Descarga El Muégano divulgador Num. 32

12
Dirección General de Divulgación de la Ciencia UNAM • Número Leer la música ciencia de la El físico neoyorquino Richard Phillips Feynman (1918-1988), luego de colabo- rar en el Proyecto Manhattan, desarrolló la electrodinámica cuántica, por lo que recibió el premio Nobel de física en 1965. Era también un gran divulgador científi- co. Sus Lecciones de física son un clási- co, al igual que los diversos ensayos y relatos autobiográficos que escribió. mayo / junio 2006 Richard P. Feynman ¿Es que nadie se siente inspirado por nuestra imagen actual del universo? Este valor de la ciencia no ha sido can- tado por los bardos: sobre este tema tenemos que conformarnos con escu- char no una canción o un poema, sino una conferencia vespertina. Nuestra era no es todavía una era científica. Tal vez una de las razones de este si- lencio es que se tiene que saber leer la música. Por ejemplo, un artículo cien- tífico puede decir «El contenido de fósforo radiactivo del cerebro de la rata disminuye a la mitad en un pe- riodo de dos semanas». Pero, ¿qué significa esto? Significa que el fósforo que está en el cerebro de la rata –y también en el mío, y en el tuyo– no es el mismo fósforo que estaba ahí hace dos sema- nas. Significa que los átomos que están en el cerebro están siendo reemplazados: los que antes estaban ahí se han ido. Así que, ¿qué es esta mente nuestra? ¿Qué son estos átomos con conciencia? ¡Las papas que comi- mos la semana pasada! Ahora pueden recordar lo que estaba pasando por mi mente hace un año –una mente que hace mucho ha sido reemplazada. Darse cuenta de que lo que yo llamo mi individualidad es sólo un patrón o una danza, eso es lo que significa que uno descubra cuánto tiempo tardan los áto- mos del cerebro en ser reemplazados por otros átomos. Los átomos entran a mi ce- rebro, bailan una danza, y luego salen. Siempre hay átomos nuevos, pero siem- pre bailan la misma danza, recordando la danza de ayer. En este texto, tomado de la conferencia «El valor de la ciencia», reproducida en el libro What do you care what other people think? (Norton, 1988), uno de los físicos más destacados del siglo XX muestra por qué también era un gran divulgador, y comparte su visión del asombro y el gozo que puede proporcionar una comprensión profunda de la ciencia. 1

Transcript of Descarga El Muégano divulgador Num. 32

Page 1: Descarga El Muégano divulgador Num. 32

Dirección General de Divulgación de la Ciencia� UNAM • Número ��

Leer lamúsica cienciade la

El físico neoyorquino Richard PhillipsFeynman (1918-1988), luego de colabo-rar en el Proyecto Manhattan, desarrollóla electrodinámica cuántica, por lo querecibió el premio Nobel de física en 1965.Era también un gran divulgador científi-co. Sus Lecciones de física son un clási-co, al igual que los diversos ensayos yrelatos autobiográficos que escribió.

may

o / j

unio

2

006

Richard P. Feynman

¿Es que nadie se siente inspirado pornuestra imagen actual del universo?Este valor de la ciencia no ha sido can-tado por los bardos: sobre este tema

tenemos que conformarnos con escu-char no una canción o un poema, sino

una conferencia vespertina. Nuestra erano es todavía una era científica.

Tal vez una de las razones de este si-lencio es que se tiene que saber leer lamúsica. Por ejemplo, un artículo cien-tífico puede decir «El contenido defósforo radiactivo del cerebro de larata disminuye a la mitad en un pe-riodo de dos semanas». Pero, ¿quésignifica esto?

Significa que el fósforo queestá en el cerebro de la rata –ytambién en el mío, y en eltuyo– no es el mismo fósforoque estaba ahí hace dos sema-nas. Significa que los átomosque están en el cerebro están

siendo reemplazados: losque antes estaban ahí se

han ido.Así que, ¿qué es esta

mente nuestra? ¿Qué son estos átomoscon conciencia? ¡Las papas que comi-mos la semana pasada! Ahora puedenrecordar lo que estaba pasando por mimente hace un año –una mente que hacemucho ha sido reemplazada.

Darse cuenta de que lo que yo llamomi individualidad es sólo un patrón o unadanza, eso es lo que significa que unodescubra cuánto tiempo tardan los áto-mos del cerebro en ser reemplazados porotros átomos. Los átomos entran a mi ce-rebro, bailan una danza, y luego salen.Siempre hay átomos nuevos, pero siem-pre bailan la misma danza, recordandola danza de ayer.

En este texto, tomado de la conferencia «El valor de la ciencia», reproducida en el libro Whatdo you care what other people think? (Norton, 1988), uno de los físicos más destacados delsiglo XX muestra por qué también era un gran divulgador, y comparte su visión del asombroy el gozo que puede proporcionar una comprensión profunda de la ciencia.

1

Page 2: Descarga El Muégano divulgador Num. 32

may

o / j

unio

2

006

La Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Técnica, A.C., en el marco de la celebración de su 20 Aniversario,

la maestría en Comunicación de la Ciencia y la Cultura del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO),

Trompo Mágico Museo Interactivo, el Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología de Jalisco y la Secretaría de Educación Jalisco:

CONVOCAN

Al XV Congreso Nacional de Divulgación de la Ciencia y la Técnica,a celebrarse en Guadalajara, Jalisco del 25 al 28 de septiembre de 2006, en el Campus del ITESO, universidad jesuita en Guadalajara, bajo la premisa:

Mirar al futuro, analizando el pasado

• extensión de 8 a 12 cuartillas (incluyendo gráficas, figuras, bibliografíay resumen).Exposición de cartelesSe contempla un espacio de exposición para los interesados en presentarinvestigaciones o experiencias de divulgación de la ciencia y la técnica enformato de cartel.

La fecha límite para la recepción de resúmenes es: viernes 7 de julio de 2006a la siguiente dirección de correo electrónico: [email protected]ón de páginas webPodrán participar todas aquellas personas o instituciones que tengan, enactivo y con acceso libre, un sitio web cuyo objetivo sea la divulgación dela ciencia y la técnica y que respete los siguientes lineamientos:

El sitio debe estar en español (aunque pueden tener ligas a otros sitios enotros idiomas). Los contenidos y el diseño deberán ser una creación original.

