Custodia compartida y mediacion familiar.j.luis sariego

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custodia compartida y mediacion familiar

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  • 1. Respuestas a la incertidumbre de la custodiacompartidaEl abogado y mediador Jos Luis Sariego Morillo plasma en este artculo su experienciaprofesional en torno a la custodia compartida analizando de forma minuciosa todos loscasos en los que se consigui este modelo de custodia. 1.- INTRODUCCIN Se ha discutido y se est discutiendo mucho en los ltimos tiempos sobre quees y qu beneficios posee la Custodia Compartida, sobre todo a partir de la nefastanueva regulacin de la Ley del Divorcio de 2005, que tantas expectativas haba dado, ytantas decepciones est dando.En este artculo, no vamos a tratar de buscar preguntas engaosas ni a darrespuestas a los problemas suscitados como consecuencia de la incoherente regulacinde la Custodia Compartida en la nueva ley del Divorcio, sino que vamos a intentar daruna respuesta a distintas preguntas sobre esta figura controvertida, de una formasencilla y entendible, en las que primar sobre todo el inters superior de los hijos ehijas de este pas, cuyos padres y madres se separan, se estn separando o sesepararn en el futuro. As, entendemos que la custodia compartida de los menores esaquella que tiende a lograr un reparto equitativo e igualitario en los derechos ydeberes de los progenitores (corresponsabilidad parental y marental) para con los hijose hijas, as como al reparto de espacios y tiempos equitativos e igualitarios de ambosprogenitores para con los hijos tras la ruptura de la pareja. Nuestra percepcin yconcepcin de la custodia compartida es muy similar, sino idntica a las tesismantenidas por el Premio Nobel Eric R. Kandel, que demostr la importancia de lafrecuencia de los estmulos a nivel celular para definir la intensidad de las emocionesen todo ser humano, esto es, que para un mejor desarrollo de las personas (en estecaso los menores) es muy importante la mayor frecuencia del contacto de los menorescon ambos progenitores y sus contextos familiares. Desde mi experiencia profesional de ms de veinticinco aos en Derecho deFamilia, puedo afirmar que nunca hemos estado ms cerca de dar respuestas yencontrar soluciones a los problemas que tanto han suscitado las leyes de divorcio de1981 y la nueva regulacin de 2005. Por ello, este artculo pretende dar algunas respuestas sobre las incertidumbresque se han creado sobre la implantacin de la figura de la Custodia Compartida,muchas de las cuales tienen componentes fuertemente ideolgicos-sexistas y otros, decarcter poltico-electoral, pero sin fundamentacin cientfica alguna.As la exposicin de motivos de la nueva Ley del Divorcio de 2005 se llena debuenas intenciones que luego quedan en papel mojado a la hora de articular estafigura de la custodia compartida, ya que bsicamente deja en manos de las mujeres ladecisin de ceder la custodia compartida o no, ya que en el trasfondo de la ley, sigueexistiendo un claro concepto machista del papel que debe jugar la mujer en el seno dela familia, antes, durante y despus de la ruptura de la pareja.

2. Desde que logr como abogado de familia la aprobacin del primer Conveniodonde se estableca una custodia compartida, all por el ao 1995, hasta la fecha, hansido 377 convenios y un asunto contencioso reconducido, en los que hemos logrado laaprobacin de la custodia compartida, y en el 99% de los casos hemos actuado comomediadores en el conflicto de la ruptura de la pareja. Por ello, hemos partido de labase siempre, de que la ruptura no es un problema en s mismo, sino la solucin a unproblema pre-existente. Debemos dar nuestra gratitud a aquellas mujeres y madres que han aceptadoregular con la custodia compartida la vida de sus hijos y de ellas mismas, tras laruptura de su pareja, ya que han realizado un gran esfuerzo de generosidad,renunciando previamente a los beneficios que las leyes de divorcio de 1981 y 2005otorgan a la mujeres por el simple hecho de serlo. Tambin agradecemos suaportacin a este estudio, en el sentido de haber dado una nueva visin a lo que es lacorresponsabilidad parental y parental, y sobre todo a la mejor definicin del famosoconcepto del mejor inters del menor, que no es otro que ambos progenitores sean lomas felices posibles tras la ruptura, y que hayan encontrado una formula de reparto detiempos, espacios y responsabilidades para con los hijos.El estudio se ha realizado de una forma longitudinal y no puntual, esto es, serealiz una entrevista semiestructurada durante el proceso de mediacin y judicial, yotras entrevistas a los dos y a los tres aos desde la emisin de la sentencia. En dicha entrevista se utilizaron datos personales, profesionales, estudios,motivacin, etc. Tambin se reunieron datos sobre la salud, tanto fsica como mental,as como de las relaciones familiares extensas y de las sociales. Se tuvo en cuentatambin el nivel de vida, la disponibilidad de los tiempos y espacios de ambosprogenitores, y otros datos que se consideraron relevantes.Hemos de reconocer, que como abogado y mediador en estos procesos, heaprendido mucho de los clientes en distintos aspectos que no se haban tenido encuenta cuando se comenz con este tipo de procesos. Asimismo, hemos detectado quenuestra labor no se suscriba tan solo a actuar como abogados y mediadores, sino quepara nuestra sorpresa, nos veamos convertidos en educadores en la reestructuracinfamiliar que se iniciaba, transmitiendo tcnicas de gestin de conflictos.En definitiva, slo podemos afirmar que cuando logramos el primer convenioregulador con custodia compartida, nunca pensamos que podramos sentirnos tansatisfechos, con el resultado de esta caminata por el desierto que representan losjuzgados de familia de este pas, con nuestro propsito bajo el brazo de haberencontrado una solucin a los mltiples problemas y tragedias que se viven a diario entodo el estado espaol, cuando una pareja decide acudir a un tribunal a separarse. 2.- MUESTRA La muestra sobre la que se ha desarrollado este estudio es la siguiente:DATOS DE LA MUESTRACASOS378EDADES PADRES 24 A 65 AOSEDADES MADRES 21 A 51 AOS 3. EDADES HIJOS0 A 17 AOSAOS MUESTRA1995 A 2008METODOLOGA UTILIZADA SISTEMA MEDIACINCOY&SARIEGORECOGIDA DATOSENTREVISTASEMIESTRUCTURADA En cuanto al sistema de trabajo es el Coy&Sariego, fruto de mi relacinprofesional y personal con el psiclogo Antonio Coy Ferrer, precursor de la mediacinen Espaa y de los Equipos Psicosociales adscritos a los Juzgados de Familia.Con nuestro sistema, el trabajo a realizar es de mediacin pura, con una puestaen prctica de los acuerdos de las partes durante un perodo de tiempo, y mas tarde irpuliendo los nuevos problemas suscitados como consecuencia de la puesta en prcticade aquellas soluciones que se creyeron inicialmente ideales. As las parejas se ahorranel conflicto de los famosos mutuos acuerdos extrajudiciales o apresurados, que luegodan lugar a multitud de procesos de ejecucin de sentencias por incumplimientos deconvenios, o a nuevos juicios de modificacin de medidas. Con esta forma de trabajarde forma preventiva se evitaran muchsimos casos en los Juzgados de Familia, quehoy colapsan a diario los mismos.Una vez hecha esta introduccin breve sobre la metodologa de trabajo, veamosel tipo de parejas que han accedido a este tipo de soluciones: tipos parejas76 parejas casadas43 parejas de hecho parejas more uxorio 259Hemos querido diferenciar las parejas de hecho de las more uxorio, que aunqueson el mismo concepto jurdico, en las primeras, los vnculos econmicos, sociales,laborales, etc, eran mucho mas parecidos a las parejas casadas, que las parejas moreuxorio, donde los vnculos jurdicos eran apenas visibles o apreciables, y dondeprimaban los vnculos afectivos nicamente. Nos ha llamado la atencin que la base enla que se sustentaban estas ltimas parejas eran apreciadas con mucha mas seguridadque aquellas que aparentemente tenan mas seguridad jurdica unidas por el vnculojurdico del matrimonio. 4. De este cuadro, en definitiva, podemos concluir que la inmensa mayora de lasparejas se unen con vnculos jurdicos y econmicos en los que se basa la concepcinde la pareja desde el siglo XIX, mientras que es una minora, la que apuesta por unnuevo modelo de familia ms libre, negociadora, igualitaria, etc.Veamos ahora el rgimen econmico matrimonial de las parejas casadas enesta muestra:rgimen econmico de las parejas casadas 167sociedad de ganancialesseparacin de bienesrgimen de particpacin191Como vemos claramente, la inmensa mayora de las parejas sigue cayendo enel error de casarse jurdica y econmicamente, cual si fueran los Reyes Isabel deCastilla y Fernando de Aragn, bajo el rgimen de gananciales. Afortunadamente,hemos ido apreciando en los ltimos aos, un crecimiento de los casos de separacinde bienes. La sorpresa de la muestra es el caso de un matrimonio casado por elrgimen de participacin, que fue el mas fcil de liquidar en el proceso de ruptura.A veces nos sorprende esta sociedad, donde se exige a alguien que supere unexamen para conducir un vehculo a motor y sin embargo no se exija ningunaformacin para acceder a contraer matrimonio, o que tras el nacimiento de un hijo,slo se ofrezca asistencia mdica y de salud infantil, y ninguna otra formacin a lospadres y madres. Por eso nos sigue sorprendiendo que la mayora de las parejas secasen por el rgimen de gananciales, sin que nadie les asesore durante el procesojudicial del contrato de matrimonio o incluso del proceso religioso de las nupcias (seacual sea la confesin). En cuanto a las parejas que, durante el proceso de mediacin, aprovecharonpara practicar una liquidacin de la sociedad legal de gananciales, fue muy superior alo esperado, sobre todo teniendo en cuenta que es una de las partes ms difciles enlas que llegar a acuerdos. Las partes eran informadas que si se divorciaban comopareja, no era sensato, seguir "casados" econmicamente en una entidad jurdicadenominada masa patrimonial de la extinta sociedad de gananciales.Los problemas que suscita a posteriori no haber liquidado los bienes a la vezque el vnculo matrimonial, slo beneficia a la posibilidad de provocar nuevos 5. desencuentros y problemas. Asimismo, de todo ello salen beneficiados de este sistemade no liquidar a vez de que se disuelve el vnculo matrimonial, los profesionales delDerecho en general, ya que los abogados/as tendrn de esta forma mas trabajo, y losjueces tambin, desde que se les pagan pluses por mayor numero de asuntos quecaen en sus juzgados. As las cosas, tras el proceso de mediacin en nuestro despachoprofesional, los siguientes cuadros muestran las parejas que decidieron liquidar susbienes y aquellas que con otro rgimen (separacin, participacin y parejas de hecho)que decidieron hacer las cuentas separando las propiedades que posean enproindiviso. Veamos los resultados: liquidaron noliquidaronsociedad de gananciales12269separacin de bienes 61 6participacin bienes 10Otras10118Total28593O porcentualmente: liquidaron noliquidaronsociedad de gananciales64%36%separacin de bienes 91%9%participacin bienes 100% 