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EL LIDERAZGO TRANSFORMACIONAL. UNA CONSTRUCCIÓN TEÓRICA
DESDE LA PERSPECTIVA DE LA PEDAGOGÍA HUMANISTA
AUTOR: VICTOR A. MONTILLA F.
E-mail: [email protected]
Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA)
Docente Agregado del Decanato de Ingeniería Civil (DIC)
Teléfono: 0414-5109122 /0416-6531019 Fax: 0251-5148884,
Email: [email protected] y [email protected]
Dirección: Avenida Fuerzas Armadas con calle 53 y 54 número 53-38
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RESUMEN La investigación tuvo como propósito, generar una construcción teórica del
liderazgo transformacional desde la perspectiva de la pedagogía humanista. La metodología se fundamentó en el paradigma cualitativo y se utilizó el método fenomenológico-hermenéutico. La selección de los cinco (5) informantes clave se hizo bajo el criterio de ser docente de educación superior, con una larga trayectoria en el ejercicio pedagógico y que estuvieran en concordancia con la pedagogía humanista. Para recabar la información se empleó la entrevista a profundidad, de donde emergieron cinco categorías: docente universitario líder, pedagogía humanista, liderazgo, estudiante, educación superior y a su vez, cincuenta y nueve (59) subcategorías extraídas del discurso de los versionistas. Posteriormente, se realizó la interpretación de estas vivencias, saberes, anécdotas educativas con el soporte teórico del liderazgo transformacional y la pedagogía humanista. Desde la perspectiva axiológica, ontológica y teleológica, el factor común que radica en la excelencia de los docentes líderes humanistas es su apasionamiento al éxito de todos sus estudiantes. Finalmente, la aproximación teórica del liderazgo transformacional desde la perspectiva de la pedagogía humanista, brinda una alternativa a la educación superior en la búsqueda de nuevas maneras de formar a un ciudadano integral, ético, consciente y comprometido con su realidad social. Descriptores: Docencia universitaria, Liderazgo transformacional, Educación humanizadora, Formación integral y Pedagogía humanista.
ABSTRACT
The research was aimed to generate a theoretical construct of transformational
leadership from the perspective of the humanistic pedagogy. The methodology was based on the qualitative paradigm and the phenomenological-hermeneutical method was used. The selection of five (5) key informants was made under the criteria of there being a teacher of higher education, with a long pedagogical experience and aligned with the humanist pedagogy. The in depth interview was used to gather information from which five categories emerged: Leader professor, humanist pedagogy, leadership, student, higher education and in turn, fifty-nine (59) subcategories extracted from the discourse of the participants. Subsequently, an interpretation of these experiences, knowledges, educational anecdotes was made with the theoretical support of the transformational leadership and humanistic pedagogy. From the axiological, ontological and teleological perspective, the common factor that stands out in the excellence performance of the humanist leader teachers is their passion for the success of all their students. Finally, the theoretical approach of transformational leadership from the perspective of humanistic pedagogy provides an alternative to higher education in the search for new ways to create a comprehensive, ethical, conscious citizen committed to its social reality. Keywords: Leader professor, humanist pedagogy, leadership, student, higher education
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1. Introducción
El significado de la palabra liderazgo ha sufrido importantes cambios durante
el siglo XX. Con el paso del tiempo, la literatura sobre el tema ha ido abandonando
el enfoque personalista del líder incluyendo cada vez más a la persona o personas
que son lideradas. En los últimos años, se ha definido como una relación de
influencia en la que tanto líderes como colaboradores juegan un papel relevante.
Este enfoque se centra en la relación que el líder es capaz de crear con sus
seguidores o, en otras palabras, por qué siguen al líder sus seguidores. Varios
modelos modernos pueden encuadrarse dentro del paradigma relacional. Entre
ellos, el más conocido es el modelo del liderazgo transformador.
Asimismo, el liderazgo transformacional es un proceso a través del cual el líder
se desarrolla y promueve activamente el progreso de los colaboradores para
alcanzar propósitos de cambios y que conduzcan al bienestar personal,
organizacional. Sin embargo, muchos líderes actúan movidos por intereses
personales, ególatras, sin considerar el bienestar social y el desarrollo de sus
seguidores. A su vez, es un proceso que permite a los líderes modificar estructuras
y donde los seguidores pueden desarrollar la visión y misión presentada por el líder.
Otro aspecto relevante, es que existen líderes que no aceptan sugerencias de
sus seguidores convirtiéndose en verdaderos dictadores en sus contextos, (familia,
comunidad o país); constituyéndose en anti-líderes que no aceptan otros puntos de
vista y pueden llegar incluso a atentar contra la integridad físicas de quienes no
actúan como ellos desean. No obstante, el liderazgo transformacional considera que
la persona se convierte a sí mismo en otra forma de ser humano, es decir, en líder,
guiado por elementos éticos y morales que tienen el potencial de producir bienestar
para toda la organización.
Del mismo modo, desde los diferentes enfoques, estilos y tipos de liderazgo,
pasando por el carismático, situacional y dentro de un esquema de influencia,
implica también que el propósito o la visión está subordinada al líder y que los
“seguidores” deben obedecer y girar alrededor del líder. Por el contrario, el liderazgo
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transformacional remueve del líder el poder para influir, hacer, cambiar, transformar
y pone en la interdependencia, líder, colaborador y contexto, el proceso de toma de
decisiones y cambio. Asimismo, el líder transformacional es un promotor y facilitador
del desarrollo de otras personas, a quienes concibe como líderes potenciales, que
necesitan moverse hacia niveles éticos y morales cada vez más altos para
transformar la organización.
