Simposio sobre Políticas Monetarias y Fiscales auspiciado por el Parlamento Centroamericano, en Boletín Económico del Bco. Central de Reserva de El Salvador, Año 6, N° 63 , septiembre de 1993.

220

CAPITULO XI: LA COOPERACION INTERNACIONAL EN FAVOR DE CENTROAMERICA

Desde hace algunos años Centroamérica cuenta con la cooperación internacional para la recuperación de sus economías, el fortalecimiento del proceso de integración, el afianzamiento de la paz, y la ayuda humanitaria, entre los principales fines de esa cooperación.' Esta se ha ido diversificando en cuanto a sus fines específicos y, también, en lo que hace a sus fuentes: países, grupos de países y organismos multilaterales, aunque aún así no son pocos los temores de que la cooperación financiera externa podría disminuir en el corto plazo.'"

1. El Plan Especial de Cooperación (PEC)

El PEC, aprobado por resolución 42/204 de las Naciones Unidas, del mes de mayo de 1988, generó una cartera voluminosa de proyectos o de perfiles de proyectos sectoriales (energía, agricultura, salud, telecomunicaciones, etc.) en las sucesivas reuniones que se llevaron a cabo con las instituciones y países cooperantes. También se concibieron, a partir de 1990, proyectos de apoyo institucional, como los que se brindaron al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el Consejo Monetario Centroamericano, el ICAITI y la SIECA, que se iniciaron en 1992.

210 Sobre la iniciación y marcha posterior de la cooperación internacional en Centroamérica. Véase los informes anuales del INTAL El Proceso de Integración en América Latina y el Caribe de los años 1989 y siguientes.

211 Ver, al respecto, el capítulo I de esta Sección.

221

En los meses de junio y julio de 1993 se analizó la marcha del PEC .212 En esa ocasión -la reunión fue dividida en tres etapas- se decidió coordinar con las representaciones diplomáticas de cada uno de los países centroamericanos en las Naciones Unidas el contenido de la estrategia actual y el seguimiento de las acciones del Plan Especial.

Dada la posibilidad de que los fondos provenientes de los organismos internacionales sufran un recorte, los gobiernos de los países centroamericanos encomendaron a la SIECA la búsqueda de mecanismos alternativos que hagan posible movilizar recursos hacia la región.

2. La cooperación de la Comunidad Europea

La cooperación de la Comunidad Europea con Centroamérica se basa en la Declaración de San José, de setiembre de 1984, posteriormente institucionalizada por el Acta Final de la Reunión de Luxemburgo, de noviembre de 1985. En el mes de febrero de 1993, los países centroamericanos y la Comunidad Europea firmaron un nuevo Acuerdo.

En la Reunión de Coordinación de la parte Centroamericana, preparatoria de la VI Reunión de la Comisión Mixta de Cooperación Europea/Istmo Centroamericano se definieron los mecanismos para la formulación, priorización, presentación y seguimiento de proyectos. También se analizaron las funciones para las cuales fue creada la Comisión Mixta y las Subcomisiones especializadas, a fin de replantear sus objetivos y redefinir la forma en que los trabajos de las mismas deberían efectuarse en adelante.213 Ajustado a ese mecanismo se

212 Vigésima Reunión de Ministros Responsables de Plan Especial de Cooperación Económica para Centroamérica (PEC), celebrada en Panamá (7 y 8 de junio), Nueva York (22 de junio) y Guatemala (19 y 20 de julio) de 1993. Véase SIECA. Boletín Informativo. Centroamérica, junio-julio de 1993.

213 Reunión de Coordinación de la Parte Centroamericana, preparatoria para la VI Reunión de la Comisión Mixta de Cooperación Comunidad Europea/Istmo Centroamericano, Guatemala, 31 de agosto y 1° de setiembre de 1993. Véase Boletín Informativo de la SIECA, agosto-setiembre de 1993.

222

elaboró la Cartera Regional de Proyectos para la Cooperación con la Comunidad Europea, la que incluye diversas categorías que dependen del grado de avance y preparación de cada uno de los proyectos, a saber: (i) proyectos en trámite de ser financiados por la CEE, (II) proyectos listos para su presentación, (iii) proyectos en proceso de priorización y aprobación, (iv) perfiles de proyectos y (y) ideas de proyectos.'

Los proyectos en trámite de ser financiados por la Comunidad corresponden, respectivamente, a las áreas de administración pública, transporte y medio ambiente.

El primero se refiere a los instrumentos migratorios para la integración de América Central y tiene como objetivo el desarrollo de los instrumentos migratorios que, en el marco de proceso de integración de América Central, posibiliten un cambio de perspectiva en la definición de las mismas políticas migratorias para transformarlas en herramientas funcionales básicas del proceso de integración. Para este proyecto la contribución prevista de la Comunidad asciende a 886,400 dólares.'s

El segundo es un proyecto piloto de mejoramiento de las condiciones de transporte de la región centroamericana hacia Europa y tiene como objetivo el aumento de las exportaciones no tradicionales de los países del istmo mediante el abaratamiento del transporte marítimo y del aumento de la capacidad de carga aérea, el que contará con un aporte de la Comunidad de 1.133.000 dólares.'

El proyecto ambiental corresponde al desarrollo sostenible de zonas de frontera a implementarse en Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Consiste en "un programa innovador y flexible para adaptarse a la cambiante realidad de los frentes de colonización, áreas grandes, aisladas, dinámicas y, a veces, conflictivas", para el cual la comunidad

214 SIECA. VI Reunión de la Comisión Mixta de Cooperación CE/ISTMO Centroamericano. Guatemala 7 y 8 de octubre de 1993. SlECA/CCAICEI 14-93.

215 Ibídem, pág. 2

216 Ibídem, pág. 3

223

aportará 21.038,740 dólares.'

En su reunión del mes de octubre la Comisión Mixta Comunidad Europea/Istmo Centroamericano se firmó un acuerdo por el cual la Comunidad prevé destinar 181 millones de dólares a programas de ayuda social, fortalecimiento del proceso de paz e integración y apoyo a la democracia.

Asimismo, como forma de estimular las exportaciones centroamericanas hacia los países de la Comunidad Europea, se habrá de elaborar un programa integral de desarrollo de las exportaciones que incluya la identificación de las limitaciones y posibilidades existentes para el impulso del comercio y los servicios, incluyendo el turismo. Tal programa será acompañado de una estrategia de diversificación de las exportaciones centroamericanas, del mejoramiento de su transporte, incremento del valor agregado de los productos que se exportasen y el mejoramiento del marco jurídico para atraer inversiones al istmo.'

La cooperación de la Comisión Europea con Centroamérica en el período 1985-92 alcanzó a un total de 864.866.000 dólares divididos en: Ayuda al desarrollo (723.851.000 dólares), Cooperación Económica (54.230.000 dólares), y Ayuda Humanitaria (86.759.000 dólares).219

217 Ibídem, pág. 4. En este documento se realiza una presentación más detallada de estos proyectos, así como de los que se han encuadrado en las categorias restantes señaladas.

218 Diario Prensa Libre, Guatemala 9 de octubre de 1993.

219 IRELA, DOSSIER N°48, pág. 59, a base de cálculos de la propia IRELA y de datos de la Comisión de la UE, Cooperation Economique:Aides au Developpement et Humanitaire avec les P. V.D. d'Amerique Latine et d'Asie: Annexe Statistique du 16 eme Rapport Annual, Bruselas. El estudio de IRELA presenta un detalle de esa cooperación por países y organismos regionales centroamericanos.

224

3. Asociación para la Democracia y el Desarrollo de América Central (ADD)

En el mes de marzo los funcionarios técnicos de la parte centroamericana de los Grupos de Trabajo I y II formularon pautas para el futuro de la ADD que fueron sometidas a los cancilleres centroamericanos para la reunión especial que se llevó a cabo el mismo mes en Tokio. Resultados de la Reunión de Tokio fueron varios acuerdos relativos al fortalecimiento de los mecanismos de la ADD, por los cuales se formalizaron las representaciones de los socios y se regularon aspectos operativos del Comité Coordinador.

Se produjeron avances importantes en dos temas. El primero se refiere a los sistemas regionales de información sobre comercio e inversiones e incluye la constitución del Grupo Centroamericano de Informática, el que identificó y formuló tres proyectos que se ejecutarán con apoyo del gobierno de Estados Unidos: un diagnóstico sobre fuentes regionales de información, un inventario de necesidades de información y el diseño de un sistema regional de información sobre comercio e inversiones. En relación con el segundo tema se realizó la Primera Conferencia Mundial sobre Comercio e Inversiones en Centroamérica, que se llevó a cabo posteriormente en San Pedro Sula, 28 de junio al 1° de julio de 1993.220

4. El Programa Regional de Apoyo al Desarrollo y la Integración de Centroamérica (PRADIC)

El PRADIC consiste en una operación de cooperación técnica no reembolsable que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) presta a Centroamérica como un instrumento de apoyo al Plan (le Acción Económica para Centroamérica (PAECA), establecido en 1990.221 El

22° SIECA. Estado de avance de lis ,nandatos de los gabinetes económicos de los países del Istmo centroameri:ano, págs. 14, 15 y 16.

221 Datos sobre la acción del PR1tD1C en los años anteriores se dan en JNTAL El Proceso de httegración en América Latina y el Caribe en 1992. Buenos Aires, setiembre de 1993.

225

Programa se traduce en el apoyo financiero a la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA), el Consejo Monetario Centroamericano y la Federación de Entidades Privadas de Centroamérica y Panamá (FEDEPRICAP).

Un apoyo importante del PRADIC está relacionado con las actividades del Grupo Consultivo Regional de Centroamérica (GCR-CA), que tiene como función principal apoyar las actividades para una mayor coordinación de la comunidad internacional con los planes, programas y proyectos orientados al fomento del desarrollo económico y social de la región como un todo. El Grupo Consultivo Regional es un nuevo instrumento de gran valor para coordinar y canalizar el apoyo financiero y técnico que requiere la región; ha sido diseñado como un mecanismo de coordinación que no duplica otras importantes iniciativas para ayudar a la región. Por el contrario, tanto el GCR-CA como el PRADIC han venido coordinando sus actividades en forma cuidadosa con importantes foros tales como el Diálogo de San José, entre la Comisión de las Comunidades Europeas y América Central, y la Asociación para la Democracia y el Desarrollo (ADD).222

Las áreas que los Gabinetes Económicos de los países centroamericanos han priorizado para su desarrollo en los próximos años y para los cuales solicitan la cooperación internacional son las de energía, transporte, telecomunicaciones, desarrollo social, así como la modernización de los sectores productivos; esta última incluye la formación de recursos humanos, el apoyo al desarrollo de ciencia y tecnología y lo referido a la preservación del medio ambiente.223

222 GCR-CA. La transformación productiva del Istmo centroamericano. Acciones requeridas en materia de Formación de Recursos Humanos, Ciencia y Tecnología y Manejo del Medio Ambiente. Primera Reunión del Grupo Consultivo Regional de Centroamérica (GCR-CA). Marzo 1993. "Introducción".

223 Intervención del Lic. Richard Aitkenhead, Ministro de Finanzas de Guatemala como vocero de los Gabinetes Económicos del Istmo Centroamericano en la Reunión del Grupo Consultivo Regional. Véase Boletín Informativo de la SIECA, año 31, N°, Centroamérica, marzo de 1993. 4

226

La elevación de la competitividad externa se considera indispensable en Centroamérica, por lo que se requiere utilizar eficientemente los recursos humanos y naturales, adaptando los conocimientos que tengan un alto valor agregado. Es por ello que para el desarrollo de los recursos humanos, en lo relacionado con las negociaciones comerciales internacionales, los gobiernos centroamericanos prepararon propuestas de cooperación técnica por un monto de U$S 19.8 millones que presentaron a la consideración del Grupo Consultivo Regional. De ese monto U$S 11.8 millones se destinarían al fortalecimiento institucional de los organismos nacionales y regionales que tienen a su cargo los asuntos relativos al medio ambiente y al desarrollo sustentable, U$S 2.1 millones al diseño de un programa regional de recursos humanos, y U$S 5.9 millones a un programa de Ciencia y Tecnología.224

5. La cooperación de Colombia, México y Venezuela

Colombia, México y Venezuela han puesto en vigor, en conjunto o por separado, programas de cooperación con los países centroamericanos.

En el mes de febrero de 1993, los presidentes de Colombia y Venezuela y de los países centroamericanos firmaron el "compromiso de Caracas" en el que se establece un programa de cooperación con los países del istmo.

Por su parte, en setiembre, los vicecancilleres del G-3 (Colombia, México y Venezuela) y de Centroamérica reunidos en Puerto La Cruz, Venezuela, identificaron proyectos de cooperación de ejecución inmediata que serán apoyados por el G-3. Tales proyectos se refieren a la interconexión eléctrica y ferroviaria, integración del transporte marítimo, fortalecimiento municipal, combate contra el cólera, prevención del

embarazo en adolescentes y sistema regional de protección a las áreas

224 Ibídem.

227

silvestres.225

A su vez, en el contexto del Acuerdo de San José, México y Venezuela, continúan prestando apoyo al balance de pagos a los países centroamericanos mediante el abastecimiento de petróleo a precios favorables. Según los términos del Acuerdo ambos países reintegran el monto total de las adquisiciones de petróleo; normalmente el 20% es abonado a los Bancos Centrales de cada país y el 80% restante se canaliza a través del Banco Interamericano de Desarrollo para financiar proyectos de desarrollo a los que se aplican módicas tasas de interés .226

Finalmente, el Gobierno de México y la Secretaría Permanente del Tratado de Integración Económica Centroamericana (SIECA) firmaron un Convenio por el cual el gobierno de México prestará a la SIECA cooperación técnica y financiera en campos relacionados con el proceso de integración económica regional, especialmente en comercio y negociaciones internacionales, informática e información y en gestión de la cooperación internacional; también en temas como desarrollo y políticas macroeconómicas, desarrollo industrial, política fiscal, arancelaria y aduanera.

Otros aspectos en los cuales México prestará apoyo a la SIECA se vinculan con la gestión del desarrollo de la infraestructura física, la competitividad y el desarrollo científico y tecnológico.

Ambas partes se comprometieron a fomentar y llevar a cabo estudios y trabajos que tengan como objeto promover la complementación económica y la expansión de los intercambios comerciales entre los países centroamericanos y México.

225 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Desarrollo reciente de los Procesos de Integración en América Latina y el Caribe. (Doc. LC/R.1381), 5 de mayo de 1994.

226 Ibídem.

228

Con el objetivo de dar cumplimiento al acuerdo de cooperación, el gobierno de México y la SIECA decidieron crear un mecanismo conjunto de seguimiento, formado por funcionarios de alto nivel de cada una de las partes."'

