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DOCUMENTO DE SÍNTESIS Y EXPLICATIVO DEL PLAN SECTORIAL FORESTAL DE SIERRA ESPUÑA Equipo redactor: Juan de Dios Cabezas Cerezo Ana Atienza Pérez Roque Pérez Palazón Asistencia técnica: Cristóbal Vila Portillo Mario Velamazán Ros

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DOCUMENTO DE SÍNTESIS Y EXPLICATIVO DEL PLAN SECTORIAL FORESTAL DE

SIERRA ESPUÑA

Equipo redactor: Juan de Dios Cabezas Cerezo Ana Atienza Pérez Roque Pérez Palazón Asistencia técnica: Cristóbal Vila Portillo Mario Velamazán Ros

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Planificación Forestal en Sierra Espuña

Plan de Trabajo

1. Documento de Síntesis y Explicativo del Plan Sectorial Forestal (2002)

2. Proyecto Tipo. Parcelas de muestra y análisis de los distintos

tratamientos forestales (2002)

3. Pliego de Prescripciones Técnicas de Aprovechamientos Forestales Maderables (2002)

4. Inventario Selvícola (2002)

5. Red de seguimiento de daños del Parque (Enfermedades y plagas,

incendios, nieves, caza...) (2003) Red de árboles singulares (2003) Red de estructuras forestales singulares (2003) Plan de lucha contra incendios (2003) Trabajos emanados del PRUG y PORN forestales no abordados (2003) Integración de modificaciones derivadas de los planes cinegético y pastoral del Parque, del plan de gestión del LIC, del plan de flora y fauna y del plan de gestión de los usos del parque (2003) Pliego de prescripciones técnicas de aprovechamientos forestales no leñosos (2003)

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“... el bosque, el verdadero bosque, el que mejor sirve a la economía general, en el que tienen cabida misión y provecho, propietarios e industrias, leñadores y pastores, artistas y turistas, está muy lejos de ser una masa regular y compacta de árboles iguales, monótona y amorfa, el bosque es una población vegetal, pero no un ejército de árboles. En esas formas próximas al óptimo natural, cada especie se beneficia del ambiente creado por las otras, y siempre hay alguna que aprovecha lo que a los demás no les interesa; la lucha por la existencia viene así a convertirse así en una especie de colaboración y mutua ayuda que es, precisamente, la que garantiza la estabilidad.” D. Luis Ceballos, 1945

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Documento de Síntesis y Explicativo del Plan Sectorial Forestal de

Sierra Espuña

1. Introducción............................................................................... 8

2. Memoria preliminar................................................................... 10

2.1 Antecedentes históricos

2.2 Objetivos de la nueva ordenación propuesta

2.3 Aspectos principales e influyentes del Plan de Ordenación de los

Recursos Naturales

3. La ordenación de montes, ¿qué es?............................................. 39

4. Partes que componen un proyecto de ordenación.......................... 40

5. Desarrollo de una aplicación informática de apoyo a la gestión

forestal.................................................................................... 41

6. El conocimiento del medio, el inventario....................................... 44

6.1 La división inventarial

6.2 El muestreo

7. La planificación a largo plazo, el plan general.............................. 138

7.1 Objetivos a conseguir

7.2 La meta forestal

7.3 Actuaciones

7.4 Descripción técnica de los trabajos selvícolas a realizar

7.4.1 Tratamientos de mejora de la masa: Intervenciones de control de la

competencia

5

7.4.2 Tratamientos de regeneración de la masa: Intervenciones de control

de la edad

7.4.3 La conversión a monte alto por resalveo

7.4.4 Regeneración por entresaca

7.5 Distribución en el tiempo y en el espacio de las actuaciones

7.5.1 Uso cuartel = Producción

7.5.2 Uso cuartel = Recreativo

7.5.3 Uso cuartel = Carrascal

7.5.4 Uso Cuartel = Conservación

7.5.5 Uso Cuartel = Protección

7.5.6 Zona de ribera y barranco

8 La planificación a medio plazo, el plan especial................................. 188

9 El plan anual................................................................................ 194

10 Compatibilidad entre la gestión forestal y las distintas figuras de

protección................................................................................... 195

ANEXOS

Anexo 1. Seguimiento y auditoria forestal permanente.......................... 200

0. Introducción

1. Análisis general

2. Sistema de certificación FSC

3. Sistema de certificación PEFC

a. Principios y criterios FSC........................................

b. Principios y Criterios PEFC (UNE 162002-1)

Anexo 2. Auditoria ambiental y de compatibilidad con otros usos del plan

especial y anual................................................................................ 300

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Anexo 3. Esquema de procedimiento de aplicación de las cortas de

regeneración y mejora en Sierra Espuña............................................... 302

Anexo 4. Evaluación económica de los recursos forestales del Parque...... 304

1. Conceptos para la valoración de activos ambientales

2. Datos del informe anual 1999 sobre uso público del Parque regional

3. Aplicación de la valoración económica integral al ecosistema “Parque

regional de Sierra Espuña”

Anexo 5. Evaluación del Plan Básico de Defensa Contra Incendios del

Parque............................................................................................. 360

0. Introducción

1. Determinación de la superficie en la que se va a actuar

2. Caracterización de la superficie en la que se va actuar

3. Definición de las actuaciones, modificación de la estructura espacial

4. Áreas cortafuego en Sierra Espuña

5. Metodología para el diseño de la red contra incendios

Anexo 6. Cálculos matemáticos.......................................................... 382

1. Conceptos de modelización ambiental

1.1 El uso de modelos en los procesos de toma de decisión de la

gestión forestal

1.2 Programación lineal como técnica de optimización

1.3 Método del SIMPLEX

Anexo 7. IFMS / CARIS..................................................................... 408

1. Introducción

7

1.1 La instrumentalización de la ordenación forestal: fundamentos

metodológicos

1.2 Tecnología de aplicación: IFMS

2. Los modelos matemáticos y la programación lineal en IFMS

2.1 Revisión de conceptos

2.2 Estructura y flujo de información en el módulo ForMAX

2.3 Desarrollo de planes de gestión forestal en ForMAX

2.4 FIS: La instrumentalización del Inventario según las IOMA

3. Aplicaciones de IFMS

Anexo 8. Consulta Panel de Expertos................................................... 471

Anexo 9. Presentación del Plan Sectorial Forestal.................................. 481

8

1. INTRODUCCIÓN

La planificación de la gestión forestal es un paso previo a cualquier tipo de

actuación. En ella se tienen en cuenta las condiciones del ecosistema que se

va a gestionar, las posibles consecuencias sobre este, los problemas que

pueda haber por la propiedad del monte... Una correcta planificación impide o

reduce los daños y aumenta los efectos positivos de las diferentes

actuaciones. Forma parte de un conjunto de procesos y tecnología (sistemas

de decisión forestal) que se utilizan como apoyo para asegurar la

sostenibilidad de las actuaciones en el ecosistema. De ahí que aumente su

trascendencia en espacios que se han protegido por su singularidad o

fragilidad.

En el caso de Sierra Espuña el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales

(PORN), exigía la realización de un Plan Sectorial de Ordenación Forestal, y

definía las líneas generales que este debía seguir para la compatibilidad de la

gestión forestal con el resto de los usos del parque. Los objetivos,

especificados en el artículo número 95, son los cuatro que se exponen a

continuación:

a) Conservar y garantizar la perdurabilidad de los recursos forestales de

Sierra Espuña.

b) Favorecer la evolución de la masa forestal hacia sistemas más maduros y

estables.

c) Incrementar la diversidad vegetal y faunística de los ecosistemas

forestales.

d) Compatibilizar la conservación y aprovechamiento de los recursos

forestales con la funcionalidad del espacio natural.

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El documento de planificación forestal ya se realizó, pero el equipo gestor del

parque, preocupado por la transparencia, decidió que sería interesante

completarlo con un informe en el que se explicasen sin tecnicismos los

mecanismos de sostenibilidad implementados, explicando lo que se hizo, lo

que se desea hacer y el por qué a cualquier persona interesada en este

emblemático paisaje. Se pretende que el conocimiento destierre conceptos

erróneos como el que iguala aprovechamiento a esquilmamiento del medio y

mostrar como se ha seguido en todo momento lo que el PORN especificaba

para el Plan Sectorial de Ordenación. Por ello a lo largo del texto aparecen con

letra cursiva las 11 directrices que se definieron en aquel momento, según se

llega al punto correspondiente de la planificación forestal.

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2. MEMORIA PRELIMINAR

2.1 Antecedentes históricos

La primera vez que los montes de Sierra Espuña fueron objeto de una

Ordenación fue en 1943. En aquel momento la Sierra quedó dividida en 10

montes, que constaban en el Catálogo de Montes de Utilidad Pública como

unidades independientes. Posteriormente se agrupó la superficie de los diez

montes en tan solo dos. Quedó así la Sierra formada por los montes número

28 y 29 del Catálogo, de Montes de Utilidad Pública, pertenecientes a los

términos municipales de Alhama de Murcia y Totana y numerados en el Elenco

de los Montes Propios del Patrimonio Forestal del Estado como MU - 1064 y

MU - 1065.

El primer Proyecto de Ordenación Forestal de Espuña lo realizó el Ingeniero

D. Antonio de Lleó Silvestre en 1943, pero no fue aprobado hasta el 14 de

Mayo de 1949. Los diez montes ya mencionados se dividieron en cuarteles, el

de máxima superficie era de 1.205 ha. y el de mínima de 233. El resto

quedaron en su mayoría compuestos por entre 300 y 500 ha. Los cuarteles se

compartimentaron a su vez en tramos, en concreto cuatro por cuartel, que

todavía se subdividieron en cantones. La superficie ordenada quedaba

repartida al final en 337 cantones. Las dimensiones de cada una de las

unidades era muy reducida, lo que dificultaba la gestión, pero a cambio se

conseguía una gran homogeneidad en las características de suelo y vuelo de

tramos y cantones.

Para la determinación de especies se realizó un estudio climático y de

vegetación que determinó como especie más adecuada el Pinus halepensis,

aunque en determinadas zonas y altitudes pudieran existir las especies Pinus

nigra y Pinus pinaster. Para la elección del método, y dadas las características

del monte, se estableció que la única posibilidad era la de monte alto.

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El autor consideraba que la edad óptima de aprovechamiento era aquella en la

que la masa alcanzaba el máximo crecimiento medio pero, dado el exceso de

espesura en que se habían desarrollado los árboles en Sierra Espuña, ese

momento le era difícil de determinar. Marcaba un turno definitivo que no

debía ser inferior a 80 años ni superior a 120, y definía con carácter

provisional uno de 100 años.

Pero esa edad era la óptima para obtener producción en un monte ordenado,

y Sierra Espuña estaba sin ordenar. Por eso definió además un turno de

transformación, periodo en el cual se debían ordenar los montes para su

gestión. Como la masa tenía unos cuarenta años, decidió que el turno de

transformación óptimo era de 75 años, dividido en tres periodos de 25.

El método de ordenación que se definió fue el denominado de “tramo fijo”.

Ya se ha dicho que cada cuartel se repartió en cuatro tramos. El turno

también se dividió en cuatro períodos , de manera que en cada período se

pasaba por un tramo. Se suponía que la regeneración natural debía

conseguirse en cada tramo durante el período. Es decir, si se cortaba en el

tramo I del cuartel durante los primeros 25 años, al finalizar estos toda la

superficie del tramo I debía estar cubierta de jóvenes plantas que variarían en

edad de 0 a 25 años. Si no se conseguía de manera natural debía plantarse o

sembrarse (Fig. 2.1.1).

Cuando el autor presentó el Proyecto de Ordenación a las autoridades

competentes, estas le remitieron las siguientes propuestas de mejora:

a) Teniendo en cuenta las características de determinadas zonas,

sobre todo en las zonas bajas, con pendientes pronunciadas y una peor

calidad de suelo y pensando en el carácter eminentemente protector de estos

montes, el tratamiento debería hacerse por cortas discontinuas, en vez de

hacerlo por cortas a hecho como se establecía en la Ordenación para todos los

Cuarteles.

b) Debería considerar la conveniencia de prolongar el turno definitivo

en los Cuarteles que así conviniera en 120 años y conservar el de 100 en

12

otros, añadiendo que el turno de transformación debería ser en este caso de

100 y 80 años respectivamente, dividido además en cuatro periodos y no en

tres.

c) En el tercero punto recomendaba de nuevo que al calcular la

producción potencial (posibilidad) se recordara el acusado carácter protector

de estos montes, indicándose además que en el desarrollo del Plan Especial se

tomaran cuantas garantías fueran necesarias con el fin de “no comprometer y

quebrantar las condiciones forestales futuras de Sierra Espuña”.

Fig. 2.1.1 Cada uno de los tramos del cuartel se cortaba completamente en 25 años. Al haber cuatro tramos por cuartel, se daba una vuelta completa a este último en 100 años, volviendo a

empezar entonces el ciclo.

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Con estos antecedentes se redactó el primer Plan Especial, que definía las

operaciones a realizar de 1950 a 1960 (Cuadro 2.1.1).

Premisas: • Turno de transformación: 75 años, dividido en tres periodos de 25 • Vigencia: 10 años, con semiperiodo de 15 años englobado en la próxima revisión.

Aprovechamientos: • Productos primarios: maderas gruesas (tablillas) • Productos secundarios: leñas, pastos, corteza de pino (en aquella época valorado) y caza

Posibilidad: • Para el turno de transformación de 75 años: 1633, 7 m3

• Para el turno de 120 años: 1329,05 m3

Plan de cortas: En los Tramos I de cada cuartel se debían realizar cortas a hecho, mientras que en los Tramos II, III, IV se utilizarían cortas de entresaca.

Cuadro 2.1.1 Detalles del Plan Especial concerniente al período 1950-1960.

La Primera Revisión del monte Sierra Espuña se realizó en Diciembre de

1966 por el Patrimonio Forestal del Estado, Tercera División Hidrológico-

Forestal. La revisión la llevó a cabo el Ingeniero D. Alfonso de Tapia

Albadalejo. Recibida por la jefatura es D. José Luis Parra Ortum quien informa

de esta a la superioridad, añadiendo una serie de modificaciones en un

Informe-Propuesta. Se desconocen las causas de un retraso de 6 años, ya que

el Plan Especial de Ordenación daba comienzo el año 1.951 y tenía una

vigencia de 10 años.

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Para conocer las existencias y el estado de la masa durante la revisión se

aprovecharon datos tomados en un conteo realizado en 1960. Para el Plan

Especial se realizó en 1970 otro que se usó posteriormente en la Revisión de

1977.

Basándose en las dudas expuestas en la Ordenación sobre la duración del

turno definitivo, y considerándolo en algunos casos excesivamente largo, el

Ingeniero encargado de la Revisión propuso la disminución del mismo.

Consideró además que ese turno no debía ser igual para los diferentes

cuarteles existentes, dadas las diferencias tan notables que había entre ellos.

Así, ante el turno de transformación y definitivo de 120 años aprobado en la

Ordenación, estableció turnos de transformación y definitivos a la vez de 80

años para los Cuarteles de mejor calidad y de 120 para los peores.

A partir de estos nuevos turnos de 80 años en algunos de los Cuarteles, calculó

la posibilidad y estableció que en ese mismo semiperiodo se eliminase la madera

cortable de los tramos primeros de cada cuartel. Habían pasado ya 10 años del

inicio del primer periodo, en realidad 16 por el retraso de la Revisión, y había

que terminar las cortas propuestas antes del final de primer periodo de 20 años,

es decir antes de 1970. Para cuarteles de 120 años, aquel era el segundo tercio

de un primer periodo de 30 años.

Las cortas consideró que debían seguir realizándose como se habían llevado a

cabo durante la década de los 50 es decir, a hecho, manteniéndose las

mismas características de tratamientos que los expuestos en la Ordenación.

En el Informe-Propuesta presentado a la Superioridad en el año 1.966, se

desarrollaba en primer lugar el informe de la Revisión y después se proponían

una serie de notables cambios. En primer lugar, y teniendo en cuenta que los

diez montes existentes se habían transformado ya en dos en una revisión del

Elenco, establecía un cambio de cuarteles, reduciendo el número de 19 en la

Ordenación y en la revisión, a 7. Quedaban agrupados estos en tres secciones

de la forma indicada en el Cuadro 2.1.2

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SECCION CUARTELES

Sección A A

Sección B B;-F; G

Sección C C; D; E

Cuadro 2.1.2. Agrupación de los cuarteles en secciones del Informe –Propuesta de la Jefatura en

1966.

La calidad de ciertos cuarteles hacía temer fallos en su reproducción. Los

Ingenieros de la Ordenación y la Revisión habían establecido para ellos turnos

largos esperando que los tramos se regenerasen durante el período

correspondiente. Había que ser muy cuidadoso porque eran zonas de gran

interés para la protección. En el Informe de la Jefatura se resolvió el problema

de manera distinta, la Sección C, formada por los Cuarteles C, D y E se

declaró protegida. Los planes dedicados a ella serían exclusivamente de

mejoras, ya que en aquel momento no era posible una explotación ordenada

de la misma.

La sección A se dedicaba al uso recreativo, y la B se consideraba la mas

adecuada para la producción.

En la fijación de turno llegaba a la conclusión de que este debía reducirse,

sobre todo teniendo en cuenta que los aprovechamientos se centraban en

zonas del monte de un mejor suelo y mayor productividad. Tras un laborioso

razonamiento llegaba a la conclusión de que la duración tanto del turno de

transformación como del definitivo debía ser de 60 años.

Para la redacción del Plan Especial el Ingeniero consideró que se encontraba

en el año 16 del primer periodo. Propuso la distribución de cortas finales a

hecho que se esquematiza a continuación. Estas cortas afectaban a los pies

de entre 20 y 39 cm de diámetro, también eliminaban los ejemplares

pertenecientes a la clase diamétrica menor de 20 cm que se encontraban en

16

el bosquete cortado, por lo que se consideró una posibilidad proveniente de

cortas finales en esa clase.

También se consideraba una posibilidad proveniente de extracortables,

considerados como tales los pies de diámetro mayor de 40 cm. Era un

volumen que debía extraerse en los tres primeros años, o sea, de 1.967 a

1.969 ambos inclusive.

A la posibilidad también contribuían unas cortas de entresaca a realizar en los

tramos II, III, y IV. Así se pretendía reducir el volumen de la corta final, y por

lo tanto la superficie de los rasos a crear.

TRAMO PERIODO

DURACION DEL

PERIODO

I 1967-1980 14 años

II 1967-1990 24 años

III 1981-1995 15 años

IV 1996-2000 5 años

Cuadro 2.1.3. Período durante el que se realizan las cortas finales en cada tramo.

Acabada así la propuesta fue enviada a la Superioridad que contestó

aprobando todo excepto la distribución de cortas propuesta ya que se

simultaneaban las cortas de reproducción en los diferentes tramos . Además

los períodos de reproducción variaban excesivamente, lo que producía un mal

escalonamiento en las clases de edad.

Para obviar estos inconvenientes, se le proponía que el turno de

transformación fuera de 40 años y diese comienzo en 1967. Por lo tanto los

periodos de reproducción resultaban de 10 años para cada uno de los tramos.

Se le solicitaba un plan de cortas con estas condiciones y, de modo urgente,

con el fin de que el mismo año 1.967 pudiera aprobarse y dar comienzo al

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mismo. Así se hizo rápidamente, quedando aprobada la propuesta de la

Jefatura.

Los periodos, en este turno de transformación de 40 años, a partir de 1.967

se distribuían del modo siguiente:

PERIODO AÑOS

1º 1.967-1.976

2º 1.977-1.986

3º 1.987-1.996

4º 1.997-2.006

Cuadro 2.1.4. Períodos considerados a la hora del redactar el Plan Especial 1967 – 1977.

Como consecuencia de esta nueva distribución temporal variaban las

posibilidades maderables anuales. En la Ordenación era de 1.329 m ³. En la

Revisión de 2.652 m³. y en el Informe-Propuesta de 6.034 m ³. A la

posibilidad de leñas se añadía la masa mayor de 40 cm. que al proponer

cortarla en tres años añadía 4.397 m³ en 1.967, 1968 y 1.969.

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Cuadro 2.1.5. Parámetros a lo largo de diferentes documentos de Planificación forestal en

Sierra Espuña de 1943 a 1967.

Denominación Elenco Superficie

(Has.)

Sierra Espuña de

Alhama MU-1064 3559,9200

Sierra Espuña de

Totana MU-1065 4754,1083

Cuadro 2.1.6. Superficies resultantes tras la revisión del Elenco de Montes que consideraba

Sierra compuesta por dos montes.

Concepto ORDENACION REVISION Inf.-Prop.

Jefatura

Turno definitivo (años) 120 60

Turno transformación (años) 80 120 60

Posibilidad anual (m 3) 1329 2652

6034

( + 4397

extracortables)

(67-69)

Div. dasocrática

(número de cuarteles) 19 7

19

SECCIÓN CUARTEL SUP (ha) RODALES

A A 489,82 21

B

B

F

G

1.824,70

1.541,60

988,20

79

75

29

C

C

D

F

601,10

637,70

2.361,88

30

20

84

TOTALES 8.445,00 338

Cuadro 2.1.7 División de los montes de Sierra Espuña en 1966.

Posibilidad: Calculada según las existencias habidas del conteo de la 1ª revisión. Se calculan árboles tipo distintos a los obtenidos en la Ordenación original (1943). Resumen de la posibilidad: 1966-1969: 10.431 m³. 1970-1976: 6.034 m³ Plan de Cortas: • Tramos primeros (de reproducción): entre 1967-1976 • Tramos segundos y terceros: se añade posibilidad de pies de 4ª clase diamétrica en adelante, más pies de segunda y tercera clase • Pies de cuarta clase diamétrica, corta desde 1967 a 1969

Cuadro 2.1.8 Detalles del Plan Especial concerniente al período 1967–1977.

20

La posibilidad que se había calculado era de 75.531 m ³ (3x10.431 +

7x6.034). Sin embargo lo que se señaló y cortó fueron 89.476 m ³. Esto

supuso un 1,216% de productos que se sacaron del monte y un 1,076% en

volumen comercializado.

Ya en el año 1977 fue el Instituto Nacional para la Conservación de la

Naturaleza, Servicio Provincial de Murcia el organismo que redactó la

Segunda Revisión de la ejecución de la ordenación del grupo de montes de

Sierra Espuña.

En esta segunda revisión el grupo de montes se redujo a los montes del

Catálogo de Utilidad Pública números 28 y 29. El primero denominado “ Sierra

Espuña de Alhama” situado en el término municipal del mismo nombre, con

clave del Elenco MU/1064 y una superficie pública de 3.689,3 Has. El segundo

denominado “Sierra Espuña de Totana” situado también en el término

municipal del mismo nombre, con clave del Elenco MU/1065 y con una

superficie total de 5.170,75 Has.

Basándose en los argumentos expuestos anteriormente, el último Plan

Especial aprobado estableció un plan de cortas de regeneración limitadas a los

tramos II de los Cuarteles A, B, F y G. Se consideró además que no era

conveniente establecer una localización que fuera más allá de los propios

tramos, dejando la libertad al ingeniero encargado de señalar, para que en

cada momento decidiera cuáles eran los rodales en destino, dependiendo de

las circunstancias selvícolas y de mercado.

La posibilidad anual calculada de acuerdo al Artículo 118 de las instrucciones

de Ordenación vigentes resultó de 3.223 m³ totales que correspondían en un

80% a P. halepensis y 20% a P. pinaster.

En cuanto a aprovechamientos secundarios únicamente se consideraron los

pastos y las áreas recreativas. Por aquellos tiempos se construyeron tres

establecimientos con cargo a la adecuación recreativa.

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2.2 Objetivos de la nueva ordenación propuesta El objetivo del proyecto que engloba el presente documento, ha consistido en

establecer las bases para la gestión socio-económico-forestal integral del

Parque Regional de Sierra Espuña y áreas de influencia, sobre los principios y

fundamentos más recientes de gestión sostenible y planificación jerárquica.