Conceptualmente, los líderes transformacionales son carismáticos,
proporcionan visión y sentido de misión, originan orgullo, obtienen respeto,
confianza, son inspiradores, comunican altas expectativas, utilizan símbolos para
evocar los esfuerzos, expresan los propósitos importantes de manera sencilla,
promueven la inteligencia, racionalidad y solución cuidadosa de problemas, da
atención personal, trata a sus seguidores de manera individual capacita y los
aconseja ante las situaciones de la vida diaria.
Es preciso destacar que esta investigación también transitó en el contexto
universitario de la pedagogía humanista. Tal como lo señala, Frabboni (2001), la
pedagogía forma parte junto con la psicología, biología, sociología, antropología y
didáctica de las ciencias de la educación, entre la que ocupa, por su bagaje histórico
y científico el puesto más relevante. El objetivo de la pedagogía es reflexionar de la
teoría y la práctica educativa para impulsar acciones concretas de transformación y
lograr un modelo congruente que responda, tanto en la teoría como en la práctica,
a las intencionalidades y el contexto universitario. El pedagogo es un estudioso del
problema educativo que reflexiona y revisa continuamente su proceso de
enseñanza y aprendizaje adaptado a las realidades de esta era del conocimiento.
Por tal motivo, surge la necesidad de una nueva visión y un nuevo modelo de
enseñanza de la educación superior, que debe ser centrado en el estudiante, lo cual
exige, en la mayor parte de los países, reformas curriculares y una política de
ampliación del acceso a dicho nivel, para acoger a categorías de personas cada vez
más diversas, así como una renovación de los contenidos, métodos, prácticas y
medios de trasmisión del saber, que han de basarse en nuevos tipos de vínculos de
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enseñanza y de colaboración con la comunidad y con los más amplios sectores de
la sociedad.
Por consiguiente, la necesidad de transformación educativa no escapa a
nuestro país, por lo tanto, para alcanzar estos objetivos, se hace necesario
reformular los planes de estudio y utilizar métodos nuevos adecuados de
enseñanzas que permitan superar además del dominio cognitivo de las asignaturas,
una nueva comprensión del mundo, para lo cual es determinante facilitar la
incorporación de nuevos planteamientos pedagógicos y didácticos que deben ser
fomentados para propiciar la adquisición de conocimientos prácticos y a su vez
desarrollar las aptitudes para la comunicación, trabajo en equipo y el liderazgo
transformacional.
2. Fundamento Teórico
2.1 Liderazgo
El Liderazgo siempre ha sido un tema apasionante, la palabra líder tiene más
de mil años de existencia, proviene de la raíz anglosajona “laedare” que significa
conducir a los viajeros por el camino. Mientras, que la palabra Líder proviene del
idioma inglés “leader”, que significa, guía, persona a la que un grupo sigue
reconociéndola como jefe u orientadora. También, la persona que dirige a un equipo
que va a la cabeza de una competición deportiva. La importancia del liderazgo en
la dirección de los asuntos humanos es aceptada universalmente. No hay
posibilidad de que una organización o sociedad sobreviva mucho tiempo sin líderes.
El líder es aquella persona que es capaz de influir en los demás, un líder es una
persona que guía a otros hacia una meta común y creando un ambiente en el cual
los otros miembros del equipo se sientan activamente involucrados en todo el
proceso. Un líder no es el jefe del equipo sino la persona que está comprometida a
llevar adelante la misión del Proyecto. Por su parte, el liderazgo es toda capacidad
que un individuo pueda tener para influir en un colectivo de personas, haciendo que
este colectivo trabaje con entusiasmo en el logro de objetivos comunes. Se entiende
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como la capacidad de tomar la iniciativa, gestionar, convocar, promover, incentivar,
motivar y evaluar a un grupo.
2.2 La naturaleza del liderazgo
El tema del liderazgo ha despertado el interés de historiadores y filósofos
desde la antigüedad, pero su estudio científico empezó apenas en el siglo XX Los
estudiosos y autores han presentado más de 350 definiciones del término liderazgo,
y que autoridades en la temática Bennis y Namus (1985) ha llegado a la conclusión
de que el liderazgo “es uno de los fenómenos más observados en la Tierra y uno de
los menos comprendidos”. (p. 4). Definir el liderazgo ha sido un problema complejo
y escurridizo, en gran parte, porque su esencia misma también es compleja. Incluso
se ha sugerido que el liderazgo no es sino un mito romántico, uno que podría estar
fundado en la falsa esperanza de que aparezca alguien que resolverá nuestros
problemas por arte de magia. Hay evidencia de que las personas cifran sus
esperanzas en líderes no siempre de forma muy realista. En años recientes, la visión
romántica o heroica del liderazgo ha quedado en entredicho, debido al gran avance
que ahora nos permite comprender que la verdadera esencia del liderazgo es una
influencia real y poderosa, tanto en las organizaciones como en las sociedades.
