EL COLEGIO DE MICHOACAN - Repositorio COLMICH: Página de ... · EL COLEGIO DE MICHOACAN. ... El...
-
Upload
truongthuan -
Category
Documents
-
view
226 -
download
1
Transcript of EL COLEGIO DE MICHOACAN - Repositorio COLMICH: Página de ... · EL COLEGIO DE MICHOACAN. ... El...
EL COLEGIO DE MICHOACAN
Los agraristas de Atacheo
Los agraristas de AtacheoAlvaro Ochoa Serrano
EL COLEGIO DE MICHOACAN
Cuidado de la edición:Irene Santiago Vargas y el autor© El Colegio de Michoacán 1989 Martínez de Navarrete # 505 Esq. Av. del Arbol 59690 Zamora, Mich.Impreso y hecho en México Printed and made in MéxicoPortada: Julián H. GuajardoPintura “Los Ahorcados” de Luis SahagúnProp. Alfonso Sahagún de la ParraISBN 968-7230-57-6
A Irene A Joel
Doy gracias a las autoridades de El Colegio de Michoacán, al Departamento de Historia de la Universidad Iberoamericana, a Moisés González Navarro, a los atachenses, a María del Refugio Regalado, a Aurora del Río; a todos ellos por las ayudas recibidas.
Índice
IntroducciónI. - AtacheoEntorno y primitivos habitadores 17Primeros pobladores 20Tierra y sociedad colonialTenencia de la tierra 22Una nueva sociedad 25En la época independienteReparto de territorio, de tierras y de gente 32Tras la reforma
Reformadores y reformados 41De la república restaurada al porfiriato 47Demografía atachense y grupos sociales 54La hacienda de Santiaguillo 58II. Sociedad en convulsiónLa revolución en Michoacán 63Miguel Regalado 77La Sociedad Unificadora de la Raza Indígena 88
El apóstol del Indio 92Regalado el comunero 121III. Saldo agrario
Así quedó Atacheo 129En fin 147
APENDICES1. Infortunios que padeció Atacheo en sus tierrasde comunidad s.f. 1512. Solicitud de restitución. 1916 1613. Acta de posesión definitiva. 1927 1694. Acta y reglamento de la Sociedad Unificadorade los Pueblos 1912. 1795. Estatutos y programa de reorganización de la Sociedad Unificadora de la Raza
Indígena 1921 187Fuentes 199
IntroducciónNo más allá de historiar los trabajos pasados de una comunidad michoacana por recobrar sus tierras -despojadas y en poder de rancheros y hacendados vecinos-, la mira es, mostrar “lo que pasó y cómo”; descubrir los esfuerzos recupera- torios que encabezó un depositario fiel de la memoria colectiva. Acaso plantear así el viejo problema de las relaciones del individuo con la colectividad, “de la iniciativa personal con la necesidad social, que es -de acuerdo con Luden Febvre-, el problema capital de la historia”.1En este sentido, los esfuerzos de los hombres, en relación con los demás son los que orillan “a la actividad social y a los movimientos sociales”, entrelazados en configuraciones históricas de las estructuras y las contradicciones sociales que sustentan a los mismos.2Los esfuerzos recuperatorios aludidos de tal comunidad se dieron dentro del creciente proceso capitalista mexicano que -con todo y su insuficiencia- en la agricultura michoacana fortaleció el régimen de la pequeña propiedad (el rancho)
1. Luden Febvre, Martín Lulero. México, Fondo de Cultura Económica. Breviarios, 1975, p. 9.2 Hamza Alavi, Las clases campesinas y las lealtades primordiales. Barcelona, EdiL
Anagrama, 1976, p. 101.
11
y del gran latifundio (la hacienda) a lo largo del siglo decimonónico.Ese proceso alteró o acabó de plano con la existencia de comunidades, de tal manera que los comuneros ya sin la propiedad colectiva o en común, serían convertidos en peones, sii vientes o jornaleros “sujetos a explotación”. Así, el incipiente capitalismo en el campo generó la separación de muchos comuneros de sus viejos medios de producción, los proletarizó en cierta medida, y, por otro lado, propició la a- cumulación de capital y la concentración de la producción en pocas manos. Finalmente provocó, frente al capital extranjero, una insuficiencia capitalista -o sea un capitalismo casi sin capitales- en ia llamada zona cerealera, en el centro de México, y la contradicción entre comuneros y excomune
ros proletarios y propietarios hacendados.3 4En esa contradicción se produjo la lucha de los pueblos y antiguas comunidades por la recuperación de las tierras
usurpadas; y es en ese momento de convulsión para la óptica histórica cuando salen a la luz muchas facetas de la vida social que -como escribe Eric Hobsbawm- “por lo general están en estado latente y concentran y realzan los problemas, además de que la documentación se multiplica”.Aquí cabría aclarar acerca de las fuentes utilizadas. Las escritas proceden en su mayoría de archivos nacionales, estatales y locales; archivos oficiales -que muestran la cuestión exclusivamente desde arriba, desde el punto de vista del gobierno- como el de la Secretaría de la Reforma Agraria (H. Cuerpo Consultivo Agrario), Archivo General de la Nación (Buscas, Gobernación), Secretaría de la Defensa Nacional (Archivo Histórico y Cancelados); dentro de la perspectiva michoacana se utilizaron las del Archivo Histórico “Manuel Castañeda Ramírez” (Guerra y Policía), del congreso, del Po
3. Heriberto Moreno, Guaracha. Tiempos viejos, tiempos nuevos. México, El Colegio de Michoacán, Fonapas, 1980.
4. E. J . Hobsbawm, “De la historia social a la historia de la sociedad”, Marxismo e historia social. Puebla, Univ. Autónoma de Puebla, 1983, p. 40.
12
der Ejecutivo y del Judicial del estado. Las apreciaciones más cercanas al tema se lograron gracias a la consulta del Archivo Municipal de Zamora (de hecho un archivo de distrito con sus fondos Ayuntamiento, Juzgado de Distrito, Notarías y Prefectura), complementándose con los que se recogieron en los archivos parroquiales de Tlazazalca, Ecuandureo, Zamora y en el maltrecho e incompleto de Atacheo.El archivo Franciso J. Múgica (en Jiquilpan), algunos papeles de Joaquín de la Cruz (en Naranja) y lo que sobrevivió del acervo documental que reunió el coronel Miguel Regalado (en Atacheo) nos permitieron reconstruir un poco “desde abajo” la lucha agraria de Regalado y de los atachen- ses; lucha no ayuna de esperanzas de cambio, de milenaris- mo, en la medida en que lleva ideales en sus adentros. (Hobs- bawm, Rebeldes Primitivos, p. 93.)Mas no todo fue abordado sólo a partir de documentos. Las fuentes no escritas se recogieron en tratos personales con los atachenses; de escuchar las tradiciones y relatos en boca de ellos, sus valiosas informaciones. La visión del universo en
el que están inmersos.Delimitamos nuestro estudio espacio-temporalmente a la jurisdicción de la tenencia civil y de la vicaría eclesiástica atachense; es decir, a una parte del municipio y de la parroquia de Zamora. Además de un breve antecedente sobre el lugar de los hechos, para precisar más nuestro tema cronológicamente, partimos de las primeras disposiciones del Estado en relación con el parto y reparto de las tierras comunales en Michoacán (1822) a la recuperación parcial por dotación provisional de la antigua comunidad de Atacheo (1924-1927); pérdida y recuperación de tierra que es nuestro hilo conductor.En el presente caso, se buscaron las causas y motivos específicos, ligados a los comportamientos sociales, políticos e ideológicos que tuvieron los que tomaron parte en las luchas por el desquite, por recobrar la tierra perdida; sobre todo se buscó entender su significación en el contexto agrario del noroeste michoacano. Más que nada, de hacer explícitas las cir
13
LCS AGRAR1STAS DE ATACHEO
cunstancias históricas que condujeron “a la violencia agraria”, como diría Paul Friedrich.En ella habría que distinguir los tipos de campesinos participantes “de carne y hueso” -que no una “chusma” anónima y abstracta- con sus respectivos comportamientos y puntos de vista que puede haber entre arrendatarios y pequeños propietarios, entre acomodados y pobres, entre agricultores que también son artesanos y aquellos que sólo se dedican a sembrar y cosechar, entre mecheros y asalariados o jornaleros, entre sedentarios y trashumantes, en fin, entre campesinos que viven cerca de la ciudad y participan en su mercado y aquellos que viven remontados, entre campesinos que mandan a sus hijos a la ciudad y aquellos que siguen viviendo y trabajando dentro de los límites “del pequeño mundo de su aldea”.5
Tales distinciones tienen mucho que ver en la participación campesina, en la lucha agraria. Tienen éstas una gran importancia desde el origen, durante el desarrollo y el logro de un movimiento;6 como también la tienen los interlocutores que median entre el campesino y el resto de la sociedad rural (comerciantes, dirigientes, policías y acordadas, sacerdotes, etc.) en dicho movimiento.Retomando. Dentro del proceso capitalista mexicano, la expansión de la poderosa hacienda cuyo esplendor se realiza en el porfiriato, las crisis económicas, y la acción de los aparatos represivos del Estado trastocaron y estiraron las relaciones en el campo. Porque la industrialización propiciada por el creciente capitalismo, quiérase o no, transformó (en la ciudad y luego en el campo) “las viejas instituciones, desarraigando la antigua sociedad, cambiando los viejos hábitos y modos de pensar e imponiendo nuevas técnicas”.7Claro que las nuevas formas de explotación agraria en
5. Eric R. Wolf. Las luchas campesinas del siglo XX. México, Edit. Siglo XXI, p. 5.6. Ibid., p. 6.7. George Rudé, La multitud en la historia. Los disturbios populares en Francia e In
glaterra 1730-1848, México, Siglo XXI, 1979, p. 13.
14
tran en conflicto con las anteriores; lo que nos lleva a pensar en la capacidad o incapacidad de adaptación del campesinado a estas nuevas formas y a su crisis. Es entonces cuandolas tensiones psicológicas, económicas, sociales y políücas llevan hacia la rebelión campesina y la participación en la revolución.8
Municipio de zamora
Ecuandumn
8. Wolf, op. cü., p. 11.
15
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
Miguel de la T. Regalado (1868-1917).
16
CAPITULO I Atacheo
Entorno y primitivos habitadoresEl Bajío Zamorano -una de las piezas del Occidente de México-, como lo denomina Luis González, “es una sucesión de llano y montaña”, una cadena de valles, ciénaga y cañadas (Chavinda, Guaracha, Chapala, Ecuandureo, Churintzio, Tlazazalca y Purépero, Chilchota, Tangancícuaro y Zamora).Entre los valles de ese Bajío se distingue el último de los mencionados -casi al centro y el que da el nombre al conjunto-, limitado o bordeado al norte por los cerros Encinal, Grande y Blanco cuyos picos sobrepasan los dos mil metros sobre el nivel del mar; al occidente por los montes Jaseño y Platanar, que comparados con los anteriores se quedan por los suelos; al sur otras lomas y la elevación del Tamándaro; al oriente el cerro del Tacari y La Beata, éste el más alto de todos (2,700 m.), más el monte de la Beatilla que no pasa de los dos mil metros.
El pueblo de Atacheo está en el rincón noreste, en la falda del Tacari, en el fondo de ese valle que toca un nivel de 1,600 metros. El mentado valle tiene una extensión plana de doce mil hectáreas. Es una planicie calurosa, con días “muy bochornosos aun cuando los más sean de buen temple”. También caen heladas “capaces de destruir en unas horas sembradíos de meses”. Los números anuales de la temperatura según el termómetro van de la máxima extrema: 37° a la mínima extrema: menos 5o, con una media anual de 21°. La temperatura media del mes más caliente es superior a los 22° y la del mes más frío, a los 10°. El ambiente tiende más al calor que al frío. El promedio de días con heladas es de
17
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
nueve al año. Las peores heladas caen en enero, aunque también suele haber en los dos últimos meses del año o en vísperas de la primavera. Los calores máximos se sufren durante los días primaverales, especialmente en mayo. Durante esa temporada “acuden a servir de refrescantes los vientos del este y del sureste”, provenientes de las sierras de Tlazazalca y de Patamban; vientos que no contrastan mucho con los cálidos y palúdicos del sur y suroeste que soplan desde la depresión del Tepalcatepec.Por si fuera poco, son muchas las horas soleadas, pasan de tres mil al año. De octubre a mayo sólo cincuenta días se nublan. De junio a septiembre más de la mitad de los días son nebulosos. Con la llegada del verano vienen las mañanas nubladas y las lluvias que empiezan a fines de mayo. Hacia junio se consolida el temporal lluvioso cuya duración es cuatrimestral. De los 68 días de lluvia al año, más de 50 pertenecen al temporal de aguas, así como las grandes tormentas, la docena anual de ruidosos y relampagueantes chaparrones. Las lluvias monótonas de invierno, las cabañuelas, traen poca agua. El promedio de precipitación anual es de 900 mm, aunque se han dado años llovedores con una precipitación de 1 152 mm. (Bernal, La ciudad de Zamora, pp. 46- 70).
En general no llueve mucho; los líquidos del valle más que de la lluvia que cae brotan del suelo, en ojos de agua, o llegan por el sur en el Yorecuahapundanapu o río Duero, en un promedio de 6 metros cúbicos por segundo.En cuanto al suelo, fuera de franjas de litosol, o sea suelo pedregoso, en los montes y en los pies de los cerros, el va
lle de Zamora ostenta un piso “marca vertisol”, de textura pesada, color negro, que presenta abundante arcilla cementosa. En este tipo de suelo predomina la montmorillonita “que en tiempo de lluvias se expande” y en las secas se endurece y agrieta. Como quiera, reblandecido y sin grietas por la acción del agua es excelente para la agricultura y para la alfarería.
La vegetación original del valle antes de que aparecie
18
A t a c h e o
ra el primer hombre poblador fue sin duda de pantanos, “de yerbas malignas y malolientes”, de tulares y “maleza triste que sobresalía de aguas poco profundas”; vegetación cenagosa distinta de la montaña. En las laderas, entre los 1 680 y los dos mil metros, “mezclaban sus hojas matorrales inermes, nopaleras y plantas ratizas. Entre guamúchiles, pitayas, xo- conoxtles, churis, moras y zapotes, se abrían paso arbustos y yerbas medicinales”. Junto al cirián crecían multitud de yerbas aromáticas y de plantas “célebres por sus flores”. Encinales y piñales cubrían las cumbres más altas. En los montes predominaban el madroño, el casahuate, catziripe, el tepe- huaje, el tepame y las nopaleras. El sauz en los humedales.La fauna silvestre también fue numerosa. Gran parte ha desaparecido, pero el resto sobrevive a pesar de la presencia humana “contra viento y marea”. Especies que han vivido encuevadas, debajo de piedras; ya ciertos roedores, algunos insectívoros, reptiles, lombrices y muchos artrópodos. En lugar tan lacustre no podían faltar peces, batracios, culebras. Sobre tierra firme, algunos cánidos (coyote, lobo y zorra), un mustélido apestoso (el zorrillo), un rumiante (el venado), un par de carnívoros (gato montés y puma) y arácnidos (alacrán, araña y vinagrillo); y, sobre el aire, animales en vuelo: águila, gavilán, lechuza, pato, tecolote y multitud de pájaros. Pero el valle fue, y sigue siendo “un paraíso de insectos”, donde el mosquito es el más picudísimo.En suma, por su clima tan caluroso, sus inundaciones, yerbas, roedores, cánidos, arácnidos, nubes de insectos, “microbios de paludismo, tifoidea, disentería, bronconeumonía, neumonía, bronquitis y algunas dolencias más”, el valle fue para los primeros hombres un medio difícil,1 pero... esos hombres aparecieron con los interrogantes quién sabe de dónde, por qué, cómo y cuándo.
1. Luis González, Zamora, 1978, pp. 17-27; Jesús Bernal Villanueva, La ciudad de Zamora, Michoacán y sus problemas sociales, económicos, urbanos y arquitectónicos, México, 1952.
19
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
Primeros pobladoresSobre la población primitiva -sin mayores luces arqueológicas que las exploraciones realizadas en unas tumbas de El Lopeño, en el suroeste del valle-, no hay nada de claridad, sino conjeturas como las muchas que podrían hacerse en torno a los segundos pobladores, los tecos o teocuitlatecos, grupo de habla náhuatl, tejedores que aparecieron en dicho escenario hacia el siglo XV poco antes de la llegada de los guerreros purépecha o tarascos.2
La oleada purépecha está más documentada por la tradición. Se sabe que en el siglo XV, uno de sus jefes establecido en la orilla oriental de la cuenca de Pátzcuaro -gracias a la organización bélica y al binomio lago-sierra- los unificó y los lievó a “conquistas sin fin”. En la Relación de las ceremonias y ritos y población y gobierno de los indios de la provincia de Michoacán está escrito que “llamó Hiripan a Tangaxoan y a Hui- quíngare y díjoles: hermanos, ya es muerto Tariacuri, nuestro tío... Hermanos, vamos a conquistar”.3Entonces empezaron a someter pueblos a la mano y lejanos. Para 1450, la triple alianza purépecha de la ribera (Ihuatzio, Pátzcuaro y Tzintzuntzan) unida en una sola jefatura se había vuelto terriblemente “imperialista”. Entre 1450 y 1520, Tzintzipandácuare y Zuangua ensancharon las fronteras del reino tarasco a los cuatro vientos, sobre todo hacia el occidente.4 Uno a uno de los valles del Bajío Zamorano y hasta tierras más alejadas, como las algodoneras y salitrales de Tamazula y Sayula, fueron avasalladas al Gazonzi o ire- cha que gobernaba en Tzintzuntzan, la capital.Precisamente Atacheo fue uno de esos asentamientos de la frontera tarasca en el noroccidente del actual Michoacán. Situado en el llano de su nombre, al pie del cerro
2 lbid.3. Relación... de Michoacán4. /¿¿¿/Alvaro Ochoa S. y Gerardo Sánchez D. (ed.). Relaciones y Memorias de la
Provincia de Michoacán.
2 0
A t a c h e o
de Tacari todavía muestra viejas señales precoloniales en los sitios de “el Convento” y “La Yácata”; poblado de guerreros, cazadores y agricultores, según se desprende de los vestigios arqueológicos de cerámica y obsidiana encontrados a flor de tierra.Por otro lado, nombres como Purépero, Churintzio, Tamándaro.Tziróndaro, Icátiro, Atecucario, Taramécuaro, Echaparaco, Urepetiro, Acúmbaro, Aramútaro, Patzímaro, Carámicua, Changuitiro, Acuitzeramo, Ecuandureo, Qui- ringüicharo, Catipuato, Tanhuato, Zináparo, etc. nos dan una idea de la expansión y permanencia purépecha en estos rumbos.Tal dominación purépecha o tarasca contrajo cierta organización de los sometidos, usos, costumbres, gobierno, religión, trabajo e implantó sobre todo un régimen de tenencia de la tierra -a la medida de las necesidades del centro gubernativo- en los pueblos; básicamente se distinguían tres tipos: a) tierras públicas en manos de caciques y servidores del aparato administrativo; b) tierras comunales que trabajan en usufructo los dominados a cambio de tributo al cazon- zi, y c) tierras dadas individualmente a algunos jefes de familia “de la gente común”.5Mas todavía no consolidada la expansión tarasca, la presencia española irrumpe en Michoacán hacia 1522; ésta encuentra en pleno avance a los tarascos de Tlazazalca -centro militar del valle vecino del que pende Atacheo-, enfrascados en una lucha con los chichimecas del norte. Finalmente la entrega de Tzintzuntzan por parte del Cazonzi al nuevo conquistador acabó con el reino tarasco. Olid, el enviado de Cortés, tomó posesión.
5. Gerardo Sánchez “Tenencia y explotación de la tierra en el Michoacán prehispánico; trabajo campesino entre los tarascos” en la Cultura Purhé.
21
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
Tierra y sociedad colonial Tenencia de la tierra.
Un pormenorizado informe que Antonio de Caravajal hizo de los pueblos michoacanos (1523-1524) enteró a Cortés de las posibilidades tributarias de la provincia, y éste luego reparte encomiendas. La encomienda-como han aclarado Miranda y Zavala- no implicaba la propiedad de la tierra sino el control de la población conquistada y el usufructo de su fuerza de trabajo. Los pueblos recién conquistados eran “para que os sirváis de ellos y os ayuden en vuestras haciendas y granjerias” -recomendaba Cortés a los agraciados-, con la obligación de instruir a los encomendados en la “Santa Fe Católica”.6 Tarea ésta que realizaría la Iglesia.La encomienda de Tlazazalca y pueblos sujetos: Santiago, Yurécuaro, Tanhuato, Casguareo, Ecuandureo, Huria- guaro, Guecuxubato y Atacheo, tocó a Antonio Arriaga, conquistador de a caballo que acompañó a Olid en sus campañas y amigo personal de Caravajal. Incorporados al nuevo régimen colonial, cabecera y sujetos tuvieron que mantener al encomendero, dedicado a negocios molineros en el valle de México, y a poner cada veinte días “160 cargas de bastimentos en las minas”.7El peso del tributo no desapareció a la muerte de Arriaga en 1534. La corona española impuso a los ex-encomen- dados la obligación de que dieran cien cargas de bastimentos cada cuarenta días; pero como los tributarios no podían llevarlos a las minas, “ni en ellas había quién los comprase” entonces aquélla -en base a los recursos y posibilidades agrícolas y textiles del lugar- pidió entregaran al año doscientas cuarenta mantas de algodón de dos brazas de largo
6. Benedict Warren, La conquista de Michoacán 1521-1530, p. 134.7. Ibid., pp. 218, 421; Víctor M. Alvarez, Diccionario de Conquistadores. I: 41-42.
22
A t a c h e o
por tres varas de ancho, puestas en la ciudad de México, aparte del maíz en Tzintzuntzan, el centro rector de la provincia michoacana.Si bien la encomienda desempeñó una forma de control, la concesión de mercedes de tierras a particulares y a co
munidades, la introducción de nuevos cultivos (trigo, frutas de España) y la ganadería resquebrajan la frágil economía natural indígena. Para 1566 la Corona-que pone a Tlazazal- ca en corregimiento con su alterna república de indios- apremia, exigiendo el tributo más en dinero que en especie. Los incorporaba al régimen monetario y de mercado.8 Además introduce la novedad del título, el papel que legitima la posesión de la tierra.
En 1569, por ejemplo el gobernador, alcalde, regidor, principales y común de Tlazazalca venden a Hernando de Sarria una caballería de Tierra (42 has.) nombrada Cicupo Atacheo, tierras heriales, baldías y de la comunidad “que ningún indio particular tiene parte en ellas”; considerando mejor que “sería más útil y provechosos al pueblo que se vendan -dicen- porque del dinero de ellas se aprovecharían para cosas de la república e iglesia que tiene necesidad”.9La caballería vendida en cien pesos lindaba con tierras de Domingo Pasua, de Domingo Torrazmaro y de otra parte “un río”; o sea, propiedad particular, ya de españoles o de naturales, mano a mano con las tierras comunales. El comprador Sarria, residente en Pátzcuaro, daba poder amplio a Juan Barajas, cura de Tlazazalca, para realizar la transacción y tomar posesión de la tierra.10Además del reparto del suelo por parte de la corona, la integración de los pueblos indígenas al nuevo régimen tenía su costo. Tlazazalca y los suyos terminan el siglo XVI enclavados en la ruta minera del norte, vía del Bajío de Gua-
8. El libro de las Tasaciones, pp. 363-364.9. M. Irais Piñón “La tenencia de la tierra en la región de Tlazazalca-Zacapu-Hua-
niqueo”, en Michoacán en el Siglo XVI, p. 115.10. Ibid, p. 403.
23
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
najuato y Zacatecas; integrados al complejo agroganadero- minero, con estancias abastecedoras de alimentos para los centros mineros. No escaparon a la llegada de más estancieros hispanos, ni a las averías de arrieros y pasajeros camino a las minas.11
A principios del XVII, dentro del beneficio eclesiástico de Tlazazalca existían veinte estancias y labores en donde se criaban ganados mayores y menores; muías y caballos para el transporte; y se cultivaba trigo, maíz, chile, frijol y otras semillas.Atacheo, sujeto de Tlazazalca, disfruta de tierras en común para su hospital y para el pueblo. Sabemos por los
registros de diezmos que cerca de éste había varias estancias: Martín Ortiz de Zárate en Icátiro con labor de trigo “y doscientas yeguas de burros y caballos”, los herederos de Tomás de Ayala en Uripitío con doscientos becerros al año y posee más de quinientas yeguas; Diego de Verduzco en el Sauce pone fierro a mil cuatrocientos becerros y ochenta muías; Ana de Chávez en Ucácuaro cría doscientas muías y siembra tres o cuatro fanegas de maíz; unos mulatos en el Fuerte con ochenta reses y siembran maíz; Gerónimo de Abreo en Patzímaro “tiene unas vaquillas”, y Agustín de la Dueña sesenta yeguas de vientre en Churintzio.12Como se puede apreciar, en los alrededores de Atacheo crecían la apropiación de la tierra en manos particulares y se contrataban brazos de indios laboríos y de castas para trabajarla. En cambio de los seis pueblos sujetos de Tlazazalca se dice en 1649:
Tienen sus parrochias y hospitales no tan ricos de plata por ser éstos labradores de maíz, chile y frijoles que vale barato, aunque los demás hospitales tienen vacas y ovejas que les rentan para la cura de enfermos.13
11. Ibid, pp. 152-153; Silvio Zavala. Fuentes para la historia del trabajo, II: 211-212.12. El Obispado de Michoacán en el siglo xvn, pp. 102-104.13. Amoldo y Sassi, ‘‘Demarcación y Descripción de el Obispado de Michoacán”...
en Bibliotheca Americana Yol. I. No. 1 sep. 1982.
24
A t a c h e o
Concretamente, el hospital de Atacheo se mantenía con seiscientas ovejas en tierras del común.A la vuelta del siglo XVIII, Villaseñor y Sánchez en su Theatro Americano cuenta siete puestos o estancias en los contornos de Atacheo, que el cura de Tlazazalca-La Piedad precisa en una distancia de una y dos leguas: las estancias de Ate- cucario, Cuizillo (distinto del de La Piedad), Los Amezcuas, Los Morenos, El Sauz y Santiaguillo.14 Cercanía que propició más de alguna vez la invasión de tierras comunales por parte de los estancieros.Por otra parte, un nuevo repunte minero en el Bajío y Zacatecas acelera los procesos económicos en el centro oeste de la Nueva España; aumenta la producción agrícola y ganadera, mueve el comercio, el dinero circuló más. Tan sólo en la jurisdicción de la parroquia de Tlazazalca-La Piedad se registra una alza constante en la recaudación de diezmo que va de 2 800 a 10 000 pesos entre 1750 y 1790. Además, la tierra no fue ya la única fuente de ingresos; surgen estancias de arrieros que cumplen un importante papel en la rama de servicios, sobre todo en el transporte de mercancías, en la comunicación, y en las redes del mercado.15Entre 1800 y pricipios de 1810, según diezmos y primicias que entran a los registros del obispado, la economía regional muestra señales de bonanza; excepto el último año, no ajeno a la crisis agrícola y al brote de la guerra de independencia, en la que participan a favor o en contra los vecinos de la jurisdicción tlazazalqueña con sus transtornos aparejados.Una nueva sociedadDe hecho, la Iglesia fue la integradora del espacio y de la población conquistada. Don Diego Paque, gobernador de la
14. Joseph Villaseñor y Sánchez Theatro Americano, II; 106-107.15. Claude Morin. Michoacán en la Nueva España del siglo xviii p. 120.
25
Los AGRARISTAS DE ATACHEO
república de indios de Tlazazalca, contaba que hacia 1545 había ido el franciscano fray Joan de San Miguel,e juntó los yndios donde agora están poblados porque estaban derramados e vivían por los montes apartados unos de otros y les trazó las casas e calles como agora están y la yglesia que tienen agora...Además de congregarlos, fray Joan iba de cuando en cuando a visitarlos, confesarlos, decirles misa, “los casaba e bautizaba y administraba los santos sacramentos”.16 17Contemporánea a la información de Paque sobre la primera congregación, la Suma de Visitas consigna: Tlazazalca
tiene siete barrios (pueblos) con doscientas cincuenta y cinco casas y en ellas mil quinientas cuarenta y tres personas “sin los niños de teta”.1'Así tras la obra pionera del franciscano San Miguel, de la erección del obispado de Michoacán bajo la batuta de Vas
co de Quiroga, algunos agustinos del convento de Jacona se establecieron brevemente en Tlazazalca, pero salen luego de tener serias dificultades con los clérigos diocesanos de Quiroga por cuestiones de jurisdicción.Con religiosos o con clérigos como Juan de Barajas, chi- chimecas y tarascos tributarios habían sido reducidos y mantenidos en barrios; que implicaba organización y gobierno. Si bien la república de indios representaba la autoridad de la cabecera y sujetos, la mayor parte de la vida social de ellos giraba en torno a las actividades de la Iglesia, alrededor de capillas, hospitales y cofradías, comprendidas en la jurisdicción parroquial o curato de Tlazazalca.
Atacheo, dependiente de Tlazazalca, tuvo a su vez dos barrios: San Juan y San Pedro -que dados los nuevos patro
16. Archivo General de Indias, Justicia 163. El Provincial de los Agustinos... con Diego Paque, en Francisco Miranda, Yurécuaro, p. 45.17. Francisco del Paso y Troncoso. Papeles de Nueva España. 2a. Serie Geografía y Estadística, T. I. Suma de Visitas No. 666.
26
A t a c h e o
nes de asentamientos suponen la coexistencia de tarascos y chichimecas pacificados-, con sendas capillas y, posteriormente, un solo hospital que integraría a ambos grupos bajo la advocación común de Nuestra Señora de la Asunción, después solo Santa María, matrona tutelar del pueblo. Los lazos formales con la Iglesia se dan a través del pindecuario, “el costumbre” de los vecinos para el sostenimiento del culto religioso. Para vivir, los atachenses siembran en sus tierras maíz y frijol, cortan madera o recogen leña para combustible, cazan en los montes y pastan ganado menor en el llano.En el ámbito de la parroquia de Tlazazalca en 1571 se contaban ochocientos cincuenta y seis tributarios (219 chichimecas de paz y 637 tarascos), más o menos tres millares y medio de habitantes, ahora en doce pueblos congregados y sujetos a la cabecera,18 quienes de alguna manera se ven afectados en sus actividades por la fundación de la cercana villa de Zamora en 1574.La naciente villa exige mano de obra y pobladores de las poblaciones cercanas, pero no brindaba mayor protección a cambio. Tlazazalca y los suyos tienen que batallar con los chichimecas “de guerra” al norte; a causa de eso piden al virrey les quitara un año de trabajar forzadamente en las obras de la villa para dedicarse a reforzar la defensa propia y levantar fuertes.Es más, el crecimiento de la no muy bien guardada Zamora requería de más trabajadores. El virrey indica entonces al alcalde mayor de la recién fundada que recurriera al sistema de repartimiento con gente de Aranza, Chilchota, Tlazazalca y Jiquilpan y “sus sujetos”.19 La Corona consideraba necesario establecer un bastión de españoles en el occidente de Michoacán, al tiempo que fundaba las villas de León y Celaya y la congregación chichimeca de Pénjamo en el Bajío de Guanajuato.18. Relación de los Obispados de Tlaxcala, Michoacán, Oaxaca y otros lugares, p. 44.19. Archivo General de la Nación (citado AGN) General de Partes vol. 2, ff. 96, 137v-
138, y vol. 3 f. 211 v.
27
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
El asunto del poblamiento zamorano a costa de los pueblos vecinos no sabemos si se llevó a cabo. El caso fue que la población tlazazalquense y anexas bajó a finales del siglo XVI; de ochocientos cincuenta y seis tributarios en 1587, a quinientos cuarenta y siete en 1600. Baja no ajena a pestes y a migraciones; éstas bien a centros mineros por el auge de la plata, bien a villas o a haciendas inmediatas.20 En 1649 contábanse sólo trescientos tributarios; es decir, iba en picada, y resonó en la desaparición o reacomodo de pueblos sujetos; tendencia contraria al aumento de estancias agrogana- deras explotadas con indios laboríos y castas que no respetan la línea de color.El beneficio eclesiástico de Tlazazalca comprendía la cabecera, Penjamillo (un derivado del Pénjamo a la mano), Tanhuato, Ecuandureo, Atacheo y Yurécuaro, entre otros; todo en distancia de doce leguas a la redonda, en terreno desigual, pero “de temple muy bueno y de muchas aguas”; condiciones éstas que facilitarían la crianza de más ganados, con el consiguiente alboroto, y la multiplicación de estancias.21 Tal como se percibió en Atacheo y sus alrededores.
En 1689, entre los parroquianos de Tlazazalca-La Piedad comparecía el prioste de Atacheo, el responsable del hospital, para manifestar de diezmo a la Iglesia dos becerros, cinco reales de quesos, dos borregos, ocho vellones de lana “y no otra cosa”. Era la décima parte de la producción anual “de la hacienda del hospital”. Diezmo, por otra parte, que indicaba la presencia de ganado mayor, ausencia de cultivos europeos y diversificación de actividades económicas.Muy cerca de allí, en Atecucario, tres estancieros no indígenas manifestaban becerros, potros, machos, maíz, queso, lana, más la apreciadura “de otros tantos animales”. El registro de diezmos mencionaba, de productos por el estilo, diezmeros en Santiaguillo, Acuitzeramo, hacienda del Sauz, Urepetiro, hacienda de Urepetiro, Icátiro, Huitzo, Fuerte,20. Peter Gerhard. A Guide lo the Historiad Geography of New Spain, pp. 327-328/21. Sassi, Op.cit/ El Obispado de Michoacán en el Siglo xvn, pp. 102-104.
28
A t a c h e o
Ucácuaro, Patzímaro, Estancia Nueva, etc., etc, que entregaban la décima parte de ganado, granos y otros productos.22Mientras, los atachenses disminuían; de veinte vecinos casados que habían al empezar el siglo XVII quedaron cuatro, más siete muchachos, en 1635. Por si fuera poco, todavía al crecimiento natural hubo que descontar once adultos y siete párvulos que pasaron a la otra vida tan sólo en octubre de 1674.23 En cambio, en los alrededores aumentaba la población criolla y de castas.Ya entrado el siglo XVIII, Atacheo reponía la población perdida. Hacia 1743 Villaseñor y Sánchez le contó veintiséis familias, algo asi como ciento veinte habitantes; no comparables con las ciento cincuenta y siete familias de españoles, mestizos y mulatos en los siete puestos o estancias de sus contornos, dedicadas a la arriería, “a tratar y comerciar en crías de ganado mayor y menor y siembras de maíz”.24En 1754, el cura comisario de La Piedad-Tlazazalca informaba a la Inquisición sobre sus feligreses. Para este tiempo la doctrina de Atacheo pertenece a la cercana vicaría de Ecuandureo y ésta a la parroquia de La Piedad-Tlazazalca (denominada así por el traslado de la antigua sede a La Piedad por los problemas con la alebrestada república de indios tlazazalquenses desde 1707). En fin, dice el cura que Atacheo tiene “treinta y quatro familias de yndios y Equandureo qua- renta y cinco familias también de indios”, en una distancia de ocho y siete leguas de la nueva cabecera.En cuanto a las estancias de la comisaría refiere que “sus succesores han abundado y caído en pobreza de donde resulta la mésela en sus calidades, ya mestizos, moriscos y mulatos, no obstante que hay muchos que quieren ser españoles con atención a su orieren”...25 Resultaría de ese aumentoOademás una expansión demográfica latente.22. Archivo Histórico “Manuel Castañeda Ramírez” (citado AHMC) Diezmatorios
Tlazazalca. Leg. 855^23. Archivo Parroquial de Tlazazalca (APT) Entierros Indios, 1671-1706.24. Villaseñor y Sánchez Op. citj 105-107.25. AGN, Inquisición, vol. 937. 1er, exp. ff. 354.355.
29
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
Fuera de una lista de 49 hombres, mujeres y jóvenes atachenses que señala cumplieron con el precepto de la comunión en marzo de 1759, la mejor imagen demográfica la proporciona el padrón general de Ecuandureo y Atacheo levantado en 1786. Por él sabemos que en la cabecera de la vicaría-doctrina habitaban tres familias criollas, dos de éstas con esclavos mulatos, y 86 “de indios”, Atacheo reunía entonces 66 familias en su haber, un total de 243 naturales detallados en 15 viudos (9 ellos y 6 ellas), 51 parejas o sea 102 casados, 32 jóvenes y 94 niños de ambos sexos. 6 Aún sin la presencia de criollos o castas.
Por otro lado, al noreste y noroeste de ahí, dentro de la jurisdicción de Ecuandureo -perteneciente a la reintegrada parroquia de Tlazazalca- se encuentra una serie de estancias; la más grande, en gente, Patzímaro con 53 familias criollas, 8 mulatas y 3 mestizas; sin detallar las de el Colegio, El Salto, San Antonio, Estancia Nueva, Agua Caliente, Ucácuaro, Las Fuentes. Tres familias criollas ostentan Don o Doña en Ecuandureo, una en el Colegio, otra en San Antonio y sendas más en Estancia Nueva y Ucácuaro,26 27 lo que significaba prestigio y poder en el rumbo.
Mas la guerra de independencia en 1810 vino a alterar la vida de pueblos y estancias. En enero de 1811 sonó mucho la batalla de Urepetiro entre los independentistas de Ruperto Mier y el cura Macías -de La Piedad- y los realistas de José de la Cruz. La batalla terminó con la captura de Mier en la cuesta de Santiaguillo.Además los estancieros de Purépero, Tlazazalca, Zi- náparo, Ecuandureo y Quiringüicharo “fueron víctimas” de la ira insurrecta por andar auxiliando “al enemigo”.28 Antes de la guerra la estancia o hacienda más pequeña planteaba
26. AHMC, Padrones Reg. 277 carp. 9 Padrón de el Barrio de Equandureo y At- hacheo, 1759/APT, Disciplinar, Caja 1. Padrón Ecuandureo 1786.27. APT Op. cit.
28. Alvaro Ochoa, Los Insurgentes de Mezcala, pp. 126-127 / Archivo Municipal de Zamora. Fondo Prefectura Fomento 1895. exp. 26.
30
A t a c h e o
“tres ordeñas de 80 a 100 reses”; hacia 1821, la más que tenía llegaba “a una de a 25 ó 30”. Los herraderos “que se hacían de 500 cabezas y aun más”, igualmente, acabaron. Los puestos de arrieros fueron quemados, las recuas desbaratadas. También los bueyes robados y muertos “dieron el último golpe a la agricultura”.29¿Qué sucedió en Atacheo? Al parecer tampoco quedó bien. Los registros de nacimientos de 1821 en este caso no ayudan mucho a aclarar profundas cuestiones económicas, que sí a percibir claramente la llegada de vecinos criollos, mestizos, mulatos y laboríos al pueblo, propiciada quizás por la situación de guerra.La población de Atacheo en 1820 “era de 214 almas”, veintinueve menos que en 1789, las más seguramente perdidas durante el trastorno de la guerra. Lo notorio es que el teniente de cura en las visitas que hizo a la ayudantía de parroquia atachense en 1821 asentó en el registro 15 bautizos “de indios”, 13 “de españoles” (dos nacidos en el pueblo), 11 mestizos (5 de ellos de Atacheo), uno de una mulata y un par de “indios laboríos”.Lo anterior indicaba la presencia no indígena en la composición social del pueblo y en las relaciones de trabajo. Al año siguiente (1822) en dicha ayudantía se mantuvo el mismo ritmo de nacimientos criollos y de un mulato; bajó el alumbramiento de mestizos y repuntaba el de naturales.30Como quiera que sea, aparte de este contacto de etnias en la demarcación atachense, nada nuevo habrá que agregar a las actividades diarias de subsistencia; básicamente los habitantes indígenas producen maíz y se la pasan de alguna manera con una pequeña y maltrecha ganadería.31
29. Juan José Martínez de Lejarza, Análisis Estadístico de la Provincia de Michoacán, p. 171/ Una imagen de paso en H. G. Ward. México en 1827, p. 691.
30. APT, Matrimonios Caja 2, Bautismos de Atacheo 1821-1823.31. Martínez de Lejarza Op. cit. p. 167.
31
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
En la época independienteReparto de territorio, de tierras y de gentePara este tiempo, a Atacheo se le describe como “una ranchería” que no llega a pueblo siquiera, distante tres leguas de la villa de Zamora, el eje más importante del noroeste michoa- cano; fijada en los caminos a Valladolid (después Morelia) vía Tlazazalca y Zamora, La Piedad. Eclesiásticamente corresponde a la también cercana vicaría de Churintzio, parroquia de Tlazazalca, con campo de acción hasta Atecuca- rio y algunos ranchos circunvecinos; pero en el terreno de la administración civil, ni el ayuntamiento de Churintzio (del partido teóricamente de Tlazazalca) ni el de Ecuandureo, del de La Piedad, acogen y definen la situación política de la “congregación” atachense.32 Problema debido en gran parte a “la ignorancia de los ayuntamientos”, ya que durante los trastornos independentistas “se mudaron algunas cabeceras de Partido, siendo muchas las equivocaciones que se originan de esto”. Tlazazalca respecto a Purépero no fue la excepción.33Tras ajustes necesarios, la antigua provincia o intendencia de Valladolid se transformó en el nuevo estado libre y soberano de Michoacán por obra de unos cuantos diputados que redactaron en la capital vallisoletana la constitución estatal de 1825. Esta dio pie también a un complejo reparto geoadministrativo.
Se dividió la entidad michoacana en cuatro departamentos: Norte, Sur, Oriente y Poniente. Cada departamento o prefectura se subdivide en partidos; del departamento del Poniente (con cabeza en Zamora) se sacaron cinco partidos: Zamora, Tlazazalca, Puruándiro, La Piedad y Jiquilpan. A su vez, cada partido o sub-prefectura se fraccionó en mu
32. Ibid.33. Actas de la Diputación Provincial de Michoacán (1822-1823), p. 46.
32
A t a c h e o
nicipalidades; del partido de La Piedad se hacen cuatro: Piedad (la sede), Ecuandureo, Yurécuaro y Tanhuato. Por fin, en la municipalidad de Ecuandureo encontramos a la tenencia de Atacheo, lugar de nuestro estudio. Hay que aclarar que Ecuandureo pertenece en otra esfera de acción al curato de Tlazazalca. De todas maneras, son viejos terrenos conocidos.Al reparto jurisdiccional de la superficie michoacana, a la aparición de nuevos aparatos y grupos de dominio en pos de la modernidad, siguió la partición de tierras comunales. Parto indispensable para entrar al concurso capitalista. En 1822, Juan José Martínez de Lejarza, miembro de la diputación provincial, había recomendado -conforme al sistema liberal- “que se repartiesen dichos bienes [comunales] entre sus legítimos dueños”, con ciertas limitaciones y medidas por “la poca ilustración de los naturales y el ningún conocimiento de sus verdaderos intereses”.34 35Desde luego que para llegar de la buena intención y luces de algunos diputados a los hechos, habría que andar a oscuras buenos trechos. Terratenientes puestos en los gobiernos locales, con aspiraciones a crecer, metieron mano en el asunto. Lejarza justamente advertía la negra tarea de los ayuntamientos “peste de los pueblos”, que
han hecho nulas sus providencias, ilusorios sus derechos y todo, todo llama la atención del Soberano Congreso Constituyente para que reduzca el número de aquéllos [ayuntamientos], para que reparta en un orden y proporción legales estos bienes, y resulte de todo la felicidad que resultar debe a la Nación.36
No hace falta comentario. Ya en la práctica, el reparto se hizo de acuerdo con la ley de enero de 1827 a partir de la34. Luis González, op. cit., p. 87.35. Martínez de Lejarza, op. cit.36. Ibid.
