Primo de Córdoba, 12 Enero 1964Depósito Legal. CO. - 15 1958

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Año XIII

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Número 589

Felipe Torres, era el prototipo delempleado rutinario de hace cuarentaaños; cuando aún se disfrazaban en laoficina con guardapolvos, viseras omanguitos.

Llevaba en la Compañia—destileriade alcoholes—sus buenos treinta años.

Entró de «recadero» como por aquelentonces se llamaba a los botones , de

ahora. Y aún continuaba pelándoseca-da dos meses y yendo al cine los domingos a primera hora; ya que las sesiones de tarde y noche eran para los•potentados»—según sus palabras—ya él, no le era permitido tal lujo.

lin día, al entrar como de costum-bre en la oficina, vió con estupefac-ción sentada en su mesa de trabajo auna señorita.

Una escandalosa y flamante rubia.Oxigenada al máximo, maquillada ycon el aire característico de las chicasmodernas que se estudian hasta paradormir y que ahora han invadido to-da suerte de sociedades, empresas yMinisterios.

Aquella presencia femenina en «sudespacho», impresionó de tal forma albueno de Torres, que salió como unmeteoro de la estancia, para indagar,consultar... transmitir a alguien aque-lla sensación dz ahogada protesta queamenazaba estrangularle.

¿Qué demonios haría aquella mujeren «su mesa»? ¿Cómo la habían deja-do entrar libremente en "su despa-cho»?

Aquella reducida pero acogedora ha-bitación, con sus blancas paredes, don-de cada cuadro, almanaque ó clavo leera tan familiar como la cocina de sucasa; era suya por antigüedad ¡qué,caramba!

Con éstos pensamientos, avanzó ato-londradamente por el pasillo hastaque la voz grave y sonora del Sr. Les-me—Consejero de la Compañia—le de-tuvo en seco.

—¿Dónde vá, amigo Torres con esasprisas?

Atropelladamente le explicó su sor-presa por la presencia de la rubia «in-vasora».

¡Qué expresión más grotesca y dolo-rosa en el rostro del pobre Felipe,cuando el Sr. Lesme le dijo enfática-mente!...

—¡Cómo, invasora! ¿Nó sabe; quees la Secretaria del Sr. Director?

Secretaria. Luego él, después de tan-tos años, esclavo fiel y leal de aquellaSociedad no era apto para asumiraquel cargo y sf, para dejar, día trasdía, hora tras hora los eslabones desu vida, en aquella absorvente fraguade actividades y monopolios humanos.

¡Qué iluso había sido al soñar, queun día su ímprobo trabajo, su fervien-te adhesión su bien manifestado des-velo por los intereses ajenos, iban aser recompensados, con un puesto mashonorable y remunerativo que el decontable!

La voz del Sr. Lesme se oyó de nue-vo entre irónica y comprensiva.

—Comprendo amigo Torres, la de-cepción que ha debido sufrir, pero...¿qué quiere que le haga? El desenvol-vimiento de la Compañía necesita másauge en la actividad. Más fiebre colec-tiva para una mayor envergadura yusted.., amigo mio, está anticuado.

¡Anticuado! ¡Cómo le dolió a FelipeTorres aquella definición! Fué, comoel impacto cruel e inhumano que eje-cutaba sus más caras ilusiones. El tris-te adiós a una ambición tanto tiempoacariciada.

El era un funcionario «anticuado».Que era tanto como decir... «inútil».

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Otro vez la voz del Sr. Lesme querompía su mutismo amargo.

—¿Cuántos años tiene Sr. Torres?Aquella pregunta repercutió en su

alma con el sonido hueco y lúgubre deuna campana tocando a muerto.

—Sesenta años, señor.—¿Vé Vd? ¡La vejez no tiene ami-

gos! Cuándo aperece, hay que rendirsea la evidencia y los años Sr. Torres,son como lastre que hunden definiti-vamente personas y deseos.

«Los años» «Los años» Los años...¡son un lartre...! Felipe, reconoció loque ya no tenía vuelta de hoja.

Más tarde le invitaron a ocupar otrodespacho en común con los demás em-pleados en la administración de laCompañía.

Trabajó toda la mañana, sin levan-tar la vista de los papeles, vencido yacobardado.

Allí, frente a él estaban los otros.Ellos charlaban, reian, fumaban y¡hasta se permitían salir a tomar café!

