EL MANEJO DEL ESPACIO EN EL IMPERIO INCA · Significado social de la Bipartición y de la...

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Leonardo Miño Garcés EL MANEJO DEL ESPACIO EN EL IMPERIO INCA FACULTAD LATINOAMERICANA DE CIENCIAS SOCIALES SEDE ECUADOR SERIE: TESIS 1994

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  • Leonardo Mio Garcs

    EL MANEJO DEL ESPACIOEN EL IMPERIO INCA

    FACULTAD LATINOAMERICANA DE CIENCIAS SOCIALESSEDE ECUADOR

    SERIE: TESIS1994

  • EL MANEJO DEL ESPACIO EN ELIMPERIO INCA

    Primera Edicin, FLACSO SEDE ECUADOR, 1994 Leonardo MioGarcs FLACSO, SEDE ECUADORUlpiano Pez 118 y Av. PatriaCasilla 17-11-06362Tlts.: (593-2) 231-806 I 542-714Fax: (593-2) 566-139Quito, Ecuador

    Derechos reservados conforme a la LeyISBN: 9978-67-001-7 (Serie)ISBN: 9978-67-028-9 (Ttulo)

    Serie: TesisEdicin de 1000 ejemplaresLas opiniones vertidas en el libro son de exclusiva responsabilidad delautor y norefleja necesariamente el criterio institucional de FLACSO.Composicin: Oswaldo Dvila BorjaImpresin: Impreseal

  • A Heraclio Bonilla y a mi [amila

  • INDICE

    Pg.

    PRESENTACION DE LA SERIE 9

    INTRODUCCION 15

    CAPITULO 1

    LA CIUDAD DEL cusca 231. La Geografa Local........... 23

    2. La Ciudad, el Valle y la Regin Inca 30

    3. La Ciudad del Cusco 34

    3.1. Biparticin: Hanan y Hurin 34

    3.2. Cuatriparticin 36

    3.3. Significado social de la Biparticiny de la Cuatriparticin 43

    3.4. Ordenamiento Urbano y Arquitectnico 46

    3.5. La Poblacin de la Ciudad 74

    3.6. Los Barrios Perifricos SO

    3.7. Sntesis Cultural de la Ciudad 84

    Notas 100

  • Pg.

    CAPITULO nLA REGlON DEL CUSCO

    1. Delimitacin de la Regin del Cusco 103

    2. Descripcin Geogrfica de la Regin 104

    3. Anlisis Histrico de la Regin 107

    Notas 122

    CONCLUSIONES 123

    ANEXO 1 131

    ANEXO 2 137

    ANEXO 3 141

    B1BLIOGRAFIA 147

  • PRESENTACION

    La Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Sede Eerla-dar, cumple nuevamente con su deber de entregar a la comunidadacadmica y a la sociedad latinoamericana en su conjunto, uno delos frutos de la segunda versin de la Maestra 1..'11 Historia Andinarealizada en la Sede entre 1989 y 1991, esto es, el resultado de las in-vcstigacmlcs realizadas por sus alumnos de los distintos pases delArea Andina, parasus tesis de Maestra.

    Ese es el objctj,o de la SERIE TESIS, que incunuos con la 1)[1-blicacin de las muestigaciones de la primera versin de la MaestraCll Historia Andina, continuamos con los presentes textos, y man-tendremos para la publicacin de los trabajos de la tercera versin deesta Maestra, as como de aquellas el! Ciencias Polticas, Economa,Antropologa, y EstudiosAmaznicos, actualmente en desarrollo.

    En esta oportunidad entregamos el libro EL MANEJO DEL ES-PACIO EN EL IMPERIO INCA, del Arq. M. H. Leonardo MioCarees; investigacin realizada en el Departamento del Cusco, Per,como parte de la poltica de la Sede, orientada a impulsar el conoci-miento integral del Area Andina por los estudiantes de los distintospases de la misma.

    Dra. Amparo Menndez - CarrinFLACSO - SEDE ECUADOR

    Directora

  • INDICE

    Pg.

    PRESENTACION DE LA SERIE 9

    INTRODUCCION 15

    CAPITULO 1

    LA CIUDAD DEL cusca 231. La Geografa Local........... 23

    2. La Ciudad, el Valle y la Regin Inca 30

    3. La Ciudad del Cusco 34

    3.1. Biparticin: Hanan y Hurin 34

    3.2. Cuatriparticin 36

    3.3. Significado social de la Biparticiny de la Cuatriparticin 43

    3.4. Ordenamiento Urbano y Arquitectnico 46

    3.5. La Poblacin de la Ciudad 74

    3.6. Los Barrios Perifricos SO

    3.7. Sntesis Cultural de la Ciudad 84

    Notas 100

  • Pg.

    CAPITULO nLA REGlON DEL CUSCO

    1. Delimitacin de la Regin del Cusco 103

    2. Descripcin Geogrfica de la Regin 104

    3. Anlisis Histrico de la Regin 107

    Notas 122

    CONCLUSIONES 123

    ANEXO 1 131

    ANEXO 2 137

    ANEXO 3 141

    B1BLIOGRAFIA 147

  • 5INTE515 DEL CONTENIDO

    Conocer cmo una sociedad determinada produce y mane-ja su espacio vital implica una premisa de partida, percibir alHbitat de manera integral, esto es, como una estructura a laque concurren de manera simbitica y armnica tres compo-nentes, el Medio Fsico Natural, el Medio Fsico Artificial y elMedio Humano. Pero al tratarse de sociedades histricas, adi-cionalmente hay que tener siempre presente que siendo el espa-cio construido un sub-producto de una cultura especfica, sonlos valores de ella los que se reflejan en ese espacio, y es conellos y no con los del investigador que se lo deber interpretar.

    Basados en la posicin terica enunciada, planteamos quesi -como sostienen los eruditos- la sociedad Inca surga deprincipios de organizacin muy minuciosos y que se aplica-ban de manera multilateral, aquello necesariamente deba ex-presarse en una estructura urbana y regional igual de comple-ja y minuciosa, ms an conociendo la dificultad del mediogeogrfico andino y la diversidad tnica.

    A partir de una lectura diferente de los mismos documen-tos coloniales y de los trabajos de interpretacin parcial de losinvestigadores contemporneos, planteamos que es posibleadvertir dos situaciones. Primero, que lograr un desarrollo so-cial armnico y sostenido en los Andes requera previamentetener xito en articular la diversidad social en un espacio equj-

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    librado, en e! cual participen y de! cual se apropien los diver-sos grupos sociales en condiciones de un equilibrio asimtricopero duradero. Se!,'11ndo, que para lograr aquello era impres-cindible construir un sistema de pensamiento que articule eintegre a todos los factores y aspectos de la compleja realidaden un sistema nico, y difundirlo entre los diversos grupos so-ciales de manera que se apropien de l y participen positiva-mente en su construccin.

    La discusin de los planteamientos de aquellos autores, ala luz de la opcin terica enunciada, se concreta en el propsi-to principal del presente trabajo, cual es estudiar e! manejo de!espacio urbano y regional cusqueo, pero como una manifes-tacin ms y como producto de la civilizacin andina que exis-ta antes de la invasin espaola. Es decir, encontrar la relacincausal entre la cultura andina y el manejo de su entorno vital.

    El proceso seguido para demostrar nuestras premisas hasido justamente poner en prctica la opcin terica planteada,es decir hacer el anlisis histrico espacial mediante una inte-gracin de las diversas instancias de la realidad; analizar lasmltiples connotaciones de la cultura Inca buscando su mu-tua y simultnea concurrencia en la produccin de cada objetofsico construido. Esto se hizo en dos instancias, primero en elanlisis de la ciudad tal como fue concebida en un acto volun-tario por Pachacuti, y luego en el de la regin del Cusco,igualmente organizada de manera consciente por los Incas.

    Finalmente, como consecuencia y -simultneamente- mo-do de demostracin de lo planteado, creemos haber demostra-do que e! espacio urbano y regional Inca reflejaba y expresabasu sistema integral de pensamiento, el cual poda leerse enaquel; y no era de ninguna manera -como plantean los autoresque nos han precedido en estudios similares- un productoaleatorio de l.

  • INTRODUCCION

    Enlendemos por manejo del espacio la manera en que losindividuos, organizados en sociedad, se apropian de su entor-no vital como producto de un largo proceso de conocimientode las posibilidades y limitaciones naturales del mismo, decontinuas experimentaciones de tcnicas productivas, y demodos de organizacin de los individuos y de los grupos paraese propsito. Todo el proceso, por lo tanto, constituye partede la formacin de la cultura de la sociedad en cuestin y, co-mo la apropiacin del espacio es fsica y mental, as. ste pasaa formar parle de esa cultura de mltiples maneras. Lo ante-rior se expresa o refleja en la manera como los individuos y losgrupos estn asentados en el espacio, as como en la disposi-cin y forma de las realizaciones fsicas que aquellos han pro-ducido, y aun en las modificaciones del mismo paisaje.

    Por lo tanto la lectura del espacio puede constituir unaforma de conocer la cu Itura de la sociedad, y viceversa, el co-nocimiento de la cultura de una sociedad pasa por la lecturadel espacio apropiado por sta.

    En el caso de la sociedad Inca existen muchos trabajos quetratan de aspectos parciales de su cultura, tales como sus le-yes, religin, organizacin social, ritos y mitos, etc. Pero aque-llos que se refieren a las realizaciones espaciales se reducen adescripciones y estudios grficos; y los anlisis e interpreta-

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    ciones -escasos adems- suelen descontextualizar a los objetosfsicos de la cullura que los prod ujo. Es decir que divorcian ala cultura de su expresin espacial.

    En efecto, las investigaciones realizadas hasta aqu se re-fieren a aspeclos fragmentarios de la problemtica -tales comolos aspectos fsicos de los caminos, edificios y ciudades- comoexistentes por s mismos; o apenas describen resultados u ob-jetivos de la organizacin del espacio, por ejemplo las estruc-turas econmicas, las funciones de las ciudades, etc. Pero seencuentra un vaco: el conocimiento global del sistema espa-cial urbano-regional en su conjunto, de l se conocen algunosde sus componentes, pero no al sistema.

    De manera que los estudios existentes nos permiten cono-cer aisladamente a los tres componentes de la sociedad Inca:el sistema social, el medio natural, y del medio artificial ape-nas algunos aspectos formales; nos falta conocer la funcionali-dad y, lo que es ms importante, realizar la sntesis de esosfragmentos en una estructura integral.

    Otra evidencia que encontramos luego del estudio de lostrabajos existentes es que los mtodos, categoras de anlisis yparadigmas occidentales no ayudan a explicar correclamentelo esencial de la cultura Inca (p. ej. Gasparini y Margoles, 1977:335-338). Ese es parte del propsito que nos anima, buscar unaexplicacin en la misma cultura andina, despojarnos de instru-mentos y categoras que se han revelado limitadas y tratar depensar en el # otro" como realidad propia y diferente al "yo".

    Afortunadamente, varios hechos han contribuido a enca-minar de una manera ms objetiva la tarea investigativa, entreellos el paulatino descubrimiento de nuevas evidencias, el ha-llazgo y publicacin de nuevas y ms variadas fuentes docu-mentales, la concurrencia de disciplinas diversas como la Ar-queologa, Etnografa y Etnohistoria, la aplicacin de nuevasmetodologas de anlisis, etc. Todo ello ha posibilitado que el

  • INTRODUCCION

    concepto de lo incaico vaya cambiando y hacin dose ms ob-jetivo y cientfico.

    En vista de esa situacin en la qUl' hemos encontrado a losestudios realizados hasta la fecha, queremos plantear una pro-puesta que parte de la posicin terica siguiente.

    El anlisis del Medio Fsico Artificial, para ser objetivo,debe re alizarse en ntima vinculacin con un conocimientominucioso de los restantes componentes del Hbitat: el MedioFsico Natural y el Medio Humano. Los tres deben ser concebidos como componentes simbiticos de una sola estructura,porque as es como existen en la realidad.

