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El capital El capital (en alemán: Das capital), de Karl Marx es, como reza su subtítulo, un tratado de crítica de la economía política; al mismo tiempo, ha sido también leído como una obra de filosofía, como un tratado de economía, o como un tratado político sobre las relaciones de dominación entre las clases, de un lado los proletarios y de otro los burgueses. Autoría y Edición Marx trabajó en una intensa investigación y en la redacción de un extenso manuscrito de su obra, principalmente entre 1861 y 1863, sin embargo solo alcanzó a publicar en vida el primer libro de El capital, en 1867. La segunda edición alemana de este libro, corregida y aumentada, fue dirigida por él y fue impresa en 1872 y publicada en 1873. Los dos libros restantes, publicados entre 1885 y 1894, fueron editados, a partir de los manuscritos de Marx, por su amigo y colaborador Friedrich Engels, quien tuvo que llenar algunas lagunas, de apartes indicados pero no redactados, y dar al texto de Marx una forma apropiada para la publicación. Marx también había manuscrito el material para el libro cuarto, una historia crítica de las doctrinas económicas centrado en el análisis de las teorías sobre la plusvalía, del cual, Karl Marx publicó una edición sintética entre 1905 y 1910 conociéndose en 1956 una edición completa de los manuscritos, publicada en Berlín. DEFINICION El capital no es una cosa, sino una relación social de producción, una relación entre la clase de los capitalistas, que poseen los medios de producción, y la clase obrera, que carece de dichos medios y, en consecuencia, se ve obligada e subsistir vendiendo su fuerza de trabajo a los capitalistas, a los que de este modo enriquece. Así, pues, el capital es la categoría económica

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El capitalEl capital (en alemn: Das capital), de Karl Marx es, como reza su subttulo, un tratado de crtica de la economa poltica; al mismo tiempo, ha sido tambin ledo como una obra de filosofa, como un tratado de economa, o como un tratado poltico sobre las relaciones de dominacin entre las clases, de un lado los proletarios y de otro los burgueses. Autora y Edicin Marx trabaj en una intensa investigacin y en la redaccin de un extenso manuscrito de su obra, principalmente entre 1861 y 1863, sin embargo solo alcanz a publicar en vida el primer libro de El capital, en 1867. La segunda edicin alemana de este libro, corregida y aumentada, fue dirigida por l y fue impresa en 1872 y publicada en 1873. Los dos libros restantes, publicados entre 1885 y 1894, fueron editados, a partir de los manuscritos de Marx, por su amigo y colaborador Friedrich Engels, quien tuvo que llenar algunas lagunas, de apartes indicados pero no redactados, y dar al texto de Marx una forma apropiada para la publicacin. Marx tambin haba manuscrito el material para el libro cuarto, una historia crtica de las doctrinas econmicas centrado en el anlisis de las teoras sobre la plusvala, del cual, Karl Marx public una edicin sinttica entre 1905 y 1910 conocindose en 1956 una edicin completa de los manuscritos, publicada en Berln.DEFINICION El capital no es una cosa, sino una relacin social de produccin, una relacin entre la clase de los capitalistas, que poseen los medios de produccin, y la clase obrera, que carece de dichos medios y, en consecuencia, se ve obligada e subsistir vendiendo su fuerza de trabajo a los capitalistas, a los que de este modo enriquece. As, pues, el capital es la categora econmica principal del modo capitalista de produccin. Exteriormente, el capital se presenta como valor que crece por si mismo, como dinero que se transforma en mercanca y luego, por medio de la venta de la mercanca, se convierte otra vez en dinero, pero en mayor cantidad.

POSTULADOS BASICOSLa Religin: es un compendio de toda alienacin por la relacin que tiene con el capitalismo ya que ambos se han coligado como instrumentos de poder y defienden los intereses de la clase dominante. El Estado: la sociedad se ha alineado en el estado, por lo que es ste el fundamento de la sociedad sino que sta la que sirve de fundamento al Estado. Es la supersticin poltica la que engendra la ilusin de que la vida civil necesita del estado. La Filosofa: es un sucedneo de la religin. Hay alienacin tanto en la filosofa como en el modo de vivir del filsofo porque aunque ste vea alienaciones reales las traspone al modo del pensamiento y propone una canalizacin ilusoria que no tiene influencia en la praxis. Lo Social: el Estado acenta ms la oposicin porque monopoliza una clase determinada y consolida la fuerza de esa clase dominante y debilita a la dominada.

Praxis: En general significa accin. En Marx quiere expresar la actividad humana genuina, no vinculada a los procesos de produccin asalariada. El concepto de praxis es el que permite a Marx superar la contraposicin idealismo-materialismo y llevar esta cuestin del materialismo a otro terreno. En resumen, la praxis para Marx es la actividad, el trabajo, que hace que el hombre se realice plenamente como tal, ya que es el trabajo aquello que le diferencia de los animales. Por otro lado este trmino le ayuda a distanciarse de Hegel y de Feberbach, ya que contra el primero afirma que el ser posee la prioridad respecto al pensamiento, pero con respecto al segundo que el hombre no se limita a ser contemplativo, sino que se caracteriza por su trabajo, su praxis, y por tanto la transformacin de la naturaleza para hacerla cada vez ms humana. La praxis se caracteriza por ser universal, porque el hombre intenta ser productivo sin fronteras; consciente, porque cuando produce lo hace dentro de un esquema conocido; libre, porque para trabajar humanamente no debe estar coaccionado; informadora, porque el hombre transforma las cosas en proyeccin suya; y creadora, porque por el trabajo el hombre se realiza. Extraamiento: Este trmino hace referencia al hecho de que cuando el hombre se convierte en proletario, es decir en trabajador al servicio de otro hombre, esta situacin produce en l un vaco, un extraamiento de su propia esencia prxica. Ahora no trabaja por el mero hecho de trabajar y realizarse como persona, sino que necesita de ese trabajo para poder subsistir, y para ello se ha tenido que vender como si fuera una mercanca, distancindose de la esencia de hombre. Dialctico: El trmino dialctica, en general, dentro de la filosofa alemana, se entiende como reconocimiento de la contradiccin o de opuestos en el seno o esencia de la realidad, que debe ser resuelta en un proceso de superacin sinttica de contrarios. Para Hegel la dialctica es la esencia de la idea, y por tanto, tambin de la naturaleza, para Marx es esencia de la materia y de la historia. La dialctica de Marx se apoya, sobre todo, en la categora de contraccin, y es una dialctica abierta e inacabada, porque la historia y el mundo real estn tambin inacabados. Y la dialctica no pretende servir para justificar la realidad, sino para transformarla o comprender sus permanentes transformaciones. Materialismo: Doctrina que afirma que toda la realidad es reducible a manifestaciones, fuerzas, movimientos o propiedades de la materia. El problema fundamental de la filosofa, era el de ver cul posea la primaca, si el espritu o la naturaleza. Por lo tanto no se trataba de negar uno de los dos trminos en favor de otro, la prioridad del pensamiento sobre el ser es el idealismo, la afirmacin de la prioridad del ser sobre el pensamiento es el materialismo, que por tanto se define como que la verdadera relacin del pensar con un ser es nicamente est: el ser un sujeto y el pensar predicado. El pensar proviene del ser, pero no del ser del pensar Plusvala: Acrecentamiento del valor de una cosa por causas extrnsecas a ella. Este trmino aparece en la filosofa del Marx al tratar el tema de que el proletario es cada vez ms alienado porque el salario paga slo una mnima parte del valor de su trabajo, quedando la parte principal o plusvala a favor del capital. Por eso la sociedad de clases es cada vez ms alienante para capitalistas y proletarios. Ideologa: En sentido amplio debiera significar ciencia de las ideas. De hecho en la filosofa actual significa: a) sistema de ideas sin correspondencia en la realidad, encaminada a defender o enmascarar intereses. B) un conjunto terico bien organizado encaminado a justificar un modo concreto de obrar, entendido como el nico legitimo. La ideologa se opone al concepto mismo de filosofa, ya que sta ni enmascara, ni excluye, ni justifica una verdad o una prctica como nicas.

Proletario: El trmino proletario surge en Marx para designar a aquel grupo de personas, de trabajadores, que son explotados por la burguesa y las clases dominantes. Aquellos cuyo trabajo es un medio de subsistir y no una forma de realizacin como persona. Comunismo: Toda la filosofa de Marx est encaminada a desembocar en un rgimen poltico denominado comunismo en el que no existe la propiedad privada. Es originado por el materialismo dialctico. Slo el comunismo permitir la eliminacin de todas las alienaciones y la humanizacin del hombre. En el sistema capitalista, todo se cambia por dinero; en cambio, si suponemos al hombre como hombre, y a su relacin con el mundo como una relacin humana, slo se puede cambiar amor por amor, confianza por confianza. Capitalismo: Rgimen econmico fundado en el predominio del capital como elemento de produccin y creador de riqueza. Comienza desde el momento en que el empresario invierte su capital en la adquisicin de materias primas y maquinaria, asi como la mano de obra, a la cual explota para conseguir un mayor beneficio y rentabilidad, ya que lo primordial para el empresario es su propio enriquecimiento, el trabajador en estos casos importa poco. Una sociedad capitalista es aquella que slo se mueve por y para el dinero, careciendo de importancia todas aquellas cosas como la propia esencia del hombre, su realizacin plena o su felicidad, se mueve por el afn de produccin y por tanto de enriquecimiento, aunque ste slo lo consigue RESUMEN EL CAPITAL Desde que hay en el mundo capitalistas y obreros, no se ha publicado un solo libro que tenga para los obreros la importancia de ste. En l se estudia cientficamente, por vez primera, la relacin entre el capital y el trabajo, eje en torno del cual gira todo el sistema de la moderna sociedad, y se hace con una profundidad y un rigor slo posibles en un alemn. Por ms valiosas que son y sern siempre las obras de un Owen, de un Saint-Simon, de un Fourier, tena que ser un alemn quien escalase la cumbre desde la que se domina, claro y ntido como se domina desde la cima de las montaas el paisaje de las colinas situadas ms abajo, todo el campo de las modernas relaciones sociales.

La Economa poltica al uso nos ensea que el trabajo es la fuente de toda la riqueza y la medida de todos los valores, de tal modo, que dos objetos cuya produccin haya costado el mismo tiempo de trabajo encierran idntico valor; y como, por trmino medio, slo pueden cambiarse entre s valores iguales, esos objetos deben poder ser cambiados el uno por el otro. Pero, al mismo tiempo, nos ensea que existe una especie de trabajo acumulado, al que esa Economa da el nombre de capital, y que este capital, gracias a los recursos auxiliares que encierra, eleva cien y mil veces la capacidad productiva del trabajo vivo, en gracia a lo cual exige una cierta remuneracin, que se conoce con el nombre de beneficio o ganancia. Todos sabemos que lo que sucede en realidad es que, mientras las ganancias del trabajo muerto, acumulado, crecen en proporciones cada vez ms asombrosas y los capitales de los capitalistas se hacen cada da ms gigantescos, el salario del trabajo vivo se reduce cada vez ms, y la masa de los obreros, que viven exclusivamente de un salario, se hace cada vez ms numerosa y ms pobre. Cmo se resuelve esta contradiccin? Cmo es posible que el capitalista obtenga una ganancia, si al obrero se le retribuye el valor ntegro del trabajo que incorpora a su producto? Como el cambio supone siempre valores iguales, parece que tiene necesariamente que suceder as. Mas, por otra parte, cmo pueden cambiarse valores iguales, y cmo puede retribursele al obrero el valor ntegro de su producto, si, como muchos economistas reconocen, este producto se distribuye entre l y el capitalista? Ante esta contradiccin, la Economa al uso se queda perpleja y no sabe ms que escribir o balbucir unas cuantas frases confusas, que no dicen nada. Tampoco los crticos socialistas de la Economa poltica, anteriores a nuestra poca, pasaron de poner de manifiesto la contradiccin; ninguno logr resolverla, hasta que Marx, por fin, analiz el proceso de formacin de la ganancia, remontndose a su verdadera fuente y poniendo en claro, con ello, todo el problema.

