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Dios es Felicidad
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Esto me dice Dios, para que os diga:
Nada requiere arreglo;
todo es una celebración.
Naciste para inclinarte
y así poder descubrir
la multitud de milagros
que hay a tus pies.
Naciste para desplegarte
y así poder hallar
Tu Propia Hermosa Paz Celestial
justo encima
de la losa que creías que debías cargar.
Cuando pido a Dios
que me hable,
me siento tan pequeña
y tan sola
como vosotros.
Pero es entonces cuando,
sin motivo aparente,
empiezo a Brillar.
(Begin to Shine, © 2007 Em Claire)
Dios es Felicidad
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DIOS ES
FELICIDAD
Convierte tu vida en una experiencia extraordinaria
NEALE DONALD WALSCH
Gaia Ediciones
Dios es Felicidad
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Título original: Happier than God
Traducción: Alejandro Pareja
Cubierta: Rafael Soria
© Neale Donald Walsch, 2008
Publicado por acuerdo con Writers House LLC
y Hampton Roads Publishing Company, Inc.
Charlottesville, VA 22902, EE.UU.
De esta edición:
© Gaia Ediciones, 2008
Alquimia, 6 - 28933 Móstoles (Madrid) - España
Tels.: 91 614 53 46 - 91 614 58 49 - Fax: 91 618 40 12
www.alfaomega.es - E-mail: [email protected]
Primera edición: marzo de 2009
Depósito legal: M. 6.902-2009
I.S.B.N.: 978-84-8445-252-2
Impreso en España por: Artes Gráficas COFAS, S.A. - Móstoles (Madrid)
(Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o
transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus
titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de
derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.
Dios es Felicidad
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ÍNDICE
Capítulo 1. Estás presenciando un mecanismo extraordinario………………….…….07
Capítulo 2. La verdad sorprendente que dejará atónito al mundo………………….10
Capítulo 3. La promesa que pocos pueden creer; la verdad que pocos
pueden aceptar …………………………………………..................................12
Capítulo 4. La nueva Buena Nueva…………………………………………………………………….13
Capítulo 5. Cuando no basta ver para creer………………………………………………………16
Capítulo 6. La pregunta más importante que se ha formulado nunca…………...18
Capítulo 7. ¿Obra del demonio u obra de Dios?............................................21
Capítulo 8. Una herramienta de doble mango…………………………………………………..23
Capítulo 9. Los grandes principios de la vida…………………………………………………….27
Capítulo 10. Elección consciente y elección inconsciente…………………………………..30
Capítulo 11. El milagro que te cambiará la vida………………………………………………..31
Capítulo 12. Cuando la vida se vuelve adversa………………………………………………..35
Capítulo 13. Cómo salir de la trampa de la negatividad…………………………………..39
Capítulo 14. La vida como aventura extraordinaria…………………………………………..47
Capítulo 15. No te preocupes, tienes toda una eternidad por delante…………….49
Capítulo 16. Aquí está la Verdad Callada……………..........................................53
Capítulo 17. No tienes por qué preocuparte de ti mismo……………………………………55
Capítulo 18. Cómo y por qué olvidamos…………………………………………………………….61
Capítulo 19. Unas palabras sobre el «pensamiento negativo»………………………..63
Capítulo 20. La verdadera naturaleza de Dios…………………………………………………..65
Capítulo 21. Tu libertad total es el mayor don de Dios……………………………………..69
Capitulo 22. El Mecanismo de la Manifestación………………………………………………..72
Capitulo 23. Por qué se ha guardado tras un velo el Proceso de Creación…….77
Capitulo 24. La mejor manera de conseguir los objetivos personales…………….81
Capitulo 25. El proceso de Creación Personal y el dolor de mundo………………..83
Capitulo 26. Cómo utilizar el Proceso de Creación Personal para ayudar a
todo el mundo……………………………………………………………………………………………………..90
Capitulo 27. Diecisiete pasos para ser más feliz que Dios…………………………………96
Capitulo 28. Estás creando una revolución……………………………………………………….116
EPILOGO……………………………………………………………………………………………………………….119
APENDICE……………………………………………………………………………………………………………120
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Vamos a empezar con unas palabras de agradecimiento.
Te doy las gracias, Dios, por este libro, y por esta vida, y por la
maravilla de este momento. Te doy las gracias por todo lo que me ha
sucedido, por lo que me está sucediendo y por lo que me sucederá. Pues
todo ello ha producido la perfección de este próximo aliento y la gloria de
Quien voy a ser ahora.
Bien. Ahora, anota la fecha de hoy en la parte interior de la cubierta del
libro. Querrás recordarla, pues estás a punto de recibir una fórmula para toda la
vida, que lo cambiará todo en tu experiencia cotidiana.
O no.
Y éste es el día en que tú tomarás esa decisión...
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CAPITULO 1CAPITULO 1CAPITULO 1CAPITULO 1
ESTÁS PRESENCIANDO UN MECANISMO EXTRAORDINARIO
La vida debe ser felicidad. ¿Lo crees?
Es verdad. Ya sé que no lo parece cuando miramos lo que nos rodea; pero
es verdad. La vida debe ser felicidad.
Tú debes ser feliz. Y si eres feliz, debes ser más feliz. Aunque seas muy
feliz, puedes ser más feliz todavía.
¿Cuánta felicidad? ¿Cuan feliz puedes llegar a ser? Y bien... puedes ser
más feliz que Dios.
En cierta ocasión, oí a una señora que hablaba de un caballero muy rico. Y
la señora dijo: «¡Tiene más dinero que Dios!». En este sentido lo digo. Utilizo esta
expresión a modo de superlativo máximo.
Pero también lo digo en un sentido literal. Con estas palabras pretendo
decir precisamente lo que indican. Y esto nos plantea muchas preguntas. ¿Quiere
esto decir que Dios llega a vivir eso que llaman «felicidad»? (Sí.) ¿Quiere esto
decir que Dios siente infelicidad? (No.) Si podemos ser más felices que Dios, ¿quie-
re eso decir que estamos separados de Dios? (No.) Entonces, ¿cómo es posible?
Y bien, resulta que existe una fórmula por medio de la cual puedes ser
más feliz que Dios. Todos los místicos la conocieron; la mayoría de los maestros de
sabiduría mística la conocieron; algunos mensajeros espirituales de nuestros
tiempos la conocen; pero con el paso de los siglos se ha ido convirtiendo en una
especie de «fórmula misteriosa», porque se habla poco de ella. Muy poco.
¿Por qué? Muy sencillo. Entre las personas a las que han hablado los
maestros y los mensajeros espirituales, muy pocas han sido capaces de creer que
la «fórmula misteriosa» produce los efectos que se aseguran. Y cuando uno habla
de cosas en las que nadie cree, puede llegar a caer muy mal a la gente.
Así pues, aún en nuestros tiempos, que se dice que son unos tiempos
adelantados en lo intelectual y en lo espiritual, son pocos los maestros y los
mensajeros espirituales que desvelan esta fórmula, aun cuando la conocen. O,
aunque hablen de ella, sólo hablan de la mitad de ella.
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La mayoría se guardan la otra mitad de esta fórmula, de su parte más
impresionante. De manera que tenemos aquí una verdad maravillosa, pero sólo la
conocemos a medias.
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¿De qué sirve una verdad si no se desvela del todo? Está claro que no
sirve de nada. En realidad, una verdad a medias puede ser engañosa. Hasta
peligrosa. Así que aquí vamos a decir la verdad, toda la verdad y nada más que la
verdad. Vamos a empezar indagando por qué tienes este libro en las manos, y
cuando terminemos de entenderlo habremos descrito un mecanismo
extraordinario.
¿De acuerdo? Muy bien. Vamos a ello.
Pregúntate por qué has seleccionando este libro.
No te preocupes. Te lo diré yo. Has tomado este libro movido por un
impulso.
¿Y de dónde salió ese impulso? De ti. Salió de ti.
¿Por qué? ¿Por qué surgió de ti el impulso? ¿A qué se debió? ¿Y de qué
parte de ti salió?
Dedicaremos una buena parte de este libro a estudiar las respuestas a
estas preguntas..., unas respuestas francamente apasionantes. Pero de momento
vamos a pasar a una pregunta más amplia todavía: ¿qué ha sucedido para que
este libro estuviera ahí, donde estás tú, ahí mismo, ahora mismo, para que tú lo
vieras siquiera, no ya para que tuvieras un impulso?
Ah, sí; ésta es la pregunta clave. Si conocieras la respuesta a esta
pregunta, podrías cambiar toda tu vida.
He aquí la respuesta a esta pregunta. Prepárate para que cambie toda tu
vida.
Si «sucedió» que este libro estuviera ahí, ahora mismo, ahí mismo, fue
porque tú lo has puesto ahí.
Tú has hecho que estuviera ahí.
Bien. Mira, aquí vamos a explorar muchas cosas que parecen casi
increíbles, de modo que te pediré que en esto, de momento, tengas fe en mí. Te
he dicho ya que los mismos mensajeros espirituales de nuestros tiempos no dan la
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cara explicando aquella fórmula porque son muy pocas las personas capaces de
creerlo, ¿verdad? De modo que tienes que tomar una decisión aquí mismo.
¿Quieres contarte entre esas personas? ¿O quieres llegar más allá de esos límites?
¿Quieres salir a explorar de verdad? ¿Quieres ir más allá del alcance de nuestras
ideas y de nuestras construcciones actuales?
Si la respuesta es que sí, ponte cómodo y sigue pasando las páginas.
Tú has hecho que este libro esté aquí, aquí mismo, ahora mismo. Quizá no
te parezca que haya sido así, pero lo has hecho. ¿Cómo?
Por la física cuántica.
Las personas suelen aplicar la física cuántica sin saberlo. Es decir, sin ser
conscientes de ello.
La física cuántica (y si esto te parece muy descabellado, recuerda que lo
dicen los científicos) afirma que «nada puede ser observado sin resultar afectado
por el observador». Si esto es verdad (y lo es), entonces tú has desempeñado tu
papel en todo lo que está sucediendo ahora mismo, a medida que sucede. La única
cuestión es si lo has hecho de manera consciente o inconsciente, a sabiendas o sin
saberlo. Pero, hacerlo, sí que lo has hecho, te lo aseguro.
Atrajiste este libro hacia ti y te hiciste ser consciente de él, y ahora lo
estás leyendo..., todo ello por tu deseo profundo de ser más feliz.
Este libro llegó de mi teclado a mi editorial, de allí a la librería y de ahí a
tus manos, de una manera que nada tiene de accidental, de casual ni de mero
azar.
Nada de esto ha sucedido por casualidad.
De modo que alégrate. Acabas de presenciar el mecanismo más
extraordinario de todo el universo. Acabas de presenciar el Mecanismo de la
Manifestación.
Déjame que te lo diga de otro modo. Acabas de presenciar...
... a Dios en acción.
(Y si esto no te basta para ser feliz, es que no serás feliz con nada.)
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CAPITULO 2
LA VERDAD SORPRENDENTE QUE DEJARÁ ATÓNITO AL MUNDO
A lo largo de este libro vas a recibir un montón de indicaciones sobre el
modo de hacerte feliz a ti mismo. Hablaremos de los pasos concretos que puedes
dar para traer la paz a tu mente, el amor a tu corazón y la alegría a tu corazón... y
para que se queden allí.
Con todo lo interesantes que resultan estos pasos, todavía no vamos a
verlos de momento. Los entenderemos con mucha mayor profundidad, y por tanto
serán unas herramientas mucho más poderosas, si los estudiamos dentro de un
contexto más amplio.
Si viésemos esos pasos fuera de dicho contexto, podrían parecer unos de
tantos «consejos para una vida mejor», y éste parecería un libro «de autoayuda»
más. Y desde luego que no lo es. Este libro presenta una explicación completa de
Cómo Funciona la Vida. Puede convertir la vida corriente en una experiencia
extraordinaria.
Cuando hayas oído esta explicación, los pasos que comenté antes se
cargarán de sentido. Por eso te voy a hablar primero del Proceso de la Creación
Personal, de los grandes Principios de la Vida y de esa Verdad Callada.
Allá por los años sesenta salió una pegatina para coches que se volvió
muy popular. Decía: ¿HA MUERTO DIOS?
Esta pregunta se basaba en la idea de que la humanidad había
evolucionado tanto y tan aprisa que podíamos haber vuelto irrelevante a Dios. El
concepto se ha reforzado en los últimos años al surgir las enseñanzas sobre la que
ha dado en llamarse Ley de la Atracción, es decir, la supuesta capacidad de los
individuos para crear su propia realidad sin más herramientas que «el pen-
samiento positivo» y «la intención enfocada».
Yo sé que Dios no ha muerto, por supuesto. Y la mayoría de la gente está
de acuerdo conmigo. Las encuestas muestran que el mayor porcentaje de las
personas de todas las naciones y de todas las culturas creen en un poder superior.
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Pero, si los seres humanos podemos obtener y conseguir todo lo que
queremos en la vida por nuestro propio poder, ¿de qué sirve un poder superior?
¿Cuál sería su propósito?
La conclusión asombrosa a la que está llegando mucha gente, teniendo en
cuenta sobre todo cómo se está enseñando en algunos círculos de nuestros
tiempos la «Vía Rápida a la Felicidad», es que ya no necesitamos a Dios.
Ahora voy a decirte algo que, si crees en Dios, te hará muy feliz. Pero al
principio no. Al principio, a muchos les pueden dar ganas de dejar el libro ahora
mismo. No lo hagas, porque te perderías la parte que te va a encantar.
(Si no crees en Dios, lo que voy a decir a continuación te parecerá,
cuando menos, interesante. De manera que ¡aguanta un poco!.)
Es verdad. Ya no necesitamos a Dios.
La verdad es que nunca hemos necesitado a Dios.
No necesitamos a Dios para nada.
Ésta es la verdad sorprendente que dejará atónito al mundo. Es la Verdad
Callada que nadie quiere decir. Pero la Verdad Callada es algo más que esto. El
resto está relacionado con por qué no necesitamos a Dios para nada.
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CAPITULO 3
LA PROMESA QUE POCOS PUEDEN CREER; LA VERDAD QUE POCOS PUEDEN ACEPTAR
Una cosa es que no necesitemos a Dios, y otra cosa es que Dios no nos
sirva para nada.
Voy a repetirlo, pues es demasiado importante como para pasarlo por
alto. He dicho que una cosa es que no necesitemos a Dios, y otra cosa es que Dios
no nos sirva para nada.
De hecho, si no necesitamos a Dios es, precisamente, porque Dios nos
sirve de una manera extraordinaria.
¿Cómo vamos a «necesitar» algo que tenemos siempre, que no podemos
no tener en ninguna circunstancia, que puede servirnos siempre y que no puede
no servirnos por mucho que nosotros neguemos que nos sirve?
No puedes no tener a Dios en tu vida, como parte de tu vida, aunque
muchas personas no son capaces de creerlo. No son capaces de creer la promesa
más elevada que nos hizo Dios: Yo estaré siempre con vosotros, hasta el fin de los
tiempos.
No puedes no servirte de Dios, aunque niegues que lo hagas, y ésta es
otra cosa que muchas personas no son capaces de creer. No son capaces de
aceptar la verdad más maravillosa que enseñan todas las religiones, cada una a su
manera:
Pedid, y se os dará.
Al ser incapaces las personas de aceptar esta verdad, no entienden en
absoluto la fórmula por la que pueden crear lo que quieren vivir en sus vidas.
Yo llamo a esta fórmula Proceso de la Creación Personal; se data de lo que
algunos llaman «Ley de la Atracción», y no sólo no deja obsoleto a Dios, sino que
tiene el efecto opuesto. Hace más presente, más relevante y más real que nunca
nuestra vivencia de Dios.
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CAPITULO 4
LA NUEVA BUENA NUEVA
Todas las grandes verdades empiezan siendo blasfemias.
Es una frase célebre de George Bernard Shaw, que tenía mucha razón. Su
observación nos explica por qué deben introducirse con tanta delicadeza tantas
grandes verdades, en voz baja y quitando importancia a las verdades mismas.
Pero llega un momento en que ya no se les puede quitar importancia.
Salen a flote a la superficie de la vida y surgen con todo su esplendor. Son
momentos muy trascendentes para la humanidad, pues nuestra especie evoluciona
a medida que surgen estas grandes verdades.
Veamos, por ejemplo, la idea de que podemos ser más felices que Dios.
iQué idea! iQué concepto!. iEs revolucionario! Por eso se ha estado
resistiendo a él mucha gente. Han pasado años enteros resistiéndose a él,
negándolo, hasta tachándolo de «malo».
Sí; la gente (y, paradójicamente, las religiones mismas) han estado
calificando de malo el ser un poco felices siquiera; cuanto más el ser más felices
que Dios. (Bueno, puede que no hayan calificado de malo el ser felices, pero sí que
han tachado de malo hacer la mayoría de las cosas que nos hacen felices.)
Mucha gente cree que la vida debe contener mucho dolor, dolor debe
«ofrecerse» a Dios. Debe soportarse en silencio. Así ganamos puntos para el cielo.
Nuestra cultura ha adoptado esta idea de manera tan absoluta, que
algunas personas ni siquiera quieren ser felices siempre. Cuando les hablas de que
podemos ser «más felices que Dios» se ponen inquietas, incómodas. Te dicen que
estás siendo «poco realista». Incluso que puedes estar «en tratos con el diablo».
Te dirán que la vida debe ser infeliz. Que la vida es un juicio. Que es una
escuela. Que el que algo quiere, su trabajo le cuesta, y todo eso. Es mucha la
gente que cree estas cosas. Cuando les dices que la vida nunca ha debido ser
infeliz, que nadie t¡ene por qué ser infeliz jamás, te miran de mala manera. No sa-
ben qué opinar de esto. No saben adonde les puede llevar esto, en muchos casos,
sí que te dicen adonde te puede llevar a ti...
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Sí; esta idea de que puedes ser más feliz que Dios es una blasfemia. Pero
es verdad. No es demasiado buena para ser verdad; es demasiado buena para no
ser verdad.
La Buena Nueva es que para llegar al cielo no hace falta pasar por un
infierno.
¿Lo has oído? ¡Que lo proclamen desde las azoteas! ¡Que lo digan en los
pulpitos y en las cátedras! Que corra la voz desde aquí y desde ahora: La felicidad
es tu estado natural de ser; y puedes estar allí constantemente. No es necesario
que vuelvas a ser infeliz nunca más.
Esto no quiere decir que no vayas a volver a estar triste nunca más; pero
la tristeza y la infelicidad no son una misma cosa. Vamos a estudiar aquí esta
cuestión, al analizar con profundidad cómo puedes ser feliz siempre.
¿Soy yo feliz siempre? No. Si dijera que sí lo soy mentiría. ¿Soy feliz
durante una proporción del tiempo mayor que nunca? Sí. ¿Empiezo a sentir que lo
soy casi siempre? Sí.
Y tú también lo puedes ser. Puedes ser más feliz que Dios.
Esto no tiene nada que ver con el materialismo ni con el egoísmo. De
hecho, la fórmula no funciona de ese modo. Es verdad que la fórmula te permite
crear todo lo que quieras, cualquier cosa, y ya sé que eso parece materialismo;
pero cuando conozcas toda la fórmula, cuando hayas oído toda la Verdad Callada,
lo tendrás muy claro.
De manera que vamos a empezar por una verdad elemental, para pasar
después a la verdad que está detrás de esa verdad... algo más de esa Verdad
Callada.
La verdad elemental ya se te ha comunicado con las cinco primeras
palabras de este libro.
La vida debe ser felicidad.
Te vuelvo a preguntar lo que te pregunté entonces: ¿lo crees? Si no lo
crees, a tu vida no le quedará más opción que ir transcurriendo de una manera
conforme a tu incredulidad. No te sorprenda ser infeliz una proporción del tiempo
mayor de la que quisieras. Pero si crees que la vida sí debe ser feliz, lo será.
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Puede que ahora estés pensando: ¿De verdad? Entonces, ¿cómo se
explica todo el dolor y todo el sufrimiento que hay en el mundo?
La pregunta es justa. Y tendrás una respuesta antes de que hayamos
terminado. Pero ahora mismo, de momento, te pido que te centres únicamente en
la afirmación de cinco palabras con la que ha comenzado este libro. Veamos si es
posible aceptarla, al menos como posibilidad.
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CAPITULO 5
CUANDO NO BASTA VER PARA CREER
Estoy diciendo que es posible que creer que tu vida puede ser feliz la
mayor parte del tiempo puede hacer que lo sea. Pero esto no es ninguna novedad.
Eso ya lo habíamos oído contar.
Este libro trata de lo que no te han contado. Trata de una verdad más
amplia todavía, que se encierra detrás de esa verdad. Una verdad tan amplia, tan,
cómo decirlo... tan ajena a nuestras vivencias y a todo lo que nos han enseñado...
que, como ya he comentado dos veces, muchas personas no son capaces de
creerla ni siquiera cuando la ven. Cuando ven cobrar vida a esta verdad delante
mismo de ellos, la achacan a otra cosa.
Según un viejo dicho, «hay que ver para creer»; pero voy a hablaros
ahora del barco de Magallanes.
Esto me lo contó mi querido amigo Stephen Simon, productor y director
de Conversaciones con Dios, la película y de Indigo, coproductor de Más allá de los
sueños, y que ha intervenido en la producción de otras muchas películas que te
sonarán, tales como El alucinante viaje de Billy Ted.
Tal como lo cuenta Stephen, Magallanes y sus hombres exploraron
muchas islas sin encontrar resistencia por parte de los nativos que vivían en ellas.
Éstos bien podían haberse subido a sus canoas hechas con troncos de árboles para
atacar en masa a aquellos marineros de aspecto extraño que podían venir con ma-
las intenciones; sin embargo, los recibían con los brazos abiertos. ¿Por qué?
Porque cuando los vigías nativos vieron por primera vez el barco de Magallanes, no
sabían qué era lo que estaban viendo.
No habían visto nunca una cosa tan inmensa y majestuosa que llevara a
gente por el agua. Aquellos barcos gigantescos, con mástiles enormes y velas que
se henchían al viento, estaban tan alejados de las vivencias anteriores de aquellos
nativos isleños, que éstos no tenían ningún punto de referencia que les permitiera
empezar a plantearse siquiera lo que podían ser aquellas naves. Dejaban ancladas
sus canoas, dejaban las lanzas, llenos de temor, y recibían a Magallanes y a sus
hombres como a dioses.
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Stephen me explicó que éste es el síndrome del barco de Magallanes; es
el fenómeno que se produce cuando una persona ve algo que está tan apartado de
sus vivencias anteriores, que literalmente no sabe cómo interpretar lo que ve.
Pues bien, esa Verdad Callada de la que he estado hablando aquí está tan
alejada de cualquier cosa que nos hayan dicho o enseñado a la mayoría de
nosotros, que aún cuando está ejerciendo su efecto en nuestras vidas, cuando está
produciendo una manifestación directa delante mismo de nosotros, literalmente no
sabemos qué es lo que estamos viendo. Vemos una cosa y decimos que es otra.
Vemos los resultados de la Verdad Callada y decimos que son frutos de la
coincidencia, de la casualidad, del azar, de un accidente... o de la simple suerte
loca.
En realidad, la cosa no habrá tenido nada de «loca»; todo lo contrario,
habrá sido obra de la inteligencia más elevada del universo.
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CAPITULO 6
LA PREGUNTA MÁS IMPORTANTE QUE SE HA FORMULADO NUNCA
El emocionante viaje de la mente que vamos a presentar a continuación
bien puede ser la exploración más importante que realices en toda tu vida. Por
eso te has hecho venir a ti mismo hasta aquí. Por eso has tenido el impulso de
tomar este libro.Tú ya sabes todo lo que hay aquí. Sólo que no sabes que lo sabes.
O puede que sí lo sepas, sólo que te está costando mucho recordarlo. O puede que
hasta lo recuerdes, pero que te esté costando mucho aplicarlo.
Si te parece que te encuentras en alguna de estas categorías, te va a
beneficiar muchísimo la claridad que te vas a proporcionar, aplicando el
Mecanismo de la Manifestación para explicarte a ti mismo el Mecanismo de la
Manifestación.
Este mecanismo es lo que vamos a explorar. Yo, con mi vocabulario
particular, lo llamo el poder que está detrás de la Creación Personal. Tiene que ver
con cómo se producen las cosas. Tiene que ver con cómo se hace realidad la
realidad.
Y bien, ya he dicho un poco más arriba lo que podéis estar pensando
algunos: «Ah, sí, eso. Sí, ya lo había oído decir. ¿No han hecho una película que
trata de eso?».
Sí que la han hecho. Pero en la película no se hablaba casi nada de la
Verdad Callada. Como sucede siempre en los debates sobre la manifestación y la
creación, esta verdad casi se perdió del todo porque quedó callada en gran
medida. ¿A quién le interesa quedar marginado por blasfemo?
Pero ya va siendo hora de que hablemos de esta verdad oculta. Quiero
decir, de que hablemos de ella todos nosotros, no sólo algunos; todos los
escritores, maestros, oradores y mensajeros de la espiritualidad que queremos
abordar la cuestión de Cómo Funciona la Vida.
Una cosa es decir que todos podemos ser felices, que podemos vivir en
nuestras vidas todo lo que queramos, y que todos tenemos el poder de crear
nuestra propia realidad; pero otra cosa es explicarnos por qué.
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Hemos oído hablar mucho de cómo funciona la Creación Personal; hemos
oído hablar del modo en que funciona; pero casi no hemos oído decir nada de la
causa por la que funciona.
Esto ha suscitado muchas preguntas, y una de ellas en concreto puede
llegar a ser la pregunta más importante de todos los tiempos.
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Esta pregunta me la han hecho con frecuencia en mis conferencias y en
los retiros de renovación espiritual que dirijo. Estoy seguro de que otros
mensajeros como yo la han oído también. Y ahora la han formulado en la
televisión internacional.
Cuando demos respuesta plena y completa a esta pregunta, sabrás ser
más feliz que Dios.
En una emisión del programa de Oprah!, de febrero de 2007, un miembro
del público presente en el estudio hizo la pregunta, y estuvo a punto de
interrumpir el programa. Se estaba dedicando el programa a aquella película que
estaba llamando tanto la atención por entonces y que trataba de la llamada «Ley
de Ia Atracción». Esta ley es un fenómeno que se ha descrito en los
l ibros, programas, clases, conferencias, declaraciones y sermones
de muchos maestros y mensajeros a lo largo de los siglos. Oprah
describió así este gran principio de la vida en su programa, retransmitido por
televisión a nivel internacional:
«Dice que la energía, y los pensamientos, y los sentimientos que
transmites al mundo, tanto buenos como malos, son precisamente lo que te vuelve
a ti (...) de manera que tienes la vida que te has creado. Hace años que hablo de
ello en este programa...»
El público del estudio comentaba con entusiasmo el empleo de
pensamientos y sentimientos positivos para producir de manera consciente y
deliberada en nuestras vidas los resultados deseados, tal como se describía en la
película, titulada El Secreto; entonces, Oprah dio la palabra a una mujer del
público que, según dijo, «tiene una pregunta cuya respuesta esperan muchas
personas».
Entonces se puso de pie la mujer y dijo:
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—Mi marido y yo somos cristianos, y nuestros hijos también lo son.
Enseñamos a nuestros hijos a poner su fe en Dios; pero parece que El Secreto
enseña a poner la fe en uno mismo. De modo que me estaba preguntando si Dios
interviene en esto en alguna parte.
A Oprah le pareció que la pregunta era buena, y yo lo entiendo. A la
mayoría de nosotros nos han dicho desde niños que es a Dios a quien debemos
dirigirnos si necesitamos ayuda o si deseamos algo importante de verdad.
¿No es así como nos han formado a millones de personas? En cualquier
cultura, en cualquier religión, si la persona cree en una deidad, ¿no es éste uno de
los papeles más importantes que desempeña la deidad? ¿No es Dios quien
proporciona todas las cosas buenas?
Pero ¿qué hay de la afirmación dramática de algunas enseñanzas y
escritos, según la cual si necesitamos un milagro, o queremos tener mejor salud, o
más dinero, o deseamos un compañero perfecto o poder ganarnos bien la vida, o
simplemente una vida mejor, lo único que tenemos que hacer es servirnos del po-
der que tenemos dentro, «decir nuestra palabra», y entonces todo lo que
ansiamos será nuestro?
