El Niño Descarriado

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El Niño Descarriado. Érase una vez un niño de un barrio de clase media, vivía al cuidado de su abuela paterna, su abuela era una señora educada dedicada a sus hijos y a sus nietos, el niño estudiaba y era muy juicioso pero al paso del tiempo cuando tenía 12 años se le reveló a su abuela, y cuando lo mandaba a hacer los mandados se escapaba con malas compañías, así fue creciendo y creciendo y su abuela sufría por las maldades de su nieto, este se dedicó al robo a sus propios familiares, a la droga, el atraco a las personas de su barrio y las violaciones. Su abuela desesperada lo metió a un centro de Rehabilitación para drogadictos, pero como ahí estaba en contra de su voluntad, cuando salió de nuevo buscó malas compañías y pertenecía a la peor pandilla del barrio. Su abuela seguía sufriendo y no dormía por las noches pensando que le iban a avisar que estaba muerto, pero en una Navidad, Dios lo iluminó y llegó donde su abuela pidiéndole encarecidamente que le llevara otra vez al centro de Rehabilitación porque no quería seguir haciéndole daño a las personas, él ahí se rehabilitó totalmente y hoy en día es un joven que está haciendo el bien a la sociedad gracias al Dios divino.

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Esta es una pequeña historia que nos habla sobre un "Niño Descarriado" que era muy bueno y por cambios en su vida se volvió una mala persona...

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El Niño Descarriado.

Érase una vez un niño de un barrio de clase media, vivía al cuidado de su abuela paterna, su abuela era una señora educada dedicada a sus hijos y a sus nietos, el niño estudiaba y

era muy juicioso pero al paso del tiempo cuando tenía 12 años se le reveló a su abuela, y cuando lo mandaba a hacer los mandados se escapaba con malas compañías, así fue creciendo y creciendo y su abuela sufría por las maldades de su nieto, este se dedicó al robo a sus propios familiares, a la droga, el atraco a las personas de su barrio y las violaciones. Su abuela desesperada lo metió a un centro de Rehabilitación para drogadictos, pero como ahí estaba en contra de su voluntad, cuando salió de nuevo buscó malas compañías y pertenecía a la peor pandilla del barrio.

Su abuela seguía sufriendo y no dormía por las noches pensando que le iban a avisar que estaba muerto, pero en una Navidad, Dios lo iluminó y llegó donde su abuela pidiéndole encarecidamente que le llevara otra vez al centro de Rehabilitación porque no quería seguir haciéndole daño a las personas, él ahí se rehabilitó totalmente y hoy en día es un joven que está haciendo el bien a la sociedad gracias al Dios divino.