0%otras85%15%total75%25%De estos cuadros se deducen varias conclusiones interesantes, a saber: Lamediacin facilita en un alto porcentaje el logro de acuerdos sobre la liquidacin de losbienes, reparto de bienes o simplemente divisin de bienes adquiridos en proindiviso.Curiosamente, los casados en gananciales son los ms reacios a proceder a laliquidacin en comparacin a aquellas parejas casadas bajo otro rgimen o a lasparejas de hecho. Tanto las parejas casadas en rgimen de separacin de bienes comolas parejas de hecho, han sido en un altsimo porcentaje las que han decididodesvincularse econmicamente de su pareja desde el mismo proceso de ruptura. Estatendencia la hemos observado mas, cuanto los datos eran ms cercanos en el tiempo.Esto es, que en los ltimos aos hemos presenciado mas casos de parejas de hecho ybajo el rgimen de separacin de bienes que en los comienzos de este estudio, lo quenos indica que la gente se casa cada vez mas tomando precauciones de tipoeconmico, en el sentido de decidir que si se quieren pero negocian desde el principiolas normas econmicas de la pareja de una forma que para nuestros padres y madresera impensable. Tambin se deduce de estos cuadros que la liquidacin de los bienesgananciales es ms compleja que la de los otros casos, y por ello, su nmero es menorporcentualmente. Nos encontrbamos con dificultades tales, como la existencia de una solapropiedad que era a la vez la vivienda familiar, y la dificultad de liquidarla y repartir 6. entre los cnyuges el precio de la venta. Se vea claramente que en estos casos lacalidad de vida de toda la familia disminua drsticamente. No obstante, a travs de la mediacin y del resultado de cientos de sesionescon parejas de distinto nivel social y profesional, se nos han ido presentandosoluciones a estos problemas que han resultado muy satisfactorios, pero este no es elobjeto de este estudio. Los datos que aportamos en este estudio son ms que elocuentes. No obstante,queremos dejar constancia de lo que est ocurriendo, en cambio, en la praxis de losJuzgados en Espaa, con respecto a los acuerdos en los que en el ltimo momento,antes justo del juicio, se llegan en despachos de fiscales y jueces de familia, y a losque se nos tienen tan acostumbrados. Las parejas, ante este tipo de situaciones suelefirmar lo que le pongan por delante, ya que si el fiscal o el juez de turno les indica(JUSTO DIEZ MINUTOS ANTES DEL JUICIO) que tal acuerdo es lo mejor quin es elguapo o guapa que se atreve a llevar la contraria al fiscal o al juez de su caso? Y sime niego a firmar, y me coge mana?Algunos jueces de familia, aunque muy pocos, desaconsejan esta praxis, ya queconsideran que los justiciables (parejas) viven dichas indicaciones como una coaccin,esto es, como si negarse a aceptar lo que el fiscal o el juez aconsejan antes del juicio,fuera malo para ellos, y se pudiera tener en cuenta su negativa en caso de entrar enjuicio. Por ello, aprovecho la ocasin de este artculo para denunciar pblicamente aaquellos operadores jurdicos, tanto fiscales, jueces y abogados/as que estnpermitiendo que esta prctica sea tan habitual en nuestros juzgados de familia. Cmo puede pedirse a un ciudadano o ciudadana que en diez minutos decidasobre temas que van a afectarle el resto de su vida a el/ella y a sus hijos? Se supone que la pareja y sus abogados respectivos, antes del juicio, hantenido unos meses para negociar acuerdos, y si ha llegado a este punto, es porque noes posible que se pongan de acuerdo.Por qu entonces se jactan tanto, jueces y fiscales, de haber logrado acuerdosen diez minutos, que las parejas y sus abogados han sido incapaces de hacerlo durantemeses de negociacin? Porque en el juzgado no hay negociacin, sino imposicin decriterios y acuerdos. As lo manifiestan bastantes clientes que han pasado por nuestrodespacho que han vivido esta experiencia.Adems, si parto de la base que cada vez que he acompaado a parejas aratificar acuerdos firmados en un convenio redactado tras una mediacin, que consistaen una simple comparecencia judicial y me trasmitan sus miedos y cmo a muchosles llegaban a temblar las piernas cmo se siente de verdad el ciudadano/a que va aun juicio y encima le ponen por delante los acuerdos sin haberlos meditado? Paramayor menosprecio de esta prctica, he de denunciar que encima me he encontradomuchos abogados y abogadas que aconsejaban firmar, antes de enfrentarse a lafiscala o al juez, y en otros muchos casos me he encontrado con compaeros ycompaeras que adems convencan a sus clientes que no se preocuparan de firmar loque se les indicaba desde el juez o la fiscala, porque mas tarde esos acuerdos sepodran modificar. Es como si en un taller de coches te dicen que el coche no estarreglado, pero que te lo puedes llevar de viaje, ya que si se avera durante el viaje, 7. siempre podr arreglarlo en otro sitio. Quin en su sano juicio se iba de viaje consemejante coche? Pues si, muchos clientes nos han llegado con su divorcio as "resuelto". Muchos jueces y fiscales (demasiados) nos quieren hacer creer que ellosmedian antes de los juicios, y la simple afirmacin de ello, muestra el desconocimientode estas personas de lo que es una gestin de un conflicto de pareja y lo que es unamediacin, ya que la mediacin parte de la base que es voluntaria y que el mediadoresta al mismo nivel de poder que las partes en conflicto. Y en los juzgados no se danninguna de esas circunstancias, ya que el fiscal o juez estn en una situacin de podermuy por encima del ciudadano y adems obligan a las partes a una negociacin inextremis, desapareciendo todo viso de voluntariedad en el proceso, lo que lo invalida.De ah que en los ltimos tiempos los procesos de nulidad de actuaciones basados enestos hechos se hayan incrementado, y mas que se van a ir incrementando. En todo caso, despus de esta reflexin sobre cmo la actuacin de juzgados nofacilita que las parejas acuerden un divorcio real, sino slo ficticio, sin ser conscientesde que realmente estn empujando a las parejas a nuevos problemas que de otraforma se podran evitar, vamos a pasar a hacer otro tipo de valoraciones sobre lo quenos depara el futuro a corto y medio plazo. A corto plazo, nos encontramos con nuevos fenmenos sociales que nos van ahacer ponernos las pilas a muchos abogados de familia, y que no son mas que losnuevos modelos de familias que representan las parejas del mismo sexo, o las familiasdonde se unen mas de dos personas adultas, e incluso aquellas familias de madressolteras donde los padres han sido excluidos de la paternidad, desconociendo sucondicin.El futuro ya est aqu, y si an no hemos encontrado soluciones mgicas paralos problemas que arrastramos de las figuras de familias anacrnicas y tradicionalesdel pasado, espero al menos que estos nuevos modelos de familias aporten la nuevavisin de lo que es una pareja o una familia, y ayuden con sa nueva visin a los quevienen de figuras del pasado a encontrar soluciones mas equitativas e igualitarias asus conflictos. As, a modo de ejemplo se me ocurre un caso que un juez otorg lacustodia de una menor de 7 aos a su madre en exclusiva, cuando el padre tena lacustodia de sus dos hijos de un matrimonio anterior. Esto es, que el juez separ a loshermanos, sin ningn tapujo y sin razonamiento alguno, slo por la concepcinmachista de lo que debe ser la figura materna. Aquellos dos menores se quedaron deun plumazo sin hermana. Este es un ejemplo claro de los nuevos conflictos a los quenos vamos a tener que enfrentar, y est mas que claro que ni la famosa ley de 2005 nilos operadores jurdicos estamos preparados para ellos, en especial los/as abogados/asdebido a la escasa formacin que recibimos en aspectos no legales de las rupturasfamiliares. Sigamos viendo datos de la muestra, como por ejemplo la edad de los hijosenvueltos en los procesos de nuestro estudio, a saber: 8. 23,00% Edad de los hijos43,00%134,00%0,00%20,00%40,00%60,00%80,00% 100,00%1 A 6 AOS6 A 12 AOS MAS 12 AOSCasi la mitad de los menores tenan edades comprendidas entre los 6 y 12aos, los que menos los pequeos de 0 a 6 aos, y en segundo lugar los difcilesmayores de 12 aos. La conclusin que sacamos de este cuadro es el dato de que la crisismatrimonial se produce con mayor incidencia cuando los hijos tienen entre 6 y 12aos. No sabemos a ciencia cierta por qu ocurre esto, aunque lo intuimos.Quizs este fenmeno se explique por las tesis cientficas que mantienen que elamor en la pareja sufre una fuerte crisis en la tercera fase de la construccin de unapareja estable (1 - enamoramiento, 2 - construccin nido, 3 - negociacin libertades)que se sita entre los siete y los nueve aos de convivencia. En este estudio no hemosquerido elaborar datos sobre los motivos de las rupturas matrimoniales o de pareja,sino solo hemos realizado el estudio mirando hacia adelante, tras el proceso deruptura, hacia donde van las familias, y cual es el resultado de la decisin de compartirla custodia de los hijos. Como decamos mas arriba, hemos intentado que las parejasvisualicen la ruptura como una solucin a sus problemas de convivencia o desamor, yno un problema en si misma. El trabajo sobre las causas de las rupturas, sera paraotro artculo a desarrollar, y no para este en concreto. Sobre el nmero de hijos que tena cada pareja hemos hallado estossorprendentes datos: 9. num ero de hijos/as 60 ,0% 53 ,9 %50,0 %40, 0% 25, 4%20 ,7 %30,0%2 0, 0%10,0%1 hijo0 ,0 %2 hijos mas d e 2 2 hijos 1m as de 2 1 hijoNos ha llamado poderosamente la atencin que aquellas parejas que tenan unslo hijo/a, han sido las mas receptivas a establecer la custodia compartida. Tambinpuede ser que el nmero de parejas que se separan con un slo hijo sean la mayoraen nuestro pas, pero no hemos podido contrastar este dato, por cuanto no hemosencontrado a nadie que haya recogido en un estudio este tema. Podemos afirmar que mas de la mitad de divorcios que se producen en Espaatienen un slo hijo/a? No, pero s podemos intuir que es la tendencia futura.Lo que si est claro es que la incorporacin de la mujer al mundo laboralexterno a la familia, ha hecho bajar el nmero de hijos en el seno de las familias. Nosencontramos ante un futuro nada halageo, en cuanto a lo que son los apoyos de loshijos a los procesos de divorcio de sus progenitores. A saber: La mayora de hijos/asnicos han sido los mas reacios a aceptar la nueva fase vital de que padre y madrevivan por separado, y hemos detectado que son mas manipuladores y caprichosos quecuando hay mas hijos (2 o ms) en comn. En stos ltimos casos, los menores seadaptan mejor a la nueva situacin, independientemente de que sea haya optado porla custodia compartida o no.No obstante en este estudio slo vamos a dar datos de los hijos nicos cuyacustodia es compartida, y podemos afirmar que han intentado ser manipuladores eincluso alienadores (P.A.S.) en la primera fase del proceso, pero que al cabo deltiempo, su adaptacin al sistema de la custodia compartida les ha resultado muybeneficioso, ya que descubran que sus padres mantenan el dialogo tras la ruptura yello, les imposibilitaba "manejar" a ellos/as la situacin. Los padres y madres de estosnios y nias han visto