    Realizar ese tipo de anlisis, cuando se refiere a una situa-cin contempornea puede ser relativamente sencillo, siempreque se maneje una visin y concepcin integral del Hbitat, locual ordinariamente no ocurre.

    Pero al tratarse de sociedades histricas el problema seagudiza, debido a que adems de requerirse el acopio de in-formacin referida a los tres componentes para realizar la re-construccin terica mencionada, no hay que perder de vistaque siendo el espacio construido un sub-producto de unacultura especfica, son los valores de ella los "lue se reflejanen ese espacio, y es con ellos y no con los propios que se lodeber interpretar.

    Existen investig-adores muy eruditos (p. ej. Rowe, Zuide-ma. Wachtel), que demuestran "lue los Incas disearon una or-ganizacin social muy minuciosa, jerarquizada y estructuradaen el Cusco; la misma que parta de unos pocos y muy sirn-pies principios bsicos de organizacin, todo lo cual se articu-laba en el sistema de ceques del Cusco. Se demuestra que esesistema contena mltiples condicionamientos, y que, final-mente, se aplicaba mediante obligaciones sociales, religiosas,calendricas y aun econmicas. Pero se menciona explcita-mente que todo ese sistema, tan minucioso, no se relacionabacon el espacio y menos con el rea urbana.

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    Esas afirmaciones nos impulsan a plantear -entre otras- lassiguientes preguntas:

    Sera aquella una sociedad, tal vez la nica en la historia,que lograba hacer abstraccin de todos sus condicionamientosorganizativos a la hora de implantarse en el espacio? Es soposible? Es lgico suponer que luego de tan minuciosa orga-nizacin en todos los rdenes dejaran librada al azar la formade la ocupacin del espacio?

    Y I si las preguntas anteriores tienen respuestas positivas,cmo se produca la articulacin y expresin de la totalidadde la cultura Inca en su espacio vital?

    Una cultura tan compleja, que guiaba la formacin de unasociedad rgidamente jerarquizada, cmo organizaba la ocu-pacin y uso del espacio, tanto urbano como regional?

    Exista un sistema de organizacin d el espacio urbano yregional?

    Qu era la "ciudad" Inca, cul era el concepto de esasagrupaciones que hoy llamamos "ciudad", para Jos Incas?

    Qu era la llamada "provincia" Inca?; cul era su con-cepto para los Incas?

    Basados en la posicin terica enunciada, planteamos quesi -como sostienen los eruditos- la sociedad Inca surga deprincipios de organizacin muy minuciosos y que se aplica-ban de manera multilateral. aquello necesariamente deba ex-presarse en una estructura urbana y regional igual de comple-ja y minuciosa, ms an conociendo la dificultad del mediogeogrfico andino y la diversidad tnica.

    A partir de una lectura diferente de los mismos documen-tos coloniales y de los trabajos de interpretacin parcial de losinvestigadores contemporneos, planteamos que es posibleadvertir UDS situaciones. Primero, que lograr un desarrollo so-cial armnico y sostenido en los Andes requiere previamentetener xito en articular la diversidad social en un espacio equi-

  • INTRODUCCION 19

    librado, en el cual participen y del cual se apropien los diver-sos grupos sociales en condiciones de un equilibrio asimtricopero duradero. Segundo, que para lograr aquello era impres-cindible construir un sistema de pensamiento que articule eintegre a todos los factores y aspectos de la compleja realidaden un sistema nico, y difundirlo entre los diversos grupos so-ciales de manera que se apropien de l y participen positiva-mente en su construccin.

    Finalmente, como consecuencia y -simultaneamente- mo-do de demostracin de 10 planteado, sostenemos que el espa-cio urbano y regional Inca reflejaba y expresaba ese sistemaintegral de pensamiento, y no era de ninguna manera -comoplantean los autores citados- un producto aleatorio de l.

    LJ bsqueda de respuesta a las preguntas anteriores seconcreta en el propsito principal del presente trabajo, cual esestudiar el manejo del espacio urbano y regional cusqueo,pero como una manifestacin ms y como producto de la civi-lizacin andina que exista antes de la invasin espaola. Esdecir, encontrar la relacin causal entre la cultura andina y elmanejo de su entorno vital.

    Pero no solamente buscamos conocer el contenido culturalorientado a satisfacer una necesidad primaria, de ndole eco-nmica, sino de todas las necesidades vitales del ser humano.y es que no podemos contentarnos con conocer el carcterfuncional de los hechos fsicos; p. ej. las funciones y activida-des que se realizaban en la vivienda, o los productos que seobtenan en una chacra, los ritos que se desarrollaban en untemplo, las actividades en una plaza, etc; sino que es impor-tante buscar las mltiples connotaciones culturales inmersasen cada manifestacin fsica.

    En el caso especfico del tema que nos ocupa, es evidentela dificultad que existe por el hecho que el espacio no consti-tuye un libro abierto en el que estn presentes de modo inde-leble los contenidos culturales. Si se ha logrado d esbrozarlo

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    de las transformaciones sufridas en el tiempo y tener unaaceptable figura del objeto fsico tal como era en la poca,ahora hay que proceder por variadas aproximaciones y con laayuda de los estudios de etnohistoriadores, antroplogos yetngrafos, a relacionar y comparar varios hechos hasta po-der realizar una lectura aproximada del mltiple contenidocultural del espacio. Afortunadamente el camino se ha vistofacilitado por los nuevos mtodos. tanto de lectura de lasfuentes como de anlisis que han aportado autores comoJohn Murra, Tom Zuiderna y :-Jathao Wachtel; por estudioscrticos de fuentes como el de Ake \Vedin,)' por investigacio-nes del espacio objetivas y lcidas como las de )ohn Hyslop,Craig Morris y Donad Thompsun. Su.", a portt-s han sido inva-lorables para el desarrollo del presente trabajo y sio duda in-cidirn en adelante de manera decisiva en la

  • conclusiones o rebatirlas. En sntesis, creo tille hemos cons-truido una nueva interpretacin o concepto de lo incaico.

    En el primer captulo hemos aplicado nuestro p lnnte a-miento terico al anlisis de la ciudad del Cu sco en sus conno-taciones geogrficas, econmicas, polticas, socinle, id4:'olgi-ce-culturales. formales y funcionales; lo que nos ha permitidodejar establecida una propuesta de interpretacin del ncleourbano bsico de la ciudad. Hecho so hemos pasado ha estu-diar la regin del Cusco, y hemos demostrado que los Incasconsolidaron una verdadera regin (incluso en el sentido con-temporneo del trmino), y la organizaron y manejaron comomodelo para otras "provincias" de su imperio.

    Esta vez es literalmente exacto que este trabajo no habrasido posible sin la concurrencia de varias personJs, a las cua-les me es muy grato agradecer profundamente. En primer lu-gJr JI Dr. Heraclio Bonilla, por su firme auspicio para mi in-greso a la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales; ade-ms por su preparacin acadmica y docente puesta incondi-cionalmente al servicio de los estudiantes; por su vocacin porla Historia y por el trabajo tesonero y sin descanso, en fin, porsu apoyo permanente en los tres aos que fueron necesariosparJ el desarrollo de los cursos regulares y de la Tesis. Es tam-bin grato V Justo agradecer a la FLACSO SEDE ECUADORen IJ persona de su directora la Dra. Amparo Menn dez-Cn-mn, por haber-me permitido y posibilitado financieramenteparticipar en la Maestra Internacional en Historia Andina, yadems haber financiado mi investigacin en el Cusco. Estosreconocimientos debo hacerlos extensivos a todo el personaldocente, administrativo y de servicio; y a los profesores visi-tantes de FLACSO, cada uno de los CUJI~s adems de ponersus conocimientos a nuestro servicio, impuls decididamente

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    nuestro potencial. La Universidad Central del Ecuador y suFacultad de Arquitectura y Urbanismo me apoyaron conce-dindome un afio sabtico, necesario para dedicarlo exclusi-vamente a la investigacin histrica; mi agradecimiento a lainstitucin y a los trabajadores ecuatorianos que la financian.En Cusco debo agradecer al Centro de Estudios RegionalesAndinos Bartolorn de las Casas y al Colegio Andino, que meacogieron bondadosamente en sus instalaciones, especialmen-te a Benjamn Marticorena, a Fernando Pancorbo y a Epi y sufamilia, todos fueron muy hospitalarios y, junto con muchosaspectos del Cusco muy similares a Quito, me hicieron sentirun cnsquco ms. Finalmente, pero no por ello en menor me-dida, a mi esposa y mis tres hijos, por su sacrificio en la .st'pa-racin requerida por la Maestra y por la Tt'sis.

    Quito, septiembre de 1993

  • CAPITULO I

    LA CIUDAD DEL cusca

    1. LA GEOGRAFIA LOCAL

    La ciudad del Cusco e.... t ubicada en los 13" 30' de Latitudsur, y 72" (lO' de Longitud oeste; a 3.350 msnm. Tiene un.i tem-peratura media anual -sin altibajos considerables- d e 12 a 13gr'Hlns centgrados. Tiene un clima benigno seco, entre tem-plado y Iigerilmente triu, La d ife re ncia de estaciones en el aoes ilpenls perceptible.

    Est localizada en la cabecera norte del valle del Ro Hua-1"1n

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    dad; el Tullumayo, que nace en las alturas de Sacsayhuaman. yformaba el lmite oriental de la ciudad; el Chunehulmayu qut'nace en el cerro Picehu y constitua el lmite occidental del n-

    cleo central de la ciudad Inca; y el Huatanay, qut' se forma porla unin de los dos primeros (ver lminas 1 y 2).

    En realidad. las colinas mencionadas forman parte de doscadenas coronadas por el Pachatusan y el Huanacauri. Lasquebradas producidas en estas cadenas por los ros en su in-grt'so al valle. junto con los escarpados qut' dominan la ciu-dad, la abundancia de depsitos volcnicos terciarios, as co-mo las numerosas fuentes termales y la frecuencia de sus sa-cudidas s srni ca s, atestiguan la presencia de fallas y movi-mientos tectnicos. "La depresin es. por consiguiente, engran parte una cuenca de hundimiento invadida posterior-mente por un la;o" (Brissenu. IYH2:13 traduccin propia).

    La anterior t's una explicacin tcnica de la humedad delsitio del asentamiento, la cual era alimentada adems por laslluvias continuas, lo qut' llegaba al lmite de convertir al sitioen una cinega, como lo atestiguan mltiples cronistas, que in-sisten en el clima fro y en lo escarpado y difcil de la topogra-ha. (Betanzos, 1YH7:17). (Mura, 1YH7: 4'1'1). (Cieza. 1'1H6: 259).

    Ante esa conformacin del sudo.. los Incas desecaron elpantano mediante la canalizacin d e los dos arroyos, elSaphy y el Tullumayo, que con sus crecientes inundaban laciudad, y aprovecharon el agua para el consumo de aquella(Betanzos. 1YH7: 76; y 1Y6H: 36).

    El agua, teniendo una presencia preponderante en la geo-grafa del valle del Cusco, en forma d e rios, manantiales. ca-nales de riego y lluvia, era de primordial importancia en lacultura Inca. En efecto, es impresionante la gran cantidad d earroyos y fuentes que -corno adoratorios- se mencionan en 1

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    LAMINA N!!I-CERROS QUERODEAN A LA CIUDAD DEL cuscaDiBUJO TOMADO DE ANGLES VARGAS 1979: 2B- as

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  • LAMINA N!!2 _ RIACHUELOS DE LA CIUDAD DE.L CUSCODIBUJO TOMADO DE" ANGLES VARGAS 1979 ~6- 37

  • l/LA CIUDAD DEL cusca 27

    D~ manera que la realidad de la naturaleza fue asumiday aprop iada por los Incas, primero controlando y aprove-chando lo posible y luego incorp or ando sus caractersticasen su cultura, religin y organizacin social y polticn, comoveremos luego.

    De igual manera, los cerros y colinas tambin constituye-ron lugares de adoracin y peregrinaje para los Incas.

