Dragon y el buho Enrique

14
Ainhoa García Leire Aparicio Hodei Vázquez

Transcript of Dragon y el buho Enrique

Ainhoa García

Leire Aparicio

Hodei Vázquez

Un día de verano el búho Enrique estaba tan cansado de trabajar que pensó echar una cabezada y se retiró a un árbol a dormir. De repente el dragón Javi paso por allí, este no estaba solo, le acompañaban las avispas Lolas. Todos juntos saludaron a Enrique.

-¡Hola búho Enrique!-.Le dijo la zorra Nines.

-Ven a por un poquito de comida para comer.

-Ahora no, que estoy muy cansado. Déjame dormir.

Necesito descansar, debo dormir un rato.

El conejo Bogs venia paseando cuando de repente vio al búho Enrique y le pregunto si quería ir a pasear con el. Pero Enrique respondió que necesitaba descansar, porque de tanto trabajar estaba agotado.

El conejo Bogs se fue brincando.

El erizo Boby, el cervatillo Bambi y la ardilla Alvin iban caminando por el bosque, hasta que se encontraron con Enrique y le empezaron a hablar. Entonces, Enrique molesto se marcho a otro árbol mas alto y fuera del alcance del camino para que le dejasen dormir tranquilo.

Javi era un buen amigo de Enrique y viendo lo cansado que estaba y que no le dejaban descansar decidió ser su guardián. Se colocó bajo el árbol con un palo en la mano, sonriendo y con los ojos entrecerrados, mientras, Enrique descansaba cubierto con una manta azul de cuadros, y un gorro rojo.

El espectáculo resultaba curioso.

El ratón Yerri apareció cantando y a punto estuvo de despertar a Enrique. Javi le amenazó con el palo y le preguntó:

- ¿Por que vienes cantando? El ratón Yerri le dijo que estaba dando un paseo y el cantar le relajaba. Javi le sugirió que paseara por otro lado del bosque, porque si no iba a despertar a Enrique. Yerri se fue de allí para no molestar.

Enrique abrió los ojos y pregunto a Javi por que gritaba tanto. Este le dijo que había echado a Yerri pues estaba molestando.

En ese momento aparecieron unas avispas y Javi les propuso cantar algo dulce, algo parecido a una nana, y así el búho continuaría con su siesta.

Juntos comenzaron a entonar una canción:

A la rorro

A la rorro rorro niño,a la rorro rorro ro,canten quedito, canten quedito,que escuche el niño nuestra canción

A la rorro rorro niño,a la rorro rorro ra,venir queditos, venir queditosque dormidito el niño está.

Todos cantaban: Javi, las abejas Lolas, los pajarillos y poco a poco se juntaron juntaron todos los animales de la zona… y cantaban, cantaban sin cesar.

Mientras cantaban algunos animales fueron adormilándose. Al cabo de un rato, casi todos estaban dormidos, sin embargo Javi se resistía a quedar dormido.

Todos dormían excepto Javi. Este estaba muy preocupado pues se sentía responsable del cuidado de todos los animales que allí estaban.

Así transcurrió un tiempo, que para Javi fue eterno, larguísimo. El estaba empezando a cansarse y a aburrirse de aquel silencio y aquella soledad.

Poco a poco se fueron despertando. El bosque empezó de nuevo a tener ruidos y vida. Javi estaba feliz porque no tenia que cuidar mas de ellos y los animales contentos y descansados, estaban listos para jugar de nuevo.

Antes de jugar hablaron y decidieron que de ahí en adelante el cuidador de los sueños seria rotatorio y así todos podrían descansar y sentirse cuidados y queridos.

Colorín colorado este soñoliento cuento se ha acabado.