Dos Enemigos Frente a Frente

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    Dos enemigos frente a frente.

    La conciencia burguesa, es una de las formas peculiares de la conciencia occidental,

    por eso ha caracterizado una de las etapas de nuestra cultura.

    Para entender su resistencia a la conciencia revolucionaria, debemos partir de que

    la conciencia burguesa, en algn momento, fue revolucionaria, enfrentndose a la

    conciencia feudal.

    Primaca de la conciencia burguesa:

    En el seno del mundo feudal, a nes de la Edad Media, ciertos grupos sociales

    comenzaron a ver la posibilidad de vivir de una manera diferente al orden establecido, sin

    tener que estar sometidos a los grandes terratenientes pertenecientes a la nobleza.

    aturalmente, estas ideas surgieron en grupos que no pose!an tierras. "edicndose a la

    artesan!a o al comercio, estos grupos obtuvieron cierta independencia # al cabo de varias

    generaciones, lograron conformar peque$as fortunas que llegaron a ser la envidia de muchos

    nobles. %on aquellos nacientes capitales se montaron talleres # se organiz& un trco

    comercial altamente lucrativo. En los siglos '((( # '() surgieron, principalmente, en *landes #

    posteriormente en las ciudades libres del sur de (talia, dedicadas al comercio, los primeros

    +bancos. Porque desde el momento en que el dinero comienza a ser el fundamento de la

    econom!a, la cantidad que se posea comienza a medir la importancia social de cada uno.

    "esde entonces, la aventura caballeresca fue reemplazada por la aventura

    burguesa, que era, esencialmente, econ&mica. -urge entonces la resoluci&n de abandonar

    las concepciones # los ideales de la vida medieval como la doctrina de los +/ustos precios0,

    impuestas durante siglos por la clase noble # caballeresca.

    Esa era la burgues!a, apasionada por la naturaleza, deslumbrada por la sabidur!a

    /ur!dica de los romanos, seducida por el inmenso poder del oro. 1 esta burgues!a, animada pornuevos ideales # resuelta a desarrollar nuevas formas de vida, en2rgica en la acci&n # ecaz

    en la lucha contra la naturaleza tibia # apenas formalista con respecto a la antigua fe,

    comenz& a prepararse para conquistar lo que aun no tenia # deseaba rmemente3 el poder

    pol!tico.

    Este designio entra$aba muchas dicultades # peligros. 4 ningn grupo social le

    satisface que lo despo/en del poder del que ha usufructuado durante siglos. La burgues!a,

    hab!a tenido un 25ito relativamente fcil con respecto a lo econ&mico. Las clases feudales no

    estaban dispuestas a ceder ni a compartir el poder pol!tico. %onservndolo, las clases

    feudales hasta pod!an aprovechar en cierta medida de los sudores de la burgues!a para

    cobrar tributos e impuestos a sus nuevas actividades. En cambio si la burgues!a llegaba aconquistar el poder esas # otras posibilidades desaparec!an casi por completo.

    %uando se produ/o la alianza entre la burgues!a # la corona, a partir del nanciamiento

    econ&mico que esta obten!a de aquella, la conciencia burguesa obtuvo algunos triunfos. Las

    decisiones de la corona, comenzaron a re6e/ar las opiniones del banquero de su ma/estad.

    En el imperio de %arlos ) # en los reinos de *rancisco ( # Enrique )((( re#es de Espa$a,

    Portugal e (nglaterra respectivamente0, la conciencia burguesa se manifest& con pleno vigor

    aunque con formas mu# diversas. La pol!tica interior, la pol!tica e5terior, la pol!tica religiosa,

    la moral # el saber, todo comenz& a te$irse con la tonalidad de la conciencia burguesa.

    Pizarro, Vasco Da Gama o Sir Francis Drake, podan usti!carse "ablando de Dios, la

    corona # la civilizaci$n cristiana, pero en el fondo de la aventura, una buena parte

    de sus impulsos eran netamente burgueses. %o caracterstico de la vida europea

    "asta el siglo &V''' "abra de ser, este con(icto entre los ideales caballerescos # los

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    ideales burgueses.7acia el siglo ')((( la conciencia burguesa ha llegado a adquirir tan

    precisa sonom!a que pueden circunscribirse formas de vida formadas por ella. En los pa!ses

    anglosa/ones la 8eforma le ha proporcionado una doctrina fundamental, contribu#endo a

    armar el individualismo.

