EL DINERO EN LA TEORIA Y EN LA PRACTICA...

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SEMINARIO EL DINERO EN LA TEORIA Y EN LA PRACTICA PSICOANALITICA LIC. OLGA MABEL MATER PSICOLOGA U. B. A. PSICOANALISTA [email protected] SEMINARIO VIRTUAL COMPLETO PUBLICADO Y DIFUNDIDO POR http://www.elsigma.com/ EN EL AÑO 2007.

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SEMINARIO

EL DINERO EN LA TEORIA Y EN LA

PRACTICA PSICOANALITICA

LIC. OLGA MABEL MATER

PSICOLOGA U. B. A.

PSICOANALISTA

[email protected]

SEMINARIO VIRTUAL COMPLETO PUBLICADO Y

DIFUNDIDO POR http://www.elsigma.com/ EN EL AÑO 2007.

SEMINARIO:

EL DINERO EN LA TEORÍA Y EN LA PRÁCTICA PSICOANALÍTICA

CLASE N°1

Un periódico, en marzo de 2006, ha difundido un artículo titulado: “Lo

que queda de Freud” y agrega: “El padre del psicoanálisis sigue vivo 150 años después, pero ¿quién tiene tiempo y dinero para el diván?”.(1)

Comenzamos el seminario, sirviéndonos de éstas mismas palabras:

Freud como padre del psicoanálisis – dinero – tiempo; ejes que intentaremos

en el desarrollo de éstas clases desplegar, interrogándonos desde la obra

psicoanalítica, y nuestra práctica analítica actual.

¿Por qué abordar esta temática? Entre las respuestas posibles que podría enunciarles, me convoca la práctica y la teoría psicoanalítica freudiana y

lacaniana, sea en el ámbito institucional y/o privado, en el que

desempeñamos nuestra actividad. De este modo retorna, a mi criterio, una

apuesta que nos involucra como psicoanalistas hoy; “¿quién tiene tiempo y

dinero para el diván?”; ¿quehacer del psicoanalista en el siglo XXI, ante las

patologías de la época, y dificultades económicas insertadas en la era del instante, de la urgencia y la premura?.

Propuesta que hace indispensable regresar a los textos: freudianos –

lacanianos, por un lado y considerar los relatos de nuestros analizantes o

consultantes, por otro. Intentar, a partir de allí, si es posible una lectura

menos tardía y enriquecedora acerca del abordaje del dinero en la clínica

psicoanalítica; ante los augurios de quienes pretenden anunciar el ocaso de

nuestra praxis por razones económicas o temporales, entre otras razones que algunos señalan.

Comenzaremos, no obstante, afirmando que: la obra de Freud ex–siste, el

“Retorno a Freud” de J. Lacan por medio de su enseñanza nos lo ha facilitado

para que continuemos investigando.

Muchos, entre tantos otros analistas, que continuamos produciendo, -tanto

en los consultorios como por medio de nuestras diversas actividades, responsables en su práctica y su ética (del deseo) como su política (síntoma)

continuemos haciendo lazo y no solo entre psicoanalistas.

No sólo ‘quedan’ sino que se producen análisis freudianos: debido a la

presencia, escucha, e intervenciones de los psicoanalistas, que recorren por

diferentes ámbitos (clínico – docente – educacional – institucional – jurídico),

y mientras esto sucede, no es sin efectos. El dinero no se halla ajeno a las jugadas que en cada partido de ajedrez

emprendemos con cada sujeto, -como metaforizara Freud acerca del

recorrido de un análisis-. Producto del lenguaje: el dinero, al mismo tiempo

pertenece, a la economía del mercado, por lo cual podemos considerar:

- dinero y las causalidades psíquicas (economía subjetiva);

- dinero al servicio de las neurosis (sacrificio: deseo y goce); - dinero-maniobra analítica, pago o no de honorarios y dirección de la

cura;

- dinero-mercancía de curso legal en una cultura dada (economía de

mercado).

En primer lugar, los invitamos a un breve recorrido histórico que

emprenderemos, al considerar los orígenes del dinero en la cultura, en cuanto

mercancía de curso legal, y la época en que se produce el nacimiento del

psicoanálisis, avatares que por entonces atravesaban a S. Freud y al

pensamiento científico en general.

En segundo lugar, una posible articulación teórico–clínica, si bien en clases

posteriores se trabajarán puntualmente aquellos casos paradigmáticos freudianos, reflexiones de la experiencia analítica de J. Lacan, y de otros

psicoanalistas. Comenzaremos por cuestionar la clínica que nos atraviesa

actualmente con sus manifestaciones contemporáneas, nuevas modalidades

y modificaciones de los goces que despiertan –sueños o pesadillas– en

nuestra práctica cotidiana, y en particular ante las circunstancias que implican

la temática del dinero; considerando que en la teoría psicoanalítica hay conceptos que son a - históricos mientras otros son interpelados por la

historia misma y necesariamente son modificados por ésta.

I. BREVE RECORRIDO HISTÓRICO

El dinero como moneda corriente, hizo su aparición en las sociedades, luego del trueque, comenzando por las actividades comerciales, ganaderas y

agrícolas. Establece y disuelve lazos sociales, condensa relaciones de

producción y al mismo tiempo materializa el trabajo social.

El papel moneda en sí mismo, como el dinero metálico carecen de valor, el

valor le es determinado por el medio. El significante dinero, y la estructura

del lenguaje que lo produce al mismo tiempo que lo determina, implican un plus, por un lado de valor y de goce por otro.

Así, la administración y el uso del dinero dan cuenta de la singularidad de

cada sujeto uno a uno, refugio de goce, tanto para nuestra cultura como para

el sujeto. Sería posible, en otra oportunidad, realizar un investigación acerca

de ello en diferentes culturas.

El dinero y la moneda, son productos de una lenta evolución a través del tiempo, circulan en la cultura, antes de nuestra era, siendo reconocidas

como primarias las de Asia Menor. Cada cultura las ha utilizado, acorde a

cuestiones sociales, religiosas, políticas, económicas; su evolución denota

aspectos de las mismas; como los materiales en que se plasman (metal o

papel). Por ejemplo, las monedas griegas, reflejaban la antigüedad – a través

del arte, por medio de representaciones mitológicas, animales, plantas,

instrumentos de culto o características de ciudades griegas, retratos de reyes, como aparecen ciertos aspectos de la imposición de los romanos con su

moneda en territorio griego, que produce cambios de los modelos vigentes.

Nuevamente el trueque es utilizado debido a la fragilidad de las

economías mundiales. En sus comienzos posibilitaba el intercambio entre los

pueblos de objetos y mercancías, pero por ser más complejo el reemplazo de

un objeto por otro, o sea, necesitar que otra persona se desprenda de lo que el primero necesitaba, y éste, por ende, adquirir lo que se ofrece, se fue

tornando desventajoso.

Desventajas actuales, como señala Teodoro P. Lecman, que reeditan las

pasadas en cuanto que: “La gente acude al trueque como forma de procurarse

lo esencial, o de paliar las carencias de la ‘economía formal’ ”, posteriormente

agrega “el trueque nos consuela pero no nos cura” (2). El dinero acumulado

en unos pocos o mal distribuido actualmente, nuevamente señalan una

ruptura de ciertos pactos, en particular, del crédito al Otro social, y a sus

diversas modalidades (Otro de la ley, Otro del lenguaje, Otro de la salud, Otro

de la justicia, Otro cultural, y entre otros de los medios de comunicación y

del psicoanálisis).

Nos humaniza el lenguaje, nos aloja en una cultura, con una

determinada filiación, nos nomina y determina en cuanto, el sujeto se halla

sujetado. En palabras de N. Braunstein: “Educado, gobernado, dirigido desde afuera, controlando aspiraciones e impulsos, el sujeto se hace miembro de la

comunidad, lo común y lo exigido en cada comunidad es la renuncia al goce

singular. El sujeto es pues el resultado de una división consigo mismo: sujeto

del inconsciente y objeto de la ley que lo sujeta” (3).

El sujeto miembro de una cultura convive, entre otros objetos, con el dinero

que posee una función social económica como: - medida de valor

- medio de circulación

- medio de acumulación

- medio de pago

- dinero mundial (4).

La teoría marxista y su lectura acerca de la sociedad de su tiempo, dio cuenta del síntoma (social), desde el cual construyó uno de sus pilares para

la formalización del concepto de plusvalía, que oculta el valor de goce, de

quien se apropia del mismo. Expresa “desde que el producto individual se ha

transformado en producto social, en producto de un trabajador colectivo, (…)

el objeto de la producción es la plusvalía” y ejemplifica “un profesor en una

escuela es un trabajador productivo, no porque forma útilmente el ánimo de sus alumnos, sino porque haciendo eso produce dinero” (5). Veremos más

adelante que Lacan da cuenta del mercado y del saber, en el cual los

psicoanalistas nos hallamos implicados y no ajenos a él.

S. Freud toma el concepto de síntoma de C. Marx, así como J. Lacan se

sirve de la formulación marxista de la plusvalía. Mientras el primero da cuenta

del padecer neurótico subjetivo y una de las formaciones del inconsciente; el segundo realiza un giro para puntualizar lo económico del goce subjetivo,

plus de goce como plus-valía, resto de la división subjetiva.

Sin embargo, para C. Lévi–Strauss, antropólogo estructuralista, las

mujeres -y no el dinero- son los objetos de intercambio privilegiados, en el

sistema de prestaciones de las estructuras elementales del parentesco. No

obstante, es necesario recordar que no sólo en algunas tribus, sino en algunas

culturas tener ‘dote’ para contraer matrimonio era una condición, importante para ser pretendida como esposa, ya que la dote se entregaba al marido para

que la administrara mientras el enlace conyugal perdurara. Señala Lévi-

Strauss: “la circulación total y continúa de esos bienes por excelencia del

grupo: sus mujeres y sus hijas”, agrega “el intercambio no solo vale lo que

valen las cosas que se intercambian: el intercambio –y en consecuencia, la

regla de exogamia que lo expresa– tiene en sí mismo un valor social” (6). Valor social de las mujeres, la exogamia y el dinero, que aún se practica en

ciertas culturas del mundo con ciertas similitudes a las de antaño.

Marx, Freud, Lacan y Lévi–Strauss, cada quien desde su época, historia

y formación, han señalado el pasaje de la naturaleza a la cultura, de los

objetos de intercambio, y de las cuotas de sacrificios que el ser hablante

necesariamente acredita para pertenecer a la humanidad.

S. Freud reflexiona en 1930 sobre el mal – estar en la cultura y el estar – mal

del deseo, de las luchas entre Eros y Ananké. Escribe: “con la profunda

desigualdad de las dotes físicas y psíquicas, ha establecido injusticias para

las cuales no hay remedio”, desigualdad desde el hombre primitivo que se

perpetúa, “si la cultura impone tan pesados sacrificios, no sólo a la sexualidad

sino también a las tendencias agresivas, comprenderemos mejor por que el

hombre le resulta tan difícil alcanzar en ella su felicidad (…) pueblos enteros se han conducido u aún siguen conduciéndose de idéntica manera”.

Las estructuras de parentesco, y aquello que de lo real, tanto desde lo

subjetivo como en las manifestaciones sociales, no deja de reeditarse:

sexualidad y muerte.

a. Segismundo Scholmo Freud: nos detendremos en el fundador del psicoanálisis, quien nace el 6 de mayo de 1856. No es intención de análisis

alguno la subjetividad del vienés sino por lo contrario, que su obra se halla

atravesada por el autor y su historia subjetiva, para de este modo

contextualizar ciertos aspectos en los cuales nos detendremos

oportunamente.

Nacen en el mismo año Sigmund, Emil Krepelin en Alemania y Jules Séglas

en Francia. Mientras Marx publica The diplomatic review, y comienza a trabajar en su obra El Capital en 1858, se desata la Segunda Guerra del Opio

(1856 – 1860) de Inglaterra y Francia contra China. Darwin nos entrega en

1859 “El origen de las especies”.

Tiempos de guerras, avances científicos, movimientos de liberación de los

esclavos y obreros en diferentes países del mundo, mientras se crea en 1861

el término ‘ario’, John Stuart Mill escribe el ensayo “Sobre la esclavitud de las mujeres” que Freud traducirá al alemán en 1888.

Freud pertenece, al igual que Lacan, a una familia de comerciantes, pero

mientras el padre de Freud –Jacob Freud- tenía serias dificultades para los

negocios1, el padre del segundo era más exitoso en ellos.

J. Lacan (1955–56) afirmó acerca de la familia Freud: “una de las

articulaciones de mi discurso, recordando que su familia, como todas las familias de Moravia, de Galitzia, de las provincias limítrofes de Hungría, tuvo,

a causa de un edicto de Joseph II en 1785, que escoger este apellido entre

una lista de nombres –es un nombre femenino-, de uso frecuente en aquella

época. Pero si nos remontamos a más antiguo, es un nombre judío, que ya

se encuentra en la historia, traducido de otra manera”. (7)

El término “Freud” en alemán significa: alegría, ‘fretide’ derivado de ‘Freide’

nombre de la bisabuela materna de Jacob Freud, padre de Sigmund, su familia así adopta el apellido en 1789, como “judíos tolerados”, por lo cual

deben renunciar a la organización comunitaria. (8)

La familia Freud tenía una vida modesta, enfrentaba situaciones adversas,

Freud desde su infancia atravesó esas circunstancias y durante décadas, le

fue costoso superar y producir sus propios ingresos económicos, lo cual

refleja en sus correspondencias. Por ejemplo en la Carta que dirige a Fliess al publicarse “La interpretación de los sueños” le expresa su angustia por no

1 Se encuentran diferencias bibliográficas acerca de ésta cuestión, algunos autores señalan que las

dificultades de Jacob Freud eran a consecuencia de la crisis económica de la época, mientras otros sostienen

que no tenía talento para los negocios. Ésta segunda posibilidad considero se acerca más a los datos

biográficos a través de diferentes fuentes con las cuales actualmente contamos para considerar la cuestión.

Puede consultarse la biografía de E. Jones (1961), E. Rodrigué (1996), L. Breger (2003), G. Badou (2007)

entre otras referencias.

vender ejemplares al comienzo de su difusión, las expectativas que éste

poseía, y por otra parte el dinero que necesitaba para subsistir, siendo padre

de una familia numerosa.

Su amistad con E. Silberstein y las lecturas compartidas en castellano, les

permiten intercambiar cartas –las cuales comienzan la extensa

correspondencia que Freud hasta poco tiempo antes de su muerte mantuvo

con diferentes interlocutores. En 1872 Freud se representa con el significante Cipión, al tiempo que se enamora de Gisela Fluss. Cipión2 personaje

cervantino, un perro callejero que deambula junto a Berganza por los

recuerdos de la miseria, la violencia, el abandono y las transgresiones a las

normas, en la puerta de un hospital español.

Charcot dos años después en la introducción a sus lecciones sobre la patología

de ancianos aclara: “Nadie puede olvidar que la ciencia no es de ningún país y que no le pertenece en propiedad a ninguna raza”. Tiempos de crisis general

en Europa, por un lado los descubrimientos científicos, el incremento de las

industrias con la consolidación del capitalismo y por otro la profundización de

las diferencias religiosas y políticas.

En 1870 Viena se convierte en la capital del Imperio austro–húngaro, son

numerosas las expresiones freudianas: en las cartas que escribe a Silberstein,

a Fluss, a Fliess, y además en diversos textos alude a dicho imperio, a la monarquía y la crisis económica que se desataba en Europa. En 1913 al hacer

referencia a los pobres y las neurosis, agudeza mediante, señala que éstas

dificultades recuerdan la “leyenda vienesa, que solía practicar el emperador

José II” (9)

Freud ironiza sobre los judíos –religión que practicaba su familia primordial

como la de su esposa Martha– y el dinero en diferentes ocasiones en sus obras; recordemos sus contradicciones con las creencias religiosas que no

oculta en sus escritos ni en sus intervenciones.

Viena demuestra a fines del siglo XIX, la desintegración progresiva del

Imperio Austro–Húngaro y los avances más importantes del psicoanálisis y

del pensamiento contemporáneo. Allí nace el psicoanálisis en la capital de

dicho imperio, en el que participaban diversos pueblos y ciudades que posteriormente serían Checoslovaquia, Hungría, Polonia, Rumania, Ucrania,

Yugoslavia, y la actual Austria. En este ámbito coexistían grupos diferentes

en razas, nacionalidades, religiones y costumbres. En cada ciudad la

diversidad se imponía, y los Habsburgo gobiernan desde 1867 a 1918, la

derrota en la Primer Guerra Mundial redujo al imperio y a sus estructuras

patriarcales.

Contradicciones de fines de siglo en Viena, en que la mayor parte de la elite liberal, culta e intelectual, y el imperio bancario eran de quienes practicaban

la religión judía. Así también los diarios liberales, los periodistas y el idioma

alemán pertenecían a la ciencia, como a los escritores y poetas; se profundiza

el antisemitismo en gran parte de Viena, al tiempo que surgen las ideas

socialistas. El apogeo cultural es acompañado por convulsiones políticas y

económicas. El saber médico de la época sostenía las teorías heredo-degenerativas,

mientras facilitan avances científicos paradójicamente engendrarán las ideas

2 Cipión por su homofonía con Scipion, recuerda al nombre de Pinel (1795 – 1859) de quien el mito le

adjudica la abolición de las cadenas a los alienados, junto a Esquirol (1772 – 1840), expresan E. Roudinesco

y M. Plon en el Diccionario de Psicoanálisis. El “Coloquio” entre los dos perros, personajes de Miguel de

Cervantes Saavedra (1616) diálogo en el hospital de la Resurrección, de la ciudad de Valladolid.(España)

más siniestras de la humanidad y fomentarán el eugenismo. Se advierte la

influencia de la teoría de Darwin y de las leyes de Mendel, y comienzan las

divergencias entre: lo normal y lo patológico; lo innato y lo adquirido.

Permanece el apogeo del discurso psiquiátrico, surgen las nosologías y

escuelas (alemana y francesa).

La tuberculosis fue la epidemia mayor a mediados del siglo XIX, Julius, tío

materno del padre del psicoanálisis, y su primer hermano, fallecen a causa de la mencionada enfermedad. El segundo hijo del matrimonio, quien nace

un mes después de la muerte del tío Julius, recibe su nombre por éste y

muere al poco tiempo de una afección intestinal. Además la madre de Freud

padece la misma enfermedad en su niñez, y la hermana de Melanie Klein

también fallece a causa de la tuberculosis. En 1886 Freud en su primer trabajo

al regresar de París hace referencia a una histeria masculina, en el cual remarca que la madre del sujeto muere de tuberculosis.

Sexualidad y muerte, lo real que retorna en los primeros tiempos de la obra

freudiana. En 1919 en el tiempo de entreguerras, las penurias económicas,

la muerte de una de sus hijas, un nieto, y otros avatares subjetivos, reconoce

el vienés, la colaboración, de una de sus discípulas S. Spielrein3, en la

formalización del concepto de pulsión de muerte.

Es en un artículo escrito en francés que menciona por primera vez su método con el término “psico–análisis”, en La herencia y la etiología de las neurosis

(1896). Durante años su cuñado, hermano de Martha y una tía de ésta, junto

a otros colegas médicos lo ayudaron económicamente. Otros le donaron

dinero, o reservaron sus fortunas para que las heredara. Freud ejercía la

profesión en su consultorio, luego de sus tiempos de trabajos experimentales,

se dedicaba a la formación, pero el dinero no llegaba a tiempo, mientras viajaba, veraneaba por meses, entre otras curiosidades del vienés.

Subjetividad freudiana, en su letra acerca de las neurosis y la figura paterna,

por algunos autores considerada “débil”, pudo favorecer, quizás, un padre

ideal en cuanto duelo inacabado en su obra.

Participó en el servicio militar y fue sancionado por su jefe, con días de

arresto, le relata a E. Silberstein, mientras los términos: frentes, desafíos, guerras, combates, conflictos, etc., los utiliza Freud desde la primera época

a partir de las controversias de la década de 1910 por las disidencias en el

círculo freudiano, como las complicaciones que acontecían en la ciudad, en

Europa, en el mundo, y en particular en la difusión de su obra, que adquiere

mayor divulgación, no siempre respetuosa de la letra freudiana.

De maneras diferentes, Freud como padre del psicoanálisis, jefes, ideales,

gobernantes, son cuestionados o extremadamente sobrevalorados. Hacer consistir a un Otro que no deja de señalar su caída, la época victoriana se

aleja y de los desarreglos de la ley a lo horroso de un padre, los sujetos y las

masas manifiestan su adhesión, el sacrificio de la horda primitiva pareciera

reeditarse, anomia que aún persiste en el desamparo no solo subjetivo

estructural sino del Otro social.

El estar mal en la cultura, facilitó el descubrimiento del inconsciente, el descentramiento de la conciencia, y de esta manera producir la herida

narcisista a la humanidad, señalar que hay medias verdades en los dichos

que es posible decir sin que el sujeto esté advertido de que dice más de lo

3 Sabina Spielrein, discípula de Freud, luego de haber sido paciente y amante de Jung, estudia medicina y

se acerca al círculo que se formaba junto a Freud en psicoanálisis. Ha sido analista de Piaget y de Vigostki.

que cree, y que padece, sufre o goza, pero que es posible desandar ciertos

caminos junto a un psicoanalista.

Lacan en 1957 señala: “El acontecimiento Freud no ha de aprehenderse

actualmente en ninguna parte sino en los escritos trazados por la mano de

Freud: sus obras” (10).

E. Jones luego de la Segunda Guerra Mundial, redacta y publica su biografía

entre 1952 y 1957, quien sostiene que: “El psicoanálisis, tal como cualquier otra rama de la ciencia, sólo puede ser estudiado provechosamente si se lo

encara en su proceso

histórico, nunca como un conjunto acabado de conocimientos, y su evolución

estuvo ligada, de una manera muy peculiar e íntima, a la de su creador”. (11)

Los diferentes momentos históricos han incidido en la obra

psicoanalítica, en relación a la posición del analista y las direcciones de las curas: las Guerras Mundiales, las migraciones, el Mayo francés, la Guerra de

Vietman, periodos democráticos y dictaduras. Ya en 1964 propone Lacan

como categoría: Auschwitz –Holocausto, al señalar “la mirada se desvía,

explican tras que el velo sigue oculto todavía este misterio”, afirma acerca

del ‘Dios oscuro’ (Seminario 11, páginas 282 y 283).

La globalización económica, la profundización del capitalismo llamado ‘tardío’,

ha facilitado, en cierto modo, la multiplicidad de psicoterapias y las llamadas ‘terapias alternativas’, pero no sin la responsabilidad de los psicoanalistas de

ocuparnos de estar sosteniendo nuestros espacios y fundamentando nuestra

praxis actual.

Hacer consistir al sujeto del inconsciente como ahistórico, o a la

dimensión social, a mi criterio son las dos caras de la misma moneda: excluir

al sujeto del inconsciente.

b. “Algo habrán hecho por nuestra Historia Argentina“en términos de

Felipe Piña4, y sin duda en nuestro continente, “algo” ha pasado y no poco.

Para recordar nuestros antepasados, en nuestro continente: los indígenas no

conocían las monedas, fueron introducidas por los conquistadores y colonizadores españoles. De este modo parte del oro y plata americana

fueron a los países de Europa de las que España dependía, favoreciendo la

acumulación del capital, y asegurando un más rápido desarrollo del

capitalismo, reforzando la burguesía española, su estructura feudal, mientras

continuaban apropiándose de territorios ajenos junto a otros países.

Del sacrificio del hombre primitivo en la horda, al sacrificio estructural

de la subjetividad, hay manifestaciones sociales que reeditan históricamente la colonización, el genocidio, el hambre, etc. Les ofrezco algunos ejemplos:

- “desde 1811 a 1820, en Buenos Aires (…) dificultades graves desde el

punto de vista financiero, ya que elevan desproporcionadamente los

gastos frente a ingresos cada vez más menguados, dificultades que

tratan de solucionar por medio de ‘impréstitos’ forzosos (…) nunca eran

devueltos o lo eran ‘papeles’ del gobierno que sólo servían para pagar

4 Piña Felipe, historiador argentino, posee numerosos libros publicados, y “Algo habrán hecho por la

Historia Argentina”, en primer lugar fue difundido televisivamente, y actualmente existe como documental,

realizado en el 2006, en el cual se relata fragmentos de la historia argentina, señalando en particular

irónicamente mitos y falacias de nuestro Otro social argentino.

otros impuestos”. ¿Les recuerda alguna situación similar no muy

lejana?5

- “prende en Buenos Aires la idea de que un Banco podía realizar el

milagro de aportar los capitales indispensables para llevar a cabo la

tarea”. Nace el Banco de Descuentos, el 6 de septiembre de 1822,

“único por veinte años” fue o un tremendo error de cálculo o una bien

planeada operación de vaciamiento (…) deja al Banco en total y absoluta libertad de acción”. Así nuevamente se emiten ‘vales

menores’, ¿similares a la segunda versión de bonos?

- Especulaciones, hasta que en 1824 Agüero busca el cierre del banco

para crear el Banco Nacional, de este modo el Estado paga las

indemnizaciones, y estos hacendados ganaderos como los

comerciantes nacionales y británicos, luego de cobrar, forman parte como accionistas del Directorio del Banco Nacional.(12)

Reediciones del malestar, de los desarreglos del nombre del padre a lo

horroroso del padre, en nuestra historia argentina, hechos que nos vienen y

también nos suceden, así ha nacido nuestro Banco Nación y la Casa de la

Moneda.

Historia compartida, de generación en generación nos fueron transmitidas,

desde la colonización y posterior genocidio de los aborígenes, las migraciones, “del hacerse la América”, a encontrar en el aeropuerto de Ezeiza

la única salida, exilios políticos, económicos y sociales; del parricidio psíquico

al genocidio en lo real, del terrorismo de estado, exigencia sacrificial, a los

llamados ‘dioses’ de la globalización y del mercado.

Para finalizar, señalan J. P. Vernant en Mito y tragedia en Grecia

antigua: “Verdugos endiosados, financieros, económicos, etc.” O en palabras de N. Braunstein: “Los verdugos no piden perdón; ésta es tarea de las

víctimas” (13).

Cada cultura, posee en sus antepasados cuestiones que se han

transmitido y que no dejan de retornar de diferentes maneras, advertidos de

ello, en lugar de la impotencia que los sucesos pueden contagiarnos, es a

partir de ellos que es posible, a mi criterio dar cuenta de nuestra práctica en cada cultura.(14)

II. ARTICULACIÓN TEÓRICA – CLÍNICA PSICOANALÍTICA

Asistimos hoy a “un retorno de viejas ideas” del siglo XIX. Considero para comenzar a reflexionar acerca del dinero en nuestra práctica actual, que

es posible un encuentro con un analista sin que se establezca el discurso

analítico, escucha e intervención de un analista, en el ámbito o dispositivos

en que se desempeñe.

Los avatares que se despliegan pueden arribar posteriormente a un análisis

o a entrevistas preliminares con un psicoanalista; mientras transcurre este viaje las cuestiones del dinero, por lo mencionado, no será indiferente.

Regresamos a la letra de Freud. Finalizadas las acciones bélicas, y

reestableciéndose los encuentros internacionales, presenta “Los caminos de

5 En el 2000 – 2001y hasta hace poco tiempo tanto en la Provincia de Buenos Aires, como en las interior

se emitieron “bonos” en vez de dinero, siendo que los ahorristas habían depositado sus dineros, en algunos

pocos casos han recuperado parte del mismo, mediante juicios, el famoso “corralito” argentino.

la terapia psicoanalítica” en el V Congreso Psicoanalítico de Budapest y

expone: “Pero cualquiera que sean la estructura y composición de esta

psicoterapia para el pueblo, sus elementos más importantes y eficaces

continuarán siendo, desde luego, los tomados del psicoanálisis propiamente

dicho, riguroso y libre de toda tendencia”. Advierte Freud sobre las siguientes

cuestiones:

- Caminos nuevos: Acerca de las corrientes terapeúticas, en particular hace referencia al psicoanálisis o terapia activa, diseñada por su

discípulo y amigo, S. Ferenczi, a quien le contesta y subraya “en lo

posible (…) rehusarnos decididamente adueñarnos del paciente que se

pone en nuestras manos, y estructurar su destino, imponerle nuestros

ideales y formarle con orgullo creador, a nuestra imagen y semejanza”.

Mientras en 1912 Freud señalaba: “El médico debe permanecer impenetrable para el enfermo y no mostrar, como un espejo, más que

aquello que le es mostrado”. De impenetrable a lo posible.

- Caminos del psicoanálisis: Freud señala que “alguna vez habrá de

despertar la conciencia de la sociedad y advertir a ésta que los pobres

tienen tanto derecho al auxilio del psicoterapeuta como al del cirujano,

y que las neurosis amenazan tan gravemente la salud del pueblo como

la tuberculosis, no pudiendo ser tampoco abandonada su terapia a la iniciativa individual”. Caminos de la práctica psicoanalítica y su método

en:

a) instituciones privadas

b) instituciones públicas

“Se crearán instituciones médicas en las cuales habrán analíticos (…).El tratamiento sería, naturalmente, gratis. Pasará, quizás mucho tiempo hasta

que el Estado se dé cuenta de la urgencia de esta obligación suya”, afirma

Freud quien favorece la fundación de diversas instituciones asistenciales

privadas, y debido a la contienda bélica entre 1914–1918, toma conocimiento

de intervenciones estatales y gubernamentales de su práctica, tendientes a

diferenciar simuladores de enfermos y las secuelas psíquicas, en soldados y civiles.

El trabajo institucional es iniciado por Freud para los psicoanalistas y advierte:

“Se nos planteará, entonces, la labor de adaptar nuestra técnica a las nuevas

condiciones”.

En mi experiencia privada e institucional como psicoanalista, se advierte la

vulnerabilidad de los sujetos que hoy nos consultan. Admisiones en las que,

las emergencias devienen entrevistas primeras, tratamientos que se desarrollan en el transcurso de las entrevistas preliminares, efectos

terapéuticos y analíticos, pero que sin dejar de ser efectos conmueven al

sujeto, en ocasiones de extrema fragilidad. Escucha analítica en los pasillos,

consultorios, escaleras de las instituciones, ¿continúa haciendo lazo el

psicoanálisis, ante la premura, la urgencia, el riesgo psíquico y físico?.

Consultas que no devienen demandas de tratamiento. En ocasiones, su escucha, y ciertas intervenciones, parafraseando a Lacan (1977) no sólo las

histéricas ¿“no vienen como antes”?. ¿Intervenimos desde los diferentes

discursos, en ciertas ocasiones?.

Elida Fernández (2004) señala: “¿Qué es ejercer el psicoanálisis en un

hospital?¿Es hacer de cuenta que el dispositivo institucional no existe?¿Es

contravenir todos los dispositivos institucionales, porque solo impiden?”, y

continúa: “el hospital deviene ese Otro – otros frente a los cuales es posible

reconocerse”(15)

Monedas neuróticas6 con las cuales cada sujeto acude a la entrevista con un

psicoanalista, cargando con las “monedas” de su novela familiar, y en el

mejor de los casos con cierta pregunta que lo interroga, al mejor estilo

Almodóvar ¿Qué hice yo para merecer esto? Consultantes en extinción que

devendrán o no analizantes. Desde el nacimiento el ser humano es llamado al sacrificio, deudores ya con

sus progenitores y luego con otros que se suman: la famosa culpa. Llamados

que pueden obtener respuestas: 1) desde el campo del deseo (pacto,

intercambio, alianza, con cierto ahorro de sacrificio, posibilitando lazos

sociales), 2) del campo del goce (fascinación sacrificial, libra de carne, ya no

una cuota de sacrificio sino una vida hipotecada, como acontece con Ifigenia). “El psicoanálisis en tiempos de crisis” se expresa cotidianamente, renegando

que el psicoanálisis hizo su aparición científica en tiempos de crisis y aún más,

podríamos suponer que sin ella hasta se hubiese demorado su aparición.

Les dejo otro interrogante, ¿ha incidido la época y las patologías en la posición

del analista, o es a – histórica su posición?

El dinero al servicio de las neurosis: por su engaño de fetiche, y una promesa

de obturar la falta del sujeto y del Otro, en cuanto falo capaz de colmar ese agujero constitucional de la división subjetiva, sostener la ilusión de que en

un hipermercado, una chequera interesante, un esposo adinerado, pueden

ser garantías de goce, por fuera del campo de la castración, ilusión al

resguardo de lo real, que pulsará por retornar y señalar nuevamente ese

vacío estructural.

Les relataré un fragmento breve de una analizante, a quien llamaremos A. Acude dando cuenta de las dificultades conyugales y de que el dinero que el

marido provee ella ‘no puede’ utilizarlo; luego de varias entrevistas advierte

que no ha buscado nunca proveerse ella su dinero, ni invertir en ropa, etc.

debido a que sería para su esposo y ella también –hasta ese momento del

análisis– ‘ser una despilfarradora’. No se sirve del dinero del esposo ni se

ocupa de producirlo ella, sólo acepta la ayuda económica de sus padres, abona las sesiones con el dinero del esposo, lo cual facilitó insertar en las

entrevistas dicha excepción. Luego de diversos avatares en el tratamiento

advierte que le interesaría estudiar ciencias económicas. Con dificultades no

menores, logra producir un cambio en su posición subjetiva, no sólo

apropiarse del dinero compartido del matrimonio, sino mientras estudia logra

alcanzar proyectos laborales, también contables.

Las maniobras en la dirección de la cura en el consultorio privado, facilitaron esos avances subjetivos. Los honorarios que sí podía pagar del dinero del

esposo -y no escasos–, el advertir que no podía apropiarse del dinero ya que

velaba su deseo de ser contadora, corrió ciertos velos que facilitaron el

tratamiento. También repensar mandatos familiares como: “el dinero lo

manejan los hombres”, entre otros imperativos.

En el ámbito institucional, el dinero en cuanto significante y regulador de goce, en mi experiencia desde hace años hemos implementado –

conjuntamente con el equipo de profesionales de la clínica- un dispositivo,

6 Freud S. (1911) Los dos principios del suceder psíquico, señala: “Estamos obligados a servirnos de la

moneda en curso en el país que exploramos, o sea en nuestro caso, de la moneda neurótica”, campo del

análisis al cual se refiere, y nuevamente en 1913 afirma: “sólo la moneda neurótica (valuta neurótica) se

cotiza” sobre la formación de síntomas neuróticos (histeria – obsesión), ficción que reeditan por existir en

una sociedad heredera de crímenes, nodulares de las neurosis.

por medio del cual es posible, cuando los honorarios no son abonados por el

consultante o analizante, que el significante dinero entre en el tratamiento o

entrevistas, desde el inicio mismo de las entrevistas primeras, señalando un

tiempo determinado7 y contemplando que el Otro de la institución esta

además reglado por los Otros de las Obras Sociales, cada una con sus

características particulares.

La gratuitidad del tratamiento, no sólo afecta la cuestión económica del profesional, en ocasiones, sino además ese plus que conlleva como “capaz de

motorizarlo” al tratamiento. Por ello, cuando no circula el dinero es posible

utilizar el tiempo y su contrato, como expresa J. Derrida, que hace ruptura

con la idea del don de intercambio de una cura por amor. Tiempo de cada

sesión, tiempo de las entrevistas a realizar. Un inicio que anticipa un fin, si el

dinero es un canal de goce, el tiempo acorde a la singularidad de cada caso, también enfrenta al sujeto con su propia falta.

Obras sociales, instituciones públicas, los llamados ‘bonos’ pueden

metaforizarse como ‘dinero’, e insertarlo en las entrevistas acorde a lo

singular de cada paciente. El significante dinero como pago de honorarios,

toca lo real, del mismo modo que el corte que implica el tiempo.

En la próxima clase continuaremos ejemplificando, e interrogando nuestra

práctica en los diversos ámbitos, teniendo como ejes la articulación teórico –

clínica psicoanalítica en relación al dinero.

“… sus favores son invisibles, la seguridad social no reembolsa las úlceras

potenciales, los suicidios evitados, los cánceres conjurados, los accidentes

que no han tenido lugar y el buen humor no tiene precio…” (16)

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Referencias bibliográficas

1) Periódico El País, domingo 26 de marzo de 2006, Sección: Sociedad,

página 48, “Lo que queda de Freud”, no se publica el nombre del autor. 2) Lecman, Teodoro Pablo (14 – 02 – 2002) artículo: Contra el trueque o

el significado del dinero, publicado en el portal de internet:

www.elsigma.com/site/detalle.asp?IdContenido=1773. Se recomienda

la lectura del artículo: Psicoanálisis ad honores: un recorrido histórico

de Gerardo Gómez en

www.elsigma.com/sitio/detalle.asp?IdContenido=11389

3) Braunstein, Néstor (1999) Los dos campos de la subjetividad: Derecho

y Psicoanálisis, en Culpa, responsabilidad y castigo en el discurso

7 Freud en este aspecto, al comienzo señala que no es posible determinar un tiempo para concluir con el

trabajo analítico, pero posteriormente lo modifica, advirtiendo que este tiempo acotado puede también

producir efectos.

jurídico y psicoanalítico - Capítulo 1- Facultad de Psicología –

Universidad de Tucumán.

4) Manual de Economía Política (1958) Editorial Cartago.

5) Marx Carlos – El Capital - Sección Quinta: Nuevas consideraciones

acerca de la producción de la plusvalía – Capítulo XVI: Plusvalía

absoluta y plusvalía relativa, página 123 – Editores Mexicanos Unidos.

6) Lévi – Strauss, Claude (1949) Las estructuras elementales del parentesco Capítulo XXIX Los principios del parentesco, página 556 -

Editorial Planeta.

7) Lacan Jacques (1955–56) Seminario 3 –Las psicosis– Capítulo XIX

Conferencia: Freud en el siglo, página 335. Editorial Paidós (1981)

República Argentina.

8) Roudinesco E. y Plon M. (1997) Diccionario de Psicoanálisis, páginas 361 a 363 – Editorial Paidós - 1° Edición 1998.

9) Freud S. (1913) Sobre la iniciación del tratamiento. Obras Completas

10) Lacan J. (1957) Reseñas de enseñanza en la 1° Parte: Reseña

con interpolaciones del Seminario de la Etica, página 14 (1984) –

Editorial Manantial – República Argentina.

11) Jones E. (1961) Vida y Obra de Sigmund Freud, en el Prólogo

página 22 – Edición Abreviada a cargo de Lionel Trilling y Steven Marcus. Editorial Anagrama – Biblioteca de la Memoria – 2003 –

Barcelona (España).

12) Banco de Descuentos, El Primer Vaciamiento por Elena Bonura.

Publicación Todo es Historia N° 98.

13) Braunstein N. (2001) En el camino de Freud, Capítulo 4:

Aforismo sobre deudas y culpas. Editorial Siglo XXI. 14) Ver Glosario Archivo Adjunto.

15) Fernández E. (2004) “Si no encuentro respuesta, no puedo vivir

ni morirme” artículo publicado en Página 12, suplemento Psicología, 20

de abril de 2004.

16) Revista Le Nouvel Observateur – N° 1549 – julio 1994. < A quoi

servent les psys ?> de Catherine David.

Referencias etimológicas: Breve diccionario etimológico de la lengua

castellana de J. Carolinas – Editorial Gredos (1988) Madrid (España) y

Diccionarios Rioduro Mitología griega y romana, versión española y

adaptación por J. L. Albizu (1984) Madrid (España):

Etimológicamente el término dinero proviene del latín en 1081 y surge como

‘denarius’ o sea ‘moneda de plata’, deriva de ‘deni’, como diez. En sus comienzos denota acumulación: dineral, adinerar y adinerado. Deriva con

sorpresa o sin ella, dinosaurio en el siglo XX, como ‘reptil fósil gigantesco’,

término que compone del griego ‘deinos’ terrible y lagarto por ‘sauros’.

Mientras el término moneda deriva del latín ‘moneta’, ‘sobrenombre que los

romanos daban a la diosa Jano, junto a cuyo templo se instaló una fábrica de

moneda’. Jano, fue el dios de las puertas, como lo fue de las salidas en el sentido literal

y figurado de la palabra, se le demandaba protección tanto en las empresas

privadas como públicas, se abría en su templo en los tiempos de guerra, pero

cerraba en los tiempos de paz, se lo representaba bicéfalo, con las caras a

derecha e izquierda, según se afirma en el Diccionario Rioduero.

República deriva del latín en 1530 ‘res pública’, ‘cosa pública’, curiosamente

derivan del mismo término: realidad y real (1607). Argentina, deriva de plata

en latín: ‘argentum’ en 1241, también curiosamente expresa ‘cultismo muy

raro’. Recién en 1602 y como título del poema “La Argentina” de Barco

Centenera, se nombrará luego República del Plata, como República Argentina.

Nuevamente es notable que el poeta español mencionado, licenciado en

teología, viaje a América mientras participaba de expediciones contra los

indios.

Clase Nº 2

Hemos recorrido brevemente, en la primera clase, el entramado

histórico, que ha colaborado en la formalización e institucionalización del

psicoanálisis, entrelazamientos que nos facilitarán abordar la temática: “El

dinero en la teoría y en la práctica psicoanalítica”.

En las clases que prosiguen nos dedicaremos a desandar ciertos caminos, -freudianos y lacanianos-, junto a nuestra práctica actual advertidos

de las contribuciones y modificaciones, que nuestra época ha producido en la

clínica, en particular, en el abordaje del dinero en sus múltiples

connotaciones.

De manera tal, que la lectura del seminario pueda resultarles menos

compleja, -acorde al temario por ustedes ya conocido- les señalaré

brevemente por cuáles caminos los invito a transitar:

1.- Hoy comenzamos una posible lectura junto a S. Freud. Nos

ocuparemos de ello, considerando en su obra: las clínicas que podemos

diferenciar, sirviéndonos de la experiencia que nos ha legado para

interrogarnos junto a sus escritos y casos paradigmáticos; los señalamientos

que podemos advertir acerca de: neurosis – sacrificio – dinero (aparato psíquico, honorarios y cultura).

2.- Realizaremos a continuación una posible lectura junto a la

enseñanza de J. Lacan. Momentos en la formalización de su obra,

distinguiendo ciertos aportes, desacuerdos, y nociones que nos faciliten

esclarecer aspectos relacionados con la problemática que nos ocupa. Entre ellos, su invención del sujeto del inconsciente y el signo pesos, sus reflexiones

sobre la posición del analista a partir del cuadro de Velásquez de “Las

Meninas” y su contribución sobre el discurso capitalista.

3.- Para finalizar el seminario haremos referencia a nuestro clinicar8 en

la época que nos atraviesa. Devenires en la práctica, en los diferentes ámbitos

en los cuales ejercemos, que nos invitan, en ocasiones, a la invención -tanto a colegas argentinos como a quienes ejercen en otras latitudes– de

producciones que compartiremos, al contribuir a nuestra experiencia para que

el psicoanálisis en tanto discurso continúe haciendo lazo.

8 J. Lacan (1977) Reflexiona: “¿Qué es la clínica psicoanalítica? No es complicado, la

clínica tiene una base: es lo que se dice en un psicoanálisis.” Agrega: “Por lo tanto,

hay que clinicar.” (página 38), y plantea “volver a cuestionar todo lo que Freud dijo” (página 43) en Apertura de la Sección Clínica, publicado en Ornicar? 9 de abril de

1977 - Traducción de Irene Agoff.

“La clínica psicoanalítica debe consistir no solo en interrogar a los análisis,

sino en interrogar a los analistas, de modo que éstos hagan saber lo que su

práctica tiene de azarosa, y que justifique a Freud el haber existido”9

- UNA POSIBLE LECTURA JUNTO A S. FREUD

a.- Tiempos primeros:

Nos encontramos a fines del siglo XIX, facilitaron por esos tiempos con

sus letras la escucha freudiana –parálisis, cegueras, desmayos, etc.- costos

subjetivos debido al malestar en el cuerpo que se producían en tiempos de

apogeo de la neurología. Freud conocedor de ella, advierte sus fallas para saber hacer con el padecer de quienes lo consultaban a él o a sus colegas.

Cómo lo expresa Lucien Israёl “quién fue a quién: ¿Freud se aproximó a

las histéricas o han sido las histéricas las que se acercaron a Freud?” (1).

Cierto es que desde este encuentro, el discurso histérico y el discurso analítico

en tanto lazo social se hicieron posibles.

A partir de este primer acto ‘embarazoso’ -como lo expresara Anna O. a

Breuer y Freud- se fecunda una práctica y su obra, produciendo el nacimiento del psicoanálisis.

Para diferenciar en la obra freudiana sus aportes, comenzaremos

primero nuestro viaje recordando lo expresado por Freud y luego rectificado:

“Para mí, la historia del psicoanálisis se descompone en dos tramos,

prescindiendo de la prehistoria catártica. En el primero, que se extendió

desde 1895–96 hasta 1906 o 1907, yo estaba solo y debía hacer por mí mismo todo el trabajo. En el segundo tramo, desde los años mencionados

en último término hasta hoy, fueron adquiriendo cada vez mayor significación

las contribuciones de mis discípulos y colaboradores” (2).10

En 1935 Freud escribe: “En los años transcurridos (más de diez), nunca

he dejado mi trabajo y mis publicaciones analíticas”. Señala las

contribuciones que realiza sobre: la angustia, el fetichismo, las pulsiones de vida y de muerte, la psicología de las masas, lo prehistórico y lo cultural.

Al mismo tiempo relata la difusión e institucionalización del psicoanálisis a

nivel internacional y aclara: “estos grupos locales costean institutos en que

se imparte la instrucción del psicoanálisis (…) y donde tantos analistas

experimentados como principiantes ofrecen tratamiento ambulatorio gratuito

a personas necesitadas, o bien se empeñan en crear tales institutos”. (3) [En

la clase anterior hacíamos referencia al texto “Los caminos de la terapia psicoanalítica” (1918) en el cual Freud anticipa y aprueba la creación de tales

instituciones y los tratamientos gratuitos en ellos].

9 J. Lacan (1977) Obra citada - página 45.

10 S. Freud en 1924, - al momento de escribir dicho artículo – sufría de cáncer de

garganta, había sido operado ya en varias oportunidades, padecía de numerosas

limitaciones físicas; por lo cual es de suponer que ante semejantes acontecimientos personales, Freud presumiera que no solo finalizaba prontamente su producción

analítica sino su propia vida.

J. Lacan, en cambio, reflexiona: “Freud en esto como en todo es

tajante: todo su esfuerzo de 1897 a 1914 fue distribuir las partes de lo

imaginario y de lo real en los mecanismos del inconsciente.”(4) Período que

inicia con la Carta Nº 69 del 21 de setiembre a Fliess – en la cual escribe

“Ya no creo más en mi neurótica” - y que, según Lacan, finaliza con la

redacción del Historial del Hombre de los lobos11.

Diferenciaciones freudianas y lacanianas que retendremos para tener en cuenta en el trayecto del seminario que comenzamos hoy. A partir de los momentos en la obra freudiana mencionados por el vienés y J.

Lacan, proponemos las siguientes referencias para el recorrido:

Correspondencia de S. Freud Fragmentos de los Historiales Clínicos (1905 /6 hasta 1914)

Producción freudiana desde 1916 a 1924

Producción freudiana desde 1925 a 1938

En 1891 encontramos antecedentes en la obra freudiana cuando Freud

transmite “La concepción de las afasias” (Estudio crítico). Publicación de suma importancia, en cuanto comienza a dar cuenta de la actividad mental,

ensayo en el cual introduce -entre otros- el término “aparato del lenguaje”,

discurso afásico que antecede al histérico, y sobre el “territorio del lenguaje”

hecho de diferencias y la palabra como “unidad funcional del lenguaje”.

Aprendemos, dice Freud a hablar, a repetir, a deletrear, a leer y a escribir.

En las conclusiones afirma que “haríamos bien en preocuparnos de los

estados funcionales del aparato del lenguaje”. De este modo, las afasias le permiten a Freud comenzar a dar cuenta del

aparato del lenguaje y luego del aparato psíquico (1896).

Lacan regresa al término “aparato del lenguaje”, en los últimos años de

su enseñanza (Seminario 20) afirma que el lenguaje es aparato de goce,

habiendo realizado anteriormente las siguientes referencias:

- aparato de la escritura: Seminario 14 en la clase 3 - aparato del goce: Seminario 17 en la clase 5

- aparato del discurso: Seminario 18 en la clase 2 (en la clase 1 da

cuenta del “artefacto del discurso”).

Volveremos oportunamente sobre estos aportes lacanianos.

Hemos afirmado que el dinero es una producción del lenguaje, y

observamos que para Freud ya en 1891, el lenguaje implicaba nuevas

adquisiciones. Para el sujeto la lengua materna es importante, y ya considera que es por medio de las patologías que es posible advertir como afectan éstas

al aparato del lenguaje.

11 S. Freud luego de la presentación del Historial del Hombre de los Lobos, no vuelve

a publicar historiales, dato no menor que tendremos en cuenta oportunamente. Lo

redacta en el invierno de 1914–15 (contemporáneo al texto Contribuciones a la

historia del movimiento psicoanalítico, y con las diferencias profundas de Freud con Jung y Adler). Es difundido en 1918, recordando que por esos tiempos se desata en

Europa la Primer Guerra Mundial.

Correspondencia de S. Freud

Señalamos, en primer lugar, el intercambio epistolar de Freud con W.

Fliess (5). Comienza compartiendo con él sus formulaciones12 en las que ya

nos anticipa ciertas afirmaciones acerca del dinero en la obra psicoanalítica.

Referencias como las siguientes:

- Carta Nº 499 (38)13, 8 de diciembre de 1895: Freud escribe esta

carta a días de haber nacido su hija Anna (el 3 de diciembre), habla

de la beba, y refiere: “Nos gusta creer que la niña ha traído consigo

un aumento del quehacer médico al doble del estado habitual. Me cuesta dar abasto, puedo rechazar lo desventajoso y comienzo a

dictar mis precios. Es que voy adquiriendo seguridad en la apreciación

y el tratamiento de las neurosis y creo advertir que la ciudad se va

dando cuenta poco a poco de que tengo algo que ofrecer”.14

El nacimiento de su hija Anna, parece creer Freud ‘trae un pan debajo

del brazo’, en referencia al refrán popular, nace su última hija, junto a ella, la transferencia a la práctica psicoanalítica, y el poder fijar él sus honorarios

de manera más ventajosa.

Emilio Rodrigué (1996) expresa la relación entre el Sueño de la Inyección

de Irma, que Freud sueña en la noche del 23 al 24 de julio de ese mismo año,

y que interpreta por primera vez, con la presencia de su esposa Martha quien

“abre la escena onírica (…) aguardando a su sexto vástago para fin de año (mejor dicho: está esperando a Anna Freud, la que será llamada ‘la vestal del

psicoanálisis’, hecho que no hay que olvidar)”. (6)

Hija que lo acompañará hasta su muerte, a quien analiza, y se forma como

psicoanalista.