Cuando llegó la hora de salir, todosse fueron. Se marcharon con sus risasy sus comentarios de futbol o boxeo.Con sus aires de grandes financierosen vacaciones.

Felipe Torres quedó solo. Solo en elrinconcito que le habían asignado.Pensando, filoso fanclo...¡ llorando amar-gamente! la inutilidad de su vida.

Su propia vida,sin risas; sin conver-saciones alegres ni optimistas. Sin ladespreocupación de aquellas gentes jó-venes ¡sí!, pero, locas y atolondradas.Que solo iban a cubrir el expedientepara ganar el máximo, trabajando lomínimo.

Pero... ¡eran jóvenes! Tenían algoque a él se le había escapado sin dar-se cuenta de ello, absorvido por com-pleto en su trabajo diario; examinan-do facturas, letras, nóminas, etc.

¡Tenían juventud! Y siendo así, in-cluso podrian ocupar sin grandes es-fuerzos el puesto que él siempre de-

. seara.¡Quién sabe, si alguno de aquellos

mozalbetes llegaría a ser accionistaen la misma Compañía!

Todo era cuestión de suerte, nó dehonradez ní laboriosidad. Suerte. ¡Al-go que a él, le faltó siempre!

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EL paBuE TOItHES

A. P.

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La Sociedad al hablaViajeros

Llegó de Sevilla D. José María Molína Reyes.

De Córdoba el culto Médico D. Ra-fael del Espino y Sra.

Ha estado unos días en Priego nues-tro ilustre amigo D. Gregorio YagüeFernández. marchando seguidamentea Madrid donde desde primero de octu-bre explica la Cátedra de Matemáticascomo Profesor numerario en aquelCentro de Enseñanza Media y Profe-sional femenino «Santa Teresa deJesús».

Regresaron a Córdoba el Iltmo. se-ñor D. Antonio Navas- Romero, Presi-dente de la Audiencia, su gentil espo-sa D.' Marina Galisteo Serrano e hijos

A Barcelona D.' Elena Maristanyde Gámiz Valverde e hijos.

Natalicios

La esposa de D. Pedro Rojas Infante—D.° Maria Luisa Parras Alvarez—hadado a luz un niño, tercer fruto de sumatrimonio, al que se impondrá elnombre de Hilarlo

D.° Carmen Ruiz Cáliz, esposa denuestro buen amigo Don Antonio Mé-rida Villena, dió a luz un hermoso ni-ño, al que se ha impuesto el nombrede Juan Luís.

Enlace Morales González-

Quesada Burón

En la tarde del miércoles día 8, tuvolugar en la Iglesia de Ntra. Sra. de laPaz de los HH. de San Juan de Dios enCórdoba, bellamente exornada e ilu-minada, la boda de la bella y simpáti-ca Srta. Maria Cristina Quesada Buróncon nuestro querido paisano el jovenPerito Textil 1). Pedro Morales Gonzá-lez. Bendijo la unión el Prelado de laDiócesis, Monseñor Manuel FernándezConde y García del Rebollar, que alfinal de la ceremonia dirigió a los con-trayentes una elocuente y brillanteplática.

Durante la ceremonia actuó unamagnífica orquesto dirigida por elilustre Director del Conservatorio deMúsica de Córdoba D. Joaquín ReyesCabrera, cantando magistralmente elAve María de Schubert la distinguidaSrta. Virginia Gutiérrez Molina, real-zando entre cantante y música el so-lemne momento.

Apadrinaron a los contrayentes lamadre del novio D.° Concepción Gon-zález de Morales y el padre de la no-via D. Francisco Quesada Chacón,Presidente de la Asociación de la Pren-

PluviómetroLitros

Aguo caída desde 1.° Octubreal 20 de Diciembre 399,8Del 21 Dbre. al 10 Enero 000'0

Total hasta el viernes. 399,8

sa de Córdoba, actuando en represen-tación del Juzgado El Juez Magistradode Bilbao, Ilsmo. Sr. D. Luis AntonioBurón Barba, tío de la novia.