En su investigacin del capital, Marx parte del hecho sencillo y notorio de que los capitalistas valorizan su capital por medio del cambio, comprando mercancas con su dinero para venderlas despus por ms de lo que les han costado. Por ejemplo,Un capitalista compra algodn por valor de 1.000 tleros y lo revende por 1.10O, ganando, por tanto, 100 tleros. Este supervit de 100 tleros, que viene a incrementar el capital primitivo, es lo que Marx llama plusvala. De dnde nace esta plusvala? Los economistas parten del supuesto de que slo se cambian valores iguales, y esto, en el campo de la teora abstracta, es exacto. Por tanto, la operacin consistente en comprar algodn y en volverlo a vender, no puede engendrar una plusvala, como no puede engendrarla el hecho de cambiar un tlero por treinta silbergroschen o el de volver a cambiar las monedas fraccionarias por el tlero de plata. Despus de realizar esta operacin, el poseedor del tlero no es ms rico ni ms pobre que antes. Mas la plusvala no puede brotar tampoco del hecho de que los vendedores coloquen sus mercancas por ms de lo que valen o de que los compradores las obtengan por debajo de su valor, porque los que ahora son compradores son luego vendedores, y, por tanto, lo que ganan en un caso lo pierden en el otro. Ni puede provenir tampoco de que los compradores y vendedores se engaen los unos a los otros, pues eso no creara ningn valor nuevo o plusvala, sino que hara cambiar nicamente la distribucin del capital existente entre los capitalistas. Y no obstante, a pesar de comprar y vender las mercancas por lo que valen, el capitalista saca de ellas ms valor del que ha invertido. Cmo se explica esto?Bajo el rgimen social vigente, el capitalista encuentra en el mercado una mercanca que posee la peregrina cualidad de que, al consumirse, engendra nuevo valor, crea un nuevo valor: esta mercanca es la fuerza de trabajo.Cul es el valor de la fuerza de trabajo? El valor de toda mercanca se mide por el trabajo necesario para producirla. La fuerza de trabajo existe bajo la forma del obrero vivo, quien para vivir y mantener adems a su familia que garantice la persistencia de la fuerza de trabajo aun despus de su muerte, necesita una determinada cantidad de medios de vida. El tiempo de trabajo necesario para producir estos medios de vida representa, por tanto, el valor de la fuerza de trabajo. El capitalista se lo paga semanalmente al obrero y le compra con ello el uso de su trabajo durante una semana. Hasta aqu, esperamos que los seores economistas estarn, sobre poco ms o menos, de acuerdo con nosotros, en lo que al valor de la fuerza de trabajo se refiere.El capitalista pone a su obrero a trabajar. El obrero le suministra al cabo de determinado tiempo la cantidad de trabajo representada por su salario semanal. Supongamos que el salario semanal de un obrero equivale a tres das de trabajo; si el obrero comienza a trabajar el lunes, el mircoles por la noche habr reintegrado al capitalista el valor ntegro de su salario. Pero, es que deja de trabajar una vez conseguido esto? Nada de eso. El capitalista le ha comprado el trabajo de una semana; por tanto, el obrero tiene que seguir trabajando los tres das que faltan para sta. Este plustrabajo del obrero, despus de cubrir el tiempo necesario para reembolsar al patrono su salario, es la fuente de la plusvala, de la ganancia, del incremento progresivo del capital.Y no se diga que eso de que el obrero rescata en tres das, trabajando, el salario que percibe, y que durante los tres das restantes trabaja para el capitalista, es una suposicin arbitraria. Por el momento, nos tiene absolutamente sin cuidado, y es cosa que depende de las circunstancias, el que para reponer el salario necesite realmente tres das, o dos, o cuatro; lo importante es que, adems del trabajo pagado, el capitalista le saca al obrero trabajo que no le retribuye. Y esto no es ninguna suposicin arbitraria, ya que el da en que el capitalista, a la larga, slo sacase del obrero el trabajo que le remunera mediante el salario, cerrara la fbrica, pues toda su ganancia se ira a pique.He aqu la solucin de todas aquellas contradicciones. El nacimiento de la plusvala (de la que una parte importante constituye la ganancia del capitalista) es, ahora, completamente claro y natural. Al obrero se le paga, ciertamente, el valor de

La fuerza de trabajo. Lo que ocurre es que este valor es bastante inferior al que el capitalista logra sacar de ella, y la diferencia, o sea el trabajo no retribuido, es lo que constituye precisamente la parte del capitalista, o mejor dicho, de la clase capitalista. Pues, hasta la ganancia que en nuestro ejemplo de ms arriba obtena el comerciante algodonero al vender el algodn, tiene que provenir necesariamente, si la mercanca no sube de precio, del trabajo no retribuido. El comerciante tiene que vender su mercanca a un fabricante de tejidos de algodn, quien puede sacar del artculo que fabrica, adems de aquellos 100 tleros, un beneficio para s, compartiendo, por tanto, con el comerciante el trabajo no retribuido que se embolsa. De este trabajo no retribuido viven en general todos los miembros ociosos de la sociedad. De l salen los impuestos que cobran el Estado y el municipio, en la parte que grava a la clase capitalista, la renta del suelo abonada a los terratenientes, etc. Sobre l descansa todo el orden social existente.Sera necio, sin embargo, creer que el trabajo no retribuido solo ha surgido bajo las condiciones actuales, en que la produccin corre a cargo de capitalistas de una parte y de obreros asalariados de otra parte. Nada ms lejos de la verdad. La clase oprimida se ha visto forzada a rendir trabajo no retribuido en todas las pocas de la historia. Durante los largos siglos en que la esclavitud era la forma dominante de organizacin del trabajo, los esclavos veanse obligados a trabajar mucho ms de lo que se les pagaba en forma de medios de vida. Bajo la dominacin de la servidumbre de la gleba y hasta la abolicin de la prestacin personal campesina, ocurra lo mismo; aqu, incluso adquira forma tangible la diferencia entre el tiempo durante el cual el campesino trabajaba para su propio sustento y el plustrabajo que renda para el seor feudal, precisamente porque ste lo ejecutaba en otro sitio que aquel. Hoy, la forma ha cambiado, pero el fondo sigue siendo el mismo, y mientras una parte de la sociedad posea el monopolio de los medios de produccin, el obrero, sea libre o no libre, no tendr ms remedio que aadir al tiempo durante el cual trabaja para su propio sustento un tiempo de trabajo adicional para producir los medios de vida destinados a los poseedores de los instrumentos de produccin (Marx, pg. 202) [3].IIVeamos en nuestro articulo anterior que todo obrero enrolado por el capitalista ejecuta un doble trabajo: durante una parte del tiempo que trabaja, repone el salario que el capitalista le adelanta, y esta parte del trabajo es lo que Marx llama trabajo necesario. Pero luego, tiene que seguir trabajando y producir la plusvala para el capitalista, una parte importante de la cual representa la ganancia. Esta parte de trabajo recibe el nombre de plustrabajo.Supongamos que el obrero trabaja durante tres das de la semana para reponer su salario y tres das para crearle plusvala al capitalista. Expresado en otros trminos, esto vale tanto como decir que, si la jornada es de doce horas, trabaja seis horas por su salario y otras seis para la produccin de plusvala. De una semana slo pueden sacarse seis das o siete, a lo sumo, incluyendo el domingo; en cambio, a cada da se le pueden arrancar seis, ocho, diez, doce, quince horas de trabajo, y an ms. El obrero vende al capitalista, por el jornal, una jornada de trabajo. Pero qu es una jornada de trabajo? Ocho horas, o dieciocho?Al capitalista le interesa que la jornada de trabajo sea lo ms larga posible. Cuanto ms larga sea, mayor plusvala rendir. Al obrero le dice su certero instinto que cada hora ms que trabaja, despus de reponer el salario, es una hora que se le sustrae ilegtimamente, y sufre en su propia pelleja las consecuencias del exceso de trabajo. El capitalista lucha por su ganancia, el obrero por su salud, por un par de horas de descanso al da, para poder hacer algo ms que trabajar, comer y dormir, para poder actuar tambin en otros aspectos como hombre. Diremos de pasada que no depende de la buena voluntad de cada Capitalista en particular luchar o no por sus intereses, pues la competencia obliga hasta a los ms filantrpicos a seguir las huellas de los dems, haciendo a sus obreros trabajar el mismo tiempo que trabajan los otros.La lucha por conseguir que se fije la jornada de trabajo dura desde que aparecen en la escena de la historia los obreros libres hasta nuestros das. En distintas industrias rigen distintas jornadas tradicionales de trabajo, pero, en la prctica, son muy contados los casos en que se respeta la tradicin. Slo puede decirse que existe verdadera jornada normal de trabajo all donde la ley fija esta jornada y se encarga de velar por su aplicacin. Hasta hoy, puede afirmarse que esto slo acontece en los distritos fabriles de Inglaterra. En las fbricas inglesas rige la jornada de diez horas (o sea, diez horas y media durante

cinco das y siete horas y media los sbados) para todas las mujeres y los chicos de trece a dieciocho aos; y como los hombres no pueden trabajar sin la cooperacin de aquellos elementos, de hecho tambin ellos disfrutan la jornada de diez horas. Los obreros fabriles de Inglaterra arrancaron esta ley a fuerza de aos y aos de perseverancia en la ms tenaz y obstinada lucha contra los fabricantes, mediante la libertad de prensa y el derecho de reunin y asociacin y explotando tambin hbilmente las disensiones en el seno de la propia clase gobernante. Esta ley se ha convertido en el paladin de los obreros ingleses, ha ido aplicndose poco a poco a todas las grandes ramas industriales, y el ao pasado se hizo extensiva a casi todas las industrias, por lo menos a todas aquellas en que trabajan mujeres y nios. Acerca de la historia de esta reglamentacin legal de la jornada de trabajo en Inglaterra, continense datos abundantsimos en la obra que estamos comentando. En el prximo Reichstag del Norte de Alemania se deliberar tambin acerca de una ordenanza industrial, y, por tanto, se pondr a debate la reglamentacin del trabajo fabril. Esperamos que ninguno de los diputados elegidos por los obreros alemanes intervendr en la discusin de esta ley sin antes familiarizarse bien con el libro de Marx. Aqu se podr lograr mucho. Las disensiones que existen en el seno de las clases dominantes son ms propicias para los obreros que lo han sido nunca en Inglaterra, porque el sufragio universal obliga a las clases dominantes a captarse las simpatas de los obreros. En estas condiciones, cuatro o cinco representantes del proletariado, si saben aprovecharse de su situacin, y sobre todo si saben de qu se trata, cosa que no saben los burgueses, pueden constituir una fuerza. El libro de Marx pone en sus manos, perfectamente dispuestos, todos los datos necesarios.