Debemos preguntarnos de nuevo: ¿dónde encaja Dios en todo esto? Si es
verdad lo que dijimos antes, que no «necesitamos» a Dios porque Dios está
siempre con nosotros, entonces ¿dónde encaja Dios en todo esto? ¿Cuál es el
papel de Dios en el Proceso de la Creación Personal?
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CAPITULO 7
¿OBRA DEL DEMONIO U OBRA DE DIOS?
Para entender cómo la Creación Personal aumenta el papel de Dios en
nuestras vidas, en lugar de reducirlo, debemos saberlo todo acerca del Mecanismo
de la Manifestación. Es preciso que nos expliquen a conciencia este mecanismo, así
como los principios de la vida que lo sustentan.
El Proceso de la Creación Personal son, en realidad, tres fenómenos que
interaccionan entre sí en Uno. El primer fenómeno está relacionado con Dios; el
segundo está relacionado contigo, y el tercero está relacionado con Dios y contigo
juntos.
Otra manera de describirlo sería decir que la primera parte de la «fórmula
misteriosa de la vida» es el Yo Soy, la segunda parte es el Tú Eres, y la tercera
parte es el Cómo Hacerlo.
Si el principio de la «atracción» ha sido calificado de «secreto» es porque
la mayoría de las personas no entienden estos tres aspectos.
Algunas personas han dicho que han intentado aplicar este principio y les
ha parecido ineficaz, decepcionante y descorazonador. Yo creo que esto se debe a
que esas personas sólo han trabajado con una parte de los datos.
Otras personas no quieren tener nada que ver con la atracción ni con la
Creación Personal por muchos datos de que dispongan, pues tienen la impresión
de que puede ser una cosa «mala», obra de un demonio que aspira a apartarnos
de nuestra confianza en Dios a base de seducir nuestra soberbia con ideas de
nuestro propio poder.
Y no sólo pueden huir de este proceso las personas religiosas más
tradicionalistas. También puede sucederle a muchas personas que aspiran,
simplemente, a vivir una vida centrada en Dios y a mantener una relación personal
con lo Divino, ya sea dentro de una religión tradicional o fuera de ella. No todas
estas personas pueden sentirse a gusto con la afirmación de que ellas mismas son
las únicas responsables de crear su propia realidad.
También existen los racionalistas no religiosos que creen que lo que no
puede explicarse a base de pruebas visibles, de la razón y de la lógica, es
irracional y no puede conducir más que al autoengaño.
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El hecho es que en la Creación Personal no hay nada malo ni irracional.
Pero, como ya he dicho, una buena parte de lo relacionado con este proceso no se
ha explicado lo suficiente.
Hasta ahora.
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CAPITULO 8
UNA HERRAMIENTA DE DOBLE MANGO
Ahora que son cada vez más las personas de todo el mundo que exploran
la posibilidad de que ellas mismas tengan el poder de crear deliberadamente
cualquier cosa que deseen, creo que nos resultará muy útil hacer aquí una pausa
para estudiar...
1. Por qué funciona la Creación Personal.
2. Para qué podemos utilizarla, además de para conseguir más dinero,
una casa más grande o más joyas relucientes.
3. Cómo se concilia la Creación Personal con todo el dolor y el
sufrimiento del mundo, y cómo puede ser eficaz para aliviar ese
dolor.
Aquí estamos hablando de poder, amigos míos. Aquí estamos hablando de
cantidades enormes de poder. Pero se ha dicho y se ha escrito tanto acerca de
este poder, que cuando empecé a pensar en escribir este libro me pregunté a mí
mismo si sería verdaderamente necesario, si sería verdaderamente útil.
Entonces, cuando me disponía a abandonar el proyecto, vi por casualidad,
en un sitio de Internet dedicado a los libros, la crítica que hacía un lector del modo
en que algunos enseñan. Este lector concreto decía, entre otras cosas:
Hace ya muchos años que me intereso por el poder de la mente (...)
pero me molesta mucho el punto de vista del «hacerse ricos» (...) lo de
que lo único que tenemos que hacer es enfocamos en tener un coche
nuevo, dinero y mansiones, y entonces se hará realidad. He aprendido
algunas de las mayores lecciones de gratitud a base de darme cuenta de
que ya tengo bastante.
Creo que debemos utilizar nuestros pensamientos positivos para
encontrar un sentido en la existencia que ya tenemos y para enriquecer
nuestras vidas espirituales. No cabe duda de que los pensamientos
positivos y el creerte digno de tener amor y abundancia te abrirá a recibir
más de lo mismo;
Dios es Felicidad
24
pero no se trata de ningún hechizo mágico, ni es ningún secreto (...).
El pensamiento positivo te puede ayudar a visualizar el éxito y te
puede abrir a nuevas oportunidades, pero no te va a pagar las facturas
por arte de magia.
La parte más molesta del mensaje, con diferencia, es la indicación de
que las personas que sufren dolor en sus vidas se lo están atrayendo de
alguna manera con sus pensamientos. Las víctimas de las violaciones en
la región de Darfur no se lo buscaron. Los niños que sufren abusos no se
lo buscaron. Los africanos que mueren de hambre no se lo buscaron.
Dar a entender que todo esto está causado por «el pensamiento
incorrecto» es repugnante. (...)
Me quedé asombrado al encontrarme con estas palabras cuando me
disponía a abandonar el proyecto de escribir este libro por parecerme mala idea.
Fue como si el universo me estuviera gritando: ¡No dejes el libro! Supe entonces
que, si dejaba el proyecto, quedarían demasiadas cosas sujetas a malentendidos,
e interpretaciones erróneas y a conceptos equivocados sobre el aspecto más
importante y maravilloso de la vida humana.
Hay quien dice que la manera en que se está enseñando actualmente la
Creación Personal equivale a sacar un don maravilloso del arca sagrada de un
tesoro y ponerla en un escaparate. Dicen que la venta de la «atracción» y de la
«manifestación» como medio para el enriquecimiento personal y para la
satisfacción de los deseos personales podría llevar a la gente, verdaderamente, a
un lugar de abundancia material, pero dejándolos en la pobreza espiritual.
Aunque yo sé que la mayoría de los maestros contemporáneos de la
teoría de la creación proceden de una base muy espiritual, creo que todos
debemos atender a esta crítica sin limitarnos a descontarla como no válida.
Creo que debemos dar más sustancia a nuestras comunicaciones sobre el
Proceso de la Creación Personal, para que los que lo conozcan puedan pasar a una
consciencia más plena, rica y profunda de dicho proceso.
He aquí alguna sustancia que a mí me gustaría añadir: la (Creación
Personal (y la Energía de Atracción que constituye una parte tan integral de la
misma) es fruto del Amor Divino.
Dios es Felicidad
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La Creación Personal es una cuestión del poder de la vida fuera producir
más vida. Es una cuestión de poder, pura y simplemente. Del poder de cambiar tu
vida.
La «atracción» es un don de una deidad benévola y compasiva. Es una
herramienta de doble mango, con un mango en las manos de Dios y otro en las
nuestras.
Ahora mismo tienes en tus manos esa herramienta. Lo que pienses de
estas palabras, aquí mismo, ahora mismo, las potenciará o las despotenciará, y te
potenciará o despotenciará a ti mismo.
Tus pensamientos acerca de este mismísimo párrafo crearán tu vivencia
del mismo. Si piensas que todo esto no son más que tonterías, entonces lo serán
en tu realidad. Si piensas que esto es verdad, entonces lo será en tu realidad. Así
de sencillo.
Tus ideas acerca del resto de este libro y de la Energía de Atracción no
serán distintas. Este principio forma parte del Proceso de la Creación Personal, un
poder que está esperando que lo empuñen, que está esperando que lo ejerzan, de
manera consciente más que inconsciente (que es como lo está aplicando ahora la
mayor parte de la humanidad). Como todas las herramientas, su eficacia es
máxima cuando se emplea para el propósito para el que fue concebida.
No quiero que se te pasen por alto las consecuencias inmensas de lo que
acabo de decir.
Acabo de decir que la «atracción» es una herramienta; que esta
herramienta fue creada por Dios, y que esta herramienta nos ha sido entregada a
nosotros para que la utilicemos con Dios.
He dicho también que su eficacia es máxima cuando se emplea para el
propósito para el que fue concebida. (Y vemos aquí otro motivo por el que algunas
personas que han utilizado la Creación Personal la han considerado ineficaz,
decepcionante y descorazonadora. Es que no están empleando la «atracción» para
el propósito para el que fue concebida.)
¿Y cuál es ese propósito, exactamente?
Es el de crear una vida feliz, pacífica, para todos aquellos a cuya vida
afectas, y, en segundo lugar, para ti.
Haz el favor de fijarte bien en las palabras «en segundo lugar».
Cambiarán todo lo que creías haber entendido acerca del Proceso de la Creación
Dios es Felicidad
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Personal y de la «fórmula misteriosa» que se encierra detrás del Cómo Funciona la
Vida.
Dios es Felicidad
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CAPITULO 9
LOS GRANDES PRINCIPIOS DE LA VIDA
La capacidad de crear tu realidad es una expresión de la Divinidad. Por
eso funciona siempre. Es imposible que no funcione, es un principio fundamental
del universo. Es la naturaleza de las cosas.
Acabo de decir que la «atracción» es una herramienta cuya eficacia es
máxima cuando se emplea para el propósito para el que fue concebida. Es decir,
suele producir los resultados deseados cuando se le da el uso para el que fue
diseñada. Pero siempre está produciendo algún resultado, pues siempre se está
usando, de manera consciente o inconsciente por parte de los que la usan.
Éste es el gran don de Dios: energía continua, encendida continuamente.
Aquí estamos hablando de un proceso sistemático de causas y efectos que
no se apaga nunca.
Dios es ese proceso. Dios es ese sistema. Esto es lo que quiere decir Dios
cuando nos dice: «Yo estaré siempre con vosotros, hasta el fin de los tiempos».
Es una faceta de Dios que en general no se entiende y que rara vez se
explica. Casi nunca se explica en relación con el tema de la Creación Personal.
Debemos poner ahora en su contexto esta cuestión de la «atracción».
La Energía de Atracción forma parte de un sistema más amplio de causas
y efectos del universo.
Hablar de la «atracción» como si fuera una ley por sí misma sería un poco
como hablar de la gravedad sin debatir los efectos físicos de la gravedad y sus
causas. Vale, las cosas se caen, ¿y qué?
Vamos a estudiar, pues, y a fondo, los grandes principios de la vida.
La vida se expresa por medio de:
1. La Energía de Atracción, que te otorga poder.
2. La Ley de los Opuestos, que te otorga oportunidades.
3. El Don de la Sabiduría, que te otorga discernimiento.
4. La Alegría de la Maravilla, que te otorga imaginación.
5. La Presencia de los Ciclos, que te otorga eternidad.
Este sistema más amplio regula el Proceso de la Creación Personal. Hasta
podrías dar a este sistema, y a este proceso, el nombre de «Dios».
Dios es Felicidad
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Esta idea es nueva para muchas personas. Invítate a ti mismo a explorar
esta idea de momento. ¿Es posible que «Dios», a fin de cuentas, sea en realidad
un proceso? ¿Y es posible que este proceso sea la experiencia llamada Vida? ¿Es
que el Proceso de la Creación Personal no es más que el devenir de la vida según
se expresa de manera natural?
He llegado a entender que la Vida es Dios. Es Dios siendo Dios y
convirtiéndose en lo que va a ser Dios a continuación. Se trata de un sistema
complejo y extraordinario que incluye un proceso que produce una expresión
llamada vida.
Este sistema es un círculo. Represéntate mentalmente este círculo. En el
círculo, el proceso de la vida produce la expresión dr la vida; la expresión de la
vida crea la vivencia de la vida, y la vivencia de la vida crea el proceso de la vida.
Una cosa conduce a otra, la otra a otra más, y se cierra un círculo que no termina
nunca. Todo es Uno.
La vida, al ser creada, es el proceso; la vida, al aparecer, es la expresión,
y la vida, al afectarnos, es la vivencia. El modo en que nos afecta viene
determinado por nosotros; y esto es una cosa que no entiende la mayoría de la
gente.
El ciclo eterno del proceso/expresión/vivencia es la Divinidad Misma. Es
Dios, diosando.
Esta es la manifestación de la Presencia de los Ciclos. Todas las cosas
responden a esta presencia. Todas las cosas existen en ciclos. Todas las cosas
tienen su ser dentro del sistema, y fuera de este sistema no hay nada.
La atracción forma parte de este sistema, así como los otros grandes
Principios de la Vida. El empleo consciente de los Principios que constituyen la
base del Proceso de la Creación Personal produce una Expresión de la vida que
conduce a la Vivencia de la Divinidad.
¿Me sigues hasta aquí? No me pierdas de vista. No dejes de seguirme.
Vuelve a releer un poco si quieres. No dejes de seguirme.
Ahora bien... del mismo modo que la física explica y controla los aspectos
físicos de nuestras vidas, también la metafísica explica y controla los aspectos y
los elementos de nuestras vidas que son superiores a lo físico.
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La atracción forma parte de esta metafísica. Es un imán de energía. Atrae
hacia sí todo lo semejante a sí mismo. Sigue por completo el principio que dice
que lo semejante atrae a lo semejante.
Este imán de energía, este poder que procede de Dios, lo estamos
utilizando nosotros en el Proceso de la Creación Personal; y lo estamos utilizando
constantemente, seamos conscientes de ello o no, lo reconozcamos o no.
De manera que, cuando debatamos nuestro propio poder de producir
nuestra propia realidad, ya no tendremos que preguntarnos: «¿Dónde interviene
Dios en todo esto?».
Ahora ya lo sabemos.
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CAPITULO 10
ELECCIÓN CONSCIENTE Y ELECCIÓN INCONSCIENTE
Si parece a veces que el Proceso de la Creación Personal no funciona es,
precisamente, porque el sistema no se apaga nunca, es porque el poder que nos
ha dado Dios está siempre encendido.
Voy a repetir una cosa para dejarla clara. La Creación Personal está
funcionando siempre.
He comentado más arriba que algunas personas han intentado utilizar el
Proceso de la Creación Personal y lo han considerado ineficaz. La Creación
Personal no es ineficaz nunca, aunque no siempre produzca los resultados que
deseamos. Si no los produce, es precisamente por lo eficaz que es.
Verás; la Energía de Atracción no sólo responde a lo que deseamos, sino
también a lo que tememos. No sólo a lo que queremos atraernos hacia nosotros,
sino a lo que queremos apartar de nosotros. No sólo a lo que elegimos
conscientemente, sino también a lo que escogemos inconscientemente.
«Escoger» entre lo que mi amigo Deepak Chopra llama «el Campo de las
Posibilidades Infinitas» es una tarea delicada. Es cuestión de en qué nos
enfocamos, de si queremos o no, de si lo hacemos de manera consciente o no.
Por ejemplo, si tienes enfocada la mente en duplicar tus ingresos en el
próximo año, pero más tarde, al cabo de una hora o al día siguiente, tienes otro
pensamiento, piensas que te será casi imposible conseguirlo; si piensas «ay,
iseamos prácticos! iVoy a elegir una meta que al menos sea alcanzable!»,
entonces has escogido esta última idea, lo quisieras o no en un principio, porque el
interruptor está siempre encendido, porque la Creación Personal está funcionando
siempre.
No sólo funciona con tu pensamiento o con tu idea más reciente, sino
también con aquel al que vuelves con más frecuencia y al que dedicas más
enfoque y más energía emocional.
Así se explica por qué algunas personas que aspiran a utilizar el proceso
para conseguir algo que desean desesperadamente suelen acabar en lo que ellas
consideran un fracaso. Entonces dicen: «¿Lo ves? iEsto no funciona!».
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En realidad, el proceso funciona perfectamente. Si sientes que quieres
algo desesperadamente, y si te repites constantemente ¡yo quiero eso!., estás
anunciando al universo que ahora mismo no lo tienes. (A no ser que estés
empleando el verbo «querer» como simple figura retórica. La mayoría de las
personas no lo emplean así. Cuando la gente dice que «quiere» algo, la mayoría
tiene muy claro que es porque sienten que ahora no lo tienen.)
Mientras albergues tal pensamiento, no podrás tener aquello, pues no
puedes tener por una parte la vivencia de aquello que estás confirmando que no
tienes por otra parte.
00000
A modo de ejemplo, la afirmación «quiero más dinero» puede no sólo no
tener el efecto de atraerte el dinero sino, incluso, de apartarlo de ti. Esto se debe a
que el vocabulario de respuestas del universo se limita a una sola palabra: «sí». Te
escucha con mucho cuidado, y atiende sobre todo a lo que sientes.
En Conversaciones con Dios se dice que «el sentimiento es el lenguaje del
alma». Si estás diciendo constantemente «¡quiero más dinero!», y el universo
«siente tu sentimiento» al respecto, y si se trata de un sentimiento de falta,
entonces el universo responderá a este sentimiento.
Aquí estamos hablando de poder. De poder como la fuerza de un imán.
Recuerda que un sentimiento es energía, y en cuestión de energía, lo semejante
atrae a lo semejante. Así, el universo dirá «¡sí!», y tú seguirás queriendo más
dinero.
Si piensas: «¡Yo quiero más amor en mi vida!», el universo dirá «¡sí!»... y
tú seguirás queriendo más amor en tu vida.
Al utilizar la Energía de Atracción, la palabra «yo» es la llave de contacto
de la creación. Lo que sigue a la palabra «yo» hace girar la llave y pone en marcha
el motor de la manifestación.
De este modo, cuando «parece que» la Creación Personal no funciona, se
debe únicamente a que la Energía de Atracción te ha traído lo que tú escogiste sin
darte cuenta, en vez de lo que tú creíste escoger.
Si el sistema no estuviera siempre encendido, si el proceso no estuviera
funcionando constantemente, podrías tener un solo pensamiento muy positivo
Dios es Felicidad
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acerca de algo, y el resultado se te manifestaría en tu realidad sin falta. Pero el
proceso funciona constantemente, y no sólo a ratos, y se alimenta de lo que
sientes de manera más honda, más constante. Por ello, un solo pensamiento muy
positivo dentro de un torbellino de ideas y de proyecciones menos positivas no
tiene grandes posibilidades de producir el resultado deseado.
El secreto es mantenerse positivos dentro de un mar de negatividad. El
secreto es saber que el proceso está funcionando aún cuando parece que no.
Ahora voy a darte un instrumento que te permitirá conseguirlo. Es una técnica
increíble. Funciona en todos los casos.
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CAPITULO 11
EL MILAGRO QUE TE CAMBIARÁ LA VIDA
Mantenerse positivos cuando estamos rodeados, sumergidos incluso, en lo
que otros podrían llamar «negatividad» es más fácil de lo que crees. El secreto
consiste en poner fin a los juicios de valor, en «no juzgar por las apariencias».
Cuando pones fin a los juicios de valor, pones fin a toda una manera de
vivir. Esto no es cosa de poco. Es un cambio de actitud y de conducta que cambia
la vida. Es un milagro.
Pero ¿cómo se hace este milagro? He aquí la pregunta cuya respuesta
buscan todos. Pues bien, te ruego que prestes mucha atención a lo que voy a
decirte ahora: la manera de salir de los juicios de valor es entrar en la gratitud.
Este corolario es tan importante que deberías pegarlo por toda tu casa y
en todo tu mundo. En el espejo del baño. En la puerta de la nevera. En el
retrovisor de tu coche. Encima de la pantalla de tu ordenador. Hasta podrías
tatuártelo en la muñeca izquierda, o al menos llevarlo grabado en una pulsera:
La manera de salir de los juicios de valor es entrar en la gratitud.
Esto significa mantener el agradecimiento ante todos los resultados. Ante
todos ellos. Esto significa decir «gracias, Dios mío» hasta por las cosas que estás
seguro de no haber elegido conscientemente y que tienes muy claro que no
quieres.
Alguien dijo una vez: «La felicidad no consiste en obtener lo que se
quiere; consiste en amar lo que tienes». Ese alguien dijo una verdad muy
profunda.
La gratitud es el remedio milagroso que cura todos los momentos de
infelicidad. Es la manera más rápida de disolver la ansiedad, de sanar la
desilusión, de cambiar la negatividad por positividad. Es el camino más corto para
salir de un callejón sin salida y volver al Camino. Es la energía que conecta con
Dios.
Pruébala alguna vez.
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La próxima vez que te encuentres con cualquier resultado, consecuencia o
vivencia no deseados, limítate a detenerte. Detente allí mismo, en medio de lo que
esté pasando. Simplemente...
... detente.
Cierra los ojos por un breve instante y di para tus adentros: “Gracias,
Dios mío».
Respira hondo y vuelve a decirlo.
«Gracias por este don y por el tesoro que encierra para mí.»
Ten la seguridad de que sí encierra un tesoro, aunque no lo veas ahora
mismo. La vida te lo demostrará si le das la oportunidad.
00000
Cuando la gratitud sustituye a los juicios de valor, tu cuerpo se llena de
paz, la delicadeza acoge tu alma, tu mente se carga de sabiduría. Deja que la
gratitud sustituya a los juicios de valor, y toda tu experiencia de la vida irá a mejor
en cinco segundos.
En cinco segundos.
Esto es así porque la actitud lo es todo. La actitud te corrige el rumbo de
la vida cuando te has desviado del Camino. La actitud es como el Mapa de la Vida.
Es como el GPS del cerebro.
Una actitud negativa te hará tomar el camino que conduce a la infelicidad.
Es inevitable. Sucederá con toda seguridad, y sea cual sea el problema. Una
actitud positiva te hará volver al Camino de la paz interior y de la felicidad. Esto
también es inevitable. Sucederá con toda seguridad, y sea cual sea el problema.
Pero ¿cómo pasar a la gratitud cuando las circunstancias o las condiciones
que se presentan son absolutamente desgraciadas, desoladoras o incluso
amenazan la propia vida?
Sabiendo que todo momento de la vida es una oportunidad sin igual para
que declares, expreses y vivas interiormente la Divinidad que tienes dentro.
Para aclarar esto no basta con anunciar, sin más, que existe una cosa
llamada Energía de Atracción. Esto no basta con revelarlo; hay que explicarlo.
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CAPITULO 12
CUANDO LA VIDA SE VUELVE ADVERSA
La Selección Inadvertida no es más que un aspecto poco conocido de la
Creación Personal que puede hacer pensar a la gente que la Creación Personal no
funciona. También existe la Ley de los Opuestos, de la cual la gente sabe menos
todavía, y que produce el mismo efecto que la Selección Inadvertida, pero por
motivos distintos.
La Ley de los Opuestos es el segundo de los cinco grandes Principios de la
Vida, y funciona en armonía perfecta con la Energía de Atracción. Este principio
afirma que en cuanto convocas alguna cosa a tu realidad, aparecerá también su
opuesto absoluto... y siempre primero.
¿Y qué es esto? ¿Qué estoy diciendo?
Estoy diciendo que en cuanto eliges algo (cualquier resultado, objeto o
vivencia), aparecerá en tu vida de alguna manera lo absolutamente opuesto al
mismo. Puede que aparezca en algún paraje muy remoto, o puede que te salte a
la cara; pero lo seguro es que estará allí.
Es necesario que aparezca «lo opuesto» a lo que estás eligiendo crear con
la Energía de Atracción, porque la vida no se puede conocer en un vacío. Debe
existir un contexto en el que puedas conocer lo que has elegido. Como hay
muchas personas que no saben esto, es fácil que adopten un pensamiento negati-
vo precisamente cuando el universo se disponía a poner ante ellas todo lo que
deseaban sus corazones.
No interpretan la aparición de lo opuesto como indicio seguro y cierto de
que van por el buen camino, rumbo a su objetivo elegido. Lo consideran, más
bien, un obstáculo, un bloqueo.
Se sienten entre la espada y la pared, cuando en realidad se encuentran
ante una puerta abierta. Sólo el discernimiento les podría permitir conocer la
diferencia. Aquí es donde interviene el Don de la Sabiduría, que estudiaremos un
poco más adelante.
00000
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La Ley de los Opuestos se basa en el principio fundamental y básico de
toda vida: «En ausencia de lo que no eres, lo que eres no es».
Sí, sí, ya sé que esta frase no está muy clara. Voy a aclararla.
Supongamos, para ilustrar la cuestión, que quieres vivirte a ti mismo como «la
luz». (Dicho sea de paso, muchas personas han elegido esto mismo. Quieren ser la
Luz —y, por tanto, traer la Luz— allí donde estén, allí donde aparezcan.)
Imaginémonos ahora, para ilustrar nuestro ejemplo, que alrededor de ti
no tienes nada más que la Luz; que, de hecho, no existe nada más que la Luz.
Esto te haría imposible vivirte a ti mismo como la Luz. Puedes «conocerte» a ti
mismo como tal, pero no puedes «vivirte» como tal.
(La diferencia entre conocimiento y vivencia consiste en que se vive lo que
se sabe a sí mismo que es aquello a lo que anhela el alma.)
La única manera posible de que te vivas a ti mismo como la Luz sería que
te encontrases en la oscuridad. Pero recuerda que nuestro ejemplo no existe la
«oscuridad». En el ejemplo no existe más que la Luz. Por ello, debes crear la
oscuridad. Debes evocarla. Y la evocarás.
00000
Ésta es la Ley de los Opuestos, que te otorga oportunidades. Pero si no
ves en lo opuesto una oportunidad sino una oposición, no lo verás como algo que
te potencia sino como algo que te quita poder. Caerás en el pensamiento negativo
sin entender que tú, tú mismo, has utilizado la Energía de Atracción para atraerte
la oscuridad ademas de la luz (los resultados que tú llamarías «negativos»,
además de los que llamarías «positivos») para que puedas vivir plenamente los
resultados positivos que estás creando.
En los opuestos se encuentra poder, y éste es el funcionamiento
complicado de la atracción con todos los grandes principios de la vida. Estos
principios funcionan concertadamente; funcionan como un mecanismo perfecto (el
Mecanismo de la Manifestación), como los engranajes de un reloj bien ajustado.
¿Qué debemos hacer, pues, cuando parezca que la Ley de los Opuestos
está frustrando la Creación Personal, en vez de apoyarla?
Entender exactamente lo que pasa.
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Procura ver en la aparición de lo «opuesto» tu primer indicio de que la
Creación Personal está funcionando sin fisuras. Recuerda que el primer paso para
crear cualquier cosa es crear un contexto en el que la cosa se pueda vivir. No te
resistas a lo opuesto de cualquier cosa que quieras vivir. En lugar de ello, abráza-
lo. Míralo fijamente y reconócelo como lo que es.
A lo que te resistes, persiste. Esto se debe a que, al prestarle una
atención continua de manera negativa, lo estás poniendo allí continuamente. No es
posible resistirse a una cosa que no está allí. Cuando te resistes a algo, lo pones
allí. Al enfocar sobre ello energía de ira o de frustración, lo que haces en realidad
es darle más vida.
Por eso, todos los grandes maestros nos han recomendado «no resistirse
al mal». No luches contra lo que está en el término opuesto de tu deseo anunciado
o de tu resultado preferido. En vez de ello, acéptalo tranquilamente.
Sé que esto puede parecer extraño, pero te prometo que funciona. No te
pongas rígido y tenso, dispuesto a librar batalla. No te opongas nunca a lo que se
opone a ti. No Oponerse: COMponerse.
¿Lo entiendes? Recuerda siempre esta reglita:
No oponerse; componerse.
Compón tu idea original de cómo quieres que se presente la vida. Y, ya de
paso, componte tú mismo. Llega a un punto de seguridad relajada de que la vida
funciona perfectamente. Pero no confundas relajación con aceptación.
«No resistirse al mal» no significa que no debas intentar cambiar aquello
que no elijas. Cambiar una cosa no es resistirse a ella; es, simplemente, volver a
elegir. El cambio no es resistencia sino alteración. Modificar no es resistir sino, más
bien, continuar la Creación Personal.
La modificación es creación. La resistencia es el fin de la creación.
Mantiene firmemente en su lugar la creación anterior.
¿Lo ves?
En todo momento de dificultad y de desafío en tu vida tienes la posibilidad
de elegir entre oponerte y componerte. Voy a repetirlo: puedes oponerte a lo que
estás viviendo, o componer lo que eliges.
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Compón lo que eliges.
Ahora, gracias a la Ley de los Opuestos, tienes un contexto en el que
vivirlo. Y esto es lo más grande que te puede dar el universo. Éste es un aspecto
importante de la «fórmula misteriosa» de la vida que sólo rara vez se explica. Y
todavía hay más.