    El sitio escogido es favorable tanto paril el asentamientoal' la ciudad como para las actividades agrcolas, p0rtlue nofaltan los terreno.... planos, el agua, ni los suelos frtiles. Deigual modo, la implantacin de la ciudad permite lograr unasole amiento mximo por su abertura hacia el este y el sur-es-te, razn prctica y cu1tural por el culto al Sol. Se dejaron losterrenos ms planos para los cultivos, entre el Saphy y elChunchulmayu y ms an hacia el valle del Huatanay. aco-modando los asentamientos humanos ms bien en las colinasde Carmencn, San Cristobal y San BIi1s. (ver lmina 6)

    Vemos all un doble condicionamiento. por un lado eco-nomicu y por otro ideolgico y cultural. en la seleccin del si-tio yen el uso del suelo de In ciudad, relegando la furuionali-dad de las actividades residenciales a un segundo orden.

    Pero lo ms importante respecto del sitio escogido por losIncas pnrn el asentamien to de su capital. es lo relativo a la fcilvinculacin con los distintos pisos ecolgicos. En efecto, In nl-titud de la ciudad la coloca en el corazn del piso templadoqueshua, al centro de una diversidad de nichos ecolgicos quepoda controlar fcilmente. Entre ellos estn los siguientes: alnor-oeste est la llanura de Anta y In meseta de Maras-Chin-che ros, regiones de clima sensiblemente ms fro, aprop iadaspara los tubrculos y el ganado: al norte el Valle de Pisac-Yu-cay-Urubarnbn. con clima ms abrigado y bien regado, condi-ciones necesarias para el cultivo del maz; y al sur, las puni.lsla septlran del valle de Yaurisque. con posibilidad de conseguirmadera y pashls para criar llamas. Todas esas regi.ones estn si-

  • 2H MI

    tuadas a menos de 50 km.. distancia que para los incas sgnfcabaun da de marcha desde la ciudad (Brisseau: 19H2:14).

    En un rado ms amplo, (150 a 200 km.) e! Cusco est pr-ximo a las punas fras del sur y del este, y a las Yungas de laceja de montaa. Mediante e! Huatanay y luego el Urubam-ba es fcil acceder a las dos regiones.

    Aquellos estudiosos que consideraban gue haba preocu-paciones defensivas en la seleccin del sitio, ven en el grupode colinas que separan la cuenca de! Hu atanay de aquella deAndahuaylillas, y en la garganta del ro, garantas de protec-cin contra los Collas. Del mismo modo, la muralla de Rum-colea protegera de los ataques provenientes del este, mien-tras que Sacsayhuaman y Puka Pukara guardaran de los delnorte y oeste.

    Pero la razn para no prestar mucha atencin a las moti-vaciones de defensa a la hora de la seleccin del sitio nos lasuministra Polo (1916: 51) cuando demuestra que los Incas ha-braa logrado implantarse en una suerte de "regin" geogrfi-ca casi inexpugnab le. ad ems de que ningn grupo tnicoamenaz su tierr-a.

    Brisseau hace notar que haba otros sitios favorables pilrala instalacin de un ciudad, por ejemplo los altos de Anta, laspequeas cuencas de! Vilcanota hacia Urcos, y e! "Valle Sa-grado de los Incas". Pero desecha el primero por ser menosabrigado y dominar una llanura pantanosa; las segundas sonms estrechas que el sitio actual y no ofrecen un sistema dedefensa tan eficaz, lo mismo que ocurre con el tercero, ademsde que est ms alejado de las punas, necesarias para la eco-noma incaica (Brisseau. 1982: 14).

    En conclusin, encontramos una fuerte influencia de lageografil en la implantacin del Cusco. as: a la cabecera delValle, con el abrigo de las elevaciones que le guardan las es-paldas -del clima o de sus atacantes-, ceida por los dos pe-queos ros y por el cerco de colinas, con abundancia del ele-

  • l/LA CIUDAD DEL cusca 29

    mento fundamental, el agua. Y, con respecto l su regic'm, encontacto con tres pisos ecolgicos bsicos paril el hombre an-dino, y l muy corta distancia de un valle extraordinariamentefrtil, el de Vilcanota-Urubamba.

    Esa influencia de la geografa en la implantacin de la ciu-dad fue manejada y mediatizada por las determinantes Jt' lacultura andina e Inca en particular. En efecto, en todo asenta-

    miento andino existieron tres necesidades bsicas a satisfacer:

    defensa, produccin a~rk()la y domesticacin de animales. Laprimera les llev a buscar sitios altos y escabrosos para 1;) vi-vienda. El .st'.t;unuo factor implicaba lograr tierras aptas para

    el cultivo YI en el caso de los Incas, el cultivo del maz, que asu vez requiere de dos factores esenciales: disponibilidad deriego y abrigo con exposicin mxima de horas de sol. Por eltercer condicionamiento, haba que establecer contacto contierra-, dc .rltur-a par

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    2. LA CIUDAD, EL VALLE Y LA REGION INCA

    En los trabajos realizados hasta la fecha sobre la ciudaddel Cusco se ha delimitado el mbito urbano de la misma demltiples maneras, dependiendo del concepto de ciudad quese maneje, desde las que dicen que no solamente se debe ha-blar de un centro urbano sino de toda una regin urbana, co-mo lo plantea Brisseau apoyndose en Uriel Garca, el mismoque "parece considerar que la verdadera capital del imperioestaba constituida por el valle del Yucay. la meseta de Chin-cheros y la cabeza del valle del Huatanay, conjunto donde elCusco actual slo constitua el principal centro ceremonial"(Brisseau, 1982: 17). De all, pasando por la consideracin deque la ciudad formaba un todo con los doce barrios perifri-cos, llegamos hasta quienes consideran al rea urbana simple-mente como la encerrada en el tringulo formado por los rosTullumayo y Huatanay. y el cerro Sacsayhuaman.

    Bsicamente se han ejercitado dos modos de anlisis delCusco, el uno ha sido el tpico Occidental, que quiere encon-trar en ella simplemente un tipo o un estadio de desarrollo dela ciudad occidental, es decir que mediante paradigmas deuna poca analiza productos culturales de otra. Y el otro quehace el anliss cultural y simblico de la ciudad, pt'ro noaborda aquel del espacio qut' esa cultura e ideologa produjo.Nosotros intentaremos completar este ltimo mtodo, buscan-do las correspondencias de lo ideolgico con lo espacial, ascomo ya han sido insinuadas con lo social y lo poltico, espe-cialmente en los trabajos de Rowe, Zuiderna y Wachtel,

    Hyslop advierte que" definir e interpretar el diseo delCuzco Inka es complicado" debido a la limitada investigacinarqueolgica desarrollada, y a numerosos factores que altera-ron el diseo de la ciudad; y que por ello hay mucho debate alrespecto, "a menudo basado en fuentes tempranas conflictivaso inexactas" (Hyslop. ]990: 29).

  • JI

    En primer trmino examinemos los distintos mbitos de loque llamaremos, no s si adecuadamente, "ciudad" del Cusco.l

    Creernos que existieron distintos mbitos de la ciudad, loscuales pueden ser jerarquizados de manera diversa segn elparadigma que se use (por ejemplo, poniendo el mbito econ-mico de aprovisionamiento de la ciudad como el importante).

    El primer mbito es el ncleo central. denorrun ad o "reasagrada", comprendido en el tringulo formado por los rosTul1umayo, Saphy y el cerro Sacsayhuaman; es el rea guepodramos llamar "consolidada de la ciudad", en la cual es-taban los palacios, templos y canchas donde al parecer resi-dan las panacas. Sobre ste no hay mayor discusin encuanto a su extensin y lmites, marcados por accidentes na-turales (Ver lmina 6).

    Entre los ros Saphy y Chunchulmayo haba un rea de so-cupada de construcciones, y conformada con terrnzas. Sobrela funcin de este espacio se ha dicho que Pachacuti en la re-construccin de la ciudad lo destin a palacios de los Reyessucesores, es decir (lue era un "rea de expansin urbana", se-gn el trmino del urbanismo occidental (Agurto. 1980: 39,119); pero esa es una afirmacin que solamente tiene por avala Garcilaso (1985: 2SJ2), lo cual obliga a tratarla con cuidado, ala espera de una confirmacin por una fuente ms temprana yconfiable. Por ahora coincidiremos en que estaba desocupada,sin asignarle funcin especfica. Lo nico que podemos afir-mar es que las terrazas estaban cultivadas. Entre el barrio deCayaucachi y el ncleo central haba tierras de cultivo (Sar-miento, ]942: ]10; Betanzos, ]96H: 49).

    A continuacin tendramos el"cerco de barrios" perifricos.

    Hasta este punto existe un relativo acuerdo sobre la com-posicin del espacio urbano del Cusco. Es desde el lmite deesos barrios hacia afuera que -por la escasez de investigacio-nes arqueolgicas- los distintos mbitos se plantean de mane-ra confusa y sin mayor sustento histrico obje tivo.z

  • 32 MINO

    El rea a partir de aquellos barrios no es tratada de mane-ra directa por los distintos cronistas, por lo cual deberemostrabajar mediante un proceso de enfoques mltiples para de-sentraar su s caractersticas. Este proct'so analtico (ver anexo1) nos permite plantear la existencia de los siguientes mbitosde la ciudad y regin de! Cusca.

    1.- El ncleo central. Comprendido entre los ros Saphy. Tu-llurnayu, y el cerro Sacsayhuaman.

    2.- Un rea desocupada de edificaciones y cultivada, entre elro Saphy y e! Chunchulmayu,

    3.- Un cinturn perifrico de pequeos asentamientos, llama-dos barrios, en nmero de 12 o 13.

    4.- En un radio de una legua (5 kms.) alrededor del ncleocentral, varios pueblos a cuyos habitantes Pach acuti cruzen matrimonio con los pobladores del Cosco. El dato deSarmiento de las dos leguas para este radio qued arfa su-perado por la especificacin de Betanzos que para los de-salojados del Cusco (los A1cavizas) se construy e] pueblode Cayaucachi, que est a 600 metros del Saphy.

    5.- Un cerco de seguridad en torno a la ciudad, comprendidoentre 3 y 5 legua, (15 y 25 km.). A la poblacin comprendi-da dentro de este cerco Pachacuti entreg una mujer cus-quea, sus hijos seran herederos de las tierras y habraconfederacin con la ciudad. En este mbito est el trazadode los ceques del Cusco. El punto final casi cierto es Muy-na y la puerta de Rumicolca a 4 leguas de la ciudad; habrahabido puntos similares, naturales o artificiales en todasdirecciones. Los puntos finales seran las ltimas huacas decada ceque. Topogrficamente comprende al valle del Cus-CO. Era el mbito de la poblacin que constitua el cuerpopoltico JeI cual Pachacuti era la cabeza; la entidad polticaconstituida por el valle y la ciudad del Cusco, Todos loshabitantes del valle estaban unidos e identificados mitol-gicamente por la defensa del valle d el Cusco. El cuidado

  • 1!LA CIUDAD DEL CIJSCO

    d e grupo..; de ceque..;, de ct'(llH'S y hu,leas estaba a,-;i;..!;nilndo.1 grupos polticos. El ambito de 10:- cequt's se refera l.im-lun al sistema hiJrolgico Jet valle del CUSCfl.

    6.- A una d istancia de cinco a siete legua~ de la ciudad. ,',l'ubicaban pueblos cuyos habitantes dcscrnpe nabn n .ictivi-Jades JI.:' ser-vicio en la ciudad del Cusco

    7.- Los ros Vilcanota y Apurmac, ,1 dond e llegab,ln la .... carre-ras de los .:lO(l guerreros en el ritual de la Citun. m.ircab.inlos lmites de-l territorio donde vivan lo , "Incas por privi-legio". Su punto mximo por el ro Vilcanota era Ollantuv-tambo. Era un limite poltico, ccolc')gicn y geogrfju).

    Esos .irnbit os habran confnrm.ido tres reas dt'finid.l,'" vde singular importancia cultural par-a los Incas. que seran lao..;si!.lliente~: (A) el ncleo .... agTJJo havta Pum ar hupa: (B) el .lrt',\de los cequl'S, gllt' descr-iba la topogrJf,l y d sistema hdrologico del valle del CU~(O y, (C) hasta los dos, ros principale-, d ela regin, el .irea mxima de habitacion de los "lnc.i-, por p ri-vilegill"(Ver lminas t y X).

