Dobry Sobre Poesia
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8/11/2019 Dobry Sobre Poesia
1/16
argcntina :1976-2006 /
compilado
por tonjc
dcbn r la ed. Buenos Aires :Ubros
del
Rojas, 2006,
268
p..
23x15 cm.
(Libros del Rojas. Ensayo)
IS B N 987-1075-59^
1.
Ensayo
Argentino. I. Fondebridcr.Joinc. como
CDDA864
^
Fecha
de catalogacion:
13/03/2006
Universidad
de
Buenos Aires
Ccatro Cultural Reaor Ricatdo Rojas
Rector:Guillcrmo
Jaim
Etcheverry
retariade
Extension Univcrsitaria:
Patricia
Aneel
Director del
CCRRR: Fabian
Lebengliic
Coordinador
dc
PubUcaciones. Jorge Fondebrider
Equipo
de PubUcaciones: Esteban CaresUa,Natalia
Calzon
Mores
Matlas Puzio
Diseno de tapa:VanesaAna U'a Milos
Disciio dc interior: Viigina Parodi /
Daniel
Sosa
Ubros del
Rojas
O
Los
autorcs
Impreso
cn
la
Argentina
Hecho
el deposlto
que
prcvienc
la
ley 11.723
No
se
permitc
la
reproduccl6n total
o
narcial
dr e-ntf
,
CO. nl
su
iransmisionen
cualquicr
forma o porcualauier
en
sistema informati-
medios sin el permiso previo del
editor.
medio,electr6nico. mecanico,
foiocopia
u otros
T r e s d e c a d a s
d e
p o e s i a
a r g e n t i n a
1976 -
2 0 0 6
Libros del
Roias
U M V E R S C W D 0 6
B U E N O S W R E S
-
8/11/2019 Dobry Sobre Poesia
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P o e s i a a r g e n t i n a
a c t u a l : d e l
n e o - b a r r o c o a l
o b l e t l v l s m o
( y
m a s a l i a ) *
Edgardo Dobry
Este trabajo aparecio originalmente
enCuademos
Hispanoamericanos, n"588,
pp.45-58, Madrid,
junio
de 1999; y fue actualizadoen 2001 para su inclusion
en
a
pagina web
bazaramericano.com.
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Edirardo Dobry (Rosario,1962)
es
licenciado
en
Filologia
por
la
Umversidad de
Barcelona, ciudad donde reside desde 1989- Ha publicado Tarde
del
Cristal
(1992)
Cin^tica (1999) y El lago de los botes (2005)
.
I. lpoeta
camarograib
En el lai^o poema "Tomas para un documental", inedito de Daniel
Garcia Helder
(Rosario,
1961), se lee:
"Desde mi
torre de
filmar/ que
es de hormigon/ no de
marfil En
ese
anagrama (filmar/marfil),
cuyo
eje de
simetria
es el
hormigon
de
BuenosAires,se
encuentra
una
de
las claves posibles para
acceder
a una lectura
de
la poesia argenti-
na
de
los
noventa:"filmar",
como met^ora
de
un mirar
que no
quiere
encaramarse sobre
la
chatura
de
sus objetos.
Chatura
de
paisaje,
llanu-
ra
de
una lengua
que
renuncia a registros cultos y procedimientos visi- b
blemente artisticos para filmar la realidad en el mismo caos y en los -
mismos
chirridos con que se
manifiesta. Por
eso el poema no
es
un
^
documental, sino las
tomas:
estan
los
fragmentos,
los rollos
de
ilm
impresionado, pero falta
el montaje,
el
experto
que corta
y
pega. No
es una acumulacion
azarosa:es evidente que hay
deliberacion formal. ^
Pero, precisamente, esa voluntad se dirige
a
dar
la
apariencia de una
suma
que se
ha
hecho por
si
misma,
sin
intervencion de la
mano
del
^
artista. Una actitud que recuerda a
algunas paginas
de
Alcoholes y
de
los deApollinaire.
Ahora bien,
ique
significa, para un poeta, filmar ?
El
poeta cl^ico
veia enel paisaje
una
alegoria
de
un sistema divino; el romantico encon- ^
traba en las
cosas
una imagen
invertida
delyo; el poetacamarografo sim-
plemente
ve.
Es
un
fldneur,no es un
miron:
no busca
hallazgos
litera-
[1191
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rios,
nok nteresa la elevacion
o
la profundidad como efecto de
una
len
gua poetica a
priori
ni como acotacion
de
un
campo
de
lirismo
concen-
trado;
se l imita
a levantar un acta
de
lo que su mirada registra.Como en
la "carrona"
de
Baudelaire,
todo se descompone
bajo
la luz
del sol. El
poema
no
le
sucede al poeta,
le
sucede al paisaje; el
poema
no
renuncia
a lo sublime por
el
contrario,"Tomas..."es un continuo de pujos de
elevacion sublime, pero lo encuentra entre
la
basura,el oxido, los
car-
teles abollados que solo
despues
de un rato
pueden
descifrarse.
P
La
transposicion
literaria del caos urbano es
una
de
las
Imeas
verte-
brales
de la poesia del
sigo
X X : esta en
"Zone"
o en "Lundi rue
Christine" de Apollinaire, en
lllysses,
en de
The Waste
Land.
Poetas
y
narradores o poetas narradores tienen ya
una
serie demodelos para
contener el
poema
que
exprese
ese
desborde
permanente de
la ciudad
contemporanea. ^Por que, entonces,
vemos
en
Helder
y en muchos de
sus companerosde generacion una poetica
nueva,
una
inflexion
recien-
te? En primer lugar,
por
la deliberada degradacion de ttxlos
los
objetos
con
los
que trabaja,
incluida
la
lengua
mi s ma :
giros coloquiales, noticias
del diario, rotulos
corrompidos por
el
oxido; de todo
menos palabras
prestigiosas. Hay un registro
de
la
violencia
o
de
la desesperanza conte-
nida
de
la lengua coloquial argentina,
encendida por
un cumulo
de
atro-
pellos y frustraciones. Y
en
segundo lugar, porque esta novedad se
manifiesta
con
respecto a lo inmediatamente anterior, a la retorica neo-
barroca
que
domino la poesia argentina
durante
los anos
ochenta.
n.
