El Che y La Guerrilla Nicaraguense

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El Che y la guerrilla nicaragüense Por Jesús Miguel (Chuno) Blandón Durante casi medio siglo, el gobierno cubano ha mantenido, casi como un secreto de Estado, la participación del Che Guevara en la guerrilla nicaragüense de 1959. Aunque se ha divulgado ampliamente la actuación del Che en África y otros países, lo de Nicaragua es algo poco menos que ignorado. Todo esto, quizás, fue para no darle argumentos a la agresión norteamericana que saldría, precisamente, de Nicaragua, y en la que tuvo un papel destacado el testimonio delator de un nicaragüense: Chéster Lacayo. Hoy, casi medio siglo después, salen a la luz los más íntimos detalles sobre la preparación de la guerrilla nicaragüense, en 1959, impulsada, organizada y armada por el Che Guevara, a quien Fidel Castro le había confiado apoyar la revolución en Nicaragua, mientras Camilo Cienfuegos haría lo propio en Dominicana. El Che quería pelear en Las Segovias; probablemente habría muerto en Nicaragua, pero Fidel se opuso a ese viaje y lo mandó a Yakarta, Indonesia. Éstos y otros detalles son revelados por el comandante Rafael Somarriba en su libro inédito Memorias de mi vida revolucionaria, escrito en los años 80. Somarriba, máximo jefe militar y político de El Chaparral, murió viejo y olvidado, pero fiel a su ideal revolucionario y, sobre todo, a la fraterna amistad con el Che Guevara. Fue atacado y calumniado, y hasta se le acusó de ser del FBI, pero el comandante Carlos Lugo, héroe viviente de la revolución cubana, segundo al mando en El Chaparral, lo defiende y afirma que era un revolucionario, que jugó un gran papel y que el Che nunca le retiró su confianza. El comandante Somarriba mantuvo una buena amistad con el intelectual Carlos Chamorro Coronel, así como con el autor y, antes de morir, entregó al primero su libro Memorias de mi vida revolucionaria, para que fuera publicado después de su muerte. Así lo hacemos hoy, en gran medida, en estos trabajos. Guatemala, mayo de 1954 (11.00 p.m)

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El Che y la guerrilla nicaragense

El Che y la guerrilla nicaragense

Por Jess Miguel (Chuno) Blandn

Durante casi medio siglo, el gobierno cubano ha mantenido, casi como un secreto de Estado, la participacin del Che Guevara en la guerrilla nicaragense de 1959. Aunque se ha divulgado ampliamente la actuacin del Che en frica y otros pases, lo de Nicaragua es algo poco menos que ignorado.

Todo esto, quizs, fue para no darle argumentos a la agresin norteamericana que saldra, precisamente, de Nicaragua, y en la que tuvo un papel destacado el testimonio delator de un nicaragense: Chster Lacayo.

Hoy, casi medio siglo despus, salen a la luz los ms ntimos detalles sobre la preparacin de la guerrilla nicaragense, en 1959, impulsada, organizada y armada por el Che Guevara, a quien Fidel Castro le haba confiado apoyar la revolucin en Nicaragua, mientras Camilo Cienfuegos hara lo propio en Dominicana.

El Che quera pelear en Las Segovias; probablemente habra muerto en Nicaragua, pero Fidel se opuso a ese viaje y lo mand a Yakarta, Indonesia.

stos y otros detalles son revelados por el comandante Rafael Somarriba en su libro indito Memorias de mi vida revolucionaria, escrito en los aos 80.

Somarriba, mximo jefe militar y poltico de El Chaparral, muri viejo y olvidado, pero fiel a su ideal revolucionario y, sobre todo, a la fraterna amistad con el Che Guevara.

Fue atacado y calumniado, y hasta se le acus de ser del FBI, pero el comandante Carlos Lugo, hroe viviente de la revolucin cubana, segundo al mando en El Chaparral, lo defiende y afirma que era un revolucionario, que jug un gran papel y que el Che nunca le retir su confianza.

El comandante Somarriba mantuvo una buena amistad con el intelectual Carlos Chamorro Coronel, as como con el autor y, antes de morir, entreg al primero su libro Memorias de mi vida revolucionaria, para que fuera publicado despus de su muerte.

As lo hacemos hoy, en gran medida, en estos trabajos.

Guatemala, mayo de 1954 (11.00 p.m)

-Cuntos hombres tiene el Batalln Somoza?

La pregunta la hace un joven mdico argentino al nicaragense Rodolfo Romero, jefe de la Brigada Augusto Csar Sandino, en plena revolucin de Arbenz.

-Tiene 800 hombres respondi Romero.

-Y 800 hombres mantienen prisionero al pueblo de Nicaragua?

Los aviones venidos de Nicaragua bombardeaban Guatemala.

-El Batalln Somoza es la brigada elite, pero hay destacamentos de la Guardia en todo el pas.

El mdico Ernesto Che Guevara, conocido despus como el Che, se sent en el suelo y puso a un lado su mochila.

Estaban en un edificio de la 5ta. Avenida. Romero era el responsable y el Che, que haba pasado por Nicaragua, traa una carta para Edelberto Torres Rivas.

Como el encargado del turno no haba llegado, el Che se ofreci para hacerlo.

-Sabes disparar la carabina? le pregunt Romero.

-No, no s cmo usarla.

Entonces el nicaragense Rodolfo Romero le ense a disparar al Che, quien desde entonces estara vinculado con nuestra historia y ya se interesaba por la Guardia Nacional.

Cinco aos ms tarde

Fortaleza La Cabaa, La Habana, enero de 1959: el Che Guevara recibe en su oficina a la Dra. Concepcin Palacios y al ex teniente Rafael Somarriba, nicos nicaragenses que haban llegado a Cuba. El Che ordena a su ayudante que haga un pase para Somarriba.

-Ven maana, pero solo le dice al ex militar.

Desde el primer momento, surgi una corriente de simpata entre el Che y Somarriba. Ambos eran jvenes, uno con experiencia en la guerrilla y otro formado en la Academia Militar.

Somarriba acompa al derrocado presidente Leonardo Argello, en 1947. A punta de pistola se abri paso en la Embajada de Mxico y a punta de pistola sali al aeropuerto acompaando a Argello hasta su muerte.

El Che comenz a pagarle el hotel a Somarriba. En febrero, comenzaron a llegar los exiliados nicaragenses de Mxico y Centroamrica, quienes entraban y salan de La Cabaa, ofrecindose para el cargo de comandante militar de la revolucin en Nicaragua.

Fusilamientos en La Cabaa

6 de marzo de 1959: relata Somarriba que estuvo esperando durante varias horas al Che. Haba trabajado hasta las seis de la maana y estaba durmiendo. Era cuando, a diario, se fusilaban a criminales de guerra. Trabajo agotador para el Che, que ejerca la primera autoridad militar en la provincia de La Habana.

"Algunas veces, yo dorma en su casa y no podamos hablar, aunque durmiramos en el mismo cuarto. Llegaba tan extenuado que se acostaba con el mismo uniforme de campaa y las botas. Yo lo admiraba y senta respeto y agradecimiento por l. No fue en una, sino en muchas ocasiones que, sentndose en la silla y balancendose, me dijo: Hablemos de Nicaragua, no me mires que estoy cansado; quiero hablar de la revolucin de Nicaragua, porque la siento ma. Y hablbamos, a pesar de su cansancio y el asma que lo agotaba", relata con emocin Somarriba. Agrega que lleg a tener una gran amistad con Aleida March, quien sera esposa del Che, y l era un miembro ms de la familia. Poda comer y dormir en la casa siempre.

6 de marzo 2.00 p.m: El Che almuerza con Somarriba

-Cmo me ves? Me siento muy mal. Ya vi al mdico y me recomend reposo absoluto. Pero esto es slo entre los dos. No quiero enfermarme. No me preocupan tanto los problemas de Cuba como los de Nicaragua. Estos polticos nicaragenses, por estarse peleando, han retrasado todo. No s cmo me sentira si, por mi enfermedad, se atrasara la liberacin de Nicaragua.