33
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
expedición del reglamento del año siguiente, pero desprovisto de escuelas, funciones titulares y obras públicas recomendadas años antes por el ilustrado Lejarza. Además no fue tarea fácil, no sólo por los numerosos casos sino por la complicación de éstos. El gobierno michoacano enfrentó serias dificultades, consiguientes
a la abolición del andguo sistema que ha regido esta parte, a la obscuridad de derechos de muchos de los que alegan, a la mezcla de familias de unos pueblos con otros, a la variación de residencia de algunos, a la escasez de muchas comunidades para los gastos precisos, y otras causas...37
Pese a la minuciosidad del mentado reglamento, éste dio lugar “a muchas dudas y consultas” que ocupaban con frecuencia la atención del gobierno.Por la “Memoria sobre el estado que guarda la administración pública en Michoacán” de 1848, sabemos que el
prefecto del Departameto del Poniente (Zamora) informaba al gobierno que los bienes de comunidades que no habían sido ocupados “de su orden” por los jueces de paz ”se han mandado restituir a sus dueños conforme a los principios de la constitución y leyes del Estado vigentes”.38¿Qué ocurría? Tal vez el reparto no se podía realizar de acuerdo con las indicaciones del reglamento. Este disponía crear una comisión repartidora que en 60 días enlistara las tierras repartibles, formara el padrón de las familias, clasificara las tierras (cultivadas, cultivables, pastales, malpaíses y cerros); hiciera el reparto de los bienes, valuara las tierras asignadas a cada familia y diera posesión a los parcioneros o accionistas.3937. Arcliivo del Ejecutivo del Estado (después AEE) Memoria presentada al Hono
rable Congreso por el secretario de Despacho de Gobierno sobre la administración pública del Estado, año de 1828, f. 16v.38. Memoria sobre el estado que guarda la administración... 1848.
39. Moisés Franco, “La desamortización de bienes de comunidades indígenas en Michoacán” en Pedro Carrasco La Sociedad Indígena en el Centro y Occidente de México, pp. 174-175.
34
A t a c h e o
El caso es que “no tanto ya por el modo con que la propiedad comunal influye sobre la riqueza pública, sino por consideraciones más elevadas sobre la suerte de los indígenas”, hacia 1851 el gobierno michoacano vuelve a la tarea del reparto con una nueva ley de carácter más individual que ya no familiar.40En fin, esas leyes bajo las “consideraciones más elevadas” sobre la suerte de los comuneros, hicieron desbarajuste y medio dando margen a que no se incluyeran en la partición y reparto las tierras arrendadas, siendo esto defacto la base “legal” para que el arrendamiento “se convirtiera en un mecanismo de despojo”;41 ya que muchas tierras se encontraban de ese manera debido a los préstamos que las comunidades pedían para cubrir los gastos de las fiestas, el sostenimiento de los hospitales subsistentes, y para entrar al círculo de las deudas para litigar en los juzgados la posesión de las tierras.Lo cierto es que los comuneros no veían mejorar su suerte. El Estado insistía en la incorporación de ellos como propietarios individuales al “desarrollo nacional”, mediante una “igualdad jurídica”, pero sobre una práctica económica desigual que favoreció de hecho a los terratenientes establecidos.Todavía en 1847 abundan las referencias a los “terrenos de Atacheo”, a la propiedad comunal. Puede ser que allí como en otras parte de la entidad michoacana siguiera el fraccionamiento de dicha propiedad comunera en 1851 tal como disponía la ley de ese año;pero aún en 1853 en algunas escrituras de compraventa se mencionan “tierras de los indígenas de Atacheo”.42Pero funcionarios municipales desde Zamora y “acapi- taladitos” de la élite ranchera, gracias al poder que detenta
40. Ibid.,p. 178.41. Gerardo Sánchez , El Suroeste de Michoacán. Estructura económico-social 1821-
1851, p .54.42. Cayetano Reyes, Protocolos Notariales del Distrito de Zamora 1842-1854.
35
LOS AG RARISTAS DE ATACHEO
ban, lograron acaparar por todos los medios a su alcance las adjudicaciones del reparto. Estancieros o hacendados de Ecuandureo, los inmediatos a Atacheo y los cercanos al valle de Zamora, protegidos por las leyes, se echaron sobre las tierras de la comunidad.
Un sucesor de esos acaparadores declararía años más tarde que por el reparto de 1830la comunidad de Atacheo terminó y no quedaron sino pequeños propietarios de terrenos, que lo fueron todos los par- cioneros, a quienes se les prohibió su enagenación durante los cuatro años siguientes al referido reparto. En 1834, gran parte de esos parcioneros vendieron sus respectivas fracciones, otorgando los documentos de estilo, y entre los adquirientes de ellas estuvo el señor Don Antonio Garibay Ochoa, persona que hizo mulütud de beneficios del (sic) pueblo de Atacheo y cuya memoria es recordada aún con veneración y aprecio por los indígenas de dicho pueblo...43
Sin embargo, la versión de los parcioneros, de los comuneros sobrevivientes, no concuerda del todo, se quejaban de que Garibay Ochoa.tiraba cercas a su gusto y que una vez le reclamaron, pero sin resultado favorable para el pueblo. Con motivo de una cerca que iba a tirar D. Antonio Garibay, se suscitaron serias dificultades entre éste y los indígenas; pues la parte de cerca levantada por los sirvientes de D. Antonio la tumbaban por la noche los indígenas. Esto se repitió varios días hasta que D. Antonio hizo valer ante la Autoridad los recursos de que disponía, y con la prisión de algunos indígenas terminaron esas dificultades.44
43. Secretaría de la Reforma Agraria, H. Cuerpo Consultivo (ASRA-CC) Restitu- áón Atacheo 22/2783 (local), leg-1.
44. Archivo Miguel Regalado (AMR), exp. Atacheo, Cf. Apéndice I.
36
A t a c h e o
Después, aunque se buscaron otros medios, tampoco hubo resultados favorables. Jesús Loera, encabezado o jefe de los comuneros, pese al desaliento reinante, habló con la comunidad “sobre la conveniencia” de gestionar la devolución de tierras que había acaparado Garibay,
pero la comunidad contestó que un troncón chueco del pie y clavado, si se le quiere sacar, cuando está flojo se le estira para fuera y parece que va a salir, pero que no sale. Que así son los negocios con D. Antonio; muy difíciles. Qué él viera si podía arreglar algo.45Aparte de la gráfica y clara figura “del troncón chueco
del pie y clavado”, alusiva a las artes de que se valió el acaparador, éste recurrió además al soborno, es decir, a los “beneficios”. Pues refiriéndose a la reclamación de referencia, otro encabezado contaba que
D. Antonio decía que volvería a la comunidad las tierras cuando se juntaran todos los indígenas; que ponía esta condición, sin duda, porque veía que no se juntarían todos, toda vez que no se presentarían aquellos que habían recibido dinero ocultamente.46
A este proceso de parte, reparte y de quién se queda con la mejor y mayor parte, se le adicionó una modificación administrativa del gobierno. La tenencia de Atacheo cuya jurisdicción comprendía los ranchos de Moreno, Aramútaro, Ate- cuario, Labor de los Esquedas, Huamuchil, Mezquitillo, Puerta, Sauz de Atacheo y pueblo de Atacheo pertenecía a partir de 1845 al poderoso partido de Zamora. Era de espe
45. Ibid.46. Ibid.
37
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
rarse así, que el peso de los zamoranos se inclinara sobre el agro atachense al mismo tiempo que lo hacían el conocido Garibay Ochoa, o el abusivo Guadalupe Castro desde la Estancia de Amezcua que se había apropiado adjudicaciones atachenses.47Para entonces la toma de decisiones no está en las manos comuneras. Los nombramientos de tenientes y justicias de autoridad lugareña, respondiendo a intereses de poder
municipal, recaían en rancheros como los Cuevas, López, Méndez, Sandoval, Zepeda.48 Además, al centro rector de la tenencia van llegando más vecinos no indígenas. Otro de los Garibay Ochoa dejó Zamora en 1847 para establecer casa y cuidar los intereses de su hermano en Atacheo.49Un atractivo más. La cabecera contaba con servicios religiosos de planta desde 1842, según inventario parroquial. A raíz del colérico cólera de 1833 (fulminando a 25 hombres y 26 mujeres de Ecuandureo y Atacheo -sin contar los párvulos-, y que obligó a los atachenses a fincar panteón “a la mediación del pueblo”), ante “la gravedad del accidente”, el teniente constitucional “en consorcio del común” había solicitado sacerdote al cura de Tlazazalca porque “los males que a éstos sus humildes hijos circundan -dijo-, piden el pan espiritual, y al mismo tiempo quien se los parta”.
No está por demás insistir en la importancia de la Iglesia en la vida pueblerina. Los vecinos celebran las fiestas religiosas, y registran el nacimiento de sus crios, bautizos, muertes y matrimonios ante el vicario. De ahí que abrieran tierras al cultivo para el sostenimiento del clérigo, y de que satisfacieran religiosamente el pago del diezmo aunque no existiera presión civil para manifestarlo. En diciembre de 1835, por ejemplo, el cura de Tlazazalca recogió 242 fane
47. Archivo Municipal de Zamora (AMZ), Fondo Notarías. Protocolos 1842- 1864./Cayetano Reyes, Op. cit./ Asunto Guadalupe Castro en Protocolo de Indalecio Haro, 1864, f. 74.48. AMZ, Fondo Ayuntamiento, Actas de Cabildo 1844-1847.49. lbid.
38
A t a c h e o
gas de maíz en Atacheo que entregaron por ese concepto 43 vecinos, dando tres de ellos la cuarta parte del total.Gran parte de la vida social de la comunidad, no se diga de los rancheros, funcionaba mucho en relación con la acción de la Iglesia, cuya presencia no sólo era económica.En cuanto a otras apreciaciones, la estadística parroquial de Tlazazalca de 1845 refiere que Atacheo “por su poca población” había estado otras veces agregado a la vicaría de Ecuandureo; pero que aun con vicario propio ese año “sólo una misa se celebra en los días festivos”.50Por su parte, el vicario fijo destaca más de alguna vez en su informe quinquenal (1847-1851) “la pobreza de los vecinos”. Quizás la agricultura para la mayoría no daba más de la subsistencia; pero tal vez a propósito de los servicios religiosos el pequeño comercio dominical o tianguis y la apertura de algún tendejoncito, sirvieran después para activar el trajín de mercancías; aquí intervienen otra vez personajes conocidos. En dicho informe se advierte la emigración temporal de algunos atachenses que piden “dispensa de vagos” para contraer matrimonio; seguramente se trata de arrieros trotamundos.Por otra parte, la visión del mundo -por lo menos de la región- se amplía a través de la lectura. En el tan citado informe, el vicario apunta que el notario eclesiástico por su oficio “y por enseñar a algunos niños a leer”, sin especificar cantidad de asistentes ni condición social de éstos, disfruta doce reales semanarios, o sea, seis pesos al mes.
En los papeles de la iglesia se trasluce también la situación de los que están en proceso de descomunización. El grupo indígena socialmente se va diluyendo; va perdiendo terreno la lengua primitiva; “a más del castellano -cuéntase en 1845- se habla el tarasco”, y no a la inversa. El pindecuario o costumbre comunitaria de servicio a la Iglesia no subsistía
50. AHMC, Estadísticas Parroquiales. Tlazazalca 1827-1843, leg. 3/ APT, Disciplinar Caja 1, 1833-1848.
39
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
entonces “ni aun en parte”; la excepción era, todavía en 1852, el sacristán “puesto por los yndios” quien aparte de los derechos de bautizo (dos reales de “los no indios” y un real “de los indios”) atendía el toque del campanario “sin más
99paga .Desapareció el hospital, solamente quedaba el recuerdo y la llamada Casa de diezmos, junto a la Capilla de Guadalupe, culto que empezó quizás en la segunda mitad del siglo
XIX dentro de las conmemoraciones marianas promovidas por el clero católico.En lo que se refiere al movimiento y reparto de la población en la vicaría durante los cinco años que cubre el informe fue así:
1847 1848 1849 1850 1851A primera vista se ve que los atachenses se casan menos, mueren más, pero se reponen en un dos por tres. Si bien se recobraban apenas de la epidemia del 33 y de otros males, otro cólera en marzo de 1850 entraba lúgubremente a hacer tanto mal como el anterior. Fue un año malo. 51
51. APT, Disciplinar, Caja 1, Derechos y obvenciones 1847-1851.
40
A t a c h e o
Durante ese quinquenio 170 vecinos abandonaban este mundo -la mayor parte de ellos epidemiados-, pero llegaban 292 criaturas de repuesto; más de un tercio de los nuevos -101 para precisar los número- fue de naturales. Se ignora el “linaje” de 38 registrados con boleta de diezmo y otros por limosna, los más desvalidos. A más del proceso de mestizaje en aumento se percibía sutilmente la marginación entre los que se acogían a la caridad del vicario.Cincuenta y seis parejas “de todos linajes”, “confundidos en el trato social” sentaron cabeza, un promedio de diez entre 1847 y 1849, siete en 1850, el año de desgracias y, 17 en 1851.52Tras la reformaReformadores y reformadosAtacheo no permaneció al margen de los vaivenes del siglo decimonónico ni de la lucha entre liberales y conservadores, de republicanos y monárquicos. Frente a la inseguridad en el campo, muchos de sus vecinos buscaron refugio en Zamora, varios desde 1855 “a causa de los desastres de la revolución”.53 Tampoco fue ajeno a la insistencia del reparto de comunidades civiles y eclesiásticas por parte de los reformadores liberales en aras de la modernidad nacional y del sostén económico para la guerra emprendida. En Zamora, en el centro rector de la zona, la desamortización de bienes benefició al clero local y a laicos propietarios ligados a la Iglesia, ya que la mayoría de las propiedades desamortizadas para ponerse en circulación fueron los ejidos, propios y arbitrios del ayuntamiento, bienes raíces de cofradías y del exconvento franciscano, que, mediante compras directas e52. IbidJ Archivo Parroquial de Ecuandureo (APE) Entierros Caja 44. Libros 1823-
1840, 1840-1850, 1850-1862. El cólera de 1833 no fue tan terrible como el de 1850, mientras no pasaron de 60 en el primero, el segundo cargó con más de 210 en la jurisdicción de Ecuandureo.53. Memoria... del gral. Manuel González, 1877, p. 142.
41
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
hipotecas quedaron en manos de clérigos y familiares de éstos, quienes aplicarían sus capitales también en la compra de más tierra, en la agricultura, en el comercio, en servicios y en la construcción de templos y fincas urbanas.54En cuanto a las comunidades indígenas, más disposiciones del congreso estatal en torno al asunto dejan entrever
complicaciones, ya por “la simpatía” de los gobernadores Zincúnegui y Silva (1857-1858) hacia “la clase desvalida”, ya por el apoyo de varios abogados de indígenas en los trámites y, sobre todo, por la resistencia de comuneros acostumbrados “al antiguo sistema”. Concepción ésta muy distinta a la de Francisco Vaca, un abogado liberal del noroeste mi- choacano, quien manifestó en El gobierno de Michoacán y los compradores de tierras que fueron de comunidad... que el problema “indígena” se debía a la falta de recursos y al “poco amor al trabajo” de los comuneros.55
En noviembre de 1857 -ya en vigor la ley de Lerdo-, los diputados del congreso michoacano alargaron las facultades concedidas al ejecutivo para que éste continuara con la división de tierras comunales. Sólo en octubre de 1861, después de las administraciones de Zincúnegui, de Silva y pasada la Guerra de Reforma, se hizo efectiva tal medida.56 Sin embargo, la guerra de intervención francesa paralizaba momentáneamente las cosas.
No obstante, en el nada tranquilo paréntesis imperial de Maximiliano (1864-1867), en medio de litigios y pleitos con varios colindantes, 57 comuneros atachenses “que declaran ser la mayoría de que se compone el común de indígenas” -excepto ausentes y enfermos-, el domingo, día de misa, 9 de abril de 1865 revocaban, ante notario y sin ninguna explicación, el poder dado en 1857 “al indígena” Francisco Espinosa para devolvérselo a Jesús Loera, “igualmente comunero”, con el encargo de que54. Jesús Tapia Santamaría, Campo religioso y evolución política en el Bajío Zamorano, pp. 67-70.55. Francisco Vaca, El gobierno de Michoacán y los compradores de tierras que fueron de comunidad...56. Amador Coromina. Recopilación de leyes...
42
A t a c h e o
reclame y recoja las tierras de las personas en cuyo poder se encuentran, y que les pertenece a los otorgantes y que fueron mal enajenadas por no haber sido las ventas otorgadas ni por ellos ni por ninguna otra persona en su legal representación.57
Probablemente no anduvieron errados. José Guadalupe Castro, tinterillo y apoderado alguna vez de la comunidad, en su testamento de 1864 menciona, sin decir cómo fue adquirido, un derecho en Acúmbaro, consistente en hanega y media de sembradura (seis hectáreas) “de los adjudicados a los indios de Atacheo”.58 Mariano Méndez, vecino del Sauz, compró terrenos a Ignacio Méndez Padilla en el Ojo de Agua del Sauz, pero condicionados a que el vendedor los entregara “deslindados y sin contradicción de los colindantes con quienes habían algunas cuestiones sobre este particular”.59 Rafael Peña Garibay, avecindado en Atacheo, había vendido a Rafael Vera tiempo atrás un terreno pastal de veinte hectáreas, sito en el Zapote, lindando “con terrenos de Atacheo”. Peña había adquirido la propiedad “por compras parciales que hizo a los indígenas Francisco Reyes, María Tomasa Espinosa, Francisco Dueñas y María Gertrudis Dueñas”.60También, a propósito del arrendamiento de la hacienda de Atecucario del español Eustaquio Oruña, en el lindero oriente de ésta figura el rancho de los Jagüigues y un potrero “que abrió al padre Don Luis Orozco perteneciente a la comunidad de Atacheo”;61 potrero perdido en segundas manos al parecer por el vicario.Amén de la obscuridad de otros datos, está claro al menos que el espacio que van ocupando los nuevos propietarios con sus arrendatarios y medieros es el cercano al riego del
57. AMZ, Fondo Notarías. Protocolo de Indalecio Haro, 1865, ff 91-92.58. Ibid:, 1864 f. 74/Fondo Juzgado de Distrito. Civil, 1870. Bienes testamentarios
de Guadalupe B. Castro.59. AMZ, Fondo Notarías. Protocolo de Indalecio Haro, 1865, f. 97v.60. Ibid., f. 119v,61. Ibid. Protocolo de José María Ochoa, 1865, 2o Cuaderno, f. 32.
43
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
Duero o a los ojos de agua, en las mejores tierras. José Dolores Torres, el dueño de una parte de Romero, los Méndez, Peñas, Robles, Vegas o los Garibay Ochoa consolidan posesiones en el llano, en el rincón noreste del valle.Como quiera, la propiedad particular va ganando terreno. El régimen de Maximiliano pese al ofrecimiento de “expedir todas las providencias necesarias que tiendan a asegurar los terrenos comunales” de los pueblos y al establecimiento de la Junta Protectora de las Clases Menesterosas en abril de 1865, apuntaba hacia el mismo rumbo liberal en la cuestión agraria.En tal virtud, el subprefecto imperial de Zamora informaba en julio del año citado al ministro de gobernación, que la comunidad de Atacheo se había dividido en lotes y vendido algunos de éstos con arreglo a la ley de 18 de enero de 1827; mas los comuneros
hoy reunidos de nuevo y de autoridad propia, han despojado o recogido algunos terrenos de los vendidos. Las tierras que así tienen, están pendientes de reclamaciones.62
Total, problemas pendientes que heredaban los vendedores. Al triunfo republicano en junio de 1867, tanto el gobierno nacional como el michoacano se empeñan en la tarea desamortizadora “dictando cuantas medidas han considerado propias para darle una satisfactoria solución”. En ello se consigue bastante, pero faltaba “hacer el último esfuerzo para terminar tal obra”.63En el campo eclesiástico, la recién estrenada diócesis de Zamora (1864) emprendía reformas en las jurisdicciones territoriales; en junio de 1867 dispuso que la vicaría de Atacheo se apartara de la parroquia de Tlazazalca y, junto con
62. Heriberto Moreno “Un documento sobre las comunidades indígenas del Distrito de Zamora durante el segundo imperio”, en Carrasco, op.cü.D, p. 224 nota.63. Memoria... 1869, p. 57.
44
A t a c h e o
el Sauz de Arriba y Tierras Blancas de la de Ecuandureo, pasara a depender directamente del Sagrario de la Iglesia Catedral; de esta manera se juzgó habría “mayor inspección de sus habitantes”, pues varias propiedades rústicas de clérigos y laicos dentro de tal comprensión jurisdiccional “se administran desde Zamora”,64 centro urbano muy importante, como ya se dijo.El tenientazgo eclesiástico territorialmente difería un poco del civil; el primero tiende hacia el oriente, norte y poniente en relación al pueblo, recordando viejos tiempos parroquiales; el segundo, hacia el sur, de donde proceden los propietarios más pudientes e influyentes y los aparatos de gobierno, en donde se tejen las redes intermediadoras entre Atacheo y los funcionarios del Estado. La tenencia civil ata- chense comprendía el pueblo cabecera, la hacienda de Ate- cucario y los ranchos del Zapote, Espíritu Santo, Sauz de Magaña, Labor de Esquedas y Guamúchil.La cabecera de la vicaría muestra un templo de adobe con su sacristía y techos de teja “en mal estado”, tres campanas; una casa cural de adobe, tejada, con tres piezas, un corredor y cocina; otra casa cural en la capilla, de adobe, techos de teja, con tres piezas “amenazando ruina”.65 La jefatura de policía y el juzgado único no pasaba de ser un cuartito frente a la plaza, por el lado sur; pero contaba con un cuerpo voluntario de acordada.En cuanto a la integración de más ranchos a la jurisdicción de la vicaría en 1867 se reflejó luego en el registro de más nacimientos en los ranchos, menos en el pueblo.Entre 1862 y 1867 hubo movimientos notorios de población. En febrero del 62 azotó una peste. Entre 1866-1867 aumentaba la cantidad de gente en los ranchos en tanto bajaba la del pueblo a causa de la emigración, por atachenses que se iban a Zamora para servir de domésticos en casas, a
64. APT, Disciplinar, Caja 1, Acta de Segregación de la vicaría de Atacheo, 1867.65. Ibid/Jurisdicción civil en Memoria gral. Manuel González.
45
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
1862 1863 1864 1865 1866 1867 1868 1869(Archivo Parroquial de Atacheo. BAUTISMOS)
los ranchos y haciendas de la propia jurisdicción como peones, jornaleros o medieros. Además, el avance de la propiedad individual en pocas manos sobre las tierras de Atacheo y la tendencia descomunizadora, por parte del gobierno produjeron marginados, no incorporados a las actividades productivas, “algunos perniciosos” que marcharon voluntaria o forzadamente a otros lugares en las fuerzas republicanas, o que andaban de “vagos” en los cerros huyendo de la leva.66En la tenencia, según censo de 1868, había mil 612 habitantes; 153 de ellos “indígenas” (9%). El predominio mes-
66. Archivo Parroquial de Zamora, (APZ) Información matrimonial 1858-1869, Archivo Parroquial de Atacheo, (APA), Bautismos 1861-1867/sobre “perniciosos y vagos” AMZ Ayuntamiento, Varios 1867 N° 212.
46
A t a c h e o
tizo y la mayoría ranchera son obvios. También se afianzaba la dependencia económica, eclesiástica y civil de Atacheo respecto a Zamora, centro agrocomercial importantísimo del noroeste michoacano. El pueblo mismo estaba en el paso de las rutas de comercio entre Zamora y Tlazazalca-Purépero, Ecuandureo-La Piedad. No sería raro que una de las primeras medidas de alineación pueblerina fuera la calle que sale “de la plaza a Zamora”, la antigua calle Real, denominada Nacional a partir de 1868.67De la república restaurada al porfvriatoEn lo que corre de 1868 a 1900 hubo toda un serie larga de compraventas, permutas e hipotecas de ranchos y terrenos en el llano atachense, surgen otros ranchos y se consolida la hacienda de Santiaguillo en una sola; al tiempo que las propiedades “de la extinguida comunidad” iban mermando, ya por colindantes invasores, por arrendatarios de los propios comuneros que desconociendo el trato celebrado “de pronto se sintieron dueños”, por las presiones del Estado que insistía en el reparto aunque para hacerlo fuera necesario “grande energía y hasta alguna severidad”, en fin, por la venta de pedazos que hacían los propios comuneros para pagar los gastos de los pleitos en los juzgados, aparte de otras deudas contraídas por cargos y fiestas.68Ahora bien, al ir a menos la vida comunal -fincada en la tierra y en tor^o a las actividades religiosas- al aumentar la propiedad particular, al diversificarse las ocupaciones por la ganadería, la arriería (con sus accesorios: herrería, talabartería, carpintería, etc.) y el comercio, muchos parcioneros o comuneros -sin otra salida- se incorporan a actividades artesanales y agrícolas como peones.
67. Memoria... 1869 cuadro poby AMZ, AyuntamierUo. 1868. Oficio 17 abrVAMZ Ayuntamiento, Varios 1868 N° 239 extracto hab. del Mpio.68. AMR, exp. Atacheo/Memoria... 1869
47
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
Pero a pesar de las disposiciones gubernamentales de 1877 encaminadas a quitar el carácter jurídico a las comunidades como tales, a dividir la propiedad para que los desco- munados fueran “individual y no colectivamente responsables del pago de los impuestos”, a pesar de mencionarse como “una extinguida comunidad”, la de Atacheo se aferraba a recobrar la tierra perdida del llano, a defender la que conservaba en la Loma y un potrero “que nombran las Lajas de mal país” cercano a Atecucario, también la pegada al Tacari, la más mala (El Sauz y Puerto de Atacheo, la Joya, el Palmo, El Salitrillo y los Nogales).69Eso sí, desde antes y tras la inexistencia jurídica de la comunidad a partir de 1877, sus miembros más activos buscan representantes para entablar demandas judiciales. Como los encabezados no sabían moverse en los juzgados, escogían apoderados “de razón” ya tinterillos del mismo pueblo, ya abogados de Zamora. En 1869 el encabezado Jesús Loe- ra instruyó poder al licenciado Miguel Arredondo para que éste conviniera extrajudicialmente la propiedad de un terreno con Antonio Garibay Ochoa y así “evitar un litigio que les acarrearía mayores perjuicios”. Garibay, muy a su modo, había entregado treinta pesos a la comunidad desde 1843; después completaba, precisamente en 1869 y con el abogado Arredondo, sesenta pesos, “con cuya cantidad [Loera] se da por conforme y se desiste para lo sucesivo de todo reclamo”.70
Para variar, en 1879, Francisco Castro -ranchero de la Estancia y sobrino de un antiguo apoderado atachense- entabló y ganó un juicio “contra el indígena Eusebio Cruz” por la posesión del Sauz de Atacheo. En 1881, Castro, asesorado por Miguel Arredondo, disputó los mismos terrenos del Sauz a “una porción de indígenas” que defiende el Sauz “haciendo desmontes de él”, echando fuera los ganados de los69. Coro mina, op. cit. ¡Memoria Gral. González./AMZ. Fondo Ayuntamiento. Va
rios, 1868, N° 219.70. AMZ, Fondo Notarías. Prote gió de José María Ochoa, 1869, exp. 1.
48
A t a c h e o
arrendatarios y medieros de Castro y construyendo horne- queras para hacer carbón.Castro dirige el pleito contra Antonio Padilla, arrendatario de la “excomunidad” en el Sauz de Atacheo, propiedad de la “porción de indígenas” citada. Vencido Padilla en diciembre del mismo 81, el juez de Zamora procedió a dar posesión al vencedor; pero Jesús Loera y 25 comuneros más, por medio del abogado Gabriel Planearte se opusieron, alegando que habían sido ninguneados por Castro en el pleito civil, que se había ignorado la ley en dicho caso, el derecho antiguo colonial de la Novísima Recopilación de Indias y el nuevo y liberal código de procedimientos civiles.71Para esos años los comuneros todavía disfrutaban de terrenos en común, varios en el cerro del Tacari no registrados en el catastro y otros en el llano valuados en cien pesos; de todas maneras, nada comparables con los veinticinco mil que valía fiscalmente la vecina hacienda de Santiaguillo. Los terrenos mencionados pronto cambiaron de manos a la llegada del funesto apoderado Manuel Trujillo que había aparecido primero en esos lares como perito deslindador.Con el poder dado por los comuneros sobrevivientes en 1882, Trujillo luego -argumentando que sus representados “son sumamente pobres y ganan apenas lo indispensable para vivir”- solicitó la condonación de impuestos al gobierno por el registro catastral de cien fanegas de sembradura (400 has.) en el Tacari; y, pleiteó contra Francisco Castro por la devolución del Sauz de Atacheo a los comuneros-parcione- ros. Ganó Trujillo el litigio en julio de 1884. Se cuenta que tras el triunfo, “los indios bailaban con un plato de mole en la cabeza por el gane”.72
71. AMZ, Fondo Juzgado de Distrito. Civil, 1881 Francisco Castro contra Antonio Padilla.72. AMZ, Fondo Juzgado de Distrito. Civil, 1881-1883. Manuel Trujillo como apoderado de los comuneros de Atacheo contra Francisco Castro. Solicitud de condonación impuestos en (AEE) Hijuelas. Distrito de Zamora, Libro 7, ff. 218-226. Sobre la costumbre, Información del Sr. Jesús Negrete. Atacheo.
49
LOS AGRAR1STAS DE ATACHEO
Pero no tardó el apoderado en hipotecar las tierras al licenciado Francisco C. García, dueño de la expansiva hacienda de Santiaguillo.Según la escritura privada de 28 de agosto de 1885 pasada en Zamora ante escribano público, el Puerto de Ata- cheo, con el Sauz y Mogote de los Nogales se hipotecaron a García en mil ochocientos pesos. El asunto siguió. Por otra escritura de Io de marzo del año siguiente se hipotecaron el Sauz y el Mogote a favor del apoderado Trujillo en dos mil ochocientos pesos, advirtiéndose que por otra escritura de 3 de marzo fue cedida al hacendado dicha hipoteca a escondi
das.73 De tal manera que de golpe y ante la imposibilidad de pago por parte de los comuneros, los terrenos quedaron finalmente en poder de Santiaguillo.El crecimiento de Santiaguillo de García terminó replegando a los primitivos dueños hacia el Tacari y metiéndose hasta las orillas del mismo pueblo -con fundo legal perdido desde 1887-. Una presa que los comuneros y uno de sus arrendatarios habían construido en el Barrio de San Juan también la tomó la hacienda. “Los indígenas, mis representados -asentó Trujillo en una escritura privada a favor de los García en diciembre de 1888- están de acuerdo y consienten en que el actual tenedor de los terrenos [del Tacari], Dn. Francisco C. García, abreve sus ganados en ella, siguiendo la costumbre establecida desde 1882”.74Los pedazos de cerro pedregoso y arbolado apenas pro
porcionaba “lo indispensable para vivir” a los comuneros para sacar leña. Sería el último reducto terrenal de la comunidad al terminar el siglo. Las maniobras de Trujillo sólo remataron -aparte de las invasiones de Garibay Ochoa- la pérfida obra del viejo apoderado Guadalupe Castro y sobrinos a la desmedrada organización comunal, llamada “excomunidad de Atacheo” en los papeles judiciales.
73. AMZ, Fondo Notarías, Escrituras Privadas. Diego Méndez, 1888, N° 30.74. Ibid.
50
A t a c h e o
El informe rendido por el jefe de tenencia atachense a la presidencia municipal zamorana en 1902, en relación con las disposiciones gubernamentales sobre la nueva ley de “terrenos de común repartimiento”, no podía ser otro queel pueblo tenía ejidos, fundo legal y otros predios, pero que ahora subsisten en poder de algunos vecinos como vendidos no sabiendo en que términos estarán sus ventas, si legales o no, por ser mucho anteriores;... que los indígenas tenían títulos y el archivo de reparto, pero que uno de los apoderados llamado Guadalupe Castro se los cogió;... que no hay ningún apoderado ni quién desempeñe tales cargos porque dicen los deponentes que el único resto que quedaba ya de los bienes o propiedades de este pueblo los acabó el apoderado Manuel Truji- 11o sin pleno consentimiento de toda la comunidad. No existen más propiedades de los indígenas que sus casas con sus pisos [solares].
Uno de los deponentes, mayor de 93 años, declaró que sus terrenos “no están vendidos de ninguna manera y que éstos se hallan en el rancho del Guamúchil así como también otros de este mismo pueblo”. Es decir, se trataba de solares en los alrededores, áridos, resecos, que no producen más que maíz de temporal que rústicamente “siembran los naturales”.75
Ahora que con el cambio de propietarios, del cambio de tenedores de la tierra, se venían produciendo alteraciones económicas y sociales en el interior del pueblo. Para 1877, cuando se desconoció el carácter jurídico de la comunidad, el Atacheo indígena, mestizo y criollo tenía un millar de habitantes, en números redondos. Cantidad que no varía en un quinquenio; en 1881 había exactamente 960, ciento ochenta de ellos -según padrón de ese año- nominalmente electores,
75. AMZ, Fondo Ayuntamiento. Varios 1902, exp. 57.
51
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
el 18.5% varones de 18 años y más, es decir la fuerza productiva. Predominaban los de 31 a 50 años.Prácticamente sobre esa quinta parte resgistrada de la población descansaba la economía lugareña: quince “labradores” entre propietarios, arrendatarios y mecheros, cuatro comerciantes, tres criadores de ganado, una docena de artesanos (zapateros, curtidores, carpinteros, herreros, rebo- ceros, obrajeros, un cohetero y un velero), dos matanceros, tres albañiles, un par de arrieros y ciento cincuenta jornaleros, sujetos a las fluctuaciones de la demanda, a los temporales, a las crisis, etc.76Como sea, el quehacer agropecuario, la incipiente industria y el trafique de mercancías iban a la par con el desarrollo urbano del pueblo cabecera y de su vida cultural. Atacheo contaba entonces con cinco calles (Nueva o de la Parroquia, Real o Nacional, del Ojo de Agua, de la Estación, de las Colonias) y un callejón “del Angulo” hacia Tlazazalca; calles rectas y curvas, formadas en su mayor parte “por jacales” de barro, paja y algunos tejados, en terreno disparejo; moradas con corral enfrente y choza al fondo, no más de un cuartito y cocina.Sobresalía acaso del paisaje jacalero el nuevo templo del Sagrado Corazón de Jesús “de mediano aspecto”, abierto al culto en la pascua de 1891 y con fiesta en el mes de junio; también la vieja y ruinosa capilla de Guadalupe con su atrio, y cementerio en uso desde la peste colérica de 1833.77Por esos años se detallaba este haber industrial en Ata- jcheo: dos carpinterías, una cohetería, dos curtidurías, dos herrerías, una velería de sebo, dos talleres de zapatería o huarachería, más varias tejerías y ladrilleras, cuya produc
76. Memoria... gral. González/AMZ, Fondo Ayuntamiento Varios 1881. Censo, pob. Mpio./AMZ. Fondo Prefectura. Gobernación. Paquetes electorales. Censo 1881.
77. Mariano de Jesús Torres, Diccionario de Michoacán, 1:189-190. Detalles templo y capilla en AMZ. Fondo Prefectura, Hacienda, 1910, exp. 5; Gobernación 1894, e x p .1.
52
A t a c h e o
ción salía al mercado regional, ya al centro mercantil de Zamora, a los pueblos arrieros de Churincio, Tlazazalca y Purépero o para el propio consumo local. Es fama que el ladrillo atachense, por ejemplo, era “de muy buena calidad”, y, por lo mismo, muy estimado en Zamora para pisos y “pavimentos”.El comercio también era importante. Once tendajones en el pueblo, que a más de convertirse en centros de reunión social, domingos y días festivos, vendían, según el giro y la capacidad comercial: aguardiente, carne, cerillos, cigarros, chocolate, fideo y otras pastas, frijol, jabón, jarcia, leche, “loza corriente”, maíz, paja, pan, velas y vinos.78 79La actividad agrícola y pecuaria era mayor por supuesto, socialmente contrastada entre propietarios, arrendatarios, medieros, ganaderos yjornaleros; muy contados los primeros, muchos los últimos. Las diferencias de ocupación también se ven en la posición social, en la vivienda, en la preparación. Sólo una cuarta parte de los 180 votantes mentados -propietarios y comerciantes principalmente que viven en el centro del pueblo, alrededor de la plaza y hacia el templo, en casas de tabique y teja- conocía las letras, el 4.5% en relación al total atachense.Por otro lado, la tarea “escolar” del vicario rendía frutos. Se cuenta que el presbítero Agustín Padilla (c. 1851), de familias regularmente acomodadas de Zamora, le puso muchas ganas al arte de enseñar el silabario de San Miguel a algunos niños y jóvenes desde que llegó en 1879 y durante más de dos decenios. El reforzaría así más la influencia de la iglesia en las costumbres de los atachenses. Porque la escuela oficial, abierta fugazmente en 1878 ni tiempo tuvo de escribir las primeras letras; tal vez la incapacidad del vecindario en general para sostener renta y equipo del local haya sido el motivo del cierre. Aunque los miembros ilustrados de la te78. AMZ. Fondo Prefectura. Fomento 1888, exp. 11.79. AMZ. Fondo Prefectura. Gobernación. Paquetes electorales. Censos 1886, 1888,
1889.
53
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
nencia solicitaron el restablecimiento de la escuela al ayuntamiento zamorano en 1884 para no “ver tanto joven vagando”, no resultó favorable la respuesta a la petición “de este tan grande beneficio”; entonces el primer profesor autorizado volvió definitivamente a su oficio de carpintero.80Es más, todavía a principios del nuevo siglo, las autoridades municipales se oponían a la reapertura debido “a la pobreza de Atacheo, a la falta de elementos”, ya quela mayor parte de los habitantes del pueblo son jornaleros y los terrenos que lo rodean pertenecen casi en su totalidad a haciendas y ranchos de personas que viven en Zamora.81
En 1903 Jesús Salcedo puso escuela particular para niños un par de años. Pero después de mucho insistir al gobierno municipal y del estado, restablecían en la jefatura de tenencia la escuela oficial mixta en julio de 1905 bajo la dirección de Crescencia Hernández, sobrina de un empleado zamorano llamado Francisco Múgica Pérez. La profesora Hernández oriunda de Ixtlán, había estudiado en Guadala- jara, y años antes de abrir la escuela, casó con un arriero ata- chense, dueño de hatajo.82Demografía atachense y grupos sociales.Sin duda que el censo general levantado en la tenencia en 1889 {Memoria de gobierno de Michoacán, Cuadro estadístico, Distrito de Zamora) ofrecía otros perfiles de la población; ésta más concentrada en la cabecera que en el resto de la ju risdicción.
80. AMZ Fondo Prefectura. Instrucción Pública 1878 exp. 1; Fondo Ayuntamiento. Varios 1884. El profesor Casimiro Gutiérrez como artesano en Gobernación. Censo incomp. de 1885.81. AMZ, Fondo Ayuntamiento, 1904, exp. 76.
82. AMZ. Fondo Prefectura. Gobernación, Censo electoral 1903; Instrucción Pública 1907,ex p .53.
54
A t a c h e o
___________ Hombres___________ Mujeres_______ Totalsolteros casados viudos solteras casadas viudas
Atacheo 480 300 196 411 300 208 1 895ranchos 207 161 71 223 161 60 883
Más del doble de gente en el pueblo; propiciado así por el proceso de urbanización pueblerina. Pero más que el aspecto cuantitativo del total de los 2778 habitantes de la tenencia atachense habría que advertir algunas diferencias étnicas, de idioma, de lenguaje escrito, según la misma fuente citada:Nacionales idioma
Hispano indígenas Castellano tarasco sabenleer y americanos leerescribirAtacheo 1650 245 1650 245 118 53ranchos 883 0 883 0 128 58
Se ve que los descendientes de los primitivos pobladores -en picada-, el 13% tan sólo del pueblo, estaban ya en desventajosa proporción frente-a los mestizos, cediendo precisamente cada vez más al mestizaje; que no menos de la sexta parte de los atachenses que vivían en el puebloJiablabaH lengua tarasca. Además los rancheros, en este caso los habitantes de los ranchos por parejo, se encontraban en mejores condiciones de entablar comunicación escrita.83En cuanto a otras disminuciones -el censp de 1900 arrojaba la cifra de 617.hombre y 599 mujeres == 1216 en la cabecera-, era natural que los moradores, por lar condiciones insalubres del medio, padecieran algunos males que con frecuencia los llevaran al cementerio: la viruela por tempora-
83. Memoria... 1889. Cuadro estadístico. Distrito de Zamora.
55
LOS AGRAR1STAS DE ATACHEO
das; la desintería en los meses lluviosos de mayo-agosto; otro tanto la pulmonía entre febrero y junio. Morían frecuentemente “de dolor”, erisipela, fiebre o fríos, a veces de hidropesía, anginas, malparto; no faltaban ahogados, muertos por violencia, llagas gangrenosas, tumores y piquetes de arácnidos. Quizás curanderos, yerberos o “sobadores” fueran atenuantes para tratar de remediar padecimientos; más la tarea de las comadronas en los alumbramientos de criaturas, en la reposición demográfica.84Para vivir o sobrevivir, el sustento y la dieta de los ata- chenses consistía básicamente en maíz y sus derivados, frijol, chile, saLmanteca. a veces carne: este sustento salía del trabajo en la tierra, del ganado y del jornal que la mayoría adulta conseguía en ei propio pueblo, en haciendas y ranchos, en los pueblos vecinos, en la ciudad, o de braceros en Estados Unidos.
En cuanto a la vida social, el pueblo se daba el gusto de disfrutar dos fiestas religiosas al año: una en junio dedicada al Sagr^do^Ccu^zón de Jesús y otra decembrina en honor de Iá^Guadalupana; ambas con holgorio, música y cohetes. La iglesia, con un sólo templo y el vicario, jugaba un papel social importante de integración. Ahora que con el establecimiento de la escuela oficial en 1905, el Estado hizo acto de presencia para agregar las cpnm em oraciones patrias de septiembre. Para alegrar el ambiente en general o animar fiestas particulares había músicos, en el pueblo.En lo que tocaba a la movilidad geográfica de los ata- chenses, además de las frecuentes relaciones laborales con las haciendas y ranchos de la vicaría y de la tenencia por la peonización, los movimientos llegaban generalmente a Ecuañdureo, Churincio, Penjamillo, Zamora, Jacona, Chil- chota, Tlazazalca, Purépero, Acuitzeramo; a veces aTanhua- to, Buenavista, Chavinda, Tacáscuaro, Jiquilpan, La Piedad,
84. Secretaría de Fomento, Censo y división territorial del estado de Michoacán verificado en 1900JAPA Entierros varios años.
56
A t a c h e o
Numarán, Pénjamo, Angamacutiro,-Puruándiro; y rara vez -mas se menciona en la información matrimonial- hasta Cuitzeo, Uruapan, Zacán, Parácuaro, Los Bancos, Aguililla.85Esta movilidad se propiciaba en parte gracias a la arriería integrada a la_ruta^tierra-cahen^el^apo, por la llegada del ferrocarril a Zamora de la vía México-Guadalajara en 1899, y la extensión Zamora-Los Reyes en 1900; por el crecimiento demográfico y la expansión de la hacienda de San- tiaguillo a costa de tierras atachenses. También movilizó a los atachenses la crisis financiera internacional ded 905 y su secuela, sobre todo la crisis agrícola nacional de 1909 acompañada de plagas en algunas regiones años antes; para rematar en 1910, las cosechas de maíz en todo el distrito zamorano “resultaron menos abundantes de lo que se esperaban”.86 87 Aparte de la baja en las cosechas subió el precio del maíz de $2.50 a $5.60 el hectolitro; en cambio, los salarios se mantenían sin mejoras.'Hubo fugas de brazos en la región por los enganches a las lejanas fincas de Qaxaca y Campeche, deslumbrados por “un peso diario” que ofrecían los enganchadores que llegaban a Zamora con tal fin.88 Y, como a la arriería del noroeste michoacano se la llevó el tren, hubo arrieros y trabajadores de Atacheo que salieron a buscar mejor fortuna a_Tabasco; otros tantos, junto con peones o jornaleros afectados por las crisis procuraron mayor paga en “elU-orte!’, en Estados-Unir dos, ya que no era lo mismo ganar 25. 37 o 50 centavos en fincas del campo, que dos cincuenta o cuatro pesos diarios allende la frontera.
85. APA. Información matrimonial. 1874-1880.86. AMZ Fondo Prefectura. Fomento 1911, exp. 3. Información último cuatrimes
tre de 1910. El Pueblo, Morelia, 29-1-1910 JBolelin de la Sociedad Agrícola Mexicana 1906 N° 1 enero; N° 10 marzo.87. AMZ, Fondo Prefectura, Fomento, 1919 exp. 31. Producción y precios 1909- 1918. El Pueblo. 31-1-1910.88. AMZ Fondo Prefectura Gobernación, 1907, exp. 12.