Contra
el
neobarroco
Buena
parte
de la p()esia que se escribio
en
America latina
en
los
anos
ochenta
participaba todavia
de
la mallarmeana alegria
del
poeta
por haber inventado
una palabra
y de la"resignaci6n
sin
pena" frente
al
hecho
de
que todo el sentido del poema fuese
la
misma
"dosis
de
poesia que
ella
contiene" y "el espejismo de las palabras mismas".' Esa
festiva
melancolia barroca,
que encuentra en
la palabra m materia o
V espejismo que sentido, mas
juego
que
significado,
fue muy notoria
en
'
Estas
formulas
se
encucntran
en una carta
cscrita
por Mallarmc
en 1868,
a raiz de los pro-
blemas que le planteaba la composicion de su Soneto en
ix :
procure usied averiguar el
sentido real del vocablo piyx , rogaba a su
corresponsal,
F Legcr: sc
me
asegura que no lo
tienc
en
ningun
idioma.lo
que no dcja dcalegrarmc pues me encantaria
habcrlo creado
pK
>r
la
magia
de
la
rima'.Y
pocos meses
despues agrega, cn
otra carta dirigida
al mismo:
Es
un
soneto inverso. quiero dccir: el
sentido, si
alguno tienc (y yo me resignaria sin
i>cna a que
no
lo tuvicse, gracias a
la
dosis de poesia que, me parece,
coniiene),
se evoca
por
el espe
jismo dc
las palabras
mismas... .
los ultimos coletazos de la vanguardia
en
el
Rio de la Plata
y
en otros
paises
de
America.
De modo que es muy dificil no pensar en la
poesia
argentina de los noventa como una reaccion
contra
esa estetica: se
huye del
neologism
cultohasta llegar al
territorio opuesto,
el de la
len
gua coloquial,
al habia de la
calle,
al
argot; y
se tiende a
formas
bastar-
das,
cercanas al s/o^an publicitario o a la cancion
popular.
Si
la poesia
contemporanea
que
desciende
de
MaUarme
busca
la
esencia
de
la
forma para salvar
a
la palabra
de su devaluado
uso
cotidiano,
los
poetas
argentinos
de los noventa,
en
el extremo opuesto, prefieren
escribir
una
poesia
en
si misma devaluada.Su material sera una palabra abierta-
mente
desgastada:
no
el
oro,sino
el niquel
de cantos
carcomidos.
La actitud
mallarmeana
pone
al
poeta en una posicion de mistago-
go de un
saber
que,en cierto sentido, esta mas
alia
de lo material
o
de
lo
humano. Una actitud que define
al
libro
como
grimorio
de
signifi-
cados ocultos, opacos.^
simbolismo
europeo fue americanizado
(y
gongorizado) por el cubano Lezama Lima:^tres
siglos
despues
parece
como
si
Mallarme hubiese escrito
la mitologia
que debe servir de
por
tico a don
Luis de Gongora", apunta. De
la
gran poesia herm^ica de
Lezama
parte el
neo-barroco, que se
abrio
ademas a la influencia,
no
solo
conceptual o
metodologica,
sino tambien
formal, del pensamien-
to
filosofico
y el
psicoanalisis
frances: Lacan,
Deleuze,
Derrida.
Buena
parte de
los
poetas nacidos durante
los
ahos
sesenta reaccio-
^
nan visiblemente
contra
esa
estetica.
Actitud decisiva,
puesto que
defi
ne
una
serie
de
opciones
esenciales;la palabra recupera su significado
^
directdenotative;
el
poema
su referenda a
la
realidad,
el poeta
su
-
voluntad
de pertenencia a
una
comunidad (nacional, y por lo tanto lin-
^
giiistica)
a la
que,
al
menos en principio, su escritura se
dirige. Claros
^
ecos
de
la
poesia coloquialista y "comprometida" de los aiios
sesenta
y
setenta,^
por supuesto
rechazada por los
neobarrocos,' reaparecen
Pero
esta
ad.scripci6n no puede hacerse sin
senalar
al
mismo tiempo las
diferencias.
Delfina Muschietti escribe: No
hay
division (cn los
poetas del noventa] cntre la alia
cultu-
ra y la
cultura de masas en el
trabajo del
poema; pierden
su
diferencia,
su
particion. Esto
sucede
porque los
jovenes del noventa tienen una rclacion con la cultura de masas muy
diferente
a
la que se tenia en los setenta. Entoncessc podia
trabajar
con la cultura de masas,
pero con una
distancia operaciimal,
con unesfuerzo por incorporaria.
En
cambio, en el
texto
de un
joven
de los
noventa,
puede aparecer,
naturalmentc,
una
cita de
Joyce
junto
a
la
figura
de Betty
Bop (en t Cronista,
27 de septiembre dc 1996).
Martin
Prieto
y
Daniel
Garcia
Helder
en
Boceto
N 2 para un... de la poesia argentina actual (Punto deVista, n.
60,
abril
de
1998),
cn el
afan
de
marcar
diferencias
Megan
al
extremo
de considerar el
colo-
quialismo
como im yirio fsrrfi7infc rH riiif-casi nunca
recurrcn los
poetas
de
los
noven-
te.Y
agrcgani-Si muchas cosas llegan
a
los 90 dcsdc el 60 no lo hacen
sin
una
serie
de modi-
ficaciones.
1^ idealizaciimdel barrio, del pobre, de la mujer, de sucuerpo amado, del padre,
de la causa justa, etc. fueron
notas
mis
bien
comunes en
las
poeticas del 60
En
las de ahora
no
hay,
previsiblementc, ningiin tipo
de idealismo; la
piedad
y
cl pudor
no cuentan para
121)
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monio, un
registro^o
existe valor o
sistema
de
valores
con que
con-
trastar la
realidad;
no hay sistema mitico frente a mera evolucion narra-
tiva.A
diferencia de los objetivismos sublimes del siglo Eliot y su
idea de una sociedadcristiana. Pound y una cierta aristocracia del
espi-
ritu, Auden y
su
marxismo,
en esta
poesia
no
hay nada que venga de
fuera,
no hay sustento
para una
lectura
moral. De
esta
m
o menos
^
olur^^ ^
es
al
mismo tiempo una superacion
de
toda
necesidad,
se desprenden
algunas de las caracteristicas esenciales de
los
poetas
mas
importantes en
la Argentina de los noventa.
La genealogia nacional
de
esta
tendencia
pasa por los
poetas
"colo-
quialistas" de los
anos sesenta,
de la que Leonidas Lamborghini
(Buenos
Aires,
1927: "Como se pianta la vida/ como rezongan los
anos/
como
se viene la muerte/ tan callando"), Joaquin
CHannuzzi
(Buenos
Aires,
1924:"Cualquier cosa menos
las
manos
en los bolsi-
llos,/ el tabaco
y
la frase
inutil,
el razonamiento arruinado por la reali
dad,/
la dialectica privada,/ contradecida por el trapo sucio en
la
coci-
na") o Juana Bignozzi (Buenos Aires,
1937;"s61o
quedan estas repre-
sentaciones
limitadas
a las que llamo/ pasion desgarro y Uamare
muer
te/
me
acaban de
presentar
un panorama
desconocido:/
el
escenario
intacto
y perenne de mi juventud terminada.")
son sus representantes
mas
reivindicados por
los
poetas de
los
noventa, en detrimento de
otros considerados quizas excesivamente Uricos o "cultos", como
Juan Gelman. Como ellos
hace treinta
anos, los de hoy ensayan
un
tono
deliberadamente menor: les atraen mas las parciales imagenes
cotidianas que la met^ora
totalizadora, a
descripcion de lo fiitil y
pro-
visorio
que el verso "memorable".