    Como podernos apreciar de lo -, d istintos datos d cl an.ilisi-,contenido en eJ Anexo 1, cad a vez lJue "ie rnencion.t un limite() frontera se conjugan vario.... aspt'ctos lJue se complementan yrefuerzan mutuamente, tanto para definir el lmite como par,lljUl' toda la poblacin d el imperio lo reconozca y respete. Lasfronteras geogr

  • 34 MIO

    mite ideolgico que marcaba un mbito visual sagrado. (Ro-w e, 1967: 62; Cabo, 1964: Libro XIII, caps. XIII al XVI). Unejemplo es Chitacaca, el abra que domina la ciudad del Cusca,era uno de los linderos de esta ciudad. Otro ejemplo es Cura-vacaja, un altozano camino de Chita, donde se pierde de vistala ciudad (Zuid erna, 1989: 344 y 352).

    3. LA CIUDAD DEL cusca

    3.1. Biparticin: Hanan y Hurin.

    En el pensamiento andino, la biparticin es el primer prin-cipio ordenador de cualquier aspecto de la realidad.

    Con respecto a la aplicacin de este principio a 1.1 ciudaddel Cusco, se ha ido convirtiendo en costumbre decir que ladivisin de la ciudad en dos partes se produce a partir del ca-mino al Antisuyo. Veamos el origen de ese criterio y si puedeser aceptado.

    Casi todos los cronistas y la gran mayora de autores mo-dernos aceptan la idea de la existencia de una sola dinasta dereyes dividida exacta y cronolgicamente en dos grupos, a losque denominan con las mismas palabras que a la ciudad estoes Hanan y Hurin. De acuerdo con esta versin, Inca Roca, elsexto monarca, inicia la dinasta Hanan. Sin embargo, a la ho-ra de asignar canchas a sus panacas respectivas no encuentranningn problema en ubicar a los principales monarcas de estadinasta (pachacuti y Tupac Yupanqui) justamente en la mitadHurin de la ciudad, dividida por el camino al Anlisuyo.

    Garcilaso ubica en Hurin Cusco los palacios de Tpac Yu-panqui y de Inca Yupanqui. Es decir que no habra correspon-dencia entre la ubicacin de los reyes en las dinastas con suresidencia en la zona respectiva de la ciudad. Entonces, qu

  • liLA CIUDAD DEL cusca

    funcin tena la divisin d e la ciudad en Hanan y Hurin?(Garcilaso, 1985: 290).

    Existen otros problemas en esta versin, uno de ellos es laninguna funcin -en trminos de lo que significa la dinastaHurin- que tiene toda la hilera de canchas comprendidas en-tre el camino al Antisuyo y la entrada al templo de Corican-eha; otro es la extraamente pequea rea de una plaza tanimportante como Intipampa, en la cual sera casi imposibleque se hubiesen desarrollado las actividades que relata Garci-laso para ella: "una gran plaza que haba delante del templodonde hacan sus danzas y bailes todas las provincias y nacio-nes del reino" (Garcilaso, 1985:129).

    Zuidema evita este problema al decir que la organizacinsocial del Cusca no tena una referencia espacial. Este es justa-mente el punto que quisiramos refutar. Cuesta mucho traba-jo creer que uno de los primeros mecanismos dio.': expresin yfijacin dio.': realidades sociales lo.': ideolgicas, el espacio, no ha-ya sido utilizado con Io.':SOS propsitos por los Incas, dejando suordenamiento y uso librado al azar. Tampoco se compadece elpensamiento de .Zuidema con todas las demostraciones -quehace Hyslop- de un planearniento del espacio consciente y de-liberado en todas sus manifestaciones por parte de los Inca."(Hyslop, 191\4 y 1990).

    El primer paso para trabajar este punto es dilucidar la l-nea de divisin del Cusco entre Hanan y Hurin.

    En los cronistas encontramos tres versiones al respecto,dos prcticamente coincidentes y una divergente. Para Garci-laso la divisin se produca a partir del camino al Antisuyo, laparte Septentrional, Hanan y la Meridional, Hurin (Garcilaso,1985: 287). Para Betanzos la divisin se produca "de las casasdel sol para arriba" y para abajo (Betanzos, 1968: 48). Y Sar-miento coincide con Betanzos (Sarmiento 1942: 72).

    Betanzos Io.':S un cronista temprano bastnnte confiable, ySarmiento -excepcin hecha de sus sesgos para desvirtuar a

  • 36 MINO

    los Incas y justificar a los espaoles- tambin es confiable; encambio Garcilaso trat de exaltar a sus antepasados en dema-sa, y es un cronista muy a propsito para encontrar una per-feccin y simetra en todo lo Inca, por lo que conviene tener

    cuidado con sus afirmaciones. Zuidern a utiliza la versin de

    Betanzos y Sarmiento al parecer sin advertir su importanciaespacial (Zuidern a, 1964: pgs. 79, 194 Y nota 49; 242 Y243).

    Parece pertinente, entonces, aceptar que la real lnea de di-visin entre Hanan Cusco y Hurin Cusco, no era el camino deAntisuyo -actual calle Triunfo, Hatun Rumiyoc y cuesta deSan Blas- sino la calle que contiene las tres plazas: Intiparnpa.Rimacpampa Chico y Rimacpampa Grande, es decir callesArrayn, Zetas y Abrazos. (Ver lmina 3). Esta posicin ayu-dara a explicar algunas asignaciones de canchas en las dospartes de la ciudad, como veremos ms adelante.

    3.2. Cuatriparticin

    El segundo principio ordenador que Se aplic a la ciudadcomo expresin o reflejo del complejo modo de pensamientoInca fue la cuatriparticion. Pero encontramos distintas aplica-ciones de este principio en la ciudad del Cusco. como conse-cuencia de distintos objetivos que se perseguan originalmen-te. A continuacin vamos a analizar tres de ellos. Zuid em adice al respecto:

    "Los Incas en el Cuzco aplicaron diferentes modelossocitl:les para diferentes propsitos polticos, para lns

    cuales su ciudad, junto con su valle, fue el escenario.Slo uno o dos de estos modelos sociales corresponden

  • "':'MINA N2 3i..A 1;1 UD.:..D D

  • MIO

    A.- La primera y ms sencilla y evidente cuatriparticin queencontramos en la ciudad, es aquella producida por el trazadode los caminos a los cuatro suyus. No hay discusin en que Idpunto del que parta esta divisin es la esquina Sur de la PlazaHaucaypata: a partir de all se presentan dos versiones.

    La primera constituye un interesante esquema idealizadoque rene los diferentes trazados ordenadores que se conocenhasta ahora para el Cusco, realizada por Manuel Chvez Ba-lln (1991: 81); tiene la particularidad de presentar el mbitode la ciudad de forma perfectamente simtrica a partir de dosejes ortogonales que forman la cuatriparticin. y que coincidencon las direcciones geogrficas norte-sur y este-oeste. Estosejes formaran los cuatro suyu,s y a partir de ellos se trazaranlos ceques Todo estara perfectamente ordenado desde unnico centro y desde los dos ejes mencionados. Parece claroque se trata de un esquema idealizado, muy didctico e inte-resante pero que no corresponde a la realidad. El centro delsistema de ceques ha sido trasladado desde el Corincha hastala esquina de la plaza, .v la direccin de los caminos a los su-yus ha sido girada para tlue coincida con los ejt>~ geogrficos,lo que permite ir conformando un slo e..quema simtrico.

    La segunda versin la encontramos en los planos del Cus-co elaborados por Santiago Agurto (19XO: 126 y 112). En ellosaparecen los cuatro caminos formando una cruz desde la mis-ma esquina de la plaza pero ya coincidiendo con calles con-cretas d e la ciudad, lo que les confiere las orientaciones apro-ximadas siguientes: NO para el camino al Chinchaysuyu, porla calle Plateros y Saphy; SE para el camino al Collasuyu. porla Avenida del Sol; NE para el camino al Antisuyu, por la calleTriunfo; y SO para el camino al Contisuyu, por la calle Mantasy Marquez. Sin embargo se traza otro camino al Collasuyu apartir de la plaza Rmacparnpa Grande por la calle Areo Pun-co y Avenida de la Cultura (Ver lmina 6).

    Lo que es evidente en esta versin de la cuatriparticin esque expresa simplemente una realidad y necesidad de cornu-

  • ] L." CIUDAD DEL CUoCO y)

    nicacin fsica con las cuatro regiones del imperio, la cual seproduca mediante caminos concretos ejecutados fsicamenteen el territorio a partir de la plazn pr-incipal de la ciudad. No'lparece evidente desde ninguna fuente ni estudio auxiliar dela Historia que el trazado de estos caminos h ava condicion.idola traza generJl de la ciudad. ni haya obedecido a otros deseosque la nece sul ad de la comunicacin y ti L1 posibilidad queofreca la topograf

  • 40 MI

    Por lo anterior, es evidente que los cegues que fijaban la di-visin entre los cuatro suyus constituan a la vez lmites entrecuatro realidades topogr.ificas e hidrolgicas. y entre sus for-mas de aprovechamiento, esto es, derechos sobre tierras yagua. Y como la totalidad del sistema de ceques era un meca-nismo poltico de ordenamiento y fijacin de jerarquas socialesy obligaciones caleridricas y rituales, sus lmites internos mar-caran cuatro sub-sistemas jerrquicos en los mismos rdenes.

    Las cuatro lneas descritas no formaban dos ejes que secruzaban, pero s partan de un mismo punto, el Coricancha;pl:'ro a ms de so no se reflejaban en ninguna divisin espa-cial artificial de la ciudad.

    c.- La tercera aplicacin de la cuatriparticin de la ciudad delCusco que analizaremos es la conformada por lneas astron-micas de mira. Un grupo de estas lneas eran a la vez -o a cau-sa de serlo- ceques; y s formaban dos ejes que se cruzaban en-tre ellos, y adems se reflejaban en el trazado fsico de la ciu-dad (Ver fig. A. de la lmina 4).

    Estos ejes tuvieron muchos factores de referencia para sutrazado. El primer eje tena la direccin NESO, y marcaba losdos puntos extremos del recorrido total del sol en el ao: en elextremo norte, la salid a del sol en el solsticio de junio, y en elextremo sur la puesta del sol en el solsticio de diciembre, Esteeje coincida con la orientacin aproximada del Coricancha(girado 2 grados en sentido positivo). El segundo eje tena ladireccin NO-SE, y marcaba los otros dos puntos extremosdel recorrido total del sol en el ao: en el extremo norte lapuesta del sol en el solsticio de junio, y en el extremo sur lasalida del sol en el solsticio de diciembre. Este eje coincidacon una prolongacin de la direccin (en el trecho de su pasopor la ciudad) del rio Hu atanay. y pasaba por Arnarucancha,Sunlurhuasi y Casana (Zuiderna, 1986).

    Los dos ejes se relacionaban entre si, adems, medianteuna vinculacin triangular entre el Coricancha. el Sunturhua-

  • liLA CIUDAD DEL cusca 41

    si y el punto en el horizonte donde se pona el sol en el solsti-cio de diciembre. Este punto se 10observaba desde el Corican-cha y se traz hacia l una va desde el Sunturhuasi, justamen-te el camino hacia el Contisuyu que vimos en la primera apli-cacin. Tendramos as relacionados los siguientes elementos:la alineacin y posicin del Coricancha, la posicin del Suntur-huasi, la direccin de dos ceques y el camino al Contisuyo. Y,en total. tendramos cuatro lneas de mira astronmica que es-

    tuvieron fijadas al terreno mediante objetos arquitectnicos, uncamino de la ciudad y el ro Huatanay. De paso, el trazado deuno de los cuatro caminos a los suyus, habra estado basado enuna lnea astronmica de mira, con la participacin de dos edi-ficios vitales del Cusco, el centro del Hurin Cusco (el Corican-

    chal y el centro del Hanan Cusca (el Sunturhuasi).