Pasaremos por alto una serie de excelentes investigaciones, de carcter ms bien terico, y nos detendremos tan slo en el captulo final de la obra, que trata de la acumulacin del capital. En este captulo se pone primero de manifiesto que el mtodo capitalista de produccin, es decir, el mtodo de produccin que presupone la existencia de capitalistas, por una parte, y de obreros asalariados, por otra, no slo le reproduce al capitalista constantemente su capital, sino que reproduce, incesantemente, la pobreza del obrero, velando, por tanto, por que existan siempre, de un lado, capitalistas que concentran en sus manos la propiedad de todos los medios de vida, materias primas e instrumentos de produccin, y, de otro lado, la gran masa de obreros obligados a vender a estos capitalistas su fuerza de trabajo por una cantidad de medios de vida que, en el mejor de los casos, slo alcanza para sostenerlos en condiciones de trabajar y de criar una nueva generacin de proletarios aptos para el trabajo. Pero el capital no se limita a reproducirse, sino que aumenta y crece incesantemente, con lo cual aumenta y crece tambin su poder sobre la clase de los obreros desposedos de toda propiedad. Y, del mismo modo que el capital se reproduce a s mismo en proporciones cada vez mayores, el moderno modo capitalista de produccin reproduce igualmente, en proporciones que van siempre en aumento, en nmero creciente sin cesar la clase de los obreros desposedos. La acumulacin del capital reproduce la relacin del capital en una escala mayor: a ms capitalistas o a mayores capitalistas en un polo, en el otro polo ms obreros asalariados... La acumulacin del capital significa, por tanto, el crecimiento del proletariado (pg. 600) [4]. Pero, como los progresos de la maquinaria, el cultivo perfeccionado de la tierra, etc., hacen que cada vez se necesiten menos obreros para producir la misma cantidad de artculos, y como este perfeccionamiento, es decir, esta creacin de obreros sobrantes, aumenta con mayor rapidez que el propio capital creciente, qu se hace de este nmero, cada vez mayor, de obreros superfluos? Forman un ejrcito industrial de reserva, al que en las pocas malas o medianas se le paga menos de lo que vale su trabajo, que trabaja slo de vez en cuando o se queda a merced de la beneficencia pblica, pero que es indispensable para la clase capitalista en las pocas de gran actividad, como ocurre actualmente, a todas luces, en Inglaterra, y que en todo caso sirve para vencer la resistencia de los obreros ocupados normalmente y para mantener bajos sus salarios. Cuanto mayor es la riqueza social... tanto mayor es la superpoblacin relativa, es decir, el ejrcito industrial de reserva. Y cuanto mayor es este ejrcito de reserva, en relacin con el ejrcito

Obrero activo (o sea, con los obreros ocupados normalmente), tanto mayor es la masa de superpoblacin consolidada (permanente), es decir, las capas obreras cuya miseria est en razn inversa a sus tormentos de trabajo [5]. Finalmente, cuanto ms extenso es en la clase obrera el sector de la pobreza y el ejrcito industrial de reserva, tanto mayor es tambin el pauperismo oficial. Tal es la ley absoluta, general, de la acumulacin capitalista (pg. 631) [6].

He ah, puestas de manifiesto con todo rigor cientfico los economistas oficiales se guardan mucho de intentar siquiera refutarlas algunas de las leyes fundamentales del moderno sistema social capitalista. Pero, queda dicho todo, con esto? No, ni mucho menos. Con la misma nitidez con que destaca los lados negativos de la produccin capitalista, Marx pone de relieve que esta forma social era necesaria para desarrollar las fuerzas productivas sociales hasta un nivel que haga posible un desarrollo igual y digno del ser humano para todos los miembros de la sociedad. Todas las formas sociales anteriores eran demasiado pobres para esto. Slo la produccin capitalista crea las riquezas y las fuerzas productivas necesarias para ello, pero crea tambin, al mismo tiempo, con las masas de obreros oprimidos, una clase social obligada ms y ms a tomar en sus manos estas riquezas y fuerzas productivas, para conseguir que sean aprovechadas en beneficio de toda la sociedad y no, como hoy, en el de una clase monopolista.

LA METAMORFOSIS DEL CAPITAL Y SU CICLO I. EL CICLO DEL CAPITAL-DINERO 1. Primera Fase: D-M 2. Segunda Fase: Funcin del capital productivo 3. tercera fase: M D 4. El ciclo, visto en su conjunto I. EL CICLO DEL CAPITAL PRODUCTIVO II. reproduccin simple III. Acumulacin y reproduccin en escala ampliada IV. Acumulacin de dinero V. Fondo de reserva I. EL CICLO DEL CAPITAL MERCANCA II. LAS TRES FRMULAS DEL PROCESO CCLICO III. EL TIEMPO DE CIRCULACIN IV. LOS GASTOS DE CIRCULACIN 1. Gastos netos de circulacin a) Tiempo de compra y de venta b) Contabilidad c) Dinero 1. Gastos de conservacin a) El almacenamiento en general b) El verdadero almacenamiento de mercancas 1. Gastos de transporteSeccin SegundaLA ROTACION DEL CAPITAL I. TIEMPO DE ROTACIN Y NMERO DE ROTACIN II. CAPITAL FIJO Y CAPITAL CIRCULANTE III. Diferencias de forma IV. Partes integrantes, reposicin, reparacin, acumulacin del capital fijo. I. LA ROTACIN GLOBAL DEL CAPITAL DESEMBOLSADO, CICLOS DE ROTACIN. II. TEORAS SOBRE EL CAPITAL FIJO Y EL CAPITAL CIRCULANTE. LOS FISICRATAS Y ADAM SMITH III. TEORAS SOBRE EL CAPITAL FIJO Y EL CAPITAL CIRCULANTE. RICARDO IV. EL PERODO DE TRABAJO V. EL TIEMPO DE PRODUCCIN VI. EL TIEMPO DE CIRCULACIN VII. CMO INFLUYE EL TIEMPO DE ROTACIN DE LA MAGNITUD DEL CAPITAL DESEMBOLSADO. VIII. Perodo de trabajo igual a perodo de circulacin IX. Perodo de trabajo mayor que el perodo de circulacin X. Perodo de trabajo menor que el perodo de circulacin XI. Resultados XII. Cmo influyen los cambios de precios I. LA ROTACIN DEL CAPITAL VARIABLE II. La cuota anual de plusvala III. La rotacin de un solo capital variable IV. La rotacin del capital variable, socialmente considerada. 3.I. LA CIRCULACIN DE LA PLUSVALA II. Reproduccin simple III. Acumulacin y reproduccin ampliadaSeccin TerceraLA REPRODUCCIN Y CIRCULACIN DEL CAPITAL SOCIAL EN CONJUNTO I. INTRODUCCIN II. Objeto de la investigacin III. Papel del capital dinero. I. ESTUDIOS ANTERIORES SOBRE EL TEMA II. Los Fisicratas III. Adam Smith 1) Puntos de vista generales de Adam Smith 2) Como descompone A. Smith el valor de cambio en v + p 3) El capital constante 4) El capital y la renta en A. Smith 5) resumen I. Autores posteriores II. REPRODUCCIN SIMPLE III. Planteamiento del problema IV. Los dos sectores de la produccin social V. La circulacin entre los dos sectores I (v + p) X Iic VI. El cambio dentro del sector II. Medios de vida necesarios y artculos de lujo VII. Cmo media en los cambios la circulacin de dinero VIII. El capital constante del sector I IX. El capital variable y la plusvala en ambos sectores X. El capital constante en ambos sectores XI. Ojeada retrospectiva a Adam Smith, Storch y Ramsay XII. Capital y renta: capital variable y salarios XIII. Reposicin del capital fijo 1) Reposicin de la parte del valor de desgaste en forma de dinero 2) Reposicin del capital fijo en especie 3) Resultados I. La reproduccin del capital-dinero II. La teora de la reproduccin de Destutt de Tracy III. LA ACUMULACION Y LA REPRODUCCION EN ESCALA AMPLIADA IV. La

acumulacin en el sector I a) Atesoramiento b) El capital constante adicional c) El capital variable adicional I. La acumulacin en el sector II II. Exposicin esquemtica de la acumulacin a) Primer ejemplo b) Segundo ejemplo c) Cambio de IIc con acumulacin I. Notas complementariasAPENDICESSiete artculos de Federico Engels sobre el tomo primero de "El Capital"

Lenin. La Teora de la RentaV.I. Lenin. Sobre la caracterizacin del romanticismo econmicoV.I. Lenin. La crisisV.I. Lenin. Observacin sobre el problema de la teora de los mercadosV.I. Lenin. Insistiendo sobre el problema de la teora de la realizacinV.I. Lenin. Fragmento de la obra "El desarrollo del capitalismo en Rusia"Notas explicativasIndice Alfabtico de nombres citados No era empresa fcil preparar para la imprenta el segundo libro de El Capital,consiguiendo, de una parte, que apareciese como una obra coherente y lo ms acabadaposible y, de otra, como obra exclusiva del autor y no del encargado de editarla. El grannmero de versiones manuscritas existentes, fragmentaras la mayora de ellas, acumulabanuevas dificultades. Solamente una, a lo sumo (el manuscrito IV), ofreca, hasta dondealcanzaba, una redaccin lista para ser entregada a la imprenta; pero la mayor parte de ellahaba quedado anticuada, en cambio, por refundiciones de una poca posterior. La granmasa de los materiales, aun cuando elaborada y acabada en cuanto al fondo, no lo estabacon respecto a la forma; apareca redactada en ese lenguaje en que Marx sola componersus notas: en un estilo descuidado, familiar, salpicado de expresiones y giros de crudohumorismo, de trminos tcnicos ingleses y franceses, y a ratos con frases y hasta conpginas enteras en ingls: eran las ideas del autor estampadas sobre el papel, en la forma enque se iban desarrollando en su cabeza. Junto a partes expuestas en todo detalle, otras, nomenos importantes, apenas esbozadas: el material de hechos que haba de documentar lasafirmaciones, reunido, pero apenas ordenado, y mucho menos elaborado; muchas veces, alfinal de un captulo, en la impaciencia por pasar al siguiente, un par de frases nada ms,simplemente esbozadas, como jaln del desarrollo truncado del pensamiento; por ltimo, laconsabida letra, que a veces ni el propio autor era capaz de descifrar. Yo me he limitado a reproducir lo ms textualmente posible los manuscritos,variando el estilo tan slo en aquellos casos en que estaba seguro de que el propio Marx lohabra hecho, e interpolando frases explicativas de nexo y de transicin exclusivamente enlos casos en que ello era de todo punto necesario y en que, adems. el sentido estabaperfectamente claro. Las frases cuya interpretacin slo ofreca una duda muy remota, hepreferido reproducirlas al pie de la letra. Las refundiciones e interpolaciones introducidaspor m no llegarn, en total, a ms de diez pginas impresas, y tienen siempre un carcterpuramente formal. La mera enumeracin de los materiales manuscritos legados por Marx para el libroII demuestra con qu tremendo rigor con que severa actitud crtica para consigo mismo seesforzaba aquel hombre en ahondar hasta la ltima perfeccin sus grandes descubrimientoseconmicos, antes de darlos a la publicidad; esta actitud crtica para consigo mismo raravez le permita adaptar la exposicin, por su contenido y su forma, a su horizonte visual,que los nuevos estudios iban ampliando constantemente. Veamos ahora cules son estosmateriales: En primer lugar, un manuscrito titulado "Contribucin a la crtica de la economapoltica", 1,472 cuartillas en cuarto en 23 cuadernos, escrito de agosto de 1861 a junio de1863. Es la continuacin del primer cuaderno del mismo ttulo publicado en Berln en 6.1859. Trata hasta agotarlos, en las cuartillas 1220 (cuadernos IV) y luego en las pginas1,1591,472 (cuadernos XIXXXIII); los temas de la conversin del dinero en capital quese investigan en el libro I de la obra y es la primera versin con que contamos acerca deestos temas. Las pginas 9731,158 (cuadernos XVIXVIII) se ocupan del capital y laganancia, de la cuota de ganancia, del capital comercial y del capitaldinero; es decir, detemas que luego habrn de desarrollarse en el manuscrito del libro III. En cambio, los temastratados en el libro II. al igual que muchos de los que se tratarn ms tarde en el libro III, noaparecen todava agrupados de un modo especial. Estos temas son