Los estudios sobre liderazgo son una disciplina joven de los siglos veinte y
veintiuno, mientras que el concepto de liderazgo sigue evolucionando. Por lo tanto,
el liderazgo es una relación de influencia que ocurre entre los líderes y sus
seguidores, mediante la cual las dos partes pretenden llegar a cambios y resultados
reales que reflejen los propósitos que comparten. Según Daft (2006) el liderazgo
implica influencia, ocurre entre personas, éstas tienen la intención de realizar
cambios importantes y éstos reflejan los propósitos que comparten los líderes y sus
seguidores. Influencia significa que la relación entre las personas no es pasiva. Sin
embargo, esta definición también entraña el concepto de que la influencia puede
seguir muchos caminos y que no es coercitiva.
Además, el liderazgo es una actividad de persona a persona y no es como el
papeleo administrativo ni la planeación de actividades. El liderazgo ocurre entre
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personas; es decir, no es algo que una parte le haga a otra. Dado que el liderazgo
atañe a las personas, necesariamente debe haber seguidores. Sostiene Daft (2006)
que los buenos líderes saben seguir y, así, son ejemplo para otros. La cuestión de
la intención o la voluntad significa que las personas tanto el líder como sus
seguidores participan activamente en la persecución del cambio que llevará a un
futuro deseado. Cada una de las personas asume su responsabilidad personal para
llegar a ese futuro deseado. Cabe destacar, que el liderazgo, en su mejor expresión,
es compartido por líderes y seguidores, todos ellos entregados a niveles más altos
de una responsabilidad que aceptan plenamente.
2.3 Liderazgo transformacional
En 1978 y a raíz de la publicación de su libro Leadership (manual de Liderazgo)
del especialista en Ciencias Políticas James Mcgregor Burns, se comenzó a hablar
del Liderazgo Transformacional o Transformador, donde explicaba este autor, que
el líder se ocupaba de los más pequeños detalles, pero de una clase diferente
detalles. Se interesa en las artes del pedagogo, del mentor, del lingüista para mejor
convertirse en el que forma los valores, los sentidos, el modelo. Su tarea es mucho
más dura que la del líder transaccional, porque él es el verdadero artista, el
verdadero explorador. Después de todo, él hacer la necesidad de transcendencia
que une a todos, e igualmente la manifiesta.
Por su parte, Burns (1978) explica que el liderazgo se ejerce cuando los seres
humanos que tienen ciertos motivos y propósitos movilizan, en competencias o en
luchas con otros, recursos institucionales, políticos, psicológicos y otros, para
despertar, comprometer y satisfacer las motivaciones de los seguidores. Asimismo,
afirma que el liderazgo, a diferencia del ejercicio de poder, es inseparable de las
necesidades y objetivos de los que le siguen. Sostiene este politólogo, que el
liderazgo transformacional ocurre cuando una o más personas se comprometen con
otras en tal forma que los líderes y seguidores alcanzan, estimulándose
mutuamente, niveles de motivación y de moralidad más elevados. A este tipo de
liderazgo se le dan diferentes calificativos: elevador, movilizador, inspirador,
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exaltador, levantador, exhortador y evangelizador. Sin embargo, este liderazgo se
hace moral en la medida en que eleva el nivel del comportamiento y de la aspiración
ética del que dirige y del dirigido, y así tiene un efecto transformador sobre ambos.
El liderazgo transformador es dinámico en el sentido de que los líderes caen en una
relación con sus seguidores que se sentirán elevados y con frecuencia se volverán
más activos.
Lussier y Achua (2011), expresan que el liderazgo transformacional sirve para
cambiar el estado de las cosas al articular con los seguidores los problemas en el
sistema actual y una visión atractiva de lo que podía ser la organización. Bass y
Abolio (1989), propusieron que el liderazgo transformacional se compone de cuatro
dimensiones del comportamiento y se refirieron a ellas como las cuatro I (por sus
siglas en inglés): influencia idealizada, motivación inspiradora, consideración
individual y estimulación intelectual. Las cuatros I han sido utilizadas en otras
disciplinas y culturas para explicar la relación transformacional entre líder y
seguidor.
Los líderes transformacionales, según Lussier y Achua (2011), entienden que,
a fin de hacer que los seguidores contribuyan por completo al proceso de
transformación, tiene que fortalecer la toma de decisiones y ofrecer respaldo para
hacer las cosas, alentar la creatividad, desafiar a los seguidores a repensar las
antiguas formas de hacer las cosas y a reexaminar viejos supuestos, fomentar la
colaboración y motivar y reforzar el comportamiento positivo, así como señalar y
reconocer los logros de los demás y celebrar los pequeños triunfos.
2.4 Pedagogía humanizadora
En un contexto de deshumanización y de violencia generada, el objetivo de
toda educación, no puede ser otro que recupere la dignidad de las personas y
enseñar a vivir humanamente. Señala Esclarín (2005), que en la actualidad se
necesita urgentemente una educación para despertar a la gente, para ayudarle a
ver y a mirar, para quitarles las vendas de los ojos, para producir compasión y
misericordia. Educación que recupera la aventura apasionante de llegar a ser
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persona, de volver de poner de moda al ser humano. Por su parte, Savater (1999),
sostiene que la principal tarea de la humanidad es producir más humanidad. Lo
principal no es producir más riqueza o desarrollo tecnológico, todas esas cosas que
no son por otra parte, desdeñables, sino que lo fundamental de la humanidad es
producir más humanidad más conscientes de los requisitos del ser humano.