    Podemos observar, as], que los Incas utilizaron diversosmedios -en este caso caminos fsicos construidos en el terreno,lneas de mira jalonadas con adoratorios, y lneas de mira as-tronmica proyectadas en el terreno mediante objetos arqui-tectnicos y urbanos- para conformar, organizar e integraruna organizacin social y poltica altamente estratificada, ysus derechos y obligaciones econmicas (derechos a tierras ya;ua), religiosas (cuidado y mantenimiento de huacas) y ca-

    lendricas (ritos vinculados a fenmenos cosmolgicos de im-portancia econmica). Adems, aquellos medios sirvieron pa-ra establecer y fijar la relacin concntrica del Cusco con elresto del imperio. Todos esos trazados y modelos geomtricosnacan de la biparticin y cuatriparticin, y ordenaron la con-formacin general del espacio urbano del Cusco.

    Esa estructuracin ideolgica expresada en el espacio fueapropiada y asumida por la poblacin mediante las danzas,que eran como representaciones teatrales del sistema, y expre-saban "la perspectiva que la sociedad pre-hispnica tena del

    mundo" (Zuidema, 1986: 6 y 8, traduccin propia).

  • :;o- COIlr.onthaOtOS o ose rvotoeros solaresDrvrsrcne s entre Su~usCeques esoe c.ctee

    Ees (tembrn son e eqoe s

    LAMINA N~ 4DIBUJADO DE ZUHJ(MA 1986

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    ~.-CUATRIPARTICION DE LA CIUDADf c ; , .....1 .. 1 ..~ h"'.,h.u,~ A ' .. "'h ..~ c ...

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  • 3.3. Significado social de la biparlicin y cuatriparti-cin.

    Ve-amos la- distintas interpretaciones tille Jan los cronis-ta .... y autores diversos a Jos ocupantes y al significado soc.rlJI:' Han.m y Hu rin. y de la cuatr-iparticin.

    Las distintas versiones se sintetizan en tres asignaciones

    .... ociales de Han an y Hur-in: la de Betanzos, ItI d e Sarmiento -qUl' coincide con la de Cobo- y la de Garcilaso.

    Segn Betanzos, Pachacu ti orden yue los nicos tres Se~norvs y

  • 44 MIO

    nitos y hermanos m

  • Collan.r po.h.in t':-'loger SUS espo.'>as subsi di.trias- V a An tixuvuunto con Contisuvn.

    Pero tambin d e acuerdo a la primera representacin, loslnc.is conquistadore-, del CU."'C(l vivia n en I-Ianan Cll"CO (Co-ll.ma y Chinchav-uvu).. mientras que 1,1 poblacin p n--in c.r vi-vl.r en Hu r m Cu s co (rayan y Colla .... uyu) y tambin en [,)....alucrn .... (Cav.io y Anfisuvu junto con Contisuvu].

    De acuerdo con la ~egunda representacin Jl' la organiza-cin del Cusco, l()~ reyes lIL' Hallan Cusco pette-nc-cian ,1 Colla-na (en l'ste caso los ceque.c., Collann de los .:t- :'.u)"us), I()~ rt')'l'."

    de Hu rin Cusco a Payan (los (l'~IlI"'s Paya n de lo" 4

  • 46 MI

    viva la alta nobleza incaica, descendiente de las esposas prin-cipales de los reyes; en Hurin Cusco viva la baja nobleza in-caica, descendiente de esposas secundarias. Fuera lid ncleourbano vivan todos los dems pobladores del imperio, de en-tre los cuales los Incas escogan a sus esposas secundarias.Esos eran los tres grllpo~, Collana, Payan, y Cayao respectiva-mente. Los suyus tenan un ordenamiento jerrquico, por elcual siempre Chinchaysuyu tena ms jerarqua que Collasu-yo, y Antisuyu y Contisuyu eran de tercer orden. Las mitadesse relacionaban con la cuatrip articin mediante la divisin delos cuatro suyus en dos rdenes de jerarqua: Chinchaysuyu yAntisuyu formaban la mitad Hartan. Collasuyu y Contisuyula mitad Hurin.

    Existan relaciones econmicas entre las mitades, tambinde subordinacin, debido a que mantenan distintos derechosa tierras yaguas en distintas regiones hidrolgicas.

    Aparte de las diferencias entre las tres representaciones,quedan establecidas dos evidencias que trascienden y atravie-san a todas ellas y a los relatos- cargados de connotaciones ex-traas a la cultura Inca- de los cronistas, y son los tres princi-pios de organizacin de la sociedad y el sistema de ceques. Es-te ltimo constituy la estructura bsica ideada por los Incaspara organizar su sociedad; dicha estructura fijaba a la vez queexpresaba intereses sociales, tanto como religiosos, mitolgi-cos, y econmicos; todos stos se sintetizaron en una propia ysingular visin de la misma Historia y del devenir del tiempo,la misma que no pudo ser sospechada por los cronistas.

    3.4. Ordenamiento Urbano y Arquitectnico.

    El conocimiento exacto del trazado urbano de la ciudadInca qued seriamente comprometido por las alteracionesproducidas desde la primera intervencin de los espaoles,

  • 17

    tUl' fu e L) r.-p.uficion de

  • 48 MI

    clones internas. Es por ello que Humboldt dijo que lodo el im-perio pareca haber sido diseado por un nico arquitecto. Yes lo que han verificado en su recorrido por las regiones delImperio los arquitectos Gasparini y Margoles (1977).

    Debido a esas dificultades se presentan confusiones y varia-ciones entre los distintos planos disponibles de la dudad; ascomo respecto a la asignacin de funciones y ubicacin de losedificios importantes. Sin embargo de que disponemos deabundante informacin de los cronistas respecto a las distintascanchas importantes, hemos visto que la misma no hace sinoaumentar la confusin ya existente, que solamente se podraclarar mediante un intenso y sostenido programa de investiga-cin arqueolgica y etnohistrica, en el que deberan compro-meterse intereses, capitales y profesionales de nivel mundial.

    Conscientes de las dificultades mencionadas, y debido aque el inters fundamental del presente trabajo se reduce abuscar la correspondencia entre las realidades tericas y espa-ciales de la cultura Inca, nos concretaremos a continuar con elanlisis del contenido cultural de la disposicin general de laciudad. Como se recordar, hemos planteado la existencia deotra forma de divisin entre Hanan Cusco y Hurin Cusco, pa-ra demostrar la cual examinaremos al detalle la mitad HurinCusco, tal como la presentan en la actualidad los distintos au-tores. Utilizaremos los estudios y planos de Santiago Agurto yManuel Chvez Balln, los confrontaremos entre s y con losdatos que nos suministran los cronistas.

    Vamos a utilizar tres planos para el anlisis, dos de San-tiago Agurto tomados de su libro Cusco. La Traza Urbana de laCiudad Inca (19HO), y un tercero de Manuel Chavez Balln queaparece en su artculo "Ciudades Incas. Cuzco, Capital delImperio" (1970). Los dos planos de Agurto difieren entre sien lo que respecta a la asignacin de funciones de algunascanchas, de manera que podramos decir que analizaremostres versiones del asunto (Ver cuadro en la pgina siguiente ylminas 5, 6 Y7).

  • 1/ A Ctl'DAD DEL CUSCO 49

    MA\/ANA AGt'RTO 2 (IJl!; 126) ellAv F~, IlALLON

    ,\\1ARIl, 'A\('I L-Ijl;,LiCI'" de HL1:'yn:, ( :lr,lC

    P"i;jci,1 (11: liue.car.atrs. M1J.ArItIA'-';!

    A\'lAIU)('ANCIIA.I'alacio de 1!u:1ynd Clp:llI'alacro (;.;in nombre),,ti!" AhIAIHIA-;1

    AMAI

  • \

  • _ HA"'.'" 8 ,.) DEL HI -__ ALLON 1970 U"'I'- CUSCO

  • l' LA CIUDAD DEL CLJSCCJ

    l-h-mo-, estudiado una a UO

  • 54 MIO

    como ceremonias y obligaciones calendaricas. tenan connota-ciones econmicas, etc; parece alejado de toda lgica que enun aspecto de la vida cotidiana tan importante y sentido comola vivienda hayan dejado librada al azar -lo que parece refle-jarse en un completo caos- la ubicacin de los palacios de panacas de diferente jerarqua.

    Cuesta ms trabajo aceptar que podan estar ubicados in-distintamente los palacios de cada panaca, si aceptamos queHanan y Hu rin adems constituan grupos endgenos (VerWachtel, 1976: 116).

    Si la organizacin espacial del Cusco fue deliberada, plani-ficada y por lo tanto consciente (como lo plantean todas lasfuentes y nadie lo discute), debi haber sido realizada con arre-glo a las mismas categoras que regularon toda la cultura Inca:arriba y abajo, biparticin y cuatriparticin (Watchel, 1976:129). Por lo tanto de ninguna manera puede aceptarse que lasviviendas de los reyes fueron ubicadas tan anrquicamente.

    En consecuencia, esas asignaciones de palacios solamenteseran coherentes si se acepta nuestro planteamiento de que ladivisin entre Hanan y Hurin no pudo ser el camino al Anti-suyu, sino" de las casas del sol" hacia arriba y hacia abajo.

    2.- Entre los Incas propietarios de las canchas listadas, apare-cen dos nombres extraos: Amaru Inca Yupanqui e Inca Yu-panqui. El primero al parecer fue un hermano de Tupac Yu-panqui (Cobo, 19M: T2. 83; Balboa, 1945: 317; Sarmiento, 1942:127), segn Balboa fue gobernador del Cusco, y segn Sar-miento fue a la conquista del Collao. Si Pachacuti, Tupac Yu-panqui. Huayna Capac y Huascar dejaron J su turno goberna-dores encargados del Cusco cuando salieron de la ciudad porperodos largos, no aparece clara la razn por la cual particu-larmente este Amaro Topa se constru y palacio propio.

    En cuanto a Inca Yupanqui, casi todos los cronistas dan estenombre a Pachacuti antes de tomar la borla del Estado, 1" quequitara razn a que haya tenido palacio antes de ser rey (Be-

  • l/LA CIIlDADDEL CUSCO

    tanzos, 196R: 52; Sarmiento, 1942: 105; Balboa; 1945: ;291; Pach-cuti Yam qui.Iuox: 297; Cobo: J46.:1.: 1'2.77). Encontramos enDiego Esquive! y Navia (que se basa mt1.v estrictamente en Cilr-cilasol que hace apurvcer un monarca entre I'acha cuti y Tnp acYupanqu ")! lo ll.un.r Inca Yup.mqui. t'" l quien dice que "tuvosu palacio en Hatuncancha. cercano y

  • 56 MIO

    Con los datos que suministran los cronistas podemos afir-mar que el Acllahuasi albergaba un gran nmero de mujeresescogidas -entre 1500 y 3000 (Annimo 1968: 70; Garcilaso,1985: 136)- con sus sirvientes, y todo el equipamiento necesa-rio para su subsistencia, que provena de las haciendas delSol. Tambin podemos decir que este recinto tena una inme-diata vinculacin con un templo del Sol; que esas mujeres sededicaban a actividades de prod uccin de artculos suntua-rios destinados a los sacrificios al Sol y al consumo de la liteen ceremonias muy importantes (Annimo, 1968: 70; Cobo,1964: T2, 231; Garcilaso, 1985: 136).

    La posicin adyacente a un templo del 501 Y la evidenciaque en el Cuzco el Acllahuasi est separado del Corincachapor una cuadra entera y por dos calles, nos obliga a examinarcon ms atencin las funciones del Hatuncancha y a los sacri-ficios que se desarrollaban en la plaza Haucaypata. Parece cla-ro, adems, que el Acllahuasi ocupaba toda la manzana.

    Respecto del Hatuncancha, hay muchos datos que sugie-ren que inclua tambin un Aclla Huasi, o por lo menos queaquel del que hemos hablado formaba un solo conjunto con elHatuncancha.

    Basado en Polo de Ondegardo. Estere. Pizarro, Ruiz deArce y en sus propias investigaciones, Zuiderna concluye queel Hatuncancha tena funciones relativas a una reina y a lasacllas, es ms, que incluy un Acllahuasi y que tena una tum-ba en pozo profundo (Zuidema, 1989: 170 y 178, 416 Y419).