Firmaron el acta como testigos de lanovia: D. Francisco Casares Sánchez,Secretario Técnico de lo FederaciónNacional de ,Asociaciones de la Pren-sa, D. Enrique Catalán Díaz, D. Anto-nio Oliva Español, D. Manuel Gonzá-lez Espaliu, D. Pedro Alvarez Gómez,Director de «Córdoba», D. AntonioGarcía Tizón, Delegado de Informa-ción y Turismo y los doctores D. Enri-que Luque Ruiz, D. Juan Barbudo Or-tiz, D. José Peláez Córdoba, D. Fran-cisco Gómez Pérez y el hermano de lanovia D. Luis Quesada Burón, por par-te del novio su padre D. Pedro Mora-les Luque, D. Luís Lerga Gonzálvez,Juez de 1.° Instancia e Instrucción dePriego, sus tíos D. Vicente Luque Cha-parro, D. Baldomero Ortega Siller, donD. Salvador Pareja González y D. An-tonio Agúilera González; sus herma-nos D. Manuel Morales González, DonManuel Pérez Esparza y D José LuísOnieva Linares; D. Jcsé Espejo Carmo-na, D. José Rodríguez Boti, el Dr. DonBernabé Jiménez Roldán, D. José Na-varro Azañón Tte. Coronel de la Guar-dia Civil, Excmo. Sr. D. Sancho DávilaFernández Conde de Villafuente Ber-meja, D. Pedro Jiménez Poyato Dele-gado Nacional de Mutualidades, DonJosé Tomás Barrientos Luque, D. JoséFernández de Villalta, D. Juan LuqueAmaya. D. Antonio Gámiz Luque yD. Javier de Montalvo y Correa.

Terminada la ceremonia, todos losinvitados se trasladaron desda la cita-da Iglesia en lucida caravana al HotelCórdoba Palace,dondefueron recibidospor l os padres de los contrayentes, quehicieron los h- mores, sirviéndose en elhall del Hotel un estupendo aperitivo.La presencia de los novios fué acogida

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La muerte llega a las loMenores

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con una gran ovación, siendo muy fe-licitados por todos, pasando después olos magníficos salones donde fué ser-vida una suculenta cena, regada conlos mejores vinos y amenizada con laestupenda Orquesta que dirige Enri-que Báez. Después siguió un animadobaile que la juventud se encargó demantener hasta altas horas de lanoche.

Los nuevos Sres de Morales-Quesa-da emprendieron viaje hacia variascapitales de España y del Extranjero,deseándoles eterna luna de miel.

Enlace Alcalá-Zamora Mati-lia-Gómez Fernández

En el número proximo daremos lareseña junto con información gráfica,de este Enlace celebrado el día 6.

Bodas de Plata Ruiz-AmoresLinares-Romero Toro

Nuestros queridos amigos D. RafaelRuiz Amores y D.° Gracia Romero To-ro, ofrecieron una recepción y cena enla noche del domingo 29 de Diciembrepa, a celebrar sus Bodas de Plata.

Realmente la fecha que marcaba losveinte y cinco años de su casamientoera el día de la Purísima Concepción,pero con el fin de que pudieran asistirsus hijos, que estudian en Madrid yGranada, retrasaron la fiesta a losdios de vacación escolar. Y así en lahermosa casa donde sus padres,(q e. p. d ), no hace muchos años cele-braban los Bodas de Oro, ahora DonRafael y D.° Gracia reunían también ala familia íntima y algu nos amigos desus hijos para conmemorar el cuartode sig'o de su enlace matrimonial.

Un improvisado bufet en sala conti-gua al comedor ofrecía a los invitadostoda clase de aperitivos, tan variadoscomo exquisitos, con los que comenzóla animación del elemento joven.

A las diez y media de la noche se sir-vió una suculenta cena, regada ( 0 losmejores vinos y la clásica tarta nupcialfué partida por «los novios», brindán-dose numerosas veces por ellos con ri-co champán.

En la mesa presidencial tomaronasiento junto a los Sres. de Ruiz Amo-res Lino su madre D.° Aurora Torov'uda de Romero, hermanos Sres. deGámiz Valverde y Gámiz Luque hijomayor D Antonio María y primos señores de Ruiz Linares.

Al terminar la cena se organizó unanimado baile que se prolongó por lajuventud hasta bien entrada la noche.

A las muchas telicitaciones que hanrecibido los Sres. de Ruiz-Amores Lina-res une también ADARVE la suya, de-seándoles muy de veras que celebrentambién con la salud que ahora disfru-tan sus Bodas de Oro.