    7a# una cosa que es decisiva en cuanto a la conciencia burguesa3 lo )ue la de!ne

    son sus intereses rigurosamente terrenales # su interpretaci$n de la vida

    estrec"amente vinculada a concepciones naturalistas. La conciencia burguesa hab!a

    ganado #a al comenzar el siglo ')((( las primeras batallas # comenzaba a tener una clara

    imagen de s! misma, sobre la base de una prosperidad material # habiendo logrado una

    provechosa consideraci&n por parte de los gobiernos ilustrados. *ra necesario modi!car la

    situaci$n "ist$rica mediante "ec"os # oponer a la tradici$n doctrinaria un

    pensamiento org+nico capaz de suplantarla. 4dam -mith, "avid 8icardo # 9urgot en lo

    econ&mico: )oltaire, 8ousseau # Montesquieu en lo pol!tico fueron los encargados de luchar

    contra la intolerancia # a favor de las libertades, principalmente econ&micas # pol!ticas que

    e5ig!a la burgues!a.

    *l triunfo de la evoluci$n Francesa en -/0 proporciono a la burguesa de

    todo el mundo, un *S12D3 1'P3: el *stado 4acional 5urgu6s. ;racias a sus esfuerzos# a sus sacricios, la burgues!a llego a alcanzar algunos triunfos, duraderos unos # ef!meros

    otros. %on la revoluci&n en ?, llegaba al trono de *rancia, un 8e# @urgu2s. En otros pa!ses,

    el movimiento liberal burgu2s se vio frustrado por la devoci&n de las fuerzas reaccionarias

    adictas al sistema de Meternich. -in embargo, cierta libertad que por todas partes reinaba

    para las transacciones comerciales produ/o una suciente, aunque medida satisfacci&n a la

    burgues!a ale/ada de las preocupaciones pol!ticas. La conciencia burguesa comenz& por

    entonces a virar hacia la derecha porque notaba que algo raro comenzaba a ocurrir a su

    izquierda, # no escasearon en algunos pa!ses los que empezaron a olisquear un peligro nuevo

    e inesperado.

    La conciencia burguesa hab!a triunfado en los esp!ritus. Pero su triunfo no hizo sino

    e5altar ciertos rasgos que comenzaron mu# pronto a parecer odiosos. En los cenculos

    literarios # en los atelieres, sitio de pensadores artistas +romnticos se empezaba a

    blasfemar contra +el burgu2s, como un tipo deleznable de la humanidad. Estos +elegidos o

    raros no eran los nicos que bramaban contra los burgueses orgullosos # satisfechos, sino

    que compart!an el odio con los proletarios con cu#o traba/o se enriquec!an aquellos.

    'rrupci$n de la conciencia revolucionaria.

    4penas resulta necesario advertir que a lo largo de la historia esta no ha sido la nica

    +conciencia merecedora del calicativo de +revolucionaria. 4caso esta podr!a sercaracterizada como conciencia socialista, si no e5istiera temor de verla identicada con los

    movimientos o partidos que se identican con ese nombre como el nacionalsocialismo

    alemn, me/or conocido como el partido nazi0. *sta conciencia revolucionaria se "a

    levantado contra el orden sostenido por la conciencia burguesa, sustentando el

    principio de )ue "a llegado la "ora de suprimir las desigualdades de condici$n )ue

    constri7en a las masas "asta a"ora subordinadas por la burguesa.

    %a formaci$n estricta de esta conciencia revolucionaria es el resultado de un

    proceso econ$mico # social m+s breve )ue el )ue conduo a la ordenaci$n plena de

    la conciencia burguesa, pero las condiciones )ue permitieron su aparici$n se

    preparan desde muc"o antes, desde los albores del mundo moderno. La aparici&n de

    una pu/ante burgues!a tra/o consigo las circunstancias favorables para la constituci&n de una

    conciencia antiburguesa # revolucionaria.

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    -i la burgues!a prosper& resueltamente # llego a acumular los medios que le

    permitieron triunfar sobre el orden feudal, fue en gran parte porque tuvo 25ito en la empresa

    de descubrir nuevas zonas susceptibles de incorporarse a su mbito econ&mico. En el siglo

    ')( 4m2rica proporciono a Espa$a oro # plata, que los hidalgos espa$oles gastaron en

    adornar su propia grandeza # en detener el avance del protestantismo, mientras que los

    burgueses de *rancia, *landes o (nglaterra embolsaban para dedicarlos a producir ms # ms.

    La burgues!a quer!a materias primas # las consigui& en cantidades fabulosas, pero para

    transformarlas en riquezas era menester transformarlas en mercanc!as # comercializarlas,

    para lo cual se necesitaban brazos, pero brazos nada ms, brazos solamente. Porque

    siguiendo una tradici&n clsica supon!a que los brazos produc!an mas si obedec!an a una

    cabeza a/ena.