Del mismo modo, la educación humanizadora es la que despierta al ser
humano que se lleva interiormente, que ayuda a construir una personalidad y
encauza a una vocación en este mundo. Se trata que los profesionales de hoy
desarrollen la semilla de sí mismo y no sumergirse en el conformismo y la sumisión.
Explica Esclarín (2005), vivir es hacerse, construirse, inventarse, desarrollar los
talentos y posibilidades, llegar a ser auténticamente libre. En el ser humano está la
posibilidad de gastar la vida en banalidad o mediocridad, o de llenarla de plenitud y
sentido. Es decir, se puede aumentar la violencia o construir la paz, o se destruye
la vida o se defiende dando más vida. Hoy son muy pocos quienes se atreven a
plantearse con seriedad y radicalidad hacer el camino de su vida con honestidad y
responsabilidad, en un plano netamente deontológico que utilitario. Los seres
humanos piensan que vivir es seguir rutinariamente los caminos que marcan las
modas, las propagandas, el mercado, las costumbres, los dirigentes, una
religiosidad desencarnada, hecha a la medida de sus temores y caprichos. El
conformismo, el hedonismo, el consumismo, la superficialidad y la falta de
autenticidad personal se imponen como medios de alcanzar la plenitud y obtener la
felicidad.
En síntesis, la educación humanizadora, debe enseñar a vivir, a defender la
vida, a asumirla como tarea, como proyecto. Asevera Esclarín (2005), el proyecto
debe responder al sueño que uno tiene de sí mismo, anticipar a la persona que uno
puede llegar a ser. Educar es ayudar a cada estudiante a conocerse, valorarse y
emprender con honestidad el camino de la propia realización. El único conocimiento
realmente importante es el conocimiento de sí mismo: “conócete, quiérete, sé tú
mismo, atrévete a vivir, a amar y a ser libre”, se debe convertir en el objetivo esencial
de todo autentico educador, de todo educador humanista.
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En conclusión, toda pedagogía responde necesariamente a la filosofía
educativa, es decir, a la concepción que se tiene de la educación y de la persona
que se pretende formar. La educación humanizadora está orientada al desarrollo
pleno e integral de la persona, requiere de una pedagogía comprometida en la
transformación de la cultura tradicional de los centros y de las prácticas autoritarias,
bancaria y transmisivas que imposibilitan que las personas puedan alcanzar su
plenitud. Pedagogía de la indignación y el desacuerdo, que combata todo tipo de
discriminación, autoritarismo, rutina y sinsentido pero también una pedagogía
propositiva que ayuda a reflexionar y transformar las prácticas, a superar las
incoherencias, y es capaz de construir caminos educativos alternativos, que
promuevan la autonomía y el crecimiento.
3. Consideraciones Metodológicas
La investigación se desarrolló en el paradigma cualitativo que tiene como
objetivo la descripción de las cualidades de un fenómeno y donde se pueda abarcar
una parte de la realidad. En el ámbito educativo, la enseñanza se concibe en la
actualidad como una actividad investigadora y esta a su vez como un proceso
reflexivo realizado por el docente con la finalidad de mejorar la práctica educativa.
La Torre (2003) expresa que la enseñanza deja de ser un fenómeno natural para
convertirse en un fenómeno social y cultural, así como en una práctica social
compleja e interpretada por el profesorado.
En lo que respecta al método de investigación, este trabajo se enmarcó en el
método fenomenológico del paradigma cualitativo. La fenomenología surge en la
filosofía contemporánea bajo una influencia del pensamiento existencialista.
Expresa Barragán (1994), la fenomenología como método pretende llegar a una
visión intelectiva del objeto por medio de la intuición. La intuición siempre hace
preferencia a lo inmediatamente dado, a las cosas. La fenomenología parte del
hecho total del conocimiento humano. Su interés es hacer una descripción de los
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fenómenos o hechos del conocimiento tal como se puede ver en la experiencia
inmediata.
El conocimiento se concibe como comprensión esencial de un mundo, cuyo
acceso resulta mediatizado por las construcciones simbólicas del sujeto
investigador. Siguiendo esta línea del paradigma cualitativo y con un método
fenomenológico la investigación se realizó en el enfoque interpretativo –
hermenéutico. Para Martínez, (citando a Dilthey, 1997) la hermenéutica es el
proceso por medio del cual conocemos la vida psíquica con la ayuda de signos
sensibles que son su manifestación y que tienen como misión descubrir ciertos
significados de las cosas, interpretar lo mejor posible las palabras, los escritos, los
textos y los gestos, así como cualquier acto u obra, pero conservando su
singularidad en el contexto de que forma parte.
En este particular, Martínez (1997), implica al proceso de categorización,
análisis e interpretación que emergieron del propio contexto, llevándonos hacia la
reformulación, reconstrucción, ampliación o corrección de construcciones teóricas;
que según el autor, representa un arduo trabajo de teorización, consistente en
descubrir, confrontar, diferenciar, añadir, ordenar, establecer nexos, develar
categorías y relacionarlas entre sí. Por su parte, los actores sociales seleccionados
de esta investigación corresponden a cinco docentes del Decanato de Ingeniería
Civil de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA).
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4. Hallazgos
Cuadro 1. Interpretación categoría docente universitario líder
Fuente: Elaboración propia.