227 Diario La República, 14 de diciembre de 1993

229

SECCION SEXTA

LA COMUNIDAD DEL CARIBE (CARICOM)

CAPITULO I: LA CARICOM EN 1993: VISION DE CONJUNTO, HECHOS Y TENDENCIAS RECIENTES

Aún cuando algunas economías integrantes de la CARICOM mostraron un comportamiento muy destacable, el tono prevaleciente no fue muy diferente al del año anterior, anotándose resultados que en su conjunto fueron poco satisfactorios, lo que en buena medida se explica por el débil comportamiento de las economías de mayor tamaño de la región. La expresión más directa de lo ocurrido fueron las bajas tasas de crecimiento y la persistencia de problemas que han venido afectando a los países del Caribe desde hace tiempo, tales como el desempleo y los desequilibrios fiscales.

Hubo, por otra parte, factores que ejercieron una influencia claramente positiva. Tal el caso del turismo, que continúa siendo poco menos que fundamental para varios de los países del Caribe, especialmente los de menor tamaño agrupados en la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECS, en la sigla inglesa). Todo parece indicar que los resultados de esa actividad superaron a los que se lograron en 1992 para lo cual influyó, ciertamente, el mejoramiento de las condiciones económicas en los Estados Unidos.

Sigue siendo motivo de preocupación el nuevo régimen establecido en la Unión Europea (UE) para las importaciones de bananos, por cuanto

231

podría afectar -y en alguna medida parece ya haberlo hecho-1 la tradicional posición preferencial que en ese mercado gozan las provenientes de los países de la CARICOM, en especial los que forman parte de la OECS. Lo anterior se combinó con la depreciación de la libra esterlina en relación con el dólar estadounidense, de manera tal que los ingresos por exportaciones fueron inferiores a los esperados. Aunque por otros factores, tampoco las exportaciones de productos clave para la región, como el azúcar, el petróleo y la bauxita, respondieron a las expectativas.

No cabe duda de que la recuperación del ritmo de desarrollo de la región dependerá no sólo de cómo marche la economía mundial -a la que la región está estrechamente ligada- sino también, en gran medida, de la reestructuración de las economías de los países que la forman. Esa reestructuración es condición necesaria para que los mismos puedan responder competitivamente a las nuevas situaciones que enfrentan en materia de liberalización comercial y de mayor libertad en el movimiento de los factores, en un contexto en el que no cabe descartar una posible baja en la corriente de fondos que la región recibe tradicionalmente en carácter de asistencia internacional.'

Con todo, aún en este cuadro de escaso dinamismo, la CARICOM prosiguió la marcha hacia el logro de sus objetivos. Así, en lo que se refiere a la conformación de una economía y un mercado únicos, comenzó a aplicarse el Arancel Externo Común (AEC), el que ya había quedado decidido por los Jefes de Gobierno en 1992 atendiendo a una de las

Véase Caribbean Development Bank, Annual Report 1993, Economic Developments during 1993, St. Michael, Barbados.

2 Ibídem. Entre las razones que explicarían esta posible disminución de la corriente de fondos concesionales a la región, se cita la «mayor atención que los donantes prestarían a los destinos percibidos como más necesitados: Africa y Europa Oriental.

232

principales recomendaciones formuladas por la Comisión de las Indias Occidentales (WIC, en la sigla inglesa).3

La decisión polftica de los Jefes de Estado resultó crucial para destrabar las dificultades que se presentaron para establecer el AEC.

Sin perjuicio de otros destacables avances tendientes a facilitar el comercio intrarregional, el enfoque de los países de la CARICOM para fortalecer su interdependencia recíproca reviste características especiales. Aun cuando la conformación de un mercado subregional sigue siendo un objetivo primordial se advierte que tanto la cooperación funcional como la polftica -ésta última orientada en buena medida a facilitar un mejor y más intenso relacionamiento con terceros países- van ocupando posiciones de creciente importancia en el marco estratégico de este proceso de integración.

En la decidida "proyección hacia afuera" de la subregión influye, fundamentalmente, lo limitado del mercado subregional, integrado por economías de tamaño reducido. A ello se agrega, la preocupación -sin duda más bien reciente pero que se ha ido acrecentando- por el peligro de que la región se vea marginada como consecuencia de la tendencia a la conformación de megabloques de países que se manifiesta en el mundo.

Es precisamente en materia de relacionamiento externo en donde se registraron los progresos más notables del año: la iniciación de la vigencia del tratado con Venezuela conocido como "acuerdo de una sola vía"; los programas y mecanismos de cooperación con el Grupo de los Tres (G-3) y con los países de América Central, el establecimiento -al cabo de una dificultosa negociación- de un mecanismo para considerar la cooperación con Cuba, y el progreso en las negociaciones llevadas a cabo con

3 Reunión Especial de la Conferencia de Jefes de Gobierno de la CARICOM, Puerto España, Trinidad y Tabago, 28-31 de octubre, 1992, para considerar las recomendaciones del informe Time for Action.

4 El Acuerdo de Comercio e Inversión con Venezuela es conocido como "acuerdo de una sola vía", porque el grueso de las prestaciones que incluye está a cargo de aquel país.

233

Colombia conducentes a la firma un acuerdo similar al suscrito con Venezuela.

También deben considerarse significativas las numerosas e intensas gestiones efectuadas ante los Estados Unidos en relación con las consecuencias negativas que podría tener para los países del CARICOM la participación de México en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC, o bien NAFTA, en la sigla inglesa)5. A ello se agregan los decisivos avances logrados para constituir la Asociación de Estados del Caribe (AECar)6,también ésta una de las principales recomendaciones de la WIC incluidas en el mencionado informe Time for Action.

En síntesis, el proceso de integración de la CARICOM mostró, en 1993, un ritmo parecido al del año anterior, con excepción de lo que se refiere a su relacionamiento externo en el que se puso un marcado énfasis. La marcha hacia la Economía y Mercado Unicos registró avances moderados, en particular en los referente a la implementación generalizada del AEC; otro tanto puede decirse de las actividades de cooperación funcional.

Entre los temas que requerirán preocupación permanente de la CARICOM sobresale la búsqueda de medios para proteger sus ventajas arancelarias y aspectos derivados -tales como las posibles corrientes de inversión- consagradas por la Iniciativa para la Cuenca del Caribe (CBI

5 La más saliente de dichas gestiones fue llevada a cabo en Washington, en agosto de 1993, en cuya ocasión varios Jefes de Gobierno de los países de la CARICOM se reunieron con el Presidente Clinton de los Estados Unidos.

6 Dichas negociaciones culminaron con la firma del Tratado por el que se crea la AECar, el 24 de julio de 1994, en Cartagena, Colombia, instrumento que debe ser ratificado por todos los países firmantes.

234

II, en la sigla inglesa) 7 y el Sistema General de Preferencias, y que la accesión de México al TLC puede poner en peligro.'

Asimismo, tiene carácter prioritario la defensa del régimen preferencial para el ingreso en la UE de varias de sus exportaciones esenciales, principalmente el banano y el azúcar.

7 Caribbean Economic Recovery Act (CBERA,1990), usualmente referida como CB1 11.

8 Casi el 75% de las exportaciones de la CARICOM se dirige a destinos de acceso preferencial. Véase Caribbean Countries Policies for Private Sector Development, Banco Mundial, 29 de abril de 1994, pág. 17. Aunque la relación se refiere al grupo de países del Caribe que incluye -además de los de la CARICOM- a Haití, la República Dominicana y Suriname, se estima que esa proporción -o una muy aproximada- es también válida para el caso de la

Comunidad.

235

CAPITULO II: LA MARCHA HACIA UN "MERCADO Y ECONOMIA UNICOS"

1. Antecedentes

En la reunión de Grand Anse, Grenada, de 1989 9, los Jefes de Gobierno declararon su intención de establecer un "Mercado y Economía Unicos" en la CARICOM. Fue ésa la primera expresión concreta en relación con el cumplimiento del objetivo de llegar a un mercado común, tal como se había previsto en el Tratado de Chaguaramas.

En esa misma oportunidad se definieron a grandes rasgos sus características principales y se estableció un cronograma con los sucesivos pasos que los países integrantes de la Comunidad deberían dar para cumplir con esa meta, ciertamente ambiciosa y no exenta de serias dificultades, algunas de las cuales aún traban el proceso.

Las acciones a emprender de inmediato, de manera que sus resultados pudieran obtenerse al iniciarse 1991, estaban relacionadas con los tres instrumentos básicos que se estimaron indispensables para conformar el mercado común: el arancel externo común, las reglas de origen y el esquema armonizado de incentivos fiscales. A esas acciones debían agregarse otras para las que se establecían plazos posteriores, referidas a prácticamente toda la temática del proceso: programación industrial, empresas multinacionales de la CARICOM, sistema regional de transporte aéreo y marítimo, compensación regional de pagos, libre movilidad de personas entre los países miembros, estudios sobre la adopción de una moneda común y establecimiento de un mercado regional de capitales a fin de llegar a una unión monetaria en 1995, aspectos institucionales, etc.

9 Declaración y Programa de Trabajo para el Avance del Movimiento de Integración, X Reunión de la Conferencia de los Jefes de Gobierno de la CARICOM, Grand Anse, Grenada, 7 de julio, 1989.

236

Por otra parte, y con el propósito de reactivar el proceso, en esa misma reunión de Grand Anse se había creado, como cuerpo independiente, la Comisión de las Indias Occidentales (WIC en la sigla inglesa), a la que se encargó presentar propuestas a los Jefes de Gobierno, antes de su reunión de julio de 1992, para alcanzar las metas del Tratado de Chaguaramas y llegar a la "economía y mercado únicos".

Sin embargo, por diversas circunstancias y dadas las dificultades involucradas en un ambicioso proceso de esa extensión y profundidad, la implementación de la mayor parte de esas medidas, tanto las que ya se habían acordado como las nuevas, comenzó a sufrir retrasos considerables.

Ello llevó a los Jefes de Gobierno 1° a impulsar aún más los respectivos trabajos de manera de poder llegar en 1994 al "Mercado y Economía Unicos". Con este propósito se adoptó, entre otras, una iniciativa tendiente a lograr la mayor claridad conceptual en un tema de por sí complejo, encargándose un estudio que sirviera de base para definir y desarrollar los elementos que constitutivos de un "Mercado y Economía Unicos" adaptado a los objetivos perseguidos por la Comunidad, y propusiera sendos programas de trabajo y la forma de llevarlos a cabo."

Al no haber una definición teórica precisa para el concepto de Mercado y Economía Unicos, el informe se pronuncia por "el desarrollo de un mercado que sea auténticamente común en el ámbito de una unión económica". La etapa inicial sería el libre comercio (eliminación de aranceles y restricciones no arancelarias, desarrollo y regionalización de normas técnicas, adopción de reglas de origen, y disponibilidad mejorada de servicios de transporte de personas y mercaderías), seguida por la unión aduanera (tarifa externa común, política comercial común, y legislación y procedimientos aduaneros comunes), el "mercado único" (libre movimiento de personas, capital y trabajo) y, finalmente, la

1° Cotnmuniqué, XI Reunión de la Conferencia de Jefes de Gobierno de la CAR1COM, Kingston, Jamaica, julio 31-agosto 2, 1990.

CARICOM Single Market and Econotny: concept, objectives and structure. Work Programme and Management Plan, Secretaría de la CARICOM,

Mayo 1992.

237

"economía única" (armonización o coordinación de las políticas financieras y económicas, sobre tipo de cambio, tasas de interés, mercado de capitales, tributarias, fiscales, de inversión extranjera, anti-dumping, y sobre desarrollo y transferencia de tecnología). Los conceptos, objetivos y estructura sobre el "mercado y economía únicos" propuestos en el informe, fueron aprobados por la XIII Reunión de los Jefes de Gobierno, en Puerto España, en julio de 1992. Prácticamente la totalidad de las medidas propuestas por la Comisión ha sido encarada por la CARICOM habiéndose logrados avances en una u otra medida, aunque en general limitados.

El programa, incluyendo todos los trabajos necesarios para llegar al "Mercado y Economía Unicos", fue aprobado por los Jefes de Gobierno en febrero de 1992 12 .

En ese contexto de demoras en el cumplimiento de las varias de las metas fijadas, los Jefes de Gobierno se ocuparon 13 preferentemente de los pasos a dar para llegar a la unión monetaria. Para ello, primero se habría de establecer el Consejo de Gobernadores de Bancos Centrales a fin de que, en la fase siguiente, se constituyera la Autoridad Monetaria del Caribe, proceso cuya culminación se previó para el año 2000 con el logro de la integración monetaria total.

Parte de las recomendaciones incluidas en el informe Time for Action en relación con el Mercado y Economía Unicos " fue aceptada por los

12 COMMUniqUe, III Reunión intermedia de la Conferencia de Jefes de Gobierno de la CARICOM, Kingston, Jamaica, 19 de febrero, 1992.

13 COMMUniqUe, XIII Reunión de la Conferencia de Jefes de Gobierno de la CARICOM, Puerto España, Trinidad y Tabago, junio 30-julio 2, 1992.

14 El establecimiento de una entidad independiente -la Comisión- como principal órgano ejecutivo de la Comunidad no fue aceptado. En su lugar fue establecido el Bureau de la Conferencia de Jefes de Gobierno. Obviamente, esta recomendación no tenía relación directa con las medidas hacia un "Mercado ), Economía Unicos. (sobre el reordenamiento institucional de la CARICOM véase 11VTAL, El proceso de integración en América Latina y el Caribe en 1992, pág. 234).

238

Jefes de Gobierno en la subsiguiente reunión especial de 1992 15 . En esa oportunidad los mandatarios tomaron decisiones sobre varios aspectos. Una, muy importante, al cabo de un largo y trabajoso proceso, sobre la estructura y aplicación del arancel externo común. A esa decisión se agregaron otras sobre prosecución de los trabajos para definir legislación antidumping y sobre derechos compensatorios, la puesta en vigencia de reglas de origen, régimen de incentivos, condiciones de establecimiento en los países de la CARICOM de empresas comerciales y de servicios, políticas de apoyo al sector productivo, y asistencia técnica a las unidades productivas para el desarrollo de mercados y financiamiento de exportaciones.

2. Acontecimientos recientes

a. El Libre Comercio, el Arancel Externo Común (AEC) y las Reglas de Origen

La importancia de la decisión que los Jefes de Gobierno tomaron en su mencionada reunión especial de 1992 consistió en que, superando una serie de cuestionamientos, aceptaron finalmente la necesidad de reducir la protección y abrir los países a la competencia internacional. Con ese propósito adoptaron un arancel que consideraron bajo, a despecho de presiones para que se mantuviera uno más proteccionista, tal como el que se venía aplicando parcialmente.'

El arancel aprobado en esa ocasión preveía iniciar la reducción escalonada en cuatro etapas durante el período 1993-1998, partiendo de la tarifa máxima de 45% para llegar el 1° de enero de 1998 a tarifas

15 COMMUniqlle, Reunión Especial de la Conferencia de Jefes de Gobierno de la CARICOM, Puerto España, Trinidad y Tabago, 28-31 de octubre, 1992.

16 En octubre de 1991 debería haber entrado en vigor un arancel externo común más bien alto (5% y 45% como límites inferior y superior, respectivamente), y un conjunto de ,reglas de origen. Sin embargo, sólo ocho países habían implementado el arancel (Antigua y Barbuda, Montserrat, y San Cristóbal y Nieves no lo habían hecho), y diez países las reglas de origen, en casi todos los casos con ciertas limitaciones.

