El camino del sabio

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A mis amigos. Dedico este libro a todas esas personas especiales, que comparten conmigo día a día, sus vidas, corazones y esperanzas. Esas personas que durante mucho tiempo han depositado su FE en mi. Y que para mi son ángeles. Gracias a ellas yo existo, y sin ellas yo no seria nada. Este libro, estas historias, forjaron mi camino y me hicieron compren- der, lo que me quedaba todavía por recorrer. Espero que estas historias puedan ayudaros a comprender, y a encon- trar vuestro interior, vuestra Fe y vuestra alma. Sabed que siempre me tendréis a vuestro lado. Y que ningún legado muere, cuando es entregado con amor. Compartid, enseñad, lo que os han mostrado. Porque recordad: el que lo posee todo solo le resta compartir con los demás lo que posee. Solo así seréis inmortales. Sed felices. El camino del sabio. Pensamientos, historias y frases de mi vida. Como ser sabio en un mundo de inteligentes.

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Como ser sabio en un muno de inteligentes.

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A mis amigos. Dedico este libro a todas esas personas especiales, que comparten conmigo día a día, sus vidas, corazones y esperanzas. Esas personas que durante mucho tiempo han depositado su FE en mi. Y que para mi son ángeles. Gracias a ellas yo existo, y sin ellas yo no seria nada. Este libro, estas historias, forjaron mi camino y me hicieron compren-der, lo que me quedaba todavía por recorrer. Espero que estas historias puedan ayudaros a comprender, y a encon-trar vuestro interior, vuestra Fe y vuestra alma. Sabed que siempre me tendréis a vuestro lado. Y que ningún legado muere, cuando es entregado con amor. Compartid, enseñad, lo que os han mostrado. Porque recordad: el que lo posee todo solo le resta compartir con los demás lo que posee. Solo así seréis inmortales. Sed felices.

El camino del sabio.

Pensamientos, historias y frases de mi vida.

Como ser sabio en un mundo de inteligentes.

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La rosa y el sapo Había una vez una rosa roja muy hermosa y bella. Se sentía de mara-villa al saber que era la rosa mas bella del jardín. Sin embargo, se daba cuenta de que la gente la miraba de lejos. Un día se dio cuenta de que al lado de ella siempre había un sapo grande y oscuro y que era por eso que nadie se acercaba a verla de cerca. Indignada ante lo descubierto le ordeno al sapo que se fuera de inme-diato; el sapo muy obediente dijo: Esta bien, si así lo quieres. Poco tiempo después el sapo paso por donde estaba la rosa y se sor-prendió al ver la rosa totalmente marchita, sin hojas y sin pétalos. Le dijo entonces: Vaya que te ves muy mal. ¿Que te paso? La rosa contesto: Es que desde que te fuiste las hormigas me han comido día a día, y nunca pude volver a ser igual. El sapo solo contesto: Pues claro, cuando yo estaba aquí me comía a esas hormigas y por eso siempre eras la mas bella del jardín. Muchas veces despreciamos a los demás por creer que somos mas que ellos, mas bellos o simplemente porque inconscientemente creemos que no nos "sirven". Nadie sobra en este mundo, todos tenemos algo especial que hacer, algo que aprender de los demás o algo que ense-ñar. Todos somos especiales. Los Locos Cuando miras detrás de los muros de un manicomio, solo ves locos. Sabes lo que ven esos locos cuando miran ellos al otro lado de esos muros? muy sencillo lo único que ven son otros locos.

Cuando la raíz es Amor Cerca de un arroyo de aguas frescas, había un pequeño bosque. Los árboles eran muy variados. Todos gastaban las energías en ser más altos y grandes, con muchas flores y perfumes, pero quedaban débiles y tenían poca fuerza para echar raíz. En cambio un laurel dijo: "Yo, mejor, voy a invertir mi savia en tener una buena raíz: así creceré y podré dar mis hojas a todos los que me necesiten". Los otros árboles estaban muy orgullosos de ser bellos; en ningún lado había tantos colores y perfumes! Y no dejaban de admirarse y de hablar de los encantos de unos y otros, y así, todo el tiempo, mirándose y riéndose de los demás. El laurel sufría a cada instante esas burlas. Se reían de él, señoreando sus flores y perfumes, meneando el abundante follaje. - "¡Laurel !...(le decían) ¿para qué quieres tanta raíz? Mira a nosotros todos nos alaban porque tenemos poca raíz y mucha belleza.¡Deja de pensar en los demás! ¡Preocúpate sólo de ti!" Pero el laurel estaba convencido de lo contrario; deseaba amar a los demás y por eso tenía raíces fuertes. Un buen día, vino una gran tormenta, y sacudió, sopló y resopló sobre el bosque. Los árboles más grandes, que tenían un ramaje inmenso, se vieron tan fuertemente golpeados, que por más que gritaban no pudie-ron evitar que el viento los volteara. En cambio el pequeño laurel, como tenía pocas ramas y mucha raíz, apenas si perdió unas cuantas hojas. Entonces todos comprendieron que lo que nos mantiene firmes en los momentos difíciles, no son las apariencias, sino lo que está oculto en las raíces, dentro de tu corazón... allí... en tu alma...

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El juzgar a los demás No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condena-dos; perdonad, y seréis perdonados. Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando da-rán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir. Y les decía una parábola: ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo? El discípulo no es superior a su maestro; mas todo el que fuere perfeccionado, será co-mo su maestro. Por qué miras la paja que está en el ojo de tu herma-no, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O como puedes decir a tu hermano: Hermano, déjame sacar la paja que está en tu ojo, no mirando tú, la viga que está en el ojo tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano. Ser Humildes Caminaba con mi padre cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó: Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más? Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí: Estoy escuchando el ruido de una carreta. Eso es -dijo mi padre-. Es una carreta vacía. Pregunté a mi padre: ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la vemos? Entonces mi padre respondió: Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido. Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace. Me convertí en adulto y hasta hoy cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportu-na o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo: "Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace" La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas. Y recuerden que existen personas tan pobres que lo único que tienen es dinero. Y nadie está mas vacío que aquel que está lleno de sí mismo.

El rey sabio Había una vez, en la lejana ciudad de Wirani, un rey que gobernaba a sus súbditos con tanto poder como sabiduría. Y le temían por su poder, y lo amaban por su sabiduría. Había también en el corazón de esa ciudad un pozo de agua fresca y cristalina, del que bebían todos los habitantes; incluso el rey y sus cor-tesanos, pues era el único pozo de la ciudad. Una noche, cuando todo estaba en calma, una bruja entró en la ciudad y vertió siete gotas de un misterioso líquido en el pozo, al tiempo que decía: -Desde este momento, quien beba de esta agua se volverá loco. A la mañana siguiente, todos los habitantes del reino, excepto el rey y su gran chambelán, bebieron del pozo y enloquecieron, tal como había predicho la bruja. Y aquel día en las callejuelas y en el mercado, la gente no hacía sino cuchichear: -El rey está loco. Nuestro rey y su gran chambelán perdieron la razón. No podemos permitir que nos gobierne un rey loco; debemos destro-narlo. Aquella noche, el rey ordenó que llenaran con agua del pozo una gran copa de oro. Y cuando se la llevaron, el soberano ávidamente bebió y paso la copa a su gran chambelán, para que también bebiera. Al día siguiente hubo un gran regocijo en la lejana ciudad de Wirani, porque el rey y el gran chambelán habían recobrado la razón. El jarrón precioso El amor y la amistad es como un jarrón precioso. Y siempre en ese amor y en esa amistad hay una prueba importante que pasar. Nunca dejes que esa prueba rompa ese jarrón, porque al intentar volverlo a pegar ya nunca volverá a ser igual ya que ese jarrón precioso, habrá perdido toda su fuerza y será mas frágil que antes. Hay que ser muy bueno pegando ese jarrón para que no se rompa mas, lamentablemen-te siempre se vuelve a romper.

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Al final se tu el que rías Cuando naciste viniste a este mundo llorando, y al verte llegar todos los que estaban a tu alrededor reían. Procura hacer cosas en esta vida, que cuando te vayas de ella seas tu el que rías y los demás los que lloren por ti. Vestiduras Cierto día belleza y fealdad se encontraron a orillas del mar. Y se dije-ron. - Bañémonos en el mar. Entonces se desvistieron y nadaron en las aguas. Instantes más tarde Fealdad regresó a la costa y se vistió con las ropas de belleza, y luego partió. Belleza también salió del mar, pero no halló sus vestiduras, y era de-masiado tímida para quedarse desnuda, así que se vistió con las ropas de fealdad. Y belleza también siguió su camino. Sin embargo, algunos hay que contemplan el rostro de Belleza y no lleva sus vestiduras. Y algunos otros conocen el rostro de Fealdad, y sus ropas, no lo ocultan a sus ojos. Por eso lamentablemente hoy en día los humanos, cuando nos halla-mos ante alguien no sabemos ver todavía, la belleza o la fealdad que se oculta en esa persona. La oscuridad Si tienes miedo ante la oscuridad, es porque entras en ella con los ojos abiertos, cierra los ojos y ya no tendrás miedo de ella.

Parábola del hijo pródigo También dijo: Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bie-nes viviendo perdidamente. Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos, pero nadie le daba. Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en la casa de mi padre tienen abundan-cia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi pa-dre, y le diré: Padre he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su pa-dre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus sier-vos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta, porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; y se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse. Y su hijo ma-yor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó que era aquello. El le dijo: tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase. Mas él respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habién-dote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para go-zarme con mis amigos. Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumi-do tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo. El entonces le dijo: Hijo, tu siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas. Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido y es hallado.

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La Pregunta más importante Durante mi segundo semestre en la escuela de enfermería, nuestro profe-sor nos dio un examen sorpresa. Yo era un estudiante consciente y leí rá-pidamente todas las preguntas, hasta que leí la ultima: ¿Cual es el nom-bre de la mujer que limpia la escuela? Seguramente esto era algún tipo de broma. Yo había visto muchas veces a la mujer que limpiaba la escuela. Ella era alta, cabello oscuro, como de cincuenta anos, pero, ¿Como iba yo a saber su nombre? Entre-gué mi examen, dejando la última pregunta en blanco...Antes de que ter-minara la clase, alguien le preguntó al profesor si la ultima pregunta con-taría para la nota del examen. -Absolutamente (dijo el profesor); en sus carreras ustedes conocerán mu-chas personas. Todas son importantes. Ellos merecen su atención y cuidado, aunque solo les sonrían y digan: ¡Hola! Nunca olvidé esa lección. También aprendí que su nombre era Dorothy. Todos somos importantes. El Náufrago El único sobreviviente de un naufragio llegó a la playa de una diminuta y deshabitada isla. Pidió fervientemente a Dios ser rescatado, y cada día es-cudriñaba el horizonte buscando ayuda, pero no parecía llegar. Cansado, finalmente optó por construirse una cabaña de madera para protegerse y almacenar sus pocas pertenencias. Entonces, un día, tras merodear por la isla en busca de alimento, regresó a su casa sólo para encontrar su cabañita envuelta en llamas, con el humo ascendiendo hasta el cielo; lo peor había ocurrido, lo había perdido todo. Quedó anonadado de tristeza y rabia: "Dios mío, ¿Cómo pudiste hacerme esto?" se lamentó. Sin embargo, al día siguiente fue despertado por el ruido de un barco que se acercaba a la isla. Habían venido a rescatarlo. "¿Cómo supieron que estaba aquí?", preguntó el cansado hombre a sus salvadores. "Vimos su señal de humo", contestaron ellos. Es fácil descorazonarse cuando las cosas marchan mal, pero no debemos desanimarnos porque Dios trabaja en nuestras vidas aún en medio del do-lor y el sufrimiento. La próxima vez que tu cabaña se vuelva humo, re-cuerda que puede ser la señal de que la ayuda y gracia de Dios viene en camino.

El perro sabio Un día un perro sabio paso cerca de un grupo de gatos. Y viendo el perro que los gatos parecían estar absortos, hablando en-tre si, y que no advertían su presencia, se detuvo a escuchar lo que decían. Se levanto entonces, grave y circunspecto, un gran gato, observo a sus compañeros y dijo: Hermanos, orad; y cuando hayáis orado una y otra vez, y vuelto a orar, sin duda lloverán ratones del cielo. Al oírlo, el perro rió para sus adentros, y se alejo de los gatos diciendo: -¡Ciegos e insensatos felinos! ¿No esta escrito, y no lo he sabido siem-pre, y mis padres antes que yo que lo que llueve cuando elevamos al cielo suplicas y plegarias son huesos, y no ratones. Esta pequeña historia que te acabo de contar es aplicable a cada uno de nosotros, lo seres humanos, porque cada uno tiene su manera de creer y de pensar. Quien realmente tiene la razón el perro o el gato? ¿Sabes como llamarle? Al caer y volver a levantarte, al fracasar y volver a comenzar, a seguir un camino y tener que torcerlo, a encontrar el dolor y tener que afron-tarlo, a eso no le llames adversidad, llámale sabiduría. Al sentir la mano de Dios y saberte impotente, al fijarte una meta y te-ner que seguir otra, al huir de una prueba y tener que encararla, al planear un vuelo y tener que recortarlo, al aspirar a algo y no poder, al querer y no saber, al avanzar y no llegar, a eso, no le llames castigo, llámale enseñanza. Al pasar días juntos radiantes, días felices y días tristes, días de sole-dad y días de compañía, a eso, no le llames rutina, llámale experiencia Al de que tus ojos miren y tus oídos oigan, y tu cerebro funcione y tus manos trabajen, y tu alma irradie y tu sensibilidad sienta, y tu corazón ame, a eso, no le llames poder humano, llámale milagro.

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Los ancianos Israel y Emma, ciudadanos de la tercera edad, se conocieron en un baile para solteros y dos semanas después ya se habían casado. Les parecía que eran una pareja perfecta porque ambos tenían noven-ta años. La primera noche de su luna de miel se metieron en la cama y el an-ciano apretó la mano de Emma. Ella se la apretó a su vez y se durmie-ron. La segunda noche, Israel le apretó la mano de nuevo. Emma se la apretó a su vez y se durmieron inmediatamente. La tercera noche, Israel apretó otra vez la mano de su novia. -Esta noche, no, dijo Emma- Tengo dolor de cabeza. Sabes la gente va repitiendo las mismas cosas hasta el final. Busca en esta historia lo que nos sucederá a todos cuando lleguemos a una cierta edad. El anciano que siempre era feliz Era una vez un hombre que estaba siempre feliz, siempre, siempre. Nadie le había visto nunca triste. Era como si no conociera este len-guaje, como si solo supiera ser feliz. Se hizo muy viejo y una vez un hombre le pregunto: Quieres decirme tu secreto por favor? Como es que eres tan feliz? Co-mo te mantienes tan tranquilo? Como puedes estar tan contento en cada uno de los momentos? Es imposible. Es increíble. Cual es tu se-creto? El anciano se rió y dijo: -Hace tiempo, descubrí una cosa muy simple: que cada mañana, cuan-do abría los ojos, hay dos opciones que escoger para ese día: ser feliz o ser infeliz. Yo siempre escojo ser feliz. Simple es mi secreto: cada día me da solo dos opciones para escoger: ser feliz o ser infeliz. Yo siem-pre escojo ser feliz, eso es todo. No hay nada que añadir.

El Anillo de Compromiso El muchacho entro con paso firme a la joyería y pidió al dueño le mostrara el mejor anillo de compromiso que tuviera. El joyero le presento uno... La hermosa piedra, solitaria brillaba como un diminuto sol resplande-ciente. El muchacho contempló el anillo y con una sonrisa lo aprobó, y preguntó luego el precio, y se dispuso a pagarlo. ¿Se va usted a casar pronto? -le preguntó el joyero. No, -respondió él . Ni siquiera tengo novia. La muda sorpresa del joyero divirtió al comprador. Es para mi mamá -dijo él . Cuando yo iba a nacer estuvo sola. Alguien le aconsejó que me matara antes de que naciera, Así se evitaría problemas. Pero ella se negó y me dio el don de la vida. Y tuvo muchos problemas, muchos. Fue padre y madre para mí, y fue amiga y hermana, y fue maestra. Me hizo ser lo que soy. Ahora que puedo le compro este anillo de compromiso. Ella nunca tuvo uno. Yo se lo doy como promesa de que si ella hizo todo por mí, ahora yo haré todo por ella. Quizás después entregue yo otro anillo de compromiso, pero será el segundo. El joyero no dijo nada. Solamente ordenó a su cajera que le hiciera al muchacho el descuento aquel que se hacia solo a los clientes impor-tantes.

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Llenando el Cántaro Cuentan que una vez un hombre envió a su joven hijo a llenar un cántaro al río, y le dijo que volviera lo antes posible; el joven obedeció y fue hacia el río mientras su padre le observaba de lejos. Entonces el hombre vio a su hijo poniendo el cántaro debajo una cascada, y la fuerza del agua era tal y la cantidad tan grande que no entraba el agua al cántaro pues era de cuello delgado. Cuando el hijo llegó con el cántaro había roto el cuello del mismo por el constante golpear y la fuerza del agua, esto además provocó que el agua llegara turbia y sucia. El padre preguntó entonces: "¿Por qué no simplemente sumergiste el cántaro en el río? No veías que el agua de la cascada era demasiada para el cuello del cántaro?". El hijo contestó: "Si, pero es que quería llenarlo lo más rápido posible". Muchas veces en nuestras vidas tratamos de "llenarnos" a nuestro tiempo en un mundo acelerado y convulsionado. Dios conoce nuestra capacidad, y sabe que si hacemos las cosas como nosotros queremos podemos hacernos daño pues no estamos capacitados para hacerlo en ese momento, por eso logramos las cosas a medias y el agua que conse-guimos no es pura ni cristalina, sino turbia. Queremos tener todo "ya" y en el proceso muchas veces nos lastimamos por no dejar que Dios nos sumerja poco a poco en la corriente calmada del río. ¿Sabes? Dios conoce tu capacidad, no quieras hacer las cosas en tu momento, pues Dios desea llenar tu cántaro hasta el tope, pero en SU momento y según TU capacidad y preparación. Los Leñadores Dos hombres se dedicaron un día entero a cortar leña. Uno de ellos trabajo sin detenerse a descansar, y junto una pila de leños bastante grande. El otro lo hizo durante lapsos de 50 minutos en los que descanso. Al cabo de un rato tenia una pila de leños mucho ma-yor. - Como pudiste cortar tanta leña? - le pregunto el hombre que trabajo si descansar. Esta fue la respuesta: - Mientras descansaba, afilaba el hacha.

Dos vasijas (Una historia que nos enseña a aprovechar nuestras imperfecciones para lograr buenos resultados) Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaba a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfec-ta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie, desde el arroyo hasta la casa de su patrón, pero cuando llegaba, la vasija rota sólo tenía la mitad del agua. Durante dos años completos esto fue así diariamente, desde luego la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines para los que fue crea-da. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su pro-pia imperfección y se sentía miserable porque sólo podía hacer la mi-tad de todo lo que se suponía que era su obligación. Después de dos años, la tinaja quebrada le habló al cargador diciéndo-le: "Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas sólo puedes entregar la mitad de mi carga y sólo obtienes la mitad del valor que deberías." Éste le dijo compasivamente: "cuando regresemos a la casa, quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino". Así lo hizo la tinaja. y en efecto vio muchísimas flores hermosas a lo largo, pero de todos modos se sintió apenada porque al final, sólo quedaba dentro de sí la mitad del agua que debía llevar. Él entonces le dijo: -¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino? Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello. Sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde vas y todos los días las has regado y por dos años yo he podido recoger es-tas flores para decorar el altar de mi maestro. Si no fueras exactamen-te como eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza. Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas. Todos somos vasijas agrietadas, pero debemos saber que siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener buenos resultados.