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CAPITULO 13
CÓMO SALIR DE LA TRAMPA DE LA NEGATIVIDAD
Cuando la Energía de Atracción responde a la Ley de los Opuestos, puede
utilizarse el Don de la Sabiduría para aportar discernimiento a la vivencia.
Este principio afirma: «Toda la sabiduría se encierra dentro de ti. No te ha
puesto en la tierra un Dios despiadado que no haya querido darte la sabiduría
necesaria para que sepas funcionar en este entorno. Muy al contrario, te han
puesto aquí para que utilices este entorno con el fin de conseguir el propósito para
el que has venido (que es el propósito de la Vida Misma), y se te ha entregado la
sabiduría para que entiendas tanto el propósito como el modo de conseguirlo».
Recurre a esta sabiduría siempre y en cualquier lugar en que sientas la
necesidad de que te guíe. Allí estará.
La sabiduría es una herramienta que te ha sido entregada a ti y a todos
los seres sensibles. El Don de la Sabiduría te otorga discernimiento. Es lo que te
permite ver que todas las vivencias negativas que puedas estar pasando te las has
traído tú mismo sobre ti, según vas construyendo dentro de ti un Campo Contex-
tual en el que puedas vivir lo que hayas optado por vivir de ti mismo y de tu
mundo.
Este «trabajo» se va realizando frecuentemente a nivel subconsciente o
superconsciente. Por ello, puede que no lo adviertas de manera consciente. El Don
de la Sabiduría te posibilita ser consciente, salir de la Nube del Desconocimiento,
moverte con claridad por el Campo Contextual que es la vida que te rodea, e
invocar la Energía de Atracción dentro de ese Campo Contextual, enfocándote de
manera constante y precisa en lo que eliges ahora y reconociendo que todas las
condiciones contrarias son también creaciones tuyas que no producen oposición
sino oportunidades.
Los maestros nos han dicho: «No juzguéis por las apariencias». Esto es lo
que querían decir.
El discernimiento te permite ver las cosas tal como son, sin ser una
víctima de SATÁN (Ver Cualquier Cosa Como Negativa1). 1 En inglés, Seeing Any
Thing As Negative, cuyas iniciales forman el nombre SATÁN. [N. del T.]
Dios es Felicidad
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El Don de la Sabiduría te permite saber que es de esperar que por el
camino de la vida te encontrarás casos de lo que algunos llamarían «fracaso».
00000
«Cuanto más avances, más tropiezos encontrarán tus pies», nos dice
Helena Petrova Blavatsky. «El camino que sigue adelante está iluminado por una
sola lumbre, por la lumbre del valor que arde en el corazón. Cuanto más valor
tenga uno, más obtendrá. Cuanto más tema, más se debilitará esa lumbre.»
El secreto consiste en ver el «fracaso» como lo que es. En ver que no es
un fracaso en absoluto, sino una oportunidad.
Me gusta lo que dice al respecto Joseph Sugarman:
«Pocas personas están dispuestas a dar una segunda oportunidad al
fracaso. Cuando han fracasado una vez, allí termina todo. Es frecuente que las
personas no sean capaces de digerir la amargura del fracaso. Si estás dispuesto a
rehacerte, entendiendo el fracaso como una bendición disfrazada, tendrás la
posibilidad de poner a tu servicio una de las fuerzas más importantes para el éxito.
»Todo problema lleva oculta una oportunidad tan poderosa que,
literalmente, empequeñece el problema. Los ejemplos más notables de éxito
corresponden a personas que supieron reconocer un problema convirtiéndolo en
una oportunidad.»
A esto es a lo que yo llamo utilizar de verdad el Don de la Sabiduría,
abriéndote al discernimiento y permitiéndote a ti mismo ver la diferencia entre las
apariencias y la realidad, advirtiendo que lo que parece negativo es, en realidad,
positivo.
A través de la Sabiduría verdadera entendemos un aspecto extraordinario
de la vida en su forma física: que todo lo físico es una ilusión.
Esta afirmación se repite en Conversaciones con Dios; y, si es cierta,
tenemos que saber el modo de afrontarla.
Dios dice que somos como ilusionistas a los que se nos han olvidado
nuestros propios trucos. Vivimos en un mundo como el de Alicia en el País de las
Maravillas, donde estamos dispuestos a jurar que lo que es así no es así, y lo que
no es así es así. No obstante, el hecho mismo de estar viviendo una ilusión es lo
que vuelve nuestras vidas tan interesantes y tan llenas de posibilidades
Dios es Felicidad
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inagotables. Pues sólo en una fantasía podemos tener cualquier cosa que
queramos, y hacer cualquier cosa que nos apetezca, y crear cualquier cosa que
deseemos.
Lewis Carroll escribió:
«—Es inútil —dijo Alicia—; por más que se intente, uno no se puede creer
cosas imposibles.
»—Me parece a mí que no lo has ensayado mucho —dijo la Reina—.Vaya,
si yo me creo seis cosas imposibles todos los días antes de desayunar!»
El secreto de todo esto consiste, naturalmente, en saber vivir con la
Ilusión, en vez de vivir dentro de ella. O bien, como dice la Biblia, «estar en este
mundo, pero no ser de este mundo». Hay una manera de conseguirlo, y en el libro
de la serie Conversaciones con Dios titulado Comunión con Dios se nos muestra
esta manera en el Proceso Triádico de Creación de la Realidad. En Comunión con
Dios se dice:
En su camino de superación, el Maestro y el discípulo saben que
las ilusiones son ilusiones, deciden por qué están ellos allí y crean
conscientemente lo que vivirán a continuación por medio de las ilusiones.
Al afrontar cualquier vivencia, hay una fórmula, un proceso,
mediante el cual tú puedes avanzar hacia la Maestría. Sólo declara lo
siguiente:
1. Nada en este mundo es real.
2. El significado de todo es el significado que yo le doy.
3. Yo soy quien yo digo que soy, y mi vivencia es la que yo digo
que es.
Es la manera de trabajar con las ilusiones de la vida.
El primer paso del Proceso Triádico es el más difícil para muchas personas.
Este paso proclama que todo lo que miramos, todo lo que experimentamos, es
irreal. Nada es en realidad lo que nosotros suponemos.
Esto no quiere decir que no esté. Lo que sí quiere decir es que no es
«real». Es decir, que no es «realmente» lo que «parece». No es lo que nosotros
suponemos que es.
Dios es Felicidad
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Para entender este fenómeno con mayor profundidad, recomiendo leer el
libro de Michael Talbot El universo holográfico: una visión nueva y extraordinaria
de la realidad. Este libro extraordinario nos explica desde el punto de vista
científico el mundo de ilusiones en que vivimos.
La afirmación de que «nada en este mundo es real» se basa en la física
cuántica, pero es algo más que una observación científica. Es también una verdad
psicológica y espiritual (en Un curso de milagros se encuentra una expresión muy
espiritual de esta idea: «nada de lo que veo es real»). Ser consciente de esta
verdad puede resultar muy sanador, sobre todo en momentos de grandes
problemas o de mucho estrés.
Si crees que lo que vives en épocas difíciles es real, lo volvereis real,
literalmente, en cuanto al efecto que ejerce sobre tu vida. Por otra parte, si sabes
que es irreal y que su efecto no es más que una cosa que te estás inventando tú,
pero que no tiene cuerpo ni sustancia en absoluto, puedes hacer desaparecer ese
efecto en un momento.
En Conversaciones con Dios se dice que aquello a lo que te resistes,
persiste, y aquello que miras, desaparece. Es decir, deja de tener su forma
ilusoria.
Si lo que estás pensando ahora es que esto recuerda mucho al mensaje
de la película de ciencia ficción Matrix, tienes toda la razón. Recordarás que en esa
película aparecen unos personajes que viven en un mundo de ilusiones creado por
sus pensamientos, y que el protagonista, Neo, se convierte en una especie de
«dios» entre los hombres a base de entrenar la mente para resistirse a las
apariencias de las cosas (como por ejemplo la de una bala que viene hacia él) y
negar su realidad.
Negando, literalmente, la realidad de cualquier cosa que te esté
sucediendo ahora y que no quieras que te suceda, conseguirás, como mínimo,
reducir sus efectos negativos. Ya lo hizo ver el doctor Norman Vincent Peale,
pastor cristiano que fue popular en los años cuarenta y cincuenta del siglo XX, en
su libro extraordinario llamado El poder del pensamiento positivo. Lo mismo hizo el
escritor James Alien en su libro clásico Como un hombre piensa, así es su vida.
Naturalmente, ya lo dijo de manera directa y perfecta el gran maestro
Jesús cuando anunció: «Así como creíste, te será hecho».
Dios es Felicidad
43
De modo que el primer paso del Proceso Triádico consiste en negar la
realidad del efecto interior que ejerce en ti cualquier cosa.
Esto no sólo se aplica al supuesto «mal», sino también al supuesto
«bien». Y puede que te preguntes: «¿De qué sirve negar los efectos del supuesto
"bien"?».
La respuesta es que si te plantas frente a tu mayor alegría, la miras
fijamente y le dices lo que es, una ilusión, dejas de apegarte firmemente a ella.
Puede que sigas disfrutando de ella; pero Ie quitas de encima lo malo. Le quitas lo
malo de tener adicción a una forma concreta de tu disfrute de la vida.
Es la adicción (a las personas, a los lugares y a las cosas) lo que produce
agitación donde había paz, sufrimiento donde había alegría, dolor donde había
placer, tristeza donde había felicidad. Nadie lo ha descrito tan bien como Ken
Keyes, Jr., en su penetrante libro Hacia la expansión de la conciencia. Este libro,
escrito por un parapléjico que vivía en una silla de ruedas, me cambió la vida para
siempre. Dice que sabrás que eres adicto a una persona, a un lugar o a una
vivencia cuando la ausencia de esa persona, de ese lugar o de esa vivencia te
haga perder la felicidad.
Hacia la expansión de la conciencia se publicó hace algunos años y todavía
se vende. Enseña a elevar las «adicciones» a la categoría de «preferencias», y yo
lo considero uno de los libros más extraordinarios y penetrantes que se han escrito
sobre el tema de la felicidad humana.
Es importante observar que, con negar la realidad última de todo lo que
pensamos, vemos y decimos, no necesariamente lo estamos apartando de
nosotros. Lo único que hacemos es recontextualizar nuestra vivencia de todo ello,
obligándonos a nosotros mismos a observar que lo que estamos mirando es una
ilusión. Sólo entonces podremos potenciarnos a nosotros mismos para (a) permitir
que prosiga la ilusión, o (b) poner fin a la ilusión.
Mientras pensemos que lo que estamos viviendo es real, nos
imaginaremos que no tenemos el poder de modificar su efecto sobre nosotros. Nos
veremos impotentes en la Vida misma, limitados a recorrer la vivencia y a
encontrarnos constantemente en su Efecto.
Negar la realidad última de todo lo que vemos es, por tanto, una
herramienta muy poderosa e importante para el Proceso de la Creación Personal.
Dios es Felicidad
44
Ahora ya estamos preparados para el segundo paso. Si nada de lo que veo
es real, ¿qué significa todo, entonces? Es otra pregunta buena y oportuna, y su
respuesta es la siguiente: el significado de todo es el significado que tú le des.
Este segundo paso te pone firmemente al mando de tu vivencia. Puede
que no hayas cambiado nada de tu realidad externa; pero recuerda: lo que nos
proponemos cambiar es la vivencia de esta realidad.
Tú, y sólo tú, decides lo que significa para ti cualquier cosa. Tú, y sólo tú,
eliges lo que importa y lo que no importa, lo que es «bueno» y lo que es «malo»,
lo que «está bien» y lo que «no está bien». Tú, y sólo tú, decides si vas a
reaccionar a algo de manera positiva o de manera negativa; o bien, cosa
interesante, si no vas a reaccionar en absoluto. Tienes todo el control de tus emo-
ciones. Tus sentimientos son los que tú quieras que sean.
Quizá protestes, diciendo: «¡No es verdad! Yo no quiero sentirme mal;
simplemente, me siento mal». Pero esto no es así, y cuanto antes lo entiendas,
antes llegarás al dominio de tu vida diaria. Sí quieres sentirte mal; de lo contrario,
no te sentirías mal. El secreto consiste en observar profundamente el momento
para ver por qué quieres sentirte mal. La respuesta a esta pregunta abre las
puertas de todo.
Lo repito: tú decides, y sólo tú decides, lo que significa algo para ti, y
cómo vas a reaccionar a ello. Sin embargo, la mayoría de las personas toman esta
decisión basándose en sentimientos, vivencias, interpretaciones y deseos pasados,
o bien en temores, aprensiones, aspiraciones o deseos para el futuro.
Nada de esto tiene nada que ver con lo que está pasando aquí mismo,
ahora mismo.
La idea, que dejó clara con tanta brillantez Eckhart Tolle en El poder del
ahora, es mantenerse en el momento. No «futurices» y no «pasadices». Yo he
llegado a ver en mi propia vida el verdadero poder que se encierra en esto.
Cuando «vengo de ayer» suelo superponer sobre las cosas que están
pasando ahora mismo unos significados que no se encuentran inherentemente en
esas cosas, sino que yo los pongo allí a consecuencia de algún pensamiento
previo, procedente de mi pasado, sobre las cosas o sobre algo semejante a ellas.
(Un buen ejemplo podría ser ir al dentista.)
Cuando «vengo de mañana», superpongo sobre los sucesos de hoy una
idea sobre algún futuro imaginado (y, habitualmente, sobre algún temor
Dios es Felicidad
45
imaginado). Es posible que estas realidades futuras no se cumplan nunca (de
hecho, mi vida me ha demostrado que rara vez se cumplen), pero lo que sí suelen
hacer es echar a perder toda posibilidad que tuviera yo de beneficiarme al máximo
de la vivencia del momento.
Sólo cuando salgo de mi pasado y cuando me mantengo apartado de mi
futuro puedo vivir de verdad lo que está pasando aquí mismo, ahora mismo,
dentro de ese mismo contexto: lo que está sucediendo verdaderamente en el
momento presente. Y, libre de interpretaciones del pasado y del futuro, puedo
asignar a ese suceso cualquier interpretación que desee.
Ésta ha sido la lección más liberadora que he aprendido en mi vida.
Cuando la aprendí, comprendí por fin que mi vivencia de todo lo que sucede
transcurre en mi mente. Puedo mirar los hechos cara a cara y elegir ser lo que yo
quiera ser respecto de ellos. Puedo «estar bien» o puedo elegir «no estar bien».
Puedo estar «feliz» o puedo elegir estar «infeliz». Puedo estar «optimista» o
«temeroso», «poderoso» o «impotente», «completo» o «incompleto»,
«destrozado» o «reavivado».
La decisión es sólo mía. El significado de todo es el significado que yo le
doy.
En el tercer paso del Proceso Triádico de la Creación Personal, yo decido
que soy quien digo que soy, y mi vivencia es lo que yo digo que es. Esto puede
parecer un círculo vicioso, pero tiene su método.
Tengo un vivo recuerdo de una mujer que tomó la palabra en cierta
ocasión en uno de los retiros de ReCrearte a Ti Mismo que organiza nuestra
Fundación. Un tío suyo había abusado sexualmente de ella cuando era niña, y lo
contó con mucha tranquilidad. También habló de un grupo de apoyo a mujeres al
que había asistido con regularidad, y recordaba que, cuando contó aquella vivencia
suya al grupo, sus miembros le manifestaron vivamente su consternación.
«Deberías estar furiosa por eso!.», le dijeron. «¿Cómo puedes contarlo con tanta
tranquilidad?»
Ella les respondió: «Bueno, eso pasó hace mucho tiempo; y, por otra
parte, entiendo por qué hizo él lo que hizo, y le he perdonado. De modo que ya no
estoy enfadada».
«¿Que ya no estás enfadada?», protestaron las demás. «¿Cómo es posible
que ya no estés enfadada? ¿Es que no sabes lo que te pasó?» Acto seguido, le
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dijeron que, al parecer, había «sublimado» sus sentimientos y había enterrado su
rabia, y que estaba más enfadada de lo que ella creía.
Le dijeron que era «una bomba de relojería andante». Lo único malo era
que ella no se sentía así. Su vivencia era la que les había contado, y ella no estaba
dispuesta a «tragarse» lo que le decían las demás de su grupo, que intentaban
convencerla de que debía sentirse de una manera determinada.
No he olvidado nunca este ejemplo de Creación Personal. La vivencia
exterior de esta mujer no era distinta de la de otras muchas mujeres que han
sufrido abusos de niñas; pero su vivencia interior era notablemente distinta. Había
elegido, simplemente, ver la vivencia de otro modo.
Cuando a mí me sucede algo raro o no deseado en mi vida, no me
pregunto nunca: «Bueno, ¿por qué ha pasado esto...?». Me pregunto, más bien:
«Si pudiera dar una razón para que haya pasado eso, ¿cuál sería?».
Asigno a todo una razón, en vez de buscarla. Y decido cómo me voy a
sentir respecto de las cosas, en vez de mirar a ver cómo me siento. Y elijo con
mucho detenimiento mis reacciones a todo, en vez de esperar a contemplar mis
propias reacciones como espectador, como si yo no fuera el actor principal de mi
vida.
El Proceso Triádico de la Creación Personal es lo que yo llamo un Proceso
de Giro. Quiero decir que es una de esas enseñanzas que, cuando se asimilan y se
utilizan, pueden dar un giro total a nuestra vida.
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CAPITULO 14
LA VIDA COMO AVENTURA EXTRAORDINARIA
Después de haber utilizado el Don de la Sabiduría para ver lo que se
opone a ti (nada) y lo que te está invitando (todo), puedes aplicar la Alegría de la
Maravilla. Esta fórmula dice así:
«Todas las cosas están llenas de maravilla, pues la maravilla es la
naturaleza de Dios, la esencia de la Divinidad y tu estado natural de ser. Entra en
la maravilla que eres y, desde ese lugar de maravilla, imagínate tu futuro, tu vida
y tu realidad colectiva en la próxima versión, la más grandiosa, de la visión más
grande que hayas tenido nunca de Quién Eres. Con esto, difundes la maravilla por
tu mundo y consigues el propósito para el que has venido al mundo.»
La Alegría de la Maravilla te otorga imaginación, permitiéndote tomar todo
lo que te has atraído por medio de la Energía de Atracción y de la Ley de los
Opuestos, y permitiéndote producir tu vivencia de ello de todas las maneras
creativas que sólo puede evocar una rica imaginación.
Cuando aplicas la Energía de Atracción, la Ley de los Opuestos, el Don de
la Sabiduría y la Alegría de la Maravilla para magnetizar, contextualizar, discernir y
seleccionar lo que quieres vivir aquí mismo, ahora mismo, la vida se convierte en
una aventura extraordinaria.
El modo en que se está creando ahora mismo tu vida sobre la tierra es
consecuencia de todo esto. Si no te gusta alguna parte de lo que has creado, de
manera individual o colectiva, puedes recrearla de nuevo... en la próxima versión,
la más grandiosa, de la visión más grande que hayas tenido nunca de Quién Eres.
Cuanto mayor sea la creación, más poder hará falta para modificarla. Si se
trata de que tienes hambre, podrás modificar esa creación con relativa facilidad. Si
se trata del hambre en el mundo, hará falta más poder (es decir, más de ti) para
alterar la creación, para recrearla de nuevo.
Es una cosa que la mayoría de los seres humanos no han estado
dispuestos a hacer hasta ahora. Esta situación mundial, como otras creadas
también por la humanidad, no existe porque no se pueda cambiar, sino porque no
ha existido la voluntad colectiva de cambiarla.
Cuando hay voluntad de hacer algo, se encuentra el modo de hacerlo.
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No tienes por qué sentirte desanimado eternamente por las circunstancias
negativas que hayan prevalecido, ya sea en la vida colectiva de la humanidad o en
tu propia vida individual.
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CAPITULO 15
NO TE PREOCUPES, TIENES TODA UNA ETERNIDAD POR DELANTE
Después de haber invocado la Alegría de la Maravilla, permitiéndote a ti
mismo expresar la vida de la manera que la has expresado, puede resultarte
beneficioso observar y respetar la Presencia de los Ciclos.
Este quinto gran Principio de la Vida dice así: «Toda la vida transcurre en
ciclos. En el universo no hay líneas rectas. Todo acaba por seguir una curva
cerrada sobre sí misma. La línea puede tener billones de kilómetros de larga, o
puede ser más larga todavía, insondable; pero en última instancia todo vuelve
sobre sí mismo. El movimiento de la energía y de la masa alrededor de esta
parábola produce la vivencia de lo que llamaríamos «infinito». Esto significa que
tienes «toda una eternidad» para vivir lo que quieres vivir de Quien Eres, de
manera individual y colectiva».
En la vida todo se mueve en un remolino. La vida misma es un ciclo sin
principio ni fin. Todo existe «como era en un principio, ahora y siempre, por los
siglos de los siglos». La Presencia de los Ciclos te otorga el don de la eternidad.
¿Quiere esto decir que no hay motivo para que hagamos nada respecto de
la situación del aquí y del ahora? Sí y no. No hay motivo en absoluto si estás
satisfecho de cómo estás viviendo tu vida y la vida que te rodea; si la vida te
representa con precisión a ti mismo y a la idea más elevada que tienes de ti
mismo.
Por otra parte, si no estás satisfecho y quieres aprovechar esta vida actual
para el propósito para el que fue concebida, puedes optar por modificar las
circunstancias individuales y colectivas que se presentan en tu vida.
De ti depende. A lo largo de tu vida en la tierra estás haciendo una labor
muy sagrada, una labor muy atrevida. Te estás definiendo a ti mismo, para
recrearte después de nuevo a cada momento dorado del Ahora.
Todo acto es un acto de autodefinición.
Incluso el acto de no hacer nada...
00000
Dios es Felicidad
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Quiero volver ahora a algunas cosas que hemos dicho, antes de que las
pasemos por alto sin haberlas explicado a fondo.
He dicho que cuando la gente ha aplicado el Proceso de la Creación
Personal y la han considerado ineficaz, decepcionante y descorazonadora, ha sido
porque no estaban empleando la «atracción», que alimenta el proceso de creación,
para el propósito para el que fue concebida.
He dicho que su propósito es crear una vida feliz, pacífica, para todos
aquellos a cuya vida afectas, y, en segundo lugar, para ti.
He dicho, por fin, que las palabras «en segundo lugar» harían cambiar
para siempre tu manera de entender la Creación Personal.
Este es el aspecto más importante de la Creación Personal, pero es el que
menos se comenta.
Como se comenta tan poco, los que critican la Creación Personal y el
empleo de la «atracción» aprovechan para dar a entender que ésta fomenta una
conducta egoísta y egocéntrica, interesada y soberbia, y que por tanto tiene poco
que ver con la bondad y con la Divinidad.
Sin embargo, el propósito de la «atracción» (y el de todos los grandes
Principios de la Vida) no es elevar al Yo, sino al Otro; no es dilatar al Yo, sino al
Otro; no es enriquecer al Yo, sino al Otro; pues haciendo esto es como se eleva, se
dilata y se enriquece el Yo, y como se vive el Yo con mayor plenitud.
(Esta vivencia más plena del Yo es el anhelo del alma. Éste es, de hecho,
el propósito de toda vida.)
Muchos maestros actuales de la Creación Personal no recalcan este
enfoque sobre el Otro, a pesar de que era el enfoque de todos los maestros
espirituales antiguos; y por eso a algunos les parece que la Creación Personal y la
Energía de Atracción no concuerdan con las enseñanzas religiosas tradicionales.
00000
En realidad, en la vida sólo hay que plantearse dos preguntas
fundamentales:
1. ¿Qué puedo dar a otro?
2. ¿Qué me puedo dar a mí mismo?
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Es importante no invertir nunca el orden de estas preguntas.
Está bien que te preguntes qué te puedes dar a ti mismo. De hecho, está
muy bien. La ambición personal, la felicidad personal, la realización personal y el
desarrollo espiritual personal alimentan el fuego del deseo, del anhelo y de los
logros. Son las piedras angulares de la evolución.
Es muy natural, y nada inadecuado espiritualmente, aspirar a un resultado
determinado o desear unas vivencias determinada a nivel personal; y entre éstas
pueden figurar la riqueza, la fama y el poder. Estas cosas se cuentan entre los
dones de la vida, entre los goces de ser humanos, y no tienen nada de malo. Pero
sí que tiene importancia el proceso por el que aspiramos a alcanzarlas.
Es evidente que conseguir todas estas cosas a costa de los demás no es
propio de un desarrollo espiritual. Menos evidente resulta que conseguir estas
cosas mientras se vuelve la espalda a los demás y a las necesidades de los demás,
es la manera más difícil de llegar donde quieres llegar. Es el camino más penoso.
Es la ruta más lenta y más difícil.
La Energía de Atracción funciona siempre a su velocidad máxima cuando
nos planteamos las dos preguntas fundamentales de la vida en su orden debido.
Cuando se respeta este orden en las preguntas, la primera pregunta siempre da
respuesta a la segunda.
Este aspecto de la Creación Personal se expone de otro modo, más directo
quizá, en los libros de la serie Conversaciones con Dios. La información que
presento aquí se basa en estos libros. Como sabrán algunos lectores, yo soy el
autor de esos textos, que cambiaron toda mi manera de entender la vida y su fun-
cionamiento. Contienen la «fórmula misteriosa». Contienen la Verdad Callada.
Cuando comencé el diálogo de Conversaciones con Dios yo quería saber
desesperadamente qué hace falta para hacer que funcione la vida; por qué tiene
que ser mi vida una lucha continua. Gritaba para mis adentros: «iQue me digan las
reglas!. iQue alguien me diga las reglas, nada más! Prometo que jugaré. Que me
den el Libro de Reglas, nada más».
Eso fue precisamente lo que hizo Dios a lo largo de los nueve libros
extraordinarios de diálogos que llegaron a continuación. Y Dios me respondió así a
las preguntas que acabo de recordar (cito aquí la respuesta condensándola un
poco):
Dios es Felicidad
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«—Tu vida no tiene por qué ser una lucha constante. El problema es
sencillo. Tú te crees que eres el protagonista de tu vida. Tú no eres el protagonista
de tu vida.
»—¿No? —pregunté yo.
»—No —respondió Dios.
»—Bueno, entonces ¿quién es el protagonista de mi vida? »—Todo el
mundo.»
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CAPITULO 16
AQUÍ ESTÁ: LA VERDAD CALLADA
Esta sencilla afirmación («tú no eres el protagonista de tu vida») me
cambió la vida. Me lo puso todo patas arriba. O, para ser más exacto, me lo puso
todo del derecho. Se me había dicho que yo no estaba aquí para servirme a mí
mismo. Estaba aquí para servir a los demás. Sólo me encontraría a mí mismo a
base de perderme. Y sólo recibiría a base de dar.
Esto me resultó familiar inmediatamente. Sonaba como la doctrina
cristiana tradicional; más aún, sonaba como las enseñanzas esenciales de todas
las grandes religiones del mundo.
Resulta que esto es lo que enseñan las religiones, pero hay algo que la
mayoría de las religiones no cuentan en esta enseñanza. Lo que no dicen es por
qué es cierta esta enseñanza. No dicen por qué funciona este proceso. No explican
la Creación Personal.
00000
Mis conversaciones con Dios me lo dejaron todo claro. Dios me dijo que
este proceso funciona, y que es el medio más rápido para conseguir cualquier cosa
que aspiremos a conseguir, «porque tú eres el Único Que Está En La Sala».
Como no comprendí aquello, respondí algo así como:
-¿Qué?
Dios me lo explicó:
—Todas las cosas son Una Cosa. Sólo hay Una Cosa, y Todas las Cosas
forman parte de la Única Cosa Que Es. Por tanto, lo que haces por otro, lo haces
por ti; y lo que dejas de hacer por otro, lo dejas de hacer por ti.
La inversa también es cierta. Lo que haces por ti mismo, lo haces por
otro; y lo que dejas de hacer por ti, dejas de hacerlo por otro. (Por eso se ha dicho
tantas veces eso de que «si no sabes amarte a ti mismo, no sabrás amar a otro».)
Pero ahora llega una parte inmensa de la «fórmula misteriosa» de cómo
funciona la vida. Ahora llega...
El Efecto Multiplicador.
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Al enfocarte en ti mismo limitas la cantidad de energía a la que das salida,
porque tú eres sólo uno. Pero al enfocarte en los demás, multiplicas la cantidad de
energía a la que das salida por el número de otras personas en que te enfocas.