Relaciona el nacimiento con el dinero, como años posteriores afirmará

al formalizar acerca de la sexualidad infantil, la equivalencia simbólica entre: dinero como regalo, en primera instancia; y del niño como equivalente fálico.

Por último, Freud puntúa sus maniobras analíticas en cuanto al aumento

de honorarios en este momento de su experiencia.

- Carta Nº 537 (57) 24 de enero de 1897: Escribe el vienés a cerca

de la importancia de los primeros tiempos de la infancia, e ironiza “Va

cobrando vida la idea de incluir a las brujas (…) Cierto día leí que el

12 Los intercambios postales posteriores serán mencionados oportunamente de acuerdo al orden cronológico. Omitimos las primeras correspondencias con su esposa

y Silberstein, entre otros. 13 La correspondencia entre Freud y Fliess varía en el número de las cartas de acuerdo

a la traducción a la cual se recurra, por ello se conserva la fecha, y ambas

numeraciones. 14 Es de recordar que Freud entre 1894 y 1896 formaliza su primera nosología, -

realizando el pasaje del método catártico a la asociación libre entre 1892 y 1895-

preocupado por la disposición a los cuadros patológicos y los procesos psíquicos,

privilegia determinados aspectos en sus primeras formulaciones, mientras a partir de 1897 comienza a construir su segunda nosología, en la cual hay conceptos que se

modifican, otros permanecen y surgen nuevas formulaciones freudianas.

dinero que el demonio da a sus víctimas se convierte regularmente

en excrementos; y al día siguiente el señor F., que está relatando el

delirio pecuniario de su niñera, dice de pronto (pasando por

Cagliostro – orfebre – cagaducados) que el dinero de Louise siempre

fue excremento. Así pues, en las historias de brujas vuelve a

transformarse, simplemente, en la sustancia de la que procede.”

Continúa dando cuenta de reflexiones acerca de las perversiones, y escribe: “Sueño, por lo tanto, con una primitivísima religión satánica,

cuyo ritual se perpetúa en secreto y comprendo la severa terapia de

los jueces de brujas (…) me refiero a los paranoicos , cuyas quejas

de que se les dan excrementos en las comidas, de que son

maltratados por la noche de modo ignominioso, sexualmente, etc.,

son puro contenido mnésico (…) la elección de neurosis está condicionada por su época de formación, que más bien parece quedar

fijada a la primera infancia.” Da cuenta finalizando la carta acerca de

un rumor por el que se entera que no sería recomendado en la

facultad –lo cual no sucede– y expresa “que me hayan relegado, si

es que la noticia es cierta”. (Se sugiere la lectura de las referencias

de los traductores)

Escrito en el cual Freud alude al dinero y las heces, como a las fantasías

de la fase anal–sádica, enunciados a los cuales regresa años después, como

también acerca de su hipótesis sobre el contenido de los delirios psicóticos.

La disposición y la elección de las neurosis, la participación del erotismo anal

y de las pulsiones, serán referencias freudianas en tiempos posteriores. Que

lo “hayan relegado” es leído por Freud como que lo “han cagado” lo cual no ocurre, lo recomiendan, aunque se demora su promoción al cargo.

- Carta Nº 538 (58) 8 de febrero de 1897: Da cuenta de trabajar más

y expresa “con mucho trabajo cuando mejor me siento. Tengo detrás

de mí una semana de 700 [30 coronas de oro por sesión] y eso no se

obtiene en balde. Debe ser muy difícil hacerse rico. (…) En relación con la ingestión de excrementos… animales, quería preguntarte

también cuándo aparece la repugnancia en los niños pequeños y si

no hay un período carente de ella en la primera edad.”

Hace, entonces, referencia al dinero que obtiene en concepto de honorarios, y

luego al excremento, asco o repugnancia, y le pregunta a Fliess su opinión acerca de la presencia o ausencia en los niños, por lo cual, es pasible deducir que la

presencia en los adultos para Freud ya es un dato de la clínica. l

Hasta aquí nos anticipa la equivalencia simbólica entre: dinero – niños

– heces y sus referencias que auguran la formulación posterior de las etapas

libidinales, aludiendo ya a los objetos de la pulsión. Recordemos, entre otros avances freudianos, que:

Renuncia a la teoría de la seducción en la carta del 21 de septiembre

de 1897, como ha sido mencionado anteriormente.

Redacta su interpretación por primera vez de la tragedia Edipo rey de

Sófocles en el mes de octubre de 1897.

- Carta Nº 564 (75) 14 de noviembre de 1897: En esta oportunidad Freud introduce la evolución libidinal y las vivencias infantiles, y

aunque no distingue con claridad el mecanismo de la represión afirma

que este interviene en las patologías. Varias décadas después

regresará a ciertas formulaciones que realiza en la presente carta.

Asegura “el paciente más importante para mí era mi propia persona,

y tras el viaje de vacaciones se desencadenó de pronto el

autoanálisis”. Al finalizar el escrito señala: “Sólo puedo analizarme a

mí mismo con los conocimientos adquiridos objetivamente (como un

extraño): el auténtico autoanálisis es imposible”. Nuevamente hace referencia al asco, y da cuenta que:

“Probablemente la elección de neurosis, la decisión de que se

produzca histeria, neurosis obsesiva o paranoia, depende de la

naturaleza del avance (es decir, de su determinación temporal) que

permite la represión, esto es, que transforma una fuente de placer

interno en una repugnancia interna”.

Freud continúa investigando la disposición a los cuadros patológicos.

Realiza las primeras hipótesis acerca del mecanismo de represión, y defensa

y le informa a Fliess las limitaciones del autoanálisis.

Fliess y Freud por años sostuvieron sus comunicaciones epistolares y

encuentros esporádicos de intercambio. Los llamados Manuscritos y las

cartas, dan cuenta de la importancia que para el segundo poseían los comentarios del primero, transferencia mediante, autoanálisis y un esbozo de

análisis a través de lo escrito que mantuvieron ambos, hasta la ruptura y

distanciamiento entre ellos.

- Carta Nº 569 (79) - 22 de diciembre de 1897: Afirma Freud en el

escrito que la masturbación “es el único gran hábito” y “el alcohol, la morfina, el tabaco, etc., sólo surgen en la vida en sustitución y relevo

del mismo” – retoma dicha cuestión en: Tres ensayos para una teoría

sexual y en Dostoievski y el parricidio –. Advierte que en las neurosis

obsesivas “se confirma que el lugar por donde irrumpe lo reprimido

es la representación verbal y no el concepto ligado a la misma (más

exactamente, el recuerdo verbal)”15, características que reconoce luego en el proceso primario.

“Apenas puedo contarte todo lo que se me resuelve (un nuevo

Midas!16… en mierda!”.

Hace referencia a la fase anal sirviéndose del mito, relaciona: oro –

riqueza – hambre – recibir un baño. Continúa Freud “Concuerda por completo

15 Freud señala la diferencia entre la representación verbal y su “concepto” -

transcurre recordemos 1897, en 1899 redacta “La interpretación de los sueños” - .El

lingüista Ferdinand de Saussure dicta sus clases en 1906, publicadas años después por dos de sus alumnos, en 1913 como Curso de lingüística general, en que diferencia

en el signo lingüístico el concepto y la imagen acústica. 16 Midas: En la mitología griega, rey de Frigia, e hijo de Gordius. Tenía un jardín de

rosas muy afamado, donde se extravió un sileno ebrio. El rey le acogió

hospitalariamente, agasajó y le devolvió a Dionisio. En agradecimiento a su generosidad, Dionisio le prometió que accedería al deseo que le manifestara. Midas pidió que se convirtiera en oro cuanto tocara. Dionisio le otorgó el don, que le colmó

de riquezas pero le mataba de hambre, hasta que pudo liberarse tomando un baño

en el río Pactolo. En una competición musical, prosigue el mito, entre Apolo y Pan,

Midas vota por el segundo. Enojado Apolo hizo que le crecieran unas orejas de burro, que procuró cubrirlas con un casquete de cuero. (Fuente: Diccionarios Rioduero –

Mitología griega y romana, Madrid – España de 1984.)

con la teoría del hedor interno. Sobre todo el propio dinero. Creo que esto se

verifica a través de la palabra “schmutzig” (sucio, sórdido, obsceno) tomado

por “geizig” (avaro)17. Así mismo, todas las cuestiones relativas al nacer, los

abortos, el período, se remite al “locus” a través de la palabra “Abort”

(Abortus) (literal = lugar aparte)”.

Meses en los cuales retornan en la letra de Freud, las equivalencias

simbólicas, la preocupación por disposición a las neurosis - en particular de las neurosis obsesivas - afirma que la inclinación a las mismas es una fijación

de la libido en la fase anal.

En 1907 en “Acciones obsesivas y prácticas religiosas” describe los

síntomas obsesivos - rituales, escrúpulos, reproches, asco y repugnancia, de

lo cual años atrás ha comenzado a advertir su “locus” –lugar– en la

construcción psíquica de las neurosis obsesivas. Es en 1908 que escribe: “El carácter y el erotismo anal”, “La moral sexual

<cultural> y la nerviosidad moderna”, “Sobre las teorías sexuales infantiles”.

Freud despliega en dichos textos durante el mismo año, sus hipótesis acerca

de la sexualidad infantil, al tiempo que señala la influencia en la formación

del carácter de las fijaciones de la libido en la fase anal, señala además las

influencias e exigencias de la sociedad y de la cultura, y las teorías sexuales

infantiles. Desarrollos freudianos a los cuales más adelante haremos referencia debido a como los mismos insisten y se fundamentan en la

construcción de la obra freudiana.

- Carta Nº 573 (82) 16 de enero de 1898: Da cuenta de una obra por

medio de un neologismo en alemán que alude a las heces, suciedad,

escrita en caracteres griegos - según refiere el traductor - y en el apartado siguiente afirma: “Adjunto la definición de <felicidad> (¿ó

no te la conté hace tiempo?). La felicidad es el cumplimiento diferido

de un deseo prehistórico. Por eso hace tan poco feliz la riqueza: el

dinero no fue un deseo infantil”. Luego le relata a su amigo lo

sucedido con Breuer a quien le debía dinero – calcula 2300 florines

desde la época de estudiante – “Nunca he sido capaz de pagarlo; no fue hasta este año que logré enviarle con unas palabras de excusa,

el primer plazo de 500 florines. En consecuencia de ello llegó una

carta para mi esposa, con el retorno de 350 florines (…) traté a su

pobre sobrina B. estimé su tratamiento en 500 florines y acepté

solamente 150 florines. Por esta razón la vuelta ahora del resto con

un recibo por 500 florines.” Y finaliza “mientras yo no hubiera pagado,

él tampoco había pensado en pagar, pero desde que yo había comenzado, él no podía quedarse atrás. El guardaría el dinero y me

enviaría un recibo por 850 florines”.

Lejos de intentar un análisis de la subjetividad de Freud, no es posible

dejar de leer en sus escritos, sus dificultades con el dinero –en la vida cotidiana y en ocasiones, en la dirección de sus tratamientos–. Las deudas

17 Recordemos la comedia clásica de Molière “El avaro”. J. Lacan lo menciona en su

Seminario 6 al señalar: “el avaro no puede ser tratado sino por la comedia” debido

al protagonista, el cofre con el dinero y el goce del mismo, en el Seminario 7 siguiente se detiene en el goce del avaro, en particular en las clases que corresponden a los

días 25 de mayo y 15 de junio de 1960.

impagas, el intercambio de deudas, con Josef Breuer a quien se lo

consideraba el hombre de la “Mano de oro”, expresa Emilio Rodrigué (1996)

“Breuer es una figura clave en la fundación del psicoanálisis. Alguna vez Freud

lo llamó ‘Maestro Secreto de la Histeria’ ”(7).

Los florines eran las monedas que circulaban en Austria en esta época. Es

sorprendente como las cuentas de florines que realiza Freud de su deuda con

Breuer, matiza con el fragmento clínico freudiano conocido como El hombre de las ratas, –deuda en florines y coronas y las medidas precautorias del

mismo– “A propósito de un caso de neurosis obsesiva” (1909) y en particular,

fragmento clínico en el que equipara Freud simbólicamente el dinero con las

ratas.

- Carta Nº 574 (154) 22 de enero de 1898: Da cuenta del escaso trabajo y al igual que en la carta anterior relata la deuda con Breuer

y un rumor sobre ello. Explica: “habían dicho que Breuer cortó la

relación conmigo porque desaprobaba el modo en que conduzco mi

vida y los asuntos de dinero –un hombre que gana tanto dinero debe

ahorrar algo y pensar en el futuro. Esta misma observación la tienen

del mismo Breuer” y finaliza diciendo “¿Realmente pensaba que yo

comenzaría a ahorrar dinero antes de que hubiera pagado mis viejas deudas por mi educación?”.

La primer hija de Freud, Mathilde nace el 16 de octubre de 1887, lleva el nombre

de la esposa de Breuer, indudablemente la figura paterna que Freud encontraba en

el colega 14 años mayor que él, ha influido en la elaboración de la obra freudiana en sus inicios, como en la singularidad de Freud, quien a través de su autoanálisis,

transferencia mediante con Fliess, entre hipótesis e hipótesis, ha ido retractándose o

ratificando sus aportes hasta sus últimos escritos. El mismo vienés advierte que no

debería haber aportado tantos datos de su vida personal como profesional en 1935.

- Carta Nº 627 (111) 17 de julio de 1899: La obra “La interpretación

de los sueños” –comenta Freud– se encuentra en la imprenta,

próximo a su corrección. Señala a Fliess el buscar “un lema para el

sueño” entre los cuales menciona primero: “Flectere si nequeo

Superos. Acheronta movebo”, entre otros, y es el elegido para comenzar su obra sobre los sueños, como subtítulo. “Si no puedo

dirigir los altos poderes, moveré las regiones infernales” extraído de

Eneída compuesto por Virgilio – le ocupó la redacción once años, y

posee doce volúmenes. Freud tenía altas expectativas en su obra.

Oportunamente volveremos sobre los aportes del Libro de los Sueños

a nuestra investigación.

En la carta del 11 de octubre de 1899 anuncia que “Una teoría sexual

podría ser la próxima sucesora del libro de los sueños” –anuncia su teoría

sobre la sexualidad infantil–.

No obstante, expresa el 5 de noviembre a Fliess: “Las enfermedades del

negocio y de los hijos siguen igual”.

Freud desmejora de salud, ansioso por la publicación y las críticas a su obra de los sueños, escribe: “Es una tarea ingrata ilustrar un poco a la

humanidad. Nadie me ha dicho que se siente en deuda conmigo por haber

aprendido algo nuevo del Libro de los Sueños y por haber sido introducido a

un mundo de nuevos problemas.” (19 de noviembre de 1899)

En otra esquela da cuenta de: “Mis nuevos esfuerzos de acopio de

nuevos pacientes no obtienen resultado” y agrega “El libro de los sueños aún

no ha causado ningún eco. Hasta ahora las rentas son insatisfactorias.” (26

de noviembre de 1899)

Hace alusión el 21 de diciembre a una crítica en particular y refiere Freud

“pero perdonaré todo por esta sola expresión <hará época>”. Le interesaba

a Freud que se reconocieran los avances de su obra: el psicoanálisis, así como que en la difusión internacional se conservaran los principios de la práctica

que estaba produciendo.

Con Elizabeth Roudinesco nos interrogamos, como lo expresa en 1999:

“si el siglo XIX fue el siglo de la psiquiatría, y si el siglo XX fue el siglo del

psicoanálisis, podemos preguntarnos si el próximo no será el siglo de las

psicoterapias”. (8) En cada época ciertos discursos tienen hegemonía, y Lacan lo ha transmitido.

Interrogarnos como analistas hace a nuestra clínica, por ende al discurso

analítico, uno de los objetivos del seminario en este siglo XXI, motivos por

los cuales los hemos invitado a este recorrido por la obra psicoanalítica.

- Carta Nº 657 (127) 8 de enero de 1900: Comienzo del siglo XX que

lo describe a Fliess como: “No trabajo nada y dentro de mí todo está en silencio. Si llega la teoría sexual, le prestaré atención. Si no, no.”

Y sin saber, con los años que le anunciaban sus malestares afirma:

“Mi catarro me invade, ha llegado a ser inmortal.” Cambia el sistema

monetario en Austria, a dos coronas por cada florín, y expresa: “Es

triste ver como nos hundimos cada vez más. Imaginate que el 1º de

Enero, cuando se introdujo el curso monetario de las coronas todavía no se podía comprar…”

Es el año en que se encuentran Freud y Fliess por última vez y la

correspondencia entre ambos continúa hasta 1902, en que el vienés

comienza a tener “adeptos”, entre otros factores que interrumpen la

comunicación postal y personal.

Freud anticipa su próxima producción sobre la teoría sexual infantil, y

comienza con los síntomas físicos que lo acompañarán hasta su muerte, tras

numerosas operaciones. Cambios del sistema monetario, baja la demanda de

tratamientos y junto a estas circunstancias aún El Libro de los Sueños, no ha

realizado los anhelos de Freud profesionalmente como económicamente. Finalizamos aquí la travesía por la correspondencia entre Freud y Fliess para continuar con los aportes freudianos posteriores en la próxima clase.

b.- Para concluir

Élizabeth Roudinesco (1999) expresa: “Freud es el inventor de una ciencia de la

subjetividad que corre a la par de la instauración, en las sociedades occidentales, de las nociones de vida privada y de sujeto de derecho” agrega “el trabajo del erudito

vienés es contemporáneo del conjunto de las leyes que contribuyeron

progresivamente al debilitamiento del poder de los padres en la sociedad occidental:

leyes sobre la pérdida de la autoridad paterna, sobre los maltratos, sobre los castigos físicos, etc. Dicho de otra manera, Freud no podía inventar su teoría sino en un

mundo marcado por la dislocación de los modos tradicionales de la organización

familiar.” (9)

“En el país, el psicoanálisis marcha al compás de la crisis” expresaba por

el 2002 un difundido diario argentino, (10) luego del corralito económico, la

devaluación y una semana de cambios presidenciales que indicaba una

anomia poco virtual, en el artículo mencionan “en 1904, José Ingenieros18

publicó Los accidentes histéricos y las sugestiones, y en este libro mencionaba

al vienés. Y eso no fue todo: Ingenieros proponía abrir consultorios externos

en los hospitales públicos para tratar enfermedades mentales que no

requirieran internación.”

El psicoanálisis se difunde por el mundo, desembarca en la República Argentina como en otros países americanos y europeos. En cada continente

sus repercusiones se distinguen desde los inicios hasta el presente. Modificaciones en la institucionalización en cada región, como la diversificación

de escuelas, transmisores, etc. de la obra freudiana. Actualmente existen numerosas

producciones escritas, espacios de difusión: encuentros, jornadas, cursos, maestrías, etc., en el ámbito nacional e internacional de gran importancia.

De este modo, los cambios en las sociedades y por ende, en las

subjetividades, han provocado modificaciones en la clínica. El rechazo a la

palabra, a la transferencia, en un ‘espaldas de la muerte’ (desmentida),

concurren a nuestras consultas. Modificaciones históricas, que no invalidan

conceptos a - históricos de la obra psicoanalítica, como: estructuras clínicas, transferencia, honorarios, entre otros.

Acompañan a estos nuevos padeceres la precariedad económica, la

desocupación, la sobrevaloración del mercado y del dinero, pobrezas del

deseo, caída de los ideales, declinación de la función paterna, materna y del

Otro en sus diversas versiones.

En mi experiencia clínica, estamos atravesando tiempos en que no hay tiempo, y en ocasiones, las entrevistas primeras se asemejan a urgencias.

Acuden a las consultas, acorde al discurso de la época, numeras personas

que se posicionan de modo diferente con respecto a las consultas como al

pago de los honorarios. Abonan al médico, a una vidente, etc., de modo

diferente que las consultas que pueden realizar con un psicoanalista. El pago a los médicos, honeroso o no, es menos cuestionable, -el discurso médico ha recobrado cierta posición de amo en estos tiempos de la tecnología y del discurso de

la ciencia- sin embargo, en los análisis, en ocasiones, no sucede lo mismo.

Considero que entre las diferencias se encuentra la demanda y la

transferencia que cada sujeto despliega, con la palabra o con los

medicamentos (sugestión imaginaria – simbólica – real), es una de las modalidades posibles de las cuales el sujeto puede servirse para

desvanecerse –conciente o inconscientemente–.

En oportunidades el dispositivo analítico no es conveniente, y el espacio

psicofarmacológico puede, en cambio, alojarlos y estabilizarlos. Pero, en

ocasiones, siendo pasible de tratamiento el sujeto, acorde a la época cierra

la boca a las palabras, goza de su malestar para que nada cambie, tragando

las mismas junto a las pastillas de turno. En Argentina “La automedicación se triplicó en los últimos cuatro años” (11)

señala el titular de un matutino en el años 2004, y afirma: “Para la gente sin obra

social, es más fácil preguntarle a un amigo que ir a un hospital”. Pero de 6.000

fármacos –al 2004– a la venta, sólo un 10 % es de venta libre, y añade “el 5 % termina en internación hospitalaria. Al año mueren 10.000 personas por este motivo”

18 José Ingenieros (1877–1925) Médico, psiquiatra, psicólogo, farmacéutico, docente,

sociólogo, escritor y filósofo argentino (nacido en Italia). Su participación en los

diferentes campos del conocimiento como sus obras, han sido importantes e influyentes en esa época en la República Argentina, en particular en la Reforma

Universitaria de 1918.

señala la vicepresidenta de la Confederación Farmaceútica Argentina. La

desconfianza en el Otro también afecta al saber médico, junto a la precariedad de los

medios, se facilita la no debida atención y la negación de la problemática subjetiva.

Una época del instante, de la eficacia y rapidez convive con nosotros,

así ciertas obras sociales acotan día a día las consultas de sus afiliados. Somos los psicoanalistas quienes nos encontramos en la encrucijada de

nuestro quehacer, P.M.O.19 mediante.

El siglo XXI continuará siendo una época del psicoanálisis, en tanto nos

interroguemos y ocupemos de permanecer junto a los otros discursos, siendo

su práctica una alternativa para quienes consultan. Será necesario, a mi

criterio, cuestionarnos acerca de las maniobras analíticas, dinero, tiempo de

los tratamientos y la posición del analista.

“A la pregunta de cuál es la eficacia del psicoanálisis,

Lacan responde: producir psicoanalistas” (12)

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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

1) Israёl, Lucien (1979) El goce de la histérica, en el capítulo La histeria,

hoy como ayer, página 24 –Editorial Argonauta– Biblioteca de

Psicoanálisis – Buenos Aires – Argentina.

2) Freud, S. (1924) Presentación autobiográfica en el apartado V, página 51, Tomo XX – Obras Completas - Traducción de José L. Etcheverry –

Amorrortu Editores Buenos Aires – Madrid (2004).

3) Freud S. (1935) Posfacio –páginas 67 y 69– Tomo XX -Obras

Completas citadas.

4) Lacan, J. (1956) Situación del psicoanálisis y formación del

psicoanalista en 1956, página 445. Escritos 1, Siglo XXI Editores – Argentina.

5) Edición Crítica de la Correspondencia de Freud –Establecida por orden

cronológico– Tomo II: 1887–1909. El descubrimiento del inconsciente.

Las citas de las esquelas corresponden a las siguientes páginas:

- Carta 499, página 154.

- Carta 537, páginas 231 a 233. - Carta 538, página 235.

- Carta 564, páginas 288 a 292.

- Carta 569, páginas 298 a 301.

- Carta 573 en las páginas 309 y 310.

- Carta 574 en las páginas 310 y 311.

- Carta 627 en las páginas 386 y 387.

- Carta 657 en las páginas 426 y 427. 6) Rodrigue, Emilio (1996) Sigmund Freud – El Siglo del Psicoanálisis,

Capítulo 1 Por la pasarela del sueño, página 24 – Editorial

Sudamericana – Buenos Aires – Argentina.

7) Rodrigue, Emilio (1996) Obra citada – página 26.

19 P.M.O.: Plan Médico Obligatorio, que se halla en vigente en el país, por el cual se asegura la asistencia de quienes necesiten consultar, al tiempo que se construyen

coartadas. Al tiempo en que se provee se limita, a tiempos cada vez más precipitados.

8) Roudinesco, Élizabeth (1999) ¿Por qué el psicoanálisis? Página 43 y

44. Primera Parte: La sociedad depresiva – Editorial Paidós – 2000 –

Argentina.

9) Roudinesco, Élizabeth (1999) Obra citada – páginas 61 y 62.

10) Diario Clarín – Sección general – domingo 11 de agosto de 2002,

páginas 34 y 35.

11) Diario Clarín – Sección Sociedad – domingo 30 de mayo de 2004, página 40.

12) Laurent, Eric (2000) Psicoanálisis y Salud Mental, en el Capítulo

¿Qué quieren los que nos miden? página 150 – Editorial Tres Haches –

República Argentina.

CLASE N°3

Continuando nuestro recorrido, podemos considerar las siguientes

referencias al dinero, hasta el momento, de manera simbólica:

- equiparado a los hijos - equiparado a las heces

- en relación al erotismo anal

- en relación a la avaricia

Sobre los tratamientos analíticos, hasta el momento, menciona:

- las maniobras analíticas para el pago de honorarios.

- los tratamientos gratuitamente concedidos por el Estado o por instituciones privadas.

Entre la publicación de “La concepción de las afasias” (1891) y “La

interpretación de los sueños” (1899), Freud escribe junto a Breuer “Estudios

sobre la histeria” (1893 – 1895) en el cual ambos relatan fragmentos clínicos.

Redacta Freud el ensayo “Las neuropsicosis de defensa” (1894) y “Obsesiones y fobias” (1894 -1895).

Escribe en su ensayo “Una muchacha padece de reproches obsesivos. Si leía

en el periódico sobre unos monederos falsos, daba en pensar que ella misma

había fabricado moneda falsa; y si en alguna parte algún malhechor

desconocido había perpetrado un homicidio, se preguntaba ella

angustiosamente sino había cometido ese asesinato” (1) Relaciona Freud

estos autorreproches con su actividad masturbatoria, y agrega “la muchacha curó tras unos meses de tratamiento”.

Retorna al fragmento clínico de la misma paciente en Obsesiones y fobias y

expresa: “Observación 1: Una muchacha se hacía reproches (que sabía

absurdos) de haber robado o falsificado dinero (…) Se reprochaba el onanismo

que practicaba en secreto sin poder renunciar a él. Fue curada mediante una

vigilancia escrupulosa que le impidió masturbarse.” (2) Vigilancia, prohibición, una clínica pre – psicoanalítica en tiempos de sus

primeros encuentros con la histeria, las obsesiones, etc. Recordemos que el

discurso disciplinario correspondía a la época, mediante la cual Freud también

realiza la subversión del sujeto del inconsciente.

De este modo, el significante dinero aparece como un objeto pasible de

reemplazar en un síntoma inconsciente una representación sustitutiva de

origen sexual.20

- Relaciona: neurosis obsesiva – reproches /dinero y lo sexual.

Indagaremos en los avances freudianos desde 1899 a 1905, y posteriormente comenzaremos con los fragmentos clínicos que Freud nos ha

legado.

a) Aportes psicoanalíticos entre 1899 – 1905

La obra “La interpretación de los sueños”, lo encuentra a Freud con

indicios clínicos aportados para su redacción, el intercambio epistolar con Fliess, y la experiencia con sus pacientes. Había escrito, entre otros artículos,

“Sobre el mecanismo psíquico de la desmemoria” (1898) y “Una premonición

onírica cumplida” (1899).

Otra escena del sueño, procesos inconscientes y sus leyes que alojan un

deseo y su realización, pueden ser traducidos o decodificados en las curas,

clínica de la interpretación simbólica freudiana de las formaciones del inconsciente, en esta ocasión el lenguaje onírico, que implica contenidos

manifiestos y latentes.

Freud hace referencia a: los sueños – realización de deseos - lo

sexual – los excrementos – el dinero, desde la subjetividad del soñante

y, en ocasiones, en relación a los honorarios del tratamiento analítico. Por

ejemplo:

- sueños – realización de deseos: Para demostrar clínicamente que en

los sueños se realiza el cumplimiento de un deseo del soñante Freud

describe diferentes sueños, entre ellos: el de pereza por el relato de

un colega21, -primer sueño que analiza y le comunica a Fliess en su

correspondencia. Menciona el ‘sueño de las fresas’ de su hija Anna. Y

el conocido sueño de la noche del 23 al 24 de julio del mismo año en que Freud relata el ‘sueño de la inyección de Irma’. (3)

- sueños – realización de deseos – deformación onírica – legalidad:

Freud analiza su propio sueño con su tío Josef, y expresa: “Mi tío Josef

20 Lacan J.: Hace referencia en el Seminario 12 a la moneda falsa, en relación a la

obra de Dante ‘La divina comedia” y los aportes de Darwin (clase 9 - diciembre de

1964) y critica en el Seminario 13 a la publicación de Dragonetti de 1965, (clase 7 – 19 de enero de 1966). Remarca la falsedad de la moneda que “ha defraudado,

engañado, la confianza del Otro” y lo relaciona con los objetos a. Versión Inédita.

Estas referencias serán oportunamente mencionadas al realizar una lectura posible

mediante las enseñanzas que nos ha legado Lacan. 21 El sueño es anterior a la interpretación del llamado sueño de la inyección de Irma.

El soñante, sobrino de Breuer, se lo comunica a Freud, y este analiza un sueño por vez primera. Puede leerse en la Carta 22 (469) – 4 de marzo de 1895, al dirigirse a

Fliess le señala: “el soñador alucina un panel de hospital sobre el que se lee el

nombre: Rudolf Kaufmann y dice para sí: ‘Vaya R. K. ya está de todos modos en el

hospital: por lo tanto, no tengo por qué ir allí’ y sigue durmiendo”. Freud estaba advertido por sus sueños, los de sus hijos, colegas, pacientes acerca del sueño y la

realización de deseos.

figura a mis dos colegas aún no designados profesores, al uno como

idiota y al otro como delincuente.” (4) Freud, como su colega, espera

su nombramiento. Señala las rivalidades imaginarias y como éstas se

trasladan al lenguaje onírico mediante la desfiguración, y las compara

con las expresiones de los publicistas políticos aludiendo a la política

universitaria de su tiempo.

- sueños – realización de deseos – lo sexual - dinero: En el análisis de

la bella carnicera, da cuenta de la cena que no se realiza, el salmón

ahumado –el plato predilecto de su amiga delgada– y el deseo de

caviar, desde el contenido manifiesto en que la paciente refiere que no

desea el caviar debido al gasto que le ocasionaría al marido. El deseo

de un deseo insatisfecho, ella misma lo señala, no regresando a las cuestiones económicas, sino ratificando la identificación histérica y el

contenido sexual del sueño. Advierte Freud que los sueños son

dirigidos al analista al expresar “su deseo era que yo me equivocase”

(5)22

- sueños – realización de deseos – teorías sexuales infantiles: Analiza

otros sueños en los cuales remarca la presencia de vivencias infantiles del soñante, como por ejemplo: “espió con las orejas a una persona

que se limpiaba después de defecar.” Añade posteriormente otro relato

de un joven que se equivoca de habitación en un hotel y “entra en una

pieza donde una señora mayor y sus dos hijas se desvisten para

meterse en la cama”. Advierte Freud acerca de las teorías sexuales

infantiles “ahí falta algo” (premisa universal del pene) al observar los genitales femeninos. A continuación describe el relato de otro paciente

que sueña con la hija de un ex jefe, y la relación con sus propias

hermanas y las vivencias infantiles junto a éstas. (6)

- sueños – realización de deseos – excrementos – regalo - dinero:

Escribe “los sueños por estímulo intestinal descubren el simbolismo correspondiente, corroborando el nexo entre oro y mierda. Bastamente

documentado también en la psicología de los pueblos.” Freud ha dado

cuenta de este simbolismo en la correspondencia con Fliess, como

hemos mencionado en la clase anterior. (7)

En otro sueño de su autoría, Freud añade que a su segundo hijo varón,

“le he dado el nombre de pila de una gran personalidad histórica

[Cromwell] que me había atraído mucho en mi juventud (…) la sofocada manía de grandeza del padre se transfiere, en sus

pensamientos, al hijo (…) El pequeño se ganó el derecho de ser

recogido en la trama del sueño porque sufrió el accidente – disculpable

en niños y en moribundos – de ensuciarse las ropas”. Sueño en el que

aparece su padre, y al que compara con Garibaldi. (8)

22 Lacan J. (1958) regresa al relato del sueño para señalar el deseo insatisfecho en

la histeria, la identificación y la distinción entre el deseo y la demanda, como su lectura a través del grafo del deseo, la función del falo y del gran Otro. Seminario 5

– Las formaciones del inconsciente – Capítulo XX.

Relata otro sueño en el cual un soñante sin pudor da cuenta de los

excrementos, detalles que lo sorprenden debido a la ausencia de pudor

y asco, entonces advierte que: “El banco es la fiel reproducción

(exceptuado, claro está, el agujero del escusado) de un mueble que

me obsequió una agradecida paciente. Me recuerdan cuánto me

respetan mis pacientes. Y aún el museo de excrementos humanos es

susceptible de una interpretación deleitosa”. Freud enumera las referencias a su familia, a sus predilecciones, etc., lo que aparecía en

el contenido manifiesto como obsceno, el vienés lo traduce por el

contenido latente opuesto. (9)

- sueños – dinero – hijos – recuerdos infantiles: Escribe Freud un sueño

propio en el cual le dice a su mujer que “el cuerpo de oficiales ha enviado a nuestro hijo una suma de dinero (¿5.000 coronas?)… algo

por reconocimiento…, distribución…, (…) veo entrar a mi hijo no está

de uniforme (…) Yo pienso “¿Es posible que esté tan desmedrado? ¿Y

tiene dientes postizos?’”. Reflexiona que hacía más de una semana no

tenían noticias de su hijo, y desconocían si se hallaba en combate.

Freud señala que recibir el dinero desmiente pensamientos penosos –

que estuviera muerto o mal herido– por el contrario una gratificación económica, y agrega sobre la cantidad de dinero soñada que “proviene

de un suceso alentador de mi práctica médica, y por tanto a toda costa

quiere desviar el tema”. Desfiguraciones, la posible muerte de su hijo,

recuerdos infantiles de Freud, y la entrega del dinero por deformación

onírica, se reemplaza un reconocimiento por otro: oficial caído

(contenido manifiesto) y reconocimiento en la práctica (contenido latente). (10)

- sueños – dinero – honorarios: Relata sueños en los cuales el contenido

latente hace referencia a los honorarios y al tiempo de los

tratamientos. Por ejemplo, escribe Freud que una paciente que “En su

casa se le prohibía seguir visitándome. Invoca entonces ante mí una promesa que le había hecho, y era que en caso necesario la trataría

aún paga; yo le dije ‘En asuntos de dinero no puedo tener miramiento

alguno’ (…) jamás le dije algo semejante, pero uno de sus hermanos,

y justamente el que ejercía máxima influencia sobre ella, tuvo la

gentileza de pronunciar esa sentencia sobre mí (…) ella quiere hacerle

justicia; ese es el contenido de su vida y el motivo de su enfermedad”.

(11)

Encontramos en Sobre el sueño (1901) referencias freudianas al dinero

en el contenido manifiesto y latente. Escribe Freud de Goethe “Nos introducís

en la vida – y dejaís que el desdichado caiga en la culpa”. Presenta Freud

materiales clínicos en los cuales el dinero aparece como anagrama, los

florines y los céntimos. El término culpa en alemán: ‘schuldlg’, alude a deuda como a culpa, como lo

expresa Néstor Braunstein. Expresa el mismo autor “Deuda genealógica:

Existir en la sociedad es estar inscrito en ella en relación con el nombre de

los antepasados (…) colgada de algún árbol genealógico. Portar un nombre

establece desde el principio el deber de portarlo. Se debe y es deuda.” Agrega

luego sobre la “Culpa universal: Se es deudor – culpable por el mero hecho

de ser hijo, dividido entre dos sexos y entre dos ancestros.” (12)

- Relaciona: los sueños – deuda y culpa del ser hablante –

sacrificio.

En 1901 Freud publica: Psicopatología de la vida cotidiana. Entre los

ejemplos numerosos en que el dinero puede participar de lapsus, olvidos,

equivocaciones en la escritura (firmas en cartas o cheques), olvidar un cheque, un recuerdo encubridor, y demás formaciones del inconsciente.

- Relaciona: dinero – formaciones del inconsciente y la vida

cotidiana.

Sobre sus olvidos y no cobro de honorarios expresa: “hace algunos años noté que entre el gran número de mis visitas a enfermos sólo olvidaba las que

debía hacer a algún paciente gratuito o a un colega.”(…) “olvidaba devolver

libros prestados, o que por olvido solía dilatar el pago de deudas.” Afirma

“Sobre el tema del dinero y la propiedad, aún en las personas llamadas

‘honestas’ no dejan de rastrearse las huellas de una conducta dual.” A pie de

página Freud hace referencia al juego, y dice: “aún los hombres más

honrados tienden a cometer errores, a tener fallas de memoria y en las cuentas, y se descubren a sí mismos, sin saber muy bien cómo, enredados

en pequeñas trampas.”

- Relaciona: dinero – trampas subjetivas – juego

Al finalizar señala en relación a las mujeres y el pago de los honorarios:” se debe a que las mujeres, en especial, muestren un particular desagrado a

pagar los honorarios del médico. Lo usual es que olviden su portamonedas y

no paguen, por ende, en la hora de consulta; luego, habitualmente olvidan

remitir los honorarios desde su casa, y de ese modo consiguen que uno las

haya tratado gratis – por sus lindos ojos - . Pagan, por así decir, con su

mirada.” (13)

- Relaciona: análisis – dinero – honorarios

Freud da cuenta por medio de colegas, de actos sintomáticos en la vida

cotidiana en los cuales participa el dinero, escribe un fragmento de una

consulta en el domicilio de una paciente “rica como avara y extravagante”,

durante la cual realiza una intervención, y dice “¿Le ha costado tanto dinero su digno yerno?” La señora en primer lugar lo niega y luego asocia acerca de

su malestar con éste, pero aclara Freud “nunca más volvió a llamarme: no

afirmaré que uno haya de granjearse siempre amigos entre aquellos a

quienes comunique el significado de sus acciones sintomáticas”. (14)

- Relaciona: analista - acciones sintomáticas – intervenciones – dinero

Sobre el enlace matrimonial menciona los avatares con las alianzas de los

futuros cónyuges, y describe la noche de bodas de un señor mayor quien

‘olvida’ su billetera y en su primera noche es sexualmente impotente. En

relación a la pérdida de objetos y las diversas connotaciones subjetivas que

pueden poseer, afirmando que perder cosas valiosas que representa de

manera inconsciente “ofrendar un sacrificio en el altar de las oscuras

potencias del destino”. (15) Relata ejemplos causales de pacientes en

tratamiento: caída de monedas, olvidar objetos o dinero etc.

- Relaciona: actos sintomáticos – dinero – sexual – significante fálico

– sacrificio.

Freud hace referencia, en el capítulo que nomina “Errores”, a circunstancias

relatadas por Víctor Tausk en “Dirección de viaje equivocada”. Al no cobrar

los honorarios, Tausk comete un fallido viaje de regreso al domicilio del cual

partió y afirma “pero mi inconsciente sí quería cobrarlos” (16).

¿El no cobro de los honorarios fue el error?, paga el analista con sus idas y

vueltas, para retornar al mismo lugar. En ocasiones es el paciente quien paga subjetivamente y no con dinero

sujetándose al beneficio de su síntoma, al no acotar cierto goce, y al

contrario, en otras oportunidades, puede alojarse a un sujeto que no paga,

para que algo allí suceda. Vicisitudes de la clínica sobre las que continuamos

reflexionando.

- Relaciona: pago de honorarios – no pago de honorarios: ¿quién paga?¿con qué se paga cuando no es con dinero?

El dinero es más barato que muchos pagos posibles para el sujeto, como para

el analista. Nuevamente Freud reseña una experiencia de otro colega, en esta

ocasión de Otto Rank, quien se dirige al banco y en vez de solicitar plata –de

menor valor– pide oro, analiza éste su acto fallido y lo refiere a “un sueño referente al éxito económico”. (17)

- Relaciona: neurosis – formaciones del inconsciente – dinero – éxito

y fracaso económico.

Estamos en 1901 en Europa, y Elizabeth Roudinesco (1986) señala que hay cuatro etapas en la institucionalización del psicoanálisis: “De 1902 a 1906, es

el reino de la horda salvaje. De 1906 a 1912, asistimos a una expansión de

la doctrina freudiana en el extranjero, que se acompaña con una

profesionalización de la práctica analítica cada vez más importante.”

Establece la aparición de nuevas sociedades psicoanalíticas, y que en 1910

“la I.P.A. se convierte en el organismo dirigente de todas las sociedades que

ya existían o que están por existir. En el período que va de 1912 a 1927 se desarrolla un mecanismo de doble poder. (…) Es la era del fanatismo religioso

y del dogmatismo.” Destaca la difusión internacional, la realización de los

congresos e indica que “La cuarta etapa va de 1926 a 1939 y conoce la

disolución del comité (1927) y el final del reino de las ‘élites’ sobre las

‘masas’. La línea ‘liberal’ triunfa sobre la ‘dogmática’. La caída del poder del

comité tiene por consecuencia una profesionalización completa del oficio (…) con la obligación de la cura con fines didácticos impuesta a los analistas. Esta

fecha marca el advenimiento del ‘psicoanálisis moderno’ tal y como lo

conocemos hoy”. (18)

De acuerdo a lo expresado por la autora, comienza aquí una etapa en la

que Freud ejerce un liderazgo particular con sus discípulos, sus tratamientos

y sus diversas producciones psicoanalíticas.

Freud publica El chiste y su relación con el inconsciente (1905). De los

numerosos ejemplos varios son conocidos: el becerro de oro de Heine,

familiönar, salmón con mayonesa, entre otros. Presenta juegos de palabras

con efectos de doble sentido, de representación antinómica, mecanismos de

desplazamiento y técnicas como desviación y alusión, entre otros recursos

retóricos del lenguaje. Relata chistes judíos en relación al matrimonio y al

dinero. (19) En el Capítulo V “Los motivos del chiste. El chiste como proceso social, Freud

señala como requisito del chiste: la risa, y plantea “el oyente se ahorra todo

este gasto psíquico (…) su placer corresponde a este ahorro”, luego añade “el

oyente gasta riendo, esta magnitud” y “la primera persona… siente placer…

se verifica el trabajo de elaboración del mismo que, necesariamente, ha de

exigir una cierta magnitud de nuevo gasto psíquico… Este gasto es el mismo que tiene lugar en el oyente del chiste.”

El chiste, el humor y lo cómico dan cuenta del ahorro de sacrificio, en los

análisis que dirigimos nos facilita como maniobra analítica, descomprimir

aquello coagulado del goce.

Nuestra cultura, por otra parte, también respira por medio del arte en sus

diversas versiones. Comedias, libros, cine, teatro, revistas, etc., abren así

caminos al placer – no sin la ironía como recurso en ocasiones – invitando a padecer un poco menos el sobrevivir de nuestros días tan vulnerables.

- Relaciona: el chiste: formación del inconsciente / social – risa: ahorro

de gasto psíquico (sacrificio)

En Tres ensayos para una teoría sexual (1905) Freud desarrolla conceptos pilares de su obra, entre ellos: bisexualidad, cuerpo sexuado y erógeno, así

mismo señala períodos lógicos para la construcción del psiquismo, uno de

ellos la fase anal. En primer lugar hace referencia a lo oral y lo anal en relación

a las tendencias perversas, tendencias que la sexualidad infantil y adulta

compartirán. Hace referencia a la excitabilidad de la zona anal, el acto de

excreción, retener – expulsar, componentes sádicos que intervienen. Subraya que las heces son el ‘primer regalo’ al Otro materno, y la significación

de ‘niño’, acorde a las investigaciones y teorías infantiles.

De los cuadros neuróticos indica los rituales y ceremoniales escatológicos.

Recordemos que en este momento de la obra freudiana ya había escrito el

fragmento clínico sobre Dora (1901), pero que aún no lo había publicado. Sin

embargo había ya referencias a la teoría sexual en la correspondencia con

Fliess, a la que regresa tanto en el historial como en estos Ensayos.

- Relaciona: zona anal – heces – regalo – niño

b) Fragmentos de Historiales Clínicos (1905 – 1914)

Freud publica materiales clínicos de relevancia, en cuanto a que los

mismos son presentados como paradigmáticos:

- Caso Dora (1901/5): neurosis histérica.

- Caso Juanito (1909): neurosis fóbica infantil

- Caso Hombre de las ratas (1909): neurosis obsesiva

- Lectura freudiana de la autobiografía de Schreber: demencia paranoide

- Caso Hombre de los lobos (1914/15- 18): neurosis obsesiva

Fragmento de análisis de un caso de histeria (Dora)

La familia de Sigmund Freud y la familia de Dora (Ida Bauer) eran

conocidos y además vivían en la misma calle: Berggasse.

El tratamiento analítico con Dora es contemporáneo a la correspondencia

con Fliess, a la difusión de La interpretación de los sueños y a la redacción de Psicopatología de la vida cotidiana. El Historial se iba a titular “Sueños e

histeria” y su interés era publicarlo inmediatamente, pero son confusas las

circunstancias por las cuales se demoraron cuatro años para su difusión.23

Dora tenía 18 años de edad, hacía poco tiempo se habían trasladado a

Viena con su familia, y luego de un ‘intento de suicidio’ consulta al Dr. Freud

en otoño de 1900. Sabemos que el tratamiento aproximadamente transcurre

durante tres meses, luego lo interrumpe el 31 de diciembre del mismo año y vuelve a concurrir el 1ª de abril de 1902.

Elizabeth Roudinesco (1986) señala: “La cura de Dora, que se sitúa

después de los Estudios sobre la histeria, arroja una luz nueva sobre la

transferencia y saca a las neurosis de su anclaje en la heredo– degeneración.

El concepto de identificación ya tiene estatuto y sólo le falta lo que Freud

añadirá en Psicología de las masas y análisis del Yo” (20). Breger Louis (2001) coincide diciendo que “es el primer texto en el que

elaboró el concepto de ‘transferencia’, una de sus aportaciones más originales

y perdurables”. (21)

Freud en su esquela del 7 de agosto de 1901 (Carta Nº 695 – 145),

comienza a distanciarse de Fliess, reseña las diferencias entre ambos sobre

el concepto de bisexualidad, las críticas que este le realiza a sus anotaciones

y proyectos. Escribe a Fliess: “No se puede ocultar que los dos nos hemos distanciado

bastante. Noto la distancia en esto y en aquello. (…) Aquí has llegado al límite

de tu clarividencia, tomas partido en mi contra y me dices algo que desvirtúa

todos mis esfuerzos: ¿Quién lee el pensamiento no hace sino leer en los otros

sus propios pensamientos?”. Ruptura que se aproxima en la amistad, en el

intercambio epistolar, clínico y teórico. A esta carta le suceden algunas otras, hasta que Fliess lo acusa de plagio.24 A quien el vienés, en una carta de 1894,

le señalara “Tú eres el único Otro”.25

La importancia de la transferencia en el análisis y las dificultades

transferenciales que se presentaron entre Freud y Fliess, en tiempos de

avances en la obra psicoanalítica, mientras al primero lo nombran y toma el

cargo de Herr Professor, los discípulos comienzan a acercarse y las consultas analíticas de la región e internacionales acuden a su consultorio. (Me parece

23 La demora de la publicación del Historial de Dora es confusa debido a las distintas

versiones biográficas, mientras unas señalan que se oponían los editores, otros dicen que debía modificar el escrito y que Freud no accedía a ello, los últimos expresan que

el vienés esperó los cuatro años para realizarlo debido a circunstancias particulares

del caso mismo. 24 Fliess le dirige una carta en la cual le expresa directamente a Freud que un alumno de éste ha difundido sus ideas, y que las mismas se las ha apropiado Weininger,

haciéndolo indirectamente responsable de ello. (Carta del 20 de setiembre de 1904). 25 Otro de la transferencia, del saber en 1894, que se va disipando ante las

controversias y los avances psicoanalíticos freudianos. La referencia freudiana al Otro prehistórico, puede encontrarse en la Carta Nº 52, de acuerdo a la traducción que

consulten aparece ‘Otro’ con mayúscula y en otras en minúscula.

que este párrafo tendría que empezar con: se pone en evidencia la

importancia...., y después sacar los guiones y dejar directamente las comas)

Regresamos a nuestra lectura sobre el dinero, luego de estas

consideraciones primeras.

En primer lugar, el padre de Dora era un industrial próspero, pertenecían a

una familia judía, burguesa y acomodada. El padre se dirige a Freud a solicitar tratamiento para la hija26. Éste supone que Dora “fabulaba” acerca de su

relación amorosa con la Sra. K., y presentaba numerosos síntomas que la

aquejaban.

En segundo lugar, Freud realiza el análisis junto a Dora, quien proporciona

material al tratamiento –sueños, síntomas, escenas, etc.- que propicia arribar

a ciertas conclusiones clínicas, a pesar del escaso tiempo del mismo. En tercer lugar, advertimos como el significante dinero aparece en el historial,

como por ejemplo: “el papá iba todos los días a determinadas horas a casa

de la señora K., mientras su marido estaba en el negocio. (…) No había duda

de que ella le aceptaba dinero, pues hacía gastos que era imposible que

solventase con sus recursos propios o con los del marido. El papá también

empezó a hacerles grandes regalos, para encubrir los cuales se volvió al

mismo tiempo particularmente generoso con la madre y con ella (Dora). Y aquella señora, hasta entonces de salud quebrantada (…) se había convertido

en una mujer sana y rozagante” (22).

Escribe posteriormente: “los motivos de la enfermedad empiezan a obrar ya

en la infancia. (…) Cuando la niña se ha hecho mujer y, en total contradicción

con los reclamos de su infancia (…) la única arma que le queda para afirmarse

en la vida es la enfermedad. Esta le procura la anhelada consideración, obliga a su marido a hacer sacrificios pecuniarios y a usar miramientos que no habría

tenido de estar ella sana.” (23).

Ante la negativa de Freud de convalidar la hipótesis de fabulación de Dora,

que anticipara su padre, este se desentiende del tratamiento de la hija.

Expresa el analista en el Epílogo: “Así fui sorprendido por la transferencia y,

a causa de esa x por la cual yo le recordaba al Sr. K., ella se vengó de mí como se vengara de él, y me abandonó, tal como se había creído engañada

y abandonada por él. De tal modo actúo (agieren) un fragmento esencial de

sus recuerdos y fantasías, en lugar de reproducirlo en la cura.”