Categoría 1: Docente universitario líder
Subcategoría del discurso emergente
1 2 3 4 5
Investigador Formación de
talentos Vocación docente Maestro Dominio
cognoscitivo
Carisma Empatía
Humildad Sencillez
Modelaje del docente
Diversidad y pluralidad de la enseñanza
Ética profesional Integridad
Interpretación
El docente líder tiene la decisión personal de asumir la responsabilidad de influir, integrar, orientar, representar los intereses del grupo en la consecución de los objetivos comunes. No es una función espontánea, requiere de un acto de voluntad del docente y los estudiantes. Existen muchos docentes que cuentan con todas las habilidades y capacidades para ser autoridades en la universidad, jefe de departamento y de cátedra; sin embargo, no tienen la motivación o no quieren sentir la carga de conducir a otros. Prefieren dedicarse a cumplir sus funciones individuales y no asumir una responsabilidad colectiva. Esta decisión del docente líder tiene su base en los valores y en la misión personal que cada quien ha definido para sí mismo. El liderazgo implica generosidad, responsabilidad y actitud de servicio. Se fundamenta en la filosofía personal que define qué y cómo debe ser vivida la vida; que es el ser humano, la sociedad, la relación humana, el trabajo, la política, la explicación religiosa o trascendente de cada quien. Casares (2011) afirma que el nuevo papel del docente líder moderno es el que dirige, orienta, vincula, construye sentido y fortalece los esfuerzos de sus estudiantes hacia una sociedad en continuo aprendizaje; hacia una sociedad con mayor libertad física, igualdad y justicia; hacia un planeta sin violencia y sin hambre, y con un ambiente sustentable, hacia una sociedad de múltiples alternativas; hacia un mundo cargado de incertidumbre, donde más que nunca la frase de Heráclito cobra vigencia: lo único permanente es el cambio.
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Cuadro 2. Interpretación categoría pedagogía humanista
Fuente: Elaboración propia.
Categoría 2: Pedagogía Humanista
Subcategoría de discurso emergente
1 2 3 4 5 Valoración personal
Espiritualidad
Visión del futuro
Calidad académica
Manejo y resolución de
conflictos
Técnicas de estudio
Inteligencia emocional
Orientación integral
Bienestar del ser humano
Rol del docente
Transversalidad de contenidos
Motivación al
estudiante
Currículo integral
Desarrollo personal
Vs. Desarrollo académico
Fortalecimiento de las
relaciones humanas
Autodesarrollo
Valores humanos
Formación de ciudadanos
Consideración individualizada del estudiante
Servicio comunitario
Transformación universitaria
Interpretación
La pedagogía es la ciencia que aporta la fundamentación teórica, tecnológica y axiológica dirigida a explicar, interpretar, decidir y ordenar la práctica de la educación. Mientras, que la educación es algo específico y exclusivo de la naturaleza humana. Desde que el ser humano existe, ha necesitado de la educación. Por consiguiente, reflexionar sobre educación sin referirnos a la persona es algo imposible, ya que es algo propio y exclusivo de la naturaleza humana. Según Pérez Esclarín (2008), toda pedagogía responde necesariamente a la filosofía educativa, es decir, a la concepción que se tiene de la educación y de la persona que se pretende formar. Una propuesta educativa debe promover la formación integral de las personas, de modo que puedan desarrollar todas sus potencialidades y se constituyan en los protagonistas del proyecto de sus vidas.
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Cuadro 3. Interpretación categoría liderazgo.
Fuente: Elaboración propia.
Categoría 3: Liderazgo
Subcategoría de discurso emergente
1 2 3 4 5
Gerencia de
recursos Dirección
de personas
Estímulo al éxito
Líder en diversidad
de contextos
Toma de decisiones
consensuadas Comunicación
eficaz
Compromiso profesional
Responsabilidad con los
seguidores
Dominio del conocimiento
Logro de objetivos
Persuasión del líder
Interpretación
El tema de liderazgo ha generado emoción e interés desde la Antigüedad. Cuando las personas piensan respecto al liderazgo, viene a la mente imágenes de individuos dinámicos y poderosos quienes dirigen ejércitos victoriosos, moldean los sucesos de las naciones, crean religiones o dirigen imperios corporativos. Por su parte, Luissier y Achua (2011) explican que el liderazgo “es el proceso de influencia entre líderes y seguidores para lograr los objetivos organizacionales por medio del cambio”. (p.6). Por consiguiente, todo líder debe velar y custodiar a sus seguidores, es decir, sin seguidores no hay líderes, muchas veces los líderes se les olvida esta titánica misión de proteger a sus acompañantes. Un líder que escucha, aprende y da oportunidad a sus seguidores inconscientemente ese líder convierte un eslabón emocional con sus discípulos. El líder debe desarrollar al máximo la cohesión grupal y estos se observa en los deportes, en maestros de escuelas, líderes políticos y religiosos que marcaron una huella imborrable para la vida de sus incondicionales.
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Cuadro 4. Interpretación categoría estudiante
Fuente: Elaboración propia.
