Devocionales para mujeres - Amazon S3 · Devocionales para mujeres Jane L. Fryar. La visión de CTA...

9
Devocionales para mujeres

Transcript of Devocionales para mujeres - Amazon S3 · Devocionales para mujeres Jane L. Fryar. La visión de CTA...

Devocionales para mujeres

Devocionales para mujeresJane L. Fryar

La visión de CTA es ver a cristianosministrando efectivamente, para que el Reino de Cristo

sea fortalecido y expandido.

Jane L. Fryar

Copyright © 2019 CTA, Inc.

1625 Larkin Williams Rd. Fenton, MO 63026 www.CTAinc.com

 

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada en un sistema de recuperación o transmitida por un medio electrónico, mecánico, fotográfico, grabado o de otra forma, sin permiso previo escrito de CTA, Inc. A menos que se indique de otra manera, el texto Bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Reina-Valera 1960™ es una marca registrada de la American Bible Society, y puede ser usada solamente bajo licencia.

El texto bíblico indicado con «NTV» ha sido tomado de la Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Usado con permiso de Tyndale House Publishers, Inc., 351 Executive Dr., Carol Stream, IL 60188, Estados Unidos de América. Todos los derechos reservados.   ISBN 978-1-947699-08-3IMPRESO EN TAILANDIA

¡Tú eres mi creación y mi re creación especial!

Detente. Haz una pausa. ¡Escucha!

En la quietud, escucha a tu Creador susurrándote palabras de vida y de amor. Estas palabras han sido parte del pueblo de Dios desde tiempos antiguos.Y todavía hoy te pertenecen a ti:

Los he protegido desde que nacieron; así es, los he cuidado desde antes de nacer.Yo seré su Dios durante toda su vida; hasta que tengan canas por la edad.Yo los hice y cuidaré de ustedes; yo los sostendré y los salvaré.

Isaías 46:3–4 NTV

4 5

Tú creaste las delicadas partes internas de mi cuerpo y me entretejiste en el vientre de mi madre. ¡Gracias por hacerme tan maravillosa-mente complejo! Tu fino trabajo es maravilloso, lo sé muy bien.

Salmo 139:13–14 NTV

Los artesanos que trabajan con telas tienen técnicas casi ilimitadas: desde telares y tejidos hasta collages, colchas y bordados. Y esta lista apenas nombra algunas de ellas.

En los últimos años, la popularidad del arte textil ha crecido muchísimo. Desde carteras hasta tapices, estos artesanos crean hermosos diseños especiales. Cada uno de esos diseños nos susurra la imaginación, el talento y dedicación del artista.

El Salmo 139 describe una clase de arte diferente, pero arte al fin: me entretejiste en el vientre de mi madre.

Nadie puede producir arte textil en serie sin que este pierda su alma. De la misma manera, nuestro Creador y Padre celestial tampoco produce a sus hijos en serie. A él nunca se le escapa una puntada ni comete un error. Su destreza nos susurra la imaginación, el talento y la dedicación de nuestro Creador.

Cada célula, cada nervio, cada vena, cada dedo, cada oreja, cada pestaña—todos estos y tantos otros detalles—demuestran el cuidado meticuloso con que el Creador nos ha entretejido.

Sin embargo, quizás tú al igual que yo, a veces te cuestiones todo esto, e incluso dudes que sea así. Quizás la destreza del Señor era más evidente cuando era pequeña. ¿Pero hoy? ¿Seguirá siendo cierto? ¿Será que todavía hoy sigo siendo su “fino y maravilloso trabajo”?

¡Sí! ¡Sí! ¡Mil veces sí! Si bien a menudo hemos cuestionado las intenciones de nuestro Señor, criticado su destreza y actuado mal con quienes nos rodean, seguimos siendo una creación única y especial de Dios.

Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará;se gozará sobre ti con alegría,callará de amor, se regocijarásobre ti con cánticos.

Sofonías 3:17

En Jesús y su cruz, nuestro Creador también es nuestro Salvador. Él nos susurra palabras de perdón y amor, calmando nuestros temores.

¡Escúchale! ¡Créele! ¡Descansa en él!

Lunes Entretejida

OraciónSeñor Jesús, perdóname cuando critico la obra de tus manos en mí o en otros. Abre mi corazón para escucharte susurrar palabras de paz a mi temor y confusión ...

6 76 7

Vida y misericordia me concediste, y tu cuidado guardó mi espíritu.Job 10:12

Aún no se ha inventado una crema eficaz contra el envejeci- miento. Sea que gastemos cinco, cincuenta o quinientos dólares, la fuerza de gravedad hace sus estragos por todas partes. O así nos parece.

