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1 EL HOMBRE Y LA REVOLUCION. La admirable alarma Algunos de los lectores que se han interesado a nuestro trabajo sobre Don José Artigas, trabajo que titulé “Vida pasión y muerte de Don José Gervasio Artigas”, me han reclamado ciertas precisiones sobre el sentido del título, lo que me lleva a estas explicaciones. La expresión “Vida, pasión y muerte” pretende sintetizar en tres palabras las etapas de la vida de un hombre, lo que no es fácil. Menos fácil aún es si ese hombre es nuestro Don José Artigas. “Vida”, intenta mostrar sus vivencias de niño, de adolescente y de hombre, antes de ese cataclismo que fué para él la Revolución. Intenté mostrar sus abuelos y abuelas, que lo quisieron con la “profundidad” de los abuelos y abuelas de esa época y de ese medio, mostrar a sus padres, que también se dieron de lleno a él y a sus hermanos, mostrar sus tíos, su esposa, su suegra, sus vivencias amorosas de Isabel y sus consecuencias, sus vivencias charrúas, también con sus consecuencias, en fin, todos esos elementos que hicieron de él el hombre que fué. Que nos perdonen los lectores, alguien que pretende escribir historia tiene que dejar de lado lo emotivo y ser racional. Pero escribir historia sin lo emotivo es irracional. “Pasión”, pasión es la revolución. Nuestro Don José se dió a la revolución, dió todo por ese su Pueblo Oriental que tanto lo amó 1 , pero dio asimismo mucho por otros pueblos, por Entre Ríos, por Córdoba, por Corrientes, por las Misiones. Para abatir su genio político, su carisma, su calidad humana, su visión geo- política de la América del Sur, fué necesario que se sumaran los esfuerzos de la España desiliquibrada de Fernando VII, las pretensiones imperialistas de Portugal con su lamentable Príncipe Regente y su intrigante esposa, la Infanta Carlota Joaquina, 2 los intereses económicos de una Inglaterra mercantilista, los deseos de poder de un Elío y un Vigodet, las miserias de los “próceres de 1 Por ese su Pueblo Oriental sacrificó muchas cosas importantes para él, sacrificó a Isabel y sus Juan Manuel, María Clemencia y María Agustina, sacrificó a Rafaela y su José María, sacrificó a Melchora y sus Santiago y María... 2 Carlota Joaquina de Borbon (1775 - 1830) Hija primogénita del Rey Carlos IV de España ; a los 10 años la casaron con el Príncipe Juan, de Portugal. En 1805, su marido descubre una conspiración tramada contra él por su propia esposa; la separa de la Corte y le da como residencia el palacio de Queluz. Cuando la Corte portuguesa se traslada a Río de Janeiro continúan viviendo separados, cada uno en su palacio, reuniéndose apenas cuando estaban obligados por alguna solemnidad pública.

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    EL HOMBRE Y LA REVOLUCION.

    La admirable alarma

    Algunos de los lectores que se han interesado a nuestro trabajo sobre Don José

    Artigas, trabajo que titulé “Vida pasión y muerte de Don José Gervasio Artigas”,

    me han reclamado ciertas precisiones sobre el sentido del título, lo que me lleva

    a estas explicaciones.

    La expresión “Vida, pasión y muerte” pretende sintetizar en tres palabras las

    etapas de la vida de un hombre, lo que no es fácil. Menos fácil aún es si ese

    hombre es nuestro Don José Artigas.

    “Vida”, intenta mostrar sus vivencias de niño, de adolescente y de hombre,

    antes de ese cataclismo que fué para él la Revolución. Intenté mostrar sus

    abuelos y abuelas, que lo quisieron con la “profundidad” de los abuelos y

    abuelas de esa época y de ese medio, mostrar a sus padres, que también se

    dieron de lleno a él y a sus hermanos, mostrar sus tíos, su esposa, su suegra,

    sus vivencias amorosas de Isabel y sus consecuencias, sus vivencias charrúas,

    también con sus consecuencias, en fin, todos esos elementos que hicieron de

    él el hombre que fué.

    Que nos perdonen los lectores, alguien que pretende escribir historia tiene que

    dejar de lado lo emotivo y ser racional. Pero escribir historia sin lo emotivo es

    irracional.

    “Pasión”, pasión es la revolución. Nuestro Don José se dió a la revolución, dió

    todo por ese su Pueblo Oriental que tanto lo amó 1, pero dio asimismo mucho

    por otros pueblos, por Entre Ríos, por Córdoba, por Corrientes, por las

    Misiones.

    Para abatir su genio político, su carisma, su calidad humana, su visión geo-

    política de la América del Sur, fué necesario que se sumaran los esfuerzos de

    la España desiliquibrada de Fernando VII, las pretensiones imperialistas de

    Portugal con su lamentable Príncipe Regente y su intrigante esposa, la Infanta

    Carlota Joaquina, 2 los intereses económicos de una Inglaterra mercantilista,

    los deseos de poder de un Elío y un Vigodet, las miserias de los “próceres de

    1 Por ese su Pueblo Oriental sacrificó muchas cosas importantes para él, sacrificó a Isabel y susJuan Manuel, María Clemencia y María Agustina, sacrificó a Rafaela y su José María, sacrificó aMelchora y sus Santiago y María...

    2 Carlota Joaquina de Borbon (1775 - 1830) Hija primogénita del Rey Carlos IV de España ; a los10 años la casaron con el Príncipe Juan, de Portugal.En 1805, su marido descubre una conspiración tramada contra él por su propia esposa; la separa dela Corte y le da como residencia el palacio de Queluz.Cuando la Corte portuguesa se traslada a Río de Janeiro continúan viviendo separados, cada uno ensu palacio, reuniéndose apenas cuando estaban obligados por alguna solemnidad pública.

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    mayo” que no tenían la menor idea de lo que habían provocado y que,

    completamente desorientados, clamaban a cualquier poder extranjero que los

    mantuviera en el poder, las miserias de los caudillos y caudillitos del litoral

    argentino que ensoberbecidos por el transitorio poder que ocasinalmente

    lograron se dejaron envolver facilmente por el “espejo porteño” y no fueron

    capaces de ver lo que el artiguismo les ofrecía.

    “Muerte”, ya tendremos ocasión de sumergirnos en esos 30 años de muerte

    que van desde el pasaje del paso de la Candelaria hasta su entrada en la

    inmortalidad.

    El primer tomo de nuestro trabajo llegó pues hasta mayo de 1810. En mayo de

    1810, con sus 46 años bien cumplidos nuestro Don José tenía al menos dos

    hijos con Isabel Velazco : Juan Manuel, ya un hombrecito de 19 años, para esa

    época posiblemente ya todo un hombre y su hermana María Clemencia. La otra

    hermana había muerto de corta edad. No sabemos si a esa fecha su relación

    con la madre continuaba.

    De su matrimonio con Rosalía tenía su hijo José María que ya contaba cuatro

    años y su hermana Petrona Josefa de sólo seis meses, la hermanita Francisca

    Eulalia había muerto muy pequeña puesto que en agosto de 1809, cuando

    Artigas escribe a su suegra desde Paso de Polancos, solamente hace

    referencia a José María.1

    Profesionalmente era en esos momentos Capitán del Regimiento de Milicias de

    Caballería de Montevideo, Ayudante Mayor del Cuerpo de Caballería de

    Blandengues de la frontera de Montevideo, ocupando alternativamente los

    puestos de Comandante interino de la Colonia del Sacramento y Comisario del

    Cordón y de la Aguada.

    Mayo de 1810 fue un mes que habría de marcar para siempre los destinos del

    Virreynato del Río de la Plata, en cuyos acontecimientos posteriores nuestro

    Don José Artigas habría de jugar un papel tan importante. Los hechos de mayo

    de 1810 irán a modificar substancialmente su quehacer.

    Estamos obligados a detenernos un poco este singular período. Sobre la

    Revolución de Mayo se ha escrito mucho y se sigue escribiendo aún, en

    versiones muy encontradas. No es objeto de nuestro trabajo un análisis en

    profundidad de ese acontecimiento, apenas trataremos de dar algunos

    elementos que dejamos librados al criterio del lector.

    1Isidoro de María: "Rasgos Biográficos de Hombres Notables de la República Oriental delUruguay". Montevideo. 1879. Libro 1°, pág.10. Francisco Bauzá: "Historia de la dominación española en el Uruguay". 1a.edición. Montevideo. 1882. Tomo III, pág. 207 Lorenzo Barbagelata: Artigas antes de 1810". 2a. edición. Montevideo. 1945. Pág. 174.

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    En enero de 1810 el ejército español pierde la batalla de las Navas de Tolosa

    contra las fuerzas francesas lo que permitió a éstas ocupar Andalucía y con ello

    completar el dominio de Napoleón sobre el resto del país.

    Solamente quedaron en territorio español algunas guerrillas aisladas y algunas

    Plazas fuertes que resistían aún, entre ellas Cádiz, que podía aún mantener su

    resistencia gracias a su posición geografica junto a una bahía lo que le permitía

    abastecerse por medio de la flota inglesa y soportar una largo sitio.

    Es entonces en la bahía de Cádiz, en la isla de León, donde se instala un

    Consejo de Regencia que remplaza la Junta Central española y que toma la

    representación del reino español.

    Estos son, muy resumidos, los hechos españoles que van a repercutir en las

    colonias españolas.

    El 15 de mayo de 1810 ancla en Montevideo la fragata inglesa Juan París

    trayendo la noticia de los hechos en España y en particular la noticia de la

    instauración del Consejo de Regencia en substitución de la Junta Central.

    Una semana después, el 21 de mayo de 1810, el Virrey Cisneros publica un

    bando con las noticias llegadas en el barco inglés.

    Los hechos ocurridos en España eran fuente particular de preocupación para

    el Señor Virrey en la medida que su nombramiento provenia de la Junta Central

    y ésta no existia más, había sido substituída por el Consejo de Regencia. Ese

    mismo día sesiona el Cabildo de Buenos Aires, citado para analizar la situación

    política.

    En esa sesión el Alcalde de Primer Voto y el Síndico informaron que el día

    anterior se les habían presentado “algunos de los Comandantes de los cuerpos

    de la guarnición y varios individuos particulares” diciéndoles que “el pueblo”,

    sabedor de lo que pasaba en España, vacilaba sobre su actual situación y

    sobre su suerte futura”.1

    Ante este hecho inesperado el Alcalde de Primer Voto fue de inmediato a

    comunicárselo al Señor Virrey señalándole que “sin embargo de haber insistido

    los Comandantes y particulares en que para el efecto se hiciese acuerdo el día

    de ayer” él había podido suspender ese acuerdo hasta el día siguiente.2

    El Virrey ordena que venga el Síndico a darle explicaciones y éste le dice que

    el Cabildo le va a solicitar autorización “ para celebrar un Cabildo Abierto en

    que se oyese al pueblo convidando por esquelas a la parte principal y más sana

    de él”.3

    1 Juan José Castelli se apersonó al Síndico Procurador Julián de Leiva, y por otro lado Belgrano ySaavedra lo hicieron con el Alcalde de Primer Voto Juan José Lezica. (Actas Capitulares desde el 21hasta el 25 de mayo de 1810.Buenos Aires, Imprenta del Estado, primera edición, 1836)

    2 Actas Capitulares. op.cit.

    3Actas Capitulares. op.cit..

