E sid tig ortalecericti.michoacan.gob.mx/wp-content/uploads/2017/06/CUADERNO-00… · Jesús...

18

Transcript of E sid tig ortalecericti.michoacan.gob.mx/wp-content/uploads/2017/06/CUADERNO-00… · Jesús...

Page 1: E sid tig ortalecericti.michoacan.gob.mx/wp-content/uploads/2017/06/CUADERNO-00… · Jesús Melgoza Velázquez Secretario Técnico Guillermo Rizo Hernández Coordinador de Asesores
Page 2: E sid tig ortalecericti.michoacan.gob.mx/wp-content/uploads/2017/06/CUADERNO-00… · Jesús Melgoza Velázquez Secretario Técnico Guillermo Rizo Hernández Coordinador de Asesores

2El papel de las universidades y de sus investigadores para fortalecer

las políticas sectoriales de ciencia y tecnología en México

DIRECTORIO DE GOBIERNO

Adrián López SolísSecretario de Gobierno

Carlos Maldonado MendozaSecretario de Finanzas y Administración

Silvia Estrada Esquivel Secretaria de Contraloría

Juan Bernardo Corona Martínez Secretario de Seguridad Pública

Antonio Soto SánchezSecretario de Desarrollo Económico

Claudia Chávez LópezSecretaria de Turismo

Francisco Huergo Maurín Secretario de Desarrollo Rural y Agroalimentario

José Juan Domínguez LópezSecretario de Comunicaciones y Obras Públicas

Ricardo Luna GarcíaSecretario de Medio Ambiente, Recursos Naturales y

Cambio Climático

Sergio Adem ArguetaSecretario de Desarrollo Territorial, Urbano

y Movilidad

Alberto Frutis Solís Secretario de Educación

Silvia María Concepción Figueroa ZamudioSecretaria de Cultura

Silvia Hernández CapiSecretaria de Salud

Miriam Tinoco SotoSecretaria de Política Social

Martín García AvilésSecretario de Pueblos Indígenas

José Luis Gutiérrez PérezSecretario del Migrante

Ma. Fabiola Alanis SámanoSecretaria de Igualdad Sustantiva

y Desarrollo de las Mujeres Michoacanas

José Martín Godoy CastroProcurador General de Justicia

Victor Lichtinger WaismanCoordinador General de Gabinete y Planeación

José Luis Montañez Espinosa Secretario de Innovación, Ciencia

y Desarrollo Tecnológico

Miguel Alonso OlamendiSecretario Particular

Jessica Rosalba Rosales SánchezSecretaria Privada

Jesús Melgoza VelázquezSecretario Técnico

Guillermo Rizo HernándezCoordinador de Asesores

Silvano Aureoles ConejoGobernador Constitucional del Estado de Michoacán

Page 3: E sid tig ortalecericti.michoacan.gob.mx/wp-content/uploads/2017/06/CUADERNO-00… · Jesús Melgoza Velázquez Secretario Técnico Guillermo Rizo Hernández Coordinador de Asesores

3El papel de las universidades y de sus investigadores para fortalecer

las políticas sectoriales de ciencia y tecnología en México

DIRECTORIO SICDET

José Luis Montañez EspinosaSecretario de Innovación, Ciencia y Desarrollo Tecnológico