Esto no me lo había explicado nadie nunca. Ahora que lo veo, me parece
perfectamente lógico. Si todo es energía (y lo es), y si la energía crea (y así es),
entonces, ¡cuanta más energía emplees, más rápida y magnífica será tu creación!
Y todo lo que creas, lo vives. Esto se debe a que, en última instancia,
todas las cosas que salen de ti vuelven a ti. Y esto es porque «no hay nadie más
en la sala». No hay nadie más que tú, bajo formas múltiples.
El primer principio espiritual que se revelaba en Conversaciones con Dios
es: «Todos somos Uno».
00000
Hasta que no entendí esto y hasta que no me puse a trabajar para sanar a
los demás, yo mismo tardaba en curarme; pues, si no se curaba una parte de Mí,
¿cómo podía curarme del todo? Hasta que no entendí esto y hasta que no opté por
amar a todos los demás de verdad, yo mismo tardaba en ser amado; pues, si una
parte de Mí no era amada, ¿cómo podía ser amado del todo? Hasta que no entendí
esto y hasta que no procuré firmemente recordar a todos los demás como Quienes
Son De Verdad, yo mismo tardaba en recordar Quién Soy De Verdad; pues, si no
se recordaba a una parte de Mí, ¿cómo podía ser recordado del todo?
Para que cualquier parte de nosotros esté completa, debemos conocernos
de manera completa. Somos un holograma. Por tanto, trata a los demás como
quisieras que te trataran a ti. Pues lo que haces a los demás se te hace a ti... por
el sencillo motivo de que no hay «los demás». No hay más que Tú.
Eres un Aspecto Individualizado de la Divinidad Misma. Y esto no se ha
dicho muy alto ni con mucha frecuencia, pues es el colmo de la blasfemia.
Lo que se ha temido es que si esto se dice demasiado alto, con demasiada
frecuencia, se perderá el modo en que algunas personas han aceptado la Creación
Personal. Pues la verdad que más difícil de creer ha resultado para la humanidad
es, precisamente, la verdad que habría liberado a la humanidad para siempre.
Se trata de la Verdad Callada:
Dios y nosotros somos Uno.
Dios es Felicidad
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CAPITULO 17
NO TIENES POR QUÉ PREOCUPARTE DE TI MISMO
La Verdad Callada representa un desafío directo a todas las ideas que
albergan sobre sí mismas la mayoría de las personas; y cuánto más a las ideas
que albergan acerca de Dios. También es fundamental para la cuestión de cómo se
producen las cosas. Tiene que ver más que ninguna otra cosa con el cómo se hace
realidad la realidad.
Para entender el Proceso de la Creación Personal tenemos que hablar
mucho de Dios; cuánto más para enseñarlo. También puede resultarnos
beneficioso hablar mucho a Dios.
Así lo he hecho yo en mis conversaciones con Dios, y una parte de lo que
voy a decir en este capítulo se encuentra en mis libros anteriores en los que
presento estas conversaciones. Si has leído alguno o varios de estos libros, lo que
vas a leer a continuación te resultará familiar. Te ruego que tengas paciencia por
consideración con los que no han leído esos textos anteriores. (Y ten en cuenta
que tampoco tiene nada de malo repasar estas nociones.)
Como ya he dicho varias veces, muchos mensajeros que están dispuestos
a hablar a los demás de la «Ley de la Atracción» rara vez suelen pronunciar la
palabra «Dios». Yo creo que esto se debe a que algunos de estos escritores y
cineastas pueden tener la impresión de que la idea de que Dios es la fuente de la
Energía de Atracción desvirtúa el concepto principal que quieren transmitir ellos, a
saber, que el poder se encuentra dentro de ti.
Parece claro que algunos de estos mensajeros han llegado a la conclusión
de que la explicación que parecerá más interesante a la gente será la que ponga el
Proceso de la Creación Personal en las manos de la gente misma. Si se consigue
que las personas se sientan poderosas, y algunas no se habrán sentido así en toda
su vida, se les estará otorgando un don muy valioso.
No es que yo esté en desacuerdo con esta parte. Pero sí que creo que si
no haces intervenir a «Dios» en el Proceso de la Creación Personal, estarás
tentado de creerte a ti mismo el único poder que está detrás del proceso, en vez
Dios es Felicidad
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de creer que Dios y tú, en sociedad, sois el poder de alma1 que está detrás del
proceso. Estoy seguro de que, si sucumbes a esta tentación, podrás hacer
manifestar con muchísima menor eficacia lo que quieres crear.
00000
La Creación Personal es el modo que tiene Dios de decirnos: «Tus deseos
son órdenes para mí».
A muchas personas les resulta difícil aceptar esto. Esta manera de pensar
en Dios representa un gran desafío. La mayoría de las personas que creen en Dios
de una manera u otra conciben que es Dios quien nos da órdenes a nosotros. No
consideran que nosotros podamos dar órdenes a Dios. Pero es verdad que Dios
dice a todos los seres humanos: «Tus deseos son órdenes para mí».
Esto no es así porque Dios sea magnánimo2, sino porque es ubicuo; no es
por la inmensidad del amor de Dios, sino por la inmensidad del propio Dios.
Dios es tan grande que no hay lugar donde no esté. Ésta es otra verdad
de la vida, tan asombrosa que muchas personas no la entienden plenamente, y
que muchas religiones no ayudan a la gente a entenderla plenamente.
Muchos seres humanos creen que Dios está limitado en algunos sentidos.
Creen que hay lugares donde Dios no está. Creen también que hay cosas que Dios
no puede controlar. Ambas ideas son inexactas.
Vamos a ver primero esta cuestión del control.
Si Dios no quisiera, tú no podrías mover ni el dedo meñique. Por eso, todo
lo que haces, más aún, todo lo que ha sucedido en la tierra, está dentro de la
Voluntad de Dios, y no fuera de ella.
También están los que dicen que tal o cual cosa «no es la Voluntad de
Dios». Pero ¿cómo podría pasar una cosa si no fuera la Voluntad de Dios?
También están los que dicen que Dios permite que pase. Pero, si Dios lo
permite, ¿no lo convierte así en Voluntad Suya?
1 El autor hace un juego de palabras intraducibie. En inglés, sole (único) se pronuncia igual que soul (alma). [N. del T.]
2 Conviene señalar que en el original se evita atribuir a Dios pronombres que lo asocien a un sexo o género gramatical; es decir, que no se considera a Dios masculino ni femenino. En la traducción española, por la necesidad de concordar los adjetivos y atributos, le atribuiremos convencionalmente el género gramatical masculino, sin que ello suponga atribuir sexo alguno a Dios. [N. del T.]
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¿Se puede decir que una cosa que Dios permite es una cosa que Dios no
quiere permitir? Pero, si Dios lo quiere, ¿no es entonces voluntad de Dios? ¿Qué
diferencia hay entre lo que Dios «quiere» y la «voluntad» de Dios?
Todo es Voluntad de Dios, lo cual se demuestra por el hecho mismo de
que sucede. Esto debe ser así... a no ser que seamos, verdaderamente, Hijos de
un Dios Menor.
00000
Del mismo modo que Dios no está limitado en cuanto a poder, tampoco
está limitado en cuanto a tamaño. Como ya hemos dicho, Dios es ubicuo. Dios
está en todas partes. Eso significa que no hay ningún lugar donde no esté Dios.
Ningún lugar.
Esta idea es revolucionaria teológicamente. Anuncia la realidad
omnipresente de Dios en y dentro de todas las cosas. Incluso de ti.
Muchas personas creen que Dios está en todas partes pero no creen que
Dios resida dentro de ellas. Puede que lo digan por humildad, pero en realidad
suponer que Dios existe en todas partes del universo menos dentro de ti es el
colmo de la soberbia.
Si así fuera, tu cuerpo, tu mente y tu alma serían como una finca privada
y muy exclusiva.
Por otra parte, si aceptamos lo que dicen hasta las religiones
tradicionales, que Dios es el Alfa y el Omega, el principio y el fin, el Todo-en-todo,
entonces debemos llegar necesariamente a la conclusión de que Dios existe en
nosotros.
Es una conclusión importante, pues si es exacta (y lo es), se nos plantea
una cuestión muy interesante y significativa: ¿dónde existe Dios en nosotros? ¿En
el dedo meñique? ¿En el dedo gordo del pie? ¿En el cerebro? ¿En el corazón? ¿En
el alma? (¿Tenemos alma, en todo caso?) (—Sí.)
La respuesta: si Dios es verdaderamente el Todo-en-todo, el Alfa y el
Omega, entonces no puede haber ninguna parte de nosotros donde no esté Dios.
De hecho, no hay ninguna parte de nada donde no esté Dios. Dios está en todas
partes y se manifiesta en todo.
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Esto nos vuelve a traer a la Verdad Callada. Si Dios está en todas partes
dentro de ti, si no hay ninguna parte de ti donde no esté Dios, entonces Dios eres
tú.
Y todo lo demás.
Cuando hayas entendido esto, ya no podrás volver a imaginarte que «tú»
eres el protagonista de tu vida. No lo eres en el sentido de que «tú» tengas que
ser, hacer o tener algo en concreto para ser feliz. Ni tampoco en el sentido de que
«tú» necesites o requieras algo para sobrevivir.
Cuando vivimos en esta verdad, nos resulta mucho más difícil quedar
«atrapado» en los «dramas» cotidianos y menores de la vida tal como los viven
actualmente la mayoría de las personas de la tierra, y adquirimos una perspectiva
nueva de las tragedias verdaderamente graves y de la confusión de nuestra
especie.
00000
Yo pasé cincuenta años viviendo con un error de identidad. Me creía
aparte de Dios. Ahora sé que eso no es cierto y que Dios y yo somos Uno. Esto no
quiere decir que «yo soy Dios», en el sentido más soberbio de estas palabras. Lo
que quiere decir es que «yo soy lo que es Dios, y Dios es lo que yo soy». !Quiere
decir que verdaderamente he sido hecho a imagen y semejanza de Dios!
Y tú también.
A nivel estrictamente personal, esto significa que no tienes necesidad de
nada en absoluto, de manera que puedes abandonar ahora mismo todos tus
«dramas» personales y cotidianos: como ya eres todo lo que podrías imaginarte
que necesitas o que deseas, ¿qué necesidad tienes de sentirte agitado?
¿Qué deseas amor? Eres amor. ¿Qué deseas abundancia? Eres
abundancia. ¿Qué deseas compasión, perdón, comprensión? Eres compasión,
perdón, comprensión.
Es posible que no sepas que eres esas cosas si te pasa como me pasó a
mí, si vives con un error de identidad; sin embargo, la manera más rápida de
saber que eres esas cosas es ser esas cosas. Y la manera más rápida de conocerte
a ti mismo siendo esas cosas es dar esas cosas a los demás. Pues el tener se
realiza y se multiplica al dar, y el ser se conoce y se expande al tener, y en el ser
Dios es Felicidad
59
abrazas y expresas el conocimiento de Quien Eres... y éste es el propósito de todo
el vivir.
De manera que no os preguntéis ¿qué comeremos?, ¿qué beberemos?,
¿con qué nos vestiremos? Buscad primero el reino de Dios, y todo lo demás se os
dará por añadidura.
No te preocupes por ti mismo. Tu vida se resolverá. Preocúpate por todos
los demás que no lo saben y a cuya vida afectas.
En Conversaciones con Dios se deja muy claro que tu supervivencia no
corre peligro nunca, y el mensaje se recalca en el último libro de la serie de CcD,
En casa con Dios en una vida que nunca termina, donde se expone de manera
muy concreta, explicando lo que sucede exactamente durante el viaje eterno del
alma.
Esta conversación nos cuenta que la Vida misma es un bucle sin fin, y que
la energía de la vida se encuentra presente en todas partes, individualizándose en
ti y en mí y en todo lo que existe. Estos aspectos individualizados de la Divinidad
(lo que llamamos «almas») recorren este bucle sin fin, pasando desde el plano de
lo absoluto hasta el plano de lo relativo y viceversa, de lo espiritual a lo físico y
viceversa, una y otra vez a lo largo del tiempo, que no es más que un solo tiempo:
el único momento que existe (lo que llamamos el Ahora).
El propósito de este viaje continuo es crear una oportunidad eterna y un
contexto infinito en el que podamos vivir y expresar, hacernos y cumplir, saber y
recrear Quienes Somos.
Aspiramos a conocernos a nosotros mismos como aquello que es Divino,
en todos los aspectos de la Divinidad Misma, y nos estamos sirviendo para ello de
la Eternidad y de lo Infinito como herramientas. La Eternidad y lo Infinito son los
máximos dones de Dios.
¿Cómo puede ser eterno el viaje? Muy sencillo. Cuando llegamos al «final»
(definiendo como tal el conocimiento y vivencia últimos y totales de Quienes
Somos de Verdad), nos limitamos a hacer, como un Todo Completo, lo que
habíamos estado haciendo como aspectos individualizados de la Divinidad: re-
crearnos a nosotros mismos en la próxima versión, la más grandiosa, de la visión
más grande que hayamos tenido nunca de Quienes Somos. Después, volvemos a
individualizarnos, y aplicamos una vez más el proceso de la vida para vivir esa
próxima versión más grandiosa, pieza a pieza.
Dios es Felicidad
60
Mi diálogo final con Dios nos da un atisbo de ese proceso y de cómo
funcionan los grandes Principios de la Vida. Citemos el texto de En casa con Dios:
En esta santa trinidad —Dios en tres partes— tu mente está allí donde
tiene lugar tu actividad consciente. Por tanto, piensa sólo lo que eliges vivir, di
sólo lo que eliges hacer realidad, y utiliza tu mente para ordenar conscientemente
a tu cuerpo que haga sólo lo que eliges expresar como tu realidad más elevada.
Así es como creas a nivel consciente.
Observa esto atentamente. ¿Acaso no es lo que han hecho todos los
maestros? ¿Ha hecho algo más algún maestro? No. En una palabra: no.
Dios es Felicidad
61
CAPITULO 18
CÓMO Y POR QUÉ OLVIDAMOS
Cuanto más nos hacemos, más capaces somos de hacernos; y cuanto más
capaces somos de hacernos, más nos hacemos. Si no fuera así, la vida llegaría a
su fin último y lógico, pues cesaría el crecimiento; y, cuando cesa el crecimiento,
se detiene la vida, pues el proceso de la vida es el crecimiento mismo.
La Vida se hará siempre una versión más amplia de sí misma. Y cuando se
descubra, se conozca y se viva la versión más amplia de sí misma, la Vida
inventará una versión más amplia todavía. Pues la Vida no tiene intención de
terminar. Dios no tiene intención de no ser Dios. No podría aunque quisiera. Lo
único que no puede hacer Dios es No Ser.
Ésta es una cosa que tú tampoco puedes hacer. Pero sí que puedes hacer
una cosa bastante fuera de lo común. Puedes olvidarte de quién eres. Y la verdad
es que lo harás, para poder vivir Quien Eres otra vez. Para vivir que eres Divino.
¿Por qué es necesario el olvido? En realidad, es muy sencillo. Dios es el
Creador. Esto significa que tú eres el Creador. Pero para que te vivieras a ti mismo
como Creador, tendrías que crear algo, y ya se ha creado todo lo creable. Todo lo
que fue, es y será, es ahora.
El tiempo es una invención de Dios que te permite ver de una en una
todas las cosas creadas.
Para que te vivieras a ti mismo «creando» algo, sería necesario que no
pudieras verlo todo a la vez. Para eso se inventó el tiempo. Como en cualquier
«punto» dado del «tiempo» no puedes verlo todo a la vez, no puedes saber que
todo ha sido creado ya.
... a no ser que recuerdes que es así, claro está. Aquí es donde interviene
el olvido.
El tiempo produce la posibilidad de la memoria. (En el lugar sin-tiempo, la
«memoria» sería imposible e inútil, pues todo se percibe a la vez, aquí mismo,
ahora mismo.)
La memoria, como el tiempo, es limitada. La eternidad no lo es. Como
tanto la memoria como el tiempo están limitados, y como lo limitado no puede
Dios es Felicidad
62
contener a lo ilimitado, la memoria humana no puede contener el conocimiento de
todas las cosas que se han creado en todos los aquis y ahoras de la eternidad.
La memoria se limita al «entonces» y al «allí», mientras que el Aquí y el
Ahora no tiene límites, sino que se extiende para siempre, a lo largo de la
eternidad y del infinito. Observarás que, hasta en tu propia vivencia terrenal,
siempre es Aquí y Ahora. iNo existe ningún otro tiempo que puedas vivir!.
¿Me sigues? Sigúeme con atención. No me pierdas de vista.
Resulta que la Divinidad es una Vivencia de Una Sola Vez.
00000
Dios quiere vivirse a sí mismo siempre. De hecho, para siempre jamás,
por los siglos de los siglos. Y por eso Dios te inventó a ti.
Tú, y el tiempo, y todo lo que hay en la vida, sois herramientas de Dios,
que servís para que Dios pueda vivirse a sí mismo sin fin. Gracias a los recursos
del tiempo y de la memoria, que permiten la posibilidad del olvido, eres capaz de
vivir de nuevo la experiencia de crear. Este acto de recreación es la Gran Alegría
de Dios. Por eso se llama «recreación».
Cuando tú, como ser humano, «creas» algo de la nada (y así es como se
ha creado todo, claro está, pues todo lo que ha sido creado por los seres humanos
empezó siendo una simple idea en la mente de alguien), lo único que estás
haciendo en realidad es «recordar» que ya existe.
Todas las cosas existen ya. Todos los efectos, todas las circunstancias,
todas las consecuencias... todas las vivencias y manifestaciones de la vida que se
pueden concebir, han sucedido ya, y existen ahora en el Espacio Atemporal.
Reposan en paz en todos los dondes/cuandos de la eternidad (por servirnos de la
expresión memorable de Robert Heinlein).
Cuando utilizas la Energía de Atracción, lo que estás haciendo es
magnetizar y hacer salir del Campo de las Posibilidades Infinitas la vivencia y la
manifestación de la vida que eliges aquí mismo, ahora mismo.
Con esto, vuelves a vivir la experiencia de ser creador. Y puedes «crear»
(hacer salir) prácticamente cualquier cosa que elijas. Lo único que tienes que
saber es cómo «se elige».
Dios es Felicidad
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CAPITULO 19
UNAS PALABRAS SOBRE EL «PENSAMIENTO NEGATIVO»
Hay quien dice que el Proceso de la Creación Personal no permite que se
piense, que se observe ni que se diga nada «negativo». Entiendo que algunas
personas hayan podido llegar a esta conclusión, pero la conclusión en sí es
errónea.
Nadie que enseñe la Creación Personal por medio del pensamiento
positivo sería capaz de dar a entender ni por un instante que no se pueda dedicar
un solo pensamiento a las circunstancias existentes que no encajan con tu sentido
de quién eres y de quién eliges ser.
Es verdad que los partidarios del pensamiento positivo desaconsejan el
pensamiento negativo; pero no desaconsejan pensar. Y la observación no es
negación. No es más que observación. Los comentarios «parece que hoy puede
llover»; «oigo que ya llega el tren»; «en este planeta mueren de hambre cuatro
niños cada hora» no son comentarios negativos. No equivalen a «esparcir energía
negativa». No son más que decir lo que hay.
¿Cómo podrías hacer algo respecto de «lo que hay» si ni siquiera puedes
decir lo que hay? Claro está que no podrías. De modo que la doctrina del
pensamiento positivo no te exige que cierres al mundo los ojos y los oídos. No te
exige que te conviertas en una Pollyanna que asegura que todo es maravilloso, por
muy horrible que sea.
00000
No es lo mismo decir que todo es «perfecto» que decir que todo es
«maravilloso». Decir que una situación es perfecta no es más que reconocer que
está alineada perfectamente con el plan de trabajo de-este-momento de tu alma,
que muy bien puede consistir en cambiar la situación como medio para conocer,
mostrar y vivir Quien Eres de Verdad.
Por eso no es malo, ni mucho menos, observar las situaciones, las
circunstancias o las posibilidades creadas anteriormente y que no te agradan;
Dios es Felicidad
64
asumir la responsabilidad de tu papel de co-creador suyo; decir unas palabras de
agradecimiento por su existencia y, acto seguido, elegir de nuevo, creando otra
situación o circunstancia, sin emitir juicios ni condenas. («No juzgues, ni tampoco
condenes.») Los partidarios del pensamiento positivo pueden decir, respecto de
cualquier aspecto supuestamente negativo de tu vida: «Deja de pensar en ello»;
pero jamás dirían: «No empieces a pensar en ello».
Desde luego que tienes que ser consciente del mundo que te rodea; del
mundo que los demás y tú habéis co-creado colectivamente en tiempos y lugares
anteriores a este cuando/donde concreto. Lo que se recomienda es, simplemente,
que no insistas en pensar en las cosas que no eliges; pero nadie ha dicho que no
las observes.
00000
Lo que proponen los pensadores positivos no es que te digas a ti mismo
que vives en todo momento en el mundo de tu elección superior. El pensamiento
positivo consiste en saber que puedes producir una elección más elevada si
quieres hacerlo de verdad.
Vivir con el conocimiento de que el mundo es «perfecto» (adecuado de
manera ideal para tu plan de trabajo individual y para el plan de trabajo colectivo
de la humanidad) en el momento en que los demás y tú lo creáis, y saber que
puedes trazar siempre que lo desees una definición nueva de lo que es la
perfección, eso es vivir en la maestría.
Y sí que puedes trazar esa definición nueva y crear esa realidad nueva en
cualquier momento que lo desees. Esto es posible individualmente en el momento
en que cambies tu manera de pensar acerca de lo que sea. Colectivamente, es
posible cuando cambia la conciencia colectiva. La conciencia colectiva puede
cambiar en cualquier momento dado del mismo modo que la conciencia individual.
La oportunidad que se pone al alcance de todos los miembros de la raza
humana es la de intervenir en la cuestión en calidad de causa.
Eres, verdaderamente, el creador de tu propia realidad; y estamos
creando juntos la realidad que estamos viviendo todos. Utilizando el poder del
Dios-en-nosotros, controlamos por completo lo que pasa aquí.
Ésta es la Verdad Callada, expuesta con palabras.
Dios es Felicidad
65
CAPITULO 20
LA VERDADERA NATURALEZA DE DIOS
He dicho al principio de este libro que el Proceso de la Creación Personal
son, en realidad, tres fenómenos que interaccionan entre sí como Uno. El primer
fenómeno tiene que ver contigo, y el tercero tiene que ver contigo y con Dios
juntos.
Dije que esto se podría describir de otra manera, diciendo que la primera
parte de la «fórmula misteriosa de la vida» es el Yo Soy, la segunda parte es el Tú
Eres, y la tercera parte es el Cómo Hacerlo.
Muchos humanos tienden a concebir a Dios —el Yo Soy— de una manera
que más que reconocer el poder de Dios, lo reduce. Si no vamos con cuidado,
acabaremos más interesados por vivir a Dios como imagen que como poder.
Ahora vamos a aprender algo más acerca del poder del Yo Soy.
00000
Cuando llegamos por fin a la conclusión de que Dios es algo más que una
versión ampliada de lo que es un ser humano, y de que no está dotado de la
agitación emocional, de las complejidades y de las necesidades del ser humano (la
necesidad de amar, el deseo de venganza, etcétera), alcanzamos la totalidad de la
Verdad Callada: Dios no es una versión ampliada del ser humano; el ser humano
es una versión reducida de Dios.
Aquí es donde empieza el camino que conduce a la comprensión general
del mayor misterio de la vida; pues esto forma parte del misterio mismo.
No cabe duda de que la identidad de Dios ha sido el mayor de los
misterios en el transcurso de los siglos. Pero no ha sido misterioso porque Dios lo
haya querido así. Ha sido misterioso porque la humanidad ha querido hacerlo
misterioso.
(O, al menos, algunas partes de la humanidad.)
Nuestra especie ha invertido muchísimo esfuerzo en seguir pensando en
Dios de maneras o con imágenes determinadas. La mayoría de la gente concibe a
Dios, en efecto, como una especie de ser humano gigante, como un «Nosotros»
Dios es Felicidad
66
inmensamente más poderoso e infinitamente más sabio. Muchos seres humanos y
muchas religiones humanas han llegado a asignar a Dios un sexo (masculino,
durante la mayor parte de los últimos milenios) y una raza (que no sería la negra).
Es decir, algunos seres humanos lo han hecho así. Otros han atribuido
características diferentes a Dios.
Se dice que en realidad no son muchas las personas que creen estas
ideas, pero que más vale pensar así que no pensar nada. La mente necesita algún
asidero, algo que pueda concebir y visualizar. Pero si la gente no cree estas cosas
de manera literal, ¿qué es lo que cree la gente, entonces?
Creo que si las personas fueran sinceras, la mayoría nos dirían que no
saben qué creer en lo que respecta a la naturaleza, al aspecto o a las
características exactas de Dios.
Me gusta recordar la anécdota de una niña de seis años que, sentada a la
mesa de la cocina, dibujaba afanosamente en un papel con sus lápices de colores.
Su madre, enternecida al verla, le dijo desde la pila, donde estaba fregando:
—¿Qué estás pintando, mi vida?
—A Dios —respondió la niña tranquilamente.
—Ay, cielo, qué bonito —dijo la madre con una sonrisa—; pero ¿sabes una
cosa? Nadie sabe de verdad cómo es Dios.
—Bueno —replicó la pequeña—, tú déjame terminar.
00000
En marzo de 2007 impartí en Tokio un satsang en el que debatí la
verdadera identidad de Dios. Al principio del programa había descrito a Dios de la
manera siguiente:
«Dios no es un Ser Superior que está en el Cielo y que tiene las mismas
tendencias y necesidades emocionales que los seres humanos, entre ellas la
necesidad de amor y de venganza. Dios es la Energía Esencial de la vida.
Podríamos llamar a esta energía Inteligencia Pura.
»A la Inteligencia le da igual que tú creas en Ella o no. Le da igual que la
utilices a propósito o no. Si la utilizas a propósito, también le da igual el cómo.
Dios es Felicidad
67
No hace juicios de valor respecto de nada de esto. De hecho, no hace
juicios de valor respecto de nada en absoluto.
»La Inteligencia Pura no desea nada, no necesita nada, no busca nada.
Simplemente, Es. Existe de una manera tal que se permite a sí misma ser usada.
Hace esto, permite esto, hace posible esto, a base de ponerse a sí misma dentro
de Todo.
»Mires donde mires, encontrarás Inteligencia Pura. Se encuentra en la
base de todas las cosas que existen. En los copos de nieve se refleja la Inteligencia
Pura. En los átomos más minúsculos se refleja la Inteligencia Pura. En las amplias
regiones del firmamento se refleja la Inteligencia Pura. La Inteligencia Pura se
refleja en el proceso mismo de la vida, a cualquier nivel que lo examinemos.
»La energía que llamo aquí Inteligencia Pura la puede utilizar, la está
utilizando, la Vida Misma a todos los niveles de la vida. Tú estás utilizando esta
energía, tú estás enfocando esta energía, en cada segundo de cada minuto de
cada hora de cada día... normalmente, sin saberlo.
»La existencia de esta energía, y el modo de enfocarla para utilizarla en
beneficio propio, es lo que han llamado «el secreto». El año pasado se estrenó una
película de este mismo título que ahora se está viendo en todo el mundo.
»La energía a la que llamo Inteligencia Pura, y que os digo que es otra
manera de llamar a Dios, no alberga opiniones acerca de nada. Esto es así porque
no necesita nada. Carece notablemente de necesidades, por el sencillo motivo de
que es todo lo que existe bajo cualquier forma. En esto no sólo se incluyen las
cosas físicas sino también las metafísicas. Se incluyen todas las cosas espirituales
y cualquier otra cosa, de cualquier forma, que simplemente ES... incluso los
pensamientos, las emociones, los sentimientos, las ideas y, sí, los agujeros negros
del espacio.
»Pensadlo. Si Dios es, verdaderamente, todo lo que existe bajo cualquier
forma, ¿qué podría Dios querer, necesitar o requerir? ¿Por qué nos iba a castigar
Dios por no darle lo que imaginamos que quiere, que necesita o que requiere?
»La respuesta a estas preguntas es evidente. No hará falta debatirla con
gran detalle, pues la lógica más sencilla nos desvela claramente cómo hemos caído
en poder de las mitologías de nuestra propia cultura y de su pasado.
Dios es Felicidad
68
»La oportunidad que tenemos delante, y que tienen delante todos los
seres sensibles, es aprovechar la Energía Esencial de la Inteligencia Pura dándole
el empleo para el que fue diseñada.
