EL NIÑO GEOPOLÍTICO DE DALÍ

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EL NIÑO GEOPOLÍTICO DE DALÍ El niño geopolítico es una pintura que apareció en un video, y entre todas las pinturas que ahí aparecieron, ésta me impacto. Cuando la vi fue algo inexplicable lo que experimente, fue como si un balde de agua fría me hubiera caído encima, un éxtasis, un fuerte flujo de adrenalina, o no sé ni siquiera como explicarlo; el ver esta imagen me toco en lo más profundo y me hizo romper en llanto. De pronto vi reflejada la realidad humana, lo que realmente somos. Lo que me recordó obra es que por naturaleza el hombre solo es una habitante del mundo, sino un producto de él, ya que sin todo lo que lo conforma el humano no podría subsistir. Esto es algo de lo que nos hemos olvidado al creer que el mundo es de y para nosotros, algo que expresamos claramente con las miles de fábricas que lo contaminan, con los centenares de especies animales extintas; hemos masacrado al planeta, lo hemos destruido y por ende nos hemos deteriorado también como especie. Este deterioro ha sido biológicamente pero más que nada hemos perdido la naturaleza que según muchos es exclusivamente humana, hemos olvidado las capacidades de sentir y razonar y las hemos sustituido por objetos materiales. El ver de pronto a la tierra pariendo al hombre y a éste en su forma más natural me provoca tristeza, decepción y rabia. A nadie le sorprende ya ver nacer a un niño, mucho menos a un animal o ver crecer una planta, la naturaleza se ha esfumado de todos. Creo que el mundo frente al universo es como un átomo y el hombre casi nada; y sin embargo este se cree estúpidamente un Dios ante la inmensidad a la que es insignificante. La tierra es nuestra madre y nosotros unos matricidas. Esta imagen me significa todo, me conmueve.

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EL NIÑO GEOPOLÍTICO DE DALÍ

El niño geopolítico es una pintura que apareció en un video, y entre todas las pinturas que ahí aparecieron, ésta me impacto. Cuando la vi fue algo inexplicable lo que experimente, fue como si un balde de agua fría me hubiera caído encima, un éxtasis, un fuerte flujo de adrenalina, o no sé ni siquiera como explicarlo; el ver esta imagen me toco en lo más profundo y me hizo romper en llanto.

De pronto vi reflejada la realidad humana, lo que realmente somos. Lo que me recordó obra es que por naturaleza el hombre solo es una habitante del mundo, sino un producto de él, ya que sin todo lo que lo conforma el humano no podría subsistir. Esto es algo de lo que nos hemos olvidado al creer que el mundo es de y para nosotros, algo que expresamos claramente con las miles de fábricas que lo contaminan, con los centenares de especies animales extintas; hemos masacrado al planeta, lo hemos destruido y por ende nos hemos deteriorado también como especie.

Este deterioro ha sido biológicamente pero más que nada hemos perdido la naturaleza que según muchos es exclusivamente humana, hemos olvidado las capacidades de sentir y razonar y las hemos sustituido por objetos materiales.

El ver de pronto a la tierra pariendo al hombre y a éste en su forma más natural me provoca tristeza, decepción y rabia. A nadie le sorprende ya ver nacer a un niño, mucho menos a un animal o ver crecer una planta, la naturaleza se ha esfumado de todos. Creo que el mundo frente al universo es como un átomo y el hombre casi nada; y sin embargo este se cree estúpidamente un Dios ante la inmensidad a la que es insignificante. La tierra es nuestra madre y nosotros unos matricidas.

Esta imagen me significa todo, me conmueve.