diego riveraMURAL PARA EL ROCKEFELLER CENTER DE NY

Índice

1. Diego Rivera. Introducción biográfica (pág. 3)

2. Rivera y los Rockefellers (pág. 4)

3. La historia del mural. “El hombre, controlador del Universo” (pág. 6-12)

4. La reacción de Rivera (pág. 13)

5. Rivera en el MoMA (pág 14)

6. Conclusiones (pág. 15)

7. Bibliografía (pág. 16)

Diego Rivera. Introducción biográficaDiego María Rivera nace en Guanajuato, México, el 8 de diciembre de 1886. Desde sus primeros años da muestras de su talento artístico. En 1897 asiste a la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA), antes conocida como la Academia de San Carlos, la escuela de arte más antigua en América Latina. Becado por el gobernador de Veracruz, viaja a Europa in 1907, donde permanecerá durante gran parte de los catorce años siguientes. Radica en París la mayor parte del tiempo que vive en el extranjero y, al cabo de pocos años, ocupa un lugar destacado en la vanguardia europea. Contrajo terceras nupcias con la pintora Frida Kahlo en el año de 1929. Como mexicano de ideología comunista, plasmó obras de alto contenido social en la mayoría de sus murales en edificios públicos. A pesar de la distancia que lo separa de México, permanece informado de los acontecimientos en su país. Fue creador de diversos murales en distintos puntos del centro histórico de la Ciudad de México, así como en la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo, y en otras ciudades mexicanas como Cuernavaca y Acapulco. También destacan sus creaciones en el extranjero, como en San Francisco, Detroit o Nueva York. Muere en Ciudad de México el 24 de noviembre de 1957.

Rivera y los Rockefellers

Desde 1930, Diego Rivera se encontraba en EEUU haciendo una serie de murales en fábricas, escuelas y sindicatos. A finales de 1932 John Rockefeller, a punto de terminar su complejo de edificios del Radio City, decidió adornar el gigantesco vestíbulo del Rockefeller Center de Nueva York con una obra de uno de los mejores artistas del momento, que hiciera alusión a las "nuevas fronteras" de la humanidad.

Nelson Rockefeller pensó primeramente en Henri Matisse o Pablo Picasso, y, en segundo plano, en Diego Rivera, que tras el despliegue muralístico en su México natal se había transformado en una artista internacional y en un referente de la revolución mexicana.

No obstante, el magnate de la Standard Oil había confiado las negociaciones con los artistas a su arquitecto Raymond Hood, pero las gestiones de éste resultaron ser demasiado estrictas, ya que quería que los murales fueran un mero apéndice de sus soluciones arquitectónicas.

Así fue como obtuvo un rotundo “no” por parte de Picasso; una educada disculpa de Matisse, ya que su pintura no resultaba congruente con las dimensiones y el uso del espacio; y una negativa condicional de Rivera. Se tuvo que recurrir entonces a otros dos pintores de menor categoría, como lo eran por aquel entonces Frank Brangwyn y José María Sert.

Mientras Rivera terminaba su último encargo en el Detroit Institute of Arts para Edsel Ford (hijo de Henry Ford), Rockefeller decidió tomar las riendas en el asunto y se puso en contacto con el mexicano. Considerado como uno de los pintores favoritos de Abby, la madre de Nelson, Rivera fue finalmente el elegido para pintar el mural.

Existe una segunda versión de la historia en la que se cuenta que fue el propio Rivera quien pidió a Frances Flynn Paine, corredora de arte amiga de los Rockefeller, que le consiguiera la comisión de la obra.

La historia del mural. “El hombre, controlador del Universo”

La propuesta, veintiún mil dólares y la posibilidad de trabajar con total libertad, entusiasmó al marido de Frida Kahlo de inmediato. No obstante, previo a diseñar el mural, Rivera recibió como directriz el siguiente tema: "Man at the Crossroads Looking with Hope and High Vision to the Choosing of a New and Better Future” ("Hombre en la encrucijada que mira con esperanza y alta visión hacia la elección de un futuro nuevo y mejor”).

