Después de 1492, olas de aventureros y misioneros hispanos continuaron llegando a las ‘Indias Occidentales’, bajo el auspicio de la corona española, organizan y llevan a cabo campañas de conquista que culminan con la caída de los dos imperios más grandes que existían en el nuevo continente, el Inca y el Azteca, poco tiempo después, se piensan, adecuan e instituyen las nuevas formas de dominación que cambiarán profundamente la estructura social de los pueblos dominados, las nuevas colonias, pero también la de las metrópolis; concentrémonos en el campo económico que es el que nos compete, observamos entonces que la división del trabajo en la economía europea del siglo XVI, como minuciosamente señalara Wallerstein(Citar), tiene un carácter peculiar y una lógica clara y precisa: