El Problema de La Generalidad Para El Fiabilismo-Conee & Feldman

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I NSTITliTO DE INVESTIGACIONES FILOSOFICAS Cnlecci6n: FILOSOFfA CONTDIPORANEA Serie: A\I'TOLOGI : \S TEORIAS CONTEMPORANEAS DE LAJUSTIFICACION EPISTEMICA VOLUMEN I TEORIAS DE LAJUSTIFICACION EN LA EPISTEMOLOGIA ANALITICA Compilacion y text os introductorios: Claudia Loren·a Garda, Angeles Erafia y Patricia King Davalos INSTITUTO DE INVE STIGACIO NES FILOSQFICAS UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXI CO INSTITUTO DE I NVESTIGACIONES FILOSOFICAS PROGRAMA DE IvlAESTRfA Y DOCTORA DO EN FILOSOFIA MEX ICO 20B

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Volumen de la serie Teorias contemporaneas de la justificacion epistemica adaptado al español por la escuela de filosofia de la UNAM

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I NSTITliTO DE INVESTIGACIONES FILOSOFICAS

Cnlecci6n: FILOSOFfA CONTDIPORANEA

Serie: A\I'TOLOGI :\S

TEORIAS CONTEMPORANEAS DE LAJUSTIFICACION EPISTEMICA

VOLUMEN I

TEORIAS DE LAJUSTIFICACION EN LA EPISTEMOLOGIA ANALITICA

Compilacion y textos introductorios:

Claudia Loren·a Garda, Angeles Erafia y Patricia King Davalos

INSTITUTO DE INVESTIGACIO NES FILOSQFICAS

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FILOSOFICAS

PROGRAMA DE IvlAESTRfA Y DOCTORADO EN FILOSOFIA

MEXICO 20B

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EL PROBLEMA DE LA GENERALIDAD PARA EL FIABILISMO

EARL CONEE Y RtCI-L<\RD FELDI\IAN

1 . lntroducci6n

A. El fiahilismo y e l problema de Ia generalidad

El fiabilismo es Ia teorfa epis temol6gica contempor<inca Im1s ampliamcnte discutida, y la version mas ampliamcnte d iscuti­da del fiabilisrno es cl fiabilismo de procesos, el cual confiere un papel epistcmicamente crucial a los procesos que causan y sustcntan creencias. La idea central de las teodas de Ia j us ti­ficaci6n epistemica basadas en Ia fiabilidad de los procesos es esta:

(JF) Una crccncia est<ijustificada si y solo si ha sido producida mediante un p roccso que conduce fiablementc a creen­cias vcrdaderas. 1

lJna t:eorfa O.abilista totalmente articulada debe identificar con suficiente claridad la naturaleza de los procesos que invoca. Al haccr esto, la tcorfa se cnfrenta a lo que se ha ll egado a conocer como "el problema de la gen cralidad".2

1 i\ lgunos aulorcs discuten cxplicacioncs del conocim iento h<isaclas en Ia

fiabilidad de los procesos m<is que explicacione~ de lajusriticaci6n epistcmica. En lo que sigue no se hara n ing1m plante<lmiento que gire en torno a las d iferenc ias entre conocimiento yjusti f1caci6n.

~ Alr in Coklman (1979 ["2Que es una creencia justificada?'", pp. 199-23 l de es ta a ntologfa] , y 1986) defiende las explicaciones de Ia j ustificacion epistemiea emanadas del fi <ibilismo de procesos. En esos 1r<ibajos, Goldman reconoce la existeneia del problema de Ia generalidad. Vean~e en especia l Goldman 1979, p. 11 , }' 1986, pp. 49- 5 1. El problema se pone de relieve en Fddman 19R5. Tambh~n lo d iscutc Pollock 1984. Sobre respuestas al proble-

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276 EARL C ONF.E Y RI CHARD FELDMAN

Un ejemplo sencillo nos ayud ara a .mostrar la n~tural~z<~~ < h ·I problema. Supongamos que Susana ttene buena v t.sta y est,\ l.• . rniliarizada con las diferencias visibles entre esp eCies comunt"s de arboles. Susana se asoma por una ventana d e la cas~ .utL•

d l . cl·' y ve que cerca hay u n arcc claramente vlstbk. tar c so ea « . s Se forma la cre cncia de que hay un arce ccr<:a de la casa. , tt

· d to do lc) dem<1s en el eJ· emplo sea norma l, e!'t ; 1 pomen o que · . ., . .. crecncia csta juslificada y Susana sabc que hay un arcc c~t.< ,1

de la casa. Las Leorias fiabil ist.as de procesos llegan al veredl<tn de que estc caso es correcto solo si es verdadero qu: el proc('· so que causo la creencia d e Susan': es fiab~e. Y p<~~r~amos ~<· t•. sar que el proceso cs obvial~l,ente habl:. Sm emb~~~ ~o , ~ntes <~< dar por buena csta conclus~on , dcbenamos pensa1 c~Idad~s.•­mente sobre cual cs cxactamcnle ese proceso y en que constsl <·

su fiabiliclad. . La luz proveniente del arbol y sus alrcdedorcs -~e re?~J~. (.' II

l · d s . . El resultado son su cesos n eut ales optH.os. os OJOS e , usana. · . 1 .

los cuales producen otros succsos neurale~ dent.ro d el c~re ) II •

de Susana. Las ocurrcncias concrctas partteulare~ ,. que nwolu cran estimulacion neural sensorial en comblmtcto.n con con dicio nes compl~jas pcnnanentes en e l ccreb:o d~ Susana, d ;.tn

lt d qllc Clh se forme la creenCla. ~,sta secuem 1.1 cotno resu a o . ' · . ~ . d e sucesos connetos es cl proceso que causo la creenC\a. ~As1, s•

· d . e el p 1·c)<"CS<) <JUC tiene que ser Gable est.a com· cons1 era mos qu . ·· - -puest.o por su ceso s causa lmct?te activos ~u~ ?e~c~:~n la crec n cia, entonces eJ fiabilismo extgc para la JUSUficaoon que un.1

secu encia de sucesos con cretos sea fiable. . La fiabil id ad es, sin embargo, un tipo d e tendcnoa. La no

cion de fiabilidad se aplica directamente solo a :necanismus perdurables, como un q jo o todo un siste.ma. vtsual, l a t ~~ pos repetibles de procesos, como lo cs. ~1 upo. forrnaCl~m d( . creencia's iniciada visualmentc. La ftabtllda~ no se aphca d( ninguna m anera obvia a la sec\tencia particular ~e s~c~~m con cretos que causaron la crcen Cia d~ Susana en estLt oc,i~IOt. t. Cada suceso de la secuen cia ocurre solo una vez y la secue1~1 ~ 1.1

U. lcsquiera creencias qn e resulten solo en tal ocaswtt.

causa c a m a veanse los trab,Yos de William Alston , Ralph Baergen , Ma~·k H eller, he !lel:icl; Schmitt, Ernesto Sosa y Charles \-V;~llis, que c:itam os y dtscumnos n1:•~

adelante.

EL PROBLE~IA DE LA CE!\I ERALIDA D 277

Los scguidores del tiabilismo d e procesos que se han percala­do de csto han buscado la fiabilidad nccesaria en lo s tipos de procesos de los cualcs las secuencias causa lcs p articulares son casos . ~

Com o muchos fiabilistas lo h an rcconocido, cada proceso­caso que causa un a creen cia particular es de varios tipos d ifc­rentes d e tiabilidad muy variable . La secuencia-de-sucesos caso de nuestro ~jemplo de ver el arce es una ejc mplificacion de los siguientes tipos, entre o t.ros: proceso de fonn aci6n de <:rcen· cias in iciaclo visualmente; proceso de una imagen retinal de tales y cuales caracteristicas espedficas que conducen a una creencia de que h ay un arce cerca; proceso d e confiar en la fo rma d e una h~ja par a formar un juicio de clasiticaci6n de arboles; proceso perceptua l d e clasificar por especie un arbol situado cletn{s de una obstruccion s6lida, etc. La camid acl de tipos cs ilimitada. Son tan nurnerosos como l.as propiedad es qu e t iene el proceso de f<>r macion d e creen cias. Asi, las teorfas de la fiabilidad de proccsos afi·ontan Ia pregunta d e cu al tipo ha de scr tiabk para que la creencia resultantc este justifi.cada. Quccla daro gue la respucsta a csta pregunta a{ectan\ sign ifi­cativamente las implicaciones d e la teorfa. Por ejemplo, si bien las crecncias for.madas visualrnente pareccn en general ser bas­tantc fi ables, los procesos que u san una expericncia visu a l ca· r acterfst.ica d e h(~ja de arce para juzgar que h ay un an:c ccrca parecen de una fiabilidad mucho m as elevada, y los p ro ccsos perceptuales que concluccn a la creencia d e que un arbol, que esta detn1s d e u n objeto s61ido qu e ohstruye lav ista, es de n na especie particular parecen gencralmcnte poco fiahles, a p esar del h ech o de que en algunas de su s ejemplificacio nes - como es el caso presente- cl o~jeto solido sea transparcnte. El caso d e proceso cs tam b icn de infiniLam e nte muchos o tro s tipos,

~ Es posih le construir una vcrsi6 n de tiabilism o de proce.~os que ~ca sc'Jio accrc<t de casos de procc~o~ y no ronfronte el problema de Ia gencrnlidad. Esto hace frente a un problcJ na cnon ne al in ter pretar Ia afirmaci6n <it: que una sccuen cia-de-succsos caso tic nc <•lguna tendcncia a p roduci r creencias c.uya razon de vcnlad constituirfa su "liabilidad". Aclenl<is , los problem as que afec­tan a (SNcl) m;i.s adelantc. en Yirtud de los tipos que s6lo ticnen un contenido de creencia en sus n:.sull ados, tambicn afecran a las teorias de Ia liabilidad qu e sillian un tipo de fiahilidad en los caws de proce.~OR .

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278 EARL C001EE Y RICHARD FELDMA N

tipos d e fiabilidad extremadam ente variada . Asi, 2quc tipo ha de ser suficientem ente fiable?

Los partidarios d el fiabilismo de procesos d e ben resolver estc problema de la ge ncralidad. Una solu ci6n identifica el tipo cuya fiabilidad dete nnina si un caso de proceso genera justifi­caci6n.4 Este tipo es "el Lipo pcrtinente" para ese caso. As!, no es el caso de proceso casualmcnte activo d que h a de ser suficientemente fiable, scgt'm los fiahilistas, sino cl tipo perti­ne nte del proceso. Necesitarnos saber que determina este tipo de pertinencia.

Sin una especificaci6n del tipo pen.inente, el fiabilismo d(_' procesos esta radicalmente incomplcto. S6lo una vez que se h<l idcntificado a un poseedor .de fiabilidad logra la tcorfa tcner algunas implicaciones acerca de Ia justificaci6n d e creencias en casos particulares. Los fil6sofos a menudo pasan por alto esto. Se proponen determinar si una crcencia dad a esta justificacb o no, de acucrdo con c1 fiabilismo, usando nada mas que un;• desc ripci6n del proceso que causa la creencia. Ninguna ink rcncia asi es aceptable . La teorfa tiene que claborarse prirnero al menos Jo suficicn tcmcnte para implicar con exactitud qw·· tipo de proceso ha de ser fiable en el caso en cu csti6 n. U tLl

tcoria fiabilista de lajustificaci6n totalmente ge n eral tien e qu <" h acer esto p a ra todos los casos en que h aya un h ccho.

Una segunda tarea n ecesaria p ara los fiab ilistas de proccso~ consiste en especiticar que situacio nes de Ia opcraci6n de UJt

tipo de pro ceso d eterminan e l que d ich o t ipo sea o no sea fia ble. La fu erza de !a fiabilidad podda fijarse por m edio de Lt rrecuencia con la cual el proceso realmente produce creenci;~,., verda deras o, m as bie n, por su raz6n de verdad-fa lsedad res• tl tante en ciertas circunstancias contr afactica s. El problema de b generalidad surge independie nte menlc de com o se resp01 u Lt a esta pregunta acerca de Ia fiabi lidad. La sensata especiiic:• ci6 n de William Alston d e lo que determina la fiabilidad 'k

4 Tal ve::z no haya siempre un hecho. E n los ejemplos aqui usados, Ia en ... , cia es 0 u ien definitivamente justifi cada 0 dellnitivamente irljustificada. 1 ... fiabilidad de los tipos pertinenles para casos de proccsos que conchu·,· ol .1

creencias cuyo cstatus epistemico es poco claro sera de menos valo r pa r :o 1,

que aqui nos interesa, pues e~os caso.~ son rnenos t ttiles al evaluar las tl'o1 1,o··

e::pistemol6gicas.

EL PROBLEJ\:L\ m: LA GENERr\LTDAD 279

un tipo de proccso s - · ·' 1 . . eJ VII a para os prop ositos true aquf nos ocupan:

(.F) u~ tip o . ~e proceso es fiable si }' solo si genera una alta PI<~porcwn de verdades en una amplia gama de situacio­n es de la clase con Ia que tipicameme nos encontramos.';

B. : :ond icior:es n ecesarias para una solucion al problema de Ja gcncrahdad

Una. soluci6n a l problema de la a. cner-'11'dad t. ~ . [: 1 .. • . . . . "' · " ' 1ene que saus acer as ll es condiciOnes s1g uie ntes.