Los interesados en participar en la muestra de sitios web, deberán enviar laficha de registro que puede descargarse en www.xvcongresomedicyt.iteso.mxal correo electrónico: [email protected], a más tardar el viernes 7de julio de 2006.

Los interesados deberán enviar a más tardar el 8 de septiembre de 2006una presentación Flash (en su formato ejecutable «.exe «) o bien en PowerPoint 2000 o superior (en su versión «.pps «) cuya duración máxima seráde tres minutos y su tamaño debe ser inferior a los 10 megabytes.Cuotas:Para socios SOMEDICYT, expositores, estudiantes y profesores con cre-dencial vigente: $850.00 M.N ($85 USD).Para público en general: $1,200.00 MN. ($120 USD)Para depósitos nacionales:Beneficiario: Sociedad mexicana para la divulgación de la ciencia y la técni-ca, A.C.Banco Santander Serfín, SACuenta 65-50168028-3Transferencia a la cuenta clabe: 014180655016802838Para transferencias o depósitos internacionales:Beneficiario: Sociedad mexicana para la divulgación de la ciencia y la técni-ca, A.C.USD MONEDA: DÓLAR AMERICANOBanco corresponsal: Banco Santander central hispano N.Y.Ciudad: New YorkCódigo SWIFT/ ABA: 026007692 BSCHUS33Cuenta del banco: 100015-0001 BMSXMXMMBanco: Santander Serfin, SA.

Para mayores informes:Consultar la página oficial del congreso en:www.xvcongresomedicyt.iteso.mx/

Mtra. Susana Herrera LimaLic. Maricela Huerta [email protected]

El XV Congreso Nacional de Divulgación de la Ciencia y la Técnica está diri-gido a:

• Divulgadores científicos• Investigadores de la divulgación científica• Formadores de divulgadores científicos• Estudiantes de programas académicos con especialidad en la divulga-ción científica• Profesionales en los medios de comunicación• Empresarios• Políticos y representantes de instituciones públicas

interesados en exponer sus experiencias, reflexiones, análisis, propuestasy diagnósticos sobre diversos aspectos que consideren la divulgación de laciencia y la tecnología como su centro de atención.

PREMISAEl congreso anual de SOMEDICYT tiene como principal objetivo propor-cionar a los divulgadores nacionales que participan activamente en la co-municación pública de la ciencia desde diversos ámbitos -educación, mediosde comunicación, museos, dependencias oficiales, entre otros-, un espaciopara intercambiar reflexiones teóricas y experiencias prácticas en torno aesta tarea, así como informar de ello a la sociedad en general y a los interesa-dos en la comunicación pública de la ciencia en particular.

Este XV Congreso Nacional de Divulgación de la Ciencia y la Técnica tie-ne como objetivo ofrecer un espacio de trabajo interdisciplinario que, a tra-vés del encuentro, el diálogo y el debate, permita revisar las acciones delpasado, las condiciones actuales y las metas a futuro de la divulgación de laciencia y la técnica en México.

Hoy, a 20 años de distancia de la fundación de SOMEDICYT, sigue siendonecesario pensar la divulgación de la ciencia, además de mantener y aumen-tar los esfuerzos por reconocer, analizar y hacer visible esta tarea.

Por eso invitamos a buscar modelos, estrategias y caminos que ayuden aforjar una comunidad de divulgadores que no olvide que al paso de veinteaños no se debe comenzar desde cero, sino reconocer, evaluar y develar loya hecho; y a promover acciones de continuidad que busquen formar ciu-dadanos solidarios, participativos e informados dispuestos a construir undiálogo desde una óptica de retrospectiva mediante la reflexión y exposi-ción de ideas y experiencias alrededor de interrogantes clave.

MODALIDADESMesas simultáneas de ponencias1. Museos y centros de ciencia y tecnología2. Educación e investigación3. Profesionalización4. Políticas públicas y sociedad5. Periodismo científico y medios de comunicación6. Publicaciones

La fecha límite para la recepción de resúmenes es: viernes 7 de julio de 2006a la siguiente dirección de correo electrónico: [email protected]

2

Page 3: Descarga El Muégano divulgador Num. 32

���� may

o / j

unio

2

006

El efecto

����

vidades tienen muchísimo impacto. No pode-mos permitirnos decir tonterías ni hablar a laligera. Por tomar dos ejemplos al azar, no pode-mos andar por ahí diciendo en nuestras exposi-ciones que el arte se parece a la ciencia o quela mecánica cuántica se reduce a su historia. Esmás, ante el potencial aterrador de nuestras ac-ciones yo estoy por no volver a proferir una pa-labra divulgativa en mi vida. Miren lo que puedeocurrir si el fruto de nuestros afanes cae en ma-nos inapropiadas:

George W. Bush, siempre atento a la cienciay a la salud del entorno, mandó exterminartodas las mariposas de Brasil con DDT sinpreguntarle a Lula porque uno de sus con-

sejeros científicos leyó en un artículo de di-vulgación que el batir de alas de una mariposa

en ese país podía desencadenar un tornado enTexas.

Cuando los aviones gringos terminaban derociar con su nube mortífera los últimos kiló-metros cuadrados de la selva del Amazonas, otroconsejero irrumpió sin aliento en la Oficina Ovaly le dijo a Bush que lo del tornado y las maripo-sas era una metáfora. Entonces Bush le declaróla guerra a Grecia. Los aviones gringos estabanterminando de hacer fosfatina el Peloponesocuando apareció otro asesor y le informó al hom-bre más poderoso del mundo que las metáforasson sólo figuras retóricas. Se disponía Bush amandar matar a todo el Partido Republicanocuando otro asesor entró –éste sí a tiempo (lás-tima)– y aclaró que el anterior había dicho «re-tóricas», no «retrógradas».