Estas ideas se han concretado en un plan general de ordenación de los

montes que se inscriben dentro del espacio natural (Plan Sectorial Forestal).

En concreto, se ha desarrollado una aplicación en soporte informático

(IFMS/CARIS), que permite establecer planes a largo, medio y corto plazo

sobre los recursos forestales, considerando las actuaciones y trabajos

referidos en concreto a la ordenación de montes y otras referidas al sistema

forestal: caza, incendios, pastos, etc. En particular se ha detallado el Plan

General de Ordenación con su primer Plan Especial, para los próximos diez

años de vigencia, siempre contemplando las Instrucciones de Ordenación de

Montes Arbolados vigente, y a su vez, aportando la flexibilidad que permite la

tecnología establecida. La incorporación de la tecnología informática citada,

podrá consolidar un completo seguimiento, eficacia y flexibilidad de la

planificación en cualquier momento a lo largo del periodo de aplicación del

proyecto. Así mismo, el objeto de contemplar un desarrollo informático de las

características de IFMS/CARIS consiste en suministrar a los gestores del

parque una herramienta que permita gestionar la ordenación forestal de los

montes contemplando aspectos sociales, cinegéticos, faunísticos y agrícolas

mediante la elaboración de modelos matemáticos que se plasman en

escenarios de gestión. La actualización y el seguimiento de estos planes

puede permitir una eficaz toma de decisiones ante situaciones concretas

planteadas.

En particular, el desarrollo de los procedimientos y tecnología aplicados se

han basado en el siguiente procedimiento científico:

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a) Delimitación geográfica de la zonificación de la gestión a partir de criterios

de homogeneidad, funcionalidad, de competencias administrativas o del área

de extensión de los problemas.

b) Recogida de datos y elaboración de la información necesaria y suficiente

para comprender la estructura del medio natural objeto de estudio y de los

procedimientos, tecnología y técnicas a aplicar.

c) Diseño de un proceso de aplicación de procedimientos, métodos,

tecnología y técnicas de gestión sostenible aplicables en el parque para

establecer un conjunto de objetivos: estructurado, jerarquizado,

compatibilizado y racionalizado, según distintos horizontes temporales de

planificación, a corto, medio y largo plazo.

d) Generación de soluciones tendentes al logro de los objetivos,

desarrollando alternativas evaluables en función de una serie de criterios que

incluyan el grado de consecución de los propios objetivos.

e) Proceso de selección de una alternativa para acotar las posibles soluciones

obtenidas en el proceso.

f) Proceso de evaluación de proyectos: aquellos contemplados en la propia

alternativa seleccionada o/y aquellos puedan surgir de una idea, problema o

planteamiento nuevo, incluyendo la evaluación ambiental y mecanismos que

permitan la selección y puesta en práctica.

g) Mecanismo de control y seguimiento de los procesos y métodos que se

han puesto en práctica, incluyendo un proceso de retroalimentación y

configurando un procedimiento continuo que informa sobre la realidad

cambiante reactualizando los objetivos sobre la base de esta nueva

información y permitiendo adoptar soluciones.

Para llevar a cabo la elaboración del proyecto, se analizaron los datos

históricos referidos a la ordenación de los montes catalogados y referidos en

el anexo correspondiente. Así mismo, y a través de reuniones con los

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responsables técnicos de la gestión del parque en la Consejería se estableció

una estructura de masa a conseguir al final del turno de 100 años, según

cantones forestales (UBIs en la terminología utilizada) en donde aparecieran

cinco clases de edad por cantón presentes dentro del mismo, según

superficies de ocupación iguales por clase de edad.

Otros conceptos relativos a caza y usos distintos identificados dentro del área

del proyecto fueron contemplados, con el fin de elaborar distintos escenarios

de gestión que afectarían a los cuarteles forestales en función a la presencia

de especies principales (pinos y carrascas).

Para la determinación de la nueva división dasocrática o zonificación de

gestión, se aplica un método experimental, que apoyándose en límites físicos

permanentes, elabora un análisis de pesos en el sistema de información

geográfica permitiendo evaluar la bondad de la división establecida. De esta

manera se consigue acceder a un procedimiento que automatiza la evaluación

en la selección de las unidades básicas de inventario.

24

2.3 Aspectos principales e influyentes del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales.

El presente Plan de Gestión ha de respetar en todos los aspectos las

directrices aprobadas en el P.O.R.N. de Sierra Espuña y su entorno.

Tanto éste Plan como el Plan Rector de Uso y Gestión, delimitan y orientan al

gestor técnico del entorno en la conservación, protección y posibilidades de

aprovechamiento de los recursos naturales existentes. De acuerdo al objetivo

del proyecto se han establecido las actuaciones de carácter gestor teniendo en

cuenta las disposiciones y normas que se establecieron en el Decreto

Nº13/1995 de 31 de Marzo por el que se aprobó el P.O.R.N. Por este motivo

se transcriben a continuación los párrafos influyentes que se han de tener

presentes en todo momento por el equipo que gestione en el futuro el Parque

Regional.

Artículo 61: Concepto y zonas.

1. A los efectos de regular los usos y actividades de las distintas zonas del

Parque Regional y definir los criterios de gestión que habrán de seguirse, se

zonifica interiormente el Parque en las siguientes zonas:

a) Zona de Conservación Prioritaria

-Subzona 1: Cumbres de Espuña y la Hoz.

-Subzona 2: Riberas y Barrancos.

b) Zona de Conservación Compatible

-Subzona 1: Umbrías del Bosque y la Sepultura.

-Subzonas 2 y 3: Estribaciones de Espuña.

-Subzona 4: Valdelaparra-Prado Mayor.

25

c) Zona de Uso Público Extensivo (Valle del río Espuña-Las

Tanganeras).

d) Zona de Uso Público Intensivo (Núcleos Recreativos de Alquerías,

Fuente del Hilo, La Perdiz y la Santa de Totana)

e) Viales.

Artículo 62: Concepto de usos compatibles, incompatibles y

preferentes.

1. Se definen como usos compatibles aquellos que genéricamente se

consideran adecuados para la Zona, en función de las características del tipo

de uso, estado de conservación y vocación de uso de la Zona y el destino de

la misma de acuerdo con la planificación.

2. Son usos preferentes aquellos que se consideran prioritarios para la

Zona entre los compatibles.

3. Se definen los usos incompatibles por exclusión de los anteriores, como

aquellos que se considera inconvenientes para la Zona en función de su

vocación de uso y sus necesidades de protección.

Sección 2: Zona de Conservación Prioritaria.

Artículo 63: Definición.

1. Se considera Zona de Conservación Prioritaria aquellas que

requiere un alto grado de protección por albergar mayores valores naturales,

científicos, culturales o paisajísticos, así como por la singularidad de sus

hábitats, especies y comunidades.

Se corresponde con las áreas cuyas condiciones paisajísticas y ecológicas

definen una vocación de uso claramente dirigida a la conservación y mejora

del medio, compatible con un tipo de uso público extensivo meramente

26

orientado a la investigación, la educación e interpretación ambiental y la

contemplación de la naturales de forma controlada.

2. Se determinan dos Subzonas, correspondientes a:

a) Subzona 1: Cumbres de Espuña y la Hoz. Corresponde a los terrenos

culminales de la Sierra y el área comprendida por el cañón del Barranco de la

Hoz.

b) Subzona 2: Riberas y Barrancos. Corresponde a las líneas de drenaje

más adecuadas para la aplicación de programas de conservación y

recuperación de la vegetación riparia y matorral autóctono asociados a las

condiciones ombroclimáticas de fondos de barranco.

Artículo 64: Usos preferentes, compatibles e incompatibles.

1. Se consideran usos preferentes para esta zona los siguientes:

a) Las actividades dirigidas a la investigación.

b) Las actividades dirigidas exclusivamente a la conservación y mejora del

medio natural, en especial la restauración de la vegetación de ribera en la

Subzona 2.

2. Para la Subzona 1 (Cumbres de Espuña y la Hoz) se consideran usos

compatibles los siguientes:

a) Las actividades deportivas informales (escalada), bajo la regulación

realizada por el PRUG y el Plan de Uso Público.

b) Las actividades dirigidas a la educación e interpretación ambiental,

bajo la regulación realizada por el PRUG y el Plan de Uso Público, que no

impliquen construcción de ninguna nueva infraestructura de cualquier índole,

excepto señalizaciones.

c) El uso y acondicionamiento de construcciones ya existentes para las

actividades mencionadas en el párrafo anterior.

27

d) Las actividades de contemplación y disfrute de la naturaleza a través

de caminos y sendas habilitadas para ello.

3. Para la Subzona 2 (Riberas y Barrancos) se considera compatible el

uso público extensivo.

4. Para esta Zona, se consideran usos incompatibles los restantes, en

particular:

a) Para la Subzona 1:

-El pastoreo.

-Los trabajos o aprovechamientos forestales que no vayan exclusivamente

dirigidos a la mejora de las condiciones ecológicas.

-La actividad cinegética excepto el control de las poblaciones de Arrui y de

especies oportunistas.

-La instalación de nuevas infraestructuras o equipamientos permanentes o

temporales dirigidos al uso público.

-La apertura de nuevos caminos o pistas, así como el asfaltado de las

actuales.

-La localización de cualesquiera otra infrestructura no dirigida estrictamente a

la conservación, investigación o gestión del Parque.

b) Para la Subzona 2:

-El pastoreo.

-Los trabajos o aprovechamientos forestales que no vayan exclusivamente

dirigidos a la mejora de las condiciones ecológicas.

5. El acceso rodado en la Zona será, con carácter general, incompatible.

No obstante:

a) Se permitirá el ingreso de vehículos relacionados con la gestión del

Parque.

28

b) Se podrá autorizar el acceso de vehículos por razones de servidumbre,

seguridad, investigación, de gestión de la zona, relacionadas con visitas

organizadas o por circunstancias excepcionales de otra índole.

c) El acceso al tráfico rodado por la carretera de subida al Morrón desde

el Collado Bermejo, estará permitido para vehículos militares. Para los

restantes vehículos, el PRUG definirá la conveniencia y modos del acceso.

Sección 3: Zona de Conservación Compatible.

Artículo 65: Definición.

1. Se define como aquel territorio en que la conservación y mejora de

sus valores naturales es compatible con un cierto grado de uso extensivo o de

aprovechamiento primario, incluido el uso agrícola actual y la ganadería.

2. En términos generales, corresponde con las áreas cuya vocación de

uso y orientaciones de la gestión responden prioritariamente a la necesidad de

mantener, potenciar y mejorar el paisaje forestal y las condiciones de

conservación y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, entre

ellos suelos y pastos, bajo los criterios generales expuestos en las directrices

para elaboración del Plan Sectorial de Ordenación Forestal y los Planes de

Conservación y Mejora del Medio Natural, con las siguientes especificaciones

según subzonas:

a) Subzona 1 (Umbrías del Bosque y la Sepultura): Corresponde a

áreas de potencialidad de aprovechamiento forestal alta en el contexto de

Sierra Espuña y su vocación de uso es la conservación y mejora de las

condiciones ecológicas compatible con otro tipo de usos extensivos, en

especial con el aprovechamiento forestal productivo, siempre en función de lo

determinado por el Plan Sectorial de Ordenación Forestal.

b) Subzona 2 y 3 (Estribaciones orientales y suroccidentales de

Espuña): Corresponde a áreas cuya potencialidad de aprovechamiento

forestal es baja y, por tanto, su vocación de uso se orienta prioritariamente a

29

la protección y mejora de las condiciones ecológicas, compatible con otro tipo

de usos extensivos como el pastoreo controlado.

c) Subzona 4 (Valdelaparra-Prado Mayor): Corresponde a áreas de

mayor potencialidad de carrascal por lo que se define su vocación de uso

como la de estudio y tratamiento para la recuperación de esta vegetación

climática, garantizando en cualquier caso la compatibilidad con otros usos

tradicionales extensivos, en especial pastoreo en las áreas actualmente

usadas para ello.

Artículo 66: Usos preferentes, compatibles e incompatibles.

1. Se consideran usos preferentes para esta zona los siguientes:

a) Actividades dirigidas a la investigación.

b) Actividades dirigidas a la conservación y mejora del medio natural,

en particular.

- Aquellas determinadas por el Plan Sectorial de Ordenación Forestal y los

Planes de Conservación y Mejora del Medio Natural y sus directrices

contenidas en este PORN.

- Recuperación del carrascal en la Subzona 4.

c) El aprovechamiento forestal en monte público y privado, en

especial en la Subzona 1, de conformidad con la regulación realizada en el

Plan Sectorial de Ordenación Forestal y tras la aprobación de los

correspondientes planes de aprovechamiento

2. Se consideran usos compatibles, además de los anteriormente

citados, los siguientes:

a) Uso público y recreo extensivos.

b) Mantenimiento y mejora de instalaciones recreativas ya existentes.

c) Actividad deportivas informales.

d) Actividades dirigidas a la educación e interpretación ambiental.

30

e) Actividad cinegética.

f) Pastoreo en enclavados privados y monte público, de conformidad

con la regulación desarrollada por el Programa de Pastoralismo, y con las

limitaciones que se relacionen con el programa de restauración del carrascal

en la Subzona 4.

g) Adecuación de edificaciones ya existentes.

h) Actividad agrícola en enclavados privados.

i) Explotación racional del uso del agua.

3. Se consideran usos incompatibles los restantes.

Sección 4: Zona de Uso Público Extensivo (Valle del Río Espuña- Las

Tanganeras).

Artículo 67: Definición.

1. Se define como la zona que alberga formaciones naturales

representativas pero en general de menor fragilidad, en las que se desarrolla

actualmente un cierto tipo de uso público extensivo compatible con la

conservación.

2. Corresponde al área central del Parque cuya vocación de uso es la

constituir una amplia zona en la que el uso público extensivo implique

actividades lúdicas y de contemplación que no requieran infraestructuras

significativas en el marco de un área gestionada para la conservación y

mejora de las condiciones del medio natural.

3. A los terrenos privados incluidos dentro de esta zona se les aplicará la

normativa prevista para la Zona de Conservación Compatible.

Artículo 68: Usos preferentes, compatibles e incompatibles.

1. Se consideran usos preferentes para esta zona los siguientes:

a) Las actividades dirigidas a la investigación.

31

b) Las actividades dirigidas a la conservación y mejora del medio natural.

c) Las actividades dirigidas a garantizar el correcto desarrollo del uso público

y recreo extensivos.

d) Las actividades dirigidas a la aplicación de programas y campañas de

educación e interpretación ambiental, incluido la instalación de señalizaciones.

2. Se consideran usos compatibles, además de los anteriormente citados,

los siguientes:

a) Las actividades deportivas no organizadas.

b) Las actividades deportivas organizadas que no requieran infraestructura y

los regulados por el PRUG y el plan de Uso Público.

c) La adecuación y utilización de construcciones e infraestructuras ya

existentes para uso público, recreativo o turístico.

3. Se consideran usos incompatibles los restantes.

4. La compatibilidad o incompatibilidad de la actividad cinegética en esta

zona será determinada por el Plan Sectorial de Aprovechamiento Cinegético, y

en cualquier caso será considerada actividad compatible los métodos de

control de las poblaciones de Arrui y de especies oportunistas.

Sección 5: Zona de Uso Público Intensivo.

Artículo 69: Definición.

Corresponde a los núcleos de Alquerías, Huerta Espuña- Fuente del

Hilo, La Perdiz- Sanatorio, y la Santa de Totana, caracterizados por ser áreas

donde se polariza el uso intensivo del Parque Regional. Es, por tanto, la Zona

donde deben desarrollarse los oportunos proyectos de mantenimiento, mejora

o creación de infraestructuras, al objeto de mejorar los servicios al visitante y

población local.

32

Artículo 70: Usos preferentes, compatibles e incompatibles.

1. Se consideran usos preferentes para esta Zona los siguientes:

a) Los tratamientos forestales para ordenación de la Zona, creación de

bandas tampón y elementos disuasorios.

b) El mantenimiento o construcción de instalaciones o edificaciones por parte

de la Administración del Parque para recreo, información, acogida, albergue,

investigación, educación, interpretación ambiental o similares relacionadas

con el uso público.

c) Las actividades dirigidas a la aplicación de programas y campañas de

educación e interpretación ambiental, incluido la instalación de señalizaciones.

Para la Subzona de La Santa de Totana, se considerará igualmente uso

preferente las actividades y eventos de carácter popular y religioso, bajo la

dirección del Patronato “Fundación Santa Eulalia”.

2. Se consideran usos compatibles, además de los anteriormente citados,

los siguientes:

a) La acampada en las áreas que determine el PRUG y el Plan de Uso Público.

b) Las actividades deportivas no autorizadas.

c) Las actividades deportivas organizadas sin infraestructura, de conformidad

con la regulación realizada por la PRUG y el Plan de Uso Público.

d) La adecuación y utilización de construcciones ya existentes por parte de la

iniciativa privada para la instalación de bares y merenderos.

Para la Subzona de La Santa de Totana, se considerará, igualmente, uso

compatible la instalación de bares y merenderos de nueva creación.

3. Se consideran usos incompatibles los restantes, incluido la actividad

cinegética, instalación de camping, uso de caravaning y construcción de

instalaciones deportivas permanentes.

33

Sección 6: Viales.

Artículo 71: Definición.

Corresponde a los ejes definidos como prioritarios para dirigir el flujo

en el Parque Regional. Deberán funcionar como los ejes principales de entrada

y salida del Parque, de forma que la planificación sirva para polarizar el uso

público de la manera y hacia las zonas que sean de interés, incluido la

potenciación de una entrada principal al Parque por el Berro para la

promoción socioeconómica de este núcleo rural.

En esta zona se garantizarán las mejores condiciones de transito y se

dispondrán las infraestructuras, tales como señalización, aparcamientos,

apartaderos o miradores, que consigan el objetivo de polarizar el uso de estos

viajes detrayendo intencionalidad de uso de los restantes.

Artículo 72: Usos preferentes, compatibles e incompatibles

1. Se consideran usos preferentes para esta zona los siguientes:

a) Tratamientos forestales para ordenación de la Zona, defensa forestal,

bandas tampón y elementos disuasorios.

b) Trabajos relacionados con la mejora de la infraestructura y seguridad vial,

creación de aparcamientos y miradores.

2. Se consideran usos compatibles, además de los anteriormente citados,

los siguientes:

a) Actividades dirigidas a la investigación.

b) Actividades dirigidas a la conservación y mejora del medio natural.

c) Construcción de instalaciones o edificaciones por parte de la

Administración del Parque para recreo, información, acogida, albergue,

educación o interpretación ambiental.

d) Actividades deportivas no organizadas.

34

e) Actividades deportivas organizadas conforme a la regulación del PRUG y el

Plan de Uso Público.

f) Actividades dirigidas a la educación e interpretación ambiental.

g) Pastoreo en borde de cuneta, siempre que así se desprenda de los

resultados del Programa de Pastoralismo y de acuerdo con su regulación.

3. Se consideran usos incompatibles los restantes, incluida la caza en una

banda de seguridad de 100 metros.

El Parque Regional de Sierra Espuña se divide conforme a lo estipulado en los

artículos 61 – 72 del P.O.R.N. en función de los usos y actividades permitidos.

También se realiza en el mismo documento, en el artículo número 97, otra

clasificación del territorio en distintas unidades de gestión forestal: de

Protección, de Conservación, de Potencialidad Productiva ... Mas adelante se

entrará en detalle en la definición de cada una de las unidades, basta ahora

con observar la relación entre ambas divisiones (Cuadro 2.3.1).

Mediante la división del Parque en Unidades de Gestión Forestal, el P.O.R.N.

ya influye en el Plan Sectorial Forestal. Pero también afecta a la gestión

forestal de manera indirecta al condicionar las actuaciones a realizar en la

amalgama de montes privados y públicos que forman Sierra Espuña.

Los montes privados deberán seguir lo estipulado en el Artículo 43 del

PORN relativo al aprovechamiento forestal en fincas privadas.

1. Los aprovechamientos forestales de fincas particulares existentes

en el ámbito del PORN estarán regulados por los correspondientes

proyectos de ordenación y planes técnicos.

2. Dichos proyectos y planes deberán asumir las directrices generales

para la gestión forestal recogidas en el PORN y las determinaciones

del Plan Sectorial de Ordenación Forestal, y serán aprobados por la

Consejería de Medio Ambiente.

35

Los montes públicos y consorciados que en parte o en su totalidad forman

parte del Parque Regional de Sierra Espuña son los siguientes:

- Monte número 79 del Catálogo de Montes de Utilidad Pública, denominado

Umbría de Sierra Espuña y perteneciente al Ayuntamiento de Mula. De sus

4328 ha, 710 son enclavados y 490 están consorciados.

- Monte número 28 del Catálogo de Montes de Utilidad Pública, denominado

Sierra Espuña de Alhama y perteneciente a la Comunidad Autónoma. De

sus 3876 ha, 187 son enclavados.

- Monte número 29 del Catálogo de Montes de Utilidad Pública, denominado

Sierra Espuña de Totana y perteneciente a la Comunidad Autónoma. De sus

6194 ha, 414 son enclavados.

- Monte número 83 del Catálogo de Montes de Utilidad Pública, denominado

Coto de Santa Eulalia y perteneciente al Ayuntamiento de Totana. De sus

179 ha, 5,5 son enclavados.

- Monte número 85 del Catálogo de Montes de Utilidad Pública, denominado

Sierra y Llano de las Cabras. Se encuentra en el término municipal de

Totana, pertenece al Ayuntamiento y se encuentra en régimen de consorcio.

De sus 590 ha, sólo 146 se encuentran dentro del Parque y son por lo tanto

consideradas en el Plan Sectorial Forestal de Sierra Espuña.

- Monte número 525 del Catálogo de Montes de Utilidad Pública. Formado por

138 ha y denominado Santa Leocadia. De propiedad privada y consorciado.

Se encuentra dentro del Parque pero no se encuentra en la superficie a la que

afecta el Plan Sectorial forestal.

- Monte número 527 del Catálogo de Montes de Utilidad Pública, denominado

Malvariche. Monte privado consorciado con una superficie de 259 ha.

36

Las diferentes divisiones del Parque se comparan en los cuadros 2.3.2 y 2.3.3.

ZONA PORN SUBZONA PORN PORN FORESTAL

Conservación Compatible

Umbrías del Bosque y la Sepultura Potencialidad Productiva

Conservación Compatible Estribaciones de Espuña Protección

Potencialidad Productiva Conservación Conservación

Compatible Valdelaparra-Prado Mayor Recuperación y Regeneración de Carrascales Potencialidad Productiva Conservación

Prioritaria Cumbres de Espuña y la

Hoz Conservación Conservación

Prioritaria Riberas y barrancos

Uso Recreativo Uso Público Intensivo

Protección Potencialidad Productiva Uso Público

Extensivo Protección

Cuadro 2.3.1 Comparación entre la división que hace el PORN para la regulación de usos y

actividades y la que aparece en el mismo documento para la correcta gestión forestal del Parque

de Sierra Espuña (PORN forestal).

37

MONTE ZONA PORN SUP

28 Conservación compatible 2142,51

Conservación prioritaria 650,25

Uso intensivo: Paisajes Agrarios 21,96

Uso público extensivo 841,09

Uso público intensivo 200,36

29 Conservación compatible 3061,71

Conservación prioritaria 1799,80

Uso público extensivo 1051,73

Uso público intensivo 48,25

79 sin con. Conservación compatible 3236,69

Conservación prioritaria 296,23

79 con. Conservación compatible 480,70

Conservación prioritaria 2,30

83 Conservación compatible 99,93

Conservación prioritaria 23,19

Uso público intensivo 58,34

85 Conservación compatible 142,03

527 Conservación compatible 233,37

Conservación prioritaria 25,44

525 Conservación compatible 94,65

Cuadro 2.3.2 División de cada uno de los montes públicos o consorciados que forman parte del

Parque atendiendo a los artículos 61-72 del PORN.