No es un
movimiento extrano a
algunas de
las mas
importantes poeticas del
siglo; Montale,
por
ejem-
plo, decia que "el poeta
debe
buscar una verdad puntual, no una ver-
dad general";solo que
donde
Montale
encontraba huesos
desepia
y el
brillante sendero
de
baba de un caracol los poetas
de
los noventa
encuentran
agua estancada y basura.
La consecuencia de estas
opciones
es una poesia orosaica. escrita
y
en una lengua que incorpora lo coloquial y los cliches hasta sus gra
des
mas
bajos ("Cuando al primo
Tito/ lo
tiro un caballo/ la tia
Consuelo quedo/
culo al norte", escribe
Osvaldo
Aguirre;
y
Juan
Desiderio, en
la La zanjita": "saca lo
hueso
de
poyo"/[...] V6 te
queda/ v6 te va al cielo").
En
ambos ejemplos, sin embargo, se
ve
la
atraccion por el metro brevede
la
cancion
tradicional
espanola (como
en la citada evocacion de Jorge Manrique por
Leonidas Lamborghini),
pasada quiza
por la
literatura criollista
rioplatense.
Por
otra parte, en
diversas ocasiones, como en esta de Desiderio, y en el mencionado
"Tomas..."de Helder, el
poema
alcanza
perspectiva
y
extension
narra-
tivas, llegando
incluso a convertirse en
una
especie
de novela
versifi-
cada, como en
40 watts, de
Oscar Taborda
y
en
Punctum, de
Gambarotta acaso
no
esta demas recordar que los poemasgauches-
cos suelen ser relates en verso.
La atraccion por el prosaismo
aparece,
en ocasiones, en su
mani-
fiesto caracter de provocacion. En la prescntacion del dossier que
la
revista
Diario de
Poesta en
torno de la
cual
se nuclean
casi
todos
los poetas a los que nos referimos en este trabajo
dedico
a Joaquin
Giannuzzi (Buenos
Aires,
1924), Daniel G. Helder escribio: Hay una
obra
poetica,
mas
estrictamente
una
obra
escrita
en
verso,
en
cuya
nibrica se
manifiesta,
nitido, el nombre de Joaquin
O. Giannuzzi". La
distincion
no
parece ingenua: tradicionalmente,
a
critica trata de"ver-
sificador" al
pretendido poeta
que
no
Uega a serlo. Un verso, por m^
malo que sea, es
una
realidad empi'rica; lo
poetico, en
cambio, es una
esencia, una abstraccion,
cuya
adjudicacion a
una
determinada obra
implica
un juicio
de valor. Cuando Helder
piefiere hablar,
respecto de
uno de sus maestros, de"una obra escrita en verso"antes que de una
"obra poetica" resume con eficacia buena pane de la actitud de su
generacion.
IV.
Oposicones
relecuras
V
El neobarroco
fue
un movimiento que abarco buena parte de
America
Latina y
que
incluyo a muchos poetas radicados fuera de su ^
ambito nacional
e
incluso lingiiistico: su animador csencial
fue
el ^
cubano radicado en Paris
Severo
Sarduy (Camagiiey,
Cuba,
1937-Paris,
^
1992),
quien
erigio
al
argentino Arturo Carrcra en "el
heredero
[...] de I
Origenes\ la
revista del
grupo dc
intelectuales nucleados
en tomo
a
1
Lfzama Lima.
Pero tambien
habria que
citar a
los uruguayos
Roberto
Echavarren
(Montevideo,
1944),
que por entonces vivia en Nueva
York, y a Eduardo Milan (Montevideo, 1952), asentado en
Mexico;^
Ivy
cubano
Jose
Kozer (La Habana, 1940), tambien
residente en
Nueva
1125]
-
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York,
y
al
argentino
Nestor
Perlongher (Avellaneda,
Provincia
de
BuenosAires, 1949-San Pablo, Brasil, 1992), quien escribio en Brasil
la
parte mas
importante
de
su
obra.^ El objetivismo de los noventa, en
cambio,
tiene un acento
marcadamente nacional,
cuando no
naciona-
lista.
Los poetas reunidos
en torno
del Diario
de Poesia dificilmente
reivindican,
en el nucleo de su
genealogia,
a
algun
autor que no sea
argentino;
por
otra
parte
casi ninguno
de
ellos vive fuera del
pais/
Sin
embargo,
la
oposicion objetivismo/neo-barroco requiere algunas
importantes matizaciones.
En
primer lugar, porque el neobarroco
abarco a poetas
de una tan amplia variedad estilistica y tematica, que
en
muchas
ocasiones se
tiene la
impresion de que el rotulo se refiere
antes a un corte
generacional o
a la contemporaneidaden la
publica-
cion de los libros que a cualquier forma de adhesion poetica compar-
Y^tida. En segundo lugar,
porque
es justamente a traves de sus
resonan-
cias en los poetas de los noventa que
figuras
esenciales del neobarro
co como
Arturo
Carrera y Nestor
Perlongher adquieren su persisten-
cia en la poesia argentina, sus lineas de influencia.
A partir desu muerte prematura,Nestor Perlongher empezo a
ocu-
par un
lugar insustituible
en la
poesia
ai^entina
contempor^ea.
S e dio
la
paradoja
de
que
sus
libros,
practicamente
inhallables
por haberse
publicado en tiradas de unos pocos cientos de ejemplares, pasaron a
ocupar
el centro del debate acerca de la poesia ai^entina contempora
nea, con simposios, conferencias
y
volumenes tales
como
Tratados
sobre Nestor Perlongher
(1997) de Nicolas Rosa
y
llXmpenes
peregri-
naciones (1996), de autores varios.Tal fiie el interes concitado por la
obra
de
Perlongher
que
en 1997 una editorial
de
las "grandes", que
apenas publica
poesia,
Seix Barral, saco sus Poemas completos, a
los
que por primera vez po
-
8/11/2019 Dobry Sobre Poesia
8/16
en
un
registro mas intimo, mas susurrado.
Algunas
busquedas mmima-
listas, sobre todo
en
voces femeninas conocidas a traves
de
la editorial
Siesta, parecen encontrar en
Carrera
(y,
solo
a
traves
de
el,
en Pizarnik
y Ortiz) su verdadera
filiacion.
Por
otra
parte, es muy
importante
la
definitiva consagracion
en
Buenos Aires de
la
poesia de Ortiz mas
que su"figura",ya venerada como un pintoresco guru por poetas de
las
generaciones anteriores, como algunos miembros del grupo
Poesia
Buenos
Aires.
Mas de
1.100
paginas
tiene la
Obra
completa
de Juan
L.
Ortiz (que
puso un
titulo
unitario
a esa
enorme produccion:
En el
aura
del sauceX pubUcada
en
1996, y en cuyos prologos
dos
de los
principales
exponentes
del objetivismo delos noventa, Martin Prieto y
Daniel
Garcia Helder,
lo
erigen en uno
de los maestros esenciales. Los
y titulos de esos
trabajos
son ya elocuentes: En el aura del sauce en el
^
centro
de
una
historia de
la
poesia argentina", el de Prieto; "Juan
L.