El comandante haba expresado a los lderes nicaragenses que, en su opinin, el comandante militar deba ser Somarriba, lo que les concit a ambos, Somarriba y el Che, la inmediata animadversin de todos.

-Pase lo que pase, la cosa seguir hasta el final, y quiero decirte Somarriba que, cuando ests peleando, me ir contigo. No te preocupes por los polticos. Ellos no representan nada, ni determinan nada. Las cosas las iremos resolviendo t y yo.

Yo quiero que t, Rafael, te encargues de estudiar la lucha insurreccional. Creo que t y yo nos comprendemos muy bien. Sers el jefe de la revolucin para garantizar que la seguridad de las armas y la revolucin estn en buenas manos. La nuestra, ya dej de ser una simple amistad, ahora es fraterna. Mi comandante, lo espero maana en la maana.

"Un da me dijo el Che afirma Somarriba: Hombre, qu triste es esta lucha. Parece que los nicaragenses quieren destruirse entre s. El movimiento se est desprestigiando aqu en La Habana. Venden bonos sin control, hacen expediciones no autorizadas, como la de Chster Lacayo. Tengo la impresin de que los nicaragenses son irresponsables e irredentos".

Llega la gente de Venezuela y Managua

Ellos representaban a los partidos Movilizacin Republicana, Renovacin Nacional, Socialcristiano, Socialista, Liberal Independiente y Unin Patritica Nicaragense de Venezuela.

El Che le dijo que "los nicaragenses han hecho ms dura la ya de por s difcil tarea de la unificacin. Hemos estudiado detenidamente a todos los que pretenden luchar por la revolucin. Yo, de forma personal, he llegado a la conclusin de que el nico que representa garantas y tiene aceptacin de Cuba es Rafael Somarriba".

El Dr. lvaro Ramrez Gonzlez propuso la formulacin de un documento para las bases de la unidad, que fue firmado por Guillermo Crdoba Rivas, Roberto Bermdez Alegra, Manuel Prez Estrada, Juan Jos Meza, Armando Amador, Jos Simn Delgado, Dra. Concepcin Palacios y el jefe de la revolucin Rafael Somarriba, quien fue reconocido por todos.

Recordando este momento, el Dr. lvaro Ramrez nos dice: "Yo iba como representante del Partido Socialista. Manuel Prez Estrada iba como Secretario General del PSN. En Caracas nos recibe el gobierno de Betancourt y vamos en un avin expreso a Cuba, Llevbamos la consigna de unidad nacional, gobierno pluralista. As se firm la Carta de La Habana".

"Somarriba era un hombre joven y sencillo. Su vida no estaba contaminada por lucros personales, en un ambiente donde muchos haban hecho de la poltica un modus vivendi. Tena conocimientos militares". (Entrevista con el autor).

Por su parte, el historiador y prestigiado intelectual Dr. Aldo Daz Lacayo, quien vendra como soldado en El Chaparral, nos dice: "La Habana estaba llena de personalidades polticas que provocaban la confrontacin. El Che no soport. Estaba harto. Lo ms grave era que los viejos queran que otros pelearan por ellos, que vayan otros. El nico que se prest para la lucha fue Somarriba, a quien los viejos excluan. La mayora lo impugnaba porque no lo conocan, no se les tomaba en cuenta en la designacin de Somarriba".

Aldo reclama al Che en ese sentido. El Che le responde: "Tienes razn, pero no te preocupes. La lucha ir dando los lderes".

"Los polticos que haban llegado a La Habana dice Aldo-, an sin quererlo, eran industriales de la revolucin. Mientras ms grandilocuentes, se sentan ms revolucionarios. Discursos retricos y radicales, al gusto del que los patrocinaba. El nico que no present manifiestos, ni haca declaraciones, ni quera pelear desde afuera, era Somarriba. Mientras otros vociferaban, Somarriba callaba. Los nicaragenses hacan reuniones pblicas, el Che haca reuniones compartimentadas, hasta terminar conspirando con Somarriba". (Entrevista con el autor). En cuanto al comandante Carlos Lugo y capitn Camilo Djer, internacionalistas cubanos que combatieron en El Chaparral, ambos elogian la trayectoria de Somarriba como revolucionario nicaragense y, especficamente, su labor en los preparativos de la guerrilla y en la propia accin de El Chaparral (Entrevistas con Lugo y Djer).El Che decide que Rafael Somarriba viaje a Mxico y Centroamrica. El 27 de marzo llega a Tegucigalpa, habla con Carlos Orellano, Embajador de Mxico, encargado de los asuntos de Cuba en Honduras. Luego, fue a entrevistarse con el presidente de Honduras Ramn Villeda Morales. Somarriba lleva una carta que lo acredita como representante oficial del gobierno cubano, firmada por el Che Guevara, Comandante del Ejrcito Rebelde de Cuba. Villeda y Somarriba se identifican totalmente. Villeda ofrece total apoyo a Cuba y a Nicaragua.

Relata Somarriba en sus memorias que Villeda le pregunt:

Cul es la ideologa de este movimiento? Qu clase de gobierno quieren implantar? Existen compromisos con algn gobierno extranjero?

No pertenezco a ningn partido. No estamos supeditados a doctrina alguna. No existe el sectarismo. Tenemos gente de todas las tendencias, pero, sobre todo, patriotas, contesta Somarriba. Queremos destruir el rgimen de los Somoza y la criminal Guardia Nacional. Habr un Presidente Provisional que gobierne dos aos, y luego habr elecciones libres. El nuevo presidente encabezar un gobierno democrtico representativo. Cuba no nos ha pedido nada a cambio de su apoyo. Slo quieren la liberacin de Nicaragua y de Dominicana".

En que consistir mi ayuda?, pregunt Villeda Morales.

El armamento y lo econmico lo da Cuba. Necesitamos una pista area para desembarcar armas. Tambin campos de entrenamientos para unos 50 hombres. La pista tendr que mantenerse abierta para seguir recibiendo apoyo cubano.

En Danl est la hacienda Las Lomas, de un amigo mo, ideal para esta operacin militar. Respetamos la no intervencin, pero sera criminal negar nuestra ayuda para la destruccin de uno de los gobiernos ms odiados del continente. Amigo Somarriba, puede contar con nuestra simpata y apoyo. Estamos con usted hasta alcanzar el triunfo, expres Villeda, visiblemente emocionado.

Ambos hombres se abrazaron, sellando as el acuerdo contrado.

El compromiso que usted est contrayendo, no es conmigo, sino con el gobierno de Cuba, al que represento oficialmente, expres solemnemente Somarriba.

Cunto no dara por sellarlo con el comandante Guevara. Soy su ferviente admirador. Creo que es uno de los hombres ms grande de este siglo en el continente americano, dijo Villeda.

Despus, llam al diputado Mario Amador Idiquez, para lo de la hacienda Las Lomas.

Cmo resolver el problema del ejrcito?, pregunt Idiquez.

No se preocupen. Ese problema, yo lo resuelvo, afirm Villeda.

En este punto tenemos que detenernos para hacer algunas reflexiones obligadas. Por qu, si el Che era un agente del comunismo internacional, como tanto se ha dicho, se identific plenamente con un demcrata liberal, como Somarriba, residente nada menos que en California? Por qu no le nombr un comisario poltico para garantizar la pureza del dogma? Por qu busc una alianza con otro demcrata liberal como Villeda Morales? Por qu aprob el Che un programa democrtico-representativo?

Todo esto hace pensar que, efectivamente, lo que queran los comandantes de la Sierra Maestra era derrocar las oprobiosas dictaduras de Somoza y Trujillo. Lo mismo que planteaba la Legin del Caribe de Arvalo, Bosch, Figueres, Betancourt, Pro y Rosendo Argello!

Lo que deseaban el Che y Fidel era impulsar una revolucin latinoamericana antiimperialista, como la de Sandino. Por eso, el Che soaba con pelear en Las Segovias, donde luch Sandino.