a medio plazo los beneficios de la custodia compartida queveremos en cuadros explicativos mas adelante. Muy importante ha sido constatar la informacin facilitada por muchosprogenitores sobre que sus hijos e hijas aceptaban mejor la guarda y custodiacompartida y o que ello significaba en el da a da de sus vidas, cuando en el colegio,escuela o instituto comparaban su situacin con la de amigos/as que vivan situacionesde custodia exclusiva de las madres, y vean cmo ello produca mucho mas estrsemocional a estos amigos y amigas que a ellos/as mismos su situacin de poder 10. compartir espacios y tiempos con sus padres y madres. De los resultados de los seguimientos, hemos ido sacando estas conclusiones einformaciones que, mas adelante, podremos analizar un poco mejor a la vista de losmismos. Veamos ahora el nivel de formacin de los progenitores en esta muestra, asaber:1 00 %Nivel de f ormacin de los progenitore s 90 % 80 % 70 % 60 %39% 50 %38%37% 37% 40 % 25%24% 30 % 20 % 10 % 0%PA DRE SMA DRE Sprimarios secundarios unive rsit arios El resultado de este cuadro es patente, demostrando que existen madres conun alto porcentaje (37%) de estudios primarios, lo que las hacen ms vulnerables ydependientes. Llama la atencin que la mayora de padres y madres que aceptan esterecurso de la custodia compartida sean los que poseen estudios secundarios, y en lamedia entre ambos los que tienen estudios universitarios.En esta horquilla de los progenitores con estudios universitarios, es dondehemos encontrado a nivel emprico, mas resistencia al establecimiento de la figura dela custodia compartida, mas por las madres que por los padres, sobre todo porque lasmadres con estudios universitarios, son mas conscientes de que renuncian a privilegiosque les otorga la ley del divorcio, tanto la del 1981 como la del 2005. Estas madrescon estudios universitarios hacan valer en las sesiones de mediacin esos privilegioscomo moneda de cambio o como elemento negociador, pero en el proceso se les hacasaber que cualquier elemento que se estableciera desequilibrando la igualdad de trato,era inaceptable, como elemento de negociacin. Imaginemos que un padre dijera quecomo el tiene mas fuerza y puede usarla contra la esposa o los hijos, ella deba aceptardeterminada condicin en el acuerdo. O que un esposo dijera en la negociacin que noda un euro hasta que la esposa aceptase no vivir nunca ms con otro hombre quinen su sano juicio aceptara dicha base de negociacin? Con estas simples analogas seintentaba a las mujeres y madres aceptasen de buen grado no partir de posicionesprivilegiadas en la negociacin. 11. Las madres con menos nivel de formacin, no necesariamente tienen un nivelde comprensin menor que la dems, pero s hemos encontrado que estaban msabiertas a la bsqueda de soluciones alternativas a la custodia monoparental oexclusiva. Sobre todo, en estos casos, nos encontramos con mujeres con ms deseosde mejorar en sus trabajos y su vida social.De todo ello, concluimos que a mayor nivel de formacin de la mujeres, mas seagarraban al rol tradicional de esposa y madre a la hora de afrontar un conflicto deruptura de pareja, y ello es obvio, ya que al trabajar fuera de casa en su inmensamayora, apreciamos que este hecho les reforzaba mas an su forma machista de very entender la vida y la familia. Nos slo arrastraban tras de s la concepcin tradicionaly machista de la familia y del rol materno, sino que adems adquiran nuevas ideasreforzadas sobre ello, por haberse sumergido en mundo externo que ha sido hastahace poco exclusivo de los hombres, pero que no deja de tener estructuras patriarcalesque van dejando su huella, incluso entre las mujeres que se definan a si mismas enlas sesiones, como feministas.En otro orden de cosas, nos ha llegado a sorprender que las madres plantearandurante el proceso cuestiones tales como: Que dir mi familia? Que dirn mis amigas de que ceda la custodiacompartida? Ser buena madre si me paso un ao viviendo mi propia vida, mientraslos nios estn con el padre? o la mas sorprendente de todas Que pensarn en elpueblo de mi?Ningn padre se plante ninguna de estas preguntas, por lo que queda patenteque an les queda mucho a las mujeres que superar de sus propias inseguridades, nofrente a los hombres, sino frente al resto de mujeres que conforman su red familiar ysocial, y lo que es mayor, frente al ideal que tienen de lo que debe ser una mujer ymadre.Los padres en cambio han sido mucho mas simples y prcticos a la hora dehora de afrontar los retos de la custodia compartida, y sus problemas eran mas dendole econmica, temporal (conciliar el trabajo y la dedicacin a los hijos) y delogstica familiar (tareas en el hogar). Veamos a continuacin en este apartado de datos de la muestra el porcentajede mujeres y hombres que trabajaban fuera y dentro de casa, y es un dato muyimportante a tener en cuenta, vemoslo: 12. trabajo fuera y en casa p ad re s 98 % 2%mad re s6 4% 36%0%20 % 40 % 60 % 8 0%1 00 % fueraen casaSlo 8 de los 378 hombres involucrados en estos procesos trabajaban dentro decasa, llevando el mantenimiento de la familia desde dentro del hogar, mientras que elresto, la inmensa mayora siguen el rol tradicional de ser el sustentador de la familia.En el caso de las mujeres, stas son ya mayora las que trabajan fuera de casa en estamuestra, aunque ello no suponga un abandono de sus responsabilidades como madresy esposas dentro del hogar. Vamos lo comnmente llamado doble jornada de lasesposas.Las mujeres y madres de esta muestra son en su mayora de ideas liberales ode izquierdas. Solo una minora son catlicas practicantes y se reconocen comotradicionales. La mayora han tenido que hacer un esfuerzo maysculo para renunciara sus deseos de posesin materna y sus ideas tradicionales sobre lo que es ser madrey padre. Pero lo que mas nos ha llamado la atencin, es que muchas madres hanmostrado sus miedos ante este reto de la custodia compartida, sobre todo a aquellasque pese a ser progresistas en sus ideas, no arrancaban de liberarse de la concepcintradicional de lo que es una familia y lo que es el papel de una madre en estasociedad. Ante los problemas que encontrbamos sobre los valores en crisis y lasresistencias de algunos padres y mas madres que padres, decidimos tomar unamuestra de los problemas de salud mental de los progenitores de nuestro estudio. Dehecho, en nuestra entrevista semiestructurada, ya se inclua desde el comienzopreguntas sobre salud fsica y mental de la pareja y de los hijos, pero nunca pensamosque podra ser tan significativo este dato que ahora que elaboramos el estudio, hemosdecidido incluir los datos que nos aportan estas cuestiones, ya que nos parecen comode suficiente entidad para que puedan ser considerados por los expertos/as enestudios futuros.No deja se ser sorprendente el cuadro que viene a continuacin: 13. problem as salud m ental (ansiedad-depresin)6 7% 8 0%5 2% 6 0%32 % 2 8%2 8% 4 0%16 % 2 0% 0%p roc e so2 a os 3 a o s m ad resp a dres Este cuadro nos dice que la mayora de las madres (67%) al inicio del procesosufre un trastorno o de ansiedad o de depresin, y los padres tambin ya que superanla mitad de los casos. Esto es, que ms de la mitad de padres y padres al inicio delproceso sufren un trastorno mental. Ahora, sin embargo, a este dato, en el caso de las mujeres se le cataloga comosecuela de unos posibles malos tratos que tan de moda est ltimamente. Por ello,creemos que los legisladores y los expertos en salud mental deberan dejar patente yclaro que la ruptura siempre produce un dolor fsico y mental, y que muchos casos, larespuesta es un trastorno mental asociado a la ansiedad o a la depresin, y que ello,no es necesariamente un sntoma de la existencia de malos tratos, como tan a la ligerase est haciendo en nuestro pas. Est claro que la ruptura ya produce en si misma un gran grado de estrs einseguridad frente al futuro, y es evidente que a ello se aade un alto porcentaje deenfermedades asociadas al estrs mismo. Todo ello es respuesta del cerebro ante lainseguridad, el miedo al futuro, al duelo, al sentimiento de prdida, y otros alsentimiento de culpa, autoengao, etc.Cuando pedamos a nuestros/as clientes tras la sentencia, que hicieran unavaloracin de nuestro trabajo como mediadores, nos encontramos con que la inmensamayora valoraban positivamente la mediacin y los efectos teraputicos que habatenido la misma, hasta tal punto que segn los seguimientos que hemos realizado,podemos comprobar como estos problemas han ido disminuyendo de forma mas quesignificativa, una vez superada la fase inicial de la ruptura. Hemos de puntualizar queen la propia estructura de trabajo de la mediacin, sta nos facilitaba informacinsobre factores o sntomas de que algo no estaba bien, y aconsejbamos a los/asclientes a que fueran a un mdico especialista y ello redundaba en beneficio del propioproceso, y en beneficio de los menores, que vean cmo sus progenitores reaccionabande forma mas positiva a esta fase de ruptura que como haban llegado al comienzo delas sesiones. Ello, sin pretenderlo a priori, redundaba en beneficio de los hijos. Estaforma de trabajo nos ha ayudado tambin a facilitar los acuerdos, encontrando que las 14. parejas se comunicaban mejor una vez aceptado que se tena un problema deansiedad o de depresin, por alguno de los dos, o de ambos. Si concluimos que en mas de la mitad de hombres y mujeres que alcanzanacuerdos de custodia compartida se sufre algn trastorno de salud mental y/o delcomportamiento, nos asusta el simple hecho de que nadie en nuestro pas hayarealizado un estudio sobre este mismo dato en los procesos contenciosos o en los queexisten custodias monoparentales, que significan el 98% de los casos de separacin ydivorcio en Espaa.Acaso el nivel de violencia sobre la mujer no se produce en mayor medida enestos procesos de ruptura debido a los trastornos en salud mental de los involucradosen estas fases iniciales del proceso? Sin olvidar que un sndrome depresivo o una crisisde ansiedad severa, pueden dar lugar a actos de falta de control de la ira, y por ende aactos violentos. Creemos, desde nuestra experiencia, que s, que la ruptura en smisma es un factor de riesgo que puede ser contenido o controlado, mediante tcnicasde resolucin de conflictos que utilizamos en mediacin. Sin embargo la miopa de lospoderes pblicos y de las organizaciones sociales feministas en este caso, no deja desorprendernos, ya que las medidas legales y judiciales se estn mostrando bastanteineficaces para tratar este problema. Lo anterior lo afirmamos con tanta contundencia, porque hemos constatado queen las fases iniciales del proceso de mediacin, hemos detectado mas violencia verbalentre la pareja cuanto mayor era la sintomatologa de problemas de desarreglos (porllamarlos as) de salud mental que detectbamos en las sesiones de trabajo.Para finalizar la valoracin y anlisis de este cuadro, debemos hacer constar losdatos que se aportan de los seguimientos, que a nuestro parecer son muysignificativos. Una vez que las familias tienen claro su futuro y lo tienen bienorganizado y regulado, el nivel de estrs y miedos desciende y por ende, los niveles deansiedad y de depresin. Creemos que los niveles de ansiedad y depresin quesubsisten a los dos y tres aos, se deben mas a la no superacin del duelo de laruptura, a la sensacin de abandono por el ser querido, etc., que a otros factoresligados a la custodia compartida. Lo que si queda claro es que la mediacin y lacustodia compartida, hacen disminuir estos problemas de salud mental de los padres ymadres, lo que en definitiva, redunda en beneficio de los menores. Veamos a continuacin los resultados a preguntas concretas sobre laexperiencia de la custodia compartida. 