Dónalo de Carle - Manual práctico del relojero

237

Click here to load reader

Transcript of Dónalo de Carle - Manual práctico del relojero

  • DNALO DE CARLE Condecorado por el British Horological Institule

    Miembro de Honor de la Asociacin de Relojeros de Londres

    MANUAL PRCTICO DEL

    RELOJERO Traduccin directa del original ingls por

    PEDRO DANS Ingeniero Industrial

    555 ILUSTRACIONES ORIGINALES

    QUINTA EDICIN

    EDITORIAL J. MONTES Va Augusta, 251 - BARCELONA

    1980

  • Traduccin de la cuarta edicin inglesa publicada con el titulo: PRACTICAL WATCH REPAIRING>

    por DONALD DE CARIE, F. B. H. I.

    Edicin espaola autorizada por N. A. G. Press, Ltd., de Londres

    Edicin italiana: L'OROLOGIAIO RIPARATORE

    Traduccin del Dott. Ing, ALBERTO ZANETTI Potzi Editor: Hoepli. Miln

    NDICE DE MATEK1AS

    PREFACIO......................... PRLOGO DEL TRADUCTOR.

    XI XV

    ES PROPIEDAD Derechos reservados

    Jos Montes. Barcelona, 1973

    I.S.B.N. 84-7186-231-X Dep. Legal: B. 29680-1980

    Editado e impreso en Espaa

    Artes Grficas Ampurias, S. A. - Pza. Fragua, s/n. - Barcelona-4

    CAP. I El taller y el banco de trabajo.................................. Elementos esenciales - Necesidad de la prctica - Equi-

    po indispensable para el xito - Trabajo cmodo - Banco de trabajo y asiento - Iluminacin natural y artificial.

    CAP. II Herramientas esenciales............................................. Destornilladores grandes y pequeos - Cmo usaremos

    los destornilladores - Pinzas para trabajos generales y espe- ciales - Cmo deben emplearse las pinzas - Puntas de en- grasar, recipientes para aceite y equipo de engrase - Lupas, tenazas, alicates, martillos, palancas para quitar agujas, calen- tador para revenir al azul, palillos y medula - Eleccin y cuidados de las herramientas.

    CAP. III Caja, esfera y agujas ................................................ La caja y partes que la componen - Cmo debe abrirse

    la caja - Cmo se sacan las agujas y la esfera - Manera de quitar la mquina - Forma correcta de manejar la mquina.

    CAP. IV La mquina, sus piezas y desmontaje . . . . Todas las piezas de la mquina representadas grficamen-

    te - Nombre de cada una de ellas - Su examen detallado - Ajuste de las piezas del movimiento de las agujas - Ajuste de la esfera - Verificacin de los juegos axial y lateral del tren y del volante.

    CAP. V El escape de ncora, su examen y correccin . Disposicin y funcionamiento - Examen y ajuste - Exa-

    men de la retencin - Ajuste de las levas - Correccin del camino a punto muerto - Correccin del impulso - ngu- lo de las levas - Juegos exterior e interior - ngulo de la palanca del ncora - Manera de quitar el muelle espiral del volante - Ajustes de la palanca del ncora - Montaje de un nuevo dardo - Manera de montar una nueva elipse - El platillo doble y el volante.

    39

    Printed in Spain

  • NDICE DE MATERIAS

    CAP. VI Escape de paletas con espiga................................ 74

    Correccin de la retencin - Ajustes de la palanca del n- cora - Reparacin del dardo - Correccin del impulso - Montaje de espigas nuevas - Correccin del punto muerto - Representacin de varias mquinas que describimos y que tie- nen este tipo de ncora.

    CAP. VII El tren: engranajes y formas de dientes 85 Arboles, ejes y pivotes - Enderezar y encasquillar - Ro-

    zamientos de embrague y de desembrague - Formas de los dientes de ruedas y piones; epicicloidal, cicloidal, arco cir-

    i cular y evolvente - Ruedas y piones - Empleo del sector, del micrmetro y del pie de rey - Verificacin y correccin de engranes - Uso de los aparatos de comprobar engranes, de ensanchar ruedas y de redondear - Tallado de dientes.

    CAP. VIII El barrilete y el muelle real.............................t a Reparacin y ajustes del barrilete - Montaje correcto del

    rbol - Proporciones del muelle real - Arrolladores de mue- lles - Limpieza, manejo y arrollado del muelle real - Mon- taje de nuevos ganchos en el muelle - Montaje de un gancho nuevo en el barrilete - Disposiciones de muelle real desli- zante - Disposicin patentada por el autor - Cliquets de seguridad - Causas de la rotura de los muelles.

    CAP. IX Limpieza manual y engrase ................................. 130 Limpieza de la esfera, del ncora, de las piezas pequeas,

    del muelle espiral del volante y de las ruedas del tren - En- grase correcto de los rubes - Engrase del escape - Tabla original del engrase del reloj - Soportes para mquinas.

    CAP. X La limpieza a mquina........................................... 150 Preparacin de las piezas - Empleo de la mquina -

    Cuidados que deben observarse con las soluciones que se usan para la limpieza.

    NDICE DE MATERIAS VII VI

    Pgs.rilio - Tabla de muelles espirales de volante - Montaje de un muelle espiral nuevo - Comprobacin de las oscilacio- nes - Fijacin en la virla - Posicin de la fijacin central.

    CAP. XIII La espira Brguet ............................................... 193 Dibujo de la curva de Lossier - Dibujo de la curva para

    adaptarse a un muelle espiral plano - Cmo se da forma a la espira superior - Herramientas especiales para ello - Fi- jacin del espiral en la sujecin fija.

    CAP. XIV Regulacin a diferentes posiciones . . . . 205 Cmo se mide el arco de oscilacin - Necesidad de una fi-

    jacin correcta del espiral del volante - Empleo del bastidor para relojes en posiciones verticales - Tabla del punto de la fijacin central - Modificacin de la curva de la espira supe- rior - Modificacin del extremo del pivote del eje - Ajuste de las espigas de la raqueta - Equilibrado para el ajuste po- sicional - Fuerza centrfuga - Ajuste posicional - Verifi- cacin del isocronismo - Tabla del error diario acumulado - Regulacin en varias posiciones y diversas temperaturas - Tabla de correccin para marcha adelantada - Tabla de co- rreccin para marcha con retraso.

    CAP. XV Ejecucin de piezas nuevas ................................. 231 Materiales pata pulir - El pulido - El limado - Cmo

    se hace un puente de volante - Cmo se hace un muelle o resorte de "cliquet" - Herramientas y fresas de achaflanar - Pulido a mano - Herramental nivelador para pulir a ma- no - El pulido y el finisaje del acero.

    CAP. XVI Torneado............................................................... 254 Afilado del buril - Preparacin y empleo del pulidor -

    Cmo se perfilan los pivotes - Cmo hacer las varas para trabajar los pivotes - Montaje del volante - Bruido de pivotes.

    CAP. XI El "remontoir" y la puesta en hora

    Principales defectos y sus remedios.

    CAP. XII El muelle espiral y la regulacin ....................... 164 Signos convencionales - Cmo poner a tiempo exacto -

    El volante compensado - La funcin de los tornillos regu- ladores - Verificacin a diferentes temperaturas - Tornillos para correccin en temperatura - Aligerado de los tornillos del volante - Tabla de ajuste por temperaturas - Equili- brado - Volante sencillo - Ventajas del Elinvar y del be-

    CAP. XVII El torno universal y cmo se emplea . . . Conservacin del torno - Accionamiento a mano, a pe-

    dal o por motor - Pinzas o mandriles elsticos y su uso - Manera de pulir en el torno - Torneado de un eje de volante en el torno - Reparticin del torneado - El torno Jacot de pivotar - Cmo se hacen las herramientas - Empleo y con- servacin de los bruidores - Empleo del mandril de pega- miento - Cilindrado entre puntos - Empleo de la polea de seguridad - Centrado de un volante - El mandril a escalo- nes - Calibre y gua - Calibre estilo americano - Montaje

    278 154

  • VIII NDICE DE MATERIAS NDICE DE MATERIAS IX

    Pgs. d un nuevo pin de centro - Torneado de un espaldn - Montado a la rueda - Montaje de un nuevo pin de ca- n. - Empleo de una herramienta especial - Pulido del so- cavado - Torneado de una tija o rbol "remontoir" nue- vo - Limado de las caras del paraleleppedo - El roscado en el torno - Montaje de un pivote nuevo - Cmo se hace una broca - Construccin, temple y revenido de brocas - Herramental de pivotar - Enderezado de pivotes del eje del volante - Enderezado de un pivote - Trabajos de torno en el barrilete - Herramientas especiales - Empleo del carro portaherramientas - Empleo del herramental de pulir cabe- zas de tornillo - Plato universal - Mandril de latn - Mandril de linterna - Taladrado autocentrante - Taladra- do del latn - Aparato de redondear - Aparato de tallar engranajes - Alisado - Limado de un agujero cuadrado - Procedimiento para quitar el xido de las piezas de acero.

    CAP. XVIII El reloj ingls ....................................................341 Examen de una mquina con platina de % y barrilete

    dentado - Escape de ncora inglesa - Escape con diente de trinquete - Escape con diente de taln - Marcado de los rubes - Profundidad de la retencin - Limpieza d*l tren - Mquina inglesa con caracol - Construccin de un nuevo trinquete para el caracol - Montaje de una nueva rueda de trinquete del caracol - Montaje del nuevo trinquete - Ve- rificacin de la transmisin de la fuerza. - Construccin de un gancho cuadrado para el muelle real - Limpieza y ajuste de la cadena de caracol - Mquina inglesa con platina ente- ra - Empleo de la varilla de ajuste.

    CAP. XIX Fijacin de rubes................................................ 366 Equipo para la fijacin de rubes por presin - Herra-

    mientas especiales y accesorios - Substitucin de un rub re- machado por otro a presin - Montaje de un rub a pre- sin - Montaje de un rub del volante - Montaje de un rub contrapivote - Montaje de un rub remachado - Montaje manual de un rub.

    CAP. XX. Rubes parachoque ................................................381 Teora de la disposicin - Mtodos de construccin -

    Sistemas "Incabloc", "Parechoc" y "Shockresist" - Lim- pieza y engrase.

    CAP. XXI Magnetismo y desimantacin............................. 387 Magnetismo - Cmo el magnetismo afecta al reloj -

    Piezas afectadas - Desimantacin - Descubrimiento del

    magnetismo - Aparato de desimantar con la corriente elc- trica general - Aparato con acumuladores - Aparato con acumuladores y vibrador - Desimantado sin ninguna clase de corriente.

    CAP. XXII Cajas resistentes al agua.................................398 El porqu no puede llamrseles "impermeables" - Prue-

    bas a la inmersin - Prueba a presin - Prueba al vaco - Por dnde puede introducirse el agua - Manera de evitar que el agua penetre por el "pendan" y por el bisel - Abri- dores especiales de cajas y su empleo - Herramientas abri- doras universales - La garanta de "impermeabilidad".

    CAP. XXIII Aparatos para verificar la marcha . . . . 412 El aparato Furzehill - Regulacin de la frecuencia por

    cristales de cuarzo - Amplificador del tic-tac del reloj - Instrucciones para su uso - Aparatos reguladores registra- dores - Instrucciones para su .uso.