No todas las cosas que existen en el universo pueden utilizar
conscientemente esta Energía Esencial. Es decir, no la pueden utilizar con
conciencia e intención plenas. Sólo pueden utilizarla los elementos de la Vida
Misma que son autoconscientes, es decir, conscientes de sí mismos.
»Debo enmendar esto último. Ni siquiera todos los elementos de la vida
que son autoconscientes pueden utilizar conscientemente la Energía Esencial. No
es sólo una cuestión de ser conscientes; también es una cuestión del nivel de
consciencia que ha alcanzado un ser o una especie. Por ejemplo, aunque un perro
es un ser muy inteligente, no tiene (que nosotros sepamos) la autoconsciencia
suficiente para poder utilizar la Energía Esencial de manera intencionada.
»Los seres humanos no sólo son conscientes de sí mismos, sino que son
conscientes de que son conscientes; por ello, han ascendido al menos al segundo
nivel de la consciencia. Este nivel de la consciencia permite a los seres sensibles
advertirse a sí mismos, e incluso advertir que se advierten a sí mismos. Es decir,
podemos situarnos «fuera de nosotros mismos» y observarnos hacer lo que
hacemos y pensar lo que pensamos y decir lo que decimos.
»Hasta podemos observar cómo nos observamos. Podemos salir al pasillo
de la consciencia y asomarnos a las puertas que tenemos por delante y por detrás;
y, según dicen algunos, llegar a ver y a vivir nuestro Yo Divino y Sagrado.»
Cuando terminé de hacer estos comentarios, me pareció que había hecho
una definición de Dios bastante «prudente» (dejé para más adelante el tema de
que Dios y nosotros somos Uno); por eso me sorprendió que mi descripción
sumiera en la desesperación a un miembro del público; pero ahora me doy cuenta
de que debería habérmelo esperado.
Dios es Felicidad
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CAPITULO 21
TU LIBERTAD TOTAL ES EL MAYOR BIEN DE DIOS
Cuando hube terminado de hacer estos comentarios en el satsang de
Tokio, un hombre que estaba sentado al fondo de la sala se levantó para hacerme
una pregunta que él calificaba de apremiante.
—Cuando leí Conversaciones con Dios me conmovió mucho, pues me
permitió creer en un Dios que era personal, en un Dios que me amaba. Ahora
estoy confuso. Acaba de describir a un Dios que ni siquiera es persona, ni es ser, y
al que no le importa lo que yo haga ni cómo se desarrolle mi vida.
«Después de oír esta descripción que ha hecho usted, estoy desolado. Yo
había venido aquí esperando oír otra cosa. Esto me deprime mucho. ¿Puede
ayudarme?
Era una pregunta maravillosa. Una pregunta formulada por una persona
que seguía todas mis palabras y sopesaba todos los matices y todas las
consecuencias. Otros miembros del público expresaron con gestos su aprobación,
y el interés intenso que se leía en sus rostros recalcaba la importancia de la
pregunta. Me revolví un poco, me aclaré la garganta y empecé a hablar con voz
pausada y clara, con palabras que venían de algún lugar más allá de mi mente
consciente.
—El hecho de que Dios es Inteligencia Pura no excluye la posibilidad de
que Dios adopte la forma de un Ser sensible. De hecho, si la Inteligencia Pura es la
energía esencial de Todo Lo Que Es, entonces es de suponer que puede adoptar la
forma de cualquiera de sus partes. Dicho de otro modo, «Dios» puede «aparecer»
en nuestras vidas de cualquier manera que se desee.
»De manera que lo que llamamos «Dios» puede seguir adoptando la
forma de un Ser que tenga un aspecto muy humano, si a Él le parece que así lo
entenderá mejor o lo acogerá con mayor facilidad en un momento dado cualquier
Aspecto Individualizado de sí mismo.
»Yo, de hecho, he llegado a entender que la energía que es Dios adopta la
forma precisa de aquello y de aquel por quien se está presentando Dios. Y a esto
se debe que, para los seres humanos, Dios adopte la forma de un ser humano.
Dios es Felicidad
70
»Pero Dios no está limitado a esa forma. La verdad es que Dios puede
«aparecer» bajo cualquier forma que nosotros deseemos, incluso como energía
pura e indiferenciada, y nosotros podemos dar a esta energía indiferenciada
cualquier forma que elijamos.
»¿Cómo? iPor el Proceso de la Creación Personal!
Cuando llegué a este punto, el público se animó. De pronto, todo
empezaba a encajar.
00000
—Antes de que sigamos con esto, vamos a hablar de este asunto de que a
Dios no le importamos, y de la idea de que esto significa que Dios no nos ama —
seguí diciendo.
»Que no le importe lo que hacemos no es lo mismo que no amarnos. Os
pido que os imaginéis a vuestros propios hijos, a los que habéis mandado a jugar
al patio de casa. ¿Os importa a vosotros qué juegos eligen? ¿Os importa si juegan
a tú la llevas, o al escondite, o al rescate? Claro que no. De hecho, ni soñaríais si-
quiera con truncar su imaginación dictándoles qué deben hacer en sus ratos de
juego.
»Lo único que les decís es: «¡Id a jugar! iPasadlo bien! Pero con cuidado.
¡No os hagáis daño! Y si me necesitáis, estaré aquí mismo».
»Esto es lo que nos dice Dios. ¡El que a Dios no le importe lo que hagamos
es señal de cuánto nos quiere Dios, no de cuan poco nos quiere! Pues la libertad
de ser, y de hacer, y de tener lo que elijamos es la máxima alegría de todas. Es el
mayor tesoro y es el don más grandioso que nos puede dar Dios. Hasta la religión
tradicional nos enseña que Dios nos ha dado este don. Se llama libre albedrío.
Volvieron a verse gestos de comprensión y de asentimiento entre el
público. Se notaba que la gente «lo iba captando». Las cosas les empezaban a
encajar en la mente.
—Volviendo ahora a la naturaleza última de Dios... he dicho que Dios
puede «aparecer» bajo cualquier forma en la que queremos que aparezca, entre
ellas la de anciano con barba, la de rayo de luz dorada o la de energía pura e
Dios es Felicidad
71
indiferenciada, del mismo modo que nosotros podemos adoptar la forma de
cualquier cosa que nosotros elegimos.
»Y sí podemos, ¿sabéis? Lo único que sucede es que nosotros lo hacemos
célula a célula, y aquello a lo que llamamos Dios lo hace de una vez.
»La ciencia médica ha empezado a entender cada vez más lo que llaman
«células madre». ¿Sabéis lo que son las células madre? Son unas células del
cuerpo que no tienen ninguna característica particular. Pero pueden adoptar
características, a base de renovarse por división celular, diferenciándose en una
amplia variedad de tipos de células especializadas.
»En Conversaciones con Dios se dice que el propósito de la vida es que
nos recreemos de nuevo a nosotros mismos en la próxima versión más grandiosa
de la visión más grande que hayamos tenido jamás de Quiénes Somos. Esto es
precisamente lo que está pasando en tu cuerpo ahora mismo.
»La ciencia médica ha descubierto que a las células madre se las puede
«animar» a convertirse en células de cualquier parte del cuerpo... [incluso en
células del corazón o del cerebro!
»Y si Dios es capaz de crear una cosa tan maravillosa como unas células
indiferenciadas que están en todos los organismos pluricelulares y que son capaces
de convertirse en cualquier parte del cuerpo, ¿qué os parece que será capaz de
hacer Dios consigo mismo?
El público quedó en silencio.
—¿No podríamos llamar a Dios, simplemente, Vida Indiferenciada de la
que surge toda la Vida Individualizada? ¿Sería tan traído por los pelos imaginarnos
a Dios como Madre de Todas las Células Madre?
Dios es Felicidad
72
CAPITULO 22
EL MECANISMO DE LA MANIFESTACIÓN
Baste con lo dicho sobre la primera parte del Proceso de la Creación
Personal, lo que he llamado el Yo Soy. Dios es la forma sin forma. Dios es la vida,
la energía fundamental, básica y esencial, el elemento primero y único, en forma
indiferenciada.
Vamos ahora con la segunda parte, lo que he llamado el Tú Eres. Ésta es
la Verdad Callada acerca del proceso; ésta es la verdad que está detrás de la
verdad: tú eres una diferenciación de la Forma Indiferenciada que es Dios. Voy a
repetirlo, para que no se pase por alto su sentido imponente. Tú eres una
diferenciación de la Forma Indiferenciada que es Dios.
Una parte de lo que Dios ha diferenciado en nosotros, y una parte de la
energía ilimitada que es Dios queda indiferenciada, ¡esperando a que nosotros la
diferenciemos!.
Aquí las cosas se ponen un poco complicadas, de modo que... sí, ya
sabes... no dejes de seguirme.
00000
Como ya hemos observado varias veces, Dios ya se ha diferenciado a sí
mismo en el plano sin-tiempo bajo todas las formas que han existido, existen y
existirán. El trabajo de la vida está realizado. Se ha cumplido su misión. Ya se ha
individualizado en todo. Esto quiere decir que todo lo que existe en el Campo de
las Posibilidades Infinitas ya está allí. O, por decirlo de otro modo, iestá allí,
dispuesto!
Lo único que tenemos que hacer es evocarlo, traerlo a nuestra realidad.
[Ésta es la tercera parte del Proceso de la Creación Personal, la parte del Cómo
Hacerlo] Sobre esto se han escrito libros y más libros, pero nadie ha intentado
seriamente explicar el mecanismo por el que funciona la manifestación.
00000
Dios es Felicidad
73
Ahora sabemos que, del mismo modo que la ciencia médica puede
«animar» a las células madre a que adopten la forma de cualquier célula del
cuerpo, creando tejido del corazón, de los huesos, o incluso tejido cerebral, para
reemplazar las partes del cuerpo deterioradas, también puede Dios «animar» a Su
Forma Indiferenciada a adoptar cualquier forma física o no física... iy así lo ha
hecho! [Estas muchas formas y figuras son lo que llamamos vida]
(Ejemplo de «forma no física» sería un sentimiento. Por ejemplo, Dios
puede aparecerse en la vida de una persona en forma de amor. O de sentimiento
de perdón. O —como suele suceder en el momento de la muerte de una persona—
en forma de sensación de estar completamente a salvo, acogido y «bienvenido».
Estos sentimientos son Dios, bajo forma no física.)
El Mecanismo de la Manifestación es un proceso que comienza cuando
«recordamos» Quiénes Somos de Verdad (somos una de las muchas formas de
este «Dios de forma cambiante»), y recordamos todo lo que hemos hecho ya
(hemos creado todo lo que es), y recordamos después aspectos concretos de lo
que ya se ha creado.
Cuando separamos nuestros Yos de Dios para producir la experiencia de la
Individualización, lo hicimos a base de desgajar de todas nuestras creaciones
nuestro Yo Divino.
Ahora, cuando elegimos hacer manifiesto en nuestra realidad cualquier
aspecto de nuestro Yo Divino, lo único que tenemos que hacer es recordar esa
creación. Hacemos esto por medio de las expresiones de la vida llamadas
pensamientos, palabras, actos y sentimientos.
00000
¿Cómo funciona esto? Bueno, en realidad es muy sencillo. En la vida, todo
es energía. Todo. En la vida, todo vibra. Todo. La vibración es el movimiento de la
energía. Es la Esencia, que se manifiesta bajo formas diversas por el proceso
elegante del movimiento.
Todo está conectado con todo lo demás. Todo. No hay nada que esté
«desconectado» ni «desgajado». Sólo nos creemos que lo está. Es imposible que
nada se desconecte o se desgaje.
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74
La Totalidad del Todo es en realidad una matriz inmensa, insondable. La
matriz vibra a frecuencias distintas en lugares distintos. Estas diferencias podrían
calificarse de perturbaciones locales del campo de energía, como cuando
arrojamos una piedrecita a un estanque.
Tú eres una perturbación local. Lo mismo son tus pensamientos, tus
palabras, tus actos. Las palabras vibran. Los pensamientos vibran. Los actos
vibran. Las palabras no son más que sonidos, claro está, y el sonido no es más
que una vibración de energía a determinadas frecuencias. Los pensamientos son
menos densos, y por eso vibran a frecuencias diferentes. Los actos son más
densos, y vibran también a otras frecuencias.
El acto de la «creación» no es más que el acto de sintonizar con la
vibración de lo que ya existe en la Totalidad del Todo; y esta sintonización lo atrae
hacia ti. En realidad, no estás «creando» nada, sino que te estás limitando a
observar aquello que ya se ha creado, y a magnetizarlo, o atraerlo.
El proceso de atracción no es más que una cuestión de ajustar tu propia
energía a la energía de aquello que quieres vivir. Repitamos que no estás creando
nada sino que estás viviendo lo ya creado. Lo haces a base de arrastrarlo hacia ti,
de «evocarlo» desde el Campo de las Posibilidades Infinitas, por medio de la
«identicación» de tus energías.
En Conversaciones con Dios se nos ha dicho que las tres herramientas de
la creación son el Pensamiento, la Palabra y la Acción. Todo lo que piensas, todo lo
que dices y todo lo que haces crea energía; y, por tanto, crea tu realidad. Pues tu
«realidad» no es nada más que la suma de tus energías y de las energías que
éstas atraen.
El Mecanismo de la Manifestación no es más que un «ajuste de energías».
Es sintonizar la vibración para que resuene con el aspecto de la energía universal
que quiere vivir una Individualización.
La palabra «realidad» significa «lo que se está viviendo aquí mismo, ahora
mismo». Recuerda que ésta es la única cosa que se puede vivir. No puedes vivir el
ayer; sólo puedes recordarlo. No puedes vivir el mañana; sólo puedes preverlo. La
única cosa del universo que puedes vivir es el Aquí y el Ahora.
Nada es verdaderamente «real»; sólo es «real» en la medida en que lo
estás viviendo. Otra manera de expresar esta idea es decir que, al vivirlo, lo haces
real.
Dios es Felicidad
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Vivir experiencias es todo una cuestión de resonancia. Es una cuestión de
las energías de la Esencia que atraes hacia ti y a través de ti hasta el aquí mismo y
el ahora mismo. A esto lo llamas «creación».
La creación es resonancia.
00000
Cuando te viene a la cabeza una «idea» acerca de algo, o cuando
«visualizas» algo (como suelen hacer los inventores), lo único que haces, en
realidad, es recordarlo tal como ya existe. Si no existiera ya, no podrías pensar en
ello.
«Pensar» es, en realidad, el acto de recuperar. Es un proceso de acceder a
la Conciencia Colectiva Eterna y recuperar datos de la misma. Es la resonancia
espontánea de una Individualización local de la Divinidad con un aspecto de la
Divinidad universal. Es un ajuste de una Parte del Todo con la Totalidad del Todo.
Por eso es tan potente el enfoque mental e intencional, y por eso es tan
vital para el proceso creativo (de recuperación). Con este proceso de pensamiento
intencionado y de sentimiento profundo, más que descubrir, recuperamos aquello
que habíamos estado deseando. («Aún antes de que me preguntes, te habré
respondido.»)
Esta realización puede aparecérsenos de manera brusca e inesperada. De
repente, hemos «realizado», hemos hecho real, algo que siempre estuvo ahí.
A este proceso de recuerdo repentino yo lo llamo «recuperación
espiritual». Es muy semejante al proceso de descubrimiento científico, sólo que
tiene lugar a un nivel metafísico. Así como el descubrimiento científico es la
manifestación de algo que ya está latente en el orden de la naturaleza, del mismo
modo la recuperación espiritual es la manifestación de algo que ya está latente en
el orden de la supernaturaleza (o de lo que algunos han llamado «lo
sobrenatural»; o, si quieres... de Dios).
00000
El entendimiento intelectual de este proceso puede ayudarnos a realizar el
proceso mismo. Generalmente solemos hacer mejor las cosas cuando sabemos lo
que hacemos y por qué.
Dios es Felicidad
76
Podríamos decir que la Energía Esencial de la Vida es sutil, etérea,
delicada. Está extendida por todas partes a la vez. La función de la creación es
magnetizar esta energía y ampliarla, atrayéndola hacia ti y haciéndola mayor en tu
vivencia.
Una manera poderosa de hacer esto es el sentimiento. El sentimiento
enfoca las energías en una pauta ondular resonante. Cuando quieras hacer
manifestar alguna cosa, procura no sólo pensar en la cosa, sino sentirla. Siente
cómo sería tener eso. Siente cómo sería vivirlo. El sentimiento sintoniza mejor el
campo mórfico que te rodea y al que añades algo siempre que emites energía, lo
cual estás haciendo a cada instante. El sentimiento es la manera en que
identificamos y ampliamos esa energía de la que queremos vivir más, resonando
con ella.
Cuando nos vayamos haciendo cada vez más conscientes de cómo
funciona el Mecanismo de la Manifestación, nos veremos capaces de hacer
manifestarse con mayor facilidad muchas cosas en nuestras vidas. No sólo objetos
y vivencias físicas, sino sentimientos y conciencia no física.
Así, no sólo podemos hacer manifestarse el dinero, sino la vivencia que
llamamos Modo de Vida Recto; no sólo un compañero o compañera, sino la
vivencia que llamamos Amor; no sólo la solución física de un problema, sino la
vivencia que llamamos Sabiduría. Así, podemos hacer manifestarse el perdón, la
compasión, el entendimiento, la alegría, la felicidad... y la paz.
Paz en la tierra, buena voluntad a los seres humanos en todas partes.
Por fin.
Dios es Felicidad
77
CAPITULO 23
POR QUÉ SE HA GUARDADO TRAS UN VELO EL PROCESO DE LA CREACIÓN
Vamos a exponer con claridad por qué a tantas personas que creen en
Dios y recurren a él les inquieta la idea de que dentro de todos nosotros existe un
«poder» que nos permite crear nuestra propia realidad.
Cuando tenemos que acudir a Dios (es decir, a un Dios que existe fuera de
nosotros, separado de nosotros, aparte de nosotros) para solicitar ayuda en
momentos de necesidad o para producir en nuestras vidas algo que deseamos con
ahínco, en tales casos se da por supuesto que tenemos que obedecer las leyes de
Dios para recibir una respuesta afirmativa. Tenemos que tener buenas relaciones
con Dios para que Dios nos otorgue sus bendiciones. Si queremos que Dios sea
bueno con nosotros, nosotros tenemos que ser buenos con Dios. Es un quid pro
quo.
Nos han enseñado que Dios no otorga bendiciones a los que le
desobedecen, o no le hacen caso, o no acuden a El como es debido. Más aún; a
esas personas, Dios no sólo no les otorgará bendiciones, sino que las castigará con
la condena eterna. Hará que se quemen en los fuegos eternos del infierno.
Pero si tenemos dentro de nosotros el poder de crear lo que queremos,
eso significa que no tenemos que ser buenos para conseguirlo. En resumen, no es
necesario que obedezcamos la Ley de Dios si podemos servirnos de la Energía de
Atracción y de la Creación Personal. De este modo despojamos de su poder a las
personas que pretenden decirnos lo que ES la Ley de Dios.
Esta última frase da a entender unas consecuencias inmensas. Y lo han
sido, en efecto, a lo largo de la historia humana. Y por eso, a lo largo de la historia
humana, los que han pretendido decirnos lo que es la Ley de Dios han metido en
la cárcel a los que han pretendido decirnos que el Reino del Cielo está dentro de
nosotros... y en muchos casos los han matado.
Existe un punto en el que cabe esperar que concuerden todas las
religiones del mundo. Quizá no concuerden en todo, pero puedo asegurarte que la
mayoría concordarán en esto: en que el poder de controlar tu propia realidad, de
ser más feliz que Dios, de crear riquezas, fama, amor y alegría en tu vida (cuánto
Dios es Felicidad
78
más la paz en la tierra) no está dentro de ti, y en que imaginarte que sí lo está es
un acto de soberbia peligroso para el espíritu.
Dios controla tu vida según Su Voluntad, y tu misión consiste en obedecer
la Voluntad de Dios, someterte a la Voluntad de Dios, hacer lo que Dios manda y,
si quieres algo para ti, esperar, suplicar y pedir en tus oraciones que sea Voluntad
de Dios que lo recibas.
Aquí se encierra otra amenaza, desde el punto de vista de la religión.
Cuando acudimos a Dios en busca de ayuda, o le pedimos que cree lo que
nosotros deseamos con ansia, no tenemos ninguna garantía de que Dios lo haga
así, ni siquiera cuando si estamos obedeciendo la Ley de Dios. Hasta a la gente
buena, hasta a la gente maravillosa, no se les cumple lo que piden en sus
oraciones. Y cuando estas personas preguntan por qué, cuando acuden a sus
sacerdotes, a sus rabinos y a sus ulamas y les preguntan: ¿Por qué no me ha
otorgado Dios lo que he pedido?
¿Acaso no he sido un siervo bueno y fiel?, les responden: «Los caminos
del Señor son misteriosos. A ti no te corresponde preguntar, sino aceptar».
Sin embargo, se dice que la Creación Personal funciona sin falta. Dios
puede decir que «no», pero la Creación Personal sólo dice que «sí». Siempre
produce resultados. No es más que una cuestión de dónde pones tu atención, de
qué es lo que sientes con mayor fuerza.
00000
En esto consiste la gran amenaza de la Creación Personal, y por eso se ha
tenido oculta tras un velo.
Mientras pensemos que Dios puede decir que «no» a cualquiera de
nuestras peticiones, estaremos dispuestos a hacer cualquier cosa que creamos
necesaria (o cualquier cosa que nos digan que es necesaria) para hacer que Dios
diga que «sí». Y así es como ejerce la religión su control, pues es la religión la que
nos dice lo que debemos hacer para que Dios nos diga que «sí».
La Creación Personal, por su parte, responde con un «sí» a todas las
peticiones; y todo pensamiento, toda palabra, todo acto, son una petición.
Si este proceso funciona de verdad, se ha puesto en nuestras manos un
poder creador extraordinario. A algunas religiones organizadas les parece que se
Dios es Felicidad
79
trata de un poder excesivo para que ellas sigan pudiendo justificar sus dogmas,
sus doctrinas, sus decretos y sus decisiones.
Así pues, si intentas «crear» algo por tu libre albedrío, puede que te
acusen de apostasía, que es un acto de rebeldía semejante al de Satanás, pues
también Satanás (según nos dicen los religionistas), con su soberbia, quiso tener
el Poder de Dios, hacerse igual a Dios, ser tan glorioso como Dios, y por ello fue
expulsado del cielo y condenado al tormento eterno de la separación de lo Divino,
en compañía de los reprobos que fueron enviados con él al infierno por su maldad.
El verdadero peligro de la Creación Personal es que supone concebirnos a
nosotros mismos de una manera nueva... y concebir a Dios de una manera nueva.
00000
Jesús de Nazaret nos invitó a hacer estas dos cosas increíbles, y por ello lo
crucificaron.
Nos dijo que nos concibiésemos de una manera nueva y que
concibiésemos a Dios de una manera nueva. No lo dijo con estas palabras, pero lo
que dijo significaba esto mismo exactamente. Y también dijo otras cosas que
desvelaban muy directamente Gran Verdad.
Las ideas que comunicó Jesús a las gentes de su época cayeron en su
mundo como un rayo. Iba por ahí diciendo cosas tales como: «Pedid, y se os dará;
llamad, y se os abrirá. Pues todo el que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y
al que llama, se le abrirá».
Está claro que la Creación Personal es esto justamente. Es, precisamente,
lo que intentaron contarnos hace muchos años maestros como Émile Coué y el
reverendo doctor Norman Vincen Peale y Harold Sherman. Es precisamente lo que
intentan decirnos (desde hace ya muchos años) Esther y Jerry Hicks; es lo que nos
enseña Wayne Dyer y lo que ha expresado Conversaciones con Dios de una
manera tan apasionante y accesible, y lo que nos han animado a aceptar muchos
maestros y mensajeros durante cientos de años.
Es verdad que no todos los mensajeros que han hablado de la Creación
Personal a lo largo de los años han dejado claro que lo que estamos utilizando es
el poder de Dios. Pero Jesús sí que lo dejó claro. Dijo: «¿Quién entre vosotros, si
su hijo le pide pan, le dará una piedra?
Dios es Felicidad
80
¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Si vosotros, que sois
malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más dará cosas buenas
vuestro Padre, que está en los cielos, a quien se las pide?».
Aquí tenemos, por tanto, el eslabón perdido.
00000
Como ya hemos comentado, algunas personas que han oído hablar de la
Creación Personal la han criticado, considerando que incita a los seres humanos a
que se valgan por sí mismos excluyendo a Dios. En realidad, los maestros
mensajeros están incitando a los seres humanos a que se valgan por sí mismos in-
cluyendo a Dios.
A pesar de todo, a estos críticos no les falta razón en cierto sentido, pues
a muchas personas no se les ha dicho una cosa muy importante. No se les ha
dicho que...
La Energía de Atracción es uno de los grandes Principios de la Vida, y
estos principios son el Proceso de Dios.
No se les ha dicho que...
Emplear la Energía de Atracción no es más que otra manera de emplear a
Dios.
Cuando has entendido este proceso y su funcionamiento, ya no tienes que
preocuparte de nada. Jesús lo dijo bien claro. ¿Recordamos sus palabras?
«No os desveléis, diciéndoos "¿qué comeremos?" o "¿qué beberemos?" o
"¿con qué nos vestiremos?". Buscad primero el reino de Dios, y todo lo demás se
os dará por añadidura.»
Los religionistas pueden exclamar aquí: «¡Ajá! ¡Ahí lo tienes! Jesús
anunció abiertamente que la cuestión era acudir a Dios. ¿Nada de acudir a ti
mismo!. Jesús dijo: "Buscad primero el reino de Dios"».
Te puedes imaginar, por tanto, cuánto les puede molestar que se les
señale que Jesús dijo también muchas veces: «El reino de Dios está en vosotros».
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CAPITULO 24
LA MEJOR MANERA DE CONSEGUIR LOS OBJETIVOS PERSONALES
A pesar de que todos los maestros espirituales nos han recomendado a lo
largo de los siglos que no nos preocupemos por el yo, quiero repetir aquí que tener
objetivos personales en la vida no es malo en absoluto.
También quiero observar que, cuando comprendamos que la manera
mejor y más rápida de conseguir todos nuestros objetivos y de hacer la vida que
hemos soñado es ayudar a otros a conseguir sus objetivos y a vivir la vida que han
soñado ellos, habremos encontrado la clave de la felicidad perdurable.
Te prometo que esto no me lo estoy inventando yo. Es algo más que una
buena idea que se me ha ocurrido. Esto lo han vivido muchas personas que han
tenido gran éxito en la vida. Lee las citas que pongo a continuación. Léelas y
absórbelas. Son palabras de personas que tienen motivos para saber Cómo
Funciona la Vida.
Al ayudar a los demás nos ayudaremos a nosotros mismos, pues todo el
bien que hacemos recorre el ciclo completo hasta volver a nosotros.
FLORA EDWARDS
Nuestro propósito principal en esta vida es ayudar a los demás.
DALAI LAMA
Ayuda a los demás a alcanzar sus sueños, y alcanzarás los tuyos.
LES BROWN
Es literalmente cierto que la manera mejor y más rápida de triunfar es
ayudar a los demás a triunfar.
NAPOLEÓN HILL
Podrás tener cualquier cosa del mundo que desees, con sólo que ayudes a
un número suficiente de otras personas a conseguir lo que desean ellas.
ZlG ZlGLAR
Dios es Felicidad
82
Me parece interesante que tantas personas de mucho éxito hayan llegado
a una misma fórmula, a un mismo entendimiento, a una misma idea, a un mismo
planteamiento, a una misma descripción esencial de una manera de vivir que se
nos transmitió hace mucho tiempo...
Haz a los demás como quieres que te hagan a ti.
Cuando concibamos a los demás como divinos y los tratemos como
divinos, entonces se utilizará por fin la Energía de Atracción para el uso para el
que fue diseñada: para traernos a nosotros la realidad de nosotros.
Y no sólo a algunos de nosotros, sino a todos nosotros; no sólo a unos
pocos, sino a todos, hasta el último.
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CAPITULO 25
EL PROCESO DE LA CREACIÓN PERSONAL Y EL DOLOR DEL MUNDO
El lector no tardará en conocer los diecisiete pasos que conducen a la
mayor felicidad; pero antes de entrar más a fondo en la cuestión de cómo puedes
ser tú, personalmente, más feliz que Dios, debemos volver a una cuestión que ya
tocamos de pasada al principio mismo del libro. Prometí entonces que la estudia-
ríamos y la explicaríamos más adelante.