Freud reconoce que las maniobras transferenciales no fueron óptimas, y

realiza sus críticas, y agrega: “No puedo saber, desde luego, cual era esa x:

sospecho que se refería a dinero, o eran celos por otra paciente que tras su

curación siguió vinculada a mi familia” (24). Dora, una paciente que poseía poco trato social, pero que asistía a cursos

“para damas”, agrega Freud sobre las inquietudes de la misma en sus

conversaciones y lecturas que entablaba Dora con la Sra. K. En términos de

J. Lacan “la señora K. es la pregunta de Dora… se pregunta - ¿Qué es una

mujer”. (Seminario 4 en la clase nº 8)

De este modo, es Jacques Lacan quien al regresar al historial en diferentes oportunidades, señala “la Sra. K. es la pregunta de Dora (…) Dora se pregunta

- ¿Qué es ser una mujer?”

26 El padre de Dora, ya conocía a Freud, no sólo como vecino sino que en otra ocasión

le solicitó un tratamiento para la sífilis que le fue exitoso. Además otros integrantes de la familia, también tenían conocimiento de la actividad médica y psicoanalitica del

vienés.

Agrega: “el padre impotente suple por todos los medios del don simbólico,

incluso los dones materiales, lo que no realiza como presencia viril, y de paso

hace a Dora su beneficiaria, con una munificencia que se reparten en partes

iguales su amante y su hija (…) Dora se rebela y empieza a decir - Mi padre

me vende a otro (…) para el padre es verdaderamente una forma de pagar la

complacencia del marido de la Sra. K. tolerar de forma velada que éste se

dedique con Dora a lo mismo que él se ha dedicado durante años, a hacer la corte.” (25)27

De la breve lectura que presentamos del Caso Dora, advertimos la

importancia de las primeras conceptualizaciones freudianas sobre la

transferencia, y su profundización sobre los síntomas histéricos en los

tratamientos analíticos. En el historial interviene el dinero:

en relación a la vida sexual: en el sueño aparece “cajita de joyas”,

cajita que el Sr. K. le había obsequiado a Dora de un valor

económico importante. Freud interpreta que designa a los órganos

genitales femeninos y la referencia al ‘fuego’, a la excitación sexual,

a lo cual Dora se niega, al tiempo que responde “Sabía que iba a decir eso”.

regalos costosos a la Sra. K. y a manera de dádiva, según Dora, a

su madre y a ella misma (del padre de Dora); comprar el silencio

de ambas – en particular de su hija – en relación a su amante.

pago de honorarios (lo abonaba el padre de Dora) hasta su

interrupción.

En el Caso Dora y Juanito, abonan el tratamiento sus padres, e intervienen

en ciertas entrevistas con Freud.

Nos plantea desde la clínica con niños, adolescentes y adultos, cuando son

sus padres ó parejas quienes abonan los honorarios, o realizan los trámites

correspondientes en las obras sociales o prepagas, y nos muestra como este factor incide, por cuanto cuando mejora quien consulta, sus padres o parejas,

en ocasiones, debido al cambio de posición subjetiva del paciente se inquietan

y un modo de no ir más allá, es que éstos interrumpan los tratamientos.

Aclaremos que los tratamientos son terminables, y en ocasiones es hasta

prudente la interrupción, según la singularidad del caso. Pero quien abona el

tratamiento puede servirse de ello para obstaculizar, a veces, los mismos. No

obstante, es trabajo de análisis que puedan producir su propio dinero para abonar las sesiones.

En el tratamiento con niños nos plantea Françoise Dolto28 es posible

hacer “intervenir un pago simbólico del niño que demuestre que es en

realidad él, en forma personal. (…) sólo los padres eran quienes asumían y

decidían por ellos”, trabajo simbólico con el niño en análisis, además de los

27 Lacan Jacques en 1951 pronuncia una conferencia que se encuentra en los Escritos

1 como “Intervención sobre la transferencia”, en la cual señala las intervenciones

freudianas y afirma que de haber realizado una tercera inversión dialéctica Freud

hubiese dirigido a Dora hacia la pregunta de la Otra de la histeria, encarnada en la Sra. K. 28 Dolto Françoise (1985) Seminario de psicoanálisis con niños en Psicoanálisis y Sociedad - Gedisa. Retomaremos más adelante al trabajar el Caso Juanito ciertos

aportes de la psicoanalista.

honorarios que los padres abonan, maniobra analítica que subjetiviza e

implica al niño y por efecto a sus padres.

Finalizamos este apartado de la clase con la siguiente referencia, de cierta

ingenuidad de Freud y sus devenires en la construcción de la obra

psicoanalítica:

“Hacía varios meses que Freud, debido al apremiante pedido de su

esposa, había dejado de invitar a sus pacientes a almorzar en la mesa

Familiar (…) La última de esos insólitos comensales fue la joven Ida Bauer,

cuyo caso, particularmente complejo, preocupaba a Freud. La mujer se vio

Afectada por una tos nerviosa durante toda la comida y permaneció muda

frente a su plato, lo cual alteró el buen humor que habitualmente reinaba en las comidas familiares.” (26)

Freud posteriormente advierte ciertos deslices en sus maniobras analíticas,

pero sin ellos y sus aciertos, no hubiese sido posible fundar un nuevo

discurso: el discurso analítico.

c).- Para concluir: Articulaciones teórico - clínicas

“Todo esto plantea ya trabajo para un siglo entero, durante el cual

aprendería nuestra civilización a tolerar las aspiraciones de nuestra

sexualidad”

La sexualidad en la etiología de las neurosis (1898)

Ha pasado más de un siglo entero, nuestra civilización si bien por un lado,

tolera diferentes modalidades de goce y las consultas a colegas se han multiplicado; por otro lado, continuamos observando ciertas dificultades en

nuestro quehacer clínico en los tiempos actuales.

En la institución en la cual ejerzo desde hace años, acorde a la necesariedad

de brindar la cobertura psicológica a afiliados, socios, privados, etc., hemos

construido un dispositivo en el cual se realiza en primer lugar una admisión

psiquiátrica, y otra psicológica. En ambas se evalúa si es prudente: la asistencia psicofarmacológica y psicológica, contemplando los diferentes

dispositivos con los cuales contamos.

En las entrevistas de admisión actualmente es sorprendente la concurrencia

de quienes esperan ser escuchados, el alivio que les produce –sugestión

mediante de la presencia y escucha de un otro– sin importar las edades, que

cuenten o no con familiares o amigos. Acuden a un ámbito ‘psy’ para que se les escuche y por sobre todas las cosas para que se les aseguren no estar

‘locos’.

El poder estar ‘locos’ de estos consultantes es generalmente lacaniano, una

locura por ser hablantes y hablados, angustiarse con el desamparo, la

muerte, etc., lo cual va acompañado de la difusión del Otro de los medios de

comunicación, que en ocasiones facilitan y propagan cuadros patológicos que

enriquecen aún más las numerosas descripciones fenomenológicas del D.S.M. IV.

Por ejemplo “soy fóbica”, “soy bipolar”, “tengo ataques de pánico”, fijan al

sujeto para representarse desde el significante de una enfermedad posible,

camino inverso al cual los invitamos cuando acuden a una entrevista analítica.

Como lo expresa Freud en el Caso Dora, acerca de los motivos de la

enfermedad y sus beneficios para recurrir a ella.

Les relataré un fragmento de un tratamiento institucional: concurre hace

tiempo atrás, por medio del Otro de la obra social, una paciente de 22 años

–que llamaremos N– quien señala tener “crisis” que constan en tirarse al piso

llorando, golpearse la cabeza, gritar, pelearse con su madre, etc., y dice: “no

aguanto más”. Se acuerda que concurrirá por tres meses y que evaluaremos

si es necesario prolongar dicho plazo de acuerdo a como se encuentre.

Luego de algunas entrevistas expresa que su padre murió hace muy poco y de manera repentina, por primera vez llora angustiada en la entrevista. La

madre irrumpe en el tratamiento (sin la presencia de N.): llamadas

telefónicas a la institución, acudir los días en que me encuentro sin cita

alguna, con diversas quejas, gritando, desbordada y diciendo “no aguanto

más” y “mi hija está cada vez peor”, expresa al personal de la institución en

general y ante quien se encuentre. Luego de ciertas entrevistas, entre las cuales cito a N. con la madre, se deriva

a la segunda a realizar una entrevista de admisión psiquiátrica.

A partir de aquí comienza N. a historizar la muerte de su padre, y lo necesario

de proveerse su dinero, –siendo ella la única hija biológica del matrimonio,

su hermano adoptivo trabaja– dinero que la madre hasta ese momento le

proveía de la pensión del padre y que manipulaba para retenerla en la casa

junto a ella. El plazo acordado de entrevistas se desplazó por dos meses más, en los

cuales se acordó trabajar la dificultad de la paciente para separarse de la

‘locura’ de su madre, de la cual se ha hecho cargo a partir de la muerte del

padre –la madre se descompensa al nacer ella según la novela familiar. Y

confeccionar un currículum para comenzar a buscar trabajo.

La joven pudo construir una historia familiar menos siniestra, un currículum de vida y trabajo, no sin esfuerzos y dificultades, pudo acudir a entrevistas y

comenzar, luego de varios intentos fallidos, a trabajar. Mediante su primer

trabajo estable pudo proveerse de ropa moderna, comprar novelas de amor,

salir con sus amigas y hasta empezar a estar atenta a las miradas deseantes

del Otro sexo, ya que hasta el momento la mirada del Otro siempre era

gozadora y mortífera. Finalizado el plazo, N. de vez en cuando llama por teléfono, y dice “quiero

saber si estás”, continúa con sus proyectos -ahora de estudio- que puede

abonar.

El tratamiento institucional con N. le facilitó construir su propia femineidad,

dejando ese lugar fálico de hija al cual le costaba renunciar. No abonó

honorarios durante el tratamiento, pero pagó con su trabajo sesión a sesión,

por medio de escritos, asociaciones, etc. Debido a inasistencias sin previo aviso, le he cambiado la frecuencia semanal

por quincenal, maniobras analíticas en las cuales el tiempo, acota ese goce

allí donde el dinero está ausente. No es por vía del amor y la comprensión

que un sujeto abandona el costo de pagar con su psiquismo y hasta con su

propia vida.

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- Referencias Bibliográficas

1) Freud, S. (1894) “Las neuropsicosis de defensa” (Ensayo de una teoría

psicológica de la histeria adquirida, de muchas fobias y

representaciones obsesivas, y de ciertas psicosis alucinatorias)

páginas 56 y 57 – Volumen III - Obras Completas, Amorrortu

Editores, Buenos Aires (Novena reimpresión).

2) Freud, S. (1895) “Obsesiones y fobias. Su mecanismo psíquico y su

etiología”, páginas 76 y 77. Volumen III - Obra citada.

3) Freud, S. (1899) La interpretación de los sueños – Capítulo III “El

sueño es un cumplimiento de deseo” páginas 144 145 (sueño del

sobrino de Breuer) y página 149 (sueño de las fresas de Anna) – Capítulo II “El método de la interpretación de los sueños. Análisis de

un sueño paradigmático” páginas 128 a 141. Volumen IV – Obra

citada.

4) Freud, S. (1899) La interpretación de los sueños – Capítulo IV “La

desfiguración onírica”, páginas 156 a 163. Volumen IV – Obra citada.

5) Freud, S. (1899) La interpretación de los sueños – Capítulo IV “La desfiguración onírica”, páginas 165 a 169. Volumen IV – Obra citada.

6) Freud, S. (1899) La interpretación de los sueños – Capítulo VI “El

trabajo del sueño”, páginas 337 y 338. Volumen IV – Obra citada.

7) Freud, S. (1899) La interpretación de los sueños – Capítulo VI “El

trabajo del sueño”, página 405. Volumen V – Obra citada.

8) Freud, S. (1899) La interpretación de los sueños – Capítulo VI “El

trabajo del sueño”, página 446. Volumen V – Obra citada. 9) Freud, S. (1899) La interpretación de los sueños – Capítulo VI “El

trabajo del sueño”, páginas 466 a 468. Volumen V – Obra citada.

10) Freud, S. (1899) La interpretación de los sueños – Capítulo VII “Sobre

la psicología de los procesos oníricos”, página 551. Volumen V - Obra

citada.

11) Freud, S. (1899) La interpretación de los sueños – Capítulo IV “La desfiguración onírica”, página 175. Volumen IV – Obra citada.

12) Braunstein, N. (2001) Por el camino de Freud, Capítulo 4 “Aforismos

sobre deudas y culpas”, páginas 42 y 43. Editorial Siglo XXI, México,

Primera Edición 2001.

13) Freud, S. (1901) Psicopatología de la vida cotidiana – Capítulo VII

“Olvido de impresiones y de designios”, páginas 155 y 156. Volumen VI – Obra citada.

14) Freud, S. (1901) Psicopatología de la vida cotidiana – Capítulo IX

“Acciones causales y sintomáticas”, página 196 Volumen VI – Obra

citada.

15) Freud, S. (1901) Psicopatología de la vida cotidiana – Capítulo IX

“Acciones causales y sintomáticas”, páginas 202 y 203 – Volumen VI

– Obra citada. 16) Freud, S. (1901) Psicopatología de la vida cotidiana – Capítulo X

“Errores”, página 221. Volumen VI – Obra citada.

17) Freud, S. (1901) Psicopatología de la vida cotidiana – Capítulo XII

“Determinismo, creencia en el azar y superstición: puntos de vista”

página 256 y 257. Volumen VI – Obra citada.

18) Roudinesco, Elizabeth (1986) La batalla de los cien años – Historia del psicoanálisis en Francia 1 (1885–1939), Capítulo II “El psicoanálisis de

los notables o la nueva conquista del Oeste”, páginas 119 a 120. –

Editorial Fundamentos Colección Ciencia. España, 2da. Edición, 1999.

19) Freud, S. (1905) “El chiste y su relación con el inconsciente”, Capítulo

2 “La técnica del chiste”, páginas 20 (familiönar), 47 (becerro de oro),

54 en adelante (chistes en que intervienen judíos sobre el dinero y el

matrimonio). Volumen VIII – Obra citada.

20) Roudinesco, Elizabeth (1986) La batalla de los cien años – Historia del

psicoanálisis en Francia I (1885 – 1939), Segunda Parte: Capítulo 1

“Desvío por Viena: un amo sin mando”, página 96. Obra citada.

21) Breger, Louis (2001) Freud, el genio y sus sombras, Capítulo 12:

“Surge el gran Freud: 1899 – 1905”, página 212. Javier Vergara Editor,

Buenos Aires, 2003.

22) Freud, S. (1905) Fragmento de análisis de un caso de histeria (Dora), Capítulo I “El cuadro clínico”, páginas 30 y 31. Volumen VII. Obra

citada.

23) Freud, S. (1905) Fragmento de análisis de un caso de histeria (Dora),

Capítulo I “El cuadro clínico”, página 40. Volumen VII. Obra citada.

24) Freud, S. (1905) Fragmento de análisis de una caso de histeria (Dora),

“Epílogo”, página 104. Volumen VII. Obra citada. 25) Lacan, J. (1957) Seminario 4 La relación de objeto, Capítulo VIII “Dora

y la joven homosexual”, en la página 146. Editorial Paidós, España,

2004.

26) Badou, Gérad (2007) Martha Freud. Una compañera irremplazable,

Capítulo 3 “Una perfecta amante… del hogar”, páginas 55 y 56.

Editorial El Ateneo, Buenos Aires, 2007.

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Clase Nº 4

Finalizamos la clase anterior articulando el tratamiento con niños y el pago

de los honorarios. Hoy profundizaremos en particular, junto a la letra

freudiana, en el Caso Juanito, Graf Herbert (1903 – 1973).

En primer lugar tendremos en cuenta ciertos avances en la obra, entre el

caso Dora (1901) y el Caso Juanito (1909), y en segundo lugar nos detendremos en el historial, para finalizar con articulaciones teórico – clínicas

de nuestra práctica actual.

a) Aportes freudianos

Ernest Jones (1961) señala que “En 1907 fue invitado por el doctor Fürst… a

expresar sus puntos de vista sobre un problema que entonces era nuevo, el

que se refiere a si se debe o no ilustrar a los niños sobre temas sexuales. Freud estaba naturalmente a favor de ello” (1).

Freud en la Carta abierta al doctor M. Fürst escribe: “el recién nacido trae

consigo al mundo una sexualidad”, advierte acerca de su ampliación del

concepto de sexualidad humana, y dice “conozco a un hermoso niño de cuatro

años”. Se refiere a Juanito, historial que publicará posteriormente, y expresa:

“Yo pondría en entredicho que el pequeño Hans sea un niño de disposición

sensual ni, menos aún, de predisposición patológica; sólo creo que no ha sido amedrentado, no lo aqueja la conciencia de culpa y por eso da a conocer sin

recelo sus procesos de pensamiento”. (2)

Freud en 1908 hace nuevamente referencia al caso en “Sobre las teorías

sexuales infantiles”. Recordemos que el material era traído a Freud por su

padre, esposo de una ex–paciente de Freud, y partícipe de la Asociación de

las Reuniones de los Miércoles, que posteriormente al análisis abandona. Matrimonio en transferencia con el discurso analítico, el material era

interpretado por Freud y debatido en las reuniones de los miércoles.

E. Jones agrega, que en esta época de la producción freudiana realiza “su

primer aporte al estudio de la religión, en el que comparaba y contraponía

ciertas prácticas religiosas con los actos convulsivos realizados por pacientes

obsesivos.” Hace referencia al artículo “Acciones obsesivas y prácticas religiosas”, en el

cual relata Freud un fragmento clínico de una paciente cuya “compulsión era

anotar el número de cada billete de banco antes de entregarlo. En la época

en que todavía abrigaba el propósito de abandonar a su marido si hallaba

otro, más digno de confianza, admitió ser cortejada, en un lugar de veraneo,

por un caballero sobre cuyas serias intenciones empero dudaba.”

Explica: “Necesitó un día dinero sencillo, y le rogó que le cambiara una pieza de cinco coronas. Lo hizo él, se guardó la pieza mayor y manifestó, galante,

que nunca se separaría de esta pues le había venido de su mano… en

posteriores encuentros ella estuvo tentada de exhortarlo a que le enseñara

la pieza de cinco coronas, como si fuera para convencerse de que su cortejo

merecía crédito.”

La paciente no lo hace, debido a que no es posible diferenciar las monedas de igual valor, y por ende “la duda quedó irresuelta y le dejó como secuela la

compulsión de anotar los números de los billetes de banco, que los diferencian

individualmente de todos los otros del mismo valor”29 (3).

En “Carácter y erotismo anal” realiza una descripción de las personas como:

cuidadosas, ahorrativas y pertinaces. Hace referencia a las vivencias

infantiles, en particular a la zona anal, -regresa a conceptos como: pulsión,

zonas erógenas y formaciones reactivas, de sus “Tres ensayos de teoría

sexual”- y la importancia en la formación del carácter. Expresa nuevamente Freud, como lo realizara en la correspondencia con Fliess, la posible relación

entre la defecación y el dinero, y la práctica del psicoanálisis.

En 1908 ratifica que las neurosis y el lenguaje se encuentran vinculadas, al

afirmar: “si la neurosis obedece al uso lingüístico, toma aquí como en otras

partes las palabras en su sentido originario, pleno de significación; y donde

parece dar expresión figural a una palabra, en la generalidad de los casos no hace sino restablecer a esta su antiguo significado”.

Señala que en la práctica del psicoanálisis se producen, en ocasiones, efectos

sugestivos, y en relación al dinero propiamente “se obtiene ese efecto cuando

se toca en el paciente el complejo relativo al dinero, moviéndolo a que lo lleve

a su conciencia todo lo que en él envuelve.”

De este modo Freud desanda caminos recorridos junto a Fliess, “la neurosis

no hace más que seguir un indicio del lenguaje usual, que llama ‘roñosa’, ‘mugrienta’… a una persona que se aferra al dinero demasiado

ansiosamente”.

Agrega “el dinero es puesto entre los más íntimos vínculos con el excremento

dondequiera que domine, o que haya perdurado, el modo arcaico de

pensamiento: en las culturas antiguas, en el mito, los cuentos tradicionales,

la superstición, en el pensar inconsciente, el sueño y la neurosis.”30 (4) Freud en este período, entre otros conceptos, elabora sobre la influencia que

ejerce la cultura, en la sexualidad y en las neurosis. Señala: “nuestra cultura

se edifica sobre la sofocación de pulsiones. Cada individuo ha cedido un

fragmento de su patrimonio, de la plenitud de sus poderes, de las

inclinaciones agresivas y vindicativas de su personalidad; de estos aportes ha

nacido el patrimonio cultural común de bienes materiales e ideales”. (5). Antagonismo entre la cultura y la vida pulsional, a la cual regresa en otras

producciones, y que desde sus comienzos ha supuesto. De este modo, en este período Freud ha avanzado en la obra, en la

formalización de ciertos conceptos psicoanalíticos. Afirma la influencia

cultural y sexual en las neurosis, y su relación con el lenguaje. La formación

de los síntomas, del carácter y el erotismo anal, siendo el dinero un

equivalente simbólico que puede ser partícipe de síntomas. Al comprometer la subjetividad es posible intervenir, en tanto el sujeto se

maneja con el dinero acorde a su modalidad. Detalla Freud sugestivamente

no es sin efectos que en un análisis se realicen maniobras analíticas en cuanto

a los honorarios.

29 S. Freud retoma el historial de la paciente en la Conferencia Nº 17: El sentido de

los síntomas, en sus Conferencias de introducción al psicoanálisis (1916 – 17). Conferencias que dicta Freud durante la Primer Guerra Mundial. Las escribe pero ante

el auditorio transmite de manera improvisada, ante un público de médicos y

‘profanos’. 30 S. Freud reitera lo mencionado en la carta a Fliess (24 de enero de 1897), sobre el

dinero que el diablo entrega a las mujeres y escribe “se muda en excremento, después que él se ausenta, y el diablo no es por cierto otra cosa que la personificación

de la vida pulsional inconsciente reprimida”.

b) Caso Juanito

“Juanito tiene el valor histórico de ser el punto de partida del análisis con

niños… de haber involucrado la primera supervisión y de haber inventado la

terapia familiar, ya que Freud tuvo vínculos terapéuticos con la madre, el

padre y el hijo” Emilio Rodrigué (6)

El “Análisis de la fobia de un niño de cinco años” se publica el mismo año que el material clínico del caso del Hombre de las Ratas, en 1909. El tratamiento

por intermedio de su padre y una sola entrevista con el niño, se realizó junto

a Freud y con su supervisión, en el primer semestre de 1908,

contemporáneamente al análisis de Ernest Lanzer31.

En el historial de Juanito, Freud continúa sus observaciones acerca de

las teorías sexuales infantiles, y enuncia por vez primera el complejo de castración32. Advierte Freud el Edipo, la premisa universal del falo –que

formalizará años más tarde–, los efectos en los niños ante el nacimiento de

hermanos, y la sustitución metafórica del síntoma fóbico (caballos–padre),

los desplazamientos significantes en otros animales de gran porte y fantasías

sexuales en la infancia.

En palabras de Emilio Rodrigué (1996) “Dora había demostrado, aun en

el fracaso, que la interpretación de los sueños era el camino seguro en la histeria; el relato de esta fobia infantil, a su vez, puede servir como

complemento de las conclusiones del segundo ensayo sobre la sexualidad. En

ese sentido, se puede decir que Dora fue fruto de la Traumdeutung, y Juanito,

de los Tres Ensayos” (7).

Sabemos que el niño pertenecía a una familia con cierto poder

adquisitivo. Ahijado del músico Mahler, su madre actriz de teatro, había sido paciente de Freud, y su padre musicólogo, “representaban un nuevo tipo de

pareja de la alta burguesía vienesa; gente culta, inconformista, cosmopolita…

Habían acordado educar a su hijo según la naciente ‘pedagogía’ freudiana, o

sea bajo la bandera de la indulgencia libidinal, con el mínimo de coerción

posible” (8).

En el historial Freud da cuenta, de manera cronológica, como aparecen en el niño la actividad masturbatoria, los deseos incestuosos, la hostilidad

hacia su padre y su influencia en la formación de los síntomas que presenta

en la histeria de angustia (fobia).

Expresa el niño el deseo de pagarle a la cigüeña para que no deje más niños

en su hogar.

Y en referencia a los datos del día 22 de abril, recabados por el padre,

transcribe Freud: “Hoy a la mañana Hans ha vuelto a pensar algo: ‘Un muchacho de la calle ha viajado en el carrito y el guarda ha venido y ha

desvestido al muchacho hasta dejarlo todo desnudo y lo abandonó ahí hasta

31 Ernest Lanzer, paciente de Freud, protagonista del historial del Hombre de las

Ratas. 32 El complejo de castración lo menciona por primera vez, y será elaborado

posteriormente, siendo los mismos padres quienes dan cuenta de la amenaza de

castración y la angustia del niño, mientras en el análisis de adultos ésta se construye en el recorrido del tratamiento, en cuanto a la neurosis infantil. “Análisis de la fobia

de un niño de cinco años” Volumen X – página 9 – Amorrortu Editores (2003).

la mañana, y a la mañana el muchacho dio 50.000 florines al guarda para

que le permitiera viajar en el carrito’.”

Añade en su interpretación que: “suena casi un plan para comprarle la madre

al padre, pues la fuerza de este último reside en parte en su riqueza. Luego

confiesa el deseo de eliminar al padre, así como el fundamento de ese deseo

–le perturba su intimidad con la madre–.” (9)

Destaca el complejo de defecación, y las equivalencias entre: excrementos = regalo = niño = dinero.

Louis Breger (2001) subraya que “los padres se divorciaron poco después de

los incidentes explicados en el caso, suceso significativo que Freud no

mencionó” (10).

Hace referencia a lo relatado por el padre de Juanito al separase del círculo

freudiano, “Las reuniones seguían un ritual claro. Primero uno de los miembros presentaba un trabajo… Después de un cuarto de hora empezaba

el debate. La última palabra y la decisión final siempre correspondían a

Freud… Yo era incapaz de someterme a los ‘sí’ o ‘no’ con los que me respondía

y no estaba dispuesto a aceptarlo, por lo que no me quedó otro remedio que

retirarme de su círculo”.(11)

Sin embargo, Élizabeth Roudinesco y Michel Plon (1997) escriben en relación

al padre de Juanito, que desde 1902 participaba de la Sociedad Psicológica de los Miércoles, y además, tradujo al inglés el texto freudiano de “Personajes

psicopáticos en el escenario” (1905-6) “realizando en él cortes inexplicables,

y lo publicó en Estados Unidos en 1942, acompañado de sus ‘Reminiscencias

sobre el profesor Freud’.”(12)

Por una carta dirigida a Jung, se deduce que intentó Graf analizar a su esposa,

y luego sobrevino el divorcio, al poco tiempo de finalizado el tratamiento del niño.

En 1922 en el ‘Apéndice al análisis del pequeño Hans’ nos manifiesta que

Juanito lo visitó a Freud a sus 19 años. Refiere haberlo encontrado saludable,

viviendo solo y que por intervención de la amnesia infantil –a pesar de haber

leído el historial– no recordaba lo acontecido, a excepción del viaje a

Gmunden. Agrega que le anuncia en ese momento la separación de sus padres.

“La publicación de este primer análisis realizado en un niño había provocado

un escándalo grande, y una indignación mayor; le profetizaron al pobre joven

una desgracia por haberlo ‘despojado de su inocencia’ a edad tan tierna y

convertido en víctima de un psicoanálisis”, escribe Freud.

El joven se dedica a la ópera, el padre lo ayuda económicamente, presenta

una tesis sobre la escenografía de Wagner, a quien su padre le dedicara vastos estudios. Consagrado al teatro, en particular a la ópera, Herbert Graf

tuvo una brillante carrera como artista y sobre su vida privada se suman

versiones sobre sus conflictos sentimentales posteriores.

Desconocemos si los padres de Juanito abonaron honorarios por las

intervenciones freudianas, pero se advierten las dificultades transferenciales

/contratransferenciales, –no sólo cierta ingenuidad de Freud construyendo su obra– sino además datos que revelan que se ha pagado de otro modo, más

costoso que con dinero.

Cuándo no se paga con dinero, ¿con qué se paga? Cuando no se paga con

dinero se paga con el ser, parece que quienes “pagaron” fue el matrimonio

Graf, o saldaron aquello que los hipotecaba juntos.

El niño en los caminos de la vida pudo armar un escenario más agradable que

la red ferroviaria o la rampa de carga.

De los presagios de la época y las desgracias esperadas, podemos suponer

que ha tenido crédito su estructura psíquica para sortear ciertos obstáculos y

sostener el brillo fálico de su carrera profesional, contar con su dinero,

sirviéndose de significantes maternos y paternos para ello, propios ¿y de

Freud?

Juanito en su tercer cumpleaños recibe del vienés un caballo de madera para

balancearse –antes de la aparición de la fobia–, siendo los padres amigos de Freud. ¿Un caballo? significante de relevancia en el historial como lo revela el

mismo vienés, y posteriormente en su “retorno a Freud” Jacques Lacan.

“El caballo es, en primer lugar, la madre, el caballo es finalmente el padre y,

entretanto, ha sido posiblemente Juanito, quien, en efecto, de vez en cuando

juega a los caballos, o hace de pene, que es lo que el caballo representa en

distintos momentos de la historia.” (13) Lacan se ocupa del historial en diferentes momentos de su obra, pero le

dedica gran parte de su seminario “La relación de objeto” (1956 - 57) al caso,

el complejo de Edipo y el de castración, las vicisitudes con ambos padres, en

particular la metáfora paterna. Pasaje mítico que precisa de emblemas

imaginarios y simbólicos que le facilitan, ante la irrupción de lo real del sexo,

contar con un saber hacer (de ser el falo a tener el falo) en lugar de los

síntomas fóbicos que lo angustian. Se han estudiado similitudes posibles entre el historial y las vivencias

infantiles del vienés y Juanito. La intervención de las niñeras, la relación con

sus hermanos, como la función paterna de Jacob y Max.

Pero un dato no menor, es que la hermana, Rosa Freud, se casa con un jurista

en 1896 cuyo apellido era Graf, quien había fallecido poco tiempo antes, de

quien nace un hijo que muere en combate durante la Primer Guerra Mundial, y su hija se suicida en 1922. Su hermana Rosa es asesinada por los nazis,

con posterioridad a que Freud decidiera exiliarse en Inglaterra.

Relata Irving Stone (2005) que Rosa vivió hasta la muerte de su esposo en

el mismo edificio que la familia Freud, y la amistad que tenía con Martha.

Escribe que ante la muerte del esposo Rosa es medicada por Freud,

acompañada por Minna, la hermana de Martha, quien a su vez cuidaba de los dos niños. Hasta que le dice a su hermano: “Tienes que ayudarme a

encontrar otra casa. Ésta es demasiado cara y quisiera guardar para los

chicos los ahorros de Heinrich.”

Sigmund le responde: “Querida Rosa, no tienes porque preocuparte por

cuestiones de dinero. Alexander ha leído el testamento. Heinrich murió rico,

de acuerdo a lo que nosotros entendemos por hombre rico. Ya en 1904

cuando firmó el testamento tenía un patrimonio de cien mil coronas.” La hermana se muda y Freud adquiere el departamento que lindaba con el de

ellos, ampliando los espacios, y traslada el consultorio al mismo. (14)

Freud en 1909 ha realizado avances importantes en su obra, en el

reconocimiento internacional, a pesar de las críticas, invitado a los Estados

Unidos a dictar conferencias33, difunde sus conocimientos, prosigue la

práctica y sus formulaciones. A diferencia de lo que a comienzos de siglo acontecía, en palabras de Gérad

Badou: “El doctor trabajaba unas pocas horas por semana. Martha lo sentía

invadido por la pérfida angustia de la pobreza. Además, conocía muy bien su

33 Sigmund Freud dicta en Estados Unidos cinco conferencias en la Clark University

de Worcester, Massachussets. En 1908 viaja junto a Ferenczy y Jung, recibe por las

conferencias 714 dólares, según señala Ernest Jones en su biografía.

fobia a la vejez como para no temer a sus reacciones al acercarse su

cumpleaños número cuarenta y cuatro, el 6 de mayo de 1900. ‘No soy más

que un pobre judío que está en la miseria’, le había dicho”. (15)

Freud publica en el mismo año “La novela familiar del neurótico” escrita en

1908, y recordemos que en 1905 ha difundido su libro sobre “El chiste y su

relación con el inconsciente”, entre otras producciones psicoanalíticas.

c) Articulaciones teórico - clínicas:

“los analistas dóciles no percibieron la elasticidad de las reglas que yo había

expuesto y se sometieron a ellas como si fueran tabúes. Todo esto tendrá

que ser revisado alguna vez, claro está que sin apartarse de las

obligaciones que entonces mencioné”.

Carta de S. Freud a S. Ferenczi - 4 de enero de 1928

Aproximadamente veinte años después de la publicación del ‘Análisis de la

fobia de un niño de cinco años’ comienza la práctica del psicoanálisis con

niños, junto a las controversias entre Anna Freud y Melanie Klein, el debate

por el análisis profano, que Freud propicia de acuerdo a determinadas

consideraciones de formación, análisis personal y supervisión. Tiempos de debate por las reglas, contexto, intervenciones y formación del

analista en su práctica en general y con niños en particular.

Otro debate es el relativo al judaísmo y el dinero, al que aún hoy autores

regresan. Así Joyce Ventura Nudman critica la obra de Jacques Attali “Los

judíos, el mundo y el dinero”, y afirma que “Freud recomendaba el pago al

psicoanalista como un modo de deshacerse del execrable excedente” (16). Prejuicios, malos entendidos, y desconocimientos que prosiguen sobre los

honorarios y duración de los tratamientos psicoanalíticos.

Mientras, en un periódico argentino, el 7 de mayo de 2006 por el aniversario

150 del nacimiento del vienés, publican “Sigmund Freud: juicio al diván”,

texto en el que se interrogan “¿Estas deserciones están motivadas en

cuestiones numéricas de tiempo y bolsillo?” Finaliza el artículo: “La invención

del psicoanalista llevó su tiempo, pero su existencia social es un hecho difícil de historiar porque su accionar cotidiano se realiza en el discreto silencio que

rodea su práctica. Y así tiene que ser, porque el analista no impone sus temas

sino que los descubre y los elabora: por eso cambian con el gusto de la época”

(17).

‘Gusto’ implica a los goces que la cultura en sus diferentes momentos impone,

se normativizan ciertos goces y se enmarcan en determinadas legalidades otros, como lo señala Freud en 1908.

J. Lacan (1953) escribe en Función y campo de la palabra y del lenguaje en

psicoanálisis: “Mejor pues que renuncie quien no pueda unir a su horizonte

la subjetividad de su época. Pues ¿cómo podría hacer de su ser el eje de

tantas vidas aquel que no supiese nada de la dialéctica que lo lanza con esas

vidas en un movimiento simbólico? Que conozca bien la espira a la que su

época lo arrastra en la obra continuada de Babel, y que sepa su función de intérprete en la discordia de los lenguajes”.

¿La época de Juanito dista de la época actual?

Lacan nos advierte en el Seminario 4 justamente que no habría tanta

distancia sino por lo contrario, que “Juanito se sitúa en determinada posición

pasivizada, y cualquiera que sea la legalidad heterosexual de su objeto, no

podemos considerar que se agote la legitimidad de su posición. Se acerca en

este sentido a determinado tipo que no les parecerá ajeno a nuestra época,

el de la generación de cierto estilo que conocemos, el estilo de los años 1945,

esa gente encantadora que esperan que las iniciativas vengan del otro lado

–esperan, por decirlo todo, que les quiten los pantalones… la ventaja de

hacerles entrar en un baño de actualidad, activando así la perspectiva sobre

lo que hacen. Esto les enseñará también que deben tener en cuenta los cambios profundos en las relaciones entre el hombre y la mujer que hayan

podido producirse a lo largo de un período no más largo que el que nos separa

de la época de Freud, cuando, como suele decirse, se estaba cocinando lo

que había de ser nuestra historia” (18).

En el 2007 a casi cien años del análisis de Juanito con Freud y cerca de

cincuenta años de esta afirmación lacaniana, nuestra clínica no parece distanciarse en cuanto a la pasividad masculina, y las diferencias que se han

producido entre éstas épocas y la actual.

Élizabeth Roudinesco (2002) escribe acerca del desorden en las familias, en

cuanto a que se ha modificado la familia con la irrupción de lo femenino, el

avance científico y la degradación de la figura paterna. La aparición de

minorías que reclaman sus derechos debido al avance de la ciencia, como a

nuevos goces que se instalan. (19) Entre ellos los reclamos de los homosexuales, mujeres que desean adoptar

como “monoparentales”, o por medio de inseminación u otros métodos obviar

la figura de un padre en lo real.34

Desde otra perspectiva Clara Coria (1998) escribe “El dinero en la pareja.

Algunas desnudeces sobre el poder”, y reflexiona sobre el dinero como arma

de poder en una pareja, aquel que lo posee y somete al otro, o quien se ubica en este lugar de objeto del Otro, en cuanto ubica coartadas como ‘El dinero

que las mujeres esconden’, la independencia no correspondida, y relata

acerca de pacientes que han consultado.(20)

La misma autora en “El sexo oculto del dinero. Formas de la dependencia

femenina” (2004), retorna a la cuestión desde otros interrogantes, señalando

coartadas y entrampamientos entre hombres y mujeres en cuanto a la subjetividad, la pareja, y el dinero. (21)

Los padres de Juanito volvieron posteriormente a contraer matrimonio. El

dinero en palabras de Juanito era una de las cuestiones, al querer comprar a

su madre por 50.000 florines y pagarle a la cigüeña. Freud hace de manera

indirecta referencia a ello.

Hoy, el psicoanálisis con niños es una práctica reconocida como tal, por los analistas, por la sociedad a través de organismos públicos y ciertas

coberturas sociales.

Tiempo y dinero nuevamente retornan como obstáculos en la práctica desde

los medios de difusión, y acorde a la época se nos exige ser “eficientes”,

“rápidos” y “económicos”.

Como analistas sabemos que no-todos los pacientes que viajan por el trayecto de un análisis realizan el viaje hasta un final de análisis, y acorde a

las palabras de Freud a Ferenczi, no necesariamente debe ni ha sido así, los

tratamientos freudianos no han sido extensos en su duración si nos

detenemos en ellos, como lo estamos realizando.

34 En la República Argentina está legislada y reglamentada la demanda de paternidad

por la utilización de medios científicos para la concepción de un menor.

En Barcelona en la Conversación Clínica (2005), intercambiaron colegas de

diferentes países sobre los ‘Efectos terapéuticos rápidos’. Allí presentaron

casos breves e institucionales. En las siguientes clases retomaré ciertas

afirmaciones que considero relevantes para pensar el dinero en la obra

psicoanalítica y nuestra práctica actual. (22)

Para finalizar, Juanito concluyó su tratamiento al separarse de su fobia, y sus padres distanciarse.

F. terminó su tratamiento institucional35 cuando pudo separarse de su madre

y acudir a la escuela.

F. tenía 8 años cuando consulta su madre debido a la intervención de la

escuela, que la deriva e interdicta con su legalidad que la menor no debe

estar en su casa sino en la escuela. Repetiría de grado o la dejarían libre como sanción por no concurrir a las entrevistas.

F. hacía un mes que no asistía a clases, la madre refiere que no iba por cuanto

“se pone a llorar, me da pena, no puedo, y así fueron pasando los días… no

hace nada, juega, mira la televisión, no está mal en casa, el problema es ir a

la escuela.”.

Luego de entrevistas con su madre, y a las que no acude el padre porque “no

tiene tiempo”, la niña no va al colegio y la madre deja de trabajar para “estar con ella”.

Realizo entrevistas con F., a las que se presenta “como si” tuviera más edad,

exacerbado lo femenino en una niña a la moda adolescente. Entra contenta

dando cuenta de novelas televisivas, de jóvenes actores, de “chicos que me

gustan”, etc. Se indaga acerca de que ocurre que no va a la escuela y dice

que “me quedo mejor en casa, está bueno, me divierto, en la escuela me aburro”. Da cuenta de tener amigas en el colegio, de no tener dificultades

con sus compañeros ni profesores, no se presenta angustiada sino lo

contrario, minimiza no ir a la escuela y solo dice “a nadie le importa si voy o

no, ¿no ves? Si el colegio no dice nada, no pasa nada”. Cuando se la interroga

por el padre dice: “está siempre trabajando, y cuando está ni me doy cuenta

que está tampoco, es lo mismo, hablemos de otra cosa”. Se realizan las entrevistas con la niña y se vuelve a citar a los padres.

Nuevamente el padre no se presenta, pero quien asiste angustiada es la

madre. Dice “me lo hace a mí ¿no?” y agrega “en casa nunca se dijo que el

padre no está porque abusó de una de mis hijas y no quiero que esté con F.

a solas”, las dos a solas, ¿ambas sin lazo social y por fuera de la legalidad?

¿Quién cuida a quién?

Se acuerda con la madre la necesariedad de un tratamiento para ella y que su hija está en condiciones de ir al colegio, que no la viola ni abusa de ella

porque llore al entrar a la escuela, sino que de este modo está dejando que

una niña de 8 años abuse de su edad pareciendo lo que no es, y haciendo lo

que no debe.

Se acuerda el fin de tratamiento para la niña y con la escuela que realice

exámenes de cada materia debido al período que no se presentó. Cuando debe el padre facilitar la documentación para que su madre se

atienda por la misma cobertura, no accede e impide de este modo que ella

cuente con el mismo beneficio.

35 Concurre la niña por la cobertura de su obra social, en ese momento sin plazos

acotados, siendo del padre por quien recibía el beneficio de su atención analítica.

Se realizan entrevistas con ésta, retoma su trabajo y comienza un

tratamiento con una colega en la institución de manera privada. Al develarse

la separación de hecho del matrimonio en el hogar, pudo separar lo que se–

paraba, y los costos que debió subjetivamente pagar por ello como el lugar

de objeto en el cual quedaba su hija y ella supuestamente del goce del Otro

como mascarada del propio.

Pago subjetivo a diferencia de pagar con dinero, este segundo siempre es más barato y posibilita mayores ventajas.

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- Referencias Bibliográficas

1) Jones, Ernest (1961) Vida y obra de Sigmund Freud, Capítulo XVIII “El comienzo del reconocimiento internacional (1906–1909)”, página

337. Edición Abreviada a cargo de Lionel Trilling y Steven Marcus

Editorial Anagrama, Barcelona (España),

2) Freud, Sigmund (1907) “El esclarecimiento sexual del niño” (Carta

abierta al doctor M. Fürst) – Volumen IX (1906/8), páginas 116 a 119

-Obras Completas– Amorrortu Editores, Buenos Aires (Argentina), Sexta Reimpresión, 2003.

3) Freud, Sigmund (1907) “Acciones obsesivas y prácticas religiosas” –

Volumen IX (1906/8), página 105 – Obra citada.

4) Freud, Sigmund (1908) “Carácter y erotismo anal” – Volumen IX

(1906/8), páginas 157 y 156 - Obra citada.

5) Freud, Sigmund (1908) “La moral sexual ‘cultural’ y la nerviosidad

moderna” – Volumen IX (1906/8) páginas 167 y 168 – Obra citada. 6) Rodrigue, Emilio (1996) Sigmund Freud El siglo del Psicoanálisis –

Capítulo 29 “El niño de los caballos”, páginas 490 y 496 –Tomo 1–

Editorial Sudamericana, Buenos Aires (Argentina), 1996.

7) Rodrigue, Emilio (1996) página 490 –Tomo 1– Obra citada.

8) Rodrigue, Emilio (1996) página 486 –Tomo 1– Obra citada.

9) Freud, Sigmund (1909) “Análisis de la fobia de un niño de cinco años” (el pequeño Hans) – Volumen X (1909), páginas 70 y 105 –Obra

citada.

10) Breger, Louis (2001) Freud, el genio y sus sombras. Tercera Parte: “El

movimiento psicoanalítico” 1902–1939. Capítulo 13: “El movimiento

psicoanalítico: imágenes de la guerra”, en la página 242. Javier

Vergara Editor. Barcelona (España). 11) Breger, Louis (2001) página 230. Obra citada.

12) Roudinesco, Élizabeth y Plon, Michel (1997) Diccionario de

Psicoanálisis, página 420. Editorial Paidós – Buenos Aires (Argentina).

13) Lacan, Jacques (1956 -57) El Seminario 4 - Las relaciones de objeto –

Capítulo XVI “¿Cómo se analiza el mito?”página 277.Editorial Paidós,

Barcelona (España), 1994.

14) Stone, Irving (2005) Pasiones del espíritu. Vida de Sigmund Freud. “Libro Decimocuarto: La senda que lleva al Paraíso es muy estrecha”,

en las páginas 588 a 581. Emecé Editores S.A. Buenos Aires

(Argentina).

15) Badou, Gérad (2006) Martha Freud. Una compañera irremplazable,

página 54. Editorial El Ateneo – 2007 – Buenos Aires (Argentina).

16) Nudman, Ventura Joyce (2005) “Los judíos y el mundo del dinero”

viernes 3 de junio de 2005, “Los judíos y el dinero. La palabra israelita”.

El autor señala su crítica a la obra de Jacques Attali, dando cuenta de

las creencias religiosas y sus fundamentos en cuanto al dinero y el

judaísmo.

17) Diario La Nación – Sigmund Freud: juicio al diván - del domingo 7 de

mayo de 2006 – http://www.lanacion.com.ar/Archivo/nota.asp?nota _id=803818.

18) Lacan, Jacques (1956 -57) El Seminario 4: Las relaciones de objeto –

Capítulo XXIV. “De Juan el fetiche a Leonardo el espejo”, páginas 418,

421 y 422. Obra citada.

19) Roudinesco, Élizabeth (2002) La familia en desorden – Fondo de

Cultura Económica de Argentina S.A. 20) Coria, Clara (1998) El dinero en la pareja. Algunas desnudeces sobre

el poder, Editorial Paidós, Buenos Aires.

21) Coria, Clara (2004) El sexo oculto del dinero. Formas de la dependencia

femenina, Editorial Paidós, Buenos Aires.

22) Miller, Jacques Alain y otros (2005) Efectos terapéuticos rápidos.

Conversaciones clínicas con Jacques – Alain Miller en Barcelona -

Editorial Paidós Campo Freudiano Nº 17 (2006) Argentina.

Clase Nº 5

Comenzaremos con los aportes freudianos a partir del material clínico “A

propósito de un caso de neurosis obsesiva” (el ‘Hombre de las ratas’).

A continuación realizaremos un breve recorrido de los avances en la obra

entre 1909 y 1914 y los conceptos que Freud trabaja en “De la historia de

una neurosis infantil” (el ‘Hombre de los Lobos’). Para finalizar, efectuaremos algunas articulaciones teórico–clínicas.

a) Historial del Hombre de las ratas

El análisis de Ernest Lanzer con Freud se realizó aproximadamente durante

nueve meses, entre el 1º de octubre de 1907 y julio de 1908. Contrae luego

matrimonio con Gisela en 1910, y muere durante la Primer Guerra Mundial. Freud presenta el caso en el primer congreso de la Asociación Internacional

de Psicoanálisis en Salzburgo, publicado en 1909, cuando tenía cincuenta y

dos años.

Ernest Jones (1961) de la exposición señala: “Freud estaba sentado al

extremo de una larga mesa, a lo largo de la cual nos habíamos reunido

nosotros, y hablaba en su habitual tono de conversación, bajo pero preciso. Comenzó a las ocho de la mañana, y le escuchábamos con atención extática.

Interrumpió su exposición a las once, sugiriendo que ya teníamos bastante.

Pero estábamos tan absortos que insistimos en que continuara, cosa que hizo

hasta cerca de la una.

Afirma el autor “Entre otros conceptos, expuso el de la alternancia del amor

y odio hacia una misma persona, con la característica de que la primera

separación entre las dos actitudes trae habitualmente como consecuencia la represión de la segunda, el odio… Cuando las dos actitudes se presentan con

la misma fuerza se produce una parálisis del pensamiento, expresada en el

síntoma clínico como folie de doute.” (1)

Louis Breger (2001) describe “fue un gran éxito y llevó a la publicación de la

primera revista psicoanalítica… con Jung como director. Los seguidores de

Freud regresaron a sus ciudades natales y se dispusieron a fundar sociedades psicoanalíticas locales, avanzadillas del nuevo movimiento: Abraham en

Berlín, Brill y Jones en Estados Unidos, Ferenczi en Budapest y Jung en

Zurich.”(2)

En el mismo año dirigió la cura de Juanito y el Hombre de las ratas. En las

dos publicaciones subraya Freud la importancia de lo sexual en los primeros

años de la infancia, la relación entre padre e hijo y el complejo de castración entre otras problemáticas.

Ambos pertenecían a familias judías con poder adquisitivo. En el caso Juanito

se advierte el recorrido de su neurosis de la infancia y la formación de la

fobia. En el caso del Hombre de las Ratas se reconstruye en el análisis la

neurosis infantil, los avatares con su padre y la sexualidad –en particular con

el erotismo anal y su relación con el Otro sexo.

Los padres de Juanito conocían la obra freudiana, en cambio Ernest mismo era quien tenía conocimientos mínimos de ella. Transferencia con Freud y el

discurso analítico en ambos historiales publicados en 1909, en tiempos en

que el movimiento psicoanalítico comienza a expandirse en Europa y América.

En palabras de Emilio Rodrigué (1996) “Después de la histeria a cielo abierto

de Dora y la fobia transparente de Juanito, el ‘delirio de las ratas’ de Ernest

Lanzer aparecía como una formación laberíntica, con sus paradojas

temporales y su lógica perversa.”(3)

Agrega el autor “Podemos considerar, entonces, a Ernest Lanzer como el

primer paciente moderno, conocedor de las reglas de juego, que se echó en

el diván con una transferencia en cierne. El perfil del Hombre de las Ratas es,

entre todos los pacientes de Freud, el que más se parece al neurótico obsesivo

actual.”(4) Durante el tratamiento, afirma Louis Breger, “necesitaba el permiso de ella36

para ver a Freud… controlaba el dinero, aunque ya era un abogado de

veintinueve años”. (5)

Destacaremos, en cuanto al tema que nos convoca, los siguientes aspectos:

- El pequeño criminal: “Tiene un amigo… y le pregunta si no lo desprecia como delincuente”, escribe Freud al comienzo del material. En el

análisis del caso agrega “era muy pequeño (de 3 años) debe haber

hecho algo por lo cual el padre le pegó, y el hombrecito fue presa de

una ira terrible y ha insultado al padre. Pero como no conocía insultos,

le ha dado todos los nombres de objetos que se le ocurrieron: ‘¡Eh, tú

lámpara, pañuelo, plato!’, etc. Parece que el padre manifestó: ‘El

pequeño será un gran hombre o un gran criminal’. Admite que esto demuestra que su furia, su manía de venganza, vienen de una época

antigua.”(6) Mandato paterno e identificación al mismo, que Freud

destaca como contenido de las ideas obsesivo - compulsivas.

- Plan de familia: “Su madre había sido criada… en el seno de una familia

rica que explotaba una gran empresa industrial. Y su padre, simultáneamente con el casamiento, entró al servicio de esa empresa

y así en verdad por su elección matrimonial, obtuvo un pasar bastante

bueno. Por recíprocas burlas entre sus padres (…) el hijo supo que poco

tiempo antes de conocer a la madre, el padre había hecho la corte a

una muchacha pobre y linda, de familia modesta. He ahí la prehistoria.

