Del olvido

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NO TODA ES VIGILIA LA DE LOS OJOS ABIERTOS Ojos abiertos no son todo vigilia ni toda la vigilia. A cosas de nuestra alma, vigilia llama sueños. Pero hay de ésta también un despertar que la hace en- sueño: la crítica del yo, la Mística. Vigilia, no lo eres todo. Hay lo más despierto que tú: la mística. Y ensueños, entre párpados recogidos Despierta el alma, vigente en dormido cuerpo, son los ensueños. Y a veces rige sobre la Vigilia; hace esperar en el umbral a la Realidad. Sin Fantasía es mucho el Dolor; se hace, más de lo que es, fantástico. Macedonio Fernández

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NO TODA ES VIGILIALA DE LOS OJOS ABIERTOS

Ojos abiertos no son todo vigilia ni toda la vigilia.

A cosas de nuestra alma, vigilia llama sueños. Pero hay de ésta también un despertar que la hace en-

sueño: la crítica del yo, la Mística.

Vigilia, no lo eres todo. Hay lo más despierto que tú: la mística.

Y ensueños, entre párpados recogidos

Despierta el alma, vigente en dormido cuerpo, son los ensueños.

Y a veces rige sobre la Vigilia; hace esperar en el umbral a la Realidad.

Sin Fantasía es mucho el Dolor; se hace, más de lo que es, fantástico.

Macedonio Fernández

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Story LineSinopsis Declaración de intenciones ProductoraDeclaración de intenciones DirectorTratamiento SecuenciadoLos protagonistas Memoria VisualNotas del director Curriculums Biofilmo del DirectorLocalizaciones PresupuestoPlan de rodajeCalendario de producciónnFicha técnicaPlan de financiaciónPlan de comercializaciónCartas de recomendación TeaserContacto

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SINOPSIS

Felisa es una mujer anciana que deambula por los espacios vacíos y fríos de un hospital; vela a su marido Antonio,

que está hospitalizado desde hace días. Felisa sabe que su marido pidió plaza para una residencia y eso la inquieta,

le da miedo pensar en ése lugar y sobretodo le da miedo que las cosas cambien. Ella sólo quiere volver a su casa,

a su pueblo, Muniesa; dónde podrá estar tranquila junto a su marido. Cuando Felisa y Antonio por fin llegan a

casa, encuentran un aviso de los servicios sociales, eso hará que el miedo de Felisa aflore en los dos

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SINOPSIS

Felisa es una mujer anciana que deambula por los espacios vacíos y fríos de un hospital;

vela a su marido Antonio, que está hospitalizado desde hace días. Felisa sabe que su marido pidió plaza para una residencia y eso la inquieta, le da miedo pensar en ése lugar y sobretodo le da miedo que las cosas cambien. Ella sólo quiere volver a su casa, a su pueblo, Muniesa; dónde podrá estar tranquila junto a su marido. Cuando Felisa y Antonio por fin llegan a casa, encuentran un aviso de los servicios sociales, eso hará que el miedo de Felisa aflore en los dos

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SINOPSIS

Felisa es una mujer anciana que deambula por los espacios vacíos y fríos de un hospital;

vela a su marido Antonio, que está hospitalizado desde hace días. Felisa sabe que su marido pidió plaza para una residencia y eso la inquieta, le da miedo pensar en ése lugar y sobretodo le da miedo que las cosas cambien. Ella sólo quiere volver a su casa, a su pueblo, Muniesa; dónde podrá estar tranquila junto a su marido. Cuando Felisa y Antonio por fin llegan a casa, encuentran un aviso de los servicios sociales, eso hará que el miedo de Felisa aflore en los dos

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SINOPSIS

Felisa es una mujer anciana que deambula por los espacios vacíos y fríos

de un hospital; vela a su marido Antonio, que está hospitalizado desde hace días. Felisa

sabe que su marido pidió plaza para una residencia y eso la inquieta, le da miedo pensar en ése lugar y sobretodo le da miedo que las cosas cambien. Ella sólo quiere volver a su casa, a su pueblo, Muniesa; dónde podrá estar tranquila junto a su marido. Cuando Felisa y Antonio por fin llegan a casa, encuentran un aviso de los servicios sociales, eso hará que el miedo de Felisa aflore en los dos.

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TratamientoEn la soledad de una fría capilla de construcción

moderna, Felisa, una mujer anciana está sentada frente al altar con su andador al lado. Murmu-ra algo, parece estar rezando una oración a una pequeña virgen colocada en un altar de mármol blanquecino. Una gran cantidad de ofrendas flo-rales de todos los colores rodean la virgen. El si-lencio de la capilla se rompe levemente por el ca-minar aislado de alguien que pasa fuera. Felisa se santigua mirando al altar, se levanta pesadamente apoyándose en el andador y sale de la capilla san-tiguándose una última vez antes de abrir la puerta de madera maciza.

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Al otro lado, el cerrar contundente de la puerta de madera retumba por un largo y

ancho pasillo. Felisa está en medio de una encru-cijada de puertas metálicas abiertas de par en par. Mira a un lado, luego a otro, hasta que finalmente se decide por una de las puertas y avanza lenta-mente. Felisa, bien agarrada a su andador, sigue su deambular por los anchos pasillos de un hospi-tal, el chirriar irregular de las ruedas es constan-te. Su andar es cansado y parsimonioso, aunque tiene cierto vigor. Una enfermera que lleva a un paciente en silla de ruedas se cruza con ella.