    Nuestros propios datos obtenidos de Pizarro y Estere nospermiten afirmar que Hatuncancha era un gran cercado dems de cien casas, con una sola entrada por la plaza, y que susocupantes eran sacerdotes y ministros (Pizarro, 1978: 88; Este-te, en Porras, 1961: 7-10).

    Todos los datos anteriores parecen apoyar la objetividadde la versin y plano de Zuidema (1989: 431) que dibuja unenorme complejo incluido entre las calles actuales Triunfo,

  • l/LA CIUDAD DEL cusca .'7

    San Agustn, Maruri y Loreto, que habra sido el Hatuncan-cha, con las dos calles Santa Catalina y la calle Arequip a comocallejones interiores.

    De manera que tendramos un gran complejo con mlti-ple" funciones, pero todas contenidas en una connotacin fe-menina, por su relacin con una de las reinas y con las acll.is:con actividades internas relacionadas con el culto al Sol. lossacrificios; y adems las tpicas de las

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    perlo, corrales para cientos de auqunidos listos para el sacrifi-cio cotidiano, moradas para los nios y hombres que sacrifica-ban, etc. Su vinculacin con la deidad mayor del Imperio loconverta en sitio ideal para la reclusin y educacin del futurosoberano (Tupac Yupanqui y Huayna Capac). Fue templo deadoracin para la poblacin de todo el imperio por estar alllos dolos de todos los pueblos conquistados. Todo lo anteriorfue resaltado con un jardn que simulaba plantas y animalescon SllS pastores, todo de oro y de tamao natural, etc.

    Hay otro punto en discusin que es importante para lafuncin del Hurin Cusco, es la ubicacin y funcin del Quis-huarcancha.

    Respecto de este edificio podemos afirmar lo siguiente: so-lamente de una versin espaola equivocada surgi la ideaque era el templo del "creador Viracocha" y palacio del IncaViracocha. No estaba ubicado donde es ahora la Iglesia Cate-dral. estaba ms bien lejos de la plaza en una ubicacin no de-finida hasta ahora. Y s era un templo importante."

    Pasemos ahora al mbito sagrado de If ms de dos cientospasos" alrededor del Coricancha, a partir del cual -segn Gar-cilaso- se deba descalzar todo el que transitara por cualquiermotivo (Garcilaso, 1985: 130).8

    El mbito sagrado (ver lmina 3) llegara por el Norte has-ta la esquina sobresaliente del convento de Santa Catalina, in-clu yendo la calle Afligidos-Maruri-Cabracancha9; por el surhasta la calle Panlipata; por el este incluira la Plaza LimacPampa Grande; y p"r el oeste hasta la calle San Andrs, unacuadra abajo de la avenida El Sol. El dimetro principal de esecrculo correra en la direccin NE-SO y estara constituidopor la calle Rosario-Arrayn-Santo Domingo-Zetas-Abrazos,es decir la lnea divisoria que proponemos entre Hanan y Hu-rin, e incluira las tres plazas: Intparnpa, Limacpampa Chicoy Limac Pampa Grande. Esta ltima circunstancia es muy de-cidora de la importancia de esta calle. La5 tres eran plazas ce-

  • liLA CIUDAD DEL cusca 59

    rernoniales y de un uso heterogneo muy importante para 1

  • 60 MI

    RIMACPAMPA.- Aqu se desarrollaba una fiesta importanteen los meses de mayo y junio (Betanzos, 1968: 45), tambinotra en julio (Molina cuzqueo, 1943: 29). Se llamaba tambinHurin Aucaypata y contena un Ushnu (Cobo,1964: T2. 177 Y222). Este ltimo dato nos dice que Rimacparnpa era como laplaza principal del Hurin Cusco, y tal vez por ello se llamabaHurin Aucaypata.

    Otro aspecto importante de Rimacpampa Grande es queconstitua una puerta de la ciudad ya que de aqu arrancabaun camino alternativo al Collasuyu (Cobo, op. cit. 222).

    Analicemos ahora todo el sector de manzanas inmediato aestas plazas, hacia el norte. Los resultados finalmente consti-tuirn una argumentacin adicional que apoyar la divisinpropuesta para Hanan y Hurin.

    Es interesante notar las pocas alusiones que se encuentranen las fuentes acerca de las manzanas ubicadas entre las callesSanto Domingo y Maruri. Son aquellas signadas en el planobase con los nmeros 8, 9,10 Y 11. En los planos encontramosla siguiente denominacin para estas canchas: para la nmeroocho, Muttuchacaparnpa, y andenes y tambos de Cunturpata,sin que nadie diga de qu se trata; para la nmero nueve, pa-lacio de Cusicancha donde naci Pachacuti; para la diez, pala-cio de Mayta Capac; y para la once, palacio de Lloque Yupan-qui. Anteriormente ya habamos cuestionado esas asignacio-nes como poco confiables. Incluso las fuentes dicen que antesde la reconstruccin de la ciudad por Pachacuti, el sitio "o loms dello", eran cinagas y manantiales ... y las casas de losmoradores d ella eran pequeas y pajizas e mal edificadas ysin proporcin de arte de pueblo que calles tuviese ..." (Betan-

    zos, 1968: 31); apoyados en lo cual no podemos creer sino quetal vez pudo haber sido aquel el sitio de la casa donde naciPachacuti, pero nada ms. Queda por averiguar la funcin deesas canchas luego de la reconstruccin.

  • liLA CIUDAD DEL cusca 61

    Vamos a analizar este sector en su .... canchas componen tesyen las calles que lo atravesaban.

    Los nicos datos que tenemos respecto de las canchas sonde Agurto y Uriel Garca y solamente de las manzanas nuevey diez. Segn Uriel Garca los fragmentos de muros incaicosrevelan que all haba "nueve grandes casas n manzanas"(Uriel Garcia, 1922: 42). Hoy forman solamenle dos manza-nas, la 9 y la lO.

    Segn Santiago Agueto, la manzana nmero 9, encerradaentre las calles Maruri, Romeritos, Plaza de Santo Domingo yPampa del Castillo: "este 'barrio' debe haber sido de los msimportantes del Cuzco. Parece ser que contena varios servi-cios complementarios al Coricancha; la llamada 'carnicera so-lar', por ejemplo" (Agurto, 1980: 74).

    Eso es todo lo que tenemos de esas cuatro manzanas, y esmuy poco; ms an, en el Plano Arqueolgico de la Ciudad,(op. cit: 111) slo en la manzana nmero nueve se aprecian res-tos incas, y en la periferia norte de la manzana nmero once.Lo anterior nos deja extraadns y ante tres opciones: o hay po-ca investigacin de ellas, o sufrieron una intensa destruccinque no dej vestigios, o realmente no tenan construccionesimportantes en ellas. Esto ltimo no deja de ser posible si tene-mos en cuenta que se encontraban plenamente dentro del"Cerco Sagrado" de los doscientos pasos, por lo que no debipermitirse la implantacin de actividades muy profanas den-tro de l; muy difcil admitir una "carnicera" all, por ejemplo.

    Pasemos a analizar las calles que atraviesan este sector(ver lm. 3).

    Garcilaso dice que haba cuatro calles entre Haucaypata yel Coricancha, tres principales (pondremos los nombres actua-les): Av. Sol, Loreto. y Santa Catalina-Arequipa (pero sta nollega hasta el Templo'); y una cuarta, San Agustn. Pero diceque "la calle ms principal y la que va ms derecha hasta lapuerta del Templo es la que llamamos de la crcel, que sale de

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    en medio de la plaza... y era Calle del Sol" (Garcilaso, 1985:130). Ms adelante, cuando describe el Aclla Huasi y lo deli-mita nos suministra datos que permiten aseb'Urar que H la ca-lle de la crcel" o "Calle del Sol" corresponden al callejn Lo-reto, dice que "sale de en medio de la plaza", mientras que deSanta Catalina Angosta dice "que sale del rincn de la plaza"(op. cit: 135). Es muy claro.

    Pero resulta que el Callejn Loreto y su prolongacin, lacalle Pampa del Castillo no parecen ir "ms derecha hasta lapuerta del Templo", segn las reconstrucciones que hacen del tanto Rowe como Gasparini y Margoles (Rowe, 1944: 26 yss: Gasparini y Margoles, 1977: 229-242). Es ms bien la calleArequip a la que -si atravesara la manzana nmero nueve-lle-gara ms derecha a dicha puerta (y confirmara a Garcilaso).Esto parece recoger Chavz Bailn en su plano al prolongarArequipa hasta el Templo del Sol. Uriel Garda sugiere estaprolongacin "por algunos restos que existen en el interior dedichas casas y cuya salida o bocacalle subsiste entre las pare-des ... al frente mismo de la puerta del actual Templo de SantoDomingo" (Urie!, 1922: 41). Las investigaciones de Agurtoconfirman la existencia de esta calle pero no como prolonga-cin de Arequipa sino unos metros ms al este, y dice que IJ esposible que contine a travs de las antiguas manzanas... (3 y5), hasta la calle Triunfo" (Agurto. 1980: 106). Un ltimo datoque es importante para e! anlisis es -en e! plano de ChvezBalln- la prolongacin de la calle San Agustn hasta la actualAv. Garcilaso en Pumap chupan, esto estara apoyado por losrestos de muros incas que constan en el Plano Arqueolgicode la Ciudad (op. cit: 111) alineados con dicha calle hacia elsur, justo hasta la Av. Garcilaso.!"

    Todo el anlisis anterior referido a las canchas y calles en-tre e! Coricancha y la calle Maruri, lo hemos realizado paraproponer que estas manzanas no cumplan una funcin dife-rente a las relativas al mismo Coricancha, y siempre en el con-texto de! "mbito Sagrado"; y estaban cruzadas por calles

  • 1! LA CI UDAD DEL CU5Ca

    que unan Ia plaza Haucaypata con el Templo del Sol, dejando

    cuatro manzanas muy largas y estrechas; con lo cual -casual-mente o 00- mediante la prolongacin de la calle San Agustn,

    quedan en los dos frentes del Coricnncha -norte y este- man-zanas pequeas de similar forma y proporcin, lo que sugieresimilares funciones y una disposicin morfolgica ordenada.

    La ubicacin de un supuesto "barrio de los tejedores" junto

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    "Es interesante que esta importante divisin espacial (1lmite no estaba enfatizuda arquitectnicarnente deninguna manera especial. Esto es, que la calle que divi-de los dos sectores, no indica en su construccin que esuna divisin especial o lmite" (Hyslop, 19911: 62, tra-duccin propia).

    MI

    El Hanan Cusco se iniciaba en la calle anotada, y quedabamarcada la transicin entre las dos mitades por una hilera demanzanas que no tena funciones profanas por estar incluidadentro del" mbito Sagrado" de doscientos pasos o doscientoscincuenta metros alrededor del Templo del Sol. Esta transicinse formaba entre el lmite de Hurin Cusco y la calle Afljidos-Maruri-Cabracancha, calle que iniciaba el mbito sagrado.

    Veamos ahora la esencia de la funcin del HANAN CUS-ca, centrada en la plaza Haucaypata.u

    Alrededor de la plaza Haucaypata existan los siguientesedificios:

    fACHADA NOR-ESTE: (actualmente las iglesias: de la Sa-grada Familia, Catedral y Del Triunfo). Eo lo alto de una granterraza. En un anlisis anterior ya desechamos la versin queaqu estaba el templo de Viracocha y el palacio del 1nca delmismo nombre. Pero Zuidema luego de minuciosos anlisisconcluye que hacia el frente de la plaza estaba el Cuyusmancoy hacia atrs el Ucchullo. Veamos lo que sijmifica cada uno.

