David Wilkerson - Tenemos Hambre de Cristo

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hambre por la presencia de Dios en la vida

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  • DAVIDWILKERSON

    TENEMOSHAMBRE

    DECRISTO

  • A Scott y Joy Sawyer, que aman a Jesucristo con pasin y que pasaron muchas horas deoracin ayudando a corregir el texto de este libro. Ellos, al igual que yo, tienen hambre de

    Cristo.

  • ndice

    CoverTitle PagePrefacioSeccin 1: Alimentndonos de Cristo

    1. El Pan de Dios2. Para ganar a Cristo3. Respondiendo al llamado de la afliccin4. Un corazn perfecto5. Andar en santidad6. Acercndonos a su mesa7. Aferrndonos a Cristo8. Una carta del diablo9. Andar en el Espritu10. Manifestando la presencia de Cristo

    Seccin 2: El costo de tener hambre11. El costo de entregarse por completo a Dios12. Vendrn las pruebas13. Santos zarandeados14. La escuela de la compasin15. El Dios de nuestros monstruos

    Seccin 3: Dios satisface nuestra hambre16. Dios restaurar nuestros aos desperdiciados17. El Dios de la esperanza18. La misericordia del Seor19. Dios nos ayudar a ser fieles20. La grandeza actual de Cristo

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  • TPrefacio

    engo en mi biblioteca doce volmenes escritos por J. B. Stoney, un devoto autor. Cadavolumen se centra en Cristo: miles y miles de pginas que exaltan la hermosura de nuestro

    Seor y de su ministerio como Un hombre en la gloria. Al devorar esos valiosos libros, meencuentro continuamente humillado y a la vez desafiado por ese hermano que ha escrito tantosobre un nico tema: La gloria de Cristo.

    Hace pocos aos que he comenzado a predicar ms y ms de mi bendito Salvador, y heorado mucho por una revelacin mayor de su gracia y de su gloria. En todos mis aos depredicacin nunca he tenido tanta hambre de El. El Espritu Santo no ha dejado de satisfaceresa hambre creciente, y ahora me permite compartir con el cuerpo de Cristo un libro referentepor completo a Jess.

    Si usted tambin tiene hambre de Cristo, encontrar aqu algunas ideas para alimentar sualma. Creo que solamente los que el Espritu Santo ha despertado hace poco con una nuevahambre y sed de Cristo y de su santidad, tomen el tiempo para leer este libro. Usted tiene queser uno de los que tienen hambre de Cristo, para acercarse a la mesa y comer. Este no es unlibro para esos cristianos apresurados que buscan comidas rpidas, sino para los que estnaprendiendo a esperar que el Seor les d el man del cielo.

    David Wilkerson

  • Seccin 1

    ALIMENTNDONOS DE CRISTO

  • E1El Pan de Dios

    n nuestros das, la Iglesia de Jesucristo ha experimentado Lwla peor sequa espiritual detoda su historia. Multitudes de ovejas a punto de morir de hambre les estn pidiendo a

    gritos a sus pastores que les den algn alimento vivificante, algo que las sustente en estostiempos difciles. Pero con demasiada frecuencia no se les da ni una migaja de alimentoespiritual. Salen de la casa de Dios vacas, insatisfechas y dbiles. Se han cansado ya dearrastrarse, una y otra vez, hacia una mesa vaca.

    No era ese el propsito de Dios para su pueblo, y a El le duele ver que sea as. Dios haprovisto pan para el mundo entero. Y el pan que El ofrece es ms que para sobrevivir; esalimento para una vida en su medida ms completa, la vida en abundancia de la cual hablJess.

    Quin es este Pan de Dios, del que tan ansiosamente tenemos hambre? Jess nos dio larespuesta. Dijo: El pan de Dios es aquel que descendi del cielo y da vida al mundo (Juan6:33). En otras palabras, Cristo mismo es la respuesta! Como el man que Dios envi parasustentar la vida de los hijos de Israel en el desierto, Jess es para nosotros el Pan de Dios, eldon enviado para sustentar nuestra vida hoy y todos los das.

    El Pan de Dios, cuando se come todos los das, produce una calidad de vida que Jessmismo disfrut. Cristo participaba en una vida que brotaba directamente de su Padre celestial;una vida, nos dice, que tambin debe animarnos a nosotros: Como yo vivo por el Padre,asimismo el que me come, l tambin vivir por m (Juan 6:57).

    Ese pan es lo que le falta al cristianismo moderno, y es lo que ste necesitadesesperadamente. Mi sincera oracin es que este libro ayude a satisfacer el hambreespiritual que muchos estn sintiendo en su vida.

    Esta hambruna espiritual ha durado muchos aos. Es que cuanto ms una persona se alejede Cristo, la fuente de toda vida, tanto ms se aduea de ella la muerte. Del mismo modo, lasiglesias y los ministerios mueren cuando pierden contacto con esa corriente vivificante. Enefecto, muchas de esas iglesias y ministerios han decado lentamente desde hace tiempo. Espor eso que muchos creyentes desilusionados claman a Dios, anhelando una iglesia que tengaalguna vida. Por eso mismo la mayora de los jvenes dicen que sus iglesias estn muertas.

    El profeta Amos habl de un da cuando las doncellas hermosas y los jvenes desmayarnde sed (Amos 8:13). As clamaba Amos:

    He aqu vienen das, dice Jehov el Seor, en los cuales enviar hambre a la tierra, nohambre de pan, ni sed de agua, sino de or la palabra de Jehov. ? irn errantes de mar amar; desde el norte hasta el oriente discurrirn buscando palabra de Jehov, y no la hallarn.

    Amos 8:11-12

    Muchos cristianos se sienten ofendidos cuando se les dice que es Dios quien manda esahambruna de la Palabra verdadera. Y es verdad que hoy da hay mucha ms predicacin yenseanza vigorosa que se llama revelacin. Las Biblias son ms visibles que nunca. Haymultitudes que corren a or a sus predicadores y maestros favoritos. Hasta hay quienes dicen

  • que este perodo de la historia del cristianismo es un tiempo de avivamiento, una pocagloriosa de luz del evangelio y de nueva verdad. Pero si lo que se le ofrece al pueblo de Diosno es el Pan de Dios que vino del cielo, entonces no es verdadero alimento espiritual. Noproducir vida. Ms bien, har que muchos mueran de terrible hambre espiritual.

    La verdad es que esa hambre que lleva a la muerte abunda en la casa de Dios hoy. Lahambruna est haciendo que muchos creyentes se alejen de la iglesia para ir en busca de algoque satisfaga sus ms ntimas necesidades. Ahora las iglesias estn plagadas de adulterios,divorcios, rock cristiano, psicologa antibblica y evangelios de la Nueva Era. Muchos jvenescristianos se estn entregando a las drogas y a la inmoralidad sexual en busca de realizacin.

    Eso sucede porque mucho de lo que hoy da se oye en los pulpitos es, en el mejor de loscasos, comida agradable. Los sermones no son suculentos ni difciles de tragar. Hasta sonsimpticos! Las ancdotas son bien narradas, las aplicaciones son fciles y prcticas, y nadade lo que se dice ofende jams a nadie. No resulta difcil llevar consigo el domingo a uncnyuge o amigo que no es cristiano, porque no se va a sentir incmodo. Nadie lo confrontaracerca del pecado. No habr carbones ardientes del altar de Dios que le queme la conciencia,ni flechas llameantes de conviccin procedentes del pulpito que lo mueva a ponerse de rodillas.No habr ningn dedo proftico que le seale el corazn y le diga con voz de trueno: T eresese hombre! Y si en realidad el martillo cae sobre el pecado, rpidamente se amortigua suefecto.

    Es asombroso pero cierto: el lugar ms cmodo y tranquilizador de la conciencia paraesconderse de los ojos llameantes de un Dios santo es dentro de una iglesia muerta. Suspredicadores funcionan ms como funerarios que como apstoles de la vida. En vez de guiar alos hambrientos creyentes hacia la vida abundante que Cristo ofrece, les dan blandas palabrasde nimo para tratar de calmarles el hambre: Todo est bien. Ustedes han hecho todo lo quenecesitan hacer. No se tomen la molestia de alimentarse del Pan de Dios siendo constantes enla oracin, o desempolvando sus Biblias, o armonizando sus corazones con el de Dios.

    Algunos predicadores protestan diciendo que, lejos de estar muertas, sus iglesias estnllenas de gloriosa alabanza y adoracin a Dios. Sin embargo, no todas las iglesias exuberantesque mueven las emociones estn necesariamente llenas de vida. El culto que brota de unoslabios impuros es, en realidad, una abominacin para Dios. La alabanza que sale de corazonesllenos de adulterio, lujuria u orgullo es un hedor para El. Los estandartes cristianos enarboladospor manos manchadas de pecado no son ms que presuntuosos desplantes de rebelda.

    Una vez escuch a un ministro profetizar que pronto vendr el da en que los cultos de lasiglesias sern de alabanza en un noventa por ciento. Pero si eso llega a ocurrir, e incluso si esaalabanza es de corazn, eso deja solamente un diez por ciento para lo dems, donde,supongo, estara incluida la predicacin de la Palabra de Dios. Pero acaso no nosdebilitaremos espiritualmente si aclamamos y alabamos, pero no comemos el Pan de Dios?Significa esto que hemos llegado al punto como los hijos de Israel cuando se quejaron: Peroahora nuestro apetito se reseca, ya que no hay ms que el man (Nmeros 11:6, RV)?Ser posible que nos hayamos aburrido de sentarnos ante la mesa del Seor?

    Debemos comprender que la alabanza autntica slo brota de corazones agradecidos querebosan con la vida pura de Jesucristo!

    El apstol Juan escuch una voz que clamaba desde el saln del trono de Dios: Alabad a

  • nuestro Dios todos sus siervos, y los que le temis, as pequeos como grandes (Apocalipsis19:5). Esos siervos se regocijaban en Dios y le daban gloria. Haban andado con tal fidelidadque los prepar para ser la esposa de Cristo (v. 7). Ellos comieron el Pan de Dios confidelidad y reverencia, con santo temor ante su poder vivificante.

  • El remanente santoEs verdad lo que dice el viejo adagio: uno es lo que come. Jess dijo que su carne deba ser

    nuestro alimento, nuestra dieta bsica: Si no comis la carne del Hijo del Hombre, y bebis susangre, no tenis vida en vosotros (Juan 6:53).

    Los judos no podan asimilar un pensamiento as, y muchos de sus discpulos volvieronatrs, y ya no andaban con l (v. 66). Decan: Dura es esta palabra; quin la puede or? (v.60). Incluso hoy da, quienes interpretan que el comer el cuerpo del Seor se limita a la SantaCena, no entienden lo que Jess quera decir. La razn por la que observamos la Cena delSeor es para tener presente que l, mediante su muerte, lleg a ser nuestra fuente de vida.Tenemos una invitacin, recibida del cielo, para llegar a su mesa, comer y volvernos fuertes.

    S que eso es precisamente lo que muchos seguidores estn haciendo! En medio de unageneracin de pastores mercenarios y de seguidores mal alimentados, hoy da est surgiendoen el mundo un sacerdocio santo, levtico. Se trata de los siervos y siervas que desean llegar aser pastores segn el corazn del Seor. Y el Espritu los ha ungido para que conduzcan a unpueblo apartado que est dispuesto a seguirlos hasta la plenitud de Cristo.