¿Qué hay de la gente que sufre, que tiene dolor, que está oprimida y que
vive en la miseria?
Al parecer, la mayoría de los «pensadores positivos» y de los defensores
de la Creación Personal no tienen respuesta a una crítica mordaz como la que
reproduje más atrás. Recordémosla:
La parte más molesta del mensaje, con diferencia, es la indicación de que
las personas que sufren dolor en sus vidas se lo están atrayendo de alguna
manera con sus pensamientos. Las victimas de las violaciones en la región de
Darfur no se lo buscaron. Los niños que sufren abusos no se lo buscaron. Los
africanos que mueren de hambre no se lo buscaron.
Dar a entender que todo esto está causado por «el pensamiento
incorrecto» es repugnante.
Si la causa de todo este sufrimiento no es «el pensamiento incorrecto»,
¿cuál es su causa entonces? ¿El destino?
La respuesta es, naturalmente, que la causa radical del gran sufrimiento
de la humanidad es la manera de pensar de la humanidad. Pero las cosas no son
tan sencillas. Pues no se trata simplemente de los pensamientos de los que sufren.
Se trata de los pensamientos de todos.
00000
Dios es Felicidad
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Es verdad que muchos de los que sufren, los que viven en una agitación
constante o hundidos en la miseria, han llegado a considerar que la situación
presente es «lo que les ha tocado en la vida». Han cedido, se han rendido. Han
rechazado la rebelión pacífica, no violenta, por inútil o imposible, y con su
consentimiento tácito han extendido sin saberlo (sin proponérselo, desde luego)
las condiciones que heredaron de los que los precedieron en su cultura o en su
sociedad.
Así, el pensamiento de los que sufren, su pensamiento subconsciente o
inconsciente constante, desempeña hasta cierto punto un papel en la creación de
las realidades que tienen que soportar. Claro está que esas personas no pidieron
sufrir esas condiciones de vida y esas vivencias. No es eso lo que estamos diciendo
aquí. Pero negar que el estado mental constante, continuo, de muchas personas
dentro de una cultura tiene algo que ver con las vivencias de esa cultura es negar
la evidencia que tenemos delante.
Pero ahora deberíamos observar (tenemos que observar) que los
sufrimientos de culturas y pueblos enteros también están creados en enorme
medida por la consciencia colectiva de otros que están en otras partes y que no
sufren. Pues son muchos de aquellos que no sufren los que permiten que prosiga
el sufrimiento de los demás, haciendo oídos sordos a las peticiones de ayuda y
diciendo, en muchos casos, que la culpa es en cierta medida de los que sufren, o
que al menos, sin duda, son ellos los que deben hacerse cargo.
Esta consciencia del «allá se las compongan», junto con la falta de
esperanzas de los que sufren, crea un muro de pensamiento virtual que a
cualquier grupo o individuo le resultaría difícil salvar o rodear.
00000
Debemos entender que la Creación Personal funciona a nivel colectivo
además de individual, y de esto es de lo que estamos hablando aquí. La
consciencia colectiva existe, y es muy poderosa. Los pensamientos combinados de
la multitud ejercen su efecto sobre la vivencia combinada de unos pocos.
Dios es Felicidad
85
En realidad, si achacamos al «destino» el hecho de que sufran multitud de
personas mientras que otros grupos no sufren, será sólo si entendemos la palabra
«destino» como acrónimo de De Todos los Pensamientos en Todas Partes3.
El «destino» está creado por el agregado total de las ideas de todos
acerca de alguna cosa. Es muy difícil [aunque no es imposible del todo) que un
individuo de un grupo cerrado de la sociedad sea capaz de superar el agregado
total de las ideas de todos dentro de esa sociedad, cuánto más las de los que
están fuera de ella.
Algunos individuos han superado este enorme obstáculo de energía y han
conseguido ascender, con todo en su contra, hasta grandes alturas dentro de
sociedades o de grupos donde la mayoría de los demás no lo han conseguido.
Solemos llamar a estos individuos «héroes», y les levantamos estatuas, damos su
nombre a los edificios y a los puentes y ponemos su retrato en las monedas y en
los billetes de banco. Mientras otros sufrían, ellos triunfaron. Pero ¿en qué estriba
la diferencia? ¿Cómo puede suceder esto?
La respuesta está relacionada, como era de esperar, con lo que pensaban
esos individuos. Está relacionada con su manera de «mantener» la idea que tenían
de sí mismos ante el conjunto. Está relacionada con cómo fueron capaces de
superar la consciencia que los rodeaba e, incluso, la consciencia colectiva de
grandes masas de la humanidad, que trabajaba en su contra. Está relacionada con
su manera de emplear el poder de la decisión individual, el compromiso y sus
ideas más íntimas de Quiénes Son Ellos en relación con todo y con todos los que
los rodean.
00000
En realidad, esto admite pocas dudas. Si hablas con personas de este tipo,
la mayoría te dirán esto mismo. Es lo que dicen cuando asisten a los actos de
graduación y licenciatura en los institutos y en las universidades, donde se les
suele invitar a pronunciar discursos. Todos les preguntan cómo lo consiguieron,
cuál es el secreto de su éxito.
3 Las palabras citadas forman en el original inglés (From All Thoughts Everywhere) las iniciales FATE, «destino». [N. del T.]
Dios es Felicidad
86
Son muy pocos de ellos, un porcentaje reducidísimo, los que dicen: «Ah,
yo no hice nada. No fue cosa mía. Tuve suerte». La mayoría dicen a esos
estudiantes que se gradúan: «No os confundáis. Vuestra suerte está en vuestras
manos».
¿Se puede aplicar esto a los niños hambrientos de África? ¿A las mujeres
violadas de Darfur?
No. Claro que no. No en sentido literal. La gente no está creando su propia
suerte a base de sentarse y de imaginarse a sí misma en tales situaciones, ni
aplicando conscientemente el «pensamiento incorrecto», llevándose así a tales
situaciones.
Es verdad que, como dijimos antes, en todas las sociedades y culturas hay
personas que tienen miedo a determinadas cosas y que piensan tanto
inconscientemente en esos miedos que acaban por atraer sobre sí mismas algo de
las cosas que temen. Y, sí, puede desarrollarse una cultura del sufrimiento. Pero
no es de esto de lo que hablan otros cuando dicen que les repugna la propuesta de
que las personas se acarrean sus propios problemas por el «pensamiento
incorrecto».
A mí tampoco me suena bien esta afirmación. Pero sé que lo que sí puede
pasar y pasa, en efecto, es que la energía poderosa de la consciencia colectiva
(que es quizá la fuerza creativa más poderosa de todas) pone en la vida de todos
nosotros vivencias infelices y resultados trágicos... resultados de los que caen
víctimas los individuos, aunque es evidente que éstos no eligen los resultados
conscientemente.
¿Es posible, entonces, que la consciencia colectiva supere a la elección
consciente individual? Sí. ¿Tiene que seguir siendo así para todos los individuos?
No.
00000
El propio Jesús exclamó en voz alta: Eli, Eli, lama sabachta-ni?Y pocos
recuerdan que en el momento de su propio sufrimiento estaba repitiendo palabras
del Antiguo Testamento, qué él conocía bien, claro está.
«Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» (Salmo 22, 1-3.)
Dios es Felicidad
87
Precisamente por el hecho de que la consciencia colectiva puede superar a
la consciencia individual y a la atención individual, precisamente por eso es tan
importante la consciencia colectiva, y tan vital elevar la consciencia colectiva de la
humanidad.
El modo de elevar la consciencia colectiva de la humanidad es,
naturalmente, elevar la consciencia individual de los seres humanos. Y por eso
hablar a la gente de la Creación Personal es bueno, no malo; es afirmativo, no
negativo; se debe fomentar, y no despreciar, ni ridiculizar, ni atacar porque
alguien no lo esté diciendo todo con las palabras exactas.
Sabemos, pues, que hasta los maestros espirituales del orden más
elevado pueden sufrir los efectos de la conciencia de masa. Vemos, por tanto, que
está claro que la gente que sufre en Darfur, y los que mueren de hambre en
África, y los niños que sufren abusos, y otras personas de nuestro mundo que
padecen daños profundos, individual y colectivamente, no tienen la menor «culpa»
en esta cuestión.
Pero la cuestión no es si tienen alguna «culpa». (Por cierto, ninguna
enseñanza acerca de la Creación Personal ni de la Energía de Atracción ha dado a
entender tal cosa jamás. Esa idea no es más que un muñeco de paja, una
conclusión manipulada y creada por los que quieren presentar una visión injusta
de su mensaje.) La pregunta es si el don divino de la Creación Personal que se ha
otorgado a todos los seres humanos puede servir para aliviar estos sufrimientos.
Y la respuesta, por supuesto, es que sí.
Jesús es un ejemplo impresionante de ello. Está claro que Jesús no fue
víctima de sus circunstancias sino Creador de ellas. Su llamada a Dios fue un
momento de olvido. Me alegro mucho de que quedara recogida en la Biblia, pues
nos indica a todos nosotros que hasta el mayor de los maestros puede tener un
momento de olvido, y esto nos aporta grandes esperanzas cuando también a
nosotros nos flaquea la memoria y nos imaginamos que somos víctimas de
nuestras circunstancias, en vez de ser una de las causas de la cuestión.
Pero Jesús se elevó al momento hasta su propio entendimiento superior,
empleando la Creación Personal para proseguir su viaje; y también nosotros
podemos hacer otro tanto. También esto fue un ejemplo que nos dio para que lo
siguiésemos. Y a lo largo de la historia humana han existido otros que también nos
han marcado ejemplos como éste, aún en sus momentos de mayores penalidades.
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Un ejemplo de nuestros tiempos que se nos ocurre es el de Nelson
Mandela.
(Estoy seguro de que al señor Mandela le resultaría incómodo que se le
cite comparándolo con Jesús; pero ¿acaso su respuesta ante sus agresores no fue
una respuesta semejante a la de Cristo? ¿Y acaso no marcó un ejemplo, no sólo
para su propio pueblo, sino para el mundo entero?)
Pero ahora viene una pregunta. Si todos los seres humanos somos
capaces de obrar así, aún dentro de nuestro olvido, ¿por qué no lo hacemos? ¿Nos
consideramos víctimas de nuestra propia impotencia? ¿Nos imaginamos que
nuestras vidas y nuestro mundo tienen el aspecto que tienen porque esto es, de
alguna manera, lo que Dios quiere?
Si es así, estamos cometiendo un error grave y lamentable. El mundo no
es hoy como es porque Dios lo quiera así, sino porque lo queremos nosotros.
Lo queremos.
Si no lo quisiéramos, podríamos cambiar el mundo de la noche a la
mañana. Podríamos eliminar el dolor, el daño, la tristeza y el sufrimiento en un
abrir y cerrar de ojos. Podríamos poner fin a la opresión, a la represión y a la
depresión con una velocidad tal que nos marearía. Podríamos eliminar la pobreza,
el hambre y la tristeza de un golpe.
Podríamos hacer todo esto si quisiéramos, si quisiéramos de verdad. Pero
la verdad es que no queremos. A nivel individual, puede que queramos en algunos
casos. A nivel colectivo está claro que no queremos, pues, si quisiésemos, se
haría.
Nunca es imposible deshacer lo que la humanidad ha infligido a la
humanidad. Quiero animar a todos a que recordemos siempre este mensaje y a
que lo llevemos a modo de estandarte de un pueblo compasivo y amoroso.
Nunca es imposible deshacer lo que la humanidad
ha infligido a la humanidad.
Creo que algún día daremos la vuelta a las condiciones de pobreza,
opresión e impotencia y a todos los sufrimientos de nuestra especie que tienen
causa humana. Y creo que ese día llegará más bien temprano que tarde. Creo que
los seres humanos nos vamos a levantar por todas partes para exigirlo, movidos
Dios es Felicidad
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por un nuevo sentido de quiénes somos y de cómo queremos que sea la vida en
este planeta. Y creo que muchos individuos encabezarán esta revolución espiritual
demostrando que es posible ser más felices que Dios.
00000
Aún diré más. Creo que las personas como tú, como tú, el que estás
leyendo este libro ahora mismo, estaríais dispuestas a poner en marcha este
proceso si creyérais que existe un modo de hacerlo.
Pues sí que existe.
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CAPITULO 26
CÓMO UTILIZAR EL PROCESO DE LA CREACIÓN PERSONAL PARA AYUDAR A TODO EL MUNDO
El propósito de la vida y el propósito de la Creación Personal son un
mismo propósito. No son cosas que la mayoría de la gente suela relacionar
mentalmente, y desde luego que no son cosas que estén dejando claras un
número suficiente de maestros de la Energía de Atracción.
El propósito de la vida y el propósito de la Creación Personal es traerte a ti
y a todo ser humano que hay en la Tierra la experiencia más grandiosa de quién
eres, hacer que seas más feliz que Dios, para hacer avanzar así la evolución del
alma. Tanto del alma individual como del Alma Única que Existe.
Estamos realizando un viaje del alma que no tiene nada que ver con el
cuerpo humano. No tiene que ver con tu cuerpo. Sólo tiene que ver con tu cuerpo
en la medida en que la estantería que has construido tiene que ver con el martillo
y la sierra que has utilizado para construirla. Como el martillo y la sierra, tu cuerpo
no es más que tu herramienta. Nada más.
Puedes utilizar esa herramienta para satisfacer tus propios caprichos
personales, o para ayudar a todo el mundo. La decisión es tuya.
Si crees que tú eres tu cuerpo, puedes sentir la tentación de optar por lo
primero. Si crees que tu cuerpo es algo que tienes, no algo que eres, puedes
sentirte inspirado a optar por lo segundo.
Por eso es importante que recuerdes siempre quién eres. Repite tres
veces al día, por la mañana, a mediodía y por la noche: «Yo no soy mi cuerpo. Mi
cuerpo es algo que tengo, no es lo que soy».
Esto te ayudará a mantenerte centrado en tu identidad real, que es el
verdadero propósito por el que estás aquí, tu verdadera razón de vivir, y el
propósito de la Creación Personal misma.
00000
Es verdad que este propósito se puede utilizar para traerte todo lo que
hay de maravilloso en la vida, cualquier cosa que desees. También es verdad que
Dios es Felicidad
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tú te defines a ti mismo en virtud de lo que dices que deseas. Y también es verdad
que cuando mejor y más deprisa funciona el proceso es cuando deseas para los
demás lo que quieres vivir tú mismo. Como ya he explicado antes, esto se debe al
Efecto Multiplicador.
Aquí estamos trabajando con energía. Debemos darnos cuenta de que, en
resumidas cuentas, estamos trabajando con energía pura, nada más. Los
pensamientos son energía. Las cosas son energía. Las emociones, los sentimientos
y las vivencias son energía. Dios es energía. La vida es energía expresada.
Todo es energía.
Cuando deseas para todo el mundo lo que deseas para ti mismo (paz,
alegría, sabiduría, felicidad y amor), multiplicas la energía que emites.
Cuando haces esto al mismo tiempo que lo hacen otros muchos,
multiplicas vuestra multiplicación. Has aumentado exponencialmente tu Potencial
de Impacto. Literalmente, habéis puesto a vuestro servicio el poder de Dios.
(«Siempre que os reunáis dos o más, allí estaré Yo.»)
Esto es importante, pues en lo que se refiere a los desafíos que afronta el
mundo, el axioma es el siguiente:
La energía que produce la solución debe ser igual
a la energía que produce el problema.
Albert Einstein observó que no es posible resolver un problema utilizando
la misma energía que produjo el problema. Es cierto. Debe tratarse de una energía
de otra clase; pero debe tener la misma intensidad.
00000
A las herramientas que utilizas para crear esta energía puedes llamarlas
oración intensa, meditación, pensamiento positivo, Creación Personal, Mecanismo
de la Manifestación, la «fórmula», el «misterio» o el «secreto»; pero todas ellas
son una misma cosa. Todas ellas forman parte de un proceso que puede llevarnos
hasta una felicidad mayor. Todas son un funcionamiento, una aplicación
intencionada, del proceso de la vida misma, del camino del universo. Éste es el
proceso de Dios. Así es como se mueve Dios.
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92
Émile Coué llamó a este proceso «autosugestión optimista». La conocida
aplicación de su autosugestión consciente: «Todos los días, en todos los sentidos,
me va cada vez mejor» (Tous lesjours a tous points de vueje vais de mieux en
mieux), es el ejemplo más conocido del método llamado Coueismo o método Coué,
según los autores de la Wikipedia, que también nos dicen que Coué fundó la
Sociedad Lorenesa de Psicología Aplicada en 1913. Su libro Afirmaciones y
autosugestión: el autodominio causó sensación en Inglaterra al publicarse en
1920, y también en Estados Unidos dos años más tarde.
Estas «revelaciones» siempre han causado sensación, como la está
causando hoy día la revelación del «secreto». Pero la sensación siempre tiende a
apagarse, y el mundo vuelve a su marcha de siempre.
Históricamente, la humanidad se ha iluminado con un rayo de esperanza
para volver después a su tristeza y a su angustia, a su agitación y a su conflicto, a
su dolor y a su sufrimiento. Pues las fuerzas que se oponen a las Nuevas
Revelaciones han repelido a lo largo de los siglos (y, sí, también en nuestros
tiempos «ilustrados») el mensaje de la potenciación personal interior, a favor del
decreto de confianza constante en fuerzas exteriores, a saber, la religión, el Estado
y Los Que Mandan.
La historia ha sido ésta; pero todo esto puede cambiar con sólo que nos
pongamos a nosotros mismos en la categoría de Los Que Mandan.
¿Lo hará así la humanidad?
Yo creo que la respuesta es afirmativa, y que esto sucederá cuando se
reconcilien el Poder Popular y el Poder Divino; cuando cada uno de ellos no sirva
para devaluar ni deshonrar al otro.
00000
Muchas personas me preguntan: «¿Qué puedo hacer para contribuir a
cambiar el mundo? ¿Qué puede hacer una sola persona?».
Una sola persona puede hacer muchísimo. Y lo primero que puede hacer
cualquier persona es apalancar la intención individual, ampliándola hasta una
proporción de impacto global. Esto se consigue de manera sencilla empleando el
Efecto Multiplicador.
Dios es Felicidad
93
He aquí algunas sugerencias sobre el modo en que puedes aplicar la
Creación Personal y el Efecto Multiplicador para crear alegría y felicidad, paz y
prosperidad para todo el mundo:
• Pon en marcha un grupo de Enfocar la Creación Para Todo el Mundo.
Reunios una vez por semana, por teléfono, el grupo puede extenderse
por todo el mundo!), y pasad tres minutos enfocando vuestra atención
conjunta, con intención clara, en un resultado determinado que queráis
ver en el mundo. Ésta es la herramienta maravillosa y poderosa de
Enfocar la Creación para otros, más que simplemente por uno mismo.
Aplica el Efecto Multiplicador, y puede producir efectos notables en un
tiempo sorprendente.
• Recordad que la clave es la atención colectiva con intención clara. No os
limitéis a pensar en un problema del mundo. Pensad en el resultado
que queréis producir. Yo llamo a esto Atención de Intención. Te puedo
decir, por experiencia personal, que resulta extremadamente eficaz.
• No pretendas producir un resultado demasiado genérico, tal como «la
paz mundial» o «mayor prosperidad para todos los pueblos». Evoca,
más bien, un resultado determinado. Di con tus pensamientos palabras
que describan vivencias concretas. Ve esos resultados. Pasa en la
pantalla de tu mente escenas de esos resultados, como si fueran una
película. Invita a tu grupo a que haga eso mismo. Podría ser
interesante dibujar imágenes del futuro. Pueden ser imágenes sencillas,
muñecos como de cómic. No es preciso que seas un gran artista para
recoger en el papel las visiones que quieres que se manifiesten en la
realidad. Otra técnica consiste en crear un Tablero de Visiones, a base
de fotografías tomadas de revistas, de periódicos o de donde puedas
encontrarlas, de los resultados que quieres que se manifiesten. Recorta
una foto de una familia sentada ante una buena comida y escribe
debajo: Los que pasan hambre en el mundo. Estas técnicas, y otras
semejantes, pueden funcionar y funcionan. No son más que
herramientas que te ayudan a enfocar nítidamente tus pensamientos y
a despertar tus sentimientos, es decir, tu energía espiritual.
Dios es Felicidad
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• No cambiéis de una semana a otra el resultado que queréis evocar;
seguid enfocándoos en un mismo resultado durante varias sesiones al
menos.
• Si queréis incrementar el poder del enfoque de energía en algún
período determinado de crisis aguda en el mundo, podéis optar por
celebrar más de una vez por semana vuestras llamadas de Enfocar la
Creación. Como organizador de la llamada, puedes convocarla cuando
quieras. Los que puedan participar, participarán. Los que no puedan,
participarán en la siguiente. Confía en ello.
• Organiza en tu propia casa una clase o grupo de estudio de Enfocar la
Creación dos veces al mes. Comparte con los demás la información que
tienes ahora sobre las tres partes del «secreto» (la tercera parte, Cómo
Hacerlo, se describe maravillosamente en el libro extraordinario de
Esther y Jerry Hicks La Ley de la Atracción: el secreto que hará realidad
todos tus deseos, que puedes utilizar como texto de enseñanza.
También te puede interesar pasar la película El Secreto. Después, pasa
a otros textos en los que se debate también esta herramienta
maravillosa, entre ellos el que tienes ahora en las manos, y otros
títulos que he citado en este libro).
• Afilíate a una comunidad global que opte por utilizar la Energía de
Atracción para fines más amplios que el enriquecimiento personal y la
satisfacción de los deseos personales. (Al final de este libro aparece
indicado uno de los modos en que puedes hacerlo.)
• Suscríbete al boletín electrónico mensual Creating For All The World (en
www.nealedonaldwalsch.com) y aporta a su contenido. Cuenta al
mundo tus experiencias con la Creación Personal, tanto para ti mismo
como para tu mundo, e invita a otras personas de todo el planeta a
participar en este proceso de Enfocar la Creación para que todos
puedan ser insoportablemente felices, viviendo el asombro y la alegría
y la maravilla de la comunión con Dios por medio de la Creación
Personal.
• Escucha la teleconferencia mensual Focusing Creation (Enfocar la
Creación) (puedes encontrar información sobre ella en
www.nealedonaldwalsch.com), en la que participan personas de
Dios es Felicidad
95
todo el mundo para escuchar cada mes una nueva «miniconferencia» y
después hacer preguntas y compartir las experiencias de llevar paz y
armonía, alegría y abundancia, plenitud y el milagro de la autorreali-
zación a las gentes del mundo y a sus propias vidas.
Éstas son sólo algunas de las cosas que puedes hacer para ampliar el
alcance y el horizonte de tu trabajo con la Creación Personal, haciendo así de la
«atracción» la herramienta más poderosa que ha conocido jamás el mundo para
crear la Paz en la Tierra y la alegría en el corazón colectivo de la humanidad.
Y, por último, no te descartes a ti mismo. Recuerda lo que hemos dicho.
No tiene absolutamente nada de malo que te incluyas a ti mismo en la lista de
personas de todo el mundo para las que quieres evocar la paz, la prosperidad y el
amor. !Permítete a ti mismo utilizar la Energía de Atracción para evocar toda la
alegría y la maravilla que te puede traer la vida, bajo la forma que elijas tú
alegremente!
Dios es Felicidad
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CAPITULO 27
DIECISIETE PASOS PARA SER MÁS FELICES QUE DIOS
Está bien. Ya hemos creado un contexto amplio dentro del que podemos
considerar los pasos que esbozamos aquí, al principio de nuestras exploraciones.
Vamos a ver ahora estos pasos poderosos que puedes dar para que tu vida sea
más gozosa, más pacífica, más realizada, más emocionante, más satisfactoria y
más divertida.
Yo creo que toda la humanidad puede ser más feliz que Dios. Esto se
producirá después de la segunda gran reforma de las religiones de la humanidad.
No te desanimes. Está de camino. Va a producirse, más bien pronto que
tarde. En el diálogo titulado El Dios de mañana se me dijo que tendría lugar en un
plazo de veinticinco a treinta años, o quizá menos, en función de las circunstancias
del mundo.
El mundo está perdiendo la paciencia consigo mismo. Sus habitantes ven
que el camino que llevamos, que el modo en que estamos cocreando la vida sobre
la tierra, no es sostenible. Ven también que son muchas de nuestras creencias
más fundamentales acerca de Dios y de la vida (aunque desde luego que no todas)
las que están provocando nuestras conductas disfuncionales. Por eso puedes
esperar un cambio importante de nuestra experiencia religiosa, que se
transformará, en un futuro no muy lejano, en lo que yo he llamado la Nueva
Espiritualidad.
Mientras tanto, puedes ser muchísimo más feliz de lo que has sido nunca
a nivel personal... ¡por muy feliz que hayas sido!
He aquí diecisiete pasos que te pueden llevar hasta allí.
1. Pon fin a la Teología de la Separación
Trabaja tu propia vida y tu sistema personal de creencias para eliminar
todo pensamiento de separación de Dios. Libérate de esa teología, sin más.
La Teología de la Separación es una teología que se empeña en que
nosotros estamos «aquí» y Dios está «allá». Su doctrina nos dice que Dios nos
separó de Él en castigo por nuestros pecados, y que nuestra tarea consiste ahora
Dios es Felicidad
97
en volver a Dios, lo cual sólo es posible si Dios lo permite; y sólo lo hará si
obedecemos sus mandamientos, si seguimos sus leyes y si nos sometemos a su
voluntad. En resumen, debemos hacer Lo Que Dios Quiere. (Puede consultarse mi
estudio detallado de este tema en mi libro What God Wants, Atria Books, 2006.)
Esta Teología de la Separación ha producido una Cosmología de la
Separación (es decir, una manera de entender la vida en este planeta con la
separación como principio básico), que ha producido, a su vez, una Sociología de
la Separación (es decir, una manera de socializar nuestra especie que nos exige
comportarnos como seres separados, al servicio de nuestros respectivos intereses
separados), que ha producido una Patología de la Separación (es decir, una
conducta patológica que produce sufrimientos, conflictos, violencia y muertes a
nuestras propias manos).
Nuestra Patología de la Separación sólo se curará cuando nuestra Teología
de la Separación se sustituya por una Teología de la Unidad. Debemos llegar a
entender que toda la vida es Una. Éste será tu primer paso, y es el primero de mi
lista. Es el principio del fin de cómo son las cosas ahora. Es el comienzo de una
creación nueva, del hacer realidad la próxima versión, la más grandiosa, de la
visión más grande que hayas tenido nunca de Quién Eres.
La Verdad Callada nos revela que la Unidad no es una característica de la
vida... sino que la vida es una característica de la Unidad.
La vida es la expresión de la Unidad Misma. Dios es la expresión de la
Unidad Misma. La Vida y Dios son Uno. La Unidad es Dios y la vida. Es un círculo.
Cuando hemos entendido esto, vemos a Dios en todos y en todo. Incluso
en nuestros yos divinos. Vemos claramente que somos Dios diosando. Es decir,
Dios en el acto de recrearse a sí mismo. Dios, y la vida, evolucionan. Dios no
permanece nunca igual, sino que se hace mayor y más de lo que es Dios a cada
momento.
Dios es más de todo ahora mismo que lo era hace un nano-segundo.
Cuando resolvamos nuestro propio caso de «error de identidad», cuando nos
identifiquemos con Lo Que Es Dios, entonces seremos tan felices como Dios.
Pero, ahora, atiende a lo siguiente. Si empleamos el término «Dios» para
indicar la Divinidad Colectiva, y el término «tú» para indicar la individualización de
la Divinidad, y si llega el día en que tú hayas elevado tu consciencia hasta un nivel
Dios es Felicidad
98
en que seas más feliz que muchas otras individualizaciones...; bueno, pues
entonces serás más feliz que «Dios».
La individualización que eres «Tú» tendrá una consciencia más elevada
que el número máximo de otras individualizaciones de la Divinidad que llamamos
«Dios», del mismo modo que otros mensajeros, avatares y maestros anteriores
(Buda, Moisés, Jesús, Mahoma y otros más) tuvieron la experiencia de la elevación
de sus propias Consciencias Individualizadas por encima del nivel de la Consciencia
Colectiva. Entonces asumieron la misión de elevar la Consciencia Colectiva de la
humanidad para que la Totalidad Que Es Dios pudiera evolucionar todavía más,
expandiéndose más aún en la consciencia y en el autoconocimiento total. Eso es lo
que hacían ellos aquí.
