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El Internet,

redes sociales

y derecho de

acceso a la

información

I.E.E.P.C.O

DEMO SPorque juntos podemos cambiar

Retos de la transición

democrática en Oaxaca

Democracia y

apropiación de

los medios

El Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca, es un organismo público, autónomo, responsable de organizar y desarrollar elec-ciones y tiene como �nalidad contribuir al desarrollo de la vida democrática de la entidad.Así también, el preservar el fortalecimiento del régimen de partidos políticos; asegurar a los ciudadanos el ejercicio de los derechos político-electorales y vigilar el cumplimiento de sus obligaciones. Además garantizar la celebración periódica y pací�ca de las elecciones para renovar a los integrantes de los Poderes Legislativo y Ejecutivo, así como los Ayuntamientos del Estado. Velar por la autenticidad y efectividad del sufragio, y llevar a cabo la promoción del voto y coadyuvar a la difusión de la educación cívica y la cultura democrática.

Al regirse bajo los principios de certeza, imparcialidad, independencia, legalidad y objetividad; el IEEPCO, es un organismo que se fortalece con la credibi-lidad de los ciudadanos, pues es con su participación que se logra una sociedad activa en asuntos de interés democrático, es decir, para todas las personas que integren el barrio, colonia, pueblo o ciudad.

Está integrado por un Consejero Presidente, Un Secretario General; Seis Consejeros Electorales; Dos representantes del Congreso Lo- c a l ; Un representante de cada uno de los Partidos Políticos Nacionales con registro y de cada uno de los Partidos Políticos Locales; Un representante de la Vocalía Estatal del Registro Federal de Electores y El Director General del Instituto.

Desde abril de 2011 un nuevo consejo electoral preside el Órgano Electoral, integrado por consejeros y consejeras representantes de la ciudadanía que garantizarán la vigilancia y respeto a nuestra democracia.

Su conformación se encuentra estipulada dentro del Código de Instituciones Políticas y Procedimientos Electorales de Oaxaca (CIPPEO), donde lo señala como un organismo público, autónomo en su funcionamiento e independiente en sus decisiones, de carácter permanente, con personalidad jurídica y patrimonio propios. Además los recursos destinados al IEEPCO, serán �scalizados por la Auditoría Superior del Estado (ASE), para velar que el presupuesto otorgado al Instituto se aplique de forma correcta y sin sesgos.De acuerdo al Artículo 81 del CIPPEO, el Instituto tendrá su sede en la Ciudad de Oaxaca de Juárez o su zona conur-bada y ejercerá sus funciones en todo su territorio, conforme a la siguiente estructura: a) Un Consejo Distrital Electoral en cada Distrito Electoral uninominal, que funcionará durante el proceso electoral; b) Un Consejo Municipal Electoral en los Municipios de la Entidad que electoralmente se rigen por el sistema de par-tidos políticos, que funcionarán durante el proceso electoral, y c) Mesas Directivas de casillas Electorales.

Cuenta con cuatro órganos electorales, que son a) El Consejo General; b) La Presidencia del Consejo General; c) La Junta General Ejecutiva; y d) La Dirección General.

El Consejo General del Instituto es el órgano superior de dirección, responsable de vigilar el cumplimiento de las disposiciones constitucionales y legales en materia electoral, así como de velar porque los principios de certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad guíen todas las actividades del Instituto. Este Consejo General, estará integrado de la siguiente forma: a) Un Consejero Presidente, b) Un Secretario General, c) Seis Consejeros Electorales, d) Dos representantes del Congreso Local, uno de la fracción parlamentaria mayoritaria y uno de la fracción parlamentaria que constituya la primera minoría. Por cada propietario, se elegirá un suplente. e) Un representante de cada uno de los Partidos Políticos Nacionales con registro y de cada uno de los Partidos Políticos Locales f) Un representante de la Vocalía Estatal del Registro Federal de Electores, con derecho a voz pero sin voto; y g) El Director General del Instituto, con derecho a voz pero sin voto. Artículo 85 Los Consejeros Electorales, serán electos conforme a las bases siguientes: 1. Cada grupo parlamentario tendrá derecho a presentar hasta tres candidatos. La comisión correspondiente del Congreso del Estado integrará una lista de candidatos hasta por el doble del número a elegir, de entre las propuestas de los grupos parlamentarios; anexando carta de aceptación. 2. De esta lista, la Comisión correspondiente examinará si cumplen los requisitos de elegibilidad y elaborarán dictamen individual. El Congreso del Estado elegirá a los Consejeros Electorales, de manera individual y sucesiva por el voto de las dos terceras partes de sus miembros presentes. 3. Si realiza- das al menos tres rondas de votación no se cubriera la totalidad de consejeros a elegir, la comisión correspondiente deberá presentar una nueva lista hasta por el doble de los consejeros faltantes. Los que serán electos por mayoría simple.