    Esos creyentes se consumen de amor por el Seor; estn despojados de todo orgullo yambicin mundana; arden con el celo de la santidad. Su nmero es pequeo, pero vacreciendo. No tienen ms alimento que Cristo, porque saben que no hay otra fuente de vida.Rebosan de vida porque se han acercado con diligencia y con frecuencia a la mesa del Seor.Aman segn la verdad, y no tienen temor alguno. Denuncian el pecado sin excusarse porhacerlo, derribando dolos y fortalezas. Todo eso lo hacen para traer libertad a sus hermanos,para producir en ellos hambre por la realidad de Cristo Jess y para ensearles cmoalimentarse de El.

    Ese remanente santo que hoy existe en el mundo adora al Seor en espritu y en verdad.Son personas ms enamoradas de Jess que de sus bendiciones y sus dones. Lo alaban conmanos limpias y corazn puro. Pero lo trgico es que todava hay muchos que siguen saciandosus apetitos lujuriosos, y luego se atreven a acercarse a la mesa del Seor para festejar conlos justos. Eso slo conduce a la enfermedad espiritual y a la muerte, porque no disciernen elverdadero Pan de Dios.

    Esas ovejas enfermas se vuelven tan dbiles espiritualmente y tan afectadas por el pecadoque no pueden comer alimento slido. Prefieren mordisquear las cascaras de enseanzas quecomplacen el odo. Se apoyan en la liviandad y el espectculo antes que en la autnticaPalabra. Sus apetitos espirituales se han atrofiado por comer demasiadas golosinas baratas.

    Tomemos la televisin como un ejemplo. Pocas actividades seducen a los cristianos tanto.La televisin es una forma de idolatra particularmente insidiosa; y yo cada vez clamo ms yms contra ella, al ver el hambre espiritual de nuestra nacin. En qu consiste gran parte dela programacin televisiva hoy sino en una exhibicin de comida satnica? Un anuncio radialinvitaba a los televidentes a sintonizar determinado programa de televisin para recibir unabuena dosis de codicia, lujuria y pasin, tal como a usted le gusta. No importa cmo lallamemos los cristianos, los productores mismos de la televisin llaman a ese medio por suverdadero nombre: una fuente de lujuria! Aun sabiendo eso, son literalmente millones decristianos los que permanecen sentados frente a sus televisores hora tras hora y da tras da,tragndose una dieta constante de basura que, sin duda, le causa dolor al corazn de Dios.

  • Nada puede ser ms obvio para m que el dolor de Dios por eso: no por la televisin en s,sino por la adiccin de los cristianos a ella. Es un flagrante ultraje contra un Dios santo. ElEspritu Santo llora por esas multitudes de creyentes espiritualmente ciegos que se niegan aobedecer sus ms ntimos impulsos a dejar de beber de esa cisterna inmunda. Si Jeremaspudiera presenciar este triste espectculo millones de miembros del pueblo de Diosremoloneando frente a sus televisores todos los domingos, tragando lujuria, delincuencia ycodicia en lugar de estar sentados en la casa de Dios para comer de su Pan, el profeta selamentara y gemira. Clamara de parte del Seor: Mi pueblo ha trocado su gloria por lo queno aprovecha Me dejaron a m, fuente de agua viva, y cavaron para s cisternas, cisternasrotas que no retienen agua (Jeremas 2:11,13).

    Qu celoso se debe de poner el Seor ante nuestra provocacin! Somos sumamentegenerosos para dedicar nuestro tiempo a comer a la mesa de sus enemigos la televisin noes ms que un ejemplo y en cambio su mesa la abandonamos, la pasamos por alto. Ay,cunto le encantara a Dios disponer de ese tiempo para alimentarnos con el verdadero Pan devida! No es hora ya de volcar la mesa del diablo en nuestra vida? De entrar en el aposentode la oracin y festejar con el genuino Pan de Dios? De arrancar de nuestra casa y denuestra vida todo lo que mancha y contamina nuestra mente espiritual? Debemos preguntarnoscon franqueza: A la mesa de quin estaremos sentados cuando de repente llegue el Redentora Sin?

  • Pan de fortalezaEn cierta ocasin pas varias semanas ante el Seor, llorando y clamando a l para que me

    diera un mensaje de consuelo y esperanza para todos los creyentes cargados de sufrimientoque escriben a nuestro ministerio en la Iglesia Times Square. Como aqu en la ciudad deNueva York trabajamos con drogadictos, alcohlicos y personas sin hogar, he orado as:Seor, adondequiera que miro veo dolor, sufrimiento, pesar y tribulacin. Qu mensajepuedo darles a los que se hallan en tan espantosa necesidad? Cul es tu palabra para ellos?Sin duda a ti te importan esas almas. Sin duda anhelas darles una palabra que las ponga enlibertad.

    El Seor me ha dado una palabra, y es la siguiente: El ha provisto un modo de fortalecer atodo hijo suyo para que resista al enemigo. Esta fortaleza slo viene de comer el Pan enviadodel cielo. Y nuestra salud y fortaleza espiritual dependen de que comamos de ese Pan.

    Escuchemos con atencin, una vez ms, las palabras de Jess: Yo vivo por el Padre;asimismo, el que me come, l tambin vivir por m (Juan 6:57). Jess tena una comunin tanntima con el Padre, y estaba tan entregado a hacer solamente la voluntad del Padre, que laspalabras del Padre eran su comida y su bebida cada da. Jess se sustentaba cada daescuchando y viendo lo que el Padre deseaba; y eso fue como resultado de pasar muchotiempo a solas con l.

    Cristo les dijo a sus discpulos: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabis Mi comida es que haga la voluntad del que me envi, y que acabe su obra (Juan 4:32,34).Tambin los instruy as: Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que avida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dar (Juan 6:27). No nos demos el lujode soslayar este secreto de fortaleza: As como Cristo viva por el Padre, as nosotrosdebemos recibir nuestra vida alimentndonos de Cristo.

    Un agradable caballero de ochenta y seis aos de edad escribi a nuestro ministerio,contando cmo alimenta y cuida a su esposa impedida. Son demasiado pobres para pagar unhogar de ancianos, y l est preocupado porque puede morir en cualquier momento y ya nohabr nadie que cuide de ella. A ese hombre le digo: No desespere! Levante los ojos, y bebaen presencia de Cristo. Deje que el Espritu Santo lo alimente con el man del cielo. Invqueloa El; porque El escucha hasta el grito ms dbil. El promete darse a s mismo como alimentopara usted. El va a entrar hasta lo ms profundo de su ser con una luz y una vida renovadas.Dios dijo que Cristo es nuestro Pan de vida, de quien recibimos la vida y el sustento. As que,confe en El alimentndose de Cristo, y Dios le dar fortaleza!

    La esposa de un agricultor en el estado de Montana nos escribi diciendo que estabaenojada, perpleja y al colmo de su paciencia porque la granja de su familia estaba a punto dequebrar. Su esposo se haba esforzado mucho, pero la situacin pareca oscura y sinesperanza, y pareca que a nadie le importaba. A esa hermana amada le digo: Acerqese a lamesa del Seor! Vuelva a su fuente de vida: el Pan de Dios!

    El autor de la carta a los hebreos se dirige a unos cristianos diciendo que el despojo devuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenis en vosotros una mejor y perdurableherencia en los cielos (Hebreos 10:34). Junto con ese autor, yo digo: No perdis, pues,vuestra confianza, que tiene grande galardn (v. 35). No abandone la mesa del Seor paraenfurruarse en algn oscuro rincn. Espere en El, hasta quedar satisfecho; en la mesa del

  • Seor encontrar todo lo que necesita para la vida y la piedad. Nadie podr quitarle ese Paneterno y vivificante. Viva por medio de El! Coma de Cristo y vencer!

    A los divorciados, a los desempleados, a los solitarios, a los padres que sufren porque sushijos se han perdido, a los que estn atados por el pecado y quieren liberarse, les digo: Hanestado buscando ayuda en lugares equivocados? Hagan lo que es obvio que deben hacer:Vuelvan de inmediato a la presencia del Seor y bsquenlo de todo corazn! Regresen acomer del alimento espiritual correcto, y deshganse de toda la basura. Encontrarn el poder yla fuerza que necesitan cuando la vida del Seor entre en ustedes meidante el Pan de Dios.

    Me gozo con los que tienen razn para gozarse, y lloro con los que lloran. Pero a veces meparece que oigo que el Espritu me susurra: No sufras por los cristianos que han abandonadomi mesa. No llores por ellos ni dejes que sus problemas te agobien. Ellos ya no oran ni leenmi Palabra, mientras que desperdician neciamente horas y horas en s mismos. Da tras dase han olvidado de m. Seguirn sufriendo hasta que regresen y coman del Pan que yo heprovisto para sanarlos y fortalecerlos.

    Nuestro ministerio recibe tambin cartas de cristianos que han soportado grandes afliccionespero que a diario se alimentan del Pan de Dios. Muchos de esos creyentes no han hecho sinofortalecerse ms, con un creciente sentido de la presencia de Dios en su vida. En medio desus pruebas han recurrido al Seor con todo su corazn. Lo han buscado en su dificultad, y Elha escuchado su clamor y ha satisfecho sus almas hambrientas, dndoles lo que necesitanpara soportar los tiempos difciles. Dios los ha enaltecido por encima de sus problemas, hastael punto en que conocer a Cristo se ha convertido en algo ms importante que el hallar alivio.Viven de Cristo literalmente, porque han descubierto que El es su poderosa fuente defortaleza. Y un da saldrn de all como oro puro, tras haber sido probados por el fuego.Quedarn por completo purificados del egosmo y el orgullo. Como Cristo, el nico deseo deellos ser hacer la voluntad del Padre y acabar su obra.

    El Pan de Dios se sirve todos los das, como les ocurra a los israelitas con el man. Dice laBiblia que Dios le dio man a su pueblo para humillarlo (Deuteronomio 8:16). Los israelitas nofueron humillados porque fuera alimento de mala calidad; ya que en realidad era pan dengeles (vase Salmo 78:25). Fueron humillados porque cada da tenan que buscar elalimento. Eso les recordaba que era Dios quien tena, la llave de la despensa. Estabanobligados a esperar en El y a reconocer que slo El era la fuente.

    Hoy da los cristianos son humillados del mismo modo. Dios nos dice que lo que comimos deCristo ayer no va a satisfacer nuestra necesidad hoy. Debemos admitir que nos vamos a morirde hambre espiritualmente y vamos a quedar dbiles y desamparados si no recibimos nuestrosuministro fresco y diario de Pan celestial. Debemos acercarnos con frecuencia a la mesa delSeor. Debemos acostumbrarnos a la idea de que nunca llegar un momento en nuestra vidaen que se nos d una racin de fortaleza para ms de un da.

    A los que aman a Jess y desean considerarse parte de ese remanente santo, les puedoprometer una cosa: las hambrunas no son eternas. Dios va a visitar de nuevo a su pueblo.Como lo veremos en el captulo siguiente, El quiere saciarnos por completo. Quiere darnos lavida abundante que anhelamos. Desea llegar al encuentro de todo corazn sincero que tengahambre de Cristo.

  • S2Para ganar a Cristo

    abe usted si se ha ganado el corazn de su Seor? Sabe usted que si tiene hambre del, tendr el deseo de ganarse su corazn? El apstol Pablo afirma que ese era su

    propsito al renunciar a su vida anterior:

    Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como prdida por la excelencia del conocimientode Cristo Jess, mi Seor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura paraganar a Cristo.

    Filipenses 3:8

    Pablo estaba cautivado completamente por su Seor. Por qu senta la necesidad deganar a Cristo? Ya el Seor se le haba revelado con claridad, y no slo al apstol sinotambin en su vida. Aun as, Pablo se senta impulsado a ganarse el corazn y el afecto deCristo.