tratados de pasada, sobretodo en la seccin que forma el cuerpo principal del manuscrito: pginas 220972(cuadernos VIXV): "Teoras sobre la plusvala." En esta seccin se contiene una historiacrtica detallada de lo que constituye el punto cardinal de la economa poltica: la teora dela plusvala, y junto a ella desarrolla el autor, polemizando con sus antecesores, la mayorade los puntos que ms tarde habrn de investigarse, de un modo especial y en suconcatenacin lgica. en los manuscritos de los libros II y III. Es mi propsito editar comolibro IV de El Capital la parte critica de este manuscrito, despus de eliminar de l losnumerosos pasajes incluidos ya en los libros II y III. Este manuscrito es algoverdaderamente precioso, pero inutilizable para la presente edicin del libro II. Viene luego, por su fecha el manuscrito del libro III, escrito, por lo menos en sumayor parte, en 1864 y 1865. Hasta que no hubo terminado, en lo esencial, este manuscrito,Marx no acometi la redaccin del libro I. del volumen primero de la obra, publicado en1867. Este manuscrito del libro III es el que me ocupo en la actualidad de preparar para La imprenta. Del perodo siguiente el posterior a la publicacin del libro I, tenemos, para ellibro II, una coleccin de cuatro manuscritos en folio, sealados por el propio Marx con losnmeros 1 al IV. El manuscrito 1 (150 pginas), que data probablemente de 1865 67, esla primera redaccin independiente, aunque ms o menos fragmentaria, del libro II, en suorden actual. Tampoco de este manuscrito era posible utilizar nada. El manuscrito III estformado, en parte por un conjunto de citas y referencias a los cuadernos de extractos deMarx la mayora de ellas relativas a la primera seccin del libro II y en parte por el estudio de algunos puntos concretos y principalmente por la critica de las tesis de A. Smithsobre el capital fijo y el capital circulante y sobre la fuente de la ganancia; figura en l,adems, un estudio de la relacin entre la cuota de plusvala y la cuota de ganancia, quepertenece al libro III. Las referencias han suministrado pocos hallazgos nuevos, y lasversiones, tanto las del libro II como las del III, haban quedado ya superadas porredacciones posteriores, razn por la cual hubieron de dejarse a un lado, en su mayora. Elmanuscrito IV es una elaboracin, lista para ser entregada a la imprenta, de la seccinprimera y de los primeros captulos de la seccin segunda del libro II, y lo hemos utilizadotambin cuando le ha llegado el turno. Aunque se comprob que haba sido redactado antesque el manuscrito II, se le poda utilizar con ventaja para la parte correspondiente de dicholibro, por ser ms acabado de forma; bastaba con incorporarle algunas adiciones delmanuscrito II. Este ltimo manuscrito es la nica versin ms o menos acabada del libro IIy data del 1870. Las notas para la redaccin final, a que enseguida nos referimos, dicenexpresamente: "Debe tomarse como base la segunda versin." Despus de 1870, sobrevino una nueva pausa, debida principalmente aenfermedades. Como de costumbre, Marx ocup este tiempo en estudios: agronoma, el Rgimen rural norteamericano y principalmente ruso, el mercado de dinero y el sistemabancario, y por ltimo las ciencias naturales, la geologa y la fisiologa, y sobre todo ciertostrabajos matemticos emprendidos por cuenta propia, forman el contenido de losnumerosos cuadernos de extractos de esta poca. A comienzos de 1877, Marx sintise ya losuficientemente repuesto para acometer de nuevo su trabajo ms importante. Algunasreferencias y notas de los cuatro manuscritos ya mencionados como base para unarefundicin del libro II, cuyo comienzo se contiene en el manuscrito V (56 pginas enfolio), datan de fines de marzo de 1877. Este manuscrito contiene los primeros cuatrocaptulos y aparece todava poco desarrollado; algunos puntos esenciales se tratan en notasal pie del texto; la materia est reunida ms bien que ordenada, pero es la ltima exposicincompleta de esta parte, la ms importante de la seccin primera. Un primer intento de sacarde aqu una redaccin apta para ser entregada a la imprenta lo tenemos en el manuscrito VI(posterior a octubre de 1877 y anterior a julio del 78); solamente 17 pginas en cuarto, queabarcan la mayor parte del primer captulo, y un segundo ensayo el ltimo en elmanuscrito VII, "2 de julio de l878", 7 pginas en folio solamente. Por aquel entonces, Marx pareca haberse dado ya cuenta de que no alcanzara aelaborar de un modo capaz de satisfacerle plenamente los libros II y III, si no se operaba uncambio completo en su estado de salud. En efecto, los manuscritos V a VII presentan conharta frecuencia las huellas de una lucha violenta contra las enfermedades que leatenazaban. El fragmento ms difcil de la seccin primera aparece

redactado de nuevo enel manuscrito V; el resto de la seccin primera y toda la seccin segunda (con excepcindel capitulo XVII) no presentaban grandes dificultades tericas: en cambio, el autorconsideraba la seccin tercera, la reproduccin y circulacin del capital social,apremiantemente necesitada de una nueva elaboracin. En efecto, en el manuscrito II seestudiaba la reproduccin, primero sin tener en cuenta la circulacin en dinero que le sirvede vehculo y luego tomando sta en consideracin. Era necesario eliminar esto y, engeneral, reelaborar toda la seccin de modo que se ajustase al horizonte visual ampliado delautor. De este modo, surgi el manuscrito VIII, un cuaderno de 70 pginas en cuartosolamente; pero basta confrontar la seccin III, en el texto impreso, despus de dejar a unlado los fragmentos interpolados del manuscrito II, para darse cuenta de todo lo que Marxfue capaz de condensar en tan poco espacio. Tampoco este manuscrito es ms que un estudio previo del tema, con la finalidadprimordial de fijar y desarrollar los nuevos puntos de vista logrados en relacin con elmanuscrito II y omitiendo los puntos acerca de los cuales no haba nada nuevo que decir.Tambin aqu se incorpora y ampla un fragmento esencial correspondiente al captuloXVII de la seccin segunda y que, en cierto modo, entra ya en la seccin tercera. La ilacinlgica se interrumpe con frecuencia y la exposicin aparece a ratos llena de lagunas y es,sobre todo al final, absolutamente fragmentaria. Pero lo que Marx se propuso decir aparecedicho, de un modo o de otro. Tales son los materiales con que contamos para la composicin del libro II y de loscuales, segn una frase de Marx a su hija Eleonor poco antes de morir, yo deba "sacaralgo". He asumido este encargo dentro de los lmites ms estrictos; siempre que ello me hasido posible, he limitado mi intervencin simplemente a elegir entre las diversasredacciones. Para esto, he seguido siempre la norma de tomar como base la ltimaredaccin existente, cotejndola con las anteriores. Slo la seccin primera y la tercera Sobre todo sta opusieron verdaderas dificultades, es decir, dificultades no meramentetcnicas, a la aplicacin de este criterio. He procurado resolverlas, atenindomeexclusivamente al espritu del autor. He traducido la mayora de las citas que figuran en el texto, cuando se trata dedocumentacin de hechos o en aquellos casos en que, como sucede tratndose de pasajes deA. Smith, el original se halla al alcance de todo el que quiera molestarse en investigar lacosa a fondo. Solamente en el captulo X hube de renunciar a ello, ya que aqu el autorcritica directamente el texto ingls. Las referencias al libro I tornan como base lapaginacin de la segunda edicin, la ltima publicada en vida de Marx. Para el libro III, slo he contado aparte de la primera versin contenida en elmanuscrito titulado "Contribucin, etc.", de los fragmentos ya mencionados que figuran enel manuscrito III y de algunas notas breves que de vez en cuando se insertan en loscuadernos de extractos con los siguientes materiales: el citado manuscrito en folio de186465, elaborado en el mismo grado de perfeccin aproximadamente que el manuscritoII del libro II, y finalmente un cuaderno del ao 1875: la relacin entre la cuota de plusvalay la cuota de ganancia, desarrollada matemticamente (en ecuaciones). La preparacin deeste libro para la imprenta avanza rpidamente. En la medida en que puedo emitir ya unjuicio, creo que, s se exceptan algunas secciones, ciertamente muy importantes, slohabr de tropezar, para dar cima a la obra, con dificultades de carcter tcnico. Creemos que es ste el lugar indicado para rebatir una acusacin que se haformulado contra Marx; acusacin que al principio slo se apuntaba en voz baja y porcontadas personas, y que hoy, despus de muerto Marx, los socialistas de ctedra y deEstado y sus seguidores hacen circular por ah como un hecho establecido: la acusacin deque Marx se limit a plagiar a Rodbertus. Acerca de esto ya he tenido ocasin de decir enotro lugar1 lo que ms urga decir, pero es ahora cuando podr aportar las pruebasdocumentales decisivas. Esta acusacin a que nos referimos aparece formulada por vez primera, que yo sepa,por R. Meyer, Emanzipationshampf des vierten Standes, p. 43: "De estas publicaciones (esdecir, de !as publicaciones de Rodbertus, que se remontan a la segunda mitad de la dcadadel treinta) ha tomado Marx, como puede probarse, la mayor parte de su crtica." Mientrasno se me presenten otras pruebas, tengo que suponer que toda la "fuerza probatoria" de estaafirmacin consiste en que as se lo ha asegurado Rodbertus al seor Meyer. En 1879aparece en escena el propio Rodbertus y escribe a J. Zeller (Zeitschrift fr die gesammteStaatswissenschaft, Tubinga, 1879, p. 219), refirindose a su obra Zur Erkenntnis ursererstaatswirtschaftlichen Zustnde (1842), en los trminos siguientes: "Se dar