En primer Iugar tiene q· tie c ·t· . b d . . ]· . . . · ' . - s <ll asa a en pnncrpios. Dada ~ rnultJphcidad de llpos de proccsos de fonnaci6n d . ,

c1as us · · e cieen-. ' ·us vanacJOnes en cuanto a fiabilidad es c.- ·'l t 1 c· i h · , t<tCl tlacer se-

ec. JOnes. a r. . . ~c caso por caso de los tipos que coincidcn con nu~~tras mtmcwnc~. Pero las selccciones caso por caso de ti os p er ~5men~es no eqUivakn a elaborar una teorfa fiabilish d~ h JUstncaCI6n. · ·' '

La af1rmaci6n de l}Ue !a fi·1b'l'd l d " . . . . . 1 . • . . . _ ' ' · 1 1 ac e l:lpo pcrtineme" del

PI occso a e fOJ Jnauo n de crecnci't.s es lo CJ d t . 1 . t'fi or • • / I . L ue c ennma a JUS-I JC,tuon c e la creen cia es analoga , 1 {- . , .. , "~I l. . , 1 " ' £l a a llJn,LC.Jon de guc e .lpo <lC ecuado . de caballo es lo que produce Ia victori·t

en u na carrer a h ipica. A hdta de mayor CXj) l . ... · , . . . , l ·· "· 1 . 1 , • ICc.lCJOn, estc uso

c c etc ecuac o carccc de un contenido cl f·' .. ·I . p , e uuc o . or Sl sola, la . sAlMon I 9~l!)! "(Como concebir Ia Jiabilidad?" J>J) 2'Fl- "7'1 I . . . .

gnj Lt 1, · . . · ' · · · "' · c c c~r..~ ,,ntolo-' . ' '.opucsta menoonada aqu f aparece en Ia P I 0 f?4f) s· . . . .

soluci6n S'tlisf: ·t· . I . - ) . cl C'XISLit:l'<t una

I . ' . . .Jt ona. parae pmhlcrna de la gene ralidad valrlt·J'·t l·t I) ·t ·J· . J· . r ·lr endet· ll· l IT 1 • · '• c .t<t)OI · . ' . - .<~ c as c ' 1Cil taclcs de esta p ropucsta. Para empezar, no C)Ut-'da ria·

10 a qmen sc supone que alude cl "nos enconu·anws"· a loch b l . . 1 d o ' ' toda Ia , -ida sensible e n Ia Tier n o a tocla .Ia :d · ' :, l' •umanic a ,

J . · . ' ' ' ' \ '1 a SCIISI ) C exi ·t L • toe o e! Utllverso, etc. !'o,· ou·o !ado t· . . . . . : s. en e en cOI'J' l ' I' 'I·o' 11 cl ' ~. . . ' .unpoco q uecl,t daHl que st l:uacwnes de '' • • •· t. <~ et~nn<ts son "t' · .. ·" s · · de labor a t .· d . .· . J· -' Ip t<-:l.s ... upucstamente, las situaciones •·aras via' .. ·o.uo_ : psH o ogm son atiplCas. Pero, .:cs Ia percepciiin du rante un

l •.JC espau,ti <itlptca, ltlclepcnclientcmcnte de Clla!l C0111U l1 se vucJ ... ~ ,JS

as SltlHICIOI!t'~ de fa t i<T'l ·. .· .. · , . . , ' . h l. · • 011 . ·' o' , •ntoXJC<ll Jon y cxet tanon <~l lJlins' Ot r· f' f·' , I I es que podemo. . . · 1 · · ·• · · " c 1 tcu 1.a1.

. s .sel espccJa mente perrcprin)S en cond· .· d . musuate· s s· ~ 1. . . .· . , . · · · · u •ones e unrenc1a

. , . ' ' es .as son s•tuaCIOlles atlj) I GIS cntOI'lCe•· l· .. . . . . ::' · , . ·. 1 . • · ~ .ts creeuc:Jas JUstrlH:a das ~ p~;l til~ e est,as percq~CJ0l1C.S podrfan l't!HJ ita r no Ser de tipo.s o·e ;lera!rue;Jte .Ia es. n l.o< o caso, Sl d preseme trabajo (~s c:orrcclo en su t;~is .· .. l,ntonces n o mnece ht p cna aborclar estas dificultades o re ue I . . p t m ctp ,tl, Ia genera l•dad es irTesoluble. p .) . e pwblema de

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280 t<:ARL CO N EE Y RI CHARD FFLDMA~

frase "el tipo adecuado de caballo" no nos dice nada ac~rca de que es lo que haec que los caballos ganen carrcras. St no hay mayor explicaci6n y mas bien lo que se nos o~rece son can­didatas caso por caso a "propiedades que constltuyen lo ade­cuado", candidat.as elcgidas una vez que se sabe que caballos son los ganadores, entonces la a{'il-maci6n no esta mas ccrca de tcner un contcnido definido . Evirlcntemcnte, hace falta una base genera l para identificar lo adecuado si qucremos que Ia afirmaci6n diga mas que simplcmente que una cosa u otra haec que cada caballo ganador gane su carrera. De manera .sh~1ilar, tendremos una tcorfa fiabilista informativa del conocumento o ]a justifi.caci6n s6lo una vez que se nos haya dicho lu que detcnnina "el tipo pertinen~" en general.

Aunque una snluci6n tiene yue basarse. en pri1~c~pios, no hace falta que enuncic condiciones neccsanas y subcte~ltes de pert.incncia que scan precisas o siempre esten ~etcn~,~na:la~. Las afi.rmaciones en el sentido de que una creenna esta eplste­micamente justificada" podrian scr vag as y ser scnsi bles <.tl con­texto de varias formas. Una soluci6n tiene que ser umvcrsal solo en el senrido de que tiene que espcciticar el tipo pcrtinen­te cuando hay hechos definidos acerca de lajustificacion.

El segundo rcquisit.o para resolver el problema de la genera­lidad es que Ia regla ticne que haccr clasificacion.es cp~stcrnicas defendibks. Enunciar una rcgla general de pert.lncncm que se limite a asigna r un tipo u otro a cada caso de proceso no cons­t ituye una soluci6n adecuada para cl problema de ~<~ genera­lidad.6 Los tipos identificados deben tener una fi~bllt.d_ad ~~e este correlacionada de manera convincente con htJUSttbcauon

de las creenci.as rcsultantes. Finalmente, una solucion tiene que seguir siendo tiel al es-

pfritu del enfoque fiabilista. Estamos abordando las teorfas de

1> En algunos pas<Ues, Alston 1995 p;~rcce int.crpretar cl problcJ1la de Ia .~e­neralidad de una. manera un poco dilCrente. Para sus propositus, u na solncion solo necesita mostntr que hay "hechos psicologicos objetivos q11e elij<~n u11

(mico tipo como aquel del que un proceso p;tnicula r es un caso" ~P· 5 [239]). De morlo que se contcnta con irlentilicar tipos pertinentes,_>' d~Ja .como un problema diferente Ia cuesti<'>n de la aceptabilidad .de Ia teona fi<tb,tltsta resul­tante. El probkma aquf discutido atai'ie a logntr tonnular Ia teona y qt~P sea

mrrecta. Cualquier regia de pertinencia c1ue scleccione un tipo pant cada caso gencrad una u o t.ra t.corfa ftabilista, Ia mayoria de elias ridfculas.

EL PROBLEMA DE LA Gf.l\:ERALIDAD 281

Ia fiabilidad de pro<.:esos.7 Asi yue la regia de pertinencia de alguna ~:1ancra tienc q~c _ir~plementar Ia id~a basica de que lo qu e ftJa el estatus ep1stenuco de la creenoa es la fiabilidad de un proceso de formacion de crcencias, especificado en ter­Ininos no epistemicos. Los fiabi listas de procesos caracteristi­~am~nte p~ensan que una creencia csta justificada porque el func~omumento del proceso que la prodt~jo ( o la sustent6 ) es sufictentemcnte propicio para gcnerar crccncias verdaclcras. Una solucion al problema de la generalidad cspecifi.caria ese func ionamiento para confinnar esta idea. Por consiguiente una soluci6n no pucdc idcntificar cl tipo pertinente de,un pro~ ceso de un modo que sirnplcmcntc inu·oduzca con artimafl.as una evaluacio n epistcmica no fiabilisra co Ia caracterizacion de los tipos pertinentes. Por ~jemplo, poclrfamos desarrollar una f(>rma de "fiabil ismo'' que simplernentc rcformulara una teorfa cvidencialista de lajustificaci6 n dando till rodeo. EI pseudofia­bilismo de csta clasc sosticnc que solo hay dos tipos pertinentes de proceso de fonnaci6n de creencias. Un t.ipo es la "crcencia basada en ev idcncia adccuacla" y cl oll'o Lipo cs Ia "crecncia ba­sada en evidencia inadecuada". Suponiendo que cl primero de estos sea fiablc y cl segundo no, csta version de fiabilismo lo­gnml resultados convincen tes ( o a! menos resultados que a un cvidencialista lc parcccrian convinccntes) .x Pcro esta teoria es

7 Las tcorias liabilistas que cchan mano de Ia tiabil idad de los indicado­res o mccanismos de l(>rmaci6n de crccncias no son cnt\>llccs nuestro tema. l'cm los problem as para b tcoria cle la pcrtincncia (SN:l) que sc plamea mas adclant(• sc cxticndcn dircctamcnte a nmch;~s teorias de los indicadores fia­blcs. Asimislllo, h<~y t.ul problellla silll ilar ;d pmblelll<I de la g-eneralidad en rclarifln con :·el lllecanisnw- qn~ pn><.hu:e un<t cn:Tnci<t rlacla. Por cjemplo, ~uanclo un .JLIICto v1sual sc basa solo en Ia d iscriminac i6u <;:n blanco y negro, ~es todo cl aparalo vtsual de Ia persomt el mecanismo pe rt. inente, o s6lo Io es Ia pon:i(m sensible al blanco y al ne){m <k dicho ;tpanti.O, o s<)lo Ia pane activa de esa pord6n? ~Incluye "el m cc.a_nismo" de las crecncias rccordadas p;trtcs del cerebro acuvas 1::11 Ia lon nacwn de Ia creencia, o s(>lo partes activas en su ahuacen ;uui~nto y recupe~·ac~{~n? F.stas preguntas puedcn tener 1-cspuestas que se;u i atracll\'as pant los habthstas, peru, tal como sucedc con ei problema <!e. Ia generalidad, el reto es identificar un principio que implique todas y unJ~amcnte las respuesras cor rect as a tales pl·eguntas.

8 Los resu ltados de csta tcorfa pueclcn scr poco crciblcs en "mundos de de­monios" <·:n los cuales un demonio se asegure de que creer en consccuencia con Ia ev idcn cia que renemos a nue~tro alcan ce no conduce de manera fiable

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282 EARL COKEE Y RICHARD FELDMAN

una version de fiabilismo solo verbalmente. Menciona los pro­cesos de formaci6n de creencias unicamente para caracterizar la calidad de la evidencia en favor de la creencia. Esto es pa­tcntemente incompatible con el espiritu del fiabilismo de pro­

cesos.

C . Nuestra tesis

Nuestra tesis es que las posibilidades de encont.rar una soluci6n a! problema de la gencralidad para el fiabilismo de procesos son pcores que desoladoras. lnvestigarem os los me_ritos de l_os enfoques ~jemplitlcados por varias propuestas rcetcntes. Nm­guno de estos cnfoques ofrece un progreso _s~gnificat~vo,_ t~i en lo individua l ni cornbinandolos. La idea basiCa del hablllSlno de procesos simplemente no funciona.

Es razonable buscar una soluci6n al problema de la genera­lidad en tres lugares: el sentido comun, Ia ciencia y cl contexto. El sentido com{m es la fuente con m{ts p osibilidades . Como veremos pronto, la primera expli caci<>n del fiabilismo ofrccida por Alvin Goldman debe mucho de su atractivo inicial a. la correlaci6n prima facie entre crcencias justificadas y c reencms p roducidas por tipos de procesos de senticlo corntm que son probablcmente fiables. Goldman de inmediato ~e clio cuenl~ de que hacia falta ciertu refinamicnto de estos upos de senti­do comun, por razones que ilustraremos mas adelante . Pc ro a primera vista es atractivo pensar que hay tipos de proceso de sentido comun, como la "perccpci6n cuidadosa", el "recuerdo vivido" y similarcs, que son fiables . Asf, cobra sentido continuar con la idea fiabilista de que estos t.ipos de procesos gcncran creencias justificadas por su fiabiliclad. En cambio, los tipos de procesos de forrnaci6n de creencias de sentido comun , como

a verd<tdes. Que esta sea una ol:!jeci(m decisiYa a nnest.ro pseudofiabilismo el"i· d en cialista depended. en parte de como se mida Ia fiabilidad. La ol~jeci6n t<tl como se Ia suele describir hace Ia cucstionabk suposici6n de que un proccso es fiable en un mundo s6lo si conduce de mancra regular a verdades en esc munrlo. En carnbio, vease por ejemplo la propucsta de William Alston, cnun· d ada como (F) antes. F.sta no implica que Ia [alta de f1abilidad en un mundo de demonios emra11e una fa lta de justificacion. Lo que (F) vuelve decisin> es, en lineas generales, Ia raz6n de verdad de Ia pmducci6n de creenc:ias e n

sir.uac.iones m <b tipicas.

EL PROBLEMA DE LA CE:-.!ERA LIDAD 283

"adivinar", parecen ser no fiables y parecen generar creencias injustificadas.