    Todo su ser su ministerio, su vida, su razn misma de vivir estaba centradoexclusivamente en agradar a su Maestro y Seor. Todo lo dems era basura para Pablo,incluso las cosas buenas. Creo que una de las razones por las que l nunca se cas fue paratener ms tiempo para atender las cosas del Seor (vase 1 Corintios 7:32). l invitaba aotros a que hicieran lo mismo para que andis como es digno del Seor, agradndole en todo(Colosenses 1:10).

    Uno puede preguntarse si es bblica esa idea de ganarse el corazn de Jess. No somosya objeto del amor de Dios? En realidad, su amor benevolente se extiende a la humanidadentera. Pero hay otra clase de amor que pocos cristianos llegan a experimentar alguna vez. Setrata de una relacin de amor afectuoso con Cristo, como la que se da entre marido y mujer.

    Ese amor se expresa en el Cantar de los Cantares. En ese libro, Salomn se describe comoun tipo de Cristo; y en un pasaje el Seor habla as con respecto a su esposa:

    Prendiste mi corazn esposa ma; has apresado mi corazn con uno de tus ojos, con unagargantilla de tu cuello. Cuan hermosos son tus amores esposa ma! Cunto mejores queel vino tus amores !

    Cantar de los Cantares 4:9-10

    Ms adelante dice: Aparta tus ojos de delante de m, porque ellos me vencieron (6:5). Laesposa responde: Yo soy de mi amado, y conmigo tiene su contentamiento (7:10).

    La esposa de Cristo estar formada por un pueblo santo que anhela complacer a su Seor,y que vive tan obediente y tan apartado de toda otra cosa, que logre robarle el corazn aCristo. En el pasaje citado dice que el corazn de Cristo fue apresado con uno de tus ojos.Creo que la idea de uno de tus ojos es tener la mente indivisa, centrada solamente en Cristo.Esta devocin indivisa a Cristo como tambin el amor simblico entre marido y mujer seexpresa en otro libro de la Biblia: Rut. Se trata del relato de una joven convertida que se ganel corazn de su seor terrenal. Lo considero un relato proftico, un mensaje que nos habla

  • poderosamente hoy, porque nosotros nos ganamos a Cristo del mismo modo que Rut se gana su amo, Booz.

    Pero al tratar de investigar ese concepto, repasando todos los comentarios bblicos a mialcance, no pude encontrar ni un slo autor que viera en el libro de Rut ese sentido espiritual yproftico. Slo un escritor sugera apenas que, por ser Rut una moabita, Dios poda estarhablndonos de los gentiles injertados en el olivo. Pero ese relato contiene mucho ms queun simple significado histrico. Creo que necesitamos mirar ms de cerca esa hermosanarracin, porque nos ensea muchsimo acerca de cmo hemos de alimentarnos para tratarde ganarnos el corazn del Seor.

    La historia de Rut comienza con estas palabras: Hubo hambre en la tierra (Rut 1:1). Esahambre representa el mismo tipo de hambruna que la Iglesia experimenta en nuestros das: lafalta de la presencia de Dios, un ansia por el verdadero Pan de Dios. A causa de la hambruna,el israelita Elimelec se llev a su esposa Noemi y a sus dos hijos, y huyeron del pas de Judhacia Moab. Ms tarde Elimelec muri all, y los dos hijos de Noemi tomaron esposaspaganas, Orfa y Rut. Todos se quedaron en Moab por diez aos ms.

    Pero Moab era un sitio de idolatra. Representaba la congregacin de los impos, el asientode los escarnecedores. En efecto, el nombre Moab significa fornicacin. Moab mismo, dequien la regin haba tomado el nombre, haba nacido de una relacin incestuosa entre Lot yuna de sus hijas. Fue ese pueblo quien sedujo a los israelitas en Sitim, en el desierto, ydespus de eso una plaga los atac y murieron veinticuatro mil.

    Dios prohibi a los israelitas casarse con mujeres moabitas, porque ciertamente harninclinar vuestros corazones tras sus dioses (1 Reyes 11:2). Como destaqu en el captuloanterior, lo mismo sucede hoy en el mbito espiritual cuando tiene lugar una hambruna de laPalabra de Dios: el pueblo de Dios se vuelve hacia el mundo, cediendo a la seduccin de laidolatra y mezclndose con los impos. La hambruna que hay en la Iglesia ha empujado amuchos creyentes hacia Moab, el lugar de idolatra. Y, qu bien lo aprendi Noemi cuandoperdi all a sus hijos: Moab es un lugar donde los jvenes mueren!

    Sin embargo, all en Jud, la hambruna por fin haba terminado. Noemi supo que Diosestaba visitando una vez ms a su pueblo con abundancia de pan. De repente, los recuerdosde bendiciones anteriores le inundaron el alma a Noemi, y comenz a aorar el lugar santodonde antes habit. Estaba harta de Moab, de su idolatra y de su muerte. Entonces selevant con sus nueras, y regres (Rut 1:6).

    Rut y Orfa se despidieron de sus padres, amigos y familiares. Les dijeron a sus seresqueridos de toda la vida que se iban para siempre. Iban con Noemi hacia Jud, un lugar dondeDios estaba visitando a su pueblo!

    Podemos ver el paralelo en nuestro mundo de hoy: algunos creyentes han resididotemporalmente en Moab; en el letargo, la frialdad, el placer mundano y el xito. Pero en mediode ellos, un remanente santo ha perseverado. Han soportado la propia exaltacin de losevangelistas de la televisin, la srdida sensualidad en la casa de Dios, la insensatez en elpulpito y las mofas de los cristianos que han abandonado la fe. Esas personas hambrientashan orado, ayunado e intercedido, y el Seor ha escuchado su clamor.

    Por qu la Iglesia Times Square, y otras como ella, estn atiborradas de buscadoreshambrientos? Porque se ha corrido la voz de que Dios est visitando a su pueblo en esos

  • lugares! Las personas han escuchado que all se est proclamando una palabra procedente deDios. S, la hambruna ha pasado. Dios ha enviado pan del cielo. Si usted todava no haprobado el man celestial, entonces salga de Moab y regrese adonde Dios est visitando a supueblo!

    Eso fue exactamente lo que planearon hacer las dos nueras de Noemi. Observe que elnombre Noemi significa gracia. Seguir a su suegra era una forma de seguir la gracia de Dios.Representaba un alejamiento de la vida del mundo y un acercamiento al vivir por la gracia delSeor. Fueron atradas por el Espritu de Dios, por las noticias de su visitacin. Hoy da, de lamisma manera, hay millares que se estn encaminando a casa, de regreso hacia la plenitud deCristo: lejos de la locura, de las componendas, de la mediocridad y la vacuidad de un evangeliode comodidad y prosperidad.

    Lo triste es que muchos que deciden volver a Dios se detienen en la frontera. No sedesprenden por completo, no pagan el precio. He visto sucederle esto a muchas personas ennuestra iglesia: comienzan con gran fervor, y aseguran que tienen hambre. Pero luego sequedan trabados en la frontera entre Moab y Jud, y vuelven atrs a sus antiguos pasos. Deforma parecida, vemos en la Biblia que cuando Orfa y Rut llegaron a la frontera, seencontraron confrontadas a tomar una decisin: Iban a seguir a Noemi es decir, la graciade Dios hacia la plenitud del Seor? Sus respectivos nombres nos ofrecen una clave para larespuesta: Orfa significa terquedad. Rut significa amiga, compaera.

  • Volver atrs o seguir adelanteEn la frontera tuvo lugar una confrontacin. Noemi decidi poner a prueba el compromiso de

    las dos jvenes. Tanto para Orfa como para Rut, la decisin de seguir adelante exiga ms queemociones y simples palabras. Noemi no poda garantizarles recompensa alguna por seguirla;ninguna prosperidad, ni comodidad, ni xito: slo poda ofrecerles una visin clara del altocosto que tendran que pagar. Describi su patria como un lugar de sufrimiento y pobreza, unatierra que no ofreca nada en cuanto a bienes terrenales; ellas iban a tener que subsistir slopor fe. El panorama era tan sombro, que Noemi las alent a regresar a la casa de susrespectivas madres, para que hallis descanso (Rut 1:9).

    El cuadro que present Noemi es, efectivamente, el evangelio de la gracia de Dios: elsufrimiento, la negacin de s mismo, la cruz. Tanto Orfa como Rut se mantuvieron firmes aparentemente: Ellas alzaron su voz y lloraron, y le dijeron: Ciertamente nosotras iremoscontigo a tu pueblo (Rut 1:9-10).

    Probablemente ya usted ha conjeturado por el nombre de Orfa que, a pesar de su torrentede lgrimas y sus firmes palabras acerca de esforzarse por continuar, ella iba a desertar y aregresar a su idolatra. Por fuera estaba quebrantada y tierna, y pareca tener ganas de serparte del regreso a Dios. Pero su corazn estaba presionado fuertemente por su amor alantiguo crculo de amigos y familiares; no saba que en su alma an permaneca ese dolo.Orfa llor en la frontera, porque se senta desgarrada entre dos amores. Con sinceridadquera seguir adelante, y le encantaba la compaa de las otras dos mujeres; pero no habacortado sus lazos con Moab.

    Las lgrimas no bastan. Noemi lo saba, y les puso una prueba final. Les dijo: Volveos, hijasmas; para qu habis de ir conmigo? Tengo yo ms hijos en el vientre, que puedan servuestros maridos? Volveos, hijas mas, e idos (Rut 1:11-12). Creo que Noemi pudo ver elcorazn de Orfa, su lucha interior.

    Es probable que Noemi pensara: Pobre muchacha! Ella cree que quiere la plenitud delSeor, pero todava est hechizada por este mundo. Se sentir miserable si sigue adelante,porque siempre estar mirando atrs. Entonces Noemi le dijo a Orfa: Vete!

    Orfa lleg entonces a una decisin en su corazn. Quizs se haba preguntado: Es esta lanica opcin? El rechazo, la pobreza y la separacin de todo lo que he conocido? No! Voya regresar a Moab y a servir a Dios a mi manera. Siempre seguir amando a estas mujeressantas, pero tengo que seguir mi vida. Dice la Biblia: Y ellas alzaron otra vez su voz ylloraron; y Orfa bes a su suegra (Rut 1:14). Una antigua versin griega aade a esa oracin:y volvi a su pueblo.

    Tal vez algunos que lean esto, piensen en despedirse de sus hermanos en Cristo. Pudierahaber algo dentro de su corazn que los impulse a alejarse, quizs el crculo de antiguosamigos o la atraccin de anteriores hbitos. Orfa regres a su pueblo y a sus dioses (Rut1:15). Tal vez usted tambin tenga el corazn aprisionado por algn dolo de su pasado, algoque no logra soltar.

    Pero para el cristiano no hay trmino medio! Se ha trazado la lnea divisoria, y solopodemos avanzar en una de dos direcciones: o hacia adelante, rumbo a Jud; o hacia atrs,de regreso a Moab. Orfa volvi atrs y, a partir de este punto, nunca ms se le menciona enlas Escrituras. Se desvaneci en las sombras de la idolatra, y no tuvo nada ms que ver con

  • la obra de Dios ni con su reino eterno. Ahora el gran inters de Dios era por Rut.Noemi intent desanimar a Rut una vez ms, segn dice el versculo 15: Vulvete t tras

    ella. En otras palabras: Pronto, Rut! Si te apuras, podrs alcanzar a Orfa. Por qu nosigues el impulso de tus deseos?. Pero Rut no quiso dejarla; se qued con Noemi (Rut1:14). En hebreo, el verbo traducido se qued significa en realidad adherirse, quedarsepegado. Sugiere la idea de una doncella arrodillada con los brazos agarrados a la cintura desu ama, como si nunca la fuera a soltar.

    Rut quera a Dios! Quera participar en la gran visitacin del Seor, y ahora la detendranicamente la muerte.