usted cuentade que ella (la argumentacin desarrollada all) ha sido utilizada ya... muy bonitamente porMarx, naturalmente sin citarme." Su editor pstumo, T. Kozak, repite, sin pararse enaveriguaciones, esta chchara de Rodbertus (Das Kapital, por Rodbertus, Berln, 1884.Introduccin, p. XV). Finalmente, en las Briefe und sozialpolitische Aufstze del Dr.RodbertusJagetzow, editados por R. Meyer en 1881, Rodbertus dice, sin andar con rodeos:"Hoy, me veo saqueado por Schffle y Marx, sin que ni siquiera me mencionen" (cartanm. 60, p. 134). Y en otro pasaje, la pretensin de Rodbertus cobra contornos an msrotundos: "En m tercera carta social, he puesto de manifiesto, sustancialmente lo mismo Que Marx, slo que de un modo mucho ms breve y ms claro, de dnde nace la plusvaladel capitalista" (carta nm. 48, p. 111 ). Marx no se enter jams de estas acusaciones de plagio que se le hacan. En suejemplar del libro Der Emanzipationskampf slo estaban cortadas por la plegadera laspginas referentes a la Internacional; el resto de la obra hube de abrirlo yo mismo despusde su muerte. La revista de Tubinga, ni siquiera lleg a verla. Las Briefe, etc., a R. Meyerlas ignoraba igualmente, y cuando yo par la atencin en el pasaje relativo al "saqueo" fueya en el ao 1884 y gracias al propio seor Dr. Meyer. En cambio, Marx conoca la cartanm. 48, porque el seor Meyer haba tenido la gentileza de regalarle el original a su hijamenor. Marx, a cuyos odos haban llegado, indudablemente, algunos rumores misteriososacerca de la pretendida fuente secreta de su crtica, es decir, de Rodbertus, me la ensedicindome que, por fin, esta carta le brindaba un testimonio autntico acerca de laspretensiones de Rodbertus; que si no pretenda ms, esto a l, a Marx, no le preocupabagran cosa, y que no haba tampoco inconveniente en dejarle a Rodbertus la satisfaccin depensar que su exposicin era la ms breve y la ms clara. En realidad, Marx entenda quecon esta carta de Rodbertus quedaba liquidado el asunto. Y tena perfecta razn para entenderlo as; tanto ms cuanto que, segn me constapositivamente, Marx ignor toda la obra literaria de Rodbertus hasta el ao 1859aproximadamente, en que su propia crtica de la economa poltica estaba ya perfilada, noslo en lneas generales, sino incluso en cuanto a sus ms importantes pormenores. Marxcomenz sus estudios econmicos en Pars, en 1843, por los grandes ingleses; de losalemanes, slo conoca a Rau y a List, y con ellos tena de sobra. Ni Marx ni yo supimosuna palabra de la existencia de Rodbertus hasta que en 1848 nos vimos en la necesidad decriticar, en la Neue Rheinische Zeitung, sus discursos como diputado renano y sus actoscomo ministro. Tan ignorantes estbamos de su persona, que hubimos de preguntar a losdiputados renanos quin era aquel seor Rodbertus que apareca convertido en ministro dela noche a la maana. Pero tampoco ellos supieron revelarnos nada de sus trabajoseconmicos. En cambio, la Misre de la Philosophie, 1847, y las conferencias sobreTrabajo asalariado y capital pronunciadas en Bruselas en 1847 y publicadas en 1849 en losnmeros 26469 de la Neue Rheinische Zeitung, demuestran que Marx saba yaperfectamente, por aquel entonces, sin necesidad de la ayuda de Rodbertus, no slo dednde proviene, sino tambin cmo "nace la plusvala del capitalista". Fue all por el ao1859 cuando Marx se enter, por Lassalle, de que exista tambin un Rodbertus economistay cuando descubri en el Museo Britnico su "Tercera carta social". Tales son los hechos. Veamos ahora qu hay de cierto en lo tocante a las ideas queMarx, segn se dice, ha "saqueado" a Rodbertus. "En mi tercera carta social diceRodbertus, he puesto de manifiesto sustancialmente lo mismo que Marx, slo que de unmodo ms breve y ms claro, de dnde nace la plusvala del capitalista." El punto cardinales, por tanto, la teora de la plusvala; y, en realidad, nadie seria capaz de decir qu otracosa podra Rodbertus reivindicar de Marx como propiedad suya. Rodbertus se haceaparecer, pues, aqu como el verdadero autor de la teora de la plusvala, pretendiendo queMarx se la ha saqueado. Pues bien; qu nos dice la tercera carta social [p. 87] respecto al nacimiento de laplusvala? Nos dice, sencillamente, que la "renta", trmino en el que el autor sintetiza la Renta del suelo y la ganancia no nace de un "recargo de valor" sobre el valor de lamercanca, sino "como consecuencia de una deduccin de valor que se le impone al salario;en otros trminos, porque el salario slo representa una parte del valor del producto deltrabajo" y porque all donde la productividad del trabajo es

suficiente, "no necesita ser igualal valor natural de cambio de su producto, con objeto de que quede un remanente para lareposicin del capital (!) y para la renta". Sin que se nos diga qu "valor natural de cambio"del producto es se en el que no queda ningn remanente para la "reposicin del capital", esdecir, para la reposicin de las materias primas y del desgaste de las herramientas. Afortunadamente, tenemos la posibilidad de comprobar la impresin que estesensacional descubrimiento de Rodbertus caus a Marx. En el cuaderno X, pp. 445 ss., delmanuscrito titulado "Contribucin a la crtica, etc.", nos encontramos con una "digresin"titulada "El seor Rodbertus. Una nueva teora de la renta del suelo". Es el nico punto devista desde el cual se examina aqu la tercera carta social. Marx liquida la teora rodbertianade la plusvala en general con esta observacin irnica: "El seor Rodbertus empiezainvestigando el aspecto que presenta un pas en que la posesin de la tierra y la del capitalno se hallan separadas, para llegar luego al resultado importante de que la renta (por la cualentiende toda la plusvala) equivale simplemente al trabajo no retribuido o a la cantidad deproductos en que toma cuerpo." Ahora bien, la humanidad capitalista se ha pasado varios siglos produciendoplusvala y, poco a poco ha ido formndose, adems, una idea acerca del nacimiento desta. La primera nocin fue la que brot de la prctica mercantil inmediata: la de que laplusvala naca de un recargo sobre el valor del producto. Esta idea predominaba entre losmercantilistas, pero ya James Steuart se dio cuenta de que, s fuese as, lo que unos ganabantenan necesariamente que perderlo otros. A pesar de eso, esta idea sigui apuntandotodava durante mucho tiempo, sobre todo entre los socialistas; fue A. Smith quien ladesplaz de la ciencia clsica. En su Riqueza de las Naciones, libro 1, cap. VI, se dice: "Tan pronto como elcapital se acumula en poder de personas determinadas, algunas de ellas procuranregularmente emplearlo en dar trabajo a gentes laboriosas, suministrndoles materiales yalimentos, para sacar provecho de la venta de su producto o del valor que el trabajadoraade a los materiales." Este "se resuelve en dos partes; una de ellas paga el salario de losobreros, y la otra las ganancias del empresario, sobre el fondo entero de materiales ysalarios que adelanta." Y un poco ms adelante: "Desde el momento en que las tierras de unpas se convierten en propiedad privada de los terratenientes, stos, como los demshombres, desean cosechar donde nunca sembraron, y exigen una renta hasta por el productonatural del suelo..." El obrero "ha de pagar al terrateniente una parte de lo que su trabajoproduce o recolecta. Esta porcin, o lo que es lo mismo, el precio de ella, constituye larenta de la tierra". En el citado Manuscrito "Contribucin a la critica, etc.", p. 253;. Marx comenta aseste pasaje: "Para A. Smith, la plusvala, es decir, el trabajo sobrante, el remanente detrabajo invertido y materializado en la mercanca despus de cubrir el trabajo retribuido,cuyo equivalente es el salario, constituye por tanto la categora general de que la gananciapropiamente dicha y la renta del suelo no son ms que modalidades." Ms adelante, libro 1, cap. VIII, dice tambin A. Smith: Tan pronto como la tierra se convierte en propiedad privada, el propietario exigeuna parte de todo cuanto producto obtiene o recolecta en ella el trabajador. Su renta es laprimera deduccin que se hace del producto del trabajo aplicado a la tierra. Rara vez ocurreque la persona que cultiva la tierra disponga de lo necesario para mantenerse hasta larecoleccin. La subsistencia que se le adelanta procede generalmente del capital de un amo,el granjero que lo emplea, y que no tendra inters en ocuparlo sino participando en elproducto del trabajador... este beneficio viene a ser la segunda deduccin que se hace delproducto del trabajo empleado en la tierra. El producto de cualquier otro trabajo est casisiempre sujeto a la misma deduccin de un beneficio. En todas las artes y manufacturas, lamayor parte de los operarios necesitan de un patrn que les adelante los materiales de suobra, los salarios y el sustento hasta que la obra se termina. El patrn participa en elproducto del trabajo de sus operarios, o en el valor que el trabajo incorpora a los materiales,y en esta participacin consiste su beneficio." Glosa de Marx (manuscrito p. 256): "En este pasaje, A. Smith presenta lisa yllanamente la renta del suelo y la ganancia del capital como simples deducciones hechassobre el producto del obrero o sobre el valor de su producto, e iguales a la cantidad detrabajo aadida por l a las materias primas. Pero esta deduccin slo puede consistir, comoel propio A. Smith pone en claro con anterioridad, en la parte del trabajo que el obreroaade a las materias primas despus de cubrir la cantidad de