María Piedad Trujillo García Asesora

Guadalupe Juan Carlos Corona Suazo Asesor

América Paola De Jesús Zuluaga Departamento de Vinculación

Omar Jaimes BritoDepartamento de Estadística

Araceli López Valdez Departamento de Difusión y Divulgación

Mariana Ortíz Andrade Departamento de Desarrollo Tecnológico

Norma Elisa Valencia Farías Departamento de Desarrollo Científico

Jesús Giovanni Medina García Departamento de Fomento de las Ciencias Sociales

y Humanidades

Nubia Lizbeth García PérezDepartamento para la Innovación

María Teresa Martínez Sánchez Departamento de Emprendimiento

y Prospectiva de Mercados

Emerson Adrián Lua García Departamento para la Cultura de

la Innovación Empresarial

Mayra Muñoz SuárezDepartamento de Recursos Financieros

Abraham Paz Silva Departamento de Recursos Humanos y Materiales

Pedro Mata VázquezSubsecretario de Innovación, Ciencia y Tecnología

Luis Antonio Arciga Anzo Secretario Particular

Rubén Ignacio Pedraza Barrera Secretario Técnico

Gaspar Efraín Guzmán SánchezDirector de Vinculación

José Rodríguez FloresDirector de Ciencia y Desarrollo Tecnológico

Rubén Salazar JassoDirector de Innovación

María Natividad Palominos MarilesDelegada Administrativa

Page 4: E sid tig ortalecericti.michoacan.gob.mx/wp-content/uploads/2017/06/CUADERNO-00… · Jesús Melgoza Velázquez Secretario Técnico Guillermo Rizo Hernández Coordinador de Asesores

4El papel de las universidades y de sus investigadores para fortalecer

las políticas sectoriales de ciencia y tecnología en México

El papel de las universidades y de sus investigadores para fortalecer las políticas sectoriales de ciencia y tecnología en MéxicoCuadernos de Divulgación Científica y Tecnológica de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Desarrollo Tecnológico de Michoacán.Serie 2017, cuaderno número 4

Herminio Sánchez de la Barquera y Arroyo, Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) Primera Edición: Marzo del 2017D.R. Secretaría de Innovación, Cienciay Desarrollo Tecnológico de Michoacán (SICDET).Calzada Juárez No. 1446, Villa Universidad. C.P. 58060,Morelia, Michoacán, México.http://sicdet.michoacan.gob.mx/

Reserva de derechos al uso exclusivo: 04 - 2016 - 120712363600 - 203ISBN de la serie: En trámite ISBN del cuaderno: En trámite

Coordinación general:Dr. José Luis Montañez EspinosaSecretario de Innovación, Ciencia y Desarrollo Tecnológico

Coordinación editorial:Gaspar Efraín Guzmán SánchezDirector de Vinculación

Edición y Corrección de estilo:Francisco Valenzuela Martínez

Diseño editorial y formación:Areli Vázquez Ferreira

Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no necesariamente representan la opinión de la SICDET. Se autoriza la reproducción parcial o total, siempre y cuando se cite la fuente de referencia.

Editado por la Secretaría de Innovación, Ciencia y Desarrollo Tecnológico de Michoacán.

Edición digital albergada en los espacios oficiales de la SICDET. Se permite su descarga para fines de consulta académica.

Page 5: E sid tig ortalecericti.michoacan.gob.mx/wp-content/uploads/2017/06/CUADERNO-00… · Jesús Melgoza Velázquez Secretario Técnico Guillermo Rizo Hernández Coordinador de Asesores

5El papel de las universidades y de sus investigadores para fortalecer

las políticas sectoriales de ciencia y tecnología en México

ARCHIVO

Con la denominación de “políticas sectoriales

de ciencia y tecnología” nos referimos a

aquellas medidas que buscan promover

la ciencia y la investigación, así como

acrecentar su influencia, aprovechamiento

y aplicación. Estas medidas abarcan,

además de las políticas que promueven a la

investigación (investigación básica y aplicada,

transferencia tecnológica), a la política de

educación superior y a la política educativa.