239

máximas de entre 5% y 20%, con la excepción de los productos agropecuarios. Para éstos la protección máxima podría alcanzar a 40%. La implementación de las reducciones anuales debería hacerse efectiva dentro de los primeros seis meses de cada período de implementación, lo que significa que la primera reducción a una estructura de 5% a 30/35% (0 % a 5% para los países de menor desarrollo económico) debería haber tenido lugar durante el primer semestre de 1993.

Los siete "países de menor desarrollo económico" agrupados en la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECS, en su sigla inglesa)17 , de economías más abiertas que el resto, fueron autorizados a mantener tarifas de cero por ciento en numerosos casos. Belice, no pertenciente a la OECS, pero también considerado "país de menor desarrollo económico", obtuvo un plazo de dos años para iniciar la implementación de esta nueva estructura arancelaria.

En marzo de 1993 los Jefes de Gobierno tomaron nota que el nuevo AEC y las reglas de origen deberían estar en vigor para el 30 de junio de ese año, y ratificaron la necesidad de que para esa fecha "todas las restantes barreras al comercio intrarregional tendrían que ser removidas, lo que contribuiría significativamente a la creación del Mercado Unico".'8

A fines de 1993, el AEC había sido implementado por ocho países: Barbados, Domínica, Grenada, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, y Trinidad y Tabago, en tanto que Guyana lo hizo a principios del siguiente ario. Antigua y Barbuda había manifestado que lo pondría en ejecución en un futuro próximo, en tanto que en Montserrat se estaba preparando un nuevo proyecto para presentarlo a la autoridad legislativa.

17 Antigua y Barbuda, Dominica, Grenada, Montserrat, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, y San Vicente y las Granadinas. Las Islas Vírgenes Británicas son miembros asociados desde 1984, pero no participan en las actividades de la OECS ni tampoco de la CARICOM.

18 COMMUniqUe, 1V Reunión intermedia de la Conferencia de Jefes de Gobierno de la CARICOM, Roseau, Dominica, 22-23 marzo, 1993.

240

La remoción de aranceles y barreras no arancelarias siguió su curso de manera lenta pero continuada. En abril de 1993 Barbados eliminó el recargo de 20% que aplicaba desde 1991 a mercaderías procedentes de todo origen, inclusive de la CARICOM. A su vez, Trinidad y Tabago dejó sin efecto una medida dictada en 1949 que prohibía la importación de ciertos tipos de alcohol de elevada graduación. Por su parte, Antigua y Barbuda, Barbados y Montserrat informaron estar haciendo los arreglos necesarios para remover el régimen de licencias que aplican a algunas importaciones procedentes de la CARICOM.

A pesar de los progresos alcanzados, a la finalización del año quedaban aún algunas situaciones por resolver, las que fueron analizadas por los ministros de comercio en su primera reunión de 1994. En esta ocasión San Vicente y las Granadinas se quejó de que sus exportaciones de arroz a Trinidad y Tabago están sujetas a restricciones (licencias); a su vez, este país manifestó que sus exportaciones de papel encuentran dificultades de acceso en San Vicente y las Granadinas. Grenada, por su parte, reclamó por exportaciones subsidiadas a su mercado provenientes de un país de la CARICOM. Por esa razón hizo uso de las disposiciones comunitarias que le permiten, en determinadas circunstancias, restringir importaciones; en este caso lo hizo con las de cerveza, cigarrillos y ciertos papeles. Barbados, a la vez, manifestó estar considerando la posibilidad de colocar en régimen de licencias las importaciones de cerveza provenientes de los países de la OECS, en respuesta a un tratamiento similar que éstos aplicarían a sus exportaciones de ese producto a sus mercados.

Cabe mencionar que el Consejo del Mercado Común 19 resolvió ampliar el alcance de las disposiciones comunitarias que permiten restringir las importaciones de manera tal que incluyan los productos agropecuarios para los cuales la liberación del comercio presenta tradicionalmente dificultades.

A pesar de todas estas situaciones es posible afirmar que, en lo esencial, se ha llegado al libre intercambio comercial intrarregional, aun cuando queden situaciones puntuales por resolver. Sin perjuicio de ello, no cabe duda de que el funcionamiento y administración del AEC traerá

19 40a Reunión del Consejo del Mercado Común, Georgetown, Guyana, 2-6 marzo, 1993.

241

aparejados la necesidad de frecuentes consultas y de ajustes para poder hacer frente a situaciones que se irán produciendo como consecuencia de factores tanto internos como externos.

En lo que se refiere a las Reglas de Origen, cuya implementación el Consejo del Mercado Común había previsto para 1991, entraron recién en vigor el 1° de mayo de 1993, una vez que Antigua y Barbuda -único país que hasta entonces no lo había hecho- depositó el correspondiente instrumento de ratificación.'

A fines de 1993 sólo faltaba que dos países incorporaran las normas sobre valoración aduanera basadas en el Código de Valoración Aduanera del GATT, cuyo uso por la Comunidad había sido aprobado en diciembre de 1992. 21

No cabe duda de que las dificultades inherentes a un proceso de esta naturaleza hace que el avance hacia la ambiciosa meta de un Mercado y Economía Unicos se produzca a un ritmo lento; esa es la opinión sostenida en algunos foros en los que, en alguna medida, se vincula esa lentitud a la prioridad que se asignan a temas que se perciben como más urgentes.22

20 Para que las reglas modificadas entraran en vigor, era necesario contar con los doce instrumentos de ratificación.

21 Comité sobre Normas de Valoración Aduanera, Grenada, 15-16 diciembre, 1992.

22 Tal, por ejemplo, lo que se refiere al relacionamiento externo de los países de la CARICOM, en particular en lo concerniente alas perspectivas desfavorables que presentan los regímenes preferenciales de comercio como el de la CB1 11 a raíz de la formación de la NAFTA, y de los que tiene en vigencia la CEE. La disminución de las corrientes de ayuda a favor de la región también está comprendida en esta preocupación. Véase Consulta Regional sobre el Mercado y Economía Unicos en la CARICOM, Georgetown, Guyana, 21-23 de marzo, 1994.

242

CAPITULO III: DESARROLLO LEGAL E INSTITUCIONAL DE LA COMUNIDAD

La WIC en su informe dedicó buena parte de sus recomendaciones a lo que denomina "Estructuras de Unidad", un conjunto de propuestas que entrañaban un profundo reordenamiento institucional de la Comunidad. Entre esas recomendaciones se incluía la de establecer un Consejo de Ministros que reemplazaría al Consejo del Mercado Común como la segunda autoridad de la Comunidad, la Comisión de la CARICOM -ésta como intento de dar solución al problema de la falta de implementación de las decisiones-, la Asamblea de Parlamentarios, la Corte Suprema de Justicia y la elaboración de una Carta de la Sociedad Civil. También se aconsejaba la reestructuración de la Secretaría, a la que se definía como el "órgano administrativo de la Comunidad".

Los Jefes de Gobierno acogieron prácticamente todas esas recomendaciones'', salvo la que se refería a la Comisión. Como alternativa crearon el Bureau de la Conferencia de Jefes de Gobierno, al que competiría -entre otras funciones- el seguimiento de la implementación de las decisiones de los Jefes de Gobierno.

El Bureau inició de inmediato sus trabajos 24, uno de los cuales fue acordar la composición del Grupo Intergubernamental de Tareas, con la función básica de examinar las propuestas que se presentaran para reordenar institucionalmente la CARICOM, incluida la revisión del Tratado de Chaguaramas.

23 Communiqué, Reunión Especial de la Conferencia de Jefes de Gobierno de la CARICOM, Puerto España, Trinidad y Tabago, 28-31 octubre, 1992.

24 Su reunión inaugural tuvo lugar en Georgetown, Guyana, 15-16 de

diciembre, 1992.

243

1. La Carta de la Sociedad Civil

Una primera versión de la Carta fue elaborada por el Grupo Intergubernamental. Con la Carta se busca proporcionar bases normativas para la Comunidad en aspectos tales como la garantía de un proceso democrático libre y justo, la libertad de prensa, el funcionamiento efectivo del sistema parlamentario, la moralidad en los negocios públicos, el respeto por los derechos fundamentales de las personas, etc.

En julio de 1993, los Jefes de Gobierno llegaron a un acuerdo sobre los principios incluidos en esa versión 25. Destacaron que la Carta establece los principios fundamentales para regir la relación entre los gobiernos y los pueblos, incluyendo también normas sobre elementos básicos de la vida democrática, tales como la libertad de prensa, derechos humanos y otras medidas dirigidas a la protección de las personas y su bienestar. Convinieron en adoptar esta versión como base para consultas en el plano nacional, preparatorias de la versión final a aprobarse oportunamente.

2. La Asamblea de Parlamentarios

El proceso de ratificaciones para constituir la Asamblea Parlamentaria prosiguió durante 1993, habiéndose ya sumado seis de tales ratificaciones.'

3. La Corte Suprema de Justicia

La respuesta de los Jefes de Estado a la recomendación de la WIC de establecer este organismo fue que, en lo referente a sus previstas

25 COMMUniqlle, XIV Reunión de la Conferencia de Jefes de Gobierno de la CARICOM, Nassau, Las Bahamas, 5-8 de julio, 1993.

26 El acuerdo firmado en 1990 exige siete ratificaciones. Dado que el séptimo instrumento de ratificación fue depositado por Antigua y Barbuda a principios de 1994, el acuerdo estableciendo la Asamblea debería entrar en vigor el 3 de agosto de 1994.

244

funciones como Corte de Apelación de última instancia, aquellos países miembros interesados debían comunicarlo a la mayor brevedad a fin de iniciar los trabajos su constitución de inmediato.

En cambio, su posición en cuanto a la posible jurisdicción original de ese tribunal en materia de interpretación del Tratado de Chaguaramas -incluyendo las posibles directivas para su implementación- necesitaba, en la opinión de los Jefes de Gobierno, mayores estudios para facilitar las decisiones de los países miembros.

No se registraron en esta materia durante el año acontecimientos dignos de mención.

245

CAPITULO IV: LA PROYECCION EXTRARREGIONAL DE LA CARICOM

A las iniciativas en materia de relacionamiento con terceros países llevadas a cabo en 1992 con México y Venezuela se agregaron en 1993 las encaradas con Cuba, Colombia, el Grupo de los Tres (G-3, integrado por Colombia, México y Venezuela), el Mercado Común Centroamericano (MCCA) y, de mayor alcance por cuanto a su significación potencial, las referidas a la constitución de la Asociación de Estados del Caribe (AECar).'

A esas gestiones deben añadirse las que se llevaron a cabo con los Estados Unidos en el contexto de los posibles efectos del TLC de América del Norte, de importancia vital dadas las probables consecuencias para los países caribeños de la liberalización comercial a favor de las exportaciones mexicanas.

1. El acuerdo CARICOM - Venezuela

El Acuerdo suscrito entre los países de la CARICOM y Venezuela 28;

27 Este impulso al relacionamiento con países no miembros de la CARICOM, en particular con los de América Latina, ha merecido algunas críticas. Se sostiene que la CARICOM no puede esperar mayores ventajas de esa estrategia y que, en cambio, debería privilegiarse un nuevo intento hacia una "unión de los países de las Indias Occidentales, lo que constituiría una expresión política visible de la identidad cultural de los distintos pueblos de esa Región". Véase, Havelock Brewster, "Hacia el Próximo Siglo - La Unión de los Estados de las Indias Occidentales", CARICOM Perspective, julio-diciembre 1993.

28 Acuerdo sobre Comercio e Inversiones entre el Gobierno de la República de Venezuela y la Comunidad del Caribe (CARICOM), Venezuela, suscrito el 13 de octubre de 1992.El Acuerdo es administrado por un Consejo sobre Comercio

246

funcionó satisfactoriamente en 1993; solo se produjeron algunas dificultades en materia de transporte con los países menores miembros de la OECS. Este acuerdo es conocido como "acuerdo de una sola vía", ya que inicialmente sólo Venezuela concede ventajas arancelarias, en tanto que la CARICOM se limita a extender el tratamiento de la nación más favorecida a las importaciones que realiza desde Venezuela.

Las principales mercaderías importadas desde Venezuela amparadas en el Acuerdo fueron: productos de hierro y acero, maquinaria, productos plásticos y algunos productos químicos. Por su parte las exportaciones de la CARICOM hacia Venezuela consistieron también de productos de hierro y acero, además de productos químicos orgánicos e indumentaria.

2. Relaciones de la CARICOM con el Mercado Común Centroamericano

Los representantes de ambos esquemas, reunidos a nivel ministerial, instruyeron a sus respectivas Secretarías para que, en colaboración con los sectores privados, explorasen los medios para incrementar el intercambio recíproco. Asimismo manifestaron su preocupación por lo que perciben como un peligro para el acceso a los fondos que recibe el Programa de Desarrollo del Caribe, de acuerdo con lo que establece el Programa 936, a la vei que intercambiaron puntos de vista respecto de las exportaciones de bánanos a Europa, un tópico sobre el que los intereses de ambas regiones no han logrado aún conciliarse.'

Se abre la posibilidad de que se estructuren sistemas de cooperación funcional entre ambos agrupamientos. A tal fin establecieron un grupo de expertos que estudiará y formulará recomendaciones orientadas a mejorar los transportes y las comunicaciones entre ambas subregiones. También

e Inversión integrado por representantes de ambas partes. El texto completo aparece en Integración Latinoamericana N° 186, Buenos Aires, enero-febrero de 1993.

29 Segunda Conferencia Ministerial CARICOM-América Central, Kingston, Jamaica, 27-18 de mayo, 1993. Véase referencias sobre lo acontecido con el Programa 936 en el capítulo siguiente.

247

decidieron reforzar la cooperación en materia de medio ambiente, tráfico de drogas, prevención de desastres naturales y salud.

Ambas Secretarías firmaron un Acuerdo de Cooperación Básica al que los Jefes de Gobierno de la CARICOM prestaron posteriormente su apoyo.3°

Por otra parte, hacia fines de 1993 y en cumplimiento de lo acordado por los Ministros, el Sistema de Integración Centroamericana (SICA), la CARICOM, la Organización de Estados Americanos (OEA), representantes de Federación Entidades Privadas de Centro América y Panamá (FEDEPRICAP) y de la Asociación de la Industria y el Comercio del Caribe (CAIC, en la sigla inglesa), acordaron recomendar la continuación de la acción, conjunta en el marco de un plan de negocios para 1994.

3. Relaciones CARICOM - Grupo de los Tres (México, Colombia y Venezuela)

Las negociaciones que los Presidentes de la CARICOM venían adelantando con el Grupo de los Tres (G-3) culminaron en un consenso alcanzado en el mes de octubre durante una reunión cumbre de sus respectivos presidentes, en la que participó táribién el vicepresidente de Suriname. Los puntos principales del consenso son: 31

• La zona de libre comercio que establecerá el G-3 generará beneficios también para los países de la CARICOM y Suriname.

• Se dió apoyo a la iniciativa de establecer la AECar confirmando la plena participación en ella de los países presentes.