Tras la muerte del padre, la madre comunicó al hijo que entre ella y sus parientes ricos se había hablado sobre el futuro de él, y uno de sus

primos había expresado su buena predisposición para entregarle una

de sus hijas… Este plan de familia le encendió el conflicto: si debía

permanecer fiel a su amada pobre o seguir las huellas del padre y

tomar por esposa a la bella, rica y distinguida muchacha que le habían

destinado (…) lo solucionó enfermando.” (7)

Ernest, como el padre, entra en la academia militar habiendo comenzado sus estudios universitarios en Derecho. Se enamora de su

prima Gisela Adler, relación a la que se oponen ambos padres. De

acuerdo al plan esperaban una mujer rica, mientras la elegida era de

origen humilde.

- Síntomas, deudas y dinero: Ernest da cuenta, en las entrevistas con Freud, de sus síntomas, fantasías, inhibiciones, temores, sueños, etc.

Relata acerca del capitán y el castigo con ratas (ratten) que se

practicaba en Oriente, y lo sucedido con sus anteojos. Al entregarle el

mismo capitán la encomienda del correo con su pedido, le aclara que

36 Referencia que señala Louis Breger en relación a la madre de Ernest Lanzer, la

administración del dinero y el pago de honorarios.

el envío fue abonado por el teniente primero A. Irrumpe obsesivamente

en Ernest la idea de ‘No devolver el dinero’, sino se cumplirían sus

fantasías, (los tormentos los padecerían su padre y amada) y al mismo

tiempo ‘Tú debes devolver el dinero al teniente primero A, las 3,80

coronas’. No siendo el teniente A. es la empleada de la oficina quien

realizó el pago de la encomienda. Aparece una nueva idea:

“Por la muerte del padre, acaso él se vuelva tan rico que pueda casarse con ella”. (8) Hace referencia a Gisela su pobre enamorada.

Señala Freud que el texto de sus ideas obsesivas infantiles, delatan sus

prácticas onanistas y la interdicción paterna, así como las fantasías con

las niñas y el haber sido castigado entre los 3 y 4 años por haber

“mordido a alguien”.

Freud transcribe algunos sueños que aporta el paciente al análisis de una “confesión de una acción fraudulenta en su madurez”. Ganaba

dinero con los naipes al juego del ‘21’ y de manera tramposa gana.

Escribe “Sobre esto un recuerdo infantil: cómo su padre lo incitaba a

tomar el monedero del bolsillo de su madre y sacarle algunos florines.-

Su escrupulosidad desde entonces, su conducta en materia de dinero;

no ha cobrado sino que se la ha dejado a la madre, de quien recibe

pequeñas cantidades de dinero menudo. Cómo, por este camino, empieza a comportarse como un avaro, aunque no tiene inclinación

alguna a ello. Dice no ser capaz siquiera de prestar objetos que han

pertenecido a su padre o a la dama”.

Jugar con los naipes, identificación inconsciente con el padre quien era

jugador, de allí que en alemán el término ‘spielratte’ hace referencia

literalmente ‘rata de juego’. Padre jugador, que perdía dinero y se endeudaba.

Deuda de la cual el hijo supone ser heredero vía el desplazamiento al

perder sus lentes, la anécdota del ‘capitan cruel’ en la cual Freud

advierte la ambivalencia del temor, como del goce de la situación

narrada por el paciente en análisis.

- Equivalencias simbólicas en el caso: Afirma Freud que lo escuchado por

el capitán y lo acontecido con el envió del correo, sus elucubraciones

para devolver el dinero, “habían adquirido una serie de significados

simbólicos, a los que se fueron agregando de continuo otros nuevos

con el tiempo que siguió”. Agrega: “El castigo de las ratas despabiló

sobre todo al erotismo anal”.

Freud interpreta las equivalencias entre: ratas–dinero37 (pago de honorarios de sesión, herencia, dualidad rico–pobre, deudas) – pene –

gusanos – teorías sexuales infantiles / sexualidad – Hombre de las

Ratas – hijos38 - manifestaciones clínicas en la neurosis obsesiva. (10)

37 Expresa Freud “las ratas llegaron al significado del ‘dinero’ nexo señalado al

ocurrírsele al paciente para ‘ratas’ (‘Ratten’), ‘cuotas’ (‘Raten’). En sus delirios

obsesivos, él se había instituido una formal moneda de ratas; por ejemplo, cuando,

preguntado por él, yo le comuniqué el precio de la hora de tratamiento, eso dijo (es heisst) en él algo de lo cual me enteré seis meses más tarde: ‘Tantos florines, tantas

ratas’… a través de este puente de palabras cuotas – ratas, en el obsesivo, y

arrojadas a lo inconsciente.” (página 167) 38 La dama de quien estaba enamorado no podía tener hijos, debido a una operación ginecológica – señala Freud – y agrega “amaba extraordinariamente a los niños, la

principal razón de sus vacilaciones.” (página 169 y 170)

Regresa en el historial clínico, el fundador del psicoanálisis, a sus

primeros trabajos y a la correspondencia que sostuvo con Fliess en el siglo

pasado.

Recuerda su primer paciente cuyo diagnostico fue de ‘neurosis obsesiva’ y su

ceremonial. Al momento de pagarle sus honorarios le entregaba los florines

en billetes de papel muy limpios y advierte que los planchaba debido a que, según le explicita el mismo, “se adherían las más peligrosas bacterias, podían

hacer daño al receptor”. (11)

Mientras en el caso del Hombre de las Ratas, el pago de la deuda por el envió

de las gafas, el relato del ‘capitán cruel’ y el pago de los honorarios a Freud

por su tratamiento, quedan asociativamente ligados a las ‘ratas’. Lo que

confirma tiempo después el paciente al decirle a Freud que al escuchar el monto de sus honorarios se le imponía “Tantos florines, tantas ratas”.

Su madre Rosa, pertenecía a una familia rica al momento de casarse, parece

que el paciente confiaba en su administración de los bienes heredados ante

la muerte de su padre y no en la propia. Esta padecía de problemas

intestinales, se presentaba desalineada, sucia, descuidos higiénicos

acompañados por costumbres poco aceptadas por su hijo quien ‘sentía asco

por su madre’. En alemán sabemos, por la combinatoria significante que Freud descifra,

que ‘ratten’, ‘rata’ alude homofónicamente a ‘raten’, ‘cuotas’ y ‘plazos’, desde

aquí que Freud puede traducir las connotaciones que el término denota en

relación a la pulsión sádica anal y el dinero.39

Lengua materna y Otro del lenguaje que constituye a los sujetos. Por ser el

dinero una producción del lenguaje, nuevamente advertimos con el historial freudiano que cada sujeto en análisis se conduce con el dinero acorde a su

estructura psíquica, tanto para la formación de sus manifestaciones clínicas

(formaciones del inconsciente) como ante el pago de los honorarios.

Élizabeth Roudinesco y Michel Plon señalan “El caso del Hombre de las

Ratas se ha considerado la única terapia exitosa de Freud”. (12)

No obstante, Emilio Rodrigué afirma que “Freud, con el Hombre de las Ratas, entra en una empresa de desciframiento que recuerda la tarea de

traducción de los sueños de Dora y… la interpretación de la ‘lengua

fundamental’ de Schreber (…) fue desde el principio uno de los favoritos de

Freud, segundo solo del Hombre de los Lobos”

El autor analiza las similitudes entre Ernest Lanzer y su analista, “Hay puntos

de identificación que los unen, para no decir que los amarran (…) Freud se

considera un neurótico obsesivo (…) Cipión, el Hombre de los Perros, se reflejaba en el Hombre de las Ratas.”(13)

Jacques Lacan (1953) en una conferencia en el Colegio filosófico Jean

Wahl, relata el caso freudiano y señala que “El prestigio está del lado de la

39 En Argentina el mismo término ‘rata’, alude al roedor y de manera metafórica hace

referencia a ‘ladrones’ (ratero) o personas ‘avaras’ (rata). Existe una ficción, que se

ha transmitido hasta la actualidad, el “Ratón Pérez” (padres o quien ejerza dicha

función de alivio ante la angustia de castración), quien visita a cada niño ante la

pérdida de sus primeros dientes. Por las noches deja dinero, a cambio de llevarse el diente colocado debajo de la almohada, para que continúen los sueños. Fábula por

intermedio de la cual se mediatiza vía simbólica e imaginaria lo que retorna desde lo

real como castración, diente por dinero, mientras queda en espera que nazca el

definitivo.

madre (…) El padre tuvo, en el curso de su carrera militar, lo que se puede

llamar en términos púdicos, problemas. No hizo ni más ni menos que

dilapidar, jugando, los fondos del regimiento, de los que era depositario a

causa de sus funciones”. Hace referencias a su constelación familiar como al

fantasma de las ratas y el pago del correo, y afirma “Este argumento

fantasmático se presenta como un pequeño drama, una gesta, que es

precisamente la manifestación de lo que llamo mito individual del neurótico”. Lacan afirma “hay una doble deuda. Existe por un lado la frustración, incluso

una suerte de castración del padre. Existe, por otro, la deuda social nunca

resuelta implicada en la relación con el personaje, en un segundo plano del

amigo”, posteriormente afirma “Freud es colocado pues en el lugar del

amigo”, lo cual también facilita que el odio se dirija hacia el analista como a

otros personajes fue dirigido anteriormente40. (14) Sin embargo, desde otra perspectiva, otros autores dicen que “Freud fue

impulsado a publicar esta historia porque quería probarle al mundo que el

psicoanálisis podía obtener resultados terapéuticos satisfactorios (…) Lanzer

interrumpió su análisis con Freud luego de un muy corto período y mucho

antes de la completa resolución de su transferencia. Justo después de haber

terminado la versión publicada del caso, en octubre de 1909 (…) El Hombre

de las Ratas, curado o no, fue manifiestamente utilizado como una vitrina para el movimiento psicoanalítico naciente.” (15)

b) Breve recorrido de los aportes freudianos entre 1909 y 1914

En diferentes producciones Freud da cuenta del tratamiento

psicoanalítico: dispositivo, tiempo y honorarios. Señala: “el hombre civilizado

actual observa en las cuestiones de dinero la misma actitud que en otras cuestiones sexuales, procediendo el mismo doblez, el mismo falso pudor y la

misma hipocresía.”

En “El porvenir de la terapia psicoanalítica” conferencia que dicta en el

Segundo Congreso de la I.P.A., señala factores que inciden en la práctica

analítica. Anticipos de lo que expondrá años posteriores en “Psicología de las

masas y análisis del yo”, en 1930 en “El malestar en la cultura”, donde afirma la influencia de la sociedad en la formación de las neurosis y “su justificación

social”, advirtiéndonos sobre la declinación de la imagen paterna, como lo

afirmará Jacques Lacan en 1938, en “La familia”.

En el historial freudiano de “Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso de

paranoia (dementia paranoides) descrito autobiográficamente” (1910/11)

relata como Schreber da cuenta de los honorarios a Flechsig en su autobiografía.

En 1913 expresa “lo más costoso en esta vida es la enfermedad… y la

tontería”. Hace referencia a las mentiras infantiles y el dinero, la figura

paterna, y la influencia en ciertos pacientes de sus institutrices en los

primeros años de vida y de construcción del aparato psíquico.

40 J. Lacan hace referencia en la conferencia al desdoblamiento narcisístico de las

figuras, del padre imaginario y simbólico, la función paterna y lo real de la muerte.

En el Seminario 5, Las formaciones del inconsciente, Capítulo XXIII “El obsesivo y el

deseo”, alude a los fantasmas obsesivos y al deseo, cuya modalidad es tornarlo imposible, debido a las cavilaciones que al obsesivo se le imponen desde sus

pensamientos, acciones, formaciones del inconsciente, etc.

Escribe “el psicoanálisis descubre en su más amplia escala la participación

que las constelaciones y los requerimientos sociales tienen en la causación

de las neurosis”, y aclara “el niño es el padre del hombre”, en “Múltiple interés

del psicoanálisis”.

Lacan regresa a la letra freudiana y transmite: “Si se ha podido advertir que

el psicoanálisis nos demuestra, es que el niño es el padre del hombre, y es

precisamente esa insistencia del amo, esa insistencia en tanto que viene a producir –y lo he dicho de cualquier significante después de todo– el

significante amo”. Mediación del lenguaje, S1 significante del amo,

significante del padre muerto, se transmite entre generaciones, en términos

freudianos como herencia arcaica. (16)

En 1914 no publica el historial del Hombre de las Ratas, a pesar de

haberlo redactado, el incipiente comienzo bélico y otros avatares lo detienen. Escribe, sin embargo, “Historia del movimiento psicoanalítico” e “Introducción

al narcisismo”.

Comienza la Primer Guerra Mundial y durante la misma Freud, a pesar

de las desavenencias, el escaso trabajo y otras adversidades, produjo

conceptos, modificó su primera tópica, aunque realizó pocas presentaciones,

se suspenden los congresos internacionales de psicoanálisis hasta 1918

cuando finaliza la Gran Guerra.

< Historial del <Hombre de los Lobos>

El análisis de Serguei Constantinovich Pankejeff –el Hombre de los

Lobos– es uno de los tratamientos analíticos más prolongados, dirigidos por

Freud, quien escribe el historial entre octubre y noviembre de 1914, pero se

publica finalizada la Primera Guerra Mundial en 1918, titulado “De la historia de una neurosis infantil”.

Lacan señala que este caso marca una etapa freudiana. El vienés no

vuelve a publicar de manera extensa ningún otro caso psicoanalítico dirigido

por él, hace referencias y menciona detalles de otros análisis como en 1920

“Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad femenina” entre otros,

pero se abstiene de narrar exhaustivamente avatares de sus tratamientos. ¿El precio que pagó o que adoptó Freud, fue no exponerse del mismo

modo que lo había realizado al escribir los Historiales Clínicos y en particular

el debate acontecido con la cura en el caso el Hombre de los Lobos?

El paciente pertenecía a una familia rusa adinerada. Su padre fallece

poco antes del comienzo del análisis, y su madre, según el paciente, le

dispensó escasos cuidados, a excepción de encontrarse enfermo, “una mujer

gravemente deprimida e hipocondríaca”. (17) Su entorno familiar contaba con varios integrantes que padecían

enfermedades psiquiátricas. Además su hermana en 1905 y su padre en

1907 se suicidan. Décadas después su esposa se mata en el departamento

en el cual convivían en 1938. Datos históricos dramáticos del paciente que

dan cuenta de la historia familiar antes y después de los tratamientos.

Freud reconstruye su neurosis infantil y considera los síntomas hipocondríacos y depresivos, destacando la combinatoria significante de las

asociaciones del paciente, la escena primordial y las protofantasías (fantasías

primordiales: escena primaria – de castración – de seducción), la importancia

del complejo de castración, la figura paterna y la elección de objeto sexual

(las mujeres de menor condición económica le provocaban enamoramientos

obsesivos, entre otros avatares).

Nos detendremos en diferentes momentos del material del Hombre de

los Lobos, específicamente en relación al dinero y sus diversas connotaciones:

I. Tratamiento con Sigmud Freud:

a) Primer tiempo: Se presenta con 23 años a la consulta, luego de varios

tratamientos psiquiátricos anteriores. Concurre desde enero de 1910 hasta el 28 de junio de 1914.

Freud escribe en relación a esta etapa del tratamiento, ratificando lo expuesto

en “Carácter y erotismo anal” que: “una de las exteriorizaciones más

importantes del erotismo41 transformado oriundo de esa fuente se presenta

en el tratamiento del dinero, esa sustancia valiosa que en el curso de la vida

ha atraído hacia sí el interés psíquico que originariamente correspondía a la caca, el producto de la zona anal… el interés por el dinero en la medida que

es de naturaleza libidinosa y no acorde a la ratio42, y a exigir del hombre

normal que despeje de todo influjo libidinoso sus relaciones con el dinero y

las regle según miramientos objetivos”. (18)

Prosigue “La herencia de su padre y de un tío lo habían vuelto muy rico, era

manifiesto que atribuía gran valor a ser tenido por rico y podía ofenderse

mucho si se lo menospreciaba en ese terreno. Pero no sabía cuánto poseía, ni lo que gastaba ni lo que conservaba. Era difícil decir si debía llamárselo

avaro o derrochador. Se comportaba ora como lo uno, ora como lo otra, pero

nunca de una manera que pudiera indicar un propósito consecuente (…) veía

en la riqueza el mayor mérito de su persona y ni siquiera dejaba un sitio a

los intereses afectivos junto a los monetarios (…) no estimaba a los demás

por su riqueza y en muchas oportunidades se mostraba más bien modesto, solícito y compasivo. Es que el dinero se había sustraído de su manejo

conciente y significaba para él otra cosa.”

Al morir su hermana “se consoló (…) ‘Ahora no necesito compartir con ella la

herencia paterna’ (…) Tras la muerte del padre, la fortuna que dejaba fue

dividida entre él y su madre. Ella la administraba43 y, como él mismo

convenía, atendía a todas sus exigencias de dinero de una manera intachable y liberal44 (…) cada charla entre ellos sobre asuntos de dinero solía terminar

en violentísimos reproches de parte de él: que ella no lo amaba, que quería

mezquinarle y que probablemente preferiría verlo muerto para disponer sola

del dinero.” Escena entre ambos en la cual la madre lloraba, él se disculpaba,

para luego nuevamente reiterarse la misma escena, expresa Freud. (19)

Afirma que antes del inicio del tratamiento, las heces ya tenían para el

paciente, el significado de dinero y señala dos sucesos:

41 Hace referencia al erotismo anal. 42 En latín significa: razón, juicio e inteligencia entre otras acepciones. 43 Nuevamente la madre de el Hombre de los Lobos administra la herencia paterna,

del mismo modo que sucedió con el Hombre de las Ratas, y se asemejan los avatares

que esto produce entre ambos, cada familia con sus modalidades, pero sin duda con las connotaciones que el dinero conlleva, tanto para acotar como exacerbar el goce

entre los herederos. Es de mencionar las similitudes entre ambos casos, la muerte

de una hermana, el padre fallecido, etc. 44 Se deduce que, siendo su madre quien administraba la herencia y le asignaba su dinero en determinados plazos, que el dinero destinado a las sesiones analíticas era

entregado por la madre de igual modo que en el Hombre de las Ratas.

a) al visitar a un primo con problemas intestinales, cuando el joven no padecía

de dificultad física alguna, se reprochó luego no haberle obsequiado dinero,

después de dos años le otorgará una renta.

b) cuando tenía 18 años, al tener que dar un examen del bachillerato éste

acordó con otro, sobornar para ser aprobado y de serlo dar más dinero aún,

siendo su parte mayor que la de su colega. Lo que le ocurrió es que se ‘cagó

encima’. (20) La interpretación del material clínico en relación a las heces – dinero –

regalo - hijos, continúa: “La caca es el primer regalo, la primera ofrenda de

la ternura del niño; es una parte del cuerpo propio de la que uno se despoja,

pero sólo a favor de una persona amada (…) En un estadio posterior del

desarrollo sexual la caca cobra el significado del hijo. En efecto, el hijo es

parido por el ano como las heces. El significado de la caca como regalo admite fácilmente esta mudanza. El lenguaje usual designa al hijo como un ‘regalo’;

la mujer enuncia con más frecuencia haber ‘regalado un hijo’ al varón, pero

en el uso del inconsciente se toma en cuenta con derecho el otro lado de la

relación (…) que la mujer ha ‘recibido’ (…) el hijo como regalo del varón (...)

El significado ‘dinero’ de la caca es otra ramificación del significado regalo (…)

el dinero puede ahora extraer hacia sí el significado de ‘hijo’ (…)”

Añade Freud, que en un episodio en que el paciente y su hermana se hallaban internados, el padre entregó a ésta “dos suculentos cheques bancarios”, lo

cual provocó los celos del mismo y “ella llorando le entregó todo. No había

sido sólo el dinero real lo que lo irritó; mucho más en el hijo, la satisfacción

sexual anal de parte del padre”. Al morir la hermana pudo consolarse ‘“Ahora

soy el único hijo, ahora el padre tiene que amarme a mí sólo’”, describe las

tendencias homosexuales del joven (21). Recordemos que el padre se mata a los dos años de la muerte de la hermana, y no sin efectos para el sujeto.

Escribe Freud: “La caca, el hijo, el pene, dan así por resultado una unidad,

un concepto inconsciente (…) el de lo pequeño separable del cuerpo.”(22)

Freud al comienzo del caso nos advierte, que ante las entrevistas con el

joven decide advertirle que el tratamiento finalizará y señala “el tratamiento

debía terminar en cierto plazo, independientemente de cuán lejos se hubiera llegado. Estaba decidido a respetar ese plazo; el paciente terminó por creer

en la seriedad de mi propósito”, luego de un período en el cual se presentaba

a las sesiones dice Freud “inabordable” y “apático”. (23)

Escribe el Hombre de los Lobos (1971) en sus Memorias, en el capítulo

“Después de mi análisis 1914 – 1919” que contrajo matrimonio con Teresa

Keller (enfermera y madre de una niña) en la ciudad de Odesa, narra el

comienzo de la guerra y su graduación en Moscú en Derecho. En dicho capítulo relata: “Nuestra herencia estaba casi totalmente invertida

en títulos del gobierno, depositados en la agencia de Odesa del Banco Estatal

Ruso. Un incendio destruyó los títulos. Además (…) una constante

devaluación de la moneda. La herencia que me había dejado mi padre seguía

siendo administrada por mi madre, pero yo había invertido en hipotecas la

mayor parte de lo que había recibido del tío Pedro. Ahora mis deudores, aprovechando la devaluación del dinero, estaban ansiosos por efectuar pagos

considerables (…) muy preocupado por la creciente inflación y me exprimía

el cerebro pensando como invertir el dinero recibido de mis deudores.” (24)

Narra haber consultado sobre los negocios posibles ante las penurias de la

guerra, y agrega que con el doctor D. comienzan a concurrir a un salón de

juego45, el cual frecuentaba el primero, y a otros lugares privados. Afirma

que comenzaba ganando hasta perder miles de rublos.

b).- Segundo tiempo: Da cuenta de la visita del Hombre de los Lobos a Freud

y que le obsequia su publicación del primer tiempo de análisis. Dice que el

vienés le sugiere que “volviera a analizarme por breve tiempo con él (…) no

me quedaba prácticamente nada del dinero que había traído conmigo de Rusia.”

Segundo tiempo de análisis que comienza sin la posición económica que tenía

antes de la Revolución de Octubre, siendo que su familia pertenecía a la

nobleza terrateniente opuesta a los preceptos revolucionarios.

El paciente ahora es como sus amadas mujeres, sin dinero. Trabajo analítico

que continúa entre noviembre de 1919 y febrero de 1920. Señala buscar trabajo, y en primer lugar pedirle a Freud su recomendación.

Comienza a trabajar en una compañía de seguros, pero sin salario estable.

Freud le entregaba dinero, junto a sus colaboradores realizaban una colecta

destinada al famoso Hombre de los Lobos.

Dice el joven, que al aceptar atenderlo gratis Freud le explicó que “un análisis

de este tipo tropieza con mayores resistencias que uno pagado, ya que los

sentimientos de gratitud cobran especial intensidad y pueden obstruir el tratamiento.” Recuerda el regalo que le realizara a Freud, en 1914, de una

figura femenina egipcia, y el hecho que la hubiera conservado su analista en

su consultorio a pesar de los años.

Fallece la hija de Freud, y aún el paciente se encontraba en tratamiento.

Tiempo después comienza a trabajar en la división de transporte, donde se

quedará por treinta años en actividad.

c) Solicita un tercer tiempo a Freud: Se presenta en el consultorio del vienés

en 1926 para solicitar continuar el tratamiento. Freud lo deriva con Ruth Mack

Brunswick, discípula y paciente del vienés.

Tiempos en que Freud dirigía la cura de varios integrantes de la familia de la

misma Mack Brunswick –licencias del fundador del psicoanálisis que le demostraron sus contraindicaciones transferenciales–. Se había operado por

primera vez del maxilar, intervención que inicia la serie de operaciones que

debe realizarse Freud debido a su enfermedad.

II.- Tratamiento con Ruth Mack – Brunswick:

a) Primer tiempo: El Hombre de los Lobos realiza tratamiento con ella entre

octubre de 1926 y febrero de 1927.

Mientras Ruth Mack Bunswick se recostó en el diván de Freud entre 1922 y

1938, uno de los tratamientos más prolongados, a pesar de varias interrupciones.

45 En el Hombre de las Ratas, el padre con sus deudas de juego, y éste con sus

trampas en los naipes, aquí el Hombre de los Lobos con problemas económicos. Nuevamente “el dinero se juega” y aparecen “los sujetos jugados en él”, para finalizar

perdidos junto a su dinero.

Escribe ésta en 1928: “Suplemento de la ‘Historia de una neurosis infantil’ de

Freud”, en el cual disiente sobre el diagnóstico del paciente, entre otras

cuestiones.

b) Segundo tiempo: En 1938 se encuentra en la calle con Muriel Gardiner y

le relata angustiado la muerte de su esposa. Éste escribe a los Freud y a Marie

Bonaparte para que viajara a Francia a “reanalizarse (gratis) con Ruth Mack Brunswick! O sea, un clon de Freud hasta en la odisea del exilio. Ese príncipe

ruso de fantasía, que quería cagarle en la cabeza a su analista, llegó lejos”.

(25)

Dice el Hombre de los Lobos luego del exilio en Viena: “nos arreglábamos

bastante bien desde el punto de vista material.” Tenía un trabajo y Teresa

había recibido una herencia pequeña, y ella ahorraba, en tanto su salud se deterioraba mentalmente, mientras avanza el nazismo, y se producían

diariamente suicidios, ella se quita la vida con gas en su departamento.

Un vecino, estudiante de medicina, intentó colaborar para reanimarla, es el

que compra la parcela en el cementerio y toma las decisiones del funeral a

pedido del Hombre de los Lobos.

III.- El Hombre de los Lobos y sus Memorias

Pankejeff a partir de 1945 comienza a escribir sus memorias, impulsado

por Muriel Gardiner y por Kurt Eissler. Se publican recién en 1971.

En 1952, Jacques Lacan le dedica al caso un Seminario, en el cual transmite que “Le ocultó a Freud (quien le había entregado una renta) que

había podido recuperar algunas joyas y algunos recursos, mientras que, hasta

entonces, el era considerado con justicia como un hombre honesto.”

Freud se opuso a que fuera a Rusia a recuperar sus bienes. Se pregunta “¿es

ésta una sorda queja compensada por el hecho de que él creía que Freud le

había dado este mal consejo por amor, para conservarlo? Sea lo que sea, él considera que eso le es debido, ese don de dinero.”

Agrega “El don de dinero no es pura y simple retribución (la palabra

honorarios, además lo testimonia). Para comprender este don de dinero,

debemos compararlo a las prestaciones de los primitivos que sacralizan las

cosas. El don de dinero al analista tiene la misma significación que el don que

hace el discípulo al maestro”.

Del Hombre de los Lobos afirma: “Es un sujeto que tiene una estructura mental de ‘rico’ ”.

Marcos Zafiropoulos (2002) escribe “No, decididamente las crisis

psicológicas indiscutibles de los primeros pacientes de Freud no dependían de

una carencia social que caracterizara la condiciones de su edipismo, ni del

escaso valor sociosubjetivo de sus respectivos padres.” (27)

d) Articulaciones teórico - clìnicas

En “De inventos o de inventores” (1994) es el relato de un caso clínico

que realicé años atrás. Un tratamiento institucional, por medio de una obra

social y contando con los dispositivos de consultorios externos, en el cual

realizaba el tratamiento psiquiátrico y terapéutico, y hospital de día (concurría

a los talleres en que efectuaba artesanías, lecturas, etc.).

“Carmen es una paciente de 51 años (…) Luego de la entrevista de

admisión, comienza el tratamiento individual y este es llevado a cabo durante

dos años (…) Señala que vive sola con su madre que tiene 78 años, a quien

describe como una ‘maldición’, una mujer ‘asquerosa’. Su padre muy recto

‘le faltaba la picana y era antifascista, lo cuidaba mamá como a un chico’. Estuvo varios años enfermo del corazón y era ella la que lo acompañaba a los

médicos. Trabajó durante varios años en una mina en el Chaco, lugar de

residencia durante la infancia y juventud de la paciente. En el momento de la

consulta hacía 23 años que había muerto.”

Refiere que hace 10 años que no trabaja “vive de la jubilación de su madre y

comenta que todo comenzó por ‘un ataque convulsivo por intoxicación medicamentosa’, aunque aclara no estar bien desde hace varios años (…)

‘cuando trabajaba iba en colectivo sentía voces, cuando empecé a escucharlas

bien nítidas me levanté y abrí todas las ventanas y las puertas y salieron

volando; si las agarraba, las agarraba y las reventaba…”

Agrega que tuvo “tres parejas, un italiano, un colombiano, y un estéril, (…)

el italiano me quiso llevar a su país (…) el colombiano me dejó y con un estéril

no me podía casar (…)” “Durante el transcurso de las entrevistas, Carmen concurría a la institución

con una navaja y dice: ‘(…) y ahora con la invasión anglosajona que está

tomando nuestro país, la situación está terrible (…) ya han ocupado toda la

Patagonia (…) lo único que falta es que salgan con cuchillos (…) faltan

golosinas ¿vio?, el pochoclo no viene como antes (…)”

Carmen presenta una estructura psicótica, cuya modalidad es paranoide, con alucinaciones auditivas y visuales, entre ellas “cuando te mueras mañana, no

te vas a levantar, te morís (…)”, un delirio de megalomanía, y verborragia.

Exagerada y de manera bizarra se arreglaba para acudir a la institución.

Carmen ante las alucinaciones respondió a este imperativo que le retorna

desde lo real, quedándose toda la noche en vigilia, “‘lo jodí, siempre gano”.

Voces que provienen tanto de familiares como de vecinos, quienes tienen por intención, no sólo su muerte, sino robarle sus pertenencias.

“Lacan en la clase del 21 – 01 – 75 en el Seminario R.S.I. ‘(…) en las psicosis

las voces no solamente el sujeto cree allí, sino las cree’. Siendo la certeza y

no la realidad la que se haya en juego, en tanto en ellas cree, ya que es el

mismo, el sujeto, quien las articula.”

“Es en un momento del tratamiento en que Carmen entra a sesión y le pide

al analista un libro ‘De inventos o de inventores’. Se le propone el libro ‘El mundo de la química’ y a partir de este momento Carmen concurría a sesión

con un resumen que había hecho de algunos capítulos desordenados del libro

(su interpretación delirante).

Estos resúmenes y su interpretación fueron trabajados durante las sesiones,

y sus comentarios estaban generalmente referidos a los ‘METALES’, ‘nunca

pensé que podría existir un libro así’. Agrega “con el libro ya no me molestan tanto las voces, voy a leerlo a la plaza

que está a dos cuadras de casa, para que mi madre no me moleste (…) ahora

voy a una plaza que está más lejos, queda en el centro, me siento y me pongo

a leerlo (…) en el colectivo las voces ya no me molestan, porque cuando leo

a las voces ya no le interesan lo que yo leo (…)”.

La paciente ante el alta del tratamiento terapéutico solicita quedarse con

el libro hasta que las voces “no me molesten sin el libro”. Hasta el día de hoy

el libro está con Carmen.

Estabilización de la estructura a partir del trabajo con el libro en sesión

y de la extracción del significante METALES, que funcionó como un

significante uno, significante que pertenece al campo del Otro, que ordena al

conjunto de los significantes, “abre la posibilidad de un cierto saber – hacer (…) al no operar la castración (segundo piso del grafo del deseo), la presencia

de fenómenos significantes elementales, alucinaciones y delirios, nos señalan

la conexión por fuera del grafo entre voz y goce”.

“Forclusión del significante del nombre del padre, como padre real (...) en la

psicosis sólo podemos hablar de un grafo achatado.

Trabajo clínico que se realizó en ambos dispositivos, mientras trabajaba en las entrevistas el libro, en los talleres “escribir a máquina (trabajo anterior)

los resúmenes y realizar bijouterie (con metales), vendiendo sus artesanías

en las ferias (…) Tramitó su jubilación para poder vivir y no tener que

depender de su madre.”

“Dar crédito al psicótico (…) abrir las puertas en absoluto implica saber que

espacio dar” expresa Lacan, un ‘crédito’ que con Carmen implicó el trabajo

de 5 meses con el libro de química y su mundo. Referencias a su padre, del significante METALES quien trabajó en una mina

en Chaco, uno de sus nombres en anagrama y las ‘minas’ tanto del padre

como sus artesanías y lecturas, como cuestiones femeninas que comienzan

luego a estabilizarla.

Hace unos años en un encuentro azaroso en la vía pública, Carmen

llevaba el libro en su cartera, me lo enseña, y expresa “Licenciada, usted y yo tenemos algo pendiente, algún día le llevo el libro a la clínica, yo me

acuerdo”. Le pregunto si se encontraba en tratamiento, refiere seguir con la

medicación pero “no voy de ninguna psicóloga porque tengo achatada las

vértebras y osteoporosis (…)”.

Para finalizar, un analista de acuerdo a la singularidad de cada sujeto,

en ocasiones puede facilitar un ‘crédito’, un préstamo, otorgando y cediendole al sujeto significantes que lo alojen, desde las intervenciones como en el

mismo acto de la transferencia.

El mundo de la química facilitó a la sujeto amarrarse a ciertos

significantes, que acotaron el goce que le retornaba permanentemente.

Sinthome que con Carmen se pudo construir en la cura, lo cual le permitió

comenzar nuevamente a trabajar, primero en el tratamiento, segundo en los

talleres, y luego realizar bijouterie y venderla. En las sesiones se facilitó que realizara los trámites para su jubilación, ya que

hasta ese momento estaba ‘a cargo’ de su madre, lo cual le permite escribir

otras cuestiones de ‘minas’. (28)

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- Referencias Bibliográficas

1) Jones, Ernest (1961) Vida y obra de Sigmund Freud - Edición Abreviada a

cargo de Lionel Trilling y Steven Marcus; Capítulo XVII “La salida del

aislamiento”, página 339. Editorial Anagrama – Biblioteca de la Memoria

– Barcelona (España).

Se encuentran dichas referencias en otros autores, entre ellos:

Roudinesco, Élizabeth y Michel, Plon. Diccionario del Psicoanálisis (1997)

en la página 637. Emilio Rodrigué (1996) lo cita en la página 505 en el

Tomo I, Capítulo 30 “El hombre de las ratas”, en su obra Sigmund Freud.

El siglo del Psicoanálisis.

2) Breger, Louis (2001) Freud el genio y sus sombras – Capítulo 13: “El

movimiento psicoanalítico: imágenes de la guerra”, página 240 y 241. Javier Vergara Editor, Buenos Aires (Argentina), 2003.

3) Rodrigue, Emilio (1996) Sigmund Freud. El siglo del Psicoanálisis Tomo I

Capítulo 30: “El hombre de las ratas”, página 499. Editorial Sudamericana,

Buenos Aires (Argentina).

4) Rodrigue, Emilio (1996) Página 500. Obra citada.

5) Breger, Louis (2001) Página 238. Obra citada. 6) Freud, Sigmund (1909) “A propósito de un caso de neurosis obsesiva” (el

‘Hombre de las ratas’). Tomo X: I Del historial clínico punto f) El

ocasionamiento de la enfermedad, página 207. Amorrortu Editores.

Buenos Aires (Argentina), 2da. Edición 8ª Reimpresión, 2005.

7) Freud, Sigmund (1909) “A propósito de un caso de neurosis obsesiva” (el

‘Hombre de las ratas’). Tomo X: I Del historial clínico punto f) El

ocasionamiento de la enfermedad, página 156. Obra citada. 8) Freud, Sigmund (1909) “A propósito de un caso de neurosis obsesiva” (el

‘Hombre de las ratas’). Tomo X: I Del historial clínico punto d) La

introducción en el entendimiento de la cura, página 142. Obra citada.

9) Freud, Sigmund (1909) “A propósito de un caso de neurosis obsesiva” (el ‘Hombre de las ratas’). Tomo X: I Del historial clínico punto f) El

ocasionamiento de la enfermedad, página 208. Obra citada. 10) Freud, Sigmund (1909) “A propósito de un caso de neurosis obsesiva” (el

‘Hombre de las ratas’). Tomo X: I Del historial clínico punto g) El complejo

paterno y la solución de la idea de las ratas, páginas 167 a 172. Obra citada.

11) Freud, Sigmund (1909) “A propósito de un caso de neurosis obsesiva” (el

‘Hombre de las ratas’). Tomo X: I Del historial clínico punto f) El

ocasionamiento de la enfermedad, página 155. Obra citada. 12) Roudinesco, Elizabeth y Plon, Michel (1997) Diccionario de psicoanálisis

página 639. Editorial Paidós, Buenos Aires (Argentina), 1998. 13) Rodrigue, Emilio (1996) páginas 502, 507 y 508. Obra citada.

14) Lacan, Jacques (1953) “El mito individual del neurótico”, páginas 43, 47,

48 y siguientes. Intervenciones y textos 1. Ediciones Manantial, Buenos Aires (Argentina), 1985.

15) Sulloway, Frank J. “El Hombre de las Ratas como vitrina del psicoanálisis”,

páginas 67, 69 y 70, compilado en El Libro Negro del Psicoanálisis. Vivir,

pensar y estar mejor sin Freud (2005) Varios autores Editorial

Sudamericana Buenos Aires (Argentina) 2da. Edición. 2007.

16) Lacan, Jacques (1969/70) Seminario 17. El reverso del psicoanálisis Capítulo VIII: “Del mito a la estructura”, página 132. Editorial Paidós ,

Buenos Aires (Argentina), 1992.

17) Breger, Louis (2001) página 353. Obra citada.

18) Freud, Sigmund (1914-18) “De la historia de una neurosis infantil” (‘el

Hombre de los Lobos’) Volumen XVII. Capítulo VII Erotismo anal y

complejo de castración, página 67. Obra citada.

19) Freud, Sigmund (1914-18) “De la historia de una neurosis infantil” (‘el

Hombre de los Lobos’) Volumen XVII. Capítulo VII Erotismo anal y

complejo de castración, página 68. Obra citada.

20) Freud, Sigmund (1914-18) “De la historia de una neurosis infantil” (‘el

Hombre de los Lobos’) Volumen XVII. Capítulo VII Erotismo anal y

complejo de castración, páginas 68 y 69. Obra citada.

21) Freud, Sigmund (1914-18) “De la historia de una neurosis infantil” (‘el Hombre de los Lobos’) Volumen XVII. Capítulo VII Erotismo anal y

complejo de castración, páginas 75, 76 y 77. Obra citada.

22) Freud, Sigmund (1914-18) “De la historia de una neurosis infantil” (‘el

Hombre de los Lobos’) Volumen XVII. Capítulo VII Erotismo anal y

complejo de castración, página 78. Obra citada.

23) Freud, Sigmund (1914-18) “De la historia de una neurosis infantil” (‘el Hombre de los Lobos’) Volumen XVII. Capítulo I Puntualizaciones previas,

páginas 12 y 13. Obra citada.

24) Pankejeff Constantinovich, Serguei (A partir de 1945 se dedica a su

redacción) El Hombre de los Lobos por el Hombre de los Lobos, “La vida

cotidiana 1919–1938”, páginas 133, 134 y 135. Se publica posteriormente

en 1971. Ediciones Nueva Visión, Buenos Aires (Argentina), 1983.

25) Rodrigue, Emilio (1996) Sigmund Freud, El siglo del Psicoanálisis Tomo II Capítulo 47: “El Hombre de los Lobos”, página 219. Obra citada.

26) Lacan, Jacques (1952) Seminario -0 El Hombre de los Lobos. Inédito.

27) Zafiropoulos, Markos (2001) Lacan y las ciencias sociales. La declinación

del padre (1938–1953) en la Conclusión, página 218. Ediciones Nueva

Visión, Buenos Aires (Argentina), 2002.

28) Máter, Olga Mabel (1994) De inventos o de inventores – El sinthome de la castración del sujeto a la castración en el Otro. Cuadernillo Hospital de

día - C.A.M.P.I. Ramos. Fue presentado el material clínico en 1994 en la

Escuela Freudiana de Buenos Aires, con la participación de la Lic. Alejandra

Martínez Viademonte.

CLASE Nº6

Comenzamos con los aportes freudianos sobre el dinero en la teoría y en la

práctica psicoanalítica en los últimos años de su obra. Posteriormente

abordaremos el recorrido de Jacques Lacan, su época, los inicios en su

producción y enseñanza sobre el dinero. Para finalizar articulaciones teóricas

y clínicas actuales.

a) Aportes freudianos (última parte)

“Con el neurótico se está como en un paisaje prehistórico, por ejemplo en el

jurásico. Los grandes saurios rondan todavía, y los equisetos crecen como

palmas” Sigmund Freud – 12 de julio de 1938 - Conclusiones, ideas, problemas

Diferencié, en la clase Nº 2, cuatro períodos en la obra freudiana, para

considerar los desarrollos psicoanalíticos en relación al dinero.

De este modo y para finalizar el recorrido junto a Freud, quedan por puntear

los dos períodos últimos de su producción.

- Desde 1916 a 1924

Freud señala en 1913 que es necesario decidir al comienzo de un tratamiento

lo relativo al: tiempo y dinero del mismo.

Sobre dinero y honorarios señala: “El analista pone en entredicho que el

dinero haya de considerarse en primer término como un medio de sustento y de obtención de poder, pero asevera que en la estima del dinero coparticipan

poderosos factores sexuales (…) el hombre de cultura trata los asuntos de

dinero de idéntica manera que las cosas sexuales, con igual duplicidad,

mojigatería e hipocresía (…) a tratar las relaciones monetarias ante el

paciente con la misma natural sinceridad en que pretende educarlo para los

asuntos de la vida sexual. Al comunicarle espontáneamente en cuánto estima su tiempo le demuestra que él mismo ha depuesto toda falsa vergüenza.”

Nos advierte “no dejar que se acumulen grandes sumas, sino cobrar en plazos

regulares breves”

Compara el tratamiento analítico con el médico, en particular con el cirujano

y señala “el psicoanalista tiene derecho a adoptar la posición del cirujano,

que es sincero y cobra caro porque dispone de tratamientos capaces de

remediar”. De este modo señala que cuando no media el pago de honorarios es posible

que el beneficio secundario del síntoma se alimente de dicha ausencia.

Afirma que es posible negarse a dirigir tratamientos gratuitos –por el tiempo

invertido, resistencias del paciente, etc. –, después señala poseer información

acerca de ciertas curas que han arribado sin dificultad alguna a su finalización,

habiéndose realizado de manera gratuita. No obstante, se refiere al tratamiento analítico con ciudadanos pobres, de

clase media, y afirma que pese ala inversión económica los análisis señalan

“que los enfermos han hecho un buen negocio. No hay en la vida nada más

costoso que la enfermedad.” (1)

De este modo hasta 1913 sostiene que los honorarios pueden ser caros, pero

no descarta la realización de tratamientos gratuitos.

Freud en este período, realiza cambios en su obra que determinan nuevas

elaboraciones y modificaciones, en cuanto a la incidencia del dinero en la

constitución de la subjetividad y en la práctica psicoanalítica.

En 1915 al introducir la oposición pulsional, afirma la estructura gramatical

de la pulsión, que no puede ser sin su destino, en su artículo “Pulsión y sus

destinos”.

En el mismo año en “Sinopsis de la neurosis de transferencia” escribe: “La neurosis es también una expresión de la resistencia contra esta agresión; es

un compromiso entre lo arcaico antiguo y la exigencia de lo cultural nuevo”.

Entre 1916 y 17 Freud se detiene en los conceptos: caca, dinero, regalo, hijo

y pene, y escribe: “son permutados entre sí”. Agrega que “son tratados en lo

inconsciente como si fueran equivalentes entre sí y se pudiera sustituir sin

reparo unos por otros”. Remarca la equivalencia entre pene e hijo, señalando en las mujeres la envidia de pene.

Luego de disipar éstas equivalencias en torno a los materiales clínicos afirma:

“El niño no conoce más dinero que el que le es regalado, no conoce dinero

propio, ni ganado ni heredado.” (2)

Freud realiza un esquema sobre las equivalencias en el trabajo mencionado.

Podemos subrayar las siguientes equivalencias:

niño excrementos = dinero = regalo = niño = pene neurosis Anticipa los desarrollos que expondrá en “La organización genital infantil”

(1923).

En 1918 luego de las privaciones que Freud padece en tiempos de guerra,

escribe Ernest Jones: “En febrero un paciente que él había curado le dejó en

su testamento 10.000 coronas, suma que nominalmente era equivalente a

2.026.000 dólares, pero que en ese momento equivalían apenas a la cuarta parte. Jugó a ‘ser el papel de hombre rico’ distribuyendo el dinero entre sus

hijos y sus parientes.” (3)

En el análisis freudiano del material clínico de “Pegan a un niño” (1919) hace

referencia a la estructura lógica y gramatical del fantasma construido en

análisis. Gramática pulsional, no ligada a ningún sexo en particular.

En ambos el contenido es común: proponerse como objeto pasivo masoquista del padre. Surgen dos sujetos, uno que enuncia la fantasía y otro que figura

en el enunciado de la misma. Diferencia Freud tres tiempos, siendo el

segundo el que se construye en análisis.

En 1927 escribe sobre el “Fetichismo” (1927) y señala “el fetiche es el

sustituto del falo de la mujer (de la madre) en que el varoncito ha creído y al

que no quiere renunciar” (4). Relaciona el complejo de Edipo y castración.

Si en “Pegan a un niño”, el padre que pega es el padre que castra, en esta producción freudiana, el fetiche es un objeto para renegar de la castración

materna.

Carlos Marx, en el siglo XIX, señalaba acerca del fetichismo de las

mercancías, en particular, el dinero como fetiche, un objeto entre otros por

el cual es posible renegar de la castración del Otro, sea quien se postule para

encarnarlo o desde las neurosis se le otorgue consistencia. Señalan “El fetichismo de la mercancía se revela con particular claridad en el

dinero (…) el dinero constituye una formidable fuerza que da a quien lo posee

un gran poder sobre los hombres. Todo puede comprarse con dinero (…)” (5).

Continuaremos más adelante profundizando éstas cuestiones que atañen al

dinero sus manifestaciones clínicas y sociales.

El tema del dinero en la vida cotidiana y en los tratamientos ocupaba a Freud,

a sus discípulos y a sus ex – colegas de la Asociación Psicológica de los

Miércoles. Entre otras producciones, durante este período, mencionamos las

siguientes:

- Alfred Adler en 1912 escribe “El carácter neurótico”. Se dedica en su

denominada ‘Parte Práctica’ trabaja sobre el dinero, la avaricia, entre otras

cuestiones.

- Sandor Ferenczi en 1913 escribe “Ontogénesis del dinero”. Luego publica

“La elasticidad de la técnica psicoanalítica” en 1928. Afirma Ferenczi que “se reprocha al psicoanálisis ocuparse demasiado del dinero” y agrega “Mi opinión

es que se ocupa demasiado poco”. Recordemos que propiciaba una terapia

activa en 1919 y en 1932 señala los beneficios del análisis mutuo,

distanciándose del psicoanálisis freudiano.

- Karl Abraham en 1917 escribe “El gasto de dinero en estados de ansiedad”

y dice “cuando el sujeto se siente deprimido o con angustia gasta para aliviar su sufrimiento”.

En 1920 “Más allá del principio del placer” publica formalmente sus avances

en relación a la oposición pulsional (pulsiones de vida y de muerte). Artículo

que señala una nueva clínica freudiana, no sin efectos en la obra y en los

desarrollos posteriores que transmitirá en sus enseñanzas Jacques Lacan.

Nos encontramos en 1920, con un escrito freudiano en el cual se dedica a un

fragmento de una paciente joven homosexual. Tiempos de posguerra en que Freud se encuentra desanimado ante los avatares familiares y sociales.

En palabras de Inés Rieder y Diana Voigt (2004) “A veces ya está tan cansado

(…) todos estos análisis, tanto sufrimiento y trastornos humanos (…) ya hace

más de veinte años. Pero si quiere conservar el éxito y el reconocimiento,

aunque ya tuvo tantos, pero siempre hay bocas que alimentar. Y, en estos

tiempos (de guerra), eso es más difícil. Es tan complicado conseguir alimentos, o están racionados, que hasta llegó a aceptar que le pagaran en

papas o habanos. Y cuando piensa en las temperaturas congeladas en su

escritorio, durante el último invierno sin material de calefacción, hoy todavía

lo pone tieso de frío. Ni siquiera se consigue suficiente papel para sus notas

(…) lo peor es la inflación (…) Todos se han vuelto hambrientos pordioseros”.

(6) Jean Allouch (2004) destaca la homosexualidad de Anna Freud, la actitud del

padre del psicoanálisis y la posición diferente entre ambos padres Freud y el

padre de la joven homosexual femenina. (7)

Lacan retoma el fragmento clínico luego de su invención del objeto petit a y

a partir de allí realiza una re-lectura. Tiempo atrás se dedicó al material clínico

en el Seminario 4. Diferentes momentos en la enseñanza lacaniana.

- Desde 1925 a 1938

La escritura de “Dostoievski y el parricidio”46 le permite a Freud desandar

ciertos caminos teóricos y clínicos.) Sobre las equivalencias y la tríada: orden,

economía y obstinación, en relación con el erotismo anal, además de los

46 El autor ruso Fedor Dostoievski (1821–1881) ha escrito “El jugador”, una vez

publicada, en abril de 1867, a los dos meses de su segundo matrimonio, tenía que

huir debido a las deudas que lo llevarían a prisión. Pierde todo su dinero en el juego.

A partir de aquí, según algunos entendidos, comienza en su obra la etapa de mayor madurez, la de las grandes obras maestras como El idiota, Los endemoniados, y Los

hermanos Karamázov. (esta llamada es igual a la anterior)

crímenes de Edipo mediante el material del escritor ruso, señala lo relativo al

dinero y al juego.

Es en 1930 que Freud escribe “El malestar en la cultura”, obra que se iba a

llamar “La desdicha en la cultura”, lo considera el autor psicología aplicada.

Analiza a Hilda Doolittle entre 1933 y 1934, escritora norteamericana, esposa

de un novelista y conocedora de la obra freudiana. Llamaba a Freud “médico

sin tacha”47 relacionado a la mitología griega. Escribe la paciente en 1956 un “Tributo a Freud”.

Freud interviene ante las asociaciones de su analizante “Estoy demasiado

viejo (…)”, aunque “Él ya sabía que lo que indefectiblemente envejece y se

torna caduco con el análisis, es el sujeto supuesto saber que encarnaba para

ella.”