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¿Donde está la felicidad? (Una historia que nos enseña que la felicidad está en nosotros mismos) En el principio de los tiempos se reunieron varios demonios para hacer una de las suyas. Uno de ellos dijo: - Debemos quitarles algo a los hombres, pero, ¿qué? Después de mucho pensar uno dijo: -¡Ya sé!, vamos a quitarles la felicidad, pero el problema va a ser dón-de esconderla para que no la puedan encontrar. Propuso el primero: "Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo", a lo que inmediatamente repuso otro: "No, recuerda que tienen fuerza, alguna vez alguien puede subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabrán donde está". Luego propuso otro: "Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar", y otro contestó: "No, recuerda que tienen curiosidad, alguna vez alguien construirá algún aparato para poder bajar y entonces la encon-trará". Uno más dijo: "Escondámosla en un planeta lejano a la Tierra". Y le dijeron: "No, recuerda que tienen inteligencia, y un día alguien va a construir una nave en la que pueda viajar a otros planetas y la va a descubrir, y entonces todos tendrán felicidad". El último de ellos era un demonio que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás. Analizó cada una de ellas y entonces dijo: - Creo saber dónde ponerla para que realmente nunca la encuentren. Todos voltearon asombrados y preguntaron al mismo tiempo: "¿Dónde?". El demonio respondió: "La esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola fuera que nunca la encon-trarán". Todos estuvieron de acuerdo y desde entonces ha sido así: el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la trae consigo.

Huellas en la Arena Una noche un hombre tuvo un sueño. En él caminaba por la playa jun-to al Señor. En el cielo se veían reflejadas escenas de su vida. Ante ca-da escena veía en la arena dos pares de huellas: las de él y las del Se-ñor. Luego de que pasara ante él la última escena de su sueño, se volvió a mirarlas huellas en la arena. Notó que en muchas ocasiones, a lo largo de su vida, sólo había un par de pisadas. Se dio cuenta de que había sucedido en los momentos más tristes y oscuros de su vida. Aquello lo turbó mucho, y le inquirió al Señor: «Señor, dijiste que una vez que decidiera seguirte, caminarías conmigo hasta el final. Sin em-bargo he notado que en los momentos más difíciles de mi vida sólo se ve las huellas de dos pies. No entiendo por qué me abandonabas cuan-do más te necesitaba». El Señor le respondió: «Hijo, mi hijito querido; yo te amo y jamás te abandonaría. En tus momentos de prueba y sufrimiento, cuando viste que sólo había dos pisadas, era porque yo te llevaba en brazos». Sin amor La inteligencia sin amor, te hace perverso. La justicia sin amor, te hace implacable. La diplomacia sin amor, te hace hipócrita. El éxito sin amor, te hace arrogante. La riqueza sin amor, te hace avaro. La docilidad sin amor, te hace servil. La castidad sin amor, te hace orgulloso. La pobreza sin amor, te hace orgulloso. La belleza sin amor, te hace ridículo. La verdad sin amor, te hace hiriente. La autoridad sin amor, te hace tirano. El trabajo sin amor, te hace esclavo. La sencillez sin amor, te envilece. La oración sin amor, te hace introvertido. La ley sin amor, te esclaviza. La política sin amor, te hace ególatra. La fe sin amor, te hace fanático. La cruz sin amor, se convierte en tortura. La vida sin amor, no tiene sentido.

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Las dos cajas Soñé que tenía dos cajas en mis manos que Dios me había dado, una era negra y la otra dorada. Me dijo :"Pon tus penas en la caja negra, y tus alegrías en la dorada". Hice lo que me había dicho y guardaba en cada caja según Dios me lo había indicado. Noté que la caja dorada se hacía cada vez más pesada y la negra seguía tan ligera como antes. Con curiosidad abrí la caja negra para averiguar el por qué, y me di cuenta que tenía un gran agujero en el fondo, por lo que todas mis penas se habían ido. Se lo mostré entonces a Dios y le pregunté dónde estaban mis penas. El sonrió y me dijo : "Hijo mío, yo las tengo". Le pregunté entonces: "Señor, ¿Entonces, por qué me diste dos cajas? ¿Por qué la dorada y por qué la negra con el agujero?". El Señor me respondió: "Hijo mío, la dorada es para que cuentes todas las bendiciones que te doy, y la negra es para que dejes ir tus proble-mas y penas y no los cargues siempre". Los Obstáculos Hace mucho tiempo, un rey coloco una gran roca obstaculizando un camino. Entonces se escondió y miro para ver si alguien quitaba la tremenda roca. Algunos de los comerciantes mas adinerados del rey y cortesanos vinieron y simplemente le dieron una vuelta. Muchos culparon al rey ruidosamente de no mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo algo para sacar la piedra grande del camino. Entonces un campesino vino, y llevaba una carga de verduras. Al aproximarse a la roca, el campesino puso su carga en el suelo y tra-to de mover la roca a un lado del camino. Después de empujar y fati-garse mucho, lo logro. Mientras recogía su carga de vegetales, el noto una cartera en el piso, justo donde había estado la roca. La cartera contenía muchas monedas de oro y una nota del mismo rey indicando que el oro era para la persona que removiera la piedra del camino. El campesino aprendió lo que los otros nunca entendieron. Cada obstáculo presenta una oportunidad para mejorar la condición de uno. Si alguna vez caes levántate y sigue adelante...

El collar turquesa (Una historia que nos enseña a dar todo lo que tenemos) Un hombre que estaba tras el mostrador, miraba la calle distraídamen-te. Una pequeña niña de 8 años llegó a la tienda y apretó su naricita contra el vidrio de la vitrina. De pronto, sus ojos de color del cielo bri-llaron cuando vio aquello que estaba buscando. Pidió ver el collar de turquesa azul. - Es para mi hermana. ¿Puede hacer un paquete bien bonito?, dijo al hombre del mostrador. El dueño del negocio miro desconfiado a la niña y le preguntó: - ¿Cuánto dinero tienes? Sin dudar, ella sacó del bolsillo de su ropa un pañuelo todo atadito y fue deshaciendo los nudos. Los colocó sobre el mostrador y dijo feliz: - ¿Eso da? Eran apenas algunas monedas que ella exhibía con orgullo. - Sabe, continuó, quiero dar este regalo a mi hermana mayor. Desde que murió nuestra madre, ella cuida de nosotros y no tiene tiempo pa-ra ella. Es su cumpleaños y estoy convencida que estará feliz con este collar que es del color de sus ojos. El hombre fue para la trastienda, colocó el collar en un estuche, envol-vió con un vistoso papel rojo e hizo un trabajado lazo con una cinta verde. - Tome -dijo a la niña-. Llévelo con cuidado. Ella salió feliz corriendo y saltando calle abajo. Aún no acababa el día, cuando una linda joven de cabellos rubios y maravillosos ojos azules entró en el negocio. Colocó sobre el mostrador el ya conocido envoltorio deshecho y pre-guntó: - ¿Este collar fue comprado aquí? - Sí señora, respondió el dueño - ¿Y cuánto costó? - ¡Ah!. El precio de cualquier producto de mi tienda es siempre un asunto confidencial entre el vendedor y el cliente. - La joven continuó: Pero mi hermana tenía solamente algunas mone-das. El collar es verdadero, ¿no? Ella no tenía dinero para pagarlo. El hombre tomó el estuche, rehizo el envoltorio con extremo cariño, colocó la cinta y lo devolvió a la joven diciéndole: - Ella pagó el precio más alto que cualquier persona puede pagar. ELLA DIO TODO LO QUE TENIA.

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Cachorros en venta (Una historia que nos invita a aceptarnos y amarnos tal como somos) El dueño de una tienda estaba colocando un anuncio en la puerta que decía: "Cachorritos en venta". Esta clase de anuncios siempre atraen a los niños, y pronto un niñito apareció en la tienda preguntando cual era el precio de los perritos. El dueño contesto que oscilaba entre $30 y $50. El niño metió la mano en su bolsillo, sacó unas monedas y dijo: "Sólo tengo $2.37, ¿puedo verlos?". El hombre sonrió y silbó. De la trastienda salió su perra corriendo se-guida por cinco perritos. Uno de los perritos estaba quedándose consi-derablemente atrás. El niño inmediatamente señaló al perrito rezagado que cojeaba y preguntó que le pasaba. El hombre le explicó que cuando el perrito nació, el veterinario le dijo que tenía una cadera defectuosa y que cojearía por el resto de su vida. El niño se emocionó mucho y exclamó: "¡Ese es el perrito que yo quie-ro comprar!". Pero el hombre replicó: "No, tú no vas a comprar ese cachorro, si tú realmente lo quieres, yo te lo regalo". El niño entonces se disgustó, y mirando directo a los ojos del hombre le dijo: "Yo no quiero que usted me lo regale. Él vale tanto como los otros perritos y yo le pagaré el precio completo". "Le voy a dar mis $2.37 ahora y 50 centavos cada mes hasta que lo haya pagado com-pleto". El hombre insistió contestando: "Tú en verdad no querrás comprar ese perrito, hijo. Él nunca será capaz de correr, saltar y jugar como los otros perritos". El niño se agachó y se levantó la pierna de su pantalón para mostrar su pierna izquierda, cruelmente retorcida e inutilizada, soportada por un gran aparato de metal. Miró de nuevo al hombre y le dijo: "Bueno, yo no puedo correr muy bien tampoco, y el perrito necesitará a alguien que lo entienda". El hombre estaba ahora mordiéndose el labio, y sus ojos se llenaron de lagrimas. Sonrió y dijo: "Hijo, sólo espero y rezo para que cada uno de estos cachorritos tenga un dueño como tú". En la vida no importa quien eres, sino que alguien te aprecie por lo que eres, y te acepte y te ame incondicionalmente. Un verdadero ami-go es aquel que llega cuando el resto del mundo se ha ido.

Amigos.... Si tuviera millones de amigos le pediría a cada uno, una moneda y sería millonario. * Si tuviera 500 mil amigos, les pediría tomarnos de manos para unir el país. * Si tuviera 200 mil amigos, fundaría una cuidad donde todo el mundo se saludara con una sonrisa. * Si tuviera 25 mil amigos, la empresa de teléfonos me cortaría la línea cada vez que cumpliera años. * Si tuviera 6 mil amigos, me gustaría ser padrino de 6 mil niños. * Si tuviera mil amigos, tendría mil manos para mi solo. * Si tuviera 365 amigos, pasaría cada día del año con uno de ellos. * Si tuviera 100 amigos, tendría cada día cien consejos. * Si tuviera 10 amigos, mi madre tendría 10 hijos mas. * Si tuviera 4 amigos, tendría aseguradas cuatro manos que cargaran mi ataúd. * Si tuviera 2 amigos, sería 2 veces mas feliz. * Pero si tuviera un solo amigo, no necesitaría tener mas. Hay quienes quieren tener un millón de amigos, cuando cada uno solo de ellos vale millones..." La bendición de dar A una niña de 7 años había que hacerle una transfusión de sangre pa-ra salvarle la vida. El tipo de sangre de ella no era compatible con la de los padres, pero sí con el de su hermanito de 5 años. El doctor lo llamó para hablarle del tema, y le preguntó si estaba dispuesto a dar de su sangre a su hermanita, o de otra forma ella moriría. El niño se asustó, y bajó la cabeza pensativo. Pero aún con el rostro pálido de miedo, al poco rato contestó: "Doctor, si con mi sangre mi hermanita no muere, yo le doy mi sangre"...Contento el doctor por el éxito obte-nido de su conversación, lo llevó al lado de la cama de la enferma, los prepararon con jeringuillas y mangueras, y la sangre empezó a correr de un cuerpo a otro. Al poco rato, cuando se comentaba que estaba saliendo de peligro la niña, y que sus mejillas se sonroseaban, el niño llamó al médico, y tembloroso le preguntó: "Doctor, ¿Cuándo voy a co-menzar a morir?" En su inocencia creyó que dando su sangre para sal-var a su hermanita, él tendría que morir; pero aun creyéndolo así se enfrentó al sacrificio. Cuando tú crees que es grande tu sacrificio, que es mayor, recuerda que cuando damos con gozo, recibimos con abun-dancia la recompensa.

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¿Cómo es la gente de por aquí? Un joven recién llegado a un pueblo preguntó a un anciano que estaba con su nieto: "Cómo es la gente que vive aquí?". El anciano le respondió con otra pregunta: ¿Cómo es la gente del lugar de donde vienes? El joven le dijo: "Muy egoísta, envidiosa y vengativa" El viejo replicó..."Pues esa misma gente encontrarás aquí" Más tarde llegó otro joven que hizo la misma pregunta que el anterior: El anciano le hizo la misma pregunta: ¿Cómo es la gente del lugar de donde vienes? El joven le contestó: "Confiable, amable, justa, y con mucho amor para los demás..." A lo que el anciano contesta: "¡Pues esa misma gente es la que encontrarás aquí!" El nieto del anciano preguntó entonces: "¿Por que has dicho eso abuelo?" A lo que su abuelito le respondió: "Cada cual, crea su ambiente externo con lo que sale del interior de su corazón, y por su forma de percibir las cosas..." De esta historia se puede extraer una gran enseñanza: "Encuentras lo que buscas". Muchas personas se quejan de que los tratan mal, que en este mundo no hay personas buenas, que no se puede confiar en nadie. Y sin embargo muchas otras dicen que todos los tratan bien, que en el mundo hay personas buenas, y que se puede confiar en los demás si se les da la oportunidad. ¿Por que sucede esto? Pues bien, todo depende de la forma en que mires a los demás, pues si buscas sus errores, eso verás; sin embargo, si buscas sus virtudes... ¡Eso verás!

Oportunidades Un hombre recibió una noche la visita de un ángel, quien le comunicó que le esperaba un futuro fabuloso: se le daría la oportunidad de hacerse rico, de lograr una posición importante y respetada dentro de la comunidad y de casarse con una mujer muy hermosa. Ese hombre se pasó la vida esperando que los milagros prometidos llegasen, pero nunca lo hicieron, así que al final murió solo y pobre. Cuando llegó a las puertas del cielo vio al ángel que le había visitado tiempo atrás y protestó: "Me prometiste riqueza una buena posición social y una bella esposa. ¡Me he pasado la vida esperando en vano!". - "Yo no te hice esa promesa"- replicó el ángel- "Te prometí la oportunidad de riqueza, una buena posición social y una esposa hermosa". El hombre estaba realmente intrigado. "No entiendo lo que quieres decir", confesó. - "¿Recuerdas que una vez tuviste la idea de montar un negocio, pero el miedo al fracaso te detuvo y nunca lo pusiste en práctica?". El hom-bre asintió con un gesto. - "Al no decidirte unos años más tarde se le dio la idea a otro hombre que no permitió que el miedo al fracaso le impidiera ponerla en práctica. Recordarás que se convirtió en uno de los hombres más ricos del reino". - "También recordarás", prosiguió el ángel, "aquella ocasión en que un terremoto asoló la ciudad, derrumbó muchos edificios y miles de personas quedaron atrapadas en ellos. En aquella ocasión tuviste la oportunidad de ayudar a encontrar y rescatar a los sobrevivientes, pero no quisiste dejar tu hogar sólo por miedo a que los muchos saqueadores que habían te robasen tus pertenencias. Así que ignoraste la petición de ayuda y te quedaste en casa". El hombre asintió con vergüenza. - "Esa fue tu gran oportunidad de salvarle la vida a cientos de personas, con lo que hubieras ganado el respeto de todos ellos", continuó el ángel. - "Por último, recuerdas aquella hermosa mujer pelirroja, que te había atraído tanto? La creías incomparable a cualquier otra y nunca conociste a nadie igual. Sin embargo, pensaste que tal mujer no se casaría con al-guien como tú y para evitar el rechazo, nunca llegaste a proponérselo". El hombre volvió a asentir, pero ahora las lágrimas rodaban por sus mejillas. - "Sí, amigo mío, ella podría haber sido tu esposa", dijo el án-gel. "Y con ella se te hubiera otorgado la bendición de tener sanos y hermosos hijos y multiplicar la felicidad en tu vida". A todos se nos ofrecen a diario muchas oportunidades, pero muy a menudo, como el hombre de la historia, las dejamos pasar por nuestros temores e inseguridades. Pero tenemos una ventaja sobre el hombre del cuen-to. Aún estamos vivos.

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Los dos Ángeles Dos ángeles que viajaban pararon a pasar la noche en el hogar de una familia rica. La familia era grosera y rechazo la estancia de los ángeles en el cuarto de huéspedes de la mansión. En su lugar, los ángeles fueron hospedados en un espacio frío del sóta-no. Hicieron su cama en el suelo duro, entonces, el ángel mas viejo vio un agujero en la pared y lo reparo. Cuando el ángel mas joven le pregunto por que lo hizo, el ángel viejo le contesto que "las cosas no son siempre lo que parecen". La noche siguiente, los ángeles se hospedaron en un hogar muy pobre, pero el granjero y su esposa eran muy hospitalarios. Después de compartir el poco alimento que tenían, los esposos dejaron dormir a los ángeles en la cama de ellos para que estuvieran cómodos el resto de la noche. Cuando el sol salió a la mañana siguiente los ángeles encontraron al granjero y a su esposa muy Tristes: Su única vaca, de la cual obtenían dinero por su leche, posaba muerta en el campo. El ángel joven se enojo y le pregunto al ángel viejo porque permitió que esto sucediera. El primer hombre tenia todo y le ayudaste, la segunda familia tenia muy poco y estaban dispuestos a compartir todo y dejaste morir a su única vaca. "Las cosas no siempre son lo que aparentan" le contesto el viejo ángel. Cuando permanecíamos en el sótano de la mansión, note que había oro en ese agujero de la pared. Puesto que el propietario era tan obsesionado, avaro y poco dispuesto a compartir su buena fortuna, selle la pared para que el jamás lo en-cuentre. Ayer en la noche cuando nos dormimos en la cama de los Granjeros, el ángel de la muerte vino por su esposa. Le di la vaca en lugar de ella. "Las cosas no son siempre lo que parecen".