Si, como argum ent.arcmos, los t ipos de sent ido comun no funcionan, entonces la siguiente fucnte con mas posibilidades de pertinencia es la clasificaci6n cientftica. Los tipos cientfficos de p rocesos de formaci6n de creencias son tipos que corres­ponden a los prcdicados que inter vicnen en las leyes y en las explicaciones de la ciencia. En seguida investigaremos la posi­bilidad de resolver el problema de la generalidad i<.lentificando tipos pertinentes con estos tipos cientfficos.

Otro planteamien to razonah le es q ue hay tipos difcrentes que son pertinentcs para la justificaci6n en contextos diferen­t.cs, asi como hay clascs de comparacio nes diferentes que de­terminan la aplicaci6n de tenninos como "pequeiio" y "lejano" en contextos d iterentes y asf como hay clases de reterencia di­fe remes que deterrninan el valor de verdad de los juicios de probabilidad en contcxtos diferentes. Por lo tanto, examinare­mos en segnida los merilos de las soluciones contextualistas al problema de la generalidad.

Argumentaremos que ninguno de estos enfoques funciona. Esto podrfa generar Ia inquictud de que nuestra maner a de plantear el problema de la generalidad para el tiabilismo de algCm modo est<1 mal concehida. Cabrfa pcnsar que los lipos p ertincntes son obvios cuando la cuesti6n se entiende apro­piadamente, o que no hace falta realmente n inguua soluci6n genera l. Tambicn ret.omaremos esta liuea de pensamiento.

Esto agota los acercamientos fi los<>ficos razonables a l p ro­b lema de la gencr a lidad . Si todos cllos son falliclos , entonces r.ambien lo es el fiabilismo de procesos.

~ . Tipos de sentido (mmin

En su detensa pionera del fiabilismo de p rocesos, Alvin Gold­man apcla a los tipos de procesos de sentido corn{m en un esfuerzo por transmitir Ia vcrosimili tud de Ia tcorfa. Escribe Gold man:

2que tipos de causas conllen::n cl caracter de justiticado? Tal vez logremos entender rm:jor este problema si revisamos algunos

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284 EARL CONEE Y RI CHARD F ELDMAN

procesos defcctuosos de formadon de creenci~s, cs decir,_ ~ro­cesos cuyas creencias resultantcs se podrfan clastficar como mJUS­tificadas·. H e aqu f algunos ej emplos: el razonamicnto confuso, cl pcnsamiento desiderativo [wishful thinhing], e_l ~om~t: como base el apego emocional, la mera corazonada o a_dtvmanon y la gene­ralizacion apresurada. 2Que tienen en comun_ tu_dos estos procc­sos defectuosos? Comparten el rasgo de no jw!nlulad: u enden a producir erro-r una buena parte del tiempo_- En cambio, (q~e ~spe­cies de procesos de fo rmaci o n de creennas ( o de s~ste_n_um~:1t~ de creencias) son intuitivamente las que confieren .JUStthcacwnr Entre cllas se incluycn los procesos perceptuales cst{mdar, los re­cuerdos, cl bu en razonarniento y la introspecci6n. Lo que estos procesos parecen tener en comun cs Ia jiabilidrzrl. y

Concebir el fiabilismo en tcrminos de estos tipos cs lo que da a la tcoria su atractivo inicial.

Sin embargo, los tipos de sentido comun tiencn do~- dcs­ventajas que les impiden servir de base para una soluc.t~n al problema de la gcneralidad. En primer Iugar, ~a): d~ rmts l~t?os tipos de sentido comun como para ofrecer una umca Idcntthca­ci6n del tipo per tinente para cacla caso de proces<~. En nu~stro e jemplo inicia l, la c reencia del a rce que Susana forma V I~u al­~ente es resultado de un proceso que ilu.<;tra t.odos los upos siguientes de sentido comun: proccso visual, proceso d_c p er­cepci6n , proceso de idcntificaci_on d~ ;irbol_c_s, proccso (.hurn~, proceso en interio res, etc., etc. f.stos t.Ipos d1hercn mu~ho en s;1 tiabilidad. De modo que todavia haec talta que nos <hgan cual determina el estatus justificato rio de la crcencia rcsultante.

El otro problema principa l con los tipos que Goldman men­dona es que ni siquiera todas las crcencias resu~tant~s d~ _ un proceso de esc tipo tiencn aproxim~damcnt.~ la misma~ustthca­ci6n. Considerese otro tipo de scnttdo comun al que Gold man se reficre, la exploraci6n breve y apresurada. A veces, con base en una exploraci6 n b reve y apresurada podemos hacernos de crcencias extrcmadamenlc bien justificaclas, como cuando de un vistazo notamos que hay un arbol en el pa tio de atnl.s. Otras vcces una exploraci6n breve y apresurada no genera una creen­cia justificada, como cuando Ia creencia atafie exactamente a

!~Goldman 197\J, pp . 10-11 [212].

EI. PROBLEMA DE LA C EN'ERA LIDA D 285

cuantas hqjas tienc el <irbol. Las clasificaciones de sentido co­mun simples son, por lo tanto, demasiado amplias para hacer las distinciones epistemicas correctas entre creencias.

En una discusi6 n rccien te del problema de la generalidad, William Alston a veces llama "habitos" de tormaci6 n de creen­cias a los tipos que el p ropone como tipos pertinentes. 10 Igua l­mente, Charles Wallis ape la a "estrategias" de formaci6n de creencias. 11 Habiro y estratcgia son clasificaciones de scntido comun de algunas de las maneras en que formamos crccncias. Al clasificar arboles por especies, un experto naturalista tic­ne rutinas de identificaci6 n que difie rcn considerablemente de las que usan novatos mal informados al clasificar arboles, aun cnando todos cllos juzguen a partir de la experiencia de las mismas vistas de los arboles. EJ experto tiene mejor justi­ficaci6n. Asf, hay cie rt.a verosimilitud inicial en la idea de que es Ia "rutina", el "habito de Ia mente" o Ia "cstrategia" que se emplca al fo rmar una creencia dada lo que dete rmina su nivel de _justificaci6n. 12 Est.o sugiere:

(H) El tipo pcrtincmc para cualquier caso de proceso de for­maci6 n de crecncias cs el habito de Ia mente, o Ia cstrate­gia de formaci()n de creencias, que instancia.

Para una gran clasc de casos, es dudoso que (H ) sirva para idcnt.ificar un solo tipo pe rtinente. Esto obedece a que muchos casos de proccsos son c:jemplificaciones de mas de un habito. Susana, nueslra identificadora de arces, puede tencr un habi­to de concent.rarse micntras hace juicios visua les cuidadosos,

111 Alston 1995, pp. 1:1 y ss. r2s:1 y ss. ]. 11 Vease Wallis 1994, cspec.ialmeute Ia p. 26h . Wallis se basa en las estra te·

gias de formaci6u de crccncias como pane de su respuesr.a a problemas que d iscute d e las tcorias del conncimiento basadas en Ia fiabilidad. No queda clan) que el este intentando r·esolvcr e l p roblema de Ia generalidad, que es el tema de este ensayo. Uua raz6n que explica esta htlta de claridad es que Wallis esn! trabajando sobre un concepto de conocirniento que se rdat.ivira a Ia especilicaci6n de una tarea, a difcrencia del conccpto tradicio nal que es nuestro tema. En cualquier caso, no pretendemos atribuirle a et una simple dependencia de las cstra tcghts como una soluci6n plena.

12 Lo que sigue es una posible soluci6n al problema de Ia gencralidad -sugerida por ;~!go de lo que dice Alston-, y merece que se le de u n breve vistazo. Nose t.rat.a de lo que Alston propa ne; retomaremos su p ropuesta en breve.

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un habito de invocar en su mente tipos de arboles que se sabe que existen en el area cuando haec clasificaciones de especies, y un habilo de contar las puntas de las hojas para identificar ar­boles caducifolios. Algunos de sus casos de procesos de forma­cion de creencias son rcsultado de emplear csos tres habi t.os. As! que no habrfa algo asf como "el habito" emplcado en esas ocasiones, y en consecuencia ningun tipo pertinente segun la propucsta presente.

Existen, ademas, casos en los cuales las creencias justificadas se forman de un modo que no es, en ning{m sentido intuitivo, "habitual" o "rutina" o que "emplea estrategias". Por ejcmplo, Susana podrfa Hegar a notar que hay un cardcnal en una rama del arce y, con ello, tener justificacion para crecr que ahf hay un cardenal. Susana no est<f empleando ninguna estrategia o habito o rutina en Ia fonnacion de esta crecncia. En consecuen­cia, una teoria que requicre una fiabilidad bastante alta para el tipo pertinente concluirfa aquf que la creencia no em\ justifi­cada, pues no hay ningl'm habito o estrategia que sea o fiablc o no fiable. Sin embargo, en muchos casas asi Ia creencia csta claramente justiticada.

Adem<is, el mismo habito de formaci6n de crecncias puedc producir algunas creencias justificadas y algunas no justifica­das. Juan podrfa hacerse un habito de j uzgar cl tema de un articulo de filosofia leyendo solo el p<lnaf() con cl que conclu­ye. A veces, el tema se prescnta claramcnte ahf y cntonces .Juan tcndn\ justificacio n para su creencia. Otras vcces, cl p<lrrafo fin~al no deja claro lo que el artfculo plantea y Juan no tendni justificacion e:nplcando estc proccdimicnto.

Otro enfoque que usa clasificaciones de sentido com{m con­sistiria en sostener que la solucion a l problema de la generali­dad es d asificar juntos proccsos que gcneran crecncias igual­mente generales:

(G) Dos casos de procesos son del mismo tipo pertinentc si y solo si gencran creencias en el mismo nivd de gcnerali­dad.

(G) no prometc mucho como solucion al p roblema de Ia gencralidad. El problema de encontrar el tipo pertinente no S('

reduce al de encontrar el nivel correcto de generalidad par<~

EL PROBLE\1.'\. DE LA GENER ALIDAD 287

los contenidos de las creencias resultantes. A menudo no que­da claro que "nivcl de generalidad" tiene una crcencia. Pero si hay a~g~.l~ merito en cl enfoque que (G) representa, enton­ces do~ .JUictos estaran en el mismo nivel de genera lidad si sus co~temdos consi~ten. en dasificar a un individuo por especie. P:n l~) tanto, las s1g mentes creencias basadas en una expcrien­ua VIsual cstan todas en el mism o n ivel de generalidad: esta es una cabra montes, esta es una jirafa, este es un cocodrilo , este es un caiman. (G) implica que todas las c reencias dasifi­catorias como e~tas son resul tado del mismo tipo pertincnte, Y ~n consecuenCJa todas estan igualmcnte justificadas. Pero es evtdente que csto no cs asi. Por ejemplo , a lgunas de esas crcen­nas sc basan en rasgos perceptibles que dan mas justificacion que otros. Para u~ observaclor med io, unajirafa cercana es a lgo bastantc o hvto, rmentras que un cocodrilo cercano se confunde ~acilmentc con un caiman. Los procesos que gener an creencias Igualmcnte genera les no o frecen Ia rnisma justificaci6 n.

.Una .idea similar serfa distinguir proce~os en terminos de Ia tdentt~<:~d de sus c reencias resultantes particulares, de modo que las d1ferentes creencias que acabamos de mencionar serfan resultado de difercntcs tipos pertinentes de p rocesos. Esto, sin Clllbargo, tam~ien tiene varios resul tados inaccptables. Eviden­tcmcnt~ hay e:Jemplos de crccncias justificadas e injustificadas en Ia nusma proposicion . ·

No hay razon para pensar que cua lquier invocacion a los ti­po~ de sentido comun simples resolvcra e l problema de Ia gene­ral!dac~ .. su pt~incipal dcsvem aja es que son dernasiado <:unplios p.a,ra dlfcrenc1ar a~r~piadament.e entre los nivclcs de justifica­oon de 1:mestras d1~tmtas creencias. Es posible construir tipos m enos stmplcs conJuntando las clasificaciones de sentido co­m(m ampl_ias que ~1emos estado discutiendo . f:stas pueden ser mucho rna~ reduodas, por t:_jemplo: proceso visual que causa una cr~enna que clasifica por especie un objeto opaco cercano, cuya : 1sta no es obstruida por nada, a plena luz del dfa. Pero l?s nu~;nbros de ~ales tipos aun asf varian en su gr ado de jus­trfic~~to.n depend1cndo de cosas como si el que observa esta ~ai~Ihanzad~. :on ~a ap~riencia visua l de la cspecie des de el angulo de VIsion, s1 su vtsta es normal, si est:a ebrio, si est.<i a la cspera de un truco visual, si esta destrozado emocionalment.e ,

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e tc. No hay ninguna buen a r az6n para creer que aun esas clases estrech as incluiran solo crcencias igualmente _justificadas, por detallada que sea su espccificaci6n, mientras uscn solo ca tego­rfas no epistemicas de sentido comun. 13

13 Goldman 1979 L"C:Que es una crecncia j ustificada?", pp. 199- 231 de csta antologfa] introdujo una distinci!ln entre procesos de lorrnacion de creencias dependientes de crcencias y procesos de fomtaci<'>n de cn~encias independ ien­tes de creencias. Los p1·imeros toman las creenci<ts , a si como or.ros hctores, como insumos y gener an n uevas creencias como resultados. Los segundos no to man las crecn cias p revias com o insumos. I .os procesos dependientes de c reencias son fiables cuando, en una gama adecuada de c.asos, generan c reen­cias venJad eras si sus crecncias insumo son verdaderas. Ademas, una creencia resultante de un proc.eso dependient.c de crccncias esta justificada solo si Ia> c reencias insumo estan elias mism;~sjustitkadas. l'od rfamos tener Ia esp eran­za de apd ar a csta distinci6n par\t ayudar a 111an~jar a lgu nos de loo ~jemplos

discutidos en esta secd6n yen otros pas;\_jcs de cste texlo. Por ej cmplo , si nues­tras creencias a ntecedemes for man pan e de Ia causa de nucstras cr·eencias de c.lasificaci6n de animales, entonces las diferencias en cl g raclo de justiticaci6n de las creencias aqui mencionaclas podrfan ser atribuibles a d ilcrencias en el grado de justificaci6n de las creenci a~ de las cuales depend en . En consecuen­cia, podriamos ser c.apaces de m<~ntener Ia tesis de CJUe un tipo pcrtincnt:e es respo nsablc de todas las crecncias d e d asificaci{m de especies.