De noche, ya en cama con Laura, George,muy ufano y con las manos detrás de la cabeza,le decía a su media naranja:

–Estarás orgullosa de mí, honeybunch. Hoyconseguí que no vuelva a haber tornados enTexas.

comentarios: sregules@universum�unam�mxcomentarios: sregules@universum�unam�mxcomentarios: sregules@universum�unam�mxcomentarios: sregules@universum�unam�mxcomentarios: sregules@universum�unam�mx

Los pequeños detalles, según nos quieren ha-cer creer los adeptos de la filosofía en aerosol,son la sal de la vida: «Ay, mi amor, ¡fuiste alsúper!», «Pero, licenciado: ¿Chanel numérocinq? No se hubiera molestado», «Señores di-putados, por sus atenciones les vamos a darun pequeño regalito de nada. ¡Ramiro! ¡Tráitelos BMWs!»

¡Ah, esos detallitos que hacen que valga lapena vivir!

Por otro lado, según nos quieren hacer creerlos adeptos de la teoría delcaos, los pequeños detalles,más allá de ponerle sazón a laexistencia, pueden tener gran-des consecuencias. Hasta pueden alterarel curso de la historia. Imagínense, por ejem-plo, que Isaac Newton, en lugar de nacer enWoolsthorpe, hubiera nacido en Acapulco. En-tonces, en vez de sentarse a la sombra de unmanzano a reflexionar acerca de la gravedad,hubiera tenido que sentarse debajo de unapalmera y en vez de manzana, sobre su genialcoco habría caído un ídem y sus reflexionessobre la gravedad hubieran terminado abrup-tamente por razones de peso. El efecto de estepequeño cambio de posición en el lugar denacimiento de Newton (pequeño por lo me-nos en la escala cósmica, que es la única dig-na de considerarse) se propagaría como unavibración por la telaraña de la historia. Comoconsecuencia, el inventor de la mecánicanewtoniana no hubiera sido Newton y nosharíamos unas bolas espantosas, ¿se imaginan?:«La mecánica newtoniana, llamada así en ho-nor de su descubridor, Pepe...» Los pequeñosdetalles pueden dejar el mundo irreconocible.

Los divulgadores tenemos que estar atentosa este efecto amplificador de las consecuen-cias porque, como todos saben, nuestras acti-

por Sergio de Régules

3

Page 4: Descarga El Muégano divulgador Num. 32

may

o / j

unio

2

006

sus productos

4

Coincido con el reclamo general: que los divul-gadores seamos evaluados por colegas (pares),con base en criterios y parámetros propuestospor nuestra comunidad.

No abordaré el tema de los parámetros tradi-cionales (el grado académico, la actividad do-cente y la formación de personal), puesto que lomás complicado es juzgar la producción del in-teresado. En otras comunidades, como la cien-tífica, confían en «certificados de calidadexternos» como los otorgados por institucionesacadémicas o comités editoriales. Así, la tareade los comités evaluadores muchas veces se li-mita a contar los productos, sin preocuparse porla calidad de éstos. Las comisiones evaluadorasde divulgadores, al no poseer estos «certificadosde calidad externos», se ven en la necesidad deconsiderar tanto la cantidad como la calidad.Quiero que quede bien claro que estoy en con-tra de un sistema de puntajes, porque me pare-ce que eso genera otros vicios que ponen enriesgo la calidad de nuestro trabajo. Propongoun modelo que sirve para evaluar y mejorar elproducto y que al mismo tiempo pueda ser uti-lizado para evaluar a quien lo hizo.

Mi modelo está inspirado en el de ChanScreven (1990) para el desarrollo de exposicio-

Las propuestas sobre la evaluación de losdivulgadores son diversas. Como una alterna-tiva a la publicada en nuestro número 31, ofre-cemos aquí otra que, aunque originalmentebasada en la evaluación de proyectos museísti-cos, es, según comenta su autora, «extrapolabley aplicable a otros tipos de proyectos colecti-vos de divulgación». Ojalá resulte interesantey útil para nuestros lectores, de quienes espe-ramos comentarios o réplicas.

Elaine Reynoso Haynes

Sobre la

yevaluación de los divulgadores

nes, y es particularmente útil para proyectos rea-lizados por equipos multidisciplinarios, comopuede ser una película, una revista, un espectá-culo, una exposición o un taller. Cada proyectose divide en etapas: la planeación, el diseño, laproducción o construcción, la ocupación (cuan-do se le presenta al público) y la remedial. Acada etapa le corresponde un tipo de evalua-ción: la previa en la etapa de planeación, laformativa durante la de diseño y construcción yla sumativa en la de ocupación.

Definiré evaluación como el proceso median-te el cual se obtiene información diversa del pú-blico en relación al tema a tratar y al mensajetransmitido. Considero que además se debe in-cluir la opinión de expertos (divulgadores, cien-tíficos y técnicos).

Los métodos que se emplean en cada una deestas evaluaciones dependen de lo que se quie-re evaluar: el impacto, aspectosemotivos, cognitivos, funcio-nales, técnicos, comunica-tivos, estéticos, etcétera.Los resultados obtenidosen cada una de estasetapas sirven para hacermodificaciones oportu-nas a versiones prelimi-nares del producto final,antes de hacer una mayorinversión en tiempo, dinero yesfuerzo. La evaluación sumativa es muy inte-resante porque es la primera vez que se ve elproducto como un todo y con público. En estaetapa se detectan variables que no habían sur-gido anteriormente, puesto que sólo se habíanevaluado las partes.

Los resultados de estos estudios y evaluacio-

Page 5: Descarga El Muégano divulgador Num. 32

mar

zo •

mar

zo •

mar

zo •

mar

zo •

mar

zo •

��

� �

��

��

� �

��

��

����� �

may

o / j

unio

2

006

Elaine Reynoso es física y maestra en pedagogíapor la UNAM, y especialista en proyectosmuseológicos. Fue parte del grupo fundador yprimera jefa del museo Universum, así comocoordinadora de su grupo de planeación. De2001 a 2003 fue presidenta de la SociedadMexicana para la Divulgación de la Ciencia yla Técnica (SOMEDICYT).Comentarios: reynosoelaine@hotmail�comComentarios: reynosoelaine@hotmail�comComentarios: reynosoelaine@hotmail�comComentarios: reynosoelaine@hotmail�comComentarios: reynosoelaine@hotmail�com