Hace referencia Norberto Rabinovich a lo que le sucede a “H. D. sufría el temor obsesivo de la muerte de Freud.” (8)

Louis Breger (2001) escribe que Hilda “mantenía una relación lésbica con

una mujer rica llamada Winnifred Ellerman, quien la apoyaba

emocionalmente y económicamente. De hecho, pagó su análisis con Freud,

mantenía correspondencia con él y donó dinero a la Sociedad Psicoanalítica

de Viena.”(9)

Freud le redacta una carta a Herbert Binswanger el 30 de junio de 1935, en la que se refiere al tratamiento del Sr. XY. Concurre por su incapacidad para

trabajar, desinterés en su profesión y negocios. Abandona el tratamiento “a

causa de sus negocios”, por cuanto viajaría a Berlín.

Se entera al poco tiempo Freud que un empleado que trabaja con éste, le

realiza un juicio por apropiarse de derechos de un invento al Sr. XY, lo cual

no había mencionado en las entrevistas mientras ocurría en el transcurso del tratamiento. Gana el proceso el querellante en cuanto a la patente nacional.

Lo describe Freud como “un criminal neurótico, un estafador con conciencia

moral sensible”, puesto que “no había podido resistirse a la tentación de

apropiarse de los derechos de autor del invento más de lo que le

correspondía, pero inútiles humillaciones para ocultar su sentimiento de

culpabilidad le hicieron expiar este acto.” Freud dudaba si el diagnóstico era una neurosis o una psicosis, y relata las

maniobras que realizó, como las omisiones de éste en las entrevistas, que

sólo a posteriori fue posible dar otra lectura a las mismas.

El paciente XY acude a Freud diciendo padecer determinados síntomas, al

mismo tiempo realizaba un ilícito. Finaliza la carta el vienés señalando en

relación al paciente que “Su desgracia fue entonces encontrarse con un

estafador y explotador tan desprovisto de escrúpulos como (…) (sigue el nombre de un fundador de una concepción religiosa del mundo).”(10)

El Sr. XY un estafador de inventos, se acerca primero a Freud y luego a la

Iglesia ¿apelación al Otro de la ley?.

Es en 1937 que publica Freud “Construcciones en psicoanálisis”. Freud señala

que “el paciente quiere rechazar la idea de que determinado pago le parece

demasiado alto, con estas palabras: ‘Diez dólares no significan nada para mí’, pero en vez de ‘dólares’ menciona la unidad monetaria inferior:

‘centavos’.”(11)

47 Hace referencia la paciente a una denominación de la mitología griega., “donde el

médico sin tacha era Asclepio, hijo de Apolo y de madre humana (…) había alcanzado el poder de resucitar a los muertos, enojando a los dioses, quienes le dieron muerte.”

(página 15, Obra citada).

Podemos considerar como otras variables: diagnóstico – dirección de la cura

– intervenciones (dinero como equivalente para el sujeto y pago de

honorarios).

En el manuscrito “Conclusiones, ideas y problemas” Freud escribe que existen

diferentes enigmas, entre ellos: la importancia de las vivencias primarias, el

‘tener’ y el ‘ser’ en el niño mediante identificación, inhibiciones intelectuales

y del trabajo, como causa la inhibición del onanismo infantil. (12) Finalizando su obra señala, entre otros, como enigmas freudianos: neurosis

– significación fálica: ser / tener el falo – dinero – importancia de las vivencias

tempranas y onanismo infantil.

Elizabeth Roudinesco (1986) hace referencia a la historia del psicoanálisis y

señala que es posible investigarla desde tres puntos de vista: “a partir de un

estudio teórico de las curas individuales. Se sabe hoy que los primeros pacientes de Freud y de todos los terapeutas de principios de siglo, sirvieron

de cobayas a la elaboración de una doctrina científica (…) la historia del

descubrimiento del inconsciente es también y siempre la historia de un

enfermo cuyo sufrimiento se celebra en nombre del progreso de la ciencia

(…) se podría contar la misma historia a partir de la enumeración de las

muchas técnicas de curación ejercitadas por los profesionales (…) Uno de los

momentos esenciales de la historia del movimiento analítico es cuando la doctrina freudiana se encuentra con la nosografía psiquiátrica a través de

historias de locos”. (13)

Tres modalidades diferentes de abordar, según la autora, la historia del

psicoanálisis. Las curas, las técnicas y la diferencia de los discursos (médico

[del amo] y analítico).

Está demostrado que “el mundo puede vivir sin el psicoanálisis, pero no a la inversa”, como lo afirma Osvaldo Delgado. (14)

b) Esquema: Aportes freudianos

“Sigmund Freud, por su parte, registra que hombres analizados gratis no

soportan la gratitud dirigida a uno que tiene, y que algunas mujeres sucumben a la idea de pagar con sus encantos aquello que se les ofrece.

Llevado al límite tanto unos como otras pueden preguntar: ‘¿Qué goza de mí,

si no cobra su parte?’ (...) La estructura libidinal del dinero para la sociedad,

la modulación de la misma para cada uno (tanto por sus modos de goce como

por su condición social) supone una atención a ciertas diferencias y

anulaciones específicas (…) en el lenguaje de la teoría psicoanalítica, la

presencia del dinero se hace oír desde los primeros enunciados”, en palabras de Germán García. (15)

La atención gratuita, también posee un costo, en algunos pacientes, el

agradecimiento puede tornarse en deuda, no así en otros.

Este recorrido por la obra de Freud pretendió ser breve, abrir interrogantes,

y si es factible promover futuras producciones en ustedes y nuestras.

Finalizamos con un esquema que aspira a orientarlos en los conceptos que hemos trabajado hasta el momento.

El dinero en la teoría y en la práctica psicoanalítica

SIGMUND FREUD

Causalidades

psíquicas (economía

libidinal

subjetiva)

Equivalencias

simbólicas: heces = niños = avaricia y

erotismo anal.

Elabora los síntomas de las neurosis

obsesivas–

reproches/dinero y lo

sexual. Lo inconsciente:

sueños – lo sexual –

heces – dinero. Neurosis: deuda y

culpa del ser hablante

– sacrificio.

Clases

Nº 1, 2 y 3

Correspondencia

de Freud48

y otros aportes

freudianos

Clínica pre – psicoanalítica

Clínica

de la representación

Manifestaciones clínicas: neuróticas

Psicóticas

y perversas

Formaciones del inconsciente (sueños,

recuerdos infantiles,

síntomas, lapsus, etc.). En la vida

cotidiana, trampas

subjetivas, y el juego. zona anal = heces =

regalo = niño.

Éxito y fracaso económico del sujeto.

Herencia arcaica –

neurosis – sacrificio.

Equivalencias de cada Historial Clínico en

particular. Tener y ser

Clase

3,4,5, y 6

Historiales

Clínicos

Clínica de la interpretación

1ª Tópica Freudiana 1900 - 1920

Tratamientos

y pago de

honorarios

Maniobras analíticas

es indispensable el análisis personal de

quien dirige una cura,

su formación, y su

práctica. Las manio-bras en ocasiones son

invenciones de lo real

que evidencian los recorridos de cada

analista en diván.

Intervenciones, interpretaciones,

completar frases,

relativizar los mandatos imperativos

del sujeto. Ahorro de

gasto psíquico cuando se utiliza el humor.

Si es necesario,

conveniente e

indicado derivar a algún familiar o

persona cercana al

paciente.

Clase

Nº 3,

4, 5 y

6

Producción

freudiana

1916 a 1924

PRIMER GUERRA

MUNDIAL

(1914 – 1918)

Clínica de la

representación

48 El esquema ha sido realizado con fines didácticos, pueden advertirse que se omiten

datos, si bien de relevancia, no modifican sustancialmente los contenidos vertidos en

el cuadro, y he privilegiado los que han sido trabajados en éstas 6 clases del

Seminario.

Tratamiento y pago

de honorarios

Honorarios: El

dinero posee un plus. ¿Qué se paga cuando

no es con dinero? En

la primera entrevista

es posible acordar el pago por sesión o

mensual, como refiere

Freud. En tiempos de la Gran

Guerra se realizaban

pagos mediante el trueque o lo que fuera

posible abastecerse.

Casos Freudianos: .Dora: abonaba el

padre.

.Juanito: el pago lo hacía el padre.

.Hombre de las Ratas:

lo pagaba la madre y

entraba en las equivalencia: ratas –

dinero – honorarios

(florines). .Hombre de los

Lobos: por medio de

su herencia y luego por la generosidad de

Freud y sus

discípulos, mentiras que oculta a Freud,

como recuperar parte

de su fortuna o su

adicción al juego. .Joven Homosexual:

el padre era quien lo

abonaba. .H. Doolittle: lo

saldaba su amante

homosexual. Gratuitidad del

tratamiento: Freud

señala lo imprudente

de ello (resistencias),

al tiempo que da

cuenta de posibles

curas. En 1918

señala que las

instituciones

dependientes del

Clases Nº

3,4,5

y 6

1925 a 1938

2ª Tópica Freudiana 1920 - 1939

Clínica del deseo

Profesiones

imposibles: analizar,

educar y gobernar

Estado deben

proporcionarlo.

CULTURA - ECONOMIA DEL MERCADO – SUBJETIVIDAD Y FUNCIÓN PATERNA

Tratamientos institucionales gratuitos a cargo del Estado Tratamientos institucionales privados - 1918 -

c) Aportes de Jacques Lacan

Jacques Marie Lacan (1901–1981) nació con el siglo XX en París (Francia). Pertenecía

a una familia próspera de comerciantes. Su madre Émilie Philippine Marie Baudry provenía de una familia burguesa y católica, por ello tanto él como sus hermanos

tenían como segundo nombre el de la virgen María. Su padre de carácter débil, según

refieren sus biógrafos, estaba sometido a su propio padre.

Hace referencia Elisabeth Roudinesco (1993) a la ocupación de sus padres y

expresa “Tan antiguo como el viñedo, el vinagre era el vino de los pobres, de los mendigos y de los legionarios.” (16)

En 1915, ya comenzada la Gran Guerra, convocan al padre de Lacan a

presentarse. Poseía el grado de sargento de caballería, regresa sin

dificultades a su hogar, pero ello había inquietado a toda la familia.

En su juventud Lacan rompe con el catolicismo, así como Freud lo hiciera con

el judaísmo. Mientras su padre anhelaba que su hijo continuara con el negocio, éste se dedicaba a la literatura clásica y contemporánea, además de

los estudios de vanguardia. Su madre ignoraba los caminos que recorría su

hijo.

París, a diferencia de Viena en el siglo XIX, era una capital floreciente que

permitía que se realizaran debates filosóficos, en cuanto se reunieran quienes

ávidos por las letras desearan intercambiar, en la calle, en el bar, o en

cualquier espacio que facilitara el encuentro. Además era una ciudad que poseía una vida nocturna, salones de baile, teatros, cabarets, etc.

Esto le facilitó relacionarse con otros analistas, filósofos, pintores,

antropólogos y escritores. Alumno de Henri Claude y amigo de Henri Ey, fue

despertando en él, el interés por la psiquiatría. Alcanzó cierto reconocimiento

en el ámbito en el cual se formaba y desempeñaba. A partir de 1915, la Sociedad de Psicoterapia de París defiende las teorías de Freud y el psicoanálisis es reconocido como tal; se lo critica, deforma, admira o rechaza,

pero existe y a partir de él, se opera una inversión en los modos de pensar, afirma

Elisabeth Roudinesco (1986)

Después agrega la autora “de ahora en adelante, la psiquiatría, la psicología la filosofía y la literatura se tendrán que definir en relación con el freudismo,

en cuanto aborden el campo de la cosa inconsciente, del sexo, la locura.

Después de esta fecha, en Francia, el descubrimiento freudiano se convierte

en un acontecimiento teórico: ya no vuelve a abandonar la escena de la

Historia, incluso cuando parece ausente de sus enunciados constitutivos”.

(17)

Pero es en 1923 que Lacan se acerca a las producciones de S. Freud. Comenzaba a estudiar medicina y allí se acerca a los desarrollos freudianos.

Médico y psiquiatra, escribió sólo un libro, su tesis de medicina en 1932 De

la psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad. Dictó numerosos

seminarios, conferencias, realizó intervenciones ante un público numeroso, y

acompañado por otros de su entorno publicó sus famosos Escritos. Años

después se dedicó a investigar los fragmentos freudianos a partir de sus

nuevas conceptualizaciones.

Asistió a las conferencias de Alexandre Koyré, con quien se inició en la

filosofía hegeliana y se presentó a congresos no sin dificultades. En sus avatares amorosos, intrigas, por demás conocidos no nos detendremos, sino que continuaremos en relación a los avances de su obra.

Realiza su “Retorno a Freud” a partir de 1953, contando con los aportes

literarios, científicos, etc., que en los diferentes campos del conocimiento se

habían pronunciado. De este modo el francés comienza a transmitir sus investigaciones, en primer lugar como orador en sus seminarios.

Consideraremos las siguientes etapas lógicas en las próximas clases:

- 1º Etapa: Desde 1945, luego de la Segunda Guerra Mundial “hace de

lo imaginario la dimensión propia de la experiencia analítica” (18) hasta

1953. Enuncia Lacan la proposición “el inconsciente estructurado como un lenguaje” y distingue los tres registros (imaginario, simbólico y real).

Primera escisión del movimiento psicoanalítico francés (Difusión en los

Estados Unidos, concepto de contratransferencia y sus consecuencias).

- 2º Etapa: entre 1953 y 1963, lo simbólico posee primacía (lenguaje –

palabra), e introduce su álgebra. Comienza el dictado de los

seminarios. - 3º Etapa: entre 1964 y 1974, se dedica específicamente a sus tesis

psicoanalíticas, entre ellas: la teoría de los cuatro discursos,

posteriormente en Milán el discurso capitalista.

- 4º Etapa: después de 1974: lo real se ha convertido en la categoría de

mayor importancia, en éstos momentos de la enseñanza lacaniana.

En las próximas clases realizaremos un recorrido no lineal, sino por el

contrario lógico, acorde a la temática que tratemos oportunamente. Esta es

una lectura posible acerca del dinero en la obra psicoanalítica lacaniana.

d) Articulaciones teórico – clínicas:

Les comento que Freud anhelaba viajar a Francia en 1885 y encontrarse con Charcot, presenciar sus lecciones y observar atentamente sus expresiones

acerca de los pacientes de la institución, como lo realizó oportunamente.

Con otro propósito Guy de Maupassant esperaba concurrir, y asistió a las

clases entre 1884 y 1886. Publica luego en 1887 su obra “El Horla” de

excelente repercusión literaria en Francia.

Freud lo menciona al autor en una carta a Fliess del 17 de diciembre de 1896, desencuentro mediante no se encontraron en París personalmente, Freud con

el escritor49.

49 Les recomiendo la lectura de “El Horla” no sólo porque detalla la época francesa

en cuanto al discurso médico psiquiátrico, sino también los fenómenos elementales

significantes, el sistema delirante del personaje, sus familiares, y amigos. Además como acontece cotidianamente, el saber que el paciente psicótico, ante sus crisis

aporta.

Freud señala en 1913 “La abreviación de la cura analítica sigue siendo un

deseo justificado cuyo cumplimiento, como veremos, se procura por

diferentes caminos”. (19)

Adriana Rubisntein (1998 - 2000) quien dirige una investigación en

U.B.A.C.Y.T. y ha publicado libros y artículos de dicha experiencia expresa:

“Los hospitales constituyen hoy un ámbito en el cual se ofrece atención

psicoanalítica a vastos sectores de la población que no podrían de otro modo acceder a ella. La coexistencia de discursos, la incidencia de las exigencias

propias de la salud pública, la presión y la variabilidad de las demandas, así

como las condiciones de tiempo y dinero constituyen condiciones que dan

ciertas peculiaridades a la práctica del psicoanálisis en ellos y que requieren

ser estudiadas con detenimiento”.

Prosigue con la relación estructural entre “la presión surgida de las condiciones institucionales hacia un acortamiento de la terapia y la

atemporalidad del inconsciente.” Afirma:“Es entonces desde esta dimensión de no todo psicoanálisis (…) Ciertas

condiciones de escucha. En algunos casos, unos pocos encuentros, permiten producir

efectos analíticos en tanto se ofrece al sujeto la posibilidad de ser escuchado en su singularidad”

La autora en su investigación señala: condiciones institucionales (tiempo,

dinero, dispositivo), lógicas del caso y la concepción del analista. (20)

Para finalizar, les presento un fragmento clínico de una señora de aproximadamente

60 años, la llamaremos Lola, de alto poder adquisitivo. Acude al consultorio privado. Señala concurrir debido a que le queda cerca de su negocio. Comercio que hereda de

sus padres, entre otros bienes y acciones. Relata haberse separado de su esposo

hace dos meses, y describe las circunstancias por las cuales dice haber atravesado.

La paciente relata los hechos de manera apática, no se presenta angustiada, arreglada en su aspecto personal, no condice lo que expresa con sus gestos

y su presentación en las primeras entrevistas.

Ella advierte no haber consultado nunca a ningún profesional, a pesar de la

muerte de varios seres queridos, de manera repentina y en poco tiempo.

Antes que el esposo decida irse del hogar conyugal, en el cual habitaban junto

a sus cuatro hijos. Concurre de manera irregular a las sesiones, las abona aunque no asista,

debido a que no avisa que no acudirá. El dinero a la paciente no la conmueve,

como expresa Freud, utilice o no las sesiones.

Una tarde acude desarreglada, a los gritos, y señala que su ex esposo le ha

sustraído dinero de una caja fuerte y le ha interrumpido el acceso a las

tarjetas de crédito y débito. En la misma sesión se interviene señalando que

puede concurrir y abonar luego cuando ésta situación se resuelva, mientras tanto puede pagar lo que le sea posible de los honorarios pautados desde el

inicio del tratamiento. Inician las acciones judiciales. La paciente modifica su trabajo en las sesiones cuando

no abona con dinero, se presenta a horario menos ostentosa, ya no sostiene la

impostura de “rica”, pero si “femenina”.

Señala en una de estas sesiones que antes acudía al bingo, al casino, y que

jugaba grandes sumas de dinero. Ahora acude pero, juega montos menores

a los anteriores. En ocasiones el mismo monto de los honorarios de la

analista, lo expresa en diversas ocasiones, y se intenta trabajar acerca de

ello.

La paciente realiza análisis aproximadamente durante 4 años, luego de los trámites de divorcio se compone la pareja y vuelven a convivir juntos.

Lola continúo jugando, no cotidianamente ni las sumas que antes apostaba.

A Lola le hacía “lola50, el dinero”. Todo para ella era barato hasta que no

dispuso de él, de este modo se ordenaron los valores de uso y de cambio.

El análisis fue el único lugar que la alojó con y sin dinero, a diferencia de otros

espacios de los cuales se automarginó y dejó de participar, acudía a sesión,

en ocasiones, como única salida al exterior.

En la última sesión Lola trae el dinero adeudado, y de obsequio un muñeco que en su exterior decía: “Te quiero por estar conmigo”.

En el caso de Lola la apuesta fue ir más allá del dinero, sino apostar al sujeto.

En las primeras entrevistas decía “el dinero no es nada para mí, siempre

consigo, ¡cuál es el problema!”. El dinero le otorgaba un brillo no solo en la

nariz, como el paciente fetichista que menciona Freud, sino que la alojaba en

el mundo de los “ricos”, sin ese mundo, el abismo. Aventurarse en un análisis con estás características, nos coloca en una

incertidumbre en que nada nos anticipa como se precipitarán los

acontecimientos.

Recuerdo en el 2001, cuando Argentina atravesaba una crisis económica de

envergadura, he realizado varias apuestas con algunos analizantes, debido a

sus dificultades laborales, hipotecas, etc.. Algunos han proseguido el

tratamiento y la jugada analítica propició un trabajo importante. Mientras otros se han extraviado ellos y el dinero adeudado. Las maniobras analíticas

en ocasiones solo a posteriori nos dan muestra de sus efectos.

De allí la importancia de nuestro análisis personal, la formación y la práctica

analítica; para jerarquizar el caso por caso, la singularidad de cada sujeto y

la escucha de cada analista.

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- Referencias Bibliográficas

1) Freud, S. (1913) “Sobre la iniciación del tratamiento” (Nuevos consejos

sobre la técnica del psicoanálisis, I). Tomo XII. Obras Completas. Amorrortu Editores, Buenos Aires (Argentina) 1976, 1º Edición 9ª

Reimpresión, páginas 132 a 134.

2) Freud, S. (1916–17) “Sobre las trasposiciones de la pulsión, en

particular del erotismo anal”, Tomo XVII. Obras Completas. Obra

citada, páginas 118 a 123. El esquema freudiano se halla en la página

122.

3) Jones, Ernest (1961) Vida y obra de Sigmund Freud. Edición Abreviada a cargo de Lionel Trilling y Steven Marcus. Capítulo XXIII “Los años de

la guerra”, Editorial Anagrama, Biblioteca de la Memoria, Barcelona

(España), página 454.

4) Freud, S. (1927) “Fetichismo”, Tomo XXI, Obras Completas, página

148. Obra citada.

5) Varios Autores (1955) Manual de Economía Política, Sección Segunda: El modo capitalista de producción. Capítulo IV “La producción

mercantil, la mercancía y el dinero”. Editorial Cartago, 1958, Buenos

Aires (Argentina) página 86.

50 El término “lola” sugiriendo que no le otorgaba ni la menor importancia, ya que disponía de él y grandes sumas que reemplazaba sin explicación alguna a su esposo,

hasta la intervención de la ley.

6) Rieder, Ines y Diana Voigt (2004) La joven homosexual de Freud

Capítulo II “Berggasse 19”, Editorial La cuenca del plata, Buenos Aires

(Argentina) página 41.

7) Allouch, Jean (2004) La sombra de tu perro. Discurso psicoanalítico.

Discurso lesbiano. Corrección I “Homosexualidad femenina y

psicoanálisis: El paso en falso corregido por Lacan.” Traducción de

Silvio Mattoni. Editorial El cuenco del plata, Buenos Aires (Argentina). 8) Varios autores (2001) Analizarse con Freud. A propósito del testimonio

de Hilda Doolittle sobre su análisis con Freud. Letra Viva. La clínica en

debate/ 1. Buenos Aires (Argentina), páginas 15, 53 y 64.

9) Breger, Louis (2001) Freud, el genio y sus sombras, Capítulo 19 “Freud

en el trabajo: Los años de posguerra”. Javier Vergara Editor, Buenos

Aires (Argentina), 2003, página 364 y 365. 10) Freud, S. (1935) “Freud y las psicosis”, Carta de Freud a H. Binswanger

del 30 de junio de 1935, publicada en la revista Uno por Uno Nº 27 /

28, 1992.

11) Freud, S. (1937) “Construcciones en el análisis”, Apartado II página

266. Tomo XXIII, Obras Completas. Obra citada.

12) Freud, S. (1938) “Conclusiones, ideas, problemas”, Tomo XXIII, Obras

Completas, 8va. Reimpresión, 2006. Obra citada, páginas 301 y 302. 13) Roudinesco, Elizabeth (1986) La batalla de los cien años. Historia del

Psicoanálisis en Francia I (1885 – 1939), Segunda Parte: El

movimiento psicoanalítico internacional, Capítulo I “Desvío por Viena:

un amo sin mando”. Editorial Fundamentos, Serie Psicoanálisis y

Psicoterapia de Grupo, España, 2da. Edición, 1999, página 105.

14) Delgado, Osvaldo (2001) Clínica y contemporaneidad, “Efectos terapéuticos, efectos analíticos”, Editorial J.V.C., Buenos Aires

(Argentina) página 24.

15) García, Germán (2003) “Sobre dinero, mujeres y análisis” publicado en

el periódico argentino Página 12, el 31 de julio de 2003. El autor hace

referencia en el artículo al escrito de “La estructura libidinal del dinero”

de Horst Kurnitzky, de 1992. 16) Roudinesco, Elisabeth (1993) Lacan. Esbozo de una vida, historia de

un sistema de pensamiento. Primera Parte, Capítulo I “Figura de los

padres”, Editorial Fondo de Cultura Económica de Argentina S.A.,

2000, páginas 19 y 30.

17) Roudinesco, Elisabeth (1986) La batalla de los cien años en Francia I

(1885–1939). Cuarta Parte: Historia de los doce (El movimiento

psicoanalítico francés) Capítulo I “Encrucijada de destinos”. Editorial fundamentos. Serie Psicoanálisis y psicoterapia de grupo, España, 2da.

Edición,1999, página 243.

18) Miller, Jacques Alain (1986) Recorrido de Lacan. Ocho conferencias.

Capítulo 1 “Recorrido de Lacan”, Editorial Manantial, Buenos Aires

(Argentina). Cuarta Edición 1989, páginas 10 y 11.

19) Freud, S. (1913) “La iniciación del tratamiento”, Obras Completas, Obra citada, página 131 y 132.

20) Rubistein, Adriana (1998–2000) Trabajo de investigación “La

terminación del tratamiento de orientación psicoanalítica en

instituciones hospitalarias”. Inédito.

Clase Nº 7

Comenzaremos la clase descubriendo ciertas particularidades sobre el signo

pesos y la estructura significante.

Esto nos facilitará iniciar el recorrido sobre aquellos aportes de la primera y

la segunda etapa en las enseñanzas de Lacan, sus referencias al dinero y a

la posición del analista. Para finalizar realizaremos ciertas articulaciones teórico clínicas actuales.

a) A modo de introducción

¿Cuándo surgió en nuestra cultura el “signo” pesos? Surge por convención a

partir del siglo XV. Por aquellos tiempos creían que era peligroso para los marinos navegar más allá de las columnas de Hércules51.

Cristóbal Colón habría sido el primer navegante que cruzó dichas columnas,

y de ese modo llegó a las “Indias” (América). Para conmemorar esa hazaña,

años después los reyes católicos Isabel de Castilla y Alfonso de Aragón,

ordenaron acuñar una moneda de oro. En ella colocaron el símbolo de esa

proeza: dos líneas verticales y paralelas, que representaban a las columnas

de Hércules, cruzadas por una cinta en forma de ese. La cinta se intercalaba entre ellas señalando una trayectoria.

El mito relata que Hércules desempeñó un papel importante en las artes, y

que sus hazañas fueron conocidas por las parábolas de los sofistas. Entre

ellas “Hércules en el cruce de los caminos”, después de sus aventuras, viajes,

muertes, llega moribundo, y “fue recibido entre truenos y rayos en el Olimpo

y contado entre los inmortales”52. (1) El signo pesos luego fue adoptado para representar otras monedas hasta la

actualidad, en lo escrito y en lo verbal, formando parte de la evolución

económica mundial.

Acentuamos el término “signo” que, según Ferdinand de Saussure, es “la

combinación del concepto y la imagen acústica”, agrega que es posible

“reemplazar la imagen acústica respectivamente con significado y significante” y añade “el signo es arbitrario no conoce otra ley que la de la

tradición, y precisamente por fundarse en la tradición puede ser arbitrario

(…) la lengua es intangible, pero no inalterable (…) la lengua evoluciona.”(2)

Jacques Lacan con los aportes de la lingüística de Ferdinand de Saussure,

Charles Peirce y en particular de Roman Jakobson, construye los fundamentos

para afirmar que “el inconsciente está estructurado como un lenguaje” de

51 Denominaban así al Peñón de Gibraltar: los Montes de Gibraltar y Ceuta.

Actualmente el Peñón de Gibraltar como ciudad es un centro financiero, estratégico

desde lo geográfico y económico. Ceuta se encuentra en el Estrecho de Gibraltar, en

continente africano, pero es una ciudad autónoma de España. 52 Lacan se refiere, en diferentes ocasiones, al comienzo del pensamiento científico y

la importancia de la observación de los astros. Más adelante en su obra, relaciona la

función paterna con los truenos y en 1971 afirma “no hay Nombre del Padre que se

pueda sostener sin el trueno” en cuanto a la apariencia y a la estructura. En 1979

afirma que tanto el trueno y el rayo son una manifestación inesperada de lo Real. Lacan, Jacques (1955 - 6) En el Seminario 3 Las psicosis, Capítulo VIII “La frase

simbólica”, comienza a fundamentar su definición. Editorial Paidós, Buenos Aires

(Argentina) 3ª Reimpresión 1988, página 163. En el Seminario 11 Los cuatro conceptos

fundamentales del psicoanálisis la formaliza pero son numerosas las referencias en la obra

modo tal que “el inconsciente es la condición de la lingüística” (3) afirmará

años después.

Lacan define al signo como “lo que representa algo para alguien”, en cambio

el significante, es “lo que representa a un sujeto para otro significante”, y

letra como “la sal del descubrimiento freudiano y de la práctica analítica” (4)

Jean–Claude Milner (2002) expresa “No deberá confundirse, pues, la letra del

primer clasicismo lacaniano, derivada de la teoría signficante, con la letra del segundo clasicismo, objeto teórico autónomo” (5). Señala dos momentos en

la enseñanza de Lacan en que se modifica el estatuto de la letra: en el campo

simbólico y en lo real. Variación que implica la distinción lacaniana de su

participación en el estructuralismo y la lógica del significante, a su

“hiperestructuralismo” en términos de Jean–Claude Milner, una lógica de lo

mínimo. Pasaje en la obra del francés: del signo a la estructura y de la estructura al

elemento mínimo.

Estructura del lenguaje que pre-existe al sujeto y lo determina. Es por tal

motivo que cuando hacemos referencia al dinero, es en tanto significante, a

condición de estar advertidos que hay un plus en el ‘significante dinero’ que

excede al signo, como hemos visto en el recorrido freudiano.

El sujeto del inconsciente es un efecto entre un significante uno y un significante dos, en este intervalo se producen sus formaciones (chistes,

lapsus, recuerdos encubridores, sueños, síntomas). Se rige por las leyes

freudianas de condensación (metáfora) y desplazamiento (metonimia).

La lingüística excluye al sujeto del inconsciente, en cambio es pivote en

cuanto sujeto del lenguaje para el psicoanálisis. Lacan inventa un neologismo

“lingüistería” para delimitar un nuevo campo que privilegia al significante en el sujeto en cuanto deseante.53

Jean–Luc Nancy y Philippe Lacoue Labarthe señalan la diferencia del esquema

saussuriano del signo y el esquema del algoritmo, de este modo “La tarea

consiste en trabajar el signo hasta destruir en el mismo toda función

representativa, es decir, la propia relación de significación. Es este,

precisamente, el papel y la función del algoritmo. El algoritmo no es el signo. (…) el algoritmo es el signo en tanto no significa (…) el algoritmo es el signo

tachado. Antes signo tachado que signo destruido. Signo que no funciona. No

desaparece ninguno de los conceptos de la teoría del signo: significante,

significado, significación, subsisten. Pero su sistema está invertido,

pervertido.” (6)

Del signo pesos $ a el S/ sujeto barrado (álgebra de Lacan), implica la

presencia de un señuelo que logra transformar el signo en un significante para un determinado sujeto y en letra para otros54.

sobre la estructura significante y su definición del inconsciente. Además define desde el

Seminario 1 “el inconsciente es el discurso del otro” (con minúscula), en el Seminario 5

lo define como “discurso del Otro” (con mayúscula) en la clase del 15 de abril de 1964 y

posteriormente lo fundamenta en los Seminarios 11 y 14, como en otras producciones y

conferencias. (Esto no es bibliografía. Son notas aclaratorias en las que decís de donde

surge cada concepto. Creo que va más como nota al pie) 53 En el Seminario 24 en la clase 10 “Hacia un significante nuevo” expresa Lacan: “no

hay otra lingüística que la lingüistería. Eso no quiere decir que el psicoanálisis sea

toda la lingüística”. Inédito. 54 Consideramos la distinción de Lacan sobre: significante y letra. De este modo “el

significante es aquello que representa a un sujeto para otro significante”, mientras

De este modo la administración y el uso del dinero describen la singularidad

subjetiva, un refugio de goce, para el sujeto y para la cultura.

Comenzamos a recorrer las enseñanzas de Lacan y los nuevos caminos que

nos propone, retomaremos conceptos freudianos y daremos otros pasos en

la articulación del dinero en la teoría y práctica psicoanalítica.

El siguiente esquema intenta orientarlos sobre posibles variantes que

podemos ir ubicando en nuestra práctica.

SIGNO $ Economía del mercado actual ---- Otro (A) del Mercado y

sus diferentes versiones

Tratamiento analítico topología del sujeto del icc. - presencia y escucha de un psicoanalista

- dispositivo privado / institucional

Significante dinero - señuelo subjetivo / fetiche

- significante y significación fálica

Letra

Variantes de la cura, acerca del dinero que nos hemos propuesto en este

seminario. Resumiendo, el dinero puede denotar como: signo, significante y

letra.

Expresa Lacan en Radiofonía (1970) “Psicoanalista, es del signo que estoy advertido. Si me señala alguna cosa de la que me debo ocupar, por haber

encontrado la lógica del significante para romper el señuelo del signo, yo sé

que esa alguna cosa es la división del sujeto”.

Recordamos las etapas, señaladas en la clase anterior, de la enseñanza de

Lacan para facilitarnos el recorrido de sus aportes: - 1ª Etapa: A partir de 1945 hasta 1953 en que señala el comienzo de

su enseñanza.

- 2ª Etapa: Desde 1953 a 1963, junto al comienzo del dictado de los

seminarios.

- 3ª Etapa: Desde 1964 a 1974, tiempos en que realiza su teoría de los

discursos, añade el discurso capitalista y por medio del cuadro de Velásquez “Las Meninas”, señala la posición del analista.

- 4ª Etapa: después de 1974, última clínica lacaniana en que privilegia

lo real.

Iniciaremos el recorrido en esta clase por las dos primeras etapas. En la

próxima clase continuaremos el trayecto por la obra de Lacan.

b) Primeras enseñanzas de Jacques Lacan

I.- Aportes desde 1945 a 1953

la letra se ubica entre el goce y el saber. Expresa “Es la sal del descubrimiento

freudiano y de la práctica analítica” (Seminario 3, página 345). La letra de este modo tiene una pata en lo real, un jeroglífico, una marca clara de la dimensión del objeto

petit a.

El 2 de setiembre de 1945 finaliza la Segunda Guerra Mundial. Durante el

tiempo bélico el medio intelectual francés adoptó diferentes posiciones,

mientras unos optaron por el silencio o el exilio, otros publicaban con

seudónimos. Se encontraban para intercambiar, colaborar y construir

proyectos, entre ellos, fundar publicaciones opositoras a la guerra.

Sartre, Camus, Merleau–Ponty, Georges Bataille se reunían a construir proyectos posibles. Lacan se une al círculo de Leiris y de Bataille y en 1944

se suma a los encuentros con Sartre, Camus y Beauvoir. Encuentros

intelectuales, vacacionales, familiares, y de intercambio de producciones

entre éstos, a pesar de sus francas diferencias tanto políticas como filosóficas,

varias décadas después.

Durante la Segunda Guerra Mundial Lacan no realizó producción alguna, se presenta en 1949 con “El estadio del espejo como formador de la función del

yo (je)” en el Congreso XVI de la IPA en Zurich, que no se realizaba desde

1938 debido a los acontecimientos bélicos.

“La notoriedad adquirida gracias a la frecuentación del medio intelectual había

aportado a Lacan, desde antes de la guerra, una pequeña clientela privada,

(…) Fue médico personal de Pablo Picasso. Hasta 1947 más o menos, tuvo

pocas peticiones de análisis didáctico (…) A partir de 1948 – 1949, la situación cambió a su favor a medida que la tercera generación psicoanalítica francesa

se sentía atraída por su enseñanza: desde entonces, trabajó a tiempo

completo como psicoanalista privado.” (7)

En su obra La familia (1938) el francés señala: “el abandono de las

seguridades que comporta la economía familiar tiene el valor de una

repetición del destete (…) Todo retorno, aun parcial, a estas inseguridades, puede suscitar en el psiquismo ruinas desproporcionadas con respecto al

beneficio práctico de tal retorno”. Más adelante nos habla de una nostalgia

de la humanidad (…) Formas tales de la búsqueda del paraíso perdido

anterior al nacimiento y de la más oscura aspiración a la muerte”.

Posteriormente afirma que son tiempos en que la “declinación de la imago

paterna” constituye “una crisis psicológica. Quizás la aparición misma del psicoanálisis debe relacionarse con esta crisis.”(8)

En 1945 dicta una conferencia sobre el tiempo lógico, un sofisma que se le

revela de madrugada, y el aserto del tiempo, diferenciando el instante de la

mirada, tiempo para comprender y el momento de concluir.

Tiempos de posguerra, de reencuentros y de intercambio con profesionales

de otros países ante los efectos de la guerra. Lacan admiraba el utilitarismo

inglés y se acerca a experiencias que se realizaban en Inglaterra, en particular las dirigidas por John Rickman y Wilfred Bion y propone una revisión a las

conceptualizaciones freudianas sobre las masas artificiales. En 1940 Lacan fue enrolado en el ejército, hace referencia a ello en su artículo “La

psiquiatría inglesa y la guerra” (1947) en el cual escribe “el creciente desarrollo, en

este siglo, de los medios para actuar sobre el psiquismo, una manipulación concertada de las imágenes y de las pasiones, de las que ya se ha hecho uso con

éxito contra nuestro juicio, nuestra firmeza y nuestra unidad moral, darán lugar a

nuevos abusos de poder.”(9)

Lacan anticipó la declinación de la imago paterna en 1938. Y en 1947 ante

las experiencias bélicas y psiquiátricas, advierte sobre el exceso de poder del líder del nazismo (lo peor del padre como versión posible a elegir) y el devenir

de las familias modernas.

En 1949 conoce a Claude Lévi–Strauss, durante una cena organizada por

Alexandre Koyré, en el mismo año en que publica el segundo “Las estructuras

elementales del parentesco”. Lévi–Strauss se había separado de su segunda

esposa y sin dinero, vendió su colección de objetos indios a Lacan.

Lacan le dedica un seminario al historial del Hombre de los Lobos (1952).

Señala: “ha invertido el don del dinero (…) lo que pasa entre el sujeto y su

analista es un don: el de la palabra (…) el don de dinero no es pura y simple retribución (la palabra honorarios55, además lo testimonia).”

Agrega luego “¿cuál ha sido pues la función del dinero en el conjunto de la

historia del sujeto? Es un sujeto que tiene una estructura mental de “rico”. El

modo de relación dialéctica entre el Hijo y el Padre en el Edipo entraña una

identificación a un padre que sea un verdadero padre (…) Lo que se transmite

es entonces el patrimonio. De ello resulta que, en el sujeto, es evidente el carácter alienante de este poder encarnado por la riqueza. Eso recubrió la

relación con su Padre (…) El intenta establecer algo nuevo. Freud es un amo

al cual demanda socorro (…) establecer una relación paternal (…) Freud era

poco por demás un amo. Su prestigio personal tendía a abolir entre él y el

enfermo cierto tipo de transferencia: Freud estuvo demasiado identificado a

un padre demasiado supremo para poder ser eficaz (…) le damos el ‘nombre

del Padre’ al lugar.” Continúa: “Toda la cuestión del dinero está sobre el mismo plano. Freud hizo

pagar al “Hombre de los Lobos” como un enfermo muy rico, y para tal

enfermo muy rico eso no tenía significación (al final solamente, eso

representaba una suerte de castración). Ahí se reencuentra la dialéctica del

doble don.”

Hace referencia a la segunda demanda de análisis y dice que “Freud se deja implicar en una suerte de culpabilidad a la inversa: le da una renta: el sujeto

ahora ha pasado al rango de momia psicoanalítica mientras que ya no llegaba

a la asunción de su persona (…) La realización narcisista está ayudada y

sostenida por la acción de Freud, quien ha invertido el don de dinero”.

Del tratamiento posterior del Hombre de los Lobos con R. Mack Brunswick

reflexiona “La gratuidad del tratamiento no ha jugado el mismo papel que en las relaciones con Freud (y de este modo ella se distingue de la hermana) (…)

es más una psicopedagogía, donde se discute de la realidad, que un análisis

propiamente dicho.”(10)

Consideremos que Lacan en este momento de su enseñanza no ha elaborado

sus conceptos sobre lo real, el objeto a y el goce.

Jacques Derrida (1995) expresa:”Ahora bien, el don, si lo hay, se refiere sin

duda a la economía (…) el don debe seguir siendo aneconómico (…) porque debe guardar con el círculo una relación de extrañeza, una relación sin

relación de familiar extrañeza (…) es lo imposible” (…) en cuanto el don

aparece como don, como tal, como lo que es, en su fenómeno, su sentido y

su esencia, estará implicado en una estructura simbólica, sacrificial o

económica que anulará el don en el círculo ritual de la deuda. (…) Allí donde

hay sujeto y objeto, el don queda excluido. Un sujeto no dará nunca un objeto a otro sujeto. Pero el sujeto y el objeto son efectos fijos del don: trabas del

don.”

55 El término “honorario”, de acuerdo al diccionario alude a: “sirve para honrar a uno.

Persona que tiene los honores y no la propiedad de un cargo o dignidad. Sueldo que se da a una persona por un trabajo liberal. Estipendio (salario – remuneración).

Etimológicamente deriva del latín honos: honor.

El autor hace referencia a la obra de Mauss quien asevera que hay dones en

el intercambio y afirma Jacques Derrida: “Allí donde hay don, hay tiempo (…)

el don, es el tiempo.” Relata la propuesta de Benveniste y la ambivalencia del

don como bueno y malo, regalo y veneno.56

Señala la ‘moneda falsa’ como el don que engaña, y escribe: “Todo es acto

de fe, fenómeno de crédito o de confianza, de creencia y de autoridad

convencional (…) con el capital, con la economía y, por ende, con la política”. J. Derrida, a partir de conceptos de Baudelaire en Fusées dice “reserva el

estatuto de excepción absoluta no para el don sino para el dinero. Al final del

mundo, que está próximo, cuando el ‘mal supremo’ gane la batalla, una

‘despiadada sabiduría’ ‘condenará todo, excepto el dinero’”. Del sacrificio afirma que “siempre se distinguirá del don puro (si lo hay). El sacrificio

no propone su ofrenda más que bajo la forma de una destrucción contra la que intercambia, espera o da por hecho un beneficio, a saber, una plusvalía o, al menos,

una amortización, una protección y una seguridad (…) La limosna cumple, a su vez,

una función regulada y reguladora (…) No es ni gratuito ni gracioso. (…) Los dioses

saben ‘devolver el precio de las cosas’” (11)

Del don del dinero, y dar (el) tiempo, Lacan y Derrida en primer lugar

cuestionan la existencia del don, en cuanto intercambio, el que entrega algo

espera también, no es puro don, sino una prestación que se establece, por lo

cual sino se paga con dinero, ese ‘don’ siempre se paga.

De acuerdo a la investigación que realiza Élizabeth Roudinesco (1993),

distingue los primeros momentos de la enseñanza de Lacan, en una primera etapa a partir del 4 de marzo de 1953, cuando presenta la conferencia “El

mito individual del neurótico”, en la que “se utilizaba por primera vez la

expresión nombre–del –padre”. Agrega la autora que el 8 de julio al exponer

“Lo simbólico, lo Real y lo Imaginario”, “situaba por primera vez su postura

bajo el signo de una vuelta a los textos freudianos, subrayando además que

fechaba ese gesto de retorno en el año 1951” (12)

II.- Aportes desde 1953 a 1963

En junio de 1953 Lacan renuncia a la Sociedad Psicoanalítica de París y se

une a la Sociedad Francesa de Psicoanálisis. Se produce la primera escisión

del movimiento psicoanalítico francés. En palabras de Élizabeth Roudinesco “fue impugnado por sus pares, no por

su enseñanza, sino por su práctica de la cura (…) no se plegaba a las reglas

técnicas en vigor en la IPA desde los años veinte – treinta. Según esas reglas,

las curas debían durar por lo menos cuatro años, a razón de cuatro o cinco

sesiones por semana de al menos cincuenta minutos.(…) para el análisis

llamado terapéutico, el clínico era libre de fijar por contrato con su paciente el número de sesiones a las que este último estaba dispuesto a dedicar su

tiempo y su dinero (…) las transgresiones a las reglas de la duración

conllevaban siempre el riesgo de ser sancionadas mediante la exclusión”.

Aclara la autora que “Lacan no se sometía a la regla de la duración fija del

tiempo de las sesiones. Sin practicar todavía lo que se llamará más tarde la

sesión corta, ponía en obra una técnica de la sesión de duración variable”.

Reseña sobre el trabajo que Lacan desempeñaba por esos años, que incomodaba a quienes participaban ortodoxamente de la IPA, y aclara que

56 Freud en su correspondencia con Fliess en la carta 57 se refiere a los cuentos de

brujas y su ambigüedad. Dos vertientes del sacrificio: deseo y goce.

continúan siendo inéditas las conferencias dictadas por el francés sobre la

duración variable de las sesiones desde 1951 a 1953.

Continúa Élizabeth Roudinesco diciendo que, “revela un rasgo fundamental

del comportamiento de Lacan con respecto del dinero: la costumbre de pagar

lo que debe con cheques, remitidos en general por pacientes, pero sin

inscripción de ningún nombre a fin de que puedan ser cobrados por otras

personas”. (13) Añade la autora que debido al corto plazo de las sesiones Lacan podía dirigir

más tratamientos que sus colegas ortodoxos, lo cual también exasperaba a

sus contrarios.

Luego de estos acontecimientos comienza a redactar el informe que presenta

en el Congreso de Roma, Función y campo de la palabra y del lenguaje en

psicoanálisis, en septiembre de 1953. Expresa: “la ley del hombre es la ley del lenguaje desde que las primeras palabras de reconocimiento presidieron

los primeros dones (…) Porque esos dones ya son símbolos, en tanto que el

símbolo quiere decir pacto, y en cuanto que son en primer lugar significantes

del pacto (…) la función del lenguaje no es informar, es evocar (…) La palabra

en efecto es un don del lenguaje, y el lenguaje no es inmaterial.”

Nuevamente hace referencia al Hombre de los Lobos y dice “el don de dinero

(…) lazo de la palabra con el don constituyente del intercambio primitivo (…) aquí el don del dinero esta invertido por una iniciativa de Freud en la que

podemos reconocer, tanto como en su insistencia en volver al caso.” (14)

Lacan expresa en “La carta robada”, en el Seminario 2 “Pero piénselo bien:

si no nos hiciéramos pagar, entraríamos en el drama de Atreo y Tiestes que

es el de todos los sujetos que vienen a confiarnos su verdad (…) Estos sujetos

nos relatan sagradas historias (…) deberle algo a alguien.” (15) Atreo y Tiestes, de acuerdo a la mitología, eran hijos de Pélope y de

Hipodamia, éstos matan a su hermanastro Celsipo, maldecidos por el padre

huyen del país. Atreo conspira con Aerope su mujer, de quien nacen tres hijos

de ambos. Aerope luego lo engaña con Tiestes, de esa relación nacen dos

gemelos, a quienes Atreo mata y se los presenta servidos a Tiestes.

Enemistad de los padres que se extiende a los hijos. (16) Drama de Atreo y Tiestes quienes matan a su hermanastro. Engañado el

primero mata a los hermanastros de sus hijos. Crímenes de la antigüedad

“Clitemnestra dirá que es ‘el terrible genio vengador de Atreo’ el que ha

‘inmolado esta víctima adulta para vengar a los niños’” y agregan los autores

que la guerra de Troya “repite, pues, el asesinato de la liebre, siendo el león,

otro animal real, el que reemplaza a las águilas. La gran escena de Casandra

y el asesinato de Agamenón repetirán, a su vez, el sacrificio de Ifigenia y la guerra y la muerte de los hijos de Tiestes” (17)

Pertenecer genera deudas con quienes se comparte. El dinero tiene un plus

regulador y los precios amortizan esas “deudas” por la palabra.

Se refiere al Hombre de las Ratas y destaca “es porque la rata prosigue su

carrera cruzada en la serie de los intercambios, porque en ésta economía del

obsesivo la rata es un equivalente (tantas ratas – tantos florines para el pago de honorarios)”.

En la década de 1950 Lacan afirma no sin efectos: “el psicoanálisis es el

tratamiento que se puede esperar de un analista”.

Posteriormente, y luego de las críticas que conllevó dicha expresión en 1956

señala “si hemos podido definir irónicamente el psicoanálisis como el

tratamiento que se espera de un psicoanalista, es sin embargo ciertamente

el primero que decide de la calidad del segundo.” (18)

Regresa en 1970, en tiempos de su enseñanza de los cuatro discursos, y el

campo lacaniano y dice “Es como el psicoanálisis, que como dije un día es lo

que hace el psicoanalista, ésta es su principal característica, hay que partir

del psicoanalista.” (19) En el Seminario 3 en 1956 señala: “El hombre está poseído efectivamente por el

discurso de la ley, y con el se castiga, en nombre de esa deuda simbólica que no cesa de pagar cada vez más en su neurosis (…) la aceptación de la castración es el duro

precio que el sujeto debe pagar por este reordenamiento de la realidad.” (20)

Pero en 1955 expresa en una conferencia, su preocupación por quienes y el

cómo ejercen el psicoanálisis. Inquieto por la práctica psicoanalítica, expresa

“¿Escurriremos el bulto de lo simbólico por medio del cual la falta real paga el precio de la tentación imaginaria? (…) la deuda simbólica de la que el sujeto

es responsable como sujeto de la palabra.” (21)

Falta en lo real, complejo de castración y deuda simbólica, transferencia y

contratransferencia, conceptos en discusión y ciertos abusos en la práctica

por los ideales del analista.

Tenía conocimiento entre otras publicaciones que en Londres en 1954

Margaret Little presentó el artículo “La respuesta total del analista a las necesidades del paciente”. Material clínico de una paciente Frida de quien dice

la analista “fue derivada a mi por robos”. Añade que durante el tratamiento

tuvo “impulso a robar manzanas”. Entre otros avatares agrega la analista que

“Los robos empezaron a aparecer directamente en la transferencia, y ella se

encontró así misma viajando sin pagar boleto para verme a mí”. (22)

Lacan trabaja el material clínico en su Seminario 1057 al elaborar el concepto de angustia.

El francés hace mención a una cura que dirigió en la cual el sujeto luego de

una sesión roba en un negocio, se dirige el analista al negocio con el

analizante, y en acto produce que el sujeto abone lo sustraído.

No obstante, Lacan trabaja en sus clases sobre el material clínico freudiano

conocido como “salmón ahumado”, junto a otros y califica a la condición del deseo que retiene al obsesivo como “origen de su objeto: el contrabando”.