38

MONTE DIVISIÓN FORESTAL PORN SUP

28 Corredores de vegetación riparia 199,69

Cultivos y zonas urbanizadas 124,57

Unidad con potencialidad productiva 1017,14

Unidad de conservación 288,06

Unidad de protección 2057,62

Unidad de regeneración y recuperación de carrascales 5,93

Unidad de uso recreativo 203,53

29 Corredores de vegetación riparia 292,20

Cultivos y zonas urbanizadas 49,11

Unidad con potencialidad productiva 1705,76

Unidad de conservación 1041,63

Unidad de protección 2833,57

Unidad de uso recreativo 49,17

79 sin con. Corredores de vegetación riparia 104,18

Cultivos y zonas urbanizadas 52,02

Unidad con potencialidad productiva 1486,53

Unidad de conservación 272,76

Unidad de protección 1086,29

Unidad de regeneración y recuperación de carrascales 582,64

79 con. Cultivos y zonas urbanizadas 7,53

Unidad con potencialidad productiva 1,5

Unidad de conservación 1,64

Unidad de protección 274,47

Unidad de regeneración y recuperación de carrascales 205,34

83 Corredores de vegetación riparia 23,19

Cultivos y zonas urbanizadas 3,68

Unidad de protección 154,59

85 Unidad de protección 144,83

525 Unidad de protección 94,65

527 Corredores de vegetación riparia 25,44

Unidad con potencialidad productiva 208,09

Unidad de conservación 25,29

Cuadro 2.3.3 División de cada uno de los montes públicos o consorciados que forman parte del

Parque en las unidades de gestión forestal que define el PORN.

39

3. ORDENACIÓN DE MONTES, ¿QUÉ ES?

El PLAN SECTORIAL DE ORDENACIÓN FORESTAL de Sierra Espuña define la

forma en que se van a gestionar los diferentes recursos forestales del parque.

Es lo que a nivel técnico se conoce como ORDENACIÓN DE MONTES, que se

concreta en un documento que describe lo que debe hacerse en un monte

para alcanzar los objetivos que para este se han fijado. No se trata de un plan

rígido de actuaciones, sino de un compendio de líneas a seguir según sean las

condiciones del medio natural en el que se trabaja.

El termino ordenación forestal puede recordar a la ordenación territorial, pero

no es lo mismo. El Plan Sectorial no se limita a asignar un uso a una zona,

sino que entra más en detalle en lo que se va a hacer en cada superficie.

Puede verse claramente en las superficies que se han definido como Unidades

de Uso Recreativo, en ellas se especifica qué masa debe haber en la zona, qué

tipo de actuaciones son necesarias para obtenerla y dónde y cuándo se

llevarán a cabo estas. Define los parámetros de lo que se quiere que sea una

gestión forestal sostenible.

Tampoco se debe pensar en la ordenación como una planificación económica

en función de la madera a sacar. Como se vera más adelante considera

muchos otros recursos del bosque y tiene en cuenta tanto la parte económica

como la conservación de la biodiversidad o la belleza del paisaje. Es el caso de

las Unidades de Conservación, áreas en las que el aprovechamiento se lleva a

cabo con el único objetivo de conservar y mejorar el ecosistema y sus

recursos.

40

4. PARTES QUE COMPONEN UN PROYECTO DE

ORDENACIÓN

Para entender por qué y qué se ha planificado, se analizará ahora cada una de

las partes que deben componer un proyecto de ordenación y que forman el

Plan Sectorial de Ordenación Forestal de Sierra Espuña.

1. Inventario: En él se describe en profundidad el estado en el que se

encuentra el territorio que se va a gestionar. Se divide en cuatro partes,

que analizan la situación del monte desde diversos puntos de vista.

2. Planificación: Es la parte en la que se determinan los objetivos a

perseguir y la forma en que se accederá a ellos. Esta a su vez se divide en

compone de las siguientes fases:

2.1 Zonificación del Monte.

2.2 Determinación de los objetivos.

2.3 Planificación a largo plazo o Plan General.

2.4 Planificación a medio plazo o Plan Especial.

2.5 Planificación anual.

41

5. DESARROLLO DE UNA APLICACIÓN

INFORMÁTICA DE APOYO A LA GESTIÓN

FORESTAL

Como apoyo a la toma de decisiones en la gestión forestal del Parque Regional

de Sierra Espuña se ha desarrollado estos últimos años una potente

herramienta informática, que forma parte de un Sistema de Decisión Forestal

con el que se desea asegurar una gestión sostenible del parque. Se trata de

una aplicación llamada IFMS (Integrated Forestry Management System) en la

que se han introducido los datos que definen la situación actual del monte. A

partir de ahí se puede ver qué sucedería si se realizase una u otra acción o

qué actuaciones permitirían obtener un determinado producto o servicio. No

es objeto de este documento profundizar en el funcionamiento de la

aplicación, pero sí conocer su existencia y funciones.

Fig. 5.1 . Módulos que componen IFMS (Integrated Forestry Management System)

TÍT U L O I: IN V E N TA R IO

TÍT U L O II : E stu dio d e u so s, d eter m in a ció n d e ob jetivo s y zo n ificación

TÍT U L O III: P L A N E SP E C IA L

TÍT U L O III: P L A N G E N E R AL

G E S TIÓ N : P L A NE S

A N U A L E S

G IS (C A R IS )

M ó du lo de Inform ació nF ores tal (F IS )

M ó d ulo d e P lan ificació n alarg o p laz o (F orM A X )

M ó du lo de P lanificació n

ope rativ a (O P _ P L A N )

S eg u im ien to y c on tr ol d e

C os tes (C T S )

42

Esta aplicación aparece dividida en varios módulos, cada uno tiene una

función distinta y por lo tanto se utiliza en un momento diferente de la gestión

de la superficie forestal (Fig. 5.1).

FIS (Módulo de Inventario Forestal)- Se utiliza para el

conocimiento del monte. Permite recopilar datos de inventario,

estructurarlos y procesarlos, no solo eso, si cambian ciertos parámetros los

actualiza.

ForMAX (Módulo de gestión de la planificación forestal)-

Planificación Estratégica a largo plazo, que proporciona la solución óptima

para la elección del plan general más adecuado. Sirve de apoyo el técnico

cuando tiene que tomar decisiones a largo o medio plazo, le ofrece

diferentes posibilidades en función de los objetivos que este se ha marcado,

y permite establecer alternativas de gestión según condicionantes que

pueden ser manejados dentro del propio sistema por el gestor. La

actualización de la planificación se realiza de manera inmediata una vez se

procesan los nuevos datos introducidos..

OPPLAN (Módulo de Planificación Operativa)- Permite planificar,

programar y presupuestar todas las operaciones a realizar en el monte en un

marco temporal de trabajo anual. Así el encargado de tomar las decisiones

puede hacerlo con una información de base.

CTS (Módulo de Control de Operaciones)- Seguimiento y Control de las

operaciones selvícolas en ejecución. Sirve para comparar lo que se está

haciendo con lo que se había planificado previamente para poder actualizar la

planificación..

CARIS (Sistema de Información Geográfica). Permite visualizar en

mapas toda la información recogida en el estudio del medio y la creada en los

módulos anteriores (Fig. 5.2).

43

Fig. 5.2 . Representación en CARIS de la división de Sierra Espuña atendiendo al nivel de

regeneración encontrado en cada cantón.

44

6. EL CONOCIMIENTO DEL MEDIO, EL

INVENTARIO

Para definir el ESTADO del monte antes de la planificación es necesario definir

sus características (caracterización forestal), para lo cual se utiliza el

inventario: una radiografía del monte que indica su estado de salud. Gracias a

él se conoce tanto el potencial productivo como las restricciones que puede

haber al aprovechamiento. Se analiza el monte desde distintos puntos, puntos

que han ido evolucionando con los años. Por ejemplo, antes se daba relativa

importancia a la diversidad de flora y fauna, mientras que hoy en día

constituye una de las prioridades en la gestión de un monte. Siguen vigentes

sin embargo las Instrucciones de Montes Arbolados de la década de los 70,

por lo que los nuevos procesos utilizados en Sierra Espuña se han debido

estructurar con el fin de redactar el documento dentro de la normativa que

dichas instrucciones señalan. Aparece por eso dividido en cuatro partes o

puntos de vista:

Estado natural: En el que se analiza tanto el medio físico (clima...) como la

flora o la fauna. Se trata de conocer los ecosistemas sobre los que se va a

actuar.

Estado socio-económico: En esta parte se estudia tanto la relación monte-

industria, como la monte-comunidad rural, es decir, que se profundiza en el

monte como entidad productiva, fuente de riqueza y estabilidad social.

Art. 96 k) Se evaluará la posibilidad de generación de rentas en las unidades

con potencialidad productiva

Estado legal: Se informa acerca de la propiedad de las distintas partes del

monte, de la existencia de ocupaciones o servidumbres, de los límites... En

definitiva, de las características administrativas y legales que pueden

condicionar las actuaciones forestales.

45

Estado forestal: Se trata de conocer la situación en la que se encuentra el

recurso que se va a aprovechar, en este caso la madera: estructura de la

masa, volúmenes, crecimientos...

6.1 La División Inventarial

Hay un paso previo a estos estados, la División Inventarial. Se parte de la

unidad administrativa “monte”. Ya se han mencionado en el apartado 2.3 los

montes públicos o consorciados que componen Sierra Espuña.

Dentro de cada monte se diferencian y caracterizan las diferentes unidades en

función de su uso: superficie forestal, agrícola, inforestal... Después, las

superficies de carácter forestal se subdividen en cuarteles de inventario.

Cada uno de ellos tiene un objetivo prioritario (producción, protección...) que

puede ser revisado y corregido cuando se estime conveniente en función de

los resultados aportados por el estudio de las masas arbóreas. En Sierra

Espuña se obtuvieron mas de cuarenta cuarteles atendiendo a factores como

la propiedad, la cubierta vegetal o la zonificación del PORN (Fig. 6.1.1).

Cuadro. 6.1.1. Parámetros considerados a la hora de definir los cuarteles.

Todavía estos cuarteles vuelven a ser divididos en cantones, las unidades

cuya calidad se supone homogénea. Estas son la unidades últimas de

Zonificación de gestión

Propiedad Zonificación PORN Morfología física del parque y relieve Datos de campo a nivel parcela, modificando la zonificación de gestión y la zonificación del PORN, en donde se ha estimado oportuno en base al trabajo de campo (cubierta vegetal, relieve y estado de la masa) En algunos casos se han utilizado los caminos o cortafuegos en la división por cuarteles.

46

inventario. Siempre se intenta que sus límites sean claros y permanentes.

Para definirlos se utilizó un procedimiento de cálculo experimental con la

intención de que los cantones fuesen de verdad zonas ecológicamente

homogéneas. Para ello se definió un Índice de Calidad, llamado “Índice de

Cantonabilidad” que considera distintos elementos de cálculo, como la

pendiente o la orientación. Con el uso de CARIS y el sistema gestor de datos

se clasificó la superficie de Espuña según el citado Índice, después se

superpuso con el mapa de división inventarial elaborado. Al hacer la

intersección de ambas capas se comprobó que cada cantón tuviera la mayor

parte de su superficie con un valor del índice de calidad similar. Eso sirvió

para consolidar la división previa en cantones y establecer la definitiva.

SEIS parámetros definieron conjuntamente el Índice de Calidad de Cantón

(Cuadro 6.1.2). Se disgregaron en dos grupos de tres, de acuerdo a la

existencia o inexistencia de arbolado , de tal forma que se contemplara la

influencia del arbolado para la evaluación de la calidad.

AMBITO DE INFLUENCIA

PARAMETRO CAPA Con cobertura

arbórea

Sin cobertura

arbórea

Pendiente Pendiente X X

Orientación Orientación X X

Profundidad suelo Profundidad suelo X X

Nivel regeneración X

Altura dominante X

Forma cubicación

I2

X

Cuadro 6.1.2 Parámetros utilizados para la definición del Índice de Calidad. Dependiendo que en

la zona haya o no cobertura arbórea se tiene en cuenta el índice I2.

Se generó una capa de polígonos para cada uno de los tres primeros:

pendiente, orientación y profundidad del suelo; y otra (I2) para la

combinación de los tres últimos: nivel de regeneración, altura dominante y

47

forma de cubicación. A continuación se esquematizan los valores que se

dieron en función de lo tres primeros parámetros. Se asignó una calidad alta

(A), media (M) o baja (B) y luego se sumaron los valores en cada punto

dando como resultado I1.

Profundidad del suelo:

. >50 cm ........A.........3

. 20-50 cm ........M........2

. 0-20 cm ........B.........1

Orientación:

.Umbría ........A.........3

.Solana ........M.........1

.Otras orientaciones ........B.........2

Pendiente

.0-25% ........A.........3

.25-50% ........M.........2

.>50% ........B.........1

En las zonas arboladas dependiendo de que la calidad fuese alta (A), media

(M) o baja (B) I2 podía valer 3, 6 ó 9.

Mediante el Análisis espacial de la superposición de las capas de los tres

primeros parámetros, se obtuvo otra (I1) que definía la calidad de estación

en las zonas del Parque en las que no había arbolado. Los resultados

oscilaban allí entre 3 y 9. Posteriormente se les sumó 100 para que se

distinguiese claramente en el análisis donde no había arbolado. Por lo tanto

en esas zonas el índice de calidad I estaba entre 103 y 106. Los valores de

calidad asignados fueron:

Calidad ALTA: I entre 108 y 109.

Calidad MEDIA: I entre 106 y 107.

Calidad BAJA: I entre 103 y 105.

48

Para aquellas zonas en las que sí existía cobertura arbórea, se realizó la suma

de I1 con I2. En ellas no se añadía 100, por lo que los valores estaban entre 6

y 18 (Fig. 6.1.1).

Calidad ALTA: I entre 15 y 18.

Calidad MEDIA: I entre 11 y 14.

Calidad BAJA: I entre 6 y 10.

Fig. 6.1.1 Resultado del análisis realizado para determinar el índice de Calidad. Los intervalos

que definen la calidad como alta, media o baja dependen de si la zona es arbolada o no.

Sobre la capa resultante del Análisis de superposición de capas para el Índice

de Calidad de todo el Parque (Fig. 8) se superpuso la capa de cantones y se

determinó el Índice de Calidad de cada cantón según el valor que suponía el

mayor porcentaje de su superficie (Fig. 6.1.2). Se comprobó que, salvo

49

excepciones, se daba una gran homogeneidad del Índice de calidad en cada

cantón. Se corrigieron los errores en esos casos y se dio por válida la división

inventarial realizada, quedando la Sierra compuesta por las unidades de

gestión forestal que se detallan a continuación.

Fig. 6.1.2 Resultados de la superposición del mapa de calidad de estación con la división

inventarial

50

A continuación se indican las características que definen los distintos cuarteles, también las que han permitido delimitar los cantones. Se incluye también un cuadro en el que aparecen los cantones que se encuentran en montes y el cuartel y monte al que pertenecen.

Cuartel I_A

Solana alta del barranco del río Espuña Montes número 28 y número 29.

Uso Principal :Productivo. Zona PORN: Uso Público Extensivo.

Sup. 281,2 ha. Cantones: 7

Límites dentro del cuartel:

I_A-1; Término municipal: Totana. Carretera. Cortafuegos. I_A-2; Término municipal: Totana. Carretera. Cortafuegos.

I_A-3; Término municipal: Alhama. Carretera. I_A-4; Término municipal: Alhama. Carretera.

I_A-5; Término municipal: Totana. Carretera. Cortafuegos. I_A-6; Término municipal: Totana. Carretera. Cortafuegos. I_A-7; Término municipal: Totana. Carretera. Cortafuegos.

Cuartel I_B

Solana media del barranco del río Espuña Montes número 28 y número 29.

Uso Principal :Productivo. Zona PORN: Uso Público Extensivo.

Sup. 330,38 ha Cantones: 8

Límites dentro del cuartel:

I_B-1: Término municipal: Totana. Cortafuegos.

I_B-2: Término municipal: Alhama. Camino. Cortafuegos. I_B-3: Término municipal: Alhama. Camino. Cortafuegos.

I_B-4: Término municipal: Alhama. Cortafuegos. I_B-5: Término municipal: Alhama. Cortafuegos. I_B-6: Término municipal: Alhama. Cortafuegos. I_B-7: Término municipal: Alhama. Cortafuegos. I_B-8: Término municipal: Alhama. Cortafuegos.

Cuartel I_C

La Perdíz Monte número 28

Uso Principal :Recreativo.

51

Zona PORN: Uso Público Intensivo. Sup. 80,3 ha Cantones: 2

Límites dentro del cuartel:

I_C-1: Carretera. I_C-2: Carretera.

Cuartel I_D

Barranco de Leiva Monte número 28

Uso Principal :Productivo. Zona PORN: Conservación Prioritaria.

Sup209,81 ha Cantones: 4

Límites dentro del cuartel:

I_D-1:Carretera. Índice de Calidad.

I_D-2: :Carretera. Índice de Calidad. I_D-3: :Carretera. Índice de Calidad. I_D-4: :Carretera. Índice de Calidad.

Cuartel I_E

Solana baja del río Espuña Monte número 28

Uso Principal :Productivo. Zona PORN: Uso Público Extensivo.

Sup. 243,55 ha Cantones: 5

Límites dentro del cuartel:

I_E-1: Cortafuegos.

I_E-2:Cortafuegos. Camino. I_E-3:Camino. Barranco.

I_E-4:Barranco. Cortafuegos. I_E-5:Cortafuegos.

Cuartel I_F

Umbría baja del río Espuña Monte número 28

Uso Principal :Productivo. Zona PORN: Uso Público Extensivo.

Sup. 279,5 ha

52

Cantones: 7

I_F-1: Barranco. I_F-2:Barranco. Camino. Línea contra incendios.

I_F-3:Línea contra incendios. I_F-4:Línea contra incendios. Barranco.

I_F-5:Barranco. I_F-6: Camino. Línea contra incendios.

I_F-7:Carretera.

Cuartel I_G

Huerta Espuña Monte número 28

Uso Principal :Recreativo. Zona PORN: Uso Público Intensivo.

Sup. 144,07 ha Cantones: 3

Límites dentro del cuartel

I_G-1: Carretera. I_G-2: Carretera. I_G-3: Carretera.

Cuartel I_H

Umbría alta del barranco del río Espuña Montes número 28 y 29

Uso Principal :Productivo. Zona PORN: Uso Público Extensivo.

Sup. 437,49 ha Cantones: 10

Límites dentro del cuartel:

I_H-1: Término municipal de Totana. Camino. Cortafuegos. I_H-2: Término municipal de Totana. Camino. Cortafuegos.

I_H-3: Término municipal de Totana. Camino. Cambio de orientación. I_H-4: Término municipal de Totana. Camino. Cambio de orientación.

I_H-5: Término municipal de Alhama. Camino. I_H-6: Término municipal de Alhama. Camino.

I_H-7: Término municipal de Totana. Camino. Barranco. I_H-8: Término municipal de Totana. Camino. Cortafuegos. Barranco.

I_H-9: Término municipal de Totana. Camino. Cortafuegos. I_H-10: Término municipal de Totana. Camino. Cortafuegos.

53

Cuartel I_I

Umbría del barranco de Enmedio Monte número 29

Uso Principal :Productivo. Zona PORN: Uso Público Extensivo; Conservación Prioritaria.

Sup. 158,27 ha Cantones: 4

Límites dentro del cuartel:

I_I-1: Camino. I_I-2: Camino. I_I-3: Camino. I_I-4: Camino.

Cuartel I_J

Solana del barranco de Enmedio Monte número 29

Uso Principal :Productivo. Zona PORN: Conservación Prioritaria.

Sup. 486,34 ha Cantones: 11

Límites dentro del cuartel:

I_J-1: Camino. Índice de Calidad.

I_J-2: Camino. Índice de Calidad. Cambio de orientación. I_J-3: Cambio de orientación. Camino. I_J-4: Cambio de orientación. Camino. I_J-5: Cambio de orientación. Camino.

I_J-6: Camino. I_J-7: Camino.

I_J-8: Camino. Índice de Calidad. I_J-9: Camino. Cambio de orientación. Barranco.

I_J-10: Camino. Cambio de orientación. Barranco. I_J-11: Camino. Cambio de orientación. Barranco.

Cuartel I_L

Umbría de la Cantina Uso Principal :Conservación.

Zona PORN: Conservación Compatible. Sup. 127,55 ha

Cantones: 3

Límites dentro del cuartel:

I_L-1:Barranco.

54

I_L-2: Barranco. I_L-3: Barranco.

Cuartel I_M

Umbría del Bosque Monte número 79

Uso Principal :Productivo. Zona PORN: Conservación Compatible.

Sup. 487,7 ha Cantones: 9

Límites dentro del cuartel:

I_M-1: Barranco. I_M -2: Barranco. I_M -3: Camino.

I_M -4: Barranco. Camino. I_M -5: Camino. I_M -6: Camino.

I_M -7: Camino. Cambio de orientación. I_M -8: Camino.

I_M -9: Camino. Cambio de orientación.

Cuartel I_N

Solana del barranco de Malvariche Montes número 29 y 527

Uso Principal :Conservación. Zona PORN: Conservación Compatible.

Sup. 129,36 ha Cantones: 2

Límites dentro del cuartel:

I_N-1: Camino. I_N-2: Camino.

Cuartel I_O

Umbría del barranco de Malvariche Montes número 29 y 527 (Pequeña porción al Este en un enclavado)

Uso Principal :Productivo. Zona PORN: Conservación Compatible.

Sup. 526,64 ha Cantones: 9

Límites dentro del cuartel:

55

I_O-1: Camino. Barranco. I_O -2: Camino. Barranco.

I_O -3: Barranco. I_O -4: Barranco. I_O -5: Camino. I_O -6: Camino.

I_O -7: Camino. Barranco. I_O -8: Camino. Barranco. I_O -9: Camino. Barranco.

Cuartel I_P

Solana de Peñas Blancas Monte número 527 (Pequeña porción al Este en el Monte 29)

Uso Principal :Carrascales. Zona PORN: Conservación Compatible.

Sup. 526,64 ha Cantones: 1

Cuartel I_P-K-E-1

Las Roturas Enclavado

Sup. 341,71 ha Cantones:6

Cuartel I_P-K-E-2

El Carretero Enclavado

Sup. 216,45 ha Cantones:3

Cuartel I_Q

Los Carrascales Monte número 79

Uso Principal :Carrascales. Zona PORN: Conservación Compatible.

Sup. 260,71 ha Cantones: 5

I_Q-1: Cambio de orientación. I_Q -2: Cambio de orientación. I_Q -3: Cambio de orientación. I_Q -4: Cambio de orientación. I_Q -5: Cambio de orientación.

56

Cuartel I_R

Umbría de Casa Nuevas Monte número 79

Uso Principal :Productivo. Zona PORN: Conservación Compatible.

Sup. 233,32 ha Cantones: 5

Límites dentro del cuartel:

I_R-1: Cambio de orientación. I_R -2: Cambio de orientación. I_R -3: Cambio de orientación. I_R -4: Cambio de orientación. I_R -5: Cambio de orientación.

Cuartel I_R-E-1

La Sabina Enclavado

Sup. 90,07 ha Cantones:2

Cuartel I_R-E-2

La Hoya del Alpurchi Enclavado

Sup. 187,88 ha Cantones:4

Cuartel I_R-E-3

Fuente Perona Enclavado

Sup. 7,68 ha Cantones:1

Cuartel I_S

Solana del Morrón de la Cabra Monte número 79

Uso Principal :Conservación.. Zona PORN: Conservación Compatible.

Sup. 93,66 ha Cantones: 2

57

Límites dentro del cuartel:

I_S-1: Cambio de orientación. I_S -2: Cambio de orientación.

Cuartel I_T

Umbría del Morrón de la Cabra Monte número 79

Uso Principal :Productivo. Zona PORN: Conservación Compatible.

Sup. 136,22 ha Cantones: 3

Límites dentro del cuartel:

I_T-1: Cambio de orientación.