El programa de El Chaparral era idntico al programa del Moncada, expuesto por Fidel en La Historia me Absolver, en 1953.

Fue la errtica poltica de EU, patrocinador de Somoza y Trujillo, precisamente, la que impidi todo arreglo con Cuba, sobre todo despus de la visita del comandante Fidel Castro a EU, en abril de 1959.

Eisenhower, en actitud cerrada, prefiere irse a jugar golf y no recibir al Primer Ministro cubano. El vicepresidente Nixon se entrevista con Fidel en una de las oficinas del Capitolio norteamericano. El comandante le da una explicacin del subdesarrollo de Cuba y su secuela de pobreza, analfabetismo, desempleo, falta de asistencia mdica, tenencia de la tierra, y le expone las medidas que la revolucin se propone realizar, que son completamente justas, y que eran las medidas planteadas en el Moncada de 1953. (La Batalla de Girn, Quintn Pino Machado, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1983).

Igual cosa haba hecho Eisenhower con el embajador de Guatemala, Guillermo Toriello, quien se entrevist con l un 16 de enero de 1954: "Logr interesarlo con el relato que le hice sobre la lucha de superacin de nuestro gobierno a favor de las grandes mayoras", dice Toriello. "Le hice historias, saqu mapas sobre las tenencias de la United Fruit, puertos, muelles y tierras. Se sorprendi cuando le descubr el panorama de subyugacin econmica en que nos tenan los monopolios extranjeros yanquis" (Tras la cortina de banano, Fondo de Cultura Econmica, Mxico).

Eisenhower desoy todos los argumentos conciliatorios y dio paso a la agresin armada a Guatemala, tal como lo hara seis aos despus, sentando las bases para la invasin a Cuba de 1961.

Al no encontrar respaldo en el Sistema Interamericano, Cuba busc apoyo en el campo socialista, que le brind fraterna solidaridad.

Quiero pelear en Las Segovias!: El Che

El comandante Guevara est delicado de salud y descansa cerca de la playa. Invita a almorzar a Somarriba.

Comandante Somarriba, hoy s vamos a trabajar verdaderamente en la revolucin de tu patria. Yo me ir contigo cuando ya ests combatiendo en Las Segovias, dijo el Che.

En el tiempo que tena de conocer a comandante Guevara me haba dado cuenta de que no luchaba por buscar una posicin en un gobierno, sino que su ideal era liberar a los pueblos latinoamericanos, relata Somarriba.

Yo amo la tierra de Sandino y quiero luchar en esas Segovias de las que tanto he odo hablar. T vas a regresar a Honduras a renovar los compromisos con Villeda -le expres el Che.

Creo que debemos armar a Villeda para que se defienda del Ejrcito, terci Somarriba.

La idea es magnfica. Las armas de Villeda pueden irse con las de Nicaragua. Ofrcele y cmplele. Para eso, tienes el respaldo del gobierno cubano, enfatiz Guevara.

13 de abril: Somarriba se entrevista con el gobernador de Chiapas, Carlos Madrazo, amigo del Che, quien ofrece todo su apoyo. Recluta combatientes en Mxico y Guatemala.

Tegucigalpa, 18 de abril: Somarriba informa a Villeda lo de las armas que le ofrece Cuba y que, cuando comience la lucha en Nicaragua, l puede darle tambin la libertad al pueblo hondureo.

Villeda se desconcierta. Dice que ese es un asunto muy serio. Somarriba le dice que el Che opina que el Ejrcito es una amenaza para el gobierno.

Cmo traeran las armas?, pregunt Villeda.

Recuerde que vendrn los aviones B 29. Ah se trasladarn las armas de Nicaragua y las suyas.

Maravilloso! Se ve que todos los detalles han sido preparados. Se siente la mano del Che. Pero permtame consultar la opinin del presidente del Congreso Nacional, doctor Modesto Rodas Alvarado.

20 de abril: Villeda le pide a Somarriba 5,000 fusiles Garand.

Somarriba regresa a La Habana. El Che est eufrico. Llama a su gente de confianza en La Cabaa y comienzan a cargar, en unos camiones, las armas para Nicaragua y Honduras.

Somarriba y el Che trabajan toda la noche, sin descanso, hasta que acomodan las armas en dos casas desabitadas.

21 de abril: Revisan, arma por arma, para chequear que estn en buenas condiciones, y les borran el nmero de serie con esmeriles. Haba ametralladoras calibre 30, enfriadas por aire (BAR); fusiles Garand calibre 30; carabinas San Cristbal UM, dominicanas; granadas de fragmentacin; explosivos de demolicin; gran cantidad de municiones.

El comandante Eliseo

Al da siguiente, el Che le presenta a Somarriba al comandante Eliseo, Jefe de la Fuerza Area Revolucionaria (FAR). Se lo pone a la orden para que viaje con l a Honduras, y, en un avin de alquiler, sobrevuele la pista area. Luego, le presenta a dos oficiales ms.

ste es el oficial que yo ms quiero en el Estado Mayor. Se llama Onelio Hernndez. l te cuidar cuando t duermas. Lo hago responsable de tu vida. Este otro es Ramn Fernndez, que me ha funcionado como Jefe de Comunicaciones, dijo el Che.

21 de abril: El comandante Faure Chomn, Secretario General del Directorio Revolucionario "13 de Marzo" y jefe de la lucha guerrillera de esa organizacin en la Sierra del Escambray, se ofreci para ir a pelear a Las Segovias. Somarriba le dice que tambin el Che ir a Nicaragua.

Excelente! Nos iremos los dos -exclam entusiasmado Chomn.

Luego, Faure Chomn le present al comandante Carlos Lugo, destacado combatiente del llano y de la lucha guerrillera.

23 de abril: Onelio y Ramn estn atentos para el viaje, con sus pasaportes y una radio porttil.

El Che est un poco preocupado: "Aqu tienes el dinero que promet darte. No est completo, por eso estoy contrariado. El resto te lo mandar a Honduras, con Eliseo. Monta la estacin de radio para que estemos en contacto".

Somarriba relata que en ese momento lleg a la oficina el comandante Ral Castro. Pregunt si al fin se iba a combatir en Nicaragua. Se le hizo un relato pormenorizado de lo actuado en Honduras. El Che le pidi dinero para la expedicin.

Cunto necesitas?, pregunt Ral.

Mucha plata No tienes unos veinte mil dlares?

Tengo unos dos mil dlares.

Y se los entreg al comandante Somarriba.

Al retirarse el comandante Ral Castro, los dos amigos se dieron un abrazo y se despidieron.

Carlos Fonseca y el Che a 48 aos de "El Chaparral"

Por Jess Miguel "Chuno" Blandn

El 17 de abril de 1959, el comandante Carlos Lugo se convierte en el primer combatiente internacionalista que sale de Cuba para unirse a las guerrillas nicaragenses tras el triunfo de la revolucin. Otros cubanos viajaran despus a diversos pases de frica, Asia y Amrica Latina.

Somarriba, Onelio y Ramn tomaron el avin en La Habana. El 24 de abril salen hacia la montaa. Villeda da armas para el entrenamiento.

Por Mxico iniciaron el viaje Virgilio Godoy, Klaus Khul y Aldo Daz. Por Guatemala, Fanor Rodrguez Osorio, Mauricio Morales Crdoba, Enrique Marenco, Silvio Ramrez y los guatemaltecos lvaro Urrutia Ramrez y Ramn Minos Velsquez.

Por Honduras, desde La Habana, vinieron Manuel Baldizn y Enrique Morales Palacios, Anbal Snchez Aruz, Manuel Canelo y Rodolfo Romero.

Somarriba regresa a La Habana el 12 de mayo. Se rene con el Che y el comandante Eliseo, jefe de la Fuerza Area Revolucionaria cubana, quien viajar a Honduras con Somarriba.

"Hay que volar las veces que sea necesario, por la maana, por la tarde y por la noche. Hay que familiarizarse con la ubicacin de la pista. Recuerda que, segn los mapas, si te equivocas, cinco minutos ms y estars volando sobre territorio nicaragense", alert el Che a Eliseo.