I.E.E.P.C.O.

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Un paseo histórico y teórico sobre los conceptos de alternancia y transición a la Democracia inevitablemente nos lleva a revisar las obras de Juan J. Linz, Guillermo O’ Donell y Phillipe Schmitter, Adam Przeworski, Laurence Withe-head, Giovanni Sartori Josep Colomer y en México, las obras de María Amparo Casar, José Antonio Crespo y recientemente de Sergio Aguayo quienes han ex-plicado el fracaso de la transición democrática en México a través de cinco va-riables: 1. Los cambios en la estructura económica; 2. Las crisis económicas, las disputas del poder y el fortalecimiento de los gobernadores; 3. El peso del factor externo: El papel de la información, las ideas y las negaciones y 5. El incremento de la autonomía y el poder de personas y grupos: la partidocracia mexicana.

En la Ciencia Política existe un conseentre los llamados “tran-sitólogos” respecto a que si los poderes no colaboran y no se forman las mayorías necesarias para aprobar ciertas reformas es porque el sistema político está mal d i -señado. Peor aún, si ese sistema permanece igual y solo ha habi-do un cambio en las elites políticas gobernan- tes, estaremos hablando de una mera “alternancia”. Mientras que si se logra un cambio institucional profundo e impacta di- rectamente sobre la cultura cívica y las practicas ciudadanas es- taremos hablando de una “transición” de un régimen autoritario a uno democrático.

Las experiencias pasadas en otros países lati- noamericanos como las de Argentina, Brasil, Chile, Uruguay y más aún en Guatema-la, un país más parecido a Oaxaca, han mos- trado que las decisiones para cambiar el statu quo han dejado de tomarse no por las fallas del sistema, sino porque no ha estado en el interés de las fuerzas políticas de adoptarlas porque las elites piensan que la situación actual las bene�cia y ante ello quedaron por muchos años en una simple alternancia política y no en una transición democrática real.

Por otra parte, el politólogo y sociólogo de la Universidad de Columbia, Juan J. Linz, nos recuerda en su clásico libro “La quiebra de las Democracias”, que históricamente varios problemas recurrentes obstaculizaron la consolidación de nuevos regímenes democráticos tales como: 1) La euforia inicial y las imágenes de apoyo amplio a la democracia dan la sensación de que con buena voluntad se pueden resolver los pro-blemas acumulados en vez de captar la complejidad de los problemas sociales. 2) Los líderes del nuevo régimen democrático han tenido tiempo de re�exionar sobre los problemas de la sociedad y sus soluciones, pero no han confrontado la tarea de formularlos en términos precisos. 3) Las nuevas democracias son con frecuencia instituidas por coaliciones en las que incluso grupos minoritarios, cuya fuerza es aún desconocida, quieren ser escuchados. 4) El deseo de legislar sin los recursos nece-sarios para impulsar nuevas medidas. Cuando ocurren estos problemas, dice Linz, que el resultado será frustración y descontento dentro de la coalición democrática, pudiendo llevar al colapso del régimen.