Los defcnsores del fiabilisrnn no han rec.urrido de maner<~ signilica tiva a Ia d istinci6n entre depenclicntes de creencias e indep(·:nclientes de c reenci<~s en sus intentos por resolver cl problema de la geu e ralidad. H a n tenido buenas razones para no hacerlo. F.n primer Iugar, es probable que pranic<Irncll(e to­

das las c reencias que los humano~ adultos se forman sean parcialme me cau­sadas por otras (Teencias. Por consiguient.c, p nicticamente todas nues1.ras creencias son resultado de procesos dcpendientes de crecnci;Is. Es d udoso , p or to tan to , que haya alguna manera <tceprable en que los fiahilisras den cuen­ta dd estatus epistemico diferente de las creencias antecede ntes e n los ~jem­

plos que estamo.5 discuti endo. Adem <'is hace !"alta una explicaei<'>n de los tipos fiables de procesos dependientes de creencias. Si se los idemifica, d igamos, en te n ninos de patroncs de infere ncia, entonces el tiab ilismo de proceso,; resul ta ser equiva lente a !a idea de que una creencia est;1just.ificada si es n ·­sultado de una in ferencia que es probable que sea preservadora de \'erdad a p artir de crecncias jusrificadas. gsta idea comt.'m vulnera cl espfritu del iiahi·· lismo de proc.esos, ya que usa los p rocesos solo com o una manera iudin~ct:1

de h acer relc renci<l a rclac.iones infercn ciales. Finalmcnt.e, es diffcil ver exac r.arnente c6mo se p uecle usar Ia d istinc:i6n enr.rc d ependic nte de creenci a.~ , . independieme de creen cias en co Juunc ioll con las propuestas esp edllcas aqni d iscutidas. Consideresc, por <cjemplo, (G). Se!{t"in (G), el tipo pcninente est:i detenninado por el nivel de generalidad de Ia crecncia result~lnte. Asf, ck acuerdo con (G), si dos personas terminan c reycndo que hay una jirafa ccrca . han usaclo procesos delmismo tipo pcrtinente. Ninguno de los cletatles ck ~;t ,

F.L PROBLE:\ifA DE L\ GFN ERAL!DA D 289

Por lo tanto, los tipos d e sentido co , .. como candida tos a ofrecer una soluc · ,mun ~l~ pasa_n Ia pru eba made la gen e ralidad . - . wn satis acton a a l proble-

3. Ciencia

Coincide con d espfritu "naturalista" d ~ I . . . _, . - - . bus car ayuda ])ant Ia c1 .. fi . . , ~ . E.. a s ~.eouas fiabJ!tsLis l . . ast Ica cwn en letS uenctas Ilatu .. I l i 11lo de J) " · · ' •· 1 d es. -It en s<tmJcnto tem ador es qu~ los f . b T . ta r con !a psicolog fa cognitiva panl identtf~c~~~~ta~ ~ued~n cor t­cesos d e fonnaci6n d e crccncias <rue sc ./ ,· ·r os tipos e pro. Las propuestas d e urn co " .· , .· , t dt~ Uti es para su teoria.

- . ' . ncepuon como csta sc jJue l ~ tl ar e n escn tos d e Alston C' I I , c e n enco n-

, .• o c liMn y Ralph Baergen .14

A - Clases na turales

Le:~ ~~cnc i{m d e Alston d e h~i.bitos mentales no e s s . teo n ca p ara haccJ· frente ·d . ll .. . u PI opuestt b . . ' I . . · · P10

J em a de Ia genera lidad M·'. le n , c suglcre <]Ue los (""i S<)S cle - . . . . .t~

' · ·' · · · p10cesos de f - -creencias p t:rtencccn a hs cJ- . • . .- . .. . . . . onnaclOn d e . l . - ' , . . ls<..~ lMtlll ales y que esf · . I .. . son os llpos a los cualcs I . f · l .l . . . , .ciS cases \1 . .. os let Jl Istas dcbe n "l j)elai· v sc-.J· t"bt·

1 ston : · ' < · c.

C o n un caso de un p ro ccso , como COil nmk uicr !" • .

lar·, p llC·dc d ccirse <Jil•·· ( "II "II . . I . I )tJo panJcu-~ • <jlliCJ a c e su s )J I " .• I 1 .

lacionacb con c1 11·p . 1 - · · opH:c aces esta corrc-. 0 .I qu c )>tTl enccc [ J \ .

que u stcd v , · · · · · ' unquc sea CJCJ to . . . ; yo pcrtenc( l'lllos a una canl idad inddini(h I .

como o/J;eto.\ qw• jif .\all mds de cinw hi!os objet . . .: : c e d ases, glo XX, objetos ~ru•ncionados en c•str artind;, <:lc o.~.fue ~.\7 .. \lr:n lm el Sl ·

qu e. la perten cncia a la d · . . I • I . ' . ., c., cs .mn el caso ,tsc c c os semi· huutanos es fundam ental

nna.~ p or la.s cua les Jl~ <.r·1 1- · , .• . . . . . . , ,.,., , on a t.s.t LI eenu a rnt ,- , d . . cletcrmmaci~ ·m dcl! ipo que usa rou . l!n;t de e llascJ I lei~ ( • e_ .ti~I.Hl lllodo en Ia leren c•a lll valid i! " ]Jartir de j)J·e . .. . . "!" . . podi ia esl.tJ h •. n endo una m-

llll s.ts JH~t i 1cadas Jltienl I e~tar hacieudo u na ch siJic··11•1·c· . . ·. ·

1 · '" .· .ras que a o tra pod ria ' . ., >n ex<~cl a la~ach e n . .

Una t.eorfa q ue Clll]Jll'a (G) . . . _· ' conocmHento antecedent c. _ ·' ' Ill COli ectalllente (' l··tl t.'t·t 1. . 1 . 11Hsn1a manera. · ' ' ,Is cos cr·ecnCias de Ia

Conlo las so luciones "I"<>[lllt·s t ·t s c•IJ 1·1 l"! I. r · · ' · · •· l entur t es]Jeciar 1 ·

( !Scutc n ma~ adclante se in vita. II . . . . . . ' ( .. . ' I Z<.I( a exJst.em c sc l . , ' , ' d cctoi .t llol.;u- f [ lle a l ig· . I . (G . JUyen nmgun papel a Ia ditc . ·. . . · ' u,1 que ). IHJ a! n-

. d ~ ' l e ncJ .t ema~ p rocesos depend"· l c lTI epencliemes de c.reendas · · · · Icntes r c c i·ec uf"ia .s

H . . . . .

' Mas <tdelantc se disn ne C<}mo cl es;uTo llan Alston v Goldman tuenciona esta clase de en foque e n 19"6 . ·" (), Baergen esra idea.

-0 ' p . ,) .

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290 EARL CO~EE Y RJ CHA RD FELD).L\N

para Lo que somos de uua mancra diferente de como son las otras dases, ya que es la dase natuml a la que pertenecemos. Quiero proponer que algo parecido sucede para los procesos de forma­cion de crecncias: que hay ciertas consideracioncs ti.mdamentales que indican, para cada caso de estos procesos , llll 1ipo que es algo asf corno su "clase natural" .1"

Aunque esta noes Ia explicaci6n final que Alston da del as unto , es impor tante notar que hace falta mas. Citar meramcntc el hecho de que cada p r oceso de formac1<'m de c recncias cae en una clase natura l no ofrece una regia de pertinencia adecuada. Para ver esto , n6tese lo inadccuado de la siguiente soluci{m al problema de la generalida~.

(SNl) El tipo pertincme pafa cualquicr caso de proccso de forrnaci6n de creencias es Ia dase natural a Ia cual p cnc­necc.

Los casos de procesos pucden pertcneccr a clascs naturales. Aun asf, no hay una buena raz6n para pensar que cada caso pertenece precisamente a una sola clase natural, y por lo tanto no hay raz6n para pensar que (SNl) ofrece una sohtcion al problema de Ia genera.lidad. Si bien lo que son las clases natu­rales de proccsos de [ormaci(m de creencias csta pendicnte, las leycs de cada una de las distintas ciencias categorizan de multi­ples mancras cada caso de proceso de f(>nnaci6n de creencias. De acuerdo con la ciencia actual, todas estas parecen ser cla­ses naturales del proceso. Las candidatas razonables a d ascs naturales de un proceso visual tipico de fonna_cio n de cree1' cias incluyen el proceso electroquimico, el proceso organ ico. cl proceso perceptua l, d proceso visual y el proceso de recono cimicnto facial. Todos los casos de procesos de formacion de creencias estan entonces en una multiplicidad de clases natur;t­lcs. De modo que (Sl\"1) no distingue un tipo pertinente par;t ningl'm proceso asf. F.stas clases naturales difiercn ampliamcn teen su fiabilidad. Por lo tanto, (SN 1) no resuelve el problem;• de la generalidad .

15 Alston 1995, p . 11 [24 7].

EL PROBLE.\ fA DE LA GENERALID .'\T) 291

B. Realismo psicol6gico

Los casos de procesos pertenccen ento nces a varias clases na­turales. Alston sostiene, sin embargo , que para cada caso de pr~ccs~ ~e formaci6n de creencias hay solo un tipo que cs .pstcolo~tcamente real". Su propuesta cs que este tipo es el

t1po pertmente.

~e.F~n ~:_lst~n, tod.o caso de rroceso ilustra Io que elllama una funoon , y estlpula que este tennino ha de entenderse en su sentido matematico. En el caso de creencias formadas con b~se en Ia experiencia perceptual, estas func io ncs toman ~onw J~Slll~lOs ra~gos de expt:riencia a los cuales respondemos ! genet an creencras como resultado. A lston est;"\ co nscicnte de que .(~ada par insumoj rcsultado pa rticular esta dcntro de Ia ex­l~nston de mucha~ h.t~c iones matem<hicas, pero a firma que hay s?!o una de esas funcwnes de Ia cual todo proccso de forma­cr~n d_e .crccncias cs r~almcnte una "activacion" . S6Io esa es psKologKarnentc real. 1h

. La pretendida soluci6.n al p roblema de Ia generalidad parc­ce scr:

(SN2) El tipo p er tincnte para cua lquier caso de proceso es I~ , clase psicologica natural corrcspo ndiente a la fun­CIO n que es realmentc operativa en Ia formaci6n de Ia crcencia.

.(SN2) sf, reduce. el COJDunto de candidates a tipos pertinen­tes. _A~emas, Ia psrcologfa sf aspira a ofreccr exp licaciones psi­cologJC~s de al rnenos todas las creencias adquiridas normal­mcnte .1 ' Si esta aspiraci6 n se cumple, habra tipos psicol6gicos

1 ~ Alston 1995 , secci6n VI (251) y ss.J. 1' I fl ' f ,os • oso us a lllenudo invocan e;jem plo' en los cuales las creencias son

rcsulr.ado de golpes en Ia cahcza o tumores. Puedc scr gue ta les crecncias 110

s~an resulta_do de ningun ti po de proceso de formacion de creen cias t~sico-l.rwu·o Q w za las t:XfJii .. · · 1- · .·'" : . • c <lCtones c e esas c reen c tas tengan que provcnir de-: una uen cta dtferente o tal vez Ia psicologia tenga que ser lo suficientementc inclu­ye~tc pa~a ~oder· tambiCn dar cuenta de elias, simplemente porq ut: son cfccr.os rnuuales. Sr algurws crecnctas carece n de causa psicol6gica, esto plamca ria un problema para (SN'>) p 1 ' . '. ' - , ues 1asta es1as crecncias pueden ser evaluadas en Cllanto a su JUstlficaci<'m, v por consiguien te deb en tene1· tln t ' · • · , . · . . rpo p el-imente.