Ortiz: un lexico,un sistema, una clave",el de
Helder.
El nexo,la continuidad de esa linea
que une a
Ortiz con Carrera y
a este
con
los objetivistas, estaria
en la intencion
de darle
al poema
una
textura
narrativa. Esta linea tiene un punto
determinante en
"Gualeguay",
un
poema de600 versos de
contenido
autobiogr^co,
en
el
que
Ortiz define ademas sus preocupaciones
por
lo
que
Prieto deno
mina
"el poeta en la sociedad" Por otra parte, el caracter narrativo de
la poesia de
Ortiz
esta consciente y deliberadamente presente en la
produccion
de Juan Jose Saer,
conocido
sobre
todo como
novelista,
pero
al que
varios
de
los
poetas de
los
noventa
reivindican
en su faz de
poeta: de hecho, su presencia ha sido frecuente en Diario de Poesia,
donde
declara
en
una
entrevista:"La
poesia es
el arte
literariopor exce-
lencia". La poesia de Saer se ha
pubUcado,
a lo
largo
de
diversas edicio-
nes
aumentadas, bajo
el significativo titulode
El
arte de
narrar.
^
Ortiz
encontraba en
Raul
Gonzalez Tunon una de
las
figuras
esenciales de la poesia ai en-
en ese
sentido.
\ (3a imbricacion cntre poesia y prosa, que rompe con
la
tradicional oposicionopolanza-
* aon
entre
ambas, es
consustancial
al
objetivismo.
En
este
sentido, podria
figurar
en el por-
tico
de esta
poetica la
femosa
boutade de
Pound
segun la
cual el mejor
poeta
del
siglo XK
habria sido Flaubert.
En
Diario ae
un
libro
(.1972),Alberto
Girri
escribe:''Las virtudcs de
la prosa, desnudez, economia, eficacia,
fijarlas
asimismo
como
metas del poema.
Reconfortante autenticidad
de la prosa, aligerando de
divagaciones
cualquier tenutiva de
poema,
advirtiendonos indirectamente que el
poema
es,
adem^
de
objeto, experiencia
de
la voluntad
de verdad.
Segun
Martin
Prieto
(Diario de Poesta,
n 18), estas
palabras
valen
para los poemas de Joaquin O. Giannuzzi que para los del propio
Girri.
Es deobl da
mencion, tambien, un articulo de Daniel
Garcia
Helder
( El neobarroco en
Argentina ,
1 Diario de Poesta,n 4,1987) que podria tomarse como un hito en el rechazo delneoba
CO
y la emei^encia
de
la
nueva
tendencia objetivista.
Tras
citar una vez mas a
Pound
La
gran literatura es senciilamente
idioma cargado de significado hasta el
maximo
de
sus
posi-
Para completar el
panorama
de
los
poetas
de
la
generacion anterior,
es decir los
que
hoy
tienen en tomo de cincuenta anos,
cuya
presencia
es visible a traves del cristal de
la
generacion mas
joven,
hay
que
men-
cionar a Daniel Samoilovich (Buenos
Aires,
1949)." En
1987
Samoilovich fundo la
re\ista
Diario de Poesta,que continiia dirigiendo
hasta hoy y
que se
convertiria
en el
foro principal de la difusion de la
nueva poetica
objetivista
en argentina.
Sus
diferencias son notorias con
Daniel Garcia Helder
y,
aun m con poetas
m^ jovenes, como
Alejandro Rubio o Santiago
Vega.
En Samoilovich la realidad todavia
incluye al
arte (sobre todo a
la pintura, referencia esencial
en
su poesia)
y
su
verso se deja imantar
por
los
ecos
de poetas
finamente
parodicos,
como
Montale
o
Auden. Como en ellos,
su
mirada
esta siempre atenta
al
paisaje, nunca se
deja
tentar
por
las
abstracciones ni
por
ninguna
maniera del gongorismo. Escribe Daniel Freidemberg:"El pensamiento,
en el
sistema
objetivista
de Samoilovich,
es
un objeto,
tanto como
los
cascos de
los barcos
en la
bahia,
las opiniones de los criticos de Manet
o la
fijeza
de
la
mirada de la
lechucita sorprendida
en el espinillo".Y
tambien, mostrando
la
singular proximidad
de Samoilovich a la genera
cionm^
joven:
Aun
conociendo
la
insalvable grieta
entre
el lenguaje
y
las cosas, y
con
plena concienciade
la imposibilidad
de ceiiirse'al
obje
to o traducirlo', noconviene soslayar
la
importancia
que en
ese enton
ces [a finales
de los
anos ochenta]
comenzaba
a tener la^resencia de
oljietos en los poemas de Samoilovich, Luis TedeSco, Daniel Garcia
Helder o Martin Prieto
1...] .^^ Beatriz
Sarlo,por
su
parte,
ya supo
ver
en
1984,
en el
prologo
a E l tnago,
algunas
de las
caracteristicas
que defini-
rian toda la produccion de
Samoilovich:
" ...] comienza
con
una cierta
distancia
fria,
desmenuza
el
argumento,
sale
al
cruce
de
las
objeciones
que puedan levantarse y, cuando
parece que
todo esta a punto de ter-
minar, pega una vuelta, dispara hacia aquello
que
estaba oculto en las
premisas, hace girar una palabra
y con
ella todo eldiscurso".
(SI
IV
bilidades ), Helder,
que
por entonces tenia 25
anos,
escribei'Los que
nos
apoyamosen esta
seotencia
[...]
no apreciamos,
obviamente,
[las] obras del
neobarroco,
expresivas,
ricas
en
especies y artificios, en fin:
deliberadamente
barrocas. [...]
Inversamente,
toda\ia nos
preo-
cupa imaginar
una
poesia
sin He
ipnguaje.
pern
arrifsaafla en su tarea
de
log^r
algun
tipo de belleza mediant^la precision^..].Que la palabra jusu,
ese
suefio de Flaubert
y
de taiitos
otros, sea
una ilusion de prosistas
con la
que los
poetas a menudo no
quieran
transar, no
invalida el esfuerzo
de
nadie por conseguir el sustantivo mas
adecuado
y cl adje-
tivo menos
accesorio para
lo que
se
intenta
dccir.
Adem^
de su propia obra fK)etica
(vease en
la Bibliografia), SamoUovich
ha
traducidoa
numerosos poetas anglosajones
y a Horacio. Su profijsa
labor como critico
y
como periodista
cultural se ha publicado en diversos
pcriodicos y,
sobre todo, en
la
revista Diario de Poesia.