Nuevo IngenieroEn Madrid acaba de terminar bri-

llantemente a carrera de Ingeniero In-dustrial nuestro joven y querido paisa-no D. Antonio Jiménez Molina.

Al enviar nuestra más cariñosa en-horabuena al nuevo Ingeniero felicita •mos también a la familia y muy espe-cia l mente a su padre, nuestro queridoamigo D. Antonio Jiménez Luque.

"ADARVE"aeaa.

12 de Enero de 1954 ADARVE Pág. 3

DIVAGANDO 11[1111111DEID DE 1.11B1111DORES

Quien siguiera pacientemen-te, y con alguna atención, elcontenido de anteriores artícu-los, pergeñados diva gatoria-mente y con la mayor objetivi-dad, sobre la gran nación norte

teamericana, llegaría a alcan-zar deductívamente y sin mayo-res esfuerzos, el encaje del gra-ve problema yanki sobre «susnegros». Es decir que, como entodas sus orientaciones haciafuera, este país había creadosu estructura racial peculiar-mente, afectando sila desarrollo,que no su evolución natural, alos es trictos puntos de vistadesde los que mira su políticaexterna e interna. Y no es quedesconociera los términos enque se le planteara aquel, sinoque le convino para su organi-zación política, social y religio-sa, encerrarlo en los estrechoslímites de su concepcin admi-nistrativa, marcando yá la irritante diferenciación entre susconveniencias y sus obligacio-nes y debres como PUEBLO,siguiendo los hitos que desdela guerra de seseción habría deconducirles, tras las inconfesa-bles aventuras expansionistas«colonialistas» del siglo X X,a otras de sonoras repercusio-nes como fuera la retirada ad-ministrativa de Europa cuan-do a su Presidente Wilson sele repudiaron sus catorce pun-tos corno base de una nuevacimentación internacional a laque, someterse.

Con todos estos antecedentescreo innecesario comentar másy peor la postura de la U.S.A.en sus grotescas manías colo-nialistas referida a otros paisesque, por su tradición históricahabían construido ya sus PUE-BLOS. Reconsiderar lo que espostura contemporánea e in-justificada de la U. S. A. en elorden internacional fuera in-fantil. Pero si habremos de in-sistir en que tales expansioneseran el telón de humo humani-tario tras el que pretendía es-conder su grave discriminaciónracial. U. S. A. había utilizadoa los negros que otros le lleva-ron, y que ellos aprovecharon,para consolidar una ingenteorganización agrícola e indus-trial, olvidando que para con-solidar aquella organizaciónhabrían de comenzar por es-

tructurar un Pueblo. Y reple-garon a los negros a los pues-tos inferiores de trabajo ali-mentando sus instintos prima:,ríos con la publicidad y famaque como materia o casi criatu-ra irracional les convenía otor-garle para su somnolencia ju-rídica, celebrando sus triunfosde boxeadores que los incardi-naba al relieve social de los an-tiguos gladiadores romanos; esdecir a una ostentosa esclavi-tud...

Con estos antecedentes ¿pue-de alguien medianamente sen-sato dudar de la dificil posturade U. S. A. para resolver suproblema negro? De todas for-mas tendrán que superar sumentalidad racial basada ensus conveniencias económicas.Y eso no se consigue con leyesni mandatos Presidenciales, níaún con reformas constitucio-nales. Ello solo se lograrácuando los blancos, con más omenos interés espiritual, ha-gan lo que parece han iniciadoalgunas madres—mujeres cer-teramente instintivas—llevan-do sus hijos blancos a los cole-gios negros, acaso porque si-guieron nuestro adagio casti-zo: «Sí la montaña no vienehacia mí, iré yo hacia la mon-taña». Y al parecer este dicho,que exige caminar, tiene ciertoorigen... oriental.

Boletín Informativo

Subvención al trigo sembra-do en la Campaña 1.963

De acuerdo con las instrucciones re-cibidas del Servicio Nacional del Tri-go, en oficio número 4.371, esta Her-mandad pone en conocimiento de to-dos los cultivadores de trigo en SECA-NO hasta 14.000 Hectáreas, en la cam-paña 1.963, que en la Secretaria de es-ta Entidad, se encuentran o disposi-ción de los interesados, las listas debeneficiarios por este concepto.