2.- NIVELES DE SATISFACCIONEn este punto del estudio vamos a aportar datos muy precisos sobre niveles desatisfaccin de las personas involucradas en estos procesos que dieron como resultadouna custodia compartida de los hijos tras una separacin o divorcio de la pareja.El grado de satisfaccin con el resultado de los acuerdos sobre custodiacompartida eran los siguientes, teniendo en cuenta las edades de las madres y de lospadres: 15. nivel satisfaccion de progenitores por edades1 00%80%25-3 560%35-4 545 o mas40%20%0% pa dresmad res 25-3 5 8 6% 74% 35-4 5 8 3% 42% 45 o mas 9 2% 58%Este cuadro nos explica que las que ms satisfactoria ven la experiencia son lasmadres jvenes y las madres mas maduras, ya que ambas estn por encima de lamedia (mas del 50%). Las que rondan la horquilla entre 35 y 45 aos, son las que semuestran menos satisfechas, sobre todo porque la custodia compartida representa unadisminucin de los ingresos que percibe la madre por parte del padre.Las madres jvenes valoran mucho recuperar su propia vida personal yprofesional, y consideran que la custodia compartida es no slo beneficiosa para loshijos sino para ellas tambin.Las madres por encima de los 45 aos valoraron mucho el hecho de podercompartir las edades difciles de los hijos e hijas con los padres, as como laoportunidad de poder recuperar un rol femenino no basado exclusivamente en lamaternidad. En cuanto a los hombres, en todas las edades valoran en alto porcentaje lacustodia compartida, sobre todo por el hecho de que ello les representa un gran ahorroen su propia economa, y por la oportunidad de llevar a cabo una paternidadresponsable. Gran parte de ellos, ejercan en mayor o menor medida una paternidadresponsable antes de la ruptura de la pareja, por lo que valoran mucho que sus valoreshayan sido tenidos en cuenta y, como decamos antes, valoran mucho el hecho de quesu economa, con esta figura de la custodia compartida, no sufra tanto como el hechode convertirse en padres no custodios. En resumen, se puede decir que un alto porcentaje de los 378 padres y 378madres se sintieron muy satisfechos con el establecimiento de la custodia compartidade los hijos tras la ruptura de su pareja. La excepcin que no supera el aprobado es la horquilla de las madres entre 35y 45 aos, que entendan que perdan muchos privilegios que les daban la ley deldivorcio, por ello, para hacer este estudio mas serio, decidimos que era muy oportunohacer las mismas preguntas en los seguimientos de los dos y tres aos desde la puesta 16. en prctica de la custodia compartida en cada familia. Hemos de puntualizar en este punto, que en los primeros casos de custodiacompartida, nos encontramos con juzgados y fiscalas que rechazaban convenios concustodia compartida porque consideraban perniciosos y negativos este rgimen decustodia para los hijos, y todo ello lo afirmaban y siguen afirmndolo,desgraciadamente, en casi todos los juzgados sin ningn rigor cientfico, slo como unaopinin de carcter personal. Ante una decisin de un Juez, aunque sea slo una opinin, diciendo que lacustodia compartida va en contra del inters superior del menor, slo nos quedaba unasolucin de tipo jurdico, y que es la que hemos tenido que llevar a cabo cuando nosencontramos con este problema en los comienzos de esta experiencia profesional, asaber: Se formulaba la demanda aportando datos de que la custodia compartida ya seestaba llevando a cabo desde hacia bastante tiempo, y se aportaban un estudio de lafamilia de un/a psiclogo, valorando positivamente esta situacin, y se aportabantambin informes de los tutores escolares de los menores. Con esta situacin de hecho, el Juzgado y la Fiscala tenan pocos argumentospara afirmar que esta figura de la custodia compartida era perjudicial para los hijos.No debemos olvidar que la metodologa de trabajo del sistema utilizado demediacin Coy&Sariego, parte de la base de poner en prctica unos meses losacuerdos alcanzados antes de legalizarlos, para poder reajustar los convenios antes depasarlos por el Juzgado, ya que la prctica nos ha enseado que los acuerdos debenser reajustados al poco tiempo, cuando los propios padres y madres se dan cuenta deque hay cosas que no funcionan simplemente. As a modo de ejemplo unas cuantasparejas que decidieron inicialmente una custodia por semanas alternas, se dieroncuenta del alto grado de estrs que produca dicho sistema de custodia compartida enla vida de todos. Pasemos ahora al siguiente cuadro, que nos explica el grado de satisfaccin depadres, madres e hijos/as tras el proceso de mediacin sobre lo que significa depositivo la custodia compartida en sus vidas. 17. Nivel satisfaccin custodia conjuntatras proceso mediacin (1995-2008)a los 3 aosa los 2 aosproceso 0% 10% 20%30%40% 50%6 0% 7 0% 8 0% 9 0% 100%padresmadres hijosEste cuadro nos da una clara referencia de que ocurre cuando pasa un tiempotras la iniciacin del establecimiento de la custodia compartida.Al comienzo son los hijos los que peor lo llevan, ya que es lgico que no seafcil afrontar la separacin de sus progenitores. A los dos aos este nivel desatisfaccin sube de forma muy clara, siendo muy elevado el nivel de satisfaccin a lostres aos, justo cuando se cierra el primer ciclo de custodia compartida por aosalternos. Esto demuestra que los menores son los que mejor se van adaptando a lanueva situacin familiar. Los hijos han tenido la oportunidad de vivir y convivir con ambos progenitoresen sus propios ambientes, y comprueban cmo el grado de comunicacin de losprogenitores se normaliza a niveles casi desconocidos en nuestro pas. Su sensacin deseguridad que les da el hecho de su padre y su madre est ah en cualquier ocasin,incluso en una fiesta fin de curso, la comparten (a veces), hace que los menores vivande una forma muy positiva esta experiencia. Asistimos adems a un factor educativomuy relevante, cual es que los menores son educados bajo el principio de igualdad deresponsabilidades de padre y madre. No obstante, los menores valoran positivamentelos esfuerzos de los padres por sacarlos adelante y en vez de criticar, en algunasocasiones, su falta de habilidades hogareas, stas crticas se convierten en elementode negociacin en el reparto de tareas domsticas, que hacen a los menores masresponsables de si mismos. Las madres tienen la misma evolucin que los hijos pero parten de unporcentaje ms alto que los hijos. Parten de un porcentaje de satisfaccin, ante ungrado de incertidumbre del que parten al inicio, que ronda el 63 por ciento. Una veztranscurridos los dos aos y, mas tarde los tres aos desde el inicio de la custodiacompartida, se sienten mas seguras de decisin adoptada, sobre todo cuandocomprueban que el nivel de satisfaccin de los hijos es elevado por este sistema decustodia compartida. Este ltimo dato es el ms importante para las madres, saber 18. que sus hijos, cuando estn con el padre, estn en buenas manos. No dejamos desorprendernos cmo las mujeres de este pas siguen agarradas a valores tan machistaspara sentirse seguras de sus decisiones.Es curioso que a los tres aos el nivel de satisfaccin de las madres es del casiel 95 por ciento, casi igual al de los padres. Este dato nos indica un grado desatisfaccin de quienes hemos realizado este trabajo, ya que es incuestionable que elresultado de las custodias compartidas ha sido mucho ms alentador de lo quepreveamos. En cuanto a los padres, estos parten de una valoracin mucho mas positiva quelas madres, ya que parten de la idea que la custodia compartida es un regalo de lamadre, ya que son conscientes que la ley de 1981, y ahora la de 2005, otorga lacustodia exclusiva de los hijos en un 98 por ciento a las madres. Parten tambin del hecho antes apuntado del ahorro econmico que supone asu propia economa esta solucin, y ello, repercute directamente a medio plazo enbeneficio del conjunto de la familia. Volvamos los datos de las edades de los hijos que apuntbamos en el apartadoanterior sobre datos de la muestra, a saber:23,00% Edad de los hijos43,00%1 34,00% 0,00%20, 00% 40, 00% 60,00% 80,00% 100,00%1 A 6 AOS 6 A 12 AOS MAS 12 AOS Este cuadro, como decamos mas arriba, nos ofrece informacin sobre la edadde los hijos/as durante el proceso de mediacin. El mayor porcentaje es de losmenores entre los 6 y los doce aos. Los menores de seis aos representan apenas el23 por ciento de los casos. Los mayores de 12 aos, y por ende, con edad suficiente para ser escuchados,representan el 34 por ciento de los casos. Fueron escuchados, no slo estos, sino lo demenos edad, con apoyo de psiclogos de libre eleccin de los progenitores, en algunoscasos. Debemos hacer un parntesis en este punto, ya que en los primeros aos 19. (1995-2000) nos encontramos con un alto grado de resistencia de algunosprofesionales de la psicologa y psiquiatra que opinaban que la custodia conjunta noera beneficiosa. Afortunadamente, estos casos fueron muy puntuales y los argumentosde dichos profesionales (la mayora mujeres) tenan un fuerte marco sexista, machistay tradicional que no era acorde a las ideas de los progenitores que acudieron a suconsulta. Veamos que opinan los hijos sobre la custodia compartida que sus progenitoresdecidieron establecer tras su ruptura como pareja: valoracin de los menores de la custodia com partida 100,00%90,00%80,00%70,00%60,00%50,00%40,00%30,00%20,00%10,00% 0,00% 1 A 6 A OS 6 A 12 AO SMAS 12 A OS proceso2 aos3 aosLos que mejor aceptaban esta solucin de la custodia compartida han resultadoser los menores de seis aos, ya que apenas han sufrido en sus vidas cambios en unaparte de la infancia que es muy importante el sentimiento de seguridad, y la presenciacontinua de su papa y su mama. Lgicamente hemos de precisar que los datos deestos nios y nias han sido aportados por los progenitores, de lo que se deduce quepadres y madres de nios y nias de 1 a 6 aos han sentido que la custodiacompartida ha sido beneficiosa para sus hijos. Ya desde el proceso inicial, los menores de seis aos aceptan por encima del 80por ciento (81%) esta solucin como algo natural. Mas adelante van aceptando cadavez ms esta nueva situacin, cuando comprueban que sus vidas siguen siendo mas omenos felices, ya que ven con mucha regularidad a ambos progenitores y con buenasconductas de comunicacin. Comparten cumpleaos, fiestas de colegio, etc. Los menores de entre seis y doce aos y los mayores a los doce, tiene unaevolucin muy parecida. Los menores entre seis y doce aos, aceptan bien estasolucin hasta alcanzar a los tres aos un nivel de satisfaccin de casi el 83 por ciento.Los que peor lo llevan son los mayores de 12 aos