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2010 Para mi madre, que sueña con el mar.

Las olas venían y se iban, ella sentía el frescor del agua del Mediterráneo en sus piernas. Sus hermanas le salpicaban con el agua. Cansadas de jugar se sentaron en la arena suave y caliente.

Escucharon a un hombre vendiendo cuernos de gacela, ¡ese pastel que siempre las volvía locas!.

Era la hora de comer y ya tenían un poquito de hambre. Subieron la cuesta que les llevaba a su casa, tenía unos árboles enormes con flores de muchos colores.

Cogió las llaves, la metió en la cerradura y abrió la puerta, que era de color amarillo claro, porque a su padre le gustaban mucho los colores alegres.

Empezó a oler y a oler. ¡Anda pero si olía a su comida preferida!

“Arroz a Banda”, una comida con pescado de roca, que le gustaba mucho a su familia. Cuando empezó a comer el pescado, abrió los ojos y descubrió que todo lo que estaba pasando era un sueño. Ya era la hora de levantarse y su madre todas las mañanas la despertaba con un beso. Ella no le quiso contar el sueño a nadie, solo quería tener un secreto entre el mar y ella.

Estaba desayunando y su madre le dijo: -Gloria ¿que te pasa? te noto triste. -No mamá, no me pasa nada, solo que estoy un poco cansada.

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-dijo Gloria con disimulo. Cogió el bocadillo lo metió en la maleta y se fue con sus

hermanos al colegio. La suerte que tenía era que el colegio estaba al lado de su casa, y no andaba mucho.

Ella no conocía a los niños y niñas de aquel colegio, porque Gloria era de Alhucemas y acababa de llegar a Sevilla.

Una niña con pelo largo y algo delgada le preguntó: -Hola, ¿cómo te llamas? -Hola, me llamo Gloria, ¿y tú? -Yo Teresa, ¿quieres jugar conmigo? -Sí -dijo ella.

Se sentaron juntas se ayudaron a hacer los deberes...se lo pasaron genial. Cuando tocó la sirena para ir a casa, ella se fue en seguida para decirle a su familia que se había hecho amiga de una niña que se llamaba Teresa.

Llegó muy contenta a su casa, cuando se lo dijo a sus padres todos se alegraron porque ella estaba muy contenta en aquel colegio. Por la tarde le pregunto a su madre si podían ir de viaje a donde vivían antes, a Alhucemas.

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Su madre le dijo que no podían ir porque no tenían bastante dinero para regresar a Alhucemas. Ella se puso a llorar: - Mamá por favor. - Hija no podemos. Ella lo entendió e hizo caso, no quería enfadarse, a sí que se fue a su cuarto. Estaba viendo el mar por su ventana, ¿cómo podía ser eso? Abrió, cerro los ojos y ya no estaba el mar, solo era un sueño. Lo escribió todo en su diario. No le dio mucha importancia, porque ella siempre echaba mucho de menos al mar Ya era la hora de dormir, y otra vez soñó el mismo sueño que el día anterior. No había cambiado nada, era exactamente igual que el de todas las noches. A la mañana siguiente como todos los días le despertó su madre con el beso de las mañanas. Desayunó, se vistió y se fue en seguida al colegio para ver a su amiga Teresa. Su amiga la estaba esperando en la puerta. Entraron, ella vio un cartel en la pared que decía:

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Dejó el lápiz sobre la mesa y se acostó a dormir. Aquella noche no fue el mismo sueño de siempre. Esta vez soñó con aquel peñón que veía a través de una de las ventanas de su casa y que todavía hoy sigue siendo territorio español y escucho a su madre decir: “Estoy viendo algunos soldados tirándose al agua”. Su hermano Miguel le dijo a su madre: “¿Cómo es posible que puedas verlo desde aquí?”. Otra vez sintió el calor suavecito del beso de su madre. Era la hora de despertarse. Cuando llegó al colegio, le dio la poesía a su profesora. La leyó y su profesora se emocionó. Pero hasta que no pasara un mes, no sabían el ganador o la ganadora. Gloria tuvo que esperar. Un mes después... ¡Mamá, mamá hoy es el gran día, hoy sabremos si ganaré en el concurso!. Es verdad seguro, que ganarás. Mami, me voy al colegio que se me va a hacer tarde, hasta luego. ¡Suerte!. Llegó al colegio, y vio a un hombre con un pin en la camisa que decía: “Concurso de poesías”. Gloria subió corriendo a la clase, se sentó y estuvo atenta a lo que decía su profesora.

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Una de las cosas que explicó a parte de las mates fue el resultado del concurso de poesías. Cuando por fin lo iba a decir llamaron a la puerta, y cuando de nuevo iba a hablar, un niño estornudó y... por fin dijo : “El ganador o la ganadora es: Gloria”. Gloria empezó a llorar de alegría y no paraba de saltar y de estar alegre. Se fue a su casa y tenían allí los 5.000 euros que le había llevado la profesora. Cuando llegó el verano se fueron a Alhucemas. ¡¡¡BIENNN!!! Era una mañana de verano calurosa y Gloria cogió su maleta y la metió en el coche. Se iban a Alhucemas. Llegaron al puerto y embarcaron en un barco enorme.

Gloria estaba muy nerviosa. Veía por la ventana del barco a los delfines saltar y al mar que precisamente estaba muy tranquilo. Escuchó una voz por el micrófono que decía: “Ya hemos llegado a nuestro destino”. Se levantó le dio la mano a su madre

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suavemente y se bajaron del barco, estaba a punto de llorar. Cuando por la tarde estaba a la orilla del mar, sentía el suave y cálido roce de la arena en sus pies, dio un paso más. Gloria estaba rozando sus pies con el mar, le empezaron a caer dos lágrimas por sus mejillas, y las lágrimas saladas y el agua del mar se juntaron para siempre.

FIN