Oír y Escuchar

..... Pero por desgracia, frecuentemente ni siquiera oímos lo que el otro está diciendo....... Una pareja celebraba sus bodas de oro, y estuvieron todo el día de fiesta, celebrando con cantidad de familiares y amigos que acudieron a felicitarle. Por eso se sintieron aliviados cuando, al anochecer, pudieron quedarse solos en el porche contemplando la puesta de sol y descan-sando del ajetreo de todo el día. En un determinado momento, el anciano se quedó mirando afectuosa-mente a su mujer y le dijo: Querida estoy orgulloso de ti. ¿ Que has dicho ? pregunto la anciana. Ya sabes que soy un poco dura de oído. Habla más alto. Estoy orgulloso de ti. Me parece muy lógico, dijo ella con un gesto despectivo, También yo estoy harta de ti. La perfecta escucha consiste en escuchar no tanto a los demás cuanto a uno mismo. La perfecta visión consiste en mirar no tanto a los demás cuanto a uno mismo. Por que nunca comprenderán a los demás quienes no se han escucha-do a sí mismo; ni podrán ver la realidad de los demás quienes no se han explorado a sí mismo. El perfecto oyente te escucha aunque no digas nada. La mujer, contesta a su marido que estaba absorto en el periódico:`No necesitas tomarte la molestia de seguir gruñendo: "Si querida" "no querida" Hace diez minutos que he dejado de hablar. Máxima Budista El que no sabe y no sabe que no sabe, es un necio. Déjalo. El que no sabe y sabe que no sabe, quiere aprender. Enséñale. El que sabe y no sabe que sabe, esta dormido. Despiértale. El que sabe y sabe que sabe, es un sabio. Síguele"

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Un Niño en el Gran Cañón Cuentan que una vez un niño fue llevado por su padre al Gran Cañón, en Arizona. Estando dentro en lo profundo el lugar en niño gritó: "Tonto!", y el eco resonó: "tonto...tonto...tonto...". El niño volvió a gritar: "Necio!", y el eco resonó: "necio...necio...necio...", ya exaltado y enojado el niño gritó "Estúpido!" y nuevamente el eco reso-nó: "estúpido, estúpido...estúpido". El niño se soltó a llorar en su enojo y se abrazó a su padre. Este le dijo: "No tienes por qué llorar. Escu-cha:" y el padre gritó: "Amigo!", y el eco resonó: "amigo...amigo...amigo". Luego gritó: "te quiero!" y el eco resonó: "te quiero...te quiero...te quiero". ¿Ves? El te trata como tú le tratas. Muchas veces culpamos a los demás por tratarnos mal o con indiferencia, cuando en verdad es solamente el eco de lo que nosotros hemos hecho. La vida es hermosa si la tratamos bien, es por eso que vemos muchas personas amargadas, tristes y solas, pues lo que hacen es renegar todo el tiempo, quejándose de todo. De la misma forma hay muchas personas que viven felices y tranquilas, agradeciendo a Dios por los inmensos regalos de la vida, la salud, la familia o el traba-jo. Haz la prueba en esta semana, no reniegues, no te enojes, no maltrates, y verás que la vida misma te responde de la misma manera. Las tres rejas El joven discípulo de un filósofo sabio llega a casa de éste y le dice: - Oye maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolen-cia... - ¡Espera! –lo interrumpe el filósofo-. ¿Ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme? - ¿Las tres rejas? - Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto? - No. Lo oí comentar a unos vecinos. - Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bon-dad. Eso que quieres decirme, ¿es bueno para alguien? - No, en realidad no. Al contrario... - ¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta? - A decir verdad, no. - Entonces –dijo el sabio sonriendo-, si no es verdadero, ni bueno ni necesario, sepultémoslo en el olvido.

Un Ángel Había una vez una niñita sentada en un parque. Todos pasaban por su lado y nunca nadie se detenía a preguntarle que le ocurría. Vestida con un traje descolorido, zapatos rotos y sucios, la pequeña niña se quedaba sentada mirando a todo el mundo pasar. Ella nunca trato de hablar, no dijo una sola palabra. Muchas personas pasaron pero nadie se detuvo. Al día siguiente yo decidí volver al par-que a ver si la pequeña niña estaba ahí. Si, ahí estaba! en el mismo lugar en el que estaba ayer. Con la misma mirada de tristeza en sus ojos. Me dirigí hacia ella. Al acercarme note que en su espalda había una joroba. Ella me miro con una tristeza tan profunda que me rompió el alma. Me senté a su lado y sonriendo le dije: "hola". La pequeña me miro sorprendida y con una voz muy baja respondió a mi saludo. Hablamos hasta que los últimos rayos de sol desaparecie-ron. Cuando solo quedábamos nosotros dos y todo era oscuridad alre-dedor, le pregunte por que estaba tan triste. La pequeña me miro y con lagrimas en sus ojos me dijo: "porque soy diferente". Yo le respondí con una sonrisa: "lo eres". Y ella dijo aun mas triste: "lo se". Yo le conteste: "pequeña, ser diferente no es malo. Tu me recuerdas a un ángel dulce e inocente." Ella me miro... se sonrió y por primera vez sus ojos brillaron con la luz de la alegría. Despacio ella se levanto y me dijo: "es cierto lo que acabas de decir?" Yo le respondí: "eres como un pequeño ángel guardián enviado para proteger a todos los que caminan por aquí." Ella movió su cabeza afirmativamente y sonrió. Ante mis ojos algo maravilloso ocurrió. Su joroba se abrió y dos hermosas alas salieron de allí. Ella me miro sonriente y me dijo: "yo soy tu ángel guardián". No sabia que decir. ella me dijo: "por primera vez pensaste en alguien mas. Mi misión esta cumplida." Yo me levante y le pregunte por que nadie le había ayudado. Ella me miro y sonriendo me dijo: "tu eres la única persona que podía verme." Y ante mis ojos desapareció! Después de ese encuentro mi vida cambio dramáticamente. cuando pienses que solo te tienes a ti mismo, recuerda que tu ángel guardián esta siempre pendiente de ti.

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Culpable Cuenta una antigua leyenda que en la Edad Media un hombre muy vir-tuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer. En realidad el verdadero autor era una persona muy influyente del re-ino y por eso desde el primer momento se procuro un chivo expiatorio para encubrir al culpable. El hombre fue llevado a juicio ya conociendo que tendría escasas o nu-las chances de escapar al terrible veredicto. La horca!!! El Juez también complotado cuido no obstante de dar todo el aspecto de un juicio justo por ello dijo al acusado: - "Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor vamos a dejar en manos de El tu destino. Escribiremos en dos papeles separa-dos las palabras culpable e inocente. Tu escogerás y será la mano de Dios la que decida tu destino." Por supuesto el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda CULPABLE y la pobre víctima aun sin conocer los deta-lles se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa. No había escapatoria. El Juez conmino al hombre a tomar uno de los papeles doblados. Este respiro profundamente quedo en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados y cuando la sala comenzaba ya a impa-cientarse abrió los ojos y con una extraña sonrisa tomo uno de los pa-peles y llevándolo a su boca lo engullo rápidamente. Sorprendidos e indignados los presentes le reprocharon airadamente: - "Pero ¿qué hizo y ¿ahora? ¿Como vamos a saber el veredicto?" "Es muy sencillo respondió el hombre. Es cuestión de leer el papel que queda y sabremos lo que decía el que me trague". Con rezongos y bronca mal disimulada debieron liberar al acusado y jamás volvieron a molestarlo. Moraleja: Se creativo y cuando todo parezca perdido... ¡Usa la imagi-nación!

Caja Llena de Besos La historia va así: hace ya un tiempo, un hombre castigo su pequeña niña de 3 años por desperdiciar un rollo de papel de envoltura dorado. El dinero era escaso en esos días por lo que exploto en furia, cuando vio a la niña tratando de envolver una caja para ponerla debajo del árbol de navidad mas sin embargo la niña le llevo el regalo a su padre la siguiente mañana y dijo: " Esto es para ti, Papito ", El se sintió avergonzado de su reacción de furia. pero este volvió a explotar cuando vio que la caja estaba vacía. Le volvió a gritar diciendo: " Que no sabes que cuando das un regalo alguien se supone que debe haber algo adentro " La pequeñita volteo hacia arriba con lagrimas en los ojos y dijo, " OH, Papito, no esta vacía, Yo sople besos adentro de la caja, Todos para ti, Papi. "El Padre se sintió morir; Puso sus brazos alrededor de su niña y le suplico que lo perdonara. Se ha dicho que el hombre guardo esa caja dorada cerca de su cama por años y siempre que se sentía derrumbado. El tomaba de la caja un beso imaginario y recordaba el amor que su niña había puesto ahí. En una forma muy sensible, cada uno de nosotros humanos hemos recibi-do un recipiente dorado, lleno de amor incondicional y besos de nues-tros hijos, amigos familia o de Dios. Nadie podría tener una propiedad o posesión mas hermosa que esta.

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La tristeza y la furia En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o qui-zás donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta... En un reino mágico, donde las cosas no tangibles, se vuelven concre-tas... Había una vez un estanque maravilloso... Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de to-dos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente... Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía, la tristeza y la furia. Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas las dos, entraron al estanque. La furia, apurada (como siempre está la furia), urgida -sin saber por qué- se ba-ñó rápidamente y mas rápidamente aún, salió del agua. Pero la furia es ciega, o por lo menos, no distingue claramente la reali-dad, así que, desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró... Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza... Y así, vestida de tristeza, la furia se fue. Muy calmada, y muy serena, dispuesta como siempre a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro (o mejor dicho sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y lenta-mente, salió del estanque. En la orilla se encontró con que su ropa ya no estaba. Como todos sa-bemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta, es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia. Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que ésta furia que vemos, es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad está escondida la triste-za..

La amistad Dice una leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron, y uno le dio una bofetada al otro. El otro ofendido, sin nada que decir escribió en la arena: "Hoy mi amigo me pego una bofetada en el rostro" Siguieron adelante y llegaron a otro oasis donde decidieron bajarse. El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por su amigo. Al recobrarse tomo un estilete y escribió en una piedra, "Hoy mi amigo me salvo la vida." Intrigado el amigo pregunto "Porque después que te lastime, escribiste en la arena y ahora escribes en la piedra?". Sonriendo el otro le contesto. "Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir donde el viento del olvido y el perdón se encarga-ran de borrarlo y apagarlo, por otro lado cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón, donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo"

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Consejo Muchos de nosotros nos preocupamos por nuestras apariencias, por como debemos vernos ante los demás, pero nos olvidamos lo mas im-portante... de nosotros mismos, de ser cada día mejores personas, mantener nuestros valores a flor de piel y luchar siempre por lo que queremos. Perdemos la fe, la vida muchas veces nos agota... quizás por sus mu-chas vueltas o por no ser capaces nosotros de enfrentarla. No nos atrevemos a jugarnos por nuestros ideales, dejamos pasar los momentos y no disfrutamos de lo que tenemos... ¡y es tan difícil se-guir!, pero tal vez pueda hablarte desde el corazón, como persona que lucha por ser mejor, como persona que llora por los fracasos y ríe con sus triunfos. Podría hablarte como ser humano que sueña con el amor, con una vida rodeada de gente sincera, de gente que sepa que es "bondad". Y te diría que vivas a pleno, minuto a minuto, con toda esa fuerza in-terior que te hace ser grande. Disfruta de la gente que vale la pena que disfrutes, dale una oportuni-dad a ese amigo que te defraudo, abrázalo fuerte y dile cuanto lo quie-res a pesar de todo. Se tu mismo, no te dejes cambiar... mantente firme ante cualquier ofensa y no te permitas caer ante nada. Y si algún día sientes que todo es mucho para ti, no te olvides que un amigo siempre te espera, allá, en donde todo parece oscuro... simple-mente aprende a confiar y sé feliz!!!!!!.

Frases Sabias -Observa todo lo blanco que hay en torno tuyo, pero recuerda todo lo negro que existe. -Saber lo que no se sabe, eso es humildad. Pensar que uno sabe lo que no sabe, eso es enfermedad. -Tanto el cielo como el infierno provienen del propio corazón de uno. -Si tus plegarias fracasan en ayudarte, algo le falta a tu sinceridad. -Cuando morimos no en verdad morimos: seguimos viviendo, desperta-mos. -Allá en el otro mundo, es donde no hay muerte. -Haz tu mejor amigo a quien sobresale por sus virtudes. -Sé amable con tus palabras y útil con tus obras. -Cuando sea curada tu alma quedarás libre de todos los males. -Tu verás que los males de los hombres son fruto de su elección; y que la fuente del bien la buscan lejos, cuando la llevan dentro de su corazón. -En tres partes se divide el alma humana: en mente, en sabiduría y en ira. -La enfermedad hace agradable la salud; el hambre la saciedad; la fatiga el reposo. -Se prudente, Lo mejor en todo es escoger la ocasión. -No seas compañero de los malos ni calumniador de los buenos. -No llega el que nunca cae, sino el que siempre se levanta. -El ser humano es como la luna, siempre tiene una cara oculta que jamás enseñará. -Cuando el hombre alcanza una meta no duda en atribuirse el mérito, si el objetivo no se logra, las limitaciones son siempre ajenas.

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Frases Sabias -Pocos son entre los hombres los que llegan a la otra orilla; la mayor parte corre de arriba a abajo en estas playas. -Ni siquiera un dios puede cambiar en derrota la victoria de quien se ha vencido a sí mismo. -Es difícil conquistarse a sí mismo; pero cuando esto se logra, todo esta conquistado. -Así como las aves prisioneras no se salen de su jaula, de la misma manera los que ignoran el bien y el mal no escapan de su miseria. -El necio está lleno de egoísmo; trabaja de día y de noche codicioso de riquezas, como si nunca fuera a llegar a viejo o a morirse. -Cuando sepas una cosa sostén que la sabes; cuando no la sepas, confiesa que no la sabes. En eso está la característica del conocimien-to. -Si pudiéramos aprender, por la mañana, lo que es justo, deberíamos darnos por satisfechos con morir por la tarde. -Mejor que el hombre que sabe lo que es justo es el hombre que ama lo justo. -Sabemos tan poco acerca de la vida. ¿Cómo podremos saber algo acerca de la muerte? -El hombre superior busca lo equitativo, el inferior, lo beneficioso. -Aquel que no conoce la existencia de una ley divina no puede ser llamado "hombre superior". -Es tan difícil ser pobre sin quejarse, como el ser rico sin convertirse en arrogante. -El que domina a los otros es fuerte; el que se domina a sí mismo es poderoso. -El sabio no enseña con palabras, sino con actos.

La silla La hija de un hombre le pidió a un sacerdote que fuera a su casa a hacer una oración para su padre que estaba muy enfermo. Cuando el sacerdote llegó a la habitación del enfermo, encontró a éste en su ca-ma con la cabeza alzada por un par de almohadas. Había una silla al lado de su cama, por lo que el sacerdote pensó que el hombre sabía que vendría a verlo. - "Supongo que me estaba esperando", le dijo. - "No ¿quién es usted?", dijo el hombre. - "Soy el sacerdote que su hija llamó para que orase con usted; cuando vi la silla vacía al lado de su cama supuse que usted sabía que yo vendría a visitarlo". - "Oh sí, la silla", dijo el hombre enfermo, ¿le importa cerrar la puerta?" El sacer-dote sorprendido la cerró. "Nunca le he dicho esto a nadie, pero toda mi vida la he pasado sin saber cómo orar. Cuando he estado en la igle-sia he escuchado siempre al respecto de la oración, que se debe orar y los beneficios que trae, pero siempre esto de las oraciones me entró por un oído y me salió por el otro pues no tengo idea de cómo hacerlo. Entonces hace mucho tiempo abandoné por completo la oración. "Esto ha sido así en mí hasta hace unos cuatro años, cuando conversando con mi mejor amigo me dijo: José, esto de la oración es simplemente tener una conversación con Jesús. Así es como te sugiero que lo hagas: te sientas en una silla y colocas otra silla vacía enfrente tuyo, luego con fe miras a Jesús sentado delante de ti. No es algo alocado el hacerlo pues él nos dijo: "Yo estaré siempre con vosotros". Por lo tan-to, le hablas y lo escuchas, de la misma manera como lo estás hacien-do conmigo ahora". "Es así que lo hice una vez y me gustó tanto que lo he seguido haciendo unas dos horas diarias desde entonces". Siem-pre tengo mucho cuidado que no me vaya a ver mi hija....pues me in-ternaría de inmediato en el manicomio." El sacerdote sintió una gran emoción al escuchar esto y le dijo a José que era muy bueno lo que había estado haciendo, y que no cesara de hacerlo. Luego hizo una oración con él, le extendió una bendición y se fue a su parroquia. Dos días después, la hija de José llamó al sacerdote para decirle que su pa-dre había fallecido. El sacerdote le preguntó: - "¿Falleció en paz?" - "Sí, cuando salí de la casa a eso de las dos de la tarde me llamó y fui a verlo a su cama, me dijo lo mucho que me quería y me dio un beso." "Cuando regresé de hacer compras una hora más tarde ya lo encontré muerto." "Pero hay algo extraño al respecto de su muerte, pues apa-rentemente justo antes de morir se acercó a la silla que estaba al lado de su cama y recostó su cabeza en ella, pues así lo encontré. ¿Qué cree usted que pueda significar esto?"El sacerdote se secó las lágrimas de emoción y le respondió: "Ojalá que todos nos pudiésemos ir de esa manera..."

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La Felicidad Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor des-pués de casarnos, después de tener un hijo, y luego de tener otro, en-tonces nos sentimos frustrados de que los hijos no son lo suficiente-mente grandes y que seremos más felices cuando lo sean. Después de eso nos frustramos por que son adolescentes y seguramente seremos más felices cuando salgan de esta etapa. Nos decimos que nuestra vi-da estará completa cuando a nuestro esposo (a) le vaya mejor, cuando tengamos un mejor auto o una mejor casa, cuando nos podamos ir de vacaciones, cuando estemos retirados. La verdad que no hay mejor momento para ser felices que ahora. SI NO ES AHORA, CUANDO ? Tu vida siempre estará llena de retos. Es mejor admitirlo y decidir ser felices de todas formas. Siempre espe-ramos largo tiempo para comenzar a vivir la vida de verdad, siempre habrá algún obstáculo en el camino, algo que resolver primero, algún asunto sin terminar, tiempo por pasar, una deuda que pagar y no nos damos cuenta de que todos estos obstáculos son parte de la vida. Esta perspectiva nos deja ver que no hay un camino a la felicidad. LA FELICIDAD ES EL CAMINO, así que, atesora cada momento que tienes, y atesóralo más cuando lo compartiste con alguien especial, lo suficien-temente especial para compartir tu tiempo, y recuerda que el tiempo no espera por nadie.... Deja de esperar hasta que tengas más dinero, hasta que bajes 10 ki-los, hasta que tengas hijos, hasta que tus hijos se vayan de casa, has-ta que te cases, hasta que te divorcies, hasta el viernes por la noche, hasta el domingo por la mañana, hasta la primavera, el verano, el oto-ño, el invierno, o hasta que mueras, para decidir que no hay mejor momento que este para ser feliz..... LA FELICIDAD ES UN TRAYECTO, NO UN DESTINO. Trabaja como si no necesitaras dinero, Ama como si nunca te hubieran herido, Y BAILA COMO SI NADIE TE ESTUVIERA VIENDO.

Frases Sabias -El final del Nacimiento es la Muerte; y el final de la muerte el naci-miento. -El cuerpo del hombre es como una vestidura; cuando se ha gastado por la edad o por la enfermedad, el alma lo abandona. -Los sabios que buscan con el poder de su pensamiento descubrieron la relación de lo existente en lo no existente. -!Todo lo que ha vivido vive siempre!. Así como a la estructura del hombre llega la infancia y llega la vejez, a otros receptáculos de vida llegan florecimiento y decadencia que, sabiéndolo el sabio, no los teme. -El alma fuerte, imperturbable, la de calma entera, la que soporta con indiferencia placeres y amarguras, esa vive sin morir en la vida. -El fin y el principio sólo son sueños...! Sin nacer, sin morir y sin cam-biar, el espíritu siempre permanece... -Sabio es quien permanece amo de si mismo. -Hay que luchar. Nadie llega a la perfección por mera renuncia. -Si la muerte no fuera el preludio a otra vida, la vida presente sería una burla cruel. -El ser más importante no es el padre ni la madre, sino el niño, pues de el depende el futuro. -Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensa-mientos. -El odio no disminuye con el odio. El odio disminuye con el amor. -Como flores hermosas, con color, pero sin aroma, son las dulces palabras para el que no obra de acuerdo con ellas.