    APNDICE I Algunas de las causas que pueden provocar el paro del reloj................................................................421

    APNDICE II Declogo del relojero.............................. . 426

    NDICE ALFABTICO 431

  • XVI PRLOGO DEL TRADUCTOR

    Lector, que esta obra te sea til y provechosa, pues para ello han laborado los conocimientos y entusiasmo del autor, la clara visin del editor del original ingls y la de la Editorial J. Montes, que al darla a conocer en nuestro idioma merece el aplauso de todos. Finalmente, perdnese- me la inmodestia de hablar de mi colaboracin slo para decir que el trabajo que se me ha confiado ha sido una con- tinua lucha para dar con la terminologa espaola ms apropiada, aparte de un esfuerzo encaminado a recoger el pensamiento y la idiosincrasia ingleses para transmitirlos ai lector latino.

    EL TRADUCTOR

    CAPTULO I

    TALLER Y BANCO DE TRABAJO

    Este libro est escrito especialmente para el principiante, tanto para aquel que intenta hallar un medio de estudio o una distraccin reparando y ajustando relojes, como para aquel que espera, con ello, ganarse honradamente la vida. Se describirn los primeros pasos en la senda de este trabajo de un modo que puede parecer demasiado simple; pero, aun al lector que ya ha dado estos primeros pasos, se le suplica en aras de su perfeccio- namiento, que no pase por alto estos detalles elementales, ya que sobre ellos se cimienta la mejor prctica. Lo que se describe, se basa en mi propia experiencia, en los conocimientos adquiridos con el estudio de toda la literatura que he conocido sobre la materia, verdaderamente abundante y aprovechable, y en la prctica adquirida como encargado de un importante taller de relojera en el que se reparan anualmente millares de relojes. Las nociones tericas y prcticas que se van a exponer, han sido ex- perimentadas y aprobadas ya por muchos de los lectores de mi primer libro With the Watchmaker at the Bench (Al banco con el relojero) y su correspondencia me ha sido de gran uti- lidad.

    La reparacin de relojes es un trabajo que requiere una gran cantidad de inteligencia y concentrada atencin. Debe compren- derse desde el principio que no ha de tomarse a la ligera, pues exige el ms cuidadoso estudio,

    Aunque es esencial para el reparador adelantado el cono- cimiento perfecto de la teora del ncora, no lo es para el prin- cipiante antes de iniciar los trabajos prcticos. No se pueden

  • 2 MANUAL PRCTICO DEL RELOJERO

    aprender los ajustes de los mecanismos de un reloj, sin antes estar familiarizado con la forma y funcin de cada componen- te. La mquina de un reloj moderno est, an, distante de la unificacin, y suponiendo que no tiene complicaciones, como las del crongrafo, el calendario o el repetidor, su disposicin sigue el mismo plan a pesar de ser variados los detalles de fa- bricacin; por tanto, puede asegurarse que, con la aplicacin prctica, se llegar a alcanzar la capacidad tcnica suficiente para el xito. Los conocimientos tericos, sin los cuales nunca puede progresarse, se obtendrn tan pronto como el aprendiz sea capaz de comprenderlos. Dejmosle, pues, poner todo su entusiasmo en el trabajo prctico, y los necesarios conocimien- tos tericos sern rpida y fcilmente asimilados despus.

    Todo relojero debe aspirar a tener vista fija y tacto deli- cado. Procurar el mximo control de los msculos de su mu- eca y de sus dedos, y ser capaz de escudriar muy de cerca su trabajo, a travs de una lente, fijamente sin fatigarse por largos intervalos. Estos atributos del relojero, para ser usados con xito, exigen comodidad para el cuerpo, una cabeza clara, un cerebro tranquilo y voluntad de triunfar.

    Puede alegarse que todos los trabajos mecnicos exigen lo mismo, as como caractersticas personales similares. Es cierto, pero si se compara lo que requiere un trabajo en mecanismos pesados, con herramientas pesadas, y de ajustes de fcil medida, tal como el que se hace en un motor de automvil, con el tra- bajo en una mquina de reloj, donde las tolerancias y los ajus- tes no pueden medirse, si no es por un ojo adiestrado o por un tacto sensible, y en el que los ajustes se hacen sobre piezas que, cuando estn sueltas, pueden dispersarse con un simple soplo o aplastarse con la ua, no se negar que ste es un trabajo al- tamente especializado.

    Por esto prevengo al aspirante a relojero que debe prepa- rarse a estudiar atentamente, a sentarse junto al banco y a tra- bajar con precisin y escrupulosidad.

    La palabfa que nos da la clave es: PRCTICA. El estudio e necesario, pero la prctica esencial.

    TALLER Y BANCO DE TRABAJO 3

    Los primeros puntos a tener en cuenta son el ambiente que rodea al relojero, su taller, su banco, su asiento y la ilumina- cin tanto natural como artificial. Luego las herramientas con que trabaja. stas se describirn a medida que su uso vaya apa- reciendo, cuando se expliquen los diferentes trabajos. En este oficio, como en muchos otros, ningn obrero tiene a mano to- das las herramientas requeridas para todos los trabajos posi- bles, y el buen relojero deber discurrir para idearse tiles de su propia iniciativa, y disfrutar hacindolos.

    Es esencial para el xito un banco limpio, una escrupulosa limpieza en todo y buena luz. Quiz un banco limpio sea con- trario al modo de ser de la mayora de los relojeros, quienes parece como si encontraran gusto acumulando sobre el banco, tanto las herramientas que necesitan como las que no piensan usar, en una confusa aglomeracin con material viejo, traba- jos corrientes, cacharros con aceite y un cmulo de otras cosas. Con ello se logra que las herramientas se pierdan o se estro- peen, y que se inviertan muchas horas al ao buscando lo que se necesita y en arreglar lo que se ha deteriorado.

    Referente a esto, el principiante est en buenas condiciones para adquirir mejores costumbres, y es de esperar que procura- r conservar limpio su banco, guardando las varias herramien- tas en sus cubetas, cajas o cajones, cada una siempre al mismo sitio, de fcil alcance, y sin que el trabajo en curso sufra entor- pecimientos.

    Cuando uno est metido en un trabajo que reclama estrecha aplicacin mental y fsica, tiene capital importancia todo lo que nos rodea. Se ven relojeros que trabajan en talleres con grandes deficiencias, acomodados en la trastienda entre obstcu- los, o metidos entre polvo, en rincones pobremente iluminados, en espacios insuficientes, a merced de corrientes de aire o de pequeas distracciones; en fin, trabajan en un ambiente que conspira contra la concentracin necesaria para un trabajo de tanta exactitud. En tales condiciones no es de extraar que las reparaciones salgan deficientes y caras.

    La moda del reloj de maquinaria pequea, ciertamente, tiende a persistir. Relojes mucho ms pequeos que antes se

  • 4 MANUAL PRCTICO DEL RELOJERO TALLER Y BANCO DE TRABAJO

    usarn en el futuro, con la perspectiva de que sern ms planos cada vez. Si no son ms pequeos, vendrn complicados, indu- dablemente, por mecanismos diferentes a los de regular el tiem- po. Se ha de tener en cuenta que la relojera est pasando del reino de la mecnica al de la ciencia mecnica, y esto no debe olvidarse al planear y surtir el taller y el banco. Es un punto vital para el principiante y de primera importancia para el oficial.

    Resumiendo: ahuyentar la humedad, el polvo, las distrac- ciones y las corrientes de aire. Fomentar la quietud, el orden, la comodidad y una buena temperatura. Proveer buena luz, buena ventilacin, buenas herramientas bien distribuidas en el banco y materiales abundantes. El resultado de todo esto ser un trabajo agradable y provechoso.

    Aunque se van a describir las condiciones ideales, ello no priva al principiante de empezar de un modo ms sencillo. Pero no se espere nada bueno, si se intenta hacer el trabajo en un

    rincn, con una mesa ac- cidental. Tmese en se- rio el trabajo y, por lo menos, adptese un es- tante para substituir al banco. Fijarlo al travs de una ventana, a una al- tura, por lo menos, de 93 a 95 cm del suelo, y de un ancho de 40 - 45 centmetros. La longitud no tiene tanta importan- cia, mientras sea suficien- te para que ambos codos puedan descansar en l

    Fig. 1. - Un banco ideal de trabajo durante el trabajo. Un banco ideal pue-

    de verse en la figura i. Es espacioso, protegido contra las co- rrientes de aire por un bordillo alrededor del tablero, con un descanso para los pies, un estante para las herramientas gran-

    des, las cuales se guardan en cajas de madera, cajones para las dems herramientas y un armario para el torno.

    Sitese el banco de cara a la luz, la cual debe ser cenital y, preferentemente, orientado al norte. Esta orientacin pro- porciona una luz suave, y, prcticamente sin sombras, muy conveniente para el re- lojero. Si no es posible obtener la luz de orientacin norte, deben proveerse me- dios para atenuar la deslumbrante luz del sol. Es aconsejable usar una visera.

    Una lmpara articulada, para la luz artificial, permite acercar a voluntad la luz al trabajo, y esta articulacin debe permitir cualquier ngulo y mantenerse en la posicin deseada. Es una ventaja poder acercar la luz al trabajo, pues as puede emplearse una lmpara de menos potencia, que adems de ser ms econ- mica, no da tanto calor a los ojos y a la cabeza. Un buen tipo de lmpara, que

    ha merecido no slo el favor de los relojeros, sino tambin el de otros oficios, es la Terry Anglepoise, que se muestra en la

    Fig. 2. Lmpara Te-rry, que se fija a cual-

    quier ngulo.

    figura 2. De las pantallas suspendidas, yo pre- fiero las de metal esmaltadas en verde por el exterior y en blanco por el interior. Pueden adquirirse pantallas de cartn forradas en verde y- en blanco, pero no son de aconsejar, pues la superficie blanca en poco tiempo se vuelve de un blanco sucio, y aun marrn, y la luz en estas condiciones se refleja mal.

    La altura del asiento es muy importante. No puede fijarse regla alguna, pero debe ser tal que facilite el trabajo, sentado cmoda- mente, no obligando a agacharse demasiado

    sobre el banco. No hay dos personas iguales

    Fig. 3. Silla Tan-Sad, con respaldo yasiento graduables.

    en esto; por tanto es conveniente, aunque parezca que se pierdeel tiempo, probar hasta alcanzar las condiciones deseadas. El

  • 6 MANUAL PRACTICO DEL RELOJERO

    modelo de silla de la figura 3 proporciona un asiento muy til, ajustable en altura y con un buen respaldo.

    Si hay ms de un operario en el taller, se recomienda que cada uno tenga su banco independiente, pues a uno le conven- dr, en determinado momento, dar golpes, o limar, y a otro, al mismo tiempo, que su banco est bien quieto, por hallarse trabajando sobre un muelle espiral de volante, por ejemplo. En las fbricas suizas donde hay varios operarios en el mismo ta- ller, se suele utilizar un largo banco comn, fijado junto a las ventanas; pero all los obreros hacen todos el mismo trabajo, de modo que si uno golpea el banco, los dems hacen lo mismo, y nadie se siente molesto. En un taller corriente, donde pasan a reparacin toda clase de relojes y como sobre cada reloj se rea- lizan varias operaciones, lo mejor es que cada operario tenga su banco propio.

    No puede descuidarse el pavimento. Debe unirse con las pa- redes sin formar ngulo. El mejor es el de linoleum, de color marrn liso, orillado con listones de madera clavados al suelo. La mayora de las piezas de un reloj son de color claro, las rue- das doradas y los piones plateados, con la sola excepcin de algunos tornillos azules. Por lo tanto, destacan sobre fondo obs- curo y as podrn hallarse fcilmente si se caen al suelo.