Retos de la transición

democrática en Oaxaca

Juan Pablo Morales García*

En un momento p o l í t i - c o c o m o el que vivi- m o s e n O a x a c a , que aspi- r a a una verdadera transición democráti- ca, l a s i n s t i t u -ciones importan y mucho para p o n e r límites a los actores políti- cos y poderes facticos, sin embargo, esto no es su�ciente, porque también es necesa- rio “er-radicar” las prácticas políticas del pasado y e x c e s o s en las formas de gobierno y cabildeo en la que los nuevos administradores pueden incurrir. Al re- specto, la politóloga del CIDE, María Amparo Casar, ha conclui-do que “ningún arreglo institucional por sí mismo ga- rantiza la conducción e�caz de un gobierno, ni la armonía entre la clase política, ni mucho menos la cooperación entre ad-versarios”.

Por ello, los retos de la transición oaxaqueña demandan una com-binación entre el diseño y aplicación de instituciones y la formación

de una cultura política de ciudadanos. Para Oaxaca es im-portante el fortalecimiento de las instituciones y dejar

atrás los intereses de pequeños grupos y familias al interior de los Partidos Políticos, alimentadas y fo-

menta- das por el antiguo régimen que hoy se resisten a una democra- tización y que practican pesimamente lo que en muchos años denunciaron. La autonomía a organismos clave, como el ór- gano electoral, la Comisión de Derechos Humanos y la Au- ditoria Superior del Estado es un reclamo ciudadano y no un derecho de exclusividad de los partidos políticos que en per- spectiva histórica han socavado los cimien-tos democráticos en México.

Por otra parte, la Cultura Política implica la formación de ciudadanía. De acuerdo con Sergio Aguayo, “la transición se facilita cuando la ciudadanía supera las negaciones, confron- ta viejos paradigmas y los sustituye con valores

nuevos: derechos humanos, elecciones con�ables, equidad de género y respeto a las diversidades”. En

este canal, la profesionalización, la transparencia y la ciudadanización del servicio público es imprescindible para ga-

rantizar imparcialidad, objetividad y certeza en los procesos de toma de decisiones. Al �nal como este autor reconoce, “la transición no solamente es la lucha por las elecciones. Actores de los más diversos le han arrebat-ado al Estado cargos públicos, presupuestos y concesiones” y hoy quieren hacer lo mismo al chantajear puestos, exigir posiciones en una regresión burda y de la que la que la ciudadanía está cansada. En conclusión, Oaxaca debe trabajar muy fuerte sobre ambos retos: insti-tuciones y ciudadanía y guardar en mente que ambas se dan a dife-rentes ritmos y costos. Un cambio en la cultura política no se da en automático, requiere además de los incentivos insti-tucionales correctos, de un proyecto de educación y social-ización que involucra un cambio de va- lores y un tiempo prolongado. ¿Oaxaca estará lista para una verdadera transición?

*Politólogo del CIDE, Maestro en Administración Pública especialista en Desarrollo Económico y Político por la Universidad de Columbia en Nueva York. Actualmente Consejero Electoral del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca.

Re-@cciona

A propósito del día de internet celebrado el diecisiete de mayo pasado, habría que preguntarnos qué impacto tiene el Internet en el Derecho de Acceso a la Información.

La reforma del artículo sexto constitucional en 2007 introduce al internet en la carta magna, dado que en ningún otro artículo se contem-pla, estableciendo de esta manera la necesidad de la digitalización de archivos e información para su publicación a través de portales web, así como integrar sistemas electrónicos para los procedimientos de solicitudes de información de manera remota.

En el primer supuesto se reconoce que la digitalización de la información es solo una práctica que se le con�ere a las administraciones gubernamentales, al obligarlos a subir a sus portales de internet los archivos, indicadores de gestión y ejercicio de recursos, a �n de que estos transparenten sus actividades y desempeño, sin duda se antojaba una oportunidad para que probaran que la disposición de ser transparentes no solo es un discurso político, sin embargo a la fecha el oscurantismo en los portales gubernamentales es el que subsis-te, resistiéndose a la apertura y dinámica democrática en la que ya se encuentra México.