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Oración Moisés se encontró una vez con un hombre que rezaba, pero decía ta-les cosas, en una plegaria tan absurda, que Moisés se detuvo. Y no só-lo absurda sino que era un insulto para Dios. El hombre decía: "Déjame acercarte a ti, Dios y te prometo que te limpiaré el cuerpo cuando esté sucio. Si tienes piojos te los quitaré. Soy buen zapatero, te haré unos zapatos perfectos. Nadie te cuida, Señor....yo te cuidaré. Cuando estés enfermo, velaré por ti y te daré los remedios. Soy también un buen cocinero". Moisés gritó: "Basta. Basta de tonterías. ¿Qué estás diciendo? ¿Que Dios tiene piojos? ¿Y que su ropa está sucia y tu la lavarás? ¿Y tú serás su cocinero? ¿De quién aprendiste esta ple-garia? "No la aprendí de nadie. Soy muy pobre y sin ninguna educación y reconozco que no sé cómo rezar. Yo la inventé...y estas son las cosas que sé. Tengo muchos problemas con los piojos, por esto creo que ellos también deben molestar a Dios. Y a veces la comida que consigo no es muy buena y me duele el estómago. Dios debe sufrir también, a veces. Esto es sólo mi propia experiencia que se ha convertido en mi oración, pero si conoces la oración correcta, enséñamela" dijo el hom-bre. Entonces Moisés le enseñó la oración correcta. El hombre se pos-tró ante Moisés, le agradeció con lágrimas de profunda gratitud. Se fue y Moisés se quedó muy feliz pensando que había hecho una buena ac-ción. Miró al cielo para ver qué pensaba Dios de esto. Dios estaba furioso. Le dijo: "Te he enviado para que acerques a la gente hacia mí, pero ahora has apartado de mí a uno de los que más me amaban. Ahora, esta "oración correcta" que le has enseñado, no será en absoluto una oración, por que la oración no tiene nada que ver con la ley, es amor. El amor es una ley en sí mismo, no necesita ningu-na otra ley". Con el amor, la gracia sucede. Y con el amor, la verdad. Recuérdalo, si puedes entender la verdad, la verdad te libera. Y no hay otra liberación.

El Florero de Porcelana El Gran Maestro y el Guardián se dividían la administración de un mo-nasterio Zen. Cierto día, el Guardián murió y fue preciso substituirlo. El Gran Maestro reunió a todos los discípulos para escoger quién ten-dría la honra de trabajar directamente a su lado. - Voy a presentarles un problema -dijo el Gran Maestro- y aquél que lo resuelva primero, será el nuevo guardián del Templo. Terminado su corto discurso, colocó un banquito en el centro de la sa-la. Encima estaba un florero de porcelana seguramente carísimo, con una rosa roja que lo decoraba. - Éste es el problema -dice el Gran Maestro -resuélvanlo-. Los discípulos contemplaron perplejos el "problema", por lo que veían los diseños sofisticados y raros de la porcelana, la frescura y la elegan-cia de la flor. ¿Qué representaba aquello? ¿Qué hacer? ¿Cuál sería el enigma? Pasó el tiempo sin que nadie atinase a hacer nada salvo contemplar el "problema", hasta que uno de los discípulos se levantó, miró al maes-tro y a los alumnos, caminó resolutamente hasta el florero y lo tiró al suelo, destruyéndolo. - ¡¡Al fin alguien que lo hizo !!! - exclamó el Gran Maestro- Empezaba a dudar de la formación que les hemos dado en todos estos años !! Us-ted es el nuevo guardián. Al volver a su lugar el alumno, el Gran Maestro explicó: - Yo fui bien claro: dije que ustedes estaban delante de un "problema". No importa cuán bello y fascinante sea un problema, tiene que ser eli-minado. Un problema es un problema; puede ser un florero de porcela-na muy caro, un lindo amor que ya no tiene sentido, un camino que precisa ser abandonado, por más que insistimos en recorrerlo porque nos trae confort... "Solo existe una manera de lidiar con un problema": atacándolo de frente. En esas horas, no se puede tener piedad, ni ser tentado por el lado fascinante que cualquier conflicto acarrea consigo. Recuerda que un problema, es un problema. No tiene caso tratar de "acomodarlo" y darle vueltas, si al fin y al cabo ya no es otra cosa más que "Un Problema". Déjalo, hazlo a un lado y continúa disfrutando de lo hermoso y lo que vale la pena en la vida. No huyas de él... acaba con él.

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El mejor amigo del hombre Una pareja de jóvenes tenia varios años de casados y nunca pudieron tener hijos. Para no sentirse solos, compraron un cachorro pastor ale-mán y lo amaron como si fuera su propio hijo. El cachorro creció hasta convertirse en un grande y hermoso perro; salvó en mas de una ocasión a la pareja de ser atacada por ladrones. Siempre fue muy fiel, quería y defendía a sus dueños contra cualquier peligro. Luego de siete años de tener al perro, la pareja logró tener el hijo tan ansiado. La pareja estaba muy contenta con su nuevo hijo y disminuye-ron las atenciones que tenían con el perro. Este se sintió relegado y co-menzó a sentir celos del bebé y ya no era el perro cariñoso y fiel que tu-vieron durante siete años. Un día la pareja dejo al bebé plácidamente durmiendo en la cuna y fue-ron a la terraza a preparar una carne asada. Cuál no fue su sorpresa cuando se dirigían al cuarto del bebé y ven al perro en el pasillo con la boca ensangrentada, moviéndoles la cola. El dueño del perro pensó lo peor, sacó un arma que llevaba y en el acto mató al perro. Corre al cuar-to del bebe y encuentra una gran serpiente degollada. El dueño comien-za a llorar y exclama: he matado a mi perro fiel!!! ¿Cuántas veces hemos juzgado injustamente a las personas? Lo que es peor, las juzgamos y condenamos sin investigar a que se debe su com-portamiento, cuáles son sus pensamientos y sentimientos. Muchas veces las cosas no son tan malas como parecen, sino todo lo contrario. La próxima vez que nos sintamos tentados a juzgar y condenar a alguien recordemos la historia del perro fiel, así aprenderemos a no levantar fal-sos contra una persona hasta el punto de dañar su imagen ante los de-más

Esto también pasara Un gran rey que tenía trabajando para él a muchos hombres sabios se sintió frustrado. En un país vecino, más poderoso que el suyo, se estaba preparando un ataque contra él. El rey tenía miedo: de la muerte, de la derrota, del dolor, de la vejez. Entonces llamó a sus sabios y les dijo: "Esta noche encontraba en mis sueños un anillo mágico con el que podía resolver todo lo que me inquietaba. " El rey reunió a todos sus sabios y les encargó que encontraran ese anillo buscándolo en el fin del mundo si era preciso. Los sabios se consultaron entre sí y enviaron mensajeros a todos los confines del reino sin resultado alguno. Finalmente fueron a ver a un místico Sufí y le pidieron ayuda. El Sufí se quitó un anillo que llevaba puesto y se lo dio, diciéndoles: Hay una condición. Dádselo al rey pero decirle que debe mirar lo que hay debajo de la piedra del anillo únicamente cuando todo esté perdido, cuando la confusión sea total, la agonía perfecta y se sienta desamparado por completo. De lo contrario no comprenderá el mensaje. El rey obedeció. Perdió su país. Tuvo que escapar del reino para salvar su vida. El enemigo lo estaba persiguiendo, él podía oír los caballos que se acercaban....Su caballo cayó muerto, entonces tuvo que correr a pie......hasta que se encontró en un callejón sin salida. En el ultimo momento recordó el anillo. Lo abrió, miró debajo de la piedra y allí estaba el mensaje. Decía así: "TAMBIEN ESTO PASARA".

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Se inútil y goza Lao Tse iba viajando con sus discípulos y llegaron a un bosque donde cientos de leñadores estaban talando árboles. El bosque entero había sido talado excepto un enorme árbol con cientos de ramas. Era tan grande que diez mil personas se podían sentar bajo su sombra. Lao Tse les pidió a sus discípulos que fueran a preguntar porque ese árbol no había sido talado. Fueron y preguntaron a los leñadores, quienes respondieron: Este árbol es completamente inútil. No se puede hacer nada con él porque cada rama tiene muchos nudos, ninguna es recta. No se le puede usar como combustible porque el humo que pro-duce es dañino para los ojos. Es un árbol completamente inútil, por eso no lo hemos cortado." Los discípulos volvieron y se lo contaron al maestro. El se rió y les dijo: "Sed como este árbol, si sois útiles os cortarán y os convertirán en muebles de alguna casa. Si sois hermosos seréis vendidos en el mercado, os convertirán en objetos. Sed como este árbol, completa-mente inútiles y entonces creceréis grandes y vastos y miles de perso-nas encontrarán sombra bajo vosotros. Lao Tse tenía una lógica espe-cial. El dice: Sé el último. Muévete en el mundo como si no estuvieras. No compitas, no trates de probar que eres digno, no es necesario. Sé inútil y goza.

El Flautista (Una historia sobre la sordera y ceguera espiritual del ser humano) Un día apareció un hombre que tocaba la flauta de manera tan exquisi-ta que encantaba a todo ser animado que escuchaba el dulce acento de sus melodías. A escucharlo acudían todo tipo de personas y animales, y se agolpaban en la plaza para escuchar, el divino y sonoro, pero oculto mensaje de la música del flautista. Un día un joven, que conocía a un anciano del pueblo que era sordo y que pedía limosna en las afueras del pueblo, quedó sorprendido de que día a día, aquel anciano acudiera a la plaza para ‘oír’ al flautista. No aguantando la curiosidad, escribió unas preguntas al pordiosero: ¿Qué vienes a hacer si tu no puedes escuchar? ¿Qué te extasía tanto si tu no puedes apreciar lo que él toca? Aquel pordiosero, con dificultad en el hablar contestó: - Mira el centro de la plaza, alza la vista, ¿qué ves? - Una cruz, respondió el joven. Es la cruz de Cristo que se alza sobre la cúpula de la vieja Iglesia, me extasía no escuchar nada y soñar que algún día, la música de la verdad crucificada, fascine y cautive a los hombres. Cuando se reúnen en la plaza, sueño que venzan su sordera espiritual y su ceguera, y que la música del mundo no los encante como serpientes y sean capaces de dejarse conquistar por la música del cielo. Sordo no es el que no percibe sonidos, sino el que no es capaz de per-cibir y soportar la música del amor y la verdad. Ustedes oyen, los que oyen utilizan el tímpano; yo escucho, los que escuchamos utilizamos el corazón».

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Cómo Crecer? Un rey fue Un REY fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, ar-bustos y flores se estaban muriendo. El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pi-no. Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid. Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa. La Rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble. Entonces encontró una planta, una Fresia, floreciendo y más fresca que nunca. El rey preguntó: ¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y som-brío? No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresias. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: "Intentaré ser Fresia de la mejor manera que pueda". Ahora es tu turno. Estás aquí para contribuir con tu fragancia. Simplemente mírate a ti mismo. No hay posibilidad de que seas otra persona. Puedes disfrutarlo y florecer regado con tu propio amor por ti, o pue-des marchitarte en tu propia condena...

Las puertas del cielo Un guerrero, un samurai, fue a ver al Maestro Zen Hakuin y le pregun-tó:"¿Existe el infierno?¿Existe el cielo? ¿Donde están las puertas que llevan a ellos ? ¿Por donde puedo entrar? Era un guerrero sencillo. Los guerreros siempre son sencillos, sin astu-cia en sus mentes, sin matemáticas. Sólo conocen dos cosas: La vida y la muerte. El no había venido a aprender ninguna doctrina; solo quería saber donde estaban las puertas, para poder evitar el infierno y entrar en el cielo. Hauikin le respondió de una manera que sólo un guerrero podía haber entendido. ¿Quién eres?", le preguntó Hakuin. "Soy un samurai, le respondió el guerrero, hasta el emperador me res-peta". Hakuin se rió y contestó "¿Un Samurai, tú?. Pareces un mendigo". El orgullo del samurai se sintió herido y olvidó para que había venido.sacó su espada y ya estaba a punto de matar a Hakuin cuando éste dijo: "Esta es la puerta del infierno. Esta espada, esta ira, este ego, te abren la puerta". Esto es lo que un guerrero puede comprender. Inmediatamente el sa-murai entendió. Puso de nuevo la espada en su cinto y Hakuin dijo: "Aquí se abren las puertas del cielo. La mente es el cielo, la mente es el infierno y la mente tiene tiene la capacidad de convertirse en cualquiera de ellos. Pero la gente sigue pensando que existen en alguna parte, fuera de ellos mismos...El cielo y el infierno no están al final de la vida, están aquí y ahora. A cada mo-mento las puertas se abren...en un segundo se puede ir del cielo al in-fierno, del infierno al cielo.

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Confianza Cuando confías profundamente, esta confianza transforma tu vida, no importa cuales son las circunstancias. Cuando Milarepa fue a ver a su maestro al Tibet era tan humilde, tan puro, tan auténtico, que los otros discípulos tuvieron celos de él. Era seguro que él sería el sucesor del Maestro, así que los otros trataron de matarlo. Milarepa era muy confiado. Un día los otros discípulos dijeron:"Si realmente crees en el Maestro, ¿puedes lanzarte desde este abismo? Si confías, no pasará nada. No te harás daño". Y Milarepa saltó sin dudarlo un solo segundo. Los discípulos bajaron corriendo...el valle estaba a 3.000 pies de profundidad. Corrieron esperando encontrar los huesos, deshecho, pero él estaba sentado en postura del loto, tremendamente feliz. Abrió los ojos y dijo:"Tenías razón, la confianza salva. Pensaron que debería haber sido una coincidencia, así que cuando un día salieron de viaje y tuvieron que cruzar el río le dijeron: Tu no necesitas ir en bote. Tienes tanta confianza que puedes caminar sobre las aguas". Y él caminó sobre las aguas. Esta es la primera vez que el Maestro le vio. "¿Qué estas haciendo? Es imposible, "dijo. "Estoy haciéndolo gracias a tu poder, Maestro." dijo Milarepa. El Maestro pensó:"Si mi poder y mi nombre pueden hacer esto por un hombre ignorante y estúpido....yo nunca lo he probado por mí mismo". Lo intentó y se ahogó. Nunca más se volvió a oír hablar de él. Si confías plenamente, aún un maestro no iluminado puede revolucio-nar positivamente tu vida. Y lo contrario también es verdad: Un Maes-tro iluminado puedo no serte de ninguna ayuda. Depende por comple-to de ti.

La Leyenda de la Cueva Cuenta la leyenda que una mujer pobre con un niño en los brazos, pa-sando delante de una caverna escuchó una voz misteriosa que le de-cía: "Entra y toma todo lo que desees, pero no te olvides de lo princi-pal. Recuerda algo: después que salgas, la puerta se cerrará para siempre. Por lo tanto, aprovecha la oportunidad, pero no te olvides de lo princi-pal....." La mujer entró en la caverna y encontró muchas riquezas. Fas-cinada por el oro y por las joyas, puso al niño en el piso y empezó a juntar, ansiosamente, todo lo que podía en su delantal. La voz miste-riosa hablo nuevamente. " Tienes solo ocho minutos " Agotados los ocho minutos, la mujer cargada de oro y piedras preciosas, corrió hacia fuera de la caverna y la puerta se cerró... Recordó, entonces, que el niño quedó allá y la puerta estaba cerrada para siempre. La riqueza duró poco y la desesperación, siempre. Lo mismo ocurre, a veces, con nosotros. Tenemos unos 80 años para vivir en este mundo, y una voz siempre nos advierte: "¡No te olvides de lo principal!" Y lo principal son los valores espirituales, la oración, la vigi-lancia, la familia, los amigos, la vida. Pero la ganancia, la riqueza, los placeres materiales nos fascinan tanto que lo principal siempre se que-da a un lado... Así agotamos nuestro tiempo aquí, y dejamos a un lado lo esencial: "! Los tesoros del alma!". Que jamás nos olvidemos que la vida en este mundo pasa rápido y que la muerte llega de inesperado. Y que cuando la puerta de esta vida se cierra para nosotros, de nada valdrán las la-mentaciones. Vivimos en un mundo lleno de problemas, angustias, corrupción, don-de cada día mueren niños inocentes, padres de familia con estrés, pero todo es porque hemos olvidado lo principal, los invito a volver la mira-da a Dios y compartamos la felicidad que es andar cada día con El.

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El Bote "Según tengo entendido, si un marino va en un bote pequeño y la nie-bla le impide ver una boya que le indique su ruta, lo que hace es des-cribir rápidamente círculos pequeños en el bote, para producir oleaje que haga moverse la boya. Luego se detiene, escucha y vuelve a hacer lo mismo,... hasta que oye el sonido de la campana de la boya. Levan-tando olas encuentra su rumbo. A menudo, lo que se necesita para dar con estos indicadores es la voluntad de afrontar algunos riesgos, de mover nuestro entorno. Una embarcación que permanece atracada no corre ningún peligro, pero tampoco llegará a ninguna parte". Compartiendo la mejor cosecha (Una historia que nos enseña a trabajar unidos por la felicidad de to-dos) En cierta ocasión, un reportero le preguntó a un agricultor si podía di-vulgar el secreto de su maíz, el cual ganaba el concurso al mejor pro-ducto año tras año. El agricultor confesó que se debía a que compartía su semilla con los vecinos. - "¿Por qué comparte su mejor semilla de maíz con sus vecinos, si us-ted también entra al mismo concurso año tras año?" preguntó el repor-tero. - "Verá usted, señor," dijo el agricultor, el viento lleva el polen del maíz maduro, de un sembrío a otro. Si mis vecinos cultivaran un maíz de calidad inferior, la polinización cruzada degradaría constantemente la calidad del mío. Si voy a sembrar buen maíz, debo ayudar a que mi ve-cino también lo haga". Quienes decidan vivir bien, deben ayudar a que los demás vivan bien, porque el valor de una vida se mide por las vidas que toca. Y quienes optan por ser felices, deben ayudar a que otros encuentren la felicidad, porque el bienestar de cada uno se halla unido al bienestar de todos.

Aceptación " ACEPTA LA VIDA TAL CUAL ES. ALÉGRATE SIN RAZON ALGUNA." En el pueblo donde vivía el gran Maestro Zen Haukin, una joven se quedó embarazada. Su padre la presionó para que revelara el nombre de su amante y al final, para escapar del castigo, la joven dijo que era Hakuin. El padre no dijo nada más, pero cuando nació el niño se los llevó a Hakuin, se lo arrojó y le dijo: " Parece que éste es tu hijo", agregando toda clase de insultos. El Maestro Zen sólo dijo: OH!, ¿es así? y tomo el bebé en sus brazos. A partir de este momento, a donde quiera que iba, llevaba el bebé consi-go, envuelto en la manga de su túnica. En noches de lluvia y tormenta iba a mendigar leche en las casas vecinas. Muchos de sus discípulos, considerándole un hombre acabado, se volvieron en contra suya y los abandonaron. Hakuin no dijo ni una sola palabra. Mientras tanto, la madre sintió que no podía tolerar la agonía de estar separada de su hijo. Confesó entonces el nombre del verdadero padre y el padre de la joven corrió a ver a Hakuin y se postró ante él rogán-dole que le perdonara. Hakuin solo dijo Ah! ¿es así? y le devolvió el niño. Esto es aceptación. Todo lo que la vida trae está bien, absolutamente bien, esta es la cualidad del espejo; nada es bueno, nada es malo, to-do es divino. Acepta la vida tal como es. Aceptándola los deseos des-aparecen, las tensiones, el descontento desaparecen. Aceptándolas, uno empieza a sentirse alegre sin razón alguna. Cuando la alegría tiene una razón, no dura mucho. Cuando no tiene razón alguna, dura para siempre.

