El balompié ecuatoriano y las visiones antropocéntricas del conformismo del "velo por TV"

Existe muchas discrepancias en torno a cómo se ha desarrollado hasta el día de hoy las transmisiones del balompié ecuatoriano y que tiene en vela de sufrimiento a cada uno de los espectadores en general y los hinchas y fanáticos seguidores de clubes en específico, ¿por qué? esto debido a que en algunas ciudades, según lecturas de muchos habitantes de dichas ciudades, existen partidos que no son transmitidos en señal abierta; algunos alegan que por cuestiones técnicas, otros el "rating" y que no goza de un apoyo específico en ciudades cuyo partido no tendría una connotación especial (en el caso concreto, todos los partidos, sin excepción, merecen igual trato), ya que no es de su interés.

Por otro lado está el error, lógico, de que los partidos no son pasados todos en señal abierta, incluso de local. Por un lado, el anterior sistema tampoco logró eso, pero es propositivo que no se dé una pauta para que los mismos no se puedan ver en las ciudades donde se juegan los partidos, pues podrían conllevar a desincentivar al hincha o espectador a no asistir a los escenarios deportivos, cuando lo que se pretende es que mejore de manera notable los mismos (y ya hay lamentables antecedentes de pobres asistencias, en especial en Serie B).

Otro factor importante es que DirecTv afecta poderosamente en la baja asistencia a los estadios, pues con 15 dólares y algo más, se pueden ver TODOS los partidos por dicha señal. Con eso se da un golpe certero (y hasta podría ser de gracia), a ese fenómeno social conocido como "novelería", pues el hincha y/o fanático ya no tendría que tener inconvenientes de ir al estadio para observar un partido: todo lo reciben por la TV. En todo caso es un buen negocio que reditúa bien, pues el balompié así lo es en estos momentos, pero la cultura del deporte en este sentido ha disminuido ampliamente, cuando el interés lógico es que la corriente tire para el lado en que las cosas sean lo contrario.

Un caso aparte y especial amerita esa visión que se tiene desde la lógica relativa de que "sino es conmigo, no asumo", aquí se aplica la lógica de que "sino prendiste la TV, pues no te quejes". Esa lógica antropocéntrica de que todo lo que nos pase puede no afectar al resto afecta poderosamente, en especial cuando el sentido de pertenencia a la cultura del deporte (en especial), se alinea en favor del interés de comunicar e informar con detalle cada paso de lo que ocurre en el balompié: no se puede asumir como valedero que otros no vean y el conformismo propio afecte el deseo de desarrollarnos de manera íntegra no solo para que el espectador tenga las nociones claras de cómo se da de acuerdo al lugar en el que se encuentra, sino para desarrollar espacios de debate sobre el o los tópicos que el balompié desea se den, ese es el camino a seguir.

Sigmund Freud consideraba que los hombres cuando viven, en general, el presente con cierta ingenuidad, se les pasan por alto los contenidos que se desprenden de la realidad cognitiva, sin valorarlos como tal. Consideramos que esto pasa cuando obviamos el hecho de no ver la realidad que pasan otros, basados en la mirada única de que todo gira en torno a "yo". Ojalá los escenarios cambien.