En la finca Las Lomas fueron reconcentrados 55 hombres que constituan el grueso de la guerrilla.

Otros 27 combatientes entrenaban en una finca, cerca de Sabana Grande, a 30 kms. de Tegucigalpa, bajo las rdenes del ex teniente Guillermo Duarte.

El comandante Eliseo

El 17 de mayo llega a Honduras el comandante Eliseo. Viaja hacia el lugar donde est la pista de aterrizaje, levanta un mapa para ubicarse desde el aire y alquila una avioneta, con la que hizo varios vuelos sobre la pista. Al principio, volaba muy lejos del lugar, pero cuando se le hicieron seales con una sbana que llevaban Somarriba y Ugarte, finalmente aterriz.

El 20 de mayo, Eliseo regresa a la Habana. Villeda informa a Somarriba que la OEA va a hacer una inspeccin en la frontera. Ya han llegado los helicpteros con pilotos nicaragense, hondureos y norteamericanos.

Somarriba ordena desmantelar las casas de campaa y abrir hoyos para enterrar los desperdicios. Los hombres cambiaran sus uniformes por ropa campesina. Se hicieron tres grupos: uno bajo el mando de Onelio; otro bajo el mando del comandante Carlos Lugo y otro que jefeaba Manuel Baldizn.

Somarriba y Ugarte se dirigieron al parque de Danl, disfrazados de campesinos. Dos helicpteros aterrizaron en el parque e interrogaron a varias personas.

"En la comisin vena Francisco Boza, de la GN, a quien yo reconoc. All escuchamos expresiones como: Aqu no hay nada", relata Somarriba en sus memorias.

Villeda estaba visiblemente emocionado.

"Ya me hablaron de la fuerza armada y dicen que no encontraron nada, todo ha sido un xito", expres Villeda.

El jefe rebelde regresa a La Habana el 24 de mayo. Se rene con el Che y le informa que la OEA no pudo detectar nada.

Faure Chomn le comunica que le entregar a otros dos combatientes: el capitn Camilo Djer y el estudiante Marcelo Fernndez. Ambos viajan con Somarriba a Honduras.

Las vacilaciones de Villeda

Entrevista con el presidente Villeda, el presidente del Congreso Nacional, Modesto Rodas Alvarado, y el diputado Mario Armando Idiquez. ste dice que, quiz, cinco mil garands son muy difciles de esconder. Somarriba afirma que si el ejrcito descubre la conspiracin, es igual que sean cien rifles o cinco mil. Insiste en que lo mejor ser reunir a los lderes del partido de Villeda, organizar a la gente y distribuir las armas.

Al da siguiente Villeda fue el primero en hablar:

"Comandante Somarriba, s que usted no estar de acuerdo con nuestra decisin, pero circunstancias muy especiales nos obligan a no aceptar las armas ofrecidas. Nuestra preocupacin es enorme porque, histricamente, le estamos fallando a nuestro pueblo. Si usted triunfa en Nicaragua tendremos un gobierno amigo, que apoyar a mi gobierno. Le ruego, encarecidamente, transmita al comandante Ernesto Che Guevara nuestra gratitud, a nombre mo y en el de mi oprimido pueblo.

Aunque Rafael Somarriba no lo saba, en ese momento se estaba marcando el trgico final de la guerrilla de El Chaparral.

Aleida March

La Habana. Reunin con el Che. "Me est esperando Aleida March; en ella est encarnada la revolucin profundamente. Comparte con el Che todos los secretos de sus luchas revolucionarias. Ella es mi amiga y colaboradora con la lucha nicaragense",relata.

-Los aviones que se van a utilizar ya los he cambiado de la base militar a la pista del balneario de Varadero --dijo el Che--. Y qu pas con las armas que les bamos a dar a los hondureos?

-Ese asunto se jodi, hermano. Al principio haba una gran decisin, pero cuando comenc a apretar los tornillos, se rajaron. Pero dijeron que nos iban a seguir ayudando.

-Entonces --dice el Che--, quieres decir que vas a echar reata t solo?

-Solo no, que no ests t detrs?

-Qu lstima. Los hondureos nunca van a tener otra oportunidad como sta para deshacerse del ejrcito.

Luego, el Che habl de las armas:

-T no puedes viajar con los aviones que llevan las armas. Tienes que viajar aparte para esperarlas en las montaas. No corras riesgos innecesarios, porque, si te pasa algo, se jodi todo. Selecciona a los hombres de ms confianza para que, junto contigo, estn a la expectativa de la llegada de los aviones. Yo no te voy a dar hora ni da. Esta operacin es una de las ms delicadas.

-Va a ser de da o de noche? --pregunta Somarriba.

-Tienes que estar pendiente las 24 horas. Inclusive, Eliseo tiene instrucciones de que si durante el vuelo los siguen algunos aviones, que tire al mar todo el cargamento. Este asunto slo hay dos personas que lo saben: t y yo.

Ral Castro al frente

Rafael regresa a Honduras a preparar todas las condiciones para la llegada de las armas.

Habla con Edgar Alvarado, contacto en Guatemala, para que compre pistolas. Le entrega diez mil dlares para adquirir diez pistolas.

"En mi maletn yo andaba cien mil dlares --afirma Somarriba--. Edgar Alvarado nunca regres, ni los diez mil dlares tampoco".

La Habana. Nueva reunin.

Tengo muchos problemas graves. Por eso no te he mandado las armas --le informa el Che, quien no se est un momento quieto, caminado, dando vueltas en la habitacin. De pronto, en tono exaltado, le dice a Somarriba:

-Mira, hermano, pase lo que pase, el movimiento revolucionario de Nicaragua no se va a detener. Quizs hasta yo vaya contigo desde el primer momento.

"Durante la cena, el Che sigui hablando de sus problemas y yo no pude seguir comiendo", cuenta Somarriba.

-Ya se te quit el hambre.

-La verdad, s; ya me contagiaste con tus problemas.

-Fidel me ha ordenado que maana salga para Yakarta, Indonesia.

-Y entonces, qu pasar?

-Bueno, esa es la decisin que estoy tratando de tomar.

"Despus, pasamos a otro tema y el Che me invit a su matrimonio con Aleida March, a realizarse el da siguiente".

-No me voy. Primero Nicaragua y despus me ir --dijo al despedirse el Che.

"Al siguiente da asist a la boda de mis dos grandes amigos: el Che y Aleida, relata Somarriba.

"El Che, como siempre, con su apariencia humilde, pero con ciertos destellos de felicidad en el rostro. Aleida, tambin humilde, pero extremadamente feliz.

"Cuando la ceremonia termin, el Che me llam aparte y me present a un oficial llamado Hernaldo Lpez, informndome que l sera el enlace entre el comandante Ral Castro y yo", contina Somarriba.

-El comandante Ral Castro est enterado de nuestros planes. Ral se encargar de Nicaragua.

"Luego nos quedamos solos, el Che, Aleida y yo. El Che me dijo: Mira hermano, yo no me voy de Cuba sin antes haberte enviado las armas. Regresa maana en la maana".

Los aviones B 29

Pueden 55 hombres derrotar a todo un ejrcito? Esa pregunta se la hacan, repetidamente, los miembros de la guerrilla, en las plticas que se producan, necesariamente, despus de cada entrenamiento. Pero ahora, tenemos el apoyo de dos gobiernos: Villeda y Fidel. Adems, est el pueblo. El pueblo, siempre el pueblo.

Llegarn los aviones? Y si se van en promesas, como siempre ha sucedido? Ah! Si viniera el Che! Haban sido das de mucha tensin. La tropa era heterognea, la mayora no se conoca. Haban pasado das y noches enteras vigilando la pista, esperando los B 29. Manuel Baldizn daba instrucciones: medir una extensin de unos 600 metros a lo largo y 60 metros de ancho. Quitaron troncos y piedras que pudiera daar el tren de aterrizaje. Colocaron sbanas extendidas para que los pilotos ubicaran la pista. En la noche, se preparaban fogatas para orientar a los pilotos.