En los países federales, las competencias y

facultades en torno a las políticas de ciencia y

de investigación se reparten entre los estados

federados y el gobierno central, si bien la

distribución de dichas competencias varía

de un Estado federal a otro. Por lo general,

en los países federales más avanzados, tales

como Alemania, Canadá, Austria, Estados

Unidos de América o Suiza, los estados

miembros son responsables de muchos

aspectos de esta política, mientras que la

tradición latinoamericana hace recaer la

mayor parte de las responsabilidades en el

gobierno federal. De hecho, en los países más

industrializados, sean federales o unitarios, el

mayor peso no está en el gasto del gobierno

central, sino en otros actores, como podemos

ver en la siguiente tabla:

Page 6: E sid tig ortalecericti.michoacan.gob.mx/wp-content/uploads/2017/06/CUADERNO-00… · Jesús Melgoza Velázquez Secretario Técnico Guillermo Rizo Hernández Coordinador de Asesores

6El papel de las universidades y de sus investigadores para fortalecer

las políticas sectoriales de ciencia y tecnología en México

Pero, ¿por qué invertir en el desarrollo científico y tecnológico? ¿Para qué dedicar tanta

atención a la aplicación de la ciencia y a la promoción de la investigación científica?

El empleo adecuado de la ciencia y la tecnología puede contribuir a:

• lograr un desarrollo económico sostenido,

• alcanzar una mayor eficiencia del mercado y

• a la creación de oportunidades de

empleo.

En la agricultura, puede ayudar a

• aumentar la producción de alimentos,

• hacer más eficientes los sistemas de riego y

• lograr cultivos de alto rendimiento y de mayor valor nutritivo.

Page 7: E sid tig ortalecericti.michoacan.gob.mx/wp-content/uploads/2017/06/CUADERNO-00… · Jesús Melgoza Velázquez Secretario Técnico Guillermo Rizo Hernández Coordinador de Asesores

7El papel de las universidades y de sus investigadores para fortalecer

las políticas sectoriales de ciencia y tecnología en México

En lo que respecta a la salud, la ciencia y la tecnología es imprescindible:

• en la lucha contra la mortalidad infantil y materna,

• en el desarrollo de nuevas vacunas, más eficientes y baratas,

• en las políticas de prevención y detección temprana de enfermedades,

• en el combate al paludismo y a diversas enfermedades como el VIH/SIDA, por ejemplo.

A su vez, las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), son grandes protagonistas para apoyar la educación de:

• las poblaciones rurales dispersas,

• las mujeres y

• las personas con discapacidad.

La ciencia y la tecnología son, además, esenciales para enfrentar, por ejemplo, los siguientes problemas:

• el crecimiento demográfico y la urbanización,

• el cambio climático,

• la crisis del agua,

• la deforestación,

• la desaparición de la biodiversidad y

• el encarecimiento y la desaparición de fuentes de energía.

Visto lo anterior, podemos afirmar

categóricamente que el dinero que se aplica

al desarrollo científico y tecnológico no

constituye un gasto, sino una inversión para

asegurar la calidad del futuro. Es por eso

que no sólo debemos hablar de ciencia y de

tecnología, sino también de la innovación,

aspecto que muchas veces olvidamos

y que nos remite a la aplicación de lo

conocido, de lo investigado, en aras de lograr

mejores resultados. Así, podemos hablar de

innovación del producto, del proceso, de la

comercialización y de la organización.

ARCHIVO

Page 8: E sid tig ortalecericti.michoacan.gob.mx/wp-content/uploads/2017/06/CUADERNO-00… · Jesús Melgoza Velázquez Secretario Técnico Guillermo Rizo Hernández Coordinador de Asesores

8El papel de las universidades y de sus investigadores para fortalecer

las políticas sectoriales de ciencia y tecnología en México

En el desarrollo de las políticas sectoriales

de ciencia y tecnología, las instituciones de

educación superior, tales como universidades

públicas y privadas, institutos de investigación,

hospitales, etc., juegan un papel primordial.

Recordando lo que decíamos arriba acerca

de los países federales, otro aspecto que nos

distingue de muchos de ellos (siendo México

un país federal) es que aquí casi toda la

investigación científica y casi toda la labor

de divulgación se realizan en la Ciudad de

México, en donde el peso de instituciones

como la Universidad Nacional Autónoma

de México y el Instituto Politécnico Nacional

es enorme, por no hablar de los numerosos

institutos “nacionales” de investigación

científica y de otros organismos, incluso

privados, de cultura, ciencia, tecnología e

innovación. En su enorme mayoría, estas

instituciones tienen su asiento en la capital

federal.