Felisa, sola en un espacioso y moderno ascensor, atiende al suceder de los números digitales que anuncian las plantas por las que pasa. El ascen-sor se detiene y una voz femenina anuncia: Planta seis. Las puertas se abren y Felisa sale al pasillo con poca convicción. Se queda detenida mirando hacia la derecha y las puertas se cierran tras ella. Al poco rato, el ascensor se vuelve a abrir, Felisa entra un poco apresurada y marca dubitativa un

piso más arriba. En una sala de espera con pare-des de un verde muy pálido, una mujer un poco más joven que Felisa, le pone colirio en los ojos. Al terminar le devuelve la cápsula vacía, Felisa le dice esto pa qué lo quiero, esto ya lo puedes tirar. Felisa le habla de que Antonio ha reservado plaza para la residencia del pueblo de Muniesa, a ella le da mucho miedo ir a ese lugar, la gorda estuvo llorando cuatro días cuando le dijeron que tenía que ir allí, además adentro hay una mujer mayor que va corriendo por los pasillos y empujando a los viejos. La mujer añade que ahora los hijos no quieren tener a los padres, los viejos no sirven para nada. Le habla de que su marido lleva una se-mana en el hospital y que le ha traído unos mata-chicos (albaricoques) de Muniesa. Son de los ár-boles que tienen desde siempre. Hablan del buen olor que desprenden, de lo maduros que están y de la buena climatología que hubo durante el año. Felisa busca dentro de la bolsa que lleva colgada en el andador, saca una empanada de patata que ha traído para su marido y se come una porción.

Tratamiento

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Dicen que la religión es para el que to-davía no ha descubierto la metafísica. Mi

abuela necesita la fe, necesita algún consuelo para su desconsuelo interior. Ella se queda con la religión y mi abuelo se queda con la metafísica. Él, al estar ya expuesto, siente que no le queda so-lución posible, luego se resigna, ve lo que hay y lo que hay son experiencias nuevas, nuevas maneras de ver el mundo interior suyo.

Felisa (83) ha pasado toda su vida con su marido. En esta película, se hace patente lo indefensa que quedará ante el mundo sin Antonio, se encuentra en un viaje de extravío en el que se va a enfrentar con esos miedos finales; a la soledad, a la residen-cia, a la muerte, a la separación, a perder las segu-ridades, el hogar, el pueblo y sobretodo a distan-ciarse de su marido. Sin él no se puede valer por

si misma y el mundo se convierte incluso en algo ininteligible para ella, no es capaz de descifrarlo racionalmente.El miedo en ella será el motor que le haga caminar y que le haga acercarse dónde está él. El persona-je de Felisa no es alguien que busca algo sino es alguien que se encuentra en un estado errático.

El personaje de Antonio (85) es la fuerza, es quien cuida y apacigua a su mujer. En la pelícu-la, Antonio se encuentra en un delicado estado de salud, lo que hace que ya no sea capaz de sa-car fuerzas para poder estar juntos y valerse por sí mismos. Antonio se resigna a esta nueva situación de flaqueza, de alguna manera se deja llevar por su suerte y eso le lleva a un nuevo estado de concien-cia. Él no tiene miedo a la muerte, sino a la vida.

Personajes

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Dicen que la religión es para el que to-davía no ha descubierto la metafísica. Mi

abuela necesita la fe, necesita algún consuelo para su desconsuelo interior. Ella se queda con la religión y mi abuelo se queda con la metafísica. Él, al estar ya expuesto, siente que no le queda so-lución posible, luego se resigna, ve lo que hay y lo que hay son experiencias nuevas, nuevas maneras de ver el mundo interior suyo.

Felisa (83) ha pasado toda su vida con su marido. En esta película, se hace patente lo indefensa que quedará ante el mundo sin Antonio, se encuentra en un viaje de extravío en el que se va a enfrentar con esos miedos finales; a la soledad, a la residen-cia, a la muerte, a la separación, a perder las segu-ridades, el hogar, el pueblo y sobretodo a distan-ciarse de su marido. Sin él no se puede valer por

si misma y el mundo se convierte incluso en algo ininteligible para ella, no es capaz de descifrarlo racionalmente.El miedo en ella será el motor que le haga caminar y que le haga acercarse dónde está él. El persona-je de Felisa no es alguien que busca algo sino es alguien que se encuentra en un estado errático.

El personaje de Antonio (85) es la fuerza, es quien cuida y apacigua a su mujer. En la pelícu-la, Antonio se encuentra en un delicado estado de salud, lo que hace que ya no sea capaz de sa-car fuerzas para poder estar juntos y valerse por sí mismos. Antonio se resigna a esta nueva situación de flaqueza, de alguna manera se deja llevar por su suerte y eso le lleva a un nuevo estado de concien-cia. Él no tiene miedo a la muerte, sino a la vida.

Personajes

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En el proceso, se plantea una estructura inicial con la cual se llega a la película en

base a unos ensayos. Pero ahí es donde todo se pone en juego, donde surge todo, donde todo puede cambiar o todo puede empezar. Planificar las secuencias de esta manera, es como preparar una fiesta; lo preparas todo, disfrutas pensando y preparando la fiesta, y luego, hay que ver qué pasa. Se trata del no saber qué voy a encontrar. Pensar cómo voy a hacerlo para luego encontrar lo que en-cuentre, pero desde luego encontrar algo que aho-ra mismo no sé. Nunca ha pasado que nunca pase nada, siempre pasará algo si dejas espacio para el acontecer.

Cómo ir encontrando

la película