nes se integran en un informe o expediente. Enel caso de una exposición, este expediente debecontener los estudios de público, las recomen-daciones que surgen de estos estudios para eldiseño de los productos, los documentos de con-sulta, el guión científico, el guión temático, elguión museográfico, diseños, presupuestos, laplanta museográfica, folletos, manuales de ca-pacitación del anfitrión, manuales de operacióny mantenimiento, guías para maestro, propues-tas de actividades complementarias, etcétera.Debe incluir las evaluaciones que se hicieron delos diferentes aspectos (técnicos, comunicativos,económicos y demás), una especie de autocrítica

de cada uno de los involucrados de sucontribución al proyecto, ex-

plicando las razones por lascuales resolvió su parte de

cierta manera, y posibles pro-puestas de mejoras. Todolo anterior es lo que lla-mo informe interno, en el

cual el trabajo de cada unode los participantes debe es-tar reportado y ser claramen-

te identificable.Por otro lado, propongo que se elabore

un informe externo en el cual se reporten lasopiniones del público y de expertos exter-nos que no intervinieron en el proyecto y

que no conocen la historia del mismo (lascondiciones del proyecto, el presupuesto, el

tiempo en que se hizo, las diferencias al inte-rior del equipo de trabajo y todas las demás difi-cultades que puedan surgir). Los expertosexternos deben ser pares en los diferentes rubros:el tema, cómo se divulga y el uso del medio.

Las modificaciones se harán buscando un ba-lance entre las soluciones propuestas en ambos do-cumentos, el interno y el externo. Si se hizo bien latarea en todas las etapas anteriores, estas modifi-caciones serán mínimas y los costos también.

Estoy convencida de que la evaluación es uningrediente esencial para el buen desarrollo detodo proyecto, por lo cual se tiene que programare incluir dentro del presupuesto. Ambos informes,el interno y el externo, sirven de memoria del pro-yecto, aportan elementos fundamentados paratrabajos posteriores y ofrecen los «certificados decalidad» que requieren los futuros dictaminadores.

La buena noticia es que no se necesitan gran-des muestras, no toma mucho tiempo y no se re-quiere invertir mucho dinero para saber si elproducto va por buen camino o no. Una evalua-ción y una corrección oportuna se deben ver comouna inversión, no como una pérdida de tiempo.Un estudio previo del público evita muchos pro-blemas en la comunicación posterior con éste yel equipo de trabajo. Para la fase de diseño, sepuede instalar un rincón en el museo donde seexhiban equipos en proceso de desarrollo y seinvite a los visitantes a opinar sobre diferentesaspectos como el diseño, las cédulas y la opera-ción. Unas cuantas horas platicando con visi-tantes de carne y hueso, o simplementeobservando cómo utilizan o reaccionan ante unequipo, nos aporta información sumamente va-liosa para mejorar nuestros productos. Por últi-mo, estos documentos sirven de materia primapara comunicaciones formales, con lo cual so-cializamos nuestro trabajo y contamos con unelemento más para la evaluación.

Referencias:Reynoso H., Elaine (2000), El museo de las ciencias:

un apoyo a la enseñanza formal, tesis para obtenerel grado de Maestra en Enseñanza Superior, Facul-tad de Filosofía y Letras, UNAM, 2000.

Screven, C. G, (1990). «Uses of evaluation before,during and alter exhibit design», International La-boratory for Visitor Studies, 1(2), 33-66.

5

Page 6: Descarga El Muégano divulgador Num. 32

may

o / j

unio

2

006

Nemesio Chávez Arredondo

penas básica, pero su deseo y capacidadde saber nunca cesaban.

Recorrimos grandes y pequeños uni-versos, cielos internos y cielos externos.Si no llegaban más clientes nos tomába-mos rato platicando sobre el tiempo, so-bre el funcionamiento del cerebro, sobrelos fósiles, sobre la vida y sus rincones,sobre el oxígeno y la respiración, sobrela construcción del conocimiento. Se leincendiaba la mirada y yo me iba infla-mado y feliz.

«Más importante que la respuesta esplantear bien la pregunta, ¿verdad?», measestó en otra ocasión. Le obsequié unpar de libros que leyó sin parpadeo, y unbuen día, entre revelación y descubri-miento, me mostró una pequeña libretadonde, con su contrahecha letra infantil,había comenzado a poner en palabras suspensamientos. Ojalá recupere algún díael sosiego.

Justifíquese esta breve anécdota por unprincipal punto de acuerdo con el dis-curso que el profesor Pierre Fayard ponea disposición en las páginas que nosaguardan: no hay diferencia entre quiensabe y quien ignora; no soy yo quienpercibe y decide sobre lo que el otro ig-nora y debe, quiere o necesita saber. Másaún, cada día debemos redescubrir quetoda mente es un universo entero, quecada individuo se construye paulatina-mente a su manera propia, a su ritmo per-sonal; que nadie es igual a nadie.

¿Eran los diálogos con el barbero mimanera más arcana y pura de comunicarel conocimiento científico y mi pasiónpor él? Era casi un rito particular que res-pondía al interés, a la necesidad especí-fica de un solo individuo preguntándoseal momento y libremente por aquello que

En éste «prólogo-reseña» al libro de PierreFayard La comunicación pública de laciencia: hacia la sociedad del conoci-miento, Nemesio Chávez nos comentacómo las emociones, junto con el cono-cimiento de las necesidades de ese otropara el que trabajamos, son los requisi-tos fundamentales para el comunicadorde la ciencia.

deLa nuestras necesidades

construcción colectiva

«Ya no sé si agradecerte o reclamarte»,me espetó un día el barbero. «Desde a-quella vez que se me ocurrió preguntar-te sobre el espacio y el universo, ya nosoy el mismo. Antes vivía en paz y tran-quilo. Ahora, cuando regreso a casa enel metro, miro los rostros de los demás yme pregunto si se preguntan las mismascosas que yo. ¿Qué habrá en sus pensa-mientos?»

Efectivamente, aquella había sido unaprimera vez. Luego, cada que mi peloexigía orden, Antonio (el barbero) y yo

teníamos ocasión de charlarlargamente sobre cualquiertema de ciencia que saltaraal ruedo. Él reunía dos ingre-

dientes explosivos: igno-rancia e inteligencia.