Entre 1956 y 1957 dicta el Seminario 4. En la Introducción refiere que el

objeto fóbico y el fetiche poseen algo en común y dice: “¿Puede acaso decirse

que la moneda no plantea por sí misma la cuestión de su valor objetal? (…)

la perdamos como medio de intercambio, o la propia toma en consideración,

para el intercambio, de cualquier otro elemento de la vida humana trasladado

a su valor de mercancía – no nos introduce esto de mil formas en una cuestión que fue efectivamente resuelta en la teoría marxista con un término, si no

sinónimo, al menos muy cercano al que acabamos de mencionar, o sea el

fetiche?.En suma, la noción de objeto fetiche, la de objeto pantalla”58 (23)

En mayo de 1958 dicta una conferencia en alemán conocida como “La

significación del falo”. Lacan expresa: “el falo es un significante, un

significante cuya función, en la economía intrasubjetiva del análisis, levanta tal vez el velo de la que tenía en los misterios. Pues es el significante

57 J. Lacan trabaja el material de la paciente Frida y las intervenciones de la analista,

en el Seminario 10 en las clases 30 de enero, 20 y 27 de febrero de 1963. 58 Fetichismo de la mercancía: conceptos de Carlos Marx y que Lacan no ignora. En estos

tiempos se reunía, entre otros, con Louis Althousser quien conocía la teoría marxista.

Posteriormente asiste a reuniones de lectura de la obra El Capital de Marx, en una de esas

ocasiones Jacques Alain Miller conoce a Lacan, por intermedio de Althousser. La lectura

se realizó entre 1964 y 1965.

destinado a designar en su conjunto los efectos del significado, en cuanto el

significante los condiciona por su presencia de significante (…) no puede

desempeñar su papel sino velado (…) El falo es el significante de esa

Aufhebung misma que inaugura (inicia) por su desaparición (…) es develado

(…) Se convierte entonces en la barra que (…) cae sobre el significado (…) da

razón al deseo” (24).

El dinero como velo promete obturar una falta, una reparación fetiche. Se distingue de acuerdo a los títulos fálicos o no que posea cada sujeto, acorde

a su estructura psíquica.

El dinero y la significación fálica, brillo que opaca en ocasiones hasta

enceguecer, un canal de goce, que mientras a unos a–cota, a otros desborda

o desorienta59.

En julio 1958, en “La dirección de la cura y los principios de su poder” Lacan nuevamente trabaja el material clínico conocido como “sesos frescos”, y

describe los acting – out, que el paciente “no roba nada” y lo diagnostica

como una “anorexia mental” (25).

Al comienzo de su informe dice “el paciente no es el único con sus dificultades

que pone toda la cuota. El analista también debe pagar.” El analista paga con

sus palabras (interpretaciones) y con su persona (transferencias), y agrega

como interrogante si “¿olvidaremos que tiene que pagar con lo que hay de esencial en su juicio más íntimo, para mezclarse en una acción que va al

corazón del ser (…) sería él el único allí que queda fuera de juego?.” (26)

Eric Laurent en una conferencia en la Universidad de Buenos Aires en el año

2004, señaló que dicho interrogante de Lacan, a su criterio, hace referencia

al ser del analista y continúo la lectura del párrafo posterior “el analista cura

menos por lo que dice y hace que por lo que es”. Continuó recordando las referencias freudianas: el análisis personal, la experiencia clínica, y la

supervisión.

En el dictado del Seminario 8, Lacan hace referencia a Andre Gide y su obra

Prometeo mal encadenado y su Miglionnaire. Dice: “En todo caso, el

Miglionnaire tiene comportamientos singulares con sus semejantes, porque

de ahí es de donde vemos surgir la idea del acto gratuito. (…) Zeus el banquero es incapaz de tener con quienquiera que sea un intercambio

verdadero y auténtico, pues se lo identifica con la potencia absoluta, con ese

aspecto de puro significante propio del dinero, que cuestiona la existencia de

todo intercambio significativo posible. Para librarse de su soledad, (…) Sale a

la calle llevando en una mano un sobre que contiene un billete de quinientos

francos, lo cual en la época tenía su valor, y en la otra mano, por así decirlo,

una bofetada. Deja caer el sobre. Un sujeto se lo recoge cortésmente. Él le propone que escriba un nombre y una dirección en el sobre. Entonces, le da

una bofetada, (…) deja al sujeto aturdido y lastimado.”(27)

En una mano dinero posiblemente gratuito y en la otra mano una bofetada,

de la transferencia que puede caer, o instalarse del lado del ideal del analista,

ese “regalo” que es una “bofetada”, se asimila al drama de Atreo y Tiestes.

59 Son numerosos los personajes públicos que no han soportado subjetivamente el éxito

económico en su profesión (cantantes, deportistas, escritores, etc.). Algunos se

encuentran bastante enfermos y otros han perdido sus vidas.

Al intervenir el dinero como pago de honorarios en sus diferentes versiones,

bono, firma, plazo de tiempo acordado, etc., las entrevistas se convierten en

cartas con dirección, posiblemente de tener cierto vuelo y hacer letra.60

En el Seminario 7, reseña sobre un libro de Simmel “Filosofía del dinero” de

1900. Subraya a la sublimación y el dinero como una de las modalidades de

satisfacción fantasmática, y dice “liga el problema de la significación del

dinero al problema de la satisfacción de la necesidad de la distancia de la cosa (…) el analista debe pagar algo para sostener su función”, remarca la

presencia del analista y sus interpretaciones, como lo señalara en 1958.

Añade “no hay otro bien más que el que puede servir para pagar el precio del

acceso al dinero – en la medida en que el deseo lo hemos definido en otro

lado como la metonimia de nuestro ser (…) lo que del bien es sacrificado por

el deseo, esa libra de carne. La religión transforma en su oficio”. Las dos vertientes del sacrificio: deseo y el goce61, como formas de pago.

Al finalizar la clase del 6 de julio de 1960, reflexiona sobre el dinero y la

ciencia: “Dénos dinero, ustedes no se dan cuenta, si nos dan un poco de

dinero, cuántas máquinas, cuántas cosas pondríamos a nuestro servicio” (28)

palabras de Lacan que rememoran a las de Baudelaire, que recordara Derrida.

Por más cosas y máquinas que podríamos obtener, la falta no se obturaría ni

la armonía reinaría en la humanidad. Sin embargo, y no es poco, podría seguramente ser menos adversa nuestra vida cotidiana y más digna la vida

de muchas otras personas. Pero en ocasiones, el dinero, la ciencia y el poder

son aliados de los verdugos.

En 1960 comienza a dictar el Seminario 8 en el cual se dedica al concepto de

transferencia, mediante los textos de Platón “El banquete” y “La trilogía de

Claudel”. Lee Lacan una frase de la obra de Claudel “El pan duro” en la que el personaje de Sichel le dice a Lumir “no puede negarse nada a una mujer,

salvo el dinero”.

Para finalizar esta etapa en el Seminario 10 al trabajar el material clínico de

Frida, el objeto a que comienza a elaborar y el complejo de castración,

expresa Lacan “el neurótico (…) quiere que se le demande (…) lo único que

no quiere es pagar su precio. (29) “El seminario era el lugar de una catarsis colectiva donde cada oyente podía

tener la certidumbre de que el orador se dirigía a él solo. De 1953 a 1963,

ese lugar fue un verdadero laboratorio de investigaciones para todos los que

lo frecuentaron: filósofos, psicoanalistas, escritores. Reinó allí una atmósfera

de banquete socrático que desapareció más tarde, pero cuyas huellas se

encuentran en los intercambios entre el maestro y sus interlocutores:

diálogos extremadamente ricos.” (30)

Contratiempo

60 Juego de palabras, con el término en francés “lettre” que alude a carta y letra. Al

trabajar el cuento de Edgard Allan Poe “La carta robada”, Lacan señala que las cartas

vuelan a su destino. En el cuento de Gide la carta con el billete, se dirigía a la dirección

que el peatón había recogido y escrito, mientras este recibía como pago una bofetada. Cartas diferentes, a la reina y del Miglionnaire, ambas están ahí sin saber

los personajes que les deparará. 61 La Dra. Marta Gerez Ambertín, desde hace años dicta en la Universidad de Buenos

Aires seminarios, escribe diversos artículos, en Argentina y en otros países, sobre la temática del “sacrificio”, a quien agradezco su generosidad por compartir con los

colegas sus investigaciones.

En 1969 ella usa un peinado hecho de tres trenzas que parten de la

coronilla. Lacan muestra un gran interés:

- ¿Qué peinado es éste?

Ella, bastante molesta, farfulla:

- sí, sin duda esto significa algo…¿¿¿fálico???

En 1972, héte aquí que las trenzas borroneas llegan al pizarrón, en el

seminario. Ella se dice: - ¡Qué mala suerte!

En efecto, ahora ella lleva los cabellos sueltos y desanudados.

(31)

c) Articulaciones teórico – clínicas

La articulación psicoanalítica del dinero en la teoría y en la clínica interroga a

los psicoanalistas desde los comienzos mismos del psicoanálisis. Hemos

recorrido ciertos fragmentos freudianos sobre esta temática en su obra y

mediante algunos materiales clínicos (Dora, Juanito, Hombre de las Ratas y

el Hombre de los Lobos).62

En su “Retorno a Freud” Lacan continuó elaborando sobre los honorarios en

los tratamientos analíticos, la posición del analista, ciertos desarrollos que destacaremos en las clase subsiguientes.

Los psicoanalistas continuamos cuestionándonos, en los diferentes espacios

en que ejercemos (institucionales, privados) en aquellos que nos formamos

(escuelas, asociaciones, etc.) y en las supervisiones de nuestros casos

clínicos.

En relación a la clínica sobre decidir: maniobras, interpretaciones, momentos convenientes para el aumento o no de honorarios, modalidades de pago (por

cada entrevista o por mes), o la efectividad del mismo (efectivo, cheques,

moneda extranjera, etc.).

Por ejemplo cuando un paciente transita por una situación económica

complicada aceptar o no el pago de honorarios de manera demorada, acorde

a la singularidad de cada caso y momento del tratamiento con ese sujeto en particular.

Hasta el presente se han ocupado numerosos colegas sobre la cuestión, por

ejemplo en 1992 Horst Kurnitzky publicó “La estructura libidinal del dinero”.

Quien ubica las relaciones de parentesco, los matrimonios y el dinero en

diferentes culturas. Expresa a través de “el pago de la novia se constituye el

matrimonio como relación sacrificial y al mismo tiempo como un concepto de

fecundidad, posteriormente de productividad, que recorre, racionalizador, toda la historia de la humanidad.” Ambigüedad que resalta de este tipo de

“contrato conyugal”.

Luego de describir diferentes civilizaciones, señalando que “Todas las formas

primarias de dinero aquí mencionadas son encarnaciones de una relación de

producción que se basa en la represión de los deseos pulsionales. Las

relaciones sociales dinerarias se vuelven así relaciones de objeto, en que las cosas encarnan lo reprimido y las relaciones objetivas con ellas adquieren en

cierto modo carácter incestuoso y a cada nueva represión provocan nuevas

encarnaciones. En esto la historia avanza negativamente (…) en ello reside

62 Sandor Ferenczi, discípulo de Freud, redacta su obra “Ontogénesis del dinero”

entre 1913 y 1919. A la cual el vienés no hace referencia.

también el desarrollo de la historia (…) sólo como reprimido retornante se

tiene conciencia de lo reprimido como tal.” (32)

German García critica la obra mencionada. Escribe “El dinero en tanto está

garantizado por un pasado y así promete un porvenir, modula la temporalidad

que para el yo funciona como la articulación objeto – pulsión – objeto (lo que

se perdió del goce será recuperado en un futuro). A la inversa, en el análisis

se trata de la articulación pulsión – objeto – pulsión, y tal recuperación no existe. (…) El dinero como un medio sólo puede facilitar los fines que cada

uno, por su cuenta, se propone realizar. Pero en tanto existen algunos para

los cuales el dinero es un fin, lo que Marx llamó ‘contradicciones’ (dentro de

una misma clase) y ‘antagonismos’ (entre clases) introducen la dimensión

sacrificial (…) La estructura libidinal del dinero para la sociedad, la modulación

de la misma para cada uno (tanto por sus modos de goce como por su condición social) supone una atención a ciertas diferencias y anulaciones

específicas. (…) Para Freud analizar gratis era quitarle al analizante uno de

los motivos principales que le impulsaban llegar al final, era convertirse en

‘contenedor del síntoma’, no del sujeto que soporta su goce. ‘Sólo la muerte

es gratis’ es un adagio que gustaba a Freud. El dinero es una variable

independiente que no se puede excluir del juego, puesto que el sujeto tasa

su deseo.”(33) Modalidades del dinero en la sociedad y en los tratamientos psicoanalíticos.

Eric Laurent (2000) advierte que “el siglo veintiuno será el de la biología (…)

Los síntomas no harán más que florecer. Esta es la oportunidad del

psicoanálisis para demostrar que no tiene nada que ver con una psicoterapia

(…) Los usos del psicoanálisis dependen de la producción de psicoanalistas.”

Producción de los psicoanalistas que implica nuestra inserción en las instituciones, el autor escribe “El es el que está allí para recordar que el deseo

en juego supone no sólo adaptar al reglamento al caso sino también captar

lo que en el caso excede al reglamento, lo que es el punto extraordinario en

él”.

Cada institución en la cual trabajamos posee determinadas pautas las que

comprende además sus transgresiones, advierte el francés “no hay reglas sin infracción a las reglas; o aun, no hay reglas sin una interpretación viva de las

reglas.”

Cuando realizamos nuestra práctica en una institución o para ellas (obras

sociales, prepagas) hay cuestiones del dispositivo analítico que generalmente

está sujeto a determinadas pautas: cantidad de entrevistas, duración de cada

una de ellas y el tiempo de tratamiento.

Ante estás reglas, en ocasiones, algunas apelables (solicitar extensión del tratamiento autorizado, por ejemplo, acorde a la gravedad o necesariedad

del paciente) Acuerdo con lo expresado por Eric Laurent al sugerir que “el

psicoanalista en la institución no tiene que ser situado63 como en más, como

no haciendo nada, como muerto, identificado a este padre muerto.”

Desde estos posibles movimientos es que define al psicoanalista crítico “un

vacío ambulante, que no cree en nada” y el analista ciudadano “en el sentido que puede tener este término en la teoría de la democracia (…) a un analista

que participa, un analista sensible a las formas de segregación, un analista

capaz de entender cuál fue su función y cuál le corresponde ahora”. (34)

63 A mi criterio tampoco el psicoanalista debe “situarse” como un objeto manipulable, al ofrecérsele en ciertas ocasiones reglas rígidas, que excluyen al sujeto del

inconsciente y a la labor del psicoanalista con cada paciente en atención.

De este modo no debería el analista posicionarse impotente o muerto, ante

la época que nos atraviesa, sino por lo contrario participar, proponer,

cuestionar, ante las normativas o limitaciones, cuando se cree conveniente.

Debido a que trasciende a los diferentes países la labor del analista las nuevas

pautas en salud mental que rigen actualmente, es que se realizó en Barcelona

un encuentro que denominaron “Efectos terapéuticos rápidos”.

Se propusieron diferenciar los efectos rápidos de las terapias breves, una propuesta psicoanalítica que logre ser viable ante los avatares del nuevo

siglo. En que demanda eficiencia y rapidez a los psicoanalistas, en ésta época

del instante, del individualismo y de la profundización del capitalismo tardío.

Alternativa ante el avance de escuelas, orientaciones, etc. que proponen

excluir al sujeto del inconsciente, mediante un discurso del amo o

universitario que avale o adapte al sujeto a un des-ser de ciudadano por un consumidor servil al sistema productivo de nuestro tiempo.

En dicha ocasión se presentaron seis casos y luego un espacio de debate

sobre los mismos. Los materiales presentaban un trayecto entre 3 entrevistas

con un paciente y sus efectos a dos años de tratamiento en instituciones

psicoanalíticas.

En el debate Jacques - Alain Miller aporta “la teoría de los ciclos” (35). Se

refiere a aquellos tratamientos que no finalizan de manera ortodoxa, por lo contrario, son pacientes que acuden al tratamiento, trabajan por un tiempo

reducido, y al modificar cierta posición subjetiva, acuerdan el alta con el

analista, y luego de un período retornan si les es necesario.

Ciclos para aquellos que regresan, para continuar desde otro posicionamiento

subjetivo su tratamiento, como quienes dejan de concurrir debido a que lo

trabajado durante ese período les ha facilitado cambios y no desean más que lo obtenido.

No obstante, pacientes que han finalizado las entrevistas, o bien continúan

con sus espacios de control psicofarmacológico si los tuvieran, hasta que el

psiquiatra considere las modificaciones, reducción de medicación, etc. Y en

otros tratamientos se modifican los dispositivos de consultorios externos, por

ejemplo a participar de talleres de Hospital de día. ¿Cuántas veces nos encontramos en esa situación? Seguramente en varias

ocasiones, de manera privada o institucional, hay pacientes que retornan al

tratamiento. Su regreso no es el comienzo, sino que no son los mismos, han

perdido la ingenuidad sobre el saber inconsciente y sus formaciones, el estilo

del analista, etc. Se comienza una nueva etapa, o en términos de Jacques –

Alain Miller un nuevo ciclo.

Los ciclos señalan tiempos nuevos de tratamiento, aunque se retorne a problemáticas subjetivas mencionadas con anterioridad, éstas no poseen el

mismo ropaje, o el discurso propicia nuevos devenires en el trabajo analítico.

El dinero como señuelo en ocasiones se presenta como coartada, para

retornar luego, lo que nos permite a posteriori servirnos de ello.

De esta manera, la modalidad que un paciente presenta en su manejo con el

dinero de los honorarios, transferencia mediante, anuncia como se conduce en otros aspectos de la vida. Puede tratarse de una manifestación resistencial

o no, pero su ir y venir no deja de contribuir al trabajo analítico con el paciente

en tratamiento.

El material clínico que deseo compartir con ustedes corresponde al

tratamiento de Cecilia. Una joven, que trabajaba de empleada en un

supermercado de la zona oeste.

Consultaba en una institución, desde hacía un mes, con una frecuencia

semanal, por medio de su obra social. Se presenta a la sesión acordada el día

19 de diciembre de 200164.

Cecilia acude ansiosa, llorando y muy angustiada, relata “no podía dejar de

venir”, describe la situación de saqueo en el hipermercado en el cual

desempeñaba sus funciones de cajera. Describe lo que aconteció ante la

irrupción de un grupo numeroso que saqueó todas las cajas, y haber recibido “órdenes de no entregar la plata, sino la tenemos que poner nosotras de

nuestro bolsillo”.

La paciente entrega, preservando su integridad física el dinero que poseía en

ese momento en la caja, y no accede a responder con violencia (por medio

de latas, botellas, etc.) a los intrusos que accedieron al comercio.

Al finalizar los sucesos uno de sus jefes inmediatos la increpa y le anuncia que será despedida por no haber respetado la orden de la empresa.

Repite una y otra vez lo ocurrido, narra lo acontecido con las personas que

ingresaron, la actitud disímil de sus compañeros de trabajo y la posibilidad

de quedar sin empleo.

Cecilia una joven de 22 años, pertenecía a una familia humilde, su padre

padecía una demencia senil debido a un accidente cerebro vascular, y su

madre una esclerosis múltiple. Hermana mayor de 2 hermanos de 12 y 9 años. La joven, con su trabajo en el hipermercado, era el sostén económico

de la familia.

A la semana siguiente comienza a decir “me siento culpable de dejar a mi

familia sin comida, por no haber hecho lo que me dijeron”, le habían enviado

el telegrama de despido a su domicilio el día anterior.

Cecilia con una estructura clínica neurótica, cuya modalidad daba cuenta de la histeria, se identificaba a los saqueadores, sin poder dejar de dar

consistencia a las trampas del Otro de la ley.

Trampas y desarreglos que la despiden del trabajo, debido a que no pagó ella

el precio de poner en peligro su propia vida, o agredir la vida de un otro

semejante, mientras en pleno desamparo nadie la cuidaba a ella.

Prosigue el tratamiento los tres meses que le otorga la obra social después del despido laboral. Durante ese tiempo toma conocimiento de que otros

compañeros han sido despedidos en ese comercio, y en otros, también de

quienes resultaron heridos a consecuencia de los acontecimientos de dominio

público. Además de conocer los avatares económicos y políticos que se

vivieron en la Argentina en esos tres meses por los medios de comunicación.

La paciente pudo deshacerse de ese lugar de objeto de desecho al cual el

Otro la convocó canallescamente, y ante la ausencia de espacios en los cuales reclamar sus derechos, comenzó a participar de asambleas populares. En el

camino de la despedida encontró un nuevo trabajo, y lo acontecido en el

anterior puso en cuestión su posición de objeto en relación a la enfermedad

de sus padres, y de “ir al frente” con la caja de la familia, desde el aspecto

económico como la educación de sus hermanos.

64 El 19 y 20 de diciembre de 2001, en la República Argentina, se precipitaron hechos de violencia en los cuales se saquearon negocios, hubo manifestaciones, muertos, se

decretó el estado de sitio, luego de medidas económicas arbitrarias, y hechos que

propiciaron la renuncia del Presidente de la Nación de aquel momento. Los hechos

que relata la paciente corresponden al conurbano bonaerense, cercanos a la localidad de la institución. La paciente para llegar, tuvo que atravesar por barrios en que se

desataba en otros comercios lo vivido por ella en su trabajo.

Comienza a apartarse del lugar que su madre, en particular, le delegara y

ella fuera a ocupar. Ha dejado sus estudios, y comienza a proyectar de que

modo regresar a ellos, y cómo dentro de sus posibilidades sus padres había

tareas que podían resolver y otras que podían ser delegadas a otros familiares

adultos cercanos al domicilio, y realizar la solicitud del subsidio con los

aportes que su padre tenía realizados para obtener su pensión por invalidez.

Del “saqueo” de diciembre del 2001, el despido laboral que la ubica como desecho, a su propio “saqueo” desde hacía tres años, en que se ocupaba de

‘jefa de la caja familiar’ ante lo intrusivo de las enfermedades, no solo no se

permitía alternativas de colaboración, sino que violentamente se dirigía a

quienes en vez de acercarse para invadir su familia, intentaban acompañarla

en la situación compleja en la que se encontraba.

El dinero que ella proporcionaba y manejaba como ‘jefa de la familia’ al precio de su propia subjetividad, la que ofreció su sacrificio a los dioses paternos.

El dinero de quien la emplea y le exige su sacrifico al tener que exponer su

vida para cuidar, sin que se la cuide, y si es necesario también sacrifique a

otro ser humano en nombre de una “empresa” que la desampara primero en

ese momento de violencia social y posteriormente como desecho, la expulsa

del sistema productivo de dicha empresa.

Del Otro que no existe, su desamparo subjetivo y las situaciones traumáticas, pudo Cecilia hacer cierto movimiento subjetivo durante esos tres meses que

le permitieron salir del corralito65 en el cual se había encerrado en los últimos

años.

El dinero que aportaba a su casa, otro dinero que debía cuidar en su empresa,

dinero siempre del Otro, y para el Otro, en sus diversas versiones. Una

trabajadora laboriosa para el Otro, en una posición esclavizante que hasta el 2001 no podía advertir.

La despiden por negarse a obedecer, y deja posteriormente de obedecer a

los mandatos de goce del amo. Amos a los cuales ella hacía consistir,

continuar gozando sin que nada cambie, ante lo real del peligro, ese goce

comienza a ser no sólo inservible sino patológico.

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- Referencias Bibliográficas

1) Diccionarios Rioduero. Mitología griega y romana (1981) Ediciones

Rioduero, Madrid (España) 1984, página 127.

2) Saussure de, Ferdinand (19) Curso de Lingüística General, Primera Parte. Principios Generales, Capítulo I “Naturaleza del signo lingüístico”

y Capítulo II “Inmutabilidad y mutabilidad del signo”. Editorial Losada

S.A., Buenos Aires (Argentina) Vigésima Edición 1980, páginas 129,

139, 140 y 142.

3) Lacan, Jacques (1970) Radiofonía, Editorial Anagrama, Barcelona

(España) 1977, página 13 y 14. 4) Lacan, Jacques (1955 - 6) En el Seminario 3 Las psicosis, Capítulo XIX

“Freud en el siglo”, página 345. Obra citada.

65 Corralito es un término que en esos tiempos aludía a las medidas económicas

bancarias impuestas por el gobierno que renuncia luego de los hechos mencionados.

5) Milner, Jean–Claude (2002) El periplo estructural. Figuras y paradigma,

Capítulo “Lacan I Ciencia del lenguaje y teoría de la estructura en

Jacques Lacan”. Amorrortu Editores 1ª Edición, Buenos Aires

(Argentina) 2003, página 152.

6) Nancy, Jean – Luc y Labarthe – Lacoue, Philippe (1973) El título de la

letra. Una lectura de Lacan. Capítulo 2 “El algoritmo y la operación”,

Serie Crítica Analítica. Editorial Buenos Aires (Impreso en España) página 46.

7) Roudinesco Élizabeth (1993) Lacan. Esbozo de una vida, historia de un

sistema de pensamiento. Quinta Parte. La guerra, la paz, Capítulo I

“Marsella, Vichy y París”. Fondo de Cultura Económica, Bogotá

(Colombia) 2000, 1ª Reimpresión, páginas 249 a 253.

8) Lacan, Jacques (1938) La familia, 1.”El complejo del destete”, Editorial Argonauta Biblioteca de Psicoanálisis, 3ª Edición, 1987, Buenos Aires

(Argentina) páginas 42, 43 y 93.

9) Lacan, Jacques (1947) “La psiquiatría inglesa y la guerra” publicado en

la revista “L’ Évolution psychiatrique Vol. 1. Posteriormente publicado

en AA.VV, La querrelle des diagnostics, Navarín, París (Francia) 1986,

página 26.

10) Lacan, Jacques (1952) Seminario 1 El Hombre de los Lobos, 3era. Clase, versión de la Escuela Freudiana de Buenos Aires.

11) Derrida, Jacques (1991) Dar (el) tiempo I. La moneda falsa, Capítulo

1 “Al tiempo del rey” páginas 17 y 32, Capítulo 2 “Locura de la razón

económica un don sin presente” página 47, Capítulo 3 “<La moneda

falsa> (I) Poética del tabaco (Baudelaire, pintor de la vida moderna”

página 98, Capítulo 4 “<La moneda falsa> (II) Don y contra –don, la excusa y el perdón (Baudelaire y la historia de la dedicatoria)”, páginas

129 a 131 y 136. Ediciones Paidós, 1995 Barcelona (España) 1ª

Edición.

12) Roudinesco, Élizabeth (1993) Lacan. Esbozo de una vida, historia de

un sistema de pensamiento” Sexta Parte Elementos de un sistema de

pensamiento, Capítulo I “Teoría de la cura, estructuras de parentesco”, páginas 313 y 314. Obra citada.

13) Roudinesco, Élizabeth (1993) Lacan. Esbozo de una vida, historia de

un sistema de pensamiento Sexta Parte Elementos de un sistema de

pensamiento, Capítulo I “Teoría de la cura, estructuras de parentesco”,

páginas 298 y 299, Obra citada.

14) Lacan, Jacques (1953) “Función y campo de la palabra y del lenguaje

en psicoanálisis”, en Escritos 1. Siglo XXI Editores, Buenos Aires (Argentina) 2º Reimpresión 1988, páginas 246, 261, 288, 289 y 299.

15) Lacan, Jacques (1953/ 54) Seminario 2 El yo en la teoría de Freud y

en la técnica psicoanalítica, Capítulo “La carta robada”. Editorial Paidós,

Buenos Aires (Argentina) 3ª Reimpresión 1988, página 306.

16) Diccionario Rioduero Mitología griega y romana (1981) páginas 35 y

237. Obra citada. 17) Vernant, Jean – Pierre y Naquet – Vidal, Pierre (1987) Mito y tragedia

en la Grecia Antigua Volumen I, Capítulo 6 “Caza y sacrificio en la

Orestíada de Esquilo. Editorial Taurus, Barcelona (España) 2002 1ª

Edición, páginas 145 y 149.

18) Lacan, Jacques (1956) “Situación del psicoanálisis y formación del

psicoanalista en 1956”, Escritos 1, Siglo XXI Editores, Buenos Aires

(Argentina) 2º Reimpresión 1988, página 442.

19) Lacan, Jacques (1969/70) Seminario 17 El reverso del psicoanálisis

Capítulo V “El campo lacaniano”. Editorial Paidós, 1ª Edición 1992,

página 87.

20) Lacan, Jacques (1955/6) Seminario 3 Las psicosis Capítulo XXV

“El falo y el meteoro”, página 444. Obra citada.

21) Lacan, Jacques (1955) “La cosa freudiana” Escritos1, páginas 416 y

417. Obra citada. 22) Little, Margaret (1954) “La respuesta total del analista a las

necesidades de su paciente”, Fichas de la Escuela Freudiana de Buenos

Aires. 1989. Inédito

23) Lacan, Jacques (1956/7) Seminario 4 La relación de objeto, Capítulo

1“Introducción”. Editorial Paidós, Barcelona (España) 1994 1ª Edición,

página 24. 24) Lacan, Jacques (1958) “La significación del falo”, Escritos 2. Siglo XXI

Editores, Buenos Aires (Argentina) 14ª Edición 1987, páginas 669, 670

y 672.

25) Lacan, Jacques (1958) “La dirección de la cura y los principios de su

poder”, Escritos 2, páginas 579 a 581.Obra citada.

26) Lacan, Jacques (1958) “La dirección de la cura y los principios de su

poder”, Escritos 2, página 567. Obra citada. 27) Lacan, Jacques (1957/8) Seminario 5 Las formaciones del

inconsciente, Capítulo 3 “El Miglionnaire”. Editorial Paidós, Buenos

Aires (Argentina) 3ª Reimpresión 2003, página 53 y 54.

28) Lacan, Jacques (1959/60) Seminario 7 La ética del psicoanálisis

Capítulo II “El amor cortés en anamorfosis”, Editorial Paidós, Buenos

Aires (Argentina) 3ª Reimpresión 1991, páginas 383 y 386. 29) Lacan, Jacques (1962/3) Seminario 10 La angustia. Capítulo IV “Más

allá de la angustia de la castración”, Editorial Paidós, Buenos Aires

(Argentina) 1ª Edición 2006.

30) Roudinesco, Élizabeth (1993) Lacan. Esbozo de una vida, historia de

un sistema de pensamiento. Sexta parte, Capítulo V “La estructura, el

nombre–del–padre”, página 383. Obra citada. 31) Allouch, Jean 213 Ocurrencias con Jacques Lacan, Editorial SITESA

México, página 147.

32) Kurnitzky, Horst (1974) La estructura libidinal del dinero, Siglo XXI

México, 2ª Edición, 1978, páginas 130 y 176.

33) García, Germán (2003) “Sobre dinero, mujeres y análisis” en

www.pagina12.com.ar publicado el 31 de julio de 2003.

34) Laurent, Eric (2000) Psicoanálisis y Salud Mental. Apartados: “La extensión del síntoma hoy”, “Nuevas normas de distribución de la

asistencia y su evaluación desde el punto de vista del psicoanálisis”,

“Estado, sociedad y psicoanálisis”, “El analista ciudadano”. Editorial

Tres Haches, Buenos Aires (Argentina) páginas 13, 73, 81, 93, 114 y

115.

35) Miller, Jacques-Alain y otros (2006) Efectos Terapéuticos rápidos, Segunda Parte “La conversación” Capítulo 4 “Teoría de los ciclos”,

Editorial Piados. Campo Freudiano 17, Buenos Aires (Argentina) de la

página 107 en adelante.

Clase 8

Iniciamos la clase mencionando los aportes que continúa formalizando

Jacques Lacan sobre el dinero en la teoría y práctica psicoanalítica.

Nos ocuparemos de las etapas correspondientes a los períodos entre 1964 y

1974, junto a una lectura posible teórica y clínica de las observaciones que

realiza Lacan del cuadro de Velásquez “Las Meninas”, en primer lugar. Destacaremos los aportes más sobresalientes en relación al dinero de sus

desarrollos posteriores a 1974 en sus enseñanzas, en segundo lugar.

Para finalizar realizaremos articulaciones teórico – clínicas de nuestra práctica

actual.

I.- Aportes desde 1964 a 1974

Comenzamos el camino por ésta década en las enseñanzas de Lacan. Las

circunstancias se precipitan, si bien desde tiempo atrás se anunciaban,

finalizan con lo que el francés llamó “la excomunión”.

Freud, en cambio, utilizó el término ‘escisionismo’ o ‘escisión”, para señalar

los cuestionamientos de sus miembros cercanos, o sobre las rupturas

institucionales en el interior de la I.P.A. a partir de 1920. Disidencias teóricas, técnicas (duración de las sesiones y de las curas) y corporativas (análisis

didáctico, análisis de control o supervisión y en particular sobre el ejercicio

del psicoanálisis y el análisis profano).

Por el contrario, Lacan emplea el término “ex–comunión” cuando le imponen

abandonar su participación en la I.P.A. en 1963. Palabra, excomunión, con la

que alude a los sucesos que atravesó el filósofo B. Spinoza. A consecuencia el francés funda la École Freudienne de París (E.F.P.) el 21 de junio de 1964.

En palabras de Élizabeth Roudinesco (1986) “son las discordias y la batahola

lo que hace de la S.F.P. una sociedad activa, efervescente, próspera abierta

a todos los modernismos. Se diría que no hay nada más favorable para el

desarrollo del psicoanálisis que una batalla permanente y de un deseo

insatisfecho de reconocimiento (…) Francia entra en la era del consumo. La abundancia recobrada beneficia a las clases medias y nuevas capas de la

población tienen acceso a la atención psíquica o a la profesión de psicoanalista

(…) Desde sus orígenes, la S.F.P. pertenece a los hombres de la tercera

generación (…) Esta joven generación está desconectada de la historia

francesa del psicoanálisis.” (1)

Élizabeth Roudinesco en 1993 realiza una investigación biográfica de la obra

de Jacques Lacan. Se refiere al viaje que Lacan realizara a Estocolmo antes de su excomunión y que es el 2 de agosto el Ejecutivo de la I.P.A. le reclamó

“la aplicación estricta de las Recomendaciones66 de Edimburgo e hizo saber

que su exclusión sería efectiva a más tardar el 31 de octubre de 1963 (…) la

escisión de 1963 fue única en su género.” (2)

66 Las Recomendaciones señalaban su distanciamiento a las normativas ortodoxas

sobre la duración de las sesiones (sus sesiones cortas), además de su práctica como didáctico dentro de la I.P.A. A Françoise Dolto le fueron ‘sugeridas’ dichas reglas, y

se lo anticiparon además a René Laforgue y Angelo Hesnard.

Otros psicoanalistas fundan la Asociación Psicoanalítica de Francia en mayo del

mismo año. Daniel Lagache, Jean Laplanche, Didier Anzieu, entre otros. En junio Lacan crea la Ècole française de psychannalyse, que en septiembre se denominará

École freudienne de París (E.F.P.)

La autora agrega: “En el otoño de 1963, Lacan tiene tres soluciones: cambiar

su práctica, aceptar su exclusión, entrar en disidencia. Si hubiera elegido la

primera, hubiera aparentado someterse renunciando a su teoría de la cura.

Si hubiera optado por la segunda, hubiera firmado su sentencia de muerte

reconociéndose él mismo no apto para la formación. Quedándose con la

tercera, está obligado a fundar una escuela ‘lacaniana’ del psicoanálisis (…)

Lacan se ve obligado sino a reconocerse lacaniano, al menos a dar validez a la existencia política de un ‘lacanismo’.” (3)

Establece amistad con A. Althousser, se dedica a la lectura de la obra de

Carlos Marx, “El Capital”, en momentos de apogeo del movimiento

estructuralista.

Participa del seminario inaugural Jacques–Alain Miller, el día 15 de enero de

196467, habiéndolo conocido Lacan por intermedio de Althousser. Escuela Freudiana de París compuesta por tres secciones:

Psicoanálisis puro (formación del analista y desenlaces en las curas),

Psicoanálisis aplicado (terapéutica y su relación con la clínica) y

la reclusión del campo freudiano (principios de la práctica psicoanalítica

y sus diferencias con otros saberes)68.

Mientras dicta Lacan la reunión inicial de su Seminario 11, su abogado Roland Dumas finaliza los trámites -luego del divorcio de la segunda esposa de Lacan

de su anterior matrimonio-, para que su hija Judith porte el apellido paterno

Lacan, en lugar de Bataille (ex esposo de Sylvie).

Lacan ante sus invitados, discípulos y alumnos expresa: “Todos saben que la

política consiste en negociar, y en su caso al por mayor, a los mismos sujetos,

llamados ciudadanos, por cientos de miles. La situación no tenía pues, a este respecto, nada de excepcional, si se descarta que el hecho de ser negociado

por colegas, y hasta alumnos, como los llamé antes, recibe a veces, visto

desde afuera, otro nombre.” (4)

A pesar de los negociados y negociadores, tenazmente persiste en la

transmisión del psicoanálisis, a pesar de cuestiones políticas en la cultura y

en las sociedades psicoanalíticas a las que alude. Relaciona los conceptos que califica de fundamentales del psicoanálisis:

inconsciente, repetición, transferencia y pulsión, y una quinta noción <el

deseo del analista>. Mientras los primeros cuatro conceptos son pasibles de

ubicar en el grafo del deseo completo, el quinto se ubica por fuera del

esquema.

Destaca la importancia del psicoanálisis didáctico y sobre su investigación

sobre los Nombres del Padre, seminario del cual dicta una sola clase, el 20 de noviembre debido a las circunstancias mencionadas.

En el seminario siguiente alude en sus clases a las teorías darwinistas, en

particular, a la función del grito y la moneda, mencionando la “moneda falsa”

67 Es la fecha de la primera clase de Lacan, luego de la ex–comunión, en que comienza

a dictar su seminario 11, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis (1964), conocida dicha reunión como ‘La excomunión”. Recordemos que Jacques–

Alain Miller contraerá matrimonio, con su hija Judith en 1966. 68 Se disuelve la Escuela en 1980 ante nuevas discordias, la escasa participación por

entonces de su fundador y ciertos cambios que se producen en el movimiento

psicoanalítico francés.

(Noción a la que hemos hecho referencia en la clase anterior a partir de la

producción de Jacques Derrida69).

Lacan comienza a elaborar la noción de “objeto a” como causa del deseo y

como objeto de la pulsión70. Destacando el objeto mirada en la clase del día

19 de febrero.

Avanza en dicha reunión conocida como “La esquizia del ojo y la mirada”,

sirviéndose de las conceptualizaciones de su amigo Maurice Merleau–Ponty, por ejemplo de la función de la mancha y de la mirada, dice “marca la

preexistencia de un dado-a-ver respecto de lo visto.” Remarca que ambas

exceden a la conciencia, por lo cual participa el sujeto y su deseo

inconsciente.

Señala Lacan:“La mirada puede contener en sí misma el objeto a del álgebra

lacaniana donde el sujeto viene a caer (…) la mirada, en tanto objeto a, puede llegar a simbolizar la falta central expresada en el fenómeno de la castración,

(…) es un objeto a reducido a una función puntiforme, evanescente, deja al

sujeto en la ignorancia de lo que está más allá de la apariencia (…) La esquizia

entre la mirada y visión nos permitirá, ya lo verán, agregar la pulsión escópica

a la lista de las pulsiones (…) es la que elude de manera más completa el

término de la castración.” (5)

De este modo, nos advierte: ‘ver’ es del orden de la visión, en cambio, la ‘mirada’ alude al objeto a, al sujeto y su deseo, evitando al mismo tiempo

percatarse de la división subjetiva.

En la clase del 3 de febrero de196571 afirma el francés “La neurosis de

transferencia es una neurosis del analista.” Nuevamente establece sus

avances en relación al sujeto supuesto saber, que retoma de sus

producciones, tanto escritos como clases anteriores.

“Las Meninas”

En el Seminario 13 (1965 – 66) comienza a investigar a partir del cuadro de

Velázquez “Las Meninas” diferentes conceptos psicoanalíticos. Continúa sus

elaboraciones en los Seminarios 15 y 22. Famosa pintura que nos permitirá avanzar en los aportes de Lacan acerca del

dinero. Recordamos en primer lugar detalles del autor y de la obra para

desenredar algunas nociones a las que regresaremos para detenernos en la

cuestión del dinero en el psicoanálisis72.

El autor de la obra, Diego Velázquez, nació en Sevilla el 6 de junio de 1599,

fue el exponente máximo del realismo barroco, “su padre pertenecía, o

pretendía ser descendiente, de la baja nobleza, pero la libertad en aquella época en la cuestión de la transmisión de apellidos hizo que el futuro artista

69 Lacan se refiere a la obra de Jacques Derrida en el Seminario 13, sirviéndose de

términos del mismo, tanto para acordar como disentir sobre el azar, el juego, los

sistemas de trueque y las monedas, como valores de cambio. 70 Lacan da cuenta del objeto a: objeto causa del deseo y objeto de la pulsión, como

lo explicita en el grafo del deseo y su segundo piso. Ocupan lugares diferentes sus

fórmulas: ($ D) pulsión y ($ a) fantasma. 71 Alude a la clase 8 que dictó Lacan durante el Seminario 12 conocido como El deseo

y su interpretación. 72 La cursiva presente en los fragmentos citados pertenecen a quien dicta el seminario, con el objetivo de destacar características a las que regresaremos

oportunamente al dedicarnos específicamente al dinero y a la posición del analista.

tomase el de su madre73, y Velázquez fue el nombre con el que se hizo

conocer en la corte de Madrid (…) Dentro de los cánones de la época, es

significativo el hecho de que Juan Rodríguez permitiera a su hijo primogénito

dedicarse profesionalmente a la pintura, manifestando con esta actitud un

cierto desconocimiento o despreocupación de los criterios de la vida noble,

ya que en la España del siglo XVII la pintura estaba considerada como un

oficio artesanal y, por tanto, sumamente impropia para un caballero de la nobleza.”

73 Velázquez, Diego (1599–1660) hijo de Jerónima Velázquez y de Juan Rodríguez de

Silva. Antonio Palomino especialista en arte señala que Velázquez estudió con el

pintor Francisco Pacheco y con Francisco Herrera entre otros. Colaboró con el primero

en las obras que se realizaban en el taller de su maestro y luego comenzó a trabajar por su cuenta hacia 1615. Contrae matrimonio con Juana en 1618, hija de su maestro

Pacheco.

Escribe la Doctora en Historia del arte, Laura García Sánchez, “después de

superar el examen de calificación (…) se convirtió en miembro de la

corporación de San Lucas, hecho que automáticamente le concedía la licencia

para establecer taller o tienda pública de pintor y disponer de oficiales y

aprendices, y pintar para las iglesias y edificios públicos, privilegios en que

no tardó en hacer uso (…) tratándose sobre todo de una ciudad como Sevilla,

tan devota a sus vírgenes y santos, los cuadros, aparte de subrayar ciertos valores estéticos, debían despertar la fe y la devoción.”

De acuerdo a la historiadora evoluciona su técnica pictórica y dice “es

evidente en la relación entre sí de los volúmenes en el espacio, el modo de

representar la luz y la manera de sugerir la profundidad del aire y del

ambiente”. Características que Lacan señala acerca del cuadro, y de la

perspectiva en las obras pictóricas en general. Trabajó en Sevilla y luego se dirige a Madrid, tras varios cuadros religiosos,

continúo con retratos modificando estilos, colores y luminosidad.

Regresa a Madrid porque “podría brindarle en aquellos momentos nuevas

expectativas, mayor prestigio y, consecuentemente, más dinero (…) el pintor

rápidamente se percató de cuan poderosos podían ser los círculos que giraban

en torno al monarca74 y hacia ellos se dirigió”.

Prosigue “El rey y la reina poseían casas separadas, que estaban organizadas a base de estructuras paralelas, y, en el seno de la jerarquía interna, los tres

oficiales más importantes eran el mayordomo mayor, el camarero mayor y el

caballerizo mayor. Cada uno tenía sus propias responsabilidades y gozaba de

sus propios privilegios, disponiendo de un ejército de ayudantes y criados

para desempeñar los trabajos pertinentes al oficio. (…) La Junta de Obras

tenía también autoridad sobre los pintores reales, aunque durante el reinado de Felipe IV fueron nombrados por el propio monarca. La condición de pintor

real representaba un título de prestigio entre los compañeros de profesión,

pero dentro de la corte no disfrutaban de un rango ni trato especial.”

Le encomiendan a Velázquez diferentes retratos de la realeza ni bien llega a

Madrid. El pintor sevillano fue mejorando sus ingresos económicos y honores

por su trabajo y ejerció, con el tiempo, diferentes actividades hasta ser nombrado como “aposentador mayor de palacio.”

Comenzó una etapa no solo exitosa económicamente para el pintor, sino la

oportunidad de realizar viajes, participar en concursos, conocer a otros

colegas y nuevas técnicas, al tiempo que admite nuevos pedidos de obras

para realizar. Al regresar de Italia toma conocimiento que el rey no se dejó

retratar por otro pintor en su ausencia. Pintaba mayormente en el palacio del

Buen Retiro, que se amplió durante años para alojar a todos los visitantes. Agrega la autora “las clases populares veían en el Retiro y las fiestas allí

celebradas la consecuencia de unos impuestos opresivos, fruto, con el

tiempo, del mal gobierno de Olivares y las dificultades por las cuales

atravesaba el reino”. El Salón de Reinos era considerado el principal en la

estancia oficial del palacio, fue decorado por doce escenas de batallas, los

diez episodios de Hércules, los cinco retratos de reyes, como retratos de bufones que el sevillano aportó a la decoración.

Al iniciar la construcción de la Torre de la Parada le solicitan que las pinturas

del Buen Retiro como de la mencionada, debían reflejar a la monarquía y

74 Al llegar Velázquez a la capital de España, reinaba Felipe IV en 1621, y la corte de

los Austrias estaba conformada por dos grupos: el del servicio del gobierno y el del

servicio de la casa real. Este segundo grupo era el que prefería el pintor.

allegados al aparato burocrático en la guerra, en el ocio, y en la actividad.

Colaboró por otra parte en la remodelación del Escorial y del Alcázar.

La obra de “Las Meninas” o “La familia de Felipe IV”, según los historiadores,

el autor la finalizó en 1656 cuando tenía ya sesenta años de edad. En el Museo

del Prado, en la ciudad de Madrid es posible contemplar la pintura, y leer al

pie de la tela sobre el marco, que labrado dice “Las Meninas o La corte de

Felipe IV”. Describen los historiadores la presencia del pintor, que “está ante el caballete

de pintura, un espejo encuadrado en un marco negro en el fondo refleja los

bustos del rey y de la reina. En el centro figura la infanta Margarita, única

hija en aquellos momentos de la nueva reina, a la que acuden dos meninas

o doncellas reales; ambas se inclinan, mientras María Agustina Sarmiento

presenta a la infanta un búcaro75 sobre la fuente e Isabel de Velasco mira hacia el espectador. En primer término, a la derecha, se hallan la enana Mari–

Bárbola y el enano Nicolás de Pertusato, quien incita con el pie sobre el lomo

al mastín que descansa sobre el suelo. Detrás de este grupo hay otro,

formado por Marcela Ulloa como la mujer enlutada y Diego Ruiz de Azcona,

guardadamas no identificado (…) En el fondo, José del Nieto, el mayordomo

real, está de pie en la escalera que del iluminado umbral da paso a la

habitación”. Mencionan que “El propio Velázquez se retrató con el pincel en la mano

derecha, la paleta en la izquierda, la llave (símbolo de su cargo de

mayordomo) en la cintura, y en el acto de pintar una tela.”

Ambos historiadores Sanchéz y Palomino consideran que el pintor aparece en

su obra como “declaración de su derecho a la inmortalidad”, y “la cruz de la

Orden de Santiago que aparece en la casaca de Velázquez fue añadida después de la muerte del pintor por orden de Felipe IV, ya que fue nombrado

caballero con posterioridad a la ejecución del cuadro”.

Las pinturas en las paredes señalan que el sevillano “reprodujo fielmente el

aspecto que tenía la galería del Cuarto del Príncipe (…) las radiografías

realizadas en 1960 a Las Meninas revelan que el artista fue ejecutando

muchos cambios mientras creaba la tela, aportando variantes a casi todas las figuras. En definitiva, lo que estaba Velázquez pintando no se ve.”

Existen numerosas interpretaciones acerca de la obra y su autor. Advierten

los investigadores sobre arte, que el pintor real nunca retrató a los reyes

juntos, y que si así fuera igual la tela es demasiado amplia para ellos dos

solos, indican que “se encontraban más allá del espacio limitado por la

pintura. La implícita suposición de su presencia se plasma, por un lado, en

las posturas y expresiones de los personajes del cuadro y, por otro, en la imagen reflejada en el espejo. Así, la finalidad de este último es insinuar la

presencia de Felipe IV en el taller (…) se trata una vez más de una pintura

dentro de otra, pero en esta la presencia del rey demostraba categóricamente

que la pintura era la más noble de las artes.” (6)

Diego Velázquez y Molière76 han trascendido en el tiempo, por medio de sus

obras pictóricas y teatrales. Uno y otro plasman la monarquía de su época, tenían un origen humilde, y sus expectativas por mejorar su situación

económica los acercaba de diferentes modos a quienes detentaban el poder.

75 Los términos: <búcaro> es sinónimo de florero y <mastín > de perro. 76 Se sugiere la lectura del trabajo “Ahí detrás de la risa. Como–edia” que se encuentra

en el portal www.ewlsigma.com en la Sección Arte y Psicoanálisis.

Velázquez buscó como participar de la nobleza, por lo contrario, Molière desde

sus obras ironizaba sobre la monarquía.

Ambos pagaron de maneras diferentes, costos subjetivos ya sea por

aproximarse o tomar distancia del poder.

Molière no dejó de saldar hasta con su muerte misma el precio de ridiculizar

a los reyes, mientras Velázquez pudo situarse en otro lugar; quizás en ‘Las

Meninas’ se autorizó a pintar ese otro paisaje que escribía Molière. Participar en la tela ha sido trascender junto a la obra, aspiración que sólo podían

anhelar los reyes y los miembros de la corte.

Sin embargo, uno y otro han trascendido en la humanidad por sus obras

pictóricas o teatrales.

¿Por qué ocuparnos en este seminario del cuadro de Velázquez? En primer lugar, Lacan mediante la obra del pintor español elabora conceptos

que nos permitirán considerar la posición del analista y en segundo lugar, el

dinero en el psicoanálisis.

¿Qué nos anticipó Lacan sobre el cuadro y la mirada? En la clase del 26 de

febrero de 1964 expresa “lo que es todo cuadro, una trampa de cazar

miradas. En cualquier cuadro basta buscar la mirada en cualquiera de sus

puntos, para precisamente, verla desaparecer.” (7) Agrega: “la dimensión geometral nos permite vislumbrar cómo el sujeto que

nos interesa está atrapado, manipulado, capturado en el campo de la visión77”

Añade en la clase siguiente: “El cuadro, es cierto, está en mi ojo. Pero yo

estoy en el cuadro (…) El correlato del cuadro, que ha de ser situado en el

mismo lugar que él o afuera, es el punto de la mirada. Lo que media entre

ambos, lo que está entre los dos (…) es algo que desempeña un papel exactamente inverso, que opera no por ser atravesable, sino al contrario por

ser opaco – la pantalla (…) como espacio de la luz, la mirada siempre es algún

juego de luz y de opacidad (…) me cautiva porque es pantalla, porque hace

aparecer la luz como iridiscencia que la rebosa.”