Categoría 4: Estudiante
Subcategoría de discurso emergente
1 2 3 4 5
Felicidad Crecimiento
personal Formación de
la madurez Compromiso
con sus metas
Sueños Transformaciones
Entusiasmo
Centro de la educación
Exigencia de calidad educativa
de los docentes
Aprendizaje constante
Interpretación
El estudiante es el personaje más importante del centro educativo, sin importar su sexo, raza, familia, color, religión, clase social, todos son iguales y al mismo tiempo diferentes, con el derecho y la obligación de realizarse en plenitud. Los directivos, docentes, los administrativos y obreros, los programas, la distribución de los horarios, tiempos y espacios, las actividades deben estar al servicio de los estudiantes, en función de sus aprendizajes, de su crecimiento integral y de sus derechos de recibir una educación de calidad. Centro de la educación: el curriculum universitario y todas las políticas educativas que desarrollan este sector tienen que tener como centro al “estudiante”, sí la orientación educativa está dirigida a otro frente de la comunidad universitaria se estaría perdiendo el deber ser de la educación superior. La vitalidad y el aire que enriquece a los centros universitarios es la presencia de los estudiantes (materia prima del sistema educativo), sin ellos la presencia de los docentes no sería necesaria en la función de enseñar. Pérez Esclarín (2005) asevera que una pedagogía centrada en el estudiante necesariamente debe ser una pedagogía de aprendizaje, más que de la enseñanza. Para lograr la pedagogía del aprendizaje, el docente no es el que enseña muchas cosas, ni tampoco el que ha logrado varios títulos importantes, sino el que logra que sus estudiantes aprendan efectivamente lo que tienen que aprender. También, los que logran la motivación y atención de los estudiantes, despertando su reflexión sobre lo que aprenden y son capaces de construir sus aprendizajes de un modo significativo para su vida personal y profesional. El docente que busca fomentar el aprendizaje de sus educandos promueve prácticas pedagógicas y a su vez, la solución de problemas, la reflexión, la investigación, la colaboración y la autonomía.
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Cuadro 5. Interpretación categoría educación superior.
Categoría 5: Educación Superior
Subcategoría de discurso emergente
1 2 3 4 5
Mundo de conocimiento Aprendizaje permanente Superación
personal
Estatus educativo
Crecimiento pedagógico del docente
Proceso educativo Desarrollo
del ser humano
Progreso del país
Preparación para el
mercado laboral
Interpretación
La Educación Superior es la etapa en el proceso educativo que se encarga de formar a los profesionales de una nación. La educación es la vida misma y por ello la universidad aspira a que sus estudiantes sean los actores privilegiados y que se reconozcan como sujeto consciente y crítico hacia la formación profesional. Al ritmo como va avanzando la educación superior se va desarrollando el país producto de mejorar el aparato productivo nacional y donde las universidades se involucran con proyectos de investigación, innovación y cambios tecnológicos y cibernéticos para convertir al país en una referencia internacional. La UNESCO (1995) expresa que la educación superior es una de las piezas claves para poner en marcha los procesos necesarios para enfrentar los desafíos del mundo moderno. Por lo tanto, se requiere una visión de educación superior, que combine las exigencias de universalidad del aprendizaje superior, con el imperativo de mayor pertinencia, con el fin de responder a las expectativas de la sociedad en que funciona. La educación superior se presenta en Latinoamérica como el punto elevado de la formación educativa del ser humano y donde el estudiante adquiere una base sólida para ejercer una profesión. Tunnerman (1996), afirma que la educación está llamada a constituirse en la inversión prioritaria de nuestros países. Sin embargo, existe un debate internacional toda una escuela de pensamiento que pone en duda, para los países en desarrollo, la eficacia y prioridad de inversiones destinada a la educación superior. Por su parte, Yarzábal (1998), explica que la educación superior comprende todo tipo de estudios, formación o de formación para la investigación en el nivel post-secundario, impartidos por una universidad u otros establecimientos de enseñanzas que estén acreditados por las autoridades competentes del estado como centros de enseñanza superior. Además, el informe de la Comisión Internacional sobre la educación para el Siglo XXI (1998), presidida por Jaques Delors afirma que la educación se comprenda
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Fuente: Elaboración propia.
5. Reflexiones finales del investigador
Después de haber procesado y analizado toda la información que emergió de
este proceso heurístico, la etapa siguiente está representada por la construcción
teórica, ya que constituye el aporte sustantivo que hace el investigador cualitativo.
Teppa (2012), afirma que el proceso de construcción de teorías es sinónimo de
teorización o producción de teorías, y está sumamente vinculado con la
categorización. Una vez que las categorías están procesadas, codificadas,
identificadas, clasificadas y agrupadas y bien redactadas se puede proseguir con el
proceso de perfeccionamiento y producción intelectual, con la finalidad de elaborar
síntesis explicativas, modelos o teorías.
Por su parte, una resignificación conceptual explica que el docente
universitario líder, a través del liderazgo transformacional, crea una sinergia positiva
y el ambiente propicio para que la labor de la enseñanza y el aprendizaje lleguen a
sus cotas más altas. Tiene la obligación de buscar los distintos caminos que cada
tipo de inteligencia sigue para llegar a conocer; por tanto, adopta una postura activa
y no repite rutinariamente las mismas ideas, ni sigue los mismos procesos mentales,
como un viaje interior que dura toda la vida y cuyos hitos son conocimientos, meditación y autocrítica. También, La Conferencia Mundial sobre la Educación Superior, presentada en su declaración final y marco de acción señalado en el artículo 9 de los métodos educativos innovadores: pensamiento crítico y creatividad, señala que las Instituciones de Educación Superior deben formar a los estudiantes para que se conviertan en ciudadanos bien informados y profundamente motivados, provistos de un sentido crítico y capaces de analizar los problemas de la sociedad, aplicar éstos y asumir responsabilidades sociales. La educación superior o la “universidad” como su nombre lo indica un universo de ideas, de intercambio de saberes tecnológicos, experimentales, sociales, humanístico y artístico donde conjugan en una formación académica. La universidad está concebido como tal en el artículo 1, capítulo 1, título 1 de la Ley Nacional de Universidades (1970) donde se expresa de la siguiente manera: “La universidad es una comunidad de intereses espirituales que une a profesores y estudiantes en la búsqueda de la verdad y en la reafirmación de los valores trascendentales”.