trabajo que su salario se limitaa resarcir o arroja un equivalente de ste; dicho en otros trminos, no puede consistir msque en plusvala, en trabajo no retribuido." Como vemos, ya A. Smith saba "de dnde nace la plusvala del capitalista" y,adems, la del terrateniente; Marx lo reconoce sinceramente ya en 1861, mientrasRodbertus y todo el tropel de sus admiradores, que brotan como las setas bajo la lluviacaliente de esto del socialismo de Estado, parecen haberlo olvidado en absoluto. "Sin embargo prosigue Marx, A. Smith no diferencia la plusvala de por s, comocategora propia, de las formas especficas bajo las que se presenta como ganancia y rentadel suelo. De aqu todos los errores y los defectos de que adolece su investigacin, y msan la de Ricardo." Frase sta que podra ser aplicada literalmente a Rodbertus. Su "renta"es, sencillamente, la suma de la renta del suelo + la ganancia; de la renta del suelo se formauna teora totalmente falsa, y la ganancia la toma, sin molestarse en lo ms mnimo, tal ycomo la encuentra en sus predecesores. En cambio, la plusvala de Marx es la formageneral de la suma de valor que se apropian sin equivalencia los poseedores de los mediosde produccin, suma que se descompone en las formas especficas, transformadas, deganancia y renta del suelo, con arreglo a leyes muy peculiares, que Marx fue el primero endescubrir. Estas leyes se desarrollan en el libro III, donde se ver por vez primera cuntoseslabones son necesarios para llegar de la comprensin de la plusvala en general a la de sutransformacin en ganancia y renta del suelo, es decir, a la comprensin de las leyes querigen el reparto de la plusvala en el seno de la clase capitalista. Ricardo va ya bastante ms all que A. Smith. Basa su concepcin de la plusvala enuna nueva teora del valor, que aunque apareca ya como un conato en A. Smith se perdanuevamente entre los desenvolvimientos de este autor y que habra de constituir, el puntode partida de toda la ciencia econmica posterior. De la determinacin del valor de lamercanca por la cantidad de trabajo materializado en ella, deriva Ricardo la distribucin Entre obrero y capitalista de la cantidad de valor aadida a las matearas primas por eltrabajo, su divisin en salario y ganancia (es decir, aqu, plusvala). Demuestra que el valorde las mercancas es siempre el mismo, por mucho que cambie la proporcin entre estas dospartes; ley a la que slo admite excepciones aisladas. Establece, incluso, algunas leyesfundamentales acerca de la proporcin inversa entre el salario y la plusvala (concebidabajo la forma de ganancia), aunque en una formulacin demasiado general (Marx, ElCapital, I, cap. XV, I) [435438], y demuestra la renta del suelo como un remanente que endeterminadas circunstancias se desprende de la ganancia. Rodbertus no se remonta porencima de Ricardo en ninguno de estos dos puntos. Las contradicciones internas de lateora de Ricardo, que condujeron al fracaso a su escuela, pasaron completamenteinadvertidas para Rodbertus o slo sirvieron para inducirle (Zur Erkenntniss, etc., p. 130), areivindicaciones utpicas, y no a soluciones econmicas. Pero la teora ricardiana del valor y de la plusvala no necesit esperar a queapareciese la obra Zur Erkenntniss, etc., de Rodbertus para ser utilizada en un sentidosocialista. En la p. 495 del primer tomo de El Capital encontramos citado el estudio "Thepossessors of surplus produce or capital", tomado de una obra titulada The Source andRemedy of the National Difficulties. A letter to Lord John Rusell, Londres, 1821. En estaobra, hacia cuya importancia hubiera debido llamar la atencin, por si sola, la expresin de"surplus produce or capital" y que es un folleto de 40 pginas, arrancado por Marx alolvido, se dice: "Cualquiera que sea lo que al capitalista le corresponda (desde el punto de vista delcapitalista), slo puede apropiarse el trabajo excedente (surplus labour) del obrero, pues elobrero necesita vivir" (p. 23). Pero, cmo viva el obrero y cun grande pueda ser, por tanto,el trabajo excedente apropiado por el capitalista, es una cosa muy relativa. "Si el capital nodisminuye de valor en la proporcin en que aumenta de volumen, el capitalista estrujar alobrero el producto de cada hora de trabajo por encima del mnimo que el obrero necesitapara vivir... El capitalista puede, en ltimo trmino, decirle al obrero: no comas pan, puespuedes vivir comiendo nabos y patatas; hasta este punto hemos llegado" (p. 24). "Si sepuede hacer que el obrero se alimente de patatas en vez de pan, es indiscutible que se podrarrancar un producto mayor a su trabajo; es decir, s el obrero para vivir de pan, necesitaretener para su sustento y el de su familia el trabajo del lunes y del martes, alimentndosede patatas slo retendr para si la mitad del lunes, con lo cual el resto del lunes y todo elmartes quedarn libres en provecho del Estado o para el capitalista"(p. 26). "Todos estnde acuerdo (it is admited) en que los intereses abonados a los capitalistas, sea en forma derenta o en forma de rditos o de ganancia comercial o

industrial, se pagan a costa deltrabajo de otros" (p. 23). He aqu, pues, toda la "renta" de Rodbertus, con la diferencia deque en vez de "renta", aqu se dice intereses. Glosa de Marx (manuscrito "Contribucin a la crtica, etc.", p. 852): "Este folletocasi desconocido que apareci por la poca en que empezaba a hacerse clebre el`increble chapucero MacCulloch representa un progreso muy notable ton respecto aRicardo. Define directamente la plusvala o ganancia, como Ricardo la llama (y tambin,con frecuencia, producto excedente, surplus product) o interest, como lo llama el autor delfolleto, como surplus labour, trabajo excedente, como el trabajo que el obrero rinde gratis,despus de cubrir la cantidad de trabajo que sirve para reponer el valor de su fuerza detrabajo y que, por tanto, produce un equivalente para su salario. Tan importante como era Reducir el valor al trabajo, era reducir la plusvala (surplus value) materializada en unproducto excedente (surplus product) a trabajo excedente (surplus labour). Esto aparece ya dicho, en efecto, en Adam Smith y constituye una fasefundamental en la evolucin de Ricardo. Pero no aparece nunca expresado y plasmado enellos en forma absoluta." Y ms adelante, en la p. 859 del manuscrito, se dice: "Por lodems, el autor sigue aferrado a las categoras econmicas anteriores a l. En Ricardo laconfusin de plusvala y ganancia conduce a contradicciones desagradables. Exactamentelo mismo le ocurre a l, que bautiza la plusvala con el nombre de inters del capital. Escierto que le lleva a Ricardo la ventaja de que, en primer lugar, reduce toda la plusvala atrabajo excedente, y de que, adems, aunque llame a la plusvala inters del capital, haceresaltar, al mismo tiempo, que entiende por interest of capital la forma general de laplusvala, a diferencia de sus formas especficas, renta, inters y ganancia comercial eindustrial. Pero vuelve a tomar el nombre de una de estas formas especficas, el interest,como el nombre de la forma general. Y esto basta para que vuelva a reincidir en la viejajerga [slang, dice el manuscrito] econmica." Este ltimo pasaje le viene a nuestro Rodbertus como anillo al dedo. Tambin l seaferra a las categoras econmicas anteriores. Y bautiza a la plusvala con el nombre de unade sus modalidades transformadas, a la que, adems, da una gran vaguedad: la renta. Elresultado de estas dos pifias es que reincida en la vieja jerga econmica, que no lleveadelante de un modo crtico su progreso respecto a Ricardo y que, en vez de eso, se dejeinducir a hacer de su conato de teora, antes de que sta se haya desprendido del cascarn,la base de una utopa, que, como siempre, llega tarde. El folleto de referencia se public en1821 y se adelanta ya plenamente a la "renta" rodbertiana de 1842. El folleto comentado por Marx no es ms que la avanzada extrema de toda unaliteratura que en la dcada del veinte endereza la teora ricardiana del valor y de laplusvala, en inters del proletariado contra la produccin capitalista, combatiendo a laburguesa con sus propias armas. Todo el comunismo de Owen, en la medida en que revisteuna forma econmicopolmica, se basa en Ricardo. Y junto a l encontramos toda unaserie de escritores, entre los cuales Marx se limita, ya en 1847, a citar unos cuantos encontra de Proudhon (Misre de la Philosophie, p. 49): Edmonds, Thompson, Hodgskin,etc., etc., "y cuatro pginas ms de etcteras". Entre este sinnmero de obras, citar una,tomada al azar: An Inquiry into the Principles of the Distribution of Wealth, most conduciveto Human Happiness, por William Thompson; nueva edicin, Londres, 1850. La primeraedicin de esta obra, escrita en 1822, se public por vez primera en 1824. Tambin aqu sedefine constantemente, y con palabras bastantes contundentes, la riqueza apropiada por lasclases no productoras como deduccin del producto del obrero. "La aspiracin constante delo que llamamos sociedad ha consistido en mover al obrero productivo, por el engao o lapersuasin, por la coaccin o el terror, a trabajar percibiendo la parte ms pequea posibledel producto de su propio trabajo" (p. 28). "Por qu el obrero no ha de percibir todo elproducto absoluto de su trabajo?" (p. 32). "Esta compensacin que los capitalistas learrancan al obrero productivo bajo el nombre de renta del suelo, o de ganancia, se lereclama por el uso de la tierra o de otros objetos... Puesto que todas las materias fsicassobre las cuales o por medio de las cuales puede poner en prctica su capacidad deproduccin el obrero productivo desposedo, al que no se le deja ms que su capacidad deproducir, se hallan en posesin de otros cuyos intereses son antagnicos a los suyos y cuyo Consentimiento es condicin previa para su trabajo, no depende y no tiene necesariamenteque depender de la buena voluntad de estos capitalistas la parte de los frutos de su propiotrabajo que se le deje como remuneracin de

ste (p. 125)... en proporcin a la magnituddel producto retenido, ya se d... a estos desfalcos el nombre de impuestos, el de ganancia oel de robo?" (p. 126). etctera Confieso que siento, al escribir estas lneas, un poco de vergenza. Pase el que laliteratura inglesa anticapitalista de las dcadas del veinte y del treinta sea tan absolutamenteignorada en Alemania, a pesar de que ya en la Misre de la Philosophie, Marx aludedirectamente a ella y de que en el primer tomo de El Capital cita repetidas veces algunas deestas publicaciones: el folleto de 1821, a Ravenstone, a Hodgskin, etc. Pero el hecho de queno slo el literatus vulgaris que se agarra desesperadamente a los faldones de la levita deRodbertus, ese literato "que no ha aprendido realmente nada", sino incluso el profesor deoficio que "se jacta de erudicin" haya olvidado su economa clsica hasta el punto depoder acusar seriamente a Marx de copiar de Rodbertus, cosas que pueden leerse ya en A.Smith y en Ricardo, demuestra cun bajo ha cado hoy, en Alemania, la economa oficial. Qu es, entonces, lo que Marx dice de nuevo acerca de la plusvala? Cmo seexplica que la teora de la plusvala de Marx haya desencadenado una tormenta repentina, yadems en todos los pases civilizados, mientras que las teoras de todos sus predecesoressocialistas, incluyendo a Rodbertus, se esfumaron sin dejar rastro? Podramos explicar esto a la luz de un ejemplo sacado de la historia de la qumica. A fines del siglo pasado, imperaba todava en la qumica, como es sabido, la teoraflogstica, la cual explicaba el proceso de toda combustin, a base de un cuerpo, hipottico,un combustible absoluto que segn ella se desprenda en ese proceso y al que se daba elnombre de flogisto. Esta teora bastaba para explicar la mayora de los fenmenosconocidos por aquel entonces, aunque para ello, en ciertos casos, fuera necesario violentarun poco la cosa. En 1774, Priestley descubri una clase de aire "tan puro o tan exento deflogisto que, a su lado, el aire corriente pareca estar ya corrompido". Y le dio el nombre deaire desflogistizado. Poco despus, Scheele encontr en Suecia la misma clase de aire ydemostr su existencia en la atmsfera. Descubri, adems, que desapareca al quemar uncuerpo en l o en aire corriente, razn por la cual le dio nombre de "aire gneo". "Estosresultados le llevaron a la conclusin de que la combinacin que se produce por la unindel flogisto con una de las partes integrantes del aire (es decir, en el proceso decombustin) no es otra cosa que fuego o calor, que se escapa por el vidrio."2 Tanto Priestley como Scheele haban descubierto el oxgeno, pero no saban lo quetenan en la mano. Seguan aferrados a las categoras "flogsticas" anteriores a ellos. En susmanos, el elemento llamado a echar por tierra toda la concepcin flogstica y a revolucionarla qumica, estaba condenado a la esterilidad. Pero Priestley comunic enseguida sudescubrimiento a Lavoisier, en Pars, y Lavoisier se puso a investigar, a la luz de estenuevo hecho, toda la qumica flogstica, hasta que descubri que la nueva clase de aire era,en realidad, un nuevo elemento qumico; que en la combustin no interviene ningnmisterioso flogisto que se escape del cuerpo en ignicin, sino que es el nuevo elemento elque se combina con el cuerpo que arde, y de este modo puso de pie toda la qumica, quebajo su forma flogstica estaba de cabeza. Y aunque, como l mismo lo afirma, no presentel oxgeno al mismo tiempo que los otros e independientemente de ellos, Lavoisier es, a 15.pesar de ello, con respecto a los otros dos, el verdadero descubridor del oxgeno, ya queaqullos no hicieron ms que tropezar con el nuevo elemento sin sospechar siquiera quera aquello en que tropezaban. Pues bien; la relacin que meda entre Lavoisier y Priestley y Scheele es la mismaque media, en lo tocante a la teora de la plusvala, entre Marx y sus predecesores. Laexistencia de esa parte de valor del producto a que hoy damos el nombre de plusvala,habase comprobado mucho antes de Marx; y asimismo se haba expresado, con mayor omenor claridad, en lo que consiste, a saber: en el producto del trabajo por el que quien se loapropia no paga equivalente alguno. Pero no se pasaba de ah. Los unos los economistasburgueses clsicos investigaban, a lo sumo, la proporcin en que el producto del trabajo sereparta entre el obrero y el poseedor de los medios de produccin. Los otros lossocialistas encontraban este reparto injusto y buscaban medios utpicos para corregir lainjusticia. Pero, tanto unos como otros seguan