que sienten como si ellos fueranresponsables de alguna forma la ruptura de la pareja de sus progenitores. En menormedida encontramos este fenmeno en los menores entre seis y doce aos, aunque deforma muy acusada, en los casos que se han detectado. Los menores entre 1 a seis aos, lo toman como algo natural y normal, los de 20. entre seis y doce como algo que ocurre a otros/as amigos/as, porque conocen casossimilares en su colegio o entorno social y familiar, y los mayores de doce aos sesienten como un elemento que sus progenitores no saben donde colocar, y que al finallo colocan.Tras los tres aos de la custodia conjunta, estos menores de mas de 12 aos,aceptan que sus progenitores les quieren y que ha hecho lo mejor para ellos/as, eincluso el nivel de apoyo a los progenitores para llevar a cabo y encauzar la custodiacompartida es muy alto. Se implican en ayudar a sus progenitores a solventardificultades cotidianas de forma ms responsable. En cuanto al nivel de rendimiento escolar, los datos aportados porlosprogenitores en estas encuestas son muy relevantes. El nivel de bajada delrendimiento escolar de estos nios y nias apenas es perceptible, en comparacinconlos preocupantes datos que nos ofrecen sobre el bajo rendimiento escolar de hijos queviven bajo una custodia exclusiva de un solo progenitor. Debemos tener en cuenta en este punto sobre custodia exclusivas, que unconvenio regulador para el establecimiento de una custodia compartida, tiene poco quever con los modelos de convenio de divorcio que surgen por Internet o con los usadospor la mayora de abogados/as de nuestro pas, que mayoritariamente son de modelosde custodias exclusivas y excluyentes. Sigamos con ms datos que nos parecen relevantes, como por ejemplo el gradode implicacin, tanto emocional como econmica de los miembros de la familia extensade las parejas, a saber:nivel impicacin familia extensa otros; 15%abuelos tos/as paternos; 56%56maternos; 33% 126 212 tios/as97 paternos; 25% 293 abuelosmaternos; 77% A Este cuadro lo denominamos cuadro de apoyos de familia extensa, que casi 21. nunca se tienen en cuenta a la hora de valorar el inters de los menores en lassentencias en nuestro pas. Olvidamos que los menores tienen abuelos, tos/as, yprimos/as que les conforman como personas y como ciudadanos/as. No se puedevalorar el inters de un ser humano, sin tener en cuenta el contexto social y familiarque le rodea en su conjunto. Bueno, si se puede hacer, pero sera el caso de unRobinson Crusoe. No obstante, de este cuadro deducimos que siguen siendo los abuelos de lamadre lo que mas se implican en apoyar a las mujeres en el proceso de ruptura de supareja, Tambin existe un alto porcentaje de apoyo de los abuelos paternos, aunqueen menor proporcin. La falta de apoyos de los abuelos, tantos paternos como maternos en estosprocesos se deben en la mayora de los casos por estar las posturas encontradas de losabuelos hacia su propio hijo o hija, en cuanto a la decisin de la separacin legal, otrosa la distancia geogrfica, otros a cuestiones religiosas y otros a la falta de mediosnecesarios (edad muy avanzada, economa precaria, etc.). No obstante, en este cuadro lo que se trasmite es el grado de apoyo en elproceso de mediacin, como apoyo emocional y econmico, pero tambin comoasistencia a las sesiones de mediacin de forma independiente.Cuando ponemos tos y tas, nos referimos a los hermanos y hermanas de lasparejas que acuden al servicio de mediacin. Como vemos, el nivel de implicacin esmenor al de los abuelos, sobre todo porque muchos hermanos y hermanas noentienden muy bien el sistema de custodia compartida, ya que para la inmensamayora de ellos/as la custodia es para las madres y el pago de las pensiones y lasvisitas para los padres.No obstante, logramos que algo ms de una cuarta parte de los hermanos yhermanas apoyaran la decisin de su hermano/a a compartir la custodia de sus hijos.Esta es una tarea mas de ecuacin que procede del mismo modelo de mediacin, yaque hemos tenido casos curiosos tales como hermanos o hermanas de antiguosclientes del despacho que acudieron a solicitar la mediacin e incluso la custodiacompartida, cuando les lleg la hora de su propia ruptura. Cuando nos referimos a otros, la mayora son amigos/as de confianza de lapareja o de cada uno de los progenitores, que aceptaron apoyar la decisin deestablecer la custodia compartida de los hijos. Creemos que en nuestro pas, es importante implicar de una forma mas positivaa la familia extensa de la pareja y al crculo social en la bsqueda de soluciones a losproblemas que surgen como consecuencia de la reestructuracin familiar que sufre unapareja tras su divorcio. Esta misma idea nos ronda cuando pensamos en los casos deviolencia intrafamiliar. Al fin y al cabo, nos hemos encontrado con el hecho patente que gracias alapoyo de muchos abuelos y abuelas, hemos podido encontrar soluciones para los retosde la custodia compartida, sobre todo para las madres y padres que afrontaban lapaternidad y maternidad en solitario, y tenan al inicio del proceso grandes dificultadespara conciliar los horarios familiares con los laborales. Veamos que tipo de custodia compartida decidieron las parejas, y su evolucin 22. a los dos y tres aos:tipo de custodia compartida 300 250 200 150 10050 0aos tradic ionalsemanalmensual s emest ralesc olaresproceso68 18 223 2672 aos 75 9216 2763 aos 78 6210 282proceso2 aos 3 aos Segn los criterios que hemos establecido en nuestro trabajo, siguiendo lametodologa del sistema de mediacin Coy&Sariego, hemos tipificado varios tipos decustodia compartida, a saber: 1.- La C.C. Tradicional que consiste en que los menores conviven de formahabitual en la casa de un progenitor y el otro posee un amplsimo rgimen de visitas.Aqu puede o no establecerse una pensin de alimentos, segn cada caso. 2.- La C.C. Semanal, que consiste en que los menores conviven semanasalternas con cada progenitor. Aqu no se suele establecer pensiones de alimentos engeneral. 3.- La C.C. mensual, dem a la anterior pero por meses, y se establecen visitasintersemanales y de fines de semana alternos. En cuestin de alimentos es similar a laanterior. 4.- La C.C. Semestral que es dem que la anterior pero en periodos de seismeses. Aqu se suele establecer pensiones de alimentos con alternancia. 5.- La C. C. por aos escolares alternos, en la que se aprovecha el periodo devacaciones estivales para el cambio de custodia. El ao que los menores no convivende forma habitual con un progenitor, este accede a un rgimen de visitas muy amplio.Las pensiones de alimentos se establecen con alternancia. Se intenta establecer, desconocemos sobre qu criterios cientficos, que debendarse dos requisitos sine quo non para poder llevar a cabo con xito este tipo decustodia y son: la proximidad de los domicilios y la estabilidad escolar de los hijos.Estamos de acuerdo que estos dos requisitos facilitan mucho las cosas, pero no sonindispensables para a custodia compartida, ni tan siquiera para el tipo de aosalternos. 23. Cuantas veces se establece por un juez una custodia exclusiva a favor de lamadres porque se supone es lo mejor para los hijos y despus nos encontramos conque cambian de ciudad, de colegios a los hijos y hacen desaparecer a los padres de lavida de los hijos? Por ello, no creemos que se deba exigir unos requisitos para la custodiaconjunta o compartida que no se exige legalmente para las custodias exclusivas que seotorgan mas del 90 % a las madres, o como eufemsticamente se estn denominando,custodias monoparentales. Creemos que ya es hora de hablar de custodias exclusivasde las madres y excluyentes de la figura paterna.Para nosotros lo ms indispensable es que los progenitores salgan adelante ycumplan los compromisos adquiridos en el proceso de mediacin y en el conveniofirmado sobre custodia compartida. Si siguen con el mismo, las cosas vansolucionndose conforme van surgiendo, y es porque la mediacin les ensea aresolver las disputas y desencuentros de otra forma, a la que ofrece la justiciatradicional de nuestro pas, y sobre todo las leyes con base machistas que se han idoaprobando en los ltimos aos, como son la ley del matrimonio y del divorcio de 2005,as como la ley integral de violencia a la mujer. Adems, y terminando de reflexionar sobre los requisitos que los jueces seempean en exigir a las custodias compartidas, nos preguntamos qu debemos hacerentonces con los hijos de marinos mercantes, militares, interinos de las comunidadesautnomas, e incluso de jueces y fiscales que cambian tanto de destino, les quitamosla custodia porque no es bueno para sus hijos tanto cambio de colegio y casa, y losdeclaramos en desamparo?Por ello, entendemos que estos requisitos que los jueces estn exigiendo parala custodia compartida, no son mas que excusas para ocultar en definitiva el conceptode los roles tradicionales de genero que subsisten en su idea de lo que es una familia. Para terminar, esta reflexin sobre los obstculos a la custodia compartida,debemos denunciar que muy al contrario de lo que se vende desde el gobierno y de lospartidos polticos, la ley del divorcio que se aprob en 2005 no slo no facilita laimplantacin de la custodia compartida, sino que pone grandes obstculos a que seestablezca en un procedimiento judicial, ya que se le exigen requisitos que no seexigen a las custodias exclusivas a favor de las madres. Cualquier madre puede ser una incompetente como tal, pero por el slo hechode ser mujer y madre puede lograr obtener la custodia exclusiva de los hijos, con tanslo pedirla para ella en el proceso. Slo unos pocos padres han logrado la custodiaexclusiva de los hijos, de los ms de cien mil casos que hay cada ao en nuestro pas.No son lgicos esos datos, y quien diga lo contrario, es que tiene sigueentendiendo que la mujer tiene un rol inferior al hombre en el seno de la familia, un roltradicional que entra en directa contradiccin con la supuesta lucha a favor de laigualdad efectiva entre sexos que se intenta vender desde los poderes pblicos.Despus de estas reflexiones, pasemos a valorar directamente los datos sobrelos tipos de custodia compartida que hemos llevado a cabo y estudiado.Las custodias compartidas por aos escolares se llevan la palma de los datos,ya que son la inmensa mayora de la parejas decidieron este sistema. Adems llama la 24. atencin que en los seguimientos vimos cmo algunas familias de otros sistemas,decidieron pasar a este de aos escolares alternos, abandonando otros sistemas.En particular, bastantes de las parejas que haban establecido la custodiatemporal compartida por semestres, decidieron tras su puesta en prctica que eramejor otro sistema cual era el de los aos alternos, y nos pidieron consejo de cmocambiarlo y ponerlo en prctica. En segundo lugar, tras la custodia por aos escolares alternos, se establecieroncustodias compartidas que nosotros denominamos tradicionales, esto es, que losmenores viven en teora en un domicilio fijo de un progenitor (casi todos los casos encasa de la madre) y el otro progenitor obtiene un rgimen de estancia con los hijosmuy amplio. Asimismo las responsabilidades parentales y marentales se