Toda vida es divina, y cuando tratemos a toda vida como divina, lo
cambiaremos todo. Pues ¿cómo es posible que un solo aspecto, que una sola
Individualización de la Divinidad sea completamente feliz mientras alguna otra
Individualización sea completamente infeliz? La respuesta es que no es posible. Y
así nos elevaremos unos a otros, para que todos podamos vivirnos a nosotros
mismos siendo «más felices que Dios».
«He venido para que podáis tener vida y con mayor abundancia», dijo un
Maestro. Y el Maestro-Que-Hay-En-Ti dirá un día lo mismo. Cuando la tierra se
transforme de este modo, persona a persona, ya no morirán niños de hambre. No
habrá millones que sufran opresión. Las naciones ya no lucharán contra las
naciones. Cuando tratemos a todos como Divinos, ya no habrá guerras.
2. Mantente en contacto con quien eres
Recuerda que tú no eres tu cuerpo sino un alma que realiza con el cuerpo
un viaje de gozo. Recuerda que tu alma es una parte eterna de Dios. Recuerda que
Dios y tú sois Uno. Después, ten bien claro lo que es más importante para esa
Individualización de la Divinidad que se está manifestando como Tú, aquí mismo,
ahora mismo. Trátalo todo y trata a todos como si estuviera y estuvieran
sintonizados perfectamente con todo y sincronizados perfectamente con el
programa de trabajo de tu alma.
Entiende que, por ser Quien Eres, nada puede hacerte daño, y no
necesitas nada para ser absolutamente feliz en este cuando/donde de tu existencia
eterna.
Dios es Felicidad
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Lo que te digo aquí es que te veas a ti mismo como a un Ser Espiritual con
cuerpo, con la misión sagrada de la autorrealización y de la autocreación. Empieza
por darte cuenta de Quién Eres de Verdad; después, re-créate a ti mismo en la
próxima versión, la más grandiosa, de la visión más grande que hayas tenido
nunca de ese Quien Eres. Tu tarea diaria, que no es tan difícil como puede parecer
al principio, es la siguiente: Recuerda tu identidad. Retén tu identidad. Recrea tu
identidad.
Recuerda tu identidad contra todos los indicios que indiquen lo contrario.
Retén tu identidad ante todas las situaciones que tiendan a negarla.
Recrea tu identidad ante todas las invitaciones que te haga la vida a
quedarte donde estás.
3. Da a los demás todas las vivencias que buscas tú
El modo más rápido y más fácil de retener tu identidad es poner a los
demás en contacto con la suya. El modo más rápido para tener cualquier vivencia
es hacer que los demás tengan la misma vivencia. Si quieres vivir tu Yo Divino y tu
identidad verdadera, haz que otro viva su Yo Divino y su identidad verdadera.
Devuelve a las personas a ellas mismas.
Esto lo puedes hacer de cien maneras, en mil vidas, en un millón de
momentos.
Si quieres vivir cualquier cosa en tu propia vida, haz que otro la viva en la
suya. Si quieres vivir el amor, haz que otro sea amado. Si quieres conocer la
abundancia, haz que otro tenga abundancia. Si quieres conocer el éxito, haz que
otro alcance el éxito. Si quieres conocer el poder, haz poderoso a otro. Si quieres
conocer la sabiduría, haz sabio a otro. Si quieres conocer el amor romántico, haz
que a otro le den amor romántico. Si quieres conocer el perdón, haz que a otro lo
perdonen. Si quieres conocer la seguridad y la tranquilidad, haz que otro esté
seguro y tranquilo. Si quieres conocer la vida de pareja perfecta, haz que otro viva
perfectamente en pareja. Si quieres conocer la paz, haz que otro esté en paz.
Lo que estoy diciendo aquí es que por donde mejor empieza la Creación
Personal es en otro. Enfócate primero en el otro, siempre en el otro, no empieces
nunca por el Yo, y lo que quiera vivir el Yo se hará realidad multiplicado por siete.
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100
Cualquier cosa que quieras crear para ti mismo, créala para otro. Esta es la forma
más poderosa de la Energía de Atracción.
¿Por qué funciona esto? Lo que llevas a otro, lo traes al Yo, pues no existe
otro en la realidad última. Sólo existe el Yo. Cuando entiendas esto, habrás
entendido todo lo que te hará falta para aprender a ser más feliz que Dios.
4. Ten claro que nada de lo que ves es real
Vivimos en el mundo de la ilusión (ver en Comunión con Dios una
exposición extraordinaria de las Diez Ilusiones de los Seres Humanos). Entenderás
tu relación verdadera con todo lo que te rodea cuando te consideres a ti mismo
como un ilusionista que contempla sus propios trucos. Diviértete, como se divierte
un buen ilusionista, pero no olvides ni por un instante que todo es una ilusión. Lo
que es más importante, no olvides que eres tú el que estás creando la ilusión. Por
tanto, procura no perderte en ella.
Lo que estoy diciendo es que te mantengas por encima del fragor de la
lucha, advirtiendo que tú mismo estás creando tu propia vivencia de toda ella. Las
circunstancias exteriores pueden presentarse de maneras muy diversas, pero tú
controlas por completo la manera en que respondes y reaccionas a ellas. El
momento en que eliges tu respuesta, y la eliges libremente y con toda atención, es
el momento en que te recreas a ti mismo de nuevo. Este es el Momento de Poder.
Este es el Tiempo de la Magia. Este es el Instante de Intención, en el que lo que
eliges convertirte se revela a sí mismo en tu realidad vivida. Es cuando decides
acerca de ti mismo y te ves a ti mismo siendo lo que has decidido ser,
secuentáneamente. (Esta es la vivencia en que una cosa sucede tanto secuencial
como simultáneamente.)
Sabe siempre que lo que está pasando es lo que está pasando, pero que
la manera en que tú vives lo que está pasando la estás inventando tú.
5. Decide que tú no eres tu «historia»
Para vivir lo que está pasando de una manera que mantenga tu felicidad,
lo más probable es que tengas que abandonar tu historia.
Tu «historia» son todos los datos que has recogido acerca de lo que te ha
pasado en tu vida, y la realidad que te has fabricado acerca del tipo de persona
que eres tú y que son las demás personas, y de cómo os hicisteis así todos.
Dios es Felicidad
101
Por ejemplo, cuando yo era niño, a los ocho años más o menos, me
echaron al agua. Yo todavía no sabía nadar, de modo que estaba jugando y
bañándome con un flotador hecho de una cámara de neumático, cuando unos
chicos mayores y brutos decidieron sin más echarme al agua donde cubría mucho
más que mi altura. Ellos no sabían que yo no sabía nadar, pero yo sí que lo sabía,
y no olvidé jamás aquel miedo helado, que se convirtió en seguida en terror
desenfrenado mientras me debatía en el agua intentando llevarme aire a los
pulmones. Desde entonces pasé muchos años sin acercarme al agua, hasta bien
entrada mi edad adulta. Al menos, sin aventurarme más allá de donde hacía pie.
Todos nosotros tenemos historias como éstas, y todos tenemos un millón
de historias así. Nuestras historias están compuestas de incidentes grandes y
pequeños que se extienden a lo largo de una vida. Nos convertimos en la suma
total de estos encuentros... a no ser que lo evitemos. En un momento dado
podemos soltar una idea que albergamos acerca de nosotros mismos y de los
demás, porque comprendemos que es necesario soltarla si queremos seguir
adelante en la vida.
La felicidad no la encontrarás nunca en tu historia; sólo la encontrarás en
tu decisión más nueva y más grandiosa acerca de ti mismo y de los demás. Esto
puede significar tener que decirte a ti mismo, respecto de muchas cosas que han
sucedido: «Eso fue "entonces"; y esto es "ahora"». Ninguna de esas cosas ejerce
ninguna relación sobre lo que está sucediendo en este momento.
Un chico se ha criado con una madre dominante, exigente, crítica, a la que
nada le parecía bien. El chico se marcha de casa de su madre a los dieciocho años
y sigue viviendo su vida, a la que parece que se ha adaptado bastante bien. A los
veintitrés, se enamora y se casa. Unos meses más tarde, a su esposa le molesta
un poco una conducta de él. (Puede que no se trate de nada importante. Puede
llegar a ser algo muy insignificante. Que él se olvida siempre de poner el tapón en
la pasta de dientes...) Ella se lo comenta, y él estalla. «;Eh! [No me agobies! No-
me-agobies.» Ella lo mira, atónita. ¿De dónde ha salido esto?
Ha salido de su mente reactiva. Pero la invitación transformadora es para
que salgas de tu mente creativa. Es para que te crees a ti mismo completamente
nuevo, como quieres ser, no como has sido siempre. Aunque hayas tenido buenos
motivos para ser como has sido siempre.
Dios es Felicidad
102
Es importante que entiendas que tu mente subconsciente no conoce la
diferencia entre el Entonces y el Ahora. Guarda todos los datos en un lugar donde
no existe el tiempo. Por eso te puedes despertar una noche cubierto de sudor frío
por haber soñado con una cosa que pasó hace veinte años. Tu mente sub-
consciente (que, dicho sea de paso, controla la mayor parte de los sistemas de tu
cuerpo) no sabe que lo que estás recordando no está sucediendo en realidad.
Reaccionar es ni más ni menos que lo que la misma palabra indica. Es
actuar (accionar) otra vez como actuaste antes. Éste es un camino que conduce
con toda seguridad a la infelicidad, pues la felicidad máxima se encuentra en la
creación, no en la reacción.
Lo que estoy diciendo aquí es que lo que te está invitando a hacer la vida
es a vivirte a ti mismo y vivir el momento que estás viviendo en cualquier
cuando/donde determinado, tal como tú quieres vivirte a ti mismo, y no como
solías vivirte a ti mismo.
Se te invita a que renuncies a tu identidad anterior, a que abandones tus
ideas viejas acerca de ti mismo, y a que te figures que la vida ha vuelto a
comenzar para ti ahora mismo, al menos en lo que respecta a las decisiones más
importantes respecto de quién eres y de cómo te van las cosas. En algunos
círculos, a esto se le llama volver a nacer.
6. Ten sólo preferencias
Muchas personas se hacen infelices a sí mismas simplemente porque les
resulta imposible aceptar la vida tal como se está presentando aquí mismo, ahora
mismo. Nada les parece lo bastante bueno y nada está bien del todo. Como en el
cuento de la princesa y el guisante, estas personas no pueden sentirse cómodas
de ninguna manera con su situación ni sus circunstancias, con su entorno o con
sus compañías. Nada funciona, nada es lo bastante bueno, lo bastante rápido, lo
bastante grande. Son unas personas que siempre encontrarán el motivo para no
ser felices del todo, mientras exista eso que llamamos tiempo meteorológico. No
son capaces de celebrar lo que es, sino que necesitan, más bien, quejarse de lo
que no es.
Celebrar o quejarse: ésta es la opción de cada momento. Si eliges lo
primero en vez de lo segundo, tu vida podrá llenarse de sonrisas para siempre.
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Verás, existe una manera de ser más felices que Dios, y consiste en no exigir que
nada sea diferente en ningún sentido de como es ahora mismo.
Esto no significa que no aspires nunca a cambiar nada. Sí que significa
que no bases tu felicidad en si se está produciendo o no ese cambio. Es una
cuestión de dejar de vivir la vida a base de adicciones y pasar a vivirla a base de
preferencias.
Si te ofrecen una copa de helado de vainilla y la verdad es que prefieres el
de chocolate, no tiene nada de malo que indiques tu preferencia; de hecho, es
muy sano que la indiques. («Muchas gracias, muy amable. Pero, con su permiso,
¿hay helado de chocolate, por casualidad? A decir verdad, ies el que más me
gusta!»)
El fruto de estas palabras sinceras puede ser que te acaben dando el
helado que más te gusta! Y lo peor que puede pasarte es que te tengas que
conformar con el de vainilla, lo cual tampoco está mal, pues tu afición al helado de
chocolate no es para ti más que una preferencia y no una adicción.
Siempre podrás saber si tienes adicción a algo, en vez de simplemente
preferirlo, observando si la falta de ese algo te hace perder la felicidad.
En el ejemplo anterior, estamos suponiendo que no serías infeliz si no te
dieran helado de chocolate, sino que estarías contento con el de vainilla. Por tanto,
el helado de chocolate no es más que una preferencia y no una adicción.
La idea para la vida consiste en convertir tus adicciones en preferencias.
Encontré por primera vez este concepto en el libro extraordinario de Ken Keyes
Hacia la expansión de la conciencia. Recomiendo a todos este libro de visión
profunda.
Las adicciones se transforman en preferencias por el sencillo método de
observar sinceramente cuánto te perderías de verdad si no tuvieras lo que crees
que quieres y que necesitas aquí mismo y ahora mismo. Suele ser con frecuencia
mucho menos de lo que te piensas.
Lo que estoy diciendo aquí es que, mientras se esté viviendo la vida,
siempre habrá algo que celebrar. Ver el vaso medio lleno, más que medio vacío, es
algo más que un aforismo ñoño. Es la clave de la felicidad perdurable.
Si sales de tu historia el tiempo suficiente para echar una mirada a la vida
con sinceridad y para darle una oportunidad, advertirás que la vida te está
presentando ahora mismo y casi a cada momento todo lo que necesitas para estar
Dios es Felicidad
104
satisfecho y en paz. Lo único que tienes que hacer para vivirlo así es cambiar tus
requisitos para este momento presente.
El cambio de requisitos es muy sencillo, en realidad. No es más que una
cuestión de cambiar de opinión acerca de lo que necesitas ahora mismo. La verdad
es que no necesitas nada en especial. La «Necesidad» es una de las Diez Ilusiones
de los Seres Humanos. No es real. A ti te puede parecer un desafio asumir esta
idea dentro de tu realidad vital, pero quizá no te cueste tanto esfuerzo ver que la
mayoría de las cosas que te parecía que no podías vivir sin ellas no las necesitabas
en realidad. Habrás encontrado una manera no sólo de existir sin esas cosas, sino
de sonreír, reír y ser feliz sin ellas.
El «Requisito» es otra de las Diez Ilusiones de los Seres Humanos (puedes
ver la lista completa, con su explicación, en el Apéndice). Es la ilusión de que
existe algo que debes tener absoluta y necesariamente para poder vivir. Pero no
hay nada que debas tener aparte de lo que ya tienes ahora mismo, que es el Yo tal
como es en realidad. No puedes morir, y tu vida no puede terminar, porque tú
eres la vida misma manifestada. Cuando hayas entendido esto, ya no temerás a la
muerte, y entonces ya no temerás a la vida. Tampoco volverás a sentir una
necesidad apremiante y visceral de nada en particular. Esto lo cambia todo.
7. Ve la perfección
Velo todo tal como es: el suceso perfecto, que viene en el momento
perfecto para proporcionarte la oportunidad perfecta de expresar de la manera
perfecta aquello que es la Perfección Misma. En su relación personal contigo, la
perfección es el Yo que has elegido ser y que ahora optas por demostrar y vivir.
Ésta es una cosa que la mayoría de la gente no es capaz de admitir y que
se niega a reconocer; pero es la verdad acerca de ti; y Dios lo sabe. Lo que he
aprendido yo a consecuencia de mis tratos directos con Dios es que yo soy íntegro,
Completo y Perfecto tal como soy. Y tú también lo eres.
Esto se aplica igualmente al sabio y al pecador, al ángel y al canalla. En el
mundo de Dios no hay pecadores ni canallas. Sólo hay Individualizaciones de la
Divinidad, algunas de las cuales han olvidado Quiénes Son de Verdad.
En cada uno de los momentos dorados del Ahora tenemos la oportunidad
de aprovechar ese momento, y todo lo que encierra y ofrece, para recordar
Quiénes Somos de Verdad; y, a continuación, para demostrarlo. La vida nos otorga
Dios es Felicidad
105
los dones de la eternidad y del infinito para que podamos conocernos a nosotros
mismos en nuestras propias vivencias... y para que, después, nos recreemos a
nosotros mismos de nuevo en la próxima versión, la más grandiosa, de la visión
más grande que hayamos tenido nunca de Quiénes Somos.
Éste es el proceso que llamamos evolución. Éste es Dios diosando.
Lo que estoy diciendo aquí es que no juzgues ni condenes a las personas
ni los sucesos que te pone delante la vida, sino que mantengas la conciencia plena
de que tú, tú mismo, te los has atraído, para que puedas cumplir todas las
posibilidades de la vida, su promesa y su propósito.
William Shakespeare escribió: «Nada es malo hasta que nuestros
pensamientos lo hacen malo». Nos estaba diciendo que una cosa es lo que la
queramos llamar. Con esta idea nos entregó las llaves del reino.
8. Sáltate el drama
Recuerda que nada tiene más significado que el que tú le atribuyas.
Repítelo mentalmente, en silencio, en cualquier momento de estrés o de
alteración: Nada tiene más significado que el que yo le atribuyo.
Es una variante de las palabras de Shakespeare que acabamos de citar, y
la primera vez que las vi expresadas de este modo fue en Un curso de milagros.
Estas diez palabras pueden cambiar toda tu manera de vivir la vida. Pueden frenar
en seco el drama. Pueden partir por la mitad la confusión y la angustia emocional.
De hecho, pueden llegar a eliminarlos por completo.
Apréndete de memoria esas diez palabras y utilízalas a modo de mantra
cuando te parezca que se te está estropeando el día... o la carrera profesional, o la
vida de pareja, o cualquier otra cosa que hayas preparado y trabajado con tanta
dedicación. Recuerda que en muchos casos en que parece que se nos está estro-
peando la vida, lo que pasa es que se nos está arreglando por primera vez.
Cuando yo me alteraba por las cosas cuando era niño, mi madre me
decía: «¿Qué importancia crees que tendrá esto cuando tengas noventa años?».
Esto me tranquilizaba un poco, evitando que cayera en excesos emocionales que
no eran buenos para nadie, y mucho menos para mí.
«Si crees que dentro de noventa años vas a estar sentado en tu
mecedora, en el porche de tu casa, preocupado por esto, preocúpate ahora. Si
Dios es Felicidad
106
crees que entonces vas a estar alterado por esto, altérate ahora. Si no lo crees,
déjalo sin más.» Esto es lo que me decía mi madre.
Me encanta esta palabra, «déjalo».
Déjalo...
Respira hondo y relájate.
Lo que estoy diciendo aquí es que no te precipites a ponerte en modo de
«reacción» en cuanto aparezca una energía negativa. Trabaja duro contigo mismo
para quedarte en el espacio de «creación». Date cuenta de que lo que estás viendo
puede ser simplemente el funcionamiento de la Ley de los Opuestos, que ejerce su
efecto en el Proceso de la Creación Personal. Adopta una postura de agradeci-
miento siempre que puedas. . . y no dudes en servirte del humor para alcanzar esa
postura. Yo he descubierto que el mejor es el humor con el que te ríes de ti mismo.
Es lo mejor de todo, sin discusión. Para acabar con los reveses y el drama
innecesario de mi vida, todo lo que tengo que hacer es reírme de mí mismo. Es
una excelente medicina.
9. Entiende la tristeza
No es lo mismo la tristeza que la infelicidad. Mientras escribía este libro
murió mi perrita, Lady. Me había hecho compañía durante más de catorce años.
Los últimos doce meses había padecido cada vez más dolores, por diversos
achaques y enfermedades. Al final estaba completamente sorda y apenas era
capaz de andar. En sus últimos días no podía levantarse siquiera.
Cuando murió, me puse triste, pero no infeliz.
¿Captas la diferencia?
No se trata de una diferencia sin importancia ni de un matiz trivial.
Yo estaba triste porque Lady ya no estaba conmigo, pero feliz porque ya
no sufría. Estaba feliz, muy feliz, porque había seguido su camino, celebrando su
Día de la Continuación.
Hasta me sentía «feliz de estar triste», porque mi tristeza me decía algo
acerca de mí mismo. Me decía que yo tenía cariño. Me decía que yo tenía amor.
Me decía que yo era un ser humano y que, a pesar del aspecto que estaba
adquiriendo el mundo a mi alrededor, insensibilizador para todos, yo había
mantenido el contacto con mi humanidad.
Dios es Felicidad
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Sí, estaba feliz de mi tristeza y de lo que me decía acerca de Quien Soy.
Mi tristeza me hacía sentirme bien.
Tu tristeza no tiene por qué hacerte infeliz. Tu tristeza, como señal de tu
situación en tu camino evolutivo, puede servirte de confirmación interior de la
profundidad de tus sentimientos y, por tanto, de quién eres como persona y como
ser espiritual.
Por eso, cuando muera alguien, consiéntete a ti mismo sentir duelo.
Cuando alguien te haga daño, permítete sentir tristeza. Y sobre todo cuando haces
daño a otra persona, permite que tu arrepentimiento vaya acompañado de
tristeza. Otórgate a ti mismo el don de la tristeza, y verás cómo sanas más deprisa
de todas las vivencias que te inspirarían la tentación de olvidarte de tu identidad
plena.
Lo que estoy diciendo aquí es que tu tristeza acerca de cualquier cosa no
debe impedirte ser más feliz que Dios, más feliz de lo que fuiste antes. La felicidad
es acumulativa. Cuanto más la sientes, mayor se hace. Ahora me siento más feliz
que en los días anteriores a cuando Lady se acostó por última vez. Me siento más
feliz que cuando tenía cincuenta años, más feliz que cuando tenía treinta años; de
hecho, me siento más feliz que nunca en mi vida.
Y he aprendido a acomodar mi tristeza y a tenerla dentro de mi felicidad,
convirtiéndola en una parte maravillosa de ésta. He aprendido, en efecto, que «la
felicidad» se alcanza por el proceso sencillo de abrazar toda la vida tal como es.
10. Deja de discutir con la vida
Una gran proporción de la falta de felicidad que sentimos en nuestras
vidas es consecuencia de nuestros juicios de valor. Tendemos a juzgarlo todo. A
las personas que nos rodean, las circunstancias que presentan éstas, los hechos
del momento y, naturalmente, a nosotros mismos.
Hay personas que no pierden una sola oportunidad de adoptar su postura
de juicio de valor. Es casi como si estuvieran juzgando la vida misma.
Constantemente.
Lo que resulta especialmente interesante acerca de la mayoría de los
juicios humanos es que la gente ni siquiera se basa en una medida objetiva para
llegar a sus conclusiones. En general, aplican una vivencia anterior, sus ideas
Dios es Felicidad
108
propias, su propia «historia», como base para tomar una decisión sobre otra
persona.
Naturalmente, nunca se les ocurre que bien podrían ser sus propias
vivencias, sus ideas, su «historia», las que estén algo desviadas. He observado
esto con el distanciamiento suficiente para llegar a la conclusión de que
probablemente yo mismo lo esté haciendo así. Por eso me he esforzado mucho en
sustituir los juicios a los demás por la reflexión sobre mí mismo.
Cuando siento la tentación de juzgar a los demás, miro dentro de mí para
determinar cuándo obré yo de esa manera en mi vida; cuándo produje yo esos
resultados en mi vida; cómo es posible que yo cometiera tales errores en mi vida.
De pronto, me llega una oleada de compasión que barre los juicios de valor y que
hace imposible una condena por mi parte.
Lo que estoy diciendo aquí es que en un corazón que tiene amor no hay
lugar para los juicios de valor. Pero recuerda que juzgar no es discernir, y observar
no es juzgar. Saber discernir es muy saludable, y hacer observaciones es muy
natural. Una observación dice: «Esto es así». Un juicio de valor dice: «Esto no
debe ser así».
Sobre todo, no te juzgues a ti mismo; pues Dios no te juzgará jamás. No;
ni ahora ni nunca. Esta es la verdad que está detrás de la verdad. Esta es la
verdad que no se puede pronunciar. Esta es la blasfemia de entre las blasfemias.
El Juicio y la Condena se cuentan entre las Diez Ilusiones de los Seres Humanos.
Sencillamente, no son reales.
11. Abandona todas las expectativas
Nada representa un obstáculo mayor para la felicidad duradera (o incluso
para la felicidad a corto plazo) que las expectativas. Abandónalas ahora mismo y
no vuelvas a albergarlas jamás, acerca de nada ni de nadie.
Olvídate de cómo crees que «deben ser» las cosas. En el universo no
existe el «debe ser». El «debe ser» es una invención humana que no tiene nada
que ver con la realidad última. Debes saber que los giros y los desvíos que nos
apartan del camino que creíamos que íbamos a seguir no son rodeos en absoluto,
sino que son el camino más rápido que conduce de donde estamos a donde
queremos estar. De lo contrario, no lo seguiríamos.
Dios es Felicidad
109
Confía en que Dios sabe lo que hace. Debes saber que la vida siempre
está conspirando a tu favor. Entiende que las expectativas no son más que la idea
que tienes acerca de algo, y que esta idea no tiene ni puede tener en cuenta el
tejido complejo de los viajes vitales que todos emprendemos de manera secuen-
cial y simultánea, en la vivencia cocreativa y colectiva del Alma Única expresada a
través de los Muchos.
Dicho de otro modo, aquí pasan más cosas de las que se aprecian a
simple vista. Hay más de un programa de trabajo. El objetivo es único, pero el
proceso es múltiple.
Si eres consciente de ello constantemente, descubrirás que el hecho de
aferrarte a las expectativas sólo sirve para encrespar el Plan Perfecto y su
representación en el escenario de la vida por todos los actores.
Lo que estoy diciendo aquí es que las expectativas marcan un límite al
modo en que defines la perfección, y que este límite constriñe tu creación de la
perfección misma. Por tanto, no esperes nada y acepta todo lo que recibas. Acoge
todo lo que se presente. Ama lo que es.
Byron Katie escribió hace unos años un libro extraordinario titulado Amar
lo que es: cuatro preguntas que pueden cambiar tu vida. A mí me encanta.
12. Ten compasión contigo mismo
No te consideres «malo» por ninguna vivencia negativa con que te
encuentres ahora (aunque tengas la sensación de que «te lo mereces» o de que
«tú te lo has buscado»; de hecho, sobre todo si tienes esta sensación). En vez de
ello, ten compasión con tu propio Yo y sabe que Dios te ha dotado del poder
interior necesario para cambiarte a ti mismo, para cambiar tus motivos, tus
conductas, tus circunstancias externas y tu vida misma, de aquí a un instante.
Recuerda siempre que tú no eres tu pasado; que tú no eres quien eras
ayer, ni siquiera quien eras hace un momento. Que cada nuevo día, cada nueva
hora, cada nuevo momento, señalen un nuevo comienzo. Aunque estés en el
último momento de tu vida, no será demasiado tarde para declarar tu próxima
identidad, la más grandiosa, y para asumirla.
Lo que estoy diciendo aquí es que la transformación es una cosa
instantánea-momentánea, que tenemos abierta y disponible a cada segundo. La
vida comienza de nuevo cuando tú lo dices. Por eso, sé delicado contigo mismo
Dios es Felicidad
110
acerca de ti mismo. Perdónate con un beso tus (supuestos) defectos, debilidades y
faltas, y recuerda siempre lo siguiente: si te vieras a ti mismo tal como te ve Dios,
sonreirías mucho.
Dios es Felicidad
111
13. Di tu verdad en cuanto la conozcas
La mayor lección que he aprendido en mi vida está relacionada con la
verdad. No existe la Verdad Absoluta en el sentido objetivo; pero sí existe la
verdad subjetiva; existe lo que es verdad para ti; y esto tiene una importancia
extraordinaria para tu vida.
Aspira a vivir de manera auténtica; aspira a ser plenamente tú mismo;
pues cuando vives enseñando sólo la mitad de ti, dando a conocer sólo la mitad de
ti, expresando sólo la mitad de ti, es cuando tienes garantizada la infelicidad.
No ocultes a nadie tu verdad personal, tus sentimientos auténticos, tu
vivencia aquí-y-ahora; ni mucho menos los ocultes a tus seres más queridos ni a
tu persona amada.
Es interesante que éstas suelen ser las personas a las que más cosas
ocultamos. Solemos hacerlo porque no queremos herirlas en sus sentimientos. O
quizá porque no queremos perder a esas personas.
Por eso las mantenemos en su lugar a base de mantenerlas en duda, de
tenerlas a oscuras, de no decirles todo lo que es nuestra verdad. Esto es
exactamente lo contrario de lo que más nos puede beneficiar; pero vivimos como
recluidos de la expresión de nuestros sentimientos, esperanzas, temores y deseos
más auténticos. Y eso no es vivir en absoluto; eso es morir.