I_T -2: Cambio de orientación. Camino. I_T -3: Camino.

Cuartel I_U

El Barbo Monte número 79

Uso Principal :Productivo. Zona PORN: Conservación Compatible.

Sup. 248,35 ha Cantones: 5

Límites dentro del cuartel:

I_U-1: Camino. I_U -2: Camino.

I_U -3: Camino. Barranco. Cambio de orientación. I_U -4: Camino. Barranco. Cambio de orientación.

I_U -5: Camino. Cambio de orientación.

Cuartel I_V

Barranco de la Hoz bajo. Monte número 79

Uso Principal :Conservación. Zona PORN: Conservación Prioritaria y Compatible.

Sup. 414,84 ha Cantones: 6

58

Límites dentro del cuartel:

I_V-1: Barranco. I_V -2: Barranco. Cambio de orientación. I_V-3: Barranco. Cambio de orientación. I_V -4: Barranco. Cambio de orientación. I_V -5: Barranco. Cambio de orientación.

I_V -6: Barranco.

Cuartel II_A

El Paleto-Fuente Carmona Monte número 28

Uso Principal :Conservación. Zona PORN: Conservación Compatible.

Sup. 510,03 ha Cantones: 8

Límites dentro del cuartel:

II_A-1: Camino. II_A -2: Camino. II_A -3: Camino. II_A -4: Camino.

II_A -5: Camino. Barranco. II_A -6: Camino. Barranco. II_A -7: Camino. Barranco.

II_A -8: Camino.

Cuartel II_A-E-1

El Estrecho. Enclavado

Sup. 57,29 ha Cantones:1

Cuartel II_A-E-2

Fuente Las Zorras. Enclavado

Sup. 76,36 ha Cantones:1

59

Cuartel II_A-E-3

Fuente Alta. Enclavado

Sup. 70,84 ha Cantones:1

Cuartel II_A-E-4

El Estrecho. Enclavado

Sup. 1,89 ha Cantones:1

Cuartel II_C

La Santa de Totana Monte número 83 (Con un enclavado)

Uso Principal :Recreativo. Zona PORN: Uso Público Intensivo.

Sup. 71,4 ha Cantones: 1

Cuartel II_D

Morrón Largo Montes número 29 y 83

Uso Principal :Conservación. Zona PORN: Conservación Compatible.

Sup. 764,65 ha Cantones: 9

Límites dentro del cuartel:

II_D-1: Camino. Barranco. II_D -2: Camino. Barranco. II_D -3: Camino. Barranco. II_D -4: Camino. Barranco.

II_D -5: Camino. II_D -6: Camino. Barranco.

II_D -7: Camino. II_D -8: Camino.

II_D -9: Camino. Barranco.

60

Cuartel II_D-E-1

Enclavado

Sup. 12,43ha Cantones:1

Cuartel II_D-E-2

Enclavado Sup. 6,42 ha Cantones: 1

Cuartel II_E

Solana del barranco Sisquilla y de los Frailes. Monte número 29

Uso Principal :Conservación. Zona PORN: Conservación Compatible.

Sup. 455,09 ha Cantones: 6

Límites dentro del cuartel:

II_E-1: Barranco.

II_E -2: Cambio de orientación. Barranco. II_E -3: Cambio de orientación. Barranco. II_E -4: Cambio de orientación. Barranco. II_E -5: Cambio de orientación. Barranco.

II_E -6: Barranco.

Cuartel II_E-E-1

Enclavado Sup. 3,5 ha Cantones:1

Cuartel II_E-E-2

La Carrasquilla Enclavado

Sup. 52,8 ha Cantones: 1

Cuartel II_F

Solana de Peña Apartada.

Monte número 29.

61

Uso Principal :Conservación. Zona PORN: Uso Público Extensivo.

Sup. 329,73 ha Cantones: 5

Límites dentro del cuartel:

II_F-1: Barranco.

II_F -2: Barranco. Límite de enclavado. II_F -3: Camino. Límite de enclavado. II_F -4: Camino. Límite de enclavado. II_F -5: Camino. Límite de enclavado.

Cuartel II_F-E-1

La Casilla Enclavado

Sup. 133,04 ha Cantones: 1

Cuartel II_G

Las Alquerías. Monte número 29.

Uso Principal :Recreativo. Zona PORN: Uso Público Intensivo.

Sup. 77,39 ha Cantones: 1

Cuartel II_H

Solana del Cabezo de los Albaricoqueros. Monte número 29.

Uso Principal :Conservación. Zona PORN: Conservación Compatible; Uso Público Extensivo.

Sup. 346,06 ha Cantones: 5

Límites dentro del cuartel:

II_H-1: Cambio de Orientación. Conservación Compatible. II_H -2: Cambio de Orientación. Uso Público Extensivo. II_H -3: Cambio de Orientación. Uso Público Extensivo.

II_H -4: Cambio de Orientación. Camino. Conservación Compatible. II_H -5: Cambio de Orientación. Camino. Conservación Compatible.

62

Cuartel II_I

Solana del Cantar-Cuesta Muñoz.

Uso Principal :Conservación. Zona PORN: Conservación Compatible.

Sup. 377,7 ha. Cantones: 4.

Límites dentro del cuartel:

II_I-1: Camino.

II_I -2: Camino. Barranco. II_I -3: Barranco. II_I -4: Barranco.

Cuartel II_J

La Pelada. Monte número 29

Uso Principal :Conservación. Zona PORN: Conservación Compatible.

Sup. 164,97 ha. Cantones: 2.

Límites dentro del cuartel:

II_J-1: Cambio de orientación.

II_J -2: Cambio de Orientación.

Cuartel II_K

Los Tornajos. Montes número 85 y 29

Uso Principal :Conservación. Zona PORN: Conservación Compatible.

Sup. 500,89 ha Cantones: 6

Límites dentro del cuartel:

II_K-1: Camino.

II_K -2: Cambio de orientación. Camino. II_K -3: Cambio de orientación. Barranco. II_K -4: Cambio de orientación. Barranco. II_K -5: Cambio de orientación. Barranco. II_K -6: Cambio de orientación. Barranco.

63

Cuartel II_L

Cumbres de Sierra Espuña. Montes número 28 y 29

Uso Principal :Protección. Zona PORN: Conservación Prioritaria.

Sup. 1495,28 ha Cantones: 17

Límites dentro del cuartel:

II_L-1: Camino. Barranco. II_L -2: Camino. Barranco.

II_L -3: Camino. Cambio de orientación. II_L -4: Camino. Cambio de orientación. Barranco.

II_L -5: Barranco. II_L -6: Camino. Cambio de orientación. Barranco. Término municipal de

Totana. II_L -7: Camino. Cambio de orientación. Término municipal de Totana.

II_L -8: Cambio de orientación. Término municipal de Alhama. II_L -9: Cambio de orientación.

II_L -10: Cambio de orientación. Término municipal de Alhama. II_L -11: Camino. Cambio de orientación. Término municipal de Totana.

II_L -12: Camino. II_L -13: Camino. Barranco.

II_L -14: Camino. Barranco. Cambio de orientación. II_L -15: Camino.

II_L -16: Camino. Cambio de orientación. II_L -17: Camino.

Cuartel II_L-E-1

Enclavado Sup. 2,35 ha Cantones: 1

Cuartel II_L-E-2

Enclavado Sup. 9,46 ha Cantones: 1

Cuartel II_L-E-3

Enclavado Sup. 8,21 ha Cantones: 1

64

Cuartel II_L-E-4

Enclavado Sup. 5,94 ha Cantones: 1

Cuartel II_L-E-5

Enclavado Sup. 1,8 ha Cantones: 1

Cuartel II_L-E-6

Enclavado Sup. 1,88 ha Cantones: 1

Cuartel II_L-E-7

Enclavado Sup. 1,25 ha Cantones: 1

Cuartel II_L-E-8

Enclavado Sup. 1,13 ha Cantones: 1

Cuartel II_L-E-9

Enclavado Sup. 1,8 ha Cantones: 1

Cuartel II_L-E-10

Enclavado Sup. 1,72 ha Cantones: 1

65

Cuartel II_L-E-11

Enclavado Sup. 1,5 ha Cantones: 1

Cuartel II_L-E-12

Enclavado Sup. 0,82 ha Cantones: 1

Cuartel II_M

Zona alta del barranco de la Hoz y Valdelaparra Monte número 79

Uso Principal :Conservación. Zona PORN: Conservación Compatible.

Sup. 775,45 ha Cantones: 9

Límites dentro del cuartel:

II_M-1: Camino. Barranco. Cambio de orientación.

II_M -2: Cambio de orientación. II_M -3: Cambio de orientación. Barranco. II_M -4: Cambio de orientación. Barranco. II_M -5: Cambio de orientación. Barranco. II_M -6: Cambio de orientación. Barranco. II_M -7: Cambio de orientación. Barranco. II_M -8: Cambio de orientación. Barranco.

II_M -9: Camino. Barranco.

Cuartel II_M-E-1

Casas De Prado Mayor Enclavado

Sup. 35,53 ha Cantones: 1

Cuartel II_M-E-2

Las Minas Enclavado

Sup. 37,51 ha Cantones: 1

66

Cuartel II_M-E-3

Los Pradillos Enclavado

Sup. 10,7 ha Cantones: 1

Cuartel II_M-E-4

Casas de Valdelaparra Enclavado

Sup. 52,15 ha Cantones: 1

Cuartel II_O

Barranco del Baladral Monte número 79

Uso Principal :Conservación. Zona PORN: Conservación Compatible.

Sup. 836,47 ha Cantones: 8

Límites dentro del cuartel:

II_O-1: Barranco. II_O-2: Barranco. II_O-3: Barranco. II_O-4: Barranco. II_O-5: Barranco.

II_O-6: Camino. Barranco. II_O-7: Camino. Barranco. II_O-8: Camino. Barranco.

Cuartel II_O-E-1

Enclavado Sup. 6,93 ha Cantones: 1

Cuartel II_P

Fuente La Portuguesa Monte número 79

Uso Principal :Conservación. Zona PORN: Conservación Compatible.

Sup. 172,98 ha

67

Cantones: 3

Límites dentro del cuartel:

II_P-1: Camino. II_P-2: Barranco. Camino.

II_P-3: Barranco.

Cuartel II_P-B

Campix Enclavado

Sup. 524,75 ha Cantones: 7

Cuartel II_P-N

Prado chico Enclavado

Sup. 324,11 ha Cantones: 4

Cuartel II_Q

Zona baja del barranco de Valdelaparra Montes número 79.

Uso Principal :Conservación. Zona PORN: Conservación Compatible.

Sup. 374,11 ha Cantones: 5

Límites dentro del cuartel:

II_Q-1: Cambio de orientación. Barranco.

II_Q-2: Barranco. II_Q-3: Cambio de orientación. Barranco. II_Q-4: Cambio de orientación. Barranco.

II_Q-5: Barranco.

Cuartel II_Q-E-1

Enclavado Sup. 2,04 ha Cantones: 1

68

Cuartel II_R

Umbría del Estepar y del Fiscarejo. Monte número 28

Uso Principal :Conservación. Zona PORN: Conservación Compatible; Uso Intensivo: Paisajes Agrarios.

Sup. 959,11 ha Cantones: 13

Límites dentro del cuartel:

II_R-1: Barranco.

II_R -2: Camino. Barranco. II_R -3: Camino.

II_R -4: Camino. Barranco. II_R -5: Camino.

II_R -6: Camino. Barranco. II_R -7: Camino. Barranco. II_R -8: Camino. Barranco.

II_R -9: Camino. II_R -10: Camino. Barranco. II_R -11: Camino. Barranco. II_R -12: Camino. Barranco. II_R -13: Camino. Barranco.

Cuartel II_R-E-1

El Pocico Enclavado

Sup. 43,82 ha Cantones: 1

Cuartel II_R-E-2

Enclavado Sup. 10,1ha Cantones: 1

Cuartel II_R-E-3

Enclavado Sup. 2,62 ha Cantones: 1

Cuartel II_R-E-4

Enclavado

69

Sup. 4,43 ha Cantones: 1

Cuartel II_R-E-5

Enclavado Sup. 8,2 ha Cantones: 1

Cuartel II_R-E-6

Enclavado Sup. 3, 4ha Cantones: 1

70

Monte Cuartel Cantón

28 I_C

I_C-1; I_C-2;

28 I_D

I_D-1; I_D-2; I_D-3; I_D-4;

28 I_E

I_E-1; I_E-2; I_E-3; I_E-4; I_E-5;

28 I_F

I_F-1; I_F-2; I_F-3; I_F-4; I_F-5; I_F-6; I_F-7;

28 I_G

I_G-1; I_G-2; I_G-3;

28 II_A

II_A-1; II_A –2; II_A –3; II_A –4; II_A –5; II_A –6; II_A –7; II_A –8;

28 II_R

II_R-1; II_R –2; II_R –3; II_R –4; II_R –5; II_R –6; II_R –7; II_R –8; II_R –9;

II_R –10; II_R –11; II_R –12; II_R –13;

Cuadro 6.1.3.a Monte y Cuartel que corresponden a cada uno de los cantones

71

Monte Cuartel Cantón

28.29 I-A

I_A-1; I_A-2; I_A-3; I_A-4; I_A-5; I_A-6; I_A-7;

28.29 I_B

I_B-1; I_B-2; I_B-3; I_B-4; I_B-5; I_B-6; I_B-7; I_B-8;

28.29 I_H

I_H-1; I_H-2; I_H-3; I_H-4; I_H-5; I_H-6; I_H-7; I_H-8; I_H-9;

I_H-10;

28.29 II_L

II_L-1; II_L –2; II_L –3; II_L –4; II_L –5; II_L-6; II_L –7; II_L –8; II_L –9; II_L –10; II_L –11; II_L –12; II_L –13; II_L –14; II_L –15; II_L –16; II_L –17;

Cuadro 6.1.3.b Monte y Cuartel que corresponden a cada uno de los cantones

72

Monte Cuartel Cantón

29 I_I

I_I-1; I_I-2; I_I-3; I_I-4;

29 I_J

I_J-1; I_J-2; I_J-3; I_J-4; I_J-5; I_J-6; I_J-7; I_J-8; I_J-9;

I_J-10; I_J-11;

29 II_E

II_E-1; II_E –2; II_E –3; II_E –4; II_E –5; II_E –6;

29 II_F

II_F-1; II_F –2; II_F –3; II_F –4; II_F –5;

29

II_G

II_G

29 II_H

II_H-1; II_H –2; II_H –3; II_H –4; II_H –5;

29 II_J

II_J-1; II_J –2;

Cuadro 6.1.3.c Monte y Cuartel que corresponden a cada uno de los cantones

73

Monte Cuartel Cantón

29.83 II_D

II_D-1; II_D –2; II_D –3; II_D –4; II_D –5; II_D –6; II_D –7; II_D –8; II_D –9;

29.85 II_K

II_K-1; II_K –2; II_K –3; II_K –4; II_K –5; II_K –6;

29.527 I_N

I_N-1; I_N-2;

29.527 I_O

I_O-1; I_O –2; I_O –3; I_O –4; I_O –5; I_O –6; I_O –7; I_O –8; I_O –9;

29.527

I_P

I_P-1

Cuadro 6.1.3.d Monte y Cuartel que corresponden a cada uno de los cantones

74

Monte Cuartel Cantón

79 I_Q

I_Q-1; I_Q-2; I_Q-3; I_Q-4; I_Q-5;

79 I_R

I_R-1; I_R –2; I_R –3; I_R –4; I_R –5;

79 I_S

I_S-1; I_S-2;

79 I_T

I_T-1; I_T –2; I_T –3;

79 I_U

I_U-1; I_U –2; I_U –3; I_U –4; I_U –5;

79 I_V

I_V-1; I_V –2; I_V-3; I_V –4; I_V –5; I_V –6;

79 I_M

I_M-1; I_M –2; I_M –3; I_M –4; I_M –5; I_M –6; I_M –7; I_M –8; I_M –9;

Cuadro 6.1.3.e Monte y Cuartel que corresponden a cada uno de los cantones

75

Monte Cuartel Cantón

79 II_M

II_M-1; II_M –2; II_M –3; II_M –4; II_M –5; II_M –6; II_M –7; II_M –8; II_M –9;

79 II_O

II_O-1; II_O-2; II_O-3; II_O-4; II_O-5; II_O-6; II_O-7; II_O-8;

79 II_P

II_P-1; II_P-2; II_P-3;

79 II_Q

II_Q-1; II_Q-2; II_Q-3; II_Q-4; II_Q-5;

Monte Cuartel Cantón

83 II_C II_C-1

Cuadro 6.1.3.f Monte y Cuartel que corresponden a cada uno de los cantones

76

6.2 El Muestreo

Una vez realizada la división es necesario hacer un muestreo. En el caso de

Sierra Espuña se eligieron casi 1000 parcelas que se visitaron y en las que se

tomaron datos para definir las variables que se consideraron de interés para

la posterior planificación. Casi todas las variables se refieren al estado y

crecimiento de la masa forestal (estado del regenerado, volumen de

madera...), pero también a parámetros cualitativos como la presencia de

especies protegidas o el valor paisajístico. Sirve para conocer en profundidad

el monte y puede utilizarse, como se hizo en este caso, para corregir la

división en cuarteles que se había hecho previamente.

Art. 96 j) Se establecerá un sistema de inventariación continua, consistente

básicamente en un conjunto de parcelas testigos que permitan evaluar el

grado de consecución de los objetivos propuestos y estudiar la dinámica

forestal

La ficha de campo para cada parcela fue la siguiente:

• Caracterización general:

- Orientación.

- Pendiente.

- Uso.

- Estado de la masa.

- Estimación visual de la calidad del arbolado.

- Forma de cubicación, de acuerdo a la nomenclatura empleada en el

Segundo Inventario Forestal Nacional.

- Distribución espacial.

- Grado de homogeneidad.

- Modelo de combustible.

- Estimación de la calidad de los accesos.

- Altura del matorral.

77

• Datos dendrométricos para los pies mayores:

- Especie.

- Número.

- Diámetro normal.

- Altura total.

- Rumbo.

- Distancia.

- Calidad.

- Forma de cubicación.

• Árboles tipo: además de los parámetros anteriores

- Diámetro normal, medido en una dirección perpendicular a la primera.

- Altura del fuste.

- Altura hasta el primer verticilo.

- Dos diámetros de copa, según dos direcciones perpendiculares.

- Dos espesores de corteza.

- Crecimiento de los últimos 5 años, según dos direcciones

perpendiculares.

- Diámetro a 4 metros de altura.

• Datos relativos a pies menores y relevancia de hábitat

- Nivel de regeneración en la parcela según tres intervalos de densidad.

- Presencia de hábitat de especial relevancia, según codificación.

- Presencia de pies de las especies inventariables; indicando especie,

fracción de cabida, edad estimada y grado de ocupación.

- Pies menores; indicando especie, número de pies y altura media.

- Presencia de especies relevantes.

• Datos de fauna y caza

- Tipología de la caza.

- Presencia de nidos o de rapaces.

- Daños observados de la fauna sobre la vegetación.

- Gradación del daños.

- Especies cinegéticas en función de los indicadores de su presencia.

- Especies de fauna.

78

• Plagas y degradación de la masa

- Daños observados.

- Estimación de causas de degradación de la masa.

• Especies pascícolas y especies consortes

- Especies pascícolas; indicando especie, grado de ocupación y peso en

fresco.

- Especies consortes; indicando especie, cabida y grado de ocupación.

- Efectos del pastoreo sobre estas especies.

• Características del suelo

- Clase.

- Profundidad.

- Pedregosidad.

- Humus.

- Grado de cobertura del suelo por parte de la vegetación.

- Existencia y codificación de manifestaciones erosivas.

• Tratamientos observados sobre el suelo y el vuelo

- Tratamiento sobre el suelo y codificación

- Tratamiento sobre el vuelo y codificación.

Toda la información relativa a esos datos tomados en el campo está

disponible en el módulo FIS de la aplicación informática de la que ya se ha

hablado. En el anexo de figuras pueden observarse los datos que se ofrecen a

nivel de cuartel (Fig 6.2.1) y cantón (Fig. 6.2.2; 6.2.3; 6.2.4; 6.2.5; 6.2.6).

Estos datos pueden visualizarse en la pantalla o imprimirse a través de la

función “Generación de Informes”. La información a la que se accede con esa

función no es sólo la que se recogió en las parcelas. También se consigue así

la que se ha obtenido mediante procesos estadísticos a partir de esta. Son

variables diferentes no medidas o resultados obtenidos a nivel de cantón a

partir de lo medido en las parcelas. Por ejemplo, se supone que en parcelas

del cantón I_A-1 se han medido el número de pies por unidad de superficie, el

diámetro y la altura. Con esos datos y unas tarifas de cubicación se ha

79

obtenido el volumen por parcela, que posteriormente se ha utilizado para

obtener el volumen de madera que existe en el cantón I_A-1.

En la figura 2.6.7 se muestran los datos de existencias totales para cada uno

de los cantones y la media por cuarteles. Faltan los datos de algunos cantones

en los que no se establecieron parcelas y de los enclavados.

Fig. 6.2.1 Datos disponibles en FIS para cada cuartel.

80

Fig. 6.2.2 Datos disponibles a nivel de cantón o UBI (Unidad Básica de Inventario)

Fig. 6.2.3 Los datos acerca de los modelos de combustible e índice de riesgo son utilizados en la

prevención de incendios forestales. También es importante la accesibilidad de cada cantón, elemento de gran utilidad en la planificación de cualquier actuación.

81

Fig. 6.2.4 Datos útiles para conocer el suelo y las características del paisaje de cada cantón.

Fig. 6.2.5 Datos considerados de interés para conocer la capacidad de acogida de cada cantón para diferentes actividades: caza, agricultura...

82

Fig. 6.2.6 Datos referentes al estado de la masa forestal

83

Fig 6.2.7 Cálculo de las existencias

Cuartel I-A

84

85

Cuartel I-B

86

87

Cuartel I-C

88

Cuartel I-D

89

Cuartel I-E

90

Cuartel I-F

91

92

Cuartel I-G

93

Cuartel I-H

94

95

96

Cuartel I-I

97

Cuartel I-J

98

99

100

Cuartel I-L

101

Cuartel I-M

102

103

Cuartel I-N

104

Cuartel I-O

105

106

Cuartel I-P

Cuartel I-Q

107

Cuartel I-R

108

109

Cuartel I-S

Cuartel I-T

110

Cuartel I-U

111

112

Cuartel I-V

113

Cuartel II-A

114

115

Cuartel II-C

Cuartel II-D

116

117

118

Cuartel II-E

119

Cuartel II-F

120

121

Cuartel II-G

Cuartel II-H

122

Cuartel II-I

123

124

Cuartel II-J

125

Cuartel II-K

126

Cuartel II-L

127

128

129

Cuartel II-M

130

131

Cuartel II-O

132

133

Cuartel II-P

134

Cuartel II-Q

135

Cuartel II-R

136

137

138

7. LA PLANIFICACIÓN A LARGO PLAZO, EL PLAN

GENERAL

En el plan general se marcan cuales van a ser los objetivos (Cuadro. 7.1), la

“meta selvícola” a conseguir y las actuaciones para alcanzarla. Se dan ideas

orientativas para un plazo de tiempo que en el caso de Sierra Espuña se ha

igualado a la edad máxima de corta de la especie principal (pino carrasco),

que a su vez se ha fijado en 110 años.

Art. 96 g) Se fijará una densidad óptima de pies maduros, de gran diámetro.

El criterio de cortabilidad de estos pies vendrá fijado por la longevidad de la

especie.

7.1. OBJETIVOS A CONSEGUIR

El objetivo que se persigue con la Ordenación de un Monte es que este

cumpla con la función (objetivo) que se ha previsto para él, que puede ser la

protección, la producción, el uso social o la conservación.

