"De mi flor deshojada tú entiendes el lenguaje; ¡sonríes a mi amor!" Teresita, poesía 34.

135
"De mi flor deshojada tú entiendes el lenguaje; ¡sonríes a mi amor!" Teresita, poesía 34

Transcript of "De mi flor deshojada tú entiendes el lenguaje; ¡sonríes a mi amor!" Teresita, poesía 34.

  • Diapositiva 1
  • "De mi flor deshojada t entiendes el lenguaje; sonres a mi amor!" Teresita, poesa 34
  • Diapositiva 2
  • TERESITA DE LISIEUX FAMILIA DE SANTIDAD CENTRO DE ESPIRITUALIDAD LA FONTE Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds 1 de Octubre de 2008
  • Diapositiva 3
  • En el segundo da de enero del ao 1873, nace en Alencon, Francia, Teresa Martn, hija de Luis Martn y Celia Gurin quienes dos das despus la bautizan con los nombres de Maria Francisca Teresa en la Iglesia de Ntre-Dame. NACIMIENTO DE TERESITA
  • Diapositiva 4
  • "Me sentir verdaderamente feliz de trabajar con usted por la salvacin de las almas. Para eso me hice carmelita: al no poder ser misionera por la accin, quise serlo por amor y la penitencia como santa Teresa, mi serfica Madre..." HISTORIA DE UN ALMA
  • Diapositiva 5
  • A ti, Madre querida, a ti que eres doblemente mi madre, quiero confiar la historia de mi alma... El da que me pediste que lo hiciera, pens que eso disipara mi corazn al ocuparlo de s mismo; pero despus Jess me hizo comprender que, obedeciendo con total sencillez, le agradara. Adems, slo pretendo una cosa: comenzar a cantar lo que un da repetir por toda la eternidad: Las misericordias del Seor !!!...
  • Diapositiva 6
  • Antes de coger la pluma, me he arrodillado ante la imagen de Mara (la que tantas pruebas nos ha dado de las predilecciones maternales de la Reina del cielo por nuestra familia), y le he pedido que gue ella mi mano para que no escriba ni una lnea que no sea de su agrado.
  • Diapositiva 7
  • Luego, abriendo el Evangelio, mis ojos se encontraron con estas palabras: Subi Jess a una montaa y fue llamando a los que l quiso, y se fueron con l He ah el misterio de mi vocacin, de mi vida entera, y, sobre todo, el misterio de los privilegios que Jess ha querido dispensar a mi alma...
  • Diapositiva 8
  • Jess ha querido darme luz acerca de este misterio. Puso ante mis ojos el libro de la naturaleza y comprend que todas las flores que l ha creado son hermosas, y que el esplendor de la rosa y la blancura del lirio no le quitan a la humilde violeta su perfume ni a la margarita su encantadora sencillez... Comprend que si todas las flores quisieran ser rosas, la naturaleza perdera su gala primaveral y los campos ya no se veran esmaltados de florecillas...
  • Diapositiva 9
  • TERESITA HABLA DE SU FAMILIA
  • Diapositiva 10
  • Durante toda mi vida, Dios ha querido rodearme de amor. Mis primeros recuerdos estn impregnados de las ms tiernas sonrisas y caricias... Pero si l puso mucho amor a mi lado, tambin lo puso en mi corazn, crendolo carioso y sensible. Y as, quera mucho a pap y a mam..,y les demostraba de mil maneras mi cario
  • Diapositiva 11
  • Rodeada de amor Acabo, Madre, de resumir en pocas palabras lo que Dios ha hecho por m. Ahora voy a entrar en los detalles de mi vida de nia. S muy bien que donde cualquier otro no vera ms que un relato aburrido, tu corazn de madre encontrar verdaderas delicias...
  • Diapositiva 12
  • Adems, los recuerdos que voy a evocar son tambin tuyos, pues a tu lado fue transcurriendo mi niez y tengo la dicha de haber tenido unos padres incomparables que nos rodearon de los mismos cuidados y del mismo cario. Que ellos bendigan a la ms pequea de sus hijas
  • Diapositiva 13
  • Y as, quera mucho a pap y a mam, y les demostraba de mil maneras mi cario, pues era muy efusiva.. como lo demuestra este pasaje de una carta de mam: La nia es un verdadero diablillo, que viene a acariciarme desendome la muerte: "Cmo me gustara que te murieras, mamata...!" La rien, y me dice: "Pero si es para que vayas al cielo! No dices que tenemos que morirnos para ir all?"
  • Diapositiva 14
  • LOS PADRES DE TERESITA
  • Diapositiva 15
  • Cuando cumpla los 22 aos de edad, Luis se decidi por el sacerdocio, y crey encontrar en LErmitage del Gran San Bernardo la realizacin de sus ideales, sin embargo, cuando el Prior indag sobre sus estudios, el no los tena en Latn y ese fue un impedimento, regresando a casa muy triste y conservando durante toda su vida esta aoranza penosa.