Por otra parte el problema de los sistemas electrónicos, fue resuelto en primera instancia con la implementación del INFOMEX, el cual se proyectó como un sistema que propone una plataforma amigable, fácil de usar y sobre todo adecuada a la normatividad de cada estado. En la actualidad al respecto solo 22 estados y la federación cuentan con este sistema, en el caso de Campeche (SIECOTAIPEC), Estado de México (SICOSIEM), Oaxaca (SIEAIP) y Yucatán (SAI) tienen un sistema propio distinto al INFOMEX; sin embargo Sonora, Guerrero, Baja California Sur, Tamaulipas, Michoacán y Guerrero no cuentan con este tipo de sistemas.

Es evidente que ambas cuestiones han fracasado no solo por las malas políticas que se han implementado para ellas, sino también en gran parte a la de�ciencia en la cobertura del internet, en México tenemos el internet más caro y más lento en el mundo, la penetración de este medio solo llega al 22% de la población, es decir 6.3 millones de viviendas, cifra que va creciendo año con año en un 17%, este crecimiento nos indica que aún quedan espacio que se pueden explotar, tal es el caso de las redes sociales que bien pueden convertirse en la nueva herramienta para socializar el Derecho de acceso a la información (solo socializarlo debido a que no es el medio idóneo para interponer solicitudes).

En el país el 70 % de los usuarios de internet están en Facebook esto es 18 millones 448 mil 700, y en el caso de Twitter 4 millones 103 mil 200 usuarios mexicanos están en esta red, siendo el octavo país con mayor penetración de Twitter en el mundo.

Esto llevado al derecho de acceso a la información es importante y los órganos garantes están compren-diendo que el internet y sobre todo las redes sociales son un aliado a bajo costo y amplia proyección, por este motivo 32 órganos garantes cuentan con pagina web o�cial (excepto Baja california), 20 están en Facebook, 19 en Twitter como son el Federal (@ifaimexico), Chiapas (@uaipchiapas), Colima (@CAI-PEC), Distrito Federal (@InfoDF), Estado de Mexico (@Infoem), Guanajuato (@IACIPGTO), Jalisco (@iteijalisco), Michoacan (@ITAIMICH), Nuevo Leon (@CTAINL), Oaxaca (@IEAIPComunica), Queretaro (@ceigqro), San Luis Potosi (@cegaip), Sinaloa (@ceaipessinaloa), Tabasco (@ITAIPrsocial), Veracruz (@VERIVAI), Yucatan (@Inaip) y Zacatecas (@CECAIP_Zacatecas); y 13 cuentan con un canal en Youtube.

Los ciudadanos impulsores del DAI tampoco se han quedado atrás en estas cuestiones ya que existen varias cuen-tas en twitter y facebook que sobra recomendarlas para que sean seguidas como son la del Ernesto Villanueva (@evillanuevamx), Miguel Carbonell (@MiguelCarbonell), John M. Ackerman (@JohnMAckerman), Jenaro Villamil (@jenarovillamil), Oscar Guerra Ford (@oscarguerraford), Irma E. Sandoval (@Irma_Sandoval), Lourdes Morales (@louloumorales), Miguel Pulido (@nomus77), Fundar México (@FundarMexico), Article 19 (@A19Media), Co-lectivo por la transparencia (@c_transparencia), CIMTRA (@CIMTRA), CIDE (@NotiCIDE) y México Infórmate (@mxinformate) por supuesto.

Por eso debemos tomar en cuenta las nuevas herramientas que la tecnología nos ofrece y de esta forma incidir en la constitución de mejores ordenamientos legales, para edi�car así un mejor sistema democrático, más transparentes, con un garantizado derecho de acceso a la información y una efectiva rendición de cuentas; que debe imponerse perseverancia y con-tinuidad a las peticiones ciudadanas que muy a pesar de los limites mediáticos, �nancieros y humanos se debe seguir insistiendo.