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292 EMU. C:Or\EE Y RICHARD fELD:\IAI\

d_e procesos de formacion de crcencias para todas esas crcen-

e1as. Si (SN2) ofrece una soluci6n al problema de la generalidacl,

debe ser que solo hay un tipo "psicol6gicamente real" realmcn­te operativo para cada proceso de fonnacion de crcencias. En aparentc apoyo de esto, micntras cliscute la aplicaci6n de (SN2) a creencias resultantes de la vision, Alston subraya que hay m1 hecho en cuanto a que elementos de una escena visual respon­de una persona al f()rmarse una crecncia sabre lo que esla prc­sente. Por lo tanto, en nuestro ejemplo acerca de Susana y el arce, Susana podda forma r su creencia bas;indose en que t~ol<t cicrtos rasgos de la forma de las hoja s. En consccucncia, cl proccso-caso va de cstos rasgos iusumo a esa creencia. En otros ~jetnplos, cuando se encont'rara ante la misma cscena, Susan;1 podria echar mano de rasgos como la forma general del {u·bol o la textura de la corteza, en Iugar d e guiarse porIa fonna de las hc~jas. Estas consideraciones muestran que el tipo pertinenlc en el caso original debe scr tal que corresponda a una fnnci6n que tcnga como par insumo/ resultaclo los rasgus de Ia forrn~1 de las hojas a los cuales Susana responde y la crecncia que S('

f()rma. Esto puecle limitar de algun modo el nl'unero de candid;l-

tos a tipos pcrtinentcs, pero en cl caso de Susana hay LOdavf;, varias relaciones runcionales que se intcrsecan, y tipo's de pn) cesos psicol6gicos correspondientcs, que incluycn cl par insu· mo/resultado que hcmos iclentiiicado. Hay una funci6n tnll\

limitada que va precisamcnte de Ia t<Jrma cle la boja que Sus;t na nota como insumo, a precisamente e1 resultado de la crec11 cia particular de Susana de qt1c hay un arce cerca. Exist:e ot r: 1

funcion, una que alinea una diversidad de insumos bastantc si milares, incluida Ia ti:H·n1a particular que Susana not6, con lllL 1

u otra creencia en el senticlo de que hay un arce cerca, incluid ~ ' la creencia que Susana se f()rma. Existe una funci6n mas an1

plia, Ia cual alinca una diversidad de insumos de alg{m mt •< 1~ • sen1ejantes, todos los cuales involucran f(ntnas visuales, co11 l.1

creencia de: que hay un arce cen:a o con la creencia de que !J;~, un roblc cerca o con la creencia de que hay un olmo cerca, ('I 1

H ay todavfa tipos rmis amplios que incluycn cl par originaL , afiaden nuevos insumos que involucran varias otras pistas S('IL

s~H'i. ales. E n muchos casos Lodas ·t· . - I . . , ' . c s <~s rei. . . nona cs, y muchas o tras Lambien . .-. . ctu ones causales fun-en Ia f · · ' ' setldtl rc· tl · ·. , . ot i~tanon d e Ia creeucia de Susan~ _' I~H:nt~ ~~crativas sana d fOimat· esa creencia jJa t .. 1 . 1. L.<t .cbsposru on de Su-1- f . . ' r Ku a t que f . , ,~ ~-rm;;_t. partJ: u lar que not<l es par te de , ~~ or.mo c?t_I base en sJfic atcn tas mas arnplhs E.l .. I . eslas rhsposrctones cia-.. . . . _ '· · · so o suceso cl , . . , c • '

CM S l<~s man rbcsta toclas ·\ -' , . c fonnacwn de Cl'',etl · ' · · ' SI en estc y . · '-· -

hay una rnulti tud de l ij)os jJS l.' ·1, :: , . (. ~ll olros casos lfjJico s

U . · · . co ogJCos r .. 1 · · ,

n CJcmplo de otro d omitl. .. l c •. l .mente o p crativo s , . . l· . . . Jo pue( e . . 1- . . u;~e p ,~ntea~mento. Sup ongalllOS que se ~l)'U~ ~11' a a darar m as d_e , tgu<~ a mvcl d el mar hasta llcvarla a c·\ ou~ ~~~fuego u n a olla uerta secuen cia de sucesos c·<> . . . . . )Ulltcwn. Ah i onnTi(J

11· ' ' . . '· ' .. 11 Cll'l0S <[U•. . . · ICH.m del <tg ua. I<.sta sccuenci;l e ic m )J' f~ . ((Jnch~JCI .. o n a la cbu-

c~ e ttpos, tod os "Gsicam ente n·· I ·, ·" ll' I tea cualqUier can tidad (IJ ' . <I LS . Ode t .d . Jos en tcrminos d e las fu ncio n , . . . nos l . e ntil icar estos \ L . . . , cs que dcsc . '}

' 111<1 pt esJOn d ada. hav ltll'\ ·f't .. , .. t I >en su ct<t j)<t fin · tl , . . . , . ' muo n que 'tl. , ' .

tempet atura - su lJUnTo cl,, PI 11 . . , , mea ag·ua con cicrta 1 . r · ' · " lll IC!Oll- F . L . • '

e p roccso "ll eva r cl agu·t ' l eh 11 .. · , . .sto co r rcsp ond e con .. d , . , ' ' u 1c to n e n L . . , ..

u c mvel d el mar" . FxisLe un t' . -' 1n,t p res ton atm os te ri-a eb 11' .·, " . l po m.~s a'nr·r . "ll ' . u Juon . L t lunci<'in corP'S!> l ' . J Io .. eva•· cl ag·tn

t. . , . · · , · O I H ICIH , . ·' . ' · '· o m . .~ como msutnos d '1g•.·t1' 1.1. c .! este se gundo tl'j.)<>

· '. <~ Y < 1 crc n t c· . . . ' tlll punto d e cbnlli cic'Jn ]Y ll " l c:l '\ . . .s presrones. v g·ener ·• f · - ' ' · 'gua a c 1 · c •

.u uctou todavfa 1n;i.s ' llll jJlh t ' . .tc a l e lllpcr atura LT11•1 , . • .. . . ' ' ' <ll ll;l CO i l!() · , . . ' '

I<. mpt • ,lt u t as, p reswncs v 1 ij> . l , I, . . tllsu mos ln p letcs de I ~ t ... ' ' . OS ( (_ [( [Uld .

c e t )l llhc ton par a cacla uno de e ll . E . o y gener a el punto " ]\ [' . [ . OS. 'S(() C cvar lCJUIC os a eb ullici<)n" Fl . . , . onespond e a! l ijJO

IJJo , , . . . ]Jl<>C<:.So-c t. l , es una •nsta nciac i6n de todo s .. . . . .' soc e nuestro cjcm-

solo · ''f., · · cstos lrpos N · · u no sea rsre<uncnrc real" ,1. l . . · · · o su ccdc CJUe 1 , , 1 . , . oc os d los c ., . . nu.ltc o q ue ocu rn o en 1·1 <>11 · I . l .,u <~ctcnzan ex·tct ·t-d , f . . ' . ,.t. gua met . . . ·' ' . , . c unct~mes so n "psicok igicamerne rea lc~:~, ' ,t~na. gran canticbd pon den d cla ses ]Jstcol<'>gins 11' t . 1 . . 1 od,ts elias cor res-. l ·

1- . · · , ·' · .1 111 a cs. p , 1 · ·

rc e nll rca el t tpo pcr tine nte. . O! o tanto, (SN2) n o

C. Especifi cidad m;ixima v Li]Jos ems . 1 , . . . . , ' ., · · J cs esrr echos

Alston ta rn b ren jJrop . . one que su rcdrsn . una e specificaci6n diferellte d 1. ·' . . l o pstcologico imp lin

1 . , . , . · c os ttp os P , . . · ·•

1os. es comp atible con ell·t· "sa ., . . · 'f·' . u !m e ntes, o a l m e-,· . · ', ._.' csp eu .lc · , uoues causahnente eSJJCdf1ca . . . , ·~non se ba sa en fun-f .· · · · s en su Lo talrd d 1

u nuoncs en cucsti6n son .- . a . ,' lSlll lle CjUe "h s nMxu nan rente , , . , · ' · cs pccrficas , ya qu e

Page 12: El Problema de La Generalidad Para El Fiabilismo-Conee & Feldman

294 L \ RL CO!\'"EF. Y RIC H ARD F E.LD;\-JA N

cualquie r diferencia e n el insurno que la funci6n regi.strc in­dicani una funci6n difcrente".18 Echar m ano de esta 1dea de especificidad maxima es una manera de .t~·at.ar ,?e tenc~- e; ito con base en la idea de que solo una funoon es operativa en la formaci6n de cualquier creencia.

1!1

En cualquier caso en el que una persona forma una creen­cia con base en una cxpcriencia perceptual, algunos rasgos de Ia experiencia contribuyen a una secuenc~a e<~usal de forma­cion de creencias que cmpieza con la expenencl<t. Otros rasgos de la experiencia no cumplen ningl'm p apel causal. Lo mismo vale para los siguicntes sucesos en Ia secuencia que conduce a la crcencia. Algunos rasgos de estos succsos ayudan a causar la crcencia; otro~ no. La propuesta de Ia cspccifiddad maxima es la idea de que el tipo pertinente incluye todos y cx clusivamcnte los casos de proccsos con los mismos rasgos causales: todos cm­piezan con experiencias que t ienen los mismos rasgos c~usal­mente act.ivos, les siguen sucesos subsecuentcs con los tntsmos rasgos causales, y tienen Ia misma ne~nc!a como n:.s~ltado. En a lgtm momento Alvin Goldman sugu-w una soluClon muy

' '- 'd I lin P I · f' -seme:jante para el problema d e la gcnerah ac . oc emos Ol -

mular esta propuesta de Ia siguientc manera:

(SN3) El tipo pertinentc para cua lquicr caso de proceso de formaci{m de crecncias t es Ia clase natural que mcluye todos y exclu sivamente aquellos casos que compartcn con t los mismos rasgos causal m ente concurrentcs dcsde 1~ experiencia insun~o b asta la crcencia resultantc.

21

(SN3) s1 genera un tipo unico para cada caso de proce~o ; p ero la te orfa fiabilista de lajustificacion que emplea (SN3) tie-

1M Alsto n 1 <J95, p . 2ti [267]. . . . , . tY A lo largo de esta secci6n, cuando hablamos de lunc10~1~s o 1 q~o~ maxnna­

mcnte espedficos, qucremos decir funciones o 1 ipos ps1rologtcos maxnuamente

espedficos. 2u Goldman 1986, p . 50. ~ ~ Las (eorfas pueden dife rir exacta meme en cuanto _a que <:uet~ta com_o

insurno. El tipo de proceso podria comenzar e n Ia superhCie dt! Ia ptcl~ o m;~s adentro: en algun punto clonde empiece Ia expt!rienci<l con sciente; o 111<L~ aluc­ra: en una e<1usa exten 1a de l;1 expcriencia. Alston se indina po r las expene n­cias perct::ptualcs como paso inicial ( l Y911, pp. 12 y ss. (2<:9 y ss.]), pcro ~o defiende esta selecci6n. Ningtw plantc;1miento hech o aqm d ep cnde de mn­g ttn comie n<:o particular de Ia secut!ltcia causal C)Ue co nstituye el proceso.

EL PROTILEJ\1/\. DE LA GEN ERA!.IDAD 295

n~ g raves cl~fectos. (SN3) dasifica en el mismo tipo pertinentc ~olo creenCl~S que c.ompartcn todos lo s predeccsores causales n~ternos. As1, s~pomend~ de manera razonable que e1 conte­m~!o de cualqmer creenCJa fonnada nor malm ente esla deter­mm_ada :-a;1salmente por su~ causas p sicol6gicas antecedentes, s~gun (SN3) cada llpo pertm ente so lo puede tem:r un conte­n•do para su creencia resultante.~2 Esto provoca problemas en casos en los cuales Ia proposicion crcida dicta Ia razon de ver­clad de todos los Lipos de procesos que conducen s6lo a ella. En tales ~asos,. Ia fiabilidad del tipo pertinent<.: se resuelve por Ia rncra 1dent1dad dt:' Ia creencia. Por [o ramo, c1 tipo pertincnte d e un proceso que conduce a cualquier ve rclad ncccsaria tienc que scr absolutament:e liable. El tipo pcrtincnte de cualquier

J~_n.>~~~~ .qu_e conduce a cua~qu~e.r htlscd ad nccesa1·ia tiene que <:_<ll <.cu ,th;"olu tam~utc de hah1 hdad. Tarn bien absolutamente f1ables sc n an los t!pos pertineutc!'; d e todos los proces<Js que condu~cn a cualqwer crceucia que sc autoconfirma , como Ia c.recnua de f)II C alguicn crec a lgo. El t·ipo pcrtinente de las stgmcr~tes crecncias carccerfa absolutamcnte de fiabilidad : Ja crccncm de que no hay crcencias, y Ia crecncia de que uada es cau~ado. Como parccc claro que en 1odos cst.os casos las ncennas pucden_ tcncr un uivcl de_just.ilicaci{m que cs distinto del extrcmo nnpllcado, cstos (~jemplos son contr; trios <t (SN~).

I .os t)mblcmas de las tcorfas liabilis las basatlas en (SNj) no se con lmana las c r~:cucias en nccesidades, irnposibilidadcs 0

a. las crc.enuas rcbuvanrent.c inusuales que acabamos d e men­<;Jo nar. Supongamos que .Juan exam ina corJ mucho cui dado un a1bol y se fonua Ia cree ncia ck: q ue c s una haya con base en que vc rasgos del ;tdHJI que de h ccho son di stintivos de las ha­yas. l\1ie~ltras rcsulte que la expericncia de c sos rasgos ayude .a ~)ersuadu- a .1 ua~ para que crca que es una haya , a (SN3) no Je uuporta por que lo hac~n. Pucde scr por bue nas razones, por malas razoncs, o p o r nmguna raz<)n en absoluto. Recuerdcse (F), que nos dice que Ia fiabilidad de un tipo est;.\. rle tenninada

'J') . .