  • Diapositiva 16
  • Celia Guerin, padecera similares decepciones, en su corazn ella quera ser religiosa, su ternura misericordiosa la orientaba hacia los enfermos y loa pobres. Ella procuro el hbito de las Hermanas de San Vicente de Pal. Entonces acompaada de su madre, se presento en le Hospital de Alecon para manifestar sus deseos, sin embargo su gestin no le dio resultado y despus de muchas suplicas, la Superiora crey que nos era tal la voluntada divina.
  • Diapositiva 17
  • Por el ao 1858 Luis, de 34 aos, se dedicaba al oficio de relojero/joyero, en el cual tuvo no poco xito, llevando a cabo sus negocios con rectitud insobornable.
  • Diapositiva 18
  • Celia, a sus 26 aos, diriga una industria domstica de bordados conocidos como "puntos de Alenon".
  • Diapositiva 19
  • Ambos vivan holgada y muy cristianamente. Tuvieron un primer encuentro fortuito, en el cual Celia sinti una voz que le deca interiormente "Este es el hombre predestinado para t" (a ese entonces no lo conoca). Despus de un muy breve enamoramiento (3 meses) se casaron el 13 julio 1858. Inicialmente acordaron permanecer como "hermano y hermana": Luis tena toda una justificacin teolgica para apoyar su pedido, que Celia aceptaba aunque haba querido ser madre de muchos hijos. El mismo da de sus bodas visitaron a la hermana de Celia, religiosa en el monasterio de la Visitacin, y Celia le confi que hubiera sido ms feliz como religiosa
  • Diapositiva 20
  • Fue slo la oportuna (y enrgica) intervencin de un confesor 10 meses ms tarde que los hizo desistir de ese plan y aceptar ser padres de familia, expresando de otro modo su amor y dedicacin al Seor, apuntando a la formacin de una familia bien catlica.
  • Diapositiva 21
  • La vida familiar de Luis y Celia Martn, definitivamente, no era ningn "jardn de rosas". Si bien en 1863 Celia poda escribir: "Cada da me siento ms dichosa con l; me hace la vida muy grata. Mi esposo es un santo," entre los aos 1865-1870 sufrieron 6 muertes en la familia: los paps de Luis y de Celia, los dos nicos hijos varones en infancia (en quienes haban puesto sus esperanzas de tener un sacerdote en la familia), y luego una, despus otra, de sus hijas. Todas estas tristezas sobrellevaron con espritu de fe y abandono a los planes de Dios, como consta en las cartas de la Sra. Celia.
  • Diapositiva 22
  • Cuando estaba por concebir a la que sera un da Sta. Teresita del Nio Jess, doctora de la Iglesia, Celia ya tena 41 aos, y las amistades aconsejaban no arriesgar tener otros hijos, porque su propia salud estaba muy minada. Pero esta pareja haba aprendido tiempo atrs que la Providencia de Dios, si da ms trabajo, da tambin las fuerzas para cumplir cabalmente lo que Dios pide de uno. Cuando medito (...) que en ese Dios he depositado toda mi confianza y he puesto en sus manos el cuidado de todos mis asuntos, tanto mos como de mi marido, no puedo dudar de que su divina Providencia mira con especial cuidado a sus hijos.
  • Diapositiva 23
  • Luis era muy trabajador y buen negociante (tambin escrupuloso observador del descanso dominical); Celia destacaba en su capacidad y habilidad en el trabajo, pero tambin por las virtudes de compasin y solidaridad para con las obreras que trabajaban en su taller (sola visitar a las enfermas en sus casas los domingos) y las chicas que trabajaban en su hogar, (haciendo el trabajo que les tocaba cuando se enfermaban, tratndolas de "hermana", velando por su formacin moral...). Y de lo mucho o poco que tenan, los dos estaban siempre prestos a compartir: "A la par de mi padre, ella tena gran caridad con los pobres, cualesquiera que fuesen sus miserias, y esto sin dolerle nunca, ni poner lmites a su generosidad. Con frecuencia vi en casa mendigos a quienes ella daba albergue y regalaba ropas."
  • Diapositiva 24
  • Los dos esposos asistan a misa diariamente, y reunan a la familia para las oraciones diarias alrededor de una imagen de la Virgen. Pero la herencia espiritual que dejaban a sus 5 hijas que vivieron hasta la edad adulta era mucho ms que slo oraciones y devociones: era una visin integral de la vida cristiana que pona todo en perspectiva de la absoluta superioridad de la gracia de Dios y la vida eterna: "Mi padre y mi madre profesaban una fe honda y, al orles hablar a ambos de la eternidad, sentamos todos, con ser tan jvenes, inspiradas a considerar las cosas del mundo como pura vanidad."
  • Diapositiva 25
  • Celia muri el 28 de agosto de 1877, a consecuencia de un cncer que no pudo intervenirse, Teresita tena 4 aos de edad.
  • Diapositiva 26
  • 29 de julio de 1894, muere Luis Martn en el castillo de La Musse
  • Diapositiva 27
  • La mama de Teresa, Celia Guerin, [1831-1877] se encuentra en el extremo izquierdo; a la derecha es su hermano, Isidoro y hermana, Marie-Louise.