En el caso que nos concierne, la idea original que orientó las repoblaciones en

Sierra Espuña fue la de crear un monte protector del suelo que regulase el

régimen hídrico. Hoy en día sigue siendo el deseo de PROTECCIÓN del medio

el que orienta la gestión forestal en este monte, aunque la complejidad ha

aumentado con la evolución de la masa, ya que ahora, además del suelo, hay

una importante riqueza de flora y fauna que conservar.

A pesar de que es la protección el concepto que subyace en todo momento,

también se han diferenciado superficies a las que se va a dar un USO SOCIAL,

de CONSERVACIÓN o de PRODUCCIÓN. Esto es posible porque pueden darse

139

varios usos a la vez en una determinada zona, aunque en ese caso se debe

determinar un uso principal ya que lo mas normal es que se den

incompatibilidades. Si en una zona hay un regenerado de pequeñas encinas

ese terreno debe protegerse de la actuación del ganado, que podría

comérselas. Por ejemplo, en las denominadas Unidades de Uso Recreativo

además del uso social se realiza un aprovechamiento forestal poco intenso y

se aplican modelos de gestión orientados a conservar y mejorar la diversidad

y estabilidad de los sistemas forestales.

Art. 96 a) El Plan Sectorial de Ordenación Forestal deberá basarse en las

distintas unidades de gestión forestal establecidas en la sectorización forestal.

Esta podrá ser alterada de forma razonada por la Administración del Parque.

Se he explicado en el punto anterior que cada cuartel tiene una objetivo único

o prioritario: producción, conservación.... A la hora de elegirlo el PORN

establece en el artículo número 97 las posibilidades compatibles con la

protección del Parque. Así, cada cuartel pertenecerá a una unidad de gestión

forestal.

1. Se define la Unidad de Protección como los terrenos forestales que

estarán destinados a la protección de enclaves de alto interés ecológico o

paisajístico, siendo áreas en las que las características ambientales hacen

incompatible el aprovechamiento forestal.

2. Se define la Unidad de Regeneración y Recuperación de Carrascales

como los terrenos forestales cuyo objetivo es promover actuaciones que

permitan la regeneración de un monte bajo de encinas y establecer

modelos de gestión para la recuperación de los carrascales dentro de su

área potencial.

3. Se define la Unidad de Uso Recreativo como aquellos terrenos cuyo

objetivo forestal es la ordenación y adecuación paisajística del entorno de

las áreas de recreo intensivo y la creación de zonas periféricas que

impliquen un gradiente de intensidad de uso y sirvan de amortiguamiento

de los posibles impactos generados. Se identifican como unidades de uso

140

recreativo las ocupadas actualmente por núcleos de recreo y estancia, así

como su área de influencia.

4. Se define la Unidad de Conservación como aquellos terrenos forestales

cuyo objetivo es la conservación y mejora de la masa forestal mediante la

adopción y aplicación de modelos de gestión que favorezcan el

establecimiento de una masa irregular y la dinámica evolutiva hacia

sistemas forestales de mayor diversidad y estabilidad.

5. Se define la Unidad de Potencialidad Productiva como aquellos

terrenos forestales cuyas condiciones ambientales podrían permitir un

aprovechamiento forestal que generara un rendimiento económico. Esta

evaluación derivará de las conclusiones del Plan Sectorial de Ordenación

Forestal.

6. Se define la Unidad de Corredores de Vegetación de Ribera como

aquellas unidades de tipo lineal asociadas a las grandes líneas de drenaje

de Sierra Espuña, cuya finalidad es la conservación y regeneración de las

comunidades vegetales de carácter ripícola con objeto de aumentar la

diversidad vegetal.

141

142

FASE HORIZONTE OBJETIVOS AMBITO

PLAN GENERAL Largo plazo. Estructuración del tiempo en periodos

Evolución masas forestales. Asignación general de recursos. Objetivo global

Proyecto y asignación de zonas de actuación

PLAN OPERATIVO

Corto plazo. Interpolación de la planificación en planes anuales

Presupuestos, uso de recursos, costes, rendimientos, programación actividades, etc.

Cada zona de actuación concretamente designada (cantones forestales)

CONTROL Periodos de control asignados (desde días hasta meses dentro del año planificado)

Evaluación de la planificación. Retroalimentación y actualización de datos

Cada zona del área de gestión designada para una planificación operativa

Cuadro 7.1 Fases de desarrollo del proceso planificador.

143

7.2. LA META FORESTAL

En el apartado anterior ya se han definido y priorizado los objetivos generales

de las diferentes zonas. Pero no se ha determinado el objetivo FORESTAL que

permite lograrlos, es decir, la masa forestal que se desea conseguir mediante

la aplicación de las actuaciones que se han planificado. En Sierra Espuña se

busca una formación que perdure y que en todo momento asegure la

protección deseada; que sea capaz de retener el suelo, pero también de

generar bellos paisajes que permitan el uso social del monte; que no sea un

conglomerado artificial de árboles iguales sino un espacio en el que puedan

convivir especies arbóreas, arbustivas y herbáceas.

Dada la situación del Parque, las formaciones arbóreas mas desarrolladas que

se consideran posibles son encinares y pinares de distinto tipo, también

quejigares y otras formaciones de ribera en los barrancos de zonas umbrosas

en las que hay mayor humedad. Se ha superado la primera fase de

colonización en la que el pino carrasco ha ido conquistando una zona de

condiciones durísimas para la vegetación. Las diferentes intervenciones van

orientadas ahora a mejorar la situación de las especies que se han ido

desarrollando bajo la cubierta arbórea y que ya están en condiciones de

aguantar por sí solas.

La masa que se ha considerado óptima para responder a las diferentes

funciones de Sierra Espuña es pluriespecífica, se regenera por semilla y tiene

estructura irregular.

Durante la fase anterior del proyecto, y en función de los resultados del

inventario, se definieron cuatro posibles especies principales (o

inventariables): pino carrasco (Pinus halepensis), pino negral o negro (Pinus

pinaster), pino ródeno o blanco (Pinus nigra) y encina (Quercus ilex). Como

ya se ha dicho lo que se considera óptimo es la formación

PLURIESPECÍFICA, aunque algunas zonas en las que la única especie

144

principales el pino carrasco se siguen manteniendo igual. En las unidades

denominadas carrascales se favorece sin embargo a la encina, al igual que

sucede con el Pinus nigra y P. pinaster allí donde aparecen.

Art. 96 f) Los trabajos selvícolas de mejora de la masa solo incidirán sobre las

especies principales, pino carrasco y pino negral, respetándose en lo posible

las especies que componen los estratos arbustivo y subarbustivo.

Otra de las características que definen la masa deseada es la forma de

regenerarse. Se habla de monte bajo cuando todos los pies proceden de brote

de cepa o de raíz, aunque lo que se planea es que en Sierra Espuña haya

MONTE ALTO, es decir, que todos los pies procedan de semilla. Esto no es

una decisión difícil si se trata del pino carrasco, que sólo suele regenerarse

por semilla. Pero ya es distinto cuando se habla de la encina que puede

regenerarse a partir de brotes que salen de su raíz o de su cepa. Lo

verdaderamente importante que se planea es que sea la regeneración natural

la que permita perpetuar la masa forestal, aunque si es necesario se

repoblará conforme a los parámetros que indica el PORN.

Fig.7.2.1 Estructura de masa irregular “ideal” en la que conviven, íntimamente unidos,

pies de todas las clases de edad.

145

Cuando se habla de estructura de una masa forestal se está haciendo

mención a la distribución espacial de sus componentes, ya sea sobre el

terreno (estructura horizontal) o según un eje perpendicular a la superficie del

suelo (estructura vertical). Pues bien, lo que busca el plan sectorial es que la

estructura sea IRREGULAR (Fig. 7.2.1).

Art. 96 b) Se considerará el monte de carácter irregular como la estructura

más idónea para los sistemas forestales no productivos.

Para entender el concepto de irregularidad se puede poner como ejemplo un

rodal de limoneros que se han plantado a la vez y que pueden llegar a vivir 20

años. Se debe suponer que tras cortar un limonero nace y se desarrolla otro

pie a la misma velocidad que sus compañeros, idéntico al anterior y en el

mismo sitio. Por supuesto que es simplificar mucho, pero lo importante es que

quede claro como es una masa forestal irregular. En la situación descrita se

tiene una masa regular, además, si se cortan todos los ejemplares a la vez lo

que se obtiene con los años es otra masa regular en la que todos los árboles

son idénticos entre sí y de la misma edad.

Sin embargo, si se corta la mitad del rodal a los 10 años, y la otra mitad a

los 20 y se sigue cortando cada 10 años, en todo momento hay dos edades

diferentes (Fig 7.2.2). Es más, si se corta a los 7 años una tercera parte, a los

14 otra y a los 20 el tercio que queda y se sigue cortando así sucesivamente

cuando los árboles llegan a los 20 años de edad, en todo momento la

formación está compuesto por árboles de tres edades distintas.

146

Fig. 7.2.2 Si se corta la mitad del rodal a los 10 años, y la otra mitad a los 20 y se sigue

cortando cada 10 años, en todo momento hay dos edades diferentes

Esto podría hacerse sucesivamente hasta llegar a cortar cada uno de los

veinte años, en cuyo caso, y tras superar el primer ciclo, habría árboles de

todas las edades. Si se ha cortado cada año en un sitio diferente sin orden el

resultado es una formación de limoneros donde aparecen mezclados

íntimamente pies de todas las edades posibles. Bueno, pues eso es una masa

irregular en sentido estricto.

Pero, ¿por qué es la estructura que se considera mas adecuada a los objetivos

marcados?. En primer lugar porque permite la protección. Hay que tener en

cuenta que una estructura pluriestratificada protege mejor al suelo del

impacto de las gotas de lluvia, disminuye la evaporación y permite una mejor

147

infiltración del agua en el suelo. Además la competencia entre individuos es

mucho menor, por lo que desarrollan mejores sistemas radicales y la

formación presenta una mayor estabilidad frente a nieve o lluvias fuertes. La

diversidad de estratos en el eje vertical y la estructura horizontal en mosaico

que favorecen las cortas son favorables también, tanto para la fauna como

para el uso social por su mayor calidad paisajística. Tampoco es contraria al

uso productivo, ya se ha visto que no es un objetivo importante en el plan

sectorial, pero es algo a tener en cuenta para que los costes de gestión no

alcancen niveles excesivos. Por eso se intentan concentrar en lo posible las

cortas en bosquetes, para facilitar posteriormente el aprovechamiento.

Art. 96 e) El diseño de los sistemas de corta propuestos deberá incluir

criterios de integración paisajística.

En Sierra Espuña la complejidad es mucho mayor que en el rodal de

limoneros que ha servido de ejemplo antes. Se trata de 17000 ha de parque

que, a pesar de haber empezado de manera artificial se encuentran hoy en

día en un proceso de naturalización. Este proceso se planifica favorecer con

los procedimientos y herramientas de gestión forestal que se están

implementando. Se complica por la tanto la toma de decisiones, y por eso se

utilizan herramientas de apoyo que a su vez se basan en complejos modelos

matemáticos que permiten tener en cuenta la multitud de factores que

afectan, ya sea la erosión en laderas de fuerte pendiente o la posibilidad de

dañar un nido en una determinada zona. Cuando se realizó el análisis se

comprobó que el punto ideal de irregularidad se encuentra entre la masa

irregular estricta y la regular estricta. Se concentran las cortas cada año en

un determinado sitio y se utiliza como unidad de gestión el cantón. Queda así

dividido el monte en 300 “cantones – rodales” a planificar. Se ha supuesto

que la edad máxima a la que se corta es de 110 años, por lo tanto, para tener

todas las edades en cada una de esas unidades deberíamos cortar cada año,

lo que supondría cortar en 300 puntos distintos cada vez y es por lo tanto

una tarea imposible de acometer. Por eso se busca una masa irregular en

sentido amplio (Fig. 7.2.3 y 7.2.4). Se corta 11 veces en cada cantón, es

decir, una vez en 10 años. Eso deja como resultado cantones con 11 edades

si seguimos con el supuesto que se hizo antes de un brote instantáneo por

148

cada árbol cortado. Pero la Naturaleza, sobre todo en el medio mediterráneo

nunca es matemática, puede que el brote salga a los dos años, o que salgan

10 en vez de uno. De ahí que el resultado de estas cortas no sea una masa

por cantón con árboles de 11 edades diferentes, sino una formación en un

estado intermedio entre la masa irregular estricta y la dividida en 11 tipos. De

todos modos el proceso de análisis utilizado no termina con lo hecho hasta

ahora, se completa con un seguimiento de los resultados que permite

actualizar las decisiones que se han tomado.

Fig. 7.2.3 Estructura irregular en sentido amplio que se quiere conseguir a nivel de cantón

mediante cortas por bosquetes. En el caso del dibujo las cortas en cada bosquete se realizaron a

hecho.

Fig. 7.2.4 Vista de perfil de la estructura irregular por bosquetes representada en la figura 7.2.3.

100 80

40 60

4010

20

100 60

1040

20

80

149

7.3 ACTUACIONES

Art. 96 c) Se evaluarán los métodos de ordenación más apropiados en función

de la tipología de las distintas unidades de gestión forestal.

Una vez seleccionada la meta hay que preparar el tipo de cortas de

regeneración y mejora que se van a utilizar. Como su nombre indica las

primeras están orientadas a conseguir el regenerado de las especies y las

otras a conseguir que el regenerado se desarrolle en las condiciones óptimas.

Pero antes de elegir las cortas que ayudan a que una especie se regenere hay

que conocer la forma en la que se reproduce y lo que sus jóvenes plántulas

necesitan para desarrollarse. En el caso de Sierra Espuña las especies que van

a ser aprovechadas son el pino carrasco y el negral, también hay que

preocuparse acerca del pino blanco y de la encina, cuyas condiciones se

quieren mejorar en algunos cuarteles. Y por descontado se deben tener en

cuenta todas aquellas especies no forestales que contribuyen a la diversidad

existente en Sierra Espuña, especialmente aquellas que por su situación están

bajo alguna figura de protección.

Las cuatro especies mencionadas en el párrafo anterior van a ser sometidas a

tratamientos selvícolas, pero puesto que sus necesidades y características son

muy diferentes, los tratamientos también deberán serlo. Uno de los factores a

tener mas en cuenta es la luz que se va a dejar que llegue a los árboles en

sus primeros estadios, cuando son mas frágiles. De los tres pinos

mencionados, el carrasco y el negral son especies “de luz”, es decir, que sus

plántulas no soportan una sombra prolongada, de ahí que las cortas de

regeneración elegidas sean de las que eliminan toda o casi toda la vegetación

en la zona de actuación y dejan pasar los rayos del sol (Fig. 7.3.1). También

la encina pertenece a este grupo. Aunque en España se recomienda su

protección en las zonas de solana no es algo preocupante en Sierra Espuña,

donde la mayor parte de las unidades de carrascales se encuentran en la

150

umbría. El pino blanco en cambio lo que necesita en sus primeros momentos

de vida es algo de protección frente a los rayos del sol.

Fig. 7.3.1 Regenerado de pino en un claro de la masa.

Los clareos y las claras son cortas de mejora que buscan disminuir la

densidad de la masa. Los clareos se realizan en los primeros estados de

desarrollo de la masa, y una vez que los pies han alcanzado cierto porte se

ejecutan las claras. Se eliminan ejemplares con el fin de evitar una

competencia excesiva. Así se reparten los nutrientes, el agua, y la luz entre

un número menor de árboles, que crecen en mejores condiciones y por lo

tanto tienen mas posibilidades de sobrevivir. Estos tratamientos permiten

además elegir la distribución superficial mas adecuada a los objetivos

marcados (Fig. 7.3.2).

151

Las cortas de regeneración van a ser de tres tipos: cortas a hecho, aclareo

sucesivo uniforme y entresaca. Las primeras consisten en una eliminación

total de los ejemplares en la zona que se trata. Se busca que la luz llegue con

mas facilidad a los jóvenes árboles, lo que permite reducir su competencia

con los ejemplares adultos, un establecimiento más rápido de la masa, una

disminución de los daños a la masa remanente. Tiene el inconveniente de

dejar el suelo descubierto durante un cierto periodo de tiempo, lo cual puede

causar problemas de erosión. Pero se ha minimizado el efecto planificando

una superficie máxima a cortar de 3 ha cada cinco años. Es mas, el tamaño

máximo de rodal que se permitirá cortar a hecho será de 4000 m 2, es decir,

de 0,4 ha, De esa manera se crean pequeños claros en la masa que permiten

la regeneración y hay un cierto grado de protección desde la masa

circundante. Así se consigue además reducir el impacto paisajístico de las

operaciones.

El segundo tipo de tratamiento selvícola que se va a aplicar es el aclareo

sucesivo uniforme. Se caracteriza por no eliminar todos los pies en la

superficie sobre la que actúa sino por suprimir el vuelo ya maduro en varias

veces. Primero se hacen unas cortas denominadas “diseminatorias” que

permiten que la luz y el calor lleguen al regenerado, pero que ejercen una

cierta protección sobre él. Y una vez que las plántulas se han desarrollado por

toda la superficie a actuar, en el caso que nos atañe nos referimos a los

cantones, se realizan las cortas “finales” y se elimina al arbolado adulto. Este

método origina menos problemas de erosión que el anterior, ya que no hay

ningún momento en el que se elimine toda la cubierta vegetal. Por este

motivo se ha permitido una mayor superficie de corta por cantón y se actuará

sobre 5 ha cada cinco años. También por eso se permite que el rodal a cortar

sea mayor. Por aclareo sucesivo uniforme se puede actuar sobre bosquetes de

hasta 0,6 ha simultáneamente, frente a las 0,4 ha marcadas como máximo

para la corta a hecho.

El sistema de cortas de entresaca altera las condiciones de la masa forestal

en mucho menor grado que los otros dos métodos. Se eliminan pies aislados

o en pequeños grupos para abrir huecos en los que pueda darse regeneración.

152

Fig. 7.3.2 Competencia en un bosquete de pinos de gran densidad.

Se van formando así bosquetes de mas o menos la misma edad. Como

criterio para seleccionar los pies a cortar se ha seleccionado el tecnológico, es

decir, se escogen pies aislados de las clases diamétricas superiores. Si es

necesario que el hueco sea mas grande para que llegue la luz al suelo se

extraerán también algunos de los árboles que se encuentren a su alrededor,

independientemente de su tamaño. Serán superficies pequeñas de

aproximadamente 100 m 2 en zonas que en ningún caso serán mayores a 1

ha. Cada 5 años se marca además un límite máximo de 10 ha a cortar en los

cantones que se vayan a tratar de esta manera. Las cortas de entresaca

definidas de esta manera irán acompañadas de clareos y claras.

153

Allí donde aparece encina se va a intentar mejorar su situación, aunque estén

fuera de los cuarteles denominados “carrascales”. Para ello se acompañará a

las cortas de regeneración con resalveos, tratamientos selvícolas que

permitan pasar de encinas con porte arbustivo y con numerosos brotes de raíz

a un pie definido con porte arbóreo. La idea no parte de un capricho estético

sino del deseo de obtener un carrascal maduro y estable.

7.4 DESCRIPCIÓN TÉCNICA DE LOS TRABAJOS SELVÍCOLAS A REALIZAR Se describen en primer lugar las cortas de mejora de la masa, cuando ésta,

todavía es joven, hasta llegar a definir las cortas de regeneración de la masa,

cuando en función de la edad, se hace necesario ayudar a la regeneración de

la masa vieja existente, por otra masa nueva y natural que sea capaz que

cumplir la misma función protectora.

7.4.1 Tratamientos de mejora de la masa: Intervenciones de control

de competencia

Cortas de liberación. Cuando se libera a una planta joven (pies de Quercus)

de la competencia de otra (de su misma o de otra especie arbórea: Pies de

Pino carrasco adulto que la recubre y daña.

Cortas de mejora, recuperación y policía. Cuando se busca mejorar la

composición específica del bosque, eliminando ejemplares de la misma

especie, pero de menor calidad, que ocupan un espacio necesario para el

desarrollo, de los mejores pies arbóreos, así como del matorral. Otras veces

afectan a la procedencia (semilla: regeneración masivas post-incendio,

vendavales, plagas; brote de cepa, brote de raíz: resalveos) de árboles

concretos.

Se hacen fundamentalmente para mejorar las condiciones de vida del resto de

la masa que todavía no posee la edad de corta, con el fín de seleccionar y

mejorar el estado de la masa final, o con fines silvícolas en cuanto a la

prevención de incendios se refiere. Dentro de estas cortas distinguimos:

154

Clareos y claras. Cuando se reduce la espesura de un bosque, para me]orar la

vitalidad y el crecimiento de los árboles que se dejan. Hablamos de clareos si

los pies cortados no son comercializables, de claras si pueden venderse. Su

finalidad siempre consiste en liberar a la masa, favoreciendo la aparición y

diversidad de la composición.

Justificación de la realización de clareos y claras

A lo largo de la vida del arbolado, llega un momento en que los pies, con su

progresivo crecimiento, comienzan a competir entre sí. Si se dejaran a la libre

competencia acabarían los unos por dominar a los otros y, finalmente,

muchos de ellos acabarían muriendo en beneficio del resto. Este ha sido el

proceso tradicional de la selección natural que ha tendido a imperar en los

montes naturales durante milenios.

Pero antes de morir algunos, todos ellos habrán reducido su crecimiento y

habrán pasado por etapas de debilidad que pueden llegar a favorecer a los

enemigos del bosque (accidentes climáticos, incendios, enfermedades y

plagas principalmente).

Tras la muerte de los más débiles, el material acumulado acentúa el peligro

de incendio y los agentes de su pudrición (insectos y hongos principalmente)

pueden en ocasiones atacar al resto de los árboles, pudendo causar una

verdadera catástrofe natural, por el ataque de determinadas plagas ante el

estancamiento de la masa.

Con los clareos y las claras, el hombre se adelanta a estos efectos;

así, elimina a lo peores pies de la población en beneficio de los

mejores y, si es posible, los extrae o elimina, para prevenir posibles

daños futuros en el monte. Estos trabajos son completamente

necesarios en masas forestales artificiales, que necesitan de una

ayuda del hombre, para favorecer su evolución, sobretodo por la

densidad tan alta con la que se instalaron o por la excesiva o

defectiva regeneración natural que a posteriori dan lugar. Sobretodo,

155

estos trabajos de selvicultura, aparte de mejorar el porte ecológico y

físico de la masa, favorecen la diversidad de la misma, potenciando la

aparición de especies más exigentes, bien del Genero Pinus o

Quercus, que en nuestro caso se limita a la protección, conservación y

fomento de la regeneración.

Clareos y claras son las intervenciones con las que se trata de regular este

fundamental problema del control de la densidad de los montes.

Los clareos

Un clareo no es otra cosa que una clara que no genera productos aprovecha-

bles, a causa de la escasa dimensión de los pies cortados. En otras palabras,

es una clara efectuada en una masa muy joven, aunque normalmente, una

vez superado ya el estado de «monte bravo» y normalmente en estado de

latizal bajo.

Todo parece indicar que un árbol envejece y se revieja más por sufrir la

competencia, que por el mero paso de los años; posiblemente es bueno

pensar que no miden el tiempo como nosotros. El sufrimiento acumulado es el

que acaba con el vigor y la vida de un árbol y es, por tanto, quien realmente

mide su edad.

Las claras

Desde que la masa alcanza un cierto tamaño (de latizal medio en adelante, es

decir, de 10 centímetros de diámetro a 1,30 metros del suelo en adelante),

algunos árboles de los que deben ser cortados, para regular las relaciones de

competencia dentro de la masa, alcanzan ya dimensiones comerciales. Las

adecuaciones de densidad, en este caso, se denominarán claras en vez de

clareos. Las claras deben persistir a lo largo de casi toda la vida del arbolado,

hasta que se llega a la edad óptima para la sustitución y aprovechamiento

final del mismo; momento en el que comienzan las llamadas «cortas de

regeneración» o cortas finales.