-~.En .sentt ~.lo estncto , tal \'CZ Ia suposid6n sulo irnpliC)l ll' que e) conteni· d o lmntad<~ de las C:rt!e ta:ias resultames de llll r ipo pertinence dado ser<i cl nusmo. Nmgtm planlealllienro hcd1o aquf dc peud.e de Ja dilerencia entre contenHlo lmut:ado y COJllen ido amrJ!io Asin• J.Sl!J() \'e'·• .. I· r· l -

• ~ I • • • ' ' ) nSC (' JlO ,·). I antes en rehu:wn con Ia completitud de 1:1 cxplicacion psicol<'>gica . '

Page 13: El Problema de La Generalidad Para El Fiabilismo-Conee & Feldman

296 EARL CONEE Y RICHARD FELD1IA:-\

por la raz6n de verdad a largo plazo de su resultaclo cuando funciona en condiciones tipicas. En los mundos normales usa­dos para evaluar Ia fiabilidad del proceso de identificaci6n de arboles de Juan, ninguna orra cosa salvo una haya le da a .Juan exactamcnte los rasgos que inician el proceso causal que con­duce a su creencia.2e. Esto por si mismo es suficiente para que la teo ria implique que la creencia de Juan esta justifica:la, indc­pendientement.e de cm1nta informacion rcsulte tener el acerca de como se vcn las hayas. Como los factores causales muy es­pedftcos que condujeron a su creencia son de hed:o i~1~icios exclusivos de las haya s, sn crecncia ticnc que estar JUSl!flcacla,

t. , a c·s t·1 te··oria En los rnunclos que determinan Ia fiabi-con onnc , . ' . · · lidad del tipo pcrtinente, solo las hayas causan la clase de expe-riencia que lo condujo a su ci·eencia de que J;ay una haya c_:erca. Asi este tipo rml.ximamc nte especiJico es maxnnamer.lte hable. Las teorias fiabilistas hasadas en (SN3) son entonces mcapaccs de distinguir cl cstatus epist emico de los aci~rt~ls yor casua­lidad que rcsultan estar basados. ~:n t~asgos ~hstmtlvos ~le los juicios expertos fundados en clasrhcaCioncs hten. :-ntcnd~da:·.

Otro problema es que (SN3) genera :m<~ ~·crswn de ltabths­mo que no es afln con el espfritu del f_Iabt!tsmo de procesos. Como acabamos de ver, (SN?J) suele d<..:_pr los detalles del pro­ceso que intcrvicncn entre un insumo y un_a crcencia resultan­te como carcutes de pcrt.inencia. En partJcular, supougamos que tanto Juan como Susana resp~nclen a lo~ mismos ra~gos de un insumo visual con Ia creenoa de que ttenen ante st un

olrno. Supongamos que este insumo oc~n~ir~ solo cuando .haya un olmo presente -se trata clc lavista dtslmtJva ~lc una h~p de olmo, digamos, Ia apariencia visual de .una cautldad parucular de dientecillos en todo su contorno-. Fmalmente, supongamos que Susana conoce lo que csta viendo, _r~1icntras que Juan es:a aplicando alguna clasc ridicula e injust~hcada de 11UJ11er~Jlog~a a! as unto. Juan se saca de Ia rnanga la 1de~ de que d numer o

lmtgico para los ohnos es el nueve, y obt1cne un nucve para

2:1 Con seguriclad podemos asumir que muchas de nue:~tra s claras y YlYI·

das cxperiencias de cosas orclinarias complep s como los arbo lesson proclu­cicl:ls solo por esta s mismas cosas ordmanas en todas las sJtua c.wHes de !.1

I . l . ·c-1111 o 11te etlCOl1tramos Los holo<rr~unas, las alucmaclmlcS ,. l~b c a se que 1p1 , .. . . - · ·· · . · "' . . . .. . ] · 1 cs )Je1· f~'c t·as son en el me]' or de los casos, muv at1 p 1c:o s. reproc uccwt . ~ · · , · , · ,

EL PROBLE\ 1.-\. DE LA C E:\lER:\ LIDAD 297

el arbol cu ya hc~ja tiene en la man o tr as contar los dienteci­ll ~ ) S. distin : ivos del o lmo p or todo el borde d e una h oja y d i­n d n el numero resu ltante entre seis, su "numero d e arbol ". Dada (Sl\?, ), los tip os p er tinentcs p ara sus proceso s son maxi­mam~ntc esp e cfficos . Estos tipos son totalmcnte fiahles pu esto que m n guna o tra cosa salvo un olmo cau saria cxactam e nte ese insu mo en alguna fracc io n significativa de los m undos ccrca­n os . E l h echo de q ue uno d e los dos sepa com o se vc u n olmo )' el otro no y el h echo de que un p roceso pasc p or Ia abs urda aplicacic>n de un a tontcria ba sada en sup ersticioncs n o afccta Ia fiab i licl<~cl de los tipos m ax imamente especffi cos que (SN3)

f• ' ·1 L' . ~spct:t tea .- c s .JUStamente es ta cl ase d e d ifcre ncia a Ia qu e e]

ftab1!1stno d e procesos alribu ye im p o rtancia. Se sup onc que es scns tble a Ia posibilidad de que d p roceso q ue u n a p erson a usa no sea eu gener al fiable, micntra s que cl que la otra per­son" usa es gencrahnente fi able aun cuando rcsulte que en el caso que cstamos tratando ambas p ersonas hayan empezado sus rcsp cc tivos procesos notando lo CJUC es de h cch o u n incli­cado r cxtrcmadamen te fiab le d e la rcspuesta corrccta. Dicho de o rra m anera, se su pone que las teorfas de Ia fi abilidad del procrso apelan a Lipos pe rtinentes rnucho m<c'is amp lios .

D. Categorfas provenientes de la ciencia

~a_lph Baerg~·n disct~ te va rios t-:j c m p los , y cxpli ca lo que los fia­bt hs tas p ocln an dcn r sob re cllos. G en eralizand o a p artir de sus ?bse~· vacioncs ,cs posiblc vislu mbrar otra maner a en que los habdrsl <t s podn a_n apel,ar a Ia c iencia p ar a resolver el pro­blct.Ha cle Ia gcue rahclacl . Esta es tam b ien u n a se g-unda fo rma c~ c mtentar tr aducir Ia observacio n d e A lston de que s6lo un t 1po d~· proceso es "rcalmente op erativo" en Ia form aci6n de crcenoas.

. 1 lay Ul~ t; jcmplo, d iscutid o en la Iiter a tura esp e cializa da por R1~hard .h:lclm;~}-~' :1ue atai'\c a una per sona que ve algo en u na colma d rstantc. -- Esa person a se forma la c reen cia d e que lo

~'1 l'odriamos pensar que el hecho de que .Juan se base en creencias antece­den tes iJ!imtificadas ticrw alguna rdaci6n con estc ej emplo. Esc pensarnicmo p <ncce correcto; pc1 o (S~:1) ig nora cstc ltecho y no s ug it'l·e nada acerca de u>.r~lo nsarlo a i defender una teoria fiabi lisla de proceso. Vease la nota I :I.

2' Feldman l 9B?J . F l c jcm plo sc discule en las pp . I (i4 )' ss. de ese tcxto.

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298 EA RL CO~EE Y RIC HARD FELD.MA:--1

que ve cs un animal y la creenda de que es un~ cabra mo111n Feldman seii.ala que la creencia mas general bten puedc ('S LII

mejor justificada que Ia mas espedfica. Asf, co~cl~tye 9w It 1'•

fiabilis tas tiencn que encontrar una manera de dtstmgmr <'llilc ·

los tipos de procesos que causan las creencias. 9

_

Bacrgen pro pone una rnanera de hacer csto. - t> Apcl~ a b leo

ria de la vision formulada por David Marr, Ia cual sostJene tpu · al clasi(i.car objet.os tomando como base Ia percepcion v is tt;tl.

generamos un modelo del objcto que "se compara con las dn ~ripciones en una espccie de catalog~o. ~ste catalogo se ~)'( kn.• en nivdes, de modo que las catcgonzacwnes menos rehii < HLI~ ocurren en los nivelcs inferiores, seguidas de discriminaciotw., mas finas en los niveles superiores."27 Baergen sugicre qw· l1•1· gamos uso de esta idea al identificar tipos pertincntes:

Nu estn1 explicaci6 n de los procesos bien p odria rcfkjar t·st• • dicicndo que las categorizaciones mc11os retinadas son g<· tw• .•

das por proceso[s] ditcrentc[sl de los que gencran .categoriz;" '" ncs finas. Aplicada al caso de Feldman, la creencta en hi c:d 11 ·'

montes es gcnerada por un proceso difcrentc del que gelll'l"l • !.• creencia en el animal, puesto que involucran niveles clifercut t ·~ dt catcgorizaci6n . Asimismo , es p robable que el proceSC) que 1-{t·twt • • la crcencia end animal sea mas fiable, dado que es probahk 'I ll' haya mcnos sit.uaciones ccrcanas en las cuales esto gencn· lllt.l

creencia ['alsa de las que hay para el proceso cle la cahra HIOIIIc···

De modo que el fiabilismo puede ofreccr resultados intuiriY<t ll\<"11 'ill

te correctos en este caso.-

Sin duda, los fiabilistas pucden formular una regia de pet II nencia que produzca los resultados intuitivamentc conct It~~ "en este caso". Pcro el fiabilismo necesita una regia totaltt w11

te general. Bacrgen reporta parte de una tcoria de Ia Yisi1tt l

26 Baergen 1995, p. 99. E.n contra de Jo 9ue Baergcn die~. Feldmau 111 • :t~n • r a que los proccsos sean del misrno tipo. Elmenuncnte se1~ala Ia constTII<""''·' indcseable de Ia proposici6n de que son delm1smo upo . Es de notar qn.-' .,~,, cbse de e jemplo muest.ra que los t ipos de procesos ile sentido conH'ttl . '"" '" el proccso de form;u:i6n visual de crccnc:ias, no pn~~uce~~ creenCtas d t· IK11••1 justificaci6n aun cuando se relativicen a u na especJhcacwn tot<tlment• · •lt-L1

llada de las circunstaucias externas. 27 Baergen 1995, p. I 00. 28 Bacrgen 1995, p. 100.

.E.L PROB !.E:VJA DE LA G.E.~ERALIDAD 299

que implica que las clasificaciones pe rccptuales son result.ado de procesos que se organizan por los nivelcs de generalidad de las creencias resultantes. Baergen plantea que los fiabilis­tas puedcn identificar tipos pertincntes de alguna mancra que aprovecha est.c hecho. Sin embargo, Bacrgen no aclara como desarrollar una explicaci6n general de los tipos pertinentes a partir de este ejemplo.

Una posibilidad, sugerida por la forma en que Baergen usa la psicologia, es que los tipos pcrtinentes son los tipos a los que apelan las mejores teorfas psicol6gicas de la formacion de creenc ias . La idea aqui es que si bien cualquier caso pertene­ce a varios tipos que son psicol6gicamente reales, s6lo uno de esos tipos ent.rar:i en Ia mejor leoria psicol6gica que ex­plica la creencia resultant.c. Ese tipo es cl tipo pcrtinente. La teoria de Marr puede haber sido usada para ilustrar como po­drfa aplicarse esto en el caso de la formacion de crecncias vi-

. sualcs. Podemos fonnular esta idea com o sig ue:

(SN4) El tipo pertinent.e para cualquier caso de proceso de fonnacion de creencias t es Ia clasc psicol6gica que es parte de la m<:jor cxplicacio n psicologica de Ia creencia que resulta de t.

Es posiblc que Alston haya tenido en mente algo como (SN4) cuando dijo que solo un tipo era "rca ltnente operativo".

(SN4) se basa en la cludosa suposicion de que hay una tmica "mt;jor" cxplicacion psicologica para cada creencia. El valor de una explicacion depcndc del uso a l que se le destine. Una explicacion muy espccffica y dclimitada podrfa ser de mayor valor par a a lg unos prop6sitos, micnlras que una explicacio n mas amplia podrfa ser de mayor valor para otms fines.~y

Aun cuanclo (SN4) efectivamcnte identificara tipos unicos, no seria posible evaluar sus implicaciones para el fiabilismo de procesos sin saber que son esos tipos. No cxist.e ninguna buena raz6n para pensar que los tipos que son del mayor valor para

2!! Comparcsc el ejemplo del agna hirvicnr.c an!"es. ~o parece Imber ninguna razc'>n para pcnsar que la expl icacic"ln en un nivel de gencn1lidad sea nccesa­riamente rm:jor que una explicaci<'m en cualquicr otro nivel.

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:~oo EARL CONEE Y RICHA RD FFLD:'IL\N

Ia explicaci6 n p sicol6gica scan uniformemente Lttil es para las teo lias fiabilis tas de Ia justificaci6n. . , .