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sino que explora hasta encontrar la forma de aprender de cada quien. Se
compromete con su trabajo teniendo expectativas favorables de las disposiciones y
actitudes de sus educandos. Nunca deja de exigir lo que el estudiante puede
alcanzar por sus medios, pero facilita el cauce para que logre el camino más idóneo.
Igualmente, desde una postura vivencial y como un factor de cambio, se debe
entender que el centro educativo no es tanto el lugar donde él va a enseñar, sino
que es donde él va a aprender a enseñar. La práctica y la reflexión sobre ella es
elemento primordial para construir el proceso de la propia formación –
transformación. La práctica educativa tiene que entenderse como un proceso de
investigación más que como un procedimiento de aplicación. La universidad, más
que ofrecer información, debe provocar su reconstrucción crítica, su propia y
permanente transformación. El reto es lograr que el docente líder investigue y
reflexione en la acción y sobre la acción, para transformarla y transformarse, que
cuestione continuamente lo que hace, haga esa reflexión y ese aprendizaje que
promueve cambios cualitativos en su actuar. Un pedagogo humanista que somete
a una crítica severa su relación con el saber, con el enseñar y con el aprender.
En este sentido, la construcción teórica emergente, del docente universitario
líder, se representa; como un investigador, que transmite conocimientos
actualizados a los estudiantes, buscando la formación de talentos distinguidos por
la excelencia. La humildad y la sencillez resaltan de su personalidad, enseñan con
pasión producto de su vocación docente conquistando el título de maestro y de
modelo a seguir. Cualidades como la empatía y el dominio cognoscitivo fortalecen
la relación docente-estudiante dejando huellas que no se borran jamás y lo especial
es que el educador aflora su carisma. Para ellos el aula es el lugar donde se
manifiesta la diversidad y la pluralidad de la enseñanza, todos tienen cabida, en el
marco de la ética profesional e integridad que encausa a todos los participantes en
un mismo camino. (Gráfico 1)
Desde la perspectiva axiológica, ontológica y teleológica, el factor común que
radica en la excelencia de los docentes humanistas es su apasionamiento al éxito
de todos sus estudiantes. Esto se realiza a través del espíritu de la clase; su sentido
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de humor, afecto interpersonal, paciencia, empatía y apoyo de la autoestima de los
estudiantes; mediante su práctica profesional en clase, empleando un conjunto de
enfoques que promueven el aprendizaje colaborativo. Cuando los estudiantes
aprecian al profesor como una persona que está comprometida con un campo de
estudio y con una formación continua, les resulta mucho más fácil asumir su
compromiso de estudiar y entrar a clase.
Sobre la base de estas premisas, el rol del pedagogo humanista, es conseguir
que los estudiantes aprendan y esto se convierte en el docente una cuestión de
inspiración mediante el ejemplo, en vez de imposición y obediencia. Sin una relación
de confianza y respeto entre estudiantes y docentes se minimiza la capacidad que
tienen todos de trabajar en colaboración y de afrontar el tipo de riesgo que exige el
aprendizaje. En cierto modo, el pedagogo humanista tiene una consciencia
vocacional; donde se apodera de la personalidad del docente, que está dispuesto a
hacer todo lo posible en su virtud y encuentra en ella la gratificación interior y la
finalidad de su vida.
Como desiderata, y develando mi intencionalidad teórica, la pedagogía
humanista parte de la valoración personal, es el ser humano el centro de todo, busca
el bienestar, fortalece las relaciones humanas y transmite los valores humanos
mediante una formación ciudadana en un contexto de espiritualidad con visión de
futuro. Se desarrolla en el curriculum integral a través de la transversalidad de los
contenidos relacionando el desarrollo personal con el profesional, por medio de la
orientación integral, el autodesarrollo, la inteligencia emocional, el manejo y
resolución de conflicto, las técnicas de estudios, y el servicio comunitario. El rol del
docente es la esencia de esta didáctica motivando al estudiante y brindándole una
consideración individualizada para lograr la calidad académica y la transformación
universitaria.
La presente investigación me permitió realizar un profundo arqueo teórico
acerca del liderazgo. Con respecto a Kouses y Posner (2005), desarrollaron una
teoría llamada liderazgo y seguidores, que pertenece al enfoque transformacional.
De acuerdo con estos autores, un líder es visto como alguien que tiene la capacidad
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para transformar una organización por medio de una perspectiva poderosa y un
conjunto de competencias. Postulan que son los seguidores los que hacen poderoso
al líder. Estos autores presentan cinco prácticas para realizar el ejercicio del
liderazgo:
Modelar el camino: los líderes establecen principios relativos a la forma en que
las personas deben trabajar, crean estándares y luego establecen un ejemplo para
que lo sigan los demás.