156

Tipos de claras

a) Clara baja

Se cortan todos los pies ahogados, muertos y dominados de la masa y en

ocasiones, algunos de los codominantes, para favorecer el desarrollo y

crecimiento del resto. Muy fácil de señalar, es frecuente abandonar en el

monte los pies dominados o ahogados (sin futuro ni capacidad de competir

por tanto).

b) Clara alta

En el extremo opuesto de la anterior, está basada en los conceptos contrarios.

Corta sobre todo árboles predominantes y dominantes, con lo que extrae del

monte la madera de mayor dimensión, y los árboles que más compiten dentro

del mismo.

Puede prestarse a abusos, y tiene una irreal apariencia antiselvícola. El sacar

los árboles predominantes y parte de los dominantes, significa el extraer pies

gruesos, normalmente muy ramosos y a veces envejecidos, en beneficio de

los dominantes de calidad y de los codominantes, que suelen tener buena

salud y mejor porte para ayudar a la regeneración y sustitución d el amasa.

Como es fácil comprender, una vez eliminados los árboles dominantes peores

y más gruesos de una masa, no puede continuarse indefinidamente por este

camino, pues se acabaría por empobrecer el monte de sus mejores pies, para

facilitar el crecimiento de los genéticamente más mediocres que, además, tal

vez hayan perdido ya la capacidad de reaccionar a su liberación, pues los

árboles sometidos largo tiempo a competencia intensa, acaban por perder

dicha capacidad.

Es por tanto una clara muy recomendable para las primeras edades de los

bosques, pero antiselvicola más tarde. Es la clara que debe realizarse cuando

los pies codominantes (que se mantendrán en la masa alcancen entre los 10 y

los 20 centímetros de diámetro.

157

c) Clara mixta

Es una clara intermedia entre las dos anteriores y, al igual que ellas, muy

razonable en determinados estados de los montes. Saca pies defectuosos del

estrato superior (predominantes y dominantes), al igual que la alta y,

además, al igual que la baja, los pies ahogados o dominados que puedan ser

aprovechados en condiciones económicas razonables (mayores que el «árbol-

marginal»), y que no lograrían sobrevivir hasta la siguiente clara, perdiéndose

si no se extrajeran.

Es una forma de clara muy razonable, y que se aplica sobre todo en masas de

edad media (20-30 centímetros de diámetro en los dominantes).

En esquema, la clara baja es la mejor en las masas jóvenes (latizal medio), la

mixta en las intermedias (latizal alto), y la alta en las mayores (fustales). Si

se reflexiona sobre esta cuestión, se comprende que con este esquema se

sigue la evolución de una masa de forma bien acorde con sus necesidades

naturales.

7.4.2 Tratamientos de regeneración de la masa: Intervenciones de

control de la edad

A.1) Regeneración tras cortas a hecho en 1 tiempo

Se han elegido este tratamiento dentro del P.R. para el pino carrasco y

resinero, en zonas de escasa pendiente, y donde se ha observado en parajes

colindantes que el buen suelo, ha favorecido abundantes regenerados, tras

una puesta en luz.

Descripción

En principio, la corta a hecho es la más sencilla de todas. Acabado el creci-

miento de un bosque, y a la edad adecuada, se corta de un golpe «a hecho»

todo él (tala rasa). La regeneración podrá aparecer por efecto del rebrote

(caso de los tallares), o sencillamente, preexiste como regeneración

adelantada antes de la corta; o aparece un nuevo repoblado procedente de

158

semillas que preexisten en el lugar de corta o que llegan desde zonas

aledañas.

Tras una correcta corta a hecho, la masa se regenera en un corto espacio de

tiempo, por lo que la masa a que se da lugar con las cortas de regeneración

natural a hecho es una masa regular.

Fig. 7.4.1 A la edad adecuada, se corta de un golpe todo el bosquete. La regeneración podrá aparecer procedente de semillas que preexisten en el lugar de corta o que llegan desde zonas

aledañas, o sencillamente, preexiste como regeneración adelantada antes de la corta.

Condiciones naturales de aplicación

Muy frecuentemente, demasiado frecuentemente, se realizan en Murcia,

cortas a hecho que son simples cortas de recuperación tras incendios

forestales. Tras las mismas, y sobre todo en los pinares de carrasco, es

frecuente la aparición de un vigoroso repoblado, si los árboles quemados

tenían edad para fructificar. Estos repoblados tras incendios, muchas veces

son mejores, incluso, que las masas preexistentes.

Aquí nos referimos, en concreto y especialmente, a las cortas ordenadas

realizadas a hecho; voluntariamente, y con la intención de inducir la

regeneración natural.

159

La corta a hecho deja expuesto el suelo a la acción de los elementos atmos-

féricos. Aunque la estructura edáfica pueda conservarse durante unos años;

es evidente, que se corre el riesgo de aparición de erosiones, si la cubierta

vegetal no se rehace rápidamente. Por otro lado, la vegetación adventicia

heliófila (jaras, coscojas, etc) o de sol rebrota o se resiembra rápidamente, y

puede competir con el pretendido repoblado (pies arbóreos a regenerar) y

generar además riesgos graves de incendios.

No puede pues recomendarse la corta a hecho en zonas muy

erosionables o sujetas a daños atmosféricos; y debe de practicarse

sólo con especies arbóreas de las llamadas de luz, que son capaces de

resembrarse con vigor tras la corta, en este caso se aplica para la

regeneración de pino carrasco y en zonas de escasa pendiente.

(Pinus halepensis y Pinus pinaster): Sp. de luz y media luz.

Pendientes inferiores al 20 %.

Zonas de umbría

De nuestros montes altos son susceptibles de ser regenerados tras cortas a

hecho, sobre todo, los pinares de carrasco. Es frecuente que el método dé

mejores resultados en umbrías que en solanas.

Especies todas ellas de luz, con semillas que, o se retienen en enormes

cantidades, dentro de piñas más o menos serotinas (especialmente el

carrasco y algo también el resinero), o vuelan desde masas próximas. Su

germinación, como especies pioneras y de luz que son, se produce mejor

sobre el terreno limpio, expuesto a la luz, limpio de vegetación arbórea que le

pueda ofrecer competencia.

Las piñas cerradas, se abren con la violenta puesta en luz tras las cortas a

hecho, o con la quema de residuos; y sueltan sus piñones, que se encuentran

con un suelo limpio en el que pueden germinar y enraizar con facilidad.

160

Práctica real

En la práctica real, además de utilizarse las piñas y piñones de los árboles

cortados, para lo que deben aprovecharse para la corta los años de mejor

fructificación; suele contarse con la garantía de siembra desde los colindantes

que quedan en pie.

En el caso que nos ocupa, como se trata de una experiencia tipo, no se

ofrecen datos de turnos y periodos de regeneración, simplemente se realiza

una corta a hecho en parcelas de 60x60, a través de bosquetes, estas

parcelas estarían incluidas supuestamente en tramos homogéneos, como los

descritos.

Suele cortarse en bandas estrechas o bosquetes desde tres a cinco veces la

altura de los árboles de zonas colindantes, que quedan en pie y que se

ocuparán de resembrar la zona de corta, reforzando el número de semillas. La

anchura de la banda suele ser tanto mayor, cuando más voladora es la

semilla y más favorable a su vuelo es el terreno y el clima, para que se

asegure el resembrado de toda la superficie de corta.

Las bandas avanzan abajo hacia arriba en las zonas de mayor pendiente, y

hacia los vientos dominantes o más secos que produzcan la mayor parte de la

apertura y diseminación de las piñas. De esta manera, se evita la erosión en

las pendientes, y se beneficia la zona cortada de una mejor llegada de

semillas voladoras.

Es conveniente terminar rápidamente los procesos de corta y estudiar la saca

temprana de las maderas próximas evitándose los daños en el repoblado

nuevo, así como en nuestro caso daños añadidos por la Plaga de

perforadores.

Según la forma de las bandas, pueden establecerse una multitud de variantes

de este método, que buscan adaptarlo a las necesidades de cada especie en

cada lugar.

161

Cortas a hecho por fajas:

Las fajas son tranzones de corta largos y estrechos. Se aplica esta modalidad,

cuando existe un viento dominante que a veces alcanza gran velocidad,

pudiendo originar daños sobre el suelo y sobre el arbolado en pie. La faja se

sitúa, perpendicular a la dirección del viento, de esta forma también se

aprovecha el viento como medio de transporte se semillas de los tranzones

colindantes.

Se aplican también este método, cuando existe riesgo de erosión, colocando

entonces las fajas paralelas a las curvas de nivel y alternadas (frenando el

paso del agua y ayudando a la diseminación lateral).

Cortas a hecho por bosquetes:

Es otra modalidad que responde a la forma del Tranzón de corta, que en este

caso presenta formas geométricas más o menos rectangulares o circulares. El

lado del cuadrado de cada bosquetes oscila entre: h y 3h, siendo “h”, la altura

dominante de la masa a apear.

Ventajas e inconvenientes: En buena parte son iguales a las de las masas

regulares a las que dan lugar.

Ventajas

Gestión del monte sencilla, barata, fácil de señalar y ejecutar.

No se producen daños tras la corta en la masa residual; pues no existe

ésta (sí puede haber daños en las masas colindantes dejadas en pie, por

efectos de temporales o posteriores del mismo arrastre de la madera).

Regeneración muy concentrada en zonas concretas del monte, lo que

puede hacerse compatible, mediante cercados o pastores, con el pastoreo

del ganado o con la caza.

Acotamiento sencillo y barato.

Es el método más adaptado a las especies de luz, por la libre disposición

de suelo desnudo que queda para su rápida germinación.

162

Inconvenientes

El paisaje toma internamente un aspecto devastado, y los recortes artifi-

ciales, realizados en el bosque, son muy visibles desde lejos.

Este método sólo es aplicable para especies heliófilas (Pinus halepensis y

Pinus pinaster).

Pueden producirse fallos y retrasos de regeneración, de difícil rectificación.

Un retraso en la aparición del repoblado puede permitir una invasión del

pasto o del matorral que haga difícil la regeneración. Una repoblación

lenta precisará de cortas de liberación, al establecerse como «lobos» los

primeros árboles nacidos.

Aparecen riesgos de erosión en zonas de pendientes elevadas, sobre todo

si el repoblado no se establece con rapidez, y el sol y las variaciones

bruscas de humedad y temperatura destruyen la estructura superficial del

suelo. Por ello, se han seleccionado, zonas de escasa pendiente para

aplicar este tipo de corta.

Los restos de corta, expuestos al sol, se resecan y se hacen muy

duraderos, con el consiguiente riesgo de incendios, es por ello,

imprescindible su control. En este caso los residuos de corta, procedentes

del desrramado, serán triturados, con astilladora.

Es de arriesgada aplicación en zonas de difícil regeneración natural

(aunque en ocasiones, sobre todo con el pino carrasco, se ha actuado en

este sentido con excesivo miedo; olvidando que hay especies

precisamente adaptadas a regenerarse en esas condiciones difíciles,

porque precisamente dichas especies son muy oportunistas).

A.2.-Regeneración tras cortas a hecho en dos tiempos

Descripción

El método de regeneración natural por árboles padres es muy similar al de las

cortas a hecho. Como él está adaptado, sobre todo, a las especies de luz, y da

163

origen a una masa regular. Viene a ser una corta a hecho, en la que se

respetan algunos Arboles dispersos.

Estos árboles dispersos en la zona de corta, garantizan un suministro comple-

mentario de semillas( banco de semillas), aunque no llegan a realizar una

protección real del nuevo repoblado naciente. Son meros árboles

sembradores, en número tan escaso que ni protegen ni compiten con el nuevo

repoblado.

Cuando la zona de corta es muy extensa, los árboles colindantes de las masas

que quedan en pie no consiguen abarcar toda ella con sus semillas. Pies

dispersos de semilla voladora pueden hacerlo, garantizándose así la

regeneración, si las reservas de semillas en la zona de corta son insuficientes,

o si fracasa el logro del repoblado por alguna circunstancia imprevisible o

imprevista.

Fig. 7.4.2 Corta a hecho, en la que se respetan algunos árboles dispersos para resembrar el suelo. Estos árboles garantizan un suministro complementario de semillas (banco de semillas).

Son meros árboles sembradores, en número tan escaso que ni protegen ni compiten con el nuevo repoblado.

164

Condiciones naturales de aplicación

Tras un incendio forestal, e incluso tras algunas otras catástrofes naturales,

es frecuente que queden vivos algunos árboles dispersos. Aislados de los

demás, si no fenecen víctimas del viento, el golpe de luz, o las plagas que

siguen habitualmente a todo desastre forestal, producirán abundantes

semillas que resembrarán la zona afectada, si son capaces de volar y de nacer

y sobrevivir al sol.

Muchas de las zonas que arden actualmente en Murcia, y en otras zonas

mediterráneas, se repueblan de forma natural de esta manera. Por ello, es

bueno respetar los árboles que puedan sobrevivir tras los incendios.

En el caso de las coníferas, existen razonables posibilidades de supervivencia,

cuando un tercio del follaje inicial del árbol está vivo.

Práctica real

Siempre existen condiciones naturales, como roquedales, crestas elevadas,

zonas muy batidas por los vientos y linderos, en los que no es bueno cortar

los árboles, ni siquiera en las cortas a hecho. Esos árboles, que la lógica

impone que se abandonen; por esas razones, o por alguna otra singularidad

(razones históricas, sombra en fuentes, casetas, existencia de nidos de

especies protegidas, belleza singular, etc.), suelen ser muy eficaces

sembradores en su alrededor. El repoblado a que dan origen, procede

finalmente de una corta por el método de los árboles padres; encontrados o

dejados muchas veces de forma no demasiado intencional.

Un árbol cada una a cinco veces de altura de los dejados como padres, es

suficiente para resembrar, sin recubrir en exceso el terreno con su sombra. En

la práctica, entre cuatro y veinte árboles por hectárea. Prácticamente,

siempre menos del 10 por 100 del volumen de madera inicial. Menos árboles,

difícilmente son eficaces, más suelen dar ya cierta protección y sombra al

repoblado y éste aparece en condiciones bien diferentes y más bien típicas del

aclareo sucesivo uniforme.

165

Como es lo habitual, carrasco, resinero y silvestre, junto con alguna frondosa

de luz son las especies más adaptadas a esta forma de regeneración.

Ventajas e inconvenientes

Ventajas

Entre las ventajas es de destacar el menor impacto visual, al quedar

algunos arbolillos dispersos. Esta ventaja es destacable en zonas

quemadas con interés paisajístico, y puede generalizarse a los árboles

dispersos, que conviene siempre conservar en la mayor parte de las cortas

a hecho y que quedan como árboles padres normalmente.

También se reducen las limitaciones de forma del área de corta, típicas en las

cortas a hecho estrictas; pues no es preciso confiar en la siembra desde los

árboles colindantes al área de corta, al llevar la zona de corta sus propios

«sembradores».

Inconvenientes

Entre sus inconvenientes hay que añadir y valorar los daños que sufren

habitualmente los árboles dejados como padres, y su difícil saca posterior

(por su escaso volumen por hectárea y riesgo de daños al repoblado

durante el arrastre); así como el coste del señalamiento de los árboles a

dejar.

B) Regeneración por aclareo sucesivo uniforme

Este tratamiento que es mucho más seguro en cuanto a la

regeneración se refiere, es el que se empleará en todas aquellas

situaciones difíciles, en las cuales por el efecto de la fuerte pendiente,

situaciones de solana, o por tratarse de especies menos heliofilas, se

utilizará, dentro del P.R. de Espuña.

166

Descripción

En este método de regeneración, la repoblación se logra con varias

cortas sucesivas, realizadas a intervalos cortos; tan cortos que

normalmente se origina una masa regular. Se produce pues por

«aclareos sucesivos». Aclareos practicados siempre al final de la vida

de una masa y en concepto, por tanto, de cortas finales, es decir,

realizadas con intención de regenerar el bosque.

El bosquete de corta se intenta regenerar totalmente en un periodo de

regeneración menor habitualmente del cuarto de la edad de corta, o de veinte

años; para mantener el carácter regular de la masa, (en nuestro caso como

se pretende llegara una masa irregular, los aclareos se realizarán por

bosquetes, que en un mismo cantón acabarán de cortarse una vez finalizado

el turno, mediante bosquetes). Surgen con el fín de asegurar el regenerado

en contraposición a las cortas a hecho, que protegen poco el regenerado.

La característica fundamental de este tratamiento es que se mantiene la

estructura del monte regular y la regeneración de la masa se realiza bajo una

cubierta protectora de la misma masa, de forma que se corta la masa de

manera discontinua y de forma puntual, en etapas sucesivas. Es un

tratamiento para especies de temperamento delicado (sombra, media

sombra e incluso media luz).

Tres son las clases principales de cortas en este método: «preparatorias o

aclaratorias», «diseminatorias o de siembra» y «finales o de liberación».

Cortas preparatorias

Dada una masa regular y espesa, cuando llega el momento de su

regeneración, se choca muchas veces con la dificultad de la típica falta o

escasez de producción de semillas en el bosque denso. A veces, incluso,

existe un retraso considerable en materias de claras que agrava la situación;

al poner en riesgo de rotura o vuelco a los árboles que quedan tras la corta.

167

Para que exista regeneración, se precisa abundancia de semilla, para lo que

los pies precisan de un espacio determinado de suelo y estar bañada toda su

copa por radiaciones solares. Así pues aparece la necesidad de eliminar pies

para evitar la competencia radicular, favorecer el baño solar y que las semillas

puedan germinar. Las cortas Preparatorias, quitan los peores pies de la masa

para dejar espacio edáfico y aéreo a los restantes pies.

Si queremos regenerar, es necesario primero preparar la masa para producir

semillas. Una clara intensa, y normalmente baja (pues estamos al final de la

vida de la masa), que separa entre si las copas de los mejores árboles entre 1

y 1,5 metros (fracción de cabida cubierta del orden de 0,66), constituye la

corta «preparatoria o aclaratoria» que corrige el posible exceso de espesura, y

prepara el arbolado para producir semillas y el suelo para recibirlas. Esta clara

afecta, sobre todo, a dominados y ahogados, también a algunos

codominantes.

Fig. 7.4.3 Cortas preparatorias en un Aclareo Sucesivo Uniforme

168

En los rodales en que la masa no es demasiado cerrada no es necesaria; por

el contrario en casos de cerrazón extrema pueden ser necesarias dos o tres

intervenciones de este tipo, para dar tiempo a consolidarse a los árboles que

quedarán (evitándose los riesgos de una clara demasiado brusca) y a la

correcta mineralización de la hojarasca. Siempre se tratará de claras bajas,

que respetarán los árboles más dominantes y consolidados que son mejores

sembradores y más resistentes al viento. Normalmente del 10 al 30 por 100

del volumen de madera inicial es extraído en la (o las) cortas preparatorias.

Muchas veces el aclarado del bosque permite lograr la mineralización de la

hojarasca acumulada bajo el cerrado dosel arbóreo. Esa eliminación es

imprescindible para que las semillas puedan tocar el suelo y germinar, y la

mineralización equivale además a un buen abonado.

Los mejores árboles, que viven todavía en densidad elevada, se consolidan y

comienzan a producir semillas, la hojarasca se mineraliza. En el medio

mediterráneo, es raro que una masa que haya alcanzado la edad de corta, no

se haya aclarado lo suficiente por si sola; como además es raro que la

hojarasca se acumule en exceso, suele ser frecuente que no existan las cortas

preparatorias y que se entre directamente en las de siembra.

Corta diseminatoria o de siembra

Tras la corta preparatoria se dejan pasar unos años para la fructificación de

los pies dejados, asegurando un banco de semillas. Ahora surge la necesidad

de que esa semillas encuentren espacio en el suelo, para facilitar su arraigo

en el mismo. Son cortas que se realizan con el fin de crear espacio en el

suelo, cuando el árbol ya ha diseminado.

Es una corta, parcial pero intensa, que conserva los mejores árboles de la

masa, reduce la competencia, y abre los huecos en tierra, precisos para que

el regenerado se siembre e instale. Es la llamada «corta de siembra». Tras

ella aparece un regenerado ya viable.

169

Ese regenerado disfruta de la protección que frente a las heladas, los vientos,

los rayos del sol y la desecación superficial del terreno, realizan los árboles

protectores que quedan.

Evidentemente debe de hacerse en años de buena cosecha, y mejor cuando la

semilla está ya madura e incluso en tierra, pero todavía sin germinar. En el

monte real, durante los años de poca semilla se hacen los otros tipos de

cortas propias de este método (preparatorias y liberatorias).

Es una corta fuerte, que respeta los mejores y más sólidos ejemplares del

bosque, y que reduce la espesura más o menos según sean la especie y el

lugar; más si es más de luz, menos si es más bien de sombra. Afecta sobre

todo a los pies codominantes.

Fig. 7.4.4 La segunda fase de un Aclareo Sucesivo Uniforme la componen las cortas

diseminatorias, que facilitan la llegada de luz y calor para estimular la germinación y permitir la

supervivencia de las jóvenes plántulas.

La Fracción de Cabida Cubierta se reduce normalmente a 0,33-0,50. El

volumen extraído es normalmente del orden del 25-50 por 100 del existente

antes de la corta.

170

En muchas ocasiones puede observarse en el monte que los brinzales

precisan de la protección del arbolado durante sus primeras edades, y que se

mantienen mejor al amparo de una cierta cubierta; mayor o menor según el

temperamento de la especie. Esto es muy visible con las especies de media

luz o de media sombra, y es especialmente visible en las de sombra, que

nacen y sobreviven mucho mejor bajo otras plantas mayores que ellas

(especialmente si son de distinta especie, lo que favorece su regeneración en

las masas mixtas); pero puede observarse también con las especies llamadas

de luz, cuando las condiciones climáticas son difíciles.

Con el tiempo, esa protección pasa a ser un estorbo; pues los brinzales de

todas las especies agradecen una cierta protección en sus primeras edades;

pero sufren por la competencia con una protección excesivamente larga o

intensa; y más cuanto más de luz sea la especie.

No es frecuente pues que las plantitas resistan mucho tiempo ese amparo,

que con el tiempo pasa a ser un inconveniente en vez de una ventaja. Las

especies de sombra pueden resistir hasta ocho-diez años a la sombra, pero

las de sol apenas si aguantan la cuarta parte de ese tiempo (dos-tres

años).Es bueno recordar que todas las especies resisten la sombra, pero que

no todas resisten la competencia de los otros árboles; no es por tanto un

problema tanto de cantidad de luz como de competencia.

Incluso antes de que se vean perjudicados por la competencia de sus padres,

los brinzales son ya capaces de soportar la plena luz y la intemperie. ¿Para

qué mantenerlos con una cierta competencia más tiempo del necesario? ¿No

será mejor dejarlos crecer libremente cuándo sean ya capaces de resistir la

intemperie por si solos?

Debemos recordar que todo árbol que atraviesa etapas de dura competencia,

aunque las venza, se revieja durante ella; y ese sufrimiento repercutirá

siempre en su capacidad de crecimiento y en su misma longevidad. La edad

real de un árbol se mide por el sufrimiento que haya acumulado.

171

Cortas finales o liberatorias

Consecuentemente, una vez logrado el repoblado, deben eliminarse los

árboles que quedaron como protección mediante las cortas que se llaman

«finales». Deben realizarse conforme el regenerado haya logrado instalarse, y

antes de que la competencia se haga insoportable; o crezcan tanto los

brinzales, y se endurezcan de tal forma, que la saca y arrastre de los árboles

finales los dañe. Entre una y tres cortas finales acaban completamente con la

anterior generación de árboles, y liberan y dejan en crecimiento a la nueva

población. A la última de estas cortas suele llamársele final.

Fig. 7.4.5 Una vez conseguida una buena regeneración se eliminan los árboles padre mediante

las cortas liberatorias o finales.

A veces la última corta se pospone y sus árboles se constituyen en una

reserva de madera de calidad y dimensión elevada. La no regeneración puede

ser también quien obligue a esta reserva.

En estas cortas finales, se extrae buena parte del volumen inicial, del 33 al 66

por 100, y precisamente en los mejores árboles que además han disfrutado

de unos años de crecimiento acelerado por su aislamiento. Normalmente han

vivido en condición de dominantes.