En las décadas de los años 70 y 80 del siglo

XX, la política científica y tecnológica en

México se caracterizó por la creación de

infraestructura y equipamiento, institutos

especializados y universidades, así como la

ampliación de opciones para estudiar un

posgrado y carreras científicas. La década

de los 90 sumó a los intereses anteriores la ARCHIVO

Page 9: E sid tig ortalecericti.michoacan.gob.mx/wp-content/uploads/2017/06/CUADERNO-00… · Jesús Melgoza Velázquez Secretario Técnico Guillermo Rizo Hernández Coordinador de Asesores

9El papel de las universidades y de sus investigadores para fortalecer

las políticas sectoriales de ciencia y tecnología en México

modernización tecnológica,

la introducción del sistema

de evaluación por pares, una

incipiente descentralización

y la definición de prioridades

nacionales y regionales.

En 1999 se presenta un

avance con la expedición

de la nueva Ley para el

fomento de la Investigación

Científica y Tecnológica,

generando un vínculo con

el sector productivo y la

competitividad. Esta ley

significó un punto de inflexión

en materia de política

científica y tecnológica

(PCyT), que se prolongó

y profundizó en 2002,

retomando los mecanismos

de financiamiento diseñados

en 1999 y añadiéndole

nuevas instancias de

participación y consulta

para el diseño de la PCyT:

establece un porcentaje fijo

del Producto Interno Bruto,

buscando elevar al 1% de

este indicador la inversión en investigación y desarrollo o

Gasto en Investigación y Desarrollo Experimental (GIDE) –cosa

que desafortunadamente al parecer no se logrará-, le otorga

al CONACyT una nueva posición en la administración pública

federal, pues lo considera un órgano descentralizado del

Estado, no sectorizado y con autonomía técnica, operativa y

administrativa, coordinador del sector. Esta ley consolidó una

nueva orientación política, fomentó la participación directa

del presidente de la República, quien está al frente del Consejo

General de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico

Pero, ¿cuál es el papel de los investigadores universitarios

y de las instituciones de educación superior en el desarrollo

de una política pública de fomento a la ciencia, tecnología

e innovación en México? ¿Quiénes son los protagonistas de

estas tareas? ¿Qué debería significar el poseer ese elevado

grado académico, el de “doctor”, que idealmente la mayoría

de ellos debería tener?

ARCHIVO

Page 10: E sid tig ortalecericti.michoacan.gob.mx/wp-content/uploads/2017/06/CUADERNO-00… · Jesús Melgoza Velázquez Secretario Técnico Guillermo Rizo Hernández Coordinador de Asesores

10El papel de las universidades y de sus investigadores para fortalecer

las políticas sectoriales de ciencia y tecnología en México

Etimológicamente, la palabra doctor se deriva

de la raíz doc (de origen sánscrito), enseñar,

doc-ere, enseñar, el sufijo ere es infinitivo de la

segunda conjugación; doctor, doctor; el sufijo

tor indica el que hace o ejecuta lo expresado

por la idea fundamental, como ara-tor, el que

ara, el labrador. En la actualidad, y desde

hace siglos, un doctor es una persona que

ha recibido el último y preeminente grado

académico que confiere una universidad u

otra institución autorizada para ello.

¿Cuáles son las funciones de un doctor en

el mundo académico actual? Un doctor,

para poder enseñar, necesita en primer lugar

aprender; necesita mantenerse al día en lo

que aprende, necesita investigar para poder

enseñar de mejor manera, pues nada se

enseña mejor que lo que uno mismo genera

y produce. Llegamos así a la primera de

sus funciones, que es investigar y generar

conocimiento, pues esa es la base de la

segunda, la enseñanza, que es la que nos

remite a su vez a la etimología de la palabra.