  • Diapositiva 28
  • Les Buissonnets, casa de la familia Martn en Lisieux despus de la muerte de la madre de Teresita
  • Diapositiva 29
  • TERESITA HABLA DE SUS HERMANAS
  • Diapositiva 30
  • Mara quiere mucho a su hermanita, y dice que es muy buena. No es extrao, pues esta criatura tiene miedo a darle el menor disgusto. Ayer quise darle una rosa, pues s que le gustan mucho, pero se puso a suplicarme que no la cortase, porque Mara se lo haba prohibido. Estaba excitadsima. No obstante, le di dos y no se atreva a aparecer por casa. En vano le deca que las rosas eran mas: "Que no, deca ella, que son de Mara..." Mara
  • Diapositiva 31
  • Paulina Estaba muy orgullosa de mis dos hermanas mayores, pero mi ideal de nia era Paulina... Cuando estaba empezando a hablar y mam me preguntaba En qu piensas?, la respuesta era invariable: En Paulina...! Otras veces pasaba mi dedito por el cristal de la ventana y deca: Estoy escribiendo: Paulina...!
  • Diapositiva 32
  • Mi querida Leonia ocupaba tambin un lugar importante en mi corazn. Me quera mucho. Por las tardes, cuando toda la familia sala a dar un paseo, era ella quien me cuidaba... An me parece estar escuchando las lindas tonadas que me cantaba para dormirme... Buscaba la forma de contentarme en todo; por eso, me habra dolido mucho darle algn disgusto. Leonia
  • Diapositiva 33
  • Ahora me falta hablar de mi querida Celina, la compaerita de mi infancia, pero son tantos los recuerdos, que no s cules elegir. El 10 de julio de 1873 (ao de mi nacimiento), te deca: La nodriza trajo el jueves a Teresita. Se pas todo el tiempo riendo. La que ms le gust fue la pequea Celina. Se rea con ella a carcajadas.. Celina
  • Diapositiva 34
  • He vuelto un poco atrs para evocar este delicioso y dulce recuerdo.. Un da, yo haba dicho a Paulina que me gustara ser solitaria, irme con ella a un desierto lejano. Ella me contest que se era tambin su deseo y que esperara a que yo fuese mayor para marcharnos..
  • Diapositiva 35
  • .. un da hablar a su querida Paulina con Mara de su prxima entrada en el Carmelo......Yo no saba lo que era el Carmelo, pero comprend que Paulina iba a dejarme para entrar en un convento, comprend que no me esperara y que iba a perder a mi segunda madre... Siempre recordar, Madre querida, con qu ternura me consolaste... Paulina
  • Diapositiva 36
  • Luego me explicaste la vida del Carmelo, que me pareci muy hermosa. Evocando en mi interior todo lo que me habas dicho, comprend que el Carmelo era el desierto adonde Dios quera que yo fuese tambin a esconderme... Lo comprend con tanta evidencia, que no qued la menor duda en mi corazn. No era un sueo de nia que se deja entusiasmar fcilmente, sino la certeza de una llamada de Dios: quera ir al Carmelo, no por Paulina, sino slo por Jess...
  • Diapositiva 37
  • Al hablar de las visitas a las carmelitas, me viene a la memoria la primera, que tuvo lugar poco despus de la entrada de Paulina La maana del da en que deba ir al locutorio, reflexionando sola en la cama (pues era all donde haca yo mis meditaciones ms profundas y donde.. encontraba yo siempre a mi Amado),
  • Diapositiva 38
  • me preguntaba cmo me llamara en el Carmelo. Saba que haba ya en l una sor Teresa de Jess; sin embargo, no podan quitarme mi bonito nombre de Teresa. De pronto, pens en el Nio Jess, a quien tanto quera, y me dije: "Cmo me gustara llamarme Teresa del Nio Jess!"
  • Diapositiva 39
  • DESEOS DE ENTRAR EN EL CARMELO
  • Diapositiva 40
  • Cuando un jardinero rodea de cuidados a una fruta que quiere que madure antes de tiempo, no es para dejarla colgada en el rbol, sino para presentarla en una mesa ricamente servida. Con parecida intencin prodigaba Jess sus gracias a su florecita...
  • Diapositiva 41
  • El, que en los das de su vida mortal exclam en un transporte de alegra: "Te doy gracias, Padre, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla", quera hacer resplandecer en m su misericordia. Porque yo era dbil y pequea, se abajaba hasta m y me instrua en secreto en las cosas de su amor.
  • Diapositiva 42
  • Si los sabios que se pasan la vida estudiando hubiesen venido a preguntarme, se hubieran quedado asombrados al ver a una nia de catorce aos comprender los secretos de la perfeccin, unos secretos que toda su ciencia no puede descubrirles a ellos porque para poseerlos es necesario ser pobres de espritu...
  • Diapositiva 43
  • Como dice san Juan de la Cruz en su Cntico: "Sin otra luz ni gua sino la que en el corazn arda. Aquesta me guiaba ms cierto que la luz del medioda adonde me esperaba quien yo bien me saba".
  • Diapositiva 44
  • Ese lugar era el Carmelo. Pero antes de "sentarme a la sombra de Aquel a quien deseaba", tena que pasar por muchas pruebas. Pero la llamada divina era tan apremiante, que si hubiera tenido que pasar entre llamas, lo habra hecho por ser fiel a Jess...
  • Diapositiva 45
  • TERESITA CONFIDENCIA A SU PADRE EL DESEO DE ENTRAR AL CARMELO
  • Diapositiva 46
  • CONFIDENCIA A MI PADRE Lo que no saba era qu medio emplear para decrselo a pap... Cmo hablarle de separarse de su reina, a l que acababa de sacrificar a sus tres hijas mayores...? Cuntas luchas interiores no tuve que sufrir antes de sentirme con nimos para hablar...! Sin embargo, tena que decidirme.
  • Diapositiva 47
  • Yo iba cumplir catorce aos y medio, y slo seis meses nos separaban de la hermosa noche de Navidad, en que haba decidido ingresar a la misma hora en que el ao anterior haba recibido "mi gracia". Escog el da de Pentecosts para hacerle a pap mi gran confidencia. Todo el da estuve suplicando a los santos apstoles que intercedieran por m y que me inspiraran ellos las palabras que habra de decir...
  • Diapositiva 48
  • Hasta por la tarde, al volver de Vsperas, no encontr la ocasin de hablar a mi papato querido. Haba ido a sentarse al borde del aljibe, y desde all, con las manos juntas, contemplaba las maravillas de la naturaleza. El sol, cuyos rayos haban perdido ya su ardor, doraba las copas de los altos rboles, en los que los pajarillos cantaban alegres su oracin de la tarde.
  • Diapositiva 49
  • El hermoso rostro de pap tena una expresin celestial. Comprend que la paz inundaba su corazn. Sin decir una sola palabra, fui a sentarme a su lado, con los ojos baados ya en lgrimas. Me mir con ternura, y cogiendo mi cabeza la apoy en su pecho, dicindome: "Qu te pasa, reinecita... Cuntamelo..."
  • Diapositiva 50
  • Luego, levantndose, como para disimular su propia emocin, ech a andar lentamente, manteniendo mi cabeza apoyada en su pecho. A travs de las lgrimas, le confi mi deseo de entrar en el Carmelo, y entonces sus lgrimas se mezclaron con las mas; pero no dijo ni una palabra para hacerme desistir de mi vocacin..
  • Diapositiva 51
  • .. Pero yo defend tan bien mi causa, que pap, con su modo de ser sencillo y recto, qued pronto convencido de que mi deseo era el de Dios; y con su fe profunda, me dijo que Dios le haca un gran honor al pedirle as a sus hijas.
  • Diapositiva 52
  • (Cta 261 Al abate Bellire) Dios me dio un padre y una madre ms dignos del cielo que [de] la tierra. Pidieron al Seor que les diese muchos hijos y que los tomara para s. Su deseo fue escuchado: cuatro angelitos volaron al cielo, y las 5 hijas que quedaron en la arena tomaron por esposo a Jess. Mi padre, como un nuevo Abraham, subi por tres veces, con un valor heroico, la montaa del Carmelo para inmolar a Dios lo que tena de ms querido.
  • Diapositiva 53
  • Primero fueron las dos mayores; despus la tercera de sus hijas... Al Escogido de Dios no le quedaban ya ms que dos hijas, una de 18 aos y la otra de 14. Esta "Teresita", le pidi volar al Carmelo, lo que obtuvo sin dificultad de su buen padre..........."Si quieres seguir el ejemplo de tus hermanas, tienes mi consentimiento, no te preocupes por m".
  • Diapositiva 54
  • El ngel que deba sostener la ancianidad de ese santo le contest que, despus de su partida para el cielo, ella volara tambin hacia el claustro, lo que llen de alegra a quien no viva ya ms que para Dios.. (Cta 261 Al abate Bellire)
  • Diapositiva 55
  • Santa Teresita del Nio Jesus, haba ido al Carmelo para ser santa...; no apoyada en mritos propios, sino en el Seor que la hara santa (Ms A 32r). Tena el presentimiento de gloria de sus incomparables padres.
  • Diapositiva 56
  • TERESITA INFANCIA Y JUVENTUD DE AMOR
  • Diapositiva 57
  • Todas la tardes me iba a dar un paseto con pap. Hacamos juntos una visita al Santsimo Sacramento, visitando cada da una nueva iglesia. Fue as como entr por vez primera en la capilla del Carmelo. Pap me ense la reja del coro, dicindome que al otro lado haba religiosas. Qu lejos estaba yo de imaginarme que nueve aos ms tarde iba a encontrarme yo entre ellas...!
  • Diapositiva 58
  • La poca de mi primera comunin ha quedado grabada en mi corazn como un recuerdo sin nubes. Creo que no poda estar mejor preparada de lo que lo estuve, y mis sufrimientos del alma desaparecieron durante casi un ao. Jess quera darme a gustar la alegra ms plena posible en este valle de lgrimas...
  • Diapositiva 59
  • Confirmacin Poco despus de mi primera comunin entr de nuevo en ejercicios espirituales para la confirmacin. Me prepar con gran esmero para recibir la visita del Espritu Santo. No entenda cmo no se cuidaba mucho la recepcin de este sacramento de amor.
  • Diapositiva 60
  • Qu gozo senta en el alma! Al igual que los apstoles, esperaba jubilosa la visita del Espritu Santo... Por fin, llego el momento feliz. No sent ningn viento impetuoso al descender el Espritu Santo, sino ms bien aquella brisa tenue cuyo susurro escuch Elas en el monte Horeb... aquel da feliz tuve la dicha de volver a unirme a Jess.