    Respondi Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tfueres, ir yo, y dondequiera que vivieres, vivir. Tu pueblo ser mi pueblo, y tu Dios mi Dios.Donde t murieres, morir yo, y all ser sepultada; as me haga Jehov, y aun me aada, queslo la muerte har separacin entre nosotras dos. Y viendo Noemi que estaba tan resuelta air con ella, no dijo ms.

    Rut 1:16-18

    Rut no saba que al decidir continuar adelante, se colocaba a s misma bajo las alasprotectoras de Jehov. Y ms importante an, tan pronto como cruz la frontera junto conNoemi, ya estaba en camino para ganar a Cristo. No haba ningn letrero que se lo indicara,pero sabemos adonde conduca el camino: directo al corazn de Cristo.

    Pronto Rut y Noemi llegaron al lugar de la bendicin; su llegada fue al inicio de la temporadade la cosecha. Eran pobres y no posean casi nada, y no saban de dnde vendra su siguientecomida. Entonces la joven Rut dijo: Djame ir al campo a recoger espigas.

    En aquellos das, se era un trabajo que solamente los muy pobres realizaban. La leymandaba a los propietarios de los campos a no cosechar los rincones de sus campos niespigar lo que quedara, es decir, a no recoger el grano que los segadores dejaran, sino ponerese exceso a disposicin de los pobres (vase Levtico 19:9-10).

    En ese momento, daba la impresin de que Rut haba hecho una mala eleccin. Su devocinla haba llevado hasta el lugar de la visitacin de Dios, pero ahora tena que sudar en unempleo de salario mnimo. Estaba por debajo del ndice de la pobreza, y no tena un futuro enperspectiva.

    Quisiera que se fije detenidamente en Rut, porque as es como usted puede acabar si seaparta del mundo y se va con Dios hasta las ltimas consecuencias. Esta fue la cruz delapstol Pablo hasta su muerte:

    Hemos llegado a ser espectculo al mundo, a los ngeles y a los hombres. Nosotros somosinsensatos por amor de Cristo Padecemos hambre, tenemos sed, estamos desnudos yno tenemos morada fija. Nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos; nos maldicen padecemos persecucin nos difaman hemos venido a ser hasta ahora como la escoriadel mundo.

    1 Corintios 4:9-13

    Y aun as, Pablo tena la osada de decir: Por tanto, os ruego que me imitis (1 Corintios

  • 4:16)! Lo deca con buena razn, y ese es el porqu no podemos sentir lstima de alguiencomo Rut: ella estaba a punto de ganar a Cristo!

    Fue, pues, y llegando, espig en el campo en pos de los segadores; y aconteci queaquella parte del campo era de Booz, el cual era de la familia de Elimelec (Rut 2:3).

    El que escribi ese relato debe haberse redo cuando escribi que aconteci que esa partedel campo donde Rut estaba era de Booz, su pariente-redentor. Eso distaba mucho de seraccidental. Era ms bien la obra clara del Espritu Santo, porque desde el momento en que Rutcruz la frontera y confi su vida entera al llamado de Dios, empez a ser dirigida por El sobre-naturalmente.

    La secuencia debe haber sido ms o menos as: Rut, con una cancin en su corazn, fuepasando por muchos campos. En eso, un repentino impulso interior la movi a virar a laderecha y comenz a espigar en el extremo norte de cierto campo. Algunas horas ms tarde,Booz tuvo la inspiracin de ir a revisar cmo iba la siega. Ech una mirada a sus campos y vioa numerosos hombres jvenes cortando manojos, y muchachas pobres espigando detrs deellos. Entonces se detuvo, porque su mirada se pos en Rut. De quin es esta joven?,pregunt. Qued fulminado all mismo. Ella slo haba estado espigando durante medio da,cuando capt la atencin de su patrn! Aquel gran hombre se acerc a ella y le dijo: No vayasa espigar a otro campo aqu estars junto a mis criadas (Rut 2:8). Le prometi que nadiela molestara, y le dijo que cuando tuviera sed fuera y bebiera del agua sacada del pozo porlos segadores. Despus dijo a los segadores que hicieran caer deliberadamente manojos deespigas, para que ella los encontrara.

    Por qu Booz le dijo eso a Rut? Porque ella lo haba cautivado. Ella le haba robado elcorazn y l tena que tenerla cerca. Qu fue lo primero que le atrajo a Booz? Rut misma selo pregunt: Por qu he hallado gracia en tus ojos para que me reconozcas, siendo yoextranjera?

    Booz respondi que se haba enterado de todo lo que ella haba hecho por su suegra, y decmo haba dejado su propia tierra para unirse a un nuevo pueblo. Tu remuneracin seacumplida de parte de Jehov Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte (Rut2:12). Booz se sinti atrado hacia ella porque Rut haba llegado a confiar en las alasprotectoras de Dios.

  • Seremos la nia de los ojos de CristoSe da cuenta del paralelismo? Booz representa a Cristo, nuestro pariente-redentor. En el

    momento en que nos apartamos de todos los otros amores, en el momento en que nosdeshacemos de todos los antiguos dolos, antiguos amigos y antiguos hbitos, los ojos deCristo se posan en nosotros. Es entonces que ganamos a Cristo. Perdemos el mundo, sugloria fugaz y sus placeres pasajeros, pero ganamos el amor eterno de Cristo.

    Cuando nos ganamos su corazn, nos ganamos tambin su favor. Ya nunca mspadeceremos hambre ni sed en nuestro ser interior. El nos conducir y proveer para nosotrosen forma milagrosa. Como Rut, que corri a casa para contarle a Noemi todas las cosasemocionantes que le haban sucedido, nosotros correremos hacia la familia de Dios paracontar el milagro de cmo el Seor est supliendo todas nuestras necesidades. Cada unoterminar diciendo: Quin soy yo, para recibir tanta bendicin?

    Eso fue slo el comienzo de las bendiciones de Rut. Al final de la cosecha, Noemi le dioinstrucciones a Rut de que tomara parte en una costumbre de la poca. En ese tiempo lossiervos dorman a los pies de sus amos, en forma perpendicular y con todas sus vestiduraspuestas, a fin de calentarlos. Si el amo era un pariente cercano, era su deber redimir ocomprar la herencia de ese siervo para que no se perdiera. El pariente indicaba que estabadispuesto a hacer eso, tomando una tela o cobertor y colocndolo sobre los hombros de susiervo, lo cual en realidad significaba: Yo ser tu protector.

    Noemi le dijo a Rut que fuera esa noche a la era donde Booz iba a aventar la cebada; y,despus que l se acostara, ella deba destaparle los pies, acostarse all y hacer lo que Boozle dijera. As que esa noche Rut hizo lo que Noemi le dijo. Cuando Booz se despert y laencontr all, qued sumamente complacido:

    Bendita seas t de Jehov, hija ma; has hecho mejor tu postrera bondad que la primera, noyendo en busca de los jvenes, sean pobres o ricos. Ahora pues, no temas, hija ma; yo harcontigo lo que t digas, pues todas las personas de mi pueblo saben que eres mujer virtuosa.

    Rut 3:10-11

    Pensemos en lo que dijo Booz: Yo har por ti todo lo que has deseado. Todos los deseosdel corazn de Rut seran concedidos, porque ella haba sido fiel. Ella no haba vuelto sus ojoshacia la riqueza, el xito o la elegancia; solamente lo haba querido a l. Y, a su vez, suredentor-pariente le dijo: Puedo confiar en ti; tu amor es sincero. No me vas a dejar por otros,no importa lo atractivos que sean. Sers slo ma y yo ser slo tuyo.

    Fue as que, a la puerta de Beln y en presencia de diez testigos, Booz redimi la herenciade Rut. Cumpli con todos los derechos sobre ella y sus posesiones, y la adquiri comoesposa. El hombre rico y poderoso se cas con la humilde sierva.

    En efecto, la obra de la cruz es esa: Jess ha eliminado todos los derechos que el diablotena sobre nosotros y nuestra herencia. Estamos libres por completo para desposarnos conCristo!

    Despus de casarse, Rut tuvo un hijo. Se llam Obed, y lleg a ser el bisabuelo de David,antecesor de Cristo. Esta sierva, Rut, tiene un lugar en el linaje de nuestro Mesas.

    Gan Rut a Cristo? l lleg a ser su misma vida! De igual manera, hoy ganamos a Cristo a

  • travs de las decisiones agradables a l que tomemos, las decisiones que demuestren nuestrafidelidad en alimentarnos slo de l. Si lo amamos sin reservas, si continuamente tenemoshambre de l, nos acordaremos de l en cada punto decisivo. Nos preguntaremos: Esto leva a agradar a Cristo? Esto har que le diga a los ngeles: Vean, quien me ama lo ha dejadotodo por m?

    Si de veras tenemos hambre de Cristo, vamos a desear ganarnos su corazn, y ademsconocer su corazn. Nos vamos a abandonar por completo a l, y a descansar apaciblementebajo su cuidado todopoderoso.

  • A3Respondiendo al llamado de la afliccin

    s como Rut nos ensea a compartir el gozo del Seor, el profeta Samuel nos ensea acompartir el pesar de Dios.

    Qu tiene que ver la afliccin en nuestro corazn con el tener hambre de Cristo? Si deveras hemos de estar hambrientos de El, tenemos que conocer su corazn y atacar lospecados que lo quebrantan. Eso no siempre es fcil, pero estoy convencido de que el nicomodo de experimentar la plenitud del gozo en Cristo es compartir tambin su pesar. Dice laBiblia de los das de No:

    Y vio Jehov que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio delos pensamientos del corazn de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintiJehov de haber hecho al hombre en la tierra, y le doli en su corazn.

    Gnesis 6:5-6

    Dios se aflige por nuestro pecado; y los que quieren verdaderamente andar con El sentirntambin ese pesar.

    En este pasaje, la palabra hebrea traducida le doli significa cortar hasta el corazn. Daa entender pena, sufrimiento. La maldad de la humanidad apen profundamente a Dios y leocasion sufrimiento en su corazn. Isaas dijo respecto a Cristo: Varn de dolores,experimentado en quebranto Ciertamente llev l nuestras enfermedades, y sufri nuestrosdolores (Isaas 53:3-4). Cristo mismo entr en el sufrimiento y el dolor del Padre celestial, esdecir, en el pesar ocasionado por el pecado de la humanidad.

    Esa afliccin est presente en la vida de muchos hombres a travs de la Biblia. El rey Daviddescubri la gloria del gozo en Jehov su Dios. Pero el gozo de David naci de su gran pesarpor las transgresiones que el pueblo del Seor cometa. Dice: Vea a los prevaricadores, y medisgustaba, porque no guardaban tus palabras (Salmo 119:158). No odio, oh Jehov, a losque te aborrecen, y me enardezco contra tus enemigos? (Salmo 139:21). David aborreca loque Dios aborreca, y senta dolor por las cosas que le dolan a Dios.

    El profeta Amos comparti el dolor de Dios por un pueblo descarriado que holgazaneaba enla comodidad, haciendo caso omiso de la inminente hora de juicio. Clam contra losreposados en Sin [que] no se afligen por el quebrantamiento de Jos (Amos 6:1,6). Esaspersonas tocaban la msica ms placentera y beban el vino del egosmo, pero no se dolanpor la ruina que haba a su alrededor (vase Amos 6:1-6). La palabra que usa Amos paradescribir la falta de pesar que haba en ellos es repugnar. En realidad les estaba diciendo: Elpecado y la ruina que hay en el pueblo de Dios no les repugna ni les asquea, porque ustedesse han vuelto ciegos por el pecado y por la vida fcil que llevan.