comparten eneste tipo de acuerdos de una forma igualitaria y equitativa. En muchos casos seestablecen pensiones de alimentos a favor de los hijos a cargo del progenitor con elque no conviven de forma habitual, pero las cuantas que se establecen son masproporcionales a las que se establecen en Juzgados de forma tan aleatoria, sobre todoporque se tiene en cuenta los gastos que representan el mayor tiempo de convivenciadel progenitor con sus hijos.Tenemos que llamar la atencin sobre el dato de que muchas parejas que decidieroncustodias compartidas por semanas alternas se pasaron al poco tiempo, a otrossistemas ms normalizados y normalizantes de la vida familiar. As la mayora de estoscasos se pasaron al sistema de custodia compartida tradicional e incluso algunosoptaron por el de aos alternos escolares.Tambin nos llam mucho la atencin el hecho que slo 2 de los 378 casosoptaran por el sistema de meses alternos, y han seguido as hasta los tres aos deseguimiento. Estos dos casos, para nosotros excepcionales, se entienden por la propiaidiosincrasia de las parejas que decidieron este sistema. No obstante una de ellas,recientemente se puso en contacto con nosotros para cambiar el sistema, justo cuandose cumplan seis aos del sistema de meses alternos. Este cambio ha sido debido a lanecesidad de responder a las inquietudes de los hijos que han comenzado a pedir vivirde otra forma y no estar cada mes con la maleta de un lado a otro. La conclusin a la que hemos llegado es que los hijos se adaptan al comienzobastante bien en ms de un 60% de los menores implicados en estos procesos, comomas arriba indicbamos en otro cuadro explicativo. Conforme los hijos van creciendo,son ellos mismos los que van mostrando otro tipo de necesidades y los padres no hantenido mas remedio que adaptar su sistema inicial a las necesidades de los hijos. Estono ocurre en el sistema de custodia compartida por aos escolares de forma tan ntida,sino que son cuestiones poco importantes las que se dan en estos casos que hacen queeste sistema es el que mejor se adapta al crecimiento de los hijos y al cambio denecesidades de los mismos. Podemos concluir sin temor a equivocarnos, que la custodia por aos escolaresalternos es la que menos estrs y problemas ha suscitado tras los seguimientosrealizados. Cuando hablamos de problemas, no hablamos de desencuentros entre losprogenitores, sino a problemas de intendencia o de ndole prcticos. Sin embargo, en los dems sistemas de custodia compartida el nivel deproblemas de tipo prctico y los niveles de estrs en el conjunto de la familia han sidosuperiores. Esto se explica porque en realidad el nivel de cautiverio con que viven los 25. padres y madres estos otros sistemas era muy alto. Sentan que no tenan vida propia,y slo vivan por y para los hijos. En cambio, las parejas que decidieron la custodia por aos alternos, slo tenanesta sensacin por aos alternos. Nos confesaban muchas madres y padres, queestaban deseando que les pasara pronto el ao de convivencia con sus hijos ymandrselos al otro. Tambin se quejaban en privado que los aos que los hijos noconvivan con ellos o ellas se les pasaba muy pronto. Y es que la realidad es sa. Alfinal, lo que importa es la propia vida, vivir a gusto consigo mismo. En nuestra experiencia profesional, hemos encontrado muchos casos de madresque tenan custodia exclusiva de sus hijos, que se sentan esclavizadas, y sentan queno tenan vida propia. Tambin hemos encontrado a hombres separados o divorciadosque se quejaban de no poder ver a sus hijos de forma habitual, pero hemos tenidomuchos casos de padres que han sobrevivido emocionalmente a esta prdida,valorando el grado de libertad que ello representaba, no slo para mejorar en sustrabajos, sino en sus relaciones sociales y de encuentro con nuevas parejas. Nos hemos encontrado con muchos padres que no tienen custodia compartidaque han establecido una nueva relacin de pareja a los pocos meses de la separacin,y sin embargo a muchas madres con custodias exclusivas sin nuevas relaciones depareja ni mejoras laborales, tras varios aos desde la separacin. Sin embargo uno de los datos que mas nos ha llamado la atencin en losseguimientos ha sido el hecho de que casi un 70% de madres y padres de nuestroestudio, haban establecido una nueva relacin de pareja antes de transcurrido un aodesde la sentencia. Tambin en el mismo sentido, nos hemos encontrado con que la mayora depadres y madres han seguido mas satisfechos en sus trabajos, o mejor dicho, hantenido menos problemas en sus trabajos, e incluso en casi el 35% de los casos, habanmejorado en sus expectativas laborales, gracias a la mayor disponibilidad de tiempoque les otorgaba la custodia compartida. Mencin especial, que no podemos obviar, esel hecho de madres que aprovecharon la custodia compartida para ponerse a terminarsus estudios, iniciar estudios superiores o de otro tipo, o estudiar idiomas. Veamos los cuadros explicativos: 26. establecimiento de nuevas relaciones de pareja321 padres309 275 275 tres aos dos aos madres 264 ao234 Aqu no hemos querido diferenciar si las relaciones de pareja eran o noestables, ya que lo importante era saber si se haban establecido nuevas relaciones depareja de los progenitores con custodia compartida.Un dato importante a hacer notar de este estudio, es que los hombres y padreshan tenido ms facilidad para tener nuevas relaciones de pareja tras la ruptura que lasmadres. De todas formas, es indicativo que ms de tres de cada cuatro padres ymadres haban logrado establecer una relacin de pareja, a los tres aos, redundandoello en el sentimiento de mejora en autoestima y sensacin de bienestar y equilibrio desu vida. Lgicamente, ello nos ha facilitado mucho el trabajo a la hora de poderafirmar que la custodia compartida es beneficiosa para los hijos, ya que con este datose logra transmitir que a mayor grado de satisfaccin personal de los progenitores,mayor nivel de equilibrio emocional que se transmite a los hijos. Estos resultados sonimpensables en los casos con custodia exclusiva, ya que muchos estudios de otrospases e incluso del nuestro, estudios sobre la mujer que obtiene la custodia exclusivade sus hijos, aunque se les denomine como madres monoparentales, dan comoresultado que estas mujeres no slo son menos felices y poseen menos autoestima,sino que incluso se habla en los ltimos aos de que la custodia exclusiva es un factorde riesgo de exclusin social.Asimismo estudios sobre adolescentes problemticos en nuestro pas, dan comoresultado que la inmensa mayora viene de un hogar roto, donde la custodia exclusivaes de la madre, y donde los conflictos de la pareja siguen producindose a niveljudicial o extrajudicial, tras aos despus de la ruptura. Veamos mas datos de nuestro estudio que hemos entendido que soninteresantes a aportar para conocimiento publico y cientfico, como son loscondicionantes que han valorado las madres y padres a la hora de establecer lacustodia compartida. Vemoslos: 27. m ejora comunicacin cercana colegios bienestar hijos bienestar progenitores ahorro economico cercania domicilios0% 20%40%60% 80%100% El resultado que nos da este cuadro es que la cercana de los domicilios y elahorro econmico es lo que mas ha valorado las parejas. Lo que menos se valora es lacercana de los colegios y el bienestar de los hijos, dato este ltimo muy interesante,ya que se supone que lo correcto es valorar esto ltimo de forma muy alta. Se suponeque por los hijos se acepta cualquier cosa, pero esto no es as.Se valora mucho la mejora en la comunicacin de la pareja y el bienestar de lafamilia y progenitores como mejor solucin basada en la custodia compartida.Todos estos datos nos dan como resultado una conclusin, que no poresperada, si es muy elocuente: la mediacin con resultado de custodia compartida esun mtodo de trabajo educativo sobre las relaciones interpersonales en conflictosfamiliares. Ya conocamos esta valoracin por otros estudios llevados a cabo en otrospases, pero este estudio es la prueba palpable del alto porcentaje pedaggico de estametodologa de trabajo. Volviendo a lo que han valorado mas en conjunto, las familias han resultadoque han mejorado la forma de relacionarse y comunicarse cuando existe la custodiacompartida, y ello les ha significado un ahorro econmico y de costes emocionales, porlo que el bienestar de padres, madres e hijos ha sido muy alto.Si meditamos porqu el bienestar de los hijos es el que alcanza el menor nivel,nos parece lgico que ello sea as, ya que los hijos, ante la ruptura de pareja de susprogenitores, sufren directamente esa ruptura y son los que con menos recursosemocionales poseen. No obstante afrontan esta "nueva vida", de que su papa y mamavivan en distintas casas de una forma mas natural, porque el nivel de conflictodesaparece.Desde nuestra experiencia profesional, podemos afirmar que la custodiaexclusiva de los hijos, sea otorgada al padre o a la madre es mas perjudicial para loshijos, salvo aquellos casos en los existe motivo grave para adoptar dicha decisin, asaber: progenitor drogadicto o alcohlico, progenitor gravemente enfermo fsica omentalmente, progenitor violento o sin control de ira, etc. Slo en estos casosconsideramos, desde nuestra experiencia, que la custodia exclusiva como algo ms 28. beneficioso para los hijos que la compartida. Asimismo, encontramos demasiadosestudios internacionales, que manifiestan y dejan patente que es muy perjudicial paraun menor que sea entregado en exclusiva su custodia a un solo progenitor, y que elloafectar negativamente en su desarrollo emocional y en su socializacin. Por ello, no comprendemos an de dnde sacan la conclusin los juzgadores denuestro pas, que en el mejor inters del menor se sigan otorgando custodiasexclusivas, si todos los estudios cientficos que existen sobre los hijos tras el divorciode sus padres, nos dicen que lo mejor para los menores es que tengan el mximocontacto con uno y otro progenitor, de forma equilibrada y equitativa. Hemos visto en este pas, custodias exclusivas otorgadas a madres quepasaban solo cien das al ao con su hijo, mientras que el padre estaba el resto deltiempo con el hijo, y si embargo establecer una pensin a cargo del padre y ninguna acargo de la madre. La ilgica de estos casos es inaudita, pero se dan cada vez mscasos. Veamos algunos de ellos:Recientemente en una sentencia dictada por un Juzgado de Primera Instanciade Sevilla se sigue otorgando la custodia de un menor a su madre pese a que sta estprocesada por malos tratos al mismo, y adems pese a que el menor convive con supadre desde que ocurrieron los hechos que han dado lugar al procesamiento de lamadre, la juez de este juzgado mantiene que el padre debe seguir pagando la pensindel hijo a la madre y obligar a su hijo a que se vaya con su madre. Otro caso curioso,pero muy habitual, de un Juzgado de primera instancia de Sevilla, donde el juezdeniega una custodia compartida de un menor de siete aos, pese a que el equipo deexpertos la aconseja, y le otorga la custodia exclusiva a la madre, basndose en quehay falta de entendimiento entre la madre y el padre, pese a que durante un ao antesde la