    Deben hacerse algunas recomendaciones sobre el uso de las herramientas ms empleadas, para obtener los mejores resulta- dos con los destornilladores, tenazas, alicates, pinzas y con

    el restante equipo universal sencillo, pero in-

    dispensable. En la prctica cuatro destornilladores

    bastan para todas las necesidades ordinarias, y los tamaos ms adecuados son los de 2,5, 2, 1,75 y 0,75 mm de dimetro. Creo que

    es mejor clasificarlos por el dimetro y no como hacen algunos fabricantes, que les dan un nmero que no tiene relacin con el di- metro, sin representar ninguna clasificacin

    universal que indique su verdadero tamao. Las hojas de los destornilladores merecen una atencin

    constante. Los extremos de las mismas no de- ben ser como un cuchillo de filo basto, sino como indica la figura 4; el rebajado de la hoja debe tener la longitud suficiente y la finura precisa para que al meterla en la ranura de la cabeza del tornillo llegue al fondo de la misma, sin tendencia a resbalar salindose de ella, desbocndola, cuando se atornilla o desatornilla con una cierta presin. La figu- ra 5 muestra un rebajado errneo.

    Las hojas deben ser templadas y reveni- das; as se venden en las tiendas, pero cuando han de rehacerse, despus del desgaste, han de templarse y revenirse nuevamente. El tiempo que se dedica a esto no es tiempo perdido.

    CAPTULO II

    HERRAMIENTAS ESENCIALES

    Fig. 4. Formacorrecta de hojade destornillador.

    Fig. 5.Punta in-correcta de des-tornillador, quedeteriora las cabe-zas de los tornillosal no poder pro-fundizar su ranura.

  • El modo de manipular el destornillador ha de ser franco, y, sin duda, unas palabras de advertencia no sobrarn, si se

    tiene en cuenta que bastan- tes relojeros utilizan muy torpemente sus herramientas. El destornillador grande sir- ve, como es natural, para los tornillos de cabeza ma- yor, y como se ha de ejercer cierta presin, es ms fcil de dominar. El mejor mo- do de hacerlo es sujetarlo como indica la figura 6. Los otros tres se usan para tra- bajos ligeros, y entonces se

    dominan bien si se ejerce so- bre ellos, con buen tacto, Fie. 6. Como usar el , destornillador grande. una presin suave, conforme

    indica la figura 7. Todos tenemos nuestras preferencias tratndose de pinzas. Yo prefiero las Dumont, de fabricacin suiza, pues son robus- tas. Tres pinzas planas cubren la mayora de necesidades, dos robus- tas y unas finas para trabajar con los espira- les de volante (Fig. 8). Para formar la espira superior de estos espi- rales, propongo empe- zar con dos pinzas. Como puede apreciarse en la figura 9, slo se diferencian por las curvas.

    Hay docenas de

    pinzas y fascina hojear

    HERRAMIENTAS ESENCIALES 9

    persuadrsenos de que son indispensables para el trabajo que in- dican, pero, como se ver en la prctica, esto dista bastante de la verdad; as pues, empicese con pinzas comunes, y ms ade- lante se decidir si se necesitan pinzas especiales.

    Las pinzas requieren, de vez en cuando, un repaso. Una buena prueba, para cerciorarnos del estado de unas pinzas, con-

    Fig. 8. Formas recomendables de pinzas con puntas finas

    siste en dejar un pelo humano sobre un vidrio. Si estn en buenas condiciones, se podr levantar sin dificultad con ellas. Otra prueba, e importante adems, consiste en agarrar una pieza delgada de metal, tal como un muelle real, por ejemplo, ejer- ciendo una presin bastante fuerte; si las pinzas estn en buen

    Fig. 9. Pinzas con punta de curvatura grande y pequea

    estado, no deben doblarse las puntas (Fig. i o c). Si no sopor- tan estas pruebas deben ajustarse, y, el mejor modo de conse- guirlo es frotando las puntas sobre una piedra Arkansas. Pue- de ser necesario, antes de hacer esto, torcer las puntas un poco para adentro; si son paralelas hay el peligro de que, al agarrar algo con fuerza, se tuerzan para afuera, despidiendo la pieza, con riesgo de perderla o estropearla (Fig. 10 6).

    Hagmonos nosotros mismos dos puntas de engrasar, una para los agujeros de rub y otra mayor para engrasar el muelle

    8 MANUAL PRCTICO DEL RELOJERO

    Fig. 1. Cmo se usan los destornilladorespequeos.

    una buen catlogo de herramientas, en su seccin de pinzas, porsu variedad. Las hay para todos los trabajos concebibles. Puede

  • 10 MANUAL PRCTICO DEL RELOJERO HERRAMIENTAS ESENCIALES 11 real y otras piezas de mayor tamao. Una aguja de coser co- rriente sirve para una punta pequea de engrasar. Calintese hasta que tome el color azul y lmese la punta, como se ve

    Fig. 10 a. Las

    puntas de unas buenas pinzas deben permanecer paralelas cuan- do agarran pequeas piezas.

    en la figura 11 b; luego se aplasta el extremo y con una barreta Arkansas se le da la forma de broca del tipo de punta redon- deada como las que sirven para taladrar acero. Las puntas gran-

    Fig. 10 b. Si las puntas se doblan, como indica

    (exagera- damente) el dibujo,

    deben arre- glarse.

    des se preparan de la misma manera. Cuando ya tienen esta forma, se les pone un mango de 8 a 10 cm de longitud. Los mangos largos responden mejor a las necesidades que los cor- tos. Los mangos de madera son buenos, pero los ideales, segn

    mi opinin, son los de hueso. Tambin es excelente y muy c- modo un mango portaplumas. Un aro exagonal ayuda a man- tener la punta segura y a que no gire entre los dedos. Los

    relojeros americanos y 1 i ..... i i mjg los suizos prefieren, co-

    mo equipo de engrase, una bandeja con dos o tres recipientes para acei-

    te y un bastidor para las puntas de engrasar. Es

    un sistema excelente, pues, as Jas puntas es- tn siempre al alcance de la mano. En la figura 12

    se ve tambin un pote para medula vegetal, fijado en el equipo y que sirve para, limpiar las puntas de engrasar, as como de

    Fig. 11 a. Punta grande de engrasar paraaceite denso.

    Fig. 11 b. Punta pequea de engrasarpara aceite ligero, con detalle ampliado de

    la punta.

    Fig. 12. Equipo para engrase, con recipientes para aceite denso y ligero,

    medula de saco, con ranura para las puntas de engrasar. repuesto para tener siempre medula a mano, cuando se necesita. Son necesarias dos o tres lupas; una, con doble lente, con foco de 6 a 7 mm, es indispen- sable para examinar los rubes y los pivotes. Es un error creer que el empleo de lupas debilita la vista. Obsrvese a los reloje- ros y comprubese si predomi- nan los que necesitan gafas para

    la vida corriente. No creo que el porcentaje entre los relojeros sea mayor que en el resto de los hombres, y la razn est en que los relojeros no esfuerzan su vista, ya que cuando han de exa- minar algo pequeo, no lo hacen sin proveerse de lupa. No re-

    Fig. 13. Lupacon foco de

    75 mm.

    Fig. 14. Lupacon foco de

    6 mm.

  • 12 MANUAL PRACTICO DEL RELOJERO HERRAMIENTAS ESENCIALES 13 comiendo las lupas de demasiado aumento, porque la vista se acostumbra, y cuando realmente se necesitan, entonces son ineficaces; pero de todos modos, estoy convencido de que el uso corriente de la lupa no es perjudicial.

    La lupa de 5 cm es til para examinar la profundidad del engrane de los piones con las ruedas, para ajustar el muelle

    espiral del volante, etc., y la de 7,5 cm de foco, para uso general. La lupa de doble lente ya se distingue de las dems por su for- ma, y es de aconsejar que por monturas de colores distintos, o por otros me- dios, las lupas puedan di- ferenciarse fcilmente unas de otras. Como toda he-

    rramienta, requiere cuida- dos para cumplir su come- tido. La montura slida de la lupa tiene la forma

    adecuada para amoldarse al ojo, y como el tipo de montura compacta tiende a empaarse por la transpiracin cuando la temperatura exterior es inferior a la del ojo, para evitar esto, lleva tres o cua'tro agujeros, de aproximadamente 1,5 mm de dimetro. Si a pesar de esto la lente se empaa, sacdase la lupa en el aire para enfriar el interior; esto es ms efectivo y rpido que secarla con una tela.

    Tambin son necesarias un par de tenazas. Una fina y otra algo mayor. Se venden las tenazas con el corte de sus mand- bulas, como representa la figura 15. Esto est bien para las te- nazas grandes, pero el de las pequeas debe ser limado como se ve en el detalle superior; as se logra apurar el corte y se faci- lita sacar un pasador que apenas sobresalga. El poco tiempo gastado en mantenerlas en buen servicio, ahorra el mucho que se pierde, a veces, por no estar estas herramientas en buenas con- diciones.

    Asimismo, se requieren cuatro alicates, que deben ser como

    se representa en la figura 16. Unos con garras cuadradas para uso general; los de garras alargadas, para trabajos delicados; los redondos, para trabajar con alambre, etc., y los de garras forra-

    Fig. 16. Alicates. Garras cuadradas, garras alargadas, garras cnicas y

    garras forradas de latn.

    das con latn, para sujetar las piezas terminadas y para quitar un pin forzado.

    Los alicates, cuando son nuevos, tienen rugosas las caras interiores de las garras. En relojera esta rugosidad no es con-

    Fig. 17. Palancas para desmontar a mano, con un detalle ampliado

    Tenazas finas

    Teaizssgrjnc/es

    Fig. 15. Tenazas para agarrar y para cortar.

  • veniente, por lo o con una pie- que debe quitarse con una limadra de amolar.

    Son necesarios tambin, tres martillos diferentes; uno con la cara plana, que es el tipo ordinario; otro con cara redon- deada para remachar, y el tercero todo l de latn, o bien con un forro de este metal, que sirve para golpear sobre piezas ter-

  • 14 MANUAL PRCTICO DEL RELOJERO HERRAMIENTAS ESENCIALES 15 minadas, ya que no produce rebabas. Si no se dispone de este tercer tipo de martillo, se coloca, sobre un martillo corriente, por medio de tornillos, una almohadilla de latn. Las palancas para desmontar a mano se las hace uno mis- mo, bastando, por ser lo suficiente explcita, la ilustracin (fi-

    gura 17). Se hacen de la tn con un ancho aproximado de 2 mm, un grueso de i mm y

    Fig. 18. - Calentador para revenir al azul una longitud de unos 10 centmetros.

    La figura 18 muestra un calentador para dar el color azul. Este es un til indispensable, no slo para revenir al color azul los tornillos, etc., sino que tambin para calentar las paletas del ncora cuando se le ajustan las levas, o piedras.