Para entender p or que los tipos que son part.tcularmcnte uu­les para Ia explicaci6n psico16gica p odrfan ~10 ser de mucha ayuda para los fiabilistas, con siderem?s los tip?s que Baergen rne ncion a. Su propuesta vincula los t1pos pertmentes p ara las c reen cias clasificatorias basadas en la p e rcepci6 n visual con cl nivel de generalidacl de la creencia resultante, y cl _sugic­re convincentemente, qtle un tipo que produce creennas re­la~ivamente generales es rn~is fiable que los tipo~ qt~t: proclu­cen crccncias mas espedficas. Una version del flab li1smo de procesos que echara rnano de esta idea h arfa , por_ lo tanto, que las creen cias clasificatorias mas generales estuv_1eran me­jor justifica d as que clasificaCiones m as espe_dticas. Estc ~s un resulta do inaceptable. A veces, una creenCla que se aphca a una clasificaci6n mas amplia no esta tan bie n _just ifi cada como lo esta una creencia que se aplica a otra m <l.s limitada. Por ejemplo, Juan p odrfa usar una base visual para su crecncia de que eJ arbol que esta cerca cs un olmo , y para su :t:e~n­

cia de que cl arbol que esti cerca cs . un <~~-~ol caduufoho. Es posible que rio tenga tan buena just1fica~ 1~m J~<:~ra cr~ccr lo segundo, a pesar de que se aplica una claslfte<Kton mas am­plia. Esto podria scr cicrto porque Juan no se ha pcrcatado de que todos los olrnos son cacluc.ifolios y s6lo tierH:_ una com­pre n sion en dcble basada en pistas vtsualcs_ clc los a rboles ca­ducifo lios , aunque tiene un buen cntrcnamtento en el rec:ono­cirhiento de olmos. lgualmente, una persona pucdc saber de un vist.azo que una ~osa que vc cs una ballcn a, p ero no te­ne r tan buena justificaci<S n en su creencia de que sc trata de un mamffero. Por lo tanto, a vcccs Ia creencia m as general es Ia mas justificad a, y a veces no. De modo qt~c la gcncralida~ de una crccncia clasificato ria basada en lo v tsua l no d eternu­na un tipo pertin ente que gen ere una version sat isfactoria del fiabilismo. No hay entonccs ninguna raz6n para pensar que las clasificacioncs cicntfficas particulares que Baergcn men­ciona gen e ran tipos que son to talmente th.iles para el fiabi­lismo.

Aunque la ciencia si ofrcce las her rarr_tienta~ para limitar los candidatos a ripos pertinentes, no ex1ste nmguna bue na

EL PROBLE>vL\ DE LA C.ENERALIDAD 301

r az<ln para pensar que las clasificacio n es cie ntifica s ofreccn las h erramientas para resolver el problema de Ia gen eralidad.

4 . Soluciones sin una condici6n necesa-ria y suficiente

A lg unos fil6sofos han respondido a l proble ma de la generali­dad n egando cxplfcitamcnte que cl problema exija una rcsolu­ci6n general. Examinaremos dos respuestas de esa indole en est:a secci6n.

A . Restricciones

Frederick Schmitt propone cinco rest.ricciones a que tipos de proceso son pcrtincntes, y lucgo apela a csa s rcstricciones al clcscrihir casos problernat.icos.:1o Segun Schmitt, "los procesos p ertinentes son procesos cognitivos".:~ l Sus rcs tricciones cxi­gen , entre otras cosas, que los t.ipos peninentcs sean promi­ne ntes, que scan tipos de procesos de la p sicologia popular, y que los casos del mismo tipo scan intrinsecameme semcjantes.

Estas rcstriccioncs n o t ienen por obj e to componer lo que Schmiu llama un "criterio de pertincncia": una condici6n nece­saria y suficicnte para los tipos p crtinc ntes. Schmitt cree que no haec falta ningl'm criterio asi. Mas bien, se supone que las res­t.ricciones identifican las clases de factorcs que considerarnos que irnportan cuando haccrnos _juicios sobre Ia justificaci6n.

Para explicar por que no haec fa lta ning(m criterio de perti­nencia, Schmitt escribc:

[TJcnemos intuicioncs acerca de que procesos son pertinentes. A I juzgar si un s'-!jcto tiene jus I ifi caci6n para una creencia in­ferencial , verificamos par?. ver que proceso infCrencial aplica e)

st~jcto -por ~jemplo, si es induccion a partir de una cantidad su­ticiente de casos o una afirmacion del consecueme- . Tenem os Ia intuici6n de que es tos son los pl·ocesos pertinentes que hay que considerar. En cl caso de Ia creen cia perceptual, verificamos que condiciones ambicntalcs existen - si esta solcado o hay niebla- y si cl sujeto es cuidadoso y se rnuestra atento en Ia pcrcepci6n o se aJResura y se distrae. Aquf de nuevo tcn em os imuiciones acerca de que procesos son penincntes. El liabilismo puede explicar por

30 Schlllitt I 992, capitulo VI. ~ 1 Schmilt 1992, p . 169.

Page 16: El Problema de La Generalidad Para El Fiabilismo-Conee & Feldman

302 EARl . CO~EE Y Rl CilA RD FELD!'v1AN

'lue las crcencias pcrcer)\ ualcs o inferenciales cstan_justilicadas o ' . . . $2 it~justificadas tomando como base esas mtmctones.

La existencia cle estas intuicioncs no libera a los ~ab~J~stas de procesos de la responsabilida~ d e o~rec?r una ~xphcaoon ac~r­ca d e por que invocan la pe rtmcnoa. Conced1endo que las 1~~ ­tuiciones existen, la p regunta q~e hemos. ~st.ado .pla~1t~ando, SJ~ gue e n espera de respuesta: se?un el ~ab1hsm~, .cqu~ t~.po ~t.b( scr fiable para qu e una creenoa parncular cst.e JUstlfi~~tda.. .

Ademas, Schmitt est<i equivocad o e n cuanto a qt.te u:t~1c1o· nes te nem os exactamente. f:J d ice que " tencmos mtu~uone~ . ·ca de que procesos son pertinentcs". Como Schm1tt esta ace t f ·' abord ando el problerna d e Ia generalidad , cst a a umaoon I:a-rece tener por objeto imp ticar que "perti~;ente" e~ el uso fJ". bilist a d e "el tipo per t.incnte del proceso de a lgun n;oclo Sl aplica int.uitivamcnte a los ejcmplos. Pero esto n~ es .as1. El u:t.'

fi b .l. t d , "el tipo pcrt.incnte" e s tota hncnte tecrnco . La ex 1a 1 JS .a e · · · 1 p resio n podrla tam bien haber sido "el ti~o que det~nmna . ;1

· ' fi · ' de ·:tcuerdo con la teorfa filosofica conon da conH 1

JUStl JCaoon ' · . . . , . . . . . . 1 • 'fiabilisrno' ". Nadie tiene mtmcwncs prcanaht.lc<ts ac:-rca < <

este tema. Oependc de los teoricos d e la flabiliclad as1gnar Lt

referenda al termino partie ndo de ccro. . . . . . Tanto Jos filo sofcJs como ot.ras personas haccn JUlClOS mt.ul-

tivos sobre que rasgos de los c;jernpl~s son "p~rtir~cntes" l~aLt e1 esta tus j ustificatorio d e las cree nnas. ~ch1:11tt t1cn~ tod,t l.t razon cuando d ice que al evaluar creen ClaS mfereBCJ~les no~' inclinamos a juzgar p crtinentc el patr6r~ de infercnc~a. seg11

.1

d o, y al evaluar creen cias percep tuales JUZgamo~, pe1 tme1:1~ " las condiciones ambientales y cl gr ado de ate ~1C10ll de qml 11 percibe. Tambien juzgamos pertine-r:tes la cahdad _Y , Ia ~anti. d ad d e las p ruebas que e1 creyente uene . Solemo s JUzgar cpu el d ia d e la sem ana en que Ia creencia se for~na y .el c_olor t lc­los calcet.incs de los creyentcs carecen d e pettmen na. Est~s 110

son intuiciones acerca de que t.ipos de procesos sc~n pertm~· 11

tes; son intuiciones que atanen dircctan:ente a que detcrn tlll.l

la j ustificacion cpistbnic~ de u na creen <;Ja· . . . . La existencia d e intuiooncs sobre que factores son per.l~IH "

tes para la justificacion no elimina la necesidad del fiabll1s11'' •

:;2 Sch mitt 1992, pp. 14 1-142.

EL PROBLEM.\ DE LA GENERALIDAD 303

d e u na teoria de los tipos pertinentes. Las restricciones que Schmitt describe no h acen esto por si solas. Elias ofrecen u na d iversidad de cr iterios en conflicto. En su d iscusion de los ca­sos, Schmitt o torga a las restricciones pesos d ifere ntes para Io­grar el resultado deseado. '~'~ Pond erando un factor con mas peso en un caso , y otro facto r difcrente con rmis peso en otro, tal vez sea posible manipular las restricciones d e una m aner a que parezca dar al fiabilism o resultados acep tables . Pero esto noes un triu nfo para el fiabilismo. Bien podriamos decir, igu<~l­m e nte, que Ia justificaci6 n d e una creen cia es una fun cion de factores epistemicamente carentes d e pertinencia tales como Ia duracion d el caso del proceso cognitivo que lo causo, la dis­tan cia de la causa externa p roxima del proceso d escle el centro de Ia T ierra, y la cantidad de ene rgfa que el proccso consumi6. Po ndcrando ad hoc esto s hct.ores, podrfamos ob tener resulta­dos aceptables. L<t teo rfa, sin embargo, no tiene n ingun merito .

Un conjunto de reslricciones Oexibles no soluciona el pro­blema de la generalidad. Hay, desde luego, tcrminos e n nuestro lengu;~e cu ya aplicacion csta regicla p or un coruu nto d e facto­res flexibles y variables . Po r ejemplo, cuand o decimos que a l­g uien es un "buen a ll eta" , existe una d iversid ad de facto res que int.ervienen en nuestr as evaluacioncs, entre los que se podrfan incluir Ia velo cidad , la fuerza y Ia resistencia, entre otr as cosas. Pero no h ay un peso f~jo que sc les otorgue u n itonnemente a es t:os factures. En difercnt.es contcxtos, estos d istint.os factores se p ueden sopesar de manera d iferen te y scrfa un error pcdir u n orden a miento inam ovible de la importancia d e estos d istin­tos factores en las evaluaciones de capacidad atletica. Aunque Sch mitt no d ice esto, es posib le que el intente proponer que las evaluaciones de procesos en cuanto a fiabilidad funcionan has­ta cierto punto de Ia misma m aner a.:14 En la siguiente scccion nos ocuparemos d e una propucsta e n eslas lineas .

~~ 1'01· t:jcmplo , Schmitt dice acerca de un t'jemplo que una restricdo n, Ia cual favorecc un tipo pcrtineme <unplio , t iene ma~ peso que ot.ras dos que l'avorccen un tipo mas !imitado (p. 17 1). En 01.ro caso, se dice que la existcncia de dos restricciones que favorccen un t ipo mas limitaclo l.ienc mas peso que otra que <tpunta en una clireccion cliferente (p. 157).

:J.l Schmitt. sf dice que Ia pcrtinencia es un "asunto intrincado mas contex­tual" de lo que. algunos pndrian pensar (p. 159).

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304 EARL CO £\ EE y RICH ARD FELDivl:\~

B. Contexto . . " .· cir)io general para s<.:· Mark H eller sostiene que extgrr un ptm . ' . . . . .

1. . ar· el nivcl correcto de generalid ad r d e los trpos pelt~ ­eccwn, , 1 f ctores contex-nentes ] cs insensato" . ~r; El piensa que os a . . ·1·'

· · · . · 1 · ancr"i so u -tuales dcterminan los tipos pertmentcs )' c e csa m ·. • . . . . • < n elJ)l'Oblema d e 1a genera lidad. H ell_er elahora sus tests cwna . . f ·m ·r · sobre el papd d el conr.exto de la srgwente or , .

· ·d' 1ari·\ que e n si tuado-"F'ablc" es una palabra totalmcnte ot 11 '· ' · . l't- .. I . j' .. S S que SOI1 CJ Cill[> I IL l· nes tot·tlmente ordinarms se ap lea a ca 0 · : · .. l .

. . - 'd .. ··os tipos donde esos tipos ticnen cllferentes g t ,te os Clones c '<att . · · ·' . . .

1 1)ahbn

1 ·fi l 'lt'd·•d Aun :lSf de a lgnm modo lngramos usaJ es a ' ' ' c e 1a )t ,, . ' • . . o.t;

sin diftcultad en cl discurso nrdmano.

. d' 1 d . . 1 texto cs defender la H eller dice que la tare a prtm~>r la e S\ .. 'l I . r ~-· co ntexto del

. d • "fi-tble" es ampJtamente sellS!) e cl . . . teSIS e que ' 1 1 b . " ti'lblc" segu·

I . dor Todo esto es inobjetable. .a pa a t a ' . eva ua . . . 'bl I contexto. Es decir, que a una cos a se la r arnente cs sensl e a . ,

1 d e

. Id "fi ·thle" o que no se la !lame ast < epeu -llame con exactitl ' . ·

1 . . ·l contexto d e

, arte de los est<1ndarcs establenc os pm e . . ra en_bP . , Estos estandarcs varian, dcpendiendo, por CJern­la at.n uoon. · . . . ·11 · se dice que

I> d e cuan importantc sea conh;u· en <Iquc. o que. . . P < • , . _1 un )Jrime r paso haoa la solu-cs fiabie . Este cs, como muc JO , . . . • . ,

0 . , . bl . d . I· g·eneralidad. Necesltamos vet com non del pro .ema c a . . . - . , 1 , I t ' > · i· con h tdenl d tcanon < c .lp( la sensi.bi1idad al cont.exto ayU< tt ' · · ·

. t :17 pertmen e. · t· . p·n":t h

H eller n o a firma simple m cnte ~lue l ~ >s ~st.anc at cs -~ .' ~-1. . . d "fiable" se·m del:}en che ntes del context.o. ):<.1 ad

ap tcaoon e ·' · f. .. . • 1 .• ''l.J)li-. 1 ·(i . . .. ' de que entende m os per ect ,unen e < .. m as h ace a a II ll1cl00l1 . . J' f C'l· . d "·'-tal)le" .. casos de }Jrocesos que son eJcmp . ~ 1 " · canones e u ' ' · · • . .

. d h os tipos Por consig·uiente, cuando una person,, oones e muc · ·

3:• Heller 1995. p. !">02.