¿Podemos imaginar, en una universidad,

a un doctor que no investigue? ¿Podemos

imaginarnos a un enseñante que no lo haga?

Y lo que investigue y descubra, ¿se debe

quedar solamente para el conocimiento

de los estudiantes y, acaso, de los colegas

universitarios? No: hay que darlo a conocer

fuera de los muros universitarios. Esto nos

conduce, y no es casualidad, a las funciones

que debe cumplir la universidad en su

totalidad: investigación, docencia y difusión de

la cultura. El cumplimiento de estas funciones,

al más alto nivel, es lo que socialmente

justifica a una universidad: estamos hablando

con esto de una “hipoteca social”, de un

“deber social”: la universidad, y con ella sus

doctores, deben cumplir con sus funciones no

sólo frente a sus propios integrantes, esto es,

frente a su propia comunidad universitaria,

sino también frente a la sociedad toda. A su

vez, la comunidad universitaria y la sociedad

deben cuidar a su universidad y a sus doctores,

ARCHIVO

Page 11: E sid tig ortalecericti.michoacan.gob.mx/wp-content/uploads/2017/06/CUADERNO-00… · Jesús Melgoza Velázquez Secretario Técnico Guillermo Rizo Hernández Coordinador de Asesores

11El papel de las universidades y de sus investigadores para fortalecer

las políticas sectoriales de ciencia y tecnología en México

deben proporcionarles los

medios necesarios para que

desempeñen sus labores

de la mejor manera posible

y al más alto nivel. Deben

saber apreciar la labor

investigativa -generadora

del conocimiento-, la

labor docente y la labor

de la difusión externa

de lo aprendido, de lo

investigado y de lo realizado.

Una universidad, como

comunidad humana que es,

estaría por lo tanto incompleta

si deja de cumplir con alguna

de estas tres funciones:

estaría fallando como

institución enriquecedora de

la sociedad. Se trata, por lo

tanto, de “generar”, no sólo

de “transmitir” hacia adentro;

y de “transmitir” hacia

adentro y hacia afuera, no

sólo de “generar”.

Como afirma el politólogo

José Ramón López Rubí, la

investigación realizada en las

universidades se hace para publicarse, para hacerla pública

porque no es irrelevante: investigar para publicar y publicar

porque se investiga. Esto es: ¿para qué investigar si no se piensa

en publicar? ¿Cómo y qué publicar si no se ha investigado?

Siguiendo este espíritu, son ilustrativas las palabras del

emperador Federico II al fundar en 1224 la Universidad de

Nápoles: “A través de la pócima de la ciencia y la simiente

de la sapiencia deseamos atraer a los prudentes y a los

entendidos, quienes a través del estudio sirvan a Dios y nos

agraden en la observancia del derecho en el culto a la

justicia. Desafiamos a los hombres ilustrados para que estén a

nuestro servicio para poderles confiar despreocupadamente

–dado que se formaron en el celo del estudio y de la justicia-

la administración de la cosa pública”. Esta cita histórica deja

claro que la universidad no es una torre de marfil, ni una isla

ARCHIVO

Page 12: E sid tig ortalecericti.michoacan.gob.mx/wp-content/uploads/2017/06/CUADERNO-00… · Jesús Melgoza Velázquez Secretario Técnico Guillermo Rizo Hernández Coordinador de Asesores

12El papel de las universidades y de sus investigadores para fortalecer

las políticas sectoriales de ciencia y tecnología en México

que salve de las vicisitudes de la vida ni un

mero lugar de remanso, sino que tiene que

cumplir con ciertas obligaciones frente a la

sociedad.