  • Diapositiva 61
  • UN PERIODO DE UNA GRAVISIMA ENFERMEDAD
  • Diapositiva 62
  • . Cmo me emocion ver la fe y el amor de mi querido rey! Hubiera deseado poder decirle que estaba curada, pero le haba dado ya tantas alegras falsas! No eran mis deseos los que podan hacer ese milagro, pues la verdad es que para curarme se necesitaba un milagro... La sonrisa de la Virgen Un da vi que pap entraba en la habitacin de Mara.con expresin muy triste, le dijo que escribiera a Pars y encargase unas misas a Nuestra Seora de las Victorias para que le curase a su pobre hijita.
  • Diapositiva 63
  • Se necesitaba un milagro, y fue Nuestra Seora de las Victorias quien lo hizo.y Mara sufra quizs todava ms que yo.se puso de rodillas junto a mi cama con Leonia y Celina.
  • Diapositiva 64
  • Luego, volvindose hacia la Santsima Virgen e invocndola con el fervor de una madre que pide la vida de su hija, Mara alcanz lo que deseaba... Tambin la pobre Teresita, al no encontrar ninguna ayuda en la tierra, se haba vuelto hacia su Madre del cielo, suplicndole con toda su alma que tuviese por fin piedad de ella... De repente, la Santsima Virgen me pareci hermosa, tan hermosa, que yo nunca haba visto nada tan bello. Su rostro respiraba una bondad y una ternura inefables. Pero lo que me cal hasta el fondo del alma fue la encantadora sonrisa de la Santsima Virgen.
  • Diapositiva 65
  • En aquel momento, todas mis penas se disiparon. Dos gruesas lgrimas brotaron de mis prpados y se deslizaron silenciosamente por mis mejillas, pero eran lgrimas de pura alegra... La Santsima Virgen, pens, me ha sonredo! Qu feliz soy...! S, pero no se lo dir nunca a nadie, porque entonces desaparecera mi
  • Diapositiva 66
  • ..vi a Mara que me miraba con amor. Se la vea emocionada, y pareca sospechar la merced que la Santsima Virgen me haba concedido... Precisamente a ella y a sus splicas fervientes deba yo la gracia de las sonrisa de la Reina de los cielos. Al ver mi mirada fija en la Santsima Virgen, pens: Teresa est curada! S, la florecita iba a renacer a la vida.
  • Diapositiva 67
  • La sangre de Jess Un domingo, mirando una estampa de Nuestro Seor en la cruz, me sent profundamente impresionada por la sangre que caa de sus divinas manos.
  • Diapositiva 68
  • Sent un gran dolor al pensar que aquella sangre caa al suelo sin que nadie se apresurase a recogerla. Tom la resolucin de estar siempre con el espritu al pie de la cruz para recibir el roco divino que goteaba de ella, y comprend que luego tendra que derramarlo sobre las almas... Tambin resonaba continuamente en mi corazn el grito de Jess en la cruz: Tengo sed!. Estas palabras encendan en m un ardor desconocido y muy vivo... Quera dar de beber a mi Amado, y yo misma me senta devorada por la sed de almas...
  • Diapositiva 69
  • PASOS PARA ENTRAR AL CARMELO, ALGUNAS DIFICULTADES
  • Diapositiva 70
  • Oposicin del superior Pocos das despus de haber conseguido el consentimiento de mi to, fui a verte, Madre querida, y te habl de mi alegra por que todas mis pruebas hubiesen ya pasado. Pero cules no fueron mi sorpresa y mi afliccin al orte decir que el Superior no permita que entrara antes de los 21 aos...!...... Sin embargo, sin desanimarme, yo misma fui con pap y con Celina a ver a nuestro Padre, para intentar conmoverle hacindole ver que tena verdadera vocacin de carmelita.pero, aadi que l no era ms que el delegado de Monseor, y que si ste quera permitirme entrar en el Carmelo, l no tendra nada que decir...Sal de la rectoral hecha un mar de lgrimas; gracias a Dios, estaba escondida bajo el paraguas, pues la lluvia caa torrencialmente.
  • Diapositiva 71
  • Pap no saba cmo consolarme... Me prometi llevarme a Bayeux en cuanto se lo ped, pues estaba decidida a conseguir mi propsito. Llegu incluso a decir que ira hasta el Santo Padre, si Monseor no quera permitirme entrar en el Carmelo a los 15 aos... Part sola con pap, con el corazn henchido de esperanza, pero tambin muy emocionada al pensar que iba a presentarme al obispo........tena que explicar por m misma el motivo de mi visita y exponer las razones que me movan a solicitar la entrada en el Carmelo. En una palabra, iba a tener que demostrar la solidez de mi vocacin. Mi pobre papato me demostraba una ternura casi increble. Me deca que no me preocupase, que seguro que Monseor me concedera lo que iba a pedirle..
  • Diapositiva 72
  • Lo hice lo ms elocuentemente que pude. Pero Su Excelencia, acostumbrado a la elocuencia, no pareci conmoverse mayormente por mis razones.