Pero peor que esos estragos, son los estragos que la vida en este mundo caído a menudo causa en nuestro espíritu. El espíritu caído nunca puede ser restituido con cremas o procedimientos médicos.

Vivimos y trabajamos con personas difíciles; nuestros seres queridos enfrentan desafíos con los cuales no podemos ayudarlos; decimos cosas que no deberíamos; actuamos antes de pensar. (Suspiro.) Todo esto pesa en nuestro espíritu.

En esos momentos, qué bueno es recordar que no cargamos solos el peso de nuestros problemas. No, nuestro Creador también es nuestro protector y nuestro cuidador. Quien nos creó también prometió pro-teger nuestro espíritu. Él toma nuestros problemas y los carga con y por nosotros.

En amor, Jesús nos susurra:

Venid a mí todos los que estáis trabajados y cansados, y yo os haré descansar.

Mateo 11:28

De cierto, de cierto os digo: el que cree en mí, tiene vida eterna.Juan 6:47

¡Vida eterna! ¡Vida vibrante! Vida que nunca decae, nunca se destiñe, nunca se evapora. Un día, nuestra vida en esta tierra terminará. Pero la vida que Dios nos da a través de la fe en su Hijo es para siempre:

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Juan 3:16

Este versículo es de gran ayuda cuando damos testimonio de lo que Dios ha hecho por nuestra salvación. Pero también es de gran consuelo cuando vivimos esa vida eterna en el día a día.

Por fuera nuestra vida cambia, y no siempre para mejor. Pero en cada cambio y desafío nuestro Creador está con nosotros levantando nuestro espíritu caído y susurrándonos palabras de consuelo y amor.

Martes Cuidada y protegida

OraciónSeñor Dios, ¡gracias por ser mi cuidador! Cuando la gravedad de las situaciones de la vida amenace con abatir mi espíritu, recuérdame que ...

8 9

Esto dice el SEÑOR, tu Redentor y Creador:“Yo soy el SEÑOR, que hizo todas las cosas; yo sólo extendí los cielos.”

Isaías 44:24 NTV

El café donde a menudo voy a escribir se encuentra en un edificio de más de cien años. Cuando los dueños actuales lo compraron, reclamaron y reciclaron gran parte de los trastos que encontraron en el altillo. Ahora están expuestos como arte, ya sea colgando en las paredes o dentro de vitrinas, y generan muchas conversaciones interesantes entre los clientes y los baristas.

La historia de esos trastos se puede resumir en cuatro palabras: fueron diseñados, formados, arruinados y restaurados.

Si somos honestas con nosotras mismas, debemos admitir que esas palabras también describen nuestra historia como creación de Dios:

Nuestro Creador nos diseñó como obras de arte únicas y luego nos formó. Desde el comienzo de nuestra vida tuvimos un propósito maravilloso: honrarlo a Él, quien nos hizo y se sintió complacido con su creación.

Nosotras nos rebelamos, rechazando el propósito para

el cual fuimos creadas, y nos alejamos de la única fuente auténtica de verdad, belleza y vida, arruinando la posibilidad de vivir una vida plena.

En amor, Dios se rehusó a dejarnos ir y nos rescató a través de la cruz de Jesús, nuestro Salvador. Todavía hoy, el Artista divino sigue restaurando en nosotras la belleza de la santidad diseñada desde el principio.

En Efesios 2 Pablo resume nuestra historia:

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.

Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

Efesios 2:8–10

Por gracia… ahora mismo somos hechura de Dios, ¡su obra de arte! Diseñadas, formadas, arruinadas y restauradas.

Miércoles Hecha y recuperada

OraciónSeñor, no tuviste que crearme, redimirme, recuperarme y restaurarme. ¡Pero lo hiciste! Susurra las promesas de tu amor y sabiduría a mi corazón, para que día a día mi vida te honre con cada palabra y decisión…

10 11

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

2 Corintios 5:17 Cada vez que estreno ropa nueva, ya sea para ir a la iglesia o al trabajo, me siento contenta y alegre. ¿Te sucede lo mismo?

Hay algo sobre la novelería y frescura de la ropa nueva que produce confianza y anticipa un día maravilloso.

Sin embargo, por más frescos y atractivos que sean nuestra ropa y maquillaje, no son más que cosas externas. Quizás luzcamos bien por fuera. ¿Pero por dentro? La historia puede ser muy diferente.