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Desafió "Es imprescindible un poco de lucha. Las tormentas con sus truenos, relámpagos y tristezas, nos enriquecen tanto como la felicidad y la alegría. Oí una parábola antigua. Y debe ser muy antigua porque en aquellos días Dios acostumbraba a vivir en la tierra. Un día un viejo campesino fue a verle y le dijo: "Mira, tú debes ser Dios y debes haber creado el mundo, pero hay una cosa que tengo que decirte: No eres un campesino, no conoces ni siquiera el ABC de la agricultura. Tienes algo que aprender". Dios dijo: "¿Cual es tu consejo?" El granjero dijo:" Dame un año y déjame que las cosas se hagan como yo quiero y veamos que pasa. La pobreza no existirá más." Dios aceptó y le concedió al campesino un año. Naturalmente pidió lo mejor y solo lo mejor: ni tormentas, ni ventarrones, ni peligros para el grano. Todo confortable, cómodo y él era muy feliz. El trigo crecía altísimo. Cuando quería sol, había sol; cuando quería lluvia, había tanta lluvia como hiciera falta. Este año todo fue perfecto, matemáticamente perfecto. El trigo crecía tan alto....que el granjero fue a ver a Dios y le dijo:"¡Mira! esta vez tendremos tanto grano que si la gente no trabaja en diez años, aún así tendremos comida suficiente". Pero cuando se recogieron los granos estaban vacíos. El granjero se sorprendió. Le preguntó a Dios :"¿Qué pasó, qué error hubo?". Dios dijo:" Como no hubo desafío, no hubo conflicto, ni fricción, como tu evitaste todo lo que era malo, el trigo se volvió impotente. Un poco de lucha es imprescindible. Las tormentas, los truenos, los relámpagos, son necesarios, porque sacuden el alma dentro del trigo". La noche es tan necesaria como el día y los días de tristeza son tan esenciales como los días de felicidad. A esto se le llama entendimiento. Entendiendo este secreto descubrirás cuan grande es la belleza de la vida, cuanta riqueza llueve sobre ti en todo momento, dejando de sentirte miserable porque las cosas no van de acuerdo con tus deseos.

¿Ver para creer? (Una historia que nos enseña a creer en Dios por sobre toda las cosas) Una profesora quiso demostrar a sus alumnos de primaria que Dios es un mito. La clase sucedió así: Maestra: Hoy vamos a aprender que Dios no existe. (Entonces, dirigiéndo-se a uno de los niños dice:) ¿Tito, ves el árbol allá afuera? Tito: Si, maestra. Maestra: ¿Tito, ves la hierba? Tito: Si, maestra. Maestra: Vete afuera y mira hacía arriba y dime si ves el cielo. Tito: (Regresando unos minutos mas tarde) Si, vi el cielo, maestra. Maestra: ¿Y vistes a Dios? Tito: No, maestra. Maestra: Esto es exactamente mi punto. Podemos ver todo lo que existe, pero no podemos ver a Dios porque El no existe. Es sólo un mito. En ese momento, María, una compañera de Tito, pidió a la maestra si po-dría hacerle mas preguntas a Tito. La maestra, algo sorprendida, accedió. Maria: ¿Tito, ves los árboles afuera? Tito: Si. Maria: ¿Ves la hierba? Tito: (ya aburrido de tantas preguntas, contesta) Si Maria: ¿Ves a la maestra? Tito: Si Maria: Todo lo que existe se ve, ¿cierto? Tito: Si Maria: ¿Ves el cerebro de la maestra? Tito: No MARIA: Entonces, Tito, según nos han enseñado hoy, nuestra maestra no tiene cerebro!

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Vale la Pena Hay momentos que sentimos que todo esta mal, que nuestras vidas se hunden en un abismo tan profundo, que no se alcanza a ver ni un pequeño resquicio por el que pase la luz. En esos momentos de-bemos de tomar todo nuestro amor, nuestro coraje, nuestros senti-mientos, nuestra fuerza y luchar por salir adelante. Muchas veces nos hemos preguntado si vale la pena levantarnos de nuevo, y solo puedo contestar una cosa: Hagamos que nuestra vida valga la pena. Vale la pena sufrir, porque he aprendido a amar con todo el corazón. Vale la pena estar en la oscuridad y caer hasta lo mas profundo, porque ya no puedo ir mas hacia abajo, de ahí en adelante todo va a ser hacia arriba hasta que vea la luz. Vale la pena entregar todo, porque cada sonrisa y lagrima son since-ras. Vale la pena agachar la cabeza y bajar las manos, porque al levantarlas seré mas fuerte de corazón. Vale la pena una la-grima, porque es el filtro de mis sentimientos, a través de ella me reconozco frágil y me muestro tal cual soy. Vale la pena cometer errores, porque me da mayor experiencia y objetividad. Vale la pena volver a levantar la cabeza, porque una sola mirada puede llenar ese espacio vacío. Vale la pena volver a sonreír, porque eso demuestra que he aprendido algo mas. Vale la pena acordarme de todas las cosas malas que me han pasado, porque ellas forjaron lo que soy el día de hoy. Vale la pena voltear hacia atrás, porque así se que he dejado huella en los demás. Vale la pena vivir, porque cada minuto que pasa es una oportunidad de volver a empezar. Todo esto son solo palabras, letras entrelazadas con el único fin de dar una idea. Lo demás, depende de cada uno de nosotros. Dejemos que nuestras acciones hablen por nosotros. Hagamos que nuestra vida valga la pena. SE FELIZ Verdad que vale la pena?

Sabiduría Usa tu sabiduría para buscar las cosas donde están y no donde no están, incluso si está oscuro. Busca dentro de ti. Una tarde la gente vio a Rabiya buscando algo en la calle frente a su choza. Todos se acercaron a la pobre anciana,"¿Qué pasa?"-le preguntaron-"¿qué estás buscando?". "Perdí mi aguja", dijo ella. Y todos la ayudaron a buscarla. Pero alguien le preguntó: "Rabiya, la calle es larga, pronto no habrá más luz. Una aguja es algo muy pequeño ¿porqué no nos di-ces exactamente dónde se te cayó?". "Dentro de mi casa", dijo Rabiya. "¿Te has vuelto loca?"-preguntó la gente-"Si la aguja se te ha caído dentro de tu casa, ¿porqué la buscas aquí afuera?". "Porque aquí hay luz, dentro de la casa no hay". "Pero aún habiendo luz, ¿cómo podremos encontrar la aguja aquí si no es aquí donde la has perdido? Lo correcto sería llevar una lámpara a la casa y buscar allí la aguja". Y Rabiya se rió. "Sois tan inteligentes para las cosas pequeñas ¿cuándo vais a utilizar la sabiduría para vuestra vida interior? Os he visto a todos buscando afuera y yo sé perfectamente bien, lo sé por mi propia experiencia que lo que buscáis está perdido dentro. Usad vuestra sabiduría¿ porqué buscáis la felicidad en el mundo externo? ¿Acaso lo habéis perdido allí?". Se quedaron sin palabras y Rabiya desapareció dentro de su casa.

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Construyendo Un hombre sabio llamó a uno de sus trabajadores y le dijo, "Ve a la parte más profunda del país y constrúyeme una casa. Las decisiones del plano y de la construcción propiamente dicha están en tus manos, pero recuerda, tu trabajo es para un amigo mío muy especial." Y así el trabajador partió con un corazón ligero a su campo de trabajo. Materiales de todo tipo abundaban allí, pero el trabajador tenía sus propias ideas. "Seguramente, pensaba, conozco mi negocio. Puedo usar materiales de menor cantidad y engañar a mi patrón un poquito, y aún así hacer que el trabajo final se vea bien. Solo yo sabré que lo que construí tiene puntos débiles." Finalmente se terminó la construcción y el trabajador se reportó con el hombre sabio. "Muy bien," dijo. "Ahora ¿recuerdas que yo deseaba que usaras sólo los mejores materiales en esta casa porque quería regalár-sela a alguien?, mi amigo, tú eres para quien mandé construir esa ca-sa. Es toda tuya." Cuánto se parece esto al hombre; viene a la tierra como un extraño, con total libertad, puede construir como le parezca, pero en la mañana de su resurrección recibirá lo que ha construido como morada eterna.

Un corazón que escuche (Una historia que nos enseña a escuchar) Un psicólogo atendía una consulta en un hospital donde la mayoría de sus pacientes eran adolescentes. Un día le derivaron un joven de 14 años que desde hacía un año no pronunciaba palabra y estaba interna-do en un orfanato. Cuando era muy pequeño, su padre murió. Vivió con su madre y abue-lo hasta hacía un año; cuando tuvo 13 años muere su abuelo, y tres meses después su madre en un accidente. Sólo llegaba al consultorio y se sentaba mirando las paredes, sin hablar. Estaba pálido y nervioso. El psicólogo no podía hacerlo hablar. Comprendió que el dolor del mu-chacho era tan grande que le impedía expresarse, y él, por más que le dijera algo, tampoco serviría de mucho. Optó por sentarse y observarlo en silencio, acompañando su dolor. Después de la segunda consulta, cuando el muchacho se retiraba, el doctor le puso una mano en el hombro: "Ven la semana próxima si gustas... duele ¿verdad?. El muchacho lo miró, no se había sobresalta-do ni nada; sólo lo miró y se fue. Cuando volvió a la semana siguiente, el doctor lo esperaba con un jue-go de ajedrez. Así pasaron varios meses sin hablar, pero él notaba que David ya no parecía nervioso y su palidez había desaparecido. Un día mientras el doctor miraba la cabeza del muchacho cuando él estudiaba agachado en el tablero de ajedrez, estaba pensando sobre lo poco que los hombre saben acerca del misterio del proceso de cura-ción. De pronto David alzó la vista y lo miró y le dijo: "Le toca". Ese día empezó a hablar, hizo amigos en la escuela, ingresó a un equi-po de ciclismo y comenzó una nueva vida, su vida. Posiblemente el médico le dio algo, pero también aprendió mucho de él. Aprendió que el tiempo hace posible lo que parece dolorosamente insuperable; a es-tar presente cuando alguien lo necesita; a comunicarnos sin palabras. Basta un abrazo, un hombro para llorar, una caricia; un corazón que escuche.

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Siembra Siembra amor, y recogerás unión, siembra uniones, y recogerás paz, siembra paz, y recogerás armonía, siembra armonías, y recogerás ilusión. Siembra ilusiones, y recogerás vida, siembra la vida, y recogerás regalos, siembra regalos, y recogerás alegría siembra alegría y recogerás la fe perdida. Siembra la fe, y recogerás esperanza, siembra esperanza, y recogerás confianza siembra confianza, y recogerás unidad, siembra unidad, y recogerás felicidad. Siembra felicidad, y recogerás carácter, siembra acciones, y recogerás hábito, siembra hábitos, y recogerás carácter, siembra un carácter, y recogerás destino. Y con esa ilusión, crecerá tu sueño, con ese sueño, crecerá tu realidad, con esa realidad, crecerá tu verdad, y si sembraste todo lo anterior ....... podrá crecer Dios en tu corazón

El regalo de Navidad Un amigo mío llamado Pablo recibió un automóvil de parte de su her-mano como regalo de Navidad. En Nochebuena cuando Pablo salió de su oficina, un pilluelo estaba caminando alrededor del flamante auto nuevo, admirándolo. "¿Es este su auto señor?" preguntó. Pablo asintió. "Mi hermano me lo regaló por Navidad." El joven estaba asombrado. "¿Quiere decir que su hermano se lo regaló y que no le costó ni un centavo?, vaya, ya quisiera…" Vaciló. Claro que Pablo sabía lo que deseaba. Deseaba tener un hermano co-mo el suyo. Pero lo que el muchacho le dijo sacudió a Pablo hasta sus talones. "Desearía," continuó el chico, "poder ser un hermano como el suyo". Pablo miró al muchacho sorprendido, e impulsivamente añadió, "¿Te gustaría dar una vuelta en mi auto?" "Claro que sí, me encantaría". Luego de un corto paseo, el jovencito se volvió y con los ojos encendi-dos, dijo, "Señor, ¿le importaría manejarlo frente a mi casa?" Pablo sonrió ligeramente. Creyó saber lo que el mozalbete quería. Que-ría mostrar a sus vecinos que podía llegar a casa en un gran automóvil. Pero se equivocó nuevamente. "¿Podría detenerse donde están esas dos gradas?" preguntó el muchacho. Subió los escalones. Pronto Pablo lo oyó regresar, pero no venía rápi-do. Estaba cargando a su pequeño hermano lisiado. Lo sentó al final de la grada, luego como que lo giró para que pueda ver el auto. "Ahí está amiguito, como te dije adentro. Su hermano se lo regaló por Navidad y no le costó un centavo. Y algún día yo te voy a regalar uno igual a éste…así podrás ver todas las hermosas cosas en las ventanas navideñas que te he estado tratando de describir." Pablo salió y levantó al muchachito y lo sentó en el asiento delantero de su auto. Luego su hermano mayor subió atrás y los tres empezaron un gran paseo navideño.

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La Niña y el 'Hombre que me salvó Había una pareja de esposos ateos que tenían una hija. Los padres nunca le habían hablado a la hija de Dios y menos aún de Jesucristo. Una noche, cuando la pequeña niña tenía 5 años, los padres pelearon ferozmente y de pronto el padre mató a la madre de un disparo y lue-go se suicidó. La niña fue testigo de todo esto. La niña huérfana fue enviada a un hogar transitorio donde la responsa-ble era cristiana, y llevó a la niña a la Iglesia. El primer día en que la niña fue a sus lecciones dominicales de catequesis, la nodriza le explicó a la profesora que la niña nunca había oído hablar de Jesucristo, y que tenía que ser paciente con ella. En la clase, la maestra mostró un dibujo de Jesús y preguntó: - "¿Alguien sabe quién es Él?" A lo que la pequeña niña contestó, para sorpresa de todos: - "Yo sé, ese es el hombre que me estaba protegiendo el día que mis padres murieron".

Mi plegaria silenciosa: Le pedí fuerzas a Dios para poder llegar más lejos, y me hizo débil para que aprendiera humildemente la obediencia... Le pedí salud para poder hacer grandes cosas, y me hizo frágil para que hiciera cosas mejores... Le pedí riquezas para poder ser feliz, y me dio la pobreza para que pudiera ser sabio... Le pedí poder para ser admirado por los hombres, y me dio la debilidad, para que pudiera sentir la necesidad de Dios... Le pedí todas las cosas para gozar de la vida, y me fue dada la vida para disfrutar de todas las cosas... No tengo nada de lo que pedí, pero sí todo lo que esperaba. Casi a pesar de mí mismo, mis silenciosas plegarias fueron escuchadas. Simplemente... Gracias.

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La pregunta más importante Durante mi segundo semestre en la escuela de enfermería, nuestro profe-sor nos dio un examen sorpresa. Yo era un estudiante consciente y leí rá-pidamente todas las preguntas, hasta que leí la ultima: "¿Cuál es el nom-bre de la mujer que limpia la escuela?" Seguramente esto era algún tipo de broma. Yo había visto muchas veces a la mujer que limpiaba la escuela. Ella era alta, cabello oscuro, como de cincuenta años, pero, ¿cómo iba yo a saber su nombre? Entregué mi examen, dejando la última pregunta en blanco. Antes de que terminara la clase, alguien le preguntó al profesor si la últi-ma pregunta contaría para la nota del examen. "Absolutamente", dijo el profesor. "En sus carreras ustedes conocerán muchas personas. Todas son importantes. Ellos merecen su atención y cuidado, aunque solo les sonrían y digan: '¡Hola!'" Nunca olvidé esa lección. También aprendí que su nombre era Dorothy. Todos somos importantes. Auxilio en la lluvia. Una noche, a las 11:30 p.m., una mujer afro americana, de edad avanza-da estaba parada en el acotamiento de una autopista de Alabama, tratan-do de soportar una fuerte tormenta. Su coche se había descompuesto y ella necesitaba desesperadamente que la llevaran. Toda mojada, ella decidió detener el próximo coche. Un joven blanco se detuvo a ayudarla, a pesar de todos los conflictos que habían ocurrido durante la década de los 60´s. El joven la llevó a un lugar segu-ro, la ayudó a obtener asistencia y la puso en un taxi. Ella parecía estar bastante apurada. Ella anotó la dirección del joven, le agradeció y se fue. Pasaron siete días cuando tocaron la puerta de su casa. Para su sorpresa, un televisor pantalla gigante a color le fue entregado por correo a su casa. Tenia una nota especial adjunta al paquete. Esta decía: "Muchísimas gracias por ayudarme en la autopista la otra noche. La lluvia anegó no sólo mi ropa sino mi espíritu. Entonces apareció usted. Gracias a usted, pude llegar al lado de la cama de mi marido agonizante, justo antes de que muriera. Dios lo bendiga por ayudarme y por servir a otros desin-teresadamente. Sinceramente: La Señora de Nat King Cole." No esperes nada a cambio y lo recibirás

Una Cruz demasiado pesada (Un relato sobre cómo sí podemos cargar con nuestros problemas) Un joven ya no daba más con sus problemas. Cayó de rodillas, rezan-do, - "Señor, no puedo seguir. Mi cruz es demasiado pesada". El Señor, como siempre, acudió a su oración y le contestó, - "Hijo mío, si no puedes llevar el peso de tu cruz, déjala dentro de esa habitación. Después, abre esa otra puerta y escoge la cruz que tú quie-ras". El joven suspiró aliviado. - "Gracias, Señor" dijo, e hizo lo que le había dicho. Al entrar, vio mu-chas cruces, algunas tan grandes que no les podía ver la parte de arri-ba, otras tan pesadas que no podía levantarlas. Después de mucho buscar por varias habitaciones, vio finalmente una cruz que le acomo-daba y que estaba apoyada en una pared. - "Señor", susurró, "quisiera esa que está allá". Y el Señor contestó, - "Hijo mío, esa es la cruz que acabas de dejar". Cuando los problemas de la vida nos parecen abrumadores, siempre es útil mirar a nuestro alrededor y ver las cosas con las que se enfrentan los demás. Verás que debes considerarte más afortunado de lo que te imaginas.

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Un suave estruendo Había una vez un hombre que desafió a Dios para ver si de Él recibía alguna respuesta. "¡Dios, arde la zarza como hiciste con Moisés y te seguiré! ¡Derrumba las paredes como hiciste con Josué y pelearé! ¡Calma la tempestad co-mo hiciste en Galilea y te escucharé!" Y así el hombre fue y se sentó cerca de un arbusto, al lado de una pared levantada muy cerca del mar y esperó a que Dios le contestase. Y Dios escuchó al hombre, así que le respondió. Envió fuego, pero no para el arbusto, sino para la Iglesia. Derrumbó una pared, pero no de ladrillo, sino de pecado. Calmó la tempestad, pero no en el mar, sino en el alma. Y Dios esperó a que el hombre le contestase. Y esperó… Y esperó… Y esperó… Pero como el hombre estaba prestando atención a arbustos, no a cora-zones; a ladrillos, no a vidas; a mares y no a almas, pensó que Dios no había hecho nada. Finalmente miró a Dios y le preguntó, "¿Has perdido tu poder?" Y Dios lo miró y le respondió, "¿Has perdido el oído?"