Su instrucción es-colar era a-

6

Page 7: Descarga El Muégano divulgador Num. 32

may

o / j

unio

2

006

tosa cartera de asuntoscon miras a hacer másreal la intención de nues-tro trabajo de comunica-ción de la ciencia. (Todosdeben saber enseñar lo quesaben. Todos deben aprenderde los demás lo que se les pue-da enseñar.)

Tendremos que profundizar en loque conocemos, para sentirlo a plenitudy poder dignamente compartirlo. Tendre-mos que aprender a ser más sensibles parapercibir mejor a nuestro semejante (laescucha, la comprensión, la aceptación).Tendremos que aprender y entendercómo operan los nervios más finos de lacomunicación individual y colectiva paralograr una reacción, para propiciar unefecto; tendremos que mirarnos al espe-jo, desenamorarnos de nuestra sabiduríay estar dispuestos a fortalecerla con la sa-biduría de los demás. Usted, que ya sesabe sabedor de lo que sabe; usted, queya sabe que quiere compartir lo que sabe;usted debe aprender a saber otras cosas,

además de las queya sabe, para hacerbien lo que quierehacer. (Por cierto,con mi peluqueronunca usaba la pa-labra ciencia, sólopara que ustedesme entiendan.)

Todo acto de co-municación que se pretenda ponzoñaactiva, del que se espere efecto mani-fiesto, ha de comenzar en las emocio-nes, por más pronta o dilatada que seasu construcción. Antes que mover a pen-sar, desear informar o querer educar, hayque enseñar a sentir, como el arte hace(y la fina mezcla de minerales que sealían en la comunicación de la cienciala acrisolan como un arte). Y el artistano puede hacer sentir lo que no siente.Y para sentir algo hay que saberlo, en-tenderlo y aprenderlo hasta su más pro-fundo centro.

El arte profundo de la comunicación

de la ciencia debe construirse de la nece-sidad del otro, sin que eso menoscabe suarte. El arte extraordinario no se hace parauno, sino para los demás. El divulgadorabreva su fuerza artística en los demás.Así como la evolución no se manifiestaen el individuo, sino en la población, asíel engrandecimiento de nuestra razón ynuestro espíritu, por la asunción de lamirada científica, ha de pasar por la cons-trucción colectiva de nuestras necesida-des y la satisfacción no menos compartidade ellas.

En este recuento personal de su obra,y con el privilegio de su mirada reflexivay acuciosa, el profesor Fayard describeun camino andado y señala una ruta a se-guir. Queda pues la tarea, y más porquequiero no olvidar las palabras de mi en-trañable Manuel (Calvo Hernando):«México es el país de lengua españolaque más en serio se ha tomado la divul-gación de la ciencia». Claro que se meescurre la satisfacción entre los labioscada que resuenan estas palabras en micabeza, pero también quedo momentá-neamente azorado ante tal responsabili-dad. Si no todo, intuyo que queda muchopor hacer.

Nemesio Chávez Arredondo es directordel Museo de Historia Natural de laciudad de México, orgulloso co-fundadorde El muégano divulgador... y le encantael canto. Es editor de la antología Todopor saber, Ensayos de cultura científica(DGDC-UNAM, 1999).Comentarios: nemesio��@hotmail�comComentarios: nemesio��@hotmail�comComentarios: nemesio��@hotmail�comComentarios: nemesio��@hotmail�comComentarios: nemesio��@hotmail�com

punzaba su mente. No había conoci-miento previo, no había antecedentes niprólogos, no había prejuicio ni contex-to, no había objetivo programado, nohabía destino mayor que la sal de la sor-presa. Era imperioso construir la soluciónsobre la marcha, escuchándolo a caba-lidad, respetando su necesidad, satisfa-ciendo su interés.

El caso de comunicación de que dacuenta esta anécdota es un ejemplo ex-tremo, es casi una abstracción. No sepuede ir por el mundo haciendo eso, osolamente eso. En el otro extremo del es-pectro está el programa omnipresente,masivamente impactante, eficaz, cons-truido por un consenso más complejo,donde intervienen más voluntades, don-de deben intervenir más voluntades.

Como la intención general de la comu-nicación de la ciencia es tener un efec-to en la mayor parte de la población, sucompromiso es descomunal. Esa tambiénes su riqueza. Sus oficiantes tienen quemultiplicarse y multiplicar cada uno susdones, pues tienen que atender discursosen múltiples estratos, desdela conversación con el bar-bero hasta la ideación deuna campaña masiva es-pecífica, con un blanco mi-limétrico, conjuntamentepensada, colectivamentedecidida, profesionaliza-ción, rentabilidad, efica-cia, voluntad política eindustria mediática incluidas. Ya elmismísimo trabajo de acercamiento, deconvencimiento, de atracción de las par-tes que tienen que implicarse, de los ac-tores que han de replicar, es un espaciode creación de materia, de desplieguede habilidades. (Reconózcase y edi-fíquese la red que acarreará los mensa-jes y enhebrará los lenguajes; líense todassus interfases.)

Hay que aprender de la historia vivaque el profesor Fayard narra en esta an-tología personal. Todo son lecciones,puntos a revisar, habilidades y oficioscomprometidos a desarrollar, una vis-

7

Page 8: Descarga El Muégano divulgador Num. 32

may

o / j

unio

2

006

Reflexionesconferencia de divulgación

sobre la preparación

de una

Uno de los medios más populares paradivulgar la ciencia es la conferencia ocharla, que permite entrar en contactodirecto con un público determinado ytratar de acercarle el conocimiento deun determinado tema. Durante las últi-mas décadas, las escuelas, colegios yuniversidades, las instituciones estatalesy federales relacionadas con la ciencia,las asociaciones gremiales y desde lue-go los museos de ciencias han incremen-tado en forma importante su oferta decharlas sobre temas científicos y técnicosa fin de acercar la ciencia a los estudian-tes y público en general. Esta situaciónse ha reflejado en una creciente deman-da de conferencias de ciencia.