Inspirar una visión compartida: creen apasionadamente que pueden hacer una
diferencia, tienen una visión hacia el futuro y la comparten con sus seguidores.
Poner en duda el proceso: buscan una forma constante de mejora.
Permitir actuar a otros: cultivan relaciones sólidas y mutuas con otros, forman
equipos y los involucran en forma activa.
Fomentar la pasión: logran resultados extraordinarios en las organizaciones
mediante el reconocimiento de su gente. El compromiso emocional es el impulsor
más poderoso del comportamiento individual, más que la comprensión intelectual.
De lo anterior, se interpreta que el liderazgo es una relación recíproca entre
aquellos que deciden conducir y aquellos que deciden seguir, cualquier
consideración parte de la dinámica de esta relación. Hablar de cambios, estrategias,
tácticas, capacidades y prácticas a su vez son acciones vacías, sino se comprende
las aspiraciones humanas que conectan en un eslabón emocional a los líderes con
sus seguidores. En cierto modo es una realidad intangible, es como un arte
escénico, un encuentro, es algo que se experimenta con la interacción del líder con
otros seres humanos. El liderazgo transformacional influye sobre los seguidores
para que trascienda sus propios intereses por el bienestar del grupo, organización
o comunidad, al mismo que aumentan las expectativas sobre sus propias
habilidades y su deseo de asumir riesgos.
Por consiguiente, como autor y desde la cotidianidad, conceptualizo el
liderazgo, como el ejercicio que manifiesta la capacidad del líder de
responsabilizarse por sus seguidores, buscando el logro de los objetivos mediante
la dirección de personas y gerenciando los recursos, a través, del dominio del
21
conocimiento y la persuasión. Demostrando un compromiso profesional en la
diversidad de contextos, por medio de una comunicación eficaz, estimulando al éxito
a sus seguidores y tomando decisiones consensuadas.
Con la óptica de la visión filosófica y ontológica, educar es ayudar a cada
estudiante a ser lo que está llamado a ser. A quererse, aceptarse y potenciar sus
talentos y posibilidades, sabiendo que es único en el mundo, que no hay nadie como
él. Por lo tanto, si aceptamos que cada quien es diferente a los demás, los docentes
están llamados a ayudar en el proceso de enseñanza y aprendizaje que consolide
su desarrollo personal. Es decir, cada estudiante deberá ser evaluado a partir de
sus dificultades y avances, formándolo como un profesional competente y
cooperador, de modo que pueda vivir su realización en el servicio a los demás.
En armonía con todo lo expuesto en estas líneas, construyo teóricamente la
conceptualización del estudiante como el centro de la educación y el sentido de todo
accionar pedagógico, el cual exige la calidad educativa de los docentes para poder
desarrollar un aprendizaje constante. Éstos se comprometen con las metas
obteniendo un crecimiento personal que consolida su formación producto de la
madurez. Es sinónimo de felicidad de eudemonia que llamaba Aristóteles donde en
su transitar académico vive a plenitud sus sueños, transformaciones lleno de mucho
entusiasmo.
Asimismo, las universidades han sido garantes durante siglos de las funciones
tradicionales asociadas al progreso, la construcción del conocimiento y a la
transmisión del saber, haciendo suyos conceptos como investigación, innovación,
enseñanza, formación, educación permanente.
En el nivel superior la enseñanza se ha configurado desde los tiempos de la
filosofía medieval como uno de los motores del desarrollo económico de la sociedad
y uno de los polos de la educación a lo largo de la vida, sin embargo la educación
superior se encuentra sumergida en una franca crisis. Las causas de esta situación
son múltiples; el desempleo que sufren los egresados, la masificación de las aulas,
la pérdida del monopolio absoluto que detentaba la enseñanza superior, el
desequilibrio entre categorías de titulados disponibles, los sueldos bajos de los
22
docentes, el extremo ajuste del presupuesto universitario y las críticas a la didáctica
que se suelen emplear.
Desde el punto de vista de la universidad, se busca reformar la propuesta
formativa ya que sigue siendo rígida, caduca, trasnochada, y en ella, las unidades
de enseñanzas se encuentran estáticas, mientras que los planes de estudio son
muy especializados y la formación aparece de una forma fragmentada. Todas estas
circunstancias han hecho que las casas de estudio se encuentren en una
encrucijada de la desconfianza que inspira en el seno de la sociedad. Sin embargo,
de las acciones depende que esa imagen tan negativa se pueda cambiar a una
mucho más positiva, en la que se instaure otro tipo de estructuras, metodologías,
proyectos, que recuperen la confianza en las instituciones educativas de nivel
superior.
En cuanto a la aproximación teórica de la educación superior se refiere al
sistema donde se estudia una carrera profesional y se obtiene una titulación, para
afianzar el progreso del país. Es un proceso educativo donde interviene la relación
docente – estudiante en un mundo de conocimientos y aprendizaje permanente. En
comparación a los otros niveles de educación permanente alcanza un estatus
educativo mediante el crecimiento pedagógico del docente, para la preparación de
sus estudiantes al mercado laboral, fortaleciendo la superación personal y el
desarrollo como ser humano.
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Grafico 1. Representación gráfica de la construcción teórica
Fuente: Elaboración propia.
24
6. Referencias Bibliográficas
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25
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