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    La sesión del Ayuntamiento es interrumpida por “un número considerable de

    gentes” que se reunió delante del Cabildo reclamando a gritos lo que los

    Comandantes militares y los “individuos particulares” ya habían pedido al

    Alcalde de Primer Voto y al Síndico.

    Los Cabildantes, alertados por “el hecho mismo de haberse agolpado la gente

    a la plaza, expresando a voces sus deseos” deciden de inmediato solicitar al

    Virrey la convocación del Cabildo Abierto, señalándole para tranquilizarlo que

    la convocación sería por medio de esquelas y que solamente sería convocada

    “ la principal y más sana parte del vecindario”.1

    Como los Cabildantes no las tenían todas consigo reclaman al Virrey que ponga

    una “reforzada guarnición” en cada una de las bocacalles de la plaza para que

    prevea y evite todo tumulto, pero sobre todo para que sólo deje pasar a aquelos

    que “ con la esquela de convocación acrediten haber sido llamados”.

    El Virrey da su autorización para la convocación del Cabildo Abierto y dispone

    que sean instaladas las partidas que se le solicitan “con los fines de evitar

    cualquier tumulto o conmoción que pudiera ocurrir, como igualmente para que

    sólo permitan entrar en ella a los vecinos de distinción que por medio de la

    esquela de convocación acrediten en debida forma haber sido llamados por

    V.E. al efecto”.

    Los Cabildantes solicitan la presencia del Comandante de Patricios Don

    Cornelio de Saavedra 2 “a fin de encargarle que aplique su celo a evitar todo

    tumulto y conservar el orden y la tranquilidad pública”

    La gente en la plaza se exalta aún más llegando a reclamar a gritos la

    deposición del Virrey. Llega el Comandante Saavedra y logra aquietar los

    ánimos informándoles que el Cabildo Abierto estaba autorizado por el Virrey.

    El Cabildo hace distribuir 450 convocaciones para el acto a realizarse al día

    siguiente.

    El día 22 se lleva a cabo el Cabildo Abierto con asistencia de 251 de las 450

    personas convocadas. Entre las numerosas intervenciones se destacan las de

    Castelli,3 las de Paso y las de Mariano Moreno.4

    CASTELLI: "...La España ha caducado en su poder para con la América

    y con ella las autoridades que son su consecuencia."

    "Al pueblo corresponde reasumir la soberanía del Monarca e instituir en

    representación suya un gobierno que vele por su seguridad."

    1 Actas Capitulares. op.cit.

    2 Tte.Cnel.Cornelio de Saavedra Rodríguez (1761-1829) Jefe del Regimiento de Patricios(infantería) creado en 1806 en ocasión de las Invasiones Inglesas.

    3 Juan José Castelli. Abogado. (Buenos Aires, 1764- 1812)

    4 Mariano Moreno. Político y jurisconsulto argentino (Buenos Aires, 1778 - 1811).

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    PASO: "...Buenos Aires hará la convocatoria del Congreso General

    garantizando eficazmente la libertad de todos y en sus manos está más

    seguro que en ninguna otra el depósito de la autoridad y los derechos

    comunes."

    MORENO: "...La autoridad de los pueblos en la presente crisis se deriva

    de la reasumpción del poder supremo que por el cautiverio del Rey ha

    retrovertido el origen de que el monarca lo derivaba y el ejercicio de

    éste es susceptible de las nuevas formas que libremente quieran

    dársele."1

    La moción de Castelli presentaba una evidente contradicción. Por un lado, éste

    sostenía que el poder de España y de las autoridades españolas había

    caducado pero luego sostenía que el pueblo debía asumir la soberanía en

    “representación” del Rey.

    La propuesta de Moreno era muy imprecisa : habla de la “reasumpción” del

    poder por el pueblo en razón de que la prisión del Rey ha “retrovertido” el

    origen del poder de éste. El Rey no tenía su poder porque el pueblo se lo

    hubiera otorgado, éso es evidente.

    Luego de los debates, las mociones propuestas se basaron en la siguiente

    fórmula o cuestión: "Si se ha de subrogar otra autoridad a la superior que

    obtiene el Exmo. Señor Virrey, dependiente de la soberana que se ejerza

    legitimamente a nombre del Señor Don Fernando VII y en quien." Se

    presentaron cinco mociones diferentes.

    Moción de Cornelio Saavedra: "debe sobrogarse el mando superior

    que obtenía el Exmo. Señor Virrey en el Exmo. Cabildo de esta capital,

    interín se forme la corporación o junta que debe ejercerlo, cuya

    formación debe ser en el modo y forma que se estime por el Cabildo y

    no quede duda de que es el pueblo quien confiere la autoridad."

    Moción de Ruiz Huidobro: "...El poder pasa de manos del Virrey al

    Cabildo, quien lo ejerce interinamente mientras se establece nuevo

    gobierno."

    Moción de Pedro A. García: "...El poder pasa al Cabildo hasta que se

    resuelva la manera o forma del gobierno que haya de constituírse."

    Moción de Luis José Chorroaín: "...El poder pasa al Cabildo mientras

    se dospone la erección de una Junta de Gobierno."

    Moción de Juan José Sola:"...Que el poder pase al Cabildo hasta la

    elección de una Junta de Gobierno, con llamamiento de Diputados del

    Virreynato, cual corresponde."

    1 Eduardo Azevedo. José Artigas. Jefe de los Orientales y Protector de los Pueblos Libres. Su obracívica, Alegato Histórico. Tomo II, págs. 93 a 96.

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    Se realiza la votación, pero en razón de lo avanzado de la hora se decide pasar

    a cuarto intermedio hasta las 15 horas del día siguiente dejando al Cabildo la

    tarea de realizar el escrutinio el que, realizado el día 23, arroja el resultado

    siguiente:

    Moción de Saavedra 87 votos

    Moción de Ruiz Huidobro 25 "

    Moción de García-Chorroaín 20 "

    Moción de Juan José Sola 19 "

    Con respecto a la destitución del Virrey la votación había arrojado un resultado

    de 155 votos por sí contra 69 por no.

    El Cabildo decide suspender el Cabildo Abierto previsto para las tres de la tarde

    y emite un bando con la destitución del Virrey.

    El día 24 se reúne el Cabildo y resuelve constituir una Junta de Gobierno

    integrada con el Virrey y otros cuatro miembros.

    “Considerando los graves inconvenientes y riesgos que podrían

    sobrevenir contra la seguridad pública si, conforme a lo resuelto a

    pluralidad de votos en el Congreso General del día 22 fuese

    absolutamente separado del mando el Exmo. Señor Virrey Don Baltazar

    Hidalgo de Cisneros... procediendo con arreglo a la facultad que se ha

    conferido a este Cabildo en el citado Congreso General manda : que

    continue en el mando el Exmo. Señor Virrey asociado de los Señores,

    el Doctor Don Juan Nepomuceno de Sola, Cura Rector de la Parroquia

    de Nuestra Señora de Monserrat, el Doctor Don Juan José Castelli,

    Abogado de esta Real Audiencia, Don Cornelio de Saavedra,

    Comandante del Cuerpo de Patricios y Don José Santos de

    Inchaurregui, de este vecindario y comercio.” 1

    Esa misma noche se reúne por primera vez la flamante Junta y su principal

    resolución consiste en enviar una carta al Cabildo presentando su renuncia,

    "por no contar con la confianza popular".

    El día 25 de mayo a las nueve de la mañana se reúne el Cabildo para

    considerar la renuncia de la flamante Junta y en esa ocasión aparece el

    reclamo de un sector de los actores del día 23 solicitando la formación de otra

    Junta de Gobierno que remplace la demisionaria.

    La respuesta del Cabildo fue pedir que esta solicitud fuera presentada por

    escrito, lo que así se hizo con la firma de 400 vecinos. Resulta interesante

    1 Actas Capitulares desde el 21 hasta el 25 de mayo de 1810.Buenos Aires, Imprenta del Estado,primera edición, 1836)

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    analizar el orígen de los 342 vecinos identificados con posterioridad en dicha

    lista de 400 firmas.1

    Militares Total

    Jefes 16

    Oficiales 199

    Cadetes 12 227

    Sargentos-Cabos 48

    Soldados 9

    Cirujanos 2

    Capellanes 2 61

    Civiles

    Funcionarios 13

    Abogados 2

    Escribanos 3

    Comerciantes 14

    Médicos 4

    Hacendados 1

    Indios 1 38

    Religiosos 16 54

    Total 342

    No identificados 58

    400

    Si tomamos en cuenta los vecinos firmantes identificados (342) vemos que

    entre ellos había 84 % de militares, 11 % de civiles y 5 % de religiosos.Entre los

    vecinos firmantes, salvo un indio, no había nadie que no perteneciera al sector

    más saneado de la población : militares, religiosos, hacendados, médicos,

    comerciantes, abogados, etc.)

    1 Roberto H. Marfany: "El pronunciamiento de Mayo". 1938.

  • 8

    El petitorio determina la creación de una nueva Junta de Gobierno integrada

    con: Cornelio Saavedra, Castelli,1 Manuel Belgrano,2 Azcuénaga,3 Alberdi,4

    Matheu,5 Larrea,6 Moreno7 y Paso.8 Examinemos algunos de los comentarios

    que posteriormente emitieron algunos de los actores de estos sucesos.

    Juan Manuel Berutti: " 9 ...No es posible que mutación como la

    anterior se haya hecho en ninguna parte con mayor sosiego y orden

    pues ni un solo rumor de alboroto hubo pues todas las medidas se

    tomaron con anticipación a efectos de obviar toda discordia, pues las

    tropas estuvieron en sus cuarteles y no salieron de ellos hasta estar

    todo concluído y a la plaza no asistió más pueblo que el convocado

    para el caso, teniendo éstos un cabeza que en nombre de ellos y todo

    el pueblo daba la cara publicamente y en su nombre hablaba."10

    Gervasio Posadas: "...Todas las revoluciones de Buenos Aires sin

    exceptuar ninguna las han fraguado o combinado cuatro o más

    hombres...allá en el retiro de un reposo..."11

    Bartolomé Mitre: "...Tanto los patriotas que encabezaban el

    movimiento revolucionario como los españoles...todos pertenecían a lo

    que podía llamarse parte aristocrática de la sociedad.

    Las tendencias de ambas fracciones eran esencialmente

    conservadoras en cuanto a la subsistencia del orden público y ésto

    hacía que se encontrasen de acuerdo en un punto capital, cual era el

    impedir que el populacho tomase en la gestión de los negocios públicos

    una participación activa y directa." 12

    1 Juan José Castelli. (1764-1812) Abogado.

    2 Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano González. (1770-1820) Abogado, militar

    3 Coronel Miguel de Azcuénaga. (1754-1833). Comandante del Batallón de Voluntarios deInfantería de Buenos Aires.

    4 Juan Bautista Alberdi. (Tucumán 1810 - Francia 1884). Abogado. Político, jurisconsulto y escritor.

    5 Domingo Matheu. (España 1765 - Buenos Aires 1831). Comerciante, piloto de barcos, militar

    6 Juan Larrea. (España 1782 - Buenos Aires 1847). Comerciante, armador de barcos

    7 Mariano Moreno. (Buenos Aires 1778 - 1811). Abogado.Cursó estudios de latín, lógica y filosofíaen el Real Colegio de San Carlos y leyes en la Universidad de Chuquisaca.