Siempre recuerda aquellos a quienes sirves. En los días en que un helado costaba mucho menos, un niño de 10 años entró en un establecimiento y se sentó a una mesa. La mesera puso un vaso de agua en frente de él. "¿Cuánto cuesta un helado de chocolate con almendras?" pregunto el niño. "Cincuenta centavos", respondió la mesera. El niño sacó su mano de su bolsillo y examinó un número de monedas. "¿Cuánto cuesta un helado solo?", volvió a pre-guntar. Algunas personas estaban esperando por una mesa y la mesera ya es-taba un poco impaciente. "Treinta y cinco centavos", dijo ella brusca-mente. El niño volvió a contar las monedas. "Quiero el helado solo", dijo el niño. La mesera le trajo el helado, y puso la cuenta en la mesa y se fue. El niño terminó el helado, pagó en la caja y se fue. Cuando la mesera volvió, ella empezó a limpiar la mesa y entonces le costó tragar saliva con lo que vio. Allí, puesto ordenadamente junto al plato vacío, había veinticinco centavos... su propina. Jamás juzgues a alguien antes de tiempo

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La semilla En el silencio de mi reflexión percibo todo mi mundo interno como si fuera una semilla, de alguna manera pequeña e insignificante pero también pletórica de potencialidades. ...Y veo en sus entrañas el germen de un árbol magnífico, el árbol de mi propia vida en proceso de desarrollo. En su pequeñez, cada semilla contiene el espíritu del árbol que será después. Cada semilla sabe cómo transformarse en árbol, Cayendo en tierra fér-til, absorbiendo los jugos que la alimentan, expandiendo las ramas y el follaje, llenándose de flores y de frutos, para poder dar lo que tienen que dar. Cada semilla sabe cómo llegar a ser árbol. Y tantas son las semillas como son los sueños secretos. Dentro de nosotros, innumerables sueños esperan el tiempo de germi-nar, echar raíces y darse a luz, morir como semillas... para convertirse en árboles. Árboles magníficos y orgullosos que a su vez nos digan, en su solidez, que oigamos nuestra voz interior, que escuchemos la sabiduría de nuestros sueños semilla. Ellos, los sueños, indican el camino con sím-bolos y señales de toda clase, en cada hecho, en cada momento, entre las cosas y entre las personas, en los dolores y en los placeres, en los triunfos y en los fracasos. Lo soñado nos enseña, dormidos o despiertos, a vernos, a escuchar-nos, a darnos cuenta. Nos muestra el rumbo en presentimientos huidi-zos o en relámpagos de lucidez enceguecedora. Y así crecemos, nos desarrollamos, evolucionamos... Y un día, mientras transitamos este eterno presente que llamamos vi-da, las semillas de nuestros sueños se transformarán en árboles, y desplegarán sus ramas que, como alas gigantescas, cruzarán el cielo, uniendo en un solo trazo nuestro pasado y nuestro futuro. Nada hay que temer, ...una sabiduría interior las acompaña... porque cada semilla sabe.... cómo llegar a ser árbol...

"El recipiente" (Un relato sobre cuáles deben ser nuestras prioridades en la vida) Un experto asesor de empresas en Gestión del Tiempo quiso sorpren-der a los asistentes a su conferencia. Sacó de debajo del escritorio un frasco grande de boca ancha. Lo colocó sobre la mesa, junto a una bandeja con piedras del tamaño de un puño y preguntó: -"¿Cuántas piedras piensan que cabe en el frasco?" Después que los asistentes hicieran sus conjeturas, empezó a meter piedras hasta que llenó el frasco. Luego preguntó: -"¿Está lleno?". Todo el mundo lo miró y asintió. Entonces sacó de debajo de la mesa un cubo con gramilla. Metió parte de la gramilla en el frasco y lo agitó. Las piedrecillas penetraron por los espacios que dejaban las piedras grandes. El experto sonrió con ironía y repitió: -"¿Está lleno?". Esta vez los oyentes dudaron: - "Tal vez no". -"¡Bien!", dijo. Y puso en la mesa un cubo con arena que comenzó a volcar en el fras-co. La arena se filtraba en los pequeños recovecos que dejaban las pie-dras y la grava. - "¿Está lleno?", preguntó de nuevo. - "¡No!", exclamaron los asistentes. - "Bien", dijo. Y cogió una jarra de agua de un litro que comenzó a verter en el fras-co. El frasco aún no rebosaba. - "Bueno, ¿qué hemos demostrado?", preguntó. Un alumno respondió: - "Que no importa lo llena que esté tu agenda, si lo intentas, siempre puedes hacer que quepan más cosas." - "No", concluyó el experto: "Lo que esta lección nos enseña es que si no colocas las piedras grandes primero, nunca podrías colocarlas des-pués. ¿Cuáles son las grandes piedras en tu vida? DIOS, las personas ama-das, tus hijos, tus amigos, tus sueños. Recuerda, pon las grandes pri-mero. El resto, encontrará su lugar.

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Pobreza y riqueza (Una historia sobre el verdadero valor de las cosas) Una vez, un padre de una familia acaudalado llevó a su hijo a un viaje por el campo, con el firme propósito de que éste viera cuan pobres eran las gentes del campo, que comprendiera el valor de las cosas y lo afortunados que eran ellos. Estuvieron por espacio de un día y una noche completos en una granja de una familia campesina muy humil-de. Al concluir el viaje y de regreso a casa el padre le pregunta a su hijo: - ¿Que te pareció el viaje? - ¡Muy bonito papá! - ¿Viste que tan pobre y necesitada puede ser la gente? - ¡Sí! - ¿Y que aprendiste? Vi que nosotros tenemos un perro en casa, ellos tienen cuatro. Nosotros tenemos una piscina de 25 metros, ellos tienen un riachuelo que no tiene fin. Nosotros tenemos unas lámparas importadas en el patio, ellos tienen las estrellas. Nuestro patio llega hasta la barda de la casa, el de ellos tiene todo un horizonte. Especialmente papá, vi que ellos tienen tiempo para conversar y convivir en familia. Tu y mi mamá tienen que trabajar todo el tiempo y casi nunca los veo. Al terminar el relato, el padre se quedó mudo... y su hijo agregó: Gracias Papá, por enseñarme lo rico que podríamos llegar a ser!

El hombre y el mundo Un científico, que vivía preocupado con los problemas del mundo, estaba resuelto a encontrar los medios para aminorarlos. Pasaba días en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas. Cierto día, su hijo de 7 años invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar. El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lugar. Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiese darle con el objetivo de distraer su atención. De repente se encontró con una revista en donde venía el mapa del mundo ¡Justo lo que precisaba!. Con unas tijeras recortó el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta se lo entregó a su hijo diciendo: "Como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto, para que lo repares sin ayuda de nadie". Entonces calculó que al pequeño le llevaría días componer el mapa, pero no fue así. Pasadas algunas horas, escuchó la voz del niño que lo llamaba calmadamente. "Papá, ya hice todo, conseguí terminarlo". Al principio el padre no dio crédito a las palabras del niño. Pensó que sería imposible que, a su edad, hubiera conseguido recomponer un mapa que jamás había visto antes. Desconfiado, el científico levantó la vista de sus anotaciones con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño. Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus debidos lugares. ¿Cómo era posible? ¿Cómo el niño había sido capaz? -Hijito, tú no sabías cómo era el mundo, ¿cómo lograste armarlo? -Papá, yo no sabía cómo era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura de un hombre. Así que di vuelta a los recortes y comencé a recomponer al hombre, que sí sabía como era. Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta la hoja y vi que había arreglado al mundo... > Esta reflexión nos confirma aquella idea de que "si yo cambiara, cambiaría el mundo". Sé de tal manera y vive una vida tal, que si todos los hombres fueran como tú y vivieran como tú, nuestro mundo sería un paraíso terrenal.

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EL VASO DE LECHE Un día, un muchacho pobre que vendía mercancías de puerta en puer-ta para pagar su escuela, encontró que solo le quedaba una simple moneda de diez centavos, y tenia hambre. Decidió que pediría comida en la próxima casa. Sin embargo, sus nervios lo traicionaron cuando una encantadora mu-jer joven le abrió la puerta. En lugar de comida pidió un vaso de agua. Ella pensó que el joven parecía hambriento así que le trajo un gran va-so de leche. El lo bebió despacio, y entonces le pregunto,"Cuanto le debo?" "No me debes nada," contesto Ella. "Mi madre siempre nos ha enseña-do a nunca aceptar pago por una caridad". El dijo ..... "Entonces, te lo agradezco de todo corazón." Cuando Howard Kelly se fue de la casa, no solo se sintió físicamente más fuerte, sino que también su fe en Dios y en los hombres era mas fuerte. El había estado listo a rendirse y dejar todo. Años después esa joven mujer enfermo gravemente. Los doctores lo-cales estaban confundidos. Finalmente la enviaron a la gran ciudad, donde llamaron a especialistas para estudiar su rara enfermedad. Se llamó al Dr. Howard Kelly para consultarle. Cuando oyó el nombre del pueblo de donde ella vino, una extraña luz llenó sus ojos. Inmediatamente subió del vestíbulo del hospital a su cuarto. Vestido con su bata de doctor entro a verla. La reconoció en seguida. Regresó al cuarto de observación determinado a hacer lo mejor para salvar su vida. Desde ese día prestó atención especial al caso. Después de una larga lucha, ganó la batalla. El Dr. Kelly pidió a la oficina de administración del hospital que le enviaran la factura total de los gastos para aprobar-la. El la revisó y entonces escribió algo en el borde y le envió la factu-ra al cuarto de la paciente. Ella temía abrirla, porque sabia que le tomaría el resto de su vida para pagar todos los gastos. Finalmente la abrió, y algo llamo su atención en el borde de la factura. Leyó estas palabras..... "Pagado por com-pleto hace muchos años con un vaso de leche - (firmado) Dr. Howard Kelly". Lágrimas de alegría inundaron sus ojos y su feliz corazón oró así: "Gracias, Dios por que Tu amor se ha manifestado en las manos y los corazones humanos."

El Sistema solar (Una historia que prueba la existencia de Dios) En alguna ocasión se suscitó una fuerte discusión entre dos amigos, uno creyente en la existencia de Dios y el otro absolutamente incrédulo y ateo. Después de una larga y bizantina discusión, se separaron muy molestos. El creyente, con el deseo de convencer a su amigo, construyó en una habitación de su casa un planetario, al cual, le invirtió mucho tiempo y dinero para simular el universo en movi-miento, en el cual aparecía el sol, los planetas, música sideral, come-tas, etc. Lo realizo con tanto cuidado y esmero que cuando uno entra-ba a esa habitación se sentía flotar en el espacio. Invitó a visitarlo a su amigo ateo, y cuando este ultimo, sorprendido, le pregunto al constructor quien había realizado tan magnifica obra maestra, el creyente le contesto: "Nadie", a lo cual, por supuesto el otro reclamo: "Oye, no soy tonto! Esto lo debe haber hecho alguien, no creo que se haya hecho solo". El creyente lo saco de la habitación y, como era de noche lo llevo al jardín de su casa y le dijo: "Mira, observa el firmamento, las estrellas, la perfecta armonía de las fuerzas en movimiento. Sabes, -le dijo finalmente-, toda esta maravilla nadie la hizo". En ese momento el ateo comprendió que existía un poder superior.

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La venta de garaje de Satanás (Una historia sobre las tentaciones que el diablo nos ofrece) Hace un tiempo atrás Satanás realizó una venta de garaje. Allí estaban, parados en pequeños grupos, todas sus brillantes baratijas. Tenía herramientas que ayudaban a romper, a malograr. También había lentes de aumento para aumentar la propia importancia, y que si mirabas por el otro lado, podías usarlos para disminuir a los demás o incluso a uno mismo. Contra la pared estaba la usual variedad de implementos de jardinería con la garantía de hacer crecer la soberbia: el rastrillo del desprecio, la lampa de los celos para cavar un abismo entre uno y el prójimo, las herramientas del chisme y la calumnia, de egoísmo y apatía. Todos estos utensilios eran agradables a la vista y venían llenos de promesas y garantías de prosperidad. Lo precios, claro está, no eran muy baratos; pero no había que preocuparse!, tenía grandes facilidades de pago para todos los clientes. "¡Llévelo a casa, úselo, no se preocupe que lo pagará más tarde!" era la frase favorita del Diablo. El visitante notó dos herramientas desconocidas y muy desgastadas de pie en una esquina. Y sin ser ni cercanamente tan atractiva como los otros objetos, le pareció raro que estas dos herramientas tuvieran un precio más alto que las demás. Cuando preguntó por qué era esto, Satanás sólo sonrió y dijo: "Bueno, eso es porque yo las uso muchísimo. Si no tuvieran tan mala aparien-cia la gente las vería como son realmente." El Diablo señaló las herramientas diciendo: "Mira, esa es la propia inseguridad y la otra es la desesperanza, y estas serán las únicas que funcionarán."

El amigo Un amigo te envía un e-mail de vez en cuando. El verdadero amigo aunque no te envíe ninguno, siempre está... esperando uno tuyo. Cualquier persona puede apoyarte cuando estás en lo correcto, pero... un amigo verdadero también te apoyará cuando estés en lo incorrecto. Un amigo piensa que los problemas por los que te quejas son recien-tes. Un amigo verdadero te dice, "Deja de quejarte por las mismas cosas y has algo al respecto de una vez por todas!!!" Un amigo nunca te ha visto llorar. Un verdadero amigo lleva los hombros empapados de tus lágrimas. Un amigo desconoce los nombres de tus padres. Un verdadero amigo guarda sus números telefónicos en una agenda. Un amigo lleva una botella de vino a tu casa cuando hay fiesta. Un verdadero amigo llega a tu casa temprano para ayudarte con los preparativos y se queda hasta tarde para ayudarte a recoger todo. Un amigo busca hablar de tus problemas. Un verdadero amigo te ayuda a buscarle solución a tus problemas. Un amigo piensa que se acabó la amistad cuando hay una discusión. Un verdadero amigo reconoce que no es una amistad hasta que no hayan discutido. Un amigo espera que estés siempre a su lado. Un verdadero amigo espera siempre estar a tu lado. Recuerda: es mucho mejor que te necesiten porque te quieren y no que te quieran porque te necesitan...

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Ni tu ni yo El Buda fue el hombre más despierto de su época. Nadie como él comprendió el sufrimiento humano y desarrolló la bene-volencia y la compasión. Entre sus primos, se encontraba el perverso Devadatta, siempre celoso del maestro y empeñado en desacreditarlo e incluso dispuesto a ma-tarlo. Cierto día que el Buda estaba paseando tranquilamente, Devadatta, a su paso, le arrojó una pesada roca desde la cima de una colina, con la intención de acabar con su vida. Sin embargo, la roca sólo cayó al lado del Buda y Devadatta no pudo conseguir su objetivo. El Buda se dio cuenta de lo sucedido y permaneció impasible, sin per-der la sonrisa de los labios. Días después, el Buda se cruzó con su primo y lo saludó afectuosa-mente. Muy sorprendido, Devadatta preguntó: -¿No estás enfadado, señor? -No, claro que no. Sin salir de su asombro, inquirió: -¿Por qué? Y el Buda dijo: -Porque ni tú eres ya el que arrojó la roca, ni yo soy ya el que estaba allí cuando fue arrojada. El Maestro dice: Para el que sabe ver, todo es transitorio; para el que sabe amar, todo es perdonable.

Vestida de blanco (Una historia que nos enseña la importancia de la coherencia de vida ) Una joven discutía acaloradamente con su padre y defendía sus derechos de asistir a una fiesta popular, un lugar donde se reunían personas de no muy buena reputación. El padre le daba razones contundentes, pero la joven se resistía a aceptarlas. Inesperadamente, la discusión cambió de giro y el padre la invitó a bajar juntos al sótano donde había mucho polvo y se guardaba carbón, pero que lo hiciera con un vestido blanco. Ante la propuesta de su padre, la jo-ven replicó que si podía bajar, pero no con el traje blanco, pues se le iba a ensuciar. "Ves hija mía, dijo el padre con voz amorosa, nada impide que puedas ba-jar al sótano con un traje blanco, pero si hay mucho que impida que pue-das subir con el mismo color. De la misma manera, nada impide que asistas a ese sitio que deseas ir; pero ten por cierto que no regresarás la misma, algo de lo que es tuyo se perderá allí". Iluminación Abandona toda ambición de ser el primero en iluminarte. No hay iluminación individual. Todos los individuos se unen con el todo. Buda llegó a la puerta del cielo. Por supuesto le estaban esperando. Le abrieron la puerta, le dieron la bienvenida, pero él se volvió de espaldas, miró al mundo: millones de espíritus en el mismo camino, luchando con dolor, con angustia, luchando por alcanzar esa puerta del cielo y dicha. El guardián de la puerta dijo: "Entra, por favor, te hemos estado esperando". Y Buda contestó: ¿Cómo puedo entrar cuando aún otros no han llegado? No parece ser el momento adecuado.¿Cómo puedo entrar cuando la mayoría aún no ha entrado? Tendré que esperar. Es co-mo si mi mano hubiera alcanzado la puerta pero mis pies aún no hubieran llegado. Tendré que esperar. La mano no puede entrar sola. Se dice en esta hermosa historia que Buda aún está esperando. Tiene que esperar, nadie es una isla, formamos un continente, estamos juntos. Los individuos pueden avanzar un poco, eso es todo, pero siguen unidos al conjunto.

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La Mula y el pozo Se cuenta de cierto campesino que tenia una mula ya vieja. En un la-mentable descuido, la mula cayó en un pozo que había en la finca. El campesino oyó los bramidos del animal, y corrió para ver lo que ocu-rría. Le dio pena ver a su fiel servidora en esa condición, pero después de analizar cuidadosamente la situación, creyó que no había modo de salvar al pobre animal, y que más valía sepultarla en el mismo pozo. El campesino llamó a sus vecinos y les contó lo que estaba ocurriendo y los enlisto para que le ayudaran a enterrar la mula en el pozo para que no continuara sufriendo. Al principio, la mula se puso histérica. Pero a medida que el campesino y sus vecinos continuaban paleando tierra sobre sus lomos, una idea vino a su mente. A la mula se le ocu-rrió que cada vez que una pala de tierra cayera sobre sus lomos. ¡ELLA DEBIA SACUDIRSE Y SUBIR SOBRE LA TIERRA! Esto hizo la mula palazo tras palazo. SACUDETE Y SUBE. sacúdete y sube. sacúdete y sube!! Repetía la mu-la para alentarse a sí misma. No importaba cuan dolorosos fueran los golpes de la tierra y las pie-dras sobre su lomo, o lo tormentoso de la situación, la mula luchó co-ntra el pánico, y continuó SACUDIENDOSE Y SUBIENDO. A sus pies se fue elevando de nivel el piso. Los hombres sorprendidos captaron la estrategia de la mula, y eso los alentó a continuar paleando. Poco a poco se pudo llegar hasta el punto en que la mula cansada y abatida pudo salir de un brinco de las paredes de aquel pozo. La tierra que pa-recía que la enterraría, se convirtió en su bendición, todo por la mane-ra en la que ella enfrentó la adversidad. ¡ASI ES LA VIDA! Si enfrentamos nuestros problemas y respondemos positivamente, y rehusamos dar lugar al pánico, a la amargura, y las lamentaciones de nuestra baja autoestima, las adversidades, que vienen a nuestra vida a tratar de enterrarnos, nos darán el potencial para poder salir beneficia-dos y bendecidos! "En la vida nunca bajes los brazos, porque el hombre mas grande del mundo murió con los brazos en alto"...