A partir de la experiencia que me hadejado la impartición de decenas deconferencias en los últimos 17 años, pro-pongo una serie de reflexiones que seanútiles a los divulgadores que empleaneste medio y a los organizadores de lasmismas.Audiencia objetivo: Lo primero que de-be saber un divulgador cuando iniciala preparación de una conferencia es eltipo de audiencia a la que se dirigirá: suedad, escolaridad, gustos e intereses.Los conocimientos ya adquiridos así co-mo el desarrollo de ciertas habilidadesintelectuales son aspectos que puedendeterminar el éxito o el fracaso de unaconferencia. Los perfiles de la audiencia

Aunque pudiera parecer que sobran,pues todo mundo sabe cómo dar unaconferencia (o, al menos, eso cree), pen-samos que los consejos ofrecidos por elautor de este texto pueden ser provecho-sos para algunos colegas. O quizá sirvande detonador para que nos envíen suspropias recomendaciones...

son tan diferentes que puede ocurrir quese prepare la conferencia teniendo enmente un cierto perfil y encontrarse «a lahora de la verdad» con una audiencia conun perfil distinto y tener que improvisar ycambiar algunos aspectos sobre la marcha,lo cual conlleva un importante riesgo parael buen éxito de la conferencia. En mi ex-periencia, las audiencias más frecuentesson estudiantes de nivel medio, básico ode bachillerato, y público en general, enparticular las personas adultas.

Otro aspecto importante de la audien-cia de nuestras conferencias tiene que vercon si asisten por interés en conocer algoo porque son «obligados»; prefiero desdeluego a aquellos del primer grupo.Selección del tema: Si bien para los di-vulgadores la ciencia es interesante e im-portante, no lo es para muchos niños,jóvenes y público en general. Muchas per-sonas consideran a la ciencia como algodistante de su vida, difícil de entender,propio de las personas muy inteligentes yen muchos casos poco interesante. Porello, la selección de los temas para nues-

tras conferencias es otro aspecto relevan-te que puede influir en el éxito de lasmismas. En mi opinión deben buscarsetemas científicos que de alguna formaestén ligados o puedan ligarse con la vidaordinaria o representen algún tema no-vedoso que pudiera ser de interés co-yuntural para el público. Resulta muyfrustrante para un divulgador desarrollarcon todo entusiasmo y cuidado un de-terminado tema y encontrar poco o nulointerés en la audiencia. En este sentido,los divulgadores al estar identificandotemas para nuestras conferencias, debe-ríamos responder a esta pregunta bási-ca: ¿por qué a esta audiencia le podríainteresar este tema?; ¿cómo debo presen-tarlo para despertar su interés? Es lamen-table intentar despertar interés y gustopor la ciencia a través de una conferen-cia y lograr exactamente lo contrario.Identificación del mensaje: Una vezidentificado el tema de la conferencia,es necesario preguntarse: ¿qué es lo quequiero que mi audiencia recuerde des-pués de la conferencia? ¿Cuáles son los

Héctor Domínguez Álvarez

8

Page 9: Descarga El Muégano divulgador Num. 32

may

o / j

unio

2

006

9

conceptos o aspectos que quiero quecapten claramente? En este punto hay quetomar en cuenta que la atención del pú-blico funciona como un interruptor quese conecta y desconecta intermitente-mente. En este sentido habrá que estruc-turar y exponer la conferencia con losénfasis necesarios a las partes de la mis-ma que consideremos más importantes.Duración de la conferencia: En la pla-neación y desarrollo de la conferenciaes muy importante tomar en cuenta la dura-ción de la misma, así como el tiempo pro-puesto para los comentarios y preguntasde la audiencia. Generalmente se propo-nen alrededor de 45 o 50 minutos para laexposición y de 10 a 15 minutos para lainteracción con el público asistente. Lasconferencias demasiado largas corren elriesgo de cansar al público, que en lamayoría de los casos es heterogéneo enedad y escolaridad. Se recomienda queuna vez elaborada la conferencia, se en-saye midiendo el tiempo, utilizando elequipo audiovisual que se vaya a em-plear y realizando los experimentos con-siderados.Recursos audiovisuales y experimen-tales: La planeación y ejecución de nues-tra conferencia debe contemplar no sólola exposición oral sino también un recur-so visual: acetatos, transparencias proyec-ción desde una computadora. Las ayudasvisuales no deben tener demasiado tex-to; una diapositiva sobrecargada de tex-to genera rechazo. Hay que diseñar lasayudas audiovisuales con la cantidad mí-nima de texto, mostrando los aspectos re-levantes.

Cuando se prepare una conferenciacon proyección de computadora convie-ne verificar que ésta y el «cañón» estén

bien configurados. En alguna ocasión es-tuve en riesgo de cancelar la conferenciaya que no había compatibilidad entre es-tos elementos.

También hay que considerar las condi-ciones de luminosidad del recinto dondese efectuará la conferencia. No puede ha-ber una gran cantidad de luz. Alguna vezme tocó impartir unacharla en un lugar abier-to con toda la luz del sol,lo cual hacía imposiblever la proyección. Esta si-tuación pone en graveriesgo la conferencia siésta se ha desarrollado yestructurado alrededorde cada ayuda visual.Otro aspecto es la distan-cia de la pantalla al pú-blico, de forma que las dimensiones delcontenido de la proyección sean adecua-das para que cualquier espectador ubica-do en cualquier lugar del auditorio puedaleer sin problema el contenido.Experimentos: Cuando el tema de la con-ferencia lo permite, la inclusión de expe-rimentos o demostraciones sencillasresultan de gran ayuda, ya que pueden ser-vir para ilustrar algún aspecto del temaque se está exponiendo y pueden servirpara involucrar al público en la explica-ción del experimento, con lo cual se me-jora la atención y motivación de laaudiencia. En mi experiencia, esta inclu-sión ha sido un factor muy importantepara que la conferencia sea del gusto einterés del público. Debe considerarseque si se van a presentar experimentos odemostraciones, por sencillos que sean,se deben realizar antes de la presentacióna fin de comprobar que se tiene todo lonecesario, que las condiciones del sitioson apropiadas y que no se ha olvidadoalgún paso importante.