    8 Juan José Paso. (Buenos Aires,1758-1833) Abogado, profesor de filosofía en el Real Colegio deSan Carlos. Orador en el Cabildo Abierto del 22 de, secretario -con Mariano Moreno- de la 1ª Junta,miembro del 1er Triunvirato en 1811

    9 Antonio Luis Berutti. Teniente Coronel del Regimiento América

    10 Museo Histórico Nacional. Buenos Aires. Memorias y Autobiografías, tomo I.

    11 Biblioteca de Mayo: "Autobiografía de Posadas", tomo II, pág. 1412. A. Fernández Cabrelli: "Militares y pueblo", pág. 83.

    12 Bartolomé Mitre, Historia de Belgrano y de la independencia argentina, Buenos Aires, Eudeba,1967

  • 9

    Son muy significativas las apreciaciones de estas tres personas; las dos

    primeras actores de los hechos y el tercero un historiador que, si bien no se

    destacó por la veracidad y la documentación de sus dichos, en este caso como

    veremos su posición concuerda con las cifras del cuadro que vimos más arriba

    sobre los firmantes del petitorio del día 25.

    Nos dice Berutti que los hechos ocurrieron con el mayor sosiego y calma, que

    no hubo ningún rumor de alboroto puesto que se habían tomado por anticipado

    las medidas necesarias. Las tropas fueron acuarteladas con orden de no salir

    hasta que todo estuviese concluído.

    Por otra parte, no hubo ningún tipo de reunión multitudinaria o popular;

    solamente asistió, en el decir de Berutti, “la parte del pueblo convocada para

    el caso” y ésto mismo con un solo interlocutor con derecho a hablar o a

    expresarse en nombre de los convocados.

    Como se ve, todo estaba cuidadosamente organizado con anticipación.

    Las afirmaciones de Bartolomé Mitre acerca de que todas las tendencias

    políticas querían evitar la participación del pueblo se confirman a poco que se

    examine la extracción social de los firmantes del petitorio. El 84 % de militares

    y el 5 % de religiosos apenas dejaban lugar a un 11 % de civiles y, mismo

    éstos, eran gente diplomada, hacendados o comerciantes. El “pueblo”, ese

    pueblo del cual Cornelio Saavedra dice “que no queda duda que es quien

    confiere la autoridad”, no figura, no está presente.

    Entre este 11 % de civiles aparecen Abogados, Escribanos, Médicos,

    Hacendados, funcionarios y. . . un indio!

    A partir de estos datos es necesario estar de acuerdo con la observación de

    Mitre acerca de que los “revolucionarios” pertenecían “a la parte aristocrática

    de la sociedad”.

    Y es Don Gervasio Posadas, un personaje sobre el cual tendremos mucho hilo

    a torcer, quien dice claramente: “Todas las revoluciones de Buenos Aires sin

    exceptuar ninguna las han fraguado o combinado cuatro o más hombres...allá

    en el retiro de un reposo..." 1

    La nueva Junta de Gobierno se instala exigiendo de sus miembros el siguiente

    juramento:

    “Jurais a Dios nuestro Señor y estos Santos Evangelios reconocer la

    Junta Provisional Gubernativa de las Provincias del Río de la Plata a

    nombre del Señor Don Fernando VII y para guarda de sus augustos

    1 Biblioteca de Mayo: "Autobiografía de Posadas", tomo II, pág. 1412. A. Fernández Cabrelli: "Militares y pueblo", pág. 83.

  • 10

    derechos, obedecer sus órdenes y decretos y no atentar directa o

    indirectamente contra su autoridad, propendiendo pública y

    privadamente a su seguridad y respeto?”1

    En el mismo acto de instalación de la Junta Provisional Gubernativa el Cabildo

    de Buenos Aires dispone de inmediato el envío de órdenes a los Comandantes

    de los pueblos del interior para que, siguiendo el mismo procedimiento

    selectivo, elijan representantes. La rapidez con que fue impartida la orden nos

    dice claramente que todo el proceso que culminó con la destitución del Virrey

    fue algo planeado y organizado de antemano.

    “10°)-Despáchese sin pérdida de tiempo órdenes circulares a los jefes

    del interior y demás a quienes corresponde encargándoles muy

    estrechamente y bajo de responsabilidad hagan que los respectivos

    Cabildos de cada uno convoquen por medio de esquelas la parte

    principal y más sana del vecindario para que formando un congreso de

    sólo los que en aquella forma hubiesen sido llamados elijan sus

    representantes y éstos hayan de reunirse a la mayor brevedad en esta

    capital para establecer la forma de gobierno que se considere más

    conveniente”. 2

    Esta disposición del Cabildo de Buenos Aires confirma lo dicho por Mitre en el

    sentido de que era "un punto capital el impedir que el populacho tomase en la

    gestión de los negocios públicos una participación activa y directa".

    El mecanismo de convocación no dejaba lugar a dudas: convocar por medio de

    esquelas “la parte principal y más sana del vecindario” ; ya vimos que la parte

    principal y más sana estaba compuesta de la nobleza local (militares y

    religiosos). Se supone que el populacho no iba a recibir convocaciones

    (esquelas).

    Este tipo de disposiciones sin duda alguna que impide catalogar la revolución

    de mayo de revolución popular; el pueblo, el “populacho”, no participó para

    nada en la toma de decisiones.

    Pero además el mecanismo puesto en marcha cerraba totalmente la posibilidad

    de que algún elemento extranjero a los organizadores pudiera tener ingerencia

    en las deliberaciones.

    Las órdenes eran claras, se debía formar un congreso en el que sólamente los

    que habían sido convocados por “esquela” pudieran elegir representantes para

    ir a Buenos Aires.

    1 Eduardo Acevedo: "Alegato Histórico". Tomo II, pág. 106.

    2 U. Frías. Actas del Cabildo de Buenos Aires del 25 de mayo de 1810

  • 11

    Resumiendo, para nombrar representantes de no importa que provincia los

    “jefes del interior” o “demás a quienes corresponde” deberían citar a quienes les

    pareciese y con esos ciudadanos citados y solamente con esos formar un

    congreso que habría de nombrar los representantes de la provincia.

    El 26 de mayo la flamante Junta Provisoria emite una proclama que busca

    particularmente atraerse la confianza de los gobernantes de las provincias.

    “Fijad pues vuestra confianza y aseguraos de nuestras intenciones. Un

    deseo eficaz, un celo activo y una contracción viva y asidua a proveer

    por todos los medios posibles la conservación de nuestra religión santa,

    la observancia y el sostén de nuestras posesiones en la más constante

    fidelidad y edhesión a nuestro muy amado Rey, el Señor Don Fernando

    VII y sus legítimos sucesores de la corona de España.” 1

    La fórmula era clara y precisa, no dejaba lugar a dudas : la trilogía de

    motivaciones de los que representaban "a la parte principal y más sana del

    vencindario" estaba constituída por: religión, posesiones y fidelidad al Rey. Y

    era muy particular la demostración de fidelidad al Rey.

    Al otro día, el 27 de mayo, intentando reforzar el dispositivo la Junta envía una

    circular a las autoridades de provincia.

    “... los derechos del Rey se sostendrán si, firmes los pueblos en el

    arbitrio de la general convocación que se propone, entran de acuerdo

    en una discusión pacífica bajo la mira fundamental de fidelidad y

    constante adhesión a nuestro augusto monarca.” 2

    Y como las proclamas no bastaban a dar suficiente seguridad a la flamante

    Junta Provisional Gubernativa y a sus orientadores se decide la salida

    inmediata de una expedición militar de más de 1.000 hombres al mando del

    Coronel Don Francisco Antonio Ortiz de Ocampo,3 en la que también figuraban

    el Coronel González Balcarce,4 el después General Juan José Viamonte5 y el

    1 Benigno Martínez: "Apuntes históricos sobre la provincia de Entre Ríos".

    2 Gazeta de Buenos Aires. Citado por Eduardo Acevedo, Alegato Histórico, tomo II, p. 107

    3 Gral. Francisco Antonio Ortíz de Ocampo. (1771 La Rioja, Argentina - 1840) Capitán del Cuerpode Arribeños, en las Invasiones Inglesas asciende a Teniente Coronel. En 1810 es Coronel.

    4 Coronel Antonio González Balcarce. (Buenos Aires 1774-1819)

    5 General Juan José Viamonte. (Buenos Aires 1774- Montevideo 1843) Participó en el CabildoAbierto de 1810

  • 12

    Teniente Coronel Díaz Vélez 1 con destino a las provincias. El Coronel Ortiz de

    Ocampo llevaba intrucciones muy precisas sobre los objetivos de la expedición.

    “Se tendrá cuidado de sofocar toda especie capaz de comprometer el

    concepto de fidelidad que anima a esta Junta pues nada debe cuidarse

    más que imprimir en todos la obligación de ser fiel a su Rey y guardar

    sus augustos derechos”. 2

    El mismo 27 de mayo de l810 la Junta Provisional Gubernativa envía un oficio

    a la Real Audiencia3 en los términos siguientes :

    “V.S. conteste con libertad y franqueza pues la Junta lo hace desde

    ahora responsable de qualquier resulta, porque si en la instalación de

    este gobierno provisorio se descubre algún viso de atentado contra los

    sagrados derechos de nuestro augusto monarca, no cumplen los

    Ministros y vasallos con meterse en su casa y guardar un profundo

    silencio sino que deben sostener con energía la causa del Rey,

    derramando por ella hasta la última gota de sangre y enseñando al

    pueblo que la fidelidad tiene sus mártires”.

    .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

    “La Junta de Buenos Aires es tan fiel a su Rey como las Juntas de

    España. Los derechos del monarca reposarán seguros en la fidelidad

    de un pueblo que lo ama” 4

    El 31 de mayo, la Junta de Buenos Aires envía a Montevideo al Capitán de

    Infantería del Cuerpo de Voluntarios Don Martín Galain a solicitar al Gobierno

    de la Banda Oriental el reconocimiento de la Instalación de la Junta.

    Al otro día, 1° de junio, el Gobernador de Montevideo Don Joaquín de Soria5

    convoca un Cabildo Abierto con el objeto de considerar el pedido de

    reconocimiento del que era portador el Capitán Galain; el Cabildo Abierto

    resuelve :

    1 Teniente Coronel Eustoquio Díaz Vélez. (Buenos Aires, 1782 - 1856). Lucha bajo las órdenes deLiniers y de Cornelio Saavedra en las Invasiones Inglesas, participó en la formación de la PrimeraJunta

    2 Adolfo P. Carranza. Archivo General Argentino. Cit. por Eduardo Acevedo, Alegato Histórico,Tomo II, p. 108

    3 La Real Audiencia fue el más alto tribunal judicial de apelación en las Indias pues contó conjurisdicción civil y criminal y una amplia competencia extendida incluso al ámbito eclesiástico.La creación de las Audiencias indianas, tuvo como principal objetivo reafirmar la supremacía de lajusticia del rey por sobre la de los gobernadores. Sobre la Audiencia sólo estaba el Consejo de Indias

    4 Gazeta de Buenos Aires. Cit. Acevedo, Alegato Histórico, tomo II, p. 108

    5 Brigadier D. Joaquín de Soria y Santa Cruz, Gobernador militar de Montevideo

  • 13

    “1°) que convenía la unión a la capital (Buenos Aires) y el

    reconocimiento de la nueva Junta a la seguridad del territorio y

    conservación de los derechos de nuestro amado Rey el Señor Don

    Fernando VII”.