  • Diapositiva 73
  • ..Monseor me pregunt si haca mucho tiempo que deseaba entrar en el Carmelo. -S, Monseor, muchsimo tiempo... deseo ser religiosa desde que tengo uso de razn, y dese el Carmelo desde que lo conoc, porque me pareca que en esta Orden se veran satisfechas todas las aspiraciones de mi alma.
  • Diapositiva 74
  • ... Me dijo que no todo estaba perdido, que estaba muy contento de que hiciese el viaje a Roma para afianzar mi vocacin, y que, en vez de llorar, debera alegrarme..dijo a pap que nunca se haba visto una cosa as: Un padre tan deseoso de entregar a Dios su hija como sta de ofrecerse a l!
  • Diapositiva 75
  • Diapositiva 76
  • AUDIENCIA CON EL PAPA LEON XIII
  • Diapositiva 77
  • Seis das pasamos visitando las principales maravillas de Roma, y el sptimo vi la mayor de todas: Len XIII...Deseaba que llegase aquel da, y al mismo tiempo lo tema. De l dependa mi vocacin,. As que mi nica tabla de salvacin era el permiso del Santo Padre... Pero para obtenerlo, haba que pedirlo. Tena que atreverme a hablar al Papa delante de todo el mundo. Y simplemente el pensarlo me haca temblar. Slo Dios sabe,..lo que sufr antes de la audiencia. Nunca olvidar cmo me acompa ella en todas mis pruebas; pareca como si mi vocacin fuese la suya.
  • Diapositiva 78
  • El domingo 20 de noviembre, A las 8, nuestra emocin fue muy profunda al verle entrar para celebrar la santa Misa... Tras bendecir a los numerosos peregrinos congregados a su alrededor, subi las gradas del altar y nos demostr con su piedad, digna del Vicario de Jess, que era verdaderamente el Santo Padre.
  • Diapositiva 79
  • Cuando Jess baj a las manos de su Pontfice, mi corazn lati con fuerza y mi oracin se hizo ardiente. Sin embargo, la confianza llenaba mi corazn. El Evangelio de ese da contena estas palabras: No temas, pequeo rebao, porque mi Padre ha tenido a bien daros su reino.
  • Diapositiva 80
  • Vamos... vamos... Entrars si Dios lo quiere... no eran, en realidad, una verdadera profeca? A pesar de todos los obstculos, se realiz lo que Dios quiso. No permiti a las criaturas hacer lo que ellas queran, sino lo que quera l...
  • Diapositiva 81
  • PARTIDA HACIA EL CARMELO
  • Diapositiva 82
  • Me abandon con entera confianza. Haba hecho todo lo que dependa de m, todo, hasta hablarle al Santo Padre; por lo que ya no saba qu ms tena que hacer. T me dijiste que escribiese a Monseor, recordndole su promesa. Lo hice enseguida lo mejor que supePlenamente convencida de que la respuesta no se hara esperar
  • Diapositiva 83
  • El primer da del ao 1888, Jess me hizo una vez ms el regalo de su cruz. Pero esta vez la llev yo sola, pues fue tanto ms dolorosa cuanto menos la comprenda... Una carta de Paulina me comunicaba que la respuesta de Monseor haba llegado el 28, fiesta de los Santos Inocentes, pero que no me lo haba hecho saber porque se haba decidido que mi entrada no tuviera lugar hasta despus de la cuaresma. Al pensar en una espera tan larga, no pude contener las lgrimas.
  • Diapositiva 84
  • El lunes 9 de abril, da en que el Carmelo celebraba la fiesta de la Anunciacin, trasladada a causa de la cuaresma, fue el da elegido para mi entrada.La vspera, toda la familia se reuni en torno a la mesa, a la que yo iba a sentarme por ltima vez. Ay, qu desgarradoras son estas reuniones ntimas...! Cuando una quisiera pasar inadvertida, te prodigan las caricias y las palabras ms tiernas, y te hacen ms duro el sacrificio de la separacin...
  • Diapositiva 85
  • Mi rey querido apenas hablaba, pero su mirada se posaba en m con amor...
  • Diapositiva 86
  • sent latir mi corazn con tanta fuerza, que, cuando vinieron a decirnos que nos acercramos a la puerta claustral, me pareca imposible dar un solo paso. Me acerqu, sin embargo, pero preguntndome si no ira a morirme, a causa de los fuertes latidos de mi corazn... Ah, qu momento aqul! Hay que pasar por l para entenderlo..
  • Diapositiva 87
  • me puse de rodillas ante mi incomparable padre, pidindole su bendicin. Para drmela, tambin l se puso de rodillas, y me bendijo llorando...El espectculo de aquel anciano ofreciendo su hija al Seor, cuando an estaba en la primavera de la vida, tuvo que hacer sonrer a los ngeles...!
  • Diapositiva 88
  • Por fin, mis deseos se vean cumplidos. Mi alma senta una PAZ tan dulce y tan profunda, que no acierto a describirla.
  • Diapositiva 89
  • Pocos instantes despus, se cerraron tras de m las puertas del arca santa y recib los abrazos de las hermanas queridas que me haban hecho de madres y a las que en adelante tomara por modelo de mis actos...