3° Communiqué, XIV Reunión de la Conferencia de Jefes de Gobierno de la CARICOM, Nassau, Las Bahamas, 5-8 de julio, 1993.

31 Comunicado Conjunto CARICOM/Suriname/Grupo de los Tres y Declaración de Puerto España sobre Comercio e Inversión, emitidos al concluir la reunión cumbre, en Puerto España, Trinidad y Tabago, 13-de octubre, 1993.

248

• Se anunció el compromiso de fomentar la integración entre los países de la región, en particular con los de Centroamérica.

• Se decidió establecer un Grupo de Seguimiento para revisar las experiencias e iniciativas en el hemisferio y fuera de él para analizar y evaluar el desarrollo del comercio y la inversión como bases para la formulación de políticas de cooperación entre los países participantes. El Grupo informará de los resultados al nivel político apropiado.

En la oportunidad se acordó también un Plan de Acción para la cooperación orientado a intensificar las relaciones económicas, políticas y culturales en una gama muy amplia de campos y se asignó la responsabilidad de supervisar la implementación de los mandatos a una comisión integrada por los ministros de asuntos externos de los respectivos países. El apoyo administrativo estará a cargo de las secretarías pro-tempore del G-3 y de la CARICOM.32

4. Relaciones CARICOM - Cuba

La CARICOM y Cuba firmaron un acuerdo por el cual establecen una Comisión Conjunta con la responsabilidad de fomentar un mayor relacionamiento entre ambas partes en los campos económico, cultural, social y tecnológico.

Hay ya algunas inversiones por parte de Jamaica y Dominica en el sector turístico cubano, las que se confía habrán de aumentar a breve plazo.

32 Las áreas designadas corno posibles para ser objeto de cooperaciónfiteron las siguientes: oportunidades de negocios, desarrollo de la pequeña empresa, turismo, transporte, comercio hemisférico, coordinación de gestiones ante los organismos financieros multilaterales, diversificación agrícola, medio ambiente y desarrollo sustentable, tráfico ilícito de drogas, ciencia y tecnología, cultura, sistemas de información, desarrollo y políticas sociales, y desarrollo de recursos humanos.

249

Por su parte, Cuba ha ofrecido un programa anual de veinte becas para que nacionales de los países de la CARICOM estudien en Cuba determinadas disciplinas, entre ellas varias vinculadas a la salud humana y animal.

La Comisión Conjunta identificó como áreas de cooperación a las ciencia y la tecnología, prevención de desastres, turismo, cultura, desarrollo de recursos humanos, salud, comercio, inversiones, transporte y recursos marinos, en particular pesquerías. Los proyectos de cooperación serán incorporados a un plan de acción, para que grupos de trabajo desarrollen programas más específicos en áreas prioritarias. 33

5. Relaciones CARICOM - Colombia

Los Jefes de Gobierno de la CARICOM aceptaron la propuesta colombiana de iniciar negociaciones con el fin de llegar a un acuerdo similar al firmado por la CARICOM con Venezuela, el que, al menos inicialmente, se ajustase al principio "de una sola vía" según el cual el grueso de las ventajas a otorgar estuvieran a cargo de Colombia. Esas negociaciones se encontraban avanzadas al finalizar el ario.

6. La Asociación de Estados del Caribe (AECar)

La WIC había recomendado en el informe que entregó a los Jefes de Gobierno de la CARICOM en 1992, ampliar geográficamente el esquema de integración y cooperáción del Caribe.' Los Jefes de Gobierno

33 La reunión inaugural de la Comisión Conjunta tuvo lugar el 13 de diciembre de 1993, en la sede de la Secretada de la CARICOM, en Georgetown, inmediatamente después de la firma del acuerdo.

34 Véase el informe de la Comisión de las Indias Occidentales Time for Action. The Report of the West Indies Commission, Church, Barbados, 1992.

250

aceptaron esa recomendación 35 y dispusieron la iniciación de consultas sobre el tema. Estas comenzaron inmediatamente y fueron conducidas inicialmente por el nuevo órgano de la CARICOM, el Bureau de la Conferencia.

En su primera reunión 36, el Bureau identificó como posibles áreas para iniciar el proceso las siguientes: promoción y liberalización del comercio, cooperación funcional en áreas tales como energía, lechos marinos, educación terciaria, control del abuso de drogas, desarrollo agrícola e industrial y transporte y comunicaciones, desarrollo y cooperación con el resto del hemisferio, por ejemplo, con el TLC de América del Norte. Se ocupó también de los recursos humanos y financieros para llevar a cabo el proyecto. En resumen, los obj,,tivos son: ampliar el comercio intra-AECar, estimular la cooperación funcional y fortalecer las relaciones externas de la nueva agrupación.

Desde un principio la CARICOM asignó prioridad a los aspectos de comercio, inversión y aumento de la competitividad internacional, junto a los de incrementar sustancialmente su poder de negociación y presencia frente a terceros países o bloques de países. Ello quedó de manifiesto en las expresiones de sus Ministros de Relaciones Exteriores en el sentido de que "los intereses de los miembros potenciales estarían mejor servidos si la Asociación fuera más allá de la formulación de estrategias para la cooperación funcional, dando pasos hacia el fortalecimiento de su poder de negociación mediante la expansión de su base regional de mercado". 37

Al mismo tiempo que se iba formando consenso en el plano político, se adelantaban debates e intercambios de ideas en el plano técnico.

35 Communiqué, Reunión Especial de los Jefes de Gobierno de la CARICOM, Puerto España, Trinidad y Tabago, 28-31 octubre, 1992.

36 Se celebró en Georgetown, Guyana, 15-16 de diciembre, 1992.

37 COMMUniqUe, XIX Reunión del Comité Permanente de Ministros de Relaciones Exteriores de la CARICOM, St. George, Grenada, 10-11 de mayo, 1993.

251

La iniciativa fue finalmente apoyada por los Jefes de Gobierno quienes adoptaron un plan de acción que, entre otros elementos, preveía los pasos que estimaban necesarios para llegar a la meta final de suscripción del acuerdo."

Por otra parte, tanto en ocasión de las ya mencionadas reuniones entre la CARICOM y el Mercado Común Centroamericano como de la reunión cumbre entre la CARICOM, el G-3 y Suriname, la idea de la AECar había recibido también decidido apoyo.

Los debates sobre esta iniciativa, que habían comenzado en febrero de 1993 al nivel de expertos individuales en Trinidad y Tabago, avanzaron con rapidez y culminaron en diciembre en Barbados. Para entonces ya se contaba con un proyeto de acuerdo para ser considerado por los representantes de gobierno. En él se define a la AECar como un organismo de consulta, concertación y cooperación cuyo propósitos son: identificar y promover la instrumentación de políticas y programas orientados a fortalecer, utilizar y desarrollar las capacidades colectivas de la región; desarrollar el potencial del Mar Caribe; promover un espacio económico ampliado para el comercio y la inversión; y establecer, consolidar y aumentar, según el caso, las estructuras institucionales y los acuerdos de cooperación que respondan a la diversidad de identidades culturales, de requerimientos de desarrollo y de los sistemas normativos de la región.

Se preveía que participarían como miembros plenos veinticinco países: doce integrantes de la CARICOM (incluyendo Las Bahamas y no Montserrat), los cinco del MCCA, Colombia, Cuba, Haití, México, Panamá, Repúbica Dominicana, Suriname y Venezuek. Como asociados estarían: Anguila, Bermuda, Islas Caymaii, Islas Turcos y Caicos, Islas Vírgenes Británicas, Islas Vírgenes de Estados Unidos, Montserrat, Puerto Rico, la República Francesa (a título de Guadalupe, Guayana y Martinica) y los Países Bajos (Aruba y Antillas Neerlandesas).

38 Communiqué, XIV Reunión de la Conferencia de los Jefes de Gobierno de la CARICOM, Nassau, Las Bahamas, 5-8 de julio, 1993.

252

Hacia finales de 1993 todo hacía suponer que las negociaciones acabarían exitosamente, y que resultaría posible a la CARICOM cumplir con los objetivos que se había fijado y en cuya consecución le cabría un papel destacado. Si todos los mencionados posibles integrantes suscribieran el acuerdo, la AECar se constituiría, con una población de casi 200 millones, en el cuarto bloque más importante del mundo, con un producto bruto interno de u$s 500 mil millones, exportaciones por u$s 80 mil millones e importaciones por u$s 100 mil millones.39

39 El Acuerdo constitutivo de la Asociación de Estados del Caribe incorporó

en lo esencial el contenido del borrador a que se hizo mención y fue firmado en

Cartagena, Colombia, el 24 de julio, 1994.

253

CAPITULO V: LA RELACION DE LA CARICOM CON LOS ESTADOS UNIDOS

I. La CARICOM y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCNA)

El hecho dominante que siguió afectando la relación entre los países de la CARICOM y los Estados Unidos fue, sin duda, el acceso de México al TLCNA.

En efecto, el TLCNA contempla la eliminación o reducción, en el marco de la zona de libre comercio, de los derechos de importación a determinados productos que México exporta a los Estados Unidos y Canadá. Ello erosionaría -o dejaría sin efecto- el margen de preferencia de que gozan los países caribeños en virtud de los regímenes de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe II (CBI II) y del Acuerdo Comercial celebrado entre el Caribe y Canadá (CARIBCAN, en la sigla inglesa).'

Por otra parte, y lo que quizás podría ser más grave, está el caso de los productos que no tienen libre acceso otorgado por la CBI II o el CARIBCAN, o bien que están limitados por cuotas. Entre ellos se encuentran las prendas de vestir o indumentaria -la exportación que más

4° El CARIBCAN, que•está en vigor desde junio de 1986, comprende sólo a los países de la CARICOM -no a los otros países caribeños que incluye la CB111- más algunos territorios no independientes del Caribe. Concede ingreso libre de derechos a Canadá de una serie de productos, tal como ocurre con la CBI 11 Incluye también programas de cooperación en los campos de la inversión e industria y, en general, en lo referente al aumento del comercio y el desarrollo económico en la región. Ver CARIBCAN, Economic Commission for Latin America and the Caribbean, Caribbean Development and Co-operation Committee, GENERAL, LC/CAR/G.309, octubre 1°, 1990.

254

ha crecido en la CARICOM 41-, el petróleo y sus productos, azúcar, productos cítricos y ron. Si en el marco del TLC, Estados Unidos y Canadá eliminan o reducen esos derechos y restricciones cuantitativas para los exportadores mexicanos, ello implicaría una considerable ventaja para éstos en relación con los caribeños.

Durante el año las intensas gestiones efectuadas ante el gobierno de los Estados Unidos se concentraron en tratar de amparar los intereses de los exportadores de la CARICOM en los casos que sus productos están excluídos del tratamiento preferencial de la CBI II o de la CARIBCAN, o bien que sufren restricciones cuantitativas. Se persigue que las disposiciones del TLC sean ampliadas y concedan a los exportadores de la CARICOM el mismo trato que a los mexicanos. En cambio, resultaría difícil tratar de proteger la posición de los exportadores de la CARICOM, cuando las ventajas a su favor, de acceso libre de derechos para determinados productos a los mercados del TLCNA, sean extendidas a sus competidores mexicanos.'

El perjuicio para los países del Caribe derivado del TLCNA no se manifestaría solamente en el desalojo de sus productos en ambos mercados o bien en la fuerte competencia que tendrían que soportar de parte de los mexicanos, sino también en el probable desvío de inversiones de los Estados Unidos y Canadá -básicamente empresas maquiladoras- hacia México.

Desde principios de 1993 los países de la CARICOM llevan a cabo negociaciones y contactos con la Administración y legisladores estadounidenses a fin de evitar que se vulneren las preferencias que gozan en ese mercado en virtud de la CBI II. Asimismo, y con el mismo objetivo, acordaron una estrategia común con el MCCA, ya que la vigencia del TLCNA afectaría negativamente a ambos grupos de países.

41 La mayor parte de las prendas de vestir -cortadas en los Estados Unidos y cosidas en los países caribeños- entra a aquel país en virtud de los programas 807 y 807A. Sólo el valor agregado está gravado, pero están sujetas a cuotas.

42 Véase "NAFTA - Update", CARICOM Perspective, julio-diciembre 1993, entrevista al Sr. Byron Blake, Director de Asuntos Económicos e Industria de la Secretaría de la CARICOM.

255

Las gestiones de los países de la CARICOM hicieron que el presidente Clinton encomendara a su Representante Comercial un estudio del impacto del TLCNA sobre las economías del Caribe y el análisis de las posibilidades de incrementar el intercambio con esa región. Por otro lado se dio entrada en el Congreso de dos proyectos de ley para ampliar el alcance de las ventajas previstas en el TLCNA a los 24 países del Caribe y América Central beneficiarios de la CBI II, extendiéndoles por un período de tres años, el mismo tratamiento que habrá de aplicarse a las importaciones desde México.' A uno de esos proyectos se le conoce como "Paridad con NAFTA".

Como era de esperarse, las agendas de las reuniones que las autoridades de la CARICOM mantuvieron durante el año en todos sus niveles y ámbitos -Jefes de Gobierno, Bureau y Comité Permanente de Ministros de Relaciones Exteriores- incluyeron el tema con carácter preferencial. En ellas se urgió la obtención de una solución duradera y no sólo transitoria como se desprende del lapso de tres años que prevé el proyecto de "Paridad con NAFTA".

Preocupa sin embargo en la CARICOM que la "Paridad con NAFTA" -y, aún más, el acceso al TLC- requeriría que los países miembros efectúen concesiones arancelarias a los otros países del TLCNA. Si así fuera los países de la CARICOM se verían obligados a extender dichas ventajas a la UE en virtud de lo que prevé la Convención de Lomé.

2. El Programa de Desarrollo del Caribe (Programa 936)

Como respuesta a los reclamos caribeños de que las exenciones arancelarias no eran suficientes por sí solas para impulsar el comercio, sino que debían ser complementadas con un apoyo a las inversiones, Puerto Rico estableció el Programa de Desarrollo del Caribe, también llamado Programa 936.

43 Proyectos presentados, respectivamente, por el representante Sam Gibbons, y el senador Bob Graham.

256

Se trata de un programa establecido en 1987 en virtud del cual los fondos correspondientes a utilidades de empresas estadounidenses localizadas en Puerto Rico gozan de determinadas exenciones impositivas. Pueden depositarse en instituciones financieras de esa isla y destinarse a la promoción el desarrollo económico en los países caribeños mediante préstamos a bajo interés. Para beneficiarse con estos préstamos los países esos países deben suscribir acuerdos de intercambio de información tributaria con los Estados Unidos." Hasta fines de 1993, se habían invertido casi u$s 960 millones en 147 proyectos en 14 países de la región .45

El apoyo financiero del Programa 936 se ha convertido en una de las fuentes más importantes de recursos para los países del Caribe, al punto de que en algunos de ellos ocupaba el primer lugar entre sus fuentes de financiamiento.

Sin embargo, a principios del año, como parte de las medidas adoptadas para reducir el déficit fiscal en los Estados Unidos, se intentó modificar los alcances del programa, debido a los que se percibía como elevado costo para las arcas fiscales. Se propuso en su lugar un programa de efectos similares pero que, según estimaciones, reduciría el monto de los incentivos en más o menos la mitad de los que concede el programa original.