La tensin aumentaba. Y si no llegan las armas? Y si Cuba no puede cumplir? Y si los aviones son interceptados?

Hay impaciencia y cierta desmoralizacin. Somarriba recorre la pista. Les da bromas a los combatientes; ellos tambin bromean.

-Comandante, yo creo que nos dejaron enganchados. Los aviones nunca van a venir --dicen los ms escpticos.

Somarriba re para inyectar seguridad. Para que puedan soportar la larga espera, los rayos del sol que queman, de forma inclemente, en el da.

Ocurri el da siete de junio, a las cinco y media de la tarde. Se escucha un gritero en la pista: Los aviones!

Dos imponentes bombarderos B 29 aparecen en el cielo azul y despejado.

En medio de un ruido ensordecedor, aterriza el primer avin, que se repliega hasta el final de la pista, para dar paso al segundo, que an est en el aire.

El primero en saltar a tierra es el comandante Eliseo, que abraza a Somarriba.

-Comandante, aqu estamos. No sabe cunto nos ha costado hacer esta operacin, pero todo ha salido perfecto.

Aterriza el segundo avin y se comienzan a descargar las armas, material mdico, casas de campaa, uniformes y botas militares.

Haba sido una operacin perfectamente sincronizada y cronometrada: dur 35 minutos.

Una vez descargados los aviones, Eliseo entrega a Somarriba el dinero prometido por el Che y una carta manuscrita, donde se despide de l y le reitera su inquebrantable decisin de pelear en Las Segovias, tan pronto sea posible.

Eliseo le dice:

-Comandante, nuestro Che se va maana para Yakarta. Le manda un fuerte abrazo y le pide que se cuide por el bien de Nicaragua.

"Cuando Eliseo me dijo eso, estaba llorando", relata Somarriba.

Los aviones se enfilan nuevamente hacia Cuba. Ya con los motores encendidos gritan:

Viva la revolucin cubana! Patria o Muerte, Venceremos!

Los nicaragenses contestan:

Viva la revolucin nicaragense! Patria libre o morir!

Manuel Baldizn

Los combatientes cubanos se mostraban muy impresionados por las cualidades combativas de Manuel Baldizn, quien haba adquirido una gran experiencia con el general Ramn Raudales. Les preocupa la ausencia de la organizacin y coherencia orgnica, as como tambin del sentido del clandestinaje, que caracterizaba al Movimiento 26 de Julio.

Fanor Rodrguez Osorio afirma, en entrevista que nos concedi en 1979, que l haba interceptado, en la radio, noticias de una reunin entre Andrs Espinoza, jefe de las tropas hondureas en la regin, y la guardia somocista, en Teotecacinte.

l pasaba un informe diario, nos dijo, a los jefes, sobre las noticias captadas al ejrcito nica y al hondureo.

El presidente Villeda informa a los responsables polticos, en Tegucigalpa, que el ejrcito hondureo se moviliza en una operacin de bsqueda y aniquilamiento.

Tal informacin, no es recibida por los guerrilleros, ya que la gente de Tegucigalpa los cree ya en territorio nicaragense.

A orillas del ro Chichicaste, se dividen las fuerzas en tres columnas: la vanguardia, con el Estado Mayor, al mando de Somarriba. La columna central, al mando del comandante Carlos Lugo, y la retaguardia, comandada por Onelio Hernndez.

Carlos Fonseca Amador

El 21 de junio llegan al campamento Ramn Raudales. Vienen siete hombres ms. Uno de ellos es estudiante.

-Cmo te llamas?, pregunta Somarriba.

-Carlos Fonseca Amador. Estuve en Tegucigalpa, decid salir hacia Danl.

Somarriba estaba preocupado por el aspecto fsico del nuevo combatiente. Su cuerpo era muy delgado y llevaba unos lentes enormemente gruesos.

-Por qu slo a m me interroga?

-Porque estoy preocupado por ti. Toda esa gente que ves, ha tenido un entrenamiento de tres meses en la montaa. Te veo muy dbil. Me preocupa tu vista, llevas unos lentes muy fuertes, eso significa que eres corto de vista.

-Soy estudiante y soy revolucionario. Djeme probar. Creo que puedo aguantar.

Onelio tambin opinaba que el estudiante iba a ser un problema porque no iba a aguantar las caminatas. De todos modos, se le entreg un rifle garand, una mochila y cien cartuchos. Los nuevos hicieron prcticas de tiro.

"Carlos Fonseca lleg a decirme que quera estar en la columna donde fueran ms estudiantes. Yo le expliqu que la organizacin era temporal, que bamos a cambiar de posiciones y hasta de jefes de columnas", apunta Somarriba. "Le expliqu a los oficiales cubanos que los muchachos nicaragenses deban de ser los jefes, porque ya bamos a entrar a territorio de Nicaragua. La primera orden que di fue que Manuel Baldizn Richardson sera el segundo al mando con el grado de capitn. El cargo de Carlos Lugo lo asumi Enrique Morales Palacios".

Siguieron hacia el sur.

"Me informan que el muchacho estudiante estaba agotado. No aguantaba el fusil", relata Somarriba.

-Te acuerdas que te molestaste porque te preguntaba? Yo no te puedo dejar botado en la montaa, pero tampoco puedo retrasar la marcha de la revolucin por esperarte.

-Yo quiero ir a la lucha. Cmbieme de posicin.

-La posicin no tiene que ver. Todos vamos a pie y en las mismas condiciones.

-Y qu piensa hacer conmigo?

-Lo mejor sera que regresaras. Ms tarde te puedes integrar a la lucha urbana. Ya ves que la montaa es un enemigo feroz.

-Cmbieme el arma por una liviana.

"Orden que le entregaran una carabina San Cristbal, que es ms liviana, y que le quitaran las mochilas. Lo pasamos a la primera columna que yo comandaba y donde iban los otros estudiantes", recuerda Somarriba.

En marcha hacia Nicaragua

22 de junio. Borde norte de El Chaparral. "Onelio, Carlos Lugo y yo hacamos una inspeccin de todos los miembros de las columnas. Nos alarmamos al ver al estudiante Carlos Fonseca Amador. Los mosquitos le haban destrozado la cara a picotazos. Estaba increblemente inflamado. Nuestro mdico trat de ayudarlo, pero l tena la piel muy sensible", rememora.

-Te dije que ibas a tener muchos problemas y nos vas a causar muchos retrasos.

-Djeme seguir. Yo quiero combatir. A m nadie me mand. Yo vine por mi cuenta.

"A m me agrad su actitud -contina- ,y le dije:

-Iremos hasta el final, suceda lo que suceda.

En ese momento lleg un campesino llamado Chebo, conocido de Baldizn en anteriores guerrillas. Dijo que venan 30 hombres ms. Decidieron esperarlos, porque as dividiran la carga. Las mulas ya no aguantaban.

Captan, en la radio, instrucciones de la Guardia Nacional a una patrulla que se movilizaba entre Ocotal y el Jcaro. El comandante de Ocotal informaba a Managua que no haba novedad.

"Basado en esto, yo orden que marchramos hasta colocarnos en la parte sur de El Chaparral, frontera con Nicaragua. Envi dos columnas a territorio nicaragense, una al mando de Baldizn y otra al mando de Onelio, para explorar el terreno por donde entraramos al da siguiente".

"Manuel Baldizn inform que haba observado un puente por donde, supuestamente, pasaba un camin de la guardia. Onelio inform que no haba encontrado nada y que crea que la entrada estaba fcil", dice Somarriba

Una verdadera carnicera

24 de junio, 4 a.m.: Guillermo Vlez inform que los hombres que estaban con l haban desertado. Eran los dos guatemaltecos. Se form una patrulla al mando de Harold Martnez para perseguirlos y fusilarlos, pero no pudo alcanzarlos.

A las 12:45 p.m. la tropa es atacada por la retaguardia. Es el ejrcito hondureo.