    A Nehemas le caus pesar ver el mal que se haba infiltrado en la casa de Dios. Unsacerdocio descuidado haba hecho de la casa del Seor un lugar de graves concesiones, yslo Nehemas comprenda lo profundo de la iniquidad y las espantosas consecuencias quetraera al pueblo (vase Nehemas 13:1-9).

    Durante ese tiempo el sumo sacerdote Eliasib su nombre en hebreo sugiere la idea de

  • unidad mediante la componenda , haba establecido en el templo una residencia paraTobas, prncipe amonita. La ley prohiba que los amonitas pusieran los pies en el templo. PeroEliasib le permiti a Tobas (nombre que significa prosperidad, placer, buena vida) vivir all.El sumo sacerdote hizo de la casa de Dios una morada para un pagano! De manera que ahorael ministerio corrupto se haba aliado con el paganismo. El sacerdote Eliasib, siendo jefe de lacmara de la casa de nuestro Dios, haba emparentado con Tobas (Nehemas 13:4). Elpueblo de Dios anhelaba prosperidad y bienestar, y Tobas estaba ms que dispuesto aensearles el sendero de la idolatra.

    Nehemas percibi el mal que un sacerdocio condecendiente con el pecado apoyaba:

    Ped permiso al rey para volver a Jerusaln; y entonces supe del mal que haba hechoEliasib por consideracin a Tobas, haciendo para l una cmara en los atrios de la casa deDios. Y me doli en gran manera; y arroj todos los muebles de la casa de Tobas fuera de lacmara, y dije que limpiasen las cmaras, e hice volver all los utensilios de la casa de Dios.

    Nehemas 13:6-9

    Nehemas no estaba actuando impulsivamente ni por una tradicin legalista. Ms bien mirabalas cosas con los ojos de Dios, se senta en la misma forma en que se senta Dios,discerniendo la maldad en ese mortfero crecimiento de la transigencia en la casa de Dios. Sihoy da hubiera ms ministros que discernieran los peligros de la diversin carnal y la codiciade lo material, se doleran de esas cosas como lo hizo Nehemas, y las suprimiran de susiglesias. Oh Seor, danos una congregacin de predicadores y feligreses que sientan ascopor el pecado y que estn dispuestos a asumir una postura firme frente a l! Danos gente consuficiente discernimiento como para ver la profundidad y el horror de esa actitud detransigencia que se ha metido en la casa de Dios!

    En el Nuevo Testamento, Pablo se afligi tambin por el descarro del pueblo de Dios. Poreso advierte:

    Por ah andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, queson enemigos de la cruz de Cristo; el fin de los cuales ser perdicin, cuyo dios es el vientre, ycuya gloria es su vergenza; que slo piensan en lo terrenal.

    Filipenses 3:18-19

    El sentido del trmino griego que aqu se traduce llorando es el de lamentarse en voz altacuando uno tiene destrozado el corazn. Cuando Pablo vea que esos cristianos se apartabanpara abrazar las cosas terrenales y rechazaban el oprobio de la cruz, su corazn sedestrozaba a tal punto que literalmente se estremeca con el pesar de Dios. No se trataba deuna tristeza silenciosa ni de un suspiro de resignacin; era el clamor sonoro, penetrante yafligido de un hombre que se adentraba en el mismo dolor de Dios por sus hijos descarriados.

    Pero como dije antes, el hombre aparte de Cristo que fue llamado ms que ningn otroa expresar la afliccin de Dios, fue Samuel. En realidad fue llamado al ministerio del pesar. Elpesar que soportaba no era el suyo propio ni el de la humanidad; era ms bien el profundo einsondable pesar de Dios.

  • El ministerio del pesarEn los aos anteriores al nacimiento de Samuel, el pueblo de Dios se haba apartado de El y

    haba cado en la idolatra y en la decadencia interna. Dios tena profundo pesar por esacondicin, y no tena a nadie que pudiera expresrselo al pueblo. El Seor estaba a punto deapartar su gloria de su casa en Silo, y los ministros que por entonces oficiaban ante su altar nisiquiera lo saban. Qu triste es estar tan sordos, tan mudos y tan ciegos precisamente en elmomento del juicio! Israel estaba corrompido, el sacerdocio era adltero, y el ministerioestablecido y organizado era ciego por completo.

    El, que en esa poca era el sacerdote del templo, representa a los sistemas religiososdecadentes con todo su inters egosta y su desdn por el pecado. As como el pueblo seabland por la vida ociosa, tambin el propio El se volvi perezoso con respecto a las cosasde Dios. Slo cumpla con el protocolo rutinario, como sacerdote y tambin como padre.

    Sus hijos Ofni y Finees representan el ministerio continuo de la tradicin. Esos dos jvenessacerdotes nunca tuvieron un encuentro con Dios. No saban lo que significa tener hambre deDios, escuchar la voz celestial, ni ansiaban experimentar la gloria y la presencia del Seor. Lalujuria los consuma, el pecado los haba endurecido.

    No es necesario que nuestra mirada vaya tan lejos hacia el pasado para encontrar esa clasede sistema religioso que protege y hasta alienta a los ministros a que se sirvan a s mismos.Basta con que echemos una mirada a nuestro alrededor, en nuestros das, para ver pastoresque ni ayunan ni oran, que ambicionan los mejores puestos del ministerio con los mayoresbeneficios y las mejores oportunidades de ascenso. Nunca han tenido el corazn quebrantadopor la humanidad perdida. Conocen poco del sufrimiento. Son producto de un ritualismo fro ymuerto; no estn vibrando por haber pasado tiempo con Dios. Dicen lo que hay que decir,cosas novedosas, y suenan y actan como profesionales. Pero no tienen la uncin santa. Noconocen el temor ni el terror de un Dios santo. Y, como los hijos de El, se vuelven sensuales,mundanos y egocntricos. Se han engordado de lo principal de todas las ofrendas del pueblo(1 Samuel 2:29). Ofni y Finees llegaron a corromperse a tal punto que Dios los llam hijos deBelial o hijos de Satans. De ellos dice la Escritura que no tenan conocimiento de Jehov(v. 12).

    Esa es una razn ms por la cual hoy da hay multitud de jvenes evanglicos que se estnvolviendo fros y sensuales, y llevan una existencia indolente e inestable: demasiados pastoreshan estado complaciendo los deseos sensuales de esos jvenes. Ahora contemplamos latragedia de una generacin entera que se ha descarriado porque son muy pocos los pastoresque les pueden ensear a escapar de las trampas satnicas de este mundo.

    Tal como puede sucederles a esos pastores descarriados, El perdi todo su discernimientoespiritual. Eso queda claro por la presencia de Ana, una mujer piadosa que estuvo llorandoamargamente en la casa de Dios en Silo. Permaneci en profunda intercesin, suplicndole alSeor que le diera un hijo. Ana sirve como modelo del remanente santo actual, que en suintercesin clama a Dios por una palabra refrescante de El.

    Pero Ana hablaba en su corazn, y solamente se movan sus labios, y su voz no se oa; yEl la tuvo por ebria (1 Samuel 1:13). Ana estaba orando en el Espritu, conversando con Dios,bajo la uncin divina y pronta a convertirse en un canal de renovacin en Israel. Pero El, elhombre de Dios, no pudo discernir aquello! Pas completamente por alto el significado de lo

  • que estaba sucediendo ante el altar. Uno se pregunta qu le haba pasado a ese sacerdote delAltsimo. Cmo poda hallarse en el umbral de una profunda y nueva accin de Dios, y sinembargo estar tan fuera de contacto con el Seor que confundi el Espritu con la carne?

    El Seor estaba afligido; quera cambiar las cosas. Estaba a punto de actuar. Cmolograra que su mensaje llegara a ese descarriado y corrupto pueblo de Israel? El sacerdotese haba vuelto tan indulgente, tan cmodo y tan afianzado en la tradicin, que no tena ni lamenor idea de lo que Dios estaba a punto de hacer. El mensaje que este pasaje nos comunicaes bien claro: Dios tuvo que actuar fuera de la estructura religiosa establecida para encontrar aalguien lo suficientemente abierto a El como para compartir su pesar.

  • La profecaComo sabemos por el conocido relato, Ana s concibi y dio a luz un hijo, Samuel, y lo

    consagr al servicio del Seor. Algn tiempo despus el nio se fue a vivir con El en el templo.Dios mand un profeta desconocido para que le llevara un mensaje al sacerdote. La palabrade ese profeta fue como una flecha disparada directamente al corazn de un sistema religiosoque presuma estar bien protegido. Dios le dijo a El: Has honrado a tus hijos ms que a m Cortar tu brazo y el brazo de la casa de tu padre Y todos los nacidos en tu casa morirnen la edad viril (1 Samuel 2:29, 31, 33).

    En qu sentido El haba honrado a sus hijos ms que a Dios? Porque saba de la conductamalvada de sus hijos y no hizo nada al respecto. Por ejemplo, cuando El se enter de que sushijos hacan alarde de sus fornicaciones en la puerta misma del tabernculo, todo lo que lesdijo fue: No, hijos mos, porque no es buena fama la que yo oigo; pues hacis pecar al pueblode Jehov (1 Samuel 2:24). Cuando ellos se adueaban de la carne que estaba destinada alas ofrendas del Seor, l se haca el desentendido. Ms tarde, Dios confirm, por medio deljoven Samuel, que sa era la razn por la que El iba a juzgar a la casa de El: ? le mostrarque yo juzgar su casa para siempre, por la iniquidad que l sabe; porque sus hijos hanblasfemado a Dios, y l no los ha estorbado (1 Samuel 3:13).

    Creo que ya est decretado un juicio aqu en la tierra siempre que los ministros del evangeliosepan acerca del pecado en sus congregaciones o sus familias y se nieguen a enfrentarlo. Talvez emitan leves llamadas de atencin a los adlteros, los fornicarios, los chismosos, losegocntricos pero no transmiten un mensaje claro de reprensin. Les da miedo disciplinar asus hijos espirituales. Pero en el da del juicio nuestro Seor les preguntar: Por qu no lesmostraron a las personas la diferencia entre lo santo y lo profano?

    Por qu El fue tan blando con los pecados de sus hijos? Porque cuando se robaban lascarnes finas antes que fueran introducidas en la olla, le llevaban a El la carne fresca y rojapara asar, y l se haba acostumbrado a ella! Si les hablaba muy enrgicamente, iba a tenerque volver a comer la carne cocida de la ofrenda, que era la porcin del sacerdote. Habaaprendido a cerrar los ojos ante todo el mal que se cometa a su alrededor, en la casa de Diosy en su familia misma.

    Esa es la razn por la cual algunos predicadores son blandos cuando se refieren al pecado:sus apetitos se han despertado con la vida cmoda. Disfrutan del lujo y del prestigio de losgrandes nmeros y de los enormes edificios. Ay, qu sutil es la componenda! Cuando hay queabordar algn asunto, el ministro se limita a decir entre dientes: No hay que hacer esas cosasmalas. No habla como un trueno santo, no muestra pesar por el pecado ni por la componenda,no tiene la visin de Pablo sobre la tremenda idolatra del pecado, no hace advertencia algunasobre la retribucin y el juicio divino. Parece decir: Despus de todo, tal vez las personas sesientan ofendidas, dejen de venir y de pagar las cuentas. Se pudiera poner en peligro elcrecimiento de la iglesia.