Esta posibilidad provocó la consiguiente alarma no sólo en Puerto Rico, el principal beneficiario de las exenciones impositivas, sino también en los países de la CARICOM cuyos Jefes de Gobierno han estado abogando desde principios de 1993 por el mantenimiento del Programa.'

" La Ley de Reforma Impositiva de 1986 agregó la Sección 936(d)(4), que es el basamento legal del programa.

45 Economic Survey of Puerto Rico, 1993, CEPAL, Washington, 30 de junio, 1994. Por orden de importancia los países de la CARICOM beneficiados con préstamos del Programa han sido: Trinidad y Tabago, Jamaica, Barbados, Grenada, Dominica, Santa Lucía, Guyana, y San Cristóbal y Nieves.

46 Communiqué, 111 Reunión Intermedia de la Conferencia de Jefes de Gobierno de la CARICOM, Roseau, Dominica, 22-23 de marzo, 1993.

257

En el mismo sentido se expidieron, conjuntamente, los ministros de la CARICOM y de Centroamérica a mediados de ese año.47

En tanto el Congreso de Estados Unidos no se pronuncie en forma definitiva el programa continúa, pero en condiciones diferentes, ya que Puerto Rico puso un límite de u$s 5 millones a los préstamos.

47 Segunda Conferencia Ministerial CARICOM-Centroamérica, Kingston, Jamaica, 27-28 de mayo, 1993.

258

CAPITULO VI: EL INTERCAMBIO INTRARREGIONAL EN LA CARICOM

1. El comercio intrarregional en 1993

Las informaciones de que se dispone sobre el intercambio intrarregional en 1993 -y aún para 1992- son incompletas y no permiten formular conclusiones categóricas sobre lo ocurrido con el comercio intrarregional en 1993." No obstante, las cifras preliminares correspondientes a un grupo parcial -pero que se estima significativo- de siete países, integrado por los cuatro mayores y tres de los de menor desarrollo, indicarían que se habría experimentado un notable aumento en las importaciones: 11 % sobre el año anterior y casi 15% sobre las de 1991 (Véase el Cuadro VI-1).

Sin embargo, si se excluyen el petróleo y sus derivados, el valor de las importaciones durante los tres años considerados permanece prácticamente igual, salvo un ligero aumento en 1992 seguido de una disminución, también pequeña en 1993 (Véase el Cuadro VI-2). Ello da bases como para suponer que los aumentos a que se hacía referencia en el párrafo anterior corresponderían a las alzas en las importaciones intrarregionales de petróleo y sus derivados.'

48 Para 1993 sólo se dispone de cifras de importación para siete países:

Barbados, Guyana, Jamaica, Trinidad y Tabago, Belice, Montserrat, y Santa Lucía. Por esa razón, y a fin de que las comparaciones con los años anteriores sean significativas, se optó por efectuarlas limitándolas a ese grupo de países. En 1991, último año para el que hay información para los doce países que integran la CARICOM, ese grupo representaba alrededor del 72 % de las importaciones totales.

49 Los valores de las importaciones con exclusión del petróleo), sus derivados

sólo están disponibles para los primeros seis meses de cada uno de los años considerados. Ello introduce un factor adicional de incertidumbre en el análisis que se efectúa sobre una base más bien débil de información estadística, e impide formular conclusiones categóricas sobre la influencia del comercio de los

productos excluidos.

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Cuadro VI-1

CARICOM: IMPORTACIONES INTRARREGIONALES: 1991 - 1993 (En miles de dólares del Caribe Oriental) (a)

PAISES 1991 1992 1993

CARICOM 1.305.860 1-1

Países de mayor desarrollo 762.202 768.099 890.875

Barbados 274.730 269.338 292.364 Guyana 85.260 116.751 146.356 Jamaica 182.466 177.933 310.433 Trinidad y Tabago 219.746 204.077 141.722

Países de menor desarrollo 543.658

Belice 18.594 29.159 29.243

Organización Estados del Caribe Oriental (OECS) 525.064 1.—). 1-1

Antigua y Barbuda (72.654) (•••) (•••) Dominica (71.006) (84.830) (•••) Grenada (74.756) (•••) (•••) Montserrat 25.722 22.121 18.099 San Cristobal y Nieves (54.192) (47.589) (•••) Santa Lucia 137.639 156.329 146.695 San Vicente y las Granadinas (89.095) (91.970) (•••)

Total Importaciones intrarregionales (siete países) (b) 944.157 975.708 1.084.912 variación anual (1991=100) 100 103 115

(1992 =100) 100 111

NOTAS: (...) Información, no disponible (a) El dólar del Caribe Oriental equivale a 0,37 dólar de los Estados Unidos. (b) La única posibilidad de presentar cifras comparables en el tiempo para las importaciones

intrarregionales requiere conformar los totales anuales con sólo aquellos países para los que hay información en los tres años considerados. Estos siete países son: Barbados, Guyana, Jamaica, Trinidad y Tabago, Belice, Montserrat y Santa Lucía. En 1991, unico año en el que hay cifras para los doce países, aquellos siete representaban el 72% del total de las importaciones de ese año. Los importes que no pudieron ser considerados para conformar el total de importaciones intrarregionales (siete países) figuran entre paréntesis.

FUENTE: Secretaría de la CARICOM y elaboración propia

260

Cuadro VI-2

CARICOM:IMPORTACIONES INTRARREGIONALES, EXCLUYENDO PETROLEO Y SUS DERIVADOS: ENERO-JUNIO 1991 - 1993 (a)

(En miles de dólares del Caribe Oriental) (b)

PAISES

enero-junio enero-junio enero-junio 1991 1992 1993

CARICOM 509.034 538.238 L..1 Países de mayor desarrollo 320.060 317.171 312.752

Barbados 93.656 95.447 98.047 Guyana 35.233 51.665 48.165 Jamaica 96.933 72.641 100.259 Trinidad y Tabago 94.238 97.418 66.281

Países de menor desarrollo 188.974 221.067 L.,-.1 Belice 8.663 14.047 12.323

Organización Estados del Caribe Oriental (OECS) 180.311 207.020 Li.

Antigua y Barbuda (22.942) (21.772)(c) (...) Dominica (27.148) (34.761) (...) Grenada (26.712) (34.894) Montserrat 6.608 5.336 4.035 San Cristobal y Nieves (15.681) (20.230) (...) Santa Lucia 51.283 60.166 56.248 San Vicente y las Granadinas (29.937) (29.861) (...)

Total importaciones intrarregionales, siete países (excluyendo petróleo y sus derivados) (d) 386.614 396.720 385.358

variación anual (1991=100) 100 103 100

(1992=100) 100 97

NOTAS:(..)Información no disponible (a) Cifras disponibles sólo para los primeros seis meses de cada año (b) El dólar del Caribe Oriental equivale a 0,37 dólar de los Estados Unidos. (c) Estimación de la Secretaría de la CARICOM (d) La única posibilidad de presentar cifras comparables en el tiempo para las importaciones intrarregionales,

excluyendo el petróleo y sus derivados, es la de conformar los totales anuales con sólo aquellos países para los que hay información en los tres años. Esos siete países son: Barbados, Guyana, Jamaica, Trinidad y Tabago, Belice, Montserrat y Santa Lucía. En 1991, único año en el que hay cifras para los 12 países, aquellos siete países representaban el 76% del total de las importaciones de ese año. Los importes que no pudieron ser considerados para conformar el total de las importaciones intrarregionales (siete países) figuran entre paréntesis.

FUENTE: Secretaría de la CARICOM y elaboración propia 261

La relación entre las importaciones totales y las provenientes de todo origen no parece haber experimentado cambios significativos (Véase el Cuadro VI-3).

Esa relación habría alcanzado en 1993 a 7,8%, coeficiente similar al de 1992 y no muy superior al de 7% registrado en 1991. Si bien se trata de una proporción que puede considerarse relativamente baja, merece sin embargo destacarse el hecho de que esa relación se haya mantenido en 1993, a pesar del considerable aumento en las importaciones globales indicado por las informaciones disponibles sobre ese año.

Dada su ponderación en el total no es extraño que los países de mayor desarrollo registren una proporción muy similar -algo inferior al 8%- a la indicada para el conjunto de los países considerados. Sin embargo, al interior de aquel grupo se anotan comportamientos muy diversos. Barbados. y Guyana -especialmente el primero- efectúan buena parte de sus importaciones desde la región, y por lo tanto superan claramente la proporción indicada como promedio. En cambio, en Jamaica y, en particular, en Trinidad y Tabago, que son por lejos los mayores importadores, la proporción es muy baja. En este último caso, el abastecimiento regional no llegó en 1993 al 4% del total de las importaciones, en tanto que en Jamaica apenas superó el 5%.

La ya aludida escasa información disponible sobre los países de menor desarrollo -Belice y los integrantes de la OECS- sugiere que, en su conjunto, el mercado regional es un destino de mayor importancia para sus importaciones, ya que su participación en los dos últimos años ha fluctuado alrededor del 12%. Sin embargo, hay también en este caso comportamientos dispares: en Belice las importaciones intrarregionales variaban en los años considerados entre apenas 2 y 4% de las totales, mientras que las cifras disponibles para los dos países de la OECS indicaban proporciones muy superiores a aquel promedio de 12%.

En el conjunto de los países de mayor desarrollo -que habitualmente absorbe bastante más de la mitad del total de importaciones de la CARICOM- se anotó en 1993 un pronunciado incremento en las compras intrarregionales, de casi 16% en relación con el año anterior. Jamaica lideró los aumentos con una tasa cercana al 73%, siguiendo Guyana con 25%, y Barbados con algo menos del 9%. En cambio en Trinidad y

262

Cuadro VI-3

CARICOM: IMPORTACIONES DESDE TODO ORIGEN, IMPORTACIONES INTRARREGIONALES Y RELACION ENTRE AMBAS: 1991 - 1993

(En miles de dólares del Caribe Oriental) (a)

PAISES

1991

1992

1993

I) Importaciones desde todo origen

CARICOM

Países de mayor desarrollo

Barbados Guyana Jamaica Trinidad y Tabago

Países de menor desarrollo

Belice

Organización Estados del Caribe Oriental (OECS)

Antigua y Barbuda Dominica Grenada Montserrat San Cristobal y Nieves Santa Lucia San Vicente y las Granadinas

Total (siete países) (b)

14.703.396

11.822.235

1.886.921 555.607

4.858.600 4.521.107

1.593.810

691.678

902.132

(...) (295.978) (316.525)

104.722 (297.757)

797.410 (377.091)

10.849.626

1.415.418 986.558

4.570.467 3.877.183

1.656.185

739.877

916.308

(...) (354.353)

(...) 97.143

(258.189) 819.165

(360.649)

12.382.700

1.557.740 1.231.171 5.846.156 3.747.633

1.643.556

758.464

885.092

(...) (...) (...)

74.334 (...)

810.758 (...)

13.416.045 12.505.811 14.026.256

(Cont.)

263

Cuadro VI-3 (Cont.)

PAISES

1991 1992 1993

II) Importaciones intrarregionales

Países de mayor desarrollo 762,202 768.099 890.875,

Barbados 274.730 269.338 292.364 Guyana 85.260 116.751 146.356 Jamaica 182.466 177.933 310.433 Trinidad y Tabago 219.746 204.077 141.722

Países de menor desarrollo 181.955 207.609 194.037

Belice 18.594 29.159 29.243

Organización de Estados del Caribe Oriental (OECS) 163.361 178.450 164.794

Montserrat 25.722 22.121 18.099 Santa Lucía 137.639 156.329 146.695

Total (siete países) (b) 944.157 975.708 1.084.912

III) Relación (II / I)(%)

Países de mayor desarrollo

6.4

7.1

7.2 Países de menor desarrollo

11.4

12.5

11.8 Total (siete países)

7.0

7.8

7.8

NOTAS:(...) Información no disponible (a) El dólar del Caribe Oriental equivale a 0,37 dólar de los Estados Unidos. (b) Correspnde a sólo los siete países para los que hay información en los tres años considerados. Esos

totales son los utilizados para calcular la relación que figura en III. Véase la nota (b) del Cuadro VI-1.

FUENTE: Secretaría de la CARICOM, Cuadro VI-1 y elaboración propia.

264

Cuadro VI-4

CARICOM: EXPORTACIONES INTRARREGIONALES: 1991 - 1993 (a) (En miles de dólares del Caribe Oriental) (b)

PAISES

1991 1992 1993

CARICOM 1.166.044 1...) 1,,J

Países de mayor desarrollo 965.783 1.033.860 L...1

Barbados 143.704 143.358 165.790 Guyana (40.385) (90.332). (-..) Jamaica 167.283 157.964 155.841 Trinidad y Tabago 614.411 642.206 836.526

Países de menor desarrollo 200.261 L—.1 1....1

Belice 18.073 16.250 12.799

Organización Estados del Caribe Oriental (OECS) 182.188 1,,J L-1

Antigua y Barbuda (9.419) (...) (...) Dominica (35.656) (63.084) (-..) Grenada (18.996) (...) (...) Montserrat 216 371 521 San Cristobal y Nieves (7.718) (7.261) (...) Santa Lucia 44.442 37.180 33.515 San Vicente y Las Granadinas (65.741) (83.408) (...)

Total exportaciones intrarregionales (seis países) (c) 988.129 997.329 1.204.992 variación anual (1991=100) 100 101 122

(1992 =100) 100 121

NOTAS:(...) Información no disponible (a) No incluye reexportaciones (b) El dólar del Caribe Oriental equivale a 0,37 dólar de los Estados Unidos. (c) La única posibilidad de presentar cifras comparables en el tiempo para las exportaciones

intrarregionales, requiere conformar los totales anuales con sólo aquellos países para los que hay información en los tres años considerados. Eátos seis países son: Barbados, Jamaica, Trinidad y Tabago, Belice, Montserrat y Santa Lucía. En 1991, único año en el que hay información para los doce países, aquellos seis representaban 85 % del total correspondiente a ese año. Los importes que no pudieron ser considerados para conformar el total de exportaciones intrarregionales (seis países) figuran entre paréntesis.

FUENTE: Secretaría de la CARICOM y elaboración propia.

265

Cuadro VI-5

CARICOM: EXPORTACIONES INTRARREGIONALES, EXCLUYENDO PETROLEO Y SUS DERIVADOS: ENERO-JUNIO 1991 - 1993 (a)

(En miles de dólares del Caribe Oriental) (b)

PAISES enero-junio enero-junio enero-junio

1991 1992 1993

CARICOM 466.576 474.159

Países de mayor desarrollo 362.807 365.355 í./

Barbados 70.411 66.718 85.362 Guyana (17.026) (34.067) (...) Jamaica 77.388 68.656 63.091 Trinidad y Tabago 197.982 195.914 232.196

Países de menor desarrollo 103.769 108.804 L-1 ,,,,

Belice 12442 11.607 7.025

Organización Estados del Caribe Oriental (OECS) 91.327 97.197

Antigua y Barbuda (5.474) (5.913) (...) Dominica (17.179) (28.069) (..-) Grenada (9.870) (5.222) (...) Montserzat 111 152 315 San Cristobal y Nieves (3.685) (3.459) (...) Santa Lucia 21.476 17.700 13.329 San Vicente y Las Granadinas (33.532) (36.682) (...)