    Cuyusmanco: Era casa de audiencia y cabildo, para los conse-jeros de hacienda, justicia y guerra; era una gran kallanka conuna sola abertura hacia la plaza para los festejos en caso delluvia, y que estaba orientada hacia un punto en el horizonteen que se observaba la puesta del sol en el solsticio de diciem-bre desde el Corincancha, o sea alineado con el camino alContisuyu. El andn con la kallanka Cuyusmanco tuvo unafuncin arquitectnica de un Ushnu. Huayna Capac viviaqu antes de edificar su palacio en Cassana, Aqu se ubic elprimer cabildo de los espaoles (Garcilaso, 1YHS: 219; Pacha-

  • 1 LA el UDAD DEL CUSCO

    cu t Ynmqui, 19R: 306; Mura, 10X7: 10X; Zuid em.r. 19RY: 431-

    415; lIvslop, 1941l: 313).

    En sntesi-, tendramos funciones ndrninistrativas funda-mentales; y rovun lur-alrrtente funciones recreativas y de resi-dencia re ..l. t'~t

  • MIO

    CoraCora: Ubicado junto a Cassana, hacia el norte en estamisma fachada Palacio asignado a Tupac Yupanqui (Mura,1987: 228), o a Inca Roca (Garcilaso, 1985: 291). Debi haber si-do importante porque fue asignado a Gonzalo Pizarro y JuanPizarro al entrar los espaoles al Cusco.

    Prximo a CoraCora, en la esquina norte de la plaza, habaun conjunto atribuido a Huascar, lo llamaban "fortaleza", talvez porque estaba ubicado en lo alto de una terraza y rodeadopor una pared muy slida, tambin debe haber sido importan-te porque fue asignado a Diego de Almagro (Hyslop. 1990: 42).

    Otro componente importante del complejo de la plaza, sibien que no adyacente a ella, era el "barrio de las escuelas" co-mo ]0 llama Garcilaso, dice que era un "bardo grandsimo",que las fund Inca Roca: Yacha Huaci o casa de enseanza,que aqu vivan los Amantas (sabios) y los Harvec (poetas).Que estaba junto a los dos palacios: CoraCora y Cassana por-gu e los reyes respectivos quisieron vigilar y asistir a su fun-cionamiento (Garcilaso. 1985: 290). Es decir que estuvo ubica-do adosado a los dos palacios hacia el nor-oeste.

    De manera que en este costado de la plaza tendramosubicados palacios de Incas importantes; y el albergue de unade las funciones ms trascendentales del imperio, cual era laformacin de los especialistas en la sistematizacin y transmi-sin de la cultura Inca, y de la reformulacin de su Historia.

    LIMITE SUR-OESTE: La enorme plaza del Cusco estaba divi-dida en dos mitades por el Ro Saphv. que cruzaba canalizas-do y parcialmente cubierto permitiendo el paso entre ellas. Ala orilla derecha lo Plaza Cusipata y a la izquierda Haucaypa-tao Del relato de Molina el almagrista, se desprende que habavarios puentes sobre el 5aphy para unir las dos plazas, a loscuales destruy Hernando Pizarro para que los almagristas noentrasen en la ciudad (Molina almagrista, 1968: 91). La PlazaCusipata se extenda desde el Ro Huatanay (Saphy) hasta el

  • 11LA CIUDAD DEL CUSCO (,7

    actu al Convento de San Francisco" (Rostworowski: 19r;~; 171).Prcticarnente sobre el Saphy estaba el Ushnu,

    El Ushnu: Junto con el Sunturhuasi sirvieron para hacer obser-vaciones astronmicas. y permitieron a los Incas determinarlas fechas ms importantes para norrn ar las actividades ag-rco-las, que eran en agosto y en abril, cuando el Inca iniciaba y ter-minaba el perodo de dichas actividades. Posea -por eso mis-mo- un valor religioso. Melina toma al Ushnu como centro dela divisin en los cuatro suyus (Zuidema, 1989: 401 - 414). En elCusco el tamao del Ushnu fue insignificante a pesar de su im-portancia relibriosa y ritual. Zuid erna lo ubica en el centro entrelas dos plazas, Haucaypata y Cusipata, en la esquina de dondearranca la actual calle Medio, hacia San Francisco,

    De manera que, en cuanto a los edificios ubicad os alrede-dor de la plaza, existan -en sntesis- cuatro tipos: palacios delos reyes, enormes k.illnnkas para ceremonias masivas; ungran complejo religiosll-habitacinnll-productivo, que era elHatuncancha-Acllahuasr, y los edificios para observacin as-tronmica-calend arica.

    Veamos ahora sus distintas funciones y connotaciones.

    Los cuatro palacios de reyes Incas -cualesquiera que ha-yan sido stos- eran Casana, CoraCot-a. Amarucancha y elcomplejo en la esquina norte de la plaza. De ellos tenemos querecordar que eran grlndes cercados con poblacin heterog-nea que iba desde la familia ampliada del rey, pasando por ar-tesanos especializados, hasta los mltiples y numerossimnssirvientes de ambos sexos. El palacio del rey era a la vez elcentro de administracin del Imperio (Betanzos, 1%8: 35, 40,47, 50; Cobo, 1964, 12. 139).

    Por la cantidad de sirvientes y artesanos especializados alservicio de la corte, se puede imaginar una vida intensa den-tro de los palacios. En definitiva, ellos albergaban actividadesvariadas: administrativas. productivas. residenciales de variostipos y jerarquas; depsitos de los insumes necesarios logra-

  • MIO

    Jos luego del reparto (Betanz.os. ] 987: 109); y, finalmente, acti-vdades, recreativas.

    Veamos el segundo tipo de edificio, las kallankas: Jos es-taban en los palacios (Casana y Amarucancha), y la otra en lagran terraza del frente Nor-Este de la plaza. Se les atribuyefunciones ceremoniales en tiempos de lluvia. El Cuyusmanco,como dijimos, serva tambin para realizar ceremonias rela-cionadas con la observacin del solsticio de diciembre.

    El tercer tipo de edificio era el gran complejo Hatuncan-cha-Acllahuasi, Ya expusimos sus caracteristicas y por ellasparece claro que las acllas tenan una vinculacin ms directacon la misma plaza que con el Templo del Sol, ya que les sepa-raba de ste una manzana grandsima. En dedo, varias des-cripciones del complejo dicen que tena paredes muy altas ycorridas y una soja punta hacia la plaza. Tollo aquello sugiereuna vinculacin con sacrificios y fiestas que se desarrollabanen la plaza -que eran muy numerosas- en las cuales se asignaun papel muy importante a la participacin de las acllas, paraservir la chicha, comidas y ofrendas para los sacrificios.

    Finalmente, estaban en la plaza los edificios relacionadoscon observaciones astronmicas: El Cuvusmanco, el Ushnu yel (o los) Sunturhuasi. Las observaciones astronmicas no serealizaban por si mismas, sino vinculadas a ceremonias calen-d aricas que tenan lugar en la plaza, con la poblacin cusque-a y con los caciques de naciones conquistadas, que eran reci-bid os por el Inca en el Capac Usno.

    Veamos ahora las distintas actividades que se desarrolla-ban en la plaza en sus dos partes. Como hemos sabido, la dife-rencia empezaba a marcarse en su nombre, Hnucavpata signi-ficaba "lugar donde se hace llanto", y Custpata "lugar de ale-gra y regocijo".

    Segn Betanzos, Pachacuti decret que cada cuatro das serepartiese a todos los del Cusco todo 10 necesario para su sos-tenimiento, sacando de los depsitos y poniendo en montones

  • liLA CIUDAD DEL CL:SCCJ

    en la plaza para proceder a su reparticin entre todo (Betan-zos, 1965: 40). Aqu tvnvmos activi da de s similares l las de unmercado. Jo que pudo haber confundido a los cspan ole.

    En Haucaypnta terminaban todas las ceremonias y ritos,de cualquier tipo que fue .... en, as de coronacin y matrimoniodel nuevo rey, d e llegada y celebracin de triunfos militares,de ordenacin d e orejones, de; aqu se iniciaban las carrera-,de los 400 guerreros en las cuatro direcciones en el ritual d eCitua. aqu se congregaba a los bultos de los reyes -cu stodi a-Jos por sus panacas respectivas- para las celebraciones; eracentro de observacin astronmica desde el Ushnu junto conel Coricancha; en el Capac Usn se recibia a los caciques delas naciones conquistad as, etc.

    Hab ia una jer.u-qu ia de utilizacin de la plaz,:.-Haucdyp.1t.lpara uso de los orejones y Cusipata p.lra los caciques de lasnaciones conquistadas (Garcilaso, 19X5: 2(2). Esto se refuerzadiciendo qUl' SI:' asociaba a los sacerdotes con Ir)S extranjcros.vque el gran sacerdote era excluido cuando el Inca coma consus sbditos en la plaza Haucaypata (Zuidern a 1')K9: 2(6).

    Segn Gonzlez Holgun, Haucaypata era la d e "las fiestas,huelgas y borracheras:' !' su funcin era en tiempo d e lluvias;mientras que en Cusipata "se hacan alardes" o en."ayos de gue-rra, ocupaciones en tiempos de secas, delante del Inca sentadosobre el escao cerca del Uxhnu (Zuidema. 19X9: 435).

    DI! manera (Ille los cuatro tipos de edificios y la doble con-notacin YUl.' tena la gran plaza en ...,u..., Jos partes, con susmltiples y hetergeneas actividades. nos dan claramente laidea de una vida muy intensa y que comprenda toJ .. la com-plejidad de la existencia de la ciudad, en s misma y en

  • 70 MIO

    tors sociales, polticos (p anacas y caciques) y territoriales delImperio. De una manera muy sutil e ingeniosa, estaban reuni-dos y a la vez jerrquica y rgidamente separados todos losgrupos sociales. En efecto, en algunas ceremonias los extranje-ros eran obligados l abandonar la ciudad y luego eran invita-UDS a volver y participar; en otras simplemente se los ubicabaen la porcin"secundaria" de la plaza, en Cusipata, y final-mente en otras el Inca reciba l los representantes de aquellossentado en el Capee Usno, Se podan realizar ceremonias masi-vas y multitudinarias en las dos plazas, o masivas ms restrin-gidas en la plaza Haucaypata; o semi-privadas en las kallan-kas: y privadas en el interior de los palacios. Tena junto a s uncomplejo casi sagrado del cual salan los elementos que sacrali-zaban sus ceremonias, d Hatuncancha- Acllahuasi.

    De manera que el Hanan Cu sco era un centro urbano en elque las funciones polticas, sociales y religiosas se desarrolla-ban en un equilibrio que ~xpresa la culminacin del desarrollode la ciudad antigua (Lumbreras, 19R1: 24R).

    Ese equilibrio lo vemos expresado en el hecho qu~ losgu~rreros de Manco durante el sitio del Cuscu, ]0 nico qu~no incendiaron fueron: el Coricancha, el Acllahuasi (dos sitiossagrados) y tres de las cuatro kallankas (edificios civiles) (Gar-cilaso, 19R5: 136 y 292).

    Para terminar el anlisis del ordenamiento urbano y ar-quitectnico de la ciudad del Cusco, falta referirnos a un muyimportante elemento: SACSAYHUAMAN. Por supuesto quetambin respecto a l hay distintas versiones. La discusin secentra en si era una fortaleza o un templo, yen la interpreta-cin de su funcin.

    Siendo evidente que todo el carcter de la ciudad cambia-ra segn una u otra de esas alternativas, es importante diluci-dar el dilema, y es por ello qu~ hemos realizado un anlisisminucioso de este problema (ver Anexo 2).

  • lilA CIUDAD DEL cusca 7l

    Basados en est:' anlisis de las fuentes disponibles, colonia-les y contemporneas, podemos afirmar yue Sncs ayhu amanreunta entre sus funciones (llS de ser un escenario de batallasrituales, refugio de la reina cuando su marido se ausentabadel Cusco por lJrg-os perodos de tiempo, centro de observa-clones y trazados astronmicos y, (undnrnentalmente. Templodel Sol. Son realmente pocas las posibilidades y argumentospara asignarle la funcin de fortaleza. Explcitamente Ciezndice que los naturales la llamaban "Casa del Sol". Y lil presen-cia de depsitos de armas se puede explicar por la calidad derefugio y por las batallas rituales que se desarrollaban en e lla.Los primeros espaoles la pensaron como fortaleza por su as-pecto llll~ les recordaba circunstancias europe,ls.