57
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
Rastros encontrados en el archivo eclesiástico de Ata- cheo muestran que, en el transcurso de 1907 a 1910, anduvieron 26 varones casaderos trajinando lejq^d^e'lá'vicaría; 16 indistintamente en C^LfamiarColoradq, Iowa, Kansás7Nue- vo México, Oklahqma y Texas por temporadas de 3 a. 8 meses; tres en Tabasco, uno que de ahí marchó “al Norte” y.seis en “vaguedad” no-precisada.-9La situación anterior se percibía de alguna manera en los censos electorales de Atacheo - con sus fallas y limitaciones referentes a hombres de 18 años arriba-; estos censos muestran las alteraciones de los sectores sociales más sensibles durante las crisis: no aparecieron arrieros a partir de 1904, ni zapateros un año antes; desapareció el herrero en 1901, el curtidor después de 1908. Por otro lado se mantuvo el promedio de cinco comerciantes entre 1899 y 1910 (ex- cepto 7 en 1899 y lí erTT9ÜS)}en cambio empezaron a figurar más ladrilleros y tejeros desde 1901, debido sin duda al auge de la construcción en Zamora, el mereado.más impor- tante e inmediato.89 90Si bien los artesanos y hombres ocupados en el ramo de servicios cambiaban actividad en las épocas difíciles, los pé^ queños ganaderos se amarraban “a sus animalitos”, mientras pequeños propietarios, arrendatarios y medieros -si no emigraban- se atenían a voltear la tierra con arados primitivos, a esperar la lluvia por mayo o junio, con el temor a la helada de San Miguel en septiembre o a la presencia de alguna plaga; a espiar que no “levantara” la lluvia antes de que el maíz madurara, o a que se repusieran las milpas después de la granizada o de la calma de agosto.La hacienda de SantiaguilloA estas alturas se consolidaba el complejo agrícola, comercial, ganadero e industrial de la Casa García Hermanos, ma89. APA Información matrimonial, 1907-1910.90. AMZ. Fondo Prefectura. Gobernación. Paquetes electorales. Censos 1899-1910.
58
A t a c h e o
nejado desde Zamora; es decir, tienda, industria y administración central en la ciudad, el casco de la hacienda capitana en Santiaguillo contaba con, tierras que tocaban el lado oriente y sur de Atacheo. Era una latifundio muy del régimen au- tocrático porfiriano, “asociado al monopolio del suelo”; de las haciendas contempladas por George McCutchen en el centro del país, que aspiraban a la autosuficiencia, con miles de hectáreas de tierra llana -ahí el núcleo de la finca- para la producción de granos, y, además, agua para el riego; más otras tantas de pastizales para ganados y montes arbolados para obtener madera o leña (“Los sistemas de propiedad rural en México” en Problemas Agrícolas e Industriales de México; No. 3 vol. III, México 1951). La hacienda principal, valuada catastralmente en cuarenta y un mil doscientos cincuenta pesos, sólo la superficie de J 630 hectáreas en 1889, lindaba con Atacheo y dejaba arrinconado al pueblo y a los pequeños propietarios, a los dueños de algunos ranchos vecinos a éste; en tanto que la hacienda de Atecucario, del zamorano Verduzeo Lópezy menor que la de Santiaguillo al poniente, no comprendía otros terrenos de la “antigua congregación de Atacheo” que una fracción del Sauz de Arriba, del Zepedeño y las Lajas.91 Los García -como se vio a lo largo de varios años- abarcaron mucho más.
La empresa García Hermanos -antes de quedar en toda forma- la empezó el padre, Francisco García Amezcua, a lomo de recua como arriero y comerciante ambulante; más tarde mediante arrendamiento y compra de pequeñas haciendas y ranchos que habían sido adjudicados a zamoranos por las leyes liberales de 1856 fincó su territorio entre la Beata y el pueblo de Ario. Además puso tienda y comercio en grande en la ciudad; adquirió las haciendas de Santiaguillo de Guzmán o Carámicua y la de Beracoechea en las mejores tierras del valle, al este, con agua del río Duero al pie; también creció la propiedad al oeste por la compra que hizo de91. AMZ, Gobernación 1907, exp. 129. Memoria... 1889. Cuadro estadístico. Distrito Zamora.
59
Los AGRAR1STAS DE ATACHEO
las haciendas del Cerrito de Catipuato, la Rinconada y los ranchos de Tunas Agrias y la Cólera.92Y en manos de los hijos, Santiaguillo sería a principios del siglo XX “la finca más importante del municipio”, con las estancias del Espíritu, la Ladera, Ojo de Agua, la Labor o Mezquitillo y la Lagunilla, siendo esta última muy pequeña, “pues en ella sólo viven el caporal y los vaqueros”. En virtud de haber comprado algunas propiedades que tenían sus rancherías propias, a éstas los García les dieron el nombre de estancias, viviendo en ellas “un número muy limitado de peones”, de los cuales uno de ellos tenía el cargo de mayordomo o capitán de cuadrilla, habiendo además un encargado del orden que rendía partes de novedades a la presidencia municipal.
Hacia 1899 en el casco de Santiaguillo se mantenía una población de 556 habitantes; 160 de ellos, electores; es decir, hombres de 18 años y más, de los cuales 24 sabían leer y escribir. Para llevar al tanto las cuentas había un administrador que vivía en la finca, así como un hijo de éste, arrendatario; además el universo de la hacienda contaba con una capilla y su capellán, un preceptor, dos comerciantes, dos dependientes, un matancero, un panadero, un tejero, tres herreros, dos carpinteros, un albañil, un sastre; dos porteros, un trojero, un corralero, un ordeñador, un arriero y 137 peones, que disminuían quizás para dar cabida a jornaleros eventuales, a mano libre asalariada. El censo de 1900 registraba 496 habitantes que de alguna manera se relacionaban con los de Atacheo, ya que algunos trabajadores y arrieros de la hacienda vivían en el pueblo y los difuntos de Santiaguillo se enterraban en el panteón de dicho pueblo.93Para 1907 la hacienda estaba comunicada con el ferrocarril de Zamora; por el teléfono con la Rinconada, el Esta
92. Tapia Santamaría, op.cit.,pp. 60-62. Primeras propiedades de García en AMZ. Notarías. Protocolo de Indalecio Haro 1858, f. 25; 1860, ff 19, 92v-93, 196v93. AMZ Gobernación 1907, exp. 129; paquete electoral 1899. Secretaría de Fomento, Censo... 1900.
60
A t a c h e o
blo, la estación del Ferrocarril Central Mexicano y con la agencia del Banco Nacional de México en Zamora. Atacheo era el único pueblo del municipio que no tenía teléfono. También la hacienda tenía anexos y “otras vecindades” como la Rinconada y el Cerrito que comprendían una administración aparte, además de sus cascos y las estancias de Rinconada Vieja, San Esteban, San Joaquín, Santa Lucía, El Trapiche o Ingenio, los Jericós, El Pochote, Las Peñitas, Las Higuerillas y el Padilleño.
Las estancias de el Padilleño e Higuerillas y la del Pochote en 1907 estaban anexas a la administración de Potre- rillos, propiedad de una señora Dávalos, y que los García tenían en arrendamiento; en esta finca existía una pequeña agrupación de peones, pues el casco, o sea la administración, lo tenían en el pueblo de Ario.94Comandaba la empresa Francisco Celso, el mayor de los hermanos García. Licenciado en derecho, miembro de la Sociedad Agrícola Mexicana, agente en Zamora del Banco Nacional de México, principal accionista de la Sociedad Zamo- rana de Agua Potable y de la Compañía Eléctrica de Zamora, socio mayoritario de las industrias harineras Tamayo-García y Alvarez-García, gran comerciante en granos, promotor del mercado municipal de Zamora, presidente municipal-puesto que alternó con sus hermanos Rafael y José-, prefecto interino del distrito alguna vez, diputado local y senador; en suma, un hombre del sistema con nexos en las altas esferas del gobierno, y también en las de la iglesia. Participó con ésta como ponente en los congresos agrícolas católicos de 1906 (Zamora) y marzo de 1913 (México); además colaboró en la traída del obispo Núñez a Zamora en 1909,95 Era, pues, “un
94. AMZ, Fomento 1905, exp. 47; 1906, exp. 28,44. Gobernación 1907, exp. 129. Censo... 1900.
95. Entre otros rastros de Francisco C. García en AMZ Notarías, varios notarios y protocolos 1885-1912. Fondo Prefectura, Fomento, Gobernación, varios años. Fondo Ayuntamiento, Actas de Cabildo. Noticia Sociedad Agrícola Mexicana en POM, l-VI-1902 y Boletín de la propia SAM, 1906-. Relación con obispo de Za-
61
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
conservador de la ley del orden”, con intereses identificados con las instituciones establecidas”.En cuanto a la producción de su hacienda, Francisco C. García presumía a los agricultores de México, rendimientos medios de 14.28 hectáreas de maíz y 690 kg. de trigo por hectárea, respectivamente. En tanto que dos mil cabezas de ganado vacuno -tres veces más que las de varios atachenses y casi el doble de las de la hacienda de Atecucario- agostaban en el llano y en las faldas del Tacari.96Como quiera tales aprovechamientos agrícolas y expansión ganadera, de alguna manera, se dieron a costa de explotar más tierra y mano de obra.En fin, frente a dicha hacienda y a ranchos vecinos, con todo su peso económico, social y político en el llano, acabaron los rastros de tierras comunales atachenses. Al morir el siglo XIX, los excomuneros más viejos del pueblo aún recordaban y platicaban a sus descendientes que antes de la primera partición y reparto de 1830 las tierras comunales llegaron a lindar “con las de Tlazazalca, con las de Ecuandureo, con las de Ixtlán, y tocando las orillas de Zamora”.97
mora en La Bandera Católica. Zamora 29-VIII-1909 y con altas esferas de gobierno La Libertad, Morelia 1-1-1904 y El Pueblo, 16-IV-1910.
96. AMZ Fomento, 1908, exp. 99; 1910, exp. 119. Dato agrícola en Lauro Viadas, El Problema de la pequeña propiedad. “Cuadro de rendimientos medios”...
97. AMR, exp. Atacheo.
62
S o c ie d a d e n c o n v u l s ió n
c a p it u l o IISociedad en convulsión
La revolución en MichoacánMichoacán, como gran parte del país, resintió las contradicciones y lo disparejo del programa porfiriano (ventajas a los inversionistas extranjeros en relación con los nacionales, más la falta de libertades políticas para éstos). Gracias al apoyo de esa burguesía transnacional, se reforzó la dictadura desde la capital del país hasta el último rincón de los estados. El presidente, el gobernador y el prefecto político -dice Turner- “son tres clases de funcionarios que representan todo el poder en el país; en México no hay más que un solo poder gubernamental: el Ejecutivo, Los otros dos poderes sólo figuran de nombre y ya no existe en el país ni un solo puesto de elección popular...”.1
El vetusto gobernador de Michoacán Aristeo Mercado quien rigió los destinos estatales entre 1891-1911, para rematar, creó las subprefecturas en 1906; aparte de la carga económica que representaron al erario estatal, extendió “el caciquismo de una manera odiosa”, pues cada subprefecto, así como cada prefecto, abusando de su autoridad se constituían “en azote de los pueblos que gobernaban”. Para legitimar esa situación de hecho, el gobierno michoacano produjo circulares, reglamentos y leyes para reprimir a los que atentaran “contra la propiedad”, para controlar “la libertad de imprenta” y para prohibir que artesanos y jornaleros lle
1- John Kenneth Turner, México Bárbaro, p. 123.
63
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
varan consigo “instrumentos o fierros” fuera de las horas de trabajo.2En el marco de la crisis financiera internacional de 1907 y la agrícola nacional de 1909, se dieion desajustes sociales y políticos. El descontento salió a relucir en las capas populares y entre algunos sectores del propio gobierno que buscaban mejores puestos. La opción entonces era Bernardo Reyes, general, gobernador de Nuevo León, casado con una michoacana, con lazos jaliscienses, y quien había preparado desde 1901 sus “reservas” entre la población civil de varias partes del país. Michoacán no fue la excepción.El grupo en el poder creía que el viejo Díaz no viviría mucho; lo mismo se pensaba de Mercado, “diabético, casi ciego, achacoso”. Por lo pronto armóse el teatro de la reelección del presidente a principios de 1909.Los “científicos” echaron a andar el aparato. En la prefectura de Zamora, por indicaciones del Centro Reeleccio- nista Michoacano de Morelia, se formaron clubes que utilizaron el santoral patriótico y oficial; el de Ixtlán, por ejemplo, se denomina “Bernardo Reyes”. Todo marchaba bien en el distrito: solamente el subprefecto de Purépero, directivo del comité “Morelos” consultaba en telegrama cifrado del cuatro de marzo al prefecto, si también “trabajará en favor candidatura vicepresidencia y a quién se proclama”. La respuesta del día siguiente fue: “espere usted instrucciones”.3Muy sabido es que en el seno del grupo porfiriano se disputa la vicepresidencia. Limantour quedaba fuera por ser hijo de extranjero; por otro lado, el propio Díaz aplacó a Reyes mandándolo a Europa. Quedó otra vez la consigna Porfirio Díaz-Ramón Corral, nada de Reyes.El hacendado e industrial coahuilense Francisco I. Ma
2. Mariano de Jesús Torres. Diccionario de Michoacán, II: 440; Archivo del Congreso del Estado (ACE) xxxi Legislatura. Año 1904-1906, exp. 145,147; Amador Coromina. Recopilación de Leyes... t XXXIX: 30.
3. AMZ Prefectura, Gobernación 1909, exp. 48.
64
S o c ie d a d e n c o n v u l s ió n
dero, quien ya había publicado La sucesión presidencial en 1910. El Partido Nacional Democrático, aprovechó la coyuntura para hacer su juego. Creyó en la declaración del dictador de que se permitiría la participación de “un partido de oposición”. A la postre, los reyistas sin Reyes se adhirieron a Madero.Por aquellos días, en Michoacán el grupo porfiriano de Morelia esperaba indicaciones superiores de la ciudad de México. Mientras profesionistas, empleados de segundo ni
vel, pequeños comerciantes y rancheros -dolidos en sus intereses por la política de Díaz- establecían clubes antirrelec- cionistas en algunas ciudades y pueblos, según invitación recibida del fundado en la capital del país el 22 de mayo de 1909. Llegaron nombramientos de éste a Los Reyes, Hueta- mo, Morelia y Jiquilpan, entre otros. Pero todavía en julio se insistía a los prefectos por los hilos telegráficos:
No será remoto que algunos partidarios Señor Reyes quieran establecer en Estado clubs antirreeleccionistas contra deseo expreso mismo candidato el que está de acuerdo con política señor Presidente de la República, por lo que C. Gobernador recomienda que con suma prudencia procure evitarlo...4 5
Desde luego se les pedía “evitar trastornos públicos” debido a la crítica situación, y que apoyaran la designación de Corral como el candidato más indicado.En los Reyes, subprefectura de Uruapan, los antirreeleccionistas notificaron al dictador en agosto, la decisión de trabajar pacífica y legalmente en favor de “la propagación de los principios Sufragio efectivo y no reelección”. Allí mismo, un empleado afecto al régimen lamentaba que no hubiera “ni un reeleccionista”; en cambio, delató el movimiento revolucionario o conspiración encabezado por Marcos V. Mén
4. Ibid. exp. 149.5. Archivo Porfirio Díaz (APD) Leg, 34, C. 27, doc. 13343.
65
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
dez, “un individuo pernicioso... terrible... altamente revoltoso e insoportable... de malos antecedentes” que desatendía sus negocios por ir a Guadalajara, Veracruz y la capital “y volver haciendo activa propaganda de sus ideas de sedición”.6Tan así que Méndez ha “logrado catequizar a muchos propietarios de fincas rurales y una gran parte de los indígenas de la Sierra en donde éste tiene establecido un aserradero”.7 Motivos descontentatorios sobraban.Por otra parte, Miguel Alessio Robles y Fernando Iglesias Calderón fueron los enviados de Madero a Michoacán; se reunieron en Morelia con el médico Miguel Silva, profesionista muy estimado e hijo del gobernador liberal del mismo nombre, con Salvador Escalante y el ingeniero Pascual Ortiz Rubio, éste a la sazón diputado local suplente, para tramar la campaña pro Madero desde mediados de 1909.8Sin embargo, pese a las promesas porfirianas de modernización política, la aplanadora del partido “científico” aplastó y barrió con la oposición. Las fuerzas represivas entraron de lleno al escenario, empezando con la aprehensión de Madero. De tal manera que, cerrada la vía pacífica, no quedó otra que la armada.Los revolucionarios de Muzquiz, Coahuila, comisionaron a Félix Vera para que levantara gente en la Sierra Tarasca. Para ello, Vera contó con el auxilio de Félix C. Ramírez y Eutimio Díaz, oriundos de Paracho. Juntos iniciaron una intensa campaña apoyados por José María Alvarez y Ramírez, maderero y agricultor de Corupo, quien proporcionó elementos para el levantamiento.9La expansión de la compañía de Santiago Slade afectó intereses y motivó en cierto modo el mencionado levantamiento. Pues ya estaba listo para el desquite Marcos V.6. APD. Leg. 34, C. 30, doc. 14777-14778.7. Ibid., doc. 20380-20381.8. Alvaro Ochoa, “La revolución maderista en Michoacán”. La revolución en las
regiones, II: 469-470.9. Alberto Oviedo Mota, Bosquejo históiico del Silvismo, p. 19.
66
S o c ie d a d e n c o n v u l s ió n
Méndez, de Peribán, remontado en la sierra al lado de Rafael Olivares; el primero, vástago de pudientes propietarios, y el otro, maderero. También la lista de los participantes aumentó con la agregada de los rancheros José Rentería Luvia- no, resentido con los españoles Irigoyen que dominaban tierras, comercios y minas en Huetamo, Sabás Valladeres el antirreeleccionista de Los Reyes y Martín Castrejón, de Ario, además arriero dueño de hatajos. Salvador Escalante, el subprefecto de Santa Clara, quedó comprometido a empezar la revolución en Michoacán.Antes de eso, desde mediados de 1909, el gobernador enfrentaba la escasez de maíz en el estado. Había escrito a Díaz informándole que en Morelia como en otros puntos, el maíz valía a cinco pesos el hectolitro, “precio sumamente elevado” en comparación al de años anteriores. Además advertía en la entidad “cierta intranquilidad ante el temor de que continúe el alza inmoderada”.
En torno a la carestía que se iniciaba, Mercado insistía, en busca de ayuda, al dictador.Ud. tiene elementos muy amplios para considerar este asunto bajo un punto de vista general y es quien puede dictar o promover resoluciones que eviten males que otras veces han afli- jido hondamente a los pobres, sujetos a un jornal deficiente cuando se eleva mucho el precio de los artículos de consumo general.10Al paso de la crisis -a pesar del prolongado frío en la temporada invernal 1909-1910-, el ambiente social se calen
taba. Todavía en enero del 10, en plena época de cosecha costaba trece pesos la carga, seis cincuenta el hectolitro de maíz, precio que servía “de termómetro para conocer el grado a que puede llegar la ambición de los que especulan con el hambre”...11 En Chavinda se decía que el comercio se en10. APD, Leg. 34, C. 23, doc. 11216.11. El Pueblo, Morelia 31-1-1910.
6 7
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
contraba alicaído en el último cuatrimestre del mentado 1910 debido a la crisis monetaria y a que las cosechas de cereales “habían sido malas desde años anteriores”.12Por otro lado, la fuerza de trabajo y los salarios no iban precisamente a la par. Aunque se recomendara a “los hijos de Michoacán” que no salieran a otras partes, una vez andando el camino no paraban. Con la crisis de 1907-1909 aumentó la emigración de trabajadores michoacanos; ya enganchados por un peso diario a las fincas de Campeche y Oaxaca, ya a Estados Unidos con la esperanza de ganar dos cincuenta o cuatro pesos.13En la región arrocera del distrito de Apatzingán escaseaban los braceros aun con salario “entre 50 y 75 centavos el día”, mientras que por el de Huetamo abundaban los trabajadores “que se pagan a 37 centavos”.14 Además, en 1910 rechazaron la entrada de trabajadores allende la frontera norte “con motivo de la paralización de las minas de cobre”, del paro ferrocarrilero y de la crisis norteamericana. Los contratistas transportaron a los desempleados mexicanos hasta la línea fronteriza, “donde fueron recibidos y socorridos... por las autoridades mexicanas”. Pero otros mexicanos -escribe González Navarro-, braceros y emigrados políticos, regresaron con las armas en la mano y contribuyeron a derrocar a Porfirio Díaz.15Como sea, subían los precios y aumentaban las quejumbres, las quejas; surgían las protestas, motines, rebeliones. Eso sí, ante las señales de inconformidad, la dictadura reforzó la policía rural y el ejército echando mano de la leva, recurso que provocó más descontento en el campo;16 aun en los pueblos y ciudades creció la fuerza represiva o de control.12. AMZ, Prefectura Fomento 1911, leg 1, exp. 3.13. Alvaro Ochoa. “Arrieros, braceros y migrantes del oeste michoacano (1849-
1911)” en Movimientos de población en el Occidente de México, El Colegio de Mi- choacán-CEMCA. 1988.14. El Pueblo, 9-111-1910.
15. Moisés González Navarro, Cinco Crisis Mexicanas, p. 31.16. AMZ, Prefectura Guerra 1909-1910, varios expedientes.
6 8
S o c ie d a d e n c o n v u l c ió n
En Jacona, por ejemplo, para el sostenimiento del orden había dos policías, después cuatro; en marzo de 1910 existían ocho uniformados; imponiendo la presidencia municipal para ello una contribución de diez centavos mensuales a cada familia. Contribución que se volvió “odiosa”por la razón de que la gente a quien se le cobra es sumamente pobre; su jornal no pasa de treinta y siete centavos diarios... y el pentalitro de maíz vale treinta y un centavos y lo menos que gasta en su casa un jornalero es un pentalitro diario, porque a sus alimentos son casi extraños el pan de harina, el chocolate, la leche y lo demás...17Aparte de gravoso, a quien no verificara dicho pago se le reducía a prisión, dos o cuatro días en trabajos forzados. “Los policías -se quejaba un vecino- antes se sostenían con fondos del Estado y sólo ahora que los vistieron de azul es
cuando se está extorsionando al infeliz jornalero”.18El panorama no pintaba precisamente azul. En la hacienda de Cantabria, propiedad de los españoles Noriega, dos dependientes y dos guardas rurales “cometieron la imprudencia” de insultar a medio centenar de pepenadores que recogían sobrantes de las cosechas, quienes otrora sumisos no tardaron “en asumir un actitud agresiva, gritando y haciendo uso de las piedras, con las que lograron herir a uno de los empleados y a un guarda”.Doce amotinados, responsables de la bulla contestataria, fueron pepenados; rio obstante, los periodistas de El Pueblo sugerían a los hacendados “el buen trato para los jornaleros”.19Si bien la prensa dio cuenta de clubes reeleccionistas, de
“demócratas o subversivos”, asaltos, crímenes proditorios, y la visita de Díaz al oeste michoacano; en varias ciudades del17. APD Leg. 35, C. 6, doc. 2668.18. Ibid.19. El Pueblo 25-1-1910.
6 9
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
estado se supo de la rebelión de Valladolid, Yucatán, y su sometimiento “al orden establecido” en junio de 1910, al tiempo que se montaba el teatro para reelegir a Porfirio Díaz y a Ramón Corral.20 Más tarde, el gobernador Mercado ponía al tanto a Díaz del resultado electoral y también la lista de diputados al Congreso de la Unión.21Durante los comicios en Zamora, las fuerzas porfirianas de la localidad arrestaron y encarcelaron al antirreeleccio- nista Francisco Múgica Pérez porque “insultó gravemente a las autoridades”.22Su hijo, Francisco José, al conocer el resultado oficial de las elecciones asentó en su periódico “1910”:
“Todo se ha consumado”, dirá un día la historia, cuando consagre en sus páginas los gloriosos esfuerzos del mexicano pueblo para sacudir un gobierno que por espacio de treinta y tantos años imperara sin ley en los destinos de nuestra República, y tenga que consignar las persecuciones, las violencias y las trampas de que se ha valido...23
Casi desterrados, los Múgica salieron a México en septiembre. Terminaba su permanencia en Zamora, que no sus relaciones sociales y políticas con gente del terruño.Empezábase a borrar el contento porflrico del rostro popular, aun con las fiestas del centenario encima. En el occidente del estado, en medio de la secuela crítica de la crisis, el gobernador topaba con la Iglesia, concretamente con la prensa opositora “La Bandera Católica” y con sacerdotes de Zamora.
parece que hay ciertas exigencias de parte del clero [en torno al culto externo] y esto puede hacer algo delicado el caso, aten
20. APD Leg 35 C 17 doc 8488.21. Ibid. C. 19, doc. 9009-9010.22. AMZ Prefectura, Gobernación 1910, exp. 104; Justicia, 1910, exp. 80.23. Francisco José Múgica. Hechos no palabras, 1:41
7 0
S o c ie d a d e n c o n v u l c ió n
to al carácter especial de los zamoranos y por eso se encarga al Prefecto no sea demasiado enérgico en la aplicación de la ley y haga concesiones prudentes que no provoquen dificultades.24
También dentro de ese marco crítico se difundió la noticia del linchamiento del mexicano Antonio Rodríguez, en Texas, que enardeció los ánimos; y sonaba la alarma oficial por la revolución maderista el 17 de noviembre.Prefecto. Muy reservado federal. Se sabe que del diez y ocho al treinta actual pudieran ocurrir diversos lugares del país algunos desórdenes de carácter grave por lo que el Gobierno encarece a usted ejerza estricta vigilancia.25
El 21 de ese mismo noviembre, el prefecto de Zamora informó a Morelia que con motivo de los “sucesos Puebla y Guad atajara”, corrían en la población algunos comentarios “demostrando simpatías por agitadores”. Desde luego que dicho funcionario alertaba a los presidentes de su distrito que, debido a tales acontecimientos, pudieran formarse “gavillas de bandoleros”. Por eso les ordenaba avisar oportunamente las novedades; tomar providencias con los braceros norteños que llegaban armados, para evitar “cualquier desorden que pudiera efectuarse y que después sería difícil reprimir”; y, especialmente que se tuviera mucho ojo con los agentes de la Casa Ernesto Madero y Hermanos. El presidente municipal de Purépero aseguraba al prefecto que vigilaba de cerca “los movimientos de ciertas personas conocidas de la prefectura”.26
A estas alturas, Porfirio Díaz dudaba hasta de su sombra. A través del secretario de comunicaciones el propio Díaz pidió averiguara si el prefecto de Morelia “es desafecto al Gobierno Federal” y si en el rumbo de Coeneo “hay preparati24. APD Leg. 35, C. 36, doc. 17576.25. AMZ Prefectura Gobernación 1910, exp. 176; El Pueblo, 12-XI-1910.26. AMZ Prefectura Gobernación 1910, exp. 178.
71
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
vos de agitación revolucionaria”. Lo cierto fue que tras observaciones detenidas se dijo que los prefectos no eran “a propósito para el actual estado de cosas” y que el descontento afloraba en el campo michoacano, según la averiguación realizada.27Uno de los enviados informó a Comunicaciones en enero de 1911 que había recorrido Quiroga, Teremendo, Hua- niqueo, Hacienda de Bellas Fuentes hasta cerca de Zacapu, Coeneo, San Andrés Siróndaro, San Jerónimo Purenchécua- ro, Uruapan y Pátzcuaro en cuyos puntos notó
gran curiosidad por saber de la revuelta, y en algunos, marcado interés porque resultaran ciertas las noticias de que en el Estado había o estaba próximo el levantamiento...
Y agregaba:En los campos encontré muchos caballos sueltos reponiéndose de las fatigas de la cosecha de maíz recién levantada; igualmente mucho ganado vacuno, elementos éstos aprovechables en el desgraciado caso de que estallara en dicho Estado la revuelta.
Además recalcaba la importancia de los recursos naturales y lo montañoso de la región. Condiciones que resultaban desfavorables para aplicar medidas de control, ya que “sería laboriosa la pacificación por allí [en las cercanías de Pátzcuaro], y por lo mismo hay que poner las medidas disponibles para tratar de evitarla”. 8Sin embargo, desde diciembre de 1910 los rurales habían empezado a concentrarse en el norte del país, en la frontera, donde se debatía a balazo limpio la suerte del régimen porfiriano, de tal manera que dejaban las plazas del centro sin mayor resistencia. La defensa se ponía difícil para la dictadura en Michoacán.27. APD Leg. 35, C. 33, doc. 16095.28. Ibid.
7 2
S o c ie d a d e n c o n v u l c ió n
Mientras tanto, los hermanos Carlos y Francisco Mágica conspiraban contra Díaz. En la ciudad de México estrecharon relaciones con los hermanos Magaña, hijos de Conrado el comerciante, y el impresor zamorano Antonio Navarrete; con estos zamoranos y otros provincianos suscribieron contra la dictadura, el Plan Político Social proclamado por los estados de Guerrero, Michoacán, Tlaxcala, Campeche, Puebla y el Distrito Federal.
Los ideales de estos jóvenes influenciados en algo por el magonismo se plasmaron en quince puntos: desconocimiento de Díaz y Corral, senadores y diputados “en virtud de las omisiones, fraudes y presiones que tuvieron lugar en las elecciones”; protesta por la suspensión de garantías; reconocimiento de Madero como presidente provisional y jefe supremo de la revolución; proclama de la Constitución de 1857, el voto libre y la no reelección; libertad de imprenta; reorganización de las municipalidades suprimidas; devolución a sus antiguos y legítimos dueños de las tierras usurpadas; aumento de jornales a los trabajadores de ambos sexos, del campo y de la ciudad, en relación con los rendimientos del capital; jornada laboral máxima de nueve horas; igualdad de oportunidades a los mexicanos en las empresas extranjeras; revisión de alquileres y construcción de viviendas para las clases obreras; arrendamiento de terrenos incultos a quienes los soliciten con el rédito anual de un seis por ciento sobre el valor fiscal; y abolición de los monopolios, “de cualquiera clase que sean”.
Este mencionado plan llegó clandestinamente a Zamora en marzo de 1911, “en hojas impresas fechadas en la Sierra de Guerrero”. Marcos V. Méndez y José Rentería Luvia- no recibieron ejemplares.29 El comienzo sería el ataque y toma del cuartel federal de Tacubaya, DF.Pero, a pesar de las providencias, el complot de Tacubaya fracasó el 27 de marzo. Uno de los Magaña salió enton29. Gildardo Magaña, Emiliano Zapata y el agrarismo en México, I: 121-124. Anóni
mo, Gildardo Magaña, breves datos biográficos. Sobre noticia del Plan en Zamora AMZ, Gobernación, 1911. exp. 33.
7 3
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
ces disparado hasta dar con Zapata, a la sierra; otro voló por tren al Paso para integrarse a la Junta Revolucionaria de San Antonio, donde se encontraba ya Francisco Múgica. Carlos Múgica y Antonio Navarrete quedaban de momento presos en México, mientras la policía porfiriana rastreaba los pasos de otros implicados en el occidente michoacano.30En el centro del estado, Salvador Escalante (1859-1912), exseminarista, agricultor, regidor del ayuntamiento moreliano en 1899, rico venido a menos, emprendió el inicio formal del movimiento armado en Michoacán. El 5 de mayo se pronunció en Santa Clara del Cobre; de hecho su proclama se redujo a “¡Abajo Porfirio Díaz! Sufragio libre. ¡Abajo Aristeo Mercado! No reelección. ¡Viva el insigne patriota Francisco I. Madero!”31 Era todo.Relata Rubén Romero, el secretario del alzado en armas, que los vecinos de Santa Clara “no se daban cuenta de lo que aquello significaba y suponían que era un número más para festejar el 5 de mayo [con todo y música de Zira- huén]”.32El jefe maderista se dirigió al sur con sus ciento diecisiete hombres sobre la villa de Ario. Antes de entrar a ésta derrotó al prefecto, allí se le unió Martín Castrejón. Con gente humilde y peones de Castrejón, entre otros, aumentó la tropa a cuatrocientos que marcharon hacia Tacámbaro, y luego a Pátzcuaro. Aunque no todo fue paseo militar.
La inconformidad popular hacia el régimen porfiriano salió a flote; a tal grado, que Escalante - “hombre de orden”- se vio obligado a imponer severas medidas. En Pátzcuaro “sublevóse la plebe; los autores del motín, echaron fuera la prisión, se arrojaron sobre las casas del prefecto, del administrador de rentas, y entraron a saco la mercería de un hijo del referido prefecto”. En otras partes, como en Angan
30. AMZ, Gobernación, 1911, exp. 1. AHMC, Guerra, 1911, exp. 51.31. Mariano de Jesús Torres. Diccionario... II.32. Rubén Romero, Apuntes de un lugareño. Obras Completas.
7 4
S o c ie d a d e n c o n v u l s ió n
gueo y Tacámbaro, también se dejó ver ese descontento popular; ni faltó el conflicto con los extranjeros.La noche del 16 de mayo, “una partida de bandidos” asaltó un campamento maderero en la jurisdicción de Pi- chátaro, del distrito de Uruapan, y mató al superintendente de trenes de la Compañía Industrial de Michoacán, de la compañía de Slade. Al saber la noticia, Escalante ordenó que Martín Castrejón buscara a los hechores, “y descubiertos que fueran los pasaran por las armas”. Publicó un manifiesto “lamentando el suceso, protestando contra semejante crimen y dando una cumplida satisfacción a la nación inglesa”.33Tras lo anterior, Escalante se alistó para entrar a More- lia, de donde acababa de salir Mercado para México, encargando al licenciado Luis B. Valdés la gubernatura. Ni tardo, el general del ejército regenerador mandó una intimación desde Pátzcuaro, exigiendo la evacuación de la capital, a Valdés. Este hizo poco caso, y Escalante se aprestó a los hechos. Cundió el pánico. Los bancos, el comercio, “los particulares que tenían intereses que perder, se alarmaron”; para “conciliar las cosas”, una comisión de la sociedad de profesionistas “Paz y Unión” se acercó al general victorioso para hacer arreglos y evitar desórdenes.34Desde antes, la situación se ponía cada vez más difícil para la dictadura en algunas partes del estado. El 12 de mayo, el oficial mayor de gobierno telegrafiaba al prefecto de Zamora que, en caso de no poder defender la ciudad, “se reconcentrara Los Reyes por ferrocarril Uruapan, llevando consigo armas, parque, fondos y demás elementos, dejando la plaza al cuidado de una junta de vecinos principales que sin ningún carácter oficial cuiden de la conservación del orden”.Los maderistas de Tangancícuaro, encabezados por el ranchero Jesús García, se lanzaron el dieciocho sobre Tlaza-
33. Torres, op.cit.34. Ibid.
7 5
Los AGRARISTAS DE ATACHEO
zalea, “población que tan bondadosamente y con tanto entusiasmo los recibió”.35Huetamo, en el extremo suresteño del estado, también cayó en mayo. Braulio Ramírez y José Rentería Luviano
habían intentado tomarla desde el 20 de marzo, pero problemas de familia lo impidieron. Carmen Luviano -primo de Rentería y primer regidor del Ayuntamiento, había asumido la prefectura por la huida del “cacique Gallardo”. No pudo proceder a la toma José -dijo éste- porque “ofendía con ello al sr. mi tío el Lie. [Celerino Luviano] y a mi santa Madre en sus afectos”.Los Luvianos y Rentería, rancheros acomodados de tie- rracaliente, gozan de cierto prestigio en el distrito. José Rentería había sido instructor en tiempo de la Segunda Reserva del Ejército alentada por el general Bernardo Reyes.Finalmente, toda la parentela participó en el movimiento maderista. El 15 de mayo en la noche quedó en sus manos la cabecera de la prefectura, “plaza que momentos antes había sido abandonada por las fuerzas federales que la guarnecían”.36Por su parte, Marcos V. Méndez campeaba triunfante en los distritos de Coalcomán, Salazar, Apatzingán y Urua- pan. Los hermanos Ireneo y Melesio Contreras, comerciantes y propietarios jiquilpenses, en plena serenata dominguera se posesionaron -previa fuga de la guarnición- de Zamora; incluyeron en la lista a Jiquilpan; “todo en el mayor orden, sin derramamiento de sangre y con satisfacción para todos”; igual que en Los Reyes -la tierra de Sabás Valladares.37La toma de Ciudad Juárez fue la culminación. Se desmoronó una pequeña fracción de la cúpula porfirista; al parecer hubo presiones de Estados Unidos para Díaz y el a
35. Ochoa, “La revolución”... AMZ, Gobernación 1911, exp. 1.36. Archivo Francisco J. Múgica (AFM), Caja 2, carpeta 84, doc. 85. Juan Tavera
Castro, Huetamo, p. 79.37. Luis González Zamora, p. 121.
7 6
S o c ie d a d e n c o n v u l c ió n
vanee revolucionario era inminente. En Michoacán asumió entonces la gubernatura Miguel Silva.Si bien hubo consenso en torno a la lucha democrática de Madero por parte de la burguesía rural y la pequeña de las ciudades, empezaron las diferencias en cuanto a las demandas campesinas. El párrafo tercero del punto tres de San Luis prometía restituir “a sus antiguos poseedores los terrenos de que se les despojó de un modo tan arbitrario”; y por ahí la tomaron Emiliano Zapata -en Morelos- y Miguel Regalado, -el agrarista de Atacheo- en el poniente de Michoacán.Miguel RegaladoSus padrinos, cristiana y originalmente le pusieron por nombre José Miguel de Jesús dentro del rol social del compadrazgo. Nacido el 30 de septiembre, un día después de la fiesta de San Miguel de 1868, ocupó el segundo lugar de cuatro hijos de Dionisio, comunero, y de Romualda Sepúlveda, ambos descendientes de primitivas y antiquísimas familias ata- chenses.
Dionisio Regalado (¿1828-1887?) contemporáneo de los encabezados Jesús Loera y Eusebio Cruz, fue de los solicitantes de la restitución de tierras en 1865; uno de los que anduvieron metidos en el pleito contra Castro por la posesión del Sauz en 1881. Aparte del solar en su casa -sobre la calle Nacional, salida hacia Zamora-, completó la subsistencia familiar como ecuarero (i.e. ekuarhu, solar) en la falda del cerro; también fue panadero y pequeño comerciante. Disfrutaba de alguna manera de cierta independencia y movilidad. En el hogar de los Regalado, no ajeno a las condiciones adversas de salud, de los cuatro retoños sobrevivieron Miguel y María de Jesús, los dos de en medio.3838. APA, Bautismos 1864-1872. AMZ Notarías. Protocolo de Indalecio Haro, 1865,
AMZ. Prefectura, Gobernación. Paquetes elecciones 1885, 1888. AMZ, Juzgado de Distrito, Civil, 1881-1883 pleito Trujillo-Castro. Información familiar comunicada por Refugio, Romualda y Rosa Regalado. Atacheo. 18 de enero y 13 de febrero de 1982.
7 7
LOS AGRARISTAS DE AXACHEO
Miguel, como todo niño campirano comenzó los menesteres de la vida y del trabajo con el autor de sus días. Seguramente al lado de los abuelos ató bien los nexos de genealogías familiares y concatenó la tradición lugareña que conformarían su bagaje cultural. Es de creerse que con parientes y amigos supo de leyendas, cuentos y sucedidos; que se enteró también de las peripecias del pueblo en sus tierras de comunidad. Algunas de las cuales él mismo presenciaría entre 1881 y 1888.Quizás fue mozo sacristán “puesto por los indios”, de
acuerdo con la vieja costumbre comunal al servicio de la iglesia junto con Esteban Cruz, el hijo de Eusebio. “Criado en el templo”, aprendió las primeras letras a la sombra del vicario Agustín Padilla quien, además, mandó a los dos jóvenes a estudiar música y canto; así, Esteban sería el organista y Miguel el cantor.El vicario Agustín Padilla (c. 1851-1913), al parecer de familia “bien” zamorana, estudió en el seminario diocesano del lugar, en donde cursó gramática castellana, latinidad, filosofía, derecho civil y teología; tonsurado en abril de 1874 y presbiterado en mayo del año siguiente, llegó relativamente joven a atender el tenientazgo del curato atachense en ju nio de 1879. Pasó más de veinte años de apostolado comprometido con la suerte de los desposeídos. Aunque llevado a Zamora a la parroquia de Guadalupe a causa de sus males, no dejó de interesarse por su feligresía atachense. En junio de 1909 previendo su fin, cedió su casa y solar junto al templo de Atacheo “no sólo para habitación del padre que administre al pueblo sino también para la instrucción de las niñas pobres y algunos niños”, pero condicionada a que el ocupante contribuyera con cinco pesos mensuales “en limosnas a los pobres”. 39 4039. Archivo de la Secretaría de la Defensa Nacional (ADN), Cancelados XI/III-4-
5244, f. 23. Información de Rosa Regalado (N. 1904), Atacheo, 18 de enero de 1982.40. AMZ Fondo Especial. Libro No. 2 de Licencias ministeriales, f. 118., y papel suelto 1909. AMZ Gobernación Paquete elecciones, 1911. Francisco Valencia
7 8
S o c ie d a d e n c o n v u l c ió n
Ahora, que de Regalado mencionaremos que pertenecía al estrato social y económico sensible y movedizo de Atacheo; ejerció el oficio de jornalero, de artesano algunas veces, de albañil, y de cantor en el templo en otras. En relación con el problema de la tierra, no faltó quien dijera que empezó las gestiones recuperatorias a partir de 1906, el año de plagas en la región; la tradición local y un posterior subalterno suyo aseguraban que desde 1909 “luchaba por las tierras”, cuando ya había desaparecido del escenario el apoderado Trujillo y el último vestigio de propiedad comunal en el Ta- cari y cuando se resintieron los rigores del mal temporal en el estado y subió el precio del maíz de 2.50 a 5.50 el hectolitro.41
El quehacer público del futuro agrarista en el matrio suelo desde 1890 a 1910 consta en documentos. Figura como empadronador, escrutador, votante, alguna vez temado para ocupar el puesto de alcalde propietario de la tenencia atachense, soldado de acordada del pueblo; hombre que sabía montar a caballo y usar armas, de los contados vecinos que sabían leer y uno de los animadores para restablecer la escuela oficial.
Regalado casó treintañero en abril de 1899 con Amada Enríquez la hija de un pequeño comerciante. Estrechó relaciones con algunos clérigos. El cura rector del sagrario zamo- rano apadrinó el primer hijo de la familia Regalado-En- ríquez. Don Miguel, cuarentón en 1909, por edad y por sus lazos con la iglesia gozaba de cierta ascendencia entre algunos sectores de la localidad. En 1910, en las fiestas patrias del centenario, entre las imágenes de Hidalgo y la virgen de Guadalupe, pronunció el discurso oficial a instancias de la directora de la escuela; ésta, era prima de un ex-seminarista 11a-
Ayala, Apuntes para la historia de la diócesis de Zamora., p. 113. Información de Maximino Padilla, Zamora, 5 de jimio de 1982.41. AMZ, Gobernación paquetes elecciones 1885, 1888, 1890, 1896, 1899-1900, 1904, 1909, Gustavo Izazaga Cárdenas, “Historia de la revolución agraria en el estado de Michoacán, El Apóstol del Indio,” Heraldo Michoacano, 14-XI-1938. Lázaro Cárdenas, Apuntes, 1:22. Mal temporal agrícola en AMZ Gobernación, 1909, exp. 174.
7 9
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
8 0
S o c ie d a d e n c o n v u l s ió n
mado Francisco J. Múgica quien acudió más de una ocasión como sinodal a los exámenes públicos.En cuanto a la cuestión de la tierra, corre la versión popular de que el vicario Padilla encontró en el archivo del templo un papel del viejo cabildo comunitario en el cual se estipulaba dar a la Iglesia un terreno en el potrero de la Joya, en el Tacari, “para que se casara a los indios de balde”, de gratis; terreno que, quién sabe cómo, fue a parar a manos de la hacienda de Santiaguillo. No quedó ahí el despojo. Las acordadas de Santiaguillo “maltrataban a los indios que iban por leña al monte, les echaban los caballos encima y les daban reatazos”. El hacendado -valiéndose de uno de sus arrendatarios, Vicente Riofrío- mandó tapar las veredas, pero no les quitó la querencia; tan así que escribió al prefecto y
al gobierno del estado:temiendo que los vecinos de Atacheo, acostumbrados a transitar abusivamente por esas veredas, intenten abrirlas de nuevo y aun lleguen a provocar un conflicto personal con mis sirvientes, ocurro a ud. solicitando el apoyo de su autoridad para hacer respetar mis derechos.