172

Cortar demasiado pronto reduce la protección de la masa residual al

repoblado, y este puede sufrir con el aislamiento prematuro. Cortar

demasiado tarde (un error muy frecuente) conduce al endurecimiento de los

nuevos tallos, que se romperán durante la explotación de la masa residual, y

al padecimiento excesivo de los brinzales por la competencia de la masa

residual. Si los brinzales no se liberan a tiempo, además de morir algunos

víctimas de la competencia, sufrirán de un envejecimiento prematuro, que

hará que en el futuro y tras la liberación, estos árboles, prematuramente

reviejos a causa de las adversidades, crezcan peor y sean menos longevos.

Condiciones naturales de aplicación

El proceso simula una destrucción lenta del bosque; como cuando hongos,

insectos o algún agente atmosférico, van abriendo una masa

progresivamente, hasta su total o casi total destrucción y su sustitución por

una nueva generación. Bajo ella nacerá una masa similar, o una masa con

una mayor participación de las especies «de sombra».

Este método resulta pues más favorable, en las masas mezcladas, a las

especies más resistentes a la competencia, o menos de sol.

Práctica real

Durante el tiempo que dura el periodo de regeneración se

efectuarán las cortas pertinentes en todos los bosquetes que

ocupan un Tramo de corta, y que se encuentra en la última clase

de edad, realizando: Cortas preparatorias, diseminatorias y

finalmente aclaratorias. Una vez finalizado ese periodo de corta,

la totalidad del tramo cortado debe estar regenerado. A

continuación se realiza la misma operación en el siguiente tramo

que ya posee la edad de corta , y durante el mismo nº de años se

efectúan las cortas correspondientes, hasta acabar cortando y

regenerando todos los tramos del monte. En todo caso el proceso

173

completo se completa en tiempo breve; normalmente de diez-

veinte años.

Estas son, en resumen, las diferentes condiciones del llamado «aclareo suce-

sivo» en el que la vida de la población se inicia bajo el amparo de los árboles;

acabándose en él por llegar también a una masa de tipo regular, como en el

caso de las cortas a hecho o por árboles padres.

La separación entre tipos de corta no es tan rígida como pudiera parecer. De

nuevo, el sentido común viene a corregir aquí los excesos del academicismo,

y los sacrificios en favor de la mejor comprensión de lo aquí expuesto.

Lógicamente, al iniciarse la regeneración de un tramo, puede haber rodales

que precisen de cortas preparatorias; pero en otros aledaños puede preexistir

ya una regeneración adelantada en los claros que sea mejor liberar desde

«ahora mismo». Consecuentemente, parte de los árboles caerán como

preparación, y otros como liberación dentro de la misma intervención de

corta; lo mismo sucederá en el año de siembra, si hay repoblados de urgente

liberación; incluso es posible que en algunos rodales no haya semilla y deban

quedar en espera de tiempos mejores.

Lógicamente el tramo en regeneración se divide en varios bosquetes de corta

actuando por agujeros, agrandando progresivamente las zonas en que

aparece el repoblado nuevo.

El método de aclareo sucesivo se aplica a casi todas las especies forestales

españolas; pues es un método muy flexible en su aplicación práctica.

Ventajas

Reproducción muy segura, al seguir el grueso de las cortas a la aparición

del regenerado y no precederla; como es el caso de las cortas a hecho o

de árboles padres.

Puede realizarse la corta de siembra sólo en buenos años de semillas, sin

alterar seriamente el ritmo de producción de maderas del monte.

174

Fuerte seguridad frente a años o períodos malos.

Intenso y continuado abastecimiento de semillas.

Adaptable a todas las especies forestales excepto, tal vez, a las muy de

luz o de piñas serotinas. Todas las especies forestales españolas

susceptibles de regeneración natural, pueden regenerarse con este

método.

Posibilidad de alargar algo la edad de corta en los mejores árboles.

Escasez de restos de corta tras cada intervención, al tratarse de cortas

parciales; restos que además pudren con rapidez a la sombra, y más si

están troceados y en contacto con el suelo.

Continua protección del suelo.

Fácil control del ganado al estar concentradas las superficies en regene-

ración (aunque menos que en el caso de las cortas a hecho o los árboles

padres).

Bajo impacto paisajístico.

Inconvenientes

Explotación y señalamiento delicados y costosos.

Daños en el repoblado durante las sucesivas cortas, y más en

explotaciones mecanizadas.

Explotación de volúmenes totales relativamente escasos a cada inter-

vención. (Normalmente de 50-150 metros cúbicos por hectárea en cada

intervención.)

Explotación más cara y más difícilmente mecanizable que en el caso de las

cortas a hecho.

C) Monte Alto irregular: Regeneración por entresaca

Es aquel en el que los pies provienen de semilla, y en cualquier

zona geográfica del monte están presentes todas las clases de

edad.

Aunque los métodos de regeneración de la masa que se emplean,

conllevan hacia masas regulares, al realizar rodales dentro de un

175

tramo de corta, que se cortarán por bosquetes diseminados, se

pretende así hacer evolucionar a la masa hacia sistemas

irregulares. En este caso, no se aplica el tratamiento

uniformemente a todo el rodal o el tramo, sino a bosquetes

separados en el espacio y en el tiempo dentro de cada rodal. De

esta forma al acabar la corta de un rodal, en un mismo tramo,

cada uno de los bosquetes que lo componen, acabaran teniendo

edades diferentes.

D) La regeneración de los Quercus mediterráneos (RESALVEO DE

ENCINAR)

La deficiente regeneración de nuestros montes de frondosas nobles, poblados

por especies de Quercus mediterráneos, es uno de nuestros principales

problemas ambientales actualmente.

Podemos confiar en la regeneración por semilla, porque la producción de

semillas suele ser elevada en nuestras especies y con nuestras condiciones

ecológicas; además, las bellotas son frutos muy gruesos, capaces de germinar

si no se desecan en la superficie, para lo que basta un leve enterramiento o

incluso la protección de la misma hojarasca. Además el brinzal es capaz de

nacer y sobrevivir tanto al sol como a la sombra, y, una vez nacido, puede

mantener y soportar una dura competencia durante algunos años con el

pasto, el matorral o con el árbol padre. Por si todo ello fuera poco, resiste el

pastoreo (incluso más que muchas otras especies del monte mediterráneo) y

puede soportar ocho-diez años de mordisqueo, y mantener todavía una

capacidad de crecimiento aceptable.

Y debemos desconfiar de las regeneración por brotes... porque, aunque

se generalicen estas regeneraciones en amplias zonas, tras el abandono de

roturaciones, pastoreos intensos y cortas; las matas no dejan de ser otra cosa

que brotes de monte bajo, y tienen los problemas de longevidad y crecimiento

que son propias de éstos. Algunos montes toman muy rápidamente aspecto

de bien regenerados, con el mero abandono o tras las llamadas «rozas de

regeneración» (recepes y recepes entre dos tierras, seguidos de acotamiento

176

al pastoreo, con o sin protección a los brotes aparecidos). Si esas rozas no se

realizan sobre brinzales muy jóvenes (lo que es inusual), sólo dan lugar a la

aparición de rebrotes, con porte mejorado; pero sobre cepas adultas y

reviejadas. La verdadera regeneración de los Quercus, en las áreas que no

sea deseable el monte bajo para la producción de leñas (nada que objetar en

ellas), es conseguir llegar a la regeneración por bellotas.

7.4.3 LA CONVERSIÓN A MONTE ALTO POR RESALVEO

Un resalvo es sencillamente un brote de monte bajo, con cualidades

llamativas, y que no se corta durante la explotación del monte bajo, para

dejarle persistir y crecer durante más tiempo.

Limitaciones del resalveo

Se pretende llegar con el resalveo en este caso de encinar, a la consecución

de un monte alto a partir de un monte bajo de brotes. En muchos casos es

muy difícil o imposible de lograr.

Se requiere un suelo capaz de sustentar un monte alto, es decir,

profundo y con elevado volumen utilizable por las raíces, y muchos

bosques (como ya hemos dicho) son montes bajos, precisamente porque no

tienen un suelo capaz de sustentar un monte alto. Lo que es cualidad esencial

del monte bajo, se convierte en limitación fundamental para su conversión.

Tenemos que recordar que es muy difícil lograr un monte alto de frondosas;

aunque sea de la misma especie ya presente, como en este caso. Por lo que

prioritariamente, lo que se pretende con este documento, es poder llegar a

formar un bosque mixto de encinar-pinar, donde se vaya abriendo el paso

hacia el encinar, en defecto del pinar.

Sin embargo, en las situaciones adecuadas, es una solución muy razonable, y

digna de ser tenida en cuenta, frente al mayor desarrollo, de las masas

de pinares, que mantiene demasiado a la sombra del estrato de

quercineas. En el fondo el resalveo es un «enriquecimiento» con la

misma especie del monte bajo, o la puesta en luz, bajo una cubierta

177

de pinar de un estrato de frondosas, favoreciendo la diversidad de la

masa forestal.

Un esquema claro y general sería: «enriquecer» con frondosas nobles los

rodales mejores; «resalvear» en los rodales buenos; mantener macolladas de

«tallar» en los medianos.

La práctica del resalveo

Dejar envejecer los brotes. La espesura limpiará los fustes de ramas y

acabará definiendo los brotes más dominantes y mejor instalados. Los malos

brotes se «confesarán» al puntisecarse.

Cortar respetando un buen número de resalvos por hectárea. Debe dejarse

al menos un 66 por 100 del suelo recubierto por las copas del estrato

superior. Así los rebrotes de los pies cortados son débiles al seguir más o

menos dominados.

Elegir cuidadosamente los resalvos. Un buen resalvo es un árbol dominante

y grande, que tiene una relación entre la altura y el diámetro lo menor posible

(rechoncho) y entre el diámetro de copa y el del tronco lo mayor posible

(copudo). Unas o dos trozas basales útiles, de 2,5 metros de largo, es a lo

más que debemos aspirar.

No cortar los pies menores de unos 5-7 centímetros (leña fina), porque son

necesarios para colaborar a que no aparezcan chupones en los tallos de los

resalvos dejados; que a su vez deben ser al menos de 12-15 centímetros de

diámetro.

Con el tiempo, los brotes van reduciendo su crecimiento, pero como

crecen, y algunos se ahogan y otros se comprueba que están mal instalados,

porque puntisecan, es necesario volver a repetir la misma «clara» con iguales

criterios. Esta situación de «brotes grandes» puede ser con algunas especies

muy duradera; pero el objetivo a largo plazo del resalveo intensivo, es llegar

178

a que den fruto, para conseguir (tras la corta final) una regeneración natural

por semilla.

Es de destacar que nunca los brotes son tan longevos ni tan fructíferos como

los pies de semilla, y que tardan en alcanzar dimensiones grandes mucho mas

tiempo que ellos. Un resalveo intensivo es, por tanto, sólo una situación

transitoria hacia el monte alto.

Práctica real del resalveo y regeneración del encinar en Sierra

Espuña

Resalveo y limpieza de encinar: Se corresponde con tratamientos que

pretenden la puesta en valor de diversos rodales de encinar en el Parque

Regional, bajo una cubierta de pinar, con la disminución de la sombra de

estos últimos. Este trabajo se realizará mediante: 1) Resalveo de los pies de

encinar, propiamente dicho, a través de la selección de renuevos o de pies

arbóreos ya existentes y poda de los pies seleccionados. 2) Clara de los pies

de pinar que ahogan a los pies de encina: Dado que la masa principal en la

que se pretenden realizar los trabajos está formada por una masa de pinar de

carrasco, bajo la que se encuentran disperso un buen sotobosque de encina, e

incluso pies arbóreos, de la misma, es necesario, que para poder potenciar,

una futura masa de frondosas, (o por lo menos que su representación

aumente), se elimine parte de la cubierta de pinar de carrasco, que es el más

predominante en la zona, ya que debido a su porte y edad, provocan una

excesiva sombra, competencia e invasión para el desarrollo de los pies de

encina, manteniendo a esta especie en una masa ahogada. Esta eliminación

de pinar de carrasco, se llevará a cabo con una clara de la masa, ya que se

corresponde con pies maderables, y se realizará de una forma mixta: clara

alta y baja, eliminando de la masa aquellos, pies de mayores dimensiones que

se comen e impiden el desarrollo de los pies de encina, así como aquellos más

decrépitos y enfermos que ocupan espacio y no fortalecen la masa.

En esta clara mixta, se eliminarán tanto árboles de pinar dominantes como

dominados, es decir, se aplicarán en función de las necesidades, bien una

179

clara por lo alto o por lo bajo, donde se cortarán árboles lobo, que por sus

dimensiones, estén provocando un disminución en el desarrollo buscado, y se

aprovecha a la vez, para eliminar por lo bajo aquellos pies de menores

dimensiones que se encuentran decrépitos y enfermos o deformados, y que

entorpecen igualmente el desarrollo del encinar.

Los principales objetivos que rigen el resalveo son:

GENERALES: Fomentar una mejora del estado selvícola de la formación y

aumento de su diversidad.

DE LA PODA.- Dar forma a los árboles, aumentar la producción de bellota,

producir leñas de mejor calidad, reconstituir el follaje de árboles decrépitos.

DE LA LIMPIEZA.- Rejuvenecimiento del vuelo, formación de pies para

mejorar producción de bellota, transformación paulatina del vuelo del estado de

Monte Bajo (Regeneración a través de brotes o renuevos) a Monte Alto

(Regeneración por semilla: bellota), mejorar el porte de la masa, aumentar la

penetrabilidad, eliminar cepas dominadas y decrépitas.

NORMAS TECNICAS PARA LA REALIZACION DEL Resalveo

No cortar mas de un cuarto del número de brotes existentes, no podar

ramas excesivamente gruesas, eliminar las ramas muertas, el corte debe ser

limpio a ras de tronco y haciendo entalladuras para evitar desgarros.

Cuando se realice el resalveo del encinar y su puesta en luz, se dejarán

matas de encinar en estado de monte bajo, como tallar, dejando sin tocar una

de cada 6 matas para que actúe, con todos los beneficios que posee el monte

bajo: los montes bajos espesos son refugio de caza y, mientras que el follaje

permanezca a una altura accesible al diente de los animales, son fuente de

alimentación.

Los clareos en los "montes bajos" de las especies del género Quercus se

harán para iniciar su transformación en "monte medio", dejando en cada mata

los resalvos más vigorosos separados entre sí 1 m. aproximadamente.

180

Los tocones de los troncos cortados no deberán sobresalir más de 10 cm. del

suelo. Todos los trabajos se realizaran en otoño – invierno, desde el 1 de

Octubre al 31 de Marzo.

7.4.4 REGENERACIÓN POR ENTRESACA

En el monte alto irregular, debido a la heterogeneidad de la masa, se pierde

el concepto de Turno. Se utiliza el diámetro de corta, aquella dimensión

mínima a partir de la cual los árboles se apean para conseguir un nuevo

diseminado. Este diámetro se fija por razones económica, físicas, selvícolas,

etc, y también se le llama diámetro de madurez. El tratamiento que se

aplica es el de entresaca, en concreto: Entresaca regularizada:

Descripción

Este método de regeneración está especialmente adaptado para el

mantenimiento de masas irregulares, aunque también es válido como medio

para pasar de una situación regular a una irregular. Se trata de unas cortas

muy suaves, en las que se recorren masas irregulares, recogiendo sus árboles

maduros al mismo tiempo que se aclaran algunos rodales demasiado densos.

La estrategia de este tipo de cortas es, en principio, bien sencilla. Se recorre

el monte cortando los árboles que, habiendo alcanzado una cierta dimensión o

tamaño de corta (diámetro de cortabilidad), no seguirán creciendo a ritmo

satisfactorio en el futuro. Este ritmo no satisfactorio se determina por ese

mismo diámetro de cortabilidad. En los pequeños claros que dejan estos

árboles cortados, y al amparo de los árboles colindantes, irá creciendo el

repoblado; que unas veces ya existía bajo los árboles cortados y otras

aparece en el pequeño claro, tras la corta y consiguiente aumento de la

luminosidad.

A la vez que se cortan los árboles «finales o maduros», se aprovecha para

liberar, mejorar, recuperar y aclarar los grupillos de árboles menores. La

intervención de corta por entresaca, por tanto, es a un tiempo corta final

181

(control de la edad de aprovechamiento) y corta de mejora en su más amplio

sentido: clara, liberación, mejora, recuperación, etc.

Para evitar el recorrer a cada año todo el monte con las cortas y encarecer así

la explotación, se practica la llamada «entresaca regularizada». Consiste

ésta en rotar sobre los tramos de corta en que se divide el monte, de modo y

a ritmo tal que se vuelve a cortar al mismo sitio, tras un tiempo igual al que

tardan los árboles en saltar de una a otra clase diamétrica; en la práctica, en

el tiempo que tardan en crecer unos 5 centímetros de diámetro (de diez a

quince años habitualmente, en función de las condiciones de crecimiento de

cada monte). Cuanto más tiempo tardemos en volver al mismo rodal, más

madera se habrá acumulado desde la vez anterior, y más habrá que cortar.

Existe una masa irregular ideal en la que la distribución de clases diamétricas

se ajusta a la denominada curva de “Liocourt”. En dichas masas, de

existencias y distribuciones diamétricas normales o ideales, se corta cada vez

un número de árboles igual a los incorporados a cada clase diamétrica; y se

extrae así un volumen igual al crecimiento habido desde la corta anterior;

Cuando las masas no cumplen esas condiciones ideales, se corta de forma

que vayan convergiendo hacia las mismas.

Fig. 7.4.6 Distribución de los árboles de las distintas clases de edad en una zona tratada por

entresaca pie a pie. Se consigue así una masa irregular en sentido estricto.

182

Condiciones de aplicación

Este método de regeneración simula la regeneración natural dentro de una

masa climácica, por la que el arbolado viejo, al morir disperso por el monte,

deja lugar al crecimiento de otros más jóvenes.

Las cortas por entresaca están especialmente adaptadas a las zonas de rege-

neración lenta y difícil y a las especies de sombra, y están recomendadas en

el tratamiento de montes recreativos y protectores, por su mejor aspecto

paisajístico y sus claras ventajas ambientales; también en los montes de

pequeña extensión total, pues permiten una pequeña producción, sostenida

en el tiempo, con superficies sin embargo reducidas.

Práctica real

Normalmente, la aplicación del tratamiento de regeneración por entresaca

exige especies como ellas muy adaptadas a la sombra. Sin embargo, puede

aplicarse este método, cortando por bandas muy estrechas o por bosquetes

de pequeña dimensión, abriendo claros para que se instalen, incluso las

especies de luz, que pueden así ser tratadas en entresaca y en forma de masa

irregular. Esta técnica (además de estar adaptada a las especies de sombra,

propias de etapas avanzadas de la sucesión vegetal hacia la clímax) se presta

bastante bien a las zonas en que la vegetación potencial es de sol (clímax

fisiográficos); como las de zonas de gran dureza ambiental de pino carrasco.

Razones de protección del regenerado, el paisaje y el suelo, y dificultades de

regeneración, impiden allí las cortas intensas; pero la especie no admitiría

para su regeneración la entresaca pie a pie. Se recurre por ello a la

regeneración por bosquetes, que logra también una masa irregular. Si se

aumentase el tamaño del bosquete se podría llegar a tener una corta a hecho.

La diferencia entre uno u otro tratamiento está en realidad en la extensión de

la corta.

183

7.5 DISTRIBUCIÓN EN EL TIEMPO Y EL ESPACIO DE LAS

ACTUACIONES

Ya se ha definido la forma en la que se va a cortar, pero falta indicar dónde y

cuando. En esta fase de la planificación no se fijan los detalles, se indica el

cantón en el que se va a cortar y el periodo en el que se va a realizar la

operación. Por ejemplo, en el caso del Plan Sectorial de Sierra Espuña, para

los 10 años del primer periodo de la planificación, solo se indica que en el

cantón I-E_1 se realizarán cortas a hecho sobre 4,41 ha. Sí se ha tenido ya en

cuenta que un 20 % de cada cantón se quedará sin cortar, sea cual sea la

finalidad del cuartel en la que se encuentra (protección, producción...). Esto

permitirá conservar en determinados lugares “masa vieja”, formación

necesaria por su importante función biológica para la fauna, la flora y la

diversidad ecológica de este paraje.

A esta escala, para marcar las líneas generales de actuación, sólo se han

utilizado los datos medios por cantón. En estadios mas avanzados del proceso

de planificación es necesario utilizar información mas detallada para poder

concretar. Entonces se pueden matizar las actuaciones que se han indicado en

el Plan General. Puede ser que se haya definido una corta a hecho para un

determinado cuartel pero que la existencia de un nido de azor señale como

mas apropiado el aclareo sucesivo uniforme o simplemente la selvicultura

nula.

Pensando principalmente en el carácter protector de los suelos que tiene la

masa forestal de Sierra Espuña, se han introducido diferentes restricciones a

las actuaciones. Ya se ha marcado que en cualquier cantón que tenga una

pendiente media mayor del 50% no se realizará ningún aprovechamiento. No

sólo eso, se ha señalado además que dentro del cantón no se aprovecharán

zonas en las que la pendiente sea mayor del 35%, aunque la media del

cantón sea inferior al 50%. Tampoco se actuará sobre las zonas en las que el

suelo sea muy frágil o sobre aquellas que acojan a vegetación o fauna

protegida.

184

A continuación se exponen las distintas cortas de regeneración y la superficie

en la que se van a aplicar. Las cortas de mejora se llevarán a cabo en toda la

superficie del Parque excepto en las zonas en las que se utilice la selvicultura

nula. Los clareos se han proyectado para aquellas masa provenientes de

regeneración natural en las que la densidad excede de 1000 pies/ha. Se

pretende con ellos reducir la densidad a 700-1000 pies/ha. Las claras se

realizarán sobre masa de densidad media o elevada, provengan de

regeneración natural o artificial. Como consecuencia de estas, la densidad

quedará entre 500 y 700 pies/ha.

7.5.1 USO CUARTEL = PRODUCCIÓN

Las cortas a hecho se realizarán en aquellas zonas las que la única especie

de las denominadas principales es el pino carrasco. La superficie máxima a

tratar de esta manera será de 3 ha cada cinco años, distribuidas por el cantón

en pequeños bosquetes de entre 0,25 y 0,40 ha. Esta actuación de

regeneración será sustituida por cortas de aclareo sucesivo uniforme o de

entresaca donde las características ecológicas de la zona indiquen una mala

respuesta del regenerado a la eliminación total del estrato arbóreo.

En los cantones en los que no solo aparece pino carrasco se llevará a cabo un

aclareo sucesivo uniforme que quiere dar prioridad al pino negral, al blanco

y a la encina. Dadas las características de la masa se ha considerado que este

tratamiento selvícola debe estar compuesto de una sola corta diseminatoria y

una única corta final. En el caso de las zonas de solana será el pino negral el

que sustituya al carrasco, en las zonas de umbría el blanco, y en las

orientaciones que se han considerado intermedias se utilizará como principal

una u otra dependiendo de la composición de las masas circundantes. En

terrenos con encina el aclareo sucesivo uniforme sobre el pino se completará

con un resalveo en la encina que permita el paso de los ejemplares de esta

especie de porte arbustivo al arbóreo. Los bosquetes de corta serán en este

caso de entre 0,4 y 0,6 ha y en cada cantón su suma no podrá ser superior a

5 ha cada 5 años.

185

7.5.2 USO CUARTEL = RECREATIVO

Se utilizarán cortas de entresaca. Estas irán acompañadas de restauración

de la cubierta vegetal con material autóctono que sea considerado de interés.

Se vallarán tanto los rodales cortados en los que se esté dando regeneración

del pinar, como las áreas en las que se hayan introducido otras especies. El

vallado se mantendrá hasta que las plantas tengan el tamaño necesario

como para aguantar la presión que ejercen sobre ellas los visitantes. La

superficie a tratar simultáneamente con entresaca se permitirá que sea mayor

que en otros tratamientos porque las condiciones de la masa se modifican en

menor grado.