La promesa que Dios hace en 2 Corintios 5:17 va mucho más profundo: “Todas [las cosas] son hechas nuevas”, dice la Biblia. Nuevo significa “fresco, novel, original”. La obra creativa de Dios en nosotras llega a lo más íntimo de nuestro ser y enfrenta realidades mucho más pro-fundas que las que lucimos por fuera.

¡Los cambios que nuestro Señor promete hacer en nosotras son una transformación total! Imagina una moneda de oro reluciente, o un pimpollo de rosa que se abre delante de tus ojos. Luego de cometer adulterio y homicidio, el Rey David oró:

Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí.

Salmo 51:10

La palabra crear en esta oración se remonta al Edén. Es una palabra prestada de la primera creación, cuando Dios hizo los cielos y la tierra. Aquí David le pide a Dios que le dé un nuevo comienzo. “Vuelve a hacer mi corazón”, le dice.

¡Nosotras también añoramos y oramos así! ¿No es cierto?

¡Y Dios escucha esa oración! Él está re creándonos, re haciéndonos, transformándonos. Gracias a que Jesús sufrió el castigo por nuestros pecados en la cruz del Calvario, la transformación es posible. Por fe en Jesús, ¡somos una nueva creación de Dios! Y mientras continúa su obra transformadora en nosotras, nos susurra esta promesa: “Mi querida hija, lo mejor aún está por venir.”

Jueves Transformada

OraciónPadre mío, perdóname por resistir tu obra trans-formadora en mi vida, especialmente cuando duele y tengo miedo. Llena mi corazón de alegría y esperanza, ayudándome a fijar mi mirada en los cambios que tú quieres para mí ....

12 13

A [Cristo] quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre.

Colosenses 1:28

A medida que los niños crecen, los padres van viendo cómo sus sueños nacen y se cristalizan. El joven comprensivo decide ser terapeuta. La niña a quien sólo le gustaba jugar con muñecas ahora va a ser mamá. El niño que se lo pasaba leyendo de pronto comienza a escribir.

Los objetos inanimados, por más bellos que sean, no pueden crecer ni madurar como lo hacen las criaturas vivientes, especialmente los niños. Sólo los seres vivos crecen y maduran.

Por ello necesitamos tener en mente una imagen mucho más grande cuando meditamos sobre la idea de que somos la obra maestra de Dios. Él no nos creó como esculturas sin mente, vida o alma, ni espera que permanezcamos como niños espi-rituales. Al contrario, el Gran Artista espera el día en que cada una de nosotras seamos completamente maduras en Cristo.

Al crecer en la gracia, al madurar en la fe, al volvernos más y más como nuestro hermano mayor Jesús, estamos honrando a nuestro Creador. El apóstol Pedro une todas estas ideas con la siguiente exhortación:

Creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.

2 Pedro 3:18

Eso es lo que estamos haciendo en este momento: estamos

creciendo en la gracia y el conocimiento de nuestro Salvador. Al verlo, quienes nos rodean ven al Gran Maestro en acción y lo honran.

Cuando esta vida termine, el pincel y la paleta quedarán a un lado. La última puntada ya habrá sido dada. Las herramientas volverán a la caja del Escultor. Finalmente seremos como nuestro Creador nos creó desde el principio y todas juntas le alabaremos eternamente por su obra.

Viernes Creciendo en la gracia

OraciónGracias, Padre, por tu obra en mí. Recuérdame que ya no soy la persona que era ni tampoco quien seré un día. Susúrrame estas verdades para que infundan esperanza en mi corazón...

Para reflexión personal ...

Piensa en algo especial que hayas creado: un tejido, un postre delicioso o un arreglo floral. ¿Cómo te sentiste cuando lo estabas creando? ¿Y cuando lo habías terminado?

Ahora imagina a tu Creador poniéndote en el vientre de tu madre. Imagínalo formándote y transformándote a través de las semanas, meses y años de vida. ¿Cómo crees que se siente cuando termina su obra?

Al leer estos textos, ¿qué palabras de consuelo te está susurrando el Señor?

Salmo 139:17–18; Sofonías 3:17; Jeremías 31:3

14

D etente. Haz una pausa. ¡Escucha!

En la quietud, escucha a tu Creador susurrándote palabras de vida y de amor. Esas palabras han sido parte del pueblo de Dios desde tiempos antiguos.Y todavía hoy te pertenecen a ti:

¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre?

Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti.

He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida.

Isaías 49:15–16

Tú Eres Mi Hija Preciosa

Y ValiosaSábado

o Domingo