El prefecto mismo sabía muy bien que Atacheo antes “fue dueño de esos cerros y les queda desde entonces a los vecinos la costumbre de aprovechar la leña” -como informó éste al gobierno-, pero agregó que “de ninguna manera es una razón hoy [1905] para que los nuevos dueños lo sigan permitiendo”.42En medio del conflicto, Regalado dio los primeros pasos para recuperar no solamente el pedazo de tierra quitado42. AMZ, Gobernación, paquetes elecciones, 1890, 1896, 1900, 1903, 1909. Ayunta
miento, 1902, exp. 61. Juzgado de Distrito. Nombramiento de los alcaldes. 1906- 1907. APA, Matrimonios. 1889-1916, f. 63, Bautismos 1900. Participación cívica en AMZ Gobernación, 1910, exp. 147. Presencia de Múgica en Atacheo. AMZ, Instrucción Pública, 1906 exp. 47 Asunto vereda y monte AMZ Gobernación 1905, exp. 18. Información de Maximino Padilla, Zamora 5-VI-1982; Francisco García Amezcua, Jacona 5-III-1983.
81
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
a la iglesia sino todo el monte. Tramitó verbal e infructuosamente el asunto recuperatorio ante las autoridades zamoranas y de Morelia. Sin representación legal no le hicieron el menor caso, y menos por falta de papeles que justificaran la propiedad de la tierra. Además la ley de 1902 insistía en la tarea contraria, en el nombramiento de apoderados por parte del gobierno y en el reparto y no en la recuperación de la propiedad comunal. Entonces, aconsejado por Padilla fue a México, al Archivo General y Público de la Nación, para conseguir copias de los títulos del pueblo, y, de paso, asistió -de propia cuenta o convidado- a la convención antirreeleccionista del Tívoli en apoyo del candidato Francisco I. Madero.43 44 Esto en abril de 1910. El maderismo sería una vertiente que Regalado aprovecharía en su empresa agraria.A mediados de febrero de 1911, el prefecto de Zamora había comunicado al secretario de gobierno en telegrama cifrado que “nadie aprovecha situación actual pues hasta hoy no regístranse en ningún lugar del Distrito, desórdenes ni atentados contra la propiedad”.Sin embargo, algunos hechos modificarían posteriormente dicha información. En las cercanías de Atacheo rondaba la rebelión armada; mientras, sucedían frecuentes escándalos en Acuitzeramo “de tal modo punibles que hasta se ha atentado contra la autoridad”. El mismo Atacheo estaba alebrestado. El rescoldo de la crisis caldeaba los ánimos. También ahí eran “frecuentes los escándalos”.45Entre Pacímaro, Las Gallinas -de la vicaría atachense- y Ecuandureo andaban doscientos sublevados. Todavía en mayo, el prefecto de La Piedad salía de Ecuandureo rumbo
43. Comunicación de Maximino Padilla sobre trámites. José Ortiz Rodríguez, El Doctor Miguel Silva. La Revolución Modelista y La insurrección en Michoacán contra Huerta, pp. 21-22.
44. AMZ, Gobernación, 1911, exp. 33.45. AMZ, Guerra 1910, exp. 37; Justicia 1911, leg. 1, exp. 39.
8 2
S o c ie d a d e n c o n v u l s ió n
a Churintzio, “en persecución de revoltosos” que merodeaban por Pacímaro, Quiríngüicharo y Cerro Prieto.(46)Si bien los “revoltosos” se replegaron hacia Puruándiro por la persecución, la caída del régimen porfiriano los atrae nuevamente a Ecuandureo y se unen con otros levantados del rumbo para entrar a la plaza de Zamora.Miguel Regalado estuvo al pendiente de los acontecimientos. Tal vez no hizo caso a la prédica escrita de Marcos
V. Méndez y del secretario de éste, Félix C. Ramírez, estampada en “La Bandera Católica; prédica que respondía al espanto de los propietarios porque
el pueblo humilde ha sido insdgado para que cometa depredaciones, haciéndole creer que tiene derecho sobre las propiedades de la clase privilegiada.46 47
Pero sí había tomado al pie de la letra la invitación de Madero, la promesa agraria contenida en el Plan de San Luis. Tan así que el martes 10 de agosto en la madrugada, decía al jefe de tenencia atachenseel pueblo me ha dado poder ampüo, cumplido y bastante para que en su nombre y representación proceda como convenga para quitar los terrenos que desde su origen fueron nuestros y que ahora se encuentran en poder de varios dueños y por distintas causas.Sería cansar su atención el decir a Ud. como han tomado posesión los nuevos dueños, únicamente me concreto a manifestar a Ud. que tomando en cuenta las promesas que ha hecho a la Nación nuestro Libertador Don Francisco Y. Madero, hoy paso con mi pueblo a tomar posesión de lo que en realidad somos dueños.”48
46. Ibid., exp. 38.47. La Bandera Católica, Zamora, 18-VI-I911.48. AMZ, Justicia, 1911, exp. 29.
8 3
Los AGRARISTAS DE ATACHEO
Empezaba el desquite. En la mañana del diez se pasó a los hechos. Con gente de confianza, don Miguel sacó el ganado de la hacienda de Santiaguillo que agostaba en el potrero del Palmo.
Todos se prestaron a bajarlo. Mandó cerrar las puertas [de las casas] porque era ganado brioso. Bajaban una porción de animales; iban tres o cuatro con guadañas y palos a entregar el ganado al que lo estaba esperando afuera del pueblo. Al rato, bajaban otro; y, lo entregaban. Hasta que dejaron el potrero sin animales.49
Hubo un gran alboroto. La novedad corrió veloz a la hacienda. Y de ésta salió al potrero la acordada de Santiaguillo encabezada por Francisco López con la misma velocidad. Veinte hombres de la jefatura de armas de Zamora llegaron luego, pues se trataba “de un asunto delicado”. Rodearon a los alzados y, sin otra salida por el momento, obligaron a don Miguel “a no volver a penetrar ni él ni su gente a dicha propiedad entre tanto no gestionara, [y consiguiera], la restitución” que significaba largo, inútil y costoso recurso “legal” como ya les había demostrado la experiencia en otros casos.50A partir de ese momento Pancho López y Jesús Anaya (a) “La Jerica” -maleantes y ex-presidiarios al servicio de la casa García anotaron el nombre de Regalado y de sus seguidores más cercanos en la lista negra de la hacienda.Regalado y algunos acompañantes partieron a México, al Archivo General de la Nación para continuar en la búsqueda de documentos. El 2 de septiembre, Luis González Obregón -director del Archivo- certificó una copia a los solicitantes del Teatro Americano, 1746, páginas 105 y 107 del libro 3o, cap. XXIV, “De la jurisdicción de Tlazazalca y sus
49. Información de Romualda Regalado y Francisco García Amezcua.50. AMZ Justicia, 1911, exp. 29.
8 4
S o c ie d a d e n c o n v u l s ió n
pueblos”. No encontraron más indicios coloniales sobre Ata- cheo. Se devolvieron los acompañantes; menos don Miguel que desapareció un tiempo. Nadie sabía de él.51 Quienes regresaron y los que se habían quedado en el pueblo no mostraron miedo ante las amenazas de la Casa García Hermanos. “Creemos imposible -dijeron los atachenses- que Dios permita que gane la injusticia”.
El cerro del Tacari sería motivo y razón de la resistencia agraria. El 31 de agosto el jefe de tenencia participó al prefecto que “tuvo noticia por los indígenas que por orden del señor Miguel Regalado, a quien dieron poder para su defensa, iban a subir al cerro de su propiedad a contener el destrozo de maderas que andan haciendo [los sirvientes] de los señores García”.
El despliegue represivo no se hizo esperar. El prefecto transcribió la noticia anterior a la Casa García, y ésta mandó luego una escolta de acordada a cuidar el cerro, para impedir “que los naturales sacaran la leña de su gasto”. El juez de acordada traía “orden de fusilar” y había prometido “asegurar las personas que representan al pueblo”...52Precisamente el representante principal, Regalado, regresó el año nuevo de 1912, prevenido. Cuando reapareció
en el terruño dijo que había andado de aquí para allá “en el estado de Guerrero”. Platicó a su familia “que había vuelto a nacer tras escapar de una avanzada” (Por eso agregó desde ese día -por invocación- de la Trinidad a su nombre original.)53
El regreso del ausente no agradó a terratenientes ni a las autoridades zamoranas; sobre todo por los nexos con los Magaña y los Múgica, las amistades que frecuentaba. El prefecto telegrafió a Morelia el 5 de enero51. Antecedentes penales de Anaya y López en AMZ, Justicia, 1909 exp. 46. Certi
ficación copia en ASRA-CC. Resíituáón Atacheo 22/27/2783 (local) leg. 1. Sobre desaparición Regalado. AMR, exp. 1911 e información de Romualda Regalado.
52. AMZ, Justicia, 1911, exp. 2/153. Comunicación de Rosa y Refugio Regalado. Atacheo 13-11-1982.
8 5
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
C. Secretario de Gobierno. Sabe Prefectura que en Atacheo, tenencia este municipio, hay muchos individuos armados por Francisco José Múgica, capitanea esa gente Miguel Regalado hombre pésimos antecedentes...54Además del afán de desprestigiar a Regalado, el prefecto insistía al secretario de gobierno “en catear Atacheo y re
coger armamento”. Mientras que Regalado pedía a ambos no dejaran “que los despojantes cosechen en terrenos rústicos de Atacheo” ni que acabaran con los cazahuates, huinu- mos y huizaches del Tacari; para ello apelaba a la circular de la dirección agraria de la secretaría de fomento relativa a deslinde de ejidos.El gobernador Silva, ocupado en pacificar los brotes de mendizmo, orozquismo, salgadismo y zapatismo en el estado con la ayuda de hacendados guardó silencio respecto a la petición de Regalado. Por su parte, el prefecto prometió a Silva administrar justicia “a quien la tenga”; obvio pensar en quién. No esperando a más explicaciones o justificaciones, la acordada de Santiaguillo procuró -y falló- matar a Miguel de la Trinidad que ahora se defendía “armado de pobres proyectiles y custodiado de alguna gente”.55Los rumores “de que Regalado sólo va a pasear a México” y no a arreglar los asuntos del pueblo, más otras intrigas tendidas por hacendados y autoridades al agrarista se agotaron de momento. El prefecto zamorano, bien pertrechado y con fuerza de guarnición ejecutó el anunciado cateo; “y como anduviesen de partida los agitadores Miguel Regalado y socios, recogiéronse tres carabinas, dos pistolas y tres machetes”. Esto sucediía en la noche del dos de febrero, día de la Candelaria.5654. AMZ, Gobernación, 1912, exp. 22.55. AMZ Gobernación, 1912, exp. 1, 16. AMR, exp. 1912. El jefe de tenencia ata-
chense informó al presidente municipal el 16 de abril, que los terrenos disputados eran “propiedad de yndígenas, de los que están despojados de tiempos anteriores sin justos títulos”, AMZ, Fomento 1912, exp. 68.
56. AMZ, Gobernación 1912, leg. 1, exp. 1.
8 6
S o c ie d a d e n c o n v u l s ió n
A estas alturas, en Michoacán, políticos, hacendados y rancheros no querían saber de nuevas revolufias una vez tomado el poder gracias al movimiento maderista. “Las promesas cumplidas” de la revolución en el estado no pasaron de que el congreso, todavía mercadista, adoptara junto con el gobernador Miguel Silva una serie de medidas político-administrativas encaminadas a impedir legalmente la reelección del ejecutivo en un período inmediato, suprimir prefecturas, fortalecer los ayuntamientos y restablecer las tesorerías municipales.57Por su parte, hacendados, grandes comerciantes, políticos y clérigos zamoranos no temen la rebelión de peones y jornaleros adoctrinados -pues algunos miembros de esa burguesía beneficiada por la desamortización liberal y “bajo la influencia de la doctrina social de la Iglesia, dieron muestras de preocuparse por el mejoramiento de la situación de [los trabajadores del campo]”; pero sí enfrentan seriamente el agrarismo de pequeños comerciantes, de artesanos, de me- dieros y de arrendatarios que sin parentesco ni relaciones con la burguesía zamorana “no encuentran ya cabida dentro del orden social establecido”.58 59
Entre estos últimos andaban los Magaña y los Múgica en la propia ciudad; el zapatista Francisco Rodríguez por Ixtlán y los agraristas de Atacheo; sin escapar todos al sambenito de “facciosos” que alteran “la tranquilidad públicaDe ahí que nada valiera las quejas de los atachenses cateados presentadas al gobernador, todo oídos para hacenda
dos en el asunto de la pacificación. ¿Qué hacer entonces? Unos emigraron a México con Miguel de la Trinidad para insistir ante el presidente en la devolución de tierras por la buena, otros se quedaron arriesgando el pellejo en Atacheo, “en el monte y como bandidos”, a la espera de novedades.57. Las promesas de la revolución cumplidas en Michoacán.58. Jesús Tapia, op.cil.59. AMZ, Gobernación 1912, leg. I, exp. 16.
8 7
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
En tanto, el presbítero Agustín Padilla -muy enfermo- salía de Zamora en busca de curación a Guadalajara. La mitra había enviado a Atacheo vicarios sustitutos desde 1899. Manuel Hurtado, uno de ellos, murió en el pueblo en mayo de 1911. En lugar de éste llegó Francisco Guzmán, capellán de la hacienda de Romero e identificado con los hacendados de Santiaguillo. Resta decir que don Agustín terminó sus días en Zapopan, Jalisco, en octubre de 1913.60Ya en la ciudad de México, Regalado encontró a otros indígenas del centro y occidente de Michoacán que andaban en las mismas desventuras. A iniciativa de él, que había frecuentado el Archivo General de la Nación y otras oficinas de gobierno, hicieron ronda más representantes de otras partes michoacanas, del estado de México, Guerrero, Puebla y Ve- racruz, tal vez “por razón natural y social”, “como un recurso necesario, debido y aun obligatorio”, fundaron una organización de tinte indigenista.La Sociedad Unificadora de los Pueblos de la Raza IndígenaSociedad en la que primera y formalmente tuvieron cabida desde el 10 de octubre de 1912 -según acta constitutiva- los representantes de Atacheo, Zacapu, Acuitzeramo, Tlazazal- ca, Ecuandureo, Jacona, Tarecuato, Ixtlán, Santa Mónica Ario, Etúcuaro, Aguanato, Naranja, Tiríndaro, Tarejero, Huiramba, Guarachita, Tanuato, San Pedro Caro, Pajacua- rán, Penjamillo, Villa Hidalgo, Angangueo, (Michoacán); La Concepción de León, San Francisco Chejé, San Juan de las Manzanas, San Miguel, Coyoacac, Nativitas, (Estado de México); Tepecuacuilco, (Guerrero); Ixtiyucan, (Puebla); y Maltrata, (Veracruz).61 Debido al establecimiento de “focos
60. AMR, exp. 1912, APA. Libros de bautismos, matrimonios y entierros 1899- 1911. AMZ, Fondo Especial. Libro de licencias ministeriales. Rosa Regalado dice que cuando trajeron los restos del sacerdote Agustín Padilla a Atacheo “se vistió todo el pueblo de luto”.
61. ACN, Buscas, vol. 1913, exp. 38. ADN, Cancelados XI/111-4-5244. Pedro La-
8 8
S o c ie d a d e n c o n v u l s ió n
y corrientes fraternales”, llegó a contar además con los de Ja- ripo, Tangamandapio, Valle de Guadalupe, Yurécuaro, (Michoacán); San Nicolás Ayotengo, Amajac y otros pueblos de Hidalgo; varios del distrito de Jilotepec, (Estado de México); San Lorenzo Guapiaxtla, en Tlaxcala; y Jalapa, Veracruz.62Regalado y Jesús González -éste de Zacapu- tomaron las riendas de la Sociedad Uniñcadora por voluntad de la mayoría; los cargos de presidente y secretario significaban recibir y dar razón de los asuntos, llevar las cuentas y distribución de los fondos aportados por los representados, convocar a juntas lunes y jueves -a veces extraordinarias- no sólo en la capital.
Si bien la agrupación no tenía mayores ingresos económicos, ni brillaba por destacados teóricos, nada quitaba el que sus iniciadores dejaran muy claros los fines de “ayudar moral, práctica, pecuniaria y mutuamente a los representantes para facilitar a los asuntos que se tramiten y que redunden en beneficio de los pueblos que representen especialmente en los que se relacionan con los terrenos que inicuamente les hayan sido usurpados”; y, otro tanto tratarían en el establecimiento de escuelas.Quizá para evitar las frecuentes represalias de hacendados, por estar metida en revisar viejos papeles, la discreta Sociedad no hacía mucho ruido y pasó lo más desapercibida. Fuera del paleógrafo y consultor Ramiro Manzano, que les descifraba la escritura antigua de los títulos, no necesitaron de más ayuda, y menos de licenciados. En general, los años y los golpes, les habían enseñado que los estudiados en el derecho no obraban rectamente cuando de intereses indigenistas se trataba.63
Desde luego que por acuerdo común enteraron al pre-
micq. Los retóricos de la revolución p. 23. El Demócrata, México, 15-XI-1916. Iza- zaga Cárdenas, op.cit., 25-XI-I938.62. Ibid.
63. ADN, exp. citado.
8 9
LOS AGRAR1STAS DE ATACHEO
sidente Francisco I. Madero, en casa de éste, de la tarea emprendida; y consiguieron permiso para entrar a palacio.Comandancia Militar de México, Esta comandancia autoriza al señor Miguel Regalado acompañado de once paisanos, salgan del Palacio Nacional y regresen a él. Libertad y Constitución; México, febrero 11 de 1913. El general Comandante Militar. V. Huerta.64
Pero Madero -olvidadizo del punto tres de San Luis- expresa, a través del secretario particular Sánchez Azcona, “sus mejores deseos porque dicha Asociación obtenga un éxito completo en las gestiones que se proponen llevar a cabo”. Y sólo en eso les quedó, porque no ofreció mayor remedio palpable para alivianar los males agrarios.65A pesar de que el viejo y gigantesco aparato porfirista no funcionaba bien en las pequeñas manos del nuevo presidente, el cuartelazo del general Victoriano Huerta durante la famosa decena febril de 1913 complicó más la vida nacional. La administración victoriana se deshizo de Madero y cerró de golpe las puertas de arreglo pacífico. Se empezaron a oír pasos con botas por donde quiera; sobresaltos, levantamientos de campesinos.Al parecer no hubo excepciones. El desmaderamiento, la mala voluntad huertista y la ojeriza de los hacendados cambiaron y trastornaron los planes de la sociedad unifica- dora indigenista, la que, puesta en tal predicamento, tomó camino al campo arma en mano.Los representantes se incorporaron a grupos revolucionarios para salvar la cabeza. Y aunque primero se tratara de tumbar a Huerta, Regalado -también metido en la lucha armada- llevaría en su persona la delegación general trashumante de la Sociedad.6664. Ibid.65. AMR, exp. 1913. Lamicq, op.cit.66. ADN, exp. citado.
9 0
S o c ie d a d e n c o n v u l s ió n
Mas una vez finado el delegado general “para tramitar asuntos agrarios” -después del triunfo sobre Huerta y la posterior lucha de facciones-los representantes no michoacanos se desentendieron en definitiva; hasta desapareció el membrete de la delegación en manos de Félix C. Ramírez, diputado por el distrito de Pátzcuaro en 1918, que había surgido “para atender los asuntos indígenas” el año anterior, a la sombra del candidato a gobernador Francisco J. Múgica.
Intereses políticos e intereses de pesos ahogaron el lema combativo de las Sociedad Unificadora.Sólo unidos todos los indígenas seremos fuertes y venceremos. No esperemos que nadie nos salve, salvémonos por nosotros mismos.67Tras esta concepción, simple a primera vista, Miguel de la Trinidad Regalado había emprendido la salvación de los indígenas en todos los frentes, a partir del derecho a la tierra para llegar tentativamente al poder:
Siendo uno de los principales impedimentos [para conseguir la tierra], las autoridades actuales [1913-1914] constituidas por vecinos, deben quitarse y establecerse en los Estados, distritos y poblaciones autoridades constituidas por personas puramente indígenas.68
El grupo o fracción poblana de la sociedad Unificadora igual que la mexiquense continuaron sus labores.El general poblano Prisciliano Ruiz todavía en 1918 je- faturaba la Delegación General.69 Mas acusada por las autoridades “de explotar pecuniariamente a los campesinos con ofrecimientos de tierras”, el gobierno de Puebla prohibió en
67. AMZ, Fomento 1918, exp. 29.68. AMR, exp. 1913.69. ASRA-CC, exp., citado. Diario de los debates de la Cámara de Senadores. 9-X-1920.
91
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
1919 sus actividades.70 Por otro lado, la mesa directiva de la SURI mexiquense presentó a la Cámara de Senadores en ju nio de 1920 “un proyecto de ley sobre dotación de tierras a los pueblos”.71Más tarde, los representantes poblanos, en puestos de elección popular algunos y asesorados por abogados, le dieron un tercer aire a tal Sociedad en 1921 desde la ciudad de México. A estas alturas, el programa de la Sociedad Unifica- dora de la Raza Indígena -escribe González Navarro- se limitaba a proporcionar casa y alimentos a sus socios cuando visitaran la capital, armonizar los intereses del capitalista y del proletariado, el aumento de los salarios, la restitución de los ejidos, la sindicaíización de grupos, etc.72 Murió en fecha ignorada.El apóstol del indio.Por la tarea emprendida en favor de los pueblos, Miguel Regalado recibiría justamente tal epíteto. Como los de la antigüedad tarasca, tenía “más tristezas consigo”, es decir, experiencia, más camino andado. “Causaba la impresión de ser un hombre serio y sincero”, contaban sus conocidos. Lázaro Cárdenas, que militó a sus órdenes, le recuerda “valiente y correcto en su conducta”.73Como cualquier mortal, hasta principios de 1913, Regalado había trabajado en la fábrica “San Rafael” de México para ganar el sustento diario; rentó el interior 7 en la Quinta Calle de Santa Teresa, número 126, y presidió allí las sesiones semanarias de la agrupación indiana; hurgó papeles “relativos a los pueblos despojados de sus bienes” en el Ar
70. Moisés González Navarro. La CNC en la Reforma Agraria, p. 81.71. Diario de los Debales.. 23-X-1920.72. González Navarro, loc.cit.73. Félix C. Ramírez, La verdad sobre la Revolución Mexicana, p. 161. Cárdenas,
op.cit., 1:22, Ortiz Rodríguez, op.cit.
9 2
S o c ie d a d e n c o n v u l s ió n
chivo General y Público de la Nación; dio trámite a los encargos agrarios ante la Secretaría de Fomento.Después del cuartelazo huertista apareció en Atacheo, en los primeros días de marzo de 1913. Allí se pertrechó con los suyos -que le habían dado poder general ante notario en noviembre de 1912-, junto con algunos descontentos de
Acuitzeramo que comandaba el panadero Mauricio Pérez, representante del lugar que luchaba también por la restitución de tierras. Armados con lo que pudieron, el martes cuatro tirotearon la hacienda. La noticia llegó a Morelia el día siguiente:Ayer Miguel de la Trinidad Regalado de acuerdo con varios vecinos y acordada de Atacheo atacaron a sirvientes de la Hacienda de Santiaguillo, hiriendo a tres de éstos.
Personalmente pasó el prefecto con treinta rurales del estado al teatro de los acontecimientos, “logrando capturar a algunos [veinte] de los responsables, huyendo Regalado con otros varios”74
“Indios Atacheo subleváronse”, fue la novedad que corrió de Santiaguillo a Zamora. Hacía menos de dos años que se habían escuchado bramidos en el potrero del Palmo, cuando los atachenses sacaron el ganado para recuperar la tierra.Esta vez, el hacendado Francisco C. García que preparaba en México su participación en el congreso agrícola del 27 de marzo puso el grito en la oreja del gobernador Silva, y éste pidió actividad al prefecto, quien informó: “Regresé hasta haber dejado orden establecido como aún permanece. Hago activas averiguaciones para definir responsabilidades”.75
74. AMR, exp. 1913 y nombramientos 1913-1915. AMZ Gobernación, 1913, exp. 1.75. AMZ, Gobernación 1913, exp. 1, AHMC, Guerra, 1913, exp. 37. Participación de
Francisco C. García en Casasola, Historia Gráfica de la Revolución Mexicana. I: 542.
9 3
LCS AGRARISTAS DE ATACHEO
A Regalado y a varios de sus paisanos no faltaban motivos para atacar a la hacienda; probablemente la participación de los dueños de Santiaguillo no sólo en la Dieta católica del 19 al 23 de enero sino en “las intrigas” del domingo 9 de febrero, “pues público y notorio es -aseguraría Miguel de la Trinidad sin mencionar el conocido pacto de la embajada-, que del estado de Michoacán, pero principalmente de la ciudad de Zamora, fue donde se fraguaron todas las combinaciones para el cuartelazo que tuvo lugar en la capital de la República”...76 Sin duda más tenía que ver el asunto de los maltratos y de las tierras usurpadas.En tanto, en la tierra caliente michoacana el ex-jefe de rurales maderistas Gertrudis G. Sánchez con el huetamense José Rentería Luviano maduraba el plan de levantamientos contra Huerta al calor de una pelea de gallos;77 y la Casa García, en Zamora, insistía en atrapar y castigar a los agra- ristas armados; concretamente quiere
la aprehensión de Rafael Enríquez, Francisco Pérez, Miguel Regalado, Luis Mariscal, Francisco y Jesús Avila... como presuntos reponsables de los delitos de asalto y heridas cometidos contra la acordada de la Hacienda de Santiaguillo.
Con el fin de evitar el largo brazo de la justicia al servicio del hacendado, los seguidores de Regalado se ocultaron en México y otros lugares; pero una vez que estallaron los pronunciamientos armados de Huetamo, Apatzingán y Pa- rácuaro secundando el movimiento del norteño Gertrudis G. Sánchez, y precedidos por el paso de Rentería Luviano a fines de mayo en Zamora volvieron a Atacheo a comienzos
76. AMZ, Gobernación, 1917, exp. 4. El gobernador carrandsta Elizondo también hizo cargos al clero zamorano, Periódico Oficial del Gobierno de Michoacán (POM), 6-V-1915. Sin embargo, la Dieta Católica verificada en Zamora aún reclama un estudio a fondo.77. ADN, Cancelados X I/111-4-2984. Jesús Romero Flores, Historia de la Revolución en Michoacán, pp. 66-67.
9 4
S o c ie d a d e n c o n v u l s ió n
de junio, con mucha cautela porque el prefecto zamorano los traía de encargo.78Por la Sociedad Unificadora de la Raza algunos jefes rebeldes tenían referencia de Miguel Regalado. Emiliano Za
pata y el zapatista Eutimio Figueroa que operaba entre Jalisco y Michoacán sabían de su labor indoagraria, cuenta el zamorano Gildardo Magaña.79 Tal vez Gertrudis Sánchez no; pero el mismo Regalado y el secretario Jesús González se encargaron de ponerle al tanto en una carta el 16 de junio desde Zacapu. Sánchez contestó aludiendo las promesas del Plan de San Luis, y agregaba:
me satisface que los indígenas de los pueblos que ustedes representan estén dispuestos a prestar su ayuda a la patriótica causa que defendemos contra un poder usurpador, el que a su vez está sostenido por los despojadores de terrenos que pertenecieron a las antiguas comunidades indígenas...80Apalabrados en tal promesa, Sánchez le mandó a Ata- cheo el nombramiento de capitán segundo del Ejército Beligerante, División del Sur, desde el cuartel general en Tacám- baro. Dicho nombramiento no impedía que la despojadora Casa García insistiera en la aprehensión de Regalado, “a quien el juzgado menor de Zamora instruye causa por el delito de heridas, omitiendo dar filiación de aquél por ser muy conocido”.81El capitán Regalado juntó entre jornaleros, arrieros, pastores, cazadores y pequeños comerciantes, dos centenares de hombres montados y armados procedentes de Atacheo
mismo, Atecucario, Las Gallinas, Urepetiro y Acuitzeramo. Incursionó en la Cañada de Chilchota y la Meseta Tarasca; participó en los combates de Tangancícuaro y Purépero en
78. ADN Cancelados XI/111-1-129. ASAZ Justicia 1913, exp. 13.79. Magaña, op.cit., IV:295.80. Ibid.81. AMR, Nombramientos 1913-1915. AMZ Justicia 1913, exp. 9.
9 5
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
julio “con el cabecilla García Aragón”, incorporándose luego a la columna de éste, “de bandera negra”, camino a Apat- zingán en agosto.
Guillermo García Aragón, oriundo del estado de México, fue agente maderista en Morelos. En el pleito de la jefatura suriana sirvió de mediador entre Zapata y Ambrosio Fi- gueroa, terminando al lado de Ambrosio, en Guerrero; pasó a Morelos, al ser designado Figueroa gobernador, “distinguiéndose [García Aragón] en la campaña emprendida contra el zapatismo, hasta la caída del señor Madero”. En abril de 1913 el gobierno huertista le extendió el nombramiento de mayor y la orden de “reclutar una fuerza de 400 hombres al estado de Guerrero”; fuerza que no aprovechó para Huerta. Al frente del contingente reclutado y de voluntarios que tomó al guerrerense Rómulo Figueroa, pasó a Michoacán, en donde se había presentado a Gertrudis G. Sánchez en los primeros días de julio.82Bajo las órdenes de García Aragón, Regalado tomó parte en el segundo ataque a Purépero en septiembre y en otros puntos bajando a la depresión del Tepalcatepec; mientras otra porción de su tropa -a veces con la de Ernesto Prado- incursionaba por los distritos de Zamora y Uruapan “en contacto con las comunidades que reclamaban la restitución de sus tierras”.83
¿Qué pasaba mientras en la capital del estado? El gobernador Silva aduciendo razones humanitarias no respaldó el plan constitucionalista de Guadalupe (26 de marzo de1913) ni aceptó el ofrecimiento de Gertrudis G. Sánchez para jefaturar la revolución en Michoacán. En virtud de la negativa, Sánchez designó a Martín Castrejón gobernador provisional (junio) con sede en Tacámbaro, hasta agosto,
82. AMZJtisticia 1913, exp. 22; Guerra 1913, exp. 33. Cárdenas op.cit., 1:22-24. Trayectoria de García Aragón en ADN, Cancelados XI/111-3-2214; Jesús Figueroa Alcocer, Crónica de la Revolución en Guerrero 1910-1924, pp. 31-32; John Wo- mack, Zapata and the Mexican Revolution, p. 123.83. Cárdenas, loc.cit.
9 6
S o c ie d a d e n c o n v u l s ió n
cuando el gobernador designado abandonó el puesto y el estado. El propio Sánchez tomó entonces en sus manos el gobierno revolucionario (agosto 1913-marzo 1915).Por su parte, Huerta quitó a Silva a fines de mayo y puso a Alberto Dorantes unos días. Para reforzar el régimen de bota dura, el dictador despachó después como gobernadores a dos generales con mando militar: Alberto Yarza (9 de junio-30 de julio) y Jesús Garza González (agosto 1913-junio1914). El sumiso congreso local no participó en los debates, ni protestó por la imposición.84Los diputados, sin más, autorizaron el decreto de Garza referente al préstamo forzoso (27 de diciembre de 1913) impuesto dos veces a los propietarios de fincas rústicas y urbanas; gravamen que subió repentinamente las rentas poniendo en apuros a los arrendatarios e inquilinos, más a estos últimos, ya que a causa de la revolución antihuertista innumerables familias abandonaban el campo y los pueblos para refugiarse en las ciudades. La agricultura, el comercio y la industria resintieron la movilización migratoria.85En el municipio de Zamora entre 1913 y 1914 bajó la producción maicera de sesenta y dos mil hectolitros a 59 mil, y aumentó el precio del grano de 6 a 8 pesos hectolitro. La
cosecha de trigo disminuyó de 19 300 cargas a 18 600 y subió el precio de 22 a 30 pesos carga. La hacienda de Santia- guillo y anexas sufría las “circunstancias anormales en que se encuentran los negocios” y el peso de las deudas con la Caja de Préstamos.86También la situación para los alzados se complicaba. Los rurales y los federales no cejaban ni disminuía la persecución que hacían las acordadas de hacendados e industriales pode
rosos a la gente de Regalado en el valle de Zamora, a los seguidores de Ernesto Prado en la Cañada y a los de Casimiro
84. Torres, op.cií., 11:453-454.85. Ibid.86 AMZ, Fomento, 1919, exp. 31, producción y predos 1909-1918/AMZ. Notarías.
Protocolo de Diego Méndez, Í913, t. 2, No. 148, f. 176.
9 7
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
López Leco en los bosques de Cherán. Manuel Ibarrola, representante de la compañía industrial de Slade encabezó una comitiva michoacana que fue a ofrecer dinero a Huerta “para activar la campaña” contra revolucionarios y agraristas.87 Huerta apretó la mano dura, la bota militar. Necesitado de hombres para el ejército federal, ordenó al gobernador Garza González “que le remitiera gran cantidad de reemplazos”; a su vez, Garza previno a los prefectos de todos los distritos “que tomaron por leva a cuantos pudieran” y los mandaran a Morelia. Otra vez las “cuerdas”, como en los no muy viejos tiempos porfirianos.88En cambio, las operaciones de los rebeldes michoaca- nos no lucían mucho, sin abastecimiento de armas, sin lazos con otros movimientos del país. En esas condiciones el apóstol del indio acompañó a García Aragón hasta el desastre de Chumbítaro, cercano a Huetamo, en octubre de 1913; agregándose luego a la brigada de Rómulo Figueroa en marcha a Guerrero. Regalado ascendió a teniente en la campaña de Tepetlapa, a teniente coronel en la entrada a Chilapa y a coronel por el sitio y toma de Ayuda.89Mientras el ya coronel libraba avanzadas y balaceras en tierras lejanas, una circunstancia definía más la lucha agra- rista en Atacheo. “Acapitaladitos y riquillos” del pueblo y autoridades huertistas de Zamora tramaron una celada a la gente de Regalado que operaba en las cercanías al mando del capitán Gonzalo Espinosa. El lunes 16 de marzo de 1914, dentro de la cuaresma, el vicario Francisco Guzmán celebró una misa para hombres.
Cayó el gobierno y entró a la hora de misa. Entraron armados al templo. Sacaron cuarenta mancuernas. Vicente Rio frío, je-
87. Alberto Oviedo Mota, Bosquejo histórico del Silvismo, p. 19. AFM Documentos varios, Adolfo Espino Arpide a Múgica, 23-1-1916.88. Torres, loc.cit.
89. AMR. Nombramientos 1913-1915. Jesús Millán Nava, La. revolución maderista en el estado de Guerrero y La revolución constilucionalista en Michoacán, pp. 136- 152.
98
S o c ie d a d e n c o n v u l s ió n
fe de tenencia y sirviente de la casa García les echó el lazo. Codo con codo se los llevaron a pelear a favor de Huerta.90
Exactamente 83 hombres de 16 a 60 años salieron en cuerda en medio de soldados federales del 9o regimiento. Llevados al cuartel y cárcel de Zamora, cincuenta y uno marcharon luego “a su destino” en leva al ejército; 32 quedaron libres el mismo día 16 y el siguiente; algunos de éstos se fueron a Estados Unidos. Pero los enlevados, “todos allá, en cuanto pudieron se voltearon”. De todas maneras, por la inseguridad que se vivía, la fuerza de trabajo disminuyó. La sociedad atachense resintió la ausencia de una tercera parte de su población masculina adulta. Antes de la “cuerda” sólo hubo un casamiento, después ninguno en todo el año.91
Los ex-encuerdados que volvieron se incorporaron luego al grupo capitaneado por Gonzálo Espinosa y Rafael Enríquez-éste, suegro del apóstol-; al llegar al pueblo supieron que Riofrío andaba en la Presa Prieta de la hacienda “haciendo siembrita”. Llegaron a donde estaba y lo mataron el 14 de mayo. Un atachense dice que Riofrío, comerciante y mediero de la hacienda, estaba comprometido con algunas familias de propietarios.
A la muerte de Ríos, otro día esas familias no amanecieron. Se fueron a dar a Zamora. Se declararon enemigos del pueblo. Desde luego que se quedaron algunos judas, pero los meros demonios se fueron.92
Como sea, “de la cuerda para acá”, aumentaron las de
90. AMZ Juzgado de Distrito, Ubro de consignas 1914-1917, marzo de 1914. Detalles comunicados por Maximino Padilla, y por Francisco Hernández, Atacheo 2-111-1983.91. AMZ Juzgado de Distrito, Ubro de consignas... Comunicación de Maximino Padilla y Francisco Hernández. Casamiento en APA, Matrimonios 1914.
92. Archivo Judidal del Estado (AJE). Criminal. Juzgado de Io Instancia de Zamora, 1914, leg 1, exp. 6/283 AMZ Justicia 1914, exp. 12.
99
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
savenencias entre familias atachenses por el movimiento, en aumento, de Regalado.
Decían unos: que se voltien con la hacienda, que se rindan con la hacienda.Otros: que cumplan en lo que andan como hombres.93
Ya encarrerados los calzonudos de Espinosa asaltaron la hacienda de Atecucario que detentaba terrenos que habían pertenecido “a la congregación de Atacheo”, y se descontaron a Arnulfo Verduzco, familiar del propietario; amén de cometer avería y media en otros bienes y personas. Tal situación encontraría Miguel de la Trinidad a su regreso.94El aludido, en la brigada de Rómulo Figueroay en abril, había recibido en su campamento el llamado de acercarse a Morelos por parte de Emiliano Zapata
necesito que usted tome parte en las operaciones militares que se van a desarrollar en la Capital de la República, pues ya el enemigo que se hallaba posesionado del Estado de Guerrero ha sido completamente aniquilado.95 96
Invitación que figueroa Alcocer, sobrino de Rómulo, interpretó como simple curiosidad del coronel “por conocer en persona a Zapata”, ignorando el asunto del agrarismo, motivo principal del invitado que exigía
la reivindicación de tierras conforme al Plan de San Luis, o sea, según los ideales de la revolución de 1910 la que apoyamos en todo.9(1
93. Comunicación de Maximino Padilla.94. AMZ Guerra 1914, esp. 1, 2/1.95. ADN, exp. citado, AMR, Nombramientos...96. Figueroa Alcocer, op.cit., pp. 96-97. AMR, exp. 1914.
1 0 0
S o c ie d a d e n c o n v u l s ió n
Los Figueroa y Zapata desde el presidenciado de Madero, por cuestiones de mando, no se miraban con buenos ojos. Regalado atendió el llamado zapatista, pero a pesar del pleito y por lealtad a los Figueroa volvió al grupo de Rómulo, para emprender la campaña a Oaxaca y Puebla.97Julio de 1914. Las fuertes ofensivas revolucionarias del norte y del sur aflojaron la resistencia de la bota victoriana; condición que facilitaba el desquite de las fuerzas revolucionarias de Guerrero y Michoacán. Regalado retornó a suelo michoacano por Huetamo con los Figueroa, Rentería, Amaro y Sánchez para desalojar la fuerza federal que allí se encontraba. Al terminar julio, se despidió de Rómulo Figueroa y se reincorporó con su regimiento a la división del general Sánchez. Camino de Zinapécuaro entró a Morelia el 8 de agosto a recibir órdenes. Ese mismo día la fuerza de Gonzalo Espinosa entraba hasta la plaza de Zamora obedeciendo a un llamado de la presidencia municipal, pero “algún indiscreto les dijo que iban a ser pasados por las armas, y entonces, atemorizados, volvieron grupas y con toda violencia salieron de la plaza, regresando a los lugares de sus correrías”.98Días antes, el 23 de julio, Gertrudis Sánchez había aparecido en las goteras morelianas. El huertista Garza González abandonó la gubernatura y la ciudad. Sánchez, “primer jefe en Michoacán que desconoció el gobierno del usurpador Huerta”, ocupó la capital el Io de agosto, declaró vigente el Plan de Guadalupe y en virtud de tal disolvió el congreso y el tribunal de justicia asumiendo él facultades extraordinarias. Impuso préstamos a los distritos y al clero e intervino propiedades de éste tanto en Morelia como en Zamora, donde había sedes episcopales; emitió bonos por varios millones de pesos para financiar la tarea gubernativa y nombró jefes militares: a Rentería en Huetamo, Castrejón en Uruapan,
97. Figueroa, op.cit.98. Héctor F. López, “Campañas militares. El general Gertrudis G. Sánchez”. El
Legionario, México 15-1-1958. Francisco García Urbizu, Zamora en la revolución, pp. 45, 58. AMZ Guerra 1914, exp. 2.
101
LOS AGRAR1STAS DE ATACHEO
Elizondo en Maravatío, Colín en Zitácuaro, Amaro en Zamora, Valladares en Jiquilpan, Serrato en Pátzcuaro, etc. Joaquín Amaro sería el brazo ejecutor de Sánchez para recoger el préstamo e intervenir propiedades del clero zamorano."Luego de su breve estancia en Morelia, Miguel Regalado marchó a Zamora, donde se encontraban ya las brigadas Velázquez, Pantoja y Amaro y el regimiento González. El 20 de agosto le mandó decir a Rafael Enríquez que fueran a recibirlo a Purépero, “que llevaran la bandera para no confundirlos”. A su paso, recogió $400.00 a cuenta del préstamo forzoso en Purépero.
Entró con su gente aquí, a Atacheo, después de meses de andar luchando. Toda la gente salió a recibirlo. Y él decía que se retiraran porque traía un caballo muy jasco, que no se podía arrimar la gente. Y ya llegó y saludó a todos.99 100
Ninguna noticia lugareña más. En aprietos económicos y políticos, la casa García se detenía por el momento de presionar a los atachenses. El constitucionalismo triunfante afectó a los García en sus propiedades. Amaro intervino haciendas y ranchos en el valle y fuera de éste, sobre todo antes de las cosechas.Entre relámpagos de agosto, Regalado se había concentrado en Zamora, a donde llevó la familia consigo. Se acuarteló en el establo de la casa García, cerca del templo del Calvario; puso orden en su regimiento y en la columna volante al mando del capitán Gonzalo Espinosa, la que “avanzó” caballos de los García.
El apóstol agrarista abogó por algunas causas de campesinos indefensos ante el prefecto constitucionalista; clamó a los cuatro vientos su apostolado, que se cumpliera el tan
99. Romero Flores, op.cit., Torres, op.cil.100. AMZ, Hacienda 1914, exp. 9. Información de Romualda Regalado.
1 0 2
S o c ie d a d e n c o n v u l s ió n
trillado Plan de San Luis y “se procediera a deslindar los ejidos de los pueblos pertenecientes a la raza indígena”.101 *Por su parte, antes de asistir a la Convención revolucionaria de México, en octubre, el gobernador Sánchez decretó le extinción de las deudas de los peones (19 de septiembre), la confiscación de bienes o sus productos de los enemigos de la revolución y el remate de inmuebles embargados para el
pago de préstamos forzosos (día 23), visitó Zamora (días 27 y 28) para supervisar la operación anti-clero.Al regreso de México, Sánchez volvió convencido del programa revolucionario de la Convención. Ordenó el aumento de salario a los peones y trabajadores a 75 centavos diarios por una jornada hasta de nueve horas (28 de octubre), y estuvo en general al tanto de los asuntos agrarios del estado informado por la Sociedad Unificadora.10"
Pero malos entendidos entre los grupos triunfantes impedían que se lograra la buscada “paz estable” y “el cumplimiento de las promesas que la revolución honrada ha hecho al pueblo”. Estallaron los pleitos por el poder: que si gobernaba la soberana Convención, que si renunciaba Carranza al encargo del ejecutivo que él mismo se dio por el Plan de Guadalupe, que si Villa dejaba el mando de la poderosa División del Norte.Menos hubo acuerdo de convencionistas y carrancistas para solucionar el problema agrario. Los carrancistas interesados no hicieron mucho en la práctica; los villistas no ayudaban, pero sí estorbaban haciendo migas con hacendados; ni los zapatistas que pedían la devolución de tierras a los pueblos sin más rodeos tenían los medios permanentes para hacerlo fuera de sus dominios.