aferrados a las categoras econmicasanteriores a ellos. Fue entonces cuando apareci Marx. Y apareci en directa contraposicin con todossus predecesores. All donde stos vean una solucin, Marx vio solamente un problema.Vio que aqu no se trataba ni de aire desflogistizado ni de aire gneo, sino de oxgeno; queno se trataba ni de la simple

comprobacin de un hecho econmico corriente, ni delconflicto de este hecho con la eterna justicia y la verdadera moral, sino de un hecho queestaba llamado a revolucionar toda la economa y que daba a quien supiera interpretarlola clave para comprender toda la produccin capitalista. A la luz de este hecho, investigtodas las categoras anteriores a l, lo mismo que Lavoisier haba investigado a la luz deloxgeno todas las anteriores categoras de la qumica flogistica. Para saber qu era laplusvala, tena que saber qu era el valor. Y el nico camino que se poda seguir, para ello,era el de someter a crtica, ante todo, la propia teora del valor de Ricardo. Y as, Marxinvestig el trabajo en su funcin creadora de valor y puso en claro por vez primera qutrabajo y por qu y cmo crea valor, descubriendo que el valor no es otra cosa que trabajode esta clase cristalizado, punto ste que Rodbertus no lleg jams a comprender. Luego,Marx investig la relacin entre la mercanca y el dinero y demostr cmo y por qu,gracias a la cualidad de valor inherente a ella, la mercanca y el cambio de mercancastienen necesariamente que engendrar la anttesis de mercanca y dinero; su teora del dinerocimentada sobre esta base, es la primera teora completa, hoy tcitamente aceptada por todoel mundo. Investig la conversin del dinero en capital y demostr que este procesodescansa en la compra y venta de la fuerza de trabajo. Y, sustituyendo el trabajo por lafuerza de trabajo, por la cualidad creadora de valor, resolvi de golpe una de lasdificultades contra las que se haba estrellado la escuela de Ricardo: la imposibilidad deponer intercambio de capital y trabajo en consonancia con la ley ricardiana de ladeterminacin del valor por el trabajo. Sentando la distincin del capital en constante yvariable, consigui por vez primera exponer hasta en sus ms pequeos detalles y, portanto, explicarlo, el proceso de la formacin de plusvala en su verdadero desarrollo, cosaque ninguno de sus predecesores haba logrado: estableci, por este camino, una distincinentre dos clases de capital de la que ni Rodbertus ni los economistas burgueses haban sidocapaces de sacar nada en limpio y que, sin embargo, nos da la clave para resolver losproblemas econmicos ms intrincados, como lo demuestra palmariamente, una vez ms,este libro II y lo demostrar ms an, segn se ver en su da, el libro III. Sigui 16.investigando la misma plusvala y descubri sus dos formas: la plusvala absoluta y larelativa, sealando el papel distinto, pero decisivo en ambos casos, que la plusvaladesempea en el desarrollo histrico de la produccin capitalista. Y, sobre la base de laplusvala, desarroll la primera teora racional del salario que poseemos y traz por vezprimera las lneas generales para una historia de la acumulacin capitalista y para unaexposicin de su tendencia histrica. Y Rodbertus? Despus de leer todo esto, ve en ello economista de tendencia,como siempre un "asalto a la sociedad", le parece que l ha dicho de un modo mucho msbreve y ms claro de dnde nace la plusvala y encuentra, finalmente, que todo esto seamolda, indudablemente, a "la actual forma de capital", es decir, al capital tal como existehistricamente, pero no al "concepto del capital", es decir, a la idea utpica que del capitalse ha formado el seor Rodbertus. Exactamente lo mismo que suceda al vejo Priestley, quehasta su muerte pona la mano en el fuego por el flogismo, sin querer saber absolutamentenada del oxgeno. Con la diferencia de que Priestley fue realmente el primero que tropezcon el oxgeno, mientras que Rodbertus, con su plusvala, o mejor dicho con su "renta", nohizo ms que volver a descubrir un lugar comn, y de que Marx, al contrario que lospredecesores de Lavoisier, jams afirm haber sido el primero en descubrir el hecho de laexistencia de la plusvala. Las dems aportaciones de Rodbertus en materia de economa. se hallan al mismonivel de sta. Su elaboracin de la plusvala hasta convertirla en un concepto utpico, fuecriticada ya por Marx, sin proponrselo, en la Misre de la Philosophie; y cuanto restabapor decir acerca de esto, ha sido dicho por m en el prlogo a la traduccin alemana de lacitada obra. La tendencia a las crisis comerciales por el dficit de consumo de la claseobrera la encontramos ya en los Nouveaux Principes de lconomie Politique de Sismondi,libro IV, captulo IV.3 Slo que Sismondi no pierde de vista nunca el mercado mundial,mientras que el horizonte de Rodbertus queda encerrado dentro de las fronteras prusianas.Sus especulaciones sobre si el salario proviene del capital o de la renta son puroescolasticismo y quedan definitivamente liquidadas con la seccin tercera de este libro II deEl Capital. Su teora de la renta es propiedad exclusiva suya y podr seguir sesteandotranquilamente hasta que vea la luz el manuscrito de Marx en que se hace la crtica de ella.Finalmente, sus proposiciones encaminadas a emancipar la propiedad territorial de la viejaPrusia de la opresin del capital son tambin completamente utpicas; en ellas se elude, enefecto, la nica cuestin prctica que

aqu se ventila: la cuestin de saber cmo elterrateniente de la vieja Prusia puede ingresar, digamos, 20,000 marcos un ao con otro ygastar, por ejemplo, 30,000, sin contraer deudas. La escuela ricardiana fracas haca 1830 por culpa de la plusvala. El problema queella no fue capaz de resolver sigui siendo un problema sin solucin, con harta mayorrazn, para su sucesora, la economa vulgar. He aqu los dos puntos contra los cualesRicardo y su escuela se estrellaron: Primero. El trabajo es la medida del valor. Sin embargo, el trabajo vivo, al sercambiado por capital, presenta un valor inferior al del trabajo materializado por el que secambia. El salario, el valor de una determinada cantidad de trabajo vivo, es siempre inferioral valor del producto creado por esta misma cantidad de trabajo vivo o en que sta tomacuerpo. As formulado, el problema es, en efecto, insoluble. Marx lo plantea en sus 17.verdaderos trminos y, al plantearlo as, lo resuelve. No es el trabajo el que tiene un valor.Como actividad creadora de valor que es, el trabajo no puede tener un valor especial, lomismo que la gravedad no puede tener un peso especial, ni el calor una temperaturaespecial, ni la electricidad un voltaje especial. Lo que se compra y se vende comomercanca no es el trabajo, sino la fuerza de trabajo. Al convertirse en mercanca, su valorse rige por el trabajo encarnado en ella como producto social y equivale al trabajosocialmente necesario para su produccin y reproduccin. La compra y venta de la fuerzade trabajo sobre la base de este valor suyo no contradice, por tanto, en modo alguno, a laley econmica del valor. Segundo. Segn la ley ricardiana del valor, dos capitales que emplean la mismacantidad de trabajo vivo y con la misma remuneracin, producen en tiempos iguales suponiendo que todas las dems circunstancias sean idnticas productos de igual valor yplusvala o ganancia en cantidad tambin igual. Pero s emplean cantidades desiguales detrabajo vivo, no pueden producir una plusvala, o, como dicen los ricardianos, una gananciade tipo igual. Pues bien, lo que ocurre es precisamente lo contrario. En realidad, capitalesiguales, cualquiera que sea la cantidad, pequea o grande, de trabajo vivo que empleen,producen en tiempos iguales por trmino medio, ganancias iguales. Se encierra aqu, portanto, una contradiccin a la ley del valor, contradiccin descubierta ya por Ricardo, y quesu escuela fue tambin incapaz de resolver. Rodbertus vio tambin esta contradiccin; pero,en vez de resolverla, la convirti en uno de los puntos de partida de su utopa (ZurErkenntnis, etc., p. 131). La tal contradiccin haba sido ya resuelta por Marx en elmanuscrito titulado "Contribucin a la crtica, etc."; la solucin se encuentra, con arreglo alplan de El Capital, en el libro III. An habrn de pasar varios meses antes de supublicacin. Por tanto, los economistas que pretenden descubrirnos en Rodbertus la fuentesecreta de Marx y un precursor aventajado de ste, tienen aqu una ocasin de demostrarnoslo que puede dar de s la economa rodbertiana. Si son capaces de explicarnos cmo, no yasin infringir la ley del valor, sino sobre la base precisamente de esta ley, puede y debeformarse una cuota meda de ganancia igual, entonces discutiremos mano a mano con ellos.Pero, tienen que darse prisa. Las brillantes investigaciones contenidas en este libro II de ElCapital y los novsimos resultados a que llegan en terrenos que hasta aqu apenas habapisado nadie, no son ms que las premisas para el contenido del libro III, en el que sedesarrollan los resultados finales de la exposicin marxista del proceso social dereproduccin, sobre la base capitalista. Cuando este libro III vea la luz, ya casi nadie seacordar de que existi un economista llamado Rodbertus. Marx tena el propsito, que repetidas veces me expuso, de dedicar a su esposa loslibros II y III de El Capital. FEDERICO ENGELS Londres, 5 de mayo de 1885, cumpleaos de Marx. 18.Esta segunda edicin es, substancialmente, una reproduccin literal de la primera.Me he limitado a corregir las erratas de imprenta, a subsanar algunos descuidos de estilo ya suprimir algunos prrafos breves que no contenan ms que repeticiones. La labor de preparacin del manuscrito del tercer libro, en la que he tropezado condificultades completamente inesperadas, est a punto de terminar. Si gozo de salud, estevolumen podr ser entregado a la imprenta en el prximo otoo. F. ENGELS Londres. 15 de julio de 1893. 19.Seccin Primera LAS METAMORFOSIS DEL CAPITAL Y SU CICLO Capitulo I EL CICLO DEL CAPITAL DINERO El proceso cclico1 del capital se desarrolla en tres fases, que forman, segn se haexpuesto en el libro I, la siguiente serie: Primera fase: El capitalista aparece en el mercado de mercancas y en el mercadode trabajo como comprador; su

dinero se invierte en mercancas; recorre el acto decirculacin D M. Segunda fase: Consumo productivo por el capitalista de las mercancas compradas.Aqul acta como productor capitalista de mercancas; su capital recorre el proceso deproduccin. El resultado es: una mercanca de valor superior al de los elementos que laproducen. Tercera fase: El capitalista retorna al mercado como vendedor, sus mercancas seconvierten en dinero; recorren el acto de circulacin M D. Por tanto, la frmula que expresa el ciclo del capitaldinero es: D M... P... M D. Los puntos