Debe considerarse el tiempo necesarioantes de la conferencia para conectar, si-tuar y probar todo lo relacionado con lamisma; estar haciéndolo al inicio puedegenerar malestar y desesperación en la au-diencia.Dimensiones del recinto: Un factor de-terminante para el éxito de una conferen-cia es el tamaño adecuado del recinto.Los demasiado grandes dificultan fo-calizar la atención de la audiencia y fa-

vorecen su distracción. Alguna vez metocó impartir una conferencia a un pú-blico de casi 300 personas diseminadasen la planta baja y primer piso de un pa-tio muy grande, lo cual exigió mis mejo-res dotes (y mi cansancio) para tratar deprovocar y conservar la atención del pú-blico.

Las condicionesde temperatura, lu-minosidad y confortpara el público sonotros parámetros quedeben atenderse. Enmi opinión, los au-ditorios o salones deusos múltiples sonlos más adecuadospara la imparticiónde conferencias con

una asistencia máxima de entre 100 y 150personas.Infraestructura de sonido y equipo deapoyo: El nivel de la voz del expositor esun factor determinante para el éxito deuna conferencia. Dependiendo de lasdimensiones del recinto donde se expo-ne, en algunas ocasiones podrá ser nece-sario un micrófono. Los hay fijos y desolapa, inalámbricos. En mi opinión y ex-periencia, estos últimos son los más ade-cuados, ya que no «atan» al expositor aun solo lugar. Además del equipo paraayudas visuales, del cual se habló ante-riormente, en algunos casos se necesita-rá de una mesa de trabajo si se quierenhacer demostraciones o experimentossencillos. Se recomienda que con toda an-ticipación se informe detalladamente a losorganizadores de la conferencia sobre elequipo que el conferencista necesitará.Presentación del expositor: Asegúrese deque los organizadores cuentan con anti-cipación con una síntesis curricular delexpositor a fin de que su presentaciónocurra sin ningún contratiempo.

Héctor Domínguez Álvarez es físico ydivulgador de la ciencia. Ha escrito va-rios libros de divulgación sobre temasde física. Está adscrito a la Dirección Ge-neral de Divulgación de la Ciencia dela UNAM.

ComentariosComentariosComentariosComentariosComentarios:::::hectord@universum�unam�mxhectord@universum�unam�mxhectord@universum�unam�mxhectord@universum�unam�mxhectord@universum�unam�mx

Page 10: Descarga El Muégano divulgador Num. 32

may

o / j

unio

2

006

por Hércules Delgadillo

La columna de Hércules

Julia Tagüeña PargaDirectora General

Juan Tonda MazónSubdirector de Medios de ComunicaciónJuan Manuel Valero CharvelSubdirector de Prensa y Radio

Martín Bonfil OliveraEditor

Lourdes Arenas BañuelosNemesio Chávez ArredondoSergio de RégulesJuan Tonda MazónRedacción

Ma. del Carmen MercadoDiseño original

Alejandra [email protected] Chávez Gó[email protected] [email protected]ño y diagramación electrónica

El muégano divulgador, boletín mensual editado porla Subdirección de Prensa y Radio de la DirecciónGeneral de Divulgación de la Ciencia de la UNAM; 2o.piso de Universum, zona cultural de CU, Coyoacán. Tel:5622-7315. E-mail: [email protected]

Las opiniones expresadas en los textos son responsa-bilidad de sus autores y no necesariamente reflejan elpunto de vista de la institución. El material se publica conpropósitos de difusión y sin fines de lucro. Para cualquieraclaración, favor de ponerse en contacto con el editor.

DIRECCIÓN GENERAL

DE DIVULGACIÓN

DE LA CIENCIA

EL MUÉGANO

DIVULGADOR

Ya en dos ocasiones, y debido a otros tantos desli-ces de mi fatigado calloso cuerpo (estoy hablandoneurológicamente), un par de lectores que me sonasiduos (estaba a punto de decir incondicionales)me han interpelado para saciar subrepticiamente suvulgar curiosidad al tiempo que hacen juicios devalor sobre mi persona. Dicho de modo directo,quieren saber cómo es posible que un misógino,testarudo, perfeccionista, malencarado, cáustico eiconoclasta divulgador pudo, durante un largo sus-piro de su vida, tener a su lado a la mujer más her-mosa y más buena que pueda imaginarse.

Yo podría, como esos pobres tontos adeptos a lanumerología, a ver vírgenes en las paredes húme-das y a esperar la aparición de ovnis, pensar queel destino me tenía reservado semejante belleza.¡Como si yo lo mereciera! Fue un accidente, unacoincidencia en el espaciotiempo... un milagro.

En aquel entonces, junto con un par de colegasdivulgadores (hoy tan viejos como yo pero todavíamás amargados) organicé un ciclo de conferen-cias, dirigidas al público general, sobre ciertos te-mas biomédicos que empezaban a despuntar. Elinvitado para hablar sobre futuras terapias basa-das en la manipulación del genoma humano (elproyecto dejaba apenas de pertenecer a la cienciaficción) era el doctor Hildegardo de la Serna, conestudios en Europa que lo habían hecho más es-pecializado pero no menos soberbio. De modo queel día de la conferencia, cuando ya estaba el pú-blico sentado, y borboteaba en la cafetera el in-fecto café institucional, no se presentó, aduciendono sé qué imprevistos urgentes. En su lugar hizosu aparición una de sus discípulas.

Ella sonreía con timidez y hablaba atropellada-mente, una extraña combinación que me parecióencantadora, aunque letal para un conferencista.Su discurso era un bombardeo sin miramientos dedatos crudos, y esto, aunado a su dulce timbre devoz, provocaba sonoros ronquidos. Para ilustrar loque de por sí nadie comprendía, mostró unas ho-rribles y borrosas láminas que además, invariable-mente, colocaba de cabeza en el proyector.

De manera que, al terminar la conferencia (porllamar de alguna manera a su intervención), hubede acercarme con el fin de hacerle una severa críti-ca desde el punto de vista de la divulgación.

(Continuará.)