El zapatista jalmichiano Eutimio Figueroa a su paso por Zamora pregonó el Plan de Ayala, el de Emiliano, en los pri
101. Izazaga Cárdenas, op.cit,. 27-XI-1981. Magaña, op.cit. IV:301. Romero Flores, op.át. AMZ, Fondo Especial, Correspondencia particular de la prefectura 1914. AMR, exp. 1914.10Z AMZ, Justicia, 1914, Leyes y circulares.
103
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
meros días de diciembre; y, según Gustavo Izazaga, procedió junto con Regalado a dar militarmente posesión de tierras a algunos pueblos del distrito “siendo Atacheo el primero de los favorecidos”, con un pedazo de tierra en San Francisco.103Sin embargo, la lucha de facciones complicaba “la bola” y el asunto de la tierra, todo dependía del grupo dominante y del territorio dominado.
Ya había muchos villistas y carrancistas por donde quiera. Pero la verdad uno ya no sabía ni qué, porque a ratos se apoyaba a Carranza, a ratos a Villa.104
Los revolucionarios michoacanos entraron al juego de alianzas. El 20 de noviembre los generales Sánchez, Amaro, Rentería Luviano y otros ofrecieron a Villa subordinación y respeto en Celaya, cuando el Centauro del Norte pasaba a México.105Con la entrada de los villistas y zapatistas a México, salieron los carrancistas de ella. Venustiano Carranza se trasladó a Veracruz. Francisco Murguía salió a Jalisco, vía Michoacán, para reforzar al carrancista Manuel M. Diéguez.
Y como en ese entonces el gobernador Gertrudis G. Sánchez se había declarado a favor de los acuerdos de la Convención de Aguascalientes, la cual desconocía a Carranza como presidente, entonces se iba a armar un buen agarre con Murguía, que se decía carrancista.106
Salvo las fuerzas de Elizondo, Castrejón y Colín, que se pasaron el día 2 de diciembre al bando de Murguía en Ma- ravatío, empezaron a juntarse tropas sanchistas en Morelia103. Izazaga Cárdenas, loc.cit.104. Comunicación de Miguel Ramos García, Jiquilpan, 12-V-1978.105. Anónimo, Apuntes para la historia, pp. 11-14. Alberto Oviedo Mota, El trágico fin
del general Gertrudis Sánchez...106. Comunicación de Miguel Ramos.
104
S o c ie d a d e n c o n v u l s ió n
para hacer frente a los carrancistas. El sexto regimiento al mando de Regalado -camino de Zacapu- atendía asuntos agrarios en Cantabria y Quiroga. Jesús Cíntora, de la brigada Amaro, e Inés G. Chávez subalterno de Pantoja, arribaron a la capital michoacana.La segunda División del Noroeste, de Murguía y la División del Sur, de Sánchez, desconocieron el 15 de diciembre a Eulalio Gutiérrez, que había sido declarado presidente por la Convención “villizapatista”, y firmaron un pacto de no agresión. Pero a fuerza de “habladas” sobrevino el desacuerdo. El día 20, Martín Castrejón -por órdenes de Murguía- apaleó a Inés García Chávez, en Ajuno.107Un soldado de Amaro cuenta que el 25 de diciembre en la noche salieron “quedito” de Morelia rumbo a Uruapan. Después de ahí
agarramos una vereda hasta llegar a un cerro picudo que le nombran el Cerro de las Vueltas. Subimos al cerro y esperamos a que pasara la gente de Murguía para pegarle en la retaguardia. Después de un rato llegaron y a los 10 ó 15 minutos que habían empezado a pasar, les tupimos duro; les quitamos cañones, les hicimos prisioneros y muchos muertos.108
Mas el 31, el segundo de Murguía se desquitó. Enrique Estrada, en un dos por tres, fulminó en las Vueltas a Joaquín Amaro. Este pidió ayuda a Pantoja y a Sánchez, “pero como nada le llega retrocede en desorden abandonando el botín”.Por su parte, Gertrudis Sánchez sin dar ninguna explicación pública tomó el partido constitucionalista al clarear el año de 1915. Tan pronto circuló la ley carrancista del 6 de
107. Alfonso Taracena, La verdadera Revolución Mexicana (3a. etapa 1914-1915) véase diciembre 19 de 1914. Alberto Oviedo Mota, el combate del Centro de las Vueltas, pp. 12-24. AFM, C.3, Carp. 152, doc. 177. Quehacer agrario de Regalado en la zona de Zacapu y región lacuste AMR exp. 1915, exp. Tzintzuntzan. AHMC, Guerra 1915, exp. 27.108. Comunicación ae Miguel Ramos.
105
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
enero que no trató “de revivir las antiguas comunidades ni de crear otras semejantes”, pero que con ella se intentaba arrebatar la bandera agraria a los zapatistas, Sánchez encargó al mismo apóstol Miguel de la Trinidad que entregara la fuerza a Amaro y se dedicara a averiguar todo lo relativo a comunidades indígenas, “quedando facultado para dictar aquellas providencias de carácter estrictamente urgente y necesario”.Todavía más, para atender las quejas “de la clase proletaria, especialmente de los indígenas despojados de sus tierras”, y para reforzar la averiguación, el gobernador estableció el 25 de enero la Oficina de Reclamaciones -dependiente del ejecutivo- con una directiva en la capital y auxiliares en cada una de las cabeceras de distrito. El 30 expidió el decreto sobre “terrenos, montes y aguas de los pueblos”.109
Con Joaquín de la Cruz (1868-1920), representante de Naranja en la Sociedad Unificadorade la Raza e incorporado al sexto regimiento, Regalado procedió a levantar expedientes de varios pueblos desde Uruapan, centro de averiguaciones, hasta el 10 de febrero. También compartió el encargo con el teniente coronel Jesús González, subdelegado indigenista y compañero de andanzas.El apóstol delegado abogó por los vecinos de Tirínda- ro en contra de la hacienda de Cantabria, defendió el derecho de astillero, pasto y leña para San Lorenzo, San Juan Pe- ribán, Patamban, la Cañada y Ario; medió en la disputa entre Tancítaro y Parangaricutiro por la tenencia de un monte. Vigiló intereses del gobierno en la hacienda intervenida de Cantabria.110No quitaba el dedo en lo tocante a las restituciones de tierra a las antiguas comunidades; porque -en palabras del propio apóstol- uno de los principios contenido en las cédulas coloniales que la Delegación vuelve suyo y sostiene dejan-109. Magaña, op.cü., IV: 304-305. ADN, Cancelados XI/111-4-5244, f. 15. AMZ, Jus
ticia, 1915, exp. s.n. Héctor F. López, op.cü..110. AMR, exp. 1915; Acuitzeramo, Atacheo, Cherantzcurin, Jucutacato, Tancítaro, Tlazazalca, Tzintzuntzan, Zacapu, entre otros que sobrevivieron. Paul Frie- drich, Agrarian revolt in a mexican village, p. 55.
1 0 6
S o c ie d a d e n c o n v u l s ió n
do ver la preocupación por el futuro, el legado de los mayores, es el quela propiedad de los indígenas no puede ser enajenada, transferida ni agravada de manera alguna por pertenecer a la sucesión.111
Desde Atacheo propagó los manifiestos y decretos del gobernador y comandante militar Gertrudis Sánchez en Santa Mónica Ario, Yurécuaro, Tlazazalca, La Piedad, Tanhua- to...112 Y si el encargo agrarista quedó pendiente fue porque “la gangrena de los personalismos” afectó a varios jefes revolucionarios de Michoacán; y el cambio de bandos, a otros tantos.
En medio de la tempestad Carranza-Villa, don Gertrudis manifestó el 22 de enero a los michoacanos que seguía resuelto a prestar apoyo al gobierno del general Eulalio Gutiérrez, “desconociendo por atentatorio, y opuesto a los principios de la Revolución, todo lo hecho por la Junta de México”; o sea, la Convención de Villa y Zapata con Roque González Garza al frente.113 Ante diatribas, dimes y diretes de partidos, empezó la dispersión.El agrarista Regalado que no manejó sino el sello y membrete de la Sociedad Unificadora y un reducido grupo armado, pues la mayor parte la había entregado a Amaro por órdenes del gobernador y comandante militar, partió de Uruapan el 10 de febrero en compañía de sus colaboradores. Jesús González quedó en Zacapu mientras Regalado y de la Cruz continuaron a Atacheo.La presencia del apóstol en su pueblo era necesaria. Desde diciembre del 14 había dejado asuntos pendientes. Además la amenaza villista cobraba fuerza; tras la toma de
111. AMZ Justicia 1914, exp. 30.112. AMZ Justicia 1915, exp., s.n.113. Anónimo, Apuntes para la historia.
1 0 7
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
Guadalajara y el desastroso triunfo de Villa en la cuesta de Sayula contra Diéguez y Murguía, ocupó alguna extensión de Jalisco y occidente de Michoacán. La acordada de Santia- guillo, para proteger los intereses de la hacienda, se declaró villista.
El 15 de enero el jefe de tenencia Miguel Zepeda enfrentaba serias dificultades con el prefecto villista de Zamora porque Regalado “le dejó orden [a Zepeda] que por ningún motivo entregara el producto de maíz del rancho del Mezquitillo, propiedad del señor Luis Torres Hernández”. La contra del prefecto pudo más - “ni por orden del Coronel Regalado ni por la de ud. debe serle interceptado el paso al señor Luis Torres Hernández”-, a tal grado que el 18 el prefecto pidió al jefe de las armas Jesús García procediera “a la aprehensión del Jefe de Tenencia de Atacheo y demás gente armada que se encuentra en ese lugar”.114Don Miguel de la Trinidad pisó el terruño el 12 de febrero. Reorganizó cuadros. Mas para protegerse de posibles ataques de los rancheros Jesús García, Manuel Guízar, Be
nito Magaña hijo y de Rafael Espinosa que había reclutado gente de Santiaguillo, para cuidarse de los villistas que merodeaban en el rumbo acudió a Guadalajara a ver al propio Villa; el 23 obtuvo un salvaconducto del Centauro para que se respetara
la persona e intereses del señor Miguel de la T. Regalado vecino de Atacheo Estado de Michoacán otorgándole toda clase de garantías y protección.115
En el extremo oriente y en el centro del estado las cosas marchaban de distinta forma. Amaro que anduvo atacando a zapatistas en el estado de México, después de reponerse de las Vueltas, convino en el Oro con el cohauilense
114. AMZ Fomento 1915, exp. s.n. Caso Atacheo en Jmticia, exp., s.n.115. AMR Nombramientos...
1 0 8
S o c ie d a d e n c o n v u l s ió n
Alfredo Elizondo -el insubordinado y acérrimo enemigo de su paisano Sánchez-, para ofrecer sus servicios a Obregón el 15 de marzo y combatir a Villa. En cambio, Sánchez, simpatizante del agrarismo que no de Zapata y convencido de la primera Convención, no tomó partido ni por los carrancis- tas de Obregón ni por los convencionistas de Villa en el enfrentamiento decisivo. Se le vino el mundo encima en esa indecisa tercera vía.
Una columna villista jefaturada por José I. Prieto y Pablo López penetró a Michoacán, llegando a Morelia el 3 de marzo. Correteado y tras sostener encuentros adversos en Acuitzio y en el Caracol, Sánchez escapó a Tacámbaro donde estableció su gobierno. Allí, Pantoja y los suyos abandonaron la división sanchista. El 22 de marzo, Amaro llegó de la campaña antizapatista para convencer a Sánchez de tomar el bando carrancista. Tan pronto el todavía gobernador -quien ofreció dicho puesto a Amaro- decidió no tratar con los ca- rrancistas, Amaro, honda y definitivamente distanciado caminó a Celaya, a ponerse del lado de Obregón frente a Villa. La estrella del general Sánchez se apagó en abril. Derrotado por Pablo López, apaleado en los Ucuares, herido, prisionero y finalmente en camilla, ingrimo y solo, don Gertrudis G. Sánchez terminó sus días el 24 en Huetamo, a manos de antiguos compañeros de armas.116
Tampoco a Regalado pareció irle mejor. Obregón, el triunfador de Celaya, devolvió a los terratenientes las haciendas incautadas; premió a Elizondo con la gubernatura mi- choacana y a Amaro con la jefatura de operaciones militares.El coronel y delegado general ondeó la bandera de la Sociedad Unificadora en suelo atachense, hasta donde le llegaron noticias lejanas de Ixtiyucan
...todo el gabinete de Puebla apoya a los terratenientes...mu
lló. Oviedo Mota, El trágico fin del general Gertrudis G. Sánchez.
109
LCS AGRARISTAS DE ATACHEO
chos pueblos por no darles audiencia ni hacerles caso [el gobierno] se han ido para sus pueblos rumbo a Teguacán y a levantarse en armas por no cumplirse lo que está dispuesto por la ley [del 6 de enero] del Señor Carranza.117Atendió los problemas más a la mano. Con mando de una pequeña fuerza protegió a los perseguidos indígenas de
Ario, también al pueblo de Epejan. Aunque no todo marchaba bien, los villistas al mando de Jesús Síntora que dominaban el noroeste michoacano pusieron estorbos al delegado general de la Raza Indígena de la República Mexicana y encargado de gestionar los asuntos agrarios de los mismos pueblos. Se le hizo saber:
ninguna facultad acreditada por la Convención, único Gobierno reconocido que debe ocuparse de la cuestión agraria, tiene ud. para proceder tan injustificada como advitrariamente (sic); así que sírvase absternerse de tales procedimientos y evite a los hombres que lo obedecen cometan asesinatos, robos, plagios, y demás actos ya muy comunes en dichos individuos.118
El distrito de Zamora no dejó de sufrir la secuela del pleito de facciones; Miguel de la Trinidad, menos. Este no arregló nada con los villistas ni con los carrancistas, lo que sacó fue “la odiocidad de los hacendados de la región”. Bajo el cargo de “villista” sería mal visto por Amaro (el mismo que en mayo había entregado a Pantoja en las garras del ca- rrancista Murguía). Regalado -enemistado por cuestiones de creencias religiosas desde antes con el mismo impío de la arracada- quedó mal parado cuando Amaro “Coqueta” sentó reales en Zamora tras derrotar a los convencionistas de Síntora en septiembre.119 Síntora, el jefe del villismo en el
117. AMR, exp. 1915.118. ADN, exp. citado119. ADN, exp. citado. Boletín Militar, Guadalajara, 28-IX-1915.
110
S o c ie d a d e n c o n v u l s ió n
estado, se replegó a sus dominios en el Carrizal de Arteaga, en el sur de Michoacán. Inés García Chávez -después tristemente célebre por su actividad bandidil- ya sin el jefe de operaciones convencionistas, quedó a la deriva un tiempo por el rumbo de Puruándiro.Después que el gobierno de Estados Unidos reconoció a Venustiano Carranza como presidente y Villa -por disposición del reconocido- quedaba fuera de la ley en octubre de 1915, los de Amaro hicieron imposible la vida de los derrotados y del apóstol entre ellos. El jefe de las armas en Zamora desarmó a más de cien hombres del coronel Regalado en octubre; los encarceló y fusiló a cinco de los oficiales, uno en Zamora y a los demás en Jacona.
Entonces resurgió el sustrato religioso en voz de un anónimo cantor atachense:Madre mía de Guadalupe qué no eras tú su patrona, que no libraste a esos cuatro que murieron en Jacona.Agregando más detalles de los ejecutados en la lírica rústica:
Agustín Garibay decía mi sangre está en agonía por libertar a esos pobres de la casa García.Juan Morales les decía al pie de una bugambilia allí les encargo a mis padres a todita mi familia.José Alvarado decía, hombre Leonardo, no temas;
111
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
la sangre pide venganza que salga de nuestras venas.120 121
La prefectura del distrito se dedicaba, roto el pacto obrero-gobierno, aparte de buscar a propagandistas de la “Casa del Obrero Mundial”, a hostigar agraristas. Junto con los militares triunfadores persiguió a Regalado por haber cometido “algunos despojos en contra de los bienes de algunos vecinos del pueblo de Atacheo y otros del Municipio de Zamora, para favorecer a otros individuos de los mismos pueblos”. El gobernador Elizondo sentenció:
Como estos hechos [agrarios] están absolutamente prohibidos por las diversas disposiciones que ha dictado la Primera Jefatura del Ejército Constitucionalista, carecen de todo valor, y, por lo mismo, deben volver las cosas al estado que antes
' 191teman.Las tropas carrancistas de Amaro -congraciados con los
hacendados- aprehendieron “cautelosamente” al coronel a- grarista. Rafael Espinosa, ranchero de la Nopalera, jurisdicción de Ecuandureo, villista rendido a los carrancistas el día 3 de octubre lo traía entre ceja y ceja:
—¿Pues que andar reclamando y quitando los terrenos a los ricos es poca cosa? Hay que correrle la lucha a éste para acabarlo.122
120. Boletín Militar, 7-X-1915. A Regalado “desde los tiempos del apóstol Madero se le ha reconocido por la devolución de ejidos a los pueblos circunvecinos de Zamora. Estas aspiraciones -escribía el corresponsal zamorano Ignacio Quiroz- sólo le han servido para echarse encima muchos enemigos, que son caciquillos, caciques y cadcones”; Ibid, 13-X-1915. Los oficiales ejecutados: Agustín Gari- bay, José Alvarado, Leonardo Aldeco, Daniel Martínez y Juan Morales. Los versos fueron comunicados por Maximino Padilla.121. AMZ, Justicia, 1916, exp., s.n.
122. ADN, Cancelados, exp. citado. Sobre rendimiento de Rafael Espinosa acompañado de cincuenta hombres en Boletín Militar, 6-X-1915.
112
S o c ie d a d e n c o n v u l s ió n
El 18 de octubre sacaron a Regalado del cuartel general con rumbo a Guanajuato. Logró escapar en el camino y se ocultó en Atacheo. Enterada por representantes de la Sociedad Unificadora indigenista, la Secretaría de Guerra dispuso mejor que el fugitivo se presentara en México, “pues su presencia evitaría, sin duda alguna, algún atropello que por mala interpretación o por falta de suficientes datos pudiera cometerse en su persona.123
Los prisioneros remanentes -campesinos de Atacheo, Atecucario, Las Gallinas, Ario y Acuitzeramo-, encabezados por Sepúlveda el primo del apóstol indigenista pidieron al jefe de las armas los dejara librespara retirarnos y ponernos al frente de nuestro trabajo; tenemos nuestras sementeras y no sabemos en que estado estarán; y además carecemos de lo más necesario para la alimentación de nuestras familias; todos juntos estamos prontos a dar las garantías que sean necesarias a fin de justificar que no tenemos culpabilidad de lo que se nos acusa. 24Al parecer dejaron la cárcel a mediados de noviembre. No muy al caso que sí con cierta relación, en el pueblo hubo 28 matrimonios de abril a octubre en ese año, los más en mayo; ninguno en noviembre ni en diciembre. Cinco de los pretensos bregaron de braceros en “E.U. del Norte” y uno de arriero en Tabasco.125 Los últimos sesenta días de 1915 no pintaron del todo bien para los atachenses. Así quedaba Atacheo en esos últimos días, en “lo grave de las circunstancias”
-según la profesora Crescencia Hernández-, a la salida de Regalado.El apóstol de los indígenas se libró de morir en diciembre pero fue a parar a México al depósito de jefes y oficiales
123. Boletín Militar 31-X-1915. ADN, exp. citado. AMZ Justicia, 1915 exp., s.n. “Providencias diligenciadas en el asunto del coronel Miguel Regalado".
124. AMZ Guerra 1915/1916, exp. s.n. “Tranquilidad pública.125 APA Información matrimonial y matrimonios, 1915.
113
L o s AGRARISTAS DE ATACHEO
constitucionalistas, “permaneciendo [en la capital] casi todo el año de 1916”. Tiempo que aprovechó para asesorar a representantes de pueblos en el Archivo General de la Nación y reanimar la Sociedad Unificadora desde la segunda calle de Caridad N° 40 interior 2, para “ayudar a los pueblos de la república a recobrar sus ejidos”.Mientras corría el proceso militar, respondió acusaciones que en su contra presentaron varios vecinos de los pueblos, haciendas y ranchos del distrito zamorano. Aun en condiciones adversas tramitó la restitución de Santa María Atacheo en mayo “como representante de los indígenas y comuneros”, según carta autorizada. En el trámite expuso al gobernador de Michoacán que sufrieron el despojo de tierras “que desde inmemorial tiempo les fueron legadas por los Gobiernos Virreynales..., único patrimonio para subsistir ellos y sus generaciones”. Recordando su historia reciente, se quejaba también de los atropellos, prisiones, destierros, vejaciones y “otras clases de abusos” padecidos; habiendo sido
más fuertes las persecuciones para el pueblo desde que abrazamos la causa de mil novecientos diez iniciada por el Presidente Mártir Don Francisco I. Madero, y habiendo llegado el caso al grado de querer exterminarme.126
Por supuesto que la demanda de restitución contó con la natural oposición de rancheros y hacendados detentadores de los terrenos. Sin embargo, en medio de la tempestad opositora, los parcioneros atachenses sembraban en la falda del Tacari, en San Francisco -única concesión del gobierno mientras se aclaraba la posesión dada por Regalado o la pertenencia de Santiaguillo-, a cambio de pagar un tanto en especie al Estado. Rafael Espinosa -al servicio de la hacienda- amenazó a los ecuareros: “paguen ustedes su renta [a la Casa126. ADN exp., citado. AMR, exp. 1916. Solicitud restitución en ASRA-CC, exp., ci
tado y POM, 18-VI-1916, “Sección agraria”.
1 1 4
S o c ie d a d e n c o n v u l s ió n
García] y no se vuelvan a meter aquí, pues no estén creyendo que les van a entregar sus tierras”...127No era en vano la amenaza. Rafael Espinosa, Jesús Delgado, Toribio Castro, Francisco López, Abraham Escantilla
y otros que representaban la fuerza represiva, de acuerdo “con ricos terratenientes y caciques”, acosaron a los de Ata- cheo. El procesado refería desde México que en su ausencia la acordada de Santiaguillo con los militares del coronel Espinosa y del mayor López penetraron varias veces al pueblo, a su casa “y a otras varias habitaciones”sacándose algunos documentos correspondientes a los pueblos de algunos Estados de la República, referentes al problema agrario...128
Para más penuria, Regalado había sufrido serios que- brajamientos en sus filas atachenses. La crisis de 1916 favoreció el bandolerismo y dejó sentir en la comarca zamorana “los efectos de la conmoción política”. Además bajó mucho la producción agrícola y se dispararon los precios. El hectolitro de maíz en el municipio subió de 17 a 40 pesos, y la carga de trigo de 60 a 150. En cambio, los salarios se mantenían bajos.129 Ante la falta de circulante confiable y de moneda fraccionaria los comerciantes optaron por “hacer sus cartoncitos de centavos que sólo valían en la tienda que los hacía”.130Entre tal desajuste, José María y Gonzalo Espinosa -padre e hijo, pero sin parentesco con Rafael-, se sublevaron en Atacheo en febrero del 16 “desconociendo el principio de autoridad y amedrentando a los vecinos”.
Gonzalo ya se había cortado de los del pueblo. Ocurría con su
127. ADN exp., citado. AMR, exp. 1916.128. Ibid.129. AMZ. Fomento 1919, exp. 31, producción y precios 1909-1918.130. Información de Francisco Hernández. Atacheo, 5 de abril de 1982.
115
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
gente al pueblo, pero ya en dos bandos. Ya andaba en malos pasos; ése andaba pidiendo centavos, agarrando lo que podía, asesinando, y llevándose hasta mujeres...131Aun desde la ciudad de México (octubre-diciembre de
1916) no dejaba de ser noticia el occidente michoacano: “El señor General Francisco Múgica es candidato al congreso [por el distrito de Zamora]. Un capitán desleal es fusilado por fallo de consejo de guerra. Disueltas las gavillas renace la tranquilidad en la región de Zamora. Con la dispersión de la gavilla de [Eutimio] Figueroa, Zamora habrá vuelto a su vida de tranquilidad. Visita Zamora el gobernador Elizon- do”. Referentes al estado, encontramos éstas:
Las cosechas han sido muy abundantes, tal vez como ningún año, sobre todo en la Tierra Caliente. Las candidaturas liberales [al congreso constituyente] serán las que triunfen debido a la campaña emprendida contra la reacción. El estado de Michoacán y su actual gobernante. Los [candidatos] michoaca- nos visitaron al C. Primer Jefe. Los indígenas de Michoacán toman interés por la Sociedad Unificadora de la Raza. Derrota de Chávez García en el Coyotal.
Quizá Regalado también leyó tales novedades. En su archivo particular se conserva el recorte de dos editoriales: “Tuxtepec y el Constitucionalismo, dos créditos antagónicos” (El Pueblo, 18-X 1916) y “Los fragmentos dispersos de nuestra nacionalidad” (El Demócrata, 15-XI-1916). Esta última habla de la Sociedad Unificadora de la Raza Indígena.Es posible que el apóstol del indio anduviese metido en la noticia de “45000 indígenas ofrecen sus servicios al C. Pri
mer Jefe del Ejército Constitucionalista para el caso de una
131. AMZ Guerra 1915/1916 exp., s.n. “Tranquilidad pública”. Relato comunicado por Maximino Padilla.
1 1 6
S o c ie d a d e n c o n v u l s ió n
guerra” o que se haya interesado por la que decía: “debe procederse al cultivo de tierras en toda la república”.Pero el problema de la tierra para los indígenas parecía no tener remedio. Todo se movía dentro del marco de intereses de latifundistas y funcionarios coludidos. Varios representantes poblanos le comunicaron:
en junta común de los indios se acordaron que los gabinetes de todos los Estados de la república Mexicana están embrollando y oscureciendo y reteniendo todo asunto de los pueblos, para desvanecer a los indios de sus derechos que reclaman...
Un caso muy ilustrado era el de Nopalucan:el Presidente Municipal, y el de la Comisión Agraria, están de acuerdo con los Ricos hacendados que nos rodean, a quienes se les tiene que recoger las derras; de éstos han recibido propinas que vemos públicamente y privadamente...132
Y así por el estilo en otras partes. Ahora que, si el nuevo orden constitucional permitía el juego de partidos y de postulaciones, si dentro del gobierno se podría realizar más fácilmente la tarea reivindicadora, tal vez don Miguel pensó: ¿por qué no aspirar entonces a un puesto en él? El 5 de febrero de 1917, solicitó permiso a la Secretaría de Guerra para portar armas y salir en compañía del nuevo secretario de la Sociedad, Rafael Hernández Aguirre, y de más asociados “a visitar algunos pueblos”. No hubo información de ese recorrido; pero suponemos que fue hacia Michoacán, ya que el nueve de marzo pidió licencia ilimitada “por haber sido lanzada por los Pueblos del Estado de Michoacán -dice- mi candidatura al Gobierno de dicha entidad”. Apareció la con
132. El Pueblo. México, octubre-diciembre 1916; El Demócrata, Aléxico, octubre-diciembre 1916. AMR, exp. 1916.
117
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
vocatoria con su fotografía de civil, suscrita por representantes michoacanos:el único por ahora merecedor de toda vuestra confianza y de vuestro voto para Gobernador es el C. CORONEL MIGUEL DE LA T. r e g a l a d o ¿Por qué? Por sus altas y reconocidas virtudes cívicas, por el celo y honradez con que ha trabajado por nuestro bien...
Mediante permiso concedido -aunque diligenciado todavía en el juzgado militar-, volvió a Michoacán entre fines de marzo y principios de abril. Arribó a Morelia. Se retrató otra vez para la campaña electoral de cuerpo entero: “de la complexión más o menos de la de Zapata”, bigote medio alacranado; con uniforme militar, calzando zapatos: de pie, casi en posición de firmes; sombrero de fieltro en la mano izquierda.Comunidades indígenas y otros partidarios agraristas promovieron su candidatura. Mas por la crisis agrícola que aumentaba en el estado, por la constante amenaza que produjo la desbandada y proscripción villista y, más que nada, por no contar con suficiente ayuda “para llevar a cabo la gira”, declinó la candidatura si no abiertamente, en favor del constituyente Francisco J. Múgica.133 134La Voz de Ocampo, “semanario radical constitucionalis- ta” y vocero de Múgica en el occidente michoacano, propagó en abril que el candidato “desde hace tiempo viene luchando para que los tarascos tengan toda clase de garantías, recobren sus propiedades y sean respetados como los verdaderos dueños de este rico suelo”.13*En el mismo sentido El Cometa, pro-mugiquista, “semanario político de combate”, un mes después, en “el tiempo oportuno para la siembra”:133. ADN, exp., citado. AFM, Correspondencia 1917, vol. 1, f. 26. Convocatoria en
vol. 141 doc. 4. Comunicación de Salvador Sotelo Arévalo. Ario, 17-1-1982.134. La Voz de Ocampo. Zamora 15-1V-1917
1 1 8
S o c ie d a d e n c o n v u l s ió n
Como la nueva Constitución dispone les sean restituidas a las Comunidades de Indígenas las posesiones de que fueron despojadas, este periódico sugiere a los representantes de la raza indígena activen sus trabajos para conseguir del Supremo Gobierno que se pongan en práctica esos preceptos constitucionales.
Convencido de la preparación y del programa agrario de Múgica, Miguel de la Trinidad se retiró de la contienda electoral. Marchó a Atacheo. Y aún así, no faltó quien votara a su favor durante las elecciones de julio. Ese mismo mes escribió a Joaquín de la Cruz; “no he querido meterme en estos asuntos, desde que presté al pueblo la voluntad para que lanzara mi humilde candidatura, para que no se crea que yo lo sugestioné y por esta razón, lo dejé libre para que obrara como mejor le conviniera”.135
En un distrito de Morelia, Regalado ganó 674 sufragios, a diferencia de 3 mil 143 de Ortiz Rubio, 875 de Antonio Magaña y 525 de Múgica; en Zinapécuaro le contaron 37 votos. En Zamora fue distinto: 2 610 Ortiz, 1 873 Múgica, 1 357 Regalado y 401 Magaña.136El Comité y las juntas computadoras mostraron desde el comienzo parcialidad hacia el ingeniero Ortiz, respaldado por los grandes propietarios y profesionistas liberales. Pascual Ortiz resultó electo gobernador; Múgica protestó por irregularidades en el proceso electoral, Regalado creyó - según le dijo a Joaquín de la Cruz- que se nulificarían las elecciones. Pero no fue así.Al tomar posesión, Ortiz Rubio controlaba literal y solamente la capital más dos o tres ciudades, debido a que la mayor parte del territorio michoacano se encontraba a merced de Inés G. Chávez (centro-norte-occidente), Eutimio Figue- roa (límites con Jalisco), José Altamirano (Oriente). Hasta noviembre de 1918 el gobernador pudo regir todo el estado,135. El Cometa. Zamora 13-V-1917. Archivo Joaquín de la Cruz (AJC) exp. 1917.136. POM, 8, 12, 19 de julio, 1917. Votación Zamora en AMZ Gobernación 1917,
exp. 40.
1 1 9
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
tras intensas campañas contra los cabecillas, y, cuando Inés, el más terrible de todos, murió “de muerte natural”.137La obra de gobierno Ortiz-rubista (fundación de la Universidad, formación de la dirección general de educación primaria, promulgación de la constitución particular del estado, leyes para reglamentar el trabajo, reforma catastral, etc.) favoreció más a los de arriba que a los de abajo. En el terreno agrario retomó el proyecto mercadista de 1902 y propuso un proyecto de ley sobre la utilización de tierras ociosas y otro para el fraccionamiento de latifundios; sin embargo, en su administración sólo dotó de ejidos al pueblo de Arócutin, en la jurisdicción de Pátzcuaro, a instancias y para justificar la presencia de Félix C. Ramírez; pero, por otra parte, no afectó a ninguna hacienda y sí 27 pueblos se quejaron de despojo.138Félix C. Ramírez, antiguo secretario del juzgado 2o de Zamora, de la comitiva mugiquista, una vez declarado diputado por el distrito de Pátzcuaro desconoció a los viejos amigos. Avecindado en Morelia, puso oficina, se autonombró subdelegado general de la Sociedad Unificadora en Michoacán y acabó “en amigo y partidario” del gobernador Or- tiz Rubio.139Mas en el occidente del estado el coronel Rafael Espinosa se dedicaba a tareas antiagrarias; y Rafael Cuadra (1884-1924), matancero y comerciante, oriundo de Atecuca- rio y con centro de maniobras en Ario, se perfilaba ya como azote de los campesinos sirviendo a hacendados del valle de Zamora y de la ciénega de Chapala durante algunos años.
137. AFM Correspondencia 1917, vol. 141. AJC, exp. 1917. Pascual Ortiz Rubio, Memorias, pp. 59-60, 65-66. Sobre Inés G. Chávez y otros cabecillas, Javier Gar- dadiego Dan tan, Revolución Constilucionalisla y Contrarrevolución (Movimientos reaccionarios en México 1914-1920), pp. 39-85. Roberto Galván López El verdadero Chávez Garda, pp. 112-115. Ricardo Flores Magón el.al., Regeneración 1900-1918, pp. 425-426.138. Ortiz Rubio, op.cit., Flores Magón, op.cit, p. 425.
139. Ortiz Rubio, op.cit., p. 62. Archivo del Ayuntamiento de Morelia. Secretaría, 1918, exp. 102. AMZ Estado 1918, exp. 1; Fomento, 1918, exp. 29.
1 2 0
S o c ie d a d e n c o n v u l s ió n
Y don Eudoro le dice:— ¿Qué pasa con esos presos? fusílamelos, Rafael, te regalo dos mil pesos.140
Regalado el comunero.Este había regresado a la matria atachense por el oriente el martes primero de mayo de 1917, el día que Carranza ocupaba la presidencia constitucional. Llegó “perfectamente armado y municionado”, acompañado de tres hombres con el fin de entregarse “al trabajo honrado de la agricultura”, a revivir la tradición comunera; como también lo hacía Eutimio Figueroa en San Antonio de la Loma, Jalisco.Puede que la intención comunitaria se haya inspirado “en alguna prédica” de tipo anarquista o en la vivencia de los comuneros antepasados. Como fuera, importaba al coronel tal práctica por el bien “de las generaciones venideras”.141
No obstante los propósitos de trabajar la tierra “en común” para remediar “el sufrimiento del proletario” y la ayuda brindada a los pueblos “a hacer sus gestiones para la restitución de sus tierras”; la prueba comunitaria de Regalado y la insistencia en pedir la devolución de ejidos a los pueblos, provocaba descontento en rancheros, hacendados y autoridades zamoranas.Además la presencia de un delegado zapatista guerre- rense en Atacheo, un anarquista catalán, no dejó de llamar la atención del gobierno. ¿Qué sucedía con Zapata? ¿por qué tal emisario en Michoacán?Zapata trataba de unificar y fortalecer su decaído movimiento, que entre mayo y agosto sufría una gran crisis; algu
140. AMZ Fondo Especial. Correspondencia 1914 Oficina Administradora de Fincas Intervenidas. AMZ Gobernación. Paquete elecciones 1912; Estado, 1919, exp. 61; Guerra 1919, exp. 4; Justicia 1923, exp. 3. Vicente T. Mendoza, Cincuenta Corridos Mexicanos, pp. 28-29.141. AMZ Guerra 1917, exp. 1; Gobernación 1917 exp. 4. La referencia a Figueroa en Magaña op.cit., IV: 306-307.
121
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
nos de sus hombres pensaban en rendirse ya que la nueva constitución garantizaba “el cumplimiento de la reforma agraria”, otros querían unirse a Félix Díaz para atacar a Carranza y otros más preferían conservar su libertad de acción”. Decidido en junta lo último, Emiliano autorizó a Gil- dardo Magaña en septiembre para “que intentara alianzas con otros revolucionarios”.142En cambio, el gobernador Ortiz Rubio, ingeniero y dueño de tierras, no mostraba ninguna simpatía hacia el apóstol comunero. Hacía suyos los informes del jefe de acordadas de Zamora, Rafael Espinosa, a la secretaría de guerra de que Regalado
hace muy mala labor a nuestro Gobierno entusiasmando a los indios a rebelarse... tiene gente armada en Atacheo... alborota los pueblos de Tlazazalca, Chilchota y toda la Cañada para la repartición de úerras, diciéndoles que si el Gobierno no les da terrenos, se levanten en armas.143
Dentro de su campo de acción, el gobernador escribía directamente al subsecretario de gobernación el 26 de octubre, que el coronel agrarista azuzaba a los comuneros despojados para que se hicieran justicia por su propia mano, “posesionándose de propia autoridad de los terrenos que estiman convenientes o creen que les pertenecen sin previo juicio contra los actuales propietarios o sin hacer las reclamaciones correspondientes ante la Comisión Local Agraria”.144Era de esperarse que ante la diferencia de intereses no habría -como no lo hubo- entendimiento entre el “levantado en armas” y el ejecutivo del estado.También el juzgado de instrucción militar pedía pistas
142. AMZ Gobernación 1917, exp. 4; Ramírez, op.cit., pp. 38-39 Womack op.cit., pp. 412-416.
143. ADN, Cancelados, exp., citado.144. AGN Gobernación Período revolucionario C. 74, exp. 12.
1 2 2
S o c ie d a d e n c o n v u l s ió n
al subsecretario de guerra sobre el paradero del coronel Regalado, “para las diligencias que se practican en el referido juzgado”. La subsecretaría respondió que el Io de abril “le fue concedida licencia ilimitada, ignorándose su destino”145En tanto, el agrarista Regalado -al tiempo que se dejaba crecer la barba- había echado a andar el proyecto comunero desde las siembras de mayo mismo en el potrero de San Francisco. Después, en los primeros días de septiembre, se extendió a la Lagunilla, la Bueyera del Zapote, el Lindero, el Sauz, la Puerta del Sauz y todo el cerro del Tacari.El 31 de octubre la hacienda de Santiaguillo abrió demanda en el juzgado de Zamora contra Miguel de la Trinidad Ragalado y presentó interdicto de despojo promovido por Luisa Sáenz, esposa de José García; ya que
invadió de propia autoridad una fracción de la hacienda de Santiaguillo y ejecutando en ella, por sí mismo y por medio de los indígenas del pueblo citado, primeramente actos perturba- torios de la posesión [...] y después actos de verdadero despojo, pues preparó las derras para la siembra, repartió algunas entre los indígenas del pueblo de Atacheo y agosta en otras sus ganados y los del pueblo mencionado”.146
Es más, el 21 de octubre los hombres de Regalado impidieron que el administrador de Santiaguillo -como todos los años- llenara la presa del Mezquitillo con aguas de la hacienda; desvió esas aguas para regar “las sementeras que ha sembrado”. La casa García atestiguó mediante un jornalero, un mediero, un arrendatario, todos de la hacienda, y con un comerciante atachense avecindado en Zamora. Pero el juzgado no procedió a ejecutar la diligencia el 7 de noviembre porque “no se presentó la escolta que se pidió al señor jefe de la guarnición”, ocupado en la persecución de Chávez
145. ADN, exp., citado.146. AMZ Juzgado de Distrito, Civil, 1917, Interdicto de despojo Sra. Luisa Sáenz
de García contra Miguel de la T. Regalado.
123
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
García. No podía pasar el personal “a los terrenos materia de despojo” por que Regalado tenía “gente armada”.147Don Miguel levantó la cosecha de San Francisco en esos días de noviembre “en compañía de los indígenas y comuneros”; dispuso el reparto del maíz, guardando algo para la siguiente siembra. Ordenó también que en la puerta de su casa se entregara leche “para repartirla a la gente que no tenía nada”. En esta experiencia mucho ayudaron el jefe de tenencia Miguel Zepeda, labrador, arriero y el sacerdote Rafael Galván, éste vicario del pueblo desde febrero de 1915.
Galván había nacido en hogar “bien” de Tangancícua- ro en 1878; seminarista en Zamora, estudió posteriormente en el Pío Latino de Roma; doctorado en 1907 enseñó filosofía en el seminario zamorano. Hombre enterado en cuestiones sociales y agrarias. El coronel le encontró escondido en Atecucario durante las discordias faccionalistas revolucionarias de 1915. Regalado no quiso saber si eran villistas los protectores de clérigos o carrancistas los correcuras. Lo acompañaron para que fuera a auxiliar a un moribundo. “Entonces le dijo: usted se va a quedar aquí, en Atacheo, para que nos ayude”. Oficialmente el templo permanecía abandonado desde el año citado148 hasta después de la muerte del apóstol, que trunca momentáneamente la acción agraria emprendida. “Caciques y terratenientes” de Zamora, Tlaza- zalca y Ecuandureo ya se la habían sentenciado. Alguna vez los hacendados contrataron a Rafael Cuadra -pero no resultó- para asesinar a Regalado. La testa del apóstol tenía precio. Nada grato le esperaba. El mismo representante de la comunidad de Santa María Atacheo y coronel del ejército constitucionalista con licencia ilimitada había anunciado que
147. Ibid.148. AMZ Gobernación 1917, exp. 4. Sobre Rafael Galván en la obra citada de Fran
cisco Valencia Ayala y Agustín Magaña Méndez, La Diócesis de Zamora, pp. 62, 67, 104. Información de José Gutiérrez, Atecucario, 3-XII-1982 y comunicación de Romualda Regalado.
1 2 4
S o c ie d a d e n c o n v u l s ió n
se levantó a salvar su pueblo, su estado; aunque sabe que le van a cortar la cabeza.
Y así fue. Familiares y vecinos cuentan que el 12 de diciembre el pueblo celebró la fiesta guadalupana. Hubo misa en la mañana. El padre Galván ofició y Regalado cantó.Enrique Sablerrolles, el delegado zapatista que había ido a visitarlo, esperaba mientras. Después platicaron “todo el día” en su casa.Entonces llega José Méndez, de Santiaguillo, como a las doce. Se estuvo Méndez allí y se le dio de comer. Se enteró del asunto que traía el señor delegado con mi papá. Y se fue ya tarde.El delegado le dice a mi papá:—Coronel, le entrego esto que le mandan.(Pero yo no me di cuenta de donde le traían ese dinero. Parece que fue que le mandaban del haber de él...Seguramente con lo que pagaría a su gente).—Amada, ven para que recibas este dinero; para que lo alces. Entonces se para el señor delegado.— Mi coronel, ¿no desea usted que arreglemos este asunto en el lugar donde usted se va a quedar?Ya para oscurecer de a tiro.— Sí, mi delegado.Entonces se fueron caminando al campo con la gente que lo acompañaba siempre.
La jefatura de operaciones militares del estado, sobre aviso desde México, vigilaba los pasos de Regalado. El gobierno de Ortiz Rubio no hallaba qué hacer con más brotes rebeldes. El 12 de noviembre Chávez García, Rafael Nares y Benito Magaña habían entrado a la importante plaza de Zamora. Según el zamorano José Alvarez y Alvarez, el jefe de
125
L o s AGRARISTAS DE ATACHEO
la guarnición sospechaba de la participación atachense en el ataque y toma de la ciudad.Pues bien, el 12 de diciembre mencionado, José Méndez ya estaba de acuerdo con Rafael Espinosa y Francisco
López. Prepararon la emboscada en el Zapote para amanecer el trece. Entraron luego a San Francisco.El coronel y los señores se quedaron por el lienzo de la cerca, por dentro. Entonces se oyó el tropel del gobierno a caballo y a pie.
Los atacantes eran nada menos que gente del cuarto regimiento de Espinosa y la acordada -o guardia civil- de San- tiaguillo al mando del mayor Francisco López. Ese día amaneció el gobierno en Atacheo, después de colgar en San Francisco al representante de Ecuandureo.Traían la cabeza de Regalado.—¡Ya matamos a su padre! -gritaban.Se la llevaron a Santiaguillo dando función. De Santiaguillo se la trajeron a Zamora junto con la del delegado zapatista en los tientos de las sillas. Anduvieron con música, tocando y dando dianas por todo Zamora. Habían matado a Regalado.149
En complicidad, el comandante de policía dio parte a la presidencia municipal el día 14 de que “durante el día y la noche anterior no ocurrió ninguna novedad en la población”. El presidente municipal, Luis G. Hernández, mandó recoger las cabezas de Regalado y de Sablerrolles “que las traían paseando por las calles”. Y pintó un boceto de ellas “para recuerdo del futuro, menos la del español, por estar
149. ADN exp. citado; AFM Correspondencia 1917, vol. 23, doc. 186. AMZ. Ayuntamiento, 1917 partes diarias de policía, nov-dic. Izazaga Cárdenas, op.cit., 2- XII-1938. Comunicación de Romualda Regalado, Maximino Padilla y Francisco García Amezcua.
