DERECHO A LA EDUCACIÓN

La educación es un derecho fundamental recogido en la Constitución.

Para que a la educación tengan acceso todas las personas, es necesario que sea pública y gratuita, ya que es el único modo de asegurar que todo el mundo pueda tener una buena formación, incluso aquellas personas que no tengan recursos económicos suficientes.

Los gobernantes no se dan cuenta de que la educación es la base sobre la que se asienta no solo la cultura de un país, sino también su economía. No son conscientes de que está demostrado que un país que invierte en educación recibe, con el paso del tiempo y como mínimo, el doble de beneficios con respecto al dinero invertido; no se dan cuenta de que invertir en educación es una garantía para construir un futuro mejor para un pueblo y no solo en lo referente a lo económico sino también en el desarrollo de valores, de actitudes. Este futuro se ve comprometido cuando los jóvenes con menos recursos no pueden disfrutar de una beca que ayude a costear sus estudios, a pagar los libros y todo lo que necesiten.

Uno de los problemas de la educación, según mi opinión, es que el sistema educativo se modifica con cada cambio de gobierno: nuevas leyes cada pocos años. Son tantos los cambios que no hay tiempo para poner en práctica partes de cada una de esas leyes. Y, al final, nadie está conforme con las modificaciones. Sería necesario poner remedio a esto con una ley duradera que resultase de un acuerdo entre todos.

Debemos darnos cuenta también de que hay países que ni siquiera tienen un sistema educativo como el que conocemos en el mundo desarrollado. En muchos de estos territorios los niños deben trabajar desde pequeños (más las niñas), cuidar de la casa o de los hermanos pequeños. Si no se les ayuda a extender la educación, nunca saldrán de la pobreza. ¿Por qué hay tanta diferencia entre unos países y otros? ¿Por qué tantas desigualdades? Muchas de las respuestas a estas preguntas están en el acceso a la educación, en el índice analfabetismo. Todo sería distinto si todos los niños y jóvenes pudiesen ir al colegio.

Debemos sacar provecho de las oportunidades que se nos ofrecen para formarnos a la vez que pedir una mejora del sistema. Otros niños y jóvenes no tienen la oportunidad ni tan siquiera de aprenderá leer y escribir.

MALENA CALVO AREVALO