Total exportaciones intrarregionales (seis países) (c) 379.810 360.747 401.318 variación anual (1991=100) 100 95 106

(1992 =100) 100 111

NOTAS:(...) Información no disponible (a) Información disponible sólo para los primeros seis meses de cada año (b) El dólar del Caribe Oriental equivale a 0,37 dólar de los Estados Unidos. (c) La única posibilidad de presentar cifras comparables en el tiempo para las exportaciones extrarregionales

excluyendo el petróleo y sus derivados, requiere conformar los totales anuales con sólo aquellos países para los que hay información en los tres años considerados. Estos seis países son: Barbados, Jamaica, Trinidad y Tabago, Belice, Montserrat y Santa Lucía. En 1991, único año en el que hay información para los doce países, aquellos seis representaban más del 81% del total de las exportaciones de ese año. Los importes que no pudieron ser considerados para conformar el total de exportaciones intrarregionales (seis países) figuran entre paréntesis.

FUENTE: Secretaría de la CARICOM y elaboración propia.

266

Tabago se registró una importante reducción, de algo más del 30% (Véase nuevamente el Cuadro VI-1).

Las escasas informaciones disponibles para los países de menor desarrollo indican que Belice mantuvo sus relativamente bajos niveles, en tanto que se anotaron reducciones en Montserrat y Santa Lucía. Sin embargo, lo ocurrido en estos países no llegó en manera alguna a desvirtuar el incremento en las importaciones intrarregionales indicado para el conjunto considerado de países de la CARICOM.

Analizada por el lado de las exportaciones, y tal como surge del cuadro 4, la tendencia anotada en los años recientes es similar al caso de las importaciones, pero con tasas notablemente mayores de aumento en 1993: 22% sobre 1991 y 21 % en relación con 1992. Esta alza fue inducida por Trinidad y Tabago y también, aunque en mucha menor medida, por Barbados. En los otros países considerados, se registraron declinaciones o aumentos de poca monta.'

Si se excluye el petróleo y sus derivados, los aumentos anotados anteriormente para las exportaciones intrarregionales de la CARICOM, se reducen considerablemente, pero mantienen un nivel más bien alto: en 1993, el alza sería de 6% sobre 1991, y de 11% sobre 1992. También en este caso Trinidad y Tabago -y en menor medida Barbados- determinaron ese resultado (Véase el Cuadro VI-5).51

5° En este caso el grupo que era de siete países para las importaciones comprende sólo seis países, al no haber información para Guyana. Sin embargo, su "representatividad" sería mayor que en el caso de las importaciones, ya que en 1991 (único año para el que hay información completa) los seis países considerados representaban el 85% del total de las exportaciones y el 81% excluyendo de éstas el petróleo y sus derivados.

51 Se recuerda nuevamente que la información en que se basan estas afirmaciones es incompleta; en este caso, no sólo en razón de los relativamente pocos países considerados (aquéllos para los que hay cifras comparables en los tres años), vino también por tratarse de informaciones correspondientes solamente al primer semestre de cada año.

267

En ambos casos -con, y sin petróleo y sus derivados- la prevalencia de los países de mayor desarrollo es apreciablemente mayor en las exportaciones que en las importaciones. En 1991 y 1992 éstos representaron proporciones muy altas, entre 77 % y 85 % del total de la CARICOM. Fue sobresaliente la participación de Trinidad y Tabago, ya que representó alrededor del 50% de las exportaciones totales intrarregionales en esos arios." Aun excluyendo el petróleo y sus derivados -el principal producto de exportación de ese país- el mismo mantiene su posición dominante en esas exportaciones intrarregionales, sobrepasando el 40% del total de ellas en ambos años.

A gran distancia le siguen Jamaica y Barbados, y entre los países de menor desarrollo, San Vicente y las Granadinas (Véase nuevamente el Cuadro VI-5).

Estados Unidos es por lejos el principal socio comercial del CARICOM: en 1992 absorbía alrededor del 40% de las exportaciones totales de estos países (38% en 1991), y era el proveedor de 46% de sus importaciones (43% en 1991). El conjunto de países de la UE ocupaba el segundo lugar en ambos casos, entre los que correspondía el primer lugar al Reino Unido, a mucha distancia del resto de esos países."

52 Las informaciones incompletas sobre 1993 dan bases para suponer una participación aun mayor, tanto en el grupo de los países de mayor desarrollo como individualmente de Trinidad y Tabago.

53 Según la información obtenida de Direction of Trade Statistics Yearbook 1993, Fondo Monetario Internacional. Dicha información corresponde a ocho países, los cuatro de mayor desarrollo (Barbados, Guyana, Jamaica y Trinidad y Tabago), Belice, Dominica, Grenada y San Vicente y las Granadinas. Se la considera suficientemente representativa.

268

CAPITULO VII: EL DESARROLLO DE LOS SECTORES PRODUCTIVOS

1. El sector agrícola-ganadero y pesquero

El desarrollo del sector agrícola de los países de la CARICOM continúa enfrentando serias restricciones. Ya en 1989 fue establecido el Programa de Desarrollo Agrícola de la CARICOM (CCPAD, en la sigla inglesa) a fin de, mejorar mediante la cooperación regional, la asignación de los escasos recursos financieros y técnicos disponibles, formular e implementar proyectos y, en general, desarrollar políticas y estrategias apropiadas para el desarrollo del sector. La finalización del programa, que se considera uno de los instrumentos principales para conseguir aquellos propósitos, está prevista para junio de 1994.

A mediados de 1993 se decidió proceder a la revisión de la eficacia del programa y a su posible reformulación, lo que incluiría los arreglos institucionales del mismo.54 También se acordó emprender una revisión general de las condiciones en que se desenvuelve el sector agrícola en la región.

No obstante, cabe señalar que si bien el Programa como un todo no ha recibido suficiente apoyo financiero, algunos de sus proyectos específicos sí se han beneficiado con ese apoyo. Se confía que ese respaldo financiero se incrementará considerablemente con recursos provenientes del Acuerdo de Lomé IV, a través del recientemente creado CARIFORUM."

54 Informe de la XVI Reunión del Comité Permanente de Ministros de Agricultura de la CARICOM, Kingstown, San Vicente y las Granadinas, 6-8 de junio, 1993.

55 Se trata de un mecanismo para encaminar y manejar la cooperación que la Unión Europea provee a los países del Caribe, en cumplimiento del Acuerdo de Lomé IV. Véase el capítulo XI.

269

Uno de los temas que viene ocupando un lugar preferente en las actividades del sector está referido a la preservación de la salud animal, objetivo principal del Programa Regional de Capacitación para Encargados de la Salud Animal (REPAHA, en la sigla inglesa). No obstante el señalado objetivo principal del Programa, sus actividades se han ido ampliando. Los Ministros de Agricultura, en su mencionada reunión de mediados de 1993, aprobaron -entre otras modificaciones al Programa- la ampliación de sus actividades de manera de incluir cursos cortos de capacitación en el manejo de la masa ganadera. Se prevé así aumentar el número de alumnos beneficiados con el Programa.

La insuficiencia de fondos que desde hace ya varios años afecta al REPAHA dificulta la implementación de estos proyectos y, por otra parte, obstaculiza su incorporación al Instituto de Tecnología y Desarrollo de Actividades Agrícolas (CARITAD, en la sigla inglesa), la que sólo podría concretarse si estuviera asegurado el financiamiento del Programa. Fue ésa otra de las disposiciones adoptada por el Comité de Ministros en la mencionada reunión.

La insuficiencia de recursos financieros afectó también a otros programas vinculados a la sanidad animal, entre los que se destaca el destinado a erradicar una enfermedad que ataca al ganado, y que es causada por un insecto (una variedad de garrapata). En relación con este programa no hubo mayores avances en 1993, pero se registraron ofrecimientos del Gobierno de Francia y del Instituto Interamericano de Cooperación Agrícola (IICA) para reactivarlo a principios de 1994.

En cuanto a los productos básicos agrícolas y en cumplimiento Je

encargo formulado por los Jefes de Gobierno S6 se preparó un informe sobre la tasa aplicable al arroz en el Arancel Externo Común. Una versioi preliminar del mismo fue debatida en octubre de 1993 en un seminari convocado por la Secretaría de la CARICOM que tuvo lugar en Georgetown, Guyana, en el que participaron productores, molineros comercializadores del producto. La versión final del informe debía completarse a principios de 1994.

56 CO► MUniqUe, Reunión Especial de los Jefes de Gobierno de la CARICOM, Puerto España, Trinidad y Tabago, 28-31 de octubre, 1992.

270

En relación con la actividad bananera, de importancia fundamental para los países de la CARICOM, se analizan las formas de armonizar las estrategias y los medios para promover y apoyar la cooperación horizontal con los países centroamericanos, también productores de banano. Con esa finalidad, en marzo de 1993 el IICA organizó un seminario a solicitud de los ministros de Agricultura de los países miembros de ambos esquemas. Las líneas de acción propuestas en las conclusiones del seminario se orientan principalmente a la transferencia e investigación tecnológica y al desarrollo de determinadas estrategias dirigidas a la reorganización de la industria, con énfasis en el mejoramiento de la capacidad de dirección en las unidades productoras, racionalización de los sistemas de transporte, sistemas de precios y normas de calidad, todo ello en un contexto de cooperación entre los países de ambos grupos. Se encomendó al IICA la preparación de un proyecto que tome como base a esas pautas?

Los países de la CARICOM analizan las posibilidades de diversificación en la actividad azucarera, incluyendo el cultivo de caña. Tales posibilidades fueron analizadas por los Ministros de Agricultura 58 sobre la base de un estudio presentado sobre el tema por la Asociación del Azúcar del Caribe (SAC, en la sigla inglesa). Como conclusión de ese análisis, urgieron a esa entidad a continuar examinando tales posibilidades. Esta preocupación está ligada al interés en asegurar el acceso del azúcar a la UE en condiciones preferenciales.

El tema del desarrollo agrícola sustentable constituye una prioridad para los gobiernos de los países miembros de la CARICOM. De allí que hacia fines del año llevaran a cabo una Consulta Regional sobre esa materia 59 las principales recomendaciones de la reunión apuntaron a

57 Dicho proyecto fue completado por el IICA y circulado a los países en 1994.

58 Informe de la XV1 Reunión del Comité Permanente de Ministros de Agricultura de la CARICOM, Kingstown, San Vicente ), las Granadinas, 6-8 de junio, 1993.

59 Consulta Regional sobre Desarrollo Agrícola Sustentable, Puerto España, Trinidad y Tabago, 6-8 diciembre, 1993. Fue patrocinada por el 11CA, la Universidad de las Indias Occidentales (UWI, en la sigla inglesa), la Agencia

271

establecer puntos focales sobre esta materia en cada país, asignar la coordinación de actividades a la Universidad de las Indias Occidentales (UWI, en la sigla inglesa), entidad a la que se encomienda presentar un informe al Comité Permanente de Ministros de Agricultura basado en esas recomendaciones. Asimismo, ese Comité, junto con la UWI y el IICA, deberán presentar sus recomendaciones a la Conferencia Mundial sobre Desarrollo Sustentable en los Pequeños Países Isleños en Desarrollo, cuya realización estaba prevista para principios de 1994 en Barbados.

En relación con el sector pesquero las actividades se llevan a cabo en el marco del Programa de Evaluación y Manejo de Recursos Pesqueros de la CARICOM (CFRAMP, en la sigla inglesa), iniciado en 1991. Su centro de operaciones está en Belice, y cuenta con otras unidades en Trinidad y Tabago y San Vicente y las Granadinas, la primera establecida en 1993.

Los objetivos del Programa son mejorar la información básica y la capacidad institucional necesarias para que los recursos pesqueros de la región se manejen y desarrollen en forma responsable, a fin de preservar su sustentabilidad.

Durante 1993 las actividades del CFRAMP se concentraron en la capacitación y recolección de información en los países miembros, aunque se produjeron algunos retrasos motivados por el cambio de agencia ejecutiva que tiene a su cargo la asistencia que el Gobierno de Canadá proporciona en esta área por medio de la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional (CIDA, en la sigla inglesa).

En 1991 se había iniciado la preparación de un proyecto de acuerdo sobre una Zona Económica Exclusiva (EEZ, en la sigla inglesa) cuyo propósito principal era el preservar la explotación de los recursos marinos, especialmente los pesqueros, a los países de la CARICOM.

La aceptación de esta iniciativa por los países de la CARICOM ha tenido un trámite muy lento dada la posición de algunos de ellos al respecto. El Comité Permanente de Ministros de Agricultura instó a la

Alemana de Cooperación Técnica (G7Z, en la sigla alemana), la Secretaría del CARICOM y el Ministerio de Agricultura del país sede.

272

Secretaría a iniciar consultas para conciliar los diversos puntos de vista e informarle sobre el resultado de dichas gestiones.

2. El sector industrial

El aporte del sector industrial manufacturero al Producto Interno Bruto de la región se estima en alrededor de 9%

Las acción de los países de la CARICOM en relación con este sector se orienta a la promoción y armonización regional de actividades, para lo que se establecieron dos instrumentos básicos: el Régimen de Programación Industrial y el Régimen de Empresas de la CARICOM (CER en la sigla inglesa). En ambos casos los progresos han sido poco satisfactorios.

La puesta en marcha del CER, que cuenta con una autoridad propia, ha tropezado con dificultades, y aun no ha alcanzado la etapa de plena operación.

Este instrumento fue concebido para promover inversiones en sectores prioritarios y para apoyar la acción de las empresas facilitando la movilidad del trabajo y el capital, como asimismo para fomentar la creación de empresas conjuntas entre los países miembros. Con ese propósito se debían otorgar en cada uno de ellos tratamientos favorables, con la condición de que la empresa fuera de propiedad regional y controlada por nacionales de los países integrantes de la CARICOM.

El retraso en la implementación del CER y la consiguiente preocupación de que el sector privado haya perdido fe en ese instrumento, determinó la decisión de reexaminar su relevancia para lograr los objetivos que con él se persiguen, los costos involucrados en la operación

6° Se estima que el aporte del sector en los países de mayor desarrollo es de 11% y de 7% en el resto. Press Release, Planning for a Better Regional Industrial Future, Secretaria de la CARICOM, Communications Unit, setiembre 14, 1994.

273

de su Autoridad y el grado de interés del sector privado en el instrumento.'

En cuanto a los esfuerzos de programación industrial hubo algunos progresos. Se efectuaron estudios de ciertas ramas industriales con vistas a una posible coordinación regional, en particular sobre la industria forestal, química y plástica, de ingeniería, electrónica, metal-mecánica, y farmacéutica.

El estudio correspondiente a esta última fue concluido y presentado a la consideración de una reunión regional.' Sobre la base de ese informe la reunión formuló diversas recomendaciones, entre las que sobresalen las referidas al apoyo arancelario a la industria, armonización de medidas sobre registro y control de drogas y de programas de capacitación, creación de una asociación regional de fabricantes de productos farmacéuticos, apoyo a los esfuerzos que se hagan para lograr mayor competitividad en los costos, y la obtención de respaldos financieros para la investigación.