1 2 6
S o c ie d a d e n c o n v u l s ió n
desfigurada y descompuesta”.150 El gobierno pidió al fotógrafo Alfonso Torres Vargas tres retratos “de las cabezas de J. (sic) Trinidad Regalado y otro desconocido para producir algunos informes acerca de su identidad”.151El juez del registro civil reportaba a la Secretaría de Re
laciones Exteriores el fallecimiento “de un extranjero que murió en el pueblo de Atacheo por heridas llamado Enrique Sablerrolles”.152 Como número final, el jefe de operaciones en Michoacán, Enrique Estrada, envió telegrama al secretario de Guerra.
Ex-Coronel Miguel de la Trinidad Regalado que defeccionó hace poco desconociendo al gobierno, fue batido ayer en Atacheo distrito de Zamora por una fracción tropas del Coronel Espinosa, habiendo muerto citado jefe rebelde y quince hombres de los suyos se le recogieron quince armas y veintiún caballos, Miguel de la Trinidad Regalado figuró como candidato gobierno estado pasadas elecciones.153
150. AFM, vol. 23 doc. 181-186. AMZ Ayuntamiento 1917 Partes de polída. Diciembre.151. AMZ Ayuntamiento. Registro de correspondencia 1914-1918, f. 23.152. AMZ Ayuntamiento. Registro Civil, 1917, leg. 1, exp. 1. libro de extractos ofi
ciales.153. ADN Cancelados, exp. citado. En la acción resultó herido Rafael Espinoza, des
pués murió; información de Maximino Padilla.
1 2 7
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
C O N V O C A T O R I A *
No os dejeis. pues, i ngañnr por los em b au cad ores y m alvados, ah o ra q u e os convocam os, com o vuestros com p atrio ta j, a eleg ir a vuestro p rim e r m a n d a ta rio dfit £stado. S abed, altivos y conscientes, despreciarlos cual m erecen . Y sabed, por fin, que el único p o r ah o ra m erec ed o r de to d a v u e stra confían-
y de vuestro voto para G obernador, es el
¿ Por qu ' 7 Vor s,)* a I ,a* y reconocidas v irtudes cívicas; p o r el celo y h o n r a d » con que ha trabajado por nuestro bien; y sobre todo, porqu e es uno d e los sin- ce ro . acC vo. y leal.-, co laboradores de n u e .t-o g ra n Patricio, el señ or C a rra n ra .
,(Jh. michoacaivjs. votad por él sin vaci'acion!REIVINDICACIONES Y JUSTICIA,
M r t l c o . F e b r e r o d e I 9 | ? , E¡ O i U u i i C i n m m etttis RAFAEL HERNANDEZ AGUW iFU f l a t f A t A i r r < 4 r
-------------- h — « . . . . . . . . i * • « - <
- - * ■ " ................................... ...... * " ^ ’
¿Porqué no aspirar entonces a un puesto?». **.»»• ¿
128
CAPITULO III Saldo Agrario
Así quedó AtacheoDesde luego que la muerte de Miguel Regalado pesó mucho; significó una gran desbalanceada en la dirigencia del movimiento agrario. Sin embargo, las demandas partían de la base campesina, no sólo de un hombre. Y si bien a veces se estaba a la defensiva, la resistencia atachense sabía responder a las pruebas represivas. Atacheo sirvió de refugio para algunos perseguidos de Ario, y se vinculó al movimiento de Ernesto Prado cuando éste volvió de las campañas con Eutimio Figueroa hacia 1919.Nada de que “ahí muere”. El asesinato del coronel Regalado no calmó los ánimos adversarios de los terratenientes; ni militares ni acordadas quedaron contentos. El cuadro que se pintaba al clarear 1918 era desolador:
...A la familia del señor Coronel la despojaron criminalmente de hogar, vesddo y pan, pues se quedó la esposa con ocho hijos en la calle y nada más con lo puesto. Se llevaron el producto de cinco hectolitros de siembra que hizo la Comunidad de Indígenas y que el señor Coronel depositó en su casa para empezar a formar los fondos del pueblo y tener ese elemento seguro para la mayor necesidad.También sacaron maíz de otras casas. Cometieron abusos con familias honradas y robaron cuanto pudieron [...] Vino también el administrador de Santiaguillo, hacienda del Señor Licenciado Francisco García, quien tiene usurpada la mayor parte de los ejidos del pueblo; y sacó el maíz de varias casas. Dijo
129
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
que tenía que volver por todo, porque se le debía [desde 1911] la renta de siete años.1
Félix C. Ramírez trató de aprovechar la situación en la región para ganar adeptos. Explicó a los representantes de la Cañada y Ario que la muerte del Coronel Regalado fue “hasta cierto punto justificada, [pero] que no significa que el Gobierno esté en contra de los indígenas”2
Los de la Cañada habían conseguido del gobernador Rentería Luviano, entre febrero y agosto de 1917, que de terrenos sin cultivar les proporcionaran pedazos para la siembra, con la condición “de pagar renta equitativa a los propietarios”. Pero los que se decían dueños asesinaron a los que encabezaban a los comuneros que andaban promoviendo la posesión en las postrimerías de Regalado.3La Cañada seguía siendo tema. Inés G. Chávez “el protector de los pobres”, jefe de la tercera brigada del ejército reorganizador felicista en Michoacán, en alianza con los serranos de Huécato, tomó el pueblo de Tangancícuaro en ju lio de 1918. Desde allí, por su propia cuenta, repartió tierra “a numerosas personas” de la Cañada.4 5 Pero Ortiz Rubio una vez que gobernó todo el estado desconoció dicho reparto, producto de un agrarismo muy primitivo. Si Rentería Luviano, mandatario interino, carecía de facultades “para ello” -según Ortiz- qué podían esperar legalmente de Chávez los de la Cañada. El gobernador constitucional estaba para impartir “garantías a los propietarios o a los pueblos cuyas tierras son invadidas por los indígenas de algunos otros, mal aconsejados y peor dirigidos por agitadores de oficio, torpes e ignorantes”.
En otro orden, el año 1917 en Michoacán había sido1. AMZ Estado, 1918, exp. 41.2 Ibid. exp. 42.3. Gildardo Magaña, op.cit., IV:306. AGN, Fondo Presidentes, Obregón-Calles
exp. 818-A-102.4. AMZ Fomento 1919, exp. 31, AGN. Fondo Obregón-Calles exp. 818-A-101.5. AGN, Gobernación. Período revolucionario, C. 74, exp. 12.
1 3 0
S a l d o a g r a r io
pobre, de malas cosechas; en cambio, para atenuar los males, el gobierno importó maíz, adoptó medidas de control de precios (de 40 bajó a 15 pesos el hectolitro) y confiscó granos a acaparadores. No así el año siguiente. En general, 1918 fue un año malo en todos lados: escasez, bandidaje, hambre y epidemias. “Cientos de pueblos -escribe Berta Ulloa- ocupaban tierras y otros clamaban por restituciones y dotaciones, pero pocos podían presentar títulos legales, no había confianza en la posesión de la tierra ni en el mercado de los productos”.6
Para los atachenses no mejoraba la suerte. El teniente coronel Cristóbal Limón, jefe de las armas en Zamora, mantenía la costumbre persecutoria del difunto Rafael Espinosa; no los dejaba en paz a sol ni a sombra. El 5 de agosto se presentó en el pueblo una fuerza de caballería constitucionalis- ta al mando del mayor Francisco López (antiguo sirviente de la hacienda de Santiaguillo) en busca de “una gavilla de rebeldes” que había estado allí el día anterior.López, “lejos de ir a perseguir a los alzados”, se dedicó a catear las casas en busca de “los bandidos”, robando y atropellando a las familias de los vecinos pacíficos. Al marcharse, “se llevaron ganado y objetos, dejando a mucha gente en la mayor miseria”.7El 18 del mismo mes volvieron “las fuerzas voluntarias” de López y repitieron los atropellos del día 5, pero esta vez con más inquina
mataron a José María Alvarado, a su mujer la golpearon; a José Guadalupe Canchóla lo mataron dentro de su casa porque trató de defender a su tío que se encontraba enfermo en el lecho y a quien los soldados exigían dinero; a Luis Cárdenas lo
6. AMZ, Fomento, 1919, exp. 31; Justicia 1917, Decretos, circulares. Berta Ulloa, “La lucha armada”, Historia General de México IV:96. Los villistas michoacanos, aún al mando de Cíntora, se adhirieron al felidsmo desde el lanzamiento del plan de Tierra Colorada en febrero de 1916.7. AMZ, Guerra 1918, exp. 1.
131
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
sacaron de su casa y a un lado de la puerta lo mataron en presencia de su familia; a Antonio Villa y a Miguel Cruz los encontraron en la calle y sin razón alguna los pasaron por las armas. También mataron a un niño.8
Tales procedimientos hicieron que algunos atachenses escaparan al monte arma en mano y se incorporaron a la gente de Ernesto Prado, el líder de la Cañada, otros emigraron “al Norte”.En cuanto a la cuestión de tierras tampoco miraban buen temporal. En noviembre de ese 1918 -ya muerto Inés Chávez y restablecido Ortiz Rubio-, el delegado de la Comisión Nacional Agraria notificó a los representantes Rafael Enríquez y Luis Peña que no procedía la restitución a Ata- cheo por falta de “elementos de prueba sobre la propiedad del pueblo”. Ni el dictamen tenía “la aprobación del C. Gobernador”9En octubre, el general poblano Prisciliano Ruiz, presidente de la Sociedad Unificadora de la Raza Indígena, intercedió en favor de los atachenses ante la Comisión Local Agraria de Michoacán, para agilizar los trámites iniciados desde el mes de mayo de 1916 “por conducto del extinto Coronel Miguel Regalado”.10 Negada la restitución, la Comisión Local Agraria acordó la dotación de tierras a Atacheo “en relación al número de habitantes”11 que significaría un estira y afloja con el administrador de la hacienda de Santia- guillo.
Fuera del permiso para sembrar en la falda del Tacari -basado en el decreto michoacano del 19 de septiembre de 1916 sobre el asunto- los agraristas de Atacheo no consiguieron nada más durante la administración gubernamental de Pascual Ortiz Rubio (septiembre 1917-junio 1920).12 La de8. Ibid. ASRA-CC Restitución, Atacheo 23/2783 (Toca) ff 1-2.9. ASRA-CC, op.cit., í. 12. ASRA-DM Sta. María Atacheo, exp. 22/56, f. 3.10. ASRA-CC op.cit., (local), f. 247.11. Ibid.12. ASRA-DM, Atacheo exp. 22/56. f. 4.
132
S a l d o a g r a r io
legación de la Sociedad Unificadora en Michoacán acabó “por chismes de políticos de oficio” en 1918. Félix C. Ramírez incorporado al gobierno de Ortiz no movió un dedo por los de Atacheo ni por los de la Cañada. El jefe de las armas de Zamora se encargaba de dar palos y balazos a los tenaces solicitantes de tierra, aunque Ortiz Rubio pasara “la pena” de hacer saber al congreso el fusilamiento de tres regidores agra- ristas de Chilchota sin formación de causa.13Aun la lucha por conseguir el pan en terrenos del Tacan se complicaba. Dado que los atachenses disputaban la posesión de dichos terrenos a la hacienda “por haber sido enajenados -decían- contra nuestra voluntad”, la casa García hacía mala obra a los ecuareros. El 13 de enero de 1919, en tiempos de cosecha, el presidente municipal en turno y en contubernio con la hacienda facultó al jefe de la acordada de Santiaguillo para intervenir en la colecta. La presencia de la acordada provocó descontento. El conflicto entre hacienda y ecuareros estalló y llegó a oídos de la Junta de Conciliación y Arbitraje del estado; a tal grado, que el gobernador se vio obligado a comisionar a un inspector de gobernación para que de acuerdo con la nueva presidencia y en auxilio de la Junta citaran a las partes en conflicto.14El 21 de febrero comparecieron ambas partes, representados los atachenses por el jefe de tenencia, sin propuesta ninguna y recelosos “de ser molestados por el elemento militar”, justamente porque el sábado 15 de ese mes se había presentado en el pueblo
el jefe de la Guarnición de esta plaza Teniente Coronel Cristóbal Limón y recogió del vecindario gran parte del maíz que tenían para su subsistencia, recogiendo además todo el ganado vacuno que estuvo a su alcance, trayendo parte de éste y el
13. AFM Correspondencia 1917-1918; Sánchez Pineda a Múgica 9-XI-1917; E. Oje- da a Múgica 6-VI-1918. ACE, 1918-1920 bulto 2, Infonne de Gobierno 1918- 1919.
14. AMZ Estado, 1919, exp. 6; Fomento 1919, exp .7.
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
maíz a esta ciudad [Zamora] y la otra parte del ganado lo mandó rumbo a Purépero.15
En tal caso y tomando en consideración “la veracidad de lo expuesto”, la presidencia y el inspector decidieron mejor esperar a que se calmaran los ánimos “para no tener que experimentar un completo fracaso”. El presidente sugirió que se eliminara en todo asunto civil “la intervención militar, pues de continuar en esa forma difícilmente se llegará a una conciliación razonada para [que] los elementos sanos de la sociedad puedan ayudar al Gobierno constituido”.16 Aunque la defensa civil o acordada no se quedaba atrás de los militares en tareas anticonciliatorias.
En tanto, el 25 de febrero, Francisco Avila y Luis Peña envían al ministro de fomento copia del oficio girado al gobernador el día 19, misma que no quisieron firmar 57 ata- chenses “por temor a las amenazas del Gobierno y de los terratenientes por medio de sus Defensas”. Ya que por medio de Rafael Enríquez y Ramón Méndez la sección de fomento del gobierno estatal había comunicado el 30 de enero que era ilegal la posesión provisional “dada por el extinto Coronel Miguel de la T. Regalado por haberle faltado la autorización de la Comisión Local Agraria conforme a lo dispuesto en la Ley de 6 de Enero de 1915”.Los quejosos quisieron arreglar tal defecto, recurriendo a la memoria colectiva y a la instancia interlocutora de la profesora Crescencia Hernández. Recordaron que el licenciado Manuel Trujillo, encargado de defender los intereses del pueblo muchos años antes, promovió y ganó un juicio en contra de Francisco Castro, quien pretendía adjudicarse una faja de terreno. Trujillo entonces
convocó a la Comunidad diciendo que prepararan música y bastante comida para solemnizar así un acontecimiento de tan
15. AMZ Fomento. 1919, exp. 7.16. Ibid.
1 3 4
S a l d o a g r a r io
ta magnitud... Dijo también que iba a arrendar el cerro por nueve años a fin de pagarse sus honorarios, y despreciando su honradez profesional en la cual los indígenas en su sencillez y buena fe habían confiado, el día de la fiesta no dio posesión al pueblo [del terreno], sino hizo entrega al Sr. Lie. Francisco García a quien de antemano le había vendido, según se supo después. Habiendo sido preguntado por algunos indígenas al terminar la fiesta que cuál era la posesión que les había dado, contestó en torno burlesco: ¡hay está todo el cerro!
Terminaban diciendo:De esta manera fuimos despojados de los bienes Comunales que poseíamos desde la época Colonial.17Así pasó todo. Contra el derecho de la sin razón, ante la represión desatada por los hacendados en marzo, los montes volvieron a servir de refugio a agraristas en armas. Rafael Enríquez, Luis, Ramón, Antonio Méndez y una cuarentena más de Atacheo merodeaban por las cercanías. La acordada o defensa de Santiaguillo daba cuenta pormenorizada en abril:Del primero al once sin novedad; el día 12 robo en el Atravesaño cerca de Urepetiro por “20 bandoleros que encabeza Miguel Espinosa y Ramón Méndez habiéndose internado en cerro de Atacheo sin poder haber dado con el rastro más que hasta La Lagunilla”...; del 13 al 19 nada, pero el 20 entre diez y once de la noche “el bandido Miguel Espino
sa con siete individuos” atacaron la casa de Francisco Padilla y J. Guadalupe Amezcua en Atacheo, En el acto, Padilla y Amezcua pudieron contestar los disparos de los atacantes “por la dirección de donde salieron los tiros”, logrando herir “al bandolero Guadalupe Huerta, el cual murió el día siguiente, habiéndose sepultado el cadáver a las once del día
17. ASRA-CC Restitución Atacheo 23/2783 (Toca) ff. 24 fte, y vta.
135
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
22 en el panteón de Atacheo”. El 23 no hubo novedad. El jueves 24 a las cinco de la mañana, Luis y Ramón Méndez, Rafael Enríquez y Miguel Espinosa con cuarenta hombres cayeron a la casa de Padilla, mataron a éste y “avanzaron” a J. Guadalupe Amezcua. El jefe de acordada anotó: “inmediatamente que noté unas detonaciones de arma de fuego mandé ensillar prontamente y salí con nueve hombres que estaban oportunos por no estar la caballada en la hacienda, pero ya cuando llegué ya se habían salido del pueblo y se internaron al cerro del lado de Las Gallinas donde me estuvieron haciendo fuego; se rumora que el bandolero Luis Méndez va herido”...1®Ese día 24 mereció escrito aparte del encolerizado jefe de acordada a la presidencia por lo grave del asunto:
Creo que estar guardando consideraciones a familias de dichos bandidos es causa a esto porque tan luego como me salgo de dicho pueblo salen las familias de Rafael Enríquez y demás bandidos a llevarles noticias; porque todas esas familias no sirven más que para explorar y estar entregando a las personas que me ayudan siendo el muerto y el avanzado de los indultados que eran los que me estaban ayudando.
Pedía al presidente municipal “una orden para operar con libertad porque en (sic) ese pueblo [Atacheo] está muy mezclado entre los bandidos”.18 19Entre el 25 y el 27 no hubo novedad. El 28 regresó Amezcua, dijo que “se les vino de changüitiro” el día anterior y confirmó la noticia de que Méndez “está herido, pero no de gravedad”. El 29 y 30 fueron días en blanco.20
Otra noticia en el oeste michoacano fue la gira del gobernador Ortiz Rubio por Los Reyes. Al parecer, los atachen- ses en rebeldía no necesitaban palabras oficiales. De nada18. AMZ Guerra 1919, exp. 10.19. Ibid. exp. 8.20. Ibid. exp. 10.
1 3 6
S a l d o a g r a r io
servía saber que el gobernante, de paso por Tingüindín el 12 de mayo, había nombrado al ex-administrador del hospital civil, Ramón Ascencio, como regidor propietario por la sección de Atacheo en el ayuntamiento de Zamora;21 o de que en torno a la ley mercadista de 1902 que retomó Ortiz Rubio para insistir en la desamortización de tierras comunales se le dijera verbalmente en junio al presidente municipal por parte de Francisco Cruz, el hijo de Eusebio y nuevo jefe de tenencia, que en Atacheo “no existe representante alguno que haga valer los derechos de los interesados”.22 23Mas bien les urgía dinero y comida para resistir. Tanto que Antonio Méndez, “quien representa en cabeza de la gavilla de Luis del mismo apellido”, exigía a Cruz “como jefe político del lugar” doscientos pesos el 9 de julio. Consultó Cruz al presidente, y éste informa al jefe de guarnición de Zamora, mayor Francisco López, “para que se mande perseguir a la gente que capitanea Méndez”. Oportunidad que aprovechó López para responder que el jefe de tenencia se valía “de distintos conductos en pro del éxito de su petición, pudiendo hacerlo directamente a esta propia Jefatura que está y ha estado siempre dispuesta a garantizar el derecho» 23ajeno
Enterado López de que Cruz mandó tortillas y dinero “a los de afuera” arremetió contra el pueblo por parejo, amenazando fusilar al jefe de tenencia. Por supuesto que una vez más los atachenses se quejaron al gobierno de serobjeto de persecuciones por parte de los terratenientes de este lugar, y más especialmente de los señores García, de la Guarnición de Zamora y de las personas que integran la defensa social, siendo muy frecuentes los casos en los cuales se ha golpeado y robado a las familias del pueblo24
21. AMZ Estado 1919, exp. 30. Ascendo abanderó la lucha agraria en Zamora hasta 1924 cuando fue colgado. Luis González, Zamora, p. 146.
22. AMZ Estado 1919, exp. 35.23. AMZ Guerra 1919, exp. 11 bis.24. AMZ Fomento, 1919, exp. 7.
1 3 7
LCS AGRARISTAS DE ATACHEO
Ya no era “humanamente posible -decían- tener la paciencia necesaria para soportar con indiferencia tantas vejaciones”.25 A causa de las protestas, el presidente Francisco García Urbizu prometió al gobernador intervenir entonces ante los hacendados -sus parientes-, en favor de los vejados, pero solicitaba que en el asunto castrense fuera el propio ejecutivo del estado quien se dirigiera al jefe de operaciones militares.26Pero como el control de los estados por parte del centro se ejercía a través de los jefes militares, la tirantez de relaciones centro-estados-municipios continuaba. En el caso michoacano se distanciaban más, debido a la adhesión manifiesta del gobernador hacia la candidatura del general Obregón desde junio y a la oposición del civilista Bonillas designado por el vetusto ex-jefe del ejército constitucionalis- ta y encargado del poder ejecutivo.Seguían pues los clamores de campesinos perseguidos y vejados a manos de ejército y acordadas. López, con el pretexto de “una minuciosa información del desarrollo del bandidaje”, hacía de las suyas; mientras los atachenses en armas respondían con obras. Todavía en septiembre los de Méndez recorrieron el cerro en poder de la hacienda de Atecucario, llevándose una manada de yeguas “con el rumbo de Chil- chota-,27 a los dominios de Prado.Para entonces los rebeldes de la sierra de Huécato habían desocupado pueblo y tierras de Tangancícuaro después de un año de ocupación;28 “el bandolero general de brigada Sabino Rodríguez”, de los chavistas sobrevivientes, con trescientos hombres tras haber amagado Chilchota y en un combate librado cerca de Zacapu con “defensas de Acordadas del Estado” era derrotado y muerto en agosto. Y el
25. Ibid.26. Ibid.27. AMZ Justicia 1919, exp. 3; Guerra 1919, exp. 10/Archivo Ernesto Prado (AEP)
Papeles sueltos.28. AMZ Fomento 1919, exp. 31.
1 3 8
S a l d o a g r a r io
coronel Casimiro López Leco prestaba sus servicios al gobierno con voluntarios de Cherán.29Claro que 1919 no corrió del todo tranquilo. Atacheo por movilizaciones y migraciones vino a menos. El censo electoral municipal de ese año registró una baja de consideración; comparado con los 213 que había, quedaban 150, de los cuales solamente ocurrieron 131 a votar en las elecciones locales del 14 de diciembre, en los días de fiesta guadalupa- na.
Por otro lado, la vicaría fija también andaba al garete, sin registro en los libros parroquiales. Oficialmente cerrado el templo desde 1917, el sacerdote Rafael Galván acudía más a Atecucario sin desatender la salud espiritual de los atachen - ses,30 quienes presentaban lucha contra la hacienda en otro campo: no dejaban enterrar a los difuntos de Santiaguillo en el panteón del pueblo.31Como fuera, hablar de finados no quiere decir “aquí termina”; ni con la desaparición de Eutimio Figueroa, el viejo vínculo zapatista de Ernesto Prado. En cambio, un movimiento más aparecía en el norte, -el de Agua Prieta, Sonora-, encaminándose hacia la ciudad de México y dirigido a cambiar la cúpula gobernante. En duelo por el poder, los generales de Agua Prieta derribaron en mayo de 1920 al presidente militarmente civil llamado Carranza. Hasta los correteados zapatistas sin Zapata, pero bajo el mando de Gildardo Magaña cerraron filas con el caudillo Obregón.También Pascual Ortiz Rubio secundó a los aguaprie- tistas y marchó a la capital del país en compañía de los ganadores, dejando la sucesión gubernamental michoacana en condiciones difíciles de manejo. Antes de partir había designado sustituto, lanzando la convocatoria para elecciones falta de requisitos que señalaba el ignorado congreso del estado.29. AMZ Querrá 1919, exp. 10.30. AMZ, Estado 1919, exp. 61; e Informaciones de Jesús Negrete, Atacheo, 13-
XII-1982 y José Gutiérrez de Atecucario.31. AMZ Estado 1919, exp. 39.
1 3 9
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
En 1920 disputaron la silla gobernadora el licenciado Manuel E. Ortiz, presidente de la corte suprema de justicia estatal, diciéndose gobernador, con aparato y sede en Jiquil- pan; José Huerta, nombrado por el presidente interino Adolfo de la Huerta; Rafael Alvarez, secretario general de gobierno y ungido por don Pascual; también el senador Porfirio García de León y el general Francisco J. Múgica, quienes habían participado en las elecciones de julio.Antes de que arreciaran los vaivenes políticos, tras quejas atachenses a oídos del gobierno y acercándose el temporal de labores agrícolas en enero, el secretario general de gobierno había recomendado al presidente Rosendo Tamayo procurara obtener “de los propietarios del cerro de Atacheo, lo conceda en arrendamiento o a medias a los indígenas de esa Comunidad”. Tamayo a su vez ofició un escrito al administrador general de Santiaguillo, “suplicando se sirva decir en contestación si no habrá ningún inconveniente por parte de esa hacienda para atender dicha recomendación”, a fin de que posiblemente de esa manera cesaran las dificultades “que han surgido entre esa hacienda y los vecinos de Atacheo por cuestión de límites (?)”.32 33El administrador Ernesto de la Cueva respondió a Tamayo que “con todo gusto será atendida la recomendación..., pues actualmente tengo en la finca algunos medieros de dicho pueblo”; y agregaba con toda reservada intención
Deseando ayudar a la completa pacificación de nuestro país, he procurado darles cuantas ventajas han deseado; pero la mayor parte de los vecinos se han (sic) abstenido de sembrar por temor a los enemigos del Supremo Gobierno, cosa que en mi
32. Sobre el movimiento sonorense véase Héctor Aguilar Camín, La frontera nómada. Alianza zapatista a éste, en Womack, op.cit. Dato Eutimio Figueroa en AEP. Situación en Michoacán, Armando de María y Campos, Múgica, crónica biográfica, pp. 158-159; AMZ, Estado 1920; AJE Criminal, 1920. Distrito de Jiquilpan, exp. 60/920 Manuel E. Cruz et.al. El Ca¿o de Michoacán.33. AMZ Fomento 1920, exp. 3.
1 4 0
S a l d o a g r a r io
humilde concepto quedaría subsanada con que pusieran un pequeño destacamento fijo en Atacheo.34
Pese a la promesa de que de la Cueva vería “a los que anteriormente estaban al frente y como encargados de las siembras para ofrecerles nuevamente los terrenos de esta finca”; hechos posteriores se encargarían de desmentir tales ofrecimientos.Por su parte, un abogado, síndico zamorano y familiar de Múgica, ventiló el caso de Atacheo basado en una circular de la sección de fomento; el 18 de junio, en sesión ordinaria del ayuntamiento, José María Pérez propuso reconsiderar el acuerdo que se dictó en la sesión anterior sobre que
en este Municipio no existen haciendas que constituyan obstáculos para el desarrollo urbano y agrícola de los pueblos del mismo; pues que tenía conocimiento de que el pueblo de Atacheo se encontraba en esas condiciones con respecto a la Hacienda de Santiaguillo.35
El cabildo se inclinó por los parias, cuya situación era precaria. En otra sesión -después de aprobada favorablemente la reconsideración- se determinó también dar cuenta al gobierno “de los acontecimientos ocurridos últimamente en el pueblo mencionado de Atacheo, con motivo de una diligencia de lanzamiento, informando además que algunos miembros de este Ayuntamiento se percataron de la consternación que causó el hecho a todos los vecinos del pueblo citado”. (3 6)Septiembre, anuncios de tormenta. Novedad en la capital del estado. Francisco J. Múgica, el aguerrido constituyente tomó la gubernatura del prudente general Lázaro Cárdenas con el respaldo de organizaciones obreras y campesinas. Descolgado del grupo carrancista no sería bien vis-34. Ibid.35. AMZ, Ayuntamiento. Actas de Cabildo 1916-1920, f. 234, sesión de 18-VI-1920.36. Ibid, f. 247v. Sesión 20-VIII-1920.
141
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
to por los sonorenses en el poder; aparte, no encajaba en el equipo dominante por su tendencia radical en el cumplimiento del programa “social, obrero y campesino de la revolución”, inclinada a atender las demandas de los hombres- camisa-calzón de manta-faja-sombrero de soyate; el problema de la tierra, como había anunciado en la muy lejana campaña de 1917 y ratificaba en su primer informe,
es uno de aquellos a los que ha consagrado mayor actividad la actual Administración, a consecuencia de que el Agrarismo se encuentra rodeado de una muralla casi indestructible, formada por los clericales y latifundistas con el apoyo del militarismo.37Además, el proyecto agrario popular mugiquista difería del sonorense, que estaba modelado en los ranchos norteños
y encaminado a proteger a propietarios y empresarios, apoyos del régimen triunfante. Desde luego que en el nuevo juego político, la,sombra del caudillo Obregón, las maquinaciones del ingeniero Ortiz Rubio y las maniobras militaristas del general Enrique Estrada interferían la marcha administrativa del gobierno mugiquista (1920-1922).38 Aún así, los campesinos contaron con ayuda; desde que Múgica estuvo en el solio de don Melchor Ocampo les volvió el alma al cuerpo a los atachenses, esperanzados de “obtener la devolución de nuestras tierras usurpadas, o en su defecto, la dotación de ejidos dictada por la ley”.Es más, armados de valor exponían directamente al presidente Obregón que por ese motivo.
creimos conveniente organizar una defensa para resguardar nuestro pueblo, [con] permiso del ejecutivo [michoacano],
37. Heather Fowler Salami, “Revoluüonary caudillos in the 1920’s: Francisco Múgica and Adalberto Tejeda”. Caudillo and peasant in the Mexican Revolution. Francisco J. Múgica, Informe rendido a la XXXVIII Legislatura de Michoacán..., p. 22.38. A. de María y Campos, op.cit.
1 4 2
S a l d o a g r a r io
quien expidió los nombramientos para los jefes de la misma juntamente con limitadas facultades.39
Sin embargo, a Estrada, el jefe de operaciones en Michoacán, no le pareció bien que hubiera agraristas armados, no quería contrapeso. Múgica veía su obra impedida y desarmada, mientras los militares continuaban hostilizando “a los labriegos, protegiendo a los terratenientes y encubriendo a los asesinos”. Además, sin nexos con el centro, no podía intervenir en la esfera militar; de tal modo, los hombres de Bonifacio López, Jesús Zepeda y Luis Peña -los continuadores en el trabajo del desquite- quedaron sin carabinas a merced de la defensa o acordada que la Casa García encomendaba a Jesús Delgado, vecino de Atacheo, quien se empeñaría “en criminarlos de una manera terrible”.40Lejos de componerse la situación social y política en el poniente michoacano, empeoró. El general Eduardo Hernández se levantó en las cercanías de Zamora contra el gobierno establecido; Obregón daba por occiso a Múgica; Manuel E. Ortiz acechaba en la hacienda de Briseñas esperando la ocasión para gobernar; los mugiquistas tuvieron que desmantelar un complot en Tingüindín. En fin, sin sostén del centro acabó por desplomarse el gobernante protector de Atacheo.
Las acordadas regresaron por sus fueros. Escucháronse más disparos, lamentos y voces que llegaban al presidente... ahora que ya creíamos realizadas nuestras esperanzas por que ya iba a proceder la dotación provisional mientras concluimos las gestiones de restitución volvió de nuevo a disolverse debido a los últimos acontecimientos en el Estado y con este moüvo nos hemos conquistado nuevas amenazas y terrible inquina de parte de los mismos que siempre se han gozado en
39. AGN, Obregón-Calles exp. 8I8-A-44.40. Ibid. Múgica, informe..., p. 22. AMZJusticia 1920, exp. 43.
143
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
hostilizarnos únicamente porque pedimos la devolución de lo que a indígenas y pueblo pertenece.41
No desanimado del todo, otro de los interlocutores, el docto vicario Rafael Galván alentaba a los atachenses. La Casa García Hermanos metida en camisa de varias empresas empezaba a caminar de capa caída, afectada por la depresión financiera de los veintes. En junio de 1922 los García fraccionaron y vendieron pedazos de Santiaguillo y anexas; también los dueños del Zapote, la Labor o Mezquitillo, Gua- muchil y otros.42 Eso sí, la acordada de la hacienda no aflojaba mientras la encomienda antiagrarista de corretear campesinos.Don Rafael Galván necesitaba apoyos para realizar las gestiones agrarias de su feligresía “pobre... y muy desmoralizada”. En julio del 22 escribió a la profesora Crescencia Hernández, prima del depuesto Múgica y con residencia en México desde 1919. Sabiendo que el moreliano Lemus, amigo de Múgica, estaba por recibir su credencial como diputado en el Congreso de la Unión, le decía a la profesora:
Ud. podría conseguir una recomendación del Gral. Francisco J. Múgica para el Lie. Torcuato Lemus, a fin de que Torcuato se interesara cuanto pudiera en favor del pueblo.43
Con el santo de espaldas para Galván, en agosto asesinaron a Lemus en uno de los pasillos del Congreso, “en forma alevosa por su contrincante [del Distrito Electoral de Los
41. A. de María y Campos, op.cit.. AGN, Obregón-Calles, exp., citado. AMZ Justicia 1923, exp. 17.
42. AMZ Juzgado de Distrito, Civil, 1922. Demanda Banco de Jalisco, S A. contra Rafael García. Ventas en Notarías, Protocolo del Juzgado Primero de la Primera Instancia 1921, N° 82, ff 169-172, N° 90, ÍT. 196-199; 1922 N° 23, 85, 43, 59, 78, en especial véase N° 22 “División de bienes entre Rafael y José García” y “venta fracción La Tuna. José C. García a José B. Gómez”.43. AFM, Correspondencia 1919-1922. Rafael G. Galván a Crescencia Hernández, 15-VII-1922.
1 4 4
S a l d o a g r a r io
Reyes, Michoacán]”.44 Al vicario le preocupaba que, de no conseguir pronto tierra, los atachenses comenzaran a talar toda la encinera del cerro “con grave perjucio del vecindario, aunque éste, sin conocer lo que se perjudica, intervenga en el desmonte”.45 Además, el pueblo mismo era un hervidero; quiénes se iban al Norte, quiénes armaban escándalos. Con la mira de mantener el trabajo de sus feligreses en las fincas aledañas, Galván había formado un sindicato de jornaleros en 1921.46Por fin, el 16 de mayo de 1923 -cuando empezaban las siembras- los solicitantes terminaron los últimos trámites para el expediente de dotación ante la Comisión Nacional Agraria (que en Michoacán había establecido un procurador general de pueblos, en lugar de la Oficina de Promociones de Indígenas y Obreros existente en el gobierno de Múgica). Pero se atravesó la revuelta de los generales delahuertistas hasta principios del año 24, en la era de Obregón.A doce meses del papeleo dotatorio, el ingeniero Guillermo Huet levantó los trabajos técnicos con teodolito y todo. El 9 de mayo de 1924 dentro de los términos del ritual oficial, el procurador Fernando G. Vallejo mandó telegrama al presidente Obregón.
Me es altamente honroso poner en superior conocimiento de ud. que con fecha ayer diose posesión provisional de sus ejidos a vecinos Pueblo Atacheo, Distrito de Zamora.47
El ingeniero Luis G. Acérreca sería el encargado de entregar privisionalmente la tierra recobrada para 1413 vecinos. En el desquite, quitaron a Santiaguillo dos mil 476 hectáreas, sólo 22 de éstas de riego, 428 de temporal y dos
44. AMZ, Justicia 1922, exp. 6.45. AFM, Carta de Galván a Hernández.46. AMZ Estado 1920, exp. 8; Fomento 1922, exp. 47. Escándalos en Justicia 1923,
exp. 5. Noticia sindicato en Revista Eclesiástica. Zamora l-VIII-1921, p. 308.47. AGN, Obregón-Calles, exp., citado. ASRA-DM, exp. 22/56. Atacheo. Dotación.
145
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
mil 296 de pastal cerril; a la hacienda de Atecucario, 630 hectáreas de temporal de mala calidad. De acuerdo con el censo agrícola, verificado en 1923, cuatrocientos doce “capacitados” (378, dicen los viejos, porque en un año habían muerto o se habían ausentado 34) trabajaron las tierras dotadas con sesenta yuntas en cooperativa, sistema “que recomendó el padre Galván”. Al año de la dotación regresaron algunos ausentes. Se reabrió la escuela primaria, clausurada desde principios de 1918.48Sin ver mayores frutos, el sacerdote Rafael Galván -de luenga barba- en medio del conflicto Iglesia-Estado de 1926, abandonó Atacheo y Atecucario en marzo de 1927 para ocultarse en México. Sacrificado Bonifacio López el 13 de diciembre de 1923 por gente de Santiaguillo, Luis Peña y José Antonio Zepeda, primero, Luis Amezcua después, tomaron el mando local. En septiembre de 1927 se ejecutó la resolución presidencial de las tres mil trescientas setenta y cuatro hectáreas en posesión definitiva a Atacheo, con ceremonia oficial. A partir de allí el propio gobierno recomendó que cada vecino capacitado -ayudado de su familia, en las condiciones medias de la localidad- escogiera cultivar cuatro hectáreas de riego, cinco de temporal de primera o seis de segunda.49 El problema sería el reparto.Pero antes de que surgieran los ejidatarios de los antiguos agraristas, antes del “aquí termino de contar”..., recordemos que la Sociedad Unificadora de la Raza Indígena -la desapercibida y diluida obra más extensa del apóstol Miguel Regalado- revivió un poco en manos de abogados y representantes poblanos desde la ciudad de México en 1921, con propósitos de fomento escolar y sindical, según estatutos y
48. ASRA-DM exp. citado. Información del profesor Salvador Sotelo.49. Informaciones de Salvador Sotelo, Ario; Maximino Padilla, Zamora; José Gu
tiérrez, Atecucario; Jesús Negrete, Atacheo; Francisco García Amezcua, Jaco - na. Este último conserva una fotografía del Pbro. Rafael Galván. Asesinato de Bomfado López y herida al jefe de tenencia en AMZ Justicia 1923, exp. 6. Acto de posesión definitiva en AMZ, Fomento 1927, cf. Apéndice.
146
S a l d o a g r a r io
programas; que Regalado pasó lista de presentes en la segunda gran convención de la Liga de Comunidades y Sindicatos Agrarios del Estado de Michoacán” el 30 de noviembre de 1924, con la asistencia de representantes atachenses.50En cuanto al agrarismo regaladiano, José C. Valadés juzga que aunque “de manifestación independiente y popular [como el zapatismo] no pasó de intrascendente para la república”,51 sin duda porque Regalado no tuvo permanentemente gran fuerza militar bajo su mando, ni contó siempre con alianzas poderosas en condiciones favorales, reduciendo de hecho su práctica a los alrededores de Atacheo, principio y final de su movimiento.En fin,dentro del nuevo orden nacional, la diputación privincial mi- choacana había propuesto que se realizara el fraccionamiento y reparto de tierras comunales entre los propios comuneros en forma individual en 1822; sin embargo, la empresa se puso en práctica hasta después de 1827.Tal medida fraccionadora propició que estas tierras quedaran legal y extralegalmente en manos de estancieros- rancheros avecindados en los pueblos con tierras de comunidad o en las cercanías.En el caso concreto de Atacheo, los apropiadores más agresivos de las tierras fraccionadas procedieron en su mayoría de Zamora, cabecera de distrito, municipalidad y curato, la segunda ciudad más importante de Michoacán y sede episcopal desde 1864, cuyos miembros más detacados se habían beneficiado con la desamortización liberal de 1856.
50. AGN, Obregón-Calles, exp. 723-12. Gentileza de Laura Espejel. Noticias póstu- mas de Regalado en Apolinar Martínez Múgica Primo Tapia semblanza de un revolucionario, p. 167. Precisamente Primo Tapia, sobrino de Joaquín de la Cruz, era dirigente de la Liga y organizador de la convención. También cf. Arnulfo Embriz, Documentos para la historia del agrarismo en Michoacán.
51. José C. Valadés. Historia General de la Revolución Mexicana, II: 548.
147
Los AGRARISTAS DE ATACHEO
A la fase acumuladora de tierras se agregó un capitalismo agrocomercial más impactante a partir del último tercio del siglo XIX, dentro del porfiriato. La acción de la institución fortalecida en dicho régimen, la hacienda, fue más intensa sobre los medios de producción y fuerza de trabajo, y desembocó en un enfrentamiento con los atachenses, ligados éstos a una memoria colectiva en torno a la tierra perdida y a la vida social de comunidad favorecida por sacerdotes integradores de las instituciones heredadas de la Colonia.La lucha agraria encabezada inicialmente por un descendiente directo de comuneros llegó -después de los vaivenes revolucionarios- a la recuperación de la tierra despojada, bajo el amparo de varios clérigos comprometidos con los agraristas.
Finalmente el disfrute de dicha tierra recuperada estuvo condicionada a la integración de los agraristas al Estado (1927) en medio del conflicto de éste con la Iglesia.
1 4 8
APENDICES
150
AromútoroMoreno
\Los Gollinos
0LA LADERA ESCALA 1= 5 0 0 0 0
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
a p é n d ic e i
Un atachense refiere en detalle, algunos de los infortunios que padeció la comunidad, en sus propiedades:*Faja de tierra comprendida entre la cerca de El Lindero, el fresno de Castro, el Gabillero hasta la puerta de las Cruces o tal vez hasta la Peña Colorada
Oyó decir que los dueños de Santiaguillo se apropiaron esa porción de tierra en compensación de parte de los gastos que ocasionó la cerca (de el Lindero); gastos que no exigieron al pueblo o que éste no pudo pagar. Visto el modo como se expresaban acerca de este punto los indígenas, cree que los dueños de Santiaguillo obraron en este caso de su cuenta sin contar con la voluntad del pueblo.El conventoDe la barranca de El Convento hacia el norte, forma parte de lo que él anduvo arreglando, y para lo cual acudieron al [apoderado] Lie. Manuel Trujillo. Este potrero formó parte de lo que el Lie. Trujillo vendió a los Garcías.1 Es bien sabido lo que pasó entre el Lie. Trujillo y el pueblo.El TorreñoA una persona, cuyo nombre no recuerda, le tocó por adjudicación una fracción de tierra de una hanega y cinco almu
* Archivo de Miguel de la T. Regalado, exp. Alacheo, s.f.1. Cf. AMZ, Notarías, Escrituras Privadas, Diego Méndez 1892, No. 90.
151
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
des, y la persona que compró ese derecho (D. J. Dolores Torres que, en su opinión, fue el primer poseedor después del adjudicatorio) al cercar, lo hizo salvando los límites de la fracción indicada hasta abarcar la extensión que tiene actualmente ese potrero. Los indígenas así lo reconocían y aun le indicaron a él, D. Eusebio Cruz, cuál era la fracción de que se habla. Pero así lo acostumbraban los autores de los despojos. Cercaban lo que les arrendaban, o cercaban más de lo que les correspondía por propiedad o arrendamiento, y luego se llamaban a dueños del excedente de su propiedad o de todo lo arrendado, sin que los indígenas pudieran defenderse. Este proceder lo criticaban mucho los indígenas, pero sin remedio.El (D. Eusebio Cruz) habló con D. J. Dolores Torres en la siguiente forma:E.C. Vengo, señor, a que arreglemos el agoste del ganado que Ud. trae agostando en el cerro.D. T. Mi ganado anda agostando en lo mío.E. C. La fracción que a Ud. le corresponde es muy pequeñay no es suficiente para que agoste el ganado que Ud. trae allá.D. T. Bueno y ¿tú qué? Por qué vienes a cobrarme eso.E. C. Porque yo soy encabezado del pueblo, y necesito dinero para hacer algunos pagos, y ese dinero tengo que sacarlo del agoste de su ganado que anda en terrenos del pueblo; pues según me indicaron, lo de Ud. es una adjudicación muy pequeña, el tanto de una hanega y cinco almudes.D.T. Vaya ¿conque Ud. es encabezado del pueblo? Bueno, pues entonces vámonos arreglando.