10

Page 11: Descarga El Muégano divulgador Num. 32

Piscolabis

may

o / j

unio

2

006

comentarios: mbonfil@servidor�unam�mxcomentarios: mbonfil@servidor�unam�mxcomentarios: mbonfil@servidor�unam�mxcomentarios: mbonfil@servidor�unam�mxcomentarios: mbonfil@servidor�unam�mx

por Martín Bonfil Olivera

no divulgarás

El título de esta colaboración pudiera parecer agresivo. No es esa su in-tención. Sí lo es hacer una crítica a la actitud que, tristemente, pareceprivar en gran parte del medio de los divulgadores científicos, al menosen nuestro país (y, por desgracia, en nuestra institución).

La palabra «autismo» no se usa aquí en su sentido literal («síndromecaracterizado por la incapacidad congénita de establecer contacto ver-bal y afectivo con las personas»).

Es más bien metáfora de una actitud en que cada divulgador trabajaindividual, solitariamente, en un aislamiento del que sólo sale paradar a conocer sus obras al resto de la humanidad (o de la tribudivulgatoria).

En efecto: ya sea en la diaria labor creativa de poner la ciencia alalcance del público, o bien en la más bien esporádica reflexiónsobre dicha labor (reflexión necesaria pero todavía incipiente, y enla que comienzan a surgir simulaciones que disfrazan estudios su-perficiales o intrascendentes de investigaciones sesudas), losdivulgadores parecemos no tener memoria y no estar dispuestosa tomar en cuenta los hallazgos y el trabajo de nuestros colegas.Pareciera que cada quien prefiere, una y otra vez, redescubrir elhilo negro.

Los divulgadores autistas somos incapaces de formar una ver-dadera comunidad. Esto tiene varios inconvenientes. Uno es lasimple ineficiencia que desaprovecha la experiencia acumu-lada (así sea la de los intentos fallidos, caminos cuya futilidadha quedado probada).

Otra desventaja es que los hallazgos y logros propios noson puestos a disposición de los colegas. Al menos no deuna manera académica: como herramientas compartidas.En todo caso, se ostentan como triunfos que señalan la pro-pia superioridad frente a los competidores.

El egoísmo ensimismado del divulgador autista es tam-bién poco ético: implica el no reconocimiento del éxito ylos logros de los demás. Es, en este sentido, una actitudenvidiosa.

Pero quizá lo más grave es que la conducta autistaimpide que entre los divulgadores exista una verdade-ra actitud académica, es decir, de crítica comunitariay constructiva. De examen colectivo, sin apasionamien-tos pero sin complacencias, de las propuestas paraseleccionar aquellas que sean más adecuadas paranuestros fines, y que resulten por ello mismo más con-vincentes para la comunidad.

Mientras no logremos establecer un diálogo aca-démico, formando así una verdadera comunidadprofesional, los divulgadores autistas seguiremoscontando sólo con nuestros propios recursos indivi-duales. Y seguiremos siendo incapaces de generarese tipo de pensamiento colectivo que le da sufuerza a esa ciencia que pretendemos divulgar.

Divulgadores autistas

[Al divulgar la ciencia] a veces

es indispensable adoptar un

formato de narración histórica.

Hay que evitar caer en la tram-

pa de presentar resultados

científicos como si fueran no-

ticias. Presentar como innova-

ción un resultado, por inédito

que sea (todos lo son), es te-

ñirlo de teleología: «gracias a

este adelanto, mañana se po-

drá curar el cáncer o el sida», o

«este resultado nos permitirá

hacerles competencia a los ja-

poneses» (...) Esta costumbre

es una plaga del periodismo

científico, que lo lleva a su au-

todestrucción.

Pierre Laszlo

La vulgarisation scientifique 11

Page 12: Descarga El Muégano divulgador Num. 32

may

o / j

unio

2

006

Este «extracto de monografía» presentado por un «técnicoen homeopatía» pretende defender a esta disciplina y a laacupuntura de los ataques del escepticismo científico. Noqueda claro si lo logra, o todo lo contrario.

Homeopatía y acupuntura,dos medicinas energéticas

H en gaussHumor involuntario

Muchos consideran la homeopatía como un residuoseudocientífico, inclusive lo atribuyen a la época de laalquimia. Afirman que los remedios homeopáticos hansido científicamente probados (en lo que se llama expe-rimento de «doble ciego» para controlar el efecto pla-cebo) muchas veces, y en unos pocos de esos estudiosse han producido resultados ligeramente positivos. Lamayoría de los científicos atribuyen esto a la casuali-dad, porque los resultados no son apenas medibles, nilos ensayos son reproducibles, y porque hay muchos másexperimentos fallidos.

La acupuntura ha sido el sustento médico de la mayorparte de Asia por más de cinco milenios y tiene a milesde millones de habitantes totalmente saludables. Actual-mente la calidad de vida de los asiáticos es innegable,con ancianos haciendo tai chi chuan en las plazas públi-cas, y algunos que bordean el siglo de existencia.

La energía que pasa por los canales y los mismos cana-les no han podido ser fotografiados, medidos o rastreadosfehacientemente. Se han esbozado muchas teorías, perolo más que se ha logrado es ubicar a los puntos de los

Por Enrique Koo Chang

meridianos con una respuesta eléctrica por su baja o diferenteconductividad.

Se considera a cinco reinos mutantes correspondientes a laenergía del fuego, tierra, metal, agua y madera, estos reinos co-rresponden a determinados órganos o vísceras. No se han en-contrado evidencias de las correspondencias de estos elementoscon los órganos. Sin embargo, constituye la forma básica detratar las enfermedades bajo los conceptos tradicionales.

El hecho de que algo no se pueda ver ni demostrar, no sig-nifica que no existe. La teoría más aceptada en Oriente,adicionalmente a las diversas investigaciones occidentales,es que los canales fueron visualizados en estados de medita-ción en los templos taoístas y así se establecieron los antiguosmapas de los meridianos o tchings.

Se combaten los impedimentos o miasmas o agentes mórbidoscapaces de alterar la energía vital. Estos miasmas fueron deno-minados psora, psicosis, lúes, tuberculinismos y cancerinismo.Cada uno con sus determinadas características.

En la medicina tradicional china igualmente se trata todo loque altere la energía vital o chi. Los conceptos o nomenclaturason diferentes, pero encierran en su esencia lo mismo, una ex-plicado a la manera oriental y la otra a la manera occidental,siendo su convergencia la energía vital y su armonización.

Tomado de un correo electrónico enviado [email protected]

12