~6 Heller 1995, P· !'>02. . 1 . 1 1 · lc h1 gt'nc·r <~-:n S 199 J su?;icre una respuesta contextuahst<\ a j) l o) euu c . • . :

o~a . . . • . . vrallla l ica qlle los ttpo~ pcrtm cntcs son lidad. El plan tea de UlM mancr<\ P' 0 "' · 1 · . · · .. 1 ·I" crcwn-

.• I . , 1 . ue nosotros , "como Ia conmmrla< eptstenuc.t c ~- . . , aqucllos so )1 c os q . • . , ( 984) So sa 110 t:xp! ica mas a foudo te l)odcmos "un1erahzar uuh11e n t.e )J ·. - • ". . ••

1 . .• , P''l'CC<'

' · o - Jlep Lo que s1 c tct 1.o " esta id ea, Ia cual forma parte d e unba te<J ila com~IL i\~t~s s<: pu~de "generaliJar idcntificar tm tipo (mica, pucs S<J re tlpos 111 . .

uti!mente" .

F.L PROBLEMA D E LA GENER.ALIDAD 305

dice "ese proceso es fi able", la persona puede hacer referen­cia a un caso de proceso y decir algo verdadero. Lo que la persona afirma cs verdadero siempre que se dig-a con justa ra­z6n que el tipo d ctenninado contextualmcnt.e para esc caso es "fiable" en el contexto de atribuci6n. Si H eller esta e n lo em-recto, entonccs cl contexto detcrmina dos r asgo s de nucs­tras predicaciones de "tiable" a casos. Uno tiene que ver con el est<indar d e la fuerza de la fiabilidad requerida para que el termino se aplique en el co ntexto. Ese rasgo no ayuda para nad a en la d eterminacio n del tipo pertinente. El otro r asgo tiene que ver con la identificaci6n del tipo que debe satisfacer esos estandares. Nos referiremos a estos tiltimos tipos como "tipos det.erminados contextua lmcnte". Asf, sc supone que una frasc de la forma "el proceso que conduce a la crecncia de S de que p" tienc, relativo a un contexto, un tipo deterrninado contextual mente.

Se puede construir una soluci6n al problema de la genera­lidad a partir de estas ideas. La propuesra que tormularcmos combina lo que He ller sostic ne sobre la dep'endencia del con­texto de la palal>ra "fiabl e" con la postura contextualista cpiste­mica de que los estandares para cvaluar d valor de verdad de las atribuciones de conocimiento y justificaci6n depende del contexto de quien haec las at:rihucioncs.3il

(C) En cualquicr cont.exto , C, si una persona dice algo d e la {()nna "S sabc que jl'' o "S csta justiflcado en creer que p", cl tipo pertinentc del proceso de fo rmaci6n de creencias es cl tipo detcrminado contextualmentc para la frasc "el proceso que conduce a la crecncia deS de que p" relativo a l contexto C.

(C) plasma la idea de que la d escripci6n "del proceso que con­duce a Ia c reencia d e S de que p" t.iene un tipo de proceso

:i8 Aunque mucho de lo que Heller escribe sugiere Ia siguieme tesis, esta va m as a lia de las propuestas explicitas en cl texto de Heller. Ademi s, no echa mano de pas;\jes que sugicran que un enfoque de alternat.ivas pen inentes a una te oria del conocimiento resuclva cl problema de Ia genei·alidad. Esta segunda propuesta par sf sola no parcce C<Jnvincente, ni Lampoco hay rna­nera de incorporar en ella cl tema centra l del texto de Heller concernientc a Ia importancia de Ia sensibilidad del contcxto de "fiable" para resolver ei pmblema de la generaliclad.

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306 FA RL CO:--JEF. '!' RICHARD FELDJ\J"A ~

cleterminado contextualmentc. (C) pone la idea a l servicio del fiabilismo identificando tipos detcrminados contextualmente con los tipos pct·linentes necesarios para completar las teorfas fiabilistas del conocimiento y Ia justificacion.

Una objecion fundamental a (C) es que los factores contex­tuales no suelen generar un tipo de proceso dctcrminado para Ia frase "el p roceso que conduce a la crcencia deS de que p". En consecucncia, las teorias tiabilistas comtruidas con base en el principio (C) no generaran el valor de verclad correcto para muchas atrihuciones de conocimiento o justiticacion claramen­te determinadas.

Hay a lgunas situaciones e n las cuales frases que hacen refe­rencia a casos d e procesos fun cionan aparenternente tal como Heller describe. Por ejempto·, supongamos que .Juan dice: "ten­go tres maneras de arrancar mi vieja carcacha: en primer Iu­gar, poniendo el veh{culo en velocidad rnientras clesciendo por una colina; en segundo, pasandole corriente con unos cables y otra baterfa, y en tcrcero, h acienda gir·a1· Ia llavc para dar­ie marcha dcspw~s de rczar. Solo los dos primeros mct.odos funcionan." Supongamos que Juan e1;tonccs arranca su auto pas<1ndole corrieutc con unos cables. El comenta:

(P) "El proceso mediante el cual acabo de arrancar mi auto es tiable."

Aquf, Juan menciona explicitamente los tres tipos y esto sirve para limitar dnisticamente los tipos en considcracio1~. El cas~ que sc m enciona en (P ) es solarnentc de uno de esos tlpos. As1, este es un caso en el cual "Gable" se predica explfcitamente de un caso d e proccso y no rcnemos ningun problema para entender que tipo debe ser fiable para que la predicaci6n sea verdadera.

En las at.ribuciones tfpicas de conocimiento, sin embargo, no ocurre n inguna delimit:acion contextual d e los t:ipos de pro­cesos candidatos. Si acaso esta se diera, cntonces cuando una persona dijcra que alguien sabe a lgo, habria com{mmentc un; t gama de tipos de procesos contextualmente prominentes ta l que e1 proceso-caso que conduce a Ia crcencia de la persona cjemplificara solo uno. Pero esto no sucede de ningun modo para la mayorfa de las atribuciones de conodmiento. Por lo

EI. PROBLE:vl A DE LA GE::\ERALIDAD 307

general ninguna clase de tipos de procesos de formaci6n de creencias se habda hecho contextua lrnente prominente. Y nin­g una otra cosa sobrc los contextos tfpicos afsla cualquier tipo. Asf que simplemente no es verdad que en el contexto de atri­buciones de conocimicnto haya tipos determinados contextual­mente para Ia frase "el proceso que caus6 esta crcencia".

Para ver que esto es asi, cxaminemos nuestro t:;jemplo inicial e n el cual Susana llega a saber que hay un arce ccrca al ver.lo ahi. Supongamos que Juan, quicn est<i sentado en la hahitaci6n con Susana, dice:

(K) "Susana sabe que hay un arce ccrca."

Para que la version del fiahilismo que plant.ea Heller fun­cionc , tienc que haber, n:lativo al contexto de Ia observacion de Juan, a lg1m tipo der.erminado co111extuahnentc para Ia [rase "cl proceso que caus6 Ia creencia de Susana". C:CwH scrfa cse tipo? Nada excepto las intenciones del hablante parecc lirnitar el cor~j unto de candidatos e n este tipo de t;jemplo. Tal vez .Juan estaba pensando en a lgo como la pcrcepci6n de ol~jetos conoci­dos a cierta distancia razonahlc, o tal vc z en a lgo mas cstrccho, como Ia perccpcion visual de arboles conocidos bien ilumina­dos a cierta distancia rat.onable. Tal vcz.Juan no tenia en mente ningim tipo de pmceso de f()rmaci6n de creencias . Despucs de todo, no dijo nada acerca de procesos de I<>nnaci6n de crccn­cias y no hay razon para pensar que estaba pensando algo al respecto. Asi que no hay razon para pensar que, en csta clasc de c;jemplo mundano, existc a lgo asf como d tipo uererminado contextualrnente para la fi·asc "el proceso que caus6 la creen­cia de Susana". Ad emas, no hay razon para pcnsar que c1 valor de vcrdad de la atribuci6n de conocimiento de Juan a Susana depende, cle a lguna manera, de cual de estos tipos tiene Juan en mente, si acaso tiene alg uno.

Es mas, aun cuando un atribuidor de conocimiento cfectiva­mente tenga en mente algunos tipos de procesos de formacion de creencias, los pensamientos del atriburentc no identifican tipos pert.inentes d e una manera que sea uniformemente uti! para los Gabilistas. Un atribuidor de conocimiento puede equi­vocarse acerca de las ra:wnes de Ia creencia de una persona, y

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308 EA RL CONEE. Y RICH A RD FELD.tv1AN

por consiguiente puede estar pensando en los tipos d e proce­SO!i que el proceso-caso del sujeto ni siquiera ejcmplifica. Por ejemplo, supongamos que Juan es testigo de que Susana identi­tica un ave como perteneciente a cierta espccie d espues de ha­berle dado apenas un muy breve vistazo en malas condiciones d e iluminaci6n. Juan dice que la creencia d e Susana es injusti­ficada y que entonces Susana carece de conocimiento. Juan sf tiene en mente algun tipo de proccso para la crecncia d e Susa­na, algo as! como la formaci on de una creencia dasificadora de aves tras darle un breve vistazo en rnal<1s condiciones d e ilumi­nacion. Supongamos, sin embargo, que Susana ha fo rmado su creencia tomando como base que ha escuchado cl canto del pa­j aro, un me todo de identificaci6n en el que J uan ni siquiet·a ha pensado. Lo que es mas, Susana sf tienc, por ende, conocimien­to. Si el fiabilismo de procesos se acerca de algl"m modo a la vcr­dad en cuanto al conocimiento y lajustificacion, lo que irnporta aquf es la fiabilidacl de alg(m tipo de proceso por el que Susa­na haya pasado realmente. Asi, el problema d e Ia generalidad tiene que solucionarse apelando a hechos acerca de los pro­ccsos realmente involucrados en la formaci6n d e Lt crecncia, no apelando a pcnsam ienr.os posiblemcnte equivocad os sobrc estos procesos en la menr.e de quicnes atribuyen conocimiento.

(C) es incorrccta. Simplemente no hay tipos context:ualmen­te determinados en rnuchos, quiza en Ia mayorfa, de los con­tcxtos tipicos en los cuales las afirmaciones d e conocimicnto y justificacion ticnen un claro valor de verdad. Es cierto que el contexlo ayuda a deterrninar los estandares que un tipo de pro­ceso d ebe cumplir para que se lo pueda dcscribir correctamen­te como "fiable". Pero el contexto del atr ibuyente nose acerct para nada a scleccionar un tipo pertinente d e cacla proceso clc formaci6 n d e creencias, y los tipos de procesos pro minentcs para el atribuyentc pueden carecer par entero d e pertinencia en cuanto a Ia verdad de las afirmaciones de conocimiento.

Esta secci6 n sc ha centrado en tipos de pro cesos de f(>rm<t· ci6n d e creencias basados en el senticlo comun. Existen ta111 bien muchos tipos cientfficos que dasifican cada proceso ck fo rmacion de creencias. Queda claro que nada acerca de ]( 1s

contex tos tipicos de creencia, o los contextos tipicos d e atrihu cion d e cono cimicnto o justificacion, distingue unifonnenH·tt

EL PROBLEMA DE LA GEN ERALIDAD 309

t~ a ~no de ellos. Como n uestr as mentes no suelen o rientarse ctenttficarnente, las intenciones de los hablantcs ofrecen . . chas menos probabilidades de estrechar los tipos cientlfi~~~­Tamp~co _Io haec n inguna otra cosa acerca de un contexto d~ profet enCia. Por lo tanto, el comcxto no soluciona e l probl d e la gcneral"d d cma , < 1 a .

5 . Condusi6n

f~sta cs toda la var icdad de enf<>ques que existcn par a resolver el problema de la generalidad 1\ fillta de una 1"clca tot 1

• • < ' · . a rnen-~~-nueva ace~·ca de los tipos peninentes, d p roblema parece

~~~~s~~u~l~. En ~ons_e~uencia: la~ ~codas de Ia j ustificaci6 n y el o.umten to b<isad.ts en Ia habllrdad de los ])l"Oces1)s .. .. f .,, · · . pdiCcen

no o rccer espcranzas.".J

[Tmr.lttu:i6n de Laura E Manriquez]

BJBUOGR A FlJ\

A lston W P 19M "I I · 'J"I · · · , · ., • ::~.> , - ow to unk about Rdi·tbilitv" Phil· · ,J>I· · l TojJin vol 23 . ' . , c ' , o.\Or tzca •.. · ~ . · : , no. 1, pp. l-29. [La versi< Hl en Gtstcllano de est.e

. :~xto st p!lbb::a ~n csta antologfa, vcanse las pp. 2~~ -:n:q B.tc}gen , !t , 19~b. Contem.pomry Hpistmwlogy, Harcourt Br<tce c 11 , ,

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39 Una prim~•--• ,. , · · · • 1 , . • . · • et swn c ~ t.stt tcxto fu e presemada en un silllJ>os1· · 1 Amen n 1 Ph"! , 1 · 1 A . . · o t::l l a · • 1 · 1 osop uca ssoCJai:H.lll en didcntbre de 1 <J96 :\ortd . · · William A lsi on sus <·o . . · . T I . . . . , ,., • ecemos a , . · · . · m e JJtai!OS . . am )leu damos liis g racias a R<tlph Baer ·en

) John Benneu pot ~us coment.anos a versio ues prcYias. g

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IV

Internisrno y externismo: (dos aspectos de Ia just.ificacion epistemica?