"No podamos distinguir al enemigo, pero contestamos el fuego en forma eficiente -relata Somarriba--. Media hora despus de haber iniciado el combate, comenzamos a recibir fuego por la vanguardia. Claramente se oan ametralladoras 30 y 50. Tambin ramos atacados con morteros y granadas de rifle.

"Yo sal a hacer un recorrido de nuestras filas, en compaa del joven Vctor Lara, guatemalteco, mi ayudante.

"Muere nuestro compaero Jos Arostegu, quien defenda su posicin, con la ametralladora 30, valientemente.

"En el puesto del Estado Mayor, se encontraba conmigo el comandante Onelio Hernndez, quien fue herido mortalmente por una rfaga de ametralladora que lo toc dos veces seguidas.

"Los guerrilleros gritaban: Viva la revolucin!. La soldadesca hondurea responda: Rndanse, hijos de putas!

"Se hizo un alto y el comandante de la fuerza hondurea quiso parlamentar conmigo. Indicamos un rbol para reunirnos. Ambos venamos con nuestros ayudantes. No habamos empezado a hablar cuando una rfaga de ametralladora nos ba, cortando el vstago del rbol. El comandante Andrs Espinoza me dijo que tena rdenes de la embajada americana y de la Comisin Militar Mixta que no deba haber prisioneros. A esto le contest yo: No tenemos nada que hablar, sigamos combatiendo. Ambos regresamos a nuestros puestos de combate y el fuego se reanud.

"La Guardia atacaba la vanguardia y los hondureos nuestra retaguardia. Los miembros de las columnas sostenan el fuego valientemente. Estaba conmigo el comandante Onelio Hernndez, gravemente herido; tambin Marcelo Fernndez y Anbal Snchez Aruz. Una segunda rfaga de ametralladora hiere al comandante Onelio. Marcelo Fernndez me dice que nuestra ametralladora 30 est silenciada. l quiere quitar el cadver de Arostegu y hacerla funcionar nuevamente. Marcelo corre del puesto del Estado Mayor hacia la ametralladora, pero cae muerto. Anbal Snchez vuelve a su puesto de combate y cae heroicamente.

"Yo trato de vendar las heridas de Onelio. Lo puse entre mis piernas y lo vend lo mejor que pude. Despus, lo arrastr hasta un enorme rbol de ceiba, que estaba como a diez pasos. Una granada de rifle me alcanz, me arranc la faja de la cantimplora y la pistola 45. El impacto me lanz a unos cuatro metros de distancia y ca en un lodazal. Cuando me recuper, regres donde Onelio. Ya no poda hacer nada por l. Las heridas eran enormes y mortales.

"Como a diez pasos de donde yo estaba, se encontraba combatiendo el estudiante Carlos Fonseca Amador. Los soldados seguan gritando: Rndanse, hijos de putas!.

"De repente, el muchacho se puso de pie y grit: Viva la revolucin nicaragense! Viva Sandino!, y cay al suelo, herido. En el suelo, me grit: Comandante, ya me mataron!

"Como el herido sigui gritando, yo fui con mi ayudante al lugar donde estaba cado. Le acomodamos la cabeza sobre un montn de hojas y le prohibimos que hablara porque la hemorragia del pecho era abundante.

"Mand a traer al mdico, doctor Barboza, pero a ste lo mataron cuando vena hacia nosotros. La sangre flua abundantemente por el pecho del estudiante. Los ojos los tena cubierto de lodo. Me dijo que quera hablarme. Quiso incorporarse, pero no lo dej. l no hizo caso y me dijo: Comandante, promtame dos cosas, que no me va a dejar tirado aqu en la montaa. Segundo: que la revolucin no se detendr.

"As es. Si caemos, otros levantarn nuestros fusiles, le contest.

"Ya casi desmayndose, murmur: Combatamos... Viva Sandino!

"Yo regres al Puesto de Mando, y luego fui a ver a otros heridos. La ametralladora que haba herido a Onelio segua barriendo el centro de nuestro campamento.

"Despus que hice el recorrido para contar heridos y muertos, regres donde Onelio. Estaba agonizando. Acomod el can de mi fusil telescpico e hice el disparo. Vi saltar sobre el peasco al artillero, junto con la ametralladora, que caa en el abismo.

"El combate continu unas dos horas y media. El fuego era cada vez ms intenso. Cuando fui nuevamente a reconocer las lneas, vi que tena varios muertos y muchos heridos.

"El comandante de la tropa hondurea nuevamente grit: Paren el fuego! He recibido nuevas instrucciones. Podemos negociar la rendicin.

"Ellos pararon el fuego y nosotros tambin. Luego, reunimos al comando central compuesto por el comandante Carlos Lugo, el capitn Camilo Djer y el capitn Manuel Baldizn, para discutir la rendicin. Escuch sus opiniones, volvieron a sus posiciones de combate y yo fui a un sitio abierto a hablar con el comandante hondureo. ste me dijo que estbamos rodeados por dos semicrculos, los del norte eran hondureos y los del sur guardias somocistas. Prometi que respetara la vida de todos. Decid la rendicin.

"Sin embargo, una vez rendida la columna guerrillera, fueron asesinados tres compaeros ms a sangre fra y a mansalva".

Describiendo el combate, Aldo Daz Lacayo nos dice: "El ejrcito estaba a unos 15 metros arriba de la guerrilla. Yo estaba a unos diez metros. Manuel Baldizn a un metro, donde comenzaba la subida.

"Cuando ya la tropa estaba rendida, Manuel Baldizn resbala y lo ametrallan. Fue un asesinato.

"Los cubanos daban la vida por Somarriba. La organizacin del movimiento que hizo Rafael fue perfecta. Planificar el aterrizaje de los aviones en Honduras, con las armas, fue una proeza.

Por qu Somarriba se qued en ese lugar? l confiaba en que los militares le eran fieles a Villeda. Era un sitio favorable para la alimentacin. Haba un ro. Eligi un campamento con una logstica adecuada".

Hroes por la libertad

Los hroes cados: Antonio Barbosa, Anbal Snchez Aruz, Jos Manuel Arostegu, Manuel Canelo, Manuel Baldizn, Enrique Morales Palacios y Adn Surez Rivas, nicaragenses. Onelio Hernndez y Marcelo Fernndez, internacionalistas cubanos. Todos fueron enterrados en una fosa comn.

Los soldados despojaron a los heridos y a los muertos de todo lo que tenan. A Carlos Fonseca, creyndolo muerto, comenzaron a bolsearlo, pero ste hizo un movimiento e impidi que le robaran.

Los sobrevivientes fueron amarrados con los dedos gordos hacia atrs. En fila marcharon entre la montaa hacia Danl.

Despus de tres das de vejaciones y sufrimientos, los prisioneros llegaron por la madrugada a Tegucigalpa, donde centenares de hondureos, especialmente estudiantes, los recibieron con gritos contra el ejrcito. Los heridos fueron llevados al hospital San Felipe.

Agona de Carlos

Segn el combatiente Octaviano Mantilla, quien entrara luego con el comandante Julio Alonso y que era compaero de estudios de Carlos Fonseca, ste agoniz toda una noche.

"Yo estuve cuidndolo y se le oa un gran ruido en el pecho, como que se estuviera ahogando.

"A media noche lleg un sacerdote a confesarlo, pero Carlos no acept. Yo le toqu el pecho y le sent una pelotita resaltada. Llam al mdico, ste le hizo una pequea incisin y sali la bala junto con un borbolln de sangre. Carlos lanz un gran grito y despus ya respir tranquilo", relata Octaviano (Tano) Mantilla. (Entrevista con el autor).

Los prisioneros fueron conducidos al Primer Batalln de Infantera.

"Fuimos torturados, vejados, ultrajados. Nos vimos obligados a hacer una huelga de hambre", relata el comandante Rafael Somarriba.