Rivera había elaborado una serie de bocetos que fue modificando a medida que clarificaba en su mente la composición de la obra. Los sucesivos bocetos presentaban en el centro del mural a un trabajador en el puesto de control de una gran máquina, de donde se proyectan cuatro aspas que revelan el mundo sideral y el universo microscópico. En el campo derecho del cuadro se desarrollan escenas del mundo socialista, con marchas del primero de mayo y rubias muchachas haciendo gimnasia. En otro sector se haya la escena que desataría la controversia, un líder obrero saludando a negros, niños

y proletarios. Al otro lado está la descripción del holocausto de la guerra, producida y auspiciada por el corrompido mundo capitalista, donde los trabajadores son vigilados por la policía mientras las clases altas gastan sus divisas en vicios y juegos.

La concepción ideológica del mural hubiera sido suficiente para que se desatara una tormenta, pero Rivera necesitaba darle una vuelta más para que la tormenta fuera perfecta: el líder obrero, a medida que avanzaba el mural, se parecía cada vez más a Vladimir Illich Lenin. Así, el indómito Rivera creó El hombre en la encrucijada, también conocido como El hombre, controlador del universo, un mural lleno de simbolismo y guiños al comunismo, en el que finalmente aparecían Trotsky, Lenin y el mismísimo Marx.

“RIVERA PERPETRA ESCENAS DE ACTIVISMO COMUNISTA EN LOS MUROS DE LA RCA Y ROCKEFELLER PAGA LA CUENTA”, tituló el World Telegram.

El Rockefeller Center, situado en Fifth Avenue, una de las avenidas más famosas de Nueva York, se posicionaba como uno de los emblemas más importantes del capitalismo. Las labores de construcción del mural empezarían en 1933, más ciertas discrepancias en torno al diseño, por parte de los Rockefeller, provocarían que la obra fuera paralizada. Rivera recibió una “amable” carta del propio Nelson pidiéndole sustituir el rostro de Lenin, a lo que Rivera respondió con la propuesta de pintar también al presidente de EEUU, Abraham Lincoln. Tras el rechazo de su proposición, Rivera selló el futuro de su obra al responder: “Prefiero ver destruida mi obra antes de ver alterado su significado”.

Así, el 22 de mayo de 1933 se impidió de forma unilateral que Rivera siguiera trabajando en el mural, pagándole sus honorarios, cubriéndolo con una lona y condenándolo a la destrucción. Ocho meses después, el 9 de febrero de 1934, Rockefeller ordenó a los obreros que destruyeran el mural, acción que fue calificada como “vandalismo cultural” por el mexicano.

Tras el intento de construcción del mural, la obra se convertiría en la más polémica del muralista mexicano. La osadía de Rivera generó un gran revuelo en la época de mayor lucha contra el comunismo en EEUU.

La historia del famoso mural y la conflictiva relación entre dos personajes tan opuestos como Rivera y Rockefeller fue magistralmente narrada por Tim Robbins en la película Cradle Will Rock (estrenada en España como Abajo el telón en 1999).

La reacción de Rivera

Rivera no se dejó amedrentar por las críticas, tanto del bando americano, que lo veía como un extranjero sedicioso que atentaba contra las buenas costumbres de la American way of life, como de sus camaradas, que lo criticaban por recibir dinero de los capitalistas yanquis. Ninguna de esas nimiedades le iban a impedir concretar su ambición de retratar la sociedad industrial.

Con el dinero que recibió de su mural inconcluso en el Rockefeller Center, quiso reconstruirlo en los muros del New Worker’s School, en Nueva York, pero el edificio estaba muy deteriorado por lo que sería demolido. Optó entonces por diseñar una serie de 21 frescos portátiles que podían trasladarse de un lugar a otro.