  • Diapositiva 90
  • Todo me pareca maravilloso. Me crea transportada a un desierto. Nuestra celdita, sobre todo, me encantaba.
  • Diapositiva 91
  • LA VIDA EN EL CARMELO
  • Diapositiva 92
  • Diapositiva 93
  • Diapositiva 94
  • La florecita trasplantada a la montaa del Carmelo tena que abrirse a la sombra de la cruz; las lgrimas y la sangre de Jess fueron su roco, y su Faz adorable velada por el llanto fue su sol...
  • Diapositiva 95
  • A partir de la toma de hbito, yo haba recibido ya abundantes luces sobre la perfeccin religiosa, especialmente respecto al voto de pobreza.
  • Diapositiva 96
  • Oh, Amado mo, as es como se consumir mi vida!... No tengo otro modo de probarte mi amor que arrojando flores, es decir, no desperdiciando ningn pequeo sacrificio, ninguna mirada, ninguna palabra, aprovechando las ms pequeas cosas y hacindolas por amor... (Manuscrito B, 4 r)
  • Diapositiva 97
  • Sent, en una palabra, que entraba en mi corazn la caridad, la necesidad de olvidarme de m misma por complacer a los dems. Desde entonces fui dichosa!... (Manuscrito A, 45 v)
  • Diapositiva 98
  • Oh, qu bella es nuestra religin! En lugar de encoger nuestros corazones (como cree el mundo), los eleva y ensancha, y los hace capaces de amar, de amar con un amor casi infinito, puesto que ha de continuar despus de esta vida mortal. (Carta 145)
  • Diapositiva 99
  • Amar es darlo todo, darse, incluso, a s mismo. (Poesa 54)
  • Diapositiva 100
  • Vivir de amor es darse sin medida, sin reclamar salario aqu en la tierra. Ah, yo me doy sin cuento, bien segura de que en amor el clculo no entra! (Poesa 17)
  • Diapositiva 101
  • En cuanto a m, no conozco otro medio para llegar a la perfeccin que el amor...Amar! Qu bien hecho est para eso nuestro corazn!... (Carta 87)
  • Diapositiva 102
  • El amor todo lo puede: las cosas ms imposibles no le parecen difciles. Jess no mira tanto la grandeza de las obras, ni siquiera su dificultad, cuanto el amor con que tales obras se hacen... (Carta 40)
  • Diapositiva 103
  • ASI PENSABA TERESITA
  • Diapositiva 104
  • Jess nos ensea que basta llamar para que se nos abra, buscar para encontrar, y tender humildemente la mano para recibir lo que se pide... (Manuscrito C, 35 v)
  • Diapositiva 105
  • Jess baja todos los das del Cielo, no para permanecer en el copn de oro, sino para encontrar otro cielo que le es infinitamente ms querido que el primero: el cielo de nuestra alma, hecha a su imagen, templo vivo de la adorable Trinidad!... (Manuscrito A, 48)
  • Diapositiva 106
  • Al entregarse a Dios, el corazn no pierde su ternura natural; antes bien, esta ternura crece hacindose ms pura y ms divina. (Manuscrito C, 9 r)
  • Diapositiva 107
  • "Para m, la Oracin es un impulso del corazn, una simple mirada dirigida al cielo, un grito de agradecimiento y de amor, tanto en medio del sufrimiento como en medio de la alegra. En una palabra es algo grande, algo sobrenatural que me dilata el alma y me une a JESS."
  • Diapositiva 108
  • "Qu grande es el poder de la oracin!. Se dira que es una reina que en todo momento tiene acceso directo al rey y puede conseguir todo lo que le pide.
  • Diapositiva 109
  • "La Santsima Virgen me demuestra que nunca deja de protegerme. Enseguida que la invoco, tanto si me sobreviene una inquietud cualquiera, un apuro, inmediatamente recurro a ella, y siempre se hace cargo de mis intereses como la ms tierna de las Madres."
  • Diapositiva 110
  • Yo soy Jess de Teresa Oh Faz adorable de Jess, nica Hermosura que cautiva mi corazn!, dgnate imprimir en m tu divina semejanza, para que no puedas mirar el alma de tu humilde esposa sin contemplarte a ti mismoOh Amado mo!, yo acepto, por tu amor, no ver aqu abajo la dulzura de tu mirada ni sentir el inefable beso de tu boca; pero te pido que me abrases en tu amor, a fin de que me consuma rpidamente y haga aparecer pronto ante tu presencia a Teresa de la Santa Faz
  • Diapositiva 111
  • ULTIMOS DIAS
  • Diapositiva 112
  • Dado que Jess ascendi al cielo, yo slo puedo seguirle siguiendo las huellas que l dej. Pero qu luminosas y perfumadas son esas huellas! Slo tengo que poner los ojos en el santo Evangelio para respirar los perfumes de la vida de Jess y saber hacia dnde correr...
  • Diapositiva 113
  • No me abalanzo al primer puesto, sino al ltimo; en vez de adelantarme con el fariseo, repito llena de confianza la humilde oracin del publicano. Pero, sobre todo, imito la conducta de la Magdalena. Su asombrosa, o, mejor dicho, su morosa audacia, que cautiva el corazn de Jess, seduce al mo.