    “2°) que esta unión debería hacerse con ciertas limitaciones

    conducentes a los mismos fines...

    3°) que dichas limitaciones fuesen determinadas por los Gobernadores

    militar y político asociados con los vecinos Joaquín de Chopitea y

    Miguel A. Vilardebó, Comandante Militar Prudencio Murgiondo,

    Presbítero Pedro Pablo Vidal y del Ministro de Real Hacienda, Doctor

    Nicolás Herrera”. 1

    Era evidente que la resolución tomada por el Cabildo Abierto de Montevideo

    estaba lejos de ser una aceptación plena del hecho ya consumado de la

    Instalación de la Junta en Buenos Aires. Es así que las noticias llegadas a

    Montevideo en el barco El Nuevo Filipino sobre la instalación del Consejo de

    Regencia, en Cádiz, dan una visión diferente de los hechos a los cabildantes

    montevideanos los que se apresuran a cambiar de rumbo.

    El 6 de junio el Cabildo de Montevideo resuelve y así lo comunica a la Junta de

    Buenos Aires que suspende el nombramiento de un diputado y toda

    deliberación hasta conocer su posición con respecto al establecimiento de la

    Regencia Española. Con suma premura, dos días después, la Junta de

    Buenos Aires da contestación al Cabildo de Montevideo.

    “Nada ha recibido la Junta de oficio o por conducto legítimo que pueda

    hacer variar los fundamentos de su instalación ; ha dado cuenta de ello

    a Su Majestad mandando un oficial de honor para instruir al gobierno

    soberano que encontrase legítimamente establecido en España, ha

    convocado igualmente diputados de todos los pueblos para que decidan

    el poder soberano que debe representar a nuestro augusto monarca el

    Señor Don Fernando VII...”

    “Lo substancial es que todos permanezcamos fieles vasallos de nuestro

    monarca el Señor Don Fernando VII.” 2

    La actitud de la Junta de Buenos Aires era pues bien clara en lo que tiene que

    ver con el reconocimiento del Rey Fernando VII, el problema se planteaba

    sobre el reconocimiento del Consejo de Regencia sobre el cual Buenos Aires

    aún no se había pronunciado. La Junta de Buenos Aires continuaba diciendo

    al Cabildo montevideano :

    1 Actas del Cabildo de Montevideo. Revista del Archivo General Administrativo, vol. IX, p. 427

    2 Gazeta de Buenos Aires. Eduardo Acevedo, op.cit, tomo II, p.111

  • 14

    “Se reconoció en esa Plaza el Consejo de Regencia? Buenos Aires no

    lo ha desconocido y quizá el voto de sus representantes será este

    mismo cuando en el Congreso deba darse”.

    “Montevideo, por un celo que en sí es laudable anticipó el suyo y éste

    será seguramente el de su dictado, pero entre tanto se verifica la

    reunión deben unirse los dos pueblos porque así lo exigen los intereses

    y los derechos del Rey”.

    Ambos pueblos reconocen un mismo monarca; la Junta ha jurado al

    Señor Don Fernando VII y morirá por la guarda de sus augustos

    derechos”.1

    El 14 de junio de 1810 la Junta de Buenos Aires envía a Montevideo un

    segundo emisario, el Dr. Juan José Paso con misión de negociar con el Cabildo

    de Montevideo el reconocimiento de la Junta, lo que da lugar al día siguiente,

    a la formación de un nuevo Cabildo Abierto el cual resuelve :

    “que entre tanto la Junta de Buenos Aires no reconociese la soberanía

    del Consejo de Regencia que había jurado el pueblo no podía ni debía

    reconocer la autoridad de la la Junta de Buenos Aires ni admitir pacto

    alguno de concordia o de unidad”.2

    Entre los que asumieron esta posición estaban : Nicolás Herrera, Mateo

    Magariños, Dámaso Larrañaga, Pedro Vidal, León Pérez, Juan José Durán y

    Bruno Méndez; todos personajes que tendrán, de una forma u otra, su relación

    con nuestro Don José Artigas.

    El 16 de junio la Junta de Buenos Aires, enterada de esa declaración,

    responde con la premura del caso al Cabildo de Montevideo.

    “Examine V.S. despacio las causas y objetos de la instalación de esta

    Junta y no encontrando en ello oposición alguna a los augustos

    derechos de nuestro monarca, desprecie los clamores con que el

    interés personal grita contra los privilegios de los pueblos”.3

    La desesperación de los juntistas de Buenos Aires por obtener el fundamental

    reconocimiento de Montevideo les hacía mismo mentar “los privilegios de los

    pueblos”, olvidando que pocos días atrás, olvidando esos privilegios,

    convocaban solamente la parte principal y más sana del vecindario y enviaban

    1 Gazeta de Buenos Aires. Eduardo Acevedo, op.cit, tomo II, p.111

    2 Gazeta de Buenos Aires. Eduardo Acevedo, op.cit, tomo II, p.117/18

    3 Gazeta de Buenos Aires. Eduardo Acevedo, op.cit, tomo II, p.117/18

  • 15

    ejércitos a las provincias para defender los sagrados derechos de Don

    Fernando VII.

    En ese mismo mes de junio de 1810 llegan a Santa Fe los pliegos con las

    comunicaciones de la Junta de Mayo. El Cabildo y el Gobernador de la

    provincia reconocen el nuevo gobierno. Poco después, el gobernador es

    destituído y el Cabildo de Santa Fe solicita a la Junta de Mayo el nombramiento

    de Don Francisco Antonio Candioti como Gobernador. La Junta de Buenos

    Aires se niega y nombra al español Manuel Ruiz, quien era Jefe del Regimiento

    de Negros, en Buenos Aires)1

    El 31 de julio de 1810, conociendo ya las resistencias que su actuación

    engendraba la Junta de Buenos Aires emite el primero de los muchos bandos

    que habrá de emitir en el futuro para el mantenimiento de su poder y la

    destrucción de todos aquellos que se le opusieran.

    “La Junta Provisional Gubernativa de las Provincias Unidas del Río de

    la Plata por el Señor Don Fernando VII :

    Por cuanto la moderación y la templanza no producen fruto alguno y

    son repetidos los desengaños de esta Junta Gubernativa que ve

    convertidas en desprecio de las leyes las medidas suaves con que ha

    procurado reducir a los díscolos a su deber... por tanto, para contener

    estos males ha resuelto hacer las siguientes prevenciones en cuya

    ejecución será inexorable :

    1°)A todo individuo que se ausente de esta ciudad sin licencia del

    gobierno le serán confiscados sus bienes sin necesidad de otro proceso

    que la sola constancia de su salida.

    2°)Todo patrón de buque que conduzca pasajeros sin licencia del

    gobierno irá a la cadena por cuatro años y el barco quedará confiscado.

    3°)Toda persona a quien se encuentre armas del Rey, contra los

    bandos en que se ha ordenado su entrega será castigado con todo

    généro de penas, sin exceptuar el último suplicio, según las

    circunstancias.

    4°)Todo el que vierta especies contra europeos y contra patricios,

    fomentando divisiones, será castigado con las penas que establecen

    las leyes contra la sedición.

    5°)Todo aquél a quien se sorprendiese correspondencia con individuos

    de otros pueblos, sembrando divisiones, desconfianzas o partidos

    contra el actual gobierno, será arcabucueado sin otro proceso que el

    esclarecimiento sumario del hecho.

    1 José Luis Busaniche. Santa Fe y el Uruguay. Universidad Nacional del Litoral, publicación N° 11,Santa Fe, 1930, p. 15

  • 16

    Manuel Belgrano. Miguel Azcuénaga. Manuel Alberti. Domingo Mathieu.

    Juan Larrea. Mariano Moreno (secretario).”1

    Como se ve no se andaba con chiquitas nuestros próceres revolucionarios a la

    hora de legislar. Salir del país sólo era posible con la anuencia de los

    mandamás de turno; la pena inmediata, la confiscación de los bienes del viajero

    desobediente. Al patrón de buque capaz de aceptar este tipo de viajero,

    confiscación también de su barco y cuatro años de cárcel y estar en posesión

    de armas podía llegar “al último suplicio”, es decir, la horca.

    El bando se justificaba, según sus autores, en que los ciudadanos no se daban

    cuenta de la moderación y templanza con que actuaba la Junta y en el

    desprecio con que recibían “las medidas suaves con que se había procurado

    reducir los díscolos”.

    Y para aumentar el aislamiento que provocaba la prohibición de salir del país

    sin autorización se amenazaba con arcabucear luego de un sumario proceso

    a todo aquel que tuviera contacto con “individuos de otros pueblos”.

    Esta forma de gobernar creará, junto con otros factores, el caldo de cultivo

    donde nuestro Don José encontrará, sin mayor esfuerzo, los hombres que nos

    darán Asencio, Las Piedras, el Éxodo y tantos otros episodios que ya veremos.

    Mientras tanto, en la Banda Oriental, el 23 de agosto de 1810, el Virrey Baltasar

    Hidalgo de Cisneros acuciado por la falta de dinero en las arcas del Estado

    hace publicar un bando en el que intima a los hacendados que no dispongan

    de títulos de propiedad a que se avengan a comprarlos, “por medio de una

    moderada composición”, falto de cual, sus campos serán vendidos o rematados

    al mejor postor.

    “Debiendo en las actuales circunstancias solicitarse por todos los

    medios posibles la recolección de numerario para la conservación de

    este territorio y cercionado este gobierno y Comandancia General que

    en toda la campaña y Banda Oriental del Río de la Plata de que soy jefe

    único en la actualidad, que hay infinitos terrenos realengos y muchos

    que sólo con el título de denuncia se poseen, otros aún sin este

    requisito ni haberse verificado su compra o remate... emplazando a

    todos los poseedores de dichos terrenos para que ocurran por medio

    del Oficial de dicho Actuario manifestando los títulos con que los

    disfrutan y los certificados o documentos de denuncias... en el

    perentorio término de 40 días contados desde la fijación de dichos

    edictos o carteles, en la inteligencia que se tratará con ellos el medio de

    1 Registro Nacional de la República Argentina. Documento 84, p. 58. Carlos María Ramírez.Artigas. Montevideo 1881, 3a. edición, p. 29

  • 17

    otorgarles sus respectivos títulos de propiedad, o bien por medio de una

    moderada composición, o en público remate...”

    “...transcurrido el término sin haberse presentado o expuesto lo que

    crean más útil se procederá a la venta o remate de dichos terrenos”.1

    La hipótesis de que la llamada “Revolución de Mayo” no fue una revolución sino

    que fue simplemente un Golpe de Estado se apoya, entre otras cosas, en el

    hecho que de inmediato de instalada la Junta, careciendo de un plan de

    gobierno, encomienda a Belgrano de establecer los elementos necesarios

    destinados a establecerlo.

    La llamada revolución de Mayo carecía de un plan de gobierno que orientara

    el rumbo de su actividad futura en aquellas cuestiones que se consideraban de

    mayor importancia.