Aquellos agricultores que no esténincluidos habiendo sembrado, así co-mo los que constando en relación con-sideren existe error en la determina-ción de superficie para obtener men-cionada subvención, podrán formularreclamación durante diez días hábilesa partir de esta publicación, finalizan-do el plazo el día 22 del actual.

Por Dios, España y su RevoluciónNacional Sindicalista.

Priego, 11 de Enero de 1964.El Jefe de la Hermandad,

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SIN CADENAS(Viene de la pág. 6.9

Un auténtico hombre no ad-mite la imposición. Sabe re-chazar con energía la coacciónex erior en todos los terrenos.Y también un hombre autén-tico ha de saber rechazar lacoacción interior que siempretiende a ejercer su cuerpo sobresu inteligencia y su voluntad.

Nunca puede faltar la sere-nidad de juicio, fruto del senti-miento, de responsabilidad, yfundamento, a la vez, de lapersonal actuación responsa-ble. Serenidad de juicio quehace posible la verdadera ac-tuación libre.

Cada uno es muy libre demanifestarse—y nadie tiene de-recho a impedírselo—siguien-do el criterio que más le con-venza. Fuera de los postuladosde la razón natural y, por uncristiano, de los principios de lafe --libremente aceptados— elcampo del pensamiento y ac-ción libres es ilimitado. Ni enel terreno científico, ni en elpolítico, ni en el plano de ac-tuación social—por citar algúnejemplo—se pueden, en princi-pio, establecer dogmas. Liber-tad para que cada uno vaya pordonde se le antoje, por aquí,por allí o por allá.

Que no nos vengan dogma-tizando en lo que es, de por sí,opinable, porque se encontra-rán con la rebeldía de todos losque se sientan hombres libres yresponsables.

Pero no olvidemos tampoco,que son libres también todoslos demás. Que nuestra liber-tad personal ha de conjuge rscon la libertad de los que nosrodean. De ahí que no puedafaltar la serenidad en nuestrosjuicios y el sentirnos responsa-bles de las consecuencias denuestras libres decisiones; deahí que, tampoco, pueda faltar-nos el suficiente sentido comúnpara no perder de vista que po-demos equivocarnos, en lo queafirmamos o decidimos.

¡Libres!Cada uno puede hacer lo que

se le antoje.Pero que no dejen de estar

hermanadas libertad y respon-sabilidad. Que no falte la se-renidad de juicio. Que no seembote el sentido de la huma-na convivencia. Porque de lo

HUMOR

«Sueña el rico en su riquezaque mas cuidado le ofrecesueña el pobre que padece,su miseria y su pobreza.»Esto es de La Vida es Sueñode Calderón de la Barca.En sólo cuatro renglones,lo que este poeta abarcaTambién en aquella fechaabundaba la pobreza.Mientras el rico soñaba,en aumentar su riqueza.Hoy la riqueza desciendeen su singular cuantía.También merma la pobrezacon popular simpatía.La noria del tiempo llevael marcador de la vida;la brújula canta firme,las verdades conseguidas.Y va llegando el momentoen que sin odio ni orgullose le va dando en el mundo,a cada uno lo suyo.El mundo era hasta aquivalle de lágrimas triste.Tremendo en calamidades,y el final, era morirse.¿Qué era de los pobres viejos,en tiempos de Calderón?Sin amparo, sin subsidios,a pedir en un portón.No es menester remontarsea tiempos de Calderón.Esto hace treinta años,pasaba en nuestra nación.Pero ha llegado el momento;hoy se ve con alegríano ver por ninguna parte.a los pobres que pedían.

contrario, se hará imposible—para todos en general y paraca la uno en particular—el ejer-cicio de la libertad auténtica.Y acabaremos por dejar de vi-brar—con una sana conmociónInterior—al conjuro de estapalabra, porque no será ya másque un vocablo vacío de conte-nido, un lamento, amargo fru-to de la impotencia o del fra-caso.

y, aReproducimos este interesante arti-

culo de nuestro virtuoso y culto paisa-no, que acaba de publicar la revistauniversitaria, de Barcelona «Paralelo»

PERDIDA de una esclava deoro con nombre y una fecha,en el trayecto de O. Pérez Mudñoz a la Parroquia de la Asun-ción. Se gratificará a quien laentregue en esta Imprenta.