    He predicado en algunas iglesias as, y es una experiencia desgarradora. Como El, elpastor generalmente ama a Dios. No es un hombre malo, pero s es un hombre timorato. Le damiedo el movimiento del Espritu Santo, le da miedo ofender a las personas. De palabra alabala santidad, pero teme tratar con el pecado demasiado speramente. Su iglesia est plagadade divorcios; algunas personas tienen romances secretos; los jvenes estn oprimidos por

  • hbitos malignos.He hablado desde los pulpitos de algunos de esos hermanos, haciendo un llamado al

    arrepentimiento, proclamando que Dios exige santidad, y advirtiendo que l juzga el pecado.Los que han estado hacindole concesiones al pecado corren hacia el frente llorando,confesando, buscando quedar limpios. Pero cuando miro al pastor, veo que est preocupadode que el culto se pueda salir de su control. Le da miedo que las personas llorendescontroladamente o caigan al suelo compungidas al llorar por sus pecados. Le da miedo quelos nuevos no entiendan, y entonces se impacienta por tomar la batuta de la reunin y calmarlas cosas. Se acerca al pulpito y susurra dulces palabras de consuelo diciendo que Dios losama a todos, luego les hace notar a todos que ya es muy tarde, y pronto disuelve la asamblea.Apaga por completo la obra de conviccin que ha estado haciendo el Espritu Santo, y losmiembros de la iglesia, agobiados por el pecado, se van a sus hogares atribulados por lo queparece ser falta de inters por parte de su pastor.

    De ese tipo de reuniones salgo descorazonado. Me pregunto: Dnde est el dolor por elpecado? Es que los lderes no pueden ver que esas ovejas que lloran quieren permitir quela conviccin del Espritu Santo realice en ellas su obra purificadora?

  • La compaa de SamuelDnde estn los herederos de Samuel que han escuchado la voz de Dios, a quienes el

    Espritu Santo ha despertado y que han recibido una revelacin de los juicios inminentes contrauna iglesia mal encaminada? Por qu todos los predicadores del evangelio no estn afligidospor la condicin de pecado que hay en la casa de Dios? Por qu no estn clamando todos lospastores y evangelistas, cual vigas en la muralla? Dice la Biblia que Samuel recibi una visinen la que Dios pronunciaba el fin de una estructura religiosa descarriada, Y Samuel se lomanifest todo [a El], sin encubrirle nada (1 Samuel 3:18). Le pregunto, pastor: Lo estmanifestando usted todo? Est reteniendo algo, encubriendo la verdad, por temor a ofender asu gente?

    A pesar de los que tienen miedo de dar el mensaje completo a la iglesia, creo que el Seorsiempre enva una compaa de Samuel que s est dispuesta a escuchar su voz en untiempo de decadencia espiritual. Esa compaa est formada por hombres y mujeres a quienesno les importa la tradicin, los ascensos ni las fronteras denominacionales. Representan a lospastores y laicos que tienen odos para or la voz de Dios y saben qu es lo que a El le duele.

    Sin duda, el mensaje de la compaa de Samuel no es un mensaje agradable. Samuel temadescubrir la visin a El (v. 15). Aquella visin era abrumadora; pero Samuel no poda hacerotra cosa que contrsela a aquel sobre el cual vendra el castigo. Dios ya no iba a seguiraguantando una forma de piedad que no tena el poder de la santidad.

    S, Dios estaba a punto de retirar su presencia de Silo, pero tambin estaba a punto derealizar algo nuevo y glorioso en Israel. Dijo Dios: Y yo me suscitar un sacerdote fiel, quehaga conforme a mi corazn y a mi alma; y yo le edificar casa firme, y andar delante de miungido todos lo das (1 Samuel 2:35). Este versculo describe la compaa de Samuel, esdecir, los creyentes y ministros que comparten el corazn mismo de Dios. Ellos conocen lamente del Seor y su voluntad, y caminan con temor y santidad en su presencia. La compaade Samuel es gente de oracin; fue mientras Samuel estaba orando que Dios le revel lastemibles cosas que se avecinaban. Como estn en contacto con Dios, conocen su afliccin y lacomparten.

    En estos ltimos das, Dios est hablando a los que se mantienen cerca de El. Dios revelasu corazn a los que tienen hambre y sed suya, que suspiran en pos de l como suspira elciervo por el agua, que han muerto a toda ambicin egosta y que no tienen otra meta en lavida sino causar complacencia, gloria y gozo al corazn de Dios. Esto lo digo con todaresolucin: Dios no va a escoger a una denominacin para transmitir su Palabra a esta ltimageneracin. No va a convocar un comit para que escuche su voz y eche a andar la cosechafinal del remanente. Ms bien, cuando los ngeles del apocalipsis salgan a abatir la tierra,muchas denominaciones y dirigentes religiosos estarn esforzndose en proteger sus interesesy en fortalecer su autoridad, redactando reglamentos y tomando resoluciones. Pero lacompaa de Samuel se encontrar en el aposento secreto de la oracin, buscando la voluntadde su Seor y tomando parte en su afliccin por el pecado.

    Samuel, el hombre que Dios levant para que sirviera como juez y profeta entre losisraelitas, soport la afliccin de Dios por su pueblo hasta el mismo final de su ministerio. Dicela Biblia que en cierto momento, Israel codici tener un rey, para que los juzgara como todaslas naciones. Ante esto Samuel cay de rodillas, sumamente disgustado. Dios le dirigi estas

  • tristes palabras: Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan; porque no te han desechado ati, sino a m me han desechado, para que no reine sobre ellos (1 Samuel 8:7).

    Samuel lleg donde el pueblo estaba y le advirti de todas las penurias que pasara bajo elgobierno de un rey, de cmo ste iba a reclutar a sus hijos, a apropiarse de sus tierras yproductos. Pero el pueblo insisti en que eso era lo que quera. Dales un rey, dijo el Seor.La historia de Israel cambi una vez ms, y una vez ms quebrantaron el corazn de Dios.

    Dondequiera que uno vaya en la actualidad, un nmero cada vez mayor de miembros delpueblo de Dios estn rechazando el seoro de Cristo. Estn clamando que quieren ser comotodas las naciones. Esa es la esencia de la componenda o de la mezcla: ser semejantes almundo. Estn diciendo: Queremos a Dios, y al mundo tambin! Quieren el reconocimiento yel prestigio que el mundo confiere, los placeres del mundo y la buena vida del lujo. Perogracias a Dios por las protestas de la compaa de Samuel! Esa compaa ha odo la voz deDios, y sabe adonde va a parar toda esa componenda. Ve que se acercan los tremendosresultados de la apostasa, y solloza como Samuel, dejando salir un penetrante y desgarradorgrito de pesar.

  • Con la afliccin viene el gozoLos que lloran por el pecado en la iglesia y disciernen los errores que en ella se cometen,

    reciben el mote de profetas de calamidades. Muchos que los conocen dicen: No me gustaestar cerca de ellos. Suenan negativos y malhumorados, y se ven muy tristes. Pero esosespectadores simplemente no conocen a esa gente que llora. No comprenden que los que deveras se afligen junto a Dios reciben un corazn que salta de gozo en Jehov.

    Aunque la higuera no d fruto, ni haya provisin alguna en las vides; aunque falte el productodel olivo, y los campos no den sustento; aunque los rebaos sean quitados del redil, y no hayahatos en los corrales; aun as, yo saltar de gozo en Jehov. Exultar en el Dios de misalvacin. Jehov mi Seor es mi fuerza.

    Habacuc 3:17-19,versin hebrea de Spurrell

    Ese gozo viene al conocer que Dios siempre tendr un ministerio puro, por medio de unpueblo santo y separado, aun en los das de mayor maldad. Ese pueblo sabr que Dios lo va ahonrar con su presencia constante. Su fuerza la saca de la fe en la majestad y en el poder deDios, cuyos juicios son siempre justos. Con Habacuc, las personas son capaces de decir:Aunque todo lo dems falle, mi corazn se gozar solamente en Dios. Aun cuando el fracasoparezca rodearlas por todos lados y ven poca evidencia de frutos, su dolor da paso a unxtaxis de gozo porque estn cerca del corazn del Seor. Y, como Pablo, ese remanentesufriente puede decir: Como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, masenriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, mas poseyndolo todo (2 Corintios 6:10).

    Parece ser que Samuel tuvo poco gozo durante el desastroso reinado de Sal, el reyescogido, porque sigui haciendo duelo por l (1 Samuel 15:35). Por fin, el Seor le dijo:Hasta cundo llorars a Sal, habindolo yo desechado para que no reine sobre Israel?Llena tu cuerno de aceite, y ven, te enviar a Isa de Beln, porque de sus hijos me he provistode rey (1 Samuel 16:1). Se trataba, por supuesto, del joven David, un hombre que fue pastorde Israel conforme a la integridad de su corazn (Salmo 78:72) y que fue prefiguracin delMesas.

    En efecto, son las palabras de David las que nos animan a creer que compartir el dolor deDios redundar en regocijo. Hablando de su tesoro de experiencias como alguien que tenahambre del Seor, David dijo: Por la noche durar el lloro, y a la maana vendr la alegra(Salmo 30:5).

    Que as sea para las personas hambrientas de hoy! Que nuestra hambre nos conduzca alaposento de oracin para compartir la afliccin de Dios, y al cuerpo de Cristo para compartirsu gozo.

  • S4Un corazn perfecto

    aba usted que es posible andar delante del Seor con un corazn perfecto? Si tienehambre de Cristo, tal vez ya lo est intentando; quizs est deseando con intensidad

    obedecer ese mandato del Seor.Quiero darle aliento: eso s es posible, o Dios no nos habra hecho un llamado as. Tener un

    corazn perfecto ha sido parte de la fe del pacto, desde la poca en que Dios le habl porprimera vez a Abraham: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de m y s perfecto(Gnesis 17:1). Ms tarde, Dios les record a los hijos de Israel: Perfecto sers delante deJehov tu Dios (Deuteronomio 18:13).

    En el Antiguo Testamento podemos ver que algunos lo lograron. David, por ejemplo, resolvien su corazn obedecer el mandato del Seor de ser perfecto. Dijo: Entender el camino dela perfeccin En la integridad de mi corazn andar en medio de mi casa (Salmo 101:2).En cambio su hijo Salomn fue uno de tantos que no dieron la talla: Su corazn no eraperfecto con Jehov su Dios, como el corazn de su padre David No sigui cumplidamentea Jehov como David su padre (1 Reyes 11:4-6).

    En el Nuevo Testamento vemos que el mandato de Dios a su pueblo para que fueranperfectos se renueva en su Hijo. Dice Jess: Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestroPadre que est en los cielos es perfecto (Mateo 5:48). Pablo dijo que l se esforzaba,predicando y enseando, a fin de presentar perfecto en Cristo Jess a todo hombre(Colosenses 1:28), y para que estis firmes, perfectos y completos en todo lo que Diosquiere (4:12). Pedro escribe: Mas el Dios de toda gracia, que nos llam a su gloria eterna enJesucristo, despus que hayis padecido un poco de tiempo, l mismo os perfeccione, afirme,fortalezca y establezca (1 Pedro 5:10).

    Para tratar con el concepto de la perfeccin, tenemos que entender primero que perfeccinno significa una existencia impecable y sin defecto. Las personas juzgan por las aparienciasexternas, por lo que se ve. Pero Dios juzga el corazn, las motivaciones invisibles (vase 1Samuel 16:7). David tuvo un corazn perfecto para con Dios todos los das de su vida; y sinembargo David con frecuencia le fall al Seor. En realidad, su vida qued para siempremarcada por el adulterio y por un asesinato notorio.

    No; la perfeccin a los ojos del Seor significa algo totalmente diferente. Significa sercompleto, maduro. Los sentidos hebreo y griego de perfeccin incluyen las nociones dehonradez, no tener mancha ni defecto, ser totalmente obediente. Significa llevar a trmino loque se ha comenzado, hacer un desempeo completo. A ese concepto de perfeccin, JuanWesley lo llam obediencia constante; es decir, un corazn perfecto es un corazn queresponde, un corazn que con prontitud e integridad responde a todas las invitaciones,susurros y advertencias del Seor. Un corazn as dice en todo momento: Habla, Seor, quetu siervo escucha. Mustrame el sendero, y yo andar por l.