El Internet, redes sociales y derecho de acceso a la información Manuel Silva Coache*

Felipe P. Mecinas*

Hace apenas dos décadas nos tomaban por sorpresa las primeras computadoras personales conectadas a Internet, hoy el mundo ha tenido que adaptarse a la telaraña mundial modi�cando incluso -o principalmente-, la forma de gobernar y hacer política.Si bien es cierto que la comunidad utiliza cada vez más las herramientas digitales, el proceso ha sido demasiado lento. Desde �nales de la década de los 90’s el maestro Manuel Castells advertía de la inevitable sociedad de masas que emergía en la Era de la Información, y anunciaba de las transformaciones culturales, económicas, políticas y sociales que traería consigo la masi�cación de las nuevas tecnologías.

A pesar de ser inquietante, el tema carecía de trascendencia más allá de los círculos académicos, debido a la ines-tabilidad que evidenciaba entonces la world wide web (www), pero el paso de los años ha puesto en sus justas dimensiones la importancia de la obra y, a 10 años de distancia, los augurios del sociólogo comienzan a quedar cortos ante al avasallamiento de las redes sociales.

Con las nuevas tecnologías la apropia- ción de los medios llegó por la puerta trasera y puso en manos de cual- q u i e r usuario el poder de difundir mensa- jes a todo el mundo y de cualquier tipo. Ahora desde cualquier dispositivo móvil como un teléfono celular, Black Berry, iPhone, iPad, etc., cualquier persona puede tomar una foto, grabar un audio o video y publicarlo inmediata- mente en Internet, con la única condición de no ofender la moral o violentar la ley.

Actualmente sitios como Google, Yahoo, Hotmail, Terra y redes como Twitter, Facebook, LikedIn, You-Tube, y el naciente Google+ dominan la escena de las telecomunicaciones, registrando -incluso- mayor audiencia que los medios de comunicación tradicionales.De acuerdo con datos del Banco Mundial, en el año 2000 apenas el 6.7 por ciento de la población interna-cional era usuaria de Internet, pero para el 2009 la cifra se elevó hasta 27.1 por ciento, representado casi 1 de cada 3 habitantes del planeta.

En el caso de México, el regis- tro de los primeros usuarios se ubica a mediados de la década de los 90’s, mismos que en el año 2000 sumaron apenas 5.16 por ciento de la población total del país; para el cierre del 2010 la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI) ubicó la cifra en 34.9 millones de personas, con crecimiento de 4.3 millones de nuevos cibernautas en ese año.

La evolución de la web

El primer paso de las masas en el uso de la red mundial se registró en la transición de los siglos XX al XXI, con la proliferación de sitios web poseedores de extensiones “.com” y el uso del código HTML que se caracterizaba por herramientas limitadas y estáticas. A esta etapa se le conoce ahora como web 1.0.

La web no evolucionó por si sola, fue la necesidad natural de comunicación de los cibernautas la que empujó a los proveedores a mejorar sus herramientas, brindar espacios para generar páginas personales, abrir los enlaces necesarios para que cualquier persona pudiera comu-nicarse con sus amigos y familiares, compartir información, formar parte de comunidades a las que de otra forma tal vez jamás hubiera

tenido acceso, etc.

El receptor de los mensajes se convirtió entonces en emisor y fuente infor- mativa p a r a políticos, gobiernos y periodistas. Así surgieron los blogs tan populares en-tre críticos, académicos e investigadores, para luego dar paso a las redes sociales que encabezadas por Facebook y Twitter plas-maron �nalmente lo que Manuel Castells había dilucidado en los albores del siglo XXI: “Internet es mucho más que una tecnología. Es un medio de comunicación, de interacción y de organización social.”De pronto, los políticos y medios de comunicación tradicionales voltearon a mirar el fenómeno que tras bambalinas había ido germinando entre la co-munidad joven, y no les quedó otro camino más que subirse al tren de la Era de la Información.

Política 2.0Democracia y apropiación de los medios

Otra Mirada

Participación de los Consejeros Electorales, Juan Pablo Morales García y Victor Leonel Juan Martínez, en el Concurso de Debate Estatal, organizado por la Comisión Estatal de la Juventud.

Otra Mirada

Niños y niñas participan en las elecciones escolares coordinadas por personal del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciuda-dana de Oaxaca (IEEPCO).