Si ¿lucremos ver «agusto»a la pobre humanidadhay que asegurar su vida,para asegurar la paz.Ya los tiempos han cambiadoy se vive en generalcon más justicia que antes,más cultura y equidad.Esa es la buena políticaesa es la paz del Señor.Esa es la obra de Franco,que está inspirada por Dios.Sin envidias, sin rencores,con cariño y caridad;unidos a un sentimiento,de amor y fraternidad.

Mientras haya matancicas,todo es dicha en el hogar:de lo contrario tenemos,siembra de odio y maldad.Disfruté la Nochebuenaviendo la gente pasarcon pavos, pollos y gallos,y algún que otro manjar.Supongo en estos momentoscon plena seguridad,no ha quedado un pavo vivo,de los que yo vi comprar.Se veía con placerel desfile de cenachos:llenos de cositas buenas,de roscos y de mostachos.

Señores, esta es la hora;hora que es hora de Dios.Hora, que ya era hora,de que los pobres comieran,también pollo con arroz.

)«. W/laibol 7toacia

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No soldla salud, también laenfermedad es signo de vida enuna persona. Pero es la enfer-medad la que termina con lavida de esa persona.

Algo semejante ocurre en elcaso de nuestra libertad. Pode-mos elegir—y abrazar de he-cho—el mal y el error. Esto es,sin lugar a dudas, signo de li=bre albedrío. Pero no indica li-bertad auténtica, sino un de-fecto de la verdadera libertad.

Para obrar con libertad ver-dadera hace falta que nuestraconducta se atenga al juicio dela recta razón. Y en la mentede cada uno de los hombres es-tá escrita y grabada le ley na-tural—reflejo de la ley- eterna—que le señala el camino que hade seguir para alcanzar su ver-dadero fin de criaturas raciona-les. Sería absurdo pensar queel hombre, porque es natural-mente libre, se halle exento deesta ley, que no es otra cosa—en

definitiva—que la misma razónhumana mandando obrar bieny vedando el mal. Y sería ab-surdo, porque supondría que elobrar libremente implicaría elno ajustarse a la razón, cuan-do es precisamente la facultadde pensar el fundamento de lalibertad humana.

Por eso se puede afirmar quecuando el hombre se sale en suactuar del dictamen de la rectarazón está obrando con una li-bertad defectuosa, está obrando«menos libremente». Quizá nose pueda decir que elegir el malno es libertad, porque la ver-dad y el bien—en el plano con-creto de nuestras decisionesdiarias—no se nos presentancon una evidencia insoslayable.Pero si que es un atentado con-tra la auténtica libertad. Por-que la libertad tiene por objetolo verdadero y lo bueno, y es-tá encaminada al perfecciona-miento del hombre.

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.1.1n10~.

De todo esto se sigue comoconsecuencia la íntima conjun-ción que ha de darse entrebertad y responsabilidad. Amás amor a la libertad, mayorempeño en ser responsables.la responsabilidad debe ser tangrande como la libertad.Responsabilidad que nos mue-

va a formarnos. Responsabili-dad que nos incite a la búsque-da del verdadero bien y de laverdad auténtica. Porque losprincipales obstáculos de laverdadera libertad son la igno-rancia, por una parte, y, porotra, el influjo de las pasiones,que nublan la inteligencia ydebilitan la voluntad. Y nunca,por ninguno de esos motivos,puede salirse nuestro actuar deaquellos criterios que dicta larazón natural y, para un cris-tiano, la fe.Formación para que en nuestrainteligencia no tenga lugar elerror. Formación para quenuestras pasiones no se ense-ñoreen de nuestro persona, de-bilitando la voluntad y nu-blando la inteligencia. Forma-ción, también para no ponernunca en duda lo que no esopinable y fuera de lo cualnuestro actuar libre sería un si-mulacro de libertad. Las cosasque no pueden admitir discu-cusión son muy pocas. Perodeben estar firmemente asegu-radas en nuestra inteligenciapara que no dejen de informarnuestra acción.

Sin embargo, el campo de loopinable es amplísimo. Dios haquerido dejar la inmensa ma-yoría de las cosas a disputa delos hombres, para que cada uno—haciendo uso de su inteligen-cia—se forme responsablemen-te su criterio y pueda obrar enconsecuencia.

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