    Todo banco de relojero debe estar provisto de un pote, como, por ejemplo, un barrilete viejo de un reloj de pared fran- cs (Fig. 19), cortado por la mitad de su altura, completa- mente lleno con piezas de medu- la de saco, colocadas vertical- mente. Se comprender que el

    Fig. 20. Cmo NO debe lim- piarse una herramienta.

    pote debe ser algo pesado, ya que la medula, de por s, es muy ligera, y si no estuviera fuertemente apretada dentro del pote, sera cazada por las puntas de engrasar, al limpiar en ella, y esto anulara su utilidad. La medula sirve para limpiar las hojas de los destornilladores, las puntas de engrasar, las puntas de las

    pinzas, etc., y es buena costumbre el pinchar la medula con tales herramientas ible al hbito de antes de usarlas. Esto es preferrestregar las hojas de los destornilladores y las puntas de en-grasar en la yema del dedo meique (Fig. 20). Y aun hay relo- jeros que limpian las puntas de engrasar en la solapa de la cha-

    Fig. 21. Fuelle

    queta, y lo que hacen, muchas veces, es aadir ms materias extraas a las que pretenden quitar y luego las emplean, sa- tisfechos, para engrasar!

    Debe estar siempre al alcance de la mano un fuelle como el representado por la figura 21, y tambin uno o dos guarda- polvos de cristal, para lo cual sirven perfectamente copas en- teras o sin pie, colocadas in- vertidas.

    Me referir frecuentemente a estas cosas y aun a otras mu- chas herramientas, cuando se describan las operaciones en que intervengan.

    El camino del xito est en conocer qu herramienta hay que emplear, y cmo debe usarse.

    Finalmente, se pone sobre el tablero del banco una hoja de papel blanco de unos 20 por 30 cm. Un buen modo de retenerlo consiste en meter dos tro- citos de muelle real debajo del listn frontal del banco, de ma- nera que por su elasticidad acten como sujetadores, segn se ve en la figura 22. No es necesario fijarlo por otros lados, pues

    Fig. 19. Usando el porta-medula

    Fig. 22. Colocacin de un papel-tapete.

  • 16 MANUAL PRACTICO DEL RELOJERO

    el peso del equipo de engrase y el de las copas guardapolvo, lo mantienen tenso (i). Deben tenerse siempre dispuestas varias hojas cuadradas de papel de seda de unos 10 X 10 cm, y tam- bin palillos de madera de boj y recortes de medula de saco.

    Y ahora, antes de empezar, debo hacer una recomendacin personal. Los relojes son mecanismos extremadamente delica- dos, y una de nuestras preocupaciones, ha de ser dejarlos tan limpios y tan libres de polvo como nos sea posible; mire, pues, el relojero si sus manos estn limpias. He visto relojeros ma- nejando una mquina de reloj con porquera bastante en las uas como para hacer parar una docena de relojes. Con uas cortas y manos escrupulosamente limpias (nuestras mejores he- rramientas) tendremos mayores probabilidades de xito.

    (i) Algunos relojeros prefieren tener sobre este papel blanco una pieza de vidrio de cierto grosor, de iguales medidas que el papel indicado, pero no es de recomendar, por sus inconvenientes en la prctica.

    CAJA, ESFERA Y AGUJAS

    Es conveniente que examinemos una mquina de reloj. El

    mejor para nuestro objeto es un t lar; ipo popuel que ms se presenta en el trabajo de reparacin es el reloj de pulsera de 13 lneas (30 mm de dimetro) con mquina suiza y ncora en cruz.

    En primer lugar, nos daremos cuenta de que reina una gran confusin, por falta de unificacin, en la nomenclatura de las piezas de un reloj, po jos a gran es- r cuyo motivo se dan dibucala en las pginas siguientes. De esta manera se ve una mquina completa por detrs sin la tapa y por delante sin la esfera, y asimismo se incluirn ilustraciones de cada pieza por separado (excepto de los tornillos y rubes). Todas las piezas vienen di- bujadas, con su nombre y con toda claridad.

    El conjunto de piezas de un reloj que no pertenecen a la caja, forman la mquina. Pertenecen a la caja, la esfera, las agujas y tambin la corona y la tija o rbol "remontoir".

    Cuando se recibe un reloj para ser reparado, es aconsejable hacer, ante todo, un examen general concienzudo de la caja y mquina, examinndolas bien, con objeto de diagnosticar la causa de la falla del reloj. Si se trata de la limpieza indispensa- ble para reengrasarlo de nuevo, porque el reloj ha sobrepasado el tiempo prudencial, entonces la causa es clara, pero si se nota una perturbacin ms profunda, debemos empezar la revisin, primero, por la caja. Si el reloj viene abollado, fijmonos en los pivotes de los rboles del escape y del volante. Asegrese de que el cristal deja en libertad a las agujas. El entorpecimiento del movimiento de las agujas por el cristal, o por rozar entre s, es la causa de un elevado tanto por ciento de perturbaciones

    1

    :

    CAPTULO III

  • 18 MANUAL PRCTICO DEL RELOJERO CAJA, ESFERA Y AGUJAS 19

    cen la buena marcha de un reloj, y entonces el remedio es claro. Si cuando abrimos la caja hallarnos que la mquina tiene una cantidad anormal de polvo, examinemos el caso para encontrar la solucin, y es corriente limpiar, primero, la mquina y des- pus colocarla debajo de un guardapolvo. Hace tiempo se hizo

    una prueba que demos- tr que el polvo se in- troduca en la mquina a pesar de que la caja aparentaba tener un buen ajuste. La prueba se hizo as; se puso el reloj a la temperatura de 30 grados (tempera- tura media dentro de un bolsillo), y, estando an caliente, se intro- dujo en una caja llena de harina, y se dej en- friar hasta la tempera- tura de la harina, que

    e r a aproximadamente de 18 grados. Con el calor el aire interior del reloj se expan- sion y sali al exterior. Durante el enfriamiento el aire in- terior se contrajo, y, para reponerse del perdido, se aspir nuevo aire por la caja, y con l, el polvo que lleva en suspen- sin. As pues, tmese especial empeo en examinar todas las cajas, y si aun aparentando tener un buen ajuste, el reloj apa- rece lleno de polvo, tmense providencias para convertir la caja en estanca al polvo, antes de devolver el reloj al cliente.

    Estas observaciones servirn tambin para hacer ms es- tanca al agua una caja. Muchas resisten la entrada del agua du- rante cortos intervalos de tiempo. Esto es, si se echa el reloj dentro del agua y se recupera inmediatamente, la mquina ape- nas saldr perjudicada, pero el remojo prolongado, o su uso en una atmsfera hmeda, como la del trpico, o en ciertas in- dustrias, es perjudicial para la mquina. Con un sencillo tra- tamiento aplicado a la caja, se perfeccionar su resistencia a las

    ondiciones climatolgicas: mzclese un poco de cera de abe- jas con vaselina, en la proporcin de una parte de cera por cua- tro de vaselina, y se calienta la mezcla hasta tener una pasta consistente, con la cual se untan, una vez terminada la re- paracin del reloj, todas las superficies de unin de la caja con la tapa y con el bisel, a fin de que una vez cerrados la tapa y el bisel, quede una pelcula de pasta interpuesta, que actuar como un cierre perfecto. Lo mismo debe hacerse con la corona y con

    \Cajs.

    Oreja P3r3correa

    "0/se/ Fig. 22 b. Caja de dos piezas

    e los intersticios que puedan haber con l cristal, a fin de cerrar el "pendan" y con el bisel, respectivamente.

    Antes de adelantarnos demasiado, debemos concretar algo sobre nomenclatura: a la armadura de metal, en la que se ajusta el cristal, la denominaremos bisel; a la parte media de la caja, sobre la que se cierran la tapa y el bisel, y en la que se aloja la mquina, le llamaremos centro de caja o carrura, y respecto a la tapa, est claro su nombre. sta y 1 bisel pueden fijarse al centro de caja de tres maneras distintas: por presin, por ros- cas o por charnelas. Hay cajas que llevan una combinacin de los tres sistemas. Aunque era corriente en los relojes antiguos, hoy es raro encontrar un bisel que se fije al centro de caja por charnela; actualmente van sujetos a presin o por rosca. Algu- nas veces hay dos tapas en una caja, una dentro de la otra, y, en este caso, a la interior se le llama guardapolvo. Algunos relojes se hacen con el centro de caja y la tapa formando una sola pieza, ajustando la mquina a la caja por delante, y sien- do el bisel la nica pieza suelta. A estas cajas se las llama de dos piezas, y por suprimir hendiduras por donde el polvo y la humedad puedan introducirse, son preferidas, cada da ms, por los proyectistas de relojes de pulsera.

    Fig. 22 a. Caja de un reloj de bolsillo

  • 20 MANUAL PRACTICO DEL RELOJERO CAJA, ESFERA Y AGUJAS 21

    Son variadsimas las formas de las cajas de reloj. Sin duda, la caja redonda es la mejor desde el punto de vista esttico y tambin es la que ms se usa y la ms fcil de hacer, pero la moda manda y las formas continuarn variando. La aplicacin del reloj a la mueca es la principal causa de la diversidad de formas de las cajas, as como la aplicacin del reloj en los bra- zaletes.

    Al pequeo tubo a travs del cual la tija o rbol "remon- tor" se introduce en la caja se le llama "pendan" (de la palabra francesa pendent), y tiene su origen en los relojes de bolsillo, porque de l, y por medio de una anilla, penda de la cadena el reloj.

    Dejando las modas por el momento, y la cuestin muy im- portante de las cajas estancas, a las cuales dedicaremos luego un captulo, vamos, ahora, a tratar del mejor modo de abrir la caja de un reloj. Lo primero a hacer es determinar cmo abrir- la, pues si no se sabe cmo va fijada la caja, no se debe inten- tar hacerlo con la hoja de un cuchillo o con un destornillador, a no ser que no sea roscada ni fijada por tornillos. Puede ser roscada o, para que sea estanca, tener una fijacin particular.

    Examnese el canto de la tapa y del bisel para ver si hay se- al pre- es de haberse abierto anteriormente. Si es del tipo desin, es muy probable que en el canto se note una pequea muesca, la cual indica dnde meter la hoja del cuchillo, del abrecajas, o la ua del dedo pulgar. Para el mismo fin. algunas cajas llevan un pequeo labio en la tapa. Si se sospecha que es del tipo roscado, coloqese el reloj, bien plano, sobre la palma de la mano izquierda, con el cristal boca abajo, apyese la pal- ma de la mano derecha sobre la tapa con fuerza, y dse a am- bas manos el movimiento propio para desenroscar. Esto gene- ralmente logra mover la rosca ms apretada. Si fuera necesario ejercer mayor presin, apliqese inteligentemente.

    Si se est seguro de que la tapa no va roscada, precdase a su apertura con el cuchillo. Mantngase firmemente el reloj con la mano izquierda y el abridor con la mano derecha, como in- dica la 'figura 23. Introdzcase la hoja del cuchillo en el lugar adecuado, esto es, en la muesca o por debajo del labio. Si el reloj no tiene ni muesca ni labio, insrtese el abridor en el lado

    opuesto de la charnela, o si no la hay, cerca de la corona, pero evitando su deterioro. Cuando ya tenemos la hoja del abridor entre la tapa, o el bisel, y el centro de caja, dsele un movi- miento de volteo, como la accin de una palanca, que, apoyn- dose en el borde del centro de la caja, acte sobre el canto de la tapa, o del bisel, segn lo que ha de quitarse. No se dar nun- ca a la hoja del abri- dor un movimiento tangencial, pues so- lamente se lograra rayar el centro de la caja y la tapa y per- der el tiempo sin conseguir abrirla.