    Así fue como la Junta encomendó a Belgrano establecer cuales serían los

    aspectos que debían ser tratados en prioridad en el plan de gobierno.

    El 15 de julio Belgrano elevó a consideración de la Junta los puntos que debían

    ser abordados en el proyecto.

    1.Conducta Gubernativa

    2.Sublevación de la Banda Oriental

    3.Relaciones con España

    4.Conducta hacia Portugal e Inglaterra

    5.Relaciones secretas con los agentes en el interior para consolidar el nuevo

    sistema

    6.Formas para fomentar los fondos públicos para los gastos de guerra y

    creación de industrias

    7.Relaciones secretas de los agentes de Portugal e Inglaterra

    8. Trabajo de los agentes para sublevar a la provincias del Brasil "haciéndolos

    gustar de las dulzuras de la libertad y derechos de la naturaleza"

    9. Medios a adoptarse para la conquista de Río Grande y demás provincias del

    Brasil.

    El análisis de la propuesta de Belgrano merece evidentemente un análisis que

    nuestro trabajo no nos permite. Dos cosas resultan evidentes ; una es la

    particular claridad y competencia con que Belgrano aborda el tema y la otra el

    inteligente uso que luego hará de ese documento Don Mariano Moreno para

    redactar su siniestro y totalitario Plan de Operaciones.

    Un último pequeño comentario de este soberbio análisis de Belgrano ; el primer

    punto que propone es la “conducta gubernativa” y el segundo “la sublevación

    1 Archivo General de la Nación. Archivo Berro. Legajos Nos. 592 y 597

  • 18

    de la Banda Oriental”, y esa sublevación, solamente un hombre podía hacerla,

    dejo a la imaginación del lector encontrar el nombre de ese hombre.

    El 17 de julio la Junta aprueba la propuesta de Belgrano y pasa a determinar

    quién sería el encargado de la redacción del plan. Al día siguiente se designó

    a Moreno para desarrollar esa importante tarea.

    El 30 de agosto de 1810, Mariano Moreno eleva a la Junta de Buenos Aires el

    Plan de Operaciones que se la había solicitado para ser aplicado por el

    Gobierno Provisional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, es decir, por

    la Junta.

    “Plan de Operaciones que el Gobierno Provisional de las Provincias

    Unidas del Río de la Plata debe poner en práctica para consolidar la

    grande obra de nuestra libertad e independencia”.

    “En cuanto al medio más adecuado y propio a la sublevación de la

    Banda Oriental del Río de la Plata, rendición de la Plaza de Montevideo

    y demás operaciones a este fin, son las siguientes :

    “...a la verdad, es la Plaza de Montevideo el único baluarte que

    considero se opondrá en gran parte a nuestros designios...

    “. . . máxime cuando no tenemos una marina capaz y superior a la que

    tiene la Plaza de Montevideo...

    “... no es el golpe que debe dirigirse primero a la Plaza de Montevideo,

    es realmente a los pueblos de su campaña...

    “... habiéndose comunicado ya a los Comandantes militares y Alcaldes

    de los pueblos de la Banda Oriental el anuncio de la instalación de la

    Junta Gubernativa a nombre del Señor Don Fernando VII, es preciso

    que se capte la voluntad de aquellos y de los eclesiásticos de todos los

    pueblos, ofreciéndoles el beneficiencio, favor y protección,

    encargándoles comisiones y honrándolos con confianzas...

    “Además debe pedirse a los Alcaldes, Comandantes y Curas de los

    pueblos unas listas de los sujetos más capaces y de más probidad,

    talento y respeto, con las demás circunstancias de sus cualidades... a

    éstos se les debe agasajar y atraer, despachándoles títulos de Oficiales

    y proveyendo en ellos algunos cargos de los que se supriman a

    aquellos que no sean de la opinión de los pueblos, pidiéndose al mismo

    tiempo a dichas Justicias una relación de todos los europeos y sus

    circunstancias, los que tienen cargos y los que son o dejan de ser del

    concepto y opinión pública.

    “... deben hacerse fijar edictos en todos los pueblos y su campaña para

    que cualquier delincuente, de cualquier clase y condición que haya sido

    su delito, presentándose y empleándose en servicio del Rey, quedarán

    exentos de culpa, pena y nota...

  • 19

    “... se previene a los Alcaldes y demás jueces remitan una información

    del concepto que entre la gente vaga y ociosa tiene cada individuo de

    éstos. Igualmente de su valor, influencia, talento y conocimientos

    campestres, para distinguirlos en los puestos de Oficiales y otros

    encargos. Que a éstos y a otros muchos de quienes es preciso

    valernos, luego que el Estado se consolide, se apartan como miembros

    corrompidos que han merecido aceptación por la necesidad.

    “Al mismo tiempo de darse estos pasos debe mandarse algunos

    agentes a cada pueblo... mandándolos recomendados a las casas más

    principales, tanto para observar la conducta de éstos como para

    sembrar la benevolencia y buenas disposiciones del nuevo gobierno, lo

    justo de él, su actividad en los negocios, los fines santos de conservar

    a nuestro Soberano el precioso destino de la América del Sur.

    “Puesta la campaña en este estado y surtiendo el efecto que se

    promete por el régimen de estas operaciones, llenándola de papeles

    públicos, seductivos y lisonjeros que deben remitirse todas las

    semanas.

    “Captados los ánimos de sus habitantes, sería muy del caso atraerse

    a dos sujetos, por cualquier interés y promesas, así por sus

    conocimientos que nos consta son muy extensos en la campaña, como

    por sus talentos, opinión, concepto y respeto : como son los del Capitán

    de Dragones Don José Rondeau y los del Capitán de Blandengues Don

    José Artigas quienes, puesta la campaña en este tono y

    concediéndoles facultades amplias, concesiones, gracias y

    prerrogativas, harán en poco tiempo progresos tan rápidos que antes

    de seis meses podría tratar de formalizarse el sitio de la Plaza.1

    “Además, teniendo como he dicho espías en los pueblos ... debe

    también tener el Gobierno en esta capital seis u ocho sujetos que se

    empleen en escribir cartas anónimas, ya fingiendo o suplantando

    nombres y firmas supuestas, tanto para la Plaza de Montevideo como

    para la campaña...

    Las cosas en el estado que antecede... mándese inmediatamente a los

    pueblos del Uruguay una fuerza de 500 a 600 hombres con oficiales,

    sargentos, cabos y demás para que sirviendo de apoyo se vayan

    organizando en los mismos pueblos algunos escuadrones de caballería

    y cuerpos de infantería, teniéndose presente el haberse atraído ya a

    nuestro partido y honrándolos con los primeros cargos a un Barde

    negro, a un Baltazar Bargas o a los hermanos y primos de Artigas, a un

    Benavídez, a un Vázquez, de San José y a un Baltazar Ojeda, sujetos

    1 Don Mariano Moreno tuvo apenas un error de tres meses en sus cálculos. Sostuvo queatrayendo a Don José Artigas se lograría poner sitio a Montevideo en seis meses ; Don José inició elsitio nueve meses más tarde.

  • 20

    que por lo conocido de sus vicios son capaces para todo,1 que es lo que

    conviene en las circunstancias por los talentos y opiniones populares

    que han adquirido por sus hechos temerarios... para que formando

    algunos cuerpos de tropa... comiencen a hacer algunas correrías y a

    hacerse obedecer por la fuerza y no a las consideraciones.

    Ya alarmados los pueblos y unidas las fuerzas en masa, mandando de

    aquí los Jefes y oficiales2 a lo menos de los más instruídos... se podrá

    comenzar a invadir y adelantar terreno hacia la Plaza de Montevideo

    Y en este caso, ningunos podrán ser más útiles para los

    adelantamientos de esta empresa que Don José Rondeau por sus

    conocimientos militares adquiridos en Europa ... para General en Jefe

    de toda la infantería, y para la caballería Don José Artigas...

    Los hacendados que por seguir el partido contrario abandonasen sus

    casas, criados y haciendas, se les llamará por edictos públicos y si a los

    terceros no compareciesen se considerarán sus haciendas, ganados,

    caballadas y demás que sean de sus pertenencias como bienes

    legítimos de la Patria y servirán para la manutención del ejército en la

    dicha campaña.

    Además, con las proclamas seductivas, halagüeñas y lisonjeras, con las

    frases de Libertad, Igualdad y Felicidad, se les estimulará a que

    concurran los vecinos de la Banda Oriental con aquellos auxilios de

    carros, carretas, caballadas, boyadas y otros que sean menester...

    entusiasmándolos con papeles y certificados de buenos servidores y

    si se denegasen a prestar aquellos auxilios correspondientes se les

    hará comprender que se les tendrá por malos servidores y sospechosos

    a la causa que se defiende.3

    Un análisis en profundidad de este plan de operaciones de Mariano Moreno

    sería un trabajo muy interesante en la medida que nos puede dar una cantidad

    increíble de elementos para entender su lamentable visión socio-política

    dictatorial. Una antesala del facismo hitleriano.

    No disponemos de espacio suficiente en este trabajo para tal tarea pero no

    podemos menos que señalar algunos aspectos. Por ejemplo :

    Para una gente como la de la campaña de la Banda Oriental, cuya

    preocupación era el duro trabajo de todos los días con el ganado, los ladrones,

    1 Don Mariano no tiene reparos en decir que Baltasar Bargas, Baltazar Ojeda y los hermanos yprimos de Artigas son sujetos que, por lo conocido de sus vicios son capaces para todo.

    2 Siguiendo estas directivas, la Junta de Buenos Aires mandará después, primero a un Belgrano,después a un Rondeau, pero también a un Soler o a un Galain, mismo a un Benavídez, y más tarde aun Sarratea.

    3 Archivo General de Sevilla. Biblioteca del Ateneo de Buenos Aires. Escritos de Mariano Moreno. Eduardo Acevedo. Op. cit. tomo I, p. 282/89

  • 21

    los indios, la subsistencia diaria, sólo el carácter burocrático de Moreno podía

    imaginar un premio tan absurdo como el de darles papeles y certificados.

    No es de extrañarse que cuando llega un Artigas y comienza distribuyendo

    tierras, teniendo en cuenta los más necesitados, la adhesión es muy otra.

    Pero además, Moreno se preocupa “del medio más adecuado y propio a la

    sublevación de la Banda Oriental del Río de la Plata” ; por qué no se preocupa

    de la sublevación de los otros territorios del Virreynato, en particular Corrientes,

    entre Ríos, Córdoba, etc.?

    Por otra parte es interesante observar el doble lenguaje que utiliza Moreno ;

    por un lado habla de “consolidar la grande obra de nuestra libertad e

    independencia” y por otro, de “conservar a nuestro Soberano el precioso

    destino de la América del Sur”.

    Otro elemento sugestivo de su metodología es su idea de seducir y lisonjear la

    gente para atraérsela por medio de la propaganda escrita. A la propaganda

    escrita le da tal importancia que considera necesario enviarla semanalmente,

    semanalmente en una campaña que en la época no se caracterizaba

    justamente por los buenos medios de comunicación y donde los analfabetos

    eran la mayoría.

    No nos olvidemos que el abuelo de nuestro Don José, que ocupó altos cargos

    en la administración española, era analfabeto.