Cfr. Daniel Frcidembei^, Estudio
preliminar*
a Rusia
es
el
tema,
antologia poetica de
Daniel Samoilovich,
con que se
abrio
la coleccion
Poetas
de
hoy,
de la
editorial
Libros de
Herra Firme,
Buenos
Aires, 1996. ^
[129
-
8/11/2019 Dobry Sobre Poesia
9/16
V. Los
consagrados
y la estrategia del olvido
De las generaciones anteriores los poetas de los noventa rescatan
a
Raul Gonz^ez TMon,
Juan L. Ortiz, Manrique Fernandez Moreno,
^\^6nidas Lamboi^hini,
Joaquin
Giannuzzi
y Juana Bignozzijsio casual-
mente, estos
tres
ultimos ban sido objeto de dossiers monogr^cos en
Diario de Poesta.Se adivina ahi la postulacion
de
un nuevo canon
de
la poesia argentina,
estructurado en tomo
de
unos poetas a
los
que
hasta
entonces no se
les habia adjudicado
un
lugar
central.
Mencion
^ aparte merece
Ricardo Zelaravan (Parana,
1927), un autentico raro,
cuya
figura
adquiere ahora una dimension nueva: muchos de
los
jove
nes objetivistas lo invocan
como uno de sus maestros, y seguramente
no
escasualidad que
en 1997 se
reeditara Laobsesion del espacio, ibro
publicado originalmenteen 1972. La poesia de Zelarayan es una espe
cie de neo-gauchesca parodica,
con
algo
del ecumenismo heredado de
/whitman
pero
cuya
acumulacion se hace por sistema surrealista: un)
Sietalle
lleva
a otro,
y
en la
ilacion
el
lenguaje
campestre
de provincia
abarca
a
Rene Descartes e insolitas
incmstaciones de
lacanismo
("no
existen
los
poetas, existen
los hablados
por
la poesia", reflexiona mien-
tras come una
pizza
y escucha a
hurtadillas
la conversacion telefonica
del cajero del local);
y
el tango requiere la
presencia
de
Lautreamont,
"que
como
buen franchute es uruguayo/ y si es umguayo es entrerria-
no" (es
decir, paisano
de Zelarayan). Imposta
ima
voz de hombre del
interior que,
forzado a
vivir
en Buenos Aires,detesta a los
portenos, a
los que juzga ignorantes y prepotentes;y
a
cada paso quiereburlarse de
los
poetas,
sean liricos o comprometidos:"No creo en
la
poesia canta-
da
ni
recitada.(No
creo en el
cafe concert para desculpabilizar empre-
sarios
izquierdistas.) La
poesia debe leerse.
La
umca poesia que no se
lee es la de losactos y
palabras
que se proponen ser
poeticas."
P
Ahora
bien, dentro del sistema de consagraciones y condenas
que
constituyen las literaturas nacionales, hay algunos
olvidos
no
menos
voluntaries que los
ejercicios
de
memoria. Toda la
poetica
objetivista
podria leerse como un intento de ftmdar im
sistema
de la poesia argen-
\ tina que
excluya
por
completo la
figura
deJorge Luis Borges. Es
cierto
que
la
losa
borgeana es
mucho
m pesada
en la
prosa que en
la
poesia.
Sin embargo, la impregnacion de
lo
que podriamos denominar
la
ideo-
literaria
de Borges, ese
imaginario
por el
cual
se hace dificil
escri-
11301
bir
en Argentina
sin
sentir la voz
del "maestro", tambien invadio,
desde
los anos setenta, el espacio poetico. En
este
sentido, lo provocativo dc
los poetas de
los
noventa,desde la
reivindicacion de
la
"poesia peronis-
ta"de
Lamborghini
hasta la vision de un Buenos
Aires
severamente
des-
mitificado
y captado en sus aspectosm^
brutales y guarangos, seria
un
gesto de
nitida raigambre antiborgeana.
La
motivacion
es doble: por un
lado
(la
parte consciente;,
ia
deliberada~voluntad
de
sacarle la lengua a
la "cultura oficial o bienpensante;por el otro (la parte inconsciente),la
umca forma
de
quitarse
de encima la
losa
boi^eana
consiste
en
mirar
completamente para
otro
lado: lle^^r
la
literaturam^alia de los limites
de la
biblioteca,
haceria chocar sin amortiguacion deenciclopedias ni
moldes retoricos
con
el
luniardo y
el chorip^.
De los
otros poetas
consagrados
que
se
encuentran hoy en
una
cierta penumbra
habria que
nombrar sobre todo a
los
grandes
surrea-
listas:
Enrique Molina
(Buenos
Aires,19iai997)
y
Olga Orozco
(Toay
Provincia de
La
Pampa, 1920-Buenos
Aires
1999). Esta poesia, cons-
truida en base a
largas
digresiones metaforicas y a intensas imagenes
oniricas, se encuentra en el polo
opuesto
de la poetica
del objetivis
mo.
En fin,
otra herencia tal vez excesivamente arrumbada
es
la
de
Oliverio Girondo.Acaso
porque
su nombre
fue
referencia
permanente
para algunos neo-barrocos argentinos, los
poetas
del noventa suelen
ignorarlo por
completo,
acaso sin advertir que en
la
agudeza de su
mirada,
en
la singularidad de
su vinculo
con
la tradicion
de la lengua
y, sobre
todo, en
la
arrasadora minuciosidad de su biisqueda formal
hay una
fuente
aun por explotar para las
nuevas
generaciones de poe
tas
argentinos.
VI.
Despues del
objetivismo
Los
poetas mas jovenes
de
la tendencia objetivista parecen adoptar
con creciente fmneza
la
impostura de un
rechazo
de todo
lo
que
suene
a cultura prcstigiosa, lenguaje literario, clasificaciones academi-
cas.
Si Daniel Garcia Helder o Martin
Prieto
son, toda\ia,
poetas
que
exhiben claramente su buena formacion en
la
lectura de
los clasicos
de la lengua castellana, en
Alejandro Rubio,
por ejemplo, es evidente
el gesto
de
impugnacion
de todo
lo que provenga
de la alta
cultura,
del
discurso letrado
(cn
este sentido, la rcbelion antiborgeana esm^
-
8/11/2019 Dobry Sobre Poesia
10/16
fuene
en los mas jovenes).Veamos los
tres
primeros versos de Metal
pesado de
Rubio:
'Me recontracago en la rechota democracia/
y
en
consejos, concejales, reformas,
estatutos/
en los ediles y en las edilas,
en codicilos y codigos [...V'.La utilizacion de palabras vulgares es indi-
soluble
del ataque a las instituciones, y la
biblioteca
es parte de esos
estatutos destronados de
un
plumazo.
En
el excelente
Ensayo
de
lectura
de
Miisica
mala de
D G .
Helder, publicado a modo de posfacio del primer libro de Rubio, se
lee que
"el
coeficiente artistico de los poetas tipo
Rubio
no se medira
por su
nivel cultural ni
por el
largo de sus
rmces
en
la
Tradicion,
sino
mas bien
por
su aprehension del Zeitgeist.Sin embargo, para ubicar
la
poesia de Rubio, Helder
debe mencionar a
Cervantes, Celine,
Byron,
Lautreamont,Borges,Saer,Arlt, Lamborghini, Gianuzzi...