    La apertura de una caja es una cosa sencilla, a pesar de que no lo parece cuando se ve a personas que intentan abrirla con un destorni- llador, dando a ste un movimiento como para hacer un agu- jero. Con gran frecuencia se encuentran relojes que tienen su caja estropeada, debido a los chapuceros intentos para abrir- la. Se ven tapas roscadas que han sido forzadas con el abridor y, por supuesto, luego aparece su rosca estropeada. A veces uno encuentra charnelas retorcidas, particularmente en cajas de forma especial, porque no se ha tenido la precaucin, ya recomendada, de abrir por el lado contrario. Para abrir una caja, domnese completame

    nte el abridor, pues si ste se esca -para podra rayar la tapa o hacer saltar su chapeado. Tal de- terioro debe evitarse, lo que se consigue con slo un poco de precaucin y cuidado. Si se agarra el abridor como indica la figura 23, presionndolo cerca de la punta, se tendr una buena gua, sin peligro de que se escape, y as obtenemos una presin considerable, con toda seguridad y en el sitio apropiado.

    Una vez abierta la caja, la mquina requiere nuestra aten- cin. Y separado el bisel, procedamos ahora a retirar las agujas, no slo por su seguridad, sino tambin porque es ms conve- niente hacerlo antes de sacar la mquina del centro de caja.

    Fig. 23.Modo correcto de abrir una caja as reloj

  • 22 MANUAL PRCTICO DEL RELOJERO CAJA, ESFERA Y AGUJA S 2 3 Hganse un par de pequeas palancas, como las indicadas en la figura 17; stas sacarn las agujas ms aferradas, sin riesgo al- guno de perjudicar a la esfera, aunque sta sea de delicado es- malte. Si la esfera es de metal, pngase debajo de las palancas un poco de papel, para evitar que quede sealada. Las agujas

    segunderas podrn tambin sacarse con las palancas, si hay su- ficiente espacio entre ellas y la esfera. Ge- neralmente estas agu- jas estn tan juntas a la esfera, que resulta imposible introducir las palancas debajo de ellas, y es peligroso forzarlas con unas te- nazas o un destorni- llador para arrancar- las. Es mejor quitar,

    en este caso, la esfera y, conjuntamente con

    ella, la aguja segundera. Cuando se ha aflojado la esfera para poderla quitar, apalanqese, con la hoja de un cuchillo, cerca de la aguja segundera, y sta saldr fcil y seguramente, tanto si la esfera es metlica, como esmaltada. Si no se ha podido retirar la aguja segundera con las palancas, djese para hacerlo despus que se haya sacado la mquina de la caja.

    Para separar la mquina de la caja, primeramente se afloja de una a una vuelta y media el tornillo de la tireta, y entonces se saca la tija. El montaje de este rbol puede hacerse de dos maneras. El positivo, con tija larga, que es el invariablemente empleado por los suizos y el de ms uso en Inglaterra. Los fa- bricantes americanos optan por el negativo, en el cual la tija es corta y se ajusta en un pequeo agujero cuadrado de la par- te superior de la mquina. En las cajas americanas la tija no puede quitarse, pero la corona puede desplazarse para correr las aguias a fin de ponerlas a la hora. Despus de haber retirado

    la, tija, o en el sistema negativo haber desplazado la corona, tmese el reloj con la mano izquierda, como se indica en la fi- gura 25, con la primera articulacin del dedo ndice contra la esfera, y sosteniendo la caja con el pulgar y el dedo medio. Sultese la mquina, quitando los tornillos que la fijan a la caja, o dndoles la parte de giro indispensable si son de cabeza incom- pleta. A los tornillos de la caja con meda cabeza se les llama tornillos de garra. Si ahora ejerce- mos una pequea pre- sin con el ndice de la mano izquierda, la m- quina puede quedar li- bre; y digo "puede", porque la mayora d'e las veces la mquina es- t agarrotada. Si es as, invirtase el reloj, pn- gase un pedazo de pa- pel de seda sobre la m- quina, y apliqese una ligera presin sobre la platina posterior y en su parte opuesta a la co- rona. Algunas veces hay un pasador fijo cerca ci la tija. Mientras se ejerce la presin apyese el reloj por un canto sobre el tablero del banco, y as al desprenderse la m- quina lo har por la parte de la esfera con un giro de ngulo pequeo. Vase la figura 26.

    En las cajas de dos piezas, la mquina est alojada simple- mente en el interior, y el bisel va fijado por presin o por rosca. El procedimiento a seguir con estos relojes consiste en quitar primeramente el bisel, luego desplazar la corona a la posicin

    Fig. 25. Modo correcto de sujetar el reloj

    cuando se quita la mquina.

    Fig. 24. Descargando el muelle real

  • 24 MANUAL PRACTICO DEL RELOJERO CAJA, ESFERA Y AGUJAS 25

    de poner a la hora, y luego con cuidado se quita la mquina por medio de la tija. Si en algn punto sta se resiste, se puede facilitar la extraccin, apalancando con un destornillador pe- queo, sirvindose de la caja como punto de apoyo, y forzan- do la esfera.

    Con la mquina ya fuera, proc mos a quitar la esfera. edaEn muchos relojes m e fijada por tornillos la- odernos, sta vien

    Fig. 26. Cmo se quita una mquina agarrotada en la caja

    terales. No deben quitarse, sino slo aflojarlos lo suficiente para permitir que la esfera se suelte sin esfuerzo. Es importante recordar que sobre la esfera nunca debe ejercerse fuerza alguna. Si es esmaltada se soltara el esmalte, y si es metlica se podran producir abolladuras y dejar seales, precisamente en donde lleva las espigas. Despus de retirar la esfera, atornllense nue- vamente los tornillos para evitar que salten y se pierdan.

    El manejo correcto de una mquina es una tcnica especial que debe practicarse desde los comienzos, para que, aun en los momentos de prisas o nerviosismos y de stos surgen mu- chos en la vida de un relojero pueda mantenerse la mquina sin peligro. Es una mala costumbre tocar con los dedos las pla- tinas o la esfera (Fig. 27), no slo porque pueden producirse oxidaciones y marcarse huellas, sino que tambin porque en una mquina lista, si se mantiene as, el aceite puede escurrirse de los pivotes. Convirtase en hbito el manejar siempre correc- tamente la mquina y cuando el trabajo est terminado, tmese,

    adems, la precaucin de cogerla siempre con un papel de seda. Puede haber humedad o polvo en los dedos, tan poco que no se note, pero como los dientes del barrilete sobresalen, por s- tos se arrastra la humedad, la transpiracin o el polvo y son captados por el pin de centro. El xido que se nota algunas veces en este pin se de- be probablemente a lo que acabamos de indicar. Una vez separadas la esfera y las agujas, de- ben ponerse siempre en lugar seguro, pues se es- tropean con gran facili- dad. Gurdense en una caja o cajn, y para esto. y para otros muchos ob- jetos, son excelentes es- tas pequeas subdivisio- nes de los cajones del banco. La esfera y las agujas no se ne- cesitarn hasta el montaje final, despus de efectuada la re- paracin.

    Cuando se habla de las piezas principales de la mquina de un reloj, las platinas y los puentes forman un conjunto que se llama armazn. Cuando se mira la mquina, en la caja, por el lado de la tapa, a la platina visible se le conoce por platina su- perior. La platina a la cual va fijada la esfera y que es la ban- cada en la mquina del reloj, se llama platina de fondo o pla- tina inferior.

    Fig. 27. Cmo NO debe manejarse una mquina.

  • LA MQUINA, SUS PIEZAS Y DESMONTAJE 27

    CAPTULO IV

    LA MQUINA, SUS PIEZAS Y DESMONTAJE

    Una vez retiradas las agujas y la esfera, queda visible la cara de la platina inferior, o de fondo, la cual acta de bancada del mecanismo de las agujas. ste viene representado por las ruedas de reduccin pequea entre las agujas horaria y minu- tera. Qutense estas ruedas y pnganse sobre el papel blanco de cubierta, debajo de una campana de vidrio, y ya no se retirarn hasta que vuelvan a necesitarse. Las copas, como hemos dicho, sirven perfectamente de campanas protectoras contra el polvo, y el relojero har muy bien en obtener las que pueda en varios tamaos. Todas las piezas desmontadas deben guardarse bajo estas campanas. stas protegen las piezas contra su prdida, la oxidacin, la suciedad y un deterioro fortuito, y aunque las piezas hayan de limpiarse luego, se guardarn bajo campana. Es una buena costumbre.

    Volvamos ahora a la mquina, invirtindola para quitar el volante. Sase cuidadoso, pues cuando la mquina est sobre el banco con la placa de fondo hacia abajo, hay dos piezas im- portantes que sobresalen: el rbol de centro, que soporta el pi- n de can, y, si el reloj lleva aguja segundera, el pivote de la rueda segunda. Recurdese esto cuando se trabaja sobre la platina superior. Sostngase, pues, la mquina por el canto con el pulgar y los dems dedos, de modo que la parte carnosa de los mismos acte de almohadilla, apoyndola solamente sobre el banco por el punto en que debe efectuarse la presin (i). Con un destornillador del tamao adecuado, esto es, cuya hoja se

    (i) Ms adelante el autor da instrucciones para el empleo de unos so- portes de boj para apoyar la mquina sin temor a deterioros en las piezas .salientes mencionadas. (Nota del T.)

    adapte a toda la ranura del tornillo, saqese el del puente del volante, y, con las pinzas robustas, levantarlo por su extremo de sujecin. Hay en este extremo una pequea ranura, que sirve para poner las puntas de las pinzas. Mantngase el puen- te con las pinzas, mientras se saca, y cuando se ha libarado de los pasadores de situacin, levntese con u el volante, q e aun le est ligado. No se haga ningn esfuerzo indebido. Cuando el puente ya est libre, puede permanecer agarrado por el platillo de seguridad detenido por la entalladura del ncora, de modo que no debe tirarse del volante para evitar el riesgo de retorcer el muelle espiral. Si el volante no quiere soltarse, continese sosteniendo el puente del volante, conservando fija la mano de- recha, dando con la izquierda un pequeo giro a la mquina, con lo que se desenganchar el ncora. A veces es preciso para obtenerlo dar giro a la derecha y a la izquierda, es decir, hay que hacer una pequea oscilacin.

    Cuando el volante ya est libre de la mquina, evtese que quede colgando del espiral, bajando ha testa que e] pivo infe- rior descanse sobre el banco, y con cuid uado se le da v elta al puente para que quede con la raqueta par ca abajo, o sea, oloca- do plano. El volante tender a voltearse c lon el puente, y e ayu- daremos, tirando suavemente de su ts costados, mientras oca al papel de cubierta del banco. Si con todo e esto el volant no se voltea, levntese con cuidado .con las p inzas y hgase que el pivote superior, ahora hacia abajo, perma jnezca en el agu ero de su rub.