Entraron en convenio y D.J.T. le dio (a. D.E.C.) por el agoste de ese año veinticinco pesos que empleó en gastos que se relacionaban con el negocio de la Comunidad.
Después D.J.T. levantó la cerca siempre más allá de donde le correspondía. Los indígenas no reclamaron, ya por
152
A p é n d ic e i
la desidia con [que] veían en muchos casos los bienes de su comunidad, ya porque nunca podían hacerlo con éxito.El salitrillo o el Pajal.En su tiempo, el pueblo estaba en posesión de El Salitrillo o el Pajal hasta La Loma inclusive por el norte hasta el camino real por el poniente, y hasta la cerca actual por el Sur. No sabe cómo ni por qué tomó posesión D. Eduardo Verduzco, del Sur; D. Mariano Méndez, del oriente. Para el lado de La Loma se posesionó un D. Trinidad Díaz, reconociendo este terreno dizque por el Lie. [Francisco] Silva. En este caso, como en otros muchos, el pueblo no reclamó, tal vez por desidia o quizás por no entrar en dificultades.2El Sauz de MagañaEl Sauz lo reconocía D. Mariano Méndez, pero no sabe cómo se hizo de él.3El ZapoteEstaba chico aún, cuando los vecinos del pueblo sembraban de su cuenta; y recuerda que él iba a pepenar, y no recuerda que alguien se hubiera presentado a recoger renta. Por esto y porque no oyó decir lo contrario, asegura que el pueblo sembraba como dueño. Después sin saber por qué ni cómo, vio que unos señores Cuevas, vecinos primero de Ate- cucario, después de El Huamuchil, finalmente, de este pueblo, a lo menos Don Ignacio de la Cueva, empezaron a reconocer del camino real a la cerca, siguiendo a nombre del pueblo del camino real para abajo. Aún no existía la casa de El Zapote. Lo que poseían estos señores pasó luego a poseer
2 Cf. AMZ, Juzgado de Distrito, Civil 1870, Bienes testamentarios de Guadalupe B. Castro.
3. Cf. AMZ, Notarías, Protocolos, Indalecio Haro 1865, ff. 97v-98.
153
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
lo un señor [Rafael] Vera (padre o abuelo de los PP. Veras, de Zamora).4En este tiempo el pueblo reconocía de la cerca para arriba. Cuando el Lie. Trujillo vino a hacer el deslinde, Don Pablo Mariscal, que era el perito nombrado por el pueblo, al fijar los linderos de la Comunidad con El Zapote (al pueblo ya lo habían privado del conocimiento de El Zapote) señaló los linderos como reconocidos por él, un poco más abajo de donde está la cerca actual desde el frente del casco de la finca hacia el norte. Don Antonio Garibay señaló contra lo dicho por Don Pablo, también la parte de arriba comprendida dentro de la continuación de la cerca actual. El Lie. Trujillo y el Gobierno reconocieron, no se sabe por qué, lo dicho por Don Antonio Garibay.El Potrero de Sandoval, que linda con el TacariNo sabe por qué causa D. NN se posesionó del Potrero de la Joya. El Pueblo no pudo recuperar este potrero sino previa una indemnización de seiscientos pesos, cantidad que proporcionó Don Jesús Loera. Para reintegrarle a Don Jesús esta cantidad, el pueblo reunió trescientos pesos, y los trescientos restantes los sacaron de la venta de este potrerito de Sandoval. El propio Don Eusebio [Cruz] intervino en esta venta con el fin indicado.Potrero de NavarreteOía decir que las tierras de abajo las tenía Don Antonio Garibay , y cree que en el reparto que hubo alrededor del pueblo en fracciones de una hanega cinco almudes, los favorecidos las han de haber vendido (ignoro si en su justo precio o no) al citado Don Antonio Garibay, y que este señor tiró
4. Cf. Ibid. f. 119v; Pablo Vargas, 1888, f. 4 y 1890, f. 33.
1 5 4
A p é n d ic e i
sus linderos más arriba; pues los indígenas se quejaban de que les había robado el resto de la ladera (la parte de arriba).Potrero de Nepomuceno García.Este potrero, así como lo que reconocen los herederos de Don Ramón García y los Pachecos, lo poseía Don Antonio Garibay.Cree que algunos de los que encabezaban por un año a la Comunidad recibieron algo a cuenta de tierra, pero sin consultarlo con los indígenas. Los indígenas se quejaban de que Don Antonio Garibay tiraba cercas a su gusto y recuerda que una vez le reclamaron, pero sin resultado favorable para el pueblo. Con motivo de una cerca que iba a tirar Don Antonio Garibay, se suscitaron serias dificultades entre éste y los indígenas; pues la parte de cerca levantada por los sirvientes de D. Antonio la tumbaban por la noche los indígenas. Esto se repitió varios días, hasta que Don Antonio hizo valer ante la Autoridad los recursos de que disponía, y con la prisión de algunos indígenas terminaron estas dificultades. Después, Don Jesús Loera, encabezado, habló con la comunidad sobre la conveniencia de gestionar las tierras que tenía Don Antonio, pero la comunidad contestó que un troncón chueco del pie y clavado, si se le quiere sacar, cuando está ya flojo se le estira para fuera y parece que va a salir, pero no sale. Que así son los negocios con don Antonio: muy difíciles. Que él viera si podía arreglar algo. Don Eusebio ignora si Don Jesús Loera habló con Don Antonio y si tuvo de su cuenta y sin informar al pueblo, algún convenio con Don Antonio.5 Refiriéndose a la reclamación de que se habló, dice Don Eusebio Cruz que Don Antonio decía que volvería a la comunidad las tierras cuando se juntaran todos los indígenas, que ponía esta condición, sin duda, porque veía que no se juntarían todos, toda vez que no se presentarían aquellos
5. Cf. AMZ, Notarías. Protocolos, José Ma. Ochoa, 1869, f. 2.
155
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
que habían recibido dinero ocultamente. Además, é l , como otros muchos, oyó decir que cuando a Don Antonio se le quiso ordenar sacerdote un hijo (Don Manuel) el Ilustrísimo señor obispo le puso como condición que volviera Don Antonio al pueblo de Atacheo, las tierras que le había usurpado, y como no quiso cumplir con esta condición, su hijo Manuel no pudo ordenarse.Potrero de Don Trinidad PachecoEstá situado en seguida y al lado oriente del potrero de Don Nepomuceno García. Sucedió como en el anterior.Los NogalesUna parte fue enajenada por un Contreras, que no vivía en el pueblo, pero que al saber que había habido un reparto, vino preguntando que si a él también le asignarían algo; y creyéndose con derecho (era indio de Atacheo) vendió una porción de tierra, quién sabe cuánta sería, y se volvió al lugar donde estaba radicado. Otra parte fue enajenada por el Lie. Trujillo. No sabe lo que vendió Contreras.Parte que linda con MilpillasDon Antonio Padilla estaba casado con una tía de Don Eu- sebio Cruz; como ella era indígena, Don Antonio Padilla y su hermano Basilio pudieron sentarse en aquellas tierras para cultivarlas y sacar lo necesario para vivir. Después no sabe lo que pasó.Fracciones de Moreno y la parte que queda entre la Zepedeña y la Barranca FragosaEstaba en posesión de ellas Don Antonio Garibay, pero no sabe desde cuándo ni cómo. La cuchilla que queda desde el límite de la Zepedeña hasta la Barranca Fragosa, cree que se
1 5 6
A p é n d ic e i
quedó nomás olvidada, que no ha habido hasta la fecha operación ninguna por parte del pueblo ni de ningún encabezado. Así que los indígenas ocupados en lo que estaba más cerca del pueblo insensiblemente dejaron aquello abandonado, y como no había quien reclamara, tal vez los indígenas de Ecuandureo sin sujetarse a los linderos que les marcaban sus títulos, reconocieron hasta acá, o tal vez los actuales poseedores de su propia cuenta se extendieron hasta la Fragosa sin título para ello.La ZepedeñaLo que es propiamente la Zepedeña, lo conoció en poder de Don [Rafael] Zepeda, pero ni supo ni oyó decir cómo entró a poseerlo el citado señor.El resto del potrero que sigue de la Zepedeña hasta lindar con El Juaquique.Un día se presentó el Lie. Trujillo y le dijo: Oye, Eusebio, yo quiero que me presten este potrero para sacar quinientos pesos y ya no los vuelvo a molestar. Préstenmelo, sea para venderlo o para arrendarlo; lo que yo quiero es sacar de él los quinientos pesos.—Yo no lo puedo prestar para que lo venda; pero para que lo arriende yo hablaré con la Comunidad.
Reunió él a la Comunidad y le dijo lo que pretendía el Lie. Trujillo, y les recomendó que por ningún motivo fueran a convenir en la venta, que mejor le reunían el dinero. Pocos días después vino al pueblo el Lie. y reunió a la Comunidad; y como NN. notara que Don Eusebio no entraba a donde estaba el Licenciado le dijo: Entra, Eusebio, a hablar con el licenciado.—No, yo no entro, porque ustedes están facultando al licenciado para que venda, y yo voy a dejar hoy mismo la representación del pueblo porque no hace lo que yo digo.—No se trata de venta; simplemente le vamos a dar per
157
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
miso para que arriende, como lo pueden decir todos los que están hablando con él, y el Licenciado no quiere que tú dejes la representación. (Todo esto lo estuvieron confirmando los que estaban hablando con el licenciado).Entonces NN. entró y habló con él, y le dijo que allí estaba Don Eusebio y lo que decía. Sale luego el licenciado y le dice que estaba arreglando, no la venta, sino el arrendamiento; y que no quería que lo dejara solo. Así es que el pueblo y él como encabezado, dio al licenciado permiso para que arrendara, no para que vendiera, y esto siguieron creyendo los indígenas. Después pasó lo de siempre: le quitaron al pueblo el conocimiento de ese potrero.El Juaquique [o Tahuige]Lo poseía Don Rafael Vega Penilla; pero ignora por qué razón. Ignora si cuando él estaba chico, el pueblo poseía ese potrero.La Mina.
Con excepción de unos pedazos que reconocían unos señores Vegas (para el lado de Atacheo) el resto (para el lado de Atecucario) lo reconocía el pueblo. Ignora cómo se posesionaron de esa porción de tierra los señores Vegas de que habla, y cómo perdió el pueblo el resto hasta la puerta de La Mina. Lo que sí recuerda es haber oído decir que alguien sembró tabaco en la barranca que sube de El Juaquique en tiempo en que el tabaco estaba monopolizado [¿1843?] y sólo podían cultivarlo en Orizaba. Lo supo el Gobierno, y como estaba plantado en terreno del pueblo, sobre el pueblo recayó una multa de cien pesos. No pudiendo pagar el pueblo esa multa, la pagaron unos señores Vegas quienes en cambio de esto se quedaron con una porción de tierra de la Co- 6
6. Protocolos, I. Haro, 1864, f. 76.
158
A p é n d ic e i
munidad, y que según él oyó decir, fue la Tinaja (en El Huamuchil); pero ignora si también se tomaron en compensación la parte de tierra [del lado de Atacheo]Potrero de Pacheco, en la parte que está junto al pueblo; potrero de Ramón García (hoy de sus herederos)En su tiempo el pueblo poseía esa tierra, y cree que algunos de los que encabezaban por un año a la Comunidad recibieron algo a cuenta de tierra, pero sin consultarlo con los indígenas. Don Antonio Garibay fue el que tomó posesión de estas tierras y tiró las cercas a su gusto. Recuerda que en una ocasión le reclamaron pero sin resultado favorable para el pueblo. De estos potreros cabe decir lo que se dijo de los otros de que se posesionó Don Antonio Garibay.El HuamuchilRecuerda que tanto en Las Mesitas como en el Palodugal, el pueblo obraba libremente, pero ignora cuándo y cómo dejó de reconocer esta parte. La parte que está de este lado de la barranca, también la disfrutaba el pueblo; pero vino un señor apellidado Mares y tomó posesión de esa parte, y desde entonces se la llamó El Mareño. No sabe cómo se posesionó [Santiago] Mares de esa parte de tierra7 El potrero llamado La Tinaja y el denominado Los Charcos ya estaban, en su tiempo, en poder de [Los Vegas que pagaron la multa por “un tabacal sembrado de contrabando”]La LaborEn la parte comprendida de la cerca de nopal que está arriba de donde está fincada la casa de la hacienda, para arriba, vivían unos señores Martínez. De allí para abajo, y acer
7. Cf. Ibid.
1 5 9
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
cándose a la cerca de El Huamuchil, [vivían] Don Antonio y Don Joaquín Vega y un señor Arévalos (¿José María?). Cerca de la presa de El Padilleño, Don Mariano Padilla. Ignora si hubo algún reparto en esa región, y si los señores indicados compraron sus derechos a los favorecidos...
160
APENDICE II
Solicitud de Restitución*Michoacán de Ocampo Comisión Local AgrariaDirección número 346.“Ciudadano Sr. Gobernador del Estado Libre y Soberano de Michoacán de Ocampo.-Miguel de la T. Regalado, representante de Santa María Atacheo, Distrito de Zamora, del propio Estado, y actualmente Coronel del Ejército Constituciona- lista, ante usted con el debido respeto expongo: que en cumplimiento de mis deberes, como representante de los indígenas y comuneros del pueblo ya citado, según carta autorizada que al efecto tengo la honra de adjuntarle, paso a hacer las designaciones y peticiones ante el Ejecutivo de ese Estado que usted dignamente gobierna y que son las que manifiesto enseguida:Hace más de 40 años que mis representados han venido sufriendo el yugo de la esclavitud, por haber sido despojados de las tierras que desde tiempo inmemorial les fueron legadas por los Gobiernos Virreynales, como les fue legado a todos los demás pueblos de la República, dichas tierras, para que hicieren uso de ellas, como Fundo Legal y Ejidos, único patrimonio para subsistir ellos y sus generaciones; sufriendo también atropellos, prisiones, destierros, vejaciones y otra clase de abusos
Periódico Oficial del Estado de Michoacán de Ocampo, 18 de junio de 1916.
161
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
que no me es permitido asentar en este informe por ser exageradamente inmoral. Habiendo sido más fuertes las persecuciones para el pueblo desde que abrazamos la causa de mil novecientos diez, iniciada por el Presidente Mártir Don Francisco I. Madero, y habiendo llegado el caso al grado de querer exterminarme por el simple hecho de llevar la representación del pueblo de Atacheo.C. Señor Gobernador: Hoy que la Revolución triunfante, trata de llevar a cabo las promesas del Plan de San Luis Potosí, sostenidas por el Plan de Guadalupe según decreto de fecha 6 de enero de 1915, expedido en la H. Veracruz por el C. Primer Jefe del Ejército Constitucionalista Don Venustiano Carranza, y apoyándome el citado Decreto para cumplir con mis deberes como representante de la comunidad ya indicada, solicito respetuosamente de esa Entidad Federativa que es a su digno cargo, proceda a restituir las tierras o Ejidos, que a dicho pueblo le fueron legadas desde tiempo inmemorial, como he dicho antes; pasando por el honorable conducto de usted a la comisión designada para el efecto. En virtud de lo expuesto anteriormente, designaré las personas que indebidamente poseen tierras, en el perímetro que como Ejidos ha reconocido el pueblo de Atacheo y que son las que enumero en seguida:Por el viento Oriente. Lindando con Tlazazalca. Un cerro llamado “El Tacare” que posee el Lie. Francisco C. García, vecino de Zamora, y que reside en la Capital de la República, ignorándose su domicilio. Un terreno llamado el Sauz de Méndez, que poseen los herederos del finado Don Miguel Magaña, con residencia en el mismo rancho; un terreno llamado “Las Cu evitas” que posee Ramón Patiño, vecino de Atacheo, con residencia en Zamora; un terreno llamado “La Huizachera”, que posee doña María Padilla residente de Atacheo; unos terrenos llamados “La Magueyera” y “La Tabla de Tío Cruz”, que los posee don Juan José Patiño, que reside en Atacheo; un terreno llamado “La Tierra de Aimaras”, que poseen los herederos
162
A p é n d ic e ii
de don Prudencio Dueñas, que residen en el mismo pueblo; un terreno llamado “La Crucillera”, que poseen los herederos del finado Francisco Sandoval, que residen en el mismo lugar; un terreno llamado “Las Tierras de Tío Sepúlveda” que posee don Isidro Fajardo, que reside en el pueblo de Ixdán; un terreno llamado “Los Zapotitos de Villa” que posee doña Bacilia Garibay, residente en Atacheo; otros terrenos más llamados “Las derritas Coloradas”, que poseen los señores Jesús Delgado y Francisco Cruz, el primero con residencia en Zamora y el segundo en Atacheo.Por el Norte. Lindando con el pueblo de Ecuandureo un terreno llamado “el Puerto de Moreno” que lo poseen varias personas; uno llamado “El Rancho de Sn. José” que lo posee don José Alvarez Malo, con residencia en Ecuandureo; otro rancho llamado “Moreno” que lo posee don Wenceslao Valencia que reside en Ecuandureo; otro que poseen los herederos del finado don Rafael Sánchez, conocido con el nombre de “La Joya” y residen los poseedores en el mismo lugar; un terreno llamado “Los Nogales”, que posee don Marcial Aviña, que reside en el mismo; otro terreno llamado “Las Tierras de los Nogales” que lo poseen Don Tomás Padilla con residencia en el mismo; otro más llamado “Las Hilachas” que lo poseen los herederos del finado don Hilario Bravo, que residen en el lugar; otro conocido con el nombre de “El Moral” que lo poseen los señores Dionisio Morales y Félix del mismo apellido, residentes en el lugar; otro terreno que posee don Antonio Torres y reside en el mismo lugar; otro conocido con el nombre de “El Moral” que posee don Trinidad Pacheco, que reside en Zamora; otro más llamado “La Presa” que posee don Francisco C. García; otro terreno llamado “La Cruz”, que posee don Nepomuceno García residente en Atacheo; otro llamado “La Ladera Gariba- yeña” que lo posee don Guadalupe Navarrete que reside en Zamora; otro llamado “La Boca de la Barranca” que posee don Ramón García, residente en Atacheo; otro llamado “Los Guayabos” que lo poseen los herederos del finado don Antonio Hernández residente en Atacheo; otro nombrado “Las Tierras
163
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
de los Zapotes” que lo poseen los señores Trinidad Pacheco y Ramón García ya indicados antes; otros terrenos llamados “El Palo dulzal” y “Los Juaguiques” que los posee don Guadalupe Garibay que reside en la hacienda de Atecucario y un terreno conocido con el nombre de “El Cerro Grande” que lo poseen los herederos del finado don Luis Verduzco López, que residen en Zamora.Por el Poniente. Lindado con el pueblo de Ario e Ixtlán.Un terreno llamado “El Puesto del Sauz de Arriba” que lo poseen varias personas, el rancho lo poseen los herederos de doña Librada Pérez, que residen en Zamora; otro terreno del mismo puesto llamado “La Nopalera”, que lo poseen los herederos del finado Ramón Méndez y varios vecinos que residen en el mismo lugar; otro terreno llamado “Las Majadas” que lo posee don Macario Gómez con residencia en Zamora; otro terreno llamado “Las Torcazas” que lo poseen los herederos del finado Mariano Cacho, que residen en el mismo terreno, otro más llamado “Tierras Blancas” que lo poseen los herederos del finado don Luis Verduzco López, ya citados; otro terreno llamado “El Puesto de la Rinconada” que lo posee el Sr. Lie. Francisco García, ya citado; conteniendo dicho puesto, dos ranchos anexos, llamado “El Pochote” y el otro “Las Lajitas”, así como una parte de los terrenos que ocupa la hacienda de “El Cerri- to” y pertenecen a dicho puesto y al mismo Sr. García; otro terreno llamado “El Puesto del Sauz de Abajo” que lo poseen los herederos del finado don Nicolás del Río, que residen en Zamora; otro terreno llamado el “Puesto de Atécuaro”, que lo poseen los herederos del difunto don Luis Verduzco López, ya citados y otros vecinos que poseen pequeñas partes de terreno que residen en el ya citado rancho; otro terreno nombrado con (sic) “Los Charcos”, “La Tinaja”, “Las Mesas”, “Las Becerras” y un rancho entre ellos llamado “El Huauchilt”, que los poseen los herederos de don Ignacio Esqueda o Natividad Pérez de Esqueda, residentes en Zamora; otro llamado “Las Higueras Garibayeñas” que las poseen los herederos del fina
1 6 4
A p é n d ic e ii
do don Jesús Pacheco, residente en Atacheo; otro llamado “Las Higueras Vegueñas” que lo poseen los herederos del difunto Dn. Isidoro Peña, residentes en Atacheo; otro terreno conocido con el nombre de “Las Tierras de la Barranca” que lo posee don Ramón García, ya citado; otro conocido con el nombre de las tierras de “Cuadra”, que las poseen Jesús Cuadra, Miguel Zepeda, Jesús Dueñas y Vicente Maldonado; otros terrenos llamados “Los Zapotes del Tío Pedro Regalado” que lo posee don Ramón Maldonado con residencia en Atacheo; otro nombrado “Las Tierras del Palito Verde” que las posee el Lie. Francisco C. García, ya antes citado; otro terreno llamado “Las Tierras del Paso” o “Las Tierras Alfareña”, que lo poseen los herederos de don Francisco Delgado, que residen en Atacheo y un terreno llamado “El Cañaveral del Padre Ceja” que lo poseen los señores Juan José Peña, ya citado, y Luis Villa, residente en el mismo lugar.Por el Sur. Lindando por una parte con el pueblo de Tlazazal- ca, y en seguida con el pueblo de “Viejo de Santiaguito”, “La Estancia de Amezcua” y el pueblo de San Francisco El Teco. Un terreno llamado “El Puesto de Romero” que lo poseen don Jesús Torres en su mayor parte, don Manuel Guzmán y Don Jesús Gutiérrez; los primeros con residencia en Zamora y el segundo en Jacona; otro terreno llamado “Rancho Nuevo” que lo posee el Lie. Francisco García ya citado, otro rancho llamado de “La Labor” y “el Padilleño” que lo posee en la actualidad el Sr. Jesús Torres, ya citado, perteneciente este terreno al Lie. García, ya mencionado; otro terreno llamado “Las Tierras de la Puerta” y “El Salitrillo” que las poseen don Trinidad Pacheco y Jesús Dueñas ya antes indicados; un terreno llamado el “Puesto del Lindero” que lo posee el antes mencionado Lie. Francisco C. García; un rancho llamado “El Zapote” que lo posee el Sr. Rafael Márquez Mora, que reside en Zamora; un terreno llamado “Las Tierras de la Calera” que lo poseen los herederos del difunto don Prudencio Dueñas, ya mencionados; otro terreno conocido con el nombre “El Patullo” que lo posee
165
LOS AGRARJSTAS DE ATACHEO
Dn. Trinidad Pacheco ya citado y Doña Jesús Sandoval residente de Atécuaro y un terreno llamado “La Tabla Larga”, que se dice ser dueño Don Ramón Peña, ya antes mencionado.En conclusión de lo expuesto, debo manifestar a esa superioridad, que el pueblo de Santa María Atacheo, no cuenta con fundo legal, por estar las posesiones de varios tenedores hasta lo más céntrico del pueblo ya citado.Para terminar remito a esa Entidad Federativa los documentos encontrados hasta aquí, que amparan la propiedad de las tierras de dicho pueblo, no pudiendo remitir los origniales por carecer de ellos, por razón de que el tantas veces mencionado Francisco C. García pudo extraerlos y reservarlos hasta la presente; constando los documentos que remito de los legajos siguientes: primero, un legajo que se relaciona con la fundación original del pueblo y que demarca, a la vez, los 7 puestos que contienen los terrenos de Atacheo, conteniendo dos fojas útiles; un legajo que contiene 21 hojas y un plano útiles; que demuestran la colindancia y división del pueblo de “Los Reyes Ecuandureo” con el de Atacheo, así como otras relaciones demostrativas de que los indígenas poseían sus tierras con sus respectivos títulos originales; más un legajo que acredita mi representación de los indígenas del pueblo de Atacheo, contiene tres fojas útiles.Finalmente, ruego a esa Superioridad me sean devueltos los legajos o documentos ya citados, por serme indispensables para otros usos y exigirlo así mis representados. Constitución y Reformas.-México, 18 de mayo de 1916.-E1 Representante, y Coronel, Miguel de la T. Regalado. Rubricado.-Al C. Sr, Gobernador del Estado de Michoacán.-Morelia, Mich.Lo que se hace sabe a los interesados para que en el plazo de 30 días contados desde la fecha de la publicación de este escrito, se presenten a deducir sus derechos los que pretendan oponerse.
1 6 6
A p é n d ic e ii
Constitución y Reformas.-Morelia, junio 8 de 1916.-E1 Secretario de la Comisión Local Agraria, F.N. Chávez.
1 6 7
APENDICE III
Acta de posesión definitiva Santa María Atacheo*En el pueblo de Santa María ATACHEO, de la municipalidad y Distrito de Zamora, del Estado de Michoacán, a las ocho horas del día 14 de Septiembre de mil novecientos veinte y siete, reunidos en un paraje público del propio pueblo, el Representante de la C. N. Agraria, C. Ingeniero Germán Hernández, el C. Luis García, Presidente del Comité Administrativo, el C. Agustín García, Presidente suplente, el C.J. Dolores Aguíñiga, Tesorero Suplente, los C.C.J. Antonio Zepeda, José María Negre- te y José Sánchez, Presidente, Secretario y Vocal respectivamente, del Comité Particular Ejecutivo de este mismo pueblo, el C. Isaías Garibay, Jefe de Tenencia del pueblo y un gran número de los vecinos del pueblo, con derecho a dotación, con el objeto de proceder a dar cumplimiento a la Sentencia del C. Presidente de la República, dictada con fecha 7 de julio de 1927, la cual en sus puntos resolutivos dice:PRIMERO. Es de modificarse y se modifica la resolución dictada por el C. Gobernador de Michoacán, en 25 de abril de 1924, en los términos siguientes:SEGUNDO. No es procedente la solicitud de tierras, que hicieron los vecinos del pueblo de Santa María Atacheo, Municipio y ex-Distrito de Zamora, de la expresada Entidad Federativa, en escrito de 18 de mayo de 1916.
* AMZ, F om ento, 1927, exp . 7Nota: Se corrigió la ortografía del Acta para su mejor comprensión.
1 6 9
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
TERCERO. Se dota al mismo pueblo de Santa María Atacheo, con 3374 H. TRES MIL TRESCIENTAS SETENTA Y CUATRO hectáreas de tierras, las que, con sus acceciones, usos, costumbres y servidumbres, se tomarán de los inmuebles que a continuación se expresan, en la forma siguiente: de la Hacienda de Santiaguillo, 2828 H. DOS MIL OCHOCIENTAS VEINTIOCHO hectáreas de tierra, de las cuales, 36 H. TREINTA Y SEIS hectáreas serán de riego, 790 H. SETECIENTAS NOVENTA hectáreas, de temporal, y 2002 H. DOS MIL DOS hectáreas, de temporal en la parte cerril de la hacienda de Atecucario, localizándolas de acuerdo con el plano que forma el Departamento Técnico de la Comisión Nacional Agraria, aprobado por quien corresponda CUARTO.QUINTO.SEXTOSEPTIMO.OCTAVO.NOVENO.DECIMO.UNDECIMO.Dada en el palacio del Poder Ejecutivo de la Unión, en México, a los siete días del mes de julio de mil novecientos veinti- siete.-P. ELIAS CALLES.-Rúbrica.-PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.-Se dio principio a la diligencia, dando lectura a la Resolución Presidencial mencionada, y a continuación el C. Ingeniero Hernández, en unión de todos los presentes, se dirigió a identificar la susodicha superficie [de] tres mil trescientas setenta y cuatro hectáreas, para lo cual se procedió a deslindar en primer término, los terrenos con que resulta afectada, de acuerdo con la resolución, la Hacienda de Santiaguillo.-Al efecto, teniendo el plano aprobado a la vista y bajo la dirección técnica del citado Ingeniero, la comitiva se detuvo en el paraje denominado “puerta del salitrillo”, cuya puerta se encuentra sobre el camino real que conduce del pueblo a la Ciudad de Zamo-
1 7 0
A p é n d ic e iii
ra,y es triple lindero entre el predio denominado Rancho del Zapote, el denominado Rancho de La Labor y los antiguos terrenos de la Hda. de Santiaguillo. En este punto se inclinó el recorrido para lo cual se caminó por el ya referido camino real, con dirección sur-oeste y mil setecientos metros aproximadamente, llegando a cuyo punto y dejando el camino que se venía siguiendo, se dio vuelta a la derecha y recorrieron al noroeste, trescientos metros, sobre una cerca alambrada, de cuyo punto, con dirección sur-oeste, sobre un bordo de tierra, se recorrieron mil y trescientos metros aproximadamente, sobre un bordo también; todo este recorrido, dando colindancia por el lado derecho, con el rancho de la Labor, propiedades pequeñas de Pacheco y Durán, y en los últimos quinientos metros que es sobre el bordo de la presa llamada de “Los Alvarez”, con terrenos ya de la Hacienda de Santiaguillo. Identificado que fue el extremo del bordo, se dio vuelta hacia la izquierda y con rumbo sur-este, se recorrieron cuatrocientos metros, pasando junto a un jacal viejo y hasta encontrar la margen derecha de un arroyo que corre de este a oeste y que llaman “arroyo prieto”; en dicha margen se clavó una estaca y la comitiva dio vuelta a la izquierda nuevamente, para caminar de oeste a este y sobre la ya referida margen derecha del arroyo, hasta encontrar nuevamente el camino de Zamora, sitio en que existe un puente de manipostería; con la misma dirección continuamos caminando, pero ya no sobre la margen del arroyo, sino a campo- traviesa, caminándose en total, desde que se tomó este rumbo, una distancia de dos leguas aproximadamente, habiéndose hecho alto hasta el sitio en que se obtuvieron. Hasta hace pocos años, se usaba para conducir aguas, procedentes del río Duero para regadío de los terrenos que se están deslindando. En dicho sitio se hizo alto y se mandó clavar una gruesa estaca y sobre la misma se levantó una mojonera provisional de prie- dra y como de un metro de altura. Dando vuelta a la izquierda, se continuó sobre la margen izquierda del canal, con dirección predominante nor-oeste y mil doscientos metros aproximadamente, hasta un lugar en que se encontró el antiguo lindero de la posesión provisional del mismo pueblo. De este lu-
171
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
gar, se giró ligeramente a la derecha para caminar con rumbo nor-este, en línea recta, ochocientos metros hasta encontrar el extremo este del pequeño rancho llamado “el Sáuz” o “Sauce”; al llegarse a este lugar, el C. Presidente del Comité Administrativo preguntó al C. Ingeniero si iban a ser entregados los terrenos del rancho antes nombrado, a lo cual el Ingeniero le informó que esa superficie de terreno, la cual es aproximadamente de seis a ocho hectáreas, estaba inclinada en la dotación actual, de acuerdo con lo que indica el plano aprobado que se tenía a la vista; en vista de lo cual, el pequeño terreno de referencia, debería hacerse figurar dentro del perímetro que se estaba deslindando; pero que en virtud de que, según manifestó el C. Presidente Administrativo, a saber, que ese pequeño rancho es una pequeña propiedad de los señores hermanos Magaña, y en cuyo dicho, todos los presentes estuvieron acordes, dicha pequeña propiedad debería ser respetada, a reserva de que la superficie de terreno respectiva, sea compensada por terrenos de igual calidad y por el I ngeniero que oportunamente será comisionado por la Delegación para verificar el amojonamiento definitivo de los ejidos que se están deslindando.- Hechas estas aclaraciones y estando conformes todos los presentes, se continuó el recorrido, caminando con el mismo rumbo anterior, por la izquierda de una cerca doble y quinientos metros hasta encontrar una cerca que corre de este a oeste y que da colindancia entre los terrenos que se están deslindando y el rancho de “El Zapote”. Hasta este punto, la colindancia por la derecha ha sido con el resto de los terrenos de la Hacienda afectada de Santiaguillo; se continuó, dando vuelta a la izquierda, caminando a la izquierda de la cerca a que ya se hizo referencia, al oeste trescientos metros, al nor-oeste quinientos setenta metros, en cuyo punto se encontró cerca de alambre y dando vuelta ligera hacia la izquierda; se caminaron al sur-oeste ochocientos ochenta metros y por último con rumbo nor-oeste nuevamente por la izquierda del mismo alambrado, se caminaron quinientos metros aproximadamente siempre, llegando así al punto en donde se había iniciado el recorrido, quedando por lo tanto, deslindada esta parte de la afec-
1 7 2
A p é n d ic e ni
tación de Santiaguillo. A continuación, siendo las trece horas, se transladó la comitiva al vértice nor-este del rancho del Zapote también, para iniciar el deslinde de la otra parte de los terrenos que se le afectan a Sandaguillo en la parte cerril, para lo cual se caminó hacia el sur colindando con el rancho anterior, por la derecha, una distancia de 570 metros, clavándose en este sitio una estaca y sobre ella una mojonera provisional de piedra; de aquí, dando vuelta a la izquierda, cerro arriba, se caminaron con dirección Este, en línea recta, mil quinientos metros aproximadamente, hasta encontrar dos cercas que se reúnen en ángulo agudo que apunta al oeste, y que es el extremo idem, del predio conocido con el nombre de “El Torreño”, de cuyo paraje se continuó el recorrido por el lado izquierdo de la cerca doble que marca el lindero norte de esa propiedad, con antiguos terrenos de Santiaguillo y actualmente, con los terrenos que se están deslindando, caminándose en esa forma hasta llegar al extremo sur-este del Torreño, punto más próximo a la línea de torres de la línea de potencia eléctrica de la “Guanajuato Power Co”. Identificado que fue este paraje, se trazó una línea recta de poniente a oriente, por la cual se caminó hasta encontrar la ya referida línea de torres, de cuyo punto se dio vuelta a la derecha para caminar por toda esa línea que es la que marca la línea de afectación, siendo su dirección nor-este y dos mil seiscientos metros aproximadamente, llegándose entonces a una cerca doble de piedra, que marca lindero entre los antiguos terrenos y un rancho llamado Las Gallinas. En este punto se acordó suspender el recorrido, en vista de que estaba próxima la hora de obscurecer; se acordó también dar por terminado en la forma actual el recorrido, supuesto que todo el lindero que faltaba de recorrerse, es perfectamente conocido a todos los circunstantes y no hay género alguno de duda sobre ellos, de manera que pueden ser identificados en cualquier momento; por otra parte, porque todo ese lindero esta demarcado por cercas de piedra, que marcaban linderos antiguos de la Hacienda con sus colindantes: en toda la cerca que corre al norte, con el rancho de las Gallinas; la cerca que corre de este a oeste, con pequeños propietarios del ran-
173
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
cho de Moreno y por último, las cercas que corren de norte a sur, colindan hoy con pequeñas propiedades de vecinos del mismo pueblo. Por último se hizo la consideración de que son los mismos linderos que han venido demarcando la posesión provisional que recibieron en 1924. En todo lo anterior, estuvo enteramente de acuerdo el C. José Ortiz, que asistió a la diligencia, como representante del propietario de la finca afectada. En vista de lo anterior, siendo las diez y ocho horas, se suspendió la diligencia, dándose por concluido el deslinde de los terrenos afectados a la Hacienda de Santiaguillo como se dijo antes, y para continuarla el siguiente día 15 de septiembre, y que deberá consistir en deslindar los terrenos que se afectan a la Hacienda de Atecucario.El día 15 de septiembre de 1927, reunidas las mismas personas que se relacionaron al principio de la presente acta, en el pueblo de Santa María Atacheo, siendo las ocho horas, el Ciudadano I ngeniero Hernández, Representante de la C.N. Agraria, declaró reanudada la diligencia de deslinde de los terrenos que se van a entregar en posesión definitiva a Atacheo; debiéndose deslindar el día de hoy, la afectación a la Hda. de Atecucario, formada la comitiva, procedió a transladarse al paraje denominado “puerta de Las Lajas” en donde oportunamente había sido citado el propietario o encargado de la Finca; llegado que se hubo a dicho sitio, se procedió a esperar como veinte minutos la llegada del propietario o encargado, y como nadie se presentó, se dio principio al recorrido en este lugar, para cuyo efecto se caminaron con rumbo al oriente, ciento cincuenta metros aproximadamente, sobre la izquierda de una cerca doble de piedra hasta encontrar una barranca muy profunda y que a la sazón trae aguas pluviales en gran cantidad, caminándose entonces por su margen derecha y aguas arriba, una distancia aproximada de dos kilómetros, hasta encontrar una cerca de piedra con dirección nor-este y doscientos cincuenta metros, en los cuales linda el terreno que se está deslindando con los que el día anterior fueron deslindados de Santiaguillo; se continúa por una cerca que corre al norte con
1 7 4
A p é n d ic e ni
varias inflexiones, llegando junto al caserío del rancho de Moreno, con el cual colinda por el lado derecho de como se viene efectuando el recorrido, tomándose entonces la misma cerca, que continúa con dirección nor-oeste, cerro arriba y con algunas ligeras inflexiones, durante una distancia aproximada de tres kilómetros, en cuyo extremo termina la colindancia con los pequeños propietarios del ya referido rancho de Moreno, encontrándonos, sobre un pequeño cerro, una cerca doble de piedra transversal que da colindancia ahora con pequeñas propiedades de vecinos del pueblo de Ecuandureo; colindando con los anteriores, seguimos la cerca y que corre de este a oeste, dando vuelta a la izquierda con dicho rumbo y ascendiendo la rápida cuesta del Cerro Grande. Caminamos novecientos metros horizontales aproximadamente, hasta llegar al copete del cerro, sitio en que se hizo alto y se clavó una estaca y se procedió a trazar una línea recta de dirección norte sur, que partiendo de este sitio, llega al punto inicial del recorrido y en donde previamente [llega] a un picacho más alto, que se encuentra al sur del paraje en que nos encontramos para bajar en seguida rápidamente por la gran cuesta del cerro; el C. Ingeniero hizo notar a los presentes que esta línea es la que determina los terrenos afectados, dejándolos a la izquierda de la misma y, en consecuencia, dejando el resto de los terrenos de la finca, a su derecha y como colindantes. Habiendo quedado así, enteramente deslindados los terrenos afectados a Atecucario en lo cual estuvieron de acuerdo los circunstantes, procedió la comitiva a iniciar el camino de regreso al pueblo, no habiéndose recorrido exactamente el lindero anterior, en vista de ser casi imposible, dada la configuración abrupta de los terrenos, por lo cual se siguieron los senderos que se encontraron más adecuados.Habiéndose llegado al pueblo, de regreso, a horas que eran las diez y siete, el C. Ingeniero Representante de la Comisión Nacional Agraria, dirigiéndose a los presentes reunidos, tomó la palabra e hizo la siguiente declaración: EN NOMBRE DEL C. PRESIDENTE DE LA REPUBLICA, Y EN CUMPLIMIENTO DE SU RESOLU-
175
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
CION DE FECHA SIETE DE JULIO DE MIL NOVECIENTOS VEINTISIETE, QUE DOTO AL PUEBLO DESANTAMARIAATACHEO CON TRES MIL TRESCIENTAS SETENTA Y CUATRO HECTAREAS DE TERRENOS, PONGO AL REFERIDO PUEBLO EN POSESION DEFINITVA DE LAS TIERRAS QUE SE HAN DESLINDADO Y RECORRIDO DURANTE LOS DIAS 14 Y 15 DE LOS CORRIENTES, Y QUE ESTAN SEÑALADAS EN EL PLANO APROBADO POR LA COMISION NACIONAL AGRARIA, Y HAGO FORMAL ENTREGA DE ELLAS A ESTE PUEBLO, POR CONDUCTO DEL C. PRESIDENTE DEL COMITE ADMINISTRATIVO. Hizo a continuación, uso de la palabra del referido C. Presidente del Comité Administrativo y declaró lo siguiente: “En nombre del pueblo de Santa María Atacheo, declaro: que son de recibirse y se reciben los terrenos con que se ha dotado en definitiva al pueblo; que se compromete a respetar las siembras hechas con anterioridad por los afectados y, que se sujetará para la buena administración del ejidos, a las instrucciones dadas o que en el futuro se dieren por la H. Comisión Nacional Agraria o por la Secretaría de Agricultura y Fomento”.Se hace constar que con oportunidad fueron notificados los propietarios afectados, señalándoseles el día, hora y lugar en que darían principio las diligencias; como resultado de lo cual, durante los deslindes de la afectación a Santiaguillo, se presentó el C. José Ortiz, diciéndose enviado por el Apoderado de la Finca de referencia, con el fin de darse cuenta de cuáles eran los terrenos que se iban a entregar, si bien no presentó ningún documento que lo acreditase en tal carácter, pero continuó presente hasta la terminación de las diligencias de ese día, retirándose al último a la Hacienda y diciendo estar de acuerdo con lo actuado.El Ingeniero, en representación de la C.N.A y de acuerdo con los artículos 19 y 20 del reglamento, notificó a los propietarios afectados, el plazo para levantar sus cosechas y desocupar definitivamente los terrenos afectados, el cual vence para las siembras de maíz el 13 de enero de 1928 y para un terreno sembrado de tabaco, el día último de febrero del mismo año.
1 7 6
A p é n d ic e iii
Sin ningún incidente, se terminaron los actos, siendo las diez y ocho horas del día 15 de septiembre de 1927, levantándose la presente acta para la debida constancia, por quintuplicado, la cual firman los que intervinieron y los presentes que supieron y quisieron hacerlo.Los siguientes Ciudadanos estuvieron presentes y no saben firmar, firmando en su lugar el C. Francisco Avila:
Bernabé Avila Gregorio Alvarado Conrado Caratachea Antonio Maldonado Ramón Espinoza Ignacio Pacheco Mercedes Guerrero Francisco Cisneros Desiderio Caratachea Hilario Trujillo Maximino Hernández Antonio Hernández Apolinar Cruz Manuel Hernández Jesús CejaManuel Hernández R. Jesús Ramírez Luis Ramírez Jesús Rodríguez José Rodríguez José Ramírez José Villa Luis Zavala Luis Zavala E. Conrado Zavala José Peña José Ma. Izarrarás Francisco Castellanos José Martínez Jesús Martínez Macedonio Escamilla Francisco Escamilla Rafael Vega N.
Salvador HernándezMiguel Hernández Vásquezlin o ArévaloMiguel Hernández R.Atilano PimentelFrancisco Hernández G.Luis HernándezRafael VillaRicardo LópezJesús Vega NegreteSantiago ReyesRafael CruzJosé María ZavalaRafael SandovalJosé AlfaroJoaquín AlfaroLuis ZendejasJosé MaldonadoPetronilo FernándezLuis MoralesJ. Dolores EspinozaMiguel DueñasRafael AnguianoAgustín AnguianoLuis HernándezDemetrio AviñaMarcial AviñaJesús AviñaRafael AviñaJ. Guadalupe NegreteJosé NegreteGorgonio EspinozaEpifanio Espinoza
1 7 7
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
José María Uribe José María López Guadalupe Trujillo Francisco Escamilla C. Fernando López Porfirio López Espiridión López Jesús López U.Jesús Castillo José María Castillo Mateo García Celso García Antonio Hernández C. Daniel Garibay Jesús Padilla Eugenio Anguiano Jesús Marrón Ramón Zendejas
Francisco Ramírez Octaviano Ramírez Francisco Espinosa Ramón Ramírez Luis Hernández Francisco Robledo Calletano Aviña Juan Pacheco Pascual Mendoza Agustín Contreras Pedro Cruz Clemente Villegas Ramón Garibay Guadalupe Enríquez Pedro Vázquez Pedro Marrón Jesús Garnica Ignacio Meza
El C. Isaías Garibay, Jefe de Tenencia de Santa María Atacheo, CERTIFICA que todas las firmas que calzan la presente acta, son auténticas y de puño y letra de los firmantes.EL JEFE DE TENENCIA:
Isaías Garibay
APENDICE IV
Sociedad unificadora de los pueblos de la raza indígena de los estados de la República*En la gran ciudad de México, Jueves 10 de octubre de mil novecientos doce, siendo las cuatro de la tarde, se reunieron los infrascriptos miembros de la “Sociedad Unificadora de los pueblos de Raza Indígena de los estados”, en la casa interior número 7 situada en la 5a. calle de Santa Teresa número 126, y representantes generales de los pueblos de Atacheo, San Francisco Zacapu, Acuitzeramo, Tlazazalca, Ecuandureo, del Estado de Michoacán; pueblo del Mayorazgo de la Concepción de León, Estado de México; Tepecuacuilco, Estado de Guerrero, Iztityucan, Estado de Puebla, con objeto de acordar el nombramiento de un Delegado entre los mismos representantes, que se encarguen de gestionar y tramitar hasta su conclusión la restitución de los terrenos que los ricos hacendados les tienen de cualquiera manera usurpados en sus respectivos pueblos.Habiendo entrado en discusión sobre la personas que había de ser designada para el efecto, por unanimidad recayó en la persona de Don Miguel de la Trinidad Regalado, cuyas cualidades no mencionamos por no lastimar su modestia. Aceptó el nombramiento, dando las más atentas gracias por la deferencia de que fue objeto, y prometió cumplir fiel y eficazmente el honroso cargo que se le confió en cuanto le fuera posible, referente a las necesidades de los pueblos. Pidió se nombrara
AGN, Buscas, 1913, exp. 38. Confrontado con el ejemplar impreso en ADN, Cancelados, XI/111/4/5244.