Es así que, para poder cumplir con las tareas

más arriba mencionadas, hay que entender

algo que al parecer en México a mucha gente

le cuesta trabajo comprender: la universidad

no es una empresa en el sentido “industrial” de

la palabra: en la universidad no hay clientes,

sino estudiantes; y el personal docente no está

conformado simplemente por “empleados”,

sino por profesores de asignatura y de tiempo

completo. Estas al parecer sutiles diferencias

van más allá de lo meramente conceptual:

tienen que ver también con la imagen que

de la universidad tenemos todos en una

comunidad de generación y transmisión del

conocimiento y con la imagen y respeto hacia

los pilares de la actividad académica, esto

es, de los profesores: los criterios que guían

a una fábrica textil son los de producción de

telas, hilos o prendas de vestir; los criterios que

guían a una universidad son los académicos.

Ni en el caso de las fábricas ni en el caso de

las universidades se trabaja siguiendo criterios

simplemente administrativos: lo administrativo

está, por su propia naturaleza, al servicio de

ARCHIVO

los fines de la empresa o comunidad humana.

Nadie funda una institución nada más para

administrarla: la administra para que la

comunidad o empresa funcione para lo que

fue creada.

¿Y para que se crea una universidad? Pues

para crear, transmitir y difundir el conocimiento.

No nada más estamos hablando, empero,

de un mero proceso mecánico: desarrollo

de habilidades y competencias, etc., sino

que dicho proceso debe estar guiado,

medido y propiciado por la vivencia de

los valores universales que deben guiar la

actividad académica: los principios éticos,

la honestidad, la generosidad, la curiosidad

científica, etc. Esto es fundamental en

una época caracterizada por el extravío

Page 13: E sid tig ortalecericti.michoacan.gob.mx/wp-content/uploads/2017/06/CUADERNO-00… · Jesús Melgoza Velázquez Secretario Técnico Guillermo Rizo Hernández Coordinador de Asesores

13El papel de las universidades y de sus investigadores para fortalecer

las políticas sectoriales de ciencia y tecnología en México

de las conciencias, por el

materialismo grosero, por la

falta de honestidad y por un

hedonismo mal entendido.

La certeza acerca de las

funciones para las que se

crea la universidad nos lleva

a las siguientes reflexiones:

una organización divide

sus actividades en cuatro

categorías: actividades

substantivas, adjetivas, de

apoyo y de regulación. La

primera categoría es la que

proporciona la razón de ser

de la institución: en nuestro

caso, el de una universidad,

es precisamente ese triduum:

investigación, docencia y

difusión. Sin esas actividades,

la institución no tendría

razón de ser. Los elementos

esenciales de la universidad

están para cumplir esas

funciones: estudiantes y

docentes. Todo lo demás no

pertenece a esa esencia: las

universidades medievales y

renacentistas constaban exclusivamente de estos dos grupos;

no tenían, salvo raras excepciones, edificios, sólo contaban,

además de esos dos grupos, con un pequeñísimo grupo de

“personal administrativo”. Puede haber universidades sin

preparatorias, sin auditorios, sin gimnasios, sin campus externos,

pero no sin maestros y alumnos. Las grandes y más prestigiadas

universidades del mundo, como Oxford, Harvard, La Sorbona

o Heidelberg, no tienen preparatorias ni campus en todos

lados, y eso no las hace menos que esas instituciones que, en

una “macdonaldización” de la educación, abren “sucursales”

(campus, les llaman) como si fueran tiendas departamentales

o cadenas de restaurantes, siguiendo criterios que a veces

parecerían más económicos que académicos. En segundo

lugar, las actividades adjetivas son las que están en función

de las substantivas: por ejemplo, las labores administrativas.

ARCHIVO

Page 14: E sid tig ortalecericti.michoacan.gob.mx/wp-content/uploads/2017/06/CUADERNO-00… · Jesús Melgoza Velázquez Secretario Técnico Guillermo Rizo Hernández Coordinador de Asesores

14El papel de las universidades y de sus investigadores para fortalecer

las políticas sectoriales de ciencia y tecnología en México

Las funciones de apoyo son las que ayudan

a que las demás funciones de la universidad

se realicen sin problemas, como por ejemplo

las tareas de intendencia. Por último,

las funciones de regulación son las que

controlan el transcurrir ordenado de todas las

actividades, como por ejemplo la contraloría

o la auditoría.