    Este procedimiento de voltear es pe gurfectamente se ro en la mayora de relojes, pero no en todos; s algunos reloje llevan un muelle espiral flojo. Estos espirales floj ralmos son gene ente blancos, y si hay alguna duda respecto a la dureza del espiral, djese por el momento la mquina sobre el banco. Bjese el volante hasta que su pivote de fondo descanse sobre el ban- co, y entonces, manteniendo fijamente el puente con la mano izquierda, qutese el tornillo de la sujecin fija del muelle espiral y el volante podr desprenderse. Algunas veces las espigas de la pata de la raqueta continuarn sujetando el mue- lle espiral, y esto puede provocar que al tirar el volante hacia abajo, produzca la flexin, y hasta la deformacin del espi-

  • ral. Para soltar ste, con las pinzas f rce suave-

    mente lo ms cerca posible de las esp . Existe tambin un

    inas se tue

    igassistema de sujecin fija del espiral en el cual sta est en la cara superior del puente. Algunos relojes suizos y la mayora de los ingleses lo llevan, y entonces la sujecin fija del espiral se suel- ta cuando el puente del volante aun est fijo en la mquina, y

    as al retira te, el volan- r el puente y su es uedan con la piral se qmquina. de los re- La mayora lojes qu sistema son e llevan estede bolsillo, o raro encon- siendtrarlo en los relojes de pulsera. Suponiendo que el volante con su puente ya estn sueltos y sobre el banco en posicin in- vertida, tmese el puente entre el dedo pulgar y el ndice de la mano izquierda; estando an sobre el banco, se destornilla la sujecin fija del espiral y se se-

    para el volante del puente. No es acosejable levantar el puente durante esta operacin. Cuando se quita el volante del rub, tanto si el volante est con la mquina como con el puente in- vertido, siempre debe levantarse verticalmente para no estropear el pivote del eje del volante. Despus de haber quitado el tor- nillo de sujecin fija del espiral, y retirada sta, vulvase a ator- nillar para que no se pierda.

    Invirtase nuevamente la mquina y saqese el pin de can. Para esta operacin, sostngase firmemente la mquina con la mano izquierda por el canto de la platina de fondo y agrrese ligeramente el pin con los alicates con forro de latn, dndoles un giro contrario al de las agujas del reloj y, al mis- mo tiempo, trese con fuerza.

    Vulvase, otra vez, la mquina (cuidado con el pivote de la segunda rueda!) para empezar a desmontar el tren de ruedas, pero, antes de ir ms lejos, asegurmonos de que el muelle real est descargado, y, si no lo estuviera, retngase el tren con un palillo de madera. Es importante siempre probar la tensin del

    Arbol"remontoir"'o tija

    da de transmisin Plato de la ruedf detrsnsmis/n

    Tornillo de /a rqeda dff transmisin

    Torni/lo del puente de/ w/afrte r?af/i/eta Ru/cqntr&pirote, superior oe/ifo/ante

    Disco contra-pizote superior dff/fo/ante

    'Siyecio'n de/ettre/node/espirat

    //o de sujecin de/ extremo de/ espiral

    Espacio libre para la inspeccin del'escape Volante,

    Fig. 29. Piezas de la mquina desde la platina superior

    P i i f i

    MQUINA (Platina superior)

    Torni//o de /a tireta

    Torni/lo de I puente, Tormfo de fiiac/n Je fo caja

    Torniffa del'puente^ Rueda primera

    Rub superior de Ja primera rueda ftubr superior de fe Segunda rueda Pe/ente del escape y efe fas primera y segunda ruedes fueda de centro fuisuperior de la ri/ed3 de escape Tornillo'dei'puente. Rueda de escape. Ruisuperior de/ncora ncora ilue//e espiral de/rbate

    fuente deancora Torni//o de/puente de/ncora f ff d / t d / t

    28 MANUAL PRCTICO DEL R

    Coiinete inferiorJcfe/rtiof de/terr/'/ete

    "/a espi/a de

    Fig. 28. Modo correcto de ha-cerlo.

    foedadetrint/veteo 'K/igvet " rn/'/A 'de la 'rueda t/e trine/veteo "c/iyuft"

    Platina inferior Pirte superior ds la raedaoecentro Cojnetesuperior i c/e centro ' Puente de/ barrilete

    Trinquete o "c/f'ot/et " Torf7//0 de/ . , 'Cr/wjvete o Tornil/e dePia defecara

    ELOJERO

  • et/fbruet/a intermedia P/t/na ci/r'frta

    ' contra-pirote'inferr'or de/ rolante

    Torni//o de/ disop contra-pirote

    Fig. 30. Piezas de la mquina desde la platina inferior

    Ku6/' inferiorde/escape

    a /a inspeccin de/ eses pe

    i inferior de/a'ncorc unte.

  • 30 MANUAL PRACTICO DEL RELOJERO LA MQUINA, SUS PIEZAS Y DESMONTAJE 31

    muelle real antes de tocar el puente del ncora. Esto se hace sencillamente por una ligera presin sobre un radio de la rueda de centro o tocando suavemente el ncora.

    fspacio /(repara /a

    'inspeccin efe/escape Fig. 31. Platina inferior (vista

    desde el interior de la

    mquina)

    "ue/itc del barrilete r?(/b/superior

    e/escape fcisuperior o e/a 2 .

    ^Fig. 32. Puentes del barrilete, del ncora y de las ruedas primera y se- gunda y escape.

    Un operario experimentado es capaz de retirar el puente

    del ncora y quitar sta, permitiendo descargarse lentamente al

    muelle real, frenando con un dedo sobre el borde de una rueda,

    Jgt/jeroi/elaespiga Je/

    sj&fif /a/o/j o'e/ escape

    Topes de /imitacine/? oc/ni r?t/o/' inferior

    o'e/ votante

    AsienCo de la rueda

  • pero el modo m sostener la m- s seguro de hacerlo consiste enquina como suavemente en la figura 24 con la corona frenada entre los dedos pulgar e ndice, y entonces por medio de un punzn se separa el cliquet y se permite a la corona girar entre

    fCNTC fff VOLANTE

    Yo/ante t/e compensado"

    Fig. 33.

    Puente del volante, volante completo y disco contrapivote del volante.

    los dedos. Cuando se nota que va a perderse el dominio de la corona, se suelta el cliquet para que se engrane nuevamente con la rueda.

    El muelle real jams debe descargarse sbitamente, pues se estropeara su centro.

    Si se ha quitado el ncora y se deja que el tren gire rpi- damente, es muy posible que algn pivote se eche a perder. He visto relojes con el pivote de la rueda de escape inutilizado por haberse permitido que su tren girara rpidamente, estando seco.

    Una vez descargado el muelle real, se desenroscan los torni- llos del puente del ncora y se quitan. Digo se quitan porque a veces un tornillo aparenta estar libre, y cuando se intenta le- vantar el puente con el tornillo puesto, ste an est sujeto. Saqese el puente del ncora y pngase aparte. Como el ncora quedar a la vista, se sacar de la mquina verticalmente. El tren de ruedas puede dar algunas vueltas, cuando se retire el ncora, por haber quedado el muelle real con alguna fuerza an: no es siempre posible descargarlo totalmente, pero es tan poca la fuerza residual que no puede daar. Despus repnganse los en. El --eponer tornillos en el puente para que no se extravinmediatamente los tornillos en su sitio es una buena costum-

    WLJHTE COMPLETO

    Espigas

  • 32 MANUAL PRACTICO DEL RELOJERO LA MQUINA, SUS PIEZAS Y DESMONTAJE 33 bre, pues adems de ahorrar mucho tiempo, se evita que se ha- gan acoplamientos incorrectos. Puede haber tornillos muy pa- recidos por el dimetro y por el. paso de rosca, y no obstante tener un poco ms de longitud para fines determinados. Poner un tornillo ms largo donde no corresponde, puede perjudicar a otra pieza e impedirle su trabajo correcto; adems es imposi- ble apretar a fondo un tornillo demasiado largo y esto conduci- r inevitablemente a un falso asiento de la pie za.

    Despus se sueltan los tornillo puente escape, pri- s del del mera y segunda ruedas y se quita la del escape. En seguida se saca la rueda de trinquete y el puente central y se retiran las ruedas de centro, primera y segunda. Luego el puente del barri- lete y barrilete. Ahora nos hallamos con la platina se quita elde fondo, o posterior, con el mecanismo de mover las agujas fijado en ella. Generalmente las ruedas de corona y de pin doble pueden sacarse fcilmente. No se aconseja todava sacar el tornillo de la tireta. sta puede mantenerse por el resorte de retencin. Si ocurre as, se quita el resorte de retencin y luego el tornillo de la tireta y esta misma. Acto segui disco con- do el trapivote. Al dhesin del gunas veces ste queda pegado por la aaceite; para liberarlo, remuvase un poco, a fin que por el de agujero pueda empujarse por el otro lado.

    Volviendo al puente del barrilete, ya podemos quitar la rueda de transmisin. Esta rueda va sujeta generalmente por un tornillo de paso a la izquierda, que, por tanto, debe destor- nillarse girando en el mismo sentido que las agujas del reloj, aunque, a veces, se sujeta con dos tornillos de rosca normal. Trtese este tornillo con cuidado y prubese suavemente en am- bas direcciones, sin ejercer gran fuerza. Actualmente se tra- baja para poder identificar con alguna seal los tornillos de rosca a la izquierda. Mientras los fabricantes se ponen de acuer- do sobre esto, y ante la duda, supngase que este tornillo es de paso a la izquierda, antes de hacer fuerza para desenroscarlo.

    Qutese el tornillo del cliquet y su resorte. Dediquemos ahora nuestra atencin al desmontaje del ba-

    rrilete. Mtase la punta de un destornillador en la muesca del sombrerete y saqese con cuidado. Suele salir fcilmente, pero si se resiste, frtese todo su reborde con un cepillo y bencina, es-

    prese un poco y entonces se podr estirar. Para sacar el rbol del barrilete debe ponerse mucho cuidado. Agrrese el rbol con unas pinzas recias y dseles un giro en el sentido de las agujas del reloj, hasta que se desenganche el muelle real, y entonces podr retirarse el rbol.

    lq-mia

    fTIN* fe Ct/aittTA ,o

    _ fosca para /a corona V e/> t}p/atirta Dientes para engr con /s ruffy c/e co,

    Fig. 34.

    Piezas del

    mecanismo de carga

    Siempre debe tenerse presente que para

    desmontar el muelle real hay que tomar grandes precauciones, pues de proceder con brusquedad, es muy fcil inutilizarlo. Si el muelle real se extrae forzando por el centro de modo que tome la forma de cono, cuando est fuera es ya intil. Una vez el muelle toma esta forma, no puede volverse a la forma primitiva, y si se monta de nuevo rozar con el sombrerete. Para extraerlo correctamen- te sostngase el barrilete con la punta de los dedos y, con las

    tROL "fe/HOHTOIK

    Mus cspara/a tireta

    fspa/d'r? para/ rufob corona

    'Prisma cuat/rada de/ario/para e/pin tfo/e

    -

    Agajero rascado r/fcTA YTOKN/..O de ti

    fissadorparaencajarconi rm/f/re de retencin

    Pasador paraencajar con temuesca def^ '"renjontoir

    HVfCA Of COffOMA Sientes de trinquetepara engranar coi ' /a rueda de coronuientes detrinquete pareengrsnarconpin dob/e

    granar

  • 34 MANUAL PRCTICO DEL RELOJERO LA MAQUINA, SUS PIEZAS Y DESMONTAJE 35 pinzas recias, tirar slo lo absolutamente necesario del centre del muelle; da: la palabra "tirar" no es precisamente la adecuams bien debe decirse "tentar". Cuando empieza a moverse, se pone el barrilete en la palma de la mano izquierda y se mani- pula cuidadosamente el muelle con los dedos de la mano dere- cha. Es una operacin bien simple, que a menudo se hace mal.