¿Estas Ocupado? Te levantabas esta mañana, te observaba y esperaba que me hablaras aunque fuera unas cuantas palabras, preguntando mi opinión o agra-deciéndome por algo bueno que te haya sucedido ayer. Pero note que estabas muy ocupada buscando la ropa adecuada para ponerte e ir al trabajo. Seguía esperando de nuevo, mientras corrías por la casa arreglándote, supe que habría unos cuantos minutos para que te detuvieras y me dijeras "HOLA". Pero estabas demasiado ocupada. Por eso encendí el cielo para ti, lo llene de colores y dulces cantos de pájaros para ver si así me oías pero ni siquiera te diste cuenta de esto. Te observe mientras ibas rumbo al trabajo y espere pacientemente to-do el día. Con todas tus actividades supongo que estabas demasiado ocupada para decirme algo. De regreso vi tu cansancio y quise rociarte un poco para que el agua se llevara tu estrés. Pensé agradarte para que así pensaras en mi pero enfurecida ofendiste mi nombre, deseaba tanto que me hablaras, aun quedaba mucho tiem-po. Después encendiste el televisor, espere pacientemente, mientras veías tu programa favorito y cenabas, pero nuevamente te olvidaste de hablar conmigo y no me hablaste. Te note cansada y entendí tu silencio así que opaque el resplandor del cielo, pero no te deje a oscuras, lo cambie por un lucero, en verdad fue hermoso, pero no estuviste interesado en verlo. A la hora de dormir, creo que ya estabas agotada. Después de decirle buenas noches a tu familia caíste en tu cama y casi de inmediato te dormiste, acompañe con música tu sueno, mis animales nocturnos se lucieron, no hay problema, porque quizás no te das cuenta que siem-pre estoy ahí para ti. Tengo mas paciencia de la que te imaginas. También quisiera enseñarte como tener paciencia para con otros, TE AMO tanto que espero todos los días por una oración, el paisaje que hago es solo para ti. Bueno te estas levantando de nuevo y otra vez esperar sin nada mas que mi amor por ti, esperando que el día de hoy me dediques un poco de tiempo. Que tengas un buen día... DIOS

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Máximas Filosóficas 1. El amor eterno dura aproximadamente 3 meses. 2. No te metas en el mundo de las drogas... Ya somos muchos y hay muy poca. 3. Todo tiempo pasado fue anterior. 4. Tener la conciencia limpia es síntoma de mala memoria. 5. El que nace pobre y feo, tiene grandes posibilidades de que al cre-cer se le desarrollen ambas condiciones. 6. Los honestos son inadaptados sociales. 7. El que quiera celeste, que mezcle azul y blanco. 8. Pez que lucha contra la corriente, muere electrocutado. 9. La esclavitud no se abolió, se cambio a 8 hs. diarias. 10. Si la montaña viene hacia ti... corre, es un derrumbe. 12. No soy un completo inútil... Por lo menos sirvo de mal ejemplo. 13. La droga te vuelve bruto. 14. Si no eres parte de la solución eres parte del problema. 15. Errar es humano, pero echarle la culpa al otro es mas humano to-davía. 16. Dios mío, dame paciencia... Pero dámela YA! 17. Lo importante no es saber, sino tener el teléfono del que sabe. 18. El que sabe, sabe... Y el que no sabe es jefe. 21. El dinero no hace la felicidad... La compra hecha! 22. Si tu novia perjudica tu estudio, deja el estudio y perjudica a tu novia. 23. Huye de las tentaciones... Despacio, para que puedan alcanzarte. 24. La verdad absoluta no existe y esto es absolutamente cierto. 25. Hay un mundo mejor, pero es carísimo. 26. No hay mujer fea, solo belleza rara. 27. Si un pajarito te dice algo...., debes estar loco/a pues los pájaros no hablan. 28. En cada madre hay una suegra en potencia. 29. Lo importante es el dinero, la salud va y viene. 30. Trabajar nunca mato a nadie... pero ¿para qué arriesgarse? 31. No te tomes la vida en serio, al fin y al cabo no saldrás vivo de ella. 32. La confusión esta clarísima. 33. Lo triste no es ir al cementerio, sino quedarse. Y ahora dime, crees que todas estas máximas son verdad? Quizás las escribiera un inteligente no?

La liebre y el tigre (Una historia que nos enseña la importancia de sabernos responsables de nuestros semejantes) Que gran decepción tenía el joven de esta historia, su amargura abso-luta era por la forma tan inhumana en que se comportaban todas las personas pues al parecer, ya a nadie le importaba nadie. Un día dando un paseo por el monte, vio sorprendido que una peque-ña liebre le llevaba comida a un enorme tigre malherido, el cual no po-día valerse por sí mismo. Le impresionó tanto al ver este hecho, que regresó al siguiente día para ver si el comportamiento de la liebre era casual o habitual. Con enorme sorpresa pudo comprobar que la escena se repetía: la liebre dejaba un buen trozo de carne cerca del tigre. Pasaron los días y la escena se repitió de un modo idéntico, hasta que el tigre recuperó las fuerzas y pudo buscar la comida por su propia cuenta. Admirado por la solidaridad y cooperación entre los animales, se dijo: - "No todo está perdido. Si los animales, que son inferiores a nosotros, son capaces de ayudarse de este modo, mucho más lo haremos las personas". Y decidió hacer la experiencia. Se tiró al suelo, simulando que estaba herido y se puso a esperar que pasara alguien y le ayudara. Pasaron las horas, llegó la noche y nadie se acercó en su ayuda. Estuvo así du-rante todo el otro día y ya se iba a levantar, mucho más decepcionado que cuando comenzamos a leer esta historia, con la convicción de que la humanidad no tenía el menor remedio, sintió dentro de sí todo el desespero del hambriento, la soledad del enfermo, la tristeza del aban-dono, su corazón estaba devastado, sí casi no sentía deseo de levan-tarse, entonces allí, en ese instante, lo oyó...¡Con qué claridad, qué hermoso!, una hermosa voz, muy dentro de él le dijo: - "Si quieres encontrar a tus semejantes, si quieres sentir que todo ha valido la pena, si quieres seguir creyendo en la humanidad, para en-contrar a tus semejantes como hermanos, deja de hacer de tigre y simplemente se la liebre".

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La diferencia nos hizo amigos Una vez, a cinco pintores, se les propuso un gran proyecto: trabajar en común para una gran exposición pictórica que tendría lugar con motivo del Año Nuevo. Dicho y hecho. Los profesionales de la pintura se pusieron manos a la obra. Lo cierto es que, el evento, levantó gran expectación en la localidad elegida. Todos los habitantes de aquella población hablaban de lo dis-tintos que eran los pintores y que, precisamente por ello, la ocasión habría de ser aprovechada por ellos y por otros tantos hombres y mu-jeres de la zona. Pero, un buen día, a punto de abrirse la exposición los pintores comen-zaron a discutir sobre los colores que usaban unos y otros, sobre los temas elegidos, sobre el marco que adornaba el cuadro de cada uno. En definitiva...cayeron en una gran discusión a cuenta de "las diferen-cias" en su pintura. El conflicto trascendió a la calle. Y toda la ilusión y el entusiasmo que habían puesto los moradores de aquel pueblo se fueron desvanecien-do. ¡Cómo es posible que sean incapaces de ponerse de acuerdo!. Exclamaban. Por la tarde, cuando estaban a punto de recoger los bártulos, y mar-charse los pintores cada uno a su casa de repente, un niño, se coló por una ventana y dijo: "¡uy..que cuadros tan diferentes y tan bonitos to-dos....no había visto nunca una cosa igual". Los profesionales de la pintura se miraron sonrojados, unos a otros, y abrazándose y riéndose de sí mismos dijeron: "es verdad...es mucho más lo que esperan de nosotros, y lo que descubren en nuestras dife-rencias que lo que nosotros discutimos de ellas". Y dicen, que le expo-sición llevó este título: "La diferencia nos hizo amigos".

La Mariposa Un hombre encontró un capullo de una mariposa y se lo llevo a casa para poder ver la mariposa cuando saliera del capullo. Un día vio que había un pequeño orificio y entonces se sentó a obser-var por varias horas, viendo que la mariposa luchaba por abrirlo mas grande y poder salir. El hombre vio que la mariposa forcejeaba dura-mente para poder pasar su cuerpo a través del pequeño agujero, hasta que llego el momento en el que pareció haber cesado de forcejear, pues aparentemente no progresaba en su intento. Parecía que se había atascado. Entonces el hombre, en su bondad, decidió ayudar a la mariposa y con una pequeña tijera corto al lado del agujero para hacerlo más grande y ahí fue donde por fin la mariposa pudo salir del capullo. Sin embargo, al salir la mariposa tenía un cuerpo muy hincha-do y una alas pequeñas y dobladas. El hombre continuo observando, pues esperaba que en cualquier instante las alas se desdoblarían y cre-cerían lo suficiente para soportar al cuerpo, el cual se contraería al re-ducir lo hinchado que estaba. Ninguna de las dos situaciones sucedie-ron y la mariposa solamente podía arrastrarse en círculos con su cuer-pecito hinchado y sus alas dobladas. Nunca pudo llegar a volar. Lo que el hombre en su bondad y apuro no entendió, fue que la res-tricción de la apertura del capullo y la lucha requerida por la mariposa, para salir por el diminuto agujero, era la forma en que la naturaleza forzaba fluidos del cuerpo de la mariposa hacia sus alas, para que es-tuviesen grandes y fuertes y luego, pudiese volar. La libertad y el volar solamente podían llegar luego de la lucha. al privar a la mariposa de la lucha , también le fue privada su salud. Algunas veces las luchas son las que necesitamos en la vida. Si la naturaleza nos permitiese progre-sar por nuestras vidas sin obstáculos, nos convertiría en inválidos. No podríamos crecer y ser tan fuertes como podríamos haberlo sido. Cuanta verdad hay en esto! Cuantas veces hemos querido tomar el ca-mino corto para salir de dificultades, tomando esas tijeras y recortando el esfuerzo para poder ser libres. Necesitamos recordar que nunca reci-bimos mas de lo que podemos soportar y que a través de nuestros es-fuerzos y caídas, somos fortalecidos así como el oro es refinado con el fuego. Nunca permitamos que las cosas que no podemos tener, o que no tenemos, o que debamos tener, interrumpan nuestro gozo de las cosas que tenemos y podemos tener. Nunca pensemos ni nos enfoquemos en lo que no tenemos, disfrutemos cada instante de cada día por lo que tenemos y nos ha si-do dado!!!

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Frases Sabias -Vive tu vida como si subieras una montaña, de vez en cuando mira hacia tu alrededor y admira las cosas bellas en el camino; sube despa-cio. -Los grandes sucesos dependen de incidentes pequeños. -Lo que no nos mata nos hace más fuertes" -La vida es un sueño y los sueños, sueños son. -Las personas no son recordadas por el número de veces que fracasan, sino por el número de veces que tienen éxito". -El amor consuela como el resplandor del sol después de la lluvia". -Muchos ven lo que pareces, pero pocos SIENTEN lo que eres. -El mayor triunfo del diablo es hacer creer a la humanidad que el no existe. -Somos ángeles de una sola ala, para poder volar necesitamos abrazar-nos unos con otros. -Dejaré de amarte el día en que un pintor dibuje el sonido de una la-grima al caer. -La humildad es algo muy extraño. En el momento mismo en que cree-mos tenerla ya la hemos perdido. -La mayor parte de los fracasos nos viene por querer adelantar la hora de los éxitos. -Eres para mi la única música que hace bailar las estrellas sobre mi lu-na. -La felicidad es como la mas hermosa de las rosas tiene espinas en el tallo pero una gran belleza en el corazón. -Hay que saber convertir una lagrima en una sonrisa y hacer que la la-grima sea una perla que ruede por la mejilla y se convierta en una per-la de esa sonrisa. -Cada minuto que pasa es una oportunidad para seguir viviendo. -Sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos. -Si me pides el sol no te lo daré sabes porque? porque te quemarías con el. -Amigo: Dile que ya no me importa, dile que ya no lo quiero, dile que no me acuerdo de él, pero nunca le digas que mientras te dije esto es-taba llorando.

El mercader y la bolsa (Una historia que nos enseña a practicar la honradez ) Cierto día un mercader ambulante iba caminando hacia un pueblo. Por el camino encontró una bolsa con 800 dólares. El mercader decidió buscar a la persona que había perdido el dinero para entregárselo pues pensó que el dinero pertenecía a alguien que llevaba su misma ruta. Cuando llego a la ciudad, fue a visitar un amigo. - Sabes ¿quien ha perdido una gran cantidad de dinero? le pregunto a este. - Si, lo perdió Juan, nuestro vecino, que vive en la casa del frente. El mercader fue a la casa indicada y devolvió la bolsa. Juan era una persona avara y apenas terminó de contar el dinero grito: - Faltan ¡100 dólares! Esa era la cantidad de dinero que yo iba a dar como recompensa. ¿Como lo has agarrado sin mi permiso? Vete de una vez. Ya no tienes nada que hacer aquí. El honrado mercader se sintió indignado por la falta de agradecimien-to. No quiso pasar por ladrón y fue a ver al juez. El avaro fue llamado a la corte. Insistió ante el Juez que la bolsa conte-nía 900 dólares. El mercader aseguraba que eran 800. El juez, que te-nia fama de sabio y honrado, no tardo en decidir el caso. Le pregunto al avaro: - Tu dices que la bolsa contenía 900 dólares ¿verdad? - Si, señor, respondió Juan. - Tu dices que la bolsa contenía 800 dólares, le pregunto el juez al mercader. - Si, señor. - Pues, bien, dijo el juez, considero que ambos son personas honradas e incapaces de mentir. A ti porque has devuelto la bolsa con el dinero, pudiéndote quedar con ella. A Juan porque lo conozco desde hace tiempo. Esta bolsa de dinero no es la de Juan; aquella contenía 900 dólares. Esta solo tiene 800 .Así pues, quédate tu con ella hasta que aparezca su dueño. Y tu, Juan, espera que alguien te devuelva la tuya.

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El Camello (Una historia que nos cuestiona sobre nuestra propia identidad y cómo ésta se traduce en autenticidad ) Si no te decides a cambiar y a progresar, se te podrá aplicar el cuento del camello: "Había una vez un árabe que viajaba de noche . Sus esclavos, a la hora del descanso, se encontraron que no tenían mas de 19 estacas para atar a sus 20 camellos . Cuando consultaron al amo, éste les dijo : " Simulen que clavan una estaca. Cuando llegan al camello número 20 creerá que esta atado." Así lo hicieron efectivamente, y a la mañana siguiente todos los came-llos estaban en su sitio, y el numero 20, al lado de lo que se imagina-ba, sin moverse de allí. Al desatarlos para marcharse, todos se pusie-ron en movimiento menos el numero 20 que seguía quieto sin mover-se . Entonces el amo dijo: - "Hagan el gesto de desatar la estaca de la cuerda, pues el tonto aun se cree atado ". Así lo hicieron, y el camello entonces se paró y se puso a caminar con los demás " ¿ Cuales son las falsas ataduras que te impiden ser tu mismo ? ¿ Habrá otros que te amarran a tu in autenticidad por la cual no aspi-ras ser tu mismo? Y, ¿ por que no tratar de aprovechar al máximo tus inmensas potencia-les aspirando ser tu mismo ?.

Frases Sabias -Tú eres el resultado de ti mismo. -No culpes a nadie, nunca te quejes de nada ni de nadie porque fundamentalmente tú has hecho tu vida. -Acepta la responsabilidad de edificarte a ti mismo y el valor de acusarte en el fracaso para volver a empezar, corrigiéndote. -El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de error. -Nunca te quejes del ambiente o de los que te rodean hay quien en tu mismo ambiente supo vencer; las circunstancias son buenas o malas según la voluntad o fortaleza de tu corazón. -Aprende a convertir toda situación difícil en un arma para luchar; no te quejes de tu pobreza, de tu soledad o de tu suerte, enfrenta con valor y acepta que de una u otra manera son el resultado de tus actos y la prueba que has de ganar. -No te amargues con tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como niño, recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar. -Deja ya de engañarte, eres la causa de ti mismo, de tu necesidad, de tu dolor de tu fracaso. -Si tu has sido el ignorante, el irresponsable, tú únicamente tú, nadie pudo haber sido por ti. No olvides que la causa de tu presente es tu pasado, como la causa de tu futuro es el presente. -Aprende de los fuertes, de los audaces, imita a los violentos, a los enérgicos a los vencedores, a quienes no aceptan situaciones, a quienes vencieron a pesar de todo. -Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo y tus problemas sin alimento morirán. Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande, que es el más grande de los obstáculos. Mírate en el espejo de ti mismo. -El que no vive para servir, no sirve para vivir

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Frases Sabias -Comienza a ser sincero contigo mismo reconociéndote por tu valor, por tu voluntad y por tu debilidad para justificarte. Recuerda que dentro de ti hay una fuerza que todo puede hacerlo, reconociéndote a ti mismo, mas libre y fuerte, dejarás de ser un títere de las circunstancias, porque tu mismo eres tu destino y nadie puede sustituirte en la construc-ción de tu destino. -Levántate y mira por las montañas y respira la luz del amanecer. -Tú eres parte de la fuerza de la vida. -Ahora despierta, camina, lucha. -Decídete y triunfarás en la vida. -Nunca pienses en la suerte porque la suerte es el pretexto de los fracasa-dos. -Nada se olvida más despacio que una ofensa; y nada, más rápido que un favor. -No hay mas pobre que el rico que no sabe vivir de su riqueza -Los ricos luchan en su vida por tener dinero y dejan su salud en ello. Y cuando lo tienen se lo gastan para intentar recobrar la salud que perdie-ron. -Acepta las sombras que cruzan delante del sol. Si este mundo fuera per-fecto. A que escuela irían las almas?. -Mira el mar, nunca sabes que te traerá en el su próximo oleaje. Ten fe y paciencia. -El mar solo refleja la luz cuando esta en calma. -Los que están siempre de vuelta de todo, son los que nunca han ido a ninguna parte. -Cuando el alumno esta preparado, aparece el maestro. -No pidas a quien sin pedir es capaz de dar. -Para saber a donde quieres llegar mañana primero tienes que saber don-de estas hoy.

El científico y la Muerte (Una historia sobre la astucia del diablo para que incurramos en el mal) Había una vez un científico que descubrió el arte de reproducirse a sí mismo tan perfectamente que resultaba imposible distinguir el original de la reproducción. Un día se enteró de que andaba buscándole el Ángel de la Muerte, y entonces hizo doce copias de sí mismo. El ángel no sabía cómo averiguar cuál de los trece ejemplares que te-nía ante sí era el científico, de modo que los dejó a todos en paz y re-gresó al cielo. Pero no por mucho tiempo, porque, como era un experto en la natura-leza humana, se le ocurrió una ingeniosa estrategia. Regresó de nuevo y dijo: "Debe de ser usted un genio, señor, para haber logrado tan perfectas reproducciones de sí mismo; sin embargo, he descubierto que su obra tiene un defecto, un único y minúsculo de-fecto". El científico pegó un salto y gritó: "¡Imposible! ¿Dónde está el defec-to?". "Justamente aquí", respondió el ángel mientras tomaba al científico de entre sus reproducciones y se lo llevaba consigo. "Todo lo que hace falta para descubrir al 'ego' es una palabra de adulación o de crítica".

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La verdadera paz (Una historia que nos enseña la importancia de nuestra paz interior) Había una vez, un rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta. Muchos artistas intenta-ron, y el rey observó y admiró todas las pinturas que le presentaron pero solamente hubieron dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas. La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas placidas montañas que lo rodeaban. Sobre éstas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. To-dos aquellos que miraron esta pintura pensaron que ésta reflejaba la paz perfecta. La segunda pintura también tenía montañas. Pero éstas eran escabro-sas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía re-tumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no se revelaba para nada pacifico. Pero cuando el Rey observó cuidadosamente, miró tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio del rugir de la violenta caída de agua, estaba sentado placidamente un pajarito en el medio de su ni-do... Paz perfecta... ¿Cual crees que fue la pintura ganadora? El Rey escogió la segunda. ¿Sabes porque? "Porque," explicaba el Rey, "Paz no significa estar en un lugar sin rui-dos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pe-sar de estar en medio de todas estas cosas permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón. Este es el verdadero significado de la paz.

Frases Sabias -La felicidad no es una meta a la que llegar, sino un camino que hay que seguir. -Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estre-llas. -Cuando te pierdas en la noche abre los ojos y sigue mi estela ... porque yo soy la luz mas brillante en las tinieblas. -Recorre a menudo la senda que lleva al huerto de tu amigo, no sea que crezca la maleza, y te impida ver el camino. -Haz de tu alma un diamante, a cada golpe una faceta más, para que un día sea toda luminosa. -Solamente puedes tener paz si tú la proporcionas. -Un hombre feliz es aquel que durante el día, por su trabajo, y a la noche, por su cansancio, no tiene tiempo de pensar en sus cosas. -Equilibra tus necesidades con tu riqueza y no serás pobre ni rico, sino simplemente afortunado. -En la vida, lo más triste, no es ser del todo desgraciado, es que nos falte muy poco para ser felices y no podamos conseguirlo. -Ofrecer amistad al que pide amor es como dar pan al que muere de sed, pero a veces es reconfortante. -Una de las ventajas de no ser feliz es que se puede desear la felicidad

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Lo que deseo para ti Esta es una lista de TODO lo que deseo para ti: Felicidad: Muy dentro de ti. Serenidad: En cada amanecer. Éxito: En cada faceta de tu vida. Amigos: Muy cercanos y pendientes de ti. Amor: Que nunca termine. Conocimiento: De la gracia y el amor de Dios. Recuerdos especiales: De todo el ayer. Un brillante hoy: Con mucho por lo cual agradecer. Un camino: Que te lleve a un hermoso mañana. Sueños: Por los que te esfuerces para hacer realidad. Gratitud: Por todas las maravillosas cosas a tu alrededor.