presentacin a la demanda ambos progenitores estaban separados y llevaban acabo por su cuenta una custodia compartida. Acaso otorgar la custodia exclusiva noes un factor mas grave para provocar nuevos y futuros conflictos? Pues el tiempo nos ha dado la razn, ya que desde que se otorg la custodiaexclusiva del hijo a la madre, el nivel de conflictos judiciales y extrajudiciales entreesta pareja ha aumentado considerablemente, ya que se ha roto el equilibrio que semantena hasta que la sentencia de este juez ha destrozado, otorgando un poder a lamadre sobre el menor y quitando cualquier posibilidad al padre de negociar con lamadre cada eventualidad en la vida del hijo.Tambin nos llama la atencin una sentencia de la audiencia provincial deBarcelona, donde se dice que lo mejor es la custodia compartida de los hijos, pero parano otorgarla, deciden inventarse que los progenitores viven en distintos pases y porello no es posible la custodia compartida, cuando lo que se ha demostrado en el juiciomismo es que ambos progenitores viven en la ciudad condal a unos cincuenta metrosuno de otro. Otra sentencia que llama la atencin es la de un juzgado de Mlaga que otorgala custodia exclusiva de un bebe a su madre, pese a que esta procesada a instanciasdel propio ministerio fiscal por presuntos delitos de falso testimonio, falsedaddocumental (sobre datos mdicos del bebe) y denuncia falsa de malos tratos, y leotorga la custodia a la madre basndose en que es un bebe. Esta madre llego afalsificar incluso un informe medico sobre su hijo, con tal de obtener la custodia. En Valencia se otorgaba en una sentencia de un juzgado a la madre porque el 29. padre estaba en el paro, y pese a que el padre demostr que el cuidaba del hijo, esefue el argumento para no otorgarle la custodia, no poder encontrar empleo. No erasuficientemente "hombre" para la juez que dict la sentencia. Por esta argumentacin,deberamos quitarles los hijos a todas aquellas mujeres que son amas de casa, y noson capaces de encontrar un empleo remunerado.Las asociaciones feministas y de mujeres se quejan en todos los foros que haypadres que no pagan las pensiones y que dejan de ir a ver a sus hijos. Si la custodiaexclusiva da tantos problemas a las mujeres y madres como de los que se quejan,porqu siguen defendiendo la custodia exclusiva de los hijos? si despus de 27 aosde divorcio en nuestro pas, sigue ocurriendo lo mismo, a lo mejor, es que la custodiaexclusiva no es lo mejor ni para las mujeres ni para los hijos. Pero como quiera que laspolticas de igualdad de trato y ayuda a las familias en conflicto en este pas han sidoy siguen siendo tan escasas, los poderes pblicos y partidos gobernantes, mas el PSOEque el PP, han dejado en manos privadas (las propias familias en conflicto) laresolucin del problema econmico que genera una separacin en nuestro pas.Si casi el 80% de las parejas que se divorcian en este pas obtienen en suconjunto menos de dos veces el salario mnimo, Cmo van a sobrevivir las dos partescon menos del salario mnimo? Pues la solucin es fcil, las madres (por el conceptotradicional de la sociedad y de los juzgados y legisladores) se quedan con los hijos y lacasa y una pensin, mientras que el padre es arrojado a la calle y sin apenas dineropara salir adelante. La mayora de estos padres, despus de la sentencia, viven bajo elumbral de pobreza. Gracias a las familias extensas, estos padres no se incluyen en lasestadsticas sobre exclusin social.Esta es en pocas palabras la solucin que se da en Espaa a las rupturasmatrimoniales y no matrimoniales desde hace casi 30 aos. Todas las asociaciones depadres separados y las mujeres separadas salen a la calle cada ao denunciando losproblemas que tienen, y sin embargo, siguen sin resolverse estos problemas. Acaso no es el momento de establecer ya un cambio legislativo adecuado? Puede ser la custodia compartida una solucin? Creemos que en parte sipodra resolver muchos casos de ruptura en este pas, y ello nos ha animado a realizareste pequeo estudio y darlo a conocer para su uso. Pero tambin, para que las soluciones sean efectivas, debern modificarse lasleyes en el sentido de que los bienes sean liquidados a la par que la rupturamatrimonial, ya que poco sentido tiene disolver un contrato matrimonial, y dejar a lapareja casada a nivel patrimonial durante aos.Por ltimo, crear escuelas de divorcios o instaurar centros de mediacin yarbitraje previos a cualquier intervencin judicial, facilitara que disminuyeragrandemente el nivel de demandas contenciosas, de modificacin o de tipo ejecutivo. Con dichas medidas, creemos que el nivel de conflictos en nuestro pasdisminuira casi un 80% y los juzgados se quedaran con un 20% de los divorcios orupturas de pareja con hijos, para resolver. Esto descolapsara el ingente trabajo quepesa sobre jueces y magistrados, que podran trabajar en condiciones para aquelloscasos en los que realmente es necesaria la intervencin judicial, y no como ahora quese ven obligados a emplear sentencias maquetadas para sacar trabajo adelante. 30. Sigamos con los ltimos datos de nuestro estudio y en particular la valoracinque hacen de determinadas variables por parte de madres y padres, y que hemosdiferenciado en cuadros aparte para que sea mas clara la diferencia en estasvaloraciones. A los tres aos realizamos una entrevista semiestructurada que nos dieronestos datos significativos: valoracin de las madres a los tres aos desarrollo emoc ional ahorro economico autoestimafelic idad personaldes arrollo profes ional felicidad de los hijos Las madres valoraron de forma muy positiva la felicidad de sus hijos tras lostres aos de custodia compartida. Nos revela este dato que las madres anteponen porencima de cualquier valoracin que les afecte a s mismas, a los hijos. Esto es, quemas arriba indicbamos, aun nos encontramos con que las mujeres no acaban deromper su rol tradicional de madres protectoras y cuidadoras. Creemos que legisladores, as como polticos y jueces deben tomar nota de estedato, que a nuestro entender es muy importante, si no el mas importante de estepequeo estudio, y es que segn las madres con custodia compartida, casi el 97 % deellas valoran como muy positivo que la custodia compartida ha representado un altogrado de felicidad en sus hijos. En todos las rupturas de pareja donde hay menores, la bsqueda de superiorinters del menor es lo que prima sobre los dems intereses. Est claro, segn losdatos que nos aporta este estudio, que el inters superior de los hijos para las madreses compartir tiempos y espacios con ambos progenitores tras la ruptura de la relacinde pareja, porque sienten que sus hijos son felices.En segundo lugar y no menos importante, las madres valoran mucho sudesarrollo profesional, en el sentido que la custodia compartida les ha permitidosentirse mas tiles en su trabajo y no tener la sensacin de que se les cierran puertaslaborales o abandonar sus aspiraciones laborales por el hecho de tener cargasfamiliares. Bastantes mujeres de la muestra nos informaban que despus del divorciohaban retomado su vida laboral o incluso se haban incorporado al mundo laboral por 31. vez primera, y que ello era my valorado en la muestra por parte de las mujeres.Creemos que es muy importante este dato, ya que este estudio demuestra quela custodia compartida llevada a cabo en estos 378 casos, ha logrado ser una medidaeficaz con varios aos de antelacin al establecimiento de las medidas de leyes comola L. O. sobre Igualdad num. 3/2007 de 22 de Marzo y la Ley de conciliacin de la vidalaboral y familiar de 2002.En tercer lugar y cuarto, por la similitud de conceptos, se valora positivamentela felicidad personal y la recuperacin del nivel de autoestima de las madres. Lafelicidad va aparejada, segn la mayora de las madres, a la recuperacin de la vidasocial y familiar, as como a la propia intimidad e incluso al encuentro de nuevasrelaciones de pareja estables o no. En cuanto de la autoestima, se valora positivamente por las mujeres el hechode haber superado su sensacin de fracaso en la ruptura de su pareja, sobre todoporque la custodia compartida le ha permitido desarrollarse en otros mbitos que hanalimentado su autoestima como persona y tambin como mujer. Mucho de ello, tieneque ver el hecho de que muchas madres reconocen que se haban replanteado su rolfemenino como madres y esposas. Lo que menos tienen en cuenta a la hora de valorarsu grado de autoestima es el grado de libertad individual logrado gracias a la custodiacompartida, ya que muchas de las madres, cuando no tienen a sus hijos, siguensintiendo preocupacin sobre cmo estarn sus hijos con el padre. . En cuanto a los puntos que menos valoran las madres son su desarrolloemocional y los problemas econmicos que apareja toda ruptura matrimonial. Lasmadres alcanzan un alto grado de ansiedad por el menor grado de recursoseconmicos, y el grado de seguridad econmica influye negativamente en su desarrollopersonal a nivel emocional. La aceptacin de la custodia compartida las ha hecho muyvulnerables a las crticas familiares y del entorno social (crculo de amigas) que hanhecho que pierdan seguridad ante la reestructuracin de su rol materno tradicional. Lalucha por su nuevo rol de madre y mujer soltera sin responsabilidades marentalesdurante tanto tiempo, las hace sentirse culpables frente a los ataques de su entornoque no entienden su decisin.Se les supone que son ellas las que tienen que sacar adelante a los hijos, ymujeres separadas de su entrono, bien por envidia o por ideologa tradicional(pensamos mas que por envidia) critican a estas madres con custodia compartida.No debemos olvidar un dato muy significativo que siempre se olvida demencionar en todos los estudios que hemos podido leer y es que, independientementedel grado de aceptacin de la lucha por la efectiva igualdad de hombres y mujeres enel seno de la pareja, las mujeres a la hora de afrontar un conflicto de pareja, tienden atradicionalizar su rol femenino, porque es el que se sienten mas seguras y protegidaspor las leyes y la sociedad en su conjunto. Las madres que se agarran a contextostradicionales son las que mas tienen la sensacin que han perdido en el proceso demediacin con resultado de custodia compartida. Por ello, la lucha interna que sufren estas mujeres entre lo que creen que es lomejor para ellas y sus hijos (custodia compartida) y lo que sienten o se les hace creerpor su entorno que es mejor (custodia exclusiva), es un factor determinante endesarreglos emocionales. Pongamos por caso las madres que se quejan de laspresiones familiares e incluso sociales de que han cedido la custodia, como si ello 32. representara que son peores madres que las poseen la custodia exclusiva de los hijos.Cmo has cedido a una custodia compartida si podras sacarle mucho mas (dinero opoder) a tu ex con la exclusiva? Toda esta lucha con el entorno social y familiar y elinterno, hace que las mujeres muestren su desarrollo emocional como estancado, yson una minora que valoran positivamente su desarrollo personal emocional por estemotivo. Estas ltimas son aquellas que realmente son independientes tanto a niveleconmico como