    Hace un tiempo, mientras conduca por el largo trecho desde la granja de Desafio Juvenil, enPensilvania, hasta la ciudad de Nueva York, el Seor le habl a mi hombre interior. Me dijo:Existe un corazn perfecto, y quiero mostrarte qu es para que lo busques. Entonces memostr tres cosas que distinguen a un corazn as.

  • 1. Un corazn perfecto se deja examinarEl corazn perfecto clama con David: Examname, oh Dios, y conoce mi corazn; prubame

    y conoce mis pensamientos; y ve si hay en m camino de perversidad (Salmo 139:23-24).En efecto, Dios examina nuestro corazn. As lo dijo a Jeremas: Yo, Jehov escudrio

    la mente (Jeremas 17:10). Esto se afirma tambin en 1 Crnicas 28:9: Jehov escudria loscorazones de todos. El sentido hebreo de esta frase es: Yo penetro, examino a fondo. Hayversculos del Nuevo Testament que hacen eco de esto: El Espritu todo lo escudria, aun loprofundo de Dios (1 Corintios 2:10).

    El Espritu tambin nos alerta ante la presencia del pecado en nuestro corazn. CuandoJess se refiere a las profundidades de Satans (Apocalipsis 2:24), est hablando de lapenetracin del pecado, de cmo el mal llega hasta lo profundo del alma y sus racesdescienden hasta el infierno. David dijo respecto a los malvados: El ntimo pensamiento decada uno de ellos, as como su corazn, es profundo (Salmo 64:6).

    Todos estos pasajes son santas advertencias para nosotros. Nos dicen: Usted no se dacuenta de cuan profundamente le afecta cualquier asociacin con el mal. Si permanece en elsendero del pecado, se sumir en las profundidades del mismo Satans, profundidades queson misteriosas, sin fondo, abismales. Esa senda conduce al infierno! Pero en estos ltimostiempos, el pecado se disfraza de complejidad y sutileza. Viene enmascarado bajo el disfrazdel arte, la cultura y la educacin. La Biblia advierte: Ay de los que se esconden de Jehov,encubriendo el consejo, y sus obras estn en tinieblas! (Isaas 29:15).

    El corazn perfecto quiere que el Espritu Santo llegue y escudrie el interior del hombre,hasta iluminar todos los senderos ocultos; para investigar, sacar a la luz y arrancar todo lo queno sea semejante a Cristo. Sin embargo, los que esconden un pecado secreto no quieren serconvencidos, examinados ni sondeados.

    Una vez se me acerc un hombre, llorando, durante una reunin de oracin en la IglesiaTimes Square. Se haba ido de la iglesia hacia unos meses, porque le pareca que losmensajes que predicbamos eran demasiado penetrantes. Hasta ese momento haba venidocaminando con el Seor, y creciendo a pesar de s mismo. Pero despus se fue, y se pas auna iglesia donde se predicaban palabras agradables. No pas mucho tiempo y recay en susantiguos pecados. En aquella iglesia l cumpla con todos los requisitos externos, y los demsle decan que su vida iba bien. Pero l saba que no era as: saba que se estaba hundiendoms y ms en sus antiguos pecados! Ahora, durante la reunin de oracin, regres para recibirla palabra de Dios, purificadora y no suavizada.

    Esa misma noche, sentado al lado de ese hombre haba otro en una silla de ruedas. El y suesposa haban recorrido muchos kilmetros slo porque queran or una palabra que losconfrontara. El hombre tena hambre de que su ser interior fuera conmovido por Dios. Me dijo:Hace muchsimo tiempo que no escuchaba un mensaje que me convenciera de pecado.Quera que su corazn fuera examinado y probado, porque quera un corazn perfecto.

    El ritual del tabernculo en el Antiguo Testamento es un claro ejemplo de la clase de andarcon Dios que debera tener la Iglesia. El tabernculo tena un atrio exterior donde se mataba elanimal para el sacrificio. Con esto se obtena la sangre para cubrir el pecado. Pero all habatambin un lavatorio o palangana donde se realizaba la purificacin. Ningn sacerdote podaentrar al aposento interior, al lugar santsimo, para estar con Dios cara a cara, si no se lavaba

  • primero.En cambio, el moderno evangelio de hoy dice: Simplemente acerqese al altar, y por fe

    confe en la sangre que all se derram. Luego entre con osada al lugar santsimo. Su Papitolo ama y est esperndolo. El slo ve a Cristo en usted. No necesita examinar su corazn. Supecado est bajo la cobertura de la sangre. Ese excavar y rebuscar el pecado no logra otracosa que sentimientos de condenacin y culpa.

    Los cristianos que abrazan ese modo de pensar creen que pueden pasar por alto ellavatorio; la purificacin que todos necesitamos mediante el agua de la Palabra. Creen quepueden omitir el compromiso personal con Dios y entrar apresurados al lugar santo, llevando elcorazn cargado de pecado y aferrados a hbitos pecaminosos, y luego entrar como si nada yjactarse: Soy justicia de Dios en Cristo. No desean nada ms, slo quedar cubiertos: unboleto expreso a la gloria. No quieren el dolor, ni la cruz, ni la purificacin, y andan por ahgritando: Estoy cubierto por la sangre, estoy a salvo!

    Quienes piensan de ese modo toman como base este versculo: La sangre de Jesucristo suHijo nos limpia de todo pecado (1 Juan 1:7). Sin embargo, esa afirmacin es solamente laconclusin del concepto presentado por Juan. He aqu el resto del mismo concepto: Sidecimos que tenemos comunin con l, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos laverdad; pero si andamos en luz, como l est en luz la sangre de Jesucristo su Hijo noslimpia de todo pecado (1 Juan 1:6-7). Si esperamos ser limpios del pecado, debemos andaren la luz. Dijo Jess: Ta vosotros estis limpios por la palabra que os he hablado (Juan 15:3).No le estaba hablando al mundo, sino a la Iglesia. En Apocalipsis 2:23 dice Jess: todaslas iglesias sabrn que yo soy el que escudria la mente y el corazn; y os dar a cada unosegn vuestras obras.

    No nos engaemos: el corazn perfecto anhela algo ms que una seguridad o cobertura porel pecado. Ansia estar siempre en la presencia de Dios, habitar en comunin. Comuninsignifica hablar con el Seor, participar en dulce compaa con El, buscar su rostro y descubrirsu presencia. Eso es lo que obtenemos en el lugar santsimo. Nuestro acercamiento a Diosdebe darse en este orden: cobertura, lavamiento, compromiso, comunin.

    Las obras del Seor al examinar los corazones no son con carcter vindicativo, sinoredentor. Su propsito no es sorprendernos cometiendo pecado ni condenarnos, sino ms bienprepararnos para llegar a su santa presencia como vasos limpios y puros. Quin estar ensu lugar santo? El limpio de manos y puro de corazn El recibir la bendicin de Jehov(Salmo 24:3-5).

  • 2. Un corazn perfecto es confiadoEl salmista escribe as: En ti esperaron nuestros padres; esperaron, y t los libraste.

    Clamaron a ti, y fueron librados; confiaron en ti, y no fueron avergonzados (Salmo 22:4-5).Una y otra vez, David testifica: En Jehov he confiado (Salmo 11:1), y Dios mo, en ti confo(25:2).

    La raz hebrea de confiar insina la idea de lanzarse a un precipicio. Eso significa ser comoun nio que se ha subido al tejado y no puede bajar. Oye que su padre le dice: Salta!, y leobedece, tirndose a los brazos de su padre. Se encuentra usted ahora en un lugar as?Est en el borde, tambalendose, y no tiene otra opcin sino lanzarse a los brazos de Cristo?Quizs simplemente se haya resignado a la situacin, pero eso no es confiar; no es otra cosaque fatalismo. La confianza es algo totalmente diferente de la resignacin pasiva. Es la fe enaccin!

    Al aumentar nuestra hambre de Cristo, encontraremos que nuestra confianza en l est bienfundada. Es posible que en algn punto de nuestra vida hayamos pensado que en realidad nopodamos confiar en El; que El en realidad no tena control sobre el panorama general y quetenamos que mantenernos al mando. Pero al acercarnos ms a l y al conocerlo mejor, todoeso cambia. Significa que no nos limitamos a venir a l en busca de ayuda cuando se nosestn acabando los recursos; ms bien, comenzamos a andar con l tan cerca que loescuchamos advertirnos de las pruebas que se aproximan.

    Pensmoslo de este modo: es posible que en el pasado nos hayamos imaginado al Seorcomo el capitn de una especie de compaa csmica de incendios y rescate. Era como siSatans le hubiera prendido fuego a la casa y nosotros nos hubiramos quedado abandonadosen el techo, gritando: Auxilio, Seor! Slvame! Y entonces llega el Seor, con sus ngelesque sostienen una gran malla, y dice: Salta! As lo hacemos; el incendio consume la casa, yle decimos: Gracias, Seor, por sacarme de ah.

    Es probable que muchos en algn momento limitamos nuestra confianza a ese tipo deoperacin de rescate espiritual. Es como decirle al Seor: Confo en ti para que vengas yapagues todos mis incendios; que me salves de todas mis dificultades y me libres de todas mispruebas. S que estars ah, Seor, cuando te necesite. Al decir eso, pensamos que nuestrafe es de largo alcance y que es agradable a Dios. Pero no nos damos cuenta de que lo nicoque hemos hecho es acreditar al diablo como causante, y hemos hecho del Seor alguien quesimplemente reacciona. Decimos enfticamente: Detrs de eso est el diablo! Pero esepunto de vista hace que Dios se vea como si l no hiciera ms que reaccionar ante todos losplanes bien concebidos del enemigo. La verdad es que nuestro Dios nunca reacciona: l tomala iniciativa!

    Un mensajero de Satans vino para abofetear a Pablo, pero slo porque Dios se lo permiti.El Seor no iba a permitir que su siervo se enalteciera en forma orgullosa por la granrevelacin que recibi; Dios segua al mando. Al mismo tiempo, es cierto que por lo menos dosveces Pablo intent ir a Tesalnica, pero Satans nos estorb (1 Tesalonicenses 2:18). Aunas, el diablo no pudo detener la obra de Dios: los creyentes de Tesalnica llegaron a serposteriormente la corona de gozo de Pablo.

    De igual manera, Dios puede permitir que el diablo tenga acceso a nuestra vida por diversasrazones; nuestro propio pecado o desobediencia nos pueden conducir al umbral del diablo,

  • aunque Dios ha tratado de advertirnos que estamos en peligro. Pero su deseo es siempre queaprendamos a confiar en El, en su perfecta bondad y misericordia. Tal vez permita querecibamos algunas lecciones difciles, para que lo veamos a l como realmente es.

    El corazn confiado siempre dice: Todos mis pasos son ordenados por el Seor. l es miPadre amoroso, y l permite mis sufrimientos, tentaciones y pruebas; pero nunca ms de loque puedo soportar, porque siempre ofrece vas de escape. l tiene para m un plan eterno yun propsito. Ha contado todos los cabellos de mi cabeza, y fue l quien form todos mismiembros cuando yo estaba en el vientre de mi madre. l sabe cundo me siento, cundo melevanto o me acuesto, porque soy la nia de sus ojos. l es el Seor; no slo sobre m, sinotambin sobre todo otro acontecimiento y situacin que tenga que ver conmigo.