7.5.3 USO CUARTEL = CARRASCAL

Se realizarán corta de aclareo sucesivo uniforme sobre el pinar, con las

mismas características y restricciones que en los cuarteles de Uso Productivo

en los que se utilice este tratamiento. Habrá algunas modificaciones porque

lo prioritario en estos cuarteles es dar facilidades al desarrollo del encinar.

También para mejorar la situación del encinar se le aplicará un resalveo.

7.5.4 USO CUARTEL = CONSERVACIÓN

Las cortas a hecho se realizarán en aquellas zonas que no se encuentren en

solana y en las que la única especie de las denominadas principales es el pino

carrasco. En las zonas que sí son de solana y aquellas en las que no solo

aparece pino carrasco en el pinar, se llevará a cabo un aclareo sucesivo

uniforme que quiere dar prioridad al pino negral, al blanco y a la encina. Se

realizará de igual manera que lo que se ha descrito en los cuarteles de Uso

Productivo.

7.5.5 USO CUARTEL = PROTECCIÓN

Se aplicará Selvicultura Nula, es decir que no se realizarán actuaciones

selvícolas.

186

7.5.6 ZONA DE RIBERA Y BARRANCO

Se ha considerado conveniente definir un conjunto diferente de actuaciones

para las zonas denominadas en el PORN barrancos y riberas, aunque no

aparezcan como zonas individualizadas en la división forestal. Se trata de las

zonas de fondo de barranco, en las que se intenta sustituir el estrato arbóreo

de pinar por uno mas rico en especies y mejor adaptado a las especiales

condiciones de humedad, temperatura e insolación de estas superficies. Para

ello se llevará a cabo un aclareo sucesivo uniforme sobre el pinar que se

verá complementado con la introducción de ejemplares de las especies que se

consideren mas adecuadas, siempre de acuerdo con las condiciones que

impone el PORN a la hora de realizar una restauración vegetal.

187

ACTUACIONES P.S.F. PORN

FORESTAL ZONA PORN SUBZONA

PORN

Potencialidad Productiva

Conservación Compatible

Umbrías del Bosque y la Sepultura

Protección Conservación Compatible

Estribaciones de Espuña

Conservación

Recuperación y Regeneración de Carrascales

Conservación Compatible

Valdelaparra-Prado Mayor

Conservación

Conservación Prioritaria

Cumbres de Espuña y la Hoz

Protección Uso Público Extensivo

C.H.

A.S.U.

C.M.

Conservación

Protección Uso Intensivo Paisajes agrarios

Uso Recreativo Entresaca

C.M.

R.

Vallado

Recreativo

Protección

Uso Público Intensivo

Uso Público Extensivo

Conservación Prioritaria

Cumbres de Espuña y la Hoz

Umbrías del Bosque y la Sepultura

C.H.

A.S.U.

C.M.

Entresaca

Producción

Potencialidad Productiva

Conservación Compatible Valdelaparra-

Prado Mayor

A.S.U.

R.

Conservación Prioritaria

Riberas y barrancos

S.N. Protección Conservación Conservación

Prioritaria Cumbres de

Espuña y la Hoz

Umbrías del Bosque y la Sepultura

A.S.U.

Resalveo Carrascales

Potencialidad Productiva

Conservación Compatible

Valdelaparra-Prado Mayor

Cuadro 7.5.1 Distribución de las Actuaciones (A.S.U.:Aclareo Sucesivo Uniforme; R.:Restauración; C.H.:Corta a Hecho; C.M.:Cortas de Mejora;S.N.: Selvicultura Nula)

188

8. LA PLANIFICACIÓN A MEDIO PLAZO, EL PLAN

ESPECIAL

Es necesario concretar las actuaciones que se han planificado a largo plazo en

el Plan General. Para ello se utiliza el Plan Especial, que en el caso de Sierra

Espuña se ha diseñado para un horizonte temporal de 10 años. Aunque el

procedimiento, al igual que pasó con el inventario, ha seguido unas líneas

innovadoras y diferentes a las convencionales se ha estructurado el resultado

conforme a las Instrucciones de Ordenación de Montes Arbolados vigentes.

En el Plan Sectorial se respondió de manera general a las preguntas ¿dónde

cortar? y ¿cuándo cortar?. En el Plan Especial se contestará a la pregunta

¿cuánto? y completará las respuesta al ¿dónde? y al ¿cuándo?. Ya no será

suficiente con indicaciones sino que se precisará el volumen de madera a

obtener en las diferentes clases de corta, así como su localización

pormenorizada y el calendario de todas las operaciones.

Art. 96 d) El criterio de cortabilidad se fijará atendiendo a la funcionalidad de

la unidad de gestión forestal.

Art. 96 h) Se preverá que la saca de madera procedente de limpias, claras y

cortas de entresaca, se realice prioritariamente por aquellos medios que

produzcan un menor impacto sobre la estructura edáfica y la vegetación

existente. Se procederá cuando fuera necesario a la regeneración de la

cubierta vegetal en las áreas alteradas.

Art. 96 i) Se realizará un inventario fitosanitario de las masas forestales, de

cuyos resultados se elaborará un programa de cortas de policía y de

prevención de plagas y enfermedades forestales. En la defensa contra plagas

se potenciarán en cuanto sea posible los métodos de control basados en la

lucha biológica.

189

Los módulos de la aplicación informática IFMS que se utilizados para tomar

decisiones conforme a las premisas exigidas son ForMAX (Módulo de la

Planificación de la Gestión Forestal), aplicando un período de actuación de 10

años, y OPPLAN (Módulo de Planificación Operativa) (Fig.8.1). La conexión

entre ForMAX (largo plazo) y OPPLAN (corto plazo) se llevará a cabo con el

apoyo del Sistema de Información Geográfica CARIS.

Fig. 8.1 Pantalla de FORMAX que muestra los resultados del análisis.

Los resultados para el primer periodo son los que se indican en las tablas

8.1-8.7. Para lograr los objetivos perseguidos (Punto 7.2) deben ser

sometidas a cortas de regeneración 30 ha cada año. Estarían repartidas de la

forma que se ha indicado en el punto 7.5 por los diferentes montes que

componen Sierra Espuña, dando una posibilidad de 1349 m3. En el caso de las

cortas de mejora lo indicado es que se recorran anualmente 170 ha. Esto no

quiere decir que se corte en todas ellas. Hay 32 cantones que cumplen los

requisitos para ser sometidos a claras en este primer periodo del Plan

Sectorial Forestal. El 80 % de su superficie total es de 1777 ha, quitado el

porcentaje que se deja de reserva en todos los cantones. Dentro de ese

territorio habrá zonas de espesura excesiva que necesitarán ser aclaradas y

otras que no, aunque el recorrido sea de 170 ha.

190

MONTE 28

MONTE CUARTEL CANTÓN ACTUACIÖN SUPERF VOLUMEN

28 I-C I-C_1 Entres 4,1 184,992 28 I-C I-C_2 Entres 2,3 139,173 28 I-D I-D_3 A.S.U. 5,7 479,256 28 I-D I-D_4 Entres 2,1 269,745 28 I-E I-E_1 A.S.U. 2,2 181,918 28 I-E I-E_3 A.S.U. 5 156,3 28 I-E I-E_5 A.S.U. 4,3 134,547 28 I-F I-F_1 C.H. 2 119,12 28 I-F I-F_2 C.H. 3,4 63,784 28 I-F I-F_4 Entres 3,6 103,644 28 I-F I-F_6 C.H. 2,4 120,288 28 I-F I-F_7 C.H. 4,4 217,976 28 I-G I-G_1 Entres 4,2 366,66 28 I-G I-G_2 Entres 3,9 265,356 28 I-G I-G_3 Entres 3,5 199,955 28 II-A II-A_5 A.S.U. 4,9 135,926 28 II-R II-R_1 A.S.U. 4,2 52,668 28 II-R II-R_2 A.S.U. 7 215,32 28 II-R II-R_3 A.S.U. 3,8 102,068 28 II-R II-R_9 A.S.U. 6,7 245,354 28 II-R II-R_10 A.S.U. 9 292,23 28 II-R II-R_11 A.S.U. 5,7 158,859 28 I-A I-A_3 A.S.U. 1,8 79,722 28 I-A I-A_4 A.S.U. 2,1 82,551 28 I-B I-B_4 A.S.U. 2,7 174,15 28 I-B I-B_5 C.H. 3,1 149,978 28 I-B I-B_6 C.H. 2,7 344,169 28 I-B I-B_7 A.S.U. 3,4 180,54 28 I-H I-H_5 C.H. 2,7 103,14 28 I-H I-H_6 A.S.U. 4 213,2

Tabla 8.1.a Cortas de regeneración a realizar durante el primer periodo del Plan Sectorial Forestal de Sierra Espuña en el monte 28

MONTE CUARTEL CANTÓN SUPERFICIE

28 I-B I-B_8 31 28 I-E I-E_2 37 28 I-F I-F_3 31 28 I-F I-F_5 34 28 II-A II-A_8 23 28 II-R II-R_5 59 28 II-R II-R_12 65 28 II-R II-R_13 57

Tabla 8.1.b Cortas de mejora a realizar durante el primer periodo del Plan Sectorial Forestal de Sierra Espuña en el monte 28

191

MONTE 29

MONTE CUARTEL CANTÓN ACTUACIÖN SUPERF VOLUMEN 29 I-I I-I_2 Entres 3,3 139,029 29 I-I I-I_3 Entres 3,1 254,355 29 I-J I-J_5 A.S.U. 3,2 265,76 29 I-J I-J_6 A.S.U. 3,8 423,7 29 I-J I-J_7 A.S.U. 3 187,05 29 I-J I-J_8 A.S.U. 3,7 202,168 29 I-J I-J_10 A.S.U. 2,9 85,898 29 I-J I-J_11 A.S.U. 3,8 271,89 29 II-E II-E_6 A.S.U. 4,4 13,86 29 II-F II-F_4 A.S.U. 5,3 250,372 29 II-F II-F_5 A.S.U. 1,9 57,152 29 II-G II-G Entres 6,2 741,024 29 II-D II-D_6 A.S.U. 9,6 58,848 29 II-K II-K_3 A.S.U. 8,5 48,96 29 II-K II-K_5 A.S.U. 8,1 56,538 29 I-A I-A_1 A.S.U. 5,4 244,512 29 I-A I-A_2 A.S.U. 3,5 141,89 29 I-A I-A_5 Entres 3,2 167,328 29 I-A I-A_6 Entres 4,3 220,59 29 I-A I-A_7 C.H. 2,2 136,84 29 I-H I-H_1 A.S.U. 1,7 120,003 29 I-H I-H_2 Entres 4,8 283,056 29 I-H I-H_3 Entres 2,1 162,099 29 I-H I-H_4 C.H. 2,5 176,3 29 I-H I-H_7 Entres 4 240,76 29 I-H I-H_8 Entres 4,7 315,84 29 I-H I-H_9 Entres 5,4 434,376

Tabla 8.2.a Cortas de regeneración a realizar durante el primer periodo del Plan Sectorial Forestal de Sierra Espuña en el monte 29

MONTE CUARTEL CANTÓN SUPERFICIE

29 I-O I-O_1 35 29 I-O I-O_2 28 29 I-O I-O_7 46 29 II-D II-D_3 57 29 II-D II-D_4 72 29 II-D II-D_9 44 29 II-E II-E_2 106 29 II-F II-F_3 44 29 II-H II-H_3 56 29 II-H II-H_5 65 29 II-K II-K_4 60

Tabla 8.2.b Cortas de mejora a realizar durante el primer periodo del Plan Sectorial Forestal de Sierra Espuña en el monte 29

192

MONTE 79

MONTE CUARTEL CANTÓN ACTUACIÖN SUPERF VOLUMEN

79 I-M I-M_6 C.H. 5,4 209,682 79 I-R I-R_2 Entres 3,6 167,976 79 I-U I-U_5 C.H. 4,3 40,807 79 II-M II-M_4 A.S.U. 6,9 106,467 79 II-O II-O_2 A.S.U. 8 347,2 79 II-O II-O_6 A.S.U. 4,5 14,265 79 II-P II-P_2 A.S.U. 6,4 96,448 79 II-P II-P_3 A.S.U. 3,1 58,249 79 II-Q II-Q_1 A.S.U. 4,5 60,075 79 II-Q II-Q_3 A.S.U. 6,8 0,612 79 II-Q II-Q_4 A.S.U. 6,7 465,717 79 II-Q II-Q_5 A.S.U. 8,6 79,12

Tabla 8.3.a Cortas de regeneración a realizar durante el primer periodo del Plan Sectorial Forestal de Sierra Espuña en el monte 79

MONTE CUARTEL CANTÓN SUPERFICIE 79 I-M I-M_1 27 79 I-M I-M_8 30 79 I-Q I-Q_3 52 79 I-R I-R_1 31 79 I-S I-S_2 55 79 I-V I-V_3 76 79 II-O II-O_1 84 79 II-O II-O_3 122 79 II-O II-O_4 96

Tabla 8.3.b Cortas de mejora a realizar durante el primer periodo del Plan Sectorial Forestal de

Sierra Espuña en el monte 79

MONTE 83

MONTE CUARTEL CANTÓN ACTUACIÖN SUPERF VOLUMEN

83 II-C II-C Entres 5,7 4,959 83 II-D II-D_7 A.S.U. 3,9 97,578 83 II-D II-D_8 A.S.U. 8,8 82,28

Tabla 8.4 Cortas de regeneración a realizar durante el primer periodo del Plan Sectorial Forestal

de Sierra Espuña en el monte 83

193

MONTE 85

MONTE CUARTEL CANTÓN SUPERFICIE

85 II-K II-K_1 72

Tabla 8.5 Cortas de mejora a realizar durante el primer periodo del Plan Sectorial Forestal de Sierra Espuña en el monte 85

MONTE 527

MONTE CUARTEL CANTÓN ACTUACIÖN SUPERF VOLUMEN 527 I-O I-O_3 Entres 5,5 165,055 527 I-O I-O_5 C.H. 6,2 259,408

Tabla 8.6 Cortas de regeneración a realizar durante el primer periodo del Plan Sectorial Forestal de Sierra Espuña en el monte 527

ZONAS FUERA DE MONTE PÚBLICO

MONTE CUARTEL CANTÓN SUPERFICIE No Monte II-I II-I_1 52 No Monte II-I II-I_4 91 No Monte I-L I-L_1 39

Tabla 8.7 Cortas de mejoran a realizar durante el primer periodo del Plan Sectorial Forestal de Sierra Espuña en zonas fuera de monte público

194

9. EL PLAN ANUAL

En este plan, que como su nombre indica se refiere a un año, se indica la

madera señalada para su aprovechamiento por tipos de cortas, con indicación

del número de pies por especies y clases diamétricas, de los volúmenes de

madera y leña y de la localización exacta de los lotes que se va a cortar.

Este documento se ocupa de la gestión de anteriormente planificado. En él se

incluye una comparación entre los volúmenes previstos y los obtenidos,

también entre los presupuestos esperados y los gastos que realmente ha

habido. Se incluyen además las cortas extraordinarias que se realicen por

incendios o enfermedades y en general cualquier incidencia ocurrida. Se

utilizan los módulo OPPLAN y CTS (Fig. 9.1), además del Sistema de

Información Geográfica CARIS.

Fig. 9.1 Resultado de la simulación realizada con OPPLAN y CTS.

195

10. COMPATIBILIDAD ENTRE LA GESTIÓN

FORESTAL Y LAS DIFERENTES FIGURAS DE

PROTECCIÓN

Sierra Espuña es un Parque Regional y como tal se rige por un Plan de

Ordenación de los Recursos Naturales. Este documento define las condiciones

en las que deben realizarse las distintas actividades, entre ellas la forestal,

para conservar y mejorar el medio natural. Además, las actuaciones selvícolas

deben tener en cuenta que el Parque se ha declarado Lugar de Interés

Comunitario (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).

El PORN establece en su artículo 42 que el Plan Sectorial de Ordenación

Forestal será el “instrumento básico para la planificación y gestión de los

recursos forestales”. Ya se han visto en un apartado anterior los objetivos que

definía para el Plan Sectorial, también han aparecido dispersas las directrices

que debían seguir las actuaciones forestales. El documento que rige el

Parque Regional ha sido la base a partir de la que se ha realizado toda la

planificación forestal. Cada cuartel se asignó a una unidad de gestión forestal,

que se repartía sobre la superficie según indicaba la zonificación que se había

definido en el PORN, quedando la correspondencia como se indica en el

cuadro de la página siguiente.

Con la correspondencia entre superficies se aseguraba el total respeto a la

planificación que se había realizado con anterioridad. Sólo se establecieron

cuarteles de producción en las zonas en las que el PORN lo permitía y se han

ido adaptando las actuaciones a las restricciones que en cada caso se habían

definido anteriormente.

El Parque Regional de Sierra Espuña también está condicionado por su

consideración de Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). El Águila

196

real (Aquila chrysaetos) y el Búho real (Bubo bubo), especies presentes en el

parque, superan el mínimo establecido necesario de 5 parejas para que este

territorio se establezca como ZEPA. Pero hay otras muchas especies a

conservar: Águila calzada (Hieraaetus pennatus), Azor común (Accipiter

gentilis), Busardo ratonero (Buteo buteo), Águila culebrera (Circaetus

gallicus), Halcón peregrino (Falco peregrinus),Chova piquirroja (Pyrrhocorax

pyrrhocorax), Murciélago pequeño de herradura (Rhinolophus hipposideros) y

Murciélago de Geoffroy.

Es esencial dejar claro que un monte bien ordenado proporciona un hábitat

adecuado para las diferentes especies que se encuentran en él. Hay

situaciones concretas en las que las actuaciones selvícolas pueden afectar

negativamente a la fauna, en el caso de las rapaces puede ser una corta cerca

de un nido, o incluso la eliminación de un árbol sobre el que el nido se

encuentra. Para solucionar esto el equipo gestor del parque ya ha puesto en

marcha un seguimiento de rapaces que indicará en todo momento la situación

de estos animales y permitirá restringir adecuadamente las operaciones, ya

sea una repoblación en una zona clara en la que cazan o una corta de

regeneración donde hay un nido. Las dos especies que han motivado la

inclusión de Sierra Espuña como ZEPA: búho real y águila real, nidifican en

roquedos a los que no afectarán los aprovechamientos. Tampoco se

intervendrá en la base de dichas formaciones, zonas de fuerte pendiente en

las que la vegetación adaptada es esencial para la retención del suelo. Pero la

intención es que la gestión forestal no solo no perjudique sino que mejore la

situación de estas aves en el parque. Las dos especies antes mencionadas

necesitan zonas despejadas para cazar que pueden ser creadas en áreas

donde la protección del suelo y la vegetación lo permitan. Ya se han

mencionado además otras de las especies de aves que habitan el parque,

muchas de ellas anidan en árboles cuyo desarrollo puede favorecerse. La

formación de árboles de gran porte puede ser un objetivo a seguir en ciertas

zonas, se podría favorecer su correcto crecimiento mediante podas o claras

hasta obtener árboles resistentes y capaces de albergar nidos de rapaces o de

otras aves.

197

Sierra Espuña también ha sido declarada Lugar de Interés Comunitario (LIC)

por la singularidad de los hábitats y especies que posee. Es un paisaje forestal

dominado por Pinus halepensis, producto de las repoblaciones llevadas a cabo

a principios de siglo, pero hay otras interesantes comunidades vegetales. Las

más relevantes son los sabinares de Juniperus phoenicea, tanto

termomediterráneos con palmito como meso-supramediterráneos, a los que

se asocian comunidades de Sedum sediforme y las escasas formaciones de

carrascales en calizas y dolomías de las umbrías. Igualmente, son singulares

los retamares de Genista valentina; las comunidades rupícolas con numerosos

endemismos como Centaurea saxicola, Lafuentea rotundifolia, Teucrium rivasii

y Erodium saxatile; los jarales sobre argilitas con especies de Cistus muy

raras en la Región (C. laurifolius, C. populifolius, etc.); y las saucedas

relictuales del río Espuña dominadas por Salix pedicellata y Erica erigena.

Otras especies de flora importantes son Fumana fontanesii (única localidad de

presencia en Europa) y Rhamnus lycioides subsp. atlantica (única localidad

regional y posiblemente de la Península Ibérica).

Antes de hablar de la compatibilidad de las operaciones forestales con la

conservación de estos hábitats debe recordarse que las especies sobre las que

se va a actuar son: Pinus halepensis, P. pinaster, P. nigra, Quercus ilex. Por lo

tanto las formaciones herbáceas en las que no se encuentren estos pies

arbóreos no se verán afectadas. Es el caso de:

- 6110. Prados calcáreos carsticos o basófilos de Alysso-Sedion albi .

- 6175. Pastizales psicroxerófilos supraoromediterráneos (Festuco-Poetalia

ligulatae).

- 6220. Zonas subestépicas de gramíneas anuales de Thero-

Brachypodietea.

- 6420. Prados húmedos mediterráneos de hierbas altas de Molinion-

Holoschoenion.

Sucede lo mismo con las formaciones que se encuentran en las cumbres

rocosas o las zonas mas áridas del sudeste del parque:

- 8211. Vegetación casmofítica calcícola del Mediterráneo occidental.

198

- 8230. Roquedos silíceos con vegetación pionera de Sedo-Scleranthion o

del Sedo albi-Veronicion dillenii.

- 5334. Matorrales y tomillares termófilos, principalmente semiáridos.

- 5335. Retamares y matorrales de genisteas.

De las diferentes formaciones arbóreas protegidas sólo los sabinares (9561)

aparecen sobre el mapa como una zona individualizada, el resto se

encuentran como bosquetes mas o menos concentrados en medio de especies

arbóreas no protegidas, matorral o herbáceas. Las sabinas se encuentran en

las partes mas altas, en zonas frías y expuestas a los vientos. Sobre ellas no

se va actuar porque se considera que sus comunidades son las mas

desarrolladas que se pueden dar en esas situaciones, y no se van a ver

afectadas por los tratamientos selvícolas al estar a mayor altura que las

especies a aprovechar

Ya se ha visto que en los cuarteles denominados “carrascales” el objetivo

fundamental de las actuaciones selvícolas es mejorar la situación de los

encinares Quercus ilex y Q. rotundifolia (9340). Pero también en el resto de

los cuarteles en los que aparezcan ejemplares de estas especies se van a

dirigir las operaciones a la mejora de su situación, ya sea mediante resalveos,

puestas en luz o podas. En el caso de los bosques de galería de Salix alba y

Populus alba (92A0), galerías y matorrales ribereños termomediterráneos

(Nerio-Tamaricetea y Securinegion tinctoriae) (92D0) o de los robledales

ibéricos de Quercus faginea y Q. Canariensis (9240), no se han definido

todavía unas operaciones concretas. Son formaciones que se consideran las

óptimas en las zonas de mayor humedad y por lo tanto cualquier actuación

que se realice en sus proximidades irá encaminada a mejorar su situación,

con independencia de la finalidad que se haya definido para el cuartel en el

que se encuentran. Debe recordarse que si se considerase como opción

óptima la de no cortar hay un 20 % de superficie de cuartel en la que no se

va a actuar, incluso si se ha definido como de producción. Esta medida puede

ser muy útil por ejemplo si se considera necesaria la sombra de ciertos pinos

en los márgenes de un barranco en el que aparece madroño y brezo. Pero

igualmente puede ser necesaria una clara que deje 10 pies en un bosquete de

199

chopos pequeños con densidad excesiva en el que la competencia dejará

crecer de manera mediocre a 30 arbolitos que no soportarán un verano seco.

Los otros dos hábitats que se han declarado protegidos: Los matorrales

arborescentes de Juniperus spp. (5210) y los brezales oromediterráneos

endémicos con aliaga (4090); tampoco se verán perjudicados por unas

actuaciones que lo que pretenden es favorecer la diversidad específica y

estructural de la masa dentro de un objetivo general de naturalización.