    RI/SOA BARRILETE OJ!>de/mi/e//f fRiMSKA

    ,real j*s=?at-

    tente Fig. 35. El barrilete y el tren de engranajes

    Ya tene ra la mquina desmontada y las piezas pues- mos ahotas sobre el banco, protegidas contra el polvo por campanas. sta no es la prctica usual, pero, como he indicado antes, el proceso de desmontaje ha sido explicado paso por paso; lo que ha de hacers toda extensin, e con las piezas ya se explicar, conen un prximo captulo sobre la limpieza. Por el momento ya estamos ms o menos familiarizados con la forma, funcin y, particularmente, con el manejo de las varias piezas de la m- quina. Supongamos que se est desmontando el reloj, y mien- tras lo hacemos deben examinarse las diversas acciones.

    Es una buena costumbre esforzarse ya desde los comienzos, despus de haber estudiado con inters las instrucciones dadas hasta aqu, en volver siempre todas las piezas a su lugar, te- niendo en cuenta que en ningn caso, para ajustaras es nece- saria la fuerza; si un tornillo o una pieza no se ajusta fcil- mente, es que est en posicin equivocada. Cualquier persona de mediana inteligencia tcnica, habiendo adquirido los conoci- mientos de desmontar una mquina de reloj, ha de poder mon-

    tar nuevamente las piezas sin otras instrucciones, de modo que si el reloj marchaba antes de desmontarlo, ha de marchar igual- mente despus del nuevo montado. En caso de que el reloj no ndase antes de desmontarlo, no es de esperar que un simple desmontaje y el consiguie aje consigan hacer que ande. nte montAlgo tiene el reloj cuando no marcha, y este algo puede descu- brirse por cuidadoso examen y atenta observacin de cada pie- za que se desmonta, cosa que se hace preferentemente cuando se desguarnece la mquina. Para ello las prximas instrucciones tratarn de su puesta en prctica.

    Antes de quitar la esfera, comprobemos el juego de la agu- ja horaria. Sujetndola con unas pinzas por su base, se prueba de moverla arriba y abajo. La rueda horaria con su aguja y la aguja minutera en posicin, deben tener juego axial. Si no lo hay, qutese la rueda minutera y prubese otra vez; si entonces tiene juego, esto indica que la aguja horaria necesita introdu- cirse ms en su rueda, o que su tubo sobresale demasiado y en este caso debe rebajarse al torno. Si, por otro lado, la rueda horaria, con la aguja minutera fuera, aun no permite el juego, entonces ha de rebajarse en el torno su can o tubo. General- mente se hallar que la ru , en eda horaria tiene demasiado juegocuyo caso se coloca un casquill - o en ella al montarla nuevamente.

    Probemos despus el juego lateral de la aguja horaria, esto es, el engrane de la rueda horaria con el pin de la rueda mi- nutera. La aguja horaria debe estar perfectamente libre. La falta de libertad puede achacarse a tres causas: c) engrane duro con el pin de la rueda minutera; b) ajuste prieto del tubo de la rueda horaria con el pin de can, y c) el tubo de la rueda horaria se traba con la esfera.

    Con la mquina fuera de la caja y la esfera suelta se exami- nar su cara interior para ver el espacio que queda entre ella y el pin de la rueda minutera. Si no hay espacio libre en este punto, se notarn seales de rozamiento. Si la marca es imper- ceptible y hay alguna duda sobre ella, ntese el borde superior del pin minutera con aceite, y volviendo a colocar de la ruedaia esfera y la corona en la posicin de poner a la hora, se dan dos o tres vueltas a las agujas. Qutese de nuevo la esfera y

    Sombrerete fata//j del \

    sombrerete '

  • 36 MANUAL PRCTICO DEL RELOJERO LA MQUINA, SUS PIEZAS Y DESMONTAJE 37 mrese si hay trazas de aceite en su reverso. Esta es una prueba importante, porque se descubre si la rueda minutera est libre cua n montadas. La libertad de ndo la mquina y la esfera estla aguja horaria puede probarse fcilmente, pero no se da un indicio, como para la de la rueda minutera.

    Una rueda minutera que roce, puede no ser causa del paro del reloj, pero tendr malas consecuencias para su regularidad. La rueda puede rozar solamente en determinadas posiciones du-

    RUEOA //KAKIA P/i/ND CAN

    . Asiento t/e/a aouig m/nutera * Certe toara

    ficfon e/sticg

    Fig. 36. Ruedas horaria y minutera y pin de can o choss

    rante su revolucin, y ello puede ser causa de prdida de po- tencia que produzca paros intermitentes. De tener la evidencia de que algo estorba, deben buscarse los medios para lograr el juego necesario, existiendo dos caminos para ello. Si la esfera es esmaltada, una barreta de carborundum, en forma de lpiz, puede servirnos para rebajar la esfera en donde roza, y si es metlica, el rascado con un cuchillo puede bastar, pero si no es as, en ambos casos, se reduce la altura del pin de la rueda mi- nutera.

    Las barretas con punta de carborundum, que pueden ad- quirirse en las tiendas de suministros, tienen un grueso parecido al de un lpiz y una longitud de 75 mm, constituyendo la he- rramienta ideal para rascar esmalte.

    Djese la esfera, cara abajo, plana sobre .un trozo de ga- muza. Sujtese firmemente la esfera con los dedos pulgar e n- dice, tmese la barreta del carborundum con la mano derecha y, despus de humedecida su punta, se rasca el lugar preciso. Muvase la barreta describiendo crculos, con cierta presin. El carborundum desbasta rpidamente, tanto que no tardar mu- cho en aparecer el cobre, base del esmalte, por lo que se acon- seja no profundizar. Algunas veces basta con rascar con el car- borundum hasta que se borre la marca dejada por el pin. Elimnese el polvo levantado, y, despus de untar como antes

    se explic el pin de la rueda minutera, se prueba otra vez con la esfera en la mquina. Si aun roza, sealando la esfera, se debe reducir su altura.

    En el caso de esfera metlica, se toma un pedazo grande de corcho, se corta plana una de sus caras y se sujeta en un tor-

    A- Carcho

    nulo de banco. Pngase sobre el corcho el pedazo de gamuza, y sobre sta un trozo de papel de seda: estas precauciones, que pueden parecer excesivas, pero no lo son, deben tomarse para no marcar la cara de la esfera, pues su acabado es tan delicado que muy poca cosa basta para afearlo. Sujtese la esfera como antes, y rasqese con movimientos diversos la parte afectada con un cuchillo afilado. Si se maneja el cuchillo con fuerza, aparece- r una abolladura en la cara de la esfera; por lo tanto, es pre- ferible trabajar con muchos cortes pequeos, a dar pocos cortes, pero profundos (Fig. 37). Cuando todas las seales de pin han desaparecido, rasqese un poco ms an, repngase la es- fera, y se prueba, como antes, para ver si puede ya girar libre el pin.

    P/'nCan Je te c/edg frorar/a

    Fig. 37. Rascando una esfera de metal

  • 38 MANUAL PRCTICO DEL RELOJERO

    Si la altura del pin de la rueda minutera es tal que no basta lo indicado para tener el espacio libre, pngase la rueda minutera en un torneador y rebjese la cara superior en el torno. Prubese en la mquina otra vez y, si est completa- mente libre, se acaba la superficie del pin con un pulido a mano, como se explica extensamente en el captulo XV, Eje- cucin de piezas nuevas.

    Antes de eda horaria, examnese su engrane con retirar la ruel pin de la rueda minutera. Los engranes son tratados con detalle en el captulo VII, y por el momento continuaremos con el examen del movimiento de las agujas. Para comprobarlo, se aconseja hacerlo girar de modo que pueda verificarse en los cuatro cuartos. Deben tenerse en cuenta varias posibilidades: la rueda horaria puede estar un poco descentrada, el centro fuera de la verticalidad o el rbol torcido. Todos estos defectos pue- den afectar al engrane, el cual puede ser correcto en un sitio y duro o flojo en otro. Si no es posible corregir el engrane y la rueda horaria todava tiene en algn punto el engrane duro, lo que causa un frenado, deben rehacerse sus dientes. De esta operacin ya se hablar ms adelante. Y con ella puede provo- carse un engrane flojo en otro sitio, pero ello aligerar el sitio duro, y soy de la opinin que el engrane flojo es el mal menor; es importante que el engrane no sea demasiado profundo, pues de otro modo perturbara la buena marcha.

    Ahora se quita la rueda horaria y se examina el engrane de la rueda minutera con el pin de can. Han de tenerse en cuenta las mismas observaciones que se hicieron para la rueda horaria. Saqese la rueda minutera y agrrese el pin con unas pinzas, probando de girar la rueda con los dedos, a fin de asegurarse de que est solidaria con el pin. Convirtase en hbito el verificar el eje de la rueda minutera con unas pinzas para ver si est firme. Algunas veces se puede encontrar flojo el pin de la rueda y frecuentemente el eje no est bien fijado. Ambos casos pueden perjudicar mucho y pasan fcilmente por alto si su verificacin no forma parte de la costumbre del pro- fesional relojero.

    CAPTULO V

    EL ESCAPE DE NCORA, SU EXAMEN Y CORRECCIN

    Hemos llegado al punto en que debe considerarse el modo de sujetar la mquina. Relojeros expertos prefieren sujetarla con la yema de los dedos, mientras otros, igualmente expertos utilizan un soporte especial. Se requieren soportes de varios ta- maos, y para las diversas formas pue accesorios den emplearseespeciales. De todos modos, es preferible adquirir aptitud para sujetar la mquina con los dedos. Con la platina superior hacia arriba, verifiqese el juego axial del eje del volante. Hagamos previamente dos pequeas definiciones:

    Juego axial es el movimiento disponible cuando la -distan- cia entre los rubes es mayor que la longitud del eje. Juego la- teral es el movimiento disponible cuando el agujero del rub es mayor que el dimetro del pivote.

    Evidentemente, la distancia entre los rubes y el dimetro de los agujeros de los mismos deben ser mayores que la longi- tud del eje y el dimetro del pivote, respectivamente, y las di- ferencias son las que dan la libertad de movimiento.

    Es difcil precisar la holgura de juego que ha de tener un eje; generalizando, se puede decir que ha de ser mnima, pero el eje debe de quedar en libertad. Si se dice que el eje ha de estar libre, quiere indicarse que lo ha de ser, pero no puede precisarse en qu cantidad. Naturalmente que el tamao del eje tiene mucho que ver en ello: un eje grande tendr ms juego que uno de pequeo. El juego es cuestin de proporcionalidad. No hay duda que los fabricantes tienen medios para medir la cantidad de juego de un eje, pero stos no son asequibles a los

  • 40 MANUAL PRCTICO DEL RELOJERO ESCAPE DE , su . ANCORA EXAMEN Y CORRECCIN 41 reparadores, que deben fiarse de su experiencia en este asunto, que aunque parece insignificante, es en extremo importante. Al- gunos relojeros comparan la cantidad de juego axial con otras piezas de la mquina, tales como el grueso del muelle espiral; otros dan medidas definitivas, mientras algunos se contentan di- ciendo que el movimiento debe ser imperceptible. Si examina- mos un reloj de 13 lneas el juego

    axial conveniente sera de 0,02 mm. Como idea de lo que significa tal cantidad, basta compararla con el grueso de un papel corriente de impresin que es de o, i mm, o sea 5 veces mayor. De todo lo que an- tecede se deduce que en esto se da una considerable tolerancia, y lo mismo puede decirse del juego la- teral. Segn esto, sostngase lige- ramente con unas pinzas el vo- lante por un brazo, y muvase

    arriba y abajo para sentir y decidir si se nota excesivamente o ya est bien. Generalmente, si el juego es mensurable, seal que es excesivo.