Por otra parte, el Consejo de Normas Técnicas de la CARICOM continuó el proceso de adopción de normas técnicas regionales estableciendo las especificaciones mínimas aceptables, técnicas y de calidad, para los productos intercambiados regionalmente.

Más que a la preparación de nuevas regulaciones se ha ido asignando preferencia a la aprobación de normas correspondientes a productos de exportación así como a la adaptación de normas ya existentes.

También se encararon acciones en materia de control y aseguramiento de la calidad. Entre ellas se destaca un curso patrocinado por el Proyecto de Desarrollo de las Exportaciones de la CARICOM (CEDP, en la sigla

61 Informe de la XV11 Reunión del Comité Permanente de los Ministros de Finanzas de la CARICOM, Nassau, Las Baliamas, 4-5 de julio de 1993.

62 El informe se titula Rehabilitación de la Industria Farmacéutica del CARICOM y fue presentado a la Segunda Conferencia del CARICOM sobre el Sector Farmacéutico de la Región, Barbados, 15-16 de noviembre de 1993.

274

inglesa) que fue organizado por la Oficina de Normas Técnicas de Trinidad y Tabago para capacitar asesores en esa materia, el que se llevó a cabo en Puerto España, en octubre de 1993.

275

CAPITULO VIII: ASPECTOS MONETARIOS, FINANCIEROS Y TRIBUTARIOS

1. Hacia la Unión Monetaria y la moneda común

La creación de una moneda común, como parte esencial de la marcha hacia el Mercado y Economía Unicos, constituyó una de las recomendaciones que la Comisión de las Indias Occidentales (WIC) formuló en 1991.63

En su reunión del año siguiente,' los jefes de gobierno aceptaron las recomendaciones que en ese sentido hicieron los gobernadores de los bancos centrales de la CARICOM luego de analizar la recomendación de la WIC en el sentido de impulsar, por etapas, los trabajos hacia el objetivo de la moneda común y la unión monetaria. Este objetivo ha sido ya alcanzado en buena medida por los países integrantes de la OECS.

Para el conjunto de países de la CARICOM este proceso se inició con la formación del Consejo de Gobernadores de Bancos Centrales, establecido formalmente en marzo de 1993, el que continuó con las tareas técnicas y la identificación de los pasos necesarios para llegar al objetivo.

Además de la coordinación de las políticas de tipo de cambio de los países de la región y de servir como foro de consultas en materias relacionadas con políticas monetarias y financieras, se encomendaron al Consejo los estudios conducentes a la formulación de políticas monetarias

63 Informe de avance de tareas, titulado Hacia una visión del futuro, presentado por la Comisión de la Indias Occidentales a la X11 Reunión de la Conferencia de Jefes de Gobierno de la CARICOM, Basseterre, San Cristóbal y Nieves, 2-4 de julio de 1991.

64 Communiqué, XIII Reunión de la Conferencia de Jefes de Gobierno de la CARICOM, Puerto España, Trinidad y Tabago, 30 de junio-2 de julio, 1992.

276

y de tipo de cambio a nivel regional, así como la coordinación de la legislación tributaria en la región.

Tal como era previsible, dada la naturaleza y complejidad de los temas a abordar, la tarea encomendada al Consejo no estuvo exenta de dificultades, lo que llevó a que el mismo solicitara la clarificación de su mandato sobre su modus operandi y sobre las modalidades para dar cuenta de sus progresos.

Aun cuando tales cuestiones fueron debidamente satisfechas, el consenso de los integrantes del Consejo apuntaba a que, dada la volatilidad que actualmente caracteriza los mercados financieros y comerciales, los rápidos cambios en el entorno económico mundial y su impacto en la región, su atención debería enfocarse más bien hacia temas clave tales como la convertibilidad de las monedas, la estabilidad de los tipos de cambio y el comportamiento general de las economías. Se agregaba que, aun cuando se han registrado progresos en la situación económica de la región y en la movilidad del factor capital, las restricciones a la movilidad del trabajo suponen un obstáculo de consideración para alcanzar la unión monetaria. Todo ello haría que, por el momento, fuera preferible poner el énfasis más bien en diseñar e implementar medidas de cooperación monetaria.

Por su parte, los Ministros de Finanzas pidieron al Consejo que "continuara examinando los temas de la convergencia de políticas macroeconómicas en la región, condición necesaria para cualquier proceso tendiente a la convertibilidad monetaria".'

Después de reconocer los "estrechos vínculos entre una eficaz estrategia económica externa y las estrategias internas para el desarrollo del Mercado Unico y para la cooperación e integración monetaria y financiera", los Jefes de Gobierno encomendaron los trabajos que lleven a la Unión Monetaria a un equipo formado por algunos de ellos.'

65 Informe de la XVII Reunión del Comité Permanente de Ministros de Finanzas de la CARICOM, Nassau, Las Bahamas, 4-5 de julio, 1993.

66 COMMUniqUe, XIV Reunión de la Conferencia de Jefes de Gobierno de la CARICOM, Nassau, Las Bahamas, 5-8 de julio, 1993.

277

2. El Fondo de Inversiones del Caribe

Las gestiones para crear el Fondo de Inversiones del Caribe (CIF, en la sigla inglesa), iniciadas como resultado de la respectiva recomendación de la WIC, culminaron exitosamente en 1993 con la aprobación por parte de los Jefes de Gobierno del acuerdo celebrado con la compañía que se seleccionó para el establecimiento de dicho Fondo.' Su operación estará a cargo del sector privado y seguirá contando con el apoyo del sector público, que ya tuvo lugar en las etapas previas a su lanzamiento.

Después de la firma del respectivo acuerdo-marco, el Fondo inició sus operaciones el 15 de octubre de 1993 con un capital inicial de u$s 50 millones, tal como lo habían dispuesto los Jefes de Gobierno."

El CIF está en condiciones de operar en cualesquiera de los mercados financieros, reuniendo fondos que podrán invertirse en los mercados de capitales de la región y, de tal forma, hacer frente a la aguda necesidad de recursos financieros para la expansión de empresas, privatizaciones, conversiones de deuda, etc,

3. La Bolsa Regional de Valores

La drástica caída de las transacciones bursátiles intrarregionales experimentada en 1992 determinó que durante 1993 continuaran los esfuerzos por, al menos, recuperar el nivel que aquéllas habían alcanzado en 1991. Dichas transacciones se realizan entre los mercados de valores de Barbados, Jamaica y Trinidad y Tabago, de las cuales la de Jamaica es la que tiene mayor significación.

67 Communiqué, XIV Reunión de la Conferencia de Jefes de Gobierno de la CARICOM, Nassau, Las Bahamas, 5-8 de julio, 1993.

68 11 Reunión Especial de la Conferencia de Jefes de Gobierno de la CARICOM, Puerto España, Trinidad y Tabago, 12-13 de octubre, 1993. De los trece países integrantes de la Comunidad -incluyendo Las Bahamas- sólo éste y Grenada no firmaron el instrumento.

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El Comité de Mercado Regional de Capitales examinó el problema, especialmente los medios para lograr un incremento de las transacciones intrarregionales. Formuló varias recomendaciones sobre la forma de reducir los costos de esas operaciones y preparó también los términos de referencia para la un estudio sobre las medidas que permitirían profundizar y ensanchar el mercado regional de capitales.' El ámbito de esta iniciativa sería ampliado de manera de incluir a Haití, la República Dominicana y Suriname.

Al aprobar esas recomendaciones, los Ministros de Finanzas convinieron en que para poder llevar a cabo el mencionado estudio debía solicitarse el apoyo financiero de organismos multilaterales de créditos tales como el Banco Interamericano de Desarrollo, así como de la UE.'

4. La acción del Banco de Desarrollo del Caribe

La acción crediticia principal del Banco de Desarrollo del Caribe (CDB, en la sigla inglesa) estuvo dirigida durante el año a la rehabilitación de la infraestructura, al financiamiento -a través de entidades financieras del sector público- de empresas medianas y pequeñas del sector privado y a echar las bases de un programa para mejorar la atención de las necesidades impuestas por un más rápido desarrollo social en la región. También la protección y la mejora del medio ambiente y el desarrollo de recursos humanos merecieron la atención del Banco.'

69 Informe de la reunión del Comité de Mercado Regional de Capitales, en ocasión de la 7a. Reunión de Oficiales Principales de Finanzas, Georgetown, Guyana, 10-11 de junio, 1993.

70 Communiqué, XVII Reunión del Comité Permanente de Ministros de Finanzas de la CARICOM, Nassau, Las Bahamas, 4-5 de julio, 1993. A principios de 1994 hubo gestiones con el Fondo Monetario Internacional para que tomara a su cargo una parte de esos estudios.

71 Caribbean Development Bank, Annual Report, 1993; St. Michael, Barbados.

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Sin embargo, los resultados de 1993 no fueron del todo alentadores. El ingreso neto correspondiente al conjunto de las operaciones de capital ordinario y las que utilizan recursos de fondos especiales, fue inferior en casi 17% al de 1992, como consecuencia de los menores intereses en las colocaciones internacionales y la baja de 50 puntos porcentuales decidida por el Banco para sus préstamos con recursos de capital ordinario.

Dada la fuerte reducción en las donaciones, las aprobaciones netas de préstamos resultaron claramente inferiores a las del año anterior; también lo fue la proporción de préstamos financiada con recursos del capital ordinario. La declinación alcanzó asimismo en forma muy pronunciada a los desembolsos, los que disminuyeron en algo más del 20%, en tanto que las transferencias netas -de signo negativo- aumentaron drásticamente de u$s 1,3 millones en 1992 a u$s 11,1 millones en 1993. Lo señalado constituye un factor que explica, en gran medida, la marcada debilidad que se observa en el desarrollo de la región.

También el CDB respaldó los esfuerzos de integración de la CARICOM, apoyando determinadas iniciativas regionales, tales como la privatización de la empresa aérea LIAT Ltda., y las gestiones para la constitución de la AECar. En este caso el Banco proveyó un préstamo para financiar trabajos de asistencia técnica.'

5. Asuntos tributarios

Continuaron los trabajos tendientes a lograr un acuerdo para superar el problema de la doble tributación en el ámbito intrarregional, habiéndose recibido de los países miembros los comentarios que se les había solicitado sobre un borrador de dicho instrumento.

Los Jefes de Gobierno se ocuparon del tema y decidieron que las inversiones extranjeras no estarían sujetas a la doble tributación."

72 Ibídem.

73 II Reunión Especial de la Conferencia de Jefes de Gobierno de la CARICOM, Puerto España, Trinidad y Tabago, 12-13 de octubre, 1993.

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CAPITULO IX: COOPERACION FUNCIONAL

1. Educación

La Secretaría General de la CARICOM había instituido en 1990 el Grupo de Tareas Asesor en Educación (ATFE, en la sigla inglesa) con el propósito de ampliar y profundizar el enfoque que sobre los problemas de la educación en la región había desarrollado la primera reunión regional sobre el tema.'

El Grupo recibió el encargo de preparar un documento sobre las prioridades regionales y las políticas a seguir en la materia. En él se debían señalar en los distintos niveles del sistema educacional, los objetivos de dichas políticas y las acciones para lograrlos. Los trabajos del Grupo de Tareas se completaron en 1993 y los resultados fueron sometidos a la consideración de los Ministros de Educación quienes aprobaron el documento en una reunión convocada a ese efecto."

Los temas que analizó el Grupo de Tareas fueron: el regionalismo, en el sentido de tomar en cuenta la integridad de la comunidad caribeña, la necesidad de que los temas educacionales sean enfocados en su conjunto, es decir, considerando el respectivo medio ambiente en que se desarrollan los sistemas de educación, la relevancia y continuidad de los curricula y la coherencia en los sistemas, en el sentido de la necesidad de articular los diversos niveles empezando con el pre-primario.

El próximo paso será la preparación de un plan de acción para implementar las recomendaciones de política del informe del Grupo de Tareas, tal como lo dispusieron los Ministros de Educación.

74 Primera Consulta Regional sobre Educación, Kingston, Jamaica, 1989.

75 Informe de la Reunión Especial del Comité Permanente de los Ministros de Educación de la CARICOM, Antigua y Barbuda, 9 de setiembre, 1993.

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Habrán de considerarse también proposiciones adicionales para desarrollar instituciones terciarias en la Región, así como la capacitación y la investigación y desarrollo en el sector privado.'

Por otra parte, continuaron las actividades del Comité Asesor que sigue la implementación de la estrategia regional en el área de capacitación y educación técnica y vocacional. Se ha instalado ya en cada uno de los países miembros una entidad nacional a la que competen las labores en materia de educación técnica.

2. Ciencia y Tecnología

Los países de la CARICOM asignan gran importancia a la ampliación y profundización del conocimiento de las disciplinas científicas y tecnológicas como elemento indispensable para el futuro de la región en el próximo siglo.'

Lamentablemente, la escasez de recursos financieros limitó en buena medida las actividades que se habían previsto cumplir en el año; tal, por ejemplo, del avance en el conocimiento y evaluación de los recursos marinos de la región.

El Consejo de Ciencia y Tecnología del Caribe (CCST, en la sigla inglesa) firmó un acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP, en la sigla inglesa) para apoyar las actividades de investigación y desarrollo en materia de tecnologías marinas, acuerdo para el cual el CCST debe preparar un programa regional.

76 Así lo resolvieron los Jefes de Gobierno en la reunión de la Conferencia anual, quienes dieron instrucciones en ese sentido a los Ministros de Educación y a la Asociación de Instituciones Terciarias Caribeñas. Véase Communiqué, XIV Reunión de la Conferencia de Jefes de Gobierno de la CARICOM, Nassau, Las Bahamas, 5-8 de julio, 1993.

77 Manifestación de los Jefes de Gobierno en su reunión de 1993. Véase Communiqué, XIV Reunión de la Conferencia de Jefes de Gobierno de la CARICOM, Nassau, Las Bahamas, 5-8 de julio de 1993.

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En el ámbito del CCST se organizó también una reunión de agencias e instituciones interesadas en la programación del desarrollo científico-tecnológico. La reunión identificó mecanismos de colaboración, esbozó un programa quinquenal de desarrollo en la región e identificó posibles fuentes de apoyo financiero."

Por otra parte existe interés en desarrollar proyectos para la integración tecnológica regional, como también de innovación y competitividad industrial en el contexto del Programa Bolívar. Así quedó de manifiesto en ocasión de la reunión de la CARICOM con el G-3 y Suriname. En esa oportunidade se urgió a los países participantes a establecer comisiones nacionales y otros mecanismos que aseguren su participación efectiva en dicho Programa.

Finalmente cabe señalar que la Secretaría del CCST está preparando un documento sobre el estado actual de la tecnología para el desarrollo de diversas formas de energía renovable, tales como la solar, eólica, mini-hidráulica, y de biomasa.