Eso
nos Ueva a
pensar
que
el Zeitgeist no tiene que ver
con
la
exhibicion del saber
adquirido en
la
frecuentacion
de
las
bibliotecas y
las
revistas literarias
(cosa
que
si practico hasta la
fatiga
el neo-barroco) sino
en
ese retorci-
miento de la lengua y del paisaje (social
o
sentimental,
pubUco o
pri-
vado)
que los
verdaderos
poetas saben captar
y plasmar
La captacion
del espiritu del tiempo
se produce
justamente
alli donde una
tradicion
parece romperse, donde
hay algo que
chirria
en el
canon,
donde el
academico de miias estrechas se
escandaliza
y dice "esto no es
poe
sia".En Rubio,
la
intensidad lirica se
convierte
casi
siempre
en
violen
cia, y viceversa.
El cheque entre cultura
letrada
por
un lado,
paisaje y
lengua degra-
dada
por otro,
es
evidente
en
Punctum,
de Gambarotta: el titulo
mismo, una palabra latina, impUca ya la posesion de una formacion
clasica;
pero el asunto, los personajes (el Guasuncho,
Manolo,
Cadaver), la
lengua del poema parecen apuntar
en
la direccion
exac-
tamente
contraria de
lo que
podria
esperarse de
un joven
que ha
fre-
cuentado la
alta
cultura. Daniel Samoilovich escribio acerca
de
Punctum. S>u asunto
no
es poetico, ni implica estetizacion alguna de
lo
anti-poetico;
no
es
un
Ubro
bienpensante
ni perverso Este Ubro
es absorbentemente beUo contra
todos
esos cUches, es beUo en un
genero
de belleza
desconocido".
Ese
'genero
de
beUeza desconocido"
parece ser una
de las direcciones esenciales de la poesia argentina
actual: un discurso de la destlusion, deliberadamente manchado de
barro
y de
grasa, cuando no
de sangre,
con algo
de asco yde befa,
con
una absoluta falta de
ilusiones.
Algo del
imaginario
social argentino,
marcado
por un
radical
desengano
de
todas
las promesas poHticas, ins-
titucionales, ideologicas, se plasma alH. N o tiene
que
ver
con
la pose
sion de
mayor
o menor numero delecturas, sino con
la
adhesion a una
estetica
de lo bajo, de
la
violencia cotidiana,
del
rechazo de toda insti-
tucion que se atribuya el
poder
de establecer escalafones de sublimi-
dad poetica.Como todas las esteticas,esta produce excesos indigestos
y
prescindibles; pero ha dejado ya unos cuantos
libros,
como
los
que
se han
citado
aqui,
que deberan ser tenidos en cuenta a la hora de
escribir la historia de la poesia ai^entina a finales del
siglo
XX.
Bibliografia
Aguirre,
Osvaldo.
Las
vueltas
del camino (\992),Alfuego (1994).
Bignozzi, Juana. de cierto orden
Regreso
a
la patria
Interior conpoeta (199^),
Partida
de las grandes lineas
(1997).
Carrera, Arturo.
con
un
nictografo (\9 72),
Momento
de
simetria
(1973), Oro (1975);
Ciudad
del colibrt (1982), La
partera
canta (1982),3f/padre
(\9Sy),Arturoy
yo (\9S i\Animaciones
sus-
pendidas
(1986), Ticket
para
Edgardo Russo (1987), Children s
Comer (1989), Negritos (1993), La banda oscura de Alejandro
(1994) y
El
vespertillo de las parcas (1997).
Casas, Fabian.Tuca (1990), / salmon (1996).
Cerro,
Emeterio.ia
barrosa
(1982).
Desiderio,Juan.5rr/o
trucho
(1993)
Gambarotta,
Munm.Punctum (1995).
Gelman,Juan.Colera buey (1965), Hechos y relaciones (1980), Si
dulcemente
(1980), La junta luz (1985), Com/posiciones (1986),
-
8/11/2019 Dobry Sobre Poesia
11/16
Interrupciones I (\9^6),Interrupciones II Ci9SS), Salaries del impto
(\99y),Dihaxu
(\99 y),Incompletamente
(1997).
Giannuzzi,
Joaquin O.
Contempordneo
del
mundo
(1962), Senales
de una causa personal (\91T),Principios de incertidumbre (1980),
Violin obligado (1984).
Helder,
D.
G . El
faro
deGuereno (1990);El guadal (1994).
Kamenszain,Tamara. De
este lado del Mediterrdneo (1973),
Los
No
(1977),
Lacasa grande
(1986),
Vida de living
(1991), Tango
bar
(1998).
Lamborghini, Leonidas.Las patas en la fuente
(1965),
El
solicitan-
te
descolocado (1971; reeditado
en
1990), Partitas(1972), Eva Peron
en laboguera
(disco
con
el
poema recitado por Norma
Bacaicoa
con
musica de Dino
Saluzzi; 1973), Circus (1986),
Odiseo confinado
(1992).
Perlongher,
Nestor. Austria-Hungria (1980), Alambres (1987),
Hule (19S9 ,Parque Lezama (\990 y Aguas as (\99\^,Poemas
completos (1997).
Piccoli, Hector A. Si no a enhestar
el
oro oido (1984), Filiacion
del rumor (1993)-
Prieto
Martin. Verde y bianco(1989), miisica antes
(1995).
Rubio, Alejandro. mala
i\99T),
Metal pesado (1999).
Saer,Juan Jose.
arte
de
narrar
(1988).
Samoilovich,Daniel. 1973), /mago
(1984),
la ansiedad
perfecta (1991), Hidrograftas (1996) y Superficies
iluminadas
(1996).
Taborda, Oscar. 40
watts
(1993).
Zelarayan,
Ricardo.
La obsesion
del
espacio
(1972, reeditado 1997).
P r o l o g o a
Twenty Poets f r o m
A r g e n t i n e *
Daniel Samoilovich
Prescntacion
dc veinte
poetas argentinos menores
de
cuarenta anos, preparada
por
Andrew
Graham-YooU y
Daniel
Samoilovich,
con
traducciones al ingles de
Andrew
Graham-YooU, que publico
la
editorial
Redbcck (Londres)
en
2004.
-
8/11/2019 Dobry Sobre Poesia
12/16
}\
E l
h a b l a c o m o m a t e r i a
Martin Gambarotta
p r i m a *
El presente texto corresponde
a la desgrabacion
de
la
charla de
Martin
Gambarotta, en el
marco
de"La
Carne
enelAsador. Cielo de confrontacion de tex
tos y tradiciones
personales de
los
poetas
jovenes argentinos", que, con coordina-
cion
de
Gustavo Lopez y Lucia Bianco,
tuvo
lugar
enel Centro
Cultural
de
Espaiia
en Buenos Aires, el 31
de
agosto
de
2004.
-
8/11/2019 Dobry Sobre Poesia
13/16
Martin Gambarotta (BuenosAires,1968) publico
Punctum
(\99(>),Seudo(2000) y
Relapso+Angola(2005).