emocional de terceras personas, y poseen fuertes convicciones sobrelo que debe ser una mujer independiente y segura.Podemos afirmar por tanto, que el mayor enemigo que tienen las mujeres queaceptan una custodia compartida de sus hijos es el contexto cultural y socialdecimonnico que las rodea.Por ltimo, las mujeres valoran en mucho menor grado el ahorro econmico,porque al pactar la custodia compartida y en la mayora de los casos la liquidacin debienes comunes, pierden la sensacin de seguridad econmica que les daba antes lapareja. Ahora son ellas las que deben de gestionar econmicamente su economa,solicitar crditos, hipotecar sus propias viviendas, as como atender y mantener tantola vivienda como los bienes de consumo de la casa, etc., y muchas de ellas deben deaprender casi desde cero a desarrollar estas habilidades y se sienten muy insegurasante ello. Gracias a acuerdos de mediacin y custodias compartidas, hemos logradodetectar que bastantes casos (no mayoritarios pero si significativos) en los que lapareja ha logrado tal grado de colaboracin que se han echado una mano uno a otra ya la inversa, a la hora de ayudar a resolver problemas cotidianos de cualquier hogar. Veamos ahora que ocurre con los hombres y padres con las mismas variables yvaloraciones: valoracin de los padres a los tres aos desarrollo profesional desarrollo emocionalfelicidad personalfelicidad de los hijos autoestima ahorro economicoLos hombres, como era de esperar en el grado evolutivo que suelendesarrollar en el contexto histrico en el que vivimos, han valorado muy positivamenteel ahorro econmico que representa la custodia compartida y que el proceso dedivorcio se llevara a cabo mediante mediacin (mas barato a otros sistemas deresolucin de conflictos). No debemos olvidar que el reparto de tiempos y espacios con 33. los hijos entre los progenitores tras la ruptura de la pareja, representa que laspensiones a establecer en cada caso concreto son valoradas no conforme a unas tablaspreestablecidas (tablas de California) ni nada parecido, sino que son las partes enconflicto las que se autorregulan a la hora de establecer las necesidades de los hijos y,por ende, el importe de las pensiones. No es lo mismo que un hombre se enfrente auna situacin en la que sabe que por el Cdigo Civil va a perder a sus hijos, va aperder su casa y casi el 60% o ms de sus ingresos, que cuando van a un proceso demediacin donde valoran positivamente que la situacin econmica con la custodiacompartida va a ser ms igualitaria. Lo viven y lo sienten como una salida digna a una situacin de ruptura, y comoque tienen opcin a salir econmicamente delante de forma mas holgada. Asimismo,esta valoracin que hacen los hombres coincide con una bajada sustancial en el gradode violencia verbal y desencuentros entre la pareja durante el proceso de mediacin.Las organizaciones de mujeres de distintos mbitos se oponen sistemticamente a lacustodia compartida, porque alegan que los hombres quieren ahorrarse dinero depensiones con ello. Pero olvidan estas organizaciones, que detrs de dicha verdad amedias, existe una verdad de mayor calado, y es que la custodia compartida significaun ahorro econmico no slo para los padres, sino tambin para las madres y por endepara el conjunto de la familia, y que al final se benefician de todo ello la familia en suconjunto.En segundo lugar de valoracin de este cuadro, los hombres valoranpositivamente cmo su grado de autoestima ha subido tras el reconocimiento de sulabor durante la existencia de la pareja estable, as como de su grado de compromisoen el cuidado de los hijos. Ven la custodia compartida no como un reto, sino como unreconocimiento a su vida anterior. Debemos puntualizar que hemos detectado quealgunos padres si lo vieron como un reto, porque durante la vida en comn eranpadres ms tradicionales y ausentes, y ante la separacin, su escala de valores cambien cuanto a lo que era su papel como padre.Estos hombres que valoran positivamente el aumento de su grado deautoestima, tiene tambin en comn, el desarrollo de un grado de empata y el accesoa habilidades que slo intuan o estaban menos entrenados. Su nivel de implicacin enla custodia compartida los ha hecho creer ms en s mismos. Tambin hemosdetectado que el nivel de domesticacin de los padres ha aumentado tras losseguimientos realizados, ya que la misma mediacin, como la custodia compartida, hahecho comprender mejor a los hombres las dificultades de su ex esposas a la hora desacar adelante a los hijos. Esto es, que los hombres han comprendido mucho mejor elrol de las madres tras haber pasado ellos siendo el cuidador cotidiano de sus hijos, yles he hecho cambiar sus planteamientos iniciales.Seguimos en este cuadro de valoraciones, unas muy significativas como que entercer lugar valoran el grado de felicidad de los hijos por encima incluso de su propiafelicidad, lo que nos hace pensar que en nuestro pas algunas cosas estn cambiando,como es que los hombres empiezan a valorar la felicidad de los hijos de una forma queslo se les supona a las madres. Los padres de esta muestra han obtenido la custodiacompartida de los hijos y el contacto con ellos durante el proceso ha sido fluido ypactado de forma pacifica. Los hombres de esta muestra se comparan con otrosdivorciados y comparan a los hijos de otros hombres separados de su entorno laboral,social o familiar, con los suyos propios y llegan a valorar muy positivamente el ahorrode sufrimiento que han detectado en otros casos resueltos de forma tradicional concustodias exclusivas a favor de las madres. 34. En ltimo lugar los hombres valoran positivamente el grado de desarrolloemocional y el laboral. El grado de desarrollo emocional es obvio, porque lo valoran enmenor grado que otras variables, ya que muchos padres descubren que pese a queson hombres mas igualitarios que la media nacional, y mas respetuosos y emocionales,descubren, a la hora de estar solos con los hijos mucho mas tiempo, que sushabilidades parentales son escasas y sobre todo en el mbito de las emociones.Muchos nos han confesado que haban pedido ayuda profesional para afrontarproblemas con los hijos, y que haban aprendido a desarrollar tcnicas de empatizaciny escucha activa, etc. Incluso se nos ha dado casos en los que los padres habanpedido ayuda a la madre de sus hijos. Los padres valoran en menor grado esta variable porque es donde se sientenms vulnerables y en su mayora, los padres, acuden a sus nuevas parejas o madresy/o hermanas para encontrar ayuda y desarrollar y afrontar sus carencias emocionales. En el ltimo lugar nos encontramos con que los hombres sienten que hanperdido valor laboral, o posibilidades laborales, o incluso rendimiento laboral, debido ala custodia compartida. El hecho de que el tiempo que estn con los hijos es mayor leshace renunciar a los espacios pblicos antes empleados en sus relaciones laborales.Ellos descubren lo que las madres han venido sufriendo durante aos cuando trabajanfuera de casa. Cmo en empresas y trabajos, el hecho de que un nio se te pongamalo, o haya una huelga de profesores del colegio, y como estar en dos sitios a la vez(en casa al cuidado de los hijos y en el trabajo) era un reto real. Por ello, muchos hombres de esta muestran, valoran en ltimo lugar estavariable, ya que sus aspiraciones laborales se ven limitadas por la asuncin deresponsabilidades parentales compartidas. Algunos nos han llegado a confesar queenvidiaban a un compaero de trabajo que solo visitaba a los hijos, pero que pese aello, no renunciaban a la custodia compartida porque los beneficios que ellorepresentaba en sus vidas mereca la pena el sacrificio que estaban haciendo.Habamos pensado realizar una encuesta sobre los datos y valoracionesnegativas de la custodia compartida a las familias de la muestra, pero decidimos alfinal que, pese a que poseemos estos datos, no bamos a facilitar los mismos por dosrazones: Por la escasa incidencia de los mismos. Y en segundo lugar porque queremoslanzar un mensaje positivo a la sociedad y a los profesionales que trabajan en estembito, para darles una herramienta ms para ayudar a tantas familias que pasan porel mal trago de una ruptura de pareja. EPILOGOMe gustara terminar este pequeo estudio con algo grandilocuente, pero nopuedo, ya que la muestra, aunque significativa, es muy pequea.Slo aadir que este estudio se ha realizado sin grandes pretensiones, y con lasola intencin de aportar a estudiosos y responsables polticos as como a profesionalesde la psicologa y del derecho, una herramienta mas para que, entre todos y todas,podamos encontrar cmo solucionar los problemas que cada da se plantean enJuzgados de toda Espaa cuando una familia sufre una ruptura de pareja en su seno, ya fin de lograr que los nios y nias implicados en dichos procesos tengan las opcin 35. de ser mas felices que los nios y nias que desde 1981, y ahora desde 2005, hancrecido sin padre o sin madre, porque las leyes aprobadas por nuestros/as polticos/asno han permitido que aquellos pudieran disfrutar del enriquecimiento que supone tenerun papa y una mama, aunque estos no se entiendan o hayan dejado de quererse.En definitiva, queremos llamar la atencin que los procesos de custodiacompartida llevados a cabo por nuestro despacho de abogados, ha ido disminuyendo apartir de la aprobacin de la ley del divorcio de 2005, y sobre todo de la aprobacin dela ley integral de violencia de genero, ya que habiendo desaparecido de nuestrajurisprudencia menor el divorcio causal, de nuevo, con estas leyes se intentaintroducir, por la puerta de atrs, el divorcio causal y esto es muy significativo, ya queello demuestra que dicha ley es un la ley represora y regresiva y nada acorde a larealidad de la sociedad espaola. Es por ello, que esperamos que este pequeoestudio sirva a algunos/as para que reflexionen que es urgente acometer correccioneslegales en ambas leyes represoras y regresivas, ya que corregir la primera dara mejorsolucin a las familias espaolas en procesos de ruptura de parejas, y la correccinadecuada de la segunda, introduciendo tcnicas de mediacin en situaciones desupuesta violencia, a lo mejor salvara mas vidas de las casi 60 mujeres muertas en loque va de este ao en nuestro pas. No podemos seguir mezclando ruptura de pareja con malos tratos a la mujer,porque si como dice el Instituto de la Mujer la mitad de los hombres de este pas sonmaltratadores, debemos concluir que la mitad de los ministros son maltratadores y lamitad de los jueces hombres tambin, y la mitad de los abogados, y la mitad de loshombres que lean este estudio. Da miedo.No, se no es el camino, el camino es hacer polticas de ayudas a familias encrisis, incluyendo las parejas en crisis matrimonial, introduciendo mecanismoscorrectores de las desigualdades de gnero, de mecanismos de apoyo a las economasde estas familias, y de creacin de centros de mediacin para la resolucin pacfica delos conflictos de pareja. No hay que inventar nada, ni gastar ms en grupos de asesores o comisionesde expertos y estudiosos, slo copiar el modelo de Noruega, y porqu no, el aportadoen este estudio, que es como ms familiar y mediterrneo.