3. El sector salud

Las actividades en este sector se siguieron canalizando a través de la Iniciativa de Cooperación en Salud para el Caribe (CCH, en la sigla inglesa), y de la Carta de Promoción de la Salud. Esta última es parte de uno de los nuevos enfoques que están siendo considerados en la materia.

Además, se ha respaldado el Plan Regional para Inversión en Salud y Medio Ambiente formulado por la Organización Panamericana de la Salud (PAHO, en la sigla inglesa), que incluye una estrategia para rehabilitar y desarrollar esos sectores. Con ese fin, los países deben preparar planes de inversión para lograr en doce años (1993-2004) una profunda transformación en aquéllos.

Los Ministros de Salud consideraron dicho plan como parte integrante de la estrategia general de la CCH, especialmente de sus metas e

78 Reunión del Consejo de Ciencia y Tecnología del Caribe, Puerto España,

Trinidad y Tabago, 21-22 de enero, 1993.

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indicadores para evaluar su progreso.' Los países de la CARICOM se muestran dispuestos a participar plenamente en él y a considerar la fijación de una alícuota de su Producto Interno Bruto para inversión en salud y medio ambiente.'

En cuanto a la Carta de Promoción de la Salud, se estima que se requerirán acciones en varias áreas, tales como la formulación de políticas sanitarias públicas, la reorientación de los servicios de salud, el aumento de las capacidades del personal, e involucrar más a las comunidades en los programas de salud.

Se siguieron desarrollando programas de cooperación con la PAHO en materia de capacitación de personal de diferentes niveles ocupado en actividades del sector.

4. Hacia la armonización de las leyes laborales

La Facultad de Derecho de la UWI elaboró un Estudio Comparativo sobre Leyes Laborales en la CARICOM que fue concluido en octubre de 1992 y hecho circular a partir de enero de 1993 a los Ministros de Trabajo de los países miembros.'

En dicho estudio se propone como objetivos principales identificar similitudes y diferencias entre las legislaciones laborales de los países de la CARICOM, proporcionar información comparativa para modernizar y modificar esas legislaciones, e identificar los propósitos, principios y contenido de ellas, de manera tal de apuntar en el futuro a su armonización en el contexto regional.

79 X111 Reunión del Comité Permanente de Ministros de Salud de la CARICOM, Bridgetown, Barbados, 30-31 de julio, 1992.

80 Communiqué, XIV Reunión de la Conferencia de Jefes de Gobierno de la CARICOM, Nassau, Las Bahamas, 5-8 de julio, 1993.

81 El estudio había sido encomendado por los Ministros de Trabajo de los países de la CARICOM en 1985.

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Se estableció un Grupo de Trabajo de Altos Funcionarios del sector integrado también por representantes de la OECS y de sindicatos obreros y patronales con el encargo de desarrollar un modelo armonizado de legislación laboral, y preparar un borrador de Declaración de Principios sobre Relaciones Laborales e Industriales.' Ambos elementos podrían servir de guía a los países miembros y otras partes interesadas -tales como los sindicatos obreros y patronales- en materia de las relaciones industriales y para la puesta en vigor de la legislación correspondiente.

Los países miembros están también considerando un proyecto de armonización de legislaciones de seguridad social que contempla el reconocimiento de los períodos trabajados en distintos países de la CARICOM a fin de que sean computados para la obtención de los respectivos beneficios sociales.

5. Medio ambiente

En cumplimiento de un mandato surgido de la Conferencia Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo que tuvo lugar en 1992," los países de la CARICOM se abocaron a los preparativos para organización de la Conferencia Mundial sobre Desarrollo Sustentable en Pequeños Países Insulares en Desarrollo, prevista para el mes de abril de 1994 en Barbados.

En una reunión preparatoria " se aunaron criterios sobre temas considerados prioritarios que afectan directamente a los países de la región, a fin de someterlos a debate en la reunión mundial. Entre esos temas se incluyen: el manejo de los problemas ambientales de los pequeños países insulares en desarrollo, el manejo integrado de los

82 Informe de la XII Reunión del Comité Permanente de los Ministros de Trabajo de la CARICOM, en Castries, Santa Lucía, 28-30 de abril, 1993.

83 Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, Río de Janeiro, Brasil, 1-12 de junio, 1992.

" Reunión Técnica Regional para el Atlántico, el Caribe y el Mediterráneo, Puerto España, Trinidad y Tabago, 12-16 de julio, 1993.

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recursos naturales, k aspectos de desarrollo institucional y la implementación y seguimiento de recomendaciones que surgieren de la discusión de esos temas.

Por otra parte prosiguieron los trabajos para desarrollar una legislación imbiental apropiada para la región, los que se llevaron a cabo en colaboración con la Oficina del UNEP en México. La tarea que se prevé encarar próximamente es la de extender al Caribe los trabajos ya efectuados por la UNEP para América Latina.

6. Información

En 1988 comenzó a operar en los países de la CARICOM el Sistema de Información de Comercio del Caribe (CARTIS, en su sigla inglesa). El sistema incluye información sobre empresas, estadísticas de comercio, requisitos de entrada a los mercados, aranceles, transporte, etc.

Al cabo de algunos años se apreció la necesidad de mejorar el sistema mediante introducción de algunos cambios en su operatoria, idea que cobró fuerza hacia finales de 1993.

Hasta el momento las bases de datos y otras informaciones sobre productos y servicios eran accesibles, sin cargo, a los exportadores e importadores regionales, funcionarios del sector público y otras personas con capacidad de decisión aspectos vinculados con el comercio exterior.

De acuerdo con los probables nuevos lineamientos, la red de CARTIS no estará, como hasta el presente, ligada físicamente a centros de información ubicados en los Ministerios de Comercio, organizaciones de promoción del comercio, etc. En lugar de ello, CARTIS prevé ofrecer sus servicios sobre bases estrictamente comerciales -como en alguna medida ya lo está haciendo- o mediante arreglos para compartir su costo con los receptores interesados."

85 Durante 1994 se establecerán contactos en los países miembros a fin de dar forma a estas nuevas modalidades. Véase, Made in Caricom, publicación del Proyecto de la CARICOM de Desarrollo de las Exportaciones, St. Michael, Barbados, marzo/abril, 1994.

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Por otra parte, en breve se implementará un proyecto -diferente al CARTIS- para fortalecer los sistemas regionales de información y asegurar que se autofinancien.

La secretaría de la CARICOM, en representación del Comité Consultivo de Sistemas Regionales de Información del Caribe (CCCRIS, en la sigla inglesa), será la agencia coordinadora del proyecto y tendrá la responsabilidad general de su ejecución.

7. Facilitación de viajes y movilidad de trabajadores en la región

Los países de la CARICOM se han propuesto establecer la libertad de viajes (hassle-free travel) dentro de la región. Con ese objeto, hacia finales de 1992 analizaron la posibilidad de adoptar un documento común de identidad que reemplace a los pasaportes nacionales en los viajes intrarregionales.

Aunque el progreso en esta materia no fue tan rápido como se preveía, la casi totalidad de los países miembros ya ha puesto en práctica facilidades para el ingreso de los nacionales de otros países de la CARICOM a sus territorios consistentes en reservarles una línea especial para su atención en los aeropuertos y puertos de entrada. Entretanto, mientras se sigue estudiando la posibilidad de introducir un pasaporte común de la CARICOM, los nacionales de la mayoría de los países miembros puede ingresar en cualquiera de ellos con formas de identificación distintas del pasaporte.

En lo que se refiere a la movilidad de trabajadores el proceso está en vías de generalizarse con los graduados de la UWI y la de Guyana. Este país fue, precisamente, el primero en adoptar en abril de 1992, una medida poniendo en vigor ese derecho a favor de los graduados de la UWI en su territorio.

Por su parte, Trinidad y Tabago dejó sin efecto el requerimiento del permiso de trabajo para estadas en el país a fin de desplegar actividades rentadas siempre que la permanencia no supere los treinta días. Se trata de una facilidad dirigida en particular a los artistas y trabajadores del espectáculo.

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Con todo, dadas las condiciones imperantes en la región en cuanto a desempleo -varios países registran elevadas tasas de desocupación- no cabe esperar progresos sustanciales a corto plazo en esta materia.

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CAPITULO X: PARTICIPACION EMPRESARIAL

A principios de 1993 se llevó a cabo la Conferencia Especial para mejorar la Competitividad Regional y Expandir los Mercados Extrarregionales, en la que participaron ejecutivos del sector privado y altos funcionarios de los países de la CARICOM y de su secretaría.'

Su propósito era el de informar al sector privado de las decisiones de los Jefes de Gobierno sobre el CET, el informe de la WIC y el futuro de las relaciones de la Comunidad con sus estados vecinos y sus principales socios en el intercambio comercial, así como echar las bases para una colaboración continuada entre el sector privado y la Secretaría.

En este sentido, ejecutivos de ese sector resaltaron la urgente necesidad de esos contactos, en vista de las negociaciones comerciales en curso o que podrían comenzar en breve (Venezuela, Colombia, G-3, MCCA, TLCNA, etc.)., de la región e integrantes de la Secretaría de la CARICOM. También se debatieron aspectos referidos al arancel externo común, acceso a los mercados externos, problemas de transporte y al acuerdo firmado con Venezuela en octubre de 1992.87

Por otra parte, los Jefes de Gobierno convocaron a una reunión tripartita con representantes de la Asociación de la Industria y el Comercio del Caribe (CAIC, en la sigla inglesa), la representación empresarial más importante de la región, y con el Congreso de los Trabajadores del Caribe (CCL, en la sigla inglesa), su par en el medio sindical obrera.

86 Reunión celebrada en Georgetown, Guyana, 8-9 de febrero, 1993.

87 Acuerdo sobre Comercio e Inversiones entre el Gobierno de la República de Venezuela y la Comunidad del Caribe (CARICOM), Caracas, Venezuela, 13 de octubre de 1992. El texto del acuerdo fue publicado en Integración Latinoamericana, N° 186, enero febrero de 1993.

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Se trataron temas que afectan actualmente a la región, en particular las consecuencias del proceso de ajuste estructural en que está empeñada la mayoría de los países de aquélla, estableciéndose un mecanismo para mantener futuras reuniones similares.

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CAPITULO XI: LA COOPERACION INTERNACIONAL EN FAVOR DE LOS PAISES DE LA CARICOM

La Unión Europea continuó siendo la principal fuente de cooperación externa de la CARICOM -donaciones, préstamos en condiciones concesionales y asistencia técnica- canalizados a través de los mecanismos que previstos por los acuerdos de Lomé -actualmente la Convención de. Lomé IV- en vigor desde 1991 por un plazo de diez años para países de Asia, el Caribe y el Pacífico (ACP).

Además de las conocidas normas sobre comercio a base de la no reciprocidad, la Convención instituyó también un mecanismo para manejar y encaminar la corriente de cooperación de Lomé IV. El punto de partida fue el CARIFORUM, un acuerdo-marco firmado en 1992 del que participaban doce países de la CARICOM (incluido Las Bahamas y excluyendo a Montserrat), Haití, República Dominicana y Suriname.

El programa ha sido dotado con ECUs 90 millones (equivalente a unos u$s 115 millones) para los primeros cinco años de funcionamiento al cabo de los cuales, y después de una revisión, se haría otra asignación de recursos para la segunda mitad del decenio.

Las áreas hacia las que se dirigen los recursos son: comercio y turismo, agricultura y pesca, transporte y telecomunicaciones, desarrollo de recursos humanos y medio ambiente.

Los países presentaron un gran número de proyectos por un valor cercano a ECUs 190 millones (equivalente a unos u$s 245 millones). En una reunión de nivel ministerial efectuada en Jamaica a mediados de 1993, fue posible mediante la asignación de prioridades, reducir la lista de proyectos y enmarcarlos en la cifra original de ECUs 90 millones, fondos que deberán ser utilizados antes de 1996.

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Hay también otros programas de ayuda de la UE: la asistencia técnica y financiera del Fondo Europeo de Desarrollo, por medio de préstamos en condiciones favorables (blandos), donaciones y paquetes de financiación; el programa STABEX, para compensar caídas en los ingresos por exportaciones tradicionales, y el acceso a recursos "blandos" del Banco Europeo de Inversiones (EIB. en la sigla inglesa).

Se estima en la región que los recursos asignados al programa STABEX a través de Lomé IV resultan ser insuficientes, como consecuencia de la aplicación del nuevo umbral mínimo á partir del cual se efectúan las transferencias. Por ello solicitaron se sigan aplicando estipulaciones similares a las de Lomé III."

El mercado de la UE es vital para el banano y el azúcar, los dos productos agrícolas más importantes de las exportaciones -y aún de la economía- de la CARICOM. Por esa razón las consecuencias de la formación de un mercado único (Single Market) en Europa son seguidas con la máxima atención por la CARICOM, que ha desplegado vigorosos esfuerzos para preservar el ingreso preferencial de sus productos en esos mercados.

El Acuerdo de Lomé IV otorga a los países de la CARICOM libre acceso al mercado europeo para la mayoría de sus exportaciones hasta el año 2000. En el caso del banano la preferencia consiste en el ingreso libre de derechos para un volumen equivalente al del año de mayor exportación hasta 1991.

Las importaciones de otros orígenes, entre ellas las de países de Sud y Centroamérica, cuyos costos de producción tienden a ser menores que los del Caribe, están gravadas con un derecho equivalente al 20% para los primeros dos millones de toneladas, y por un derecho muy superior para los volúmenes adicionales, según un arreglo que entró en vigencia el 1° de julio de 1993.

La CARICOM manifestó su preocupación por las iniciativas de los países centroamericanos para mejorar el acceso de sus bananos al mercado

88 COMMUniqUe, XIV Reunión de la Conferencia de Jefes de Gobierno de la CARICOM, Nassau, Bahamas, 5-8 de julio, 1993.

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europeo y reafirmó la necesidad de que las obligaciones y garantías consagradas en el Acuerdo de Lomé sean celosamente respetadas. Hicieron notar que deben reconocerse plenamente las "circunstancias excepcionales de los productores de la CARICOM", a la vez que señalaron que sus exportaciones representan sólo el 16 % del mercado europeo y el 3% del mercado mundial del banano.'

Los países del CARICOM gozan también de regímenes especiales en el caso del azúcar que les permiten un acceso más favorable al mercado europeo -principal destino de esas exportaciones- que el de países que no son miembros del Acuerdo Lomé IV. Sin embargo, los Jefes de Gobierno solicitaron a la Unión Europea que asegurase que "(...) las posibles enmiendas a su Política Agrícola Común y los acontecimientos en el GATT no afectarán adversamente a la industria del azúcar del Caribe

90 • • •

En lo que se refiere a otras fuentes de cooperación, la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional proveyó los fondos de apoyo (dólares canadienses 4,4 millones) al proyecto para la reorganización y reforzamiento de la Secretaría de la CARICOM.

El apoyo canadiense es también especialmente significativo en las actividades tendientes a favorecer la cooperación regional en materia de pesquerías, según lo señalado al tratarse ese tema.'

89 Ibídem. Algunas zonas de producción marginal, habrían sido ya afectadas por una baja de precios en el mercado mundial, originada por esta nueva situación. _

9° Ibídem.

91 Véase el Capítulo 1711-1, El sector agrícola y pesquero.

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