Según lo anterior, los criterios para el

correcto funcionamiento de una institución

universitaria no pueden ser de otro tipo que

los que corresponden a la función esencial,

a la substantiva. Todas las demás no pueden

estar más que supeditadas al cumplimiento

de dichas funciones esenciales, que son muy

diferentes a lo que puede y debe realizar por

ejemplo, una fábrica de papel o una galletera.

Es cierto: todas son importantes y dignas, pero

las que son exclusivas de una universidad son las

que aquí hemos enumerado: la investigación,

la docencia y la difusión, es decir, nuestras

funciones sustantivas; estas son las que

nos hacen diferentes a otras instituciones y

empresas. Así, los estudiantes no son “clientes”

ni los docentes “empleados”, sino que son,

sencilla y dignamente, estudiantes y docentes

o profesores. En una empresa de cualquier

tipo, orientada a la ganancia económica,

valen particularmente dos máximas: “Al

ARCHIVO

Page 15: E sid tig ortalecericti.michoacan.gob.mx/wp-content/uploads/2017/06/CUADERNO-00… · Jesús Melgoza Velázquez Secretario Técnico Guillermo Rizo Hernández Coordinador de Asesores

15El papel de las universidades y de sus investigadores para fortalecer

las políticas sectoriales de ciencia y tecnología en México

cliente, lo que pida”, y

“El cliente siempre tiene

la razón”. ¿Tienen validez

estos preceptos para una

universidad responsable? No,

puesto que los alumnos no

son clientes. Y aún si lo fueran,

como parece que lo son en

algunas instituciones que

pervierten lo académico por

entregarse solamente al lucro

económico, nos podríamos

preguntar: ¿El alumno

tiene siempre la razón? ¿Le

vamos a dar simplemente

lo que pida, siendo que

la tarea de la universidad

es apoyar su formación

profesional y humana? Se

trata, por lo tanto, de una

diferencia de percepción

y de dignificación. Sin los

docentes y los estudiantes,

ninguna institución podría

llamarse “universidad”. Los

criterios que nos deben

guiar en nuestras labores

diarias son, por lo mismo,

de carácter académico,

obviamente en concordancia con lo administrativo y con lo

correspondiente a las otras dos funciones, pues tenemos que

ser ordenados y responsables en el gasto de recursos limitados

y que además no son de nuestra propiedad. Nada más que

no es lo mismo “concordancia” y “colaboración” entre los

ámbitos académico y administrativo que “supeditación” del

académico al administrativo, o “control” e “incomprensión”

por parte de este último.

Dentro de este universo de funciones, los doctores tienen que

cumplir con sus labores de investigación y docencia. Para

ello necesitamos contar con la infraestructura necesaria que

posibiliten dichas tareas: en primer lugar, espacios adecuados

de trabajo, siendo imprescindible una biblioteca bien

dotada. Aquí tocamos una de las principales carencias de

ARCHIVO

Page 16: E sid tig ortalecericti.michoacan.gob.mx/wp-content/uploads/2017/06/CUADERNO-00… · Jesús Melgoza Velázquez Secretario Técnico Guillermo Rizo Hernández Coordinador de Asesores

16El papel de las universidades y de sus investigadores para fortalecer

las políticas sectoriales de ciencia y tecnología en México

las universidades en nuestro

país: la falta de bibliotecas y,

dolorosamente, la ausencia

de una conciencia acerca

de la importancia vital que

tienen. Se requiere también

de una comprensión en torno

a lo que implica el trabajo de

investigación, coordinación

de actividades y docencia:

no somos oficinistas, el

investigador no puede estar

amarrado a su escritorio. Y

necesitamos, en fin, tiempo:

tiempo para estudiar, tiempo

para investigar, tiempo para

preparar clases, tiempo

para calificar, tiempo para

asesorar, tiempo para cumplir

las tareas editoriales, tiempo

para leer, tiempo para

reflexionar y tiempo para

escribir.