Aparecen los norteamericanos

"Estuvimos incomunicados unos cuatro das --sigue diciendo el jefe guerrillero-- hasta que lleg el presidente Villeda a visitarnos. Al verme, se sorprendi porque las agencias internacionales informaron que yo haba muerto. Villeda orden que me llevaran a una oficina para hablar conmigo. "Cuando pasaba por un corredor, vi a oficiales nicaragenses, hondureos y gringos reunidos. Villeda, con lgrimas en los ojos, me dijo:

-Somarriba, yo no lo traicion. Los Somoza compraron al jefe del ejrcito, coronel Osvaldo Lpez Arellano. Son tan canallas que, en esa oficina, estn negociando el canje suyo con el coronel Armando Velsquez Cerrato, a quien Somoza tiene preso en Nicaragua. Eso no lo voy a permitir. Tendran que matarme primero.

-Seor presidente, pngase en contacto con Fidel o Ral. Ellos le dirn lo que tiene que hacer.

"Dos das despus, el presidente fue a visitarme y me dijo que ya haba hablado con Fidel".

El tres de julio de 1959 el comandante Rafael Somarriba, al mando de los sobrevivientes de El Chaparral, sala hacia Cuba en un avin expreso.

Siempre confiamos en l

El comandante Carlos Lugo, entrevistado por nosotros recientemente, declara --con evidente lealtad y admiracin hacia Somarriba; admiracin que es compartida por el capitn Camilo Djer-- que el Che sigui confiando en Somarriba y le asign una nueva misin en Nicaragua, en 1960, en la que lo acompaara.

"Consegu la visa para Honduras el 14 de octubre de 1960, pero la visa de Mxico me la demoraron mucho y ya no pude acompaarlo. l se fue solo. El objetivo era entrar desde El Salvador, por el Golfo de Fonseca, en una panga, para conversar con revolucionarios nicaragenses y formar una organizacin que apoyara internamente un nuevo intento.

"Somarriba fue, en todo momento, un verdadero revolucionario y sus detractores son inconsistentes", finalizan diciendo el comandante Lugo y el capitn Djer.

Todo hace indicar que esta nueva misin la preparaban, individualmente, Somarriba y el Che, quien, hasta el ltimo momento, so con pelear en Las Segovias de Sandino.

Ese mismo ao, el nicaragense Chster Lacayo es fotografiado saliendo del Pentgono y luego detenido en Cuba, acusado de traicin.

Eso, posiblemente, afect los nuevos planes conspirativos de los dos revolucionarios.

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El Che y la guerrilla nicaragense por Jess Miguel (Chuno) Blandn

Managua, Nicaragua - Domingo 28 de Octubre de 2007Durante casi medio siglo, el gobierno cubano ha mantenido, casi como un secreto de Estado, la participacin del Che Guevara en la guerrilla nicaragense de 1959. Aunque se ha divulgado ampliamente la actuacin del Che en frica y otros pases, lo de Nicaragua es algo poco menos que ignorado.

Todo esto, quizs, fue para no darle argumentos a la agresin norteamericana que saldra, precisamente, de Nicaragua, y en la que tuvo un papel destacado el testimonio delator de un nicaragense: Chster Lacayo.

Hoy, casi medio siglo despus, salen a la luz los ms ntimos detalles sobre la preparacin de la guerrilla nicaragense, en 1959, impulsada, organizada y armada por el Che Guevara, a quien Fidel Castro le haba confiado apoyar la revolucin en Nicaragua, mientras Camilo Cienfuegos hara lo propio en Dominicana.

El Che quera pelear en Las Segovias; probablemente habra muerto en Nicaragua, pero Fidel se opuso a ese viaje y lo mand a Yakarta, Indonesia.

stos y otros detalles son revelados por el comandante Rafael Somarriba en su libro indito Memorias de mi vida revolucionaria, escrito en los aos 80.

Somarriba, mximo jefe militar y poltico de El Chaparral, muri viejo y olvidado, pero fiel a su ideal revolucionario y, sobre todo, a la fraterna amistad con el Che Guevara.

Fue atacado y calumniado, y hasta se le acus de ser del FBI, pero el comandante Carlos Lugo, hroe viviente de la revolucin cubana, segundo al mando en El Chaparral, lo defiende y afirma que era un revolucionario, que jug un gran papel y que el Che nunca le retir su confianza.

El comandante Somarriba mantuvo una buena amistad con el intelectual Carlos Chamorro Coronel, as como con el autor y, antes de morir, entreg al primero su libro Memorias de mi vida revolucionaria, para que fuera publicado despus de su muerte.

As lo hacemos hoy, en gran medida, en estos trabajos

Guatemala, mayo de 1954 (11.00 p.m)

-Cuntos hombres tiene el Batalln Somoza?La pregunta la hace un joven mdico argentino al nicaragense Rodolfo Romero, jefe de la Brigada Augusto Csar Sandino, en plena revolucin de Arbenz

-Tiene 800 hombres respondi Romero.

-Y 800 hombres mantienen prisionero al pueblo de Nicaragua?Los aviones venidos de Nicaragua bombardeaban Guatemala.

-El Batalln Somoza es la brigada elite, pero hay destacamentos de la Guardia en todo el pas.

El mdico Ernesto Che Guevara, conocido despus como el Che, se sent en el suelo y puso a un lado su mochila.

Estaban en un edificio de la 5ta. Avenida. Romero era el responsable y el Che, que haba pasado por Nicaragua, traa una carta para Edelberto Torres Rivas.

Como el encargado del turno no haba llegado, el Che se ofreci para hacerlo.

-Sabes disparar la carabina? le pregunt Romero.-No, no s cmo usarla.

Entonces el nicaragense Rodolfo Romero le ense a disparar al Che, quien desde entonces estara vinculado con nuestra historia y ya se interesaba por la Guardia Nacional

Cinco aos ms tarde

Fortaleza La Cabaa, La Habana, enero de 1959: el Che Guevara recibe en su oficina a la Dra. Concepcin Palacios y al ex teniente Rafael Somarriba, nicos nicaragenses que haban llegado a Cuba. El Che ordena a su ayudante que haga un pase para Somarriba.

-Ven maana, pero solo le dice al ex militar.

Desde el primer momento, surgi una corriente de simpata entre el Che y Somarriba. Ambos eran jvenes, uno con experiencia en la guerrilla y otro formado en la Academia Militar.

Somarriba acompa al derrocado presidente Leonardo Argello, en 1947. A punta de pistola se abri paso en la Embajada de Mxico y a punta de pistola sali al aeropuerto acompaando a Argello hasta su muerte.

El Che comenz a pagarle el hotel a Somarriba. En febrero, comenzaron a llegar los exiliados nicaragenses de Mxico y Centroamrica, quienes entraban y salan de La Cabaa, ofrecindose para el cargo de comandante militar de la revolucin en Nicaragua

Fusilamientos en La Cabaa

6 de marzo de 1959: relata Somarriba que estuvo esperando durante varias horas al Che. Haba trabajado hasta las seis de la maana y estaba durmiendo. Era cuando, a diario, se fusilaban a criminales de guerra. Trabajo agotador para el Che, que ejerca la primera autoridad militar en la provincia de La Habana.

Algunas veces, yo dorma en su casa y no podamos hablar, aunque durmiramos en el mismo cuarto. Llegaba tan extenuado que se acostaba con el mismo uniforme de campaa y las botas. Yo lo admiraba y senta respeto y agradecimiento por l. No fue en una, sino en muchas ocasiones que, sentndose en la silla y balancendose, me dijo: Hablemos de Nicaragua, no me mires que estoy cansado; quiero hablar de la revolucin de Nicaragua, porque la siento ma. Y hablbamos, a pesar de su cansancio y el asma que lo agotaba, relata con emocin Somarriba. Agrega que lleg a tener una gran amistad con Aleida March, quien sera esposa del Che, y l era un miembro ms de la familia

Poda comer y dormir en la casa siempre.

6 de marzo 2.00 p.m: El Che almuerza con Somarriba-Cmo me ves? Me siento muy mal. Ya vi al mdico y me recomend reposo absoluto. Pero esto es slo entre los dos. No quiero enfermarme. No me preocupan tanto los problemas de Cuba como los de Nicaragua. Estos polticos nicaragenses, por estarse peleando, han retrasado todo. No s cmo me sentira si, por mi enfermedad, se atrasara la liberacin de Nicaragua.