    Un ajuste prieto en el pivote, tanto en sentido axial como lateral, puede parar el reloj, o afectarlo de modo que, aunque el pivote pueda moverse cuando se prueba, no permita una buena lubricacin. Adems el eje puede no estar completamente verti- cal y esto es mucho ms serio.

    La mayora de relojes, incluyendo muchos de buena cali- dad, estn llenos de pequeos errores, cosa de todos modos to- lerable; y uno de los ms frecuentes de estos pequeos errores .es la falta de verticalidad. La inclinacin de un pin respecto a la vertical puede ser muy pequea y difcil de medir, si no se hace con instrumentos especiales muy delicados. Faltas micros- cpicas de esta clase son reveladas en la fbrica por aparatos de proyeccin, que amplan las piezas de la mquina varias veces, de manera que una pequea desviacin de la vertical se hace no- table. Como que siempre ha de haber juego lateral y axial, pue- de dejarse por sentado que la absoluta verticalidad nunca podr

    alcanzarse. Por esto, si los pivotes del eje del volante, o los de cualquier pin del tren, estn ajustados forzadamente en los rubes, se tendr una condicin de frenado, como muestra la figura 3 8 (exageradamente), dejando aparte la cuestin de la lubricacin.

    A pr ipot- imera vista parece que todo lo que antecede es htico, per tado, o de hecho no es as. Lo que quiero dejar bien senes que si los pivotes

    Fig. 38. E

    tienen un ajuste exactoentendien- do por exacto una precisin real , y si los agujeros son absolutamente ver- ticales, entonces, y slo entonces, puede la pieza girar libremente. Tal grado de precisin no existe en un reloj, y para acomodarnos a esta realidad debemos ser un poco generosos en lo que a ajustes se refiere.

    La aplicacin de aceite entre dos superficies, es como intro- ducir una serie de rodillos moleculares entre ellas. Si estos ro- dillos son demasiado tenues por causa de un ajuste prieto, no se notan las ventajas de la lubricacin. Si, adems, nuestro ideal es tener un ajuste exacto, debemos agenciarnos recursos ms o menos laboriosos para alcanzarlo. Como de ninguna manera nos interesa un ajuste prieto, cuando se acaba un pivote se ajus- ta en el agujero del rub, con pequeo deslizamiento, de modo que el rub caiga suavemente por su propio peso, y luego se da al pivote dos o tres pasadas con el bruidor para tener un lige- ro excede ente.de lib rtad.

    Para probar el juego lateral de los pivotes del eje del vo- lante, deb en la figura 39, con la pun- e tenerse la mquina como ta del dedo se en ndice apoyndo el borde de la platina y con la yema del dedo tocando la llanta del volante. Ahora con el ms ligero movimiento de vaivn, puede inclinarse, o no, segn la libertad de los dos pivotes. Hgase oscilar el volante muy des- pacio y examnese con una lupa potente el pivote superior, mirando por debajo del puente del volante. Hgase lo mismo

    je de volante incli- nado, con los pivotes trabados.

    Fig. 39. Comprobando el juego lateral de lospivotes del volante.

  • 42 MANUAL PRCTICO DEL RELOJERO ESCAPE DE NCORA, SU EXAMEN Y CORRECCIN 43 con el pivote inferior, mirando por el lado del puente del nco- ra. Puede que no se vean los pivotes, pero el eje debe observarse cuidadosamente tan cerca de ellos como sea posible. Digo esto, porque se suele tener la tentacin de observar los juegos latera- les mirando a travs de los rubes; esto no es satisfactorio, aun cuando se haya quitado todo el aceite. Los extremos de los pi- votes son pequeos y redondos, y a menos que haya un notable

    exceso de juego, ste no es lo suficientemente pronunciado pa- ra juzgar si es o no correcto. Segn mi parecer, no es una buena prueba. Se consiente una tolerancia, como con el juego axial, pero no se olvide que un muy pequeo juego lateral pue- de parar al reloj, o afectar su

    marcha, y que si es excesivo dar con toda seguridad una mala regulacin en diferentes posiciones.

    Otro ensayo del juego lateral consiste en colocar el volante como en la figura 40; deber poderse balancear aproximada- mente 5 por cada lado de la vertical.

    Como ltima prueba del juego axial del eje del volante, cuando la mquina est definitivamente montada y a punto de meterla en la caja, oprmase ligeramente con un palillo de ma- dera el contrapivote superior del eje: si el volante se para u oscila ms despacio al ejercer la presin, entonces el juego axial es escaso. Si, por el contrario, puede ejercerse bastante presin sin que el volante la acuse, es seal de que existe un juego axial excesivo. Sin embargo, no se olvide que ha de tenerse en cuenta la resistencia del puente del volante. Un puente dbil no sopor- tar la misma presin que un puente recio, y en esto debemos recomendar otra vez discrecin y experiencia.

    El juego axial del volante puede verificarse escuchando aten- tamente cuando la mquina, en su caja, se invierte de posicin. Apyese el reloj plano sobre la oreja, e inclnese rpidamente la cabeza (y el reloj, naturalmente) de un lado para otro, para poder or la cada de los pivotes del eje del volante sobre sus respectivos contrapivotes. Esta prueba slo da resultado en relo-

    jes de i o y lneas en adelante. En los relojes pequeos el vo- lante tiene tan poca masa que no se distingue el golpe de la cada. Esta prueba sirve para dos fines: indica si hay algn juego axial, y, con experiencia, puede determinarse si el juego es bas- tante y los pivotes estn libres en sus rubes. Si la caja, por el lado de la tapa, se apoya sobre la oreja derecha y se deja caer rpidamente la cabeza por el lado izquier-

    do, se oir que el pivote superior cae pe- gando sobre el contrapivote. Si despus se repite la operacin, pero lentamente, en sentido inverso, y la cada del pivote no es perceptible, ello indicar que el pivote se mete en su agujero. Se requiere un poco de prctica a conocer inmediata- para llegar mente si el ju ial es correcto o para ego axasegurar que lo otes estn libres o aga- s pivrrotados, per este ensayo puede practi- ocarse sencillamente sin perder nada, hasta alcanzar pericia. La ventaja de los agujeros hiperblicos en los rubes (figu- ra 41) es que si el agujero est ligeramente fuera de la vertical, no tendr tendencia a agarrotarse y, adems, se tiene una ma-

    yor reserva de aceite. El agujero cilin- drico (Fig. 42) causar el encasquilla- do del pivote, si no estn en lnea los pivotes superior e inferior. Aparte de la gran ventaja apuntada, la cual por s sola se recomienda, la superficie de friccin del agujero hiperblico es con- siderablemente menor que la del cilin- drico.

    Una caracterstica importante del escape, que vamos a examinar y com- probar seguidamente, es la posicin en la cara de retencin de la leva de la paleta, donde el diente de escape toca cuando el ncora detiene la rueda de escape. Para este examen, debe reti- rarse de la mquina el volante completo con el puente, y ste es el momento de comprobar los juegos axial y lateral del eje del ncora. Las observaciones-y tolerancias relativas al eje del

    . 40. El juego lateral del eje volante no debe permitir ms5 grados de inclinacin por

    dede

    Fig. 41. Agujero hiperblico de rub.

    Fig. 42. Agujero

    cilindrico de rub.

    '(J

    Fig. 43. Un pedazo depapel doblado puesto de-bajo del ncora constituye

    un excelente freno.

  • MANUAL PRACTICO DEL RELOJERO ESCAPE DE NCORA, SU EXAMEN Y CORRECCIN 45 volante de que se trat antes, son vlidas tambin ahora, con la excepcin de que el eje del ncora debe tener menos juego axial que el del volante. Tambin, si el eje del ncora no va mon- tado sobre rubes, el juego axial puede controlarse por los es- paldones de los pivotes.

    .

    h Af

    Fig. 44. El escape de ncora visto de perfil y de frente. Los ngulos varanligeramente en relojes de marcas diferentes. (Cortesa de Omega Watch Co.)

  • Es esencial algn dominio sobre el movimiento del ncora, cuando se examina la retencin, y puede obtenerse colocando > debajo de ella una pequea tira doblada de papel que acte" como cua (Fig. 43). El grueso de papel depende de la holgura ' que hay entre el ncora y la platina inferior; algunas mquinas aceptarn un pedazo de papel recio, mientras otras solamente-

    f A'NCOKA -aaiqo jsvsj O fata/fer/vrs Dardo OllO IIO3 al3B.trtQ

    t Cuerno sisq 3qs:r3. sfo EL , . S?. y ,!O13Jn 163 U'. tt'i- uqms sb sabbisisqo ge -m s oJ" ; " '- - bb noist:, n f' P/edra(fcra)de/e

    pa/eta de entrada ;>ip ; - ^ --- 7 Cara de retencii

    Gara dempt//so ti\ ^ iiissbs rrstj'n ,93

    un papel de, seda. La ligera elasticidad del papel actuar como un freno para fijar el ncora y retenerla en la posicin deseada. Dejemos que el muelle real se descargue del modo correcto. Con un palillo puntiagudo de madera movamos el ncora has- ta que un diente de la rueda de escape toque en la cara de impul- so de la leva de la paleta de entrada. Las levas (piedras, que pue- den ser metlicas, de acero, y modernamente son rubes) se llaman de entrada y de salida (Fig. 45). Cuando la rueda de escape gira, la leva de entrada es tocada en su cara exterior por el taln del diente de la rueda de escape, mientras la de salida lo es en su cara interior, llamndose a estas dos caras, caras de retencin. A los extremos de las levas amolados a un cierto n- gulo se les llama planos o caras de impulso. La accin del diente

    de escape sobre las caras de las levas, es primero de choque con ellas, lo cual motiva el paro de la rueda que giraba; pero la fuer- za que acta sobre la rueda contina ejerciendo presin sobre la cara de retencin, y esta cara debe estar a un ngulo tal

    /w/w ei'eje Cara de /mpi/fso

    Fig. 45. Definicin de las piezas del ncora

  • 46 MANUAL PRCTICO DEL RELOJERO ESCAPE DE NCORA, SU EXAMEN Y CORRECCIN 47 con el diente, que esta presin tienda a empujar el ncora en engrane con l. A esto se le llama impulso. El ligero movi- mien a al ncora, toma el nom- to que empujando las levas se dbre de accin siguiente es la osci- camino al punto muerto. La lacin del volante liberando la leva y permitiendo a la rueda que contine su giro. De esta manera el diente pasa a lo largo de

    la cara de impulso de la leva y se escapa enteramente del dominio del ncora. Entretanto la leva opues- ta ha entrado en contacto con otro diente de la rueda de escape para retenerse en su cara interior, y se repiten las opera empu- ciones de je, camino a punto muerto e im- pulso. Esta somera descripcin del funcionamiento del escape de n-

    cora se ha hecho aqu a fin de definir las diferentes palabras que se usarn en los prrafos siguientes. Estudese la figura 48.

    Volviendo a n de uestro examen de la retencin de la levaentrada, muvase adelante suavemente la rueda de escape haciacon el palillo de m verse, mien- adera para obligar al ncora a motras el diente se o. Cuan- desliza a lo largo de la cara de impulsdo el diente se libera de la leva, obsrvese atentamente con la lupa de doble le te corres- nte la posicin ex