  • 3. Un corazn perfecto es un corazn quebrantadoAntes pensaba que saba lo que era un corazn quebrantado. Me pareca que haba

    experimentado mucho quebrantamiento, hasta que el Espritu Santo me abri los ojos para quecaptara su significado ms profundo. Como dijo David: Cercano est Jehov a losquebrantados de corazn; y salva a los contritos [aplastados] de espritu (Salmo 34:18). Dijotambin: Los sacrificios de Dios son el espritu quebrantado; al corazn contrito y humillado nodespreciars t, oh Dios (Salmo 51:17).

    El quebrantamiento significa algo ms que dolor y llanto, ms que un espritu contrito, msque humildad. En efecto, muchos que lloran no estn quebrantados de corazn. Muchos que sepostran en la presencia de Dios y gimen, no estn quebrantados de espritu. El verdaderoquebrantamiento libera en el corazn el mayor poder que Dios puede confiar a los sereshumanos; mayor an que el poder de resucitar a los muertos o de sanar a los enfermos.Cuando de veras estamos quebrantados ante Dios, se nos da un poder que restaura lasruinas, un poder que trae a nuestro Seor una clase especial de gloria y honor.

    El quebrantamiento tiene que ver con los muros: con muros derrumbados, que sedesmoronan. David asoci la cada de las murallas de Jerusaln con el quebrantamiento decorazn del pueblo de Dios: Los sacrificios de Dios son el espritu quebrantado; un corazncontrito y humillado Haz bien con tu benevolencia a Sin; edifica los muros de Jerusaln.Entonces te agradarn los sacrificios de justicia (Salmo 51:17-19).

    Nehemas era verdaderamente un hombre de corazn quebrantado, y su ejemplo serelaciona con esos muros derruidos de Jerusaln. Durante la cautividad en Babilonia,Nehemas serva como copero del rey. Fue en el palacio babilnico, en Susa, que se enterque los muros de Jerusaln haban sido demolidos y las puertas quemadas. Pronto l mismoregres y vio con sus propios ojos aquel quebranto:

    Me levant de noche, yo y unos pocos varones conmigo, y no declar a hombre alguno loque Dios haba puesto en mi corazn que hiciese en Jerusaln; ni haba cabalgadura conmigo,excepto la nica en que yo cabalgaba Y sub de noche por el torrente y observ el muro, ydi la vuelta y entr por la puerta del Valle, y me volv.

    Nehemas 2:12,15

    En la oscuridad de la noche, Nehemas observ el muro. Aqu se emplea la palabra hebreashabar. Es la misma palabra que se emplea en el Salmo 51:17 acerca de un coraznquebrantado. Algunos pudieran pensar que el quebrantamiento de Nehemas ocurri cuandose sent y llor, e hizo duelo por algunos das, y ayun y or delante del Dios de los cielos(vase Nehemas 1:4), la primera vez que se enter de la destruccin de las murallas, estandoall en Susa. Pero su llanto y su confesin slo fueron el inicio de ese quebrantamiento.Nehemas habra podido quedarse en la corte del rey en el palacio, llorando, haciendo duelo,ayunando durante varios das, confesando sus pecados y orando. Pero aun as no habratenido un corazn quebrantado. Su corazn no se quebrant por completo sino hasta que llega Jerusaln, contempl la ruina y decidi hacer algo al respecto.

    En el sentido hebreo ms cabal, el corazn de Nehemas se quebrant en dos sentidos. Enprimer lugar, se quebrant de angustia por la ruina (compartiendo el dolor de Dios, comocomentamos anteriormente), y en segundo lugar, con una esperanza de reconstruir (una

  • explosin de esperanza en su corazn).Ese es un corazn verdaderamente quebrantado: el que primero ve a la iglesia y las familias

    en ruinas, y siente la angustia del Seor. Un corazn as se duele por el desprestigio que se haacarreado al nombre del Seor. Tambin se asoma hasta el fondo y ve, como vio David, supropia vergenza y fracaso. Entonces exclama: Seor, he abierto una brecha en el muro! Hedescuidado tu santo testimonio. Estoy aplastado por mis pecados. Esto no puede seguir as.Pero hay un segundo elemento de este quebrantamiento que es muy importante, y es laesperanza. El corazn verdaderamente quebrantado ha odo que Dios dice: Yo voy a sanar,restaurar y construir. Deshazte de los escombros, y ponte a trabajar reconstruyendo lasbrechas!

    Hace varios aos, mientras iba caminando por la zona de Times Square en Nueva York, mepuse a llorar y a lamentarme por todo el pecado que vea. Regres a mi casa en Texas, ydurante ms de un ao estuve afligido delante del Seor. Entonces Dios dijo: Ve y haz algo portoda esa ruina. Haba visto la destruccin y me haba quebrantado por ella, pero no estuveplenamente quebrantado sino hasta que fui movido por la esperanza de empezar a reconstruirel muro; en este caso, venir a la ciudad de Nueva York para ayudar a levantar una iglesia.

    Ha estado usted observando la ruina de su vida? Como David, ha pecado y acarreadodesprestigio al nombre del Seor? Hay una brecha en su muro, algo que no est reparado?Es bueno caer sobre la Roca que es Cristo, y ser quebrado en pedacitos (vase Mateo21:44). Porque cuando veamos a Cristo viniendo con toda su gloria, el verlo nos destrozar.Hasta las cosas buenas que haya en nosotros talentos, eficiencia, capacidades sederrumbarn cuando nos mantengamos en pie o caigamos ante El, desvalidos y exhaustos.Como Daniel, que tuvo la gran visin junto al ro, diremos: No qued fuerza en m, antes mifuerza se cambi en desfallecimiento, y no tuve vigor alguno (Daniel 10:8).

    El quebrantamiento es el completo aniquilamiento de toda la fuerza y capacidad humana. Esel reconocimiento de la realidad plena del pecado y de la deshonra que ste le ocasiona aCristo. Pero el quebrantamiento tambin significa reconocer y aceptar el siguiente paso: Ponteen pie; porque a ti he sido enviado (Daniel 10:11). Es la absoluta certeza de que las cosas vana cambiar, de que llegar la sanidad y la reconstruccin. Nuestras ruinas sern reclamadaspara Dios! Una fe santa dice: Dios est actuando en m. Satans no puede apresarme. No mevoy a deteriorar ni me voy a destruir. Mi pecado me ha causado dolor, pero me he arrepentido.Es hora de levantarse y reconstruir. No ser sino hasta que nos aferremos a esa esperanza,ese celo y esa resolucin, que iremos ms all de nuestras lgrimas.

    Puede ser que todava nuestra vida parezca una especie de montn de escombros. Pero sinuestro corazn est abierto y se deja escudriar por Dios; si estamos confiando en que Elest obrando de un modo soberano; si estamos quebrantados de dolor y de esperanza,entonces poseeremos el instrumento ms valioso para la obra del reino de Dios: un coraznperfecto. Conoceremos la comunin con Dios. Tendremos su certeza y su esperanza. Yseremos sus reparadores de brechas en el cuerpo de Cristo.

  • U5Andar en santidad

    na de las grandes tragedias de la Iglesia en esta generacin, y uno de los mayoressufrimientos de Dios, es que tantsimos cristianos no sean verdaderamente felices.

    Presentan una fachada agradable: cantan, aplauden, sonren y alaban. Pero apenas bajo lasuperficie acechan la soledad y una profunda miseria; su gozo no permanece.

    Esos cristianos estn ardientes, y de repente se enfran. No logran hacerle frente al temor.La depresin los arrolla como una aplanadora. Una semana estn en la cima, y a la semanasiguiente estn en el abismo. Muchas veces su matrimonio sigue tambin ese patrn. Un datodo anda bien entre marido y mujer, y al da siguiente no se aguantan. Hay das en que nopueden ni siquiera hablarse. Su explicacin es: Bueno, as es como debe funcionar elmatrimonio. Uno no puede esperar permanecer feliz y amoroso todo el tiempo.

    Los creyentes que han sido atrapados por ese ciclo de altibajos deben prestar atencin a laspalabras de Pablo a Timoteo. El apstol anima al joven a que ayude a otros a que entren enrazn y escapen del lazo del diablo, en que estn cautivos a voluntad de l (2 Timoteo 2:26).Eso describe perfectamente a muchos creyentes: puesto que ellos le dan entrada, Satansentra y sale de sus vidas cuantas veces quiere. No ejercen autoridad para detener al diablo ala entrada de su corazn, y l les echa en cara, con jactancia, el poder que tiene sobre ellos;les dice: No tienes el poder de Cristo dentro como para detenerme. Eres cautivo mo, y yovoy a hacer lo que quiera.

    Es pasmosa esa falta de victoria en Cristo! Satans pone miedo, soledad, depresin olujuria en el corazn de esas personas cuando l quiere. Fue para eso que Cristo muri?Para tener hijos que estn bajo el poder de la voluntad del diablo? Es ste nuestrotestimonio ante el mundo: Entrgale tu corazn a Cristo, pero djale tu voluntad al diablo?Por supuesto que no! No hay razn alguna para que un cristiano viva como esclavo del diablo.

    Los que estn atrapados en ese lazo satnico tal vez le echen la culpa de su infelicidad alsufrimiento, a la mala salud, a que son malentendidos o a que tienen un cnyuge, patrn oamigo que no se interesa por ellos. Pueden echarle la culpa a lo que quieran, pero Pablo diceque la verdadera razn es porque se oponen (vase 2 Timoteo 2:25). Oponerse significacolocarse uno mismo en posicin de ser atrapado, rechazar el camino de Dios que es deliberacin y de victoria. Esas personas se han opuesto al camino de Dios y han establecido supropio camino, y no quieren hacer lo que hay que hacer para librarse de la trampa del diablo.

    Se halla usted en esa situacin? Si Satans se aprovecha de sus emociones y usted va demal en peor; si sus problemas se estn volviendo ms complejos; si est aumentando el temor,si disminuye el gozo y la tristeza se vuelve crnica, entonces hay algo muy serio que anda mal.Usted es cautivo del enemigo de su alma. Debe tomar conciencia de la trampa en la que sehalla y procurar ser liberado. Si ha estado sirviendo al Seor desde hace slo unos meses,usted debe crecer da a da en la gracia y el conocimiento de Cristo. Sus victorias espiritualesdeben ser visibles. Usted debe tener la certeza de la presencia constante del Seor, y sertransformado de gloria en gloria a imagen de Cristo. Ya es hora de que sea Satans el quehuye de usted!

    Entonces, cul es el problema? Por qu tantsimos cristianos han quedado cautivos? Es

  • porque su hambre de Cristo no los lleva al punto de desear andar con El. No buscan lasantidad de Cristo. Fijmonos en la vida de un hombre que vivi esto en una medida que pocoshan podido alcanzar: Enoc. Todos podemos aprender de su ejemplo.

    Camin, pues, Enoc con Dios (Gnesis 5:24). El sentido hebreo original de camin implicaque Enoc suba y bajaba, entraba y sala, avanzaba y retroceda, del brazo de Dios,conversando continuamente con l y acercndose a l cada vez ms. El padre de Enoc,Jared, lleg a tener novecientos sesenta y dos aos de edad; y el hijo de Enoc, Matusaln,vivi hasta los novecientos sesenta y nueve. Enoc vivi trescientos sesenta y cinco aos, esdecir un ao de aos. En l vemos una nueva clase de creyente. Durante trescientos sesentay cinco das de cada ao, por todos sus trescientos sesenta y cinco aos, camin hombro ahombro con el Seor. l era su misma vida; tanto fue as que, al final de su vida, no vio lamuerte:

    Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios;y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios. Pero sin fe esimposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, yque es galardonador de los que le buscan.

    Hebreos 11.5-6

    Al igual que Enoc, quien fue traspuesto de esta vida, los que andan cerca de Dios sonpuestos fuera del alcance de Satans; son sacados de su reino de tinieblas y transportados