Desde
1996 es
co-editor
del sitiowww.poesia.com.
Hay
un
poema
de Alejandro Rubio,
en un libro que
va
a publicar
Gustavo Lopez, que tiene
como
primer verso; Y o
queria escribir".
Pero
lo
que
sigue no
es im racconto sobre la
angustia
que le provoca
escribir
a este
personaje.
El
personaje del poema se para
delante de
un kiosco, ve
una
revista de literaturacontemporanea,
y
se pone
a dis-
cutir con
lo
que
ve
en
la
tapa.
Para mas
datos, el acontecimiento del
poema
ocurre en 1984.Declara que quiere
escribir
y se pone
a
discu-
tir
con un grupo
de
escritores contemporaneos que estan
en la tapa
de
una
revista. Les
da entidad como para
ponerse
a
discutir. Se
los
toma
en serio.
Y
en
esa
tapa
aparecen
las
palabras "literatura argenti- ^
na". Es decir,
el personaje
no
solo
siente que debe
entablar
un
di^o- ~
go
con lo
contempor^eo,
sino tambien con lo argentino, por mas ^
que eso suene bastante mal. El
personaje
les
da entidad
y se los toma
en serio, pero
a
la vez,
al
declarar
"yo
queria
escribir",
parece
no estar
escribiendo todavia
y entabla
un
dialogo desde el margen: el les da
entidad
pero
ellos
no
le
pueden
dar entidad. ^
M e
siento
bastante identificado con esto de declarar
"yo
queria ^
escribir,"
pero no para despues caer
en
un detalle de la angustia ^
romantica que puede generar el asunto, sino
en
la necesidad que esto =
genera de entablar un
di^ogo
con
lo
que podemos Uamar literatura
argentina contempor^ea, Espero que no
suene a
anecdota
porque
es
el carozo de la
cuestion. Digamos
tambien
que, asi como
para el per- ^
sonaje del poema
la
fecha
era 1984/yo
queria escribir"
tiene
en
mi
[2371
http://www.poesia.com/http://www.poesia.com/ -
8/11/2019 Dobry Sobre Poesia
14/16
caso la fecha de 1990.
Estoy
hablando
en
nombre de esa persona. Lo
que hago entonces
en ese
momento, de
una
manera bastante
basica,
es conseguirme
novelas
de Saer.
Al
querer entablar un
dialogo
con lo
contemporaneo, me llega el
nombre de
Saer
y consigo
una novela,
E l
limonero real.Y obviamente ahi
hay
un deslumbramiento. Entonces
hagamos un orden:
/
limonero real. Cicatrices, Nadie, nada,
nunca.
La
mayor,
Glosa.
En
ese
orden. Se me
produce
un deslumbramiento
absolute, pero queera tambien lejano,porque
yo leia a Saer
yera como
haberme topado con Faulkner, Dostoievski,
Joyce,
incluso
me
anulaba
a mi como posibilidad
de
crear algoen
ese
nivel.
Supongamos que leo
esos cinco
libros
en
rapida sucesion, digamos dos meses, y
llego a
Glosa con el
mismo
deslumbramiento. Pero es justamente
con
Glosa
donde a mi
(como
supuesto
personaje
con las cualidades del
poema
de Rubio)
se
me presenta un problema,
se
me abre otro tipo de
dialo
go. S e corta de
alguna
manera
el
encantamiento, cosa que
no
es ni
buena
ni mala.Y en todo caso, Glosa me
permite abrir el
tipo de
dis-
cusion que esta presente
en
el poema de
Rubio.
El personaje central
de la
novela
se me
hacia un tanto lejano,
un tanto ridicule
y
afectado.
Son
criticas, por ahi, fuera de
lugar, pero
es
loque me
parecia
en ese
memento.A la vez,
la
estructura se me hacia
demasiado
artificial.Y
el
problema que
yo
tenia tambien, cuando lo leia,era que evidentemen-
te
esta era una
novela
politica,
un
tema
queen
ese
memento
me
inte-
resaba mucho,
y
es
la
justificacion
que
encuentro al hecho de haber
me
abierto
a
esta discusion tan animada con este libro.
Para resumir,
no me sentia
identificado
con
el
texto, aunque enesa novela me pare
cia que
habia
siete u echo
paginas
que eran magistrales,
donde
apa
rece una especie de hombre vencido
por
las
circunstancias
peliticas.
Aca
puede
hacer una declaracion
pomposa: tal vez en
ese memento,
en
el
"yo
queria
escribir",
el "fracase"
de Glosa me
permitio
vislum-
brar
como lector lo que
me parecia
que
era
el punto de
partida
de
una nueva literatura argentina.
O,
dicho
de
manera
menos pomposa,
habia
que
buscar
en
otra parte lo
que
yo no habia encontrado
en
Glosa.
Para
agregarle cierto
dramatismo
a
la situacion, para ese
entonces voy a
una
lectura de
poesia
en
Liber/arte.
Leian
tres poetas,
pero solo me acuerdo
de uno,
que era
Juan Desiderio. Juan Desiderio
lee un texto
que
se
llama
La Zanjita". Es un texto tan jugado al fraca-
so,
al punto
tal
que las"y" suplantan a las 11 .A mi
me
parecio magis
[ 238]
tral
la
lectura de Desiderio, como si estuviera
viendo
a
Hendrix
en
1967,
antes
de que lo hubieran
descubierto
otros. Entonces el
"ftaca-
so de Glosa
se
acopla con la impresion que me causa La Zanjita"de
Desiderio,que no era en ese momento alguien que pudiera equiparar-
se
con
Saer.
En la
lectura,
Desiderio
parecia poseido
por los
personajes
de su poema, cosa que
no
es tan
importante como volver
al
texto
y
descubrir que
el
autor en efecto
estaba poseido
por
sus personajes al
momento deescribirlo.Ese texto me produce una impresion muy
fiier-
te.
En Desiderio
me parecio
encontrar la voz
de
una
tribu.Y esto me
Uevo
a
preguntarme:
si
la
poesia no es
la
voz de una tribu,
^no
se redu
ce a
un mero
juego
de
mesa o juego
de
salon?
Despues
me puse a bus-
car
ejemplos y
me
respondi
que
no.
Pero lo que si me parecio es que
puede llegar
a
haber
textos que tengan la cualidad de ser a
voz
de una
tribu,
y que
tal
vez son
estos
textos
los
que
nos causan
mas
impresion
que
otros
textos
intercsantes pero que
no
tienen esta cualidad.En
todo
caso,
demosle al
texto de Desiderio
la
cualidad
de funcionar
como
la
voz
de una tribu y la cualidad, que yo
senti
en ese momento, de que el
autor
me estaba hablando a mi. Esto suena un
poco
cursi,
pero lo que
yo
detectaba
era que Desiderio tenia
la
capacidad dc hablarles
a
sus
contempor^eos de
una
manera
que yo noencontraba en
Glosa.O
en
todo caso,
haciendo abuso
de una cita muy
conocida
de
Eliot:
asi
habla-
ria
yo si pudiera escribir poesia.