    Este ltimo anlisis nos permite culminar nuestra pro-puesta de la configuracin del Cn sco. y proponer la siguienteinterpretacin de su carcter paradigmtico como ciudad an-dina.

    El ncleo central de la ciudad del Cusco estaba conforma-do por tres unidades claramente diferenr iadas por caracters-ticas mltiples: arquitectnicas. urbanas, sociales, ideolgicas.y funcionales.

    La Unidad Central era cl Hanan Cusco, con la doble plazaHaucaypata-Cusip ata en el centro, y limitada al sur por b ca-lle Arrayn-Santo Domingo-Zetas- Abrazos {t'd e las casas delsol para arriba"), al norte por el lmite del Yachav Huasi ()"barrio de las escuelas": y encerrada por los ro.'; Tullurnayu aleste y Saphy al oeste. En esta are a se desarrollaba la vida civil(administrativa, poltica, social e ideolgica) de la ciudad, tan-to para si misma en las relaciones entre panacas, como en rela-cin al Valle del Cu sco y a tod.rs las regiones del Imperio; y te-na aqu todos los servicios y equipamiento necesario para sufuncionamiento.

    La segunda Unidad e.... taba constituida por el Hurin Cus-co, limitado al norte por la calle anteriormente mencionada

  • 72 MIO

    (" d e las casas del sol para abajo"), al sur por la confluencia delos ros, los mismos que tambin la limitaban al este y oeste.Esta unidad era el mbito sagrado de la ciudad, todo un com-plejo de edificios que la convertan en una pequea ciudad sa-grada, con instalaciones productivas, de almacenamiento detodos los recursos para su mantenimiento y para los mltiplessacrificios; con reas residenciales de varios tipos porque sushabitantes estaban rgidamente jerarquizados; con templospara sus dioses principales -yen un principio aun para lashuacas cautivas- y las momias de sus reyes; etc. Y finalmente,como dispona de tierras y trabajadores para su mantenimien-to en todo el Imperio, era realmente autosuficiente. Era el refe-rente ms importante partl el Imperio en su conjunto. Algo si-milar pudo haber sido Machu Picchu.

    La tercera Unidad, la constitua Sacsnyhuaman, tanto eltemplo como la plaza e instalaciones adyacentes de Suchuna.Era otro complejo de edificios e instalaciones con mltiplesfunciones qut' giraban alrededor del culto al sol y los serviciosa los reyes Incas. Esta Unidad amerita una investigacin ar-queolgica ms extensa. De lo que se conoce ya se puede sos-pechar la evistencia de una pequea ciudad en esta rea, co-mo sospecha Valcrcel. Su separacin del rea consolidada dela ciudad por reas cultivadas, y el estar fuera del permetrode barrios perifricos, sugieren un carcter especial.

    La primera y tercera unidades tenan funciones muy simi-lares. de ndole religh)stI y astronmica, lo que determinabanque tuvieran acceso restringido. Mientras que la segunda Uni-dad era la "ciudad" propiamente dicha con todas las funcio-nes inherentes a ella.

    Podramos hablar de una ciudad con dos ciudadelas sa-gradas de acceso restringido, a las cuales se vinculaba me-diante lneas de mira que se expresaban en la realidad por ri-tos y ceremonias frecuentes y de contenido variado. En efecto,en las distintas ceremonias los participantes circulaban vincu-lando los centros de las tre-, unidades: Sacsayhuaman. Hau-

  • I! LA CIUDAD DEL cusca 71

    caypata y el Coricancha: alternativamente lino de ellos podaser e-l origen o final segn el motivo central de la ceremonia.Aunque la mavoria d c las ceremonias se iniciaba en Haucay-pata, y pasando pllr el Coricancha () Sac ....ayhuaman -o ambos-se proyectaba al exterior. a los cerros sagrados como Huana-cauri. y regresaba a Haucnvpata. formando as una red de l-neas que integraba todo el conjunto. En algunos casos se lle-gaba a poblaciones del Valle. o -corno en el ritual de la CapacHucha- hasta los confines del Imperio,

    De manera que lo que vinculaba las tres unidades de laciudad era el carcter integral del pensamiento Inca. No eran-d e acuerdo al pensamiento occidental- ni materialmente de-pendientes, ni exclusivas y aislada.... (como castillos inaccesi-bles), sino que estaban vitalmente integradas en el pensamien-to y vida Inca; la poblacin se las apropiaba, diariamente alsaberlas existentes e imprescindibles, y peridicamente al in-tegrarse a las ceremonias. Haban sido ubicadas y construidasmediante lneas que las unan con realidades exteriores, lo quelas haca ms permanentes, menos dependientes de la volun-tad humana y por ello m~s sagradtls, respetadas e imprescin-dibles para la vida materi al Inca. Su ubicacin y conformacinayudaba a conocer, predecir y prevenir los acontecimientos vriesgos de la d iaria existencia. tales como preparacion del te-rreno, siembra, riego y cosecha, 10 que las haca .1 1.. vez m.isaprehensbles y vinculables con lo concreto .\1 tangible. Todose integraba asi en un solo orden y ordenamiento de co ....as.

    La conforrna cin y funcionamiento de cada una de lastres unidades del Cu sco Jnca era de tal manera integral y nosegmentadJ, que si bien cada una de ellas tenia su propio ca-r.icter, no se podra decir '-Iue haba una "espec inlizncin" defunciones en ninguna de ellas. En efecto, todas tenan espaciosdestinados a las d ivercas actividades. pero con destinos y ocu-pantes diferentes. Y, m.is an, la unidad central -el Hanan- te-na tambin un carcter sagrado muy marcado, e instalacione ....de funcin ceremonial o complementaria a ella y d e acceso

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    tambin restringido, el Hatuncancha , La plaza Hau caypataadquiri un nivel tal de significacin par;] todo el Imperio,que se trajo arena del mar para su construccin, y se llev laoriginal para construir otras plazas; poblaciones de todo elImperio participaron en esta operacin apropindose de estamanera del carcter de la plaza (Polo, 1916: 1(9). La plaza, as,adquiri un rol central, primero en el conjunto de las tres uni-dades de la ciudad y luego en la totalidad del Imperio.

    De manera que sera equivocado buscar un sector o uni-dad funcional de uso exclusivo en el Cusco Inca. Cul fue launidad residencial, productiva, religiosa, recreacional, de co-mercio, de almacenamiento o administrativa? Las cosas nofuncionaban fragmentariamente en el pensamiento Inca. Laconcepcin de la realidad era ms compleja, surga de una vi-sin de los fenmenos de la naturaleza y se estructuraba enun sistema integral, las manifestaciones del cual impregnabantodas las instancias de la vida.

    3.5, La Poblacin de la Ciudad.

    No vamos a intentar un anlisis cuantitativo de la pobla-cin de la ciudad, debido a gu~ creemos que no aportaramucho al conocimiento del modo de manejo del espacio porparte de los Incas. En cambio s nos interesa un anlisis cuali-tativo de la poblacin, por la alta jerarquizacin del ordena-miento social Inca y por las distintas connotaciones que -alparecer- tena la implantacin de los distintos sectores socia-les en el espacio.

    Bsicamente podemos clasificar a la poblacin de dos ma-neras: por sus funciones en el interior de la organizacin urba-na cusquea -lo que tambin nos indicar una jerarquizacinsocial-, y por su tiempo de residencia en la ciudad, lo que darindicios de la existencia de una poltica poblacional Inca.

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    Por las funciones que desempeaban los distintos indivi-duos en el Cusco, tendramos los siguientes grupos:

    1.- Nobleza: 1.1. Panacas,1.2. Ayllus custodios, y1.3. "Incas por privilegio".

    2.- Sacerdotes.

    3.- Nobleza de provincias: hijos de los curacas de regionesconquistadas.

    4.- Artesanos: 4.1. Especializados.4.2. Acllas,

    5.- Sirvientes de los templos y de los palacios.

    Los individuos pertenecientes a los grupos 2 a .5 podantener un doble carcter por el tiempo de su residencia en laciudad, temporales o permanentes.

    Vamos a intentar un anlisis de cada grupo, en las do.... en-ractersticas anotadas, para tratar de conocer la utilizncin so-cial del espacio urbano de la ciudad del Cusco.

    1. NOBtEZA. La poblacin "propia d el Cusco" estaba cons-tituida solamente por los miembros de las diez panacds ydiez ayllus custodios (ZuidemJ, ]964: 7). Las panacas resi-dan en los palacios del Cusco. pero los miembros de los ay-llus nobles ernn CaYJO, por 10 que deban vivir fuera del Cus-cu, as llue residan en los asentamientos perifricos de la ciu-dad (Rowe. 1%7: 62).

    Los miembros de eSJS panacJs eran todos nobles; el restode 1

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    gobernadores nombrados mientras el rey estaba afuera (Coba,1964: 1'2, 317,342); los encargados de las "sucancas" (marca-dores astronmicos), y de notificar al pueblo de "los tiemposy sus diferencias" (Sarmiento, 1942: 107); los contadores ofi-ciales asignados a los secretarios del rey (Zuidema, 1989: 494),etc. El consejo del Inca lo conformaban cuatro jueces o conse-jeros llamados Apucunas, que siempre residan en el Cusco(Coba, 1964: 1'2,114 Y Mura, 1987: 352). Entre los burcratasque desempeaban sus funciones en las capitales provincialestenemos, entre otros, a los visitadores e inspectores o tocricuc,a los gobernadores de 10.000 tributarios o hunus, etc.

    2. SACERDOTES. Respecto de este grupo existe acuerdo enque residia en los templos, y es importante anotar que al pare-cer se descompona en dos grupos, el de ms alta jerarqua te-na una dedicacin exclusiva a su oficio, resida en los templospermanentemente y viva de los productos de las haciendasdel Sol; y el otro grupo cumpla su oficio peridicamente portiempos fijos y, cuando no estaba"de servicio"1 resida en sustierras y viva del producto de ellas; solamente se lo sostenade las haciendas del Sol mientras estaban de servicio (Garcila-so, 1985: 129 y 175; Murra, 1980: 153). Habra que investigar sisimplemente eran miembros de una etnia especfica.

    Hay acuerdo en que el sumo sacerdote Vilaoma viva enel Coricancha y en que la alta jerarqua perteneca a la noble-za; as por ejemplo, el sumo sacerdote al tiempo de la entradade los espaoles al Cusco era hermano de Manco. Los sacer-dotes que ofrecan sacrificios eran de sangre real y vivan enel Cusco, pero los dems eran "Incas por privilegio". SegnMalina, los sacerdotes del sol eran del ayllu Tarpuntay, unayllu noble pero no real, o sea de fuera del CUSCll (en Rowe,1967: 70, nota 31).

    Para conservar memoria de las cosas de la religin,los Incas tenan en el Cusca ms de mil hombres dedica-dos a eso, y con ellos se criaban otros desde nios, 10que implica que vivan en el Coricancha. (Coba, 1964:

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    T2, 148). Haba sortlegos gue venan d e la provincia deCoridesu yu (Cobo, op. cit. 224-5).

    3. NOBLEZA DE PROVINCIAS. Los hijos de los caciques delas provincias conquistadns deban residir en el Cusco, la fina-lidad puede haber

  • 4. ARTESANOS. Hemos sealado la existencia de dos gru-pos: aellas y artesanos especializados en determinado produc-to. Las actividades de las acllas eran varias: hilar y tejer obje-tos de calidad para el Sol, el Inca y la corte; elaborar la chichay la comida para las ceremonias oficiales y los ritos sagrados.Su residencia no se discute que era en el Cusco, en los dos Ac-lla-Huasi existentes, uno en el Coricancha y otro que formabaparte del Hatuncancha. En cambio el status y residencia de losartesanos especializados en un producto especfico merece unanlisis propio.

    Existan dos tipos de artesanos especializad os, linos tra-dos desde muy lejos y establecidos en el Cusco o cerca de l yrecompensados con tierras; y otros venidos de pueblos cerca-nos a la ciudad. De manera que ex