Cuando se enteró que su mural del Rockefeller Center había sido destruido y reducido a polvo, se encolerizó y pidió un muro al gobierno de Lázaro Cárdenas, obteniendo una pared del recién inaugurado Palacio de Bellas Artes de México DF.

Por fortuna, un asistente de Rivera, Lucienne Bloch, había fotografiado el proceso de elaboración del mural, y Rivera pudo usar las imágenes para repintar la obra en 1934.

Pese a que no era un sitio de las mismas dimensiones, Rivera adaptó la obra a un espacio con columnas y más reducido.

Rivera en el MoMA

Hicieron falta varias décadas para que los descendientes de los Rockefeller se reconciliaran con la visión de Rivera. El controvertido mural, así como otros cuatro ciclópeos frescos del pintor, pudieron verse de nuevo en Nueva York en 2011, concretamente en el MoMA, que reunió la obra del artista en la exposición Diego Rivera: Murales para el Museo de Arte Moderno.

Rivera había expuesto en el museo neoyorkino en 1931, habiendo sido la segunda exposición individual de un artista contemporáneo que el MoMA acogiera después de haber abierto sus puertas en 1929. En la exhibición que el MoMA presentó recientemente, se mostraron siete de los ocho frescos ejecutados por Diego para aquella primera muestra de 1931, además de una selección de documentos y trabajos sobre papel.

CONCLUSIONESCon el mural El hombre, controlador del Universo Rivera hace una crítica a la clase pudiente de Estados Unidos. Se trata de una frívola caricatura del capital, con el rostro de David Rockefeller bebiendo en la época de la ley seca. Quizás su caso sea paradigmático, ya que siendo mexicano y comunista, decidió trabajar con el bando contrario, realizando un trabajo que se salía de los aspectos estrictamente artísticos. En realidad, la historia de esta pintura refleja un conflicto entre dos visiones enfrentadas, la del empresario capitalista y el artista comunista, entre dos culturas tan distintas como la norteamericana y la mexicana.

Rivera plasmó, aunque a su manera, su visión del futuro, tal y como los Rockefeller le habían solicitado. Pintó a Lenin como una figura benevolente y caritativa con las masas, convirtiendo el mural en una llamada marxista al problema de la lucha entre las clases de la oligarquía y las masas pobres.

BibliografíaLibros

Dickerman, Leah, Diego Rivera: murals for the Museum of Art, Nueva York, The Museum of Modern Art, 2011.

Rivera, Diego, Diego Rivera: obra mural completa, Köln, Taschen, 2007.

Rivera, Diego, Los frescos de Diego Rivera, México, Atlantis, 1989.

Rodriguez, Antonio, Diego Rivera: pintura mural, Mexico, Fondo Editorial de la Plastica Mexicana, 1999.

Páginas web

http://www.rtve.es/noticias/20111113/cinco-provocadores-murales-diego-rivera-llegan-moma-nueva-york/475077.shtml (ref. mayo del 2013)

http://www.cookingideas.es/mural-rivera-20111115.html (ref. abril del 2013)

http://en.wikipedia.org/wiki/Man_at_the_Crossroads (ref. mayo del 2013)

http://www.moma.org/visit/calendar/exhibitions/1168 (ref. marzo del 2013)

http://www.huffingtonpost.es/hilda-trujillo/jose-maria-sert-diego-rivera_b_1957188.html (ref. mayo del 2013).

http://weblogs.clarin.com/revistaenie-testigoocular/2009/09/03/rivera_y_la_batalla_del_rockefeller_center/

Fuentes multimedia

http://www.youtube.com/watch?v=rqPE0YYgwjI Cradle Will Rock (Tim Robbins, 1999) PELÍCULA COMPLETA

Andrea Serrat Pérez4º Grado en Bellas Artes

Pintura Mural

Madrid, Junio del 2013