El rico industrial y el pobre pescador (Una historia sobre la importancia de disfrutar la vida antes que el ga-nar mucho dinero) El rico industrial del Norte se horrorizó cuando vio a un pescador del Sur tranquilamente recostado contra su barca y fumando una pipa. "¿Por qué no has salido a pescar?", le preguntó el industrial. "Porque ya he pescado bastante por hoy", respondió el pescador. ¿Y por qué no pescas más de lo que necesitas?", insistió el industrial. "¿Y qué iba a hacer con ello? preguntó a su vez el pescador. "Ganarías más dinero", fue la respuesta. De ese modo podrías poner un motor a tu barca. Entonces podrías ir a aguas más profundas y pes-car más peces. Entonces ganarías lo suficiente para comprarte unas redes de nylon, con las que obtendrías más peces y más dinero. Pronto ganarías para tener dos barcas... y hasta una verdadera flota. Enton-ces serías rico, ¡cómo yo! "¿Y qué haría entonces?", preguntó de nuevo el pescador. "Podrías sentarte y disfrutar de la vida", respondió el industrial. "¿Y que crees que estoy haciendo en este preciso momento?", respon-dió el satisfecho pescador.

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La Flor Había una joven muy rica, que tenía de todo, un marido maravilloso, hijos perfectos, un empleo que le daba muchísimo bien, una familia unida. Lo extraño es que ella no conseguía conciliar todo eso, el traba-jo y los quehaceres le ocupaban todo el tiempo y su vida siempre esta-ba deficitaria en alguna área. Si el trabajo le consumía tiempo, ella lo quitaba de los hijos, si surgían problemas ella dejaba de lado al mari-do... Y así, las personas que ella amaba eran siempre dejadas para después. Hasta que un día, su padre, un hombre muy sabio, le dio un regalo: Una flor rarísima, de la cual sólo había un ejemplar en todo el mundo. Y le dijo: Hija, esta flor te va a ayudar mucho, ¡mas de lo que te imaginas! Tan solo tendrás que regarla y podarla de vez en cuando, y a veces conversar un poco con ella, y ella te dará a cambio ese per-fume maravilloso y esas maravillosas flores. La joven quedó muy emocionada, a fin de cuentas, la flor era de una belleza sin igual. Pero el tiempo fue pasando, los problemas surgieron, el trabajo consumía todo su tiempo, y su vida, que continuaba confusa, no le permitía cuidar de la flor. Ella llegaba a casa, miraba la flor y las flores todavía estaban allá, no mostraban señas de flaqueza o muerte, apenas estaban allá, lindas, perfumadas. Entonces ella pasaba de largo. Hasta que un día, sin más ni menos, la flor murió. Ella llegó a casa ¡y se llevó un susto! Estaba completamente muerta, su raíz estaba re-seca, sus flores caídas y sus hojas amarillas. La joven lloró mucho, y contó a su padre lo que había ocurrido. Su padre entonces respondió: Yo ya me imaginaba que eso ocurriría, y no te puedo dar otra flor, porque no existe otra flor igual que esa, ella era única, al igual que tus hijos, tu marido y tu familia. Todos son bendiciones que el Señor te dio, pero tú tienes que apren-der a regarlos, podarlos y darle atención, pues al igual que la flor, los sentimientos también mueren. Te acostumbraste a ver la flor siempre allí, siempre florida, siempre perfumada, y te olvidaste de cuidarla. ¡Cuida a las personas que amas! ¿ Y tú? ¿Vas cuidando las bendiciones que Dios te ha dado? Acuérdate siempre de la flor, pues las Bendiciones del Señor son como ella. Él nos da, pero nosotros tenemos que cuidarlas

Amigo? Amigo, que es o quien es un amigo? Amigo, es aquel que siempre tiene tiempo para ti. Porque un amigo es; una persona que piensa en ti, que siempre encontraras, que siempre te dará todo su tiempo aunque por ti lo tenga que inventar. Un amigo es el tesoro mas preciado, es un tesoro tan difícil de encontrar y ya cuando lo encontramos lo debemos de conservar. Amigo es aquel que esta dispuesto a dejarlo todo por ti, por ver siempre una sonrisa en ti. Amigo es aquel que siempre te escucha, que siempre tiene tiempo, que siempre te apoya y quien siempre trata de darte lo mejor de el. Amigos, no a todos le podemos llamar de esa manera, porque amigo no cualquiera. Amigo es el hermano. Amigo yo le doy gracias a Dios por haberme encontrado a alguien como tu, mi amigo. Aprendiendo: Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma. Y uno aprende que el amor no significa acostarse. Y una compañía no significa seguridad. Y uno empieza a aprender.... Que los besos no son contratos. Y los regalos no son promesas. Y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos Abiertos. Y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes....Y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad. Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado. Hasta el calorcito del sol quema. Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores. Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, Y uno aprende y aprende... Y con cada día uno aprende.

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La Felicidad es un Tesoro Cuenta la leyenda que un hombre oyó decir que la felicidad era un te-soro. A partir de aquel instante comenzó a buscarla. Primero se aventuro por el placer y por todo lo sensual, luego por el poder y la riqueza, después por la fama y la gloria, y así fue recorrien-do el mundo del orgullo, del saber, de los viajes, del trabajo, del ocio y de todo cuanto estaba al alcance de su mano. En un recodo del camino vio un letrero que decía :" Le quedan dos me-ses de vida " Aquel hombre, cansado y desgastado por los sinsabores de la vida se dijo: " Estos dos meses los dedicare a compartir todo lo que tengo de experiencia, de saber y de vida con las personas que me rodean " Y aquel buscador infatigable de la felicidad, solo al final de sus días, encontró que en su interior, en lo que podía compartir, en el tiempo que le dedicaba a los demás, en la renuncia que hacia de si mismo por servir estaba el tesoro que tanto había deseado. Comprendió que para ser feliz se necesita amar; aceptar la vida como viene; disfrutar de lo pequeño y de lo grande; conocerse a si mismo y aceptarse así como se es; sentirse querido y valorado, pero también querer y valorar; tener razones para vivir y esperar y también razones para morir y descansar. Entendió que la felicidad brota en el corazón, con el rocío del cariño, la ternura y la comprensión. Que son instantes y momentos de plenitud y bienestar; que esta unida y ligada a la forma de ver a la gente y de relacionarse con ella; que siempre esta de salida y que para tenerla hay que gozar de paz inter-ior. Finalmente descubrió que cada edad tiene su propia medida de felici-dad y que solo Dios es la fuente suprema de la alegría, por ser el: amor, bondad, reconciliación, perdón y entrega total.

Gotitas de Amor Había un incendio en un gran bosque de bambú; el incendio formaba llamaradas impresionantes, de una altura extraor-dinaria; y una pequeña ave, muy pequeñita, fue al río, mojó sus alas y regresó sobre el gran incendio, y las empezó a agitar para apagarlo; y volvía a regresar y volvía a ir una y otra vez; y los dioses que la observaban, sorprendidos la mandaron a llamar y le dijeron: - ¿Oye?, ¿Porqué estas haciendo eso? ¿ Cómo es posible? ¿ Cómo crees que con esas gotitas de agua puedas tú apagar un in-cendio de tales dimensiones? - Date cuenta: No lo vas a lograr. Y el ave humildemente contestó: "El bosque me ha dado tanto, le amo tanto. Yo nací en él, este bosque me ha enseñado la naturaleza. Este bosque me ha dado todo mi ser. Este bosque es mi origen y mi hogar y me voy a morir lanzando gotitas de amor, aunque no lo pueda apagar". Los dioses entendieron lo que hacía la pequeña ave y le ayudaron a apagar el incendio". "Cada acción que con amor y entusiasmo emprendemos, un mejor ma-ñana será su reflejo. Todo acto que con amor realizamos, regresa a nosotros multiplicado"

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Un pequeño Ángel para TI Soy un pequeño Ángel Soy más pequeño que tu pulgar: Vivo en los bolsillos de las personas Allí es donde tengo mi diversión Yo no supongo que me has visto, Soy demasiado pequeño para detectar: A pesar que estoy contigo todo el tiempo, Dudo que nos conozcamos algún día. Antes de ser un Ángel... Era un hada en una flor: Dios, mismo, me recogió, Y me dio poderes de Ángel. Ahora Dios tiene muchos Ángeles Que El entrena en Ángeles pool (no sé que quiere decir, de repente de agua o algo así): Nos convertimos en sus ojos, y oídos, y manos Nos convertimos en sus herramientas especiales. Y porque Dios esta demasiado ocupado, Con todo lo que tiene que hacer; El dijo que es mi tarea, misión o como quieras decirlo Es mantenerme cerca y vigilarte. Cuando me puso en tu bolsillo Te bendijo con un Ángel guardián; Luego me dijo que no te dejara nunca, Y prometí siempre estar allí.

El verdadero amigo Un amigo te envía un e-mail de vez en cuando. El verdadero amigo aunque no te envíe ninguno, siempre está... esperando uno tuyo. Cualquier persona puede apoyarte cuando estás en lo correcto, pero... un amigo verdadero también te apoyará cuando estés en lo incorrecto. Un amigo piensa que los problemas por los que te quejas son recien-tes. Un amigo verdadero te dice, "Deja de quejarte por las mismas cosas y has algo al respecto de una vez por todas!!!" Un amigo nunca te ha visto llorar. Un verdadero amigo lleva los hombros empapados de tus lágrimas. Un amigo desconoce los nombres de tus padres. Un verdadero amigo guarda sus números telefónicos en una agenda. Un amigo lleva una botella de vino a tu casa cuando hay fiesta. Un verdadero amigo llega a tu casa temprano para ayudarte con los preparativos y se queda hasta tarde para ayudarte a recoger todo. Un amigo busca hablar de tus problemas. Un verdadero amigo te ayuda a buscarle solución a tus problemas. Un amigo piensa que se acabó la amistad cuando hay una discusión. Un verdadero amigo reconoce que no es una amistad hasta que no hayan discutido. Un amigo espera que estés siempre a su lado. Un verdadero amigo espera siempre estar a tu lado. Recuerda: es mucho mejor que te necesiten porque te quieren y no que te quieran porque te necesitan...

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Si ....DIOS si existe!!! Un hombre fue a una barbería a cortarse el cabello y recortarse la barba, como era su costumbre. En ello estaba cuando entablo una amena conversación con la persona que le atendía. Hablaban de tantas cosas y tocaron muchos temas, de pronto tocaron el tema de Dios, y el barbero dijo: - Fíjese caballero que yo no creo que Dios existe, como usted dice. - Pero, ?por que dice usted eso? - pregunto el cliente. - Pues es muy fácil, basta con salir a la calle para darse cuenta de que Dios no existe, o dígame, acaso si Dios existiera, habrí-an tantos enfermos?, habría niños abandonados,? . Si Dios existiera no habría sufrimiento ni tanto dolor para la humanidad, yo no puedo pen-sar que exista un Dios que permita todas estas cosas. El cliente se quedo pensando un momento, pero no quiso responder para evitar una discusión. El barbero termino su trabajo y el cliente sa-lió del negocio. Recién abandonaba la barbería cuando vio en la calle a un hombre con la barba y el cabello largo, al parecer hacia mucho tiempo que no se lo cortaba y se veía muy desarreglado. Entonces entro de nuevo a la barbería y le dijo al barbero: - ?Sabe una cosa? los barberos no existen. - ?Como que no existen?, pregunto el barbero, Si estoy yo y soy barbe-ro. - No! Dijo el cliente, no existen porque si existieran, no habría perso-nas con el pelo y la barba tan larga como la de ese hombre que va por la calle. - Ah, los barberos si existen, lo que pasa es que esas personas no vie-nen hacia mi. - Exacto! - Dijo el cliente. - Ese es el punto, Dios si existe. Lo que pasa es que las personas no van hacia El y no le buscan, por eso hay tanto dolor y miseria.

Carta de un hijo antes que ella abortara Escúchame Mamá !: Yo nunca hablé contigo, quizá jamás lo haremos, pero hoy he sentido saludarte. ¿Cómo estás?... Te he notado muy inquieta y sé que ya has decidido separarte de mi, he llorado mucho, pues aunque aún soy muy peque-ñito, tengo sentimientos inmensamente grandes y tú sabes, me han dicho que la vida es muy bella, aunque tú vivas maldiciendo la tuya. Antes de que tú me dejes, quería preguntarte algo... ¿Por qué te aver-gonzaste de mí ? ¿Por qué te empeñaste tanto en que tú y yo nos se-paráramos?.... Entonces fui yo el motivo de tus lágrimas, de tu ira y de que tu cara se sonroje frente a tus "amigos " a tus "amigas " acaso no soy yo tu hijo, acaso no soy yo sangre de tu sangre, y alma de tu al-ma; pero aunque muy pronto mi corazoncito dejará de latir junto al tuyo, yo siempre seguiré viviendo en tu recuerdo y en tu conciencia. Me hubiera gustado llegar a ser, pero tú no quisiste, tu hijo, tu amigo, tu compañero aquel motivo de tus sueños o ese aire de tu vida... Des-pués de esto no tengo mucho que decirte, tan sólo que .... ya me había encariñado contigo Mamá, pero es triste y ha llegado el momen-to; ahora sólo deja que apoye mis labios sobre lo más profundo de tus entrañas, para que jamás te puedas desprender de este beso y de este adiós... pues aunque no llegamos a ser nunca muy amigos, aunque nunca vi tu rostro ni jamás lo veré, recuerda que yo siempre te seguiré llamando ¡Mamita!.

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Amor a la vista Apenas lo conocí supe que era el hombre de mis sueños. Es la clase de hombre para mujeres que como yo, no nos fijamos en lo físico sino en la belleza interior. Sonara cursi, lo se, pero en mi caso (y la de el) es tan real como inevi-table. Todavía me acuerdo cuando sentí su presencia por primera vez. Mi amiga Clarita nos presento y desde aquel momento fuimos el uno para el otro. Aunque suene increíble nos conocimos en una oscuridad total. Era la primera vez que nos saludamos y ya tenia una mano encima mío. Ad-mito que siempre estoy acostumbrada a que me manoseen, aun así lo suyo era especial. Era un amor a primer tacto. Y que gran alegría de mi parte! No perdí la chance de tocarlo y estuvimos así durante unos eternos mi-nutos. Sentí de sus manos una caricia profesional, una ternura que se transmite a través de los sentidos, indescifrable casi me derrito sobre el. Fue entonces una atracción mutua, me invito a salir y aceptaba sin pensarlo, acaso extrañando sus caricias. Y desde la primera salida ya nos tomábamos de la mano, acaso para no perdernos cada instante de pasión. El es comprensivo, ve las cosas desde el fondo. Ve con las palabras, con el tacto. Aprendió a no depender de la vista, porque si das una ca-ricia, un beso, no hace falta ver para saber que tu pareja esta bien, feliz. No será muy apuesto pero tiene lo suyo. Son cosas que no dependen de la vista, hay q tener tacto para sentirlo... La verdad. La verdad es una tierra sin senderos. El hombre no puede acercarse a ella a través de ninguna organización, de ninguna secta, dogma, sacer-dote o ritual, ni a través de algún conocimiento filosófico o técnica psi-cológica. Tiene que encontrarla a través del espejo de las relaciones, a través de los contenidos de su propia mente, de la observación y no a través del análisis intelectual o la disección introspectiva.

Si dios se olvidara que soy. Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pien-so, pero, en definitiva, pensaría todo lo que digo. Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiría poco, soñaría más, entendiendo que por cada minuto que ce-rramos los ojos, perdemos 60 segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen, escucharía cuando los demás hablan, y ¡como disfrutaría de un buen helado de chocolate!. Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo sino mi alma. Dios mío, si yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre el hielo y esperaría a que saliera el Sol pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti y una canción de Serrat sería la serenata que le ofrecería a la Luna Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas y en encarnado beso de sus péta-los... Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida... no dejaría pasar un solo día sin decirle a la gente que la quiero convencería a cada mujer u hombre que son mis favoritos y viviría enamorado del amor. A los hombres les probaría cuán equivo-cados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen sin saber que envejecen ¡cuando dejan de enamorarse!. A un niño le daría alas, pero le dejaría que él, solo, aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hom-bres... he aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por vez primera el dedo de su padre, lo tiene atra-pado para siempre. He aprendido que un hombre sólo tiene derecho de mirar a otro hacia abajo, Cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, Pero realmente de mucho no habrán de servir, Porque cuando me guarden dentro de esa maleta, Infelizmente me estaré muriendo.

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Camina Camina por donde nunca nadie antes haya caminado. Haz lo que nunca nadie antes haya hecho Deja tus propias huellas... y no pises sobre las huellas de los demás porque no dejarás marca. Si caminas por donde ya hayas caminado, encontrarás lo que ya has encontrado Si te atrae una luz, síguela. Si te conduce a un pantano, ya saldrás de él... Pero si no la sigues, te preguntarás toda la vida si acaso era una estrella. Cada día que vives es una ocasión especial La vida, por muy dura que se ponga a veces, se ve mejor desde de-trás de una pequeña sonrisa. A veces no nos dan a escoger entre las lágrimas y la risa, sino sólo entre las lágrimas; entonces hay que sa-berse decidir por las más hermosas. Sueña lo que te atrevas a soñar. Ve donde quieras ir. Sé lo que quieras ser. ¡Vive! El que quiere hacer algo, encuentra el camino. El que no quiere hacer nada, encuentra una excusa! Nunca se te da un sueño sin que se te den también los medios para que lo realices! La felicidad es como la mariposa... cuanto más la persigues más te elu-dirá, pero si vuelves tu atención a otras cosas vendrá y suavemente se posará en tu hombro! La presencia de Dios en tu vida, te ayudará no solo .... a caminar, sino también ...... a encontrar la felicidad

El árbol Confundido Había una vez, algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un hermoso jardín, con man-zanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satis-fechos. Todo era alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente tris-te. El pobre tenía un problema: "No sabía quién era." Lo que le faltaba era concentración, le decía el manzano, si realmente lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas. "¿Ves que fácil es?" No lo escuches, exigía el rosal. Es más sencillo tener rosas y "¿Ves que bellas son?" Y el árbol desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado. Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, exclamó: - No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de mu-chísimos seres sobre la tierra. Yo te daré la solución: "No dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas... Sé tu mismo, conócete, y para lograrlo, escucha tu voz interior." Y dicho esto, el búho desapareció. ¿Mi voz interior...? ¿Ser yo mismo...? ¿Conocerme...? Se preguntaba el árbol desesperado, cuándo de pronto, comprendió... Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón, y por fin pudo escu-char su voz interior diciéndole: "Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble, y tu destino es crecer grande y majestuoso. Dar cobijo a las aves, sombra a los viaje-ros, belleza al paisaje... Tienes una misión "Cúmplela". Y el árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado. Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos. Y sólo entonces el jardín fue completamente feliz. Yo me pregunto al ver a mí alrededor, ¿Cuántos serán robles que no se permiten a sí mismos crecer? ¿Cuántos serán rosales que por miedo al reto, sólo dan espinas? ¿Cuántos naranjos que no saben florecer? En la vida, todos tenemos un destino que cumplir, un espacio que lle-nar...