1 7 9
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
también un Subdelegado de la misma mesa, designándose al de igual clase C. Jesús González, representante de San Francisco Zacapu, quien, habiéndosele notificado el nombramiento, lo rehusó con una cortés energía; pero no habiéndosele admitido las razones en que apoyó su renuncia, dijo que la aceptaría, haciendo presente, que no lo hacía por creerse capaz, sino por tratarse de su raza, cuya ocasión aprovecharía, para hacerle algún bien, ensayando en el desarrollo de su noble misión y públicos intereses que los mueve, su ideal de progreso, su pensamiento especulativo en las circunstancias del presente, tal como lo definiera la Matriz, esforzándose en pedir, en la medida de su insuficiencia, que se hagan efectivas la Ley y la Justicia que hayan de aplicarse, sin traspasar las fronteras de las atribuciones de otro cargo de mayor esfera, que limite las del puesto que inmerecidamente se le confía; pidiendo que, si Dios proteje y madura la magna idea que los une y espiritualiza, se sirvan cuando sea necesario, establecer más focos y corrientes fraternales en los puntos que más convenga, los que según los estatutos que para la mejor organización se formen, quedarán en todo sujetos a la fecunda fuente de la Delegación, y disminuirá un tanto el trabajo y la responsabilidad. Se acordó también, si lo creían necesario, se participara tanto el Establecimiento de esta Sociedad, como el presente acuerdo, al Primer Magistrado de la Nación y demás autoridades ministeriales, extendiendo a cada designado su respectivo despacho, formulando enseguida el reglamento a que debe sujetarse la Sociedad.Y no habiendo más asuntos de que tratar, se levantó la sesión, firmando ésta los señores siguientes:Miguel de la T. Regalado. Jesús González. Mauricio Pérez. Saturnino González. Maximino Adán. Isabel D. Castillo. Miguel Cachú. Francisco Herrera. (Estos dos últimos no firmaron por no saber.)México, Octubre 10 de 1912.
180
A p é n d ic e iv
Reglamento
Bases bajo las cuales deben sujetarse los representantes de los pueblos de la raza indígena de los Estados de la RepúblicaArt. Io Los representantes de los indígenas de los pueblos de Atacheo, Zacapu, Acuitzeramo, Tlazazalca, Ecuan- dureo, Jacona, Tarecuato, Ixtlán, Santa Ménica Ario, Etú- cuaro, Aguanuato, Naranja, Tiríndaro, Tarejero, Jesús Huiramba, San Miguel Guarachita, Tanhuato, San Pedro Caro, Pajacuarán, Penjamillo, Villa Hidalgo, Real de Angan
gueo, todos del estado de Michoacán; Mayorazgo de la Concepción de León, S. Francisco Cheje, S. Pedro de los Baños, Santo Ana, Tabernillas, Coyoacac, Santa María Nativitas, todos del estado de México. Tepecuacuilco, del Estado de Guerrero. Ixtiyucan, del Estado de Puebla. Pueblo de Maltrata, del Estado de Veracruz, y otros muchos de los referidos Estados, forman de común acuerdo, una unión que lleva el nombre de “Sociedad Unificadora de los Pueblos de la raza indígena de los Estados de la República”, la cual tiene por objeto, ayudar moral, práctica, pecuniaria y mutuamente a los representantes que forman esta agrupación, para facilitar los asuntos que se tramiten y que redunden en beneficio de los pueblos que representen, y especialmente en los que se relaciona con los terrenos que inicuamente les hayan sido usurpados.Art. 2o Esta Sociedad la formarán: Un Presidente y un Secretario, cuyos puestos los desempeñarán respectivamente los Sres. Miguel de la Trinidad Regalado y Jesús González y se cree, dado lo interesante de los asuntos que se tramitan, agregar un Consultor.Art. 3o Los Sres. Regalado y González, llevarán además de los asuntos de la Mesa, la contabilidad y distribución de los fondos de la Sociedad, procurando por los medios posibles y legales recabar de los representantes, los fondos nece
181
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
sarios para sostener los gastos que exigen el curso de sus gestiones.Art. 4o Los representantes de los pueblos citados, en vista del bien que esta unión les reporta, y para evitarles el gasto de los excesivos emolumentos de abogados, quitando toda intervención de éstos, y haciendo las gestiones por sí mismos, están obligados a sufragar los gastos que con toda consideración se les demande, para el buen curso de sus gestiones. Estos gastos serán en proporción de las dificultades o la facilidad que sus asuntos respectivos requieran.Art. 5o La sociedad verificará sus sesiones, los lunes y jueves de cada semana, y en caso de urgencia se citará a sesión extraordinaria.Art. 6o Las sesiones se verificarán no sólo en la Capital de la República, sino en cualquiera otra parte que se necesite, a las que asistirán todos los asociados con fidelidad, salvo caso poderoso que por alguna comisión que tenga, o por alguna circunstancia de la familia, les obligue a faltar a las sesiones que se les notifique, con previsión de la misma Sociedad. Art. 7o Caballerosamente nos obligamos todos los signatarios, a cumplir las obligaciones que nos hemos impuesto, reconociendo el bien que esta unión nos proporciona.Art. 8o Se prohibe estrictamente a todo miembro de la unión tener comunicación con los adversarios, así como denunciarles algún secreto de la Sociedad, o admitir invitación y obsequios de algún particular, pues si se sospecha alguna indiscresión o cohecho se despedirá al indiscreto por haber traicionado a la Sociedad y a su palabra, que es lo más sagrado que tiene un hombre; y en tal caso se pedirá al Gobierno General se le castigue con todo el rigor de la Justicia.Art. 9o La condición indispensable es que los representantes sean indígenas nativos y legítimos del pueblo que representen, y si se nota alguna morosidad o negligencia a alguno, se le notificará oficialmente su destitución, no exceptuando al Presidente ni al Secretario, de esta condición, pues todos están comprendidos en este artículo.
1 8 2
A p é n d ic e iv
Art. 10° Los Delegados y Subdelegados que la necesidad requiera, se nombrarán por la misma Sociedad, designando a personas que, además de ser indígenas, tengan en su pueblo un espíritu público, limpio y ante todo sea diligente, para defender los intereses que representen.Art. 1 Io Las obligaciones de los Delegados, Subdelegados y representantes se encaminarán no solamente a requerir los bienes de las Comunidades, sino también a implantar Escuelas de Instrucción y todo lo que industrialmente conduzca al beneficio personal de los habitantes del pueblo indígena, con el noble objeto de que se ilustre, para que sea presentado como de Nación que se ha redimido políticamente por Hidalgo, Juárez y Madero, las tres más grandes figuras de nuestra Patria.Art. 12° Cualquier pueblo que se vea en la necesidad de levantar sus gestiones, esta Sociedad le ayudará, exigiendo todo género de justicia ante el Gobierno, hasta que se le ha
ga entrega de sus ejidos conforme a la vigente Ley; solicitando permiso al Gobierno para que intervenga el Delegado a efectuar el amojonamiento y deslinde.Art. 13° Los representantes quedan sujetos a la Matriz y sus disposiciones, a fin de resolver cualquier asunto y nombrar los Delegados y Subdelegados que sean necesarios.Art. 14° La Sociedad pedirá a la justicia se comprueben las imputaciones, por cuyo motivo fueron y son perseguidos los representantes de los pueblos y aún atropellados y robados por las mismas fuerzas de los Estados, de acuerdo con los Jefes Políticos y autoridades subalternas de sus respectivos Distritos y lugares; dejando sin efecto los artículos de la Constitución Federal referentes a este caso.Art. 15° Igualmente exigirá la devolución de las cantidades que los abogados hayan recibido de algún representante, que aparentando arreglar no ha hecho más que estafar, abusando de la ignorancia de los representantes y burlando su buena fe.Art. 16° Exigirá que a los pueblos se les autoricen sus poderes en sus respectivos municipios, distritos, cantones o
183
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
departamentos y en caso de dificultad, que se le habilite aquí la manera de autorizar a sus representantes a fin de que no se les entorpezcan sus gestiones o la práctica de sus diligencias. Art. 17° Hará que de una manera sólida y perpetua, respeten los títulos de los pueblos, así como las mercedes concedidas a algunas haciendas, por los Virreyes en los tiempos que ellos gobernaron la Gran Tenoxtitlan; y que se proponga al Gobierno, el cumplir y hacer cumplir el noble objeto de amparar a los indígenas en sus posesiones, de una manera cierta e indefinida; y que las autoridades subalternas respeten a los representantes y dejen de vejarlos con atropellos y malos tratos, de palabra y obra, con perjuicio de su reputación y aun de sus propias vidas; y en fin, que respeten sus bienes en lugar de tenérselos confiscados, pues esos bienes son el único patrimonio que les queda.Art. 18° Por último la Sociedad exigirá la repatriación de las familias que por temor a la persecución de los latrou- surpadores y de las autoridades que por garantizar a éstos su vergonzoso hurto y fraude, les hacían y les hacen a esas indefensas familias, por lo cual, ellas han optado por desterrarse. Hará responsable a quien corresponda y quien salga complicado, en la muerte de tantas víctimas, que por el simple hecho de reclamar o penetrar a sus propiedades les han quitado la vida de la manera más depravada.Art. 19° La Sociedad se impondrá la buena voluntad, para recibir a los representantes de los pueblos de otros Estados que lo deseen, aquí no mencionados, y aun a los estados que aquí se citan, por si las circunstancias lo permiten, ayudarles a buscar los títulos de los pueblos que representen, en el Archivo General y Público de la Nación.
Art. 20° En esta Sociedad más que en cualquier otra, se hace necesaria la moderación en el trato y en la emisión de los juicios; pues que al sostener y rechazar una idea, no se agravie el preopinante cuando no se admita dicha idea porque haya otras razones de mayor peso en bien de la Socie
1 8 4
A p é n d ic e iv
dad, y de este modo se caminará en unión y armonía que el caso requiera.Art. 21° En vista de que algunos miembros de Ayuntamientos y Corporaciones municipales tienen grandes porcio
nes de terrenos usurpados, o amistades hacendarias, y por tal motivo, no tienen la menor intención de ayudar a las gestiones que hacen los indígenas para la autorización de sus credenciales, ni mucho menos pedir por los conductos legales el deslinde y amojonamiento de sus ejidos, entorpeciendo así sus diligencias; se pedirá al honorable C. Secretario de Fomento dé sus facultades a una comisión deslindadora o al Delegado de esta Sociedad, para que con sus respetables órdenes se entiendan directamente con el deslinde y amojonamiento de los ejidos de los pueblos que lo soliciten, y de este modo recibirá la citada Sociedad, los benéficos efectos que nos legara el venerable mártir de Chihuahua.
1 8 5
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
Un presidente;Un secretario y,Dos vocales.En las municipalidades de toda la República, muy especialmente en donde haya habitantes indígenas, se establecerá otro Comité, compuesto de igual número de personas que se ha señalado en el párrafo anterior, y en los pueblos de menor importancia, congregaciones o rancherías, habrá un representante.Artículo 3o. La elección de los miembros de la Mesa Directiva será hecha por elección que harán todos los delegados o representantes de los pueblos confederados a la expresada Sociedad.Artículo 4o. El nombramiento de los comités de los Estados, Territorios y municipios, así como el de representantes de los demás pueblos, será hecho por la Mesa Directiva, teniendo en cuenta para hacer este nombramiento, las cualidades de los ciudadanos que sean designados.Artículo 5o. Los miembros de la Mesa Directiva, así como el de las subalternas, de que se hace mención en los artículos anteriores, reunirán, precisamente, las cualidades siguientes:
Ser mayor de edad;Ser de buena conducta;Ser mexicano por nacimiento y,Haber demostrado de alguna manera su amor a la ra
za indígena.Artículo 6o. El objeto principal de la presente Sociedad es: laborar por todos los medios posibles y que estén a su alcance por el mejoramiento social e intelectual de los indígenas, difundiendo la instrucción en forma práctica y apropiada entre todos los indígenas, poniendo, si posible es, escuelas
por cuenta de la misma.Artículo 7o. Intensificar el acercamiento entre un pueblo y otro para que, bajo lazos de estrecha fraternidad, se evite al antagonismo de razas que existe en la República; y
1 8 8
A p é n d ic e v
para tal efecto, se organizará el sistema de sindicatos en toda la República.Artículo 8o. Procurar la instrucción de la raza indígena en las artes y oficios, y desarrollar entre ellos los conocimientos agrícolas, según adelantos modernos que en este ramo hay actualmente.
Capitulo IIDe las obligaciones de los miembros de la Mesa Directiva y demás personal de esta Sociedad.
Artículo 9o. Es obligación del presidente de la Mesa Directiva:I. Presidir todas las sesiones de la Mesa Directiva y de las asambleas generales, ya sean ordinarias o extraordinarias;II. Dirigir los trabajos de la Secretaría y dictar todas las disposiciones, para llevar a cabo el objeto de la presente Sociedad;III. Velar el manejo de los fondos que ingresen a la Sociedad;IV. Procurar que el Cuerpo Consultivo, a la mayor brevedad posible, forme el Reglamento, al que deberá sujetarse la intensificación de la instrucción. Este Reglamento será formado bajo las bases de que los profesores o instructores conozcan perfectamente el idioma de los indígenas, así como el castellano, para que puedan instruir a éstos en forma práctica y efectiva;V. Llevar y recibir la correspondencia que sea dirigida a la Sociedad y por la Sociedad.VI. Podrá dirigirse oficialmente a todas las autoridades o funcionarios públicos, tratando de asuntos pertenecientes a la Sociedad. Podrá dirigirse también a otras asociaciones y
aun a particulares tratándose de asuntos que correspondan a la Sociedad;VII. Podrá convocar a sesiones extraordinarias. Podrá
1 8 9
LOS AGRAR1STAS DE ATACHEO
hacer el reglamento interior de la Sociedad. Podrá nombrar inspectores que vigilen la marcha de los trabajos de los comités;VIII. Los nombramientos de que habla la fracción anterior, serán hechos de acuerdo con la Mesa Directiva, y firmados tales nombramientos por el presidente y secretario;IX. Librar órdenes de pago a la Tesorería, de acuerdo con el primer vocal, quien pondrá el Vo. Bo. a todas la órde
nes de pago.Es obligación del SecretarioI. La organización y cuidado de las oficinas de la Socie
dad; II. Levantar las actas de todos los acuerdos que tenga la Mesa Directiva y las asambleas generales; siendo estas actas con detalles enteramente precisos, de todo lo que se haya tratado en las sesiones;III. Llevar un libro de acuerdos, uno de correspondencia, uno de Registro de Socios, uno de actas de sesión, uno de protestas y los demás que sean necesarios en la oficina a su cargo;IV. Autorizar con su firma todos los acuerdos, correspondencia oficial que tenga la Sociedad y publicar mensualmente los trabajos que desarrolle ésta, formando para el efecto un boletín que será fijado en la puerta de la Secretaría de la Sociedad;V. Hacer un extracto por orden cronológico, además del libro de copias que debe de existir de toda la correspondencia que se expida y reciba.Es obligación del tesoreroI. Cuidar y cobrar las cuotas que se asignen a los socios, así como los donativos particulares;II. Colaborar con la comisión especial en los presupuestos que se formen;III. Llevar los libros que sean necesarios;
IV. Cancelar con su firma los recibos a las personas que den cuotas o donativos. Hacer corte de caja mensualmente, de la entrada y salida de caudales.
1 9 0
A p é n d ic e v
Son obligaciónes de los vocalesI. Desempeñar con eficacia las comisiones que les sean conferidas;II. Promover en las juntas todo lo que juzguen oportuno para llevar a cabo los propósitos de esta sociedad. Asistir
con puntualidad a las sesiones, tanto ordinarias como extraordinarias;III. Denunciar y proponer el remedio de todas las faltas que noten, ya sea de los empleados o de los comités foráneos, que entorpezcan la buena marcha y progreso de esta Sociedad;IV. Procurar que las elecciones de la Mesa Directiva se verifiquen con la honradez necesaria, así como los nombramientos de las personas que formen los comités y demás nombramientos que sean necesarios;V. Cuidar que los nombramientos de que habla la fracción anterior recaigan en personas de reconocida honradez y aptitudes.Son obligaciones del VicepresidenteI. Suplir en las faltas temporales o definitivas al presidente;II. Cumplir, con las obligaciones que estando en funciones le marca este Reglamento.Son obligaciones del prosecretario y del protesoreroI. El primero ayudará al secretrio en los trabajos de oficina y suplirá las faltas temporales o definitivas de éste;II. El segundo será el encargado de la Caja y substituirá al tesorero en las faltas de éste.
Capitulo III♦Artículo 10°. Habrá cinco comisiones permanentes: la. De Actividades;
2a. De Propaganda;3a. De Investigaciones;4a. De Justicia y,
191
Los AGRARISTAS DE ATACHEO
5a. De Hacienda.Artículo 11. Cada Comisión estará formada de un presidente y dos secretarios, siendo el presidente precisamente de los miembros que forman la Mesa Directiva, y los dos secretarios, de entre los socios que hayan demostrado su buena intención a la raza. Estas comisiones las deberá nombrar el presidente de la Sociedad, de acuerdo con la Mesa Directiva.
Artículo 12. La Comisión de Actividades tendrá por objeto, como su nombre lo indica, el de activar, por todos los medios posibles, la ejecución de los acuerdos y la instalación de escuelas, así como la tramitación de todos los asuntos que tiendan a proteger a la raza indígena.Artículo 13. La Comisión de Propaganda tendrá por objeto la propagación de las ideas objeto de la presente institución, procurando que la raza indígena se convenza de la necesidad que hay de que se instruya y se adhiera a esta Sociedad, procurando en forma activa las sindicalizaciones de los pueblos, ofreciéndoles toda clase de ayuda para su prosperidad y bienestar.Artículo 14. La Comisión de Investigación tendrá por objeto investigar las necesidades que tenga cada pueblo y procurar el remedio de éstas en todos los ramos que atiendan al progreso y mejoramiento de la raza.Artículo 15. La Comisión de Justicia tendrá por objeto procurar el que se haga pronta y eficaz justicia a todos los miembros de la Sociedad, proponiendo, además, el nombramiento de abogados e ingenieros que patrocinen a los socios que lo soliciten, para la defensa en los litigios que contra ellos se promovieren.Artículo 16. La Comisión de Hacienda tendrá por objeto estudiar y proponer a la Mesa Directiva la forma más eficaz para arbitrarse fondos que sean suficientes para cubrir los gastos que tiene que hacer la presente Sociedad. Hará los presupuestos que deberán regir cada seis meses en la presente institución y vigilará todo para la buena distribución y seguridad de los fondos que ingresen a la Sociedad, debien
1 9 2
A p é n d i c e v
do dar su visto bueno mensualmente en el corte de caja que haga el tesorero de esta Sociedad. Los presupuestos una vez que sean terminados, por la expresada Comisión, serán sometidos para su aprobación a la Mesa Directiva.
Capitulo VDe los comités de los Estados y Municipios
Artículo 17. Los comités y representantes de que habla el artículo 2o. de los presentes estatutos, estarán sujetos en todo a la Mesa Directiva central, a quien darán cuenta de todos sus actos. Los de los municipios, a los de los Estados y, los representantes, a los de los municipios, aun cuando en cada caso que lo estimen necesario, podrán dirigirse directamente a la Mesa Directiva central, participándolo siempre a los de los Estados o Territorios o a los de los municipios.Artículo 18. El objeto de estos comités y representantes, es desarrollar y poner en práctica el objeto de la presente institución; dar cuenta a la Comisión respectiva de todo lo que sea necesario hacer, para llenar debidamente el objeto; dictar disposiciones previas para todo aquello que sea indispensable; procurar la protección decidida, pero en justicia, a todos los indígenas; procurar el que se den frecuentes conferencias a los adultos indígenas y hacer que éstos conozcan perfectamente el idioma; dar las instrucciones necesarias en los lugares de su residencia, para que sea efectiva la instrucción a toda la niñez, para que éstos comprendan cuáles son sus derechos y obligaciones. En los casos de que los indígenas, ya colectiva o individualmente, tengan que arreglar asuntos de algún litigio, propondrán a la Mesa Directiva a la persona competente que se encargue de la dirección del negocio, en defensa siempre de los indígenas, para que la Mesa Directiva acuerde los honorarios que debe percibir dicha persona.
193
Los AGRARISTAS DE ATACHEO
Prevenciones generales.Artículo 19. La presente Sociedad se compondrá de socios y delegados: los delegados serán nombrados por la Mesa Directiva a propuesta de los vecinos de cada pueblo, congregación o ranchería, que se componga de más de treinta jefes de familia, y los socios serán aceptados e inscritos con sólo la solicitud que éstos hagan y que manifiesten estar conformes con las bases de esta Sociedad.Artículo 20. Los delegados tendrán obligación de concurrir a las asambleas generales, para las cuales serán citados previamente, señalándoseles la fecha para la cual deban estar en esta capital. Tendrán también la obligación de velar por la buena administración, armonía y organización de esta Sociedad y por último, cumplir fielmente con las instrucciones que les dé la Mesa Directiva.Artículo 21. Los fondos que deben de ingresar a la Tesorería de la sociedad y las de los comités, se formarán:I. De los donativos que den las personas protectoras de esta institución;II. De diez centavos mensuales, con que contribuirá cada socio;III. De las cantidades que se obtengan como subven
ción de las autoridades, ya sean federales o de los Estados.Artículo 22. La duración en sus puestos de los miembros de la Directiva y de los comités, tanto de los Estados como de los municipios y representantes, será de dos años, contados de la fecha en que tomen posesión.Artículo 23. La Mesa Directiva, para el caso de elección de que habla el artículo anterior convocará con dos meses
de anticipación a todos los delegados o representantes.Artículo 24. La Mesa Directiva tendrá sesiones ordinarias cada ocho días, y extraordinarias cada seis meses; los comités de los Estados o municipios también tendrán sesiones ordinarias cuando se haga necesario.
194
A p é n d ic e v
Artículo 25. La Mesa Directiva de esta Sociedad tendrá su residencia fija en la capital de la República. La de los Estados en la capital de los mismos. Y las de los municipios y pueblos inferiores, en el lugar de las residencias de los ayuntamientos.Artículo 26. El delegado general tendrá el carácter de procurador de los pueblos adheridos a la Sociedad.Artículo 27. El Cuerpo Consultivo tiene todas las facultades que a su rango corresponden.
Transitorios.Io. Los presentes estatutos comienzan a regir hoy día de su fecha.2o. Para ser reformados será necesario que reúnan más de las dos terceras partes de los delegados o representantes de esta Sociedad.México, D.F., agosto 4 de 1921.
ProgramaEsta Sociedad tiene como única tendencia el mejoramiento en general de la raza indígena, tanto económica como moral y socialmente, y para conseguirlo procurará poner en práctica actos que satisfagan, hasta donde sea posible, las
condiciones de la clase humilde, formando, para el efecto, el siguiente programa:Primero. La Sociedad, por conducto de la Mesa Direc
tiva, proporcionará a sus socios casa y alimentos, siempre que los soliciten, cuando éstos tengan que ventilar asuntos de interés general en esta capital.Segundo. Cuando un socio necesite de los servicios de un abogado para el arreglo de asuntos del ramo judicial, sea en esta capital o fuera de ella, le será proporcionado por la Junta Directiva, e igualmente se le facilitarán los servicios de
195
LXS AGRARISTAS DE ATACHEO
un ingeniero cuando el negocio que tenga requiera la intervención de este profesionista.Tercero. La Sociedad no tendrá carácter político alguno, pero en todo tiempo exigirá de sus socios el respeto a la ley, colectiva o individualmente.Cuarto. La Sociedad se ocupará de preferencia en que de una manera efectiva se extienda la instrucción, impartiendo la educación por medio de escuelas, con el fin de que todo ciudadano goce de los derechos que la ley concede y cumpla las obligaciones que tiene para con sus semejantes y sociedad en general.
Quinto. La Sociedad en general, y sin ser mutualista, procurará la ayuda en todos sus socios para cooperar así al progreso y engrandecimiento del pueblo.Sexto. Procurará intervenir en las dificultades que se susciten entre el capitalista y el proletario, con el fin de armonizar los intereses de unos y otros, evitando la pugna que haya entre ellos.
Séptimo. Procurará elevar el nivel moral de la raza indígena y, para el efecto, se propone que en todos los pueblos o congregaciones de cierta importancia haya escuelas y se den conferencias periódicamente enteramente gratuitas.Octavo. La Sociedad procurará poner útiles de labranza de los más modernos para que los socios que los soliciten los paguen en condicones fáciles, instruyéndolos antes sobre el manejo de los mismos útiles.Noveno. La Sociedad procurará, por todos los medios que estén a su alcance, que por ningún motivo se altere el orden en los pueblos que estén unidos a ella.Décimo. Para ayudar de una manera positiva al proletario, procurará intervenir con el fin de que los salarios yjor-
nales que se paguen sean de acuerdo con las exigencias de la vida en el lugar de que se trate.Décimoprimero. En materia agraria pondrá todo su empeño en que los pueblos obtengan con eficacia y prontitud las restituciones de sus ejidos o la dotación de ellos a los que no los tuvieren, para lo cual habrá una comisión de pro-
196
A p é n d ic e v
fesionistas que violenten los trámites a quien corresponden, ya sea en los Estados o en la Federación. Estos servicios serán enteramente gratuitos para los socios.Décimosegundo. Procurará que los pueblos en donde haya carestía de agua, ya sea para el uso doméstico o para la agricultura, la obtengan, sea perforando pozos o por medio de obras de captación de aguas, y la Sociedad será la que facilite los elementos para conseguir este objeto.Décimotercero. Esta Sociedad fijará perfectamente su atención para evitar que se siga explotando a los elementos de la clase indígena, como se ha venido haciendo en la mayor parte de los pueblos de la República, y para conseguirlo, hará las gestiones necesarias ante las autoridades competentes. Décimocuarto. Procurará que la sindicalización de los pueblos se haga con la mayor prontitud.México, 4 de agosto de 1921.- Lie. Miguel Sánchez Méndez. Agustín León. Salvador del Castillo. Ingeniero diputado Francisco Peña. Diputado Clemente Munguía. General Prisciliano Ruiz. Diputado coronel Porfirio del Castillo. Ricardo Gutiérrez R. Enrique C. Pozos. Por el pueblo de Santa Cecilia Clavijero, Pue. Herminio Bautista. Felipe Mendoza. Emiliano B. Castillo. Luis Castillo. Dimas Sixto. José Flores. Crescendo González. Pedro Cándido. Vicente Castillo. Patricio Pascual. Leonardo Miranda. Por el pueblo de San Sebastián Villanueva, Pue. Sabás Juárez. Prisciliano Juárez. Rosas Sánchez. Toribio Sánchez. Filomeno Bernabé. Esteban Catarino. Cenobio Sánchez, Federico García. Modesto Juárez. Ventura Pérez. Martín Silis. Guadalupe Juárez. Lucas Teodoro. Julián Peralta. Juan B. de la Luz. Jesús Robles. Luis Romero. Juan Salazar. Juan Sandoval. Victoriano Juárez. Hermenegildo Juárez. Bernardino Romero. Ramón Juárez. Fidencio Romero. Eligió González. Francisco Romero. Manuel Peralta. Faustino Pérez. Gregorio Flores. Antonio Sandoval. Julio Sandoval. Alejandro Romero. Justo Aniceto.
197
FUENTES
Archivos
ACE Congreso del Estado de Michoacán. Morelia, Mich.
ADN Secretara de la Defensa Nacional. Mxico, DE. AEE Ejecutivo del Estado de Michoacán. Morelia,
Mich.AEP Ernesto Prado. Particular. Zamora, Mich.AFM Francisco J. Mágica. Centro de Estudios de la Re
volución. Jiquilpan, Mich.AGN General de la Nación. México, DE.AHMC Histórico “Manuel Castañeda” (Casa de Morelos).
Morelia, Mich.AJC Joaquín de la Cruz. Particular. Naranja, Mich.AJE Judicial del Estado. Morelia, Mich.AMR Miguel de la T. Regalado. Particular. Atacheo,
Mich.AMZ Municipal de Zamora. Zamora, Mich.APA Parroquial de Atacheo, Mich.APD Porfirio Díaz. Universidad Iberoamericana.
México, DE.APE Parroquial de Ecuandureo, Mich.APT Parroquial de Tlazazalca, Mich.ARA-DM Reforma Agraria. Delegación Morelia, Mich. ASRA-CC Secretaría de la Reforma Agraria. H. Cuerpo
Consultivo.Morelia, Mich.
199
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
Periódicos, RevistasLa Bandera Católica, ZamoraBoletín de la Sociedad Agrícola Mexicana, MéxicoBoletín Militar, GuadalajaraEl Cometa, ZamoraEl Demócrata, MéxicoEl Demócrata, ZamoraEl Despertador del Pueblo, ZamoraEL Heraldo, MoreliaEl Heraldo Michoacano, MoreliaEl Heraldo de ZamoraEl Legionario, MéxicoPeriódico Oficial del Estado de Michoacán, MoreliaEl Pueblo, MéxicoEl Pueblo, MoreliaRevista Eclesiástica, ZamoraVerdad y Justicia, ZamoraLa Voz de Ocampo, Zamora
InformantesFrancisco Garca Amezcua. Jacona, Mich.José Gutiérrez. Atecucario, Mpio. de Zamora, Mich. Francisco Hernández. Atacheo, Mpio. de Zamora. Jesús Negrete. Atacheo.Maximino Padilla. Zamora, Mich.Miguel Ramos García, Jiquilpan, Mich.Refugio, Rosa y Romualda Regalado. Atacheo-México, D F.Salvador Sotelo, Ario de Rayón, Mpio. de Zamora.
2 0 0
BibliografíaA. Teórico metodológica
F u e n t e s
Hamza Ala vi, Las clases campesinas y las lealtades primordiales Barcelona, Edit, Anagrama, 1976.
Luden Febvre, Martín Latero. México, Fondo de Cultura Económica. Breviarios, 1975.
Eric Hobsbawn, Rebeldes Primitivos, Edit, Ariel, Barcelona, 1974.E. J. Hobsbawm, “De la historia Social a la historia de la sociedad”,
Marxismo e historia social Puebla, Universidad Autónoma de Puebla, 1983.
George Rudé, La multitud en la historia. Los disturbios populares en Francia e Inglaterra 1730-1848. México, Siglo XXI, 1979.
Eric R. Wolf, Peasant wars ofthe twentieth century. Harper and Row publishers. New York 1969. Ed. en español, Siglo XXI.
B. GeneralHéctor Aguilar Camín, La frontera nómada, México, Siglo XXI, 1979.Víctor M. Alvarez, Diccionario de Conquistadores, Cuadernos de tra
bajo del Departamento de Investigaciones Históricas de INAH. México, 1975, 2 L
Ricardo Flores Magón et. al., Regeneración 1900-1918 México, SEP. Lecturas Mexicanas. Segunda Serie No. 88, 1987.
Javier Garciadiego Dantan, Revolución Constitucionalista y Contrarrevolución (Movimientos reaccionarios en México, 1914-1920) Tesis Doctoral. CEH. El Colegio de México, 1981.
Moisés González Navarro, Cinco crisis Mexicanas. Jornadas, México. El Colegio de México, 1983.
Moisés González Navarro. La CNC en la Reforma Agraria. El Día, México, 3a. ed., 1985.
Manuel González Ramírez, Planes Políticos y otros documentos, Prol. de..., México, 1981 SRA-CEHAM.
Pedro Lamicq. Los retóricos de la revolución, [por] Cráter [seud.], México, La Razón, 1932.
El Libro de las Tasaciones de la Nueva España. Siglo XVI. Pról. d e Fran
2 0 1
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
cisco González de Cossío, México. Archivo General de la Nación, 1952.
Gildardo Magaña, Emiliano Zapata y el agrarismo en México México. Comisión para la conmemoración del centenario de Emiliano Zapata, 1979. 4 vols.
Vicente T. Mendoza, Cincuenta Corridos Mexicanos, México, Secretaría de Educación Publica, 1944.
Francisco del Paso y Troncoso, Papeles de Nueva España. Madrid Sucesores de Rivadeneyra, 1905.7 vol.
Alfonso Taracena, La verdadera Revolución Mexicana, México, Costa Amic, 19 t.
John Kenneth Turner, México Bárbaro. México, Costa Amic. 1974.Berta Ulloa. “La lucha armada (1911-1920)”, Historia General de
México, México, El Colegio de México, 1976.José C. Valadés, Historia General de la Revolución Mexicana. México,
Editorial del Valle de México, 1981, 5 t.Lauro Viadas, El Problema de la Pequeña Propiedad Informe presen
tado al señor Secretario de Fomento por el Ingeniero Agrónomo... Director General de Agricultura. Imp. y Fototipia de la Secretaría de Fomento, México, 1911.
Joseph Antonio Villaseñor y Sánchez, Theatro Americano, México, Imp. de la viuda de D. Joseph Bernardo de Hogal, 1746-1748, 2 L
John Womack, Zapata and the Mexican Revolution, the Pelican Latín American Library, Middlesex, 1972/En español Siglo XXI Edit
Silvio Zavala y María Castelo, Fuentes para la historia del trabajo en la Nueva España. México. Centro de Estudios Históricos del Movimiento Obrero Mexicano, 1980 8 vol.
C. ParticularJerónimo de Alcalá. Relación de Michoacán, estudio de Francisco Mi
randa, Morelia, Fimax Publicistas, 1980.Anónimo, Apuntes para la Historia Morelia, Imp. del Gobierno en
la Escuela de Artes, 1916.Anónimo, Gildardo Magaña, Breves datos biográficos. México, Ed. Se
2 0 2
F u e n t e s
cretaría General del Centro Nacional Orientador Pro-Magaña. 1939.
Lázaro Cárdenas, Apuntes, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1972, 4 vols.
Amador Coromina, Recopilación de leyes, decretos, reglamentos y circulares expedidos en el Estado de Michoacán, Morelia, I mp. de los Hijos de I. Arango y Talleres de la Esc. Ind. Mil., 1886-1913, 41 t
C.V. “La vez que se levantó en armas el indio tarasco Regalado”. Magazine de Policía, México, 1 6 -O C L -1 9 5 8 . Por ...
Manuel E. Cruz et.al. El Caso de Michoacán. México, s.i... 1921.Armando de María y Campos. Mágica, crónica biográfica, México,
Cía de ed. populares, 1939.Arnulfo Embriz Osorio, Ricardo León García, Documentos para la
historia del agrarismo en Michoacán. México, Centro de Estudios Históricos del Agrarismo en México, 1982.
Jesús Figueroa Alcocer, Crónica de la Revolución en Guerrero, (1910- 1924) México, Ed. del Autor, 1971.
Heather Fowler Salami. “Revolutionary caudillos in the 1920’s: Francisco Múgica and Adalberto Tejeda”. Caudillo and Peasant in the Mexican Revolution. Cambridge University Press, D.A Brading ed., 1980.
Luis G. Franco, Casa sin puerta. Novela Social Mexicana México, B. Costa Amic editor, 1975.
Moisés Franco, “La desamortización de bienes de comunidades indígenas en Michoacán”, La Sociedad Indígena en el Centro y Occidente de México. El Colegio de Michoacán, 1986.
Paul Friedrich, Agrarian Revolt in a Mexican Village, The University of Chicago Press, 1977/Versión española en F. C. E. c e h a m , México, 1981.
Francisco García Urbizu, Zamora en la Revolución, Zamora, ed. del autor, 1970.
Luis González, Zamora, Monografías Municipales del Gobierno del Estado de Michoacán, 1978.
Isabel González Sánchez, El Obispado de Michoacán en 1765, Morelia, Gobierno del Estado, 1985.
José Napoleón Guzmán, Michoacán y la inversión extranjera 1880-
2 0 3
LOS AGRARISTAS DE ATACHEO
1911. Morelia, Universidad Michoacana. Departamento de Investigaciones Históricas, 1982.
Gustavo Izazaga Cárdenas. “Historia de la Revolución Agraria en Michoacán. El Apóstol del Indio”. Heraldo Michoacano, Morelia, 25 de nov.-2 de dic., 1938.
Agustín Magaña Méndez, La Diócesis de Zamora. Memorias. Morelia, Fimax Publicistas, 1983.
Juan José Martínez de Lejarza. Análisis Estadístico de la Provincia de Michoacán en 1822, Introd. y notas de Xavier Tavera. Fimax Publicistas, Morelia, 1974.
Apolinar Martínez Mágica. Primo Tapia semblanza de un revolucionario. Morelia, Ediciones del Gobierno de Michoacán, 1976.
Memoria presentada por el ciudadano General de División Manuel González al Ejecutivo de la Unión, al del Estado de Michoacán y ala Legislatura del mismo. Morelia. Imp. del Gobierno, en palacio, 1877.
Francisco Miranda, Vasco de Quirogaysu Colegio de San Nicolás, Morelia, Fimax Publicistas, 1972.
Francisco Miranda. Yurécuaro, Monografías Municipales del Gobierno del Estado de Michoacán. 1978.
Heriberto Moreno “Un documento sobre comunidades indígenas del Distrito de Zamora durante el segundo imperio”. La Sociedad Indígena en el Centro y Occidente de México, El Colegio de Michoacán, 1986.
Heriberto Moreno, Guaracha Tiempos viejos, tiempos nuevos. Fona- pas-El Colegio de Michoacán. 1980.
Claude Morin, Michoacán en la Nueva España del siglo X V III. México, Fondo de Cultura Económica, 1979.
Francisco J . Mágica. Informe rendido a la x x x v m Legislatura de Michoacán de Ocampo por el Ciudadano General... del periodo 22 de septiembre de 1920-16 de septiembre de 1921, Morelia, Talleres Tipográficos de la Escuela de Artes y Oficios, 1921.
Francisco José Mágica. Hechos no palabras, Gobierno del Estado de Michoacán, Morelia, 1982, 2 t.
El Obispado de Michoacán en el siglo XVII. Nota preliminar de Ramón López Lara. Morelia, Fimax Publicistas, 1973.
Alvaro Ochoa, “Arrieros, braceros y migrantes del oeste Michoa-
2 0 4
F u e n t e s
cano (1849-1911)” en Movimientos de Población en el Occidente de México. El Colegio de Michoacán. CEMCA, 1988.
Alvaro Ochoa “La revolución Maderista en Michoacán” La Revolución en las regiones. Guadalajara, US. Universidad de Guadala- jara, 1986, t. II.
Alvaro Ochoa S. y Gerardo Sánchez D. (ed.). Relaciones y Memorias de la Provincia de Michoacán, Universidad Michoacana-Ayunta- miento de Morelia, 1985.
José Ortíz Rodríguez. El Doctor Miguel Silva. La Revolución Maderista y la insurrección contra Huerta, Morelia, s.i... 1940.
Pascual Ortíz Rubio. Memorias, Morelia, Universidad Michoacana, Centro de Estudios sobre la Cultura Nicolaíta, 1981.
Alberto Oviedo Mota, Bosquejo histórico delsilvismo, Morelia, s.i, 1952.Alberto Oviedo Mota. El trágico fin de general Gertrudis Sánchez. El
combate del Cerro de las Vueltas y el fusilamiento del gral. Anastasio Pantoja. Memorias del Coronel, Médico Cirujano..., Morelia, Editorial Revolucionaria, 1939.
Carlos S. Paredes et.al. Michoacán en el Siglo XVI, Morelia, Fímax Publicistas, 1984.
Las promesas.de la revolución cumplidas en Michoacán, Morelia, Talleres de la Escuela Industrial Militar, 1911.
Félix, C. Ramírez, La verdad sobre la Revolución Mexicana, México, Edit. Indoamérica, 1944.
Cayetano Reyes et al. Protocolos Notariales del Distrito de Zamora 1842- 1854. El Colegio de Michoacán, 1983.
Jesús Romero Flors, Historia de la Revolución en Michoacán, México, Biblioteca del Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana, 1964.
Gerardo Sánchez D., El Suroeste de Michoacán. Estructura económico- social 1821-1851. Morelia, Universidad Michoacana, 1979.
Gerardo Sánchez D. “Tenencia y explotación de la tierra en el Michoacán prehispánico, trabajo campesino entre los tarascos”. La cultura purhé. El Colegio de Michoacán-Fonapas, 1981.
Salvador Sotelo Arevalo, Miguel de la Trinidad Regalado. Un luchador revolucionario por la causa agraria en Michoacán, Morelia, Talleres gráficos del gobierno del Estado, 1975.
Secretaría de Fomento, Colonización e Industria, Censo y División
2 0 5
L o s AGRARISTAS DE ATACHEO
Territorial del Estado de Michoacán verificado en 1900, México, Imp. y fototipia de la Secretaría de Fomento, 1905.
Jesús Tapia Santamaría, Campo religioso y evolución política en el Bajío Zamorano, El colegio de Michoacán, 1986.
Juan Tavera Castro, Huetamo, Morelia, Talleres gráficos del Estado, 1968.
Mariano de Jesús Torres, Diccionario histórico, biográfico, geográfico, estadístico, zoológico, botánico y mineralógico de Michoacán, Morelia, Imp. del autor, 1905-1915, 3 t.
Francisco Vaca. El gobierno de Michoacán y los compradores de tierras que fueron de comunidad en el pueblo de Chilchota. Imp. de M. Mur- guía, México, 1857.
Francisco Valencia Ayala, Apuntes para la historia de la Diócesis de Zamora, Zamora, ed del autor, 1977.
Arnoldo y Sassi, “Demarcación y Descripción de el Obispado de Mechoacán y fundación de su Iglesia Cathedral”. Biblioteca Americana, University of Miami, September 1982. vol. I. Num. 1.
Benedict Warren, La conquista de Michoacán 1521-1530, Morelia, Fímax Publicistas, 1977.
2 0 6
Los Agraristas de Atacheo de Alvaro Ochoa Serrano se terminó de imprimir el 25 de septiembre de 1989. Se editaron 2 000 ejemplares.
interlíneadiseño y fotocomposición
pipila 612 s.h. tels. 14-92-96
14-55-99
gráfica nuevaimpresión y encuadernación
pipila 638 s.h tel. 13-29-74
guadalajara, jalisco, méxico
En Atacheo aún hay viejos que recuerdan a don Miguel de la Trinidad Reglado y su lucha agraria. Ahí, con el aire que casi nunca se mueve, están encerrados también los recuerdos de la lucha, los nombres de los muertos de uno y otro lado, el ruido de las armas, las huidas desesperadas, los enfrentamientos, los disparos, el galope y relincho de las bestias, les fusilamientos, la cuerda de los colgados y la sangre dispersa.
Están también los nuevos dueños y sus casas nuevas y las calles secas y polvosas y el sol que abochorna a mediodía y la miseria y la ignorancia y el viento que anda como azonzado y la pena de que aquí, después de todo, no ha pasado nada.
Atacheo es un pueblo tirado al sol, con calles que se hunden y se arrastran entre la tierra suelta que a veces es lodo, a veces duna, remolino o polvo que a veces levanta el vuelo. Es un pueblo de casas chaparras de adobe y teja; obscuras y pequeñas. Es, digamos, la cuna del agrarismo michoacano . Es el lugar en donde un día de agosto de 1911 surgió el primer enfrentamiento entre los campesinos del lugar y los García, propietarios de las haciendas más importantes de la zona de Zamora.
Alvaro Gchoa cuenta en este libro los pormenores.
Joel Hernández Santi