Pregunta Lacan “¿Qué es la pintura? Desde luego no hemos llamado en balde

cuadro a la función en la cual el sujeto ha de localizarse como tal (…) el propósito del artista es imponerse a nosotros como sujeto, como mirada.”

Enuncia su tesis “algo que tiene que ver con la mirada se manifiesta siempre

en el cuadro”. La pintura posee por un lado un efecto pacificador “Se le da al

ojo, no a la mirada, algo que entraña un abandono, un deponer la mirada.”

Efecto señuelo en la dialéctica del ojo y la mirada, juego entre el pintor y el

aficionado que acentúa Lacan para indicar que a nivel escópico e invocante

es del deseo del Otro de lo que se trata, a diferencia del nivel oral y anal que se relacionan con la demanda del y al Otro.

Expone que “la relación de la mirada con lo que uno quiere ver es una relación

de señuelo. El sujeto se presenta como distinto de lo que es, y lo que le dan

a ver no es lo que quiere ver. Gracias a lo cual el ojo puede funcionar como

objeto a, es decir, a nivel de la falta (-).” (8)

Cuando inicia Lacan el día 1º de diciembre de 1965 su Seminario 13

reflexiona: “la posición del psicoanalista no deja escapatoria, puesto que

77 Lacan en esta clase ejemplifica sus conceptos por medio del cuadro de Hans Holbein

“Los embajadores”.

excluye la ternura del alma bella. Si también es paradoja decir esto, también

es acaso la misma.”78

El analista depone su mirada, no está frente a un cuadro que se encuentra

sujetado a un muro, por ende, puede ofertarse el analista para que el sujeto

aloje su objeto (a), haciendo lazo con el discurso analítico. Objeto en sus

diversas modalidades, que porta al acudir a una sesión analítica.

Freud estableció que analizar, gobernar y educar79 son profesiones imposibles. Sólo se logran de tanto en tanto. Paradoja de la posición del

analista, que siendo analista no siempre alcanza estar en su lugar.

En la clase 17 del 11 de mayo de 1966, comienza a desarrollar su análisis

sobre el cuadro, la mirada, el objeto a, y la posición del analista.

Anuncia la reciente publicación de la obra de Michel Foucault “Las palabras y

las cosas”, en la que se ocupa de la obra pictórica. Advierte a su auditorio que el autor omite que es “el cuadro visto al revés” en este momento de la

enseñanza de Lacan.

En la publicación Michel Foucault (1966) escribe “El pintor está ligeramente

alejado del cuadro (…) Como si el pintor no pudiera ser visto a la vez sobre

el cuadro en el que se representa y ver aquel en que se ocupa de representar

algo. Reina en el umbral de estas dos visibilidades incompatibles.”

El autor se detiene en detallar las miradas de los personajes y del pintor, la presencia del espejo y señala que los personajes modelos al artista no serían

visibles directamente.

Prosigue “El lugar donde domina el rey con su esposa es también el del artista

y el espectador: en el fondo del espejo podría aparecer –debería aparecer–

el rostro anónimo del que pasa y el de Velázquez (…) se señala

imperiosamente, por doquier, un vacío esencial: la desaparición necesaria de lo que la fundamenta – de aquel a quien se asemeja y de aquel a cuyos ojos

es sino semejanza. Este sujeto mismo –que es él mismo– ha sido suprimido.

Y libre al fin de esta relación que la encadenaba, la representación puede

darse como pura representación” (9)

Lacan expresa “este cuadro es, efectivamente, una especie de carta dada

vuelta y del que no podemos no tener en cuenta que es como una carta dada vuelta que toma su valor de ser, del módulo y el modelo de las otras cartas.”

Compara la subversión del cuadro con la subversión del sujeto y su dialéctica.

Continúa “el sujeto, conforme a la estructura de la banda de Möebius, se riza

así mismo después de haber logrado esa media vuelta que hace que,

partiendo de su anverso, vuelve a coserse en su reverso (…) hay que hacer

dos vueltas pulsionales para que se logre algo que nos permita captar lo que

concierne automáticamente a la división del sujeto (…) somos tomados en su espacio”, explicita sobre el espectador ante dicha obra de arte.

Expresa “encontremos el recorte de mi fórmula que hace del a, del objeto

pictórico un Vorstellungsrëpresentanz80”, están sus personajes representados

a pesar de los siglos que han transcurrido, son “personajes de corte” en los

cuales recordemos se incluye Velázquez.

78 Se sugiere la lectura de la clase 21 con fecha del 8 de junio de 1965. 79 Lacan posteriormente en su Seminario 17 al introducir su teoría de los cuatro

discursos retoma en parte dichas formulaciones freudianas. (discurso analítico,

discurso del amo, discurso universitario, y añade el discurso de la histeria y el

capitalista en 1972) 80 Alude por medio de los términos en alemán a lo expresado por Freud como

“representante – representativo”.

“Las Meninas” son Doña Margarita con Doña María Agustina Sarmiento, que

están de rodillas, y delante del pintor, mientras que los demás personajes

ocupan otros espacios dentro de la misma tela. Mientras la otra Menina Isabel

de Velázquez dice “está ahí, de alguna manera, como interdicta.”

Compara Lacan la presencia de los reyes en el cuadro como de Dios en la

obra de Descartes, “en todo lo que vemos nada engaña, con la única condición

de que el Dios omnipresente ahí sea engañado (…) si este espejo es ahí de alguna manera, el equivalente de algo que va a desvanecerse a nivel del

sujeto está ahí como colgado de este pequeño a”.

En la clase siguiente del 18 de mayo manifiesta que “El espejo está presente

bajo una forma enigmática (…) se asemeja singularmente a una pantalla de

televisión”. Regresa a la pulsión escópica y anuncia “es de la estructura del

sujeto escópico que se trata y no de la visión”. Lacan indica que en el cuadro está la función de pantalla, en la experiencia

analítica dicha función también se encuentra, “no es solamente lo que oculta

lo real, lo es seguramente, pero al mismo tiempo lo indica.”

Lacan agrega “tú no me ves desde donde yo te miro” señalando acerca del

cuadro como representante de la representación, y el objeto a de la pulsión

escópica (mirada) y la invocante (voz)81. La mirada alude a uno de los objetos de la pulsión y hace referencia al fantasma ($ a) del sujeto en las neurosis.

La mirada del Otro y del otro en las estructuras psicóticas o neurosis graves, lo forcluído de lo simbólico retorna en lo real, un goce desenfrenado y

persecutorio.

Destacamos:

- “El cuadro es un señuelo”, el dinero también lo es para el sujeto.

- El cuadro y el dinero implican cierto recorrido de la pulsión y del

fantasma. - Subversión del cuadro y del sujeto (carta dada vuelta y estructura

möebiana)

- El cuadro y el dinero pueden facilitar o no cierto brillo fálico, supliendo

la división subjetiva y la no relación sexual por unos instantes, ya que

el deseo por estructura es irreductible e insatisfecho.

- La función de pantalla en un cuadro, en análisis o con el dinero, pueden

fallidamente velar ese vacío, falta en ser estructural del parlêtre y de la castración tanto del sujeto como del Otro.

Los reyes españoles en la historia de Velázquez (discurso del amo antiguo), Dios en

la obra de Descartes (discurso universitario) y el ‘dios del dinero’ (discurso

capitalista) en nuestra época globalizada, aparecen como garantes de un goce del Otro, Otro absoluto, que promete fallidamente otorgar los objetos que colmen el

deseo del sujeto.

Actualmente la ciencia y la tecnología, son las “meninas” de este tiempo para

difundir imperativamente el consumo, que paradójicamente, devora al sujeto deseante, para quedar a merced del mercado como un objeto más del

‘palacio’ de la segregación de nuestro tiempo.

81 Lacan en la clase del 1º de junio de 1966 señala sobre los psicoanalistas que ponen el acento, dice, sobre la demanda y la frustración, advierte sobre las neurosis y el

objeto a invocante, en cuanto a la voz.

Ha sido necesario el lazo social del discurso de la histeria y del discurso

analítico para develar la verdad del deseo humano, su insatisfacción, la

spaltung del sujeto, y el objeto perdido que lo causa como sujeto hablante.

Regresamos a Lacan y a su propuesta de oponer la función del matemático y

del psicoanalista. Expresa entre otras cuestiones “cuando el paciente habla,

(…) es necesario que los psicoanalistas hablen también (…) habla de costado82

(…) es en las metáforas de la moneda, incluso la no metafórica”. Reflexiona “el fantasma y el deseo son, precisamente, barreras al goce”.

Comienza a diseñar su clínica de lo real pero serán necesarios otros avances

para finalizar su formalización. En este momento de la enseñanza relaciona lo real con el lenguaje matemático, el

goce y el fantasma ($a) por un lado. El sujeto del inconsciente con el significante y

el fantasma ($a) en su relación con lo real, por otro lado.

El objeto a, en tanto, demanda de / al Otro (la pulsión y sus objetos) en el

campo del deseo y el objeto a en el campo del goce. Es en la clase siguiente del 15 de junio que retoma sus elaboraciones sobre el cuadro

de Las Meninas. Afirma en cuanto a “esta relación del S y el A podemos establecer la función de este a (…) el falo en tanto que objeto en juego en la relación al goce”.

Concepto objeto a que implica al falo (-) en tanto significante y al complejo de

castración.

Asevera “No se trata jamás, cuando se da lo que se tiene, que de dar mierda.

Es por eso que cuando intenté definir para ustedes el amor (…) es que en el

amor era dar lo que no se tiene.”(10)

En la clase del 20 de marzo de 1968 enlaza el cuadro de Las Meninas y la

posición del psicoanalista y afirma “como línea de conducta para el psicoanalista; porque lo que hay de ilusión del sujeto supuesto al saber está

siempre alrededor de lo que admite tan fácilmente el campo de la visión (…)

quise mostrarles la función inscripta de lo que pasa con la mirada y de lo que

ésta tiene en sí misma operando de una forma tan sutil que es a la vez

presente y velada, es, como les hice notar, nuestra existencia misma, de

nosotros espectadores, lo que pone en cuestión, reduciéndola a ser de algún modo nada más que sombra con respecto a lo que se instituye en el campo

del cuadro por un orden de representación que no tiene nada que ver

propiamente hablando con lo que ningún sujeto puede representarse, ¿no

está acaso acá el ejemplo y el modelo donde algo de una disciplina que hace

a lo más candente de la posición del psicoanalista podría ejercerse?”

Continúa explicando que el psicoanálisis no cede a una trampa de ficción ya

que produce que “el psicoanálisis termina por detenerse”. Lacan distingue una clínica de la visión que supone un analista que se propone

como Otro sin barrar a quien identificarse en tanto ideal, expulsando al sujeto

del inconsciente. Discurso médico del siglo XIX a quien Freud le ha dedicado

varias de sus críticas, Lacan ha avanzado, y ciertas ideas científicas del

pasado que retornan una y otra vez mediante el discurso de la ciencia

moderna. Y una clínica de lo real y del goce, que implica que el analista está advertido

del objeta (a) en su modalidad de objeto escópico, invocante, oral o anal, de

tal modo de ocupar tal lugar, de objeto, alojarlo, o dejarse arrojar.

82 Conocido por los psiquiatras como el síndrome de Gancer, aquí Lacan hace

referencia a la ubicación del analista con el analizante en la consulta por detrás del diván y en referencia a los recursos del lenguaje metafóricos, o retóricos en general,

como modalidades de intervención en un análisis.

Prosigue “no hay más que mierda en ese objeto (a), pero es a menudo que

a título de mierda que el analista es arrojado; depende únicamente del

psicoanalizante; hay que saber si para él es verdaderamente de mierda que

se trataba.”

Ratifica “en la historia del sujeto de la forma que Velázquez está en el cuadro

de Las Meninas, donde estaba él, el analista en tal momento y a tal punto de

la historia del sujeto; en ese drama lamentable, él sabrá lo que pasa con la transferencia. A saber, que como todos saben el pivote de la transferencia no

pasa forzosamente por su persona. Hay alguien que está allí (…) es la de

ocupar el lugar de ese objeto (a).” (11)

En 1975 regresa al cuadro español, en los últimos años de su enseñanza, ha

elaborado y formalizado diferentes conceptos como: lo real, el nudo de

borromeo, la teoría de los discursos, entre otros avances de la última clínica lacaniana.

Reflexiona sobre Gérad Desargues quien se dedicó a la geometría

proyectiva83 y su interpretación pública sobre el cuadro de Velásquez debido

a las críticas que tuvo por sus elaboraciones. Admite que pretendió transmitir

que al igual que el teorema de Desargues, la equivalencia entre la recta y el

círculo es hacer “nudo borromeo”.

En la clase del 13 de mayo al volver a sus afirmaciones del Seminario 13 señala “la mirada solo es definible por un donde se las vea (…) esa famosa

mirada que es evidentemente el tema (sujet) del cuadro. Yo la situaba en el

mismo intervalo que establezco aquí en el pizarrón bajo otra forma84, a saber,

en el que defino por qué las rectas infinitas, en su punto supuesto de infinito,

no se anudan en cadena.” Y agrega “es que de no estar anudados que se

anudan.” (12) Lacan compara de este modo el cuadro de Velázquez y la posición del analista

en el cuadro de cada sesión analítica. El psicoanalista como un espectador

que interviene de costado, ocupa el lugar del objeto a: presente – ausente,

“el analista nunca es completamente analista”85 al igual sugieren los

historiadores la presencia de los reyes en la producción del cuadro.

De lo contrario, si quedara el analista en un cuadro del saber (clínica de la visión) y no un supuesto saber como señuelo destinado a caer, se detendría

el análisis.

A partir de su teoría de los nudos y de lo real, añade que en el cuadro no se

anudan en cadena las rectas infinitas, desde la perspectiva, por ello la mirada

es definible desde donde se ve y que es en el infinito donde hace nudo.

En el cuadro de un análisis nos proponemos que un sujeto logre estar

amarrado, anudado a las pulsiones de vida, acote cuestiones imperativas de goce, etc.

Anudados los tres registros imaginario, simbólico y real, por un cuarto que es

propiamente un nudo borromeano, no siempre en los tratamientos analíticos

es posible. Pero de los posibles tenemos sus obras, artísticas o no,

profesionales, personales, etc. que por el trayecto de un análisis y por la vía

83 Lacan menciona a Gérad Desargues (1593 – 1662) en los Seminarios 11, 13, 15 y

22 al ocuparse de la perspectiva. Ingeniero y matemático francés, formuló el teorema que lleva su nombre sobre involución de seis puntos, enunció el principio de que las

paralelas se cortan en el infinito, por lo tanto, sostenía que toda recta infinita hace

bucle en un punto en ese infinito. 84 Lacan señala en el pizarrón el esquema que aparece como figura 8. La mirada en el infinito no hace cadena, sino nudo. 85 Jacques Lacan lo enuncia en su Seminario 13.

de la sublimación han realizado las trenzas necesarias para inscribir cierta

letra que los represente en el mundo, de otro modo que como iniciaron su

camino analítico.

En cambio, cuando los tres registros no están anudados, es necesario

producir en el tratamiento un cuarto nudo que supla la falla estructural del

sujeto, a la manera del synthome, tal como lo hemos brevemente presentado

con el fragmento clínico de Carmen en la clase nº 5. Velázquez produjo su propio cuarto nudo, participar de la nobleza a la que

anhelaba su padre pertenecer. Se acercó primero con sus cuadros, luego

pretendió alcanzar cierto prestigio con los reyes y en Europa, logró ascensos

en sus tareas oficiales para la realeza. Pero no era posible hacer su propio

retrato con los miembros reales y poseer una “declaración de su derecho de

inmortalidad” al igual que éstos. Reconocimiento, dinero, viajes, no le otorgaban título de caballero noble, y

mucho menos para un pintor que para la época, recordemos, era un oficio

artesanal.

Pintar “lo que no se ve” y realizar “una pintura dentro de otra”, hace del

cuadro “una carta dada vuelta”, mientras el espejo–pantalla muestra y oculta,

la supuesta mirada del rey Felipe IV en el taller, quien a posteriori de su

muerte lo nomina “caballero”, y confirma que “tú no me ves donde yo te miro.”

Velázquez alcanza su título de “caballero de la nobleza” pero a su cuadro lo

nomina “Las Meninas” (plebeyas, sirvientas), “La Familia del Rey” o “La corte

de Felipe IV”. ¿Ironía del sevillano?, los reyes no se retrataban juntos, él no

solo los incluye a ambos, sino además a su hija, junto a los sirvientes, el

pintor real y ¡hasta el perro!, pero no se sabe ¿qué pinta?

Podemos considerar los siguientes conceptos:

Dinero – $ y A/ - objeto a: pulsión y demanda - fantasma - deseo -

goce - castración – lo real.

Posición del psicoanalista: exclusión de la ternura del alma bella - intervenciones de costado – amor/ neurosis de transferencia y neurosis

del analista – presencia y ausencia en el cuadro de la sesión – nudo

borromeano / suplencias/ synthome – sujeto supuesto al saber / lugar

de objeto a destinado a ser arrojado.

En el “Discurso de clausura de las jornadas sobre psicosis infantil” Lacan ante

el auditorio expresa “El factor de que se trata es el problema más ardiente de nuestra época, en cuanto ella ha de ser la primera en soportar el

cuestionamiento de todas las estructuras sociales por el progreso de la

ciencia. Es aquello con lo cual tendremos que ver, y siempre del modo más

apremiante, no solo en nuestro dominio de psiquiatras, sino también tan lejos

como nuestro universo se extienda: la segregación.”

Discurso que pronuncia en octubre de 1967, meses antes del movimiento estudiantil del Mayo Francés de 1968. La segregación en el horizonte para

Francia en aquellos años, hoy un real que atraviesa la cultura de manera

incuestionable.

En el Seminario 4 el psicoanalista francés en ocasión de trabajar el objeto

fóbico y el objeto fetiche86, señala el fetichismo de la mercancía y la plusvalía

86 Se sugiere consultar en la Clase Nº 7 la referencia al Seminario 4.

en la teoría de Carlos Marx, una década después regresa a la obra El Capital,

en el Seminario 16 (1968 – 69).

Expresa Lacan “La plusvalía, estaba allí, antes que el trabajo abstracto (…) la

absolutización del mercado (…) hemos introducido el plus de gozar, (…) como

una condición para que la plusvalía aparezca en el discurso… difícilmente

puede ser separado del desarrollo de ciertos efectos del lenguaje, a saber, la

absolutización del mercado, al punto que engloba al trabajo mismo, para que la plusvalía se definiese como pagando con dinero o no – en tanto que

estamos en el mercado – el trabajo, en su verdadero precio.” (13)

En palabras de Carlos Marx87 (1867) “La forma precio solo revela que las

mercancías son alienables y en qué condiciones su poseedor quiere

enajenarlas. Los precios son como miradas amorosas que las mercancías

dirigen al dinero.”(14) El dinero es mercancía y si se acumula se transforma en capital. El excedente

“es lo que llamamos plusvalía; es decir: sobre valor o aumento de valor.”

El fetichismo de la mercancía o dinero implica que “los hombres no son

dominados por las cosas sino por las relaciones sociales que han adquirido

una forma material. Esta materialización de las relaciones de producción

entre los hombres, esta dependencia de los hombres respecto al movimiento

espontáneo de las cosas, de las mercancías, constituyen la base del fetichismo de la mercancía.” (15)

Marx en su obra compara el fetichismo de las mercancías o dinero con el

fetichismo religioso “Por eso, si queremos encontrar una analogía a este

fenómeno, no tenemos más remedio que remontarnos a las regiones

nebulosas del mundo de la religión, donde los productos de la mente humana

semejan seres dotados de vida propia, de existencia independiente, y relacionados entre sí y con los hombres. Así acontece con el mundo de las

mercancías con los productos de la mano del hombre. Y a esto es a lo que yo

llamo el fetichismo que se adhiere a los productos del trabajo tan pronto como

se crean en forma de mercancías y que es inseparable, por consiguiente. De

este sistema de producción.”

Lacan afirma “El saber, yendo al extremo es lo que llamamos el precio. El precio, eso se encarna alguna vez en el dinero, pero también el saber vale

dinero y cada vez más. ¿Esto debería aclararnos el precio de qué? Esta claro:

el precio de la renuncia al goce (…) El saber no tiene nada que ver con el

trabajo es necesario que haya un mercado, un mercado del saber, que el

saber devenga una mercadería.”

Los psicoanalistas producimos de manera formal e informal espacios donde los saberes circulan. En nuestros consultorios, instituciones, producciones,

espacios de formación, etc., espacios donde los saberes también se

convierten en “minimercados”.

Expresa Lacan “un saber es siempre pago (…) según su verdadero precio,

pero por debajo del valor de uso que esta verdad engendra”.

El valor de uso que en los análisis, nuestros analizantes realizan de las sesiones es de hecho incalculable. Únicamente a posteriori es posible evaluar

que ganancia subjetiva propiciaron las intervenciones, interpretaciones, etc.

87 Carlos Marx comienza a redactar su obra El Capital en 1857, a un año del nacimiento de Sigmund Freud, luego de publicar otros artículos. Finaliza sus escritos

en 1867.

más allá de los efectos sugestivos que la palabra del analista pueda o no tener

en determinado momento del tratamiento en transferencia.

El valor de cambio y uso, para los analistas, es por medio de nuestras

producciones en las diferentes áreas en las cuales intervenimos (clínica,

docencia, justicia, educación, laboral, institucional, etc.). La oferta de

espacios de intercambio teóricos y clínicos psicoanalíticos actualmente es

numerosa y muchas veces prestigiosa. El pago no es solo con dinero de curso legal, se cobra por circular por los “minimercados” de diferentes maneras.

Añade “en ese resto inherente al uno y al otro que he definido el plus de

gozar”, explica que los medios de producción no podrán fabricar aquello que

colmara ese campo de goce, al estar el objeto perdido, solo mediante

señuelos, engaños al plus de gozar.

Reflexiona “no se trata más de la mercadería sino del fetiche por excelencia igual a la moneda” y se ocupa de la obra de Molière “El avaro”, en que el

dinero está por fuera del intercambio sin valor de cambio ni de uso, en un

cofre88 que para desgracia del protagonista tampoco encuentra.

La sonrisa del capitalista que sabe lo que hace y por eso ríe es el discurso

que inspiró a Marx en su época, y que en nuestro tiempo en ciertos aspectos

se ha ido profundizando de manera cada vez más aguda e intensa y sus

consecuencias menos saludables para la humanidad. En el Seminario 17 (1969 – 70) presenta la teoría de los cuatro discursos89,

regresa al mito hegeliano del amo y el esclavo y a conceptos aristotélicos.

Discursos que son suplencias de lazo social en la clínica y en las instituciones.

Suplencias debido que no hay relación sexual, por lo tanto los discursos

señalan funciones, cada uno de ellos implica un tipo de lazo diferente, e

implican diferentes posiciones en relación al saber. De este modo el discurso desde el que hablamos determinará el tipo de lazo social y el saber que

circula.

El único entre ellos que se destruye así mismo es el discurso analítico, está

destinado a disiparse.

Lacan afirma que el saber es un “medio de goce”, y por el cual se accede a

él. La verdad es “hermana de goce” en cuanto fuera de discurso, ya que una verdad es siempre dicha a medias para el parlêtre.

Añade posteriormente que “Lo que Marx denuncia en la plusvalía es la

expoliación de goce. Y sin embargo, esta plusvalía es la memoria del plus de

goce, su equivalente del plus de goce. El sentido que tiene la sociedad de

consumidores proviene de esto, que a lo que constituye su elemento

calificado, entre comillas, como humano se le atribuye el equivalente

homogéneo de cualquier plus de goce producto de nuestra industria, un plus de goce de imitación, por decirlo todo (…) Si se puede simular el plus de goce,

eso mantiene a mucha gente entretenida.”

Agrega “El rico tiene una propiedad. Compra, lo compra todo, en suma, en

fin, compra mucho. Pero quisiera que mediten lo siguiente, es que no paga.

Se imaginan que paga, por razones contables que se refieren a la

transformación del plus de goce en plusvalía. Pero de entrada, todo el mundo sabe que él va sumando regularmente plusvalía. No hay circulación de plus

de goce. Y hay una cosa, muy en particular, que no paga, y es el saber.”

88 El trabajo sobre la obra teatral del escritor francés se encuentra publicado en el

portal de la Web www.elsigma.com en la Sección ‘Arte y Psicoanálisis’. 89 Teoría de los cuatro discursos en Lacan: discurso del amo (antiguo), discurso

universitario, discurso de la histeria, discurso analítico.

Señala que “El rico solo es un amo (…) ¿Y por qué se deja uno comprar por

el rico? Porque lo que te da participa de su esencia de rico. Si le compras a

un rico, a una nación desarrollada, crees – y este es el sentido de la riqueza

de las naciones – que sencillamente vas a participar del nivel de una nación

rica. Sólo que en todo este asunto, lo que pierdes es tu saber, que te confería

tu status. Este saber, el rico no lo adquiere de propina. Simplemente,

precisamente, no lo paga.” (16) El dinero es un canal de goce y el saber es un medio de goce90. El rico, en

tanto amo no paga, no tiene acceso a ese plus de goce del saber, al igual que

el esclavo antiguo quien siendo objeto del amo, goza de saber hacer a

diferencia del amo.

Podemos diferenciar aportes sobre: discurso, goce, y letra:

- Aparato de la escritura: en el Seminario 14 Clase Nº 3 - Aparato de goce91: en el Seminario 17 Capítulo V

- Aparato del discurso: en el Seminario 18 Clase Nº 2

- Lenguaje aparato del goce92 en el Seminario 20 Capítulo V

En 1969 se produce la tercera escisión en el movimiento psicoanalítico

francés, quedan al margen de la I.P.A. dos asociaciones psicoanalíticas

freudianas.

Louis Althusser en 1970 publica “el hombre es por naturaleza un animal ideológico.”(17). El autor diferencia entre: los aparatos ideológicos del Estado

(religiosos, escolar, familiar, jurídico, político, sindical, de información,

cultural) y el aparato represivo del Estado. Los primeros “funcionan mediante

la ideología”, y los segundos se distinguen porque “funciona mediante la

violencia”. Aclara el autor que no es posible que dichos aparatos no requieran

a la vez de la ideología y de la violencia. Período francés próspero luego del Mayo del ‘68, tiempos de regreso al

pensamiento sartreano, y en que el movimiento estructuralista y su doxa

comienza a desmembrarse.

En el Seminario 19 (1971-72) dice “para acceder al otro sexo, es necesario

realmente pagar el precio (…) que el amor sea un poco civilizado el goce

pueda pagar el pato que se juega como un juego”, referencia al amor como suplencia de la no relación sexual.

No hay ningún posible discurso que no sea del semblante aclara el francés y

en mayo de 1972 dicta una Conferencia en la Universidad de Milán en la que

introduce el discurso capitalista, que anticipa en los Seminarios 16, 17, 18,

en El saber del psicoanalista y en Radiofonía y Televisión.

Lacan dice al auditorio “lo más astuto que se ha hecho como discurso. Pero

no está menos destinado a estallar. Es que es insostenible.” (18) Discurso capitalista por fuera del discurso, deriva del lazo social universitario.

Escribe Jorge Aleman (2004) “el discurso capitalista una vez instalado en su

movimiento obstaculiza su propia genealogía. El discurso capitalista es un

devenir antigenealógico (…) la realidad cartográfica del discurso capitalista es

rizomática. En el rizoma tecnológico del discurso capitalista, no hay dualismo,

90 Lacan formaliza la afirmación del saber como medio de goce en el Seminario Nº

17. 91 Lacan retoma el concepto freudiano del ensayo “Las afasias” en el cual Freud señala

acerca del ‘aparato del lenguaje’, como hemos señalado en la Clase nº 2. 92 Lacan lo señala en el Seminario 20, último período de su enseñanza y cambio de

paradigma en cuanto introduce el campo del goce. Jacques–Alain Miller profundiza sobre temática en conferencias que dictó en E.E.U.U. (1994-1999) y posteriormente

en París.

ni estructura, ni oposiciones. El mundo ha perdido su referente

organizador.”(19)

Ernesto Pérez (2005) señala “se forcluye el lugar de la verdad y se establece

una circularidad moebiana, donde no hay tope de imposible, es decir donde

no funciona la castración (…) Los efectos catastróficos de este discurso Lacan

no cesa de señalarlos, y están al orden del día: Segregación, depresión

generalizada, y ambición desenfrenada (…) un discurso que rompe el fantasma y conecta al sujeto moebiano con su letra de goce ubicada como

objeto técnico. Ahora la carta robada es un aparato celular.”

Subraya que “Es la metonimia de los objetos del mercado que tratan de

eliminar la barra de insatisfacción del sujeto, pero esto trae más

insatisfacción, lo cual mueve el giro a de – mandar por más.” (20)

En L’etourdit (1972) Lacan al referirse al objeto a y el psicoanálisis subraya que “Esto, el analista lo paga con tener que representar la caída de un

discurso, luego de haber permitido al sentido abrazarse en torno a la caída

que se aboca.”

“El psicoanalista, como se dice, quiere ser mierda, pero no siempre la

misma. Es interpretable, con la condición de que advierta que ser mierda es

verdaderamente lo que quiere, desde que se hace hombre de paja del sujeto-supuesto-al-saber.

Lo que importa no es por lo tanto esta mierda o bien aquella. Tampoco es

cualquiera. Es que comprenda que esta mierda no es de él.”

Jacqaues Lacan – Scilicet 2/3

II.- Aportes posteriores a 1974

En 1974 Jacques Lacan asume la dirección de la Universidad de París – VIII

en el Departamento de Psicoanálisis.

Lacan continúa preocupado por transmitir el psicoanálisis. Extiende sus

formulaciones a través de elementos mínimos que para el autor facilitan que intervengan menos recursos imaginarios y describen más el campo de lo real,

por ello persiste con sus: matemas, álgebra, fórmulas y figuras topológicas.

En La tercera (1974) el psicoanalista anuncia, en la Conferencia de Roma

“Sólo hay un síntoma social: cada individuo es realmente proletario, es decir,

no tiene ningún discurso con qué hacer lazo social, dicho con otro término,

semblante. A lo que Marx puso coto y de manera increíble.”(21)

El 21 de noviembre de 1974 acepta una entrevista que le realiza Emilia Granzotto para el periódico Panorama, Freud por siempre93, en la que el

psicoanalista francés señala “El psicoanálisis no tiene del todo localizados sus

límites, al contrario. Hay todavía muchas cosas por descubrir en la práctica y

en la teoría. En psicoanálisis no hay una solución inmediata, pero solamente

a la larga, espera investigar los por qué.”

Agrega Lacan: “El psicoanálisis es el rey de la palabra, no hay otro remedio” y añade después: “El psicoanálisis es Freud. Si uno quiere hacer psicoanálisis,

es necesario referirse a Freud, a sus términos a sus definiciones, leídos e

interpretados en su sistema literal. Yo he fundado en París una escuela

93 Pueden consultar la entrevista en castellano en el portal www.elsigma.com.

freudiana justamente para eso (…) creo en el estructuralismo y en la ciencia

del lenguaje.”

Aclara “El psicoanálisis tiene éxito cuando desembaraza el campo, tanto del

synthome como de lo real, así llega a la verdad (…) Los científicos tienen una

bella fórmula: que no hay nada de imposible en lo real.” Ironiza el francés.

Continúa “A las tres posiciones imposibles de Freud, gobernar, educar,

psicoanalizar, yo agregaría una cuarta: la ciencia. Salvo que ellos, los científicos, no sabe que están en una posición insostenible.” (22)

En el Seminario 22, en la clase del 8 de abril de 1975 señala “plus de gozar

proviene de la père – versión, de la versión a – pèr – itiva del gozar94.” (23)

Lacan comienza a padecer trastornos neurológicos que le van impidiendo

participar de sus actividades clínicas y docentes.

El 24 de noviembre de 1975 viaja a Estados Unidos e interviene en conferencias con alumnos de diferentes universidades. En la universidad de

Yale, explicita “La religión es un síntoma. Todo el mundo es religioso, incluso

los ateos. Creen suficientemente en Dios para creer que Dios no está ahí

cuando están enfermos.”

Sigue “El ateísmo, es la enfermedad de la creencia en Dios” y añade “El

capitalismo se manifiesta por un cierto número de efectos que son síntomas;

es un síntoma en la medida en que Marx imputa a la humanidad de tener una norma, y él elige la norma proletaria (…) Es de mis analizados que yo aprendo

todo, aprendo lo que es el psicoanálisis. Yo les tomo prestadas mis

intervenciones, y no a mi enseñanza, salvo que si yo sé que saben

perfectamente lo que quiere decir.” (24)

Lacan dicta, durante este período, el Seminarios 23 (1975–76) en que trabaja

el material de Joyce, entre 1976 y 1977 el Seminario 24, y el 25 entre 1977 y 1978. Dedica un Seminario entre 1978 y 1979 sobre La topología y el

tiempo, y en 1980 el Seminario 27 Disolución.

Interviene en diferentes jornadas, conferencias, entre ellas en Italia,

Inglaterra y Estados Unidos. Realiza presentaciones junto a otros colegas

contemporáneos, y escribe numerosas cartas.

El 10 de junio de 1980 dice en su seminario “En cuanto, al psicoanálisis, su hazaña (exploit) es explotar el malentendido. Al final, con una revelación del

fantasma.” Continúa “No hay otro trauma del nacimiento que el de nacer

como deseado” y finaliza señalando acerca de la disolución y señala “La causa

freudiana empieza a existir por sí sola, por el hecho de que se la reclame, lo

que quiere decir que ya se ha hecho un reclamo.” (25)

La E.F.P. es disuelta en 1980 ante nuevos avatares en el movimiento

psicoanalítico francés, y la influencia cada vez mayor de la ausencia de Lacan en las actividades y en las decisiones de la Escuela. Se hace pública la

disolución por medio de Le Monde.

Lacan realiza junto a su hija menor Judtih y su yerno Jacques–Alain Miller un

contrato testamentario sobre su obra, el cual hasta la fecha continúa vigente.

La hija menor de Lacan, de su primer matrimonio, relata haber leído la obra

de Élizabet Roudinesco (26) en la cual describe los momentos últimos de

94 Juego de palabras, describe ciertos “costos”, resalta la presencia del ‘objeto a’, pèr,

alude en francés al término ‘padre’ y del aperitivo estimulante, en francés “apéritif”

y lo menciona en género femenino. De esta manera señala que el plus de gozar proviene de una versión del padre o al padre, en cuanto ley que regula el deseo y el

goce.

Jacques Lacan95. Su hija escribe: “Cuando leí esta última frase, fui presa de

una desesperación indecible. (…) La idea de que mi padre se había visto a

punto de caer en la nada, de que había sabido en qué momento preciso iba

a dejar de existir, me resultaba insoportable. Su furor en aquel instante, su

no aceptación de la suerte común a todos los hombres, me lo hacían más

querido, porque lo reconocía ahí por entero:’obstinado’, según las últimas

palabras que se le atribuyen.” (27)

- Articulación téorico – clínica

Breves ejemplos clínicos que pueden acercarnos a otra mirada. Una mirada

no deseante sino gozante, un paciente psicótico cuya modalidad era la

paranoia. En una sesión Ricardo, que al momento del tratamiento tenía 43 años

expresa: “no voy al cementerio a ver a mi papá porque si yo hablo con él me

escucha mi tío que está al lado… me va a mirar como siempre, va quemarme

con esa mirada.” El padre y el tío del paciente se encuentran enterrados en

el mismo cementerio.

Mirada persecutoria en y por fuera del sistema delirante. En ocasiones

durante las entrevistas con su analista le resultaba atormentador, que se fijara la vista en su rostro, tapaba su cara y solicitaba que mirara para otro

lado.

Otro fragmento clínico.

Marina una joven de 14 años, de estructura psicótica, cuya modalidad era la

esquizofrenia, en su sistema delirante que compartía con su madre, a la

manera de una folie a deux, relataba una y otra vez que había enfermado “de esta cosa” por “culpa de mi padre”.

La ficción delirante, que sostenían ambas desde la certeza era: “mi padre me

miró así con los ojos” (hacía ella el gesto de parpadear), y ante la pregunta

que significaba este gesto decía “abusó de mí y quedé loca”.

Ambos pacientes acudían a la institución debido al beneficio de la pensión

paterna, alienados al deseo de la madre. Madres que manejaban el dinero, las actividades, y hasta los tratamientos decidiendo si los psicofármacos eran

convenientes o no, modificarlos acorde a su capricho, lo cual desestabilizaba

a ambos en sus cuadros psicóticos.

La obra social les proveía gratuitamente las medicaciones indicadas, pero o

no las retiraban a tiempo, o cuando lo hacían las fraccionaban de modo tal

que no tuvieran el efecto terapéutico esperado.

En las entrevistas individuales, intrusivamente y de manera intespetuosa intercedían, tanto para aportar cuestiones diarias del paciente, con las

particularidades que estas madres portaban, como para que se

interrumpieran las mismas dando razones que no poseían consistencia

alguna. Ante la indicación a que pudieran ellas consultar con otro profesional

del área, se negaban rotundamente.

Ambos pacientes, en tanto objetos de goce del Otro materno, se ofrecían como tales a los profesionales de la institución, maniobras en cada espacio

(consultorios externos y hospital de día) para que intentaran tomar la palabra

en cuanto a su propia singularidad.

95 Lacan al igual que Freud muere junto a su médico, luego de varias operaciones

resuelve se le administre una sobredosis para cerrar la obra de su vida.

Circunstancias y avatares de los tratamientos de Ricardo y Marina propiciaban

que por un lapso de tiempo, acorde al capricho materno, se ausentaran de la

institución para ser “internados” en sus domicilios junto a sus madres y sin

lazo alguno posible. Tiempo que manejaban hasta que se reanudaban los

espacios institucionales, cuando éstas lo creían necesario, no sin quejas sobre

intervenciones de la terapeuta, o cambios en la medicación, o sobre los

compañeros de hospital de día, o los coordinadores de los talleres. Mirada devoradora de estas madres, tanto para Ricardo como para Marina a

la cual no podían abstenerse ni acotar las maniobras de las mismas.

Poco de sujeto del inconsciente, en tanto objetos de goce de la locura

materna, del mismo modo que los padres de cada uno de ellos eran

supuestamente abusadores, cada uno con su particularidad, los profesionales

en tanto terceros entrábamos para ellas en la serie de “quienes vuelven locos a sus hijos”.

El dinero con el cual contaban diariamente era por el esfuerzo laboral y

aportes previsionales de sus maridos, que al fallecer les permitió contar con

el beneficio de una pensión y una cobertura social, gratuita en salud mental.

En el reino de los cocodrilos96 maternos no hay ningún beneficio que pueda

reconocerse a las figuras paternas, y el deglutir a sus hijos – objetos acorde

a sus caprichos por fuera de la ley. El discurso psicótico está por fuera del discurso, señala una verdad del ser

humano sobre el goce autista. Son letras encadenadas, sin ningún lazo.

Es posible, como ya hemos visto con el material de Carmen en la clase nº 5,

que con algunos pacientes psicóticos se pueda acceder a cierto bosquejo de

lazo social, como es el analítico, que ciertas letras alcancen, aunque

débilmente encadenarse y producir posteriormente, acorde al trabajo analítico y en los distintos dispositivos institucionales, ciertos efectos de

estabilización.

La mirada aterradora del Otro, el goce desenfrenado de estas madres

psicóticas, y la posición de objeto de goce de ambos pacientes, impidieron

que se realizaran otro tipo de maniobras que lograran ortopédicamente

instalar cierta suplencia de ese “palito” paterno, de la ley, que ordenara de algún modo, ante la ausencia de la castración, la fragmentación subjetiva de

éstos.

El dinero no era reconocido como herencia paterna, por lo contrario,

desconocían esta procedencia, “como está enferma me tienen que dar esto”

señalaba la madre de Marina. La pensión y la cobertura eran por la

enfermedad de su hija, negando toda relación posible con la filiación.

De esta manera “la enfermedad” de Marina al igual que la de Ricardo, eran producto de la ineficacia de la obra social, de los profesionales, y no de las

intervenciones o transgresiones a las indicaciones que se les proporcionaban

a dichas madres, lo que obstaculizaba las curas.

El dinero sin lazo alguno, sin intercambio que pacificara a las dos familias,

era una “obligación”, sin nombre y apellido que lo representara, un objeto

más por medio cual seguir gozando desenfrenadamente.

96 Lacan señala que las madres son cocodrilos que presentan una boca abierta para

devorar a sus hijos, y es acorde al ejercicio de la función paterna, que se hace obstáculo “el palito”, que se mantienen abiertas sus bocas e impiden que se los

engullan.

Para finalizar, y regresando al cuadro de Velázquez, cuando me encontré

frente a él, en el Museo del Prado, logré experimentar, admirando la obra

desde diferentes perspectivas, aquellas palabras de Lacan, en las que postula

que depende desde que punto de perspectiva uno se ubica ante la tela de

“Las Meninas” es posible o no contemplar la presencia del pintor, por efecto

de la luz, de sus colores, fondo, etc.

En el devenir de los tratamientos de acuerdo al momento singular del que se trate, puede aparecer en el cuadro de la sesión el analista pincelando por

intermedio de sus interpretaciones y en otras ocasiones ser un espectador

ante las asociaciones que pintan al paciente.

De este modo un analista no siempre está en “la” posición en el “cuadro” de

cada sesión. Por lo contrario, en ocasiones, se ubicará como espectador

(escucha–atención flotante y regla de abstinencia), partícipe (interpretando o por medio de diferentes intervenciones), en el cuadro pero siempre de

costado.

En la próxima clase resumiremos los avances y aportes del psicoanálisis, en

Freud, Lacan y colegas contemporáneos.

Les adelanto mi tesis: el dinero no es un problema para el psicoanálisis sino

de los psicoanalistas

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- Referencias Bibliográficas

1) Roudinesco, Élizabeth (1986) La batalla de los cien años. Historia del

psicoanálisis en Francia Tomo II Segunda Parte Guerras frías, guerras

calientes, Capítulo III “Vida y muerte de la Sociedad Francesa de Psicoanálisis”. Editorial Fundamentos Colección Ciencia, Serie

Psicoanálisis y Psicoterapia de grupo. Dirigida por Nicolás Caparrós.

Madrid (España) 1993, páginas 273 y 274.

2) Roudinesco, Élizabeth (1993) Lacan. Esbozo de una vida, historia de un

sistema de pensamiento. Sexta Parte: Elementos de un sistema de

pensamiento, Capítulo IV “El banquete, la tempestad”. Editorial Fondo de Cultura Económica, 1ª Reimpresión 2000, Bogotá (Colombia) páginas 377

y 378.

3) Roudinesco, Élizabeth (1986) Obra citada, páginas 354 y 355.

4) Lacan, Jacques (1964) Seminario 1, Los cuatro conceptos fundamentales,

Capítulo I “La excomunión”. Editorial Paidós 2ª Reimpresión 1989, Buenos

Aires (Argentina), página 13 y 20.

5) Lacan, Jacques (1964) Seminario 11 Los cuatro conceptos fundamentales, Capítulo VI “La esquizia del ojo y de la mirada”, páginas 82, 84 y 85. Obra

citada.

6) Triadó Tur, Juan–Ramón (2000) Genios de la Pintura – Velázquez.

SUSAETA Ediciones S.A. Madrid, España, páginas 7, 8, 22, 24, 26, 36, 42,

44, 52, 56, 76, 82 y 85.

7) Lacan, Jacques (1964) Seminario 11 Los cuatro conceptos fundamentales, Capítulo VII “La anamorfosis”, página 96. Obra citada.

8) Lacan, Jacques (1964) Seminario 11 Los cuatro conceptos fundamentales,

Capítulo VIII “La línea y la luz”, páginas 99, 103, 104, 107 a 111. Obra

citada.

9) Foucault, Michel (1966) Las palabras y las cosas. Una arqueología de las

ciencias humanas, Parte Uno - Capítulo I “Las Meninas”. Siglo XXI Editores

Argentina, 1ª Edición, 2002, páginas 13, 24 y 25.

10) Lacan, Jacques (1965/6) Seminario 13, El objeto del psicoanálisis, Clases

Nº 16 a 22, correspondientes a las fechas de: 4, 11, 18, 25 de mayo y 1,

8 y 15 de junio de 1966. Inédito

11) Lacan, Jacques (1967/68) Seminario 15, El acto psicoanalítico, Clases Nº

14 y 15, correspondientes a las fechas del: 20 y 27 de marzo de 1968.

Inédito

12) Lacan, Jacques (1975) Seminario 22, R.S.I., Clases Nº 9 y 11, correspondientes a las fechas del: 8 de abril y 13 de mayo de 1975.

Inédito.

13) Lacan, Jacques (1968/69) Seminario 16, De un otro al Otro, Clase Nº 2

correspondiente a la fecha del 20 de noviembre de 1968. Inédito

14) Marx, Carlos (1867) El Capital, Sección Primera Mercancía y moneda,

Capítulo III “La moneda o la circulación de mercancías”. Editores Mexicanos Unidos S.A. México, 5ª Edición, 1983, página 23.

15) M, Rosental y P. Iudin (1959) Diccionario filosófico abreviado. Ediciones

Pueblos Unidos, Montevideo, Uruguay.

16) Lacan, Jacques (1969-70) Seminario 17, El reverso del psicoanálisis

Capítulo V “El campo lacaniano”. Ediciones Paidós, 1ª Edición Argentina

1992, páginas 85, 86 y 87.

17) Althusser, Louis (1970) Ideología y aparatos ideológicos del Estado. Ediciones Nueva Visión Buenos Aires, 1988, páginas 52 y 26.

18) Lacan, Jacques (1972) “Del discurso psicoanalítico”, Conferencia en la

Universidad de Milán, 12 de mayo de 1972. Traducción Olga Máter y

Alejandra Freschi. Se encuentra en el portal www.elsigma.com en la

Sección Historia Viva.

19) Alemán, Jorge (2004) “Tecnología: Rizoma: Discurso capitalista”. Material autorizado por el autor para la Cátedra: “Prácticas Profesionales: Hospital

de día y problemáticas clínicas contemporáneas” de la Universidad de

Buenos Aires.

20) Pérez, Ernesto (2005) “Sobre el discurso capitalista. Acerca de la

Conferencia de Milán”. Material autorizado por el autor para la Cátedra:

“Prácticas Profesionales: Hospital de día y problemáticas clínicas contemporáneas” de la Universidad de Buenos Aires y de circulación

institucional.

21) Lacan, Jacques (1974) “La Tercera” en Intervenciones y textos 2. Editorial

Manantial, 2º Edición, 1988, Argentina, página 86.

22) Emilia, Grazotto (1974) “Freud por siempre”, periódico Panorama en

Roma (Italia), Traducción al castellano Olga Máter y Alejandra Freschi, en

el portal www.elsigma.com en la Sección Entrevistas. 23) Lacan, Jacques (1975) Seminario 22 R.S.I., Clases Nº 9 correspondiente

al día 8 de abril de 1975. Inédito.

24) Lacan, Jacques (1975) “Entrevista con los alumnos. Yale University”,

publicada en Scilicet Nº 6/7, traducción al castellano Olga Máter y

Alejandra Freschi. Aún inédita

25) Lacan, Jacques (1980) Seminario 27 Disolución, clase del 10 de junio de 1980, Inédito.

26) Roudinesco, Élizabeth (1993) Lacan. Esbozo de una vida, historia de un

sistema de pensamiento, Octava Parte Capítulo IV “Tumba para un faraón”

página 590.

27) Lacan, Sibylle (1994) Un padre (puzzle) Sibvylle Lacan, Editorial Lumen,

Barcelona, España. 1998. páginas 89 y 90.

Clase Nº 9

Finalizamos el seminario mencionando algunas de las conclusiones a las que

hasta el momento hemos arribado, a partir de los aportes de Sigmund Freud,

Jacques Lacan y la producción de colegas contemporáneos, sobre las

particularidades que hemos ido acicalando en estas clases.

- A modo de introducción

“En el principio era Freud”

Néstor Braunstein (1)

Sigmund Freud y Jacques Lacan en sus historias personales y profesionales

presentan ciertas semejanzas, entre ellas, ambos provenían del discurso médico.

Padecieron la muerte en plena juventud de una de sus hijas -en la historia

familiar de Freud, debido a una enfermedad fallece Sophie y en Lacan su hija

Carolina muere en un accidente. Sin embargo, los dos sostuvieron una

estrecha relación afectiva y profesional con otra de sus hijas -Freud con Anna

y Lacan con Judith, las dos hijas menores de cada uno.

Freud y Lacan estuvieron preocupados por la posibilidad del plagio de su obra. Cultivaron adversarios, respondieron a críticas, a deformaciones de sus

enunciados, tanto de manera verbal como escrita.

Cosecharon la adhesión de numerosas escuelas, asociaciones, discípulos,

alumnos y colegas, en el trayecto de sus vidas profesionales.

Mueren de enfermedades terminales (tumores cancerígenos malignos luego

de intervenciones quirúrgicas), pierden la capacidad ambos del habla tiempo antes. Uno y otro trabajaron hasta casi sus últimos momentos de existencia,

acorde a los medios posibles que el deterioro de sus dolencias les permitían.

Acompañados por sus médicos personales, los psicoanalistas solicitan que se

les administre una última medicación en el momento que determinaron

apagar sus días, avanzadas sus enfermedades y debido a la irreversibilidad

de sus cuadros clínicos. Freud hizo lo suyo con su médico de cabecera Max Schur y Lacan con el médico que lo acompañaba.

La vida finaliza para los dos en el mes de septiembre, mientras Freud fallece

el 23 de septiembre de 1939, Lacan el 9 de septiembre de 1981.

La desaparición física de Freud fue notificada a los allegados personales,

profesionales y a la opinión pública en general. En cambio, la despedida de

Lacan fue dispuesta de otro modo. Desde su internación se oculta su

identidad mediante un nombre falso –se utiliza el nombre de su médico–. Al momento de su muerte en vez de atestiguar el lugar en el que fenece, se

hace constar otro sitio y se modifica la fecha de defunción por el 10 de

septiembre.

No obstante, la dedicación y la tenacidad por la investigación: teórica,

práctica y la inquietud por la transmisión del psicoanálisis los reencuentra en

la trascendencia de sus obras en el transcurrir de los años y de los siglos. La problemática del dinero en la teoría y en la práctica psicoanalítica, no ha

sido puntualmente investigada por ninguno de los dos analistas en su

transmisión del psicoanálisis, si bien hemos realizado una lectura de sus

aportes, no hallamos en sus obras, artículo o escrito alguno específicamente

dedicado a la cuestión.

Hemos iniciado el seminario con la propuesta de una “lectura posible”,

seguramente pueden elaborarse otras, y además sería preciso continuar

indagando sobre la cuestión.

Descubrimos ciertos interrogantes que nos invitan a seguir preguntándonos

sobre la temática y desde diferentes aspectos.