El comandante haba expresado a los lderes nicaragenses que, en su opinin, el comandante militar deba ser Somarriba, lo que les concit a ambos, Somarriba y el Che, la inmediata animadversin de todos.

-Pase lo que pase, la cosa seguir hasta el final, y quiero decirte Somarriba que, cuando ests peleando, me ir contigo. No te preocupes por los polticos. Ellos no representan nada, ni determinan nada

Las cosas las iremos resolviendo t y yo.

Yo quiero que t, Rafael, te encargues de estudiar la lucha insurreccional. Creo que t y yo nos comprendemos muy bien. Sers el jefe de la revolucin para garantizar que la seguridad de las armas y la revolucin estn en buenas manos. La nuestra, ya dej de ser una simple amistad, ahora es fraterna. Mi comandante, lo espero maana en la maana.

Un da me dijo el Che afirma Somarriba: Hombre, qu triste es esta lucha. Parece que los nicaragenses quieren destruirse entre s. El movimiento se est desprestigiando aqu en La Habana. Venden bonos sin control, hacen expediciones no autorizadas, como la de Chster Lacayo. Tengo la impresin de que los nicaragenses son irresponsables e irredentos

Llega la gente de Venezuela y Managua

Ellos representaban a los partidos Movilizacin Republicana, Renovacin Nacional, Socialcristiano, Socialista, Liberal Independiente y Unin Patritica Nicaragense de Venezuela.

El Che le dijo que los nicaragenses han hecho ms dura la ya de por s difcil tarea de la unificacin. Hemos estudiado detenidamente a todos los que pretenden luchar por la revolucin. Yo, de forma personal, he llegado a la conclusin de que el nico que representa garantas y tiene aceptacin de Cuba es Rafael Somarriba.

El Dr. lvaro Ramrez Gonzlez propuso la formulacin de un documento para las bases de la unidad, que fue firmado por Guillermo Crdoba Rivas, Roberto Bermdez Alegra, Manuel Prez Estrada, Juan Jos Meza, Armando Amador, Jos Simn Delgado, Dra. Concepcin Palacios y el jefe de la revolucin Rafael Somarriba, quien fue reconocido por todos.

Recordando este momento, el Dr. lvaro Ramrez nos dice: Yo iba como representante del Partido Socialista. Manuel Prez Estrada iba como Secretario General del PSN. En Caracas nos recibe el gobierno de Betancourt y vamos en un avin expreso a Cuba, Llevbamos la consigna de unidad nacional, gobierno pluralista. As se firm la Carta de La Habana.

Somarriba era un hombre joven y sencillo. Su vida no estaba contaminada por lucros personales, en un ambiente donde muchos haban hecho de la poltica un modus vivendi. Tena conocimientos militares

(Entrevista con el autor).

Por su parte, el historiador y prestigiado intelectual Dr. Aldo Daz Lacayo, quien vendra como soldado en El Chaparral, nos dice: La Habana estaba llena de personalidades polticas que provocaban la confrontacin. El Che no soport. Estaba harto. Lo ms grave era que los viejos queran que otros pelearan por ellos, que vayan otros. El nico que se prest para la lucha fue Somarriba, a quien los viejos excluan. La mayora lo impugnaba porque no lo conocan, no se les tomaba en cuenta en la designacin de Somarriba.

Aldo reclama al Che en ese sentido. El Che le responde: Tienes razn, pero no te preocupes.La lucha ir dando los lderes.

Los polticos que haban llegado a La Habana dice Aldo-, an sin quererlo, eran industriales de la revolucin. Mientras ms grandilocuentes, se sentan ms revolucionarios. Discursos retricos y radicales, al gusto del que los patrocinaba. El nico que no present manifiestos, ni haca declaraciones, ni quera pelear desde afuera, era Somarriba. Mientras otros vociferaban, Somarriba callaba. Los nicaragenses hacan reuniones pblicas, el Che haca reuniones compartimentadas, hasta terminar conspirando con Somarriba. (Entrevista con el autor). En cuanto al comandante Carlos Lugo y capitn Camilo Djer, internacionalistas cubanos que combatieron en El Chaparral, ambos elogian la trayectoria de Somarriba como revolucionario nicaragense y, especficamente, su labor en los preparativos de la guerrilla y en la propia accin de El Chaparral (Entrevistas con Lugo y Djer).

Comentarios de nuestros lectores

CarlosSolamente quien ha estado en la guerra comprende lo que es el olor a polvora y el sabor de la sangre, para los cobardes y traidores los revolucionarios seguiran siendo vagos y asesinos.Aunque a estos guerreros se les deba la libertad que ahora existe en Nicaragua.

joseffNo me sorprprende que ensalsen a un asesino tan sanguinario y triste el "che"guevara,todavia dice este senor que llegaba cansado de asesinar,claro un asesino en serie o en masa,nunca se cansa,esa es la "justica que pregonan los sanguinarios comunistas y murio como cualquier animal,abandonado y acobardado,tremendo heroe el que se gastan ustedes los sandinocomunistas,la verdad que las guerrillas en Nicaragua no daban bola cuando se enfrentaban sola a la GN,el merceanrio che fracaso con su teoria

xtianrzUna bola de vagos!!! No saben que hacer en tiempos de paz. Esta gente no sabe organizar ni administrar un pais. Solo para pelear sirven- como pandilleros.

Daniel murilloEsto es otra maniobra de los oligarcas para desacreditar a nuestra gloriosa vanguardia y a sus dueos, esos son cuentos imperilistas que solo pueden salir de la mente calenturienta de Wlater Disney, Daniel desde que nacio estaba predestinado con Arnoldo, ellos han recibido visitas del espiritu santo y les han dejado saber que este pedazo del paraiso en la tierra que llamamos nicaragua, es de ellos

Rudy CherryNIcaragua fue libre hasta que gente desonesta como el che y otros malos nicaraguenses se envolvieron en las armas para inmiscuirse en los gobiernos ajenos. No pudiron politicamente contra Somoza, no tenian la inteligencia ni el coraje y metian las manos sucias. Fusilaban en Cuba. Ah que asesinos! Un argentino fusilando cubanos! Que asco! Y hoy lo mantienen en linea de fuego informativa.Ojala que ningun nica mas siga ese mal ejemplo y se dediquen a la politica honesta o al trabajo productivo.

BenjaminRecientemente subastaron varias pertenencias del Che, un mechon de pelo, fotos, mapas, huellas digitales, etc., pero no subastaron la mas valiosa pertenencia que andaba el dia que murio: un reloj Rolex de varios que tenia. Saben lo que costarian esos relojes en aquellos tiempos? Tambien hay un presidente de los pobres que se transporta en Mercedes Benz. Que contradicciones las de los comunistas!!!

olimpoEs indudable que quien escribe la historia es el ganador de la guerra y el que gana la guerra es porque ha sido el mas sanguinario - no el mas humano - por lo tanto la historia no absuelve y seala a quyien ha sido el genocida.-- sin comentarios la revolucion nicaraguense(?) - llegava un grupo de guerrilleros, se tomaban un barrio, al llegar la G.N. hacian retirada tactica - quien ponia los muertos (?) las familias que no podian hacer la retirada tactica. - no es maquiavelo - es el genocidio.

Cptn. Raul AlcntaraAlcntara, para quienes vivieron esa poca lo recordaran muy bien, el y varios hombres del Che fueron apresados cuando intentaban salir de Cuba a combatir en Nicaragua, aos despus fueron reconocidos y ascendidos en el Ejercito Cubano. Es cierto que el Che no vino a combatir a Nicaragua, pero no solo por la divisin de los polticos, sino por la traicin de sus principales lideres como Rodolfo Romero y Noel Guerrero, creo que uno de ellos aun vive en Granada, seria bueno lo busquen y lo entrevisten. Que nos dir?