  • Diapositiva 114
  • S, estoy segura de que, aunque tuviera sobre la conciencia todos los pecados que pueden cometerse, ira, con el corazn roto de arrepentimiento, a echarme en brazos de Jess, pues s cmo ama al hijo prdigo que vuelve a l. Es cierto que Dios, en su misericordia preveniente, ha preservado mi alma del pecado mortal. Pero no es sa la razn de que yo me eleve a l por la confianza y el amor.
  • Diapositiva 115
  • Principios de abril (final de la cuaresma): Teresa cae gravemente enferma
  • Diapositiva 116
  • 6 de abril: principio del cuaderno de las ltimas conversaciones 3 de junio: la Madre Mara de Gonzaga ordena a Teresa que prosiga su autobiografa. Teresa redacta el Manuscrito C.
  • Diapositiva 117
  • 8 de julio: Teresa es bajada a la enfermera. Hemoptisis (Bronquitis Crnica y cncer bronquial) hasta el 5 de agosto
  • Diapositiva 118
  • 30 de julio recibe la Extrema Uncin
  • Diapositiva 119
  • 19 de agosto recibe la ltima comunin.
  • Diapositiva 120
  • Jueves 30 de septiembre, por la tarde: Hacia las siete y veinte, muerte de Teresa despus de una agona de dos das.
  • Diapositiva 121
  • "Yo no muero, entro en la vida."
  • Diapositiva 122
  • Fue canonizada por Po XI el 17 de mayo de 1925, y el mismo Papa, el 14 de diciembre de 1927, la proclam Patrona Universal de las Misiones, junto con San Francisco Javier. Su doctrina y su ejemplo de santidad han sido recibidos con gran entusiasmo por todas las categoras de fieles de este siglo, y tambin ms all de la Iglesia Catlica y del Cristianismo.
  • Diapositiva 123
  • Con ocasin del Centenario de su muerte, el Papa Juan Pablo II la declar Doctora de la Iglesia por la solidez de su sabidura espiritual, inspirada en el Evangelio, por la originalidad de sus intuiciones teolgicas, en las cuales resplandece su eminente doctrina, y por la acogida en todo el mundo de su mensaje espiritual, difundido a travs de la traduccin de sus obras en una cincuentena de lenguas diversas. La ceremonia del nombramiento tuvo lugar el 19 de octubre de 1.997, precisamente en el domingo en el que se celebra la Jornada Mundial de las Misiones
  • Diapositiva 124
  • LOS PAPAS DE TERITA SON BEATIFICADOS
  • Diapositiva 125
  • Los padres de santa Teresita de Lisieux son beatificados el domingo 19 de octubre, en Lisieux (Francia), en la baslica dedicada a su hija, santa Teresa del Nio Jess, segn informa una nota del Oficina de las Celebraciones Litrgica del Sumo Pontfice.
  • Diapositiva 126
  • La heroicidad de virtudes de Louis Martn y a Celia Gurin, padres de la santa, fue proclamada el 26 de marzo de 1994 y desde entonces estaban a la espera de un milagro que permitiera el paso hacia la beatificacin.
  • Diapositiva 127
  • El nio del milagro es Pietro Schiliro, nacido en Miln el 25 de mayo de 2002. Pietro es el quinto hijo de Walter y Adele Schiliro. Tras el parto present graves dificultades para respirar, que obligaron a los mdicos a practicar terapias de reanimacin. El nio present, segn el parte mdico, una malformacin congnita caracterizada por una grave subversin de estructura pulmonar. En la prctica el pequeo Pietro era incapaz de respirar y segn la ciencia, nunca podra hacerlo.
  • Diapositiva 128
  • Los mdicos desahuciaron al nio y ante su inminente muerte, los bautizaron el 3 de junio de ese ao. Ese da, por sugerencia del sacerdote carmelita Antonio Sangalli, Walter y Adele comenzaron una novena a los padres de Santa Teresa, invitaron a amigos y conocidos a sumarse a esta oracin.
  • Diapositiva 129
  • Con el correr de los das muchas personas se sumaron a la cruzada de oracin por Pietro. El 29 de junio, cuando Walter y Adele llegaron al hospital en Monza preparados para el desenlace, los mdicos les informaron que Pietro estaba mejorando. En unos das se cur por completo y el 27 de julio regres a casa.
  • Diapositiva 130
  • En la foto, Pietro con el cardenal Poupard, que celebr la Misa de accin de gracias el lunes 20 de octubre en la Baslica de Lisieux.
  • Diapositiva 131
  • Fue el 3 de julio cuando Benedicto XVI firm el decreto de reconocimiento de un milagro atribuido a la intercesin de la pareja.
  • Diapositiva 132
  • Misa de la Beatificacin en la Baslica de Lisieux
  • Diapositiva 133
  • Diapositiva 134
  • Escribe Teresita de Lisieux al abate Bellire - algo que muchos conocen y guardan en su memoria- : Dios me ha dado un padre y una madre ms dignos del cielo que de la tierra(Carta 261).
  • Diapositiva 135
  • CENTRO DE ESPIRITUALIDAD LA FONTE Pedro Sergio Antonio Donoso Brant Octubre de 2008