Autor: Pablo Alejandro 1º “Honestidad” Instituto José Levy – Distrito Federal – México.Ilustración: Milena 6º “A” Escuela Nº 11 “Isidoro Suárez” Villa Domínguez - Argentina

Había una vez niño llamado Gerardo que fue al panteón a visitar a su mamá. Cuando iba caminando hacia la tumba, se encontró con un hueso, se asustó y salió corriendo.

Se encontró con un señor, y Gerardo le contó que había encontrado un hueso. El señor le dijo que fuera con él, y le dio de comer cochinito, manzana con chile y luego, lo convirtió en sapo. Gerardo se asustó y salió saltando y se fue a la tumba de su madre a quien le contó lo que le había pasado.

Su madre le dijo que lo iba a ayudar, que fuera con la bruja. Entonces el niño ya no se puso triste y se fue con la bruja. Le contó a la bruja y la bruja le dio de tomar te de guayaba.

Gerardo se lo tomó todo y se volvió otra vez en niño, se puso muy feliz. La bruja le dijo que se llevara un vaso con agua para hechizar al señor. Gerardo le pidió una pócima para volverse invisible.

Cuando salió, se fue a la casa del señor, le puso el agua en la mesa, el señor se la tomó y se convirtió en un perro. El señor se enojó y Gerardo le dijo que si molestaba a otra persona se iba a quedar así para siempre. El señor se asustó y le dijo que no iba a molestar más a ninguna otra persona. El niño le dijo que se disculpara con las demás personas. El señor se disculpó con los otros niños.

Gerardo se puso muy feliz y cuando el señor terminó de disculparse con todos, dejó de ser perro.

Fin