Y
esto me
lleva al
tema del habla. En
la Tierra
baldia hay dos
mementos donde sui^e el tema
del
habla
de
una manera
que
se puede relacionar con Desiderio.
Una
es cuan-
^
do
hay una cantidad de
gente
tomando en una
casa publica,
en un
^
pub,
de Londres, y el autor registra la conversacion de la gente.
Esa
^
es
posiblemente la mas conocida. Y
despues
hay
otra
parte en que
aparece el
tema del
habla, cuando una
mujer le
habla al personaje ^
del poema y el personaje le contesta
a
la mujer.
(Y,
sin
conocer
del ^
todo
el tema,
creo que
esto
da
lugar
a que
se llegue
a afirmar que su ^
primera
mujer de alguna manera le escribe
a Eliot
la Tierra baldia.^ ^
Lo que me parece
que
vincula a Eliot
con
Desiderioes que, en ambos ;
casos,
Eliot no
le
da en
ningun
momento mucho
contexto
al
habla, ^
no pone entre comillas lo que dice su mujer.
(En
realidad, hay comi-
^
lias mmimas.Tal
vez
lo mio sea
una
expresion de deseo.) Y lo mismo
se
puede
decir
de La Zanjita" dc
Desiderio:
no hay comillas, no hay
exphcacion,
no
hay contexto para las
voces
que
hablan.Todo esto es
1239]
-
8/11/2019 Dobry Sobre Poesia
15/16
lo
que
me
dio un
punto
de partida
para escribir. Entonces, a
titulo
informativo,
me
salio
esto:
N o hay,
no va a haber,
no
hubo
no hubo, no, no
hay,
no
va a
haber
ni hubiese habido
si;
no hubo,
no
hay, no
va
a
haber,
no,
hubo, nunca, ni
hay,
ni puede
haber,
no
hay,
ni
debe haber
habido, no
hay,
no
hubo,
ni
va a
haber
errores
de
linea
en el
cr eo a curva
perfecta
de los huesos
frontales,
no
hubo,
no
hay, mejor
serie que
Kojak,
ni m^cara
mas
concreta
que
estas
antiparras de
soldador
para pasar la
poda
de la noche
neutra,
no
hubo, noche
neutra ni
clara,
no
hay martillo
neutro
ni pesado, no,que
martille
agarrando
el
mango
del
martillo
para
martillar con el
martillo
la madera
de
los hechos,
no
hubo,
no
hay:
Kojak vendio su
coche
en llanta
a los
chacales,
entrego el escudo
y arma
al
Capitan
Griego,
los
negros
amagan
con quemar un kiosko y
no
lo
queman;
no va a
haber.
Cadaver,
mananas
reales
de
color tierra
para usar
el
gatillo,
un
gatillo
dificil,
tenso, que
se resiste
a ser
gatillado
contra algun
objetivo enemigo,
ni
hay,
no
hubo, ni hubo de
haber,
tiza para delinear con tiza
el
contorno
de la
victima
tirada
boca abajo
en el suelo duro;
no
va a haber, lineas
[ 2 4 0 1
de
carbonilla en
el
cielo,
lineas
de
grano
tieso
y
reventado,
lineas negras
que cruzan otras
lineas,en
Mgulo oblicuo
formando enredaderas
con lineas
que
se despuntan en lineas
que
se
pierden hacia un fondo
rayado
por
otras lineas curvas,
ni hubo,
ni
hay,
no
hubo
no,
no va a haber,
no
hubo,
ni
hubo
de
haber
habido, no
hay,
no.
Escopetas recortadas en carton, bidones
de nafta,
plantas
alicaidas,
descompuestas,
antes de lograr
una forma madura bajo el toldo,
vidrio molido
en la came
picada,
una vieja con
el
tobillo sangr^dole
bajo la media de nylon, el personal
de limpieza en la
pianta baja
de
IBM,
una cuadrilla
de
negros
que
se
deja caer del camion
para
romper
ima calle.
Queria Uamar
tambien
la
atencion sobre el
posfacio
a
La
obsesion
del espacio,de
Zelarayan.A
mi los poemas sobre la poesia no me inte-
resan, pero
si
saco
algo
de los ensayos que los poetas escriben acerca
de
la
poesia y de su poesia.
Es
un buen
texto
para
d^selo a alguien que
esta empezando
y decirle:"Te
doy
este posfacio, leelo, ique pensas?".
Zelarayan
ahi se declara
contra la pedanteria, el patemalismo
y
la
solemnidad.Y toda
La
obsesidn del espacio
se puede leer
como
un
canto irreverente
contra
la pedanteria, el patemalismo y la
solemni-
dad,
o
contra los pedantes, los
patemalistas y los solemnes.Y no solo
eso; parece
estar
disenado para espantar pedantes, paternalistas y
solemnes.Y
hay
tambien otra cualidad. El texto como se admite en
el
posfacio
esta casi disenado para camuflar el saber que puede
tener
Zelarayan.
Un ejemplo:
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8/11/2019 Dobry Sobre Poesia
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No es por decir, pero el Papa,
si,
el Papa,
es
una Batata.
Mejor
dicho
era una Batata
porque
mas bien era un
topo...
En el
posfacio, Zelarayan dice: La linica realidades
el
lenguaje".
Y
dice
tambien:"No existen los poetas, existen
los
hablados por
la
poe
sia".
Que
haya
un
texto que diga que
no existen
los
poetas,es
para mi
un alivio. Nuevamente, entiendo
esto como en
Desiderio y
en
Eliot.
iQue lenguaje es
la
linica
realidad? A
mi parece que el lenguaje al
que
se refiere
Zelarayan
es
el habla; a forma de hablar de
Zelarayan,
en este
caso, y la forma de hablar de la gente que
lo
rodea. Pero
no
el
habla
para hacer una
poesia coloquial,
sino el
habla
como materia
prima
para
construir
una maquina verbal que no
necesariamente
es colo
quial.
Extremando
la idea, un
"hablado por la poesia"
puede
escuchar
doscientas frasesen eldia y en todo caso seleccionara dos que le
pare
cen material para un
poema,
y creo
que
eso
ya
no es coloquial.El prin
cipio del posfacio de Zelarayan dice: "No se como empezar
pero
empiezo nomas.
Hoy
estaba almorzando en una pizzeria y oi una con
versacion telefonica del cajero que estaba detras del mostrador.
'Esciicheme
don Juan
decia
el
cajero, la verdad
es
que
cuando
hablo con usted
salen cositas...'
Y para
terminar,
tenia una cosita que me parecia un poema.
Iba a
leer
el poema
y despues
explicarlo. Pero solo lo
voy
a
leer.
El poema dice:
Carlitos esta
cansado,
se crio
a pasto
y a
guiso.
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E x t r a n a d a m a l a p o e s i ' a d e f a n u e v a
c e n t u r i a
Rodolfo Edwards