indican la interrupcin del proceso de produccin y M y D representan M yD incrementados por la plusvala. En el libro I slo se trat de la primera fase y de la tercera en la medida en que elloera necesario para la comprensin de la segunda fase del proceso de produccin del capital.No se examinaron, por tanto, las diversas formas que reviste el capital en sus distintas fasesy que unas veces asume y otras abandona en sus repetidos ciclos. Estas formas son las queconstituyen aqu el objeto inmediato de nuestra investigacin. Para concebir las formas en su estado puro, hay que prescindir, por el momento, detodos los factores que no tienen nada que ver con el cambio de formas y la plasmacin deestas formas como tales. Por eso, aqu partimos del supuesto de que las mercancas sevenden por su valor, y de que esto se realiza, adems, en circunstancias invariables. Por lamisma razn, hacemos tambin caso omiso de las variaciones de valor que durante elproceso cclico pueden producirse. 1. Primera fase: D M 2 D M representa la inversin de una suma de dinero en una suma de mercancas:para el comprador, la conversin de su dinero en mercancas, para el vendedor, laconversin de sus mercancas en dinero. Lo que hace que esta operacin, que forma parte 20.de la circulacin general de mercancas represente al mismo tiempo una etapafuncionalmente determinada del ciclo independiente de un capital individual, no es la formade la operacin, sino su contenido material, el carcter especifico de uso de las mercancasque pasan a ocupar el lugar del dinero. Estas mercancas son, de una parte, medios deproduccin, de otra fuerza de trabajo; es decir, los factores materiales y personales de laproduccin de mercancas, cuyo carcter especfico tiene que corresponder, naturalmente, ala clase de artculos que se trata de producir. Si llamamos a la fuerza de trabajo T y a losmedios de produccin , Mp, tendremos que la suma de mercancas que se compra, M = T +Mp, o, expresado ms concisamente, T M < :D M Mps analizamos su contenido, se convierte, por tanto, en T DM < Mpo lo que es lo mismo, D M se desdobla en D T y D Mp; la suma de dinero D se divideen dos partes: una de ellas se destina a comprar fuerza de trabajo, la otra a comprar mediosde produccin. Estas dos series de compradores actan en dos mercados completamentedistintos: una, en el mercado de mercancas, que se invierte D, la frmula T DM < Mpexpresa, adems, una relacin cuantitativa altamente caracterstica. Sabemos que el valor o precio de la fuerza de trabajo se le paga a su poseedor, aquien la ofrece en venta como mercanca, en forma de salario, es decir, como el preciocorrespondiente a una suma de trabajo que encierra, adems, trabajo sobrante; de modo quesi, por ejemplo, el valor de un da de fuerza de trabajo equivale a 3 marcos, producto decinco horas de trabajo, en el contrato celebrado entre comprador y vendedor ste figurarcomo el precio o salario de diez horas de trabajo, supongamos. Si se contratan, por ejemplo,50 obreros en idnticas condiciones, resultar que todos ellos juntos debern suministrardiariamente al comprador 500 horas de trabajo, la mitad de las cuales, o sean, 250 horas detrabajo = 25 jornadas de trabajo de diez horas, consiste exclusivamente, segn la hiptesisde que partimos, en trabajo sobrante. La cantidad y el volumen de los medios de 21.produccin que se compren debern ser suficientes para poder emplear esta masa detrabajo. Por tanto, la frmula T DM < Mpno expresa solamente la proporcin cualitativa segn la cual una determinada suma dedinero, por ejemplo 422 libras esterlinas, se invierte en determinados medios de producciny en la fuerza de trabajo que a ellos corresponde, y viceversa, sino tambin la proporcincuantitativa entre la parte del dinero invertida en fuerza de trabajo (T) y la parte invertidaen medios de produccin (Mp), proporcin que responde de antemano a la suma de trabajoexcedente que un determinado nmero de obreros debe rendir. As, por ejemplo, s en una fbrica de hilados

el salario semanal de 50 obreros es de50 libras esterlinas, habr que invertir en medios de produccin 372 libras, suponiendo quesea ste el valor de los medios de produccin que convierta en hilo un trabajo semanal de3,000 horas, 1,500 de las cuales representan trabajo excedente. Por ahora, no interesa para nada saber hasta qu punto la aplicacin del trabajoexcedente arroje, en diversas ramas industriales, un suplemento de valor en forma demedios de produccin. Lo que interesa es que la parte del dinero invertida en medios deproduccin los medios de produccin comprados, en la frmula D Mp sea, bajocualesquiera circunstancias, suficiente; es decir est bien calculada de antemano, semovilice en la proporcin adecuada. Dicho de otro modo, la masa de los medios deproduccin debe bastar para absorber la masa de trabajo, para que sta pueda transformarlaen producto. S no contase con medios de produccin suficientes el comprador, no tendra aqu dedicar el trabajo excedente de que dispone; su derecho a disponer de este trabajo no leservir de nada. Y, por el contrario, si existiesen ms medios de produccin que trabajodisponible, el trabajo no los absorbera y, por tanto, no se transformaran en producto. Una de trabajopara producir un artculo til, sino que dispone, adems, de un caudal de fuerza de trabajo,de una cantidad de trabajo mayor de la que necesita para reponer el valor de la fuerza detrabajo, y al mismo tiempo de los medios de produccin indispensables para realizar omaterializar esta suma de trabajo: dispone, por tanto, de los factores necesarios paraproducir artculos de un valor superior al de sus elementos de produccin, o sea, una masa 22.de mercancas que encierran una plusvala. El valor desembolsado por l en forma dedinero reviste ahora, por tanto, una forma natural que le permite realizarse como valorpreado de plusvala (en forma de mercancas). Dicho en otros trminos, aparece en elestado o bajo la forma de capital productivo, de capital dotado de la propiedad de crearvalor y plusvala. Al capital que adopta esta forma lo llamamos P. El valor de P es = valor de T + Mp, = D invertido en T y Mp. D representa el mismovalorcapital que P, aunque bajo una modalidad distinta, a saber: la de valorcapital endinero o en forma de dinero, la de capitaldinero. Por tanto, la operacin de la circulacin general de mercancas que empleamos en lafrmula T DM < Mpo, empleando la forma general, D M, suma de compras de mercancas es, al mismotiempo, como fase del proceso cclico independiente del capital, la transformacin del valordel capital de su formadinero en su forma productiva o, ms concisamente, la conversindel capitaldinero en capital productivo. Por consiguiente, en la fase del ciclo que ahoraestamos examinando, el dinero aparece como primer exponente del valor del capital y, portanto, el capitaldinero como la forma en que el capital se desembolsa. Como capitaldinero, reviste una forma que le permite realizar las funciones deldinero, que son, en el caso a que nos referimos, las funciones de medio general de compra yde medio general de pago. (Esta ltima en la medida en que la fuerza de trabajo, aunquecomprada de antemano, slo se paga despus de emplearse. Cuando los medios deproduccin no existen en el mercado ya dispuestos para ser aplicados, sino que hay queencargarlos, el dinero funciona tambin, en la forma D Mp, como medio de pago.) Estapropiedad no proviene del hecho de que el capitaldinero sea capital, sino del hecho de serdinero. De otra parte, el valor del capital en forma de dinero slo puede desempear lasfunciones propias del dinero; exclusivamente stas. Lo que convierte a estas funciones deldinero en funciones de capital es el papel concreto que desempeen en el proceso delcapital y tambin, por tanto, la concatenacin de la fase en que aparecen con las demsfases de su ciclo. As, por ejemplo, en el caso a que nos estamos refiriendo, el dinero seinvierte en mercancas cuya combinacin constituye la forma natural del capital productivoy que, por tanto, encierra ya de un modo latente, es decir, en cuanto a la posibilidad, elresultado del proceso capitalista de produccin. Una parte del dinero que en la frmula T DM < Mp 23.realiza la funcin de capitaldinero pasa a desempear, al efectuarse esta mismacirculacin, una funcin en la que su carcter de capital desaparece, quedando en pie sucarcter de dinero. La circulacin del capitaldinero D se descompone en D Mp y D T,en compra de medios de produccin y compra de fuerza de trabajo. Examinemosconcretamente la ltima operacin. D T es la compra de la fuerza de trabajo por elcapitalista y la venta de la fuerza de trabajo aqu, podemos decir la venta del trabajo,puesto que se presupone la forma del salario por el obrero que la aporta. Lo que es para elcomprador D M ( =D T) es aqu, como en toda compra, para el vendedor

(para elobrero) T D ( = M D), la venta de su fuerza de trabajo. Es la primera fase de lacirculacin o primera metamorfosis de la mercanca (libro I, cap. III, 2 a) [ pp. 64 ss. ]; es,por parte del vendedor del trabajo, la conversin de su mercanca en la formadinero. Eldinero as obtenido lo va invirtiendo el obrero, poco a poco, en una suma de mercancasdestinadas a satisfacer sus necesidades, en artculos de consumo. Por tanto, la circulacinglobal de su mercanca reviste la frmula T D M; es decir, en primer lugar T D ( = M D) y en segundo lugar D M; o sea, la forma general de la circulacin simple demercancas M D M, en la que el dinero figura como simple medio transitorio decirculacin, como mero intermediario en el cambio de una mercanca por otra. D T es la fase que el capital desembolsado enforma de dinero se convierta realmente en capital, en valor creador de plusvala. D Mp notiene ms finalidad que facilitar la realizacin de la masa de trabajo comprada por medio deD T. Por tanto, desde este punto de vista, la frmula D T fue expuesta en el libro I,seccin II: transformacin del dinero en capital. [pp. 103129]. Aqu, debemos examinar elproblema desde otro punto de vista, refirindonos especialmente al capitaldinero comoforma de manifestarse el capital. La frmula D T es considerada, en general, como caracterstica del rgimencapitalista de produccin. Pero no, ni mucho menos, como se ha pretendido hacer creer, porel hecho de que la compra de la fuerza de trabajo sea un contrato de compra en el que seestipula la entrega de una cantidad de trabajo mayor de la que se necesita para reponer elprecio de la fuerza de trabajo, el salario; es decir, por el hecho de que la entrega de trabajosobrante constituya la condicin fundamental para la capitalizacin del valor desembolsadoo, lo que es lo mismo, para la produccin de plusvala, sino ms bien en cuanto a la formaque existe, toda vez que bajo la forma del salario se compra trabajo con dinero, y estaoperacin se reputa caracterstica de la economa pecuniaria. Una vez ms, nos encontramos con que no es lo irracional de la forma lo que debeconsiderarse caracterstico. Lejos de ello, este aspecto formal pasa inadvertido. Loirracional consiste en que el trabajo, elemento creador de valor, no puede tener de por svalor alguno; en que, por tanto, una determinada cantidad de trabajo no puede tampocotener un valor que se exprese en un precio, en su equivalencia a una determinada cantidadde dinero. Ya sabemos que el salario no es ms que una forma disfrazada, forma en la que,por ejemplo, el precio de un da de fuerza de trabajo aparece como, el precio del trabajorealizado por ella durante un da, con lo cual el valor producido por aquella fuerza detrabajo en 6 horas de trabajo, supongamos, se expresa como el valor de su funcin o trabajode 12 horas. 24.La frmula D T se considera como lo caracterstico, como el cuo de la llamadaeconoma pecuniaria, porque aqu el trabajo aparece como la mercanca de su poseedor y eldinero, por tanto, como comprador, es decir, por razn del rgimen propio del dinero (osea, de la compra y la venta de una actividad humana). Sin embargo, el dinero funcionabaya des