Nos encontramos muy lejos de respuestas cerradas o certeras, sino por el

contrario, sumando preguntas para continuar elaborando, junto a la obra psicoanalítica de Freud y Lacan, en el contexto de nuestra época actual, junto

a las patologías por las cuales nos consultan cotidianamente en los diferentes

ámbitos en los que ejercemos nuestra profesión.

Vigencia de la práctica analítica a partir de la letra freudiana y lacaniana en

distintas partes del mundo, de modo tal que su discurso continúa haciendo

lazos. Nos reúne a los psicoanalistas de diversas maneras, nos compromete

cotidianamente con nuestra formación, la práctica analítica, el espacio de

supervisión y el análisis personal–didáctico, en el horizonte de nuestra época,

de modo tal de seguir investigando contando con materiales, obstáculos

clínicos, etc. advertidos que es a partir del deseo del analista que es posible

arribar a nuevas consideraciones.

Sabemos de las dificultades de algunos colegas para introducirse en estos temas. Acuerdo con las palabras de Guillermo Martín (1987) “A principios del

siglo el escándalo era el sexo. A fines del siglo XX lo escandaloso es el dinero”

y agrega “Es un tema marginal por excelencia. Pero no deja de estar presente

como convidado de piedra.”(2)

Debemos destacar que en estos últimos años, se han comprometido

numerosos colegas produciendo sobre esta cuestión, algunos que ya hemos mencionado, otros acercaremos en esta clase y seguramente omitiré otros

que invito a que accedan a sus materiales clínicos y teóricos.

Sigue siendo un tema complejo para los psicoanalistas de acuerdo a sus

diferentes aristas. Ya que trabajamos, y muchos de nosotros vivimos de

nuestra práctica, por eso creo que nos es complejo, en ocasiones, abordar el

tema del dinero en la teoría y en la práctica psicoanalítica. Distinguir el dinero como: objeto cuantificable en el mercado económico,

contable como significante en el tratamiento analítico, o significante del pago

de honorarios, y en ocasiones, cuando éste hace letra para cada quien,

implica diferenciar aspectos en los cuales se distancian las cuestiones

socioeconómicas y en otras en que inevitablemente no es posible desconocer

al primero.

Haremos referencias a los tratamientos privados, hospitalarios e institucionales en general, a modo de conclusiones posibles que nos faciliten

ciertas estrategias a tener en cuenta en nuestra práctica.

“El saber de un Marx en política –que no es cualquier cosa– no se comarxia,

si me permiten. Así como no se puede, con el de Freud, hacer fraude”

Jacques Lacan (3)

a.- Síntesis de los aportes de Jacques Lacan

Les sugerimos puedan regresar al esquema de la Clase Nº 6, sobre los aportes de Freud

al tópico del dinero en el psicoanálisis. De modo tal, teniendo en cuenta sus aportes

puedan distinguir y dar lectura a las contribuciones de Lacan desde otro lugar como

analistas y lectores del seminario.

Presentamos una posible lectura de las conceptualizaciones de Lacan, durante su

enseñanza, en particular en el dictado de sus seminarios.

Hemos anexado otros avances en la obra, sus diferentes clínicas y teorizaciones de

relevancia, que nos permitirán elaborar sus aportes acerca del dinero para arribar a

nuestras conclusiones:

El dinero en la teoría y en la práctica psicoanalítica

JACQUES LACAN

º - abandono de la economía familiar

ECONOMIA equivalente a seguridad, valor de una

libidinal repetición del destete 1938

- declinación de la imago paterna y la Cla- aparición del psicoanálisis. se

- exceso del líder del nazismo

- supremacía del registro imaginario Clínica

- lenguaje mediador no una nomenclatura - importancia de la función connotaiva por

encima de la referencial 1946 interpretación - revisión del artículo Psicología de las ma-

sas, a partir de los avances en la psiquiatría

inglesa, luego de la 2da. Guerra Mundial. 1947

- Retorno a Freud 1951

- Relectura del caso del Hombre de los Lobos (1953) don del dinero – don de la palabra y

honorarios. 1953

- el inconsciente estructurado como un

Sujeto lenguaje. - presencia del analista (Seminario 1 – 1953/4

Capítulo 5) deseo

- el inconsciente es el discurso del otro

(Seminario 1 – Capítulo 7) 7

- “comemos significantes” (Seminario 1 - Capítulo 13)

- el fundamento de la estructura del

lenguaje es el significante (Seminario 1 -

Capítulo 21) - lenguaje: estructurante de las leyes socia-

del les de intercambio, pacto simbólico 1954/60

- deuda simbólica – complejo de castración

neurosis (Seminario 3 – Capítulo 25) 1956 - moneda – objeto fetiche / pantalla (Semina-

rio 4 – Capítulo 1) 1956

- primacía del registro simbólico y comienza

su álgebra, grafos y matemas.

- la instancia de la letra 1957 - el inconsciente es el discurso del Otro

(Seminario 5 – Capítulo 2) 1957/8 Clínica

- significante fálico – falta (La significación

del falo) - el analista también debe pagar con sus pa-

labras, presencia, actos

(La dirección de la cura) 1958

- no hay Otro del Otro (Seminario 6 –

Clase 16) del

- articula deseo y letra del sujeto ( Semi-

nario 6 - clase 26) deseo - deseo del analista y el deseo del Otro

inconsciente (Seminario 6 – clase 27) 1958/9

- función del analista – agalma – deseo - S. R. I.

transferencia (Seminario 8) 1960/1 - práctica analítica soporte de un lazo social

(Seminario 8 – Capítulo 2)

- comienzan los desarrollos sobre el registro

de lo Real - soporte del significante: la letra (Seminario

9 Clase 4) 1961/2

- no todo (comienza en el Seminario 9 –

Signo Clase 8)

Significante - universo del discurso (Seminario 9 - Clase 7)

- letra a – objeto a (Seminario 9 en adelante)

Letra - función del deseo del analista (Seminario 1962/3

10 al 15) - goce del Otro, demanda del Otro, deseo

del analista “economía del deseo” Comienzos

(Seminario 10 – Clase 4)

-deseo del analista: (a) causa de deseo de las (Seminario 10 – clase 22)

- objeto a causa del deseo y objeto a como

objeto de la pulsión - $ a – fantasma

(Seminario 11 – Capítulo 6)

- el significante es aquello que representa

un sujeto para otro significante elaboraciones

(Seminario 11 – Capítulo 12) - analista: sujeto supuesto al saber

(Seminario 11 – Capítulo 18)

- categoría de: Holocausto (Seminario 11)

- mirada – efecto señuelo (ej. Las Meninas) Cla- 1964 - la neurosis de transferencia es una neuro-

sis del analista (Seminario 12 – Clase 8) se 1964/5

signo: representa algo para alguien

el significante representa a un sujeto pa- ra otro significante (Seminario 12 – Clase Clínica

14)

- posición del psicoanalista: excluye el del

alma bella (Seminario 13 – clase 1) - objeto a del orden de lo real (Seminario13) Nº

– Clase 5)

- comparación entre: un psicoanalista y Goce

un matemático, topología y goce (Seminario

13 – Clase 21) 1965/6 - “tú no me ves donde yo te miro”, el analis –

ta habla de costado (Seminario 13 – Clase 8

de febrero)

- anticipa la formalización del nudo de bo- rromeo (Seminario 13)

– no hay universo de discurso (Seminario 14

Clase 1) no – todo / falta 8

- aparato de la escritura (Seminario 14 – Cla-

se 3)

S (A/) - grafo piso superior S (A/) lo que falta en la cadena significante (Seminario 14 – Cla-

se 4)

- no existe universo del lenguaje ni del dis- 1966/7

curso, su efecto: objeto a (Seminario 14 – Las Meninas Clase 17) Velázquez

- posición del analista: acto psicoanalítico

por función “algo agazapado” (Seminario

($ a) 15 – Clase 7) 1967/8

- objeto a: letra primera (Seminario 16 -

Clase 8) - oposición sentido y letra (Seminario 16 - Cla-

Clase 15)

- función analista: campo lacaniano (Semi- se

nario 16 – Clase 19)

- objeto a: plus de gozar – plusvalía (Se - minario 16) y elementos del goce (Clase

19) disyunción entre saber y poder 1968/9

- teoría de los cuatro discursos y del lazo

social (Seminario 17) - el saber es el goce del Otro (Seminario 17 -

Capítulo 1)

- saber medio de goce y precio – mercado de

saber Nº - un saber es siempre pago – valor de uso

- la verdad es hermana de goce

- el rico solo es amo y no paga

- aparato de goce (Seminario 17 – Capítulo 5) 1969/70

- aparato del discurso, letra y lo real (Se – Clínica minario 18 – Clase 2)

- “Entre el goce y el saber, la letra haría de

litoral” “la escritura, la letra, es en lo real y

el significante en lo simbólico” (Seminario 18 – Clase 7)

- analista ocupa la posición de semblant y un

del

discurso sin palabras, que no sea semblante

(Seminario 18) 1971

- de significante a letra (Seminario 19 -Clase 2)

- amor como suplencia de la relación sexual que

no existe – precio que se paga (Seminario 19)

- la instancia de la letra (El saber del psicoana-

Goce

lista – Clase 1)

- zona del discurso y artefacto de discurso (El saber del psicoanalista – Clase 4) 1971/2

- discurso capitalista-Conferencia de Milán 1972

- el inconsciente estructurado como un lenguaje,

las letras son esos conjuntos (Seminario 20 -

Capítulo 4)

- lenguaje aparato de goce (Seminario 20 –Ca-

8

pítulo 5)

- El pensamiento es goce, hay goce del ser(Se-

minario 20 Capítulo 6) 1972/3

- discurso analítico valor histórico como lazo so- cial

PLUS - plus de gozar proviene de la père-versión al

padre (Seminario 22 – clase 9)

- nudo borromeo (Seminario 22 – Clase 13 de 1974/5 mayo de 1975)

DE - cada individuo proletario – síntoma social (La

Tercera) 1974

- profesiones imposibles: educar, gobernar, ana- R.S.I.

lizar y agrega: la ciencia (Entrevista en Roma) 1974 - único real es el falo que verifica que es soporte

de la función del significante (Seminario - 23 –

Clase 8) 1975/6

GOCE

Regresamos al esquema de la clase 7 y continuamos sintetizando nuevos avances:

SIGNO $ Economía del mercado actual Otro (A) del Mercado y sus

diferentes modalidades

Tratamiento analítico topología del sujeto del inconsciente

Economía libidinal - equivalencias simbólicas: significante - contenido sexual

- presencia, escucha, intervenciones del analista

- honorarios profesionales – diferentes modalidades

- dispositivo privado / institucional

- producto del lenguaje y canal de goce SIGNIFICANTE DINERO - señuelo subjetivo / fetiche

- S1 Padre muerto - Significante del Nombre del Padre

- significante (-) y significación fálica ()

- modalidades subjetivas: ($ a)

- significante dinero como pago de honorarios y

diferencia con el dinero como signo

Simbólico e Imaginario DINERO - LETRA

Real (a) ESTRUCTURAS CLÍNICAS – INCOSNCIENTE – SEXUALIDAD Vertientes Deseo

Goce

DINERO SEÑUELO QUE VELA LA CASTRACIÓN DEL SUJETO (fetiche/pantalla) Y DEL

OTRO (A/) PULSIÓN ( $ D ) – FANTASMA ($ a )

DINERO – MERCADO DE SABER (GOCE)

SIGNO DESEO – GOCE / SUPLE LA NO RELACIÓN

SIGNIFICANTE SEXUAL - COMPLEJO DE CASTRACIÓN Y

LETRA LA FALTA EN EL SUJETO Y EN EL OTRO (A/)

PODER (diferentes modalidades97) en cada sujeto y en la sociedad/ cultura

Desde acá Lacan distingue en su obra: signo, significante y letra.

Consideramos en relación al dinero que es posible distinguir cuando se

presenta como signo, “representa algo a alguien” signo pesos98.

Cuando este se presenta como significante, presente en las formaciones de

compromiso inconsciente o en cuanto al pago de honorarios, a diferencia de

cuando este significante es letra. En palabras de Jorge Pinedo “Objeto, significante y signo suelen constituir

tres aspectos con los que la perspectiva psicoanalítica interroga aquella

variante independiente que interviene en su práctica: el dinero.”

Refiere el autor, que el dinero aparece en cuanto signo, en primer lugar y

luego “cobra valor significante que el analista colocaría en el discurso del

analizante. Operación en la que éste último obtendría una cifra–letra que lo representara (…) el dinero hecho letra abre a este campo significativo y a su

ámbito de contigüidad dentro de una estructura donde las relaciones otorgan

sentido a la materialidad de los términos intervinientes.”

Afirma “Al adjudicarle el analista una letra honoraria al analizante, deja de

dar cuenta, o (menos ambiciosamente) se despoja de la pregunta en torno a

su no-saber, otorgando un saber sabido.” (4)

Lacan en una conferencia señala a su auditorio de manera irónica: “Podemos preguntarnos si el final de cura psicoanalítica es que un señor

gane un poco más de plata que antes y que, en el orden de su vida sexual,

se agregue a la asistencia moderada que demanda a su compañera

conyugal, la de su secretaria.”

Jacques Lacan (5)

b) Síntesis de aportes contemporáneos

Alberto Chab Tarab realiza una investigación en la cual explica que, de

desaparecer el dinero y sus diversas modalidades económicas volvería a

97 Modalidades de poder, entre ellos los aparatos ideológicos del Estado a los cuales

ha hecho referencia Althousser, como hemos reseñado en la clase 8. Modalidades en

tanto versiones del Otro, en las que incluimos la Ciencia y lo expresado por Lacan en su escrito “La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud”. 98 En la clase 7 se ha trabajado acerca del signo pesos.

reaparecer, dice “como resultado de procesos psicológicos que

inevitablemente se traducirían en la recreación del dinero y,

consecuentemente, en el surgimiento de procesos de desarrollo económico

distintos aunque equivalentes (…) Históricamente –desde los mandamientos

de los profetas bíblicos hasta el Derecho Canónico -, todos aquellos siempre

buscaron legitimar y aún “sacralizar” su uso, en todas sus formas.

Condenaron la usura, la avaricia y la codicia, y pregonaron que el dinero debía utilizarse para “el bien”, a la vez que trataban de explicar el origen de su

poder”.

El autor distingue cinco valores diferentes del dinero:

1) Valor numérico explícito y remite a un nombre (pesos, rublos, euros)

y a un valor inicial definido impreso, gravado o escrito.

2) Valor podérico adquisitivo del dinero depende de los precios. 3) Valor podérico instintivo, en que medida le sirve a cada individuo como

expresión de poder.

4) Valor simbólico del dinero alude a “otra cosa” dice el autor, “contenido

eminentemente afectivo que el psiquismo le asigna al dinero”, y lo

relaciona con la autoestima.

5) Valor psicónico del dinero lo define como “uso afectivo del dinero” en

cada momento de su vida y del uso económico que hace o piensa hacer, expresa el autor, contenido que refleja el estado del psiquismo

frente a la transacción. Síntesis de los cuatro anteriores y es siempre

mutable.

El autor propone una “psiconomía”, analizar los mecanismos psíquicos

relacionados con el poder y el dinero de manera individual y colectiva. (6)

Desde otra perspectiva, el historiador y diplomático británico Edward Carr (1961) escribe “Desde que escribieron Freud y Marx, el historiador ya no

tiene excusa para pensarse individuo separado, al margen de la sociedad y

fuera de la historia”. Describe la gran depresión económica de 1930 y explica

que “En los años siguientes se empezó a hablar del ‘fin del hombre

económico’, entendiendo por éste al individuo que regía sus intereses

económicos según las leyes económicas”. Agrega: “El cambio es, en lo fundamental, producto de una transición del capitalismo individual al

capitalismo en gran escala” (7)

Historia, capitalismo y psicoanálisis, Jorge Alemán en su artículo “Jacques

Lacan y el debate posmoderno. Sobre pulsión y dinero” señala que, “Freud

supo encontrar algo más que avaros y sedientos de dinero. También encontró

al que no soporta el dinero y se empobrece una y otra vez para garantizar su

estar en deuda indeclinable, al que siente que tienen que pagar los demás el haber sido arrojado de este mundo, al que nunca más podrá separar el don,

el regalo, los excrementos, al que se siente para siempre amenazado por una

cuenta que le van a pedir” y agrega luego “Se suele objetar la presencia

ineludible del dinero en la experiencia analítica realiza una criba fundamental

para el acceso de este ‘cualquiera que habla’ (…) la presencia real del dinero

en una experiencia que pretende llegar a través de la palabra al límite que la extingue sobre el vacío (y que por lo tanto exige la comparecencia del don,

el exceso y la pérdida), es necesario hacer constar que el dinero de la sesión

no puede, puede, no debe obedecer a ningún estándar profesional del

mercado. Debe suceder cada vez, uno por uno, en su más radical

contingencia y donde por supuesto haya lugar para que la cifra pueda ser

siempre absurda, tanto como lo es pagar por el propio trabajo del

inconsciente. De este modo la experiencia del inconsciente puede poner en

juego cualquiera que sea hablante, aquello que se suele encomendar al poeta

o al artista: el modo de habitar la lengua”. (8)

El cobro de las sesiones, del mismo modo en que nos ocupamos de cada

sujeto en particular, señala que universalizar el pago de honorarios es

homogenizar a nuestros analizantes, negando la castración, y al mismo

tiempo negar la función que el pago de honorarios en tanto significante y

letra, tiene en cada tratamiento que dirigimos. Del mismo modo señala Jorge Pinedo “Se cobra ‘tanto’ a ‘todo el mundo’;

letra revelada, patrón universal para las audiciones taximetreras” (9)

Como analistas, considero, tenemos el derecho de decidir que honorario

consideramos percibir de acuerdo al momento de formación y experiencia. Lo

cual no significa, a mi criterio, que se pueda avalar ciertos abusos que no

convalidan con nuestro deseo de analizar ni nuestra ética como psicoanalistas.

Abusos en los honorarios que subraya sobre el goce del analista y del paciente

distanciándose de una clínica del deseo y del goce, cuya política es la del

síntoma.

Excesos del lado del analista, que pueden presentarse tanto por reducir,

suprimir o exigir en pago sumas dinerarias como bienes inmuebles a cambio

del tratamiento analítico abusando el analista de la transferencia, alojando en un lugar de desecho al paciente, al tratamiento o su labor, acorde a la

singularidad de cada analizante.

En términos de Patricia Polari, no es posible estandarizar los honorarios

privados en cuanto “el dinero es un producto del lenguaje que aparenta estar

separado del cuerpo, pero que es engendrado por los circuitos pulsionales

como los otros objetos, los cuales son también producto del lenguaje. Por eso es que las relaciones con cuestiones de dinero están afectadas del mismo

pudor que las cuestiones sexuales y todo lo conectado a las funciones del

cuerpo”

Agrega “manejar dinero es como mirar, comer y otras actividades sexuales

que llevan el sello singular de cada uno (…) el dinero siempre es poco.

Continúa “El dinero hace entonces semblante de servir para satisfacer exigencias pulsionales consiguiendo objetos (que mantengan el brillo del

theao99) (…) le hace trampas a esto y se comporta como objeto causa del

deseo, se hace vacío para engendrar actos. De esta forma se coloca entre el

objeto de la demanda y el sujeto del deseo, hace de pasaje entre uno y otro.”

Señala “Analizar el dinero, hacer que el sujeto tome su lugar en él, obliga a

abandonar el lugar del pathos100, del sufrimiento sintomático. Este lugar el

pathos se lo cede a la letra, a la escritura. Esto supone volver al aspecto material del dinero, a su retórica, desmontando las realidades que parece

gobernar y desprendiéndolo de las escenas en que se presenta. (…) Un

análisis psicoanalítico del dinero, entonces, no debe centrarse en el sentido

neurótico, moral, del mismo, sino en las letras que es susceptible de arrojar

el hecho de considerar al dinero como cabalgando entre dos “sustancias”, en

parte heterogéneas, en parte homogéneas: las pulsiones y el lenguaje”.

99 Señala la autora, de acuerdo a la bibliografía que la misma consultó, con referencia

al término Theao: del griego “mirar, observar, ver. De allí que el prefijo teo, Dios.” 100 Señala la autora, de acuerdo a la bibliografía que la misma consultó, con referencia al término Pathos: del griego “dolencia. Para nosotros, goce del mal / bienestar

sentimientos.”

Afirma “la lógica del fantasma, que se sustenta en la integración de la

contradicción, es también la lógica del dinero. (…) El dinero puede unir

realidad material y fantasma, hacer que uno se continúe en la otra sin corte.”

(10)

Nos extendemos sobre la problemática del pago y cobro de honorarios.

Explica Guido Narváez “no hay relación entre lo que el analista cobra y por

lo que el analizante paga, es decir no hay relación de proporcionalidad: el dinero en tanto pago no es complementario al dinero en tanto cobro. Los

lugares, en esto también, son asimétricos, y en este sentido es difícil ponerle

precio al analista, y el psicoanálisis está fuera de todo precio (…) el carácter

dinerario del pacto ha adquirido formas específicas que denuncian su relación

con el goce (…) Porque el goce se paga (…) con neurosis o con amor (…) Pero

el cobro es correlato, en acto, de la regla de abstinencia. Porque también se dice: si es por plata no es por amor (…) Porque entre enfermedad, amor y

dinero, este último es al fin el pago más económico.” (11)

Ricardo Goldemberg se refiere a los honorarios de los analistas en épocas en

que se producen índices económicos importantes de inflación101, y señala

“Freud pudo definir la pulsión y el inconsciente como trabajo (…) articulados

por el síntoma (…)” El autor al hablar de la inflación expresa que “No quiero

decir que el desfasaje entre precios y salarios (…) sea un fantasma. Digo que este desfasaje resulta muchas veces tomado por el fantasma del analizante

con total desinterés por parte del analista y que, esto sí, es un síntoma.”

Afirma el autor que “no es por causalidad que la inflación no encuentre lugar

en el discurso del psicoanálisis.” Aclara que el pago de honorarios no es la

remuneración por un servicio. Denota que no se limita su investigación al

dinero objeto del mercado, pero que tampoco lo excluye. Agrega: “situar el dinero a partir de las condiciones mismas de la interpretación. Es decir, a

partir del cálculo en que el analista se encuentra incluido y que determina el

lugar desde el cual podrá intervenir (…) pensaríamos el dinero como siendo

del orden de lo calculable más que de lo contable”.

Diferencia reajuste de honorarios y aumento de los mismos, e interroga

mediante un caso clínico ¿cuánto aumentar? Y afirma “el valor específico del análisis de alguien sólo podría determinarse retroactivamente. (…) No basta,

en efecto, que el paciente entregue dinero al analista para afirmar que paga

su análisis. Porque aún es preciso que éste le cobre a partir del lugar en que

se recusa a pagar. Su narcisismo.”(12)

En palabras de Adam Ferguson en su obra que “La angustia producida por la

inflación es algo parecido a un dolor agudo, aunque más prolongado. Es

totalmente absorbente, requiere una atención completa mientras dura y se ignora o se olvida cuando ha terminado”. (13)

El pago de honorarios, además de los avatares económicos de la sociedad,

implica la economía de goce que cada analizante está dispuesto a ceder. El

analista advertido de las cuestiones fantasmáticas y narcisísticas que delata

101 En los países latinoamericanos tenemos experiencia de padecer tiempos con

índices altos de inflación, devaluación de la moneda, cambios de moneda, etc.

Consideremos que los artículos a los que estamos haciendo referencia pertenecen al

año 1988 pero no por ello menos vigentes, debido a que los avatares socioeconómicos de algunas latitudes del mundo padecen cierta compulsión a la

repetición históricamente. Además el desfasaje al cual se refiere el autor es actual

en cuanto a las modificaciones, no solo monetarias sino tiempos de desocupación,

etc.

la administración subjetiva del dinero y las que denuncian a que cuota de

goce acepta restar o no el sujeto.

El filósofo Martín Hopenhayn destaca: “Desde la prehistoria (…) hasta hoy,

en que los capitales circulan enloquecidamente, el dinero ha tenido un mismo

peso en las sociedades: el de marcar el circuito del deseo y la relatividad de

los valores (…) El dinero está investido de algo que supera una función de

utilidad. Es un fetiche, en el sentido de que hay una idolatría del dinero, un deseo de dinero. Y como el dinero es una nada que se va convirtiendo en

cosas, pero es abstracto y está vaciado de valores” (14)

El dinero es una nada, que circula en los tratamientos no sin efectos, por su

presencia o ausencia, por la relación de los sujetos con éste, los mandatos

superyoicos de cada quien, sus apuestas subjetivas, pero del cual sabemos

en nuestra práctica que las maniobras no son sin consecuencias. Algunos producen “escenas” por disconformidad, otros son “obsecuentes” en

posición de objeto, pero luego en acto lo dan a descifrar y facilita su

interpretación, etc. Cada analizante desde su historia y acorde al momento

del análisis nos permite escuchar, ver, reediciones de tiempos prehistóricos,

en términos freudianos, en la ficción del amor de transferencia, no por ello

menos verdadero pero que porta cierta hostilidad que en estas ocasiones

propician su puesta en escena o en acto. De acuerdo al discurso en que se establezcan los honorarios o su aumento,

será el saber, el lazo y la producción que esto produzca. Hay quienes pueden

universalizar, como hemos mencionado anteriormente, desde el discurso del

amo, o acorde al tratamiento y al tiempo que el sujeto lleva en él, señalar

cuestiones teóricas, posicionándose en el discurso universitario, etc.

A mi criterio, ya que es singular en cada análisis, puede realizarse dicha maniobra debido a que se atraviese por un momento de estancamiento, de

cambio, etc. La cuestión de los honorarios permiten un trabajo a realizar con

el sujeto en las sesiones, de modo tal que no es desde una posición de amo,

ni universitario, ni desde la histeria, sino desde el lazo analítico que convoca

a la verdad del deseo y el goce, que es posible elaborar, en ocasiones, esas

modificaciones de pago por las sesiones. Néstor Braunstein escribe sobre el goce y nos aclara “los objetos, las cosas

de este mundo, no son más que pantallas ofrecidas al fantasma como

promesas de gratificación imaginaria (…) Se ve con nitidez que la realidad y

el abigarramiento de los objetos obran también como defensas contra el goce

(…) Plusvalía y plus de gozar, mercancía y fetiche, dinero y falo, oro y caca,

explotación y ganancias o pérdidas, salario y despojo, goce del Uno y goce

del Otro, contrato y robo y la propiedad como un robo, valor de cambio y valor de uso (¿o de goce?) son todas referencias que aproximan a la economía

política y a esa otra economía que es su fundamento y que es una economía

de goce” (15)

La Dra. Marta Geréz Ambertín escribe “Los seres humanos –desde su más

cruda humanidad– y como respuesta a lo real convocan la figura del amo:

para recrear las del goce. El holocausto acecha al nuevo siglo y no hay promesa alguna en el campo lacaniano que pueda impedirlo, salvo interrogar

al desvarío de nuestro goce sin rehusar a la verdad como causa. La

desmesura de la exigencia atribuida a un ‘Dios oscuro’102lleva a las masas a

convocar o inventar un amo que las conduzca justamente ahí, ahí donde de

otra manera sería imposible avergonzarse: a la muerte” (16)

102 La autora hace referencia al Dios oscuro como Otro del goce.

En nuestra práctica, en muchas ocasiones, la modificación de los honorarios

convoca a los dioses oscuros de los sujetos, como manifestación subjetiva y

clínica. Escenifican en el escenario de la transferencia en el consultorio,

aquello que de otro modo podría no haber acontecido.

Así como en las manifestaciones sociales, la inflación, la devaluación, etc.

facilita que los sujetos en masa convoquen a las figuras del amo más

siniestras, a lo peor del padre, como la historia de la humanidad nos lo demuestra.

El desvarío de nuestro goce como analistas que se interdicta con el análisis

personal y los espacios de supervisión. Modalidades que implican a su vez un

pago de honorarios, y nuevamente nos encontramos en los devenires de

nuestra práctica.

En términos freudianos, cada analista acompaña en la dirección de las curas de sus pacientes, hasta donde él mismo como analizante ha podido llegar.

Pero al finalizar escribe Jorge Pinedo “cuando el analizante deja de pagar – al

final del análisis– el analista pierde su dignidad de sujeto, y se transforma en

ese puro resto que todo analista se resiste a ser, tal es lo imposible de

soportar (…) el dinero debería poner tope al goce del analista. Una cosa es

gozar del dinero del analizante, y otra gozar del analizante como portador de

dinero.” (17)

Brevemente una síntesis de los aportes sobre la temática en instituciones:

Retorna una y otra vez el interrogante de si es posible para el analista

sostener un análisis gratuitamente, o que su pago no se efectúe de manera

directa por el analizante. En palabras de Gabriela Perrotta y Virginia Giménez: “Medir con dinero esa

nada que no da el analista, permite acotar y enmarcar en lo simbólico algo

de ese goce que el sujeto debe ceder en transferencia para que un análisis

sea posible, y ‘salva’ al sujeto de quedar ubicado en el lugar de ‘ser gozado’,

ante su pregunta por el ‘¿qué me quiere?’, el analista; evitando un incremento

más de las resistencias. Lo que el paciente paga es un valor de goce.” Continúan “El análisis debe costarle al sujeto… ‘de otra manera no tendría

mucho valor’, y la medida de lo que le cueste, en dinero o no, dependerá del

fantasma de cada sujeto”.

Advierten que el ejercicio de nuestra práctica tiene “peso” en las instituciones

y aclaran “dependerá de un acto del analista y no de los prejuicios del ‘sujeto

analista’ que trabaja en la institución, que deberá enfrentarse con el tema

‘tabú’ relacionado con el ‘robo’ de pacientes que son atendidos en la institución y pasan a privado” (18)

Escribe Elisabeth Maza: “el dinero traslada a un circuito extenso la obligación

personal de reciprocidad de la donación, transformándola en mercancía”,

prosigue “Cancelar el precio con dinero implica, a su vez, perder un plus,

ganancia, plusvalía, aceptando como es habitual, que no se ha pagado solo

los ‘costos’”. Agrega “El Hospital, en lo que a dinero atañe, mediatizaría este pago; traduce

impuestos que el paciente asistido abona como ciudadano, en honorarios

profesionales. Esto en la situación ‘ideal’ (…) Más allá del dinero existen

‘pagos’ a los cuales el mismo dinero puede asimilarse: ofrenda, regalo,

trueque (…) El paciente del Hospital paga muy frecuentemente con tiempo de

espera, incomodidad, molestias burocráticas que no surgen de ninguna

situación de intercambio” (19)

Andrea Fernández y Norberto Riccombene, señalan acerca de la práctica

hospitalaria, que si bien “alguien que no paga se analiza con alguien que no

cobra”, es posible ya que “El dinero en el análisis no está reglado (…) Don no

de dinero, sino de saber.” Agregan “Lo real es lo que siempre está, y solo se

percibe cuando falta. El dinero, en su carencia, puede posibilitar esta lectura

de la realidad.”

Añaden “Podemos acordar así que un análisis está fuera de todo precio… ya que el dinero no colma la falta… en todo caso, puede esbozarla y delatarla

(como el fetiche). El dinero designa al mismo tiempo, aquello que está

ausente, actualizándolo y también renegándolo. Es como el bono del exento

de pago, un bono para mostrar que no hay bono” (20)

Marta Rietti reflexiona sobre la finalización de los tratamientos en las

instituciones y la gratuidad de los mismos y afirma “…el tratamiento es gratuito lleva al engaño. Siempre de alguna manera se paga (…) El dinero es

algo diferente al pago. El primero como equivalente simbólico y con un valor

fálico posibilitará al sujeto que se analiza el pasaje por la castración,

operación de corte que lo lleva a enfrentarse con lo real, más allá de lo

imaginario. (…) El deseo del analista, sostén de la cura, queda cuestionado

seriamente en la Institución por el efecto de desgaste – no gasto que esta

última produce.” Señala “La no circulación de dinero marca límites: para el analista y para el

paciente. (…) En ambos, al cabo de un cierto tiempo, se da una cierta

incomodidad, que se escucha en el malestar del analista y también enunciado

en el decir del paciente.”

Continúa la colega: “La denominada ‘alta institucional’ surgirá como una

propuesta del analista ante la demanda del paciente de ser atendido sin perder nada a cambio ¿quién sabe? Si no es en lo inmediato, tal vez en lo

mediato, le posibilite analizarse (…) el paciente sabía que el tratamiento era

de tiempo limitado”. (21)

En ciertas instituciones, en que no contamos con el dinero contante y

sonante, advienen a su lugar otros objetos que pueden sustituir por un período acotado la función del pago de honorarios.

A mi criterio al realizar las admisiones, establezco desde las primeras

entrevistas un plazo determinado (entre tres a cinco meses), tiempo a

recontratar de ser necesario acorde a la singularidad de cada paciente.

El tiempo motoriza, en ciertos casos, el acudir a las entrevistas, y trabajar en

ellas. Estos plazos permiten cortar con el concepto del don, de una cura por

amor. Sin que por ello no se establezca cierto lazo transferencial. El tiempo como corte, en términos de Jacques Derrida, dar (el) tiempo

enmarca lo simbólico y acota cierta cuota de goce de lo interminable, inicio

que anticipa un fin como posible.

En las instituciones o tratamientos que se inician por intermedio de obras

sociales o prepagas, los bonos, las autorizaciones, pueden devenir un

significante similar al dinero. De este modo es posible advertir como singularmente se comportan acorde a las reglas de cada obra social, y que

acontece con el pago de las sesiones del analista al cual consulta. Incluir en

dichas entrevistas lo que sucede permite trabajar junto al paciente aspectos

que aluden indirectamente al dinero, pero que son al mismo tiempo un velo

de goce.

En otras oportunidades el pago o la entrega de los bonos se realizan a

terceros y no al analista, pero de igual modo puede tomar conocimiento

acerca de ello, y de ser relevante introducirlo en el tratamiento mismo.

El dinero y el tiempo, dan cuenta de lo real del objeto. Facilitar que algo de

esto se aloje en el análisis será acorde tanto al deseo del analista, como al

trabajo posible con cada sujeto.

Considero que en las instituciones la escucha analítica, la presencia de un psicoanalista, sus intervenciones en entrevistas preliminares, pueden

producir efectos tanto analíticos como terapéuticos en ciertos tratamientos.

Entre el psicoanálisis y las instituciones acontece una clínica del no-todo, que

puede regularse mediante el tiempo y/o el dinero, del mismo modo que en

los tratamientos privados que dirigimos.

c) Conclusiones

“con el incremento de capacidad funcional y adquisitiva que los mismos

experimentan al cabo de una cura psicoanalítica llevada a feliz término,

podremos decir que el enfermo ha hecho todavía un buen negocio”

Sigmund Freud – 1913

La iniciación al tratamiento

Compartimos con ustedes algunas de las conclusiones a las cuales hemos

arribado para que prosigan la investigación:

Dinero de signo a significante o letra en los tratamientos analíticos:

De acuerdo a lo que hemos investigado junto a la obra de Freud y Lacan,

consideramos que el dinero en ocasiones se presenta como objeto en los

tratamientos de manera tal que puede diferenciarse cuando lo es como:

signo, significante o letra. Para ello es necesario regresar a Lacan y las distinciones que propone, en la

clase 8 y a comienzos esta última clase, les hemos propuesto dichas

diferencias de manera breve, con ánimo que prosigan investigando. En los

historiales freudianos pueden advertir las diferencias, como ejemplo, en el

Hombre de las Ratas y el Hombre de los Lobos, análisis que excedería este

espacio pero los invito a considerar como el dinero va desplazándose entre:

signo, significante y letra.

Significante dinero como pago de honorarios:

En la práctica analítica se acuerda desde su inicio, en la primera entrevista,

los honorarios. Acompaña la presentación del consultante, su demanda

manifiesta, que entre otras cuestiones, anticipa fantasmáticamente su posición subjetiva acorde a su estructura clínica, modalidad con la cual pacta

el dinero, en primer lugar como signo pesos.

Instalada la transferencia en el tratamiento con cada sujeto acorde a sus

particularidades es que el dinero comienza a desplazarse como significante,

lo cual facilita que intervenga en el trabajo analítico de diferentes maneras.

Las maniobras para el aumento, cambio de modalidad de pago, etc. es singular a cada paciente que nos consulta. Sabemos que no sin efecto ya que

el dinero en tanto significante alude a un real que implica al sujeto.

Real del dinero, ese plus de goce, que se anuncia y denuncia, velos

imaginarios a considerar de acuerdo al trabajo realizado, con el analizante.

El aumento de honorarios no es en cualquier momento, ni lo decide el Banco

Central de la Nación de país alguno, sino acorde a la dirección de la cura que

cada analista prosigue.

Mientras que con un paciente consideramos que no es apropiado aumentar

los honorarios debido a determinadas circunstancias. En otro tratamiento, por su historia y posición subjetiva, se dispone lo contrario.

El dinero es libido socializada, regulado por la economía del deseo da cada

quien, en cuanto canal de goce.

De este modo, no hay un estándar de honorarios en psicoanálisis, a mi

criterio, es el caso por caso, en que decidiremos con el paciente que está

dispuesto a pagar por su análisis. Y por nuestra experiencia sabemos que esto provoca asociaciones, actuaciones, etc.

El dinero marca la barra del sujeto y pone en juego al objeto que se transfiere

al analista. Por ende, puede propiciar cambios de posición subjetiva en

nuestros analizantes, por su reducción, aumento, o maniobras del

tratamiento que incluyen el pago de los honorarios.

Por ejemplo acceder a que el paciente abone por mes por un tiempo, debido

a cuestiones subjetivas, facilita en acto que pueda trabajarse en el tratamiento mismo diferentes cuestiones. Dificultades en torno al ahorro,

pago del tratamiento, manejos dinerarios, etc. y la posición del sujeto no solo

en el contexto del tratamiento vía transferencia con el analista sino en otros

ámbitos en los cuales este pueda desempeñarse.

El pago de los honorarios facilita permite incorporar intervenciones en las

sesiones de acuerdo al paciente, y al momento del tratamiento mismo. No es simétrica la relación entre el pago de los honorarios y el cobro del

analista, son dos posiciones diferentes.

Debemos considerar que nos consultan tanto quienes padecen de sus

síntomas, como quienes desean advenir psicoanalistas. Tratamientos que nos

invitan a considerar cuestiones analíticas, sintomáticas como didácticas en

términos freudianos, nos plantea nuevamente interrogantes sobre el pago de los honorarios. ¿Deben abonar lo mismo? A mi criterio, nuevamente

depende del momento del tratamiento y las implicancias que esto produce en

los devenires de las sesiones.

Abusar de la transferencia para incrementar los honorarios es debido a

cuestiones del analista y su goce.

La cuestión del pago de los honorarios y de su cobro compromete el deseo

del analista y a su ética.

Honorarios no honorables:

El pago, como hemos considerado, debe realizarse, y éste se opera mediante

diversas modalidades. De no mediar esto, se convierte en una ficción amorosa, cuyo destino podemos anticipar.

Los pagos de honorarios miden esa nada, pero acota ese goce, que cede a

esa Otra escucha de sus “pesos103” humanos. Costo de un análisis acorde al

103 Metáfora utilizando el término pesos en tanto peso, como carga en sus múltiples acepciones, en ésta ocasión a los avatares por los cuales cada consultante acude a

nuestros consultorios, privados o institucionales.

fantasma de cada sujeto y no del analista. Lo cual no implica se devalúe la

atención analítica de cada colega.

El dinero como fetiche intenta obturar una falta de manera imaginaria, como

hemos mencionado anteriormente. El signo pesos en cambio no contabiliza

ni cotiza sin ese plus de goce, al sujeto ni al Otro barrado, solo admite

cotización de significante de pago de honorarios en el análisis, y en la

dirección de la cura. El análisis está fuera de precio, el dinero no colma la falta del sujeto ni del

Otro, sino que por el contrario la delata como fetiche, lo que resta es el objeto

a. No es del campo del tener sino del ser, falta y deser del parlètre, sino paga

con dinero o una de sus posibles modalidades, paga con lo segundo, con el

ser, sacrificios que difieren en cuanto al goce.

No honorables los honorarios, ya que sabemos cuantos colegas actualmente y desde décadas realizan su labor sin el cobro que merecen por ello, pueden

éstos cobrarse de otras maneras. En instituciones por la formación y práctica

que puede ejercer, el intercambio con colegas de mayor trayectoria, espacios

de lectura, de supervisión, etc. pueden considerarse como modalidades de

pago.

Dinero al servicio de las neurosis:

Ilusión que el dinero por su virtud de engaño fetiche pueda facilitar obturar

la falta (objeto perdido en Freud, objeto (a) en Lacan) al neurótico y de este

modo renegar del complejo de castración. Aspiración mítica que en nuestros

tiempos se promueve día a día y de modo cada vez más sofisticado. Es

inevitable que el sujeto arribe a la pregunta, en ocasiones, ¿dime Otro por qué eres tan mal hecho? Desilusión que aqueja al neurótico y por lo cual no

deja por bastante tiempo de reclamar.

El deseo insatisfecho e irreductible facilita que el dinero haga síntoma casi

siempre, puede metamorfosearse, por su versatilidad, pero en cuanto ningún

objeto satisface y relanza el deseo a otro, es allí que el dinero se transmuta

en significante o letra. Lógica del fantasma del sujeto que se sirve de la lógica del dinero para

suponer ilusoriamente el encuentro con ese objeto perdido que acallaría la

falta y negaría la castración.

El dinero puede comprar casi todo, pero no el saber hacer con el inconsciente,

para ello es indispensable de costado la presencia del analista.

Vicisitudes de nuestra clínica actual:

Aprendemos junto a nuestros analizantes con quienes emprendemos el

camino de un análisis privado y/ o institucional que hay ciertas variaciones

en la clínica y que esto nos implica en el horizonte de la época.

En la era del Otro que no existe, en su función reguladora, por ejemplo,

señala Jacques-Alain Miller “somos clínicos posmodernos” y “nuestros sistemas de clasificación son mortales, que las clases que utilizamos son

históricas” (22)

Para finalizar el seminario haremos referencia a nuestro clinicar104 en la

época que nos atraviesa. Devenires en la práctica, en los diferentes ámbitos

104 J. Lacan (1977) Reflexiona: “¿Qué es la clínica psicoanalítica? No es complicado,

la clínica tiene una base: es lo que se dice en un psicoanálisis.” Agrega: “Por lo tanto,

en los cuales ejercemos, que nos invitan, en ocasiones, a la invención del

quehacer en lo real.

Considero importante destacar que en relación al dinero en la teoría y en la

práctica psicoanalítica es prudente considerar:

- la distinción entre los conceptos históricos y ahistóricos de la obra

psicoanalítica freudiana y lacaniana.

- la época que nos atraviesa que incide en la construcción de las subjetividades que nos consultan de manera privada e institucional.

- las incidencias en la práctica analítica de estos aspectos mencionados.

- En la obra psicoanalítica hay conceptos que podemos calificar de ahistóricos,

como por ejemplo las “estructuras clínicas”. En nuestra clínica cotidiana

encontrarnos variaciones pero las estructuras que Freud y del “Retorno a

Freud” que realizó Lacan es invariable, en cuanto existen síntomas de la modernidad que pueden alojarse en diferentes estructuras pero no por ello

las estructuras han pasado de moda, por lo contrario, los casos

paradigmáticos de Freud continúan vigentes, aunque con otros maquillajes.

- Otros conceptos que podemos calificar de históricos como “pulsión”. Si el

dinero, como hemos desarrollado en estas nueve clases, da cuenta de la

gramática pulsional, la cultura promueve día a día y de diferentes formas

objetos que prometen colmar la falta por intermedio de la ciencia, de la tecnología, como la legalización de nuevas formas de goce que en tiempos

de Freud y Lacan, se anunciaban pero no se formalizaron como actualmente.

- Las instituciones, los Otros del neurótico y de la cultura, son reguladores de

goce, en su reedición de lo psíquico, a unos les facilita anticuerpos, para hacer

con ello, a otros los desamarra, tanto en lo íntimo como en lo público.

Causalidades psíquicas que delatan que tanto trabajo como dinero, no son solo cuestiones económicas sino a su vez modos de respuestas subjetivas

históricas, con las cuales se puede trabajar, acorde al deseo y apuesta de

cada analizante, puesto que no tienen fecha de vencimiento.

El analista paga con su presencia, sus palabras, y sus silencios, entre otras

cuestiones.

El analizante paga con su dinero o con la modalidad que represente dicho desembolso. Además su presencia al solicitar ser escuchado y por ende,

escuchar, en muchas ocasiones, lo que no quiere saber ni oír, negación

mediante, en el encuentro con ese saber no sabido de su saber inconsciente,

al que el analista lo invita a indagar.

De este modo para los analistas lo que acontece en la clínica, nuestras

invenciones, actividades, etc. El pago no siempre es con dinero existen otros

modos de retribución que no son territorio del amor, ni del don. En Argentina hay colegas que actualmente trabajan en una práctica que

denominan “Psicoanálisis implicado”, señalan que junto a dichos trabajadores

de fábricas ‘tomadas’, despedidos de manera intempestiva de sus fuentes de

trabajo han conformado cooperativas en las cuales hay colegas trabajando

en ellas con una propuesta diferente que ameritaría profundizar lo cual

excede el presente seminario105.

hay que clinicar.” (página 38), y plantea “volver a cuestionar todo lo que Freud dijo”

(página 43) en Apertura de la Sección Clínica, publicado en Ornicar? 9 de abril de

1977 - Traducción de Irene Agoff. 105 Existe numerosa bibliografía, artículos y libros entre ellos: “Psicoanálisis Implicado. La marca social en la clínica actual”, de Alfredo Grande, “Más allá del corte

de las rutas” de Francisco Ferrara, entre otras publicaciones y prácticas actuales.

El enriquecimiento de la experiencia de compartir con otros colegas, con

nuestras diferencias o coincidencias, también nos permite una inversión a

nuestro saber hacer en la clínica que no se cotiza en el mercado económico.

Para despedirme, las palabras de Lacan sobre la enseñanza en psicoanálisis

“es que el discurso psicoanalítico, al ofrecerse a la enseñanza, lleva al

psicoanalista a la posición de psicoanalizante, es decir, no producir nada del

orden del amo, a pesar de las apariencias, sino a título de síntoma.” Francisco de Quevedo y Villegas han escrito un famoso poema, al que

titularon: Poderoso Caballero es Don Dinero, y al que numerosos escritores

han regresado. Sus últimos versos expresan:

“Más valen en cualquier tierra

(Mirad si es harto sagaz)

Sus escudos en la paz Que rodelas en la guerra.

Pues al natural destierra

Y hace propio al forastero,

Poderoso caballero

Es don Dinero”

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Lic. Olga Mabel Máter

- Referencias Bibliográficas

1) Braunstein, Néstor (1990) El Goce. Un concepto Lacaniano, Capítulo 1 “El goce: de Lacan a Freud”. Siglo XXI Editores, México 1999, 4ª

Edición, página 11.

2) Martín, Guillermo (1987) “El dinero del Otro” publicado en el periódico

argentino “Página 12” en el año 1987. Difundido en la Revista

Coloquios: La clínica psicoanalítica y el dinero, A.E.P.A., en 1995.

3) Lacan, Jacques (1972-3) Seminario Nº 20 Aún, Capítulo VIII “El saber y la verdad”. Editorial Paidós, 1ª Edición, Buenos Aires, 1989, página

117.

4) Pinedo, Jorge (1988) “Dinero y Psicoanálisis. La medida de los

honorarios ¿o los honorarios a medida?” en Revista Psyche desde el

Psicoanálisis – Año III Nº 25, octubre 1988, páginas 11 y 12.

5) Lacan, Jacques (1964) “En la sexualidad, no se sabe con qué pie bailar”

difundida su traducción en el periódico “Página 12” el día jueves 17 de mayo de 2007 y publicada posteriormente en la obra Mi enseñanza,

Editorial Paidós Apartado “Lugar, origen y fin de mi enseñanza”, 1º

Edición en castellano 2007, en la página 33.

6) Chab Tarab, Alberto “La importancia individual y social del dinero” en

www.sinectis.com.ar/albertochab

7) Carr, Edward (1961) ¿Qué es la historia? Capítulo VI “Un horizonte que se abre”, Editorial Planeta–Agostini. Buenos Aires, 1993, Impreso en

Barcelona (España), páginas 190 y 191.

8) Alemán, Jorge (2005) “Jacques Lacan y el debate posmoderno. Sobre

pulsión y dinero.” Artículo de difusión en la Cátedra de Prácticas

Profesionales “Hospital de día y problemáticas clínicas

contemporáneas”.

9) Pinedo, Jorge (1988) Obra citada

10) Polari, Patricia “Psicoanálisis del dinero” publicado en

www.psiconet.org en la Revista Digital Acheronta.

11) Narváez, Guido (1988) “El lugar del dinero en la experiencia analítica”

Revista Psyche, páginas 5,6 y 7. Obra citada. 12) Goldemberg, Ricardo (1988) “Para una clínica del precio” Revista

Psyche, páginas 8,9 y 10. Obra citada.

13) Fergusson Adam (1984) “Cuando muere el dinero”, Alianza Editorial.

14) Hopenhayn, Martín (2002) “El dinero es más que un instrumento útil:

es un fetiche” publicado en el diario Clarín, el día domingo 20 de

octubre de 2002. 15) Braunstein, Néstor (1990) Obra citada, página 79.

16) Ambertín Gerez, Marta (2001) “Cuando los ideales llaman al sacrificio,

o el ulular del goce”, en www.acheronta.org Revista de Psicoanálisis y

Cultura Nº 14, diciembre de 2001.

17) Pinedo, Jorge (1988) Revista Pysche, páginas 16 y 17. Obra citada.

18) Perrotta, Gabriela y Giménez Virginia (1994) “Cuestiones de peso” en

Psicoanálisis y el Hospital, Año 2 – Número 4, páginas 5,6 y 8. 19) Maza, Elisabet (1994) “Sobre los pagos y la gratuidad en el tratamiento

psicoanalítico” paginas 10 y 11. Obra citada.

20) Fernández, Andrea y Riccombene, Norberto (1994) “Reflexiones sobre

el pago y el psicoanálisis en un hospital publico”, página 19. Obra

citada. – PSA y hospital pag. 19.

21) Rietti, Marta (1988) “Finalización del tratamiento en la institución” Revista Psyche, páginas 18 y 19. Obra citada.

22) Miller, Jacques – Alain (2001) “El ruiseñor de Lacan” en Del Edipo a la

Sexuación. Editorial Paidós, 1ª Edición 2001, Buenos Aires, páginas

250 y 251.

23) Lacan, Jacques (1970) “Alocución sobre la enseñanza” Conferencia

pronunciada por el cierre del Congreso de la Escuela Freudiana de París, 19 de abril de 1970. Traducción Silvia Borona.

SEMINARIO VIRTUAL COMPLETO PUBLICADO Y

DIFUNDIDO POR http://www.elsigma.com/ EN EL AÑO 2007.