Es una muerte lenta, pero segura. Y una mañana nos despertamos y,
sencillamente, ya no nos sentimos vivos.
Así pues, di tu verdad en cuanto la conozcas. No te pienses que estás
protegiendo los sentimientos de otra persona a base de callarte o de guardarte
cosas. Un maestro maravilloso me dijo una vez: «Di tu verdad, pero alivia tus
palabras con paz». Puedes exponer la más difícil de las verdades con delicadeza.
Hazlo así. No te pienses que estás evitando dolor a otros a base de callarte tu
verdad. No es así. Los estás matando dulcemente con tu canción. Y eso es falso y
poco sincero por tu parte.
Lo que estoy diciendo aquí es que el camino para ser más felices que Dios
es el camino de la verdad. Di la verdad a todos y acerca de todo, y vive tu verdad
a cada momento y de todas las maneras, y así serás feliz para siempre en tu
corazón; pues la verdad eleva el espíritu, la verdad libera la mente, la verdad abre
el corazón y la verdad enciende la pasión y libera el amor del alma.
Dios es Felicidad
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14. Observa las energías, atrapa las vibraciones
Observar las energías que te rodean. Escuchar las energías. Percibir las
vibraciones. Éstos son los tres niveles de la recepción. Puedes recibir energías
viéndolas, oyéndolas y sintiéndolas.
La energía que ves se llama luz. La energía que oyes se llama sonido. La
energía que sientes se llama sentimiento.
El sentimiento es el lenguaje del alma.
Presta atención a las energías de la vida. Las estás recibiendo y enviando
a cada instante. ¿Están en resonancia las energías que envías con las energías que
recibes?
La felicidad es el estado de resonancia más elevado. Esta noticia es muy
interesante, pues significa que la felicidad no es algo que nos caiga del cielo, sino
que es algo que podemos crear.
Para crear felicidad te basta con crear resonancia entre tu interior y tu
exterior. Por ejemplo, puedes conjuntar la energía de la ropa que te pones con el
estado de ánimo en que te encuentras hoy. De hecho, esto lo haces de manera
automática. Puedes conjuntar la energía de los alimentos que comes con la
energía de tu cuerpo en cualquier momento dado.
Estos ejemplos son sencillos. Aprende a escucharte a ti mismo. Siente las
vibraciones de quien eres, y no hagas nada ni estés con nadie de una manera
importante si las vibraciones no concuerdan.
Yo soy incapaz de ir a ver una película, ni de escuchar música, ni de comer
algo, ni de ponerme ropa, ni siquiera de decir palabras ni de albergar
pensamientos con los que no esté en resonancia.
Estas cosas las sientes. Puedes pasar la mano por encima de unos
alimentos y sentir, literalmente, si te sientan bien ahora mismo. Puedes sentir a la
gente, los espacios, los colores y... sentirlo todo, si prestas atención. Presta
atención a tu vivencia exterior y presta atención a tu vivencia interior. Asegúrate
de estar en resonancia con las personas, con los lugares y con las cosas que te
rodean.
Y escucha. Simplemente, escucha. Escuchar es un gran arte. ¿Sabes que
puedes hacer felices a las personas con sólo escucharlas? ¿Sabes que te puedes
hacer feliz a ti mismo a base de escuchar a los demás? Escuchar es una de las
maneras más ricas de hacer el amor.
Dios es Felicidad
113
Está cargada de gratificaciones, cargada de gozo.
Intenta absorber todo lo que está pasando en tu espacio. Después, mira a
ver si hay concordancia. Y si no hay concordancia, rehuye ese espacio.
Lo que estoy diciendo aquí es que, cuando sigues este paso, tienes
muchas más posibilidades de ser feliz. No hace falta «seguir la corriente» para
poder «llevarse bien». Presta atención a la energía, capta las vibraciones, y si está
en resonancia con Quien Eres y con Quien Eliges Ser, fusiónate con ella y cocrea
con ella. Pero si la energía y las vibraciones no están sincronizadas con Quien Eres
y con Quien Eliges Ser, apártate de ellas. No de manera brusca, ni grosera, ni con
juicios de valor, sino con suavidad, con dulzura, con delicadeza, con amabilidad...
y con decisión. No cambies de opinión diciéndote: «Bueno, esto lo puedo
aguantar...». Cambia tu vivencia.
Prestar atención a las energías y a las vibraciones de la vida te puede
hacer cambiar tu alimentación, tus hábitos de lectura, lo que ves en televisión y en
el cine, tu manera de vestir, tu manera de hablar... hasta te puede hacer cambiar
de compañías.
Da la bienvenida a estos cambios. Son los primeros pasos del viaje a la
dicha.
15. Sonríe
Esto puede parecer una tontería, pero es uno de los recursos más
poderosos que me he encontrado en mi vida. Sonríe cinco veces al día sin ningún
motivo especial. Y, desde luego, y claro está, sonríe en seguida, ampliamente,
cuando sí tengas algún motivo para sonreír.
Hay personas que no sonríen nunca, o muy rara vez. No son capaces de
sonreír ni siquiera cuando todos los presentes se están riendo a carcajadas. Estas
personas pueden ser simplemente tímidas, o pueden tener un dolor profundo. Pero
lo importante es saber que la sonrisa es capaz de curar estas dos dolencias. La
sonrisa no tiene por qué ser un mero acto reflejo. La sonrisa puede ser un acto
deliberado e intencionado. Cuando lo es, se convierte en un acto de creación y, por
tanto, en una herramienta poderosa.
Sonríe con facilidad y comparte con facilidad tu sonrisa con los demás.
Iluminarás tu corazón, e iluminarás también el lugar donde estés.
Dios es Felicidad
114
Hace años encontré un libro estupendo, Sonríe, aunque no tengas motivo,
de Lee L. Jampolsky. Léelo; lo encontrarás maravilloso.
Lo que estoy diciendo aquí es que ¡hay que sonreír más! La sonrisa
cambia, verdaderamente, las vibraciones de tu cuerpo. Modifica fisiológicamente la
química de tu ser. Libera endorfinas de efecto salutífero. ¿Lo sabías? Lo dice la
ciencia médica, y es verdad.
16. Canta
Si lo anterior te pareció ñoño, ¡a ver qué te parece esto! Canta.
Quiero que me prometas que vas a cantar una vez al día por lo menos.
Prométemelo. Lo cambiará todo. No puedes cantar con mala disposición. Y no
puedes mantener una mala disposición mientras cantas.
¡Canta todas las mañanas en la ducha!. ¡Canta en el coche!. Canta bajito al
oído de tu persona amada. Canta en voz alta en el parque. ¡Mira cómo se ilumina
lo que te rodea!. ¡Mira cómo aparecen las sonrisas! ¿ Crees que alguien puede
resistirse a una persona que está cantando? ¿Crees que puede resistírsele el
mundo?
Cantar conecta la mente con el corazón y el corazón con la mente. De
manera que canta. ¡Te reto a que lo hagas!
Lo que estoy diciendo aquí es que las herramientas y los recursos con los
que podemos crear la felicidad son muy sencillos, tienen una sencillez elegante. Y
los tenemos delante. ¿De qué estamos hablando aquí? De dar. Observar. Escuchar.
Sentir. Sonreír. Cantar. ¡Dios mío, son cosas que no nos cuestan nada!
17. Sabe lo que debes hacer cuando las cosas están verdaderamente
mal
Está claro que hay ocasiones en que las cosas están verdaderamente mal.
Eso no se puede cambiar ni con todo el pensamiento positivo del mundo. Las cosas
son lo que son. No puedes taparlas, ni fingir, ni convertir una cosa en lo que no es.
Qué hacer, qué hacer...
En primer lugar, no te resistas a lo que está pasando. A lo que te resistes,
persiste. Te va a parecer raro, pero... bendícelo. Bendice a todas las personas y
todos los hechos que te están desilusionando, que te están asediando, que te
están asaltando como flechas lanzadas desde lejos.
Dios es Felicidad
115
Acepta y recibe la energía, porque sólo así podrás sanarla. Lo que no
mantienes, no lo puedes sanar. Recuérdalo siempre. Lo que no mantienes, no lo
puedes sanar. Por eso, debes mantener tu experiencia, abrazarla, relacionarte con
ella con bondad amorosa, bendecirla... y, después, despedirla para que siga su
camino.
En segundo lugar, recuerda que las circunstancias exteriores no pueden
crear jamás circunstancias interiores. Así pues, por muy mal que se pongan las
cosas, lo que es exterior a ti no puede afectar de ningún modo a tu interior (a tu
corazón, tu alma y tu mente), salvo en la medida en que tú decidas que lo
afectará.
Todavía tienes el control de tu propia vivencia.
Éste no es ningún ideal soñado, absolutamente inalcanzable; es una cosa
que podemos hacer todos los seres humanos, y muchas personas lo han
demostrado. La lista de los que han soportado penalidades enormes y grandes
dificultades en sus vidas sin dejar de abrazar una actitud pacífica, libre de
condenas y de ataques, es legendaria, y es demasiado larga para reproducirla
aquí.
Son personas normales, gente corriente como tú y como yo. Estas
personas mantuvieron su equilibrio soportando el dolor físico, las heridas
emocionales, las derrotas personales y profesionales, y más cosas. Ya he hablado
en este libro de Nelson Mandela. No es más que un ejemplo de las personas de las
que estoy hablando. Otro ejemplo es el de Christopher Reeve, cuya brillante
carrera quedó truncada brutalmente cuando el actor sufrió una caída de caballo en
una exhibición ecuestre y quedó completamente paralizado hasta el cuello. Han
existido otros muchos casos. ¿Cómo lo consiguieron?
Buscaron y encontraron dentro de sí, de alguna manera, el valor que les
permitió seguir adelante entre los hechos a los que tenían que hacer frente,
enmarcarlos en sus mentes de una manera nueva y transformar y moldear así sus
vivencias, convirtiéndolas en algo que les podría hacer crecer... y obtener así,
incluso, un beneficio.
Mi propia experiencia vital (pasé un año de mi vida viviendo sin hogar, a
la intemperie, como un «sin techo», cuando el sistema de Seguridad Social no
bastó para cubrirme y me vi reducido, literalmente, a mi última moneda de cinco
céntimos) me ha enseñado que el universo es un lugar amable, que Dios está
Dios es Felicidad
116
siempre de mi parte, y que nunca estoy solo ante las pruebas y el tumulto de mi
vida.
Me he vuelto muy filosófico acerca de la vida misma. Me digo que todas
las cosas suceden para el bien superior, y lo creo así. Repito dos oraciones que me
encantan. La primera dice así:
Querido Dios, te doy las gracias hoy por lo que hay en mi mundo y en mi
vida. Mi corazón reposa en el conocimiento de que veré que el dolor se vuelve
gozo; la tristeza, alegría, y hasta la muerte, vida eterna.
La segunda:
Querido Dios, te doy las gracias por haberme ayudado a entender que
este problema ya ha sido resuelto para mí.
Con esto puedo dar la impresión de ser una persona que mantiene
siempre la tranquilidad; pero te aseguro que no soy así. Lo que sí sé es que estoy
aquí haciendo un viaje; un viaje que, a la larga, no tiene nada que ver con mi
cuerpo y lo tiene todo que ver con mi alma. Y así sigo mi camino hacia mi Casa,
entendiendo que cada paso en el camino me acerca un poco más a mi reunión
futura, última y maravillosa con Dios, donde reside la paz, el gozo y el amor sin
fin.
Lo que estoy diciendo aquí es que Dios está contigo, hasta el final de los
tiempos. Y cuando conozcas el amor omnipresente de Dios, en ti y como tú
mismo, serás más feliz de lo que has sido nunca.
Dios es Felicidad
117
CAPITULO 28
ESTÁS CREANDO UNA REVOLUCIÓN
Estamos asomados al mañana más extraordinario y emocionante. Es un
futuro que no habíamos soñado, precisamente porque no lo habíamos soñado
hasta ahora. Es literalmente el hecho de soñarlo, de visualizarlo en nuestras
mentes, lo que lo producirá. Las personas que han tenido esta visión no han sido
suficientes hasta ahora para atraerla a la creación. Ahora, esto está cambiando.
Se está produciendo un cambio enorme en toda la tierra. Es un cambio del
modo en que nos vemos a nosotros mismos, del modo en que nos vivimos a
nosotros mismos, del modo en que nos expresamos como seres sensibles. Es un
movimiento de alejamiento de nuestro Pensamiento Viejo, según el cual debíamos
hacer lo que nos decían Los Que Mandan, para llegar a un Pensamiento Nuevo,
según el cual Los Que Mandan somos nosotros.
Éste es el movimiento del Nuevo Pensamiento, del que se ha escrito
mucho. Este movimiento se ha despreciado y ridiculizado, se ha satirizado y
marginalizado durante años. Ahora está apareciendo como el próximo gran salto
evolutivo de la humanidad.
El movimiento del Nuevo Pensamiento es una manera nueva de pensar
acerca de nosotros mismos y de los demás, acerca de la vida y de Dios. Es una
manera nueva de utilizar nuestro pensamiento como herramienta para la creación
de nuestra realidad.
La humanidad no había pensado nunca de esta manera. La humanidad en
conjunto no; pero algunos individuos sí que habían pensado así, claro está. A lo
largo de la historia ha existido un puñado de personas, e incluso algunos grupos
selectos, que han pensado que sus pensamientos eran la clave de su futuro. Pero
la información acerca de cómo utilizar el poder del pensamiento la mantenían, la
guardaban y la controlaban estrechamente las personas influyentes para que no
cayera en manos del pueblo, evitando así que el equilibrio de poder pasara de
manos de los pocos a manos de los muchos.
Ahora, en los últimos cien años aproximadamente (un abrir y cerrar de
ojos comparado con nuestra historia en este planeta), todo eso ha cambiado... y el
cambio ha ido en aumento, como una bola de nieve que rueda ladera abajo.
Dios es Felicidad
118
He dicho antes que la conciencia del Proceso de la Creación Personal no se
había extendido tanto como hasta ahora en toda la historia de la humanidad.
Ahora quiero añadir que la difusión de esta conciencia no es completa. Nuestro
entendimiento colectivo de la misma, su conocimiento por parte de nuestra espe-
cie, sigue creciendo, y crece de manera exponencial. No es una progresión del tipo
1-2-3-4-5. Es una progresión del tipo 2-4-8-16-32. Cuando se produce una tasa
como ésta de transferencia rápida de información, la evolución se convierte en
revolución.
Esto es precisamente lo que está sucediendo ahora mismo, ante nuestros
propios ojos.
Los que vivimos en esta época extraordinaria estamos siendo testigos de
una revolución de la consciencia de la humanidad, y del modo en que ésta se vive
a sí misma. De hecho, la estamos creando nosotros mismos.
Como ya he comentado aquí en varias ocasiones, los que nos critican a los
que enseñamos y aplicamos la Creación Personal han denunciado los modos
supuestamente interesados en que ésta se promociona y se practica. Pero es que
estos críticos no tienen paciencia. Todas las grandes fuerzas que ha descubierto y
que ha desencadenado la humanidad se utilizaron al principio con fines más bajos,
desde el fuego hasta el poder del pensamiento, pasando por la fisión nuclear. Es
característica inseparable del proceso mismo de la evolución que las cosas
asciendan de lo menor a lo más grandioso.
Los individuos pasarán algún tiempo jugando con esta herramienta nueva,
y algunos la utilizarán, en efecto, para crear resultados de forma estrictamente
interesada. Los experimentos individuales no tardarán en producir aplicaciones
colectivas de la que se reconocerá rápidamente como la fuerza más poderosa que
han descubierto los seres sensibles.
Quedará claro, de hecho, que esto es lo que significa ser seres sensibles.
Se entenderá por fin que la «sensibilidad» no es sólo la facultad de captar el
mundo exterior, sino que es la facultad de crearlo.
00000
A la humanidad no le pasará desapercibido que el aspecto más interesante
de la Creación Personal es lo que puede hacer para la totalidad de la raza humana.
Dios es Felicidad
119
Películas como ¡¿Y tú qué sabes?! y El Secreto, y libros como The Law of Attraction
(La Ley de la Atracción) y el que tienes ahora en las manos nos transmiten un
mensaje acerca de Quiénes Somos y Cómo Funciona Nuestro Mundo que jamás se
había expresado con tanta claridad ni se había difundido tanto.
De aquí a poco tiempo, todos los habitantes de la Tierra conocerán todos
los grandes Principios de la Vida, cómo funcionan, el propósito para el que se
crearon y su potencial para cambiar el mundo.
Y en esos tiempos sucederá que nuestra Divinidad nos será revelada a
nosotros por medio de nosotros, y que la viviremos nosotros a través de nosotros.
Y la Verdad Callada dejará de callarse.
Y ése sí que será en verdad un día bienaventurado. Pues en ese día
seremos todos...
... más felices que Dios.
Dios es Felicidad
120
EPÍLOGO
Si quieres sumarte a una comunidad mundial que aspira a utilizar el
Proceso de la Creación Personal para traer la paz a nuestro planeta y para difundir
y compartir la prosperidad de todos los grupos y culturas que ha de producir la
paz, de manera inevitable y definitiva, te invito a explorar estas posibilidades en:
www. nealedonaldwalsch. com
Para conocer algo más de la obra de M. Claire, la nueva voz poética joven
de Estados Unidos, puedes visitar:
www.mclairepoet.com
Las bendiciones sean con todos y contigo.
Dios es Felicidad
121
APÉNDICE
Reproducimos a continuación un pasaje del libro Comunión con Dios en el
que se enumeran las Diez Ilusiones de los Seres Humanos y el efecto que ejercen
sobre nuestras vidas.
Podéis conocer y encontrar al Creador dentro de vosotros y en todo lo que
os rodea. Pero para ello debéis saber superar las Ilusiones de los Seres Humanos.
Debéis hacer caso omiso de ellas.
He aquí la lista de las Diez Ilusiones. Aprended a conocerlas bien para
reconocerlas cuando os las encontréis.
1. La Necesidad Existe
2. El Fracaso Existe
3. La Desunión Existe
4. La Insuficiencia Existe
5. El Requisito Existe
6. El Juicio Existe
7. La Condena Existe
8. La Condicionalidad Existe
9. La Superioridad Existe
10. La Ignorancia Existe
Las cinco primeras son las Ilusiones Físicas, relacionadas con la vida en
vuestro cuerpo físico. Las cinco últimas son las Ilusiones Metafísicas, relacionadas
con las realidades no físicas.
Se trata de diez ilusiones muy impactantes que vosotros mismo os
creasteis en la etapa más temprana de vuestra vivencia sobre la Tierra. Hay otros
centenares de ilusiones menores que os creáis vosotros mismos todos los días. Al
creéroslas, os habéis creado una historia cultural que os ha permitido meteros en
estas Ilusiones y hacerlas reales.
La verdad es que lleváis muchísimo tiempo haciendo esto.
Dios es Felicidad
122
Una historia cultural es una historia que se ha transmitido de generación
en generación, a lo largo de los siglos y de los milenios. Es la historia que os
contáis a vosotros mismos acerca de vosotros mismos.
Como vuestra historia cultural se basa en ilusiones, no produce un
entendimiento de la realidad, sino que produce mitos.
La Historia Cultural de los Seres Humanos dice que...
1. Dios tiene un programa de trabajo. (La Necesidad Existe)
2. El resultado de la vida es dudoso. (El Fracaso Existe)
3. Estáis separados de Dios. (La Desunión Existe)
4. No hay lo suficiente. (La Insuficiencia Existe)
5. Hay algo que tenéis que hacer. (El Requisito Existe)
6. Si no lo hacéis, os castigarán. (El Juicio Existe)
7. El castigo es la condenación eterna. (La Condena Existe)
8. El amor, por tanto, es condicional. (La Condicionalidad Existe)
9. Conocer las condiciones y cumplirlas os hace superiores. (La
Superioridad Existe)
10. Vosotros no sabéis que estas cosas son ilusiones. (La Ignorancia
Existe)
Esta historia cultural la tenéis tan inculcada que ahora la vivís de manera
plena y completa. Os decís unos a otros que «así son las cosas».
Lleváis muchos siglos diciéndoos esto unos a otros. Milenios y más
milenios, en realidad. De hecho, lleváis diciéndolo tanto tiempo, que alrededor de
estas ilusiones e historias han surgido mitos. Algunos de estos mitos más
destacados se han reducido a conceptos tales como los siguientes:
• Hágase tu voluntad.
• La supervivencia del más fuerte.
• El botín pertenece al vencedor.
• Nacisteis en pecado original.
• El castigo del pecado es la muerte.
• Mía es la venganza, dice el Señor.
• La ignorancia es santa. Lo que no sabes no te hará daño.
• Sólo Dios lo sabe.
• ... y otros muchos, igualmente destructivos e inútiles.
Dios es Felicidad
123
Sobre la base de estas ilusiones, de estas historias y de estos mitos (que
no tienen nada que ver con la Realidad Ultima), muchos seres humanos han
llegado a creer estas cosas acerca de la vida:
«Hemos nacido en un mundo hostil, dirigido por un Dios que quiere que
hagamos ciertas cosas y que no hagamos otras cosas, y que nos castigará con
tormentos eternos si no hacemos las primeras o si hacemos las segundas.
»Nuestra primera experiencia en la vida es la separación de nuestra
madre, que es la fuente de nuestra vida. Esto nos marca el tono y el contexto de
toda nuestra realidad, que vivimos como una separación respecto de la fuente de
toda la vida.
»No sólo estamos separados de toda la vida, sino de todo lo demás que
hay en la vida. Todo lo que existe, existe separado de nosotros, y nosotros
estamos separados de todo lo demás que existe. No lo queremos así, pero así es.
Quisiéramos que fuera de otra manera, y de hecho nos esforzamos por hacer que
sea de otra manera.
«Aspiramos a vivir de nuevo la Unidad con todas las cosas y, sobre todo,
de los unos con los otros. Puede que no sepamos con exactitud por qué aspiramos
a ello, pero parece casi instintivo. Nos parece que es lo natural. El único problema
es que parece que no hay bastante de Lo Otro para satisfacernos. Sea lo que sea
Lo Otro que deseamos, parece que nunca tenemos lo suficiente.
»Nunca tenemos amor suficiente; no tenemos tiempo suficiente; no
tenemos suficiente dinero; nunca podemos tener suficiente de cualquier cosa que
creemos que necesitamos para sentirnos felices y realizados. En cuanto creemos
que tenemos suficiente, llegamos a la conclusión de que necesitamos más.
«Corno nunca hay "suficiente" de lo que creemos que necesitamos para
ser felices, debemos "hacer cosas" para obtener tanto como podamos de aquello.
Se requieren cosas por nuestra parte para que obtengamos lo que sea, desde el
amor de Dios hasta la riqueza natural de la Vida. No basta con "estar vivos" sin
más. Por tanto, NOSOTROS MISMOS, como todo lo que vive, somos insuficientes.
»Como simplemente "ser" no es suficiente, hay cosas que tenemos que
hacer. Los que hacen "lo que hay que hacer", obtienen las cosas que necesitan
para ser felices. Si no haces lo que hay que hacer, de la manera que hay que
hacerlo, no "ganas".
Dios es Felicidad
124
Así empieza la competencia. Ahí fuera no hay "suficiente", y por eso
tenemos que competir para disputárnoslo.
»Tenemos que competir para disputárnoslo todo, incluso a Dios.
»Esta competencia es dura. Está en juego nuestra supervivencia misma.
En esta rivalidad sólo sobreviven los más fuertes. Sólo los vencedores se llevan el
botín. Si eres de los perdedores, vivirás un infierno sobre la Tierra y, después de
muerto, si eres de los perdedores en la competencia para ganarse a Dios, volverás
a vivir el infierno... esta vez, para siempre.
»La muerte misma fue creada por Dios porque nuestros antepasados
tomaron decisiones equivocadas. Adán y Eva tenían la vida eterna en el jardín del
Edén, pero Eva comió el fruto del árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, y un Dios
airado los expulsó del jardín y los condenó, a ellos y a todos sus descendientes
para siempre jamás, a la muerte, con el que fue el Primer Castigo. Desde entonces,
la vida corporal estaría limitada y no sería eterna, y lo mismo pasaría con la
sustancia de la vida.
»Pero Dios nos devolverá nuestra vida eterna si no volvemos a transgredir
sus reglas. El amor de Dios es incondicional; sólo las recompensas de Dios no lo
son. Dios nos ama incluso cuando nos está condenando a las penas eternas. Le
duele más a Él que a nosotros, porque lo que Él quiere de verdad es que volvamos
a nuestro hogar; pero si nosotros nos portamos mal, Él no puede hacer nada. La
decisión está en nuestras manos.
»El secreto consiste, por tanto, en no portarnos mal. Tenemos que ser
buenos en la vida. Debemos esforzarnos por ser buenos. Para ello, debemos saber
con certeza qué es lo que Dios quiere que hagamos y que no hagamos. Si no
sabemos distinguir lo Correcto de lo Incorrecto, no podremos agradar a Dios, no
podremos evitar ofenderle. Por tanto, debemos averiguar la Verdad al respecto.
»La Verdad es sencilla de entender y fácil de conocer. Lo único que
tenemos que hacer es escuchar a los profetas, a los maestros, a los sabios y a la
fuente y al fundador de nuestra religión. Si hay más de una religión y, por tanto,
más de una fuente y de un fundador, entonces debemos procurar elegir el Ver-
dadero. Si elegimos el Falso, podríamos acabar convertidos en Perdedores.
»Cuando elegimos al Verdadero, somos superiores que los que nos
rodean, somos mejores que ellos, porque tenemos la Verdad de nuestra parte.
Este carácter de "mejores" nos permite apoderarnos de la mayoría de los premios
Dios es Felicidad
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que están en juego sin tener siquiera que disputárnoslos. Nos declaramos Ga-
nadores de la competición antes de que ésta haya comenzado. Este concepto nos
permite otorgarnos a nosotros mismos todas las ventajas y redactar las Reglas de
la Vida de tal manera que a algunos otros les resulta casi imposible ganar los
premios mayores.
»Esto no lo hacemos por mezquindad, sino para asegurarnos de tener
garantizada la victoria; como debe ser, pues los de nuestra religión, los de nuestra
nacionalidad, los de nuestra raza, los de nuestro sexo, los de nuestra tendencia
política, son los que conocen la Verdad, y por eso merecen ser unos Ganadores.
«Como merecemos ganar, tenemos derecho a amenazar a los demás, a
luchar contra ellos y a matarlos si es preciso, para producir este resultado.
«Puede que exista otra manera de vivir, otra cosa que tiene Dios en
mente, otra Verdad más amplia; pero, si existe, nosotros no la conocemos. La
verdad es que no está claro que debamos conocerla siquiera. Es posible que ni
siquiera debamos intentar conocerla, ni mucho menos conocer y entender a Dios
de verdad. Intentarlo sería un acto de presunción, y decir que se ha conseguido
sería blasfemar.
«Dios es el Conocedor Desconocido, el Motor Inmóvil, el Gran Invisible.
Por eso no podemos conocer la verdad que se requiere que conozcamos, para
cumplir las condiciones que se requiere que cumplamos, para que podamos recibir
el amor que se requiere que recibamos, para evitar la condena que aspiramos a
evitar, para tener la vida eterna que teníamos antes de que empezara todo esto.
«Nuestra ignorancia es una desventura, pero no tiene por qué ser
problemática. Lo único que tenemos que hacer es creer con fe en lo que sabemos
(en nuestra historia cultural) y regirnos en consecuencia. Hemos procurado
hacerlo, cada uno en función de nuestras creencias, y así hemos producido la vida
que vivimos ahora y la realidad que estamos creando sobre la Tierra.
«Así la ha construido la mayor parte de la raza humana. Cada uno tenéis
vuestras variaciones menores; pero éste es, en esencia, el modo en que vivís
vuestras vidas, en que justificáis vuestras decisiones y en que racionalizáis
vuestros resultados.
«Algunos no aceptáis todo esto, pero todos lo aceptáis en parte. Y
aceptáis estas afirmaciones como Realidad Operativa, no porque reflejen vuestra
sabiduría interior, sino porque alguien os ha dicho que son ciertas.
Dios es Felicidad
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»A cierto nivel, os habéis tenido que convencer a vosotros mismos para
creéroslas.
«Esto se llama Engañarse.»
Ninguna de esas cosas es cierta
De Comunión con Dios,
por NEALE DONALD WALSCH