    Que efecto podría tener llenar la campaña de papeles públicos seductivos y

    lisonjeros, como le gustaba decir? Deformación profesional? él era leguleyo.

    Moreno señala con particular énfasis la necesidad de atraer a su bando a José

    Artigas y a José Rondeau. En el caso de Artigas es evidente el prestigio que

    éste había adquirido, basta con pensar que un Mariano Moreno, personaje que

    nunca estuvo cerca del quehacer en la Banda Oriental, estaba sin embargo al

    tanto de las particulares competencias de éste.

    Es así que Moreno habla, refiriéndose a Don José, de sus conocimientos que

    le consta son muy extensos en la campaña, de sus talentos, opinión, concepto

    y respeto.

    Lamentablemente, en su visión limitada de la realidad creyó que bastaba con

    ser “seductivo” y lisonjero para convencer a la gente ; Moreno se permite de

    contar con Artigas y Rondeau “concediéndoles facultades amplias,

    concesiones, gracias y prerrogativas”. Nunca pudo imaginar, en su pedestal de

    hombre instruído por las Universidades provinciales católicas el carácter del

    hombre a quien pretendía atraer con concesiones, gracias y prerrogativas.

    No alcanzará a vivir suficiente nuestro Don Mariano Moreno para llegar a

    comprobar que no basta con hacer concesiones y dar gracias y prerrogativas,

    empleos y grados para convencer a gente que tiene una visión clara de las

    cosas y que el desprecio de que hizo gala hacia la gente de la campaña a la

  • 22

    que quiso embaucar con papeles públicos, seductivos y lisonjeros tuvo como

    respuesta la más formidable oposición de la región a sus planes monárquicos.

    Como se ve, nuestro Don Mariano Moreno no era un hombre de espada, era

    más bien un hombre de intrigas.

    La Junta de Buenos Aires comienza un período de afianzamiento de su poder

    como único objetivo que desembocará en una marcha ineluctable hacia el

    despotismo, hacia el intento de aniquilar todo o todos los que se le opusieran

    en una deriva frustrante en búsqueda de no importa que Rey, que monarquía,

    que pudiera asegurarles la permanencia en el poder.

    El 9 de septiembre de 1810 la Junta justifica su legalidad diciendo : España no

    tiene más Rey ; sin Rey, todo el sistema administrativo español (los

    magistrados) no tiene más validez. Los pueblos (se refieren en particular al

    Virreynato) tienen la autoridad necesaria para establecer un gobierno...

    “provisorio”.

    “Desde que la alevosa conducta del Emperador de los franceses

    arrancó de España al más amado de sus monarcas el reino quedó

    acéfalo y disipado el principio donde unicamente podían concentrarse

    los verdaderos derechos de la soberanía.

    “Con la falta de nuestro monarca pereció el apoyo de que los

    magistrados derivaban sus poderes : perdieron los pueblos el padre

    que debía velar en su conservación.

    “Fernando VII tiene un reino pero no puede gobernarlo; la monarquía

    española tiene un rey pero no puede ser gobernada por él; y en este

    conflicto la Nación debe recurrir a sí misma para gobernarse,

    defenderse, salvarse y recuperar a su monarca.

    “Los pueblos, de quienes los reyes derivan todo el poder con que

    gobiernan, no reasumieron integramente el que habían depositado en

    nuestro monarca, su existencia impide aquella reasumpción, pero su

    cautividad les transmite toda la autoridad necesaria para establecer un

    gobierno provisorio, sin el que se corre el riesgo de la división y de la

    anarquía.1

    El Rey está preso y no puede gobernar. El pueblo no reasumió integramente

    el poder que había depositado en el Rey. La cautividad del Rey le transmite al

    pueblo “toda la autoridad necesaria para establecer un gobierno provisorio”.

    Ellos se declaran gobierno provisorio, ergo, su existencia es legítima.

    Claro que nuestros brillantes teóricos olvidaron o sin olvidarlo lo dejaron

    pudicamente de lado al hecho de que la Junta no detentaba ninguna

    representatividad con relación al pueblo, que la Junta no es más que el

    1 Gazeta de Buenos Aires. Eduardo Acevedo.Op. Cit. T.I, p. 297/98

  • 23

    resultado de la puja entre los diferentes grupos o centros de poder del

    momento.

    Estos señores que teorizan sobre el poder del pueblo y que se auto adjudican

    su delegación para justificar un golpe de Estado manu militari, son los mismos

    que tres meses antes disponían que “los respectivos Cabildos convoquen por

    medio de esquelas la parte principal y más sana del vecindario” como forma de

    impedir, en el decir de Bartolomé Mitre, “ que el populacho tomase en la gestión

    de los negocios públicos una participación activa y directa”.1 No obstante, se

    dicen depositarios del poder del pueblo.

    Examinado suscintamente el fenómeno de la llamada Revolución de Mayo,

    nosotros diríamos del Golpe de Estado de Mayo de 1810, veamos ahora

    cuales eran en esos momentos las actividades de nuestro Don José Artigas y

    la forma como se va a insertar en él.

    El 3 de agosto de 1810 (el mismo mes en que Don Mariano Moreno está

    ocupado en presentar a la Junta su Plan de Operaciones), Don José Roldán

    informa desde la Guardia de Santa Ana al Comandante de la Partida situada

    en el Cuareim, que Don José Artigas le prohibe poblar los parajes de la Guardia

    de Santa Ana.

    “Guardia de Santa Ana, 3 de agosto de 1810

    Señor Comandante de la Partida situada en el Cuareim

    Con motivo de haber tenido noticia que Vuestra Merced iba a poblar de

    firme en ese paraje, avisé al Señor Teniente Don José Artigas,

    Comandante de esta Campaña.

    “Según me lo tiene encargado y me dice dicho Señor, que le diga a

    Vuestra Merced que por ningún motivo pueblen la Guardia en ese

    paraje.

    José Roldán”.2

    Algunos días después, el 10 de agosto de 1810, Don Tomás de Rocamora

    informa a la Junta de Buenos Aires, entre otras cosas, que :

    “el Comandante de Belén le avisa que la partida de Artigas, compuesta

    de 90 hombres que zelaban sobre aquella frontera se ha retirado a

    Montevideo...”3

    1 Bartolomé Mitre, Historia de Belgrano y de la independencia argentina, Buenos Aires, Eudeba,1967

    2 Colección del Sr. W. Spalding. Porto Alegre, Río Grande del Sur, año 1810, folio 144

    3 Archivo General de la Nación. Buenos Aires. Archivo del Gobierno de Buenos Aires, tomo 43, 10-2-4-15, año 1810

  • 24

    El 16 de agosto Artigas, desde el Paso de Polanco, responde una carta que le

    enviara su suegra Doña Francisca Artigas de Villagrán, quien en Montevideo

    se ocupaba de Rosalía ya enferma y del hijo de ambos José María, quien a la

    fecha tenía 4 años de edad.

    Es de lamentar qué la carta de Doña Francisca no haya quedado entre los

    papeles de la Historia ; cuántos datos interesantes nos habría aportado !

    Don José se lamenta de las noticias que le da su suegra, Rosalía va de mal en

    peor y él no encuentra otra expresión que decirle : “parece que Dios nos ha

    tenido guardado estos regalos para que en el día todo se me junte.

    La relación con su suegra debe de haber sido muy íntima, muy emotiva , Don

    José le transmite el dolor que le causa saber que entre su familia hay quienes

    dicen que él “ha hecho muy poca estimación de su mujer porque dicen que la

    he dejado tirada y que yo salí por mi gusto y no porque me hubiesen mandado”.

    Ya habíamos visto que Doña Josefa Ravía (ver tomo I) nos decía que Don José

    era visto, mismo en sus años jóvenes, como el timón de la familia.

    Y estarían también al parecer las quejas de Rosalía con respecto a la conducta

    de su esposo, quejas que evidentemente Doña Francisca transmite a su yerno

    puesto que éste replica que su mujer no tiene motivos para semejantes quejas.

    Termina Don José diciendo a su suegra que si es necesario venda la casa y los

    “trastes” que él pueda tener, que todo es de Rosalía.

    “Paso de Polanco, agosto 16 de 1810

    Doña Francisca Artigas

    Mi más venerada Señora :

    Recibí la muy apreciable de Vmd. por la que quedo enterado de todo

    cuanto en la suya me dice, en particular del estado de Rafaela, de que

    sus males han seguido sin encontrar ninguna mejoría, de lo que para

    mí ha sido muy sensible pues yo pensé que hubiese tenido alguna

    mejora. Parece que Dios nos ha tenido guardado estos regalos para

    que en el día todo se me junte.

    No ignora Vmd. la estimación que le he hecho, aunque yo he sabido

    que entre la familia dicen que yo he hecho muy poca estimación de mi

    mujer porque dicen que la he dejado tirada y que yo salí por mi gusto

    y no porque me hubiesen mandado.

    Yo, con ansias deseara que esos que lo dicen me aliviasen de algunos

    trabajos que yo paso, que si en mí estuviese no los pasaría, ni estuviera

    mi casa como en el día se halla, ni mi mujer a quien tanto he estimado

    y estimo como a Vmd. le consta, que no tiene motivos para semejantes

    quejas, si no, mire Vmd. en el día como yo me veo y si la hubiese traído

    conforme dicen en el día me hubiese sido doble el trabajo y me parece

    que nadie lo hubiese venido a remediar por estos parajes que aún para

    nosotros son trabajos; pero al fin, Dios la alivie de sus males.

  • 25

    Según me dice Vmd. que ella está en la casa y con ese motivo puedo

    determinar alquilar la casa y vender los trastos. No me parece que yo

    lo haga a no ser que Vm. vea que ella tiene alguna necesidad, en ese

    caso, no sólo los trastos sino la casa y todo cuanto Vmd. conozca sea

    mío puede Vmd. disponer con satisfacción porque jamás le boquiaría

    a Vmd. una palabra, porque para éso lo he trabajado, para que ella lo

    disfrute como dueña, con todo cuanto se conozca sea mío.

    Dele Vmd. a Rosalía expresiones de mi parte y a José María un abrazo

    y a toda la demás familia de esa su casa y Vmd. mande a este su

    afecto y seguro servidor que verla desea.

    José Artigas.

    Con el dador de ésta que será el Cabo Romano le mando a Rafaela .

    . . . . . . ya que no los puede. . . . . . 1

    Pocos días después el Gobernador de Montevideo Don Joaquín de Soria se ve

    obligado, en vista de las dificultades para mantener el control sobre la Colonia

    del Sacramento, a separar a Artigas y su tropa de sus funciones en la campaña

    y enviarlo a tomar en mano la situación.

    Pero el Señor Gobernador necesitaba explicar su decisión frente al Cabildo, el

    cual estaba fuertemente interesado en la labor de Artigas en campaña puesto

    que lo que estaba en juego era nada menos que los intereses de los

    hacendados y evidentemente el Cabildo ya había planteado su reclamo. El

    Señor Gobernador explica pues :

    “Montevideo, agosto 22 de 1810

    Cabildo Justicia y Regimiento de esta ciudad

    Las apuradas circunstancias en que se ha visto la Colonia del

    Sacramento han sido las que han obligado a separar a Don José

    Artigas con su tropa de las atenciones también importantes que antes

    tenía para auxiliar por lo pronto aquel punto de primera necesidad.

    Pero luego que los actuales insultos de la parte occidental del Río

    desaparezcan o arbrite un medio de relevar las fuerzas de Artigas, daré

    la orden a este Oficial para que atienda a los propios objetos de antes.

    No encuentro modo de recomendar a ningún otro por la absoluta falta

    de individuo en quien recaiga la confianza de este Gobierno y llene los

    justos deseos de V.E. a quien deseo complacer.2

    1 Lorenzo Barbagelata. Artigas antes de 1810. 2a. edición, Montevideo, 1945, p. 176/77

    2 Archivo General de la Nación. Montevideo. Fondo ex-Archivo General Administrativo. EpocaColonial. Caja 335, Carpeta 2, N°15, año 1810

  • 26

    El 26 de agosto de 1810 son fusilados en la posta de Cabeza del Tigre

    (Córdoba) el General Don Santiago de Liniers,1 el Gobernador de Córdoba

    Coronel Juan Gutiérrez de la Concha, el Coronel Don Santiago de Allende, el

    Oficial Real Moreno y el Doctor Don Victorino Rodríguez Los cinco,

    conjuntamente con el Obispo de Córdoba, Rodrigo A. de Orellana, y el

    Presbítero Pedro Alcántara se habían organizado para rechazar el

    reconocimiento a la Junta de Buenos Aires y hacer resistencia

    A la llegada a Córdoba de la expedición militar enviada por la Junta al mando

    del Coronel Don Francisco Antonio Ortiz de Ocampo los complotados huyeron

    pero fueron detenidos por el Coronel González Balcarce y luego fueron

    fusilados por orden del delegado de la Junta, Juan José Castelli.

    El 31 de agosto de 1810 Don Cayetano Ramírez de Arellano,2 superior

    jerárquico inmediato de Artigas, lo propone para ascender al Cargo de Capitán

    en remplazo del Capitán Don Miguel Borrás, que acababa de fallecer.

    “. . . propongo a V.M. a Don José Artigas, Ayudante Mayor del

    expresado Cuerpo que sirve a V.M. 12 años, 10 meses y 4 días en esta

    forma : 4 meses y 5 días de Capitán de Milicias, 10 meses de Ayudante

    Mayor con despacho del Virrey, y los 11 años, 7 meses y 29 días

    restantes en el mismo empleo, por Real Despacho...3

    Con toda celeridad, cinco días más tarde, el 5 de septiembre de 1810, Don

    Joaquín de Soria nombra al Ayudante Mayor Don José Artigas, interinamente

    y hasta la aprobación de Su Majestad, Capitán de la Tercera Compañía del

    Cuerpo Veterano de Caballería de Blandengues de Montevideo.4

    El 12 de septiembre la Junta de Buenos Aires envía instrucciones precisas al

    Dr.Juan José Castelli, en su función de Jefe de la expedición militar enviada a

    las provincias para imponer la sujección de éstas al poder porteño. En ellas se

    percibe claramente las orientaciones del Plan de Operaciones de Mariano

    Moreno.

    1 Santiago de Liniers y Bremond. (Francia 1753 Córdoba 1810) Caballero de la Orden de San Juany de Malta. Se incorpora al cuerpo de Marina española. Trasladado a Montevideo fue ascendido acapitán de navío en 1792, tiene gran actuación en las Invasiones Inglesas y es nombrado Virrey en1808

    2 Sargento Mayor Don Cayetano Ramírez de Arellano, miembro de una ilustre familia española yprimo del Marqués de Sobremonte.

    3 Archivo Histórico Militar. Segovia. Legajo : Asuntos. Tercera División N°42, año 1810

    4 Museo Histórico Nacional.Montevideo. Sala la Patria Vieja, vitrina N°11

  • 27

    “6°)-Jamás aventurará combate sino con ventajas de una superioridad

    conocida; procurá disponer al soldado para ataques principales y en la

    primera victoria que libre dejará que los soldados hagan estragos en los

    vencidos para infundir el terror en los enemigos.

    “9°)-El Presidente Nieto, el Gobernador Sanz, el Obispo de La Paz y

    Goyeneche1 deben ser arcabuceados en cualquier lugar donde sean

    habidos, y a todo hombre que haya sido principal director de la

    expedición. . . 2

    El 7 de octubre de 1810 desembarca en Montevideo el nuevo Gobernador de

    la Plaza, Mariscal de Campo José Gaspar de Vigodet, designado por el

    Consejo de Regencia de Cádiz.3

    En la Banda Oriental, Artigas, que en septiembre había sido ascendido a

    Capitán, continuaba su actividad en la campaña. De éstas sus tareas nos da

    una idea esta carta, dirigida desde el Paso de Jacinta por Juan Bruno de

    Puentes a Pablo José de Ezeiza, en la Bajada del Paraná. De Puentes escribe

    a Ezeiza desde la estancia de éste situada en el dicho paso.

    “Jacinta, 16 de diciembre de 1810

    “Hoy hemos tenido la única de haber llegado a esta estancia de usted

    el Capitán Comandante Don José de Artigas con 200 hombres, en

    seguimiento del Rubio Chileno que, antes de ayer, se dice, que con una

    partida fue a la estancia de Petisco4 y robó cuanto había, cuyo principal

    se dice fue el de 1.800 pesos, pero además toda la cría de caballada,

    arreando hasta la lleguada toda, cuyo perseguimiento dió mérito a que

    llegasen y pidiesen auxilio de cabalgaduras, a quienes se les

    franquearon hasta el número de 82 con cargo de reintegro, por lo que

    pidió dicho Capitán dos hombres para su devolución que fueron, su

    primo León y un peón, ignorando hasta donde llegarán.Salieron hoy a

    las cinco y media de la tarde.

    “Por lo que hace a lo demás, no ha habido novedad.Se ha portado este

    Señor con mucha urbanidad y política asistiendo al mediodía a su mesa

    de usted con el mejor ornamiento de caballero, acompañando a estas

    1 José Manuel de Goyeneche. (Perú 1775 - España 1846). Conde de Huaqui, Mariscal de Campode los ejércitos reales. En mayo de 1810 recibe el mando del ejército realista que debía reconquistarlas provincias rioplatenses para la corona española.

    2 Adolfo P. Carranza. Archivo General de la Nación. Buenos Aires. Eduardo Acevedo. Op. Cit. T. I, p. 302

    3 José Gaspar de Vigodet. (1747-1834) Militar español de origen francés. Participó en el sitio deGibraltar (1783), la campaña del Rosellón (1793) Fue miembro de la regencia que destituyó aFernando VII, por lo que tuvo que exiliarse en Francia en1823 de donde regresó en 1834.

    4 Francisco García Petisco, Alcalde de Primer Voto y Comandante Militar de San José deGualeguaychú

  • 28

    señoras y disuadiéndolas de su temor, por cuyo respeto y ejemplo a

    nadie incomodó su tropa.

    “El gasto que han hecho fueron cuatro reses y una poca de yerba y sal

    que su esposa franqueó a pedimento mío, por lo que no tendrá usted

    cuidado alguno dado el caso que llegue a noticia de usted y quieran

    afligirlo con suposiciones.1

    Esta carta y otras que la acompañaban fueron interceptadas por el Gobernador

    de Santa Fe quien informó de inmediato a la Junta de Buenos Aires. Para el

    Señor Gobernador la presencia de Artigas en el Paso de Jacinta no tenía nada

    que ver con la persecución del “Rubio Chileno”. En efecto, parecía bastante

    exagerado desplazar 200 hombres, con el costo que éso significaba, solamente

    para perseguir un ladrón de ganado.

    El Coronel Martín Rodríguez2, desde la Laguna de Santa Fe donde tenía

    establecido su Cuartel General, informa también de inmediato a la Junta de

    Buenos Aires de los desplazamientos de Artigas.

    “Cuartel General de la Laguna, diciembre 19 de 1810

    A la Excelentísima Junta Gubernativa del Río de la Plata

    Con fecha de ayer ha debido V.E. ser instruído por este Teniente

    Gobernador de una partida procedente del Arroyo de la China

    compuesta de 84 hombres al mando del Capitán de Blandengues

    Orientales Don José Artigas, que llegó el 16 a la estancia de Don Pablo

    José de Ezeiza situada en Jacinta y que en la tarde del mismo día salió

    con destino al pueblo de Nogoyá, distante de la Bajada 30 leguas.

    Esta noticia la adquirió el expresado Gobernador de unas cartas

    dirigidas a Ezeiza qué abrió, hasta la llegada de otro chasque conductor

    de las dos que originales acompaño que se entregaron en manos

    propias de Ezeiza y las pasó luego a las mías.3

    Las preocupaciones de las autoridades juntistas con respecto a las supuestas

    actividades de Artigas por ocupar la Bajada del Paraná o mismo Santa Fe no

    parecerían sin embargo tener mucho fundamento. Es evidente que éste

    continuó en su actividad de perseguir la banda del Rubio Chileno y que logró

    apresar por lo menos tres de sus integrantes.

    1 Archivo General de la Nación. Buenos Aires. División Nacional. Sección Gobierno. Guerra. 1810.Marina. Legajo X 3.1.1.

    2 (1771-1844) Fué nombrado Coronel por la Junta de Buenos Aires.

    3 Archivo General de la Nación. Buenos Aires. División Nacional. Sección Gobierno. Guerra. 1810.Marina. Legajo X 3.1.1.

  • 29

    Es así que el 21 de diciembre de 1810 el Capitán Juan Angel Michelena,

    desde Concepción del Uruguay, dispone el sumario de tres integrantes de la

    gavilla del Chileno, apresados por Artigas.

    “Sumario contra Pedro Celis y Pedro Pablo Rojas, procedentes de la

    pandilla de ladrones que robaron en la estancia de Don Francisco

    García Petisco1, y un negro llamado Juan, esclavo del segundo capitán

    de la gavilla, Juan el Chileno, cuyas declaraciones no aparecen en este

    sumario a causa de ser bozal2 y no hallarse intérprete.

    En la villa de Concepción del Uruguay, a veinte y un días del mes de

    diciembre de mil ochocientos diez, el Señor Don Luis de la Robla,

    Ayudante Mayor de Campo de la expedición de Entre Ríos al mando del

    Capitán de Navío Don Juan Angel de Michelena, hizo comparecer a

    Pedro Celis...

    Preguntado : su nombre, patria, religión, oficio y estado, dijo :llamarse

    Pedro Celis, de Nogoyá, religión católica, de oficio, hombre de campo,

    de estado, casado.

    Preguntado : por qué lo habían traído preso, quién lo prendió, en

    dónde, para dónde fueron Zapata y sus compañeros, éstos, quienes

    eran, qué hacían en el lugar donde los prendieron, en que estancias

    robaron, que caballada robaron...

    Dijo hallarse preso por haber guiado a Zapata desde Nogoyá hasta la

    estancia de Don Francisco Petisco, que lo prendió el Capitán Artigas en

    Nogoyá, que se había apartado de Zapata después de pasado

    Gualeguay por habérsele cansado el caballo, que Zapata se dirigía para

    la villa del Paraná, que con Zapata iban 25 hombres, unos armados con

    carabinas, otros con trabucos y armas cortas, de fuego, y otros con

    armas blancas, que robaron caballada solamente en la estancia de

    Petisco.