    An hombre puede ser nada ms que brazos para su capataz, pero esa circunstancia no

    impide que el mismo considere que es nada menos que todo un hombre, cuando llegue a su

    casa, # sea marido # padre para su mu/er # sus hi/os, con brazos para traba/ar pero tambi2n

    con una cabeza para comprender el universo,. An hombre que descubre esta dualidad se

    torna indefectiblemente en un revolucionario. Su conciencia m+s o menos embotada por

    el esfuerzo le ense7ara )ue vive en una sociedad en la )ue solo valen sus brazos, #al cabo de generaciones ese tipo de "ombre descubrir+ un da )ue es preferible

    morir a no vivir sin un destino propio, como un mero instrumento.

    Esas circunstancias que permitieron la aparici&n de una conciencia revolucionaria

    acompa$ando el desarrollo de la burgues!a comenzaron a e5tremarse en la 2poca de la

    llamada 8evoluci&n (ndustrial.

    La burgues!a lo hab!a querido3 ten!a dinero # estaba acostumbrada a gastarlo en

    producir indirectamente ms dinero, de modo que cuando se encontr& con sobreabundancia

    de de materias primas, busco la forma de producir ms. La mecnica comenzaba a atraer la

    atenci&n de todo el mundo. "esde entonces pudo acariciarse la ilusi&n de que los esclavosinanimados reemplazaran a los brazos de aquellos a los que se les hab!a negado la raz&n. En

    principio, una maquina deb!a hacer rpidamente lo que varios operarios hac!an con lentitud,

    pero eso no signicaba que esos operarios traba/aran menos o vivieran me/or, por el

    contrario, muchos de ellos no pudieron vivir me/or porque pasaron a a la triste categor!a de

    desocupados. La desocupaci&n tra/o la miseria a grande masas de poblaci&n.

    -in embargo, # a medida que fue pasando el tiempo, la desocupaci&n comenz& a

    disminuir. 7ab!a sobreabundancia de materias primas # las nuevas maquinarias precisaban

    ms traba/adores para producir ms mercanc!as para abastecer a los nuevos mercados.

    4dems, era necesario producir m+s para no perder lo "asta a"ora conseguido, porlo )ue a"ora, era necesario )ue el obrero ganara poco, )ue trabaaran mueres #

    ni7os, para as poder acumular m+s: era la estricta l$gica del capitalismo. Para la

    clase trabaadora, era difcil conseguir buena alimentaci$n # solo "aba disponibles

    tugurios repugnantes para "abitar.

    El mundo occidental se ha caracterizado siempre por la costumbre de pensar, # llego el

    momento de que pensaran los despose!dos. Esa re6e5i&n, permiti& trazar un cierto perl de la

    situaci&n, cu#o corolario fue el sentimiento de que era necesario promover un cambio radical

    en las condiciones sociales # econ&micas.

    7ubo dentro de la burgues!a quienes comenzaron a pensar # a preocuparse por lascondiciones de vida que las mutaciones econ&micas hab!an creado a los humildes. -e debe a

    los escritores # artistas +romnticos haber denido el tipo del burgu2s ant!tesis del hombre

    animado por un esp!ritu inquieto # creador3 un hombre obeso, con una pesada cadena de oro

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    # un habano. 4dems, estos artistas ten!an una autentica # militante simpat!a por el pueblo #

    supieron revalorar su in6uencia # declarar en alta voz sus opiniones. Muchos pensadores B

    -aint -im&n, %abet, Mar5C procuraron ordenar, la imagen de las perspectivas que ofrec!a el

    mundo de me/orarse. Pero mientras los esp!ritus te&ricos segu!an elaborando los fundamentos

    doctrinarios # los m2todos estrat2gicos de la revoluci&n, hubo quienes prerieron realizar su

    propia e5periencia.

    Las circunstancias se mostraban cada vez ms propicias para el fortalecimiento de la

    conciencia revolucionaria. 4 principios del siglo '(' la crisis econ&mica adquir!a caracteres

    trgicos, pero las circunstancias pol!ticas Cla 8estauraci&nC obligaron al movimiento

    revolucionario ponerse a la par del movimiento burgu2s que luchaba por reconquistar las

    posiciones perdidas. Pero los resultados de esos movimientos sirvieron para abrir los o/os de

    las masas traba/adoras, demostrndoles que sus ob/etivos difer!an de los de la burgues!a.

    Entonces, las masas traba/adoras comenzaron a concentrarse sobre s! mismas, a

    precisar sus propios ob/etivos a luchar por ellos. *ruto de esta actitud fue el movimiento

    cartista en 'nglaterra, cu#o obetivo era lograr el triunfo de los principios

    enunciados en un documento llamado89arta del Pueblo8 a imitaci$n de la 9arta

    magna de las libertades inglesas8.En *rancia se organizaban grupos revolucionarios. Eraevidente que se preparaba una era de graves convulsiones. En febrero de