Los doctores, según lo que

estamos viendo, tienen

que cumplir con labores de

investigación y docencia, y

también deben publicar, pues

sólo de esta manera cumplirán cabalmente con las funciones

que hemos enunciado arriba: investigar, enseñar y difundir. En

este contexto, los doctores tienen graves responsabilidades:

nuestros trabajos de investigación, de docencia y de difusión

deben realizarse al más alto nivel posible. Debemos desarrollar

y mostrar rigor en la investigación y en la argumentación,

debemos buscar realizar trabajos relevantes. Debemos huir,

además, de otro grave problema que caracteriza al sistema

educativo mexicano: el “abaratamiento” de los grados

académicos, pues ya existen doctorados de un año o dos (“al

vapor”), y muchas instituciones de dudosa seriedad ofrecen

todo tipo de grados académicos con todo tipo de facilidades.

Y las autoridades federales y locales permiten esto.

Por lo que hemos visto, las funciones, responsabilidades y

obligaciones de los doctores, poseedores de tan eminente

grado académico, son numerosas y de gran trascendencia

social. Sólo la responsabilidad, la vigencia de los valores que

ARCHIVO

Page 17: E sid tig ortalecericti.michoacan.gob.mx/wp-content/uploads/2017/06/CUADERNO-00… · Jesús Melgoza Velázquez Secretario Técnico Guillermo Rizo Hernández Coordinador de Asesores

17El papel de las universidades y de sus investigadores para fortalecer

las políticas sectoriales de ciencia y tecnología en México

hemos heredado y el cultivo de la excelencia

académica nos guardarán de tales peligros.

Y, en colaboración con quienes cumplen

con las otras funciones organizacionales,

debemos, como docentes, salvar el paso entre

Escila y Caribdis, propio de las instituciones

privadas: formar profesionales de calidad y,

por el otro lado, sobrevivir económicamente,

pues aunque el alumno pague, no debemos

simplemente producir cantidades ingentes

de profesionistas incompetentes y deficientes,

como sabemos que hacen instituciones poco

serias, tanto públicas como privadas: debemos

contribuir a la instrucción, educación y

formación del estudiante. Y para eso hay que

buscar a los que puedan hacerlo mejor, pero

tengamos cuidado: de nada sirve un grado

de doctor si no existe capacidad para llevar

a cabo tan digna tarea, con honestidad y

rigor. Digamos, parafraseando a Maquiavelo:

hay personas que de doctor solamente tienen

el título; mientras que hay otras a quienes lo

único que les falta es el título. Los títulos no nos

hacen mejores personas.

Por último, hay que subrayar un pensamiento

importante: nuestra labor está encaminada

a la superación de nuestra sociedad y de la

humanidad en general. Nuestras tareas no

están para ser fabricantes de productos de

consumo interno, pues eso nos llevaría a una

reprobable y estéril endogamia. Procuremos

que nuestros alumnos se preparen para la

vida, no para titularse y para pasar exámenes

de la manera más fácil posible: la ausencia

de la exigencia de trabajos de tesis para la

titulación es, en el caso de muchas carreras,

más un fraude cometido al alumno que un

apoyo para su vida profesional. Recordemos

que la tesis de licenciatura es prácticamente

la única oportunidad que tienen los alumnos

de producir algo propio en un ambiente

todavía “amigable” y con asesoría de la

misma universidad. Este pensamiento del

aprendizaje para la vida ya lo hizo notar

Marco Tulio Cicerón hace más de dos mil

años, cuando afirmó: Non scholae, sed vitae

discimus: “No aprendemos para la escuela,

sino para la vida”.

ARCHIVO

Page 18: E sid tig ortalecericti.michoacan.gob.mx/wp-content/uploads/2017/06/CUADERNO-00… · Jesús Melgoza Velázquez Secretario Técnico Guillermo Rizo Hernández Coordinador de Asesores