    Preguntado : a dónde se dirigió después de haberse apartado de los

    ladrones y si conoce alguno de éstos, a más de Zapata.

    Dijo haberse dirigido a Nogoyá, que no conocía, después de Zapata,

    más que a otro llamado el Chileno, que el primero era el capitán de la

    gavilla y el Chileno era su segundo, que había visto entre ellos ocho o

    nueve que parecían soldados por tener chaqueta azul y collarín con

    vuelta encarnada, de los que algunos traían armas de fuego, ésto es,

    carabinas.

    1 Francisco García Petisco organizó el movimiento contrarevomucionario que logró, en 1810, queel pueblo de Gualeguaychú jurara obediencia al Consejo de Regencia.

    2 Negro esclavo nacido en Africa que no habla el español

  • 30

    En el mismo día, mes y año... se hizo comparecer a Pedro Pablo Rojas

    Preguntado : su nombre, patria, religión, oficio y estado, dijo : llamarse

    Pedro Pablo Rojas, que era del Paraguay, su religión, católica, su oficio,

    hombre de campo, su estado, soltero.

    Preguntado : por qué se halla preso, quién lo prendió, en dónde lo

    prendieron, en que estancia estaba sirviendo, si ha visto a los ladrones

    cuatreros, si conocía alguno de ellos, si sabe para dónde hayan ido.

    Dijo que ignora la causa de su prisión, que lo prendió el Capitán Artigas

    en la casa de Esteban, en la costa de Nogoyá, que estaba sirviendo en

    el puesto de San Antonio, perteneciente a la estancia de Don Francisco

    Petisco en el que, estando el declarante, avanzaron la partida de

    ladrones mandada por Bartolino Zapata.

    Que no conocía más que a un tal Rafael Pay, que tiene su casa de este

    lado de Nogoyá.

    Que los ladrones llegaron al puesto donde estaba el declarante antes

    de mediodía, que ellos mismos echaron todas las manadas al corral,

    habiéndole dicho al Capataz Pedro Pablo Ojeda que del otro lado del

    Gualeguay apartarían las yeguas de los caballos, por lo que el capataz

    fué con ellos hasta pasado el paso de donde volvió al anochecer

    diciendo no lo habían dejado apartar porque iban muy de prisa.

    En la villa de Concepción del Uruguay, a veinte y un días del mes de

    diciembre de mil ochocientos diez, el Señor Don Luis de la Robla,

    Ayudante Mayor de Campo hizo comparecer a Francisco Ifrán, Capataz

    de la tropa de carretas de la estancia grande de Don Francisco Petisco.

    Preguntado : si estaba en la estancia grande de Don Francisco Petisco

    el día que llegaron los ladrones, si conocía a los ladrones y

    particularmente a uno llamado Pedro Celis...

    Dijo : que se hallaba en la estancia grande el día que llegaron los

    ladrones, que conocía al capitán de la cuadrilla, que Pedro Seliz iba

    entre ellos, que conocía a otro llamado Pata Bola, peón que fue de la

    estancia grande de Don Francisco Petisco y a otro llamado el

    Cordobesito, ladrón, que fue peón del puesto de la Macita,

    perteneciente a Don Francisco Petisco.1

    Es interesante de ver la inusitada preocupación que había desencadenado

    Artigas a las autoridades porteñas con su supuesta persecución del “Rubio

    Chileno”.

    Mientras tanto, el 18 de diciembre de 1810, en Buenos Aires, se modifica la

    integración de la Junta de Gobierno con la incorporación de los diputados

    1 Archivo de la Escribanía de Gobierno y Hacienda. Montevideo, 1811. Expediente N°32

  • 31

    provenientes de las provincias, lo que dió lugar a la creación de la llamada

    Junta Grande. (atención, ésto no está en el libro impreso)

    El 23 de diciembre de 1810, la Junta de Buenos Aires informa al “Coronel del

    Regimiento de Castas” la situación que había planteado el Coronel Martín

    Rodríguez con respecto al mantenimiento del control sobre la Bajada del

    Paraná y su pedido inmediato de refuerzos.

    El tenor de la carta nos dice de la preocupación de la Junta de Buenos Aires

    temerosa de perder el punto estratégico que significaba la Bajada del Paraná.

    “Buenos Aires, 23 de diciembre de 1810

    Coronel del Regimiento de Castas

    El Comandante de Húsares del Rey avisa a la Junta con fecha 19 del

    corriente desde su Cuartel General de la Laguna de Santa Fe que

    habiéndole requerido el Teniente Gobernador de aquella ciudad para

    que pasase inmediatamente a guarnecer el punto de la Bajada del

    Paraná adonde presumía se dirigiese una partida de 84 hombres que

    salió del Arroyo de la China al mando de Don José Artigas, aunque se

    hallaba pronto a verificarlo con su tropa no se había resuelto a

    ejecutarlo temiendo que si aquellos, con el expresado o menor número

    invadían y ocupaban la ciudad de Santa Fe, quedando sin guarnición,

    lo dejasen cortado en la Bajada y sin retirada.

    Agrego a esta consideración la de no poderse contar absolutamente

    con ninguna otra gente en dicho punto de la Bajada, de que resultó que

    indecisos con la determinación que habían de tomar se resolvieran a

    dar cuenta a la Junta, avisando que se dirigían a V.S. para que

    esforzase sus marchas con la celeridad que exigía la importancia del

    auxilio de su tropa.

    V.S. conoce la urgentísima necesidad de este socorro, la interesante

    ocupación y defensa del punto que asegure la comunicación del

    Ejército del Norte y la exigencia de los momentos.

    Nada más se requiere para excusar de prevenirle que debe empeñar

    toda su diligencia en redoblar las marchas incitando y animando a sus

    tropas a que, penetrados de la necesidad e importancia del empeño, lo

    tomen de corazón y se esfuercen a la fatiga...1

    La posición del Don Martín Rodríguez, Comandante de Húsares, no era nada

    confortable; el Gobernador de Santa Fe le pide que ocupe con su gente la

    Bajada del Paraná, pero si Artigas atacaba y tomaba Santa Fe, el Coronel

    1 Archivo General de la Nación. Buenos Aires. División Nacional. Sección Gobierno. Guerra. 1810.Marina. Legajo X 3.1.1.

  • 32

    Rodríguez quedaría aislado en la Bajada, sin posibilidad de retirarse a Buenos

    Aires.

    El 28 de diciembre de 1810 el Coronel Martín Rodríguez envía otro informe a

    la Junta de Buenos Aires.

    “...Por las partidas sueltas de observación y confidentes que tengo en

    la Banda del Paraná he sido avisado que la del mando del Capitán

    Artigas se replegaba al Arroyo de la China.

    Por el Porta Estandarte Don Martín Cabrera que llegó ayer recibí el

    oficio de V.E. de 23 y el aviso de que el Regimiento de Castas venía

    muy atrasado en la marcha, de modo que su demora debe ser de

    muchos días, cuando su arribo a este destino lo considero de hora en

    hora más urgente.1

    Al día siguiente 29 de diciembre es Manuel Belgrano, desde su campamento

    del Tacuarí, quien informa a la Junta de Buenos Aires sobre las actividades de

    Artigas.

    “Campamento del Tacuarí, diciembre 29 de 1810

    Excelentísima Junta Provisional Gubernativa de las Provincias del Río

    de la Plata

    . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

    Se me avisa de la Bajada que los insurgentes de Montevideo pasaban

    allí al mando de Artigas en número de 100 hombres”.2

    Llega 1811. A esta altura de los acontecimientos tenemos en Montevideo como

    autoridad máxima al Gobernador Mariscal de Campo Don Gaspar de Vigodet

    el cual, preocupado de la situación a la que tenía que afrontar se decide a

    solicitar ayuda a la Infanta Carlota Joaquina de Borbón, princesa española,

    hermana de Fernando VII y esposa del Principe Regente de Portugal, ambos

    exilados en Río de Janeiro por la invasión de Napoleón en España y Portugal.

    1 Archivo General de la Nación. Buenos Aires. División Nacional. Sección Gobierno. Guerra. 1810.Marina. Legajo X 3.1.1.

    2 Archivo General de la Nación. Buenos Aires. Archivo del Gobierno de Buenos Aires. Tomo N°43,10,2,4,15, año 1910, folio 120

  • 33

    Don Gaspar llega a Montevideo el 7 de octubre y escribe su primera carta a

    Doña Carlota Joaquina dos meses después, el 21 de diciembre.1 Volverá a

    escribirle el 1°, el 3, el 5 y el 13 de enero de 1811.2

    A esta altura de los acontecimientos los hilos de las intrigas diplomáticas se

    manejaban por todos lados. Nuestro Don José permanecía aún en filas

    españolas ajeno totalmente a esta maraña de intereses entrecruzados que

    disponían de un aceitado circuito epistolar.

    El 7 de enero de 1811, desde Porto Alegre, Diego de Souza3 escribe a Felipe

    Contucci4 dándole su visión e interpretación de los hechos ocurridos en el Río

    de la Plata, criticando la inoperancia de las fuerzas españolas de Montevideo

    y del Paraguay que dejaron afianzarse a la Junta de Buenos Aires y

    pronosticando la caída de este último en manos de los juntistas.

    Porto Alegre, enero 7 de 1811

    Señor Felipe Contucci

    De acuerdo a la forma que van tomando los negocios de ese Virreynato

    y que mucha gente aquí me vió vaticinar en consecuencia de la

    indiscreción que observaba en las disposiciones de las provincias que

    negaba obediencia a la Junta de Buenos Aires, no me asombraría la

    rendición del Paraguay...

    Otra cosa sería si las dichas provincias, antes que la Junta adquiriese

    mayores fuerzas hubieran invadido sus dominios y aún si ultimamente

    1 Carta del Secretario de la Infanta Carlota, Doctor José Presas a Vigodet del 11 de enero de1811.Archivo privado de la familia imperial de Orleans e Braganza. Petrópolis. Brasil. año 1811. Libro de Registro Secreto de la Princesa Carlota Joaquina. folio 31

    2 Carta de la Infanta Carlota a Gaspar de Vigodet del 17 de febrero de 1811. Archivo privado de lafamilia imperial de Orleans e Braganza. Petrópolis. Brasil. año 1811. Libro de Registro Secreto de laPrincesa Carlota Joaquina. folio 34

    3 Diego de Souza, Gobernador y Capitán General de la Capitanía de Río Grande del Sur.

    4 Felipe da Silva Telles Contucci. Rico comerciante português, en Buenos Aires, con estancia enLos Laureles, costas del Río Negro. Contucci había sido en 1808, junto a Manuel Belgrano, uno delos fervorosos partidarios de establecer la Regencia de la Princesa Carlota Joaquina en el Río de laPlata.

    El dia 6 de junio 1809, Belgrano escribe a D. Carlota, declarando su apoyo incondicional al"carlotismo".

    " ......Todos mis contactos, Señora, son dirigidos à lograr que V.A.R. ocupe el Soliode sus Augustos progenitores; dando la tranquilidad à estos sus dominios que, deotro modo, los veo precipitarse en la anarquía y males que lo son consiguientes. ....Lo que puedo asegurar à V.A.R., desde ahora, es que no hay un hombre de bien queno mire en su Persona el